Pétalos de Rosa Extractos de los Satsangs de Sri Babuji
Satsang – En Compañía de la Verdad GURUJI:
Chennai 2001
El mundo es muy tentador. Siempre intenta abalanzarse sobre ti y echarte abajo, como la fuerza gravitatoria de la tierra. Tenéis que crear un vacío a vuestro alrededor, un entorno de gravedad cero. [Guruji se ríe]. Y eso que crea un entorno de gravedad cero es el satsang. Como con un astronauta que quiere elevarse más y más alto hacia las estrellas, la preparación que necesita es crear ese entorno de gravedad cero. Si no está en condiciones no puede elevarse mucho. Para subir, subir, subir por la escalera espiritual, hacia las estrellas… Si quieres convertirte en astronauta, crea ese entorno de gravedad cero aquí, en el satsang, y entonces intenta ponerlo en práctica.
GURUJI: No tengáis el concepto de que satsang significa siempre hablar y discutir algo, un
intercambio verbal. Ese es solo uno de los aspectos del satsang. Satsang tiene tres matices de significado. Sangha significa compañía, estar familiarizado con, ser uno con, estar en compañía de. ¿De qué? De sat, la verdad. ¡Lo que es, es sat! “Sat-chitananda” –ese mismo sat. “Sat-guru”, ese sat. El sat que está en “satyam”. La palabra “satyam” –Verdad o “lo que es”– viene de ahí. Estar en constante compañía de la Verdad –ya le llaméis “Yo” o Brahman, o sea como sea que le llaméis, eso que todavía no habéis realizado pero que sois– eso es el verdadero satsang. Así que ¿cómo podemos captar esa…, esa sustancia? Como no tenemos ni siquiera un atisbo de ella, la solución es estar en compañía de un santo. Eso es lo que dicen todas las escrituras –permanece en compañía de aquellos que han experimentado ese sat, los satpurushas. Estar en su presencia es satsang. Pero no siempre podemos tener su compañía, de modo que entra en juego un matiz diferente del satsang: reflexionar y debatir sobre la Verdad –la verdad de nuestro propio ser, del universo, de cómo nos relacionamos con el mundo, y también hablar de los satpurushas, esos que ya han realizado el sat. Ese es otro aspecto de satsang.
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GURUJI: Puede que penséis: “¿Qué es todo este compartir, los satsangs y todas esas cosas? ¡No tienen nada que ver con mi realización, con alcanzar esa experiencia!” Es como una cosecha y el vallado. Siembras unas semillas en la tierra, brotan y después llega la cosecha. Pero para disfrutar de la cosecha necesitas una buena valla. El vallado no forma parte de la cosecha, pero si realmente quieres disfrutar de la cosecha, tienes que ocuparte del vallado; de lo contrario no conseguirás cosechar en absoluto. DEVOTO: ¿Estás diciendo que el satsang es la valla de protección?
GURUJI: Sí, porque, para la mayoría de nosotros, nuestra mente es tan débil que nos vemos influenciados por el entorno fácilmente; por eso necesitamos algún tipo de protección. Ahora, la planta del amor y la gracia está recién plantada, así que debéis cubrirla y vallarla, hasta que se convierta en un árbol grande. Cuando nuestro amor es como una pequeña llama vacilante, el viento la pone en peligro. Necesita alguna protección, un cristal, o un tubo. Si es un fuego grande, lo consume todo a su alrededor. Si tu búsqueda, tu emoción, se ha vuelto tan poderosa, entonces influyes en tu entorno, y vayas donde vayas el satsang se producirá automáticamente, pero mientras te sientas influenciado por el entorno necesitas una protección.
DEVOTO: Para ser capaz de pensar en Baba así como tú hablas de ello, uno tiene que tener una concepción muy clara de lo que es eso.
GURUJI: Pues lee su vida, mantente en contacto con eso: ¡haz satsang! ¿Por qué hacemos estas cosas? Para tener una imagen clara.
DEVOTO: Pero tú mismo has hablado de que Baba es algo mucho más amplio que el Baba que vivió y murió en esta tierra, en ese cuerpo.
GURUJI:
Está bien. Sea lo que sea, tú quieres “ese estado” del que hablabas, y te estoy diciendo que hagas esto: ¡Enfócate en Baba! Tanto si te gusta como si no, no te preocupes por ello. ¡Simplemente hazlo!
GURUJI: Leed las biografías de los santos, y las reminiscencias de sus devotos más cercanos,
como por ejemplo: Devotees’ Experiences by B. V. Narasimhaswami,1 Letters from Ramanashram,2 Sai Baba the Master.3 Leedlos, una, dos, tres veces, porque una segunda lectura os aportará otra comprensión Como me dijisteis, todo el entorno está desprotegido. Cread algún tipo de vallado, alguna protección, encuentros periódicos con gente de ideas afines; eso es el satsang. Intentad sentaros juntos, por la mañana y por la tarde, siempre que tengáis tiempo. Encontraos regularmente a unas horas fijas, y apoyaos en la meditación con el grupo. Sentaos frente a la foto de Baba y sentid su presencia, ya sea con los ojos cerrados o, si os apetece, manteniendo los ojos abiertos, mirando su foto.. 1
Narasimhaswami, B. V., Devotees’ Experiences of Sri Sai Baba, Hyderabad: Akhanda, 1989. (Orig. pub. 1962.) Nagamma, Suri, Letters from Sri Ramanashram, Tiruvannamalai: Sri Ramanasramam, 2011. (Orig. pub. 1970.) 3 Bharadwaja, A. E., Sai Baba the Master, Ongole: Sri Guru Paduka Publications, 2008. (Orig. pub. 1975.) 2
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Ya que te sientes unido a Sri Ramana Maharshi, pon su foto y siéntate, trata de mirarlo, con toda la esencia de las impresiones que tienes de leer los relatos de su vida. Intenta ver lo humano que es, lo afectuoso, lo amoroso, lo íntimo que era con sus devotos. Intenta sentir su amor y simplemente siéntate ante él. Si te sientes muy sereno, muy tranquilo y gozoso, cierra de nuevo los ojos. Disfruta del sosiego, simplemente, sin hacer nada. Cuando estés en casa, si te apetece cantar algunas canciones a tu manera, algún bhajan, algún nama, cántalos en tu propia lengua –no hace falta que sea el bhajan fijo que hacemos aquí. Puedes hacerlo mientras trabajas, por ejemplo, o cuando estás cocinando o trabajando en el jardín. No se trata de formar una organización, no es eso en lo que estoy interesado, solo de pasar algo de tiempo reunidos, algo totalmente informal. Intenta compartir y desarrollar una relación emocional con gente de ideas afines, de modo que, cada vez más, las relaciones que tengas sean con ellos. ¿Ves a esta gente de aquí? Si se reúnen, hablan de Baba, del camino, del guru. No tienen absolutamente nada más –y están completamente protegidos. Y, siempre que salen, se encuentran con sus compañeros devotos. Se mueven todos como una familia. Si necesitan algo, los demás irán a ayudarles, también con sus necesidades materiales –una especie de hermandad. Y eso nos protegerá. A eso se le llama satsang. Para la mayoría de la gente la necesidad de protegerse está siempre presente. Por eso tienen ese tipo de reuniones habituales. A veces se reúnen a diario, o algunos se reúnen semanalmente. En primer lugar puede que lean algo –una biografía de Sai Baba, o alguno de mis trabajos, o algunas enseñanzas; y luego, puede que hagan bhajan o escuchen nama de Baba, después una meditación, sintiendo la presencia de Baba. A veces comparten sus experiencias, dependiendo del tiempo que tengan. Los que necesiten acudir a su trabajo se marcharán, y los que dispongan de tiempo se sentarán e intercambiarán sus puntos de vista, compartirán sus experiencias.
DEVOTO: ¿Cómo podemos evitar lo que parecen ser obstáculos en el camino espiritual?
GURUJI: En lugar de evitar lo que no quieres, intenta aferrarte a lo que quieres, a lo que deseas. Más que sentarte al lado del arbolito e intentar echar a las ovejas y al ganado que viene a comérselo, construye un cercado a su alrededor y después descansa tranquilo. Si dedicas todos tus esfuerzos a esto, el satsang surgirá automáticamente si hace falta. El mundo nunca es un obstáculo para un verdadero sadhaka. Nada lo es, en realidad. Sus malentendidos, su intelecto, sus fantasías, esos son los obstáculos. Él es el obstáculo en su propio camino, no el mundo exterior. Nada puede obstaculizarle.
DEVOTO: ¿Debemos evitar a aquellos que no estén interesados en el satsang?
GURUJI:
Si no están interesados, ¡ellos intentarán evitaros! [Risas]. Invitadles e intentad compartir con ellos lo que deseéis compartir. No juzguéis si alguien está interesado o no. Intentad compartir, eso es todo. Si quieren participar lo harán, si no se marcharán. Ellos nos dan una oportunidad para hacer satsang. Habladles de la vida de Sai Baba, de Bhagavan y de otros santos, y del camino de la plenitud. Así, lo que consideráis un obstáculo os estará proporcionando una oportunidad para analizaros a vosotros mismos, vuestros propios pensamientos. No perderéis nada. Esa es mi manera, esa es nuestra devoción a nuestro camino. Y no les habléis utilizando jerga. Si habláis en una terminología que no les resulta familiar, que ellos creen que pertenece a una cultura y una religión diferentes, se convertirá automáticamente en un obstáculo para ellos. Así que intentad hablarles en su propio lenguaje, el lenguaje de la experiencia humana –¡el que yo prefiero! De esa forma les estaréis tocando el
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corazón, sus emociones, sus necesidades, su sentido de la frustración. Somos seres sociales y necesitamos algo de contacto social. Así que, todos los contactos sociales que ya tienes, trata de transformarlos en contactos espirituales. ¡Intenta compartir tu camino!
DEVOTO: A veces me apetece quedarme en casa solo con Baba durante la hora del satsang.
GURUJI: ¡Hay 24 horas para que sigas tu propio camino! ¿Tienes que seguir tu propio camino
justamente en esa hora? [Guruji se ríe] Y ¿qué es ese camino? ¡Un camino que te hace incapaz de disfrutar y apreciar a la gente que colma de amor a tu propio objeto de amor! Prefiero que estés en el satsang y expreses tu amor allí, porque tiene la ventaja de que estás entre los compañeros de amor. Cuando nuestro objeto de amor es amado por tanta gente, eso también nos proporciona un disfrute. Si tenemos problemas con eso, entonces hay algún problema con nosotros. Estar en compañía de tantos es favorable, ejerce una buena influencia sobre nuestra mente. Eso es algo que pasa en el satsang. Cuando estamos con otros, en medio del amor de tanta gente, sin que nos demos cuenta, nuestras áridas mentes se empapan del amor de los que nos rodean. A veces no tenemos el sentimiento, lo perdemos, y nuestra emoción se vuelve árida. Entonces, ellos pueden tener esa influencia sobre nosotros. ¡Intenta hacerte propenso a esa influencia, y cosechar sus beneficios! Hay un beneficio en la expresión colectiva del amor, por eso lo fomento.
DEVOTO: ¿Qué estaría bien hacer en nuestro satsang nuevo?
GURUJI: Tenéis que inventar una forma correcta de conectaros, no solo sentaros y cerrar
los ojos, sino observar al abrir los ojos: cómo reaccionáis, cómo reaccionáis con el mundo, cómo reaccionáis con Baba, cómo habláis del espíritu de todo ello. Revisad estas cosas entre vosotros y tratad de corregir la situación. Intentad recorrer el camino con dinamismo, no estando simplemente sentados. ¡No! ¡Andad, corred! No tenéis tanto tiempo –ninguno de nosotros lo tiene, por supuesto. Así que no digáis simplemente: “¡Oh, hay tanto tiempo, podemos hacerlo! No. Si realmente estáis interesados en alcanzar vuestra meta, ¡corred ya! Si no, desperdiciaremos el tiempo hablando de esto y aquello. ¿Cuál es vuestro objetivo?, ¿qué queréis?, ¿cómo vivís todo el día? De las veinticuatro horas, ¿cuánto espacio ha ocupado Baba en nuestras vidas? ¿Cuánto espacio le hemos permitido ocupar a Baba? ¡Pensad en ello! Haced más ventanas, haced más puertas. Ese es el satsang que me gusta, no un mero ritual, sentarse ahí, con las piernas cruzadas y los ojos cerrados, y dormirse en una postura diferente y luego marcharse. ¡No! ¡Hacedlo vivo! Escribid un diario todos los días –quiero decir mentalmente– pero ¡no lo convirtáis otra vez en un ritual! [Guruji se ríe]. ¿Hasta dónde hemos llegado? ¿Cuáles son las cosas que hemos hecho que nos alejan de nuestro objetivo, de nuestro camino? ¡No os relajéis! En esencia, eso es lo que digo: ¡no os relajéis!.
GURUJI: [hablando de una salida de rafting por el río en Rishikesh] En realidad, casi todos
los del barco solo aparentaban estar remando. ¡Los remos estaban casi siempre fuera del
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agua! [Risas] Algunos estaban… [Guruji hace una demostración de remar con gran esfuerzo, provocando muchas risas] Cuando hay mucha gente, es fácil. De la misma manera, en el satsang, aunque nuestra devoción sea tan débil, la devoción de los demás nos hará avanzar y avanzar y avanzar. Yo lo estaba mirando y pensé: “¡Oh, esto es satsang! [Risas] En realidad no hace falta remar, el río os llevará. No vais contracorriente y no se trata de aguas tranquilas. De todas formas la balsa se movía, y lo único que había que hacer era dirigirla, y el barquero ya lo estaba haciendo. Del mismo modo, la fuerza del río es como el poder de Baba..
DEVOTO: Guruji, antes has hablado del estado de satsang perpetuo. ¿Podrías decirnos algo sobre ese estado?
GURUJI: Cuando tienes hambre y estás comiendo, ¿en qué momento te sientes satisfecho?
Con el primer bocado no se satisface tu hambre. Entonces, ¿por qué lo tomas, si no te satisface? Te conduce a un segundo, un tercero, un cuarto bocado. Y cuando tienes el estómago lleno dices: “¡Ah, no más! Y entonces te relajas y no comes nada más. No piensas en absoluto en el hambre ni en la comida, sino que lo que sientes es satisfacción; y te relajas, te echas la siesta. Y ese es realmente el objetivo. Lograr eso: tenías hambre, conseguiste la comida y te la comiste. A pesar de que, al final, cuando la estés disfrutando [la siesta] no tendrás en mente nada de eso. No tiene nada que ver con la alimentación o el hambre. Pero esa siesta es una especie de alimentación perpetua. [Guruji se ríe] Y lo que hacéis ahora es que tomáis un bocado, dos bocados, tres bocados, y así sucesivamente. Pero ¿hasta cuándo? Hasta que estéis llenos. Entonces no necesitaréis el satsang, no me necesitaréis a mí. [Guruji se ríe] No necesitaréis un plato, ni una mesa de comedor, ni un restaurante.
GURUJI: Yo estoy conectado con vosotros. Y cuando estéis aquí, intentad conectar conmigo. Y [en broma] creo que hay una posibilidad vaga, remota, de que la gente pueda conectar conmigo cuando está en silencio.
DEVOTO: Has dicho que cuando estamos meditando vemos el ruido de nuestra mente, y que ese es el primer paso. ¿Cuál sería el segundo, en ese caso?
GURUJI: No es que sean pasos, pero cuando tienes la determinación de acabar con esos ruidos, ese es el segundo paso –si es que queréis que os diga los pasos. Tener la turbulencia es una cosa, pero también tenemos que tener la voluntad de acabar con ella. La ropa puede ensuciarse, pero tenemos que estar dispuestos a lavarla: “¡Ah, está bien, no importa, mi ropa no es buena, pero me gusta llevarla así!” [Risas] Estarás solo en el primer paso. O sea que el segundo paso es tu determinación para eliminar la perturbación, para lavar tu mente con el detergente del satsang, el nombre de Baba, el amor de Baba. Usa ese detergente y empieza a lavarla.
Voz de Guruji Enero 2013 :: Satsang – En Compañía de la Verdad
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