Leyenda de la Siguamonta A finales finales del Siglo XIX XIX y durante la primera mitad del siglo siglo XX, la capital capital guatemalteca se expande y crece más allá de los barrancos que la rodeaban y habían mantenido hasta cierto punto contenida en lo que hoy son las zonas céntricas de la ciudad !ste crecimiento trae consigo horripilantes sucesos y surge así la leyenda de la Siguamonta" #uchos confunden a la Siguamonta con la Siguanaba, primero por el ob$io parecido en los nombres, y también porque ambos nefastos persona%es suelen atraer a sus $íctimas a sus muertes, aunque se $alen para ello de estrategias muy distintas, dirigidas contra una presa en especial& mientras la Siguanaba atrae a los hombres mu%eriegos, la Siguamonta hace lo propio con los ni'os curiosos y desobedientes ( es que a principios del siglo pasado, la ciudad no era para nada ruidosa )al menos no comparada con el ensordecedor bullicio de estos días* y la rodeaban $erdes barrancos repletos de $egetaci+n y animales A falta falta de suficientes puentes y caminos, los habitantes solían atra$esar los barrancos para acortar las distancias entre una y otra zona !s durante estos cortos trayectos entre los matorrales que empezaron a suceder cosas horribles, pues $arias personas salían y no $ol$ían a casa, solo para ser encontrados muertas algunas horas o incluso días después #uchas de las $íctimas eran ni'os que presentaban mltiples heridas, pero no era claro si esos golpes habrían sido propiciados por algn adulto o por el contrario los habrían sufrido al caer por el barranco -a teoría más aceptada era que en los barrancos de la ciudad se escondían peligrosos y desalmados bandoleros que apro$echaban para asaltar y despo%ar de sus pertenencias a quienes se a$enturaban a ingresar en sus profundidades con la esperanza de ganar algunas horas en su recorrido -a mayoría de padres de familia prohibiría a los ni'os acercarse a los barrancos, pero su naturaleza rebelde y curiosa los obligaba en muchos casos a desobedecer, formando formando peque'os grupos para sentirse más seguros al momento de ingresar al barranco a in$estigar !n una ocasi+n, uno de estos grupos formado por . ni'os entre los / y 01 a'os de edad, ba%+ por el barranco del barrio 2erona que separa las zonas 0 y . de la capital para realizar su habitual recorrido de 3 horas por los bordes de este barranco !ran aproximadamente las 4 de la tarde y los ni'os ya casi terminaban su recorrido, cuando escucharon el peculiar silbido de un pa%arito& 56utuiiit7 6utuiiit7 6utuiiit78 Al no poder $er al a$e a$e que producía tan simpático simpático sonido, sonido, los 3 chicos chicos mayores de 03 y 01 a'os decidieron ir a in$estigar, a$anzando algunos pasos 9uando los chicos caminaban el a$e no producía ningn sonido, y cuando paraban repetía su silbido, como llamándolos& 56utuiit7 56utuiit7 6utuiiit78 -os chicos se ale%aban cada $ez más de los peque'os de / y 0: a'os, quienes los llamaban a gritos para que no siguieran y que no los de%aran solos !n $ano -os chicos desaparecieron detrás de unos arbustos y luego solo se escucharon sus gritos que se tragaban las profundidades del barranco para terminar en un silencio sepulcral
( entonces, nue$amente el silbido& 56utuiit7 6utuiiit78 6utuiiit78 esta $ez muy cerca de los peque'os, que alcanzaron a $er al peque'o pa%arillo que parecía de oro al refle%ar los ltimos rayos del sol de esa tarde !spantados, los chiquillos corrieron fuera del barranco llorando y pegando de gritos de terror y de auxilio Algunos adultos que regresaban de sus faenas faenas diarias los detu$ieron detu$ieron y tras tranquilizarlos tranquilizarlos escucharon escucharon incrédulos la historia que les contaban, pero al notar la ausencia de los mayores de 03 y 01 a'os organizaron un grupo de bsqueda y rescate Sus esfuerzos fueron infructuosos debido a la caída de la noche, pero muchos hombres di%eron haber escuchado los silbidos a tra$és del monte y algunos incluso di%eron haber $isto unos o%os brillantes que los obser$aban entre los arbustos !ntre ellos, estaba un dominicano que huy+ despa$orido al sugerir que se trataba de la 9iguapa, un f antasma que $i$e en ca$ernas y montes de aquella isla y ba%a a los ríos en busca de afecto y protecci+n ;o fue sino hasta al día siguiente que pudieron encontrar los cuerpos de los ni'os !s así como de la fusi+n
de la historia del pa%arito $isto por los ni'os y de la 9iguapa sugerida por el dominicano surge la Siguamonta en el imaginario popular, como un a$e endemoniado dorado y de simpatiquísimo cantar que atrae a los ni'os curiosos y desobedientes hasta su muerte -a historia de la Siguamonta recorrería toda la ciudad de 2uatemala y sería transformada en incontables $ersiones por padres angustiados que buscaban la manera de mantener a los ni'os le%os de los barrancos
La Leyenda del Jilguerillo 9uenta la leyenda que hace cientos de a'os una tribu indígena se estableci+ en la zona Atlántica de nuestras tierras !ntre ellos había un guerrero muy cruel llamado =atsu
>n buen día =atsu decidi+ buscar esposa y escogi+ a ?ilgue, una hermosa %o$en que acostumbraba pasear por el bosque cantando como un pa%arillo 9uando ?ilgue se enter+ de las intenciones de =atsu huy+ a esconderse en el bosque =atsu estall+ en c+lera cuando supo que la %o$en había desaparecido y mand+ a sus guerreros a buscarla Al poco andar escucharon el canto de ?ilgue @ero cada $ez que se acercaban al sitio de d+nde $enía el canto, ?ilgue había desapareci+ !ntonces =atsu mand+ a quemar el bosque 9uando las llamas comenzaban a le$antarse le grit+ a ?ilgue que si salía podía sal$arse !lla le respondi+ que prefería la muerte !l fuego se hacía cada $ez más fuerte e pronto $ieron como ?ilgue cay+ al cuelo u agoniz+ @ero un pa%arillo color ceniza, con el pico y las patas ro%as, comenz+ a cantar sobre sus cabezas ;o era el canto de un pá%aro, era la $oz de ?ilgue, que desde entonces se sigue escuchando en el canto de los %ilgueros que hoy pueblan los bosques de nuestras tierras
La Leyenda Del Mico Brujo !n todo 9entroamérica se conoce la leyenda del B#ico =ru%oB !n algunas partes también le dicen la #ona ecían nuestros antepasados que había unas mu%eres que a las once de la noche se daban tres $olantines para atrás y luego tres para adelanteC que esta mu%eres tenían un guacal blanco y que a la ltima $oltereta $omitaban el alma en el guacal (a sin alma, tomaban figura de monos o micos y se dedicaban a hacer BdiablurasB
( así, estas bru%as, acompa'adas de la oscuridad de la noche, se trepaban a los árboles y tiraban frutas a la gente Se subían a los techos de las casas, saltando de un lugar a otro y arro%ando pedradas contra las piedras de la calle #uchas personas han tratado de agarrar y matar a la mona o al mico, pero de nada les sir$e, pues cuando ya están cerca y creen tenerlo acorralado se les esfuma como por encanto 6ambién contaban nuestros antepasados que estas mu%eres podían con$ertirse en chanchas grandes, negras y llenas de lodo Apenas $eían a la persona Bse'aladaB, aligeraban su trote y comenzaban a gru'ir !mbestían furiosamente a la persona y le daban trompadas y mordiscos en las piernas hasta derribarla y hacerle perder el conocimiento Al día siguiente, la $íctima amanecía molida y mordida, y con los bolsillos $acíos
La Leyenda de la Segua
na de ellas cuenta que es una %o$en muy linda, que persigue a los hombres mu%eriegos para castigarlos
Se aparece de pronto en el camino pidiendo que el %inete la lle$e en su caballo, pues $a para el pueblo más cercano ( dicen que ningn hombre se resiste a su ruego
Las Leyendas del origen del lago de Atitlan Pais del Agua
-os orígenes del -ago de Atitlán son de hace mucho tiempo cuando los caFchiqueles dieron muerte a saetazos a 6olgom -os FaqchiFel o posiblemente los FBicheB, ya que los mismos $i$ían en constantes amenazas, pugnas, en$idias y guerras hacia el siglo XG Así ellos acu'aron el citado $ocablo, mismo que está constituido por lo siguiente& Atit femenino, designa la luna y Atit señala a la mujer anciana, dos veces abuela, y Alá designa el género masculino, varón.
>nidos los dos términos, uno se sustanti$a y el otro se ad%eti$a en Atit Alá, pero ya en la interpretaci+n que le dieron los primeros castellanos, en el siglo XGI se con$irti+ en Atitlán, suprimieron la $ocal después de la consonante 6 y le agregaron una ; al final Atitlán -os orígenes del -ago de Atitlán son de hace mucho tiempo cuando los caFchiqueles dieron muerte a saetazos a 6olgom& se marcharon más allá del lugar de HaFbatzul y arro%aron a la laguna los pedazos de 6olgom esde entonces es famosa la punta del cerro del lanzamiento de 6olgom !nseguida di%eron& Gamos adentro de la laguna @asaron ordenadamente y sintieron todos mucho miedo cuando se agit+ la superficie del agua e allá se dirigieron a los lugares llamados @anpatí y @ayán 9hocol, practicando sus artes de hechicería Allí encontraron nue$e zapotes en el lugar de 9hitulul A continuaci+n comenzaron a cruzar el lago todos los guerreros yendo por ltimo 2aga$itz y su hermana llamada 9hetehauh
0-eyenda de la -lorona también llego a la Gilla de la Asunci+n de las Aguas 9alientes !ste persona%e de leyenda, cuya presencia atemoriza no solamente a los ni'os, sino también a las persona mayores, es conocido de Sonora a (ucatán !n nuestra tierra, la fábula cuenta que una mu%er de sociedad, %o$en y bella, caso con un hombre mayor, bueno, responsable y cari'oso, que la consentía como una ni'a, su nico defecto que no tenia fortuna @ero el sabiendo que su %o$en mu%er le gustaba alternar en la sociedad y K escalar alturas K, traba%aba sin descanso para poder satisfacer las necesidades econ+micas de su esposa, la que sintiéndose consentida despilfarraba todo lo que le daba su marido y exigiéndole cada día mas, para poder estar a la altura de sus amigas, las que dedicaba tiempo a fiestas y constantes paseos #arisa -+pez de Ligueroa, tu$o $arios hi%os estos eran educados por la ser$idumbre mientras que la madre se dedicaba a cosas tri$iales Así pasaron $arios a'os, el matrimonio Ligueroa -+pez, tu$o cuatro hi%os y una $ida difícil, por la se'ora de la casa, que repulsaba el hogar y nunca se ocupo de los hi%os @asaron los a'os y el marido enferm+ gra$emente, al poco tiempo muri+, lle$ándose K la lla$e de la despensa K, la $iuda se qued+ sin un centa$o, y al frente de sus hi%os que le pedían que comer @or un tiempo la se'ora de Ligueroa comenz+ a $ender sus muebles Sus alha%as con lo que la fue pasando @ocos eran los recursos que ya le quedaban, y al sentirse intil para traba%ar, y sin un centa$o para mantener a sus hi%os, lo pens+ mucho, pero un día los reuni+ diciéndoles que los iba a lle$ar de paseo al río de los pirules -os chamacos saltaban de alegría, ya que era la primera $ez que su madre los le$aba de paseo al campo -os subi+ al carrua%e y sali+ de su casa alas $oladas, como si tra%era gran pisa por llegar -leg+ al río, que entonces era caudaloso, los ba%o del carro, que ella misma guiaba y fue a$entando uno a uno a los peque'os, que con las manitas le hacían se'as de que se estaban ahogando @ero ella, tendenciosa y fría , $eía como se los iba lle$ando la corriente, haciendo gorgoritos el agua, hasta quedarse quieta A sus hi%os se los lle$o la corriente, en ese momento ya estarían muertos 9omo aut+mata se retiro de el lugar, tomo el carrua%e, sali+ como Kalma que lle$a el diablo K, pero los remordimientos la hicieron regresar al lugar del crimen !ra intil las criaturas habían pasado a me%or $ida 9uando se dio cuenta de lo que había hecho, se tiro ella también al río y pronto se pudieron $er cuatro cadá$eres de ni'os y el de una mu%er que flotaban en el río
ice la leyenda que a partir de esa fecha, a las doce de la noche, la se'ora #arisa $enia de ultratumba a llorar su desgracia& salía del cementerio Men donde les dieron cristiana sepulturaN y cruzaba la ciudad en un carrua%e, dando alaridos y gritando Aaaaay mis hi%os onde estarán mis hi%os y así hasta llegar al río de los pirules en donde desaparecía 6odas las personas que la $eían pasar a medianoche por las calles se santiguaban con re$erencia al escuchar sus gemidos y gritos ?uraban que con la luz de la luna $eían su carrua%e que conducía una dama de negro que con alaridos buscaba a sus hi%os 3 -a 6atuana
-eyenda de la 6atuana Apareci+ en mitad de la plaza del pueblo como quien planta un árbol y espera que de fruto al instante !rguida hasta la arrogancia, saludable y en ademán de in$itar a la cata del fruto prohibido i%eron que había llegado en barco sin que pudiera afirmarse que lo $ieron arribar en playa o puerto alguno 9orrían los tiempos de la Inquisici+n y su temible brazo castigador conseguía $adear las aguas del Atlántico sin perder nada de su la$a destructora, cuando la mu%er más hermosa a la que accediera mirada humana se present+ ba%o el nombre de 6atuana Apenas transcurridos unos meses, y sin que tampoco nadie pudiera explicar de d+nde salieran los dineros, mont+ casa ( era casa de postín y mucha %uerga por la que no hubo hombre maduro ni %o$en que no se de%ara caer , cuando menos, alguna nochecita !l tiempo pasaba y los adoquines se embriagaban noche y día de chillones atuendos coronados por generosos escotes 6odos sabían y callaban, hasta que lleg+ el día en que la 6atuana celebraba fiesta de ani$ersario de la feliz inauguraci+n de su casa cuando con mandado de la Inquisici+n $inieron a buscarla y a prenderla 5( de qué se me acusa8 quiso saber -a respuesta s+lo lleg+ tras $arios días de encierro al conducirla ante el 6ribunal Se le acusaba de bru%a por haber hechizado a todos los hombre s de la localidad, amén de muchos extran%eros de paso ;o tu$o defensa ni tortura pues la condena fue inmediata& moriría quemada $i$a -a 6atuana, an espléndidamente ata$iada de fiesta en la $íspera de su a%usticiamiento, mir+ desde lo más profundo de sus negros o%os a los de su carcelero y le rog+ que le concediera un ltimo deseo& un carb+n para dibu%ar @or la ma'ana $inieron a buscarla para conducirla hasta la pira !n uno de los muros, con trazo firme y algo infantil, se $eía na$egando y ale%ándose un $elero
como el que decían que la había traído alas costas de América, el catre an caliente y la celda $acía 1 !l 9arreton de la #uerte !l carret+n de la muerte -legada la media noche, muchas personas del 9entro nicornio 9onstantemente perseguido por los poderes mágicos de su cuerno, el >nicornio no era fácil de capturar ;o solo era sua$e y gentil, sino también extremadamente rápido, seguro y agraciado, lo que frustraba hasta los más expertos casadores @ero lo que aseguraba la captura segura del >nicornio, era la ayuda de una %o$en e inocente moza @ues a la creatura le atraía su pureza, se acercaba confiado y descansaba su cabeza en las piernas de la %o$en !ra así como la indefensa y despreocupada creatura era capturada ( de esta manera, después desaparecieron todos los >nicornios Dh, el mundo ahora lamenta la perdida de este ser tán mágico7 ( ahora que es demasiado tarde, an extra'amos su belleza !- SD#=O!OD; !n esta leyenda, Asturias describe la idea del ni'oPdemonio, !l Sombrer+n, a tra$és de una lente de magiaC crea una pelota que aparece y desaparece, en el que encierra un Sombrer+n o demonio .1
!l protagonista es un mon%e, que se de%a tentar por una pelota que rebota por la $entana de su celda Se encuentra cauti$ado por la pelota e incluso comienza a preguntarse si puede estar $inculada con el diablo @asa horas y horas %ugando con la pelota 9uando, tras hablar con una mu%er cuyo hi%o perdi+ la pelota, se siente presionado a de$ol$erla, los $ecinos afirman que se pareci+ al diablo A continuaci+n, cuando finalmente tira la pelota por la $entana, la pelota se transforma en el Sombrer+n .4 Así, nue$amente Asturias está demostrando que los seres humanos Kson capaces de romper los lazos que los atan a lo indeseableK .. !sta leyenda, como la -eyenda del 9ade%o, corresponde a la época colonial espa'ola en 2uatemala, y está escrita en una lengua coloquial y sencilla .Q-o e$entos se lle$an a cabo en la ciudad de Antigua y se centra en los espa'oles y algunos aspectos cristianos de 2uatemala .R Segn Sáenz, la pelota simboliza un antiguo %uego de pelota maya !n esta leyenda Asturias combina tradiciones cristianas y mayas, ya que la pelota equi$ale a un elemento del ritual maya, pero también tiene las características de un demonio ./ •
!n realidad se percibe como sombrero que $uela y no se de%a atraparC el lengua%e es surrealista