Prehospital Trauma Life Support (Phtls)
son llamados a la escena de una colisión de un vehículo contra un poste de servicio público. A la llegada a la escena usted encuentra un vehículo descansando sobre sus cuatro ruedas, envolviendo parcialmente el poste en el lado del conductor. El equipo de extracción le informa que el vehículo es seguro para entrar la extracción vehicular no tomará más de 4 minutos. Al obtener acceso a su paciente, usted encuentra un hombre alerta de 23 años quejándose de un dolor severo de la parte superior del brazo izquierdo y quien está corto de respiración. El color de la piel del paciente está pálida, él tiene taquicardia y taquipnéica, y su piel está tibia. Usted y su compañero
¿Cómo completaría usted la valoración de este paciente?¿Qué lesiones esperaría usted encontrar?¿Cómo el mecanismo de las lesiones lo lleva a usted a estas expectativas expectativas ?¿Cuál es su primera prioridad prioridad en el cuidado de este paciente?¿Cuál es su segunda prioridad en el cuidado de este paciente?¿En qué sistema del cuerpo deberá usted enfocarse para tratar a este paciente?
as lesiones de extremidades, aunque son comunes en los pacientes de trauma, rara vez son una condición que amenace la vida. El trauma en las extremidades puede amenazar la vida cuando produce pérdida severa de sangre (hemorragia), ya sea externamente o por sangrado interno a la extremidad. Cuando se cuida a un paciente de trauma crítico, hay dos consideraciones primarias que conciernen a lo extremo de las lesiones: 1. No pase pase por por alto alto una condición condición que pueda amenazar la vida en la condición de la extremidad o una condición que pueda amenazar la vida causada por la lesión de la extremidad. 2. La presencia de horripilantes pero pero no críticas lesiones de la extremidad o debe distraerlo del cuidado de lesiones que amenacen la vida en otra áreas del cuerpo (Figura 10-1). Si se descubre una condición o posible condición que amenace la vida en cualquier lugar del cuerpo durante la primera evaluación (valoración inicial), la evaluación secundaria secundaria (se enfatiza en la historia historia y la examinación física) no debe ser comenzada. Cualquier deficiencia encontrada durante la evaluación primaria deberá ser corregida antes de pasar a la segunda evaluación. Esto puede indicar demorar la segunda evaluación hasta que es paciente este en camino o hasta llegar al departamento de emergencia. Cada paciente de trauma crítico es asegurado a una tabla larga en posición supina, la cuál es la posición más anatómicamente posible, para permitir la reanimación. A esta posición se le llama entablillado anatómico . Asegurar al paciente a la tabla larga puede efectivamente soportar y entablillar todos los huesos y articulaciones. Si esto se puede hacer de una
manera eficiente, esto no distraerá del enfatizar en condiciones críticas. El socorrista no es responsable de diferenciar entre los tipos de lesiones músculo esqueléticas, sino por identificar y tratar lesiones que amenacen la vida y, si el tiempo lo permite, identificar y estabilizar las lesiones de las extremidades.
Entender la vasta anatomía y fisiología del cuerpo humano es una pieza importante de los fundamentos de conocimiento de los socorristas. La anatomía y la fisiología son la base sobre la cual se basan las valoraciones y el manejo. Sin un buen entendimiento de las estructuras de los huesos y músculos, la persona no será capaz de relacionar los mecanismos de lesiones (MDL) y las lesiones superficiales de las lesiones que son internas. A pesar de que este libro guía no discute toda la anatomía y fisiología del sistema músculo esquelético, hace un repaso de lo básico. La naturaleza del cuerpo humano tiene aproximadamente 206 huesos separados en categorías por su forma –largos, cortos, planos, suturales y sesamoideo. Los huesos largos tienen mayor largo que ancho (ej., fémur, humero, y radio). Los huesos cortos son caso iguales de ancho y alto (ej., metacarpos y metatarsos). Los huesos planos usualmente son delgados y compactos (ej., esternón, costillas, y escápulas). Los huesos suturales son parte del cráneo y están localizados entre las articulaciones de ciertos huesos craneales. Los huesos sesamoideos son huesos localizados entre los tendones sobre una superficie ósea. La patela es el hueso sesamoideo más largo (Figura 102). El cuerpo humano tiene más de 100 músculos individuales, los cuales están categorizados por su función. Los músculos que son específicos de este capítulo son los músculos voluntarios o esqueléticos. Se les llama esqueléticos porque mueven el sistema
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Prehospital Trauma Life Support (Phtls) esquelético. Los músculos en la categoría de voluntarios mueven las estructuras del cuerpo (Figura 10-3). Otras estructuras importantes discutidas en este capítulo son los tendones y ligamentos. Un tendón es una banda de tejido fibroso duro, inelástico que conecta un músculo al hueso. Un ligamento es una banda de tejido fibroso duro que conecta a un hueso con otro hueso. Es fuerte, y su función es mantener las articulaciones juntas.
Lesiones en las extremidades resultan en cinco problemas mayores que requieren manejo prehospitalario: 1. Hemorragia 2. Inestabilidad (fracturas y dislocaciones) 3. Lesiones de tejido blando (tirones y esguinces) 4. Pérdida de tejidos (amputaciones). 5. Síndrome de compartimiento. Las primeras cuatro son discutidas en este capítulo. El síndrome de compartimiento es discutido en el Apéndice. HEMORRAGIA La hemorragia en la pérdida de sangre de los vasos sanguíneos del sistema circulatorio. Los vasos rotos pueden ser grandes o pequeños. La habilidad del cuerpo para responder y controlar estas rupturas esta función del tamaño del vaso, la presión del vaso, la presencia de factores de coagulación y la vida del vaso para hacer un espasmo. Esto significa que la tasa pérdida sanguínea está directamente relacionado al tamaño de el hueco en el vaso sanguíneo y en la presión de la pared del mismo. Imagine que las vasos sanguíneos son como la tubería de la casa y la que se encuentra dentro de estas, es la sangre. Si la tubería tiene una gotera, la cantidad de agua que se pierde ésta directamente relacionado al tamaño de la gotera y a la presión en las paredes de la tubería. Por ejemplo, si la gotera tiene: 54 cm. de diámetro y la presión dentro de la tubería es de 100 psi saldrá más agua que si el hoyo fuera del mismo diámetro y la presión dentro de la tubería fuera de 50 psi. Esto fue escrito por primera vez por Bernoulli, o matemático suizo por medio de la siguiente ecuación. Es bueno conocer las partes específicas del ecuación, pero lo que nos interesa es el principio en esencia. La ecuación explica él como el tamaño del hueco y la presión en las paredes están directamente
relacionados con la cantidad de sangre que escapará a través del hoyo: Tasa de salida = (Área de lesión x presión de la pared + 2 velocidad del flujo del fluido) / La densidad del fluido La tasa de salida de sangre a través de una lesión en un vaso es proporcional a la diferencia entre el tamaño del hueco de la pared del vaso y las presiones intra y extralumiales. El primer paso en el manejo de hemorragia debe ser el de aumentar la presión en la pared del vaso (por medio de presión sobre la piel o sobre la lesión) por medio de la aplicación de presión externa sobre el área de la lesión. A diferencia de las tuberías de la casa, los vasos sanguíneos son comprensibles. La compresión de los vasos sanguíneos disminuirá la cantidad de pérdida sanguínea. El aumentar la presión externa (aplicar presión directa en la lesión) sirve para dos objetivos: 1. Reduce la presión transmural, lo que lleva a una reducción de la pérdida sanguínea. 2. Comprime los lados del vaso afectado, reduciendo el aria de apertura y reduciendo el flujo sanguíneo por fuera de este vaso. Por ejemplo, si una manguera tiene hueco mientras corre el agua, uno puede disminuir la cantidad de pérdida de agua al aplicar una presión por fuera de la manguera. Esa maniobra reduce la presión tras mural y hace que el hueco será menor. Cambiando dos partes de la ecuación. El resultado es una pérdida de agua menor. Aunque el cuerpo que no otros mecanismos de control de hemorragia, tales como los factores de coagulación y el espasmo de vasos, el rescatista tiene el mayor control sobre las medidas mecánicas como la presión directa. INESTABILIDAD ARTICULACIÓN.
DE
UN
HUESO
O
UNA
Los daños en las estructuras de una articulación, la fractura de un hueso, o la lesión de un músculo grande o de un tendón, pueden afectar la capacidad de la extremidad de sostenerse a sí misma. Las dos divisiones de la inestabilidad del hueso o de la articulación son las fracturas y las dislocaciones. Fracturas Cuando se fractura un hueso, la inmovilización le reducirá al paciente tanto el dolor como la posibilidad de que se agrave el daño el movimiento de las partes punzantes de un hueso en el interior de un músculo puede producir otras lesiones significativas. Las dos clases generales de fracturas son las cerradas y las abiertas. Las demás clasificaciones de fracturas no se discuten en este libro por que no afectan el manejo prehospitalario. Las fracturas cerradas son las fracturas en las cuales, el hueso se ha roto, pero el paciente no tiene pérdida de
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Prehospital Trauma Life Support (Phtls) integridad cutánea (La piel permanece intacta) (figura 10-4). Las fracturas cerradas tiene un amplio rango de variedades y de gravedad, desde una fractura “de línea de cabello” hasta una fractura conminuta (El hueso queda triturado). Las fracturas cerradas pueden ser una fuente adicional de hemorragia masiva interna en los compartimientos titulares. Las fracturas cerradas pueden terminar en una perdida significativa de sangre. Un fémur puede quebrarse en varios lugares o la fractura puede ser conminuta. Cada lugar tiene un gran potencial de perdida sanguínea debido a la ruptura de vasos adyacentes y del tejido muscular. Puede albergarse una cantidad entre 1000 a 2000 mililitros en cada muslo. Debido a que ocurre un efecto de taponamiento naturalmente, lo más común es que se presenten sangrados menores a éste. Otro ejemplo de una fractura que puede provocar una perdida sanguínea masiva es la fractura pélvica. Ya que la pelvis es un centro de elaboración de sangre del cuerpo, la pelvis es altamente vascularizada. Se encuentran múltiples plexos vasculares en la zona adyacente a la pelvis, en especial en la cara interna. Una pelvis inestable asociada a un abdomen que se distiende rápidamente es una indicación de una pérdida sanguínea grande; se requiere una inmovilización adecuada y un transporte rápido. Algo que con otras fracturas, la compresión y la estabilización de las fracturas es importante para el control de la hemorragia. Un pantalón neumático ante el shock es de gran ayuda en el control de un hemorragia pélvica; en este caso, el pantalón funciona bien (ver capítulo 6). Las fracturas abiertas son aquellas en las cuales la integridad la piel sea interrumpida. Por lo general los producen los extremos de los huesos que transforman la piel es de la parte adentro o por una lesión en la piel causada por objeto en el momento de la lesión. Una lesión causada por extremos de hueso es común y puede o no causar un hemorragia masiva. El rescatista no debe tratar de localizar nuevamente huesos, los huesos ocasionalmente vuelven a una posición cercana a la normal cuando son alineados o por el espasmo muscular es que ocurren frecuentemente con las fracturas. Las complicaciones de las fracturas abiertas incluyen la hemorragia externa, una mayor lesión a los músculos y nervios, y la infección ósea. Dislocaciones Las articulaciones se mantienen unidas por los ligamentos que se encuentran entre los huesos. Los huesos están unidos a los músculos por medio de los tendones. El movimiento articular se logra por medio de la contracción muscular. (Acortamiento). La reducción de la longitud del hueso tira de los tendones que están unidos a los huesos y mueven la extremidad. Una dislocación es la separación de dos
huesos en la articulación. En cambio, una fractura es la separación de dos segmentos de hueso. Una dislocación produce un área de inestabilidad que el rescatista debe asegurar. Las dislocaciones pueden producir una gran cantidad de dolor y puede ser difícil diferenciarlas de una fractura. Los individuos con dislocaciones previas tienen una estructura de soporte más laxa y por lo general tienen dislocaciones frecuentes. Estos pacientes por lo general saben cual es el problema y pueden ayudarle en la evaluación y en la inmovilización. Lesión de tejidos blandos. Las lesiones a los músculos y ligamentos son más comunes que las lesiones de los huesos. Las lesiones de tejidos blandos ocurren cuando un músculo o un ligamento se rompen o se estira por fuera de sus límites normales. Las torceduras y desgarros son dos tipos de lesión que caben dentro de esta categoría. El diferenciar estas dos lesiones es muy difícil sin un estudio radiológico. Una torcedura es una lesión de tejido blando que involucra el rompimiento de las fibras musculares que puede ocurrir en cualquier lugar de la musculatura. Las torceduras se caracterizan por dolor al movimiento con poca o ninguna inflamación. Un desgarro es una lesión en la cual los ligamentos se alargan parcialmente o se rompen de manera parcial. Los desgarros se caracterizan por un dolor extremo, inflamación y un posible hematoma. Externamente, pueden ser similares a una fractura. Los desgarres ocurren por un movimiento súbito de una articulación por fuera de su rango normal de movimiento. Una diferenciación definitiva entre un desgarro y una fractura es obtenida por medio de un estudio radiológico. Perdida de tejido Cuando se separa totalmente el tejido de la extremidad, ese tejido está completamente sin fuentes de nutrición y oxigenación. Ese tipo de lesión se llama amputación o avulsión. Un amputación en la pérdida parcial o total de un extremidad y una avulsion involucra el rompimiento de tejido blando. Al principio, para los sangrado masivo en estas lesiones, sin embargo, el mecanismo de defensa del cuerpo provocará que los vasos sanguíneos del siquiera lesión se contraigan y la pérdida de sangre disminuirá. Un tramo local puede romper los coágulos o interrumpir el espasmo, iniciando de nuevo el sangrado. Entre más permanezca la porción amputada sin oxígeno, menos posibilidad restituida con éxito. El enfriar la parte amputada sin congelar las ayudará a reducir la tasa metabólica y prolongará su tiempo crítico. EVALUACIÓN 1. Una lesión músculoesquelética aislada (fracturas aisladas de extremidades)
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Prehospital Trauma Life Support (Phtls) 2. Un trauma músculo esquelético que no represente amenaza para la vida, con un sistema múltiple de traumas que amenacen la vida (lesiones que amenacen la vida o fracturas de miembros) 3. Lesiones que amenacen definitivamente la vida (fracturas de pelvis y fémur con pérdida de sangre que amenace la vida) El propósito de esta evaluación primaria es identificar y tratar las lesiones que amenacen la vida. La presencia de una lesión músculo esquelética que no amenace la vida puede ser un indicador de un sistema de trauma múltiple. El socorrista deberá realizar las siguientes preguntas en esta situación: •
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Si suficiente fuerza lateral fue aplicada para fracturar un humero, que es un hueso cubierto de músculo grueso, puede entonces haber daño en el pulmón? Puede existir una lesión que potencialmente que amenace la vida en la región torácica o los órganos del abdomen alto con una simple fractura de costilla? Puede ocurrir una lesión que potencialmente que amenace la vida por múltiples laceraciones en la cara y fracturas de las estructuras óseas debajo del maxilar, la mandíbula, y los huesos frontales de la cara?
La respuesta a todas estas preguntas es sí. Aunque el socorrista no debe ser distraído por la presencia de trauma músculo esquelético, él o ella debe reconocer las lesiones como posibles indicadores de la presencia de lesiones que amenacen la vida. Esta acción puede demorar o hasta prevenir una lesión en potencia que amenace la vida se vuelva una lesión que amenace la vida.
Determinar el MDL es una de las más importantes funciones que un socorrista realiza para empezar adecuadamente el manejo de un paciente de trauma. Determinar rápidamente el MDL y la poca – versus la alta - transferencia de energía (Ej., caerse de una bicicleta versus ser tirado de una motocicleta) guiará al socorrista al reconocimiento de las más críticas lesiones. Óptimamente, la mejor fuente para el MDL es directamente del paciente. Si el paciente no responde, los detalles del mecanismo de lesión pueden obtenerse de los testigos. A menudo el acercamiento de “la mejor suposición” puede ser usada si nadie estuvo presente en el momento del
incidente. Esta información debe ser reportada a la institución que recibe al paciente y documentada en el reporte de traslado. Basado en la historia obtenida del MDL, el socorrista deberá tener un alto índice de suposiciones de las lesiones contraídas por un paciente. Las lesiones primarias son las más obvias basadas en el MDL; sin embargo, desde el aspecto músculo esquelético, sin pérdida de sangre, estas lesiones no son amenazas para la vida y pueden ser tratadas con tablillas. Lesiones secundarias no son tan obvias pero están en “el camino de las lesiones”. Los siguientes ejemplos ilustran la diferencia entre lesiones primarias y secundarias: Si un paciente salta por una ventana con los pies adelante, la primera sospecha de lesión serian fracturas del calcáneo, tibia, fíbula, fémur, pelvis, y lesiones de columna y de estrés aortico. Sin embargo, las lesiones secundarias podrían incluir lesiones abdominales o lesiones de la cabeza causadas por vuelcos después de pegar en el piso. Si un paciente esta envuelto en una colisión de motocicleta con un poste telefónico y se golpea su cabeza con el poste, las lesiones primarias serán cabeza, columna cervical, y lesiones torácicas. Una lesión secundaria puede incluir una fractura de fémur por “quedar atrapado” el fémur en las barras del manubrio de la motocicleta. Otro ejemplo es un paciente quien esta montando en el lado del pasajero de un vehículo que es envuelto en una colisión por el lado. Como se discutió en el Capítulo 2, la primera ley de Newton del movimiento estipula que un cuerpo en movimiento estará en movimiento hasta que se ejerza una fuerza contraria de igual magnitud. El vehículo es el objeto en movimiento hasta que ejerce una fuerza el otro vehículo. Por ejemplo, la puerta de vehículo es empujada contra la parte alta del brazo, el cual empuja la pared del pecho, produciendo fracturas de costillas, contusión de pulmón, y posiblemente un húmero fracturado. La suposición primaria de las extremidades incluiría el humero, la pelvis, y fracturas del fémur. Suposiciones de lesiones secundarias incluiría fractura de costillas, lesiones de la pared muscular del pecho, y lesiones de pulmón y corazón. Una lesión secundaria para ser investigada es una abrasión producida por la bolsa de aire que se infla bruscamente (Air Bag). Otra posible lesión secundaria originada por un impacto de costado resulta de un pasajero no asegurado que se vuelve un misil (objeto) adentro de un vehículo. El otro vehículo que golpea el lado del pasajero pone al pasajero en movimiento hasta que él o ella es parado por •
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Prehospital Trauma Life Support (Phtls) otro objeto, tales como el conductor. Sin embargo, las lesiones cercanas a los costados son más severas que las lesiones cercanas de los costados. En este caso el MDL para el conductor es el cuerpo del pasajero no asegurado. Las lesiones músculo esqueléticas dentro y fuera de ellas mismas no son usualmente amenazas para la vida, pero las lesiones pueden alertar al socorrista de una lesión más seria. El visualizar apropiadamente el incidente desde el primer objeto puesto en movimiento hasta el último posible objeto que pudo haber sido puesto en movimiento es el punto de partida del pleno entendimiento del MDL y su importancia.
El primer paso en cualquier valoración es la seguridad del lugar y de la situación. Una vez que la escena esté segura, el equipo de socorrista puede continuar. La evaluación primaria lleva a las más amenazadoras condiciones para la vida que puedan ser identificadas y tratadas. Si el paciente no tiene lesiones que amenacen su vida, el socorrista procede a la evaluación secundaria. En la evaluación secundaria, el socorrista deberá hacer lo siguiente: •
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Visualmente valorar al paciente de inflamaciones, laceraciones, abrasiones, hematomas, color, movimiento, tiempo de llenado capilar, y deformidad. Sentir el pulso si esta consiente, interrogar al paciente acerca de la sensación, dolor y MDL e interrogar al paciente sobre cómo se siente el dolor. Buscar en los movimientos voluntarios de las extremidades en las pruebas compromiso neurológico y muscular.
Las laceraciones pueden sangrar un poco o mucho. Como se noto anteriormente, la presión directa es el mejor método inicial para controlar el sangrado. Las hemorragias contenidas en los tejidos blandos producirán hinchazón y equimosis (moretones). Hematomas y deformidad pueden indicar una fractura cerrada. El dolor indica una posible lesión seria a menos de que el paciente haya perdido la sensación en esa área como resultado de una lesión de nervio. Pulso, movimiento, y sensación son una parte importante de las valoraciones. La ausencia de
pulso, movimiento, y/o sensación puede indicar una ausencia de fluido sanguíneo o defectos neurológicos en conjunto con otros signos. La evaluación primaria se realiza para establecer una línea base e identificar lesiones iniciales. La revaloración del paciente en múltiples ocasiones es para identificar cambios. Crepitación el sentimiento que los huesos pueden hacer cuando la terminación fracturada se frota una contra otra. Crepitos se pueden hacer explícitos al palpar el lugar de la lesión y por el movimiento de los huesos. Esto suena como un chasquido y un crujido. Otra analogía es el crujir de los empaques plásticos de burbujas. Aunque el socorrista frecuentemente nota esta sensación de los huesos rechinando uno contra otro durante la evaluación del paciente, puede inducir más lesiones. Por lo tanto una vez se note el crepito, no deberán hacerse pasos adicionales o repetitivos para producirlos. El crepito es una sensación diferenciada que es difícil de olvidar. El socorrista no puede casi nunca descartar una fractura por examinación física en la escena, sin importar su nivel de habilidades. Muchas fracturas pueden ser asintomáticas, especialmente inmediatamente después de la lesión cuando los músculos se pueden contraer y sostener las terminaciones de los huesos juntas. Muchas veces los esguinces o tirones pueden presentar síntomas iguales a los de las fracturas. Además, el paciente puede ser distraído de la presencia de una fractura por la presencia de otras lesiones, o el paciente puede estar inconsciente o no pueda verbalizar la extensión de l dolor o las lesiones. La presencia de una fractura solo puede ser descartada por una apropiada evaluación radiografía de la parte lesionada. Por lo tanto si se tiene la duda, la lesión debe ser tratada como una fractura.
Se deben identificar las hemorragias arteriales externas durante la evaluación primaria y después de que se maneja adecuadamente la vía aérea y la ventilación. Generalmente este tipo de sangrado puede ser evaluado fácilmente, pero la evaluación puede ser difícil cuando sangrado está oculto debajo del paciente o tras ropa oscura. Por eso se debe remover toda la ropa del paciente. El determinar la cantidad de sangre perdida es muy difícil. El paciente pudo así o movido desde el lugar de la lesión o la sangre pudo haber sido enmascarada por impermeables o ropa oscura, pudo haber sido absorbida a través de la superficie en la cual es tal paciente, o por la ropa, o pudo haber sido lavada por la lluvia. Los signos de sangrado externo puede no ser siempre evidentes. El rescatista de valor rápidamente la pérdida potencial de sangre causada por el trauma en una extremidad. Estalló a devaluar el potencial de pérdida de sangre que desencadenará una eliminación de la perfusión y en shock. El conocimiento avanzado va a preparar rescatista para la presencia de deterioración sistémica e indican los primeros pasos para prevenir que esto ocurra. La hemorragia que amenaza la vida y el shock debe ser identificada inmediatamente, sin importar su causa, y
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Prehospital Trauma Life Support (Phtls) manejada como parte de la evaluación primaria. La inflamación continúa de una extremidad o una extremidad pálida, fría, y se impulsó tres posiblemente un hematoma e indican una hemorragia arterial interna. Pérdida significativa de sangre puede ser asociada con fracturas. (Tabla 101).
Las fracturas abiertas pueden ser fáciles de localizar en un paciente trombo (figura 10-5). Los extremos de los huesos pueden estar o no visibles. El rescatista debe considerar que cualquier lesión cerca de una posible fractura puede ser una fractura abierta y retratarla como tal. Se deben evaluar los pulsos, movimiento, sensación y color inicialmente y reevaluar continuamente con todas las fracturas. Las fracturas cerradas se acompañan usualmente de inflamación y hematoma. Los crépitos pueden estar presentes o no. Los esguinces y torceduras pueden parecerse a una fractura cerrada. Debido a que estas lesiones sólo se pueden diferenciar por la radiografía, los esguinces y torceduras deben ser tratados como si fueran fracturas cerradas. Las fracturas del fémur presentan un problema adicional comparado con el resto de la estructura del esqueleto, la hemorragia. Debido a que la cantidad espacio en la cavidad pélvica, la hemorragia puede presentarse con pocos signos o con dificultad. Igualmente, de Irak del fémur está cubierto por una gran cantidad de tejido muscular, el sangrado excesivo en ese tejido puede causar una pérdida masiva de sangre con solamente una pequeña cantidad de inflamación externa. La primera indicación de que hay problemas puede ser el shock. Los pacientes que monitorizadas cuidadosamente para observar cualquier cambio que pueda presentarse por pérdida de sangre.
Las dislocaciones son lesiones de los huesos que son fácilmente descubrir durante el examen físico. (Figura 10-6 y 10-7). Esta lesión por lo general le provoca una gran cantidad de dolor al paciente. El dolor y la deformidad son normalmente los hallazgos iniciales. Un examen suave y cuidadoso puede identificar que los huesos en cualquier lado de la articulación está afuera de su posición. Un intento de movimiento que la articulación va producir por lo general dolor y puede que no será posible porque los huesos estaban enganchados de una manera anormal. Normalmente no se presentan hematomas con las dislocaciones, con excepción de la rodilla, porque la articulación sólo tiene una cantidad mínima de sangre. La cercanía a la arteria poplítea y
la fuerte unión con este bazo del fémur y de la tibia la ser vulnerable al daño (ver capítulo 2).
Una las mayores complicaciones con la fractura pélvica es la hemorragia (figura 10-8 y 10-9). Debido a la gran cantidad espacio que se encuentra dentro de la había pélvica, pueda dedicarse una gran cantidad de sangre sin que se presenten muchos signos externos de que está ocurriendo problema. La aparición del shock de causa explicada puede ser una consecuencia de este problema. Por ende los pacientes con fracturas pélvicas deben ser observados de cerca para encontrar signos del desarrollo del shock, sede a tener un acceso venoso tan pronto como sea posible sin retrasar el transporte. Una palpación agresiva o una manipulación excesiva de la pelvis, pueda aumentar la pérdida de sangre. Para evaluar la pelvis, una palpación suave el recomendado pero solamente se debe realizar una vez. La presión manual suave anterior y posterior para explícitos los signos de inestabilidad.
Las amputaciones se hacen evidentes a medida de que el rescatista llega la escena (figura 10-10). Este tipo de lesión siempre acapara la gran cantidad de lesión de los observadores, y el paciente puede no sabe que ha perdido una extremidad. Psicológicamente el rescatista de enfrentarse a esta lesión con mucho cuidado. Si el paciente no sabe qué ha perdido su extremidad informal el paciente acerca de esta lesión en escena puede no ser beneficioso. El paciente pueden estar listo para manejar la pérdida de una extremidad y debe ser informado esto después del manejo. La extremidad perdida debe ser localizada para un posible reestablecimiento. Aún si nos posible tener de nuevo la funcionalidad completa del extremidad, el paciente pueden recobrar una funcionalidad parcial. Evaluación primaria debe ser realizada antes de ponerse a buscar la extremidad perdida. El ver una amputación puede ser horripilante, pero si el paciente no está respirando, la pérdida la extremidad es secundario. Las amputaciones pueden estar o no acompañados de sangrado masivo. El paciente puede quejarse de un dolor distal al lugar del amputación. Este dolor fantasma en la sensación de que existe dolor en la extremidad que ha sido removida. El origen de este dolor fantasma no se entiende completamente, pero puede ser debido a que el cerebro no se da cuenta de que la extremidad ya no está presente.
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Prehospital Trauma Life Support (Phtls) El rescatista debe seguir las siguientes prioridades en todo momento entrase manejo paciente con trauma músculo esquelético: 1. Manejar todas las condiciones que amenacen a la vida. 2. Manejar todas las condiciones que amenacen una extremidad. 3. Manejar todas las otras condiciones (si el tiempo lo permite). El seguir esas prioridades no implica que las lesiones en extremidades debe ser ignoradas o que una extremidad lesionada no deba ser protegido de futuros daños. Implica que en pacientes con trauma multi sistémico y con lesiones en extremidades que no amenazan la vida, se deben osar medidas generales abreviadas para el cuidado de las lesiones en extremidades. Esto permitirá al rescatista enfocarse en aquella lesiones y condiciones que si puedan amenazar el la vida del paciente directamente. La forma más rápida y fácil de lograr un tratamiento abreviado de la lesión en una extremidad, es el inmovilizar correctamente el paciente en la tabla rígida. El rescatista debe priorizar la lesiones críticas de los pacientes con la amenazas a la vida adicionales al trauma extremidades. Esto permite que se ha una intervención esencial que pueda salvar la vida del paciente dónde y cuando ésta será más beneficiosa para este punto esto se puede traducir en el cuidado abreviado de lesiones en extremidades específicas para poder ser local en aquellas condiciones que amenaza la vida el paciente. Los pacientes con trauma extremidades que amenaza la vida (hemorragia) pero sin otros problemas críticos deben ser edificados durante la evolución primaria. Estos pacientes deben tener un intervención apropiada, incluyendo el manejo inicial choca y un transporte rápido al centro atención adecuado. Los pacientes sin amenazas a la vida o sin lesiones en los pongan en peligro, el trauma extremidades puede ser identificado y manejado durante horas o secundaria. Sin extremidad está bajo estrés anormal debido a la posición del paciente o una angulación patológica, el rescatista debe intentar alinear la extremidad. Esto significa buen extremidad de nuevo a una posición anatómica. El tener extremidad de nuevo en una posición normal ayudará a la inmovilización y a mejorar la circulación. Una extremidad lesionada debe ser movida lo menos posible. El principal objetivo de la inmovilización es el de prevenir el movimiento de una parte del cuerpo. Esto ayudará disminuir el dolor del paciente y prevenir futuros daños a los tejidos blandos y la hemorragia. Para inmovilizar efectivamente cualquier hueso largo de una extremidad, debe
movilizarse la extremidad por completo. Para hacer esto, éxito la lesión debe ser soportado manualmente mientras la articulación y el hueso próximal a la articulación y el hueso distal del sitio la lesión sean inmovilizados. El manejo general para las fracturas sospechadas incluya los siguientes pasos: 1. Detener cualquier sangrado y tratar el shock. 2. Evaluar la función neuro vascular distal. 3. Sostener el área la lesión. 4. Inmovilizar la extremidad lesionada, incluyendo articulación distal y proximal al lugar de la lesión. 5. Reevaluar la extremidad lesionada después de la movilización para observar cambios en la función neurovascular distal. Se deben recordar tres puntos importantes cuando se use cualquier clase de inmovilización: 1. Acolchar los inmovilizados reelegidos para ayudar a ajustarse a las formas anatómicas y para aumentar el bienestar del paciente. 2. Remover todo tipo de joyería y relojes para que éstas no impidieron la circulación a medida que ocurre la inflamación. 3. Evaluar la función neurovascular distal al lugar de la lesión, antes y después de aplicar cualquier inmovilizados y después periódicamente. Ese texto está escrito como parte de un curso educación continuada; por eso no se discute en este capítulo el uso de vendajes.
Existen varios tipos de inmovilizadores y de materiales para inmovilizar entre los cuales incluyen los siguientes: Inmovilizadores rígidos: no se les puede cambiar su forma (figura 10 dio Alonso). Ello requieren que la parte cuerpos de en la posición que se adapte a la forma del inmovilizador. Los inmovilizadores rígidos incluyen por ejemplo los inmovilizadores de tabla (madera, plástico o metal) y los inmovilizadores " de aire”. Ese grupo inmovilizadores también incluye la tabla rígida. Inmovilizadores deformables: éstos pueden ser moldeados en diversas formas y combinaciones para acomodarse a la forma de la extremidad lesionada (figura 10-2). Los ejemplos de los inmovilizadores deformables incluyen los inmovilizadores de vacío, almohadas, sábanas, inmovilizadores de cartón, inmovilizadores de alambre de escalera y los inmovilizadores de metal recubiertos de espuma. Los inmovilizadores de tracción: éstos están diseñados para mantener una tracción mecánica en línea para ayudar a realinear las fracturas (figura 10-13). Los inmovilizadores de tracción son usados como mente para estabilizar las fracturas de fémur.
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Prehospital Trauma Life Support (Phtls)
Por lo general socorrista puede detectar fácilmente una hemorragia significativa a no ser que ésta sea interna. Por lo general las hemorragias obvias pueden ser controlados usando presión directa, si esto no funciona se puede usar la elevación y hacer presión en determinados puntos y como último recurso considerar el uso del remitente. La presión directa está acompañada por el uso de un apósito sobre la vida y la aplicación de presión con el talón de la mano. Para la presión directa, una vez el apósito ha sido aplicado, éste debe dejarse. Se desangra otra vez al primer apósito, se debe poner otro sobre el primero sin remover los puntos sin asa disponible una presión manual adecuada, se puede considerar el uso de dignas elásticas para brindar la presión necesaria. Si una fractura está asociada con sangrado masivo, la extremidad debe ser alineada e inmovilizaron mientras se aplica presión directa a la herida abierta. Este procedimiento también puede ayudar a controlar la hemorragia. El caso amoroso interna, la presión directa aplicada por fuera del cuerpo sobre el área de sospecha de la lesión puede ayudar con sangrado, tal como la vía para una fractura abierta. Si la presión directa no controla completamente el sangrado, la elevación del extremidad sobre el nivel del corazón es el siguiente paso. Los puntos de presión son usados para impedir que la sangre fluya distal mente hacer arteria en la cual se aplica la presión. Los principales puntos de presión son el axilar, braquial, poplítea y femoral. La presión directa se aplica al arteria más cercana sobre el sitio la hemorragia. Rara vez se necesite utilizar remitentes, sólo en circunstancias extremas (o desechos en el combate, ver capítulo 16) y como último recurso.
Tanto para fracturas abiertas como cerradas, la primera consideración es el control de la hemorragia y el tratamiento por el shock. Las fracturas abiertas deben ser cubiertas con un vendaje de presión estéril y aplicada presión adicional para controlar el sangrado. La extremidad debe ser inmovilizada adecuadamente. En el caso de fracturas abiertas de fémur, el rescatista debe primero aplicar un vendaje estéril a la vida y después usar un inmovilizada retracción para aliviar la extremidad y estabilizar la fractura. Si el hueso regresa al interior de la lesión, él las aladas en Nova ser alterado mientras el doctor que matan del paciente sea informado que hueso estaba inicialmente por fuera del cuerpo. El regresar las otro hueso de nuevo dentro del cuerpo va
exponer lo a los contaminantes externos y a las bacterias. El médico y el personal hospitalario deben estar informados que la condición inicial de la lesión y cualquier cambio que ocurrió como resultado del manejo en la escena. Es información también debe estar registradas en el reporte de traslado. Tanto los fracturas abiertas como cerrados pueden ser inmovilizadas con el uso de inmovilizadores rígidos o de aire. Los inmovilizadores rígidos son más fáciles de usar porque una vez un inmovilizadores de aire es inflado, no puede ser desinflado nuevo y no permite que se pueda inspeccionar la lesión de nuevo. Se debe usar acosamiento cuando se está usando un inmovilizadores rígido para garantizar que no haya movimiento por fuera del inmovilizadores. Si no será detectar un hueso donde antes no había, la lesión suma en la escala de prioridades. Se puede usar bolsas con hielo para disminuir el dolor y la inflamación. El rescatista de manejar los tirones y luxaciones tal cual, las fracturas porque la diferenciación entre estas lesiones no es posible en la escena.
Como regla general las dislocaciones deben ser inmovilizadas en la posición en las cuales se encuentran. Si no hay uso detectable, el rescatista puede manipular la parte para tratar de reestablecer el flujo sanguíneo. Esta manipulación le provocará el paciente una gran cantidad de dolor, entonces el paciente esta preparado antes de mover la extremidad. Se pueden los arbustos de hielo para disminuir dolor y la inflamación. Cualquier inmovilizador que esté disponible debe ser usado para inmovilizar la lesión en la posición en la cual se encuentra. Se debe registrar el cómo se controla lesión, la presencia de pulso, movimiento, sensación, y color es importante antes del que se inmovilice. La asociación nacional de médicos prehospitalarios recomienda reducción de dislocaciones cuando el tiempo de transporte es prolongado. Ellos piensan que la dislocaciones son más difíciles de reducir si se dejan en la posición invocada por un tiempo prolongado; por ende el rescatista de intentar hacer una reducción en la escena. Los protocolos locales escritos deben incluir un procedimiento exacto para la reducción.
Las fracturas pélvicas puede ser difíciles de manejar, en especial si se sospecha la hemorragia. No solamente es preocupante la hemorragia si no lo paciente, fractura tan inestable es difícil remover. Si el paciente no sólo sospecha sangrado, la mejor manera de estabilizar la fractura puede ser con la camilla tipo scoop y almohadillado. Un pantalón neumático anti shock puede ser muy útil para mantener la integridad de la pelvis con
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Prehospital Trauma Life Support (Phtls) o sin sospecha de hemorragia. Si el pantalón no está disponible, se debe tomar en cuenta el envolver la pelvis fuertemente con una cobija y amarrando la puntos esta posición de mantener las extremidades inferiores en una posición aducida y rotadas internamente.
La amputación presenta otro problema especial. Los principios en el manejo de una parte amputada incluyen lo siguiente: Limpie la parte amputada suavemente guardando la con solución de Lactato de Ringer. Envuelva la parte en casa estéril humedecida con Lactato y métala en un recipiente o en una bolsa plástica. Después de marcar el recipiente o la bolsas, metal a en un recipiente externo lleno con hielo triturado. No congele la parte al poner la directamente en contacto con el hielo o al aplicar otros refrigerantes como hielo seco. Transporte la parte junto con el paciente al centro de atención adecuado más cercano. El transporte al paciente no debe ser retrasado por estar buscando una parte amputada que este perdida. Si la parte amputada no se encuentra fácilmente, la policía o los otros rescatistas deben quedarse la escena para buscarlo. Cuando la parte amputada es transportada en un vehículo diferente del paciente, el rescatista debe asegurarse que la parte está siendo transportada al mismo lugar y que quien le encuentre sepa cómo manejar la una vez la tengan. El centro atención debe ser informado tan pronto como se localiza la parte y el transporte de la parte debe ser iniciado tan pronto como sea posible. •
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dolor del paciente. Las contraindicaciones para usar un inmovilizador de tracción son las siguientes: Fractura de pelvis. Lesión de cadera con dislocación severa. Cualquier lesión significativa en la rodilla. Avulsión amputación del tobillo y el pie. • • • •
La falta de pulso en poco distal a la lesión poner en peligro la extremidad. Después de estabilizar todas las amenazas a la vida, el siguiente prioridad es corregir cualquier condición que amenazan extremidad. Un reposicionamiento le dé la extremidad hacia la posición normal a menudo reinstaurar a la circulación y no tarda mucho tiempo. La extremidad no ha de ser movida en los rangos extremos, ya sea en una extensión completa buen una flexión completa. Si uno o dos intentos no restauran la circulación, los intentos repetitivos probablemente no serán exitosos. En muchos casos, el más seguro y más prudente inmovilizar el miembro tal como se encuentra y transportar paciente rápidamente al centro de atención adecuado.
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La fracturas de fémur representan una consideración especial debido a la musculatura del muslo. Los músculos del muslo tiene una fuerza impresionante y normalmente dio al aquelarre fracturas de fémur cerradas se presenten con angulación y deformidad obvia. Esto puede ser un factor primordial que contribuya al shock hipovolémico debido a la creación de un "tercer espacio" para la hemorragia. La aplicación retracción, tanto manual como mecánicamente, halló la a promover el taponamiento del sangrado en el tercer espacio y disminuirá el
El control del dolor a nivel prehospitalarios no es un objetivo que se logra a menudo, sin embargo rescatista debe atender el manejo el dolor. Se recomienda analgésicos para lesiones aisladas extremidades, pero generalmente no se indican en pacientes del trauma multisistémico. Antes del suministrar medicamentos para el dolor, el rescatista de intentar diminutos dolor al usar primero recursos básicos. Una vez la fractura o dislocaciones está estabilizar e inmovilizada, el paciente debe sentir una gran disminución en su dolor. Estabilizar extremidad afectada disminuye la cantidad de movimiento de la vía, por consiguiente disminuyendo la cantidad de incomodidad. El paciente debe ser examinado para signos de alcohol o de uso de drogas si este parece no sentir una gran cantidad dolor en lesiones significativas. Las meditaciones para dolor de ser usadas juiciosamente y toneladas por el paciente. Los casos en los cuales no se debe administrar analgésicos incluyen aquellos de los cuales el paciente presenta y desarrolla signos es síntoma de shock, cuando el dolor se reduce significativamente con la inmovilización y estabilización, o cuando paciente parece estar bajo influencia de drogas o alcohol. No ser administrar medicamentos sin conocer las complicaciones potenciales de éste.
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El manejo de pacientes con trauma extremidades varía de acuerdo a la prioridad que tenga la lesiones de los extremidad del paciente comparadas con el resto de lesiones y la condición del paciente. En pacientes con trauma multisistémico, el rescatista debe dirigir su atención a ser evaluación primarias y el manejo de todas las lesiones amenazan la vía, incluyendo la hemorragia interna o externa en las extremidades. Estos pacientes deben ser asegurados a una tabla rígida en una posición normal, supina y anatómica para estabilizar eficientemente todas las extremidades lesionadas y permitir el enfoque a las necesidades críticas del paciente. El rescatista muchas veces no podrá brindar tratamiento para lesiones individuales en amenazan la vida en un paciente con trauma multisistémico hasta que la condición sistémica del paciente esté estabilizada. El rescatista no de distraer se dé la lesiones amenazan
la vida por la apariencia servirá de cualquier lesión que no será criticada o porque el paciente le pida que maneje y estas primero. Los pacientes con lesiones no críticas aisladas entran en una categoría diferente. La teoría inicial de establecer el paciente no tiene lesiones que amenazan la vida. Sólo después de que el rescatista ha evaluado completamente el paciente y encuentra que tiene tan sólo lesiones aisladas sin ninguna implicación sistémica se puede tratar al paciente en la manera descrita anteriormente. Cuando mecanismos lesión indica cambios violentos en movimiento, trauma multisistémico o trauma raquídeo medular, el rescatista de prever una disminución sistémica impotencial e incluir la edad del paciente, condición física, historia médica en la evaluación para la disminución sistémica potencial.
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