Elementos de la Música
En la música los sonidos se estructuran de acuerdo a lo que podríamos llamar un “plan intelectual” originado por el compositor o creador musical. Esta idea, que es generada con una intención específica, culmina con la concepción total de la obra o forma musical; sea llamada esta: canción, sinfonía, danza o simplemente “rola”. En su estructura, la obra musical está compuesta por pequeños grupos de sonidos, ordenados según los criterios de los elementos de la Música: El ritmo, la melodía y la armonía. El ritmo es probablemente el elemento más primitivo de la música y se basa en la duración y la distribución de los sonidos en el tiempo. En su forma más simple se expresa como un pulso, por ejemplo: el movimiento del péndulo de un reloj, o el latido del corazón. En la práctica musical, se encuentran estructuras más complejas; sucesiones temporales organizadas por la repetición de sonidos o grupos de sonidos de diferente duración, que generan sensación de movimiento e influyen directamente en los estados de ánimo; así pues, un ritmo constante y monótono podrá producir una sensación de marchar; no así, un ritmo lento con sonidos largos y espaciados que genere la sensación contraria. La melodía se refiere a la organización sucesiva de sonidos y silencios que se desenvuelven en una secuencia lineal, adquiriendo un significado e idea propia. En esta sucesión intervienen distintas alturas tonales y duraciones, involucrándose íntimamente con el ritmo. Generalmente la melodía es el primer elemento con el cual entramos en contacto con de la música; un ejemplo claro de esto, son las canciones que de niños escuchamos en voz de nuestra madre, o las canciones infantiles con las cuales aprendemos nuestros primeros juegos. La melodía es el elemento de la música con el que más nos identificamos; es lo primero que oímos y nos aprendemos cuando escuchamos música. Un claro ejemplo de la melodía es la canción. La armonía consiste en la ejecución simultánea de varios sonidos a la vez, por lo general dispuestos en forma de acordes. Estos sonidos, según las leyes físicas de la acústica, están en mayor o menor relación con la melodía y frecuentemente se presentan en forma de acompañamiento de la misma, al ejecutarse juntos, producen sensaciones de lo más diversas que van desde la perfecta fusión hasta el más claro rechazo; esto en música se conoce como consonancia y disonancia respectivamente. Cuando un cantante le pide a un instrumentista, por ejemplo; a un guitarrista “que lo acompañe” se refiere a la acción de realizar una armonía que sirva de base para poder cantar la melodía.
(En este artículo puede ir una foto de alguna banda famosa, donde se aprecien instrumentos como la batería, la guitarra y un cantante. Estilo los Beatles)
Artículo escrito por: Lázaro Rivera Músico instrumentista y pedagogo Tel 55 1492 4403 www.elgranensamble.com.mx