Cristina Portillo Martínez. Pragmática del Español. Curso 2011-2012. .
El propósito de este ejercicio es explorar los diferentes significados que manejamos en los procesos comunicativos comunicativos cotidianos. Partiremos de la i magen del anexo I, un cartel publicitario. Según la Teoría de la Pertinencia de D. Sperber y D. Wilson (1986, 1995), el receptor de un mensaje enriquece de forma inconsciente el significado puramente lingüístico con diferentes elementos contextuales, obteniendo por un lado la explicatura o significado explícito, y la implicatura, que se sitúa en el ámbito de lo implícito, de lo que no se ha di cho. Si tomamos el ejemplo propuesto, podríamos formulaar la explicatura como sigue: ++>”La mejor solución para los problemas del trabajo es tener en casa cerveza de barril como la del bar”.
Para llegar aquí, no obstante, habrá sido necesario aplicar diferentes procedimientos de enriquecimiento. En primer lugar, la saturación proporciona proporciona un referente para el deíctico “lo”. A partir de la secuencia “lo mejor contra X”, suponemos que X es algo negativo que se puede solucionar o aliviar, mientras “lo” será algún tipo de solución. En segundo lugar, es necesario desambiguar la primera ocurrencia de “presión”. El propio contexto lingüístico permite seleccionar el sentido de “coacción, dificultad” (frente, por ejemplo, a la presión atmosférica, etc.). Será necesario desambiguar también la segunda ocurrencia de “presión”, situada en un contexto diferente. Para un receptor genérico, “la presión en casa” tomada en el sentido anterior, estará asociada por analogía con lo anterior con dificultades y deberes que cumplir. Por tanto, el receptor buscará otra interpretación consistente con la idea de oposición a las dificultades del trabajo: la metonimia “cerveza~presión (física)” permitirá desarrollar “la presión en casa ++>una cerveza de barril”. Finalmente se producirá un enriquecimiento libre a través de los elementos no lingüísticos (imagen, color…), sugiriendo la idea del bar (con fuerte connotación de ocio y disfrute), consistente con la noción de oposición al trabajo. Por otro lado, la Teoría de actos de habla de John R. Searle, basada en los estados mentales intencionales, proporciona un marco de interpretación complementario. Si partimos de la expresión lingüística o la explicatura (oración declarativa), hallamos un acto de habla ilocutivo asertivo, que simplemente expresa una opinión. Sin embargo, si tenemos en cuenta la intención publicitaria del emisor ‒ persuadir persuadir para fomentar el consumo de un producto ‒ , hallaremos un acto de habla indirecto, de tipo directivo, que será la implicatura generalizada:+>”Compre cerveza de barril Heineken para casa”. Finalmente, cada receptor tendrá una determinada respuesta –comprar o no el producto ‒ , lo
que constituirá el acto de habla perlocutivo. En cada caso, además, operarán implicaturas conversacionales particularizadas, dependientes de situaciones concretas. Por ejemplo, alguien con mucho que planchar; podría inferir +>“ No hay solución mejor para la presión en el trabajo que un centro de planchado a presión en casa ”, aunque ignoraría la información visual (marca, imagen, etc.).
En conclusión, la publicidad aprovecha al máximo la capacidad comunicativa del lenguaje. La combinación de recursos expresivos es central – ambigüedad del término “presión”, que facilita el juego de palabras, metonimia “presión~ cerveza de barril” –, pues permite enfocar el anuncio desde el humor, favoreciendo favoreciendo el sentimiento de empatía del receptor hacia el producto y facilitando la compra.
Cristina Portillo Martínez. Pragmática del Español. Curso 2011-2012. .
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Portolés, José (2007): Pragmática para hispanistas, Madrid, Síntesis.
ANEXO I