APRENDIZAJE COOPERATIVO, UN CAMINO PARA FORMAR LAS COMPETENCIAS. Por: GILDARDO LASSO BAÑOL.
Uno de los retos de la escuela de hoy es contribuir a la formación de unas personas conscientes de la necesidad de establecer unas relaciones armónicas consigo mismo, con los demás, con su entorno natural y con todos los ámbitos del conocimiento, para poder alcanzar su pleno desarrollo y lograr insertarse, exitosamente, en el mundo laboral. En esta tarea es fundamental que los docentes incorporen a su quehacer, unas estrategias pedagógicas que lleven a sus estudiantes al descubrimiento y desarrollo de sus habilidades y talentos, al tiempo que logran la más sana y productiva interacción, tanto desde el normal acercamiento a las demás personas, como en el proceso m ismo de la apropiación y construcción de conocimiento. En este sentido, sentido, resulta muy útil el modelo de aprendizaje cooperativo, cooperativo, por cuanto su principal objetivo es crear situaciones de aprendizaje cooperativo en las que se hace evidente la interdependencia positiva para alcanzar las metas de los estudiantes; ya que n el ejercicio se dan cuenta que sólo pueden lograr sus metas de aprendizaje si las demás personas del grupo logran las suyas. suya s. Por tanto es muy importante examinar, examinar, con cuidado , los fundamentos que estructuran este planteamiento pedagógico. Porque tener esta claridad va a permitir un mejor manejo e implementación del modelo y convertirlo en una herramienta permanente en el cotidiano del aula.
Interdependencia
positiva:
porque se genera un ambiente de corresponsabilidad en la que todos los integrantes del equipo tienen un rol específico y unas responsabilidades puntuales que deben cumplirse, para que se logre el éxito en el aprendizaje y las metas colectivas. Para hacer más efectivo y eficiente el trabajo de equipo, podría pensarse en una organización preestablecida del colectivo para que cada acción desarrollada en su interior conduzca al logro de los objetivos, dando un uso óptimo al recurso tiempo.
Responsabilidad individual: porque exige que cada integrante se evalúe de cara a las responsabilidades asumidas con el equipo; en ese sentido, puede identificar sus fortalezas y/o debilidades; pudiendo desplegar sus habilidades o solicitar ayuda cuando acepte que tiene dificultades, para cumplir con su parte del trabajo.
Interacción fomentadora cara a cara: porque favorece la interacción permanente y el reajuste de todo cuanto se va haciendo; esto es que, favorece la retroalimentación y el redireccionamiento constante, así como la evaluación del avance, retroceso o estancami ento del proceso. De igual manera, facilita el diálogo franco y directo entre los integrantes, la participación y aporte de todos.
Responsabilidad
individual:
porque el estudiante, de cara a las responsabilidades asumidas con el equipo, puede identificar sus fortalezas y/o debilidades; pudiendo desplegar sus habilidades o solicitar ayuda cuando acepte que tiene dificultades, para cumplir con su parte del trabajo.
Habilidades interpersonales y sociales: porque cada estudiante apropia conocimientos y desarrolla habilidades para socializar e interactuar positivamente como un integrante de un equipo . Desde esta perspectiva, cada una de las personas que se integre al aprendizaje cooperativo podrá desarrollar entre otras, las siguientes competencias:
Habilidades
sociales de formación para agruparse de manera eficaz,
para permanecer en el equipo y algo que es sumamente importante es que puede descubrir sus condiciones para el liderazgo . Habilidades para coordinar el desarrollo de las acciones programadas, para gestionar recursos, y voluntad para animar al equipo cuando decaigan los ánimos. Habilidades para dar el mejor uso a la información que logre procesar, resumir, ampliar, comprobar, explicar, retroalimentar y almacenar, de acuerdo con las necesidades propias o del equipo . Habilidades para enfrentar debates, controversias, críticas; y dar solución concertada a los conflictos surgidos de la confrontación por desacuerdos o por desencuentros ideológicos, propios de los grupos humanos.
Procesamiento de grupo: porque cuando el trabajo planeado arroja resultados positivos, sus integrantes comprenden la importancia y la eficacia de la labor de equipo. Asimismo, son capaces de resolver de manera rápida las dificultades que se les presentan y todos aportan saberes y habilidades para que ello ocurra. El principal propósito del Aprendizaje cooperativo es lograr que los integrantes del equipo comprendan la tarea diseñada para el aprendizaje de conceptos o procedimientos y puedan desarrollar las múltiples competencias que se articulen a los planes de estudio. Sin embargo, para que esto ocurra es imprescindible que tanto el docente como los estudiantes tengan claros sus roles dentro de la dinámica de apropiación o construcción de conocimiento, porque esta situación garantiza diversas claridades necesarias para que las prácticas pedagógicas conduzcan al logro de los propósitos individuales e institucionales .
EL ROL DEL DOCENTE: es planear todos los momentos y aspectos requeridos, para que la estrategia planteada lleve al alcance de los logros esperados; por tanto, diseña, organiza, determina el número de integrantes del equipo colaborativo, precisa las orientaciones y se asegura de que todos comprendan. Además, debe estar atento para orientar las actividades; observar que se disponga de todos los recursos, avances y dificultades y retroalimentar a cada equipo.
EL ROL DEL ESTUDIANTE: Además de disponer todo su ser para la apropiación y aplicación del conocimiento, l os estudiantes deberán establecer acuerdos respecto de: la distribución de roles, la organización de tiempos, la consecución de recursos, las responsabilidades en la socialización de resultados. D e igual manera, deberán prever cómo resolverán las dificultades que puedan presentarse, con el ánimo de favorecer la interacción y productividad del equipo. Sin embargo, para que el aprendizaje cooperativo arroje los resultados cognitivos, comportamentales y actitudinales esperados, re requiere de un proceso de planeamiento que implica diferentes etapas y momentos; que de ser tenidos en cuenta, necesariamente brindarán una excelente oportunidad de aprendizaje.
En esencia, se deben planear los siguientes aspectos: definición de los objetivos de aprendizaje, selección de la estrategia de sensibilización, definición de los equipo de trabajo, identificación de los roles necesarios para los equipos, definición de las actividades colaborativas que se implementarán, análisis de las responsabilidades asignadas, determinación de las formas para desarrollar las actividades individuales, definición de l os mecanismos de seguimiento a la ejecución de las actividades, organización de la plenaria final y definición de criterios de evaluación. Todos ellos muy importantes en la consecución de los logros propuestos Además, para que lo planeado conduzca a un verdadero y significativo aprendizaje, el modelo cooperativo ofrece unas estrategias puntuales que han demostrado su eficacia pedagógica; entre ellas, pueden desarrollarse las siguientes: enseñanza cooperativa, aprendizaje coo perativo, colaboración con el equipo, anotaciones en pareja, leer y explicar en pares, estrategias de estudio individual, el abogado del diablo. Todas estas estrategias llevan a que el estudiante se confronte para validar su saber, al tiempo que apoya el trabajo de equipo. El aprendizaje cooperativo no es la panacea pedagógica, pero sí ofrece muchas alternativas didácticas que contribuyen a mejorar la calidad del conocimiento apropiado y a su posterior aplicación; en consecuencia, sus fundamentos y estrategias deben ser utilizados para el desarrollo de las prácticas educativas, si lo que se pretende es formar y desarrollar las múltiples competencias propias del ser humano. La escuela de hoy está en la obligación de adaptar y actualizar sus procesos y procedimientos con el fin de garantizar que sus usuarios reciban el tipo de formación que la sociedad actual les está exigiendo; y, en esa tarea debe valerse de las propuestas pedagógicas que le ayuden a resolver sus dilemas diarios. Sin que ello le implique perder su identidad o alejarse de sus propósitos. Por tanto, debe asumir que es un ente vivo que se transforma de continuo, justamente para hacer posible un hacer pertinente y coherente con las características y necesidades de su entorno humano, social y natural.