Argumentos a favor y en contra de las redes sociales ¿Crees que Twitter es el mejor invento desde la prensa escrita? ¿Opinas que Facebook está matando las relaciones sociales? Desde luego, todos podemos encontrar argumentos a favor y en contra de las redes sociales. Aquí van algunos de esos argumentos en ambos sentidos
que tal vez consigan que te replantees tu postura.
Argumentos a favor de las redes sociales Sirven para crear nuevas relaciones sociales… De hecho, evidentemente ese es uno de sus principales objetivos. ¿De qué otro modo podrías conocer a alguien de China o de la India? Sin duda las redes sociales han contribuido a difuminar aún más las fronteras de nuestro pequeño planeta.
… Y para mantener las antiguas Si te preguntas que fue de aquel compañero de la escuela con quien te llevabas también es probable que encuentres encu entres la respuesta introduciendo su nombre en el buscador de Facebook. Así que las redes sociales no solo ayudan a encontrar nuevas amistades, si no a recuperar el contacto con antiguos conocidos y mantenerlo con quienes están lejos.
Son un punto de apoyo Las redes sociales están llenos de grupos de personas que quieren ayudarse entre sí, por ejemplo compartiendo consejos de salud, o información de muy diversos tipos.
Sirven para encontrar trabajo Sitios como LinkedIn son un recurso importante que el 90% de los reclutadores de empleo consultan para contratar a empleados potenciales.
Argumentos en contra de las redes sociales Disminuyen la comunicación entre personas La gran paradoja de las redes sociales. ¿Pueden convertirnos en menos sociables? Sí, si salimos a tomar un café y estamos más pendientes del WhatsApp que de nuestro acompañante. Las redes sociales mal usadas pueden tener un peligroso efecto aislante.
Son un arma de desinformación masiva Así es, las redes sociales son terreno abonado para la difusión de bulos, algunos graciosos y otro bastante dañinos. Son muchos los que creen que las redes sociales nos bombardean con un montón de informaciones irrelevantes o directamente falsas. Además, de ser una de las herramientas que más usan los abusones para martirizar a sus víctimas.
Promueven la falta de atención El uso de las redes sociales es uno de los mayores ladrones de tiempo en el trabajo, afectando a la productividad. De hecho, muchas empresas ya han capado el acceso a las redes sociales desde sus ordenadores. ¿Se te ocurren más argumentos a favor y en contra de las redes sociales? Compártelos en los comentarios.
Pros de las redes sociales Crean nuevas conexiones sociales Las estadísticas muestran que el 70% de los adultos en EE.UU han usado las redes sociales para conectar con sus familiares en otros estados, y el 57% de los adolescentes han asegurado que las usan para hacer nuevas amistades. No son tan malas para el estudio En contra de la opinión generalizada, las redes sociales no tiene porqué ser un factor de distracción para el estudiante. Muchos las utilizan para discutir sobre temas de estudio.
Son una fuente de apoyo Las redes sociales hacen una gran labor social gracias a la numerosa cantidad de grupos de apoyo que existen en sitios como Facebook. Por ejemplo, las personas afectadas por una enfermedad rara se unen y comparte experiencias e información de interés. Ayudan a encontrar un empleo Los procesos de selección de personal también han notado la influencia de las redes sociales. S itios como LinkedIn son un recurso importante que la mayoría de los reclutadores de empleo aprovechan para contratar a nuevos empleados.
La indetenible expansión de Internet ha reactualizado un conjunto de preocupaciones en relación con qué va a suceder con la sociedad y con las comunidades sociales como hasta ahora las conocemos. El tema tiene una indudable importancia porque, aunque no seamos conscientes de ello, estamos parados sobre la que probablemente sea la brecha generacional más importante de la historia de la humanidad. Los pesimistas consideran que el tiempo que las personas pasan pegadas al computador es un tiempo sustraído a las relaciones sociales significativas y por lo tanto estamos ante una seria merma de la sociabilidad; este sería uno de los componentes fundamentales del creciente individualismo que hoy se despliega en el mundo. Puede alegarse a favor de esta posición que durante los últimos tiempos diversos estudios constatan una decadencia de las comunidades presenciales a las cuales los individuos recurren en búsqueda de apoyo y soporte emocional (Robert Putman, Bowling Alone: The Collapse and Revival of American Community. New York: Simon and Schuster, 2000). Sin embargo, esta es una tendencia que era importante ya antes de la aparición de Internet; por tanto, esta puede reforzarla o contrarrestarla, pero no la ha creado. Para los optimistas que la gente pase más tiempo conectada en red es una muy buena noticia, pues desde la pantalla de su computadora los individuos expanden el universo de las relaciones sociales significativas a las cuales tienen acceso y crean nuevos vínculos sociales, lo cual supone una expansión de su universo de socialización. Lo decisivo, señalan, es la aparición de un nuevo tipo de comunidad, la comunidad virtual, en la que el cielo es el límite; la proximidad física deja de ser una consideración fundamental y prima la elección de los comuneros sobre la base de intereses compartidos. La naturaleza de la comunidad virtual y su
superioridad o inferioridad con relación a las comunidades tradicionales es otro tema de interminables debates. Manuel Castells hace una aguda observación: las actuales polémicas guardan notables similitudes con aquellas que desencadenó hace dos siglos la transición de la sociedad rural patriarcal hacia la impersonal sociedad industrial urbana. También entonces se afirmó que con la expansión de las ciudades y la consecuente decadencia del campo se reducía el ámbito de las relaciones significativas y que esto constituía una merma en la sociabilidad de los individuos, que quedaban crecientemente fragmentados (Manuel Castells, La sociedad red: una visión global. Madrid: Alianza Editorial, 2006). Otra polémica en curso versa sobre la calidad de las comunidades presenciales y las establecidas a través de medios electrónicos – computadoras, teléfonos celulares, etc. – y las implicaciones que tienen estas diferencias en la forma como se construye la sociabilidad de los individuos. Entre los pesimistas prima la convicción de que las relaciones sociales entabladas a través de las comunidades virtuales son de inferior calidad con relación a aquellas establecidas en las comunidades presenciales. Pero esta es una convicción fuertemente cuestionada por la evidencia empírica que aportan las encuestas. Los estudios realizados hasta ahora muestran que el despliegue de las relaciones en red no suprime la importancia de la geografía y del contacto físico. Los individuos que entablan relaciones en red suelen prolongarlas en el medio físico y viceversa. Lo decisivo es que el debate sobre si Internet favorece la sociabilidad o la recorta tiene que abarcar el conjunto de relaciones sociales significativas que los individuos entablan; no solo las enlazadas a través de las redes electrónicas sino el total de las relaciones, presenciales y virtuales, a las cuales acceden. Esto nos lleva al tema de las redes sociales y la forma como se incorporan en ellas las relaciones mediadas por medios electrónicos. Una red social permite representar una estructura social estableciendo relaciones de muy diverso tipo e intensidad entre varios conjuntos de actores (individuos, organizaciones) en función de algún criterio como podría ser la relación profesional, temas comunes de interés, amistad, afinidades políticas, pertenencia a una iglesia, parentesco, etc. Las redes sociales son anteriores a Internet. De hecho, existen desde que existen los
humanos. Con el desarrollo de Internet, y especialmente con la expansión de la web 2.0, el análisis de redes ha entrado en una nueva fase, pues este enfoque es especialmente adecuado para estudiar sistemas menos definidos que los clásicos grupos sociales (familia, tribu, corporación, Estado, etc.), especialmente las comunidades virtuales construidas a través de webs o websites. El énfasis en el análisis de las redes no está puesto en las categorías sociales (individuos, organizaciones, estados) sino en la estructura de las relaciones que estas establecen y la forma como afectan a sus integrantes y su manera de relacionarse. Crean nuevas conexiones sociales
Estadísticamente se ha demostrado que el 70% de las personas adultas en EE.UU. han utilizado las redes sociales para conectarse con familiares que viven en lugares alejados, y el 57% de los adolescentes mencionan haberlo utilizado para hacer nuevas amistades.
No son perjudiciales para el estudio
Contrariamente a la opinión popular, las redes sociales no deben ser una distracción para el estudiante. Muchos de ellos las utilizan constantemente para tratar temas de estudio.
Son fuente de apoyo
A través de las redes sociales, como lo es Facebook, podemos encontrar una gran cantidad de grupos de apoyo. Por ejemplo, las personas que sufren de una enfermedad rara se conectan y comparten experiencias e información de interés.
Búsqueda de empleo
Los procesos de selección de personal también han señalado la influencia de las redes sociales. Sitios web como LinkedIn son herramientas importantes que la mayoría de los reclutadores tienen para poder contratar a nuevos empleados.