EL ARTE - --de/a---
PRUDENCIA ---~--
BALTASAR
GRACIAN ---~---
Oráculo manual
- - Fd· · ~ 'C'on
--Edición d e - es
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de H o y--
jOSE IGNACIO DIEZ FERNA.t"fDEZ
\ COLECCION: FUERA DE COLECCIÓN Diseño de cubierta: Mario J . Pulice Ilustración de portada: Steven Rydberg e 1993, Baltasar Gracián e 1993, Ediciones Temas de Hoy, S.A. (T.H .) Madrid, España Reimpresión exclusiva para México de Editorial Planeta Mexicana, S.A . de C.V. Grupo Edito rial Planeta de México Avenida Insurgentes Sur núm . 1162 Col. Del Valle Deleg . Benito Juárez, 03100 México, D .F. ISBN: 968-406-657-0 Primera reimpresión (Méxi<.·o): julio de 1996 Ninguna pa rte de esta pub licación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada o :ran smiti Ja en ma naa alguna ni por ningún medio, ya sea eléctrico, químico, mednico, ópti co , de grabación o de fotocopia, sin permiso previo del editor Impreso en México -
Prinred in Mexico
Impreso en los ta lleres de Avclar Edito res e Impreso res, S.A. de C.V. Bismarck , núm . 18, Co l. Moderna México, D.F. J uli o de 1996
1
In traducción
Este libro, que Baltasar Gracián (R elm onte 1601Tarazona ] 658) r)ublicó pnr pr im era vez en 1647 (Huesca, Juan l\'og ué s}, en tamaiio reducido (diec iseisavo} y qu e, Ll <' ~de ento n ce s , J1 a sido traducido e n numero sas oca5i o nes, in c lu ve una s nota s de modernidad qu e lo hacen especialmente a tractivo para un lector actual. El arte de la pruden cia* reúne varias de las ca racterística s e :deas que lwy id e:ltificamos con lo mod e rno: el axio ma de que el mundo es l1 os til, el pragmalism o,
L1
atla ¡r! a ll ilid ilt!,
la
e xplo rac ió n de la s
leyes de la sedücción, la valoración del fragmentismo y la suge renc ia, el prestigioso uso del ingenio, la democratizaci ó n de la moral, la exa lt ació n d el indi* l~azones edi tori a les h a n acon se jatlo m()(lifi car el títu lo or ig in a l (Orá culo ma11u c1/ u ,n fe de p n" Jc11 cia ) e n la portaJ a . Por co l, cren c ia se ha tn antenidn ese cam bi o e n toda s las re fer en c ias a la o hra .
V Il
viJuo, la autonomía del comportamieuto co n res-
fragmentismu ele El arte de la prudencia es doble, como
pecto a la s ..:ree n ci as religiosas y un gran interés por
ba señalado Jo rge Checa: no exist.e un discurso siste-
la realidad . Todos estos elementos aproxim a n el texto
mático, al tiempo que resulta impos ible reconstruirlo
de manera sorprendente a los gustos actuales .
a partir de los aforismos (los conceptos que aparecen
El arte de la prudencia (con una constante dua lidad qu e se prefigura en el desdoblami e nto ele! t:tulo original) res um e en trescientos aforismos comentados la sa biduría práctica necesaria para e nfrentars e co n éxito a un munclo compe tiLivo y 11o:.'til. Es, pu es, u11 manual, un libro !Jrc"e, el e bol s ill o , qu e apu es ta p or la enseñan za de la prudencia co mo un arte o un artificio. S in condiciones previas abiertamente excluyentes (aunque se prec isen d n les natural es; af. 2 y 127), e!Llesarroll o
nla ri,1s, por s u
como parejas de opuestos no siempre tienen los mis-
' ' l/1
mos s ignifi ca dos a lo largo dci t.exto, el aforismo y su desarrollo no siempre coinciden, de.) . Con ello-Gracián impartiría una última lección de prudencia,all ector: ningún libro, ni siquiera uno fragmentario, puede ca ptar la riqu eza
XVII
la justificación ele las nuevas técnicas literaria s
del siglo
XX. Pero,
ackmás, el pensamiento de los afo-
ri sm n:; y s us respect ivos co mentario s no se agota en el ejercicio de la lectura :; ino que queda a l1ierto a la sugerencia (los CO I11L'Illario:; no stlll ex h a ust ivos), polenciaLia por el co nli11u o juego lle so iJreen le illlid os d e ll en~ ua je gracia no . Aunque es in ev ilal1!e bu scar lin J1ilo co nductor que armoni ce lo s Cc" 'lenielos de los distinto s aforismo s, co nviene no olvi en catla
\:
afor'isnw la sabiduría aplicable a s itua ciones concretas, " ..:ada caso. La lectura de todo cllexto encontrará
r·.j
las co mpl e ja s relac: (~: Je s que un e n lo s Lrescienlos afo-
1
rismo s co m e nt a do s, e n ocasiones rela c iones de co m -
1
plementariedacl (cu.no af. 144 y 1<13, 11 1 y 2 17), pero
1
í
El arte Je la pruJL'IlÓa
varía como el camhianle muntlo
ext e rior: "El lector prude nte no es qui c: 1 sigu e a la lelra
IX
cualquiera de los consejos del moralista, sino quien, asimJando sus estratagemas y mdniobras textuales, responde como él a las peculiaridades únicas de dife-
son dife rentes . Los a migas deben ser elegidos con
rentes situaciones" (Checa, 273).
a sí mismo, los amigos son como una segunda natu-
La premisa inicial es pesimista: se acepta sin discusión que el mundo es un enemigo al que debe enfrentarse el lector. Por ellu ,j conocimiento que se precisa debe ser eminentemente práctico, un saber que permit.a sob reviYir. Es necesario "ser práctico en la vida" (af. 120) : no hay que triunfar sobre el jefe (af. 7), hay que sab~.:r utilizar la primera y la segunda intención (af. 13, 37, 45) y saber servirse de evasivas (af. 73) . Todo ti en e una utilidad, de todo se puede extra e r un beneficio, incluso de la priva c ión {af. 189) , del desprec io (a f. 205) y hasta de los enemigos (a f. 84) . Al aduar el est il o no deb e ser siempre el mi sm o {af. 1 7) . Es muy ne cesa rio contar con buenos colaborado res {af. 62), y, es pec ialmente, t e ner reservas pa ra tOllo (af. 170). Es una concepción de la vida como una lucha de un yo que para evitar el asedio de los otros deb e ap ren der a conoce r su propio comportamient o y a co ntrolar el ajeno. Lo mejor es "tener una idea exac -
raleza (af. 137 y 111). En cualquier caso, el trato
ta de sí mismo y de sus posibilidades" (af. 194) y autocontrol {af. 8, 207) para saber retirarse cuando se está ganand o (af. 38). El conocimiento de uno mismo deb e ser profundo: hay que conocer lo mejor y lo peor (at. 34, 89 , 225 ). Se impone, ad e más, una visión
cuidado, puesto que también hay que valerse de ellos {af. 156, 158). Aunque el ideal del sabio es bastarse
debe ser selectivo y excluyente (af. 11, 31, 116, 152, 163, 197). Con los demás, en general, hay que tener una especia 1 precaución: la reputación depende de ellos, y por eso hay que evitar las hablillas y rumores {af. 86), así como las ostentaciones (af. 106). El tipo de ccupación es también determinante del mayor o mc!1or éxito social (af. 30, 47, 67, 104, 153). Los otros, los demás pueden ser manejados : el punto de co ntacto está en la conversación (af. 22 y 148), un auténtico arte. Provocar la expectación es tambi é n una forma de con trol (af. 3, 19, 81, 94, 95) y mu ch o más conocer el punto débil de lo s de má s (af. 26 ). Dado que el éxito social depende de los otros y de los motivos que demos de crítica o elogio, hay que "acluar siempre como si nos vieran" {af. 297). Los otros ¡JUeden ser man eja dos apoyándose en distinta s técnicas de persuasi(Jn v sedu cc ión c1 Lravés de ocu ltaciones v
.
.
medidas exhibiciones de aquello que conviene celar o mostrar: se o btiene así un alto aprecio social. La regla general se basa en la separación de realidad y apariencia {a f. 99). D~terminadas ideas, capacidades o inclinaci ones no se deben mostrar {af. 98) para no
prag mática de las relaciones con los otros . Esas relac ion es gozan de una gran importancia (af. 108), pero
qu edar expuesto a los alaques de lo s enemigos: "La reserva es Ía marca de ia inteligencia " (af.179). Gra-
X
XI
..::tan predica una adaptabilidad ca;11aleónica (como
mantenet la independencia de las creencias persona-
indi ca Pelegrín) a las ocasiones (af. 288) y a las per-
les, separadas de un comportamiento pragmático (af.
son as (a f. 58 y 77). A vec es es necesario basta aparentar ignorancia (af. 240). Vivimos en un mundo de
251). Con este bagaje Gracián crea auténticas person as., sabios de la práctica (a f. 232).
apariencias donde lo que se ve prima sobre lo demás . La si mulación y los ocultamientos pueden co nducir al
tor con cualidades innatas o ~e extracción social pri-
éxito si se ut.Jizan sabiam ente: ba y qu e mostrar algu-
vilegiada: aunque, como se ya se ba dicho, se neces itan
nas cosas, no todas, hay que fabricarse una máscara para el ex te ri or que evit e la mirada J1 ac ia el int<.'rit)r, bay
cualidades previas, todo el texto rezuma una creenc ia en la capacidad Lle aprendizaje del hombre, fren-
qu e "sentir co n los m enos y ],abiar con los más" (af. 43).
te al inm ovili smo determini sta . Ya no c uenlan lo s
N o se detiene Gracián en la búsqueda de un lec-
N o sólo es conveniente celar, sino saber qué mostrar:
orígenes, tan importantes e n una sociedad estamen-
"Lo que no se ve es como si no ex istiese" (af. 130) y
tal. El libro supone una "democratización de la moral
p wl1ar, divul~ando alguna s cosas (af. 164) , antes de
aristocrálica" (Pelegrín, 44). Sólo se valora la capa-
aventurarse e11 algo. :.:o de5culn ir nunca las dcbilida ¡J es (af. 145). Quien praclica esla s tácticas sabe que,
cida d innata y el esfuerzo personal, lo que aproxima el co nlenido de El arte de la prudencia a la mod e rna
a la J1 o ra de va !Prar a l o~ demá~ , lo impo rlanlc es "mirar por dentro" (af. 146) . De Lodo eslu de pend e la scduc-
exa ltaci ó n de l scl[made man. fnclu so los gra nd es
c iélll. El o bjetivo es agradar a !,}S ¡lemás para granjearse su apoyo y admiración. Todo el lo recuerda un "m ,nkding político o artíslico e n q ue el arte supremo e5 l1acer de s u gusto propio la n o rma del aje no" (Pe le~~· í n, .J.i). Se n e..:csi la e l tl o minio ¡[ e la palabra (la:; arlcs retóricas) y el autocontrol (!" la cxprcsiém, para no se r vícl.ima de las propia s dcdaracion c.::. La base es un a peda gog ía, un aprenlli za je co n ra sgos democráticos (casi cualquiera puede acceder a él) . l "il nlo la relóri ca Cl'l110 la persuasión y la ped,,~,, ~ í;¡ son inlereses ¡le la L ompai'í.Ía de Je sús, orden a la (;'.' " pcrlencció G ra ci á n . Es la ne ces idad de aduar, aquí y alwra, permite
X II
eje mplo s (rey es, ele.) a lo s que se alude se colocan al l1ipotéti co al ca n ce de todos. S urge de modo inevitable la pregunta sobre la moralidad de es t e co mp o rta miento. Pero aunque a m e nud o Gracián re c ib e el calificativo de moralista, L' II
fl art e de lo pruJcu cicl el ob jct. ivo ba sido olro:
con
lo s ojos pues tos en la realidad y, si no olvidando por co mpleto a Dios, considerando que la moral tien e un universo a utó n o mo, Gracián compila un te xt o dirigido a re g u lar de m o do práctico el comportamie'lto dell,ombre midiendo sus resultados no seg ún viejas ca te gorías ele bien y ;:1al s ino según lo s éx itos, les aprecios, los a poyos, la fama, la estimación, etc.
.\" 111
El interés se centra en la realidad, y no en lo absi:racto;
nidad y Graciá n también participa del individualismo. No procede só lo de la visión de un mundo dividido y
la discusión se orienta bacía el aprovechamiento de la realidad tal como es, y no como debiera ser. Resul-
enfrentado entre un yo y los demás, sino que Gracián
ta cuando menos divertido constatar cómo por enci-
al dirigirse al uno, a la ve rdadera persona, al sabio, al
ma de los siglos, la historia y las ideologías, los
prudente, lo individualiza más aún. El lector tiene la
presupuestos de la C o mpañía de Jesús se trasladan y forman parte de lo que hoy se puede interpretar como
sensación de esc uchar la voz de un maestro personal
un manual de supervivencia para una sociedad donde previamente han primad o (y lo h a ce n aún) lo s valores capitalista s herederos del pro te stantismo, cu ya
Gracián es autor de un solo texto religioso (El Comulgatorio), de una novela ale gó ri ca (E/ criticón ), y
cuyas enseíi.anzas aíslau en la eminencia.
de varios trat ados políticos, moral es y literari os
(E/
versión más rancia combatieron los jesuitas. El mundo
héroe, El político don Fernando e/ Católico, E / discreto,
moderno se domina (o pu ede) a base de argucias, con c riterios de esc asa consist e n cia moral pero efectivo s.
Agudeza y arte de ingenio). E/ arte de fa prudencia influ-
Pero al mismo tiempo, Gracián defiende el juego limpio (af. 165) ~~ l a m ode rac ió n (af. 24, 41, 82, 223). Es un a actitud en el lím ite de lo éti co : "S in m e n t ir, no decir todas las ve rdades" (af. 181). L a pruJen c ia, e nt endida co m o este arte prácti co útil para todo , debe ext e nd erse a parcelas que otros reservan para el azar. La misma suerte queda abolida a l tra ns for m ar L.l (a f. 2 1): "po rq ue n o ba y má s bu e na ni mala suerte que la prudencia o la imprudencia ". El control sobre uno mismo, los demás y las circunstancias debe extenderse hasta donde se~ posible: uno mi sm o se la bra su su erte. La prepara c ión de la pru dencia capacita también para vencer lo inesperado cnn >~1 p rov i sa c io n e s (af. 56) o , mejor aún, con reflexión (af. 57). El individuali sm o es una apropiación de la moder-
Yl l'
yó en La Rocbefoucauld, Madame de Sablé, La Bruyere, y en otros es critores francese s, aunqu e los do s lectores de Grac ián má s conocido s so n , sin duda, Sc hopcnl1au n y N ictzscl1 e.
E/ arte
{/e fa p rudcn cia
tuvo abundantes traducciones al alemán (Sclwpenhaue r lo tradu jo en ] 861 - Leipzig- , y su text o fue reeditado al menos diez veces h asta 1953) y al francés (también fue traducido al holand és, l1úngaro, in glés, italian o, latín , pola co y ru so). Es c ierto qu e otras obras de Gra c iá n gozaron de créd ito en E uropa, pero, en opinión de Correa Calderón, "L .J bra de Gracián que logra una mayor universalidad es E/ ari" de fa pruden cia ". Paradójicamente, la proliferaci ó n de tradu cc ion es se aviene mal con un texto poco apto para !u t ;:a ducción. Graci á n ha sido inscrito , de mod o tra,L ~ io nal, entre los escritores llamados conceptista s, es d ecir,
XL'
cnlr~ quienes valoran más la compiejidad de contenido
como bacer legible e ll ex to.
qu e la formal. Es evidente que el rótulo es cuando
frases y se ha modifi ca do la s intaxis, además de sus-
r'ara
ello se lliln rei1Cc110
meno s si mplista . Pero lo ci erto es qu e la prosa de
tituir lérminos . El objetivo lw sitio poner al alcance
Gracián, y en El arte de la pructencia en particular,
de un lector de hoy un texto en el que la difi cu ltad no
IJ~mada
utili za un elevado núme ro de recursos retóricos para
es un defecto, sino un bello juego. Deslindar la
pe rs eg uir uno de los ideales es tétic os del Barroco: la
forma del contenido si es s iemp re una cuestión deli-
c!ificultad.
Al
laconismo inherente a los aforismos,
cada (y un tanto absurda) en
ni arte
de la prudencia
Gracián añad e la supresión de los eleme ntos de rela-
supone la desaparición del texto . T.1n importantes
cil"lll sintáct ica y diverSl'S lip os de elip sis, olJ Ji gan do
son
a un es fue rz o de reconstru cc ión lin gü í~lico q u ~· tam-
la ~
l~racián
re co pila co mo
una guía ell' la villa , n> mo la ex presió n.
1\ veces la s fra -
illea s prácl iL·as quL'
Jl ié n es de interpreta ció n. El uso de paronomasias y
ses
paradojas, equívocos y retruécan os, se acom pa1ia de
titivas y mínimamente significa::les que conforman
1lc la glosa ele cada afori s mo son variaci one s repe-
términos que poseen un se ntid o especia l e n el len-
uno ele los má s viejos ,JJ1jdi vo s doce nles: rc pclir. i>t: ro
,;?uaj c de Gracián. El ideal de co n c isión se cons igu e,
al mi sm o liempo c umplen olrll ¡Je los requi s ito s inlli s-
con a lusion es escon d idas, con am bi güe da-
llc-s, ~· ontraJ i cc ion es o Jcslizamienlos (a \'ec cs el a fo-
pen sa l>le s del arle l1arro co: variar. Casi con un SL'nti
rismo n o se co rrespond e co n un comen tario más
actualización ex lre 111a que :;¡">lo qui s iera ol1lener la s
~c!L'más,
1eas el e 1 l ex l ole 1 1>erta . 11
rc·st ringiJo d e lo esperado), re ela b oracion es de refra-
ll·
H
Ill' ::' y proverbios en donde algunos núem! Jros can1-
. 1·Ir e1e unas vanacto. .
pre~ c' IIH
ne s que son esenciales. Por e llo es ta versiún l1a pro-
jue ~os
bian para cambiar el se ntido, etc. El texto de E/ arte
curcH!o manlenn, l'Il
,L /c1 pruJcncia es difíc il a fu erza de la conismo y s uti-
clc pa la l1ra s, la ::; re¡wtiL:ione s, las L'nurneraciotll',;, el e ,
b
metlilla
v u t ro ~ ra:;~us c,HadL·rí:;ti c: o~ lJL. J cstilu 1:'"',i raL·iano / ¡Jcru
leza con.::e ptual.
r
Dado L!ue esta edición se dirige a un público no
'
jugantlo dialécticamenle con e l m()(lerno recl1azo ele!
es pe c ia!! ~':l do, y siguiendo las directrices de la edito-
"rclori c ismo" (prolJaiJJe rea cc i¡'m contra la vaL·ui¡latl v
ria l, el texto de Gracián ha su frid o diversas modifi-
ampulositla¡J oratoria ele! :;is_! lo XIX). La ve rsió n 5~
L·aciones con el fin bási co de facilitar la lect ura d e un
mueve c nlrc tlo ,;; pol os opuestos: filleli¡Jatl y acluali-
texto escrito y publica do J1a.:: c más de tresc ie nto s aúos
clat!. Es obvio c¡ue no l1c1y (no puelle l1aberlo) un resul-
y co n un grado notable de complejidad estilística. La
laLi o sat isfacloriu qu e s intcli c:c la vo luntad Llialéct ica
idea no ha sido tanto modernizar lo m o derni za ble
el e co n se rvar ca ml1i a nclo o \'Íceve rsa. En c ualqui e r
x1.: 1
caso es importante que el lector no desdeñe la expresión, porque (como en todo texto literario) es también contenido. Se ha evitado vencer la dificultad del texto mediante el recurso de la::: notas a pie de página. Las que aparecen son mínimas (se elude explicar quiénes son los autores citados, pero sí se recogen las referencias históricas y mitológicas imprescindibles, más alguna nota de vocabulario). E~ de rigor confesar la deuda contraída, en distinto grado, con dos de las ediciones de E/ arte de fa prudencia citadas más abajo: he utilizado como texto base el establecido por Jvliguel Romera-Navarro, pues su trabajo es la más completa aproximación a las complejidades del texto de El arte Je la prudencia (mantengo la numeración ele los alorÍ5mos y el uso de la cursiva); también me he servido de la edición de eh ristopher Maurer, que más que una traducción al inglés es una valiente y brillante lectura del rico sistema lingüístico y literario de Gracián.
Bibliografía básica l. EDICIONES - Oráculo m ,mu al y arte Jc prudencia, edición crítica ' •. 1 R "1 l. A 1 •~ ' por l'ltguet y con1en t ana o:--::era-"avarro, l'>;:ctn~, \..'::=:!( ' ,
195-J..
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EL ARTE
(!ctlicado s a Gracián.
---de la---
l~,·,¡ ,-i,í > 1 lf su épc•ca. Act,Js JL, la 1 Reunión Je Fi/áfo~7•'" .- \rd~h' ;leses, Zaragoza, lnslilu c i(Jil F c rnJndo el ~. .~_ ,1l<'Jli c o , 1()86. -
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Id /,1_,,ricl ele/ pen.<,;miL·n fo cspcúio/. 7~·rcc ra s,·rie. Si,7/o XV/1, J\hclrid, 1975, 197-2-H . -
PRUDENCIA
__ ¡
1
Hoy todo ha logrado la perfección, pero ser una auténtica persona es la mayor. Más se precisa boy para se r sabio c.¡uc anti g uamente para formar siete, y tnás se necesita para tratar con un solo bombre en estos ti e m pos que con todo un pueblo en el pasado.
2
Carácter e inteligencia; los dos polos para lucir
las cualidades¡ uno sin otro es media buena suerte. No basta ser inteligente, se precisa la predisposición del carácter. La mala suerte del necio es errar la voca-
ción en el estado,!.:: ocup::: ::: ión, la vecindad y los amigos.
1
3
5
Manejar los asuntos con expectación. Los aciert0s adquieren valor por la admiración que provoca la
Hacerse indispensable. No hace sagrada la imagen el que la pinta y adorna , sino el que la adora. El
r.ovedad.]ugar a juego descubierto ni gusta ni es útil. N o descubrirse inmediatamente produce curiosidad: especialmente cuando el puesto es importante surge la expectación general. El misterio en todo, por su mismo secreto, provoca veneración. Incluso al darse a entender se debe buir de la franqueza. Tampoco en el trato se deben dejar ver los pensamientos ínlimos a todos. El silencio recatado es el refugio de la cordura. No se estima una decisión si se hac e públi ca, y ai exponerse a la crítica, si es negativa, la mala suerle ~erá doble . Es mejor imitar el pr~ceder divino para mantener a los hombres atentos y vigilant es.
sagaz prefiere los é¡lie.le rtecesi tan a los que dan las gracias. La esperanza cortés tien e buena memoria, pero el agradecimiento vulgar es o lvidadizo y es un error confiar en él. Más se saca de la dependencia que de la cortesía; el satisfecho vuelve inmediatamente las espaldas a la fuente, y la naranja exprimida cae del oro al lodo: acabada la dependenci a acaba la correspondencia, y con ella la estima. La primera lección de la experiencia debe ser entretenerla, pero no satisfacerla; :tsí se conserva siempre la depenclencia que los demás tienen, incluso la del rey. Sin embargo, no se debe llegar al exceso de calla r para que se equivoquen, ni al de J1a cer incurable el da i1o ajeno por e\ provecho propw.
4
E/ saber y el valor contribuyen conjuntamente a la qranJc':::a. Hacen allwmbre inm orta l porque cl\ o,-: lo son. Tanto es uno cuanto sabe, y el sabio lodo lo puede. Un hombre sin conocimientos es un mundo a oscuras. Es necesario tener ojos y manos, es decir, juicio y fortaleza. Sin valor es estéril la sabiduría .
•
6
pe1j~cción.
Estar en el culmcn de lo No se nac e beclw. Cada día uno se va perfeccionando en lo personal y en lo laboral, hasta \legar al punto más alto, a la pl e nitud de cualidades, a la eminencia. Esto se conoce en lo elevado del gusto, en la pureza de la inteligencia, en lo maduro del juicio, en la limpieza de la voluntad. Al gu nos nunca llegan a ser cabales, siempre les falta algo; otros tardan en hacerse . El hombre
consumado, sabio en dichos, cuerdo en hechos, es admitido, e incluso deseado, en el grupo singular de l o s d·iscretos.
impresiones pasaj~ras y comunes. No hay mayor señorío que el de sí mismo, de las propias pasiones . Es el triunfo de la voluntad. Y si la pasión puede afectar a lo personal, nunca alcance lo laboral, y menos aún cuanto mayor sea. Esta es la forma inteligente de ahorrar disgustos y de lograr reputación pronto y f.ír:ilmente.
7
Evitar las victorias sobre el jefe. Toda derrota es odi o sa, v si es sobre el jefe o es necia o es fatal. Siempre fue odinda la superioridad, y más por lo s superiores. La cautela suele encubrir las ventajas más comunes, como disimular la bell eza con el desaliño. Será fá c il hallar quien quiera ceder en éxito y en cer.ícler, pero no en inteligencia, y mucho m enos un superior. Es éste el atributo rey y por eso cualquier crimen contra él fue de lesa majesta d. Ellos son poderosos y quiere n serlo en lo más importante. A los prínc ipe s les gusta ser ayudados, pero no excedidos, y es mejo r que el aviso teng :! ': isos de recuerdo de lo qu e o lvidaba en vez de ser lu z rt e lo que no se alcanzó. Los astro s, co n acierto, nos e n se ñan esta sutileza, ¡:iues aunque son hijos brillantes, nunca compiten 1 1 ' . con 1os 1uClmtento"
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Eludir los defectos de su nación . El agua partici pa de las cua lidades, buenas o malas, de los lechos por donde pasa, y el hombre participa de las del clima del lu gar donde nace. Unos más que otros están en deuda con sus patrias, pues les tocó allí un cielo más favorable. Ninguna nación se escapa de algún defe c to innato, incluso la más culta, defecto que censuran los Estados vecinos como ca utela o como consuelo. Corregir, o por lo menos disimular, estos Jefectos es un triunfo; con ello se co nsi gu e el plausible crédito de único enlre los suyos, pues siempre se es tima más lo que menos se espera. Hay tambi én defectos de familia, de estado, de ocupación y de edad; si coin ciden todos en un sujeto, y no se previenen con prudencia, crean un monstruo intolerable.
8
No apasionarse: la sei'ía / de/ más elevado es píritu . Su misma superioridad le libra de la es clavitnd a las .{
5
1O
Fortuna y /ama. Lo que tiene de inconstante la una , tiene de firme la otra. La primera sirve
de sus acompañantes es una cortesana academia de sensaLez, tacto e ingenio.
para vivir, la segunda para después; aquélla actúa contra la envidia, ésta contra el olvido . La fortuna se d esea , y a veces uno mismo se ayuda a co nseguirla; la fama sólo se obtiene por esfuerzo propio. El deseo de obtener reputa ción nace de la virtud, es decir, de poder adu a r. La fama fue y es herman a d e gigant es ; se mu eve siemnre en los extren1os: o m onstru os o prodi gios, o rec.hazo o aplauso.
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Naturaleza y arte, materia y elaboración. No hay belleza sin ayuda, ni perfección que no parezca bárbara sin la participació n del arte: socorre lo malo y perfecciona lo bueno. Comúnmente la naturaleza nos deja cuando menos lo esperamos: acojámonos al arte. El mejor natural es inculto sin el a~te, y les falta la mitad a la s perfecciones si les falta la cultura. Todo
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Traten con quien se pueda aprender. E l trato ami.:Jable deb e ser una escuela de erudi ción, v la convers:ción una enseúanza culta. Hay que bacer de los amigos, maestros, y compenetrar lo útil del aprendiza je -co n lo gustoso de la conversación. Debe alternarse el plac er con los en t endidos , pues así se disfruta lo que se dice con e l aplauso con que se recibe, y se disfruta lo que se oye con la enseñanza. Habitualmente la conveniencia propia nos lleva a otra p ersona, y así se e nnoble c e. E l prud en t e frecu en ta las casas de los lwm bre em in ente s, pues son escenarios de grandeza m ,í ~ que pala c ios de la va nidad . Hay seúores reputa(lo s
(1\.'
': "11
s tt
prud en t es :; ~:e sorr C'!"ácn los de tod ~ srandeza ejemplo y en su trato . Pe ro, además, el grupo
('
1-wmbre parece tosc o s in el arte . Es ne cesario pulirse para alcanzar la pe rfecc ión .
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Obrar con intención, con prim .;ra y con segun - .
,L in tención. La vitla dellwmbrc es m ili cia contra la malicia del bombre : la sagacidad pelea co n estratagemas de mala intención . t~ uuca bace lo que indica: apunta, sí, para des pistar; ~ e in sinúa co n destreza y di sim ulo; y actúa e n la in esperada realidad, at e nta siempre a confundir. Deja cae r una intención para tranquilizar la a tenci Ón ajena, y gira inm edid<:men te co ntra ella, venciendo por lo impensa do. Pero la pen etrante int elig e n cia la previene con observacio-
nes cuidadosas, la acecha con cautelas, entiende siempre lo contrario de lo que quiere que entienda, y conoce instantáneamente cualquier doble juego; deja pasar
15
Tener inteligencias auxi/;ares. Es una gran
suerte de los poderosos acompañarse de hombres de
toda primera intención y está en esper~ de la segunda, y aun de la tercera. La simulación aumenta cuando se descubre su artimaña, y entonces pretende'
blemas causados por la ignorancia y que incluso peleen por ellos las luchas más difíciles. Es una singular
engañar con la verdad misma¡ cambia de juego, por cambiar la treta, y convierte en engaño la sincera ver-
grandeza servirse de sabios. Esto supera el bárbaro 2 gusto de Tigranes , quien deseaba convertir en cria-
datl, basando su astucia en la mayor candidez. Aparece entonces la advertencia y, al entender la intención del otro, descubre las tinieblas revestidas de la luz; descifra la intención, más solapada cuanto más sen1 ci lla. Así combate la astucia de Pitón contra la candidez de los penetrantes rayos de Apolo.
dos a los reyes vencidos. Es mucho mejor otro tipo de
14
El/ando y la /arma. N o
basta la sustancia, , también se necesita la circunstancia. Los malos modos lntlo lu C()rrompe n , hasta la justicia y la razón. Los huenos todo lo remedian: doran el no, endulzan la ver-
gran entendimiento que les saquen de todos los pro-
dominio: transformar, por arte, en nuestros servidores a los que la naturaleza hizo superiores en inteligencia. Hay mucho que saber y la vida es corta, y no se vive si no se sabe. Es, pues, una singular hahilidatl aprender sin esfuerzo, aprender mucho de muchos, sabiendo tanto como todos. Después habla por muchos en una reunión, pues por su boca l1ablan tanto,; :;abios como le prepararon, consiguiendo así, con sudor ajeno, fama de oráculo. Las inteligencias auxiliares primero eligen la lección, y después le sirven el saber en quintaesencias. Pero el que no pudiera alcanzar a tener la sabiduría en se rvidumbre, que la alcance en la amistad.
dad y hermosean la misma vejez. En las cosas tiene gran parte el cómo. Las maneras simpáticas son el lalúir de los gustos. Lo más estimado en la vida es un comportamiento cortés. Hablar y portarse de buen l!lO(lo rc:::uelve cualquier situación difícil. 1
AJ pie
ele!
Parnaso, Apolo maló co n sus Oechas al dragón Pilón.
8
' l(ey de Armenia (s. 1 d. C.) que maltralaha a los príncipes vencidos, después de haber sido un humilde reh én e n Roma.
9
16
Saber con recta intención garantiza la abun-
18
Aplicación y capacidad. No hay eminencia sin
dancia de aciertos. Un buen entendimiento casado
ambas, y si concurren la eminencia es aún mayor. Es
con una mala voluntad fue siempre una violación
mejor conseguir una medianía con aplicación que
monstruosa. La intención malévola es un veneno de
una superioridad ¡;in ella. La reputación se compra con
las perfecciones y, ayudada del saber, daña con mayor
trabajo: poco vale lo que poco cuesta. Incluso para las
sutileza. iDesafortunada eminencia la que se emplea
más altas ocupaciones se deseó en algunos la aplica-
e:1 la ruindad! Es una c iencia sin seso, una doble locura.
ción. Raras veces es independiente del carácter. Se puede entender el no destacar en una ocupación baja por 4uerer ser mediocre en un empleo más alto. Pero no hay excusa para quien se contenta con ser media-
17
no en la última ocupación pudiendo ser excelente en la más all.:1 . Se nece~ita , pues, naturaleza y arte, junto
Variar de estilo al actuar. No obrar s: ..: mpre
con aplicación.
igu a l. A sí se confunde a los demás, especialmente si son competidores. No bay que obrar siempre de pri-
mera intención, pues nos captará la rutina y se anticiparán y frustrarán las acciones. Es más fácil matar al ave que tiene un vuelo uniforme que a la que luer- ·
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No comen:::t?r con demasiada expectación. Es
ce su trayectoria. Tampoco bay que actuar siempre
un .::Lasco frecuente ver que todo lo que recibe mucbos
lle seg un da in ten c ión, p ue s entend e rán la trela c u an -
elo gios ant es el e c¡uc' llCu rra no ll ega rá des pués a la
Jo se repita. La malicia está acecbando la ocasÍón y
altura esperada. Lo real nunca puede alcanzar a lo
se necesita gran sutileza para despistarla. El jugador
imaginado, porque im.aginarse las perfecciones es
nunca mueve la pieza que el contrario espera, y menos aún la que desea.
fácil, pero es muy difícil conseguirlas. La imaginación se casa con el deseo y siempre concibe mucho 1nás de lo que las cosas son. Por grandes que sean las excelencias no hastan pa ra sa tisface r la idea previa . Al ilusionar las excelencias con una expectación exorbitante, decepcional! más que admiran. La esperanza es
i
(1
11
una gran falsificad~ra de la verdad. La cordura debe refrenarla, procurando que el disfrute de lo real supere al deseo de lo imaginario. Los comienzos honrados sirven para despertar la curiosidad , y no para comprometer el intento final. }.'lejor r esu lta cuando la
realid~ d supera a la idea previa y es más de lo que se creyó. No encaja esta regla en lo malo, pues la misma exageración le ayuda: la realidad desmiente co n aplauso a la imaginación y aun llega a pare cer tolerable lo
co ntentan con ponerse confiadamente a las puertas de la Fortuna y esperar que ella haga algo . Otros, con mejor tino , entran por esas puertas y utilizan
u·~aaudaci"a r~zonable que, junto a su virtud y valor, puede alcanzar la buena suerte y obtener sus beneficios. Pero, si bi en se piensa, no hay otro camino sino el de la virtud y la prudencia, porque no hay más buena ni m a la suerte que la prudencia o la imprudencia .
que al principio se temió muy ruin.
~O
Ser f10mbre de su época. L os l1ombrcs de rara
eminencia dependen de la época en yue viven. No todos luvieron la que merecían y Inu cb os que la tuvieron no ace rta ron a disfrutarla. Algunos tueron dignos de m ejor época, pues no todo lo bueno triunfa siempre. Las cosas l ienen su tiempo, incluso las emin e n cias dependen del guslo Lle época . Pero la sabiduría ll eva ventaja: es eterna, y si éste no es su tiempo lo serán otros mucbos.
22 La
Ser f10mbre de agradable y jugosa conversación .
muni ci(m de los dis creto s es la galant e y gustosa
erudic ión, es decir, un sa b er prá clico de todas las cosas corriente s, más inclinado a lo gust oso y elevado que a lo vu lga r. Es co nvenie nt e tenPr una buena reserva de frases in genios as y de co mp ortamientos galantes, y saberlos emplear en el momento adecuallu, pue~ a v(xes es n1cjor el co nsejo co nten ido f'n un chiste que la más docta enseñanza. Más les valió a algunos la sabiduría que se comunica en el trato social que todo s los conocimientos ac:adémicos.
~1
E / arte de fa suerte. La buena suerte tiene sus
re~las; no todo so n casualidades pura el sabio; el es fuerzo puede ayudar a la buen a suerte. } J gunos se i :.
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23
a·v'enturas con vana presunciór. . To do esto pue~ e la imaginación si no No tener un defecto. Es nuestro destino tener
la refre'1an la prudencia y el buen
sentido.
defectos. Pocos viven sin ellos, tanto en lo moral como en el carácter. L es dominan, aunque es fácil curarse. El buen sentido de los demás sufre porque a veces un sublime conjunto de buenas cualidades tiene un mínimo defecto : basta una nube para eclipsar a t o do u n so l. La m a levolencia se para de inm ediato y aun re para e n es t o s lunares de la reputa c ión. Sería una gran habilidad convertirlos en motivo de estimación. César supo c ubrir de laurele s su calvi c ie
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.
25
Ser buen e10tendedor. Saber razonar era la
má s el evada de las artes; ya no es sufi c ient e : abora es n ece sario adivinar, y más en asunlos que pueden decepcionar. No puede ser entendido el que no sea buen entendedor. Hay adivinos del corazón y linces ele la s intenciones. Las verdades que más no s impurlan vienen siempre a medio
24/
¡!ec i~.
El pruclenle Jebe
saber entenderlas: refrena la credulidad en la s cosas fa vor.1hle s y la es li111ub en b s odio sa s. ,'vfocte rar la inr agin t1 ción es el todo pa ra la
feli c idad. U na s vec es b a y que refrenarla y oh ú"' ayudarla: el bu e n sentido la ajusta. A veces se con vierte en tiran a : no se contenta sólo con especu la r, sino que actúa y se J1ace dueíia de la vida, ba c iéndola gu s-
lo~a o pesaLla, segl! Il ::'11 ca pr icl. u , c rea ncl o tle"L.Ol l tentos o satisfecbns d e s í mismos. A unos, como un verdugo casero de los ne r ins, les representa p e nas continuam e nt e ; a otro s ie s propone felicidad es y
:26
fnconirar el punto débil de caJa un o .
l~ste
e~ e l ,ule ¡le m o ve r b:; vo lu lll a tl es . 12;; miÍ ,; 1111.1 J es lreza que determinación. Es saber por tlómle se l1il de
enlrar a cada uno. No bay voluntad que no tenga una afi c i(m es pecial, que varía seg ún lo s guslo s . Todos idolatran o la es tima c ión o el inleré s, y, la ma yoría,
' 12n el o ri gina l se di ce " ld u rea r el natural des aire . AJ ~ Pl~ <'S a u l <' n.: s lo int er preta n co n1 c ~:: :a rcL: renL·ia a la caíd a de C és ar . : uan,!o desemb a r·có e n Africa. ("No he caído , s ino que !,e !omat! o fHl Sl' 5 i {>n. ")
el pla cer. La maña es tá en conocer esto s Í¡!olo s que lanlu moliv c> •l. Co no cer el efi c¿¡ z i1npul so ¡le cada uno es como tener
la
llave de 13
1 .f
la voluntad ajen a . ! la.y
que ir al primer móvil, que .10 siempre es el más importante sino, la mayoría de las veces, el más bajo,
popular no satisfacen a los dis-:retos. Algunos son como camaleones de la popularidad de tal manera
pues en el mundo hay más desordenados que disciplinados. Primero hay que conocer el carácter, después tocar el punto débil, insistir en él, pues infaliblemente se quedará sin voluntad.
que su placer no está en las suavísimas brisas de Apolo, 4 sino en el aliento vulgar • Tampoco ser vulgar en el entendimiento. N o se debe disfrutar con los milagros del vu lgo pues son simplemente "espantaignorantes" : el vulgo admira la necedad común y rechaza el consejo excele~te.
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Mejor lo intenso que lo extenso . La perfección '10 consiste en la can~idad, sino en la calidad. Todo lo muy bueno siempre fue poco y raro: usar mucho lo bueno es abusar. Incluso entre los hombres: los de cuerpo gigante suelen ser de cerebro e nano. Algunos estiman lo s libro s po r su corpulen cia, co m o si "0 escribieran para ejerc itar los brazos má s qu e el ingenio. Lo ex t e nso solo nunca pudo ir má s allá d e la mediocridad, y es una plaga de los hombres unive rsales que, por q ue rer estar en tod.o, no están en nada. Lo intenso propo rc iona eminencia, y fama si el asunto es muy imporL:m l e.
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No ser vulgar en nada. No serlo en el gust.o.
29
Tener entereza . Hay que estar siempre de
parte de la razón, con tal decisión que ui la pasión del vulgo ni la fuerza de la violencia obliguen jamás a pisur la raya de la ru zó n. Pero ¿ qui én será este fénix lle la equidad? La entereza t.icne pocos seguidores constantes. Muchos la elogian, pero no en su casa. Otros la siguen hasta el peligro: allí los falsos la niegan, los políticos la encubren. Ella no tiene reparos en oponerse a la amistad, al poder e incluso a la propi <~ con venienci a : ..:·~la L'S la ucas ión c ríti ca Jc desconocer la . Los astutos establP r P.n distinciones con ap laudidas suti lezas para no ma ltrabria, bien por motivos superiores, bien por razones de Estado. Sin embargo, el hombre constante juzga como traición el disimulo y valora más la tenacidad que la sagacidaJ. ;
iQu é gran sabio aqu el a quien n o le gu staba que sus cosas agradasen a muchos! Los hartazgos de aplauso
"' i\.tllt g ualltt.:nte se c re ía que el camaleón se alimentaba de aire.
1ó
17
estct al lado de la verdad. y s i se apart a de los demás
drán tras él, a e,ccndidas, otros muchos y r.:ayo res.
no es por inconstancia suya, sino porque ellos deja-
El mejor truco en el juego es saber descartarse: es
ron la verdad primero.
más importante la menor carta del triunfo presente que la mayor del que pasó. En la duda lo mejor es acercarse a los sabios y prudentes, pues tarde o temprano dan con la buena suerte.
3O
No dedic.arse a ocupaciones desacreditadas, y
mucbo m e n os a las quiméricas: sólo se obtiene de sprecio y no re n o mbre. Las sectas del capricbo son mucl1 .:
32
Tener
/mw de complaciente. Es fundam e ntal
para que gusten lo, que gobiernan¡ es t
aquello que lo s sabios repudian . Viven muy pagados
c ualidad pa:·a qu e los soberanos obtengan la gra c ia
ele c u a lqui e r extravag an cia, y aunque los bace muy
de lodo~ . Esla es la ve nt aja de m anelar: pocler l1ace r
conocidos, es más a ca u sa el e la ri sa qu e de la re puta-
más bien c1ue to cios los d e más . Son amigos los que
c ión. Aun como sabio no d ebe clestacar el prmlent e,
J1aee n amisto~o,; favores. Por el contrario, l1a y o tros
m uc bo m e no s en aquella s ocupaciones que !tacen ridí-
que se niegan a co mplacer, no ta nt o por ser gravoso,
cu los a los qu e la s practican. No se es pecifican por-
sino por malclad. Se oponen en todo a la divina co mu-
que el de sc rédit o co mún la s tiene suficientemente seña L., das .
ni cab il idad.
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33
Saber apartarse. E s una g ran lec c ión de la
Conoce r a lo s afortunados, para escogerlos , y a los desdichados, para recfwza rlo s. La mala suert e es , co n ft <-dtencia, cu lpa de la estu pid ez}' n o bay co nta gio ntá::: pc'gadizo para los próx im os al desd icbado . l\ UI~-.:.1 se deb e ahrir la pu e rta a l m 2nor mal, pu es siempre ven-
vida el saber ne gar, pero lo es ma yor el ne garse uno .
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1 l)
mi s mo, tanlo en lo ;; ne goc io s como e n citrato perso nal. Hay o c upa c ione s extrai1as qu e son polillas ele! tiempo prec ioso . R' o r es oc up arse ele lo inútil que no J1a ce r nada. Pa ra se r prud e nt e no bas la no se r e nlro-
metido: hay que procurar que no te entromebn. No se puede ser tan de los otros que unn no sea de sí mismo. Incluso de los amigos no se debe abusar, ni
no perciben el d:1ño o la oportunidaJ, tampo.::o actúan con rapidez. Algunos hacen mucho caso de lo que importa poco y poco de lo que importa mucho, sope-
querer más de ellos de lo que den. La demasía es vi~io, y mucho más en el trato. Con esta moderación prudente se conserva mejor la estima y el agrado de todos,
sando siempre al revés. Muchos, por falta de sentido, no lo pierden. Hay cosas que se deberían observar con todo cuidado y mantenerlas bien arraigadas en el
porque no se desgasta la preciosísima dignidad. Se JPbe mantener la libertad en la apasionada inclinación por lo selecto y no pecar nunca contra el propio buen gusto.
ánimo. El sabio todo lo sopesa, aunque ahonda especialmente donde hay profur..didad y dificultades y donde cree que a veces hay más de lo que piensa. Así 5 la reflexión llega donde no alcanzó la aprehensión .
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Conocer su mejor cualidal Hay que cultivar
la cualidad más relevante y ayudar a la s demás. Cualquiera habría triunfado si hubiera conocido su mejor cualidad. Obsérvese la cualidad re ina v redóblese su uso: en unos domina la inteligencia, en otros el valor. La mayoría violenta su capacidad y por eso no destaca e n nada . Lo qu e la pasión exalt a con rapidez. tarde lo desengaña el tiempo.
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36
Tantear su suerte para actuar, para compro-
meterse. Es más imp o rl a nle qu e cono ce r ellempcram.cnto: si es un nec io el t!ue con c uarenta años llama, por su salud, a i iipócrates, más lo es el que llama, por sabiduría, a Séneca. Es un gran arte saber gobernar la suertP, esperándola (pues también cabe la espera en ella) u obteniéndola (pues tiene turno favorable y oporluno ) . Pcr,) s u co m porl a mi e nl o es tan anómalo que no se puede entender del todo. Quien la enc c;: tró favorable, prosiga con atrevimiento, pues suele apasionarse pn,·los audaces y ,como mujer deslumbrante que es, por los jóvenes. Que no se csfuer-
Sopesar fas cosas. Más las que más impor-
Cnmo no pi'?"'lan, todos los necios se equivocan: nunca entienden ele las cosas la mitad, y, como t?n
20
~ En sentiJ o fil osó fi co: "co nce pc ió n in c ie rl a u figu rac iún cepción de las cosas sin ha cer juicio de ellas".
2 1
11 ,
'\ :on -
ce el que es desafortunado; es mejor retirarse y no dejar que la suerte le haga doblemente desdichado. Quien la domina debe seguir adelante.
,3 7
38
Saber retirarse cuando se está ganando. Es lo
.~~p hacen. l~s jugadores profesionales. Tan importante es una lucida retirada como un ataque esforzado. Hay que poner a salvo los éxitos cuando hubiera bastantes, incluso cuando fueran muchos. Un éxito
Conocer las insinuaciones y saber usarlas. Es
el punto más sutil del trato humano. Se usan para probar los ánimos y, de la manera más disimulada y penetrante, el corazón. Hay otras maliciosas, arrojadizas, tocadao: por la hierba de la envidia, untadas del venen o ele la pasión, que son rayos imperceptibles para destruir la gracia y la estimación. Algunos han caído el e su puesto elevado l1ericlos por un simple dicl10 ele ésl os, cuando Loda una conjuración de murmuración general y malevolencia particular no fue suficiente para causar el más leve temblor. Por el contrario, otras insinuaciones actúan favorablemente, apoyando y confirmando la reputación. Sin embargo, con ia m i~111.1 destrc'Za con que la5 arroja la mala intención, l1ay que recibirlas con cautela y esperarlas con prudencia, porque la clefensa se basa en conocer y el dardo prevenido quecla siempre frustrado.
continuado fue siempre sospechoso¡ es más segura la buena fortuna alterna; y si tiene algo de agridulce se disfruta más. Cuanto más corren los éxitos atropellándose, tienen mayor riesgo de resbalar y dar al traste con todo. A veces se recompensa la brevedad de la duración con la intensidad de la suerte. La fortuna se cansa de llevar a uno a cuestas durante ¡nucho tien~po.
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Conocer cuándo las cosas están en su punto, en su sazón, y saberlas disfrutar. Todas las obras de la Jla{uraleza llegan al colmo de su perfecc ión: ha st a allí fueron ganando, desde allí irán perdiendo. Son raras las obras del arte que lo alcanzan, pues no se pueden mejorar. Gozar de cada cosa en su plenitud es pwpio de un gusto excelente; no todos pueden, ni todos lo s que pueden saben hacerlo. Hasta en los frutos del entendimiento hay ese punto de madurez; es importante conocerla para cstim~rla y nsarL.
'
1
23
4O
Don de gentes. Conseguir la admiración
ge n~::ral es mucho, pero es más ganar el afecto . Algo tiene de buena estrella, y más de diligencia. Comienza por aquélla y continúa por ésta. No basta tener excelentes cualidades, aunque se precisan, pues es ~ácil obtener el afecto con una buena reputa.:::ón . Para la benevolencia se necesita la beneficencia: hacer el hien con las dos manos, tener buenas palabras y mejores obras, amar para ser amado. La cortesía es el mayor embrujo políticu de los grandes personajes. Primero hechos y después palabras: ir de la hoja de la e5 pada a la del libro, pues también lo s escritores tiene n un don y es eteruu.
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Nunca exagerar. Es importante para la prudencia no hablar con superlativos, para no faltar:: b \ crdaJ y para no des l ucir la propi a corcl uri' Las exa geraciones son despilfarros de estima y dan indicio de escasez de conocimiento y gusto. La aiabanza despierta vivamente la curiosidad, excita el deseo. Después, si no se corresponde el valor con el precio, como sucede con frecuencia, la expectación se vuelve contr a el eng año y se desquita con el desprec io de lo elo-
~iado y del que elogió. Por eso el cuerdo va muy despac io y prefiere pecar de corto que de largo . Lo
14
excelente es raro : hay que moderar la ~stiinación. Encarecer es una parle de la mentira. Por este se pierde la reputación de tener buen gusto y, lo que es más J.
grave, la de ser en t enmdo. 1
42
La natural capacidad de mando. Es una secreta fuente de superioridad . No debe proceder de un enfadoso artificio, :;ino de una naturaleza imperiosa. Todos se le rinden sin advertir el cómo, al reconocer el vi go r sec r e to de la autoridad connatural. Estos hombres (temperame ntos señoriales, reyes por mérito propio y leones por privilegio innato) cogen el corazón y la mente de los demá s como prueba de respeto. Si tienen otras buenas cualidades, han nacido para ser los primeros móvile s políticos, pues consiguen más con un amago que otros con •_¡na prodigalidad.
43
Sentir con los menos y hablar con los más .
Querer ir contra corriente hace imposible descubrir los en gaños y es peligroso . Sólo Sócrates po dría hacerlo . Disentir se considera un agravio, porque es condenar el juicio ajeno¡ los disgustados se multiplican tanto por
q u ie n h a sido criticado co m o po r qui en lo ha aplau d ido . La verdad es de pocos, pero el en gaño es tan comú n
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Usa,, y "a abusm,
J, las segundas ;nt•nc;o-
com o vulgar. No se pu ede co n oce r a l sab io por h a bl a r
nes . N o se d e be n m os trar ni d ar a e nt e nd e r. To d o
e n pú b li co , pu es n o h a bl a allí co n su voz , si n o co n la
artifi cio se d e be e n cu brir, pues es sos pech oso , y rriás
d e la n ec edad co m ún , po r m ás qu e la esi..§ d es minti en -
las seg und as intenc io n es, pu es so n o di osas. E l en ga-
do e n su inter io r. El c u ercl o ]lUye de se r co ntra di ch o
ñ o se usa m u clw , por es o y pa ra evi t a r la d esco nfi an za
ta nto com o d e co n trad ec ir: ráp id o e n la ce ns u ra, es
l1ay q ue mul tip li ca r el rece lo, s in m ostrarlo . E] rece-
le nto e n publica rla . E l se nti r e~ li !Jrc: n o se pu ede n i debe vi,,Jentar ; se retira a l re fu~ io dL,¡ sile n cio y si a vece s se ex p resa es a l ampa ro de p oco ~ v c ue rdos .
lo d ista n cia e in vita a la ven ga n za, despie rta el m a l qu e n o se h a b ía ima g in a do . La reflex ió n so b re el co m po r tam iento es una g ra n ve nta ja pa ra act u ar; n o J1ay me jo r o bj eto de la razó n. La m ayo r pe rfe(' ció n d e la s acc io n es dcp e nct e d e la seg urid ad con qu e se rea liza n .
44
S impo tía c,m /,,"" grt? n ,ic s hombres . l 1 na c u aJi, Ja cl de l1 ~roe e~ co J1conL1r ,-u Jl los l1 é ro cs. Es ta s im p.:~ l ía es un prodi gio el e la n a tura leza ta nto po r lo ocult o CL1 111 0 po r lo ve nta jo so. E x isle u n pa re nt esco de co raz u i ll'~ y de C'l ra ctc res . S us cfccios son los que la ign o ra n cia V11 lga r at r ibu ye a la mag ia . E sta simpa tía no se ljllt:( Ll , ,-,],, c11 L'o' li111 a, ~i11' ' qu e .1 lrac la 11c n cvtl lcn c- ia ,,
clc lw co rr L' Siri ,J ,
llega a ser a tcclo: pers uad e s in pa lab ra s y co n sigu e sin
rrec e r a lo s m e jo res . Lo que ti ene de s·upe ri o ricl acll a
m éritos . H ay un a si m pa tía activa y otra pa siva, las do s,
s imp a tía con lo s héro es, ti e n e d e d es d o ro la ant ipa tía.
c uanto m ás elevada s, ti e n en m ás éx ito . E s una gra n des-
46
Co n c•gi' ' u cm lipa Ha. S o lcm o> o ho ncm de modo gra l ui lo , iil L ~ u so a nl es ct e co n oce r la s s upu esl .:~s c ua lid ad es . Y a veces es ta innata y pl e beya a vers i{>n se a t reve con los l1 o mbres e min e nt es. La co rdura
flliL' ~
110 l1 a\ ¡>cu r
, k ~ u·~ ¡ Jif o
treza sctb e r co noce rl as, cl is li n gui rlus y o btene rlas, pu es n o h a v es fue rzos s ufi cie n te s s in es te favor secreto . ~
~:.:· ,'· · ~ -
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c¡uc a llO -
47
Huir de los asuntos difíciles y peligrosos es una de las prime~a:s t a reas de la prudencia. Las grandes inteligenci?s siempre dejan mucho camino libre antes de los momentos críticos: hay mucho que andar de un extremo a otro y ellas siempre están e n el centro de su cordura. Llegan a una decisión tras mucho pe nsar, pues es más fácil evitar el peligro que salir bien de él. Estos asuntos son tentaciones del juicio y es más s~::~uro huirlas que vencerlas. Cada peligro trae otro mayor, y aproxima al precipicio . Hay hombres imprudentes que, por temperament o o por su pa ís de origen , se meten fácilment e en obl igac iones, pero el que camina a la luz de la razón va siempre muy a t e n to al ca so . C o nsid e ra m ejor n o a rri esga rse qu e ve ncer y si encue ntra a un n ec io im prude n te, evita q u e, co n él, haya dos.
ción. Entran cop las primeras amabilidades como 6 caballos sicilianos , e inr11ediatamente se convierten en silenciario/, pues se agotan las palabras donde no hay una con}inua corriente de ingenio. Estos engañan fácilmente a otros que también tienen la vista superficial, pero no a la astucia. Esta mira por dentro y los halla vacíos como en la fábula 8 •
49
Ser hombre juicioso y observador. El manda en los o bjetos y no los o bjeto s en él. So nda los fondos más profundos; sab e trazar co n perfe cció n la anatomía del talento. Enti e nde v valo ra la ese ncia de cualquiera con só lo verlo. Es,· por sus raras llo tes de observación, un gran d es cifra do r de la más oculta interio ridad. Obse ~ va co n ri go r, pien sa sutilmente, infiere COI1 juicio. Tod o lo descubre, adviert e, alcanza y comprende.
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Cuanto mayor fondo tiene e/ hombre tanto tiene de persona. Como los brillos interiores y profundo s del diamante, lo interior del hombre siempre debe valer el doble que lo exterior. Hay suj etos que sólo so n fach alla , como casas sin acabar po rqt-: e: faltó caudal : ti e n en la entrada de palac io y de ch oza las h abit ac io n es. N o hay en éstos rlnnde descan sar, o tod o desc an sa , porqu e tras ei saludo se acabó la co nversa-
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'; C aba ll os gallardos co mpl et a me nt e ar m a dos. ~ Qui e n e s se o cupan de h ace r gua rdar e l silencio en un te mpl o . l:n la época de c ~~: i án también se dec ía (le q ui enes guanlahan co ntinuo sile n c io. " Alud e a la fábula
XLI 11 de Eso po .
29
5O
Nunca perders e el res peto a sí mismo. Es
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Nunca perder la compostura. La finalidad principal de la prudencia es no perder nunca la com-
mejor que ni siquiera se familiarice cons_igo mis~o a solas. Su misma entereza debe ser la norma propia de su rectitud. Es mejor que deba más a la sev~ridad de
postura. De ello da prueba el verdadero hombre, de corazón perfecto, porque es difícil conmover a cualquier ánimo elevado . Las pasiones son los humores del
su opinión que a todas la s normas externas. Que de!e de ha c~r lo indec ente más por el temor de su propia
ánimo¡ cualquier exceso en ellas perjudica a la prudencia; y si el mal liega a los labios, la reputación
cordura que por el ri~or de la autoridad ajena. Si llega a t e m erse no necesitará del imaginario ayo de Séne9
nadie pueda criticarle por h;~ber perdido la compostura. Así será adm~rado como superior.
ca .
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peligrará. U no deb e ser tan gran dueño de sí que ni en la mayor prosperidad ni en la mayor adversidad
Saber eleg ir. Vivir es sab er elegir. Se necesi-
la bu e n gusto y un juic io redísimo, pues no son sufic ientes el estudio y la inteligen..: ia. No hay perfección do nde no hay elección . Ella ti e ne dos ventajas: pJder escoger y elegir lo mejor. Muchos con una inteligencia rica y sutil, con un juicio riguroso, estudiosos y de cultura ame na se pierden cuando tienen que elegir. Siempre se casan con lo peor, tanto que parecen hacer ostentación de equivocarse. Por ello, éste es uno de los máximos dones del cielo.
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Se r di/igenfi! e inteligente. La dili ge nci a l1 ace
co n rapid ez lo que la inteligencia :1a pe n sado co n calma. La prisa es una pasión de necios: ·co m o n o desc ubren el límite , actúan sin reparo. Po r el co nlrari o , los sabios su ele n pecar de lentos, pu es una mirada a tenla obliga a de lcncrsc . A veces lo acertaJo de una observc.r ir) n se malogra por negligencia al actuar. La diligencia es li! :--:1 adre del éxito. Mucho consiguió qaien no dejó nada para maña!"''\. Correr despacio es lli e 1augusto 1e ma .
''' Se atribu ye a Augusto: /cstina lent e. 4
Su propia co n c ie n cia. 3 1
30
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Tener va lor y prudencia. Hasta las liebres se atreven con el león muerto. Con el valor no hay bromas . Si se cede en lo primero, también habrá que ceder en lo segundo, y así hasta el final. La misma dific u ltad h ab rá que vencer despué s: má s vale hac erlo ahora. El valor del ánimo e:; superior al del cuerpo. Es co m o la es pada : debe ir siempre envainado en su prudencia ha st a la oc asión opo rtuna . Es la defe nsa de la perso!1a. Más daña la flaqu eza del ánimo que la del cuerpo . Muchos tuvieron cualidades eminentes, pero, por fa ltarl es este aliento, parecieron muerto s y acaJJ aron sepu lt a dos en su flojedad. No sin p revisión juntó la so líc ita naturaleza la dulzura de la mi el co n lo p i c~il nt c del aguijón de la abeja . Nervios y huesos hay en el cuerpo : que n o sea el ánimo todo blandura.
sr·
i... 1: ) Sa l1cr espera r. Hacerl o dem u estra u n gran co razón, con más amplitud de sufrimiento. N unca apresurarse, nunca apasionarse. Si uno es señor de sí, lo será desp u és de los otros . Hay que caminar por lo s es pac im a bi ertos del tiempo hasta el centro d e la ocasión o port una. La espera prudent e sa zona lo s aciertos y madura los secretos pensamientos. La mul eta de! tiempo es más útil que ei afilado palo de Hércules. Dios mi s m o no cas tiga con bastón, sino co n sazón, co n
tiempo. Es un grau dicho: "El i:iempo y yo, a otros . Fort una prem1a . 1a espera con un dos " . 11 L a m1sma gran galardón.
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Tener buenas ;mprovisaciunes. Nace n de nna
a fortunada prontitud. N o padec e n arrietos ni azares por su viva c idad y so ltura. Algun os pi ensan muc ho para después equivocarse en t odo, mi entras otros lo acierta n t odo s in pensarlo a ntes. Al gunos tienen cau12 dale s el e antiperísta sis co n los qu e actúan mejor e n las difi c ultade s. S u elen ser mon struos que iodo lo aciert an de pronto y t odo lo ye rran a l pensar. Lo que no se les ocu rre en el ac to nunc;: lo al ca nzarán de spués. Hay qu e elogiar a los prestos porqu e demu estran una ca paci dad prodigiosa: sutil eza e n las ideas y prude n c ia en las obras .
11
Correas lo recoge como refrán y expli ca que da "a entender lo muclll, que uno pu crle b ac<'r con vi da\' tiempo". /\Ituro del Hoyo reprodu ce la in lerprela c ión de Balta,;ar Porreii o : "Val e mucho el tiempo , pues sin él n o se ,,hra cosa de prove clw y tie ne grande espera. "
le Int eracción d e c ua lidad es opues ta s que tavo r~cc a a m~as.
33
57
M:ís seguros sc:1/os reflexivos. Es suficientemente rápido lo que est? bien . Lo que se hace deprisa, deprisa se deshace. Pero lo que tiene que durar una eternidad, debe tardar otra en hacers e . No se atiende más que a la perfecc ión. Sólo el acierto permanece. El entendimiento profundo consigu e eternidades. Lo que mucho vale, muclw cuesta. El m etal más precioso es el que más tarda en fundir se y el m á s pesado.
y viceversa . Aten ció n a los finales: hay que poner más cuidado en un final feliz que en una aplaudida entrada. Es frecuente que los afortunados tengan muy favorables com ienzos y muy trágicos finales. El punto no está en el vulgar aplauso de la entrada, que todas son plausibles, sino en la general ñ-:eptación de la salida, que son más raras. Pocas veces acompaña la suerte a los que salen: es educada con los que vienen y descortés con los qu e van .
Saber adaptarse. U no no se debe mostrar igualm e nte inteligente con to dos , n i se deben em-
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6O
Llegan a la sabiduría con esta ventaja de un innato
plear más fuerzas de las ne cesa ria s. l\ i de rro ch es ele sabiduría ni de méritos. El buen halconero no echa a la presa más aves que las ne cesaria s para cazarla. No se haga de la ostentación la norma, pues al día siguiente no causará admiración. Siempre debe haber nove dad con qué desta c"r Qui e n ca da día se descubre un poco más siempre mantiene la expectación y nunca nadie descubre dónde acaba su talentu.
buen jui cio, y po r eso ya l ie nen anclado rn ecli o camino para a certar. Con la edad y la experiencia la razón madura complelamenle. Alcanzan un juicio muy equilibrado. Recbazan lodo capricho como tentación de la prudencia, especialmente en materias de Estado en la s que por su suma importancia se requiere total segu ridad en los aci c rlos. Lslus merece n a ~i slir al t im ón del Estado como gobernantes o consejeros.
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61
Snlir ron buen pie . En la casa de la Fortuna
fluen juicio. Alguno> yo nacen pcud entee.
si se enl ra por la puerta del placer se sale por la del pesar
E min en cia en lo m ejor. Es una gra n sin gularidad u ttre la pluralidad de perfecciones. \fo puede
3 1
35
s ubl ime. L as mediai <Ía s no son o bj eto de ap lau so.
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haber homb re grande que no tenga a l guna cualiJad
La excelencia de ser e/ primero.
Y si es con emi-
La eminencia en un em pleo relevant e eleva desde lo
nencia, la excelencia se rá doble. Es una gran venta-
o rdinario común hasta la categoría d e so b resa lient e.
ja ser mano en el juego , pu es gana. e n igualdad de
Ser em in e nte e n un a profes ión humild e es se r alg o
circunstancias. Much os hubieran sido fénix e n los
en lo p oco: t a nt o ti ene d e placer fác il co m o de p oca
e mpleos de no tener a otros d elante. L os primeros se
gloria . La e min enc ia e n materia s eleva d as es como
llevan el mayorazg o de la fama, mie nl ra s lo s seg un-
te ner un carácter d e so berano: gan a la a dmira c ió n y el a fec t o .
do s tie n e n que pleitear por lo s alim e nto s; por más que trabajen n o pu eden yuitarse la acusación de intitadores. Los excelentes inventan con perspt cac ia nu evos caminos para la em in e n c ia, p e r o an tes d eb en as eg urarse de que son accio n es prudentes. Lo s sabios,
62
por la n ove dad en los il sun t~s, se hi ciero n un lu ga r en Co nla' co n buenos co/aba
Alguno'
la
!i sla de los famoso ~ . Algunos preLeren ser p rime-
c.¡u ie ren que su extrema da pe rspicacia domine sobre las
ros en segu nda categ e> rÍa que ser segun d o s c: n la pri-
limitaciones Je los co labo rad ores. E s una p e li~ro s a
Inera.
sa tisfa cc ión q u e merece un cas tigo fatal. La grande/él
de l s u pe ri or nunca dis minuyó por la compete n cia
d el su L::lrdi n a do; más bien, t oda la gloria de los a cie rque o c urre con los fra casos . La reputación s iernpre va
64
unida a los superiores . N unca se di ce : aquélluvo bue-
rrarse disguslos . L a pr udenci a ev tla m uciH>S : es
tos rev ie rt e d espués sob re la ca u sa principa l, igual
13
Ahorrarse disgustos . Es útil y cue rdo aho-
b
nos o malos subordinados, sino aquél fue buen o mal
Lucina
art ífi ce . Los colaborado re s d eb en ser eleg id os y pro-
No ha y que dar mala s noticias, y menos aún recibir-
bados, pues de ell os de penderá una reputa ción inm ortal.
la s; d eb en ten er p ro hibida la e ntrad a, a no ser la d el reme di o .
del éxito y, po r eso, t a mbi é n del co ntento .
A un os se les co rrompen los oídos d e o ír
mucl1a~ alabanzas dulces, y a o tros de esc u char muchos 11
36
D iosa romana
del parto. 3 7
chi smes a m argos . H ay qui en no sa be vivir s in algún si n sab o r cotidiano , com o Mitríd a t es ~ sin venen o. 1
Tamp oco se debe con servar la reg la d e, por querer
ag radar ·~
otro
~na
vez , p o r a llegado qu e sea, causar-
se a sí mismo un disgusto pa i·a t oda la vida . Nunca se d e b e pecar co ntra la p ro pia feli cid ad po r complacer al
dan con la co ntinuidad : es una gran s uerte tratar con
quien lo tiene e n su punto. Pero n o se debe hacer h~~i to del desagrado de t o do, pues es una necia exageracw~ , más odiosa por ostentación que por exceso. Algunos q~ll sieran que Dio s c reara otro mundo y otras perfeccwnes para satisfacer su extravagante fantasía.
qu e ac o nseja y permanece aj e n o . En todo acontecimient o, siempre que se o po n ga n el ag radar a otro y el ca u sar5e un Ji~~u s t o, es lecc ió n prcwec h os a qu e m ás val e qu e el o tro se di ~g u ste a b o ra q u e n o tú d es pu és y s in r e medio.
66
Cuidado para que salgan bien las cosas . Algu-
nos pone n el o bj etivo más en una di, ecció n ,riguro sa qu e e n alca nzar el éx ito , pero s ie mpre pesa ma s el el es crédito del fra ca so que el uso ad ec uado d e los m eclw s .
65 [',
9"''" exc-elen t, . S e ru ,.,[, ,, lt ;v.,; ;,,.,1 que
la int eli gen c ia . La exc el ente com pre n sió n de la s cosa s re fina el dc5eo y despu és a u menta el pl acer d e posee r la s. Se co n oce una c" r"c idacl eleva da po r el gusto ele vado . Se necesita mucb a tnateria pa ra sa tisfacer una gran ca pac id ad . A sí co m o lo s gran eles hocado s son pa ra gra ndes pa lada res , las mate ria s sublimes so n para los subli -
El qu e ve n ce n o n ece sita dar expli cacion es . La .ma yo ría no pe rcib e los d eta lle s d el p roce dimi e nt o, Slno los buenos 0 ma 1os res u l ta d os¡ po r eso nunca se _pi erd e reputa c ió n c u a nd o se com ig u e lo d esead o.
1od o
lo
dora un bu e n final, aunque lo contradigan los m edws desacertados. La regla es ir contra las reglas cuando no · te ¡ n h o m m1o 1 u n res u ll a do fe li z. . se pu ct1e c o n s e ~ uH
m es caractere,. Las mayores mat e rias temen a este gu st o y las !l' :'is seguras perfecc ion es desconfían. Como so n pocas las d e prim era m a gnitu d, será sobresalie nt e el ap rec io . L os gust os se pegan co n el trato y se b e re " .\i,tm!ate5 \ ' 1 el G rande (132-63 a. C.). rey del Ponto, c¡ue bebía \'L'i l eno e n pequ e ii as ca ntid ade s p a ra ev ita r rnori r
e n vc~t e nad o.
67
Pref erir las ocupacion es de reco nocido p res ti-
gio . L a ma yo r ía d e l a s cos a s de pe nd e d e la sa ti s fac c ió n aj e na . La estin"la es a la s p e rfe cc io n es lo c¡ uc el cé fi ro a las fl o res: alie nto y victa. Hay e m pleos ex pues-
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:os a la aclamación general, y hay otros, aunque más
sí con destreza, quP la ¡nayoría de las veces no se con-
Importantes, absolutamente invisibles. Aquéllos, por
sig•..te porque no se intenta.
desarrollarse a la vista de t odos, goza n de la simpa-
tía de t o dos¡ es ' t os, aunque son exce1entes · y más per-
fectos, se quedan en el secreto de lo imperceptible y son venerados pero no aplaudidos. Entre los prínci-
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qu.c llacer r eco rdar. U nas veces hay que recordar y
No rendirse a los malos humores. El gran hombre nunca se sujeta a las variaciones anímic<.3. Es una lec ción de prudencia la reflexión sobre s í mismo, conocer s1.: verdadera disposición y prevenirla e incluso desviarse hacia el otro extremo púra bailar el equi librio del buen sentido entre ia naturaleza y el arte. Co n ocerse es empezar a corregirse. Hay monstruos de la impertinen cia que siempre están de algún bumor y lo s afectos varían con ellos; eternamente arrastrados po r esta grosera cleslcmpl a n za se arrie s gan de modo co ntradictorio. Y no sólo corrompe la vo luntad este exceso, sino que alcanza al jui c io , y a ltera la
dhas aconse¡ar. Algunos dejan de hacer las cosas cuan-
voluntad y el entendi1niento.
pes, los victoriosos son los cP!ebrados, y por eso los reyes de Aragón fueron tan plausibles por guerreros
cont¡u.is~adores
y magn~nimos. El hombre grand~ prefenra los em pleos célebres que todos perciban y conozcan para que quede inmortalizado con el sufragio de todos.
68-~
Haw que comp"ndan .
E,
má, ü,,po
o es más convenien te porque no se les ocurre¡ entonc c ~ la acL c r te n c ia ele] am igo delle ayudilr a ver lil utilidad. Una de las mayores excelencias de la ment e es ocurrírsele con rapidez lo que importa. Por falta de esto se dejan de tener mu chos aciertos. Ayude con pru denCia quien pueda y pida ayuda, con discreción qu . ie n la necesit e : basta una insinuac 1·0- 11 . Es necesa-' ~~a L',.:[¡¡ d e li ca d eza cu¡¡n do a fecta a quien despiert a . Conv iene tener L. ·n gu "Lu - ' y J:'""ar ... , a :nas .· cuan d o no '-'UL
ha st ara. Como ya se ti e ne el no , vayase , en b usca d e 1
.j o
7O
Saber negar. ;-.;o se debe conce der todo, ni a todos. Tanto importa sabe r negar CO i«O saber conceder y e n los que mandan es una prudencia ne ce:::a ria. Y aquí intcrvienL·l a forma: más se esu m a el no ctc algunos que el sí de utro s, porque un 110 doraJu ~alisÍacc má s que un sí a secas . Hay muc\1o s qu e siempre lie-
nen en la boca el no, con lo que t o do lo estrop ean. En ell os el n o es siempre lo prim ero, y a unque despu és t o do lo vienen a conceder, no se les ti e n e en cuenta po r el di sg usto inicial. No se deben ne~ar de golp e ' las cosa s, pu es es mejor una decepción a so rbos . Tampoco se debe negar del t od o , pu es se su primiría la dep enden cia . Es mejor qu e queden s iempre algunos re5 t os d e espe ranza para qu e t e mpl en lo amargo de la
n e~ ati va. La cortesía debe llenar el vacío del favo r y s u plir la s bu enas palabras la falta de o bras. El no y el sí son breves de decir y exigen pensar mucl1 o.
.71
No "' J,,,gua/, J, pwced, anómalo, , ; poc
72
Ser decidido.
M enos da ii.a la mala ej ecu ció n
que la falta de decisió n. N o se co rro mpen tanto las materia s cuando co rren co m o estancadas. Hay h o mbres irre solutos qu e n ecesi tan d e la aj ena motivació n e n t o do . A veces el o ri ge n n o es tá t an t o e n la perpl ejidad, pu es so n perspi caces, cuant o e n la inactividad . Objetar su ele se r in ge nioso , pero má s lo es el hallar sa lida a los in co n ve ni ent es. H a y o tros, de gra n ju ic io
y determinació n, qu e no se detien en a nte nada . N ac ieron para ocupacio n es eleva das po rqu e su desp e ja da co mpre n sió n fa c ilita el ac ie rt o y la resolución. To do lo en cu entra n b eclw : a un o de éstos, des pués de b abe r 1 ex pli c ad o u n mund o, le q uedó t ie mp o para o t ro ~ • C uand o es t á n a fi aru.ados en su éx it o se aventu ra n co n más scgu r iclaJ
tll L.Jill ació n na tural ni po r gusto. E l b o mbre prud ente
SÍL'tn pre fue el mi sm o en todas sus bu e nas c ualidades que es to l1al1la bi en de su inteli gen cia . Su cambio deb~ es li1 r justifi ca do por cau sas y méritos . E n materia de lll ttl!L·t: ci,l L'~ fe¿¡ 1¿¡ VMÍac it'ltl. ll ¿¡y alguno~ que ca da llía son diferentes de sí¡ basta el entendimient o tienen des igua l, y más la vo luntad e inclu so la su erte : el que ayer fu e el blan co de su sí lw y es el ne gro de s u no. Contra-
73
S aber u sa r evas ivas . Es el rec urso de los p ru-
dente3. Con la galantL' r Ía de un do n a ire s u elen sa lir del más intrin callo laheri n lo. ( Uil una so n ri~a, airosamente, se evita la co ntienda má s difícil. El mayo r de los gra nd es capit a n es fu nd a ba e n es to su va lo r
111 •
di ce n su prop io prestigio y con fu nden la opi ni ó n a jena. 1
~ Alusión a Al[onso X el Sabio, que est udió es te m un do
l o~ ustrn~. '" Se ref ie re a Go n zal o Fcr ná nclcz
(1 45 3-15 15).
f .:
-1 3
ele l 'círdo ba , el Gra n
y
el d e
Capitá n
Cambiar de conversación es una treta cortés para decir que no. No hay m<.yor discrecién que no darse por enterado.
cada uno en su ocupacióa, a los de más mérito, no tanto para seguirlos como para adelantarlos. Alejandro lloró, no a Aquiles sepultado, sino a sí mismo cuando aún no 17
había llegado a la fama • No hay nada que excite más las ambi(;iones en PI ánimo como el clarín de la fam
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No ser intratable. Las verdaderas fieras están en las ciudades. Ser inaccesible es vicio de los que se desconocen a sí m is mos, los que con los honores cambian los humores. Enfadar al principio no es camino para la estima. iHay que ver a uno de estos monstruos intratabl es co n su impertinente fiereza siempre a punto! Los que, por su desgracia, dependen de ellos empie za n a hablarles como si fueran a lidiar con tigres, armados con palo y recelo. Para subi r al puesto agradaron a todos, y una vez en él se qui ere n desquitar cnfad ndo a todos. Por la ocupac ión deben tratar con muchos, pero por aspereza y arrogancia todos les huyen. Para éstos el mejor casli ~o es dejarlos estar, apartando la p"-~dencia junto co n el trato. 1
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No estar siempre de broma . La prudencia se conoce en la seriedad, que está más acreditada que el ingenio . El que siempre está de burlas no es hombre de veras. A éstos los igualamos con los mentirosos al no creerlos¡ a los unos por recelo de la mentira, a los otros de su burla . Nunca se sabe cu á ndo hablan co n juicio, lo que es tanto como no t enerlo. No hay mayor desaire qu e el continuo donaire. Otros ganan fama de chistosos y pierden e l crédito d e prudentes. Lo jov1a 1 debe tener su momento, y la seriedad todos los dem ás .
17
75
E/egi' un mod,/o cleoado,
má, pa
.j
Gra c1an !1a unid o dos anécdotas di stintas, ambas recog idas por Plutarco: la visita de Alejandro Magn o a la tumba de Aquiles, dond ·: no ll ora su mu erte, sino que envidia éj ~:~ Aqu il es ba ya sido can t ado por Homero ; y elll an[,, de Julio Césa r c uand o, a la edad en qu e Alejandro Magno ya ha conqui stado el mundo, él aú n n o l1abía h ec ho na da imp ortante.
77
que la Pru denci<: vi'.ya ganando terreno. Hoy hay
S aber adaptarse a todos. Ser un di screto Protcu lt' : dacto con el docto y santo con e 1santo. Es
muchos baj íos e n el trat o human o y conviene ir siempre con la sonda en la mano.
e l gran arte de ganar a tod os , porque la semejanza :: trae la s impatía . Observar lo s caracteres y ajustarse al d e ca d a uno . Al serio y a l jovia l seg uirl es la
corrie:~tc , transformándose co rtésme nt e. Es n ecesario pe~ra los que d e pend e n de otros. Est a gra n d estreza pe~ ra vivir n ecesita una gran capac idad. Es menos
79
Carácter jov ial. Co n mmlera c ié>n es una c ua- .
r
1i
l ¡ l1 ~ rano (le ~ r,h ia todo lo sa zo-
difíc il para el hombre muy c ult o y d e amp li os y gra-
na. Los ma yores lwmbres tamhi én m ueve n la pieza del
t os gustos.
donaire, que a trae
la grac ia de torio el !llundo.
Pero res-
pelall(lo la pruden c ia y ~ uanl an
78
Co menzar con pies ,-J.c plo mo. La Ne ce dad sic m pre entra d e rondón, pues t o dos los necios so n audaces. S u mi s ma est upid ez, que les impide primero adver tir los inconve ni en te s,
4 (1
b s que
el ol ro lo nw n1ás en
~erio. IIH!i ..:a apa L· il1ilitlatlv e~ l·mLrujt ' tic los corazo n es.
8O
Cwtc/Ll tl/ in{cmii<71.Sc'. ::::l' ,·ivc más tic
que tic lo qu e ve m os. \'ivinws tk la re aje ll r.l.
oítla~
1.:1 oítlo
es la seg unda puerla de la verdad y la principalt!e la mcnlira . De ordinario
la
venia
mcnl c se oye. !~aras vece s Jl e~a en su puro eleme nlo y meno s cua ntlo vie n e tic lej os: ~iempre lrae a l ~o
.f
í
much o c u id ado con el qu e alaba, mayo r con el qu e critica . E s necesaria mu cha ate nci ó n en este punto para · d e;;cub r: r la intención del inte rmediario, conociendo
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Permitirse algún desliz venial. Un
de~cuido
suele ser a veces la mejor recomendación de las buenas
de antemano de qué pi e co jea . La cautela debe ser
cualidades. La envidia tiene su ostracismo, t anto más
contrapeso de lo falto y d e lo fal so.
civil cuútÜo más criminal: acusa a lo muy perfecto de que peca e n no pecar, y condena del todo lo qu e es perfecto en todo. Se convierte en Argos IY para buscar fal-
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las a lo qu e es tnuy bueno, aunque sea como con suelo . La ce n sura lüe re, co m o el rayo, las má s el eva d as cua -
R en ovar e/ lucimiento. E s un privilegi o del
lidades. Que do rmite Homero de vez en c u a ndo y fín-
ave fénix . La ex celencia suele enve jecer, y con ella la
jase, para calmar la malevolencia (no sea qu e revie nte
fama . La cos tumbre di s minuye la admiración y un a
de ven e n o ), al gún descuido en la intelige n cia o n
noveda d med iana suele ve n cer a la m ayo r emin e n c ia
valor, pero nun ca e n la prudencia . S erá com o ec har la
un ~ '.'ez e n ve jecida. Ha y q u e re n o var el valor, el in ge-
el
capa al toro de la e nvidia para salvar la inm o rta lidad.
ni o, el éx it o, to do . Hay c¡ue ave n t u rars e a ren o va r e n b r ill antez, amanecicn cl o mu c b as vec es co mo el so l, cambi a ndo la s ac ti vidad es del lu cimiento La privac ió n provoc ará el d eseo , y la n ovedad el aplauso.
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Saber valerse de los en emigos . Ha y qu e saber
coger todas la s cosa s no por el filo, para yu e J11 e ran,
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Nunca
apz:~::! r
~ino por la c m p uí1 a dura, para qu e d e fiend an; es pec ialmente la emulac ió n. A ] hombre sal)i o le ~on
111á,;
ni el mal ni el bien. Un sabio
útiles sus enemigos que al necio sus amigo s . U na
reduj o toda la sabiJuría a la mod e ración en todo.
mal evolen c ia s u ele allanar montaí1as d e difi c ultad
A p urar el derecb o es injust ic ia, y la naranja qu e mucl10
qu e la b e n evo lenc ia n o se atrevería a pi sar.
se exp rim e atna rg a . Inclu so e n el pla cer nunca se debe
s us e n e mi gos les fabri caron su gra nd eza. Es más fi e ra
A mu c hos
ll egar a los cxlremos. E ] m is m o inge ni o se agot a si se apu ra y sacará sa n gre e n lu gar de lec he quien es quilme como si fu e ra u n ti ra n o.
1 ''
Perso na je n1ilológ ico fa n1 oso por
~o zur
de
n1ltlti ple s ojo~ por
toJo s u c ue rpo, lo q ue le co n vc rHa e n e l guardi án ideal.
19
la lisonja que el od io, pu es éste seña la d efectos que se pu ed en corregir, pero aquélla los di s imula. El pru-
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Preve."'ir los rumores. La mu chedumbre tiene
d en te h ace es p e jo d e la o jer iza ajena, espe jo más fiel
muchas cabezas, y p or eso mu c h os ojos para la mali-
que el del afecto¡ prepara adem ás para redu cir o enmen-
cia y mucl1as lenguas para el d esc rédito . A vec es corre
dar los d efectos. La cau t ela es grande cua nd o se vive
por ella un rumor qu e afea la m e jor re putación y si
junto a la emu lac ión, a la ma levo lenc ia.
se co nvi e rle e n una exte ncli cla burla a cabará con el renombre . Con fre c u e n cia na ce po r algún error notorio, p o r ridícul os defe ct os qu e so n mat e ria adec uada a la s murmuracione s. llay también cl csc rédi tos malin-
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te n c io n a dos provo caclos por la envi di a propia el e la No seruir de comodín. E l mu c lw u so de lo
mali c ia común (pu es ha y bo cas ele malevol e n c ia) y
exce lenle se convierte en abuso . ComLJ toJélS lo de-
urruinan má s rápido una b uena reputación co n un
sea n , a l Íin a l to d o 5 se enfa dan. E ] que lL>do s lo dese-
cl1iste que CO n un a cl esve r~ÜL'IlZ a . r.:s
e n desemboca en el enfado de Lodos. Es un dran defecto
zar Jnala fama, porqu e lo n~alo es mu y c reíl1l e y c uc s-
nc'
~en• ir
111ll)'
Íác il alcun -
para na da, y n o n1enor quct-cr,serv ir para
La mu c ho J1orrarlo. El lwmlne pruclenl e d e b e ev it a r
Lodo. Estus pierden po r CJue re r danar n1u cl1 us veces v
es to s cl esc réclil os opun ie11CL' ~us cl,,(e s ele o lJ se r va-
cl e:;pués so n ta n o diad os co m o antes fueron deseados.
c ión a la in so le n c ia \' u l ~a r. [~más fáci l preve nir c¡u c
Se enc u en tran estos co modines en cua lquier género Je
rc:n c cliar.
"'
' '
pe rfecc iones: pierden la in icial co n s id e rac ión d e extra o rdina ri as y se de.sp rec ian po r co munes . E ] úni co rem edi ,l ele t,, c!o le, ex tremado es ~ uarclar equi liLri o en el lu c imi en t o : la pe rfe cc ión deb e se r má x ima , pero la os tentación m o derada. Cuanto más lu ce una antorcha
'
má s se co nsume y meno s dura. U n a ex bibici ó n limit a da se premia co n un a m ayor estima.
87
Cultura y re/inanu .; nio. El l-..ombre nace
kírkuo¡ Jebe c ultivarse pa ra vcJ l! '<' r a la be s ti a. L a c uli.ura no s b ace p e r ~o n as, v má s c u a nto mayor es ]a c ultura . <.3 rac ius a ella Grecia puclo ll ama r bár baro ul resto el e ! munc lo. La i,;:ll<'ran c ia es mu y Lo sca.
~.::J:' '' 'Jii.i v
refinada la intelig e ncia, sino también la voluntad y
'
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más aún la conversació n. Hay hombres refinados por naturaleza, por dentro y por fuera , en ide<: s y
Conocerse a sí mismo. Conocer el carácter, la inteligencia, las opiniones y las inclinaciones . N o
en palabras, en las gra c ia s físicas (que son como la corteza} y las cualidad e s es pirituales {qu e son el fruto) . Por el contrario , bay otros tan groseros que todas sus cosas, y a vec es sus buenas cuaiidades, las deslucieron con una intolerabl e y bá rbara falta de refinamiento .
se puede ser dueño de sí si primero no se conoce uno mismo. Hay espe jos para la cara, pero no para el espíritu; este esp ejo debe serlo la prudente reflexión sobre uno mismo . Cuando uno se despreocupe de su imagen exterio r, debe conservar la inte r ior para enm endarla y m e jo rarla. Ti e n e qu e co n o ce r las fuerzas de su prud e n c ia y perspicac ia para e mpre nder proyectos, compro bar su t es ón para venc e r el ries go , t e n e r medid o su fondo y s u capacidad para
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todo.
A mplitud en el trato. Hay qu e procurar que el trat o sea elevad o . E l gra n J1ombre n o debe tratar de lo insi gnifi cante. N u nca se de be ent rar en de masiado ~ lJO rm enores, y m e n e s en las cosa s desagradabl es . Aunqu e es ve ntajo so da rse cuenta de todo com o al descuid o , no lo es qu ere rlo averi guar todo con desmesurado interés. Normalm ente debe procederse co n una caba ll erosa y ga lanlL' gene ralidad. Ma nd ar es, en gran parte, n o darse po r enterado. Hay que dejar pasar la mayoría de las cosa s entre familiares, amigos y especialmente entre e n e migos. To da nimiedad es m oles ta y en el carácter es pesa da . Recrea rse en un d isgu st o es un tipo de manía . ge n e ral, cada un o se co mporta según ~ean su cora zón y su cap a ci da d.
r:: n
9O
E l a rt e para vivu· m uch o: V I V H bi en. Dos c nsas ac a ban rápid a m e nte con la vicl a : la n ece dad o el vicio. U nos perd ie ron la vida po r n o saberl a guarda r y olros po r n o quere r b ace rl o . Ig ual que la vi rtud es el pre mio de la vi rtud, el vic io es el casligo del vicio. Quien vive deprisa en el vicio, pronto termina de dos m a nera s: aca ba con la vid a y con la lw nra. Qui e n vive de pr isa en la vi rt u d , nu nca m u ere. La e nt e r eza del ánim o se tra n s mite a l c uerpo : la vicia bu ena es la r ga n o só lo po r su in te n si dad, ~ i no la mbién po r su ex ten sió n .
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Obrar sólo si no hay dudns sob re la pmden-
93
Hombre universal Está hecho de t odas las
cia. La sospech a d e desacierto e n el qu e actúa se con-
pe rfec ci o nes y vale por much os . Hace muy feliz la
vierte en evidenc ia para el que mira y mucho má s si
vida, y traslada este placer a los amigos. La variedad
fuera un competidor. Si acalorada mente se adopta, co n
co n perfección es entretenimiento d e la vida . Es un
dudas , una deci sión, desp u és, sin pasión, se co ndenará
gran arte sa ber di sfru tar d e t o do lo bu e n o. La natu-
la n eceda d manifiesta. Son peligrosas las acciones en
raleza hi zo del hombre, por s u eminencia, un com-
la s que duda la prudencia. E s m éÍs seguro no realizarlas.
pendio de t o do lo natural; que el arte lo co nvi e rta e n
Lo prud e n c ia no odm it c p ro!Jo bilid ades . Sie mpre
un universo por el ejerc icio y cu ltivo tanto d el buen
:.:a min a ol m ediodía d e la lu z de la rozón. ¿Cómo
gusto como d e la int eli ge n c ia.
pu ede sa lir bi en un asunto qu e apenas concebido ya lo e;:lá con de nando el recelo? Y si la eleci s ió n tnmacb s ::~ ninguno eli:.=: cre poncia in terior suele sa lir mili, ¿ qu é le es pe ril il la que co menz c'1 co n duela s r¿¡zono!Jle s ~· ju;:l iÍi coelo :.=: mo lo:.=: pron(Jsti cos'~
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Capacidad inabarcable. E s mejor que elllom-
bre pruden te ev it e que le mitlan la profunrlida d de s u sa bi d uría y m.érito s, ,;;i quiere que todos le ve neren. Q u e sea co n ocido pero no co mprenclid o. Que n adi e le
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f3u en sentido trasccnJentaf, es dec ir, en l()(lo. 1 ~ ;: b p rim e r¿¡ v má s oltil re~l a pora o lnar v l1 a lJlar, m á;: re con1encl a ble c uant o m ,1yores y tn,í s .c leva do s son las ocupa ciones . Más vale un grano de buen se nlitio qu e mont aíia s ele inteligenc~ia. 1\sí se ca mina
aver igü e In ~ límites el e la capac id ad, para J1uir del peligro evidente tlcl de senga ño. Que nunca dé lu ga r a que nin.Juno le a lcan ce tlcltncl o . Cau :"il mayor ven e ra c ió n . la opinió n y la duda 3o!1 re dó nde llega la capa ci dad de ~
-
ca Jct uno qu e la evide n cia de ella, por grande que fu era.
seg uro,
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Sa ber mantener la expectación: a li menta rla
siempre . Hay que pro met e r má s y mucl1 o. La mejor
tad cu.1ndo llega a ;;er veneración, por la sublimidad de su origen y de su ámbito. Aunque la reputación en sí misma siempre se ba valorado.
acción debe ser hacer un envite de gran cantidad. No se tiene que echar todo el resto en la primera buena jugada. Es una gran treta saber moderarse en las fuerzas, en el saber, e ir adelantando el triunfo.
96
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Un extraordiario buen sentido. Es el trono de
la razón , base de la prudencia, y por él cuesta poco acertar. Es el regalo del cielo más deseado por ser el primero y el mejor. Es la primera pieza de la armadura, i. a n ne cesaria que si falta cua lquier otra e l bombre n o será llamado falto . Su menos, su falta, se nota m ás. To das las acciones de la vida dependen de su
riesgo de perder. Que compita la reserva del caulelocon la observac ión del advertido. A la mirada de
::. ú
lince, un interior de tinta de calamar. Es mejor que no se sepa la inclina c ión , para evitar ser con oc ido tanto en la opos ición como en la lisonja.
in flu en c ia, y todas solicitan su aprobación, pues todo t ie ne que hacerse con seso, con buen sentido. Co n~is te en una propensión innata a tod0 lo que está de a c uerdo con la razón. Siempre se casa con lo más ac ertado.
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Con seguir y conservar la reputación. Es el u sufructo de la fama. Cuesta mucbo porque nace de la5 e m in e n c ia s, má s raras c uanto son co1nunes las medianías. Una vez conse~uida, se conserva con facilidad. O bliga mucho y obr: más. Es un tipo de majes-
~oluntad.
Ocultar la Las pasiones son lo s portill os del ánimo . E ] ~aber más práctico comiste en disimular. E ] que juega a ju ego descub ierto tie n e
99
t ...
Realidad y a¡.hni,mcia. Las cosas no pasan por lo que son, sino por lo qu e parecen. Son raros los que miran por dentro, y mu-.:l ws lo qu e se co ntentan c·o n lo aparente. No basta tener razón si la cara es de malicia.
1OO
El homlore desengaiiado, que co1wcc los errores y engaños de la ~:ida: es sabio virtu oso y tilósofo
57
del mundo. Se rlo, F, ero no parecerlo y mucbo rn~nos l1acer ost ent ac ión. La filosofía moral está desacredita -
102
c ienc ia de lo s prudentes vive desautoriza da . Séneca la
Estómago para los grandes bocados de la /ortuna, En el cuerpo d e la prud e ncia no es la parte men os importante un gran buche, pues un a gran capa-
introdujo en Roma y lu ego se conse r vó e n los pa lacios.
cidad se co mpone de gramles parleo. No se ll ena de gran
l loy se con s icle ré\ impertinente.._ pero sie mp re el desen -
clicl1 a qui e n merece o tra m a yo r : lo que es indigeslión
la prudencia y deli c ia de la ente reza .
para un os e" l1ambre para ot ro s. A mu c b os se les
da, aunque es la m ayor ocup":ción de lo s sa bio s. L a
gai1o fue pa sto de
co r ro mp e cua lqu ier ex quisit o manj ar po r la po quedad de carácter, no acostumbrado ni J1eclw para tan elevadas oc up a ciones. E l trat o se les agria, y con los bum os
101
que se levantan de la inmerec ida h o nra se les tu rba la
La
mitad del mundo se es tá riendo de la ,, [ro mita J ~~o //liJa s son necias. Seg\111 las opiniones , o todo es lllle lll1 o Lodo es m a lo. Lo que uno sigu e el L1tw lo p e r~i:;i u L' . l~s un ne c io insufriL\ e e l qu e quiere rc~ularLJ to cio :'L' ~t-111 s u c riterio. La~ pe rfe cc io n es no cle pe nclcll ele un é\ so la op ini ón : los g u;:los so n tantos (' U JI HJ ] ,, ;: ro~l ru:::, e ig ua lm ente \'ariacl Ll3. :'Jo lwy defe c-
cabeza. Corre n gran peli gro en los lu gares a lt os y no ca \1 e 11 en sí porqu e n o ca ll e en ell o s
la
suerle. E ] g ra n
lwml1re J eb e mos lrar que aún le c¡u ecla capac icÍacl para co sa s ma yores, y l1uir con es pe cia l c uicl aclo ele Lodo lo qu e pueele cia r indi c io de ttn corazt1tl an go slo.
t o s in a fL·clo . :-\o ;:e debe dc s ,~ onfi ar po rq ue n o a g ra .d c n la s cu sa s a al gunos , pu es no fa ltarán ot ros qu e las " l'l' L' C ÍC:l
:\i l'll l'r,;:u ll czca el a plau s( ' ele és lo s,
]"' "5
Lltros lo condenarán . La n o rm a d e la verdadera sat isfacc ión es la a proba ción de los homb res de reputac ión y c¡ue li e nen voz y vo t o en esas ma ter ias . No se vive
ele un s o lo c rit e ri o , ni de una costumbre, ni d e un sig lo .
1_03
( 'a c/o
/lil e' prc1c: 11 r c'
lo j¡~7 11iclc1 ,j c' ll
S il
jus la
medida. Que toda s la s a cc ione s sea n, s i 110 ele un rey, d1 gn as J.. ta ;, seg ún su condición. Que cada uno actúe como u: : :·~ y, de ntro ele lo s límil es (hi en COJlsiderado s) ,le su estado: a ccione s eie va cla s y a l lo s pen samientos. Y que por sus mérilos se parezca a un re y e 11 toda acli\' Jtlacl. La ve rclaclera "o l1e ra nía e:;[ ,í L'll e l recto co nl po rt amicn l o. Nada t enclrá c¡uc env idi ar a la g rancLza qu ien sea norma ele ell a . l :s p ec i a l m L' !~ l e a io s alk .2a clo s
SS
al trono pégueseles algo de lrt verdadera superioridad. Es mejor participar de las cualidades de la majestad que de las ceremonias de la vanidad; no desear la imperfecta hinchazón, sino
lo verdaderamente sustancial.
1O5
No cansar. S uel e ser pesado el hombre de un solo asunto y el que habla de un solo tema. La brevedad agrada y es útil: gana por lo cortés lo que pierde por lo corto. L o bu eno, si breve, dos veces bueno; incluso lo mal o, s i poco , n o tan malo . Más consiguen quintaes e n c ia s que fárragos . Es una verdad
1O4
Tener tomado e/ pulso a los em pleos . Hay diferen c ias entre ellos. Es un conocimiento magistral
co mún que el h om bre largo (n o tanto en estatura como en di sc urso ) raras veces es sabio. Hay h ombres que má s sir ven d e m o les tia que de adorno del uni-
qu e n eces ita prudencia. U nos necesitan valor y otros persp icacia. Se manejan con m ás faci lidad lo s que
verso. So n alhajas sin estima ción que todos rechazan.
d e penden de la rectitud, y con m ás di ficu ltad los que
g ran d es perso naj es, q ue viveu mu y ocupados, y sería
E ] di scre t o debe evita r m o lesta r y mu cho m enos a
prec isa n cautela. Para aquéllos n o es necesario más que
peor irritar a uno de ell os que al re st o del mundo. Lo
bu e na disposición; para és tos no ha sta loda la aten-
bien di cho en segu id a se cL ce .
c ión y el desvelo. Diri gi r a los l1omb ·cs es un a ocu pac ió n trabajosa, y má s si so n locos o neci os . Es necesa rio un doble buen sentido co n quien n o lo ti en e.
Es un empl eo into lerable el que ex ige una d edicacicSn abso lu ta, a horas fi-jas y es rutin ario. So n mejore s los
·1O6
No /1acer os tentación de la suerte. Más
que c::l án libres de fastid io a l uni r va ri ed ad e impor-
o rcnc lc jacta rse ckl c a r~o que ele uno mis m o. Pres u -
tancia, pues el cambio proporci o na pla ce r. Los m ás autoriza dos son los que tien en una dependencia más
mir de h om bre imp o rtante es odioso; debía ba star co n ser envidiaJ o . Se consigue menos estimación
o m enos distante . Los peores son los que hacen su da r, en la tierra y ant e Dios.
c uanto más se bu sca. Depende d el respeto ajeno, por eso uno n o se la puec le tomar, s in o merecer la de los o tro s y aguard ar la. Los grandes empleos ne ces itan 11 11 a ~ ravet!acl aju ~ lacl a a ~u ejercicio. S in ella no pueclen eje rcerse J ~:lanlc<'''-' . !),,be con s':';"iHSe la que ci e mpleo mere ce para cumplir co n lo sus tancial el e su s
(l
7
a um e ntarla. Tod os los qu e pre sum e n de ocupados en
1O8
su empleo indi can que no la merecían y que el cargo
sab e rse relac; ionar. E s muy eficaz el t rat o: se co mu-
les resulta grand e. E s m e jo r valerse de las cualidad es
nican las co stumbres y los gustos, se contagia el ca rác-
o bli ga c io ne s. No b ay q u e ago tar la gravedad, sin o
Atajo para ser una ve rdadera pers ona :
la mtelipe ncia.
elevada s, s i es prec iso, q u e d e las cosa s exteri o res. Se
te r e inclu so, sin se ntir,
J eb e ve n e ra r m ás a un rey po r la per son a qu e por la
el impet u o so junta rse co n el re fl ex ivo, y a s í en los
so beranía ex trín seca .
Deb e procurar
dem ás cara cte res . C on esto co nseguir~ la m od e ra ció n s in •; io le ntarse . Es gri!r. d estre za sab e r adpa t arse . La alte rn a n cia de co ntra ri os embellece el unive rso y lo susl en ta. S i es ca u sa d e armonía e n la natura leza, co n
1o7
má s m o tivo e n la moral. E s conven ient e u sa r esta
No m ostra r sa tis/acción de sr. No se viva n i des conte nto (es qu eda rse co rto) ni sa ti sfecb o (es una ne ced a d) . Para la m av or ía la sati sfa cc ió n n a ce d e la ign o ra n c ia y ac a ll a L' ll una fe li c id ad n ec ia q u e mant ie n e el pla ce r, pero no la esti ma . C o m o n o perc ib e las s upe rlati vas pe r fe cci o nes e n los o tros, se co n Le n ta con c ua lqu ie r m edi o c rid a d p ro pia. S ie mpre fu e útil y pr ud e nt e el rece lo. Si r ve pa ra que sal ga n bi e n las cosa s o co m o co n s u elo c u a nd o sa lieran mal. A l qu e va se
Ll
le mía
110
le
parece nuevo el revés l;e :; u :;u e r-
práct ic a adve rt en c ia al ele gir ami gos y servid o res . Co n el con lad o de lo s extrem os se a lca n zará el ju sto merli o.
1o9
No ser acusa dor. H a y h om bres ele ca rác -
te r fi e ro qu e lodo lo co n ~ id e ra n delit o, y no po r pas i(m, s ino por n at ural eza . C ondenan a t od os : a un os po rlf liL'
Jlic icn'I l, a nl n1 ~ l'"rqu e lwr<Ín . 1 :~ l c' inc liL·a un
te . E l mi s m o H o m ero do rmi Lo "veces y Al e jand ro cae
á ni mo peo r qu e c ru el, v il. Ac u san co n ta l ex a ge ra -
d e s u estad o y J e su e n gañ o . L as co ::-: s d epen d e n de
ció n que el e los áto mos bace n vi ga s para saca r los o jos.
m u c b as c irc u ns ta n c ias, y la qu e e n un lu gar y e n u n m o m e nl o l ri u n fa, e n ot ro f ra casa . Pe ro la n eced a d es in co rregibl e : la sat isfa cc ión :1 1á~ va n a se co n vie rte ..: <1 rlo r )'S U Se llli lla s iem pre ]lW Ll
l~ n cada puesto co n vierte n en t orre de vigil an cia lo qu e lucra un pa raíso . Pero s i ad e m ás h ay pa s ió n, de to do IJa c c J; c x tr e m o o. Po r e l co ntr a ri o, la in ~e nuid a d L' ll Cu cJl lra di sc ul pa pa ra lo do en la in l e n citSn o L' n la i n a dv e rl e n c ia .
03
11 o
1
f./ o esperar a s er un sol que se pone. E s una má xima d e los prudentes dej ar las cos as antes de
112
Gan ar la ben evolencia. Inclu so la pn -
rnera y más alta Ca us a la prepara e n su s asunto s má s
q ue ellas los dejen . Uno debe saber ha cer un éxito de
importantes. Por el a fecto se alcanza la reputación.
la mu erte misma . A veces el sol, con bu e na lu z, su ele
Alguno s se fían tant o d el mérito que n o valoran el
reti rarse a una nube porqu e n o le vea n cae r, y d e ja
es fuer zo . Sin embarg o la p rud en c ia sabe bien qu e los
con la duda de si se puso o no . Se deben evitar los o ca-
mérito s solos darán un gran ro d eo si n o se ay u d a n
sos para no reventar de desaires. Qu e n o ag u arde a que
del favo r. Todo lo fac ilita y supl e laben evolencia . ~ o
le v11 e!van la s es paldas, pues le se p ulta rán vivo para su
siempre supo n e las cualidades, sin o que las pon e don de
p ro pio se ntim ie nto y muerto pa ra la es ti ma. E l prud ente jubila con tiempo al caball o de ca rrera s y no
no la s hay, como el valor, la entereza, la sabiduría, \1ast a la discreción. Nu n ca ve las fe aldade s po rqu e n o la s
a gua rd a a qu e, cuando cai ga, se ría n en m edi o de la
quiere ver. Norm a lment e nac e d e la se m e ja n za d e
p ru eba . La bell ez a d eb e rom pe r el es pe jo co n ti e mp o y co n a s tu cia , y n o co n impa c ien c io de s p ués de h abe r vis to s u e rro r.
ca rácter, raza, paren tesco, patria y oc upac ió n . La e ~pi r itual es m ás ele va d a e n c ua li d a d es , o b li ga c io ne s , re putación y mérito s. Tod a la dificul tad es §'ana rl a, pues se co n ser va co n fa c ili dacl. 2e pu ecte obt e n e r y l1 ay q u e sab e r usarla .
111
Tener amigos . Es el seg undo se r. To d o a mi go es h u e n o y sa bio pa ra el am ist o. Gn tre e ll os l o do sale bi en . Un o valdrá ta nt o
c o ~o
quiera n lo s
113
P rep a ra rse en
/e~
Ln,c nll sue rt e pcncl la
d emás. Para que quieran se les debe ganar la bo ca por
mala fortuna . Es un buen rec urso hace r provi s ic'n1 e n
e l coraz ó n: n o hay rnadia co mo el buen servic io \'
. pa ra ga n a r a m istades el m ej o r medi o es h a cer favo res.
el verano pa ra el invi e rn o y ad e má s es m á s fá c il. En ese mo m e n lo lo s favore:; n ec es itan po co esfue r zo y
Lo má s y m ejor que t enernos de pen de de los ot ros . Se dcb(' viv-i r con am igos o con en emi gos . Cada d ía se de be
bay abundancia cte ami s t a d es . Es bu e n o conser var
ga nar uno , si n o íntimo, s í afect uos o . A lgu nns se co nvertirá n e n co nfid e ntes s i se b a ele gid o bi e n .
ce rl e todo. Es m e jo r tene r una rese rva d e
"
'
64
para el m a l tiem po, pu es la a dve rsidad es difíc il y c3re-
am i go ~ ,. de
a gra dec idos , pu es al gún d ía se va lo ra rá lo qu e ab o ra
65
no parece importante . La villanía nunca tiene amigos
los que
en la prosperidad porqu e los desco noce . En la adversidad ellos la desconoce n a ella.
una destrez:: irse acostumbrando, como a la fealdad,
:10
se puede vivir, ni co11 ellos ni sin ellos. Es
para que no resulten una sorprendente novedad e n una ocasión terrible. La primera vez espantan, pero poco a poco se les viene a perder aquel primer horror. La cautela previ e ne , o tolera, lo qu e no nos gusta.
]_14
Nunca competir. Cuando en una acti-
vi dad hay oposición la rep ut ac ión se da ña . La co mpeten c ia, para perjudi cM, ti e nd e d e inn;e diat o al descrédito. Son pocos lo s que tienen juego limpio . La rivalidad descubre los defectos que la cortesía había olvidado: mu chos vivieron a c reditado s mientra s no tu vieron rival es . El ca lor de la rivalidad aviva o res uc ita las infamias muerta s, desen ti erra pasados y a ntepasados lrapos sucio~ . La competenc ia se ini cia co n la ex po s ición de defectos, y se ayuda de c uanto puede y no debe. A menud o, aun qu e las ofensas no
t e n ~a n
ninguna utilidad. sir ven para satisfacer vilmente la :enganza. Esta go l 1da d e tal m o d o qu e l1 ace salir los el e fectos del polvo Jel o lvi do . r.a be n evo le ncia s ie mpre fue pac ífica y benévola la reputación.
115
116
Tratar siempre con gentes de principios.
Uno puede arriesga rse y ganar su cn nfianza . S u misma honrad ez es la mayo r seg uridad de su trat o, in clu so para reñir, pu es o bran co n1o qui e ne s so n .
fvlá s vale
pelear co n genle d e bien qu e triunfar sobre ge nt e L:e mal. No l1 av ln~t.: nas rela c iones con la ruind ad po rque carece de v:rtuJ. Por eso e ntre ruines nun ca J1a y verdadera amistad. Ha~' que des co nfiar ele sus fin ezas porque no son J,onradas . Debe rec hazarse all,omlHe sin bonra: quien no la es tima no estima la vi rtuJ
La
l1onra es el tron o de la rL'ct itud .
117
Nunca hablar de sí. O se d ebe a la ba r (es
Acostuml'ra..-sc a las malas u mdiciu11 es é"/e los que nos rodean , igual que a las ca ra s feas. Es conveni e nte cuando hay tra to. Hay caracte re s fi eros co n
d e cordura en quie n habla y cas li go para los que O~' C il.
óó
(l?
vanidad) o se d ebe criticar (es limitación). Es falta S i esto se debe evitar en la amistad, mucbo más en los
puestos elevados, donde se habla en público y pasa por necedad cualquier apariencia de ella. La mis~a indiscreción es hablar de los presentes. Hay peligro de dar en un escolio: la adu la ción o la crítica.
118
Ganar /ama de co rtés : basta pa ra ser dign o de aplauso. La cortesía es la parte prin cipal de la educación, es un tipo de hechizo. Gana la aceptac ión de todos, del mismo modo que la des co rtesía atrae el desp recio y J enfado general. Si ésta nace de la soberbia es aborrecibl e, y si de la grose ría es de spreciable. La cortesía siempre J ebe ser más qu e menos, pero n o igual con todos pues dege n eraría en in justic ia. S u \'a lor se ve en que entre lo s enemigos se tien e po1 deuda. C uesta poc o y vale mu cbo. El que hon ra es honrado. La galantería y la bonra tienen esta ventaja: la s dos se quedan, la galantería en quien la usa \' la lw nra e n quien la !1 ace.
11 9
No ha ce rse odiar. N o se debe provocar la aversión pues, sin desearlo, ella se anticipa. Hay mucJ, c-~ que ¿._bnrrecen sin m o~;vo , sin sahPr có mo ni
El deseo de venganza es más rápido y eficaz para hacer daño que el deseo material para obtener ganancias. Algunos desean ponerse a mal con todos, por el enfado que tienen o el que provocan. Y si una vez se apodera de ellos el odio es, come la mala reputación, difícil de borrar. Algunos temen a los hombres juiciosos, y aborrecen a los maldicientes, odian a los presumidos, ab o minan a los burlones, perc dejan a los exc epcionales. Hay que estimar para ser estimado y el que quiere hacer casa, prosperar, que J1aga caso.
12 O
Ser práctico en la vida. l lasta el saber debe seguir el u so, y dontle no se usa es prec iso fin girse ignorante. Cambian, según lo s tiempos, el pen samiento y el gusto: no se debe pen sar a la antigua y querer gustar a la moderna. El gusto de la masa decide en casi todo . Mientras durrl r~s el que hay (rue seguir, al tiempo qu e se aspira a la eminen cia . El cuerdo debe adaptarse a lo aclual , dlllll_{Ue le parezca mejor lo pasado, tai-..~ -' en las ro~Jas del cuerpo como en las del alma. Pero esta u.:gla de vivir no vale para la bondad, pues sie mpre se debe practica!· la virtud. Parece cosa de otros ti em.pos y ya se desconoce decir la verdad, guardar J:.: palabra. Los h uul bres buen os parece n
por qué. La malevolencia se adelanta a la h o nradez .
hechos ~· :: :::1 pasado, aunl_{ue siempre amados. Si J1ay algunos, no es tán de moda ni se le s imita. iQu é gran
(JS
69
desgracia de nuestro ti e mpo, que la virtud sea tan
público, hasta e n caminar y mirar, en la vo luntad. Es
rara y la maldad tan co mún! El discreto debe vivir
una gran victoria ganar los corazones. El señorío no
como pueda, n o como le gustaría. Debe preferir lo
nace de la necia o sadía ni de la enfadosa lentitud. Sí
que le concedió la suerte a lo que le ha negado.
está en la digna autoridad de un carácter superior y en sus m é ritos.
121
l gua! q u e algun o s t o do lo toman a broma, otros todo
123
lo conviert e n en ocupación. Siempre hablan como si
cualidades, meno s afectación, que suele ser una vul-
tratas e de al go impo rtant e, todo lo toman en serio
gar falta e n ellas. La afectación es e nfadosa para los
y lo con\' ierlcn e n m ater ia de di scu s ió n o de misterio .
demá s y pe n osa pa ra el qu e la susten !-él . pu es vi ve m ár-
Pocas cosa5 q u e pro du ce n enfado se deben aceptar
tir d el c uidado y se a t o rmenta con el d esve lo . C on
vo lunt ariame n t e, pu es se ría ave nturarse sin objeto . E s
ella pi e rcl e n s u m é rito las mi s mas eminen c ias, po rqu e
La cer la s cosas a l revés lo m a r a pec b os lo que se d e b e
pa recen na cid as m ás del a rtific io violc il lo que c\e la li\1I'L'
ce bar
natural eza v to do
s2
él
A1o com:erlir en ocupación lo que no lo es .
la es p a lda. Mu chas cosa s que eran algo, se
Al prin-,
lo qu e prescunen . C uanto mejor se J1ace una co sa má s se c\ c¡b e di simular el esfuerzo para que se vea qu e la pe r-
c ipio es fácil t e rminarl o todo , pero no es así después.
fec c i(ln caL' d e su p ro p io pes o . Por buir
:V1uc' La ,: vece s n ac e la en ferm edad del mism o remed io.
N o es la peor regla d el vivir el dejar estar las cosas.
l 1·
l.22
1
S cíiorío al ha Mar y al act uar. Con él, n o
\o natural fu e siempre má s gralo qu e
lo arlifi c ia Í. De los afecta dos se di ce qu e care ce n d e
qu edaron en n a da al dej a rlas. Otras que no eran nada, por l1ab e r b ec b o ca so de ella s fueron mucho.
H ombre s in afectación . Cuantas má s
1
desc uido d es pierta la atención en lo s otros . E s do s veces e minente el qu e guarda tod as su s perfecc io n es e n sí mi s m o y n o e n la estima . Por el camin o op u es to ll ega a l a pl au 3o.
In a n o. l nf!u ye e n to d o : e n co nvers a r, en bablar e n
L '
a fecta-
se debe dar po r enterado de sus méritos, pues el mismo
se bac e sitio en todas partes y gana respeto de ante-
1
ele la
c ión no se cle be afect a r n o ten e rla. E l Ji screlo nu n ca
7l
126
124
Llegar a ser deseado. Pocos han llegado a tanto aprecio de la gente. Es una suerte si se alcan-
No es necio e/ que hace la necedad, sinu el que, una vez hecha, no la sabe encubrir. Si se deben
za el favor de los prudentes. La tibieza es frecuente con los que están en el ocaso de su carrera. Para merecer el premio del aprecio hay varios caminos: la eminencia en la ocupación y en las cualidades es el más seguro¡ el agrado es eficaz. De la importancia del cargo se hace algo secundario, de modo que se advierta que el cargo tuvo necesidad de él y no al i'evés. U nos honran los puestos, a otros los puestos les honran. N o es
encubrir los afectos, mucho más los defectos. Todos los hombres comenten errores, pero con esta diferencia: los sabios disimulan los ya hechos, pero los necios mencionan hasta los que harán. J 'l reputación copsiste más en la cautela que en los heclws. Si uno n o es casto, qu e sea cauto . Los descuidos de los grandes homhres son más visihl es, igual que los ecl.ipses del sol y la luna. Debe ser t' na excepción de la amistad el no contar los defectos y, si se pudiese, ni siquiera a uno mismo. Pu ede valer aquí otra regla de
un honor que le haga bueno el malo que le sucedió, porque eso no signifi ca ser desead o en absoluto, sino que el otro es aborrecido .
vivir : saber olvidar.
12 7
12 5
No ser un registro de /altas ajenas. Ocuparse de la s faltas ajenas es señal de tener maltrecha la fama prop ia . Al gunos c¡t: c:·áan disimular, si no lavar, la s mancbas propias con las de otros¡ o se consuelan, que es el consuelo de los necios. A éstos les huele In" 1 la boca, rorque ~nn los albañales de las ruines inmt: :~ di cias. En estos asuntos el qu e más escarba más se en loda. Pocos se escapan de un defecto personaL hereditario o no. No se conocen la s faltas de los poco co nocidos. E] prudente- debe bu::- Jp ~er un registro de faltas ajenas. Así n o :
..,\ ' "
2
Carisma '' en todo. Es la vida de las cualidades, el aliento del habla, el alma de las obras, la más importante de la s e min e n c ia s. Las demás perfecciones son adorno de la capa c idad natural, pero el car isma lo es de las mismas perfecciones: se alaba hasta en el pensa miento. Es sobre todo un don natural, aunque algo deb e al esfuerzo, pues es superio r incluso a las reglas del arte. Va má s a llá el e la facilidad y ellu ci~" Gracián utiliza la palabra "de s pej o", con~c:p l o inJ e finible al que se suele altll_!ir con el c rípti co ·~un no sé qué".
73
miento. Tiene desembarazo y aílade perfección. Sin él toda belleza está muerta y toda gracia carece de gracia. Supera cia y a
al valor,
a la discreción, a la pruden-
la misma majestad.
suelo, perc encuentran complacencia y aun desprecio . Es mejor celebrar los beneficios de unos para que sean ejemplos para otros. Recordar los favores de los
Es un práctico atajo para
ausentes es solicita r los de los presentes: es pasar el
solucionar los negocios y una delicada salida de todo aprieto.
crédito de unos a otros. El hombre prudente no debe publicar ni los desaires ni los defectos, pero sí la estimación de los demás pues sirve para tener amigos y contener a los enemigos
128
Gmnd"a
J, ánimo. Ee uno de loe coqui-
si~os principales para ser un hombre eminente, por(¡ue incita a todo género de grandeza. !~calza el gusto,
13 O
b lece la condición y confiere dignidad. Sobresale don -
Hacer y apc1rentar. Las cosas no pasan por lo que son, sino por lo que parecen. Valer y saberlo n1oshar es valer dos vec es . Lo que no se ve es como
dequiera que se encuentre. T:1mbién cuando, a veces,
si no existiese. No se venera a la justicia cuando no
engrandece el corazón, eleva el pensamienro, enno -
la envidiosa suerte le es contraria. Se acrecienta en la
presenta su cara babitual. Son más los engañados
voluntad, aunqut: las circunstancias la limiten. Es
que los prudentes; el engaii.o prevalece y las cosas se
fuente de la magnanimidad, ele la generosidad y de toda cualidad emine n te.
juzgan por lo más externo. Hay cosas que son muy distintas de lo que parecen.
Un buen ext erior es la
mejor
recomendación de un per~ecto interior.
129
Nunca queja"'·
La queja ,;empce de>a-
L-rcdita. Sirve para atraer el odio más que la compa-
131
~ión en qu;"'1 la oye, s in sentir por ello ninguna
Condición galante. Las almas también tienen su gracia, una gallardía de espíritu. Con sus actos
culpabilidad. Algunos, cnn sus quejas de ofensas pasa-
gitlantes q~'"~a muy airoso un corazón. No ocurre en
das, dan pie a otras nuevas . Pretenden remedio o con-
todos los casos, porque supone un ánimo elevado.
75
Su
/
133
prirr,er objeto es hablar bien del enemigo y obrar mejor. Su mayor lucimiento se da al tiempo de la venganza: no la evita sino que la aprovecha con ventaja al convertirla, cuando más vencido esté el enemigo, en una generosidad inespt:rc.da. También se da en la política, y es lo más estimado de la razón de Estado. Nunca hace oc:+entación de los triunfos porque de nada alardea. Y cuando los consigut: merecidamente io s disimula con naturalidad .
Antes loco con todos
qu~· cuerdo a solas,
dicen los políticos. Si todos son locos, no perderá '
con ninguno. Y si la cordura está sola, será tenida por locura. Por eso importa mucho seguir la corriente. A veces la mayor sabiduría es no saber o fingir no saber. Hay que vivir con los otros, y los ignorantes son mayoría. Para vivir aislado hay que ser casi divino o casi una bestia. Pero yo m oderaría el afo rismo diciendo: antes cuerdo con la may o ría que loco a sola s. Algunos quieren estar solos en las quimeras.
132
Pensarlo dos veces. Mirar más de t•na vez es garantía de éxito, esp ec ialmente cuando bay duda s. H a y qu e t o marse tiemp o tant o para aceptar como para aprovecharse. Así a!Jarecen nuevas razones para co rrohorar y confirmar la decisión. Cuando se trata ele dar, más se estima lo entregado con sabidu ría que cOn rapidez. S1 empre ha sido más estimado lo desea do. S i se debe dec ir q u e n o, b ay que c uidar la s formas y madurar la negativa, de modo qu e llegue oportunamPni:e. La mayoría de las veces, una vez que ba pasad c el ardor del deseo, no se siente después, con la cabeza fría, la negación como un de saire. A quien pide con prisa (lo que es una treta para engañ a r a la prudencia), co nc ede r tarde.
134
Duplicar los rec u r."''s necesarios en lo uida. Vivir es duplicar. No hay qu e depender de un solo factor, ni limitarse a un solo re·: urso, por exc epcional qu e sea. Todo se debe cluplicat, especialmente las fuentes del provech o, del favor y del gu sto . La mutabilid a el de 1a 1un a no s tra s e i en el e \' es e 11í mil e d e 1a estabilidad . Más cambiantes son .la s cosas que depen den de la quebradiza voluntad humana. Contra la fra gilidad, la prevención. U na gran re gla del arte de vivir debe ser duplicar los recurso s del b e neficio y del provecho. Igual que la natural ez a dupli có los miembros má s imp o rt a nl e s y el e m iÍs ries~o, as í es n ec esa rio duplicar los recursos vitales .
76
135
No tener espíritu de contradicción, pues es cargarse de necedad y de molestia. Contra él debe levantarse la propia cordura. Pon er objeciones puede se r ingenioso, p e r o el p orfia do no deja de ser un necio . Estos co n vie rt e n en gue rrilla la dulce conversación y por ello son más enemigos de los má s próximos que de loE qu e n o les tratan . En el bocado mSs sa broso se sien te m ás la es pina q u e se atraviesa, y eso es la oposición a los bu enos momentos. Es tas pe rson as, necios perniciosos, son intratables, además de se r bes tia s.
136
Ent"a'"
de /o; aou nto,,
in~cdiala
o mente tomar el pul so a los nego c ios . Mu cb os se van o po r la s rama s de un razo na~1i ento inútil o por las l10jas d e una cansada verborrea sin ll ega r a lo susta n c ial el e! as unto. Dan c ien vu eltas a lrededor el e un punto, ca nsánd ose y ca nsando, y nunca ll egan alcentro de gravedad. A sí actúan las cabezas confusas que no se sa ben aclarar. Gastan el ti empo y la paciencia en lo que d ebían dejar, y ca rece n de ambos para lo c¡ue ab a ndonaro n .
13 7
E / sabio se bastará a sí mismo. El era
todas sus cosas . Ll evá ndose a sí mism o lo llevaba todo 2 1• Si un amigo universal vale lo que to da Roma ·· ?)
y el completo universo, sea uno ese amigo de sí mismo y podrá vivir en soleda d. ¿Q ui én le podrá hacer falta si no hay ni mejor opinión ni mejor gusto que el suyo? Sólo den end e rá de sí , y es la may or felicidad parecerse al Ser Supremo. El que puede vivir así en soleda d n o temlrá nc::da de hrul o, y sí mucl1o de sa J,i o y casi tod o de divino.
138
E/ arte'
tf.: ,-J.:jar est,n las cosas. E spe -
cialmente c uanto má s revuelto es t é el mar pop ular o el de los a ll egaclos. En citra to J1Um a n o J1 ay torl,eÍÍi no s y tem pesta des de voluntad; lo más c u erllo es retirarse al seguro puerto Jc dejar es tar las cc,;c.s. M uclw s ve ce_' lo s mal es e mp eoran con los remedio s . A llí J1 ay que dej ar J1a ce r a la naturaleza y a quí a la moral. IJ ~1
Grac icÍ ll - alulli etHlo a
la~ f:'pfst ....,fas
t1
·ifo lle Séne~a- pa rece
l .tlf.•
rl·re-
a ~ altatla ~ll villa, pien\e Jnu je r, }, ij os y pro pi etla{l es e n un in CL' lltli o. l'' ua iHlll 1)L'ITH.:l ri tl, el Vl' IH.:etlor, le pre ~ u nl a s i ha s ufrid o alg llntla i1 o. E.:.:til¡H1n c onle~la: "..-L nlo s 1nis l1iene:: v.111 rirse a E s tilp t'll l, quien,
l Pllllli~tJ.
~ ~ Es , ~prohabletn e nle, un a
re i.ere n cia a un did1o popular ro1nann.
C ice rón co n sitleral>a a Cill {HJ el
18
.\ nli ~ uo ,,:on1o s u "a n 1i~o u niver~al ~~.
7 ()
,,
buen médico debe saber tanto para recetar como para :,·:,
''
cula . Pero que el hombre juiciosu r..o juzgue, al ver un
no recetar, pues a veces el arte consiste en no aplicar :, remedios. El modo de sosegar los groseros torbellinos
estorbo, algo definitivamente malo ni bueno en caso contrario, pues todo pudo deberse a la suerte o a su
debe ser dejarlos de la mano yesperar la calma; rendirse ahora al tiemp~ dará después la victoria . A veces se enturbia una fuente de manso fluir; no se volverá a serenar por intentarlo, sino dejándola manar. No hay mejor remedio para los desconciertos que dejarlos
falta.
14-0
correr, pu es caen por su propio peso.
Encontrar inmediatamente fo bueno de
cada cosa. Es el éxito del buen guslo. La abeja en seguida halla la dulzura para el panal y la víbora la amargura para el veneno. Del mismo modo actúan los
13 9
'
Conocer e/ día aciago, que los hay. N a da
saldrá bi en , y po r más qu e se cambie el juego no lo hará la mal a sue rt e. E n poc o liempo convendrá conocerla y retirarse, dándos e cuenta de si un~ está de suerte o no. Hasta e n la inteligencia hay ocasiones propicias, pues nadie supo a todas horas. Es una suerte acertar cuando Sl:l piensa, lo mismo que escribir h icn una carta. To das la s pe rfeccio nes depe nden de su mome nto¡ no siempre la belleza está en su punto. La discreción se disimula a sí misma cuando no llega o se sobrepasa. Todo, para salir bien, debe estar en su m o m ent o . Igual que a unos todo les sale mal, a otros t odo bien y con menos esfuerzo: todo lo halla uno h ec h o, la int eli ge n cia está en s u mom ento, el carác-
.
.
1
tJ
1 l
ter (le algunos es t a n de sgra c iad o qu e, enlre mi\ per· fe cc iones, encontrarán el único de(ecto que hubiera, y lo criticarán y exagera rán. Reco ge n és tos la s inmundi c ias de las voluntades y las inteli ge ncias, cargándose de infamias, de defectos, no por ser perspicaces, sino como castigo (le s u mal disc ernimiento. Llevan una 1nala vida, pues siempre se h arla n de a marg u ras
y se alimentan de imperfecciones. Mucho mejor es el
1 ·1
gu sto de otros que, entre mil defectos , encontrarán inmediatamente una sola perfección que se le escap ó a la buena suerte.
t e r en s u punto y todo con buena estrella. Entonces l1ay que a provec h a r y no desp erdiciar la menor partíS e!
1
0u stos: unos encuentran lo meJOr y otros o peor. 'lO hay cosa que no tenga algo bueno, especialmente si es un libro, pues es resultado de la refl exión . El carác-
8 1
141
tradecir y lu c har. E l pn!d e nte siempre está de parte No escucha rse uno mis mo . D e poco s irve
d e la ra zó n, n o d e la pas ió n, y se anti cipa o mej ora
agra darse uno mism o si no se co ntenta a los d emás.
despu és. S i el co ntrari o es n ecio cambiará de tácti-
Es frecu e nte que el desp rec io genera l castigue la sati s - ·
ca por ese m o tivo y pasará a la parte op u esta, con lo
fa cc ión particu lar. Q uien es tá pa ga d o d e sí mi smo a
que emp e::Hará el partid o. Pa ra poder echarle d e lo
l o dos se debe. Qu e r er l1 ablar y oírse n o sa le bi e n. S i
m e jo r el úni co rem edio es ace ptarl o co m o propio. La
bahlar a solas es de locos, lo es mu ch o má s esc u charse
necedad y la o bsti n ac ió n ca u sa r á n s u abandono y
d elante d e o tros. Es defecto co mún l1aJ,Jar co n mule-
rutna .
tillas com o «¿ m e comprend e?, y el «úh ?» que tan inúl ilm e nt e ca n sa a los que esc u chan. Tras ca da frase
quiere n o ír la aproba ció n o li so nj a, o lvidando el bu e n se ntid o. También los bin c had os d e o rg ull o !1 a bl a n co n eco. S u conve rsación tiene u n a pres un c ión exce-
143
n
No co nr erfirse en ex travagan te-- para
siva por lo que a cad a pa la bra pre c isa n del m o les to
escapar de la vulgaridaJ La s d os pos t uras traen d es -
soco rro del nec io «ib ien diclwl»
c rédito. To d o lo qu e de sdi ce de la gra ve dad es propio d e ne c ios . La ex lrava~alll· i a L'S un cierlu engai1o pla u s ible a l com ien zo : admira por la pi cil nt e noveda d. Pe ro d espués, co n sus mil los JTsu lt
142
lre c lla . E s una s u erte
,le
enga 1-10 que, e n los a s unt os
No seguir nun ca, por olos tin ac ián, el peo r
de pu !ai ca , ca u sa la ruin<~ ele los E s tados. Los qu e no
partid o, porque el competidor se adela nt ó\. L'Scosió el
se at reven o no pu eden ll e sa r a se r famosos JHH el
lllejor. Emp ieza la l u ch a ya vencido, y después SL'rá
cam in o de
b
vi rt ucl, ec lli111 por la senda ele la exlra-
n ec esario rendirse d esa irado. N un ca se vengará bi en
va:ga n cia, adm irand o a los neci os y da ndo la razón a
co n ma l. E l co ntrari o fu e astu t o al anti c iparse en lo
los c u erdos . Co nlle va falla ele me s ura e n las o pi n io -
mejo r, y tú necio al oponerte tarde con lo peor. Estos
n es, y por eso es tan o pu e,;:la a la prudenc ia. Si a veces
JHl rfia d os de la actua ció n son m ás obs tin ados que los
no se basa e n lo fal so , ,;:í !u l1<1 c e e n lo in c icr l o, co n . 1ilO1 . g ran pe '·l1 gro para l J ej·:~JlH
,le la pil la bra, pu es es má s a rri esga d o l1acer que cl eL· ir.
L~ to rp eza propia d e los o b s tinado s n o d arse c u e nta la verda d ni d e la utilid ad , preoc up a d os por co n-
,le-
82
83
l
144
1
Emp"a' con la con"
heredado, pues hasta la Fortuna a veces disfruta lastimando donde más tiene que doler, en lo más vivo. Por eso no se d ebe d esc ubrir ni lo que má s mortifica
lo que se quiere. Inclu so los maestros cristianos enca-
ni lo que má s vivifica¡ lo primero pa ra que ter mine y
recen es t a san ta astu c ia para los asuntos celestiales.
lo segu ndo para que dure.
Es un rli s imulo important e: la s pretensiones sirven de ec ho para atrapar una vo luntad. Les parece que la s u ya va d elan te y sólo es para a brir cam ino a la conve nie n c ia aj e na.
!"\ unca se d ebe co m e nzar si n tin o
espec ialmente cu ando l1ay un fond o peligroso. Con
la~
pe rso na s c uya primera pa labra su ele S•' r no conviene
rli ;: imu l ~r
n u es tra pret en s ió n, para qu e no a dvi ertan
los prob le m as ele co n ce d erl a, y mucl1o más cuan d o la ave rs ió n se presiente . Este aviso perte n ece a lo s de
::e~ unda
,!l' la
intenc ión. 1(,do s ell os son la quintaesen c ia s utilez.:t .
146
Mirar por dentw. N orma lment e la"' cos.:ts son muv di stintas d e lo qu e parecían. La igno ran c ia , qu e n o ~'a m ás .:t ll á d e la cor teza, se de cepc io n a c u.:tnclo se pe netra en lo inter io r. La Mentira es siem pre L1 primera e n to do y ar rastra a lo s n ec ios por J¿¡ CO tl tintla
vu l ~ar id all. La \ 'e nb ll siempre ll e~a la ú ltim a y
tanle,
,,t~jean¡Ju co n el Tiempo.
Lo:" prutlcnt ..::; le
rc~L·r
van la otra mitad d e l oído que sab iamente dup li có la ll l.:tt!re naturale za . El En~ .:t iío es mu y superficia l y lo
-¡~· ,1 ~ el e r"
·-·
..... .
~·
e n c uentran rá pida m e nte Ls qu e so n sup e rfic ial es. E l
·\'
•
l
1
1 "~' t dL
.,,¡,¡·¡·re,1' 1 t.1 C L1l, .
1 Jnah1,
pues
·i . '
rLlCI 1 1 ra
Acie rt o vive retirado e11 su inte ri or p.:tr.:t ser más cs ti m,Hio ¡1or lo s sa \1io:o v t !i ~L' rdos.
lodos los golpe,;. :'\o !1ay qu e tJuej.:trse de él, porque la malicia sie mpre l1iere donde más du ele, en la parte más d é biL No serv irá enfa d a rse, s in o es t imular la di s lr.:tcc ió tt a je n a. La ma l¿¡ int e n ció n va bu sc an d o el prelexto p a ra J1acer te s.:t llar: l.:tn za in s inu ac io ne s para r;n ella¡ln ¡k],¡J v kuii la prue ba de mi lm .:tn e -
l "I IC l l i l i
ras l1 as ta ll egar a lo más vivo. E l prude nte nun c.:t se rlar,í por :.: nt·eraclo ni llescu br iril s u mal , personal
S!
0
14 7
No ser inaccesible. N.:t clie es t.:tn pe rfe c -
to qul' no ne ces it e il ! ~u n il vez un consejo. [:;p rop io d el n ec io irrem ediable el no escucl1a r. Elm a 3 llld epencl ie nle ¡Je be
dar
l u ga r a l co n sejo ilrni~toso, y el
so be rano no debe reb uir los consejos . Hay l1ombres
nos cree n que el arle d e c·o nversar es n o tener arte y
si n re medio por se r ina cc es 1bl es; se d es p e i'í an po rqu e
qu e la conversa c ión J el1e :>L'r l1olgada como la ro pa. Así
e u an d o tiene
n a di e se atrc e a detenerlos . E l má s infl exi bl e d e be
d e be en tenderse entre los
t e n e r una pu erta a biert a a la amistad y se rá t am bi é n
lu gar entre perso n as d e re s peto d ebe ser m ás s u stan-
la d ~
Un ami ~ o
u y ami go s .
deb e tener l ugar para, co n
c ial e indi ca!· la m tt c!J a su :> lan c ia de la persona. Para
c·o nfianz a , po der avisarl e y co•-re &irle in c lu so . La con-
a ce rtar e n es l o l1 ay que aju:>tarse a l carácter e inteli -
fianza le debe pe rmitir esla autoriclad a s í co m o la e le-
gencia de los gu e int ervienen . No l1 ay qu e pret en der
v,l d a o pinión so b re su fi cleliJ ad y pruden c ia. El res pet e
ser ce n so r d e pa labra s , pm·s será tenido por g ramáti-
no
~ e·
soco rro .
111
d e be: oto rgar a t o< los, ni lampocu la aut o riclacl.
Pc: ro l1ay que t e n e r en
b l1 a bit a c ió n
m á s re cón di ta ele:
la caute la el fi e l es pe jo ele un co nfident e. Se le es tin. a rá
~' a él
co y peclantc¡ l.1mp oco L ~ ,·,1 l ele fra,; es, ¡1u es toJ o~ evitarán e l trato.
1\l k 1bLn imp o . t a m ás la di sc rec ió n
que la elo c u e n c ia.
se cl ebe rá la co rrec c ió:1 de los e n gai1os.
14 8
n~rlenccc
149
St7f,cr ),•;: ¡ :,n t1 ,, /r,, /,,;: 111U /.::: . 1 ' 11a bue na
a la s
estra t eg ia de lo s qu e ~o J ,¡c'l'tta n es le n c r c:>et tdo~ ll uma -
.ltt té JJ ti ca s personas . l~ n niu~un a acliviclacl Lun1a 1w se
ll OS co t1l ra la m a lc\'''lc'tlc:i,l. -~ ~·n c r e n qu ien l'L'Cai~a la
Poseer el dr/ c jL, con ve rs ar.
ltl'CL' sita m<Ís la prudcJt c ia, pue s e s
la
m<Ís com[111 lll' la l' illa. Aq uí se llcc ide L'J ganar o perder. S i la pruclen c ia
c r[~; _;a por los desa c in[ ,¡~
1·
el po pular c a s ti ~o ele la mur-
mur.oc' ÍÓn no o lJ eclc c e a in c apa c iclacl, ..: om o pi e n san
•" llc',·eo.ll'i,l Jl,ll'c1 l'Sc·ril l il' llll,l C,l f'l,l, (/ lll' l'~ 111 1.1 c'tlll-
los m a l i,· io.;;o,:; , •i JH'
l'e l'::'c1CiÓn pensada de ante man o y por esc rilo, iJiJu c iJ o
puede sa lir bi en n i ~e JlUL' l!e CO JJt e nt ar
m <Í s e n la c onversacic1n o rdin a ria d on d e uno se exa-
baber un t es taferro, blan co d e los erro res po r su pro-
111 i na J c discre c iÓ11 ele
lllu,!,,
prec ipit ado! Los pe rit os
[,,m an e l pu lso lle l ánimo c 11 la le ngua , y de e lla llijo e 1 ~;::; "" 111. e.l' "11a T l1 1a S .I qu1. e 1eo - - qu e t e cono zca " '.J ¡\ 1gu -
~ ~ 1)r, ,,.,. ,.J,,·, > J, ¡,·,,,, · /
~t"'~¡u~'J\' u /
t . : L\l)110:5 Cd n l.
,1
pia amb ic ión il eg ít im a .
,\l'Jllt rar b rlc slr c za . :'\ o todo il
Locl o~. De bL'
15 o
\ d esvelarse po r ella 8. Al gun os hacen y d espués pien san¡ S aber vender sus cosas. No es suficien-
bu sc an exc u sa s m ás qu e conse c uen c ia s . Otros n o
lavid a debe consistir
te con ~ u bondad intrínseca, pu es no todos muerden
pie n san ni antes ni después. Toda
la sust.111cia ni miran por dentro.
D onde hay gente va
en pensar para a certar el rumbo. La prevención y el
la mayoría, porque ve ir a lo s otro s . El arte está, en
pensamiento c uidadoso son un buen recurso para
gran parte, en J1a ce r val e r, u na s vec es con el elogio
vivir acl elant a do .
(pues la alabanza incita el deseo), otras con un bello nombre (pues es un mod o ex ce le nt e ele ensalzar), sin hacer nun ca os tenta c ió n. Rescrv<:tr algo sólo para ent e ndido s es un in centi vo ge n e ral, porque todo s creen serlo y a unqu e no lo piense n, la exclusión avi-
152
No aco mpañarse nun ca de afquien que
e ntendC'r qu e lo s
/12 pu eda deslu cir, po rqu e sea superior o i11 ferior. L o que
a s unt o s son tá c ilcs ni c nm u n e ~, p u es a sí se J1 ace n
e;; m ás perf, ,,- lo es lo m á s es timado . E l o tro bará s ie m-
vará el d es eo . N un ca se d e be d a r
il
más vul gares qu e a ccesiJJJ c ~. To ci os ac ud e n a lo exce p-
p re el prim er pa pJ y él,
c io nal po r se r más a pel cL· iJ,J e pil ril el gu,_;{p y la int eli ge n cia .
de
la
el
segundo . S i le ll ega ra al go
es tim a, será n S
mic n lra~ c ~L ,Í
sub e nl rL' las e,;lrellas ,
jlL' ro c u a n do sa le
el so l, o n o apa rece o desaparec e . N u 11 ca se de be ac er.:·ar uno a q u ie n le ec lip se , sino a q u ie n le b a ga d es taca r. Por ello pud o parece r bermosa la disc reta Fa bula,
151
d e M arc ial, pu es lu ció e ntre la feald ad o el de sarreglo
Pm,,,. pM a,Ua n ¡,,J,, ¡"". !'"'•' "''"' 0 .
cl <>n cell a;: . Ta m poc o ba y qu e C<> rre r peli gro s por
na e incluso para mucho s días. La mayor fortuna se
m a las compaiiía s, 11i l1o nrar a o lru~ a co~la de su
hace con horas de previsión. Para los prevenidos no
reputación . Para aumentar su importancia es mejor
hay mala s contingencia s, ni p a ra los preparados hay
c¡ue va ya co n los e n1inentes, pero, un a ve z fo nnado,
apr iclos . E l raz o nami e nt o n o d eLe retrasarse !1il s ta
con los m e
la o cas ió n c ríti ca s ino qu e d e b e a nti c iparse. C on la m a (lu rez el e! p ensa mi en 1 ~'
cu icl a d o~ o J1 a ~' que
Jlrl'\"l' ll ir
el ti e m po m á s ri guro so. La alm o h ;j da es una s ibil a muda y do rmir sobre la s preoc u pa c io nes vale m ás q u e
89
15 3 Si
S ;!
faci\il\aJ'~ . Si se mi ente E vite llenar las vacan tes de importan cia.
aventura es mej or que sea con seg urida d en sus
COI>
l1ecl1os y es te e ngaño es má s
palalna s , lambi én co•t
peje~di c ial
por el resul -
tado.
amplias dot es. Es necesario duplicar el valor para ig ualar a l del ant ecesor. Si es astucia qu e el que venga h ag a bu e n o a l qu e se fu e, es maña qu e n o le eclip se e l q u e ce só. Es difícil llenar ,_,n gran vacío, porque sie mpre lo pa sil.d o parece m e jor. N i s iqui e ra la ig u a l-
155
Arte a l
ap<~E'ionarse . S i es po s ible, la
da d será sufi ciente , porqu e el predecesor fue e\ prim ero .
re fle xión prud e nt e (lcbe an ti c ip a rse ,1 la torp eza (! e l
Po r eso e;; n ecesorio t e ne r má s cu alid a d es para ec har
ímpclu. No le se rá difíc il al que sea prud e nte. A l a pa-
al o tro d e su repu ta ci ón superior.
s ionarse el primer pa so e-s darse c uenta de que 'l.tno se apa s io na, pue s es to es empezar co n domini o de la
ju ic io se co n oce por la lentit ud a l c ree r. Como m en -
p~ ~i(m (l e á nimo. !!a y que cs ta\1\ecer taml1i é n un límile y n o ir má s allá. C on c~ta ca utela s uperior el impulso (le la ira se ago t a t!L' inm ediato. !! ay qu e ~a b e r (lclcnerse a tiem¡~o, puL·~ l,1 nt <Ís (\iríc il d e corre r L'~l<Í e n (lcte n e rse . l ~ s un a ~ ra n pruelJa para el lntc n jui c io
tir es muy o rdina rio, es mej o r crue creer sea al go exlra-
con s c r va r~ e c ucnlo l'II L, ~ a cc eso~ el e c(,\ e ra que pu e-
u n linari o . E ] qu e se m ovió con l: 52reza d es pué s se
detl lle var a la loe u ra. T,tlo exces o
ave rgüenza . Pero no se de b e manife-:hn duela d e las
ra (le lo rae io nal , pe ru
1~ ~J ¿_1 ±· ~ ' .lL
J
1\1
,.,,b hri1 s d e l o lrn ,
;·
1
¡-¡ 1Jtten
,·r,'c¡· n i qu erer. áci mcnle . ·.:
pue s má s que descortesía
C5
in s u l-
lll!ll L'a Sl' tl a ií
la
L·o 11
ck
pa s i(m (le ge n c-
es la m a g i s l ra 1 ca u le Lt
raz <.'l l ni "S L' es l é!rá en cll ímilt· tlcl
to a l llaniar co n ello al interlo c ut or o en ga ti aJo o
!Hte ll sc ttti(\o . l 1é!ra ~a l 'L' I' e!II Il L'lltlar 1111a pa oi<.lll
e n galiador. Pero éste no
ne cesario ir siempre con
PS
el mayor inconveniente
pu esto qu e n o cree r es ;; Jicio de m e ntir, porque el
1
•
\
e l pnn1er c uen o a
la rienda en la man o . l 11 ca 1a
c' S
.3erá
men ti ro so tiene dos males : ni c ree ni es c reído. E] o yen t e pru d e nt e no ju zga d e inm ediato . l!n a u lor l\¡ CL' l[ Ue l·am llién L' S u n ti po de impru den c i,l qu e rer con
>
.'. !ll(!l' al'icl' rÚn,
quiL' Il
c' ll
!le ,. \,,;, ¡¡¡,, (Soh rc b ami;l al l i ,¡,,•1 1lL. · < [ l iL' rl'r\ ~1.
..:cj ;"l ..:
:~> 1\eLuenlo
fl ( ( )
rel.r(:1 1l:
l' \ ( l \1 .i \'
lHJlltL rl' cuenlo d ca\h1\L1.
L
,) 1
i1 ! 1..l
1
ll·-
156
perso nas. Es ele·,ada filosofía entender les caracte-
E/,g;, a los
am;gM. Sccán am;gos los
res y distinguir los humores Je los lwmbres . Tan nece-
examinados por la di sc reción, los probados por la for-
sario como l1aber est udiado los libros es conocer la
tuna, y los aprohados e n voluntad y entendimiento.
condi ció n d e
las perso nas.
Aunque es el a c iert o má s importante de la vida, es el que m e nos se c u icla: al g uno s so n entrometid os y la mayoría casuales. Cada uno es definido por los ami -
15 8
gos que tiene, puL'S nun ca el sa bi o conge ni ó co n los ig n orantes . Qu e un o gus te no es prueba ele inlimidad,
S aber vulerse de los amigo s . Se neces i-
pues puede pro ceder má s del bu e n rato de divers ión
t a sens atez, tacto e in gen io. Unos so n bu e rws para
que de la seguridad en sus capa c idad es. Ha y amista-
estar lejo s y o t ros cerca, el qu e n o fue buen o para la
des leg ítim as y o tra s a clulterin as ; és ta s sirven para
co nv ersac ió n lo es para la correspondencia. La dis-
disfrutar y aqué ll ils para lener mu clw s aciet ~us. H a y
tan cia pu ed e J1acer a ce ptables algunos defeclos qu e,
pocos amigos el e la pe rsona y mu cbo s de la suerle. Gs
e n p rese n c ia, eran into le ral1l es. No só lo ha y q u e pro-
m á s ídi 1 e 1 lnt e 11
c urar oLlener pla cer de los am igos , s ino ulilidact. E sta
l'
11 te n cli m ie 11 l o ele u 11 a m i g o q u e
muc: llil s buen c1S voluntade s ele otros. Por
es mejo r
tle b e lcne r la s tre s cua li claeles ele] bien o, según otros,
que l1aya elección y no su erte. Un sa l1io sabe ev itar pro-
del se r: unidad, bon dad y verdael, pue s el am igo es
blema s, pero e l a mig o ne c io los at rue. :.Jo !1ay que
toda~ las ,- osas . Pocos sirven para J1u enos ami gos y el
L'S<)
(lesear mucl1a s u e r ~e a lo s ami gos s i no se los quiere perder.
no su llCrl os ele gir retlu ce aún má s el número. Sa berJos co n se r var es má s im po rt a nte qu e JJaccr amigos. Dcl w 11 l1u ~c,use
157 Na
cngaiiarsc sob re la condición LJ..: las perso na s, qu e es el peor y más fáci l enga 1io. Más va le
...
(L' la ] clas e que elure n . i\un que sean
nu evo s al prin ci pio sa l isÍace ·salwr que po drán JJace rse viejos. Sin duda son los mejore, .:.c¡uellos cc n los rru e se J1 a co mido mucJ1a sal, aunque para ell n se gaste l;n a fanega u . No b ay desinto co mo vivir sin am igos.
se r en~aña d o en el pre c io c¡ue en la m ercan c ía . \:,, J1ay
~-~ l~ cL..·n•Jh_. ¡,, (, \refrán "~ o i._~.,.· \ 1 0 ~
cosa qu e má s n ecesite un a mir"'L e n el inl: e ri n r. 1-l ay
n•..::
dife ren c ia entre e nt en d er la s cosas y co n oce r a las
n cgu.
1111
JlHly ~ ) ~ L· sol. 't ll n
tll'
(¡\lr :=in o ('( JJl q uil'll c o nl ie -
nH>yo e ru la 5épi1 11 1o parle (lt:
()3
una fa-
La amistad multip li ca los bienes y reparte los males.
te. El secreto parece algo divino. El que babia con [cci-
Ella es el único remedio contra la suerte adversa y es
lidad está cerca de =er vencido y convenc id o.
un desabogo del alma.
15 9
161
suFit u los necios. Los sabios siempre a~uantaron poco, pues quien tiene · más ciencia tien<' m<1s impaciencia: el mucho conocer es difícil de sali;:facer. La regla más impc!iante para vivir, según Epiclclo , es sufrir, y en ello resumió la mitad de la sabit!uría . Si l1ay que tolerar todas la s necedacles, será nece:>a ria muclw paciencia . A veces sufrimos más de qui c11 más tlepenclemos, lo que es importante para venccr;:e a sí 1nismo. Del sufrim ient o nace la incstimahlc pai', c¡ue es la felicidad en la tierra. E] que no tenga ánimo para sufrir cs mejor c¡ue se relire a sí mismo, si es que a sí mismo se puede tolerar. St1fx!r
160 .
Hablm con pwdenáa. Con lo, campe·
Conocer los dulces defectos. Ni el hombre más perfecto escapa de algunos, si no que se casa co:1 ellos o más bien se ba ce su amanh'. Los l1ay en la int eligencia y so n mayores en el más inlc li ~ente o se notan más. Y no porque no los conozca el sujeto mi,mo, sino porque los ama. Son t~Js males juntos : apd~ionarse y además por vicios. Son lunares ele la perfección. Ofenden tanto a los extraños cuanto l<'~ parecen bien a su~ duei1os. Hay que triunfar con ga llardía solwe uno mismo y ail.a dir este éxito a las demá s per f<'ccioiws. -rodos reparan e n ellos, y cuando debían celebrar lo muclw bueno que admiran . se detienen donde' los l1an vislo y los afea¡¡ para desdoro de las demás cualid,,lll'~.
162
Sab" "'""la "n·idia
y
la
mal,mlea~
tidores por cautela; con los demás por decencia. Siem-
cia. El desprecio, aunq ue prudente, no vale lo que la
pre j,"'Y tiempo para soltar las palah··.: s, pero no para
galantería. No bay aplausos sufi cie ntes para qu ien
by venganza
rdi rar b s . Ha y que l1ahlar como en los lcslamentos:
babia bien del que habla mal. :; o
cuantas menos palabras, men os pleitos. U no debe
insigne que los méritos y cualidades que vencen y
pra ctica r en lo que no importa para cuando sí impar-
atormentan a la envidia. Cada éxito es aumentar
03
más
el tor-
mento del envidioso. Para el competidor es un infierno la gloria del otro. Este es el mayor castigo: hacer del éxito veneno. El envidioso no muere de una vez sino tantas como vive en las voces y aplausos el envidiado. La eternidad de la fama de un o compite con la penalidad del otro: los dos son inm orta les, aquél en sus glorias y éste en sus penas. El clarín de la fama tocala inmortalidad de uno y publica la muerte para el
164
Divulgar algunas cosas: para valorar la
aceptación, para ver cómo se reciben, especialmente cuando se duda de su acierto o agrado. Uno se asegura así de salir bien y hay lugar para intentarlo o retirarse. Así se tantean las voluntades y el prudente sabe qué terreno pisa. Esta es la máxima prevención de pedir, desear y gobernar.
otro, quien queda sentenciado a la horca de tan envidiosa ansiedad.
16 5 163
Nunca se debe incurrir en el rechazo de/
afortunado por compasión del dcsgruc iado. La mala suerte de unos suele se:: buena para otros, pues no habría un dichoso si no bubiera m u che~ otros des-
graciados. Es propio de infelices conseguir el favor de las gentes para compensar así, con este favor tarclío, lo s disfavores de la fortuna. s l ' La vislo a \''-''-'-S que quien en la prosperidad fue aborrecido por todos, en la adversidad fue compadecido por todos. El deseo de venganza cuando estaba en <o se :~·:JcÓ en compasión para el caído. Pero el sagaz a tiende a las carlas de la fortuna. Hay algunos que siempre acompailan a los fracasados y h oy se ponen aliado del desdichado yut aye1 rebu:;ero11 ¡)Or afortuuado. T,l ,-e:: indica nobleza innata pero no sagacidad.
Jo
Tener juego limpio. El prudente puede
estar obliaado a \uc\1ar pero no con juego sucio: ca da uno cl ebe :duar como quien es y no con1o le obligan. En la compclición e~ plausib\L' la galan tería : se clebe pelear no sólo para vencer con el poder, sino ta_mbié_n con la d ecencia . Vencer con ruinclad no es vLctDna sino rendimiento. La generosidad siempre fue superior. El hombre de b:..: n nunca utiliza las armas prohil1idas. Lo son las de una amistad que ha terminado para el odio recién nacido, pues no ;:e Jebe usar b cunl'innza para la vtu~anza. Todo lo que huele a traición contamina '=-' ¡ buen nombre. En los personajes elevados es más extraño cualc¡uie1 átomo de bajeza. La nobleza debe estar muy lejos de la vileza. Es mejor presumir de que si la galantena, la generosidad y la fidelidad s:: perdiesen en el mundo, se deberían buscar en su pccbo.
Q7
166
Sab" dishnguh a/ hambm de pa/abms
dc/ hombre de hecl7as. Es un a di stinción úni ca, igual qu e la del a migo de la perso na y el amigo d el cargo, qu e son mu y dife ren tes. E s mal o , s in t e n e r pal a bra bu e n a, no tene r m a los l1 ec l1 os; pe ro es p eo r, si n t e n e r palabra mal a, no t e n e r bu e n os l1ech os. Ya n o se com e co n pa lab ras, Lfu e son vi e nt·o, ni se vive de co rtes ías, quL' es un curlés cngaiio. Cazar las aves co n lu z es e l verdadero enca ndil a r. L os p r es untu osos se sa ti s fa ce n con vi enlu . L a s pala bra s d eben ir acompa i'i a da s de l1ecl1 os y así tene r va lor. Los á rbo les qu e n o dan frut o, sino sólo l1ojas, no sue len l ene r cora zó n. Co n viene cu n occr los: de un os se o bti e ne provec h o, p e ro o tros sú lo dan :>ombra.
16 7
Sab" ayud"'"· En los g
llt' l1a1.· mejor co nlpa ii ía que un buen co razón. Si fl aquea l1ay que suplirl o co n los ó rga n os m ás próx im os. A qui en se sabe d e fend e r las preocupa ciones le parecen pcquc ii as. No h ay qu e re ndirse a la suerte , p o rq u e se l1a rá comp letame nt e intolera bl e. A lgunos se ayucL;n noco en sus probl emas y los du p li ca n a l n o saberlo3 soporlar. E l c¡ue se conoce ay ud a él ,-: 1 d e l i1 li dacl con rcllex ió n . EJ pru dente de sal e victo ri oso, l1 a:> la ele las eslre ll as .
tod~
168
No convertirse en un m ons tru o de es tu pidez. L o so n t o d os los vano s, pres untu osos , po rfiad os , ca priclwso s, o bstinados, exc é ntri cos , rid íc ul os , bufonescos, n o vel eros, paradó ji cos, m a nía cos y t o do lipo ele lw mbres s in m edida . l o d os son m o n s tru os d e la impertin e n c ia . C ualqui e r m o n s tru os id a d d el es píritu es má s d efo rm e qu e la d el c u e rp o , pv rqu e con[ ra viene la Be ll eza S u perior. Peru ¿t¡u ién corregirá lan lo:> y la n frec u e nt es desórd e n es? D o nd e fa lta e \ bu e n juic io no b ay lu gar para la co rrecc ió n : lo qu P deiJía ~er u n a acl verlcnc ia co m o res ult ado de la ri sa qu e p rovn c,1, :>e inl e r prela, infun d.,la m enle, como un ima~ina ri o a¡1 la uso .
169
E, má; ;m¡wtan/e " " mac ,; unn m que cien ucccs . 1\ adie mira a l sol resp la nd eciente, lll'rt' lo(\n, ln IJ aCL'n cua 1Hln eslá cclips
acc r tc1 r
OC)
1 1
170
172
Tener rJservas en toda s la s circunstan cias. Se aseg ura así le importante. No se debe emplear
der . La lucha sería ¡Jesigual. E l otro comienza sin
toda la capacidad ni se deb e usar toda la fuerza ca da
ataduras porque ha perdido l1asta la vergüenza . Todo .
ve z. Incluso e n la sa biduría debe l1 aber reservas, y así
lo acabó,
se llu plican las perfecc iones. Si se sale mal d e un
a lodo d es propós il o. No se d ebe ex poner nunca la
aprieto siempre d e b e hab er a qué apelar. Es m c- j:Jr la
in estimable reputa ción a un rie sgo lan crue l. Muchos
ayt!da que el ataqu e, pues es útil y tiene c rédilo. E ] pro-
ai1os costó ganarla y vie n e a perderse en un asunto sin
cecln de la pruden c ia s iempre se dirigió a lo seguro.
imp o rt ancia. Un mal aire pu ede l1 clar el s ud o r d el
Y t.:>n es le sen tid o es verdadt.:>ra la c t•riosa paradoja que dic e : m ás es la mi ta d qu e el todo.
es fu erzo . Tener mu clw q u e perder ha ce d et e ners e al
No competir co n quien no tiene qc;e per-
n o tiene má s que pe rd e r, por ello se arroja
hombre l1onesto . Cuando mira por su prestigi o mira al co ntri n ca nt c y, como se arriesga con atenta observació n, actúa con l a l lldenc ión que da ti empo a que
171
~ra 11 des
la prud encia se relirc co n liempo y ponga a sa lvo el
l'v'o malg¡¡sfa r /,,s t7pc1!1tl.5. '-"s cl l lli~os
so n para las
~ randL'~
o cas ione s .
~o
pre stigio. Ni s iquiera co n la victoria se podrá ganar lo que ~e pcrclió al arric~~arse a perder.
se ¡Jebe
cnl ple a¡ m u cha co nfianza en cosas pet¡UL' Úas, pue s ser í.1 un despe rdicio. E l ancla
~agrada
s ie mpre se resC; 1 -
va para e l ú ltim o riesgo. Si en lo poco se a ln1 sa de lo 111 11· Lu ;Jqué qul·cl ,.~·á p,1r,1 < l l·~pué,;? ~o 11,1\' l'll :' ,, que
val~a
173
No ser J, cristal en e/ trato con los demás.
más q u e los va ledo res, ni lwy más preciosa que
Y m enos co n los ami ~ os. ,'J~u no s se quielnan Clln
el apoyo. E l hace y desba ce e n el mundo, ::-:ciuso da
gran facilidad, d esc ubri en do así su po ca consisten-
intelib é' :1c ia o la quita. La fortuna envidió
]os sa bio s
c ia. Estos se u(e¡¡den co n facili dad y e nfad an a les
lo q ue le s favo r eciero n la naturaleza y la fama. ,\lás
demás. Son más scns il1l es qu e las nii'ias de los ojos,
el
imp o rtant e que manten e r las posesiones e~ sa ber con~en·a r \' rdener a las personas.
pues no se dejan l ocar ni en broma ni en serio. Le s mo lestan las
lllU LilS,
s in n ecesi d ad ya d e ca lumnia s .
Q ui enes los tratan deben ir con Iltu cbo lienlo c uidando s ;-:: mpre su susceptil,ilidad. Les ll evan el aire porqu e
e l más leve d esa ire les mo les ta. Estos son norma l m e nt e mu y s u yo - •0 , t d ,, e 5o¡;; as que na a respelan, idóla. d t Ia s e s u n egra J .· ]] El d d· 10n¡¡ a. ~ que ama tiene la mitad e !am a nt e p or~-U ej u racw · • n )' res is t e n c ia.
son per:'ona s toda s la , qu e lo parecen: L s bay de mentira, que piensan q u im eras y produ cen engaños. Ülros
1
so n su s semeja n tes: los apoya n y pre fi e re n lo in c ier-
1
to de un e mbuste , por se r mu cbo, a lo c;e rto de u n a verdad , po r se r poco.
Al
final su s cap riclws sa le n m a l,
porqu e ca recen de u n funda m e nto fir m e . U ni ca m e nte
174
la verd a d pu ed e da r venla Jerc pres ti gio y úni camen-
N"';, .¡, dcp .ioa S,!,". di
b
e
..¡
'
te la s u s t a n c ia es úti l. U n e ng año n eces it a ot ros mucl1 os y por eso t odo el edifi c io es u n a quime ra. Como se fun da en el aire, n ecesaria m ente caerá en lie rra. Los sinse n t id ns nu n ca ll ega n a viejos . Cuando
a l ~o promete mu clw sin dud a es sospecl1oso y c ua n do da mu cl1as pr u ebas es inace pt ab le.
176
Safo,'r c'::: cucf1ar a q u ien sal1c. 1\:o se pu c
vivi r s in e nt emli miento, pro pio o pre s tad o; pero J1ay mu cl1o s que ig n oran q u e no sa b en y ot ros qu e pien sa n que sa b en, no saL ie rid o . L os e r ro res d e la estupidez son i rremedi allL~, pu es c:nnHl lo~ i~n o ra ntcs no se ti e n e n po r tal es, no bu sca n lo q ue les ha ce ra lla. AJ g unos sería n sa b ios si n o creyesen serio. Po r eso,
17l5
aunqu e h ay po cos orácu Los d e pr ud enc ia, viven oci(l-
SL'r¡o ,,.- 0 " ., na de s ustancia · 1\. c¡u1e· n Jo es no l e a0rada j ~ " n o , (["e no lo son N t· , . ¡ ce~ r d · · o Iene ex 1t c " e ,_O l!np o rtanl e · , j j -· que no se Jasa e n a sustancia. No
1!
sos porqu e nadi e los co n su lta . Pe d ir co n se jo n o di sm in u ye ni la im portan c ia n i la ca pac idad, sino que las a c rerlita.
AJ e nlrenarse co n la razón se evit a e l ataque
el e la mala s u e r t e .
102
1
o3
1 ¡_· 7 E,ita, /ami/iandad,. d~ben El
e/ tmto. No" usar ni permitir. que se allana pierde la digmdad que le daba su gravedad, y la estima tras ella. Los astros, al no rozarse con nosotros, se conservan en su espl e ndor. La excelencia pide decoro. Toda familiaridad facilita el Cuanto más se tienen las
~esprecio.
cosas hu1nanas, se tienen en menos, porque con el trato se descubren las imperfecciones que, recatadas, es taban encubiertas. No es conveniente allanarse con nadie: con los superiores por el peligro, con los inferio res por la indecencia; con la gente vulgar menos aún pues es atrevida y necia y piensa qu e es una o bligación lo qu e en realidad es un favor. La fa cilidad e-xcesiva es un tip o de vulgaridad.
178 e,..,
y
a/ cnmzón . má'Ouando"' muy firm e. 0i unca se le debe co ntradec ir p ues s uele se r un
pronlós tico ~e Jo más importante: es un oráculo persona¡_- Mu c nus perecieron de lo que más se temían,
1 Cj ~! 6 sirvió teme~lo y no remediarlo? Algunos p_ero ¿(e henen un corazón muy leal, lo qu e es una ventaja de
~~ 1n~turaleza superior, y siempre los previene y avisa
de t tra caso para evitarlo. Nu es prudente salir a buscar mal es, pero sí lo es salirles c e rlo s .
1 01
179
en
al encuentro para ven-
.,.
La reserva es la marca de la inteligencia . Un pecho sin secreto es una carta abierta. Si hay fondo allí están los secretos profundos, pues hay grandes espacios y ensenadas donde se hunden las cosas importantes. La reserva procede de un gran autoconL.LoJ. Vencerse en esto es triunfar de verdad. A quien se descubre el pecho, se le paga pecho, es decir, tributo. La verdadera prudencia está en la templanza interior. Los riesgos de la reserva son la prueba ajena, llevar la contraria para sonsacar, hacer insinuaciones para hacer saltar al más rec'ltado prudente. Las cosas que hay qu~ hacer no se debeu decir, y las que hay que decir no se deben hacer.
18O
No reairse nunca por lo que el enemigo debería hacer. El ne~io no hará nuuLa lo que el prudente piensa, porque no comprende lo que es conveniente. Si el enemigo e~ lli sc rdo , lamp oco ha y qu e regirse por lo que debería hacer, porque querrá disimular la inlenciÓH ya comprendida e incluso anticipada. Se deben pensar las c osas desde la s d os perspectivas y anali zar por uno y otro lado, preparándolas desde las dos direcciones . Las respuesta s son varias. Hay que t ener lranquilida cl ele ánimo no la nlo para lo probable como para lo pos il1le.
181.
~: i temeros o el m é rilo . S i a la simpii-::idad le valió
Sin m enti1¡ no decir todas fas verdades. N o hay cosa que necesite más c uidado que la verdad,
la
confianza e n s í mi s ma , imucho más a la valía y al saber!
pues es sangrarse el corazón. Tan necesario es saberla decir como saberla callar. Con una sola mentira se pierde toda la re puta c ión de rectitud. A] engaiiado se tiene por falto de juicio y al engaiiador por falso, que e s peo r. No se pueden decir todas las verdades : unas p o n1ue me afec ta n a mí y o tra s a lo s demá s.
183
No ser testarudo . Todo necio es obstinado
y todo obstinado es necio. Cuanto más equivocada es la opini ó n ma yo r es su tenacidad. Incluso cuando hay eviden c ia s ced e r es lo l10nesto, pues, sin perd e r la razón, se d e muestra galantería. Más se pierde t e rcamente porfiando de lo que se gana con el triunfo. Eso
182
no es defend er la vt' rdad s ino la gro sería. Hay cabe-
U n poco de a uda cia con todos es u na importante prudencia . Ha y qu e m o derar la idea que
diable vell e men c ia .
se li e ne de lo s tlem ás para no eleva rlo s la11lo que se
se junta n, se ..:asa n indisoluble n1 e nte con la ne ce dad.
les lema. Qu e la ima g inación nunca venza al corazón.
El tesón d e be L~::: lar en la voluntad y no en la opinión.
Al g uno s parec en imp o rtant e;: !1a st a qu e se le s trata.
I--Iay, siu em bargo , ca so s excepcionales en los qu e no
zas ele bi e rro , difíc il es de cu nvcn cer, con una irre me-
e u a ndo el capricho y la obstinac ión
E st ~ contacto provo ca la decepción má s que la esti-
bay que de jarse perd e r. S e ría una doble derrota: e n la
ma. Nadie e xcede los límit es cortos de ser hombre:
opinión y e n la ejecución.
c uela uno li e n e su pe ro, uno s e n
!u inteli ~e n c ia y otros
en el carácter. La dignidad proporciona una autoridad aparente que Ci! s i nunca va acompaiiada de autorid a d p e rs o nal. L a suerte su e le ca s tigar un el evado em pl eo con un os m é rit os infe rio res . La ima>2ina c ión sie m p re aum e nta y pinta la s co sas má s imp~ortantes
184
No se 1· muy ce remonioso, pu es b asta en un
rey la afectación se bi zo célebre por su peculi a ridad
213
•
t! e lo que so n ; no sólo re co ge lo
'<'
<Íl' !Je
gón.
CO JTe~ irl a .
Pe ro ni la n ec edad debe ser atrevida 1
o (7
Alude a P edro l \' -~ ·..::en~ m u nio s o (1 3 19- 1387) , rey de Ara-
1o7
nadas de esta delicadeza. El traje de la n ecedad ll eva
186
es ta s puntillas (idólatras de su ho nra). ]vl u estran que
dados que estén. La integriclad debe conocer al vicio
ella tiene poco fundamento pues t emen que todo la
aunque se vista con sedas. A veces se adorna con oro,
pueda ofender. Es bueno mirar por el respeto, pero es
pero su yerro no se puede di simular. No deja de ser una
n1.ejor no ser tenido po r un experto e n cum plimien-
baj ez a aunque lo t e n ga un a persona elevada. Bien
tos. También es verdad que un hombre no ceremonioso
pu eden lo:; vicios aparecer ennoblecidos, pero no per-
necesita unos méritos excelent es. La co rtesía no se debe
t e n ec en a la nobleza.
ni afectar ni despreciar. E l que se preoc upa por nimie-
bre tuvo un defecto, pe;o no ven que no
dades no demuestra se r grande.
po r ell o. El e je mplo supeci o r es tan elocuente que
E l puntilloso es mol esto. Hay naciones entera s ador-
Conocer los defecto:, por muy rer.omen-
Al~L;n os
ven que un gran h om -
fu~
grande
incluso de lo feo convence. La adulación imitó ha sta los defectos d e la cara, sin da rse cuen ta de que en los dra nd e" o
185
-
\10mhrc~ se disimulan ,
pero en los baj os se aho-
rrec en.
No
arriesga r fa rep u t-ación de
!117
so /a
ve z, pues si el a s unt o no sa le bi e n e l clai1 o es in-epa -
rabie. Es muy posible equivocarse un a vez, especial suerte ni es su día siem:,re. Si la prim c ra ve z sal e mal
18 7
es mejor que la segunda lo arregle . Si se ac ierta , el pri-
demás; por terceros foque fes disgusta. A sí se gana n apo -
~L-~llll'L ' inlcnl". Si L' Illl'~"L' ,Jl.JlL' l la lK~r la posibilidad de mej o rar y la oportunidad de ir a má s. Las cosas dependen de sucesos fortuitos, y so n muchos, por eso es una rara s uert e tener éxilo.
yos y se evita la nw lcn> lctKia . A los
mente la primera. No siempre eslá uno d e buena
mero evitará
lll l
Ha ce r uno mis mo todo foque agrada a los
g ra" ~ '?S l1 om \1res
les prod uce más plac e r ba ce r el bien que recibirl o: es la felicidad de la generos idad. Pocas veces se desagrada a otro sin desagrada rse uno mismo, por compasión 0 remordimi ent o. Los principios más elevados se mueven por el premio o el castigo. E l bien deb e influir diredamenl c v el mal de fo rma indirecta. Ha y q u e Lc:i1er ~!!1 i. ~:~~-~ ferro pa ~·-~ los ~clr :> " Jel descont e nto (e\ odio y la murmuraci ón ) . La rabia d e la mu cbe-
1(13
100
dumbre, como la ca nin a, a l desconocer la causa de su d aúo, se su ele vo lver co n tra el ins trume nto. Aunque él n o t enga la m ayo r parte d e c ul pa, pad ece la pe na d e inmedi ato.
189
Va lerse de la privaciri n ajena. Si se con-
vie rt e e n dese o es el in ce ntivo m ás eficaz . Los fil óso fos n o tuvi e ro n e n nada a la priva c ió n , pero para los po líti cos fu e el t o do. E stos la val oraro n m e jor. Al gunos cor:v ie rt e n el deseo de o tros e n un peld a ú o pa ra
188
a lcanza r su s fin es . Se va le n d el m a l m o m e nt o y exc i-
Elogia, a loo ausen/eo
E, una p meba d e
b uen gusto y de te n erlo acos t umbra do a lo m uy bu e11 o .
tan el des eo c o n la difi c ultad de al can za rl o . Es pera n más de la pa s ió n impul s iva qu e d e la pa c ífi ca posesión . C u a nt o m ás a um e nta la res ist e n c ia má s se enco n a el
De é l se espe ra la es tim a d e lo qu e es tá prese nt e:
d eseo. Es una g ra n l.a bilid a d co n se r vor la d epende n -
quien pr imero su p o conoce r la pe rfecc ió n, sa brá es ti-
c ia d e los d e m ás para co n seg uir lo q u e u n o qu iere.
marla después. Propo r c iona tema d e co n ve rsació n y de
ir~ i tac ión
y ant icipa las no ti cias di gn as d e a plau -
s,l. Ls .u n educado mo d o de pre go n a r la co r tes ía a
las perL:c ciones de l qu e es t á presente . Por el contrariu, otros siem pre ti e n e n a lgo r;1 1e cri ti ca r, a d u la nd o lo p resen te y des prec ia nd o lo a u se nt e. L es sa le bien con los su pe rfic ia les, lju e n o se da n c u e nta de la treta el e l1a bl ar a u n os muy r:: .:: ! d e o tros . Al gunos utilizan L1 Uíct ic·¿¡
q1
1
f'
clc
vaL ':·.:n m ás lus mediocr ida d es actua les
los p rodi g io s d el pasad o . E l p rud ent e d e be cono-
ce r es t as
il
riimañas p a ra pro c ura r la amistad. N o
tiene qu e extraii.arl e n i la exagera ción de uno ni la a du la c ión de otro . E n tenderá que acl.úan igua l a quí y 3 ll á: c.:; mb ian las interp re tac iones seg ú n dón d e se Clll' llenlrcn.
19O
E ncontrar consu e/,,
L'll
todo. [ n c lus o lo
inútil lo e n c uentra e n se r el e rn o. No l1ay co n go ju s in co n s u elo . L os n ec ios lo ti e n e n
é" 1
se r fe li ces. L o di ce
el re frá n: "L a s u e rt e de la fea la gu a pa la d esea. " Pa ra vivir mu ch o es un bu en rec urso va le r po co . E l vaso resqu e braj a cl u nun ca se a ca l1il
de romp e r;
s u d urac ión
m o lesta . Parece qu e la su e rte envidia a las personas más imp o rta nt es : e n unas se igualan la du rac ió n y la inu t ilid a d , e n o lra s la im po rt ancia y la hrcveda J . L os q u e de ve rd ad im po r t en fa ll a rán , pero será eterno (porque lo pa rec e o po rque lo es reulm en l e) qui e n
-:~rec e de uli li tla d . Se d i,·í;¡ qu e la muerle y la s u e rl e se po n e n d e ac u e rd o pa ra o lvidar al des d ic lludo . 1 1
o
111
191
No co n/ enfurse co n e/ exceso de co rtesía . Es un tipo de engaí'ío . Algun os no n eces itan em brujar con la s h ierba s má gicas de Tesalia. Con el buen aire de un so mbrero ca uti van a n ec ios y vani do sos. Valoran la h on ra y pagan co n el viento de unas bu e na s pala bras. Qui e n t odo lo prom e te n o promete nada. Pro m eter es una trampa para n ec ios. La ve rdad e ra cortesía es deuda, la fingida es e n gano, y la d es m edi-
193
Atl!nción co n quien empieza con la con -
veniencia ajena para sa lirse co n la suya. No hay mej o r defensa contra la astuc ia que la atención. Contra el en tendid o un bu en ente nd edor. Algunos hacen pasar co mo ajenos s u s propi os int e re ses . S i n o se d escifran adecuadamente las int enciones, a cada paso uno se verá co mprometido a saca r a otro las cas tañas d el fu ego.
d a es una dep en den cia ind ece nte. No l1 acen la cort esía a la persona sino a la fortuna y a la adulac ión; no a las bu e na s c ualid ades, sino al int erés desea d o.
194
Tene r
1111<1
idea exac ta eJe sí mism o y sus
posibilidades. Es peclalme 11 te a l e mpe zar a v1v ir. Todos
192 E/
tienen a lto s pe1 1Sa1111entos Lle s í, en parti c ular los de
homb" podj;co lione /o,go o;do. Paco
vivir l1a y qu e d ejar vivir. Los pacífi cos no só lo viven, rei n a n. Hay qu e oír, ve r y ca ll a r. Un día s in di sc u sió n es una n oc h e de s u e ñ o . Vivir mu c h o y vivir co n gusto
L'~
vivir po r d oo: : es el frut o d e la paz. Lo tiene todo
qui e n no se preoc up a de lo qu e n o le importa . No h ay mayo r error qu e toma rlo todo en serio. También
m e no s m o ti vo:;. C,1,L1
UIH>
imagina su s u e rt e y ~ue iia
prodi g ios. Tiene de ,:n1L'S ura da s es peranzas, pe ro n a da co n s ig u e en la p rácl ica . Su va n a im ag ina c ión es casti ga da co n la d ece pc ión el e la ve rd adera realidad. 1!ay que ser prud e n te: se puede de sear lo m ejo r. pero s ie mpre "'' d ebe e,;perar In peo r pa ra acep ta r co n ecua nimülad lo que ve n ga . l_a h,lbilitlacl esl,1 c11 apun lar 111,Í,;
es una neced a d que un asunto tra spase el corazó n a
alto para co mp e n sa,, 1 ~ ·-· ro sin c!ue sea un desa tino.
quien no le concierne y que ni siquiera roce a qui en le importa.
e mple o: la vanidacl, 3in la ex periencia, s u e!" equ ivo-
Est e a ju s le d e id eas es n ecc: :. uri o al em p ezar e n un
ele tmlas la s necedades es la pruuno clL'L: ,·o 110cer su esfera eL acliv iclacl
ca rse. La pana cea den c ia. Ca da
v s u co ndi c ión . Así p" ,!:·á ajus tar la irnag in a LiÚn a la .re a lid acl. 1 12
1 13
195
S aber estimar. N o h a y nadie que no
197
No
relacio narse nun ca co n necios. Quie n
pueda ser m aes tro de otro en al go . Tctmpoco hay quien
n o los reconoce lo es, especialmente si, una vez co n o -
n o supere al que des la ca . Es útil saber disfrutar de cada
cidos, no los rechaza. Para un trato superficial son peli-
uno. E] sa bi o estima a todos porque sabe ver lo bueno
g ro so s y para las confid e n c ias dañinos. Siempre
d e cada un o y sabe lo qu e c u es t a ha cer bi e n la s co sas.
co met e n la necedad o la dicen, aunque su recel o y el
El !lecio desprecia a to dos porque no conoce lo bueno y porq ue eli ~ e lo peor.
cuidado de los d e má s los contengan un tiemp o; si ta rda n es para que la necedad sea n-. ayor. Qui e:: no ti e n e re puta ció n n o puell e m e jo rar l
196
ta gio sa s . Tien e n una sola cosa m e no s mal a: aunque lo s p r udentes no les s irven a ello s de nada, ello s so n
Cono" " " buena eo tml/a. :-lo hay nadie
mu y útil es a los sabi os como a viso y es ca rm.ie nto .
tan d esa mpa ra do que n o la t e nga. Si se es desgracia d o es po r no co n ocerla . U n o s es t á n junto a lo s prínc ip es y lo s p o d e rosos sin sab e r có m o ni por qu é : su p ro pi a s u e rte les fac ilitó eso s a poyos . Lo único que les falta es a yud a rla con su esfuerzo . Otros tien en el don
198
S a lJC r t rasp/a ntars c. H a y ge ntes lJU e t ie -
de los sabios : algun o. fu e mej o r aceptado en una na ción
n e n que cambiar ele lu gar para ser valorada s, es pe-
qu e e n o tra y fue mej o r vi s to en una ciudad concre-
c ia lment e e n lo s pu es to s elevado s . Las patria s son
ta .
1\ l~u i en
li e ne
llicÍ~
éxilo en
tlll
emp ]L'O r1u e e n Ll lro,
;n ,1r lra slras de lo s gra n eles hombres . E n ella s, co m o tic•
e
con los mi sm o s m érito s. La su erte juega como y cuan-
rra té rtil, reina la en vidi a. A n tl:' s re cue rda n
1 lO:'
•
clelec: -
d o qui ere . Cada un o debe conocer la suya, igual que
tos del principiante que s us éxitos posteriores. U n
s u capac id ad: en eso va perderse o prosperar. Hay que
a lfil e r al canz ó va lo r al pa sar a l Nu evo Mund o y el
sa b e r seg uir y ay ud a r a la bu e na estrella. S i la cam bia perd e rá el nort e .
cli a mant e fu e de s prec ia do c u an d o el vidrio cambi ó d e ti e rr as . S e estima t o d o lo exl ranj e ro, o p o rq u e J, a ve n id o d e le jos o po rqu e ll e~a ya ], ec h o y pe rfe cto. 1-l e mo s vi st o a ], o mines lJU e fuero n clesprec iall os en su rin có n y bo y son la lwnra del mund o , es tim ados po r
11 1
l 1 ::.
o tro s porque vienen d e lejos. Nunca venerará ade-
2O1
c uadame n te la imagen e n el a ltar quien primero la
mitad d e los que no lo parecen. La n ece dad se ba apo-
vio como madera en el campo.
derado del mundo. Si queda algo d e sabiduría,
propios y extraños: un os porque los ven de lejos y
Tontos son lot-los los que lo parecen y la
COI1l-
parada con la ce lestial só lo es t ontería. El mayor neci o es el yu e n o se con s id e ra n ec io pero juzga a todos los dem ás . Para se r sab io n o ba s ta pare ce rlo ni
199
creer serlo: sahe c;uien piensa que no sabe¡ no ve Ganar la es tima co n pruJ
en trometiéndose . Para al,-anza r la cs lima
de lo s demá s
los méritos so n el verd ,: dero ca mino . Hay un ataj o :
quien n o ve qu e los oln1s ven. Aunqu e to do el mu n clo está ll eno d e necios,
I1ll
ba y nadie que c rea serlo,
111
siqu ier J que lo sospe c l1 c.
inteligencia con mérito :.:. La integridad so la no ba sta. E l es fu e rzo dili gen te es indigno pues tod o ll e~a a en lodarse tanto que es un tL'sc réclito para la
re~utac i ón.
E l vndatlero cam in o tic la es tima c on~i s te en pa rl es i ~u,1 l cs tic mé rit os v sak'!"SL' prL'Se11tar.
2 O2
/)ic-f1c1S !1
/1L'Cf~c,s lw cL'n o/ lwmlne ¡xr-
/ ecto. J !ay qu e J¡ a \Ji ar L\c lo qu e es muy bueno y ha ce r
lo mu y li o ii o ralJ ie . E s to indi ca un ;:; ca b eza y un co ra-
2 oo IllL' lllc
zón pe rfectos. i\ mh os na c en ti c la superioridad de án in"' La s palabras son la somlH a el e lo s heclw s . Tcn
tle:.:g ra c iatlo .
lJ
,·uc rp o re s pira y el esp írit u
U n a s son l1 e 1n l~r a s \' o l ros so 11 va ro n es . E s m á s 1111porlan le :'c'r
L c'l c·Í~ I· ,HL I
<¡liL' c"L:JL.lHar . !! a Liar e':'
la
a s pira . S i to do se redu ce a poseer, so lo babrá dece p-
fácil y ba ce r difí c il. Lu s bu e n os l1eclws son
c ití n y desco nt e nto. H asta para la inteli ge n c ia s iem-
c ia de la vida v la s nubl es palabr as el adorno . La
pre d e he queda r a lgo qu e apre nder, a lgo en qu e se ce be la c uri os idad. Se vive tlc· es peran %a: los excesos t! c feli c id a d so n m o rt ales. Lo l,á lli l es premiar s in sac ia r. .3i 11
imporhl!: ·~ ia de.los hL'C IIOs pe rdura, la ele las pa la bras n o. La s a cc ione~ ilu~tre~ so n e\ frulo L!e la pru d enc ia. Lu,; di c lws son sahios v los h cc k ~ son roderosos .
infeL%. Donde t er mina el de seo com ien%a el te mor. 1 (J
ese n -
11í
203
p e radamente, se consiguen. Todas la s co sas son sólo
C o;;ocer a los hombres eminentes de su época . No son muchos: un fénix en todo un conti-
bién algo de sombra: huye del que la sigu e y persigue
nente, un Gran Capitán, un perfecto o rador, un sabio
a quien la rehúye. El desprecio es también la más
en todo un siglo, un eminente rey en muchas centu-
hábil venganza. Una valiosa regla de lo s sabios: no
rias . Las m ediocridades son mucl1as y po co aprecia. • das . T. _as eminencias son raras porque precisan Ja
defenderse nun ca con la pluma, pues deja rastro y es
mayor perfección, y cuanto más elevada la categoría
gtdndes lwmL<'es para alcanBr la fama por vía indi -
una sombra de las celestiales. Su propiedad tiene tam-
más un premio que un castigo del rival. Pro vocar a los
es más difíc il alcanzarla. Muclws tomaron de César
recta es una estraiagema indigna: no cono ceríamos a
y de Al e jandro el sobrenombre de "Magn o " pero fue
mu c b os qu e no lo mere cían si unos ex ce lentes con-
en vano: sin heclws la voz es sólo un poco de aire. Ha
lJ·arios no les bubicran becbo caso. No hay vengan-
habido pocos Sénecas y un único
za como el olvido: así quedan sepultados en el polvo
Apei L ~
famoso.
d e s u nada. Al gunos imprudentes qu e rr ía n ser famosos a cos ta de qu e mar la s maravill as d el m und o. Para
2o4
a ca bar con la murn1ura c ión b.ay qu e ig norarla: refutar la pc rjudi ·: :1 y ofe nd e rse desa c redita . Frenle a la
f !ay quu comen' a' lo /áál mmo ,; /uem
d/íci/ y lo d:/íCI) como
si /u era
/ácil,
pa ra n o cnnfiars c
e n vidi a , satisfa cci ó n. Incluso esta som b ra, aunque n o osc ure ce, quita lustre a la mayor p e r(ec ción.
ni desanimarse . Sólo k:ty que dar algo por heclw para c¡ue ~o se ha ga; el esfuerzo allana el camino imposi ble. l:: n lo~ tra n ces más difíciles no J1~y q u e pe nsar s in o a duar. La \ i ~ ión del peligro provo cu
la
parálisis.
2O6
Sab" que hay gen tu uulga' en todas pa'-
tes. Incluso en C o rinto, y en la más sel ecta familia.
2o5
[l<11é1
C ada u no lo experimenta hasta de ntro de su casa. Lo peo r es que la gent e vul gar está tambi é n e n las clases
Sab" uti/ioa'
a/ d"P'"
'"·
El """"
obt e ner las cosa s es despre c iarla5. Cuando se
JJuscan, normalmente no se en c uenlran, y luego , ines1 18
11 • 1" t"JC n e 1 su pe rio res. E sta gente vu 1gar espeCJa as carac-
l erísli cas el e la com ún: una vez rot o
el
es p e jo , po r
valios o que fu e ra, sus trozos carecen igualm e nte de
11
9
valor·' pe . ro es mas . perJ·U d ic'Ia J.· d Ice · tont ' . · ca con Impertinencia E f· 1d· , enas y cnti: . d . S Ie ISCipul d 1 . c ia, ma rina de la ne d d J· d d 1o e a Ignora-. h ce a y a Ia a ay que preocuparse p J d· e a m¿ntira. No or o que IC e h por o que üiensa E . y mue o menos • . s Importante e , 1 1 se e su trato . fl onocerla para ibrary su 111 uencia . d una vulgaridad 1 1 . ua 1quier necedad es y a gente vu gar se com pone d e neciOs . .
e
2o8
No padecer la enfermedad del necio. Nor-
malmente los sabios sufren por falta de malicia y los necios, al contrario, por demasiados consejos. La enfermedad del necio es pensar de más.
U nos
sufren
porque sienten y otros disfrutan porque no sienten. Unos son nec ios porque nada le s preoc upa y otros porque sufren por todo . Es necio el que padece por sentir demasiacl o. Así que unos sufren por nna inteligencia mu y 5ensib\e y otros disfrutan por la ausencia de ella. Pero, aunque mucl1.os padecen la enfermedad
207
. - Tener autocontrol H c utdado e n la s ,d . . · ay que tener más .I uactOnes Imprevi ~ t I l se es iza con la fLI d J ~ as. ~a pruc encia d1 1 e rza e as pasi ~. pe rct erse. Se a, , entonces es fácil 'a nza nlas en . d a cg ría que en mu c h l ujn mstan l e e furia o . as lOras c e . l·f . 1 mJnt.lnspued lll l ! ·erenc ta . Unos . e n avergonz" ...r d uran . · d J . a. st u c ia ajena tient 1 d .teto a a vida. La 1 j . . a e e este mo o a [ . d . e ese u Jrtr su profundidad . a pl u enCJa para .- ,., t . Quter e so nsac J - _e re o, averi guar el f on d o d e Ja m ar d od más llJc·jnr ' " ,] ayor capaci a . La . - e~ e ilulocontro l ele lo ·· . ] especial. Se necesit J f[ , ~ tmpu sos en a mucl.a re · exió es oque la pasión iG n para que no se dllo1 b29 S . ran cuerdo el que lo e b . e mu eve con cuJ·d a Jo quien . saca . 1 a~ gro. Parecen ]ic< e ra J 1b presiente e peli" s as pa a ras a . J pero pesadas a q . J ·b e quien as arroja ' uien as reci e -" pon d era.
del ne cio, poco: necios 1nueren.
one~ .
rc~puc-"lil
20
·0J .
L1l7rcnsc cic
/c1s
ncccctacles com u ncs.
muy "speciill prudencia. Las nec edades co munes gozan de prestigi o por estar rnu y ex t e ndida s. Algunos vencen la propia n ececlad pero n o saben escapar de la cn n1.ún. Prueba d e el\o es no estar contento con su suerte (aunllUL! sea
b
¡ncj,l r) ni insal isf ec\1 0 ele su
inteligencia (aunque sea la peor). Todos reniegan de su suerte y codician la ajena. Los hombte S de hoy alaban las cosas d el pasado y los de aquí la s del allá. Parece mejor todo \o pa sado. Todo lo distante se estima más . R eírs e de toclo es tan necio como
c\isgustar~
se por t odo .
'" v·ea se la n o ta ,\el aforismo 155. 12 1 120
.
U na
21 O
Sabe, u,a, la ""'dad Lo vedod e< peli-
grosa pero el h ombre de bien no puede dejar de dec irla. Para eso se n eces ita arte . Los diestro s médicos d e] ánimo inven taro n
el m odo de e ndul za r la verdad, pues
212
Gua,da"e 'iempm lo, últimos "'""os de
s u arte. L os grand es m aes tros se valen de esta su~rl e
za incluso a l enseñarla.
~iempre se es maes~ro.
AJ
es tar siempre po r enc rma
Co n arte bay que
most~ar el
cuando saca de un engari.o e:> la amargura quinta esenciada. Aq u í s ir ve n los b uenos modos : con una
arle: no se deb e agotar nun ca la fu e nt e de la ensena n za
mi sma ve rdad uno a dul a y ol1o in co m o da . Es m ejor l1abl ar a los pre se ntes co n ejemp los d el pasadu. Co n
dependen c ia d e los d e má s.
el buen e nt e nd edo r no b ace falla ser muy explícito: en cuanto e n tien da, no más p
la
verdad
ni la de los d o n es. Así se co n se rva la reputa c ión y la
Al
comp lace r y enseñ ar
Jlay qu e gu a rdar un a n o rm a im porla nl e : aumen l ~r
~ iemp re la a dmiració n ajena y pro g resa r e n la propw ;erfecc ió n . La gran regla para vivir y ga nar, especialmente e n los empleos má s elevado s, es te n e r res e rvas e n Lodo s los asuntos .
211
En el ciJo lodo "-' con /en/o, en
J inf,ú-
n o todo es pes01; y en el mund o, como está en medio,
la s dos cos as. Co mo es tamos entre los d os extremos
213
Sab" 1/eom la co nlm>io. E, "'" háhil es lrala gerP"' !Hra provo ca r : no para po rfr ar s rno pa ra
l enemos am bas. Alte r nan la l1uena y la m i' /, suerte:
so n saca r. Es e] único medi o de ha cer sa ltar los ~e nl J
ni tod o fclic idacl, ni lodo adversidad. Esl:e mundo es
micnlos ín lim os. E l vom ili vo tl e los sec rel os es re_:¡s -
un ce ro: por sí so lo no vale nada , pero si se junta con e l c iel o va le mu cl1 o . Ante las varia cio n es lo prud ent e es la indife rencia . L os sa bio s no se admiran . Nuestra vida se co mplica co mo una co media con desenla ce final: a te n c ió n a que t ermine bi en .
lirse a creer: es la lla ve Llel pt..:cllo Inils ..:errad ,, . l '''' 1 y el tnllCila SU t·J 1 ez · a se ponen a pru e ba la vo lu ntad b
j~:: ::: i o de los de m ás. E l de sprecio sagaz d e la s pa 1a ras m isleriosas de oLro atrapa los más profundos secretos. Van aparec .renc¡o po co a poco en s u lendua o ;v ..:a<.: n. así, 1 en las s utile s rede s dL' ] t..:n ga !'í. o . E ] p•·udenh· u;.:~ buye
con su reserva la resistencia llcl olro y avcngua Jo s ~cn limie nt os de un co razón que sc-ía i nesc r ulahle de 1 22 12 J
otra forma. U na Juda fingida es la ganzúa más sutil para satisfacer la curiosidad. Hasta en la educación es útil: el estudiante que contradice al maestro consigue que éste sea más preciso, fundado y profundo. U na moderda oposición da lugar a una cumplida
desveladas intenci o nes; y ::; i
~e
quieren ocultar .c on
segundas la atención debe ser la primera en descifrarlas. Con cautela se debe advertir la estratagema y seguir las vueltas que da la segunda intención antes de llegar a lo que realmente quiere: dice una cosa pero quiere otra, gira con babi!idad basta dar en el blanco
enseñanza.
de sus deseos . Hay que conceder con cautela. A veces será conveni e nte dar a e ntender que se ba entendido el juego.
214
No multiplicar por do.:; una necedad. Es
muy frecuente que para remediar un errur se cometan cuatro. Evitar uno con otro mayor es co mo d ecir mentiras o necedades: para apoyar un a se n ecesitan muc\1a s má s . Lo peor de un e rro r es emp ecin arse ¡ y mucbo peor que el error mi s mo es n o s,1 ber di s imularlo. Una equivocación se paga con más equivocaciones. Hasta el más prudente puede tene r un clescuido, pero no dos, y más como accidente que
C" 'YJ O
norma .
216
Ser cloro. N o sólo con facilidad de pala-
bra sino con una m c nl e lú cida. Al gunos piensan bien pero se expl ic an
m,J
s in cla rillad lo s bijos c\ el alma
(llecisiones e ideas) n o salen a la luz. Algunos se parecen a esa s vasija s que ab so rben n1ucho pero dan poco. Otros, por el contrario, dicen mucbo más de lo que sienten. Lo importante es una gran claridacl al adoptar de c is io n es y pen sar. S e ap\aulle a los escritores claros y a lo s confu so s se les venera por no e nt ender los. A veces conviene la oscuridad para no ser vulgar.
215
Atención a quien viene con segunda intención . El hombre astuto se da mú1a para e n gañar la voluntad ajena antes de atacarla: venc e porque conVC i lL'C. Pa ra ga nar disimula ~u \'c rcla dcra in te n ció n: viene con segundas para ser el primero. C on la sorpre sa se garantiza el éxito. Hay qu e estar ate n+n~ a las 1 2 .J
Pero ¿cómo entenclerán los que escucl1an si los que bablan no lien e n icl ea clara ele lo que dicen?
1 2 :3
217
eo nes de enfados y t o dos colaboran en n en el gust o estro peado y quizá
>'U
d isg usto. T ie-
tamb i~n ~1
co ra zó n .
N i a m a r ni odia r eternamente . Lo s ami-
E l m ejor mod o d e tratar a est os m o n struos es huir a
gos de hoy S.:!rán los en em ig o s d el maüana, in cluso los
las tierras vírgenes : se sopo rta mejor la vida salvaj e que
p ~ ores . Como sin duda a sí se rá hay que estar prevemdo. A los trá n sfu ga s d e la a mi stad n o hay qu e dar-
la fi ereza de lo s tercos .
les a r mas pu es co n ella s nos barán la pe o r gu erra . Por el co~trario, co n lo s en emi gos ten er s; cmpre la puerta ~b1erta a la reco n c il ia c ión. L a pu erta de la ge neros idad es la m ás seg ur a . A vec e s una ve n ganza
c o n s~m ad a se con vie rt e e n torme nto, y el pla ce r por
219
el dano causado al e n e mi go se t o rna pesar.
lo. A t o do s les gu sta rec ibir un trat o sin cero , pe ro
N o ser ten id o por asf¡¡fo, a unqu e ya n o
se pu ed e vivir sin a<:tuci a. M ejo r prud ent e qu e asluno a to dos les gu s ta tla rlo. La sin ce r idad n o se d ebe exl rem .:1 r ha sta la simpl ez a, ni la sa gac id a d \1as la la
218
as lu cia. M ejo r ve n erad o po r sabi o qu e t e mid o po r caute lo so. Los si nceros so n amaclo s, pe ro ta m bién No a ctllar nun ccl por terq uedad, s in o por
e n gañado s. La m e jo r a s tu cia es la que no se ve , pu es
p:udente reflexión . L a o bstina c ió n es sie mpre pesa dü .
se co n s id e ra un e nga ñ o. En la E d 3d de O ro fl o rec ió
l::: s / a hij a predil ecta d e la pas ió n , la que nunca hizo
la si n ceridad , y la -m ali cia e n esta E dad d e Hi e rro .
naua a derecha s. Al gunos t odo lo convierten en enfren-
tami e nt~ : son barido lero s d ellra to que t o do 1 lemp laJ I ua ¡o ei¡Jrisma
!0
con -
, il C-[ ua¡. 5 a Jlel1
p~cífic am e nte. En p u estos d e di recc ió n son perni-
Se r t e nido po r homb re qu e sabe lo qu e hay qu e l1acer lrac co nfi anza y b o n o r. Ser te nid o po r as tuto e n ~e n dra falsedad y rec eio .
cwsos porque actúan con partidis;üo y convierten en
ene~i go s a los qu e hubi era n sido como bueno s hijo s. Q t~lCren usar la as tucia en todo y todo co n seguirlo con a rbmill'1as. Pe ro c u a nd o los d e m ás se dan cu e nta de su paradó jico carácter se les e n fr e nt a n el e inme d ia tO ) ¡u c ..: uran est orba r la reali zac ió n d e su s quimera s, de
22 O
S i u no no p uede ponerse fa p iel de león,
pó nga se la d e zorro. A d a p ta rse a la época es ven ce rla . E l qu e se sale co n la s u ya nun ca pi erd e su repu t a-
mo do q u e los t e rcos n o co n siguen n a da. Se dan atra12 7
í 2 C'
ción. Si no hay fuerza, maña: por u11 camino o por
tes toman el p ulso d e su co razón . El problema es qne
o tro, po•· el principal del valor o por el ataj o de la
quien debía ser más prudente es quien menos se repor-
astucia . Más cosas ha hecho la maña que la fuerza. Más
ta. El sabio evita los enfados y los aprietos: muestra
veces vencieron los sabios a los valiente s que al revés.
hasta qué punto se domina. Es circunspecto: en impar-
Cuando no se puede alcanzar una cosa surge el des-
cialidad un Jan o, en la comprobación un Argos. Hubie-
precio de los demás.
ra sido mejor que Momo cebara más de menos los 30
ojos en las manos que una ventanilla en el pecbo
22 ]_
•
No ser impertinente: ni para compro. ' 1 me t ersc n¡ rJ-tra comprOincter. Algunas personas son
223
o b s tá c ulo s para la dignidad, propia o ajena ; están lle-
por presun c ió n o por Jes cuitlo, se s ingulari zan con
na s d e nece dad. S e en cuentran con fa cilidad y cau:;an infeli c id a d . N o a sí mismo s, a pesar de s u s c ien e n fa-
extravaganci a adopt a ndo m o dal es ridículos . Es un defecto más qu e una distinc ión. E ::;tos, igual que algu-
dos d i<~rios: so n s u sce ptilJlcs y lle van
n os son mu ,· co n oc id os por al g ún exlraúo defecto
la
co n t raria a
No singularizarse demasiado. Algunos,
so 1~ po r al~ún ex ceso e n su conducta. Sin-
to do lo qu e existe. Se colocaron el juicio al revés y por
fa c ial, lo
eso todo lo critican. Pero los más peligrosos pa ra la prudenci a so n los que no bac e n nada bi e n v de t o do
gularizarse dcs lruv e la re puta c ió n, co n una indesea-
bablan mal: bay muclws monstruos en el
y enfado.
~xtendido
ble particularidad: que provoca, e n unos y otros, risa
país d e la impertinen c ia.
22 ~
)tl
E/ detenimiento es una se i1al de prudencia. L a len gua es una fiera: si se s uelta un a vez , es muy difícil \'olve r a e ncadenarla. E lla es el pul so del alma q u e los sa ÍJios sab en interpretar. En ella los prud en1 28
Jan o es e l d ios ro n1 ano qu e ti ene do:: caras : una tn ira ha c ia
delant e, otra h a~ ia atrás. Sohrc Ar gos v<;a se la not a del afo ri smo 83 . 1'-\ o m,J: di vinitlad ,! r iega de la loc ura \: la hurla . J'lom o ech ó e n falta, para pod er
¡,: on ~)cer ~las
intenc ion es , una ve nt an.:. --: : el pecho
dellwmbre qu e l,abía cread o Hefes to.
224
Saber cómo tomar las cosas . No a con-
226
Ganarse la voluntad ajena. En general
trapelo, aunque así vengan. Todas tienen haz y envés.
cada uno actúa no como quien es sino según se ve
Si se coge por el filo la mejor de ellas lastima. La
obligado. Cualquiera puede persuadir de lo malo, por-
peor nos defenderá si, por el contrario, se toma por
que lo malo se cree con facilidad, aunque a veces sea
el mango. Muchas cosas penosas habrían sido de ale-
increíble. De lo que tenemos, la mayor y mejor parle
gría si se hubiera valorado lo más conveniente. En todo
depende de las relaciones con otros. Algunos se con-
hay sus pros y sus contras. La habilidad está en encon-
tentan con teuer la razón de su parte, pero no es sufi-
trar lo más útiL Una misma cosa es muy diferente
ciente: hay que ayudarla ccn el esfuerzo. A veces
según la luz con que se mire: véase a la luz de la feli-
cuesta muy poco ganarse la voluntad ajena y es muy
c idad. No hay que confundir el bien y el mal. Por eso
valioso: se compran obras con palabras. En la gran casa
al gunos en todo encuentran alegría y otros pesar. Este
del mundo ninguno de los enseres es tan desprecia -
es un magnífico remedio contra los golpes de la suer-
ble que no haya que usarlo una vez al año. Aunqu e
te y una gran regla para vivir en cualquier época y oc upa ción.
valga poco, hará mucha falta. C ada uno hal)la de las
225
cosas según su sentimiento .
22 7
Conocer su peor defecto. Nadie vive sin el co n trape so cte la mejor cualidad . Si se le fav o rec e,
Algunos se casan con la primera información: las
No dejarse llevar de la primera impresión.
el peor defecto nos dominará como un tirano. HJ y que
demás son concubinas. La men l ira sie mpre se acL-
declararle la guerra. El primer paso es descubrirlo:
lanta, con lo que la verdad no tiene sitio después. Ni
co nociéndolo será vencido, especialmente si el inte-
la voluntad ni la inteligencia se deben llenar con la pri-
res ad o lo ve como lo ven los demás . Para ser dueii o de
mera impresión: indica poco fondo. La capacidad de
un o mismo hay que estar sobre sí. Vencido este defecto , lo s de más acabarán.
algunos es como una vasija nueva: se impregna del primer olor, tanto del licor malo como del bueno. Es pernicioso que los demás conozcan es ta limitación pues da pie a estratagemas maliciosas: los malinten-
130
l 3 1
cionados se anti . . dulidad. Siempr:Irbn yl seb tiñlen del color de la cree e 1a er ugar examen: que Al . d d para un segundo e¡an ro g uar e su . e h ar a la otra parte D b . . ore¡a para escu. e e extsbr la pos¡·b·l·d d de una segunda 1 1 a . < y una tercera infor ., D Impresionar d e n1u es lr . ·d dmacwn . ejanoe a m ca pac 1 , d pasi ó n. a Y esta cerca e la
di ción Vdriada. La pr imera jornada de la b ermosa virla d ebe gastarse en bablar con lo s muertos: nacemos para entender y e ntende m os y los lib ros nos J1ace n fielmente persona s. La segunda jornada debe emplearse en los vivos: ver y guardar t odo
lo bu e no de l mundo.
No todo se encuentra e n una so la tierra: el Pa dre
U ni versal repartió la s dotes y a veces b izo rica a la más fea. La tercera jornada d eb e ser toda para sí mismo: filosofa r es la última feli c id a d .
228
l
No"' m0 ,m 0 , 0 J0 , y
tener fa ma d , " ¡·[ " · mu e 10 n1enos e an I amas N l so a cos ta d e J - l, , . o 1ay que ser in ge nio·¡ T 1 o, e emas, pues es más nd · Jf CI . Joc os se vc n ,ian l JI d Jd lOSo que i Í,. . la Jan o ma '] l ¡ llluc 110~ será 1. , .· ¡ e e· ' no co ntra -·el J Lile IC o co n má s faciJ·J 1 LJ os os otr " l / I a d c¡u e conveno . . _o Ina o nun ca d ebe J .. ra co mentar"c E) d a cg ra r, ni Siquic- . - m u nnu ra o r , - J .d e t e rn amente A ~" a lorrcc 1 0 . unc¡ue a veces los d se cruce¡; ·o -¡ - , , gran es pe rsona¡'es '- n e :::.e ra 1nas . por est ima. FI , l JI p)ot e ntrete nimi ento que - r¡u c 1a J a ma ,· . Iempre ove peor.
23 O
Abrir /,1s ojos a tiempo. No lodos los yue
ven ban abierlo los ojo s, ni ven Lod os los que miran . Caer tarde en
la CUL' tlla
n o L'S nin gún remedio s in o un
pesar. Algu1tos empiL·zan a ve r cuancl c,
lh l k1_1 '
na cla que
ve r: desl1i c ieron :::us casas y sus cosa s ante;; de J,ac erse una auténtica persona . Es difíc il clar c nlcndimiento a quien n o tiene voluntad, y aún más dar volunt ad a quien no tiene enle ndimi e nl o. L o s qu e están alrededor juega n con
ellos
dl lllO CO II
c ic;:!o3, m ie nt ras los
demás se ríe n. Co m o son sordos para o ír, no a bren
229
o jos para ve r. Pero no fa lta quien fomente este sin-
Sab,,,padi'Su uid
.
no como venn<''l J,. - . a con sab,duría, y ., ~ s .. c.s LO ~as, St n o .J· . ' J ·d e t§!Ienuo con p rev iISJo n. 0in cies ca Jbos a VI a es ~ . argo camino sin ¡)osad E pde~ oh:::.a, Igual qu e un as. s mas Jc osa co n una e ru-
/
Jl,S
sen tido, pues él vive de que los demás no viva n. iinfcli z d el ca ball o cuyo amo n o licn c ojos 1 ;\la! podrá e n gord ar.
13 2 1 33
231
Na " ''-ñanwnca lasco'a'
a m •dia hnc.,. Es m ejor q u e d is frut e n d e s u perfecc ión. To dos los prin cip ios son info rm es : la imag en de la defo rmidad
.
1
1
•
á c elevado p e ro sí lo m á s prec ln prácbco: n o e_o: o m ,e . 1 b r s i no es prádico? ·d ¿ D e qu e Slrve e sa be l so d e a v1 a . .·1 j El ve rdade ro saber d e hoy es sa er VlVlr.
perm a n ece . El rec uerd o de l1aber vi st o el obj eto inaca l1a c/ o imp id e di sfr uta rlo un a vez t erminad o. Ver de una vez un o bj e to grand e impide apreciar las partes ¡wru sa l istace el gu s to . Antes de existir las cosas están L' n
la n a da ,
1 111u ·
cu and o co mi e n za n a ex istir aú n están ¡/entru .de s u nad a. Co nt e mpla r có m o se cocina y
el aÍim c n to má s ex qui sito, antes qu e apetito produce E ) s
a~..:o .
233
No /ali'arle al gusto ajeno . No causar un
. d • un ~la ce r. Al guno s, con lo qu e p e npesar e n vez e p d l t o r n o ten e r e n !u n ta m o es an, p l b sa an ~anar a v o ' ,s clo gi u t - 1 tempera men t o . 1- o qu e p ara funo e , cuen ·a e l , n avor se t o mo f u e se c reyo u ' para o tro es o e n sa ; o q lt, m~ s cos toso el di sg us. lt A veces res u J o ¡u ¡ d J co m o In su o . Se pi e r e e s ta o e p ac er. ' b. 1 to d e o qu e IIu Ie ra co . d se sab e a gra.] Jre mi o c u a n o no f 1 . . t ag rac ecJmi e n Ye 1 _ d , 1 dem ás di Í~ K L' el temperame nto e os da r. =::-i n o se co n< 1 . [ p .. eso a ld un os, l 1 , JOl rá sati s ace r. " · bf c i m e nt e se e 1 d.. · lto · ue un 1 . • r ... un tn s u · d ese a nd o d ec ir un e ngw, l) C "' : · eloc u en cia e ntre·J t' g O t ros creen qu e su . 1 m ereci o ca s t o . l . d 1 ·J d n os castiga e ~ . la s u o c ua ci a ti e n e , c u a n d o en rea It
°
232
S"' un p oco n egociante. A lo l eo cfa hay que u nir la práctica. E s fá cil engaii.ar a un sa bio, porque co no ce b a sta lo más ex tra o rd inario pe ro ig no ra lo más n ecesa rio , la s cosas o rdinaria s de la vida . El estudio d e lo más sublime no les deja lugar para lo más se n c ill o. Ignoran lo prim e ro que debían sab er, lo qu e
alm a .
todo s dominan. Por eso la gente superfi cial o les admira o les con s idera ign o rantes.
El
in t e n t a r se r u n po co n egoc ia nte, no
S <'r
e n ga ñ Ad o ni o bj eto
rl ~
h o mbre sabio debe
lo s ufi c ien t e
para
ri sa. Ti ene g n e
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234 1
l a s uya l. g. U d 1 l c::,-
0
N o co n¡¡.w r a
ot ro la rep utac ión s in tene · r , T J u e o bt e n e r ga nan c iaS ga ra ntw . _-¡ ay q l . · · "I. ~e 1ha hl a.
co m del si l en c io e ¡gua es jl e l"JU ICI05 · · ·
13 1 1 35
al honor siem h . pre ay que Ir a p - r es Idgual es,. para que la reputación propia obligue a ·~
En cosas que afectan
t
·
1
d ar e a a¡ena U , d b a CUI Si alg . no Lo he e nunca confiarse a otro una vez es pre · · que el otro sea aún CI~o, ay que ser muy hábil para mas cauto qu d El riesgo Y el int e rés d b e pru ente. e en se r co munes 1 Jl ama socio no se . para que e que se convierta en testigo de cargo.
23 6
Convertir los premios en deudas de gra-
titud. Los grandes políticos lo hacen . Conceder lo s favores antes de conocer los méritos es una pru eba de nobleza de ánimo. Anticipar el premio tie ne dos ventajas : al darlo con rapid ez acrecienta la deuda de gratitud y la deuda se convierte en obliga c ió n . As í se invi erten sutilmente la:; obligacion ~s: la de dar el premi o se transforma en la obliga c ión de correspond er con
235
gratitud . Esto sól o afecta a los hombres h o nrad o s .
Sabec p,J;, Nodo e
, J·f- .
a lgun os ni m ás f' ·j s mas I IciJ para a ci para o tros L os h b d ecir qu e no · co 11 · ay que no sa en , n e os no ~e . 't . otros la pri m era pa lab . - necesi an artimañas. En ra Siempre es n . 11 c isa ast u c ia. C o n to d l o, con e os se predad: cog erl es co t to s 1da,v qu ~ esp e rar la oportunin en os espues l J á nim o 11aya n co mid b. S. que e cuerpo y e 0 . J s u caut · ·1 · Jes previen e de la t ' · JCn j d a vJgi ancia no 1 ar Imana os ía J J h a cer favo res · la al g , . , . sba egres son os d e .., . e na mtenor re h . f l ua ncl o se /la l'i-o l 0 / , . osa acia a uera. , e CCJr c¡ ue no a )t, J J q u e inte ntar· el .d j 1 e to n o Jay na a . 1 o. on 1a tristeza no h·m¡e o a no se 1a per d·d . ay nmguna oportunidad H f e J pnmero es una g t' d . acer avores aran Ia e rcci ·d d lJUe se tra t e co . proc¡ a , a n o ser n u n ru1n .
e
Con los viles, adelantar los honorari o s es m ás un fr e no que un acicate.
23 7
No co mpartir s .zcretos co n .z / s upe rior.
·l n o c re e rá re partir pe ra s y se rán pi edras . 1\ '~ uc hos pereci e r() n por ser confid e ntes : corrieron el riesgo d e acabar com o las cu chara s de corteza de pan. C o mpartir un sec reto no es un fa vo r del prín c ipe, sin o una carga . Mu ch os ro mpe n el espejo p orq u e l e ~ rec u e rda su fea ldad; no pueden ver a quien vio su int imid a d; no es bi e n vi sto quien vi o al go desfavorable. A nadie se pu ed e m a nt e n e r mu y e ndeudado y mu c h o m e nos al po d eroso . Es m e jo r q u e sea por lo qu e un o l1a h ech o q ue p o r lo r ec ibid o. So bre tod o son mu y peli grosa s la s confianzas d e la a mi sta d . Qu ie n c u enta a o tro sus sec reto s se
1 . hac e su esclavo. Lon C 3 s or; ~.-i· an os es ~
1 3(J
13 7
1
una_ violencia que no puede durar: quieren recuperar su lrbertad pPrdida y pasi' rán por encima de todo incluso de la justicia. Los secretos: ni oírlos ni
los.
23 8
decir~
o
24 O Sab" q u,f eua Íidad /a Ita.
'1 u e1, 0 ,
"dan verdaderas personas si no les faltara a lgo sin lo que ~unca alcanzarán la perfección. Algunos podrían ser rmportantes si se dieran cuenta de mu y poco. Unos necesitan dignidad para no deslu cir su s bu e nas cualidades. Otros suavidad en el trato : si falta, los que e~tán alrededor la ecl1an de m e no s en seguida, espe cralmentc en los grandes perso naje s . En un o s falta rapidez al hacer las cosas y en otro s más sosiego. Todos esl os de ~ectos, si se viesen , se pod r ía n remediar fácilmente: el cuidado puede convertir la costumbre en una segunda naturaleza.
~
1
como reñir. M uc ho rne¡or PS un ¡urcw sus .ancra . q 1 te sólo discurre sobre lo que más importa. o
o
o
Saber aparentar ignorancia .
o
A veces
el
más sabio emplea esta carta. Hay ocasiones tales que lo más sabio es demostrar no saber. No se debe ignorar, pero sí fingir que se ignora. Importa poco ser sabio con los necios o cuerdo con los locos: l1ay que hablar a cada uno en su propio lenguaje. El necio no es ei que finge necedad sino quien la padece. Es necedad la simulada . !Hasta aquí llega la astucia! Para ser estimado el único medi o es vestir la piel de asno.
241
Soportar las bromas, pero no gastarlas . Lo
prim e ro es generosidad y lo segundo un compromiso. Quien con brom as se ofc nci L' dem ues tra se r muy ani-
23 9 ~rudente.
mal. Las buenas bromas agradan. Soportarlas es señal
No sec cesabido.
E, más impoctantc m
Saber más de lo conveniente es pasarse de lrsto: lo más agudo siempre se romp e. [J se ntido común es más se guro. Está bien ser inleLgente pero no hablar por hablar. Discurrir caprichosam ente es 138
de tener capacidad. El que se pica da pie al repique. Hay que dejar la s bromas en lo mejor y lo más conveniente es no iniciarlas . Los mayores problemas si e mpre han nacido de las brnnlUS . No hay nada que necesite más aten c ió n v b a bilidad: ha y qu e saber, antes de emp e zar, b. ;:: sta .dónde podrá aguantar cada uno. 1 39
242
dos má" astutos. Uno nv puede ser tan bueno que, a su costa, permita a otro ser malo. Hay que ser un milagroso cruce , y no un monstruo, d e paloma y ser-
continúán : tien en un carácter in estable . Nunca reci be n elogi os porqu e nad a cont inúan : terminan siem pre por abandonar. En ot ro s, s in embargo, el origen
piente.
Apurar la victoria. Algunos se agotan al comenzar y_n o acaban nada. Empieza n pero n o
está en un temp e ram ento impac ient e, defect o de los es paño les , igual que la pac ienc ia es una virtud de lo s belgas. Est os acaban la s cosas, pero aquéll os aca ban co n ella s: sudan ha st a s uperar la difi c ultad y se contentan con ven ce r, pero no sa ben apurar la victoria; demuestran que pueden pero que no quieren . Siempre es un defecto: o error de cá lculo o in consta n c ia . Si lo h ec h o es bueno ¿po r qué no se aca ba? Y si es ma lo, ¿por qué se empezó? E l sagaz n o só lo levan t a la perdi z : la caza.
244
Sa ber crear deu da s de gratitud. Algunos
ca mbian la dirección de los favores pu es parece, o dan a ent ender, qu e ha cen un favor cuand o lo rec ib en. Algunas perso na s son tan hábiles que premian al ped ir "transforman s u b enefici o e n un h onor para el otro. Actúan de ta l m a n era qu e parezca que los demás ca n cela n una deud a cuando les regalan algo; así ca:~: bian la dire cc ión de las deu da s de g ratitud co n un a extraordinaria maña. Al men os cons igu e n crea r la duda sobre qu ién ha ce el favor a qu ién. Sólo con elog ios
243
co mpran lo me jor y al expresar su gu st o po r una cosa co n ceden h onra y alabanza. Crean una deuda en la co r-
oólo palomo. Hay quco lto m " la astu cia de la serpiente con la ca ndidez de la paloma. Nada es más fá cil que engañar a un hombre d e bien: quien nunca miente es crédulo y quien nunca engaña es co nfiad o . No siemp re se engaña por nec io, a veces es por bu eno. Dos tipo s de personas evita n con frecuenc ia los d año s : los escarmenta d os (por experi e n c ia propia) y los astutos (por la a jena). Hay que ser extremadam ent e cauto y sag a z frente a los enreNo m
140
l es ía aje n a co n lo que debía ser su propio a grad ec imiento . Así ca mbian la tlc uda de acliva a pa siva , co n más habilidad que corre cc ión. Esta es una gran habilidad, pero lo es más enten d erla, desh acer el en gaño, devolverl es sus elogios y rec u perar el beneficio propio.
i 4 1
24 5
empleado que el neg ocio. Sólo posecm0s tiempo: lo
En ocasiones razonar de /orma inusual.
tiene hasta quien r•.1da tiene. Tan desafortunado es gas-
N o bay que
tar la preciosa vida en trabajo s m ecá ni cos como en un
Es la prueba de una capacidad superior.
N o h ay que cargarse ni de
estimar a quien nunca nos contradice, pues n o lo hace
exceso de los más subli mes.
por a fect o s ino por b e nefi c10 propi o. Uno n o d e be
ocupaciones ni de rivalidades: eso es maltratar la vida
dejar se e n ga ñar po r la adula ción y premiarla, sino
y acabar con el ánimo. Algunos c reen qu e también
condenarla. Hay c¡ue considerar un honor el que algu-
hay que ev itar el sabe r, pero si no se sabe no se vive.
n os murmure n de uno, esp ec ialmente s i b ablan mal d e todos los buenos . S i nu es tras cosas adradan a to dos b es c¡ue n o so n buenas: la pe rfe cc ión es cosa de pocos.
24 8
No ser de/ último que /lega. Algunas per-
so na s se dejan ll evar de lo último que oyen: la imper-
24 6
tin e n cia está e n lo s do s extremo s . S u se n s ihilidacl y
No dar nun ca sa tis/acción a quien no fa pedía. I ncluso aunque se p id a, si es inn ecesa ria es reconocer una culpa. ExcusarsE' ;n J.tes de tiempo es a cusa rse. To mar n1edi cinas c uando se es t á sa no es avisar a la e n ferme dad y a
L
mali cia : una excusa po r ade-
lanta d o de s pi e rta el re ce la dormido. El prud e nte no clc'IJ e clar~t.: por enle rado ele la~ sos pe cl1a s aje nas para no ir en busca d el agravio. E l desmentido de be estar e n s u recto. co nducta.
24 7
voluntad so n Je ce ra : el últim o que lle ga d e ja su ma rca
y h o rra todo lo anter ior. Esta;;; pt.:rso na s nun ca es tán ganada s d el tod o, porque se pierden co n la mi s ma fa c iliclacl. Cada un o los tiñ e d e s u co lo r. Son malo s confiden t es: tod a la vid a son niií. os . S iemp re andan fluctuando en s us in co ns tonl cs opi";ones y afeclos. Su volunt a d v su jui c io co jea n v se inclinan a una part e y a otra.
24 9 Sa ber un poco más y vivi1· un poco m enos. C3 e l oc io bi e n
'-1 l ro s piensa n lo co nl'rario. M e jo r
1 Jl
/'/o empezar a vil· ir por do nde hay qu e·
termina r. ¡\] gunos cl escan sa n al prin c ip io y dt.:jan el tra b ajo pa ra el fin a l. Lo ese n c ia l cicL e ir primero y ele s1 ,¡ 3
pués, si hay lu ga r,
lo accesorio . Otros qui er en triunlo
fa r a ntes de lu cha r. Alg un os e m p ieza n a prendiendo
qu e m e n o s impo rta y los es tudi o s qu e ganan estima
Y m ás ay u dan los de ja n pa r a c u a ndo se a caba
la vida.
Otros aún no han co m e n za do a en riqu ec erse y ya se e n o rg ull ece n . Para sa be r y p o d e r vivir es ese ncial el m ét o d o.
252
N i d e/ todo pa ra s í ni de/ todo para los demás. Amb as cosas so n una baja tiranía. Si un o quie re pe rt e n ece r se p o r e nt e ro, luego qu errá po seer t o d as la s cosas . L os qu e so n así >10 saben cede r e n lo , · ma, s 111I11rn1o , 11 1· pe t·d er- 11 ad a d e ..-o modidad . N o se ganan a los de m ás, co nfían e n su suerte y ti e n e n un fa lso a poyo. A ve ce s co nvi e n e se r de los d e m ás parct que ellos sea n d e ur w . Q ui e n ti e n e un e mpl eo p úb li co d e be se r ur 1 e scl avo p ú bli co o "re nun cia r al ca rgo
25 O
¿Cuándo fwy que '"'"""'al ""''' Cuan-
d o n os h a blan m a li cios am e n Lc. Co n a lgun os t o d o de be ir a l revés : el sí es n o y e l no es s í. H a blar mal d e u na cosa es es ti marla, p o rq ue q uie n desea poseerla , la d esac redita a nte los d e m ás. J\' o todos los elog ios son hon rados : algun os, po r no a la ba r a los bu .., nos, alaban tamb ién a los m a los . Para qui en p ien sa qu e nadi e es m a lo , n o h a b rá nadi e b ue n o .
251
H .a y qu e usa r los m ed ios huma nos com o si los d ivinos no exist ieran, y los Ji L'inos co mo s i no exis t ie ra n ln nnanos . E s u na reg la d e un gran m aestr 3 1. 0 \:o lla\' c¡ u e a íi a dir n ii J~ Ún co men ta r io . ;• San I ¡1 nacio de Lovo la ( l-!. 9 1 - 15.56).
junto co n la carg a", co m o dijo la vie ja a A d riano. Por el co ntra ri o, otros so n po r co mp le to aj e n os : la ne ceda d s iemp re es tá e n los excesos y a q u í ad e má s es desafo rtu n a d él . E s t o~ n o ti e ne n ni un día ni una lw ra s u ya s : p e rt e ne ce n po r e n t e ro a los d e m á s. T i e n e ~l sab iduría pa ra l o do ~ e ig n o ran c ia para sí m is m os . L: l prud e nl e J e be ent e nd e r qu e nadi e le bus ca a él, s in o a p rovecl1 arse J e é l o de otro a tra vés d e él.
253
N o exp/icar /a , ,).ws con dema s iada claridad. La m ayoría tlc la ge,-, 1, n o es tima lo qu e e nlieu d e , pero ve n e ra lo qu e n o perc ib e . Para L¡ue a lgo SL' es l ime l ie n e qu e co sta r : se elog iará a unqu e no se com -
P':
1 1p re n da. S ie mpre J1ay qu e pa rec er m á s sa l'iP v dente ele lo que el inte rl ocu tor prec isa: co n m odc rac l(}n ,
y n o co n exceso, se ga n a re put ac ió n. Lo s cnle n clid os 1 .¡¡
1 /f 5
valoran mucho la inteligencia, pero con la mayoría de
poner en un aprieto al agradecido: si es imposible no
la gente es necesario encumbrarse: no se les deja lugar
podrá corresponder. Para perder a n1.uchos sólo hay que
para la crítica pues están demasiado ocurados tra-
endeudarlos demasiado: al no poder pagar abando-
tando de ente nder. Muchos alaban lo que no pueden
nan el agradecimiento y se convierten en enemigos.
explicar: lo oculto les parece un misterio y lo cele-
El ídolo no querría ver delante a quien lo esculpió, ni
bran porque oyen celebrarlo.
quien está en deuda a su bienb echor. Hay que dar con maña: que cueste poco y se desee mucho. Así se estimará más.
2 54
ños.
No despreciar los males porque sean peque-
N unci.l vienen solos, sino en cadena, igual que las
alegrías. La suerte y la desgracia acuden, por lo común,
256
Ir siempre prcL·cnic-/o: con l ralos é!é'scor-
donde ya abunda n . Todos huyen del infeliz y se arriman
teses, los porfiados, los presumidos y todo tipo de
al afortunado. Hasta las palomas, con toda su sencillez,
necios. Son n1.ucbos , pero lo prudenlc; es no encon -
elche
ele
pre[¡eren la torre más blanca. Un desdi chado carece
trarse con e llo s. Cada clía uno
de todo: de sí mismo, de juicio y de consuelo. No hay
sión ante el espejo de la prudencia. Así se vencerán los
que despertar a la desgracia cuando duerme . Un desliz
encuentros necios. Si se va sobre av isCl no se arries -
no es nada, pero conduce a una caída fatal de ignora-
gará la reputación. Quien va precavido no sufri rá la
da s consecuenc ias: igual que no hay bi e n completo,
impertinencia. Es difícil moverse por el halo !lUma-
llen o ele
ill'l1larse
ele
deci-
nill,:C111 mal acaba del todo. Paciencia para los male s quL'
no porque está
caen del cielo y prudencia para los del suelo.
1nás seguro es can1biar de rumbo con la astucia de
trampa s
clcsc réclito. Lo
Ulises. Es muy útil la evasiva táct:ca. La generosidad es, por encima ele todo, la única sa lid a de los ap ri etos.
255
Saloer /10ccr e/ bien.
Un poco cada vez v
col\ frecuencia. No hay qu e crear deudas impa gables : quic;n mucl1o da, no da sino que vende. No se debe 1 40
-
~
~ "~·: · · ·. · ../;'~ ,_ ._ ,._ :
-~ ·:···.':·.:;~~
! 4 7
257
la gente ni la suerte se atreven fácilment e con dos . Por
No llegar nun ca a la ruptura. D e el la s iempre sa le p erj udi cada la reputa c ión . Como ene -
eso el m édic o int eli ge nte, si se equivo ca en el tratamiento, no se eql' ivoca en bu scar a quie n, co n la excu-
mi go c ualqui e ra val e , p ero no como amigo: pocos
sa de ten er otra o pinión, le ayude a llevar e l a t a úd. Así
pu ede n ayu d a r y casi tod os bac e r dai1o. N i s iyui era el
se reparte el peso y el pesa r, pue s la d esgra c ia a so las
á gu il a a ni ela segu ra junto a Júpit e r e l día que ], a roto
se J1 acc do bl e m ente inl o lc ra l,lc.
co n un escara bajo
3
?:
se r ;;; ¡_¡y directo sirve a los malin -
l c n c iona c! os pa ra at iza r el fu ego d e la e n e mistad . D e io s a migo s oÍe ncli clos sa len los peores enemigos: ai1aclen a su dcÍ~ dn lodos lo s ajenos. Los que mi ran di ce n lo q u e oie nl e n y s ie nt e n lo qu e qu ie re n ; c riti can a l o cto s : por Ía lta ele previsió n a l pri nc ipi o , po r no d ete Jl crse al Íi1Jal , v, ~ iclllpre, por falla de co rdura. H ay q ue
el i ~· : :Jipar Ull a lej am ien to in evita bl e : m e jor libio en lo~ Ían>rL' S que C< lll ,·iolencia . Aqu í viene l1ien a qu ello de una l1e ll a rcliracla "
n /I .' Ctl /' c? /1 '·' " IL'
o dio. Al g u nos quieren l1acerse con tod o e l poder y se ha cen co n loclas ias c ríti cas . H ay que te n e r q uien le éli scu lp e o Lf'1ien le av ud e a so bre lleva r e l pro bl e ma . ~ i
"
;\J ,"J c '-.~ra ..: ián a la fáhula de !:sopo El águila \ ' é U ~l' L'l arori~ll1 () 38.
1 ,¡ ,.:::
'J
"1 escaraba¡,,_
259
A nticiparse a los agra vios !J conve rtirlos en /a vo res. Es má s inleli ge nle evila r los agra vios que veng arlo s . La mayor lla lJilielaeJ cs lá en con\·e rlir e n conf idente al qu e del1ía se r rival, en transformar e n defe n sa s lo s posiJ, les a lac¡u es a la re p ula c it'lll. Va le muclw sa ber ga narse a los de más : e l agr,lclc c imi e nlo no deja lu ga r al agravio. Sa ber vivir es co n vcrlir e n placeres lo s que dc:bían se r pesa res. ll ay qu e calll bi ar la m a levo len c ia po r co nfi a n za.
2 6O
No será de nadie por co mpleto ni tendrá a nadie de/ todo. N i el parenle sc o, ni la amistad, n i la má s apremianle deuda ele gra litucl son su fi c ie nt es : l1a y 1111 a ; < ran eli Íeren c ia L'nlre a k :· el pc c l1o ,. e ntrega r la vo luntaJ La mayor inlimicl ae l tam !Jién l ;., ne su s rese r vas y n o por e ll o se es desco rt és . E ] ami ~ o s ic·m 1
e)
pre se guarda algún secreto; el hijo no lo cuenta todo
desgracia es olvidarla, pero se olvida el remedio. Hay,
a su padre. Se ocu ltan a unos unas cosas que se com-
pues, que acast umbrar bien a la memoria porque ella
partirán con otros, y al revés. Es decir, que uno se da
sola proporr'iona la felicidad o el infierno. De esto se
por entero y se oculta del todo según el interlocutor.
excluyen los satisfeclws de sí mismos: son felices en su simplicidad.
261
No seguir adelante con /<1 necedad. Algu-
nos co n vie rten el error en una o bli i:(ac ió n: como se
equivocaron al comienzo creen
que~ pur
constancia
263
No p,~ sc'er en propicclacJ mu cf1a s de fa s
cosas que gustan. Se disfruta más de ellas si son aje-
El dueí1o sólo goza el
hay que continuar. En su fuero intern o ve n el error,
nas.
pero e n s u exterior lo e xcu séln. Po r eso su impru-
demás. L as co sas ajenas se
d e ncia inicia 1 se co nvi e rl e a los ojos rle todos en nece-
riesgo de dai'íarl as
rlarl. \o o J1Ji gil n ni las ¡no me sas irreflexivas ni la
dad. To do sab e mejor con privac ión: el agua ajena
Ih)
primer día, los extraño s lo s
e~:istc y s í el placer de la nove -
parece n éctar. l)<>:"L'L' r la s ,· o sa~ . a
su torpeza in cial y siguen adela nte co n s u escasa inte-
el disfrute , aumenta el enfado por prestarlas o p or n n
li gencia: quieren ser constan te s de modo imperti-
l1a ce rl o. Tener cosas es mantenerlas pilril lo s d e má s.
nente.
Se ganan má s e n emigos que ag radec ido s .
262
264
No tfcscui,Jarse
1Hi ,L L7.
A la suerte
le
Sabe r ofádar. Es más s uerte que sabit!uría. La s cosa3 q ue l1a y que o lvidar son la s que más
g u sta gas tar bro m a3 y l1ariÍ lo impos ibl e para coger a
se re c uerdan . La memoria es informa l (porque falta
un o de sc uidado. La inlL·ligen c ia , la cordura y el va lor
c ua n(! n
s ie mpre deb en eslc1r a punlo , incluso la belleza , por-
l' S
miÍ 5 ne cesaria),. ne c ia (porque acu de c uan-
c!o no conv ien e): se
l'!l
lv ~¡u c .:;pen;>
y se L~cs
lo que ,2 usta. ,\ vece s el remedio d e una ::.
)
T~ C'
Qi
se confía se ln1nctirá. C uanto má s cuidado se
n eces ita m e no s se li ene : no pensa r es una zancaclilla 1 :. 1
para fra casar. Suele ser una táctica de los cautelosos
poco de personas. No siem pre lo son por falta de sen -
exami na r ri gurosa ment e nu es tras cualidades en un
s ibilidad, sino por incapa c idad . La s perso na s siente n
m o mento d e descu id o. Conoce n los mejores días y
con fuer za e n el moment o pre c iso. Ha sta la s aves se
los excluye n con astucia; pero el día que menos se
burlan de los espantapájaros, de los que só lo pare ce n
e~pe ra
E'S
perso n as . Alternar lo a gri o y lo dul ce es una prueba
el día d e la prueba.
d e buen gus lo: los niii. os y n ec ios sólo qui e ren dulzura .
265
E s una g ran desgracia perderse por demasiado bueno en la in se nsibilidad .
Sabe r .!n/renfar a los subordinados a
si tua ciones d1jíciles. Un aprieto oportuno convirtió a m u cl1 os e n verdaderas pe r so nas, igua l que estar a 'lun t o d e a lw ~ar sc c rea nadadores. Así mucl1 os des-
-
'
26¡·
R1lal1ras de seda, con suat·id,ul
dl' carác-
cub rieron la valía y la sab iduría inclus o . Si n o se les
ter. La s saet a s atraviesan el c uerpo y el a lma las mala s
Jllll1iera o frecido la ocasión se h a brían quedado ],un-
pa lab ra s. U n a bu e n a pa s tilla J1ace c¡uc !lltela h ien la
el
elido~ en su enco ~ imiet1to. Los apr ietos son oporlu-
boca: salw r vender
nida d es para ga nar re putación: el nobl e , e n un
cac ia. La mayo ría d e la s cosas se pa ga co tl pala b ras.
aire es una mue s lr<1 ele pe rsp i-
pr o blema d e l1onor, valdrá po r m il. Es t a lecc ión (y
E ll :>s so las pueden realizar im pos ibles. Los n egoc ios
loc lils las d e más) la e nt en di ó mu y bien la reina I sa -
se b acc n con aire y so n aire . El a li enlo
bel la Cató li ca. C,1p ilán
Sll
A
s u ga la nte apoyo deb ió el Gran
rCJHll11 br e, \'
ll1UCI105
olros
SU
e l crna
fama . Ula, con es t a m aña, l1i zo a mucl1o s grand es h o mbres.
266
No se r m alo por demas iado bueno. L o es
qu1en no se enÍada n unca. L os in se n s ibl es ti enen 132
clcl
su peri o r
alienla mucbo. S ie mpre ba y que l ener azúcar en la l1oca para e nclulzar
la s pablnil~,
pu L'S s,l lJL'll l)iL'Il La :'la
a los enem ig os. El úni co medio para ser amable es ser apacib le.
268
El prudente hac2 a tiempo/,~ .¡ue el ;;,; .:io a de s tiempo. Los dos ha ce n lo mi smo. Sólo se dife-
270
re n c iau en el moment o: un o a tie n1p o y o tro a d esti e mpo. Quie n desde el p ri r.s ipio ti e n e \"- intelig e nc ia co locada al revés, tod o lo ha ce igual: olvida entre
~us
No ser el único en criticar lo que les gusta
a muchos . Alg o tien e de bu e no lo que gusta a tantos .
p ies lo que debiera ll evar e n la c ab ez a, la die s tra
Aunque no se pued e expli c ar, s e di sfruta de ello. La
co nvi e rte en s iniestra y n o ha ce nada a d e rec ha s. S ólo
s ingularid a d si e mpre es o di osa , y, s i está equivocada,
h ay una f o rma de c a e r e n la c u e nl a: pro nlo . L os
es ad e má s ridíc ula: s e ll es pr es ligia a s í mi s ma má s
n ec io s hacen o bligados lo qu e p o drían hacer co n gusto .
, 1 ue
S in e mbarg o, el di sc rcl o e n s e g uida se da c u c nla de
g u s to. S i n o se sa\1e e n co td ra r lo l1u e n o l1a y qu e di s i-
a l objet o de su c rílica ; se quedará so la con su mal
lo que l1.a y q ue ha ce r m á s la rd e o más le mp ra n o , y lo
mular es a inte li ge n c ia limil a lla . N o se d e l1e c rili car a
l1 a c e co n g u sto y ga na nll o re p u t a c ión .
bullo: el m a l g u s lo \1a\1ilu a lmenl e na ce de la ignoran c ia. L o qu e todo s di ce n o ya e s o s e rá.
269
S a ca r partido o s u notL'c-/aJ S e est i-
271
tn a m ás un a nt e di oc r idad "u ev a q ue un pr ocli g io
r'Jque Sd / "11.! ptlL~t ) l/L1,1L d f CnCr~ C .5 iC111 prC t1 lo m ás seguro JL ,·oJo o{¡·ci,1. i\ ;;í a unqu e n o se le lcn ga por ingeni o so le le nllrán po r s e ~ ttro. []qu e sa\K' puede
a c os tumbrad o . Ha s ta lo e min e n te se gas t a y e n ve je c
arries gar se a \1 ace r lo qu e quiera, p e ro sab e r po co y
ce . R ec uérd ese qu e la g lo ri a d e la n o ve dad dura r á
arrie sg,-., ~ " e s cae r volunl a ri a lll c nl e por el prec ipi c io .
m a rá a u no m ie ntras s e ,¡ nuevo . En t o d a s parle s la n o veda d ag rada po rq u e va ría : re fres ca el g u sto . Se esti-
r
~ " clc \w lll cl td L'IlL' r L'\ c·dtll it ltl
e ll o ],ay qu e val e rse d e es a p ri me ra esti m ac ió n y sa car
camino Íirm e . S i se s al1 e p o c o, el camin o gen e ral. S i
d e e s e agrad o fugaz todo lo pos ibl e. Si s e enfría el
se salw o no , e n c ualc¡u ie r ca so
ca lo r d e lo rec ient e . la pa:' ió n s e r es fría: el g ust o s e
tlent e qu e la s itl g ul a rill a cl .
[' l' L·o : a loo c u a lro día:' le p e rd e rán .) res p e lo.
co tlv ie rt e e n rec h azo .
Todo l1a
H
t e ni d o s u m o mct1l o
1
la se ~ u riclacl es
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\1 a p as ad o .
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'·:· ·.:. ·';·,.:
13 1
1 1
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má s pru -
2 72 Ve~1der
esperará poco bueno : s u ele n ven garse de la natura lelas cosas a precio de cortes ía: así
se crean d e ud as de gratitud . Lo que pide el interesa -
za porque los favo reció poco . La n ecedad es directamente propo rci o na l a la bell eza.
d o nu nca ll egará a lo que da el ge n eroso a gra d ec ido. La cortes ía no da, crea una deuda, y la gen eros idad es la mayo r deuda. Para el b o m bre d e bie n n o b ay n a da t an valioso co mo lo qu e se le da. Es como ve nderlo dos veces y a d os prec io s : el intrínseco y el d e la ge n ero -
274
s idad. Pero para el r uin el leng u aje d e la gene rosi dad
Ten :Jr atractivo: es un l1ecL izo que debe uti lizarse para atraer vo lu nta d es más que Leneficios,
es ininteligibl e porque n o conoce la buena edu cación.
o para la s do s cosas . Los mér itos sin a t ra c ti vo n o hastan. El agrado n os l1ace pla u si bl es; es el má s prá ctico instrume!llo de l po der. Es una sue ti:e caer e n gra c ia,
2 73
pe ro l1a y que ayu darse co n arte: co n el ta le nto innaCo mprende,· los tempera m entos de lo gent.c
to se avi e ne mejor el arte . As í n ace la s i mpatía, y la po s ib ilidad ele la ]J CI \L' Vn lenc ia universa l.
co n quien se trata : para co no ce r su s int e n c iones. S i se co no ce n las causas se conocen las co nsec uen c ias; de ésas se deduc e n las intenc io n es. [] pesimista es siempre un agorero y el maldi c ie nte siempre e n c u entra c ulpa s. Les suce de t~do lo peor, y como no ven los bi enes prese nl e~ an un cia n los ma les fut uros . El apasio-
275 110~ piclc
la
110
Co rriente, pero no indecente. La co rt es ía p.1rL'L.l'r ,: iL•r nprc s criu~ o enfalLllos. Para
nado siempre ve las cosas de modo diferente de como
ga n ar
so n: en él b ab ia la pas ión, no la razó n . C ad a un o
decoro. A lguna vez se p u ede J1ace r lo que los demá s,
l1ab la se gún su s afectos y s u l1u mor: t o d os están muy
pero s in ind ecen c ia: a qu ien se considera ne cio en
lejos d e la ve rd a d. 1-I ay qu e sa b e r d esci frar las caras e
púl, li co no se le te n¡lrá por prudente en sec reto. Se
interpretar las se ñal es d el a lm a. Se co noc e rá así a l
pienle m ás en un día de fie s ta que lo qu e se ga nó con
ne c io porqu e s ie mp re se ríe·, !'a l fa lso por n o hacer -
seric
lo nun ca ; se evita rá al preg unt ó n, porc;•1e es volu!Jie
g uL,, :za rsl:
o po r fijar se e n lo s d efe ctos . D e los de feo rostro ;:.e
melin¡lroso, Co lll o una muj e r. l n clu so los melindres
estima de los d emás l1ay que ceder algo de l
e:~ cu" J ena:· a Io s otros . N 1 l1ay que se r
religiosos son ridículos. L o mejor de un bombre es
saben lucirse : Espaúa lo hace mejor que otros. Pron-
parecerlo: la mujer puede fingirse hombre a la per-
to la luz fue el lucimiento de toda la creación. Lucir-
fección, pero n o al revés.
se satisface mucJ,o, remedia mu ch o; da a todo una segunda naturale za, especialmente cuanLlo la realidad lo refuerza. El mismo ciclo que nos da la perfección otorga también el lu ci mi ento: por separado no
2 76
sería natural. Se necesita arte para lucirse: incluso lo Aco mpal'iar ele es/uerzo el natuw/ camf,¡o
extraordinario depen de de la s circ un stancias, no siem-
ele canicter. Cad a siete a !Íos dicen que se cambia la cons-
pre o c urre. El lu ci miento sale mal s in ocasión opor-
titución: que sea para nt e jorar y para refinar el gusto.
tuna. En nada como aquí es in co nven ien te la
A los siete aiio s de edad se alcanza la ·razón: también
afectación: mata el lucimi ento porque está muy pró -
debería adquirirse cada siete aiios una nueva perfe c-
ximo a la vanidad y al desprec io. Debe ser muy mod e -
c ión. Ila y qu e co nocer c ~los cctmbios y ayudarlos y
rado para que no sea torpe. S u ex ceso no es l1i en vist o
esp e rar que l u~ o tros m e jo re n. Por eso mucl1os cam-
pLH lo s prudente s . A veces es so !He t odo una elo-
l1 ia ron de co nd uela, de esta do o de empleo; pe ro a veces
c uencia muda, mo s trar co mo con d esc uid o la perfec -
no se n o ta l1a sla que n o se \'e un <:ambio ex lremo. El
ci ún. Di s imul ar co n sabitluría es el alarde ele m ás
l1 on1 bre es pa vo a lo;; veinte aiios, león a los lreit ; ~ .-. ,
ap lau so: la misma privaciún pi ca la c uri osidad en lo
camello a los c ua renta , serpiente a los cinc uen ta, perro a los se senta, mona a los sele nl a y nada a los oclwnla. '
más vivo. Es un a ~ ran !1 c bilidad n o dc~culll"ir to,!a la perfec c ión de una vez , sino des c ribirla con peq ucr-1 0:3 indicio s e ir s iempre aumentándola. Llna bu e na cuali clad
clelw :'e r el a c ic-ale ele olra
mavor
:·el aplaust'
de'
una la cxpeclación d e la s o tra~.
277
Sa ber lu cirse. Cada c ualidad liene un tnum e tllo adecua do para lu c irla. Hay que aprovecllarlo: la ocas ión n o se do a di ar io. ] !ay personas ' ~' 'e sa lwn sacar Jlilrli tlo ele lo más p~que íi o :· lo lu ce n l1asL1 c,lu sar atlmira c it'l11. La unión de la ca pa c id atl de lu c irse y de un h le nto superior es prodi giosa. Ha y paíse:3 qu e 1 :33
2 78
No
llam en
nun ca
lo
atención . .:::; las vir -
tude s lo l1acen, inclu:3o ellas se verán como d efe ct os. La sin ~ ul ari datl s ie mpre l1 a s id o m a l vista: el "si ng u-
lar" se qu eda solo. Si la h ermos ura sobresale se con-
ga a pe rde r la rectitud cuando ve el comportamiento
vierte en des c rédito: s i atrae la atención ofende,
ruin. Pero
imucho más si se trata de peculiaridades de mala
es ha gan lo que hagan J0 s d emás.
el
hombre d e ley nunca se olvida d e quién
fama! Pero algunos desean ser conocidos hasta por sus vicios: bus can originalidad en lo ruin para conseguir una fama infame. Incluso en lo relativo a la inte ligencia el exceso degen era en hablar p or hablar.
281
La aprolJación de los inteligentes. S e va lo-
ra más el tibio sí de un gran lwmbre que el a plausl) de
2 79
la genle:
los e ructos groseros n o dan ali c nlo . Lo~ sab ios
lwblan co n inteligen c ia , por es o su elogio prod uce una
No responder a quien nos con tractice. Hay
satisfa cc ión inmortal. E] jui c ioso Antíg o n o re¡luj o
qu e di s tinguir si es por as tu c ia o por torpeza . ~~,)
tod o eÍ tea tro el e su fa m a úni ca m e nte a Zc ¡; (l!l ;~ . P la-
siemp re es obstinaci ó n, si n o a veces arlimaí1a. Cui-
tón ll ama ba toda su esc u ela a Ari stó teles. A lgu nos
d ado para no co 1nprom ete rse en un a, ni caer en otra.
só lo as p iran a ll enarse ele algo, a unqu e sea ¡le a plau:oo
L os es pía s le saca n mu cho pa rtid o . C ontra es t a gan-
vul ga r. ! lasta los reyes necesitan a los esc rit o res: kmen
zúa de nu estra intimidad la mejor defe n sa es cerra r por
má s su s plumas qu e las feas los pinceles d el retratista .
de ntro co n la llave del si lenc io.
280
U tili-zar la ausenCia para ganar re s pe to
Hombre de buena ley. Ya nadie actúa correctamente, nadie cump le la s ob li gac iones, nadie es agra decid o . Todos dan el peor pago al mejor tra baj o . Nacione s ent e ras son pro pensas a m a ltra tar : se tem e la trai c ión en unos, la inc o nstan cia e n otros y el engail. o e n o tros. Esta falta de agraclec imi r>nto no
h"Y flllf~
imitarla: es una invita ció n a la ca utela. U n o se arríesl OO
o estima. Si la presencia disminuye la tama, le. 2 '..l sen c ia la a UJ11Pn t a: quien, a usen t e , fue co n side , c.Jo un leó n , CL!él ndo es tu vo presente fue el ridícul o pa rl o de
;.¡
de
i\ntí ,: o no
1 G o 1I a las (3::20 -::239 a. C .), rev de Ma ,-.:, lunia . ·L ,nc\n 2 C.), Uósofo griego .fundad or de la es é uela
e:<, ( 33 5 -:2(~ !
esto ica.
7 (1 1
los montes. Las cualidades se deslustran con la fami- : · liaridad, porque se ve lct corteza exterior antes que el profundo bagaje interior. La imaginación va por delante de la vista. El engaño entra generalmente por los oídos, pero sale por los ojos. El que con fama se retira, la conserva : ha sta el ave fénix se vale de la ausenc ia para
ga ~a r
2 83
respeto y aprecio.
Tener inventiva, pero controlada. La inven-
tiva revela un gran ingenio , pero ¿qui én lo tendrá sin un poco de locura ? La inventiva pertenece a los ingeniosos, la buena elección a los prud e ntes. La inventiva tamb ién es un don natural pero má s raro : muchos
sa ben eleg ir, pero pocos inv ent ar ade c uadamente. Estos so n los primeros en exce len ci" y tie mp o . La nove dad agrada y si ti e ne éx ito es do bl e mente buena . . C uando hay que d ec idir es p eli grosa po r paradójica, pero e n lo relati vo a l in genio es loL1 l1l e. Si es acertada en los dos cas os, es di g na de aplauso .
284
N o se r ent10m etido: v un o n o se rá desaira do. Pctla se r estimado ha y que es timarse . Mejor avaro que pródi go de sí mism o : se le r ec ibirá bi e n s i
· ser llamado; , h d do N o venir nunca, sln 0 i se le a esea . . d El ue se arriesga por ' no serenvla o. q 1 no ir nunca, SI. d el odio sobre sí, si ;;a e opla recoge to o El . . inic1ahva pr d . gradecimiento . bien se que a sin a . 1 ma1' pero SIsa e d 1 d . ecio: se presenta ·d l centro e espr entromeb o es e l l despide con con. . que se e con impertin e n c ta pOl 0
fusión .
28 5
No perecer por la desgracia ajenab. Con. a graves probl en1 as y sa er que . ,. ue t ¡en, v 1ene co n oce 1 a \ q ontra r co nsu e, . . l ' L. nenle para ene n os llan1ara 111 5 15 en el \ , d los d os. Buscan · qu e a 10 ra sera e l d \icha: los que ant es lo a su d esgra c ta , \ ll \ oo )t'C • eva r a ese l quien les ay uc e a.1 1 d l man o . Con os 1 1 l 1 a wra es an a 't ucho ti e nto para les daban a es pa e a,d , h n o se nece::> J a m que se eslan a og a ayudarl es sin peli g ro .
286
J'd deudas de graNo co ntraer ni d esme ' as 1d . 1 .. . eso sería ser esl.1a\10 ' ) ' c--n r o e titud, 111 co n cua q¡new. , erte que o tros: uno s · . co n mas su d todos . U nos nae~ e r o n ·b · 1 La lib erta l b· , otros para recl l f o . para h ace r e te n )l d, ]· . se piercle co n ella . . e a ac tva , porque . d . .. .. - >:C' es m ás precw sa l{U OS e unO Jll[ 5 \11 V 'j u~ . Ch . epen an mu d Es m e¡or que d
¡ ó3 7(12
depender uno mi ¡; mo de otro. Dl poder no tiene otra ventaja que podol' bacer más bien . Sobre todo no hay que considerar Cjlle nos bacen un favor cuando aceptamo.s una o bli g<~c ión, como suelen pretender astu tamente los dem ñs.
287
sión.
N o
sa ldrá mal. Quien no está e n sus ca bales no debe act uar: la pasi ó n siempre desti e rra a la razón. Es útil un t e rcero prud e nte; lo será en la m edida en que sea desapasionado: lo s q\IC miran siempre ven más que los que ju ega n , porq u L' no se apasio nan. C uando un o se sienta allera do, la ,-,lnl ura loca rá rei.irada. Así ni se ence nd e rá la sangre po r co mpleto, ni t odo se hará d P modo sang riento : en só lo u n momento daría materia para abundant es co mentar ios mientras qucd:: co nfuso mu cbos días.
288
1 ' "1 ... unos son ta_r. _ e enera. n..ts anana s b d que hoy se rech az:l m. ertinentes que pre~en en ' paradójicamente lm.p del éxito se ajusteli a su mb~¡a todas las circunstanlc¡as'- Pero el sabio conocle ¡en . l no a reve... d a a ocaparbcu ar, y d norte: en a aptarse : ' el pru ente t ón e es a d d
Adaptarse a fa ocas ión. Diri gir, pe n sar,
t od o debe ser oportuno. Hay que dec idirse c uando se pu ede, pues la ocas ió n n o espe ra a nadi e. En la vida no l1 av que servirse de gen e ralida des, a no ser por virtud. La vo luntad n o ti e n e leyes precisas: el a gua que 1 (l 1
289
d J.
d
un lwmhre: demos-
El mayor br:~t;ej:n de tenerle por divi-
as flaquezas del hom 1 o La frivolidad es l o t rar \ u nurnan · b 1 , qne l O ven m y . \ ue a\ 1nom re d \ n o e ¡a \ . tación . lgu a q f, \, t a a repu \ \ nvo L ¡nás o pues o , que 1umano , a . , porqu \ l e tiene por mas pructente se d f to de sanlonza mas, 1 - · Ningún e ec b'\' dacl. L por menos. de fr ente i1 b rc s pcla l l . ,. \a frivolidad se opOl~e tancia, especialmente Sl < ~ ' f , \ no hene sus 1 t Aunh o nl bre nvo o d d l b\iga a se r pructen c . s \a e a e o d . a de ser ancia no, pue. t defecto, no por eso e) chos benen es e que mu \ 1 f to si n gu ar. nn l.IC ec
·
afect o. d conservar e\ ·d arilpoer \ u e <:er muy quen o P' ' l odio E \ afeeNo ,-.ay q , atrevicto qu e e . E\ arnor es mas . . L o mej o r es resoeto . h bu ena s nllgas. r acen t o y e\ respeto n 0
29 O
, 'n unir apreciO y
El fra cas o es ta
"
h bre anl es que pnr un gran om ' \ nrudente "udust o se tenta I ·\ \ ' . rno e\evaao y a • . n 5 ' h e am . En esto es u . Príncipe. f ¡n.O 111151110. · contianza e n t ,
no ser ni muy temido , ni muy querido. Con el amor llega la familiaridad y se des pid e la es tima. Hay que ser amado apreciativam e nte más que afectivamente,
)Or
pues así se aman la s verdade ras p ers onas.
293
291
Saber proba r a los demás . Se n eces ita una o bse rvac ión juiciosa y u na prudente reserva. Se requ iere gran juicio para medir e l d e o tro s. Es má s impo rtant e co r.Jcer los temp eram e ntos y la s ca ract e rísti ca s de las personas que los d e la s hi erba s y la s piedras. L~a es un a d e la s cosas má s sut il es d e la vi da: los m e tal es se co n oc en por e l so nid o y las pe rso na s po r lo yu e dicen. Las palabras clcmucslran b recl ilud , pero los h ec h os mucho más aún. Se n eces ita n, en g rado sum o, refl ex ió n, obser vac ión y ca pacida d c ríti ca.
2 92
Las cualidades personales deben superar las olo/igaciones de/ cargo y n o al revés . Por elevad o que se a e l puesto, h ay que de m os tra r qu e la pe rso na es s up er io r. En los difer e n tes car gos una capac idad am pli ame nt e d o Lada c rece y se lu ce má s . U n co razón pcq uei1o se ll e n ará fác ilm en t e: las o blig ac in n es
acal1arán rompi e nd o la reputa c ió n. E l emperador
\. ,
11
Lu
. 1\l C \1l1 n1 a ::- e ' C \)e SO J1l ll l ' . rior pel o n \a 11e r so na seg un l \ a , , ·o v ' '""\1 e o· ~' 'sse l2un :::u p e",. \· \ \ , - y causa re ' a 111 . , \ \ . 1a 1c a c1 e" • \ \ \ 0: 0 :.i ·,ic\ad l e a::: ct \ r -hal\a e e a ¡n a. 1 es \ a l \ 'E-' , - a rae ' r \ d \ a persona e:. 11posl u ra e ' b\ ·on1 0 e\·¡e en \ n::.- rr[vo os , c ni \ \ ca"i inmula e, e \ ~ \ 1\)b e:' se nnL·cel al '-.,u '" , es una \ \ o"eoal a . ~ \ aullHÍC al ¡nu y s - "' ·l ,\n. R cv c a a una . . ·nt •.' " cc 1 a. 5 111 0 un a ' . "l Cl) n1p LHlalnlc \ , e r ""'' na co nl O tcn c lO Sa y _t \ \ . "e Li cne LanLP le p \¡r o H\V 1c c 1a . . ' r:l Ve V 111al l 1eC:i0 n a il , . , 11Za a se l !' ' \ \. ' n o coll1 lL: ·' ·de nlal\ ure z . ·- , c onlO un ¡lin o.
:a J c plnlal ,e
\ )' c u a:H\ ole
. .
(al\a unLl pie • ~~'' . , !1 :: e c11 . . . \ ·lc,JcroC ic1 1! c1/ 1. 9 .- - us nn llliO' razone ::," . \ \ or na c on . , e ,, CL'nvicnc y al \ \~ -
294
t
¡ (17
1(16
e\ e x te-
· f: s muyowwc \ mociure :z . ~ \ . '"' E\ o ro va e 1 <:lum )lC - · \ , _ ·n ,as '-O\ .i\ . 1
de ue todas sus cusas uien rl ustab a q l . to mediocre. H u o q b· tos usua es. 1 uan fuesen grandes, hasta os ho e que sus cualidades l dran om r . , deb e procurar e "' d . finito e mmenmas E D' os to o es lll b 1 t a m bién lo sean .d n 1 gran h ombre todo de e ser so. De igual mo o en un . nes y pensamientos . . sUS aCClO . nrande y maJestuoso. d te y drandiosa maJes"' ·d d una trascen en "' irán revesh os e
l
b
Su recelo corregirá la opiniún inicial sobre el comportamiento ajeno. A veces se pondrá en el lugar del otro, y examinará los motivos del contrario. Así ni le condenará ni se justificará a sí mismo tan ciegamente.
e,
1\
tad .
295
No presumir, sino hacer. Se fingen muy
ocupados los que no ti enen en qué. Lo convierten todo en misterio sin nin guna gracia: son camaleones que se alim entan de aplausos, provocando mu cha risa. Si la vanidad siempre causó enfado, aquí risa: las hormiguitas del h ono r va n me ndi ga ndo hec ho s. E l sabio no debe ha ce r oslen la c ión ni de s us m ás importantes cua lidades: h ay q ue con tentarse con ha cer y...,dejar para otros el habl ar. Qu e llaga cosas, pero que 110 la s pregone. No ha y que alquilar una pluma de oro para que es c ribu sucias mentiras qu e nadi e c ree. Mejor es as pirar a se r u n l1 é roe que asp ir<1r úni camen te a pare -
("'_/¡\ 97 . .
re co m e s i nos vieran . E\ Act uar s¡emp le mirarán. ""-""~ d e l e nliran o que b \ ll a\ \, echo aca a ' ente cons i era L\U pruel d q ue o 1 e Sabe que \as pare es oyen y t '> -o\o actúa co mo s i A nque es e " , h, sali endo a l a \ uz. u sall e c¡ue to Jo se sa ra. · ·a po rque l mun do l e vtet , Jo se enteren, to do e . s a lo s que, cua n Mira ya como tesb go d ue t.odos le vea n no se , d u és. Quien esea q d b 'rvar en lo senn esp d - 1., f ' ra le pue aii o se de que e:. "~ ue preocupa
s u casa.
cerlo.
296
29 8 Personu de g ra ndes y m a jes tuC> sas cua fi -
clacfcs . Las grantl es c ualidacle s J1a ce n a los lwmhres
g ri'lncl es . U ni1 so li1
ele e ll as
equi va le a una pluralidad
LoL\as son /res cC>s as /w ~ _. \al.\· ri co in ge"" a (,._)enero~!( \ ._ , \ ~um . d e\ ma yo r regalo e a l , ,:;ucln. \ mag tna r al e \ , un 1\lL: l l -- . . · i -io pro fu nlcl) \o es nlavot· nto, Jll L d an ve ntaj a, pero . l e nle es und ,. r c ua dan ' -.
ccn
1· ·
l/ll
l (1 1)
,
proc1I<]IO,)
bueno . El ingenio no debe estar en el esfuerzo: s 2ría
3 OO
pe n sa r correctamente y tener un entendimi e nto del
En una pafaf,ra: árl"uoso, pues fo resume
más laborio so que agudo . Pen sar bien es el res ultado
toJo . La virtud es la cad e na de toda s las perfecci011es,
de la racionalidad . A los veinte años reina la volun-
es el centro de la felicidad.
latl, a los treinta el ingenio, a los cuarenta e l juicio.
b01nhre en prudente, tli sc re[o, saga i', cuenlo, sabio,
lla y ent c l1llimientos que desprentlen luz co mo lo s
valeroso, mod era<\ o, ínt e gro, feli z, t!ign o ele aplaus o,
o jos del lince: piensan mejor en la mayor o sc uridad.
verdadero, es dc •: ;r, un gran homhre en todo. Tres
La virtud convierte al
L o~ J¡,,~, el e Pcasión: siempre se dan con lo ,n
eses traen la di ch a : sanlo, sano y sabio . La virtud es
p6 sitn . l~e c ihen mucÍw y bien: una fecuncli tl atl feli-
el sol tlel
cí~ illla. Pe ro un huen ~ usto da sal a toda la vida.
fcri o es la buena cp n c ie ncia. La virtud e s lan bcr -
pe
mo sa que wnsigue
la
gra c ia ele Di os y la de la gcnlc .
;-\acla J1ay que ¡¡mar má s que la virtml , ni nacla es t a n a b or re c ibl e co m o e\ vic io. L ,, virtud es co sa tic veras ,
299
! la~·
v l\e burl a s l o tlo lo tl c m iÍ;; . 1!ay que m c tlir
D ejar con/1 Llll1f,re a los demás . qu e
\a
cilpa c; -
.t lad v b s; rancleza pPr la v irtud y no po r la s u e rte. La virlt.tcl
se\a~ ta a ~ í mism il . E ll a h ace a ll w mh rc tli gn n
de ser atnad o , c uantlo v1ve, v n1 e n1ora\)le, una ve z
110 ~a ci a r b: lo bueno , s i poúl 1 es t!os ve ces l1ue nt ' . S e
muerlo.
pi c nic m udw en
la
se guncla vez . Las grantle ~
a,;t t·a
,1 JK'-
lit ,>co n IJa mllrc . ! ~ ,:;más estimulante un t! e~ e o impac iente que un lwrlazgo de placer. Se di s fruta el dol)le
ll
"
1 1 <. 1
1 71
Aforismos l . Hoy todo ha logrado la pt>r/ección, pero ser una auténtica persona es la mayor. 2. Carácter e inteligencia. 3. Manejar los asuntos con expectación. 4 . . E/ saber y e/ valor contribuyen conjuntamente a la grandeza. 5. Hacerse indispensable.
6. 7. 8.
9. 10. 11. 12. 13.
14. 15.
16. 17. 18. 19. 20.
21. 22. 23. 24.
Estar en el culmen de la perfección. Evitar las victorias sobre e/ jefe. No apasionarse: la señal de/ más elevado espíritu. Eludir los defectos de su nación. Fortuna y /ama. Tratar con quien se pueda aprender. Naturaleza y arte, materia y elaboración. Obrar con intención, con primera y con segunda intención. El fondo y la /arma . Tener inteligencias auxiliares. Saber con recta inte:::::'in. Variar de estilo al actuar. Aplicación y capacidad. Na comemar con demasiada expectación. Ser hombre de su época. El arte de la suerte. Ser hombre de agradable y jugosa conversación. Nc f::ner :: r. d::/~c-+a. Moderar la imaginación. 1 73
51. Sab.:~ eleg ir.
25. Ser buen entendedor.
26.
Encontrar e/ punto débil de cada uno.
27. 28. 29. 30. 31.
Mejor /:J intenso que lo extenso. No ser vulgar en nada. Tener en te reza. No dedicarse a owpaciones desacreditadas . Co nocer a los afortunados, para escogerlos, y a los deselic/1ados, paro rechaza rlos.
32. 7~ner /a ma
ele co mplaciente. 33 . S af,er apartarse.
34. Co nocer su mejor cualidad. 35. Sopesar las cosas. 36. Ttmtear su suerte. 37. Conoce r fa s in sinuaciones y saber usarlas.
38. Sofoe r retirarse cua ndo se está ganando. 39 . C,onocer cuándo fas cosas están en s u punto, en
+O.
s u sazón, y saberlas dis/ru tar. f )on ele gentes.
41. Nun ca exagerar. 42 . La natura/ capacidad de mando.
+-=3.
Sentir con /,os
111 CIWS
y hablar con los m ás.
+4. S impatía con los grandes hombres. 45 . U sar, y no abu sa r, de las segundas intenciones.
-±6. Co rregir su antipatía .
+7. /luir de los asuntos d/íciles y peligrosos. +8. Cuan to mayor /a ndo tiene e/ hombre tanto tiene de persona.
49 . Se r lwmbre juicioso y observador.
50 . Nu nca perderse el respeto a sí mis m o.
52. Nunca perder la compostura. 53. Ser diligente e inteligente. 54. Tener valor y prudencia.
55. 56.
Saber esperar. Tener buenas improvisaciones .
57. 58. 59. 60.
Más seguros son los reflexivos.
61. 62 .
Saber adaptarse. Sa lir cdn buen pie. Buen juicio . Eminencia en lo mejor. Contar con buenos colaboradores.
63. La excelencia cte ser e/ primero.
64. 65. 66.
Ahorrarse elisgus los.
68 . 69.
l-face 1• que comprendan. No rendirse 0 /os malos l1um ores.
70. 7 1. 72 . 73.
Sa ber nega r l N o se r des igua l, de proceder- anóma o.
74.
N o ser intratable. Elegir un modelo elevado.
Un gus to excele nte. C uido(/o pma que salga n foien las cdsas. 67. Pre/erir fa s ocu paciones de reconoci o prestigio.
75 . 76. 77. 78 . 79.
Se r d.:xick/o. Saber usar evas iva s .
N o es tar siempre de broma. Sabe r adaptarse a iodos . Co m en:.or c,m pies ele plome'. Carácter jouia /. 1 7:;
80. Cau tela al in/onnarse.
81. Renovar el lucimiento. 82. 83. 84. 85. 86.
Nunca apurar ni el mal ni el bien. Permitirse a/gún des/,·z venia/. Sabe;· valerse de los enemigos. No servir de comodín. Prevenir los rumores.
107. 108. 109. 110.
No mostrar satis/acción de sí. Atajo para ser una verdadera persona. No ser acusador. No esperar a ser un so/ que se pone.
111 . Tener amigos .
bi.
112. Ganar fa benevolencia . /. 113. Prepararse en la buena suerte para fa ma a
90. El c~>-te para vi~:ir mucho.
114. Nun ca competir. 115. Acostumbrarse a las malas condiciones de los que
Cultu ra y re/ina;;lien to. 88. Amplitud en el trato. 89. Conocerse a sí mismo.
91. Obrar sólo si no hay dudas sobre la prudencia . 92. Buen sentido trascendental. 93 . H ornbre universal.
94. Capa cidad inabarcable. 95. Saber mantener la expectación. 96 . U n extraordinario buen sentido. 97. Conseguir y conservar fa reputación.
98. O cultar la voluntad. 99. Nenlidad y apariencia . lOO.
El l;ombre desengañado, que conoce fas a rares y c'll!)atlos de /o7 vicia.
l 01. 102. 103. 104. 1Cl5. 106.
La mitad de/ mundo se está riendo de fa otra mitad, y ambas son necias. Estóm r!:;o para los grandes bocados de fa /ortuna. Cada uno procure la dignidad en su justa medida. Ten c; ,'amado el pulso a los er.;p/eos. ,\ 'o ca nsa r. ,Vo f1a cer ostentación de fa suerte.
/ortuna .
nos rodean.
116. 11 7. 118. 119. 120. 12 1. 122 . 123. 124. 125. 126. 127. 128. 129. 130. 13 1. 132.
Tratar s iempre con 9entes de principios . Nunca fwblar de s í. Gana r /ama de corlis. No hacerse odiar. Se r práctico en la vida. No con~:crtir en ocupación lo que no lo cs . Se ñorío al hablar y al actuar. f-Iambre s in afectación. Llegar a ser des..;udo. N o ser un registro de /altas ajenas . l No es no.!cio cl ,¡ue fw cc lo neceJa J sin,, L' qu L', una vez hecha, no la sabe encubrir. Carisma en todo. Grandeza de ánimo. Nun ca queja rse. Ha cer y aparentar. Co ndición ga lcmte. Pensa rlo dos ve'-es .
1 7{1
177
133. 134.
.Antes loco con todos
(/ lit.'
cuerdo a solas.
Duplica r los recursos nc'lc'Sarios en la vida.
135. iVo tener espíritu Jc contraJicción.
136. 13 / .
Enterarse de los asuntos .
Encontrar inmediatamente lo bueno de ca da cosa. ,\',, e::cucl1arsc /lile' 1n i::illo.
14'2 ,\'o seguir nunca, por of,_.::finac ió n, el peor part-i,{.,. 143. 1\',, co nvertirse en cxlra caganlc para escapar de la
l+Cí !+(l
l _.¡.-¡
150. ] 51.
loo.
! 64. J 65. 166.
D ivulgar olguna::: cosas. Tener juego limpio . S of,
Empeza r con h1 ,-onccni,'ll ci,¡ ajc'na pa ru :::a/irsce Cc'n /a S li!f<1.
J68. 169.
.\ 'o
.\fir,n P''r Jentrc'.
.\ 'l,
ser /nL1 Cces d--,/c.
:::;<1her de:::áar a otro los males. Sc)L?er L'ender. SU$ COSa::: . l1nsar por adelantado .
J,, puedu
Ecite llenar la s ¿·acanlc:: Je importancia.
Elegir a
Es más i;npt111onfc
1íll . 1-/ 1. 172 . I T 3. 17-.J.. 175. 176 .
17 c'
ci~_'n t't..' Ces.
7~ne r rcse 1Tt1-"
c'/1
tod,¡:: lc7 S circun s ta ncio ::: .
.'\'o n w/c¡t1slt1r l,,s apo!fc1 S .
,\10
co n;pé!lir ,·o n quien no tiene ,¡ue perder .
N o ser ele cri..:: tol en el !rolo co n los demás l\ fo ¡;jl'ir c/epris,¡. Se r per..::ona Je s u s tan cia. S af, er c::cuclw r a q ui.cu sabe. {l'i {ar f/1 1/i/itll'iJh!.:!S C ree r
179.
errar ni una L'e2 que
L' /1
L'ltroft1 .
al corc1::án.
/_a res crn? e_.:: la marca d e la iul"clige n cia .
180 . ¡VL, regir::;c uunca por 1,, que el enem igo clef,cría
!,,_., am 1~7''"' .
.\,, eng,nlar:::e ,::,,f,re h1 conc/ición ~af,er cal~rse de los an11~7os.
No cou ve rlirsc en un mon s truo d e estupidez.
acertar
Jescuf,rir e/ J,,jo lll o /c'.
j54 .\1 creer ni querer /íci/m,,nfe. 155. ,·\rte o/ opa:::ionar..::e .
J 56 . 157.
pruclencia.
L"L1/ga ridad.
.\',, ,)c-,liilpcliiar,::,, n/11/Cd,¿ ul':)ui,'n qu
153
CLl /1
167. Sof,cr ayudarse.
l-+8. J~l..15cer e/ arte L/c co n vc rs LJr. 1-J<)
llaMa r
Conocer los dulces defectos.
a/orlunaelo por compasió11 del desgraciado.
C'onoce r el día aciago.
14().
1-+ i
160. 16 1.
162 . Sabe ,· t;enccr la en¡;idia y la malevolencia. 163. N u nca se debe incu m 'r en el recf1azo del
El sabio se bas tará a sí mismo.
138. El a rte de dejar estar la:: cosas.
13<)
J 59. '- aber sufi-ir a lo::: n ecio::: .
/,o ccr.
.!.· h?s pcr::onas.
0 · 181. c'>/17 18.'2 . L111
,.;e 17 ¡ 1·,.' p oco
ele'
llc'
1
todas la_.:: t·e ,·dac!cs. a ccir ,
,uufc1 cia
c·, c ; ¡
prudencia. 1 7B
/ 7 L)
toJos..:!:" unc1 impc7 rlt7111C'
183. 184. 185. 186 . 187.
No ser testarudo.
201". Tener autuconlro/.
No ser muy cerem on ioso.
208. 209. 2 10. 2 11 .
No arriesga r la reputación de una sola vez. Co nocer los defectos . Hace r uno mis mo todo lo que agrada a los demás; por terc.:>ros lo que les disg usta .
188 . 189 . 190. l<-)1. 192 . 193 .
Va lerse de la primción a¡e na. Encontrar consuelo en todo.
·-
J] A
/Ve conten tarse con el .:>xceso de cortesía .
.l
'f .
215 . 216. 2 17. 2 18.
El fwmbre pacifico tie ne larga vida.
iVo multipli..:,n por dos una necedacl. , \ tcnción ,, quien viene con segunda intención. ::_-;er claro .
,\Ti amar ni ochar eterna m ente.
.Vo ,¡ctuar nunca por terquedad, s ino por pruden te re/l..:xión .
2 19. ,\lo ser len ¡j,, por as tuto. -~20.
Co nocer s u buena estrella.
Si l/110 n,, pu..:clc ponerse la piel ele león , pónqc1 se fa
ele zorro.
l'/o relacionarse nunca con necios .
'221. z\T,, ser inlp,,rtinente.
Sabe r trasplantm·se. Ganar la estima con prudencia
222. El ,/ete n im io.?n to es una seí?al de p rudencia . 223. No s ingulari::c1'""'? de masiado.
77_.,nv r (1 f:1o que ~. /eseor.
'224. Saf,er ccí111o tomar las cosas.
2ll l . "fóntos son tocfos los que lo parecen y la mitad ele los que no lo parecen.
202 . Dic/1os y hechos /1a cen al homf,re perfecto. 203 . Conoc.:> r a los fwml7ri!S eminentes de su época . 20-J. . Hay que comenzar lo ]ícil como si f uera d ifícil y lo difícil c,,mo si jz1..:ra "! ()5.
E n el cielo todo es co ntento, en e/ infierno todo es
2 12. G ua rda rse si.cmpre los últimos recursos de su a rte. 2 13. S ab.zr lfevm la contraria .
1()5 . Saf,c r ,"sfimm·.
1()() .
L ibrarse ele las necedades comunes. S af,er usa r la verdad . pesar.
E logia r a los a usentes .
l~ten c i,ín co 11 quien empieza con la conven iencia ajena ¡:,;;·a salirse con la suya. 1C)4. 7~ n er una ide,¡ exacta d.:> sí mis m o y sus posif,;l;j,¡ des .
l <16 . ] 97. 198 . J 99.
No padecer la enfe rmedad de/n ecio.
/áci/.
Sohe r zdiliza r el dP"!' '"i!cio.
206 . Sa ber que f1ay gente vulgar en todas pa rtes. 18
el
C,,noc.cr
l
.f
.' 11
poecJr clefcch1 .
Gar>m-~e la voluntad ajena .
227. N u Jejars.:? !!evor de la primera im presión .
228. No ser murn¡u radc~·. 229. Sabi!r repartir su ¡;ida con sabiduría. ·~n
Abrir los ,,j,os a :icmpo.
• J 1
¡\ lo ense1l<.1r nunca fas cosas a Jnedio /11...1L·..:r.
232. Ser un
pocD
negociante . 18 1
233. No fa llarle al gusto ojeno. 23-J.. ;V,, conp·a r a otro la repuiaci,ín s in ic'ner la suya com o garan tía.
235. 236. 237. 238. 239 . 2-J.O. 2+1. 2-+2. 2+3.
2-+.J.. '?.J. S.
Comwtir los premi,,_-, en deucfa.-: de grat il u d. No compadir ."!!crcf,,_-, CO l/ e/ .-: u¡.Nrior. Sa l1er qué cua lidaJ }~It a
/o .-:er resa f,ido.
/1
Sopo rtar lc1s f,rom o.-:, pero n,, gas/orlo.-: .
dlíciL .
Jl..'o .-:er .-:ólo pa lom o. S af,,•r creen Jeuda.-:
266. No se·r malo pc1 r demasiado bueno. 267. Pala lnc~s etc Sc',/t1 , con suat·idoJ ,.Je ca ráct-er. 268. E/ p nf (/enfc /lt1C2 L1 hc1npo lo ~¡::e e/ necio a
)e qralituJ
/}n c1COS iOII
2-+8.
No ser tlefúftim o
2-+0
IVe ' c' 111pe: e11'
c7
<71 1L'
Ll
n,, la
,¡ui,•n
1111
p,y,,
¡.N)ÍLl .
l? C'
/lega
viL'ir pe'r clonc!e /7t1 !1 que' fcormilltlr.
L'xist-icrl 7Jl . !1
/l):.:
tlirint,~
l.l,n,,, .. :: i
11 ,1
exislieran fu unanos .
252. Ni ,!e/ todo para sí ni de/ todo para los demás. 253 . N o c'.\p/icar la s ideas con cleii/Oslada c/arida J 25+. ;V,, Jesp reÓen /os 111c1/es porque set lll pequelle'S. 255. Saf,.:: r fw ce r e/ f,ien .?.56. Ir si,•mprc' prcce¡Ji)e 1.
.2 5~i.
1Vo /lega r nunca a fo ruptura .
258.
f3u.-: c·cn q u iL'Il /e ayu)e a sof,r.::fleuu
dc::tl,'l lipo .
269 S a co r uorl i(/. .1 t1 ~ u JJOl'cdatl 270. 1\fo 5L'r' c'l único Cl1 criticar lo que les gu::ta a
lllc' ll t1 S .
250. ¿Cuándo lwy que rt1:::on er o / rl! rés/ 25 1. J fa1¡ que usar los m
(, lir1~1l1~
261. No Sc':71 Úr a(./el,wte con la n ecedad. 262. sal,er ) ,iJar 263. No p e'Se
; \purar la udoria.
pele"<'
del to)e,.
qus{(i. u.
Saf,L'r aparentar ignown no .
?+7. Sof,,· r un
fa vore'S
260. No sercÍ de> nadie por co1uplcto ni tendrá a nadie
Sa f,!!r pedir.
2-+h. f\1,,
259. Anticiparse a los ag ravios y convertirlos en
/,¡s d,•sgrc1cias.
muc/IL':" .
27 1. E l qu ,' ::a lx! poül Jebe atene r5 e' s iempr.c o lo má:: segur,, ele caJa oficio .
172. Vcn'- /l. ,. Jd5 Cll~d~
o p rL~'-~io
L.¡L,
t.(,r/csía .
273 . Comprender lo:: tempem m entosde la 9!! nte con quien se t-rata.
274. Te ner L?t~l ~ t.:l iL:o . 275. CorriL•nte•, pe ro 17e1 inc/ccente. 276 . AcoiJi pcúiar etc esfuerzo el natural caml'io de cará cl L' l'.
277. Saber lucirs~ . 27R No //elllltl l' nune<1 la atención.
279. 280. 28 1. 282. 283. 284 . 285. 286.
No responder a quien nos contradice. Hombre de buena ley. La aprobación de fos inteligentes . Utilizar fa ausencia . TeY'er inventiva, pero controlada. No se r· entrometido. No perecer fJOr fa desgracia ajena. No con traer ni desmedidas deuda s de gratitr J
con cualquiera . 287. No actua r nunca apasionadamente.
288. 289. 290. .29 1. :2<12 .
Adaptarse a la ocasión. El mayor defecto de un hombre.
-~93 .
La
El /racaso está en unir aprecio y a/ecto . Saber pwbar a los demás . l.a s cualidades personales·deben superm las ,,f,/iqaciones del cargo. madu rez.
2C).-l _ Moderación al ju::gar.
2<)5. 296. 297. .2')S. 299. 300 .
No pres umir, sino hacer. Persona de grandes y majestuosas cualidades. Actuar siempre como si nos ~:ieran . fi·es cosas hacen un prodigio. Dejar con hambre a los demás. E n una palabra: virtuoso, pues fo resume todo.
1 8 .t
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