CAMBIO CLIMÁTICO PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE El cambio climático afecta a todos los países en todos los continentes. Tiene un impacto negativo en la economía y la vida de las personas, las comunidades y los países. En un futuro las consecuencias serán todavía peores. Las personas viven en su propia piel las consecuencias del cambio climático, que incluyen cambios en los patrones del tiempo, el aumento del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos más extremos. Las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por las actividades humanas hacen que esta amenaza aumente. De hecho, las emisiones nunca habían sido tan altas. Si no actuamos, la temperatura media de la superficie del mundo podría aumentar unos 3 grados centígrados este siglo y en algunas zonas del planeta podría ser todavía peor. Las personas más pobres y vulnerables serán los más perjudicados. Entre los objetivos de desarrollo sostenible, que es una proclama de las Naciones Unidas, Objetivo 13 Acción por el clima, tiene como objetivo primordial: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos Hay al alcance soluciones viables para que los países puedan tener una actividad económica más sostenible y más respetuosa con el medio ambiente. El cambio de actitudes se acelera a medida que más personas están recurriendo a la energía renovable y a otras soluciones para reducir las emisiones. Pero el cambio climático es un reto global que no respeta las fronteras nacionales. Las emisiones en un punto del planeta afectan a otros lugares lejanos. Es un problema que requiere que la comunidad internacional trabaje de forma coordinada y precisa para que los países en desarrollo avancen hacia una economía baja en carbono.
1. La ciencia del cambio climático: El cambio climático afecta a todos los países en todos los continentes. Tiene un impacto negativo en la economía y la vida de las personas, las comunidades y los países. En un futuro las consecuencias serán todavía peores. Las personas viven en su propia piel las consecuencias del cambio climático, que incluyen cambios en los patrones del tiempo, el aumento del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos más extremos. Las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por las actividades humanas hacen que esta amenaza aumente. De hecho, las emisiones nunca habían sido tan altas. Si no actuamos, la temperatura media de la superficie del mundo podría aumentar unos 3 grados centígrados este siglo y en algunas zonas del planeta podría ser todavía peor. Las personas más pobres y vulnerables serán los más perjudicados.
2. Efectos invernaderos, gases y fuentes de emisión Los gases de efecto invernadero (GEI) son aquellos que atrapan el calor en la atmósfera, permitiendo que la temperatura promedio de la Tierra sea de aproximadamente 15 °C. Sin este “efecto invernadero” natural , la temperatura ambiente promedio sería
alrededor de 33 °C menor que la actual, lo que haría imposible la mayor parte de la vida que conocemos. Sin embargo, desde la Revolución Industrial, las actividades humanas han aumentado considerablemente la cantidad de gases de efecto invernadero presentes en la atmósfera, lo que ha intensificado el efecto invernadero natural. Esto, al incrementar la temperatura planetaria promedio, tiene efectos graves en el clima. Algunos de estos gases, como dióxido de carbono (CO2), metano (CH 4) y óxido nitroso (N2O), se emiten a la atmósfera mediante procesos tanto naturales como antropogénicos, mientras que otros, como los clorofluorocarbonos (CFC), son productos exclusivos de las actividades industriales. Los principales gases de efecto invernadero emitidos por las actividades humanas —en particular por la quema de combustibles fósiles — son precisamente el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso. Independientemente del gas de que se trate, las emisiones de GEI suelen registrarse en términos de emisiones equivalentes de dióxido de carbono. Esta medida se usa para comparar la capacidad de cada GEI de atrapar el calor (potencial de calentamiento global, PCG) en la atmósfera en relación con la del CO2, que se toma como gas de referencia. El valor de dióxido de carbono equivalente (CO2-eq) para un gas se obtiene multiplicando el volumen o cantidad de gas emitido por su PCG. A continuación se presenta una breve descripción de los principales GEI: El dióxido de carbono (CO2) es un gas no tóxico e inocuo. El aumento constante de la concentración de CO 2 en la atmósfera, preocupante por sus efectos en el cambio climático, se debe sobre todo a las actividades humanas. Se calcula que las concentraciones atmosféricas mundiales de CO2 en 2005 fueron 35% mayores que los valores observados antes de la Revolución Industrial. La principal fuente de este gas es la quema de combustibles fósiles (la generación de energía eléctrica aporta entre 17 y 40 por ciento de las emisiones totales de CO 2). Otras fuentes son los incendios forestales y de pastizales, además de los procesos de combustión utilizados para producir los materiales requeridos en la fabricación de cemento [48, 56-58]. El metano (CH4) persiste en la atmósfera de nueve a 15 años y es 21 veces más efectivo para captar el calor de la atmósfera que el dióxido de carbono. Al igual que ocurre con el CO 2, las emisiones atmosféricas de CH 4 provienen de diversas
fuentes naturales y antropogénicas. Entre las fuentes naturales figuran los humedales, las termitas, los océanos, los incendios forestales, etc., mientras que las fuentes antropogénicas son sobre todo la quema de combustibles fósiles, la fermentación entérica (o intestinal), los rellenos sanitarios, los sistemas de gas natural, la producción de combustibles fósiles, el cultivo de arroz, la quema de biomasa y el manejo de residuos. Se estima que las fuentes naturales contribuyen con aproximadamente 37% del total de metano emitido a la atmósfera cada año; por consiguiente, las fuentes antropogénicas representan las principales fuentes de su emisión a la atmósfera. El óxido nitroso (N 2O) es un gas incoloro de olor ligeramente dulce y alrededor de 310 veces más efectivo que el dióxido de carbono para captar el calor en la atmósfera. Al igual que el dióxido de carbono y el metano, es emitido por fuentes naturales y antropogénicas, pero a diferencia de los dos primeros, las fuentes naturales de este gas generan aproximadamente 64% de las emisiones totales a la atmósfera
3. Impacto del cambio climático: Los cambios en las condiciones atmosféricas tienen un efecto más que evidente en los procesos físicos y quimos en los diversos estratos terrestres. Cambios en las corrientes oceánicas, aumentos en el nivel del mar, tormentas más poderosas y de mayor duración, sequías, incendios y desaparición de ecosistemas están entre las principales consecuencias del cambio climático, todas relacionadas entre si ya que las condiciones en la tierra están relacionadas y un cambio en los mares, por ejemplo, tendrá un efecto los vientos y este a su vez tendrá su efecto en las cosechas y la producción de la zona.
4. La mitigación y la adaptación al cambio climático: Las medidas de mitigación son aquellas acciones que están encaminadas a reducir y limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que las medidas de adaptación se basan en reducir la vulnerabilidad ante los efectos derivados del cambio climático. La mitigación, por lo tanto, se ocupa de las causas del cambio climático, mientras que la adaptación aborda sus impactos. Medidas de mitigación Entre las medidas de mitigación que se pueden poner en marcha para evitar el aumento de las emisiones contaminantes se encuentran las siguientes: Practicar la eficiencia energética Mayor uso de energías renovables Electrificación de procesos industriales Implementación de medios de transportes eficientes: transporte público eléctrico, bicicleta, coches compartidos…
Impuesto sobre el carbono y mercados de emisiones Medidas de adaptación En cuanto a las medidas de adaptación, son varias las acciones que ayudan a reducir la vulnerabilidad ante las consecuencias del cambio climático
Construcción de instalaciones y obras de infraestructuras más seguras Restauración paisajística -paisaje natural- y reforestación de bosques Creación de un cultivo flexible y variado para estar preparados ante catástrofes naturales que amenacen las cosechas Investigación y desarrollo sobre posibles catástrofes, comportamiento de la temperatura, etc. Medidas de prevención y precaución (planes de evacuación, cuestiones sanitarias, etc.) En esta infografía puedes comprobar cuáles son las medidas de adaptación y mitigación al cambio climático.
5. Vulnerabilidad y adaptación al cambio climático: c limático: Ante el cambio climático observado y proyectado las respuestas sólo pueden provenir de acciones y estrategias de mitigación de las emisiones y de adaptación del socio-ecosistema a los cada vez más crecientes impactos de un clima cambiante. La CGACC ha propuesto establecer sinergias entre las acciones de mitigación y adaptación, con una visión territorial y sistémica para enfrentar de manera integral los riesgos al cambio climático. Fortaleciendo así los instrumentos de planeación territorial con estrategias de adaptación al cambio climático en el sector ambiental y en los sectores productivos.
6. Mitigación de emisión de gases de efecto invernadero: En un estudio realizado por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la Universidad de Wageningen (WUR, Holanda) se ha conseguido reducir las emisiones de óxido nitroso hasta un 44% gracias a la elección correcta de las plantas que se sembraron. Estos resultados pueden ser el punto de partida para el desarrollo de nuevas estrategias de mitigación de gases de efecto invernadero. Los suelos agrícolas son los principales responsables de las emisiones de óxido nitroso, un potente gas de efecto invernadero. La principal fuente de estas emisiones es el nitrógeno añadido mediante los fertilizantes y abonos. Una vez se deposita el nitrógeno en el suelo, numerosos procesos microbiológicos se encargan de transformarlo en este peligroso gas. Factores como la estructura y el contenido de humedad de los suelos determinan finalmente la magnitud con la que se liberan estas emisionesdesde el suelo hasta la atmósfera. Analizando estos factores en e n su conjunto, puede pued e intuirse que las plantas son un elemento clave respecto de las emisiones de óxido nitroso. Para empezar son la razón por la cual se aplican los fertilizantes nitrogenados, principales causantes de estas emisiones. Además, cambian la estructura del suelo cuando se desarrollan sus raíces, afectando al contenido de humedad y a la difusión de gases dentro del suelo. Finalmente, las raíces liberan compuestos que regulan los procesos microbiológicos que producen el óxido nitroso.
En un artículo recientemente publicado en Global Change Biology, se demuestra que una correcta elección de las plantas que se siembran en los pastos puede servir para reducir las emisiones de óxido nitroso. Diego Ábalos, del grupo de investigación Contaminación de Agrosistemas por las Prácticas Agrícolas (Coapa) de la UPM, liderado por Antonio Vallejo, observó reducciones de hasta un 44% cuando se sembraron dos especies herbáceas en vez de una sola. En gran medida este efecto se pudo atribuir a que las especies mezcladas eran complementarias: sus raíces eran muy diferentes, lo cual permite que consuman el nitrógeno del suelo de manera eficiente y, por tanto, reducen la fuente del óxido nitroso. “El análisis de este tipo de efectos a través de rasgos particulares de las plantas es un campo de gran relevancia en el mundo de la ecología”, explica Gerlinde de Deyn, co-autora del artículo. “Con este estudio hemos conseguido llevar técnicas de la ecología al estudio de gases de efecto invernadero ”
El estudio supone un punto de partida para el desarrollo de nuevas técnicas de mitigación de las emisiones de óxido nitroso. Hasta la fecha, las estrategias para reducir estas emisiones se centraban en el suelo, mediante el uso de distintos laboreos y fertilizantes, por ejemplo. “Los agricultores tienen que tomar
decisiones constantemente sobre qué especies sembrar. Nosotros hemos demostrado que esas decisiones afectarán a las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de sus campos”, concluye Jan Willem van Groenigen,
último autor del artículo.
7. La respuesta internacional al frente del cambio climático: La adaptación al cambio climático es una prioridad en las principales agendas políticas internacionales y, en estos momentos, existe una corriente internacional muy fuerte de desarrollo de numerosas las iniciativas relativas a adaptación. Entre ellas hay que destacar las actividades e iniciativas que se negocian y se desarrollan en la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), con el objetivo de acordar un marco cooperativo internacional que permita hacer frente a todos los países a los riesgos que plantea el cambio climático para el medio ambiente y las personas, y catalice la acción cooperativa, sobre todo con los países menos desarrollados y más vulnerables del planeta. 8. La convención Marco de las naciones unidas sobre el cambio climático y su protocolo de Kioto: Convección marco de las naciones unidas sobre cambio climático En 1992, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) se adoptó como base para par a una respuesta mundial mund ial al problema del cambio climático.
Hoy en día cuenta con un número de miembros que la hace casi universal. Las denominadas «Partes en la Convención» son los 195 países que la han ratificado. Su objetivo último es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera situándolas en un nivel que impida interferencias humanas nocivas en el sistema climático. Se declara asimismo que «ese nivel debería lograrse en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible». Los países que han ratificado el tratado –las «Partes en la Convención», según la jerga diplomática – deciden tener en cuenta el cambio climático en los asuntos relacionados con la agricultura, la industria, la energía, los recursos naturales y las actividades que afectan a los litorales marinos. Acuerdan también establecer programas nacionales para frenar el cambio climático. El proceso de negociación del cambio climático está basado en la sesiones de la Conferencia de las Partes en la CMNUCC (CP), que se reúne cada año para revisar la aplicación de la Convención. Las sucesivas decisiones tomadas por la CP componen un detallado conjunto de reglas para la aplicación práctica y efectiva de la Convención.
PROTOCOLO
DE
KIOTO
La Convención se complementa con el Protocolo de Kyoto, siendo éste la puesta en práctica de la Convención. El Protocolo de Kyoto fue adoptado en la tercera Conferencia de las Partes en la CMNUCC (CP 3) en Kyoto, Japón, el 11 de diciembre de 1997 y entró en vigor el 16 de febrero del 2005. Desde entonces, 192 Partes han ratificado este tratado. El Protocolo comparte el objetivo y las instituciones de la Convención. La principal diferencia entre los dos es que mientras que la Convención alienta a los países industrializados a estabilizar las emisiones de GEI, el Protocolo les compromete a ello. El Protocolo asigna una mayor carga a las naciones desarrolladas en virtud del principio de las «responsabilidades comunes pero diferenciadas». Así, 37 países industrializados y la Comunidad Europea se han comprometido a reducir sus emisiones en un 5% como media con respecto a los niveles de 1990 durante el período de cinco años del 2008 al 2012. En general se considera que el Protocolo de Kyoto es un importante primer paso hacia un régimen verdaderamente global de reducción de las emisiones que estabilizará las concentraciones de gases de efectos invernadero. Como resultado
del Protocolo, los gobiernos ya han adoptado, y continúan adoptando leyes y políticas para cumplir sus compromisos; se ha creado un mercado del carbono y, a la hora de invertir, más y más empresas están tomando las decisiones necesarias para un futuro respetuoso con el clima. El Protocolo proporciona gran parte de las bases esenciales para cualquier nuevo acuerdo o conjunto de acuerdos internacionales sobre el cambio climático. En la última Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 17), celebrada en Durban (Sudáfrica), del 28 de noviembre al 9 de diciembre de 2011, las Partes de la Convención alcanzaron un acuerdo que refuerza el marco multilateral de lucha contra el cambio climático gracias a tres elementos centrales de un paquete de decisiones: 1. Un proceso para determinar un marco legal, aplicable a todos los países, a partir de 2015 que facilite la acción climática, 2. La puesta en marcha del Fondo Verde para el Clima, 3. La continuación del Protocolo de Kioto a través de un segundo periodo de compromiso. El paquete de Durban decide formalmente que el segundo periodo de compromiso empezará el 1 de enero de 2013, evitando así un vacío jurídico entre el primer periodo de compromiso que finaliza el año que viene y un segundo periodo.
9. Financiamiento climático: Se suele denominar financiamiento climático al conjunto de los recursos financieros que se deben movilizar para facilitar la ejecución de acciones de mitigación por los países en desarrollo, así como para que éstos puedan fortalecer su capacidad para adaptarse a los impactos del cambio climático, si bien no hay aún una clara definición del concepto acordada a nivel internacional, ni una interpretación unívoca de sus alcances. La noción también se extiende al establecimiento de mecanismos de financiamiento que permitan canalizar estos recursos de manera eficiente, equitativa y transparente, a la vez que aseguren que las corrientes de financiamiento estén en línea con las elevadas necesidades de inversión para dar una respuesta adecuada al cambio climático. El financiamiento climático es pues fundamental para hacer posible la transición hacia economías bajas en emisiones y sociedades recipientes al clima en los países en desarrollo. Estimar el volumen total de los recursos que se canalizan mediante el financiamiento climático es complejo debido a la diversidad de fuentes, de intermediarios y los variados mecanismos financieros utilizados. Por ejemplo, sólo en América Latina operan no menos de 20 fondos multilaterales involucrados en el
financiamiento climático. Se han incrementado, asimismo, los fondos receptores regionales. Contabilizando todas las fuentes de fondos, el flujo anual del financiamiento climático podría haber alcanzado, en promedio, a unos 100.000 millones de dólares, según las estimaciones disponibles. Pese al crecimiento observado, la oferta de recursos del financiamiento climático está todavía por debajo de las necesidades de financiamiento adicional en los países en desarrollo.
10. Reciclaje como economía comunal: La Mayoría de nosotros hemos escuchado hablar del reciclaje, pero pocos saben que el reciclaje beneficia a la economía y al medio ambiente. Es esa cosa que las personas hacen cuando están intentando ser sostenibles con o sin intención. Sin embargo, el reciclaje no es sólo para los amantes de los árboles, es algo que todos debemos tener en cuenta por infinitas razones. No, no te va a hacer millonario y mucho menos de inmediato y no, no te va a hacer la vida más fácil, sino que te mantendrá alejado de los problemas y serás capaz de decir que estás contribuyendo a la mejora de nuestra comunidad global. El reciclaje ahorra energía y la energía es cara, y se está agotando rápidamente.
11. Contaminación de cuencas hídricas: La contaminación hídrica o contaminación del agua es una modificación de esta, generalmente provocada por el ser humano, que la vuelve impropia o peligrosa para el consumo humano, la industria, la agricultura, la pesca y las actividades recreativas, así como para los animales y la vida natural y cotidiana. PRINCIPALES CONTAMINANTES Desechos químicos de las fabricas Aguas residuales Agentes patógenos Productos químicos Materiales inorgánicos Sustancias radioactivas El calor Vertimientos de basura
12. Contaminación de ríos y lagos: Las aguas superficiales de los continentes fueron las más visiblemente contaminadas durante muchos años, pero precisamente al ser tan visibles los daños que sufren, son las más vigiladas y las que están siendo regeneradas con
más eficacia en muchos lugares del mundo, especialmente en los países desarrollados. Redes de vigilancia de calidad de las aguas superficiales Las redes de control de la calidad de los ríos y lagos, son sistemas de vigilar la calidad de las aguas y el estado ambiental de los ríos. Con ellas se pueden detectar las agresiones que sufren los ecosistemas fluviales y se recoge información de tipo ambiental, científico y económico sobre los recursos hídricos. La evaluación de la calidad de las aguas es una materia difícil, en la que se discute cuáles son los mejores indicadores para evaluar el estado del agua.. El problema reside fundamentalmente en la definición que se haga del concepto "calidad del agua". Se puede entender la calidad como la capacidad intrínseca que tiene el agua para responder a los usos que se podrían obtener de ella. O, como la define la Directiva Marco de las Aguas, como aquellas condiciones que deben mantenerse en el agua para que ésta posea un ecosistema equilibrado y que cumpla unos determinados Objetivos de Calidad que están fijados en los Planes Hidrológicos de Cuenca. En España esta red de control se denomina Red ICA (Red Integrada de Calidad de las Aguas) que desde el año 1992 recoge los datos obtenidos en las distintas redes existentes en ese momento como son la Red COCA (Control de Calidad General de las Aguas), la Red COAS (Control Oficial de Abastecimientos) y la Red ICTIOFAUNA que controla la aptitud del agua para la vida piscícola. Para saber en qué condiciones se encuentra un río se analizan una serie de parámetros de tipo físico, otros de tipo químico y otros biológicos y después comparar estos datos con unos baremos aceptados internacionalmente que nos indicarán la calidad de ese agua para los distintos usos: para consumo, para la vida de los peces, para baño y actividades recreativas, etc. Los parámetros físicos, químicos y microbiológicos se suelen muestrear mensualmente, mientras que el estudio biológico de las riberas y el lecho del río se suele hacer más esporádicamente, por ejemplo, dos veces al año, una en primavera y otra en verano
13. Preparación ante desastres naturales: La preparación para desastres se refiere a las medidas que se adoptan para estar preparado ante los desastres y reducir sus efectos. Es decir, a prever y –en la medida de lo posible – evitar los desastres, mitigar sus efectos en las poblaciones vulnerables, y vulnerables, y responder a las consecuencias las consecuencias y afrontarlas eficazmente. La preparación para desastres ofrece una oportunidad para concebir una planificación eficaz –ajustada a la realidad y coordinada –, reducir la duplicación de esfuerzos e incrementar la eficacia global de la preparación y las acciones de respuesta de las Sociedades Nacionales, los hogares los hogares y los miembros
comunitarios. comunitarios. Las actividades de preparación para desastres integradas en las medidas de reducción de reducción del riesgo pueden contribuir a prevenir casos de desastre y a salvar el mayor número posible de vidas y medios de subsistencia durante un desastre, y así permitir a la población afectada retomar una vida normal en un período de tiempo breve. Más que una actividad sectorial definida por sí misma, la preparación para desastres es un proceso continuo e integrado que abarca un amplio abanico de actividades y recursos para la la reducción del riesgo. riesgo. Requiere aportaciones de múltiples áreas diferentes, desde la capacitación la capacitación y la logística la logística hasta la asistencia sanitaria, la recuperación, la recuperación, los los medios medios de subsistencia y el desarrollo institucional.
14. Terremotos: Un terremoto es el movimiento brusco de la Tierra (con mayúsculas, ya que nos referimos al planeta), causado por la brusca liberación de energía acumulada durante un largo tiempo. La corteza de la Tierra está conformada por una docena de placas de aproximadamente 70 km de grosor, cada una con diferentes características físicas y químicas. Estas placas ("tectónicas") se están acomodando en un proceso que lleva millones de años y han ido dando la forma que hoy conocemos a la superficie de nuestro planeta, originando los continentes y los relieves geográficos en un proceso que está lejos de completarse. Habitualmente estos movimientos son lentos e imperceptibles, pero en algunos casos estas placas chocan entre sí como gigantescos témpanos de tierra sobre un océano de magma presente en las profundidades de la Tierra, impidiendo su desplazamiento. Entonces una placa comienza a desplazarse sobre o bajo la otra originando lentos cambios en la topografía. Pero si el desplazamiento es dificultado comienza a acumularse una energía de tensión que en algún momento se liberará y una de las placas se moverá bruscamente contra la otra rompiéndola y liberándose entonces una cantidad variable de energía que origina el Terremoto. Las zonas en que las placas ejercen esta fuerza entre ellas se denominan fallas y son, desde luego, los puntos en que con más probabilidad se originen fenómenos sísmicos. Sólo el 10% de los terremotos ocurren alejados de los límites de estas placas.
15. Inundaciones: Una inundación es la ocupación por parte del agua del agua de zonas que habitualmente están libres de esta,1 esta,1 por desbordamiento de ríos, de ríos, torrentes torrentes o ramblas, por ramblas, por lluvias torrenciales, deshielo, torrenciales, deshielo, por subida de las mareas las mareas por encima del nivel habitual, por maremotos, huracanes, maremotos, huracanes, entre entre otros. Las inundaciones fluviales son procesos naturales que se han producido periódicamente y que han sido la causa de la formación de las las llanuras en los
valles de los ríos, ríos, tierras fértiles, vegas y riberas, donde tradicionalmente se ha desarrollado la agricultura. En las zonas costeras los embates del mar han servido para modelar las costas y crear zonas pantanosas como albuferas como albuferas y lagunas que, tras su ocupación antrópica, se han convertido en zonas vulnerables.
16. Deslaves: Un corrimiento de tierra, deslave o derrumbe, es un desastre relacionado con las avalanchas, pero en vez de nieve lleva tierra, rocas, árboles, casas, entre otros. Los corrimientos de tierra pueden ser provocados por terremotos, erupciones terremotos, erupciones volcánicas o inestabilidad en las zonas circundantes, así como explosiones causadas por el hombre para construcciones.1 construcciones.1 Los corrimientos (deslaves) de barro o lodo son un tipo especial de corrimiento cuyo causante es el agua que penetra en el terreno por lluvias fuertes, modificándolo y provocando el deslizamiento. Esto ocurre con cierta regularidad en varios lugares como California durante los períodos de lluvias