UNED Facultad de Filología Grado en Lengua y Literatura Españolas EL ESPAÑOL EN LA EUROPA ROMÁNICA
BLOQUE III Caracterización de las principales lenguas románicas en cada uno de sus niveles de análisis
0. PRESENTACIÓN En el manual sobre el que se basa el bloque II de la asignatura (Las lenguas
románicas, de José Manuel Fradejas Rueda) se describen los hechos externos historia y división dialectal correspondientes a diez (once, si contamos, además, el grupo de los criollos) lenguas distintas, todas ellas derivadas del latín:
El portugués
El gallego
El español
El catalán
El occitano
El francés
El retorromance
El italiano
El sardo
El rumano
En este apartado del programa vamos a abordar el sistema de las lenguas románicas, tomando como centro el español, a partir de los hechos internos, es decir, de sus características propias, descritas en los distintos niveles (o planos) de análisis del lenguaje: el fónico-ortográfico, el morfosintáctico y el léxico. Algunos de estos caracteres aparecen descritos, de manera no sistemática, en el manual de José Manuel Fradejas. Es preferible no tenerlos en cuenta y considerar exclusivamente los que aparecen en este capítulo 1.
1
NO hay que tener en cuenta, pues, los apartados del manual de José Manuel Fradejas correspondientes a las
notas lingüísticas del portugués (§ 6.3 del libro, págs. 92-93) y a los rasgos lingüísticos del francés (§ 11.3, págs. 118-121).
Dada la escasez de tiempo que vamos a tener a nuestra disposición, es imprescindible acotar el ámbito en el que se va a trabajar para conseguir el fin deseado. Nos limitaremos, pues, a comparar cinco lenguas románicas. Las cuatro que, junto con el español, tienen en la actualidad un uso más extendido en la Romania europea y, fuera de ella, en la llamada
Romania nova. Las cinco tienen, por otra parte, la consideración de lengua oficial en los estados europeos en los que se hablan, lo que les confiere, en todos los casos, gran proyección cultural2.
El español, que se utiliza aquí como sistema de referencia, es oficial o cooficial en España3, México, Colombia, Argentina, Venezuela, Perú, Chile, Ecuador, Cuba, República Dominicana, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Puerto Rico, Costa Rica, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Panamá y Guinea Ecuatorial. La hablan unos 343 millones de personas como lengua materna 4.
El francés es lengua oficial o cooficial en Francia (incluidos los departamentos de ultramar –isla de la Reunión, Guayana francesa, Guadalupe, Martinica– y las comunidades de ultramar –Polinesia francesa, Mayotte, etc.–), Canadá, Bélgica, Suiza, Nueva Caledonia, Burkina Faso, Vanuatu, Mónaco, Costa de Marfil, Camerún, Congo (cap. Kinsasa), Senegal, Chad, Togo, Níger, Haití, Congo (cap. Brazzaville), Mali, República Centroafricana, Guinea (cap. Conakri), Ruanda, Benín, Burundi, Comoras, Yibuti, Gabón y Guinea Ecuatorial. La hablan unos 70 millones de personas como lengua materna.
2
Las cinco lenguas son las que toman en consideración dos de los manuales mencionados, dentro del § 9 de la
Guía de estudio de la asignatura, en el subapartado que lleva por título Comparaciones prácticas: el que lleva por título Comprendre les langues romanes. Du français à l’espagnol, au portugais, à l’italien & au roumain , de Paul Teyssier (Paris, Éds. Chandeigne, 2004) y el titulado Pratique des langues romanes. Espagnol, français,
italien, portugais, roumain, de Sandra Reinheimer & Liliana Tasmowski (Paris, Éd. L’Harmattan, 1997). Las mismas lenguas –o una menos: el rumano– toma en consideración un proyecto filológico puesto en marcha hace más de 10 años con el nombre de InterRom ILR, en el que se encuadran otros dos de los libros citados en el mismo § 9 de la Guía: el de Paul Teyssier, recién mencionado, y el coordinado por Jack Schmidely, que lleva por título De una a cuatro lenguas: intercomprensión románica, del español al portugués, al italiano y al francés (Madrid Arco/Libros, 2001). Sobre este proyecto hay algunos datos en el documento PDF que puede encontrarse en este enlace. Parecidos objetivos persigue el proyecto EuroComRom, al que corresponde el también citado libro de Ernesto Martín Peris et al., EuroComRom - Los siete tamices: un fácil aprendizaje de la
lectura en todas las lenguas románicas (Aachen, Shaker Verlag, 2005 –incluye CD-ROM–). Pueden obtenerse datos sobre este proyecto en el siguiente enlace. Las cuatro lenguas antes mencionadas están en la base del libro editado en 2011 por José Carlos de AZEREDO (et al.), Gramática comparativa Houaiss. Quatro línguas
românicas. (Português, espanhol, italiano, francês), Rio de Janeiro / São Paulo: Houaiss / Publifolha. 3
El orden de los países donde se habla cada lengua, en este caso y en los siguientes, viene dado por el número
de hablantes, salvo el del país europeo donde tiene su origen, que aparece siempre en primer lugar. 4
Los datos proceden de Rafael del Moral, Diccionario Espasa de las lenguas del mundo, Madrid, Espasa Calpe,
2002. Pueden actualizarse en los distintos enlaces institucionales señalados para cada lengua en el § 9 de la
Guía de estudio (Selección mínima de obras sobre lenguas particulares).
2
El portugués es la lengua oficial o cooficial de Portugal, Brasil, Mozambique, Angola, Cabo Verde, Guinea-Bisáu, Santo Tomé y Príncipe y Timor Este. La hablan unos 171 millones de personas como lengua materna.
El italiano es lengua oficial en Italia y cooficial en Suiza. La utilizan unos 60 millones de personas como lengua materna.
El rumano es la lengua oficial de Rumanía y Moldavia (allí llamada moldavo). La hablan unos 23 millones de personas como lengua materna.
Es evidente que, frente al enfoque predominantemente teórico-descriptivo del resto del programa, este apartado tiene una orientación eminentemente práctica. En el nivel fónicoortográfico se hará una descripción paralela de los cuatro sistemas de lengua aludidos, en contraste con el español. Esta descripción podría conducir a la capacidad elemental, forzoso es reconocerlo de leer (y, hasta cierto punto, pronunciar) textos escritos de unas y otras, relacionándolos entre sí. En los otros dos planos de análisis (morfosintáctico y léxico) se establecerá una comparación entre las distintas lenguas, de manera que puedan observarse de manera sistemática sus semejanzas y algunas de sus diferencias más notables. El propósito buscado consiste en que los alumnos puedan llegar a una
intercomprensión básica entre los cinco sistemas de lengua a partir de la descripción y de la comparación de sus elementos característicos en los tres planos de análisis lingüístico. En ningún caso, claro está, se pretende que esta asignatura proporcione el bagaje necesario para manejarse con soltura en una u otra lengua. El alumno que, por algún motivo, domine el francés, el italiano, el portugués o el rumano, o varios de estos sistemas al mismo tiempo, considerará que lo tratado en esta materia es al menos en algunos aspectos elemental. Y podrá decir con toda razón que la asignatura no llega a permitirle construir mensajes en las lenguas que no domine de antemano. Pero debe recordarse que, desde el punto de vista práctico, lo que se intenta en ella, tal como indica su nombre ( El español en la Europa
románica), es que los estudiantes tengan unos recursos analíticos mínimos para manejarse, partiendo del español, en cualquiera de los otros cuatro grandes sistemas de lengua románicos. Esta capacidad, unida a la adquisición del bagaje teórico sobre las lenguas románicas y sobre su estudio en el que se centran los bloques I y II del programa, le proporcionan a la materia el enfoque filológico que el Grado en Lengua y Literatura Españolas pretende otorgar a quienes lo siguen. La mencionada posibilidad de llegar a la intercomprensión básica entre los cinco sistemas lingüísticos parte, naturalmente, de su común origen latino. Las lenguas románicas se han alejado de este origen menos de lo que se piensa. Esto es, al menos, lo que parecía desprenderse de un estudio tradicional sobre el asunto, donde Mario Andrew Pei 5 llegaba a la
5
"The new methodology for Romance classification", Word 5 (1949): 135-146.
3
conclusión de que, en relación con la lengua madre común, los idiomas románicos tenían los siguientes grados de evolución (en lo que se refiere a su vocalismo tónico):
-
Sardo: 8 %
-
Italiano: 12 %
-
Español : 20 %
-
Rumano : 23,5 %
-
Portugués: 31 %
-
Francés: 44 %
Tal cercanía puede demostrarse, en lo que a la mencionada posibilidad de intercomprensión mutua de los escritos, mediante una sencilla comparación de textos, como la ofrecida por Teyssier (2004: 13-15) y, referida solo a cuatro lenguas, por Schmidely –Coord.(2001: 22-23), fuentes que, por otra parte, son las que se toman como base, resumidas y adaptadas en lo necesario, para estas actividades: Español El
Francés
español,
Italiano
Rumano
O espanhol, o
Lo spagnolo, il
Spaniola, franceza,
el
L’espagnol,
francés,
el
français, l’italien
francês,
o
francese,
italiano,
el
et
italiano,
o
l’italiano,
o
portoghese e il
portugheza
romeno
sono
româna
sunt
cinque
lingue
cinci
limbi
le
portugués y el
sont
rumano
langues
son
cinco
lenguas
le
Portugués
roumain cinq issues
português romeno
e
são
italiana, şi
du latin. Il est
cinco
del
facile, pour celui
derivadas
latín. Para quien
que en sait une,
latim. Para quem
latino. Per chi ne
latină.
sabe
una
de
conhece
uma
sa una è facile
pentru cine ştie
ellas
es
fácil
capire anche le
una
altre.
înţeleagă şi pe
derivadas
de fácil
entender también
comprendre
aussi les autres.
delas
línguas
il
é
do
perceber tambén las
as outras
derívate
dal
derivate
din E să
uşor le
celelalte.
otras. El lector de lengua española no tendrá dificultad para interpretar los enunciados escritos en los otros cuatro idiomas. Un número apreciable de palabras le resultarán inmediatamente inteligibles: espagnol, espanhol, spagnolo y spaniola remiten a español. Del mismo modo,
français, francês, francese y francesa remiten a francés, y así sucesivamente. Los cinco enunciados presentan, del mismo modo, diferencias gráficas fáciles de superar: en la serie
español / espagnol l espanhol / spagnolo / spaniola escribimos con ñ en español lo que el portugués representa con nh, el francés y el italiano con gn y el rumano con ni. En otros casos, el paralelismo no se establece con la misma palabra que aparece en los distintos textos, pero puede reconstruirse con facilidad recurriendo a nuestra competencia lingüística . Un 4
hispanohablante se da cuenta con facilidad de que el francés comprendre equivale a nuestro
comprender, sinónimo de entender. Algo parecido pasa con el portugués perceber, que relacionaremos inmediatamente con nuestro percibir, y con el italiano capire, asimilable sin gran dificultad a nuestro captar. E incluso con el rumano înţeleagă, vinculado a nuestro adjetivo
inteligible (‘que se puede entender’). Por supuesto, hay elementos mucho más difíciles de relacionar en los distintos sistemas. Por ejemplo, el uso en francés y en italiano de los elementos anafóricos en (en sait une) y ne (ne sa una), sin correspondencia en portugués, español ni rumano. O el sustantivo rumano uşor, que corresponde a la serie fácil (esp. y port.) /
facile (fr. e it.). Pero esto apenas oscurece la posibilidad de establecer los paralelismos indispensables para pasar de una lengua escrita a otra. Y deja abierto el camino para establecer comparaciones más profundas entre ellas (sobre todo si recurrimos al sistema original común del latín) y para enriquecer el procedimiento conociendo las reglas mínimas que permiten saber cómo se pronuncian los enunciados ahora vistos en cada una de las principales lenguas románicas.
1. PLANO FÓNICO-ORTOGRÁFICO 1.0. SONIDOS Y GRAFÍAS El cuadro que aparece a continuación presenta la correspondencia entre los sonidos, representados entre corchetes ([ ]), y las grafías que los transcriben en las distintas lenguas, que aparecen en letra cursiva (sale, cayó). El sistema de los sonidos sigue, grosso modo, el alfabeto fonético internacional6. Para la pronunciación de los distintos sonidos, v. más adelante la descripción del sistema fónico-ortográfico de cada lengua.
A) Consonantes Esp.
Fr.
Port.
It.
Rum.
Oclusivas
[p] bilabial7
padre
père
pai
padre
patrie
sordas
[t] dental
tierra
terre
terra
terra
tot8
[k] velar
cuerpo
corps
corpo
corpo
corp
Oclusivas
[b] bilabial
bien
bien
bem
bene
bine
sonoras
[d] dental
andar
rendu
andar
andare
două11
6
9
Para una presentación sonora de las unidades anteriores, y del resto de las que constituyen el alfabeto
fonético internacional (AFI en español; IPA International Phonetic Alphabet en inglés), v. el cuadro que reproduce este enlace. 7
El punto de articulación no siempre es uniforme.
8
‘’todo’.
5
[g] velar
goma
gomme
gomo10
gomma
gură12
Fricativas
[f] labiodental
fuerte
fort
forte
forte
foarte
sordas
[θ] interdental
ciego
[s] alveolar/dental siete
sept
sete
sette
sete16
[ ʃ ] prepalatal
chat13
chá14
scena15
şapte17
[x] velar
mujer
Fricativas
[β] bilabial
lobo
sonoras
[v] labiodental [ð] dental
lobo vin
lado*
vinho
vino
vin
rosa
roz
lado
[z] alveolar
rose
rosa
[ʒ] prepalatal
jeune19
jovem20
[γ] velar Africadas
horn18
(luego*)
joc21
logo alzare
[ts]
ţară22
dental sorda
[dz]
zero
dental sonora
[ʧ] prepalatal sorda
chica
[ʤ] Prepalatal sonora
Nasales
Laterales
mar
mare
mare
[n] alveolar
nueve
neuf
nove
nove
nouă
[ɲ] palatal
viña
vigne
vinha
vigna
[l] alveolar
leer
lire
ler
leggere
[λ] palatal
calle
filho25
figlio26
‘dos’.
10
‘brote de una planta’.
12
‘boca’.
13
‘gato’. `té’.
16
‘sed’.
17
‘siete’.
18
‘chimenea’.
19
‘joven’.
20
‘joven`.
21
‘juego’.
22
‘país’.
23
‘cera’.
24
‘yerno’.
25
‘hijo’.
ginere24
mer
‘devuelto’.
‘escena’.
giro mar
11
15
ceară23
[m] bilabial
9
14
cera
6
lectură
falta
[ł] velar Vibrantes
caro
[ɾ]
caro
caro
care
alveolar simple
[r]
carro
carro
alveolar múltiple
mari27
[R] uvular
carro
B) Glides (semiconsonantes y semivocales) [j]
bien
paille28
vários
piano
pai30
[w]
bueno
oui29
água
buono
ziuă31
mar
mare
mare
C) Vocales Centrales
[a] abierta
mar
patte32
banho
[ɐ] semiabierta
petit
[ə] media
a răbda34
33
în35, mână36
[ɨ] cerrada Palatales/an- [ε] semiabierta teriores
(tierra*)
[e] semicerrada red [i] cerrada
vino
terre
terra
terra
chanté37
rede
rete
perete39
lit38
vinho
vino
vin
pâte40
Velares/pos-
[ɑ] abierta
teriores
[ɔ] semiabierta
(forma*) fort
cor43
forte
[o] media
lobo
beau41
lobo
amore
foc44
[u] cerrada
puro
loup42
puro
puro
lup45
26
‘hijo’.
27
‘marido’.
28
‘paja’.
29
‘sí’.
30
‘paja’.
31
‘el día’.
32
‘pata’.
33
‘pequeño’.
34
‘aguantar’.
35
‘en’.
36
‘mano’.
37
‘cantado’.
38
‘cama’.
39
‘pared’.
40
‘pasta’.
41
‘bonito’.
42
‘lobo’.
7
Palatales/an- [œ] semiabierta
peur46
teriores
peu47
[ø] semicerrada
redondeadas [y] cerrada
pur48
Nasales
blanc
[ɑ͂] a nasal
lã50
[ɐ͂] ɐ nasal [œ͂] œ nasal
brun49
[ɛ͂] ε nasal
fin
[e͂] e nasal
vento
[ı͂] i nasal
fim
[ɔ̃] ɔ nasal
bon
[õ] o nasal
bom
[ũ] u nasal
nenhum51
* Solo como variantes combinatorias. Se incluyen como orientación para otras lenguas.
43
‘color’.
44
‘fuego’.
45
‘lobo’.
46
‘miedo’.
47
‘poco’.
48
‘puro’.
49
‘moreno’.
50
‘lana’.
51
‘ningún’.
8
Veamos ahora la descripción de los sistemas fónico-ortográficos correspondientes a las lenguas mencionadas (exceptuado el español). Cada descripción contiene estos apartados: -
Breve presentación del sistema
-
Vocalismo Empleos particulares de las grafías (con respecto al español) Rasgos fónicos (sincrónicos y diacrónicos) característicos (con respecto al español)
-
Consonantismo Empleos particulares de las grafías (con respecto al español) Rasgos fónicos (sincrónicos y diacrónicos) característicos (con respecto al español)
-
Desajustes entre el sistema gráfico y el sistema fónico En las transcripciones de palabras completas polisílabas, la sílaba tónica va precedida
de un apóstrofo: [’kantaɾa] (cántara) / [kan’taɾa] (cantara) / [kanta’ɾa] (cantará).
1.1. EL FRANCÉS La ortografía francesa es arcaica, más respetuosa con sus orígenes latinos que la de otras lenguas románicas. Por otra parte, su sistema fónico ha evolucionado más, con respecto a sus orígenes latinos, que los del resto de los idiomas románicos. De ahí que la separación entre los sistemas fónico y ortográfico del francés sea la mayor dentro de la Romania y que, como veremos inmediatamente, los desajustes entre ellos sean especialmente abundantes. Tras varios intentos anteriores, la Academia Francesa (fundada en 1635) fijó el sistema ortográfico a partir de un criterio ortográfico fundamentalmente etimologista. Después ha habido varios intentos de simplificación, de los que pocos han salido adelante.
1.1.1. Vocalismo Empleos particulares de las grafías -
El acento agudo ( ´ ) solo se utiliza, sobre la letra e, para indicar que no es muda (aimé [e’me] esp. amado), frente a otros casos en que sí lo es (aime [εm] ama), o, en sílaba libre, que es semicerrada [e]: révéler [Reve’le] (revelar), frente a revenir [Rəvə’niR] (volver).
-
El acento grave ( ` ) se coloca sobre la e cuando es abierta y va en sílaba trabada por consonante (père [pεR] esp. padre, fidèle [fi’dəl] fiel) o sobre a (déjà [de’ʒa] –esp. ya–, voilà [vwa’la] –he ahí–). En ocasiones, tiene valor diacrítico. Distingue, por ejemplo, à (preposición) de a (del verbo avoir: il a –esp. tiene–); où (adverbio -donde-) de ou (conjunción –o–). 9
-
El acento circunflejo ( ^ ) aparece sobre cualquier vocal e indica, en la mayor parte de los casos, que se ha perdido una s (del latín o del francés medieval) situada delante de otra consonante. Esa s se conserva, generalmente, en las otras lenguas románicas consideradas: bête (esp. bestia, port. besta, it. bestia, rum. bestie), goût (gusto, gosto, gusto, gust). En otros casos, tiene valor diacrítico: pêcher (esp.
pescar) frente a pécher (pecar), mûr (maduro) frente a mur (muro), tâche (tarea) frente a tache (mancha)52. -
La diéresis ( ¨ ) –tréma en francés–impide que la vocal sobre la que aparece se una a otros fonemas vocálicos: laïc [la’ik] (esp. laico), Noël [no’el] (Navidad).
-
El apóstrofo ( ’ ) indica la elisión de una vocal ( e, a, i) final de palabra ante otra que comienza por vocal o h muda: te + aime > t’aime (esp. te quiere); si + il > s’il (si él);
quoique + on > quoiqu’on (aunque se...). Rasgos fónicos característicos -
Todas las palabras llevan el acento en la última sílaba pronunciada: aimes [em] (esp. amas), aiment [em] (aman), aimaient [e’mε] (amaban). El fenómeno procede del hecho de que las vocales finales latinas han sincopado, ya sea solo en la pronunciación (PATRE > père [pεR] esp. padre) o también en la escritura (MURU >
mur [myR] muro). Incluso la –A final, intacta o casi intacta en el resto de las lenguas románicas, ha pasado a –e (PORTA > porte puerta) y, en consecuencia, tampoco se pronuncia: [pɔRt]. -
La e muda resultante no se pronuncia, salvo en articulación esmerada ( une porte [ynə pɔRtə] o tras un grupo de dos consonantes y ante otra consonante: une
sombre rose [yn ‘sõbRə Roz] (esp. una oscura rosa). -
El vocalismo francés es el más variado entre las lenguas románicas. Entre las vocales orales:
a corresponde a una pronunciación:
Anterior [a]: patte (esp. pata).
O, en algunos casos, posterior [ɑ]: pâte (esp. pasta), base.
e puede pronunciarse:
Semiabierta [ε], p. ej., ante ciertas consonantes o grupos consonánticos (mer esp. mar), belle bella), y cuando lleva acento grave o circunflejo (père padre, fenêtre ventana).
Semicerrada [e], p. ej., ante otras consonantes (pied esp. pie,
effet efecto), y cuando lleva acento agudo (été esp. verano).
52
Las Rectificaciones ortográficas de 1990, propuestas por el Conseil National de la Langue Française,
recomiendan la supresión de este acento, por no obedecer ni al criterio fónico ni al etimológico, en palabras como chaîne (ahora escrita también chaine).
10
Media relajada [ə] o muda, p. ej., en petit [pə’ti] o [pti] (esp.
pequeño).
i se pronuncia:
[i] (dire esp. decir).
O [j] (pied pie).
o se pronuncia:
Abierta [ɔ] (pomme esp. manzana).
O cerrada [o], ante consonante muda, como en mot [mo] (esp.
palabra), o con acento circunflejo, como en fantôme (fantasma).
u corresponde a la vocal palatal redondeada [y] (que, en español, corresponde, grosso modo, a la pronunciación de una i con los labios redondeados como para articular la u): nu (esp. desnudo), tu, etc.
eu y oeu corresponden a dos vocales exclusivas del francés, [ø] y [œ], palatales y con redondeamiento de los labios. Aparecen, por ejemplo, en
deux [dø] (esp. dos) o coeur [kœR] (corazón). -
A las vocales abiertas ahora descritas les corresponde una serie nasal (en sílaba trabada con consonante nasal), compuesta por:
[ɑ͂], p. ej., en banc [bɑ͂] –la m no se pronuncia– (esp. banco) o temps [tɑ͂] (tiempo).
[ɛ͂], p. ej., en pain [pɛ͂] (esp. pan).
[œ͂], p. ej., en brun [bRœ͂] (esp. moreno).
[ɔ̃], p. ej., en bon [bɔ̃] (esp. bueno).
Pero la aparición, en las mismas palabras, de una vocal escrita tras la consonante nasal deshace la nasalidad de la vocal y obliga a pronunciar la consonante: brune [bRyn] (morena), bonne [bɔn] (buena). -
Ciertas combinaciones de grafías vocálicas corresponden a sonidos, o secuencias de sonidos, particulares:
ai, ei, aie, eai se pronuncian como e, generalmente semiabierta: mais [mε] (esp. pero), beige, plaie (herida).
-
au, eau se pronuncian como o cerrada: auto [o’to], beau (esp. hermoso),
ou suena como u: fou [fu] (esp. loco).
oi se pronuncia como [wa]: poire [pwaR] (esp. pera).
De las siete vocales del románico común [a, ε, e, i, ɔ, o, u]53, dos diptongan en posición tónica, como en casi todos los otros sistemas románicos (v. después), entre los siglos III y V:
53
[ε] > [je]: PEDE > pied [pje] (esp. pie).
[ɔ] (> ([wo] > [we] > [wœ]) > œ: NOVE > neuf [nœf] (nueve)54.
Procedentes, respectivamente, de Ā, Ă ( > [a]), Ĕ ( > [ε]), Ē, Ĭ ( > [e]), Ī ( > [i]), Ŏ ( > [ɔ]), Ō, Ŭ ( > [o]), Ū ( > [u]).
11
Más tarde (siglo VI), hay una segunda diptongación en francés, que alcanza a otras vocales:
[a] (> [ae]) > [e] o [ε]: MARE > mer [mεR] (esp. mar).
[e] (> [ej] > [oj] > [oe] > [we]) > [wa]: TRES > trois [tRwɑ] (tres); PIRA > poire [pwaR] (pera).
[o] (> [ow] > [ew] > [œw]) > [œ] (COLORE > couleur [ku’lœR] (color); GULA >
gueule [gœl] (morro, jeta). -
Debilidad de las vocales átonas internas: chaud [ʃo] < CALIDU), oeil [œj] < OCULU). Incluso A > e: CABALLU < cheval (que en la pronunciación tiende a desaparecer: [ʃ’val]).
-
El diptongo latino AU pasa a o: CAUSA > chose.
1.1.2. Consonantismo Empleos particulares de las grafías -
gn representa el sonido correspondiente a ñ española: gagner [ga’ɲe] (esp. ganar).
-
Se mantiene ç (frente al español, que perdió esa grafía en la reforma ortográfica de la Real Academia de 1726), pronunciada [s], ante a, o, u: façade (esp. fachada),
garçon (muchacho), reçu (recibido). También a comienzo de palabra: ça (esp. eso). -
Además de los usos de h combinada con otras consonantes, que veremos después, el francés mantiene la h etimológica (homme esp. hombre, histoire
historia), incluso en casos en que el español no la conserva: harmonique (
hommes [de’zɔm] (algunos hombres), con h muda, y des haricots [de aRi’kɔ] (algunas alubias), con h aspirada. -
Algunas consonantes, por motivos etimológicos, se duplican (también, por regla general, en la pronunciación): abbé (esp. abad), occupation (ocupación), addition (adición), effort (esfuerzo), aggraver (agravar), allumette (cerilla), ammoniac (amoniaco), anniversaire (aniversario), appareil (aparato), attacher (atar)
-
Los signos de interrogación y exclamación solo aparecen al final de la frase ( ? !).
Rasgos fónicos característicos
54
Pero, también como en otros sistemas románicos, solo en sílaba libre, no en sílaba trabada. Así, no diptongan
HERBA (>
herbe) o COSTA (> côte).
12
-
[v] labiodental fricativa sonora (vous esp. usted) distinta a [b] bilabial sonora (balle bala).
-
[ ʃ ] prepalatal fricativa sorda, p. ej., en cheval (esp. caballo). En posición inicial, el fonema procede frecuentemente de C latina ante A (CASTANEA > châtaigne), que puede reducirse a e (CAPRA > chèvre). Las otras lenguas consideradas conservan la estructura latina: esp. castaña, cabra; port. castanha, cabra, it. castagna, capra; rum. castană, capră.
-
[z] predorso-dental sonora, p. ej., en raser (esp. afeitar) o en zéro (cero).
-
[s] sorda, p. ej., en soulier (esp. zapato), scie (sierra) o garçon (muchacho).
-
[ʒ] prepalatal fricativa sonora, en jamais (esp. jamás).
-
[R] uvular: roue (esp. rueda).
-
La pérdida de las vocales finales implica la no pronunciación de muchas consonantes en final de palabra, que se conservan –generalmente junto con la vocal– en las otras lenguas: vent [vɑ͂] (esp. viento, port. vento, it. vento, rum. vent),
chanter [ʃɑ͂’te] (cantar, cantar, cantare, cântare). Esta pérdida es particularmente notable en los plurales, que no se distinguen en la pronunciación de los correspondientes singulares: livre [livR] / livres [livR] (esp. libro / libros), porte [pɔRt] /
portes [pɔRt], etc.55. -
Liaison. Algunas consonantes que no se pronuncian en final de palabra recuperan su pronunciación cuando les sigue, en la cadena fónica, otra palabra que comienza por vocal o por h muda: vous allez [vuza’le] (esp. usted va), moyen âge [mwajε’naʒ] (edad media), quand il [kã’til] (cuando él).
-
Las consonantes intervocálicas evolucionan hasta, en algunos casos, desaparecer: ROTA > roue [Ru]
-
(esp. rueda), FOCU > feu [fø] (fuego), VIDERE > voir [vwaR] (ver).
Se conserva, al contrario que en español, F- inicial: FERRU > fer (esp. hierro), FOLIA >
feuille (hoja). -
Pese a la tendencia general del francés a la palatalización de las consonantes, los grupos iniciales latinos PL-, CL- y FL- se conservan: PLENU > plein (esp. lleno), CLAVE > clé (llave), FLAMMA > flamme (LLAMA).
-
El grupo latino LI palataliza, dando lugar a [j] ([χ] en español]: MELIORE > meilleur [me’jœR] (esp. mejor [me’χor]).
-
La C del grupo CT vocaliza: FACTU > fait [fε] (esp. hecho).
1.1.3. Desajustes entre el sistema gráfico y el sistema fónico -
Como hemos visto ya, las grafías o (p. ej., en piano), au (de haut esp. alto) y eau (de beau bonito) corresponden a una única pronunciación [o].
55
Esta falta de distinción se compensa con la aparición del determinante: un livre / des livres, la porte / les
portes.
13
-
Las grafías e (de vert esp. verde, tête cabeza, mètre metro, événement
acontecimiento, Noël Navidad), ei (de veine vena), ai (de chaise silla), aî (de maître maestro), ey (de poney)... corresponden a una única pronunciación abierta [ε]. -
Hay innumerables secuencias, a final de palabra, que no corresponden a sonido alguno. P. ej., no se pronuncian los segmentos subrayados de chante (esp.
canto), chantes (cantas), chantent (cantan), de manera que la pronunciación de las tres formas verbales es, en francés, idéntica [ʃãt]. En general, las consonantes no nasales, excepto l y r (y esta con excepciones), no se pronuncian a final de palabra. Sobre la e muda ya hemos hablado. -
Se mantienen, generalmente en palabras de origen griego, dígrafos como th y rh, en los que la h no suena: thorax (tórax), méthode (método), rhapsodie (rapsodia),
cirrhose (cirrosis). -
ph, en palabras de origen griego (pharmacie esp. farmacia, géographie geografía), y f (fusil, défunt difunto) representan el mismo sonido [f].
-
ch representa el sonido prepalatal sordo [ ʃ ], p. ej., en cheval (esp. caballo) y también, en palabras de origen griego, el sonido velar sordo [k], p. ej., en chronique crónica).
-
r y rr (intervocálica) representan el mismo sonido [R] uvular: route (esp. ruta), courir (correr), derrière (detrás).
-
g y j pueden representar el mismo sonido [ʒ]: géant (esp. gigante), jambe (pierna).
-
k y qu suenan igual ([k]): kaki, liquide (esp. líquido). Al contrario que en español, qu puede preceder –sin pronunciarse– a a y o: quatre [katR] (cuatro), quotidien (cotidiano).
-
s sorda véase antes, ss, c y sc (ante e, i), t (ante i + otra vocal) y ç suenan igual ([s]): silence (esp. silencio), casser (romper), cinq (cinco), scie (sierra), ambition (ambición), leçon (lección).
-
s sonora véase antes y z suenan igual ([z]): user (usar), dizaine (docena).
-
x puede representar la secuencia k + s (en examen) o s (en soixante esp. sesenta).
1.2. EL PORTUGUÉS La ortografía del portugués se mantuvo durante muchos siglos vacilante. En 1911, tras la instauración de la república en Portugal, se hizo oficial una profunda reforma ortográfica, que logró, por ejemplo, simplificar muchos grupos consonánticos y fijar las normas concretas que rigen el uso de los distintos tipos de tilde (v. más abajo). Ha habido varias reformas posteriores 14
de detalle, no siempre aplicadas por igual en el portugués de Portugal (y los países africanos de habla portuguesa) y en el de Brasil. De 1990 data el último acuerdo entre las dos tendencias, que trata de armonizar las divergencias aún existentes.
1.2.1. Vocalismo Empleos particulares de las grafías -
La vocal a y los grupos ao, ae y oe llevan til –tilde– ( ˜ ) cuando son nasales: lã (esp. lana), ladrão (ladrón), mãe (madre), ladrões (ladrones).
-
El acento agudo ( ´ ) y el circunflejo ( ^ ) indican, de acuerdo con determinadas normas (no pertinentes aquí), que la vocal sobre la que aparecen es tónica.
e y o en posición tónica llevan acento circunflejo (ê, ô) cuando son cerradas (francês, avô [a’vo] –esp. abuelo–) y acento agudo (é, ó) cuando son abiertas (tépido esp. tibio, avó [a’vɔ] abuela)
a en posición tónica lleva acento agudo (simpático) y, ante nasal, circunflejo (pânico), pero su presencia no altera el grado de abertura.
-
i, u tónicas no permiten la distinción abierta / cerrada.
El acento agudo y el circunflejo pueden ser, como en español, diacríticos: e (esp. y) frente a é (es), por (por) frente a pôr (poner).
-
El acento grave ( ` ) solo se usa en la preposición a cuando esta se funde con el artículo definido (à cidade –esp. a la ciudad–) o con el demostrativo (àquele –a
aquel–). -
El apóstrofo ( ‘ ) se emplea para indicar la desaparición de una vocal al final de una palabra a la que sigue otra que comienza también por vocal: de + água > d’água,
de + oeste > d’oeste. -
En el portugués de Brasil se utiliza el trema ( ¨ ) diéresis para indicar que la u se pronuncia en las secuencias güe, güi, qüe, qüi. Con el nuevo Acuerdo Ortográfico, sin embargo, desaparece esta distinción.
Rasgos fónicos característicos -
Posición variable de la sílaba tónica. El acento puede recaer en cualquiera de las tres últimas sílabas. La posición de la sílaba acentuada puede distinguir significados: duvida (esp. [él] duda) / dúvida ([la] duda).
-
Frecuente nasalización, expresada mediante la tilde ya visto (pão esp. pan,
põe puede) o ante consonante nasal (bom [bõ] buen). -
Paso del diptongo latino AU a ou: CAUSA > cousa.
-
Falta de diptongación en sílaba tónica: PEDE > pé (esp. pie), NOVU > novo (nuevo).
-
Cierre vocálico –solo en la pronunciación– en sílabas átonas: formoso [fuR’mozu] (esp. hermoso), nove [‘novə] (nueve). En el portugués de Brasil, el cierre presenta grados diferentes. 15
-
Debilidad de las vocales átonas internas: (caldo < CALIDU, olho < OCULU).
-
Conservación de las vocales finales: PORTA > porta, PARTE > parte, MURU > muro, SACCU > saco.
1.2.2. Consonantismo Empleos particulares de las grafías -
nh representa el sonido correspondiente a ñ española: vinha (esp. viña).
-
lh representa el sonido de ll en español: filho (esp. hijo).
-
ç pronunciada como s se mantiene ante a (direcção56 –esp. dirección–), o (braço -brazo-), u (açúcar –azúcar–). Pero nunca al principio de una palabra.
-
En las secuencias qua, quo, la u se pronuncia: quando (esp. cuando), quota (esp.
cuota). -
Los signos de interrogación y exclamación solo aparecen al final de la frase ( ? !).
Rasgos fónicos característicos -
[v] labiodental fricativa sonora (você –esp. usted) distinta a [b] bilabial sonora (bonança bonanza).
-
[ ʃ ] prepalatal fricativa sorda, p. ej. en chave (esp. llave) o xadrez (ajedrez). Aparece también en la secuencia s + consonante sorda (pasta [‘paʃta] –esp.
carpeta–) y –s, -z finales (atras, voz). -
[z] predorso-dental sonora, p. ej. en vaso (esp. tiesto) o dizer (decir). Aparece también en la secuencia s + consonante sonora: Lisboa [liz’boɐ].
-
[ʒ] prepalatal fricativa sonora, p. ej. en hoje (esp. hoy), gente.
-
[R] uvular, como la francesa: rua [‘Ruɐ] (esp. calle).
-
h muda: hérnia [‘eRnjɐ] (esp. hernia).
-
Tendencia a la vocalización de l en posición implosiva: Portugal [puRtu’gał], con [ł] similar a la del catalán. En el portugués de Brasil llega a articularse como [w] semivocal: [puRtu’gaw].
-
Conservación de F- inicial: FERRU > ferro, FOLIA > folha.
-
Palatalización de los grupos iniciales latinos PL-, CL- y FL-: PLENU > cheio, CLAVE >
chave, FLAMMA > chama. -
Pérdida de L latina intervocálica: FILU > fio (esp. hilo, fr. fil, it. filo).
-
Pérdida de N latina intervocálica: LUNA > lua (esp. luna, fr. lune, it. luna, rum. lună).
-
Evolución de las consonantes intervocálicas sordas del latín, que se sonorizan: ROTA > roda, FOCU > fogo. Y de
56
las sonoras, que desaparecen: VIDERE > ver.
direçao, según el nuevo Acuerdo Ortográfico.
16
-
El grupo latino LI palataliza, dando lugar a [λ]: MELIORE > melhor [me’λoR] (esp.
mejor). -
El grupo CT da lugar a [it]: FACTU > feito (esp. hecho).
1.2.3. Desajustes entre el sistema gráfico y el sistema fónico -
x representa el sonido de s sorda (máximo [’masimu]), de s sonora (exército [e’zeRsitu] o de k + s (fixar [fik’saR]), pero también el sonido prepalatal fricativo sordo [ ʃ ] (xarope [ʃa’Rope] esp. jarabe–).
-
j (p. ej., en hoje esp. hoy) y g (p. ej., en gente) pueden representar el mismo sonido prepalatal fricativo sonoro [ʒ].
-
k y q también representan el mismo sonido [k]: karaté, quando.
-
s, ss y ç suenan también igual ([s] sorda): sol, passo (esp. paso), paço (palacio).
-
s sencilla entre vocales y z se pronuncian igual ([z] sonora): vaso (esp. tiesto), dizer (decir). También, como hemos visto, s ante consonante sonora (Lisboa).
1.3. EL ITALIANO Su ortografía es la más cercana al modelo fonológico perseguido por muchos teóricos de la ortografía. Por haber sufrido un proceso de estandarización relativamente reciente (posterior a la unificación italiana de 1861), utiliza un sistema gráfico que se ajusta con bastante aproximación a su sistema fonológico.
1.3.1. Vocalismo Empleos particulares de las grafías -
Aunque existe el acento agudo ( ´ ), en textos académicos italianos solo suele utilizarse el acento grave ( ` ):
En las palabras oxítonas terminadas en vocal: verità (esp. verdad), così (así), virtù (virtud).
Y como diacrítico: e (esp. y) frente a è (esp. es), la (esp. la) frente a là (allá).
-
Se utiliza el apóstrofo ( ‘ ) en los artículos ante palabra que comience por vocal: la
acqua > l’acqua (esp. el agua), una amica > un’amica (una amiga). Rasgos fónicos característicos -
La posición de la sílaba tónica es, como en español, variable. Puede afectar a la sílaba última (caffè esp. café, gioventù –juventud–), penúltima (caso más 17
frecuente: parlare hablar, casa), antepenúltima (ridere reír, tavola mesa) o, raras veces, anterior a la antepenúltima ( scrivimelo –escríbemelo–, aspettandosela
–esperándosela–). La posición de la sílaba acentuada puede distinguir significados: apri (esp. abre) / aprì (abrió). -
e y o tónicas pueden ser abiertas [ε, ɔ], p. ej., en bello (esp. bello), forte (fuerte), o cerradas [e, o], p. ej., en sapere (saber), amore (amor). Esta distinción depende en gran medida de las variedades regionales del italiano.
-
e y o átonas son siempre cerradas: colore.
-
El diptongo latino AU pasa a o: CAUSA > cosa.
-
ε y ɔ diptongan en sílaba tónica libre (PEDE > piede, NOVU > nuovo), pero no en sílaba trabada: HERBA > erba, FORTE > forte.
-
Debilidad de las vocales átonas internas: (caldo < CALIDU, occhio < OCULU).
-
Se mantienen las vocales finales latinas: PORTA > porta, PARTE > parte, MURU >
muro, SACCU > sacco. 1.3.2. Consonantismo Empleos particulares de las grafías -
gn representa el sonido correspondiente a ñ española: signore (esp. señor).
-
gli corresponde al sonido correspondiente a ll española: canaglia (esp. canalla).
-
gh ante e, i representa el sonido [g]: ghiaccio (esp. hielo), alghe (algas).
-
La h, siempre muda, aparece (fuera de su uso combinado con la g) en palabras de origen extranjero (p. ej., hotel) y, como diacrítico, en algunas formas del verbo
avere (esp. haber): ho (he), para distinguirse de o (conjunción), ha, para distinguirse de a (preposición), etc. La mayor parte de las palabras que en otras lenguas conservan la h etimológica la han perdido en italiano: uomo (esp. hombre),
ora (hora), Umberto (Humberto), etc. -
qu se pronuncia siempre [kw], p. ej. en quanto (esp. cuanto), qui (aquí).
-
Los signos de interrogación y exclamación solo aparecen al final de la frase ( ? !).
Rasgos fónicos característicos -
[v] labiodental fricativa sonora (vita esp. vida) distinta a [b] bilabial sonora (buona buena).
-
[ ʃ ] prepalatal fricativa , p. ej. en scena o sciopero.
-
[z] predorso-dental sonora para la s intervocálica: rosa, tesoro.
-
[ts] dorsodental africada sorda para la z en las terminaciones -enza (sapienza esp.
sabiduría),
-izia
(malizia
malicia),
-ezza
(finezza
finura),
-zione
(manifestazione manifestación) y tras consonante: alzare (levantar), forza (fuerza).
18
-
[dz] dorsodental africada sonora para la z en los demás casos: zanzara (esp. mosquito).
-
[ʤ] prepalatal africada sonora ante e, i (v. después): gente, giro.
-
Pronunciación de r alveolar vibrante simple [ɾ], como en español: caro (esp.
querido); rr doble equivalente a un sonido múltiple [r]: terra (tierra). -
Falta de vocal de apoyo ante el grupo latino S + consonante: SCHOLA > scuola (esp.
escuela; fr. école); SCUTU > scudo (esp. escudo; fr. écu). -
Abundancia de consonantes geminadas, procedentes de geminadas latinas (PRESSIONE > pressione esp. presión; ILLUSIONE > illusione ilusión) y de otros grupos consonánticos de esta lengua: FRIG(I)DU > freddo (esp. frío); ABSOLUTU >
assoluto (absoluto);
APTITUDINE
> attitudine (actitud), etc. Las consonantes dobles
se articulan nítidamente en italiano, y pueden tener carácter distintivo frente a la consonante simple. P. ej., pala (esp. pala) frente a palla (pelota), camino (chimenea) frente a cammino (camino). -
Conservación de F- inicial: FERRU > ferro, FOLIA > foglia.
-
Vocalización (no palatalización) de L en los grupos iniciales latinos PL-, CL- y FL-: PLENU >
-
pieno, CLAVE > chiave, FLAMMA > fiamma.
Palatalización del grupo latino LI, que da lugar a [λ]: MELIORE > migliore [mi’λoɾe] (esp. mejor).
-
Palatalización de CT, que da lugar a tt: FACTU > fatto (esp. hecho).
-
Conservación de las consonantes intervocálicas del latín, incluso las sonoras: ROTA > ruota, FOCU > fuoco, VIDERE > vedere.
1.2.3. Desajustes entre el sistema gráfico y el sistema fónico -
Excepto en las palabras agudas, que llevan acento grave ( virtù virtud, così
así), no podemos saber cuál es la sílaba tónica. Así, ancora puede leerse [‘ankora] (esp. ancla) o [an’koɾa] (esp. todavía). -
La c se pronuncia de manera diferente según la letra que la acompañe:
[k] ante consonante (crudele esp. cruel), ante a, o, u (caro esp.
querido, corpo cuerpo, cubo) o en la combinación ch ante e, i: chi [ki] (esp. quien), meschino [mes’kino] (mezquino).
[ʧ] pronunciación del dígrafo ch en español ante e, i (certo [‘ʧeɾto] esp.
cierto, citare [ʧi’taɾe] citar ). Ante a, o, u, el grupo ci representa también [ʧ]: camicia [ka’miʧa] (esp. camisa),
bacio [‘baʧo] (beso), ciuffo [‘ʧuffo]
(mechón).
[ ʃ ] prepalatal fricativa sorda en la combinación sc ante e, i (scena [‘ʃena] esp. escena, scimmia mono). Ante a, o, u, el grupo sci representa
19
también [ ʃ ]: sciare [‘ʃaɾe] (esp. esquiar), sciopero (huelga), prosciutto (jamón). -
g se pronuncia [g] ante a, o, u (gatto esp. gato, gondoliere gondolero, guardare guardar), pero prepalatal africada sonora [ʤ] ante e, i (gente, giro).
1.4. EL RUMANO Su ortografía responde con bastante exactitud al criterio fonológico, salvo ciertos desajustes (cercanos a los del italiano).
1.4.1. Vocalismo Empleos particulares de las grafías -
La posición de la sílaba tónica es variable. Puede afectar a cualquiera de las tres últimas sílabas, y hay casos en que se anticipa hasta la cuarta (p. ej., en
Dâmboviţă, nombre del río que pasa por Bucarest). Puede, de igual modo, distinguir significados: cântă (esp. canta) / cântă (cantó). Sin embargo, la posición de esta sílaba no puede conocerse mediante el recurso a la acentuación gráfica. -
El rumano tiene ocho grafías diferentes para representar sus siete vocales: a, ă, â (î al principio y final de palabra), e, i , o, u.
-
En lugar del apóstrofo, el rumano indica la elisión de la parte vocálica de ciertos monosílabos mediante el guion (-), obligatorio en los pronombres personales complemento (m-am spălat –esp. me he lavado–, l-am văzut –lo he visto–) y frecuente en otros casos: nu are loc > n-are loc (esp. no cabe, no se celebra allí),
intră în casă > intră-n casă (entra en casa). Rasgos fónicos característicos -
ă corresponde a una vocal media [ə], parecida a la a del inglés above: seară (esp. tarde).
-
Desde la reforma ortográfica aprobada por la Academia Rumana en febrero de 1993, â (en interior de palabra) e î (a principio y final de palabra) representan la vocal [ɨ], central cerrada no labializada (que, en español, se articularía, grosso
modo, con la lengua preparada para articular una u y los labios dispuestos para articular una i). Suenan igual, por tanto, las letras en negrita de las palabras siguientes: în (esp. en), a urî (odiar), când (cuando), fântână (fuente). -
El diptongo latino AU se conserva: CAUSA > cauză.
-
La i final de palabra (morfológicamente muy importante en rumano, como veremos), puede pronunciarse plena (tigri –esp. tigres–), semivocálica (dai –das–) 20
o asilábica, solo perceptible por la articulación palatal de la consonante que la precede (ani [anj] –esp. años–). Cuando a esta i asilábica se le añade un elemento, vuelve a ser silábica: aşteptaţi –i asilábica– (esp. espere) frente a aşteptaţi-mă –i silábica– (espéreme). -
Diptongación parcial de ε y ɔ, en sílaba libre y trabada: MELE > miere, HERBA >
iarbă (pero no ante nasal: bene > bine); ROTA > roată, FORTE > foarte. -
Debilidad de las vocales átonas internas: cald < CALIDU, ochi < OCULU.
-
Conservación parcial de las vocales finales latinas: PORTA > poartă, PARTE > parte, pero LUPU > lup, SACCU > sac.
1.4.2. Consonantismo Empleos particulares de las grafías -
gh ante e, i representa [g] (ghem esp. ovillo, ghid guía).
-
ş representa el sonido prepalatal fricativo [ ʃ ]: şapte [‘ʃapte] (esp. siete).
-
ţ representa el sonido africado [ts]: ţară [‘tsara] (esp. país).
-
Los signos de interrogación y exclamación solo aparecen al final de la frase ( ? !).
Rasgos fónicos característicos
-
La letra h (no precedida por c o g) se pronuncia –por influjo eslavo– como consonante laringal (equivalente, por aproximación, al sonido de j en español).
-
r se articula con el ápice de la lengua, como en italiano o español.
-
No hay consonantes geminadas en rumano.
-
Conservación de F- inicial: FERRU > fier, FOLIA > foaie.
-
Conservación de los grupos iniciales latinos PL- y FL-: PLENU > plin, FLAMMA > flamă. Pero CLAVE evoluciona a cheie.
-
Las consonantes intervocálicas del latín, incluso las sonoras, tienden, como en italiano, a conservarse: ROTA > roată, FOCU > foc, VIDERE > a vedea.
-
Algunas secuencias latinas tienden a dar resultados labiales: AQUA > apă (esp.
agua); LINGUA > limbă (lengua); NOCTE > noapte (noche). -
L
latina intervocálica pasa a r: FILU > fir (hijo).
1.4.3. Desajustes entre pronunciación y escritura -
Como sucedía en italiano, c y g se pronuncian [k] y [g] ante a, ă, â, o, u (cap esp.
cabeza o gust gusto) y [ʧ] y [ʤ] ante e, i (cine esp. quien; deget dedo). 21
-
ch ante e, i representa [k] (cheie esp. llave, chiar mismo).
-
Cuando los grupos ce, ci, ge, gi preceden a una vocal, la pronunciación de la secuencia completa puede ser [ʧ] (ocean [‘oʧan] esp. océano) y [ʤ] (geam [ʤam] cristal). Pero también puede respetarse en la pronunciación la secuencia
ce + vocal, ge + vocal, etc.: Turcia [‘tuɾʧia] (Turquía). -
x se pronuncia [ks], como en taxi, o bien [gz], como en examen.
-
El rumano tampoco indica gráficamente la posición de la sílaba tónica.
22
2. PLANO MORFOSINTÁCTICO Describir de manera exhaustiva el sistema de las cuatro lenguas tratadas –siempre en comparación con el español– es tarea que excede ampliamente las posibilidades de la asignatura, que en un solo cuatrimestre debe abordar estos aspectos prácticos y los contenidos de los manuales de estudio recomendados. Por tal motivo, nos contentaremos con exponer los rasgos gramaticales más importantes del portugués, el francés, el italiano y el rumano, de manera que tal exposición pueda resultar útil a la hora de aplicar a la práctica los contenidos tratados. En los casos en que se trata de describir subsistemas completos (el de los posesivos, demostrativos,
numerales, etc.), incluiremos los cuadros que contiene el estudio de Paul
Teyssier (2004), que tiene, entre otras, la ventaja de incluir el rumano 57. En cualquier caso, los estudiantes interesados en profundizar en estos aspectos (como en los fónico-ortográficos y, más adelante, los léxicos) puedan encontrar datos más completos en los manuales complementarios de los que se da cuenta en el § 9 de la Guía de estudio. 2.1. EL SUSTANTIVO Y EL ADJETIVO
2.1.1. El género Como sucede en español, las otras cuatro lenguas románicas aquí tratadas presentan nombres de seres vivos cuyo género masculino o femenino está ligado al sexo: amigo / amiga (port., esp.), ami / amie (fr.), amico / amica (it.), amic / amică (rum.). El género masculino o femenino es, en otros nombres, arbitrario, y no siempre coincide en los diferentes sistemas románicos. P. ej., sangre –esp–, femenino, frente a sang –fr.–,
sangue –port., it.–, sângele –rum.–, todos masculinos. En rumano, para designar objetos inanimados, subsiste –también por influjo eslavo– el género neutro, considerado como tercer género. En el diccionario, los sustantivos neutros figuran como tales, y la norma para identificarlos es contando: un (uno) / două (dos). En singular son masculinos y en plural, aunque las desinencias son muy diversas, son (o se comportan) como femeninos: un caiet (un cuaderno) / două caiete (dos cuadernos); un cadou
frumos (un regalo bonito) / două cadouri frumoase (en singular masculino / en plural femenino). En cuanto a la terminación elegida, en líneas generales: -
El nombre y el adjetivo presentan en francés femeninos terminados en –e. En el caso del adjetivo, la desinencia para el femenino es prácticamente general: grand (esp. grande) / grande, vert (esp. verde) / verte, fort (esp. fuerte) / forte, etc.)58.
57
En los cuadros del libro de Teyssier, el francés (abrev. «Fr.») ocupa el primer lugar. Le siguen, por este orden,
el español («Esp.»), el portugués («Port»), el italiano («It.») y el rumano («Roum.»). Si la comprensión de los mensajes metalingüísticos redactados en francés no es fácil, incluiremos la correspondiente traducción. 58
Las excepciones –nombres femeninos acompañados de adjetivos no femeninos– son escasas: grand-mère
(abuela), grand-place (plaza mayor)...
23
-
El portugués, el español y el italiano tienden a la terminación -a y el rumano a la terminación -ă, aunque hay, desde luego, numerosas posibilidades morfológicas distintas a la descrita: vendedor / vendedeira (port.), vendeur / vendeuse (fr.),
venditore / venditrice (it.), vânzător / vânzătoare (rum.)... Al contrario que en francés, en las otras cuatro lenguas hay adjetivos sin variación de género: forte (port., it.),
fuerte (esp.), tare (rum.), verde (en las cuatro lenguas), etc. 2.1.2. El número Salvo algunas excepciones (los pluralia tantum, por ejemplo), casi todos los nombres y adjetivos románicos tienen la posibilidad de aparecer en singular o plural. Existen dos grandes grupos, geográficamente separados, en esta variación: -
Español, francés y portugués, lenguas de la Romania Occidental, forman los plurales mediante la adición de –s.
-
Italiano y rumano, lenguas de la Romania Oriental, modifican la terminación de la palabra, que para el plural suele presentar –i o –e.
Pero existen, en la formación del plural, casos particulares en las cuatro lenguas aquí descritas: -
En francés, la terminación en –s solo tiene existencia real en la escritura: rose (esp.
rosa) / roses se pronuncian igual (Roz), del mismo modo que élève (alumno) / élèves, lit (cama) / lits, etc. De una antigua abreviación escrita -x para los plurales en –us (château –esp. castillo– > antiguo pl. châteaus, escrito châteax, chou –col– > antiguo pl. chous, escrito chox) se pasó en francés a una frecuente terminación escrita anómala en
-ux (châteaux, choux). Esta terminación afecta a los nombres y adjetivos en –au (château, nouveau –nuevo–), a muchos terminados en -eu (cheveu –esp. cabello– > pl. cheveux), a algunos terminados en –ou (chou) y a otros casos aislados: cheval –esp. caballo– > chevaux, normal > normaux, etc. -
En portugués, como en español, la terminación –s necesita de un apoyo vocálico en palabras terminadas en consonante: profesor / profesores. Los nombres y adjetivos que terminan en –ão hacen el plural en –ãos (mão – esp. mano– / mãos, cristão (esp. cristiano) / cristãos), en –ães (capitão –capitán– /
capitães, alemão –alemán- / alemães) o en –ões (ladrão –ladrón– / ladrões, chorão (llorón) / chorões.). Los nombres y adjetivos que terminan en vocal + l, convierten la l en i: sinal (esp. señal) / sinais, geral (general) / gerais; papel / papéis, cruel / cruéis, lençol (sábana) / lençóis, espanhol / espanhóis.
24
-
En italiano, los nombres y adjetivos masculinos en –o, -a hacen el plural en –i (libro / libri, problema / problemi, bianco / bianchi59), del mismo modo que los nombres y adjetivos masculinos y femeninos en e: leone (esp. león) / leoni, madre / madri,
grande / grandi. Los nombres y adjetivos femeninos en –a hacen el plural en –e: porta (esp. puerta) / porte, casa / case, alta / alte. Hay un plural femenino anómalo en –a procedente de antiguos neutros latinos:
uovo –masc.– (esp. huevo) > pl. uova –fem.–, que en algunos casos alterna con el plural estándar en –i: ginocchio (esp. rodilla) > pl. ginocchi y ginocchia, filamento > pl. filamenti y filamenta. A veces ambos plurales han tomado sentidos diferentes:
fondamento > pl. fondamenti (esp. fundamento, ‘base de una ciencia’) y fondamenta (fundamento ‘cimientos de un edificio’). -
En rumano, los nombres y adjetivos masculinos forman sus plurales en –i: lup (esp.
lobo) / lupi, tată (padre) / taţi60, bun (bueno) / buni. Los femeninos terminados en –ă forman el plural en –e (casă –esp. casa– / case, bună –buena– / bune) o, con menor frecuencia, en –i: uşă (puerta) / uşi). Si terminan en –e, lo hacen también en
–i: lege (esp. ley) / legi, familie (familia) / familii. Hay nombres femeninos que forman el plural también en –uri (gheăţă –esp. hielo– / gheţuri, carne / cărnuri). Y, si terminan en –a tónica, lo hacen en -le (stea –esp. estrella) / stele, pijama /
pijamale), al igual que el sustantivo zi (esp. día), cuyo plural es también zile. Los nombres que en plural adoptan el género neutro suelen hacerlo, sin sujetarse a reglas precisas, en –e (ac –esp. aguja–) / ace), en –uri (chei –esp. andén) / cheiuri) o en –ii (studiu –esp. estudio) / studii). En los adjetivos no se plantea el caso del género neutro.
2.1.3. El caso El sistema casual del latín desapareció pronto de los sistemas románicos en sustantivos y adjetivos. Solo hay, al respecto, dos aspectos mencionables en las lenguas ahora estudiadas: -
En francés antiguo, en el que existía un caso sujeto, heredero del nominativo latino (li murs –esp. el muro–) y un caso régimen, heredero del acusativo latino (li mur)61.
59
En determinadas terminaciones, singular y plural se escriben de manera distinta, a veces para seguir
pronunciándose con la misma consonante (caso ahora visto de bianco / bianchi) o, a veces, con consonantes distintas: [k > ʧ] (amico –amigo– / amici), [g > ʤ] (antropófago > antropofagi). 60
El sonido [t] (grafía t) de la terminación en singular pasa a [ts] (grafía ţ) en plural. Como sucedía en italiano,
este cambio fónico ligado a la variación morfológica del plural tiene otras manifestaciones: [d > z ] (brad –esp.
pino– / brazi), [k > ʧ] (amică –amiga– / amice), [g > ʤ] (colegă / colege), etc. 61
En general, el francés actual toma su léxico del caso régimen ( mur), pero en algunas palabras se conserva el
caso sujeto (p. ej., en fils –esp. hijo–), o los dos casos, con dos resultados etimológicos diferentes (p. ej., pute – esp. puta–, procedente del caso sujeto / putain –con el mismo significado–, procedente del caso régimen).
25
-
El rumano, la única lengua neolatina actual que mantiene –de nuevo por influjo eslavo– la flexión en nombres y adjetivos. En la práctica, esta flexión se reduce a tres casos62:
Uno, no marcado, que hereda el nominativo y el acusativo latinos.
Un caso correspondiente al genitivo y al dativo. La marca de estos casos se manifiesta: - Sobre todo, como veremos después (§ 2.2), en el artículo enclítico (colocado tras el nombre, unido a él). - En los sustantivos femeninos sin artículo enclítico: nominativo-acusativo
o fată (esp. una o a una chica) / genitivo-dativo unei fete (de una o a –para– una chica).
Un caso correspondiente al vocativo. Se manifiesta, en los pocos casos en que se utiliza 63, mediante la terminación –e o –ule para el singular (Adriane! esp. ¡Adrián!) y –lor para el plural (Domnilor ¡Señores!).
2.1.4. El grado Todas las lenguas consideradas manifiestan la variación de grado, con cuatro posibilidades:
62
Cinco independientes en los tratados gramaticales del rumano: nominativo, acusativo, genitivo, dativo y
vocativo. 63
Con frecuencia, el vocativo rumano emplea formas del nominativo-acusativo.
26
Apud Paul Teyssier (2004: 150).
Junto a estas posibilidades absolutas, en francés, español, portugués e italiano se conserva una serie de comparativos sintéticos heredados directamente del latín, que forman las siguientes series:
Apud Paul Teyssier (2004: 151).
Del mismo modo, se conservan en español, portugués e italiano los siguientes superlativos absolutos sintéticos herederos igualmente del latín:
27
Apud Paul Teyssier (2004: 152).
Para el mismo superlativo absoluto existe otra posibilidad sintética, que emplea sufijos derivados del lat. –ISSIMUS:
Apud Paul Teyssier (2004: 152).
En francés, esta posibilidad tiene uso esporádico ( richissime –esp. riquísimo–, rarissime
–rarísimo–) y en rumano es desconocida. 2.1.5. Colocación del adjetivo en el sintagma nominal En portugués, español, francés e italiano se da la posibilidad de anteponer o posponer algunos adjetivos –otros no– al sustantivo al que se refieren. El rumano, por su parte, tiende sistemáticamente a la posposición del adjetivo. Es de señalar, por último, una originalidad románica en este sentido. La de asignar matices significativos distintos al mismo adjetivo, dependiendo de su posición con respecto al nombre. Es lo que sucede en español, p. ej., con Un hombre pobre / Un pobre hombre. Y lo que se repite en el resto de las lenguas consideradas: Um homen pobre / Um pobre homen (port.); Un homme pauvre / Un pauvre homme (fr.); Un uomo povero / Un pover’uomo (it.); un
om sărac / săracul om (rum.). 2.2. LOS ARTÍCULOS El latín no tenía artículo. Esta clase morfológica se creó, a partir de distintas formas latinas con función original diferente, en el paso a las lenguas románicas. Las cinco ahora analizadas poseen dos tipos fundamentales de artículos: el definido y el indefinido. Francés e italiano tienen, además, un artículo partitivo.
2.2.1. El artículo definido Procede del demostrativo latino ILLE, que, al perder su carácter tónico, pasa, por regla general, a ser monosílabo en las lenguas románicas. -
Sus formas básicas son, en portugués, francés e italiano:
28
Para el masculino singular / plural: o / os (port.), le / les (fr.), il, lo64 / i, gli65 (it.).
Para el femenino singular / plural: a / as (port.), la / les (fr.), la / le (it.).
En las tres lenguas existen formas contractas: ao (< a + o), à (< a + a) / aos (<
a + os), às (< a + as); do (< de + o)...; no (< em + o)..., pelo (< por + o)..., para el portugués; au (< à + le) / aux (< à + les), du (< de + le) / des (< de + les), para el francés; al (< a + il), allo (< a + lo) / ai (< a + i), agli (< a + gli); del (< di
+ il)..., dal (< da + il)..., nel (< in + il)..., sul (< su + il)..., para el italiano. -
En rumano, el artículo definido aparece enclítico (una vez más, por influjo eslavo), tiene flexión casual y algunas variantes que dependen de la terminación de la palabra a la que se añade:
Masculino singular / plural: -(u)l
, -le (para el nominativo-acusativo; p. ej., leul
66
–esp. el león–, elevul –el alumno–, câinele –el perro–); -(u)lui (para el genitivodativo; p. ej., leului –del león-al león–) / -i (para nom.-acus.: leii –los leones–);
-lor (gen.-dat.: leilor –de los leones-a los leones–).
Femenino singular / plural: –a, -(u)a (para nom.-acus.: limba –esp. la lengua–,
steaua –la estrella), -i (para gen.-dat.: limbii) / -le (para nom.-acus.: limbile), -lor (para gen.-dat.: limbilor).
2.2.2. El artículo indefinido Sus formas básicas, derivadas del numeral latino UNUS, son: -
Para el masculino singular / plural: um / uns (port.), un / des (fr.), un, uno67 / dei (it.),
un68 (para nom.-acus); unui (para gen.-dat.) / unor (formas no enclíticas). -
Para el femenino singular / plural: uma / umas (port.), une / des (fr.), una / delle (it.),
o (para nom.-acus); unei (para gen.-dat.) / unor. 2.2.3. Otros artículos rumanos Además de los anteriores, el rumano tiene: -
Un artículo llamado genitivo, que se utiliza para señalar que una palabra está en este caso: Dau o carte autorului, sin artículo genitivo, corresponde en español a
Doy un libro al autor (dativo), mientras que Dau o carte a autorului corresponde a Doy un libro del autor (genitivo). Sus formas son al / ai para el masculino singular / plural; a / ale para el femenino singular / plural.
64
Ante nombres que empiezan por s- líquida (lo specchio –esp. el espejo), z- (lo zio –el tío–) y algunos grupos
consonánticos (lo sciopero–la huelga–, lo psicologo –el psicólogo–)... 65
En los mismos casos que el singular lo (gli specchi, gli zii, gli scioperi, gli psicologi... ) y ante nombres que
comiencen por vocal: gli anni (esp. los años). 66
-l ante vocal que no sea –e; –ul ante consonante.
67
En los mismos casos que el artículo definido lo (uno specchio, uno zio...).
68
Esta y las siguientes formas del artículo indefinido rumano no aparecen enclíticas, como las del artículo
definido.
29
El mismo artículo, situado ante un adjetivo posesivo (meu, mea... cf. § xxx), lo convierte en pronombre posesivo. -
Un artículo llamado adjetival, que, entre otros fines, se utiliza ya lo hemos visto; cf. § 2.1.4) para formar el superlativo relativo (cea mai inteligentă
esp. la más
inteligente), para sustantivar formas adjetivas (cei frumoşi sunt avantajaţi los bonitos tienen ventaja). Sus formas son cel / cei para el nom.-acus. masculino singular / plural, cea / cele para el nom.-acus. femenino singular / plural; celui /
celor para el gen.-dat. masculino singular / plural, celei / celor para el gen.-dat. femenino singular / plural. El mismo artículo tiene también un valor demostrativo en construcciones como
casa cea frumoasă (esp. esa bonita casa). 2.2.4. El artículo partitivo -
El francés hace uso sistemático, en oraciones afirmativas, del artículo partitivo du (masc. sing.) / de la (fem. sing.) / des (masc. y fem. pl.): Je mange du pain (esp.
Como pan) / de la viande (carne) / des pommes (manzanas). -
El italiano utiliza, en ocasiones, el partitivo del (Mangio del pane –esp. Como pan–), que también existió en castellano: Con un sombrero que tiene Félez Muñoz [...]
cogió del agua en él y a sus primas dio (Poema del Cid, vv. 2799-2801). 2.3. LOS PRONOMBRES PERSONALES En todas las lenguas románicas analizadas se distingue el pronombre personal en función de sujeto y el que desempeña la función de complemento.
2.3.1. Pronombre personal sujeto Este es el cuadro general que representa sus formas en las cinco lenguas románicas 69:
69
Las tres personas del singular están representadas por las abreviaturas P1, P2, P3. Las correspondientes
formas del plural, por P4, P5 y P6.
30
Apud Paul Teyssier (2004: 169).
Y estos algunos ejemplos de su uso:
Apud Paul Teyssier (2004: 170).
Dos advertencias importantes: -
El sistema italiano está, actualmente, en vías de simplificación: ella se emplea raramente y en el resto de los casos se utiliza, cada vez más, lui para el masc. sing., lei para el fem. sing. y loro para el plural en ambos géneros.
-
El sistema francés cuenta, junto a las formas señaladas en el cuadro (que, como las del resto de las lenguas, son tónicas), con una serie átona que aparece en la conjugación, inseparablemente unida a la forma verbal a la que acompaña: je parle –esp. hablo– (P1), tu parles (P2), il / elle parle (P3), nous parlons (P4)70, vous
parlez, ils / elles parlent. 2.3.2. Pronombre de respeto
70
O bien, sobre todo en la lengua coloquial, on parle, con forma verbal de P3.
31
Para dirigirse a la segunda persona en una situación de confianza, las lenguas analizadas emplean la forma tu71 o, en francés, toi. Para el tratamiento de respeto, todas recurren a la pluralización (vous –fr.–, voi –it.–, vos –esp. antiguo–) o al empleo de fórmulas fijas, generalmente desgastadas por el uso. Son las siguientes: -
Español usted, procedente de vuestra merced, con formas verbales de tercera persona del singular (usted habla).
-
Francés vous, con formas verbales de segunda persona del plural ( vous êtes –esp.
usted es–). -
Portugués o senhor / a senhora, y sus plurales72. La forma você (< vossa mercê) se usa, en Brasil, para el tratamiento de confianza. En Portugal, alterna en este mismo uso con el ya mencionado tu.
-
Italiano Lei (sing.) / Voi (pl.), junto a los prácticamente caídos en desuso Ella / Loro.
-
Rumano dumneata (< Domnia ta –tu señoría–), con el verbo en singular para tratamiento de respeto en situaciones de igualdad (no de familiaridad, en que se emplea tu –pl. voi–), y dumneavoastră (< Domnia voastră –vuestra señoría–, con el verbo en plural, para el tratamiento de respeto dirigido a personas superiores en edad o categoría social. El plural de ambas formas de respeto es dumneavoastră. Junto a estas formas de respeto, el rumano emplea otra serie, derivada del lat. IPSE
precedido por de: dânsul / dânşii (masc. sing. / pl.), dânsa / dânsele (fem. sing.
/ pl.).
2.3.3. Pronombre personal complemento Este es el cuadro general de las formas tónicas73, junto con algunos ejemplos de su empleo:
71
Salvo en ciertas zonas del español de América, donde se emplea vos con formas verbales generalmente
propias. 72
En Portugal se usa mucho el tratamiento en tercera persona con el nombre, el apellido (con fórmula de
cortesía o sin ella) o la profesión... P. ej., –O Sr. Engenheiro aceita um café? –A Rita gosta de cinema? –O Sr.
Bernardes vai à feira? –O Menino cale-se! 73
Las palabras subrayadas solo tienen la posibilidad de actuar como complementos.
32
Apud Paul Teyssier (2004: 172).
Hay, salvo en francés, una serie particular para los pronombres de este tipo unidos a la preposición con (com en portugués, con en italiano74, cu en rumano):
Apud Paul Teyssier (2004: 173).
74
Aunque las de esta lengua son formas arcaicas.
33
Las formas átonas son las siguientes75: -
Para las personas P1, P2, P4 y P5:
-
Para las personas P3 y P6:
Apud Paul Teyssier (2004: 173-174).
-
Español, francés, italiano y rumano tienden a situar los pronombres átonos antes del verbo (proclíticos): lo conozco (esp.), je le connais (lo conozco –fr.–), lo conosce (lo
75
Se representan en primer lugar las formas P1, P2, P4 y P5 que, salvo en el caso del rumano, no distinguen el
CD del CI equivalente a a + pronombre. Aparecen después las formas P3 y P6, que sí los distinguen.
34
conoce –it.–), nu te spăla (no te laves –rum.–). Salvo en el imperativo afirmativo, que exige la enclisis (con guion o sin él): llévalo (esp.), emporte-le (llévalo –fr.–),
guardalo (míralo –it.–), spală-te (lávate –rum.–). -
En portugués se tiende a la posposición –uniendo el pronombre al verbo mediante un guion ( - )– en las proposiciones principales afirmativas (João conhece-a -esp.
Juan la conoce–, Conhecemo-la76). Pero en los demás casos se tiende a la anteposición: Joao não a conhece, Quem a conhece?, João diz que a conhece. El sistema tiene variaciones en el portugués de Brasil.
2.3.4. Anafóricos Las formas y (lat. IBI), en (lat. INDE), para el francés, y vi –IBI– (o, más extendido en la lengua actual, ci –lat. HIC-CE–), ne (lat. INDE), para el italiano, tienen en ambas lenguas un significado anafórico. J’y pense (esp. pienso en ello), J’en parle (hablo de ello), Non ci capisco
niente (no entiendo nada de ello), Vi penso (pienso en ello), Me ne ha parlato (Me ha hablado de ello). Estas formas aparecen antes del verbo, excepto en el imperativo afirmativo ( allons-y -esp. vamos a ello-, parlons-en –hablemos de ello–, parliamone -hablemos de ello) y algunas otras construcciones en italiano: per andarci (esp. para ir a ello), andandovi (yendo a ello).
2.4. LOS POSESIVOS Todas las lenguas analizadas tienen una serie posesiva átona, que en español y francés desempeña la función de determinante, y en portugués, italiano y rumano la de determinante y la de pronombre. Sus formas, relacionadas con las personas gramaticales que les corresponden, son las siguientes:
76
No en Brasil, donde es general la proclisis: João a conhece.
35
Apud Paul Teyssier (2004: 191-192).
El rumano puede utilizar también como posesivos formas relacionadas con los pronombres de respeto antes vistos. -
Obsérvese que francés, italiano y rumano distinguen entre las formas de P3 (son,
suo, său) y las de P6 (leur, loro, lor), mientras que español y portugués tienen la misma forma para las dos personas: su, seu. -
Por otra parte, portugués, italiano y rumano utilizan el artículo ante el posesivo (os
meus livros, i miei libri, cărţile mele), al contrario que español y francés (mis libros, mes livres). -
En francés y español existe una serie tónica para la función pronominal, cuyas formas son:
36
Apud Paul Teyssier (2004: 193).
2.5. LOS DEMOSTRATIVOS
-
En francés, el sistema de los demostrativos se organiza del siguiente modo:
Apud Paul Teyssier (2004: 197-198).
37
El sistema, con cuatro categorías señaladas en el cuadro (adjetivos -determinantes–, pronombres, pronombres neutros y adverbios de lugar), es binario: puede señalar proximidad (en la tabla, abrev. fr. «Proxim.»), para designar un objeto o lugar cercano, y lejanía (abrev. fr. «Eloign.»), para designar un objeto o lugar alejado. Pero hay también una forma de mostración indeterminada (abrev. fr. «Indét.»), que designa un objeto o un lugar sin atribuirle posición alguna -
En portugués, como en español, el sistema es ternario: señala cercanía al hablante (como el esp. este –y sus femeninos y plurales–), cercanía al oyente (como el esp.
ese) o alejamiento de ambas posiciones (como el esp. aquel):
Apud Paul Teyssier (2004: 200).
-
En italiano, el sistema, en su origen, es también ternario, como el de español y portugués:
Apud Paul Teyssier (2004: 202).
Pero la serie de codesto (con sus femeninos y plurales) es de uso cada vez más restringido (por eso aparece en el cuadro entre paréntesis), con lo que el sistema ha pasado a ser binario. El demostrativo neutro ciò, muy frecuente en el uso actual, tiene un valor deíctico restringido, puesto que solo se emplea como anafórico ( Ciò è vero –esp.
38
Eso –que he dicho– es verdad–), como antecedente de relativo (ciò che) y en locuciones también muy utilizadas, como cioè (es decir). -
En rumano, el sistema es binario, pero con formas flexivas para nominativoacusativo (en la tabla, abrev. «N/A») y genitivo-dativo (abrev. «G/D»):
Apud Paul Teyssier (2004: 206).
39
2.6. LOS RELATIVOS En las cinco lenguas románicas descritas, el sistema de los relativos, cuyas variantes principales dependen de la función o construcción oracional (sujeto / complemento directo, precedido de preposición / sin preposición) y, en algunos casos (como el español que / quien), la referencia humano/no humano, es el que sigue:
Apud Paul Teyssier (2004: 210).
Observemos, como dato más característico, que en la serie correspondiente al español
que, el francés es la única lengua que distingue una forma para el CD (en el cuadro, «Objet direct»), La fleur que j’ai vue dans le parc... (esp. La flor que he visto en el parque) y otra distinta para el sujeto («Sujet»): La fille qui joue dans le parc... (La chica que juega en el
parque). 2.7. LOS INTERROGATIVOS Y EXCLAMATIVOS La serie completa para las cinco lenguas es la siguiente:
40
Apud Paul Teyssier (2004: 215-216).
De nuevo puede observarse la distinción –que en este caso afecta a las cinco lenguas– entre los usos correspondientes a las personas (en el cuadro, abrev. «Pers.») y los que se refieren a las cosas («Choses»). Recordemos que, entre las cinco lenguas analizadas, solo el español emplea signos distintos al principio y al final del segmento interrogativo ( ¿ ?) o exclamativo (¡ ¡).
2.8. LOS INDEFINIDOS 41
Por tratarse de una serie relativamente abierta en cada lengua, veremos los sistemas completos de algunos de ellos, con ejemplos de cada uno: -
Correspondientes al español alguno, alguien, algo:
Apud Paul Teyssier (2004: 221-222).
42
-
Correspondientes al español no... ningún, no... algún, no... nadie, no... nada:
Apud Paul Teyssier (2004: 222-223).
-
Correspondientes al español cualquiera, quienquiera: 43
Apud Paul Teyssier (2004: 224-225).
-
Correspondientes al español unos, otros:
44
Apud Paul Teyssier (2004: 226).
-
Correspondientes al español todo:
45
Apud Paul Teyssier (2004: 226-227).
-
Correspondientes al español cada:
Apud Paul Teyssier (2004: 228-229).
-
Correspondientes al español varios:
46
Apud Paul Teyssier (229).
-
Correspondientes al español mucho:
Apud Paul Teyssier (2004: 229-230).
-
Correspondientes al español poco:
Apud Paul Teyssier (2004: 230).
-
Correspondientes al español demasiado:
47
Apud Paul Teyssier (2004: 230-231).
2.9. LOS NUMERALES La tabla completa correspondiente a los numerales cardinales es la que sigue:
48
49
50
Apud Paul Teyssier (2004: 233-234)77.
Entre todas las lenguas románicas, la más original es, en cuanto a esta serie, el francés, que no utiliza para las decenas las series correspondientes a setenta, ochenta
noventa, sino soixante-dix (esp. sesenta-diez, seguido, en su caso, de las unidades correspondientes), quatre-vingts (cuatro-veinte), quatre-vingt-dix (cuatro-veinte-diez)78.
Los correspondientes ordinales son estos:
77
[Hay un error en el caso del español, que no utiliza veinte y uno*, veinte y dos*... veinte y nueve* ,
sino veintiuno, veintidós... veintinueve. La numeración en tres palabras comienza en la decena siguiente: treinta
y uno, treinta y dos… Recuérdese, por otra parte, lo ya dicho sobre la desaparición de la diéresis en el portugués de Brasil de acuerdo con los últimos Acuerdos Ortográficos]. 78
Salvo en el francés de Bélgica y Suiza, donde se utilizan septante y nonante (y, en Suiza, huitante / octante).
51
Apud Paul Teyssier (2004: 237-238).
52
Entre las principales originalidades, debe señalarse que el francés utiliza un sufijo propio (–ième) para estos numerales, a partir de tercero (troisième, quatrième...). Español, portugués e italiano conservan el sufijo de origen latino –esimo. Español y portugués emplean para las decenas y las centenas formas latinizantes diferentes a las raíces de los correspondientes ordinales: vigésimo (card. veinte –esp.–, vinte -port.-), trigésimo (card. treinta –esp.–, trinta –port.–), cuadragésimo (card. Cuarenta –esp.–),
quadragésimo (card. Quarenta –port.–), etc.
2.10. EL VERBO Repasaremos en este apartado las características principales de la conjugación verbal en las cinco lenguas consideradas. En el apéndice 1 (dentro de la carpeta de “Documentos” de la plataforma aLF) figuran las flexiones de los verbos auxiliares y de los modelos regulares de las distintas lenguas. Español, francés, portugués e italiano presentan una conjugación verbal bastante cercana79. El rumano, como veremos después, se aparta de esta uniformidad.
2.10.1. Formas no personales En las cuatro lenguas señaladas, se trata del infinitivo (esp. amar, fr. aimer, port. amar, it. amare), gerundio (amando, aimant, amando, amando) y del participio (amado, aimé, amado,
amato). El portugués tiene una originalidad: puede flexionar su infinitivo, de manera que en esta lengua se justifican construcciones con esta forma verbal del tipo É raro pasarmos por aquí (esp. Es raro que pasemos por aquí).
2.10.2. Verbos auxiliares -
Francés e italiano construyen las formas verbales compuestas mediante dos verbos auxiliares: avoir (correspondiente al español haber) y être (esp. ser), en francés; avere y essere en italiano. Avoir y avere se emplean mucho más que être y essere, reservados a los verbos pronominales (Jeanne s’est lavée –esp. Juana
se ha lavado–; Giovanna si è lavata) y a algunos verbos intransitivos. -
En portugués alternan, para las mismas formas compuestas –no se trata, por tanto, del mismo caso que el de francés e italiano–, ter y aver (eu já lhe tinha
dito / eu já lhe havia dito –esp. ya le había dicho–), aunque el primero sea más frecuente en la lengua actual.
79
El francés se opone a todas las demás lenguas, como ya hemos visto (§2.3.1), en la presencia obligada del
pronombre sujeto átono ante las formas conjugadas: je parle, tu parles...
53
2.10.3. Tiempos del indicativo El indicativo, modo de la realidad y de lo objetivo en las lenguas románicas, tiene, en español, francés, portugués e italiano, como tiempos simples, un presente (esp. amo; fr. aime; port. amo; it. amo), un pretérito imperfecto (amaba; aimais; amava; amavo), un pretérito perfecto simple (amé; aimai80; amei; amai) y un futuro (amaré; aimerais; amarei; amerò). El portugués tiene, además, un pluscuamperfecto simple (amara), que en español se ha convertido en variante morfológica del imperfecto de subjuntivo: amara / amase. Los correspondientes tiempos compuestos, como sabemos, se construyen con haber en español, con avoir o être en francés, con ter (o aver) en portugués y con avere o essere en italiano.
2.10.4. Futuro y condicional Español, francés, portugués e italiano forman estos tiempos a partir de una antigua perífrasis CANTARE HABEO. Futuro cantaré (esp.), chanterai (fr.), cantarei (port.), canterò (it.). Condicional cantaría (esp.), chanterais (fr.), cantaria (port.), canterei (it.). En portugués, el origen perifrástico de la construcción lo delata el hecho de que los pronombres átonos aparecen dentro de la forma resultante: Encontrar-nos-emos em Lisboa (esp. Nos encontraremos en Lisboa).
2.10.5. Tiempos del subjuntivo El subjuntivo es, en todo el sistema románico, el modo de la subjetividad, es decir, de lo dudoso, lo temido, lo deseado, etc. Por este motivo, es el modo utilizado en la subordinación, tanto con matiz modal (proposiciones subordinadas causales, finales, consecutivas...) como desprovisto de él (proposiciones sustantivas y adjetivas). En subjuntivo, español, francés, portugués e italiano tienen, como formas simples, un tiempo presente (ame; aime; ame; ami) y un pretérito imperfecto (amara/amase; aimasse; amasse; amassi). El portugués, tiene, además, un futuro simple (amarei), de uso frecuente en la lengua actual, que corresponde al español
amare, cuya presencia en nuestros días se ha reducido a empleos muy concretos, como el de los textos jurídicos.
2.10.6. El imperativo Las cuatro lenguas ahora vistas tienen formas para el mandato que no afectan a todas las personas gramaticales. -
Español, portugués e italiano solo tienen formas propias para P2 y P5: esp. ama,
amad; port. ama, amai, it. ama, amate. El resto de las personas se suple con las formas del subjuntivo.
80
En francés actual, el passé simple solo se mantiene en el uso literario. En los demás registros ha sido
sustituido por el passé composé: j’ai aimé.
54
-
El francés tiene formas para P2, P4 y P5: aime, aimons81, aimez.
2.10.7. El rumano El sistema verbal rumano se aparta de los modelos, bastante cercanos, antes descritos. Se caracteriza, fundamentalmente, por: -
No utilizar el infinitivo en –re derivado del latín, que ha pasado a tener un valor exclusivamente sustantivo (p. ej., en cântarea –esp. el canto– o venirea
–la
venida–), sino una forma precedida por la preposición a: a cânta (cantar), a veni (venir). -
Emplear varios auxiliares (aunque solo uno para el pretérito perfecto: a avea, p. ej., en am venit –esp. he venido–).
-
No tener siempre correlatos compuestos para los tiempos simples. Así sucede, por ejemplo, con el pretérito imperfecto y el pretérito perfecto.
-
Tener un pluscuamperfecto de indicativo simple, heredero del pluscuamperfecto de subjuntivo latino (cântasem).
-
Emplear, por el contrario, formas compuestas para el futuro de indicativo y el condicional: am să cânt82 (esp. cantaré), aş cânta (esp. cantaría).
-
Tener un supino (de + participio): Are multe de cântat
(esp. Hay mucho que
cantar). -
Tener un imperativo con dos personas: P2 y P5: cântă, cântaţi
2.10.8. Ser y estar En latín existían tres verbos, ESSE ‘ser’ (que mezclaba en su conjugación distintas raíces: SUM esp. soy, ERAM era, FUI fui), SEDERE ‘estar sentado’ y STARE ‘estar de pie’. En español y portugués, la conjugación de ESSE tomó algunas formas de la flexión de SEDERE
(el infinitivo ser para las dos lenguas, el gerundio (esp. siendo; port. sendo), el futuro
(seré; serei), el condicional (sería; seria) y el presente de subjuntivo (sea; seja), desapareció SEDERE
y se mantuvo STARE (estar). En ambas lenguas, al contrario que en las otras (en
francés, ESSERE y STARE han dado lugar a être), la distinción entre ser / estar está ligada, en términos generales, a la diferencia entre lo permanente, lo esencial ( ser) y lo pasajero, lo accidental (estar). Ejemplos:
João é velho (esp. Juan es viejo) / João está velho (esp. Juan está viejo). O corredor é escuro (esp. El pasillo es oscuro) / O corredor está escuro (esp. El pasillo está oscuro).
81
La forma correspondiente del presente de subjuntivo es aimions.
82
Formado con el auxiliar a avea. Pero también puede utilizarse, en un registro más literario, a vrea (esp.
querer): voi cânta (cantaré).
55
2.10.9. Perífrasis verbales Existen en las cinco lenguas románicas, pero son especialmente frecuentes en español, portugués e italiano, para expresar matices aspectuales o modales mediante verbos de movimiento: Andava muito preocupado (port. –esp. Andaba muy preocupado–); I documenti
andarono smarriti (it. –esp. Los documentos se han perdido). 2.10.20. Los equivalentes de hay Se emplean en las lenguas analizadas para expresar matices impersonales:
Apud Paul Teyssier (2004: 260).
2.12. LOS ADVERBIOS Consideraremos tres casos: -
Adjetivos usados como adverbios.
-
Adverbios en –mente.
-
Adverbios con forma propia.
2.12.1. Adjetivos usados como adverbios En las cinco lenguas consideradas existe la posibilidad de utilizar determinados adjetivos en función adverbial. P. ej., Golpear fuerte (esp.), Frapper fort (fr.), Bater forte (port.),
Picchiare forte (it.), A bate tare (rum.). En rumano, la tendencia es más pronunciada, puesto que, dada la práctica inexistencia de formas en –mente, la mayor parte de los adjetivos pueden realizar la función de adverbio. P. ej., vorbeşte inteligent (esp. hablar inteligentemente, fr. parler
intelligemment, port. falar inteligentemente, it. parlare intelligentemente ). 2.12.2. Adverbios en –mente Estos adverbios, que utilizan como formante el ablativo del sustantivo lat. MENS, MENTIS, se construyen con el adjetivo en femenino (herencia del género de MENS): -
Lento / lenta > lentamente (esp.). 56
-
Lent / lente > lentement (fr.).
-
Lento / lenta > lentamente (port.).
-
Lento / lenta > lentamente (it.).
En francés hay algunas excepciones con adverbios derivados de participios de presente, p. ej., élégamment (y no *élégantement), récemment (y no *récentement). En rumano, como ya se ha dicho, no existe mecanismo activo para formar adverbios en
–mente. Los únicos que se documentan son préstamos de otras lenguas: realmente, finalmente... 2.12.3. Adverbios con forma propia Existen, en las lenguas consideradas, series paralelas que expresan lugar (esp. dentro
/ fuera, fr. dedans / dehors, port. dentro / fora, it. dentro / fuori, rum. înăuntru / afară; esp. delante / detrás, fr. devant / derrière, port. diante / atrás, it. davanti / dietro, rum. înainte / înapoi...), tiempo (esp. ayer / hoy / mañana, fr. hier / aujourd’hui / demain, port. ontem / hoje / amanhã, it. ieri / oggi / domani, rum. ieri / astăzi / mâine...), cantidad (esp. mucho / poco, fr. beaucoup / peu, port. muito / pouco, it. molto / poco, rum. mult / puţin...) o modo (esp. así, fr. ainsi, port. assim, it. così, rum. aşa; esp. bien / mal, fr. bien / mal, port. bem / mal, it. bene / male, rum. bine / rău...). Pero, a causa de la complejidad del sistema, nos detenemos únicamente en los adverbios de afirmación y negación. -
Los adverbios de afirmación son sí (esp., it.), oui (fr.), sim (port.) y da (rum. –de origen eslavo–). Pero francés y rumano tienen, además, un término particular para refutar una afirmación o una pregunta de sentido negativo. Así, ante una pregunta en francés como –Vous ne parlez pas sérieusement? (esp. –¿No habla usted en serio?) la respuesta no es –Oui*, je parle sérieusement, sino –Si, je parle sérieusement. Ante la misma pregunta en rumano, la respuesta no es –Da*, vorbesc foarte serios, sino –Ba da, vorbesc foarte serios.
-
Los adverbios de negación que, por sí solos, constituyen un enunciado, son no (esp., it.), non (fr.), não (port.), nu (rum.). P. ej.: –Pierre est-il chez lui? (fr. –esp. -¿Pedro está en casa?–) –Non. / Pietro è a casa? –Si... Pero si la negación está incluida dentro de un enunciado mayor, hay algunas diferencias:
En francés, la negación es discontinua. Comienza por ne y continúa, generalmente tras el verbo, por un antiguo sustantivo gramaticalizado: pas (originalmente, ‘paso’), pero también point (‘punto’), mie (‘miga’), goutte (‘gota’). P. ej., Il ne parle pas (esp. No habla), Je ne le connais point (No lo
conozco). En la lengua coloquial, desaparece el primer segmento de la negación: Je
crois pas (esp. No creo). 57
En italiano, en las mismas condiciones, la negación no es no, sino non:
Non parla (esp. No habla), Non lo conosco (No lo conozco). -
Una particularidad más:
En español, portugués e italiano, la presencia de otro elemento negativo situado antes del verbo anula la necesidad de emplear el adverbio: Nada
me agrada (esp. y port.), Niente mi piace (it.).
Mientras que en francés y en rumano se mantiene el adverbio: Rien ne me
plaît (fr.), Nimic nu-mi place (rum.)83.
2.12. LAS PREPOSICIONES Al comparar estos elementos de relación en las cinco lenguas analizadas, se observa que hay cinco preposiciones cuyo empleo se extiende, estadísticamente, a las tres cuartas partes (o más) del total del sistema (constituido en español actual, por ejemplo, por 19 elementos). Son los siguientes:
Apud Paul Teyssier (2004: 279).
Obsérvese que entre estas preposiciones están las que con mayor frecuencia se contraen con el artículo (cf., antes, § 2.2.1).
2.13. LAS CONJUNCIONES En las lenguas consideradas, las conjunciones relacionan constituyentes de la oración mediante dos mecanismos básicos: la coordinación y la subordinación.
83
Si el otro elemento negativo está situado después del verbo, el adverbio se mantiene en todas las lenguas: No
veo nada (esp.), Je ne vois rien (fr. ) –pero, obsérvese, desaparece la partícula pas–, Não vejo nada (port.), Non vedo niente (it.), Nu văd nimic (rum.).
58
2.13.1. Conjunciones coordinantes más frecuentes -
Equivalentes del español y:
Apud Paul Teyssier (2004: 290).
-
Equivalentes de pero:
Apud Paul Teyssier (2004: 290).
-
Equivalentes de o:
Apud Paul Teyssier (2004: 291).
2.13.2. Conjunciones subordinantes más frecuentes -
Equivalentes del español porque:
Apud Paul Teyssier (2004: 296).
59
-
Equivalentes de cuando, como:
Apud Paul Teyssier (2004: 296).
-
Equivalentes de si:
Apud Paul Teyssier (2004: 297).
60
3. PLANO LÉXICO 3.1. SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS A simple vista, establecer semejanzas y diferencias entre las cinco lenguas ahora consideradas, parece, en el plano léxico, tarea casi imposible. Sin embargo, puede comprobarse con facilidad (por ejemplo, en el Vocabulario
románico de Miguel VALLÉS JIMÉNEZ (2007) citado en el § 9 de la Guía de estudio -subapartado Manuales, diccionarios y otras obras de carácter general, clásicas y actuales, sobre el ámbito románico–, que se dedica precisamente a este tipo de comparaciones, o en el breve diccionario panrománico que contiene el libro de Sanda REINHEIMER y Liliane TASMOWSKY (1997), reproducido como apéndice 2 (dentro de la carpeta de “Documentos” de la plataforma aLF, en dos archivos sucesivos), la frecuente cercanía de las palabras en el léxico común de las lenguas ahora consideradas. Por ejemplo:
Apud Paul Teyssier (2004: 54).
En otros casos, las similitudes son solo parciales:
Apud Paul Teyssier (2004: 54).
Y en otros, por último, el alejamiento es total:
Apud Paul Teyssier (2004: 54).
Si hablamos de disimilitudes parciales, es evidente que francés y rumano suelen diferir, cada una por su lado, del resto de los sistemas:
61
Apud Paul Teyssier (2004: 54).
Y en cuanto a las similitudes parciales, son frecuentes las que se establecen entre español y portugués:
Apud Paul Teyssier (2004: 55).
Y, aunque menos frecuentes, entre italiano y rumano:
Apud Paul Teyssier (2004: 55).
Razones de las aludidas desemejanzas hay muchas, pero una de las más importantes es el papel que en cada lengua han desempeñado los sustratos, adstratos y superestratos lingüísticos. Este factor explica: - Que portugués y español tengan más voces de origen árabe que el resto: alcoba (esp.) / alcova (port.), aldea / aldeia, almohada / almofada, almacén / armazém,
aceite / azeite, jarra / jarra, etc. - Que el francés contenga muchas más palabras de origen franco: blond (esp. rubio),
garçon (muchacho), gâteau (pastel), guerir (curar), haïr (odiar), honte (vergüenza), saisir (tomar), renard (zorro), trop (demasiado), etc. - Que el rumano contenga una gran cantidad de voces de origen eslavo (desde un 14% hasta un 40% –según los diferentes autores– de su volumen léxico total84):
bogat (esp. rico), cofă (cubo), da (sí), drag (querido), glas (voz), pustiu (desierto), trup (cuerpo), etc. Aunque, por otra parte, debe recordarse que algunas voces originalmente debidas a lenguas de sustrato, adstrato o superestrato se han extendido fuera de su ámbito inicial85 hasta hacerse casi generales en el ámbito románico. Así, de origen celta tenemos camisa (esp., 84
Aunque es de resaltar que, de acuerdo con otros enfoques estadísticos, entre las 500 palabras más
frecuentes del rumano solo se registran 7 elementos eslavos (es decir, menos del 1%). 85
Por regla general, debido a su introducción en el sistema latino aún no fragmentado.
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port.), chemise (fr.), camicia (it.), cămaşă (rum.), de origen germánico banda (esp., port., it.),
bande (fr.), bandă (rum.), de origen árabe almirante (esp., port.), amiral (fr., rum)., ammiraglio (it.). Y no debe olvidarse que los préstamos entre lenguas románicas han sido, y siguen siendo, fuente continua de enriquecimiento léxico. Así, y sin salir del campo de la alimentación, encontramos la palabra originalmente francesa mayonnaise en español (mayonesa), portugués (mayonese), italiano (maionese) y rumano (maioneză); la voz de origen portugués marmelada (‘dulce de membrillo’ en esta lengua) en español (mermelada), francés (marmelade), italiano (marmellata) y rumano (marmeladă)86; la palabra de origen italiano maccheroni en español (macarrones), portugués (macarrão), francés (macaroni) y rumano (macaroane). 3.2. FORMANTES Uno de los motivos que explican la proximidad léxica entre los diferentes sistemas románicos es el empleo compartido de formantes (prefijos y sufijos).
3.2.1 Prefijos Entre los más utilizados están los siguientes:
Apud Paul Teyssier (2004: 61).
En italiano es de señalar que los prefijos, muy productivos en el resto de las lenguas, DIS–
y EX–, confluyen para dar lugar a s-: desagradable (esp.), désagréable (fr.), desagradável
(port.), dezagreabil (rum.), pero sgradevole (it.); expedición, expédition, expedição, expediţie, pero spedizione.
3.2.2. Sufijos Junto a los que ya hemos visto en los infinitivos verbales y en los adverbios en –mente, destacan los siguientes: -
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Sufijos empleados para formar nombres:
La influencia del francés en el proceso de rerromanización del rumano durante el siglo XIX fue decisiva. El
léxico moderno del rumano, según algunos cálculos, presenta más de un 40% de galicismos.
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Apud Paul Teyssier (2004: 62).
-
Sufijos empleados para formar adjetivos:
Apud Paul Teyssier (2004: 62).
3.3. FORMANTES Y PALABRAS DE ORIGEN CULTO Otro motivo de la cercanía entre las lenguas románicas –y muchas que no lo son– es el recurso sistemático a formantes y palabras de origen latino y griego.
3.3.1. Formantes latinos y griegos Entre otros muchos, pueden citarse los siguientes:
Apud Paul Teyssier (2004: 64).
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3.3.2. Palabras de origen grecolatino Valga como ejemplo el tratamiento de las series (patrimonial y culto) derivadas del latín OCULU:
Apud Paul Teyssier (2004: 64). * La forma oftalmologista es más correcta, en portugués, que oftalmólogo.
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