Chambacú corral de negros de Manuel Zapata Olivella, un capítulo en la lucha por la libertad.
Lucía Ortiz Regis College
Chambacú, “el más grande y antiguo tugurio del país”
Después de la abolición de la esclavitud (1852), muchos afrocolombianos se movilizaron por el país en busca de trabao ! se establecieron en las riveras de los ríos de la costa del "acífico, en las riveras del río #a$dalena ! en las cercanías de ciudades como %anta #arta ! &arta$ena de 'ndias &hambac, una de las comunidades creadas por africanos libres, estaba localizada al lado de las murallas *ue rodean &arta$ena Durante la época colonial, este sector fue importante escenario de las luchas de los africanos por su liberación de la esclavitud, $esta encabezada por +enos +ioo, fi$ura le$endaria de la resistencia afrohispana (Duran$o 2--./ 1) De acuerdo con 0lisabeth &unin (2--), &hambac se creó en medio de man$lares entre la tierra ! el mar, ! poco a poco se fue volviendo tierra firme por los rellenos de arena, cscara de arroz ! basura 3 principios del si$lo 44, debido al trabao creado por la construcción del tranvía ! ms tarde por la construcción de una carretera, &hambac se convirtió en el ms $rande de los barrios aledaos a las murallas 3l finalizarse esas obras, chambaculeros ! chambaculeras se desempearon como obreros de construcción, lavanderas, ! cocineras en las casas de los sectores ms pudientes de la re$ión &omo es el caso de muchos barrios pobres cercanos a las ciudades, las autoridades nunca se preocuparon por el bienestar de &hambac ! sus habitantes no conocieron los servicios bsicos de electricidad, acueductos e hi$iene "ronto el barrio lle$ó a definirse como 6el ms $rande ! anti$uo tu$urio del país7 (&unnin 2--/ 15) &uando a principios de los setenta &arta$ena de 'ndias comenzó a emer$er como ciudad turística importante, &hambac representaba un obstculo para la ima$en de la ciudad ue así como comenzaron los pro!ectos de desaloo del barrio 'nversionistas, ar*uitectos ! políticos lle$aron prometiendo $randes pro!ectos urbanos para ustificar el desaloo de sus habitantes, pero nin$uno se llevó a cabo 3 principios de los setenta, el barrio fue erradicado ! sus s us habitantes *uedaron al azar viviendo en otras comunidades cercanas 3punta &unin *ue en lo *ue era &hambac 6*uedó un inmenso terreno abandonado *ue separaba al centro del resto de la ciudad, doloroso testimonio de las ambiciones ! los absurdos de la política urbana iniciada en los sesenta7 (2--/ 19) 3os después, el territorio se vio involucrado en un escndalo de política ! finanzas en el *ue estaban comprometidos altos funcionarios 6acusados de trfico de influencias, desviación de fondos pblicos ! desaparición de documentos administrativos7 (19) 0l escndalo ha tenido bastante resonancia en el país inclusive ho! en día, lo cual lo confirman los distintos artículos de prensa donde se comenta lo *ue se conoce ho! en día como 60l caso &hambac7 &hambac71 Después de tanto tiempo de estar abandonado el territorio, 1
Ver por ejemplo el artí art í culo culo del perió periódico El Espectador y y el artí artí culo culo de Norbey Quevedo citados en la
bibliograf í a. Ver tambié también el artí artí culo culo de H. Durango donde habla del ataque por parte del ejé ej ército contra í a.
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finalmente se constru!ó un moderno edificio llamado el 60dificio 'nteli$ente7 (&unnin 2--/ 19) %i el barrio se acabó físicamente, el problema de los barrios habitados por afrocolombianos no se ha resuelto, como no han meorado las condiciones paupérrimas en *ue viven los habitantes de todas las comunidades ne$ras de la costa pacífica ! atlntica de &olombia %e$n &unnin ! otros investi$adores, las condiciones de otros barrios alrededor de &arta$ena si$uen siendo las mismas :o nico *ue diferencia a estas poblaciones de lo *ue era &hambac es *ue no estn cerca de las murallas ! estn aleadas de la mirada de turistas ! otros para *uienes la presencia de estas comunidades ne$ras 6incomodaría7 ! restaría atractivo a la ciudad (&unin 2--/ 15;19) Chambacú , sí mbolo de la resistencia negra
%i para la historia oficial del país, &hambac solo permanece como un tu$urio ms de ne$ros o como eemplo de un escndalo de corrupción entre tantos, para muchos representa un capítulo abierto de la historia del país donde se combinan elementos culturales, políticos, sociales ! económicos *ue merecen un lu$ar en la memoria colectiva de la nación 0n estos casos, &hambac es recordado ms bien como un territorio de e<= esclavos con una tra!ectoria histórica, social, política ! cultural *ue representa la sa$a de los afrocolombianos ! su arduo camino hacia su participación ciudadana en la comunidad nacional 0n el presente ensa!o se estudia la novela Chambacú, corral de negros de #anuel >apata ?livella, como una obra *ue representa un capítulo en la historia silenciada de los afrodescendientes colombianos 0n la historia de esta comunidad, el autor trata los distintos niveles =cultural, histórico, político, económico, social ! étnico= *ue corresponden a la condición del ne$ro colombiano 3 la vez, contribu!e a *ue el nombre de &hambac se celebre hasta ho! día como símbolo de la resistencia del ne$ro colombiano a permanecer invisible o en las mr$enes de la memoria colectiva #anuel >apata ?livella forma parte de la comunidad de escritores ! artistas *ue han rescatado del olvido a &hambac :a cantante colombiana @otó la #omposina, conocida representante del folclor afrocolombiano, rinde homenae al barrio en dos de sus canciones 0n una de ellas se resalta el ori$en bant de sus ne$ros esclavos ! en otra se recuerda el valor de los *ue sudaron ! sufrieron al construir las famosas murallas de 6la ciudad heroica7 en las *ue dearon su san$re ! su historia (&unin 2--/ 18;1A) %utilmente, la #omposina introduce la resistencia del ne$ro ante el desplazamiento de su territorio al cantar/ &hambac, &hambac, &hambacB la historia la escribes t CB &hambac, &hambac, &hambacB :a historia de las murallas con san$re la escribió la canalla, con san$re la escribió la canalla, con la pluma del dolor, manifestantes, el dí a 26 de mayo de 2004. Ese dí a se llevaba a cabo una manifestación pací fica por parte de sindicalistas, grupos de acción popular y congresistas; una marcha de más de 20.000 participantes que expresaban el rechazo a las negociaciones de libre tratado que se llevaban a cabo en el Centro de Convenciones de Cartagena.
3 con la pluma del dolor, curando la carne esclava a lo leos se ve la muralla, a %an "edro &lavé con la sa!a, curando al ne$ro +embé, curando al ne$ro +embé, &hambac, &hambac, &hambac, &hambaculero De a*uí no me sacas t &hambac, &hambac, &hambacB la historia la escribes t (citado por &unin 2--/ 18;1A)
?tros *ue recuerdan a &hambac como barrio de africanos libres son Eabriel Earcía #r*uez en El amor en los tiempos del cólera (1A85/ 2-) ! Fé$ulo 3humada en la pieza de teatro titulada Chambacú (representada en &arta$ena en 1A9. ! publicada en 2--2G (&unnin 2--/ 1H;1A) 0n esta obra, se dramatiza la e
apata ?livella ha incursionado en la cultura de los afrocolombianos por medio del ensa!o, el teatro ! la poesía, en varias de sus novelas ha sabido rescatar su historia con la profundidad ! la dedicación *ue no lo ha hecho nin$n otro narrador colombiano 3un*ue !a para la publicación de Chambacú, corral de negros (1A9H) #anuel >apata ?livella era reconocido en ciertos círculos académicos dentro ! fuera del país, es sobre todo a partir de la publicación de su obra maestra Changó el gran putas (1A8), cuando su nombre fi$ura en numerosas tesis doctorales en 0stados Inidos ! 0uropa ! es foco de numerosos artículos, libros ! ponencias alrededor del mundo 3 partir de la publicación de Changó el gran putas, la crítica nacional e internacional comienza a interesarse ms en toda su obra ! en la de otros escritores afrocolombianos 0n efecto, esta novela representa el clíma< del desarrollo artístico de este colombiano *ue, desde sus primeras obras, ha venido almacenando los instrumentos para la creación de un nuevo discurso para la representación de la composición triétnica colombiana ! americana 0n Changó el prota$onista resulta ser toda una raza compuesta por los diferentes $rupos *ue representan el universo cultural americano ! de los *ue se destaca su componente afro Dentro de este prota$onista colectivo se encuentran fi$uras reverenciadas del canon histórico americano tales como %imón +olívar ! #artin :uther Jin$ Kr ! otros como +enos +ioo, unto a voces ficticias procedentes del universo afroamericano compuesto por orichas, esclavos, cimarrones ! activistas :as novelas
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anteriores a Changó, en cambio, no inclu!en como prota$onistas a las $randes fi$uras de la historia americana sino ms bien al campesino, al indio, al pobre de la ciudad !, sobre todo, al ne$ro colombiano 0stos prota$onistas son individuos mar$inados, invisibles a la luz del otro, *ue no sólo lo rechaza sino lo i$nora por ser pobre ! por ser ne$ro @al es el caso de los prota$onistas de Chambacú corral de negros, novela *ue representa el importante papel *ue el oficio creativo ha u$ado al darle voz a a*uellos *ue no han tenido en sus manos los instrumentos para lo$rar obtener un espacio en las a$endas culturales ! políticas de la nación M ás allá del realismo social
Chambacú corral de negros se publica dentro de un conte
por la crisis política $enerada a raíz del conflicto de 6:a Liolencia72 durante los aos cincuenta ! sesenta, conflicto cu!os pormenores sirvieron para $enerar un corpus tan amplio de novelas en el país *ue el fenómeno literario lle$ó a desi$narse como 6novela de la Liolencia7 0stas obras, muchas de manera formularia ! si$uiendo los patrones del realismo social, reproducían fielmente las condiciones de represión ! e
Se conoce como “La Violencia” un perí odo de más de diez años de guerra entre liberales y conservadores
que dejó una suma de más de 300.000 muertos. El inicio de la guerra fue marcado por el asesinato del l í der liberal populista Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948 en Bogotá. 3
Rengifo también habla de la influencia del pensamiento de Marcus Garvey en la novela y la presencia
imaginaria de Jorge Eliécer Gaitán(36-42). 4
Ver por ejemplo el estudio de Laurence Prescott (1985) y el art í culo de Carlos Jáuregui (1999).
5 "or ms chascos *ue recibaB (1A88/ .5) 5
3l identificar al otro como 6blanco7, la voz poética es consciente de a*uello *ue lo hace diferente, pero no se aver$Oenza de ello, ni va a ne$ar su identidad, a pesar de los tropiezos *ue recibe por parte de una sociedad decimonónica *ue, or$ullosa de su 6hispanidad7, pretende 6blan*uear7 a su población triétnica Kunto con otros elementos como la oralidad, la inclusión de prcticas tradicionales propias de la cultura de la costa atlntica colombiana ! la incorporación del componente ne$ro con sus conflictos ! tensiones como parte de la identidad cultural triétnica colombiana, #anuel >apata ?livella ocupa entonces un lu$ar vital en el desarrollo de la literatura nacional %e$n Fa!mond : Pilliams, en sus novelas, >apata ?livella habría hecho uso de varios elementos, como la oralidad ! la ma$ia, antes de lle$ar a ser inte$rados en las obras de escritores como Eabriel Earcía #r*uez (1AA1/ 151;152) 3simismo, como Earcía #r*uez, desde sus primeras obras, el autor se ha encar$ado de dar un espacio en su obra creativa a detalles ! pormenores *ue conforman la intra;historia colombiana 0n Chambacú, por eemplo, las fuerzas militares del $obierno reclutan forzadamente a sus hombres para ser enviados con el eército estadounidense a la Euerra de &orea, hecho real en la historia de &olombia pero olvidado por muchos 0l reclutamiento de ne$ros para unirlos al eército de los 0stado Inidos *ue participaría en esa $uerra, resultó ser parte del cumplimiento de un pacto entre el $obierno de :aureano Eómez ! la %ecretaría de 0stado de los 0stados Inidos 0l contin$ente se conocería como 6el +atallón &olombia7 e incluiría a soldados de todo el país (Díaz Eranados &itado por "orto 2---, también ver :eQis 1A8H/ 1-5) :os ne$ros de &hambac resultaban ideales como 6carne de caón7 en las trincheras norteamericanas, (Fen$ifo H) ! estas tropas serían el pa$o del $obierno colombiano por la a!uda militar de 0stados Inidos *ue serviría para reprimir la inestabilidad *ue se vivía a raíz de :a Liolencia 0n el primer capítulo de la novela, titulado 6:os reclutas7, soldados del eército colombiano lle$an al barrio ! por la fuerza detienen a centenares de sus habitantes Ino de los oficiales declara/ 6RCS &araoT 3sí es como piensan pelear en &orea %e los comern los chinos como palomitas asadas S&apturen a esos a$itadores, cueste lo *ue cuesteT7 (1A9H/ 9) Otros hechos en la novela no resultan ser parte de la cr ónica oficial del paí s, pero su interpretación en la ficción sirve para desenmascarar la historia de injusticia social y discriminación vivida por todo un pueblo desde su llegada al continente americano. Éste es el caso del abandono del barrio por parte del Estado y el eventual desalojo de sus habitantes. La explotación de los chambaculeros, el temor constante al desalojo y la pobreza son parte de “un eslabón de una vieja cadena de padecimientos” (98), como 5
El poema original escrito en el lenguaje que caracteriza el habla del boga del r í o Magdalena reza así : Toro eso, branco, sabré, Ero pa sacá la mimas; Yo seré siempre er que soy Poc má chajco que reciba… (Obeso 1988: 44).
6 expone uno de los personajes de la novela. Los padecimientos que sufren los personajes de Chambacú son palpables por la atmósfera claustrof óbica que ha sabido crear el autor. Lector y personajes parecen estar contenidos en una c árcel oscura y putrefacta. El barrio permanece entre tinieblas, no s ólo por la falta de la luz eléctrica sino como producto de la “excesiva opresión” y “el desespero social y espiritual” de sus habitantes (Johnson 1982: 4 y Porto 2000: 9). El narrador personifica la oscuridad al se ñalar: “La noche con su 6
respiración frí a y nauseabunda” (27) y los chambaculeros viven “[E]sa noche larga y tenebrosa de cuatrocientos años” (9). Máximo recuerda que este acoso diario ha sido vivido desde que se establecieron en el barrio: Recordaba que diez años atrás, su madre viuda y empobrecida, sembró su rancho en las propias orillas. Los cuatro hermanos recogí an desperdicios en la ciudad y afianzaban las raí ces. Levantaron las paredes con retazos de fique, tablas y lonas envejecidas. El techo de ramazones, palma de coco y oxidadas hojas de zinc. Durmieron apilonados, generosa su sangre a los zancudos (23).
:a historia de la maestra del barrio, Domitila, también sirve como testimonio de las condiciones en *ue muchas personas habían lle$ado a &hambac %u padre había sido constructor de chalupas ! había lle$ado a la re$ión en busca de man$le $rueso para las embarcaciones, ! su madre hacía hornos de carbón Domitila sobrevivió a sus padres, ! arruinada, abrió las puertas de su casa a los nios de &hambac %u actitud con los nios reflea también la esperanza en el futuro, a pesar de *ue estudian en las si$uientes condiciones/ 6:levaban sus propios bancos 0n una pizarra les enseaba los nmeros Ina misma cartilla servía para el aprendizae comn7 (A.) N así, la maestra le e
Esta atmósfera nos recuerda el ambiente putrefacto y grotesco creado por Arnoldo Palacios en su novela
Las estrellas son negras (1949), obra que recrea las condiciones vividas por los habitantes de la costa del
Pací fico colombiano, región habitada mayormente por afrodescendientes.
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torturas físicas, ser encarcelado ms de catorce veces ! perse$uido constantemente, no dea de luchar por la libertad 0l personae se convierte en la conciencia de los su!os, en la voz de una comunidad forzada a la i$norancia al e
:a resistencia a la colonización cultural también se reflea en el rechazo a ser 6pacificados7 por $rupos como los &uerpo de "az, *ue #apata ?livella hace eco de la actitud de muchos hasta ho! en día, *ue estn mu! cerca ! conviven a diario con las comunidades ne$ras pero desconocen, o peor an, se cie$an ante ellas !, en su mentalidad racista, ustifican su abandono ! miseria por*ue, en fin, es 6un barrio de ne$ros ms7 3un*ue la decisión de 'n$e de *uedarse en &hambac ! unirse a la lucha por su liberación pueda tener un tono paternalista, sobre todo por*ue allí, 6entre los pobres7 es donde se siente 6completa7 ! donde se ha encontrado a sí misma, la e
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en &hambac va ms all de eso 3llí, ella encuentra una parte de sí misma *ue no conocía %u relación con Kosé Fa*uel es estéril, !a *ue no lle$an a tener hios (1-.;1-5), pero de su relación con el ambiente de su esposo nace para ella todo un universo nuevo *ue le ofrece lo *ue en su mundo 6civilizado7 nunca encontró/ el amor ! el calor familiar (1.2) De allí *ue decida *uedarse en &hambac ! unirse a la lucha de sus habitantes 0sto demuestra el nivel humano ! la solidaridad de los chambaculeros, ! la esperanza de *ue el trabao conunto ! la convivencia pacífica sea la manera de lo$rar la liberación real 'mporta destacar *ue es una blanca e
0n las palabras de #apata ?livella 0n efecto, como afirma &aptain;Midal$o, el héroe en varias de sus obras es colectivo, es toda una raza, comunicando así la esperanza de *ue la lucha colectiva redimir a los pueblos ne$ros de &olombia ! por ende de las 3méricas 0n palabras de Meredia, al final de la novela cual*uier sentimiento inicial de resi$nación es sustituido por 6la voluntad combativa ! el deseo de recuperar sus valores humanos %e
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vislumbra en &hambac un mundo de sentimientos positivos =amor, hermandad, ! armonía racial=7 (1A8H/ H) "or otro lado, Kosé Fa*uel, hermano de #, Piedad (2003): “La tragedia de ser negro y desplazado”. Mensaje del 12 de marzo.
&IV'V, 0lisabeth (2--)/ dentidades a lor de piel. /o “negro” entre apariencias y pertenencias( categorías raciales y mesti0a1e en Cartagena 2Colombia3. +o$ot/ 'nstituto &olombiano de 3ntropolo$ía e Mistoria[Iniversidad de los 3ndes['nstituto rancés de 0studios 3ndinos[?bservatorio del &aribe &olombiano DIF3VE?, M (2--.)/ 6+rutalidad policial en &hambac7 0n/ Centro de $edios ndependientes de Colombia. 29 de ma!o Zhttp/[[colombiaind!mediaor$[neQs[2--.[-5[1H9php\ M0F0D'3, 3ida (1A8H)/ 6i$uras ar*uetípicas ! la armonía racial en Chambacú corral de negros de #anuel >apata ?livella7 0n/ )ro*+ispanic e'ie- Lol L', V 2, #a!/ ; 8 E3F&^3 #YFUI0>, Eabriel (1AH2)/ /a mala hora. +uenos 3ires/ 0ditorial %uramericana RR (1A85)/ El amor en los tiempos del cólera. +o$ot/ 0ditorial ?vea Ve$ra KYIF0EI', &arlos (1AAA)/ 6&andelario ?beso/ entre la espada del romanticismo ! la pared del pro!ecto nacional7 0n/ e'ista beroamericana. Vms 188;18A, ulio;diciembre/ 59H;5A K?MV%?V, :emuel 3 (1A82)/ 6@he Dilema of "resence in +lac Dispora :iteraure/ 3 &omparativist Feadin$ of 3rnoldo "alaciosX /as estrellas son negras7 0n/ )ro* +ispanic e'ie-. Lol 1, V 1, Kanuar!/ ;1- :0P'%, #arvin 3 (1A8H)/ Treading the Ebony 4ath( deology and 5iolence in Contemporary )ro*Colombian 4rose !iction. &olumbia, #?/ Iniversit! of #issouri "ress
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?+0%?, &andelario (1A88)/ Cantos populares de mi tierra. +o$ot/ 3ran$o 0ditores[0l 3ncora 0ditores "3:3&'?%, 3rnoldo (1AH1)/ /as estrellas son negras +o$ot/ 0ditorial Fevista &olombiana "?F@?, :ito 0 (2---)/ 6&laroscuros/ el mestizae cromtico, telrico, ! racial en Chambacú( Corral de negros7 0n/ )ro*+ispanic e'ie-. Lol 1A, V 2 all/ 5A;9A "F0%&?@@, :aurence 0 (1A85)/ Candelario &beso y la iniciación de la poesía negra en Colombia. "ublicaciones del 'nstituto &aro ! &uervoG H- +o$ota/ 'nstituto &aro ! &uervo UI0L0D? M, Vorbe! (2--.)/ 6&orrupción de alto nivel7 0n/ 4eriodismo in'estigati'o, lunes 28 de unio Zhttp/[[QQQelespectadorcom[periodismo_inv[2--2[ulio[nota9htm\ RENGIFO, Alejandra. “Marx, Garvey y Gaitán: palimpsesto ideológico en Chambacú , corral de negros”. En: Afro-Hispanic Review. Vol. 20, N. 1. Spring: 36-42.
P'::'3#%, Fa!mond : (1AA1)/ 6o'ela y poder en Colombia. 7899*7:8;. +o$ot/ @ercer #undo 0ditores >3"3@3 ?:'L0::3, #anuel (1A9H)/ Chambacú corral de negros. #edellín/ 0ditorial +edout %3 RR (1A8)/ Changó el gran putas +o$ot/ ?vea Ve$ra