Christine Detrez
LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL CUERPO
París: Seuil, 2002
Traducido por Luis Alfonso Paláu C., edellín, a!osto de 200"
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T#$C#$A PA$T# PA$T#
Los usos sociales y culturales del cuerpo
Capítulo % El proceso de civilización
&'A() un *or*ori!+o su*i con -olutas de contra*ao, +uri de repente, ( ella tosi para destruirlo ( e+*orronarlo retroacti-a+ente por +edio de un ruido anta!onista. /l le *es la +eilla para naturalizar la at+sfera ( sua-izar esa hu+illacin. Pero in+ediata+ente, +aestuoso, otro *or*ori!+o reson, ue ella ca+ufl rascándose la !ar!anta1 Al*ert Cohen. Bella del señor .
Ariadna ante su Solal *ien a+ado ca+*iará de posicin +uchas -eces, con el aire inocente, pondrá en el fon!rafo el Conciero !randen!"r#"$s en %a &a'or , pero los *or*ori!+os &ca-ernosos1, &lindo ( arro(uelo1, &triste ( sutil1, &+isteriosos, ale!res, hu+ildes, alti-os, pícaros, -eniales, f3ne*res1, &!randes r!anos, con *an, *o+*arda, corno in!l4s, flautín, corna+usa ( clarinete1 ter+inaron por e5pulsarla hacia la cocina. Las ochocientas cincuenta pá!inas de la no-ela de Al*ert Cohen son una +a!istral ilustracin al +is+o tie+po ue una denuncia de las representaciones ( de los -alores ue orientan los usos sociales del cuerpo. Se encuentra auí el cuerpo de +uer, Ariadna fina ( fle5i*le co+o una liana, la 6ella, ( el cuerpo de ho+*re, el !rande ( tene*roso Solal7 el se8or7 los cuerpos de aristcratas, la ele!ante ( !raciosa Ariadna, ( los cuerpos de los arri-istas, la ridícula ( en-arada se8ora Deu+e7 el triunfante cuerpo de la o-en Ariadna ( el cuerpo de la en-eecida 9solda7 los cuerpos de suizos ( los cuerpos de udíos7 el cuerpo tri-ial, Adrián Deu+e, ue trata de suicidarse en los !a*inetes, ( esos cuerpos de literatura. Anna arenina ( ;rons
Individ"alización La nocin de proceso de ci-ilizacin es el principio or!anizador de la o*ra de =or*ert #lias >#lias, %? ed. %@@, %@B. A partir de una co+paracin de los +anuales de ur*anidad ( especial+ente del tratado del hu+anista #ras+o De civiliae &or"& p"erili"&, de los escritos +edie-ales ( de los tratados ulteriores, de los si!los ;99, ;999 ( 9, +uestra c+o el +enor !esto es el producto de una e-olucin histrica, ( co+o los co+porta+ientos ue nos parecen uni-ersal+ente co+partidos, naturales, esas actitudes de las +ás personales e ínti+as >los +odales en la +esa, las funciones naturales, las relaciones se5ualesE se inscri*en en un proceso !eneral. Cualuiera sea
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el ee+plo o la actitud esco!ida, el +o-i+iento de de+ostracin adoptado por #lias es análo!o: el hecho +is+o de ue los tratados +edie-ales ( el tratado de #ras+o a*ordan los te+as +ás crudos >el re!Feldo, el pedoE sin a+*a!es +uestra ue la práctica era corriente, despro-ista del pudor ue hace sonreír o enroecer al lector conte+poráneo. Poco a poco, la +encin de las prácticas condenadas desaparece de los +anuales de los si!los ulteriores con-irti4ndose en una prue*a, no de ue las prácticas ha(an sido aceptadas, sino +ás *ien de ue el co+porta+iento desapareci de las costu+*res. Así se *orra el cuerpo, la ci-ilidad -iene a re!ular las actitudes +ás ínti+as e ínfi+as de la corporeidad, en el sentido del control estricto. =o se trata de la si+ple +odificacin de re!las de co+porta+iento, sino de la e-olucin co+pleta de &la -ida e+ocional1 tal co+o se e5presa en el +odo de pensa+iento, el len!uae ( el conunto del co+porta+iento hu+ano. Las +aneras de +esa +edie-ales donde cada uno se ser-ía con la +ano del plato co+3n, re+iti4ndole o pasándole a su -ecino los pedazos cortados slo son un ee+plo de la ausencia de &ese +uro in-isi*le de reacciones afecti-as ue ho( parece le-antarse, para contener ( para separar, entre los cuerpos de las !entes7 +uro ue se hace -isi*le slo con acercarnos en nuestros días a al!o ue ha estado en contacto con la *oca ( las +anos de otro7 se +anifiesta (a en el senti+iento de +olestia ue e5peri+enta+os al asistir a al!unos funciones físicas, ( +u( a +enudo a su sola e-ocacin, ( ue se +anifiesta así +is+o co+o un senti+iento de -er!Fenza cuando son las propias necesidades corporales las ue se ofrecen a la -ista de los de+ás, ( a -eces cuando slo to+a+os conciencia de su e5istencia1 %. #l proceso de ci-ilizacin es pues proceso de indi-idualizacin. #n una +is+a perspecti-a histrica, esta indi-idualizacin se +anifiesta en arte, con el ad-eni+iento del retrato ( la cesura del sueto con respecto al !rupo >Lane(rieG Da!en, %@@B. Si el cuerpo +edie-al insiste so*re sus a*erturas, orificios ( protu*erancias, la e5hi*icin se -uel-e -er!onzosa, ( el cuerpo !rotesco se ci-iliza >6a
6olo!ne, %@"H. #l u+*ral de +olestia, co+o el de -iolencia, per+itida, e-oluciona ( tiende a una do+inacin creciente de sí +is+o para cada uno. De la accin de e-itar las +anifestaciones p3*licas, el autocontrol -a a !eneralizarse hasta lle!ar a re!ir incluso la soledad. Para e5pulsar ( erradicar las prácticas reprensi*les, los +anuales recurrieron entonces a una +irada a la cual nadie puede sustraerse, la del án!el de la !uarda, en el sentido literal del t4r+ino. La autoGo*li!acin se interioriza, se -uel-e +ecánica, &una %
=or*ert #lias. El proceso de civilización( 45ico: Iondo de Cultura #con+ica, %@"@. p. %%J.
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se!unda naturaleza, un ele+ento de su persona co+prendido co+o e-idente1 >#lias, Dunnin!, %? ed. %@"H, %@@K. #n este proceso de ci-ilizacin, fundado so*re la +irada ( el autoconstre8i+iento, el sa*er racional slo inter-iene en efecto tardía+ente ( a poseriori, *ao la for+a de la ustificacin +4dica. #l ar!u+ento de la hi!iene ue sin e+*ar!o le parece e-idente al lector conte+poráneo no inter-iene antes de %BJ0 para +oti-ar la prohi*icin de ser-irse en el plato ( de co+er con las +anos. #l ar!u+ento e+pleado para ustificar o prohi*ir tal o cual co+porta+iento no es ue 4l sea sano o +alsano, sino +ás *ien ue es &cort4s1 o &ci-il1, o ue pueda chocar o +olestar al otro: &=o te rasues la +ano ue +etes lue!o en el plato co+3n, puesto ue tus co+pa8eros podrían darse cuenta1 se puede leer por ee+plo en un tratado citado por #lias. ar( Dou!las su*ra(a*a así +is+o lo ries!os de las interpretaciones etnoc4ntricas ( +aterialistas ue plantean las -irtudes hi!i4nicas co+o e5plicacin de los ritos ( prohi*iciones ali+enticias >Dou!las, %@HH. #l euí-oco de esas ustificaciones hi!i4nicas es por lo de+ás ue su utilidad se in-ierte7 sir-en, hasta el si!lo 9, para rechazar las o*li!aciones ( los preceptos de represin de las funciones naturales >estornudo, flatulenciasE antes de ser utilizadas co+o instru+entos de condiciona+iento para la etiueta, ue a su -ez es consecuencia fisiol!ica de esta disciplina eercida so*re sí +is+o. #l proceso histrico indi-idualiza al sueto, lo coloca *ao las +iradas cruzadas de los otros, interiorizadas ( transfor+adas en disciplina personal. 6ao los efectos de esta autoGo*li!acin, el cuerpo se for+a, se rectifica. B. El cuerpo enderezado
Para a5 e*er, en el +o+ento de la $efor+a, la e+er!encia de la 4tica protestante está correlacionada con el +o-i+iento de indi-idualizacin ( de indi-iduacin7 slo delante de Dios, el protestante de*e o*ser-ar una ri!urosa disciplina de todos los instantes. #l ascetis+o a*andona entonces los +uros del +onasterio para !anar todos los actos de la -ida cotidiana, ( especial+ente la -ida se5ual, puesta *ao el si!no estricto de la +ono!a+ia ( de la reproduccin, al +is+o tie+po ue se condena el placer, incluso en el cuadro de la parea le!íti+a. uchas apro5i+aciones pueden ser esta*lecidas con la disciplina tal co+o la define ichel Ioucault, ese autocontrol difuso ue recorre todos los +ie+*ros del cuerpo, social o indi-idual >%@BJ, %@BH 2. La disciplina se eerce do*le+ente: se eerce por una parte so*re el cuerpo indi-idual, en una di+ensin anato+opolítica, ( por otra parte, so*re la re!ulacin de las po*laciones, en una di+ensin *iopolítica7 ( el todo constitu(e el &*iopoder1. Al derecho de +atar co+o +anifestacin de un poder encarnado sucede una !estin difusa de la -ida hasta en sus +enores detalles corporales, teniendo co+o en-ite un indi-iduo &recto1 +oral ( física+ente, to+ado en un siste+a disciplinario total. 2
9ncluso si el propio ichel Ioucault constru(e su teoría de la se5ualidad contra la idea del ascetis+o *ur!u4s, -iendo en el proceso histrico ( en el ad-eni+iento de la *ur!uesía no un rechazo sino ante todo una preocupacin por el cuerpo >Ioucault, %@BH.. La indi-iduacin es i!ual+ente indi-iduacin de los delitos. Ioucault lo +uestra a propsito de la se5ualidad: los actos, e5teriores, son pensados co+o incorporados, constituti-os de los indi-iduos, instituidos (a no sola+ente co+o delitos sino co+o cate!orías psiuiátricas: l sodo+ita era un relapso, el ho+ose5ual es ahora una especie1 >Ioucault, %@BH. p. J@.
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Ioucault ela*ora así una &+icrofísica del poder1: la for+acin, el +odelado de los cuerpos, se difunden en una sociedad por el ses!o especial+ente de la escuela, del e4rcito, del hospital, lu!ares todos de donde irradian nor+as ( -i!ilancia continua ( siste+ática. #l encuadra+iento, los horarios ( las ta5ono+ías, los eercicios de !i+nástica ( los eercicios escolares, le asi!nan así a cada cuerpo un sitio definido ( lo so+eten a un control incesante. #l panptico de 6entha+ esa utopía aruitectnica donde cada uien, alu+no, prisionero, enfer+o, tra*aador, aislado en una c4lula, está perpetua+ente colocado *ao la e-entualidad de la +irada del -i!ilante situado en una torre central, slo es la concretizacin aruitectnica de esta oeada. La pree+inencia de la +irada ( su eficacia disciplinaria se e5presa así perfecta+ente en las e5presiones &puesto *ao o*ser-acin1 o &e5a+inado1, ue tienen ue -er a la -ez con re!istros +4dico, escolar ( udicial. La ta5ono+ía científica, la +edicina +oderna, o ta+*i4n la peda!o!ía escolar, +ientras o*ser-an ( e5a+inan, clasifican ( do+inan los cuerpos, disciplinas los indi-iduos. #sta +etida en -ereda >de !i+nástica no es !ratuita, ( el aspecto est4tico de re!i+ientos o de *ancas *ien ordenados no es suficiente para e5plicar esta difusin de la disciplina en todos los estratos de la sociedad. De la +is+a +anera ue e*er asocia 4tica protestante ( espíritu del capitalis+o, el ascetis+o se pone al ser-icio de la acu+ulacin de los *ienes ( de la proteccin del ho!ar ( del patriotis+o, ( el cuerpo disciplinado lo está a un o*eti-o de eficacia: l cuerpo slo se con-ierte en fuerza 3til cuando es a la -ez cuerpo producti-o ( cuerpo so+etido1 K. #l cuerpo es así +áuina, en el sentido co!niti-o ( producti-o: #l !ran li*ro del Mo+*reG+áuina ha sido escrito si+ultánea+ente so*re dos re!istros: el anato+oG+etafísico del ue Descartes ha*ía co+puesto las pri+eras pá!inas ( ue los +4dicos ( los filsofos continuaron, ( el t4cnicoGpolítico ue estu-o constituido por todo un conunto de re!la+entos +ilitares, escolares, hospitalarios, ( por procedi+ientos e+píricos ( refle5i-os para controlar o corre!ir las posiciones del cuerpoJ
#sta disciplina del cuerpo es en efecto una política del detalle, ue slo to+a todo su sentido en el conunto7 el estudio del +o*iliario escolar, esa er!ono+ía peda!!ica, co+o las t4cnicas ortop4dicas, se inscri*en en la +is+a perspecti-a ( el +is+o +o-i+iento de interiorizacin de la o*li!acin >;i!arello, %@B". #l constre8i+iento e5terior, los trastos de tortura ( de suplicio, el &cuerpo1 del cors4 aplicado a los ni8os, la +ano del instructor o las +áuinas ortop4dicas, ceden su lu!ar a una nor+a interiorizada. #l cuerpo enderezado es auí el &ue ca+ina recto1 se podría decir a tal punto las pala*ras son to+adas en un teido +etafrico. #n efecto, &cada -oca*lo tiene su densidad propia7 no sola+ente es el pen claro ( sin re*a*a ue constitu(e el sí+*olo +ate+ático: *ien deli+itado, transparente, e5acta+ente austado a su uso NEO todos esos -oca*los tienen una do*le ( +3ltiple -ida1 >Schlan!er, %@B%, pp. %%G%2. #nderezando los cuerpos, se enfrenta i!ual+ente el al+a, en esa preocupacin poli+orfa de &correccin1: correccin del len!uae, de las actitudes, por el puli+ento polissa!eQ de las asperezas, de las des-iaciones ( e5tra-íos ue, de un ca+pesino hará un alu+no o un soldado &cortes1 1poli1Q. #n la rectitud se ue!an i!ual+ente una nor+a física ( un uicio +oral. =u+erosos son ta+*i4n los t4r+inos ue, tocantes al cuerpo, +anifiestan esta sedi+entacin, estos &haces de reen-íos1, ue están leos de ser slo anecdticos. K
. Ioucault. )i#ilar ' casi#ar( 45ico: Si!lo 9, %@BH. p. . I!id . p. %K0.
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#l +anteni+iento del cuerpo, la disciplina cotidiana ue incorpora la orden e5presa a +antenerse recto, *usca i!ual+ente do+inar los espíritus, contra el dualis+o estoico ue supone al escla-o li*re en sus hierros. #l eercicio en particular, el deporte en !eneral, estarían así interpretados eui-ocada+ente co+o un &esparci+iento1, una &recreacin1 ue *usca reposar al tra*aador o al estudiante, un par4ntesis destinado a reco+poner la fuerza de tra*ao o de concentracin. u( por el contrario, acti-idades deporti-as ( horas de !i+nasio inscritas en el horario peda!!ico participan plena+ente del proceso de autocontrol ( de disciplina+iento. C. La regulación de las emociones y de las pulsiones
#n este +o-i+iento !eneral en el ue se asocian indi-idualizacin e indi-iduacin, el u+*ral de tolerancia frente a la -iolencia e-oluciona i!ual+ente7 #lias e-oca la e-olucin de la a!resi-idad ue hace así intolera*les, i+pensa*les, los ahorca+ientos p3*licos, las costu+*res e5tre+ada+ente -iolentas de los ca*alleros +edie-ales, o esa di-ersin del si!lo ;9 particular+ente apreciada ue consistía en ue+ar !atos -i-os >o por lo de+ás, *ruas. La e-olucin de los suplicios, ue -e c+o las torturas +edie-ales son sustituidas por la +uerte instantánea de la !uillotina, ue lue!o sustrae esta !uillotina de las plazas p3*licas para encerrarla en los +uros de las prisiones, antes de supri+irla por co+pleto, puede ser interpretada en la +is+a perspecti-a >Ioucault, %@BJ. #sta interiorizacin de los constre8i+ientos ( de la a!resi-idad tiene sin e+*ar!o sus efectos per-ersos ue pueden to+ar for+as patol!icas: +elancolía de los aristcratas co+o consecuencia de la aceptacin por el cortesano de la autoGrepresin, o, en sus for+as +ás +odernas, !"rn o" de los enfer+eros ue de*en arre!lárselas con la suciedad ( la a!resi-idad de los enfer+os >Loriol, 20007 ;e!a, 2000. #l !"rn o" tiende por lo !eneral a !eneralizarse a todas las profesiones ue tienen ue confrontarse con co+porta+ientos -iolentos del p3*lico, a los cuales no se les puede responder del +is+o +odo >conductores de *us, docentesE, ( ue corresponde así efecti-a+ente a ese &efecto secundario1 del autocontrol ( de la interiorizacin del control de la -iolencia. Pero incluso por fuera de esas +anifestaciones e5tre+as, ( a +enudo dolorosas, la interiorizacin del constre8i+iento entra8a, cotidiana+ente, rutina ( +onotonía7 por esto la necesidad de ue e5istan par4ntesis dispuestos para co+pensar esta incorporacin. La práctica deporti-a, co+o el espectáculo deporti-o, procuran así una necesaria li*eracin controlada de las e+ociones ( de las pulsiones en el cuadro de si+ulacros de enfrenta+iento >#lias, Dunnin!, %@@K. La de+ostracin parte de la interro!acin li!ada al naci+iento de los deportes +odernos, atados a la co+petencia, en la 9n!laterra de la se!unda +itad del si!lo ;9997 los deportes +odernos se distin!uen de los ue!os por la re*aa del !rado de -iolencia per+itida, la e5istencia de re!las codificadas, escritas ( unifor+es, la li*eracin de los calendarios rituales ( reli!iososH. La situacin política de 9n!laterra de la se!unda +itad del si!lo ;999 -e en efecto c+o la -iolencia a*ierta de los enfrenta+ientos entre los partidos cede su lu!ar a la *atalla parla+entaria pacífica entre esos dos +is+os partidos, los Rhi!s ( los tories, +o-i+iento ue se a8ade al +onopolio estatal de la -iolencia le!íti+a7 esta pacificacin de la -ida política tiene el +is+o efecto en 9n!laterra ue la pacificacin aportada en Irancia por la -ida de la Corte. #l deporte ocupa así una posicin paradica: su desen-ol-i+iento ilustra i!ual+ente el autocontrol, ue se ha -uelto nor+a p3*lica, ue H
Se des+arcan así autores ue -en en el deporte +oderno la continuidad de los ue!os, especial+ente $o!er Caillois.
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e5plica si se lo co+para con los ue!os !rie!os o +edie-ales e5tre+ada+ente -iolentos ue se pueda enfrentar ad-ersarios, en el seno de un euipo o por su inter+ediacin, e5peri+entar la e5citacin ( la tensin li!adas al desarrollo de la prue*a sin ue corra la san!re. Pero son al +is+o tie+po esta tensin ( esta e5citacin las ue ustifican el deporte, eercicio o espectáculo. De la +is+a +anera ue en la cacería del zorro, contraria+ente a las for+as anteriores de caza, la carrera cuenta tanto co+o la eecucin del ani+al, el partido cuenta tanto co+o la -ictoria, ( una -ictoria de+asiado rápida no procura nin!3n placer. Los deportes tienen así una funcin de e5presin ( de relaacin de las tensiones. Per+iten, de +anera +i+4tica, por +edio de si+ulacros de enfrenta+iento en un cuadro i+a!inario >el ue hace por ee+plo considerar en el f3t*ol el desplaza+iento de un *aln de cuero co+o el o*eto de lucha apasionada, e5presar las pulsiones ( las tensiones ue la sociedad, ( el ser hu+ano so+etido a su condiciona+iento, refrenan en la -ida cotidiana, ( operar así una -erdadera catarsis. Las dos o*eciones a este +odelo, dopae ( *ooli#anis&o, encuentran i!ual+ente su e5plicacin en un +al euili*rio de las tensiones, del au+ento de las presiones entre !rupos sociales en el #stado >*ooli#anis&o o presiones políticas entre #stados >dopae. #l enfrenta+iento +i+4tico se -uel-e entonces enfrenta+iento real. Contra los análisis ue slo -en en las di-ersiones en !eneral, ( en el deporte en particular, un +edio de relaar las tensiones de*idas a la fati!a del tra*ao, #lias ( Dunnin! considerarían por el contrario ue se trata de e5peri+entar, contra la +onotonía ( la rutina inherente al tra*ao así co+o i!ual+ente a la +a(oría de las acti-idades del tie+po li*re >de las ue esta*lecen una tipolo!ía un tipo específico de tensin ( de e5citacin. Las distracciones ( los deportes tienen entonces un sitio pri+ordial en la -ida ( la salud de un indi-iduo. #l proceso histrico de interiorizacin de constre8i+ientos está así en el funda+ento de las teorías conte+poráneas so*re el cuerpo ( sus usos culturales. Paradica+ente, el cuerpo slo se indi-idualiza porue la presin del !rupo se acent3a, ( lo coloca *ao una +irada ( una -i!ilancia constante. Tal es la fuerza de las representaciones culturales de la ue participan las creencias ( los sa*eres so*re el cuerpo7 ellas di*uan un cuerpo ideal, e5plican su funciona+iento ( +odelan los cuerpos reales si!uiendo estos esue+as. Las prácticas cotidianas de +anteni+iento del cuerpo no pueden así ser co+prendidas haciendo a*straccin de las representaciones ue las su*tienden7 ofuscarse con los cuerpos co+idos por la +iseria en el si!lo ;9, reírse de las cazoletas de perfu+e ue+ado para e5pulsar los +ias+as, sorprenderse por el !usto por la san!radura o por el +iedo de los *a8os, sin -ol-er a colocar todas estas actitudes en el conte5to científico ( +oral de su 4poca, slo conduce al anacronis+o. 9n-ersa+ente, ar( Dou!las ( =or*ert #lias han +ostrado ue es i!ual+ente ar*itrario ( errneo colocar la preocupacin hi!i4nica co+o e5plicacin de los nue-os co+porta+ientos.
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Capítulo 2 Las representaciones del cuerpo: usos culturales
&ued =ana sola, con la cara descu*ierta, *ao el resplandor de la -ela. #ra un pudridero, una +asa de hu+ores ( san!re, una paletada de carne corro+pida, arroada allí, so*re una al+ohada. Las p3stulas ha*ían in-adido la cara entera, tocándose un !rano con otro7 (, +ustias, aplastadas, de un aspecto !risáceo de lodo, parecían un +oho de la tierra NEO Diríase ue el -irus NEO aca*a*a de su*írsele a la cara ( la ha*ía podrido1 /+ile ola. NanaB. &La suerte de la se8ora de erteuil parece en fin decidida, +i uerida ( di!na a+i!a NEO 6ien tenía (o razn de decir ue para ella sería, tal -ez, una fortuna el +orir de las -iruelas. Ma salido de ellas, es -erdad, pero horri*le+ente desfi!urada, ( particular+ente ha perdido un oo. Ua piensa -+d. ue (o no la he -isto, pero +e dicen ue real+ente está hecha un +onstruo. l +aru4sE ue no pierde ocasin de decir una sátira, decía a(er ha*lando de ella, ue la enfer+edad le ha -uelto lo de dentro afuera, ( ue ahora su al+a está en su cara. Por des!racia todos encontraron la e5presin +u( usta1 Pierre Choderlos de Laclos. Las a&isades peli#rosas". A. Las representaciones del cuerpo y sus relaciones con el mundo
In%l"encias cós&icas ' el+ricas Los pri+eros tra*aos etnol!icos ha*ían cuestionado la uni-ersalidad de los co+porta+ientos físicos, el +odelae cultural de los datos naturales ue la sociedad per+ite actualizar. Pero a este trata+iento so*re el cuerpo real, en lo ue ha( de +ás concreto, de +ás carnal, se le puede a8adir la pre!unta por lo ue con-endría lla+ar el &cuerpo ideal1, es decir el conunto de las representaciones del cuerpo ue posee una sociedad dada, en un +o+ento preciso7 el paisae de esas representaciones no plantea si+ple+ente un decorado i+a!inario ( +ental donde e-olucionaría el indi-iduo de carne ( huesos, sino ue condiciona por los -alores ue lo su*tienden nu+erosas de estas prácticas +ás cotidianas. Actos ue parecerían o*edecer así a la sola -oluntad personal o a ustificaciones racionales ( uni-ersales, co+o la-arse o curarse, tienen ue -er en realidad, en sus aplicaciones corporales, con esos -alores ( con esas representaciones si+*licas. Auí toda-ía le corresponde a los antroplo!os ( a los historiadores ha*er su*ra(ado la relati-idad de las representaciones occidentales +odernas, do+inadas especial+ente por la -isin +4dica le!íti+a ue considera al cuerpo co+o conunto +ecánico ( construccin anat+ica, ( ha*er i+pulsado refle5iones so*re el lado alta+ente si+*lico de la representacin del cuerpo. aurice Leenhardt estudia así la sociedad canaca ( +uestra allí la correspondencia entre lo -e!etal ( lo or!ánico, la B
6arcelona: $6A, %@@J. pp. K0GK%. 6arcelona: $6A, %@@K. p. ".
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naturaleza ( el cuerpo7 en la len!ua canaca no e5isten t4r+inos específicos para desi!nar el cuerpo, los r!anos o los huesos. La pala*ra ,ara desi!na a la -ez la &piel del ho+*re1 ( la &corteza de los ár*oles17 la pala*ra pi$ la &carne1 ( la &pulpa del fruto1, los intestinos se asi+ilan a las lianas >Leenhardt, %@KB. #stos tra*aos a*ren la -ía a nue-as interro!aciones, contra la asi+ilacin hecha por Dures la polise+ia del t4r+ino &deseo1, a tal punto su cuerpo es -ulnera*le, per+ea*le a los ele+entos e5teriores. #sta inscripcin del indi-iduo, ( especial+ente de la +uer, en el cos+os está por lo de+ás en la *ase de la *ruería ue supone una accin diferida so*re el cuerpo >;erdier, %@BH, %@B@. Las prácticas de cuidado de las nodrizas ilustran de la +is+a +anera representaciones del cuerpo total+ente diferentes de las nuestras, cu(as trazas se encuentran especial+ente en dichos ( pro-er*ios populares, incluso si, concreta+ente, las prácticas son análo!as7 por ee+plo el a+a+anta+iento aconseado por la +edicina científica ta+*i4n lo está en las prácticas populares, pero por la razn científica+ente a*surda ( her4tica de ue por la leche se le co+unicarán las -irtudes ( las !racias de la +adre o de la nodriza >Lou5, %@B@7 Lou5, orel, %@BH. )alores &orales ' si&!ólicos- derec*o. diesro. a la derec*a Los usos del cuerpo están i!ual+ente co+pro+etidos en redes de si!nificaciones si+*licas ue no pueden a!otarse en la sola e5plicacin funcionalista ( racional. La supre+acía de la +ano derecha es un +anifiesto ee+plo de ello. #n %@0@, $o*ert Mertz e-idencia así la si+*lica social concedida a la pree+inencia de la +ano derecha >Mertz, %@B0. La polise+ia, heredada del latín, de los t4r+inos &izuierda1 1!auche1Q >ue al +is+o tie+po es sinni+o de torpe +aladroitQ7 el adeti-o @
#sta creencia en la influencia del cuerpo indispuesto es anti!ua. U-onne ;erdier cita por ee+plo a Plinio, para el cual la +uer indispuesta &con su sola +irada e+pa8a el *rillo de los espeos, a+ella el filo del hierro, *orra el *rillo del +arfil1.
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seneser , ue sir-e para desi!nar la direccin izuierda, ha dado i!ual+ente &siniestro1 ( &derecha1 >deri-ado del latín de/er , ue ha dado la destreza, ( por tanto la idea de ha*ilidad ( de direccin per+ite +edir el peso de los -alores si+*licos so*re las aptitudes anat+icas. #sta interpretacin cultural de una asi+etría o*ser-a*le *iol!ica+ente >Turner, %@@H se ha +anifestado i!ual+ente en la educacin +usul+ana ( auss, %? ed %@J0, %@"07 6ourdieu, %@"0, %@@": la +ano izuierda no puede ser utilizada para co+er, saludar o dar la li+osna. #l zurdo es portador de +ala suerte, ( se le pone +ala cara si la utiliza en el tra*ao. #l cuerpo refracta de al!una +anera la or!anizacin si+*lica del +undo. Toda la -ida cotidiana 6ourdieu, %@"0. pp. %2@G%0.
Todo lo cotidiano puede entonces ser sintetizado en un esue+a or!anizado se!3n estas direcciones, a la -ez reales ( si+*licas: por un lado la izuierda, el oeste, la des!racia >l#*ar! si!nifica el &+o-i+iento hacia el oeste1, l#*ar!a, el &e5ilio1, la +uer, lo h3+edo, lo so*rio, lo cur-o, lo *0ara& >es decir lo sa!rado izuierdo, el de la +a!ia +al4fica, de los a+uletos +á!icos, diente, falan!e de cadá-er, rea del arado en +iniatura7 por el otro, la derecha, es este > c*erre1, &ir hacia el oriente1 si!nifica ta+*i4n diri!irse hacia la fortuna1, el ho+*re, lo seco, el día, ( lo ni% >lo sa!rado derecho, el de los a+uletos lícitos, fa*ricados por el +ora*ito. #l ho+*re, ue está a la derecha, es pues el ue se +antiene recto7 la +uer, ue está a la izuierda, de*e ca+inar ( tra*aar con la ca*eza *aa. Sin entrar por el instante en el estudio de las relaciones de do+inacin ue una tal reparticin de las posturas i+plica, nos es suficiente con notar una -ez +ás ue la rectitud física se inscri*e en esta perspecti-a ue -e en el cuerpo la +etaforizacin ( la aplicacin de los -alores si+*licos de una sociedad: la rectitud física es indisocia*le del -alor +oral. #ste i+pri+e el cuerpo, lo endereza, ( slo despu4s -ienen ha inertarse e-entual+ente racionalizaciones sa*ias ( científicas >el endereza+iento del alu+no se encuentra sucesi-a ( si+ultánea+ente ustificado por el co+*ate contra la tisis, el onanis+o, la +iopía, etc., con un !ran refuerzo de e5plicaciones ( +edidas +4dicas >;i!arello, %? ed. %@B", 200%. B. Cuerpo y comunicación
#l cuerpo se inserta así en un siste+a de -alores si+*licos ( culturales. Co+o el len!uae -er*al, 4l es soporte de co+unicacin, de pala*ra, entre dos indi-iduos ue ha*lan la +is+a len!ua de los !estos. Por ee+plo, contra la idea de una co+unicacin cu(o sentido slo pasaría por el len!uae >el acto de ha*la -oluntario ( consciente, se afir+a el papel del cuerpo7 al +odelo de la co+unicacin tel4!rafo se opone el de la co+unicacin oruesta, donde el cuerpo es un int4rprete por entero de una partitura ue no es e5plícita, pero ue está incorporada al hilo de la socializacin >in
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pueden entonces inter-enir en las interacciones al +is+o título ue la pala*ra, ( ser un -ector de co+unicacin. &To+e+os el ee+plo de los !estos. #l indi-iduo ( lo social se +ezclan acá ine5trica*le+ente7 sin e+*ar!o, en esto so+os e5tre+ada+ente sensi*les, ( reacciona+os co+o a partir de un cdi!o, secreto ( co+plicado, no escrito en nin!una parte, conocido por nadie, co+prendido por todos NEO Co+o toda conducta, el !esto tiene raíces or!ánicas, pero las le(es del !esto, el cdi!o tácito de los +ensaes ( de las respuestas trans+itidas por el !esto son la o*ra de una tradicin social co+plea1 >Sapir, %@HB, citado en in
#n esta interaccin el !esto no es sola+ente orna+entacin, floritura, -ariacin so*re la pala*ra pronunciada, sino real+ente soporte de sentido. Apo(a la con-ersacin -er*al, su*ra(a una e5presin al i+itar una accin, pero se destaca de ella al aportar otras infor+aciones. Aplicando el +odelo lin!Fístico, $a( 6irdRhistell trata así, en los a8os %@J0, de instaurar una Mall, %? ed. %@HH, %@B%. La co+paracin de estas pro5e+ias +uestra su -aria*ilidad se!3n las nacionalidades, ( por tanto el aspecto e+inente+ente cultural de las eui-ocaciones ue pueden so*re-enir entre dos participantes de una interaccin ue pertenezcan a culturas diferentes. Por ee+plo, el +alentendido paradica+ente no es una cuestin de len!ua, sino ue tiene ue -er ta+*i4n con el &len!uae silencioso1, ( reside en esa di+ensin oculta ue es la di+ensin cultural. #l cuerpo act3a así en la co+unicacin a dos ni-eles: por una parte, es +e+oria, incorporacin, encarnacin del cdi!o7 por otra parte es si!no. De un lado es len!ua, del otro es ha*la. #n todos los casos, su uso co+o soporte de sentido es cultural. Por ee+plo, para 6irdRhistell co+o para #r-in! Voff+an, todo produce si!nos, en referencia ( con relacin a un cdi!o propio de cada sociedad. Para Voff+an, no e5istiría pues identidad, &sí +is+o1, independiente de la incorporacin, de la puesta en escena corporal. #l &sí +is+o1 no e5iste por fuera de su &presentacin1 ( &el (o, en tanto ue personae representado no es pues una realidad or!ánica1 >Voff+an, %@J@ %%. #studiando ( analizando las interacciones ue ri!en la -ida social, Voff+an insiste entonces en la i+portancia de la apariencia, esa &fachada personal1, conunto de si!nos ue inclu(en la edad, el se5o, el -estido, el ta+a8o, los co+porta+ientos !estuales, etc. Si en la co+unicacin las pala*ras pronunciadas tienen ue -er con la e5presin e5plícita, las acciones, los !estos, los co+porta+ientos, podrían estar caracterizados lo +ás frecuente+ente por la e5presin indirecta. Ahora *ien, esta e5presin indirecta, esta &fachada1 es de e5tre+a i+portancia en las interacciones7 da la %0
Wn ee+plo de aplicacin de este análisis de los cuales uno es por lo de+ás Vre!or( 6ateson, -an: el uno a sacar una ci!arrillo ( el otro a encenderlo, en una coordinacin perfecta >-er in
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pri+era i+presin ( es descodificada co+o carta de identidad del indi-iduo, por la aplicacin de estereotipos o la !eneralizacin de ele+entos (a conocidos %2. #l cuerpo, sus actitudes, sus !estuales, incluso su espacio, esa &*ur*ua1 ue lo rodea, inter-ienen pues por co+pleto en la co+unicacin. #n ella pueden tener efectos per-ersos ( falsear o dene!ar la interaccin. #l indi-iduo, el actor, puede conciente+ente utilizar esos si!nos de esa identidad -irtual con el fin de orientar la interaccin en un sentido deseado ( do+inar así la co+unicacin por +edio de las &fachadas fraudulentas1, co+o el porte a*usi-o de há*itos, de si!nos o de insi!nias particular+ente connotadas, o el disi+ulo de al!unos otros si!nos >tintes del ca*ello, lentes de contacto, etc.. 9n-ersa+ente, el actor puede i!ual+ente ser traicionado por esta fachada ue de repente se oculta o se reduce a pol-o, haciendo ue -uele por los aires la coherencia pre-ia de la identidad social -irtual: &9nsi!nificantes i+perfecciones se8alan a toda la actuacin co+o falsa NEO Wn actuante puede trans+itir de +anera accidental incapacidad, incorreccin o falta de respeto al perder +o+entánea+ente control +uscular de sí +is+o. Puede res*alar, tropezar, caerse7 puede eructar, *ostezar, co+eter un laps"s lin#"ae, rascarse ( tener flatulencias7 puede, accidental+ente, chocar con el cuerpo de otro participante1%
De esta +anera el cuerpo físico está a!arrado e inserto en una red de si!nos ( de sí+*olos cu(a percepcin co+3n es necesaria para el *uen desarrollo de las interacciones cotidianas. Co+o lo ha*ía su*ra(ado auss, estos cdi!os ( si!nos se aduieren a la -ez por la educacin ( por la i+itacin, al sa*er los indi-iduos de una +is+a sociedad &intuiti-a+ente >una intuicin ue es el fruto de una educacin hecha cuerpo lo ue pueden física+ente per+itirse los unos frente a los otros1 >Mall, p. %%. La antropolo!ía de la co+unicacin, al esta*lecer un paralelo entre los cdi!os -er*ales >puestos en ue!o en la pala*ra ( los !estos, puestos en +o-i+iento en las interacciones ilu+ina la predo+inancia de la hechura cultural de las actitudes corporales. Mistrico, cultural, si+*lico, el cuerpo en +o-i+iento (a no tiene !ran cosa de naturalE C. Representaciones del cuerpo y prácticas de mantenimiento
La hi!iene per+ite articular representaciones del cuerpo, -alor si+*lico ( práctica de perpetuacin. #studiando los ritos de purificacin ( de arre!lo, ar( Dou!las desarrolla una teoría de la eficacia si+*lica de los ritos, siste+ática+ente reli!ada a una estructura social particular >Dou!las, %@HH: la +ancha está así li!ada a la li+inalidad, a lo ue a+enaza los lí+ites del cuerpo co+o de la sociedad, ( la li+pieza incluso en nuestras sociedades conte+poráneas de*e ser considerada co+o un rito, una ordenacin de nuestra e5periencia. La suciedad no e5iste en sí +is+a, ( las ustificaciones hi!i4nicas no son suficientes para e5plicar los co+porta+ientos, de la +is+a +anera ue las solas precauciones racionales no infor+an so*re las prohi*iciones ali+enticias e5puestas en el Lev2ico: %2
La i+portancia de estas infor+aciones entre!adas por la fachada en las interacciones, ustifica así la separacin del espacio en &re!iones1: se!3n la +etáfora teatral, la re!in posterior estaría constituida por los *astidores donde se prepara el indi-iduo, co+o lo hace un actor, para efectuar su representacin en la re!in anterior, la escena del +undo7 la reparticin puede -ariar se!3n la naturaleza de la interaccin ( sus participantes. A cada re!in, anterior o posterior, le corresponde sus co+porta+ientos ( sus espacios >*a8o, ha*itacin vers"s saln, por ee+plo. % #. Voff+an. Op( ci . pp. H2, H.
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&Si en esta ptica refle5iona+os honesta+ente en nuestros fre!ados ( en nuestras li+piezas, con-endría+os fácil+ente en ue no tienen por o*eti-o principal e-itar la enfer+edad. Separa+os, traza+os fronteras NEO. Co+o los 6osui+anos, e-ita+os las +anchas ( ustifica+os este co+porta+iento in-ocando al!unos de sus peli!ros NEO A +enudo, los prete5tos hi!i4nicos ue a-anza+os para ustificar nuestro te+or a las +anchas tienen ue -er con la +ás refinada fantasía1 >Dou!las, %@HH.
Para el +anteni+iento del cuerpo se ponen en funciona+iento todo un conunto de prácticas ue tienen ue -er con cuestiones de salud ( de hi!iene. $ecorde+os ue #sculapio, el dios !rie!o de la edicina, está asociado a Panacea, diosa del edica+ento, de la Curacin, e M(!i4, diosa del anteni+iento cotidiano, de la Pre-encin: la una sana, la otra e-ita la enfer+edad >Drulhe, %@@H. #l +anteni+iento recu*re pues el conunto de las prácticas cotidianas, ali+entacin, eercicios, se5ualidad, tanto co+o actitudes !enerales de sal-a!uarda, de estrate!ias conser-adoras o de propsitos predicti-os, ue co+ponen lo ue se lla+a la hi!iene de -ida. #sta supera pues el sentido restrin!ido de li+pieza, entendida *ao el t4r+ino e+pleado slo de &hi!iene1. #stos usos cotidianos o e5cepcionales, cu(o detalle daría una i+presin de di-ersidad ( de dispersin, se or!anizan de hecho en torno a representaciones do+inantes del cuerpo, ue los re3nen en un +is+o pro(ecto sint4tico ( dan así una coherencia a una cantidad de preocupaciones ( de actitudes aparente+ente heterclitas >Perrot, %@"K7 ;i!arello, %@"J, %@@. Así, el principio or!anizador de las prácticas de +anteni+iento >tan di-ersas co+o la esco!encia de los ali+entos, la -i!ilancia de los olores o del cli+a, el estudio de los *ostezos ( de los estornudos, las pesadas antes ( despu4s del *a8o o el deporte se fundan en el lí+ite colocado entre lo sano ( lo +alsano, fluctuante 4l ta+*i4n se!3n las +utaciones de concepcin del cuerpo >;i!arello, %@@. La distincin entre sucio ( li+pio no es sino una aplicacin de las definiciones de lo sano ( lo +alsano. Si se resu+e esta e-olucin en !randes etapas cu(a concisin será forzosa+ente reductora , se podrán li*erar dos principios !enerales: la fuerza ( la depuracin, cu(as aplicaciones -arían al filo de los si!los. Co+pro+eten cierta+ente el +anteni+iento del cuerpo, pero ta+*i4n las disposiciones del espacio, pri-ado ( p3*lico, ( las -isiones sociales %K. A cada representacin do+inante del cuerpo corresponde entonces un conunto de co+porta+ientos predicados ( prohi*idos, la +is+a práctica pasando del uno al otro se!3n los si!los. Por ee+plo, para un cuerpo +edie-al, constituido de hu+ores ( pensado co+o a!arrado con las fuerzas cs+icas, las prácticas de +anteni+iento -an a con-er!er en la *3sueda del euili*rio, sinni+o de salud. Los ali+entos son esco!idos para co+pensar la carencia o el e5ceso de uno de los hu+ores, correlacionado cada uno con una cualidad >seuedad, hu+edad, caliente, frío. #l cuerpo, ele+ento poroso de un todo ue lo influ(e ( lo penetra, está so+etido a los contactos, *en4ficos >en el caso de las o(as de salud ( perniciosos >en el caso del aire ( del a!ua. #stos dos ele+entos de*en pasar lo +enos posi*le por los poros, pues arries!an con infiltrar los r!anos ( corro+per los hu+ores7 por esto el rechazo del eercicio ( los *a8os. La i+portancia del contacto se ilustra i!ual+ente de +anera ne!ati-a con la e5clusin de los leprosos ( el porte en el +o+ento de las epide+ias de peste de &-estidos de peste1 ue cu*ren todo el cuerpo, con el fin de prote!er del aire -iciado. Xtra práctica %K
Por ee+plo, la i+a!en de la purificacin inspira discursos ue apuntan a la depuracin del cuerpo indi-idual, a(er por las san!rías, ho( por el a!ua, pero ta+*i4n a la li+pieza del cuerpo social por la se!re!acin ( la represin durante si!los de los po*res, de las prostitutas ( e5clusin a las periferias de las ciudades a los indi!entes, en-iados ho( en día a al!unas co+unas.
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de preser-acin, la purificacin, especial+ente por las san!raduras cu(o n3+ero crece correlati-a+ente con el ran!o social. Xr!anis+o total+ente pasi-o, el cuerpo es +antenido por adiciones, contactos o depuraciones de +aterias. #n el si!lo ;99, la +etáfora del cuerpo ala+*iue cede ante la del cuerpoGrelo, con la concepcin del cuerpo +ecánico. Las t4cnicas de +anteni+iento pri-ile!ian entonces la -i!ilancia del ali+ento a la -ez >co+o lo he+os -isto precedente+ente en una perspecti-a de +ortificacin de los sentidos, pero ta+*i4n para no falsear la accin de los espíritus ani+ales encar!ados de enlazar el cuerpo ( el al+a >Stein+etz, in Du*ois Y inpor a*ono donde el *ar*ero, pur!as, transpiraciones. La ca+inada se -uel-e un +edio de transpirar, así co+o la ropa *lanca ue se considera atrae la +u!re hacia los poros7 sin e+*ar!o los *a8os si!uen encontrando desconfianza ( críticas: el *a8o es e5cepcional ( de*e estar rodeado de +3ltiples precauciones tales co+o la per+anencia en ca+a durante +uchos días con el fin de no e5poner un or!anis+o de*ilitado. La hi!iene responde sie+pre a preocupaciones de aeracin7 durante +ucho tie+po contra el olor se diri!e la lucha, en las e+presas de preser-acin de las enfer+edades. Masta el si!lo ;999, se ue+an aro+áticas o -ina!re en cazoletas ( en *olas de perfu+e, (a ue el euili*rio de los fluidos supone ue el *uen olor desprendido en torno de sí, por aspersin o fu+i!acin, e5pulsará el +al ( los +ias+as ue lo aco+pa8an. La fuerza del olor, o del !usto, infor+a so*re la eficacia terap4utica: olor de los e5cre+entos ue pueden e5pulsar la peste, olor ( sa*or de las especias utilizadas co+o re+edio. #n el si!lo ;999 se +odifica un poco la idea de un cuerpo pasi-o. Los 45itos de la inoculacin contra la -iruela re-olucionan las concepciones del cuerpo7 contra las prácticas tradicionales de e5tirpacin del +al se aconsea por el contrario la inoculacin, ue supone un poder reacti-o del or!anis+o, la e5istencia de protecciones internas. #l ho+*re &fi*roso1 de los enciclopedistas es so+etido a e5periencias de electrizacin ( a las t4cnicas de fortaleci+iento7 despu4s de si!los de atra!anta+iento, se asiste al rechazo de las san!raduras ( de las pur!as, ue de auí en adelante de*ilitan, ree+plazadas por el endureci+iento por +edio del frío, la ca+inadas de salud, los re!í+enes r3sticos. #l descu*ri+iento del o5í!eno por parte de Antoine Laurent de La-oisier en %BBB pone en efecto en e5er!o el papel de la respiracin ( de la aeracin, sin ue 4sta lle!ue a contradecir sin e+*ar!o la teoría de los interca+*ios por los poros de la piel. #sta e-olucin de la concepcin del cuerpo, ue lo inscri*e en una diná+ica de pro!reso ( de +eora+iento de*ido al esfuerzo personal no dea de tener correlaciones con la e-olucin social ( la ascensin de los -alores de la *ur!uesía frente a la aristocracia: a la ascendencia sucede la posteridad, a lo innato lo suceden lo aduirido ( la educacin. #l cuerpo, co+o el destino, se puede conuistar, no está dado por anticipado por el naci+iento. La atencin se le pone a la ropa +ás *ien ue a la li+pieza corporal7 la pri+era +itad del si!lo 9 -erá así el reino de las lencerías ( de las la-anderías, de las ue /+ile ola ( ;ictor Mu!o hará sus delicias. La historia del arre!lo personal es en efecto co+plea. Por una parte, la li+pieza ( la *lancura son los ideales de la *elleza aristocrática ( están asociados a los -alores +orales de pureza ( de honestidad, pero por el otro, la desconfianza +4dica con respecto al a!ua ( a la acentuacin de las e5i!encias del pudor, frenan paradica+ente la hi!iene. #l rit+o de los *a8os no de*e e5ceder una -ez por +es, se aconsea a las +uchachas la-arse cerrando sus oos, ( los ries!os de la toalet so*re la fecundidad son acentuados. =o ha( ue la-arse los ca*ellos con a!ua, se los li+pia con pol-o, por prudencia ( couetería pues los perfu+es de la ca*ellera son uno de los +ás se!uros
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infortunios de la +uer %J. #l *a8o, de+asiado frecuente, de+asiado prolon!ado, es un ries!o para la salud física ( +oral, altera la *elleza. Por lo de+ás, el *a8o predispone a la ociosidad, anta!onista de la +oral *ur!uesa. Las prácticas frecuentes de hi!iene ínti+a por lo de+ás son la propio de las prostitutas, cu(as casas de citas están entre los pri+eros aloa+ientos ue contaron con euipa+iento de *a8eras. Por esto las toilettes parcelarias, con la -ul!arizacin del *idet a co+ienzos del si!lo , ( so*re todo la preocupacin por la ropa li+pia7 a 4l le correspondía entre!ar el *uen olor fresco, ese olor de lo li+pio ue ala*an toda-ía en nuestros días las pu*licidades de deter!entes. #l pro!reso en el +anteni+iento de la ropa *lanca -a entonces +ucho +ás rápido ue el de la propia hi!iene corporal. #n el si!lo 9 pre-alece la concepcin calrica del or!anis+o, co+parado con las +áuinas de -apor, con +otores utilizados en la industria. La atencin está puesta en la fuerza7 las e5periencias +ultiplican los aparatos ue de*en +edirla ( co+parar los or!anis+os, especial+ente los or!anis+os ur*anos ( aldeanos. Despu4s de si!los de inferioridad, los pri+eros son declarados +as acti-os ue los se!undos, por lo ue se reha*ilita la carne >r4!i+en ur*ano contra el -e!etal >r4!i+en ca+pesino. #n esta perspecti-a ener!4tica todo concurre a la co+*ustin pti+a: in-encin de la !i+nástica, conta*ilizacin de la ener!ía pro-ista por los ali+entos >las calorías, e incluso estí+ulo a la li+pieza con el fin de ue la respiracin epid4r+ica au+ente la co+*ustin or!ánica. #l descu*ri+iento +icro*iano por parte de Louis Pasteur no hará e-idente+ente nada distinto a insistir so*re la i+portancia de esta li+pieza: el +icro*io, este nue-o ene+i!o, está por todas partes, hasta en los +ás peue8os plie!ues de la piel. Desde hace un si!lo (a no se le podía desaloar por su olor. De acá en adelante, (a no se lo -e. Se e+prende una lucha de todos los instantes, la hi!iene. Ade+ás ha( ue su*ra(ar ue se trata cada -ez de +odelos do+inantes ( le!íti+os, puestos en +o-i+iento ( predicados por la 4lite ue por lo de+ás no los aplica forzosa+ente7 por ee+plo, las dietas ( los re!í+enes del si!lo ;99 ( de otros, ue slo se co+prenden para los ue pueden per+itirse las francachelas, dado ue para las clases populares el ali+ento se!uía siendo el pri+er re+edio de sus +ales. Así +is+o, se puede o*ser-ar en cada 4poca fen+enos de resistencia de los anti!uos +odelos, co+o la cos+o!onía o el porte de o(as de salud7 si IranZoise Lou5 +ostr especial+ente ue el porte de fra!+entos de dientes de ani+ales esta*a encar!ado en las prácticas populares de atenuar el +al de dientes de los *e*4s >Lou5, orel, %@BH, se podría a8adir co+o un ee+plo entre otros ue a3n se encuentra en la actualidad, en la re!in de Ve5 >-endidos en far+acias a+uletos ue *uscan curar los +is+os +ales. U co+o ironía de la +odernizacin, esos a+uletos cu(a supuesta eficacia reposa*a en la creencia en las -irtudes del á+*ar, son de auí en adelante de plástico. Las películas ( los esl!anes pu*licitarios ofrecen por lo +is+o un depsito de esue+as salidos de di-ersas representaciones, a3n presentes en la actualidad7 si se hiciera una +uestra de los te+as utilizados se e-idenciaría la i+portancia de la purificacin ( de la e-acuacin, de la analo!ía con la naturaleza ( los ele+entos, para no ha*lar de la persistencia, re!ular+ente condenada por la usticia, de o(as de salud +odernas, ue curan por el contacto de tal o cual piedra. D. La salud %J
Pi4nsese en la fascinacin de Charles 6audelaire por los perfu+es e+*ria!adores ( espiritosos de los ca*ellos de +uer7 el poe+a La Ca!ellera desarrolla así todo un ca+po le5ical del olor >&perfu+e car!ado de des-elo1, &floresta perfu+ada1, &ocio e+*alsa+ado1, &esencias confundidas1E 3lores del &al , 999, #daf, pp. H0GH%Q.
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#l trata+iento del cuerpo en lo cotidiano co+o en caso de enfer+edad tiene ue -er así con la representacin do+inante del cuerpo, ue e5plica sus funciona+ientos, ( por tanto su +anteni+iento. Pero las nociones +is+as de enfer+edad ( de salud, antes incluso de pensar en las prácticas ue *uscan perpetuar una ( alearse de la otra, no son reduci*les a las causas *iol!icas, ( co+portan una fuerte di+ensin social ( si+*lica. Un papel si&!ólico Así en una e5presin a +enudo e+pleada la enfer+edad puede ser interpretada co+o una +etáfora de lo social >Sonta!, %@B@. Cierta+ente, es con toda claridad el indi-iduo el ue está enfer+o, el ue e5peri+enta el +al en su cuerpo7 pero 4l lo está i!ual+ente a los oos de la sociedad ( se!3n las +odalidades ue ella fia. #n los dos e5tre+os, puede -er el +al ne!ado por las instancias oficiales de reconoci+iento de la enfer+edad o, por el contrario, encontrarse decretado ( tratado co+o enfer+o contra su -oluntad7 los in+i!rados sufren de la siniestrosis tratando desesperada+ente de o*tener la -alidacin de ese +al ue haría de ellos enfer+os +ientras ue, en al!unos países, ha( al!unos co+porta+ientos ue pueden ser +edicalizados, co+o la locura o la ho+ose5ualidad. De este +odo, no sola+ente las enfer+edades e-olucionan se!3n la historia de la sociedad, de las epide+ias de a(er a las neurosis de ho(, sino ue ta+*i4n -arían sus representaciones, sus e5plicaciones ( las for+as de encar!arse de ellas, haciendo i+posi*le reducirlas a &si+ples1 realidades o disfunciona+ientos or!ánicos. #l sentido concedido a la enfer+edad es así particular+ente re-elador7 el re!istro e-oluciona se!3n los si!los >Merzlich, Pierret, %@"@7 ;i!arello, %@@. #n la #dad edia, ( hasta el si!lo ;99 co+o lo testi+onian los escritos de 6laise Pascal ue redacta una Oración para el !"en "so de las en%er&edades do+inan los te+as cristianos del casti!o di-ino colecti-o ( la reparacin por el dolor. #n los si!los ;999 ( 9 conunta+ente con el de*ilita+iento de la e+presa de la 9!lesia ( el acrecenta+iento del poder de los +4dicos el +4dico to+a el lu!ar del sacerdote en la condena +oral indi-idual, +anifiesta para la sífilis >-iruela, peue8a -iruela cu(as +arcas presentes en la carne, podredu+*re física, concretan la corrupcin +oral >pi4nsese en las descripciones de +e de erteuil o de =ana, ue son casti!adas con la -iruela por sus -icios %H. #l si!lo 9 -e ta+*i4n en la enfer+edad ( especial+ente en la tu*erculosis otra ocasin de condena +oral ( social, siendo aliada rápida+ente esta enfer+edadQ >en el espíritu de los +oralistas ( de los hi!ienistas con los -icios, con el alcoholis+o ( con la +u!re de los *arrios populares. La tu*erculosis ilustra +a!istral+ente el papel de las representaciones en la enfer+edad, pues su si!nificacin e-oluciona: en efecto, ella es sucesi-a+ente, la enfer+edad ro+ántica de los ricos, ardidos por un e5ceso de pasiones, ue -an a curar su lan!uidez *ao el sol del ediodía o en la cal+a de los sanatorios7 lue!o fue el fla!elo social, enfer+edad de los po*res diez+ados por sus -icios en sus cuchitriles. Las descripciones físicas -arían: ideales de *ellezas et4reas ( e-anescentes, donde slo *rilla la lla+a de la +irada ( florece el rosa de las +eillas en los ricos, del!adez repu!nante, oos apa!ados ( fealdad so*resaturada de connotaciones +orales en los po*res%B. Con los tra*aos de los hi!ienistas, la tu*erculosis se -uel-e lue!o enfer+edd de la po*reza, de*ido a las condiciones sociales7 lue!o, en el si!lo , con la %H
6asta con -ol-er a la eti+olo!ía de la sífilis7 S(filo se!3n X-idio fue desterrado por los dioses a causa de su in+oralidad, ( lle-a en su carne las +arcas de su infa+ia ( de su irrespeto. %B Para un paneo de descripciones literarias, -er Merzlich, Pierret, %@"@, ( particular+ente el capítulo 99.
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responsa*ilizacin indi-idual se con-ierte en enfer+edad de la i!norancia >-er Iassin, %@@H, p. 2B0. Al lado de este ar!u+ento de la responsa*ilidad indi-idual ( cí-ica, en el si!lo se desarrolla la te+ática de las enfer+edades causadas por la -ida +oderna, su estr4s, su polucin, sus represiones ( su ali+entacin uí+ica+ente adulterada: cáncer, +al de espalda o, +ás reciente+ente, enfer+edad de la -aca loca. De esta +anera el cáncer ha sido interpretado co+o la enfer+edad del indi-iduo en su relacin con lo social, lo ue no dea de inducir una -isin pe(orati-a ( penalizadota: el enfer+o al contrario del tu*erculoso aristcrata ue se consu+ía *ao los fue!os de su pasin sufriría por dene!ar sus senti+ientos ( su ener!ía, en una 4poca en la ue do+inan los +odelos de li*eracin, los de*eres de placer >Sonta!, %@B@. Dos fi!uras literarias resu+en ( cristalizan toda la e-olucin: en el si!lo 9 el $afael de la Piel de zapa, de Monorato de 6alzac, arde por la ener!ía de sus deseos, la fuerza del uerer. Para so*re-i-ir, 4l trata de encerrarse, de separarse del +undo. Wn si!lo +ás tarde, Iritz orn, en 4arzo, asocia por el contrario el cáncer ue lo roe con la falta de deseo, con la intro-ersin de su -ida *ur!uesa ( con su nacionalidad suiza, sinto+ático para 4l de una -ida enfurtida, puesta en orden, esclerosada. 9ncluso por fuera de e5plicaciones tan e5tre+as ue harían así del cáncer una +anifestacin 3nica+ente psicoso+ática, la enfer+edad no dea de culpa*ilizar. 9ncluso si el casti!o di-ino es con frecuencia +enos in-ocado, la condena +oral co+o en las +eores 4pocas de la -iruela nunca dea de aparecer: especial+ente el sida a dado lu!ar a una condena ( a una esti!+atizacin de los dro!ados ( de los ho+ose5uales, al distin!uir las -ícti+as inocentes >ni8os, he+ofílicos, transfundidosE de los culpa*les. Ua se trate, se!3n la 4poca, del clera, de la tu*erculosis o del sida, parece ue fueran necesarios chi-os e5piatorios, to+ados preferente+ente de los +ár!enes de la &nor+alidad1, (a sea esta !eo!ráfica, social o +oral: e5tra8os en-enena+ientos de pozos, o*reros -ectores del *acilo u ho+ose5uales trans+isores del -irus. Un papel si&!ólico Si el chi-o e5piatorio es to+ado en los lí+ites de la sociedad, es porue estar enfer+o no es un hecho indi-idual, un asunto personal entre uno +is+o ( su cuerpo. #star enfer+o es i!ual+ente un estatuto social ( co+pro+ete por ese +oti-o a las instituciones oficiales ( a las políticas p3*licas. La cuestin del estatuto social de los enfer+os no se plantea en los tie+pos de epide+ias, cuando el enfer+o es considerado co+o +uerto: +uerte social para el leproso, desposeído de sus *ienes ( e5cluido al t4r+ino de una cere+onia ue se aco+pa8a con una +isa de +uertos, para la cual la i!lesia se -ista de ne!ro7 ( +uerte efecti-a ( ful+inante para el apestado o el col4rico, leos de los cuales la po*lacin hu(e. #l estatuto social del enfer+o aparece con los pro!resos de la +edicina ue, cuidando e i+pidiendo el falleci+iento, inserta al enfer+o en la -ida a +ás o +enos lar!o t4r+ino7 cuando la enfer+edad se -uel-e un fen+eno contra el cual se puede luchar, el pánico se detiene, pero aparece el personae del enfer+o. #sta identidad de enfer+o pasa por la instauracin de derechos (, correlati-a+ente, de de*eres. #l derecho a la enfer+edad, con la instauracin de las protecciones sociales co+o la Se!uridad social >%@KJ en IranciaQ, se aco+pa8a del de*er de salud, ( el enfer+o se -uel-e responsa*le7 con la instauracin de las le(es de proteccin, la enfer+edad se -uel-e en efecto correlati-a de la inacti-idad, se
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co+prende de +anera ne!ati-a en tanto ue detencin del tra*ao %". Le corresponde pues al enfer+o hacer todo lo posi*le para ue esta inacti-idad dure lo +enos posi*le: consultar, cuidarse, pero i!ual+ente pre-enir por +edio de un +odo de -ida ( una hi!iene ee+plar. #l si!lo es así el si!lo de la responsa*ilidad indi-idual ( cí-ica. #l +odelo de salud p3*lica reposa en efecto so*re una paradoa: +ientras ue la salud p3*lica se -uel-e asunto de #stado, la concepcin de la salud colecti-a pasa por un encar!arse indi-idual de la pre-encin, corri!iendo sus co+porta+ientos7 por esto las ca+pa8as de infor+acin ( de pre-encin en +ateria de ali+entacin, de *e*idas, de ta*auis+o, de prácticas se5uales, de co+porta+ientos de tránsito, etc. Cada sector de la -ida se -uel-e así práctica+ente prete5to para la sensi*ilizacin a los ries!os (, por tanto, al lla+ado de atencin ( a la pre-encin. Contraria+ente al si!lo 9, hi!ienista, ue ha*ía ante puesto el papel de los factores colecti-os, ( especial+ente de las condiciones sociales, de auí en adelante la salud tiene ue -er con la responsa*ilidad de cada uno >Iassin, %@@H. #n T*e Social S'se&, Parsons considera*a (a ue la salud es necesaria para el *uen funciona+iento de la sociedad ( ue la enfer+edad +ás allá de un desarre!lo or!ánico indi-idual puede ser aprehendida co+o una des-iacin social, ue sustrae al enfer+o de sus de*eres ( de sus papeles sociales >Parsons, %@J%, in 6ourricaud, %@JJ. #l papel del +4dico es entonces a la -ez el de curar el or!anis+o pero ta+*i4n el de asi!nar el papel social institucionalizado de &enfer+o1, ue co+porta derechos ( de*eres: derecho a ser e5i+ido de las responsa*ilidades ha*ituales, de*er de hacer todo lo posi*le para +eorar ( recuperar la salud ( la nor+alidad social. Los pro!resos de la +edicina, al instalar las enfer+edades en el lar!o plazo, han +odificado en efecto el estatuto del enfer+o, pero ta+*i4n el del +4dico. La ela*oracin de la profesin de +4dico depende así de la autono+izacin del ca+po +4dico >Ireidson, %? ed. %@B0, %@"K7 Iassin, %@@H. #n efecto, es al +4dico al ue le incu+*e asi!nar o rehusar el estatuto de enfer+o al indi-iduo ue -iene a consultarlo, entre!ándole la receta del trata+iento ( e-entual+ente la incapacidad de tra*ao: &Al declarar a un indi-iduo [enfer+o\, Nel +4dicoO lle-a a ca*o un uicio ue re*asa su estado corporal ( ue, al repercutir so*re su identidad, le asi!na una posicin en la sociedad1 >Merzlich, in 6erthelot, 2000.
#s necesario a8adir el papel de la Se!uridad social en este tra*ao de asi!nacin de la identidad7 si ella ree+*olsa ( e5onera, i!ual+ente tiene un papel clasificatorio, por +edio de la instauracin de cate!orías de enfer+edades >accidentes de tra*ao, enfer+edad profesional, lar!a enfer+edadE. Pero este +odelo co+o todo siste+a confrontado a la co+pleidad de lo real puede encontrarse atacado7 si curarse es un de*er, se reuiere sin e+*ar!o sa*er ue se está enfer+o. #sto supone ue ha( ue descu*rir sus sínto+as +r*idos, pri+era etapa necesaria antes de ir a consultar al +4dico, ( lue!o: decidirse a consultar7 antes de ue el +4dico eerza su poder le!íti+o ( social+ente clasificador, es preciso ue el indi-iduo se sienta, se sospeche enfer+o. Ahora *ien, lo he+os -isto antes, la percepcin ( la interpretacin de las sensaciones están leos de ser uní-ocas ( uni-ersales, porue son constructos sociales ( culturales. Por otra parte, el consu+o %"
]anine Pierret, al estudiar los enfer+os con insuficiencia renal crnica, ue están o*li!ados a trata+ientos e5tre+ada+ente pesados co+o la he+odiálisis a do+icilio, +uestra ue los encuestados ue lle!an a lle-ar una -ida nor+al por fuera de las sesiones de diálisis ( especial+ente ue contin3an tra*aando -i-en su enfer+edad de un +odo co+pleta+ente distinto a los otros ue están o*li!ados a a*andonar su tra*ao: lo o*eti-an, lo +antienen a distancia, no lo consideran co+o su identidad. La enfer+edad tiene ue -er con el tener ( no con el ser >es toda la diferencia entre &tener una enfer+edad1, &tener una li+itacin1 ( &ser un enfer+o1 o &ser un +inus-álido1. ;er Pierret, %@BH.
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+4dico ( la !estin de la enfer+edad no corresponden a un +odelo Re*eriano de acti-idad racional con respecto a un fin >Drulhe, %@@H7 se!3n este +odelo racional, por un lado el indi-iduo haría todo lo posi*le para conser-ar su capital salud >hi!iene, pre-encinE ( por el otro pondría en funciona+iento de +anera adecuada los +edios t4cnicos ( científicos para resta*lecer la salud perdida >curacin. Le sería entonces suficiente facilitar el acceso a los cuidados >!eo!ráfica, pecuniaria+enteE para -er desaparecer las diferencias de +or*ilidad ( de +ortalidad se!3n los +edios. Ahora *ien, la relacin con los cuidados co+o lo -a+os a -er se inscri*e en el uso social +ás !eneral del cuerpo, ( re+ite a un &há*ito1, social+ente diferenciado.
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