Los Cinco Ritos para la Eterna Juventud
La magia del
Perdón
Los Cinco Ritos para la Eterna Juventud “Con este sugestivo título quiero adentrarles en uno de los secretos mejor guardados de la antigua tradición monástica tibetana” Dr. Santiago Avilés Lee
Los Cinco (5) Ritos
Conocidos como los cinco ritos tibetanos, estos ejercicios son un simple y potente sistema de asanas y pranayamas, es decir de posturas físicas y de ejercicios de respiración, enormemente energizantes y poderosos. En su libro “El Secreto Tibetano de la Eterna Juventud”, Peter Kelder, rescata esta tradición perdida y de manera clara expone su origen y explica cómo se llevan a cabo estos maravillosos ejercicios. En el antiguo Tibet no era raro encontrar que los monjes vivieran hasta 120 años gozando de excelente salud. Se cree que en buena parte este resultado era aludible a la disciplina en la realización de estos ejercicios.
Los Cinco (5) Ritos Se dice que estos Cinco Tibetanos, estimulan los chakras del individuo, lo que a su vez tiene un importante efecto en los sistemas linfáticos, inmune, nervioso y endocrino, creando un estado interno de armonía y equilibrio. En otras palabras, el cuerpo tendrá mejores herramientas para defenderse de las agresiones medioambientales, normalizar su funcionamiento hormonal y mejorar la eliminación de toxinas y psicotoxinas. Es decir son la clave para el antienvejecimiento, la buena salud y una vitalidad a toda prueba. Se recomienda realizar a diario y de manera disciplinada estos ejercicios. Al crear una rutina, el cuerpo responderá mejor, realiza un proceso de aprendizaje y el resultado será sumatorio y más duradero. De otro lado, recordemos que la realización de los ejercicios no toma mucho tiempo y que la respiración es tan importante como las distintas posturas yóguicas; la coordinación entre ambas garantiza el éxito de la práctica. Luego de unas semanas de estar practicando los cinco ritos tibetanos, se hará evidente que disminuyen las tensiones musculares, hay mayor flexibilidad articular, mejora la actividad digestiva y la respiración se hace más profunda redundando en una mejor oxigenación. Así como se encuentra un efecto a nivel físico, también hallaremos que disminuye el estrés, la tensión emocional,
Los Cinco (5) Ritos mejora el ánimo y el sueño se hace más reparador. Habrá también una sensación de mayor claridad mental y serenidad. Enfermedades frecuentes como la Fatiga Crónica, la Migraña, los dolores de espalda, el Síndrome de Tensión Premenstrual, el Síndrome de Colon Irritable, alteraciones cardiovascuares, la Hipertensión Arterial, el Hipotiroidismo, el Síndrome de Déficit de Atención e Hiperactividad, entre muchos otras, deberían mejorar de manera significativa luego de la realización constante de estos ejercicios tibetanos.
¡Tómalo con calma! Ve empezando de a pocos y luego de un tiempo, no de manera inmediata, observarás los cambios. Inicia con tres (3) repeticiones y cada dos días ve incrementando dos hasta llegar a las 21 veces.
A continuación describiremos y mostraremos la manera correcta de llevar a cabo los ejercicios.
Rito 1: El Remolino Ponte de pie con los brazos extendidos, creando una horizontal con el suelo y con los ojos abiertos o cerrados (como lo sientas más cómodo). Gira en dirección de las agujas del reloj y vas inhalando durante la realización de la rotación, terminando la inhalación con la terminación del último giro y exhalando al finalizar.
Rito 2 : La “L” Acuéstate en suelo, con el cuerpo completamente estirado. Extiende los brazos a los lados, con las palmas de las manos dirigidas al suelo y los dedos juntos.
Levanta la cabeza, llevando el mentón sobre el pecho.
Simultáneamente levanta las piernas, sin flexionar las rodillas, hasta alcanzar la posición vertical. Si el cuerpo lo permite, se pueden llevar las piernas hacia atrás por sobre la cabeza, igualmente sin doblar las rodillas. Luego, al tiempo, baja la cabeza y piernas. Inhalas al levantar las piernas, exhalas al bajar las piernas.
Rito 3 - La Tortuga Arrodíllate en el piso con la espalda recta y las manos ubicadas en la parte posterior de los muslos. Inclina el cuello hacia adelante, el mentón tocando el pecho.
Inhalando por la nariz, llevas la cabeza hacia atrás, arqueando la columna. Luego, exhalando por la boca, llevas nuevamente la cabeza hacia adelante y el mentón tocando el pecho.
Rito 4: La Mesa Siéntate en el suelo, con la columna recta, las piernas estiradas frente a ti y los pies ligeramente separados entre sí. Coloca las palmas de las manos apoyadas en el piso, a la altura de la cadera, formando un ligero ángulo de unos 45º hacia afuera. Lleva el mentón hacia el pecho y la cabeza hacia adelante.
Ahora, con los brazos rectos y los codos sin doblar, inhalando, eleva el cuerpo, flexionando las rodillas, estirando el tronco y llevando la cabeza hacia atrás. Exhalas, mientras regresas a la posición sentada.
Rito 5 : La Cobra Coloca el cuerpo boca abajo, apoyando las manos en el suelo y los dedos de los pies flexionados. Manos y pies están rectos, sin doblar codos o rodillas. Los brazos forman una perpendicular con el piso, la columna arqueada y la cabeza lo más hacia atrás posible.
Luego flexionando las caderas y llevando la cabeza hacia adelante, se coloca el cuerpo en forma de “V” invertida, llevando el mentón hacia el pecho. Regresa a la posición inicial. Inhalas profundamente al levantar el cuerpo y exhalas al bajarlo.
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