Cómo leer un texto filosófico
La actitud filosófica hace que la propia actividad de leer filosofía se someta a escrutinio. Hay casi tantas tantas formas formas de leer textos textos filosófi filosóficos cos como formas formas de aborda abordarr las pregu pregunta ntass filosóficas. Pero el aspecto que mayor impacto puede tener en el modo de enfrentarse a la lectura filosófica es el valor filosófico valor filosófico que que se otorgue a la escritura. Desde sus mismos inicios, en la reflexión platónica, se ha cuestionado el valor de la escritura como camino del pensar filosófico. l !ito de "heuth y "amus en el Fedro el Fedro problemati#a problemati#a el acceso al saber filosófica a trav$s de la palabra escrita, en la que sólo resonar%n ecos muertos de la palabra. &o obstante, es cierto que hay tambi$n un cierto reconocimiento de que en la escritura se configuran tambi$ tambi$n n las condic condicion iones es de posibil posibilida idad d para para la articu articulaci lación ón y evalua evaluació ción n constan constante te de argume argumento ntoss filosóf filosófico icos. s. 'in el orden orden argume argumenta ntall que que permit permitee exhibir exhibirse se en la escritu escritura ra (extensión de la memoria que permite hacer accesible todo lo esencial de un vista#o) sería díficil concebir el propio decurso de las filosofías en la historia. n cierto modo la historia de la filosofía es la historia de su escritura. 'in embargo, a pesar de la desconfian#a platónica ante lo escrito, no de*a de ser un aspecto paradó*ico de su obra el que sea en la escritura en la que se plasman sus doctrinas. Pero esta parado*a se desvanece en cuanto que se reconoce el tipo de valor que podemos otorgar a la palabra escrita, y de las consecuencias que de ahí se derivan para una teoría de la lectura. Platón Platónicam icament ente, e, la palabr palabraa escrita escrita de*a su silenci silencio o cuando cuando sirve sirve de record recordato atorio rio para para la verdadera actividad filosófica, para el di%logo reflexivo del alma consigo misma (en lo que consiste el proceso de anamnesis). anamnesis). &o es un signo que debe remitir m%s all% de sí mismo no sólo en cuanto al significado sino tambi$n en relación a la comprensión epist$micamente valiosa que quien lee puede extraer del texto. n Platón, la lectura est% ligada al proceso de iniciación dial$ctica que se despierta a trav$s del di%logo. Para ello, hay tres constricciones fundamentales+ el nivel de acceso cognitivo del lector al texto, fi*ado por su lugar en la escala de elevación dial$ctica (o lo que podríamos llamar su nivel dial$ctico de acceso al saber filosófico) filosófico) el esfuer#o esfuer#o reflexivo al que el lector lector est$ dispuesto dispuesto y, por -ltimo, la disposición disposición abie abiert rtaa al di%l di%log ogo o y enri enriqu quec ecim imie ient nto o mutuo utuo a trav trav$s $s del del text texto. o. &o se pued puedee leer leer filosóficamente filosóficamente sin embarcarse en la propia actividad filosófica, consista esta en lo que consista. "oda teoría de la lectura filosófica involucra una concepción de la comprensión de los problemas filosóficos, y esta es dependiente de cada forma de hacer filosofía, de cada tradición y de cada estilo. sto obliga a renunciar a unas guías y conse*os, derivados de la
propia naturale#a de la lectura y de la comprensión, que sirvan como recetas para leer filosofía. bviamente, cada uno de los textos exigir% una cierta actitud derivada de su inserción en una determinada tradición o un estilo concreto. /na de las tareas filosóficas es acomodarse (cognitivamente) a las distintas tradiciones y estilos, y desembara#arse de ellos cuando sea necesario Pero hay ciertos rasgos que podrían ser considerados propios de cualquier forma de lectura filosófica+ –
La comprensión que se exige depende del recnocimiento de que el tipo de problemas que se abordan son de car%cter abstracto y general, que buscan ahondar en una imagen 0comprehensiva1 de las cosas y que requieren una cierta concepción de sistematicidad todo ello quiere decir que tras un texto filosófico suele haber una proyección m%s all% del mismo, en la que se manifiesta un esfuer#o por pensar otros muchos problemas no directamente tratados en $l.
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/no debe abordar la lectura de un texto desde una actitud reflexiva o, lo que es lo mismo, dialógica el texto tiene una doble dimensión+ est% cerrado sobre sí mismo (debe obedecer a la lógica y coherencia internas) pero se abre sobre el lector (debe someterse al *uicio crítico). &o hay lectura filosófica sin reflexión filosófica, pues la propia comprensión filosófica depende de haber tenido (en un cierto sentido) los mismos pensamientos (no sólo haberlos evocado o repetido sino haberlos pensado genuinamente), tal y como afirmaba 2ittgenstein.
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&o debe uno de*arse llevar por la aparente historicidad de los temas y problemas abordados por el texto, ya que deben considerarse como valiosos en sí mismos y no por sus relaciones con otras escuelas históricas en la filosofía. s cierto que hay temas y cuestiones que aparecieron en una determinada $poca histórica (e, incluso, en una tradición concreta), pero su valor filosófico no depende en absoluto de ello. Deben aspirar por sí mismos a convertirse en problemas universales y así han de ser tratados en la lectura, incluso cuando uno adopte una posición hermen$utica m%s tradicional (intepretación de un autor o interpretación de una escuela,...).
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n la lectura filosófica uno no debe llevarse por la sugerencia debe atarse a la fuer#a del argumento y a la precisión de los conceptos. 'i la filosofía es una actividad de un cierto tipo, lo es como actividad conceptual . 'u esfuer#o no es empírico ni tampoco expresivo. 3 partir de estos aspectos generales se pueden extraer algunos conse*os que no pueden ni
deben ser reglas generales para la lectura. 'on m%s bien orientaciones que sirven de guía a cómo abordar aspectos propios de la lectura filosófica+
Cómo llevar a cabo la lectura 4. La comprensión de un texto filosófico requiere varias lecturas en las que, en terminología platónica, el lector pueda avan#ar dial$cticamente seg-n el nivel cognitivo de acceso en que se encuentre. s siempre recomendable comen#ar con una lectura completa y seguida de todo el texto, sin detenerse en demasía en los momentos difíciles. l ob*etivo es extraer la idea rectora que est% por detr%s del texto. "ras ello, una segunda lectura m%s pausada debe pretender conectar los detalles en torno a esa idea rectora. 'ubsiguientes lecturas servir%n para la profundi#ación de algunas de las líneas de pensamiento que requieran mayor atención. /no no debe suponer, en la lectura de un texto filosófico, que uno ha #an*ado ya la comprensión e interpretación del mismo (sea en la primera o en la decimotercera lectura)+ en filosofía, m%s que en otras disciplinas, las apariencias de comprensión son m%s la regla que la excepción. (5s una peculiaridad de la forma en que nos preguntamos sobre la realidad6 5s algo que nos debería hacer sospechar del car%cter cognitivo del propio discurso filosófico6) 7. "omar notas es una buena estrategia para recoger los aspectos m%s significativos en el avance argumentativo del texto. &o obstante, las notas no deben hacer olvidar la necesidad de volver sobre el texto repetidamente, especialmente en los casos en que las notas pueden producir un efecto de descontextuali#ación que lleve a proyectar sobre lo leído ideas a*enas al propio texto. 8. La lectura ha de poder se9alar desde un inicio aquellos pasa*es que son cruciales a la hora de identificar tanto las tesis centrales del texto como las claves argumentales. :. La lectura detallada del texto ha de dar lugar a una reconstrucción de las tesis y del argumento o argumentos presentados. n qu$ deba consistir esta reconstrucción es un aspecto m%s discutible+ en algunos casos puede requerir una cierta formali#ación de la estructura del argumento (en forma de premisas y de conclusiones) pero en la mayoría de los casos bastar% con una identificación del n-cleo argumentativo, que debería ser parafraseado, en un primer momento, en t$rminos propios m%s accesibles. Por supuesto, en sucesivas lecturas, una primera par%frasis intuitiva del argumento ha de ser corregida y precisada. ;. n la lectura hay que tener en cuenta aspectos como los siguientes+ < l modo en que el autor introduce su esquema de conceptos unas veces lo har% por mera estipulación, otras ofrecer% definiciones, las m%s ser%n ob*eto de una caracteri#ación informal, y muchas de ellas se acompa9ar%n de e*emplificaciones del
concepto. < Hay que tener en cuenta el modo en que el autor trata a los presupuestos que hace a lo largo del argumento (recordar que no hay argumentación sin supuestos, muchos de los cuales no est%n en sí mismos *ustificados), respecto a los cuales hay que valorar si son intuitivamente aceptables o no, o si est%n apoyados por algunas tesis previas. < s importante identificar el modo en que el autor conduce sus argumentos+ en ocasiones, no ser% sino una forma de establecer opiniones la mayor parte de las veces ser%n esquemas de argumento (no argumentos completos) en contadas ocasiones, se servir% de argumentos y ra#ones explícitas. < s tambi$n crucial ser capaces de identificar el tipo de información que el autor ofrece sobre el trasfondo y el marco desde el cual plantea los problemas. < Por -ltimo, hay que prestar atención a cómo introduce a otros autores y a otros textos bien para aceptar su posiciones, bien para discutirlas. n ocasiones, es recomendable adentrarse en los textos y autores citados, especialmente cuando se intenta evaluar el uso que hace de los mismos a la hora de presentar los argumentos.
Cómo avanzar en la comprensión l ob*etivo de las lecturas sucesivas de un texto es avan#ar en la comprensión. Para ello se pueden sugerir varios procedimientos+ 4. s siempre recomendable proceder a un e*ercicio de par%frasis de los textos usando terminología m%s accesible y cercano, aunque siguiendo la precaución de no desvirtuar lo esencial de las ideas que uno est% leyendo. 7. s preciso buscar la claridad y sencille# a la hora de recoger y plasmar las primeras ideas y argumentos. =a habr% tiempo para entrar en complicaciones y en sutile#as. 8. l aspecto m%s decisivo en la lectura de un texto filosófico es reconocer aquellos puntos en los que la interpretación primera que uno extrae de la lectura encuentra sus límites. "oda lectura de un texto filosófico se encuentra con lagunas de comprensión que sólo un estudio pormenori#ado podría llegar a llenar. s recomendable que estas lagunas no se conviertan en una obsesión en los primeros momentos, en los que es m%s importante adquirir las líneas maestras del argumento. 3dem%s, posiblemente las fallas de comprensión pueden ser debidas o bien a que el lectora carece de las claves de reconocimiento para el contexto del problema o qui#% a dificultades intrínsecas del mismo texto o bien a dificultades en la posición que el autor quiere defender o que se trate de un aspecto poco central del argumento. La recomendación en las primeras lecturas es avan#ar en el texto con vistas a
reconstruir una tesis, un argumento y una hipótesis de interpretación que uno debe despu$s confirmar en sucesivas lecturas. :. "ras reconocer una serie de claves interpretativas del texto en una primera lectura (o en segundos intentos), sucesivos acercamientos al texto han de tener como ob*etivo sistemati#ar y profundi#ar en estas primeras ideas. &o sólo deben ser reelaboradas con m%s detalles sino que deben ser confrontadas con todas las líneas y derivaciones que se encuentren en el texto. ;. /n criterio decisivo a la hora de avan#ar en la lectura y comprensión, y que sirve como marco de referencia para la evaluación posterior, es la coherencia de todos las ideas y de todas las posiciones defendidas sobre los diferentes temas expuestos o simplemente sugeridos en el texto.
Cómo evaluar el texto Hay un error muy com-n a la hora de proceder a la evaluación de un texto filosófico tras su lectura, el error de concebir la evaluación como una simple crítica de ideas con las que el lector no est% de acuerdo, ideas que no concuerdan con otras a las que uno se siente m%s apegado. s claro que, en toda lectura filosófica, uno ha de querer preservar las propias intuiciones. Pero estas no son nada sin un apoyo argumentativo, y la lectura y comprensión de otras formas de concebir filosóficamente un problema son retos a los propios argumentos, y menos a las propias ideas. 3dem%s, es claro queuno no puede intentar criticar lo supuestamente afirmado en un texto sin que uno logre, previamente, una comprensión de la red conceptual y de pensamiento que est% a su base. De hecho, podría decirse que el proceso de evaluación tiene m%s que ver con avan#ar en la comprensión que con articular las críticas.
4. La evaluación debe comen#ar con una reconstrucción de los argumentos y de su valide#. < s necesario detectar fallas en la exposición de los argumentos, pues como se9alamos anteriormente en el hilo expositivo de un texto la estructura argumental seguramente est% incompleta. < s preciso establecer la aceptabilidad de los supuestos y de las premisas en las que se apoya el autor. (>ecu$rdese que tambi$n podría haber varias formas de reconstruir la argumentación con diferentes supuestos y diferentes premisas. Hay que estar atento a las posibles variaciones). < Hay que establecer si de hecho la conclusión se sigue de las premisas. < = un -ltimo aspecto crucial es evaluar si el argumento tal y como es presentado es de
hecho relevante para el asunto que discute el autor o para los problemas a los que pretende enfrentarse. < "odos estos aspectos sirven para establecer el grado de convicción que despiertan las ideas y argumentos del texto. 7. /n segundo aspecto que hay que tener en cuenta a la hora de la evaluación es el tratamiento que el autor hace de las opiniones de otros filósofos. ste proceso est% íntimamente ligado al hecho de que la reconstrucción e interpretación de otros autores pudiera ser m%s o menos adecuada. Por otro lado, podría hacer un uso inadecuado de las obras de otros filósofos. 3dem%s, las críticas a sus posiciones podrían ser precipitadas e inconcluyentes, qui#% por una mala lectura o por una reconstrucción sesgada y limitada. 8. Hay que tener en cuenta cómo el autor se sit-a dentro de la tradición filosófica y ver qu$ posicionamientos adquiere en torno a varias tesis e ideas. :. La evaluación
Algunas cuestiones prácticas –
l cuidado de la lectura filosófica exige, en muchas ocasiones, que uno sea sensible al tipo de edición de los textos que mane*a. Hay ediciones que sorprendentemente est%n incompletas (en traducciones es muy frecuente, m%s de lo que uno podría pensar). La diversidad de traducciones es otro factor a tener en cuenta, por lo que la consulta de varias si est%n disponibles es recomendable (especialmente para momentos en que las dificultades de comprensión sean evidentes). 'e recomienda siempre buscar ediciones de referencia de los grandes filósofos.
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&o es posible abordar la comprensión y lectura deun texto filosofico sin que se complete con otras lecturas, del mismo autor o filósofos con los que dialoga. Hay que tener especial cuidado con las citas y referencias que menciona el texto. 'u comprobación, en ocasiones, da sorpresas (citas erróneas, transcripciones incompletas, sesgos en la selección de los p%rrafos, descontextuali#ación, etc.). sto debería animar a que uno fuera tambi$n cuidadoso con las citas que uno incluye en sus textos.
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Por -ltimo, recu$rdese que estas recomendaciones (que no son recetas para leer y menos a-n reglas prescriptivas) est%n dise9adas para la lectura y comprensión de textos filosóficos y que no son un esquema de la proto