Cómo salir de la trampa del empleo. Juan Antonio Guerrero Cañongo www.elmillonariointeligente.com
Autor de La hormiga que bailaba durante el invierno ”, “Usted también puede ganar dinero en Internet ” y Millonario por neuroinducción . Entre otros 11 libros más. “
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Uno no debe permitir arrastrarse cuando siente el impulso de volar. Hellen Keller
Y después de años y años de estudio, maestría, diplomados y demás, yo trabajo un promedio de 12 horas al día con un salario de 300 pesos diarios. ¡Y soy de los que mejor ganan en mi centro de trabajo! Conozco compañeros, obreros, que trabajan las mismas 12 horas que yo, ganando menos de 60 pesos al día. ¡Terrible la situación en México!
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El mejor de los trabajos es ser Freelance de lo que sea. Pero el trabajar desde casa no es muy fácil que digamos, porque hay muchas comodidades y puedes perder los hábitos que tienes cuando vas a un trabajo fuera de casa, te levantas mas tarde, a veces hasta en pijama andas, dejas el trabajo porque te aburre, etc.
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No necesitas dinero para empezar un negocio, necesitas un buen plan y vendérselo a las personas que sí tienen dinero para invertir en tu negocio; tienes que tener presente que: Que tú no tengas dinero no quiere decir que alguien más no tiene. Busca inversionistas, vende tu producto o servicio, no tengas miedo.
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Desafortunadamente la escuela no nos ha enseñado mucho… seguimos como la edad de piedra: consigue un lugar seguro para tu familia, sal a buscar el sustento y dedica el tiempo libre a ver televisión para olvidarte un rato de los peligros que hay afuera de tu cueva.
Este es un día típico en la escuela:
El niño llega. Espera el sonido del “timbre” que le indica que es la hora de entrada (condicionamiento básico, es decir, estimulación al cerebro reptil). Se forma en el patio de la escuela a esperar ordenes de un profesor o director (debe obedecer a la autoridad – estimulación de los cerebros reptil y límbico-).
Este es un día típico en la escuela:
Si conversa con uno de sus compañeros, lo castiga su profesor pasándolo al frente del contingente para que todos lo vean (el castigo estimula el cerebro reptil). Después de unos minutos, pasa a su salón de clase, obviamente “en orden”, con su grupo, sin salirse de la fila (estimulación del cerebro reptil).
Este es un día típico en la escuela:
Ya en el aula se sienta en el mismo lugar de siempre (estimulación del cerebro reptil), escucha al profesor dar instrucciones y exponer sus “conocimientos” (o sea hablar y hablar. La “verborrea” estimula el cerebro reptil y límbico). Si el alumno habla u opina, el profesor puede indicarle que se calle y escuche, al fin y al cabo él ya “estudió” más tiempo y por tanto es un experto (estimulación del cerebro reptil y límbico).
Este es un día típico en la escuela:
En el salón de clase se premia al “obediente” o sumiso (aquel que tiene altamente estimulado su cerebro reptil) y se castiga al que cuestiona (aquel que está estimulando su neocorteza). Durante su estancia en el aula el alumno tiene que aprenderse todo de “memoria” (estimulación del límbico) y repetir datos sin comprenderlos. Cuando sale, a su casa se lleva mucha “tarea” para reafirmar lo aprendido (así sus padres seguirán “educándolo” en su casa, es decir, estimulando el reptil y límbico).
Si te preguntas por qué buscas la “seguridad” de un empleo, ¡esta es la razón! Te educaron para buscar esa “seguridad” (de una cueva o de un feudo).
Si cuando eras niño se te prohibieron muchas cosas, como tocar, opinar y observar, lo más probable es que busques que alguien te diga qué hacer. ¡Por eso muchos buscan un empleo donde les indiquen qué hacer!
En el siglo pasado (el XX), un gran educador francés, Celestin Freinet, afirmó que: El trabajo es el principio motor y filosofía de la educación. El ejemplo es el medio educador por excelencia. La disciplina se basa en la organización , no en la autoridad. Se trabajará en un ambiente de libertad y democracia . La suma de mente desarrollada y manos expertas es la clave del éxito.
Pero la escuela actual está hecha para controlar al alumno, matar su interés innato por aprender, matar su iniciativa (obedecen a ciegas, sin reflexionar) y hacerlos irresponsables. La escuela tradicional (o actual) convierte a los sujetos en entes pasivos, sin creatividad y por supuesto sin iniciativa, ¡futuros empleados!
Para el autor Robert Kiyosaki Existen cuatro tipos de personas:
Si no tienes ambiciones terminarás trabajando para alguien que si las tiene. Juan Antonio Guerrero Cañongo
Juan Antonio Guerrero Cañongo
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