Contexto Histórico en Rusia Fines siglo XIX
Nombre: María Isidora Escobar Budge. Fecha: 12 de septiembre de 2011. Carrera: Actuación Profesora: Marta Núñez
La historia de Rusia en el siglo XIX fue en gran medida la historia de sus zares. Sin embargo, para entender el contexto en el que se encontraba Rusia a fines de este siglo, debemos tener en cuenta que existieron además otros mandatarios anteriores a estos últimos, los zares. Además la situación de Rusia a inicios del siglo XIX estuvo marcada por grandes contradicciones sociales. Por un lado, el pueblo vivía en el atraso, la miseria y represión, establecida por los zares, y p or el otro estaban las grandes familias de la aristocracia rusa, que se daban a conocer en el mundo entero por el lujo.. Es en este contexto histórico, paralelamente se desarrollaba además en Rusia un periodo cultural. Músicos, escritores, compositores y dramaturgos de di stintas tendencias, eran de una u otra manera afectados por el contexto histórico en el q ue se encontraba Rusia en aquella época. Esta vez, sin embargo me detendré en un área cultural particular: El teatro en Rusia. No cabe duda de que, aun que este periodo sea considerado el periodo del florecimiento del teatro ruso, si las condiciones políticas y sociales tal vez hubiesen sido diferentes en aquellos años, el desarrollo y auge del teatro en Rusia, claramente hubiese sido menor. Primero debemos tener en cuenta los factores políticos, sociales y económicos que afectaron en esta época, que de alguna u otra manera hicieron florecer el teatro ruso, tal como lo conocemos hoy en día. El siglo XIX en Rusia estuvo gobernado por diferentes zares. Alejandro I (1801- 1825), por ejemplo i nició su reinado con reformas liberalizadoras de las leyes y de la administración, creando así un consejo de estado y un Parlamento (Duma) aunque este finalmente después de las guerras n apoleónicas, fue reunido muy pocas veces. Es importante resaltar que con la invasión napoleónica en 1812, considerada la gran guerra patria, los rusos revirtieron esta imagen al conseguir rechazar a los ejércitos comandados por Napoleón Bonaparte. Es en este contexto que aparecen los grandes escritores rusos, reflejando la complejidad de una enorme sociedad sometida al despotismo de los zares y marcada por la miseria de sus campesinos. Uno de estos escritores es Leon Tolstoi. Y es en esta época también que Rusia registró un enorme crecimiento de la industria, la empresa privada, el sistema bancario y el comercio; al mismo tiempo que aumentaban las tensiones sociales y el descontento hacia el poder zarista. Con Nicolás I (1825- 1855) empezó la etapa de mayor expansión imperialista. Sus órdenes de abrir fuego contra la población civil tras la revolución liberal en San Petersburgo, nos muestran la crueldad que se mantuvo durante su reinado. Nicolás tuvo una gran influencia sobre toda Europa, imponiendo sus pensamientos quiso detener la influencia de la revolución francesa, restableciendo así la policía secreta, reprimiendo la libertad de expresión. Alejandro II (1855- 1881), inició mas bien una política liberalizadora concediendo mayor libertad a la iglesia católica polaca y a las universidades rusas. Disminuyó la cesura de libros, permitiendo la difusión de muchos que habían estado prohibidos. Una
de sus reformas más importantes fue la de emancipación de los siervos en 1861, lo que además recibieron tierras y beneficios económicos por los cultivos. Se comenzaron a hacer asambleas aldeanas, la libertad de expresión en Rusia y en Polonia comenzaba a nacer. Más adelante aparece el zar Nicolás II, último zar de Rusia, se caracterizó por ser una monarquía autocrática, todos sus esfuerzos se centraron en preservar el poder absoluto de la monarquía rusa. Nicolás II reavivó los afanes expansionistas del imperio, emprendiendo campañas hacia el Oriente, mismas que terminaron con la Guerra ruso-japonesa (1904-1905), misma que le atraería la animadversión de los rusos y provocaría levantamientos armados en 1905. Obligado, tras las revueltas, tuvo que reconocer a una asamblea legislativa, la DUMA, que de algún modo limitaba su poder. A lo largo del siglo XIX Rusia permaneció ajena al proceso de industrialización que se desarrollaba en Europa y otros continentes. El inmovilismo social y político la s ustrajo a los cambios que alteraron las estructuras de buena parte del mundo occidental. Por eso se considera que la Rusia de los zares en los inicios del siglo XX era un país atrasado. Podemos ver así la cantidad de factores tanto políticos como sociales que pudieron de alguna u otra manera haber afectado en los dramaturgos de la época, en la forma de escribir y hacer teatro. Los problemas políticos y sociales, las marcadas diferencias en los estratos sociales y además la famosa revolución de 1905 con el descontento de los obreros y campesinos. Todo este contexto, dio paso a g obernantes e intelectuales a darse cuenta de las grandes posibilidades de este arte como medio de propaganda para formar la ideología social. En el fondo, se trata de un periodo muy rico en situaciones, cambios, ideologías, posturas, pensamientos, sucesos y hechos, los cuales pudieron enormemente haber afectado a los dramaturgos de la época. Es por eso que sin este contexto histórico quizás no se hubiese podido entender el florecimiento o gran auge del teatro durante el siglo XIX. En 1824 fue fundado el teatro Malí, lo que conllevó la división definitiva del arte teatral en dos esferas: la dramática y la musical. Entre los años 30 y 40 del siglo XIX en Rusia aumentó la cantidad de teatros fuera de la capital. La nueva etapa está vinculada al nombre de un famoso dramaturgo ruso, Alexander Ostrovski, que aportó en sus obras una visión realista del mundo. La frontera de los siglos XIX y XX se considera el periodo del florecimiento del teatro en Rusia. Éste fue un momento crítico para todo el teatro mundial, marcado por la aparición de una nueva profesión: el director. A principios del siglo XX San Petersburgo fue la patria de la vanguardia rusa, mientras que en Moscú se fundaron las bases para reubicar la escenografía contemporánea que determinó toda la vida artística de l a capital. Después de la Revolución de Octubre de 1917, que cambió toda la sociedad y la vida en Rusia, empezó una nueva etapa en la historia del teatro del país.