CUATRO TESIS SOBRE LA IDENTIDAD CULTURAL LATINOAMERICANA. LATINOAMERICANA. UNA REFLEXIÓN SOCIOLÓGICA
El artí artícu culo lo expo expone ne las las cuat cuatro ro tesi tesiss fund fundam amen enta tale less acer acerca ca de la iden identi tida dadd cult cultur ural al latinoamericana. latinoamericana. Recurriendo al debate teórico sobre el concepto de identidad cultural, plantea diversos cuestionamientos a la referida tesis y propone algunos elementos básicos para una reinterpretación sociológica de la temática. Palabras claves: Identidad - eoría.
!e present "or# states t!e four main t!eses on cultural identity in $atinamerica. %aving as a starting point t!e t!eoretical t!eoretical debate on t!e concept of cultural identity, identity, it &uestions suc! t!esis and proposes some basic elements for a sociological reinterpretation reinterpretation of t!e issue. Key words: Identity - !eory.
El tema de la identidad cultural se !a incorporado tardíamente a la investigación y discusión sociológica latinoamericana, puesto &ue aparece reci'n en la d'cada de ()*+ y, sobre todo, en los aos noventa. $a sociología se incorpora como el convidado de piedra a un debate &ue ensayistas, filósofos, literatos, !istoriadores y antropólogos vienen realiando al menos desde fines del siglo s iglo I. /odemos !acer algunas con0eturas &ue expli&uen esto. $a sociología como disciplina empírica se desarrolló en 1m'rica $atina desde fines de la 2egunda 3uerra, en contraposición con el pensamiento social precedente. $a orientación teórica de la sociología desde ese período no favoreció la incorporación del problema de la identidad y la cultura. $a recepción y asimilación de la teoría de la moderniación, en sus distintas vertientes y, posteriormente, el cepalismo y la teoría de la dependencia privilegiaron como tema central el análisis de las estructuras sociales en vista de su transformación moderniadora. moderniadora. /odría con0eturarse &ue, para estos diversos enfo&ues, el tema de la identidad aparecía más bien ligado a la conservación de formas de vida tradicionales y4o dependientes &ue a los procesos de cambio societal. 5(6 En los 7ltimos aos se !a producido una apertura !acia los fenómenos culturales &ue se expresa, entre otros aspectos, en los estudios de cultura política y en el desarrollo de la
sociología de la religión y la sociología de la cultura. En este contexto, !an aparecido importantes investigaciones sociológicas centradas en la identidad o donde 'sta tiene un papel relevante. Es el caso de los estudios de 8orand' y $arraín en 9!ile. Esta emergencia temática se !a visto favorecida por los procesos de transformación cultural, social y política &ue !an experimentado las sociedades latinoamericanas en este período. Estamos viviendo en un período donde la ligaón entre la identidad cultural y los Estados nacionales se !a debilitado. En el proceso de internacionaliación y de profundiación de las interrelaciones económicas, culturales y políticas, el modelo de las identidades nacionales !a perdido vigencia 5%abermas ()*)6, pese a &ue en muc!as regiones se !a producido un renacer de dic!as identidades, ba0o la forma de nacionalismos extremos. En 1m'rica $atina, especialmente en la 7ltima d'cada, se !a profundiado la dependencia económica e incluso política. /aralelamente, se está experimentando un acelerado proceso de moderniación cultural mediante el impresionante crecimiento de la difusión de los medios comunicativos: ;$a mayoría de los bienes y los mensa0es &ue recibe diariamente cada pueblo !an sido generados fuera de su territorio o en empresas trasnacionales &ue, a7n residiendo dentro del propio país, a0ustan su producción a estándares globales< 53arcía 9anclini ())=: >?)6. /aralelamente, se !a producido una gran extensión de la educación básica y media y un acelerado proceso de internacionaliación de la formas de consumo, y, en forma más limitada, de las estilos de vida. 1 su ve, contin7a la migración interna !acia las grandes ciudades y la ampliación de una ;cultura de la pobrea< 5$e"is ()@@6 signada por formas de exclusión social &ue !an sido denominadas como ;pobrea dura< 5Aengoa ())@: (??-(@@6, o ;nueva pobrea< 5Aauman ())*: (>)-(?>6. Brente este proceso de coloniación acelerado del mundo de la vida y de destrucción de valiosas tradiciones y formas de vida, el pensamiento crítico no puede ya definirse exclusivamente por su orientación al cambio social. Enfrentado a estos procesos de moderniación de dinámicas exógenas, !a resignificado la temática de la identidad, no para utiliarla como un argumento contra el cambio social, como lo !icieron anteriormente los conservadores, sino para discernir respecto a dic!as transformaciones y proponer su !umaniación. $as consideraciones anteriores permiten comprender por &u' !emos optado por presentar las tesis clásicas sobre la identidad cultural latinoamericana, &ue provienen de otras disciplinas &ue la sociología. Estas representan, en importante medida, la autorreflexión de los latinoamericanos sobre su cultura e identidad. 1 futuro sería de inter's correlacionar el debate
&ue presentamos con la actual discusión sobre la cultura latinoamericana de autores contemporáneos como ArCnner, 3arcía 9anclini, 3arcía de la %uerta, Roig y otros. $1 9D8/$EIF1F FE$ 9DG9E/D FE IFEGIF1F 9H$HR1$ $a pregunta por la identidad cultural de $atinoam'rica no es obvia. 2urge de una experiencia de incertidumbre, de un no saber, desde un !orionte de ;crisis de identidad<, &ue por cierto no es privativo de 1m'rica $atina, pero &ue, sin embargo, !a ad&uirido una especial profundidad para nosotros en las 7ltimas d'cadas, por las raones ya sealadas. El t'rmino ;identidad< posee m7ltiples connotaciones en ciencias sociales y en filosofía. Esto !ace necesario !acer algunas precisiones conceptuales para evitar la ambigCedad. 2e !a dic!o, con raón, &ue la identidad es la respuesta a la pregunta &ui'n soy, a nivel individual o &ui'nes somos, a nivel grupal, 'tnico, nacional o continental. la respuesta no puede ser sino plural. ;El problema de la identidad< es siempre de las identidades. Fe este modo, podremos concebir la identidad cultural como una trama de niveles, no siempre concordantes, por lo &ue pueden producirse ;conflictos de identidad< 53issi ()*>: (?*-(?)6. %abitualmente, se la interpreta como un dato ya constituido, como una entidad, cuya posesión define al su0eto. Esta es la interpretación predominante en el pensamiento conservador &ue la concibe como ;esencia del ser nacional<, como un n7cleo 'tico, cuya recuperación permitiría ;asumir la identidad<. 2in embargo, la identidad cultural puede ser vista como un proceso abierto, nunca completo como una identidad !istórica, &ue se encuentra en continua transformación y cuyo sentido reside en posibilitar el autorreconocimiento, el desarrollo de la autonomía y la dinámica endógena 5%all ())+ y $arraín ())@a: >+J->?K, >+++: (>-K>, >++(: >(-K*6. $a identidad proviene de la tradición, pero es siempre construcción social e !istórica. $a tradición nunca puede ser incuestionada, pues puede dar lugar a discursos o prácticas de negación radical de la vida y libertad de los otros, como %abermas lo !a sealado 5%abermas ()*) y ())?6. Go se trata tampoco de revivir el rec!ao iluminista de toda tradición, pues dic!o rec!ao constituye, en realidad, otra forma de ;tradición del progreso<, igualmente incuestionada 5%abermas ()@=a: >)? y ()@=b: ((=6. Entendemos &ue plantear la identidad como construcción social es pensarla como voluntad, ;como un resorte para la acción<, más &ue como una forma de contemplación 5Aiagini ()*): )*6. radicionalmente, se considera la identidad social como unidad de los su0etos consigo mismos. En realidad, la identidad social es siempre relacional e intersub0etiva. 2e constituye
en procesos de comunicación e integración en lo &ue no están ausentes tensiones, conflictos y modalidades de dominación. 1simismo, la identidad se construye siempre como diferencia con otras identidades. Esta diferenciación puede ser entendida como una posición absoluta y un conflicto existencial, es decir, como separación entre amigos y enemigos 59arl 2c!mitt6, o bien como oposición en la &ue está implicada el reconocimiento del otro 5%egel6. En síntesis, la identidad cultural es un proceso de diferenciación de carácter intersub0etivo, mediado interactiva y comunicativamente, &ue permite el autorreconocimiento y la autonomía. 2e construye desde la tradición, pero mantiene con 'sta una relación crítica. Go se refiere 7nicamente al pasado, sino tambi'n al presente y al futuro, a lo &ue se &uiere ser 5%abermas ()*)6. /or 7ltimo, la identidad, desde este punto de vista, es tambi'n un principio de resistencia frente a lo percibido como amenaa, alteración o dominación. /RIG9I/1$E2 E2I2 19ER91 FE $1 IFEGIF1F $1IGD18ERI91G1 $a primera tesis acerca de la identidad latinoamericana tiene un carácter paradó0ico. 1firma &ue dic!a identidad no es ;latinoamericana< sino indígena, puesto &ue nuestra región nunca !a de0ado de ser indígena en sus aspectos esenciales. $a cultura europea no !a sido entre nosotros más &ue una yuxtaposición colonial o neo-colonial, una cultura imaginaria o una apariencia de modernidad. Feberíamos volver a nuestras raíces ocultas ba0o este mundo impuesto por los dominadores extran0eros, para encontrar allí nuestra 7nica y verdadera identidad. Fice, por e0emplo, un intelectual maya: ;/odríamos afirmar &ue la sabiduría acumulada durante siglos en el seno del pueblo maya nos !a posibilitado perdurar en el tiempo y proyectarnos al infinito...$a opresión &ue se cierne sobre nuestra civiliación nos !a obligado a permanecer en la resistencia. %emos sembrado durante &uinientos aos y cosec!aremos cuando los dioses lo dispongan: es la recon&uista de lo perdido< 58atul ()*): (K*-(?J6. 8ovimientos y líderes indígenas en los países andinos, sobre todo en Aolivia, !an desarrollado un discurso político similar. /or e0emplo, el 8ovimiento Indio /eruano 58I/6, fundado en ()JK, sostuvo &ue su meta era la recuperación del Estado inca. En una declaración doctrinaria afirmó &ue ;luc!a abiertamente por la implementación de un segundo a"antinsuyu< 5Aarr' ()*=6. Este sería un r'gimen ;socialista de inspiración inca<, ya &ue ;nuestra raón de ser desde el fondo de los siglos es una raón colectivista<, la &ue !abría de imponerse sobre el 5falso6 mundo occidental impuesto a los indios y a la sociedad peruana: ;1 occidente lo vamos a derrotar nosotros los indios con las ideas, principios y doctrinas de nuestros abuelos del a"antinsuyu< 5Aarr' ()*=: ((?-((@6. Ideas similares !abían sido
desarrolladas antes por ;el primer verdadero ideólogo del indianismo<, el aymara boliviano Bausto Reinaga, fundador del /artido Indio de Aolivia e inspirador de diversos movimientos indianistas, como el mencionado 8I/. El indianismo no es sólo una forma de pensamiento político y cultural generado por dirigentes e intelectuales de los pueblos vernáculos de 1m'rica $atina, sino tambi'n !a sido desarrollado por cientistas sociales e intelectuales no-indios. El antropólogo mexicano 3uillermo Aonfil Aatalla es el más destacado de ellos, especialmente en su obra 8'xico profundo 5Aonfil Aatalla ()*J6. Dtra tesis importante sobre la identidad cultural latinoamericana, contrapuesta a la anterior, es la !ispanista. /lantea &ue somos !ispanos o !erederos de dic!a cultura. 5>6 $a 9on&uista se interpreta como una con&uista espiritual de evangeliación y extensión de la civiliación occidental. 2eala &ue no fuimos colonias en sentido estricto, sino provincias, partes integrantes del Imperio Espaol. $os espaoles en la 9on&uista fundaron las naciones. $os indios !abrían estado viviendo en estado de naturalea 5=6 , la Independencia significó sólo la separación política de Espaa. Guestro ser continua siendo indeleblemente !ispánico y compartimos sus cualidades espirituales: idealismo, !onor, respeto a la autoridad, catolicidad y seorío, aun&ue no poseamos la !abilidad industrial y comercial de los anglosa0ones. El orden social y político formado por los espaoles en el Guevo 8undo fue el pilar institucional sobre el &ue se erigieron las nuevas naciones !ispanoamericanas, pese a los distintos intentos de reemplaar ese orden por otro a0eno a nuestro espíritu y cultura com7n, pretendiendo, además, borrar tres siglos de !istoria anterior a la Independencia 5Eyaguirre ()K*: J6. odo ello !a generado una situación de ena0enación cultural, a buscar fuera de nosotros, en naciones y culturas a0enas, ideales y modos de vivir &ue no se corresponden con nuestra tradición 5Eyaguirre ()K@b6. $a tercera tesis se opone radicalmente a las dos anteriores, especialmente a la indianista. 2ostiene &ue la identidad latinoamericana consiste en &ue somos occidentales o podremos llegar a serlo. 1 diferencia de 1sia y 1frica, 1m'rica $atina no presentaría culturas tradicionales vigentes, completamente distintas a la occidental. $a larga coloniación ib'rica !abría !ec!o desaparecer a las culturas amerindias o las !abría reducido a etnias. $a coloniación y período republicano !abrían occidentaliado definitivamente a 1m'rica $atina, la &ue participaría del lengua0e, valores, religión y paradigmas económico-sociales europeos. $a afirmación de &ue existiría una originalidad cultural latinoamericana, &ue desde la 9olonia !asta a!ora !a tenido diversas manifestaciones relevantes, expresaría muc!o más
un deseo &ue una realidad. 2e piensa &ue los componentes culturales indígenas y de sectores rurales &ue todavía sobreviven irán desapareciendo con la moderniación cultural, o, en el me0or de los casos, &uedarán completamente circunscritos a los circuitos de reproducción y difusión cultural de los medios de comunicación de masas, seg7n algunas interpretaciones recientes. Expondremos a!ora una de sus versiones más importantes. $eopoldo Lea, el filosófo mexicano, en algunos textos sostiene &ue los pueblos no-occidentales, entre ellos 1m'rica $atina, se !an occidentaliado en contacto con el mundo occidental. Este proceso se !a realiado pese a Dccidente y contra sus deseos. 1 diferencia de los orientales, los pueblos amerindios no !abían alcanado la madure cultural &ue les permitiera resistir la influencia europea, y por ello experimentaron ;una extraordinaria mestiación racial y cultural< 5Lea ()J(6. Esta 7ltima no se produ0o en las regiones coloniadas por los europeos en el siglo MIII, las &ue sólo se consideraron factorías y donde se rec!aó la mestiación cultural y 'tnica. Fesde la Independencia, 1m'rica $atina luc!ó por acceder a la modernidad &ue se le !abía negado, contra los conservadores internos y los representantes de la cultura occidental &ue nos consideraban extraos a su espíritu. Fesde el siglo I comenó a desarrollarse una interpretación europeísta y civiliatoria de nuestra identidad. 1m'rica $atina podría llegar a ser plenamente moderna aproximándose a Europa y a Estados Hnidos, &ue representan la civiliación y la cultura. 1lberdi, por e0emplo, decía: ;en 1m'rica todo lo &ue no es europeo es bárbaro< 59itado en Lea ()*=: (*6. Esto re&uiere renunciar a la !erencia amerindia e !ispánica. %ay a&uí tres operaciones intelectuales interconectadas. /rimero, se elabora una crítica radical y estigmatiadora de la culturas indígenas e ib'ricas. 2egundo, se idealia la cultura europea y estadounidense. Binalmente, se elabora un programa civiliatorio para pasar del estado de ;barbarie< al de ;civiliación<. Brancisco de 8iranda fue uno de los primeros intelectuales &ue sostuvo esta interpretación. 1firmó &ue los espaoles fueron ;extran0eros codiciosos< &ue explotaron el continente y carecieron de la virtud, cristianismo y !umildad del /adre $as 9asas 59itado en Lea, ()J(: (=(6. 2ólo debemos conservar de la cultura espaola el catolicismo, pero con tolerancia y separación de la Iglesia y el Estado. 2armiento, en su c'lebre obra Bacundo, de (*K?, formuló el dilema básico de esta postura: ;civiliación< o ;barbarie<. Esta 7ltima designa los indios, el interior del país, la pampa y los mestios. /odremos superar el atraso y la degradación si imitamos a Estados Hnidos en su educación, desarrollo urbano y civiliación. Esta nación combina sus magníficos recursos naturales con las libertades políticas religiosas, la
democracia y la educación popular 59itado en 8artíne ()@*: (>@6. 1lcanaremos la dignidad como naciones el día &ue podamos rivaliar con ;los sa0ones del norte< en poder y progreso: ;2eamos Estados Hnidos< 59itado en 8artíne ()@*: (>*6. $os positivistas como avier /rado, os' 3il Bortul, y otros agregaron el componente racial. /ensaban &ue las raas europeas tenían ;aptitudes privilegiadas para la civiliación< 53il Bortul citado por erán ()*=: (+K6. $os indios casi siempre son descritos con rasgos negativos: viven sumergidos en la naturalea y cerrados sobre sí mismos su carácter es rudo, sus sentimientos son áridos y carecen de ;afecciones est'ticas<, así como de fuera. Miven en medio de la superstición y la credulidad. $os negros nos !an legado su energía, melancolía y nostalgia. Fe los espaoles !eredamos la incapacidad para la industria, la falta de iniciativa, el instinto b'lico, etc. odos estos rasgos se oponen al progreso. %ay &ue purificar la raa con la migración europea &ue nos aportará su arte, industria y aptitud para el traba0o, decía 2armiento 59itado por Lea ()*=: >+6. 1lberdi nos invita a colmar de beneficios al inversionista extran0ero. Estas ideas inspiraron la migración masiva de inmigrantes &ue ocuparon importantes regiones, frecuentemente en desmedro de la población indígena y mestia. %oy en día, políticos, intelectuales y economistas cercanos o ad!erentes al neoliberalismo son los representantes de la versión más nueva e influyente de esta tesis. 2ostienen la necesidad de reconocer las transformaciones ;modernas< de 1m'rica $atina, las &ue estarían poniendo fin a la cultura tradicional de la Región, indígena y católica, autoritaria y colectivista a la ve. /ropugnan, como seala ArCnner Nint'rprete y representante de esta visión- una ;identidad moderna de 1m'rica $atina< 5ArCnner sin fec!a: >+)6 y cuestionan otras interpretaciones como mera expresión de sentimientos, frustraciones y sueos, &ue !an de ceder el paso a ;las cosas modernas< y a las identidades ;proporcionadas por los medios de comunicación, en particular la televisión, y por los m7ltiples otros lengua0es &ue se generan con la vida urbana, con los movimientos del mercado cultural, y con las nuevas formas de inserción de los países en la economía del mundo< 5ArCnner sin fec!a: >((6. 2e trata de una visión unidimensional y a!istórica de la moderniación, donde la 7nica identidad cultural real en 1m'rica $atina es la &ue imponen las transformaciones propias de dic!o proceso. $a tesis del mestia0e cultural es, sin duda, la más difundida y aceptada. 2ostiene &ue existen una identidad y una cultura latinoamericana propiamente tales. Ellas serían el resultado de una síntesis de distintos elementos culturales provenientes de las sociedades amerindias, europeas y africanas. El encuentro entre estos grupos !abía producido una
;síntesis cultural mestia< &ue representa una nueva sensibilidad y actitud ante el mundo. 5K6 1un&ue los antecedentes de esta tesis pueden remontarse al pensamiento de Aolívar, podría decirse &ue su fundador fue Masconcelos con su obra $a raa cósmica, de ()>K. Expondremos brevemente una versión de esta concepción, la del pensador veneolano 8ariano /icón 2alas, &uien plantea &ue $atinoam'rica desarrolló un proceso de mestia0e no sólo racial, sino tambi'n cultural, especialmente en el siglo MIII, durante el llamado ;Aarroco $atinoamericano<. El mestia0e cultural se expresaría en el lengua0e 5el ;castellano criollo6, la m7sica, los ritos, las fiestas y las danas en el arte, la literatura, y, en menor medida, en la producción intelectual. En algunos pasa0es de su obra, /icón 2alas da a entender &ue el proceso de mestia0e cultural no es plenamente consciente para los su0etos &ue están implicados en 'ste. /or ello, contin7an teniendo vigencia las tesis ;indigenistas< e ;!ispanistas<: ;contra el !ispanismo 0actancioso y contra el indigenismo &ue &uerría volver a la pre!istoria, la síntesis de 1m'rica es la definitiva conciliación mestia<, escribe 5ArCnner sin ao: )@6. En ciertos casos, los ritos y símbolos nativos !an &uedado ;flotando< ba0o un manto aparentemente cristiano 5ArCnner sin ao: )@6. $a forma más acabada del mestia0e cultural, o sea, la creación de una síntesis &ue incorpore elementos universales, europeos, espaoles e indígenas no estaría plenamente realiada. 1un&ue la mayoría de las más importantes versiones sobre la identidad cultural latinoamericana pueden ser comprendidas a partir de las referidas tesis, !ay autores significativos &ue no adscriben a ninguna de ellas, sea por&ue la consideran una identidad problemática o bien por&ue, como 1ntonio 9orne0o-/olar, no comparten el supuesto fundamental &ue está a la base de las referidas tesis: el monismo &ue afirma &ue existe una cultura latinoamericana 59orne0o /olar ())+6. Dctavio /a es uno de los principales autores &ue ven nuestra identidad como problemática y tensionada. El laberinto de la soledad es su principal obra en esta temática. /a sólo examina la identidad mexicana, pero nos parece &ue lo planteado por 'l tiene valide para toda 1m'rica $atina. Rec!aa las tesis indianistas, !ispanistas, civiliatorias y del mestia0e: ;el mexicano no &uiere ser ni indio ni espaol. ampoco &uiere descender de ellos. no se afirma en tanto &ue mestio sino como abstracción: es un !ombre. 2e vuelve !i0o de la nada. El empiea de sí mismo< 5()?): J)6. Esta situación de desarraigo sería la expresión de &ue 8'xico constituye un proyecto por realiar. 2igue vigente, por tanto, la necesidad de una b7s&ueda para crear una ;forma< en &ue se manifieste la vida y la !istoria de la nación, su ;ser<, como dice /a. ;oda la !istoria de 8'xico, desde la 9on&uista !asta la Revolución, puede verse como una b7s&ueda de nosotros mismos, deformados o enmascarados por instituciones extraas, y de una forma &ue nos
exprese< 5()?): (K*6. Gi el indigenismo ni el liberalismo, como tampoco el catolicismo, representan la ;forma< buscada. odos los proyectos universales y moderniantes impuestos o trasplantados a 8'xico son ;!oy inservibles< y la ;mexicanidad< no puede realiarse en ellos 5/a ()?): (?(6. 8ás a7n, los sucesivos y frustrados intentos de convertir a 8'xico en una cultura moderna se explican por la persistencia de un pasado ateca y colonial ;&ue creíamos enterrado, 5pero6 está vivo e irrumpe entre nosotros...Hn pasado &ue no !emos sabido o no !emos podido reconocer, nombrar, desenmascarar< 5/a, ()J+: >?=6. Este pesimismo &ue concibe una conciencia trágica inmersa en la insuperable frustración del an!elo de una modernidad &ue no puede realiar, coexiste con una vaga utopía de redención y comunión, un regreso a la ;libertad original< y a ;la primitiva purea< 5/a ()?): >=+ y Mergara >+++: @)*(6. 1 GO$I2I2 REB$EIPG BIG1$ El análisis de las tesis expuestas permite, a nuestro 0uicio, mostrar &ue ellas comparten, pese a sus diferencias, ciertos problemas fundamentales. En lo &ue sigue intentaremos analiarlos críticamente, para luego plantear algunas !ipótesis a desarrollar en futuras investigaciones. Guestro planteamiento se origina en la constatación &ue las tesis presentadas no responden satisfactoriamente a la pregunta por la identidad latinoamericana. En casi todas ellas subyacen supuestos cuestionables acerca de la identidad. El principal es ellos es &ue dic!a identidad sería una unidad de lo diverso, en sentido fuerte o ya se !a realiado, es decir, es una propiedad determinada. /arecería &ue la tesis del mestia0e cultural es la menos ob0etable a este respecto. 2in embargo, ella no !a problematiado suficientemente el carácter incompleto &ue tendrían los procesos de mestia0e cultural ni su creencia &ue corresponden a una tendencia !istórica necesaria. ampoco !a reflexionado sobre el !ec!o de &ue la mayor parte de los portadores no se reconocen como culturalmente mestios. Esto la !ace recaer en un ob0etivismo del int'rprete 5Mergara >++(: >(+6. Esta tesis !omogenia la cultura latinoamericana, suponiendo &ue en todas sus expresiones se !abría producido o estaría produci'ndose la referida síntesis mestia, la cual sólo es indudable en algunos aspectos o expresiones. Fe otra, no reconoce la diversidad cultural &ue implica la existencia de m7ltiples culturas &ue mantienen su identidad propia, como es el caso de las culturas indígenas. En segundo lugar, nos parece &ue la existencia de tesis tan contrapuestas y defendidas con tanto vigor no es casual. Revela, de alg7n modo, una posible característica del ob0eto del cual
pretenden dar cuenta: &ue la dilucidación de la identidad cultural latinoamericana es a la ve un proceso relevante, en cierto sentido acuciante, y &ue la experiencia de la identidad parece ser tambi'n diversificada y polivalente. Mariaría en distintos grupos sociales y 'tnicos, conteniendo en su interior diversas identidades relativamente incomunicadas entre sí: identidades más cercanas a las civiliatorias en los sectores blancos urbanos más próximas a las indianistas en el caso de grupos 'tnicos, etc. $a identidad cultural, ya lo planteábamos al comieno del traba0o, se da en una trama de niveles. 1l no considerar estas distinciones de niveles, las diversas tesis limitarían el fenómeno &ue &uieren apre!ender, confundiendo un nivel con el con0unto de los otros niveles o extrapolando sus afirmaciones a todos los restantes. 1l mismo tiempo, esta situación confirmaría parcialmente las tesis expuestas: ellas tendrían valide en ciertos niveles específicos. $o &ue las !aría incompletas, y en este sentido falsas -con todas las reservas con &ue debe emplearse esta noción- sería su pretensión de !aber determinado el problema de la identidad latinoamericana. /odría decirse, siguiendo una idea de %egel, &ue estas tesis tendrían raón en lo &ue afirman, pero no en lo &ue niegan. Fadas estas dificultades, algunos autores !an cuestionado el mismo concepto de identidad cultural, en primer lugar por suponer precisamente la !omogenidad y estabilidad de la forma de identidad &ue &uieren apre!ender. /ablo 3uadarrama !a sostenido, al respecto, &ue: ;En el actual creciente proceso de internacionaliación de la vida social, en &ue los pueblos se conocen cada ve me0or, resulta progresivamente más fácil percatarse de las similitudes y diferencias &ue subsisten en las culturas de las diferentes regiones. Incluso en un mismo país en ocasiones se aprecia una diversidad tan grande de manifestaciones culturales &ue podría poner siempre en tela de 0uicio el concepto de identidad cultural< 53uadarrama ())>: (>+6 orge $arraín !a aadido a lo anterior la cuestión de la arbitrariedad. Existe siempre una pluralidad de interpretaciones acerca de la identidad cultural, como en este caso respecto de la identidad latinoamericana. Ginguna de ellas logra recoger la diversidad cultural existente en una nación o país, aun&ue cada una &uiere !acernos creer &ue ;existe sólo una verdadera versión de la identidad nacional< 5$arraín >+++: =?6. oda versión selecciona ciertas características y excluye otras, pues opera con criterios de selección, evaluación, oposición y naturaliación de los contenidos culturales 5$arraín, ())K: (@=-(@? ())@: >(>6, tanto si se trata de la imposición ideológica al servicio de grupos de poder, o de discursos de resistencia. ;Esto demuestra Nconcluye $arraín- la ambigCedad in!erente al concepto de identidad nacional< 5$arraín ())@: >(=6, aun&ue podría decirse lo mismo de otras formas de identidad cultural.
9omo resulta evidente, la crítica anterior no se refiere exclusivamente a las versiones sobre la identidad cultural latinoamericana &ue a&uí se expusieron, sino &ue, a partir de ciertos problemas detectados en ellas, ofrece un cuestionamiento al concepto mismo. 2in llegar tan le0os, los planteamientos a&uí esboados permiten pensar en la posibilidad de una reconstrucción de dic!o concepto, mas &ue en su abandono, y en la elaboración de interpretaciones más comple0as y menos ambiciosas. En el me0or de los casos se podría concebir la identidad latinoamericana como abigarrada y cambiante, ;una identidad !eterog'nea e internamente conflictiva<, en la cual coexistirían varios e0es y sub-identidades en conflicto 59orne0o /olar ())+: >>?6. $a identidad latinoamericana no sería una unidad en el sentido fuerte de la palabra, sino fragmentaria y diversificada. En este contexto, puede destacarse la reflexión del filósofo mexicano $epoldo Lea. En un artículo titulado ;1m'rica $atina: largo via0e !acia sí misma< 5Lea ()JJ6, escrito con posterioridad al libro &ue citamos precedentemente, sostiene &ue $atinoam'rica tiene una cultura de yuxtaposición y no de mestia0e: ;9ultura surgida de la unión, pero no de asimilación de la cultura propia de esos !ombres 5aborígenes y espaoles6. 9ultura de expresiones encontradas y por serlo, le0os de mestiarse, de asimilarse, se !an vuelto yuxtapuestas. uxtaposición de lo supuestamente superior sobre lo &ue se considera inferior. Relación en &ue el mestio, tanto cultural, como racialmente, se transforma en conflicto interno< 5Lea ()JJ: J6. $a proposición de Lea frente a la !eterogeneidad de la cultura latinoamericana consiste en detectar los polos posibles de integrar en una nueva síntesis. Implica el aprendia0e de las experiencias extran0eras para ponerlas al servicio de $atinoam'rica y su cultura, la imitación combinada con la invención. 1m'rica $atina son sus fragmentos, disimetrías y diferencias, sus tradiciones !eteróclitas y sus proyectos. Guestra identidad es complicada y dolorosa, por ello es un aporte original al !ombre sin más. $os planteamientos de Lea resultan, a nuestro 0uicio, particularmente sugerentes en varios aspectos. /rimero, por cuanto constituyen una tesis &ue reconoce e intenta apre!ender la comple0idad y polivalencia de la5s6 identidad5es6 en $atinoam'rica. 2egundo, por&ue asumen los distintos niveles en &ue se manifestarían la5s6 identidad5es6 y, por 7ltimo, consideran su carácter incompleto. /or cierto, no puede de0ar de sealarse &ue, para la discusión sobre la identidad cultural latinoamericana, resulta necesaria la realiación de investigaciones !istóricas y científicosociales &ue tengan el mayor rigor y profundidad posibles. 2in embargo, la indagación sobre esta temática por parte de la sociología no puede limitarse ni agotarse en la realiación de
nuevos estudios de estudios interdisciplinarios, etc. /or el contrario, gran parte de la dificultad reside en el insuficiente análisis teórico y epistemológico de los traba0os sobre el tema. $os mismos supuestos respecto de la noción de identidad -obviamente la más relevante en este campo- &ue están en la base de las tesis expuestas resultan claramente cuestionables desde una perspectiva &ue intente comprender el fenómeno en cuestión en toda su comple0idad. $as investigaciones sobre la identidad cultural latinoamericana deben incorporar la discusión teórica, epistemológica y metodológica de las ciencias sociales y la filosofía contemporáneas. 1simismo, parece necesario superar la acriticidad y el dogmatismo &ue ex!iben la mayor parte de las interpretaciones sobre las identidades culturales en 1m'rica $atina, &ue se expresan no sólo en la referida ausencia de reflexión teórica y epistemológica, sino tambi'n en la falta de referencias a otras versiones, sea para explicitar proximidades, complementariedades o disensos. 2e constata, frecuentemente, una pretensión de conocimiento seg7n la cual cada uno pareciera estar descubriendo o recreando el tema. Existe un soterrado conflicto de interpretaciones &ue, sin embargo, no genera un debate abierto &ue permita revisar y profundiar sus planteamientos, incorporando el discurso del otro. Fe este modo, se pierden la oportunidad y posibilidad de mutuo autoenclarecimiento, y el desarrollo del conocimiento sociológico respecto de esta importante temática. 2e diría &ue este modo de construir los discursos identitarios es una metáfora de la propia cultura latinoamericana, de la precariedad o ausencia del reconocimiento del otro de la dificultad de crear comunidades científicas basadas en formas cooperativas de producción de los conocimientos y de desarrollar frente a estos temas comple0os y controvertibles una actitud racional y dialógica. Es decir, una disposición a crear discursos cuyas pretensiones de valide se establecan mediante procedimientos intersub0etivos de diálogo y debate, donde nadie pretenda poseer un saber irrefutable y definitivo &ue lo autoriaría a substraer su discurso de la crítica racional, o a excluir las visiones de los otros. Binalmente, pareciera adecuado buscar un e&uilibrio entre el modelo del ensayo, a menudo muy generaliador y con escaso apoyo empírico, y los estudios muy acotados y específicos, cuya capacidad de responder a la pregunta por la identidad latinoamericana es limitada. En suma, más &ue cerrar un debate, las páginas precedentes pretenden estimularlo, intentando dar cuenta de un con0unto de problemas e interrogantes &ue, sin negar la propia experiencia identitaria ni reducirla a discurso, confronte las tesis examinadas con los problemas teóricos y metodológicos &ue !oy se plantean respecto a las identidades culturales. 9on ello, se !a
pretendido mostrar los principales puntos desde los cuales, la temática podría ser redefinida por la sociología latinoamericana en diálogo fecundo con otras disciplinas. AIA$ID3R1BQ1 Aarre, 8arie 9!antal. Ideologías indigenistas y movimientos indios. 2iglo I. > Edición, ()*=. Aauman, Lygmunt. raba0o, consumismo y nuevos pobres. 3edisa Aarcelona, ())*. Aengoa, os'. $os indígenas y el Estado nacional en 1m'rica $atina<, en: Revista de 1ntropología, Mol. =*, GS> 2ao /aulo, ())?. pp. (?(-(*@. --- $a comunidad perdida, Ediciones 2ur 2antiago, ())@. Aiagini, %ugo E. $a identidad, un vie0o problema visto desde el nuevo mundo<, En: Gueva 2ociedad GT )), enero-febrero ()*) 9aracas, ()*). pp. )@-(+=. Aifani, /atricia. $o propio y lo a0eno en interrelación palpitante, En: Gueva 2ociedad GU )), enero-febrero ()*) 9aracas, ()*). pp. (+K-((?. Aonfil Aatalla, 3uillermo. 8'xico profundo. 3ri0albo 8'xico, ()*J. ArCnner, os' oa&uín. 9artografías de la modernidad. Folmen 2antiago, sin fec!a. 9orne0o-/olar, 1ntonio. Guevas reflexiones sobre la crítica latinoamericana, En: 11MM, Fe 9ervantes a Drovilca. %omena0e a ean-/aul Aorel, Ed. Misor 8adrid, ())+. pp. >>?->=?. Eyaguirre, aime. Mentura de /edro de Maldivia. 9olección 1ustral. Espasa-9alpe 8adrid, ()K@a. --- %ispanoam'rica del dolor, En: Idem, %ispanoam'rica del dolor y otros estudios. Ediciones 9ultura %ispánica 8adrid, ()K@b. --- Bisonomía !istórica de 9!ile. Editorial del /acífico 2antiago, ()K?. 3arcía 9anclini, G'stor. Gacionalismo y globaliación.el debate multicultural 5entrevista6, en: 2ociológica, 1o *, GU >(, H18 8'xico, ())=. pp. >?J->@J. 3issi, orge. Identidad, Vcarácter socialW y cultura latinoamericana, en: Estudios 2ociales GT ==, tercer trimestre de ()*>, 9/H 2antiago, ()*>. pp. (K+-(J(.
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\ Bilósofo. Hniversidad de 9!ile. \\ 1ntropólogo. Hniversidad 1rturo /rat. 9orreo electrónico: 0orge.vergara]unap.cl. 5(6 Respecto a lo sealado en los dos parráfos anteriores, confront'se con el análisis de /edro 8orand' 5()*>6, en varios puntos coincidente con nuestro planteamiento.
5>6 Meáse, a modo de e0emplo, la interpretación de Eyaguirre de la con&uista espaola en 9!ile: ^2i la !istoria es la sucesión conciente y colectiva de los !ec!os !umanos, la de 9!ile sería in7til arrancarla de una vaga y fragmentaria antecedencia aborigen carente de movilidad creadora y vacía de sentido y !oriontes. 9!ile se revela como cuerpo total y se introduce al dinamismo de las naciones a trav's del verbo imperial de Espaa_ 5Eyaguirre ()K*: ((-(>6. 5=6 Dtro texto de Eyaguirre ilustra nitídamente esta idea: ^Maldivia es el &ue !a escrito el nombre de 9!ile en la lista de las naciones. 1ntes de su via0e, la vida en dic!o territorio carecía de toda co!esión y las tribus indígenas, diseminadas a lo largo del inmenso espacio, no guardaban más vínculos &ue los ocasionales nacidos de la guerra. 1 Maldivia se debe la estructuración co!erente de la esbelta cinta &ue cuelga entre la cordillera andina y el mar óceano, y de su pluma brotan, como despuntes del patriotismo, las primeras manifestaciones de amor !acia la tierra moldeada con su sudor y su sangre...sin Maldivia, no !abría patria c!ilena_ 5Eyaguirre ()K@a: (+6. 5K6 $a expresión está tomada de 8orand' 5()*K6, aun&ue a&uí no se exponen ni analian sus planteamientos sobre el tema.