EL TIGRE Y EL LAGARTO Sabado, 07 de Febrero del 2015
Íbamos en una canoa a remo por el rio Samiria , abriéndonos paso entre centenares de estos lagartos, que con la cabeza fuera del agua formaban verdaderas palizadas en todo el recorrido junto a las playas, era preciso ir golpeándolas con el remo para que nos dieran pase los que estaban en nuestra ruta, no hubo intentos de ataque por parte de ninguno de ellos, tampoco nadie deseaba cazarlos ni matarlos. Un da llegamos al atardecer a casa de un amigo ribere!o en los momentos que qu e ll lleg egab aba a de dell mi mita tayo yo tr tra aye yend ndo o un sa saji jino no y un una a pa pava va de mo mont nte e y de inmediato sus hijos se pusieron a cocinar. "uego, uno de ellos en son de broma me dijo que iba a cazar un lagarto y para esto preparo un trozo de topa de regular grosor, grosor, en el que envolvi# todo el intestino delgado del sajino bien amarrado y al anochecer fue al puerto y arrojo el trozo a una muyuna cerca de la orilla, en el que quedo $otando y dando vueltas dentro del circulo del remolino. %l da siguiente siguiente muy tempra temprano no me paso la voz para ir a ver el resultado resultado y realmente no poda creer lo que vea, un enorme lagarto negro muerto con la panza arriba, arriba, girando alrededor alrededor de la muyuna con la boca abierta abierta y el troz trozo o de topa atrapado entre sus poderosos dientes. "a e&p e&plic licaci aci#n #n muy sen sencil cilla, la, el ani animal mal al at atrap rapar ar con violencia violencia las tr tripa ipas s envu en vuel elta tas s en la ma made dera ra bl blan anda da,, lo los s di dien ente tes s se cl clav avar aron on ha hast sta a la ra raz, z, quedando la boca abierta por donde iba penetrando el agua libremente sin que qu e el an anim imal al pu pudi dier era a ce cerr rrar ar la las s ma mand ndb bul ulas as pa para ra ev evit itar ar mo mori rirr po porr ahogam aho gamien iento, to, pue pues s una vez cla clavad vados os los die diente ntes s son apr aprisi isiona onados dos por la madera y ya no es posible que los retire, porque no puede. 'uy fácil ( )erdad * + sin e&ponerse a ningn peligro. "legada la noche de ese mismo da, el muchacho me invito para ir a cazar lagartos blancos conocidos como -challualagartos que son más peque!os que los negros y tienen la carne muy blanca y /na como de mejor pescado y es muy agradable cuando es ahumado. 0ara esto, el muchacho llevo una linterna a pilas y un pesado y duro palo de madera. 1os embarcamos en una peque!a canoa, el iba en proa de pie, linterna en mano, yo conduca la canoa lenta y silenciosamente desde la popa y empezamos a distinguir a la luz de la linterna una in/nidad de puntos rojizos brillantes que no eran otra cosa que los ojos de los lagartos. 2l muchacho me dice que me acerque lentamente hacia los puntos que tenia enfocado, el no aparta la luz que alumbraba los ojos de la vctima, entonces mi acompa!ante le descargo un tremendo golpe en la cabeza con el palo que sosten sos tena a en la man mano o der derech echa, a, mie mient ntras ras que con la izq izquie uierda rda suj sujeta etaba ba la linter lin terna, na, el lag lagart arto o peg pego o un una a sac sacudi udida da y lue luego go fue que quedán dándos dose e qui quieto eto a medi me dida da qu que e el e& e&pe pert rto o mu much chac acho ho se segu gua a go golp lpeá eánd ndol ole e co con n el pa palo lo y lo cazamos. 2l lagarto ataca generalmente cuando está hambriento o cuando de/ende a sus huevos que los deja regados entre las hojarascas de los ros y cochas. 0uede atacar dentro o fuera del agua, pero para devorar a la presa cuando esta es grande, tiene que salir forzosamente del agua a tierra /rme para evitar ahogarse al tener la boca abierta por largo rato. Un da mientras viajábamos en canoa por el rio con un sol desesperante, decidimos atracar al medio en una orilla protegida de los rayos solares a /n de descansar un rato.
1os recostamos sobre la hojarasca que cubran el suelo, al rato uno de los muchachos, se levanto al escuchar un sonido de algo parecido a campanitas y vea ve a va vari rios os hu huev evos os de la laga gart rto o qu que e ha haba ba ec echa hado do a ro roda darr al re remo move verr la las s hojarascas, no caba duda de que este sonido provena de los huevos y lo comprobamos al hacer rodar los huevos y sonaban como campanitas. "uego omos el crujir de dientes, al mismo tiempo que vimos salir de las orillas pr#&imas a dos enormes lagartos de unos 3 mtrs. cada uno, hembra y macho que se abalanzaban contra nosotros y nosotros pegamos un salto casi felino hacia la parte alta de la orilla, una vez arriba subimos a unos árboles. "os lagar lagartos tos quer queran an arre arremeter meter contra noso nosotros tros,, pero fueron cans cansándo ándose, se, luego con movimientos lentos de la cola comenzaron a reunir los huevos y a cubrirlos nuevamente con las hojarascas y se echaron los lagartos a dormir con la cola hacia el rio y la cabeza hacia nosotros y cuidando sus huevos. 'ientras esto ocurra, nosotros tratamos de acomodarnos lo mejor en los arboles y esperar que los lagartos se durmieran y luego nosotros hacer el intento de ganar la canoa. 4aba transcurrido más de media hora del incidente incidente y al parecer los lagartos dorman, pero cuando queramos bajar, observábamos que los lagartos de cuando en cuando cuando movan su cola, es decir estaban estaban despiertos. 2sta situaci#n comenz# a desesperarnos, hasta que se escucho un potente rugido de otorongo cerca a nosotros, dejándonos casi paralizados y hasta que vimos salir de la espesura de la selva al enorme tigre y dirigirse hacia la orilla dond do nde e se en enco cont ntra raba ban n lo los s la laga gart rtos os,, qu que e en es ese e mo mome ment nto o se qu qued edar aron on inm#viles sin dar se!ales de vida, como si realmente estuvieran muertos. 2l tigre no nos haba visto, porque su atenci#n estaba en los lagartos, el tigre se sent# tranquilamente y lanzo otro potente rugido, sin que los reptiles optaran por moverse, ni abrir siquiera sus ojos. %cto seguido el tigre empez# su festn, se acerco a la cola de uno de los lagartos y empez# a comerla. 5urante esta operaci#n el tigre remova al lagarto de un lado a otro, sin que este ofreciera resistencia ni se quejara por el intenso dolor que seguramente le producan las garras y los dientes del tigre al prenderse en sus carnes. "uego se canso de este y paso a comer la cola del otro lagarto, en la misma forma como lo hizo con el primero. 6uando ya estuvo harto, se alejo de ellos y fu fue e al rio a beb eber er, lu lueg ego o se sen ent# t# en la or oril illa la,, la lan nzo otro rug ugid ido o ensordecedor y se dirigi# al bosque donde desapareci#. 'ientras tanto los lagartos apenas se sintieron libres de la presencia del tigre reaccionaron de inmediato y sin esperar más se lanzaron al rio con las colas mutiladas y sangrantes.
6arlos )elásquez Sánchez
Publicado por EL MAÑA MAÑANER NERO O en 17:21 No hay comentarios:
domingo, 1 de febrero de 2015
6uando naci#, demoro en lanzar su llanto, la partera, luego de palmearle varias veces, recién lloro y ella ell a dijo 7 -1unca en los a!os que llevo de partera, vi un ni!o tan haragán y desde ah, todos le conocan por haragán y no por su verdadero nombre. 2l les deca, cuando ya saba hablar7 1o me digan %rturo haragán , me llamo %rturo 8uiz 6hujandama. 6ierto, el ni!o se levantaba de su cama, después que qu e to todo dos s se en enco cont ntra raba ban n tr trab abaj ajan ando do,, su ma madr dre e te ten na a qu que e es espe pera rarl rle e y servirle. 6aso contrario no coma de pereza. 2n el mismo pueblo, el mismo da que el naci# lo hizo otro ni!o, la misma part pa rter era a le at aten endi di# # y vi vio o qu que e er era a mu muy y vi viva vazo zo,, su nom ombr bre e er era a 'e 'elv lvin in 5omnguez 0érez, más conocido como 'elvin palomilla. 0asaron los a!os y llamaba la atenci#n la amistad que tenan %rturo y 'elvin, se les vea caminar a todos lados juntos, se defendan ambos de cualquier agresi#n agres i#n y celeb celebraban raban juntos juntos sus cump cumplea!o lea!os s que era el 9: de junio junio77 5a de San 0edro y San 0ablo. 2n la escuela, estudiaba junto con ellos un ni!o ya mayor mayor,, alto y gordo y tena por costumbre e&igir a sus compa!eros que le dieran regalos o sea era un abusivo. 6ansado 'elvin palomilla de esto, una ma!ana le dice a su amigo %rturito, en tu casa hay un carnero, en la tarde trae envuelto en un papelito unas tres bolitas de su isma, pero que estén frescas. 1o puedo, me da pereza esperar que el borrego cague, mejor porque no vas t a mi casa y lo haces. 2spera, creo que no me has entendido, eso le vamos a dar de comer al fast fa stid idio ioso so y ab abus usiv ivo o de 'a 'ant ntec ecos oso, o, pa para ra qu que e nu nunc nca a má más s no nos s vu vuel elva va a fastidiar. %busa porque nadie le hace el alto. ;ueno, si es por eso, tendré que hacer un esfuerzo, lo traeré. 'ás tarde, %rtu %r turo ro ha hara ragá gán, n, le dio el en enca carg rgo o a 'e 'elv lvin in,, lo en envo volv lvi# i# en un pa pape pell de caramelo cada bolita y le dieron a 'antecoso, diciéndole 7
muchachos que vieron esto, se rean celebrando la broma que le jugaron los dos amigos al mat#n del 6olegio. 2ra caca de carnero, lo que comi#, ja, ja, ja, ja,ja, se rean sin cesar. cesar. 5espués 'antecoso quera desquitarse del ridculo que le hicieron pasar y les amenazaba con su pu!o cerrado cerrado a %rturo %rturo y a 'elvin. % la hora de la salida, los dos ni!os abandonaron el sal#n junto a su profesor y por detrás les segua el 'antecoso. Una Un a ve vez z af afue uera ra,, el pr prof ofes esor or to tomo mo ru rumb mbo o a su ca casa sa y 'a 'ant ntec ecos oso o fu fue e a golpearles, pero 'elvin palomilla con una baladora le tiro una piedra en la frente que le tumbo de espaldas y desde aquel da todos le tenan un callado respeto al palomilla y se burlaban de 'antecoso que luca la frente morada a consecuencia de la piedra que le tirara 'elvin. 2n un lugar conocido conocido como el shapumbal, se reunan los muchachos muchachos a jugar a los indios y soldados. "os indios se sacaban las camisas y cortaban los tallos de los helechos. 2ran sus lanzas y los soldados hacan lo mismo. Se in inic icia iaba ba la gu guer erra ra,, to todo dos s co corr rra an n a es esco cond nder erse se,, pa para ra po poco co a po poco co ir apareciendo y matando a sus adversarios. 'elvin palomilla se escondi# entre las shapumbas, el 'antecoso lo vio, corto un tallo de tabaco caspi y lo lanzo a 'elvin, que se quejo y desmayo.
es que para esto tienes pereza.
'i primo 'anuel cuando era ni!o viva con sus padres en la chacra y un da vio que varios chanchos coman el arroz que soleaban en el patio de la casa y comenz# a arrearlos diciendo7 Shoo, shoo, shooo, fuera chanchos ladrones y as arreándoles, e fueron alejando. "uego, llegaron sus padres y preguntaron a la abuelita sobre el paradero de su hijo 'anuel. 1o lo se, estaba jugando en el patio, lo buscaron durante tres das y lo encontraron con una rama diciendo 7 sho, shoo, shooo, lárguense chanchos rateros. Sus padres no vean nada alrededor y de inmediato comprendieron lo que haba sucedido. "e robo el chullachaqui, dijo su padre.
6lara estaba disfrutando de sus vacaciones escolares en casa de su hermana Auana, a orillas del rio 'ara!#n en la desembocadura del rio Samiria. 2ra una chiquilla muy bonita , que acababa de cumplir sus BC a!os.
%s lo hicieron, pero un da tenan que asistir a una velaci#n y se vieron obligados a dejar a 6lara en casa, acompa!ada de dos sobrinos menores, le recomendaron que no saliera de la casa por nada, que durmiera con sus sobrinitos y que por la noche trancara bien la puerta y que no abriera a nadie, as sea la persona conocida. 6larita tranco bien la puerta de su dormitorio a las D.EE p.m. y permanecieron despiertos hasta las F.EE p.m. hora en que los peque!os se quedaron dormidos y en cambio la chica no poda dormir. Serian las BE.EE p.m. cuando de pronto escucho ruidos y voces en el puerto, como si se tratara de viajeros que llegaban, pero ella saba bien que su familia no llegara hasta el da siguiente, los perros salieron a la carrera ladrando furiosamente, dirigiéndose a la orilla, luego los recién llegados se dirigieron a la casa fustigados por los perros, pero de pronto los perros corrieron a meterse bajo la casa, aullando lastimeramente, sin atreverse a salir de nuevo. 6larita asustada oa todo, luego pudo distinguir las sombras de tres personas que subieron a la casa y tocaron la puerta sin decir una palabra. "a chica estaba callada, mientras los e&tra!os seguan toando la puerta con insistencia y después de largo rato, al ver que nadie les abra y que todo estaba en silencio, escucho una voz que deca 7 2sta vez hemos fracasado, pero la pr#&ima no escapara y será ma para siempre. )ámonos, antes de que venga alguien al escuchar los ladridos de estos malditos perros. "os desconocidos visitantes descendieron del emponado y se dirigieron al puerto, perseguidos por los perros que no cesaba de ladrar. "uego se oy# claramente la cada de tres cuerpos pesados al agua, uno tras otro y lo más e&tra!o es que no se escucho ruidos de remos ni de canoas. "a chica dominada por la fuerte emoci#n sufrida, no tardo en quedarse dormida profundamente. 6uando llegaron sus familiares les conto lo sucedido, pero ellos no le hacan caso, porque pensaron que lo haba so!ado. + consultaron a su compadre el caso de 6larita, este les volvi# a repetir que el bufeo colorado quiere llevarse a la chica, que tienen que cuidarla mucho y no la vuelva a dejar sola con los chicos, ni menos acercarse al rio. 0asaron dos meses de estos acontecimientos, todo estaba tranquilo. 4asta que se preparo una gran /esta para celebrar las ;odas de 0lata de los due!os de la casa Auana y Samuel, se lleno grandes tinajones de masato, guarapo, aguardiente de ca!a, mistela y se preparo los mejores cerdos y aves, se horneo gran cantidad de tortillas. % las G.EE p.m. comenzaron a llegar los invitados y se inicio el baile al son de las marineras, chimaichis, valses, polHas, tangui!os, etc. que sin descanso tocaba el conjunto compuesto de varios instrumentos como guitarras, mandolinas, cabaqui!as, $autas, quenas y los infaltables tambor, bombo y platillos. 4aba mucha gente y entre esta no falto desconocidos para los due!os de casa y haba dos jovencitos bien parecidos que vestan iguales pantal#n y camisas oscuras y una especie de gorro en la cabeza que no se lo quitaban para nada y la /esta segua. 2n eso el compadre se acerco a Samuel y tomándole del brazo le llevo al patio disimuladamente, all le e&preso sus temores y sospechas respecto a los dos muchachos desconocidos que haban llamado su atenci#n desde el principio y que haba preguntado entre los presentes y ninguno dijo conocerlos. 6ompadre, le dijo7 2stos son seres de otros mundos, estos son dos bufeos colorados bajo apariencia humana, quieren logra su prop#sito de llevarse a 6larita y a uno de ellos ya le he visto bailar varias veces con ella.
0ero no se preocupe compadre, porque ya trace mis planes para descubrir sus verdaderas identidades y ojala no me equivoque. 2l plan consista en que tres de los muchachos conocidos, los mas apuestos y fuertes, se turnaran en bailar con 6larita, sin dar oportunidad a los forasteros, mientras otro grupo de cinco personas trataran de embriagarles invitándoles a beber seguido bajo cualquier prete&to, teniendo cuidado de que alguien se encargara de echar un buen tabacazo en las copas de los dos desconocidos. 2n esta forma se les hara olvidar el tiempo hasta llegar a la medianoche, ya era sabido que estos personajes eran lo que se supona, no pueden pasar de las doce de la noche sin convertirse en lo que realmente eran 7 bufeos.
EL BRUJO
Desde la puerta de su choza, profriendo exorcismos echa violentas bocanadas de humo de cigarro a la lluvia don Santiago Shupa. Don Shanti es brujo y esta icarando a la lluvia o sea conjurándola para que se vaya, para que cese. El brujo icara con humo de tabaco no solo a la lluvia, a las tormentas sino tambin a las en!ermedades, aleja los males que agobia a los hombres. "gualmente pone en !uga al demonio que se ha apoderado de alguien.
#omo se comprende en el vasto mundo de la selva con $ora monstruosa% arboles, lianas, arbustos, cortezas, hierbas, $ores, !rutos, ra&ces ha cundido l'gicamente a la práctica del curanderismo en base a vegetales. En consecuencia en nuestra selva abundan los curanderos y los brujos. (ay brujos malos y buenos, )rujos que hacen da*o a un pr'jimo que le ocasionan en!ermedades y brujos que curan a estos y otros males. +na noche en casa de mi abuela, el brujo nos hizo salir a todos, quedándose en la sala semioscura con mi t&o en!ermo. Este dec&a sentir agudos dolores en el brazo, el cual estaba hinchado y no pod&a moverlo, desde hacia tiempo su!r&a esa en!ermedad, impidindole trabajar y ning-n remedio casero le aliviaba. i abuela le dec&a a mi t&o% /odas estas noches esta rindose el maldito chusqui en los arboles de la huerta, a lo mejor es el 0achay de alg-n brujo, 1iler. /e han brujeado, seguro que te han brujeado. 0 convinieron en acudir a un brujo para que lo curase y este esa noche trato a mi t&o, despus de icararle y otros ritos, le chupo el brazo varias veces, sacándole algunos fnos virotes de chonta, que seg-n el y nos mostro le produc&an esos tremendos dolores y que !ueron clavados por alg-n brujo desde una larga distancia, a travs del aire en una !orma invisible, luego el curandero se dirigi' a la huerta e increpo al chusqui maligno, arrojándole a la vez bocanadas de humo de cigarro contra los arboles y as& mi t&o sano. +/ambin a mi padre le curo un brujo. i padre padec&a cuchipe, !ea y cruel en!ermedad tropical, le aplicaban solimán y piedra lipes 2sul!ato de cobre3 y piedra in!ernal 2nitrato de plata3 que le provocaban dolores desesperantes que toda la casa se estremec&a con sus gritos. i madre que ya a su vez hab&a sanado de ese mal, pero, como una secuela su!r&a de lajas 2rajaduras horribles en los pies3 que las curaba con el tallo de la venenosa patquina, aplicándolo recin sacado de las brasas. 4cord' con mi padre la conveniencia de recurrir a un brujo y un hombre aindiado llego por la tarde con un manojo de tallos delgados de sanango, planta medicinal y alucin'gena. i padre hacia d&as estaba a dieta y el brujo le dio de tomar el brebaje medicinal y tambin con el tiempo sano. +En nuestra selva existen brujos ayahuasqueros, aquellos que dan de tomar la ayahuasca y los brujos ayasangueros, aquellos especializados en hechizos de amor, todos estos brujos están dotados de cierto poder, realizan sus prácticas en viviendas aisladas en los bosques y algunas gentes les miran con temor. Desde luego además de ellos, están los simples curanderos que mediante plantas y otros elementos, entre las cuales fguran mujeres, generalmente ancianas, que por
ejemplo, antes para curar la tos !erina o sipicuso, una tos tan !uerte que hacia peer. Expresi'n quechua% tos que ahoga, tos que mata. 0 estas curanderas al que tenia sipicuso o tos !erina le daban de beber orines guardados de varios d&as el cual les daba resultado. Es del caso, resaltar hoy en d&a el surgimiento de sabios curanderos con indiscutible conocimiento amplio de las propiedades vegetales o sea la edicina 1atural. #arlos 5elásquez Sánchez
Publicado por EL MAÑANERO en 7:') No hay comentarios: sábado, 26 de julio de 2014
EL CHOLO DESIDERIO
Era un sábado, d&a de pago, los peones cesaron de trabajar al o&r el silbato y con sus herramientas subieron la cuesta por caminos angostos !ormando un cord'n humano muy largo, anhelantes de recibir su pago. uy lejos de estos !ornidos peones se ha quedado un cholo $acucho, amarillo como la $or de retama marchita. 6 7ue extensa es la trocha para Desiderio8 /an pesado le parece el camino, !atiga tan dura y sudor tan !rio sent&a en ese clima quemante y la tos le imped&a avanzar. 9or fn llego al lugar de pago, con mucho es!uerzo, casi sin aliento, los ojos lánguidos, la boca seca y rostro de cera. De repente oy' la voz del pagador% 6 Desiderio8 #holo haragán, ocioso, te haces esperar como ni*a bonita. 1o te dije, que ya no trabajes. 7ue te !ueras lejos de aqu&. Este cholo Desiderio es un peligro. 1o ven que esta en!ermo, t&sico. 0o no te pago, t&sico, en!ermo posheco. El pe'n bajo la cabeza, tan grande herida abri' esta injusticia, que su voz se apago, en sus ojos no se vio siquiera una lagrima, es por eso que Desiderio, se !ue sin decir una palabra, sin llorar , sin mirar a nadie. #amino mucho y distingui' una casa, pens' que en el corral de aquella
casa podr&a dormir esa noche, pero los due*os le negaron hasta el lugar destinado a los animales. :a tempestad de recuerdos de in!ortunio, ca&a empapando la memoria del cholo Desiderio, record' que la caridad nunca hab&a llegado a su coraz'n, record' a sus seres queridos, luego impulsado por el instinto de vivir, con voz queda, pidi' un plato de comida, o!reci' pagar el doble, pero tambin se le neg'. Se dirigi' a una piedra a descansar, su respiraci'n quer&a extinguirse. :a sirviente de la casa que le estaba observando, exclamo% El cholo que le hemos botado no se ha ido, está en esa piedra sentado. 0 ante el peligro que se quedase, el amo ordeno que le den comida, pero no en el plato 6 /engan cuidado8 4rranquen hojas grandes y en ellas p'nganle comida a ese hombre y que se largue y advirtanle que se vaya lejos, porque ya vamos a soltar a los perros. Desiderio comi' poco, el hambre de justicia y de amor le torturaba mas, de pronto vio como un gorri'n que picaba granos de arroz, cae de repente en las garras de un gato que le acechaba. 0 l dijo % na vida que se acaba en un instante. )uena suerte del avecilla y envidio su muerte rápida. El pe'n marcho huyendo de todos los humanos, como un alucinado, en direcci'n al monte, por una trocha espinosa en busca del otorongo y de Dios . En busca del otorongo para que termine con su cuerpo y en busca de Dios para que salve su alma. Se !ue lentamente, la asquerosa silueta de su cuerpo se con!undi' con las sombras de la noche, el ambiente selvático murmuraba.6 uerte bendita8 6 Dulce muerte8, los truenos retumbaban, los relámpagos iluminaron el cuerpo, que yac&a en su lecho !-nebre de tierra !rtil, monte lozano y lluvia vivifcante. Desiderio, el pe'n haragán hab&a muerto, el cielo lloraba mucho y llego el otorongo con sus ojos diab'licos, pero tuvo asco de comer ese cuerpo inm'vil y se retiro. Publicado por EL MAÑANERO en 12:% No hay comentarios: miércoles, 9 de julio de 2014
EL NACIMIENTO DEL DIOS TESLA
0a;onera, !ue una mujer nativa, que por sus grandes !acultades mágicas se convert&a en tigre o en mujer. #asi toda su juventud la hab&a pasado en el 9a&s de los /igres, viviendo como acompa*ante de un gran tigre y del cual hab&a tenido <= hijos tigres. 4compa*aba a los tigres en sus cacer&as, se distingui' en el ataque por sorpresa a un #aser&o, pues ella los dirig&a, interesada en encontrar a alg-n joven que le sirviera como marido. 9ara ello mataron a todas las mujeres y despus 0a;onera iba mirando y oliendo a los hombres, entregando a las garras de los tigres los que no satis!ac&an sus gustos. (asta que encontr' a un joven agraciado del cual se enamoro y a quien de!endi' cubrindolo con una piel de tigre para que no !uera devorado. Despus de esta emboscada , los tigres regresaron a la selva, mas 0a;onera se retraso y se separo de los tigres para quedarse a vivir en el 9a&s de los hombres, convertida en mujer con su nuevo esposo, se encaminaron al #aser&o para comenzar una nueva vida. #uando caminaban, 0a;onera se dio cuenta de que hab&a perdido sus hermosas chaquiras de sus brazos y piernas y su marido le dice que vaya a buscarlas. 0a;onera regreso sola a buscar sus chaquiras, ella ya estaba embarazada y tenia en sus entra*as a /esla y a los dos uich;as. En el trayecto, /esla desde el vientre de su madre le dec&a % ama, dame esa $or olorosa, 0a;onera cog&a esa $or y la pon&a sobre su vientre. /esla la absorb&a y la $or entraba, sus otros dos hermanos ped&an $ores y la madre les atend&a, hasta que al querer coger unas $ores, le pico la hormiga isula en la mano, producindole grandes dolores y febre, ella se en!ado contra sus hijos y se golpeo !uertemente el vientre. :os hermanos se sintieron heridos y lloraron la maldici'n de su madre que quer&a abandonarlos en el monte. (asta que amaneci', la madre vio que hab&a dos caminos% no, el de su misma casa y el otro camino el de los tigres, dejo una se*al para que al regreso no con!undiera los caminos
y prendi' una pluma de guacamayo en el camino de su casa y una pluma de paucar en el camino de los tigres, pero ella no sab&a cual era el camino, porque en ambos hab&a huellas de personas y tigres. 0 le pregunto a su hijo /esla que estaba resentido por el en!ado de su madre y le dio los datos cambiados y 0a;onera puso la se*al que debiera indicar el camino de su casa en el camino. 0a;onera llego al #aser&o atacado y encontr' sus chaquiras y regreso, pero al llegar a los caminos, entro por el camino de los tigres indicado por /esla, anduvo por varias horas pero no ve&a a su esposo, hasta que llego sin sospecharlo a la casa de los tigres. 4h& estaba su suegra , la madre de su antiguo marido tigre, los tigres se hab&an ido al monte a cazar, ella se subi' a las vigas de su casa y all& esperar&a a los tigres. :os tigres comenzaban a llegar y ol!ateaban diciendo % 4qu& esta oliendo a 0a;onera y la vieja les dec&a% 1o está aqu& 0a;onera. Segu&an llegando los tigres y todos ol!ateaban a 0a;onera, ellos hab&an tra&do un gran cargamento de sachavacas, monos, tortugas y se sentaron a comer. ientras com&an, 0a;onera escup&a sobre sus cabezas, los tigres !astidiados dijeron % > 7uien escupe? , la vieja les dec&a% Es el alacrán y 0a;onera segu&a escupindoles, los tigres ya se en!adaban, hasta que la vieja les dijo % Si viniera 0a;onera, mi nuera, no la devoris. :os tigres prometieron que no le har&an nada. 9or fn cansados y molestos los tigres, porque les segu&an escupiendo y el tigre mayor dio la orden de que subiera uno a ver quien escup&a. Subi' uno y grito % 4qu& esta 0a;onera y la vieja les dijo % 1o la comáis, porque ella me ayudara a traer le*a y agua para cocinar vuestras comidas, pero los tigres se abalanzaron contra 0a;onera y la devoraron. :a vieja corri' y cogi' sus v&sceras, entre las que estaba su matriz, la abri' y saco de ella a sus tres hijos de 0a;onera% /esla, peque*ito, que es la cr&a del manacaracu y los dos uich;as, mas grandes que eran las cr&as de la pucacunga. :a vieja empez' a criarlos y en un a*o han crecido tanto que parecen hombres y comienzan a hacer sus chacras y siembran plátano, yuca, camote, ca*a, etc.
9ero, /esla era un Dios, un mago, un criador, un inventor y con sus hermanos tomaron la decisi'n de vengar la muerte de su madre. 4 /esla se le ocurri' hacer en el rio una correntada en la que e ahogaran todos los tigres. 9ara esto sacaron ponas del monte y la prendieron en el rio cerrando su cauce, las aguas se rebalsaron y saltaron sobre las ponas cayendo como una gran catarata en el pozo que recog&a el salto del agua, clavaron unas ponas afladas en punta, las cuales estaban disimuladas por el agua que ca&an con !uerza sobre ellos y as& la trampa estaba hecha. :lamaron a los tigres, para hacerles ver el juego de trampol&n que hab&an construido para divertirse ba*ando en el rio. Se tiro /esla y sali' nadando, se tiraron los otros dos hermanos y tambin salieron. 5iendo la novedad de aquel invento, los tigres quisieron jugar de aquella !orma, se tiraron todos al agua al mismo tiempo y ninguno sali'. 7uedaron prendidos en las ponas puntiagudas. Solamente una hembra de tigre, rehus' aventarse, sospechando de que ser&a una trampa. :os hermanos le rogaban que se tirara, pero ella no quer&a y corri' al monte, la siguieron pero la dejaron. Esta tigre hembra estaba pre*ada y debido a eso, se propagaron los tigres y no pudo exterminarse la especie de tigres como era el prop'sito de los hermanos.
Publicado por EL MAÑANERO en 12:1* No hay comentarios: jueves, 19 de junio de 2014
EL SUEÑO DEL BUFEO
El bu!eo es un tipo de del!&n de agua dulce y color rosado que habita entre los a$uentes del @&o 4mazonas. :os avistamientos de delfnes de
este tipo son raros, sobre todo porque la caza indiscriminada Aen dcadas pasadas+ ha hecho que se encuentre en peligro de extinci'n. El del!&n rosado del 4mazonas es hoy una singular especie protegida por las leyes, los pobladores de la cuenca amaz'nica atribuyen cientos de historias y !ábulas acerca de esta especie, casi todas las leyendas coinciden en que los bu!eos !ueron una vez humanos y que viven en peque*as colonias en las pro!undidades del bosque, cambiando de aspecto Asea humano o delfn+ solo para atraer nuevos miembros en la colonia. Esta es la historia de arco, un joven pro!esional cuyo trabajo era visitar las comunidades selváticas a lo largo y ancho del @&o (uallaga, a fn de realizar proyectos de capacitaci'n social con los habitantes de esos alejados asentamientos. En su trabajo era una cosa com-n utilizar un medio de transporte a motor o mecánico, para cruzar las caudalosas corrientes del @&o (uallaga. En uno de sus viajes la embarcaci'n en la que cruzaba el r&o !ue golpeada por un pesado tronco que hizo que los ocupantes perdieran el equilibrio por el !uerte impacto. 4lgunos cayeron al agua y !ueron salvados, pero arco no tuvo la misma suerte y !ue rápidamente arrastrado por las turbias corrientes del gran r&o marr'n. 9or un momento vio como la embarcaci'n se alejaba de su alcance, su es!uerzo de nadar contra la corriente era en vano y su instinto de conservaci'n hizo que en!rentase la dura difcultad de seguir respirando para vivir. arco era un excelente nadador, por ello pudo sortear Aen un principio+ las olas desiguales y las muyunas Aremolinos+ que sal&an a su paso. Su -nica esperanza era de salir nadando hacia la ribera más cercana empujado por la corriente. 9ara su mala suerte un pedazo de tronco Aa modo de proyectil+ golpe' su cabeza y perdi' la consciencia, mientras ello ocurr&a vio que la luz de la superfcie lentamente desaparec&a y la oscura pro!undidad del r&o comenzaba a envolverlo. Su vida entera pas' por su mente en segundos, estaba al borde de la muerte.
9ara su suerte Ajusto antes de antes de morir+ !ue salvado por un bu!eo que lo condujo hacia la ribera más pr'xima, cuando arco se repuso se percat' que se encontraba semidesnudo acompa*ado de una linda mujer desnuda de largos cabellos de color azabache y aroma atrayente. :a belleza y encanto de esta joven mujer lo sedujo por completo e hizo que borrara toda memoria anterior. arco no recordaba nada, en su mente todo era mágico, con luces de colores, bosques maravillosos y animales !antásticos. :a mujer del!&n lo condujo a las pro!undidades de su reino, en donde habitaba una peque*a colonia de bu!eos, la gente de este lugar no hablaba, no ten&an necesidad de hacerlo pues se comunicaban telepáticamente. arco era el nuevo integrante y hab&a sido aceptado por todos. 4prendi' muy rápido las artes del del!&n rosado, se trans!ormaba en del!&n o humano y jugaba con su singular compa*era de la cual se sent&a perdidamente enamorado. En una noche de luna blanca arco tuvo un inusual sue*o, pues vio que la pro!undidad del r&o lo devoraba y tragaba agua hasta ahogarse, despert' y huy' despavorido del bosque encantado, su aterrador sue*o hab&a hecho que recobrase la memoria y una vez consciente solo pensaba en huir. En su traves&a por pantanos, quebradas y r&os caudalosos !ue consciente de las ventajas de ser delfn, su agilidad y rapidez era a prueba de toda difcultad, esta vez el gran r&o marr'n no era caudaloso ni turbio para l, ya que pod&a nadar velozmente y saltar por sus aguas y hasta ten&a una especie de radar para distinguir Aen aguas pro!undas+ todo a su paso. 4ntes de abandonar la selva y retornar a la civilizaci'n de hombres se detuvo por un momento recordando a su compa*era del!&n, a quin comenzaba a extra*ar. Era el momento de tomar la decisi'n de su vida. Su mente le impulsaba a avanzar, pero su coraz'n le imped&a hacerlo. #uando arco decidi' regresar por ella, es decir al mundo del bu!eo rosado, ya no pudo convertirse en del!&n, era solo humano. El hecho de cruzar el gran r&o marr'n hab&a sido un viaje sin retorno a su naturaleza humana, por más que intent' nadar desde la orilla todo era en vano.
#uando regres' a la ciudad Apara todo el mundo era una gran noticia encontrarlo con vida+ sus !amiliares y amigos hicieron una gran festa en su honor. 4 pesar de la alegr&a de los presentes, arco no pod&a ocultar su tristeza y nostalgia por la mujer del!&n que lo salv' de una muerte segura. En aquella noche de luna llena, cuando todos bailaban, beb&an o re&an, arco observ' que una hermosa mujer de vestido rosado ingresaba a la festa con otras amigas, !ue inmediatamente a su encuentro, no la conoc&a pero incre&blemente ten&a un parecido a su mujer del!&n, con cabellos de color azabache y un atrayente aroma. El $echazo !ue inmediato, cuando se saludaron con un beso en la mejilla ella le dijo al o&do% Btu amor me ha llamadoC. arco no la dejar&a jamás, ella ser&a en adelante su -nico destino. Publicado por EL MAÑANERO en 11:2) No hay
LAS MEDIAS DE LOS FLAMENCOS
Cierta vez las víboras dieron un gran baile. Invitaron a las ranas y los sapos, a los flamencos, y a los yacarés y los pescados. Los pescados, como no caminan, no pudieron bailar; pero siendo el baile a la orilla del río, los pescados estaban asomados a la arena, y aplaudían con la cola. Los yacarés, para adornarse bien, se habían puesto en el pescuezo un collar de bananas, y fumaban cigarros paraguayos. Los sapos se habían pegado escamas de pescado en todo el cuerpo, y caminaban meneándose, como si nadaran. cada vez !ue pasaban muy serios por la orilla del río, los pescados les gritaban haciéndoles burla. Las ranas se habían perfumado todo el cuerpo, y caminaban en dos pies. "demás, cada una llevaba colgando como un farolito, una luciérnaga !ue se balanceaba. #ero las !ue estaban hermosísimas eran las víboras. $odas sin e%cepci&n, estaban vestidas con tra'e de bailarina, del mismo color de cada víbora. Las víboras coloradas llevaban una pollerita de tul colorado; las verdes, una de tul verde; las amarillas, otra de tul amarillo; y las yararás, una pollerita de tul gris pintada con rayas de polvo de ladrillo y ceniza, por!ue así es el color de las yararás. las más espléndidas de todas eran las víboras de coral, !ue estaban vestidas con larguísimas gasas ro'as, blancas y negras, y bailaban como serpentinas. Cuando las víboras danzaban y daban vueltas apoyadas en las puntas de la cola, todos los invitados aplaudían como locos.
(&lo los flamencos, !ue entonces tenían las patas blancas, y tienen ahora como antes la nariz muy gruesa y torcida, s&lo los flamencos estaban tristes, por!ue como tienen muy poca inteligencia, no habían sabido c&mo adornarse. )nvidiaban el tra'e de todos, y sobre todo el de las víboras de coral. Cada vez !ue una víbora pasaba por delante de ellos, co!ueteando y haciendo ondular las gasas de serpentina, los flamencos se morían de envidia. *n flamenco di'o entonces+ o sé lo !ue vamos a hacer. -amos a ponernos medias coloradas, blancas y negras, y las víboras de coral se van a enamorar de nosotros. levantando todos el vuelo, cruzaron el río y fueron a golpear en un almacén del pueblo. $antan/ pegaron con las patas. 01uién es2 respondi& el almacenero. (omos los flamencos. 0$iene medias coloradas, blancas y negras2 3o, no hay contest& el almacenero. 0)stán locos2 )n ninguna parte van a encontrar medias así. Los flamencos fueron entonces a otro almacén. $antan/ 0$iene medias coloradas, blancas y negras2 )l almacenero contest&+ 0C&mo dice2 0Coloradas, blancas y negras2 3o hay medias así en ninguna parte. *stedes están locos. 01uiénes son2 (omos los flamencos respondieron ellos. el hombre di'o+ )ntonces son con seguridad flamencos locos. 4ueron entonces a otro almacén. $antan/ 0$iene medias coloradas, blancas y negras2 )l almacenero grit&+ 05e !ué color2 0Coloradas, blancas y negras2 (olamente a pá'aros narigudos como ustedes se les ocurre pedir medias así. -áyanse enseguida/ el hombre los ech& con la escoba.
Los flamencos recorrieron así todos los almacenes, y de todas partes los echaban por locos. )ntonces un tat6, !ue había ido a tomar agua al río, se !uiso burlar de los flamencos y les di'o, haciéndoles un gran saludo+ 7uenas noches, se8ores flamencos/ o sé lo !ue ustedes buscan. 3o van a encontrar medias así en ning6n almacén. $al vez haya en 7uenos "ires, pero tendrán !ue pedirlas por encomienda postal. 9i cu8ada, la lechuza, tiene medias así. #ídanselas, y ella les va a dar las medias coloradas, blancas y negras. Los flamencos le dieron las gracias, y se fueron volando a la cueva de la lechuza. le di'eron+ 7uenas noches, lechuza/ -enimos a pedirle las medias coloradas, blancas y negras. :oy es el gran baile de las víboras, y si nos ponemos esas medias, las víboras de coral se van a enamorar de nosotros. Con mucho gusto/ respondi& la lechuza. )speren un segundo, y vuelvo enseguida. echando a volar, de'& solos a los flamencos; y al rato volvi& con las medias. #ero no eran medias, sino cueros de víbora de coral, lindísimos cueros recién sacados a las víboras !ue la lechuza había cazado. "!uí están las medias les di'o la lechuza. 3o se preocupen de nada, sino de una sola cosa+ bailen toda la noche, bailen sin parar un momento, bailen de costado, de pico, de cabeza, como ustedes !uieran; pero no paren un momento, por!ue en vez de bailar van entonces a llorar. #ero los flamencos, como son tan tontos, no comprendían bien !ué gran peligro había para ellos en eso, y locos de alegría se pusieron los cueros de las víboras de coral, como medias, metiendo las patas dentro de los cueros !ue eran como tubos. muy contentos se fueron volando al baile. Cuando vieron a los flamencos con sus hermosísimas medias, todos les tuvieron envidia. Las víboras !uerían bailar con ellos, 6nicamente, y como los flamencos no de'aban un instante de mover las patas, las víboras no podían ver bien de !ué estaban hechas a!uellas preciosas medias. #ero poco a poco, sin embargo, las víboras comenzaron a desconfiar. Cuando los flamencos pasaban bailando al lado de ellas, se agachaban hasta el suelo para ver bien. Las víboras de coral, sobre todo, estaban muy in!uietas. 3o apartaban la vista de las medias, y se agachaban también, tratando de tocar con la lengua las patas de los flamencos, por!ue la lengua de las víboras es como la mano de las personas. #ero los flamencos bailaban y bailaban sin cesar, aun!ue estaban cansadísimos y ya no podían más. Las víboras de coral, !ue conocieron esto, pidieron enseguida a las ranas sus farolitos, !ue eran bichitos de luz, y esperaron todas 'untas a !ue los flamencos se cayeran de cansados. )fectivamente, un minuto después, un flamenco, !ue ya no podía más, tropez& con el cigarro de un yacaré, se tambale& y cay& de costado. )nseguida las víboras de coral corrieron con sus
farolitos, y alumbraron bien las patas del flamenco. vieron !ué eran a!uellas medias, y lanzaron un silbido !ue se oy& desde la orilla del #araná. 3o son medias/ gritaron las víboras. (abemos lo !ue es/ 3os han enga8ado/ Los flamencos han matado a nuestras hermanas y se han puesto sus cueros como medias/ Las medias !ue tienen son de víbora de coral/ "l oír esto, los flamencos, llenos de miedo por!ue estaban descubiertos, !uisieron volar; pero estaban tan cansados !ue no pudieron levantar una sola ala. )ntonces las víboras de coral se lanzaron sobre ellos, y enroscándose en sus patas les deshicieron a mordiscones las medias. Les arrancaban las medias a pedazos, enfurecidas, y les mordían también las patas, para !ue se murieran. Los flamencos, locos de dolor, saltaban de un lado para otro, sin !ue las víboras de coral se desenroscaran de sus patas. :asta !ue al fin, viendo !ue ya no !uedaba un solo pedazo de media, las víboras los de'aron libres, cansadas y arreglándose las gasas de su tra'e de baile. "demás, las víboras de coral estaban seguras de !ue los flamencos iban a morir, por!ue la mitad, por lo menos, de las víboras de coral !ue los habían mordido, eran venenosas. #ero los flamencos no murieron. Corrieron a echarse al agua, sintiendo un grandísimo dolor. ritaban de dolor, y sus patas, !ue eran blancas, estaban entonces coloradas por el veneno de las víboras. #asaron días y días, y siempre sentían terrible ardor en las patas, y las tenían siempre de color de sangre, por!ue estaban envenenadas. :ace de esto muchísimo tiempo. ahora todavía están los flamencos casi todo el día con sus patas coloradas metidas en el agua, tratando de calmar el ardor !ue sienten en ellas. " veces se apartan de la orilla, y dan unos pasos por tierra, para ver c&mo se hallan. #ero los dolores del veneno vuelven enseguida, y corren a meterse en el agua. " veces el ardor !ue sienten es tan grande, !ue encogen una pata y !uedan así horas enteras, por!ue no pueden estirarla. )sta es la historia de los flamencos, !ue antes tenían las patas blancas y ahora las t ienen coloradas. $odos los pescados saben por !ué es, y se burlan de ellos. #ero los flamencos, mientras se curan en el agua, no pierden ocasi&n de vengarse, comiéndose a cuanto pescadito se acerca demasiado a burlarse de ellos.
WARAWARANI, LAGUNA MISTERIOSA
Características del lugar La Laguna de Warawarani (Laguna de Estrellas), se encuetra en la provincia de Yunguyo al sur de Puno, ubicado en la cima del cerro Kapía, esta lagunba es un cráter del volcán Kapía, es muy prounda y su dimension es !asta " !ectareas, el accerso a este lugar es muy complicado y peligroso, de ella brota un riac!uelo de aguas cristalinas y termales# Esta Laguna de Warawarani está protegido por un pico muy alto e inaccesible en uno de sus lados del oeste, cuyo precipicio empinado llega desde la cima !asta la orilla en orma de un rodadero parado, persona alguna $amás podría transitar por estos lugares% llamado Kota &c!ac!ila o abuelo de la Laguna, 'ue es el celoso guardián de la laguna de Warawarani y sus tesoros de oro y plata, su auna y de su lora# En la cima de Kota &c!ac!ila eiste un pe'ueo valle muy camulado, crecen platas e*ticas y tropicales, como man+anas, naran$as, coca, maí+, y !ermosos lores multicolores% nadie !asta a!ora se !a atrevido de conocer ni etraer por su diícil acceso es imposible llegar al sitio, además está celosamente custodiado y cuidado por un ero+ guardián, 'ue es un puma gigantesco con su lomo plateado, 'ue mora en las cuevas y las rocas, muc!as personas !an visto a la lu+ de la luna ba$ar a tomar agua y alimentarse, cuyo lomo del elino brillaba resplandeciente, pero nadie !a visto retornar a su guarida% dicen 'ue sus aullidos con el eco de las rocas retumban a distancias considerables y sus manos poderosos !acen rebotar los proyectiles de piedras 'ue lan+an la gente# !radiciones del lugar La poblaci*n aymara, antiguamente lo consideraban como un ios protector, de la lora, la auna y de la misma poblaci*n, denominado como el &'ui Kapia# &l 'ue rendian culto y pleitesía, orendándole lo 'ue se llama altar o pago a la tierra, !asta a!ora se sigue oreciendo diversos ob$etos, 'uemando en sus dierentes calvarios 'ue eisten# &demás la laguna de Warawarani tienen propiedades milagrosas para !acer llover, cuando se desata una prolongada se'uía, en -poca de lluvias% los pobladores de las riberas de los lagos, tienen 'ue acudir a esta laguna sagrada para traer agua de los tres o$os o po+as de agua milagrosa% una contiene agua de grani+ada, otra contiene agua de !elada y la tercera agua de lluvia% sino recoger a las aguas de las oladas# El Yatiri 'ue va con esta inalidad con los comuneros deberá conocer perectamente, para no e'uivocarse# "itos de la laguna misteriosa
Eisten muc!os mitos 'ue se !an suscitado en este misterioso lugar, dicen 'ue sus aguas cambian de color paulatinamente en el día, de color a+ul oscuro a a+ul claro, de blanco claro a blanco oscuro, y muc!as veces de amarillos tornasoles, sus !eladas aguas brotan las proundidades del cráter, dicen 'ue es una laguna encantada y sagrada, muc!as gente !a desaparecido en dierentes -pocas del ao, desde tiempos atrás, ya sean pastores, personas 'ue van por dierentes motivos% por eso es muy temido, respetado y reverenciado% es una laguna maldita y tambi-n ben-ica, por 'ue concede los pedidos de los pobladores cuando se le orenda con ervor y respeto# Los distintos testimonios de la gente del lugar nos airman 'ue las personas 'ue al transitar por las cercanías de la laguna, en pleno día, puede observar nadar dierentes aves, generalmente patitos, dicen 'ue en determinadas !oras en el día, al atardecer, al anoc!ecer, aparecen unos !ermosos patitos de oro 'ue atraen a cual'uiera% pero es muy peligroso ya 'ue otras personas a$enas a estas leyendas se !an atrevido a coger los patos de oro y desaparecieron entre la proundidad de las aguas y de sus cuerpos y alma $amás se supo nada# .oy las personas 'ue conocen sobre esta laguna lo temen, recelan y respetan ya 'ue es imposible acercarse solo, siempre en pare$a o en grupo, los mismos pastores de ganado siempre pastan en pare$a en las cercanías de la laguna# posted by /mar 0ome+ at 123" a# m# 4 3 comments
miércoles, diciembre 2#, 2005
WIÑAY MARKA UNA LEYENDA DEL LAGO TITICACA
5iempre se !a oído !ablar sobre Wiay 6ar7a, pero pocos acertaron en su mitología# Esta es una leyenda 'ue nace a orillas del Lago 5agrado de Los 8ncas (9iticaca), leyenda 'ue relata sobre la creaci*n del mundo la 'ue dur* muc!os siglos y, durante este tiempo, &pu :ullana &w7i (ios &ndino), cre* el ;niverso2 la tierra, el cielo, los mares, ríos, lagos, animales, las plantas, la gente, las estrellas, etc# alle 5agrado# El &w'a convencio a la gente y le !i+o creer 'ue, llegando a la cima de a'uella montaa, iban a convertirse en seres superiores, tan igual y a=n más 'ue el &pu /ullana &w7i# Entonces por esta desobediencia &pu !i+o salir de las cuevas muc!os
pumas 'ue devoraron a la gente# 9odo 9odo ue una carnicería c arnicería 'ue !i+o correr lagunas de sangre# &nte esta situaci*n, el padre 5ol llor* inconsolablemente durante cuarenta días y cuarenta noc!es% las lágrimas del 5ol !abían ormado una inmensa laguna, 'ue a!og* a todos los pumas 'ue !an matado a la gente# e esta destrucci*n se salv* poca gente, 'ue di$eron2 :a'a titina7awa (son pumas grises)# &sí naci* el lago y su nombre Legendario 9898<&< posted by /mar 0ome+ at ?2 ?2@3 @3 a# m# 4 @ comments
EL KATARI, hecho leyenda #uli$Puno$Peru
La !istoria nos relata 'ue !ace muc!os aos atrás a trás en Auli, eisti* una serpiente de tamao enorme, 'ue causaba pánico en la poblaci*n del lugar por 'ue !abía devorado a muc!a gente, mientras tanto la gente aterrori+ada, solían acudir a la virgen para implorarle 'ue los protegiera de todo mal y 'ue matara a la serpiente asesina, pero ese no era el =nico problema, sino 'ue tambi-n apareci* un sapo enorme 'ue 'uiso apoderarse del poder de la serpiente# En cada encuentro de estos dos eroces animales, !abía un enrentamiento por el dominio del lugar lugar,, por poseer el me$or &pu de la +ona y reinar de pánico en las personas, entre tanto la gente no podía transitar por los eteriores y se 'uedaban en sus casas, presenciando a las criaturas# Bue entonces 'ue el orgulloso sapo decidi* enrentar a la serpiente para demostrar 'ue era el mas uerte y poderoso de los seres eistentes en la +ona, entonces ambas criaturas pactaron para luc!ar y el ganador se
llevaría el premio de permanencia en el reinado de la +ona y el perdedor obligado a marc!arse para siempre#
El reto ue absorber todo el agua del Lago 9iticaca, entonces el sapo se ue a prepararse para la prueba a una comunidad llamada 9isac!uro no muy le$ana a Auli, igualmente lo !i+o la serpiente# &l día siguiente listos para la prueba inal, el sapo coniado en 'ue iba ganar, espero a 'ue la serpiente acabara toda el agua del Lago, ue entonces en 'ue una lu+ radiante apareci* de entre los cerros, era la virgen 'uien saco su espada y corto la cabe+a de la serpiente 'ue de inmediato se trasormo en una roca ormando un cerro inmenso, el sapo no podía !uir y por temor a ser estrangulado por el poder de la virgen se auto transormo en rocaC rocaC
Gracias al milagro de la virgen, los días de pánico y de maldad se acabaron para la gente de Juli y podían realizar sus tareas con tranquilidad, pero aun no secaron las cicatrices ya que aun la gente cuenta esta historia como real, tan igual que en aquellos tiempos... posted by /mar 0ome+ at 12 12D" D" a# m# 4 D comments
La Cidad Encan!ada
Ila%e$Puno$Per& La grandiosa y no muy m uy conocida
miércoles, diciembre 14, 2005
Cl!o a la "i#$en de la candela#ia
'eg&n el pro(esor #os) Co*a+ 6uc!o antes del nacimiento de Aes=s, las leyes de 6ois-s establecían, 'ue cuando una mu$er tenia un nio var*n, debía considerarse impura, durante siete días, en consecuencia estaba obligada a puriicarse, situaci*n 'ue se obtenía acudiendo al templo despu-s de JJ días cumplidos, mas los primeros I, es decir, a los D@ días del nacimiento# Para tal eecto estaba obligada, además, a llevar como !olocausto, si era pobre en recursos econ*micos, un par de t*rtolas o dos pic!ones, !ec!a la orenda el sacerdote re+aba una oraci*n por la mu$er y así 'uedaba puriicada# La iglesia cat*lica desde la antigedad, celebra la puriicaci*n de la virgen 6aria cada " de ebrero, D@ días despu-s del nacimiento de Aes=s, 'ue coincide con la celebraci*n de la epianía# En los tiempos del cristianismo, primera mitad del siglo 8> 8>,, la iesta de la puriicaci*n de la >irgen 6aría o iesta de la
ec!a la puriicaci*n de la virgen 6aria, con la denominaci*n >irgen de las Lumbreras, e'uivalente a la virgen de la
La %i#$en de la Candela#ia en &no
ilcapa+a, de &+ángaro, continuaban la luc!a de 9upac &maru, a inicios del ao 3I13# Los de la villa punea se deendieron con el mayor cora$e posible, pero su inerioridad num-rica !acían desigual la contienda y los pobladores
observando como ba$aban las !uestes de .ua$sapata, Yurac /rco y /r7apata, en las aueras de la villa, decidieron sacar a la virgen en procesi*n, implorando protecci*n toda la noc!e y los pobladores observaban como los enardecidos sitiadores abandonaron el lugar# Eisten muc!os relatos sobre la virgen de la
En el ao de 3QIG en las aueras de la mina de Lay7a7ota, el espaol Aos- 5alcedo mando derribar las casas de los mineros, pero, esa orden no se cumplio% los mineros vieron a una virgen envuelta en llamas (candela) luc!ando contra el demonio# La vision de ese milagro desanimo a 5alcedo y desde entonces nace el culto y el nombre de la 6ilagrosa >irgen de la
La leyenda de Manco C'(ac y Ma)a Ocllo
Es una leyenda recogida de la !istoria incaica en el Per=, del gran imperio del 9a!uantimsuyo, en Puno, se !ace una espectacular esceniicaci*n de esta legendaria leyenda el G de noviembre de cada ao, con motivos de aniversario# La pare$a 8nca, !ace un recorrido por las 8slas del Lago 9iticaca !asta llegar al Puerto de Puno, a partir de a!í son acompaados por un prodigioso grupo de dan+as guerreras y costumbristas con direcci*n al estadio Enri'ue 9orres elon donde se reali+a el
crecer las nuevas plantas, iba creando beneicios para la ra+a de los pobres mortales, para 'uines tambi-n iba dando orma a los ríos y arroyos, !acia brotar árboles, pastos y construía c*modas !abitaciones en las 'ue pudieran vivir con decencia# 6ientras, 6ama /cllo se dedicaba !acer !a !acer su gran tarea, ya 'ue era ella 'uien iba enseando a las mu$eres, las artes e industrias 'ue les permitiera sacar todo el provec!o posible a las ri'ue+as 'ue su !ermano producía% así !aciendo prodigios, la real pare$a llego !asta un lugar en el 'ue, con su mágico bast*n de oro, sealo el centro del imperio, la utura ciudad y !oy el ombligo del mundo, :os'oH
jueves, noviembre 0$, 2005
*i)no de &no
Por los <<88 &niversario de Puno, 'ue cumple el D de oviembre Los Puneños antamos con !rgullo el "imno a Puno esa el 5ol las cumbres de
Legisladores y vie$os amautas irreyes y crueles encomenderos, Brailes, corregidores impíos &vasallaron a los !i$os del sol ilca &pa+a, 5e eclipsa la gloria de los 5alcedo, 8ngresa a la ciudad 9upac &maru, 9iembla /rellana el gran gobernador Y, al in 5an Momán grita S>iva PunoT
posted by /mar 0ome+ at "2J@ p# m# 4 @ comments
+Tan!a Waa- T#adicional en Se)ana de Todo. lo. San!o. En estas ec!as del ao en la Megi*n Puno y en todo el Per=, al celebrarse la llegada de las almas, es una tradici*n muy ancestral reali+ar ceremonias con el conocido pan bebeF como orenda muy especial 'ue se orece en un altar, a las personas 'ue partieron al mas allá, esta celebraci*n se reali+a cada primero de noviembre por la noc!e, ec!a en 'ue todos los deudos esperan la llegada de sus seres 'ueridos para darles la bienvenida y acompaarlos durante toda la noc!e con re+os y algunos actos de entretenimiento para no 'uedar
dormidos, y si esto pasa, seg=n lo 'ue cuentan los andinos podría signiicar una pena para el diunto o podría augurar una angustia para a'uel 'ue 'uede dormido# La populosa y muy reconocida en Puno 9anta WawaF, es preparada días antes de 'ue llegue la ec!a central de 9odos los 5antos 'ue en este caso es el 3 y " de noviembre, sus diseos son muy variados no solo trata de pan bebes, sino de una serie de representaciones andinas así como de animales conocidos ob$etos representativos y otros 'ue presentan un decorado muy atractivo y provocativo para el paladar de las personas# & simple vista las 9anta Wawas son unos panes simples de ormas distintas pero en realidad las costumbres andinas aseguran 'ue es las esencia de poder reunir a sus seres 'ueridos, $unto a este producto se le ad!iere caramelos galletas, bebidas, variedad de alimentos y comidas, adornando la mesa de recepci*n y donde cada allegado !ace su re+o y recibe estos productos por parte de los deudos y consumirlos en nombre del diundo# Los nativos aseguran 'ue al orecer estos panes y orendas a los allecidos es como si estuvieran alimentándolos, y por cada bocado 'ue comamos el sabor ya !abría sido degustado por los diuntos# 5iguiendo con las costumbres el " de noviembre, centenares de personas salen de visita a los cementerios para acompaar el tra$ín de sus amiliares 'ue partieron al mas allá, esta actividad es denominada popularmente como despac!oF, toda esta tradici*n se reali+a durante los tres primeros aos del acaecimiento del ser 'uerido, donde tambi-n se prepara un tendido de orendas orecido a las almas al lado de sus nic!os y cada visitante le brinda una plegaria a in de recibir a cambio una porci*n de orendas# & medida 'ue pasan las !oras los cementerios son un campo de reuni*n amiliar además de arduo traba$o para los ancianos 'ue por ganarse unos c-ntimos se dedican a orar para los diuntos, lo mismo ocurre con los nios 'ue empeados en recabar dinero prestan el servicio de distribuir agua, 'ue se convierte en una elemental uente para colocar las lores en los nic!os esto en los cementerios del ámbito urbano pero en el campo la tradici*n es la misma, solo 'ue no !ay lugares especíicos donde est-n los nic!os puesto 'ue !ay 'ue emprender una caminata enorme para reunirse con la amilia# Y eso no es todo, por 'ue ao tras ao en las aueras de los cementerios se ubican gran cantidad de carpas en las 'ue se epende comidas y bebidas para la recepci*n de las amilias 'ue van saliendo del
cementerio al promediar las 3" del día, !ora en 'ue los diuntos tambi-n se van y se concluye con el despac!o repartiendo todas las orendas (9anata Wawas) a los acompaantes luego de !aber permanecido "D !oras acompaados de sus seres 'ueridos 'ue partirán tambi-n para continuar su vida tal como el seor lo encomienda y en el caso de los allecidos 'ue cumplen el tercer ao, los deudos despiden a sus seres 'ueridos con una singular iesta de despedida, en el 'ue se comparte bebidas al son de la m=sica preerida# 5*lo esperar el pr*imo ao para continuar con esta costumbre muy tradicional en el sur Peruano en la semana de 9//5 L/5 5&9/5 y volver a preparar las tentadoras 9&9& W&W&5# posted by /mar 0ome+ at "2"I p# m# 4 @ comments
La. Melod/a. de la Gi!a##a de Cel.o En la d-cada de los G@, !abía un muc!ac!o llamado
trayecto PomataHepita al sur de Puno, en este lugar !ay un pu'uial del 'ue brota agua manantial, a simple vista es un lugar insigniicante pero en determinadas !oras despierta un sorprendente misterio al cual nadie se atrevería en eperimentarlo, pero en a'uellos tiempos
Este caso me !ace pensar en el grupo conocido a nivel internacional, !ablo de los K$ar7as, 'uienes con su m=sica cautivaron a más de uno y !oy sigue siendo reconocido, U5ería coincidencia 'ue la gente !abría inventado comentarios similares al caso de
&e#0idia de la &a#i$ana
?Iábula %ndina@ uchos cuentos y !ábulas hasta las mismas pel&culas y dibujos animados demuestran la astucia del zorro, pero en las cumbres más rec'nditas del sur 9eruano, nace una bonita historia de una 9ariguana y el orro. :a 9ariguana es un ave muy representativa del 9er- ya que de ella nace los colores de la bandera 2el rojo y blanco, que han sido creados por el eneral Don Fos de San art&n quien por primera ves al ver estas aves quedo asombrado y las represento en la bandera del 9er-3. #ierta temporada una pariguana lucia sus bonitas cr&as en medio de una laguna, a la lejan&a y a las orillas del lago una zorra apreciaba y envidiaba la belleza de las peque*as mariguanas, ya que sus cr&as no eran tan bonitas. En un encuentro, la zorra se empe*o en preguntarle a la pariguana c'mo hacia para tener unos hijos tan colorados y doraditos, a lo que la pariguana respondi' con plena seguridad y malas intenciones que a sus hijos los hab&a metido en un horno caliente y al escuchar la primera reventada los saco apresuradamente y !ue as& como obtuvo a sus hijos tan lindos. :a zorra confada en el consejo de la pariguana hizo calentar un horno en la que introdujo a sus hijos y cuando escucho los reventones, las saco rápidamente, pero desgraciadamente quemados y muertos sin poder hacer nada, desesperada de la !uria se !ue a buscar a la pariguana para tragársela. #laro que la encontr', pero en medio de la laguna !eliz de haber enga*ado a la zorra, esta, empe*osa en vengarse no encontraba la !orma de entrar a la laguna, pero intento tomarse toda el agua y al fnal no consigui' nada, solo complico su vida ya que hab&a quedado totalmente hinchada de haber bebido demasiado l&quido.
ientras caminaba y caminaba tem&a a la muerte y pensaba si una paja la pinchar&a o una le*a la hincar&aG 4ntes de tomar una decisi'n se debe pensar mil veces, no podemos arriesgar tanto o lo que conseguimos con sacrifcio por que podr&amos perder mucho, y a veces los consejos de los demás vienen pintados de una intenci'n y si en algo !allamos la venganza no es la mas adecuada, solo tratar de levantarse y continuar luchando. posted by /mar 0ome+ at "233 p# m# 4 3 comments
lunes, octubre 1%, 2005
Sirenas 2ncantadorasJ 4ace décadas atrás, la Universidad 1acional del %ltiplano era un campo descubierto y con poca infraestructura, a una corta distancia del "ago
4oy, muchas personas comparten sus historias vividas en carne propia, y la mayora de ellos aciertan en decir que, para caminar de noche por lugares e&tra!os y probablemente encantados hay que tener valor y coraje, y si hay presentimientos, temor o miedo es obvio que las -Sirenas 2ncantadoras se apoderaran de tu alma y despertaras dormido junto a una roca, y apartar este tormento de tu vida no será tan fácil por que la tierra te habrá tragado, y solo podrás contar los das que te quedan de vida. Si en 0uno podemos encontrar lugares encantados, yo aseguro que en el resto del mundo también e&isten misteriosos parajes, que aparentemente son lugares comunesK pero pueden estar encantados y en horas puntuales impresionan a cualquier caminante.
+,EN-O. AN"/NO. 0ulio R Oliera Or3
CAPITULO I
4+uentos Andinos4 nace en el umbral de la ilusi5n$ como la ansiedad de los buscadores de 6ortuna$ tal e como un himno al es6uero 8ue se abre en un r9o atronador y un breal de rocas milenarias como es el ;+alle<5n de =uaylas ; y otros pueblos$enclaados en las cumbres de Ancash$ de una parte del Per> -al e sea un inentario est3tico del paisa
"*"C)<= 5) #I)5<"( )l cateador La blanca, cuycrudo y magistral, fueron descubiertas por don (hanti el más gentil cateador del pasado y maestro de muchas generaciones posteriores. Conocía de palmo a palmo las zonas mineralizadas del lugar y la ley de los metales, pero lo !ue más conocía era el celo del mineral y la estaci&n lunar en !ue se anunciaban, a lo le'os su olfato percibía la emanaci&n del metal y podía asegurar sin confundir !ue es plata o antimonio, rastreaba la huella de los &%idos y ponía el oído en las fisuras de las rocas, e%aminaba la vegetaci&n y el vuelo de las aves, paladeaba el agua de los charcos y chupaba las astilla de los bre8ales; deambulaba de un sitio a otro como un enagenado y luego alzando la frente sudorosa, se8alaba la veta infalible. 5on (antiago era cientifico, sabía de la formaci&n de los metales, su ancestro indio le había de'ado a!uella e%periencia, conocía !ue sobre la superficie de tal o cual terreno mineralizado, !ue plantas se desarrollaban y c&mo sabía !ue donde había grillo negro, había hierro y cobre y donde se posaba a cantar el togop, había infaliblemente plata.. )ra un mago a!uel don (hanti, tenía talismanes y huayruros, bebía infusiones de panizara e in!uillpumas, no le falt& en la faltri!uera la garra del puma o el huevo de una serpiente, un trozo de azufre y otro de alcanfor, pero el detector más e%acto !ue utilizaba don (hanti era >el checo> !ue llevaba en la piccha arrullado en la fragancia de las ho'as de coca, una a una a!uellas ho'as con e%tremada solemnidad las ponía en la boca, y luego de algunos con'uros y movimientos cabalísticos del >checo> iba tomando forma >el bolo> y >armándose> el embru'o, entonces don (hanti entraba en frenesí y comensaba >el cateo>, recorría de uno a otro lado y el alcaloide de la coca hacía contacto con las emanaciones minerales de la plata sulf6rica, del oro telural, con el cobre selénico o con el tungsteno de cal y con ello don (hanti había descubierto la veta.
#allasca minero *na abigarrada colecci&n de planos, de yacimientos y de esperanzas; una turba de cateadores y traficantes han invadido y asolado la zona, un desfile de visionarios acicateados por la ambici&n del >oro>. :ombres y
nombres !ue a6n conmueven y emocionan+ 4ritz, 7rades, $e&filo Claudett, "rturo ?erthaman, )rnesto :en@e, 4ran@ (cott y Carlos "rnuzzi. Luego el ge&logo vidente, el top&grafo profesional, el teodolito de tres pies y su lente miope para fi'ar visuales y ubicar pertenencias, amparos enso8ados y !ueridos como pachorgo y piticocha, como consuso y pariachuco, huachara o chu!uival, aracabo o maypur, como cuy crudo o carangay o como ogopito y magistral, nombres oraculares y cabalísticos como >osa madre> o >la aventura>, >la casualidad> o >porfía>, para alucinar y fascinar y engalanar la raz&n social. (igue el campamento escuálido con sus tambos y cantinas, la guitarra de >conchavino> o la concertina del feligrés, en los cafertines de velis nolis de las maricuchas o 'uanachas se dislocan las cinturas de los obreros en los esguinces y brazos de las bayaderas, y mientras los obreros agotan esfuerzo y sudor en el pi!ue o socav&n y sus tímpanos se atrofian con el retumbar de los martillos o el detonar de la dinamita, los gerentes o 'uegan >rocambor> o corte'an a las secretarias, y entre !ue en Lima, Chicago o Liverpool desembarca el patrimonio mineral de la ri!ueza de pallasca, la provincia se empobrece, nada !ueda para el lugar por!ue la patente municipal no se aplica o es muy parca, el carb&n, el oro y el tungsteno de la fabulosa pallasca ha hecho la fortuna de e%tra8os y la miseria de los nativos, masas enormes de lo !ue fueron hombres deambulan su silicosis y los borrachos y ladinos !ue sobreviven son una escoria amargada, de a!uél ma!uiavélico cambalache va surgiendo una conciencia de protesta y rebeldía !ue va dinamizando el ritmo del nuevo trato por los canales de la 'usticia social. )l emporio es envidiable y la codicia y ambici&n tienden su torba asechanza, el descubrimiento de una nueva veta suscita un interés desorbitado para adelantarse a la delegaci&n a formular el denuncio, en este afán reluce el pu8al y el rev&lver riela el vértigo fatal, (henedollé, :an@ 4ord y )mé, álvez, puente y te'ada y muchos más murieron en a!uella carrera alocada del >oro> o del >tungsteno>.
4L=<)( )3 L" C*97<) > La #agra> #or los cinco mil metros de altura garbean las más e%&ticas y bellas flores peruanas. (obre un manto de esmeraldas y por entre los bellones
del fino pa'onal !ue la acuna y la mece está la planta de la >#agra> de ho'as suaves y lanceoladas. "!uellas ho'as ledas y melanc&licas son como la pana o el terciopelo o como la felpa de seda de armi8o. )l color de a!uellas ho'as es de las violetas o es del arrebol de un cela'e o del tono argentado de la plata. a!uellas ho'as blondas y albas parecieran revestidas de enca'es de nubes, suaves son como un soplo de espuma o de arrebol, tenues, parecieran de lirios. *na rara y dulce melodía hay en a!uél tono lácteo, de la malva, de ámbar o 3ácar, el peciolo largo y 'uncal como el de un tulipán sostiene la maravilla de la flor !ue se abre espléndida dando a relucir a!uél su color de oro de sol auroreal al centro en medio de un disco de tono lunar amarfilado. la corola verdeAazulino del cáliz se encarru'a en los bordes para dar marco y relieve a un campo de oro reverberante formado por miles de apretu'ados estambres; la flor versicolor y rutilante fuera más de topacios o de haces de luz dorados; una caída de refle'os caleidosc&picos hace de la flor una maravilla luminiscente !ue deslumbra a la mente y traspasa al coraz&n. Lo !ue más seduce y arroba es !ue la >#agra> pareciera un infante o un !uerube con una carita rubia de serafín y su gorro de felpa. *na leyenda milenaria y bella !ue la tradici&n conserva y evoca narra !ue del furtivo beso de un ángel y de una ninfa brot& la >#agra>, de ahí su semblanza de ni8o, su caudal de inocencia, su albor inmaculado y la ilusi&n y emoci&n !ue despierta y cautiva, flor de un sublime amor, fruto inocente de una caricia, de la melodía de un &sculo o de la ambrosía de un beso, ensue8o romántico !ue desvaneci& el rayo o !ue perturbaron los maleficios de los duendes, gracia !ue se eclips& al despuntar la aurora o reverberar un crep6sculo para no !uedar sino como una flor de la melancolía o como la estela de una nostalgia, flor por eso más !uerida y más ambicionada. Los galanes más "puestos lo ponen a los pies de sus doncellas como homena'e del más puro constante, esforzado y casto amor y también como el símbolo de la felicidad y fecundidad, tomada la flor !ueda sellado el compromiso, ya nadie osará interferir al zagal y la novia no volverá a ser re!uerida ni por los más osados ni por los más poderosos,
a!uella flor es el símbolo de una constancia romántica y de una fidelidad inmarcesible.
>la "sociada a la al!uitadrada >#agra> esta la flor de la >rima rima> con sus trémulos pétalos verdes de begonia de puna, a!uellos pétalos han acunado sones desde el tronar de las tormentas hasta el melifluo tono de las aves, de a!uí el sortilegio de esta flor !ue da tonalidad y énfasis a los trovadores para recitar sus endechas y hacer hablar hasta los mudos, la rima rima capta el fragor de las tempestades y la m6sica sideral de las armonías del universo, capt& de las cascadas a!uella su resonancia de &pera y de los arroyuelos del vergel el arpegio melodioso de una aria. )n el rumor de las fuentes encontr& partituras sublimes para alucinar a la fantasía, los mancebos del lugar encuentran en la >rima rima> el embru'o de la elocuencia, el verbo l6cido para deslumbrar y con!uistar gacelas, la oratoria para fascinar con la belleza de la palabra, cadencia y rima es el verbo y edulcurado el tono, no hay fortaleza !ue no se rinda y se entregue e%tasiada, es !ue no hay bella palabra !ue no contenga un bello pensamiento ni tesoro de elocuencia !ue no se e%traiga de cofre de oro o de cantera de diamantes, y los bardos enamorados como los mirlos y las calandrias vierten su efusi&n en notas de dulce sonoridad y de luciente pedrería, y la palabra encandilada por el amor da a brotar voces deslumbrantes como el palio y brocados de los crep6sculos. Como el arrullo o el melindre de las fuentes, como los espléndidos 'iyeles de los lampos o como el dulce efluvio de las alboradas, luego cala hondo en la oda o en el madrigal y es elegante y fino en el piropo, sutil y ameno en el refrán, dulce y garbeador en los re!uiebros. $iene de maybur y aracabo el brillo del oro nativo y la grata melodía de a!uél metal, tiene del bronce de magistral, tiene del tungsteno de consuso el fino y duro cincel !ue burila y pule y afilagrana el verso; tiene del éter y de la nubes de su cielo la maravilla de sus metáforas !ue e%altan la belleza y dan calidad al arte, y de los nevados y corrientes cristalinas tiene el brillante níveo y diáfano para el emporio de sus arcas y solaz de su dicci&n.
>)l uagor>
*n espinoso como verde de cactus es la planta agresiva y original !ue da a brotar a la flor del guagor, es del cinabrio o de la glosularia2 hermosa, el sol del medio día se ha licuado en su cáliz y dado a reverberar tonos granates en engarce con el oro y la laca para engalanar la puna y hacer delirar a la fantasía. La paleta de los pintores no lograría 'amás a!uel tono de fuego ro'o anaran'ado !ue flamea en el fondo de la flor, y sube en haces miríficos por entre pétalos transverberados, de allí han salido los bermellones de los crep6sculos !ue diademan las cumbres nevadas y los ocasos marinos. )l guagor pareciera un tulipán aclavelado y cer6leo con tonalidades de coral y opel en los bordes, en el fondo los tonos de zafír o de rubí están en una orgía y lu'uria de color para acabar en el ro'o de hoguera ardiente y en una vorágine dantesca, grandiosa y apote&sica es la flor. La mirada se embriaga en sus tonalidades y en su hermosura el coraz&n se embarga, el doncel !ue brinda una flor de guagor no siente las punzadas de las espinas cuando las toma para ofrendarlas, y la re!uerida engalanada con el más e%&tico presente se identificará con ella; las espinas le preservarán de la codicia o de la ambici&n.
)l Chamuchuy #or sobre el tapiz verde de la 'alca donde ense8orean los títulos reales la #agra, la rima rima y el guagor, están los seductores chamuchuyes, florecillas humildes y vivaces !ue salpican el alfombrado de la puna con a!uellos sus pétalos de oro o p6rpura, el campo gélido o ahíto está como tachonado de topacios para decorar el escenario o albergar el consuelo, en alg6n festín sideral se vaciaron un c6mulo de estrellas incandescentes para engarzarse en el manto de esmeralda de los llanos de la 'alca carece de tallo el chamuchuy, la flor surge y brota de entre el terso césped como un copo de nube amarilla o como trocitos de luna por sobre a!uella sábana florida sobreviene el idilio pastoril más tierno y puro de las alturas haciendo rodar los cuerpos por entre pa'onales y chamuchuyes, mas aba'o y al calor del aprisco las pare'as reeditan las escenas, y nada es más enso8ador !ue un pastor galante y una gacela en celo, el via'ero !ue cruza la pampa tiene ante su vista un escenario fabuloso cua'ado de florecillas maravillosas, camina entre un cielo estrellado o por las praderas de alguna alborada2 virginales a!uellas flores son de rocío, de copos de alba, de haces de luz o de fantasías de cierzo tornasolado2 a!uellas florecillas luminiscentes no están
esparcidas al azar, ellas marcan las coordenadas del via'ero y el laberinto !ue el pastor recorre a diario por entre el millar de rutas de la puna. *na infinidad de sendas tientan y confunden, unas van a las cumbres otras a los abismos, pero otras más incitantes van a la deriva por entre un dédalo de huellas orilladas por el oro y el m6rice de a!uellas florecillas náuticas, otras rutas están marcadas. La pastora !ue apacenta su reba8o puso de trecho en trecho sobre la corola de las flores hilachas de lana o hebras de su cabellera !ue el cholo advertirá al flamear el viento, otras hileras de chamuchuyes más c&mplices y románticas gui8arán al galán y guiarán sus pasos hasta el albergue de alguna cueva donde la moza en una muelle alcoba de pa'a yacerá la tibia y 'ugosa confitura de su cuerpo virginal en espera del zagal enamorado.
C"CI1*)( B*<"C"( /agua, agua, agua/ )l cura@a :uaynamango en el gobierno preAin@a se las compuso para liberar a las mozas de chaupis, torongas, !uichuas y checras de transportar agua en cántaros desde las lagunas encantadas de shullavara al poblado de #allasca. "!uellas mozas bellas y macizas eran lindas y arrobadoras y cuando llevaban los cántaros al hombro de'aban admirar senos pr&vidos y cinturas fascinantes. :uaynamango se prend& de las gacelas y las cuatro le impusieron la condici&n de ser suyas si se las liberaba de la esclavitud del agua y del fantasma de la sed, el cura@a acept& las condiciones y enseguida moviliz& a su gente y tendi& una red subterránea de cuatro canales a prueba de siglos para dar agua a los cuatro barrios donde habitaban sus dulcineas, de huacchumachay o de chonta, de tumabamba o pusacocha, no se sabe de !ue largas distancias llev& el agua a #allasca a!uél genio enamorado, los canales pasaban por discretos vergeles y llevaban cada una de ellos la fragancia inestimable de la #anisara, el $orongil, de la hierba Luisa e In!uillpuma. :izo de los cuatro barrios un edén florido, donde cada una de sus amantes le prodigaban sus encantos, la red de agua iba tatuada en medio del seno de cada una de las mu'eres y debería transmitirse igual en la doncella primogénita de la estirpe, al correr del tiempo se sec&
una vertiente, por el é%odo de las primogénitas no había el plano para la relimpia, la sed y la se!uía agobiaban. )n algunos pozos una espon'a mitigaba la sed, do8a :ermelinda fina, 6ltima primogénita de la estirpe de :uaynamango casada en buenas nupcias con don ngel Lagomecino hubo de irse a Chachapoyas a raíz de la e%pulsi&n de los 'esuitas en la provincia, en la época del virrey "mat, ante la amenaza de se!uía un le'ano antecesor de don 3abucodonosor )cobinarrobles se constituy& donde fina y tras un violento proceso 'udicial se tom& copia de la red de irrigaci&n !ue escondían los opulentos, marfíleos y pundonorosos senos de la real dama. La >sentencia> mand& tatuar el plano en el seno de las cuatro doncellas más "puestas de cada barrio y !ue la sucesi&n primogénita continuaría la tradici&n ininterrumpidamente, cuantas balas y manoplas se han gastado desde entonces cada vez !ue la sed de los zagales los llevaba a buscar en los senos de las doncellas la red de los pu!uiales, donde abrevar, y cuando no se hallaban las finas los zagales recorrían por los poblados aleda8os en busca de la linfa, cabalgaban briosos corceles, los 'inetes iban hieráticos y estatuarios, relucientes, con las cabelleras aceitadas y las frentes altas, empolvadas en el camino, llevaban costosas casacas de cuero, llena de botones; nuevas las botas de tubo, los 'atos y los estribos con aderezos de plata y las espuelas roncadoras afiladas y deslumbrantes, del cinto pendía el rev&lver y una carabina de la frentera de la montura, parecían nuevos pegasos mitol&gicos o antiguos caballeros de las cruzadas, los caballos de raza, domados para lucirse en las 'ustas patronales de los pueblos eran e'emplares valiosos, los lomos bien conformados, recias las grupas, ágiles y nerviosos los miembros, los cuellos fuertes y fle%ibles, los crines bien risados, los pechos turgentes y erguidos, las cabezas cortas y en alto y los belfos sensitivos, a!uellos corceles eran legendarios. "l entrar a las poblaciones los caballos acicalaban el paso y los 'inetes acomodaban sus posturas, el trote atronaba el espacio y los cascos herrados hacían brotar chispas del empedrado de las calles, los 'inetes encabritaban a los potros, los hacían relinchar o piafar dantescamente y con una habilidad e%tremada retenían a los ena'enados animales logrando empalmar un paso galano y marcial, a!uellos pasos empare'ados eran como endechas y resonaban como himnos triunfales. Las gentes at&nitas de los poblados o huían o se escondían ante el rebullir de los cascos o al atronar de las carabinas.... //los pallas!uinos/ /los pallas!uinos/ / era la voz de alarma o el grito de ansiedad de algunas valerosas mu'eres !ue desde sus balcones
espectaban la entrada apote&sica de los 'inetes y el cabrioleo elegante de los corceles, ya cuando el asedio o la con!uista no era botín !ue satisfacía, la carrera volvía a empezar más anhelante y cruenta, los caballos cru'ían impaciencias, eran incontenibles, saltaban abismos y vallados, más volaban !ue corrían y de sus fauces y de sus pechos el viento desprendía espumas, como una flecha alada cruzaban los espacios y los 'inetes traspasados de emoci&n con los o'os desorbitados tras la visi&n del /agua/ acosaban a los brutos y en el vértigo de la velocidad parecían escuchar el eco del murmullo de alguna fuente !ue incitaba el empe8o... y en tanto !ue el sol !uemaba inclemente en los campos encandilados, se angostaban los vergeles y la resolana doblegaba a los centauros. )n el camino reseco y calcinado sonaban los cascos como voces crepitantes repercutiéndose en las cumbres y volviendo el eco a resonar /agua/ agua /agua/ en el galopar acompasado de los corceles parecía escucharse la modulaci&n de /agua/ agua/ agua/ y los 'inetes absortos y traspasados 'adeaban voces entrecortadas /agua/ agua/ agua/ las miradas desorbitadas en el paro%ismo de la ilusi&n parecían ver caudales de /agua/ agua/ agua/
)l rapto Legendaria es la fama de $ambamba, escenario enso8ador del paisa'e, olímpico parnaso de los bates y templo de cupido en #allasca, ri8& allí un antecesor del príncipe "pu #omachaico con el caci!ue "tun =sco y se !ued& con la bella Llullu *rpe, princesa de marca :uamachuco, hermosura primaveral !ue en peregrina'e idílico acampara en $ambamba para pasar a Cuyubamba a prestar 'uramento de amor. 9ucho antes el emperador :uayna Capac cay& en $ambamba cautivo en los brazos de una 8usta del lugar, de este idilio real, naci& el inca "pallasca -ilca upan!ui $u@ihuaraca, ahi'ado de don 4rancisco #izarro y padre de "pu #umachaico; :uayna Capac y "pu #umachaico, hicieron un edén en $ambamba, las flores más bonitas y e%&ticas y los nidos de las avecillas más hermosas engalanaron el escenario, y las pare'as enamoradas hallaron allí un lugar furtivo para la aventura amorosa, desde entonces $ambamba era el recinto del amor, cuando ualbina sinti& la curiosidad de conocer el para'e era por!ue le acosaba su radiante 'uventud.
)n #allasca, una guitarra y un rev&lver tenían igual o mayor valor !ue el arte de amar de =vidio, uno y otro debería tener todo buen pallas!uino, y mientras la melodía de las guitarras edulcoraba la campi8a los tiros de un revolver hacían caer una estrella, y a!uella dulce y tierna doncella fue codiciada por los galanes !ue merodeaban en los contornos. #or las noches la casa de ualbina fuera asediada por las serenatas de varios grupos de mancebos, laudaban endechas de amor, rivalizaban los cantares y las guitarras y concertinas emitían melodías cautivantes, otros grupos escalaban la morada y abriéndose paso con manoplas y bastones alzaban con ualbina, por entre un cerco de serenatistas a tiros de pistola y golpes de cachiporra.
Cory (aya la comunidad de $aule, de milenaria estirpe preAinca es sucesora de aguerridas generaciones !ue siguen defendiendo los intereses de la comarca, un regimiento taulino por orden de :uayna Capac fue trasladado en misi&n especial a la regi&n de "ndahuaylas !uedando desde entonces vínculos inolvidables. Cory (aya, real primogénita del caci!ue de $aule por cortesía de lina'es se educaba ba'o el amparo de la comunidad de atacara, decíase de Cory (aya ser la más bella de cuantas hermosuras hubieran habido en $aule, 'ornada romántica y sugestiva para el iniciado en estas aventuras fuera a!uél via'e de b6s!ueda de la belleza y de la dulcinea tras un largo recorrido emocionante el diletante se apro%ima al escenario. la ruta entrecruza colinas y avisora los oriflamas del océano y de la selva, mucho antes de "tacara se advierte !ue el río #ampas avienta un muslo por las playas de :uacuray. "tacara está prendida en la pendiente, su capilla y su plazuela son los centros neurálgicos de donde brota la emoci&n vital, a un costado está Concoyllur, y el clán de turno !ue atiende a Cory (aya, le dicen dina y la tienen en $alavera, tras proli'as b6s!uedas, la tengo a la vista con uniforme de colegiala, sabe !ue soy amigo de la comunidad y me muestra su satisfacci&n, dina es una belleza india, de la más pura sangre @echua, robusta es un reto8o lozano, su rostro redondo es cautivante, su torso e%h6bero es arrobador, el arco de su frente es de una 8usta imperial y sus labios carnosos son de moras silvestres..
Los dieciséis a8os de dina son primaverales, todo en ella es superior a la fama, una vitalidad 'uvenil e%plosiva irradia de su ser y pareciera más un efluvio de melodías, esbelto el cuerpo egregio, los aires de $aule rimaron la elasticidad de sus flancos, su cara alegre de amapola es como el de un crep6sculo rosa y un halo de rubor de doncella hace de ella una hermosura deseable, sus o'os grises y tran!uilos son más como un rocío o como un 'oyel de ágata, belleza inefable por perfecta e%cluye el deseo y suscita en el alma una sensaci&n de sublimidad y de infinita evasi&n. o he besado esa frente como !uien besa a una vestal y besé sus labios trémulos como !uien besa a un ángel, y dina sublimada por la emoci&n prometio más+ no vivir sino para éste su providencial idilio, y a!uella 8usta 'uvenil !ue nunca había besado presentía la nostalgia de !ue sus labios a8orarán la ambrosía saboreada.
Las pepitas de Catalina )n "racabo, a inmediaciones de Cabana Catalina #ashas laboraba en los molinetes y cada vez !ue advertía incrustado o suelto alguna chispa o pepita de oro insensiblemente se la echaba al seno, los mozos !ue las mismas faenas traba'aban con Catalina sabían de la predilecci&n de ésta y al final de la 'ornada diaria con una discreci&n inaudita hendían las manos en el seno y soltaban allí el pu8ado de chispas, de paso a!uellas manos topaban las >pepitas> de los senos y como si hubiera estallado una corriente a!uellas manos salían electrizadas, en el camino los mozos se disputaban el privilegio de acompa8arla y el asedio amoroso era creciente, Catalina !ue no alentaba a ninguno se creía obligada on sus >proveedores> a disimular por igual la zalamería de su sonrisa como gratitud compensatoria, Cata tenía veinte a8os y hacía cuatro !ue pallaba diariamente para si de veinte a treinta gramos de oro, la mina era un emporio y no se reparaba en menudencias, alta y esbelta era Catalina, una belleza campesina arrogante y turbadora, en la piel de canela el sol fulgía refle'os de &ni%, sus piernas garbosas y fuertes, las caderas suculentas y el torso e%h6bero, en el pecho enhiesto las dos pomas de los senos, duros y rebosantes, pugnaban por volar, y los pezones, es decir >las pepitas de oro> !ue superaban a los de 7ethsabé en la pintura de
)l due8o de las minas se enamor& de Catalina, es decir !ue ansi& abrevar en fuente tan codiciada, se las arregl& para !ue a!uél !uintal de cuarzo con chispas de oro !ue fuera el orgullo de su colecci&n fuera a aumentar el tesoro de catalina.. una noche tropez& catalina con una 'auría de sátiros !ue se habían apostado para asaltarla, el lazo !ue anul& sus brazos de'& libre los pies, a!uellos pies !ue molían cuarzo, molieron costillas a!uella noche, al siguiente día tuvieron !ue enyesar a!uellos huesos y e%aminar las magulladuras !ue el lazo hubiera causado en el torso de Catalina, y cuántos estuvieron en el acto se deslumbraron ante las >pepitas de oro> !ue llamaban a los senos de catalina, eran más pr&vidos y más ricos !ue los cuernos de la abundancia, a!uellos senos de bronce pulido llevaban dos broches de rubí por pezones, los vecinos de Llactabamba celebraban el primero de mayo a!uella antigua leyenda de las nupcias del sol con la primavera, don "nlogelio (oria hacia de sol y Catalina de primavera. )l platero (im&n )spinoza, célebre descendiente de los orfebres )spinoza y Calamaca de Chunapampa confeccion& las sandalias de Catalina con hebras de oro maciso ribeteado los contornos con engarces de esmeraldas y rubíes, el correa'e era una áurea cadena !ue remataba en broches de brillantes, una t6nica de lino blanco flotaba por los hombros y el torso y una falda corta cubría las caderas, los brazos desnudos eran rebosantes y una diadema de perlas con borlas de hilo de oro a los lados ce8ía la frente imperial, un mes antes Catalina había sido sometida a un masa'e diario con ungDentos, resinas y yemas de huevos de canario mezclados con finísimo polvo de oro nativo, a!uél cuerpo escultural tallado en cuarzo o marfil deslumbrante y espléndido, en medio de la espalda había un surco enso8ador !ue el sol encandilaba haciendo aflorar el deseo, de allí fluía a!uél garbo sensual !ue seducía a la multitud. La fiesta para entonces duraba ocho días y recorría de casa en casa llevando en andas a Catalina, en los solares se bailaba y las pallas de >la primavera> hacían la delicia de la mocería, en las noches proliferaba la aventura idílica, y Catalina !ue siguiendo la tradici&n acabaría casándose con con "ulegelio (oria prendía el geniceo ofreciendo la maravilla de sus encantos y rindiendo a los más avezados galanes, célebre los besos y abrazos de Catalina, los labios !ue ambicionaban su boca deberían recorrer el cuerpo, satisfacer la ansiedad de los pezones y acabar en los suyos ardientes y anhelantes, después de éstas caricias los varones favorecidos podían consolarse de sus magulladuras con el recuerdo de los gloriosos holocaustos..
)l encomendero don (egismundo corri& en la subasta del castillo de #ashas consigui& !ue en la postguerra de Catalina se incluyera sus sandalias de oro, a!uellas fueron a parar a )spa8a a cambio de un título de nobleza, y como don "ulogelio (oria fuera el se8or del cacicazgo de Llactabamba, a!uellos principados volvieron a unirse ba'o los auspicios de Cate!uilla, divinidad rebelde instalada en nuestros lares, después de haber vaticinado.
"L)=
Lilia
Con el recuerdo de sus aires de gacela y del alto enca'e de su blusa al !ue una falda aleonada daba a su persona fisonomía de fiesta y de con!uista...acampé en $alavera de la
)legías Conocí el dulce dolor de la ausencia, el valor íntimo de una lágrima, el silencio de la soledad, el oriflama aperlado de las le'anías y la tristeza infinita de la espera, la melancolía, a!uella bella flor del recuerdo y la nostalgia, a!uella invocaci&n de reclamo....hicieron de mi la vestal de un culto id&latra.
adoré más para valorar me'or; por !ue el bien es más codiciado cuando falta !ue cuando se tiene, conocí el valor del consuelo, de la ternura, de la esperanza y también sufrí el temor del olvido. La hermana sor 9anuela tuvo en a!uél monasterio una piedad infinita para mi, puso costra de goma en mi cara para evitarme las molestias de la admiraci&n, y en el oratorio y la biblioteca me recreaba encontrándote, en el oratorio te adoraba como a un ángel o a un dios y en la lectura de los clásicos encontraba el contacto de tus besos a traves de los versos de san Euan de la Cruz o de sor $eresa de Ees6s. 9ás tarde rehuí el oratorio y temí profanar el sagrado templo, me horrorizaba el recuerdo de )loisa y me sentía desfallecer ante las alegorías paganas de las b&vedas e imágenes, !ue me daban la sensaci&n de !ue a!uellos fáunos y sátiros hubieran de desprenderse para perseguirme. :uí del confesionario donde el tono de mi voz y la fragancia embriagadora de mi 'uventud hacía temblar la castidad de a!uel venerable sacerdote, me recluí en la celda más tétrica para apagar el incendio de mis cirios y ocultar a!uella mi belleza turbadora, y mis sienes en la loza áspera y fría no se serenaron y más bien percibían a!uel olor sensual !ue brota del roce del granito con el pedernal. cuando la soledad comenzaba a seducirme, me anunciaron tu retorno, y a!uella flor clor&tica del monasterio volvi& a tener en tus brazos sus tintes de azucena y su efusi&n fué la efusi&n de la primavera y su fragancia el de los azahares en el bou!uet de las novias.
)l beso )n el @iosco del 'ardín guarnecido de mos!uiteros, leíamos o nos besábamos, antes de los conse'os de a!uel sabio naturalista !ue visitara tu finca nos besábamos a profusi&n, intuíamos !ue el beso era una flor primaveral y el sortilegio !ue renueva la 'uventud. no es !ue s&lo fuera el contacto de los latidos sino y mucho más el concierto de los sentimientos del alma, toda la e%periencia de los siglos y el refinamiento del arte cobra nuevas y más ardientes emociones, habitada y sumisa, sintiendo !ue el placer inunda, anhelaba sumergirse en sus latidos y desaparecer en su vorágine, nos transmutábamos, teníamos la sensaci&n de absorbernos.
en verdad yo desaparecía en sus labios y me sentía engarzado en sus entra8as, y en el deleite de vivir a!uella ilusi&n, me arrobaba, una atm&sfera de ensue8o nos tenía inmersos en la melodía de a!uella sonata amorosa !ue de'a el eco de un beso, recuerdo sus referencias a (hFren Beir@egard, a!uél autor del e%istencialismo, !ue hubiera pretendido escribir >los elementos de la teoría del beso> y !ue en #arís ensayara practicar. )l beso para ser tal, debería e%presar una pasi&n, decía (hFren seg6n referías, pero t6, e%imio estilista del beso le a8adías el acto eucarístico, el sentimiento de la eternidad y la sensaci&n de lo sublime, era así el beso >la comuni&n de dos almas en una sola eucaristía>.
"G=<"3H"( 5) "9=< :uataullo $ras muchos a8os de esfuerzos en gabinetes y ateneos volvía don )usebio al solar familiar en un plan de visita y vacaciones, Eovita, hi'a de su administrador, era una colegiala encantadora. )n $ru'illo se había despabilado y fuera en la hacienda huataullo una primaveral belleza 'uvenil, don )usebio la tom& de secretaria y ba'aba a los temples de santa "na en las riveras del mara8&n.. el tr&pico despert& a don )usebio emociones nuevas y desconocidas, a!uél persona'e adusto y severo, pero intelecto o pura abstracci&n se iba compenetrando de la vitalidad y de la paligenecia de la selva, del aroma enervador de flores misteriosas, del efluvio voluptuoso de las aves, del color sensual del folla'e rico, de la sombra protectora de los bos!ues, ba'o cuya complicidad se fecundan los seres y los sátiros pululan tras las ninfas de las corrientes. )n la ondulaci&n sensual de las lianas rememoraba el perfil lascivo de bayaderas y náyades en las pinturas de #oussin y 7oucher del museo de louvre. Los cogollos lozanos en brote e%uberante tenían arrogancia de efebos y las mariposas multicolores se aposentaban en sus hombros como cortesanas vencidas por la lu'uria.. las ho'as sensitivas del folla'e se adherían a su cuerpo envolviéndolo en su vaho odorante, los ramazones se enlongaban en abrazos voluptuosos y el polen afrodisíaco de las flores e%citaban sus sentidos y le cargaban de deseos inconfesables.
)l murmullo de los remansos y la melodía de las corrientes como una le'ana canci&n de sílfides e%altaban su robusta 'uventud, y a!uél arpegio de los zagales tremolaban en el bos!ue para dormir a las serpientes; se sumía en el vértigo de un sopor embriagador. cerca o le'os de la pompa florestal los chacales y los tigres se ayuntaban en las ho'arascas en tanto !ue en las cimeras de las frondas o ba'o el palio de un sol abrazador se fecundaban las aves. "l pie de los troncos a8osos hacía días yacían entrelazados dos lascivas serpientes, mientras !ue los cole&pteros caminaban empare'ados y los cisnes refundían su vértigo por entre las aguas de los lagos absortos, el tr&pico es el altar del amor, ahí todo es enigma y maravilla y a!uella Eovita sencilla y angelical y a!uel hidalgo escéptico y cerebral fueron ganados por el paisa'e. *n buen día inadvertidamente se encontraron sus labios en un afán incansable de frescor y ternura, el idilio fue paradisiaco, el giro de a!uél romance singular hubo de cambiar por los proyectos matrimoniales de la madre de don )usebio, y una dama de calidad fue la consorte oficial de a!uel paradigma de la hidalguía. )l matrimonio dur& lo !ue dura la flor en un bou!uet y don )usebio hubo de regresar a su hacienda en busca de la soledad, para serenarse y fortalecerse, de la esposa no le !ued& sino una visi&n de penumbra, mientras a!uella fuera de calidad social Eovita era de calidad primaveral, la esposa había deslumbrado a la sociedad con su hermosura, Eovita deslumbraba a la naturaleza con sus encantos logr& la paz de don )usebio y consigui& !ue a!uel genio no viera en ella sino la azucena eucarística enso8ada por él para dormirse en la delectaci&n inefable de un ensue8o angélico. Eovita es un esmerilado prisma de &palo y topacio, en ella los colores cálidos del ro'o están en sus labios y del amarillo en el encandilado ámbar de su torso de &ni%, en su rubor hay un carmín angélico !ue s&lo un artista enamorado podría percibir y captar, una sonrisa de Eovita era un crep6sculo auroral y cuando esa sonrisa se cubría nimbaba en las almas el esplendor de la primavera, en su risa están los villancicos !ue los ángeles cantan cuando están enamorados, está también el sortilegio !ue e%celsa y subyuga. $odo fue ofrendado a Eovita, la pompa del tr&pico a sus pies y a!uellas caras ilusiones de don )usebio se pusieron de hino'os ante ella para venerar su belleza sin igual.
)n éste portentoso escenario donde no hay más transici&n !ue la metamorfosis, se pierden las huellas de la proporci&n y de la historia y comienza el tiempo de la eternidad y el reino del misterio y el mito, a!uí Eovita es como una diana, la ideal virgen de los bos!ues y la pureza más constante del amor, en realidad Eovita debería ser diana, por!ue belleza tan encantadora no se encuentra en la realidad sino a través de la concepci&n artística. para admirar y amar a Eovita fuera menester tener una naturaleza poética para gozar debidamente del placer de a!uella belleza, nunca se amará lo suficiente a una beldad tan deslumbradora como a!uella de Eovita. 7elleza !ue anega al coraz&n, !ue eclipsa los sentidos y ciega las facultades. amándola desesperadamente siempre se le amará poco; por!ue una gracia tan e%traordinaria no será suficientemente amada sino por santos y dioses. *na a una se iba desprendiendo de las prendas de su atuendo y el resplandor de su desnudez poco a poco iluminaba la estancia, posaba a la vista su e%celsitud y erguida como una estatua de cristal daba a admirar el tesoro inapreciable de su implacable belleza.. luego en las fle%iones de los movimientos a!uel cuerpo de hada o de ángel mostraban las alha'as de sus primaverales encantos de mu'er, y las manos e%pertas, milímetro a milímetro recorrían por su cuerpo comprobando los !uilates de cada una de a!uellas 'oyas de arte. además, de la elegante desnudez Eovita tenía la lozanía de la 'uventud, la belleza espléndida de la proporci&n y el encanto de una ternura indefinible, y sobre todo posaba también su ensue8o, la plácida ventura de sus ilusiones, el halo de adoraci&n y admiraci&n !ue ungía de pudor a!uella desnudez, y la pluma de un poeta como encantada por el fulgor de tanta maravilla anotaría e inventaría a!uellas prendas con la emoci&n del frenesí del iniciado, a!uellos apuntes guardarán inc&lumes un c6mulo de líneas iridiscentes para la escultura y otro tanto de color y melodía para engalanar y e%altar la pintura. /1ue ambrosia de sus senos/ , su opulencia se hacían en su cara y eran más para el placer de una enso8aci&n !ue para saciar en el infinito deleite, tendida y ululante sobre los edredones azules de la alcoba parecía un ga'o de luna o un coágulo de luz, las -enus o las ma'as desde Cabanel a oya no tuvieron los capullos de las flores !ue engalanaban de color y tersidad la áurea luminiscencia de la desnudez de Eovita, en el torso los senos erguidos tenían verberaciones de ámbar y en el fondo
de las gráciles caderas habían esbozos de arrullos de cuna, cada uno de sus miembros emitían tal melodía arm&nica !ue parecía la sinfonía de (hubert, !ue una escultura de 4idias o una pintura de Coussin. )l fuego de las pupilas de don )usebio la transverberaba y el acorde del ritmo de sus hechizos la tenían transportada en un deli!uio paradisial.. sus abrazos gráciles y cabalísticos como un dogal de armi8o o de lirio enlazaban y galvanizaban su cuerpo traspasándola de embriaguez....y un salmo le'ano acercaba su melodía para or!uestar la partitura de amor !ue emitían los corazones enlazados.... evadidos del prosaísmo del mundo y transportados a las regiones del ensue8o la emoci&n !ue a!uél recogimiento brindaba, era algo así como el efluvio de una plegaria.
5oralisa )l ge&logo 9orris (citovs@y estudiaba los lavaderos de oro de 9aybur, cuando su esposa conoci& a 5oralisa en a!uél su campamento de (hindol, Litta, como así la llamaban a a!uella e%cepcional gacela, era un capullo de dieciséis a8os, más linda !ue las flores del vergel y más luminosa !ue las estrellas, su le'ano ancestro europeo se delataba en a!uél su tinte de melancolía y nostalgia !ue hacían de ella una flor e%&tica. La campi8a e%huverante y pr&vida había hecho de Litta una mu'er especial, alegre, rebosaba en ella la felicidad; en su voz argentada había el trino de las alondras y la ansiedad romántica de las gacelas, en su cara los tintes de perla y capulí le dieron un tono especial y en sus labios e%!uisitos afloraba la sonrisa como aurora crepuscular, en los hoyuelos de las me'illas se perdían las miradas de los admiradores y el cáliz de su boca siempre en dádiva era una incitaci&n irresistible, el cuerpo grácil era 'uncal, en el busto los senos llenos, eran enso8adores y por los flancos una línea sensual encendía el deseo haciendo delirar a los mancebos, pero lo !ue más embellecía a Litta no eran tanto sus formas impecables, sin a!uella su alegría natural y fragancia er&tica !ue hacía de ella una odalisca turbadora.. La mu'er de (citovs@y !ue cobi'ara a 5oralisa fue a pasar con ella una temporada en Cachicadán, en a!uellas fuentes termales, Litta conoci& a César -alle'o y a $arnaies!ui, mientras el uno le recitaba endechas el otro hacía tintinear las esterlinas.
)n lima en chacra alta, se instalaban los (citovs@y y con ellas Litta, tras las huellas de a!uél astro, -alle'o se instal& también en la vecindad, el asedio del uno y la evasiva de la otra mantenían la lírica del romance hasta !ue en mayo de JKM Litta decidi& asistir a una festividad de (hindol, -alle'o se las compuso para emprender la 'ornada, 5em&crito 7r6n, amigo de -alle'o y se8or feudal de los lares de huarasácape y sus contornos facilit& el hospeda'e y la movilidad, y el 'olgorio en (hindol fue apote&sico y gloriosa la fiesta. )n las noches la luminaria de la cohetería y en el día los paseos en el campo hacían enso8ador y virgiliana la estadía romántica y novelesca, a!uella fiesta marc& época y Litta celebridad, la musa popular cant& a ésta belleza y la bautiz& de nuevo con el nombre de >la heraldos negros>, y en verdad !ue a!uella Litta, tenía de los heraldos negros el encanto melanc&lico !ue sublima y anega en una nostalgia metafísica pero !ue insta y alienta y >encabrita todas las ansias y todos los motivos>. "8os más tarde se cas& Litta con un comerciante principal, un se8or de la banca capitalina celebr& un true!ue con el comerciante, pero Litta se rebel& y repudi& a su consorte, la zalamería de Litta tenía en ascuas al vecindario, envuelta en un proceso 'udicial por celos y rivalidades de'& el lugar y llev& su hermosura a otros lares donde su belleza encontr& un altar y su vocaci&n romántica el escenario enso8ado para amar y ser amada, no antes deslumbr& a la 'usticia.
5on 9atías Lara y )spinosa Llapo fuera célebre en el imperio y pr&spero en la colonia por sus valiosos yacimientos minerales, el cinabrio, el cobre y la blenda se e%cedían y rebalsaban y el azogue tan preciado para amalgamar el oro se escurría en hebras plateadas por entre las corrientes y cascadas, a!uella ri!ueza hizo de Llapo una poblaci&n notable, los catalanes monopolizaron el comercio y la actividad social y los andaluces sentaron tiendas por las campi8as agoreras de Ca'amala Chacolla y "ncos, mientras !ue las minas repletaban los morrales el vino de chacolla acicateaba la fantasía y sustentaba el buen humor. La ri!ueza de Llapo se lucía en sus casonas elegantes, en la decoraci&n de sus templos, en la indumentaria de sus damas y en la reluciente ornamentaci&n y tonosura de sus 'esuitas, el venerable padre )leorobarrutia fuera el más calificado soldado de toda la compa8ía, con
la misma facilidad !ue sus manos de acero domaban los potros cerriles su verbo suave y f6lgido avasallaba, era el oráculo de la comunidad y el ídolo de las doncellas !ue conformaban los coros de la iglesia, entre la avenida del sol y el pasa'e Lima está la iglesia del santuario, la (cala Celi enso8ada y el edén real !ue gozaran los privilegiados !ue conocían a!uel bot&n secreto !ue abría las puertas a los subterráneos !ue conducían al monasterio de las mon'as, en a!uél discreto monasterio eran recluidas algunas '&venes de calidad por su propia voluntad o por capricho familiar, estas doncellas languidecían entre la nostalgia y la melancolía o en la evocaci&n de alg6n romance !ue la fatalidad trunc&, para éstas desventuradas criaturas el padre )leorobarrutia era un cordial pastor+ su varonía augusta y lozana, su prestigio y celebridad, les hacía estremecer de felicidad. 5o8a "ngela Carba'al Carhuapoma y su hermana menor rimaldina !ue se hubieran educado en lima recibían consideraciones por su beldad y ri!ueza, y cuando estuvieron en el pináculo de a!uella su gloriosa 'uventud, a!uel su noble antecesor don "ustroberto fue sentenciado como traidor a la corona de los reyes de )spa8a por haber hecho protesta viril del maltrato a los aborígenes, a!uella sentencia repudiaba a los Carba'al y condenaba a a!uellas sus hermosas hi'as a no poder contraer matrimonio. 5on 9atías Lara de )spinosa, noble delegado de su ma'estad en su visita de informaci&n, encontr& en el monasterio a las Carba'al, a sus o'os e%pertos y a su afici&n por lo bello no escap& el hallazgo, don 9atías hecho mano a las armas de la elocuencia y a las galas del arte; rezag& al padre )leorobarrutia con a!uél su verbo esmaltado lleno de sugesti&n y hechizo y las Carba'al de un edén pasaron a un empíreo. )n su recorrido por el calle'&n de :uaylas las bellísimas hermanas Carba'al conformaban la comitiva del delegado. en a!uél escenario florido, "ngela !ue fuera más una maga !ue una doncella de convento colm& el ensue8o romántico de a!uél bizarro hidalgo, no en vano era "ngela una 'oya de ámbar, de &ni% o de nácar, algo así tallado en perla al !ue los crep6sculos del paisa'e daban un tinte de nostalgia y una hermosura de 9ona Lisa, en sus labios la perfecci&n se había saciado y logrado !ue sus besos transportaran al deleite infinito. Cuando "ngela cumplía en sus faenas especiales de la comitiva se !uedaba rimaldina con don 9atías, era ella un di'e escultural, de mármol o de alabastro; un lustre de porcelana destellaba en el cutis y en el pecho egregio los pezones de sus senos eran de guindas 'ugosas !ue los labios de don 9atías no alcanzaban agotar, los encantos de
"ngela fluían y se irradiaban; los de rimaldina se encontraban y se refundían en su mundo interior, sobre los colores de retama de "ngela el sol se derretía y en los tonos azules de rimaldina la luz cua'aba abalorios, mientras "ngela era la inspiraci&n del placer de los sentidos, rimaldina era el numen del goce espiritual; en los áureos brazos de "ngela se podía so8ar venturas en los de rimaldina la ventura era apote&sica y enso8adora, la una era la maravilla de la pintura la otra era la melodía de la maravilla. )n la ciudad de los reyes don 9atías encontr& la gestionada cédula real !ue revocaba la sentencia de los Carba'al y cas& a do8a "ngela y a do8a rimaldina con nobles peninsulares !ue tuvieron la fortuna de disfrutar de la ri!ueza como de la belleza de tan preciadas mu'eres.
La marina >ven conmigo emba'ador y no tema tu arrogancia> >adi&s 'oven !ue te llevas hoy el coraz&n y el alma> )l diálogo anuda destinos en la multitud alborozada !ue asiste a admirar la >con!uista de 9é%ico> en la representaci&n teatral !ue se escenifica con lu'o en la festividad patronal de conchucos, la marina es la más pura, bella y dulce gacela del lugar, escogida con primor de entre las más hermosas y codiciadas damiselas. "nta8o a!uellas !uerubes salían de entre las celebridades de los Cortés, )ncinas, 1ui8ones o Lara y fueran más doncellas etéreas y vestales espirituales !ue integraban el coro religioso, e%!uisitas y decantadas bellezas 'uveniles posteriores fueron el ramillete de donde salían marinas encantadoras para rendir y subyugar a los émulos de :ernán Cortés,/es un lirio divino o un cisne alado o una melodía azul a!uella primaveral criatura/. )n el rostro todo el esplendor de la belleza, en el torso la ma'estad y la omnipotencia de la vida, y tras los tules el espe'ismo subyugante de la desnudez y el halo auroral de la turgencia de unos pechos celestiales, es un 'uego floral y una 'usta de elegancias, damas al!uitaradas y caballeros hidalgos idealizan la festividad popular, y ataviada de tules y armi8os la >9arina> con donaire real va en la barca con la prestancia de una princesa palatina, alada la caída del rostro satinado de un carmín inconsutil de ágata rosa, va esparciendo sonrisas y destellos arrobantes.
7oga el barco y recita ella la narraci&n de la con!uista y su voz almibarada va encendiendo el entusiasmo del inmenso gentío !ue le sigue, navega como por sobre un mar de multitudes enfervorizadas y mientras :ernán Cortés reverencia a la >9arina> desde su apuesto corcel los zagales se amotinan ante la barca para disputarse el honor de ser sus pa'es. >pasa'eros valerosos 0!ué rumores son a!uestos y decidme a !ue son venidos con ese rugido de truenos a estas tierras me%icanas a causarle asombro o miedo2>. y la palabra elocuente y mágica ora como un himno victorioso o melíflua y melanc&lica como un suspiro o un lamento, seductora y galana como el eco de una odalisca...va ena'enando a los donceles.. y la >9arina> lir&fora del verso, diva e%celsa de la declamaci&n modula arpegios inefables, y la palabra dulce y florida se ofrenda como un 'oyel o como una bandada de canarios o como perlas de un collar; cristalinas como las gotas del rocío, limpias como una patena, pulcras como un recital de ateneo y acicaladas de arabescos y filigranas de oro, marfil y diamante, otras veces esa palabra es caudalosa como un río de abalorios, es sensual y vehemente como el trino er&geno de los mirlos o como el suspiro y la ansiedad de las vírgenes en oraci&n. "nita )ugenia y lilia emperatriz fueron marinas de las más angelicales, salerosas, bellas y seductoras !ue realzaban la festividad local, "nita era la melodía y el verso, Lilia era el verso y la melodía del amor, es!uiva como colibrí, Lilia el colibrí es!uivo de la fantasía, terso de rosa de el cutis de "nita el de Lilia de lises blancos y de amapolas; el cutis de "nita reverberaba al sol, en el de Lilia el sol se embellecía......
CAPITULO
II
El "iamante Aul de La ?ohemia &ue el m@s re6inado bohemio de las tertulias yun#ainas de su tiempo La madre 6ue muy rica y muy bella Muerta en pleno esplendor 8ued5 el hi
heredero de a8uella y oyo hubo de crecer en medio de priaciones .e io obli#ado a emi#rar El ri#or de la ida del pobre hio de 3l un hombre 6uerte Para #anarse el sustento pas5 por muchas ocupaciones hasta lle#ar a ser barbero +on la eBperiencia y la sabidur9a de este o6icio 8uiso probar 6ortuna -iempo despu3s se present5 a la casa del 6amiliar 8ue detentaba sus bienes y le adirti5 8ue hab9a ido resuelto a recuperar el patrimonio materno y 8ue desde ese instante hab9ase 8ue tenerle como dueo C ante la consternaci5n del 6amiliar orden5 a los colonos 8ue le si#uieran As9 lle#5 0uan re#orio a =uashcao Ocho d9as 6estesica sin m@s compa9a 8ue Lilia su inseparable #uitarra A8u3l ie
#entilidad de #al@n Era como el encuentro de los enamorados o como la cita 6urtia esperada con ansiedad La tomaba en sus braos con cario y eneraci5n$ como se toma a una noia C la ibraci5n de a8uella #uitarra como la 6antas9a del bardo no eran sino una sola melod9a El como enasica nocturna sobre las a#uas amorti#uaron su an#ustia Estuo en la corte de Fiena en poder de un noble espaol y la #uitarra se impre#n5 de las nost@l#icas del als lleada a .eilla se conta#i5 de los ritmos ale#res de la re#i5n /nadida Espaa por Napole5n$ el +onde de .an "onas la lleo al Per>$ y en su re6u#io de C@nac$ a8uella #uitarra or8uest5 el idilio principesco de .an "onas con la mar8uesa +arlota A la suerte de los nobles la #uitarra se 8ued5 en =uashcao y all9 la madre de oyo ii5 el mundo marailloso de a8u3l madero El instrumento prendado de la bellea de su duea reno5 su destino rom@ntico y melodram5 las escenas de #loria y 8uebranto de a8uella eBcelsa mu
Erudita y le#endaria con un caudal de tonos en su repertorio a8uella #uitarra es ahora un tesoro de 8uien escribe estas l9neas .e le dio a 0uan re#orio como prenda de 8uien al tomar como esposa a MilushDa no olerla a las tertulias Muy poco cumpli5 el bardo esta promesa Entre tanto la #uitarra est@ como en espera El aire o el eco del menor ruido la hace ibrar y rememorar 0uan re#orio ten9a una re#ia apostura y una masculinidad pl@stica y musical La cabea er#uida y el ceo 6irme$ la ri8uea de los m>sculos y su ehemente eBpresi5n le daban una talla de luchador Era la concepci5n del 4"aid4 de Mi#uel An#el Es 6@cil ima#inarse la ele#ancia con 8ue alternara en la ida social Era el paradi#ma de la hidal#u9a En las tabernas no deca9a su seor9o En sus manos las copas eran como c@lices sa#rados 8ue hab9an de apurarse con reerencia No contaba en sus ritos las maneras 6r9olas y nculos l98uidos La pr5di#a naturalea ha otor#ado sus memen de los bardos y el tormento de los enamorados
Amar a esta musica tiene lo eB8uisito y eBtraordinario del preludio pero m@s 8ue de la m>sica la sonrisa tiene a8u9 en los labios partituras de 5sculos 8ue nin#>n ser humano ha podido instrumentar "e la pintura tiene los tonos de arrebol 8ue enternecen pero m@s 8ue de la pintura la sonrisa tiene a8u9 en las men pincel ha podido captar "e la escultura tiene la purea emotia de sus l9neas pero m@s 8ue de la escultura la sonrisa tiene a8u9 la dulura eni#m@tica del moimiento "e la literatura tiene el poder de la elocuencia pero m@s 8ue de la literatura la sonrisa tiene el sortile#io de un len#uasica de su o o bien la
dulura de la 6isonom9a 0am@s supo cuantas 6ueron sus amadas "e cada nico amor$ la mu
.er amado$ era al#o 8ue rebasaba a toda su ambici5n Era como 6i#urarse una deidad 0am@s supo de donde le en9a la ansiedad de su pasi5n$ menos se detuo a meditar 8ue a8uello no 6uera acaso m@s 8ue la consecuencia de a8uella tormentosa b>s8ueda de lo imposible o el encuentro sin esperana con la bellea ini#ualada de su madre No era un neur5tico era normal A8u3l su unierso rosa y 6ruici5n er5tica le en9a como compensaci5n a la or6andad 8ue le sobreino a la muerte de su madre$ a la consi#uiente 6alta de cario$ a las priaciones y 6rustraciones de su nie y a la ausencia de las primeras ilusiones 8ue abren los horiontes de la ida Pese a8uello de sus amores eternos y pasiones itales no 6ue un esclao de ellas$ por8ue el si#uiente amor le liberaba ense#uida No es 8ue los olidara no Al#unas eces oli5 por el aroma o la #racia de al#una de sus amadas C 3ste reencuentro le era acto m@s dulce 0am@s 6ue obsceno Pese al c>mulo de sus amor9os no cay5 en la lu
Para oyo el amor no era m@s 8ue un destello de la diinidad 8ue una emoci5n del hombre$ por8ue estimaba 8ue el 8ue ama est@ pose9do de un dios y 8ue el amor era una #racia celestial "e otro lado los amores de oyo de #rado en #rado se ennoblec9an: eran ya al#o as9 como la melod9a de un ensueo$ m@s un culto o una deoci5n reli#iosa 8ue la sublimaci5n de un a6ecto 0am@s rehuy5 la lid del amor Admiraba a la 8ue desechando pre
All9 de<5 a MilushDa como en un templo No la mecl5 en sus amor9os C este sibarita encontr5 una nuea 6orma de adorarse m@s all@ de la bellea y del mundo: en la inmortalidad de las ideas de armon9a y en lo ine6able de los sentimientos de bondad .obre estas bases y conceptos 8ue no se laBan con el hast9o ni se eneran con el placer$ edi6ic5 su ho#ar A8uellos cimientos eran de diamantes hecho del carb5n de todas sus pasiones "e a8u9 en medio del torbellino de sus amantes$ ii5 en su esposa el consuelo de su insatis6acci5n y el elemento de su ida oyo no perdi5 su a6ici5n de bardo y m>sico y en el sustento de su bohemia acab5 su patrimonio La pobrea le dio la enta
Lo 6u#a de la ida y lo ineBorable del tiempo no le in8uietaba$ ni en nada a6ectaba el sentimiento del maana y del porenir en 8ue i9a Entend9a 8ue la ida era una lu ineBtin#uible 8ue se sostiene con el holocausto del hombre y 8ue el en6rentamiento de las ideas de ida y muerte era cuesti5n de unidad 0am@s se desconsol5 ni desilusion5 con esta certidumbre Por el contrario en los problemas 8ue las contradicciones de la ida plantean$ encontraba raones para creer No admit9a la ida como un aterrador aprendiasica y amor con toda a8uella su #ama de poes9a l9rica y sortile#io rom@ntico y desde cuya posici5n se contempla la bellea y el arte como alores eternos 8ue se siente y ie C para oyo$ nin#>n estilo como la bohemia resol9a mebita de la madre en pleno esplendor$ la desesperaci5n y el dolor del abandono al comieno de la ida$ el mito de la hermosura de a8uella mu
El ino calmaba su ansiedad y le produc9a el #oce de #ustar y sentir el placer para lue#o eadirse en el transporte del alma C alli en a8u3l mundo de ensueos era 6eli .u 6antas9a se enri8uec9a y su ena bohemia cobraba un lirismo desbordante Acaso 6uera il5#ico$ en este estado de embria#ue sostener 8ue hubiera conse#uido un estado de imperturbabilidad y ataraBia es decir un placer natural 8ue hubiera sido la base de a8uellas sus teor9as de coniencia re#idas por la armon9a 8ue por la autoridad En la taberna encontr5 una comunidad de seres des#raciados a los 8ue capitane5 y dio luces para no de#radarse +re5 una m9stica y deline5 una litur#ia .osten9a 8ue beber y embria#arse era una primicia de esco#idos 8ue lo#raban a tra3s de los apores del licor remontarse puri6icados a mansiones ed3nicas donde una isi5n de ensueos ane#aba el alma y el cora5n en deli8uios ine6ables -al era la taberna para oyo Gue ale m@s dec9a como Omar Ihayyam$ hacer eBamen de conciencia sentado en una taberna o posternarse en una me8uita con el alma ausenteJ 0am@s se supo si del ino pas5 a la musica le impuls5 en el arrebato del tono al arrebato de la embria#ue o 8ue la embria#ue hubiera in6luido en el re6inamiento de los acordes y en a8uella melod9a et3rea en 8ue ii5 enuelto el troador C como Omar Ihayyam$ su maestro 6aorito$ trato de buscar la erdad en el 6ondo de los placeres de la ida$ a tra3s del ino$ de la musica "e a8u9 su est3tica epicuriana$ sus h@bitos a lo Arist56anes o Lucrecio$ su propensi5n al placer de los sentidos y al #oce de la ida$ su re6inamiento en el amor$ sus postulados 3ticos y a8u3l su platonismo y estoicismo mental y tambi3n su prestancia de Petronio C a8u3l 6abulador y soador se hund9a en la molicie como en un solilo8uio mel5dico .u despertar a la realidad era su nostal#ia diaria y su melancol9a temperamental 8ue hicieran de 3l 4el diamante aul de la bohemia4 Ah9 encontr5 a =er@clito y con 3l supo todo lo 8ue 6luye se a y lo 8ue 8ueda es la pena o el recuerdo o la ilusi5n del ser As9 lle#5 a esa tormentosa m9stica amatoria$ a a8u3l estado de misti6icaci5n a a8uella sed de embria#ue 8ue lo llearon a ser un #imnoso6ista cali6icado y un bohemio de raro en#arce con el pante9smo y ascetismo indio A8u9 le asisti5 otro de sus maestros predilectos$
Rabindranath -a#ore$ art96ice de la armon9a uniersal y poeta de las belleas de la naturalea 8ue cautiara al bardo C 8ue con Omar Iayyam hicieron de 3l un iniciado No aan5 m@s Le bast5 y le colm5 con creces la po3tica ta#oriana C rastreando a Omar se remont5 hasta .aadissy$ talladores y cinceladores del erso iranio Ah9 se 8ued5 por satis6acci5n y por conicci5n y por haber encontrado tal similitud con su m9stica andina de indio de una sumisi5n rebelde y de una serenidad ol9mpica de dios Es de estos contactos 8ue le ino el #usto oriental Encontr5 los nombres para sus hisica uitarrista eBimio arranc5 al instrumento las armon9as m@s arrobadoras$ cant5 con ella el recuerdo de la madre$ a8uella bellea espl3ndida 8ue deslumbrara a las #eneraciones 8ue tuieron la suerte de admirarla +ant5 su melancol9a y su anhelo$ su pena y su #oo$ al paisasico y al poeta natio 8ue lleaba en su naturalea$ Los maestros +ordero y Ramos$ celebridades de a8u3l consica 8ue 6ueron los in#redientes primordiales
Pero su obra maestra 6ue sin duda la serenata Ori#inal y deslumbrador con un atuendo de ocasi5n y con un s38uito distin#uido se acomodaba al pie de un balc5n o de una entana para o6rendar sus epi#ramas sutiles y sus duch9simas melod9as Esceno#r@6ico$ su cuerpo era al#o as9 como la s3tima cuerda de Lilia$ su #uitarra$ ibraba tanto o m@s$ se conulsionaba en la e6usi5n musical$ era una lira de acordes maraillosos Mientras el timbre de su o y la m>sica de su instrumento hend9an el espacio y despabilaban el sueo de las doncellas$ sent9a 8ue su cuerpo se transmutaba .us manos en6eroriadas estaban prendidas en 4Lilia4 y con una habilidad #enial la pulsaba ora tierna y suae como si al#o des6alleciera$ ora arrebatada y iolenta como si al#o habr9a de estallar Era una pirot3cnica musical Los sonidos ascend9an como ascuas de rub9 o como alboradas de aurora$ como lluias de rosas o como bandadas de mirlos La o #olosa y pro6unda era alucinante sus impostaciones arrobaban y consternaba sus 6alsetes traiesos y sica apropiada$ acicalaba la o$ pul9a las ca9das y sab9a edulcararlas de tonos dulces y tonos sort9le#os Entonces su ena l9rica estallaba en himnos o sonrisas$ en penas o llantos 8ue hac9a estremecer al auditorio y trans6i#urar al bardo oyo no era ya sino una cuerda en ibraci5n o un ser enasica a6lictia recorr9a todos los resortes del dolor$ era una ele#9a lacertante en el 8ue la an#ustia y la desesperaci5n parec9an reumar la tra#edia y la desolaci5n del hu3r6ano y el sentimiento de los hombres tocados por el recuerdo de los seres perdidos En a8uella soledad donde el silencio tiene una m9stica y el escenario en las noches es m@#ico$ la oraci5n musical del bardo era un lamento de dolor y tambi3n un reclamo al destino cruel 8ue ce#5 a la madre 8uerida C mientras la melod9a era cada e m@s dolorida$ musitaba oces sort9le#as en la esperana de er sur#ir la 6i#ura 8uerida y emit9a eBhalaciones en 8ue parec9a escaparse el alma para ir al encuentro del ser inocado
0uan re#orio no conoci5 modelos y no trat5 de imitar a nadie /#nor5 la sintaBis #ramatical y la m3trica po3tica$ por lo 8ue su producci5n es m@s un material en bruto As9 su estilo perdulario y su despreocupaci5n literaria$ sin escuelas y sin istmos$ de a8u9 tambi3n su sencille l9rica$ tan clara y tenue 8ue no admiti5 arti6icio al#uno .us composiciones por consi#uiente ten9an 8ue estar eBentas de escuelas y alambicamientos -odo se reduc9a a una perspectia de asonancias y met@6oras 8ue #iraban en torno de un ritmo interno 8ue le 6ran8ueaba el metro libre y en cuanto a la medida le bastaba someterlo a la prueba de la respiraci5n "e otra manera no habr9a podido eBpresar su 6antas9a .us recursos sem@nticos 6ueron tambi3n sencillos$ m@s parec9an el aura 8ue circunda el paisa
pausas de las unidades r9tmicas y de la musicalidad interna en 6unci5n de la emoci5n .e adierte tambi3n en la composici5n del bardo la prealencia de las ideas erbales y el uso de palabras poco de6inidas en#aradas en una sintaBis y cuan es6uero disimulado .u 6alta de conocimiento lo eBpon9a a buscar de los ep9tetos y posici5n ret5rica C sin cultura su6iciente para escribir y atenido s5lo a la idea de 8ue la composici5n es libre y no patrimonio priado de doctos se permiti5 ensayar apuntes con las broas 8ue los literatos arrosculos$ reco#iendo brumas de tono en las puertas de las 6ilarm5nicas y hur#ando 6i#uras y ritmos en los desechos 8ue los ateneos arrosico
CAPITULO III
Un Beso en los Andes A Valerie Coimbra
Entre los resquicios de las cumbres de Ancash Juan Gregorio, lee en los surcos de los campos que cultiva y ausculta en las entrañas de las minas que orada. Sus antepasados aguerridos caudillos de la Revolución rancesa llegaron al !er" e#pulsados por el golpe de Estado del $% &rumario de $'%(. )os Andes le o*recieron una plata*orma inconmensurable a la tea libertaria de sus ideales. Rebeldes a la domesticidad +ams descendieron de su orgulloso retiro. Juan Gregorio, ultimo sobreviviente de esta ra-a indómita tenia *or-osamente que vivir un destino agitado el pasado heroico y mrtir, el ambiente soberbio y hosco ten/an que hacer su obra. )a *ibra de las almas grandes viene de muy le+os y va muy all, por eso sienten ms intensamente la vida y quieren vivir ms. En Juan Gregorio la vida se ha radicado como una vehemencia angustiosa y la montaña ha impreso su carcter huraño y contemplativo. 0e aqu/ su curiosidad insatis*echa, su actitud m/stica y su agitada inquietud espiritual. En torno suyo el elemento humano se ha estado evadiendo y en su escenario ha repercutido solo el eco de la piedra y de la naturale-a. )os sin*ines ilimitados del hori-onte despertaron en su *antas/a un anhelo casi morboso de le+an/as y de ensueños. Este aguilucho hecho para habitar los riscos ms abstractos y elevados del pensamiento viv/a hasta hace poco una intensa vida imaginativa, interrogando diariamente a la naturale-a y buscando a los hombres en el *ondo de su alma. 1encido por la tortura introspectiva del anlisis se iba consumiendo una e*usión m/stica hasta que un d/a su a*n de in*inito le llevó a tentar hori-ontes nuevos por el valle del Santa. )as magn/*icas partituras melódicas del r/o urgieron su curiosidad y ansió conocer los esteros y las playas donde la m"sica del r/o acaso meciera sus ondas armónicas en estancias ed2nicas y auditorios embele-ados. 3 conoció paisa+es adorables, panoramas magni*icentes, estampas *loridas, verdaderos nidos del ensueño y de la pasión. En los poblados risueños sintió hlitos y e#halaciones e#trañas a su ser una rara a*ición social le acometió y dio a su *igura huraña el placer de recorrer por los rancios salones en una inadvertida pulcritud de modales. Sorprendido ante este nuevo aspecto de su vida y embriagado en sus *ormas se dio la satis*acción de conocer aquellas urbes y estudiar aquella sociedad comple+a en cuyo seno present/a latir no se que e#traños mira+es de *elicidad. 0espu2s de haber recorrido todo el valle y ascendido a las entrañas de donde brota el r/o, buscó para su albergue las *aldas de la montaña ms alta e impoluta. )a cumbre gigantesca y el r/o sensorial le sirvieron de mentores. )a 4irada avi-ora del uno y la e#periencia
cosmopolita del otro no le *ueron recursos de poca estima. 3 en sus incursiones el valle +ams apartó la vista de sus 2mulos5 El 6uascarn y El Santa . 0e niño y a trav2s de sus lecturas de la historia hab/a soñado con ser military &olivar, Salaverry y 7astilla le incitaban a ello. 8al a*ición creció al penetrar la aventurera vida nacional y considerar la inquieta y luchadora vida militar. Esta vocación nacida del sentimiento y cariño a la patria habr/a prosperado si Juan Gregorio ni hubiera estimado que el culto a la patria se rinde no solo en las *ilas del sacerdocio sino tambi2n en las del apostolado civil, en cuyos ms bastos hori-ontes era menester in*iltrar el verdadero amor, nutrido del sentimiento tel"rico de la tierra, animado de sus posibilidades y a*anoso de una *isonom/a y personalidad. !ara inquietud seme+ante no eran a propósito los severos marcos de la actividad militar, por lo que tentó otros planos en que su concepto c/vico, la amplitud que da la libertad decidió servir a su patria dndose a ellos con un *ervor de humanista, estudiando al ciudadano en su plena actividad *uncional, robusteciendo el sentimiento del honor, de la responsabilidad y de la vitalidad y, abrigando la esperan-a de que la divulgación de la verdad y del derecho habr/an de redimir a la sociedad de la arbitrariedad y violencia. En este aspecto de su vida Juan Gregorio se amparó al clima e*usivo y romntico de los maestros del renacimiento5 Erasmo, )u/s 1ives y 4ontaigne y, recorrió el panorama de las doctrinas de 9unt, 7laudio &ernad, reud, Adler, &ardiae**, 3ung, Spencer y 7arrel. A trav2s de la *iloso*/a hab/a Juan Gregorio conocido al hombre y a la sola *uer-a lógica de los principios *ilogen2ticos y teleológicos hab/a pensado en el hombre abstracto, en el tipo de hombre universal y clsico, sincero y *ranco consigo y con los dems, altruista y magnnimo. El hombre natural de la selva cohibido por la soledad y el hombre civili-ado de la urbe de*ormado, cambiaron su apreciación y concepto de 2l. A trav2s de la caracterolog/a y sociolog/a advirtió curiosas modalidades de la naturale-a del hombre y tuvo que hacer *rente en el ambiente social en que viv/a a tipos seudo e#c2ntricos o inveros/milmente naturales, a seres *or-adamente racionales o convencionalmente in*ormales, a pulqu2rrimos insoportables y a estra*alarios encantadores, a una suerte de tipos deliberadamente e#óticos o vulgares, paradó+icamente sat/ricos o humoristas, supremamente rid/culos o trgicamente severos o *estivos. En este comercio di*/cil de los hombres tuvo que librar cruentas batallas. )a cumbre y el r/o *ueron sus maestros de estrategia y mediante ellos se armó de una personalidad social y aprendió el tesoro de su verdadera personalidad y, emprendió la obligada lucha diaria oponiendo a la necia vulgaridad del medio su estili-ada indi*erencia me-clada de grande-a y magnanimidad y dando a soportar a aquellos seres mancornados a la vanidad y el
orgullo su olvido absoluto y ol/mpico de ellos. En las contadas treguas de estas luchas Juan Gregorio se dio al amor y gustó como aquellos generales romanos llevar en su carro de victoria los encantos de una mu+er, no sólo para orgullo suyo y reposo de su alma, sino, sobre todo, para renovarse en la emoción est2tica que aqu2l sentimiento importa y entregarse a la tarea grata de *or+ar un amor limpio y puro con los elementos ms caros del arte y con las ilusiones ms tiernas del amor. :na caravana alegre de e#cursionistas irrump/a la estancia de Juan Gregorio la graciosa algarab/a de las muchachas, sus belle-as tiernas e inquietantes pusieron sobre la severidad del poblado una nota de encanto y sugestión. A la cabe-a del grupo colonial estaba una +oven pro*esora. A su belle-a natural y sus modales acad2micos se aunaba la emoción de la *elicidad y del entusiasmo. :n secreto capricho o un a*n oculto de nuevos hori-ontes alentaban a aquella +oven pro*esora, en quien la belle-a de su persona cobraba relieves insospechados ente la e#presión de su belle-a espiritual. Su dicción clsica y sus movimientos elegantes advert/an a la mu+er pulcra, burilada en los ateneos y academias universitarias. ;o se respetaba en aquella mu+er hermosa el empeño que prima en la mu+er intelecta de lucir sus dotes espirituales con olvido de su belle-a */sica. :na +usta proporción o un maravilloso equilibrio entre ambas dotes hac/an de esta mu+er algo e#cepcional, un ser capa- de empeñar toda la ambición y de acicatear toda la codicia. !ara Juan Gregorio no era e#traña la mu+er, pero le interesaba el tipo de la mu+er algo intelecta, aqu2l e#quisito problema hecha de *ascinación y misterio de *lor de limo y per*umes mentales. Acostumbrado a la ley de la montaña oteó el halla-go y la quiso para si. )a nació para la aureola de sus ilusiones y la satis*acción de sus anhelos de romance. El mismo d/a y con ocasión de un gape a las visitants puso sitio a la pla-a e impuso su rendición con aquella brava osad/a del ande, sin ms recursos que la del espe+ismo y la mgia que ponen los seres en el estado natural. 4ilush
signos de esta pasión temblaron estas almas como *lores que sacudidas por un vendaval tocan sus corolas en raros estremecimientos de placer y de dicha. 3 surgió el amor en aquellos dos seres en el que vibraba en el cora-ón del uno la lira de un poeta y se agitaba en el cerebro del otro las alas de un *ilóso*o. loreció el amor como en un bello +ard/n de ensueños. Al contacto de estas dos almas se ensancharon los hori-ontes del mundo. 3 el idilio marcó un =evo en los Andes>. 0esde entonces un rub/ *ulgente puso tinte de aurora sobre el torso ambarino de las cumbres. El romance te+ió primero un poema de tonalidades suaves de acuarela con claridades de aurora y penumbras de noche estrellada ms tarde puso sobre el cuadro brocha-os ro+os, tintes violetas, bermellones oscuros vencidos de pasión. 4ilush
primorosa Su in*ancia surgió entre las alburas y cela+es de pure-a. 7reció como una *lor m/stica, austera y sensitiva y, *loreció con el encanto de una rosa monacal y la gravedad bella de una vestal misteriosa y neurótica. 3 con esa vo- de rosa blanca y pura de las v/rgenes llenas de m"sica de *lauta y de dul-uras de arrebol daba la impresión de que al hablar brotaran de sus labios corolas de *lores y volaran de su pecho torcaces procelarias 3o no s2 que a*n de vuelo ten/an aquellos labios ro+os y temblorosos en los que se escond/a el secreto de las alas del cóndor y la habilidad de los de una gar-a. 0aban en su actitud iconogr*ica la impresión de posar para via+es largos, hacia colmenares le+anos y e#óticos. Jams se desplegaron aquellos labios sin una ternura lilial y sus movimientos tuvieron la elegancia ma+estuosa del vuelo de las guilas, la pulcritud alba y señorial de las palomas, la sutilidad estili-ada de las golondrinas. )abios h"medos y sensitivos donde el beso enamorado encendió luminarias con las alas de cantridas y p2talos de amapola, ten/an la rara sugestión de postrar ensueños y levantar ilusiones y un dulce imperio de mandar adorarlos y seguirlos sin discernimiento. )abios e#celsos, prodigiosos en la ddiva y sabios en la caricia. Jams el hast/o o la languide- turbaron su serenidad victoriosa. 7omo dos ascuas ro+as iluminaron el *uego de la pasión y alentaron como heraldos en las lides ms *ragorosas del idilio. )a gracia augusta de una ligera curva pon/a sobre la nari- aguileña de 4ilush
Juan Gregorio se sumergió en la ronda apacible del a*ecto sinti2ndose des*allecer de *elicidad en la caricia y viendo *iltrarse en su alma el *uego hechi-ado de las pupilas de la amante tierna e inocente como el nuevo re*le+o de una perla virgen o el *ulgor sereno de una +oya noble. )os amantes se entregaron a un v2rtigo pasional, *ren2tico y avasallador. 3 no obstante lo romntico del lance no delinearon un programa, tentaron los ritos de los códigos del amor oriental, apuraron las *ormulas estili-adas y caballerescas del medio evo, saborearon la encendida *e y delicado gusto del renacimiento, llegaron a las lindes y t2rminos de la pasión burguesa, pomposa y señorial y se almibararon en las anchas playas del amor proletario, soñador, libre y aventurero. El trato cordial cobró contornos grand/locuos. )os ms insigni*icantes episodios de este amor *ueron magni*icados por el porte dechado y gentil de Juan Gregorio y por la pulcra y delicada emoción de 4ilush
En los intervalos de aqu2l amor los amantes se entregaban a la lectura, pasión *avorita de ambos y se escrib/an cartas elegantes y *loridas, verdaderas ep/stolas del amor en que escanciaban el alma embriagada y volcaban los *iltros del cora-ón. 7on una secreta maestr/a pulsaban la lira del silencio arrancando de aqu2l arpegio notas de verdadera unción amorosa y haciendo brotar con ella el amor ms puro y encendido no alcan-ado sino otrora por ilis y 0emo*oon, por :lises y !en2lope, por )eodemia y !rotesilas en aquellas largas ausencias en que las amadas se abra-aban en el *uego de la *e y la constancia, de la pasión y ansias entrañables. A la manera de 7astor y !olu#, de !ilades y 6erminaina, de ebo y !alas amaron con pure-a y castidad y apuraron su pasión con tanto *renes/ ora en el magn/*ico paisa+e de la naturale-a como 0a*nis y 7lóe o en el tr*ago de las urbes indi*erentes como 0es Grieu# y 4anón. El ambiente y la pasión estaban trans*ormando la personalidad de los amantes en un nuevo ser. 4ilush. 4u+er moderna *or+ada en la soledad y hecha para las grandes batallas de reivindicación *emenina, estimaba el matrimonio a una cadena enmohecida que hab/a que re*ormar y dar vida. El amor no era tampoco su ob+etivo, sólo una aventura en cuya etapa o lucha se a*ana as/ misma, por descubrir su personalidad de 3sle rapn y por encima de su amor se entregaba al e+ercicio de su pro*esión con igual pasión que )ansolevo de 7olette 3vert en
=!rimicias de la 7iencia>. Rendida pero no desengañada del traba+o volvia 4ilush
asist/a con una melancol/a me-clada de pena y dul-ura a la metamor*osis del amado. Segura de que hab/a logrado su obra, sin vanidad pero si con orgullo, con toda la vehemencia de quien aprovecha la "ltima ocasión. 4ilush
oscuridad insondable de las resquebra+aduras y vericuetos de la 4ontaña y aqu2l s"bito resplandor del lampo de alguna estrella *uga- o la r*aga de un bólido celeste. Juan Gregorio, aqu2l pedernal de roca enhiesta, se descora-onó ante el pensamiento sólo de saberse abandonado. Envuelto en el manto de su inocencia y cegado por la lu- pr/stina de sus ilusiones no se hab/a cuidado del olvido, ni reparó en la maldad. 7uando mas tarde la amada arreaba de*initivamente sus heraldos de pasión y se perd/a en el silencio y el olvido no la culpó, ni la maldi+o. !or el contrario se avergon-ó de si mismo. 8emió por la pure-a de sus sueños, que se sospechara de su honrade- emotiva y que se desvaneciera aqu2l ideal del amor que era el sost2n de su vida. Se recriminó de no haber anegado a la amada con el caudal de todas sus luces y de no haberla cautivado en aquella morada brillante de su ensueño a-ul. ;o se consoló del olvido de no haber vaciado en los tibores de su cariño con toda la urea rique-a de sus re*ulgentes ilusiones. Sin embargo en esta desgracia Juan Gregorio encontró no se que sabor de *elicidad y su alma atormentada reverberó como un diamante ;egro en cuya embriague- nostlgica la imagen de la amada vivió engar-ada como una perla ine*able. 3 volvió as/, otra ve-, aquella 1enus divina y virginal acaso inconcientemente perversa y *atal a ser el /dolo de un idilio e#tinto. !ero de un idilio en el que la mano del engaño no asomar/a su mano torva. Al contrario del dolor Juan Gregorio tornose otra ve- aguerrido y m/stico, e#tremadamente meditativo. Sólo y abandonado volvió su mirada al Ande, su maestro e#celso, invencible e inmutable, clemente como todopoderoso inaccesible. 3 se abra-ó a su osatura gigantesca en una sed de llanto y consuelo. Se desahogó con desborde hasta hacer brotar de su cora-ón lin*as cristalinas y especulares como aquellas aguas impolutas que destilan de la corte-a n/vea de la cordillera, en un a*n eterno de puri*icación. !rendido en la escamadura de su rique-a se abatió ante la roca *urioso de lucha y de sacri*icio. Su maestro el Ande le e#hortaba a vivir solo, pero su cora-ón se ahogaba de a*licción. 0esde su cima augusta ve/a a su maestro levantarse la tempestad y sab/a de que elementos se *ormaban. !or eso no las tem/a y se deten/a en medio de la tormenta. ;o sabiendo de las ci2negas la moral del Ande era ine#orable. ;o sab/a del engaño porque no ten/a matorrales donde se aposentaran las serpientes y era inaccesible en su c"spide donde solo se llegaba volando como el ave y no arrastrndose como la oruga. Su maestro el Ande estaba acostumbrado al olvido. ;o huyeron del paisa+e la primavera *ragante, el alba impoluta y los v2speros alados@. 3 sobre su or*andad solitaria no se desencadenó la tormenta y el rayo no destalló en su *rente incendiando sus ms bellos ensueños de amor@ Sin embargo
ni se consum/a ni se a*lig/a. ;unca siguió a sus amantes. Ellas volver/an. ;o quiso +ams quemar sus plantas en aquellas huellas de ingratitud no obstante saber que el granito se lustra en la tormenta y no se encharca en el lodo. 3 e#hortó a Juan Gregorio acudir al olvido. lvida a la mu+er, no olvides el amor, le dec/a. El olvido pone un manto de misterio al pasado, borra las sombras de la ingratitud y da al amor una aureola de santidad. !or eso olvidar a la mu+er amada hasta es una *orma de adorarla. 8repó a lo ms alto de las cumbres para medir desde all la e#tensión y pro*undidad de su desgracia. En la cima su cerebro despertó y se apagaron en aquella atmós*era todas sus llamas de pasión erótica, volaron sus recuerdos como aves a-otadas por el cier-o. Anhelaba descubrir el germen morboso del mal y sorprender la gestación del engaño y olvido para e#tirparlo y aniquilarlo. 6aber sido herido por el amor no era una ra-ón para temerlo, antes bien hab/a un deber de proteger la inocencia y la ventura de las almas. 7uando la brutal realidad del olvido le advirtió el ale+amiento de*initivo de 4ilush
eid2tica, *atal e inclemente en el que la imagen de la amada asomaba en todo su sortilegio tentador de belle-a ineluctable. Seccionó las v2rtebras ms caras y amputó los miembros ms hermosos in*ectados por el virus del engaño, lacerados por la *uer-a del dolor. 7on mano *irme y severa cortó y arro+ó quistes, hi-o lavados corrosivos y astringentes. 0isoció las ms bellas concepciones de su amor y enhebró sus dispersas ilusiones en s/ntesis simbólicas. ;o *ue menester en esta tarea el au#ilio de la anestesia. Sobrbale valor y est/mulos para resistir la acción demoledora del anlisis y la obra destructora del bistur/. 1encido por el v2rtigo de la e#piación y la sed de martirio no se amilanó ni ante la disección de todos sus ensueños ni ante la ruina total de toda su vida. Algunos años despu2s y tras un largo per/odo de renuevo y construcción 4ilush
;o ser/a ella una nueva hur/ ni su esposo un Sultn de un min"sculo har2n. 8ampoco estar/a en su plan el tipo de las 7ornelias romanas, las Romnticas de 8olstoy, las Rutinarias de &al-ac, lo prosaico de mu+er inglesa y alemana o lo aritm2tico de la yanqui y lo teatral de la mu+er latina. tro era el esquema de esposa y el del matrimonio que a diario plantea la crisis actual y que con marcado acento recusa el concepto de maquinaria conyugal o de idilio po2tico. 4s humano y menos platónico son las e#igencias actuales y toca a esta generación estructurar una institución matrimonial donde el ensueño del amor no *racase ni las energ/as humanas se emboten en la concupiscencia, malogrando los est/mulos de la aspiración y el traba+o y restando vigor a las energ/as sociales que reclaman el progreso. )o comple+o del matrimonio y el problema de la *amilia atra/an con voracidad, psiquismo o *isicoBquimismo que en e#traña convulsión le empu+aba a la *usión del protoplasma. Sab/a que en aqu2l estado de coloide o catlisis, se angostar/an sus c2lulas, pero tendr/an el orgullo y la conciencia de asistir a la creación de un nuevo mundo5 la *amilia, organismo que a su parecer urg/a educar desde las primeras convulsiones del ser en las entrañas maternas. 7omo habr/a de go-ar en esta concreción. 1erse proyectado en un nuevo ser, trasunto de su *elicidad y de su ideal, señalarle el sendero del bien y nutrirlo de su doctrina y la poes/a venerada y acariciada. Cu2 uentes de placer y qu2 voluptuosidades le esperaban@ 7on impaciencia esperar/a el retoño de su ser y cuanta imaginación derrochaba al pensar si en la 4irada y sonrisa de su hi+o habr/a ms que el aporte bioBs/quico de sus padres sino tambi2n el le+ano esplendor de sus luces y apasionados amores y la dulce semblan-a del amante que trans*undiendo su ser, convulsionndolo hasta la epilepsia y el 2#tasis. ;o sin ra-ón pensaba que el amor trans*unde al amante en el ser amado y que la pasión crea un estado indeleble en el ser pero, deber/a ser un amor y una pasión grande y avasalladora, capa- de imprimir una tonalidad eterna en el alma y de perenni-ar una sensación en la carne. Sólo as/ y entonces 2stos estados devendr/an en herencia, por haber encarnado y se transmitir/an a la posteridad con la *uer-a potente que lo creó. ;o dudaba que tales delicias le esperaban y lo anhelaba sin temor, sin sentirse culpable de in*idelidad, porque honradamente estimado sólo a ella le pertenec/a el tesoro de su pasado, aqu2l tesoro *or+ado por sus manos de or*ebre y su alma de artista. Cu2 suaves, p/as y *iliales satis*acciones le esperaban@. 8oda su vida de mu+er amante y artista habr/a de re*le+arse en su hi+o. 0e no tener el programa de sus ideas y principios un buen d/a dir/a a su hi+o5 en la *ormación de tu ser hay ms que tus padres carnales, estn las almas que ador2 y me adoraron imprimiendo en mi naturale-a ritmos alados de *antas/as y emociones de la ms rendida pulcritud y distinción. !ero acaso, si tal declaración *uera de su plan de mu+er de acción y
combate, no tendr/a el motivo de acallar ocultas satis*acciones de proclamar que en la paternidad de su hi+o entran sus ms caros amantes. 8al revelación, por avan-ada y molesta, ni siquiera tendr/a la novedad de la invención, puesto que es a#iomtico que en medio de la cultura y sociabilidad una generación se debe a otra en su prolongación, cultura e in*luencia. 3a en la antigDedad se recomendaba a las madres grvidas de tener a la vista modelos de arte y belle-a para *or+ar con su in*luencia la euritmia del nuevo ser. !ero no s2 porque en 4ilush