UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE COMILLAS
TEOLOGÍA PASTORAL Prof. Jesús Sastre
Curso 2!" 2#
TEOLOGÍA PASTORAL $CURSO !%& Prof. Jesús Sastre '. O()et*+o , -etoo/o01a El curso aborda el estatuto *e3t1f*o, los tres estratos y la es4e*f**a e /a teo/o01a 4astora/. Esta materia pretende ayudar a los alumnos para que a través de los contenidos, la reflexión personal, la experiencia pastoral contrastada y los ejercicios prcticos desarrollen el saber !acer en las diferentes acciones de la pastoral de la "#lesia. $a metodolo#%a de las clases alternar las exposiciones, la presentación de experiencias y el dilo#o.
&. Pro0ra-a '% Teo/o01a 4astora/.'undamentación b%blica. (istoria de la acción pastoral en la "#lesia. Sur#imiento y evolución de la teolo#%a pastoral. El carcter propio de la teolo#%a pastoral. 'undamentación eclesioló#ica de la de la acción pastoral. )iveles en la acción pastoral. $os retos de la teolo#%a pastoral !oy. 2% Pastora/ fu3a-e3ta/. $a confi#uración de la teolo#%a fundamental. )aturale*a de la teolo#%a pastoral. $a "#lesia manifiesta su ser en las acciones eclesiales. $as tres referencias de la teolo#%a pastoral. $a teolo#%a +pastoral sacramental‖. -rientaciones pastorales desde la pastoral fundamental. !% La e+a30e/*5a*63. Precisión terminoló#ica. 'undamentación teoló#ica. (istoria de la evan#eli*ación. )aturale*a de la evan#eli*ación. $as etapas del proceso evan#eli*ador. El contenido y las mediaciones de la evan#eli*ación. La 3ue+a e+a30e/*5a*63. Evolución del concepto de evan#eli*ación. portaciones a la nueva evan#eli*ación. $a situación actual y la nueva evan#eli*ación. #% La at*tu re/*0*osa. /énesis de la personalidad. El ori#en de la actitud reli#iosa. Paso de la Psicolo#%a reli#iosa a la actitud reli#iosa. $a formación de la actitud reli#iosa0 lo maternal y lo paternal en la formación de la ima#en de 1ios, el funcionamiento de la actitud reli#iosa y la experiencia de conversión. Psicolo#%a evolutiva y educación de la conciencia moral. -rientaciones educativas. 7% E84er*e3*as 9u-a3as fu3a-e3ta/es , eua*63 e /a fe. Experiencia y experiencias bsicas. Proceso de maduración de las experiencias !umanas y experiencia cristiana. Principales experiencias !umanas en el proceso de maduración de la fe. $a correlación entre experiencia !umana y experiencia de fe. La 4erso3a/*5a*63 o-o -:too0 instancias e interioridad, pasos metodoló#icos y pistas de que se !a interiori*ado un valor. El contexto sociocultural y la fe0 tipolo#%a de jóvenes, caracter%sticas ;% Pastora/ e )6+e3es. reli#iosidad juvenil, principales problemas de los jóvenes y propuestas educativas. 'ormaciónde delala actitud reli#iosa. $a importancia del proceso evan#eli*ador en la pastoral de juventud. 2etodolo#%a de la educación de la fe. 3na propuesta creyente al lidera*#o juvenil. -rientaciones pastorales.
<% Ao-4a=a-*e3to es4*r*tua/. En camino !acia la madure* cristiana. 1atos !istóricos. 1efinición y tipos de acompa4amiento espiritual. )aturale*a y articulación del acompa4amiento espiritual. $a relación de ayuda0 fases, actitudes y respuestas. compa4amiento y madure* cristiana. compa4amiento y
discernimiento vocacional.
>% Pastora/ e/ ser+**o. El servicio en la vida y misión de la "#lesia. 1atos sobre la +diacon%a‖ en el ).5. portaciones del 6aticano "". $a confi#uración de la diacon%a0 la 7énosis. $a diacon%a de la "#lesia. 8aritas y la diacon%a eclesial. 8ontenidos y criterios de la 1S" que inciden en los diferentes campos de la pastoral social. El compromiso compartido0 itinerario de transmisión y maduración de la fe. 9eplanteamiento del voluntariado0 tipolo#%a, carencias, retos, formación y m%stica. ?% Pastora/ /*túr0*a. portaciones del 6aticano "". Experiencia !umana y litur#ia. 'undamentos de la pastoral litúr#ica. 8ontexto sociocultural y litur#ia. "mportancia de la asamblea litúr#ica. El equipo de animación litúr#ica. $os 1irectorios de Pastoral de los Sacramentos. 8ómo anali*ar la problemtica teoló#ico pastoral de los casos de pastoral sacramental. '% La 9o-*/1a. $a predicación en los escritos del ).5. $a naturale*a de la !omil%a. (omil%a y comunicación. 1ificultades en el servicio !omilético. -rientaciones pastorales para la !omil%a. 8ómo preparar una !omil%a. ''% Re/*0*os*a 4o4u/ar.:;ué es la reli#iosidad popular< 'enomenolo#%a de la reli#iosidad popular0 el catolicismo popular #alle#o, el catolicismo popular andalu*, el catolicismo popular castellano, otras manifestaciones de reli#iosidad popular, y relación entre reli#iosidad oficial y reli#iosidad popular. 8laves para una +lectura teoló#ica‖ de la reli#iosidad popular. ctitudes del evan#eli*ador ante la reli#iosidad popular. 9eli#iosidad popular y litur#ia. 9eli#iosidad popular y catequesis. -rientaciones pastorales. '2% Pastora/ e o3)u3to. 1efinición. Pastoral de la comunión y de las estructuras comunitarias. $a corresponsabilidad en la pastoral eclesial. $a pro#ramación pastoral. El discernimiento pastoral0 justificación, referencias para !acer el discernimiento, aspectos que !ay que discernir y criterios de discernimiento pastoral.
!. C/ases 4r@t*as. " nlisis de los principales manuales de teolo#%a pastoral del si#lo ="= y ==. " nlisis de al#ún proyecto de pastoral >eclesial, diocesano, de alejados, familiar, juvenil, etc.? " 2étodos de educación de la conciencia moral. " 2esa redonda sobre la lo comunitario y vocacional en la pastoral juvenil. " $a pastoral universitaria en la universidad pública y en privada. " $a presencia evan#eli*adora en la escuela confesional y en la escuela pública. " Presentación de la Pastoral -brera, la Pastoral Penitenciaria, la Pastoral de la Salud y la Pastoral de la 2i#raciones. " Experiencias pastorales si#nificativas en que estén participando los alumnos. " Ejercicio !omilético. " nlisis de casos de pastoral sacramental. " Estudio de al#una manifestación de reli#iosidad popular.
#. Ma3ua/es #.' Te8tos 2. S*entmrtoni, "ntroducción a la teolo#%a pastoral, 6erbo 1ivino, @AAB 8. 'loristn, 5eolo#%a prctica. 5eor%a y praxis de la acción pastoral, S%#ueme, @AA@ 9. Prat i Pons, 8ompartir la ale#r%a de la fe. Su#erencias para una teolo#%a pastoral, Salamanca,@ACC J. 9amos, 5eolo#%a pastoral, Serie de 2anuales de 5eolo#%a, D8, @AA #.2 D**o3ar*os 8. 'loristn, )uevo 1iccionario de Pastoral, San Pablo, &FFG 6. 2H Pedrosa, 2H )avarro, 9. $*aro, J. Sastre, )uevo 1iccionario de tomos, San Pablo, @AAA 6. 2H Pedrosa, J. Sastre, 9. Der*osa, 1iccionario de Pastoral y Evan#eli*ación,
8atequética, & 2onte
8armeno, &FF@
7. E8a-e3 La a/*f*a*63 f*3a/ ser@ /a resu/ta3te e /a s*0u*e3te *str*(u*63 .
E8a-e3 Prese3ta*63 e3 /ase """ Ree3s*63 o tra(a)o E)er**o As*ste3*a FI @FI @I @I @FI I3*a*o3es B El profesor est a disposición de los alumnos para todas las cuestiones que puedan sur#ir en el desarrollo del curso. $as situaciones especiales de alumnos se resolvern en dilo#o personal entre profesor y alumno. B El examen escrito constar de loas si#uientes partes0 conceptos bsicos para definir brevemente, comentario de cuestiones, tema de desarrollo y evaluación personal del aprendi*aje. $os exmenes corre#idos se entre#arn a los alumnos para que quien lo desee pueda comentar su examen con el profesor. B $a recensión ser de un libro que esté en la biblio#raf%a u otro ele#ido por el alumno, previa información al profesor. B El trabajo se refiere a un estudio cr%tico de un proyecto de pastoral. 1esde la reflexión personal aplicar los criterios, orientaciones y metodolo#%a propuestos en el curso. B El ejercicio prctico se !ar se#ún el esquemamodelo facilitado por el profesor. 6ersar sobre dos de los si#uientes propuestos 9epensar el voluntariado. nlisis de una !omil%a dominical.
9esolución de un caso de pastoral sacramental.popular. nlisis de una manifestación de reli#iosidad
TEMA '. TEOLOGÍA PASTORAL SUMARIO '. Fu3a-e3ta*63 (1(/*a e /a teo/o01a 4astora/. 2. *stor*a e /a a*63 4astora/ e3 /a I0/es*a. !. Sur0*-*e3to , e+o/u*63 teo/o01a 4astora/ !.'.#.E3 teo/o01a4ro4*o at6/*a !.2. E3 /a teo/o01a 4rotesta3te !.!. E+o/u*63 atua/ e !.#./aA4orta*o3es ú/t*-as. E//aar@ter e /a teo/o01a 4astora/ #.'. La ref/e8*63 teo/60*a #.2. La a*63 4astora/ o-o 4ra8*s #.!. Carater1st*as 4ro4*as e /a a*63 4astora/. 7. Fu3a-e3ta*63 e/es*o/60*a e /a a*63 4astora/. ;. N*+e/es e3 /a a*63 4astora/. <. Los retos e /a teo/o01a 4astora/ 9o,. Co3/us*63 /a *-e3s*63 r1t*a e /a teo/o01a 4astora/. *(/*o0raf1a
primera vista, definir la teolo#%a pastoral puede parecer dif%cil, tanto por lo que es en s% misma como por la evolución que !a tenido desde los comien*os de los estudios teoló#icos, y especialmente en los dos últimos si#los. El término pastoral est presente en muc!os aspectos de la vida eclesial y, en consecuencia, desborda el mbito de la teolo#%a. )o faltan los que aplican el término pastoral a un determinado enfoque con que tratan las distintas materias teoló#icas en este caso la teolo#%a pastoral no tendr%a estatuto cient%fico y no ser%a considerada como disciplina teoló#ica. $a teolo#%a pastoral no !a evolucionado tan claramente como la teolo#%a sistemtica y la teolo#%a !istórica. Si#ue luc!ando para mantener el dif%cil equilibrio entre teor%a y praxis si en el pasado predominó el aspecto pra#mtico de la teolo#%a pastoral, en el presente se !an dado pasos si#nificativos para precisar la especificidad de la teolo#%a pastoral. nte este panorama, ur#e la definición precisa de lo que entendemos por pastoral. Para que un saber se constituya como ciencia debe tener muy claros sus objetivos, su finalidad y la metodolo#%a que le es propia. 1esde el primer momento tenemos que decir que el ser y el !acer, lo teórico y lo prctico, no sólo no se oponen, sino que se implican mutuamente. 5oda acción eclesial comporta un elemento reflexivo que no se puede separar de la acción misma la reflexión teoló#ica sobre la acción de la "#lesia es el contenido propio de la teolo#%a pastoral. dems, la teolo#%a pastoral emplea la razón práctica como mediación de la reflexión, pues parte de la realidad existente para lle#ar a la realidad tal y como deber%a ser, se#ún la propuesta evan#élica. En este sentido, es teolo#%a inductiva y necesita necesariamente de la ayuda de las ciencias !umanas.
'. FUNDAMENTACIN ÍLICA DE LATEOLOGÍA PASTORAL El término pastor y pastoreo tiene base b%blica, tanto en el nti#uo como en el )uevo 5estamento. (an sido los estudios b%blicos los que !an renovado si#nificativamente la vida de la "#lesia, el que!acer teoló#ico y la ense4an*a de la teolo#%a. $a !istoria de "srael se presenta con frecuencia con la ima#en del reba4o reunido por 1ios como buen pastor@, que libera al pueblo de la esclavitud y lo conduce a la tierra prometida con reiterados cuidados, con paciencia y amor >cf Sal KC,& Lx @,@G "s BF,@?. 1esde esta misma óptica se interpreta el re#reso del exilio de Dabilonia y la restauración del pueblo >cf Mac @F,C @& "s BA,@ &N 2iq &,@&?. $a palabra pastor también se aplica a aquellos que deben #uiar y prote#er al pueblo. $a referencia para valorar el ejercicio del pastoreo es el modo como 1ios !a cuidado a su pueblo. El 2es%as esperado se presenta también como el pastor que !a de reali*ar la salvación plena y definitiva. 8risto se encuentra con un pueblo dominado, infiel y desorientado Ocomo ovejas sin pastor >2c N,GB 2t A,GN?. El evan#elio de Juan presenta a Jesús como el buen pastor que conoce a su reba4o y que da la vida por sus ovejas >Jn @F,@ @C? por la entre#a del pastor los !ijos dispersos sern reunidos >@Pe &,&? y se ir formando un solo reba4o bajo un solo pastor >Jn @F,@N?.
a& La 4ra8*s 4astora/ e Jesús reo0*a e3 /os e+a30e/*os es /a refere3*a o(/*0aa e /a 4astora/ e /a I0/es*a. Jesús de )a*aret aparece como profeta escatológico que anuncia el reino de 1ios & como profeta es tenido por el pueblo >cf 2c N,@ 2t &@,@@ $c K,@N Jn B,@A, K,BF?. OEs profeta porque, con una fidelidad absoluta a su misión y con una libertad sin compromisos, anuncia las exi#encias radicales de 1ios, con plena lucide* sobre los acontecimientos individuales y sociales G. El núcleo de la predicación de Jesús es el anuncio del reinado de 1ios y la llamada apremiante a la conversión para que el tipo de vida que propone sea posible. $os prota#onistas del 9eino son los pobres, los excluidos, los oprimidos y los que padecen >2t ,@ @@?. Jesús manifiesta con sus acciones liberadoras que el 9eino est presente y que acaece por medio de su persona al mismo tiempo, !abla de que el 9eino se reali*ar plenamente en el futuro, cuando toda injusticia sea superada >$c @K,&N GF 2t @@,?. El reino de 1ios es una denominación teoló#ica de la sociedad alternativa que Jesús propone a la !umanidad B. Jesús une a los apóstoles a su misión, y después de la resurrección les encomienda la tarea de apacentar desde el amor y la entre#a >Jn &@,@ @K?. $a misma fidelidad que Jesús !a tenido a la voluntad del Padre es la que los apóstoles deben tener cuando reciben el mandato misionero. 5oda la "#lesia como pueblo de 1ios, misterio de comunión y sacramento de salvación para el mundo, est llamada a continuar la acción de 8risto. $o nuclear en la misión de Jesús es el anuncio del 9eino como manifestación plena, #ratuita y definitiva de 1ios en la !istoria, que se consumar en la plenitud escatoló#ica. $a persona, la vida y las acciones de Jesús son la mediación necesaria para entender y vivir el 9eino. $a muerte y la resurrección de Jesucristo manifiestan el carcter decisivo de la acción salv%fica de 1ios, que va ms all de los l%mites !istóricos y da al acontecimiento de Jesús de )a*aret un carcter definitivo y universal >2t @C,@ &F?. Jesús llama personalmente e invita al se#uimiento los que si#uen a Jesús forman una comunidad. Estando con Jesús y en la comunidad que él forma los disc%pulos aprenden a actuar como el 2aestro. Jesús llama a 1ios Abbá y nos propone una nueva relación con él. OEl mensaje central del )uevo 5estamento es, a la ve*, la revelación del cora*ón paternal de 1ios y la revelación de la exi#encia de que vivamos como !ermanos0 sólo cuando se asumen a la ve* estos dos aspectos, la revelación se !ace !umani*adora y liberadora de otro modo podr%a ser ms bien alienante . $as acciones ms si#nificativas que Jesús !ace son los #estos sanadores, el perdón de los pecados y las comidas fraternas. 1e este modo Jesús nos revela la misericordia entrañable del Padre, nos libera del mal y del pecado, nos devuelve la esperan*a y nos propone unos nuevos valores éticos. (& Por e/ Es41r*tu Sa3to /a I0/es*a Hue 3ae e3 Pe3teost:s es o3st*tu*a e3 uer4o e Cr*sto , Cr*sto atúa 4or -e*o e e//a 4ara 9aer 4rese3te /a sa/+a*63 e3 too t*e-4o , /u0ar. $as primeras comunidades fueron conscientes de que su ra*ón de ser estaba en Jesucristo y en el evan#elio, y de que su misión consist%a en el anuncio del kerigma, la ense4an*a de los apóstoles (didajé), la llamada a la conversión, la vida fraterna (koinonía) y la celebración de la cena del Se4or >cf (e &,B& BK B,G& G?. $os contextos sociocultural y sociorreli#ioso !acen que, desde el principio, la acción pastoral sea diferenciada por sus destinatarios y por la or#ani*ación de las comunidades >cf (e @,@ GG @K,@N GB?. $a misión encomendada por 8risto se vive como un itinerario de maduración de la fe e incorporación a la comunidad cristiana, en el que intervienen los distintos ministerios. $a reflexión teoló#ica, el ejercicio del ma#isterio y el discernimiento son tres elementos %ntimamente relacionados en el ser y en el !acer de la "#lesia primitiva. Q todo esto en un contexto de problemas internos en las comunidades, de dificultades en la evan#eli*ación del mundo #recorromano y de persecuciones por parte de los poderes públicos. En la "#lesia primitiva aparecen formas comunitarias distintas en unidad y comunión as% lo atesti#uan las comunidades de Jerusalén, ntioqu%a, 8orinto, 2acedonia, 9oma, /alacia, etc.
2. ISTORIA DE LAACCIN PASTORAL EN LA IGLESIA a& La Iglesia primitiva -a3*fest6 u3 0ra3 *3a-*s-o e3 sus o-*e35os. En el inicio del tercer si#lo
los cristianos eran un #rupo si#nificativo de la población del "mperio romano. En esta época los cristianos tienen conciencia de que la "#lesia es universal y deben situarse en relación positiva con la cultura que les toca vivir. El catecumenado y las escuelas de catequistas fueron los dos #randes soportes de la acción pastoral de la "#lesia en los si#los "" y """N. finales del si#lo """ la "#lesia es la fuer*a espiritual ms si#nificativa en el "mperio romano. $os laicos tienen #ran prota#onismo y la diferencia se establece entre creyentes y no creyentes. (& De la época patrística $s*0/os IV" VII& o3ser+a-os e8e/e3tes ateHues*s. modo de ejemplo, citamos De catechizandis rdibs de san #ust%n o las cate!esis mistagógicas de 8irilo de Jerusalén. El ejercicio pastoral de los Padres manifiesta un admirable equilibrio entre los diferentes elementos0 jerarqu%a y fieles, "#lesia universal e "#lesia local, el obispo de 9oma y los dems obispos, la conversión, los sacramentos, la fe y la presencia secular. El catecumenado, que duraba una media de tres a4os, va quedando reducido a la cuaresma, se empie*a a #enerali*ar el bautismo de prvulos y comien*a a !acerse la distinción entre cléri#os y laicos, con todas las consecuencias que esto !a tenido en los si#los posteriores. & En la época llamada de cristiandad" En la Edad media >si#los 6""" =6?, el pueblo comien*a a no entender el lat%n, aparece una reli#iosidad ms individual y se refuer*a el poder temporal del papado. $a "#lesia se va confi#urando como un elemento estructurante de la vida social. $os enemi#os de la fe son los !erejes dentro de la cristiandad y los musulmanes fuera de ella en respuesta se or#ani*a la "nquisición y las 8ru*adas. El derec!o romano va siendo aco#ido en el derec!o canónico. 1esaparece el catecumenado, decae la catequesis y la predicación la piedad cristiana se articula en referencia al 8risto sufriente y lo especulativo va #anando terreno en la reflexión teoló#ica. 1ada la situación de !ambre, pestes y precariedades que padece la !umanidad, la muerte aparece como elemento importante en la confi#uración de la espiritualidad cristiana, tal y como lo manifiestan las artes del bien morir"1ecrece la conciencia comunitaria de los fieles cristianos, aparece la territorialidad como criterio pastoral y los movimientos evan#élicos que tratan de renovar la vida de la "#lesia. & Los siglos XVI y XVII +*e3e3 ef*3*os 4astora/-e3te 4or /a *3f/ue3*a e /a Refor-a , /a Co3trarrefor-a. $utero defiende una eclesiolo#%a fundamentada en la fe personal, la palabra de 1ios y el sacerdocio de los fieles. El concilio de 5rento se propone !acer una revisión de la do#mtica y de la pastoral la visión teoló#ica de 5rento influye decisivamente en el desarrollo de la eclesiolo#%a y la pastoral. 5rento afirma la transmisión eclesial de la revelación, la estructura sacramental de la justificación y la constitución jerrquica de la "#lesia. En consecuencia, se subraya el ops operatm de los sacramentos, se ve con recelo el que los fieles lean la palabra de 1ios, se reforma la litur#ia para unificarla y se desarrolla una espiritualidad cristiana centrada en la presencia real de 8risto en la eucarist%a, la devoción a la sant%sima 6ir#en, la misa como sacrificio y la importancia del sacerdocio jerrquico. 5rento inicia una labor importante de formación del clero diocesano, y de instrucción reli#iosa de los laicos a través de las catequesis dominicales para adultos. e& En los siglos XVIII y XIX. $a "#lesia toma una actitud de separación del mundo y se #enera una pastoral de defensa de la fe, pues se ve con desconfian*a a la sociedad. $a preocupación pastoral se orienta !acia la educación moral, el sacramentalismo sin muc!a preparación, y unas formas de piedad individualista. finales del si#lo ="= se dan en lemania los primeros intentos de renovación 7eri#mtica, el inicio del catolicismo social y la renovación litúr#ica en la abad%a benedictina de Solesmes. Sur#en cofrad%as y asociaciones para fomentar la vida espiritual de los laicos. $a formación de los sacerdotes tiene una orientación apolo#ética y la "#lesia se estudia en los seminarios en un tratado de derec!o público eclesisticoK. f& En la primera mitad del siglo XX o-*e35a /a re3o+a*63 e /os estu*os (1(/*os /*túr0*os , 4atr1st*os. $a palabra de 1ios empie*a a conectarse con las exi#encias del mundo moderno esto produce una orientación nueva de la pastoral. 8on todo, !ay reticencias por parte del ma#isterio de la
"#lesia a todo lo relacionado con la filosof%a de la acción y del sentimiento, el subjetivismo, el vitalismo y el !istoricismo. Entre las dos #uerras mundiales se producen cambios importantes alentados por la revalori*ación de la Palabra, la conciencia del sentido comunitario de la fe, la participación del se#lar en el apostolado, la preocupación ecuménica, la necesidad de una litur#ia ms viva y la renovación de los estudios teoló#icos desde la Diblia y la cristolo#%a. Sur#e la idea de parroquia en estado de misión para responder a la descristiani*ación de la clase obrera en las #randes ciudades, y se da, de este modo, una presencia nueva de los cristianos en lu#ares si#nificativos. 0& Segunda mitad del siglo XX" $as #randes y rpidas transformaciones experimentadas a ra%* del 6aticano "", y especialmente en las últimas décadas, !an planteado nuevos problemas y abierto nuevas perspectivas a la pastoral de la "#lesia. Se !abla de nueva evan#eli*ación, de nuevas situaciones culturales como nuevos campos de evan#eli*ación, de nueva época en la !istoria de la !umanidad, de nuevos areópa#os >entre los que destacan los medios de comunicación social?, etc. Situaciones a las que la pastoral trata de responder fomentando el dilo#o entre la fe y la cultura, la evan#eli*ación como inculturación, la adopción de los nuevos areópa#os y los campos culturales tradicionales, la atención al mundo de los jóvenes... 5odo ello es objeto de la reflexión de la "#lesia, destacando, adems de los documentos conciliares, varias enc%clicas y ex!ortaciones apostólicas de los últimos papas y otros documentos, como la #ides et ratio >@B.A.@AAC?, de Juan Pablo "", y expresamente sobre el tema que nos ocupa0 $ara na pastoral de la cltra >&G..@AAA?, del 8onsejo pontificio de la cultura.
!. SURGIMIENTO EVOLUCIN DE LA TEOLOGÍA PASTORAL El "6 concilio de $etrn >@&@? estableció la existencia de un ma#ister especiali*ado en pastoral y en la prctica de la confesión, que completara la docencia del ma#ister de Sa#rada Escritura. 'ue Pedro 8anisio, en el si#lo =6", el primero que utili*ó el término teología práctica. En @C, J. 2olanus publicó el manual %heologiae practicae compendim" En el si#lo =6"" la teolo#%a pastoral se !ab%a transformado en resolución de casos morales. 8omo disciplina, sur#ió en @KKB, por real decreto de 2ar%a 5eresa de ustria, al aprobarse el plan de reforma de los estudios eclesisticos formulado por el canonista benedictino Step!an 9autenstrauc!. En Espa4a, el primer manual es de @CF su autor es $. . 2ar%n y se titula &nstitciones de teología pastoral o %ratado del oficio ' obligaciones del párroco" $os manuales de pastoral buscaban la preparación de benos pastores para que estos formaran, a su ve*, buenos ciudadanos y cristianos. $a orientación de estos manuales era pra#mtica >consejos y recetas?, y el pastor era considerado como servidor del Estado para tutelar y educar en los valores sociales vi#entes, pues el Estado se constitu%a en seridor ' protector de la religión"
!.' E3 /a teo/o01a at6/*a. $a teolo#%a pastoral católica !a pasado por varias etapas C0 comprensión pra#mtica >si#los =6""" y ="=? como acabamos de exponer concepción !istórica salv%fica, debido a su inspiración b%blica y 7eri#mtica y por la consideración del sacerdote como colaborador de 8risto con todo, le falta la óptica eclesioló#ica. $a comprensión eclesioló#ica se debe a . /raf a mediados del si#lo ="= y a la influencia de la Escuela de 5ubin#a. Para . /raf la teolo#%a prctica sur#e de la reflexión o conciencia que la "#lesia tiene de s% misma al ato edificarse de cara al ftro" 3n disc%pulo de . /raf, J. mber#er, vuelve a clericali*ar el enfoque de la teolo#%a pastoral, al relacionar esta materia con el derec!o canónico y presentar su objetivo como la adecuada formación del pastor para la recta administración de s oficio"
!.2 E3 /a teo/o01a 4rotesta3te. $a teolo#%a protestante !a !ec!o aportaciones valiosas al enfoque de la teolo#%a pastoralA. Para $utero la experiencia que viene de la fe en 8risto crucificado es fundamental para
evitar una teolo#%a especulativa. El objeto propio de la teolo#%a es la relación de 1ios con el !ombre y del !ombre con 1ios en este sentido, la auténtica teolo#%a es prctica, pues se centra en la experiencia de la fe y en la predicación de la palabra de 1ios. '. Sc!leiermac!er >@KNG @CGB? presenta la teolo#%a como ciencia en relación con la condcta de la &glesia, y divide la teolo#%a en sistemtica, !istórica y prctica. $a teolo#%a prctica comprende el ministerio de la palabra, el de la litur#ia y el de la administración de la "#lesia se#ún los tres oficios de 8risto profeta, sacerdote y rey. En la evolución posterior de la teolo#%a protestante se subraya que la "#lesia, y cada comunidad cristiana, es el sujeto y el objeto de la teolo#%a pastoral. R. Dart! >@CCN @ANC? insiste en que la finalidad de la teolo#%a do#mtica es la predicación, pues lo que importa es la actuali*ación del acontecimiento contenido en la revelación @F. El pastoralista . 1. 2ller en el postconcilio, y con clara influencia del teólo#o P. 5illic!, formula la teolo#%a prctica como Oel lu#ar teoló#ico de la justa reali*ación del reino de 1ios en la "#lesia y por la "#lesia en el mundo @@.
!.! E+o/u*63 atua/. $a renovación ms reciente de la teolo#%a pastoral en el mbito católico se debe a 8. )oppel, que en @AGK publicó Aedificatio *orporis *hristi+ su visión es eclesioló#ica, y a4ade una tercera parte a la teolo#%a pastoral0 la misión, en la que el laico tiene un lu#ar importante por el bautismo y la confirmación. '. =. rnold@& en los a4os cuarenta define la teolo#%a pastoral como Oteolo#%a de las acciones eclesiales. P. . $ié#é@G en 'rancia tiene el mismo enfoque, al presentar la teolo#%a pastoral como la Oreflexión sistemtica sobre las diversas mediaciones que la "#lesia reali*a para la edificación del cuerpo de 8risto. $a fundamentación cristoló#ica, eclesioló#ica y de unidad de misión, sitúa a la teolo#%a pastoral en el lu#ar teoló#ico que le corresponde por su propia naturale*a. $a renovación de la teolo#%a pastoral se sitúa en el marco de la renovación de la teolo#%a reali*ada por el 6aticano "". Qa en los a4os anteriores al 8oncilio se ve%a la necesidad de trabajar0 una formulación espiritual de la teolo#%a >J. /on*le* rintero?, una teolo#%a predicable >escuela 7eri#mtica de "nnsbruc7 y J. . Jun#mann?, la noseparación de la teolo#%a y la litur#ia >-. 8asel? y la relación entre la teolo#%a y las realidades temporales. El 6aticano "" desarrolló estas intuiciones y lo#ros, que !asta entonces eran intentos parciales. $a nueva visión de la teolo#%a viene marcada por los si#uientes ras#os0 la realidad de las comunidades cristianas como lu#ar teoló#ico, la reflexión teoló#ica busca la reali*ación de las comunidades cristianas en el amor y la esperan*a escatoló#ica, y la dimensión socio pol%tica de la fe desde la óptica del 9eino. En la etapa postconciliar es R. 9a!ner quien coordina la elaboración de un manual de teolo#%a pastoral subtitulado %eología práctica de la &glesia en s presente"Presenta la teolo#%a pastoral como una disciplina teoló#ica autónoma, cuyo objeto es la "#lesia desarrolla los fundamentos de la acción pastoral desde una eclesiolo#%a existencial, y termina proponiendo criterios para la renovación pastoral. El manual de teolo#%a pastoral (andbch der $astoraltheologie) editado por '. =. rnold, '. Rlostermaun, R. 9a!ner, 6. Sc!urr y $. 2. Teber, en seis volúmenes, entre @ANB y @AK&, es el primer #ran intento para presentar la teolo#%a pastoral como saber teoló#ico con ran#o universitario. Parte de una eclesiolo#%a existencial, pues el estudio teoló#ico de la situación de la "#lesia aparece como la base de la teolo#%a pastoral. El objeto material de la teolo#%a pastoral es la acción teándrica de la "#lesia, es decir, toda la vida de la "#lesia >miembros, funciones, acciones y estructuras?. El objeto formal viene dado por la situación concreta en que se encuentra la "#lesia, como mbito donde es posible la !istoria de salvación sin polari*aciones ni reduccionismos. El método es deductivo inductivo y antropoló#ico teoló#ico al tiempo. $as carencias de este enfoque !an estado en la identificación de lo cristiano con lo eclesial, y en el poco espacio dado a los datos socio económicos y socio pol%ticos a la !ora de !ablar de la atorrealización de la "#lesia en el mundo. 8on todo, sus aportaciones !an sido enormes y definitivas en el enfoque actual de la teolo#%a pastoral. $a teolo#%a de la liberación !a !ec!o aportaciones muy valiosas a la teolo#%a pastoral al recuperar la dimensión pol%tica de la fe, la perspectiva del pobre, la relación entre fe comprometida y reflexión teoló#ica, y la centralidad de la caridad en la vida cristiana. El resultado es una nueva !ermenéutica y
Ouna nueva manera de !acer teolo#%a @B. OPartimos de un presupuesto0 la teolo#%a que no es prctica, que no parte de la praxis para encaminarse a ella de un modo próximo o remoto es irrelevante. Por el contrario, toda teolo#%a bsicamente referida a la praxis transformadora de la realidad ser, a nuestro entender, teolo#%a pastoral o teolo#%a prctica. $a teolo#%a de la liberación, por ejemplo, es !oy bsicamente teolo#%a prctica fundamental@. J. Sobrino formula el que!acer teoló#ico desde la cate#or%a intellects amoris como Oreacción de la misericordia ante los pobres, a partir de una determinada precomprensión subjetiva >la opción por los pobres? y un determinado lu#ar objetivo >el mundo de los pobres?. l incorporar a la reflexión teoló#ica la cate#or%a de praxis aparece con nitide* al#o in!erente a la fe cristiana0 el cristianismo no sólo interpreta la existencia, sino que es Oesencialmente una renovación de la existencia @N. J. D. $ibUnio relaciona teolo#%a y praxis al !ablar de la realidad eclesial de mérica latina0 O$a teolo#%a de la liberación tiene una intención prctica que se manifiesta a través de tres relaciones con la praxis0 es teolo#%a en la praxis, al estar el teólo#o comprometido con la causa de liberación de los pobres es teolo#%a para la praxis, al afrontar las mediaciones pol%ticas de una acción transformadora de la realidad y es teolo#%a por la praxis en la medida en que la misma praxis tiene una dimensión de juicio, dentro de la naturale*a de la teolo#%a@K.
!.# A4orta*o3es ú/t*-as. En @AKB se celebra en 6iena el con#reso de teólo#os dedicados a la teolo#%a pastoral. partir de este encuentro, comien*a a desi#narse en el mbito católico a la teolo#%a pastoral con la expresión teología práctica" $as corrientes actuales acentúan enfoques distintos y complementarios sobre planteamientos bsicos comunes @C. (. Sc!uster !ace una teolo#%a pastoral desde la referencia a Jesús de )a*aret, y la praxis de los cristianos en relación a la praxis de Jesús como el lu#ar propio de la teolo#%a pastoral. 9. Merfass expone el modelo de teolo#%a pastoral desde la cate#or%a de la acción y las ciencias de la acción >psicolo#%a, sociolo#%a, econom%a, peda#o#%a, pol%tica y ciencias de la comunicación !umana?. Se parte de la praxis para terminar en la praxis entre uno y otro momento se da la confrontación entre lo que existe y la praxis evan#élica ideal. S. (itner propone conjuntar los diferentes campos de la praxis pastoral en las dimensiones que llama or#ani*ación >reunir y formar comunidad?, comunicación del evan#elio en las diferentes acciones eclesiales y pastoreo >como servicio comunitario a las necesidades !umanas?. R. T. 1a!n introduce en la década de los setenta la teoría fncional aplicada a la acción eclesial, y desde a!% reformula la teolo#%a pastoral. $a realidad social no !a estado muy presente en la reflexión teoló#ica ms aún, !a sido un elemento incómodo, tanto para el pensamiento teoló#ico como para la acción pastoral. 1a!n subraya la implicación de la "#lesia en #rupos y obras sociales y lo que la "#lesia podr%a !acer en este campo. $a "#lesia aporta a la sociedad sistemas de interpretación y de valoración, as% como ayuda en momentos si#nificativos de la existencia de las personas y de los #rupos. 9ecientemente el 8onsejo pontificio de la cultura !a publicado el ya mencionado documento $ara na pastoral de la cltra, en el que, después de !acer al#unas reflexiones sobre los retos que las nuevas situaciones culturales plantean a la pastoral de la "#lesia, ofrece al#unas propuestas concretas para diversas situaciones de la realidad actual. En Espa4a, 8. 'loristn, profesor de Pastoral de la 3niversidad pontificia de Salamanca y en el "nstituto superior de pastoral, !a enfocado la teolo#%a pastoral como teolo#%a prctica desde una doble perspectiva0 una formulación de la praxis de la "#lesia y una praxis de la reflexión teoló#ica. El anlisis de la praxis de la "#lesia y de las comunidades cristianas se !ace con los instrumentos propios de las ciencias socio psicoló#icas, la iluminación desde las aportaciones de la exé#esis !istórica y la !ermenéutica b%blica pastoral de lo anterior sale un saber teoló#ico prctico Oque es interpretación actuali*ante del pasado y modelo operacional para la praxis actual @A. En @ANC, 8. 'loristn y 2. 3seros publicaron %eología de la acción pastoraly en @ACG 8. 'loristn y J. J. 5amayo coordinaron la obra *onceptos fndamentales de pastoral en el que GA especialistas comentan C& conceptos de teolo#%a y de pastoral. '. J. 8alvo y 9. Prat i Pons también !an trabajado con profundidad y creatividad el tema de la teolo#%a pastoral. En @AA J. . 9amos publica en la serie de 2anuales de
teolo#%a >D8? el texto de %eología pastoral+ su orientación corresponde al enfoque eclesioló#ico de la pastoral y a las coordenadas teoló#icas del 6aticano "" podr%a !aber incorporado ms las aportaciones de la teolo#%a de la praxis y del método propio de la teolo#%a prctica.
#. EL CARCTER PROPIO DE LA TEOLOGÍA PASTORAL #.' La ref/e8*63 teo/60*a. $o primero en la vida de la "#lesia, de cada comunidad cristiana y de cada creyente, son las intervenciones de 1ios en la !istoria, especialmente a través de Jesucristo. El 9esucitado si#ue actuando en el mundo por la acción del Esp%ritu a través de la "#lesia, sacramento de 8risto para la salvación de todos. $a reflexión sobre estos acontecimientos y sus manifestaciones es el objeto propio de la teolo#%a. En sentido propio, la teolo#%a nos ayuda a comprender mejor y a adentrarnos ms plenamente en aquello que creemos por la fe la teolo#%a debe llevarnos a lo que constituye lo nuclear de la fe0 la contemplación del 2isterio y su reali*ación aqu% y a!ora &F. Por lo mismo, la reflexión teoló#ica no se puede alejar de la Palabra revelada, de la celebración litúr#ica y de los si#nos de los tiempos. $a teolo#%a lleva necesariamente a la pastoral, y la caridad pastoral impulsa la mejor reflexión teoló#ica ms aún, la reflexión teoló#ica necesita en s% misma talante pastoral. Estn tan %ntimamente relacionadas teolo#%a y pastoral, que (. 1enis lle#ó a decir que Ola teolo#%a es la función que reali*a en la "#lesia la maduración de la labor pastoral&@. la comprensión de la teolo#%a prctica como teolo#%a de las acciones eclesiales >palabra, litur#ia y caridad? le faltaba una referencia ms expl%cita a la transformación de la realidad desde el !ori*onte escatoló#ico del 9eino y esta visión supone el discernimiento de los si#nos de los tiempos en un contexto #eo#rfico, social y pol%tico concreto. $a !umani*ación del mundo sólo es posible si la !istoria y la sociedad se anali*an desde los excluidos y despojados de sus derec!os ms elementales como personas. l situar la opción preferencial por los pobres en la misma reflexión teoló#ica, se ve con ms claridad la relación entre la inteli#encia de la fe y la praxis !istórica de la fe. $os pobres aparecen como los destinatarios del evan#elio, los !ijos queridos de la "#lesia y los interlocutores de la teolo#%a, para que sean los prota#onistas de la transformación !istórica de la realidad. (ablamos de una liberación inte#ral que comprende los aspectos económicos, !umanos y espirituales. 1e este modo la teolo#%a es praxis de liberación intraeclesial, pastoral y pol%tica. Se#ún J. udinet la teolo#%a prctica tiene como objetivo Odar cuenta de la fe y del 1ios que ella confiesa en el contexto de las prcticas sociales y culturales contemporneas&&, ya que Oel anuncio del evan#elio en las diversas culturas, aunque exi#e de cada destinatario la ad!esión a la fe, no les impide conservar una identidad cultural propia, favoreciendo el pro#reso de lo que en ella !ay de impl%cito !acia su plena explicación de la verdad >'9 K@?.
#.2 La a*63 4astora/ o-o 4ra8*s. Qa ristóteles entend%a la praxis comoactiidad inmanente al ser !umano mientras que la poiesis >arte o técnica? era el producto de una acción transitiva. R. 2arx fue quien dio a la praxis el ran#o de cate#or%a nuclear en el conocimiento !umano, al definirla como criterio de verdad y elemento de cambio revolucionario para 2arx todo es en y por la praxis. En la comprensión actual, cuando !ablamos de praxis decimos que !ay un componente, la acción, para se4alar la interacción de las personas entre s% y con el mundo, y otro componente, la teor%a, para si#nificar la cosmovisión y los s%mbolos con los que se interpreta la realidad y se actúa ante ella. 3no y otro elemento se implican mutuamente. J. (abermas, de la escuela de 'ran7furt, !a elaborado su Oteor%a cr%tica de la sociedad como Oautoconciencia de una praxis&G. Se#ún J. 8omblin la praxis consiste en Ouna actuación única, capa* de mover en un solo proceso la totalidad del !ombre y del mundo. $a praxis ser%a el acto del !ombre total produciendo efectos totales, en todas las reas al mismo tiempo &B. $os cristianos !emos confi#urado nuestra fe como memoria y memorial de la pascua de 8risto la "#lesia
se constituye como comunidad que anuncia el evan#elio de Jesucristo, que celebra su vida entre#ada en obediencia al Padre para la salvación de los !ermanos, y que se compromete, desde el amor y la esperan*a escatoló#ica, en la construcción del 9eino. Para los evan#elistas, y especialmente para san Juan, la verdad sobre 1ios y sobre el !ombre es Jesucristo como reali*ación del proyecto salvador del Padre. $a praxis de Jesús en referencia al Padre y su amor #ratuito, incondicional y universal a los !ermanos constituye el contenido fundamental de la fe cristiana. $a acción pastoral pretende actuali*ar la praxis de Jesús a través de las mediaciones eclesiales y de los cristianos. $a teolo#%a pastoral se podr%a definir como la teor%a que ilumina la praxis de las comunidades cristianas se#ún T. Pannenber#, Ola referencia >de la teolo#%a? a la praxis de la vida no constituye sólo una disciplina teoló#ica particular, sino que abarca a toda la teolo#%a en su totalidad &. Este enfoque del que!acer teoló#ico !ace que Ola opción del teólo#o como creyente >su fides !a) exi#e de él !oy d%a el compromiso decidido por la justicia en el mundo, por la liberación de los oprimidos &N. En consecuencia, la presencia encarnada y transformadora de los cristianos debe ser conver#ente con todos los que trabajan por la liberación !umana inte#ral y, desde a!%, aportar lo propio de la visión cristiana. #.! Carater1st*as 4ro4*as e /a a*63 4astora/. a& La acción pastoral actualiza la praxis de Jess" $a praxis de Jesús se desarrolló como cumplimiento del proyecto salvador del 1ios del 9eino, desde la solidaridad con los enfermos, pobres, peque4os, excluidos y pecadores. $a acción pastoral se sitúa entre la cristolo#%a y la escatolo#%a, y trata de reali*ar en cada lu#ar y momento !istórico la salvación cristiana. esto se llama actuali*ación teándrica de la praxis de Jesús, o principio !umano divino de la acción pastoral. (& La acción pastoral tiene como !orizonte el "eino" El 9eino es don que parte de la iniciativa de 1ios, y llamada personal a la conversión. co#er el 9eino es aco#er al mismo 8risto para tener sus mismos sentimientos >cf 'lp &, @@?, criterios, actitudes y comportamientos &K. $as comunidades cristianas tienen la misma pretensión que tuvo Jesús de )a*aret0 !acer que la realidad que vivimos se pare*ca ms al estilo de vida del evan#elio. Para que el cristiano pueda continuar la obra de 8risto necesita que 8risto actúe en él por consi#uiente, la oración va inexorablemente unida a la acción. $a acción pastoral debe tener los mismos elementos que la prctica mesinica de Jesús0 el anuncio profético (mart'ría), el compromiso liberador (diakonía), la celebración (leitrgía) y la fraternidad (koinonía)" & La acción pastoral corresponde a la Iglesia" Es toda la "#lesia la que, animada por el Esp%ritu Santo, proclama la resurrección de 8risto, anuncia la buena noticia a los pobres, se renueva a s% misma desde la comunión trinitaria y con los !ermanos, y trata de construir el 9eino. $a "#lesia como pueblo de 1ios y sacramento de salvación, es para el 9eino, en el que los pobres, enfermos y pecadores son los preferidos. cada comunidad cristiana le corresponde vivir encarnada, discernir los si#nos de los tiempos y, de una manera corresponsable, llevar adelante todas las acciones que le son propias, en permanente reciprocidad de las unas con las otras y evitando polari*aciones o reduccionismos. & La acción pastoral de la Iglesia es una pastoral de con#unto " Partimos de la afirmación de que el dilo#o de la "#lesia con el mundo debe estar en el cora*ón de la vida eclesial. $a teolo#%a de la misión !a ayudado muc!o a que la "#lesia analice y renueve su presencia y estructuras pastorales. $a expresión pastoral de conjunto si#nifica0 anlisis de la realidad social, conjunción de proyectos, medios y a#entes, y la "#lesia diocesana como unidad pastoral. 8on este planteamiento se pretende dar respuesta a dos cuestiones bsicas0 cómo evan#eli*ar al mundo de !oy, y cómo ser ms eficaces. Este planteamiento que sur#e en los a4os anteriores al 6aticano "" es reco#ido al comien*o de la constitución -adim et spes con estas palabras0 OEl #o*o y la esperan*a, las l#rimas y an#ustias del !ombre de nuestros d%as, sobre todo de los pobres y de toda clase de afli#idos, son también #o*o y esperan*a, l#rimas y an#ustias de los disc%pulos de 8risto, y no !ay nada verdaderamente !umano que no ten#a resonancia en su cora*ón. $a comunidad que ellos forman est compuesta de !ombres que, reunidos en 8risto, son diri#idos por el Esp%ritu Santo en su pere#rinación !acia el reino del Padre, y !an recibido, para proponérselo a todos, el
mensaje de la salvación. 1e a!% la experiencia vital que le !ace sentirse, y serlo en realidad, %ntimamente solidaria con la !umanidad y con su !istoria >/S @?. e& La acción pastoral tiene una perspectiva vocacional" 1ios llama a la vida y a encontrar en la existencia las llamadas concretas que van definiendo la vocación personal que el Padre da a cada uno de sus !ijos. $o vocacional es una dimensión esencial y constitutiva de la pastoral, pues esta es un servicio a cada creyente y comunidad para que descubra el proyecto de vida al que 1ios le llama a través de las necesidades del mundo y de la "#lesia. $a perspectiva vocacional invita al creyente a ponerse en actitud de disponibilidad ante la propuesta de 1ios, y le ayuda al discernimiento vocacional se#ún el modo de discernir de Jesús de )a*aret. Esta propuesta tiene dos consecuencias0 la pastoral #eneral debe apuntar !acia las opciones vocacionales, y la pastoral vocacional debe enriquecerse con todas las dimensiones de la pastoral. $os itinerarios vocacionales no pueden ser otros que las dimensiones de la fe0 la comunión eclesial, la oración y la litur#ia, el anuncio testimonial del evan#elio y el servicio de la caridad. Estos itinerarios Vcomo piden los últimos documentos del ma#isterio pastoral sobre vocaciones &CV necesitan comunidades (lgares signo) donde se vive la vida como vocación y #rupos catecumenales (lgares pedagógicos) en los que se puede madurar la vocación a través de la siembra, el acompa4amiento, la educación, la formación y el discernimiento.
7. FUNDAMENTACIN ECLESIOLGICA DE LA TEOLOGÍA PASTORAL l repasar la !istoria de la acción pastoral de la "#lesia !emos visto cómo la manera de entenderse la "#lesia a s% misma y la manera de situarse en el mundo condicionan la pastoral que reali*a. El 6aticano "" en su conjunto fue una reflexión sobre la identidad de la "#lesia y su presencia dialo#ante, misionera, samaritana y evan#eli*adora. $a fundamentación eclesioló#ica de la teolo#%a pastoral dota a esta en s% misma, y a la metodolo#%a que le es propia, de una base teoló#ica. $a acción pastoral tiene tres referencias bsicas0 8risto, el 9eino y la !umanidad &A a ellas se !a referido constantemente la teolo#%a pastoral en la etapa posconciliarGF. $a ra*ón de ser de esta eclesiolo#%a est en las realidades que la constituyen, desde las que reflexiona y a las que sirve al entender a la "#lesia como Osacramento de salvación para el mundo. 1el mismo modo, la acción pastoral busca a 8risto, al 9eino y a la !umanidad para ser fiel al evan#elio que la ori#ina. $a enc%clica .cclesiam sam, de Pablo 6", recupera el *hrists tots de san #ust%n al considerar dentro del misterio de 8risto el misterio de la "#lesia. $a constitución do#mtica /men gentim entiende a la "#lesia desde el misterio de la plenitud de 8risto, que comprende la encarnación, la pascua, pentecostés y la escatolo#%a. Es, por consi#uiente, ms en el terreno del obrar que en el del ser donde !ay que situar el paralelismo entre 8risto y la "#lesia. $a "#lesia est llamada a continuar en el mundo la mediación salv%fica de la !umanidad del que es su Se4or. Precisamente porque es su Se4or, nunca puede ser identificada con él y siempre tiene que existir la distancia que, junto con el cuerpo de 8risto, est iluminada por la ima#en de Oespera >cf $/ N?. Para poder continuar esta mediación, es ló#ico que la estructura tendrica de 8risto sea de al#una manera reproducida por el ser de la "#lesia G@. El Esp%ritu Santo es el que ase#ura, al tiempo, la unión y la distinción entre 8risto y la "#lesia en consecuencia, la acción pastoral de la "#lesia viene de 8risto, y él es su referencia. $a "#lesia expresa sacramentalmente la salvación definitiva reali*ada por Jesucristo y que se manifestar plenamente en el 9eino escatoló#ico. $a "#lesia no es el 9eino, pero sirve al 9eino y avan*a !acia él. Por eso, la "#lesia también es presentada como pueblo de 1ios en marc!a con la !umanidad !acia el encuentro con el Padre. l no identificarse la "#lesia con el 9eino, esta tiene que estar muy atenta para dialo#ar y colaborar con otras realidades !umanas que si#nifican y reali*an, a su modo, el 9eino. OEl 9eino se muestra as% como elemento purificador en la eclesiolo#%a, evitando dos posibles errores0 una excesiva
fusión de los elementos !umano divinos componentes de su esencia, que conducir%a a una divini*ación de la "#lesia, y una exa#erada desconexión entre ellos, que la considerar%a mera or#ani*ación o comunidad !umanaG&. 8on este planteamiento se subraya la responsabilidad de toda la "#lesia, se#ún la vocación de sus miembros en la misión evan#eli*adora. $a "#lesia anuncia el 9eino, lo aco#e en la vida de comunión, lo celebra en la litur#ia y lo construye por la presencia y el compromiso. $a fidelidad a 8risto es fidelidad al 9eino, y la comunidad eclesial debe estar permanentemente edificndose desde el ori#en que la constituye y la meta !acia la que se encamina. $a "#lesia est en el mundo, es para la !umanidad y sus estructuras y mediaciones también son !umanas. $a tarea de la comunidad eclesial es si#nificar el 9eino y !acerlo posible en cada tiempo y lu#ar !istórico por lo mismo, la "#lesia es lu#ar e instrumento del 9eino y servidora de la !umanidad. Para poder reali*ar adecuadamente su misión, la "#lesia necesita encarnarse culturalmente y #enerar cultura >cf '9 K@?. O$a "#lesia debe se#re#ar cultura, y el creyente est llamado a dialo#ar con la cultura. $a impre#nación de la cultura por la fe es un punto de conexión importante para el anuncio cristiano. $a diferencia entre la comprensión cristiana del !ombre y el mundo y las antropolo#%as y cosmovisiones dominantes es #rave. El reducid%simo número de intelectuales cristianos es preocupante. $os que entre nosotros #eneran cultura son casi todos incre'entes, pos cre'enteso para cre'entes" $a presencia de cristianos confesantes en el seno de las llamadas minorías cognitias es !arto escasa y apenas perceptible GG. $a fe cristiana es respuesta a los deseos profundos de la persona por lo mismo, la tarea de la "#lesia est en mostrar a 8risto como la respuesta para que sea palpable cómo Ola causa de 1ios es la causa del !ombre GB, pues Jesús revela plenamente al Padre. O;uerer deslindar el misterio del !ombre del de 8risto, del de 1ios y del de la "#lesia, es tarea imposible para el que tiene fe. 5odos se implican y solamente es posible la comprensión de cada uno de ellos desde la complejidad de todos G. $a "#lesia, misterio de comunión, se empe4a en la comunión !umana como reali*ación y anticipo del futuro de la !umanidad0 vivir en el amor y en la casa del Padre como !ermanos.
;. NIVELES EN LA ACCIN PASTORAL El término pastoral lo podemos usar con tres acepciones distintas, que responden a diferentes niveles de la acción pastoralGN. a& La pastoral $undamental" 9eflexiona sobre la acción, considerada en s% misma0 qué !ace la "#lesia como tal y cómo se expresa lo que es la "#lesia en las acciones concretas que reali*a. O$a teor%a inmanente a la actuación creyente y eclesial puede ser objeto de reflexión cient%fica con ello nos encontramos en medio de la disciplina teoló#ica de la teolo#%a prctica. 1esarrolla as% una teor%a teoló#ica de la praxis cristiana y eclesial, tal como lle#a de la !istoria, se reali*a !oy y continúa !acia el futuro GK. En la base de esta reflexión est la eclesiolo#%a no si#nifica que la pastoral sea consecuencia de la eclesiolo#%a, sino que una y otra estn interrelacionadas. ntes de tratar las acciones pastorales en las diferentes situaciones, !ay que tratar los elementos constitutivos de la acción eclesial0 la l%nea de continuidad con la misión de Jesús de )a*aret, la referencia al 9eino y la inserción de la acción eclesial en el contexto sociocultural. 1e este tratamiento sur#en los criterios que orientan la acción pastoral0 la acción pastoral como acción divino !umana la acción pastoral expresa y busca la comunión de 1ios con los !ombres y de estos entre s%, en constante revisión bajo la acción del Esp%ritu Santo la acción pastoral se reali*a entre la situación eclesial y la plenitud del 9eino emplea la lectura de los si#nos de los tiempos busca la salvación de todos los !ombres desde la opción por los ms pobres sirve a la autocomunicación de 1ios, que es Palabra viva y efica* aco#e de forma cr%tica las expectativas, valores y aspiraciones !umanas, y propicia la comunión trinitaria. (& La pastoral especial" Se refiere a la reali*ación !istórica de la acción eclesial en las acciones y estructuras pastorales0 el proceso de evan#eli*ación >etapa misionera, etapa catecumenal y etapa pastoral?,
la pastoral de la comunión y de las estructuras comunitarias, la pastoral del servicio, la pastoral de la palabra y la pastoral litúr#ica. 1esde la realidad pastoral existente se proyecta una acción nueva para que la "#lesia responda en mayor medida en su ser y misión. & La pastoral aplicada" Su lu#ar est en el d%a a d%a de la vida eclesial, y es la puesta en prctica de los planteamientos y la reflexión anterior por parte de los responsables de desarrollar los proyectos pastorales. 9esponde al qué, cundo, cómo, por qué, para qué, con qué medios, etc. $a reflexión pastoral fundamenta el acierto y la creatividad de los a#entes de pastoral en la animación pastoral del d%a a d%a de las comunidades, y se#ún mbitos, edades y situaciones espec%ficas. $os actos pastorales deben ser evaluados con criterios teoló#icos, pues la teolo#%a V!uyendo tanto de lo abstracto como de lo pra#mticoV debe ayudar a mejorar las tareas personales concretas.
<. LOS RETOS DE LA TEOLOGÍA PASTORAL O El contexto social, cultural y económico después de la crisis del Estado de bienestar, condiciona el perfil del cristiano, la presencia de la "#lesia y su labor pastoral. Estamos en un mundo dominado por la mentalidad neoliberal, en una sociedad #lobali*ada por los intereses económicos del #ran capital y en una cultura con pocas referencias antropoló#icas y con evidentes contradicciones éticas. O3na nueva cultura pluralista y compleja tiende a producir jóvenes con una identidad imperfecta y fr#il con la consi#uiente indecisión crónica frente a la opción vocacional. 2uc!os jóvenes ni siquiera conocen la gramática elemental de la existencia son nómadas circulan sin pararse en el mbito #eo#rfico, afectivo, cultural, reli#ioso an tanteando" En medio de la #ran cantidad de informaciones, pero faltos de formación, aparecen distra%dos, con pocas referencias y pocos modelos. Por esto tienen miedo de su porvenir, experimentan desasosie#o ante compromisos definitivos y se pre#untan acerca de su existencia. Si por una parte buscan, a toda costa, autonom%a e independencia, por otra, como refu#io, tienden a ser dependientes del ambiente socio cultural y a conse#uir la #ratificación inmediata de los sentidos0 de aquello que +me va‖ de lo que +me !ace sentirme bien‖ en un mundo afectivo !ec!o a medida GC. nte estos retos, la acción pastoral de la "#lesia, en fidelidad a 1ios y al !ombre actual, debe tener en cuenta las si#uientes opciones0 Ola civili*ación del amor >o la Ocultura de la solidaridad? como !ori*onte, la opción por los ms pobres como punto de partida, la vida fraterna como alternativa al individualismo, el testimonio evan#élico en la situación de indiferencia reli#iosa y la praxis de la esperan*a frente al vaciamiento del sentido de la vida. Esta presencia eclesial requiere cristianos convertidos y comunidades maduras, es decir, que vivan la fe vocacionalmente. O$a pastoral vocacional se presenta como la cate#or%a unificadora de la pastoral en #eneral, como el destino natural de todo trabajo pastoral, el punto de lle#ada de las varias dimensiones, como una especie de elemento de verificación de la pastoral auténtica... Por consi#uiente, la pastoral vocacional est y debe estar en relación con todas las dems dimensiones, por ejemplo con la familiar y la educativa, con la litúr#ica y la sacramental, con la catequesis y el camino de fe en el catecumenado, con los diversos #rupos de animación y formación cristiana >no sólo con los adolescentes y los jóvenes, sino también con los padres, con los novios, con los enfermos y con los ancianos? y con los movimientos >desde el movimiento por la vida a las varias iniciativas de solidaridad social? GA.
Co3/us*63 /a *-e3s*63 r1t*a e /a teo/o01a 4astora/ El lu#ar espec%fico de la teolo#%a pastoral son los estudios teoló#icos, y debe ser elaborada con el método propio de las ciencias teoló#icas. Se trata de una disciplina con caracteres universales y de ran#o universitario. El objeto que le es propio es la acción de la "#lesia, tanto en s% misma como en las estructuras y acciones pastorales concretas. Pretende la autorreali*ación de la "#lesia y el cumplimiento de la misión recibida de Jesucristo. 2etodoló#icamente se sirve de las ciencias !umanas para conocer la
situación eclesial, valorarla, y desde a!% dise4ar una nueva situación y las orientaciones bsicas para la acción. OEn este sentido podemos decir que la teolo#%a pastoral tiene una dimensión cr%tica, ya que tiene una tarea de delimitación de objetivos, tareas, actitudes, prioridades y sistemas or#ani*ativos eclesiales. Por su naturale*a no es una cr%tica subjetiva e idealista sino una cr%tica reconstructora de la ima#en eclesial auténtica es decir, busca el marco teoló#ico desde el cual discernir lo que !acemos, y !abla de las condiciones de la acción de la "#lesia y de su ima#en real, de cara a ayudar en la elaboración de su desarrolloBF.
NOTAS @ =. $L-) 13'-39, 0ocablario de teología bíblica,(erder, Darcelona @AAG@N, N@ NB. V & 8(. PE99-5, 1es2s ' la historia, 2adrid @AC&, @B@. V G 8(. 13;3-8, 1es2s hombre libre, S%#ueme, Salamanca @AAFC, B. V B J. 25E-S, 3eo %estamento, 2adrid @ACK, @GGC. V J. 6"6ES, 4i o'eras s oz""" .5ploración cristiana del misterio de Dios, Sal 5errae, Santander @ACC, @B. VN 8. '$-9"S5W), $ara comprender el catecmenado, 6erbo 1ivino, Estella @ACA, c. N. VK Q. 8-)/9, 0erdaderas ' falsas reformas en la &glesia, 2adrid @AKGG. V C 8. '$-9"S5W), %eología práctica, S%#ueme, Salamanca @AA@, @@ @K@. V A "b, @@G @@N. V @F 6. S8(399, %eología pastoral en el siglo 66+ (. 6-9/9"2$E9 9. 6)1E9 /38(5 >eds.?, /a teología en el siglo 66 """, 2adrid @AKB, G&G G&B. V @@ 8ita &@ en 8. '$-9"S5W), %eología práctica, o"c",@@N. V @& '. =. 9)-$1, 78é es la teología pastoral9, en $alabra de salación como palabra al tiempo, 6erbo 1ivino, Estella @ANN, GN. V@G P. . $"L/L, .l misterio de la &glesia, en &niciación teológica """, (erder, Darcelona @AN@, &G G@G. V @B /. /35"L99EM, %eología de la liberación" $erspectias, S%#ueme, Salamanca @AAF @B, GC cf =. 2"/3L$EM, /a teología de la liberación ' s método, (erder, Darcelona @AKN 2. 2"1$", %eologia pastorale e pratica" *amino storico di na riflessione fondante e scientifica, 9oma @AC, G@G. V @ 8. '$-9"S5W), %eología práctica, o"c",@N@. V @N S8("$$EDEE8R=, &nterpretación de la fe,
S%#ueme, Salamanca @AKG, AA@. V @K J. D. $"DX)"-, %eología de la liberación" -ía didáctica para s estdio, Sal 5errae, Santander @ACA, CC. V@C '. J. 8$6-, %eología pastoral, en 8'P, 8ristiandad, 2adrid @ACG, K& K&K. V @A "b, K&K. V &F (. 3. 6-) D$5(S9, Acción ' contemplación, en .nsa'os teológicos ", 2adrid @ANB, &A@ GFN. V &@ (. 1E)"S, /a ertiente pastoral del estdio de la teología, Seminarios @ >@AN@?. V && J. 31")E5, 78é es na teología práctica9, en D. $39E5 '. 9E'-3$L >eds.?, &niciación a la práctica de la teología 6, 2adrid @ACN, @A@. V &G J. (DE92S, %eoría ' pra5is, Duenos ires @ANN *onocimiento e interés, 2adrid @AC&. V &B J. 8-2D$"), De la acción cristiana: 6%speras K >@AKG? &&. V & T. P))E)DE9/, %eoría de la ciencia ' teología, 2adrid @AC@, BG@. V &N J. $'9-, $roblemática actal del método teológico en .ropa, en E. 93"M 2$1-)1-, /iberación ' catierios" Debates en torno al método de la teología en América latina, 2éxico @AK, B&C. V &K 8. '$-9"S5W), Acción pastoral, en '$-9"S5W) S2)ES 8. 52Q- 8-S5 J. J., *onceptos fndamentales de pastoral, 8ristiandad, 2adrid @ACG&, &@ G. V &C -D9 P-)5"'"8" P9 $S 6-88"-)ES , 3eas ocaciones para na nea .ropa" 1ocumento final, @AAC, 8uadernos 8onfer A, partes GH y BH. V &A J. . 92-S /3E99E"9, *risto, ;eino ' <ndo, tres referencias obligadas para la acción pastoral de la &glesia, Salmanticensis GK >@AAF? @KK &FF. 8f la biblio#raf%a citada en este art%culo. V GF . )5Y), .clesiología posconciliar: esperanza, resltados ' perspectias para el ftro, en 9. $5-39E$$E >ed.?, 0aticano &&" =alance ' perspectia, S%#ueme, Salamanca @ACA, &K &AB. V G@ J. . 92-S /3E99E"9, %eología pastoral, D8, 2adrid @AA, CK. V G& J. J. (E9)W)1EM, /a nea creación" %eología de la &glesia del 4eñor, S%#ueme, Salamanca @AKN, @G. V GG *ongreso .angelización ' hombre de ho',Edice, 2adrid @ACN, @KC. V GB J. $. 93"M 1E $ PEZ, .l 2ltimo sentido, 2adrid @ACF, @FN. V G J. . 92-S /3E99E"9, %eología pastoral, o"c",AN. V GN "b, A @B. V GK P. 2. M3$E()E9, %eología práctica, en P. E"8(E9, Diccionario de conceptos teológicos "", (erder, Darcelona @AAF, GF. VGC -D9 P-)5"'"8" P9 $S 6-88"-)ES , o"c", &F &@. V GA "b, C@. V BF 9. P95 " P-)S, *ompartir la alegría de la fe" 4gerencias para na teología pastoral, S%#ueme, Salamanca @ACC, BC.
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@AAF.
TEMA 2 PASTORAL FUNDAMENTAL SUMARIO '. La o3f*0ura*63 e /a teo/o01a fu3a-e3ta/. 2. Natura/e5a e /a teo/o01a 4astora/. !. La *0/es*a su ser e3 /ase/ a*o3es e/es*a/es !.'La LaI0/es*a I0/es*aSara-e3to Pue(/o e D*os !.2 La I0/es*a Cuer4o Cr*sto-a3*f*esta !.! La I0/es*a Te-4/o Es41r*tu Sa3to !.# e Co-u3*63. #. Las tres e refere3*as e /a teo/o01a 4astora/ #.' Cr*sto , /a I0/es*a #.2 Cr*sto , e/ Re*3o #.! Cr*sto , e/ -u3o. 7. La fu3a-e3ta*63 e /a teo/o01a 4astora/. ;. La teo/o01a K4astora/" sara-e3ta/K ;.' Af*r-a*o3es teo/60*as fu3a-e3ta/es ;.2 Pr*3*4*os teo/60*os" e/es*o/60*os e /a a*63 4astora/ ;.! La *3@-*a 4astora/ e /a I0/es*a. <%. Or*e3ta*o3es 4astora/es ese /a 4astora/ fu3a-e3ta/. *(/*o0raf1a.
$a "#lesia vive la fe, la comunica y la reflexiona en cada cultura y momento !istórico. El esfuer*o de teólo#os y pastoralistas procura que la fe responda a las cuestiones fundamentales que toda persona se !ace sobre el ori#en, destino y sentido de la vida. En los escritos del ).5. aparece con cierta frecuencia la necesidad que los cristianos sienten de ra*onar la esperan*a en 8risto 9esucitado para los que piensan de manera distinta >Pe &,@ @N?. lo lar#o de la !istoria la teolo#%a !a mantenido dos pretensiones complementarias [entiende para creer[ >S. nselmo? y [cree para entender[ >S. #ust%n? si la expresión anselmiana subraya el esfuer*o !umano, la expresión a#ustiniana nos ayuda a comprender lo profundo de la relación fe cultura0 las pre#untas y ra*ones son suscitadas por la fe y en ella encuentran la respuesta ms plena.
'. LA CONFIGURACIN DE LA TEOLOGÍA FUNDAMENTAL $a necesidad de validar y defender la fe !i*o sur#ir la apolo#ética los tres frentes a los que pretende responder la apolo#ética son0 la ne#ación de 1ios >ate%smo?, la reli#ión natural racional >de%smo? y la comprensión protestante del cristianismo. $a apolo#ética profundi*a las pruebas de la existencia de 1ios, la valide* !istórica de la revelación cristiana y la "#lesia católica como la única "#lesia de 8risto. El enfoque del tratado de apolo#ética en la época neo escolstica era de estructuración teórica y basado en la autoridad que la "#lesia !a recibido de 1ios. En el si#lo == los aportes de la cr%tica literaria e !istórica, la revalori*ación de lo existencial y subjetivo, la recuperación de la patr%stica y los intentos de renovación litúr#ica fueron preparando el camino al sur#imiento a una nueva manera de enfocar la si#nificatividad de la fe para la vida !umana. $a referencia a 1ios da a la fe una pretensión de ultimidad y de universalidad la reflexión teoló#ica y la acción pastoral deben manifestar convincentemente que la fe es el mejor camino para una comprensión ms profunda de lo !umano y para dotar a la existencia personal y social de un !ori*onte de sentido que reali*a plenamente lo !umano. En consecuencia, la actitud de escuc!a, dilo#o, confrontación cr%tica y purificación constante es lo que mejor puede aquilatar la fe que profesamos y manifestar los motivos profundos que llevan al acto de fe @. $a revelación cristiana es Palabra de 1ios en y por medio de las palabras !umanas >16 @@ y @&?. $a manera de entender el ori#en, el fundamento y el destino de la vida que aporta la fe cristiana se puede comprobar en la experiencia cotidiana >/S @G?. En este sentido, [la "#lesia nada rec!a*a de lo que en otras reli#iones !ay de verdadero y santo[ >) &? se impone el dilo#o interreli#ioso y el camino del ecumenismo, pues lo que en otras reli#iones existe es un #rado de revelación, y lo que los católicos tenemos es para todas las reli#iones. Para la "#lesia la cuestión fundamental en nuestro mundo est en cómo compa#inar la autonom%a de lo !umano con la fe revelada y do#mtica en los campos ms importantes de la vida personal y social >ciencia, psicolo#%a, pol%tica y moral?. El acto de fe se !ace con toda la persona, y en él quedan incluidas las diferentes facetas de la vida que reconocen en la fe lo que les da fundamento, sentido y !ori*onte de plenitud. :8ómo !acer para que esta convicción de los creyentes maduros pueda ser entendida y aceptada por los !ombres y mujeres de nuestra época< (acer visibles y
cre%bles todas las potencialidades que tiene la fe es una tarea apasionante y compleja, pues tiene en cuenta las posibilidades de la mente !umana, las intuiciones del cora*ón, el sentido !istórico de anlisis [empe4ativo transformador[ de la realidad, la capacidad simbólica, el !ori*onte utópico, etc. Estas [ra*ones[ deben articularse como una [#ramtica[ >8ard. )e\man? que relaciones los elementos y lleve a una comunicación comprensible para el emisor y el receptor, pues tienen la misma naturale*a y participan de las mismas experiencias existenciales desde la interioridad propia del ser !umano. El creyente sabe que la realidad externa y su propia subjetividad !an sido creadas por 1ios y participan de su presencia salvadora. 8ada reconocimiento y aco#ida de 1ios que !acemos nos supera y nos sitúa en una nueva búsqueda que transciende lo !umano al tiempo que lo transforma. Este 4/a3tea-*e3to t*e3e o3seue3*as e+a30e/*5aoras e3 /a tra3s-*s*63 e /a fe a otros veamos las ms importantes &0 5oda palabra sobre el 1ios de Jesús tiene que procurar ser su#erente e iluminadora para la cultura actual. 8uidar la correlación entre la revelación cristiana y los dinamismos profundos del ser !umano que se interro#a, contrasta, revisa, proyecta y [sue4a[. Sentir que 1ios ya est presente, como 8reador y Salvador. en los !ombres y mujeres a los que se quiere evan#eli*ar. $o fundamental es explicitar, dar rostro y aco#er esa presencia actuante que precede a la misma acción eclesial. ctitud de escuc!a, respeto y dilo#o, pues el 2isterio de 1ios se manifiesta rompiendo nuestros esquemas y pretensiones. )o necesariamente las manifestaciones concretas de lo reli#ioso son las ms acordes con Ll. " 8on sencille* y !umildad, la cultura actual necesita de contraste, testimonio profético y evan#eli*ación expl%cita. Pero sin a#obiarnos por los resultados, pues el tiempo de 1ios no suele coincidir con el nuestro.
2. NATURALEA DE LA TEOLOGÍA PASTORAL [$a teolo#%a pastoral es /a *e3*a teo/60*a e /a o/a(ora*63 -*3*ster*a/ e /a I0/es*a a/ 4/a3 *+*3o e /a sa/+a*63[G. esta definición se lle#a tras reflexionar sobre la naturale*a de la "#lesia que, en un tiempo y lu#ar precisos, busca reali*ar su ser y misión sirviendo al plan divino de salvación. [$a teolo#%a pastoral es /a *e3*a teo/60*a Hue a3a/*5a /a s*tua*63 o3reta e3 Hue /a I0/es*a se e*f*a -e*a3te sus a*o3es 4ro4*as[B. Esta comprensión !a supuesto dos si#los de búsquedas y formulaciones del estatuto epistemoló#ico de la teolo#%a pastoral nace en @KKK por iniciativa de la emperatri* 2ar%a 5eresa de ustria y es el abate '.S.Ra3te3stra39 quien !ace la primera formulación de la pastoral como disciplina universitaria. En una primera etapa la teolo#%a pastoral se concibe como al#o prctico, racional y destinado al pastor de almas que !a de formar buenos cristianos y ciudadanos. Sa*/er publica en 2unic! en @KCC un tratado sobre la [cura de almas[ con inspiración b%blica y Reri#mtica0 la pastoral y el pastor son mediación de la salvación. . Graf, de la escuela de 5ubin#a, abre un !ori*onte nuevo al dar a la teolo#%a pastoral un enfoque eclesioló#ico y considerar la [autorreali*ación de la "#lesia y la edificación del 9eino[ como el contenido de esta disciplina. J. D. *rs9er, profesor de teolo#%a pastoral en 5ubin#a, afirma que la acción pastoral de la "#lesia tiene como objetivo fundamental el anuncio del Evan#elio. '.=. Ar3o/ en [$a auto construcción de la "#lesia[ >@AN@? define la acción pastoral como mediación de la salvación y la fundamenta en el principio tendrico, pues es acción divina y !umana. P.. L*:0: en 'rancia profundi*a la concepción eclesioló#ica de la teolo#%a pastoral. R. Ra93er entiende la teolo#%a pastoral como reflexión teoló#ica de la autorreali*ación de la "#lesia y subraya la importancia del contexto sociocultural en el que la "#lesia reali*a las acciones eclesiales 1ios ama esta situación y quiere la salvación de la !umanidad. Este anlisis teoló#ico ayuda a discernir el posicionamiento adecuado de la "#lesia en el mundo. [El objetivo de la teolo#%a prctica no consistir tanto en encontrar la posibilidad de reali*ar formas precisas de vida eclesial, sino en buscar que la "#lesia ten#a la postura y reacción
adecuadas en su encuentro con la realidad del mundo contemporneo. Esto implica que la teolo#%a prctica debe adems ser cr%tica[. $a teolo#%a del 8uerpo 2%stico ayudó a relacionar eclesiolo#%a y teolo#%a pastoral y el ser y actuar de 8risto con la naturale*a y misión de la "#lesia. $a conciencia de la descristiani*ación del mundo tradicionalmente católico y el alejamiento de los obreros de la participación eclesial llevan al planteamiento de una pastoral misionera y de conjunto. El contenido de las acciones eclesiales se !ace en referencia a las acciones del mismo 8risto y al mandato misionero que reco#e 2t. &C, @C &F. $a teolo#%a pastoral se divide en Pastoral 'undamental0 tratamiento de la naturale*a y fundamentación de la acción pastoral, y en 5eolo#%a Especial0 anuncio, celebración, vida cristiana y compromiso. $as aportaciones de Pablo 6" en E) !an ayudado a comprender mejor lo que entendemos por pastoral la evan#eli*ación se entiende como un proceso estructurado por el anuncio misionero, la propuesta cristiana, el se#uimiento de Jesús y el crecimiento constante en la ad!esión a la persona de Jesucristo con el consi#uiente cambio de criterios, actitudes y comportamientosN. $a acción pastoral procura la edificación de la "#lesia, es decir, que el pueblo se sienta pueblo de 1ios, es decir, comunidad que tiene su ori#en en la comunión trinitaria y busca la construcción del 9eino de 1ios. [8omo la función teoló#ica es un acto reflexivo, es acto se#undo. ntes de pensar se es, y antes de que !aya una teolo#%a cristiana !ay una vida eclesial de creyentes. Evidentemente, la operación reflexiva produce un conocimiento teoló#ico, al que precede un acto pastoral, que es un acto primero[ K. $a teolo#%a pastoral al ser teolo#%a es interpretación de lo !umano desde el Evan#elio, y por ser pastoral tiene como meta la vida cristiana y la salvación eterna. En consecuencia, la teolo#%a pastoral precisa formular con claridad los objetivos, la meta y el método que le son propios. [3na doctrina teoló#ica incapa* de iluminar una prctica y que no lleve a la reali*ación de la "#lesia y de su misión en el mundo es pura especulación que poco tiene que ver con la teolo#%a, y una prctica pastoral que no esté asentada sobre una sólida fundamentación teoló#ica no pasa en muc!as ocasiones de ser una aventura o un mero experimento del que con frecuencia tenemos que lamentarnos ms tarde[ C. !. LA IGLESIA MANIFIESTASU SER EN LAS ACCIONES ECLESIALES $os cristianos confesamos nuestra fe en la 5rinidad manifestada en la (istoria de la Salvación a!% encuentra su lu#ar y referencia la "#lesia santa, católica y apostólica. $a "#lesia !a recibido el depósito de la revelación que anuncia, celebra y vive como lo que da el sentido último y definitivo a todo lo que existe. Jesucristo es la autocomunicación plena y definitiva de la salvación 1ios la "#lesia nace de la Pascua y de Pentecostés, forma parte de la etapa de la consumación de la salvación, y en su ser y acción descubrimos el ser personal de la 5rinidad como comunión en la !istoria de la !umanidad. $a "#lesia manifiesta la comunión con 1ios, que se manifiesta y entre#a y la comunión con la !umanidad a la que lleva al encuentro con el 1ios trinitario. [8risto es la presencia real en la !istoria del triunfo escatoló#ico de la misericordia de 1ios....En la Encarnación abra*ó 1ios al mundo radical y definitivamente en su misericordia... En la Encarnación la !umanidad entera fue asumida definitivamente para la salud, en este su miembro y cabe*a unido definitivamente con 1ios en unidad personal. En el momento en que el $o#os asume esta naturale*a !umana en la unidad y !umanidad una, la redención no puede retenerse ni ser retenida[A.
!.' La I0/es*a Pue(/o e D*os . Jesucristo manifiesta y reali*a la voluntad salv%fica de 1ios de entrar en comunión con la !umanidad y de constituirla como comunión la entre#a de 8risto >5it &, @G @B? constituye el nuevo Pueblo de 1ios que se sostiene en Ll, por Ll y con Ll. [$a "#lesia terrestre es la aparición de la realidad salv%fica en el plano de la visibilidad !istórica. Es comunidad visible de #racia... )o es sólo un medio de salvación es la salvación misma de 8risto, es decir, la forma corporal de esta salvación manifestada en el mundo[ @F. $a salvación de 1ios es comunitaria >cf. $/ ""?, y el nuevo pueblo de 1ios tiene su justificación en la voluntad de 1ios de salvar comunitariamente a $a !umanidad >$ / A?. [$a "#lesia es el pueblo unificado que participa en la unión del Padre, del (ijo y del Esp%ritu Santo[ >S.
8ipriano? desde esta realidad constitutiva del ser de la "#lesia ésta invita a todos a formar parte del Pueblo de 1ios >$/ lG / l, K, A ? en el que la confesión de fe y el Dautismo nos !ace a todos i#uales, y todos somos llamados a ser santos. El lu#ar y el camino de la "#lesia es el de la !umanidad, pues as% podr ser, en medio de los pueblos, si#no de comunión y testi#o de reconciliación la "#lesia da lo que ella misma es y si#nifica0 [comunidad de #racia[ con 1ios. !.2. La I0/es*a Cuer4o e Cr*sto. Esta expresión se refiere a la relación entre la "#lesia y la persona y misión de la se#unda persona de la Sant%sima 5rinidad. $a "#lesia se constituye en la voluntad de Jesús y por la acción de 8risto resucitado y del Esp%ritu Santo. En este sentido, la identidad de Jesús nos ayuda a comprender la identidad de la "#lesia. [ $a alteridad en 1ios no es separación o contraposición sino comunicación y donación, el esplendor y la #loria del dinamismo del amor... Por eso, el otro que brota del Padre es (ijo y $o#os (ijo en cuanto autoexpresión re#ulada y aceptada $o#os en cuanto inteli#ibilidad despla*ada y compartida. Por su propia constitución, el se#undo de la 5rinidad es encarnable, posee la libertad, #enerosidad para ser el enviado, el contenido de lo que 1ios puede ofrecer y prometer al mundo. Esta apertura de la comunicación al mundo va a ser mbito de la "#lesia. Q la "#lesia deber reflejar y expresar la ló#ica de esa relación al mundo por parte de 1ios, de la misión del (ijo @@. $a misión de Jesucristo es !acernos [!ijos en el (ijo[ por la reconciliación con 1ios, el sentirnos !ermanos y el compromiso con los pobres >/ G? la "#lesia encuentra su ra*ón de ser en la misión de Jesucristo, y !ace de ésta su misma misión. (ay relación de continuidad entre el #rupo de los 1oce, la experiencia de la Pascua y la comunidad de Pentecostés, y el dinamismo misionero de los (ec!os de los póstoles. $a #racia salvadora de la vida, muerte y resurrección de Jesús de )a*aret continúa en la acción del Ryrios la "#lesia se sitúa en esta etapa de la !istoria de salvación. $a "#lesia es la parte de la !umanidad que entiende la vida desde Jesucristo, que presenciali*a el encuentro del 9esucitado con el mundo y que camina !acia la plenitud, pues toda la creación est llamada a vivir y manifestar lo que ya posee la "#lesia. $a meta última !acia la que todos caminamos es la reconciliación universal cuando [1ios sea todo en todos[ y la "#lesia, 8uerpo de 8risto, sirve a esta misión. !.! La I0/es*a te-4/o e/ Es41r*tu Sa3to. $a dimensión pneumatoló#ica de la "#lesia expresa lo propio del ser y misión del Esp%ritu Santo. $a peculiaridad personal de la tercera persona de la 5rinidad es que es 1on de 1ios y [desi#na el júbilo y el a#radecimiento en el que el Padre da ori#en al (ijo y éste se recibe enteramente del Padre. Por ello el Esp%ritu vive del Padre y del (ijo[ @&. El Esp%ritu Santo comunica la posibilidad, el dinamismo y el #o*o de la comunión a la que est llamada toda la !umanidad como proyecto !umano y trascendente. El Esp%ritu Santo es la fuer*a que abre la !istoria !acia lo nuevo, lo renovador, lo comunitario y la plenitud y as% manifiesta la #loria del Padre y los frutos de la redención del (ijo. $os Evan#elios narran como el Esp%ritu Santo se !ace presente en los momentos importantes de la vida de Jesús y de su misión. $a misión del Esp%ritu Santo y el env%o de los apóstoles parten de Jesús0 [Jesús le dijo otra ve*0 $a pa* con vosotros. 8omo el Padre me envió, también yo os env%o. 1ic!o esto, sopló y les dijo0 9ecibid el Esp%ritu Santo[ >Jn &F, &@ &&?. [El (ijo, que !a consumado en el mundo la misión recibida del Padre, recibe a su ve* de él en el Esp%ritu la "#lesia, que por ello queda insertada en el amor rec%proco que los constituye como personas. Q el 1on Persona no puede dejar de mostrar su prota#onismo en la "#lesia[@G. Pentecostés expresa en la !istoria el impulso necesario y definitivo del Esp%ritu Santo para que la !umanidad camine !acia la unidad para ello ayuda a los bauti*ados a adentrarse en el misterio de 1ios, a crecer en la vida evan#élica y a no perder el rumbo que nos lleva a la vida eterna.. [s%, pues, ya no sois extra4os ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de 1ios, edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra an#ular 8risto mismo, en quien toda edificación bien trabada se eleva !asta formar un templo santo en el Se4or, en quien también vosotros con ellos estis siendo edificados, para ser morada de 1ios en el esp%ritu[ >Ef &, @A&@?. Por esto Pablo ex!orta a los cristianos de 9oma, [ por la misericordia de 1ios, a que os ofre*cis a vosotros mismos como un sacrificio vivo, santo, a#radable a 1ios. 5al ser vuestro culto espiritual[ >9om @&,@?
porque el cuerpo !umano en todas sus dimensiones temporales es [templo del Esp%ritu Santo[ que !emos recibido de 1ios y, en consecuencia, no nos pertenecemos, pues somos don, amor y #racia para el 9eino. !.# La I0/es*a sara-e3to e o-u3*63. [El Padre eterno creó el mundo por una decisión totalmente libre y misteriosa de su sabidur%a y bondad. 1ecidió elevar a los !ombres a la participación divina [a la cual llama a todos los !ombres en su (ijo0 1ispuso convocar a los creyentes en 8risto en la santa "#lesia [ >8E8 KA?. El proyecto salvador tiene su ori#en en el Padre por el (ijo en el Esp%ritu Santo el encuentro con 1ios es por 8risto en el Esp%ritu. $a iniciativa y #enerosidad de 1ios nos !a !ec!o [part%cipes de la naturale*a divina[ >& Pe @,B? a esto llamamos comunión, que se nos da como el don del Esp%ritu que conlleva la [#racia de Jesucristo[ y el [amor del Padre[, expresiones frecuentes en los escritos del )uevo 5estamente. $a "#lesia es la comunidad de los que viven la comunión trinitaria y trabajan porque esta comunión aliente la fraternidad entre las personas y los pueblos. $a "#lesia es sacramento de comunión porque se inserta en la comunión trinitaria y es presencia !istórica de esta comunión. [$a "#lesia, 8uerpo 2%stico de 8risto, es una comunión, a la ve* interior, de vida espiritual > de fe, de esperan*a, de caridad?, si#nificada y en#endrada por una comunión exterior de profesión de fe, de disciplina y de vida sacramental[@B. $a comunión es don de 1ios que llevamos en nosotros por naturale*a y #racia bautismal, tarea intraeclesial y compromiso !istórico. [$o que exist%a desde el principio, lo que o%mos, lo que vieron nuestros ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos !ablamos de la Palabra, que es la vida, porque la vida se manifestó, nosotros la vimos, damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, que estaba de cara al Padre y se manifestó a nosotros, eso que vimos y o%mos os lo comunicamos a!ora para que seis vosotros solidarios, con nosotros pero adems, esta solidaridad nuestra lo es con el Padre y con su (ijo Jesús, el 2es%as. -s escribimos esto para que nuestra ale#r%a lle#ue a su colmo[ >@Jn @,@ B?.
#. LAS TRES REFERENCIAS DE LATEOLOGÍA PASTORAL [En realidad, el misterio del !ombre sólo se esclarece en el misterio del 6erbo encarnado... En él, la naturale*a !umana asumida, no absorbida, !a sido elevada también en nosotros a di#nidad sin i#ual. El (ijo de 1ios con su encarnación se !a unido, en cierto modo, con todo !ombre[ >/S &&?. Este texto es muy esclarecedor del ser y la misión de la "#lesia, y nos sirve para comprender adecuadamente la fundamentación de la teolo#%a pastoral. Jesús de )a*aret anuncia y !ace presente al 9eino muerto y resucitado env%a a los póstoles para que continúen su misión con la fuer*a del Esp%ritu Santo que !an recibido. Q los póstoles anuncian a Jesucristo como Se4or >Ryrios? de la !istoria todo !a sido creado en Ll y para Ll, pues !a de recapitular en s% todas las cosas llevndolas a su plenitud >cf /S GC?. $as tres #randes referencias para la "#lesia son 8risto, el 9eino y el mundo@. #.'. Cr*sto , /a I0/es*a . [$a "#lesia es en 8risto como un si#no e instrumento de la unión %ntima con 1ios y de la unidad de todo el #énero !umano[ >$/ @?. $a "#lesia es sacramento de 8risto pues da continuidad en la !istoria a la salvación de 8risto en la !umanidad de 8risto, 1ios comunica la salvación, y la "#lesia es la mediación que prolon#a en el espacio y en el tiempo esta misión salvadora que viene de 8risto. En consecuencia, la estructura tendrica de 8risto también confi#ura a la "#lesia, que no se puede identificar con quel en quien encuentra su ori#en y ra*ón de ser. [1esde la salvación dada en 8risto, la "#lesia aparece como un misterio derivado que recibe del mismo 8risto estructuras similares a su misterio, estructuras que reflejan la !umanidad y la divinidad del que es su Se4or‖@N. En la "#lesia, santa y pecadora, no se puede atribuir todo a la acción del Esp%ritu Santo por el contrario, siente permanentemente la necesidad de convertirse al Evan#elio, pues su referencia definitiva es Jesucristo. [8uando el Padre env%a su 6erbo env%a también su aliento0 misión conjunta en la que el (ijo y el Esp%ritu Santo son distintos, pero inseparables. Sin nin#una duda, 8risto es quien se manifiesta "ma#en visible de 1ios invisible, pero es el Esp%ritu Santo quien le revela[ >8E8 NCA? #.2. E/ Re*3o , /a I0/es*a . [El Se4or Jesús comen*ó su "#lesia con el anuncio de la Duena )ueva, es decir, de la lle#ada del 9eino de 1ios prometido desde !ac%a si#los en las Escrituras[ >$/ ?. Para cumplir la
voluntad del Padre, 8risto inau#uró el 9eino de los cielos en la tierra. $a "#lesia es el 9eino de 8risto[ presente y en misterio[ >$/ G? >8E8 KNG?. El 9eino que Jesús anuncia en el Evan#elio expresa la voluntad salvadora y reconciliadora de 1ios para toda la !umanidad. El 9eino se inau#ura con Jesús de )a*aret y se va abriendo camino en medio del mundo y de la !istoria !acia la consumación escatoló#ica. $a "#lesia aco#e el 9eino, camina !acia él y procura !acerlo realidad con obras y palabras en cada comunidad evan#eli*ada que celebra la litur#ia y se compromete con los problemas !umanos. Se dan realidades no eclesiales que si#nifican y construyen el 9eino el camino de la !umanidad es el camino de la "#lesia, pues su ra*ón de ser es encaminar a los !ombres y mujeres !acia la novedad de vida que es el 9eino. $a "#lesia no es el 9eino, pero el 9eino est presente en ella y al 9eino sirve la "#lesia. Esto !ace que la "#lesia se entienda a s% misma como comunión y Pueblo de 1ios que anticipa la reali*ación plena de cada persona y de la !umanidad como fraternidad. El !ori*onte del 9eino mantiene la esperan*a de los cristianos, ayuda a la "#lesia a revisarse permanentemente y apunta al trabajo conver#ente con otras personas e instituciones preocupadas por mejorar la !umanidad #.!. E/ -u3o , /a I0/es*a. [8risto, el único 2ediador, estableció en este mundo su "#lesia, comunidad de fe, esperan*a y amor, como un or#anismo visible. $a mantiene aún sin cesar para comunicar por medio de ella a todos la verdad y la #racia. $a "#lesia es a la ve*0 [sociedad dotada de ór#anos jerrquicos y el 8uerpo 2%stico de 8risto el #rupo visible y la comunidad espiritual la "#lesia de la tierra y la "#lesia llena de bienes del cielo[. Estas dimensiones juntas constituyen [una realidad compleja, en la que estn unidos el elemento divino y el !umano[. >$/ C? >8E8. KK@?. El lu#ar de la "#lesia es el mundo, y el sentido de su misión es ser si#no y sacramento de 8risto y del 9eino. $a "#lesia es mediadora del encuentro del !ombre con 1ios y del sentido profundo de la existencia como comunión, entre#a y servicio. Ella misma !a recibido y trata de vivir lo que también !a de ofrecer a los dems. $a "#lesia comparte con el mundo los problemas, las búsquedas y la visibilidad de sus elementos y estructuras, las esperan*as y el pere#rinar constante por el mundo. [El #o*o y la esperan*a, las l#rimas y an#ustias de nuestros d%as, sobre todo de los pobres y de toda clase de afli#idos, son también #o*o y esperan*a, l#rimas y an#ustias de los disc%pulos de 8risto, y no !ay nada verdaderamente !umano que no ten#a resonancia en su cora*ón. $a comunidad que ellos forman est compuesta de !ombres que, reunidos en 8risto, son diri#idos por el Esp%ritu Santo en su pere#rinación !acia el 9eino del Padre, y !an recibido, para proponérselo a todos, el mensaje de salvación. 1e a!% la experiencia vital que le !ace sentirse, y serlo en realidad %ntimamente solidaria con la !umanidad y con su !istoria[ >/S @?. : 8ómo debe vivir y misionar la "#lesia, cada comunidad cristiana para que el Evan#elio lle#ue a todos los !ombres cercanos y lejanos< $a transmisión de la fe exi#e el conocimiento y el respeto a cada cultura al tiempo que la fe se incultura, también debe ser creadora de valores, relaciones y sensibilidades alternativas. [$a fe debe se#re#ar cultura y el creyente est llamado a dialo#ar con la cultura. $a impre#nación de la cultura por la fe es un punto de conexión importante para el anuncio cristiano. $a diferencia entre la comprensión cristiana del !ombre y el mundo y las antropolo#%as y cosmovisiones dominantes es #rave. El reducid%simo número de intelectuales cristianos es preocupante. $os que entre nosotros #eneran cultura son casi todos [increyentes[, [poscreyentes[ y [paracreyentes[. $a presencia de cristianos confesantes en el seno de las llamadas [minor%as co#nitivas[ es !arto escasa y apenas perceptible[ @K. $a fundamentación de la misión de la "#lesia est en que Jesucristo es la [revelación del !ombre al !ombre[ as% como 8risto es sacramento de 1ios para la !umanidad, la "#lesia es sacramento de 8risto en medio del mundo. $o que dificulta el afian*amiento del 9eino de 1ios es el pecado, es decir, los e#o%smos que impiden la intercomunión solidaria de todos los pueblos la !umanidad est llamada a ser la familia de los !ijos de 1ios que se reconocen como !ermanos. $a "#lesia como sacramento de comunión anticipa, celebra y promueve la unidad y la reconciliación. 8uando [1ios sea todo en todos[ la salvación de 8risto y la misión de la "#lesia !abrn alcan*ado su plenitud.
7. LA FUNDAMENTACIN DE LA TEOLOGÍA PASTORAL. $a teolo#%a pastoral se fundamenta en la sacramentalidad de la "#lesia, tal como la !emos expuesto en los puntos anteriores. $a realidad constitutiva del ser de la "#lesia es la comunión, y la misión que esta reali*a a través de las acciones eclesiales consiste en propiciar la comunión de 1ios con su pueblo y de los !ombres entre s%. [$a especificidad ori#inal e irreductible de la salvación cristiana consiste en que en la situación actual, el tiempo !istórico de la "#lesia, la salvación no est mediati*ada ontoló#icamente ms que de un modo sacramental[@C. 1. Dour#eois en un libro de reciente publicación, utili*a el término teolo#%a pastoral sacramental para indicar cómo todas las acciones pastorales son manifestación de la sacramentalidad de la "#lesia. [Se !ace, pues, necesario el estudio de una verdadera disciplina teoló#ica0 la teolo#%a pastoral o prctica, reflexión cient%fica sobre la "#lesia que se construye cada d%a, con la fuer*a del Esp%ritu, a lo lar#o de la !istoria por consi#uiente, sobre la "#lesia [como sacramento universal de salvación[ >cf $/ BC?, como si#no e instrumento vivo de la salvación de Jesucristo en la Palabra, en los sacramentos y en el servicio de la caridad. $a pastoral no es sólo un arte, ni un conjunto de ex!ortaciones, de experiencias, de recetas posee plena di#nidad teoló#ica, porque recibe de la fe los principios de la acción pastoral de la "#lesia en la !istoria[ >P16 Kcf. P- @A 81 @NE S K?. El objeto propio de la teolo#%a pastoral es la "#lesia como Pueblo de 1ios que si#nifica la salvación de Jesucristo y la comunica [aqu% y a!ora[ a los !ombres y mujeres en cada situación sociocultural por esto la teolo#%a pastoral es parte constitutiva de la teolo#%a, y en modo al#uno una disciplina que orienta la aplicación de las aportaciones de la teolo#%a do#mtica, de la moral o de la espiritualidad. 4i la pra5is pastoral manifiesta la salación de Dios, la refle5ión teológica pretende ilminar lo mejor posible la relación entre lo !e se hace ' la sacramentalidad de las acciones eclesiales . $a teolo#%a mira al mundo, a la !umanidad y a la
!istoria desde la autocomunicación de 1ios en la !istoria de salvación esta participación en el conocimiento de 1ios y desde 1ios es una #racia que los santos, los profetas y los m%sticos !an vivido en la plenitud que permite lo !umano. $a pastoral forma parte del conocimiento teoló#ico porque es el modo fundamental de comprender cómo se entiende y se vive lo !umano desde 1ios. [(asta el punto de que una teolo#%a especulativa que se desinteresara de la vida concreta del apóstol, del pastor en acción, estar%a, en parte, seca en sus fuentes de lu*. unque también un evan#elismo que considerara como una superestructura artificial la construcción especulativa de su dato, y devaluara la ciencia teoló#ica, ir%a en contra de las exi#encias propias de su lu* de fe, y se volver%a incapa* de afrontar el mundo[@A. $a "#lesia [existe para evan#eli*ar[ y su preocupación profunda y constante consiste en ver cómo la salvación de Jesucristo se !ace presente en cada época, lu#ar y situación la reflexión teoló#ica contempla esta realidad, la ilumina desde el proyecto de 1ios y da pistas concretas para que la salvación de 1ios se !a#a presente de forma ms plena y efica*. @/os doctores de la &glesia, los obispos, los profesores de teología, los pastores ' los fieles, todos ' cada no, en la medida !e s inteligencia realiza na acción teológica, deben ser considerados como @médicos de cabecera@ !e no tienen otros objetios a traés de s refle5ión teológica !e el de descbrir o eentalmente a traés de na acción pastoral determinada, a'dar a ss hermanos a descbrir en el presente de s e5istencia la realidad concreta de la salación, tal como Dios la e ' la !iere para ellos en el ho' de s libertad@ &F . $os Santos Padres son un modelo en la manera de relacionar en su que!acer
reflexivo y pastoral, la revelación, la litur#ia y el contexto sociocultural en el que trasmit%an la fe. En el momento presente, muc!os intelectuales, pol%ticos y movimientos sociales entienden la antropolo#%a, la sociedad y el devenir !istórico en términos de solidaridad y a través de proyectos comunes que procuran conse#uir lo que somos y estamos llamados a ser0 la fraternidad universal. $a teolo#%a aporta la explicitación de esta pretensión, la fundamenta, la sostiene y la abre a un !ori*onte de plenitud al poner como ori#en y #arante de este dinamismo !umani*ador a 1ios Padre revelado en Jesucristo y actuante por la acción del Esp%ritu Santo de múltiples formas. En un contexto social de #lobali*ación y neoliberalismo, de redefinición de todo desde el yo individual y e#o%sta, el mensaje del Evan#elio si#ue invitando a
apostar por lo interpersonal y solidario. [Si la realidad interpersonal es como la trama y el tejido relacional que constituye la realidad del misterio de comunión en [el interior[ de 1ios mismo >vida trinitaria?, en [el interior [ de la creación, y ms especialmente de la !umanidad >la vida social y pública en la pluralidad de sus fi#uras?, y [entre[ la 5rinidad y esta creación >el misterio de la econom%a de la creación y de la salvación que acaba en #loria?, eso si#nifica entonces que todo el misterio cristiano es un misterio interpersonal, un misterio [pol%tico[, en el sentido anti#uo del término[ &@. $os !imnos cristoló#icos del )uevo 5estamento desarrollan este dinamismo trinitario expresado en la !istoria por la Rénosis del 6erbo que asume la condición !umana !asta el final como el [(omo serviens[ >'lp &,N@@? para llevar a la plenitud a la creación entera >8ol G,B ?. $a teolo#%a pastoral ayuda a las comunidades cristianas y a los a#entes de pastoral a desple#ar todas las posibilidades del proyecto salvador de 1ios en una situación concreta para conse#uir este cometido la teolo#%a pastoral proporcionar criterios y l%neas de actuación que posibilitan la mutua relación entre la voluntad salv%fica de 1ios, las acciones eclesiales y los destinatarios de la evan#eli*ación.
;. TEOLOGÍA KPASTORAL " SACRAMENTALK $a comunión trinitaria es, al tiempo, fundamento de todo lo creado y llamada a la !umanidad para !acerla part%cipe de la vida divina. Este supuesto sirve de encuadre al que!acer propio de la reflexión teoló#ica. El 8oncilio 6aticano " afirmó que el !ombre es [capa* de 1ios[, pues !a sido creado a [ima#en y semejan*a[ de 1ios y est llamado en 8risto por la acción del Esp%ritu Santo a una vida de intimidad con 1ios esto se afirma de cada !ombre, de cada comunidad cristiana y de la !umanidad entera. El 6erbo encarnado y el Evan#elio del 9eino son el camino para lle#ar al Padre, participar de su vida y sentir una nueva relación con los !ermanos. $a "#lesia, 2isterio de comunión, Pueblo de 1ios y sacramento de salvación tiene como misión la [inte#ración[ de la !umanidad en la vida trinitaria. El objeto, nuclear de la teolo#%a pastoral consiste en ver los medios y modos ms idóneos para que cada persona y comunidad pueda entrar en esa familiaridad con la 5rinidad por el cultivo de la vida teolo#al. $a "#lesia, por voluntad del mismo 8risto, es lu#ar, mediación e instrumento de la comunión que constituye el sentido ms profundo de la existencia !umana y del devenir !istórico. A esta significatiidad !e tiene la &glesia la llamamos sacramental, ' está referida al conjnto del plan salador de Dios0 la comunión con la 5rinidad en la comunión intersolidaria en consecuencia, lo sacramental no queda reducido a lo celebrativo en la vida de la "#lesia, qu% reside la aportación amplia y sistemati*ada que !ace 1. Dour#eois, al que se#uimos en este apartado, cuando afirma que la teolo#%a pastoral debe ser necesariamente sacramental. [Podremos, pues, definir esa ciencia que es la teolo#%a pastoral como una semiolo#%a realista del 2isterio de 1ios en el cumplimiento de su desi#nio de revelación y de salvación0 en relación con la teolo#%a do#mtica y moral, que se preocupa, esencialmente, de dar cuenta del 2isterio bajo el aspecto formal de la si#nificación por conceptos, la teolo#%a pastoral se preocupa de dar cuenta de la realidad del misterio en la multiplicidad de las instancias de si#nificación que lo manifiestan y a través de un afn de inteli#encia y de coordinación de éstas[&&. Por consi#uiente, la expresión teolo#%a pastoral no es la denominación de una parte del saber teoló#ico, sino la explicitación de una dimensión constitutiva y estructurante de la vida de la "#lesia que forma parte del !oy de la (istoria de Salvación considerada como una [obra pastoral[. 5oda afirmación teoló#ica es [pastoral sacramental[, pues comprende el misterio cristiano en las [instancias de si#nificación[ que lo expresan, y en relación con la vida de los bauti*ados y de las comunidades eclesiales. "nsertada la "#lesia en la !istori*ación del amor trinitario, la teolo#%a pastoral se refiere a la reali*ación de este misterio de comunión en la confesión de la fe, en la litur#ia y los sacramentos, y en el compromiso con el 9eino de las comunidades cristianas locales. $a pastoral fundamental entendida como teolo#%a [pastoral sacramental[ supone una serie de afirmaciones teoló#icas que #eneran principios teoló#icos eclesioló#icos de acción, y una determinada forma de confi#urar la dinmica pastoral de la "#lesia.
;.' Af*r-a*o3es teo/60*as fu3a-e3ta/es 0 Jesucristo, 1ios y !ombre >misterio tendrico?, es el fundamento de la realidad pastoral sacramental de la "#lesia y de la teolo#%a pastoral. [El !ombre, en la plena verdad de su existencia, es la primera ruta que debe recorrer la "#lesia en el cumplimiento de su misión0 él es la primera ruta y la ruta fundamental de la "#lesia, ruta tra*ada por el mismo 8risto, ruta que, de manera inmutable, pasa por el misterio de la Encarnación y de la 9edención[ >9( @B?. 5oda persona por persona participa del misterio pascual de 8risto >cf /S &&, B? aqu% se enra%*a el ser y la misión de la "#lesia0 propiciar, explicitar y culminar la confi#uración de cada persona en 8risto por el Esp%ritu Santo. $a "#lesia es, al tiempo e inseparablemente, comunión y sacramento la misión pastoral de la "#lesia consiste en !acer que lo que constituye su ser >la comunión trinitaria? se si#nifique y se comunique en una determinada situación !istórica y social. $a pastoral apunta al enriquecimiento de la vida teoló#ica0 la filiación y la fraternidad desde la comunidad eclesial. 8risto 9esucitado es Primo#énito >8ol @,C? y primicia >@ 8or @, &F? de la !umanidad reconciliada que camina !acia la plenitud. Entre el acontecimiento de la Pascua y la consumación escatoló#ica la "#lesia desarrolla su misión0 la renovación de la !umanidad por la incorporación de ésta al cuerpo #lorioso de 8risto >Ef &,&F&& @8or G, &@&G?, pues [todo !a sido creado por Ll y para Ll[ >8ol @, @C?. $a teolo#%a pastoral posibilita el que 8risto 9esucitado comunique a la realidad !umana la vida nueva que empe*ó en la Encarnación y la Pascua. [8on la "#lesia y por la "#lesia, es todo el cosmos el que se rea#rupa alrededor de 8risto en una [recapitulación[ que se consumar al término escatoló#ico de la !istoria[&G. $as acciones pastorales, en último término, posibilitan el que el creyente viva [por 8risto, con Ll y en Ll [ como decimos en la doxolo#%a final de las ple#arias eucar%sticas. 8risto Sacerdote, Profeta y Pastor es el fundamento de las tres dimensiones de la pastoral de la "#lesia. El que la salvación se !aya reali*ado de una determinada forma manifiesta lo profundo de la vocación del ser !umano. El ser y la misión de la "#lesia se comprenden a la lu* de la obra de la salvación y de la antropolo#%a !umana definida como relación, amor, entre#a y servicio. $a vida trinitaria y su manifestación en la !istoria ayudan al ser !umano a entenderse a s% mismo y a vivir en plenitud. Q [una comunidad cristiana se vuelve si#no de la presencia de 1ios en el mundo ejerciendo las funciones a ella confiadas0 sacerdotal, profética y real[ >/ @?. El sacerdocio ministerial manifiesta que el fundamento de lo que vive la "#lesia es 8risto, quien por su Pascua, !a constituido un Pueblo profético, sacerdotal y real. $a teolo#%a pastoral se fundamenta en el !ec!o de que la "#lesia !a sido constituida como sacramento del encuentro con 1ios. $a cate#or%a teoló#ica de la comunión es la que mejor expresa el encuentro entre 1ios y el !ombre en la necesaria mediación de la "#lesia. 8ada uno de los bauti*ados expresa de forma común por el bautismo, y de manera espec%fica se#ún el ministerio que ten#a, le si#nificatividad que tiene la "#lesia&B ;.2 Pr*3*4*os teo/60*os" e/es*o/60*os e /a a*63 4astora/ . $a acción pastoral de la "#lesia es unitaria porque se inscribe dentro de la misión que ésta !a recibido de 8risto, y es plural en sus mediaciones y reali*aciones. [Podemos !ablar de criterios de acción pastoral, criterios comunes a todas las acciones de la "#lesia para que sean de verdad tales. 8riterios que se !an de apoyar, por tanto, en el acontecimiento de 8risto que la "#lesia continúa y perpetúa en el tiempo. 1esde estos criterios la acción de la "#lesia puede ser reconocida como tal, pero a la ve* !an de ser exi#encias a la !ora de reali*ar acciones eclesiales, a la !ora de optar por ellas y a la !ora de !acer cualquier tipo de propuestas pastorales[&. $os criterios teoló#icos eclesioló#icos, influyen en todas las etapas de la acción pastoral y se deducen de las #randes referencias de la acción pastoral0 8risto, el 9eino y el mundo. $os criterios forman un cap%tulo importante en el tratamiento de la pastoral fundamental se puede ampliar en
cualquiera de los manuales de teolo#%a pastoral&N. $a clasificación que nos parece ms comprensible y sistemtica es la que !ace J. 9amos en el manual publicado en la colección Sapientia 'idei. -frecemos a continuación una s%ntesis de los principales criterios se#ún este autor
'% Cr*ter*os refere3tes a /a re/a*63 Cr*sto" I0/es*a. B Pr*3*4*o te@3r*o. $o divino y lo !umano confluyen en la acción pastoral de la "#lesia de forma similar a cómo la naturale*a divina y la naturale*a !umana se unen en la persona de Jesucristo. El 6erbo encarnado cumple su misión en actitud obediencial al Padre y en completa entre#a a los !ermanos. $a "#lesia sabe muy bien dónde est su ori#en y conf%a plenamente en la acción de la #racia al tiempo trabaja con todas sus fuer*as y medios en el cumplimiento de su misión. $a referencia a Jesucristo pone de manifiesto la relación entre lo que 1ios pretende y las aspiraciones !umanas. B Pr*3*4*o 43eu-ato/60*o. $os frutos de la obra de la redención de Jesucristo como reali*ación del plan salv%fico del Padre, se nos da por la acción del Esp%ritu Santo. "#lesia, Pueblo de 1ios y pastores, en docilidad a las inspiraciones y caminos del Esp%ritu, continúa en la !istoria lo que comen*ó en la Encarnación y culminó en la Pascua de 8risto. [$a misión de 8risto y del Esp%ritu Santo se reali*a en la "#lesia, 8uerpo de 8risto y 5emplo del Esp%ritu Santo. Esta misión conjunta asocia desde a!ora a los fieles de 8risto en su comunión con el Padre en el Esp%ritu Santo0 El Esp%ritu Santo prepara a los !ombres, los previene por su #racia, para atraerlos !acia 8risto[ >8E8 KGK? B Pr*3*4*o e sara-e3ta/*a. $a !umanidad de Jesucristo es la primera mediación sacramental de la salvación de 1ios, [del cual la !umanidad de la "#lesia ser el sacramento #eneral[&K. $a "#lesia continúa la misión de 8risto de forma sacramental. $as acciones pastorales tienen estas caracter%sticas0 buscan la comunión con 1ios y con los !ermanos, se apoyan en estructuras visibles, actuali*an en la existencia la salvación escatoló#ica y descubren el sentido último del mundo y de la existencia !umana. B Pr*3*4*o e o3+ers*63 o3sta3te . En la vida eclesial el Esp%ritu Santo ilumina, dinami*a y es #arante de la salvación de 1ios. $a pastoral de la "#lesia comporta la limitación !umana y la contradicción del pecado, pues los que componemos la "#lesia somos libres e intervenimos con nuestras decisiones. En las acciones sacramentales est ase#urada la actuación efica* del Esp%ritu Santo al mismo tiempo, la "#lesia se siente [santa y pecadora[ y necesitada de permanente conversión. 2% Cr*ter*os refere3tes a /a re/a*63 Re*3o"I0/es*a B "Pr*3*4*o 9*st6r*o" sa/+1f*o. $a "#lesia est en el mundo y participa de los acontecimientos !umanos, pero se siente insertada en la !istoria de la salvación !acia la plenitud escatoló#ica que se !ace presente en la !istoria, pero no de manera plena. $a "#lesia existe para el 9eino, es decir, para !acer una !umanidad reconciliada y en comunión con 1ios y con los !ermanos. $a "#lesia no es el 9eino, pero sirve al 9eino que #o*osamente !a recibido, que celebra eclesialmente y entre#a a la !umanidad como dice el 8oncilio, la "#lesia es el 9eino de 8risto [presente ya en misterio[ >$/ G?. $a distinción, la relación y la tensión entre la "#lesia y el 9eino llevan a ésta a revisar su presencia y sus actuaciones, a estar atenta a la acción de 1ios en la !istoria, a trabajar de forma conver#ente con todos aquellos no creyentes que apuestan por los valores que liberan al ser !umano, a ser creativa en las propuestas se#ún las situaciones, y a esfor*arse en todo porque también ser ju*#ada por su Se4or.
B Pr*3*4*o e *ser3*-*e3to e /os s*03os e /os t*e-4os. El 9eino de 1ios se !ace presente de muc!as maneras. 1ios ofrece su #racia salvadora en los acontecimientos !istóricos, y la Palabra de 1ios nos interpela constantemente. Este principio se refiere a la sensibilidad para captar la búsqueda de !umani*ación, de justicia y de solidaridad, al mantenimiento de la esperan*a en la acción de 1ios y a la búsqueda de los valores evan#élicos. Para que esto sea posible !ay que pasar los acontecimientos por el
cora*ón, contrastar la realidad con el Evan#elio y discernir las llamadas de 1ios a !acer ms real y concreto su proyecto salvador. El descubrimiento de los si#nos de los tiempos lleva a la "#lesia a revisar sus opciones, a trabajar de forma conver#ente con otros #rupos y a empe4arse en transformar la realidad.
B Pr*3*4*o e u3*+ersa/*a -*s*o3era. 8risto 9esucitado env%a a los póstoles por el mundo entero a anunciar Duenaquiere )oticia y a formar eclesiales que vivan en el!istórico !ori*onte!asta del 9eino. Por la misión lala"#lesia lle#ar a todos comunidades los lu#ares y permanece en el devenir la consumación escatoló#ica. $as acciones pastorales buscan la conversión personal, la incorporación a la comunidad cristiana por los sacramentos de la iniciación, la vivencia vocacional de la fe y el compromiso con los ms desfavorecidos. $a apertura eclesial a la corresponsabilidad y la cercan%a afectiva y efectiva a los pobres son el termómetro que miden el talante universal y misionero de las comunidades cristianas.
!% Cr*ter*os refere3tes a /a re/a*63 I0/es*a" -u3o B Pr*3*4*o e/ *@/o0o. $a revelación de 1ios es de carcter #ratuito. Ll !a tomado la iniciativa de salir al encuentro del !ombre y de autocomunicarse en un dilo#o de amor y de entre#a incondicional. Este dilo#o que parte del amor desbordante del Padre se diri#e a cada !ombre y a todos los !ombres. Si la "#lesia est al servicio del encuentro del !ombre con 1ios, el dilo#o con el mundo en todas sus dimensiones es un aspecto constitutivo del ser de la "#lesia >ES &A?. $a preocupación fundamental de la "#lesia es ser mediación de la Palabra y de la salvación de Jesucristo para el !ombre de !oy. El dilo#o de la "#lesia !acia fuera se sustenta en su capacidad de vivir lo que es, Pueblo de 1ios, 2isterio de comunión y sacramento de salvación, y de la capacidad de dilo#o a todos los niveles entre sus miembros, comunidades e instituciones. B Pr*3*4*o e *3u/tura*63. Pablo 6" afirmaba que el drama de nuestro tiempo es [la ruptura entre fe y cultura[ >E) &F?. Si la fe es un modo de vida, necesariamente se vive en una determinada cultura, y es creadora de cultura. 8on la palabra cultura desi#namos el modo de ver la realidad, los valores, los centros de interés, las sensibilidades, y los usos y costumbres en la familia, el trabajo, la justicia social, la sexualidad !umana, la solidaridad internacional, etc. El 6erbo se encarna en una cultura concreta para manifestar a la !umanidad que el sentido de la vida est en la comunión con 1ios y con los !ermanos Pentecostés universali*a la experiencia del 9esucitado para que desde las divisiones y rupturas apunten a la unidad. El proceso de evan#eli*ación va unido al proceso de inculturación de la fe el Evan#elio asume, interpela, transforma y enriquece los valores culturales >cf /S C?. $as comunidades cristianas no sólo deben saber estar cr%ticamente en una cultura, pues también les corresponde, por la misión recibida del 2aestro, ser creadoras de cultura con lo que esto conlleva de propuesta alternativa en no pocas ocasiones. B Pr*3*4*o e u3*a e3 /a -*s*63. $a "#lesia tiene como única misión el continuar y !acer presente la salvación de Jesucristo el Esp%ritu Santo es el #arante de la eficacia y universalidad de esta misión. $a diversidad de ministerios, carismas y servicios que existen en las comunidades cristianas vienen de la única misión de la "#lesia y a ella sirven. El pluralismo es rico, positivo y efica* cuando parte de la misión, se encamina a la comunión y est sustentado en la pastoral de conjunto. Este planteamiento evita tanto el estéril replie#ue sobre lo intraeclesial, como una dispersión que termina en cansancio y abandono por no acertar en lo fundamental. El reto de cada comunidad cristiana es poder ofrecer lo que vive y ser mbito de experiencia de lo que anuncia. Estos principios confi#uran al#unos [imperativos[ o l%neas fuer*a que orientan la acción pastoral de la "#lesia. Se#ún 8. 'loristn y 2. 3seros &C. $os imperativos son los si#uientes0 conocimiento del mundo contemporneo y acercamiento realista y positivo al mismo, prioridad de lo profético >denuncia ] anuncio? y [polaridad eucar%stica[, pues [la
Eucarist%a aparece como la fuente y cima de toda la evan#eli*ación[ >P- ?. P.2. Mule!ner desarrolla la pastoral fundamental por medio de tres conceptos0 la criteriolo#%a >los objetivos internos y externos de la acción pastoral?, la 7airolo#%a >el anlisis de la [situación pastoral[ existente y la proyección de la situación futura? y la praxeolo#%a >la conversión de los miembros de la "#lesia y las modificaciones en la prctica pastoral? ;.! D*3@-*a 4astora/ e /a I0/es*a. $os principios y las l%neas fuer*a #eneran una dinmica en las acciones pastorales, que parte del mismo Jesucristo y continúa en la "#lesia por el ministerio ordenado y por el sacerdocio universal de los fieles laicos. :8ómo debe estar presente la "#lesia aqu% y a!ora< :cómo !acer para ser fiel al ser y misión de la "#lesia< penas acabado el 8oncilio, R. 9a!ner !i*o aportaciones muy importantes que estn en la base del desarrollo posterior de la teolo#%a pastoral fundamental &A. 6eamos los dinamismos ms importantes de la acción eclesial0 B I0/es*a sa/+aa e *3stru-e3to e sa/+a*63 . $o que la "#lesia anuncia, celebra y comparte con el #énero !umano a su ve* lo !a recibido, y ella, en primer lu#ar, debe aco#er, convertirse y creer. $a "#lesia vive en alian*a y fidelidad al que es su Se4or y a las personas a las que es enviada para comunicarles el amor de 1ios por los sacramentos, la Palabra y el testimonio comprometido de la caridad. En su caminar !istórico la "#lesia vive del encuentro con 1ios como misterio inefable para poder ser si#no efica* de la acción salvadora de 1ios. $a Duena )oticia que la "#lesia proclama y celebra es que 1ios !a salvado al mundo y que ella misma es una reali*ación del triunfo de 1ios sobre el pecado, el dolor, el sinsentido y la muerte por lo mismo, la presencia eclesial se autoactuali*a constantemente en la !istoria en fidelidad a sus or%#enes y con la creatividad que le pide cada situación !istórica.
B Los a0e3tes e /a autorrea/*5a*63 e /a I0/es*a. $a autorreali*ación de la "#lesia depende de la colaboración de ésta al proyecto salvador mediante las acciones eclesiales >ministerio profético, ministerio celebrativo y ministerio del servicio?. $a praxis pastoral se reali*a en una situación socio !istórica concreta, que es valorada como al#o propio, y anali*ada desde la perspectiva teoló#ica pastoral. El Pueblo de 1ios es el responsable de que la "#lesia entera sea mediación de la salvación, y que el que!acer pastoral se realice por los ministerios de la institución jerrquica y de la bautismal >cf $/ @F? que se fundamentan en la inserción en 8risto. $a misión de la "#lesia no es su autoconservación, sino la fidelidad al mandato de Jesús de comunicar, con palabras y obras, la vida desbordante de la 5rinidad, que inau#ura el 9eino de 1ios transformando la !istoria !umana en comunión intersolidaria.
B E/ -oe/o refere3*a/ e /a 4astora/ es e/ ateu-e3ao. $a "#lesia [existe para evan#eli*ar[ >E) @B? y la evan#eli*ación consiste en [llevar la Duena )ueva a todos los ambientes de la !umanidad y, con su influjo transformar desde dentro, renovar a la misma !umanidad[ >E) @C?. El mandato misionero de Jesús comporta varios elementos %ntimamente unidos que funcionan como cauces y elementos constitutivos de la evan#eli*ación. El decreto / >nn @@ @C? secuenciali*ó la dinmica y las etapas del proceso evan#eli*ador0 @^? testimonio, presencia y dilo#o &^? anuncio del Reri#ma y llamada a la conversión G^? catecumenado e iniciación cristiana B^? formación de la comunidad >sacramentos y ministerios?. >8f. 1/8 BC?. [$a_ misión ad #entes`, sea cual sea la *ona o el mbito en que se realice es la responsabilidad ms espec%ficamente misionera que Jesús !a confiado a su "#lesia y, por tanto, es el paradi#ma del conjunto de la acción misionera de la "#lesia. $a [nueva evan#eli*ación[ no puede suplantar o sustituir a la [misión ad #entes[, que si#ue siendo la actividad misionera espec%fica y tarea primaria[ >1/8 A cf. 92 [email protected]?. El catecumenado bautismal in!erente a la acción misionera de la "#lesia es el paradi#ma y el modelo inspirador de toda la acción pastoral de la "#lesia, y especialmente de la acción catequi*adora. 9.. 1uffy, desde estos supuestos, plantea una teolo#%a pastoral que parte del catecumenado0 [3na cura de almas pastoral efectiva es el modelo catecumenal en acción dinmica[ GF, que lleva a los a#entes de pastoral a !acerse tres pre#untas fundamentales0 :cómo se lle#a a ser cristiano<, :cómo se renueva una comunidad cristiana<, y :cómo se crece en la vocación a la santidad<
B E/ *3a-*s-o e /a fe es e/ *3a-*s-o e /a o3+ers*63. [8onvertios y creed el Evan#elio[ >2c @,@? es la invitación de Jesús que alienta la evan#eli*ación de la "#lesia. $a respuesta de fe es ad!esión afectiva a la persona de Jesús y a todo lo que Ll si#nifica y conlleva. [$a fe es un encuentro personal con Jesucristo, es !acerse disc%pulo suyo. Esto exi#e el compromiso permanente de pensar, de ju*#ar y de actuar como Ll lo !i*o. s%, el creyente se une a la comunidad de los disc%pulos y !ace suya la fe de la "#lesia[ >1/8 G 8E8 @NN@NK? $a fe lleva a un cambio de criterios, sensibilidades, actitudes y comportamientos que se expresa en todos los aspectos de la vida !umana, y que implica a la persona entera. El s% a Jesucristo es el inicio de un proceso de conversión permanente. [El ministerio de la Palabra est al servicio de este proceso de conversión plena. El primer anuncio tiene el carcter de llamar a la fe la catequesis el de fundamentar la conversión, estructurando bsicamente la vida cristiana y la educación permanente de la fe, en la que destaca la !omil%a, el carcter de ser el alimento constante que todo or#anismo adulto necesita para vivir[ >1/8 K cf 16 &B E) B?. $a pastoral tendr en cuenta las diferentes situaciones socio reli#iosas y la conexión entre las acciones evan#eli*adoras para no perder de vista la fidelidad a la realidad y al dinamismo interior del proceso evan#eli*ador. B E/ -:too e /a teo/o01a 4astora/ o-o teo/o01a 4r@t*a G@. $a teolo#%a es [conciencia cr%tica de la praxis eclesial y mundana a la lu* de la Palabra de 1ios[G&. $a fe es una manera de entender la realidad que a4ade un [plus[ de sentido a la vida !umana como totalidad. $a teolo#%a [es la ciencia de la Palabra de 1ios revelada en Jesús de )a*aret y aceptada en la fe, en correlación o en confrontación con la experiencia !istórica !umana. Su len#uaje es paradójico, simbólico, confesional, profético y prctico[ GG. En consecuencia, las dos referencia de la reflexión teoló#ica son la revelación y la condición !umana en s% y en sus concreciones socioculturales. $a teolo#%a tiene cuatro dimensiones fundamentales0 b%blica >norma normativa?, !istórico ontoló#ica >la !umanidad de Jesús como fundamento de la !umanidad?, sistemtica >teolo#%a fundamental, teolo#%a do#mtica y teolo#%a moral? y pastoral >autorreali*ación de la "#lesia al servicio del 9eino?. [3na formulación teoló#ica de la fe verdadera que al mismo tiempo no ten#a también como meta el verdadero obrar >ortopraxis? de la liberación amorosa de las personas oprimidas >cf Jn C,G&?, no sólo resulta sospec!osa de ideolo#%a, sino que objetivamente tiene también un efecto alienante y por ende cristiano[GB. $a teolo#%a prctica tiene como referencia la fe, parte de la praxis de la comunidad, y propone la renovación del ser y !acer de la comunidad desde la referencia a Jesucristo, a la sociedad y al 9eino. El método de la teolo#%a pastoral como teolo#%a prctica consiste en confrontar la realidad existente con la Escritura y la vida teolo#al para dar ori#en a una nueva praxis pastoral. [2odelo o paradi#ma, en la acción pastoral, es un proyecto operativo o plan concreto de actuación que relaciona de modo dinmico todas las tareas que intervienen en el proceso de la praxis[ G. $os objetivos que se pretenden conse#uir al formular la nueva praxis pastoral dependen de la visión eclesioló#ica que se ten#a, del anlisis de la realidad, de los criterios empleados y de su interrelación. En este sentido podemos !ablar de modelos de acción pastoral GN. $a planificación pastoral ser%a el último paso en la aplicación del método la pastoral de conservación no sirve, pues no alcan*a a responder a los retos de la cultura actual a la comprensión y vivencia de la fe. $a planificación se !ace !oy d%a desde la evan#eli*ación y la nueva evan#eli*ación lle#ados a este punto, nos tiene que preocupar la consecución de resultados, es decir, la adecuación óptima, en lo que de nosotros depende, entre los medios empleados y los resultados obtenidos >cf E) B?. l anlisis socioló#ico y teoló#ico de la actuación eclesial >ver ju*#ar desde el Evan#elio?, le si#ue la propuesta ideal de confi#urar una nueva situación que oriente de forma prctica los proyectos concretos que aproximen lo que tenemos al ideal deseado. $os resultados dependen, en #ran medida, del trabajo conjuntado de los a#entes de pastoral y de la revisión constante de las reali*aciones proyectadas. B La 4s*o/o01a 4astora/. Es un aspecto de la teolo#%a pastoral que empie*a a estudiarse y a aplicarse. Parte de la utili*ación de principios y datos de la psicolo#%a profunda a la prctica pastoral y, en consecuencia, a la teolo#%a pastoral. Se#ún se acentúe uno u otro de los dos polos manejados, la psicolo#%a y la teolo#%a, se puede !ablar de [psicolo#ismo[ o de [teolo#ismo[. Situndonos en una posición de
equilibrio podemos decir que [la psicolo#%a pastoral es una rama de la psicolo#%a que estudia los procesos psicoló#icos in!erentes a las situaciones pastorales... Lsta>s? puede>n? ser descrita>s? como una relación interpersonal entre el a#ente pastoral y uno o ms sujetos pastorales, abierta a la presencia de la trascendencia.[GK. $os problemas abordados en la prctica pastoral llevan a 2. S*entmrtoni a !acer una doble distinción que concreta de la si#uiente manera0 a? [$a cura pastoral es la acción pastoral ms cumplida de todas y consiste en las diferentes tareas ms o menos estructuradas con los jóvenes, los esposos, los adultos o los #rupos. Esta cura pastoral abarca al mismo tiempo perspectivas éticas y psicoló#icas y tiene como finalidad que la comunidad cristiana se !a#a capa* de dar testimonio de su fe[. b? [$a consulta pastoral pone el acento en los problemas del individuo, como pueden ser, por caso, un conflicto, una decisión, una depresión[ GC. En la cura pastoral la aportación de la psicolo#%a es complementaria, en tanto que en la consulta pastoral la psicolo#%a ocupa un lu#ar ms nuclear y estructurante. $a consulta pastoral se sitúa dentro de la misión de la "#lesia que, en última instancia, pretende llevar a los !ombres al encuentro con 1ios, a la conversión del cora*ón a una relación de !ermano con el prójimo la consulta pastoral se constituye como relación de ayuda que posibilite a la persona un mejor conocimiento de sus problemas y posibilidades para aco#er y vivir ms plenamente la salvación cristiana.[ S.2. )atale parte del !ec!o teoló#ico que la Encarnación es en realidad un [proceso terapéutico[ de 1ios, porque es la aceptación ontoló#ica del !ombre por parte de 1ios. El punto de encuentro entre la teolo#%a y la psicolo#%a es éste0 la convicción de que el !ombre es, en el fondo [aceptable[GA. $a relación de ayuda que se reali*a en la consulta pastoral se justifica desde el punto de vista teoló#ico por los si#uientes ar#umentos0 es un servicio eclesial, ayuda a personali*ar la fe para alcan*ar la s%ntesis fe vida, y los temas abordados !acen relación a las #randes cuestiones de la antropolo#%a teoló#ica >autonom%a ] asentimiento, libertad ] #racia, reali*ación !umana ] revelación, limitación >pecado? ] salvación, etc.?
<. ORIENTACIONES PASTORALES DESDE LAPASTORAL FUNDAMENTAL. " Reu4erar e/ /u0ar e /a teo/o01a 4astora/ fu3a-e3ta/. $a teolo#%a pastoral estudia con ri#or cient%fico >reflexión teoló#ica? las presencias y acciones eclesiales para precisar de acuerdo con la naturale*a sacramental de la "#lesia y las caracter%sticas de la sociedad actual, la mejor comprensión y actuación pastoral de las mismas. Estamos ante una cuestión bsica que fundamenta las actuaciones de muc!as comunidades y a#entes de pastoral. 3na adecuada comprensión de la teolo#%a pastoral fundamental es imprescindible en la formación de los a#entes de pastoral. Sin esta preparación no se conse#uir dar respuesta a los retos que se exponen a continuación. " La teo/o01a 4astora/ est@ a/ ser+**o e/ e3ue3tro e/ 9o-(re o3 D*os. $a pre#unta reli#iosa tiende a desaparecer del !ori*onte existencial de muc!os jóvenes espa4oles y europeos se#ún afirman los comentaristas de la Encuesta Jóvenes AA publicada por la 'undación Santa 2ar%a. Esto no es as% en otros mbitos eclesiales, como puede ser en mérica $atina. $a experiencia auténtica de 1ios, es decir, afectiva, convincente y comunitaria es el supuesto, el !ilo conductor y la meta de las acciones pastorales de la "#lesia. En caso contrario, se podrn !acer muc!as cosas si#nificativas en s% mismas, pero la resultante final de cada una de ellas y de su conjunto no es el encuentro con el 1ios revelado en Jesús. Estamos convencidos que el sentido de pertenencia eclesial y de compromiso con el Evan#elio no son posibles sin una experiencia personal de 1ios como el que fundamenta el ori#en, el sentido y el final de la vida y viceversa, el camino ms se#uro del encuentro con el misterio de la 5rinidad es el del se#uimiento de Jesús en la comunidad eclesial. - respondemos a este reto o !emos fallado en lo fundamental. Para los creyentes convencidos, el primer compromiso consiste, sin lu#ar a dudas, en ser cristianos confesantes en los ambientes donde transcurre el d%a a d%a testimoniar al 1ios vivo es también denunciar los %dolos como el poder, el dinero, la violencia, el en#a4o, etc.
" La teo/o01a 4astora/ */u-*3a , a/*e3ta /a *3tero-u3*63 so/*ar*a. El otro #ran reto que tenemos los creyentes es el de confesar la fe en un mundo injusto, poco solidario en lo estructural y donde las distancias entre pobres y ricos se a#randa cada ve* ms. :8ómo creer en 1ios Padre, (ijo y Esp%ritu Santo en un contexto de desi#ualdad, mar#inación y pobre*a< :8ómo vivir la comunión con 1ios en la comunión con los !ermanos excluidos< :;ué aporta a lo concreto de la vida el llamar a 1ios Padre y el sentirse !ermano del prójimo necesitado< :;ué podemos !acer los creyentes para que la !istoria !umana se pare*ca un poco ms al desi#nio salvador del Padre< :8ómo la "#lesia entera y cada comunidad concreta encarnan respuestas si#nificativas a las pre#untas anteriores< El [plus[ de sentido que aporta la fe a lo !umano tiene que notarse muc!o ms la capacidad !umani*adora y liberadora de la fe es uno de los ar#umentos que ms pueden llevar al ser !umano a confiar en el 1ios que salva el #anar espacios para la utop%a que supone el 9eino como forma nueva de relación inter!umana es lo que puede dar a la "#lesia un mayor reconocimiento y presencia social. $as nuevas pobre*as que aparecen en las sociedades opulentas piden a los cristianos actitudes proféticas y respuestas eficaces, adems de si#nificativas. " La teo/o01a 4astora/ 4ote3*a /a rea*63 e @-(*tos o-u3*tar*os. $a apertura al misterio trinitario, la comprensión de la "#lesia como misterio de comunión y el compromiso con la !istoria como itinerario de reconciliación y unidad del #énero !umano, pasa por un modo de ser persona y ciudadano que potencia los valores relacionales. $os cristianos sabemos que la iniciación al misterio cristiano se !ace en los #rupos catecumenales, y que una de las metas de la iniciación es la incorporación a la comunidad cristiana. El plan de salvación revelado en Jesucristo manifiesta que el 1ios cristiano es comunidad de vida, amor y misión, y que la !istoria !umana es salvada en la comunión y por la comunión de 1ios con nosotros y de la !umanidad entre s% y con 1ios. Este misterio que da unidad a la vida !umana es lo que la "#lesia comunica, celebra y construye. $os espacios comunitarios tienen poca cabida en una sociedad marcada por el individualismo, el neoliberalismo y la #lobali*ación en esta misma dificultad est la alternativa para un futuro nuevo y mejor. )o se trata de retoques, sino de alternativas. En este sentido, [el modelo pastoral de la reali*ación de la "#lesia no es otro que el de la comunidad bajo la cate#or%a imprescindible de pueblo de 1ios al servicio de los ms necesitados[ BF. " La teo/o01a 4astora/ se 4*e3sa ese e/ -oe/o ateu-e3a/ e */u-*3a e/ 4roeso e o3+ers*63. $a revelación de lo que la "#lesia es depositaria y la misión que !a recibido del Se4or 9esucitado comporta el transmitir lo recibido de tal manera que el !ombre de !oy lle#ue a experienciar lo que el credo formula. $a #ran intuición pastoral de la "#lesia de los primeros si#los fue el catecumenado esta institución es el instrumento pastoral ms importante de la "#lesia. 8omo subrayó el "6 S%nodo de los -bispos0 [)o se trata tanto de adquirir nuevos conocimientos cuanto de una iniciación en la verdadera experiencia comunitaria de la vida cristiana es decir, en la experiencia de comportarse cristianamente, de obrar, de celebrar litúr#icamente, de reflexionar comunitariamente sobre el mensaje cristiano y en la experiencia de inte#rarse en la totalidad de la vida de la "#lesia.[B@. El catecumenado bautismal, por el lu#ar que ocupa en la "#lesia y por los elementos que la constituyen, es inspirador de toda la pastoral de la "#lesia. [El catecumenado bautismal recuerda constantemente a toda la "#lesia la importancia fundamental de la función de iniciación, con los factores bsicos que la constituyen0 la catequesis y los sacramentos del Dautismo, de la 8onfirmación y de la Eucarist%a. $a pastoral de la iniciación cristiana es vital en toda la "#lesia particular[ >1/8 AF?. Podemos decir que en la misión de la "#lesia todo se orienta a la madure* de fe, la conversión, y todo deriva de ella0 la vivencia vocacional de la fe, la pertenencia referencia eclesial y el compromiso cristiano. " La teo/o01a 4astora/ 4rese3ta o-o 3u/ear /a 4erso3a/*5a*63 e /a fe. (asta no !ace muc!o tiempo, !ablbamos de pasar de la fe socioló#ica a la fe personal !oy d%a se trata, en #ran medida, de cómo !acer para trabajar desde ni4os una educación en la fe personali*ada. Este proceso adquiere importancia sin#ular en la adolescencia y juventud, y funciona como el elemento necesariamente complementador del #rupo cristiano. Se refiere bsicamente a una educación que trabaja desde dentro de la persona, sus búsquedas,
pre#untas y experiencias esto requiere necesariamente la atención personal a través de la consulta pastoral o el acompa4amiento espiritual. $a identidad cristiana es un proceso lento, con dificultades interiores y exteriores, y en referencia a la revelación cristiana y a la acción del Esp%ritu. Supone un aprendi*aje lleno de novedad en el que la cercan%a de otro creyente maduro se !ace imprescindible. $le#ar a decir con #o*o y con toda la persona0 Qo creo, yo espero, yo amo, yo soy pueblo de 1ios, yo creo en el 9eino, etc., supone !aber descubierto el Evan#elio y !aberse dejado seducir por la persona y la causa de Jesús. El resultado final es una fe vivida como vocación, es decir, disponibilidad total a la voluntad de 1ios para descubrir cómo y dónde, desde la "#lesia, construir el 9eino de 1ios. $a personali*ación de la fe es el cauce necesario y ms se#uro para lle#ar a ser creyente adulto, identificado eclesialmente y comprometido con el !ermano necesitado. La teo/o01a 4astora/ fu3a-e3ta /a 4astora/ e o3)u3to . En @AN@ se tuvo el Primer 8on#reso "nternacional de Pastoral all% se definió la pastoral de conjunto con estas palabras0 [un esfuer*o paciente para poner en marc!a libremente, de cara al mundo al que salvar, a todos los !ijos de la "#lesia en todas sus instituciones y recursos, bajo la autoridad del obispo, que tiene la misión de coordinarlos y diri#irlos, y que as% puede ejercer con plenitud su car#a pastoral[ B&. Se trata de descubrir los problemas que presenta la nueva evan#eli*ación en un lu#ar o situación, ver cules son las [opciones pastorales fundamentales[ y cómo llevarlas a la prctica por medio de una [pastoral planificada[. [$a acción pastoral planificada es la respuesta espec%fica, consciente e intencional, a las necesidades de la evan#eli*ación. 1eber reali*arse en un proceso de participación en todos los niveles de las comunidades y personas interesadas, educndolas en la metodolo#%a y anlisis de la realidad, para la reflexión sobre dic!a realidad a partir del evan#elio la opción por los objetivos y los medios ms aptos y su uso ms racional para la acción evan#eli*adora[ >Puebla @GFN@GFK?. En la prctica es una buena conjunción de los proyectos operativos y de las estructuras de pastoral a todos los niveles. $a pastoral de conjunto no consiste sólo en que los pro#ramas, los a#entes y las estructuras funcionen con a#ilidad y buen tono es necesario que el funcionamiento apunte a la consecución de los objetivos previstos0 una fe ms experencial y comprometida en los bauti*ados practicantes, la reiniciación cristiana para los cristianos no practicantes, y el anuncio del Reri#ma a los alejados y no creyentes. En resumen, la pastoral de conjunto busca que el itinerario evan#eli*ador se puede llevar a cabo en todas sus etapas, y que los procesos de maduración de la fe estén suficientemente atendidos. 3na ve* ms, la iniciación cristiana, que culmina en la formación de comunidades maduras y en creyentes vocacionados, es lo que mejor define la pastoral de la "#lesia.
NOTAS0 @. 8f. ndrés 5orres ;ueiru#a, 5eolo#%a fundamental, )uevo 1iccionario de 8atequética, S. Pablo &FFF, &@B& &@BB &. ndrés 5orres ;ueiru#a, a.c, &@& &@B G. 9. Spia**i, )atura e situa*ioni della teolo#ia pastorale, en 66, Scien*a e prassi pastorale in "talia, )pole @AC, KB B. 8. 'loristn y )2. 3seros, 5eolo#ia de la acción pastoral, Ed. 8atólica @ANC, @@@ . 2. S*entmrtoni, "ntroducción a la teolo#%a pastoral, 6erbo 1ivino @AAB, @ N. 8f. $. Pacomio, Pastorale ed evan#eli**a*ione sono sinonimi<, en .66, Scien*a e prassi pastorale in "talia, )poles @AC, @F@ @@@ K. 8. 'loristn, 5eolo#%a prctica 5eor%a y praxis de la acción pastoral, S%#ueme @AA@, @BF C. J.. 9amos, 5eolo#%a Pastoral, D8 @AA, C A A. R. 9a!ner, $a "#lesia y los sacramentos, Darcelona @ANB, @B @ @F. E. Sc!illebeec7, 8risto, sacramento del encuentro con 1ios, S. Sebastin @ANN, @ @@. Eloy Dueno de la 'uente, Eclesiolo#%a, D8 @AAC, BC @&. Eloy de la 'uente, o.c.NB @G. Eloy de la 'uente, o.c.NK @B. Eloy de la 'uente, o.c., KC @. 8f. J.. 9amos, [8risto, 9eino y 2undo, las referencias obli#adas para la acción pastoral de la "#lesia[0 Salmanticensis GK >@AAF? @KK &FFF @N. J. 9amos, 5eolo#%a Pastoral, D8 @AA, CA cfr. Encarnación e "#lesia. 1o#ma cristoló#ico y eclesioló#ico en el ma#isterio pontificio y conciliar del 6aticano " al 6aticano "", Salamanca @ACB @K. 8on#reso Evan#eli*ación y !ombre de !oy, Edice @ACN,
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TEMA ! LA EVANGELIACIN SUMARIO '. Pre*s*63 ter-*3o/60*a. 2. Fu3a-e3ta*63 teo/60*a. !. *stor*a e /a e+a30e/*5a*63. Dou-e3tos of**a/es so(re /a e+a30e/*5a*63. e /a e+a30e/*5a*63. ;. Las eta4as e/#.4roeso e+a30e/*5aor. <. E/ o3te3*o ese3*a/ 7. eNatura/e5a /a e+a30e/*5a*63. >. Las -e*a*o3es e /a e+a30e/*5a*63. ?. Or*e3ta*o3es 4astora/es. *(/*o0raf1a. En la etapa postconciliar el concepto de evan#eli*ación es el que mejor expresa tanto el conjunto de la misión de la "#lesia como el contenido fundamental de la misma. En el décimo aniversario del 8oncilio y en la tercera samblea /eneral del S%nodo de los -bispos, el Papa Pablo 6" reflejaba estas preocupaciones nucleares0 :cómo acercar el mensaje cristiano en la sociedad moderna al !ombre de !oy< :cómo !acer para que el evan#elio sea la fuer*a que aliente la solidaridad !umana< y : qué métodos utili*ar para que el Evan#elio sea ms efica*< Q en este ciclo !istórico + la "#lesia, : es ms o menos apta para anunciar el Evan#elio y para inserirlo en el cora*ón del !ombre con convicción, libertad de esp%ritu y eficacia<‖ >E) B?.
'. PRECISIN TERMINOLGICA. Evan#elio si#nifica + buena nueva ‖ y evan#eli*ar !ace referencia +al !ec!o de anunciar la buena noticia‖ también si#nifica la recompensa que recib%a el mensajero por la buena noticia que tra%a. En el mundo secular tiene que ver con las victorias militares y con los beneficios concedidos por el emperador en la celebración de acontecimientos si#nificativos de su reinado. El cristianismo !abla de +buena noticia‖para referirse a la encarnación del 6erbo y para denominar a al#unos escritos del )uevo 5estamento, los Evan#elios de 2arcos, 2ateo, $ucas, y Juan. En los escritos paulinos Evan#elio es la buena noticia de que 1ios nos !a salvado y reconciliado en la encarnación, muerte y resurrección de Jesucristo. 8ada uno de los evan#elistas acentúa al#ún aspecto de la evan#eli*ación0 2arcos insiste en la !istoria de Jesús como el contenido del Evan#elio 2ateo subraya la proclamación del 9eino que !ace Jesús $ucas se sitúa en la perspectiva del anuncio del Evan#elio como buena noticia para los pobres, peque4os y excluidos y el evan#elista Juan presenta a Jesús como el 8amino la 6erdad y la 6ida para la !umanidad y la importancia de ser sus testi#os. En la plenitud de los tiempos 1ios Padre envió a su (ijo para anunciar y reali*ar la salvación del #énero !umano Jesús de )a*aret constituye un #rupo de disc%pulos para que continúen su misión. En Pentecostés env%a al Esp%ritu Santo que constituye a los disc%pulos en póstoles >2c G,@B, 2t @F, &. $c N,@G? éstos predican a Jesucristo como el Se4or y Salvador.
2. FUNDAMENTACIN TEOLGICA. $a persona de Jesús, su testimonio y misión constituyen el fundamento de la misión evan#eli*adora de la "#lesia y de los cristianos. 9ecordemos las palabras de Jesús en la sina#o#a0 + El Esp%ritu del Se4or est sobre m%, porque me un#ió para evan#eli*ar a los pobres +>$c B,@C cf. "s N@,@?. Para esto !a sido enviado el 2es%as >$c B,BG? y + es preciso que anuncie también el reino de 1ios en otras ciudades ‖ >$c B,BG?.Jesús de )a*aret es el primer evan#eli*ador y la referencia bsica para todos los evan#eli*adores Ll es el Evan#elio de 1ios concretado en sus palabras, #estos, actitudes, y acontecimientos de su vida. Para Jesús lo central de su mensaje y el !ori*onte de su vida es el anuncio del 9eino o reinado de 1ios todo lo dems es relativo >2t , G@&?, y se nos dar +por a4adidura‖>2t. N,GG?. En los evan#elios ocupa un lu#ar amplio e importante todo lo relacionado con el 9eino0 es que consiste, cómo se manifiesta, la felicidad del que lo aco#e >2t ,G@&?, las actitudes para pertenecer a Ll, cómo se construye, cul es su ley >2t K?, los mensajeros del 9eino >2t.@F? y la perseverancia !asta el final >2t &B &?.El 9eino es don
#ratuito y misericordioso del Padre que salva y libera al !ombre de toda opresión es invitación a encontrarse con 1ios, a aco#er su autocomunicación y de amarle con todo cora*ón, con toda el alma y con todo el ser. Esta manera radicalmente nueva de vivir el encuentro con 1ios y con lo !umano es posible por la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, y se consumar al final de los tiempos >@5es .@&?. +Esta #racia y misericordia de 1ios, cada uno debe conquistarla con la fuer*a > + el reino de 1ios est en tensión y los esfor*ados lo arrebatan +>2t @@,@& $c @N,@N?, dice el Se4or, con la fati#a y el sufrimiento, con una vida conforme al evan#elio, con la renuncia y la cru*, con el esp%ritu de las bienaventuran*as +>E) @F?. Estos dinamismos se sinteti*an en la conversión como cambio interior que lleva a una nueva forma de pensar y de actuar esta renovación no viene por el esfuer*o moral en primer lu#ar, sino por la aco#ida de Jesús y su Evan#elio en la vida. El si#no ms evidente de la lle#ada del reino est en que + los peque4os, los pobres son evan#eli*ados, se conviertan en disc%pulos suyos, se reúnen + en su nombre‖ en la #ran comunidad de los que creen en él +>E) @&?. El #ran aliento del cora*ón de Jesús consistió en !acer la voluntad del Padre0 + reunir en uno todos los !ijos de 1ios que estn dispersos‖ >Jn @@,&?. $os que se sienten se#uidores de Jesús, !ijos de 1ios y !ermanos, son constituidos por la fuer*a del Esp%ritu Santo en comunidad evan#eli*adora >@Pe &,A?. Evan#eli*ar constituye, en efecto, la dic!a y vocación propia de la "#lesia su identidad ms profunda. Ella existe para evan#eli*ar, es decir, para predicar y ense4ar, ser canal del don de la #racia, reconciliar a los pecadores con 1ios, perpetuar el sacrificio de 8risto en la Santa 2isa, memorial de su muerte y resurrección #loriosa ‖ >E)@B?.$a "#lesia sur#e de la persona y de la misión evan#eli*adora de Jesús y de los 1oce y es enviada por el Se4or 9esucitado a evan#eli*ar !asta su se#unda venida >2t &C,@A?$a comunidad apostólica continúa la presencia y la acción salvadora de Jesús de )a*aret muerto y resucitado >$/C / ?. $os (ec!os de los póstoles nos !ablan del dinamismo misionero de las primeras comunidades0 su presencia, el modo de vivir, la Palabra y el Pan compartido, la caridad, el testimonio profético y la itinerancia. 5odo ello es presencia de Jesucristo y del reino de 1ios que cuestiona a sus contemporneos, y se !ace por la predicación profética y el ofrecimiento de la salvación.
!. ISTORIA DE LA EVANGELIACIN $as comunidades del )uevo 5estamento y los primeros evan#eli*adores proclaman, a jud%os y pa#anos, el 7eri#ma, cuyo contenido fundamental es que Jesús de )a*aret, 2es%as de 1ios, fue crucificado pero !a resucitado, y sentado a la derec!a del Padre es constituido Se4or y Salvador para cuantos creen él Ll y se convierten. El que !ab%a proclamado la buena noticia es proclamado a!ora como Evan#elio. 8omo fruto de la expansión misionera se da la primera inculturación de la fe en el mbito jud%o, en el mbito pa#ano y en la dispora jud%a. Poco a poco se va estructurando la doctrina >1idajé? ésta constituye el depósito de la fe que se ense4a a los que movidos por primer anuncio >7eri#ma? comien*an un camino de descubrimiento de la persona y el mensaje de Jesús en el seno de las comunidades. Este itinerario culmina en la ad!esión plena a Jesucristo y en el Dautismo. En el último tercio del si#lo primero se inicia la evan#eli*ación de (ispania por la Dética a comien*os del si#lo "6 se celebra el 8oncilio de /ranada presidido por 'élix, obispo de /uadix y asisten cerca de veinte obispos y otros tantos preb%steros en representación de unas cuarenta comunidades que en el si#lo """"" se !ab%an ido formando. partir del si#lo "6 (ispania fue evan#eli*ada en casi todos sus territorios. 8on la conversión de 8onstantino y la declaración del cristianismo como reli#ión oficial del "mperio 9omano, se produjo un aumento #rande en las conversiones. l final del si#lo "" se !ab%a establecido el catecumenado @.
Se#ún (ipólito a comien*os del si#lo """ el catecumenado duraba tres a4os y eran admitidos los que superaban un examen sus intenciones y comportamientos morales. + $os admitidos se llamaban catecúmenos quienes tomaban parte en la litur#ia de la palabra, en la oración y en sus reuniones propias.
6olv%an a tener otra prueba después de una lar#a etapa y, una ve* admitidos, se convert%an en electi o competentes. 1iariamente recib%an una instrucción acompa4ada de una imposición de manos y de un exorcismo eran bauti*ados en la noc!e pascual, después de una última imposición de manos, conjuración del demonio, soplo, si#nación y unción con el óleo del exorcismo. l salir de la inmersión recib%an el crisma, se vest%an de blanco y entraban en el templo, donde el obispo les impon%a las manos, un#%a con óleo de acción de #racias y sellaba su frente ‖ &. El catecumenado de los primeros si#los tiene cuatro etapas0 la etapa misionera para suscitar la primera ad!esión a Jesucristo y la conversión inicial, la etapa catecumenal para la fundamentación y sistemati*ación de la fe, as% como +probar‖ al candidato, la etapa cuaresmal para prepararse a los sacramentos de la iniciación que se recib%an en la 6i#ilia Pascual, y la etapa mista#ó#ica en la que se !ac%a una catequesis de la vida sacramental. En este proceso la comunidad cristiana ten%a una presencia y actuación apadrinante, pues aco#%a, ped%a por los catecúmenos, les daba ejemplo de vida y los recib%a como miembros plenos después del Dautismo. El catecumenado decae pro#resivamente !asta desaparecer en la medida que se #enerali*a el bautismo de ni4os y la eclesiolo#%a de cristiandad. En la Edad 2edia las preocupaciones de la "#lesia se van polari*ando en la luc!a contra los infieles >8ru*adas? y en la persecución de los !erejes >"nquisición?.$a formación catequética y la predicación de caer en unos momentos en que aparecen los len#uas romances y la #ente sencilla ya no entiende el lat%n. En el medievo el término misión se emplea en la teolo#%a trinitaria para !ablar de las misiones de las divinas personas lo relacionado con el anuncio y mantenimiento de la fe es denominado con los términos apóstol y apostolado G. El Papa lejandro 6" concede a los reyes de Espa4a y a Portu#al el cristiani*ar a los pueblos que !an descubierto esto es el comien*o del Patrona*#o 9eal de "ndias creado en @FC. $a Santa Sede empie*a a relacionarse con estos pa%ses para los asuntos eclesiales después de la independencia de la corona espa4ola. En los si#los =6=6"" !ubo enfrentamientos entre los misioneros dominicos, franciscanos y jesuitas y los encomenderos que somet%an a los ind%#enas en todos los aspectos. El dominico obispo de 8!iapas, P. Dartolomé de $as 8asas refleja en sus escritos esta problemtica. 5ambién aparec%an los primeros catecismos empleando diferentes recursos peda#ó#icos para poder ser comprendidos por los ind%#enas. $a evan#eli*ación de los pueblos de mérica tuvo un carcter de adoctrinamiento se#ún correspond%a a la eclesiolo#%a de cristiandad de estos si#los las reducciones de Para#uay >jesuitas? y de 8alifornia >'ray Jun%pero Serra? fueron un modelo distinto y revolucionario, pues se basaban en la vida de comunidad, en la formación inte#ral de la persona, en el empleo de recursos variados y creativos. En @@@ 'ray ntonio de 2ontesinos denunció proféticamente la violencia y tiran%a con la que los encomenderos trataban a los ind%#enas. Esta misma actitud fue mantenida por Dartolomé de las 8asas convertido, a una nueva actitud, !abiendo sido el mismo encomendero durante doce a4os después fue ordenado sacerdote, se !i*o dominico y fue obispo de 8!iapas >2éjico?. + $a obra evan#eli*adora de la "#lesia en mérica $atina es el resultado del unnime esfuer*o misionero de todo el pueblo de 1ios. !% estn las incontables iniciativas de caridad, asistencia, educación y de modo ejemplar las ori#inales s%ntesis de evan#eli*ación y promoción !umana de las misiones‖ >Puebla n.A?. (ay quienes se sitúan desde los que padecieron una forma de evan#eli*ación y tienden + !acia la actitud cr%tica y la memoria penitencial transformadora de un pasado !ec!o de luces y sombras‖ B. modo de s%ntesis de la evan#eli*ación espa4ola en mérica citamos estas palabras de 8. 'loristn0 + En definitiva, la !istoria debe ense4ar a los creyentes a rec!a*ar lo equivocado o injusto y a reconocer lo acertado o evan#élico. 1e este modo se podr desarrollar una + nueva evan#eli*ación‖, bajo el si#no de la liberación que inte#ra y supera, sin suprimir V los lo#ros de la primera evan#eli*ación, llevada a cabo bajo el si#no de la sujeción‖ . partir del si#lo =6" se desarrolló en la "#lesia un fuerte esp%ritu misionero de muc!os sitios part%an misioneros enviados a "#lesias cristianas necesitadas de apoyo, de nueva evan#eli*ación o amena*ada por
la !erej%a. El término misión se utili*a para desi#nar las misiones apostólicas en el exterior de la "#lesias europeas en @N&& se crea la 8on#re#ación de Propa#anda 'idei >a!ora se llama 8on#re#ación para la Evan#eli*ación de los Pueblos?. En @N& 6icente de Paúl funde la 8on#re#ación de la 2isión, formada por sacerdotes cuyo carisma y ministerio son las misiones populares y las misiones extranjeras. En el si#lo ="= !ay un nuevo resur#ir misionero unido al fenómeno de la coloni*ación. 1espués de la Primera /uerra 2undial se da un resur#imiento de lo nacional con la revalori*ación de las propias culturas y reli#iones en los pa%ses de misión esto conlleva unos nuevos planteamientos y sensibilidades que, poco a poco, orientarn de otra forma la actividad misionera de la "#lesia. En @A@@ se funda el "nstituto "nternacional de "nvesti#aciones 2isionoló#icas en Espa4a, en los a4os @A&F @AGF, J. Denlloc, ar*obispo de Dur#os, y el jesuita J. Mame*a son los impulsores de la misionolo#%a en una doble l%nea0 !acia fuera >misiones que implanten la "#lesia? y !acia dentro para propiciar la conversión y el Dautismo. 1espués de la se#unda /uerra 2undial, los procesos de descoloni*ación propiciado por las )aciones 3nidas llevan a la "#lesia a un nuevo planteamientos de las misiones la incipiente renovación b%blica, litúr#ica, social, etc., previa al 8oncilio6aticano "" ayuda a descubrir que toda la "#lesia es sujeto y objeto de misión y que !ay que dejar de tutelara la "#lesia del 5ercer 2undo. En uno y otro lu#ar se siente Europa como pa%s de misión J. 8ardijn >@A&B? funda la J-8 para la evan#eli*ación del mundo obrero, y ( /odin e Q. 1aniel publican un libro en el pa%s vecino titulado + 'rance, pays de mission<‖ con estos planteamientos alientan el sur#imiento de la parroquia como comunidad misionera en determinados ambientes descristiani*ados. Se produce cierta tensión entre la relación en la relación entre evan#eli*ación y sacramentos. En @AC se publica en 'rancia la revista Evan#éliser en 5ubin#a el profesor rnold, profundi*a en el sentido del anuncio del Evan#elio en cada lu#ar y situación y el papel de la "#lesia y de las mediaciones eclesiales. El 8oncilio 6aticano "" aportó una nueva teolo#%a de la misión en el decreto +d /entes‖ las su#erencias de las "#lesias en pa%ses de misión fueron decisivas para este nuevo enfoque. $a teolo#%a de la misión fundamenta a ésta en la 5rinidad, en la persona de Jesús y en el mandato misionero que nos dejó en consecuencia, las clsicas misiones se sitúan dentro de la única misión de la "#lesia, y la importancia del catecumenado, la comunidad y el compromiso con los pobres en la misión pastoral de la "#lesia. $a acción de la "#lesia necesita una presencia encarnada, testimonial, profética y dialo#ante. $a 8onferencia $atinoamericana de -bispos de 2edell%n >@ANC? relaciona claramente evan#eli*ación y liberación. El tema de la evan#eli*ación también fue abordado por la "#lesias africanas >reunión de Rampala de @ANA?, asiticas >Dan#7o7 @AKG? y por el consejo Ecuménico de las "#lesias >3psala @ANC?. El cuarto S%nodo de -bispos >@AKB? abordo este mismo tema, y Pablo 6" publica en @AK la Exortación Evan#elii )untiandi, documento referencial para todos los dems documentos, pastorales del ma#isterio pontificio y episcopal. En @AKA la 8onferencia $atinoamericana de -bispos en Puebla aborda la situación actual y el futuro de la evan#eli*ación. Juan Pablo "" >@AA@? publica 9edenptoris 2issio para tratar los #randes mbitos de la misión de la "#lesia0 los que no conocen a 8risto, las comunidades de fe madura, y los pa%ses de viejos cristiandad que necesitan ser reevan#eli*ados. $/, /, E), y 92 suponen un corpus doctrinal de una #ran importancia para entender el nuevo planteamiento0 el paso de las misiones a la misión de la "#lesia y la evan#eli*ación en el mundo contemporneo.
#. DOCUMENTOS OFICIALES SORE LAEVANGELIACIN $ EN PERU& partir de la samblea 8onjunta de -bispos y Sacerdotes >2adrid, @G@C"=@AK@?, la evan#eli*ación ocupa el primer lu#ar entre las preocupaciones de la "#lesia espa4ola. la encuesta preparatoria respondió el CI de los sacerdotes diocesanos, y en la asamblea participaran KA obispos, @K@ sacerdotes con vo* y voto y @@K observadores, entre los que se encontraban varios laicos. En la asamblea se tomó conciencia del momento socio eclesial que se viv%a, y de la ur#encia de una + pastoral misionera ‖ con lo que conlleva de opción por los pobres y de superación de un sacramentalismo fcil y masivo.
$a Ex!ortación postólica .angelii 3ntiandi de Pablo 6" >@AK? fue muy bien aco#ida, ayudó a los nuevos planteamientos de la evan#eli*ación y se !a tenido, desde entonces, como un texto referencial. En @AKA Juan Pablo "" publica la Ex!ortación *atechesi %radendae con la finalidad de refor*ar la + solide* de la fe y de la vida cristiana‖ >n.B?. En @AC& el Papa Juan Pablo "" visita Espa4a y la 8onferencia Episcopal publica en @ACG + $a visita del Papa y el servicio de la fe a nuestro pueblo ‖ también en el a4o de @ACG la 8onferencia Episcopal nos ofrece el documento +8atequesis de la 8omunidad‖ muy importante por el tratamiento que !ace del proceso evan#eli*ador y la ubicación de la catequesis dentro de él. En @AC como continuación del anterior los obispos elaboran el documento sobre + El catequista y su formación‖. En @AC tienen lu#ar dos acontecimientos esenciales de #ran importancia nos referimos al con#reso + Evan#eli*ación y !ombre de !oy ‖ en el que participan @GG dele#ados de N diócesis y @ obispos. El lema del 8on#reso fue0 + Por una presencia evan#eli*adora de los cristianos en la actual sociedad espa4ola‖. El se#undo acontecimiento tiene lu#ar en la =6"" samblea Plenaria de Episcopado que aprueba la instrucción pastoral + 5esti#os de 1ios 6ivo‖ sobre el ser y la misión del cristiano en la sociedad espa4ola del momento. l a4o si#uiente ven la lu* dos documentos que, con el anterior, forman una trilo#%a0 + 8onstructores de la pa* y + $os católicos en la vida publica ‖ también en @ACN tiene lu#ar el 8on#reso de 8atequistas con ms de un millar de participantes. En @ACK la 8omisión Episcopal del 8lero nos ofrece el texto + Sacerdotes para evan#eli*ar‖ el proyecto pastoral de la 8onferencia Episcopal para el trienio @ACKAF tiene como t%tulo0 +nunciar a Jesucristo con obras y palabras‖. En @ACC se celebra el con#reso sobre +Parroquia evan#eli*adora‖ al que asisten cerca de mil dele#ados y treinta obispos en representación de las GF.FFF parroquias de Espa4a se afirmó que sólo el @FI @I de las parroquias eran evan#eli*adoras, y un GFI de las parroquias ofrec%an al#unos ras#os evan#eli*adores. El plan pastoral de la 8onferencia Episcopal para el trienio @AAF AG lleva como t%tulo0 + "mpulsar una nueva evan#eli*ación‖. $a 8omisión Episcopal de Ense4an*a y 8atequesis publica en @AAF + -rientaciones para la 8atequesis de dultos en @AA@ la 8onferencia Episcopal elabora las + -rientaciones de Pastoral de Juventud ‖, que son desarrolladas por la 8omisión Episcopal de postolado Se#lar en el documento + Jóvenes en la "#lesia ‖, cristianos en el mundo. Proyecto de 2arco de Pastoral de juventud En el‖ a4o la 8on#re#ación para la evan#eli*ación de loslosPueblos publica una + /u%a para la >@AA&?. 8atequistas en la@AAG que se tratan de manera sistemtica y existencial objetivos principales de la vocación, la identidad, la espiritualidad, la elección, la formación, las tareas misioneras y pastorales, la remuneración y la responsabilidad del pueblo de 1ios !acia los catequistas, en la situación actual y en perspectiva de futuro‖>n.@?. En @AA& la ==6 Jornadas )acionales de 1ele#ados 1iocesanos de 8atequesis dan lu#ar al texto + El Sacerdote y la 8atequesis‖. En el trienio@AAG@AAN se insiste en la importancia del 8atequismo de la "#lesia 8atólica como instrumento al servicio de la fe, de la tradición y de la unidad. En @AAK, veintiséis a4os después del 1irectorio /eneral de Pastoral 8atequética, la 8on#re#ación para el 8lero publica el nuevo 1irectorio /eneral para la 8atequesis que incorpora las aportaciones de los documentos que se !ab%an ido aplicando sobre la evan#eli*ación y la catequesis se parte del concepto de evan#eli*ación como el + conjunto de la acción de la "#lesia ‖>1/8 BN? y se extiende en el tratamiento del proceso de evan#eli*ación y de sus etapas, para desarrollar ampliamente la etapa propiamente catequética. En el documento reciente sobre la "niciación 8ristiana >@AAC?, la 8onferencia Episcopal desarrolla los fundamentos teoló#icos de la iniciación, los lu#ares eclesiales de la iniciación y las dos funciones pastorales >catequesis y litur#ia? de la iniciación. En @AAC la 8omisión Episcopal del 8lero publica + $a formación pastoral de los Sacerdotes se#ún +Pastores 1abo 6obis‖ tiene dos partes0 la primera dedicada a la formación pastoral del sacerdote para que lleve adelante una pastoral actual, cre%ble y efica* la se#unda parte est dedicada al discernimiento pastoral. Esta visión de conjunto es fundamental para comprender el concepto de evan#eli*ación, as%
como el lu#ar propio y cometido especifico de cada una de las acciones evan#eli*adoras en relación con las otras.+ Evan#eli*ar constituye, en efecto, la dic!a y vocación de la "#lesia, su "dentidad ms profunda. Ella existe para evan#eli*ar, es decir, para predicar y ense4ar, ser canal del don de la #racia, reconciliar a los pecadores con 1ios, perpetuar el sacrificio de 8risto en la Santa 2isa, memorial de su muerte y resurrección #loriosa + >E) @B?. Para que la "#lesia pueda evan#eli*ar necesita evan#eli*arse primero a s% misma por la conversión y la renovación permanente es decir, debe encontrar en s% misma el depósito que !a recibido del mismo 8risto. $a "#lesia unida inseparablemente a 8risto env%a a los evan#eli*adores porque ella misma !a sido enviada ni la "#lesia ni los enviados por ella y en su nombre son due4os de lo que transmiten en consecuencia, la fidelidad al depósito recibido como buena noticia marcar la acción evan#eli*adora de la "#lesia.
7. NATURALEA DE LA EVANGELIACION En la l%nea de $/, /S y /, Pablo 6" en E) dice que la acción evan#eli*adora es una realidad + rica, compleja y dinmica‖ >n.@K? y que es necesario + abarcar de #olpe todos sus elementos esenciales‖ >n.@K?. Estas caracter%sticas provienen del mensaje del Evan#elio del 9eino que + trata de convertir al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva de los !ombres, la actividad en la que ellos estn comprometidos, su vida y ambiente concretos ‖>n @C?. En consecuencia, el 9eino toma en cuenta las culturas, tanto para las condiciones de su anuncio como para su edificación +el reino de 1ios pretende alcan*ar y transformar con la fuer*a del Evan#elio los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las l%neas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los módulos de vida de la !umanidad, que estn en contraste con la palabra de 1ios y con el desi#nio de salvación ‖ >n @A?. 9econociendo el fondo cristiano de nuestra civili*ación, en nuestra cultura la ruptura entre la cultura y el Evan#elio es una realidad constatable en muc!os aspectos de la vida familiar, económica y pol%tica. $a evan#eli*ación pide como requisito previo el testimonio de las comunidades cristianas y de sus miembros !asta que nuestros compa4eros de trabajo, nuestros vecinos y ami#os no se sientan interpretados por el modo creyente de enfocar los problemas y de darles una respuesta concreta, la evan#eli*ación dif%cilmente se abrir camino. dems del testimonio profético es necesario la evan#eli*ación expl%cita + no !ay evan#eli*ación verdadera mientras se anuncie el nombre, la doctrina, la vida, las promesas del 9eino, el misterio de Jesús de )a*aret (ijo de 1ios ‖ >n. &&?. Este anuncio comprende el 7eri#ma, la predicación y la acción catequética. El anuncio no es un fin en s% mismo, pues busca la ad!esión afectiva, personal y comunitaria a la persona de Jesús, a su mensaje y a su causa la ad!esión a Jesucristo es también ad!esión a la +vida nueva‖ del 9eino, y se manifiesta por la pertenencia activa a la comunidad eclesial y a la participación en los sacramentos que alimentan la vida cristiana. $os diferentes elementos de la evan#eli*ación estn mutuamente relacionados, son complementarios, y se inte#ran en un conjunto que es muc!o ms que la suma de todos ellos.
;. LAS ETAPAS DEL PROCESO EVANGELIADOR. $a "#lesia tiene la + plenitud de los medios de salvación‖, pero teniendo en cuenta la situación de cada persona procede de manera #radual >/ Nb?. El decreto / trata con precisión el proceso de evan#eli*ación que consta de los si#uientes momentos0 la presencia testimonial y dialo#ante >nn. @@@&?, el primer anuncio, la llamada a la conversión y la propuesta cristiana >n.@G?, el catecumenado de la iniciación cristiana >n.@B? y la participación en la comunidad ministerial y sacramental >nn. @@C?. 1e esta manera se inicia la "#lesia en un sitio concreto y se ayuda a crecer y a madurar a las comunidades cristianas. + El proceso evan#eli*ador, por consi#uiente, est estructurado en etapas o + momentos esenciales ‖0 la acción misionera para los no creyentes y para los que viven en la indiferencia reli#iosa la acción catequético iniciatoria para los que optan por el Evan#elio y para los que necesitan completar o reestructurar su iniciación y la acción pastoral para los fieles cristianos ya maduros en el seno de la
comunidad cristiana. Estos momentos, sin embar#o, no son etapas cerradas0 se reiteran siempre que sean necesarios, ya que tratan de dar el alimento evan#élico ms adecuado al crecimiento espiritual de cada persona o de la misma comunidad + > 1/8 BA?. La eta4a -*s*o3era. 5iene que ver con las pre#untas referentes al sentido de la vida, la experiencia de las limitaciones y contradicciones de la condición !umana, la ubicación de la pre#unta reli#iosa y la conversión inicial cuando la persona y el #rupo tienen estas inquietudes la propuesta de Jesús y del discipulado es mejor comprendida y aceptada. La eta4a ateu-e3a/. El carcter de fundamentación y sistemati*ación es lo que define esta etapa para ello inicia al catecúmeno en la !istoria de salvación, en los valores evan#élicos, en la celebración cristiana y en la vida de la caridad. El objetivo de esta etapa es la conversión radical a Jesucristo como sentido de la vida.‖ Este + s% +a Jesucristo, plenitud de la 9evelación del Padre, encierra en s% una doble dimensión0 la entre#a confiada a 1ios y el asentimiento cordial a todo lo que Ll nos !a revelado. Este s% es posible por la acción del Esp%ritu Santo‖. >1/8 B?. La eta4a 4astora/. En la última etapa del itinerario se educa de manera permanente en la fe y en la comunión fraterna ayudando a las creyentes a vivir desde la vida teolo#al esta etapa ayuda a madurar la s%ntesis fevida en la comunidad cristiana por el cultivo de la espiritualidad y la maduración del compromiso vocacional. + El bauti*ado, impulsado siempre por el Esp%ritu, alimentado por los sacramentos, la oración y el ejercicio de la caridad, y ayudado por las múltiples formas de educación permanente de la fe, busca !acer suyo el deseo de 8risto0 + 6osotros sed perfectos como el Padre celestial es perfecto‖ >2t ,BC?. Es la llamada a la plenitud que se diri#e a todo bauti*ado‖ >1/8 N,d?.
<. EL CONTENIDO ESENCIAL DE LA EVANGELIACIN +Padre, ésta es la vida eterna0 que te cono*can a ti, el único 1ios verdadero, y a su enviado Jesucristo ‖ >Jn.@K, G?. $a evan#eli*ación busca el encuentro personal con Ll y la ad!esión confiada al 1ios revelado en Ll este s% a Jesucristo tiene un contenido propio y espec%fico que afecta a todos los aspectos importantes de la vida. $as dos dimensiones son necesarias, estn relacionados y debe ser expl%citamente educados. $a evan#eli*ación explicita al amor #ratuito y universal de 1ios auto comunicado en la persona de Jesucristo por la acción del Esp%ritu Santo. Es evan#eli*ado aquel que reconoce en s% mismo y en todo lo que existe la acción creadora de 1ios que nos !a creado a+su ima#en y semejan*a ‖ y nos !a llamado a una vida que no tiene fin este 1ios creador es Padre que nos !a !ec!o a todos !ermanos, es decir, i#uales y servidores de los otros. + $a presentación del ser %ntimo de 1ios revelado por Jesús, uno en esencia y trino en personas, mostrar las implicaciones vitales para la vida de los seres !umanos. 8onfesar a un 1ios único si#nifica que +el !ombre no debe someter su libertad personal, de modo absoluto, a nin#ún poder terrenal‖ >8E8 BF?. Si#nifica también que la !umanidad, creada a ima#en de 1ios que es +comunión de personas‖, est llamada a ser una sociedad fraterna, compuesta por !ijos de un mismo Padre, i#uales en di#nidad personal. $as implicaciones !umanas y sociales de la concepción cristiana de 1ios son inmensas. $a "#lesia, al profesar su fe en la trinidad y anunciarla al mundo, se comprende a s% misma como + una muc!edumbre reunida por la unidad del Padre, del (ijo y del Esp%ritu Santo‖ >1/8 @FF?. $o nuclear del mensaje evan#eli*ador es la salvación en Jesucristo este don del Padre nos libera del pecado y nos lleva a participar de la misma vida divina, pues nos !ace + !ijos en el (ijo ‖. Jesús !ace presente la cercan%a absoluta de 1ios, su misericordia entra4able, nos da la filiación divina y nos promete la vida que no tiene fin. 5odo esto comien*a aqu% y a!ora, pero tendr su plenitud en el reino de los cielos, pues la !umanidad camina !acia la casa del Padre. + $a evan#eli*ación no puede menos de incluir el anuncio profético de un ms all, vocación profunda y definitiva del !ombre, la continuidad y discontinuidad a la ve* con la situación presente ‖. >E) &C?. El contenido de la evan#eli*ación nos dice Pablo 6" en E) debe afectar a la existencia entera > personal, relacional y estructural? y ser un mensaje de liberación para millones de personas y pueblos enteros que
apenas subsiste en situaciones infra!umanas. En consecuencia, la conexión entre evan#eli*ación y promoción !umana tiene la*os antropoló#icos, teoló#icos y de caridad >cf. E) G@?. $a concepción de persona que conlleva el anuncio del 9eino !abla del + !ombre entero + >incluida la dimensión trascendental? y tiene una finalidad reli#iosa0 el encuentro con el 1ios del reino y su justicia. $a evan#eli*ación no ser auténticamente liberadora si olvida o descuida presentar la salvación en Jesucristo + )o es suficiente instaurar la liberación, crear el bienestar y el desarrollo para que lle#ue el reino de 1ios‖ >E) G?. 1esde la óptica cristiana, los aspectos temporales de la liberación deben !acerse desde motivaciones de fe y de caridad, sin prescindir de la dimensión espiritual y en el !ori*onte de la salvación >8f. E) GC? $a evan#eli*ación debe tener en cuenta las circunstancias culturales, !istóricas y sociales la encarnación de Jesucristo en unas condiciones concretas es la referencia obli#ada de la acción evan#eli*adora de la "#lesia, + llamada a llevar la fuer*a del Evan#elio al cora*ón de la cultura y de las culturas +>85 G? )o es al#o superficial sino el intento de que el Evan#elio lle#ue a lo ms profundo de las personas y de las culturas esto no es posible si al mismo tiempo no se asumen todos los valores que ya existen en las diferentes civili*aciones. 8on el discernimiento apropiado !ay que incorporar + el len#uaje, los s%mbolos y los valores de la cultura en que estn enrai*ados los catecúmenos y catequi*andos‖>1/8 @@F?. El mensaje cristiano debe ser presentado en toda su inte#ridad y autenticidad, pero de manera #radual y adaptada, como lo vemos en la peda#o#%a de 1ios.+ En la primera evan#eli*ación, propia del precatecumenado o de la precatequesis, el anuncio del Evan#elio se !ar siempre en %ntima conexión con la naturale*a !umana y sus aspiraciones, mostrando cómo satisface plenamente al cora*ón !umano ‖ >1/8 @@K cf 85 &A?. Esta referencia a la experiencia a los an!elos del cora*ón !umano y a la aspiración a la libertad y felicidad que el ser !umano busca sobre todas las cosas, se tendr presente en todas las etapas del proceso evan#eli*ador. + se puede partir de 1ios para lle#ar a 8risto, y al contrario i#ualmente se puede partir del !ombre para lle#ar a 1ios, y al contrario. $a adopción de un orden determinado en la presentación del mensaje debe condicionarse a las circunstancias y a la situación de fe del que recibe la catequesis‖. > 1/8 @@C?
>. LAS MEDIACIONES DE LAEVANGELIACIN $a "#lesia entera es la que !a recibido del maestro el mandato de ir por el mundo entero y anunciar el evan#elio +la evan#eli*ación es un deber fundamental del pueblo de 1ios ‖ >/ G?. Evan#eli*ar es un + acto eclesial‖ y !ay que evan#eli*ar enviados por la "#lesia en comunión con ella y en su nombre nin#ún evan#eli*ador se puede considerar due4o de lo que reali*a >cf. E) NF?. !ora bien, la "#lesia universal se !ace presente en cada una de las "#lesias particulares con todos sus elementos constitutivos, pues la "#lesia universal se manifiesta como +8uerpo de las "#lesias ‖ >$/ &Gb?.$a misión de la "#lesia es única, pero se reali*a en tareas diversas, lo cual de a la evan#eli*ación una #ran rique*a de forma y cauces. Q todo ello dentro de la comunidad cristiana concreta que reali*a de forma !istórica el don de la comunión, que es fruto del Esp%ritu Santo. + $a comunión expresa el núcleo profundo de la "#lesia universal y de las "#lesias particulares que constituyen la comunidad cristiana referencial. Esta se !ace cercana y se visibili*a en la rica variedad de las comunidades cristianas inmediatas, en las que los cristianos nacen a la fe, se educan en ella y la viven0 la familia, la parroquia la escuela católica, las asociaciones y movimientos cristianos, las comunidades eclesiales de base..... Ellas son los lu#ares comunitarios donde la catequesis de inspiración catecumenal y la catequesis permanente se reali*an ‖ >1/8 &G?. El mandato de evan#eli*ar se refiere en primer término a los obispos en comunión con el Papa a los obispos estn unidos los presb%teros que +obran en nombre de 8risto ‖ como pastores del pueblo de 1ios, predicadores y ministros de los sacramentos. Es muy elocuente la perspectiva de Pablo 6" en la ex!ortación E) cuando dice !ablando de los obispos y presb%teros0 + $o que constituye la sin#ularidad
de nuestro servicio sacerdotal, lo que da unidad profunda a la infinidad de tareas que nos solicitan a lo lar#o de la jornada y de la vida, lo que confiere a nuestras actividades una nota espec%fica, es precisamente esta finalidad presente en toda acción nuestra0 anunciar el evan#elio de 1ios >@ 5es &,A? ‖ >n. NC?.
$os reli#iosos evan#eli*an por su testimonio de vida que se convierten en +predicación profética al expresar disponibilidad, dedicación preferencial a los ms pobres y creatividad en sus obras de apostolado. $o propio de los laicos cristianos est en vivir la vocación en medio de las tareas temporales0 la pol%tica, la económica, las diferentes profesiones, la familia, los medios de comunicación el arte, etc. !% tratan de construir el 9eino siendo fermentos de nueva !umanidad evan#eli*an efica*mente al +poner en prctica todas las posibilidades cristianas y evan#élicas escondidas, pero a su ve* ya presentes y activas en las cosas del mundo‖>E) KF?. l actuar de esta manera manifiestan el sentido trascendental de la vida !umana que tiene a 1ios como ori#en, fundamento y meta. ser creyente se aprende, en #ran medida, en la propia familia, + "#lesia doméstica ‖ >$/.@@ @@?, pues a través de las relaciones que en ella se dan se puede explicitar los valores evan#élicos, la comunión y el servicio que constituyen lo esencial de la comunidad eclesial. Por las propias caracter%sticas de la familia, si esta funciona bien, es donde se da en mayor medida el que todos los componentes evan#eli*an y al mismo tiempo son evan#eli*ados. $os medios por lo que se puede evan#eli*ar en nuestro mundo son muy variados él bsico y fundamental es el testimonio de verdad y co!erencia. + :8reéis verdaderamente en lo que anunciis<:6iv%s lo que creéis< :Predicis verdaderamente lo que viv%s<. (oy ms que nunca el testimonio de vida se !a convertido en una condición esencial con vistas a una eficacia real de la predicación. Sin andar con rodeos, podemos decir que en cierta medida nos !acemos responsables del evan#elio que proclamamos >E) KN?. El testimonio evan#eli*ador pide !oy, ms que nunca comunidades cristianas en la l%nea del 6aticano "", encarnados en la realidad concreta, en dilo#o con el mundo mundo, con talante profético y en actitud enpe4ativotransformadora desde el compromiso con los ms necesitados. $as comunidades eclesiales de base son destinatarios y a#entes importantes de evan#eli*ación al servicio de las comunidades ms #randes >cf. E) C?. 1esde el testimonio de vida se evan#eli*a por la predicación utili*ando adecuadamente los medios de comunicación social, la litur#ia de la palabra, la catequesis en sus diferentes modalidades> edades, situaciones especiales, mentalidades, ambientes, contexto socio reli#ioso y contexto socio cultural?, la celebración de los sacramentos que manifiesta la intr%nseca relación entre la Palabra y la litur#ia, y una sana reli#iosidad popular. $os laicos también pueden desempe4ar ministerios no ordenados se#ún los carismas que de 1ios !an recibido y que son discernidos y aco#idos en las comunidades cristianas. $a concreción de estos ministerios se !ar con estos tres criterios0 la iluminación que nos aportan las primeras comunidades cristianas, las necesidades de la "#lesia y del mundo, y el sentido de comunión eclesial. El dinamismo misionero y comunitario de la "#lesia depende en #ran parte del número de laicos, vocacionados y formados, que desempe4en los si#uientes ministerios0 ayuda a necesitados, evan#eli*ación de alejados, aco#ida en las comunidades, responsables de movimientos apostólicos, concienti*ación social, servicio de la Palabra, catequistas, animadores de la oración y de la litur#ia, animadores de comunidades, servicio misionero, acompa4amiento personal, responsables de formación teoló#icaVpastoral, animación de Escuelas de 'ormación Socio Pol%tica, preparación de lideres cristianos, etc. $os medios, los destinatarios y los a#entes de evan#eli*ación constituyen tres realidades amplias y complejas, El peli#ro es la dispersión y el trabajo no conver#ente la planificación pastoral de conjunto se impone para poder inte#rar de forma armónica y relacionada todas estas mediaciones dentro del proceso evan#eli*ador al que tenemos que servir. 8onviene recordar que las !abilidades personales, los medios técnicos y los recursos !umanos no suplen la acción del Esp%ritu Santo, que es quien al*a los cora*ones a
la #racia mantiene la comunión eclesial y alienta la vida evan#élica. El evan#eli*ador que es dócil a la acción del Esp%ritu Santo vive con ilusión, ale#r%a y esperan*a la acomodación bur#uesa de muc!os cristianos, el cansancio y el desinterés de nuestros evan#eli*adores es lo que ms perjudica la evan#eli*ación del mundo actual.
?% ORIENTACIONES PASTORALES B E+a30e/*5a*63 /*(eraora. Supone la superación de una evan#eli*ación doctrinal y 7eri#mtica sin encarnación concreta, $a evan#eli*ación liberadora parte de una "#lesia que vive en !ori*onte del 9eino de 1ios y que busca la liberación total e inte#ral de la persona con la fuer*a del que siente que 8risto 9esucitado si#ue aco#iendo, sanando, reconciliado y salvando, para que el mundo sea ms acorde con el proyecto de 1ios Padre. B Los 4o(res so3 e+a30e/*5aos. $a buena noticia del amor de 1ios se ofrece a todos los !ombres como don y como tarea el 9eino anunciado por Jesús nos ayuda a concretar las actitudes, dinamismos y exi#encias con las que vivir lo !umano. l#o es muy importante0 los pobres son los destinatarios privile#iados del amor de 1ios. )o es posible ser evan#eli*ados sin volver los ojos y las manos a tantos !ermanos que sufren. + $a civili*ación del amo es el !ori*onte de la nueva evan#eli*ación de la "#lesia. B Nees*a e o-u3*aes e+a30e/*5aas , e+a30e/*5aoras . $a credibilidad del Evan#elio depende en #ran medida de los creyentes que personal y comunitariamente encarnen lo que dicen creer y vivir. $os dos #randes retos que tiene la fe en nuestra cultura son la indiferencia y la pobre*a. : 8ómo aportar el sentido reali*ador que 1ios da a la vida !umana< : 8ómo responder a la convicción profunda de que somos i#uales e !ijos de un mismo Padre< Para que estas dos cuestiones estén presentes en las acciones evan#eli*adoras se necesitan comunidades que !ayan incorporado a su modo de trabajar y de vivir los valores del Evan#elio. En el mundo en el que estamos esto si#nifica un modo alternativo de vida que pasa por lo concreto0 casa, tiempo, uso de dinero, toma de decisiones, fines de semana, etc. En caso contrario, se#uiremos afirmando cosas que no tienen referencias si#nificativas. . 8omo proceso tiene punto de partida y de Blle#ada, La e+a30e/*5a*63 es u3 4roeso o3+e3*63 as% como un itinerario que seeestructura en diferentes etapas.que $osesprocesos avan*an a través de experiencias que iluminan el interior, nos resitúan en lo cotidiano y nos empujan a cambiar los comportamientos. En el proceso cristiano de conversión se pasa por momentos si#nificativos0 el cuestionamiento de la situación que se vive, la pre#unta por el sentido de la existencia, la actitud de búsqueda, el interés por la persona de Jesús, la necesidad de cambiar, el se#uimiento de Jesús, la ad!esión afectiva a Ll como opción fundamental, la profesión de fe >renuncio y creo? y el crecimiento espiritual !acia la santidad. : ;ué tiene que pasar por dentro de las personas para que esto sea posible< : 8ómo alentar #rupal y personalmente este camino< nicamente lo puede acompa4ar el educador de la fe que !aya !ec!o este mismo proceso de maduración.
B E+a30e/*5a*63 , rea*63 e o-u3*aes -auras . $a finalidad de la acción evan#eli*adora y especialmente en la etapa es seno ponerdea la la comunidad persona en relación e intimidad con la persona de Jesucristo. Estocatequética, se !ace en el cristianade quecomunión termina incorporando como miembros a los que se !an encontrado con Jesucristo y !an optado por Ll como sentido de la vida. Esta finalidad se lo#ra a través de las tareas fundamentales de la etapa catecumenal del proceso evan#eli*ador0 el conicimiento de la fe, la celebración de la litur#ia y los sacramentos, la vivencia de los valores evan#élicos y la oración. El 1/8 a4ade a estas tareas otras dos0 la formación para la vida comunitaria y la iniciación a la misión. Estas tareas son necesarias, estn relacionadas, se apoyan mutuamente y se viven en la comunidad cristiana que actúa como sustento y alimento de la vida de fe en el d%a a d%a. En la
medida que las comunidades se nutran de creyentes convertidos y maduros, en esa medida sern comunidades convocantes por su testimonio y capacitadas para aco#er y acompa4ar a otros en el proceso de maduración de la fe. B I-4orta3*a e /a eta4a -*s*o3era. El punto de partida del proceso evan#eli*ador es la situación de las personas a las que se quiere evan#eli*ar en la etapa misionera se reali*a la convocatoria, y del resultado de esta depende el número de personas que !arn el discipulado y terminarn en una presencia eclesial activa y comprometida. : quiénes convocar< :8ómo convocar<. $a situación es extraordinariamente plural y exi#e creatividad en las respuestas conviene recordar que la convocatoria no es un momento puntual únicamente por el contrario, es un talante de toda la acción pastoral de la "#lesia, y una etapa que termina cuando el #rupo cuaja como tal y sabiendo a qué es convocado. dems, cada ve* necesitamos ms convocar de persona a persona, de tú a tú por la invitación directa + ven y vers‖, diri#ida a aquellos con los que nos relacionamos en los diferentes mbitos donde transcurre lo cotidiano.
B Mo-e3tos ua/*tat*+os e3 e/ 4roeso e+a30e/*5aor. )os referimos a aquellas experiencias que tiene un carcter estructurante de la personalidad cristiana, y que impulsan la maduración en la fe. $os tres ms importantes son la conversión, la eclesialidad de la fe y la disponibilidad vocacional. Estn %ntimamente relacionados pero tienen su tiempo en los procesos de fe también estn muy relacionados con las etapas del proceso evan#eli*ador. 8uando un #rupo de personas est !aciendo un proceso, la vinculación al mismo y el interés en lle#ar !asta el final del mismo, tiene muc!o que ver con lo que vaya sucediendo en el interior de la persona y los !ori*ontes de sentido que en ello vislumbre. $os momentos cualitativos suponen un salto en la l%nea de maduración que recompone lo anterior y proyecta lo si#uiente esta caracter%stica !ace que la maduración dependa de experiencias fundamentales que, en mutua relación, constituyen el !ilo conductor del proceso evan#eli*ador. B E/ 4ara*0-a e /a a*63 -*s*o3era e /a I0/es*a. + 1ado que la + misión ad #entes‖ es el paradi#ma de toda la acción misionera de la "#lesia, el catecumenado bautismal a ella in!erente es el modelo inspirador de su acción catequi*adora. Por ello conviene subrayar los elementos del catecumenado que deben inspirar la catequesis actual y el si#nificado de esta inspiración ‖>1/8 AF?. Supone que los evan#eli*adores debemos tener muy en cuenta0 la importancia de la + función de iniciación‖, que toda la comunidad es responsable y corresponsable de la evan#eli*ación, la centralidad del misterio pascual, la necesaria inculturación de la fe y la #radualidad de la educación de la fe como proceso formativo. B Dese3tra=ar e/ s*03*f*ao e /os sara-e3tos Hue se 9a3 re*(*o. limentar la fe, consolidar la esperan*a y alentar las obras de caridad es tarea que debe ocupar toda la existencia del creyente, pues la vida teolo#al es el manantial de la espiritualidad cristiana. En el itinerario de la iniciación cristiana, después de la confirmación se !abla del + tiempo de mista#o#ia‖ para profundi*ar el si#nificado de los sacramentos recibidos y ver cómo éstos confi#uran la vida de los bauti*ados y confirmados. Esta tarea es para siempre, pero necesita un tiempo intensivo donde se ayude al iniciado a encontrar en la comunidad eclesial el alimento cotidiano de la fe por la Palabra, los sacramentos y el compromiso con el 9eino. Para muc!os jóvenes este per%odo es vital pues de él dependen dos cosas0 la continuidad o no en la comunidad cristiana, y el que los adolescentes que se preparan a la confirmación ten#an la referencia de #rupos y comunidades juveniles que manifiestan cómo ser joven en la "#lesia y cristiano en el mundo. $a identidad y la madure* cristiana tiene muc!o que ver con !aber descubierta el sentido eucar%stico de la vida cristiana.
B E+a30e/*5a*63 e /os )6+e3es , +oa*63 . + Por pastoral de jóvenes entendemos toda aquella presencia y todo un conjunto de acciones a través de los cuales la "#lesia ayuda a los jóvenes a pre#untarme y descubrir el sentido de la vida, a descubrir y asimilar la di#nidad y exi#encias del ser cristiano les propone diversas posibilidades de vivir la vocación cristiana en la "#lesia y en la sociedad y les anima en su compromiso por la 8onstrucción del 9eino ‖ >-PJ @B?. $a fe madura tiene que ver con la
búsqueda de la voluntad de 1ios a través de la disponibilidad vocacional. 8onocer lo que 1ios nos pide personalmente no es fcil, pues !ay que empe*ar por conocer la + #ramtica‖ con la que 1ios !abla, que no es otra que la persona y el evan#elio de Jesús de )a*aret. En el camino del discipulado aparecen intereses, e#o%smos, dobles miras y autoen#a4os que tienden a !acer pasar como voluntad de 1ios nuestro querer para superar estas dificultades y lle#ar a un fiable discernimiento vocacional necesitamos un acompa4ante espiritual que nos ayude a personali*ar la fe y a responder en verdad a lo que 1ios quiere de cada uno. $os primeros que deber%an vivir el acompa4amiento espiritual son los animadores de #rupo, pues dif%cilmente se puede ayudar a otros si uno no !a lle#ado a conocer cómo el Esp%ritu Santo actúa en la vida de los creyentes que viven con espiritualidad. + $a condición bsica para poder encontrar la vocación es que el creyente, relativi*ando todas las cosas, quiera !acer la voluntad de 1ios. Q esto lo siente con confian*a y ale#r%a, pues la voluntad de 1ios va muy unida a la reali*ación personal en las situaciones !istóricas de la "#lesia y la sociedad en la que estamos ‖N.
B E+a30e/*5a e/ Hue -*ra o3 a-or , es4era35a. Para poder cambiar y mejorar una situación !ay que empe*ar por asumirla en positividad. El evan#eli*ador auténtico est convencido de que también esta !istoria puede ser (istoria de Salvación. $os apóstoles en el comien*o de la "#lesia y en un mundo dif%cil, miraron con amor a la !umanidad y se fiaron ms de la #racia de 1ios y del impulso del Esp%ritu que de sus propias posibilidadesK. Estas actitudes son las que llevan a encontrar las semillas del 6erbo, a respetar la idiosincrasia y los procesos personales, y a inculturar la fe. l mismo tiempo !ay que anunciar a Jesucristo y su 9eino con toda la fuer*a y novedad que tiene, y proponer las + certe*as sólidas‖ de la fe con sencille* y ale#r%a. (oy como !ace ms de veinticinco a4os podemos !acernos la misma pre#unta que se !ac%a Pablo 6"0 la "#lesia, +!a #anado en ardor contemplativo y de adoración y pone ms celo en la actividad misionera, caritativa y liberadora< ‖ >E) KN?.
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LA NUEVA EVANGELIACION SUMARIO '. E+o/u*63 e/ o3te3*o e/ t:r-*3o e+a30e/*5a*63. 2. A4orta*o3es e /a teo/o01a o3*/*ar , 4osto3*/*ar. !. A4orta*o3es e /a teo/o01a e /a /*(era*63. #. u: es /a 3ue+a e+a30e/*5a*63. 7. La s*tua*63 atua/ , /a e+a30e/*5a*63. 7.' A/0u3os ras0os u/tura/es Hue o3+*e3e su(ra,ar. 7.2 Af*r-a*o3es (@s*as 4ara /a 3ue+a e+a30e/*5a*63. 7.! As4etos o3retos Hue 9a, Hue 4ote3*ar e3 /a 3ue+a e+a30e/*5a*63. *(/*o0raf1a.
Estamos ante un tema decisivo y fundamental en la vida de la "#lesia también ante una forma de entender la evan#eli*ación que tiene pocas décadas de !istoria. Q sin !aber lle#ado a entender y vivir plenamente esta realidad tan rica, se nos !abla de nueva evan#eli*ación. En Europa se reflexiona y apuesta por la nueva evan#eli*ación en un contexto sociocultural profundamente coloreado por el fenómeno de la increencia. Sentimos que !emos pasado de una situación eclesial de mantenimiento de la fe a otra situación en la que el problema ms importante es suscitar y educar la fe. $as dificultades para evan#eli*ar al !ombre de !oy son muc!as en un mundo complejo al mismo tiempo, sabemos que en la tarea de la evan#eli*ación se jue#a el ser y la misión de la "#lesia @.
'. EVOLUCIN DEL CONTENIDO DEL TRMINO EVANGELIACIN $os términos Evan#elio, evan#eli*ar, evan#eli*ador, evan#eli*ación tienen una fuerte base b%blica y fueron palabras muy queridas en las primeras comunidades cristianas. 5anto para los sinópticos como para San Pablo, Evan#elio es +buena nueva ‖, y evan#eli*ar consiste en anunciar la +buena noticia ‖ del Evan#elio de Jesús de )a*aret. El núcleo de esta buena noticia es el amor misericordioso de 1ios Padre que nos salva en el 2isterio Pascual de Jesucristo. En los sinópticos, Jesús de )a*aret aparece anunciando el 9eino de 1ios como el meollo del Evan#elio. El Padre !a enviado a su !ijo, y Jesús env%a a los póstoles para continuar su misión con la fuer*a del Esp%ritu Santo. Enunciar el Evan#elio y enunciar a Jesucristo viene a ser la misma cosa >(c! C, B y (c! A, &F?. En los (ec!os de los póstoles vemos el dinamismo misionero de los apóstoles y de las primeras comunidades que van implantando y edificando la "#lesia en sitios muy diferentes. En todos ellos se une la proclamación de la Palabra con las obras y los testimonios, llaman a la conversión, celebran los sacramentos, y establecen los ministerios para alentar la vida de estas comunidades. El término misión serv%a para indicar la relación entre el que env%a y los que !abiendo sido llamados por 1ios son enviados para la salvación del pueblo. medida que van pasando los si#los y se instaura el ré#imen de cristiandad, el término misión se va aplicando cada ve* ms a la acción de la "#lesia en otros continentes y con pa#anos. En este contexto sur#e la teolo#%a y praxis de las misiones para la conversión de los no creyentes o para la salvación de los que estn expuestos a la condenación eterna por la vida que llevan. En los a4os entre el final de la &H /uerra 2undial y el comien*o del 8oncilio 6aticano "" se produce un cambio si#nificativo0 poco a poco se va tomando conciencia del paso de una "#lesia que tiene misiones a una "#lesia en estado de misión, incluso en los pa%ses de vieja 8on#ar cristiandad. $as aportaciones de $ié#é, 1e\ailly, 1ournes, 8!enu, $ubac, de 9a!ner, Sc!illebeec7s, y 2oltmann, etc., fueron decisivas pues dotaron a este nuevo1eenfoque una sólida y adecuada fundamentación teoló#ica &. $a "#lesia de 'rancia celebra en @ABK un encuentro que tiene como t%tulo +Evan#élisation‖. En la década de los F se divul#a el término, sobre todo por parte de $ie#é que insiste en los aspectos testimoniales y transformadores de la evan#eli*ación. $os fundamentos teoló#icos de la misión vi#ente !asta a!ora aparecen como insuficientes, en s% mismos y en la terminolo#%a empleada. En los a4os inmediatamente anteriores al 8oncilio 6aticano "" se trabaja denodadamente por elaborar una buena fundamentación
b%blica de la misión. En los a4os posteriores al 8oncilio, la teolo#%a del laicado, los movimientos y comunidades, la vuelta a los or%#enes y las aportaciones de la teolo#%a de la liberación contribuyeron a clasificar y enriquecer el término evan#eli*ación.
2. APORTACIONES DE LA TEOLOGÍA CONCILIAR POSTCONCILIAR. $a constitución 1ei 6erbum !abla de la 9evelación como la manifestación personal de 1ios a los !ombres el !ombre creado por 1ios a su ima#en y semejan*a, por naturale*a y vocación es +capa* de 1ios‖. Este desi#nio amoroso de 1ios se manifiesta plenamente en Jesucristo y se reali*a por la acción del Esp%ritu Santo. $a transmisión de la revelación por medio de la "#lesia es obra del Esp%ritu Santo de este modo la "#lesia es sacramento universal de salvación >cf. $/ BC / @ /S B?. $a constitución 16 presenta la fe como la respuesta a la 9evelación >nn. & ? desde un punto de vista pastoral y, catequético, la fe se vincula ms a la evan#eli*ación que a la 9evelación. El decreto /. dice que la "#lesia es misionera por su propia naturale*a la "#lesia tiene permanentemente los medios de salvación, pero acentúa de forma #radual0 presencia, dilo#o y testimonio >nn.@@@&?, anuncio del Evan#elio e invitación a la conversión >n.@G?, iniciación cristiana en el catecumenado >n.@B? y formación de la comunidad creyente por la celebración de los sacramentos y la estructura ministerial >nn.@@C?. + cada circunstancia o estado deben corresponder actividades apropiadas o medios adecuados‖. >/ N?. El 9itual de la "niciación 8ristiana de dultos >@AK&? reco#e esta nueva visión y la plasma en lo que podr%amos llamar +dinamismo de la evan#eli*ación‖0 +situaciones iniciales‖ >initia?, +los desarrollos #raduales‖ >#radus? y la situación de madure* de la vivencia de la comunidad cristiana. El Papa Pablo 6" en Evan#elii )untiandi >@AK? !ace aportaciones si#nificativas y fundamentales a la realidad de la evan#eli*ación. $a referencia a esta enc%clica si#ue siendo imprescindible para reflexionar sobre la evan#eli*ación en el momento actual. 8onviene subrayar dos aportaciones nucleares que !ace la enc%clica0 la +"#lesia existe para evan#eli*ar‖ >E) @B? y transformar desde dentro a la !umanidad y la presentación de la evan#eli*ación como una realidad rica y compleja, con muc!os elementos. veces, al#unos de los elementos que la inte#ran tienen una importancia tal que fcilmente pueden identificarse con la acción evan#eli*adora no obstante, +nin#una definición parcial y fra#mentaria refleja la realidad rica, compleja y dinmica que comporta la evan#eli*ación ‖.>E) @K?. Es decir, debe desple#ar +toda su inte#ridad‖ >E) &C?. El proceso evan#eli*ador est estructurado en etapas o +momentos esenciales‖ >85 @C?0 la acción misionera con no creyentes y los que viven alejados de la fe la acción catequético iniciadora de los que animados por la conversión inicial quieren se#uir a Jesucristo y los que necesitan retomar la iniciación la acción pastoral con los creyentes que !an madurado su fe y viven en comunidad. El 1irectorio /eneral de 8atequesis de @AAK asume plenamente la nueva comprensión de la evan#eli*ación y del proceso evan#eli*ador, y a!% sitúa la etapa catequética subrayando la importancia del ministerio de la Palabra, el proceso de conversión en la vida de fe y las diferentes situaciones socio reli#iosas ante la evan#eli*ación.
!. APORTACIONES DE LA TEOLOGÍA DE LA LIERACIN penas comen*ada la etapa postconciliar, la &H 8onferencia Episcopal $atinoamericana >2edell%n @ANC? insiste en que la evan#eli*ación implica el compromiso con los pobres, explotados y oprimidos. 1e al#una forma se incorpora el que la evan#eli*ación tiene que ver con las dimensiones sociales, culturales y pol%ticas de la existencia !umana, tanto a nivel personal como comunitario G. Esta nueva concepción y enfoque supera la evan#eli*ación doctrinal y la evan#eli*ación 7eri#mtica. parece con claridad cómo la evan#eli*ación de la "#lesia tiene que ser como la de Jesús de )a*aret0 cómo confesar a 1ios Padre y su 9eino en las situaciones ms des!umani*adoras. Para conse#uir esto !ay que purificar el mensaje cristiano de las ideolo#%as dominantes y se !an de valorar las caracter%sticas de aquellos a los que se evan#eli*a. :8ómo conse#uir una evan#eli*ación liberadora en el contexto socio cultural concreto< Esta pre#unta encierra la importancia del anlisis cr%tico de la realidad socio pol%tica en la que la "#lesia lleva a cabo su misión. Se da una importancia #rande a la dimensión prxica de la fe que vincula la evan#eli*ación a la liberación inte#ral de la persona y de las personas. En esta perspectiva se entienden las virtudes teolo#ales0 la fe auténtica se valida en la praxis liberadora, la caridad se comprende con dimensiones socio pol%ticas, y la esperan*a lleva a trabajar denodadamente para que el 9eino de 1ios ten#a ms aco#ida en este mundo. $a cate#or%a teoló#ica del 9eino de 1ios !a ayudado sobremanera a esta concepción de la evan#eli*ación0 el 9eino de 1ios proclamado por Jesús conlleva la justicia y el derec!o para los pobres, y llama a todos a cambiar los cora*ones para que apare*can los frutos de la nueva !umanidad.
#. U ES LA NUEVA EVANGELIACIN En @ANA en 2edell%n, aparece la expresión +nueva evan#eli*ación‖ por ve* primera se retoma en Puebla >@ACG? por boca de Juan Pablo "" después en (ait% >@ACG? y en @ACB en Sto. 1omin#o cuando se inicia el novenario preparatorio al 6 centenario de la evan#eli*ación de mérica $atina. Juan Pablo "" en Estrasbur#o !abla de la nueva evan#eli*ación para Europa, y en el s%nodo de Europa se aborda la cuestión fundamental0 :cómo evan#eli*ar en Europa a finales del si#lo ==< $as diferentes 8onferencias Episcopales se !an !ec!o eco de esta misma preocupación. En #eneral, se !a venido !ablando de la +nueva evan#eli*ación‖ como un proyecto nuevo, en elaboración, para toda la "#lesia, y en el que est empe4ada toda la "#lesia se#ún las peculiaridades de cada "#lesia local. En el ma#isterio de Juan Pablo "" encontramos tres aproximaciones pro#resivas y complementarias al concepto de nueva evan#eli*ación B En @ACB en Sto. 1omin#o el Papa se sitúa en esta óptica0 est naciendo un mundo nuevo, interdependiente en muc!os aspectos. nte este fenómeno de #lobali*ación, el Papa !abla de que /a 3ue+a e+a30e/*5a*63 te30a o-o 9or*5o3te /a Q*+*/*5a*63 e/ a-or. Esta formulación fue empleada por Pablo 6" para !ablar de la cate#or%a teoló#ica del 9eino de 1ios en términos socio pol%ticos. Juan Pablo "" utili*a en S9S la expresión +cultura de la solidaridad‖ esta propuesta la !ace el Papa después de anali*ar las san#rantes situaciones de explotación y mar#inación que se dan entre el )orte y el Sur. El #ran reto de la evan#eli*ación consiste en promover una forma nueva de entender las relaciones !umanas y las estructuras sociales desde los valores evan#élicos que propician la civili*ación del amor. B En la enc%clica +9edemptoris 2issio‖ Juan Pablo "" tiene en cuenta a las "#lesias de vieja cristiandad que cuentan nominalmente entre sus miembros a muc!os alejados que viven, en la prctica, como no cristianos. En al#unas *onas de mérica $atina también se da de forma alarmante el problema de los nuevos movimientos reli#iosos y de las sectas. Para el Papa, en estos contextos, el objetivo prioritario de la nueva evan#eli*ación consiste en test*-o3*ar e -oo 4rof:t*o , -art*r*a/ a Cr*sto Resu*tao 4rese3te , atua3o e3 u3as so*eaes que fueron vivas en otro tiempo, y que conservan las ra%ces cristianas en su cultura.
B En la enc%clica sobre los laicos, 8!'$, en el n^ GB se presenta una óptica nueva para comprender la nueva evan#eli*ación0 /a re3o+a*63 e /as o-u3*aes e/es*a/es 4ara Hue sea3 s*03o e e+a30e/*o , tra3sfor-a*63 so*a/. Esto no ser posible sin primar como objetivo principal en la evan#eli*ación la desembocadura comunitaria de los procesos catecumenales y la formación de comunidades eclesiales convertidas, encarnadas en la realidad y comprometidas con los problemas !umanos.
Si sinteti*amos los tres enfoques podemos decir que la nea eangelización tiene como horizonte la ciilización del amor, ' desde ahí tanto para eangelizar a los alejados como para constrir el ;eino en na sociedad descristianizada, necesitamos de comnidades cristianas madras en s fe, entsiasmadas con el .angelio, con n estilo de ida alternatio ' generadoras de cltra cristiana" $a renovación de las comunidades supone volver a beber en los or%#enes, el anlisis de la realidad para ser alternativa de vida, la vida de comunión y corresponsabilidad, y el compromiso con los ms desfavorecidos. $os #rupos únicamente lle#arn a ser comunidades maduras a través de procesos catecumenales donde ten#an una experiencia afectiva de 1ios, de los valores del Evan#elio, de la fraternidad y del compromiso transformador. Esta es la tarea prioritaria en la evan#eli*ación, pues de ella dependen los dems aspectos del proceso evan#eli*ador0 la convocatoria misionera de catequesis y la animación de las comunidades locales.
7. LA SITUACIN ACTUAL LA EVANGELIACIN +$os cristianos, insertos en los ms diversos contextos sociales, miran al mundo con los mismos ojos con los que Jesús contemplaba la sociedad de su tiempo ‖ >1/8 @N?. Jesús mira la realidad desde dentro de la !umanidad y su !istoria, atento al proyecto salvador del Padre y con una actitud profundamente esperan*ada. Sabemos, como creyentes, que en todo acontecer !umano est la acción creadora del Padre, la presencia del pecado y la fuer*a definitiva de la Pascua que lleva la realidad !umana a la +plenitud escatoló#ica‖.
7.' A/0u3os ras0os u/tura/es Hue o3+*e3e su(ra,ar B En nuestro mundo se valora la di#nidad !umana y los derec!os !umanos que de ella se derivan al tiempo, se si#ue conculcando la di#nidad !umana de la forma ms abusiva en uno y otro lu#ar. B 3na cultura #lobali*ada desde la ciencia y la técnica, la econom%a y los medios de comunicación. En este contexto se revalori*an también las culturas autóctonas en lo que tienen de localismo. B $a situación de pobre*a y mar#inación en la que vive una parte muy si#nificativa de la !umanidad, y con pocas posibilidades de salir de ella. En el modo de situarnos los creyentes ante esta realidad se ju*#a #ran parte de la credibilidad del cristianismo entre nuestros contemporneos. B El reduccionismo que supone el intento de explicar al !ombre y al mundo por s% mismo. Esto confiere una peculiaridad a la consideración reli#iosa y moral del ser !umano, pues se da un +oscurecimiento de la verdad ontoló#ica de la persona !umana... Se asiste as%, en muc!as partes, a un +relativismo ético que quita a la convivencia civil cualquier punto se#uro de referencia moral ‖ >6S @F@ cf. E6 @A&F? >1/8 &G?.
B Entre los creyentes !a !abido avances muy positivos en la forma de entender la experiencia de 1ios Padre, la persona de Jesús, la vida eclesial y el compromiso social de la fe. En la prctica, !ay varios tipos de cristianos los que viven al mar#en de la fe aunque se si#an sintiendo creyentes, los que viven en la reli#iosidad popular, los practicantes con la formación reli#iosa recibida en la infancia, y los bauti*ados convertidos que viven la fe en comunidades encarnadas y comprometidas. 8ada uno de estos #rupos exi#e
una forma distinta de evan#eli*ación.
B Estn apareciendo estudios en los que se !abla de la +metamorfosis de lo sa#rado‖ para referirse al cambio de !ori*onte de lo reli#ioso y a la forma misma de creer, ms subjetiva, inmanente y desinstitucionali*ada. Este dato implica un replanteamiento de la forma de entenderse, situarse y actuar la "#lesia como tal.
7.2 Af*r-a*o3es (@s*as 4ara /a 3ue+a e+a30e/*5a*63 B La evangelización es %ue!acer de todos los cristianos y para todos los cristianos. +$a "#lesia existe para evan#eli*ar‖ >E) @B? y la evan#eli*ación tiene que ver con el proceso que en#endra y desarrolla la fe a través de varios momentos y aspectos unidos intr%nsecamente entre s%0 +anunciad‖, +!aced disc%pulos y ense4ad‖, +sed testi#os‖, +bauti*ad‖, +!aced esto en memoria m%a ‖, + amaos unos a otros ‖. Si este es el camino de la maduración de la fe, la evan#eli*ación en#loba tanto el anuncio a los no creyentes, la edificación y consolidación de las comunidades existentes, y el proceso catecumenal que si#uen los que !acen la iniciación cristiana o la retoman para renovarse interiormente. El mensaje de Jesús afecta a todos los niveles de la existencia !umana0 la respuesta de la fe como sentido de la vida, la conversión al 9eino como estilo de vida y el compromiso socio pol%tico para cambiar la realidad de los ms desfavorecidos de la !umanidad. B La evangelización contina la o&ra de Jesucristo' (el primer evangelizador)* >E) K? $a persona de Jesús, su mensaje y su causa son las referencias del contenido de la evan#eli*ación, as% como de su peda#o#%a. $a evan#eli*ación consiste en reali*ar con palabras y obras la salvación reali*ada en y por Jesucristo. 5odos son invitados a aco#er la +buena nueva‖, pero no todos aceptan en su cora*ón el plan de salvación del Padre revelado y comunicado en el (ijo por la acción del Esp%ritu Santo. $a misión fundamental de Jesús de )a*aret fue el anuncio y la reali*ación del 9eino de 1ios la "#lesia y las comunidades cristianas que la inte#ran deben confi#urarse se#ún las exi#encias del 9eino que se puede sinteti*ar en el esp%ritu de las Dienaventuran*as y las virtudes teolo#ales. Por este camino, el evan#eli*ador y el evan#eli*ado irn identificndose con Jesucristo para intentar pensar, sentir y actuar como Ll lo !i*o !asta que +1ios sea todo en todos B (Los po&res son evangelizados)* 1ebemos partir de dos constataciones0 en el mundo actual !ay muc!os pobres porque !an sido empobrecidos por poderes y estructuras y el (ijo de 1ios se !i*o pobre y se diri#ió preferencialmente a los peque4os, excluidos, enfermos y pecadores. En la !istoria de salvación los pobres tienen si#nificativa relación con 1ios, porque el 1ios trinitario quiere que todos los !ombres sean sus !ijos, i#uales en di#nidad y posibilidades. +Por esta sola ra*ón, los pobres merecen una atención preferencial, cualquiera que sea la situación moral o personal en que se encuentren. (ec!os a ima#en y semejan*a de 1ios para ser sus !ijos, esta ima#en est ensombrecida y aún escarnecida. Por eso 1ios toma su defensa y los ama ‖. >Puebla @@B&?. Jesús !a venido para evan#eli*ar a los pobres como dice Pablo 6" en E). Estas palabras tienen un #ran alcance, pues la prueba de que !a lle#ado y est lle#ando el 2es%as y su 9eino es que se anuncia la Duena )oticia a los pobres. El texto evan#élico de 2t &, G@ GN es una elocuente invitación a no quedarse en qué del 9eino, sino a intentar lle#ar a los cómo que !acen real y concreta la fe verdadera. 8risto nos consi#uió la revelación +en pobre*a y en persecución‖. >cf. $/ Cc?, si este !a sido el camino de 8risto debe ser también el camino de la "#lesia evan#eli*adora. $a preocupación que los cristianos tenemos de evan#eli*ar a +todo !ombre y a todos los !ombres ‖, se ase#ura de manera ms plena si vemos la realidad y situamos nuestro cora*ón y nuestros pies en la +muc!edumbre inmensa‖ de despojados que van +como ovejas sin pastor‖ en la miseria ms absoluta y la privación de los derec!os !umanos ms elementales. 8uando los pobres estn en el cora*ón de la "#lesia ésta es ms y mejor +sacramento de salvación‖ para el mundo. El evan#eli*ador es también
evan#eli*ado por el mensaje y la causa de Jesús, el evan#elio de los pobres, que adquiere rostro en los pobres concretos y nos pide una respuesta auda* y profética para que la fe cristiana sea ms cre%ble. B De las comunidades cristianas y de la capacidad de crear comunidad depende la e$icacia de la evangelización. En la sociedad actual se valoran ms los !ec!os que las palabras. El talante evan#élico de las personas y de las comunidades es el requisito fundamental para que las palabras ten#an resonancia y pueda ser posible el +ven y vers‖. $a evan#eli*ación tiene que ver directamente con la iniciación cristiana, y ésta con la vida de la comunidad cristiana. $a maduración de la fe y el proceso de conversión se dan en el paso de una existencia despersonali*ada a sentirse miembro activo del Pueblo de 1ios, y a formar peque4as comunidades que trabajen por el 9eino. En este itinerario de fe la comunidad que convoca, acompa4a y aco#e es fundamental para que el proceso evan#eli*ador desemboque en la formación de peque4as comunidades que, en comunión y servicio, remueven y alienten la vida de las comunidades locales. El sentido comunitario de la fe debe llevar a un modo nuevo de entender el estilo de vida y de relaciones de aquellos que se sienten cristianos. Q desde aqu%, las comunidades puedan ser alternativas de vida por los valores que encarnan y potencian, tales como el compartir, el discernimiento, la disponibilidad, la presencia en lu#ares necesitados, el modo de valorar los bienes y el tiempo, los proyectos que se sostienen, etc., etc. $a fe est llamada a !acerse cultura, es decir, modo normal de entenderse, vivir y relacionarse. B La evangelización tiene presente los retos sociales y la identidad cultural del pue&lo* 8omo bien se4ala 8asiano 'loristn B una de las tentaciones frecuentes de la teolo#%a es relacionarse y expresarse con los esquemas propios de la cultura académica, es decir, la dominante. 8uando el pensamiento teoló#ico se lleva a la pastoral y la catequesis, !acemos una teolo#%a populari*ada, pero no popular. esta peculiaridad cabr%a a4adir el !ec!o de que el contexto sociocultural actual es poco facilitador de la formulación y expresión de la fe cristiana. Por lo mismo, la evan#eli*ación debe tener presente al mismo tiempo los retos sociales y la identidad cultural del pueblo, que como sustrato existencial ms o menos solapado si#ue estando presente, al menos, en las vivencias principales de lo !umano. Este doble reto, que aunque va unido en la prctica, no se puede confundir, supone estar atento a lo si#uiente0 B El an+lisis de la realidad y la lectura de los signos de los tiempos* Estos dos aspectos estn muy mediati*ados por el lu#ar social en el que los teólo#os, pastores, evan#eli*adores y educadores de la fe nos situamos, pues actúa como precomprensión !ermenéutica de la realidad social y de los datos de la fe. 3na ve* ms, !ay que escuc!ar la Palabra de 1ios desde +los #ritos de los ms pobres‖ a!% seremos encontrados y convertidos por 1ios que sale a nuestro encuentro y nos ayuda a mirar y actuar de otra manera.
B La vigilancia permanente* Esta actitud pretende unir la constatación de las +semillas del 6erbo‖ que !ay en nuestra cultura, la denuncia profética de lo que nos en#a4a y esclavi*a, y la propuesta de caminos nuevos en clave de esperan*a. El pueblo, es decir, la #ente buena y sencilla tiene muc!o que decir, por su propia competencia experiencial. :8ómo devolver al pueblo la palabra para que pronuncie su palabra< Sin duda al#una, la evan#eli*ación conecta con los núcleos ms profundos de la persona !umana y con los centros de interés ms !umani*adores que los seres !umanos llevamos dentro. B El estudio de la evolución del sentido de lo religioso en el !om&re actual. 5iene que ver con la misma concepción de lo trascendente y la importancia concedida a sus mediaciones en la vivencia de lo sa#rado. Sin duda que se trata de una tarea en doble dirección0 cómo interpela esta nueva situación reli#iosa a la reflexión teoló#ica pastoral, y qué puede se#uir aportando la fe cristiana al ser !umano para que se entienda mejor a s% mismo y de sentido a su vida. ;uien comparte la existencia !umana en todos sus niveles, desde dentro, puede !acer una propuesta si#nificativa los deseos profundos de los !ombres y de las mujeres del final del milenio deben ser escuc!ados y enriquecidos con la propuesta cristiana. $os valores de la subjetividad y de la solidaridad son fuertes y patentes por lo mismo, la fe cristiana tiene que
cuidar muc!o la experiencia personal de 1ios, la posición profética frente a toda injusticia, y la fecunda relación entre ambos aspectos
B La cuidada integración de todas las dimensiones de la evangelización" Pablo 6" en E) !abla de esta relación e insiste en el equilibrio que las distintas dimensiones de la evan#eli*ación deben tener. 9ecordemos las dimensiones0 la transmisión de la fe, la educación de la misma, la realidades vida testimonial de la comunidad cristiana, la celebración de los sacramentos, y la transformación de las temporales. 5odas las dimensiones son necesarias, cada una de ellas reali*a, a su manera, lo que el conjunto de ellas pretenden, se implican y desarrollan al tiempo, se apoyan en el mensaje evan#élico y en la experiencia de los creyentes, se desarrollan de forma #radual, y deben enrai*arse en la experiencia !umana. El cuidado armónico de estas dimensiones ayudar a conse#uir un perfil de creyente ms maduro y sólido, y sin las la#unas y contradicciones con las que nos encontramos en no pocos cristianos, incluso entre los que se consideran convertidos y formados. $a tarea de evan#eli*ación es compleja y exi#e evan#eli*adores con s%ntesis personal de fe. B La corresponsa&ilidad en la la&or evangelizadora" Si la evan#eli*ación define el ser y el !acer de la "#lesia, si la "#lesia existe para la evan#eli*ación, todos los bauti*ados estamos empe4ados en esta misión, servida desde carismas y ministerios distintos +El anuncio, la transmisión y la vivencia del Evan#elio se reali*an en el seno de una "#lesia particular o diócesis... ‖ En cada "#lesia particular +se !ace presente la "#lesia universal con todos sus elementos esenciales ‖ >1/8 &@K?. Este es el principio teoló#ico bsico que lleva a afirmar que toda la comunidad cristiana es responsable de la tarea de evan#eli*ar adems, la comunidad cristiana aco#e también a aquellos que !a acompa4ado en el proceso de en#endramiento y maduración de la fe. )o pocas comunidades parroquiales funcionan ms con un talante de prestación de servicios reli#iosos que de misión evan#eli*adora. $os sacerdotes si#uen siendo los responsables de casi todo y salir de esta situación sólo es posible si descubrimos y valoramos la vocación y misión de los laicos, como tales y en asociaciones laicales, as% como el carcter secular de la "#lesia entera, llamada a ser sacramento del amor de 1ios y de la salvación del #énero !umano. Supone comunidades maduras, vivas y con el talante del 8oncilio 6aticano "". Estas comunidades son el mbito adecuado para que se dé, en la prctica, el reconocimiento de la i#ualdad de todos los cristianos y su participación en la toma de decisiones en la comunidad desde el principio de la comunión or#nica.
7.! As4etos o3retos Hue 9a, Hue 4ote3*ar e3 /a 3ue+a e+a30e/*5a*63. $as su#erencias que estn a continuación se centran en mediaciones que posibilitarn el que la realidad que tenemos se acerque un poco ms a los ideales propuestos. '% Co-u3*aes r*st*a3as test*0os e/ Resu*tao Hue 9a3 e3o3trao su /u0ar e3 /a u/tura atua/ , Hue so3 *3+*ta*63 a/ se0u*-*e3to e Jesur*sto. $as actitudes que Jesús ense4a a los que le si#uen y con los que !ace la comunidad fundante son los si#uientes0 la primac%a de 1ios y su justicia, el desprendimiento de los bienes materiales, la actitud de servicio al !ermano, el perdón misericordioso, la donación #ratuita de la vida, el asumir las cruces con confian*a y esperan*a, el anuncio de la Duena )oticia de que 1ios es Padre y de que somos !ermanos, y la opción preferencial por los ms pobres. 8risto muerto y resucitado es la confirmación definitiva de que el modo de vida de la comunidad apostólica es ms fuerte que la muerte, au#ura la felicidad y anticipa los bienes escatoló#icos. Esto da a las primeras comunidades creatividad en el Esp%ritu, misión compartida y corresponsabilidad en los ministerios. El ideal comunitario si#ue estando en los sumarios de los (ec!os de los póstoles. nosotros nos toca se#uir pre#untndonos0 :cómo un #rupo de creyentes a través del proceso evan#eli*ador lle#a a ser una comunidad con estas caracter%sticas constitutivas< :qué experiencias estructurales de la identidad cristiana tienen que vivir un #rupo de catecúmenos para lle#ar a ser comunidad madura, encarnada y
misionera< y :cómo !acer este proceso, con qué metodolo#%a, qué catequistas requiere< Si estas pre#untas no se responden adecuadamente, es casi imposible la consecución de las dems cosas que decimos de las comunidades cristianas0 el dilo#o con la cultura, la presencia cr%tica en la sociedad, la acción transformadora de lu#ares si#nificativos, etc., etc. Evidentemente estos aspectos que acabamos de enumerar son constitutivos del proceso de formación de la comunidad, as% como la referencia de su presencia y acción, pero su descubrimiento y vivencia son fruto de un proceso, que se !ace desde los interro#antes anteriores. Q no se trata de tener proyectos de catecumenados de jóvenes y de adultos, sino de constatar en la prctica cuntos #rupos lle#an al final del itinerario de fe, y a su ve*, se constituyen en acompa4antes de otros #rupos para !acer la experiencia del se#uimiento de Jesús.
2% Las *f*u/taes e /a o3+oator*a a/ 4roeso e+a30e/*5aor , e /a o3+ers*63 *3**a/. $a evan#eli*ación da su fruto si aquellos a los que se diri#e responden, es decir, estn interesados en !acer la experiencia que se los propone, a pesar de las dudas, los miedos, y reticencias propias de lo desconocido. El proceso evan#eli*ador en sus tres etapas ser recorrido en su totalidad por al#unos de los que comen*aron el camino. En la convocatoria, que no es únicamente una serie de acciones, sino una etapa, nos ju#amos las etapas si#uientes. En la mayor parte de los sitios no es suficiente informar para que surja un peque4o #rupo de personas dispuesto a iniciar la experiencia cada ve* ms la convocatoria debe ser misionera0 partir de la presencia si#nificativa y de la invitación personal a los familiares, ami#os, compa4eros de trabajo, vecinos, etc. este modo de situarnos y de confesar la fe se#uimos estando poco acostumbrados si no reaccionamos desde una fe militante y concienti*adora, en un futuro próximo veremos decrecer drsticamente el número de creyentes en las celebraciones dominicales, por ejemplo. $a evan#eli*ación de los jóvenes y de los matrimonios jóvenes es la tarea ms prioritaria de todas las que se nos puedan presentar si miramos el futuro de la "#lesia. 5an importante como la convocatoria y la formación de #rupos que estén dispuestos a plantearse lo que ofrece el Evan#elio de Jesús, es el que los convocados lle#uen a la experiencia de conversión inicial, que posibilita el paso a la se#unda etapa del proceso evan#eli*ador, la etapa catecumenal. $a primera etapa, la misionera, es tiempo de búsqueda del sentido de la vida y de los valores propios de la antropolo#%a cristiana0 la apertura a lo transcendente y la asunción de los l%mites de la vida. Estos dos aspectos llevan a la pre#unta reli#iosa entendida como invocación, en confian*a, a un 1ios que puede salvar. Esta experiencia de encuentro posibilita la conversión inicial a Jesucristo que nos propone una existencia nueva y plena. 1el proceso evan#eli*ador en conjunto, la convocatoria y la conversión inicial sientan los cimientos de todo lo dems por eso deben cuidarse de manera especial en la nueva evan#eli*ación.
!% La e3tra/*a e /a Q*3**a*63 r*st*a3a e3 e/ 4roeso e+a30e/*5aor. +1ado que la +misión ad #entes‖ es el paradi#ma de toda acción misionera de la "#lesia, el catecumenado bautismal, a ella in!erente es el modelo inspirador de su acción catequi*adora ‖ >1/8 AF cf. 2P1 C E). BB 8!$ N@?. El catecumenado bautismal nos recuerda continuamente la importancia de la +función de iniciación‖ en la vida de la "#lesia, la maternidad espiritual que se da en la educación de la fe, la %ndole pascual de toda la iniciación >cf. 9"8 C? la importancia de la interculturación en la evan#eli*ación y en el carcter procesual de la maduración de la fe. $a evan#eli*ación busca la conversión a Jesucristo el s% a Jesucristo implica la entre#a a 1ios y el asentimiento a su autocomunicación >cf. 16 ?. +$a fe es encuentro personal con Jesucristo, es !acerse disc%pulo suyo. Esto exi#e el compromiso permanente de pensar como Ll y de vivir como Ll lo !i*o. s%, el creyente se une a la comunidad de disc%pulos y !ace suya la fe en la "#lesia‖. >1/8 G?. $a iniciación cristiana si se reali*a bien lleva a una fe que brota de lo profundo del cora*ón y afecta totalmente a la persona. El proceso de conversión radical, se#ún reco#e el 1irectorio , tiene los si#uientes momentos0 +el interés por el Evan#elio‖, +la conversión‖, +la procesión de la fe ‖ y +el camino !acia la perfección ‖. Este camino tiene que !acerse ateniéndose a las distintas situaciones
socio reli#iosas de los catecúmenos. $a acción catequética es el aspecto ms importante en la iniciación cristiana por eso la catequesis dentro del proceso evan#eli*ador busca la profesión de la fe vivida, comprendida y comprometida. >cf. 81 @B?. 1entro de la evan#eli*ación conviene distin#uir adecuadamente sus etapas constitutivas, ase#urar la adecuada conexión entre ellos y dar la importancia que tiene a la catequesis de iniciación, cuyas caracter%sticas, muc!as veces olvidadas o diluidas en acciones #enéricas, son las si#uientes0 se trata de la formación sistemtica y or#nica, que afecta al !ombre entero para que crea desde el +cora*ón‖, centrada en lo bsico de la experiencia cristiana >certe*as de fe y valores evan#élicos? y que incorpore pro#resivamente a la comunidad cristiana para discernir y vivir en ella la vocación a la que 1ios llama a cada uno. $a rique*a y complejidad de la evan#eli*ación no estn re4idas con la precisa comprensión y definición de las etapas >misionera, catecumenal y pastoral? que constituye el proceso evan#eli*ador. Estamos en un momento eclesial en el que todo es pastoral, y as% no se valora la centralidad y la especificidad de la iniciación cristiana, propia de la etapa catecumenal. l proceder de este modo se olvida que la etapa misionera se encamina a la catequética, y ésta es se#uida por la pastoral de la comunidad cristiana. $a solide* de la fe, la perseverancia de la misma, y la superación de las dificultades del creyente en un mundo complejo y contradictorio depende bsicamente de cómo de !aya !ec!o la iniciación cristiana. En concreto, y por citar únicamente uno de los problemas importantes que se#uimos teniendo0 :qué pasa con los adolescentes y jóvenes que a4o tras a4o se confirman y desaparecen de las comunidades parroquiales< Es claro que de su permanencia depende, en #ran medida, el futuro de las comunidades parroquiales. Si esto sucede es que la iniciación cristiana no se !a !ec!o bien, pues no !a terminado en una inte#ración m%nima y bsica en la comunidad.
#% Re3o+ar /a 4ea0o01a e+a30e/*5aora se0ú3 /os ras0os 4ro4*os e /a 4ea0o01a *+*3a. lo lar#o de la (istoria de la Salvación 1ios se presenta como un padre entra4able, un maestro muy especial y un sabio que desde el amor, desde lo cotidiano y desde el cora*ón ayuda a crecer para que cada creyente y cada comunidad viva en fidelidad y disponibilidad >cf. 1t C, -s @@, GB Pr G, @@@&?. Jesucristo continúa esta peda#o#%a, y a4ade +la perfección y la eficacia in!erente a la novedad de su persona‖ >1/8 @BF?. Q la "#lesia est llamada a ser en cada lu#ar y momento !istórico +madre y maestra‖ de la fe >cf./E Gc?. $a finalidad de la acción evan#eli*adora de la "#lesia es llevar a la persona +al estado de !ombre perfecto, a la madure* de la plenitud de 8risto ‖ >Ef B,@G?. +;ueriendo !ablar a los !ombres como a ami#os, 1ios manifiesta de modo particular su peda#o#%a adaptando con sol%cita providencia su modo de !ablar a nuestra condición terrena‖ >1/8 @BN?. Este dilo#o que 1ios quiere entablar personalmente es la +inspiración y norma‖ de la peda#o#%a de la fe de a!% el carcter pro#resivo de la 9evelación y su adaptación a la situación cultural y personal de los destinatarios. Preocupación constante del evan#eli*ador debe ser la pro#resiva s%ntesis entre la aco#ida del 1ios revelado en Jesús y los contenidos propios del mensaje cristiano, as% como el descubrimiento vivencial de las dimensiones de la fe0 conocimiento, oración celebración y compromiso. +3na ley fundamental para toda la vida de la "#lesia0 la fidelidad a 1ios y al !ombre, en una misma actitud de amor‖ >/S ?. En la sociedad en la que vivimos ur#e anali*ar los destinatarios y los contextos en los que se evan#eli*a cada ve* ms necesitamos proyectos catequéticos especiali*ados se#ún0 edades, contextos socio culturales, contextos socio reli#iosos y +escenarios‖ como !ace, por ejemplo, el estudio de . 5ornos y 9. paricioN.En este estudio cada tipolo#%a de creyente se estudia desde las conductas reli#iosas, los factores desencadenantes, la repercusión vital, las alternativas profanas y los bloqueos. Q cada #rupo de esta tipolo#%a requiere una respuesta distinta, aunque todas busquen la maduración de la fe. El catequista actúa desde la doble fidelidad a 1ios y a las personas concretas a las que se diri#e adems, sabe que lo que se trasmite no es suyo, lo !a recibido del mismo Jesucristo a través de la
tradición eclesial. $o que anuncia como Duena )oticia no es posible sino se encuentra en comunión de vida con quel que es el ori#en y el contenido de su mensaje. Si la finalidad de la catequesis de iniciación es llevar al !ombre al encuentro con 1ios, sólo lo puede intentar el catequista desde ese mismo encuentro con 1ios. qu% reside la fuer*a y #arant%a de su misión, y no en los lo#ros pastorales por muy eficaces que pare*can. $a exi#encia propia del proceso catecumenal no est re4ida con la sencille* de los creyentes y de las comunidades la evan#eli*ación de la sociedad actual se !ace mejor desde la actitud de servicio y la exclusión de toda superioridad, pero con la confian*a #o*osa del que desde su vida, se siente feli* en el se#uimiento de Jesús, y desde a!% se atreve a proponer el Evan#elio. El sentido !umani*ador y liberador de la fe, tanto en el mbito personal como social, es lo que puede interpelar ms !ondamente a nuestros coetneos. Dueno ser terminar este apartado recordando las palabras de Pablo 6" en E) al !ablar del evan#eli*ador al que le pide que ten#a el amor de la madre, cuyas caracter%sticas son la incondicionalidad, la aco#ida, la ternura y la entre#a !asta dar la vida, pensando ms en los !ijos que en ella misma. Este cari4o no est re4ido con la claridad del que tiene que corre#ir y amonestar, pero pensando siempre en el bien del otro, y !aciendo que la persona sea siempre lo ms importante. $o que nos dice si la iniciación cristiana est bien !ec!a y se !a llevado !asta el final son dos parmetros irrenunciables0 la incorporación de los catecúmenos a la comunidad cristiana como miembros activos, y el discernimiento de la vocación personal a la que 1ios llama a cada uno desde el Dautismo y la 8onfirmación.
7% E+a30e/*5ar /a re/*0*os*a 4o4u/ar ese /as arater1st*as Hue /e so3 4ro4*as Partimos del !ec!o de que para muc!os cristianos es la forma normal, y casi única, de vivir la fe. En muc!os casos, es la mejor plataforma para lle#ar a los bauti*ados alejados de la referencia eclesial. Por el carcter afectivo, expresivo y estético que tiene la reli#iosidad popular el esquema propio del catecumenado queda invertido lo primero en la reli#iosidad popular es la expresión, desde a!% se da la aco#ida de la fe y, si se consi#ue por el trabajo pastoral, se puede lle#ar al anuncio de la fe que reeduque la reli#iosidad popular. $os obispos del sur de Espa4a en los documentos que tienen sobre la reli#iosidad popular dan pistas muy su#erentes nos invitan a asumir, colmar y trascender las formas llenas de sentimiento que el pueblo tiene de manifestar su fe. Esta postura del ma#isterio es una invitación a estar cercanos, a valorar desde dentro todo lo que tiene de positivo la reli#iosidad popular y a ayudar a estas personas a purificar y enriquecer su fe. El camino es lar#o y lento los cambios se percibirn ms al final que al principio. 1esde la cercan%a y la aceptación se puede !acer el contraste y la cr%tica para que lo auténtico apare*ca con ms fuer*a y nitide*. su ve*, también los pastores y evan#eli*adores debemos cuestionarnos sobre nuestra forma de vivir la fe, pues en muc!os casos no !a conse#uido empati*ar ni enriquecer la reli#iosidad popular. Para que se pueda dar el dilo#o que lleve a evan#eli*ar la reli#iosidad popular desde la necesidad popular necesitamos0 cambiar nuestra actitud de frialdad y, a veces, rec!a*o de estas manifestaciones, repensar seriamente cómo dar al pueblo su propio prota#onismo en estas propuestas, recuperar lo narrativo en la metodolo#%a de la educación de la fe, adaptar el proceso de maduración de la fe a las caracter%sticas propias de la reli#iosidad popular, captar las vivencias de la #ente sencilla que ms tienen que ver con las experiencias fundamentales cristianas, profundi*ar en la relación entre 8risto y 2ar%a para ase#urar el cristocentrismo y la comunión afectiva con la persona, el mensaje y las causas de Jesús. 8omo la reli#iosidad popular tiene que ver muc!o con lo celebrativo, conviene repensar porqué nuestra litur#ia, rica en contenido teoló#ico, pero pobre en elementos simbólicos y afectivos, conectan tan poco con la reli#iosidad popular, pues una y otra caminan de forma paralela. En la prctica, el desarrollo de procesos catecumenales con las minor%as que diri#en los #rupos, !ermandades, cofrad%as, etc., puede ser, a lar#o y corto pla*o, lo que aporte resultados mejores y ms sólidos.
;% E/ 4ro(/e-a e /a *3u/tura*63 e /a fe. +1e la catequesis, como de la evan#eli*ación en #eneral,
podemos decir que est llamada a llevar la fuer*a del Evan#elio al cora*ón de la cultura y de las culturas‖ >85 G?. E) del número GFG insiste en que el anuncio del 9eino que proclama la salvación incluye un mensaje de liberación para todos los que quedan mar#inados en la sociedad. $a !istoria de la salvación !ace +memoria‖ de las obras reali*adas por 1ios en la !istoria, !abla de un futuro en plenitud como don de 1ios e ilumina el presente. En consecuencia, la inculturación +no es una nueva adaptación externa que, para !acer ms atrayente el mensaje cristiano, se limitase a cubrirlo de manera decorativa con un barni* superficial. Se trata, por el contrario, de la penetración del Evan#elio en los niveles ms profundos de las personas y de los pueblos, afectndoles gde una manera vital, en la profundidad y !asta las mismas ra%ces de sus culturas‖. >1/8 @FA cf. E) &F,NG 92 &?. El 8oncilio pide a las comunidades una labor de discernimiento para favorecer y asumir todos los elementos culturales compatibles con la fe >cf. $/ @G? y a4ade que una adecuada interculturación sana, eleva y perfecciona los criterios y valores discrepantes del estilo de vida del Evan#elio >cf. $/ @K?. 3no de los elementos ms si#nificativos donde se jue#a la interculturación de la fe est en el len#uaje y los s%mbolos, %ntimamente relacionados con los valores y los dinamismos que expresan la existencia !umana. Siempre estar presente el interro#ante de fondo0 :cómo conju#ar la inculturación y la inte#ridad del mensaje cristiano< $a revelación +no est aislada de la vida, ni yuxtapuesta artificialmente a ella. Se refiere al sentido último de la existencia y la ilumina, ya para inspirarla ya para ju*#arla, a la ve* del Evan#elio‖ >85 &&c cf. E) &A?. Jesús de )a*aret vivió su condición !umana en plenitud por eso nosotros podemos vivir lo !umano en Ll y como Ll quien vive en comunión con Jesucristo !ace la experiencia de la nueva !umanidad. En consecuencia, se puede partir del 1ios de Jesús para alcan*ar el cora*ón del !ombre, o se puede partir de las aspiraciones del cora*ón !umano para lle#ar a 1ios. 3no u otro camino depende de la condición de los destinatarios. +$a inculturación debe implicar a todo el pueblo de 1ios, no sólo a al#unos expertos, ya que se sabe que el pueblo reflexiona sobre el #enuino sentido de la fe que nunca conviene perder de vista. Esta inculturación debe ser diri#ida y estimulada, pero no for*ada, para no suscitar reacciones ne#ativas en los cristianos0 debe ser expresión de la vida comunitaria, es decir, debe madurar en el seno de la comunidad y no ser fruto exclusivo de investi#aciones eruditas‖. >92 B?. $a relación método contenido es fundamental en la evan#eli*ación, pues !ay que evitar tanto la yuxtaposición como la idea in#enua de que el método es neutro en la transmisión del mensaje, o que el contenido del mensaje es indiferente a cualquier método. 2s aún, determinas formas de evan#eli*ar pueden provocar un rec!a*o total desde la sensibilidad del !ombre actual. +El método inductivo no excluye, ms bien exi#e el método deductivo, que explica y describe los !ec!os procediendo desde sus causas. Pero la s%ntesis deductiva tendr pleno valor sólo cuando se !a !ec!o el proceso inductivo ‖. >1/8 @F?. $a iluminación y la interpretación de la vida a la lu* de la fe suponen la confian*a profunda de la correlación entre las expresiones fundamentales de la persona y el Evan#elio pero, al mismo tiempo, pide un método y un len#uaje que ayude a conectar, explicitar y a asumir esta interacción.
Or*e3ta*o3es 4ara e/ aeuao e3foHue e /a 4ea0o01a e /a fe 0 El equilibrio en el uso de los medios de comunicación social entre la ima#en y la palabra $a determinación de qué experiencias !umanas son fundamentales para los destinatarios de la
evan#eli*ación. $a concreción de los lu#ares donde se #estan los cambios culturales y en qué dirección van estos
cambios. El anlisis de los mbitos !umanos donde se #eneran estilos de vida0 lo urbano, lo tur%stico, lo juvenil,
las autopistas de la comunicación, etc.
$os llamados +areópa#os modernos‖ >92 GK? porque en ellos se #eneran sensibilidades y
compromisos a los que son especialmente sensibles nuestros contemporneos0 la ecolo#%a, la pa*, los derec!os !umanos, el compromiso a favor de las minor%as, la solidaridad con los excluidos,etc. Situaciones especialmente conflictivas, #eneradas por los problemas que estamos viviendo en los últimos
a4os0 los de conflictos étnicos reli#iosos, laspa%ses situaciones !istóricas no resueltas modelos referencia dominante en unos profundamente influidos poradecuadamente, la seculari*ación+los masiva y, en otros, por una fuerte reli#iosidad‖ >1/8 &@&?. $as culturas que existen en los diferentes lu#ares, y que a primera vista pueden parecer un todo
!omo#éneo, no lo son0 los #rupos profesionales, el mundo obrero, las personas dedicadas a la investi#ación cient%fica, los jóvenes, los ambientes mar#inados, los discapacitados f%sicos o ps%quicos, los inmi#rantes, las mujeres sin promoción social, etc.
5odas estas particularidades, y otras ms que se pudieran a4adir, piden experiencias nuevas, después de un serio anlisis de los datos, que abran el camino a proyectos de evan#eli*ación espec%ficos, plurales y lo ms adaptados a los destinatarios. En consecuencia, los materiales para las diferentes etapas de la evan#eli*ación y, sobre todo para la etapa misionera, deber%an ser muc!o ms abundantes, variados y espec%ficos. qu% tenemos una tarea pendiente y muc!o trabajo por delante.
NOTAS0 @. cf. J. Sastre, $a evan#eli*ación en la misión y en la vida de la "#lesia0 Sinite @&& >@AAA? GBG GNN &. cf. . 1e /root, $a misión después del 6aticano""0 8ocilium GN>@ANC?& K@ 8.'loristn, $a misión, Dolet%n de publicaciones recientes0 Pastoral 2isionera @F>@AKB?KC C& id. $a evan#eli*ación, 8onceptos 'undamentales de Pastoral, 8ristiandad @ACG, GGA G@ G. cf. 1. 6alent%n, Evan#eli*ación, )uevo 1iccionario de 5eolo#%a, BAK @N 8. 'loristn, 8oncepto de evan#eli*ación0 )oticias -breras n.C&& C&G >lAC@ @AC&? KNB KNN cf. . /on*le*, $a nueva evan#eli*ación y la mentalidad eclesial0 Pastoral 2isionera @KK>@AA@?BK NG B. 8. 'loristn, Evan#eli*ación, 8onceptos 'undamentales de Pastoral, 8ristiandad @ACG, GBC GBA cf. J. Sobrino, :;ué es evan#eli*ar<0 2isión bierta >@AC]G?GF G@G cf. $. Doff, $a nueva evan#eli*ación. Perspectivas de los oprimidos, Sal 5errae @AAF . 1/8 N cf. . 5ornos y 9. paricio, :;uién es creyente en Espa4a !oy<, PP8, @AA.
ILIOGRAFÍA0 Doff, $. $a nueva evan#eli*ación. Perspectiva de los oprimidos, Sal 5errae @AAF 8ardenal 1anneels, Evan#eli*ar la Europa seculari*ada >Ponencia en "6 Simposio de los -bispos de Europa?0 Ecclesia, @K noviembre de @ACN, &C BG 8.E.E., "mpulsar una nueva evan#eli*ación >Plan de acción pastoral para el trienio, >@AAF @AAG?, Edice, 2adrid @AAF 8E$2, )ueva evan#eli*ación. Promoción !umana. 8ultura cristiana >1ocumento de trabajo? @AA& 8on#reso Evan#eli*ación y !ombre de !oy, Edice, @ACK Esquerda J., Evan#eli*ar !oy, 2adrid @ACK /aya S., $a se#unda evan#eli*ación de Europa en el pensamiento de Juan Pablo "", PP8, 2adrid @AAF "niesta, . nunciar a Jesucristo en la Espa4a de !oy, (-8, @ACK /on*ale* 8arvajal, $., Evan#eli*ar en un mundo postcristiano, Sal 5errae @AAG $asanta P.J. $a nueva evan#eli*ación de Europa, 6alencia @AA@ 2accise, 8., $a espiritualidad de la nueva evan#eli*ación. 1esafios y perspectivas, 895, 2éxico @AAF -bispos vascos y de Pamplona, $a "#lesia comunidad evan#eli*adora, "dat*, San Sebastin @ACA Pa#ola, J.. cción pastoral para una nueva evan#eli*ación, Sal 5errae @AA@ 9oux, 9.E., )ueva evan#eli*ación, Eucarist%a y construcción comunitaria, "ndo merican Press Service, Do#ot @AA@ Salado, 1. "nculturación y nueva evan#eli*ación, San Esteban @AA@Scannone, J.8., Evan#eli*ación, cultura y teolo#%a, /uadalupe, Duenos ires @AAF Sebastin, '., )ueva evan#eli*ación. 'e, cultura y pol%tica en Espa4a de !oy, Encuentro @AA@ 6aladier, P. $a "#lesia en proceso. 8atolicismo y sociedad moderna, Sal 5errae @AAF 6itoria, '.J. $a nueva evan#eli*ación de Europa0 "#lesia 6iva @A >@AA&? GFG G&N 9evistas0 Evan#eli*ar Europa, +Servicio de documentación‖ de "#lesia 6iva n^ GG >@AA&? Evan#eli*ar en Espa4a !oy0 "#lesia 6iva n^ @ >@AKB? $a misión en Espa4a !oy0 Pastoral 2isionera n^ @KB >@AA@? 1esaf%os al cristianismo al cambio de si#lo0 "#lesia 6iva n^ @A& >@AAK?.
TEMA # LA ACTITUD RELIGIOSA
SUMARIO '. G:3es*s /a 4erso3a/*a. 2. E/e3or*0e3 e /a at*tu La for-a*63 e /a at*tu re/*0*osa. !.' Loe -ater3a/ , /o 4ater3a/ /a for-a*63 e /are/*0*osa. *-a0e3 e!.D*os. !.2. La at*tu re/*0*osa , su fu3*o3a-*e3to. !.! La e84er*e3*a e o3+ers*63 /a+e e /a at*tu re/*0*osa. #. Or*e3ta*o3es 4astora/es. *(/*o0raf1a.
$a persona !umana se caracteri*a por las actitudes que tiene en la vida cotidiana y ante los acontecimientos que le afectan de una u otra forma. $os diferentes mbitos de la vida !umana exi#en maneras adecuadas de situarse estos comportamientos estables se aprenden a través de las relaciones interpersonales las experiencias de confian*a, aceptación y ternura que tenemos en los primeros a4os de nuestra existencia confi#uran, en #ran medida, nuestras actitudes bsicas ante la vida. $as relaciones educativas, c%vicas y laborales influyen en el tipo de persona que vamos siendo i#ualmente, el modelo de persona y sociedad que se tiene y por el que se trabaja también confi#ura notablemente nuestro estilo de persona. 1e todas las actitudes, la actitud ética y la actitud reli#iosa tienen una caracter%stica propia que las distin#ue del resto de las actitudes nos referimos al carcter totali*ante que tienen estas dos actitudes, pues afectan a todas las facetas de la vida !umana y dan a la persona un sentido unificador que orienta la existencia entera. En los creyentes la actitud reli#iosa conlleva determinados comportamientos éticos, aunque la fe no se redu*ca a una moral.
'. GNESIS DE LA PERSONALIDAD +)acemos con inmadure* psicobioló#ica y nuestra estructura interna est determinada por los intercambios con el medio las experiencias ms repetidas o las que tienen ms repercusión afectiva son las mstienen interiori*adas. El conjunto de representaciones mentales que provienen de lainterna, experiencia y, por lo tanto, car#a afectiva, constituyen la realidad interna la #énesis de la realidad su estructura y caracter%sticas se fundamentan en las primeras relaciones del ni4o con la madre. 9of 8arvallo denomina +urdimbre afectiva‖ a la red de relaciones del ni4o peque4o con la madre‖@. $a interacción entre comportamientos, relaciones y representaciones es lo que marca la evolución de la persona. E.(. Eri7son dice que en este proceso de interacción psicosocial se van confi#urando los +sentimientos bsicos‖ que caracteri*an la vida personal y social de cada individuo &. +El yo es el conjunto estructurado de funciones de la personalidad que verifica la realidad, or#ani*a la conducta y capta la propia interioridad el superyo se estructura a partir del yo como resultado de la introyección de normas morales y re#las sociales que !an repercutido en la persona a lo lar#o de su desarrollo y !an ido confi#urando el yoideal. $a semioti*ación y la simboli*ación tan decisivas en el yoideal, ocurren en el seno de la urdimbre afectiva ‖G. $a personalidad madura es aquella que !a desarrollado de manera sana la capacidad de amar y ser amado, en las relaciones interpersonales y en el mbito social. El clima afectivo que se vive en la familia es bsico y determinante para que el ni4o descubra la confian*a existencial y aprenda a amar la escuela, el #rupo de i#uales, la sociedad, la comunidad reli#iosa, etc. educan en la medida que potencian y desarrollan las dos experiencias citadas0 confian*a y donación. +El sentido de la vida, la bondad de la realidad, el futuro, la comprensión de la justicia >reciprocidad?, la vivencia de 1ios >ser personal] ser lejano? y la responsabilidad moral >1ios Padre] 1ios Jue*? encuentran su explicación última en las primeras cristali*aciones de la estructura de la personalidad, que se fra#ua en el seno de las relaciones familiares ‖ B.
2. EL ORIGEN DE LA ACTITUD RELIGIOSA $a psicolo#%a reli#iosa estudia el modo de situarse el ser !umano ante 1ios, as% como las expresiones de esta relación en lo referente a ideas, comportamientos y sentimientos. Esta experiencia psicoló#ica abarca a la persona como totalidad, se refiere al sentido último de la vida y exi#e una determinada manera de vivir. $o importante es que lo 5rascendente, lo Sa#rado, lo ltimo a lo que denominamos con el término 1ios se perciba como Ser Personal que invita a una relación interpersonal y que proyecta un sentido nuevo sobre la vida entera. El encuentro con la realidad, el no quedarse aprisionado en la realidad, la apertura a la !umanidad en lo que tiene de universal, y el sentimiento de que la limitación espacio temporal no reco#e todos los an!elos de la vida !umana son los cimientos de la experiencia reli#iosa. Esta apertura percibida en lo profundo de la persona como confian*a existencial es el lu#ar del encuentro con 1ios un 1ios que redimensiona la mirada sobre lo !umano, pues nos descubre el sentimiento profundo de la realidad al revelarnos el ori#en y la meta de todo lo existente, y especialmente del ser !umano. El 1ios revelado en Jesucristo se manifiesta y comunica como mor sin l%mites y entre#a #ratuita desde a!% nos invita a interpretar y vivir todo lo !umano. $a !istoria vivida en esperan*a como proceso de !umani*ación y de fraternidad son el lu#ar privile#iado de encuentro con 1ios esto no es posible si antes no nos reconocemos como !ijos de 1ios y como !ermanos. . 6er#ote comenta en profundidad que 1ios lle#a a ser +sentido para la existencia‖ desde las motivaciones profundas tales como las frustraciones, los sentimientos de culpabilidad y la necesidad de se#uridad que supera las an#ustias. +1ic!o de otra manera el sujeto no es expl%citamente ms consciente de los motivos por los que se diri#e a 1ios que el ni4o lo es de las ra*ones por las que ama a sus padres ‖N. Estas aspiraciones profundas explican la formación de la actitud reli#iosa, pero necesitan ser completadas y transformadas por otros elementos, pues +el rostro de 1ios est disimulado a la ve* que prefi#urado en el 1ios de sus necesidades y de sus motivos ‖K.
!. LA FORMACIN DE LA ACTITUD RELIGIOSA !.' Lo -ater3a/ , /o 4ater3a/ e3 /a for-a*63 e /a *-a0e3 e D*os . $as relaciones paternofiliales son decisivas en la apertura del ni4o a la realidad como totalidad. Se#ún demuestran las investi#aciones psicosocioló#icas, las im#enes simbólicas del padre y de la madre son importantes en la formación de la actitud reli#iosa del ni4o. 8on todo no !ay que identificar la ima#en de 1ios revelada en Jesucristo con el aprendi*aje que se !ace en la familia a través de los s%mbolos parentales. +$as relaciones maternales y la fi#ura materna permanece en la persona li#ada a la fusión feli*, el amor incondicional y la pa* total estas experiencias tienen carcter de inmediate* y no incluyen el esfuer*o personal ni la relación interpersonal. Esta experiencia de plenitud afectiva sin l%mites ni condiciones es la fundamentación prerreli#iosa de la reli#ión. Sobre la experiencia anterior actúa el s%mbolo paternal produciendo ruptura o salto cualitativo ‖C. $as experiencias y valores maternales son los que comportan felicidad, fusión e incondicionalidad esta dic!a y ausencia de conflicto permite al ni4o percibir la vida en positividad, pero le falta la confrontación con la realidad y el sentido de relación de reciprocidad. $a madure* conlleva la incorporación de la experiencia y valores paternales. +El s%mbolo del padre contiene esta virtud de ruptura que arrancando el deseo a su inmersión ima#inaria en la falsa infinitud de la fusión, lo proyecta al encuentro del otro ‖A. $a ima#en de 1ios en el ni4o sur#e a través de las fi#uras parentales pero no se corresponde totalmente a ellos, y debe ser expl%citamente educada para poder lle#ar a una relación interpersonal con 1ios Padre. Este lento caminar supone el descubrimiento de la autonom%a !umana, el sentido de la vida y el encuentro con la persona de Jesús que nos manifiesta como !a vivido Ll la relación con 1ios bb y la relación con la realidad social, pol%tica y reli#iosa que le tocó vivir. $a Palabra de 1ios nos ayuda de manera
insustituible en la búsqueda del auténtico rostro de 1ios, del !ombre y de la !istoria. En la experiencia reli#iosa de la !umanidad 1ios aparece como necesidad, como acontecimiento y como deslumbramiento. +El mensaje de Jesús es, por una parte, una respuesta escatoló#ica >ya, pero todav%a no? a la ms onda dinmica !umana >de la que el !ombre mismo solo toma plena conciencia a la lu* de ese mensaje?, pero, por otra parte, no a#ota su virtualidad en dar un sentido al abismo del cora*ón !umano, sino que presenta un ideal de reali*ación positiva insospec!able para el !ombre natural... El !ombre puede y debe acceder por s% mismo a una sacralidad auténtica, aunque limitada y oscura sólo la revelación le proporciona acceso a la ms alta expresión de lo sa#rado‖@F. En la acción pastoral !ay las cuestiones %ntimamente relacionadas aunque no lle#an a confundirse, pues una supera a la otra las podr%amos formular as%0 :;ué experiencias !umanas aco#en la presencia de 1ios o nos remiten a la transcendencia< :8ómo 1ios cuestiona la experiencia de lo !umano y propone al !ombre una forma nueva y definitiva de vivir<. $a revelación cristiana manifiesta el sentido positivo de todo lo creado y se refiere al !ombre como el destinatario principal del amor de 1ios, pues participa de su misma vida. Esta caracter%stica dota a la vida !umana de #ran dinamismo, pues la distancia entre el presente y la plenitud escatoló#ica viene marcada por la fe, la esperan*a >9om. C, &B &? y el amor al !ermano necesitado >@ 8or. @G, @ @&?.
Los estu*os 4s*oso*o/60*os so(re /a *3f/ue3*a e/ s*-(o/*s-o e /as *-@0e3es 4are3ta/es e3 /a for-a*63 e /a *-a0e3 e D*os a4orta3 /os s*0u*e3tes resu/taos @@0 B $a ima#en de 1ios se forma a partir de las fi#uras paterna y materna. $o paterno tiene al#unas cualidades maternales, y lo materno tiene al#unas cualidades paternales. $a ima#en de 1ios est ms cercana de la fi#ura paterna, pero incorpora con ms fuer*a los ras#os maternos. B $a ima#en de 1ios tiene ms cualidades maternales que la ima#en paternal con todo, en la ima#en de 1ios, las cualidades paternales tienen ms valor de discriminación que las maternales. B $a ima#en paternal est confi#urada est confi#urada por los ras#os propios de la ley >exi#encias y ruptura?, el modelo >indentificación y condicionalidad? y de la promesa >futuro prometido y ase#urado?. 1ios se manifiesta como Padre porque ase#ura los valores maternales, aunque también los supera ya que establece separación entre la inmediate* de los deseos y la plenitud del futuro. $a bienaventuran*a eterna est en la plenitud escatoló#ica y no en la vuelta al para%so ori#inal. B En este caminar !acia la adulte* !umana y creyente aparece la debilidad, la inco!erencia y el pecado. $a Palabra de 1ios no sólo marca el camino, también es expresión del Padre que aco#e, perdona y reconcilia. $a experiencia del perdón es el comien*o de que el dolor, la muerte, la injusticia y el pecado sern definitivamente superados. !.2 La at*tu re/*0*osa , su fu3*o3a-*e3to. $as actitudes sur#en y se confi#uran en las relaciones en que se desarrolla la vida !umana desde los primeros momentos. $os componentes de la actitud reli#iosa son de tres tipos0 componentes afectivos, co#nitivos y volitivos funciona de manera interrelacional, dinmica e intencional. $a actitud reli#iosa afecta a la persona como totalidad, tanto en los componentes de la persona como en la referencia al pasado, presente y futuro, y en la vinculación entre la apertura a 1ios como fundamento de lo !umano y las relaciones inter!umanas. En la estructuración de la actitud reli#iosa cristiana, la referencia a la persona de Jesús es insustituible los datos de las encuestas manifiestan reiteradamente que un buen número de los que nos posicionamos como católicos tenemos una fe muy poco confi#urada por la revelación de 1ios Padre en Jesús de )a*aret. En consecuencia, los ras#os de nuestra reli#iosidad responden ms a la psicolo#%a reli#iosa que a una actitud reli#iosa madura. El Evan#elio como Duena )oticia es la expresión de que el encuentro con 1ios y la reali*ación del !ombre se dan en Jesucristo la auténtica vivencia cristiana se da cuando la reali*ación de
lo !umano y de la Palabra de 1ios aparecen referenciados en lo ms profundo. Jesucristo, como universal concreto, es la autocomunicación plena, definitiva y universal de lo divino el reconocimiento únicamente es posible en el encuentro personal, es decir, en el se#uimiento de Jesús para que en el +estar con Ll‖ podamos aco#er su persona, vivir su mensaje y continuar su causa. $a persona y el Evan#elio de Jesús de )a*aret son #racia y llamamiento a la radicalidad el paradi#ma del amor es una persona que +viene de lo alto‖ para !acer la voluntad del Padre en total disponibilidad y entre#a a los !ermanos. qu% se produce el salto que marca la madure* de la actitud reli#iosa0 pasar del 1ios a quien se pide e#o%stamente satisfacer las propias necesidades, a un 1ios que nos invita a vivir la plenitud del ser !ijos en la tarea de ser !ermanos. l 1ios revelado en Jesús no se le encuentra en las carencias del !ombre, sino en las búsquedas, en la entre#a y en los caminos de reali*ación del proyecto !umano de fraternidad. $a Palabra de 1ios nos lleva al ori#en y fundamento de todo0 la 5rinidad como misterio de amor, comunión y misión que fundamenta la antropolo#%a !umana y la intercomunión solidaria de los !ombres y los pueblos. +$a 5rinidad se !a convertido en expresión y sentido de la !istoria0 no !ay !istoria sin futuro abierto >Padre?, sin presencia anticipada del futuro que permita descubrirlo y an!elarlo >(ijo? y sin la fuer*a que nos !a#a capaces de tender !acia su meta >Esp%ritu? ‖@&. Q al mismo tiempo tenemos que decir que para encontrarnos con el misterio de 1ios 3no y 5rino, necesitamos vivir lo cotidiano y la !istoria desde la persona de Jesucristo. Es el Esp%ritu Santo, derramado en Pentecostés el que actuali*a la acción salvadora de Jesús, el que diri#e a la "#lesia como +sacramento universal de salvación‖ e instrumento privile#iado al servicio del 9eino, y el que mueve nuestros cora*ones para aco#er plenamente el amor del Padre y el compromiso con los ms necesitados. $a filiación divina y la fraternidad universal reveladas y comunicadas en la persona de Jesucristo se !acen comunidad eclesial. El sentido comunitario de la fe en lo que tiene de pertenencia y referencia eclesial es un indicador importante para valorar la madure* de la fe de los creyentes. $a comunidad de fe, por su misma naturale*a y estructura, re#ula de forma armónica y estable los elementos co#nitivos, afectivos y de comportamiento de la actitud reli#iosa. 8omo reflejan reiteradamente las encuentras sobre la reli#iosidad que a4o tras a4o se publican, la relación entre actitud reli#iosa madura, pertenencia eclesial y prctica reli#iosa re#ular es muy alta en la medida que falta la vinculación eclesial la actitud reli#iosa es menos personal, estructurada y estable, y se camina fcilmente !acia la increencia. !.! La e84er*e3*a e o3+ers*63 /a+e e /a at*tu re/*0*osa. $a conversión supone un salto cualitativo en la vida de la persona ya que comporta una nueva reor#ani*ación en la manera de ver la realidad y en la reestructuración de su personalidad en criterios, actitudes y comportamientos. Para lle#ar a esta situación es necesario releer el pasado con nuevas claves y asumirlo para poder transformar el presente y el futuro las #randes cuestiones de la fe encuentran su mejor acomodo cuando se !acen realidad en la !istoria personal. El encuentro confiado y reconciliador con 1ios Padre tiene muc!o que ver con la búsqueda de lo que da un sentido unitario a la vida y permite una mayor reali*ación personal. $a conversión es tal en la medida que parte y afecta al núcleo ms profundo del ser !umano donde nos sentimos aceptados y queridos, y desde donde se #eneran los dinamismos que nos comprometen #o*osamente con los dems. . 6er#ote !abla de varios tipos de conversión @G0 para salir de la desa*ón moral, como solución de un #ran problema, por evolución pro#resiva del proceso de fe, por una experiencia dramtica y como fruto de una experiencia reli#iosa. Estos caminos de conversión son posibles no todos tienen la misma valide* y consistencia. $os ms positivos son los que se fundamentan en la pro#resión del proceso de maduración de la fe y en la experiencia reli#iosa. En los itinerarios de conversión aparecen también dificultades de orden afectivo que impiden la nueva reestructuración vital, aunque la mente vea claro y la voluntad desee fervientemente un nuevo estilo de vida, al#o se resiste en lo profundo del yo que lleva tiempo confi#urado por !bitos que se pretenden dejar. +lrededor de su nuevo centro de #ravedad, el sujeto debe tender una nueva red de relaciones si#nificativas con el mundo y con los !ombres, a través de la cul, y después de una época de desdoblamiento %ntimo, la inte#ración de
la personalidad es factible ‖@B. $a conversión inicial necesita tiempo, luces, apoyo personal y paciencia para poder avan*ar poco a poco únicamente as% lo vivido ser sólido y estable. El final del proceso de conversión viene marcado por la superación del dualismo entre lo que se piensa y quiere con lo que la vida diaria manifiesta. $a claridad mental no basta, pues el 1ios en quien creemos pide un nuevo modo de vida que se sustenta en la relación personal con Ll en el encuentro personal con 1ios est el aprendi*aje de la vida nueva y lo que indica la inte#ración de la personalidad alrededor de un nuevo centro vital. $a aco#ida plena de 1ios que supone el acto de fe requiere determinadas condiciones psicoló#icas y éticas para que lo confesado con los labios y lo sentido en el cora*ón sea acorde con las relaciones y los comportamientos existenciales. $a actitud reli#iosa para lle#ar a madurar plenamente necesita aco#er la novedad con que 1ios se !a manifestado, superando toda proyección antropomórfica, y sentir a 1ios como el fundamento de la autonom%a !umana que dota a la persona y a las relaciones de valores capaces de !acer un futuro mejor para todos. En esta tarea el !ombre actual tiene serias dificultades por el tipo de cultura y de ambiente social dominado por el subjetivismo y la inmediate*. $a fe madura necesita armoni*ar la autonom%a de las realidades !umanas con la fe en un 1ios 8reador y 9edentor, y el formar parte de una "#lesia que orienta en cuestiones de fe y de costumbres. El acto de fe es +asentimiento ‖ a la especificidad del 1ios revelado en Jesús, y supone para el creyente tener a 1ios como principio, fin y fundamento, entre#ar la vida a la causa del 9eino de 1ios y sentirse amado y aco#ido en el d%a a d%a por el Padre bueno que no nos abandona. Esta dificultad en armoni*ar la tarea !istórica con la fe en 1ios presente en la !istoria es lo que ms ayuda a purificar la ima#en de 1ios, y lo que !ace que los creyentes no maduros se queden en una reli#iosidad psicosocioló#ica. 5enemos que aceptar la condición propia del creyente y saber que las dificultades dejan paso al si#nificado profundo una ve* que se resuelven y superan. En este reto los santos, los profetas y los m%sticos son los que ms saben y ms pueden aportar sus bio#raf%as como itinerarios espirituales si#uen teniendo un #ran valor peda#ó#ico para los que se adentran en los caminos de 1ios.
#. ORIENTACIONES PASTORALES En la sociedad actual la fe est menos prote#ida que en épocas anteriores adems, la sociali*ación de la fe en los !o#ares est menos presente y tiene muc!as carencias. 5odo esto a4ade nuevas dificultades a la educación de la fe por la base afectiva que tiene la actitud reli#iosa y por el proceso de maduración que implica. la !ora de !acer propuestas educativas necesitamos relacionar todos los elementos que estn implicados en el problema que deseamos solucionar. +$a experiencia #lobal del mundo y de los otros es la matri* donde #ermina la reli#ión a la ve* que su impu#nación constante. 5oda fórmula un%voca se !a revelado insuficiente. 1ios no se impone al !ombre como fin de sus deseos ni se inte#ra en la total co!erencia del mundo‖@.
'% La e84er*e3*a re/*0*osa es e ore3 afet*+o. $as necesidades profundas no pueden ser satisfec!as plenamente por las personas y nos remiten a quel que nos trasciende y es el ori#en y fundamento de todo. l mismo tiempo, 1ios nos responde superando y resituando las necesidades profundas. $a aceptación incondicional, la confian*a bsica, el perdón, la ayuda, la esperan*a, la felicidad, el amor, la justicia, la pa*, etc. son las experiencias que ms nos pueden llevar a 1ios el recurso a 1ios en situaciones problemticas es el lu#ar ms frecuente de experiencia de 1ios. 8on todo, esta manera de vivir lo reli#ioso es insuficiente y reduccionista la meta de la actitud reli#iosa madura est en la vivencia de la filiación divina y en el compromiso con el 9eino de 1ios. Esto no es posible sin la conversión que lleva a fundamentar la vida en 1ios y a reconocer en el Evan#elio el camino que nos puede !acer ms libres, felices y solidarios.
2% At*tu re/*0*osa -aura. $as referencias para mejor comprender y acompa4ar el proceso de maduración de la fe son la psicolo#%a evolutiva, la psicolo#%a reli#iosa y la "niciación 8ristiana tal como viene presentada en el decreto / >nn. @G@?, el 9"8, los documentos de la 8EE sobre la "niciación 8ristiana >@AAC? y las -rientaciones de Pastoral de juventud >@AA@?. $a pre#unta clave para el pastoralista es la si#uiente0 :qué tiene que pasar por dentro para que el creyente vaya madurando como tal < /os rasgos !e configran la actitd religiosa madra son los sigientes 0 B $a aco#ida del 1ios de Jesús con todo lo que tiene de ori#inalidad supone la superación y reorientación de las necesidades e impulsos que llevan a recurrir a lo trascendente y que son propias de la reli#iosidad psicoló#ica elemental y espontnea. 6alen en cuanto apuntan a 1ios, pero son reformulados desde la autocomunicación de 1ios en la !istoria de la salvación la Palabra de 1ios toma la iniciativa a la !ora de determinar cómo diri#irnos a 1ios. B $a relación con 1ios se expresa en términos de filiación por la acción salvadora de Jesucristo que nos !ace +!ijos en el (ijo ‖. $a intimidad con 1ios Padre, la confian*a radical en 1ios y su justicia, y la esperan*a de que este mundo camina !acia su plenitud escatoló#ica son el manantial de donde bebe el creyente. 1ios creador es el fundamento de cuanto existe, pero también la presencia cercana y amorosa que acompa4a y diri#e nuestro caminar. -rar como Jesús nos !a ense4ado es el reconocimiento #o*oso de que 1ios es Padre y de que nos comprometemos en trabajar para que la !umanidad sea ms fraterna. B Encontrarse con el 1ios de Jesús lleva a una toma de posición ante la realidad como totalidad y esto implica una ética. $os comportamientos del cristiano tienen las si#uientes notas0 lo terreno no es lo definitivo, se relativi*a lo material, los otros son !ermanos, la libertad personal se entiende en términos de servicio y solidaridad, y se vive en el presente el +ya s%, pero todav%a no‖ del 9eino de 1ios. B El sentido comunitario de la fe. $a resurrección de Jesús y la venida del Esp%ritu Santo, !acen posible la acción salvadora de Jesús y la reali*ación del proyecto de 1ios. El Esp%ritu Santo !ace posible la aco#ida del Evan#elio y la entre#a a los !ermanos. $a "#lesia que sur#e de la Pascua tiene como tarea primordial el ser una comunidad donde se viva los valores del 9eino y se evan#elice con obras y palabras. )o existe actitud reli#iosa cristiana sin una fuerte vivencia de la "#lesia como misterio de comunión, sacramento de salvación y pueblo de 1ios esta vivencia conlleva un fuerte sentido de pertenencia y referencia comunitaria y el cultivo de la comunión eclesial. $a oración cotidiana y la celebración de la Eucarist%a alimentan el encuentro con 1ios y con los !ermanos, as% como el compromiso temporal. B $a s%ntesis fe vida. El !ombre nuevo se va confi#urando en las realidades !umanas alentado por la acción del Esp%ritu Santo y decidiendo en libertad. En este dilo#o entre la acción salvadora de 1ios y la autonom%a de las realidades !umanas se van confi#urando las cuestiones importantes, de la vida del creyente0 quién soy, cómo vivo, qué proyecto ten#o, etc. $o propio del !ombre es que 1ios le !a llamado a participar de su vida y a estar con Ll por toda la eternidad. $a conciencia de esta llamada y el destino le llevan al !ombre a or#ani*ar su vida desde la fe cuando la experiencia de 1ios es el centro que unifica y #lobali*a todas las facetas de la vida personal y social de un creyente, podemos !ablar de actitud reli#iosa madura. Esta madure* se expresa de la si#uiente manera0 no !ay nin#una faceta importante de la vida que quede al mar#en de los planteamientos de la fe, la opción fundamental ori#en de las dems decisiones es Jesucristo, la búsqueda de la voluntad de 1ios es lo que orienta la vida, el compromiso con los necesitados est presente, y se est disponible para aco#er la vocación concreta a la que 1ios llama a cada uno.
!% Datos e /a 4s*o/o01a e+o/ut*+a. El ser !umano, desde peque4o, tiene facilidad para el sentimiento reli#ioso, que debe ser expl%citamente educado por los padres a través de las palabras, los #estos y los s%mbolos. $a experiencia afectiva de lo reli#ioso en los primeros a4os de vida tiene una importancia decisiva. $a mentalidad m#ica propia de la infancia !ace que el ni4o vea a 1ios como aquel que le puede
dar y ase#urar lo que necesita y pide. $a formación de la ima#en de 1ios en el ni4o tiene que ver con los atributos que refiere a 1ios y que expresan su relación con Ll la atributibidad pasa por tres etapa @N0 Etapa de los atri&utos oetivos0 1ios sabe, 1ios puede, 1ios !ace, 1ios vence, 1ios es todopoderoso, etc. 8orresponde a la edad de los A@F a4os. $os relatos b%blicos debidamente utili*adas pueden ser un buen soporte y ayuda para la educación de la fe. $as ni4as son ms sensibles a lo que 1ios es para ellas los ni4os sienten ms lo que 1ios quiere y manda. , La etapa de los atri&utos suetivo, morales 0 1ios me exi#e, 1ios me quiere, 1ios me ju*#a, 1ios me comprende, 1ios me casti#a, 1ios me perdona, etc. 8orresponde a los @G @B a4os. Estos atributos subjetivos tienen un carcter moral, pues se sitúan entre la aceptación por parte de 1ios y la desconfian*a por no cumplir sus exi#encias. Es el comien*o de la interiori*ación de la relación con 1ios. " Etapa de los atri&utos a$ectivos. "ndican una relación con 1ios ms cercana e interpersonal. Este periodo comien*a a los @@N a4os. El adolescente lo que ms aprecia de 1ios es la escuc!a, la aceptación y el amor por eso busca en la oración un ami#o atento a sus problemas y necesidades y un padre que le cuida y prote#e. El adolescente !abla con 1ios a través de monólo#os car#ados de emotividad por las situaciones que est viviendo ante todo busca en 1ios comprensión, perdón y ayuda. 5ambién empie*a a percibir que existe una #ran diferencia entre la ima#en que él tiene >necesita? de 1ios y la que se manifiesta en Jesús de )a*aret. qu% !ay una veta educativa muy importante para poder madurar en la experiencia de 1ios la solución est en ayudar al adolescente a abrirse a la novedad del 1ios cristiano y a purificar sus deseos y sentimientos en la relación con 1ios. El camino es lento y costoso, y requiere dilo#o personal entre el adolescente y el catequista. $as dudas de fe que aparecen en la adolescencia se deben a la búsqueda de la identidad, a los deseos de libertad, y a las dificultades de cumplir las obli#aciones morales. Esta crisis lleva a una cuestión de fondo0 !ay que armoni*ar elementos que se perciben contrapuestos, pues el sentido de la vida depende de una nueva s%ntesis marcada por la superación del e#ocentrismo, el planteamiento de la fe desde la revelación en Jesucristo, la solidaridad con los necesitados y la unificación de la persona y de la vida desde la fe. $a maduración de la actitud reli#iosa se puede sinteti*ar en el paso de tener fe subjetiva a ser creyente desde la propuesta del Evan#elio con todo lo que tiene de especificidad y desbordamiento de las propias necesidades y proyecciones.
#% Metoo/o01a aeuaa. $a llamada educación de la fe con el método de la catequesis antropoló#ica o de la experiencia !a sido una #ran aportación en la etapa postconciliar también se !a utili*ado y se utili*a de un modo claramente reduccionista. Esta deficiencia se observa en muc!os #rupos de jóvenes y de adultos que se sitúan ante la Palabra de 1ios desde sus posibilidades, intereses y limitaciones, y dan a éstas el valor primario y fundamental el resultado es una acomodación del Evan#elio a sus personas, ms que una conversión al 1ios revelado en Jesús de )a*aret. partir de la adolescencia, y para que la actitud reli#iosa madure, los catequi*andos necesitan situarse ante la Palabra de 1ios con una actitud distinta. Esta disposición parte de que la persona de Jesús es la palabra plena y definitiva sobre 1ios y sobre el !ombre, y de que nosotros por nuestras fuer*as no podemos lle#ar a descubrirla. Este convencimiento #enera una actitud de escuc!a, aco#ida, dejarse cuestionar y apertura a un !ori*onte nuevo. 8onsiste en dejar tomar a 1ios la iniciativa en la vida y situarse como oyentes, disc%pulos y se#uidores de Jesús, dóciles a la acción del Esp%ritu Santo, para que nos vayamos conformando en criterios, actitudes y comportamientos con las Dienaventuran*as del Evan#elio. Sin esta actitud no es posible lle#ar al asentimiento de fe y a la disponibilidad vocacional. El que muc!os #rupos cristianos de jóvenes no avancen en la maduración de la fe encuentra aqu% su explicación i#ualmente, la crisis de vocaciones tiene que ver con procesos de iniciación cristiana anclados en una metodolo#%a claramente reduccionista, pues #ira alrededor de la comprensión subjetiva del misterio de 1ios, con lo cual refuer*an los dinamismos de la psicolo#%a reli#iosa e impiden el paso a la
actitud reli#iosa madura.
7% At*tu re/*0*osa , *ser3*-*e3to +oa*o3a/. (emos visto cómo la actitud reli#iosa madura !ace de la fe el sentido que unifica y orienta la vida entera. Esta s%ntesis fe vida se expresa en el deseo sincero del creyente de conocer y !acer la voluntad de 1ios0 +Se4or, :qué quieres de m% en la vida<‖ 8reyente maduro no es el que !ace cosas comprometidas en la vida, sino el que responde con su existencia a la que 1ios le pide. En consecuencia, el proceso de maduración de la actitud reli#iosa incluye y se encamina al discernimiento vocacional. $a vida trinitaria recibida en el Dautismo y la 8onfirmación #ermina en las vocaciones de laico]a, presb%tero y reli#ioso]a se#ún la llamada que cada uno reciba. s% nos lo recuerdan las +-rientaciones de Pastoral de Juventud‖ de la 8EE y el Proyecto 2arco que desarrolla estas orientaciones. +Por pastoral juvenil entendemos toda aquella presencia y todo conjunto de acciones con los cuales la "#lesia ayuda a los jóvenes a pre#untarse y a descubrir el sentido de su vida, a descubrir y asimilar la di#nidad y exi#encias del ser cristiano, les propone las diversas posibilidades de vivir la vocación en la "#lesia y en la sociedad, y les anima y acompa4a en la construcción del 9eino ‖ >-PJ @? Para que en los #rupos cristianos se pueda !acer la propuesta vocacional y lle#ar al discernimiento vocacional, :cómo tienen que ser los procesos de iniciación cristiana, de pastoral juvenil, y los catecumenados de confirmación< Plantear la educación de la fe desde lo vocacional ayuda a plantear adecuadamente los procesos de fe. El documento +)uevas vocaciones para una nueva Europa‖@K afirma que lo vocacional es la perspectiva #lobali*adora de toda la pastoral en la "#lesia este planteamiento supone un cambio radical en el enfoque de la pastoral al situar el discernimiento vocacional no sólo como la posible meta, sino como la perspectiva que puede dar ms unidad y co!erencia a las diferentes acciones y sectores pastorales.
;% E84er*e3*as fu3a-e3ta/es , ao-4a=a-*e3to 4erso3a/. $a actitud reli#iosa madura a lo lar#o de un proceso que requiere tiempo y acciones espec%ficas. Entre estas las llamadas +experiencias fundamentales‖ adquieren una importancia sin#ular por el carcter estructurante de la personalidad cristiana que tienen. Son estructurantes porque se refieren a aspectos bsicos de la vida cristiana, y tomadas en su conjunto son capaces de or#ani*ar de forma armónica y adecuada al ser cristiano. $as principales experiencias fundamentales son0 la conversión, la experiencia oracional de 1ios, el anlisis cr%tico creyente de la realidad, el se#uimiento de Jesús, el 9eino como compromiso con los pobres, el sentido comunitario de la fe y la disponibilidad vocacional. 8ada una de estas experiencias necesita ser entendida, aco#ida e incorporada a lo cotidiano de la vida. Se viven en encuentros mono#rficos en clave de personali*ación y con se#uimiento posterior. Esta peda#o#%a incluye el acompa4amiento personal como el elemento peda#ó#ico ms importante juntamente con el #rupo catecumenal. $a !istoria de cada persona, su psicolo#%a y el ritmo personal en la respuesta a la acción de la #racia exi#e la relación personal entre acompa4ante y acompa4ado para ase#urar que se pro#resa en la maduración de la actitud reli#iosa. $os caminos del Esp%ritu Santo no son fciles, los autoen#a4os brotan con frecuencia y la disponibilidad evan#élica requiere ser educada de forma y personal. En #eneral, no es posible lle#ar a ser cristiano maduro y a dar una respuesta vocacional sin acompa4amiento personal aqu% reside una de las carencias que explican la escase* de cristianos y comunidades maduras, as% como el estancamiento de muc!os procesos de iniciación cristiana. El acompa4amiento personal se va retomando en muc!os proyectos de pastoral que !acen de la personali*ación el elemento clave de la peda#o#%a de la fe.
NOTAS0@. J. Sastre, 'e en 1ios Padre y ética, SPx @AA, && &. 8fr. E.(. Eri7son, Ltica y pscoanlisis,
Paidos, Duenos ires, @ANK "dentidad, juventud y crisis, Paidós, Duenos ires, @AK@ Sociedad y adolescencia, si#lo ==", 2adrid @AC& G. J. Sastre o.c. &G B. J. Sastre, o.c. &B . . 6er#ote, Psicolo#%a 9eli#iosa, 5aurus, @ACB, cap "6 N. . 6er#ote, o.c. @G@ K. . 6er#ote, o.c. @CG C. J. Sastre. o.c. G A. . 6er#ote, o.c. &F@ &F& @F. 2. Den*o, (ombre sa#rado !ombre profano. 5ratado de antropolo#%a teoló#ica, 8ristiandad, @AKC, @G&.@B& @@. . 6er#ote, o.c. &&A & @&. 8f. =. Pi7a*a, Experiencia reli#iosa y cristianismo, S%#ueme @AC@ @G. . 6er#ote, o.c. &KA &C @B. . 6er#ote, o.c. &A@ @. . 6er#ote, o.c. GKA @N. 8f. . 6er#ote, o.c. @K. -bra Pontificada para las 6ocaciones, )uevas vocaciones para una nueva Europa, 8uadernos 8onfer n^ A, @AAK, &A G@.
ILIOGRAFÍA0 rmendri*, $., El Padre materno, Est Ed.C >@ACG? &BA &K Den*o, 2., (ombre sa#rado !ombre profano. 5ratado de antropolo#%a teoló#ica, 8ristiandad @AKC Doff, $, El rostro materno de 1ios, 2adrid @AC@ Derset,, -rientación moral no directiva de los jóvenes de @N a &F a4os, Sal 5errae, @AKK 8olomb, El crecimiento de la fe, 2arova @ACF 8onill, J., (acia una antropolo#%a de la experiencia, Est. 'ilos GK >@ACC? BA BAG 8onsoli, S., 9eli#ión y moral, )uevo 1iccionario de 5eolo#%a 2oral, S. Pablo, @AA&, @NFF @N@& 8ura, S. del, 1ios Padre ]2adre, SE5 &, @AA@, &KK GGN El misterio de 1ios Padre0 5eolo#%a y 8atequesis, &N &K >@ACC? &AK GF 8urran, 8!., Psicolo#%a dinmica de la vida reli#iosa, 11D @ACF 1ominian, J., 1esaf%o de la psicolo#%a o la prctica de la fe0 8oncilium @KN >@AC&? GC GNK 1uc!, $., $a experiencia reli#iosa en el contexto de la cultura contempornea, 2adrid @AKA 1ur\ell,'=, )uesrto Padre 1ios en su misterio, S%#ueme @AAF Eri7son,E(, Ltica y psicoanlisis, Paidós, Duenos ires @ANK Sociedad y adolescencia si#lo ==", 2adrid @AC& 'orte, D., $a 5rinidad como !istoria, S%#ueme @ACC 'o\ler, J., 5eolo#%a y psicolo#%a en el estudio de la evolución de la fe, 8oncilium @KN >@AC&? B@N B&F 'ueyo, D., 1ios Padre y 2adre. "m#enes familiares y representación de 1ios en la psicolo#%a contempornea0 Estudios 'ilosóficos &K >@ACC? &G &KG 'undación Santa 2ar%a, El "nforme que publica cada cinco a4os sobre la sociedad espa4ola desde @ACA, el cap%tulo dedicado a los jóvenes0 aspectos reli#iosos y nómicos /arc%a del (aro, 9., 8risto y la conciencia moral0 n# A >@AC&? BK BAA /arc%a 2ur#a, J9, :8ómo decir !oy que 1ios es amor<0 2iscellanea 8omillas B >@ACK? &CA G&@ /arrido, J., dulto y cristiano, Sal terrae @ACA /uerrero, J.9., Experiencia de 1ios y catequesis, PP8 @AKA (ers!, 9., 9emier, J., y Paolitto, 1., El crecimiento moral en el ni4o de Pia#et a Ro!lber, )arcea, @ACB (errae*, '., $a opción fundamental, S%#ueme @AKC Rin#, 3., $o divino como madre0 8oncilium &&N >@ACA? BNK BKK $esser, /.S. y otros, Psicolo#%a y prctica educativa, 5rillas @ACF $lobet, $. de, $a paternidad de 1ios a la lu* del psicoanlisis. 2emoria de $icenciatura, San Paciano, Darcelona @ACN $ópe* ;uints, ., $a juventud actual entre el vérti#o y el éxtasis, )arcea @AC& 2art%n 6elasco, J., 9eli#ión y moral, 1E52, Paulinas @ACN, @BA @BNC 2elendo, 2., Educación afectivo sexual inte#radora, PP8 @ACN 2oraleda, 2, $a actitud reli#iosa de los adolescentes. Dases para una interpretación psicoló#ica, Dru4o @AK& 2oreno, , $a psicolo#%a profunda, el pecado y la conciencia moral0 rbor >CA?@AKB,@NK @KA0 Pervin, $.., Personalidad. 5eor%a, dia#nóstico e investi#ación, 11D, @AC@ Pia#et, J., El criterio moral en el ni4o, 'ontanella @AAK Pi7a*a, =., Experiencia reli#iosa y cristianismo, S%#ueme @AC@ $a extra4a !umanista del cristianismo, 6erbo 1ivino @ACC ;uin*, =, $a cultura del deseo y la seducción de 1ios, 8uadernos 'yS, 2adrid @AAG 9ovira, J.2H, 8omunión eucar%stica, comunión trinitaria, y comunión inter!umana0 Estudios 5rinatarios, vol =="6, @ &, @AAF, &@ &&C $a revelación de 1ios, salvación del !ombre, Salamanca @AKA 9odr%#ue*, /, dolescentes0 experiencia !umana y mensaje cristiano, S%#ueme @AK@ Sastre,J, 'e en 1ios
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TEMA 7 EPERIENCIAS UMANAS FUNDAMENTALES SUMARIO0 '. E84er*e3*a , e84er*e3*as (@s*as '.' u: e3te3e-os 4or e84er*e3*a '.2 Las parentales e84er*e3*as Las im+genes re/*0*osaa 2.' Car@ter estrutura3te e /as re/a*o3es(@s*as. 4ater3o"2.f*/*a/es 2.2 A4orta*o3es ,e/a/ae84er*e3*a 4s*o/o01a re/*0*osa /a e84er*e3*a e D*os Pare. !. Proeso e -aura*63 e /as e84er*e3*as 9u-a3as !.' Las e84er*e3*as 9u-a3as s13tes*s e/ 4ro,eto /a tarea , e/ o3 !.2 Los *3a-*s-os 9u-a3os fu3a-e3ta/es , /a e84er*e3*a r*st*a3a. #. La e84er*e3*a 9u-a3a e /a +oa*63. 7. Pr*3*4a/es e84er*e3*as 9u-a3as e3 e/ 4roeso e -aura*63 e /a fe 7.' La (úsHuea e se3t*o 7.2 La a4ertura a/ tú , a/ Tú 7.! Tra3sfor-a*63 e /a rea/*a 7.# La o3*e3*a 9*st6r*a 7.7 Las 4ro4*as /*-*ta*o3es , 4os*(*/*aes. ;. La orre/a*63 e3tre e84er*e3*a 9u-a3a , e84er*e3*a e fe. <. La 4erso3a/*5a*63 o-o -:too <.' E/ 4roeso e 4erso3a/*5a*63 <.2 Co-4o3e3tes e/ -:too <.! E/ /e30ua)e re/*0*oso e3 /a eua*63 e /a fe <.# D*3@-*a e 0ru4os. *(/*o0raf1a.
En el campo de las ciencias !umanas en la época actual, la experiencia adquiere una importancia sin#ular, se la estudia desde enfoques distintos y complementarios. $a experiencia reli#iosa también se beneficia de este nuevo planteamiento, especialmente %ndice del enfoque !istórico y fenomenoló#ico en la comprensión y valoración del !ec!o reli#ioso. El ser !umano es naturale*a e !istoria, es decir, entramado de relaciones que constituyen lo ms profundo de su misma existencia. $os estudios que investi#an el !ec!o reli#ioso en s% mismo y en sus consecuencias pastorales consideran cada ve* ms la importancia de la experiencia del creyente y su repercusión en la maduración de la fe.
'. EPERIENCIA EPERIENCIAS SICAS '.' u: e3te3e-os 4or e84er*e3*a. $a vida !umana se constituye a través de relaciones ms aún, el tipo de relaciones que somos capaces de sostener tienen muc!o que ver con las relaciones que cada uno !a recibido desde la experiencia de aceptación incondicional. Por lo mismo, el aspecto afectivo de las relaciones tiene un carcter fundante y estructurante de la personalidad, pues nos constituye en nuestros cimientos ms profundos antes que seamos racionalmente conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor. 5odas y cada una de las experiencias !acen referencia a un objetivo exterior, pero al mismo tiempo su concienciación es subjetiva. Es decir, el elemento objetivo es recibido e interpretado por cada persona desde los propios contenidos que el objetivo tiene, y que no pueden ser supeditados a la mera percepción subjetiva. Esta bipolaridad de la experiencia !umana conecta con la incertidumbre de la persona, aparece como una red de relaciones implicativas, y tiene que ver con la experiencia del misterio, como la capacidad !umana de autotrascenderse. $a experiencia !umana es el camino para lle#ar al conocimiento de uno mismo, al encuentro con 1ios y a la verdad de las cosas. Por experiencia entendemos la participación activa y si#nificativa en los !ec!os y acontecimientos que suceden en el cotidiano vivir. 8uando tomamos conciencia de lo que sucede, lo reflexionamos y nos implicamos, entonces nuestras vivencias van dejando en nosotros un poso que constituye, poco a poco, nuestra competencia e5periencial" la !ora de mirar al futuro y tomar decisiones, el elemento referencial insustituible son las experiencias anteriores, que se sienten como una invitación a entrar ms de lleno en la
realidad y a vincularse con lo que ella supon#a y si#nifique. El sentido de la vida se va construyendo a través de tres procesos sucesivos y simultneos0 @? la adaptación a la realidad que se impone &? el autodescubrimiento de posibilidades, y G? la comprobación con lo que existe para cambiar y mejorar la realidad. $a consecuencia de estos tres procesos son0 la apertura a las relaciones de reciprocidad, la objetivación de la realidad y la consistencia de la propia subjetividad.
'.2 Las e84er*e3*as (@s*as. 8on este enunciado nos referimos a las experiencias que el ser !umano tiene en la etapa primera de su vida, en la que se encuentra ms desvalido en todos los aspectos. Por esto mismo, todo lo que recibe, desde el punto de vista relacional y afectivo, lo estructura en los aspectos ms fundamentales de su personalidad. Estas experiencias son las si#uientes0 a& El sentirse amado incondicionalmente" $a vivencia del amor incondicional tiene muc!o que ver con lo que el psicoanlisis llama el amor maternal, li#ado a la satisfacción de los deseos y vivido como fusión y dic!a. El ni4o]a que experimenta esta aceptación incondicional tendr ante la existencia un talante optimista y esperan*ador. 1esde esta experiencia puede decir un s% a la vida como al#o que merece la pena, ya que es fuente de felicidad. (& La con$ianza" Esta experiencia es el supuesto de la existencia para que el ni4o]a se sienta existente necesita confiar en lo que le rodea y especialmente en los otros. El ser !umano, desde el momento que existe, conf%a en que sus necesidades, carencias y deseos van a ser satisfec!os. Esto lo vive el ni4o]a como una experiencia preló#ica es decir, su sentimiento no est mediado por reflexiones0 esta misma condición !ace que lo vivido en los primeros meses y a4os de vida ten#a una #ran repercusión en la formación de la estructura de la personalidad. & El car+cter temporal de la vida" El ser !umano tiene constancia desde el comien*o de su existencia de los condicionamientos que le impone la realidad. l mismo tiempo, el ni4o]a no se identifica con el medio por el contrario, desde muy pronto aparecen los mecanismos de incorporación y desinte#ración. 5odo esto lleva al ser !umano a entender que la vida cotidiana pide respuestas, elecciones y decisiones. Es el sur#imiento de la experiencia de responsabilidad o capacidad de estar atento para responder adecuadamente a aquello que se nos solicita desde fuera. $a incipiente y pro#resiva reflexión y voluntad !arn que los impulsos se reemplacen por procesos de sociali*ación. $os s%mbolos ayudarn #radualmente a comprender y situarse adecuadamente en las interacciones sociales. 6iendo de forma #lobal estas tres experiencias bsicas, podemos concluir diciendo que Onacemos con inmadure* psicobioló#ica y nuestra estructura interna est determinada por los intercambios con el medio las experiencias ms repetidas, o las que tienen una repercusión afectiva, son las ms interiori*adas. El conjunto de representaciones mentales que provienen de la experiencia y, por tanto, tienen #ran car#a afectiva, constituyen la realidad interna. $a #énesis de la realidad interna, su estructura y caracter%sticas se fundamenta en las primeras relaciones del ni4o con la madre. 9of 8arballo denomina rdimbre afectia a la red de relaciones del ni4o peque4o con la madre. )acemos prepro#ramados para la relación afectiva y la vinculación con los dems necesitamos la relación en s% misma como al#o espec%ficamente !umano. $as acciones o representaciones del sujeto siempre tienen un referente que llamamos objeto de la relación en la memoria se almacena la representación del objeto a#radable o desa#radable, lo cual refuer*a o in!ibe futuras relaciones. Este depósito constituye lo ms profundamente inconsciente de la personalidad de cada uno, y se produce frustración afectiva cuando predominan las contrariedades sobre las #ratificaciones la experiencia bsica de desconfian*a cuesta muc!o modificarla y fcilmente condiciona todos los aspectos de la vida@.
2. LAS IMGENES PARENTALES LA EPERIENCIA RELIGIOSA $a psicolo#%a de la motivación estudia los implsos orientados, llamados motivaciones, que orientan la vida !umana. Estas fuer*as espec%ficas confi#uran, en #ran medida, el funcionamiento de la psicolo#%a !umana y, por su marcado tono afectivo, a toda la persona. Este concepto de la psicolo#%a profunda lleva a . 6er#ote a decir, refiriéndose a la actitud reli#iosa0 OEl sujeto no es expl%citamente ms consciente de los motivos por los que se diri#e a 1ios que el ni4o lo es de las ra*ones por las que ama a sus padres &. $as motivaciones importantes del comportamiento reli#ioso son0 el no poder satisfacer uno mismo todas las necesidades, la necesidad de perdón, la salida de la an#ustia, los sufrimientos, las dudas y el temor al ms all. O$a experiencia del 1ios de los deseos profundos ayuda a la persona a sentir que puede alcan*ar a 1ios porque ya lo posee, no sólo en el nivel de conocimientos, sino en el existencial. El verdadero rostro de 1ios est a la ve* manifiesto y oculto en las aspiraciones profundas del cora*ón !umano. $a psicolo#%a de las motivaciones plantea a la psicolo#%a reli#iosa una cuestión fundamental0 :puede darse una experiencia de 1ios que aúne al tiempo la fusión, la reflexión y la relación interpersonal< G.
2.' E/ ar@ter estrutra3te e /as re/a*o3es 4ater3o"f*/*a/es . $as relaciones con los padres son decisivas en la apertura del ni4o]a a la realidad que le rodea y a la percepción de la existencia como totalidad. $a fi#ura materna y las relaciones maternales, en lo que tienen de felicidad plena, sin condiciones, son la base prerreli#iosa de la experiencia reli#iosa B. $a experiencia de lo materno entra en crisis cuando es completada y enriquecida por la problemtica que comporta la realidad y la necesidad de adaptación a la misma la experiencia del amor paternal o condicionado, es positiva si se da en el contexto de la experiencia materna o de amor incondicional. OEl s%mbolo de la paternidad de 1ios est mediati*ado por el simbolismo familiar y la percepción de la existencia como don #ratuito la purificación de la ima#en de 1ios de todo antropomorfismo y la vivencia plena de la actitud reli#iosa exi#en superar adecuadamente la problemtica del sentido de la vida y el descubrimiento de la autonom%a !umana... $a experiencia reli#iosa cristiana de ser y saberse !ijo de 1ios ayuda a que el deseo de 1ios se transforme en vivir en su presencia y que las peticiones e#océntricas se transformen en responsabilidad y disponibilidad para llevar adelante la tarea de construir lo que el evan#elio llama el reino de 1ios . 2.2 A4orta*o3es e /a 4s*o/o01a a /a e84er*e3*a e D*os Pare . $a ima#en de 1ios se forma a través de im#enes parentales, pero la representación de 1ios y la representación de las fi#uras parentales son de niveles distintos. dems, la teolo#%a de 1ios Padre no se a#ota en las explicaciones psicoló#icas y antropoló#icas, pues tiene un pls de si#nificado que corresponde a la autocomunicación de 1ios en la revelación. Se#ún las investi#aciones ms serias y recientes, podemos !acer las si#uientes afirmaciones0 @? $as dos fi#uras parentales simboli*an a 1ios la ima#en de 1ios est caracteri*ada por dos factores0 la solicitud >elemento maternal? y la ley autoridad >elemento paternal?. &? $o paternal en 1ios tiene dos ras#os0 aceptación y amor incondicional, y atención activa o solicitud. En la ima#en de 1ios, las cualidades maternales son ms intensas que en el padre. El ras#o de ternura en 1ios es menos intenso que en la madre, pero est ms definida la prontitud en la ayuda. G? En 1ios el ras#o de autoridad est unido a la ley, a la justicia y al modelo, en tanto que en el padre la autoridad aparece unida a la iniciativa y la acción. B? Se afirma la disponibilidad y solicitud incondicional de 1ios, pero no es percibido como al#uien que actúa directamente
produciendo se#uridad. ? $a dimensión paternal de 1ios es distintiva y si#nificativa con todo, los ras#os maternales tienen ms intensidad que los paternales. N? $as funciones paternales y maternales, que aparecen separadas en la familia, son coincidentes en 1ios, pues se manifiesta como solicitud incondicional y demanda absoluta. Esto refleja que la ima#en de 1ios es compleja y !ace que esté ms próxima a la ima#en paterna que a la materna. O$a preferencia del s%mbolo paternal no indica mayor amor al padre que a la madre, ni un prejuicio sexista por el contrario, si el padre simboli*a a 1ios mejor que la madre es por lo que la ley del padre si#nifica y reali*a en las relaciones familiares0 padre madre !ijos. En la constelación familiar la fi#ura paterna pide al ni4o responsabilidad y orientación !acia el futuro en un contexto extrafamiliar. $a fe reli#iosa en un 1ios personal y padre trata de unir la responsabilidad ante 1ios >exi#encias éticas? y la confian*a total y absoluta en la divina providencia N.
!. PROCESO DE MADURACIN DE LAS EPERIENCIAS UMANAS $as vivencias !umanas son complejas y de no fcil comprensión, pues en ellas se me*clan una #ran pluralidad de aspectos. Para que al#o que vivimos lle#ue a constituirse en experiencia !umana capa* de enriquecer la vida, !ay que empe*ar por tomar conciencia de lo vivido. Este elemento co#noscitivo se da siempre condicionado por los contextos personales y ambientales en que se encuentra cada ser !umano es necesaria una cierta distancia de los !ec!os, que permita su interpretación y valoración cr%tica. 8uando la experiencia pasa por las etapas aqu% descritas y contiene los elementos co#noscitivo, !ermenéutico y cr%tico, podemos afirmar que estamos en las condiciones idóneas para relacionar lo vivido con los dems datos objetivos, que son aco#idos se#ún las situaciones personales este aspecto dar%a a la experiencia un carcter de verdadera, pues reúne todas las condiciones para ello. nicamente este tipo de experiencias auténticas o verdaderas son las que constituyen como un proceso capa* de reelaborar sus elementos sin concluirlos nunca de forma definitiva, pero dotando a cada experiencia puntual de la rica s%ntesis de competencia experiencial conse#uida !asta ese momento.
!.' Las e84er*e3*as 9u-a3as s13tes*s e/ 4ro,eto /a tarea , e/ o3 . El ser !umano se !a !ec!o y se !ace al#unas pre#untas que penetran toda su existencia, a las que trata de responder, y que nunca resuelve del todo. El carcter totali*ante de estas pre#untas !ace que estén presentes en las #randes experiencias !umanas, constituidas de esta forma en un intento serio de respuesta. $os interro#antes a los que nos referimos son los si#uientes0 :quién soy yo<, :de dónde ven#o<, :a dónde voy<, :qué !a#o en este mundo< , :qué son para m% los dems<, :qué sentido tiene la vida y la !istoria<, y :al#ún d%a se superarn tantos males f%sicos y morales< 5odas estas acuciantes pre#untas se podr%an resumir en dos0 :existe la felicidad< y :es posible que yo y los dems seamos plenamente felices< $as aspiraciones !umanas, la esperan*a de conse#uir un mundo reconciliado >la utop%a de la fraternidad universal?, las intuiciones de que esto es posible, el ejemplo de tantos !ombres y mujeres ejemplares que !an dado la vida, y los deseos profundos del cora*ón !umano, !acen que la experiencia !umana !able de trascendencia. $a experiencia reli#iosa !a tenido siempre un carcter de búsqueda de la plenitud que es 1ios y la referencia absoluta al otro como i#ual en di#nidad y derec!os. $a Escritura llama a este sentir profundo que nos constituye0 imagen de Dios" Q a!% reside también nuestra #ran tentación0 ser como dioses, absoluti*ando lo !umano y no abriéndolo a la trascendencia. $a revelación b%blica nos !abla del !ombre, de la !istoria y de la !umanidad como0
a& -royecto" El ser !umano no sólo est arrojado en la !istoria, sino que se entiende a s% mismo como pro'ecto que se va reali*ando en el devenir !istórico. $as relaciones y la !istoria no es únicamente el mbito en que esto sucede, sino también el entramado que lo constituye. $a percepción que el !ombre tiene de s% le ayuda a comprenderse, a relacionarse, a proyectar el futuro y a comprobar lo que va !aciendo. !ora bien, el proyecto de ser, desde el punto de vista cristiano, se entiende como la #racia de 1ios que nos !a llamado a la existencia, y que nos !a !ec!o part%cipes de su misma vida. En Jesucristo descubrimos plenamente que somos !ijos de 1ios y !ermanos de los dems seres !umanos, y que desde a!% tenemos que plantearnos la vida entera como proyecto no definido, en el que la autonom%a !umana y el asentimiento al proyecto de 1ios para la !umanidad no son dos elementos que se excluyan o se opon#an, sino que se potencian mutuamente, y no se pueden entender el uno sin el otro. (& .area" $a vocación trascendente que tiene el !ombre como ser creado a imagen de Dios y redimido por 8risto, nos !ace hijos en el ijo y pere#rinos !acia la plenitud de la !istoria. Entre el proyecto de lo que somos y la plenitud !acia la que caminamos, tiene lu#ar la tarea, en el d%a a d%a, tanto en el mbito personal >paso del hombre iejo al hombre neo) como relacional >creación de relaciones fraternas? y social >estructuras de justicia y solidaridad?. )o es una tarea prometeica o morali*ante, sino una m%stica de lo cotidiano, pues al precedernos el proyecto y caminar !acia la reali*ación plena de todas las dimensiones de la vida !umana, la tarea tiene muc!o de #o*o y de fiesta >celebración?, sin que por ello se obvien los problemas y dificultades, pero se sitúan en un !ori*onte de profunda esperan*a. & Don* $os seres !umanos experimentamos constantemente en nuestros esfuer*os y compromisos que no todo depende de las posibilidades !umanas !ay al#o que se nos escapa, que nos sorprende y que nos supera. 8on frecuencia, después del duro trabajo, apenas cosec!amos los lo#ros buscados y donde no esperamos éxito, los resultados sobrepasan nuestras previsiones. Esta constatación es una llamada a la confian*a y a la #ratuidad, pues la acción #ratuita de 1ios nos precede, si#ue y acompa4a. Por esto mismo, la experiencia cotidiana nos invita a la súplica ardiente y a la oración confiada. ;uien lle#a a percibir que en el dinamismo socio !istórico est presente la acción del Esp%ritu del 9esucitado, se siente ms ur#ido al compromiso, como colaboración a la iniciativa divina de plenificar la obra que salió de las manos de 1ios y le llevó a enviar a su propio (ijo. En esta !istoria de amor que es la revelación cristiana, encontramos las claves que explican y dan sentido último a la vida !umana. esto llamamos 1-) con mayúsculas, pues sin mérito propio se nos !a re#alado como la realidad que constituye los dinamismos fundamentales de la antropolo#%a, la vida social y el pro#reso !istórico.
!.2 Los *3a-*s-os 9u-a3os fu3a-e3ta/es , /a e84er*e3*a r*st*a3a. $o !umano es el lu#ar idóneo, inmediato y universal en el que cada uno definimos el sentido de nuestra vida. $a existencia como totalidad se estructura alrededor de un núcleo, la conciencia personal, desde el que se toman las decisiones. )os referimos a la experiencia desde la que se viven las dems experiencias y que podr%amos definir as%0 Ola experiencia autorreflexiva del propio yo y de los actos espec%ficamente propios del !ombre, experiencia exclusivamente interior, autopresente, no verificable emp%ricamente y de un orden cualitativamente superior a todo proceso de la naturale*a K. Esta experiencia se nutre del por qué existimos >ori#en? y el para qué de la vida >sentido?. En la respuesta concreta a estas dos cuestiones, la persona se jue#a el uso de la libertad, el tipo de relaciones y la orientación del futuro. En definitiva, la existencia !umana no se fundamenta en s% misma y se vive en la tensión constante entre la finitud y el deseo de eternidad. $a necesidad de 1ios tiene muc!o que ver con las pre#untas que la realidad nos plantea para que dotemos de si#nificado la respuesta ele#ida, entre otras posibles. 1ios y la fe en él tienen muc!o
que ver con los dinamismos fundamentales de lo !umano. O$os si#nos de trascendencia no son sino la actuación de las estructuras ontoló#icas constitutivas del !ombre... El !ombre no puede encontrar a 1ios si no est dispuesto a invocarlo, adorarlo, esperar en él C. En este sentido, la antropolo#%a teoló#ica y los estudios de psicolo#%a reli#iosa A corroboran las si#uientes correlaciones0
" Pr*3*4a/es *3a-*s-os e /a -aure5 9u-a3a @. $a aceptación incondicional por parte de los otros. &. $a confian*a en uno mismo. $a autoaceptación y la autoestima. Proyecto de la nueva !umanidad como tarea y como don. G. $a capacidad de amar y ser amado. El amor a los dems desde la aceptación propia. B. $a antropolo#%a como proyecto y tarea en el devenir personal, social e !istórico. . $a ética como capacidad de relaciones interpersonales justas y altruistas, que buscan la libertad, la felicidad y la reali*ación de todas las personas. N. $a madure* personal inte#ra lo adverso0 la frustración, el sufrimiento y la soledad. " Pr*3*4a/es *3a-*s-os :t*o"r*st*a3os @. 1ios acepta y ama a cada !ombre incondicionalmente. &. El !ombre ima#en y semejan*a de 1ios y Jesús de )a*aret, la Palabra !ec!a carne, como revelación del !ombre al !ombre " G. 1ios da la vida por nosotros >misterio pascual?, nos perdona y nos constituye en comunidad que procura la fraternidad. B. En el encuentro con Jesucristo, el !ombre descubre el proyecto de la nueva !umanidad como tarea y como don. . El 1ios de Jesús de )a*aret nos remite a amar a todo !ermano y a construir el 9eino, donde la libertad y la felicidad de cada uno est indisolublemente unida a la de los !ermanos. N. 8risto crucificado como sabidur%a y justicia para el !ombre. $a cru* y las cruces terminarn en vida y resurrección. 6iendo y relacionando estos dos apartados, la consecuencia es fcil de sacar0 las virtudes teolo#ales hfe, esperan*a y caridadh son el dinamismo principal y ori#inante de los comportamientos morales, que el pensamiento clsico resum%a en las virtudes cardinales.
#. LA EPERIENCIA UMANA DE LA VOCACIN $as escuelas de psicolo#%a ms importantes tienen una visión #lobal >!ol%stica? de la persona !umana. $a cosmovisión cristiana parte también de una comprensión unitaria del !ombre y de la realidad !umana. En la prctica, se dan valores diversos y contrapuestos en muc!as ocasiones asimismo, la interpretación de lo !umano y su orientación difiere radicalmente de unas a otras posturas. $a pluralidad es una nota in!erente a lo !umano, y en s% misma enriquece la visión y calidad de la realidad. l tiempo que se !ace esta afirmación, también !ay que subrayar, con la misma fuer*a, que lo !umano tiene elementos comunes universalmente compartidos por lo mismo, estamos ante una realidad que, sin perder lo particular y distinto, !a de ser conver#ente en sus aspectos fundamentales. 1esde el anlisis socioló#ico y cultural, existen una serie de aspectos que tienden a unificar las ideas y comportamientos sociales por el contrario, en nuestra cultura, el
pluralismo en muc!as cuestiones importantes funciona ms de forma diver#ente que conver#ente. O9esulta dif%cil, en tal contexto, tener un concepto o visión del mundo unitario, y lle#a a ser, por tanto, débil también la capacidad proyectiva de la vida. 8uando una cultura, en efecto, no define ya las supremas posibilidades de si#nificado, o no lo#ra la conver#encia en torno a al#unos valores como particularmente capaces para dar sentido a la vida, sino que pone todo en el mismo plano, pierde toda posibilidad de opción proyectiva y todo lle#a a ser indiferente y sin importancia @F. El documento final del *ongreso eropeo sobre las ocacionesno duda en calificar la cultura europea de ambivalente, politeísta y neutra. En ella, los jóvenes, Opor un lado, buscan apasionadamente autenticidad, afecto, relaciones personales, amplitud de !ori*ontes y por otro, se sienten fundamentalmente solos, heridos por el bienestar, en#a4ados por las ideolo#%as, confusos por la desorientación ética @@. Q la proposición tercera de dic!o 8on#reso dice textualmente0 O3na cultura pluralista y compleja tiende a producir jóvenes con una identidad imperfecta y fr#il, con la consi#uiente indecisión crónica frente a la opción vocacional. 2uc!os jóvenes ni siquiera conocen la gramática elemental de la existencia, son nómadas0 circulan sin pararse en el mbito #eo#rfico, afectivo, cultural y reli#ioso an tanteando" En medio de la #ran cantidad de informaciones, pero faltos de formación, aparecen distra%dos, con pocas referencias y pocos modelos. Por eso tienen miedo de su porvenir, experimentan desasosie#o ante compromisos definitivos y se pre#untan acerca de su existencia. Si por una parte buscan, a toda costa, autonom%a e independencia, por otra, como refu#io, tienden a ser dependientes del ambiente socio cultural y a conse#uir la #ratificación inmediata de los sentidos0 de aquello que me a, de lo que me hace sentir bien, en un mundo afectivo !ec!o a medida. 8on todo, también los jóvenes en la actualidad tienen #ran sensibilidad !acia determinados valores éticos como la pa*, la justicia, la ecolo#%a, el respeto a las diferencias, el voluntariado, la i#ualdad de la mujer, la solidaridad, etc. Juan Pablo "", en el discurso a los participantes al con#reso sobre las vocaciones en Europa, !ace una llamada a promover una Onueva cultura vocacional en los jóvenes y en las familias @&. 'rente a la cltra de merte, esta propuesta lleva a potenciar la apertura a la vida y la búsqueda del sentido de la existencia, que no excluye la conciencia de la experiencia de la finitud y la muerte. 5anto el misterio de la vida que nos sobrepasa, como las limitaciones que nos frustran, son una llamada a la responsabilidad. Se trata de Ouna cultura capa* de encontrar valor y #usto por las #randes cuestiones, las que ata4en al propio futuro son las #randes pre#untas, en efecto, las que !acen #randes, incluso, a las peque4as respuestas. Pero son precisamente las peque4as y cotidianas respuestas las que provocan las #randes decisiones como la de la fe o que crean cultura, como la de la vocación @G. Para muc!os jóvenes, en la sociedad contempornea, la cuestión vocacional aparece muy unida a la experiencia de búsqueda del sentido de la vida. El carcter #lobali*ador que tiene la respuesta a la pre#unta sobre qué voy a !acer con mi vida, o a qué me siento llamado como estilo estado de vida, da a las otras experiencias su propio lu#ar, radicali*a su vivencia y fomenta la fidelidad a las propias convicciones. 1esde aqu% se entiende que la pastoral vocacional es la perspectiva unitaria de toda la pastoral en la "#lesia. Este enfoque resulta novedoso a muc!os cristianos y a no pocos catequistas respecto de otros planteamientos ya superados supone un salto cualitativo.
7. PRINCIPALES EPERIENCIAS UMANAS EN EL PROCESO DE MADURACIN DE LA FE partir de los estudios interdisciplinares sobre este tema, podemos afirmar que las experiencias !umanas fundamentales se refieren al sentido de la vida, a las relaciones
interpersonales con los otros, a la transformación de la realidad, a la conciencia !istórica y a las propias limitaciones y posibilidades. través de todas ellas, la persona construye y verifica su propia identidad personal.
7.' La (úsHuea e se3t*o. 2s que posesión de la verdad de una ve* para siempre, la vida !umana se define como búsqueda permanente y constante de la verdad. En el fondo de las búsquedas sin meta definitiva subyace la pre#unta fundamental0 la vida :tiene sentido< y :en qué consiste el sentido de la vida< Esta pre#unta cobra nitide* en la medida en que la persona conoce, por experiencia propia y ajena, su condición mortal. $a fe del creyente no le libera de la pre#unta por el sentido de la vida, pues cualquier existencia est expuesta al fracaso. En la sociedad actual cunde la sospec!a de que no es posible una respuesta adecuada esta desconfian*a !ace ms apremiante e incisiva la pre#unta por el sentido. En la educación en la fe, se trate uno u otro tema, de una u otra manera, siempre !ay que aterri*ar en la clarificación del sentido de la vida como al#o último y definitivo, capa* de proyectar lu* sobre toda la existencia !umana. 8ada existencia !umana, al interpretar la realidad, est transformando las situaciones en acontecimientos, y estos en experiencia. $a novedad de la existencia no reside tanto en los nuevos conocimientos, cuanto en las posibilidades que estos brindan de expresar toda la interioridad personal. El mundo interior es lo que nos permite vivir cada momento de la existencia con una intensidad insospec!ada, en lo que tiene de ale#re plenitud, de compromiso ineludible y de futuro mejor. Esta manera de vivir y relacionarse es propia y exclusiva del !ombre, pues percibe en la existencia una presencia que !abla desde dentro y que puede ser ne#ada o pasar desapercibida, o puede celebrarse.
7.2 La a4ertura a/ tú , a/ TW. $a estructura psicoló#ica de la persona es relacional, pues el ser !umano aparece en relación con lo que le rodea y, especialmente, con las dems personas. El ser !umano est constitutivamente dotado para aco#er y responder como dice 2art%n Duber, el !ombre antes de decir Oyo !a dic!o Otú. $a misma naturale*a de las relaciones interpersonales prote#e a los dems de todo intento de dominio o posesión. 5ambién la relación con 1ios tiene lu#ar en el mbito de las relaciones interpersonales, es decir, en la mutua aco#ida y el respeto a la alteridad. $a mayor expresión de la relación interpersonal est en el reconocimiento del otro en total #ratuidad. $a actitud reli#iosa madura permite al creyente diri#irse a 1ios por él mismo, y no para satisfacer los deseos infantiles al mismo tiempo, sabe que 1ios sale a su encuentro, lo !ace depositario de su amor y le remite a amar a todo !ombre de la misma manera que él es amado. El tipo de relaciones que mantenemos con los dems es uno de los mbitos privile#iados que mejor nos permite observar la calidad de la experiencia !umana que, en última instancia, !unde sus ra%ces en el mor primero, #ratuito, universal e incondicional. 7.! La tra3sfor-a*63 e /a rea/*a . Para que lo que nos rodea en la vida socio pol%tica pueda ser transformado, antes debe ser le%do de manera cr%tica. 3no de los peli#ros que nos amena*a a los !umanos es la visión in#enua de lo que sucede y la acomodación de nuestras vidas a los intereses prevalentes. Para evitar este peli#ro, !ay que situarse ante la realidad con una actitud abierta y comprometida para ver qué pasa, por qué sucede lo que sucede, cómo estamos implicados en ello y qué podemos !acer para cambiar lo que no sea justo. El punto de partida de esta praxis empe4ativo transformadora est en la no justificación de lo existente, pues nada de lo socio pol%tico concreto es debido a la naturale*a de las cosas por el contrario, depende de la actuación !umana, y como tal puede y debe ser mejorado. ;uien se sitúa de esta forma ante lo que sucede y conf%a en las posibilidades del ser !umano para cambiar la realidad, se encuentra con el si#nificado profundo de la vida0 la opción por la justicia y la
solidaridad. Este es uno de los lu#ares privile#iados para conocerse a uno mismo y para encontrarse con el 1ios de Jesús, que en el evan#elio nos invita a la conversión y a la construcción del 9eino, empe*ando por la opción por los ms pobres y desfavorecidos.
7.# La o3*e3*a 9*st6r*a. $a vida !umana se estructura sobre la memoria de lo vivido, el presente y los proyectos de futuro. El !ombre se define como ser en deenir, el peso y la calidad de lo !umano est %ntimamente relacionado con los deseos profundos, las aspiraciones y las metas de futuro. Se puede decir con toda verdad que somos los ideales que quisiéramos conse#uir en el futuro próximo y lejano. )uestra propia experiencia confiere !ondura a la vida y responsabilidad a las decisiones, pues vemos que no es lo mismo una actuación que otra, en s% misma y en sus repercusiones. dems, lo que vamos construyendo tiene que ver con el conjunto de la comunidad !umana las decisiones personales inciden positiva o ne#ativamente en las oportunidades que los otros ten#an en su existencia. El proyecto personal de vida se puede definir al mar#en de los dems, o a costa de los dems, o desde los otros ms desfavorecidos. $os resultados son completamente distintos. $os creyentes sabemos que lo que sembramos en corruptibilidad lo recuperamos en incorruptibilidad, y que O!asta un vaso de a#ua dado por amor tendr recompensa estas expresiones nos !ablan de que lo !umano camina !acia una plenitud que se va construyendo poco a poco y d%a a d%a. $as peque4as y #randes reali*aciones, fruto del compromiso y la entre#a, son #ermen y anticipo de esta plenitud !acia la que vamos, en la que 1ios nos dar lo que tiene preparado.
7.# Las 4ro4*as /*-*ta*o3es , 4os*(*/*aes . El crecimiento del ser !umano en las diferentes etapas evolutivas, as% como el cotidiano vivir, es una dialéctica entre posibilidades y limitaciones. ;ueremos y no podemos, podemos y no queremos, !acemos todo lo posible y no alcan*amos las metas. )uestras limitaciones son de orden f%sico y de orden moral0 la edad, la inexperiencia, la enfermedad, los e#o%smos, el miedo, etc. $a experiencia del mal y del dolor atraviesa las diferentes capas de nuestra existencia. $o que ms nos duele es que la confian*a existencial en los dems queda !erida y rota, muc!as veces sin causa ló#ica que lo justifique. !% sur#e la pre#unta ms !onda0 :por qué sufrimos<, :tiene sentido el dolor< El sufrimiento tiende a colorear toda la existencia y lle#a a afectar a la vida como totalidad, que ya no aparece como al#o feli* y di#no de vivirse con ilusión y optimismo. $as pre#untas que el mal f%sico y moral suscitan apuntan a la trascendencia la fe cristiana desde el misterio del 6erbo encarnado, nos dice que el sufrimiento pertenece a la condición !umana, porque el dolor, el pecado, la muerte y el sinsentido son penúltimas realidades, pues en pascua >paso? estamos llamados a vivir en plenitud eterna el amor. J. 2oltman afirmó que el dolor pertenece a la esencia de la 5rinidad el 1ios cristiano no es el que administra los sufrimientos de los !umanos, sino el que sufre junto a nosotros y, en amor #ratuito y solidario, se compadece, nos libera y nos encamina esperan*adamente !acia la resurrección #loriosa. El sufrimiento ms si#nificativo es aquel que se asume solidariamente como lo !i*o Jesús de )a*aret para liberar y salvar a los !ermanos ms necesitados el que da la vida por los dems es el que tiene ms amor.
;. CORRELACIN ENTRE EPERIENCIA UMANA EPERIENCIA DE FE firma el Directorio general para la cate!esis: O;ueriendo !ablar a los !ombres como ami#os, 1ios manifiesta de modo particular su peda#o#%a, adaptando con sol%cita providencia su modelo de !ablar a nuestra condición terrena... Por eso son indicaciones peda#ó#icas vlidas para la catequesis aquellas que permiten comunicar en su totalidad la
palabra de 1ios en el cora*ón mismo de la existencia de las personas >1/8 @BN?. $a peda#o#%a de 1ios es la fuente y la referencia de la peda#o#%a de la fe la peda#o#%a de 1ios se reali*a plenamente en 8risto y es continuada por la "#lesia, bajo la acción del Esp%ritu Santo. 1e Jesucristo Orecibe la peda#o#%a de la fe, +una ley fundamental para toda la vida de la "#lesia >y por tanto, para la catequesis?0 la fidelidad a 1ios y al !ombre, en una misma actitud de amor ‖ >85 ? >1/8 @B?. $a fidelidad a Dios y la fidelidad al hombre implica, necesariamente, evitar toda oposición entre método y contenido en la catequesis >cf 85 G@, G&, A?. El método empleado en la catequesis est al servicio de la conversión, entendida como ad!esión afectiva a la persona de Jesucristo y el contenido propio de la catequesis no es compatible con cualquier método. O$a iluminación y la interpretación de la experiencia a la lu* de la fe, se convierte en una tarea permanente de la peda#o#%a catequética, no exenta de dificultades, pero que no puede descuidarse, so pena de caer en yuxtaposiciones artificiosas o en comprensiones reduccionistas de la verdad. Esta tarea !ace posible una correcta aplicación a la correlación o intersección entre las experiencias !umanas profundas y el mensaje revelado >1/8 @G?. En consecuencia, el método en la catequesis ser, al tiempo, inductivo y deductivo, kerigmático >o descendente? y e5istencial >o ascendente?. O1e por s% son modelos de acceso le#%timos si se respetan todos los factores en jue#o, el misterio de la #racia y el !ec!o !umano, la comprensión de fe y el proceso de racionalidad >1/8 @@?. $a pie*a insustituible en el método catequ%stico es la fi#ura del cate!ista que propicia el encuentro entre 1ios y el catequi*ando, as% como la relación entre los componentes de su #rupo y la comunidad cristiana. 1e su vida y ejemplo, as% como de saber crear las condiciones necesarias, depender que el mensaje cristiano sea bien aco#ido. $a fe, la oración y la acción del Esp%ritu Santo estn en la base del método en la educación de la fe. estos !ay que a4adir la relación personal del catequista con el catequi*ando para que la relación entre experiencia !umana y experiencia de fe sea lo ms concreta y personal posible. OEsa relación se nutre de ardor educativo, de ayuda creativa, de adaptación, as% como de respeto mximo a la libertad y a la maduración de las personas. /racias a una labor de sabio acompa4amiento, el catequista reali*a un servicio de los ms valiosos a la catequesis0 ayudar a los catequi*andos a discernir la vocación a la que 1ios los llama >1/8 @N?. $a participación activa y creativa de los catequi*andos viene pedida por la experiencia !umana y las leyes de la comunicación, as% como por la dinmica interna de la revelación cristiana. Sin duda al#una, la mejor manera de aprender es la de aprender haciendo, a través del intercambio, el dilo#o y la confrontación cr%tica. 8on todo, la metodolo#%a activa es ms profunda0 OEn la catequesis, por tanto, los catequi*andos asumen el compromiso de ejercitarse en la actividad de la fe, de la esperan*a y de la caridad, de adquirir la capacidad y la rectitud de juicio, de fortalecer su decisión personal de conversión y de prctica de la vida cristiana >1/8 @K?. simismo, el #rupo es el mbito privile#iado en el que se pueden sociali*ar las experiencias, las búsquedas, los valores, los compromisos, etc. El #rupo cristiano no sólo es un lu#ar de aprendi*aje, pues est llamado a vivir una experiencia de comunidad cristiana que le lleve a participar activamente en la vida eclesial, que tiene como fuente y cumbre la celebración de la eucarist%a. $a correlación e5periencia hmana y e5periencia de fe nos lleva a prestar atención a las diferentes situaciones de las personas, a buscar nuevos caminos de evan#eli*ación, a adaptarnos a las distintas necesidades de los destinatarios y a inculturar la fe en los variados contextos sociales.
<. LA PERSONALIACIN COMO MTODO (emos visto cómo la educación de la fe se reali*a en conexión con las #randes experiencias !umanas la reli#iosidad madura se da cuando se pueden constatar estos cuatro aspectos0 la fe actúa como principio or#ani*ador de la vida, es fuente de motivaciones, mantiene al creyente en búsqueda constante y da unidad a los diferentes niveles del yo y de los mbitos de la existencia. 2étodo es la puesta en prctica del saber y del saber !acer del educador de la fe estas tareas son inseparables del ser del educador y de la participación activa y consciente del educando. En consecuencia, la primera tarea consistir en interesar a los destinatarios en su propio proceso, personal y #rupal, pues sin su colaboración nada se puede !acer. yudar a otra persona a que vea y oriente su vida desde 1ios no es tarea fcil, pues necesariamente necesita sentir la presencia de quel que ilumina, dinami*a y salva la percepción de la acción de 1ios y la colaboración con su #racia requiere una peda#o#%a apropiada y el tiempo necesario que requiere la maduración personal. $a pre#unta principal para pensar la metodolo#%a de la educación de la fe es la si#uiente0 :qué tiene que pasar por dentro para que una persona se abra a la acción de la #racia, se convierta, si#a a Jesús, se apasione por el 9eino y esté disponible a lo que 1ios le pida< $a respuesta !abla de secuenciali*ar, si#uiendo el itinerario que Jesús !i*o con los disc%pulos, el proceso de maduración de la fe. la formulación de este proceso en términos académicos llamamos proyecto lo que !ace que un proyecto desencadene un proceso es que su misma formulación se !aya !ec!o pensando en el proceso, y que ten#a en cuenta los aspectos existenciales y testimoniales.
<.' E/ 4roeso e 4erso3a/*5a*63. Se apoya en dos pilares0 la confian*a en 1ios y el !acer verdad en la vida. 8onfiar en 1ios si#nifica ser dócil a la acción del E. Santo que va confi#urando al creyente se#ún la persona de Jesucristo. (acer verdad en la vida es un proceso que requiere tiempo y la puesta en prctica de los medios adecuados. B E/ 4roeso e *3ter*or*5a*63 se *3**a ua3o /a 4erso3a asu-e /a (*4o/ar*a 4ro4*a e/ *3a-*s-o o3f/*toXesu(r*-*e3to . través de él la persona va siendo consciente de los mecanismos de defensa, las im#enes falsas de 1ios y de s% mismo, la inmadure* afectivosexual y la sobrecar#a ideoló#ica con la que se suele vivir la fe. B I3sta3*as Hue fa*/*ta3 e/ 4roeso . $as principales son las si#uientes0 los conflictos interiores, el modo de afrontar la crisis, los momentos de sufrimiento, la toma de decisiones si#nificativas y la crisis de autoima#en >ruptura entre la percepción del yo ideal y del yo real?. B E/ 4roeso e 4erso3a/*5a*63 se af*a35a ua3o se *3tu,e Hue es D*os -*s-o Hu*e3 uest*o3a e *3te0ra $o3f*a35a e8*ste3*a/& . El creyente siente que ms que convertirse a 1ios el camino de fe consiste en dejar a 1ios que nos convierta. En este momento del camino de maduración se da a la Palabra de 1ios toda la importancia que tiene como referencia, iluminación y praxis. $os elementos que articulan el dejar a 1ios tomar la iniciativa son0 reconocer la !istoria personal como !istoria de salvación, la oración de silencio contemplativo, el sentirse +pecador salvado‖ y la +indiferencia espiritual ‖. l tiempo que se deja a 1ios tomar la iniciativa en la propia vida, también se vive desde dentro y con realismo al superar el recurso a los ideales y a las expectativas del deseo se crece en autenticidad existencial.
B I3tera*63 e *3sta3*as e *3ter*or*a . Se#ún Javier /arrido, las instancias que se ponen en jue#o en el proceso de interiori*ación son0 la autoconciencia, la intersubjetividad, el trabajoacción, el contexto sociocultural y la cosmovisión de la persona. $a productividad de estas instancias depende de la capacidad de interioridad que la persona vaya adquiriendo en los tres niveles0 el psicoló#ico, el existencial y el espiritual. $a tarea de la personali*ación consiste en combinar las instancias para que sea posible el enriquecimiento de la interioridad en la situación que la persona se encuentre. B Las /a+es e/ 4roeso e 4erso3a/*5a*63. $as claves que el educador de la fe tiene que cuidar muc!o para que !aya proceso de personali*ación, y éste sea adecuado a la situación personal son las si#uientes0 autenticidad existencial, tiempo para que !aya proceso, primado de la persona, reestructuración desde la experiencia de conversión y discernimiento.
<.2 Co-4o3e3tes e/ -:too B E/e-e3tos , *3a-*s-os e/ 0ru4o r*st*a3o. Los e/e-e3tos Hue estrutura3 /a +*a e/ 0ru4o ateu-e3a/ , e aa u3o e sus -*e-(ros . Son los si#uientes0 los #randes temas del mensaje cristiano, el anlisis cr%tico de la realidad y la revisión de vida, la oracióncelebración y la presencia comprometida. 1e la relación entre los dos primeros componentes, temas y revisión, depende lo oracional y el compromiso unas veces se puede partir de la vida para ir a la Palabra de 1ios, y otras se puede partir de la Palabra que también es experiencia !umana en sentido auténtico y pleno. $a Palabra de 1ios no sólo es respuesta a los interro#antes que se suscitan al profundi*ar y universali*ar la experiencia, sino que también es propuesta que nos permite plantear adecuadamente las #randes cuestiones del sentido de la vida. En el manejo adecuado de la Palabra como propuesta]respuesta est una de las claves de la maduración de la fe para evitar dualismos y yuxtaposiciones entre la experiencia !umana y la experiencia de fe. Este aspecto metodoló#ico sólo puede ser manejado por catequistas que vivan la s%ntesis fevida. 2uc!as personas dejan de ser creyentes o viven la fe de forma infantil porque perciben la fe como un a4adido extra4o para limitar o constre4ir lo !umano. Sin una buena relación entre experiencia !umana y experiencia de fe no se suscitar en el catecúmeno la oración de invocación de quel que se !ace presente como #racia, amor y salvación que lleva a un mayor compromiso con la realidad temporal en términos de justicia y solidaridad. Los *3a-*s-os e/ 0ru4o r*st*a3o. Estn relacionados con los elementos y son los que permiten que
éstos funcionen adecuadamente. $os dinamismos son0 la trascendencia, la comunitariedad y la interioridad. $a trascendencia consiste en apertura personal y #rupal a la acción de 1ios para ver cómo lo trascendente se !ace presente en lo inmanente, y cómo lo inmanente aco#e a lo trascendente. $a comunitariedad se refiere a las relaciones entre los componentes del #rupo, que pueden estar o no estar unidos por la*os de amistad, pero que tienen que lle#ar a relaciones interpersonales profundas desde la vida de fe. $a interioridad cultiva la capacidad de silencio, introspección, reflexión, escuc!a e interpelación en lo profundo del cora*ón. $a Palabra de 1ios, los acontecimientos y la vo* de
la conciencia únicamente nos afectan si resuenan en lo profundo del cora*ón donde cada persona se encuentra en verdad con ella misma, con 1ios y con la realidad !umana. B Ras0os e /a 4ea0o01a e+a30e/*5aora. +Esta forma de concebir la peda#o#%a, pone en primer plano la relación que debe darse en una peda#o#%a pastoral cuya finalidad es la evan#eli*ación. Si queremos que la peda#o#%a sea evan#eli*adora, debemos favorecer una relación de amor y de encuentro, descubriendo que sin ella no !ay evan#eli*ación‖ >J"82 p#. @@&?. Esta peda#o#%a necesariamente !a de partir de la experiencia y del dilo#o interpersonal para que pueda transformar y liberar, suscite talante comunitario y favore*ca la participación. $a peda#o#%a evan#eli*adora exi#e una metodolo#%a activa cuyos ras#os son0 Propiciar el prota#onismo de los miembros del #rupo a través de la actitud de búsqueda compartida. Partir de la realidad, no de contenidos. El anlisis de la realidad debe estar transido de esperan*a, mirada
de fe, peque4as reali*aciones, fidelidad a los si#nos de los tiempos y opción preferencial por los pobres. 2antener el equilibrio entre acciónreflexióncelebración. Emplear selectivamente las dinmicas y técnicas de #rupo y propiciar aquellas que !ayan sido pensadas
desde los dinamismos de los relatos b%blicos. 3na de las formas de concretar la metodolo#%a activa es la 9evisión de 6ida estructurada por los pasos
del 6er V Ju*#ar V ctuar. Esta metodolo#%a es inseparable de los tres momentos del proceso !umani*ador0 interiori*ar, jerarqui*ar y sociali*ar >cf. 5ema N^ Pastoral de Jóvenes? La *-a0e3 e /a Qe(o//a. $a cebolla tiene varias capas que !acia el interior terminan en un co#ollo
que núcleo de la !ortali*a. El ser !umano también tiene una estructura de funcionamiento, que simplificando muc!o, nos recuerda las capas de la cebolla de fuera a dentro en el proceder del ser !umano percibimos diferentes niveles con una mayor o menor cercan%a al núcleo del yo. Sin la pretensión de !acer una clasificación cient%fica podr%amos enumerar los si#uientes de fuera a dentro0 apariencias, emociones, ideas, sentimientos, voluntad, decisiones, convicciones y afectividad. $o afectivo ser%a el equivalente al +co#ollo‖ de la cebolla, se#ún la ima#en empleada. El mundo de lo afectivo actúa en un doble sentido en la persona0 el centro al que encaminan distintos El niveles, el lu#ar de donde dimanan los dinamismos fundamentales quese afectan a todalos la persona. centroydel yo viene constituido por el poso que la vida, relaciones, experiencias, proyectos, etc., va dejando en cada persona se#ún sea lo vivido y cómo se !a vivido el sentimiento resultante ser positivo o ne#ativo. $os valores éticos, los ideales personales y los contenidos de la fe van pasando por los diferentes niveles >capas de la cebolla? !asta lle#ar al lu#ar donde percibimos que somos queridos y queremos, y en consecuencia tomamos las decisiones adecuadas. Si lo valores, ideales y contenidos de la fe no lle#an al núcleo de afectivo, las motivaciones éticoreli#iosas quedarn en niveles superficiales e influirn poco en la vida cotidiana de los creyentes. $a educación de la fe y el acompa4amiento personal tienen como cometido fundamental facilitar el proceso de interiori*ación para que la fe
profesada lle#ue a lo ms %ntimo de la persona. Si escuc!amos lo que dicen los componentes de un #rupo en las reuniones en que se debaten temas importantes podemos deducir fcilmente desde qué nivel >capa de la cebolla? se expresan. En los #rupos comunitarios suele !aber tensiones motivadas por el diferente #rado de conversión e implicación de sus miembros0 unos !ablan desde las ideas sin comprometer la vida, otros desde los sentimientos y otros desde el cora*ón implicando #o*osamente toda su vida. El animador del #rupo tiene como cometido importante ayudar a los componentes del #rupo a que sean conscientes del nivel desde el que se posicionan y puedan descubrir los intereses que defienden sólo as% pueden facilitar la comunicación en le #rupo y terminar pasando de nivel. B Los e3ue3tros so(re Qe84er*e3*as estrutura3tes. El itinerario evan#eli*ador >de dónde a dónde? requiere la conjunción de muc!os elementos0 #ruipo, animador, temas, encuentros, referencia comunitaria, acompa4amiento personal, etc. En este apartado nos referimos a uno de ellos, las +experiencias estructurantes‖ se denominan as% porque tienen como finalidad la reestructuración de la personalidad cristiana. En consecuencia, ayudan a los componentes del #rupo y al #rupo a dar saltos cualitativos en el proceso de maduración de la fe. -tros elementos, como las reuniones semanales y los temas, ayudan a mantener y desarrollar lo vivido en estos encuentros. $os encuentros sobre +experiencias estructurantes‖ se distribuyen a lo lar#o de las tres etapas del proceso evan#eli*ador a modo indicativo proponemos la si#uiente distribución0 etapa de convocatoria y propuesta > encuentros de nlisis de la 9ealidad y Pascua Juvenil? etapa catecumenal > encuentros de 8onversión, -ración y 1iscipulado? etapa pastoral > encuentros sobre el 9eino, la 8omunidad y 1iscernimiento 6ocacional?. Estos encuentros requieren varios d%as, participantes que !ayan vivido los encuentros anteriores, clima de ejercicios espirituales y una peda#o#%a personali*adora. El encuentro de 1iscernimiento 6ocacional pone en prctica las claves descubiertas en los encuentros anteriores para facilitar la actitud de disponibilidad vocacional. Estos encuentros se distin#uen de los que se tienen con motivo de los tiempos litúr#icos o para atender a las demandas del propio #rupo los encuentros sobre +experiencias estructurantes‖ tienen carcter inicitico, y suponen en los participantes la actitud confiada de adentrarse en la novedad de lo que se va a vivir con la decisión de que después estructure la vida. El animador y el #rupo son los soportes para llevar al d%a a d%a lo vivido en estos encuentros.
<.! E/ /e30ua)e re/*0*oso e3 /a eua*63 e /a fe. Jerome Druner, estudioso de lo co#nitivo en psicolo#%a, dice que construimos nuestro pensamiento sobre narraciones fundacionales. $a #ran pre#unta de la antropolo#%a teoló#ica versa sobre cómo 1ios se !ace presente en lo !umano. Para (eide##er, el len#uaje es una parte del +ser ‖ tra%do al len#uaje de esta forma el filósofo sitúa el len#uaje en um mbito de totalidad. En este contexto se puede entender la afirmación de R. 9a!ner0 el !ombre es +oyente‖ de la Palabra. $os evan#eli*adores debemos tener en cuenta las si#uientes afirmaciones en relación con la dimensión prctica del len#uaje reli#ioso cristiano0 B La e84er*e3*a re/*0*osa sur0e -e*aa 4or e/ /e30ua)e. El len#uaje de la revelación cristiana est formado por +!ec!os y palabras intr%nsecamente unidos‖ >16 &?. $a percepción de 1ios que expresa el len#uaje no sólo es verbal, sino también emocional, ritual, moral y social, pues sur#e de la
experiencia del encuentro del !ombre con 1ios mejor aún, de la experiencia de sentirse el !ombre encontrado por 1ios. El len#uaje reli#ioso comporta la relación interpersonal 1ios!ombre0 +El que no ama no conoce a 1ios, porque 1ios es amor‖ >@Jn B,C?. $a Palabra de 1ios necesita ser interpretada >5radición? y actuali*ada >vivida? en cada contexto sin#ular e !istórico.
B E/ /e30ua)e es -e*a*63 e3 e/ e3ue3tro e/ 9o-(re o3 D*os o3 /os e-@s , o3 /a rea/*a. $os seres !umanos reconocemos en +universales previos ‖ lo sin#ular que est ante nosotros. $os creyentes tenemos una mediación necesaria, la persona de Jesús0 +una y otra ve* !ay que volver al Jesús !istórico con sus concreciones, aunque apuntaba ms all a la presencia del reinado de 1ios en él, por el Esp%ritu recibido. $o mismo pasa con las palabras escritas y las fórmulas do#mticas de la tradición eclesial‖@B. El texto nos invita y lleva a la conversión, es decir, a la apertura a la novedad de 1ios, revelada en Jesús, para que su #racia, siempre sorprendente e incomprensible, actúe en la vida de los creyentes. B E/ /e30ua)e re/*0*oso t*e3e o-o refere3*a /a 4re*a*63 e Jesús. Se#ún P. 9icoeur, el mensaje de Jesús se presenta de tres formas complementarias0 la proclamación escatoló#ica de que el 9eino est cerca, la predicación sapiencial y el len#uaje de las parbolas. través de estos len#uajes Jesús lleva al oyente a una situación de perplejidad para que encauce su vida en la confian*a, la novedad y el cambio de vida.
B Pa/a(ra , e84er*e3*a. 8uando la Palabra est %ntimamente relacionada con la experiencia revela adecuadamente la realidad la palabra que expresa la vida interior es la que estructura la relación intra e interpersonal. $a palabra debe decirnos al ser pronunciada ms que !ablar palabras, la comunicación sincera nos !abla a nosotros. $a palabra concebida en la experiencia tiene poder de maduración se#ún /arc%a 2on#e@ las palabras que se4alan el itinerario de la madure* !umana a abierta a la madure* cristiana son0 adiós, !ola, no, si, yo, tú, nosotros, poder, perdón, #racias, autcomprensión, amor, trabajo, dolor, #o*o, temosr, padremadre, !ijo!ija, culpa, compartir, !oy, verdad, justicia, libertad, sabidur%a, cuerpo, aceptación, motivación, soledad, ale#r%a.
<.# D*3@-*a e 0ru4os. $a educación de la fe se suele reali*ar en peque4os y medianos #rupos el conocimiento de las estructuras, procesos y leyes de los #rupos es bsico para el animador, pues le ayuda a solucionar conflictos, desbloquea actitudes ne#ativas, y a que las cuestiones tratadas se aborden de manera implicativa. $a expresión +dinmica de #rupos‖ abarca tres aspectos interrelacionados0 el jue#o de fuer*as y roles dentro de los #rupos, la clarificación con métodos cient%ficos de las leyes que ri#en los #rupos, y los ejercicios prcticos para que los indivuduos sean conscientes de lo que sucede dentro y fuera de ellas y funcione mejor la comunicación. $os objetivos que la comunicación de #rupos busca son los si#uientes0 mayor conocimiento de uno mismo y de los dems, ms se#uridad personal, desarrollo de las capacidades de comunicación y cooperación, comprobar las consecuencias de las propias actuaciones, manejar mejor los mecanismos de poder dentro del #rupo y despertar las potencialidades no suficientemente conocidas por la persona.
3n #rupo, desde el punto de vista de los dinamismos !umanos, pasa por las si#uientes etapas0 B E/ eseo e for-ar 0ru4o . Es muy variado y responde a intereses y necesidades distintas, as% como de los mensajes con que se invita a la formación del #rupo. Se#ún P. 2. Mule!ner, las personas buscan en los #rupos ser valorados, intimar y ejercer la libertad responsable. :En qué medida los #rupos eclesiales dan respuesta a estas necesidades<
B Eta4a e u(*a*63. 8onsiste en el conocimiento de los otros miembros, la asunción de las normas que ri#en la vida del #rupo, y conjunción de los intereses personales con los #rupales. B Fu3*o3a-*e3to *3**a/. El dinamismo es el de la cercan%adistancia, el jue#o de los roles, el modo de implicarse en las actividades y los sentimientos resultantes de todo ello. En este momento se tiene la percepción de que el #rupo no existe, sino que se va !aciendo. B Forta/e*-*e3to e /a +*a 0ru4a/ . $os miedos y prejuicios iniciales se van superando por el conocimiento y la comunicación interpersonal. l tiempo que se acrecienta la confian*a se desarrollan las expectativas de futuro, tanto dentro como fuera del #rupo. B Los 4ro(/e-as e/ re4arto e 4oer. $os roles se van definiendo y el problema del reparto del poder es nuclear ésteson se puede ejercer de $os ritmos, compromisos, expectativas implicaciones muy distintas en muc!as cada unomaneras. de los componentes del #rupo. parece la cr%ticae y los sub#rupos.
B Ae4ta*63 o3 rea/*s-o e/ -oo e ser , estar e aa u3o e3 /os 0ru4os . $a aceptación incondicional propicia el que el #rupo ten#a perfiles propios, aparece el sentimiento de pertenencia referencia que co!esiona el +nosotros comunitario‖. $as relaciones son familiares y respetuosas al mismo tiempo. 8rece la corresponsabilidad y la comunicación desde los sentimientos, no exenta de decepciones y desconfian*as. B Ce3tra/*a e /os e/e-e3tos o()et*+os e/ 0ru4o. Estos elementos se refieren a las motivaciones >porqués? y finalidades >paraqués? del #rupo. 1e este modo las relaciones interpersonales se fortalecen el #rupo puede aco#er nuevos miembros y acompa4ar sus situaciones sin perder la propia identidad. Empie*a a funcionar la tradición del #rupo constituida por referencias comunes. Duena y variada relación con otros #rupos. El animador debe estar pendiente de los que se re*a#an en el camino o pasan por especiales dificultades. B Paso a o-u3*a. $os #rupos de jóvenes o adultos lle#an a una situación en que si no dan el paso a comunidad fcilmente se estancan y, después de un cierto tiempo, se disuelven como #rupo en proceso, auque queden como buenos ami#os. $a disolución suele estar precedida por la rutina, el poco interés, la decisión de no ir ms all en el proceso, la a4oran*a de tiempos pasados y los intereses solapados. Esta situación únicamente se puede superar si el #rupo clarifica la situación y decide dar el paso a ser comunidad cristiana con todo lo que eso implica. 3n #rupo lle#a a ser comunidad si !ace un aprendi*aje existencial y tiene muy claro que desea compartir el estilo de vida que Jesús llevó con sus se#uidores.
NOTAS @ J. SS59E, #e en Dios $adre ' ética, San P%o =, 2adrid @AA, && cf J. 9-' 89D$$-, .l hombre como encentro, lfa#uara, 2adrid @AKG =iología ' psicoanálisis, 11D, Dilbao @AK&. V & . 6E9/-5E, $sicología religiosa, 5aurus, 2adrid @AKG, @G@. VG J. SS59E o"c", G cf . 6E9/-5E, o"c", @CG. V B 8f . 6E9/-5E, o"c", &@F. V J. SS59E, o"c", G y GN. V N "D, &@&. V K J. $'9-, De la cestión del hombre a la cestión de Dios, S%#ueme, Salamanca @AC&, &KG. V C "D, &C&. V A 8f J. SS59E, o"c", &&A. V @F 1ocumento final del con#reso europeo sobre las vocaciones0 3eas ocaciones para na nea .ropa, N.@.@AAC, 8uadernos 8onfer A, @K. V @@ "D, @K @C. V @& /?sseratore ;omano, @@..@AAK, B. V @G 1ocumento final del con#reso europeo, o"c", &C. @B J. $. 8-9M-, El len#uaje reli#ioso, )uevo 1iccionario de Pastoral, San Pablo, &FFG. @J. . /98 2-)/E, $a madure* cristiana, San Pablo &FFG.
IIOGRAFÍA $'9- J., De la cestión del hombre a la cestión de Dios, S%#ueme, Salamanca @ACC )5"SE9" 1., .l problema del lengaje religioso, 8ristiandad, 2adrid @AKN DE9/E9 P. $., ;mor de ángeles, (erder, Darcelona @AK Bna gloria lejana" /a b2s!eda de la fe en época de credlidad, (erder, Darcelona @AAB D-'' $., /a trinidad, la sociedad ' la liberación, San Pablo, 2adrid @ACK 8 39 S. 1E$, Dios $adreC
ILIOGRAFÍA PRCTICA SORE PERSONALIACIN0 .66., 'e y personali*ación. 2ateriales de catequesis para jóvenes y adultos, 6erbo 1ivino, @AAK >$ibro del catequista y libro del #rupo? . /uindon, $e développement moral, )ovalis]1esclée, -tta\a]Par%s . 'ossion V $. 9ide*, dultes dans la foi. Péda#o#ie et catéc!se, 1esclée] $umen 6itae, Paris]5ournai]Druxelles, @AAK . $ópe* /alindo, 8laves antropoló#icas para el acompa4amiento, 8ol. 'rontera(e#ian n^ &G . 5ornos 9. paricio, :;uién es creyente en Espa4a !oy< PP8, @AA . 2oreno, Eres proyecto de 1ios, Publicaciones 8laretianas, @AAC . 6er#ote, Psicolo#%a 9eli#iosa, 5aurus, @AKF 8. 2H 2artini, 1e la vocación bautismal a la vocación presbiteral, tenas, @AAK 1. 9ic!o, 8ómo lle#ar a ser un adulto, 11D, @AAC '. 5orralba, Peda#o#%a del sentido, PP8,@AAK /. Ec!e#aray, prender a crecer. 8laves para el dilo#o formativo, 8ol 'rontera(e#ian n^ &N J. 'o\ler, Sta#es of 'ait!0 5!e Psyc!olo#y of (uman 1evelopment and t!e ;uest for 2enin#, (arper and 9o\, San 'rancisco, @AC@ 'ait! 1evelopment and Pastoral 8are, 'ortress Press, P!iladelp!ia @ACA J. /arrido, ;ué es la personali*ación. Para educar y evan#eli*ar !oy, 8ol 'rontera(e#ian n^& 8omunidad y personali*ación, 8ol 'rontera(e#ian n^ K 9eleer la propia !istoria0 sobre ciclos vitales y sus crisis, 8ol 'rontera(e#ian
n^ @A Proceso !umano y #racia de 1ios, Sal 5errae, @AAN Educación y personali*ación, Publicaciones 8laretianas 3na espiritualidad para !oy, Paulinas, @AAF 8omprender y practicar la personali*ación, 'rontera &FF@ $. 2H /arc%a, fectos en desorden. $os varios autoen#a4os de la virtud, 8ol 'rontera (e#ian n^ &B0 P.. /ui#uire, 3na fe adulta. El proceso de maduración de la fe, Sal 5errae, @AA.
TEMA ; PASTORAL CON JVENES SUMARIO '. E/ o3te8to so*ou/tura/ , /a fe. '.' T*4o/o01a e )6+e3es. '.2 Carater1st*as e /a re/*0*os*a e /os re/*0*osa. )6+e3es. '.! '.# Pro4uestas 2. Euar /a at*tu 2.'Pr*3*4a/es Los os e)es4ro(/e-as s*-(6/*osee/os /a )6+e3es. e84er*e3*a re/*0*osa. 2.2euat*+as. La e84er*e3*a re/*0*osa o-o e84er*e3*a e se3t*o. 2.! La at*tu re/*0*osa -aura e/e(ra /a fe , se o-4ro-ete o3 /o ot**a3o. !. La *-4orta3*a e/ 4roeso e+a30e/*5aor e3 /a 4astora/ e )u+e3tu. #. Metoo/o01a e /a eua*63 e /a fe. #.' Re/a*63 e3tre /os *3a-*s-os 9u-a3os , r*st*a3os. #.2 Pasos -etoo/60*os e3 /a eua*63 e /a fe. #.! La s13tes*s fe" +*a reHu*ere 4roeso , -e*a*o3es. 7. U3a 4ro4uesta re,e3te a/ /*era50o )u+e3*/. 7.' L*era50o e3 u3a so*ea e3 a-(*o. 7.2 L*era50o e /os )6+e3es e3tre /os )6+e3es. 7.! Carater1st*as e/ /1er re,e3te. 7.# L*erar u3a 3ue+a 4ra8*s e fe. ;. Or*e3ta*o3es 4astora/es. *(/*o0raf1a
Estamos ante un tema de vital importancia porque afecta a lo nuclear del ser cristiano0 la maduración en la fe a través de las cambiantes situaciones sociales y psicoló#icas por las que pasamos los creyentes @. dems, !ace especial referencia al mundo que nos toca vivir, as% como a la incidencia de éste en las creencias, actitudes y comportamientos de los jóvenes. $os educadores de la fe conscientes de nuestra misión nos pre#untamos0 cómo !acer entre el Dautismo y la incorporación a la comunidad cristiana adulta para que los ni4os, adolescentes y jóvenes vayan pro#resivamente descubriendo y vinculndose efectivamente a Jesucristo y a todo lo que Ll si#nifica. Esta pre#unta es ms acuciante si se trata de adolescentes y jóvenes por la situación familiar y socio ambiental en que se encuentran. En consecuencia, tendremos que partir de0 una mirada critica al mundo en que nos encontramos, retomar los principios fundamentales de la peda#o#%a reli#iosa y concluir con las exi#encias que comporta la animación de proyectos evan#eli*adores. $a tarea que nos espera no es fcil, pero s% apasionante, a pesar de las muc!as dificultades que encontramos en el camino.
'. EL CONTETO SOCIOCULTURAL LA FE Son muc!os los factores de todo tipo que apuntan a un cambio de época, a una nueva sociedad que todav%a no vislumbramos con claridad, pues el presente est dominado por luces y sombras que a veces nos impiden tener una mirada esperan*ada. En este contexto estn nuestros jóvenes tratando de encontrar su identidad personal, as% como un lu#ar adecuado en la vida laboral y social. 5ienen y tenemos la impresión cierta de que no son sencillas nin#una de las dos cosas. 5ambién sabemos que la realidad juvenil no es !omo#énea y que ms que !ablar de juventud tendr%amos que !ablar de jóvenes muy distintos y variados con todo, existen al#unas caracter%sticas comunes, tal y como reflejan los estudios psicosocioló#icos. $o que parece colorear el mundo de jóvenes son las expectativas de una a#radable convivencia familiar, la consecución de un puesto de trabajo y el compartir el ocio con los ami#os. $os valores dominantes estn difundidos y alimentados por los medios de comunicación. que nos !acen creer que lo que presentan es lo mejor, o al menos lo ms apetecible. $os soportes para sobrevivir di#namente estn en lo afectivo primario >familia y ami#os? y en la posibilidad de un trabajo que posibilite las relaciones y el consumo.
'.' T*4o/o01a e /os )6+e3es se0ú3 /as *3+est*0a*o3es so*o/60*as &. Se#ún los últimos estudios reali*ados, los jóvenes espa4oles se pueden clasificar en cinco #rupos distintos. $as variables utili*adas por el equipo investi#ador son de dos tipos0 a? 9eli#iosas0 concepción de la divinidad y caracter%sticas para que una persona se considere reli#iosa b? )ómicas0 justificación de una serie de comportamientos. 1os !ipótesis !an orientado el trabajo0 la correlación entre las variables reli#iosa y los valores, y la correspondencia entre las creencias y los valores y las actitudes y conductas que #eneran. " T*4o 3% ' Irre/*0*oso $7?#Y&. Justifican en #ran medida el vandalismo y el terrorismo. Escasos valores socio reli#iosos0 no saben si 1ios existe o no, pero tienen motivos para no creer o pasar de Ll. Son irreli#iosos. (ay correlación entre la justificación del terrorismo y la violencia, el rec!a*o de 1ios y la permisividad moral en temas de bioética. $o contrario no se puede afirmar.
" T*4o 3% 2 No-*3a/*sta 3or-at*+*sta $2'Y&. Piensan conceptualmente que para que una persona pueda ser considerada reli#iosa tiene que se#uir las normas de la "#lesia y casarse por la "#lesia esta postura la compatibili*an con el nocumplimiento de otras normas morales con relación a la sexualidad, la dro#a, el aborto, la eutanasia, etc. Este #rupo socioló#icamente es eclesial y conceptualmente normativista en la prctica no si#ue lo que dice la "#lesia. Este #rupo acepta el 1ios cristiano menos que la media, y ayudar al prójimo, ser !onrado y buscar el sentido de la vida no lo ve como elementos constitutivos del ser reli#ioso.
" T*4o 3% ! No re/*0*oso 9u-a3*sta $!! '?Y&. 1espués del #rupo @^ es el #rupo menos reli#ioso de los cinco. $a tercera parte de la juventud espa4ola claramente no es reli#iosa ni eclesial. Este #rupo define la reli#iosidad en términos !umanistas0 la ayuda al prójimo, la !onrade* personal y la búsqueda del sentido de la existencia no necesita sentirse parte de la "#lesia ni cumplir sus normas, ni re*ar o cumplir con la prctica reli#iosa. Podemos !acer una constatación de los resultados de este #rupo y de los otros los jóvenes que aceptan ms la moral reli#iosa son ms ri#urosos en comportamientos sexuales, diversiones e interrupción de la vida. $os ms alejados de la cosmovisión reli#iosa son ms exi#entes en el rec!a*o de la pena de muerte.
" T*4o 3% # Mora/*sta re/*0*oso $;?;Y&. Es el #rupo que ms exi#encias pone para que al#uien sea considerado como reli#ioso, de manera especial en cuestiones de ética sexual y bioética. 5iene un sentido moral primario y la ima#en de 1ios es cosmopositiva >ser superior que pide determinados comportamientos?.3n BFI de este #rupo cree en la reencarnación. En este #rupo !ay ms adolescentes y ms c!icos de clase social baja, y menos estudiantes que en la media. El doble de estos jóvenes, con relación a otros #rupos, se autoposiciona en la extrema derec!a valoran la reli#ión, la moral y el #anar ms dinero les preocupa la se#uridad ciudadana y conf%an muc!o en las ''.. y en la Polic%a, no en los Parlamentos y en los voluntariados. 5ambién son los que menos participan en actividades culturales.
" T*4o 3% 7 Cat6/*o aut63o-o $!2?'Y&. Es el #rupo ms reli#ioso son los que ms aceptan la ima#en del 1ios cristiano >creador, Padre, revelado en Jesús de
)a*aret, y jue*?, y los que dicen que creer, re*ar y practicar son los elementos que !acen que una persona sea reli#iosa. Es el #rupo que refleja ms prctica reli#iosa >&NI católico practicante y un NNI católico no muy practicante o nopracticante? es el que ms re*a y el que ms cree en el 1ios revelado en Jesucristo >ABI?, y el que en mayor medida tiene conciencia de pertenencia eclesial >KI?. El KI de este #rupo se considera católico de forma clara y expl%cita, y un AFI de forma indirecta adems, uno de cada dos dice confiar en la "#lesia. 8on todo, estamos ante unos católicos autónomos, que no valoran la pertenencia, ni las normas de "#lesia, ni ven en la "#lesia el lu#ar donde se dicen cosas importantes para la vida. 8on todo, son los que +de !ec!o‖ se aproximan ms a las normas éticas de la "#lesia en cuestiones de sexualidad y de bioética. En el #rupo !ay ms adolescentes y ms c!icas que c!icos también son los que tienen menos distancia respecto de sus padres en temas que suelen ser conflictivos. Estn por debajo de la media en la importancia dada al ocio, el tiempo libre y a la sexualidad y por encima de la media en la importancia dada a la moralidad. Es el #rupo que ms se posiciona en la derec!a, votan bastantes al PP, menos al PS-E y con menos presencia en los tramos extremos del espectro pol%tico. 1an ms importancia al problema de la dro#a y del S"1, y menos a la corrupción en la vida socio pol%tica son los que valoran ms las instituciones y !an causado venos violencia que la media.
modo de conclusión, el factor "#lesia y su posicionamiento ante ella >aceptación de normas, importancia de sus orientaciones, aceptación de sus mediaciones, etc.? es importante en la confi#uración de los #rupos +reli#iosos‖ >&^, B^ y ^?. El joven con perfil ms cercano a lo católico estar%a en la conver#encia de los #rupos B^ y ^, y los del ^ son los ms próximos a pesar de sus contradicciones. '.2. Carater1st*as e /a re/*0*os*a e /os )6+e3esG En la evolución de la reli#iosidad en los pa%ses occidentales aparecen unos fenómenos comunes. fectan a toda la sociedad, pero tienen una incidencia mayor en los jóvenes. Son los si#uientes0 B /ayoritariamente creyentes' pero poco practicantes. $as tres cuartas partes de los jóvenes se confiesan católicos y K de cada @F dicen creer en el 1ios manifestado en Jesucristo. El &G I de las c!icas y el @GI de los c!icos tiene una prctica reli#iosa re#ular. nicamente la quinta parte cree en la resurrección de Jesucristo y las consecuencias de la misma para las personas.
B Experiencia religiosa suetiva m+s %ue vinculada a las instituciones " $a forma de creer, sentir v practicar de los jóvenes, en muc!os casos, no tiene relación con los credos, normas éticas y prcticas re#uladas por una confesión reli#iosa. Es importante que C de cada @F jóvenes di#an que tienen momentos de interiori*ación y que el cincuenta por ciento de los jóvenes sientan que 1ios les acepta incondicionalmente también admiran la #rande*a y belle*a de la naturale*a como si#no de trascendencia. (ay un #rupo si#nificativo de jóvenes participando en #rupos eclesiales, con búsqueda personal, si#uiendo itinerarios de maduración de la fe, con experiencia afectiva de 1ios y compromisos sociales asumidos desde la fe, as% como con criterios éticos iluminados por el Evan#elio. B Los #óvenes siguen !aciendo preguntas por el sentido de la vida . +Es preciso concluir que los jóvenes no son mayoritariamente irreli#iosos. Existe entre los jóvenes como denominador común una demanda de si#nificado, de utilidad, de respuesta a requerimientos personales y sociales que se sitúa en la esfera de lo
espec%fico y primariamente reli#ioso, en la esfera del sentido, ms all y ms ac de una normativa moral espec%fica cuyo contenido se les aparece caduco, irrelevante y poco plausible. $a demanda a la "#lesia la sitúan los jóvenes claramente en el mbito de lo reli#ioso como eco y respuesta a las pre#untas primeras Q últimas, tanto en el mbito individual como colectivo. Q no como instancia normativa de códi#os de conducta‖B. Esta es la situación que nos toca vivir, y éste es el panorama ante el que resuenan con fuer*a esperan*ada las palabras de Juan Pablo ""0 +!a lle#ado la !ora de emprender una nueva evan#eli*ación‖ >8! '$ &B?. '.! Pr*3*4a/es 4ro(/e-as e /os )6+e3es (ay que partir siempre del joven en situación y de su problemtica bastantes datos importantes en los aspectos reli#iosos y éticos los podemos deducir de la tipolo#%a de jóvenes presentada. Sabemos que los problemas m s importantes que si#uen padeciendo los jóvenes son 0 B E/ 4aro. El crecimiento económico no ase#ura el que !aya trabajo para todos por la influencia de las nuevas tecnolo#%as. El tener o no trabajo, y la mayor o menor posibilidad real de conse#uirlo van a confi#urar la vida de los diferentes #rupos de jóvenes >inte#rados y satisfec!os, inte#rados cr%ticos, inte#rados frustrados y mar#inados? en los aspectos importantes del cotidiano vivir?.
B La -ar0*3a*63 so*a/0 El tipo de sociedad, los barrios periféricos en décadas pasadas, la falta de futuro, el fracaso escolar, el pluralismo diver#ente, el predominio del deseo y la inmediate*, la falta de auténtica, solidaridad, familias y escuelas que no educan a ni4os y preadolescentes, la poca ejemplaridad de la vida pública, etc., condicionan las actitudes y valores morales de no pocos jóvenes que terminan en la delincuencia, la dro#a o con sida. $as ayudas sociales y médicas no alcan*an a los tres problemas fundamentales que tienen0 la desectructura de la personalidad, la falta de trabajo estable que les proporcione recursos y un ambiente familiar adecuado. Estos jóvenes necesitan proyectos evan#eli*adores muy espec%ficos y pensados para que en ellos se pueda dar una liberación inte#ral, y se sientan los preferidos de 1ios y de la comunidad cristiana. B E/ 4/ura/*s-o *+er0e3te , u3a *3for-a*63 3o -a3e)a(/e. $os jóvenes se encuentran con propuestas, opciones y referencias variadas y contradictorias, apoyadas por una información muy superior a las posibilidades de uso. Sin modelos y referencias fijos y si#nificativos, los jóvenes terminan siendo nómadas, eli#iendo o dejndose llevar, sin !aber madurado la identificación personal y la capacidad de ele#ir. 5enemos la juventud ms nocturna del mundo el tipo de diversiones consumistas y despersonali*adas fomentan la evasión de la realidad y la falta de motivación. l final +todo da i#ual‖, depende del momento y triunfa lo ms fcil, con lo que tiene de fracaso vital a medio y lar#o pla*o. $a suma de estas situaciones produce un joven instalado en la adolescencia que se prolon#a muc!o ms de lo normal. B Pro,etos euat*+os (*e3 for-u/aos 4ero esasa-e3te ef*aes . Es una manera de constatar cómo las instituciones que tradicionalmente educaban y sociali*aban la fe !an perdido peso espec%fico. $a familia, la escuela y la parroquia son poco referenciales a partir de edades tempranas el medio ambiente, el #rupo de i#uales y las nuevas tecnolo#%as !an tomado el relevo.
$os mismos educadores se sienten inse#uros y procuran evitar los conflictos para ello obvian temas y orientaciones importantes en la formación !umana. Estamos en un momento !istórico en el que se necesitan +propuestas fuertes‖ y certe*as ofertadas desde la cercan%a y el testimonio de vida. l#o pasa en nuestras comunidades cristianas >parroquias, cole#ios, etc.? que vinculan a pocos ni4os, adolescentes y jóvenes que con motivo de los sacramentos si#uen pasando por ellas. $os itinerarios de iniciación cristiana y de evan#eli*ación de jóvenes necesitan mayor presencia, cuidado y preparación por parte de los educadores de la fe.
'.# Pro4uestas euat*+as. El contexto socio cultural en que vivimos y que llamamos postmodernidad viene marcado por una forma de vivir caracteri*ada por la inmediate*, la fra#mentación y el emotivismo. $a consecuencia ms #rave de lo anterior es la ruptura de la unidad personal que armoni*a el pensar, el sentir y el actuar. 5ambién !ay una forma de vivir lo cristiano que podemos llamar postmoderna. Es +una me*cla de buena voluntad, de reli#iones orientales, de explicaciones supuestamente ms cient%ficas, con una me*cla de cristianismo a#nosticismo en la que no !ay que creer nada fijo, dado que todas las verdades son oscilantes. El !ombre no puede lle#ar a poseer nin#una. sino, cuando ms, a #irar lejanamente en torno a ellas ‖ >J.$. 2art%n 1escal*o?. :;ué !acer como educadores en esta situación< Sintiendo que en el plan de 1ios todo momento !istórico est llamado a ser !istoria de salvación, y con un talante esperan*ado, nos atrevemos a !acer las si#uientes propuestas educativas0 B Educar es ayudar a caer en la cuenta0 ver' #uzgar y actuar" $a falacia que a todos nos tienta consiste en confundir lo existente con lo bueno. Estamos inclinados a pensar que lo que nos rodea es normal y natural y as% se nos inculca una mentalidad !edonista, liberal e insolidaria que poco tiene que ver con lo profundo del ser !umano ni con los valores del Evan#elio. 3na ve* ms nos vemos abocados a recuperar en la educación el anlisis cr%tico creyente de la realidad, fundamental en el momento presente. nicamente las personas con visión y postura ante la realidad pueden apostar por alternativas sociales y sin olvidar que la primera revisión que !ay que !acer es la de uno mismo, pues el cambio de relaciones y estructuras no es posible sin un cambio previo del cora*ón.
B Educar es ayudar a construir la unicidad del yo. El fra#mentarismo que nos impone la cultura social que todo lo invade !ace que, sin darnos cuenta, vivamos en cada momento >fra#mento? o faceta de la vida una sola dimensión, la que toca en ese mbito, y que tiene sus propias exi#encia y condicionamientos poco acordes con otras convicciones personales, en no pocas ocasiones. :8ómo !acer para que la persona como totalidad esté presente en cada fra#mento< :8ómo recuperar el sentido ético que penetra todos los aspectos de la existencia< :8ul es lo que da co!erencia al pensar, el sentir y el actuar< :8ómo ser uno mismo en cada momento, por distintos que éstos sean< Estamos convencidos que la ló#ica interna que da unidad a la persona tiene muc!o que ver con el equilibrio y el sentido de la felicidad personal. $o contrario, la fra#mentación, produce sensación de vac%o existencial, ruptura e infelicidad. Estamos ante al#o que, en definitiva, afecta a la salud de la persona como estado de equilibrio y co!erencia.
B .ra&a#ar los componentes de una personalidad sana " Se#ún el catedrtico espa4ol de psiquiatr%a E. 9ojas, los componentes de una personalidad sana son0 +Educar‖ la mirada para sorprenderse ante las cosas buenas que vemos a nuestro alrededor. El sentido del !umor, que enfoca las dificultades con confian*a, in#enio y soltura. Se4or%o sobre los acontecimientos, que impide venirse abajo ante las adversidades. $a salud f%sica, entendida como modo de vida que ayude a funcionar correcta y armónicamente, para que
el pensamiento, el trabajo y las actitudes éticas se manten#an ms fcilmente desde el bienestar corporal. Estar siempre !aciéndonos, pues !ay #rados de madure*. Es bueno que de ve* en cuando nos
observemos en panormica. 1escubriremos cómo nuestra vida tiene sentido, lo que comporta tres circunstancias concretas. Primero, contenido0 la vida no es sólo movimiento, ir y venir, trasie#o y ajetreo, sino que implica el estar llena, marcada de in#redientes que pesan y valen son su fuer*a y su consistencia. Se#undo, dirección0 voy de aqu% !acia all, me encamino !acia una meta, ten#o un punto de referencia, un norte. travieso las diferentes etapas de mi devenir porque ten#o unos objetivos y apunto !acia una fidelidad mecambios, resume yoscilaciones me abarca. 5ercero, el sentido de la vida quedesplie#ue, tener una unidad por dentro, en medio que de sus y vaivenes. Eso si#nifica quetiene !ay un una concordancia, un común denominador que se mantiene por debajo de sus cambios y movimientos. (ay una secuencia de conexiones entrela*adas que terminan formando una estructura ‖N. B "ecuperar los (grandes relatos)* Estamos viviendo una gpoca en la que los #randes alientos !istóricos que !an movido a la !umanidad en los últimos si#los !an perdido impulso el ideal de libertad, el pueblo como sujeto !istórico y la fuer*a de la ra*ón se !an visto reempla*ados por un capitalismo de nuevo cu4o, la #lobali*ación desde lo económico y las nuevas tecnolo#%as de comunicación y el neoliberalismo que todo lo invade. $a vida personal y social se !a coloreado por el escepticismo, la búsqueda de la felicidad peque4a e inmediata, el +todo vale‖ y una existencia que #ira desde el deseo en el mbito de lo privado. $os relatos que parecen funcionar >ecolo#%a, pacifismo, feminismo y voluntariado?, siendo valiosos y si#nificativos, por su propia concepción y dinamismo, no lle#an a cuestionar el conjunto de la sociedad ni proponen modelos alternativos. Estamos en una nueva cultura con la que el joven tiene que dialo#ar para asumir lo positivo que aporta, ser cr%tico con lo ne#ativo y buscar solidariamente alternativas #lobales que sean al#o ms que un voluntariado fra#mentado de conjunto de la vida y de la !istoria personal. $a recuperación del sentido vocacional y militante de lo cristiano es ur#ente en las mismas -)/s y voluntariados sur#idos y alentados por las comunidades cristianas por consi#uiente, la iniciación al compromiso cristiano debe cuidar muc!o ms la conexión entre la fe en Jesucristo y el compromiso con el !ermano, y viceversa.
El trabajo personal aqu% descrito, adems de ayudar a formar una personalidad sana, previene de una serie de influencias ne#ativas que pueden perjudicar el desarrollo normal
de la personalidad. El mejor cauce para cultivar la personalidad es tener un proyecto de vida que nos recuerde los fundamentos de nuestra existencia y llene de contenidos y de medios los mbitos de la vida, para que no nos despistemos de los ideales que queremos alcan*ar. $as metas no se consi#uen sin fuer*a de voluntad. superración personal y vi#ilancia constante.
2. EDUCAR LA ACTITUD RELIGIOSA $a experiencia reli#iosa abarca a la persona entera0 conocimiento, afectividad y comportamientos. El acto personal de fe consiste en el asentimiento a lo que 1ios es, al estilo de vida que se descubre desde la fe y a su proyecto salvador. +$a actitud reli#iosa se estructura desde la apertura a la realidad por medio de las +im#enes parentales‖ de #ran repercusión en la afectividad profunda... En consecuencia, las motivaciones profundas son un momento importante en el sur#imiento y estructuración de la actitud reli#iosa. pero no se reducen a ellas. $a experiencia del 1ios de los deseos profundos ayuda a la persona a sentir que puede alcan*ar a 1ios porque ya lo posee, no sólo en el nivel de conocimientos, sino en el existencial. El verdadero rostro de 1ios est a la ve* manifiesto y oculto en las aspiraciones profundas del cora*ón !umano. $a psicolo#%a de las motivaciones plantea a la psicolo#%a reli#iosa una cuestión fundamental0 :puede darse una experiencia de 1ios que aúne al tiempo la fusión, la reflexión y la relación interpersonal<‖K
2.' Los os e)es s*-(6/*os e /a e84er*e3*a re/*0*osa. $as relaciones paterno filiales tienen carcter estructurante e influyen decisivamente en la actitud de confian*a de los !ijos]as, as% como en la apertura a la realidad, en el modo de confi#urarse las relaciones interpersonales y en la forma de situarse ante el futuro. $a experiencia de sentirnos aceptados y amados incondicionalmente >amor maternal? y la experiencia de sentirnos amados si respondemos a las condiciones y exi#encias de la realidad >amor paternal? van estructurando el crecimiento !umano la vivencia del amor condicionado debe darse sobre la experiencia del amor incondicionado, pues lo que nos constituye bsicamente como personas sanas y responsables es el sentirnos queridos incondicionalmente por lo que somos. +El s%mbolo de la paternidad de 1ios est mediati*ado por el simbolismo familiar y la percepción de la existencia como don #ratuito la purificación de la ima#en de 1ios de todo antropomorfismo y la vivencia plena de la actitud reli#iosa exi#en superar adecuadamente la problemtica del sentido de la vida y el descubrimiento de la autonom%a !umana. En el )uevo 5estamento invocar a 1ios como Padre es la expresión m s plena de la fe en 1ios el 1ios b%blico comparte la vida e !istoria de los !ombres, asume sus problemas y cuestiona su vida‖C. Por lo mismo. el verdadero rostro de 1ios est, al mismo tiempo, escondido v manifiesto en los deseos y aspiraciones mas profundas del cora*ón !umano A. $a revelación de 1ios en la persona de Jesús de )a*aret es un dato decisivo la +misericordia entra4able‖ que Jesús acerca y reali*a invita al !ombre a entrar en relación personal con 1ios que es la mayor cercan%a y la absoluta trascendencia. 2.2 La e84er*e3*a re/*0*osa o-o e84er*e3*a e se3t*o. $a experiencia reli#iosa tiene. por su propia naturale*a, un carcter totali*ante, ya que afecta a la persona entera y lle#a, si se vive de forma auténtica, a influir decisivamente en todos los mbitos de la vida !umana. En este sentido la experiencia reli#iosa se !ace experiencia de sentido. $as experiencias de sentido valen por s% mismas, pues revelan el si#nificado profundo de lo real y comparten valores el len#uaje simbólico, las relaciones interpersonales y el compromiso con lo que nos rodea son los elementos que mejor nos aproximan a la comprensión de por dónde puede ir la existencia. +$a experiencia de sentido es
radicalmente valorativa y simbólica valorativa porque lo#ra coimplicar a la persona, incluyéndola en un campo de si#nificación y rique*a que no puede objetivi*arse de forma mental es simbólica porque diri#e a la persona a lo profundo, desple#ando ante ella unos valores de realidad no objetivable ‖@F. $a base de la existencia !umana es la confian*a radical que mantiene la esperan*a en esta protoexperiencia se apoyan todos los dems aspectos de la vida. +E@ 1ios b%blico se revela se#ún la tradición judeocristiana como amor sin l%mites, como ley transformadora de la vida y como vida compartida en fraternidad y promesa de plenitud escatoló#ica. $a fe se encarna en realidades plenamente !umanas, pero ms all de la naturale*a y cultura experienciamos a 1ios en el misterio que nos transciende, fundamenta y anima desde 1ios el !ombre se descubre como #racia, entre#a y eternidad. 1e esta manera la revelación cristiana rompe los estrec!os l%mites en los que nos desenvolvemos contando sólo con nuestras posibilidades ‖@@.
2.! La at*tu re/*0*osa -aura e/e(ra /a fe , se o-4ro-ete e3 /o ot**a3o. $a s%ntesis fe vida a la que venimos refiriéndonos desde la experiencia de 1ios Padre, tal como nos lo reveló Jesús de )a*aret, se expresa en la celebración de la fe y en el compromiso por el 9eino. 5oda afirmación sobre 1ios tiene que ver con la vida de las personas como dijo (ans 3rs von Daltasar, +sólo el amor es di#no de fe‖. +1ios es el sujeto que se autocomunica como la lu* de conocimiento y amor inte#rador, posibilitando en su transparencia toda comunicación inter!umana. Entre 1ios y el !ombre no !ay rivalidad sino comunicación y analo#%a. Por ello el !ombre puede ser con su existencia y comportamiento referencia !acia 1ios. Por eso Jesús, punto mximo de ese poder referenciador, es la ima#en y el camino que revela y conduce al Padre‖@G. Si entendemos as% la fe cristiana, ésta ser profética, comprometida y fundamentar la antropolo#%a este modo de entender lo !umano se ofrecer como el mejor camino para ser feli*, libre y solidario. $a fe cristiana no es una ética. pero implica una forma de vivir que redimensiona los valores !umanos existentes y nos ayuda a vivir otros que no son tan evidentes en nuestra sociedad.
!. IMPORTANCIA DEL PROCESO EVANGELIADOR EN LA PASTORAL DE JUVENTUD Pablo 6", en E) nos dice que la evan#eli*ación es una realidad +rica, compleja y dinmica‖ >n. @K? y que !ay que +abarcar de #olpe todos sus elementos esenciales ‖>n.@K?, pues el Evan#elio +trata de convertir al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva de los !ombres, la actividad en la que ellos estn comprometidos, su vida y ambiente concretos‖ >n. @C?. El mensaje cristiano pretende +alcan*ar y transformar con la fuer*a del Evan#elio los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las l%neas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la !umanidad, que estn en contraste con la palabra de 1ios y con el desi#nio de salvación ‖ >n. @A?. Estos objetivos no se pueden alcan*ar si no se parte de la situación concreta de los jóvenes y se !ace con ellos el camino apropiado. $a "#lesia ofrece a los jóvenes un itinerario que consta de tres etapas, que son cronoló#icas y metodoló#icas, pues pueden coincidir, se#ún las capacidades y posibilidades de los destinatarios >cf. -PJ GB?. El 1irectorio /eneral de 8atequesis +postula que las dos acciones, el anuncio misionero y la catequesis de iniciación, se conciban coordinadamente y se ofre*can en la "#lesia particular, mediante un proyecto evan#eli*ador misionero y catecumenal unitario‖ >n. &KK?. $os animadores de #rupos de jóvenes pueden encontrar en el cap%tulo "6 del 9"8 una serie de orientaciones para la educación de la fe de adultos bauti*ados que no !an ido a la catequesis ni !an recibido los sacramentos de la 8onfirmación y Eucarist%a. +En realidad, la situación exi#e a
menudo que la acción apostólica con los jóvenes sea de %ndole !umani*adora y misionera como primer paso necesario para que maduren unas disposiciones ms favorables a la acción estrictamente catequética ‖ >1/8 @C?. :8ómo suscitar en tantos jóvenes alejados la primera ad!esión a la persona de Jesucristo y a la comunidad eclesial< Este reto es de #ran trascendencia, pues las etapas del proceso evan#eli*ador que vienen a continuación dependen de este primer interés por profundi*ar el sentido de la vida desde la fe. " La 4r*-era eta4a es un paso de la indiferencia y la superficialidad a la aceptación de 1ios en la vida como único Se4or este cambio de actitud conlleva el reconocimiento del propio pecado y el deseo de cambiar de vida. El inicio de este camino se !ace normalmente con otros y en el seno de una comunidad cristiana donde el joven pueda experimentar el +ven y vers ‖. Esta primera etapa tiene como finalidad conocer e interesarse por la propuesta cristiana que se desarrolla en la etapa si#uiente, llamada catecumenal. " La se0u3a eta4a pretende +poner a uno no sólo en contacto, sino en comunión, en intimidad con Jesucristo‖ >1/8 CF? para que se descubra como !ijo de 1ios Padre, como miembro de la comunidad eclesial y como !ermano. Es un tiempo de fundamentación y de sistemati*ación de la fe el catecúmeno crece en madure* de fe y aprende a dar motivos y ra*ones de porqué es creyente. $a inspiración catecumenal entiende esta etapa como un proceso de iniciación cristiana inte#ral >/ @B?, desde el se#uimiento de la persona de Jesús y a través de las ense4an*as del mensaje cristiano y de la experiencia de vida cristiana >1/8 CK?. $os cometidos de la etapa catecumenal son0 el conocimiento de los contenidos de la fe, la iniciación a los valores evan#élicos, el si#nificado de la oración y de los sacramentos, la iniciación a la vida de la comunidad y el sentido del compromiso cristiano. Estos aspectos de la iniciación cristiana estn relacionados, tienen peda#o#%a propia y se aprenden por la experiencia personal y comunitaria. Esta etapa capacita para +la confesión de la fe !ec!a con el cora*ón, capa* de estructurar la persona, de conferirle identidad y de capacitarle como testi#o del Evan#elio en las situaciones y mbitos que le toca vivir ‖@&. $a madure* cristiana se expresa en la capacidad de mirar los acontecimientos con los ojos de la fe, en compartir la vida con otros creyentes, en orar cada d%a, en testimoniar el Evan#elio donde transcurre la vida cotidiana y en plantearse la vida desde los ms necesitados. +;ue el joven descubra en 8risto la plenitud de sentido de su vida y el sentido de la totalidad de su vida, y busque la ms plena identificación con Ll‖ >8d GF?. " E3 /a terera , ú/t*-a eta4a e/ 4roeso e+a30e/*5aor se aprende a vivir de manera permanente la comunidad cristiana y su misión evan#eli*adora. Se#ún los estudios de psicolo#%a reli#iosa y los resultados de las investi#aciones socioló#icas, la pertenencia]referencia eclesial es un dato de decisiva importancia para la vida de fe. :8ómo lle#ar a descubrir a la "#lesia como sacramento universal de salvación<‖ $a catequesis ayudar a !acer el paso del si#no al misterio. $levar a descubrir, tras la !umanidad de Jesús, su condición de (ijo de 1ios tras la !istoria de la "#lesia, su misterio como +sacramento de salvación‖ tras los +si#nos de los tiempos‖, las !uellas de la presencia y de los planes de 1ios. $a catequesis mostrar as% el conocimiento propio de la fe, +que es un conocimiento por medio de si#nos‖ >1/8 @FC d?. En este descubrimiento la talla !umana y cristiana de los animadores juveniles, as% como de las comunidades cristianas locales son una referencia decisiva. El a#ente de pastoral juvenil !ace de mediación con la comunidad y con la sociedad la s%ntesis vital que ten#a es lo que mejor puede educar al #rupo de jóvenes que anima. $a cercan%a y el acompa4amiento personal complementan lo que se !ace en el peque4o #rupo. +dems de ser un elemento de aprendi*aje, el #rupo cristiano est llamado a ser experiencia de comunidad y una forma de
participación en la vida eclesial, encontrando en la ms amplia comunidad eucar%stica su plena manifestación y su meta‖ >1/8 @A?.
#. METODOLOGZA DE LA EDUCACIN DE LA FE. 2étodo es aquello que contempla y relaciona dinmicamente todos los elementos que intervienen en un proceso para lle#ar a una meta. Si la meta de la educación de la fe es el encuentro con 1ios, la pre#unta metodoló#ica es0 :qué tiene que pasar por dentro de una persona para que ésta lle#ue a encontrarse con 1ios y su proyecto<. $a correlación entre experiencia !umana y experiencia de fe es la clave metodoló#ica de la educación de la fe, $a experiencia reli#iosa tiene muc!o que ver con las inquietudes, búsquedas y pre#untas de la persona las limitaciones !umanas que estos deseos encierran encuentran en 1ios respuesta y plenitud. El 1ios b%blico nos ayuda y ense4a a buscar de la mejor manera posible, y nos da las respuestas ms verdaderas. $a mejor aproximación al misterio de 1ios es por medio de las caracter%sticas !umanas del !ombre redimido, y no la del !ombre natural. Sólo quien asume este supuesto puede adentrarse con se#uridad en el camino de la maduración de la fe. #.' Re/a*63 e3tre /os *3a-*s-os 9u-a3os , r*st*a3os. El éxito en nuestra tarea de educadores cristianos tiene muc!o que ver con la forma en que vivimos como creyentes adultos, y sepamos descubrir en nuestra labor catequética o de formación reli#iosa escolar la relación entre los principales dinamismos !umanos y cristianos. )os referimos a los si#uientes0 ceptación incondicional por parte de los dems]1ios nos ama incondicionalmente. $a autoestima y la confian*a existencial]Jesucristo como +revelación del !ombre al !ombre ‖. $a necesidad bsica de amar y ser amado]1ios ama a todos y nos perdona siempre. $a vida !umana como proyecto]El Evan#elio de Jesucristo como estilo alternativo de vida nueva. $as relaciones en i#ualdad, justicia y solkdaridad]El 9eino como forma de vivir como !ijos y !ermanos. $a aceptación de las limitaciones y frustraciones]$a 8ru* de 8risto como sabidur%a que !abla de
resurrección.
Estas correlaciones nos llevan a poder afirmar que las virtudes teolo#ales >fe, esperan*a y caridad? constituyen el dinamismo fundamental de las virtudes cardinales. $a vida de 1ios en nosotros >somos +ima#o 1ei‖? es el ori#en de la vida en verdad y justicia.
#.2 Pasos -etoo/60*os e3 /a eua*63 e /a fe . Para que la correlación entre las experiencias !umanas y las experiencias cristianas pueda avan*ar adecuadamente !ay que respetar los pasos del método propio de la educación de la fe0 B I3ter*or*5ar. 8onsiste en incorporar al núcleo de nuestra persona lo que !emos descubierto como valioso para que pueda influir en nuestras decisiones cotidianas. )ada se puede incorporar si antes no se !a encontrado, y nada se encuentra si antes no se busca. ;ué fcil es educar a personas que no estn
plenamente satisfec!as de s% y, en consecuencia, buscan nuevas respuestas. Duen educador de la fe es el que presenta el mensaje cristiano al tiempo que suscita las pre#untas adecuadas para que aquel sea valorado y aco#ido. . $as sensibilidades, ideales vamos descubriendo no sepreferencial, incorporan BdeJerarHu*5ar forma aditiva, sino estructurada. las $o relaciones valioso de ylalos vida sueleque incluir un criterio de opción que nos !ace anteponer una cosa a la otra, o incluso prescindir de al#o en nuestra perspectiva ética. $a jerarqui*ación se expresa en la ordenación de los valores conforme a la axiolo#%a evan#élica. Sabemos que los valores que Jesús presenta como liberación personal y fermento del mundo son0 el ser frente al tener, el servir frente al dominar, y el compartir frente al competir. Para que estos valores sean posibles es necesario fundamentar la existencia en el Padre de todos, poner los ojos en la utop%a de que al#ún d%a todos seremos !ermanos, y optar por el compromiso con los ms necesitados.
B So*a/*5ar. Es la manifestación celebrativa y comprometida de lo que !emos interiori*ado y ordenado. $o que !emos descubierto nos !a dado tanta ale#r%a y nos sentimos tan plenamente !umani*ados que no podemos menos de alabar y bendecir a quel de quien todo viene, y de mirar comprometidamente a aquellos podemos sentirse nosotros. 8uando cora*ón est lleno novedad y y sentido, laque boca !abla, ayudar los ojosamiran concomo novedad al futuro y laselmanos se a#arran a ladetarea. 8elebrar comprometerse son dos caras de la misma realidad0 la expresión de que !emos encontrado el +tesoro o la perla escondida‖, de que !abla el Evan#elio
#.! La s13tes*s fe" +*a reHu*ere 4roeso , -e*a*o3es . $a educación de la fe es un proceso con sus etapas propias. Partimos de la realidad del sujeto al que educamos >de dónde?, y nos orientamos !acia los objetivos que pretendemos alcan*ar >a dónde?. El fin de la +iniciación cristiana‖ es la conversión a la persona de Jesucristo, la incorporación a la comunidad cristiana adulta y el compromiso en la transformación de la realidad. )o se trata de una cuestión conceptual, voluntarista o morali*ante. Por el contrario, el !ilo conductor de este proceso es el +estar‖ con Jesucristo y el +entrar en comunión‖ con Ll, tal como lo define acertadamente el 1irectorio /eneral para la 8atequesis@B. El encuentro con Jesucristo tiene un carcter afectivo podemos decir que si tenemos fe es porque la persona de Jesús de )a*aret, su mensaje y su causa nos !an co#ido el cora*ón, nos !an seducido. Para que esto sea posible es imprescindible pasar por las mismas experiencias que tuvo el #rupo de los doce apóstoles0 dejar entrar la novedad de 1ios en la vida, mirar la realidad con nuevos ojos, se#uir al maestro, llamar a 1ios bb >Padre?, formar una comunidad de vida y revisión, descubrir en los ms pobres la llamada de 1ios y estar en disponibilidad para lo que 1ios quiera. 5odas estas experiencias son personales e intransferibles, pero el +!umus ‖ adecuado para su cultivo es el peque4o #rupo donde se puede dialo#ar y compartir. !ora bien, el #rupo no es el único lu#ar peda#ó#ico de la maduración de la fe junto al #rupo necesitamos la personali*ación de la fe por medio del acompa4amiento personal y la relación de ayuda. )o se trata de contraponer estos dos elementos, #rupo y acompa4amiento, sino de relacionarlos de forma complementaria. En el futuro próximo los educadores tendremos que dedicar ms tiempo al encuentro personal con aquellos que nos estn confiados, si queremos que los mensajes que reciben en el #rande, mediano o peque4o #rupo pasen por el cora*ón y terminen !aciéndose vida. En el funcionamiento del peque4o #rupo, llamado #rupo de profundi*ación en la fe o catecumenal, deben darse de
forma proporcional y relacionada los cuatro aspectos que le constituyen. )os referimos al conocimiento de los temas del mensaje cristiano, a la revisión de vida, a la oración celebración sacramental y al compromiso. 8on frecuencia nuestros #rupos se escoran y privile#ian uno de estos elementos sobre los restantes. El acierto en la maduración de la fe est en la presencia armónica de los cuatro elementos y la relación entre lo que creemos, lo que vivimos, lo que celebramos y en lo que nos comprometemos. $a co!erencia vital da unidad al yo y tiene como efecto la s%ntesis fe vida como expresión de la fe adulta. Esta labor #rupal, juntamente con el acompa4amiento personal, piden educadores de la fe que, a modo de orfebres, trabajan el detalle con mimo y paciencia. adems de dedicar tiempo a cada uno de los componentes del #rupo. $a presencia y el estar cercano y atento educa ms que lo que decimos y !acemos adems, únicamente si !ay presencia podrn aparecer otros aspectos confidenciales que se retomarn posteriormente de forma ms sistemtica. $as prisas y la burocrati*ación de las tareas pastorales no permiten aflorar las dimensiones ms profundas de las relaciones !umanas con la confian*a necesaria para poder pedir la ayuda correspondiente. $a obra de la evan#eli*ación supone, en el evan#eli*ador, un amor paternal siempre creciente !acia aquellos a los que se evan#eli*a un modelo de evan#eli*ador como el que el póstol San Pablo propon%a a los tesalonicenses con estas palabras, que son todo un pro#rama para nosotros0 +s% llevados de nuestro amor por vosotros, queremos no sólo daros el Evan#elio de 1ios, sino aún nuestras propias vidas tan amados vinisteis a sernos ‖ >@5es. &,C?‖. :1e qué amor se trata< 2uc!o ms que el de un peda#o#o0 es el amor de un padre ms aún, el de una madre >@5es &,K?. 5al es el amor que el Se4or espera de cada predicador del Evan#elio, de cada constructor de la "#lesia ‖ >E) KA?.
7. UNA PROPUESTACREENTE AL LIDERAGO JUVENIL El lidera*#o social es al#o que tiene sentido en s% mismo, es decir, desde la conciencia ciudadana y desde el sentimiento ético. En este t%tulo se !abla de propuesta creyente y de lidera*#o juvenil. Por eso nos pre#untamos0 :;ué aporta lo cristiano al lidera*#o juvenil< Este es el objetivo bsico de las si#uientes reflexiones
7.' L*era50o e3 u3a so*ea e3 a-(*o . Estamos en una sociedad en permanente cambio en todos los órdenes adems, los cambios son profundos, rpidos y si#nificativos. nte este panorama sur#en dos pre#untas fundamentales a la !ora de reali*ar un lidera*#o cr%tico y alternativo0 :(acia dónde van los cambios<, y :cómo repercuten en la vida !umana< Es necesario anali*ar y descubrir para después poder actuar adecuadamente. En un mundo que tiende a funcionar en mayor medida como un #ran mercado, las propuestas de lidera*#o podr%an ir por estos caminos0 Potenciar en los #rupos cristianos la iniciación al anlisis cr%tico creyente de la realidad, Duscar las necesidades profundas del !ombre de !oy, $uc!ar por los valores de libertad, justicia y solidaridad "dear a partir de estos datos un modelo de vida alternativo al que se acepta como normal en la sociedad
actual.
7.2 L*era50o e /os )6+e3es e3tre /os )6+e3es. 4os atrs se acu4ó y repitió muc!o la frase +jóvenes evan#eli*adores de jóvenes ‖. :8ómo ejercer un lidera*#o entre los jóvenes con los que se comparte el aula, el trabajo, la vecindad, los fines de semana, las
vacaciones, la amistad, el tiempo libre, etc.< D. Drec! dec%a0 +nunca di#is es natural‖, pues las apariencias y la realidad no suelen coincidir. l#o que cuesta al joven de !oy es el anlisis en profundidad de la cultura juvenil en la que se encuentra inserto, pues le parece normal, universal y propio de la juventud. El l%der cristiano debe !acer necesariamente un anlisis documentado de los criterios, valores y comportamientos del sector juvenil para ver sus caracter%sticas, problemas, claves de lectura y posibles propuestas. En cierto sentido el ejercicio del lidera*#o juvenil cristiano implica una opción por los jóvenes, y un talante creativo y esperan*ado al abordar la tarea evan#eli*adora. El Evan#elio conlleva una manera de se#uir a Jesús, de ser "#lesia y de construir el reino marcado por lo joven, pues comporta ilusión, ries#o y utop%a. Q aqu% los jóvenes pueden aportar muc!o si tienen un cora*ón convertido y abierto a la novedad desbordante del 1ios revelado en Jesús de )a*aret.
7.!. Carater1st*as e/ /1er re,e3te. El 8oncilio 6aticano "" supuso una nueva visión y valoración de la vocación laical, propia de los bauti*ados y los confirmados que se sienten llamados por 1ios a informar evan#élicamente el orden temporal > K? y a dar +ra*ón de la fe y de la esperan*a ‖ >@ Pe. G,@?. 8on este marco referencial podemos precisar ms las caracter%sticas del l%der cristiano0 (a !ec!o la iniciación cristiana en el catecumenado y vive su fe comunitaria y vocacionalmente Se inserta en los entornos sociales en los que vive y trabaja en el ser y el !acer como laico se siente
pueblo de 1ios al servicio del 9eino. 6ive la fe proféticamente0 1ios y los !ermanos necesitados son sus referencias principales. Para poder !ablar y !acer en nombre de 1ios necesita ser persona de oración 6alora el tiempo que le toca vivir, es optimista y transmite esperan*a nali*a los si#nos de los tiempos e interpreta el paso de 1ios por la !istoria en la liberación inte#ral de
las personas )o actúa como francotirador se siente en comunión y en comunidad con otros. El discernimiento
comunitario est en la base del lidera*#o cristiano 1esde la relación fe cultura promueve los valores evan#élicos, anima procesos de maduración creyente,
potencia el sentido comunitario de la fe y opta decididamente por los mar#inados. )o cae en fciles voluntariados y participación en -)/s deudoras del llamado pensamiento
postmarxista >ideolo#%a conservadora con vocabulario y estética de i*quierdas?. Se forma teoló#ico y pastoralmente participa y anima Escuelas de 'ormación socio pol%tica. rmoni*a en su vida la reflexión, el compromiso y la celebración de la fe es un experto en el 6er
Ju*#ar ctuar y 8elebrar Dusca con otros l%deres, #rupos y movimientos sociales propuestas alternativas.
8oncienti*a a su comunidad cristiana de los compromisos socio pol%ticos de la fe.
7.# L*erar u3a 3ue+a 4ra8*s e fe. $as reli#iones universales !an aportado a las sociedades un !ori*onte si#nificativo desde el que entender y vivir lo !umano, 3na de las principales aportaciones del mundo contemporneo es la afirmación de que es necesario comprometerse para poder conocer adecuadamente al !ombre y a la sociedad. 5oda forma de enfoque militante de la vida parte de la acción y termina en la praxis comprometida entre la realidad existente y aquella que buscamos como ideal se da la reflexión y la propuesta de alternativas posibles. En el nivel del método, 8. 2arx afirmaba que la praxis es el criterio de la verdad. Desde el punto de vista teológico conviene recordar algunos datos importantes0 B 1ios se !a manifestado interviniendo en la !istoria de los esclavos, des!eredados y mar#inados. En la liberación de E#ipto, a los que estaban subyu#ados, 1ios los !ace libres, a los que no eran pueblo les constituye en alian*a, y a los que no ten%an futuro les lleva a la tierra prometida. En este proceso lento y complicado, 2oisés es llamado por 1ios a desempe4ar una misión si#nificativa0 ir ante el poder opresor, reclamar la libertad de los israelitas y #uiar al pueblo en su liberación. Sus referencias fueron 1ios y la condición !umana de los salvados de la esclavitud de E#ipto. B lo lar#o de la !istoria 1ios !a intervenido de muc!as formas. l lle#ar la plenitud de los tiempos irrumpe definitivamente en la vida !umana en la persona de Jesús de )a*aret, 1ios y !ombre. El Evan#elio que Jesús proclama, sus #estos y actitudes, y el 9eino que comien*a son Duena )oticia para los pobres y futuro nuevo para la !umanidad. 8risto muerto y resucitado, es constituido primo#énito de la !umanidad, y referente de la plenitud que la creación entera est llamada a conse#uir.
B $a "#lesia, que nace en la Pascua, continúa la misión de Jesucristo y, encarnada en la !istoria, comunica sacramentalmente la salvación. Pablo >cf. 9om C, && &G?, !abla de la condición !istórica del creyente como siembra de eternidad, y vida en dolores de parto para que vaya sur#iendo la nueva !umanidad, !asta lle#ar a los +cielos nuevos y tierra nueva donde !abite la justicia ‖ >& Pe G,@G?. $a praxis cristiana consiste amor >cf. Ex &F,& 1t ,N @par Jn bola &,GA?. Bpalabra definitiva de 1ios tienebsicamente que ver conen el el amor al inter!umano prójimo necesitado es la llamada de $a los +ateos creyentes‖ >2t &, G@ BN?, pues la aco#ida de 1ios est en la ayuda, por justicia y misericordia, al necesitado. $a praxis solidaria es +lu#ar teoló#ico ‖ que nos ayuda a encontrar el sentido verdadero de la !istoria desde la perspectiva escatoló#ica0 la relación profunda y permanente de los !ombres y mujeres como !ijos de 1ios y !ermanos termina en la vida eterna en la casa del Padre.
Pro4uestas o3retas 4ara 4ote3*ar e/ /*era50o )u+e3*/ r*st*a3o 12 Se necesitan #óvenes cristianos %ue sean líderes* Esta ur#encia no es una simple cuestión coyuntural
es al#o que pertenece a la esencia misma del Evan#elio, al sentido misionero de la "#lesia y al deber y derec!o de crear cultura conforme a los valores del 9eino. $a relación fe cultura no es fcil, !ay que +saber estar‖ y +saber !acer‖, pero también !ay que perder los miedos y las excusas, y dar la cara en el contexto que nos toca vivir. Se trata de ofrecer a los dems de forma su#erente, creativa y efica* lo que para
nosotros constituye el sentido de la vida y lo que nos !ace feli*. 9ecordemos una ve* ms las palabras del 8oncilio 6aticano ""0 +El futuro ser de los que sepan dar a las #eneraciones venideras ra*ones para vivir y motivos para esperar‖ >/S G@?. 32 El liderazgo cristiano es &+sicamente comunitario. Esta propuesta no excluye la fi#ura del l%der y la
valide* de sus actuaciones, pero desde el punto de vista de la fe cristiana son las comunidades el lu#ar donde vive el l%der, y desde ellas es enviado a cumplir su misión profética. Para que una comunidad pueda !acer esta función de lidera*#o necesita0 B 6ivir presente y encarnada en un lu#ar o barrio concreto.
B 8aptar las ilusiones, problemas, sufrimientos y esperan*as de sus convecinos. B 5rabajar de forma conver#ente con otras personas y #rupos que apuesten por lo renovador y solidario. B Explicitar con palabras y obras +el plus ‖ de sentido que aporta la fe a la vida !umana. B Situarse de forma ejemplar, cr%tica y alternativa en el lu#ar de trabajo, el sindicato, el partido, la asociación vecinal, el cole#io profesional, etc. B -r#ani*ar la vida personal y comunitaria de forma que ella misma sea una propuesta alternativa de cómo es posible vivir lo cotidiano de otra forma. B 8rear conciencia en los que nos rodean para suscitar unas nuevas actitudes frente a las desi#ualdades, la violencia, la injusticia, la mar#inación, etc. B tender si#nificativamente a aquellos #rupos mar#inales y mar#inados que no tienen ayuda y no se insertan en las redes estatales de atención social.
42 "ealizar el liderazgo desde la identi$icación eclesial . Esta afirmación es el recuerdo de la importancia
de fundamentar el compromiso cristiano en la comunión eclesial, y el subrayado de la referencia de lo que se !ace. )o podemos olvidar el primer cap%tulo de Juan, para que los que ejercen el lidera*#o cristiano puedan decir a los jóvenes0 +6enid y veréis‖ que es posible lo que se os propone, que otros ya lo estn viviendo, y que os podéis sentir ms felices. $a meta última del lidera*#o cristiano es la incorporación activa a la comunidad eclesial, como también lo es la meta de la evan#eli*ación. )o si#nifica que otras metas intermedias no ten#an valide* en s% mismas, y como tales necesiten ser cuidadas. Estamos convencidos que lo que cambia la sociedad es la mejora del entramado social, es decir, de los #rupos y las relaciones !umanas. $o que #enera dinamismo fraterno y comunitario es lo que libera, !umani*a y posibilita una mayor implicación de las colectividades en los procesos socio pol%ticos. $o vivido en mérica $atina desde el enfoque de la teolo#%a de la liberación y el compromiso de las comunidades populares es un buen ejemplo de lo que estamos diciendo. 52 La $ormación de los líderes . El lidera*#o requiere preparación que facilite al l%der la identificación con
lo que !ace y la dedicación apasionada a sus tareas. (ablar de formación es al#o complejo, pues incluye muc!os aspectos. $os podr%amos sinteti*ar en los si#uientes, y por este orden0 el catecumenado de la vida cristiana, la formación teoló#icopastoral bsica, la formación sociopol%tica y la metodolo#%a para la acción social. $a formación de cuadros es previa al planteamiento de las acciones. Esta preparación ayudar%a a no pocos jóvenes a superar esa etapa de actividades y voluntariados en la que se inician y permanecen a4os y a4os. El compromiso cristiano y el lidera*#o juvenil es bastante ms
que actividades comprometidas supone entender el compromiso como vocación y vivirlo como praxis transformadora de la realidad. Se van apuntando intentos desde las Escuelas de 'ormación Socio Pol%tica, pero estamos ante una realidad en potencia y que no encaja muc!o en la sensibilidad con que se vive lo cristiano a principios del se#undo milenio.
;. ORIENTACIONES PASTORALES '% Las arater1st*as u/tura/es e 3uestro -u3o 4*e3 4ro4uestas a/ter3at*+as e3 e/ @-(*to so*a/ 4o/1t*o eo36-*o , ta-(*:3 euat*+o. En caso contrario, los jóvenes que vayan saliendo de los centros educativos sern en#ullidos por el sistema, terminaran viviendo se#ún los valores de la moral prevalente y con un cristianismo socioló#ico, en caso de que no abandonen la fe para pasar a en#rosar el número de increyentes. $os tiempos actuales piden educadores que !a#an propuestas claras, exi#entes y motivadoras. 2% Los 3*=os ao/ese3tes , )6+e3es e 9o, 3ees*ta3 au/tos era3os $4ares euaores , ateHu*stas& Hue sea3 o9ere3tes o3 sus o3+**o3es test*0os e su fe , Hue Hu*era3 e +era a sus a/u-3os ,Xo ateHu*5a3os. El amor es lo que mejor educa, pues todos tendemos a fiarnos de los que nos quieren y buscan nuestro bien por encima de todo, aunque a veces nos contrasten y corrijan. $a labor educativa traspasa los l%mites de los !orarios laborales y se extiende muc!o ms all. $a vida debe estar presente en el aula y el aula debe llevar la vida. El dilo#o de cora*ón a cora*ón entre educador y educando es lo que forma en mayor medida la conciencia, pues ms que !ablar dos personas de temas, se estn comunicando entre ellas. !% La eua*63 e /a fe e /os ao/ese3tes , )6+e3es 3ees*ta 4eHue=as o-u3*aes r*st*a3as Hue sea3 refere3*a. El educador de la fe se refiere siempre a Jesucristo vivo y actuante en el mundo desde la experiencia de fe que vive en la comunidad eclesial. El !ombre postmoderno es poco sensible a los #randes relatos, pero muy sensible a los peque4os relatos cada comunidad educativa o reli#iosa est llamada a ser un peque4o relato, es decir, !o#ar, taller y laboratorio en el que se vive, comparte y anticipa la !umanidad nueva. quello que decimos y proponemos debe ser +vivido, tocado y experimentado‖ el mensaje evan#élico sólo es efica* si va acompa4ado de mbitos experinciales. -jal a nuestros jóvenes les pase lo que a los apóstoles con Jesús0 fueron, vieron y se quedaron. #% La -aura*63 r*st*a3a reHu*ere 4roesos s*ste-@t*os , f/e8*(/es. Eua e/ Hue sa(e e 63e 4arte $rea/*a o3reta& , a 63e Hu*ere //e0ar $-eta&. Sólo cuando quedan definidos el punto de partida y el punto de lle#ada podemos definir el por dónde y los cómos de la acción evan#eli*adora. En nuestros #rupos solemos tener muy bien formulados los proyectos conforme a las técnicas de pro#ramación. Esto es necesario y positivo con todo, nuestros proyectos deber%an ir acompa4ados por la descripción de los procesos >qué tiene que ir pasando por dentro? de los destinatarios de las pro#ramaciones. 2s aún, los proyectos se deber%an formular desde los procesos que se van a suscitar y estn al servicio de los mismos. En las formulaciones podr%amos incluir, en mayor medida, los aspectos afectivos de la persona y las relaciones, sin descuidar los referidos a la inteli#encia y a la voluntad.
7% La 4erso3a/*5a*63 e /os 4roesos e fe es /o Hue -@s ase0ura /a 4erse+era3*a. l decir personali*ación nos referimos a la relación personal de ayuda. El educador forma la personalidad cuando ayuda al educando a desbloquearse, a #anar en confian*a, a +dar nombre a las cosas‖, a solucionar problemas y conflictos, a crecer en uno u otro aspecto, a
plantearse nuevas cuestiones y a asumir compromisos. En esta apasionante tarea !ay que ayudar a los que se acompa4a a asumir su pasado, a clarificar el presente y a proyectar el futuro. En definitiva, se trata de educar desde dentro de la persona de cada uno la personali*ación de la fe es #arant%a de continuidad, pues se !a ido madurando desde lo profundo del propio ser y desde la !istoria concreta de la persona. 5erminamos estas reflexiones de evan#eli*ador a evan#eli*adores con las palabras de Juan Pablo "" en el 4o "nternacional de la juventud >G@G@AC?0 +$a "#lesia mira a los jóvenes es ms, la "#lesia de manera especial se mira a s% misma en los jóvenes, en todos vosotros y, a la ve*. en cada una y en cada uno de vosotros. s% !a sido desde el principio, los tiempos apostólicos0 +-s escribo, jóvenes, porque !abéis vencido al mali#no. -s escribo a vosotros, !ijos m%os, porque !abéis conocido al Padre. -s escribo, jóvenes, porque sois fuertes y la Palabra de 1ios !abita en vosotros ‖ >@ Jn &, @Gss? Son eco de las palabras del mensaje del 6aticano "" a los jóvenes0 +$a "#lesia os mira con confian*a y con amor... Ella es la verdadera juventud del mundo... miradla y encontraréis en ella el rostro de 8risto‖@N.
NOTAS0 @. 8fr. J. Sastre, 8ómo educar en la fe a los jóvenes de !oy0 Sur#am >@AAC? K @A &. J. El*o, Jóvenes espa4oles AA, "S2, @AAA, G 8f. J. El*o o.c.. G. 9. 1%a* Sala*ar, $a reli#ión vac%a. 3n anlisis de la transición reli#iosa en -ccidente, en 66 >eds?, 'ormas modernas de reli#ión, lian*a 3niversal B. 8ES. Subcomisión de juventud, "deario para #rupos parroquiales de jóvenes, Edice @AAN, @ . S. 2ovilla, Juventud, 8onceptos fundamentales de pastoral, 8ristiandad, @ACG, &C GG N. 5ribuna bierta, D8, &N """. @AC&, & K. J. Sastre, 'e en 1ios Padre y ética, SPx, @AA, GB G C. J. Sastre, o.c. G A. 8f. . 6er#ote, Psicolo#%a reli#iosa, 5aurus, 2adrid @AKG, @CG @F. (./. /erdamer, 6erdad y método, Salamanca @AKK, BGB @@. J. Sastre, o.c. G cf. . 6er#ote o.c. @CK &N @&. J.8. 8arvajal, )uevo diccionario de catequetica, San Pablo @AAA, @G&F @G. J.2. 9ovira, 9evelación de 1ios, salvación del !ombre, Salamanca, @AKA @B. 1/8, Edice @AAK, 8ap. """0 )aturale*a, finalidad y tareas de la catequesis @. J. Sastre, 3na propuesta creyente al lidera*#o juvenil, J26, @AAA, N A @N. Juan Pablo "", 2ensaje a los jóvnes, C ="" @AC.
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J0 Sociolo#%a del )ovia*#o en Espa4a, 8aja de !orros y 2onte de Piedad de /ranada, @ACK Jóvenes Espa4oles AB, 'undación Santa 2ar%a, 2adrid @AAB Jóvenes espa4oles AA, 'undación Santa 2ar%a, 2adrid, @AAA Juventud0 "nforme... en Espa4a @ACC, "nstituto de la juventud, 2adrid @ACA Juventud0 Solidaridad de la juventud, "nstituto de la juventud, 2adrid @AA $arra4a#a, ., 3na pastoral juvenil en la l%nea catecumenal, 2adrid @AC@ $ópe* ;uintas, ., Juventud actual. Entre el vérti#o y el éxtasis. )arcea @AC& $os jóvenes frente a una sociedad manipulada, SPx @ACB 2artine* 8ortes :;ué !acemos con los jóvenes< 8uadernos 'e y secularidad, Sal 5érrea @AAF 2art%n Serrano, 2. (istorias de los cambios de mentalidades de los jóvenes entre @ANF @AAF, "nstituto de la Juventud, 2adrid @AAB "nforme juventud en Espa4a AN, "nstituto de la juventud, 2adrid @AAN 2ocidade0 ... /ale#a, "nforme @AAG, =unta de /alicia, Santia#o @AAG 2ovilla, S., -fertas pastorales para los jóvenes de los CF, San Pablo @ACB )avarro $ópe*, 2. y 2ateo 9ivas, 2.J. "nforme Juventud en Espa4a, "nstituto de la juventud, 2adrid @AAG -bispos 6ascos y de Pamplona, 1ilo#o con los jóvenes desde la fe, San Sebastin @ACF Pére* de *pilla#a, . Dases para una presentación catequetica de 1ios a los jóvenes0 5eolo#%a y 8atequesis &G &B >@ACK? BN@ BC& 9ocionero $. 1el paro al ocio, na#rama @ACG 9iquelme, .2., Pastoral juvenil diocesana, 88S, @AAG Sastre J. El acompa4amiento espiritual, San Pablo @AAB & : qué convocamos a los jóvenes< >libro y & videos?, E8-E @AAC Sastre, J. 8uadrado, 9., Jóvenes evan#eli*adores de jóvenes, San Pablo @AAG 5ornelli, 9., Pastoral juvenil. nunciar a Jesucristo en la vida diaria, 88S, @AC 3rbieta, J.9. lternativas pastorales para una "#lesia misionera en cambio, 2adrid @AKC 9evistas0 5eolo#%a y 8atequesis0 :Es posible !oy una pastoral de juventud< @ @N >@AC? 8atequesis de jóvenes, B >@AA? 1ocumentación Social, A >@AAB?
TEMA < EL ACOMPA[AMIENTO ESPIRITUAL SUMARIO '. Just*f*a*63 e/ te-a. 2. E/ o3te8to so*ou/tura/ , /a fe. !. Perso3a afet*+*a , ao-4a=a-*e3to. #. La fu3a-e3ta*63 teo/60*a e/ ao-4a=a-*e3to. 7. Ao-4a=a-*e3to es4*r*tua/ ef*3**63 , t*4os e ao-4a=a-*e3to. ;. Ao-4a=ar e/ re*-*e3to e3 /a fe. <. Art*u/a*63 e/ ao-4a=a-*e3to es4*r*tua/. > E/ ao-4a=a-*e3to +oa*o3a/. *(/*o0raf1a.
Estamos ante un tema de #ran actualidad en el que!acer de la teolo#%a espiritual y de la teolo#%a pastoral. 1espués de unas décadas de crisis, purificación y mar#inación, el acompa4amiento espiritual se ve como insustituible en la confi#uración de la personalidad cristiana adulta. $a noculminación de muc!os procesos pastorales con jóvenes y adultos es el reflejo evidente de una educación de la fe poco experiencial y, en consecuencia, no confi#uradora de la identidad cristiana, tanto en lo personal como en lo comunitario. Q sabemos que el medio ms adecuado para la personali*ación de la fe es el acompa4amiento espiritual. 1esarrollaremos en estas p#inas en qué consiste el acompa4amiento, cómo se plantea en nuestros d%as, los tipos de acompa4amiento, la articulación del acompa4amiento y el acompa4amiento en el discernimiento vocacional.
'. JUSTIFICACIN DEL TEMA $a salvación cristiana consiste en el encuentro con la persona de Jesucristo, muerto y resucitado, que nos introduce en la vida trinitaria y nos confi#ura, por la acción del Esp%ritu, en la comunión eclesial y el servicio a los !ermanos. $a fe madura consiste en tener a Jesucristo como el centro que #lobali*a y da unidad a la persona del creyente esta inte#ración de fe y vida se !ace a través de un aprendi*aje experiencial que consta de etapas, dinamismo interno, y requiere una peda#o#%a adecuada. +Personali*ar la vida cristiana supone !aber escuc!ado la invitación a la fe, !aberse enfrentado con la llamada a la conversión, !aberse encontrado con la presencia del Se4or en la propia vida, !aber sido a#raciado personalmente con el descubrimiento del tesoro del 9eino y !aber respondido personalmente con la vo* propia e insustituible aceptación, aco#ida,esladecir, conversión, la sumisión, el #o*o, disponibilidad, reconocimiento fe la aco#ida se !acela cultura, constituye +la forma en quelaun #rupo !umanoel ‖@. $a de siente, piensa, vive y or#ani*a la vida‖ >/S G? el drama de nuestro tiempo es la ruptura +entre fe y cultura‖ >E) &F?. El acompa4amiento personal trata de ayudar, en lo profundo de la persona, a que el paso de 1ios por la vida de los creyentes se facilite, sea reconocido, aco#ido y respondido adecuadamente. $a mediación es la relación interpersonal entre acompa4ante y acompa4ado para sanear la persona, potenciar las posibilidades y facilitar la acción del Esp%ritu Santo. @. J. 2art%n 6elasco, El malestar reli#ioso de nuestra cultura, San Pablo, 2adrid @AAG
$a fe es educable porque la maduración de la misma requiera itinerarios educativos que armonicen las peculiaridades del sujeto, las circunstancias actuales, y el contenido de la revelación cristiana que se !ace dilo#o personal entre el creyente y la persona de Jesucristo. $a Palabra de 1ios, siempre +viva y efica*‖, se diri#e a cada persona para suscitar una respuesta que adentre al bauti*ado en el misterio del 1ios trinitario. 1ios Padre al lerevelarse se autocomunica y el !ombre es capacitado para participar de la vida que 1ios #ratuitamente da. El dilo#o se !ace encuentro y relación interpersonal donde la escuc!a y la respuesta permanente van estructurando una relación de amor caracteri*ado por el desbordamiento #o*oso y la disponibilidad.
$a persona !umana es una realidad compleja y el crecimiento !umano depende de factores bioló#icos, psicoló#icos, intelectuales, relacionales, éticos y reli#iosos. 1if%cilmente podemos madurar sin formar parte de #rupos educativos y sin la cercan%a de personas con formación y experiencia que, sin suplantarnos, nos ayudan a caminar !acia las metas propuestas. En la aventura apasionante que es la vida nos vemos condicionados, positiva o ne#ativamente, por nuestro pasado, disponemos del presente con todos sus recursos, y estamos abiertos a un futuro sin escribir. El futuro depende, en #ran manera, de cómo asumimos nuestra !istoria y ponemos en jue#o todas nuestras posibilidades la toma de decisiones exi#e anlisis, contraste y discernimiento. l#uien con +competencia experiencial‖ puede evitar equivocaciones y pérdida de posibilidades, no siempre subsanables las decisiones sern siempre personales, pero deben tomarse teniendo en las manos todos los datos y claves para que sean lo ms acertados posibles, y ten#amos la certe*a de que somos nosotros los que realmente estamos !aciendo lo que, en el fondo, queremos. +El acompa4amiento espiritual supone la recuperación de un +servicio ‖ !umano y de un +ministerio‖ eclesial insustituible. yudar a la persona a madurar y respetar la obra de 1ios en cada uno exi#e muc!o tacto, confian*a mutua, encarnación en el tiempo que nos toca vivir y experiencia de 1ios, que actúa de forma insospec!ada y desconcertante. Si el #ran prota#onista de la vida cristiana es el Esp%ritu, el modo de proceder del acompa4ante debe evitar todo paternalismo y autoritarismo y debe potenciar con el dilo#o la interiori*ación y el discernimiento para encontrar +lo que a#rada al Se4or‖, que es el bien de los !ermanos a través de múltiples modalidades ‖&. l recuperar la mediación pastoral del acompa4amiento espiritual, estamos recuperando al#o que !unde sus ra%ces en la Escritura y en la !istoria de la espiritualidad cristiana, tanto en oriente como en occidente. &.
J. Sastre, compa4amiento espiritual, San Pablo @AAB &, @@ @& espa4oles AA, 'undación Santa 2ar%a, 2adrid, @AAA, @G @
G. .66, Jóvenes
2. EL CONTETO SOCIOCULTURAL LA FE En +Jóvenes espa4oles AA‖G se nos ofrece la si#uiente tipolo#%a de los jóvenes espa4oles0 anti institucional >I?, altruistas comprometidos >@&I?, retra%dos sociales >&CI?, institucionales ilustrados >GFI? y librepensadores >&I?. $os altruistas comprometidos son los sensibles a lo reli#ioso, incluso en los aspectos vocacionales a bastante distancia del #rupo anterior estar%an los +institucionales ilustrados‖, que manifiestan cierta apertura a lo reli#ioso, pero no les #ustan las pertenencias los +retra%dos sociales ‖ no son !ostiles a lo reli#ioso, tienen tendencia a la permisividad moral y apenas colaboran en voluntariados o asociaciones sociales. $os otros dos #rupos estn muy alejados de la apertura a lo trascendente por su estilo de vida y las actitudes sociales que representan. El perfil de los jóvenes altruistas tiene los si#uientes ras#os0 jóvenes ms mayores, con autoposicionamiento de derec!a, de clase media alta y alta, y católicos practicantes. $os ras#os que colorean la juventud espa4ola desde los aspectos económicos y reli#iosos son los si#uientes0 viven en la complejidad y la incertidumbre, proyectados en el presente, puntualmente solidarios, tolerantes en pautas sociales, poca correspondencia entre los valores finalistas >los ideales que quieren vivir? y los valores instrumentales >lo que posibilita alcan*ar los valores finalistas?, postmodernos >consumismo?, poco sentido del deber y del sacrificio, del deseo $as y poco abiertos a las pre#untas de sentido. )ecesitan y siententolerantes, la carenciacierto de lospredominio valores espirituales. ideas, interpretaciones, sensibilidades y valores que confi#uran la cosmovisión que tienen los
jóvenes les viene, y por este orden, de la familia y los ami#os, los medios de comunicación social, los libros y centros de ense4an*a, y de la "#lesia. $a autonom%a personal la definen en términos de autenticidad, libertad, tolerancia y permisividad. $a prctica reli#iosa activa si#ue decayendo los aspectos reli#iosos no institucionales tienen mejor resultado que los institucionales. En la valoración del matrimonio aparecen, al tiempo, aspectos de valoración positiva, de modificación y de fra#ilidad. Sólo un &,KI dice que en la "#lesia se dicen cosas importantes para orientarse en la vida el porcentaje de los que valoran positivamente su relación con la "#lesia y tienen recuerdos positivos es del BFI. Estos datos manifiestan al#unos as4etos *-4orta3tes en lo referente a la fe de las nuevas #eneraciones0 l#o importante !a fallado y est fallando en la transmisión de la fe en la familia, en la clase de reli#ión y en los #rupos parroquiales.
Es necesario una reconstrucción de lo reli#ioso por varias ra*ones0 bastantes adolescentes y jóvenes apenas reciben iniciación en la fe de sus padres oficialmente católicos adems, se est produciendo una +metamorfosis‖ B en la manera de creer y de expresar la fe y se !a #enerado una sensibilidad entre los creyentes de que se puede ser cristiano católico sin la mediación eclesial y sin el cumplimiento de sus normas. B. Juan . J.
2art%n 6elasco, 2etamorfosis de lo sa#rado y futuro del cristianismo, qu% y !ora, Sal 5errae. ". 6alderrbano, El acompa4amiento espiritual en la formación para la 6ida 9eli#iosa, ".6.9., 2adrid @ACG
$a resultante final es la reducción de lo reli#ioso a lo subjetivo, sin sentido de pertenencia y la disolución del monote%smo en una serie de trascendencias inmanentes que expresan las aspiraciones !umanas y éticas de los sujetos.
$a recuperación del cristianismo evan#élico articulado por la fe eclesial en el 1ios de Jesús de )a*aret supone recuperar el +aspecto m%stico ‖ de la fe cristiana y el compromiso con el 9eino, es decir, con los pobres de la tierra. Estas dos propuestas se !acen como repuestas alternativas para salir de la crisis en que se encuentra la fe no se lo#rarn sin una transmisión de la fe en clave comunitaria, de proceso, articulada por la conversión, formulada en clave de disponibilidad vocacional, con una metodolo#%a personali*adora, y con educadores de la fe con sentido inte#rador y no como meros intermediarios de contenidos.
!. PERSONA AFECTIVIDAD ACOMPA[AMIENTO $a meta del acompa4amiento consiste en +ayudar a una persona a desarrollar y a !acer efectivas sus posibilidades y capacidades, neutrali*ar sus defectos y suplir sus carencias, en orden a descubrir el tipo de actividad que mejor puede desarrollar, las relaciones que estn ms acordes con sus posibilidades. En definitiva, que vaya‖ !aciendo su vida en base a un proyecto conscientemente asumido o presentido inconscientemente . l !ablar de acompa4amiento necesitamos partir de un concepto de la persona por dos ra*ones0 en primer lu#ar, el acompa4amiento tiene como finalidad el desarrollo de todas las facetas de la persona a lo lar#o de su vida en se#undo lu#ar, la relación de ayuda en la que se articula el acompa4amiento se estructura como encuentro interpersonal y dilo#o en profundidad.
$a persona consta de tres niveles interrelacionados0 el nivel psicobioló#ico, el nivel relacional y el trascendente cada uno de estos niveles tiene motivaciones propias. Su dinamismo produce conflictos que se resuelven en la búsqueda de un equilibrio interior caracteri*ado por el realismo en el conocimiento de uno mismo, la estabilidad emocional, la capacidad de adaptación #o*osa y la fidelidad a las propias convicciones. +El poso que la vida, las personas y las relaciones van dejando en el ser !umano, a lo lar#o de las etapas de evolución psicoló#ica, !ace que éste se confi#ure por la actitud de confian*a y optimismo ante el futuro, o bien por la actitud de replie#ue y temor ante todo lo que le trasciende. $a experiencia de sentirnos incondicionalmente aceptados y queridos es decisiva para tener una relación afectiva con 1ios. 2uc!os jóvenes viven la relación con 1ios centrada en Jesús, modelo de creyente y ejemplo de persona comprometida por una causa. Se sienten ms vinculados a la causa de Jesús que a su persona. qu% es muy importante descubrir el absoluto de 1ios en la persona y mensaje de Jesús para identificarse con los misterios de su vida y vincularse a 8risto resucitado, Se4or de la !istoria. El evan#elio de Juan puede ser de muc!a ayuda en el camino de la relación afectiva con 1ios a través de Jesús, que se manifiesta vinculado al Padre y a nosotros en unidad de amor y entre#a ‖ N. N. K.
J. Sastre, o.c., B& 8f. . $ópe*, +8laves antropoló#icas para el acompa4amiento‖, 'rontera (e#ian GG, @ACC
!.' Las -ot*+a*o3es. $a vida !umana en todas sus expresiones est apoyada en las motivaciones intencionales o no intencionales. Para que surja la motivación es necesario que al#o sea percibido como valioso en s% mismo y en relación con la persona interesada. $as necesidades son las que impulsan a la acción, pero no la determinan, pues el ser !umano puede ele#ir entre varias concreciones para satisfacer una misma necesidad. (ay modos concretos de responder a una necesidad que son incompatibles con el desarrollo !umano y con los valores evan#élicos. 8ada persona deber conocer y asumir sus impulsos y motivaciones y les pondr nombre para poder inte#rarlas adecuadamente en el funcionamiento de su personalidad K. $os valores se encuentran en las relaciones !umanas a!% es donde las personas iniciarse en el +aprendi*aje‖ de nuevos valores, pues lo interpersonal ejerce un poderoso atractivo sobre las personas. $os valores permanecen invariables como metas existenciales, aunque las situaciones personales y ambientales cambien. Educativamente !ablando, importa desarrollar la vinculación afectiva con el valor !asta sentirnos familiari*ados con él al encontrar en los valores deseados la mayor expresión del talante de persona que queremos ser. Por su propia naturale*a los valores suelen ir vinculados a persona o #rupos que encarnan de forma si#nificativa en la !istoria lo que estos valores aportan en !umani*ación. Este atractivo con rostro y proyecto produce una #ran motivación en la persona, pues ve en los valores descubiertos los ideales que mejor facilitan la confi#uración y el desarrollo de la identidad personal. $os valores dan consistencia a la estructura moral de la persona y ase#uran la co!erencia interior de la misma as% como su dinamismo existencial expresado en el compromiso con las causas de justicia y solidaridad. $os valores interiori*ados permanecen en la medida que la persona, al vivirlos, se siente ms libre, feli* y solidaria al lle#ar a este punto, los valores se transforman en actitudes como modos estables de posicionarse ante los acontecimientos. $a ima#enante quelos tenemos nosotros mismos, las metas nos proponemos la ima#en queremos presentar demsde constituyen el ideal del yo, queque muc!as veces tiene ymuy poco deque realidad, pues confi#ura el personaje ms que construir la
personalidad. Esta ima#en debe entrar en crisis en al#ún momento para dar paso a un mejor conocimiento de s% mismo, que pon#a en primer plano las ambi#edades y autoen#a4os, para poder trabajar desde dentro en el yo ideal con las capacidades !umanas, con la #racia de 1ios y con la ayuda de la personali*ación como método.
!.2. La afet*+*a. $a afectividad !umana es el reducto ms profundo de la persona donde somos queridos incondicionalmente y desde donde tratamos de amar de la misma forma. 8ada ser !umano encuentra en su vida personas, experiencias y proyectos que le seducen el cora*ón porque le manifiestan una manera nueva de amar, oblativa y universal, que al tiempo que le revelan lo que da sentido a su vida, le comprometen como el mejor camino, el único camino para ser feli* y amar a los dems. $a Palabra de 1ios, la persona de Jesús de )a*aret y el 9eino son el camino para salir de los intereses e#o%stas e insolidarios y reestructurar la afectividad en clave de disponibilidad y entre#a. En el acompa4amiento +la tarea de personali*ar la vida supone siempre la s%ntesis de contrarios, tales como0 estima personal ] autocr%tica pulsiones >a#resividad ] libido? ] relaciones interpersonales autonom%a >ser uno mismo? ] relaciones de cooperación inmediate* en la satisfacción >ansiedad? ] apla*amiento de metas >inte#rar la frustración? emotivismo >no !ay objetividad?] capacidad de objetivar lo que se siente falsa se#uridad >no enfrentarse a los conflictos? ] responsabilidad >afrontar los conflictos? autenticidad >tomar la vida en serio? ] mentira >no asumir la vida como tarea? se impone el ambiente >no diri#e la vida? ] se busca el sentido de la vida individualismo >ausencia de relaciones si#nificativas? ] vida de #rupo desde las ideas, creencias y compromisos... Si los valores no se entroncan en los deseos y los potencian, terminan siendo ideolo#%a morali*ante y si los intereses vitales no tienen la motivación de los valores pueden terminar en comportamientos e#o%stas y des!umani*adores‖ C. C.
J. Sastre, o.c., BK BC 8f. J. /arrido, 3na espiritualidad para !oy. Educación y personali*ación, San Pablo, @ACC @F. . $ópe*, o.c., BF. A.
$os procesos de maduración personal avan*an a través de crisis que ponen en entredic!o el equilibrio anterior y propician una nueva reestructuración. 8uando la persona percibe el desequilibrio entre lo que cree ser y la realidad que es, entra en una dinmica de verdad y de crecimiento A )o todas las personas reaccionan i#ual las reacciones posibles, a las que el acompa4ante estar atento son las si#uientes0 tratar de olvidar la crisis, buscar en el exterior comprensión y solución, polari*arse en la ima#en ideal del yo, abandonar el proceso y asumir el momento con pa* y optimismo. $as pistas para acompa4ar adecuadamente este momento estn a nivel profundo0 lo pulsional inconsciente, el autoconocimiento, lo pscioafectivo y la relación con 1ios. $a relación en el acompa4amiento, al ser interpersonal, es afectiva, pues se comunican temas que pertenecen al mbito de la intimidad personal. $a +escuc!a atenta‖ produce en el acompa4ado la impresión de ser aco#ido, atendido y ayudado de manera personal y única. 5odo esto propicia el que entre acompa4ante y acompa4ado se produ*can transferencias +es un proceso en el que el acompa4ado, inconsciente o inapropiadamente despla*a sobre personas de su vida actual >director, terapeuta, acompa4ante...? modelos de conducta y reacciones emotivas que fueron ori#inales en la relación con fi#uras si#nificativas de su infancia @F. $as transferencias pueden ser positivas y ne#ativas. +$as dos formas de transferencia pueden ser ‖utili*adas por la resistencia del anali*ado para impedir el pro#reso en el tratamiento terapéutico0 en la transferencia positiva porque el interés del anali*ado se centra en el que anali*a y no en el tratamiento, y la transferencia
ne#ativa porque in!ibe el desarrollo de las asociaciones libres que son la base del método ‖ @@ @@. @&.
. $ópe*, o.c., B@. J. Sastre, o.c., @A
#. LA FUNDAMENTACIN TEOLGICA DELACOMPA[AMIENTO #.' Datos e /a Esr*tura. 1ios crea al !ombre a +su ima#en y semejan*a‖, le constituye +se4or de la creación‖ y camina con él en la !istoria. +Qa!vé marc!ar delante de ti. Ll estar conti#o. )o te dejar ni te abandonar. )o temas ni te asustes ‖ >1t G@,C?. 1ios sale constantemente al encuentro del !ombre, conoce el fondo del cora*ón !umano >Ps@GC?, comprende las situaciones !umanas y quiere ser padre >1t @, G@GG? $os enviados de 1ios para cuidar al pueblo deben tener sus mismas actitudes >Jos @, N,@N & Sam. A,K,A Jer. @,C.@A?. El !ombre tiene ante s% todas sus responsabilidades y debe ele#ir entre dos caminos, el de la salvación o el de la perdición >1t GF, @@N?. $a experiencia de la liberación de la esclavitud de E#ipto, la formación del pueblo de la lian*a y el camino !acia la tierra prometida son referencia fundamental para la fe del pueblo de "srael. $os profetas y los libros sapienciales, de distinta manera, de iluminar, cuestionar y motivar a los israelitas para que permane*can fieles en situaciones nuevas ytratan dif%ciles. $a cercan%a plena y definitiva de 1ios para la !umanidad se da en Jesús, la Palabra !ec!a carne +que ilumina a todo !ombre‖ >$c @A, A?. Jesucristo es el +camino, la verdad y la vida ‖ >Jn @B,@N? para encontrarse con el Padre y para desvelar el sentido último de lo !umano >Jn @K, &&?. El se#uimiento de Jesús descrito en los Evan#elios comien*a por la conversión y la aco#ida de la Duena )oticia >2c @,@ $c @G,?, continúa por el descubrimiento del don del 9eino que relativi*a todo lo que no es 1ios y su justicia >2c @F, &@ $c. A, KN& Jn. @,@N?. Este recorrido +con Jesús‖ lo !ace el #rupo de disc%pulos a quienes el 2aestro va revelando las entra4as misericordiosas del Padre, el sufrimiento del pobre, el pecado de la !umanidad y el proyecto del !ombre nuevo. $a clave de la respuesta en el se#uidor de Jesús est en las palabras de Pablo... ‖ por si consi#o alcan*arlo, !abiendo sido yo mismo alcan*ado por 8risto Jesús‖ >'lp G,@&? el camino del disc%pulado no est exento de dificultades y requiere esfuer*o constante. +$a peda#o#%a de Jesús une la fidelidad al proyecto salvador, la encarnación !istórica y la paciencia con la lentitud de los apóstoles en comprender la novedad del Evan#elio >cf. 2c N,& K, @C, $c. &B, &&K?... les promete y env%a el Esp%ritu Santo que +os ense4ar todo y os recordar lo que yo os !e dic!o ‖ >Jn. @B, &?‖ @&
#.2 La 4ea0o01a *+*3a *3s4*ra e/ ao-4a=a-*e3to . $a peda#o#%a de 1ios en la !istoria de la salvación +debe se#uir siendo el modelo de la peda#o#%a de la fe‖ >85 C?. +$a Sa#rada Escritura nos presenta a 1ios como un padre misericordioso, un maestro, un sabio que toma a su car#o a la persona, individuo y comunidad en las condiciones en que se encuentra, la libera de los v%nculos del mal, la atrae !acia s% con la*os de amor, la !ace crecer pro#resiva y pacientemente !acia la madure* del !ijo libre, fiel y obediente a su palabra‖ >1/8 @GA?. $a peda#o#%a de la fe se fundamenta en la Escritura, la tradición viva, el 2a#isterio, la litur#ia y la vida cristiana al mismo tiempo tiene en cuenta las aportaciones cient%ficas de las ciencias !umanas. $a meta de la educación de la fe est en ayudar al catequi*ando a +entrar en comunión con la persona de Jesús ‖ y por Ll a adentrarse en el misterio trinitario. +En la escuela de Jesús 2aestro, el catequista une
estrec!amente su acción de persona responsable con la acción misteriosa de la #racia de 1ios ‖ >1/8 @GC cf. "8 @C?. $a !istoria de la salvación es un lar#o y pro#resivo camino en el que 1ios va llevando al !ombre a sentirse miembro de su pueblo, a vivir la lian*a con cora*ón renovado, y a abrirse a la esperan*a mesinica que culmina en el se#uimiento de Jesucristo. Esta misma !istoria de encuentro, apertura y esperan*a debe actuali*arse creativamente en cada creyente. +$le#ada la plenitud de los tiempos, 1ios envió a la !umanidad a su (ijo, Jesucristo. Ll entre#ó al mundo el don supremo de la salvación, reali*ando su misión redentora a través de un proceso que continuaba la +peda#o#%a de 1ios‖, con la perfección y la eficacia in!erente a la novedad de su persona. 8on las palabras, si#nos, obras de Jesús, a lo lar#o de toda su breve pero intensa vida, los disc%pulos tuvieron la experiencia directa de los ras#os fundamentales de la +peda#o#%a de Jesús ‖ consi#nndolos después en los evan#elios0 la aco#ida del otro, en especial del pobre, del peque4o, del pecador como persona amada y buscada por 1ios el anuncio #enuino del 9eino de 1ios como buena noticia de la verdad y de la misericordia del Padre un estilo de amor tierno y fuerte que libera del mal y promueve la vida la invitación apremiante a un modo de vivir sostenido por la fe, en 1ios, la esperan*a en el 9eino y la caridad !acia el prójimo el empleo de todos los recursos propios de la comunicación interpersonal, como la palabra, el silencio, la metfora, la ima#en, el ejemplo y otros tantos si#nos, como era !abitual en los profetas b%blicos. "nvitando a los disc%pulos a se#uirle totalmente y sin condiciones, 8risto les ense4a la peda#o#%a de la fe en la medida en que comparten plenamente su misión y su destino ‖>1/8 @BF?. Este texto !ace una buena s%ntesis de la +peda#o#%a de Jesús‖ e incluye los elementos, el dinamismo y la finalidad que pretende el acompa4amiento espiritual. $a evan#eli*ación, la catequesis y la educación cristiana estn al servicio de la reali*ación plena de la persona el acompa4amiento espiritual también asume un carcter unificador y #lobali*ador de la persona desde la perspectiva que le es propia. El acompa4amiento tiene en cuenta las diferentes dimensiones de la vida cristiana en la vivencia del misterio de 8risto en consecuencia, los dos polos referenciales, 1ios y el creyente, deben llevar a acompa4ante y acompa4ado +a evitar toda contraposición, separación artificial o presunta neutralidad entre método y contenido, afirmando ms bien su necesaria correlación e interacción. El catequista reconoce que el método est al servicio de la revelación y de la conversión, y por eso !a de servirse de él y por otra parte sabe que el contenido de la catequesis no es indiferente a cualquier método‖ >1/8 @BA?. $a referencia para el acompa4ante es la +condescendencia‖ divina >16 @G? que adapta su peda#o#%a a nuestra +condición terrena‖.
#.! Las a4orta*o3es e /a 9*stor*a e /a I0/es*a. En las primeras comunidades encontramos personas que por su experiencia y ministerio ayudaban a caminar a los !ermanos en la fe Pablo es remitido a nan%as para que acompa4e sus primeros pasos en la fe >cf. (eb A,N @A?. $os evan#eli*adores de los comien*os de la "#lesia sienten el cuidado de las comunidades como un padre o una madre se preocupa de sus !ijos >@ 5es &,K. @@ @& (eb &F, GF?. En todos los casos se reconoce el prota#onismo a la acción del Esp%ritu Santo. >9om C, @B? y se invita al creyente a examinarse para ver si avan*a en el misterio de 8risto y de los +frutos del Esp%ritu ‖ >cf. /l ,&&?. 8uando 8onstantino declara el cristianismo como reli#ión oficial del "mperio 9omano, +entra la mediocridad en la "#lesia‖, pues muc!os no convertidos son bauti*ados por múltiples ra*ones. l#unos creyentes se sienten incómodos y buscan en otros modos de vida, eremitas y cenobitas, el se#uimiento radical de Jesús tratando de imitar +la vida
apostólica‖@G. En las i#lesias orientales la #u%a espiritual se reali*a entre maestros o padres y disc%pulos o !ijos la finalidad de este dilo#o espiritual es ayudar al disc%pulo a colaborar lo ms plenamente posible con la #racia de 1ios y as% se santifique. El desierto aparece como +locus‖ #eo#rfico y espiritual para avan*ar en la luc!a contra el pecado, la oración, la penitencia y la pa* interior. @G.
8f. 9. 2ercier, spectos !istóricos de la dirección espiritual, 6ida espiritual N @AKA, @ &@
En las i#lesias occidentales la espiritualidad se fra#ua en los monasterios donde comunidades de creyentes buscan la perfección dando respuesta a los retos !istóricos. 8on San Denito el superior de la comunidad, llamado +abad‖ >padre? ayuda a los monjes a mantener la primac%a del amor a 1ios, la vida en el Esp%ritu y la caridad fraterna. En la or#ani*ación de la vida monstica se unen elementos espirituales, carismticos y jur%dicos. $a espiritualidad resultante es sobria, prctica y con fundamentación teoló#ica. $a institución del catecumenado en los primeros si#los se entendió como noviciado de la vida cristiana y fue para muc!os catecúmenos una escuela de espiritualidad personal y comunitaria. $as catequesis mista#ó#icas ayudaron muc!o en este aspecto. En la !istoria de la "#lesia !an sur#ido corrientes y escuelas espirituales de #ran rique*a parten de un santo fundador o reformador citemos a modo de ejemplo a S. 'rancisco, Santa 5eresa y San Juan de la 8ru*, San "#nacio de $oyola, San 'rancisco de Sales, San 6icente Paúl, San lfonso 2ar%a de $i#orio, San Juan Dautista de la Salle, San Juan Dosco, 8. 2armion, de 'oucauld, $. -rion, /. lberione, 5eresa sacerdotes, de 8alcuta, se etc.preocupó por la El 8oncilio8arlos de 5rento al or#ani*ar la formación de los futuros espiritualidad. $as con#re#aciones de +cléri#os re#ulares ‖ son una buena muestra de ello. J. -liver del seminario de San Sulpicio >Par%s? dice, que la prctica de la confesión no es suficiente para avan*ar en la vida espiritual, pues se necesita el consejo y la ayuda de personas experimentadas en el camino de la santidad. En la edad moderna se denominó al sacerdote con las expresiones +curas de almas‖ y +padre espiritual‖. $a extensión de la +dirección espiritual ‖ facilitó la noidentificación de vida espiritual con la condición de reli#iosos ] as. El 6aticano "" en el documento sobre la formación sacerdotal, ?ptatam totis, pretende la unidad de acción de todos los que intervienen en la formación de los seminaristas y la personali*ación de la formación presbiteral con la colaboración activa de los candidatos al sacerdocio. El modelo clsico de la dirección espiritual entró en crisis por la nueva visión teoló#ica espiritual y por la influencia de las ciencias !umanas, as% como por la situación de cambio vivida en los seminarios. Pablo 6" en .angelii 3ntiandi anima a los sacerdotes a través del sacramento de la penitencia y del dilo#o personal a orientar a los fieles en el se#uimiento de Jesús y en los caminos del Evan#elio con cercan%a, iluminación, apoyo, discernimiento y disponibilidad. El se#undo 8on#reso "nternacional de 6ocaciones Eclesisticas >9oma @AC@? !abla del acompa4amiento como +un servicio de escuc!a, de misericordia y de esperan*a ‖ Juan Pablo "" define el acompa4amiento como +escuela sistemtica de vida interior‖ >8arta en el 4o "nternacional de la Juventud, @AC?, y el con#reso +)uevas 6ocaciones para una nueva Europa‖ >@AAK?, trata espec%ficamente el acompa4amiento y el discernimiento en la pastoral vocacional dice as%0 +3n itinerario vocacional es, por tanto, y ante todo, camino con Ll, el Se4or de la vida, aquel +Jesús en persona‖, como anota con precisión $ucas, que se aproxima al camino del !ombre, !ace el mismo recorrido y entra en su !istoria. Pero los ojos de carne, a menudo, no lo saben reconocer, y, entonces, el caminar !umano permanece solitario, y el conversar inútil, mientras que la búsqueda arries#a perpetuarse en un interminable y a veces narcisista +!acer experiencias‖ incluso vocacionales, sin nin#ún
resultado definitivo. ;ui* la primera tarea del acompa4ante vocacional es la de indicar la presencia de -tro, o de admitir la naturale*a relativa de la propia vecindad o del propio acompa4amiento, para ser mediación de tal presencia, o itinerario !acia el descubrimiento del 1ios que llama y se avecina a cada !ombre‖. >n.GB,a?
#.# Teo/o01a es4*r*tua/ , ao-4a=a-*e3to. +$a teolo#%a espiritual es una reflexión sobre la praxis de la vida cristiana la pastoral de la espiritualidad es el conjunto de acciones salv%ficas que promueven la vida cristiana !asta su plenitud ‖ @B. $a acción eclesial bsica es la iniciación cristiana el convertido comien*a un camino bajo la acción del Esp%ritu Santo que alienta la vida teolo#al para que confi#ure todo el obrar !umano. +Se trata, entonces, de ayudar al recién convertido a conocer mejor a Jesús en cuyas manos se !a puesto0 conocer su misterio, el 9eino de 1ios que anuncia, las exi#encias y las promesas contenidas en su mensaje evan#élico, los senderos que Ll !a tra*ado a quien quiera se#uirle... $a comunión con Jesucristo, por su propia dinmica, implica al disc%pulo a unirse con todo aquello con lo que el propio Jesucristo estaba profundamente unido0 con 1ios, su Padre, que le !ab%a enviado al mundo y con el Esp%ritu Santo que le impulsaba a la misión con la "#lesia, su 8uerpo, por la cual se entre#ó con los !ombres, sus !ermanos, cuya muerte quiso compartir‖ >1/8 CFC@?. $a meta del itinerario evan#eli*ador es +una espiritualidad que inte#re la fe en la vida ‖ ser posible si la fe en Jesucristo incide en los +criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las l%neas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida ‖ >E) &F?. Esta transformación no es tarea !umana ni esfuer*o personal ante todo es abrirse a la novedad del amor de 1ios revelado en Jesús, y responder positivamente al ofrecimiento #ratuito que 1ios nos !ace0 participar de su misma vida. $le#ar a comprender que la espiritualidad cristiana se enra%*a en el ser del !ombre a la lu* de la fe no es tarea fcil. :8ómo aprender a vivir de la fe< :8ómo adentrarse en las experiencias estructurantes de la vida cristiana< :8ómo saber alimentarse de las fuentes de la espiritualidad< En definitiva se trata de lle#ar a constatar lo que =. Mubiri dice de forma escueta pero precisa0 +El !ombre no es que ten#a experiencia de 1ios, es que el !ombre es experiencia de 1ios‖@. @B.
9. 8!eca, 1PE, 2onte 8armelo &FF@, GC& =. Mubiri, El !ombre y 1ios, 2adrid @ACB, G& @N. J. Sastre, Pastoral de la espiritualidad, Sinite, &FF@, @.
:;ué si#nifica e implica estar preparado para que el Esp%ritu Santo actúe< :8undo !ay conver#encia entre las propias actuaciones y el amor cristiano< Estos interro#antes tratados por la teolo#%a espiritual son también los aspectos nucleares que !ay que abordar, en s% mismos y debidamente conexionados, en el acompa4amiento personal. $a referencia en el saber !acer est en la persona de Jesús y en cómo compartió con los disc%pulos su vida y misión >cf. $c @F,@K @Pe &, &@&&? !asta !acer de ellos unos mista#o#os >cfr. 2c G,@G@B?. 2uc!as personas necesitan la mediación del acompa4amiento aunque nunca lle#uen a pedirlo expl%citamente desde la pastoral, y como "#lesia, necesitamos proponer de manera clara y prctica la mediación del acompa4amiento, pues en ella se dilucida la conversión, el se#uimiento, la vida teolo#al, el sentido eclesial de la fe, el compromiso con el 9eino y el discernimiento vocacional. +3n soporte para el crecimiento espiritual es la formulación del proyecto personal de vida que se puede elaborar al comen*ar cada la curso y que sederevisa periódicamente las entrevistas acompa4ante. El proyecto de vida tiene virtualidad incluir muc!os de losenaspectos de la con el espiritualidad cristiana0 el fundamento de la vida de fe, los dinamismos de la maduración de la fe y los medios ascéticos que se consideren adecuados para cada persona y en cada situación ‖ @N.
$a espiritualidad est bastante ausente de muc!os proyectos de pastoral con jóvenes y adultos esta constatación explica también la poca demanda del acompa4amiento. Si#uen resonando las palabras de R, 9a!ner sobre el cristiano del futuro0 +ser un m%stico o no ser un cristiano ‖. El acompa4amiento espiritual aborda, en la prctica, la tarea fundamental de la teolo#%a espiritual0 cómo el dato revelado se !ace experiencia fundante y estructurante en la vida de los creyentes y de las comunidades cristia nas. +Q ello a causa de la estructura misma de la fe, estructura que la teolo#%a trata de comprender y de la que no puede eliminar la tensión o correlatividad entre fides quae y fides qua de manera que si, por una parte, el +dato‖ cristiano es tal por su personal apropiación cristiana, por otra la apropiación lo es no como resultado de una interioridad reli#iosa, sino precisamente como apropiación de dic!o dato ‖ @K. El acompa4amiento asume los mbitos propios de la teolo#%a espiritual0 la personali*ación del itinerario de la maduración de la fe, la confi#uración de la identidad cristiana y las vocaciones cristianas como discernimiento personal. $a espiritualidad es +una forma concreta, movida por el Esp%ritu, de vivir el Evan#elio‖ @C la teolo#%a de la liberación al !aber subrayado el pobre como lu#ar !ermenéutico !a propiciado una comprensión distinta de al#unos aspectos constitutivos de la espiritualidad@A. +$o que sustenta la prctica y la teor%a >teolo#%a? liberadora es una experiencia espiritual de encuentro con el Se4or en los pobres‖ &F. este respecto son su#erentes los t%tulos de los cap%tulos del libro de /. /utiérre*, +Deber en su propio po*o ‖ sin duda, suponen un enriquecimiento en la formulación de la espiritualidad. @K.
/. 2oioli, )1E, 5eolo#%a espiritual, San Pablo, @AA@, @CB /. /utiérre*, 5eolo#%a de la libración, S%#ueme @AK&, &NN &NK @A. 8fr. 8. 2accise, $iberación, ).1.E, San Pablo, @AA@,@@FB &F. $. Doff, 8ontemplativos in liberatione, en Espiritualidad de la liberación, 8EP, $ima @AC&, @@A @&F. @C.
7. DEFINICIN TIPOS DE ACOMPA[AMIENTO $os elementos que entran en jue#o en el acompa4amiento nos ayudan a su definición. Por acompa4amiento entendemos la relación interpersonal entre acompa4ante y acompa4ado, si#uiendo un método, para rastrear el paso de 1ios por la vida del acompa4ado y propiciar por parte de éste la respuesta adecuada en orden a su propia reali*ación como persona cristiana. $a relación de ayuda del acompa4ante al acompa4ado se entiende como mediación de la acción del Esp%ritu Santo. Se#ún la situación de la persona que demanda orientación y de la cualificación del orientador, la relación de acompa4amiento puede confi#urarse de tres formas distintas0 E/ ao-4a=a-*e3to or*3ar*o. Es el dilo#o periódico que el animador de un #rupo !ace con cada uno de los componentes de su #rupo. El objeto es comentar, de forma #eneral y poco sistemtica, cómo se sitúa el acompa4ado en los diferentes mbitos de la vida >familia, estudios, ami#os, tiempo libre, parroquia, compromisos, etc.?. Se trata de pulsar si #lobalmente se camina, ver qué problemas existen y las posibles soluciones. Por la distancia de estos encuentros y su falta de sistematicidad en el procedimiento no crean vinculación a la prctica del acompa4amiento. $os catequi*andos lo valoran positivamente, facilita el clima de confian*a y permite al animador tener un conocimiento ms preciso del #rupo y de cada uno de sus componentes.
E/ ao-4a=a-*e3to s*ste-@t*o . 8on el término sistemtico nos referimos a un modo de acompa4amiento que viene estructurado por dos elementos previos0 las etapas del se#uimiento de Jesús y la periodicidad en los encuentros entre el acompa4ante y el acompa4ado con una temtica precisa que constituye el objeto de la comunicación.
$o que sistemati*a el acompa4amiento es la decisión de !acer la experiencia del se#uimiento de Jesús, tal y como est en los Evan#elios y la !icieron los apóstoles y las primeras comunidades. Supone una actitud de búsqueda, escuc!a, docilidad y apertura a la novedad que encierra la revelación de 1ios y del !ombre en Jesús de )a*aret. $a salvación cristiana lle#a efica*mente a la persona cuando se abre a la experiencia de 1ios Padre, a la comunión con los !ermanos y al dinamismo del 9eino. Esta apertura de !ori*ontes y de plenitud de vida no es posible sin la +familiaridad‖ con Jesucristo y la docilidad al Esp%ritu Santo. El se#uimiento de Jesús no es al#o espontneo o que dependa de la propia subjetividad por el contrario, tiene un contenido objetivo que nos es manifestado por los que !icieron esta experiencia con Ll mientras reali*ó en el mundo el proyecto salvador del Padre. l mismo tiempo, el se#uidor de Jesús necesita el mbito #rupal donde !acer con otros la experiencia del discipulado, y el contraste con el acompa4ante que procura ase#urar la autenticidad de lo vivido. E/ ao-4a=a-*e3to e8traor*3ar*o. l#unas personas pasan en al#ún momento de su existencia por situaciones psicoló#icas, morales o espirituales que requieren la ayuda del especialista en uno u otro campo. Por la especificidad de la situación y la temporalidad de la misma estas personas requieren una orientación técnica que desborda el mbito de los dos modos de acompa4amiento anteriormente expuestos. 8uando el acompa4ante percibe una situación que se le escapa, con muc!a verdad y prontitud debe encaminar al acompa4ado al especialista que le pueda ayudar en caso contrario, el acompa4ante puede perjudicar #ravemente a la persona, adems de asumir competencias que no le corresponden y para los que no est preparado.
;. ACOMPA[AR EL CRECIMIENTO EN LA FE $a madure* cristiana es el final de un proceso en que el bauti*ado se va confi#urando con la persona de Jesucristo. 5odo proceso requiere una edad apropiada, tiempo suficiente se#ún el ritmo personal, y la ayuda de las mediaciones necesarias. +6ista como actitud, desde el ser !umano, la fe es una opción fundamental y un proyecto total del !ombre que, al asentar su vida en el 1ios revelado en Jesucristo se descubre a s% mismo, a los otros y al mundo como realidades que tienen desde ese momento, un sentido pleno.‖ &@. El cristiano se sabe +ima#en y semejan*a ‖ de 1ios >/n @,&K? e +ima#en del (ijo‖ >9om A, &C? !abiendo sido confi#urado con Jesucristo, toda su vida es una cooperación con la #racia de 1ios para lle#ar a tener +los mismos sentimientos de 8risto Jesús‖ >'lp &, ?. &@.
6arios, $a conversión, )18, San Pablo @AAA, AN@
;.' A4re3er a +*+*r ese e/ o3 e D*os. El don de 1ios es la autocomunicación trinitaria a la !umanidad y a cada persona. Esta participación de la vida de 1ios nos !ace !ijos de un mismo Padre, !ermanos en 8risto y templos del Esp%ritu Santo. El
descubrimiento experiencial del !ombre nuevo nos permite superar las +obras de la carne ‖ para dar los frutos del Esp%ritu >/l , @A&G?. El dinamismo bsico de la vida del creyente est constituido por las virtudes teolo#ales se lle#a a vivir lo cotidiano desde la fe, la esperan*a y el amor cuando se !a reali*ado una iniciación en clave de aprendi*aje experiencial. $a referencia obli#ada para recorrer este camino est en la persona de Jesucristo que nos ayuda a purificarnos de las +aficiones desordenadas‖ y nos lleva a conocer cul es la voluntad del Padre. El papel del acompa4ante consiste en ayudar al acompa4ado a abrirse a la acción del Esp%ritu para que se vaya dando en él el cambio en la manera de pensar, de sentir y de actuar. El crecimiento en la fe se manifiesta por el deseo creciente de +#ustar ‖ las cosas de 1ios, y por un sentimiento interior de pa* y #o*o al ver con claridad que lo que 1ios ms desea es que sus !ijos se realicen plenamente como tales. As4etos *-4orta3tes Hue 9a, Hue ao-4a=ar $a superación de la fra#mentación y la dispersión por el descubrimiento de la unicidad del yo para poder encontrar el sentido de la vida y ser feli*.
$a distinción entre el bien y el mal, y el deseo de apostar por lo que, en conciencia, se !a descubierto como éticamente bueno..
El !ori*onte que se percibe al situarse en la óptica de lo que si#nifica +nacer de nuevo‖, vivir desde el don de 1ios.
$a relación entre el sentirse !ijo de 1ios y el no dejarse esclavi*ar por nada ni por nadie, y as% descubrir el sentido de la fraternidad !umana desde la comunión trinitaria.
El posicionamiento en el mundo cercano y lejano como +buen samaritano‖, con entra4as misericordiosas y sin caer en fciles justificaciones para no comprometerse con el necesitado.
$a pertenencia ] referencia a la "#lesia como madre y maestra donde es posible vivir anticipadamente el misterio de comunión al que est llamada la !umanidad entera.
;.2 Fe , o3+ers*63. $a confesión de fe se !ace desde un cora*ón convertido que !a puesto a 1ios como el centro de su vida. Para lle#ar a este modo de creer es necesario descentrarse de uno mismo y confiar plenamente en quel que nos +!a amado primero‖. Estas actitudes son las que permiten conocer verdaderamente a quel en quien se cree, aco#er el Evan#elio en totalidad y radicalidad, y superar las rupturas entre lo que se dice creer y la vida que se lleva. El proceso de conversión presenta varios itinerarios posibles &&. El acompa4ante considerar la conversión como el elemento bsico para la confi#uración de la identidad cristiana de ella dependen otras experiencias estructurantes de la madure* de la fe, tales como la vivencia comunitaria de la fe, el compromiso con el 9eino y la disponibilidad vocacional. $as palabras de Jesús al comen*ar su vida pública +convertios y creed la Duena )oticia‖ >2c @,@? dan una clave fundamental en el camino de la conversión0 lo primero es la confian*a en 1ios y el cambio de vida para que la mente y el
&&. 8f. .
6er#ote, Psicolo#%a reli#iosa, 5aurus, @AKB, &KA &C
cora*ón se puedan abrir al Evan#elio. $a experiencia de conversión permite comprobar personalmente el +plus‖ de sentido que la fe aporta a la existencia !umana. El acompa4ante estar muy atento a lo que obstaculi*a la conversión ya sea en el momento inicial o a lo lar#o del proceso. El convertido tiene claro, en la mente y en la voluntad, la decisión de avan*ar por un camino nuevo con todo, con frecuencia constata que los comportamientos del +!ombre viejo ‖, que cre%a superados, si#uen !aciéndose presentes. Esto indica que las resistencias a la conversión son de %ndole afectiva, y que los !bitos ne#ativos cultivados durante el pasado necesitan tiempo para ser reempla*ados por otros nuevos. $a perseverancia en el camino iniciado es indispensable para lle#ar a la meta propuesta. 5ambién estar atento el acompa4ante a las dudas de fondo que se presentan en el recién convertido0 cómo armoni*ar la fe do#mtica, los valores evan#élicos y la referencia eclesial con la propia autonom%a. $a adecuada solución de estas dificultades es la base de una fe madura y adulta, pues el acto de fe se !ace con toda la persona y toda la vida, desde lo profundo del yo. &G &G.
. 6er#ote, o.c., cap. 6 J. Sastre, l#unas claves para una pastoral renovada del sacramento de la 8onfirmación0 5eolo#%a y 8atequesis KB, abril junio &FFF,N. &B.
;.! La re/a*63 e3tre /os as4etos o3st*tut*+os e /a fe . )os referimos al +ser en 8risto ‖, +ser en "#lesia‖ y +ser en el mundo ‖. $a %ntima conexión entre estos tres aspectos viene del descubrimiento de que lo que les fundamenta es la vida trinitaria y la pertenencia a la "#lesia como sacramento universal de salvación >$/ @? y continuadora de la misión de Jesucristo >/ &?. El acompa4ante cuidar especialmente que el acompa4ado asuma los si#uientes aspectos referentes a la relación de los tres aspectos constitutivos0 La necesaria mediación de la Iglesia por la naturale*a sacramental de la salvación cristiana. $a "#lesia es y se reali*a como comunión y misión porque tiene su ra*ón de ser en el misterio trinitario. La $e madura tiene una con$iguración vocacional. +El ser laico ] a, reli#ioso ] a o presb%tero es la necesaria concreción de la vocación bautismal que se plenifica en la confirmación y sacramentali*a todas sus dimensiones en la mesa eucar%stica. El compromiso cristiano tiene dos caracter%sticas muy importantes0 se vive desde la identidad cristiana que es la participación en el ser y vivir de 8risto y es vocacional ya que afecta a todas las facetas de la persona y de la existencia. Por eso mismo, no se puede presentar como una actividad que se !ace a se deja de !acer se#ún la situación personal. $a entre#a a los !ermanos y la opción por los pobres se fundamenta en la #ratuidad de la filiación que nos !ace !ermanos, y no en nuestras decisiones, por arries#ados y si#nificativos que sean, que siempre lo sern poco con relación a la entre#a obediencial de Jesús a la voluntad del Padre‖&B
;.# La o3stata*63 e/ +a/or 9u-a3*5aor e /a fe . $os seres !umanos incorporamos valores a nuestras vidas cuando percibimos que nos !umani*an, nos !acen ms solidarios y nos ayudan a sentirnos ms felices. $a permanencia en el camino iniciado depende, en #ran medida, de que se pueda confirmar la positividadpues del mismo, aunque la en meta permane*ca todav%a lejana. se#uimiento de asume esta condición, el afian*amiento la fe viene condicionado por laElcomprobación de Jesús su valor !umani*ador. El creyente tiene que sentir que su mundo interior se desarrolla y se consolida, que la fe no es una superestructura que se impone. Este supuesto exi#e una peda#o#%a de la educación
de la fe que sea personali*adora. +El modelo educativo que se apoya, sobre todo, en ideales, motivaciones y contenidos, pero olvida la problemtica de cada persona que crece desde dentro y poco a poco puede terminar siendo perjudicial, pues lo cristiano se !a situado ms como un a4adido conceptual y normativo que al#o estructurante de la personalidad desde lo afectivo. El ser !umano tiene estructura dinmica y ésta se desarrolla por la interacción de la conciencia, la intersubjetividad, la praxis transformadora, el contexto socio cultural y el mundo simbólico. 1esde estas instancias el catecúmeno puede ir creciendo en la capacidad de objetivar la realidad, de proyectar la vida con otros y de fundamentar la existencia. ‖& &.
J. Sastre, Entre la radicalidad de Jesús y el ritmo real de las personas. Pistas para el acompa4amiento0 'rontera. Pastoral 2isionera B, 1iciembre @AAK, BKK]AG &N. . 2ercatalli, Padre espiritual, )1E, San Pablo, @AA@, @BB
<. ARTICULACIN DEL ACOMPA[AMIENTO ESPIRITUAL $a articulación de cualquier mediación pastoral requiere tener muy claros el punto de partida y el punto de lle#ada. En el acompa4amiento espiritual el punto de partida es la llamada personal a la santidad que 1ios !ace a cada persona en su situación concreta el punto de lle#ada es la madure* cristiana como +plenitud‖ en 8risto‖ >Ef B,@G? 7*ómo acompañar a otros al encentro con Dios $adre en el segimiento de *risto ' por la disponibilidad a la acción del .spírit 4anto9" El que diri#e la vida espiritual de los creyentes es el Esp%ritu Santo el acompa4ante trata de ser un instrumento vlido en el encuentro interpersonal entre 1ios y el !ombre que quiere comen*ar en el camino de la vida interior. El creyente actual es muy consciente de su di#nidad, valora la autonom%a !umana, entiende la autoridad como servicio y toma como referente fundamental el Evan#elio. 5ambién es ms o menos consciente de las dificultades que se derivan del +ambiente socio cultural ‖ en el que estamos0 la fra#mentación del sentido de la vida, la ausencia de utop%as, el predominio de los intereses e#o%stas, un concepto de libertad un tanto insolidario, la discontinuidad entre los valores finalistas y los valores instrumentales, la proyección en lo cercano y concreto, la falta de constancia y esperan*a, el pensamiento débil, etc.
<.' La -*s*63 e/ ao-4a=a3te. $o espec%fico de la misión del acompa4ante consiste en ser testi#o del paso de 1ios por la vida del creyente, facilitar el encuentro salvador y comprobar con el acompa4ado la veracidad del mismo. +El papel del padre espiritual supone la fe en los medios sobrenaturales, una doctrina, una misión pastoral que no siempre puede estar prisionera de una +benévola neutralidad‖, y su función va diri#ida, ms que a personas que se encuentran en una situación especial de desorientación o de perturbación, a los que buscan ayuda para desarrollar plenamente su personalidad cristiana ‖ &N. El acompa4ante necesita competencia experiencial, formación espiritual y !abilidad peda#ó#ica. " Co-4ete3*a e84er*e3*a/. Sólo se puede acompa4ar a otros quien !aya recorrido primero el camino que pretende orientar no se trata de repetir la andadura, sino de alentar las experiencias fundamentales que permiten recorrer, de forma personal e insustituible, el camino por el que 1ios quiere llevar a cada uno. $a competencia experiencial se compone de fe madura, autenticidad, docilidad al Esp%ritu Santo y s%ntesis entre la autonom%a personal y el asentimiento propio del acto de fe. $a
personalidad del acompa4amiento debe reflejar la armon%a interna a la que se lle#a por una buena relación consi#o mismo, el conocimiento de sus limitaciones y la facilidad para entrar en comunicación profunda con otras personas sin estar movido por intereses ni ocultamientos. +El !ombre contemporneo escuc!a ms a #usto a los testi#os que a los maestros, y si escuc!a a los maestros es porque son testi#os ‖ >Pablo 6", Ecclesia GB >@AKB?, @GB?
" For-a*63 es4*r*tua/. $a mediación eclesial del acompa4amiento es una tarea pastoral espec%fica, y como tal requiere una formación apropiada. El acompa4ante necesita formación sistemtica en todos los campos de la teolo#%a espiritual, la psicolo#%a !umana, el +discernimiento de esp%ritus‖ y la peda#o#%a de la personali*ación de la fe. Esta formación bsica permite al acompa4ante acertar en su ministerio, y !acer que éste sea de #ran ayuda para reformular lo aprendido y mejorar la prctica. )adie puede acompa4ar en verdad a otros sino !a sido y es él mismo acompa4ado en la vivencia de la fe desde la vocación cristiana que ten#a. $a formación permanente en este campo, y el intercambio de experiencias con otros acompa4antes completa la propuesta formativa. " a(*/*a 4ea060*a. Educar si#nifica ayudar al educando a que desarrolle lo ms posible todas sus posibilidades personales. $o educativo se desarrolla como un proceso #radual e inte#rador desde el valor que se considere como central para los creyentes el principio que #lobali*a, centra y da unidad a la vida del cristiano es la persona de Jesucristo. Se educa ms por lo que se es que por lo que se dice o se !ace en consecuencia, la co!erencia entre el mundo interior y el mundo exterior en el acompa4ante es lo que tiene ms influencia educativa, y lo que puede facilitar en el acompa4ado una mayor confian*a en la comunicación. El acompa4ante convencido y transparente ayuda a que el acompa4ado pueda comprobar cómo las +ideas‖ se !acen realidad en lo concreto. El +saber !acer‖ del acompa4ante implica la relación de empat%a con el acompa4ado la aceptación incondicional de la otra persona, a la que aprecia de cora*ón y quiere ayudar, es la condición !umana bsica para que el acompa4ado se sienta motivado a cambiar y mejorar. $a calide* en la relación de ayuda no si#nifica que los contenidos tratados se vac%en o que las exi#encias evan#élicas disminuyan todo lo contrario, desde una relación emptica !ay la suficiente cercan%a y el adecuado distanciamiento como para traducir y concretar lo que 1ios pide, sin desvirtuar sus propuestas.
<.2 At*tues e/ ao-4a=ao. $a interacción que supone el acompa4amiento exi#e al acompa4ado el conocimiento y la aceptación de las +re#las de jue#o ‖ propias de la relación de ayuda0 de qué se trata en el acompa4amiento, cómo funciona, la confian*a en el acompa4ante y el respeto de lo convenido. El cumplimiento de estas pautas de funcionamiento tienen muc!o que ver con la decisión firme del acompa4ado de buscar ayuda y con la autoridad moral del acompa4ante. 8uando lo uno no est claro, y lo otro no est lo suficientemente aceptado, el acompa4amiento espiritual puede quedar reducido a confidencias espordicas en momentos especialmente emotivos, en los que las persona quieren ser escuc!adas y recibir al#unas +recetas ‖ para solucionar rpidamente sus dificultades. El acompa4ado necesita fiarse de la persona que le orienta, as% como el llevar a la prctica, con constancia y creatividad, aquello que conjuntamente !an visto como lo mejor para solucionar problemas y]o avan*ar en la maduración de la identidad cristiana.
<.! La e3tre+*sta 4erso3a/. Es el cauce normal y principal por el que transcurre la relación de ayuda en el acompa4amiento personal. $o primero es que la persona que busca ser escuc!ada y ayudada se sienta aco#ida en su situación sólo quien se siente incondicionalmente aceptado comunica la profundidad de sus vivencias. +$a escuc!a
atenta por parte del acompa4ante ayuda al acompa4ado a escuc!arse a s% mismo y a 1ios en las situaciones concretas que vive esta experiencia da unidad a la vida personal, al tiempo que la clarifica ‖ &K. $a escuc!a atenta es previa al dilo#o en el que a través de la interro#ación, el apoyo afectivo y las claves interpretadoras se puede ayudar al acompa4ado a que vea con ms claridad su situación, la pueda reestructurar, y encontrar los medios adecuados para solucionar lo ne#ativo o avan*ar en lo positivo. $a comunicación del acompa4ante se facilita con la técnica de la entrevista semidiri#ida ésta consiste en que el acompa4ado dispone de un instrumento >cuestionario, esquema, texto, etc.? con el que prepara la entrevista. El traer al#o previamente elaborado da al acompa4ado cierta se#uridad en la comunicación y ms objetividad a lo comunicado. l ser una entrevista semidiri#ida, lo preparado no a#ota la comunicación por el contrario, es la base que permite abordar otros temas con total libertad, ya sea porque se relacionan con lo preparado o porque se aprovec!a el mbito de la relación de ayuda para abordar otras cuestiones personales. +l terminar una entrevista debe fijarse con flexibilidad la fec!a de la si#uiente y deben proponerse las tareas concretas y prcticas como conclusión de la relación de ayuda. $a si#uiente entrevista comen*ar por el comentario del resultado conse#uido en la prctica de lo propuesto‖ &C En la entrevista personal el acompa4ante debe estar muy atento y pendiente de lo que ocurre en el interior de la persona a la que acompa4a para poder ayudarle iluminando su vida cotidiana con la Palabra de 1ios, y desde a!% propiciar el encuentro con 1ios que lleva a la conversión del cora*ón, a la apertura a la acción del Esp%ritu y, en definitiva, al crecimiento del +!ombre espiritual‖. $a percepción lo ms exacta posible de la situación de la persona a la que se acompa4a lleva a respetar el ritmo personal y al apoyo afectivo, en la medida que se necesite, en las crisis y dificultades. En la doble fidelidad, a 1ios y a la persona concreta, el acompa4ante no debe posicionarse nunca en una cultivada neutralidad, pues la persona de Jesús siempre est ms arriba, ms adelante y ms abajo de nuestra situación, por dif%cil que sea la presencia del Se4or resucitado nos permite caminar con +lu* en los ojos y fuer*a en el cora*ón.‖ >8ol @,@K@C ?. &K.
J. Sastre, compa4amiento espiritual, ).1.8., San Pablo, @AAA, CB J. Sastre, a.c., CB. &A. J. Sastre, a.c., C. &C.
Si el acompa4amiento busca el encuentro con 1ios y facilita el paso salvador de 1ios por la vida de quien se abre en confian*a a su acción salvadora, el cuestionamiento es intr%nseco a este dilo#o. Se trata de un dilo#o de amor en el que Jesús de )a*aret, con toda su novedad, nos desborda y cuestiona para que vayamos +ms all‖ de nuestras previsiones y se#uridades. 8omo el dilo#o se refiere a la persona, a la vida y al futuro, las pre#untas que sur#en son existenciales y sólo se pueden responder con el cora*ón. 2s aún, estos interro#antes se oyen cuando uno se acerca adecuadamente a ellos !ay toda una propedéutica para que las #randes cuestiones del sentido de la vida puedan aflorar !aciéndose evidentes y pidiendo respuestas adecuadas.
<.# Los o3te3*os e/ ao-4a=a-*e3to. En el dilo#o espiritual el #ran tema es la persona, la vida y lo cotidiano cuando se vive desde la fe, la esperan*a y el amor es decir, la vida teolo#al como principio estructurante de lo !umano. +Esta maduración comprende ineludiblemente la experiencia de 1ios, el descubrimiento de intentar la comunidad, la concienciade moral, socialyysistemtica la llamada vocacional vivir enlaloformación cotidianode el se#uimiento Jesúseldecompromiso forma co!erente ‖ &A. l aparecen los contenidos del acompa4amiento que enunciamos desde diferentes ópticas.
" Eta4as e/ se0u*-*e3to e Jesús . El se#uimiento de Jesús busca la comunión con la persona de Jesús y todo lo que ella conlleva0 el mensaje, las actitudes y el proyecto. El se#uimiento ayuda a adentrarse en él +conocimiento interior‖ de aquel que nos +!a amado primero ‖ $as etapas GF son0 :qué busco en la vida< :quién soy yo< ordenar la propia vida desde 1ios :qué ten#o que !acer< dejarse esco#er por 8risto junto a otros disc%pulos la llamada al 9eino +sin 2% no podéis !acer nada ‖ la llamada concreta para m% la prueba est en el camino, y reunirse >comunidad? para dispersarse >construir el 9eino?. El acompa4ante puede saber la !ondura con que el acompa4ado va recorriendo las etapas del se#uimiento a través de una serie de pautas experienciales G@ las fundamentales son0 el convencimiento de !acer juntos el camino, el sentimiento #o*oso de que 1ios se !ace presente, el descubrimiento de las contradicciones propias del !ombre, el avance en libertad interior e inte#ración afectiva, el reconocimiento de la interpelación de 1ios en los acontecimientos >si#nos de los tiempos?, el crecimiento en disponibilidad y la vida confi#urada por la comunidad para el 9eino. GF.
8f. 8. 'ilippo, Etapas del se#uimiento de Jesús, Sal 5errae, @AK& 8f. 9evista Sal 5errae, n^. CNG @AC G&. 8f. Jesús Sastre, El acompa4amiento espiritual, San Pablo @AAB&, K CK y @KA &@F. G@.
$a inte#ración afectiva de 1ios en lo cotidiano se traduce en una mayor facilidad para expresar sentimientos, la superación de comportamientos sexuales inmaduros, el no quedarse en lo justo y le#%timo, la apertura a la #ratuidad evan#élica, el #usto por el silencio y la introspección, el reconocimiento de los autoen#a4os, y la sensibilidad ante situaciones de injusticia.
" Co3te3*os $te-as& e/ ao-4a=a-*e3to. En la vida cristiana !ay una serie de aspectos que tienen un carcter estructurante del conjunto de la personalidad, y constituyen la +urdimbre‖ en la que se enla*an otros aspectos secundarios de la existencia. unque son cuestiones experienciales se pueden temati*ar para una mejor comprensión en el tratamiento educativo. Proponemos los si#uientes0 los ras#os de madure*, los centros de interés, el estilo de vida, la relación fe vida, la relación fe cultura, la ima#en ] experiencia de 1ios, lo personal y lo social, la actitud de disponibilidad, la maduración comunitaria, la educación de la afectividad y de la sexualidad, la presencia y el compromiso, la vivencia sacramental, el proyecto de vida, los valores vocacionales espec%ficos, y las dificultades en cada etapa del se#uimiento. 1esde la óptica peda#ó#ica, conviene secuenciali*ar cada uno de estos temas en die* o doce enunciados breves que vayan de lo ne#ativo a lo ms positivo de esta manera se facilita el autoposicionamiento de la persona orientada, se ven las etapas del camino, y se pueden proponer tareas concretas y adecuadas G&. El orientador necesita pistar para ver en qué medida la persona orientada va interiori*ando lo que va descubriendo. Para que un valor se interiorice y lle#ue al núcleo de lo afectivo es necesario que la persona lo acepte libremente, aprecie los efectos !umani*adores del valor para uno mismo y para la !umanidad, paractique este valor en situaciones nuevas y conflictivas, constate que el valor interiori*ado le !ace ms feli*, !a#a publicidad de lo que vive, se implique en proyectos que encarnan el valor, y recree el valor asumido se#ún las circunstancias y peculiaridades personales.
<.7 Me*os Hue *3a-*5a3 e/ ao-4a=a-*e3to. El objetivo del acompa4amiento es la maduración inte#ral de personaa referir creyente sabemos que esto se consi#ue de repente, pues se requiere y y medios. )osla vamos a los tres medios msno si#nificativos el proyecto de vida, el #rupotiempo cristiano los encuentros de fe.
" E/ 4ro,eto 4erso3a/. Es un instrumento peda#ó#ico necesario por la complejidad del d%a a d%a, los ritmos en las #randes ciudades y la condición !umana inclinada al olvido y al m%nimo esfuer*o. El proyecto personal da unidad al conjunto de la vida, posibilita el que uno dirija su existencia, evita que lo ur#ente prime sobre lo importante y nos recuerda los medios para conse#uir las metas propuestas. El proyecto reco#e la fundamentación teolo#al de la vida del cristiano, los mbitos donde transcurre lo cotidiano y los medios que se quieren practicar >tiempos de oración, celebración de los sacramentos, formación espiritual, actitudes que se van a potenciar, defectos que se van a combatir, compromisos, revisiones, etc.?, y los objetivos a corto y medio pla*o que se pretenden alcan*ar. $os adolescentes y jóvenes necesitan motivación para !acer el proyecto, as% como un #uión explicado y la evaluación periódica con el acompa4ante. El ar#umento que revalida la importancia del proyecto personal es que los interesados puedan comprobar que ayuda a que su vida ten#a ms unidad y calidad. " E/ 0ru4o r*st*a3o . $os #rupos de profundi*ación en la fe determinan cada a4o los temas de sus reuniones y encuentros se#ún la etapa del itinerario evan#eli*ador en que se encuentren y los intereses de sus participantes. Puede parecer que los #rupos caminan al un%sono, pero lo cierto es que cada uno de sus componentes tiene un ritmo personal que condiciona la asimilación de lo que se comparte en el #rupo. El acompa4amiento ayuda efica*mente a la personali*ación de lo tratado #rupalmente al mismo tiempo, todo lo que individualmente se vaya pasando por el cora*ón repercutir en bien del #rupo. )o se trata, por tanto, de contraponer atención personal y #rupo ni de proponer uno u otro de forma alternativa por el contrario, el #rupo y el acompa4amiento personal se requieren mutuamente y se complementan.
" Los e3ue3tros e fe. 8on el término encuentro nos referimos a las reuniones periódicas, con duración de varios d%as, en las que se abordan aspectos nucleares de la fe. El término convivencia no refleja bien a lo que nos referimos y deber%a quedar reservado para preadolescentes y adolescentes para los jóvenes y adultos preferimos, evidentemente, el término encuentro o el clsico de retiro espiritual. El estilo de encuentro que se !a ido imponiendo en la etapa postconciliar !a sido el estrictamente #rupal y en clave de dinmica de #rupos. Sin ne#ar los aspectos valiosos que esto tiene, pensamos que los encuentros de #rupos cristianos deben confi#urarse en la l%nea de la personali*ación, y dar ms prioridad y tiempo al silencio, la oración y el dilo#o personal con los acompa4antes. Sin obviar el que los encuentros son experiencia de #rupo, creemos que bsicamente deben ser mbito donde las personas ten#an experiencia profunda de fe, que necesariamente repercutir en los otros componentes del #rupo. $as exi#encias de la personali*ación de la fe suponen encuentros no muy numerosos y atendidos por un equipo de personas que posibilite el dilo#o personal a diario.
>. EL ACOMPA[AMIENTO VOCACIONAL 3n aspecto nuclear del acompa4amiento es el discernimiento vocacional es tan importante que de al#una manera lo vocacional orienta y finali*a toda relación de ayuda. $a búsqueda de la voluntad de 1ios es personal y concreta para cada creyente. )ecesariamente el bautismo y la confirmación #erminan en la vocación de laico ] a, presb%tero, reli#ioso ] a, o consa#rado ] a en al#ún instituto secular. Jesús de )a*aret es el +#ran discernidor ‖, pues nadie como Ll, en su caminar !istórico, buscó y reali*ó la voluntad del Padre !asta la entre#a de su vida para la salvación
de todos. El mismo ense4ó a los apóstoles a discernir, y as% lo reflejan los evan#elios y los otros escritos neotestamentarios. El acompa4amiento espiritual como +escuela sistemtica de vida interior‖ >Juan Pablo ""? ense4a a discernir adecuadamente y pone en prctica lo aprendido. !ora bien, no desde cualquier situación se puede !acer el discernimiento cristiano sólo un cora*ón purificado y abierto al Esp%ritu Santo puede discernir adecuadamente.
>.' At*tues 3eesar*as 4ara e/ *ser3*-*e3to 0 B D*st*30u*r con claridad entre el bien y el mal ético y estar afet*+a-e3te +*3u/ao a/ (*e3.
B QL*(erta *3ter*or para ser sensibles a las cosas de 1ios y saborear su presencia y su Palabra.
B Saber que nos movemos en el mbito de la #racia y que !ay que 4e*r o3 9u-*/a e *3s*ste3*a /o Hue se esea a/a35ar.
B La at*tu e *3*fere3*a a lo que no es 1ios y su 9eino para poder ser diferente a lo que 1ios nos pida. Esta relativi*ación no es desprecio de lo !umano, sino esfuer*o para situar cada cosa en su sitio.
B C/ar*a e3 e/ f*3 e /a e8*ste3*a 9u-a3a 0 +mirando para lo que soy creado, es a saber, para alaban*a de 1ios )uestro Se4or y salvación de mi alma ‖ >San "#nacio, EE. n^ @NA?. En relación a este fin y para su mejor consecución est la elección de los medios y no al revés como con frecuencia !acemos.
B nali*ar lo que pasa en nuestro interior al situarnos ante los misterios de la vida de Jesús, su mensaje y su causa en at*tu e ao0*a , *s4o3*(*/*a.
>.2 La 4ea0o01a e/ ao-4a=a-*e3to +oa*o3a/. +$a buena noticia, el Evan#elio, es precisamente este0 el Padre !a llamado al !ombre por medio del (ijo en el Esp%ritu lo !a llamado no sólo a la vida, sino a la redención y no solo a una redención merecida por otros, sino a una redención que lo compromete en primera persona, !aciéndolo responsable de la salvación de otros... 5ales aspectos abren perspectivas importantes a quien trabaja en la pastoral de las vocaciones y es llamado, por esta ra*ón, a ser no sólo animador vocacional, sino, primero de todo, se-(raor de la buena semilla de la vocación, y después, ao-4a=aor en el camino que lleva el cora*ón a +arder‖, euaor en la fe y a la escuela de 1ios que llama, for-aor de las actitudes !umanas y cristianas de respuesta a la llamada de 1ios, y, en fin, *ser3*or de la existencia del don que viene de lo alto. ‖ GG. En este texto tenemos los términos que constituyen el +ministerio vocacional‖ que se resuelve en el dilo#o entre 1ios y el !ombre 1ios toma la iniciativa y !abla, desde lo !ondo de la libertad !umana, llamando al !ombre a aco#er #o*osamente el don que se le entre#a para que !a#a de su vida una entre#a a favor de los ms necesitados de salvación. Para que el itinerario vocacional avance adecuadamente, el acompa4ante0 GG. -bra
@AAK, CB
Pontificia para las 6ocaciones Eclesisticas, )uevas vocaciones para una nueva Europa, Editorial 6aticana,
B yudar al acompa4ado areo3oer /a Q4rese3*a e/ Otroque toma la iniciativa en la vida del acompa4ado.
B Asu-*r@ e/ ro/ aeuao. +El rol comunicativo t%pico del acompa4amiento vocacional no es ni el didctico o ex!ortativo, ni tampoco el de amistad, por un lado, o, por el otro, el del director espiritual >entendido éste como quien imprime inmediatamente una dirección precisa a la vida del otro?, sino que es el papel, de la o3fess*o f*e*GB. Es la experiencia de Jesús que llamó a los disc%pulos para que estuvieran con Ll y en esa familiaridad descubrieran +el tesoro escondido‖. GB.
"b. A@ "b. A GN. ib, A@ GK. 8f. 9. 2orn, -rientaciones doctrinales para una pastoral eclesial de las vocaciones, en Seminarium, @AA@]B, NAK K& G.
B 'acilitar el que el acompa4ado se cono*ca adecuadamente para que supere miedos, inse#uridades, dobles miras, limitaciones y autoen#a4os. En caso contrario, la vocación no lle#ar a madurar. Este conocimiento se !ace a la lu* del misterio de 1ios manifestado en Jesucristo. Este o3o*-*e3to e u3o -*s-o ter-*3a e3 /a ora*63 e *3" +oa*63 . +Educar quiere decir evocar la verdad del yo. 1ic!a evocación nace precisamente de la in vocación orante, de una oración que es ms oración de confian*a que de petición, oración como admiración y #ratitud pero también como luc!a y tensión, como +vaciado‖ de las propias ambiciones para aco#er esperan*as, peticiones, deseos del -tro0 del Padre que en el (ijo puede indicar al que busca el camino a se#uir ‖G
B 2ostrar la relación profunda entre la fe en la persona de Jesús y el sentirse uno mismo como disc%pulo. +Q cuando el acto de fe lo#ra o3)u0ar e/ Qreo3o*-*e3to r*sto/60*o o3 e/ Qauto" reo3o*-*e3to a3tro4o/60*o, la semilla de la vocación est ya madura, mejor todav%a, est ya floreciendo ‖ GN >.! Los r*ter*os e/ *ser3*-*e3to +oa*o3a/ . El documento +)uevas 6ocaciones para una nueva Europa‖ da en sus últimas p#inas una serie de criterios de discernimiento en relación a cuatro apartados0 la apertura al misterio, la identidad en la vocación, la unidad entre pasado y presente y la +docibilitas‖ vocacional. El acompa4ante vocacional encontrar en la naturale*a y misión de cada una de las vocaciones la +#u%a ms se#ura y el est%mulo ms incisivo ‖>P16 @@? para la pastoral vocacional GK. (aciendo una s%ntesis de estos criterios se4alamos los si#uientes0 B +La a4ertura a/ -*ster*o ‖. Si#nifica la disposición interior a dejar !acer a 1ios en la propia vida, en actitud #o*osa y confiada, y desde a!% inte#rar de forma sana los elementos opuestos que aparecen en el dinamismo de lo psicoló#ico, lo !umano, lo moral y lo espiritual. $a apertura a lo trascendente y la armoni*ación dialéctica ayudan a crecer en #ratitud y entre#a desde el
descubrimiento del amor de 1ios, primero y desbordante, que fundamenta la existencia.
B +La *e3t*a e3 /a +oa*63 ‖, El descubrimiento de lo que realmente puede unificar los diferentes niveles de la persona y los distintos mbitos de la vida0 el ser persona en clave de !ijo y !ermano como el mayor don que 1ios nos !a re#alado. $a vocación es el proyecto que 1ios tiene para que cada uno desarrolle todas sus capacidades. $a respuesta vocacional debe ser un s% que implique a toda la persona, y dada con un convencimiento racional y afectivo que lleve a poner la vida al servicio de los dems.
B +La re/a*63 e3tre 4asao , 4rese3te‖. $a relectura de fe de la propia !istoria, con sus luces y sombras, es invitación a poner la vida en 1ios como +principio y fundamento‖ y desde la experiencia del perdón, que libera y da la #racia, fundamentar la edificación del !ombre nuevo. Para lle#ar a esta situación es necesario sanar !eridas, superar complejos y purificar motivaciones espúreas en al#unos casos se necesitar la ayuda de un profesional de la psicolo#%a que sea creyente.
B +La Qo*(*/*tas +oa*o3a/‖. 8onsiste en la disposición interior para dejarse orientar por la persona que acompa4a en todos los aspectos que el discernimiento vocacional va requiriendo. El documento aludido pide especial atención al rea afectivosexual. +Es importante que el joven demuestre que puede adquirir dos certe*as que !acen a la persona libre afectiamente, o sea, la certe*a que viene de la experiencia de haber sido 'a amado y la certe*a, siempre por la experiencia, de saber amar. En concreto, el joven deber%a mostrar el equilibrio !umano que le permite saber estar en pie por s% mismo, deber%a poseer la se#uridad y autonom%a que le faciliten la relación social y la amistad cordial, y el sentido de responsabilidad, que le permita vivir como adulto la misma relación social, libre de dar y de recibir ‖GC. GC. -bra
Pontificia para las 6ocaciones Eclesisticas, o.c., @FN.
El acompa4amiento ayudar al acompa4ado a ver dónde est el ori#en de sus inmadureces afectivo sexuales esto depende de la situación psicoevolutiva de la persona, del contexto en que !a vivido y de sus !abituaciones en el pasado. -tro aspecto importante consiste en ver en qué medida el acompa4ado siente sus fallos como al#o que no desea y !ace lo posible por evitarlo esto da idea de la mayor o menor repercusión que estos fallos tienen en la vida de la persona. $a afectividad sana e inte#rada es indispensable para que la decisión que supone la vocación se !a#a con un cora*ón indiviso y pueda tener consistencia a pesar de las dificultades que se vayan presentando.
>.# Los Qautoe30a=os e3 e/ 4roeso e -aura*63 +oa*o3a/. En la maduración de la identidad cristiana aparecen problemas que ponen en crisis el proceso. l solucionar estas situaciones sur#en los llamados +autoen#a4os‖ que son justificaciones poco evan#élicas para no se#uir avan*ando en radicalidad en el se#uimiento de Jesús la persona que las padece, no es consciente, en muc!as ocasiones, de que se est justificando. En este sentido, la ayuda del acompa4ante es
bsica para clarificar la situación, reformular lo que est pasando y se#uir avan*ando. $as principales que yo !e encontrado en la prctica del acompa4amiento espiritual son las si#uientes GA0 entender la radicalidad evan#élica como al#o optativo, buscar la claridad intelectual plena antes de tomar decisiones, prescindir de aspectos si#nificativos de la vida en la vivencia de la fe, atender ms a las limitaciones personales que a la #racia de 1ios, excusarse en dificultades externas, querer compatibili*ar la fe con estilos de vida poco evan#élicos, el dejar para el futuro las decisiones que !abr%a que tomar a!ora y el proyecto vocacional que no tiene en cuenta la opción preferencial por los pobres. GA.
J. Sastre, o.c., @&@ @&.
Co3/us*63. 1i#amos para terminar una palabra sobre la importancia de recuperar en la pastoral el tema del acompa4amiento espiritual. 3na de las explicaciones de porqué muc!os procesos de fe, personales y de #rupo, no terminan en una vivencia vocacional de la fe, es porque no existe o es deficiente el acompa4amiento personal. la !ora de retomar este tema !ay que empe*ar por los catequistas que animan los #rupos de adolescentes, jóvenes y adultos dif%cilmente se puede iniciar a otros en al#o que no conoce experiencialmente. En la situación actual, el pluralismo diver#ente y el ambiente poco favorable a los valores evan#élicos puedensea afrontar desde unaa personalidad cristiana bien conformada, y con una madure* tal que,sólo en s%semisma, una invitación otros a plantearse el sentido de la fe en lasana vida.
ILIOGRAFÍA . lvare*, "tinerario del alma a 1ios, 2adrid @ACN . 8encini, Por amor, con amor y en el amor, tenas @ACK . "niesta, 6ivir en la 5rinidad, Estella @AA@ . $ope* /alindo, 8laves antropoló#icas para el acompa4amiento, 'rontera n^ &G, @AAC . 2oreno, Eres proyecto de 1ios, Publicaciones 8laretianas, @AAC 8. 2H 2artini, 1e la vocación bautismal a la vocación presbiteral, tenas @AAK (. J. 2. )ou\en, +5ú eres mi amado‖. $a vida espiritual en un mundo secular, PP8 @AAN J.ubry, 1iversos tipos de dirección espiritual0 2undo Joven K >@ACG? GK BF J.. /arc%a 2on#e, Estructura antropoló#ica del discernimiento espiritual0 2anresa N@ >@ACB? @GK @B J. Pujol, 'ormas de ayuda en el acompa4amiento espiritual0 8onfer CF>@AC&?KFG K&K J.'. 6alderrbano, Planteamiento y justificación del acompa4amiento espiritual0 8onfer CF >@AC&? AK N& J. 'ont, 1iscernimiento de esp%ritu. Ensayo de interpretación psicoló#ica0 2anresa A >@ACK? @&K @BB J. /arrido, Proceso !umano y #racia de 1ios, Sal 5errae @AAN Educación y personali*ación, Publicaciones 8laretianas, 2adrid J.9. 3rbieta, compa4amiento de jóvenes, PP8 @AAN J. Sastre, El acompa4amiento espiritual, San Pablo @AAB& Pastoral juvenil y acompa4amiento0 2isión Joven &F& &FA >@AAB? El acompa4amiento espiritual, )uevo 1iccionario de catequética, San Pablo @AAA, KN A&. J.Teismayer, 6ida cristiana en plenitud, 2adrid @AAF $. 8in, 1irección espiritual0 2etodolo#%a a la lu* de las modernas ciencias del !ombre0 2isión Joven K >@ACG? @& &A $. 2H /arc%a, compa4amiento y discernimiento vocacional0 5odos 3no @@@ >@AA&?.
TEMA >% PASTORAL DEL SERVICIO SUMARIO. '. Natura/e5a 2. D*-e3s*63 e/ ser+**o. !. La o3f*0ura*63 e /a *ao31a. #. E/ ser+**oe/ a ser+**o. /os 4o(res. 7. Cr*ter*ose/es*a/ , o3te3*os e /a DSI Hue *3*e3 e3 /ar*sto/60*a 4astora/ so*a/. ;. La 4astora/ ar*tat*+a , so*a/. <. Re4/a3tear e/ +o/u3tar*ao. *(/*o0raf1a.
El ser de la "#lesia viene definido por dos realidades fundamentales, la comunión >7oinon%a? y el servicio >dia7on%a?. Se trata de dos realidades intr%nsecamente unidas en la vida y misión de la "#lesia desde sus or%#enes la comunidad eclesial tiene como referencia la edificación del 9eino y los diferentes servicios !acen crecer a la comunidad en fraternidad. $a comunión de los creyentes con 8risto y la de éstos entre s%, se vive en relación mutua y lleva al compromiso operativo con los necesitados es decir, la 7oinon%a se !ace dia7on%a, y una y otra se fundamentan en el 2andamiento )uevo. $a referencia bsica de la pastoral del servicio es la encarnación que lleva a la "#lesia a acercarse e identificarse con aquellos a los que sirve y que nos enriquecen con su pobre*a >cf. & 8or C,A?. +$a "#lesia se !a declarado la servidora de la !umanidad, y ello en el momento en que tanto su ma#isterio eclesistico como su #obierno pastoral !an adquirido, en función de la solemnidad del 8oncilio, mayor esplendor y mayor vi#or la idea del servicio !a ocupado un lu#ar céntrico en el 8oncilio ‖ > Pablo 6" en la Eucarist%a de clausura del 8oncilio, K ="" @AN?.
'. NATURALEA DEL SERVICIO $a "#lesia sirve a tres realidades0 8risto, el 9eino y el mundo esta vinculación diaconal constituye el ser y la misión de la "#lesia. El )5 utili*a el término diacon%a para indicar el servicio como actitud existencial y entre#a de la vida >2c @F, B& ss. $c &&, &K Jn @G, @@K? tomando como referencia paradi#mtica la persona de Jesús de )a*aret. El se#uimiento aparece en los Evan#elios como diacon%a respecto de 8risto >Jn @&, &N?en y de >2tconfi#uran &, BF B? unodiacon%a y otro no>@sePepueden $as primeras comunidades cristianas, su los ser !ermanos y misión, se como B, @F s?separar. al servicio del anuncio del Evan#elio >(ec!. N, B?, de la fe de la comunidad >@ 8or G, ss? y de los !ermanos necesitados >sumarios de los (ec!os?. $os ministerios se entienden y estructuran, dentro de la "#lesia toda ella ministerial, como servidores de 1ios >& 8or N, B?, de 8risto >& 8or @@, &G? y de la comunidad >8ol @, &?. 5oda la misión de la "#lesia es servicio desde el se#uimiento, en el !ori*onte del 9eino y como liberación inte#ral de la persona >cf. $/ C? +En la "#lesia primitiva, la +fracción del pan‖ en las casas y el socorro de los pobres exi#ieron un servicio especial de solidaridad, ra%* y fundamento de la diacon%a cristiana. Pero también se empleó el término diacon%a como función de asistencia dentro de la comunidad con un sentido reli#ioso >(ec! N, @.B @&, & &F, &B, &@, @A?. Por ejemplo, los predicadores y misioneros ejerc%an un servicio importante cristiano, siempre con relación a la estricta diacon%a, sin la cual no pod%a !aber testimonio de fe‖@. @
8. 'loristn, 5eolo#%a prctica, S%#ueme @AA@, NB
El 8oncilio 6aticano "" relaciona diacon%a y ministerio !ablando del ministerio de los obispos dice0 +Este encar#o que el Se4or confió a los pastores de su pueblo es un verdadero servicio y en la Sa#rada Escritura se llama muy si#nificativamente +diacon%a‖, o sea ministerio >cf. (ec! @, @K. & &@, @A 9om @@, @G @ 5im @, &?‖ >$/ &B?. El 8oncilio
refiere ministerio y ministro a los ministerios ordenados con todo, en al#unas ocasiones con este término alude a determinadas actividades de los laicos. 6eamos al#unos ejemplos0 +$os acólitos, lectores, comentadores y cuantos pertenecen a la +sc!ola cantorum‖ desempe4an un auténtico ministerio litúr#ico‖ >S8 &A?. +$os sa#rados pastores saben que ellos no fueron constituidos por 8risto para asumir por s% solos toda la misión salv%fica de la "#lesia cerca del mundo, sino que su excelsa función es apacentar de tal modo a los fieles y de tal manera reconocer sus servicios y carismas, que todos, a su modo, cooperen unnimemente a la obra común. ‖ >$/ GF?. +$os se#lares, !ec!os part%cipes del ministerio sacerdotal, profético y real de 8risto, cumplen su cometido en la misión de todo el pueblo de 1ios en la "#lesia y en el mundo‖ > &?. $a "#lesia est llamada a se#uir el mismo camino de 8risto Jesús +para comunicar a los !ombres los frutos de la salvación + >$/ C?. Para ello la "#lesia mantendr una +unión %ntima con la familia !umana universal‖ >cf. $/ @ y &?. +Es la persona del !ombre la que !ay que salvar. Es la sociedad !umana la que !ay que renovar. Es, por consi#uiente, el !ombre, pero el !ombre todo entero, cuerpo y alma, cora*ón y conciencia, inteli#encia y voluntad, quien centrar las explicaciones que van a se#uir ‖ >$/ G? +$a "#lesia no sólo comunica la vida divina al !ombre, sino que adems difunde sobre el universo mundo en cierto modo el reflejo de su lu*, sobre todo curando y elevando la di#nidad de la persona, consolidando la firme*a de la sociedad y dotando a la actividad diaria de la !umanidad de un sentido y de una si#nificación muc!o ms profundos ‖ >/S BF cf. /S. B@ BG / @&?.
2. DIMENSIN ECLESIAL DEL SERVICIO $a !umanidad de Jesucristo, es decir, su persona, su mensaje y su causa fueron +sacramento del encuentro con 1ios‖. $os mila#ros de Jesús y otros si#nos nos !ablan de un 1ios que libera y salva totalmente al ser !umano >cf. 2c &, @@& 2t A, @C $c , @K &F?. Jesús sana, perdona, reinte#ra y salva en todo ello se manifiesta el rostro misericordioso de 1ios y el amor preferencial por el pobre y por el que sufre. En la vida y misión de la "#lesia !an de aparecer unidos la vida fraterna de las comunidades, el anuncio del Evan#elio y el servicio a los !ermanos necesitados. $os si#nos de liberación tienen un valor muy #rande, pues manifiestan en el aqu% y a!ora la salvación de 1ios, que aunque trasciende la !istoria, en ella se !ace presente con su poder transformador. +En ocasiones, los si#nos que reali*amos son parciales e interesados, muy pendientes de la situación de la "#lesia en medio del mundo y de defender sus derec!os, olvidando otros servicios. En este caso, porque las causas de la !umanidad que deben ser servidas y que conectan con las necesidades y los problemas de los !ombres no encuentran respuesta en las acciones y en la comprensión eclesial, la tarea evan#eli*adora se reali*a sin los si#nos cre%bles para los !ombres. ‖& $a pastoral del servicio para ser auténtica necesita una adecuada comprensión del momento presente desde la actitud de dilo#o con todos y el anlisis cr%tico creyente de la realidad. $a respuesta a las necesidades detectadas se !ar desde el discernimiento de cules son los servicios que realmente evan#eli*an, es decir, que ayudan a la reali*ación del 9eino. & Julio
9amos, 5eolo#%a pastoral, D8, @AA, GC& cfr. J.". /on*le* 'aus, Justicia en 8'P. @K
$a acción social y caritativa de la "#lesia pertenece a lo constitutivo de la acción eclesial con la misma importancia que tiene la pastoral de la palabra, la pastoral litúr#ica y la pastoral de la vida comunitaria. )o tiene sentido entender el compromiso social como
mera consecuencia de la fe, como altruismo ético social o como labor de suplencia.G Se#ún J. 9amos B la pastoral del servicio debe tener las si#uientes caracter%sticas0 G B
cf. 8E. de Pastoral Social, $a "#lesia y los pobres, 2adrid @AAB, @@F @@@ cf. J. 9amos, o.c. GCG GCB
" Estrutura sara-e3ta/. $a acción social de la "#lesia se reali*a en la !istoria presente como si#no de una salvación meta!istórica y escatoló#ica. En consecuencia, ser si#no efica* y si#nificativo de lo que la "#lesia anuncia y celebra. +$a acción a favor de la justicia y la participación en la transformación del mundo se nos presentan como una dimensión constitutiva de la predicación del Evan#elio, es decir, de la misión de la "#lesia para la redención del #énero !umano y la liberación de toda situación opresiva ‖ >S%nodo de -bispos @AK@? " A*63 e /a I0/es*a. $a acción social forma parte de la vida y misión de todos los bauti*ados y confirmados por la unión con 8risto 8abe*a, se mantiene con los sacramentos, se ejercita desde las virtudes teolo#ales y busca la instauración cristiana del orden temporal y su santificación. " A3tro4o/o01a u3*tar*a. El ser !umano se considera una unidad personal. El bien espiritual y la ayuda !umana en todos los aspectos estn considerados en la acción pastoral de la "#lesia. $a liberación inte#ral de la persona contempla por los niveles económicos, !umanos y espirituales. $osdeben aspectos ms interiores deben estar si#nificados lo visible, y las acciones de promoción !umana encaminar a la aco#ida y vivencia de la buena noticia. " Co3re*63 9*st6r*a. $a "#lesia existe en la !istoria y camina vinculada a la !umanidad adems tiene el reto de anunciar con obras y palabras en el !oy de la !istoria el mensaje recibido. l mismo tiempo, las caracter%sticas sociales y culturales, as% como las coyunturas !istóricas influyen en la "#lesia y en sus actuaciones.
!. LA CONFIGURACIN CRISTOLGICA DE LA DIACONÍA Jesús de )a*aret nos revela un nuevo rostro de 1ios, desconcertante y asombroso por el +lu#ar ‖ fundamental de su manifestación y por las consecuencias que esto tiene para la vida del creyente. 1ios Padre !a ele#ido lo débil para confundir a los fuertes0 +'ijaos a quiénes os llamó 1ios0 no a muc!os intelectuales, ni a muc!os poderosos, ni a muc!os de buena familia todo lo contrario0 lo necio del mundo se lo esco#ió 1ios para !umillar a los sabios y lo débil del mundo se lo esco#ió 1ios para !umillar a lo fuerte0 y lo plebeyo del mundo, lo despreciado, se lo esco#ió 1ios lo que no existe, para anular a lo que existe de modo que nin#ún mortal puede en#allarse ante 1ios ‖>@8or @, &N&A?. $a 7énosis del 6erbo expresada en 'lp. &, N@@ recorre los si#uientes pasos0 no se aferró a lo propio, se vació, se rebajó y se !i*o uno de tantos. +Porque ya sabéis lo #eneroso que fue )uestro Se4or, Jesús el 2es%as0 siendo rico, se !i*o pobre por vosotros para enriqueceros con su pobre*a ‖ >& 8or C,A?. Para comprender el misterio de la encarnación, vida y pasión de Jesús de )a*aret !ay que prestar muc!a atención a cómo asume lo !umano y en qué lu#ares se manifiesta el 2es%as de 1ios se identifica con los pobres, pecadores y excluidos >2t &, G@BN? y se !ace su servidor >$c B, @C ss.?. El de 'lp &, N@@ noscomo !abla +ovejas de cómo asinJesús se‖le. Jesús conmueven las entra4as al la verrealidad a la muc!edumbre de texto despose%dos que va#an pastor contempló con dolor de injusticia y opresión que produc%a desencanto, a#obio y exclusión. l mismo tiempo ve cómo los sabios y entendidos, teólo#os y juristas, que dicen tener la sabidur%a de la Escritura no se implican en la transformación de las situaciones de
injusticia y mar#inación. )o podemos !acer una contemplación a!istórica del camino de Jesús, pues no ser%a verdaderamente salvadora. $a ruptura entre pobres y ricos, la separación que los distancia y enfrenta, responde, en última instancia, a la cerra*ón al amor del Padre y de los !ermanos. El resultado final es que este mundo no es la casa común que el Padre !ab%a proyectado al crear el mundo. qu% se inserta, como escribe S. "#nacio, el dilo#o entre las divinas personas para procurar la +redención del #énero !umano‖. En este mundo en que Jesús pone su tienda est el +resto de "srael‖, los pobres de Qa!vé >+ana\in‖? que ponen su confian*a en 1ios y en la esperada liberación. El Padre ve, oye y siente todo lo que !ay en este mundo de injusticia y dolor, y desde su entra4able misericordia dice al (ijo amado0 +: quién enviaré<‖ Q el (ijo responde0 +Env%ame a m%‖. Este acontecimiento único y definitivo nos !ace exclamar en la noc!e de Pascua0 +k-! asombroso beneficio, Padre, de tu amor por nosotros kPara dar la libertad al esclavo, entre#aste a tu (ijo ‖ +qu% estoy para !acer tu 6oluntad‖ >(eb @F, A? +8omo tú me enviste al mundo, al mundo los env%o yo también por ellos me consa#ro a ti, para que también ellos te queden consa#rados de verdad ‖ >Jn @K, @Cb@A?.
\C6-o ese3tra=ar /a -*ser*or*a e/ Pare e3 /a e3ar3a*63" -*s*63 e/ *)o B a)ar. Es el cambio de lu#ar0 desde las entra4as del Padre el 6erbo encarnado va a los sitios ms bajos de la !umanidad, tal como lo expresan los relatos del nacimiento de Jesús. Es un cambio radical y total por el que el (ijo entra en la !umanidad como +un !ombre cualquiera‖, aparece en la fila de los que van a ser bauti*ados con Juan y toma la actitud de servidor. El Primo#énito est en lo ms bajo de la condición !umana, y desde a!% ofrece a todos su amor. Sólo desde aqu% se puede si#nificar la fraternidad universal. Juan lo dice con la expresión +acampó entre nosotros ‖. Poner la tienda donde estn los pobres si#nifica compartir su situación y destino. +Es7enosen +en el Evan#elio de Juan si#nifica también la tienda del Lxodo, es decir, la tienda de campa4a convertida en lu#ar de encuentro para !acer el éxodo en medio de la noc!e. 5odo el Evan#elio de Juan, desde el principio, tiene un fuerte sentido pascual. B Des4o)arse. 8ambiar de sitio no es suficiente se puede !abitar en medio de la pobre*a sin ser po bre, pues nos podemos acercar a los pobres desde fuera y desde arriba, sin compartir su realidad y destino. +Qa sabéis lo #eneroso que fue )uestro Se4or, Jesús el 2es%as0 siendo rico, se !i*o pobre por vosotros para enriqueceros con su pobre*a‖ >& 8or C, A?. $a actitud del 2es%as contrasta radicalmente con la actitud prometeica en que los !umanos solemos situarnos0 arrebatar y ascender. El !ombre como +ima#o 1ei‖ est !ec!o para el amor, la entre#a y el servicio cuando se cierra a este dinamismo fundamental necesita llenar el vac%o que queda con todo tipo de apropiación, incluso queriendo arrebatar, como Prometeo, la condición divina. En el !imno cristoló#ico de 'ilipenses, la expresión +no intentó arrebatar‖ la condición divina es justamente todo lo contrario. El despojo y vaciamiento del 6erbo encarnado es la comunicación de la entra4able misericordia de 1ios que inau#ura la nueva !umanidad. los pobres del tiempo de Jesús, y también a los actuales les alcan*a la injusticia, la mar#inación y violencia se sienten despojados de todo y convertidos en +impotencia y necedad‖ para el mundo. sumiendo esta situación Jesús de )a*aret ora al Padre diciendo0 +Padre, todo lo m%o es tuyo y todo lo tuyo es m%o‖ y viceversa0 +5odo lo m%o es vuestro y lo vuestro m%o.‖
Este es el maravilloso intercambio que canta constantemente la litur#ia de )avidad. l asumir el 2es%as nuestra debilidad aparece el amor en toda su plenitud cuando el amor se ofrece desde el poder obli#a, pero ofrecido desde la debilidad puede ser reali*ado esta situación Pablo la denomina +escndalo‖ para los jud%os y +locura‖ para los #rie#os >@ 8or @, &G?, pues el amor de 1ios se !a manifestado en el no ser de muc!os !ombres y mujeres, !asta el extremo de unir el 2es%as crucificado con los pobres de 8orinto. $a nueva creación nace +en los basureros de la !istoria ‖ pues el amor de 1ios se ofrece a todos como salvación y conversión desde la debilidad, la necedad y el no ser. +-frecer el amor, como despojo de 1ios, debilidad de 1ios, locura de 1ios, a una !umanidad que est seducida por el tener, el poder, el saber, el situarse como una sonrisa que se aproxima a esta !umanidad prometeica, una sonrisa in!erente, una sonrisa enormemente provisional, al parecer inofensiva, como una caricia a la !umanidad que est empe4ada en la torre de Dabel y que de pronto el pere#rino se presenta !acia ella en el #esto de la impotencia, el despojo y la necesidad de los pobres ‖. >2. $e#ido?. Estos dos #estos del 6erbo encarnado V bajada y despojo, permanecen a lo lar#o de la existencia de Jesús de )a*aret y se plenifican en la Pascua. B Va*arse. +5omó la condición de esclavo‖ >'lp &, K?. 1e esta manera pudo manifestar plenamente el amor misericordioso del Padre. +monos 1ios cuando nos !i*o a su semejan*a, mas muc!o amor mayor obró al !acerse Ll ima#en del !ombre ‖. >S. Juan de Wvila?. El 6erbo al !acerse !ombre se entra4a en la debilidad, limitación y +ne#atividad‖ que tiene la condición !umana da4ada por el pecado. +Es decir, lo que le resultaba imposible a la $ey, reducida a la impotencia por los bajos instintos, lo !a !ec!o 1ios0 envió a su propio (ijo en una condición como la nuestra pecadora, para el asunto del pecado, y en su carne mortal sentenció contra el pecado‖ >9om C, G?. 5omar la condición de esclavo, de crucificado si#nifica asumir las contradicciones, rupturas y fracasos de la condición !umana. $a ima#en del +esclavo crucificado‖ indica que no !ay conflicto y ne#atividad que no !ayan sido asumidos por Jesucristo. Este misterio insondable necesita ser contemplado con detenimiento y !ondura, pues +!a aparecido la #racia de 1ios nuestro Salvador para todos nosotros ‖ >5ito &, @@?. Por esto, y a pesar de todo, no !ay que tener miedo, pues con nosotros est para siempre la +#ratia plena‖, expresión diri#ida a toda la !umanidad en 2ar%a. $a nueva !umanidad que en Jesucristo comien*a est ms abajo, ms arriba y ms adelante que nosotros as% lo proclama el !imno cristoló#ico de 8olosenses >@,@G&F?0 +nacido antes que toda criatura‖, +modelo y fin del universo creado ‖, +cabe*a de la "#lesia ‖, +pues 1ios, la Plenitud total, quiso !abitar en él‖. 5odo esto no es al#o piadoso que lleva a unas acciones comprometidas, ni siquiera a un mesianismo pol%tico es un +mesianismo escatoló#ico‖ que reali*a permanentemente la innovación de la !istoria a través del #ermen de peque4as comunidades que creen en la utop%a del 1ios revelado en Jesús, y confi#uran su vida de manera alternativa.
#. EL SERVICIO A LOS PORES En el proyecto de 1ios la i#ualdad de los seres !umanos, !ijos del mismo Padre, y !ermanos, es fundamental. Por eso los pobres son evan#eli*ados y reciben, como destinatarios principales, la Duena )oticia >2t , G $c B, @C?. (ay pobre*as de diverso
tipo, pero !ay una pobre*a que suele incluir todas las dems, nos referimos a los oprimidos, a los mar#inados, a los últimos de la sociedad, a los que ni cuentan ni tienen las posibilidades bsicas de promoción social. Existe otra pobre*a, los que tienen el cora*ón endurecido por la rique*a, el poder y el derroc!e la conversión para estos pasa por tener a 1ios como único Se4or y rique*a, y por ponerse al lado de la causa de los pobres con todo lo que esto conlleva. $a +opción preferencial por los pobres‖ >2edell%n y Puebla? es una +necesaria revolución copernicana en el seno de la "#lesia ‖ >$. Doff?. +;uiere decir que nadie debe sentirse excluido de una "#lesia con esta opción, pero nadie puede pretender ser incluido en la "#lesia sin esa opción‖N. cf. J. Pixley V 8. Doff, -pción por los pobres, 2adrid @ACN J. Sobrino, Puebla0 serena afirmación de 2edell%n, 8ristolo#%a, Do#ot, @AKA, GC K. P. 9ic!ar, $a "#lesia $atino americana entre el Se4or y la esperan*a. puntes teoló#icos para la década de los CF, San José de 8osta 9ica @ACF, @FF cf. . 5orres ;ueiru#a, -pción por los pobres0 la justicia del 1ios cristiano, 2adrid @ACC C J. Pixley 8. Doff, o.c, @BK A $. /on*le* V 8arvajal, $a causa de los pobres, causa de la "#lesia, Santander @AC& N
$a acción caritativa de la "#lesia es una de las acciones eclesiales fundamentales es el si#no ms claro de que el 9eino de 1ios est acaeciendo, pues el proyecto salvador de 1ios no es compatible con las situaciones de pobre*a. $a luc!a contra la pobre*a se !ace desde la 7énosis como elemento confi#urador del ser y misión de la "#lesia en consecuencia, la opción por una existencia austera, sencilla y solidaria tiene si#nificado profético y valor solidario. +$a opción por los pobres no si#nifica un proceso exclusivamente pastoral, de extensión de la "#lesia a un nuevo campo de evan#eli*ación, sino que si#nifica fundamentalmente un proceso interno de cambio radical y de conversión profunda de la "#lesia como totalidad. $a opción por los pobres no es para la "#lesia una opción accidental, preferencial o privile#iada, sino una opción constitutiva, estructural y esencial‖K. Jesús de )a*aret tuvo dos #randes referencias0 1ios Padre y los !ermanos la "#lesia continúa la misión de Jesús siendo si#no del amor de 1ios y de su 9eino, as% como la mediación privile#iada del encuentro del !ombre con 1ios. $a diacon%a de la "#lesia es !istórica, concreta y se diri#e al !ombre como totalidad la acción diaconal de la "#lesia es múltiple en sus expresiones0 aco#e, atiende las necesidades ma teriales, cura, perdona los pecados, concienti*a, etc. El servicio al pobre es una +forma especial de primac%a en el ‖ >Juan ejercicio de la caridad cristiana y +consiste la dimensión social de caridaddel o en el carcter pol%tico del amor evan#élico . Es el""? aspecto que msenplenamente confi#ura la la vivencia amor, ‖CPablo e impide que éste permane*ca en formulaciones #enéricas e ineficaces. En el )5 aparecen abundantes textos pidiendo un amor concreto y exi#ente >2t K, &@&K @ Jn G,@K s St &, @B&N?, pues no es posible confesar la fe sin obras de caridad. $a acción caritativa es el distintivo del apostolado cristiano en . n.^ C se dan orientaciones ur#entes y actuales para vivir el compromiso con los necesitados. El concilio nos recuerda no !acer como caridad lo que es de justicia, ir a las causas de los padecimientos de muc!os de nuestros contemporneos y el planteamiento de la solidaridad en el mbito internacional. En este sentido cabe reconocer la evolución en la consideración del #ran problema de la pobre*a en la conciencia moral católica !emos pasado por estas tres etapas0 la situación de pobre*a como infortunio y !ambre, como incapacidad y subdesarrollo, y como explotación y dependenciaA. El anlisis actual de la pobre*a, sus causas y consecuencias, nos permite lle#ar !asta lo estructural, y nos ayuda a pensar en soluciones que tiene que ver con la erradicación de las situaciones que favorecen los focos o bolsas de pobre*a.
#.'. La es4*r*tua/*a r*st*a3a , /a 4o(re5a. $a vida cristiana es unitaria y no podemos contraponer al#unos de los elementos fundamentales que la constituyen, tales como la contemplación y la acción. El dinamismo bsico de la vida cristiana es el doble mandamiento del amor afectivo y efectivo a 1ios y al prójimo. El documento de la 8E. de Pastoral Social +$a "#lesia y los pobres‖ >&@""@AAB? da las si#uientes pautas para ver los v%nculos entre la vida espiritual y la pobre*a0 B A-or a /a 4o(re5a o-o for-a e +*a para ello0 liberar el cora*ón del afn de las rique*as, confiar en la providencia de 1ios, vivir las Dienaventuran*as y compartir los bienes con los !ermanos necesitados. +)o !acer participar a los pobres de los propios bienes es robarles y quitarles la vida. $o que poseemos no son bienes nuestros, sino los suyos ‖ >S. Juan 8risóstomo, $a* @, N?. B A-or a /os 4o(res >8 K St , @ N?. 8omo nos cuentan los (ec!os de los póstoles, la Pascua de 8risto y el don del Esp%ritu llevó a las primeras comunidades a tener un solo cora*ón y a ser un solo cuerpo al creer en un solo 1ios y Padre. 8onfiesa el se4or%o de 8risto quien vive en actitud de servicio y liberación >(ec! A,B 9om @&, B @ 8or @&, @&@G 8ol @, @C?. 1esde la fe sabemos que en la prctica de la caridad es 8risto >en nosotros? quien visita a 8risto >en los otros?. +cuando damos a los pobres las cosas indispensables no les !acemos liberalidades personales, sino que les devolvemos lo que es mejor. 2s que reali*ar un acto de caridad, lo que !acemos es cumplir un deber de justicia ‖ >S /re#orio 2a#no, Past G, &@?. B La 4o(re5a o3f*0ura /a es4*r*tua/*a r*st*a3a. $o !ace con los ras#os de la inserción se#ún la Rénosis del 6erbo >'lp &, NK?, de la solidaridad como expresión de la entra4able misericordia de 1ios Padre >$c @A, @F @ Pe &, &B & 8or , &@? y del misterio pascual asumiendo la cru* del !ermano con sentido liberador >$c A, &G /l N, &?. B La fe e3 D*os A((@ o3f*0ura /a ar*a r*st*a3a. l confesar nuestra fe nos sentimos !ermanos de todos los !ombres >Jn @G,@.GBG?, incluso de nuestros enemi#os >$c N, &KG 9om @&, &&? la caridad cristiana es universal, liberadora en cuerpo y esp%ritu >inte#ral? >$c @, @@@N 6S NAKF S9S BN? y escatoló#ica al tener presente lo que somos y lo que estamos llamados a ser >@ Jn G, & /l ,?. $a "#lesia ‖ vive con !umildad y esperan*a, en pere#rinación por este mundo, al en el +ya y elytodav%a convivir la mirada en els%final con la no ur#encia del presente, !acia la consumación de la !istoria !umana >Ef @,@F $/ BC /S B? y con la conciencia clara de que en el +atardecer de la vida se nos examinar del amor‖ >2t & G@BN p G, &F &&, &F /S GA?.
#.2. La o-u3*a*63 r*st*a3a e (*e3es $os sumarios de los (ec!os de los póstoles >&, B&BK B, G& G , @&@N? son un testimonio elocuente de la importancia que ten%a en las primeras comunidades la comunión de bienes. Se puede decir, con todo lo que los textos ten#an de ideal, que pretend%an ser auténticas comunidades de vida. l confi#urar de esta manera su existencia pretend%an constatar las promesas de 1ios, la lle#ada del 9eino0 todos somos !ijos de 1ios, !ermanos, y es posible una manera nueva de entender las relaciones !umanas a todos los niveles. +Este es el fundamento de la comunicación cristiana, expresión real de la #enerosidad con los bienes, la participación en
la Eucarist%a, la unidad en la fe y la unanimidad afectiva‖ @F. $a misión de la "#lesia consiste en comunicar la vida de Jesucristo para la reali*ación plena de cada persona y de toda la familia !umana se#ún el proyecto salvador de 1ios. El 8oncilio 6aticano "" emplea con frecuencia el término +comunicación‖ como elemento confi#urador de la persona, de la comunidad y de las relaciones !umanas... +$os bienes creados, en una forma equitativa, deben alcan*ar a todos bajo la #u%a de la justicia y el acompa4amiento de la caridad‖ >/S NA? la comunicación cristiana de bienes viene requerida desde la di#nidad del ser !umano >/S &N, &?, la i#ualdad de todas las personas >/S &A, @?, la consideración del prójimo como +otro yo‖ >/S &K, @? y la justicia social en el mbito nacional e internacional >/S &A, G?. @F
8. 'loristn, o.c., NA de P. Social, $a "#lesia y los pobres, criterios de actuación &.^ y G.^
@@ 8E.
$a comunicación cristiana de bienes tiene +una dimensión de luc!a por la justicia sin olvidar la promoción social y la asistencia personal‖, y +debe estar inte#rada de manera visible y si#nificativa en la sociedad‖@@. El documento +$a caridad en la vida de la "#lesia ‖ >@&F="@AAB? de la 8EE. en las propuestas operativas insiste en esta misma l%nea de actuación0 +potenciar el compromiso en la vida pública para la construcción de estructuras de solidaridad y justicia desde la opción preferencial por los pobres‖ >propuesta B.H?. 8onlleva las si#uientes actuaciones0 presencia en asociaciones, influencia en la elaboración desociedad. leyes ms justas y solidarias, y acompa4ar a los cristianos que estn trabajando en la periferia de la
7. CRITERIOS CONTENIDOS DE LA DSI UE INCIDEN EN LA PASTORAL SOCIAL $a enc%clica E) dice que la presencia de la "#lesia en la vida social se debe a +v%nculos antropoló#icos, evan#élicos y teoló#icos +>E) G@? Juan Pablo "" en 9( desarrolla la fundamentación cristoló#ica. $a 1S" se relaciona con lo que la "#lesia propone sobre la persona, la vida !umana y las relaciones sociales la estructura de la 1S" es de carcter pastoral e !istórico por constituirse en mediación entre la fe y la moral cristiana y el compromiso socio pol%tico inspirado en los valores del Evan#elio. $as fuentes inspiradoras de la 1S" son tres0 $a 9evelación y +la naturale*a espec%fica del !ombre creado a ima#en y semejan*a de 1ios‖ >S9S?, la lectura de los si#nos de los tiempos >- GCBF? como +expertos en !umanidad‖ y la +produnte solicitud ‖ >$E &F? que desde una actitud de lectura cr%tico creyente lleva a proponer un futuro distinto. Pablo 6" perfiló con nitide* el nivel de la 1S", as% como la tarea que corresponde a cada comunidad cristiana concreta. $a 1S" aporta0 B Los 4r*3*4*os e ref/e8*630 la di#nidad !umana, los derec!os fundamentales, la solidaridad y la participación como los cimientos de la vida social, la autoridad al servicio del bien común y el destino universal de los bienes en el planteamiento de la econom%a.
B Los )u**os Qso(re s*tua*o3es , estruturas >Juan Pablo ""?. $os juicios parten de los principios, pero dependen de la información que se ten#a y de los anlisis reali*ados. B Las or*e3ta*o3es 4r@t*as . $as realidades sociales conllevan las limitaciones y ambi#edades propias de las reali*aciones !umanas tiempo,momento !ay que tomar postura ante lo que sucede directrices de actuación que enalunmismo determinado !istórico y situación pare*can lasy dar las
ms justas. En este momento las actuaciones de las comunidades cristianas concretas son ineludibles y variadas en las soluciones propuestas.
B $a 1S" enfoca todas las cuestiones desde la visión espec%ficamente cristiana que tiene como elemento central la convicción el misterio del ser !umano esclarece desde delpreocuparse 6erbo encarnado >/S &&, @?.deEnque consecuencia, la "#lesia sientesólo en losems profundo de el sumisterio ser que al de 1ios se est preocupando también del !ombre creado a su ima#en y semejan*a, como lo manifestó Pablo 6" en el discurso a la -)3. Jesús de )a*aret es la revelación plena y definitiva del amor de 1ios y de la entre#a al !ermano que sufre. $a fe cristiana conlleva una visión de la vida social en la que el bien común y la preocupación por el +desarrollo inte#ral de la persona y de cada persona‖ >/S. G? son los dos elementos nucleares y estructurantes. En consecuencia, la persona inte#ral es el sujeto, centro y fin de la pol%tica, la econom%a, la cultura, etc. $os derec!os !umanos se concretan en tres temas fundamentales0 la importancia de la di#nidad !umana, el derec!o de los pueblos a disponer de los medios necesarios para vivir con di#nidad y la ur#encia de una pol%tica adecuada en todos los niveles. Juan Pablo "" en S9S no emplea la expresión +ley natural ‖, sino que la reempla*a por +la naturale*a espec%fica del !ombre, creado por 1ios a su ima#en y semejan*a ‖. $a 1S" fundamenta el orden socio pol%tico en el Dien común, intr%nsecamente relacionado con los derec!os !umanos, el destino universal de los bienes y todo aquello que favore*ca el desarrollo y la pa* de los pueblos. El destino universal de los bienes implica las si#uientes afirmaciones0 la propiedad privada se justifica en la reali*ación personal y como consecuencia del trabajo, y la propiedad privada es un derec!o relativo, no absoluto por consi#uiente, en al#unos casos y con las debidas tutelas jur%dicas, la expropiación puede estar exi#ida por el bien común.
$a 1S" incide en los fundamentos de la Pastoral social, obrera y de la mar#inación. $a fecundidad pastoral de la 1S" consiste en la capacidad de fundamentar e inspirar muc!os proyectos de pastoral social que apuntan a la construcción de un nuevo orden social.
La Q4ro,etua/*a e /a DSI se 4uee o3retar e3 /os s*0u*e3tes as4etos Es ur#ente la promoción de una cultura de la solidaridad que ten#a como eje vertebrador los derec!os !umanos. $a libertad personal y la libertad pol%ticas van unidas tanto en su comprensión como en su promoción. $a pastoral social busca el desarrollo inte#ral de la persona, muy condicionado por la justa distribución de los bienes. El estado de solidaridad contempla al otro como semejante, los bienes creados son de todos, del bien común somos todos corresponsables, y !ay que favorecer a los ms necesitados. $a pastoral social conlleva una dimensión profética que se expresa en aspectos simbólicos, en actos de solidaridad y en proyectos alternativos. El !ori*onte de los proyectos sociales es la luc!a por la justicia, sin excluir la promoción y la asistencia social.
;. LA PASTORAL CARITATIVA SOCIAL +Entendemos por pastoral caritativa y social el conjunto de la actividad pastoral que tiene por objeto el ejercicio de la caridad y la promoción de la justicia, se#ún los planes de 1ios, en la l%nea de la fraternidad, fruto de la filiación aco#ida y vivida como #racia ‖@&. El planteamiento de la pastoral social mejoró #randemente a partir de su encuadre dentro de la evan#eli*ación tal y como se entiende en E) de Pablo 6". +Entre evan#eli*ación y promoción !umana, desarrollo, liberación existen efectivamente la*os muy fuertes. 6%nculos de orden antropoló#ico..., de orden teoló#ico..., de orden eminentemente evan#élico, como es el de la caridad ‖ >E) G@?. @& @G
P. Jaramillo, Pastoral caritativa y social, 1PE, 2onte 8armelo &FF@, @B P. Jaramillo, a. c., @BA.
;.' Presu4uestos e /a 4astora ar*tat*+a , so*a/ La +*a teo/o0a/ es e/ *3a-*s-o e /a Qar*a 4o/1t*a . $a vida teolo#al se desplie#a en los mbitos donde transcurre la existencia !umana en sus diferentes niveles. $o social se puede entender ‖ de desde cate#or%as éticas y también reli#iosas aqu%evan#élico, es donde laa caridad se !ace +caridad entendida +como la disponibilidad, en sentido gperderse a favor del otro,pol%tica en lu#ar oprimirlo para el provec!o propio ‖ >S9S GC?. Para el cristiano no !ay dicotom%a entre justicia y caridad la caridad ayuda a buscar las causas últimas de la falta de justicia e inspira soluciones ms radicales. E/ test*-o3*o 9ae -@s re1(/e e/ -e3sa)e e+a30:/*o. +$a "#lesia es consciente de que el mensaje social se !ar ms cre%ble por el testimonio de sus obras antes que por su co!erencia y ló#ica internas. 1e esta conciencia deriva también su opción preferencial por los pobres ‖ > 8 N?. Si la "#lesia callara y no actuara ante las injusticias no ser%a cre%ble su mensaje ms aún, la "#lesia debe comprobar en la praxis transformadora de la realidad la ima#en de 1ios revelada en Jesús de )a*aret y reflexionada por la teolo#%a. Esta verificación costosa, y no carente de #raves deficiencias, permite que la "#lesia ejer*a su +vocación fundamental de gsacramento, o sea, si#no e instrumento de la %ntima unión con 1ios y de la unidad de todo el #énero !umano‖ >S9S G@?. E/ ser+**o e /a ar*a es 4arte o3st*tut*+a e /a e+a30e/*5a*63 . Esta afirmación aparece con claridad en documentos eclesiales que reflejan las convicciones, las reflexiones y las directrices de la "#lesia. En la prctica es al#o escasamente asumido y que se nota en la escasa conexión en no pocas comunidades cristianas, entre catequesis y pastoral social, y litur#ia y pastoral social. veces da la impresión de que los proyectos sociales y las personas que los animan funcionan como al#o autónomo respecto de la comunidad cristiana, al tiempo que ésta ve la atención a los necesitados como al#o relativo a la fe, pero ms como una consecuencia que como un elemento constitutivo. Re/a*63 e3tre /*(era*63 9u-a3a , sa/+a*63 r*st*a3a . Esta relación implica dos aspectos0 la relación entre !istoria y escatolo#%a, y lo que aporta la trascendencia a la +salvación inte#ral ‖ de la persona. $a plenitud escatoló#ica de todo lo creado es don de 1ios que esperamos con una actitud‖ empe4ativo transformadora‖ de la realidad, pues la plenitud del don se anticipa en las reali*aciones
!istóricas. de la salvación no si#nifica queintramundana, ésta comien*aabriéndola donde acaba la !istoria, que, inserta+$a ya entrascendencia la !istoria, supera una salvación puramente a una plenitudsino #ratuita‖@G. $a "#lesia evan#eli*a desde una concepción de +salvación inte#ral‖ >E) G@?, pues considera que la causa última de toda situación de des!umani*ación es el pecado no son
cristianas las actitudes de resi#nación, !u%da o desesperación ante los problemas y dificultades que, a veces, nos parecen insalvables. Dese /a 4ater3*a e D*os , 4ara /a frater3*a u3*+ersa/. $as injustas desi#ualdades entre las personas y los pueblos se oponen frontalmente al proyecto salvador de 1ios estas situaciones no pueden +dejar tranquila la conciencia de nin#ún cristiano‖ >$8$ K?. $a conversión cristiana no queda reducida a los mbitos individuales, pues incluye la tarea de conse#uir un +orden social justo‖ por el cambio de las estructuras. $a conversión del cora*ón y la transformación social estn %ntimamente relacionadas no se puede dar el uno sin el otro sin alterar la co!erencia ética y cristiana. $a llamada +conversión social‖ lleva a superar +el excesivo afn de #anancia y la sed de poder‖ >Juan Pablo ""? y a optar preferencialmente por los ms necesitados para poder !acer al#o a favor de los pobres es necesario !acerlo +desde‖ su realidad y +con ‖ ellos como prota#onistas de su propio destino >S9S B&?. -tra forma de situarse y de actuar ser%a ideolo#%a, paternalismo o utili*ación en cualquiera de estos supuestos no !abr%a verdadero cambio de la situación injusta.
;.2 La 4rese3*a 4ú(/*a e /os r*st*a3os . partir del 6aticano "" la "#lesia !a mirado el mundo y se !a posicionado en la sociedad de una manera nueva. Se !a producido un proceso de desprivati*ación de la fe y una variedad de presencias de los cristianos en la vida pública. +Es necesario reconocer una le#%tima variedad de opciones posibles. 3na misma fe cristiana puede conducir a compromisos diferentes ‖ >- ?. Esta afirmación se !ace desde la "#lesia como +con#re#atio fidelium ‖ >$/ @F,@@,@&? que sabe que +la principal manifestación de la "#lesia se da en la participación del Pueblo de 1ios en la eucarist%a, presidida por el -bispo con su presbiterio‖ >S8 B@?. 1entro y fuera de la "#lesia !ay visiones muy distintas sobre la adecuada presencia de los cristianos en el mundo. +$a "#lesia, al ser portadora de una visi ón de 1ios y de una cosmovisión universal, intenta lle#ar a las conciencias personales y a los proyectos de estructuración social, sin olvidarse de la contestación creciente que tiene como institución or#ani*ada y del rec!a*o que ciertos #rupos !umanos muestran frente al !ec!o reli#ioso o a la misma existencia de 1ios ‖@B. 8. 'loristn, o.c., KF@ cf. 8!. 1uquoc, "#lesias provisionales. Ensayo de eclesiolo#%a ecuménica, 2adrid @ACN cf. /. 5onini, $a media*ione culturale, $e idee, le fonti, il dibattito, 9oma @AC J.$. 5rec!eras. ctuación social del cristianismo0 8ristianos de presencia y cristianos de mediación, en "nstituto 'e y Secularidad, 2emoria cademia @ACA @B @
@AAF, 2adrid @AAF
D. 'orte en el "" 8on#reso )acional de la "#lesia italiana expuso la diferencia entre +cristianos de presencia‖ y +cristianos de mediación‖ los primeros ven ms adecuadas las obras propias, y los se#undos valoran ms la presencia en espacios comunes con otros #rupos y personas @. B Cr*st*a3os e 4rese3*a. En medio del pluralismo diver#ente que caracteri*a a las sociedades democrticas, los cristianos de presencia se presentan como +bloque ideoló#ico católico‖ y +fuer*a de c!oque‖ en palabras de D. 'orte. 8onsideran la verdad católica y sus valores como lo único verdadero en consecuencia, la "#lesia tiene que ofrecer de manera clara y efica* su verdad como sentido de la existencia. Para ello buscan espacios y actividades propias en los que los creyentes pueden dar un testimonio convincente como #rupo. -tras formas de presencia y actuación les parece que son en#ullidas por el fenómeno de masas, resultando difusas e ineficaces. s% lo afirmó Ri7o
r#ello en el 8on#reso sobre evan#eli*ación en la ponencia G.H en ella ped%a a la "#lesia el apoyo decidido a +instituciones, en cuya #estión los cristianos unifiquen sus esfuer*os ‖. 3na buena parte de los llamados +nuevos movimientos ‖ estn en esta sinton%a los reparos a esta forma de presencia son evidentes0 utili*an el modelo de cristiandad >restauracionismo?, desconf%an #lobalmente de la sociedad actual, son #rupos relativamente cerrados en la "#lesia y en el mundo, se sienten se#uros en espacios propios y consideran que su forma de ser y !acer es la mejor, pues otras formas de presencia se acercan de tal manera al mundo que pierden su identidad y desvirtúan el mensaje.
B Cr*st*a3os e -e*a*63. Estos cristianos valoran cr%ticamente la sociedad actual, dialo#an con las fuer*as sociales de las sociedades democrticas, y se sitúan como levadura ‖. $a mediación consiste en un proceso de encarnación, de inculturación y de mediación cultural que tiene en la encarnación de 8risto su centro y su cumbre‖@N $os cristianos de mediación buscan las aspiraciones, valores y motivaciones de los !ombres y mujeres de nuestro tiempo a favor de la justicia y la solidaridad, para, desde a!%, potenciar los valores del 9eino de 1ios. El método que emplean es el anlisis cr%tico creyente de la realidad, la revisión de vida y el discernimiento cristiano. través de este proceso de lectura, reflexión e interpelación tratan de encontrar la mediación ms adecuada en cada situación !istórica de forma que apare*ca clara la opción por los ms pobres. )o contemplan un proyecto pol%tico o cultural católico por el contrario, priman el testimonio y el compromiso conver#ente con otros #rupos sociales preocupados por transformar la sociedad. $os peli#ros ms si#nificativos en este modo de presencia estn en que la referencia cristiana apenas se explicite y en terminar en militancias sociopol%ticas partidistas. En la sociedad actual +la falta de convicciones sobre el ser profundo del !ombre, el pra#matismo, el materialismo teórico o prctico y el culto al bienestar como norma suprema de comportamiento ‖ >86P @C? exi#en una revisión de este modo de presencia, que sin perder sus se4as de identidad, perfile de manera ms adecuada el compromiso de los cristianos en la vida pública. Estamos en un mundo #lobali*ado, pero sensible a las diferencias )orte Sur, a la situación de determinadas culturas y con contradicciones que causan perplejidad. @N
@. /. 5onini, o.c. @K cf. J. 2. 9ovira, 'e y cultura en nuestro tiempo, Santander @@B@&@..
;.! Retos e /a I0/es*a e3 /a so*ea atua/. Prese3tarse o-o u3a *3st*tu*63 re1(/e . El !ombre actual es especialmente sensible a determinados aspectos de la forma de estructurarse y de actuar la institución eclesial. 2antenemos estructuras, tratamientos, modos de !ablar, posicionamientos e intervenciones, etc. que a muc!as personas causan extra4e*a y perplejidad. En al#unos temas, las actuaciones dentro y fuera de la "#lesia no se corresponden a veces exi#imos a los dems comportamientos que no practicamos en el interior. )o nos referimos a la estructura fundamental que la "#lesia !a recibido de su Se4or, sino a otros muc!os aspectos incorporados a lo lar#o de los si#los con no poca influencia mundana, y que no responden a la sensibilidad de la sociedad moderna y democrtica. $a transparencia, el adelantarse a las situaciones, y las toma de decisiones que no se sitúen al mar#en de la le#alidad son m%nimos de los que debe dar ejemplo una institución que se presenta portadora de un mensaje ético reli#ioso para el mundo. )o !ace muc!o, Juan Pablo "" ped%a perdón por los pecados de la "#lesia este #esto si#nificativo podr%a ser completado por los pecados
actuales de la "#lesia, y ser actuali*ado con frecuencia, sin esperar al paso de varios si#los. El s%nodo sobre la 6ocación y 2isión de los laicos >@ACK? evidenció al#unas cuestiones de importancia0 la poca participación de los laicos en la toma de decisiones dentro de la "#lesia, y especialmente la mujer, y el problema de la eclesialidad de los nuevos movimientos. En el fondo, puede que nos si#a costando asumir al#unos supuestos de la modernidad, especialmente lo referente al funcionamiento de la democracia. 5ambién nos cuesta poner en prctica la eclesiolo#%a del 6aticano "" sobre la fundamental i#ualdad de los bauti*ados por los sacramentos de la iniciación cristiana en la comunidad eclesial y en el compromiso solidario. (. Rn# @K!abla de uatro o3**o3es 4ara Hue /a I0/es*a te30a futuro e3 e/ terer -*/e3*o transcribimos los prrafos ms si#nificativos0 @K
cfr. (. Rn#, $a "#lesia católica, 2ondadori, &FF&, &A&NG
+Enrai*ada en su ori#en cristiano y concentrada en sus tareas actuales ‖. +)o debe ser patriarcal, anclada en im#enes estereotipadas de las mujeres, !ablar un len#uaje exclusivamente masculino ni desempe4ar funciones predeterminadas por el #énero, sino ser una i#lesia de participación que combine el ministerio con el carisma y acepte a las mujeres en todos los ministerios de la "#lesia‖. complete +Ser una ecuménicamente que practique el ecumenismo interiormente y finalmente de susi#lesia numerosas afirmacionesabierta ecuménicas con acciones ecuménicas, como el reconocimiento los ministerios, la abolición de la excomunión y una !ermandad completa en la eucarist%a ‖. +)o debe ser eurocentrista ni favorecer en modo exclusivista las demandas cristianas ni mostrar un imperialismo romano, sino ser una i#lesia universal y tolerante que muestre un respeto creciente por la verdad as% pues debe intentar aprender de otras reli#iones y #aranti*ar una autonom%a adecuada para las i#lesias nacionales, re#ionales y locales ‖. +8on la "#lesia del mundo !acia una ética #lobal. Es la búsqueda de una ética común para la !umanidad la posible contribución de todas las i#lesias y reli#iones, incluso de los no creyentes. )uestra planeta no podr sobrevivir sin una ética #lobal, una ética en el mbito mundial ‖. +Dien entendido, !oy en d%a las actitudes bsicas +ortodoxas‖, +católicas‖ y +evan#élicas‖ ya no son exclusivas sino complementarias. Q esto no es solo un postulado, sino un !ec!o... Es una tarea amplia e importante para el futuro convencer de esto a un número cada ve* mayor de católicos ‖. QDar ra5o3es 4ara +*+*r , -ot*+os 4ara es4erar . El sentido de la vida en la sociedad actual viene producido por el individualismo, la tecnificación de la existencia, la falta de respuesta a las #randes pre#untas que si#uen estando presente, a la búsqueda de peque4as felicidades en la proxemia, a los desequilibrios socio económicos, y al cambio de parmetros en un mundo #lobali*ado. /S nos animaba a asumir los interro#antes que estn en la situación del mundo actual y a buscar respuestas auténticas. $o primero es aceptar los l%mites de lo !umano y el reconocimiento del profundo valor !umani*ador de la fe. El mundo actual necesita recuperar el valor de lo #ratuito y de lo comunitario y aqu% la "#lesia puede aportar una rica experiencia. $a pastoral del sentido se puede abordar en muc!os mbitos y variadas mediaciones la vida comunitaria de los cristianos es el cauce pastoral ms importante y esto por dos ra*ones0 la comunitariedad pertenece a lo nuclear y estructurante de la fe cristiana, y la pastoral de lo comunitario ofrece los lu#ares donde se puede +ver y tocar ‖ lo que decimos en el anuncio del mensaje. $a comunidad eclesial, misterio de comunión y sacramento de salvación, se siente pueblo de 1ios al servicio de
los ms necesitados. 3na cuestión que si#ue pendiente es la culminación de los procesos catecumenales en la formación de peque4as comunidades, encarnadas y comprometidas con el 9eino, y dinami*adoras de las comunidades parroquiales. El testimonio de las peque4as comunidades puede ser decisivo para el anuncio del Evan#elio en una situación donde la increencia empie*a a ser un fenómeno #enerali*ado. En la evan#eli*ación de los indiferentes y ateos la aco#ida y el dilo#o ocupan un lu#ar importante ante ellos nos sentimos interpelados y nuestra fe es puesta a prueba @C. . 5orres ;ueiru#a dice que el ateo es para el creyente +profec%a externa‖ que le remite a lo ms profundo de su experiencia reli#iosa y a asumir la ley de la encarnación. @C @A
. 5orres ;ueiru#a, Evan#eli*ar el ate%smo, en Evan#eli*ación y !ombre de !oy. 8on#reso. 2adrid @AC, &B@ &B&. '. E*curra, +8aritas, ór#ano de la comunidad para expresar la caridad‖, 8orintios =""", GG @AC A AN.
$os dos #randes retos de la "#lesia en el momento presente son0 @? :cómo decir una palabra si#nificativa sobre 1ios al !ombre actual< y &? :cómo dar una respuesta real al problema de la pobre*a< 2uc!os de nuestros contemporneos aprecian la persona de Jesús y los valores del Evan#elio, al tiempo que consideran irrelevante las mediaciones reli#iosas. Esta circunstancia complica el problema de la evan#eli*ación la cosmovisión cristiana debe asumir los valores del !ombre contemporneo y presentar un 1ios de la vida cuyo proyecto de fraternidad universal le sitúa y nos sitúa a los creyentes del lado de los oprimidos y mar#inados. $a presencia de la "#lesia en la sociedad democrtica tiene funciones ineludibles que deben aparecer en sus proyectos pastorales nos referimos a los si#uientes0 presencia y discurso cr%tico, ayudar a formar conciencia de los problemas éticos, propiciar el dilo#o, promover espacios comunitarios, y !acerse eco de los deseos de liberación de los ms desfavorecidos.
;.# Estrutura , tareas e Car*tas. >8f. 8aritas Espa4ola. $a 8omunidad 8ristiana y caritas, 2adrid @AC@?. +El art%culo primero de nuestras 8aritas 1iocesanas dice textualmente0 8aritas 1iocesana es el or#anismo oficial de la "#lesia para promover, orientar, coordinar y, en su caso, federar la acción caritativa y social de la "#lesia en las 1iócesis. 8aritas es el instrumento pastoral para promover el esp%ritu y la prctica de la caridad en la "#lesia diocesana y en las comunidades ms peque4as0 parroquias, comunidades de base, #rupos, etc. Q su objetivo fundamental es convertir la caridad en un !ec!o comunitario, en un modo de vivir y expresar la comunidad su compromiso de acción fraterna >...?. En consecuencia, 8aritas, en cuanto expresión institucional de la acción caritativa de la comunidad creyente en los diversos niveles, debe disponer de los cauces operativos necesarios para que la dimensión caritativa se !a#a presente como le corresponde en el anuncio de la fe y de sus contenidos y en las celebraciones litúr#icas de la comunidad, especialmente en la Eucarist%a‖@A. $a estructura de 8aritas se fundamenta en la eclesiolo#%a de comunión, es decir, debe ser también diocesana, or#ani*ada lo mejor posible y presente en cada comunidad. $a vinculación de la acción caritativa al anuncio de la fe, a la celebración eucar%stica y a la vida del cristiano convertido ayudan a comprender mejor la eclesiolo#%a del 6aticano "" y la misma naturale*a del servicio a la caridad. Su or#ani*ación desde estas bases debe ase#urar un servicio real, estructural y efica*. +$a 8aritas diocesana tiene por objeto la reali*ación de la acción caritativa y social de la "#lesia en la diócesis, as% como promover, coordinar e instrumentar la comunicación cristiana de bienes en todas sus formas y ayudar a la promoción !umana y al desarrollo inte#ral de todos los !ombres ‖ >9e#lamento de 8aritas en la 1iócesis, base @B?. Se#ún este prrafo, Car*tas 4rete3e0
;ue cada comunidad cristiana sea sensible a los problemas de los necesitados dentro y fuera de la comunidad y tome conciencia de los mismos. "mpulsar, animar y coordinar el servicio de la caridad en todas sus acciones sociales. En cada comunidad cristiana deben existir los servicios bsicos de aco#ida, ayuda inmediata y orientación. En el mbito del arcipresta*#o, vicar%a o diócesis existirn otros servicios ms espec%ficos y complementarios. $a formación de los voluntarios. $as personas que trabajan en 8aritas suelen encontrarse en tareas de concienciación, asistencia o animación de proyectos. Su formación es muy importante y debe inte#rase en la acción evan#eli*adora de cada i#lesia local >cf. $a caridad en la vida de la "#lesia, """, &b?. $a solidaridad con los pa%ses ms necesitados, tanto en situaciones puntuales como de forma continuadora 8aritas puede facilitar información y cooperación, as% como reali*ar proyectos propios en pa%ses del 5ercer 2undo.
<. REPLANTEAR EL VOLUNTARIADO En el a4o &FF@ en Espa4a !ab%a ms de @@.FFF -)/ de acción social, entre asociaciones y fundaciones >cf. Estudio de la 'undación 5omillo para el 2inisterio de 5rabajo y suntos Sociales?. Estas or#ani*aciones emplean a &CB.FFF profesionales y tienen ms de un millón de voluntarios la mayor%a de los asalariados son mujeres >NC I?, tienen entre & G a4os >@ I?, y ms de la mitad > I de los asalariados y voluntarios? poseen titulación universitaria. En los próximos dos a4os piensan contratar a F.FFF personas ms. El BK I de los -)/ tiene menos de @F a4os de vida la expansión se debe, en parte si#nificativa, a la escasa atención oficial a los servicios sanitarios y sociales0 @C de cada @.FFF trabajadores >en el 3E la proporción es de GC por @.FFF, en EE.33. N por @.FFF y en )orue#a @&F por @.FFF?. Por su juventud, las -)/ son peque4as >menos de F trabajadores? y con un presupuesto medio de casi @B.FFF euros la mitad de este dinero proviene de la administración, el @ I de los servicios prestados, las cuotas de los socios el @B I y las donaciones el @@ I de sus in#resos. Estas or#ani*aciones suponen el @,@ I del valor a4adido adems en los últimos cinco a4os se !an incorporado &GK.FFF trabajadores, de los cuales N.FFF son discapacitados. $os sueldos medios que cobran son de @.FFF euros, inferiores a los de las mismas cate#or%as profesionales en otros campos de actividad. $os menores sueldos tienen que ver con la femini*ación de su mano de obra como vemos, las -)/ repiten lo que sucede en el conjunto de la sociedad. En las -)/ predominan los trabajadores con jornada parcial >KC I? este dato se ve distorsionado por el número de voluntarios >KK I?. El número de asalariados que no tiene jornada completa es del @C I >la media nacional es del C I? los asalariados con contrato indefinido son el I frente al B I de contratos temporales?. El G,B@ I de los empleados son discapacitados. Este sector se puede calificar de +puente !acia la ocupación ‖ por el trabajo con #rupos que tienen especial dificultad para acceder al mercado de trabajo >discapacitados, jóvenes y mujeres?. $a mayor parte de las -)/ estn en 2adrid y 8atalu4a >el @C I en cada comunidad? en términos relativos a la población, las comunidades ms solidarias son la 9ioja, )avarra, 2adrid, el Pa%s 6asco y 8antabria. $a dedicación de las -)/ es la si#uiente0 infancia y familia >GF I?, jóvenes >&A I?, mujeres >&@ I?, personas mayores >@K I?, personas con minusval%as >@K I?, emi#rantes y refu#iados >@G I?, dro#odependientes >@@ I?, #itanos > K I?, afectados por el S"1 >N I? y otros >B& I?. >)o suma @FF porque muc!as -)/ se dedican a ms de una actividad?.
<.' T*4o/o01a e/ +o/u3tar*ao. simple vista y, con ms ra*ón si profundi*amos tenemos un voluntariado plural y !etero#éneo. Se#uimos la clasificación que !ace $uis . ran#uren0 &F. &F &@
$uis . ran#uren, 6ivir es comprometerse, 8ol. Siner#ia, 'undación 2ounier &FF@, C AG @A. $uis . ran#uren, o.c.
E/ +o/u3tar*o Hue a4aree , esa4aree. 5iene buen talante, pero es inconstante si tiene otras ur#encias. E/ +o/u3tar*o Hue 4r*-a /a tarea y valora poco otros aspectos como la formación y la relación con otros compa4eros. E/ +o/u3tar*o tera4:ut*o que busca en el voluntariado la compa4%a y amistad que no tiene en la vida. E/ +o/u3tar*o e a*63 -@s Hue e 4ro,etos. Ejecuta lo que otros piensan y pro#rama #usta de estar en varios sitios al tiempo. E/ +o/u3tar*o Hue 9ae as* e too y lo !ace bien, pero no tiene visión de conjunto ni de lar#o alcance. E/ +o/u3tar*o 4o/*563 busca experiencia y !oras para convalidar prcticas profesionales. E/ +o/u3tar*o +etera3o que vive del recuerdo y de la responsabilidad le faltan nuevas perspectivas. E/ +o/u3tar*o tra3sfor-aor que est en proyectos que intentan cambiar la realidad desde la co!erencia entre lo que piensa, lo que dice y lo que !ace.
<.2 Care3*as -@s s*03*f*at*+as e3 e/ +o/u3tar*ao B E/ se3t*o e /os o-4ro-*sos. Este aspecto reco#e el porqué, el cómo y el para qué de la acción voluntaria. $o fundamental est en comprobar si el voluntariado es +acción colectiva de un #rupo de personas que trabaja en la dirección de desarrollar redes de solidaridad efectiva que dinamicen el tejido social de nuestros barrios‖&@. B Vo/u3tar*ao , 4ro,eto e +*a. El proyecto de vida responde a la necesidad de dar a la existencia un sentido parte del conocimiento y aceptación personal, de la comprobación de las dificultades que presenta el mundo actual y del deseo de transformarse y de mejorar la realidad. El proyecto de vida requiere una actitud permanente de búsqueda de vi#ilancia para norelaciones, acomodarse. El voluntario en qué medida lo que vive como tal yinfluye en su trabajo, criterios, nivel dedebe vida,pre#untarse etc.
B E/ Q-ar]et*30 so/*ar*o . 3n fenómeno reciente y creciente es el uso que !acen las #randes marcas del mar7etin# con causa. 1ifunden el si#uiente mensaje0 a ms consumo ms solidaridad. dems de utili*ar el sufrimiento de los ms pobres, se puede estar patrocinando una empresa que explota a los que una determinada -)/ quiere ayudar. El fondo ms demon%aco de este modo de proceder est en la unión entre los sentimientos ante la injusticia con una determinada marca. 1os ejemplos claros0 a? 'rance 5elecom se anuncia as%0 +$lamando con 3)"& conse#uirs que millones de ecuatorianos se comuniquen‖. Esta transnacional no llevar la telefon%a a *onas rurales alejadas porque no es rentable. b? 'ondos éticos de inversión. El D8( fue el primero en lan*arlos en @AAB para ello excluye empresas de armas, explotación de
menores, etc. :8ómo controlar la veracidad de esto, y sobre todo domesticar la ley del mercado del mayor beneficio con el menor coste<
B La 4rese3*a e ONG e3 e/ Sur. 1esde mérica $atina se !an !ec!o anlisis del modo de ubicarse #ran parte de -)/, y se !an detectado los si#uientes #raves problemas0 Predomina el proyecto >mini o microproyecto? sobre el desarrollo comunitario y la formación de l%deres. En los dilo#os de formulación de proyectos no participan los interesados >destinatarios? adems las
-)/ sólo rinden cuentas a los donantes del primer mundo y excluyen a la población local. 8ompetencia entre las comunidades locales para ver quién se lleva el proyecto esto favorece la
dependencia de los donantes y no el desarrollo interior. Por este camino dif%cilmente se reali*arn cambios estructurales. 1espoliti*ación. $as actuaciones de -)/ buscan paliar necesidades sin buscar las causar y sin
promocionar el cambio de estructuras.
<.! QE/ 4ost-ar8*s-o ra-4a3te. U3a r1t*a a /os *3te/etua/es , a /as ONG .‖ >James Petras?. Se#ún este autor la ca%da del marxismo soviético y el triunfo del neoliberalismo !a puesto en circulación una forma nueva de pensamiento. El espacio social que ocupaba la i*quierda y la clase trabajadora !a sido ocupada por ideólo#os, pol%ticos y tecnócratas de corte capitalista y por i#lesias fundamentalistas. (an proliferado las instituciones financieras y a#encias dependientes de los #obiernos, que se presentan como centros independientes de investi#ación, cuya finalidad es promover un modo de pensar y unas pol%ticas claramente neoliberales aunque vienen revestidas de una estética de i*quierdas. " E/e-e3tos e/ *surso 4ost-ar8*sta . § $as teor%as #enerales son falsas porque son fruto de un solo sistema #eneral. Esto explica el fracaso del socialismo. § En la situación actual las clases se estn disolviendo, pues los acentos se ponen en los aspectos culturales y referidos a diferentes identidades0 ra*a, #énero, orientación sexual, etc. § El Estado no !a lo#rado eficacia en la búsqueda del bienestar social. $a sociedad civil democrtica es la que puede conse#uir el bienestar social. § $a econom%a de mercado, con re#ulación limitada es la que potencia el consumo y la distribución de recursos. Por el contrario, la planificación diri#ida produce burocracia y no #enera tanta rique*a como el otro sistema. § $a luc!a tradicional de la i*quierda por el poder pol%tico !a #enerado sistemas autoritarios las or#ani*aciones locales que se proyectan localmente son los mejores a#entes de los cambios en las democracias. § $as revoluciones terminan mal y son imposibles. $o importante es consolidar las democracias, ase#urar el proceso electoral y potenciar las transiciones democrticas. § $a solidaridad es un #esto !umanitario en consecuencia, trasciende las clases sociales. $as comunidades actuales son muy plurales y en ellas !ay #rupos que reali*an tareas de cooperación con or#anismos externos.
§ $a cooperación #ubernamental e internacional promoviendo proyectos espec%ficos es lo que aumenta la
producción y el desarrollo. $as luc!as de clases nada resuelven. § En la econom%a #lobali*ada no se pueden enfrentar los centros económicos el mundo es interdependiente y la cooperación internacional de los pa%ses ricos es la que manda tecnolo#%a, capital y conocimientos a los pa%ses pobres. § El rol de los l%deres de las or#ani*aciones populares !a cambiado éstos no deben proyectarse sólo en or#ani*ar a los pobres compartiendo su vida. $o fundamental es conse#uir fondos externos, profesionales que elaboren proyectos y la formación de #rupos locales. Sin esta ayuda externa todo lo dems se vendr%a abajo.
" Dos 4ers4et*+as e tra3sfor-a*63 or0a3*5a*63 e /ase , ONG . J. Petras propone un debate ideoló#ico y cultural con los representantes del pensamiento postmarxista que estn de una u otra manera en los movimientos populares. El neoliberalismo actúa en dos frentes, el económico y el culturalpol%tico, y en dos niveles, el #obierno y las bases populares. En última instancia las pol%ticas las elaboran el D2 el '2" en combinación con el eje Tas!in#ton, Derl%n, 5o7io, los #obiernos neoliberales y las #randes asociaciones empresariales y banqueros transnacionales. En los a4os CF se promueve una estrate#ia desde las bases consiste en la promoción de una visión antiestatista para intervenir en las clases conflictivas. Estas or#ani*aciones de base dependen, cada ve* ms de la financiación de poderes y fuer*as neoliberales en los a4os noventa recibieron de estas fuentes B.FFF millones de dólares. (asta los a4os KF las -)/ se constituyen para dar apoyo !umanitario a las victimas de las represiones pol%ticas y para denunciar las violaciones de los derec!os !umanos. En la situación actual pocas or#ani*aciones no #ubernamentales denuncian a sus +patronos‖ y poqu%simas relacionan la pol%tica económica y las violaciones de los derec!os !umanos con el sistema neoliberal que impera.
" \C6-o se 9a //e0ao a esta s*tua*63 En los a4os CF al crecer la oposición al neoliberalismo, los #obiernos europeos, EE.33. y el D2. aumentan la financiación a las -)/, en una pol%tica clara de subvertir desde dentro, a los movimientos que se enfrentaban al neoliberalismo y esta pol%tica consiste en la promoción subvención de -)/. Es curioso que el punto de conver#encia entre las -)/ y el D2 fuera su posición frente al estatalismo y la no cr%tica del Estado. l tiempo que aumenta el número de parados y empleados mal pa#ados, las -)/ reciben ms financiación para proyectos locales y se procura captar a l%deres locales para que los coordinen. :8ómo conju#ar #randes pol%ticas no sociales y aumento de subvenciones a -)/< Este panorama se completa con otra contradicción que !a actuado de +pin*a‖0 se !a intentado combatir el neoliberalismo desde arriba y desde fuera >como pensamiento y #randes instituciones que lo encarnan, D2 V '2"?, pero se !a descuidado el neoliberalismo desde abajo >-)/, microempresas y proyectos locales?. 3n buen número de personas y #rupos de i*quierdas se convirtieron a las -)/ se privati*a en beneficio de #randes sectores empresariales, las -)/ no dicen nada y potencian proyectos y microempresas >llamadas de auto ayuda? que fortalece el discurso de la empresa privada. En la prctica, las -)/ !an terminado siendo el eslabón entre los peque4os capitalistas y los monopolios, todo con el lema de la nointervención del Estado y la potenciación de la sociedad civil. Esta forma de situarse las -)/ !a tra%do consecuencias muy #raves como por ejemplo, la despoliti*ación de sectores amplios de la población ms sensible y necesitada, y la transformación de l%deres populares en coordinadores de proyectos. $a colaboración y dependencia #ubernamental, local o transnacional, de las -)/ !acen peli#rar los lo#ros democrticos al sustraer los pro#ramas sociales de los interesados y potenciar la #estión de personas de fuera. $a mayor%a de
proyectos son de autoexplotación >autoayuda? por ellos coti*an al Estado y no reciben de él protección social, que tienen que conse#uir con otros trabajos, cosa que no necesitan !acer las clases bur#uesas. $as -)/ difunden la idea de responsabilidad privada donde deber%a ser responsabilidad pública, pues se trata de problemas sociales. 1e este modo, los pobres terminan con una doble car#a impositiva0 pa#ar impuestos al Estado neoliberal que prote#e a las clases acomodadas, y la autoexplotación para puedan atender sus necesidades. En resumen, las -)/ se dedican a financiar proyectos ms que a #enerar movimientos sociales que busquen la transformación de las estructuras. $as ayudas que lle#an a modo de proyectos locales !acen que existan enfrentamientos entre las comunidades locales que se disputan estos proyectos ms que unir a las clases desfavorecidas se despoliti*a y divide a los pobres. Q todo ello con pretensiones sociales y estética de i*quierda, pero con un fondo conservador propio del neoliberalismo. $os poderes que controlan las llamadas ayudas al desarrollo publican los éxitos, pero no los fracasos de esta nueva forma de colonialismo y dependencia que pretende, en última instancia, el que el neoliberalismo sea un fenómeno popular. $as pocas -)/ que propu#nan estrate#ias distintas no reciben apoyos ni subvenciones del D2 y sus ejecutores éstas encaminan sus esfuer*os por la denuncia, la concienti*ación, la formación de l%deres populares, la relación del poder local al nacional y la luc!a contra las multinacionales. 1ice J. Petras que estas no reciben ayudas porque no son postmarxistas.
<.# A4orta*o3es e /a fe r*st*a3a <.#.' M1st*a r*st*a3a , +o/u3tar*ao . El 1ios manifestado en Jesucristo es un 1ios que se encarna, asume la realidad !umana y camina con nosotros. Esta caracter%stica confi#ura por entero la existencia cristiana y la espiritualidad del voluntario. $os otros necesitan lo mismo que yo para reali*arse plenamente como personas en consecuencia, el voluntariado de inspiración cristiana se aproxima a la realidad para sentirla y dejarse interpelar por ella. En la realidad se entra !aciendo caminos de lectura cr%tica y de liberación que parten de un cora*ón misericordioso que siente como propias las !eridas de los dems y se pre#unta qué puede !acer. $a experiencia cristiana se confi#ura desde la entre#a primera, #ratuita y universal del amor de 1ios en el don del (ijo y del Esp%ritu Santo. 1ios se adelanta y sale al encuentro de la !umanidad necesitada su #esto de donación total no est condicionado por nuestra respuesta, pues su amor es previo y +!asta el final‖. Estos datos de la revelación dan al voluntariado cristiano una fundamentación y !ori*ontes nuevos la especificidad de la fe cristiana lleva a comprender la ayuda al prójimo necesitado como una dimensión de la existencia personal y comunitaria que dota a la vida de responsabilidad al poner la atención, en primer término, en la di#nidad de los dems. <.#.2 QE3/a+es e est*/os e +*a , o-u3*aes e -e-or*a ‖&& $a relación entre la fe y la justicia encamina al voluntariado en una doble dirección el creyente comprometido con la justicia es testi#o de que 1ios no es indiferente al sufrimiento y mar#inación producidos por las injusticias. dems, la respuesta cristiana cobra su sentido #enuino y pleno cuando se visibili*a a través de +fraternidades‖ que fieles a su fe, son memoria del crucificado y profec%a de que al#o nuevo y definitivo !a comen*ado en la !umanidad. 9ober ). Della! las denomina +comunidades de memoria‖ por ser +enclaves de estilo de vida‖ en los que sus miembros adquieren y desarrollan su identidad. Para ser al &&
. 1omin#o 2oratalla, Ltica y voluntariado, PP8, @AAK, &AF &AA.
tiempo comunidades de vida y de memoria !an de tener los si#uientes ras#os0 expresar de forma narrativa el sentido de la existencia, empe4arse en transformar las estructuras e instituciones, y !acerlo desde el +ima#inario de la esperan*a cristiana ‖ como virtud teolo#al. El resultado final, porque también es el punto de partida, es la unión entre cabe*a, cora*ón y manos0 +querer cordialmente y pensar radicalmente‖. 6al#a como s%ntesis este texto de . 'in7iel7raut comentando a $evinas0 +El !ombre est obli#ado a la bondad por el rostro, pero la bondad misma est obli#ada al pensamiento por la multiplicidad de los rostros >...?. )ada !ay ms maleable que la bondad sin pensamiento >...?. El amor al prójimo sólo desemboca en la justicia con la condición de no perder de vista la cuestión del otro conduce al terror desde el momento en que el amor al prójimo cree !aberla resuelto ‖&G &G
. 'in7iel7raut, $a sabidur%a del amor, /edisa @ACC, @GA
$as comunidades cristianas comprometidas con este talante en el modo de ser, estar y actuar ayudan a los que se inician en la acción solidaria a evitar tres defectos muy enrai*ados en la or#ani*ación de la espontaneidad0 el !acer al#o por los dems porque me siento bien >cubrir carencias afectivas?, porque recibo ms de lo que doy >me siento ms ayudado que lo que yo ayudo? y explorar posibilidades de reali*ación personal. En estas situaciones el bien ético parece ser consecuencia del sentimiento, y al variar éste cambiarn compromisos relativismo evita elaltruistas juicio cr%tico de aquello en losituaciones que se actúa. Se puede terminar los actuando de buenaeste voluntad en acciones que tratan de paliar de las que nadie se siente culpable. Es decir, me preocupo de m% y procuro dar una ayuda sin visión de conjunto y sin entrar en las causas de lo que se desea evitar. nte esta situación, la caridad cristiana debe recordar que el punto de partida es el cambio de la propia vida >conversión? para que pueda mejorar al#o el mundo, y que los compromisos >voluntariado? deben colorear la existencia #lobal de la persona. El amor de 1ios es quien sostiene la compasión y lleva a apostar por modos alternativos en núcleos comunitarios que sosten#an proyectos de lar#o alcance.
<.#.! Pro4uestas o3retas0 B V*+*r e -a3era austera e *3+*tar a otros a este est*/o e +*a . )o contentarse con ser ciudadano educado que pa#a sus impuestos ser ciudadano es implicarse también en las redes de solidaridad. B No *3+ert*r e3 fo3os es4eu/at*+os en detrimento de la econom%a productiva. Duscar alternativas en la colocación de los a!orros. B Prese3*a s*03*f*at*+a e3 a-4a=as *3ter3a*o3a/es que estén a favor de la abolición de las minas antipersonales, las actuaciones de /reen Peace, la denuncia de la explotación infantil y de un mejor trato a las inversiones extranjeras y la no incentivación del capital nacional. B $uc!ar por la condonación de la deuda externa de los pa%ses ms pobres o en situación de #raves crisis económicas y sociales B La 4uesta e3 4r@t*a e /a tasa To(*3>#ravar con un F I cada una de las operaciones en el mercado de divisas?. 9ecordemos que en el a4o &FFF se !icieron transacciones diarias por un valor de un trillón quinientos mil millones de euros >en el a4o @ANF las transacciones diarias fueron de @C millones de dólares?. Este impuesto ser%a para que la -)3 ayudara a los pa%ses ms pobres.
B Ca-4a=as o3tra /as u-(res e /a Or0a3*5a*63 Mu3*a/ e/ Co-er*o, tal como vienen funcionando !asta el momento, pues +El mundo no es una mercanc%a ‖ >lema de los #rupos que protestaban en Seattle?. B&FFF Pres*o3ar se e*Hue3 a efe3sa , -@s a eua*63 , sa3*a Espa4a 4ara #astóHue @@ veces ms en "-e3os 1 en0astos 1efensa que en investi#ación sanitaria. dems. En !ayel a4o ocultación de datos en lo referente a exportación de armas. B E8*0*r es4a*os te/e+*s*+os 4ara /as ONG^s. )ecesitamos avan*ar muc!o en el modo de tratar las noticias y en la presencia pública de los llamados 8(SP >8iudadanos (onestos unque Suficientemente Preocupados?. B M@s era31a , o/a(ora*63 r1t*a e3tre or0a3*5a*o3es e +o/u3tar*ao , a-*3*stra*o3es. $as -)/s necesitan dialo#ar ms con el Estado y su#erirle +experiencias piloto‖ que le !a#an ms creativo&B. B Re4e3sar 3ue+os est*/os e a*63, pues los parmetros de la militancia clsica qui*s no sirven por poco flexibles todo olanada, o lo ne#ro, a!ora o nunca nonofunciona en el momento actual. unque siempreelqueda dudalodeblanco si los nuevos estilos de militancia sern ms acomodación que transformación. +:8ómo unir aqu% y a!ora la bondad #enerosa del Santo de s%s con la !abilidad de 2aquiavelo< D. Sousa, 9einventar la democracia, Sequitur, 2adrid, @AAA, BG ss. $.. ran#uren coord., Somos andando. "tinerario educativo y animación del voluntariado, 2adrid, 8aritas Espa4ola @AAA. &B &
Co3/us*63. El enfoque correcto del voluntariado exi#e una nueva formación. (asta a!ora !emos tenido ms planes de actuación y proyectos que subvencionar que itinerarios formativos de los actuales o futuros voluntarios. Evidentemente no se trata de una formación teórica sino de un acompa4amiento personal a lo lar#o de las diferentes etapas de los procesos educativos. $as claves ser%an las si#uientes0
&
9elacionar los itinerarios de los equipos con los de cada uno de sus miembros. 1esarrollar estos itinerarios desde la centralidad de los destinatarios de la acción social. 8on la metodolo#%a de la acción transformadora0 sensibili*arse, reflexión, toma de postura y respuesta comprometida. Participación en la or#ani*ación como aspecto formativo.
ILIOGRAFÍA .66, Pobre*a y exclusión social. 5eolo#%a de la mar#inación, PP8, @AAA0 .66, )ueva cultura de la solidaridad, Lxodo GB >@AAN? Juntos para erradicar pobre*a, "ntermón, @AAK .66, Educación en valores, PP8, >@AAK?. .66, . Wlvare* V Dolado, 2%stica la y seculari*ación, Sal 5errae, @AA& . 8ortina, 8iudadanos del mundo, lian*a, @AAK .1. 2oratalla, Ltica y voluntariado. 3na solidaridad sin fronteras, PP8, @AAK . rteta, $a compasión, Paidós, @AAN . /uiddens, 2s all de la i*quierda y la derec!a, 8tedra, @AAN 8. 'rassineti, $a #lobali*ación, vista desde los últimos, Sal 5errae, 8olec. Presencia Social, &FFF 1. So##e >ed.?, 8ompasión y clculo. 3n anlisis cr%tico de cooperación no #ubernamental al desarrollo, "cariaVntra*yt @AAC 1ocumentación social0 &FF@ 9epensar el voluntariado, Enero 2ar*o &FF@, n.^ @&& E. 1ussel, $a ética de la liberación ante la ética del
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TEMA ? LA PASTORAL LITWRGICA SUMARIO ' A4orta*o3es e/ Vat*a3o II. 2 E84er*e3*a 9u-a3a , /*tur0*a. ! Af*r-a*o3es teo/60*as , e/e(rat*+as Hue fu3a-e3ta3 /a 4astora/. # Co3te8to so*ou/tura/ , /*tur0*a. 7 As4eto e+a30e/*5aor e /a /*tur0*a. I-4orta3*a /a asa-(/ea ?/*túr0*a. < E/ eHu*4o e a3*-a*63 /*túr0*a. > Los 4astora/ D*retor*os e;Pastora/ e /ose Sara-e3tos. EsHue-a 4ara a3a/*5ar /a 4ro(/e-@t*a teo/60*o" e u3 sara-e3to. ' EsHue-a 4ara a3a/*5ar /os asos e 4astora/ sara-e3ta/. *(/*o0raf1a.
Etimoló#icamente el término litur#ia si#nifica +obra del pueblo‖ se trata de una acción simbólica que la "#lesia reali*a y que est fundada en la acción de Jesucristo. $a litur#ia de la "#lesia es el mbito por antonomasia en el que se reali*a la fe por eso la litur#ia es la fuente y la norma de la doctrina y la reflexión teoló#ica debe de estar estrec!amente vinculada a la litur#ia. $a litur#ia celebra el misterio pascual cristiano ese es su contenido nuclear que la pastoral litúr#ica ayuda a comprender mejor, a celebrar ms conscientemente y a vivir ms plenamente. $a pastoral litúr#ica es una parte de la acción pastoral de la "#lesia que se sitúa entre la pastoral evan#eli*adora y catequética y la vida fraterna y comprometida de la comunidad cristiana.
'. APORTACIONES DEL CONCILIO VATICANO II MISTERIO PASCUAL RENOVACIN LITWRGICA. $a constitución S8 considera la litur#ia cristiana desde la perspectiva !istóricosalv%fica y la centralidad del misterio pascual. $a expresión +misterio pascual‖ nos lleva a lo ms profundo de la fe, de la "#lesia, de la teolo#%a y de la vida de la "#lesia. +Esta obra de la redención !umana y de la perfecta #lorificación de 1ios, preparada por las maravillas que 1ios obró en el pueblo de la anti#ua alian*a, 8risto la reali*ó principalmente por el misterio pascual de su bienaventurada pasión, resurrección de entre los muertos y #loriosa ascensión‖. >S8 ?. 1esde el principio la "#lesia se !a reunido para celebrar la muerte y resurrección de Jesucristo >cf. S8 N? del misterio pascual vienen las #racias que se nos comunican en los Sacramentos y sacramentales. pascual es 8risto en elconlleva culmen de revelación del inescrutable misterio de 1ios ‖ +El >Juanmisterio Pablo ""?. El misterio pascual laslados dimensiones expresadas en 'ilipenses &, N@@, la 7énosis y la #lorificación son las dimensiones del 8risto !istórico y del 8risto #lorificado. En Jesucristo estas dos dimensiones son una realidad única y no dos realidades yuxtapuestas. El misterio de 1ios >mysterion? es la persona de Jesucristo y la salvación de 1ios en Ll reali*ada >cf. 8ol @, &N&K Ef G, B?. $a !istoria de Jesús de )a*aret y la presencia de 1ios en su existencia, palabras y acciones es la base de la litur#ia cristiana. $a cate#or%a bsica para comprender la celebración cristiana es la de +annnesis‖ >memorial? de la pascua de 8risto. Siempre que la asamblea cristiana se reúne celebramos que 8risto +acuerda‖ al pueblo de la nueva alian*a y que éste se +acuerda‖ de las maravillas que 1ios !a reali*ado en la !istoria. $a conciencia !istórica de la fe cristiana y la annnesis litúr#ica parten del misterio pascual de Jesucristo. En la celebración litúr#ica aparece con toda su rique*a el desplie#ue del plan salv%fico de 1ios en la !istoria reali*ado de forma plena y definitiva en Jesucristo, se4or de la !istoria. $a "#lesia en su fe, en la litur#ia y en la pastoral, relaciona constantemente el misterio pascual con la vida de los !ombres y las mujeres de todo tiempo y lu#ar. Si las acciones litúr#icas reali*an lo que si#nifican, la comunidad celebrante est llamada a sentirse solidaria de las situaciones de injusticia y muerte que se viven en el mundo.
Esta visión conciliar supera definitivamente la comprensión de P%o ="" en la enc%clica 2ediator 1ei >@ABK? en que considera a la litur#ia como el culto que la criatura debe tributar al 8reador. $a novedad del Evan#elio nos ayuda a comprender la litur#ia como el don salvador que 1ios nos da por amor y para nuestra salvación >cf. S8 ?. $as acciones litúr#icas expresan sacramentalmente la salvación de 8risto que se !ace efica* en nuestras vidas en este sentido, la litur#ia viene de 8risto a la "#lesia. $a visión y encuadre de la litur#ia que !a !ec!o el 8oncilio 6aticano "" !a llevado a la teolo#%a y a la pastoral a redescubrir el dinamismo del misterio pascual como clave existencial, a comprender la naturale*a sacramental del mismo, y a situarlo como el núcleo de la litur#ia cristiana. $a celebración anual de la Pascua aparece como el eje de la vida de la "#lesia y del sentido de la !istoria, todos los Sacramentos son celebración de la Pascua, y en la Pascua comien*a la +!umanidad nueva‖. $a celebración de la Pascua no es una fiesta ms, sino +la fiesta‖ que da unidad a todo el a4o litúr#ico a ella todo se encamina y de ella todo dimana es la meta del catecumenado, la cuaresma, el bautismo de los neófitos, la reconciliación de los penitentes, el crecimiento eclesial, la celebración de la Eucarist%a, y de la anticipación de la plenitud final.
2. EPERIENCIA UMANA LITURGIA. +$a litur#ia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la "#lesia, y al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuer*a. Pues los trabajos apostólicos se ordenan a que, una ve* !ec!os !ijos de 1ios por la fe y el bautismo, todos se reúnan, alaben a 1ios en medio de la "#lesia, participen en el sacrificio y coman la cena del Se4or. Por su parte, la litur#ia impulsa a los fieles... a la apremiante caridad de 8risto ‖. >S8 @F?. Este texto pone a la litur#ia como cumbre y fuente de la vida de la "#lesia y de cada cristiano. $a vida !umana cobra sentido a través de las experiencias llamadas fundamentales por su capacidad para fundamentar y estructurar la vida. l#unas de estas experiencias nos desbordan de sentido y necesitamos recurrir a los s%mbolos para expresar lo vivido que necesariamente tiene muc!os elementos no conceptuali*ables. $a litur#ia al ser la expresión #enuina y plena de la "#lesia manifiesta la identidad de la comunidad creyente. El acto de fe afecta a la totalidad de la vida, la fundamenta y le da sentido por esto la fe se expresa y celebra simbólicamente. $os siete Sacramentos se refieren a las experiencias ms si#nificativas por las que pasa el ser !umano del nacimiento a la muerte al mismo tiempo, las celebraciones litúr#icas se reali*an en los momentos !istóricos, con sus luces y sombras, por el que pasan las comunidades. Para lo#rar este entronque de las celebraciones y la vida de las personas no es suficiente la sucesión bioló#ica natural de los sacramentos, sino situar los Sacramentos en las experiencias fundamentales donde la existencia se abre a la trascendencia y se jue#a el sentido de la vida y el futuro de la !umanidad‖@. @ J. Sastre, 8elebrar el proyecto, la tarea y el don. $itur#ia y Sacramentos, SPx,@AA&,@
$. Doff dice que el Sacramento es un +modo de pensar ‖ la realidad de forma simbólica, pues la vida !umana tiene estructura sacramental, es decir, se desarrolla a través de las relaciones donde las cosas, los acontecimientos y las personas se !acen si#nificativas. $a fe tiene muc!o que ver con la forma de reconocer la presencia de 1ios en el acontecer !umano e !istórico. 7*ómo se hace presente Dios en la ida del hombre, ' cómo la e5istencia se abre a la trascendencia9 Esta es la cuestión bsica de la antropolo#%a teoló#ica y de la confi#uración de la experiencia reli#iosa.+$a irrupción de 1ios en medio de los !ombres nos lleva a una nueva mentalidad y un nuevo ideal de vida, que piden ser constantemente reali*ados en la celebración para poder ser vividos como lo que son0 apertura de lo !umano y #racia desbordante de 1ios en la unidad de la antropolo#%a y la
!istoria‖ &. En palabras del 6aticano ""0 la litur#ia es +expresión y revelación del misterio de 8risto y de la auténtica naturale*a de la verdadera "#lesia ‖ >S8 &?. $a presencia encarnada y comprometida de los cristianos en la realidad que nos toca vivir cada d%a, y desde la opción por los ms pobres, es la manifestación de que lo celebrado se !ace vida y se verifica en las transformaciones !istóricas. +El mensaje de Jesús, es, por una parte, una respuesta escatoló#ica >+ya s% pero todav%a no‖? a la ms !onda dinmica !umana >de la que el !ombre mismo sólo toma conciencia a la lu* de ese mensaje? pero, por otra parte, no a#ota su virtualidad en dar un sentido al abismo del cora*ón !umano, sino que presenta un ideal de reali*ación insospec!able para el !ombre natural ‖G. $a litur#ia como +praxis simbólica‖ busca mejorar el mundo de las representaciones y de las relaciones por medio de s%mbolos y del len#uaje preformativo. +8uando las comunidades cristianas se reúnen para celebrar los Sacramentos estn celebrando la Pascua de Jesucristo en la realidad !umana concreta del d%a a d%a. En las asambleas litúr#icas expresamos bsicamente tres experiencias0 @? Es 8risto resucitado quien nos convoca y asume nuestros problemas y limitaciones. En este contexto acaece la acción salvadora como #racia de 1ios. &? $a celebración cristiana tiene un sentido escatoló#ico0 la reunión de todos los !ijos dispersos en la casa del Padre, como una #ran familia reconciliada. $o que celebramos nos !ace ver que muc!as personas estn privadas de los derec!os ms elementales, y nos compromete en la causa de los pobres. G? $o que !ace auténtica una celebración es la conexión entre la fe en Jesucristo, la intención de !acer lo que !ace la "#lesia, la conciencia de la realidad problemtica, el perdón y el sentido profético de lo que se celebra en un lu#ar determinado‖B. & J. Sastre, o.c., G 2. Den*o, (ombre sa#rado, !ombre profano, 8ristiandad, @AKC B J. Sastre, Sacramento, en )18, San Pablo @AAA,&FFN &FFK
!. AFIRMACIONES TEOLGICAS CELERATIVAS UE FUNDAMENTAN LA PASTORAL $a litur#ia y los Sacramentos tienen una dimensión teoló#ica y otra celebrativa ambas requieren unas pastoral propia y espec%fica. 6eamos las principales afirmaciones teoló#icas a la !ora de plantear la pastoral litúr#ica0
!.' Su4uestos teo/60*os B La e/e(ra*63 r*st*a3a se e3t*e3e a 4art*r e Ef ' !"; o-o a*63 sa/+1f*a e /a Tr*3*a e3 /a I0/es*a la fe y la caridad introducen al creyente en el misterio salvador >cf. S8 K 88E @FKK@@@&?. Dendecimos y damos #racias a 1ios Padre por 8risto en el Esp%ritu porque Ll !a venido a nuestro encuentro +con toda clase de bienes espirituales.‖
B E3 /a +*a e /a I0/es*a too 4arte e /a Pasua e Cr*sto que se actuali*a en cada Sacramento >cf. S8 K 88E @FC?. $a presencia sacramental es una de las formas de la presencia de 8risto en la "#lesia, pero +sobre todo, est presente bajo las especies eucar%sticas ‖ >S8 K 88E @GKG?.
B E/ Es41r*tu Sa3to es e/ art1f*e e /as o(ras -aestras Hue so3 /os Sara-e3tos e /a 3ue+a a/*a35a >88E @FA@?. Prepara a la "#lesia siendo +memoria‖ de la "#lesia, dispone los cora*ones para aco#er las Palabras,
recuerda y actuali*a lo que 1ios !a obrado >annnesis y ep%clesis?, acerca el 9eino y anticipa la comunión con la 5rinidad.
B 8risto es +ima#en visible del 1ios invisible ‖ >8ol @, @? y cabe*a de la "#lesia >8ol @,@C?. 8abe*a y cuerpo son una realidad inseparable. + La I0/es*a es e3 Cr*sto Sara-e3to e /a u3*63 13t*-a o3 D*os , e /a u3*a e toos /os 9o-(res e3tre s1 >$/ @?. Su acción salvadora se !ace presente en la "#lesia y por la "#lesia !asta +presentarnos limpios, inmaculados e irreprensibles ante su presencia del Padre.‖ >8ol @.&&?
B Cr*sto es e/ Sara-e3to fo3ta/ , /a I0/es*a es e/ Sara-e3to e Cr*sto 4ara /a sa/+a*63 e/ -u3o >cf. $/ @,A,BC,A S8 ,&N /S B&,B / @,?. 5oda la vida de las comunidades eclesiales tiene estructura sacramental las diferentes acciones eclesiales >anuncio, comunión, servicio? son expresión del amor de 1ios que libera y salva. $a "#lesia prolon#a en el tiempo la presencia y la acción salvadora de Jesucristo. $a "#lesia es Sacramento y la "#lesia celebra los Sacramentos.
B Los Sara-e3tos e /a I0/es*a 9ae3 4rese3te /a sa/+a*63 >cf. 1S @NFC? /a o(ra sa/+aora e D*os e3 Jesur*sto es 4/e3a , ef*3*t*+a. 5enemos la #arant%a de que en todo Sacramento la #racia de 1ios se nos da abundantemente. El ex opere operato >eficacia de los Sacramentos? deriva de la voluntad salv%fica de 1ios y de la Pascua de 8risto >1S @NF@? las actitudes personales subjetivas del celebrante y de los que participan es condición necesaria para que la #racia sacramental sea efica* y produ*ca sus frutos.
B La ao0*a e /a Pa/a(ra , /a res4uesta 4erso3a/ e fe //e+a3 a /a e/e(ra*63 e/ Sara-e3to >1S @NFC?. +$os Sacramentos no solamente suponen la fe, sino que por medio de las palabras y las cosas la alimentan, la fortalecen y la expresan ‖ >S8 A?. El Sacramento no puede quedar reducido al rito, aunque éste sea su soporte necesario ur#e recuperar el si#nificado que el término sacramento ten%a en las primeras comunidades0 la conversión a Jesucristo y la vivencia de los valores del Evan#elio.
B La e/e(ra*63 +@/*a e /os Sara-e3tos o-u3*a /a 0ra*a. +El fruto de la vida sacramental consiste en que el Esp%ritu da adopción deifica >cf.&Pe @,B? a los fieles uniéndolos vitalmente al (ijo único, el Salvador‖ >88E @@&A?. +$os Sacramentos estn ordenados a la santificación de los !ombres, a la edificación del 8uerpo de 8risto y, en definitiva, a dar culto a 1ios pero, como si#nos, también tienen un fin instructivo‖ >S8 A?
!.2 Su4uestos e/e(rat*+os B La /*tur0*a e/e(ra /o -@s *-4orta3te e/ a-or e/ Pare /a Pasua e Cr*sto e/ o3 e/ Es41r*tu /a o-u3*63 e/es*a/ , /a //e0aa e/ Re*3o. Se celebra en el contexto eclesial, social, pol%tico y económico en que vive cada comunidad la celebración eclesial no i#nora estas realidades, pero tampoco
queda reducida a ellas, pues #ustamos anticipadamente lo que se nos !a prometido >5it &,@G?
B Los sara-e3tos Qso3 a*o3es e Cr*sto tota/ >88E @@@A? y +toda la asamblea es litur#o, cada cual se#ún su función, pero en la unidad del Esp%ritu que actúa en todos ‖>88E @@BB?. El sacerdocio de 8risto es único y participamos de él por el sacerdocio común y por el sacerdocio ministerial.
B $a litur#ia es +acción de 8risto total ‖ >cf. 88E @@GN s? ms aún, /a refere3*a ú/t*-a e /a o-u3*a Hue e/e(ra es /a /*tur0*a e/este a /a Hue se u3e /a I0/es*a 4ere0r*3a !asta que +all%, junto con toda la creación, libre ya del pecado y de la muerte, te #lorifiquemos por 8risto, Se4or )uestro, por quien concedes al mundo todos los bienes‖ >Ple#aria Eucar%stica "6?. En toda celebración se da la triple dimensión que Sto. 5oms formuló con estos términos0 rememoración de la Pasión de 8risto, si#no demostrativo de la #racia y pro#nóstico de vida futura.
B En la carta a los 9omanos, Pa(/o 9a(/a e/ a3u3*o e/ E+a30e/*o o-o /*tur0*a >9om @,@N? también considera la vida del cristiano como litur#ia a#radable a 1ios cuando est inspirada por los valores del Evan#elio >cf. 9om @&, @&?. $a celebración cristiana debe manifestar la necesaria conexión entre los acontecimientos sociales, la existencia de los creyentes y la Pascua de 8risto.
B $a asamblea reunida recuerda >memorial? a 1ios todo lo que Ll !a !ec!o en la !istoria de la salvación y le pide que, por la acción del Esp%ritu Santo >epl%clesis?, lo actualice para la comunidad eclesial. La /*tur0*a atua/*5a /o Hue 4ro/a-a ese /a 4/e3*tu f*3a/ e3 Hue QD*os ser@ too e3 toos. Esta plenitud escatoló#ica es una llamada constante a la conversión, a la fraternidad y a la solidaridad que anticipan y preparan lo definitivo.
#. CONTETO SOCIOCULTURAL LITURGIA El contexto de increencia en que nos encontramos es la resultante final de factores culturales, ambientales, educativos, reli#iosos, etc. 1ice el cardenal de 2adrid que en esta situación +muc!os ya no nie#an a 1ios, sino que lo consideran una mera proposición virtual‖. $a realidad es que muc!os bauti*ados apenas conocen los aspectos ms bsicos y elementales de la fe aunque si#an pidiendo los sacramentos en los momentos fundamentales de la vida. Estos aspectos suponen un cambio cultural muy #rande vivido en poco tiempo los retos para la pastoral sacramental de la "#lesia son #randes y ur#entes. El pluralismo existente, dentro y fuera de la "#lesia, cuestiona en buena medida lo establecido si a esto unimos la poca conexión de los jóvenes con lo litúr#ico sacramental, y la poca fe que manifiestan muc!os de los que piden los sacramentos, el panorama es preocupante. . 2H 9ouco, $a transmisión de la fe0 esta es nuestra fe, esta es la fe de la "#lesia. Plan Pastoral para la rc!idiócesis de 2adrid, curso &FFF &FF@
#.' Care3*as e3 /a 4astora/ /*túr0*a. En la pastoral de cristiandad, la pastoral litúr#ica #iraba en torno al sacerdote, la parroquia, la 2isa dominical y la pertenencia a la "#lesia. El 8oncilio 6aticano "" formuló el proyecto de renovación litúr#ica de ms alcance en la !istoria de la "#lesia. En el postconcilio los intentos de renovación litúr#ica fueron muc!os y de #ran si#nificado adems se vivieron con muc!a creatividad e ilusión. Pasadas unas décadas !emos visto que el resultado final no !a sido tan fruct%fero como se esperaba con relación a los esfuer*os reali*ados por tantas personas y comunidades. E3 e/ -o-e3to atua/ o3stata-os /as s*0u*e3tes o3tra**o3es B disociación entre evan#eli*ación y sacramentos, B poca relación entre reli#iosidad popular y celebraciones litúr#icas, B convocatorias de catequesis para los sacramentos, sin sustentarse en procesos de maduración de fe, B dualismo celebración compromiso, B individualismo, B la vida de las familias y los momentos litúr#icos si#uen ritmos distintos. $a comprensión y vivencia del a4o litúr#ico se ve dificultada por la pérdida del sentido reli#ioso del domin#o y por la influencia, cada ve* mayor, del calendario laboral de las fiestas de reli#iosidad popular y del calendario comercial.
#.2 Or*e3ta*o3es 4astora/es. $as orientaciones concretas necesariamente tienen que darse dentro de lo que !oy llamamos una pastoral misionera. +3n nuevo impulso a la actividad misionera de la "#lesia, con la misma valent%a que movió a los misioneros del pasado y la misma disponibilidad para escuc!ar la vo* del Esp%ritu, que es el prota#onista de la misión ‖. >92 GF?. $a pastoral litúr#icosacramental debe tener en cuenta los aspectos de lade evan#eli*ación ubicarse adecuadamente en el proceso nos de referimos a losdiferentes si#uientes0 testimonio vida, anunciopara expl%cito del Evan#elio, conversión a la persona Jesucristo e incorporación +afectiva y efectiva‖ a la "#lesia. Esto supone0
B U3a 4astora/ 4erso3a/*5aa , *fere3*aa se0ú3 /as *fere3tes s*tua*o3es e fe. Es necesario cuidar muc!o la aco#ida y el acompa4amiento de los que se acercan a pedir los sacramentos. $a aco#ida y el acompa4amiento requieren un equipo de personas capaces de aco#er, escuc!ar, discernir y acompa4ar. $a petición de un sacramento es una ocasión excepcional para la evan#eli*ación.
B El equipo de aco#ida debe tener claro que los primeros encuentros con las personas que vienen deben -ot*+ar e3 /a -e*a e /o 4os*(/e a /os so/**ta3tes e u3 Sara-e3to 4ara Hue *3**e3 e/ *t*3erar*o ateHu:t*o aeuao. 2s aún, el se#uimiento deber abarcar también el después del Sacramento. $as catequesis propias de cada sacramento incluirn los aspectos antropoló#icos, teoló#icos, espirituales, litúr#icos y de compromiso.
B As4etos o3retos e /a 4astora/ sara-e3ta/ Hue reHu*ere3 u3a -a,or ate3*63
$a necesaria e intr%nseca u3*a e /os Sara-e3tos e /a I3**a*63 Cr*st*a3a con lo que conlleva de enfoque de la pastoral en clave de proceso, conversión, se#uimiento, incorporación a la comunidad y discernimiento vocacional. o
El Dautismo de ni4os y /a +*3u/a*63 at*+a e /os 4ares a3tes , es4u:s de la celebración del bautismo de los !ijos. o
E/ Sara-e3to e/ Matr*-o3*o , /a 4re4ara*63 ateu-e3a/ al mismo que ase#ure la vinculación de la pareja a la comunidad parroquial y su permanencia activa. o
La o3t*3u*a e /os 3*=os después de la llamada Primera 8omunión y de los adolescentes jóvenes después de la 8onfirmación. o
$a renovación del Sacramento de la 9econciliación por medio de cauces penitenciales en relación con los momentos de la o3+ers*63 *3**a/ ra*a/ , or*3ar*a. o
La reu4era*63 e/ se3t*o e/ o-*30o en el que ubicar la celebración eucar%stica, tal como la !ace Juan Pablo "" en +1ies 1omini. ‖ o
o
La 4astora/ e /as e8eHu*as como momento privile#iado para la e+a30e/*5a*63 e -u9as 4erso3as
a/e)aas en cuestiones fundamentales de la fe cristiana. #.! Or*e3ta*o3es ateHu:t*as. $a visión teoló#ica del 6aticano "" en lo referente a la litur#ia y los Sacramentos si#ue estando ausente de muc!as catequesis y celebraciones. Se#uimos cayendo en el sacramentalismo fcil, la disociación entre catequesis, celebraciones y la praxis sacramental aparece te4ida de individualismo, ritualismo y burocracia. 5ambién !ay ejemplos de celebraciones vivas, contextuali*adas y comprometidas. Su#erencias para mejorar las catequesis sacramentales0 B La *-e3s*63 a3tro4o/60*a e/ sara-e3to es un buen punto de partida para enrai*ar lo que se celebra, para ver cómo lo !umano se abre a lo trascendente y para precisar lo que cada sacramento aporta al sentido de la vida.
B La refere3*a a /a +*a e 9*stor*a e Jesús e Na5aret para subrayar el carcter de encuentro de todo sacramento y evitar la cosificación en la comprensión del mismo. $a salvación que Jesucristo explicitó en su vida tiene que ver con la lle#ada del 9eino y los #estos que le !acen presente. :8ómo !acer para que los sacramentos apare*can como si#nos proféticos del 9eino para el !ombre contemporneo<
B Reu4erar /a u3*63 , e/ ore3 e /os Sara-e3tos e /a I3**a*63 Cr*st*a3a. $a unidad y complementariedad de los Sacramentos de iniciación
tienen que ver con los itinerarios catequéticos, la comprensión de la identidad cristiana y la finalidad de la iniciación cristiana como incorporación a la comunidad cristiana en la que se vive la fe de forma vocacional.
B KLe8 ora3* /e8 ree3*K. $a "#lesia cree se#ún ora. 16 >n.C? reco#e al#o que !a estado presente en la tradición de la "#lesia0 los textos y #estos litúr#icos son un buen camino para adentrarse en la experiencia de 1ios, en el misterio. $a teolo#%a y la catequesis deben estar permanentemente relacionadas con la litur#ia, de donde parte la vida de fe que pretenden profundi*ar y transmitir.
B La ef*a*a e /os Sara-e3tos. $as obras de comunión, justicia y caridad son los frutos que expresan la eficacia de los sacramentos. $a vida recibida en el Dautismo se entiende como crecimiento permanente en las virtudes teolo#ales la participación en la 2esa del Se4or tiene como correlato de veracidad 2t. &, G@ BN, y las obras de penitencia ms a#radables a 1ios son las que se refieren a la defensa del derec!o y la justicia a favor de los ms desfavorecidos.
B Te-as o/+*aos e3 /as ateHues*s /*túr0*a"sara-e3ta/es . )os referimos concretamente a la +lectio divina‖, el a4o litúr#ico, el sentido del domin#o, la ple#aria eucar%stica y la conexión entre reli#iosidad popular y litur#ia. B Letura ate3ta e /os Q4rae3ota3a e /os r*tua/es re3o+aos da muc!as luces para una adecuada comprensión teoló#ica de los sacramentos, as% como la prctica pastoral y la formación catequética.
B I3or4orar a /a ateHues*s /as ate0or1as teo/60*as atua/es 4ara 9a(/ar e /os sara-e3tos. $as principales expresiones para !ablar de los sacramentos son0 encuentro con 8risto resucitado, fuer*as que brotan del cuerpo de 8risto, acciones del Esp%ritu Santo, comunión con la 5rinidad y con los !ermanos, celebración comunitaria de la "#lesia Sacramento de 8risto y anticipación profético escatoló#ica del 9eino. Estas expresiones ayudarn a superar una comprensión cosificadora, ritualista o m#ica de los sacramentos.
La o-4re3s*63 e/ s1-(o/o es bsica para entender la mentalidad !umana, para a!ondar en la realidad !umana, y para expresar las experiencias fundamentales de la vida !umana. Estas nuevas cate#or%as apuntan a que los creyentes evan#eli*ados sepan responder a estas tres cuestiones0 qué es un sacramento, por qué los sacramentos y para qué los sacramentos. B Co3+oar a/ se0u*-*e3to e Jesús , 4re4arar /a ree4*63 e /os sara-e3tos . $a preparación a un sacramento conlleva una preparación espec%fica, pero esta debe darse dentro de un proceso de maduración de la fe ms amplio y continuado que tiene como referencia la iniciación cristiana. 8onvocar para prepararse a los Sacramentos es !acer del proceso al#o puntual que termina con la recepción del Sacramento. $a falta de continuidad después de la Primera 8omunión, de la 8onfirmación y del 2atrimonio tiene muc!o que ver con al forma de plantear la convocatoria. ;ui*s lo que sucede, la
escasa continuidad después de recibir los sacramentos, est impl%cito en el modo de !acer la pastoral preparatoria a los mismos.
7. ASPECTO EVANGELIADOR DE LA LITURGIA $a finalidad de la litur#ia no es la evan#eli*ación con todo la litur#ia, por su propia naturale*a y dinmica, ayuda a la evan#eli*ación. 1e manera si#nificativa la proclamación de la Palabra y la !omil%a como una forma del ministerio de la Palabra, contribuyen a la educación cotidiana de la fe de la asamblea. $a litur#ia proclama la Duena )oticia celebrndola de forma festiva, comunitaria, profética y escatoló#ica. $os aspectos educativos que tiene la litur#ia no responden a una or#ani*ación didctica, sino existencial al !ilo de la !istoria de salvación a lo lar#o del a4o litúr#ico. En nin#ún caso debe +utili*arse‖ la celebración con criterio peda#ó#ico no obstante, una buena celebración es una excelente catequesis. $as celebraciones deben ser cuidadosamente pro#ramadas se#ún se trate de bautismos, matrimonios, exequias, Eucarist%a dominical, etc. El equipo de litur#ia tiene aqu% su cometido propio a través de la formación, la reflexión, la preparación, los ensayos, la distribución de subsidios, etc. )o podemos olvidar la pluralidad de personas que asisten a las celebraciones desde los creyentes convertidos a los alejados que asisten ocasionalmente, sin excluir a personas ms o menos a#nósticas. l#o que todos percibimos, de forma ms intuitiva que racional, es la co!erencia de los que ejercen al#ún ministerio, as% como la preparación que se !a !ec!o de la celebración. El presidente debe actuar con una doble fidelidad0 a los misterios que celebra y a las personas que tiene delante. $a evan#eli*ación tiene una dimensión litúr#ica, pues todas las acciones pastorales de la "#lesia se encaminan a una participación consciente, piadosa y activa en las celebraciones litúr#icas y sacramentales. $a vida entera de la "#lesia parte del misterio trinitario y a una mayor vivencia del mismo se encamina la adulte* cristiana consiste en una mayor y mejor vivencia de la vida teolo#al que se alimenta, sobre todo, en la oración y los sacramentos.
" \C6-o 9aer 4ara Hue /a /*tur0*a e+a30e/*e Predicamos, pero no es una clase, conversamos, pero no es coloquio, cantamos, pero no es concierto, !acemos #estos, pero no es teatro, nos movemos, pero no es un ballet, contemplamos, pero no es meditación trascendente y oramos públicamente, pero no es un re*o. ‖ " \C6-o 9aer 4ara Hue e/ 9o-(re Hue +*+e e3 /a u/tura e /a 4ost-oer3*a e3t*e3a , 4art**4e e3 /a /*tur0*a e /a I0/es*a $a cultura actual tiene especiales dificultades para entender el len#uaje de lo sa#rado cristiano éste necesariamente tiene que relacionar lo trascendente, lo comunitario y lo solidario. 3na litur#ia evan#eli*adora tiene muy presente a la persona concreta que participa en la celebración no pocas de estas personas buscan en lo celebrado al#o, que no entienden muy bien, pero que les !ace sentirse ms se#uros y prote#idos. Para poder traspasar este nivel de comprensión se necesita una preparación m%nima. l mismo tiempo, conviene incorporar a la celebración muc!os elementos valiosos y vivos en la reli#iosidad popular0 el sentido de lo trascendente, la oración confiada, el len#uaje total, el talante festivo, la importancia de lo concreto y de lo simbólico, el sentido popular, etc. +)unca se insistir bastante en el !ec!o de que la evan#eli*ación no se a#ota con la predicación y la ense4an*a de una doctrina... $a evan#eli*ación desplie#a toda su rique*a cuando reali*a la unión ms %ntima, o mejor, una intercomunicación jams interrumpida entre la Palabra y los sacramentos. ‖ >E) BK?
$a litur#ia evan#eli*a cuando se tienen presentes todos los elementos didasclicos de la celebración. $a meta única de todas las acciones pastorales de la "#lesia es que los creyentes lle#uen a la madure* de la identidad cristiana. $a litur#ia a través de los elementos que la constituyen0 Palabra de 1ios, !omil%a, si#nos y s%mbolos, oraciones, cantos, etc., ayuda al crecimiento de la vida de fe de los bauti*ados. Es lo que se llama la +2isto#o#ia del 2isterio. ‖ Esto no es posible sin una participación consciente, activa y fructuosa >cf. S8@B?. Por pastoral litúr#ica entendemos +toda acción orientada a que los fieles participen activa y conscientemente en las celebraciones litúr#icas de acuerdo con su propia condición, ministros o simples fieles, de modo que !allen en ellas la fuente de su vida cristiana N. $a litur#ia como ejercicio del sacerdocio de 8risto >cf. S8 K 88E @FNA @@GN? y +obra común‖ del Esp%ritu Santo y de la "#lesia >cf. 88E @FA@?, es anterior a la pastoral litúr#ica su objeto es la celebración del misterio de 8risto y de su salvación para la santificación de los que celebran y la alaban*a de 1ios >cf. S8 @F 88E @FKF @FC& @FCG @FCA? en todo tiempo y lu#ar. $a evan#eli*ación y la pastoral litúr#ica estn al servicio del ejercicio del sacerdocio común de los bauti*ados en la litur#ia >cf. 88E @@BF @@B@?. $os frutos de la celebración cristiana son el crecimiento de la comunidad en comunión y servicio >cf. P- N?, la corresponsabilidad entre todos los ministerios, servicio y funciones >cf. Ef. B,@@? y las obras de caridad para con los pobres >cf. S8 @F?. N 2ons. J. $ópe*, Pastoral $itúr#ica, 1PE, 2onte 8ar melo, &FF@,NG
$a "#lesia +existe para evan#eli*ar ‖ >E) @B cf. 1/8 BN? la evan#eli*ación define la misión y la identidad de la "#lesia. l mismo tiempo, la evan#eli*ación es una +tarea compleja ‖ >E) @K? pues es un proceso estructurado en etapas y comprende el anuncio del Evan#elio, la celebración del misterio cristiano, lo cre%do y celebrado >cfr. E) BK 1/8 BKBC?. $a litur#ia al tiempo que alimenta la fe de los creyentes, también es una exposición de la fe de la "#lesia >cf. "8 GABF 1/8 GF C?. En la celebración de los Sacramentos del Dautismo y de la 8onfirmación cuando se renuevan las Promesas del Dautismo se termina diciendo0 +Esta es nuestra fe, esta es la fe de la "#lesia que nos #loriamos de profesar en 8risto Jesús, Se4or )uestro.‖ $a litur#ia es mbito donde se profesa la fe, pero, sobre todo, la misma celebración es expresión pública y solemne de la fe de la "#lesia por la unión entre la salvación y la expresión litúr#ica de la fe.
;. IMPORTANCIA DE LA ASAMLEA LITWRGICA. El proyecto salvador de 1ios comien*a por la llamada y la elección de un pueblo lo que 1ios desea es la reunión de toda la !umanidad como una sola familia de !ermanos. $a encarnación del 6erbo, la misión de Jesús y su misterio pascual !ablan de reconciliación con 1ios y con los !ermanos. $a misión de la "#lesia consiste en continuar la obra salvadora de Jesús siendo si#no de unidad y comunión para la !umanidad. $a "#lesia est formada por los creyentes dispersos por el mundo, pero unidos por la participación en la vida trinitaria, y en la misión de anunciar el Evan#elio con +obras y palabras ‖. $a asamblea litúr#ica es la reunión de los cristianos en un lu#ar y tiempo concretos desde el principio, los cristianos !an sentido la necesidad de reunirse para celebrar la 9esurrección de Jesucristo, para manifestarse como "#lesia y para anticipar el momento en que seremos convocados para vivir por siempre en el amor del Padre. El pueblo de 1ios as% convocado reunido ser enviado a lasemisión. $a asamblea litúr#ica esselasiente reunión de lospara que,después por la #racia de 1ios, sienten +pecadores salvados‖, +unidos en la diversidad‖, +creyentes necesitados de fe ‖, +reunidos para ser enviados‖, +ale#res por lo celebrado y preocupados por la tarea pendiente‖ y +enrai*ados en el presente con la mira en la vida eterna.‖
En la celebración todos somos responsables. +$a asamblea como tal es el sujeto de la celebración eucar%stica‖K. 5odo parte del sacerdocio bautismal de los fieles los que tienen al#ún ministerio sirven a la asamblea y le ayudan a expresar la fe, la esperan*a y el amor. ntes que actuar como ministros !ay que sentirse participantes en la asamblea y para la asamblea. +El ministro manifiesta que la asamblea no es la propietaria del #esto que est a punto de reali*ar, que no es ella la due4a de la Eucarist%a, sino que la recibe de otro, de 8risto que vive en su "#lesia‖C. La OGMR $Ore3a*63 Ge3era/ e/ M*sa/ Ro-a3o& *e e/ 4res*e3te e /a asa-(/ea K 8f. 8onferencia Episcopal 'rancesa, $ourdes @AKG C /roupe de 1ombes, 6ers une mme f oi euc!aristique< @AK&, n^GB
B +(aciendo las veces de 8risto, preside la asamblea con#re#ada ‖. B +;ue por su manera de comportarse y de pronunciar las palabras divinas, su#iera a los fieles una presencia viva de 8risto.‖ >n. NF?. B +Preside la oración, anuncia el mensaje de salvación y se asocia al pueblo en la ofrenda de 8risto ‖ >n. B&?.
El presb%tero aco#e a los fieles en el nombre del Se4or, les invita a reconciliarse y les une en la entre#a de 8risto. E/ Hue 4res*e /a asa-(/ea t*e3e e/ -*3*ster*o e /a Q+*3u/a*63 e3tre
B 5ener en cuenta que la celebración tiene antes, en y después. B $as diferentes partes constitutivas de la celebración. B $os diferentes ministerios y servicios que intervienen. B Entre lo cre%do, lo celebrado y el compromiso. B $a asamblea particular, la "#lesia local y la "#lesia universal. B $os reunidos y el +Se4or que viene a nuestro encuentro ‖. B El Se4or 9esucitado y el mundo llamado a ser el 9eino de 1ios.
E3 /a e/e(ra*63 /*túr0*a too es o-u3*a*630 escuc!ar la Palabra de 1ios, responder, ex!ortación !omilética, palabras que acompa4an a los ritos, saludos, oraciones, etc. En toda comunicación la escuc!a es fundamental en la litur#ia la comunicación no es fcil por su carcter múltiple >a 1ios, al mundo, a la propia conciencia, a los !ermanos? y por el len#uaje utili*ado con personas tan distintas y en situaciones tan plurales. $as posiciones y los #estos de la litur#ia católica son un poco pobres en variedad y en expresión. Este aspecto necesita un mayor enriquecimiento, as% como un aprendi*aje de los mismos para que las posiciones y losen#estos sean ms y expresivos. $a con asamblea litúr#ica primer yy #ran si#no litúr#ico, pues ella tienen lu#arafectivos el desplie#ue celebrativo todo sus si#nosesyels%mbolos acciones. El templo es el mbito donde se reúne la "#lesia de 8risto por lo mismo, la casa del pueblo de 1ios es también la casa de 1ios. $a arquitectura del lu#ar y la disposición de los elementos deben manifestar lo que la asamblea es y celebra. El dinamismo interno de la celebración es lo que mejor puede definir el si#nificado de la asamblea la celebración de la Eucarist%a es el modelo referencial de todas las celebraciones litúr#icas. $o primero es la toma de conciencia de que se es asamblea por la
aco#ida y la preparación interior a lo que se va a celebrar. El dilo#o entre 1ios y su pueblo es lo constitutivo de la litur#ia de la Palabra la profesión de fe y la oración es la respuesta a lo escuc!ado. En la oración universal la asamblea pide por las necesidades de todos los !ombres ejercitando el sacerdocio universal conferido en el Dautismo. $a ple#aria eucar%stica, elemento central en la celebración eucar%stica, es el aspecto que ms necesitamos profundi*ar para lo#rar una participación ms viva y con ms sentido. $as palabras de la consa#ración +tomó‖, +bendijo‖, +partió‖ y +entre#o‖ contienen toda la !istoria de la salvación y son la expresión ms adecuada de la identidad cristiana0 ele#idos y bendecidos por 1ios, para dejar !acer a 1ios en la propia vida y ser vida en 8risto y por 8risto para los dems. $a espiritualidad cristiana es si#nificativamente eucar%stica. continuación, la comunidad celebrante se siente "#lesia en unidad y comunión por la acción del Esp%ritu Santo. Esto permite a la "#lesia, con un cora*ón universal, pedir por todos, vivos y difuntos. Q pre#ustando el triunfo del amor por 8risto, con Ll y en Ll, oramos como !ijos y !ermanos con la oración que el mismo Jesucristo nos ense4ó. Q la pa* que el mismo 8risto nos da se la damos a los !ermanos con la ale#r%a de la presencia entre#ada del Se4or 9esucitado y la preocupación por !acer un mundo ms fraterno nos acercamos a comul#ar. l experimentar sacramentalmente la mayor unión con 1ios y con los !ermanos por la recepción del 8uerpo y la San#re de 8risto somos enviados a construir el 9eino con todos los !ombres y mujeres de buena voluntad.
<. EL EUIPO DE ANIMACIN LITWRGICA l cumplirse los veinticinco a4os de la constitución Sacrosanctum 8oncilium se !i*o una reflexión sobre los +principios doctrinales y pastorales ‖ que impulsaron la renovación litúr#ica. $a posterior publicación del +Equipo de animación litúr#ica. 1irectorio litúr#ico pastoral. Plan de 'ormación ‖ del Secretariado )acional de $itur#ia con la aprobación de la 8omisión Episcopal de $itur#ia, viene a completar los directorios anteriores0
B El cólito y el ministro extraordinario de la 8omunión, +1ocumentos y Estudios‖ PP8, 2adrid, @AC. B El ministerio del $ector, +1ocumentos y Estudios ‖, @FG, PP8, 2adrid, @ACN. B $as 2isas en radio y televisión. 8reatividad y fidelidad en la $itur#ia. +1ocumentos y Estudios‖, @@C, PP8, 2adrid, @ACN. B El Salmo responsorial y el ministerio del salmista, +1ocumentos y Estudios‖, @&F, PP8, 2adrid, @ACN. B mbientación y arte en el lu#ar de la celebración. +1ocumentos y Estudios‖, @&, PP8, 2adrid, @ACK. B El presidente de la celebración, +1ocumentos y Estudios‖, @G&, PP8. 2adrid, @ACC.
El documento QE/ eHu*4o e a3*-a*63 /*túr0*a parte de que + la experiencia cotidiana nos ense4a que es necesario un equipo de animación litúr#ica para mejorar las celebraciones y ayudar a la asamblea a participar en las mismas para que la litur#ia sea vivida en +esp%ritu y en verdad‖. + >"ntroducción n.&?. El documento consta de dos partes y un apéndice @H parte0 -rientaciones doctrinales &H parte0 Su#erencias prcticas péndice0 Plan de formación del equipo de animación litúr#ica. l final del documento aparece una biblio#raf%a sobre el equipo de animación litúr#ica >p#. &G&? y otra para el equipo de animación litúr#ica >p#.&GG?.
$a -/29 en el n. KG dice que la preparación de las celebraciones debe !acerse +con nimo concorde ‖, por parte +de todos aquellos a quines ata4e‖, +bajo la dirección del rector de la "#lesia‖ y +o%do también el parecer de los fieles ‖.
<.' \u: es e/ eHu*4o e a3*-a*63 /*túr0*a >Equipo de nimación $itúr#ica nn.C@@?. +El equipo de animación litúr#ica est formado por un #rupo de cristianos que asumen y ejercitan con responsabilidad vocacional unos ministerios o funciones en las celebraciones de la comunidad cristiana. Se define por su unidad y pluralidad. 3nos ejercen los ministerios ordenados de presidencia y diacon%a, otros los ministerios instituidos de acolitado y lectorado, el ministerio extraordinario de la comunión, y otros los servicios de monitores, lectores, salmistas, cantores, or#anistas, acólitos o mona#uillos, aco#ida, etc. ‖ >n.C?. Su4o3e0 B 1edicación de tiempo por parte de los miembros del equipo en beneficio de la animación de la asamblea >n.A?. B Permanencia en el equipo y consistencia del mismo. )o se trata de !acer una función al mar#en de lo que se viva >n.@F?. B El equipo debe tener presencia y vo* en el consejo Pastoral de la comunidad >n.@@?.
<.2 C6-o se for-a u3 eHu*4o , su e+o/u*63 >nn .&NGG?. El documento da las si#uientes orientaciones0 B /rupo en sinton%a con el +rector ‖ de la "#lesia. B /rupo variado, rico y representativo de la comunidad. B $a constitución como #rupo lleva tiempo y exi#e formación bsica. B +El ideal ser%a que cada comunidad cristiana funcionara con varios equipos de animación litúr#ica coordinados entre s%. 8ada #rupo atender%a unas determinadas celebraciones‖ >n. &C?. B $as personas que forman el equipo deben manifestar lo que conlleva una +eclesiolo#%a de comunión y de participación. For-a3 4arte e/ eHu*4o
3n ministro ordenado se !ace car#o del equipo o El presidente de cada celebración debe tener conexión con el equipo. o Si la comunidad tiene al#ún dicono conviene que forme parte del equipo. o $os ministerios instituidos0 lectores y acólitos. o $os que ejercen de manera estable una función en la celebración0 al servicio de la asamblea >aco#ida, monitor?, al servicio de la Palabra de 1ios >lector, salmista, el que formula las intenciones de la oración de los fieles?, al servicio del altar y del ministro ordenado >acólito, maestro de ceremonias, el que est autori*ado para distribuir la comunión?, al servicio del canto litúr#ico y de la música, y al servicio de otras funciones >casos especiales?. o
B El equipo debe ser abierto y aco#edor para personas interesadas en ayudar o en profundi*ar la litur#ia.
<.! Cua/*aes fu3a-e3ta/es 4ara 4erte3eer a/ eHu*4o e a3*-a*63 /*túr0*a >nn.GBGA?. Pertenecer al equipo es una vocación de servicio a la comunidad exi#e dedicación de tiempo y el poner los carismas propios a disposición de la comunidad. B Es41r*tu e ser+**o , at*tu e *@/o0o. +El #rupo no se puede considerar como +due4o y propietario‖ de la litur#ia de la comunidad, sino sentirse y actuar como +servidores. + >n.G? B Es41r*tu e o-u3*63. Supone relación constante con la comunidad y con los otros #rupos de la comunidad. >n.GN? B Ser 4art**4a3tes a3tes Hue Qa0e3tes e a3*-a*63. )o se puede animar a otros desde fuera sólo quien ore y celebre con la comunidad puede ayudar a la comunidad. >n.GK? B Co3oer /a o-u3*a r*st*a3a 4or e3tro 0 su cultura, tensiones, problemas, posibilidades, esperan*as, len#uaje, etc. En caso contrario, se prestar atención únicamente a un #rupo de personas. $as personas que forman la comunidad son muy variadas por eso la ayuda del equipo se !ar teniendo en cuenta +el estilo y #raduación de la fe de los que forman la asamblea ‖ >n.GC? B uerer -e)orar /a a/*a e /as e/e(ra*o3es. )o basta la buena voluntad. Ej.0 músicos >técnicamente !ablando? que no se sitúan, lectores que desconocen las técnicas de sonido, etc. (ay que evitar los +espontneos‖ y el !acer las preparaciones durante las celebraciones. +$os que ejercen un ministerio o función de animación tienen por misión ayudar a descubrir y apreciar su verdad y autenticidad, su si#nificado y sentido. 9eali*an una función +icónica‖0 deben remitir, referir, conducir !acia la realidad simbólica o celebrada ‖ >n.GA?.
<.#. At*tues , fu3*o3es e/ res4o3sa(/e e/ eHu*4o. >nn. BFB&?. l rector de la i#lesia le corresponde la presidencia del equipo de animación litúr#ica >-/29 KG? si no puede, dele#ar a un sacerdote o dicono, o a un laico >n.BF?. B At*tues0 madure* en la fe, capacidad de relación y ser animador de animadores >n.B@?. B Fu3*o3es0 1eben ser determinadas por el equipo se#ún su constitución, circunstancias y necesidades. $as fundamentales son0 convocar al equipo se#ún calendario, preparar y animar las reuniones se#ún la metodolo#%a establecida, ordenar el dilo#o, ase#urar el cumplimiento de lo que se encar#a a cada miembro, encau*ar las iniciativas, animar y proponer la formación teoló#icalitúr#ica y !acer de puente con los otros responsables de la comunidad. +1e la personalidad y de la actuación del responsable depender la perseverancia y consistencia del #rupo, la superación del des#aste y crisis que pueda sufrir, y evitar que el equipo cai#a en el puro +ejecutivismo‖ o reducirse a simples funcionarios de un oficio cuando actúe en las celebraciones litúr#icas ‖ >n.B&?..
<.7 Las ses*o3es e tra(a)o e/ eHu*4o. >nn. BG@?. El método no lo es todo, es una #u%a cada equipo adaptar el método a su situación. El ritmo de una sesión puede dividirse en los si#uientes momentos0
a? Mo-e3to ora*o3a/. $a reunión se inicia y se concluye con unos momentos de oración. Puede dedicarse un tiempo a la +lectura orada ‖ de la proclamación b%blica de domin#o o fiesta que se prepare. +$a oración crea siempre un clima de fe y vivencia, de silencio y dilo#o, de respeto y libertad, y de comunión y amistad‖. >n.BB?. b? Mo-e3to e re+*s*63. Es necesario dedicar un tiempo a revisar las últimas celebraciones que se !an tenido. Es muy importante +valorar el clima de orientación y participación que se !a creado en la asamblea‖ >n.B?. En al#ún momento !ay que evaluar el conjunto de la vida litúr#ica de la comunidad. c? Mo-e3to 4a3or@-*o. 8onsiste en presentar el 4o $itúr#ico o tiempo litúr#ico para enmarcar a!% las celebraciones concretas. 8onsiste en conectar unos domin#os con otros, unos aspectos con otros desde la centralidad del misterio pascual, y explicitar las conexiones existenciales, sociales y reli#iosas de lo que se celebra. $a creatividad y el sentido #lobal de unidad ayudar a profundi*ar en le espiritualidad litúr#ica y evitar caer en la rutina.>n.BN?. d? Mo-e3to a3a/1t*o. +8onsiste en anali*ar los contenidos de los diversos textos litúr#icos y eucoló#icos, comen*ando siempre por los ms si#nificativos. En el anlisis se tendr en cuenta la relación de unos textos con otros, si existe su interpretación exe#ética el lu#ar que ocupa el texto dentro de la celebración y su incidencia en el !oy ‖ >n. BK?.
Tareas descubrir el contexto de la celebración, ver el contenido de los textos y la relación entre ellos, seleccionar las palabras ms si#nificativas, estudiar la traducción al len#uaje de !oy y sinteti*ar las ideas principales. e? Mo-e3to e 4re4arar /as tareas -*3*ster*a/es . +El objetivo principal del presente momento es encontrar la expresión y el len#uaje acomodado para transmitir a la asamblea los resultados de los momentos anteriores‖ >n.BC?. Tareas0 ele#ir los cantos, seleccionar los textos ms adecuados >el prefacio, la ple#aria eucar%stica y otros textos alternativos?, buscar los elementos celebrativos que facilitan la comunicación con la asamblea, componer la oración de los fieles y las moniciones, su#erir pistas para la !omil%a, orientar la ambientación delMo-e3to templo, elaborar las !ojas facilitar la participación, etc. de funciones y tareas se !ar se#ún el f& e *str*(u*r /aspara res4o3sa(*/*aes . $a distribución número de miembros, las celebraciones preparadas y otras circunstancias. Es muy importante que cada miembro prepare con tiempo lo necesario para la si#uiente reunión. En la distribución de responsabilidades se propone lo si#uiente >n.F?0 8rear ambiente de confian*a y de respeto. 'acilitar la intervención de todos los miembros del #rupo. 5omar nota de las participaciones de cada uno. Duscar el mejor servicio a la comunidad en el aterri*aje concreto #rupo.
contar con las limitaciones del
Es importante para la consolidación del equipo que éste ten#a periódicamente al#ún tiempo para convivir, orar, compartir la fe y profundi*ar en el servicio que reali*a. +El #rupo establecer la forma de llevar a cabo la revisión, fijando d%a y método a se#uir. l#unos equipos si#uen el método de los tres momentos0 el ver, el ju*#ar y el actuar. En la
reunión anterior a la revisión puede formularse una lista de pre#untas para ser reflexionadas por cada miembro antes de la revisión y as% facilitar la sesión de revisión ‖. >n G?.
<.; La for-a*63 /*túr0*a. Esta formación es un derec!o que parte de la vocación bautismal >S8@B?. Pretende +que los bauti*ados se !a#an ms conscientes cada d%a del don recibido de la fe, mientras son iniciados #radualmente en el conocimiento del misterio de la salvación0 aprenden a adorar a 1ios Padre en esp%ritu y en verdad >cf. Jn.B,&G?, ante todo en la acción litúr#ica, adaptndose a vivir se#ún el !ombre nuevo en justicia y santidad verdaderas >cf. Ef B, &&&B?, y as% lle#uen al !ombre perfecto, a la edad de la plenitud de 8risto >cf. Ef. G, @G? y contribuyan al crecimiento del 8uerpo m%stico‖. >/E2 &?. B O()et*+os e /a for-a*63 /*túr0*a >nn. N NB?
a? O()et*+o tota/*a. +$a formación litúr#ica debe orientar toda la vida del cristiano a una forma unitaria y equilibrada de tal forma que ayude a la persona a desarrollar su propia capacidad y asumir un determinado compromiso se#ún las exi#encias del proyecto bautismal ‖ >n.N?. b? O()et*+o e/es*a/. $a "#lesia es sacramento de 8risto >cf. $/ @? y la litur#ia es esencialmente una acción eclesial >cf. S8 &N?. +En este sentido la formación litúr#ica !a de tender a educar la conciencia de pertenencia a una comunidad y asamblea litúr#ica, a sentirse, en la celebración, miembro de esta comunidad y a saber compartir con todos los cristianos el misterio que se celebra y las preocupaciones de todos los !ombres‖ >n.K?. c? O()et*+o r*tua/. +El len#uaje simbólico de la litur#ia supone una educación para saberlo comprender, expresar y vivir su si#nificado. Esta sinton%a exi#e un aprendi*aje, una formación que sepa conju#ar el rito y el misterio celebrado‖ >n. C?. d? O()et*+o u3*tar*o. +Entendemos por objetivo unitario la relación referencial e inte#ral existente entre el sujeto y el objeto. El sujeto, en este caso, es el cristiano, y el objeto, el misterio de 8risto presente y operante en la acción cultural de la "#lesia. $a formación litúr#ica debe articular estos dos ejes0 el antropoló#ico y el cristoló#ico para crear una unidad en el misterio que se celebra en la litur#ia ‖ >n.A?.
B Carater1st*as e /a for-a*63 /*túr0*a
a? Te6r*a. barca un conjunto articulado de conceptos teoló#icos, !istóricos, jur%dicos, pastorales y espirituales. $os instrumentos van desde las catequesis litúr#icas !asta los cursos especiali*ados pasando por lecturas, libros, semanas y cursillos especiali*ados. El péndice del 1irectorio ofrece un plan de formación litúr#ica bsica b? E84er*e3*a 4erso3a/. +$a $itur#ia educa para la litur#ia.‖ >n.N@?. +unque la Sa#rada $itur#ia sea principalmente culto de la divina 2ajestad, contiene también una #ran instrucción para el pueblo fiel... Por tanto, no sólo cuando se lee lo que se !a escrito para nuestra ense4an*a >9om@,B?, sino también cuando la "#lesia ora, canta o actúa, la fe de los asistentes se alimenta y sus almas se elevan a 1ios a fin de tributarle un culto racional y recibir su #racia con mayor abundancia ‖ >S8 GG?. El aspecto didasclico de la litur#ia
tiene muc!o que ver con +la rec%proca conexión y la co!erencia necesaria entre los elementos verbales y los simbólicos‖ >n.N@?. c? Pro0res*+a. El 4o $itúr#ico, por su carcter c%clico, ayuda a profundi*ar en la (istoria de Salvación. +El 4o $itúr#ico se adapta a los ritmos de la vida cristiana y nunca vuelve al punto de partida, sino, como espiral, va envolviendo al creyente y !ace que, en el tiempo, pro#rese. ‖ >n.N&?. d? Per-a3e3te. $a vida del bauti*ado es un crecimiento constante +!asta alcan*ar la plenitud de la estatura de 8risto >cf. Ef.B, @&@G @@N?. En este sentido, la litur#ia se convierte en el lu#ar y ocasión privile#iada para la pro#resividad. s% la litur#ia se convertir en la cumbre a la cual tiende la actividad de la "#lesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mane toda su fuer*a. >cf. S8@F? ‖. >n.NG?.
>. LOS DIRECTORIOS DE PASTORAL DE LOS SACRAMENTOS $a teolo#%a conciliar afirma que la celebración de los sacramentos es el momento ms importante e intenso de la acción pastoral de la "#lesia por la acción del Esp%ritu Santo en la "#lesia 8uerpo de 8risto, los sacramentos reali*an lo que si#nifican. Por exi#encias teoló#icas y pastorales, una de las #randes preocupaciones de la "#lesia es que los sacramentos se celebren y reciban con las disposiciones requeridas. El talante maternal de la "#lesia procura evitar tanto el ri#orismo excesivo como el laxismo en la aplicación de los requisitos para celebrar fructuosamente los sacramentos. $os 1irectorios de los Sacramentos abordan la preparación a los sacramentos en el contexto sociocultural actual.
Co3sta3 e /as s*0u*e3tes 4artes 0 @^. Ca-(*os e at*tu res4eto a /os sara-e3tos. Se abordan los aspectos sociales, culturales, jur%dicos, !istóricos y reli#iosos. &^. Natura/e5a Escomporta la aproximación teoló#ica a cada Sacramento, a la e8*0e3*as sara-e3to. celebración del ,mismo y a lose/ compromisos que para la vida del cristiano. G^. O()et*+os e /a 4re4ara*630 B 5ener conciencia clara de la situación de las personas B doptar las actitudes pastorales adecuadas en el aco#ida, sensibili*ación y preparación. B yudar a que se pueda dar una recepción fructuosa del sacramento, y no sólo el cumplimiento de los requisitos para la valide* del mismo. ;ue los criterios del 1irectorio sean compartidos por la comunidad. B^. T*4*f*a*63 e /as s*tua*o3es . En el caso del Dautismo y del 2atrimonio las situaciones suelen ser muy variadas. 8ada una de ellas merece un estudio particular. ^. It*3erar*o 4ara /a 4re4ara*63 e/ sara-e3to. Se trata de un proceso #radual y continuo en tres etapas preparatorias0 remota, próxima e inmediata. N^. Te-as. Son los contenidos que se van a desarrollar en las catequesis sobre el sacramento y las catequesis que preparan a una recepción consciente y provec!osa del Sacramento. $as catequesis abordarn los aspectos antropoló#icos, cristoló#icos, eclesioló#icos, litúr#icos y espirituales, as% como la relación entre
ellos. Estas catequesis supondrn una iniciación bsica a los aspectos nucleares de la identidad cristiana en consecuencia tendrn un carcter experiencial, comunitario y comprometido que lleven a la vinculación afectiva con la persona de Jesucristo y la comunidad eclesial . K^ Ce/e(ra*63. $a preparación de la celebración tiene como objetivos0 ;ue los interesados interven#an activamente. $a participación de la comunidad en la celebración. El que los padrinos lleven una vida cristiana ejemplar. $a celebración de la 9econciliación como preparación inmediata al sacramento. Subrayar la vinculación entre el sacramento que se va a celebrar y la referencia pertenencia a la comunidad cristiana C^ E/ es4u:s e/ Sara-e3to. $a celebración de un sacramento conlleva unas exi#encias para la vida personal, eclesial y social del que lo !a recibido. Esta continuidad de vida exi#e un alimento de la fe, una referencia comunitaria y la puesta en prctica de los medios necesarios. Por todo ello, ya en la preparación a los sacramentos se debe dise4ar la continuidad por medio de caunces de encuentro, de profundi*ación y de implicación en la vida de la comunidad
cristiana.
?. ESUEMA PARA ANALIAR LA PROLEMTICA TEOLGICA" PASTORAL DE UN SACRAMENTO @^?. A3@/*s*s e /a rea/*a0
B 2odelo de !ombre, de creyente, ima#en de 1ios y de "#lesia que subyacen a la prctica sacramental vi#ente. B spectos positivos y ne#ativos de la vivencia de los Sacramentos. B Principales problemas detectados.
&^?. O4*o3es e teo/o01a 4astora/ sara-e3ta/. Sirven para anali*ar lo que existe y !acer nuevas propuestas0
B "#lesia evan#eli*adora y misionera. 8onexión entre evan#eli*ación y sacramentos. B $a educación de la fe como proceso0 ubicación de los sacramentos en los procesos de maduración de la fe.
B Sentido comunitario y celebrativo de la fe. B 1iscernimiento pastoral0 o
1iferentes niveles de sacramentalidad.
o
"tinerario !acia el sacramento.
B 8o!erencia fe vida en el después del sacramento.
G^?. Or*e3ta*o3es 4astora/es. 6er qué orientaciones deben reafirmarse, modificarse, suprimirse o reempla*arse por otras.
B^?. For-u/a*63 e/ 4ro,eto. Se trata de dise4ar las l%neas #enerales del nuevo proyecto de pastoral sacramental vlido en un determinado contexto socio cultural.
La rea*63 e u3 3ue+o 4ro,eto e(e B Precisar0 destinatarios, objetivos, posibilidades y medios B 8onjuntar la mentalidad y actitudes de los a#entes de pastoral implicados. B Prever cómo va a ser asumido por la comunidad. B 'ijar la coordinación y evaluación.
'% ESUEMA PARA ANALIAR LOS CASOS DE PASTORAL SACRAMENTAL '% Letura e/ aso ta/ , o-o se e3u3*a 4or esr*to . 8omprensión de sus aspectos fundamentales y la problemtica que plantea. 2% Desr*4*63 e /a 4ro(/e-@t*a0 B specto !umano0 personal, relacional y social. B 8arencia importantes en la informaciónformación cristiana. B Problemtica en relación con la teolo#%a sacramental
!% As4etos *-4orta3tes e /a teo/o01a sara-e3ta/ Hue 9a, Hue te3er e3 ue3ta B 2adure* personal actual y posible >aspectos antropoló#icos?. B 8onocimiento de lo que se !a !ec!o o se pide se#ún el caso >aspectos teoló#icos para la valide* ] licitud?. B Precisiones sobre la co!erencia fe vida antes del sacramento y previsiones para después del sacramento. B /rado de cumplimiento de los requisitos m%nimos para recibir el sacramento.
#% Pro4uesta e u3 a-*3o e so/u*63 B En el caso anali*ado0 :se puede celebrar el sacramento< :(a !abido sacramento< B Se#ún la respuesta anterior dise4ar un camino de preparación a la celebración sacramental o subsanar lo ya reali*ado.
ILIOGRAFÍA0 E" $astoral lit2rgica" 8. 'loristn, Pastoral litúr#ica, en 1ionisio Dorobio >dir?, $a celebración en la "#lesia, @, Salamanca @AC, GK CB "d. 5eolo#%a Prctica. 5eor%a y praxis de la acción pastoral, Salamanca @AA@, BKK N@ ". -4atibia, )uevas perspectivas de la pastoral litúr#ica0 P!ase @KA >@AAF? GK GA $. della 5orre, Pastoral litúr#ica, )1$, 2adrid @ACK, @KN @NFF J. $ebon, Para vivir la litur#ia, Estella @CAK J.$. 2art%n, En el Esp%ritu y la vida de la "#lesia, "", "ntroducción antropoló#ica, Secretariado 5rinitario, Salamanca, @AAB, GG GKG P. 5ena, $a pastoral litúr#ica del 6aticano "" a nuestro tiempo0 P!ase @KC >@AAF?, &KG &CC 66.., Problemtica de la Pastoral $itúr#ica, 8uadernos P!ase B@, Darcelona @AAG. F" *ate!esis ' litrgia" . 'ossion, $a catequesis como iniciación a la litur#ia0 5eolo#%a y 8atequesis GK]GC >@AA@? @ &B E. lberic!, $itur#ia y 8atequesis, 1iccionario de 8atequética, 88S, 2adrid @ACK, @@ @B J. lda*bal, Pre#untas a la catequesis desde la litur#ia0 P!ase CF >@ACF?, & &NN J.$. 2art%n, $itur#ia y 8atequesis, )18, S. Pablo, @AAA, @GNA @GCC $. 2aldonado, 8elebrar, 9eflexiones para un dilo#o entre catequesis y litur#ia0 5eolo#%a y 8atequesis, &N]&K >@ACC? BNG BK 9. 8offy $a celebración lu#ar de la educación de la fe0 P!ase @@C >@ACF? &NK &CF 9. Saber, $a litur#ia, :lu#ar de aprendi*aje de la fe<0 5eolo#%a y 8atequesis GK]GC >@AA@? & GK.
TEMA '% LA OMILÍA SUMARIO '. La 4re*a*63 e3 /os esr*tos e/ N.T. 2. La 3atura/e5a e /a 9o-*/1a. !. o-*/1a , o-u3*a*63. #. D*f*u/taes e3 e/ ser+**o 9o-*/:t*o. 7. Or*e3ta*o3es 4astora/es 4ara /a 9o-*/1a. ;. C6-o 4re4arar u3a 9o-*/1a. *(/*o0raf1a
El ministerio de la palabra se estudia en dos tratados teoló#ico pastorales0 la 7eri#mtica que estudia la predicación, y la !omilética, que se ocupa de la !omil%a. En el mundo alemn y an#losajón !ay una ctedra que se denomina !omilética en nuestros mbitos no se estudia con tanta amplitud. $o propio de la !omil%a es ser predicación dentro de la celebración litúr#ica. +8omo. predicación litúr#ica reco#er y reflejar los ras#os y elementos esenciales de toda litur#ia. 1e esta manera no ser un cuerpo extra4o dentro de la celebración, incrustado en ella sólo de un modo extr%nseco, ms o menos for*ado, sino que se insertarn armónicamente en su textura como una etapa ms de la fluencia ritual y un in#rediente perfectamente !omo#éneo dentro del conjunto del universo festivo y celebrativo @ @
$. 2aldonado, $a !omil%a. Predicación, litur#ia, comunidad, San Pablo, @AAG, N
'. LA PREDICACIN EN LOS ESCRITOS DEL N.T En el culto sina#o#al !ab%a un comentario del escriba o doctor después de la lectura de la ley, de los libros !istóricos o de los profetas. En los mbitos del ;umrm a este comentario se le daba muc!a importancia. El término predicar se entiende como al#o propio del sacerdote para recuperar su sentido, tenemos que volver a los datos aportados en la Escritura. En los Evan#elios y en los (ec!os de los póstoles la proclamación de la Duena )oticia va unida a una serie de acciones si#nificativas. Palabras y si#nos estn %ntimamente relacionados. $os términos usados en el ).5. son0 7eryssein >proclamar?, eua##elidsein >dar a conocer una noticia #o*osa? y didas7ein >ense4ar?.
'.' E3 /os E+a30e/*os. 2arcos presenta las palabras de Jesús como +buena noticia‖, pues anuncia que el 9eino de 1ios est cerca >2c @,@B? el 9eino que lle#a pide ser aco#ido con un cora*ón convertido. Es necesario saber leer los si#nos de los tiempos para ver cómo 1ios si#ue !aciendo >S8 G,&?, y a partir de a!% ver qué podemos !acer nosotros. 2ateo presenta la incondicionalidad con que Jesús anuncia el 9eino en este sentido la predicación de Jesús es radicalmente novedosa respecto de la de Juan el Dautista. $ucas insiste en +el !oy‖ de la predicación de Jesús >$c B,@N? y la reacción de las personas ante el que !abla y el contenido de su mensaje >$c B,&&?. Juan subraya cómo la obra salvadora de 1ios Padre se prolon#a en las palabras y acciones de Jesús. Juan pide a los oyentes de Jesús la disposición adecuada para lle#ar a conocer todo lo que se esconde en la Palabra !ec!a carne, pues quien se encuentra con ella se encuentra con el Padre. El anuncio del 9eino es el elemento central y referencial de la misión de Jesús para eso !a venido y por eso da su vida. $as caracter%sticas del anuncio del 9eino que !ace Jesús son0 B 5odo nace de la misericordia entra4able de 1ios con la !umanidad..
B $a esperan*a es el principio dinami*ador de todo lo !umano. B El 9eino pide conversión, es decir, cora*ones nuevos y nueva mentalidad. 2s que convertirse, es dejarse convertir por 1ios. B El 9eino c!oca con la realidad !umana de pecado que se manifiesta de múltiples formas. B El 9eino expresa de forma plena y definitiva el proyecto salvador de 1ios de reunir a toda la !umanidad en una sola familia.
8risto muerto y resucitado es la manifestación de que el 9eino de 1ios est en medio de nosotros, es el comien*o de la )ueva (umanidad y el fundamento de la esperan*a. Por eso la predicación de las primeras comunidades se centra en el Reri#ma. +En su exposición les dio Pablo testimonio del reinado de 1ios y trataba de convencerles de quién era Jesús...‖ >(ec! &C,&G?. s% lo declara Pedro después de la curación del paral%tico0 +quede bien claro para vosotros y para toda "srael que !a sido por obra de Jesús 2es%as, el )a*areno, a quien vosotros crucificasteis y a quien 1ios resucitó de la muerte... Jesús es la piedra an#ular que desec!asteis vosotros los constructores y que se !a convertido en piedra an#ular. $a salvación no est en nin#ún otro, es decir, que bajo el cielo no tenemos los !ombres otro diferente de Ll al que debamos invocar para salvarnos‖ >(ec! B, @F@&?. $a persona de Jesús, sus palabras y la +praxis‖ que desarrolló en su existencia terrena son elementos referenciales para entender cómo es y cómo se reali*a el 9eino. El Reri#ma en los escritos neotestamentarios tiene carcter narrativo y se diri#e a lo ms profundo de la persona para suscitar en él una respuesta de conversión. $a predicación del Reri#ma no es una reflexión conceptual ni una invitación morali*ante por el contrario, es la proclamación #o*osa y esperan*ada de un acontecimiento que !a cambiado el sentido de la !istoria y de la vida !umana. En consecuencia, se diri#e a lo ms %ntimo de la persona, all% donde el ser !umano descubre las dimensiones de su vida, se abre a las relaciones interpersonales y donde toma las decisiones importantes de su vida. $a !omil%a no se puede quedar en un mero parafraseo del relato que se !a le%do. $os !ec!os !istórico salv%ficos son tales por su capacidad de actuali*ación es fundamental en la !omil%a enla*ar el !oy con el +in illo tempore ‖. $os +si#nos de los tiempos ‖ ayudan al creyente a ver cómo la Palabra de 1ios +siempre viva y efica*‖, se si#ue reali*ando +aqu% y a!ora ‖. Se#ún P.8!enu los si#nos de los tiempos se dan en los !ec!os y] o experiencias !umanas que expresan los valores del 9eino en las reali*aciones !umanas que influyen en la mejora de los procesos !istóricos de !umani*ación, en las actitudes proféticas que denuncian la explotación del !ombre y en todo lo que reclame el derec!o y la justicia para los ms pobres&. :;ué nos quiere decir 1ios a través de todo esto< $a Palabra de 1ios por su propia naturale*a y especificidad est intr%nsecamente relacionada con la existencia !umana en todas sus manifestaciones. Se#ún Sc!illebeec7xG, los +niveles‖ de esta relación pasan por la experiencia e implicación en la liberación !umana y la confesión de fe de que 1ios es quien !a salvado a la !umanidad a través de las mediaciones !umanas. Si esto es as%, lo que sucede en el mbito de lo profano es material para la Palabra de 1ios, y la revelación de 1ios en Jesucristo tiene estructura sacramental. +Sólo en una !istoria profana, en la que los !ombres son liberados para alcan*ar una verdadera !umanidad, sólo a!% puede 1ios revelar su propio ser‖B. +Podemos, pues, concluir que los cuatro evan#elios 8f. Si#nos de los tiempos0 reflexión teoló#ica, en Q.2.J. 8on#ar V 2. Peuc!neaurd eds, $a "#lesia en el mundo de !oy. 8onstitución Pastoral /audium et Spes, 5aurus, @AKF, && &C& G 2ensc!en. 1ie /esc!ic!te von /ott, Muric!, @AAF, &A F B $. 2aldonado, o.c., CK &
reco#en el mensaje de Jesús en el contexto de un +sucedido‖ que narran o, si se prefiere, en la forma de una !istoria que relatan. Esta #ran visión de conjunto se pierde cuando o%mos la per%copa breve, recortada, de una lectura evan#élica dominical. Sin embar#o, el que predica debe tenerla presente como el contexto de su !omil%a y saber reencontrarla en la misma per%copa litúr#ica que muc!as veces es un relato también reencontrarla en la forma de una concreción particular, de una etapa o fase de ese #ran relato que es el conjunto del Evan#elio. s% aplicar la ley primera de toda narratividad o !ermenéutica narrativa, que es potenciar en el texto el carcter narrativo, darle vida sabiendo contar esa !istoria y devolviéndole su carcter primero de relato, que despierta su interés, aún atrayente ‖. N
$. 2aldonado, o.c., NN J. . /oena#a, $a !omil%a entre la evan#eli*ación y la mista#o#ia.0 Pastoral $itúr#ica &&N >@AA?, B&G
'.2 E3 /as :4oas 4oster*ores. $a 1idascalia de los póstoles, las 8onstituciones postólicas y la 5radición postólica dan muc!a importancia a la !omil%a como invitación a la conversión, testimonio de Jesucristo muerto y resucitado y aprendi*aje de una vida moral inspirada en la caridad. En la época patr%stica se mantiene la !omil%a en las reuniones del catecumenado y en la celebración de la eucarist%a los principales tratadistas !an sido -r%#enes, (ipólito, San Juan 8risóstomo en -riente y S. #ust%n en -ccidente. modo de entra en crisis por la influencia la retórica con todo, la predicaciónEste sustentada enpredicar la !istoria de salvación continuó !asta eldesi#lo ="" en bi*antina los monasterios. $a teolo#%a escolstica confi#uró una nueva manera de predicar basada en ar#umentos dialécticos y con un vocabulario alejado de la Escritura y de la litur#ia. partir del si#lo =""" se predica fuera de las i#lesias esto contribuyó al desarrollo de la oratoria profana y de la retórica como estructuradora de la predicación, pero también dio ori#en a un modo de predicar cercano, en lo cotidiano y acompa4ado de #estos y actitudes evan#élicas >el predicador como icono de Jesucristo?. El 8oncilio de 5rento abordó el tema de la predicación en relación con el ministerio pastoral de los obispos y presb%teros. 1eterminó la obli#ación del prroco de predicar los domin#os y fiestas de precepto en la misa con ms asistencia de fieles los textos b%blicos se tomar%an como referencia. En las otras misas la predicación tratar%a de temas do#mticos o morales. En las novenas se !ac%an los sermones. Q as% se !a venido !aciendo durante varios si#los. $a recuperación del sentido de la !omil%a la !i*o P%o ="" en @A, en el -rdo que restaura el 5riduo Santo en este documento se dice que se !a#a una +breve !omil%a‖ sobre los misterios celebrados en estos d%as. El 8oncilio 6aticano "" recupera el sentido #enuino y ori#inal de la !omil%a >cf. S8 G,&& 16 &@&N $/ &N? que trataremos de abordar en las p#inas si#uientes.
2. NATURALEA DE LA OMILÍA $a !omil%a es litur#ia, es una parte de la celebración y pertenece a la litur#ia de la Palabra. $itur#ia de la palabra y litur#ia del sacramento son +un acto de culto‖ >S8 N?. +1e forma que aquello que la palabra anuncia y reali*a, porque es palabra de 1ios, el sacramente también lo anuncia y reali*a, porque es acción de 1ios, a un nivel ms profundo de comunicación ‖N. En consecuencia, no es adecuada la expresión de que el sacramento lo queen la su palabra 8risto est presentereali*a y actuando "#lesiaproclama. +cuando se lee y explica la Escritura ‖
>E2 ?. Esto quiere decir que la !omil%a es +acto sacramental y de ma#isterio‖K. Para S. #ust%n, la se#unda persona de la 5rinidad y las palabras de su mensaje estn presentes en el lector y el !omileta0 +!ora se comenta la Palabra para que all% la poseamos... ll%... no la tendremos en letras, en sonidos, en códices, no la escuc!aremos del lector, del expositor. :8ómo pues< 8omo en el principio era la Palabra ‖C. +En el servicio eclesial del ministro ordenado es 8risto mismo quien est presente en su "#lesia como cabe*a de su cuerpo, Pastor de su reba4o, Sumo Sacerdote del sacrificio redentor, 2aestro de la verdad. Es lo que la "#lesia expresa al decir que el sacerdote, en virtud del sacramento del -rden, actúa +in persona 8!risti 8apitis‖ >8E8 @BC?. Por el lu#ar de la !omil%a, entre la proclamación de la Palabra y la profesión de fe que da paso al sacramento, debe buscar ante todo la respuesta de fe de los participantes. +$as afirmaciones, +el !omileta icono de 8risto‖ y +la !omil%a un acto del ma#isterio auténtico‖, suponen que la !omil%a es !omil%a. Porque no toda palabra pronunciada a continuación del evan#elio es !omil%a y, por lo tanto, no #o*a de la densidad sacramental y ma#isterial de esa forma. ‖eminente‖ de predicación‖A. J. . /oena#a, $a !omil%a acto sacramental y de ma#isterio0 P!ase & >@AKN?, GGAGBN S. #ust%n, Enarr, in Ps @FG, s G,G 88$ BF.@F@,@ @C A 8f. J.. /oena#a, a.c. K C
2.' La 9o-*/1a es a*63 /*túr0*a. $a predicación se reali*a dentro de una celebración litúr#ica o sacramental. El 8oncilio 6aticano "" lo precisó de forma n%tida y clara0 +Se recomienda encarecidamente como parte de la misma litur#ia, la !omil%a, en la cual, durante el ciclo del a4o litúr#ico se exponen, a partir de los textos sa#rados, los misterios de la fe y las normas de la vida cristiana. 2s aún, en las 2isas que se celebran los domin#os y fiestas de precepto con asistencia del pueblo nunca se omita, si no es por causa #rave‖ >S8 &?. 1e estas palabras se deduce la vinculación directa entre la !omil%a, el a4o litúr#ico, las lecturas del d%a y la celebración de la Eucarist%a. $a "nstrucción de @ANB dice que en la !omil%a se explique al#ún aspecto de las lecturas b%blicas proclamadas, del texto ordinario o del propio de la 2isa, siempre teniendo presente el tiempo litúr#ico en el que se est. Q el canon KNK,@ recuerda que en la !omil%a a lo lar#o del a4o litúr#ico se abordan los misterios de la fe y las actitudes del cristiano tomando como punto de partida los textos b%blicos. 5oda la celebración litúr#ica es evan#eli*ación, pues con palabras y #estos se proclama la muerte y la resurrección de Jesucristo >cf.@8or @@,&N? y la vida nueva en 8risto que nos !ace !ijos de 1ios y !ermanos. $as ple#arias eucar%sticas son alaban*a y acción de #racias al Padre, por 8risto y en el Esp%ritu Santo por todas las maravillas que 1ios !a reali*ado en la (istoria de la Salvación. $a !omil%a debe mostrar la relación entre lo proclamado por la Palabra y la litur#ia eucar%stica en este sentido, la !omil%a es proclamación #o*osa. $a predicación y la litur#ia son memorial de forma distinta la predicación lo es como narración y la litur#ia como annnesis. >cf. @8or @@, &?0 +!acedlo en memoria m%a ‖?. $a presencia del Esp%ritu Santo !ace posible que acción salvadora de 1ios se actualice en el +!oy‖ de cada comunidad que celebra. $a afirmación de que la litur#ia actuali*a y comunica lo que celebra es constante en S8 >cf. nn. &,N,K?. El len#uaje de la litur#ia, sobre todo en el tiempo de )avidad, Epifan%a, Pascua, etc. as% lo expresa también lo podemos comprobar en las ant%fonas de comunión que son un vers%culo del evan#elio los en tiempos propios y que acompa4an de laeucar%stica. comunión. 1e este modo se expresa que lo en dic!o la Palabra se reali*a plenamenteelenmomento la comunión
En la !omil%a resuenan #o*osamente los acontecimientos salv%ficos, pero de manera especial la 9esurrección de 8risto y la lle#ada del 9eino. Esto lleva a la asamblea el canto festivo del #loria, el leluya, el Santo, el Denedictus, el 2a#nificat, etc. l mismo tiempo, la !omil%a ayuda a comprender lo lejos que todav%a est de la realidad concreta la reali*ación del proyecto de 1ios. 5ambién la celebración tiene un sentido de revisión y denuncia una manifestación de la participación provec!osa en la litur#ia esté en una mayor implicación en la transformación de la realidad. El marco de la !omil%a es la celebración. +$a "#lesia nunca !a dejado de reunirse para celebrar el misterio pascual. 8elebrando la eucarist%a en la que se !ace de nuevo presente la victoria y el tiempo de su muerte, dando gracias >...? a 1ios por el don inefable >& 8or A,@? en 8risto Jesús, Gpara alabar s gloriaH >Ef @,&&? por la fuer*a del Esp%ritu‖ >S8 N?. +$a santa 2adre "#lesia considera deber suyo celebrar en un sagrado memorial la obra salv%fica de su divino esposo. 8ada semana, en el d%a que llamó del Se4or, !ace memoria de s resrrección, que una ve* al a4o celebra también junto con la santa pasión en la mxima solemnidad de la pascua >...? (aciendo as% memoria de los misterios de la redención, abre las ri!ezas del poder santificador y de los méritos del su Se4or, de tal manera que en cierto modo se !acen presentes >se actuali*an? ‖ >S8 @F&? Estos textos nos se4alan los cinco aspectos por los que la litur#ia es celebración reunirse, expresar, dar #racias y alabar, reali*ar acciones sa#radas >simbólicas? y actuali*ar. En este contexto tiene lu#ar la !omil%a, que no puede olvidar nin#uno de estos aspectos.
2.2 Las tres *-e3s*o3es $ser+**os& e /a 9o-*/1a. $a !omil%a tiene como referencia la Palabra de 1ios >textos proclamados?, las caracter%sticas de la asamblea y la celebración dentro de la cual se reali*a. B o-*/1a , Pa/a(ra e D*os. $a relación se entiende en términos de fidelidad a los textos proclamados. Esto conlleva un esfuer*o exe#ético para comprender el texto en s% mismo y en contexto de la Escritura, as% como su mensaje y la valide* de éste para el !ombre actual. )unca los comentarios pueden dejar en se#undo plano el texto, la Palabra de la que parten ya la que sirven. El que !ace la !omil%a antes que predicador es disc%pulo de 8risto, miembro de la comunidad y oyente de la Palabra. +$a Escritura se !a de leer e interpretar con el mismo Esp%ritu con que fue escrita... para descubrir el verdadero sentido de lo sa#rado‖ >16 @& c?. $a preparación exe#ética del predicador no si#nifica que la !omil%a sea exé#esis una y otra son de distinto #énero. $a !omil%a busca el que la Palabra lle#ue a la vida de los oyentes como Palabra de vida y llamada a la conversión. Es necesario desentra4ar el sentido del texto para ver qué dice a los criterios, actitudes y comportamientos del !ombre actual. Si la Palabra de 1ios bsicamente es el dilo#o de 1ios con su pueblo, la !omil%a actúa como elemento clarificador y potenciador de este encuentro. $a aco#ida de la Palabra de 1ios se traduce en frutos de ms fe, ms esperan*a y ms amor comprometido. El sentimiento resultante final debe ser el propio de los cora*ones apasionados por una Duena )oticia para todos, y especialmente para los ms necesitados. Se da cuando se siente que al#o !a pasado por dentro y que nos lleva a se#uir rumiando el mensaje, a estar ms atento a lo que sucede a nuestro alrededor y a empe4arse ms por la pa* y la justicia.
B o-*/1a , s*tua*63 so*o" 9*st6r*a. $a Palabra de 1ios escrita !ace muc!os a4os es proclamada +!oy‖ y +aqu%‖ :Porqué< :;ué sentido tiene< Si lo !acemos es porque la Palabra tiene que ver con la existencia y porque su mensaje puede iluminar y transformar la realidad en la que es proclamada. Estas dos afirmaciones !acen de la !omil%a un acto profético, pues trata de desentra4ar lo que 1ios nos quiere decir a nosotros y en las situaciones concretas por las que pasa el mundo y la comunidad celebrante. $a comunidad encuentra en la Palabra la lu*, la fuer*a y el motivo para se#uir caminando. Para que el predicador pueda !acer este servicio necesita conocer bien a la comunidad no es posible si no se vive en ella y se comparte sus búsquedas, ale#r%as y dificultades. $a !omil%a tiene que ver con el caminar de fe de la comunidad y con los proyectos que lleva entre manos. :8ómo relacionar las lecturas con estos momentos vitales< l !ablar de la situación concreta de la comunidad queda incluida en esta expresión el modo como la comunidad percibe y responde a los acontecimientos sociales e !istóricos, tanto en el mbito cercano como en el mbito del mundo. l !acer esta iluminación el peli#ro del predicador est en !acer que sus preferencias coloreen el conjunto. $a Palabra de 1ios es muy rica y los componentes de la comunidad son muy variados por lo mismo, !ay que dar prioridad a estos dos elementos en la selección de orientaciones y aplicaciones. unque el mensaje de unos textos concretos se refiera a un aspecto concreto de la vida, el predicador tratar de conectar éste con el conjunto de la existencia, pues es a la persona como totalidad a la que se diri#e el mensaje de salvación el 1ios que !abla quiere una respuesta de ad!esión afectiva con toda la persona. $a !omil%a intentar ayudar a la asamblea litúr#ica a que dé una respuesta adecuada a lo que el Esp%ritu esté pidiendo +aqu% y a!ora‖ a la "#lesia local que se !a con#re#ado para la celebración. l !acer esto, el predicador tendr presente que lo nuclear y permanente es el misterio pascual que debe alcan*ar pro#resivamente la vida entera del bauti*ado. $o positivo y lo ne#ativo en el cora*ón de cada creyente, as% como en las relaciones y en las situaciones !istóricas, constituye lo circunstancial que !a de ser verificado a través de la cate#or%a que llamamos los +si#nos de los tiempos‖. +El !omileta !a de atender a la permanente dimensión pascual de la palabra para responder a las aspiraciones de los fieles y de los oyentes y para cuestionar al !ombre viejo que !a de morir en ellos, en las personas y en las sociedades ‖@F. @F
J. . /oena#a, a.c.
B o-*/1a , e/e(ra*63. Palabra y sacramento son dos elementos >partes? de una misma celebración una y otra se relacionan y complementan, y una y otra son proclamación y reali*ación, aunque lo !a#an de distinta manera. $a dinmica interna de la celebración es la propia de al#o único, pro#resivo y expresado con si#nos diferentes0 la comunión con 1ios Padre por 8risto, en el Esp%ritu Santo en la comunión de los !ermanos. $a !omil%a ayuda a concienciar esta realidad de comunión de la que parte la celebración y a la que se encamina la celebración. "#ualmente, la !omil%a ayuda a descubrir la %ntima unidad de toda la celebración en la celebración de los sacramentos, por el tipo de lectura que se eli#en, esta conexión es ms expresiva. El aspecto mista#ó#ico de la !omil%a adquiere en este apartado su si#nificado
ms pleno, pero no exclusivo, pues est presente en los otros dos servicios que debe !acer la !omil%a. $a pre#unta que puede ayudar a profundi*ar en lo mista#ó#ico es la si#uiente0 :qué nos dice el Esp%ritu en los textos, en la celebración y a las comunidades que estn en las asambleas litúr#icas< >cf. p &,K. @@. &A G, N.@G.&@?. +$os formularios litúr#icos en su conjunto constituyen la lex orandi lex credendi. $a fe !ec!a oración es tarea del Esp%ritu Santo, que recuerda a la "#lesia el misterio de 8risto, para ir introduciéndola en la 6erdad completa, y sepa +orar como conviene‖@@. El sacramento es la comunicación ms profunda por eso se reali*a a través del le#uaje simbólico sacramental. En consecuencia lo nuclear en la !omil%a debe ser la palabra !ec!a sacramento. El aspecto mista#ó#ico de la !omil%a es el que mejor puede ayudarnos a entender lo que es la !omil%a. En este sentido, las !omil%as mista#ó#icas >auténticas catequesis? se centran en los elementos >palabras, #estos y acciones? que constituyen el entramado celebrativo y tratan de descubrir su si#nificado, la acción eclesial y personal del Esp%ritu Santo en orden al crecimiento en la vida teolo#al por la participación en la vida trinitaria. Este #énero de !omil%a es el ms espiritual y también el ms peda#ó#ico porque se refiere a la reali*ación de lo que se celebra. @@ J.
. /oena#a, a.c.
!. OMILÍA COMUNICACIN Es evidente que la !omil%a, por su carcter didasclico, motivacional y comunitario, es un ejercicio de comunicación, y puede ser estudiada desde esta perspectiva. $a misma "#lesia se entiende desde la autocomunicación de 1ios en Jesucristo que est en el ori#en de su ser y misión. l intentar profundi*ar en el tema !omil%a y comunicación nos asaltan dos pre#untas previas0 :cómo es la comunicación en nuestras comunidades<, y :cómo es la comunicación en nuestras celebraciones< $a !omil%a es parte constitutiva de la litur#ia y est intr%nsecamente relacionada con los componentes de la celebración la !omil%a es, sobre todo, +proclamación de las maravillas obradas por 1ios en la !istoria de la salvación, es decir, en el misterio de 8risto... siempre presente y actuante en nosotros, particularmente en la celebración litúr#ica‖ >S8 G,&?. !ora bien, las asambleas litúr#icas son extraordinariamente variadas en edades, situaciones, sensibilidades, madure* de fe, etc. etc . \C6-o atua/*5ar /a Pa/a(ra e D*os , -a3*festar Hue /o Hue /a Pa/a(ra *e se u-4/e 9o, Se#ún D. 1re!er, estudioso de este tema, la !omil%a debe tener en cuenta lo si#uiente0 Se !alla inserta en la tradición de la "#lesia, y lo que la Palabra dice !a sido vivido por muc!as personas y comunidades que nos !an precedido. l carcter !istórico de la tradición !ace que lo que vivimos est encaminado !acia la plenitud
escatoló#ica bajo la acción del Esp%ritu Santo. $as dos caracter%sticas anteriores ayudan a valorar el aspecto de actualidad de la !omil%a. 8onsiste en
conocer la realidad de la comunidad concreta para ayudarla a desarrollar todas sus potencialidades.
El len#uaje conceptual, #enérico y a!istórico de muc!as !omil%as constituye una de las causas del poco interés que suscitan en los oyentes, as% como su ypoca eficacia.del Enque lo que se trate de en al#una las !omil%as importan las experiencias concretas, los !ec!os, el rostro la cercan%a comunica manera se deber%a poder palpar y experimentar el mensaje que se transmite.
3na de las leyes de la comunicación dice que las respuestas a pre#untas no planteadas tienen poca influencia en las personas las respuestas que el predicador pretende proponer deben ir precedidas por los cuestionamientos previos que susciten en los oyentes la necesidad de búsqueda y la importancia de encontrar respuestas si#nificativas. +$os die* minutos de !omil%a no bastan para poner en evidencia las diversas perspectivas, las distintas exi#encias del acto de fe y sin embar#o, uno se siente en al tentación de, al menos, esbo*ar al#una de esas dimensiones que necesariamente requieren un mayor desarrollo, sobre todo cuando se parte del !ec!o de que para la mayor%a de los oyentes la !omil%a es el único cauce para una catequesis ordinaria‖@&. J. $. /uerra, (omil%a y comunicación0 Pastoral $itúr#ica &&K >@AA?, &NB J. $. /uerra, a.c. @B J. $. /uerra, a.c. @& @G
$a comunicación es un fenómeno complejo en el que intervienen muc!os elementos y no pocas interferencias. En nuestra cultura, lo que se repite monótonamente, por importante que sea, deja de tener interés para muc!as personas i#ualmente di#amos de las formas de comunicación que no sean m%nimamente interactivos. (ans 1ieter Dastian >teólo#o protestante estudioso de la !omil%a? propone la +técnica del distanciamiento ‖ que utili*a el dramatur#o Dertolt Drec!t. +8on su len#uaje frecuentemente provocativo Drec!t trata de que los espectadores reaccionen distancindose de los personajes y de las acciones que prota#oni*an !asta el punto que sientan +extra4e*a‖ o incluso indi#nación por lo que ven y oyen. Sólo as% conservarn su sentido cr%tico, su capacidad de reacción, de forma que las cosas de todos los d%as, apare*can con una nueva o rara lu*, y as%, a través del estupor o de la admiración, puedan ver y leer la realidad !umana con ojos nuevos ‖@G. Este modo de proceder, al cuestionar lo se#uro y evidente !ace que se preste atención a lo cotidiano y se busquen respuestas nuevas. En el dilo#o de )atn con el rey 1avid aparece esta técnica >& Sam @&? Sin suprimir el carcter ma#isterial y presidencial de la !omil%a >$/ &N&K P-&B? es necesario recabar en la preparación de la misma las aportaciones de los laicos desde lo espec%fico de su condición de +buscar el 9eino de 1ios tratando las cosas temporales y ordenndolas se#ún 1ios‖ >$/ G@?. dems, pastores y fieles deben de considerar cul es la situación de la comunidad cristiana y qué es lo que necesita en cada momento para confiar ms en 1ios, crecer en fraternidad y comprometerse ms con los pobres. El que la !omil%a sea siempre y sólo un monólo#o, que es lo mas frecuente, +no se corresponde con la praxis de 8risto y de los apóstoles, en la que se dan todos los tonos posibles de participación y de reacción que pueden caracteri*ar la relación predicador oyente0 manifestaciones de admiración, dilo#o o conversación, pre#untas intencionadas o capciosas, protestas, discusiones, blasfemias, tumultos o amena*as‖@B.
!.' Le,es e /a o-u3*a*63. En las !omil%as como comunicación !ay que tener en cuenta los tres elementos que intervienen0 el emisor >predicador?, el mensaje >contenido? y el receptor >destinatario?. a? Por 4arte e/ e-*sor0 8onocimiento del #rupo al que se diri#e. (acer inteli#ible el mensaje para los destinatarios. $a formade deempat%a !acer lle#ar mensaje0 dicción,>aceptación me#afon%a,] mirada, de vo*. El #rado entreelemisor y receptor rec!a*otono del predicador?. Este aspecto condiciona los anteriores, pues es el clima afectivo de la comunicación.
b? E/ -e3sa)e $o3te3*o&. En el caso de la !omil%a el contenido busca en el encuentro con Jesucristo, el cambio de vida >conversión? y el compromiso con el 9eino. En la comunicación del mensaje !ay que !uir de los reduccionismos que siempre amena*an la forma de entender, celebrar y vivir la fe por un lado el espiritualismo desencarnado y a!istórico que prescinde de las situaciones psicoló#icas y sociopol%ticas >monofisismo? y, por otro, el predominio de lo !umano y lo pol%tico prescindiendo de la #racia de 1ios > nestorianismo y arrianismo?. El predicador no debe olvidar que aunque el mensaje sea n%tido y adecuado, en la asamblea !ay sensibilidades muy distintas a la !ora de aco#er y vivir los contenidos. El dilo#o entre el servicio jerrquico y el pluralismo dentro de las comunidades es esencial para el realismo de lo que se propone en las predicaciones.
c? E/ ree4tor $/os est*3atar*os&. Son muy variadas las asambleas litúr#icas en número, interrelaciones, componentes, etc. En las asambleas #randes y de núcleos urbanos la variedad es muc!o mayor y el #rado de comunicación peque4o. Este pluralismo es irreductible con todo, podemos decir en términos muy #enerales que en las asambleas litúr#icas, !as dos tipos de personas como receptores0 Los Hue 0usta3 e u3 -e3sa)e tra3Hu*/*5aor, que no les cuestione y que les dé se#uridad. Duscan reafirmarse en lo que son y !acen, y prefieren que lo escuc!ado toque poco la vida concreta y los problemas sociales. E/ otro 0ru4o (asta3te -@s -*3or*tar*o 4ref*ere u3 o3te3*o Hue /e fa*/*te /a+es 4ara a3a/*5ar (usar , ar res4uestas 4erso3a/es , re3o+aas. 6aloran las !omil%as por lo que tienen de clarificación y motivación del sentido de la vida, de valores, sensibilidades, proyectos, etc.
!.2 E/ esarro//o e /a o-u3*a*63. En cualquier comunicación !ay tres momentos0 la codificación, la emisión y la descodificación. $a comunicación se completa con la respuesta del receptor que cierra la circularidad de la comunicación. Para que se de respuesta, el receptor debe tener la posibilidad de responder y, adems, debe estar motivado a !acerlo. B En la !omil%a el feedbac7 no existe en consecuencia, el predicador dif%cilmente puede sabe cul !a sido el impacto de sus palabras. \C6-o 9aer 4ara /o0rar u3a res4uesta aeuaa B $a comunicación !omilética, por su propia naturale*a, busca persuadir y motivar. La -e)or 4ersuas*63 se a ua3o e/ oraor 9a o3se0u*o /a Q(e3e+o/e3*a e/ au*tor*o. Esta sinton%a no debe ser sólo ideoló#ica o emotiva puesto que la !omil%a pretende la conversión y una mayor participación en los misterios que celebra la litur#ia, la conexión entre el mensaje y la asamblea !a de se profunda y existencial. El receptor trata de controlar la persuasión si no !ay coincidencia de ideas, planteamientos, propuestas, etc. 8uando esto sucede, el mensaje es rec!a*ado, deformado o seleccionado se#ún la forma de situarse de los oyentes. dems, tendemos a recordar únicamente lo que nos interesa y prescindimos del resto. El
predicador debe tener presente estos mecanismos para afian*ar lo que !a tratado de comunicar.
!.! F*e/*a a/ -e3sa)e , e84er*e3*a 4erso3a/ e/ 4re*aor. $a !omil%a es un acto de fe eclesial dic!o por el que preside la asamblea. El que !ace la !omil%a no debe predicarse a s% mismo, ni reducir el contenido a sus experiencias personales por ricas que sean nunca puede olvidar el predicador que lo es en nombre de la "#lesia de quien !a recibido el encar#o. !ora bien, el modo de situarse el predicador ante la Palabra, ante 1ios, ante su conciencia y ante la asamblea es decisivo en la confi#uración de la !omil%a. $a primera consecuencia es la co!erencia o con#ruencia existencial que lleva al predicador a no disociar lo que dice de su vida personal la conver#encia del mundo interior y del mundo exterior es lo que da fuer*a a sus palabras, pues transmiten veracidad y la s%ntesis vital propia de una persona madura que trata de ayudar a los dems. Evidentemente, la mejor manera de !ablar de la experiencia de fe que contienen los textos proclamados es que el predicador pueda sostener con su vida, con sus limitaciones y contradicciones, aquello que dicen sus palabras. !.#. T*4o/o01a e 4re*aores 9o-*/:t*os. $. 2aldonado !ace la si#uiente clasificación@0 @ $. 2aldonado, o.c., @B& @BB Ø -redicadores con una psicología inclinada al orden, a lo permanente y a la seguridad %ue da la tradición y la autoridad* En las !omil%as subrayan las exi#encias de la Palabra de 1ios en expresiones
como +tener que‖, +!as de‖, etc. El contenido de sus palabras est estructurado por lo conceptual, lo deductivo y se diri#en al pensamiento y al creer. Pueden llevar a la ri#ide* y el le#alismo. Ø El predicador con una personalidad a&ierta' sensi&le y creativa . Sus referencias ms constantes estn en la vida y en la felicidad, en lo cotidiano. $os temas preferidos son los relacionados con el futuro, la libertad, la esperan*a aterri*a poco en lo real y concreto y no sabe encajar las limitaciones y dificultades. Son personas ale#res, extrovertidas, despreocupadas y con una mirada superficial sobre la realidad en consecuencia, sus palabras carecen de ar#umentación y ló#ica interna. Ø -redicadores con seguridad en sí mismos y en su manera de ver y analizar la realidad valoran la libertad personal y la autonom%a de pensamiento. 8onocen la problemtica de la vida, anali*an y ar#umentan ponen su se#uridad en las ideas y en la se#uridad que da el conocimiento racional. En contrapartida, conf%an poco en los dems y le cuesta conectar con ellos, pues apenas expresan y transmiten sentimientos. #uanta bien la disidencia, las dificultades y los ataques. Sus !omil%as tocan poco el cora*ón y no motivan, pues los oyentes las encuentran fr%as y se pierden en su desarrollo por ser demasiado abstracto. Ø El predicador sensi&le' cercano a las personas, fcil para la relación y motivador de actitudes. $o que ms le preocupa es la sequedad afectiva, y la separación o las rupturas en las relaciones. ;uiere servir y ayudar soporta bien las dificultades y tiene entra4as de compasión. Siente profunda y naturalmente la vocación de pastor, vive pensando ms en los otros que en
él mismo, y es capa* de llevar con amor las cruces del camino. $as personas conf%an en él y es buen consejero a veces puede crear dependencias afectivas y lle#ar a valorar poco las posibilidades de los otros por ellos mismos. 5iende a ser paternalista, y sus palabras se orientan !acia el apoyo afectivo.
+$o que resulta claro, tras reflexionar sobre estos anlisis psicoló#icos, es que la dificultad, por ejemplo, de una !omil%a, no est sólo en su contenido, en la exé#esis y teolo#%a que la sustentan esto es ciertamente de capital importancia.. 5ambién cuenta muc!o el sujeto que asume estos contenidos, convirtiéndolos en predicación personal y personali*ada. Es una tarea que debe reali*ar decidida y valientemente, pero con la vi#ilancia y la ayuda cr%tica tanto de los !ermanos como de s% mismo ‖@N. $. 2aldonado, o.c., @BB 8. 'loristn, 5eolo#%a Prctica, S%#ueme, @AA@, F B @K 1irectorio de las 2isas con ni4os, @AKG, n^BC @N @N
!.7 Moe/os e 4re*a*63. 8. 'loristn !ace la si#uiente clasificación @N0 B /odelos &+sicos0
El oratorio yexperiencial temtica do#mtica y moral?. $a sermón !omil%a>estilo >comunicación a partir de la Palabra de 1ios?. B /odelos segn las tendencias pastorales0 5endencia litúr#ica. $a !omil%a es mbito donde el Esp%ritu actúa para que la asamblea alabe y bendi#a a 1ios >influencia de -do 8asel? 5endencia 7eri#mtica. 5iene un carcter +persuasivo‖ y se sustenta en el testimonio >J. . Jun#mann y '. =. rnold? 5endencia b%blica. "mportancia de acercar la exé#esis a los miembros de la asamblea. 5endencia existencial. "nfluencia de la interpretación desmitificadora de los textos b%blicos >corriente bultmaniana?. 5endencia profética. 1enuncia de las injusticias existentes. Subyace la influencia de la teolo#%a de la
liberación. B /odelos segn las necesidades de los oyentes0 !omil%as sobre el amor de dios como fundamento, el amor al prójimo necesitado, el contenido de la fe, el compromiso socio pol%tico, etc.
B /odelos segn el grado de $e los destinatarios. (omil%a misionera, !omil%a catequética, !omil%a mista#ó#ica. B /odelos segn sea la comunicación. (omil%a monólo#o y !omil%a dialo#ada @K.
#. DIFICULTADES EN EL SERVICIO OMILTICO El 8oncilio 6aticano "" rescató a la !omil%a de la situación en la que estaba, redescubrió su identidad y ur#ió a una prctica renovadora desde la prioridad de la Palabra de 1ios en la celebración litúr#ica y sacramental. $os aspectos de la renovación !omilética
!an sido los si#uientes0 la variedad y rique*a de texto b%blicos >nuevos leccionarios y rituales?, la !omil%a como parte inte#rante de la celebración >no como paréntesis?, la Escritura y los si#nos de los tiempos como los ejes de la !omil%a, la importancia de la !omil%a >obli#atoria los domin#os y festivos, y recomendada a diario? y la participación de los laicos en la preparación de las !omil%as a través del equipo de litur#ia. $as dificultades que se#uimos teniendo en el desarrollo del servicio !omilético se !an dado desde los comien*os, como reflejan al#unos textos b%blicos y abundantes datos de la !istoria de la "#lesia " En la etapa postconciliar podemos ver que las principales dificultades no !an sido superadas, tanto por parte de los predicadores como de la asamblea. Las principales di$icultades son las siguientes 0
La fa/ta e for-a*63 e/ -*3*stro en exé#esis y en comunicación !umana. La rut*3a y la repetición de los mismos contenidos poco adaptados a las diferentes asambleas litúr#icas. La 4oa +a/ora*63 Hue 9ae /a asa-(/ea e /a 9o-*/1a . Esto lleva al predicador a prepararse poco y al desnimo. Asa-(/eas e8*0e3tes que piden una calidad mayor de las !omil%as, y 4re*aores Hue 3o so3 a4aes e //e0ar a este 3*+e/. Te8tos o-4/*aos asa-(/eas -u, 4/ura/es e3 su o-4os**63 , t*e-4o re/at*+a-e3te (re+e . Poa 4art**4a*63 e /os /a*os en la preparación en consecuencia, el aporte de la realidad y del !oy de la comunidad queda difuminado. E/ ta/a3te o3e4tua/ -ora/*5a3te , 4oo -*sta060*o de buena parte de las !omil%as. La 4oa o3e8*63 e /as 9o-*/1as e u3os o-*30os o3 /os a3ter*ores , /os s*0u*e3tes . l no !aber !ilo conductor, la !omil%a es iluminación puntual de la fe ms que aliento del proceso de maduración de la fe. La are3*a e e+a/ua*63 o3reta , 4er*6*a. Esto ayuda poco al que predica, que siendo siempre el mismo apenas recibe la ima#en que los dems tienen de su predicación y del fruto que de ella sacan.
$as actitudes de los participantes dependen en #ran parte de la forma en que entienden la autoridad en la "#lesia, del #rado de inte#ración y de corresponsabilidad en la comunidad concreta en la que estn y de la preopucpación por la vivir la fe en el contexto sociocultural. $as !omil%as dialo#adas si#uen despertando poco interés en la mayor parte de las asambleas litúr#icas, aunque !ay personas que valoran este servicio y cambian de parroquia buscando una mayor calidad y participación.
7. ORIENTACIONES PASTORALES PARA LAS OMILÍAS En el objetivo de conse#uir una !omil%a que lo sea, y que adems sea buena !omil%a, intervienen una pluralidad de elementos. 7.' E/ 0:3ero 4ro4*o e /a 9o-*/1a. $a !omil%a es bsicamente comunicación personal a través del len#uaje, y se diri#e bsicamente al yo profundo, al mbito de la afectividad, donde se dan las motivaciones personales. $a entrada al reducto ms %ntimo de la persona se facilita por el sentimiento de sentirse incondicionalmente amado, y desde a!% interpelado para ser y crecer ms como persona creyente. +$a conversión que busca la predicación, también la !omilética, es una sacudida personal, un estremecimiento de los cimientos sillares de mi yo, un trastrocamiento de todo mi ser, de mi manera de ver la vida,
de mis miras, de mis actitudes profundas, de mi cora*ón y de mis acciones. Por tanto, no sólo de mis ideas@K. $a !omil%a necesitar en al#ún momento dar al#una explicación o reali*ar una exé#esis, pero no es ni una cosa ni otra, ya que su lu#ar est donde se jue#an las relaciones interpersonales entre 1ios y el creyente, entre la Palabra de 1ios y la comunidad de fe. Este carcter existencial de la !omil%a !ace que ésta tampoco sea al#o bsicamente doctrinal ni que su contenido #ire alrededor de un tema. $a !omil%a se sitúa en el nivel de la fe que es ad!esión afectiva a la persona de Jesús >intellectus quaerens fidem? el aspecto o la parte doctrinal que la ten#a la !omil%a se orientar necesariamente al encuentro salvador con la persona de Jesús. $a unidad en la !omil%a no viene dada por abordar con profundidad un solo tema, sino por la relación unitaria y dinmica de los aspectos que se aborden, aunque al#uno de éstos sea predominante. 8uando se pretende que la celebración y la !omil%a #iren alrededor de un solo tema se puede caer fcilmente en la racionali*ación de la litur#ia. $a celebración y la !omil%a necesitan un !ilo conductor, pero no si#nifica que éste sea el tema. $. 2aldonado, o.c., @@ E. 1re\ermann, 5iefenpsyc!olo#ie und Exe#es "", -lten @AC, @N @A E. 1re\ermann, o.c., @K @C @K @C
Los e/e-e3tos Hue eter-*3a3 u3 e3ue3tro *3ter4erso3a/ so3 /os Hue e(e3 o3f*0urar /a 9o-*/1a /a s*3to31a e3tre /os *3ter/outores +*e3e aa 4or /os se3t*-*e3tos , /os s1-(o/os . $a comunicación profunda se produce por la identificación de sentimientos, que también crean la conciencia de comunidad en un #rupo. $o ms importante en una !omil%a es que nos emocione lo que la Palabra de 1ios nos comunica, y que es reflejo de la +entra4able misericordia ‖ del Padre. Esto pide aco#ida, #o*o interior y respuesta con el cora*ón, la cabe*a y la voluntad, es decir, con la persona entera. El len#uaje simbólico, por su propia naturale*a, es el que mejor !abla a un tiempo, a la verdad última de la existencia, a lo profundo de la personalidad, y al sentido de la vida. $os s%mbolos ayudan a crear un clima y unas referencias si#nificativas entre el que !abla y los que escuc!an, que facilita #randemente la comunicación profunda. Por esto mismo, no conviene abusar de los s%mbolos ni utili*ar varios al tiempo es mejor a#otar las posibilidades de uno de ellos, el ms adecuado al momento. 8on no poca frecuencia la teolo#%a que !a estudiado el ministro le facilitó muy poco el ejercicio !omilético. +$a teolo#%a en ve* de transmitir experiencias, ense4a conceptos >...? Sustituye los sentimientos ori#inarios de la vivencia reli#iosa mediante teor%as intelectuales sobre las supuestas consecuencias de tales vivencias. Q as%, reduciéndolo todo a ar#umentos de tipo racional, no abre el camino al ori#en fontanar de la reli#ión, sino que lo bloquea@C. $os profesionales de la teolo#%a podemos pasar buena parte de nuestra vida !ablando de muc!as cuestiones que no !emos experimentado, aunque !ayamos intentando ense4rselas a otros @A. Es necesario y ur#ente volver a la teolo#%a b%blica y al len#uaje b%blico litúr#ico para recuperar en la !omil%a el talante evocador, interpelador y experiencial. 7.2. Ca4a*a 4ara -a3e)ar e/ /e30ua)e 3arrat*+o. $a litur#ia, y la !omil%a como parte de ella, evoca actuali*adoramente lo reali*ado por 1ios en la !istoria de salvación. Esto exi#e un len#uaje narrativo, no ar#umentativo en el relato aparecen personajes que dicen, reaccionan y actúan. El relato pretende que nos identifiquemos con unos determinados personajes y, a través de ellos, con sus sentimientos, actitudes, esperan*as, etc. $a narración +sitúa al oyente ante determinadas opciones o decisiones, pues pertenece a la esencia del relato colocar al oyente ante situaciones abiertas en las que él debe tomar partido y decidirse. )o puede quedarse fuera, ya que queda afectado cuando ese proceso de identificación y participación se pone en marc!a. 1e este modo, la narración busca una
decisión que actúa de modo ms inmediato de cara a suscitar una acción que el convencimiento conse#uido por la ar#umentación ‖&F. $. 2aldonado, o.c., @C 2. Duber, 8uentos jas%dicos " y "", Piados, @ACG && . Sc!\ar*, Praxis der Predi#tlc!re, 6iena, @ACF &F &@
$as personas utili*amos los relatos para expresar las experiencias que nos desbordan, por las que necesariamente pasamos los !umanos, y que piden una respuesta totali*ante y si#nificativa, pues afectan a los aspectos nucleares de la existencia, tales como el sufrimiento, la muerte, la culpabilidad, el futuro, la fidelidad, el perdón, etc. $as respuestas a estas situaciones nos desbordan sentimos que la solución no puede venir de nosotros mismos, y el relato nos adentra en respuestas que nos abren a un nuevo !ori*onte. :8ómo contar un relato< +3na !istoria debe ser contada de tal manera que se convierta en una ayuda ‖&@. El relato se !a narrado bien cuando el narrador y los oyentes, sin necesidad de expresarlo con palabras, siente un #o*o interior ante lo narrado ] escuc!ado. Si#uiendo a . Sc!\ar*&& resumimos al#unas su#erencias peda#ó#icas para mejorar en el +arte de narrar‖0 E/ 3arraor se s*e3te a 0usto e3 e/ re/ato , al tiempo que es fiel al mismo. La 9*stor*a se ue3ta , no se lee, y se !ace de tal manera que !able a todos los sentidos. El narrador cuenta la !istoria ese e/ 4erso3a)e e3 Hue est@ /a /a+e para que el mensaje lle#ue. )ormalmente no !ar comentarios al final ni tratar de sacar aplicaciones morali*antes, pues e/ re/ato ,a es u3a *3ter4reta*63 e /a rea/*a . Es conveniente o-e3tar e/ re/ato e3tre toos /os o,e3tes para refor*ar el sentido comunitario de la experiencia. E/ re/ato 4*e est*/o *reto 0 ms verbos que sustantivos, pocos adjetivos y pocas oraciones relativas éstas se reempla*an por +y‖, +entonces‖. $os relatos en la predicación no son para ilustrar la predicación, sino 4ara u3a -e)or o3seu*63 e /as -etas 4ro4uestas.
7.! Las at*tues *3ter*ores e/ 4re*aor. ntes que ministro que se diri#e con +autoridad ‖ a la asamblea, el predicador es miembro de la comunidad a la que ama de verdad. En consecuencia0 B ar@ /a 9o-*/1a Qese e3tro e /a o-u3*a a la que sirve y pretende ayudar. B Se s*tuar@ o-o Qo,e3te e /a Pa/a(ra no como profesor o entendido. El predicador no !abla de lo que la Palabra dice a los dems sino desde lo que la Palabra de 1ios +nos dice a nosotros aqu% y a!ora. ‖ B El predicador no se posicionar desde arriba en la comunidad y tampoco como propietario de la interpretación de la palabra. Es -*e-(ro e /a o-u3*a o,e3te e /a Pa/a(ra , ser+*or e /a Pa/a(ra , e /a asa-(/ea /*túr0*a. B a(/ar@ , o3s*erar@ a toa /a o-u3*a au3Hue se s*e3ta -@s af13 a u3 0ru4o Hue a otros . $a identificación parcial y excluyente lleva al
predicador a la lejan%a y al len#uaje duro e irónico de los que no piensan como él.
B E/ 4re*aor *3te3tar@ 4er-a3e3te-e3te esu9ar e3 su *3ter*or a 1ios, a la comunidad y a los si#nos de los tiempos, 1ice S. #ust%n0 +El que no escuc!a interiormente la Palabra ser un vac%o ‖ Q ante todo, el predicador es +testi#o‖ de las interpelaciones que siente y de lo predicador de la que !a pasado pormisma. su cora*ón.
B Est convencido que predica la Duena )oticia de Jesús de )a*aret por eso sus 4a/a(ras re5u-ar@3 0o5o a/e0r1a , es4era35a, sin obviar los problemas y dificultades, pero sin dejarse dominar por ellos. Propiciar el encuentro de 1ios con el !ombre no es fcil, pero s% apasionante. B El predicador estar familiari*ado con la Palabra de 1ios que trata de transmitir. 2uy actuales si#uen siendo las palabras de Don!ffer que propon%a que e/ 4re*aor 4re4arar@ /a 9o-*/1a e3 /a -esa e/ estu*o e3 e/ re/*3ator*o , e3 e/ 4ú/4*to. s% resonar primero en el cora*ón del predicador lo que 1ios quiere comunicar a esta comunidad.
7.# La *-4orta3*a e/ /e30ua)e. $os destinatarios de las !omil%as son muy plurales en capacidad de comprensión por edad, formación y situaciones personales. l mismo tiempo afirmamos que todos deber%an comprender lo ms posible y sentirse motivados. )ecesariamente el len#uaje de la !omil%a no debe ser cansino ni aburrido por el contrario, ser vivo, su#erente y asequible a los oyentes. ;ue el len#uaje sea adaptado no si#nifica que sea vul#ar o que vac%e el contenido es necesario !uir de los extremos y conse#uir que la adecuada comprensión de lo que se oye vaya acompa4ado por un enriquecimiento pro#resivo. "mporta el contenido de lo que se dice, pero también cómo se dice. El predicador debe tener en cuenta las leyes de la comunicación !umana. B 1ominar la técnica de la exposición sabiendo o3)u0ar /o *3tu*t*+o o3 /o e84os*t*+o la confirmación con la interpelación, las expresiones sintéticas con las ms amplias, etc. B Destaar /as *eas 3u/eares o3 /a t:3*a e84os*t*+a e3 es4*ra/, de forma que se avan*a como desarrollo de los contenidos principales. B Prourar Hue e/ 9*/o o3utor Hue s*0ue /a 9o-*/1a se 4er*(a (*e3 a través de los recursos literarios como la interro#ación, el contraste, la ima#en, el cuestionamiento, etc. 1e esta manera se suscita en los destinatarios el interés y la participación cr%tica en lo que se escuc!a. B Prestar u*ao e3 Qtrau*r a/ /e30ua)e atua/ al#unos conceptos teoló#icos frecuentes en los textos b%blicos y litúr#icos, tales como redención, sacrificio, oblación, escatolo#%a, v%ctima, justificación, etc. -tros términos son de fcil comprensión para el !ombre actual, adems de contener un profundo si#nificado ético nos referimos a términos como justicia, i#ualdad, pa*, liberación, solidaridad, amor, etc. Es conveniente ayudar a que los fieles entiendan que al#unos de estos términos son traducciones seculares de conceptos!ace teoló#icos cristianismo a estos i#ualmente términos. es necesario que descubran la aportación espec%fica que el
B Sa(er ter-*3ar /a 9o-*/1a . (ay predicadores que lo !acen cuando perciben cansancio o aburrimiento en la asamblea incluso lo !acen saber0 +bueno, ya no
quiero cansaros ms‖. -tros intentan una y otra ve* terminar, pero cuando casi lo consi#uen vuelven a retomar el tema y si#uen con va#uedades y repeticiones que nada a4aden. 3na y otra actitud manifiestan poca preparación y deficiente desarrollo. Para un buen final !ay que pensar que la !omil%a da paso a la celebración, no querer decir todo lo posible y pensar que la manera de terminar es muy variada0 breve s%ntesis en una frase, un acto de fe, una propuesta de compromiso, la formulación de un interro#ante, etc.
B Lo esu9ao e3 /a 9o-*/1a e(e ser+*r 4ara ese3ae3ar e3 /os o,e3tes a/0u3os *3terro0a3tes , (úsHueas a /as Hue e3 +ue/tas ura3te /a se-a3a. Esto se consi#ue utili*ando en la !omil%a un tono cuestionador, de anlisis de la realidad y de simbolismo utópico. Podr%amos decir que de las celebraciones !ay que salir con +tarea para la semana ‖.
Se#ún los estudios de 8!. Dunners&G las personas se quedan con el @FI de lo que leen, el &FI de lo que oyen, el GFI de lo que ven, el BF I de lo que ven y oyen, el NFI de lo que ve, oye y discute, el CFI de lo que lle#a a conocer personalmente, y el AFI de lo que !a descubierto, y luc!a y sufre por ello. $o que mejor asimilamos cada uno es aquello en lo que !emos participado activa y comprometidamente adems, esto es lo que ms influye en el enriquecimiento personal a todos los niveles. Estamos ante unos datos muy cuestionadores del modo normal de !acer las !omil%as. &G
8!. Dunners, 1er (rer, en Drierit* Dunners, (andbuc! der Predi#t, Derl%n @AAA, @GC @C&
;. CMO PREPARAR UNA OMILÍA. $a !omil%a tiene muc!o que ver con el conocer sapiencial, es decir, con la reflexión, el anlisis, el saboreo, la contemplación y la actitud de escuc!ar. )ecesariamente !a de tener una preparación remota y otra ms próxima bastantes estudiosos del tema dicen que la preparación remota comien*a con la semana. $o que s% est claro es que no se puede preparar una !omil%a con prisas, con poco tiempo y de forma casi improvisada. Para escuc!ar las resonancias de la Palabra de 1ios en el cora*ón se requiere tiempo y clima de serenidad interior. 6eamos las etapas de la preparación0 @^?. Eta4a e a4ro8*-a*63 a los textos b%blicos, a la exé#esis, a !ec!os de vida, realidades sociales, interro#antes, experiencias personales y comunitarias, etc. En este primer momento !ay que recordar el encuadre propio del tiempo litúr#ico en el que se esté, as% como la conexión con los domin#os anteriores y si#uientes. $a correlación de todos estos elementos exi#e una actitud contemplativa y de escuc!a para ver qué elementos resuenan con ms fuer*a, y cules pasan a planos secundarios. 1e este modo se intuye una perspectiva que se presenta prometedora y su#erente.. &^?. Eta4a e e/a(ora*63. En un primer momento la elaboración se da al dar vueltas a los textos, rumiar los acontecimientos, reformular las pre#untas, perfilar los problemas, ima#inar las propuestas, caer en la cuenta de las intuiciones, etc. Esto se puede !acer durante el d%a y mientras se reali*an ocupaciones que no requieren muc!a atención intelectual. 5iene un carcter poco sistemtico, a veces parece que no se avan*a, pero es un momento productivo, pues actúa la creatividad ms que la ló#ica. 8on frecuencia se tiene la tentación de saltarse esta etapa para estructurar ense#uida el esquema de la !omil%a, que se#uramente ser pobre, repetitivo y poco experiencial. 5ambién
aparece el deseo de ms información que llene el bloqueo o la nebulosa en la que creemos estar puede que lo necesitemos, pero también puede a!o#ar la creatividad. Para evitar la impresión de estar perdido es necesario que no falten los elementos de la primera etapa. Sabemos por experiencia que !ay que dejar reposar las cosas para verlas con ms claridad y verdad. 5ambién sucede esto en la preparación a la !omil%a cosas que en el principio parecen muy importantes, después no las vemos as% y viceversa. G^?. Eta4a e /ar*f*a*63. $o anterior empie*a a tomar forma al aparecer con ms claridad la relación entre el mensaje de los textos y la situación social y comunitaria. 1e pronto aparece una intuición que recompone el conjunto de todo el +material‖ al que se estaba dando vueltas. El resultado es un camino m%nimamente articulado, pero suficiente, por donde puede ir la elaboración de la !omil%a este camino se constituye bsicamente al percibir, en concreto, la actualidad del mensaje, al tiempo que se intuyen los elementos peda#ó#icos para su formulación. B^?. Eta4a e +er*f*a*63. Se pone a prueba la intuición anterior para ver si tiene que ver con los textos y materiales del punto de partida, as% como con la situación de la comunidad intra y extraeclesialmente considerada. :$o intuido ayudar realmente a la comunidad a madurar en la fe< Si la verificación no da un resultado positivo !abr que volver al punto de partida si la verificación es positiva estamos ante la etapa final0 convertir en len#uaje lo elaborado !asta el momento. ^?. Eta4a e rea*63. 8omo la !omil%a es una realidad compleja y que apunta a la comunicación interpersonal, es conveniente ponerla entera por escrito, al menos cuando se es principiante después se pueden poner por escrito únicamente al#unos prrafos e incluso !acer el esquema nada ms. Si se tiene todo el texto de la !omil%a !ay que leer despacio, con entonación y sentimiento, y que el escrito responda al len#uaje propio de la comunicación ms que al de la exposición. En cualquiera de las posibilidades !ay que evitar la improvisación que lleva al olvido de aspectos importantes, a la dispersión y a la repetición innecesaria. 5ener el texto escrito o, al menos, el esquema, facilita el ensayo previo y ayuda a controlar el tiempo que se est !ablando. N^?. Orar /os te8tos so(re /os Hue se +a a 4re*ar. Se trata de una oración que debe acompa4ar los pasos anteriores, pero también requiere un tiempo adecuado. (ay que ponerse ante la Palabra de 1ios en actitud depoder escuc!a, de aco#ida y de contemplación para que el mensaje !a#a existencial. )o por se trata orar para manejar ms acertadamente los diferentes aspectos que se constituyen la !omil%a el de contrario, la !omil%a implica la oración como un aspecto constitutivo y un talante que recompone el conjunto de los aspectos y etapas. 5ampoco puede el predicador controlar el proceso oracional !ay que dejar al Esp%ritu Santo que nos descubra toda la novedad que la Palabra encierra. Si la !omil%a se prepara en #rupo, el momento oracional de todo el #rupo es decisivo para ver qué quiere decir 1ios a la comunidad a través de los textos y de los acontecimientos, as% como para la preparación de los otros servicios de animación litúr#ica que ten#a que !acer el equipo. K^?. Pre+*s*63 e /a e+a/ua*63. (ay aspectos de la prctica !omilética que el predicador los tiene claro, quiere cumplirlos y piensa que es as% en la prctica esto se percibe ms por intuición que por contraste con datos reales. En muc!os casos, el resultado final no es tan optimista como piensan los interesados se impone un equipo que periódicamente revise el servicio !omilético. El Equipo de animación litúr#ica puede !acerlo por su naturale*a y por su estructura de
funcionamiento. $a evaluación de las !omil%as debe !acerse por parte del ministro que predica y por parte del equipo de litur#ia. 9.Merfass &B propone al que !ace la !omil%a dos pre#untas claves y que afectan al fondo del planteamiento0 :en qué consiste mejorar en el servicio de la Palabra en la !omil%a< y :cómo voy mejorando personalmente< Si#nifica0 conocer ms y mejor la ciencia de lo que se !ace, conocer las propias posibilidades y limitaciones, y comprobar los medios que se ponen para ser ms efica*. En este sentido, la prctica dominical y la prctica diaria son la mejor escuela. Para la revisión de las !omil%as en el equipo, . Sc!\ar*& propone las si#uientes orientaciones para la revisión0 9. Merfass, /rund7urs Predi#t " y "", 1sseldorf, @ACK y @AA& der Predi#tle!re, 6iena @ACN &N 8. 'loristn, o.c., N &B
& . Sc!\ar*, Praxis
:8ul !a sido el mensaje de la !omil%a< 67ivel de captación8 :8ul es lo que ms me !a lle#ado al cora*ón, lo que ms me !a cuestionado, lo que me !a abierto !ori*onte< 67ivel de experimentación8 :;ué me !a #ustado ms, y cul me !a dis#ustado< 67ivel de sintonización8
-tro modo de evaluación es el que se !ace teniendo en cuenta las correlaciones posibles y deseables en una !omil%a las principales se#ún 8. 'loristn &N son0 (ermenéutica b%blica !ermenéutica pol%tica Predicador V oyente 6erdad V comunicación 2ensaje V situación.
Supone por parte de todo el equipo la preparación de estas pre#untas, y por parte del ministro una actitud abierta, aco#edora y a#radecida. Q, sobre todo, que esta y otras muc!as reuniones sean un cauce de vida comunitaria.
ILIOGRAFÍA0 lda*bal, J., Predicación en 8'P., 8ristiandad @ACG, C@K CGF #ua, . del, El mundo del midrs0 Estudios b%blicos >@AA&? G@A GGB 8.P.$., Partir el pan de la Palabra0 -rientaciones sobre el ministerio de la !omil%a, PP8, 2adrid @AC 'loristn, 8. 5eolo#%a Prctica, S%#ueme @AA@, B@ A /relot, P., (omil%as sobre la Escritura en la época apostólica, (erder, Darcelona @AA@ 2aldonado, $., (omil%a en )18, San Pablo @AAA, @@K @@N (omil%a en 1PE, 2onte 8armelo &FF@ $a !omil%a0 predicación, litur#ia, comunidad, Paulinas, @AAG. >Especialmente recomendado?.
TEMA ''% RELIGIOSIDAD POPULAR
SUMARIO '. \u: es /a re/*0*os*a 4o4u/ar 2. Fe3o-e3o/o01a e /a re/*0*os*a 4o4u/ar. !.C/a+es 4ara u3a /etura teo/60*a e /a re/*0*os*a 4o4u/ar. #. At*tues e/ e+a30e/*5aor a3te /a re/*0*os*a 4o4u/ar. 7. Or*e3ta*o3es 4astora/es. ;. Re/*0*os*a 4o4u/ar , /*tur0*a. <. Re/*0*os*a 4o4u/ar , ateHues*s. *(/*o0raf1a
$a reli#iosidad popular !a estado siempre muy presente en la "#lesia 8atólica su presencia !a dependido de épocas y situaciones, y !a sido ms o menos reconocida e inte#rada en el conjunto de la vida eclesial. pesar de las condiciones favorables o desfavorables, la reli#iosidad popular si#ue estando presente y manifestndose con fuer*a de una u otra manera. +Parece nacer !oy, por tanto, como decantación del ideal de la ciencia y de la técnica, y, de rec!a*o, proponerse como búsqueda de una identidad nueva, de un retorno a la naturale*a, al sentido común como busca de espacios nuevos de libertad, de serenidad, de armon%a consi#o mismo y con el mundo ‖@. $a teolo#%a de la liberación !a profundi*ado la reli#iosidad popular tanto desde el punto de vista teoló#ico como de la pastoral. Estamos ante una manifestación reli#iosa profunda, compleja y variada es necesario, con un talante abierto y dialo#ante, conocerla en profundidad para ver qué nos aporta y como podemos ayudar a su renovación. $as orientaciones pastorales y catequéticas dependen del discernimiento pastoral que realicemos. @
. ). 5errin, )1$, S.Pablo, @AAN, @K&G
'. \U ES LA RELIGIOSIDAD POPULAR Es dif%cil encontrar una definición precisa y universali*able lo que tenemos son aproximaciones que, se#ún mbitos, ms u otrosreli#iosidad aspectos. Esta variedad de comprensiones la complejidad delsubrayan fenómeno queunos llamamos popular. $o que s% est claro es manifiesta que la reli#iosidad popular es una manifestación reli#iosa distinta de la reli#iosidad oficial, cuenta con un modelo or#ani*ativo propio, sus expresiones son bsicamente cultuales >#estión m#icoVsacral de la reli#ión?, manifiestan la necesidad de fiesta y de sociabilidad, busca un futuro mejor por la salud y el trabajo, y es practicada bsicamente por las clases sociales ms sencillas y populares. $a reli#iosidad popular encierra una serie de valores !umanos y reli#iosos muy importantes0 +!ace capa* de #enerosidad y sacrificio !asta el !ero%smo cuando se trata de manifestar la fe. 8omporta un !ondo sentido de los atributos de 1ios0 la paternidad, la providencia, la presencia amorosa y constante. En#endra actitudes interiores que raramente pueden observarse en el mismo #rado en quienes no poseen esa reli#iosidad0 +paciencia, sentido de la cru* en la vida cristiana, desape#o, aceptación de los dems, devoción‖ >E) BC?. En s%ntesis, dice Pablo 6" que la reli#iosidad popular expresa +una sed de 1ios que sólo pueden conocer los sencillos y los pobres‖ >E) BC?. 1esde el punto de vista antropoló#ico, la reli#iosidad popular expresa los sentimientos ms profundos >+alborales‖ se#ún 2. Eliade?0 cercan%a a la naturale*a, contacto con la vida y la muerte, y la necesidad de sentirse se#uro e inte#rado en la compleja realidad. Este modo de situarse las personas manifiesta, al mismo
tiempo la necesidad de salvación en medio de las amena*as de la existencia y la de dar unidad a la vida por medio de s%mbolos y narraciones. 1esde la perspectiva psicosocioló#ica las manifestaciones de reli#iosidad popular se refieren a experiencias vividas en la ni4e* en relación con los componentes de la propia identidad, con la apertura a lo sa#rado, la estética y la amistad. En el sentir popular, lo natural y lo !umano carecen de autonom%a y se transforman en al#o que escapa al control de las personas ante la fuer*a de lo ne#ativo y la amena*a del futuro, lo m#ico sacral se !ace presente +Satisface la necesidad de reinte#ración psicoló#ica mediante técnicas que circunscriben la crisis a unos !ori*ontes m%ticoVrituales definidos y ocultan la !istoricidad del devenir y la conciencia de la responsabilidad individual, permitiendo afrontar de tal forma, en un ré#imen prote#ido, el poder de lo ne#ativo de la !istoria ‖&. lo anterior !abr%a que unir la esperan*a después de la muerte en una vida que libere definitivamente de las limitaciones y de los sufrimientos. & G
E. de 2artino, Sud e 2a#ia, 'eltrinelli, 2iln @AK@, Ep%lo#o @GK 2. 2erl%n, $e P!énomne reli#ieux populaire, en D. $acroix et P. Do#lioni, $es reli#ions populaires, ;uébec @AK&
$a teolo#%a de la liberación !a profundi*ado en la reli#iosidad popular a través de las cate#or%as de pueblo, !istoria y cultura. En 2edell%n >@ANC? y en la posterior reunión de teólo#os y obispos ar#entinos >@ANA? se constata que la cultura popular es un elemento fundamental de la reli#iosidad popular. El pueblo, la fe,alen!acer medio de experimenta la pobre*a, sufrimientos e injusticias padece, interpreta la la realidadayudado y mira alpor futuro esto, las contradicciones y las que limitaciones, pero también apertura a lo #ratuito que trasciende, es decir, al misterio. En el con#reso sobre reli#iosidad popular >;uébec @AK&?, el profesor de (istoria de las 9eli#iones en la Sorbona, 2. 2erl%n, presenta la reli#iosidad popular como una forma +sencilla, directa y rentable‖ de relacionarse con lo divino G. En el cap%tulo "" de la &H parte de +Evan#eli*ación y reli#iosidad popular‖>Puebla @AKA? !abla del +pueblo latinoamericano‖ y de +el alma de mérica $atina‖ $a reli#iosidad popular es la forma cultural que la fe y la prctica reli#iosa adquiere en un pueblo concreto. +Esta reli#ión del pueblo es vivida preferentemente por los pobres y sencillos, pero abarca a todos los sectores sociales, y es a veces uno de los pocos v%nculos que reúne a los !ombres en nuestras naciones pol%ticamente tan divididas. Eso s%, debe sostenerse que esa unidad contiene diversidades múltiples se#ún los #rupos sociales, étnicos e incluso #eneracionales‖ >1oc. de Puebla, 2adrid @AKA,@G@ @GK ?. Por la reli#iosidad popular el pueblo se evan#eli*a permanentemente a s% mismo >Puebla n^ BF?. $uis 2aldonado !abla de los si#uientes ras#os para identificar las expresiones de reli#iosidad popular0 lo m#ico >suprarracional, intuitivo?, lo simbólico y lo ima#inativo, lo m%stico >emotivo, vivencial?, lo festivo y lo teatral >representativo, celebrativo?, el !umor y la cr%tica, lo comunal >asociativo? y lo pol%tico >luc!a por la libertad?. En s%ntesis, podemos decir que la reli#iosidad popular manifiesta aspectos positivos y ne#ativos. Entre los primeros subrayamos el prota#onismo del pueblo, los si#nos y s%mbolos que utili*a, el aspecto vivencial inte#ral, el contacto con la naturale*a y la importancia de lo comunitario V festivo. 8omo aspectos ne#ativos todas las reminiscencias de lo m#ico y supersticioso, la utili*ación fol7lórica y la ausencia de lo !istórico liberador. En los a4os CFVAF la reli#iosidad popular !a empe*ado a llamarse +reli#ión popular‖ por la influencia de nuevas fuer*as0 los nostl#icos que pretenden recuperar lo vivido cuando eran ni4os y la clase pol%tica emer#ente que en al cuenta la importancia dey,lasenmanifestaciones manipula. En uno y otro acaso, secae recupera ms la de forma que el fondo consecuencia, sepopulares desvirtúayellassentido #enuino de la reli#iosidad
popular, pues el resultado final es ms pa#ano que creyente. nte esa nueva situación conviene recordar las aportaciones de los documentos del 8E$20 respetar los valores de fondo de la reli#iosidad popular, impre#narla de evan#elio, trabajar la formación de comunidades, explicitar ms el +clamor que encierra por una verdadera liberación‖, y apuntar a la s%ntesis feVvida por la experiencia de la conversión.
2. FENOMENOLOGÍA DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR El 1irectorio $itúr#icoVPastoral de la 8EE >@ACA? clasifica la reli#iosidad popular en dos #rupos0 a? individualVfamiliar >uso de objetos piadosos, im#enes itinerantes por domicilios, acontecimientos, patrocinio de santos, etc.? b? social >devociones populares de santos o marianas, procesiones, cultos eucar%sticos, romer%as, etc.?B. B
8f. Secretariado )acional de $itur#ia, $itur#ia y piedad popular. 1irectorio, PP8 @ACA, n^ C $. 2aldonado, Para comprender la reli#iosidad popular, 6erbo 1ivino, @AAF
El florecimiento de distintas expresiones de reli#iosidad popular responde a varios motivos0 la necesidad de recuperar las ra%ces sociorreli#iosas, la apertura natural a lo trascendente y la búsqueda de valores espirituales. $a forma en que se or#ani*an y expresan tiene que ver, en no pocos casos, ms con lo cultural, festivo y fol7lórico que con lo estrictamente reli#ioso. $o reli#ioso popular se !ace rito, forma y convivencia festiva. En mérica $atina las fuentes de donde bebe la reli#iosidad popular es muy variada, y est conformada por las culturas que se !an fusionado a lo lar#o del tiempo y por la evan#eli*ación de la fe cristiana. En el sustrato de la reli#iosidad popular estn las aportaciones ind%#enas >ritmos, vestidos, música, comidas, etc.?, la cultura afroamerindia te4ida por la experiencia de esclavitud, la nostal#ia de los or%#enes perdidos y los ritos de trance y sanación, las aportaciones del mbito rural, la influencia de las capas sociales urbanas mar#inadas >se rea#rupan para mantener sus valores?, y los promocionados socialmente que utili*an la reli#iosidad popular para medrar social o pol%ticamente. 5anto en un mbito como en otro aparece la contaminación en la reli#iosidad popular ésta viene producida por los nuevos movimientos reli#iosos y sus expresiones sincretistas que tiene como finalidad el éxito en el trabajo, la salud, el amor y los ne#ocios. 5ambién aparecen prcticas que piden una obediencia cie#a para evitar problemas y conse#uir beneficios >ej.0cadenas de... que !ay que mandar necesariamente a otras personas?. El fondo de al#unas de estas prcticas es adecuado, pero su funcionamiento es interesado y manipulador. Sorprende el que, a veces, este tipo de cosas es se#uido por profesionales con buena formación técnica y cient%fica.
2.' E)e-4/os e *3u/tura*63 e/ ato/**s-o es4a=o/7. a& E/ ato/**s-o 4o4u/ar a3a/u5. 5iene tres caracter%sticas0 se transmite por la familia, expresa la convivencia festiva entre las personas, y las cofrad%as son su cauce normal. Se centra en el Se4or y en 2ar%a a través de las procesiones. El )a*areno que sufre y muere es quien fundamenta todas las esperan*as por eso el 6iernes Santo cobra una especial relevancia como expresión reli#iosa popular y como comida común. $as im#enes expresan aspecto y sufriente del andalu*a, Se4or, en es quien el de pueblo reconoce sus sufrimientos y desesperan*as. ElelPadre, en !umano la reli#iosidad popular Jesús )a*aret, pues el Padre +se abaja‖ en el (ijo amado y le inviste de todo su poder. El canto flamenco expresa el sentimiento de tra#edia que se consuma en la pasión y muerte de Jesucristo. $a resurrección, como triunfo de la vida sobre la muerte, aparece en todo el 5riduo Pascual y se concreta en la persona de 2ar%a. El contraste entre las im#enes de
8risto y de 2ar%a es llamativo 2ar%a tiene paso propio, y se representa como reina y como ideal. Ella es la +sin pecado‖, inmaculada, mediadora de la salvación y complementa la ima#en patriarcal y justiciera de 1ios Padre. Por esto, 2ar%a es la ima#en de la nueva !umanidad que comien*a en la Pascua y que recibimos en el Dautismo. $os encuentros entre el Se4or y su 2adre son abundantes y tienen un si#nificado profundamente emotivo. $a conjunción de luces, olores, música y movimiento y piedad en los atardeceres produce un +momento‖ maravilloso en lo emotivo, lo estético y lo experiencial reli#ioso.
(& E/ ato/**s-o 4o4u/ar aste//a3o. $a manera de ser del castellano confi#ura la comprensión y manifestación de la reli#iosidad. El carcter del castellano es reservado, seco, autoritario y duro la vida le !a ense4ado a trabajar y a a!orrar. El trabajo a#r%cola le !ace ser dependiente de los fenómenos naturales esto confiere a su reli#iosidad la nota del intercambio >do ut des doy para que me des?. -tra nota importante es la identificación con su pueblo y vecinos >el mote es si#no de pertenencia a una comunidad? y el distanciamiento respecto de los forasteros o los de los pueblos colindantes. $os monasterios que existen son valorados y se toman como referencia y alimento de su reli#iosidad a ellos se acude en fec!as se4aladas o situaciones especiales. $as cofrad%as se encar#an de velar a los enfermos y de acompa4ar a los difuntos. 2.2 Otras -a3*festa*o3es e re/*0*os*a 4o4u/ar. B La e+o*63 a /os sa3tos. $os santos actúan como mediadores entre el 1ios eterno e inmutable >distante y distinto? y el localismo de lo propio y cercano. El culto a los santos !ace que las prcticas reli#iosas ten#an un sabor local y propio el santo les pertenece y ellos estn vinculados al santo que les prote#e y ayuda en lo cotidiano de su vida. B La e+o*63 a Mar1a. $a mujer y la maternidad en muc!as culturas !a comportado un acercamiento al misterio. $a devoción mariana se !a desarrollado a partir del si#lo =" al poner a 2ar%a como patrona de i#lesias y ermitas, y al establecer el Papado la devoción a 2ar%a como v%nculo de unión de la cristiandad. $a extensión de la devoción a 2ar%a y la obediencia al papado se extendieron al tiempo por la cristiandad por la evan#eli*ación reali*ada por los frailes mendicantes, los predicadores y los monjes de 8luny. partir del si#lo =""" las im#enes y las pinturas representan a la 2adre y al (ijo con ras#os muc!o ms !umanos y menos se4oriales. 2ar%a es refu#io se#uro en los peli#ros, su devoción ase#ura una buena muerte, y puede intervenir mila#rosamente en nuestras vidas. $a influencia del 9enacimiento a partir del s. =6 ayuda a subrayar los misterios #loriosos y 2ar%a aparece como 9eina de lo creado y plenitud de las aspiraciones !umanas.
B Las 9er-a3aes , ofra1as . Son lu#ar de encuentro, vida cristiana, de adoración de 8risto, de apostolado y de preparación de actos devocionales y de procesiones. Se#ún la carta pastoral de los -bispos del Sur de Espa4a, $as (ermandades y 8ofrad%as, la finalidad de éstas es0 el culto y la acción apostólica. Para ello deben asumir como tareas fundamentales0 la conversión de sus componentes, la preocupación por la justicia y la caridad, y la participación en la tarea evan#eli*adora. 8omo defectos o carencias se citan0 la falta de coordinación con los or#anismos diocesanos, la importancia del +paso‖ en s% mismo, el quedarse en el 6iernes Santo, y la primac%a de lo propio a la celebración litúr#ica del 5riduo Pascual.
B La ro-er1a. Es la conjunción de fiesta y rito supone un recorrido y tiene como meta la lle#ada y celebración en el santuario. 8omo en toda pere#rinación, se sale de lo cotidiano, se busca la manifestación de lo divino y se tiene la experiencia de un modo nuevo de relación a lo lar#o del camino. 8on frecuencia, el atuendo de los pere#rinos o romeros es expresión del proceso interior que se quiere reali*ar. $a lle#ada se celebra de manera especial con celebraciones propias. El rito, a través de las palabras y los #estos, procura el encuentro del pueblo con lo sa#rado y la liberación de lo rutinario en el desarrollo del rito se !ace referencia a los or%#enes, se ilumina el presente y se alude a un futuro nuevo y mejor. $a repetición periódica, anual por ejemplo, ayuda a comprender y vivir mejor lo que el rito comunica. $a repetición del rito se !ace conforme a unas normas establecidas y transmitidas para expresar que el propietario del mismo es la comunidad inserta en una tradición. Para que las rituali*aciones se manten#an deben !ablar a los sentimientos !umanos y tener relación con los deseos profundos de las personas desde el punto de vista cristiano, pretenden ayudarnos a entender la vida como +pere#rinación en la fe‖. $os pueblos que !an sido oprimidos viven las pere#rinaciones como expresión de fe y de liberación. $as pere#rinaciones a los santuarios y las fiestas reli#iosas populares constituyen una teolo#%a narrativa desde la que se ilumina la vida entera. Por el sentido penitencial que tienen no es !uida del esfuer*o y del dolor que conlleva lo cotidiano al contrario de lo que pasa en las fiestas bur#uesas, las fiestas reli#iosas populares estn en conexión con el trabajo y la convivencia, y son un aliento para volver a las tareas cotidianas. $a 6ir#en y los santos ocupan un lu#ar central, y con ellos se tiene una relación de profunda familiaridad, concreción de la relación filial con 1ios Padre.
2.! Re/a*o3es e3tre re/*0*os*a 4o4u/ar , re/*0*os*a of**a/. 2erl%n afirma que toda praxis reli#iosa se ve enriquecida por las expresiones populares, pues lo popular es un modo de reaccionar ante lo que tiene de incomprensible y poco afectivo la reli#ión oficial. $os intentos de renovación !ec!os desde la "#lesia se !an reali*ado utili*ando unos len#uajes, s%mbolos y expresiones poco asimilables para la mentalidad del pueblo. Sacrosanctum 8oncilium considera al pueblo de 1ios, la "#lesia, como el sujeto de la celebración litúr#ica por la acción del Esp%ritu la "#lesia reali*a la acción litúr#ica en nombre de Jesucristo. >nn. @B,&N? lo lar#o de la !istoria la "#lesia !a incorporado a la litur#ia elementos propios de la reli#iosidad popular. El 6aticano "" pidió la adaptación cultural de los ritos litúr#icos >S8 GKGA?, el mantenimiento de las costumbres re#ionales en el matrimonio >S8 KK? y el canto popular en la litur#ia >S8 @@C?. En el momento actual el dilo#o entre litur#ia y reli#iosidad popular debe orientarse por la búsqueda de lo evan#élico, la #enuina tradición y los valores permanentes de la litur#ia de la "#lesia al mismo tiempo, conviene recordar que la piedad popular es expresión auténtica de fe cristiana y, en el momento actual, un modo de lle#ar a muc!as personas en contexto de increencia N. El pueblo en las expresiones de reli#iosidad popular solicita la presencia del sacerdote para las celebraciones sacramentales, pues necesita la certe*a oficial de que es escuc!ado por 1ios. +l pueblo no le #usta intervenir directamente en la #estión espiritual del ritual festivo, de las propiedades y de los aspectos económicos que implica el culto‖K. N K
8f. 8E de $itur#ia, Evan#eli*ación y renovación de la piedad popular, PP8, @ACK, n.BB /. 2attai, 9eli#iosidad Popular, )1E, S. Pablo, @AA@,@NNG
Este reconocimiento de la presencia del clero para momentos importantes es también motivo de conflicto que se solventa en cada caso concreto se#ún los talantes y actitudes de unos y otros. $a &H parte de +2arialis cultus ‖ >@AKB? da pautas para la renovación del culto mariano, tanto en el aspecto litúr#ico como en el devocional insiste en las referencias trinitarias, cristoló#icas y eclesiales que debe tener en las manifestaciones de reli#iosidad popular. En las orientaciones pastorales subraya los aspectos b%blicos, litúr#icos, ecuménicos y antropoló#icos >nn.&BGA?. En !onor a la verdad, !ay que reconocer que las litur#ias orientales !an dado mejores respuestas a las necesidades del pueblo, tanto en la inte#ración de elementos devocionales como en las celebraciones populares. +Potenciada y asumida en el seno de la litur#ia, la reli#iosidad popular ofrece el !umus celebrativo necesario para un culto ferviente a 1ios, recupera tesoros de la tradición católica de los últimos si#los, desaprueba creatividades litúr#icas apresuradas, nuevo fruto de personalismo sin trasfondo cultural y sin ra%ces populares en la "#lesia. ‖C. El 2isal 9omano de Palo 6" !a reco#ido en las +misas votivas ‖ y en las +misas y oraciones ad diversa‖ muc!os aspectos de la reli#iosidad del pueblo es una buena pista, pero no todo lo que se inte#re de la reli#iosidad popular debe !acerse en la celebración eucar%stica. 5ampoco es bueno !acer celebraciones !%bridas que traten de armoni*ar elementos de la piedad popular y de la litur#ia que no pueden inte#rarse. El pueblo de 1ios necesita una variedad de expresiones cultuales que no !ay porqué eliminar los ejercicios piadosos se derivan de la litur#ia y a ella preparan a los fieles un aspecto de la evan#eli*ación de las expresiones de reli#iosidad popular es que se estructuren como celebraciones de la Palabra y cuiden el aspecto oracional. J. 8astellanos, 9eli#iosidad popular y litur#ia, )1$, S. Pablo, @AAN, @KKB J. D. 2et*, "#lesia y pueblo. El olvidado sujeto de la fe, en +$a fe en la !istoria y en la sociedad ‖, 8ristiandad, @AKA, @A C A
!. CLAVES PARA UNA QLECTURA TEOLGICA DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR . +penas !ay nada que la teolo#%a necesite con tanta ur#encia como la experiencia reli#iosa condensada en los s%mbolos y narraciones del pueblo. )ada le es ms necesario, sino quiere morir de inanición dentro de sus propios conceptos, que tan rara ve* son expresión de experiencias reli#iosas nuevas y tantas veces repiten simplemente conceptos de experiencias pasadas ‖A. B La at*tu e Jesús e Na5aret. $os Evan#elios nos presentan los enfrentamientos de Jesús de )a*aret con los representantes de una reli#ión farisaica, le#alista e injusta por el contrario, Jesús valora las actitudes de la #ente sencilla, la fe de los pobres y el deseo de salvación de los !umildes >2c C, GG?. todos llama a la conversión y a abrirse a la novedad que supone la Duena )oticia del Evan#elio las actitudes del cora*ón desde la experiencia de 1ios Padre y el amor compasivo al necesitado marcan el momento de una reli#ión nueva y verdadera.
B La fuer5a /*(eraora e /a fe. $a teolo#%a de la liberación estructura los aspectos de la vida cristiana desde y para la salvación de los !ombres y mujeres concretos, y tomando en consideración las situaciones pol%ticas y económicas +ll%propia dondeylalar#a opresión y la liberación delcuestiones, !ombre parecen asociales, 1ios,Vun 1ios tami*ado por nuestra indiferencia ante estas debe !acer brotarolvidar la fe y la esperan*a en aquel
que viene a arrancar de ra%* la injusticia y a aportar, en forma imprevisible, la liberación total ‖@F. Esta aportación ayudar a muc!os cristianos de condición y conciencia bur#uesa a tomar conciencia de las contradicciones de su vida por la separación entre la fe y la justicia la unión entre +evan#eli*ación y promoción de la justicia‖ es al#o que beneficia por sus frutos a toda la sociedad civil. @F
/. /utiérre*, 5eolo#%a de la liberación, S%#ueme, @AKG C, &NC
B La 4r@t*a re/*0*osa e /as 4eHue=as o-u3*aes. $as comunidades de base !an propiciado en muc!os lu#ares de mar#inación una forma de reflexión y de celebración profundamente renovadora de sus vidas y del compromiso social. $a lectura de la Palabra de 1ios y la relación de esta con la vida est en la base de la oración y la celebración. $a revisión de vida desde la Palabra y el anlisis de la realidad les permite comprender mejor el sentido liberador del se#uimiento de 8risto y el estilo de vida alternativo que ello conlleva. $a reli#iosidad popular sana y bien orientada !a renovado el sentido comunitario de la fe y la promoción de una pastoral comunitaria !a dotado a la reli#iosidad popular de un nuevo contexto eclesial y de compromiso liberador.
#. ACTITUDES DEL EVANGELIADOR ANTE LA RELIGIOSIDAD POPULAR Estamos ante una realidad rica, compleja y profunda, como dice Pablo 6" en E) Por esto mismo a veces resulta ambi#ua y necesitada de purificación e iluminación. nte todo los pastores y las comunidades deben mantener la +caridad pastoral ‖ que posibilita las actitudes de acercamiento y aco#ida la reli#iosidad popular evan#eli*a a los que la practican y a la "#lesia entera cuando reconoce sus valores profundos. Esta disposición positiva lleva a una actitud de respeto para poder anali*ar objetivamente lo que existe y asumir sin distorsionar la realidad. 1ice Pablo 6" que asumir si#nifica +colmar y trascender‖ sólo as% se puede ayudar verdaderamente a la reli#iosidad popular. $os valores que tenemos que buscar en las expresiones de reli#iosidad popular son0 la sed de 1ios, la #enerosidad y el sacrificio, la confian*a en la providencia y el compromiso con los !ermanos >E) BC?. (ec!o el anlisis los pastores deben empe4arse en corre#ir las deformaciones que encuentren y evitar los peli#ros que conllevan. (ay que !uir de los extremos en los que fcilmente se puede caer0 aceptarlo todo para evitar conflictos y +mantener la fe ‖, y trabajar con los cultivados aceptando pasivamente otras expresiones de reli#iosidad. $a renovación de la reli#iosidad popular ser ms fcil si los pastores utili*an, la +ló#ica del cora*ón‖ ms que las exi#encias de la ra*ón. /. Druno desde la metodolo#%a de la relación de ayuda propone los si#uientes pasos metodoló#icos0 B E3trar e3f@t*a-e3te e3 re/a*63 *recta y tratar de ver y de situarse como lo !ace el pueblo.
B Res4etar /o Hue e8*ste y no pretender cambiarlo todo desde el comien*o
B O(ser+ar , a3a/*5ar lo ms objetivamente posible las manifestaciones de reli#iosidad popular.
B Ma3*festar o3 +era , se3*//e5 los aspectos ne#ativos, ambi#uos o dudosos.
B Co3fro3tar los elementos criticables de forma que se puedan purificar y trascender.
B Pre0u3tar a /as 4erso3as 4or su +*+e3*a en esto consiste la toma de conciencia emocional y si#nificativa de una realidad que nos es extra4a.
B $os pastores también deben ser sinceros y cuestionar la propia reli#iosidad en actitud de revisión y dilo#o.
7. ORIENTACIONES PASTORALES +Para que la relación cristianismoVpiedad popular sea fecunda, !an de cumplirse las debidas condiciones de reciprocidad0 por un lado, !ay que !acer capa* a esa cultura de expresar expl%citamente los si#nos de la fe y de aceptar la ruptura con las tradiciones y las formas que sean incompatibles, del todo o en parte, con la penetración del Evan#elio en todos los campos de su vida colectiva por otro lado, la "#lesia !a de !acerse a s% misma capa* de asimilar los valores de ese pueblo, de comprender cómo ve él el evan#elio desde ellos‖. >-bispos del Sur de Espa4a?.
B La fe 3ees*ta ser *3u/turaa 4ara Hue sea o-4re3*a , +*+*a con todo, no se puede identificar la fe con una cultura. provec!ar los valores propios de la reli#iosidad popular como referencia antropoló#ica y cultural de la acción evan#eli*adora.
B La re/a*63 B +*3u/a*63 e3tre /as Q*3st*tu*o3es que sustentan la reli#iosidad popular y los mbitos eclesiales diocesanos y parroquiales. $a inte#ración de estas instituciones en la pastoral de conjunto, sin perder sus propias peculiaridades, es el mejor s%ntoma de una adecuada orientación y funcionamiento.
B $a reli#iosidad popular expresa ms claramente los misterios salv%ficos llamados dolorosos este servicio a la fe del pueblo de 1ios e(e o-4/etare o3 u3a -a,or e84/**ta*63 e /os -*ster*os 0/or*osos, as% como de la relación entre ambos. 1e este modo la !istoria !umana queda mejor referenciada.
B Los 4astores 9a3 e e+*tar /a at*tu /er*a/ , autor*tar*a propia del que decide desde fuera y sin comprender toda la complejidad de la reli#iosidad popular. 3na deficiente actuación de los pastores lleva a contraposiciones simplistas entre una i#lesia de masas y unas minor%as cultivadas. El anlisis de los aspectos de la reli#iosidad popular debe !acerse +desde dentro‖, en actitud de empat%a y con la mejor de las intenciones. $a caridad pastoral lleva a atender e inte#rar las diferentes manifestaciones de la vida de fe.
B E/ /oa/*s-o 4ro4*o e /a re/*0*os*a 4o4u/ar t*e3e e/e-e3tos -u, 4os*t*+os nos recuerdan la cercan%a y bondad del rostro de 1ios Padre revelado en Jesús de )a*aret. $a reli#iosidad popular !a ayudado a mati*ar la visión de 1ios jue* y lejano. Sin perder este aspecto, ase#urar el sentido universal, fraterno y comunitario de la fe.
B A4/*ar e/ *ser3*-*e3to 4astora/ . 1os puntos merecen una referencia particular0 la eclesialidad de las personas que diri#en las manifestaciones de reli#iosidad popular y la eclesiolo#%a que subyace a los estatutos de las instituciones >asociaciones, !ermandades y cofrad%as?.
B Va/orar e/ 4rota0o3*s-o e /os /a*os e3 /as aso*a*o3es 4ro4*as e /a re/*0*os*a 4o4u/ar. $os sacerdotes deben apreciar el lu#ar que tienen en estas instituciones, y ser instrumentos de comunión y corresponsabilidad. $a cercan%a, el aprecio y el dilo#o son los mejores medios para que, con el tiempo, vayan cambiando al#unas sensibilidades y modos de funcionamientos. /uiarse por la confi#uración que el 8ódi#o de 1erec!o 8anónico da a las instituciones con reconocimiento eclesial.
B Las 9er-a3aes , ofra1as 3o 4uee3 o/+*ar tres as4etos *-4orta3tes que des#losan su finalidad principal0 el crecimiento en la fe de sus componentes, la participación en el apostolado de la "#lesia, y el compromiso con la justicia y la caridad cristiana. Estas tres exi#encias son la mejor preparación a los cultos al Se4or y su Sant%sima 2adre, as% como sus ineludibles consecuencias.
;. RELIGIOSIDAD POPULAR LITURGIA $a reli#iosidad popular constituye una manifestación de fe predominantemente ritual y expresada de +modo coral‖@@. $a expresión de fe se !ace desde lo cotidiano de la vida, en formas +tradicionales‖ que remiten a las ra%ces del pueblo, con los #randes s%mbolos de la fe, subrayando la cercan%a de lo trascendente, y de manera festiva. El 6aticano "" afirma que la litur#ia es +fuente y cumbre ‖ de toda la vida de la "#lesia >S8 A@F?. :8ómo vincular la reli#iosidad popular a la litur#ia de la "#lesia< @@ .
). 5errin, 9eli#iosidad popular y litur#ia, )1$, S. Pablo, @AAN, @K&& @KBG
Refere3*as teo/60*as. 5odo bauti*ado est llamado a vivir en plenitud lo que celebramos en la litur#ia, el misterio cristiano. $a vida de fe, de esperan*a y de caridad brota de la litur#ia que es la norma primera de la doctrina. qu% tiene la reli#iosidad popular su mayor posibilidad por su propia idiosincrasia, y al mismo tiempo sus mayores dificultades por los elementos ajenos a la fe que se le !an ido pe#ando. $a litur#ia podr%a reco#er en mayor medida manifestaciones de reli#iosidad popular que sean conforme a la naturale*a y finalidad de sus celebraciones la litur#ia, por su parte, subrayar ms claramente que lo celebrado es +el misterio de 8risto en la existencia cristiana‖. l afirmar que la litur#ia es +fuente y cumbre‖ de la vida cristiana se dice también que es +modelo‖ conforme al cual deben estructurarse todos los ejercicios piadosos. Supone refor*ar en la reli#iosidad popular el aspecto trinitario, cristoló#ico y eclesioló#ico de la salvación >cf. Pablo 6", 2arialis cultus?. $os componentes concretos por los que se reali*a esta
renovación son0 la primac%a de la Palabra de 1ios > como anuncio y en la oración?, el compromiso cristiano, la dimensión comunitaria de la fe y el sentido escatoló#ico de la vida. El único mediador, Jesucristo, es quien da unidad a la fe, a la celebración y a la existencia cristiana.
Su0ere3*as 4astora/es. $as actuaciones pastorales se deben reali*ar+con sabidur%a y apertura, partiendo de una buena teolo#%a de la litur#ia y de sus posibilidades, cuidando siempre como es obvio la ortodoxia de la fe y la ortopraxis de la comunión eclesial, pero con intrepide* misionera y evan#eli*adora‖@&. @& . ). 5errin, a.c., @KGC
$as celebraciones de la reli#iosidad popular deben considerarse como al#o propio de la comunidad cristiana y para la comunidad cristiana la litur#ia de la comunidad ser ms experiencial y participada en la medida que acoja las caracter%sticas propias de la reli#iosidad de los participantes.
$as expresiones de reli#iosidad popular deben encaminar a los fieles cristianos a una mayor participación de la Palabra de 1ios y del banquete eucar%stico > S8 @F?. Sin duda al#una, muc!as manifestaciones reli#iosas podr%an encontrar en las celebraciones de la Palabra la mejor referencia para su estructuración y el cauce ms adecuado para su expresión. Este es el mejor camino para que al#unos elementos de la reli#iosidad popular lle#uen a ser litúr#icos.
$as manifestaciones oracionales podr%an !acerse conforme a la estructura de la $itur#ia de la (oras, sin descuidar la incorporación de otros textos y rituales en conexión con lo que se celebra.
En relación con las +pere#rinaciones a santuarios‖ la 8arta Pastoral de los -bispos del Sur sobre +$as (ermandades y 8ofrad%as‖ subrayan los si#uientes aspectos0 § "mportancia de la aco#ida y la disponibilidad en el servicio a pere#rinos, enfermos, #rupos, etc. § 'avorecer la relación y convivencia entre los diferentes #rupos la Eucarist%a es la mejor expresión de la unidad y de la comunión. § 9elacionar la pere#rinación a un lu#ar con la pere#rinación interior del cora*ón. Es fundamental la celebración de la 9econciliación. § $as celebraciones litúr#icas deben cuidar ms la calidad que la cantidad las dos nucleares son la celebración de la Eucarist%a y la de la 9econciliación. § $a bendición de objetos piadosos, imposición de medallas, etc., !a de prepararse bien, conocer su
si#nificado y reali*arse comunitariamente. El tener o portar estos objetos piadosos debe traducirse en un mejor cumplimiento de los mandamientos y de los valores evan#élicos. § 9econocer estos lu#ares por el anuncio de la Palabra, la exposición del contenido de la fe, el aumento de la vida teolo#al y la conversión en ellos vivida y celebrada.
2arialis cultus enumera los si#uientes ejercicios piadosos0 6%a crucis, n#elus, letan%as, oraciones y devociones en !onor de los santos. El culto del Sant%simo Sacramento fuera de la 2isa tiene una re#ulación propia >cf. 9itual de la Sa#rada 8omunión y del culto a la Eucarist%a fuera de la 2isa, 2adrid @AKB?.Son celebraciones para V litúr#icas con esta expresión se indica la relación con la litur#ia en lo que tiene de analó#ico y de distinto. 2arialis cultus n^ BC dice del rosario que tiene el mismo objeto que la litur#ia0 los misterios salv%ficos de la vida de 8risto la litur#ia !ace presente la salvación por la anamnesis y el rosario por la oración contemplativa. En esta ló#ica, el rosario encamina a la litur#ia. 8uando el 6%a 8rucis y el rosario se estructuran como celebraciones de la Palabra o litur#ias de oración y se nutren de textos b%blicos, litúr#icos y eucoló#icos, se aproximan muc!o a la oración litúr#ica de la "#lesia. En este sentido S8 @G indica e invita a seleccionar las devociones en relación con los tiempos litúr#icos la mejor manera de conse#uirlo es, partiendo de la litur#ia, impre#nar con la Palabra de 1ios y los textos litúr#icos los ejercicios piadosos.
<. RELIGIOSIDAD POPULAR CATEUESIS $a reli#iosidad popular es el mbito en el que vive la fe la mayor parte de los creyentes y comunidades de al#una manera podemos decir que la mayor%a del pueblo de 1ios aco#e, entiende y manifiesta su fe con +códi#os particulares. \u: o3seue3*as t*e3e esto 4ara /a ateHues*s \6-o ateHu*5ar /a re/*0*os*a 4o4u/ar< E/ 4roeso e -aura*63 e /a fe e3 /a re/*0*os*a 4o4u/ar.$as expresiones de reli#iosidad popular tienen como trasfondo el !umanismo cristiano y una visión #lobali*adora de la vida con carcter intuitivo, afectivo, simbólico, estético, comunitario y simbólico. En la reli#iosidad popular se invierte el esquema del catecumenado >anuncio proceso expresión de fe? y se sustituye por otro > expresión aceptación anuncio?. En consecuencia, también se invierte el modo de afrontar los acontecimientos vitales.
Es 3eesar*o reeuar /a re/*0*os*a 4o4u/ar.$as ambi#edades que conlleva las expresiones de reli#iosidad popular se deben a los elementos que se !an ido incorporando con el paso del tiempo. no pocas expresiones de reli#iosidad popular subyacen elementos o aspectos pa#anos, otros son cristianos pero estn desenfocados, y otros son de la cultura actual que fol7lori*a el fenómeno reli#ioso. 8omo recordaba Pablo 6" es necesario asumir, colmar y trascender lo que existe.
La e3tra/*a e/ -*ster*o e Cr*sto e3 /a re/*0*os*a 4o4u/ar . En la prctica, con frecuencia lo popular es ms mariana que cristocéntrica. En parte se explica por el mensaje de predicadores y misioneros en el pasado, y porque 2ar%a recuerda los ras#os maternales de 1ios y la cercan%a de lo trascendente. El 8risto de la reli#iosidad popular es cercano a la vida, en relación con los sufrimientos y el pueblo creyente le siente afectivamente. El anuncio de 8risto y de su Evan#elio debe llevar a la vinculación afectiva con su persona, su mensaje y su causa en el contexto sociocultural en que nos encontramos.
Reu4erar /o 3arrat*+o e3 e/ /e30ua)e e /a fe e e3 -u9as o-u3*aes. $a #ente sencilla entiende
mejor lo narrativo que lo discursivo. $a fe cristiana como (istoria de Salvación !ace que los acontecimientos salv%ficos iluminen el presente y ayuden a mirar
esperan*adamente al futuro. Este len#uaje es el que ms y mejor puede lle#ar a los alejados, pues !abla a las +aspiraciones profundas‖ y tiene un carcter universal.
La o-u3*a e/es*a/ /u0ar e e3ue3tro o3 D*os , o3 /os 9er-a3os. $a fe cristiana anuncia a Jesucristo vivo, presente y actuando en la "#lesia. $a celebración litúr#ica actuali*a la salvación y es lu#ar de encuentro del !ombre de !oy con Jesucristo la si#nificatividad de la celebración depende del modo en que la comunidad eclesial es comunidad presente, encarnada y comprometida con los problemas del mundo. $os #estos sacramentales tienen que ir acompa4ados por #estos liberadores, en favor de los peque4os, pobres y excluidos. $a credibilidad de la fe depende en #ran medida de la capacidad que ten#amos los cristianos de ser +testi#os del 1ios vivo‖ y fuer*a profética de c!oque en favor de los ms desfavorecidos.
La re/*0*os*a 4o4u/ar es @-(*to 4r*+*/e0*ao e e+a30e/*5a*63 e /os a/e)aos. $as (ermandades, 8ofrad%as y otras instituciones del mbito de la reli#iosidad popular necesitan definir y cultivar muc!o ms los itinerarios de la maduración de la fe. $a reli#iosidad popular puede aportar una inestimable colaboración a la pastoral dise4ando los itinerarios de la increencia a la fe. Q esto con el prota#onismo de los laicos y del pueblo de 1ios que camina en y con la !umanidad. $a reli#iosidad es catequi*adora si ayuda a la inte#ración fe vida desde lo comunitario y en el compromiso con la justicia. Si se dan estas tres condiciones, la reli#ión del pueblo catequi*a las creencias, los valores, los saberes, y las expresiones rituales. +Prioridad para la vida simbólica. 8omo en la era de la imprenta se impuso el conocimiento catequético nocional y ri#uroso, !oy, en la era de la +nueva cultura‖, dominar la catequesis simbólica. 8on su len#uaje sonoro y visual, !istórico y litúr#ico ‖@G. @G
P. Dabin, (acia la catequesis para el tercer milenio, 8on#reso "nternacional de 8atequesis, ctas, Sevilla, @AA&, N
ILIOGRAFÍA. .66., $a reli#iosidad popular, en 8oncilium &FN >@ACN? .66., 9eli#iosidad popular, Equipo Seladoc, S%#ueme @ACN #nelo /.2., Santuarios, pere#rinaciones y litur#ia, en +P!ase‖ >@AA&? @A@, GA BFN lvare*, 8 Duxo, 2.J. >coords?, 9eli#iosidad popular >G vols.?, nt!ropos, Darcelona @ACA Der*osa, 9., 9eli#iosidad popular, 1PE, 2onte 8armelo &FF@, Suplemento &C G Dorobio 1., 9eli#iosidad popular en la renovación litúr#ica0 criterios para una valoración, en +P!ase‖ >@AK? CA, GB GCB 8amarero, 1., 9eli#iosidad popular en mérica $atina, 1PE, 2onte 8armelo &FF@, AB@ ABK 8omisión Episcopal de $itur#ia, Evan#eli*ación y renovación de la piedad popular, en +Pastoral $itúr#ica‖ >@ACC? @K@ @K&, G GA Estrada, J.., $a transformación de la reli#iosidad popular, S%#ueme @ACN /alilea S., 9eli#iosidad popular y pastoral, 2adrid, 8ristiandad @AKA /óme* /uillén, ., 9eli#iosidad popular, en +P!ase‖ >@AA@? @C@, GK BK /on*le*, J.$. Drando, 8. "rarra*aval, 1., 8atolicismo popular, 6o*es, So Paulo @AAG /on*le* 8ou#il 9., $itur#ia y ejercicios piadosos. 1el pasado a la praxis pastoral presente y futura, en +P!ase‖ >@ACK? @N@, GA GKB /on*le* 1orado, ., Pueblo de 1ios, reli#iosidad popular y catequesis, 2edell%n & >@ACK? BAK & /uijarro Wlvare*, ". 2orata Darros, J., Diblio#raf%a sobre reli#iosidad popular, en +8omunidades‖ >@AAB? C@, G GA "rarra*aval, 1., 9eli#iosidad popular en 2.$., 5omo "", 5rotta @AAB &, GB GK& 2aldonado $., "ntroducción a la reli#iosidad popular, Santander, Sal 5errae @AC Para comprender el catolicismo popular, 6erbo 1ivino, Estella @AAF 9eli#iosidad popular, en 8onceptos 'undamentales del 8ristianismo, 5rotta @AAG, @@CB @@AN 2art%n 6elasco, J., "ncreencia y Evan#eli*ación, Santander, Sal 5érrea @ACC -bispos del Sur de Espa4a, El catolicismo popular en el Sur de Espa4a >@AK? +El catolicismo popular, nuevas orientaciones pastorales ‖ >@AC? $as !ermandades y cofrad%as‖ >@ACC? 9odr%#ue*, S., $as fiestas en ndaluc%a, Sevilla @AC Salvatierra ., 6isión pastoral de la reli#iosidad popular, en +Sur#e‖ >@AC&?, B&@,GKA BFC 6iola, 9 >coord.?, 9eflexiones catequéticas, San Pablo, Do#ot @AAN.
Te-a '2% PASTORAL DE CONJUNTO SUMARIO. '. Def*3**63. 2. Pastora/ e o-u3*63. !. Pastora/ e /as estruturas o-u3*tar*as !.'. E/ ar@ter sara-e3ta/ e /a o-u3*63. !.2. La o-u3*63 se e84resa e3 /a o-u3*a. !.!. La I0/es*a 4art*u/ar o *6es*s. !.#. P/atafor-as e e+a30e/*5a*63 e3 /a *6es*s. !.7. E/ s13oo *oesa3o. #. Corres4o3sa(*/*a e3 /a 4astora/ e/es*a/. 7. E/ *ser3*-*e3to 4astora/ 7.'. Datos e /a Esr*tura. 7.2. A4orta*o3es e /a teo/o01a o3*/*ar. 7.!. E/ a-or o-o e84er*e3*a e *ser3*-*e3to. 7.#. Cr*ter*os e *ser3*-*e3to 4astora/. ;. E/ *ser3*-*e3to 4astora/ e3 e/ -*3*ster*o saerota/. *(/*o0raf1a.
'. DEFINICIN $a pastoral de conjunto expresa la implicación de la "#lesia local en +una misma comunión para la misión‖ >9. Der*osa?. En consecuencia, se trata de la acción pastoral de todo el Pueblo de 1ios, inte#radora de las cuatro dimensiones de la vida eclesial >comunión, anuncio, celebración y misión? y que procura lle#ar todos los sectores >edades? y ambientes sociales y reli#iosos. Esta primera aproximación nos ayuda a vera la relación mutua entre comunión y corresponsabilidad en la "#lesia local como la base desde la que se elaboran los proyectos de las diferentes pastorales a!ora bien, la pro#ramación conjunta no es la suma de pastorales espec%ficas o la elaboración de éstas conforme a un método. $a pastoral de conjunto es, sobre todo, un talante evan#élico y una presencia, una manera de anali*ar la realidad y de responder de forma adecuada y conver#ente. $a "#lesia local es evan#eli*ada y evan#eli*a desde el dilo#o con todos, la comunión de carismas y ministerios y la articulación de esfuer*os. $a referencia fundamental y obli#ada es Jesús de )a*aret como evan#eli*ador. Ll vino para que la !umanidad conociera a 1ios y se salvara anunció la Duena )oticia como el +(omo Serviens ‖, que se acercó a cada persona para +valorarle y comprenderle‖. En esta aproximación necesitamos partir del +conocimiento objetivo del !ombre, el respeto a la realidad personal de cada individuo y el amor cristiano como aceptación del misterio que 1ios !a escrito en cada uno ‖@ @ 8. mi#o, Evan#eli*ación y ministerio pastoral, PP8 @AA, @B & 8f. 2. $e#ido, 'raternidad en el mundo. 3n estudio de eclesiolo#%a paulina, Salamanca @AC& J. $osada, $a "#lesia, Pueblo de 1ios y 2isterio de comunión, Sal 5errae KB >@ACN?, &BG &N
2. PASTORAL DE LA COMUNIN El término #rie#o Roinon%a >comunión? expresa la unión de los !ombres entre s%, y de estos con 1ios. $a comunión fundamenta la vida de la comunidad cristiana en la relación de intimidad con 1ios Padre, por Jesucristo en el Esp%ritu Santo. Por el Dautismo y la Eucarist%a participamos de esta comunión que conlleva la comunión con los !ermanos >(ec! &, B&BK B, G&G , @&@N?. $a ad!esión personal a 1ios en 8risto es también pertenencia a un #rupo de creyentes que se constituye desde la elección, espera en las promesas >Palabra de 1ios?, se considera en se#uimiento de Jesucristo, y vive con actitud de servicio y en esperan*a. $as estructuras eclesiales se justifican si expresan y sirven a esta comunión &. +$a fracción del pan en la 8ena del Se4or fue entendida como Roinon%a, a saber, comunión y participación, dentro del servicio de la palabra o del Evan#elio, se#ún el
cual el jefe es el servidor ‖G. En la celebración de la Eucarist%a se unió desde los comien*os el memorial de la Pascua, la anticipación de la plenitud escatoló#ica y el compromiso con los !ermanos ms necesitados B. $a praxis solidaria de los cristianos en los diferentes mbitos de lo cotidiano es la verificación de lo celebrado en la Eucarist%a. $os sumarios de los (ec!os nos cuentan en qué consist%a el +tener todo en común‖0 nin#uno pasaba necesidad, pues repart%an lo que ten%an se#ún las necesidades de cada uno. $a experiencia de la Roinon%a es el ori#en y fundamento último de la solidaridad !umana0 todos los seres !umanos son i#uales y !ermanos porque somos !ijos de 1ios en el (ijo mado. $a "#lesia se constituye en esta experiencia y a ella sirve como si#no y sacramento de salvación. G 8. 'loristn, 8onceptos 'undamentales de Pastoral, 8ristiandad @ACG, @KF B 8f. E. 1ussel, El pan de la celebración, si#no comunitario de la justicia0 8onc. @K& >@AC&? &GN&BA 6. 8odina, nalo#%a sacramental0 de la Eucarist%a a la solidaridad0 Est. Ecl. B >@AKA? GGGN& . 2. $e#ido, $a fraternidad apostólica de Jesús, en 1e dos en dos, Salamanca @ACF, @BF,@G& N . 8f. 9. 6elasco, "#lesia, 8onceptos 'undamentales de Pastoral, 8ristiandad, @AC. K . R. 9a!ner, 8ambio estructural en la "#lesia, 2adrid @AKB, @BN
\C6-o e3te3er ese estos su4uestos /a o-u3*63 e/es*a/ 12* La igualdad $undamental de los &autizados. $a fe en Jesús es comunitaria0 +Solus c!ristianus, nullus
c!ristianus‖. $a i#lesia es, ante todo, una familia de !ermanos que reconocen a 1ios como Padre y a Jesús como el (ijo de 1ios que dio su vida por todos. $o ms importante es que los !ermanos ten#an los +mismos ras#os‖ del maestro >9om C, &F?, y entre ellos los pobres sean los preferidos. 32* 9omunidad toda ella ministerial . Jesús encomendó a la comunidad apostólica la continuación de su misión aqu% sur#en los diferentes ministerios, carismas y servicios, pero todos supeditados a la Roinon%a y para el bien común. +'rente a la comunidad !umana donde los que tienen son los que pueden y saben y ense4an, en la comunidad de Jesús las relaciones de dependencia, creadas por el tener, el poder y el saber, deben ser anuladas. $os que presiden +son sólo presencia del Se4or que, como Siervo, va reuniendo en la mesa a la familia entera de los !ermanos. Por ser siervos del Siervo, son siervos dela familia, criados de servidumbre para la mesa del compartir. Son todav%a ms peque4os que los !ermanos0 siervos de los siervos en realidad de verdad ‖ El servicio de presidencia es +constitutivamente referencial‖ a 8risto y a la "#lesia en y desde la comunidad presidida. Se#ún se subraye uno u otro aspecto y se confi#ure la relación entre ambos, aparece una confi#uración distinta del ministerio como lo podemos ver al comparar los ras#os constitutivos del ministerio en el primero y en el se#undo milenio de la "#lesia. El ministro representa a 8risto 8abe*a en cuanto que también representa a la comunidad, y nunca al mar#en de ella. +1esde el principio de mi episcopado, me propuse no tomar nin#una resolución por mi cuenta, sin vuestro consejo y el consentimiento de mi pueblo ‖. >S. 8ipriano, Epist @B,B?. 42* Importancia de la Iglesia local N. )acemos a la fe en una comunidad cristiana concreta, y en ella reali*amos nuestro proceso de maduración de la fe por la iniciación a la fraternidad, al mensaje evan#élico, a la celebración y a los valores evan#élicos. $as "#lesias locales son la "#lesia de 1ios en un lu#ar esto le lleva a R. 9a!ner a afirmar0 +Son las comunidades locales las que dan consistencia a la "#lesia universal, y no al revés ‖K. 1os consecuencias se deducen de esta comprensión de la "#lesia local0
B +El derec!o de la comunidad cristiana concreta a !acer por s% misma todo lo que se requiere para que sea auténtica +comunidad de Jesús‖ y para que cre*ca en intensidad‖.C. $as estructuras y or#anismos superiores a la "#lesia local se entienden como un servicio cualificado a las "#lesias locales. $a primac%a "#lesias conllevainfluye el respeto y la valoración la pluralidad en la forma de Bentender y vivirdelalas misma fe. locales Esta diversidad positivamente en ladeunidad de la "#lesia y, al mismo tiempo, la enriquece C . E. Sc!illebeec7x, $a comunidad cristiana y sus ministros0 8onc. @G >@ACF? BG& A . J. Sobrino, 9esurrección de la verdadera "#lesia, Santander @AC@, @FF@F@ y @FA 8f. /. /utiérre*, 5eolo#%a desde el reverso de la !istoria, $ima >@AKK? @F . 8f. J. 2oltmann, $a "#lesia, fuer*a del Esp%ritu, Salamanca @AKC, @@&@@G @&@&N.
52* (9onstituidos en pue&lo)* $/ sitúa la visión de la "#lesia como Pueblo de 1ios antes de los cap%tulos
dedicados a la jerarqu%a, los laicos y los reli#iosos]as. Pueblo de 1ios !ace referencia a lo fundamental y constitutivo de la "#lesia la jerarqu%a est en referencia al Pueblo de 1ios. s% lo expresan las palabras de S. #ust%n reco#idas en $umen /entium0 +Si me aterra lo que soy para vosotros, me consuela lo que soy con vosotros. Para vosotros soy obispo, con vosotros soy cristiano. -bispo es el nombre del car#o, cristiano es el nombre de la #racia. -bispo es el nombre del peli#ro, cristiano es el nombre de la salvación‖ >$/ G&?. $a autoridad episcopal no viene del Papa, sino que viene de 8risto por la +consa#ración episcopal‖ >$/ &@?. esto !abr%a que a4adir que el ministerio jerrquico en la "#lesia es +de naturale*a cole#ial‖ >$/ &&? este principio constitutivo confi#ura las estructuras eclesiales tales como el S%nodo de -bispos, el 8onsejo Episcopal y los 8onsejos Pastorales en diferentes niveles. :2* La Iglesia &uena noticia para los po&res* Entender la "#lesia, a partir del pueblo puede llevar a una #enerali*ación donde caben los oprimidos y los opresores sin ms. $a teolo#%a de la liberación supuso un acercamiento en todos los niveles de la "#lesia a los pobres, y desde a!% se ori#inó un nuevo pensamiento teoló#ico y una nueva praxis transformadora de la realidad. +$a "#lesia de los pobres confiesa que 8risto crucificado se le !a aparecido como resucitado. Q se le !a aparecido en aquel lu#ar donde Ll dijo que estaba0 en los pobres... Q quienes !an sido testi#os de estas aportaciones no !an podido menos, !oy como ayer, de confi#urar una nueva forma de ser "#lesia... 3na novedad sustancial y una ruptura !istórica con respecto adeotras formas de ser "#lesia... de encontrar Jesús est‖en pobres, desde la y totalidad la "#lesia los pobresElesEsp%ritu ms fcil la los verdad totalyde la feellos Ellacur%a? ‖ 1esde ‖ > ".recrea es la posibilidad de que la "#lesia + se reestructure desde su verdadero centro que son los pobres ‖ >9. 6elasco?A. ;2* El sacerdocio comn de los $ieles* $a "#lesia es +pueblo sacerdotal‖ >$/ @F?. El ).5. aplica el término sacerdocio al pueblo de 1ios >@ Pe &,B@F p @,N ,A@F? y a los que nosotros llamamos sacerdotes les denomina de otra forma. $a condición sacerdotal de toda la "#lesia !a de entenderse en referencia a Jesucristo >(eb @G, @@@G?, que entre#ó su vida, fue condenado por cuestionar el sistema socioreli#ioso y murió fuera de la ciudad por !aberse identificado con los excluidos. Si los cristianos predicamos la opción por los ms pobres, pero estamos fuera de ellos, estaremos desubicados de la realidad que nos permite reali*ar lo que somos. @F. <2* La condición pro$ética de la Iglesia . $a "#lesia sur#e en la Pascua de 8risto, y el Esp%ritu la asiste permanentemente en cada situación. En las experiencias auténticas de fe de los cristianos, y de las comunidades reside el potencial de creatividad y de libertad >& 8or G,@K?. 1os aspectos reflejan la aco#ida de la acción del Esp%ritu en la "#lesia0 el
sur#imiento de nuevos ministerios se#ún las necesidades, y la respuesta al problema de la pobre*a que afecta a #ran parte de la !umanidad. $a "#lesia es bsicamente una realidad cristoló#ica y pneumatoló#ica todo lo ministerial y or#ani*ativo est al servicio de lo que es +fundamental y fundante‖0 la comunión y la misión. +El portador !istórico de la causa de Jesús y de su Esp%ritu es todo el pueblo evidentemente, se trata de un pueblo or#ani*ado, pero las instancias de or#ani*ación únicamente se justifican como servicio en provec!o de todos, no como expropiación por al#unos de aquel poder sa#rado de 8risto del que todos los miembros son !erederos y depositarios‖@@. $a perspectiva !istórica nos dice que en la "#lesia las instituciones, con frecuencia, se !an confi#urado desde el poder y !an propiciado la pasividad del pueblo de 1ios. @@ . $ Doff, "#lesia, carisma y poder, Sal 5errae, &BK @& . J. Sobrino, 9esurrección de la verdadera "#lesia, Santander @AC@, &KF @G . J. 2oltmann, $a "#lesia, fuer*a del Esp%ritu, Salamanca @AKC, &N @B . 1iccionario de Eclesiolo#%a, San Pablo &FF@, SP) @CB
=2* La Iglesia existe para evangelizar. +Evan#eli*ar constituye en efecto, la dic!a y vocación propia de
la "#lesia, su identidad ms profunda. Ella existe para evan#eli*ar ‖>E) @B?. $a "#lesia est en el mundo, y desde la relación con el mundo entiende su misión salvadora para el mundo. El modo de estar y de relacionarse con el mundo la "#lesia lo concreta desde el proyecto de 1ios revelado en Jesucristo. Por eso el 9eino de 1ios aparece como la referencia fundamental para entender el ser y la misión de la "#lesia. $a relación "#lesia mundo no es meramente consecutiva por el contrario, se trata de una relación constitutiva. +$o que se debate, en el fondo, es si la "#lesia es una institución de tipo #nóstico destinada a transmitir conocimientos salv%ficos, o un pueblo continuador de la acción salv%fica de Jesús. Si el #nosticismo anti#uo que ne#aba la carne, la !istoria !umana de 8risto, est superado en la actualidad, a él le puede sobrevenir el #nosticismo eclesial si la "#lesia se reduce a comunicar contenidos noéticos y no a desencadenar una !istoria si se reduce a confesar a 8risto, incluida su !istoria terrena, y no a prose#uir la !istoria de ese 8risto.‖@& $a "#lesia es misión y se constituye desde ella. +)o !ay que entender la misión a partir de la "#lesia, sino ms bien la "#lesia a partir de la misión ‖@G . En consecuencia todo en la "#lesia tiene que ser, de una u otra manera, evan#eli*ador. +Evan#eli*ar no es para nadie un acto individual y aislado, sino profundamente eclesial. 8uando el ms !umilde predicador, catequista o pastor, en el lu#ar ms apartado, predica el Evan#elio, reúne su peque4a comunidad o administra un sacramento, aun cuando se encuentra solo, ejerce un acto de "#lesia y su #esto se enla*a mediante relaciones institucionales ciertamente, pero también mediante v%nculos invisibles y ra%ces escondidas del orden de la #racia, a la actividad evan#eli*adora de toda la "#lesia. Esto supone que lo !a#a, no por una misión que él se atribuye o por inspiración personal, sino en unión con la misión de la "#lesia y en su nombre ‖ >E) NF?. $a "#lesia como comunidad de fe, de esperan*a y de amor >$/ C? tiene su ori#en en el misterio de la 5rinidad >$/ &B? y en el de la 8ru* >$/ G? su misión consiste en ser sacramento de la comunión con 1ios y de la unidad del #énero !umano >$/ @?. Por consi#uiente, todo lo que la "#lesia tiene de sociedad >$/ C?, or#ani*ación y estructuras, debe ser fiel a los presupuestos anteriores de los que parte y a los que se orienta. +$a "#lesia universal que se reali*a en las "#lesias locales es la misma que se constituye a partir de las "#lesias locales. $a fórmula +in quibus et ex quibus‖ capta por esta ra*ón el misterio de la "#lesia de su esencia institucional, se#ún la ló#ica de la inmanencia rec%proca de la dimensión localVparticular en la universal católica y al revés ‖.@B
! PASTORAL DE LAS ESTRUCTURAS COMUNITARIAS El 8oncilio 6aticano "" trató de responder a una cuestión decisiva0 Ecclesia, quid dicis de te ipsa< Q respondió con las constituciones $/, /S y el decreto / estos tres documentos estn %ntimamente relacionados y constituyen un +proyecto unitario ‖. 5odo parte del cap%tulo " de $/ en el que se presenta a la "#lesia en el !ori*onte de la 5rinidad y en la econom%a de la salvación. $a comunión es don de 1ios que se reali*ar en la plenitud escatoló#ica cuando +1ios sea todo en todos‖ y el 9eino se consume. !ora bien, la comunión se !ace tarea, es decir, vivencia de la fe bautismal, vocación, corresponsabilidad comunitaria y compromiso con la justicia. 5odos los servicios eclesiales son para la comunión y para la misión.
!.' E/ ar@ter sara-e3ta/ e /a o-u3*63.@ $a comunión se manifiesta y se acrecienta en la vida cotidiana de la "#lesia. 8onstituye una de las acciones pastorales fundamentales junto con el anuncio, la celebración y la caridad al mismo tiempo es al#o que colorea el conjunto de la vida de las comunidades, pues es como el !umus y el ambiente en el que se reali*an las dems acciones eclesiales. $a comunión también se sustancia en las estructuras en las que se reali*an todas las acciones pastorales. $as principales visibili*aciones de la comunión en las comunidades cristianas son0 la actitud de aco#ida, el compromiso por la justicia, la atención a los necesitados, el ejercicio adecuado de la caridad pastoral por parte de los que presiden, la corrección fraterna, la corresponsabilidad desde i#ualdad esencial de los bauti*ados, el dilo#o con todos dentro y fuera de la "#lesia, y la pluralidad como rique*a, etc. . 8f. J. 9amos, +8omunión y comunidad.. 1el principio teoló#ico a la realidad prctica ‖, en ".S. Pastoral, 6ivir en comunidad, 2adrid @AAG, @@G@F. @
$a sacramentalidad de la comunión necesita mbitos eclesiales donde se viva y desde los que se impulse la tarea de crear comunión en el mundo por la justicia, la solidaridad y la fraternidad. $a comunión se empie*a a vivir en los espacios ms cercanos y afectivos para, desde a!%, abrirse la a la "#lesia universal y a la visión de la realidad !umana como comunión. $os niveles de la comunión son los si#uientes0 B La 4eHue=a o-u3*a. En ella se vive lo cotidiano desde las relaciones interpersonales y se siente uno prota#onista esto !ace que el tono afectivo en la peque4a comunidad sea #rande. $as peque4as comunidades estn abiertas a todo el que quiera pertenecer, y al mismo tiempo, dada su !istoria, dinmica y opciones, presenta un perfil que es selectivo. +$a #racia de la comunión manifestndose en la comunidad, asume las concretas situaciones !umanas, interpela la libertad de los creyentes, armoni*a y purifica las ms valiosas ener#%as del !ombre, secunda los pro#resos de la vida social e interpreta las aspiraciones profundas de toda época y de toda cultura >8. 8. &B?
B La 4arroHu*a. Es la comunidad de bauti*ados cercana e inmediata, expresa la pertenencia a la "#lesia, la relación entre la comunidad de creyentes y el mundo, y es la referencia bsica para la iniciación cristiana. $os criterios para su pertenencia son el tener fe y el pertenecer a un territorio determinado. B La I0/es*a *oesa3a. En ella se da la plenitud de la "#lesia local y de la comunión >81 @& $/ &G?. 1e la "#lesiaposee diocesana diócesis los parte la eclesialidad de los niveles superiores a los que nos !emos referido. $a
elementos que la confi#uran como tal0 con#re#ada por el Esp%ritu Santo, anuncia el Evan#elio, !ace profesión de fe, celebra la Eucarist%a, est presidida por el obispo y su presbiterio, mantiene la verdad de la fe y expresa la unidad. Es constitutivo la realidad a esencial que !acedereferencia cada una las "#lesias locales, puespor la el Bcomunión La I0/es*a u3*+ersa/. entre ellas es un la eclesialidad. $a de "#lesia universal presidida Papa como -bispo de 9oma expresa la comunión y la unidad de todos los bauti*ados en 8risto. $as "#lesias re#ionales y nacionales son niveles intermedios de comunión, necesarios, pero menos confi#urados desde el estatuto teoló#ico y jur%dico.@N . 8f. . ntón, +"#lesia local ] re#ional, reflexión sistemtica‖, en $e#rand V 2an*anares /arc%a >id?, "#lesias locales y 8atolicidad. ctas del 8oloquio "nternacional celebrado en Salamanca, &K de bril @AA@, Salamanca @AA&, KB@KNA. @N
@K . J. 9amos, 5eolo#%a Pastoral, D8 @AC, &AG @C . 8f. E.).@C 8.E. de Pastoral, Servicio pastoral a las peque4as comunidades cristianas, 2adrid @AC& 8$ &AG@ José 2H. 8astillo, 5eolo#%a para comunidades, 2adrid @AAF, GBAGA J. 2H. 9ovira De lloso, 6ivir en comunión, Salamanca @AA@, @C@A
!.2 La o-u3*63 se e84resa e3 /a o-u3*a. $a comunidad es el lu#ar concreto y visible donde se expresa la comunión. $a que "#lesia se confi#ura como +comunión comunidadesy‖como las comunidades tienen carismas distintos se ejercen en comunión con las otrasdecomunidades servicio a la comunión de la "#lesia, 5radicionalmente la "#lesia !a procedido con el criterio de territorialidad +!oy, con la revalori*ación de la "#lesia diocesana como plenitud de la "#lesia local, desde criterios muc!o ms teoló#icos que los parroquiales, caminamos a !acer de ella el lu#ar de la confluencia en comunión de los diferentes tipos de comunidades. )o es que reste importancia a la vida parroquial, insustituible al menos !oy en la "#lesia, sino que debemos olvidar ya el tema de una parroquia abarcando la totalidad de la vida eclesial para poner el centro de ella en la "#lesia diocesana, donde las diferentes realidades y en sus distintos niveles pueden encontrarse. $a parroquia, aun siendo insustituible, encuentra también en la comunión de la "#lesia local la ra*ón de su misma identidad‖@K. 3na cuestión importante se refiere al discernimiento sobre tres puntos0 :;ué comunidades se necesitan en un determinado lu#ar< :1ónde se debe !acer este discernimiento >la "#lesia universal, la "#lesia local, la parroquia, la propia comunidad?< :Q desde que criterios se toma la decisión<@C. El S%nodo sobre el laicado abordó estas cuestiones, pero la ex!ortación apostólica 8!ristifideles $aici sólo apunta consideraciones #enerales. 6eamos al#unas orientaciones ms concretas0 B todo bauti*ado le asiste el derec!o a asociarse con otros cristianos para vivir conforme a un estilo de vida y reali*ar una misión apostólica. 8on todo, debe sentirse en comunión con la "#lesia y aceptar que una "#lesia local no vea necesario su presencia en un determinado lu#ar y momento !istórico.
B la !ora de una comunidad discernir si se implanta en un lu#ar determinado debe !acerlo, sobre todo, desde las necesidades de la "#lesia y del mundo que all% existen, y no desde los propios intereses. B $os consejos pastorales deben decir su opinión sobre la oportunidad o nooportunidad de que una determinada comunidad vaya a un sitio concreto >8$ &?. Para ello valorarn con criterios objetivos y evan#élicos la si#nificatividad de su presencia y misión.
B $as comunidades que se sitúan en el !ori*onte de la catolicidad de forma pública y oficial necesitan un discernimiento de la "#lesia universal. Por fuer*a, la aprobación se refiere a los aspectos teoló#icos del carisma y no a la oportunidad de su presencia en una "#lesia local. $os criterios que permiten Bcristianas inmediatas son los identificar si#uientes0la eclesialidad de los #rupos, asociaciones y comunidades +Prioridad de la llamada a santidad. +$as asociaciones y movimientos ayudarn a la conversión personal ya la liberación inte#ral de cada !ombre y todos los !ombres0 pues g!oy la santidad no es posible sin un compromiso por la justicia, sin una solidaridades con los pobres y oprimidos +. >8$"2 @FF,B?. 8onfesión y celebración de la fe 8omunión eclesial 'in apostólico de la "#lesia Solidaridad con los pobres y pobre*a evan#élica Presencia pública Prota#onismo se#lar‖ >J"82 @&K?
En la Pastoral Juvenil +el #rupo de jóvenes constituye un marco muy importante para situar el proceso de educación en la fe y de personali*ación de la experiencia, y, por otra parte, puede ser una mediación privile#iada de experiencia de "#lesia‖ >-PJ BB?. +$o que proponemos es que se favore*ca el que los jóvenes compartan su vida en peque4as comunidades de oc!o a doce personas, en #rupos mixtos, de edad !omo#énea, con participación estable y reuniones periódicas ‖ >J"82, @&B? $a referencia de estos textos es el valioso documento de la 8E Espa4ola +8atequesis de la 8omunidad ‖ >n.. &C@?. !.! La I0/es*a 4art*u/ar o *6es*s. +$a diócesis es una porción del Pueblo de 1ios que se conf%a a un obispo para que la apaciente con la cooperación del presbiterio, de forma que, unida a su pastor y reunida por él en el Esp%ritu Santo por el Evan#elio y la Eucarist%a, constituye una "#lesia particular en que verdaderamente est y obra la "#lesia de 8risto, que es una, santa, católica y apostólica‖ >81 @@?. El 1irectorio para el ministerio pastoral de los obispos >nn. @BC@C? !abla del plan pastoral, as% como de su estabilidad y continuidad. +El plan or#nico de pastoral debe comprender toda la diócesis y con sus diversos aspectos sociales, reli#iosos y !umanos, tomando como bases fundamentales sea la circunscripción territorial, sea la distribución demo#rfica, sea la composición socioló#ica de la población. En el pro#rama !ay que buscar y prever los caminos para poder lle#ar con intensa, sentida y disciplinada acción pastoral a todos los ambientes, #rupos y, en cuanto sea posible, a todos los individuos, y llevarles el fermento evan#élico, es decir, los elementos esenciales de la catequesis, culto y finalmente conse#uir en los tiempos y modos ms oportunos, la renovación de las almas por medio de la celebración eucar%stica del misterio pascual, culmen y fuente para todos de comunión y de apostolado ‖ >1irectorio para el ministerio pastoral de los obispos n. @F? $os or0a3*s-os 4astora/es de la diócesis no pertenecen a la constitución de la "#lesia, pero tienen carcter eclesial y ministerial >cf. Pastorale munus n.K?. Son los si#uientes0
B Cur*a 4astora/. Son las 1ele#aciones, Secretariados y 1epartamentos de la diócesis las personas que forman parte de estos or#anismos son los colaboradores inmediatos del obispo >c. BNA? en el #obierno de la diócesis, la pastoral, la administración y la potestad judicial. Son coordinados por el obispo >c. GAB,@?, y sus funciones principales son las de estudiar las situaciones, elaborar planes de acción y el de llevarlos a la prctica. Para ello se sirven de las disposiciones de la Santa Sede, de la 8onferencia episcopal y del -bispo, as% como de los datos que aporta el anlisis de la realidad.
B Co3se)o E4*so4a/. Est formado por los vicarios #enerales y episcopales. Su misión consiste en asesorar y ayudar al obispo en la función pastoral. El vicario episcopal no es un dele#ado, sino que actúa +in nomine et persona episcopi ‖, pues su cometido tiene carcter pastoral y de jurisdicción, depende sólo del obispo, y tiene potestad ordinaria >va con el oficio?, pero la vicaria >la ejerce en nombre del obispo?. 1ebe ser sacerdote, tener ms de GF a4os, titulado o experto en teolo#%a y derec!o con experiencia y actitudes pastorales, piedad y capacidad de animación. Es miembro de los concilios particulares y de los s%nodos diocesanos >c.BNG, @,&?
B Co3se)o e/ Pres(*ter*o. yuda al obispo en la pastoral de la diócesis. Est formado por sacerdotes ele#idos por los presb%teros de la diócesis. Es consultivo. Su misión consiste en estudiar temas, reflexionar con los sacerdotes a los que representan y exponer cr%ticamente lo que se vea ms oportuno en fidelidad al Evan#elio y en bien de las comunidades diocesanas.
B Co3se)o Pastora/. +En la diócesis, en cuanto sea posible, deben crearse consejos que ayuden a la obra apostólica de la "#lesia, tanto en el campo de la evan#eli*ación y de la santificación como en el campo caritativo, social y otros semejantes cooperen en ellos de manera apropiada los cléri#os y los reli#iosos, con los se#lares. Estos consejos podrn servir para la mutua coordinación de las varias asociaciones y obras se#lares, respetando siempre la %ndole propia y la autonom%a de cada una. Estos consejos, si es posible, deben establecerse también en el mbito parroquial o interparroquial, interior e incluso en el orden nacional e internacional‖ > &N cf. 81 &K / GF?. $os consejos de pastoral deben expresar el carcter comunitario del Pueblo de 1ios y la misión evan#eli*adora de la "#lesia. El 6aticano "" al proponer este or#anismo de pastoral lo !ace desde las exi#encias de la eclesiolo#%a de $/ y /S En @ANN el motu propio +Ecclesiae santae‖ da las si#uientes pautas0 revisar la pastoral a la lu* del Evan#elio, la mayor%a de sus componentes deben ser laicos, las 8onferencias Episcopales dictan las normas de su funcionamiento, y es consultivo 7aturaleza del 9onse#o -astoral0 9epresenta a todo el pueblo de 1ios y es un instrumento de servicio
pastoral.
$os v%nculos entre sus miembros dimanan del Dautismo
$os miembros deben sentirse en comunión con la "#lesia.
$os miembros representan al Pueblo de 1ios, y no es necesario que sean
personas expertas.
yuda al #obierno pastoral, pero no es ór#ano de #obierno.
Es obli#atorio +en la medida que lo aconsejen las circunstancias ‖. Es de
carcter consultivo.
Es importante que esté representado todo el Pueblo de 1ios. $os sacerdotes no representan al presbiterio, sino una vocación y ministerio. $os reli#iosos y los miembros de "nstitutos seculares representan una forma de vida, no sólo un que!acer pastoral.
$os ele#idos representan a toda la comunidad, no a #rupos, comunidades,
Se or#ani*a en el pleno, la comisión permanente, el secretario y las
comisiones.
$os representantes debern tener las si#uientes cualidades0 competencia, evan#eli*ación, fe madura, talante dialo#ante y búsqueda de la unidad.
movimientos, etc.
preocupación por la
B E/ ar*4resta50o. Es una fi#ura pastoral tradicional en la "#lesia, aunque el nombre, las funciones y la or#ani*ación !a variado a lo lar#o de la !istoria. El arcipresta*#o es la unión de varias parroquias cercanas, cuatro o cinco normalmente, para plantear una l%nea común de pastoral en los aspectos fundamentales de la vida parroquial. Es una expresión de comunión y busca una mejor evan#eli*ación en un territorio determinado. El arcipresta*#o aplica los principios de participación y de subsidiariedad. 8!ristus 1ominus y Ecclesiae Sanctae >Pablo 6"? establecen las l%neas del arcipresta*#o y del oficio de arcipreste a éste se le encomienda la animación y coordinación de la acción pastoral de un territorio en que existen varias parroquias en consecuencia, el arcipresta*#o es una estructura intermedia entre la 1iócesis y la parroquia. El arcipresta*#o es un cauce para potenciar la fraternidad sacerdotal, para compartir lo que se !ace y para proyectar objetivos y l%neas de acción conjunta. 8ada arcipresta*#o tiene que elaborar su propio funcionamiento0 consejos, responsables de reas pastorales, calendario de reuniones, temas, etc. $as reuniones son de diverso tiempo0 oración y retiro espiritual, formación, planificación pastoral, convivencia, etc. veces una misma reunión puede unir varios de los elementos anteriores y se#ún sea la reunión, as% ser su dinmica. El arcipreste es un presb%tero ele#ido por los sacerdotes del arcipresta*#o, y su función se orienta sobretodo, a la atención y animación de los sacerdotes. >cf. c.@,@ &KA &N ,& G,G y ,B?.
!.# P/atafor-as e e+a30e/*5a*63 e3 /a *6es*s. )os referimos a tres plataformas necesarias, complementarias y conver#entes0 las peque4as comunidades, los movimientos apostólicos especiali*ados y las comunidades parroquiales @A. Para que las +parroquias sean verdaderamente comunidades cristianas, las autoridades locales deben favorecer0 a? la adaptación de las estructuras parroquiales con la amplia flexibilidad que concede el 1erec!o 8anónico, sobre todo promoviendo la participación de los laicos en las @A
. J. Destard, o.c. NAKN
responsabilidades pastorales b? las peque4as comunidades eclesiales de base, también llamadas comunidades vivas, donde los fieles pueden comunicarse mutuamente la Palabra de 1ios y manifestarse en el rec%proco servicio y en el amor estas comunidades son verdaderas expresiones de la comunidad eclesial y centros de evan#eli*ación, en comunión con sus Pastores. Para la renovación de las parroquias y para ase#urar mejor su eficacia operativa, también se debe favorecer formas institucionales de cooperación entre las diversas parroquias de un mismo territorio ‖ >8$ &N?.
B Las o-u3*aes e/es*a/es e (ase . >E)C?. Son #rupos de talla !umana, con relaciones interpersonales profundas, maduran la fe, comparten la vida y tratan de evan#eli*ar y transformar el contexto social en el que estn. Estas peque4as comunidades constituyen una presencia testimonial y estructural de fraternidad desarrollan un proyecto de catequesis de adultos, ayudan a leer cr%ticamente la realidad, celebran la litur#ia de forma ms experiencial y encarnada, y asumen compromisos sociopol%ticos. El resultado final es que estas comunidades renuevan el sentido comunitario de la fe y potencian la parroquia como comunión de comunidades‖ &F y como comunidad evan#eli*adora. &F
. J. Destard, +$a peque4a comunidad cristiana, respuesta a los condicionamientos socioló#icos del mundo de !oy‖,
en.Sal &@ J. Destard, 5errae 8orresponsabilidad CG >@AC&?, y participación CGN. en la parroquia, PP8, @AA,K&. &&
. $. 5rujillo, Parroquia, comunidad y misión, en 8on#reso +Parroquia evan#eli*adora,
@@C
. B Los -o+*-*e3tos a4ost6/*os es4e*a/*5aos. En las "#lesias particulares se dan situaciones y ambientes donde la presencia de creyentes militantes puede ser si#nificativa y efica* en vista a la evan#eli*ación y transformación de la realidad. +1ebemos reconocer el valor de los movimientos apostólicos ya que ellos pueden ser una mediación valiosa para conse#uir una presencia laical evan#eli*adora en los diversos ambientes y actividades del mundo de !oy. 1ic!os movimientos deben inte#rarse en la pastoral de conjunto y ejercer en nuestras parroquias y arcipresta*#os una función dinami*adora. El encuentro parroquia V movimiento encierra extraordinarias posibilidades evan#eli*adoras‖ &@ En l%neas #enerales, el resultado actual de la presencia de los llamados nuevos movimientos en parroquias es ms utili*aciónundetalante las posibilidades ofrece la parroquia para nutrir su propio #rupo, que el imprimir a ladeparroquia misionero yque transformador de la realidad.
B Las o-u3*aes 4arroHu*a/es. Estas comunidades son las que !acen presente a la "#lesia en la iniciación cristiana, en los procesos de maduración de la fe, en las celebraciones litúr#icas y en las acciones transformadoras de la realidad se#ún los valores del Evan#elio. +$a parroquia no es un feudo, porque no es autosuficiente0 ni desde el elemento ministerial >todo el presbiterio con el obispo diri#e la evan#eli*ación de toda la "#lesia particular, aunque se definan responsabilidades personales?, ni desde el derec!o de asociación le#%timo pues éste tiene que ejercitarse bajo el discernimiento diocesano ‖&&. En este sentido, los obispos de la 8. de Pastoral en el documento Servicio Pastoral a las Peque4as 8omunidades 8ristianas >@AC&?, presentan la comprensión de la parroquia como +comunidad de comunidades‖ y a4aden0 +8on ello no
pretendemos conducir a los diversos tipos de comunidades a un único patrón, ni tampoco infravalorar otros enfoques, también le#%timos, de la pastoral parroquial. Pero s%, dentro de las diversas opciones operacionales, indicar cul es la que, !oy por !oy, nos parece preferible con muc!o ‖ >p. GB?. Posteriormente la expresión de +comunidad de comunidades‖ referida a la parroquia !a sido reempla*ada por la +comunión de comunidades‖ ésta expresa mejor el marco referencial y lo que la parroquia puede aportar a las comunidades y lo que éstas pueden ofrecer a la parroquia. )o queremos decir con esta formulación que la parroquia se divide en comunidades a modo de #rupos operativos, sino que la parroquia alienta, acompa4a, aco#e e inte#ra comunidades con talante y carismas propios. Por último recordemos que muc!os cristianos que estn en las parroquias no formarn parte, por la ra*ón que sea, de las comunidades, y ellos también son miembros de la parroquia que deben ser tenidos en cuenta y atendidos lo mejor posible.
$a renovación de la parroquia pasa porque comunidades de base, movimientos y comunidades parroquiales, sin perder lo caracter%stico que cada uno de ellos pueda aportar sean conver#entes en los aspectos nucleares de la vida cristiana, el proceso de iniciación cristiana parroquial0 las dimensiones de la vida cristiana, la territorialidad >barrio en el que est la parroquia? y la corresponsabilidad que parte de la comunión y se expresa en la diacon%a y la misión. $a inte#ración de los diferentes carismas y ministerios encau*ar por el ministerio de la presidencia, es decir, del servicio, la unidad y la reconciliación. El sentido comunitario de la fe y su vivencia en una comunidad exi#en una iniciación expl%cita :en qué medida los procesos de educación de la fe forman para vivir en comunidad< :cómo un #rupo lle#a a ser comunidad< :cómo ser parroquia creadora de comunión de comunidades< )ecesitamos parroquias que sean +el !o#ar de la narración trinitaria ‖, +una comunidad maternal de aco#ida y pertenencia‖, pues +toda !istoria de amor necesita ser narrada en torno al calor del !o#ar ‖&G &G .E. Dueno y 9. 8alvo, $a "#lesia local, San Pablo &FFF, @GA, @BF, @B@ &B . 8f. E. Dueno y 9. 8alvo, 3na "#lesia sinodal, memoria y profec%a, D8, 2adrid &FFF.
. $a comunión deliberación y la decisión común ms !.7 E/seS13oo plena da en el*oesa3o S%nodo diocesano comodinami*a expresiónladel don de la comunión y del don delalaexpresión unanimidad desde la diversidad&B. $a "#lesia local reunida en s%nodo pretende tomarse el pulso a s% misma, contrastando su ser y misión con la realidad !istórica que cambia constantemente. $a toma de conciencia, la escuc!a del Esp%ritu y la mirada común a la tarea evan#eli*adora van creando, por el asentimiento de cora*ones, el +nosotros‖ que se expresa con toda su fuer*a en la Eucarist%a final del s%nodo. $a sinodalidad de la "#lesia local no se reduce al s%nodo, sino que constituye un modo de ser y camina, un +talante‖ que se vive en lo cotidiano y se expresa en el funcionamiento de las estructuras y or#anismos pastorales. $a pastoral de conjunto tiene muc!o que ver con el modo de proyectase la "#lesia local ante los retos de la nueva evan#eli*ación partimos del +primado del pensar y proyectar‖ >). /reinac!es? frente a la +pastora del avestru*‖. $a pastoral de conjunto prima el criterio tendrico o de encarnación >'.=. rnold?, es realista y est #uiada por las exi#encias de la misión y la comunión eclesial. Esta actitud supone una mirada al futuro, en medio de las
dificultades e incertidumbres, pero con #ran confian*a en el proyecto de 1ios y en las posibilidades concretas de las comunidades y de los a#entes de pastoral. $a situación concreta que se vive en cada "#lesia local debe contemplarse como un Rairós, es decir, como un tiempo de #racia donde aparecen las interpelaciones de 1ios a su "#lesia a través de los si#nos de los tiempos. En definitiva, se trata de conocer y aco#er la voluntad de 1ios para llevarla a la prctica desde los criterios de fe y a través de un proyecto concreto que ayude a la "#lesia a ser ella misma y a construir el 9eino en la comunidad !umana. >P16 @F? $a sinodalidad exi#e una "#lesia en dilo#o >ES NF?. +El dilo#o no nace de una tctica o de un interés, sino que es una actividad con motivaciones, exi#encias y di#nidad propias es exi#ido por el profundo respeto !acia todo lo que en el !ombre !a obrado el Esp%ritu, que sopla donde quiere. 8on ello la "#lesia trata de descubrir las semillas de la Palabra, el destello de aquella verdad que ilumina a los !ombres, semillas y destellos que se encuentran en las personas y en las tradiciones reli#iosas de la !umanidad. El dilo#o se funda en la esperan*a y en la caridad, y dar frutos en el Esp%ritu ‖ >92 N?. El dilo#o tiene una triple dimensión0 con 1ios Padre revelado en Jesucristo, entre los componentes de la comunidad, y con todos los !ombres. $a "#lesia necesita dialo#ar con el !ombre actual como lo !ar%a Jesús0 desde la experiencia de 1ios Padre y su proyecto salvador que llama a la conversión. \C6-o e3te3er , o-u3*ar /a fe r*st*a3a e3 3uestra u/tura Esta pre#unta encierra el +desaf%o ‖ ms fuerte que tiene la "#lesia !oy &. & . 8f. . 1orado, +$a )ueva Evan#eli*ación y la mentalidad eclesial, Pastoral 2isionera @KK >@AA@? BKNG &N
. J. Destard, o.c. CK
Si#uen siendo vi#entes las cinco propuestas que Pablo 6" !ace para que la "#lesia contribuya a la +civili*ación del amor‖0 anuncio expl%cito del mensaje de Jesucristo, la evan#eli*ación de la cultura y de las culturas, impulsar los procesos de liberación y pro#reso de la !umanidad, la promoción de nuevas comunidades cristianas y el testimonio comprometido de los cristianos y comunidades existentes >E) & GA?. Estos cinco aspectos constituyen los ejes vertebradores de la pastoral de conjunto de la "#lesia local, pues de una manera armónica recrean el interior de la "#lesia, mantienen el dilo#o con todos >+la "#lesia se !ace coloquio‖?, #enera tejido social y nos referencia al 9eino. 6al#a como conclusión de este apartado las si#uientes palabras de Puebla0 +8ada comunidad eclesial deber%a esfor*arse por constituir para el continente un modelo de modo de convivencia donde lo#ren aunarse la libertad y la solidaridad. 1onde la autoridad se ejer*a con el esp%ritu del Duen Pastor. 1onde se viva una actitud diferente frente a la rique*a. 1onde se ensayen formas de or#ani*ación y estructuras de participación, capaces de abrir camino !acia un tipo ms !umano de sociedad. Q sobre todo, donde inequ%vocamente se manifieste que, sin una radical comunión con 1ios en Jesucristo, cualquier otra forma de comunión puramente !umana resulta a la postre incapa* de sustentarse y termina fatalmente volviéndose contra el mismo !ombre.‖ >1tos. Puebla &K& &KG?.
#. LA CORRESPONSAILIDAD EN LA PASTORAL ECLESIAL $a corresponsabilidad pastoral es la consecuencia ló#ica de la comunión y de la unidad eclesial. +Ser corresponsable supone la capacitación y la misión, la obli#ación y el derec!o de compartir con otros aquellas funciones, decisiones y acciones que se refieren, afectndolo, a un determinado de laes realidad y, en nuestro caso, de la realidad eclesial encomendada por Jesús aorden la "#lesia ‖.&N$a misión única, debe ser reali*ada por todos desde los diferentes ministerios, carismas y servicios lo importante es que se realice el objetivo último propuesto0 el anuncio y la reali*ación del 9eino de 1ios.
$a implicación de cada cristiano y cada comunidad parte del Dautismo y la Eucarist%a, pasa por las estructuras de corresponsabilidad en co!erencia con la eclesiolo#%a del 6aticano "". +3na i#lesia toda ella corresponsable en el servicio al mundo ser%a ms fiel a la eclesiolo#%a de las primitivas comunidades cristianas y a la del 6aticano "", fomentar%a la creatividad y el compromiso, #aranti*ar%a mejor el compromiso a todos los carismas del Esp%ritu, enriquecer%a la actividad pastoral con la aportación variada de todos sus miembros, dar%a ejemplo al mundo de un colectivo fraternal y solidario y, en definitiva, ser%a la referencia idónea de toda la acción pastoral, que requiere la existencia de una comunidad verdadera que sea a la ve*, misionera y aco#edora. ‖&K. Pablo en @8or. @& y Ef. B nos muestra cómo en las primeras comunidades !ab%a diversidad de miembros y de funciones dentro de la unidad y al servicio del bien de todos. 5res aspectos #u%an la renovación conciliar en el tema de la eclesiolo#%a pastoral0 la fidelidad a Jesucristo, la respuesta a las necesidades de cada época y lu#ar, y la corresponsabilidad de todo el Pueblo de 1ios. $os laicos no estn para !acer labores de suplencia cuando no !ay ms remedio, y los pastores deben velar para que se !a#a efectiva +la responsabilidad de todos ‖ sin el terreno de otros y sin in!ibiciones injustificables. Para lle#ar a una "#lesia corresponsable !ay que !acer un camino marcado por la confian*a, la conversión y el dilo#o &C. 1os dificultades con #ran peso !istórico dificultan el ejercicio de la corresponsabilidad0 el clericalismo que mantiene en minor%a de edad a los laicos, y la +in!ibición‖ de muc!os laicos que por múltiples causas no pueden o no quieren asumir el lu#ar que les corresponde. En el funcionamiento adecuado de la corresponsabilidad en la comunidad cristiana los presb%teros tienen una #ran responsabilidad, pues ellos tienen el cometido ministerial de ayudar, #uiar y sostener a la comunidad en la ad!esión a Jesucristo, en la fraternidad y en el compromiso con el 9eino es decir, su cometido consiste en que los miembros de su comunidad lle#uen a madurar en la fe y a ser corresponsales dentro de la comunidad y en el cumplimiento de la misión evan#eli*adora en el mundo. El n.A de P- y el canon &A,& al referirse al trato de los presb%teros con los laicos dice0 . J. Destard, o.c.CC . 8f. 5. beda, $a conversió personal com a condició pera la corresponsabilitat a lEs#lésia, ponencia del -bispo de 2allorca en "nca el d%a &C""@AC& &K &C
B unque ejercen el ministerio de padre y de maestro son, juntamente con todos los fieles, disc%pulos del Se4or. B Presidan buscando los interese de Jesucristo, y trabajen junto +con ‖ los se#lares en actitud de servicio. B 9espeten la justa libertad de los se#lares en los asuntos temporales, escuc!en con #usto sus aportaciones y valoren su competencia en los diferentes campos. B Examinando los esp%ritus descubran los carismas de los se#lares, y sean promotores y coordinadores de servicio laicales. B Encomienden trabajos a los se#lares y les dejen libertad y radio de acción. B $os presb%teros estn +en medio‖ de los se#lares para conducirlo a la unidad de la caridad de forma que nadie se sienta extra4o. 5en#an especial preocupación por los alejados. B tendern a todos, pero especialmente a los pobres, a los ms débiles y a los padres de familia >P- N?.
B +El deber del pastor no se limita al cuidado particular de los fieles, sino que se extiende propiamente también a la formación de la auténtica comunidad ‖ >P- N?. B $a presencia de comunidades reli#iosas en la "#lesia local y en las comunidades parroquiales es un don del Esp%ritu y una rique*a carismtica que se traduce en servicios espec%ficos y muy l mismo tiempo, la presencia y acción de los reli#iosos]as estarn inte#radas en la pastoral de necesarios. conjunto. +)o olviden los presb%teros que todos los reli#iosos, !ombres y mujeres, por ser la porción selecta en la casa del Se4or, merecen un cuidado especial para su pro#reso espiritual en bien de toda la "#lesia ‖ >P- N? El laico como miembro corresponsable de la comunidad eclesial !a sido abundantemente tratado en reuniones pastorales, en documentos de la 8. Episcopal, en los tres 8on#resos or#ani*ados por la comisión Episcopal de Pastoral y en el S%nodo 2undial de los -bispos de @ACK sobre +$a vocación y la misión de los laicos en la "#lesia y en el mundo a los veinte a4os del 8oncilio 6aticano "" ‖. Este documento se4ala dos tentaciones0 +$a tentación de reservar un interés tan marcado por los servicios y las tareas eclesiales, de tal modo que frecuentemente se !a lle#ado a una ‖ prctica dejación de sus responsabilidades espec%ficas en el mundo profesional, social, económico, cultural y pol%tico y la tentación de le#itimar la indebida separación entre fe y vida, entre la aco#ida del Evan#elio y la acción concreta en las ms diversas realidades temporales y terrenas >8!$ &?. $o propio de la vocación y misión del laico consiste en vivir la fe en medio de las realidades temporales tratando de transformar el mundo desde dentro. Este es el lu#ar espec%fico desde el que el fiel laico vive la vocación bautismal y el sacerdocio común de los fieles0 testi#os del 9esucitado y profetas del 9eino y de la transformación de las estructuras sociales se#ún los valores del Evan#elio > $/ G@,GG 2ensaje final del S%nodo de los $aicos nn. &,G?. $a misión del laico le exi#e, al tiempo, testimoniar la fe en Jesucristo, trabajar por un mundo ms acorde con el proyecto de 1ios y ofrecerse unidos a Jesucristo en todo lo que !acen. Para que puedan desempe4ar esta misión necesitan que sus comunidades cristianas les ayuden a madurar como personas, como creyentes y como evan#eli*adores al mismo tiempo, la rique*a de su vida comprometida en el mundo y para el 9eino revertir en la comunidad cristiana, dando a ésta una visión ms real de lo que sucede en el mundo y de cómo vivir la s%ntesis fevida a la intemperie.
7. EL DISCERNIMIENTO PASTORAL El objetivo propio del discernimiento cristiano consiste en la búsqueda de la voluntad de 1ios para una persona o comunidad en una situación concreta. Esto supone un procedimiento que encuentra en la persona de Jesús de )a*aret, el discernidor por antonomasia, la referencia última. El discernimiento vocacional es fundamental en el proceso de maduración personal de la fe el discernimiento en situaciones especiales en que se !a de tomar una decisión importante es ineludible y el discernimiento pastoral afecta al modo permanente del ser y actuar de la "#lesia. Jesús de )a*aret formó a sus disc%pulos para que supieran discernir la acción de 1ios en los momentos del nacimiento de la "#lesia las primeras comunidades en su dinamismo evan#eli*ador y misionero son un ejemplo de cómo discernir. Q San Pablo nos le#ó una teolo#%a bsica sobre el discernimiento cristiano. 7.' Datos e /a Esr*tura. 5oda la Sa#rada Escritura manifiesta la iniciativa de 1ios que #u%a a su pueblo a través de situaciones distintas y variadas. $a vida del creyente adquiere un talante cr%tico ante la realidad y se abre al !ori*onte escatoló#ico del 9eino el
cristiano sabe que +1ios sondea nuestros cora*ones‖ >@ 5es. &,B? y en un dilo#o de profundidad, bajo la acción del Esp%ritu Santo, es invitado a aco#er la voluntad de 1ios y a ponerla en prctica. Esto no es posible sin un camino de conversión que nos !ace crecer en fe, esperan*a y caridad al +conocer interiormente la persona de Jesucristo y su Evan#elio ‖. Ser cristiano es !acer +lo que a#rada a 1ios‖, como lo !i*o Jesús de )a*aret >9om @&,& @B,C & 8or ,A, Ef ,@F 'lp B,@C 8ol G,&F 5it &,A?. En el ).5 aparece && veces el término do7imsein con el si#nificado de lle#ar a conocer lo que se debe !acer y lo que se debe rec!a*ar a través de una comprobación. Esto se aplica para el discernimiento personal >@ 8or @@,&C &A & 8or @G, N /l N,B? y para el discernimiento comunitario >@ 5es. , @A&&?. El discernimiento cristiano no se puede !acer desde el propio criterio e interés se necesita una nueva mentalidad, la que 1ios nos da al pasar del +!ombre viejo‖ al +!ombre nuevo ‖ >@8or @,@F?. Esta nueva mentalidad conlleva el no +amoldarse al mundo‖ >9om @&,&? !ay que romper con el orden vi#ente caracteri*ado por el tener, el poder y el competir para poder discernir. Jesucristo nos liberó de vivir la ley como la expresión de la voluntad de 1ios >9om @G,C@F? con una actitud poco madura >/l G,&G&N? positivamente, nos abre a la novedad de la comunión trinitaria >@ Jn &,&F.&K G,&B B.N.@K ,NA? y a la docilidad al Esp%ritu Santo >9om C,@B?, para lle#ar a la edad adulta en la fe >/l B,@A Ef @,G.@B? que se expresa en el amor a los necesitados >2t &,G@BN?
7.2 A4orta*o3es e /a teo/o01a 4osto3*/*ar. El 6aticano "" insistió en la necesidad de que los fieles y pastores >P- A? entrramos a fondo en la lectura de los si#nos de los tiempos >ES B?. $os acontecimientos necesitan ser anali*ados con detenimiento y con talante evan#élico >/S @@,@C, &K,GK P- &C,GN P16 BF?. $a "#lesia es y quiere ser +sacramento de salvación‖ >/S @? para el mundo por lo mismo, la relación "#lesia mundo tiene que verse en términos de colaboración y ayuda >/.S GN.GC B@BG?. (oy también podemos repetir las palabras de Pablo 6" en la clausura del 8oncilio0 +la anti#ua !istoria del samaritano !a sido el paradi#ma de la espiritualidad del 8oncilio‖. El plan de salvación de 1ios consiste en que todos los !ombres cono*can el Evan#elio y se conviertan a Jesucristo para vivir como !ijos de 1ios y !ermanos. 8ómo llevar esto a la vida en cada tiempo y lu#ar es objetivo del discernimiento personal y comunitario. $a evan#eli*ación del mundo contemporneo plantea a la "#lesia al#unos retos importantes que deben ser cuidadosamente discernidos subrayamos los si#uientes0 la inculturación de la fe, las nuevas presencias eclesiales, el dilo#o interreli#ioso y el ecumenismo, la opción preferencial por los ms pobres, los cauces de corresponsabilidad en la "#lesia, la evan#eli*ación de los alejados, los procesos de fe que desemboquen en comunidades maduras, y el compromiso sociopol%tico del cristiano. 7.! E/ a-or o-o e84er*e3*a e *ser3*-*e3to. $as expresiones paulinas para indicar la meta del discernimiento son variadas y muy si#nificativas. 1iscernir es saber +lo que a#rada al Se4or‖ >Ef , @F?, conocer +la voluntad de 1ios‖ >9om @&,&?, +lo bueno‖ >'lp @,A@F @ 5es ,&@&&?, etc. esto no se lle#a aplicando deductivamente unos principios, unos valores éticos o una norma es al#o ms interior, experiencial y fundante. El discernimiento proviene del amor evan#élico que va confi#urando al creyente en una nueva sensibilidad y unos criterios que le permiten ver con ms claridad lo que es conforme al querer de 1ios revelado en Jesucristo. >'l @,A@F?. $a forma en que se vive, los valores por los que se trabaja y las causas en las que se implica la vida facilitan o dificultan el discernimiento cristiano. El +tener los mismos sentimientos de 8risto Jesús ‖ >'lp &,? es el camino prctico que nos permite conocer la voluntad del Padre. $a capacidad de discernir no se improvisa por el contrario, se prepara adecuadamente cuando
se cultiva la lectura, la reflexión, la introspección, el anlisis de la realidad, el examen de conciencia, y se pasan los acontecimientos por el cora*ón. $a propia interioridad es el mbito privile#iado del encuentro con 1ios por consi#uiente, en la oración personal es donde 1ios se comunica en el fondo del cora*ón como Padre. Sin la familiaridad con 1ios que proporciona la oración no es posible el discernimiento, pues nos faltar%a la comnaturalidad con Ll y su proyecto de salvación en la oración vamos descubriendo nuestras reacciones y nuestros sentimientos a lo que la Palabra de 1ios nos va proponiendo. El anlisis de lo que va pasando por dentro nos permite mirar al futuro y tomar uno u otro compromiso esta decisión es don de 1ios y exi#encia en orden a la transformación de la realidad para que el 9eino de 1ios sea. $a validación de la opción tomada est en los frutos de !umani*ación que produ*ca en favor de los ms necesitados, y la ale#r%a interior de los que la llevan delante, a pesar de todas las dificultades. Para poder !acer bien el discernimiento es necesario centrar bien el tema que se quiere discernir, querer buscar ante todo y sobretodo la voluntad de 1ios, y situarse en la presencia de 1ios en actitud de completa disponibilidad. Est disponible quien se muestra indiferente a los propios intereses y dispuesto a aco#er y !acer lo que 1ios le pida si al !acer este ejercicio se siente pa*, ale#r%a y confian*a si#nifica que !ay madure* en la fe y disposición sincera de buscar la voluntad de 1ios, sea lo que sea, y aunque contraven#a nuestros planes. la !ora de discernir es necesario distin#uir claramente el fin y los medios el fin es la búsqueda de la voluntad de 1ios que enmarca y orienta el discernimiento lo que se disciernen son los medios que permitan !acer la voluntad de 1ios. qu% suelen aparecer las +afecciones desordenadas‖, es decir, los intereses y e#o%smos que terminan anteponiendo nuestra voluntad a la de 1ios. "mporta muc!o que cono*camos las limitaciones, los condicionamientos y las ambi#edades que nos impiden estar verdaderamente disponibles para lo que 1ios quiera. El rbol se conoce por sus por sus frutos, dice Jesús en el Evan#elio >2t @&,GG $c. N,BG BB? lo que nos confirma que el discernimiento se !a !ec!o adecuadamente son las obras >Ef ,C@F 'lp @,A@@ /l. @,&&?, que se refieren directamente al amor al !ermano en caso contrario, aunque !iciéramos maravillas, si nos falta el amor, nada vale >@8or @G,@G?. Q esto tiene una traducción interpersonal, pero también social y estructural !asta conse#uir un orden internacional ms justo y solidario. >/S BF?
7.#. Cr*ter*os e *ser3*-*e3to 4astora/. 5eniendo en cuenta la situación eclesial actual, y desde la perspectiva de la acción pastoral vamos a recordar al#unos criterios que orienten la nueva evan#eli*ación y la educación de la fe. 12 -otenciar el discernimiento &+sico. El discernimiento no es un saber teórico sino prctico es decir,
únicamente se puede discernir adecuadamente desde una determinada manera de vivir en que se distin#a claramente el bien del mal lo bueno, éticamente !ablando, nos pone en relación con el 9eino de 1ios, y lo malo nos aleja de 1ios y su justicia. El conocimiento de la voluntad de 1ios no es al#o aséptico a lo que se pueda lle#ar de una manera abstracta, independientemente de dónde ten#amos puesto el cora*ón, los deseos y los intereses. $a sinton%a con 1ios solo es posible desde una purificación del cora*ón y la nueva mentalidad fruto de la conversión en consecuencia, el primer paso para adentrarnos en los caminos del Esp%ritu es dejar la vida de pecado y pro#resar en la #racia. Esto tan sencillo y bsico est bastante olvidado, y por eso nos encontramos con el contrasentido y la inco!erencia de querer avan*ar en el camino de 1ios sin !aber puesto el fundamento. Sin conversión no se puede avan*ar en los caminos del Esp%ritu.
32 La re$erencia permanente de Jesucristo . $o fundamental para el cristiano es el encuentro con el 1ios
de Jesús en lo cotidiano de la vida el camino para lle#ar al Padre y para descubrir la !ondura de lo !umano es Jesucristo, 8amino, 6erdad y 6ida. El aprendi*aje principal en la catequesis consiste en situar a Jesucristo y su Evan#elio como el centro de la vida esto no es posible sin entrar en comunión con la persona, el mensaje y la causa de Jesús de )a*aret. El se#uimiento de Jesús, la vivencia de los misterios de su vida y la apertura al Esp%ritu es lo que nos !ace renacer a los valores, criterios y actitudes del !ombre nuevo. $a vida cristiana consiste en la constante y pro#resiva confi#uración en, con y por Jesucristo. $a evan#eli*ación debe reali*arse de forma que +alcance y transforme los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las l%neas de pensamiento, las fuentes y los modelos vitales‖ >E) @A?. $a referencia permanente a Jesucristo no es definida tanto la tensión de nuestro caminar !acia Ll, cuanto el +dejarnos alcan*ar‖ por Ll para que nuestra existencia sea una respuesta de fe. Esta verdad de fondo conlleva una pastoral ms oracional, experiencial y centrada en la maduración de la actitud reli#iosa. El cultivo de la vida espiritual constituye el núcleo de la acción pastoral de la "#lesia. 42 La vocacional como la perspectiva de toda la pastoral . Por vivencia vocacional de la fe entendemos la
formulación de la vida cristiana desde las virtudes teolo#ales >fe, esperan*a y caridad? que dan unidad a la persona y llevan a la s%ntesis fe vida. $os procesos catecumenales por su propia naturale*a apuntan a una vivencia vocacional de la fe como fructificación del Dautismo y de la 8onfirmación. Esta meta constituye la perspectiva ms idónea para plantear las acciones pastorales de la "#lesia el aspecto que #lobali*a y unifica la pastoral en y de la "#lesia es lo vocacional. yudar a cada cristiano a descubrir y responder a la voluntad de 1ios es el objetivo último que focali*a toda la acción pastoral. Esta perspectiva ayudar%a muc!o a centrarse en lo fundamental y a dar unidad a tantos proyectos y actividades que funcionan con escasa conexión entre ellos y con poca co!erencia interna. 52 >na pedagogía de la $e en clave de personalización . $as dos #randes fidelidades del evan#eli*ador son
la fidelidad al mensaje que transmite y la fidelidad a las personas que acompa4a. $a personali*ación de la fe evita el subjetivismo que i#nora la objetividad de la revelación y al mismo tiempo, valora y respeta el proceso de maduración de cada persona. (ay que personali*ar las #randes experiencias de fe que tienen un carcter estructurante de la personalidad cristiana nos referimos a las experiencias de conversión, de se#uimiento de Jesús, de anlisis cr%tico creyente de la realidad, de compromiso con el 9eino, de experiencia oracional de 1ios, de identificación eclesial y de disponibilidad vocacional. Es prcticamente imposible que estas experiencias del proceso de fe se puedan vivir sólo con las aportaciones del #rupo de fe siendo el #rupo imprescindible, necesita ser complementado con el acompa4amiento personal. El creyente que se est !aciendo necesita a su lado otro creyente, en condiscipulado, que le ayuda desde su s%ntesis personal a ir creando las condiciones necesarias para que el Esp%ritu Santo pueda actuar en su cora*ón. $os modos de !acer de 1ios nos sorprenden y sobrepasan necesitamos conocer la + #ramtica + con la que 1ios !abla con la ayuda de un maestro de espiritualidad que, desde la cercan%a, nos ayuda a no autoen#a4arnos y a responder con sinceridad. $a veracidad de que lo que vivimos es auténticamente una experiencia cristiana de fe es lo que ms nos debe importar. $a personali*ación de la fe + ayuda a los jóvenes a pre#untarse y descubrir el sentido de la vida, a descubrir y asimilar la di#nidad y exi#encias de ser el cristiano, les propone las diversas posibilidades de vivir la vocación !umana en la "#lesia y
en la sociedad y les anima y acompa4a en su compromiso por la construcción del 9eino +>-PJ @ cf. 8! $ B?. :2 El discernimiento comunitario* $a prctica comunitaria del discernimiento es muy beneficiosa, tanto
para el dinamismo espiritual del #rupo, como para la toma de decisiones de forma corresponsable en temas importantes. Es imposible el discernimiento comunitario si los inte#rantes del #rupo no tienen prctica en el discernimiento personal. 9equiere tiempo suficiente, ambiente adecuado, manejo de los datos, actitud de disponibilidad, libertad de esp%ritu y oración compartida. El animador del #rupo debe ase#urar que se dan los presupuestos para el discernimiento y que se si#ue el procedimiento adecuado. $as personas que intervienen en el discernimiento comunitario !an de tener claro las claves de lectura de las mociones y los modos de tomar las decisiones para que en el #rupo se pueda dar el asentimiento de cora*ones. )o se trata de defender los puntos de vista personales, sino de conocer la voluntad de 1ios y de concretarla de la manera ms evan#élica que se pueda. 1iscernir comunitariamente tiene que ver ms con la búsqueda y aco#ida de +lo que a#rade ms a 1ios‖ que de la prevalencia de una opinión mayoritaria por lo mismo, lo que cada !ermano ve y propone no es una opinión ms sino una propuesta desde la experiencia de 1ios y desde las ur#encias del 9eino. El Esp%ritu Santo, si se le deja actuar, es capa* de abrir las mentes y de conjuntar las miradas y los cora*ones en una respuesta común. $as posibilidades de !umani*ación personal y la liberación inte#ral para los ms desfavorecidos son los criterios que avalan el que lo esco#ido es voluntad de 1ios. Q esto vivido con pa* y ale#r%a en el cora*ón. ;2 ?compa@amiento personal. Es el cauce normal para que un creyente en proceso de formación y
maduración de fe aprenda a discernir. El mbito principal de aplicación del discernimiento es la vocación personal a la que cada uno se siente llamado por 1ios en la "#lesia y en este mundo. ntes de lle#ar al discernimiento vocacional !ay que acompa4ar otras experiencias estructurantes de la vida cristiana, tales como la conversión, el camino de oración, el anlisis cr%tico creyente de la realidad, el sentido comunitario de la fe y la disponibilidad vocacional. $a fe que se descubre en el se#uimiento de Jesús co#e a la persona entera este carcter totali*ante de la actitud reli#iosa pide la presencia cercana de al#uien que nos ayude a ir aprendiendo la +#ramtica‖ con la que 1ios !abla, a asumir el pasado, a confi#urarse como creyente y a mirar al futuro con decisión y esperan*a. El paso de 1ios por la vida de las personas y los caminos del Esp%ritu sorprenden y desconciertan en no pocas ocasiones el acompa4ante espiritual nos ayuda a ir dando nombre a todo lo que ocurre en nuestro interior, a confirmar lo que es de 1ios, a desvelar los autoen#a4os y a responder a los nuevos retos. Por la misma naturale*a de la catequesis y las exi#encias de la fe madura, no se puede ser catequista de jóvenes sin tener experiencia de acompa4amiento personal. <2 9onocer y seguir un método de discernimiento " El discernimiento es una experiencia común que !a
sido abordada por diferentes maestros espirituales y se !a concretado en escuelas distintas se#ún las épocas y sensibilidades de los que las formularon. l#unas espiritualidades !an !ec!o del discernimiento el elemento bsico de la confi#uración y el crecimiento de la fe. 1a la impresión de que muc!os cristianos !ablan de la vida espiritual en términos #enéricos y confusos incluso, cuando en el proceso de crecimiento de fe se lle#a a un determinado punto ya no se sabe avan*ar, pues no se conoce bien lo que pasa y tampoco se disponen de las !erramientas que permitan manejar la situación. $a vida espiritual tiene su ló#ica interna, requiere un proceso lar#o, pasa por
etapas muy distintas y precisa de acompa4amiento personali*ado. $os educadores de la fe deber%amos saber responder con precisión a esta cuestión0 :qué tiene que pasar en el interior de un catecúmeno para que lle#ue a madurar en la fe<. 8onocer y acompa4ar este proceso es lo ms importante qui*s formulamos muc!os proyectos pastorales, pero sabemos poco de los procesos interiores de fe. Para abordar adecuadamente este tema, el conocimiento de al#ún método o escuela de espiritualidad nos permite concretar y avan*ar con peda#o#%a. )o nos quepa duda, ayudar a la experiencia cristiana y a que la actitud reli#iosa madure debe ser !ilo conductor de toda la acción pastoral de la "#lesia y la madure* en la fe tiene que ver directamente con la prctica del discernimiento cristiano en el mbito personal, comunitario y pastoral.
;. EL DISCERNIMIENTO PASTORAL EN EL MINISTERIO SACERDOTAL $a acción pastoral y la formación pastoral ocupan un lu#ar central en la ex!ortación apostólica [Pastores dabo vobis[ entiende la acción pastoral desde la teolo#%a pastoral fundamental, y lo dice con estas palabras. +$a pastoral no es solamente un arte ni un conjunto de ex!ortaciones, experiencias y métodos posee una cate#or%a teoló#ica plena, porque recibe de la fe los principios y criterios de la acción pastoral de la "#lesia en la !istoria >...? Entre estos principios y criterios se encuentra aquel especialmente importante del discernimiento evan#élico sobre la situación sociocultural y eclesial en cuyo mbito se desarrolla la acción pastoral ‖ >P16 K?. $a formación pastoral y la praxis pastoral dependen de la visión teoló#ica y, ms concretamente, de la visión eclesioló#ica que se ten#a. En la acción pastoral aparecen yuxtapuestas y superpuestas distintas comprensiones eclesioló#icas. +sumir la eclesiolo#%a del 6aticano "" si#ue siendo !oy la asi#natura pendiente de nuestro clero, el #ran deber que nos falta cumplir. )uestra acción pastoral y nuestros pastores necesitan una comprensión #lobal unitaria dentro de la que después debe existir un le#%timo pluralismo. El 8oncilio est aún por asumir la recepción no !a terminado &A. dems, tenemos que actuali*ar la relectura del 6aticano "", pues !ay situaciones nuevas en la "#lesia y en el mundo. \C6-o o3se0u*r Hue /a a*63 4astora/ sea 9o, Qatua/ re1(/e , ef*a5 >P16 K&? Estas tres palabras nos recuerdan los tres criterios de toda acción pastoral0 la acción pastoral se da en el !oy de la !istoria que es necesario conocer, la acción pastoral conlleva un si#nificado y una eficacia que est ms all de lo que aparece y en la acción pastoral la acción de 1ios se da en la mediación !umana. Para poder reali*ar un buen discernimiento se requieren dos supuestos0 &A . J. 9amos, $a formación pastoral de los sacerdotes se#ún Pastores dabo vobis, Edice @AAC, G
B $a disposición personal que lleva a desear y buscar de cora*ón la voluntad de 1ios. 5iene esta actitud quien considera a 1ios como el ori#en de la vida y del ministerio. En consecuencia, con un cora*ón dócil y convertido el pastor intentar responder a las interpelaciones de 1ios y buscar los mejores cauces para !acer su voluntad. B $os criterios referenciales0 la Palabra de 1ios que ilumina, interro#a y #u%a. $a Sa#rada Escritura, la 5radición de la "#lesia y la lectura de los +si#nos de los tiempos‖ #uiarn la búsqueda auténtica y decidida de la voluntad de 1ios.
+5endr%amos que !acer una revisión de muc!as de nuestras actividades pastorales ordinarias, que, a pesar de los muc!os esfuer*os !ec!os, no consi#uen suscitar el vi#or reli#ioso cristiano que las nuevas #eneraciones necesitan para expresar, practicar y
mantener su fe a pesar de las presiones ambientales a las que se ven sometidas. 5endr%amos también que examinar y valorar los diferentes procedimientos que !an ido apareciendo en la "#lesia durante estos últimos a4os para corre#ir los que se !ayan manifestado defectuosos o insuficientes e impulsar los que estn demostrando una mayor capacidad evan#eli*adora de conversión. ‖GF. En los a#entes de pastoral, presb%teros y laicos, !ay ciertas reticencias a la planificación y al discernimiento pastoral se piensa que desde una perspectiva teoló#icopastoral es dif%cil !ablar de acierto o de fracaso en la pastoral. )o cabe duda que en esta postura se oculta muc!o de rutina y de intereses pero evan#élicos, as% como de confusión entre el fracaso de la 8ru* y otros fracasos que poco tienen que ver con aquél. +$a acción pastoral no se puede reducir al reino de lo espiritual. Es misterio, pero no en el aire sino de naturale*a sacramental >bajo la ley de la encarnación?, que impide cualquier fu#a sobrenatural%stica y exi#e el esfuer*o del discernimiento. 1esde cualquier punto que se considere la misión de la "#lesia salta a primer plano y se impone como problema clave la cuestión del +método‖. Q esto no sólo por ra*ones técnicas sino también teoló#icas, porque est en conexión con la naturale*a de la "#lesia que es +sacramento‖ del 9eino de 1ios en este mundo‖.G@ $os obispos italianos precisan el discernimiento pastoral en estos términos0 +Si#nifica !acerse sensible a la acción del Esp%ritu en la comunidad de los !ombres de !oy, para favorecer aquellas realidades y procesos que son fruto del Esp%ritu de 1ios, y para desenmascarar y !acer frente a aquellas realidades y procesos que aparecen contrarios al esp%ritu evan#élico. ‖G&. El discernimiento pastoral como lectura interpretativa supone una mirada contemplativa y creativa desde el amor >P16 @F?. . 8EE. +Para que el mundo crea ‖ >Plan Pastoral @AAB@AAK?, Nc . D. Wlvare*, El discernimiento pastoral del ministerio sacerdotal‖ en $a formación pastoral de los sacerdotes, se#ún +Pastores dabo vobis‖, 8omisión Episcopal del 8lero, Edice @AAC. GF G@
G& . 8. Episcopal "taliana, $a for*a della riconciali*ione, G.&.@. >E8E"]G, &@FF?. GG . 8f. D. Wlvare*, o.c, @&G@BG
El presb%tero a la !ora de ejercer el discernimiento pastoral tendr presente no sólo la comunidad cristiana que tiene encomendada, sino también a los alejados por una u otra causa de la fe y de la "#lesia. 9especto de los aspectos que debe discernir el presb%tero por el ministerio y la +missio‖ que le !a sido encomendada, Dernardo Wlvare* enumera los si#uientes GG0 las acciones pastorales >nivel del !acer?, el sentido de comunión >nivel de +la eclesialidad‖?, el sentido de comunión >nivel de la +finalidad‖?, los porqués de las acciones pastorales >nivel de las +causas y efectos‖?. +Este conocimiento requiere una constante y adecuada actuali*ación en el estudio de los problemas teoló#icos y pastorales, el ejercicio de una profunda reflexión sobre los datos sociales, culturales y cient%ficos que caracteri*an nuestro tiempo ‖ >1irectorio para el 2inisterio y vida de los presb%teros, n.N?.
ILIOGRAFÍA0 Doff, $, El destino del !ombre y del mundo, Sal 5errae lACB Doros, $., El discernimiento de esp%ritus0 8onc @&A>lAKK?GNCGK 8astillo, J.2H, 1iscernimiento, 8onceptos 'undamentales de Pastoral, 8ristiandad lACG, &NB&K& 8asta4o, 8., Psicolo#%a y orientación vocacional, 2arova lAAF& /on*le* 6allés, 8., Saber esco#er. El arte del discernimiento, Sal 5errea lACB 2art%ne*, J.2H, El educador y su función orientadora, SPx lACF 2art%n, 8.2., $a dedicación del presb%tero diocesano, cooperador del obispo, a la "#lesia particular, en +l servicio del Pueblo de 1ios ‖, Do#ot, @AA@ Pay, 2., $a planificación pastoral al seervicio de la evan#eli*ación, 2adrid @AAN -rta, 2., 1ilo#o Pastoral con adolescentes, PP8 lACC Pi7a*a, J, El discernimiento de
esp%ritus en el )uevo 5estamento0 69 &C>lAK?&A&K@ 9ojas, J, 2etodolo#%a para practicar el discernimiento, Duena Prensa, 2éxico lAC 9ui* Jurado, 2, El discernimiento cristiano, D8 lAA Sastre, J, El discernimiento vocacional, San Pablo lAAN Sobrino, J, El se#uimiento de Jesús como discernimiento0 8onc @GA>@AKC?@K&A 3re4a, E.2, 1iscernimiento cristiano, psicoanlisis y anlisis marxista0 8onc @GA>@AKC?.
I3*e
Pro#rama e indicaciones sobre el curso ...............................................
G
5ema @. 5eolo#%a Pastoral ..................................................................
K
5ema &. Pasoral 'undamental ............................................................
&@
5ema G. $a Evan#eli*ación. $a )ueva Evan#eli*ación ......................
B@
5ema B. $a ctitud 9eli#iosa ........................................................... NA 5ema . Experiencias (umanas 'undamentales. Educación de la 'e C@
5ema N. Pastoral de Jóvenes ............................................................
AA
5ema K. El compa4amiento Espiritual .........................................
@@K
5ema C. Pastoral del Servicio .........................................................
@GA
5ema A. Pastoral $itúr#ica ..............................................................
@N@
5ema @F. $a (omil%a ......................................................................
@C@
5ema @@. 9eli#iosidad Popular ......................................................
@AA
5ema @&. Pastoral de 8onjunto .....................................................
&@G