ÍNDICE. Página
INTRODUCCIÓN.
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MARCO TEÓRICO.
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Deudas a largo plazo.
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Instrumentos tradicionales de Deudas.
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Préstamo a Largo Plazo.
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Ventajas principales de los préstamos a plazo.
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Bono.
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¿Por qué invertir en bonos?
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Importancia.
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Términos básicos.
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Fiduciario y escritura.
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Calificación de bonos.
5
Tipos de instrumentos de deuda a largo plazo.
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Características importantes de la deuda a largo plazo.
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Retiro de Bonos.
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Casos de incumplimiento.
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Factores de riesgo de los bonos.
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CONCLUSIÓN.
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BIBLIOGRAFÍA.
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INTRODUCCIÓN. Ante la necesidad de obtener recursos por parte de las empresas y de los gobiernos de los países para poder llevar a cabo sus actividades y proyectos, los mercados han desarrollado diferentes tipos de herramientas que permitan la obtención de dichos recursos. Una de las herramientas más comunes que las empresas y los gobiernos utilizan son los bonos. El préstamo a largo plazo es usualmente un acuerdo formal para proveer fondos por más de un año y la mayoría es para alguna mejora que beneficiará a la compañía y aumentará las ganancias. Un ejemplo es la compra de un nuevo edificio que aumentará la capacidad o de una maquinaria que hará el proceso de manufactura más eficiente y menos costosa. Los préstamos a largo plazo usualmente son pagados de las ganancias.
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MARCO TEÓRICO. Deudas a largo plazo. La deuda a largo plazo consiste de préstamos y bonos que tienen un vencimiento a más de un año. Estos bonos y préstamos generalmente tienen una tasa de interés más alta, ya que los prestamistas demandan una devolución más alta a cambio de tomar más riesgos por prestar el dinero sobre un largo periodo de tiempo.
Instrumentos tradicionales de Deudas. Existen muchos tipos de instrumentos de endeudamiento a largo plazo: préstamos bancarios, bonos, pagarés garantizados o no garantizados.
Préstamo a Largo Plazo. Préstamo, generalmente otorgado por un banco o una compañía de seguros, en virtud del cual el prestatario se compromete a hacer una serie de pagos consistentes en intereses y en capital en fechas específicas.
Ventajas principales de los préstamos a plazo. Los préstamos a plazo tienen tres ventajas principales sobre las ofertas públicas: -
Velocidad.
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Flexibilidad.
-
Bajos costos de emisión. Debido a que se negocian en forma directa entre el prestamista y el
prestatario, el nivel de documentación formal se reduce. Las cláusulas más importantes de un préstamo a plazo pueden acordarse mucho más rápido que en el caso de una emisión pública, y no es necesario que el préstamo se sujete al proceso de registro de la Securities and Exchange Commission.
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Bono. Un bono es una obligación financiera contraída por el inversionista; otra definición para un bono es un certificado de deuda o sea una promesa de pago futura documentada en un papel y que determina el monto, plazo, moneda y secuencia de pagos. Cuando un inversionista compra un bono, le está prestando su dinero ya sea a un gobierno, a un ente territorial, a una agencia del estado, a una corporación o compañía, o simplemente al prestamista. En retorno a este préstamo el emisor promete pagarle al inversionista unos intereses durante la vida del bono para que el capital sea reinvertido a dicha tasa cuando llega a la maduración o vencimiento.
¿Por qué invertir en bonos? Muchos de los asesores financieros recomiendan a los inversionistas tener un portafolio diversificado constituido en bonos, acciones y fondos entre otros. Debido a que los bonos tienen un flujo predecible de dinero y se conoce el valor de este al final (lo que le van a entregar al inversionista al final de la inversión), mucha gente invierte en ellos para preservar el capital e incrementarlo o recibir ingresos por intereses, además las personas que buscan ahorrar para el futuro de sus hijos, su educación, para estrenar casa, para incrementar el valor de su pensión u otra cantidad de razones que tengan un objetivo financiero, invertir en bonos puede ayudarlo a conseguir sus objetivos.
Importancia. Cuando una sociedad anónima tiene necesidad de fondos adicionales a largo plazo se ve en el caso de tener que decidir entre la emisión de acciones adicionales del capital o de obtener préstamo expidiendo evidencia del adeudo en la forma de bonos. La emisión de bonos puede ser ventajosa si los actuales accionistas prefieren no compartir su propiedad y las utilidades de la empresa con
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nuevos accionistas. El derecho de emitir bonos se deriva de la facultad para tomar dinero prestado que la ley otorga a las sociedades anónimas. El tenedor de un bono es un acreedor; un accionista es un propietario. Debido a que la mayor parte de los bonos tienen que estar respaldados por activos fijos tangibles de la empresa emisora, el propietario de un bono posiblemente goce de mayor protección a su inversión, el tipo de interés que se paga sobre los bonos es, por lo general, inferior a la tasa de dividendos que reciben las acciones de una empresa.
Términos básicos. Valor a la par: El valor a la par de un bono representa la cantidad pagadera a los acreedores al momento de su vencimiento. También se conoce como valor nominal o principal. Por lo general, el valor a la par es de $1.000 por bono (o un múltiplo de esa cantidad). Tasa de cupón: La tasa establecida de interés de un bono se conoce como tasa de cupón. Por ejemplo, una tasa de cupón de 13% señala que el emisor pagará a los tenedores de bonos $130 al año por cada bono que posean con un valor a la par de $1.000. Vencimiento: Casi siempre, los bonos tienen un vencimiento establecido. Es el tiempo en que las empresas están obligadas a pagar a los tenedores de bonos su valor a la par.
Fiduciario y escritura. Las empresas que emiten bonos al público designan a un fiduciario autorizado para que vele por los intereses de los tenedores de bonos. En la ley de Contratos de Compromiso de 1939 (Trust Indenture Act), de cuya administración la Comisión Nacional de valores (SEC, del inglés Security and Exchange Commission)
se
especifican
las
obligaciones
de
un
fiduciario.
Las
responsabilidades de este último consisten en autenticar la legalidad de las emisiones de bonos cuando éstas se llevan a cabo, estar al pendiente de las
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condiciones financieras y del comportamiento de los prestatarios, asegurarse del cumplimiento de todas las obligaciones contractuales y emprender las acciones pertinentes si los prestatarios no cumplen con alguna de estas obligaciones. Las empresas compensan directamente a los fiduciarios, compensación que se suman a los c ostos efectivos del crédito. El compromiso legal entre la empresa que emite los bonos y el fiduciario que representa a los obligacionistas se define en la escritura de emisión de bonos. Esta escritura es un convenio legal, también conocida como escritura de fideicomiso, entre la corporación emisora de los bonos y los tenedores de los mismos, en el que se establecen los términos de la emisión de bonos y las restricciones impuestas a las empresas. Dichas restricciones conocidas como cláusulas de protección, son muy parecidas a las que se incluyen en los contratos de crédito. Los términos de la escritura los establecen el prestatario, el emisor y el fiduciario. Si la empresa no cumple con algunas de las disposiciones de la escritura, el fiduciario, en representación de los obligacionistas, puede tomar las medidas necesarias para corregir la situación. En caso de no quedar satisfecho, puede exigir el repago inmediato de todos los bonos en circulación.
Calificación de bonos. La solvencia de un instrumento público de deuda muchas veces se evalúa en términos de las calificaciones de crédito que le asignan las agencias encargadas de la evaluación de las inversiones. Las principales agencias calificadoras son Moody’s Investment Service y Standard & Poor’ s (S&P). Los
emisores de nuevos contratos corporativos de bonos recurren a ellas para evaluar y calificar los bonos, además de actualizar las calificaciones durante la vigencia de los mismos. Los emisores pagan una comisión por este servicio. Con base en las evaluaciones de las emisiones de bonos, las agencias emiten sus opiniones con un código alfabético que publican para uso de los inversionistas. Con sus calificaciones, las agencias tratan de clasificar las emisiones según su probabilidad percibida de insolvencia. A las emisiones que
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obtienen las mejores calificaciones, cuyo riesgo de insolvencia es insignificante, se les asigna una triple A, una doble A o una sola A, B doble A (Moody’ s) o triple B (S&P), etc., hasta llegar a C y D, que son las calificaciones más bajas de Mood y’s y S&P respectivamente. Las cuatro primeras calificaciones representan la calidad de las emisiones de inversión, mientras de los otros bonos evaluados se consideran especulativos. Las evaluaciones de estas dos agencias son muy respetadas como indicadores de riesgo de insolvencia.
Tipos de instrumentos de deuda a largo plazo. Los bonos se pueden emitir como instrumentos sin garantía y con garantía (respaldados con activos). Las obligaciones, obligaciones subordinadas y bonos de renta son las principales categorías de bonos sin garantía, mientras que los títulos hipotecarios son el tipo más común de instrumentos de deuda garantizada a largo plazo. -
Obligaciones. Una obligación es una deuda a medio o largo plazo usada por grandes
empresas para conseguir dinero como préstamo. Las obligaciones son la forma más común de préstamos a largo plazo que una empresa adopta como estrategia. Las obligaciones generalmente son préstamos con una fecha de devolución fija, aunque algunas obligaciones son títulos no amortizables (son conocidas también como obligaciones irredimibles). La mayoría de bonos pagan una tasa fija de interés. -
Obligaciones subordinadas. Las obligaciones subordinadas representan deuda no garantizada con
derecho sobre los activos que se colocan detrás de toda deuda principal en relación con dichas obligaciones. En caso de liquidación, a los tenedores de obligaciones subordinadas por lo general se les paga sólo después de haber pagado por completo a los acreedores principales el monto total de los créditos.
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Estos tenedores de obligaciones subordinadas incluso se clasificarían antes que los tenedores de acciones preferentes y ordinarias en caso de liquidación. -
Bonos de renta. Bono en el que el pago de intereses depende de la suficiencia de fondos de
la empresa. Las empresas están obligadas a pagar intereses por los bonos de renta
sólo cuando éstos se devengan. Puede existir una característica
acumulativa en la que se suman los intereses no pagados en determinado año. Si las compañías no generan utilidades en el futuro, tendrán que pagar los intereses acumulativos a medida en que lo permitan las utilidades. No obstante, por lo general la obligación acumulativa se limita a no más de tres años. -
Bonos especulativos. Bono de riesgo y rentabilidad elevados, muchas veces sin garantía. Son
bonos de baja calificación crediticia que están clasificados por debajo del denominado grado de inversión. Estos bonos tienen un alto riesgo de suspensión de pagos u otros eventos crediticios adversos, pero suelen pagar un cupón más lucrativo que los bonos de mejor calidad para hacerlos atractivos a los inversores. -
Títulos hipotecarios. Las emisiones de títulos hipotecarios se garantizan con un gravamen
(derechos de los acreedores) sobre determinados activos de la empresa, generalmente activos fijos. En la hipoteca, que es el documento mediante el cual se otorga a los obligacionistas un gravamen sobre las propiedades, se establecen con toda precisión las propiedades específicas que garantizan los bonos. Como sucede con otros contratos de crédito garantizados, el valor de mercado de la garantía debe exceder el monto de la emisión de bonos en un margen razonable de seguridad. Si las empresas no cumplen con algunas de las disposiciones en las escrituras de bonos, el fiduciario, en representación de los obligacionistas, tiene la capacidad de entablar un juicio hipotecario. En este caso,
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el fiduciario se hace cargo de la propiedad y la vende, utilizando el producto para pagar a los obligacionistas. -
Bonos respaldados por el equipo rodante. Títulos a plazos intermedio y largo, generalmente emitidos por una
compañía transportadora, ferroviaria o aérea, utilizado para financiar la adquisición de equipo nuevo.
Características importantes de la deuda a largo plazo. Las emisiones de deudas a largo plazo están regidas por contratos financieros. En el caso de la emisión de deuda pública, este contrato se llama contrato de emisión de bonos. Un fideicomisario actúa como agente para los tenedores de bonos y supervisa el acatamiento de las cláusulas del contrato de emisión. En el caso de una emisión privada, el contrato se llama convenio de bonos, o convenio de pagarés. Estos contratos especifican el vencimiento, la tasa de interés y otros términos de la emisión de deuda, y por lo común, incluyen cierto número de cláusulas restrictivas. Los instrumentos de deuda a largo plazo comparten varias características comunes: 1. Vencimiento pactado: Es la fecha en la cual el prestatario debe pagar el dinero que pidió prestado. 2. Monto principal pactado: Es la cantidad que debe liquidar el prestatario. 3. Tasa de interés pactada del cupón: La tasa de interés puede ser una tasa fija, o bien una tasa variable que se ajusta conforme a una fórmula especificada. 4. Programa de redención obligatoria (o fondo de amortización): Algunos fondos contienen un fondo de amortización, mientras que otros se liquidan en una sola suma a su vencimiento. Un fondo de amortización implica una secuencia de pagos de capital antes de la fecha de vencimiento.
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5. Cláusula de redención opcional: Algunas emisiones de bonos tienen indicado además de la fecha de vencimiento, otra fecha anterior para que el bono pueda ser opcionalmente redimido por el comprador, en cualquier fecha intermedia. Esto permite al inversionista cierta elasticidad en sus decisiones, ya que puede escoger el momento que más le convenga para redimir sus bonos. 6. Cláusulas de protección: Las cláusulas le imponen ciertas restricciones al prestatario. Están diseñadas para proteger a los tenedores de bonos.
Retiro de Bonos. Los bonos son una deuda y los intereses que hay que pagar sobre ellos representan un costo para el negocio. La corporación tiene que pensar en el día en que se vencerán los bonos y en que deberán rembolsar su inversión a los tenedores de ellos. Si el negocio es próspero y las condiciones generales del mercado son buenas al vencimiento de los bonos, la corporación podrá estar en posibilidades de colocar una nueva emisión de bonos y de utilizar el producto para pagar a los tenedores de la anterior emisión. Si las condiciones son adecuadas, la nueva emisión puede especificar una menor tasa de interés que la de los primeros bonos. En este caso la corporación conserva el mismo capital a menor costo. Por el contrario si las condiciones del negocio son malas al mismo tiempo de tener que refinanciarse, el mercado para los bonos podrá no ser favorable y resultará imposible colocar una nueva emisión o sólo habrá la posibilidad de hacerlo a una mayor tasa de interés. Esto puede convertirse en un serio problema para la corporación. Además existe el hecho de que los tenedores de bonos quieren estar seguros de que se está haciendo una provisión para que no exista duda de que se tendrán disponibles los fondos para retirar sus bonos. En muchos casos las corporaciones apartan periódicamente sumas definidas, las cuales se acumulan, junto con los intereses que devengan, hasta formar el monto necesario para retirar los bonos a la fecha de su vencimiento. Puesto que es conveniente que estos depósitos periódicos sean de igual monto, el
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procedimiento de retiro se convierte en un fondo de amortización. Este método de retiro es uno de los más usados de esta clase de fondos. Cuando se tiene establecido este procedimiento los tenedores de bonos saben que se está haciendo una provisión adecuada para salvaguardar su inversión.
Casos de incumplimiento. Los contratos de emisión de bonos y los convenios de bonos también especifican los casos de incumplimiento. Si el prestatario falla en el pago de intereses o en el pronto pago total del capital, incumple en otra emisión de deuda, o no se atiene a uno de los convenios, los prestadores pueden exigir la liquidación inmediata de la deuda. Sin embargo, a menudo los tenedores de bonos tratarán de negociar antes de iniciar los procedimientos de incumplimiento, debido a que por lo común no quieren asumir la propiedad de la empresa.
Factores de riesgo de los bonos. Existen factores de riesgos que pueden determinar que el rendimiento realizado sea inferior al rendimiento esperado de un bono. 1. Riesgo en la tasa de interés: Es el riesgo de que cambie el valor de un bono a causa de un cambio en la tasa de interés. El riesgo depende primordialmente del vencimiento remanente del bono. 2. Riesgo de inflación: Influyen en el poder adquisitivo de los flujos futuros. 3. Riesgo de divisas: El tipo de cambio afecta al valor del bono. 4. Riesgo de comercialización: Cambio en la liquidez.
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CONCLUSIÓN. Podemos concluir señalando la importancia que tienen tanto los financiamientos
a
Largo
Plazo
que
diariamente
utilizan
las
distintas
organizaciones, brindándole la posibilidad a dichas instituciones de mantener una economía y una continuidad de sus actividades comerciales estable y eficiente y por consecuencia otorgar un mayor aporte al sector económico al cual participan.
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BIBLIOGRAFÍA. Administración Financiera Corporativa – Douglas R. Emery, John D. Finnerty. Fundamentos de Administración Financiera – Undécima edición – James C. Van Horne, John M. Wachowicz Jr.
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