“El boom petrolero” “El boom petrolero” se da en el año de 1972 justo cuando las Fuerzas Armadas se encuentran en el poder luego de derrocar al velasquismo. El descubrimiento de este valioso recurso natural modifica las relaciones tradicionales del sistema político ecuatoriano ya que además de convertirse en el principal sustento económico del país y cambiar por ende su patrón de crecimiento y desarrollo, enfrenta a diversos actores sociales que trazan como objetivo apropiarse de las ganancias que el “oro negro” trae al país. Para el economista argentino Arnaldo Bocco este boom petrolero puede dividirse en dos etapas, la primera de ellas guiada por fuertes principios de nacionalismos revolucionarios y la otra caracterizada por una política más ortodoxa en pro de la inversión extranjera. Primera etapa En este primer período comprendido entre 1972 – 1976, uno de los personajes más destacados es el general Guillermo Rodríguez Lara, representante del ala más nacionalista de las fuerzas armadas y militar al mando del Ecuador. Su gobierno buscó desarrollar una economía autónoma mediante tres puntos claves: El primero de ellos consistía en una política nacionalista dirigida al sector de los hidrocarburos por medio de la cual buscaba dar al pueblo la propiedad de la renta del petróleo. Dicha medida la ejecuta con el fin de acabar la concesión que el ex presidente Otto Arosemena Gómez, le dio al consorcio ADA para manejar un yacimiento petrolero ubicado en el golfo de Guayaquil.
El segundo punto radicaba en modernizar el estado y la economía del país a partir del auge petrolero que se vive durante esta década y la cual mantiene un crecimiento estructural del Ecuador.
Y en tercer lugar se propone una política de reforma agraria con el fin de fortalecer las clases medias de la sociedad y fomentar el desarrollo de la industria.
Como se puede observar durante este primer momento, es importante destacar la importancia que le da el gobierno a la búsqueda de un desarrollo económico autónomo ya que con esto es posible que el progreso de la economía llegue a todas las capas de la sociedad, esto por medio de la renta petrolera que permitiría modificar el sistema tradicional de dominación. El apoyo a las clases medias de la sociedad dado por el gobierno ayudó a modificar la escena política ecuatoriana. En palabras del economista argentino Arnaldo Bocco, “la consolidación de este estrato provocaría además, un progresivo fortalecimiento de los grupos y movimientos políticos nuevos, totalmente divorciados de las corporaciones tradicionales del sistema político ecuatoriano”1 Igualmente es importante destacar el modelo de “sustitución de importaciones”, aplicado por el gobierno del general Guillermo Rodríguez Lara, ya que al subir el costo en las importaciones, se protegía la industria interna y por ende al empresario local. Pero el mismo soporte político que había permitido el ascenso y la permanencia de las fuerzas armadas en el poder no compartía algunos puntos de la política de este gobierno - especialmente la reforma agraria – motivo por el cual sectores con intereses comunes se unen en contra del general Rodríguez Lara, lo que debilita el accionar del gobierno al punto de no permitir que dicha reforma agraria se realice. Para que el general Rodríguez Lara, pudiera seguir al mando, fue necesario hacer algunas alianzas con los sectores de la oposición y ceder algunos ministerios lo
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Bocco, Arnaldo; Auge petrolero, modernización y subdesarrollo. Ecuador de los años setenta; Editorial Corporación Nacional; Quito.; 1987 Pág. 27
que acabó con la autonomía y con los objetivos nacionalistas trazados por el general. Finalmente en 1975, el general Raúl González Alvear y otros generales del Ejército se alzan en armas en contra del gobierno del general Rodríguez Lara, quien
cuatro meses después es relevado del cargo por no querer subir los
recursos económicos que se entregaban a la milicia sino al pueblo. El mandato del general Guillermo Rodríguez, propuso en lo esencial la transformación social y económica del Ecuador, utilizando para ello los recursos económicos que generara el "oro negro". Segunda etapa Con la salida del general Guillermo Rodríguez, se instaura en el poder un triunvirato militar entre 1976 y 1986 que se caracteriza por hacer una transición de un modelo reformista a uno más ortodoxo. “El nuevo gobierno dictatorial pretende aprovechar la situación estable de la economía ecuatoriana, negociando en términos flexibles con el capital transnacional. Se acelera la penetración de recursos externos hacia el sector industrial y en general hacia el sector moderno, y se negocia con la banca internacional para conseguir recursos destinados al financiamiento de las obras públicas. El abandono de los programas de reformas le brindan mayores posibilidades al régimen para negociar con el capital internacional”2 En esta fase del gobierno militar se cambia la estrategia reformista a una de integración con el resto del mundo por medio de negociaciones con el capital, lo que beneficia a los sectores tradicionales del ecuador y no permite concretar el desarrollo horizontal de los beneficios del petróleo. Además de esto los préstamos por parte del Fondo monetario no se hicieron esperar lo que originó un proceso de inflación que no se detuvo sino hasta el año
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Bocco, Arnaldo; Auge petrolero, modernización y subdesarrollo. Ecuador de los años setenta; Editorial Corporación Nacional; Quito.; 1987 Pág.35
2000 con la dolarización. Dicha inflación llevó a que se incrementara en un 100% el salario mínimo vital de 2000 a 4000 sucres mensuales.
Como conclusión se podría afirmar que a lo largo de los años setenta Ecuador vivió cambios importantes en la economía, el estado y el sistema político debido en parte, a los efectos del auge petrolero. Esta situación hace que se deje a un lado la estructura agroexportadora y se empiece a desarrollar la modernización de gran parte de la sociedad. Dicha modernización permitió en un primer momento una búsqueda de caminos alternativos a los dominantes en América latina al buscar una política de reforma agraria. Sin embargo estas vías no pudieron llevarse a cabo debido a que las clases tradicionales y los capitales transnacionales fueron finalmente los que determinaron el futuro de Ecuador, de la misma manera que lo hicieron con la gran mayoría de países latinoamericanos.