AGULLA - EL CAMBIO SOCIAL
Definición de cambio social
El cambio social es el resultado de ciertos procesos sociales básicos (socialización e integración, organización y educación)
Al cambio que resulta de los procesos de sociabilización y/o integración se lo denomina CAMBIO FUNCIONAL. Al cambio que resulta de los procesos de organización y educación se lo denomina denomina CAMBIO INDUCIDO o IMPUESTO.
Los cambios sociales implican un cambio en los comportamientos sociales, sociológicamente relevantes; es decir, un cambio en los roles y en las estructuras sociales, en los status y en las instituciones sociales. Por lo tanto, los cambios sociales, sociológicamente relevantes, van a afectar, en la persona social, a sus hábitos sociales y, en la situación social, a sus pautas sociales. Y es así porque cambian las relaciones sociales y las expectativas sociales. El cambio social se reconoce cuando los hábitos sociales de la persona (controles internos) y/o pautas sociales de la situación (controles externos) que han emergido de los procesos sociales se imponen inexorablemente; es decir, cuando tienen el poder de imponerse sin producir recciones de los controles sociales internos y externos. Entonces, y solo entonces, estamos en presencia de un cambio social sociológicamente relevante. Por ejemplo: cuando explicamos los cambios en las estructuras políticas, estamos hablando de un cambio social. ¿Por qué social? Porque es aquel que afecto o modifica las instituciones sociales, estructuras y pautas.
Los niveles de análisis del cambio social
1º NIVEL: Histórico NIVEL: Histórico o explicativo 2º NIVEL: Descriptivo NIVEL: Descriptivo o sentencial 3º NIVEL: Proyectivo NIVEL: Proyectivo o predictivo
El cambio social es toda transformación observable en el tiempo, de carácter permanente, en la estructura o funcionamiento del comportamiento social sociológicamente relevante, que define el curso de la historia. En consecuencia, el cambio social es el resultante de la acción histórica de ciertos actores en el seno de un agrupamiento social. De esta definición podemos extraer los distintos elementos que hay que considerar en el análisis de cambio social.
Agentes del cambio social
Los agentes del cambio social son las elites dirigentes , líderes o jefes que sean “innovadores”. La función que cumple el agente del cambio no depende de su voluntad (o de su intención o de su deseo), sino del resultado en el comportamiento social.
Factores del cambio social
Los factores del cambio social siempre provienen de fuera del sistema sociológico; es decir de la persona y/o de la situación. Y es por esto que se los denomina innovación y por lo tanto siempre
van a ser exógenas. En consecuencia sólo se puede ponderar a los factores en cada caso concreto. Se podría hacer una primera clasificación. 1.
Factores coyunturales: Normalmente provienen de un hecho físico (una catástrofe) y normalmente no son calculables no siquiera previsibles, es decir, que se producen de un momento a otro.
2.
Factores estructurales: Con esto nos referimos a los factores demográficos, los tecnológicos, los económicos y los políticos. Ya están presentes en una situación.
3.
Factores ideacionales: Aquellos que reconocen ideales, postulados o modelos. Hacen referencia a los valorativos (religiosos o morales), los cognitivos (la ciencia) y los idealistas (idearios políticos, utopías sociales).
Esta clasificación muestra como los factores del cambio social, sociológicamente visto, son siempre innovaciones dentro del sistema sociológico.
Condiciones del cambio social
Las condiciones del cambio social emergen de dos características fundamentales (e inevitables) de la vida social sociológicamente relevante: la diferenciación social y la desigualdad social. Como consecuencia de estos hechos inevitables, surgen tensiones y/o conflictos que, de una u otra manera, incentivan o resisten los procesos sociales que movilizan las innovaciones y su difusión y que llevan a los cambios sociales. Conviene aclarar algo: las tensiones y los conflictos no son fuentes de cambio, sino condiciones para el desarrollo de procesos, ya que los mismos pueden ser canalizados como elementos de incentivación o como elementos de resistencia al cambio social.
Ritmo, dirección, extensión y costo del cambio social
El ritmo, dirección, extensión y costo del cambio social dependen del agrupamiento social y de la fuerza de la innovación para imponerse a las condiciones y a la capacidad de imponerla de las elites dirigentes. El costo del cambio social es muy importante, ya que implica siempre la posibilidad de obturación de potencialidades y posibilidades sociales. Y a veces se hace sobre la base de un gran sacrificio, algunas veces pensado o previsto y otras no. Y por eso vale la pena prestarle mucha atención porque se trata de un costo social atendible para regular ritmo, direcciones y extensión del cambio social.
Legitimación del cambio social
La lucha puede tener las más diversas formas y modalidades, desde la lucha más sangrienta hasta la lucha más pacífica (competencia). Cuando Weber habla de lucha se refiere fundamentalmente a ésta última forma. Aparece así la lucha (competencia) como una relación social inevitable. La lucha no sólo garant iza la supervivencia de la sociedad sino que posibilita el cambio de la misma: la dinámica de las sociedades. Partiendo de este concepto de lucha (como la intención de imponer la propia voluntad a otro), Weber elabora dos conceptos: poder y dominio. La diferencia entre ambos términos es que la orden dada por quien tiene poder es una obligación; pero la orden dada por quien tiene dominio es un deber que se tiene que cumplir.
Existe un ordenamiento (una estructura) cuando la acción se orienta por máximas que pueden ser señaladas. Ese ordenamiento es legítimo cuando esas máximas aparecen como deberes o modelos de conducta. A partir de esta idea crea Weber distintos tipos de ordenamiento. El ordenamiento tradicional se legitima por el valor de la tradición; la validez de lo que siempre existió. El ordenamiento afectivo o carismático se legitima por la calidad (sagrada o heroica) de la persona que impone el ordenamiento; la legitimidad está fundada en la validez de lo revelado o de lo ejemplar, o sea la palabra de Dios o del héroe, del jefe o del líder. El ordenamiento racional con arreglo a valores se legitima por estar fundado en ciertos hechos o principios tenidos por valiosos (valores). El ordenamiento racional con arreglo a fines se legitima en virtud de lo estudiado positivamente en la ley; en este caso la legalidad es lo que sostiene la legitimidad del orden. El dominio, en consecuencia, es siempre legítimo. El cambio se legitima. Según Weber por la ley, la costumbre y las cualidades personales.