CANTARES DE GESTA ÉPICA MEDIEVAL EN VERSOS
Se conserva la copia de Per Abbat Fecha: siglo XIII
M. Pidal: 3730 versos
Tres Cantares: Cantar del destierro Cantar de las bodas Cantar de la afrenta de Corpes
Rodrigo (Ruy) Díaz de Vivar, llamado el Cid (en árabe sidi significa señor) Nacido en Burgos, Vivar, alrededor del año 1043 Empezó su vida de caballero hacia los finales del reinado de Fernando I. Su puesto destacado fue durante el reinado de Sancho de Castilla. A causa del asesinado del rey, pidió a Alfonso VI que jurara no haber tenido nada que ver con el crimen (esto pasó durante el asedio de Zamora, 1072).
Alfonso VI, el nuevo rey, lo desterró en Toledo. Fue al servicio del rey moro de Zamora. Conquistó y gobernó la ciudad de Valencia. Murió en Valencia, en 1099, fue enterrado en Cardeña, y en 1921 trasladado(s) a la Catedral de Burgos.
El Cid es el más brillante héroe de España, es un símbolo de la Reconquista, un caballero lleno de dones y de valor, luchador digno por la fe cristiana, un verdadero modelo de noble dedicado a la patria y a su señor, eso es, un buen vasallo. Era infanzón, representante de una clase naciente, es decir, la baja nobleza castellana. Son nobles enérgicos, con talento y ambición y en una permanente contienda con la alta nobleza leonesa y castellana.
En el Cantar de Mio Cid se refleja la aversión por la alta nobleza leonesa y castellana (los enemigos del Cid son los Infantes de Carrión y el alto noble castellano Ordoñez). Asimismo, se nota este cambio sociopolítico, ya que los enemigos principales del héroe son los citados antes, presentados en una luz repulsiva o a veces satírica. A pesar del casamiento con Ximena Díaz, noble leonesa, el rey vuelve a exiliarlo.
Los rasgos del Cantar de Mio Cid son: Optimismo Realismo Mesura Relación estrecha con la realidad y la naturaleza Naturalidad
La épica medieval castellana se diferencia de la francesa, ya que los elementos inventados, fantásticos, la hipérbole no son sus características definitorias.
El destierro del Cid La confiscación de sus bienes Sus éxitos militares La conquista de Valencia Su lealtad como vasallo de Alfonso y el envío de sus presentes El encuentro del Cid con su esposa, doña Ximena, y sus hijas El matrimonio de sus hijas con los Infantes de Carrión
El rey Alfonso, después del agravio convoca las Cortes, y en las Cortes, el Cid convence a los jueces y desacredita a los Infantes de Carrión. La boda de sus dos hijas con los herederos de los tronos de Navarra y Aragón.
El tema principal del cantar se centra en el honor del Cid, y la estructura entera de la obra se construye al seguirse la pérdida y la restauración del honor, al seguirse los altibajos de su camino hacia la gloria y el reconocimiento de su lealtad, de sus méritos, de sus cualidades de caballero.
Los procedimientos utilizados son: El contraste Los símbolos Las parodias Las oposiciones e identificaciones verbales Los epítetos épicos La connotación La comparación y contraste de situaciones.
Los más utilizados epítetos épicos para referirse al héroe son: El Campeador El de la barba vellida (barba poblada, vellosa) El que en buen hora nasció El que en buen hora cinxo espada (ciñó su espada, es decir, fue armado caballero) Pero también los afectos y allegados del Cid reciben epítetos. Así, el rey es «el buen rey don Alfonso», «rey ondrado» ('honrado'), «mi señor natural», «el castellano», «el de León». Jimena, su esposa, es «mugier ondrada»; Martín Antolínez es el «burgalés de pro/complido/contado/leal/natural»; Álvar Fáñez (además de que el «Minaya» que lo suele anteceder como apelativo pudiera ser un epíteto), es «diestro braço». Incluso la legendaria montura del Cid, Babieca, es «el caballo que bien anda» y «el corredor»; o Valencia, que es «la clara» y «la mayor». Sus espadas, Tizona (Tizón) y Colada, aparecen en pasajes descriptivos y narrativos.
Es un breve texto de la épica castellana escrito a fines del siglo XIV1 (quizá c. 1400)2 en San Pedro de Cardeña como inscripción de la tumba de Rodrigo Díaz, que reza:
Cid Ruy Díez só, que yago aquí encerrado e vencí al rey Bucar con treinta e seis reyes de paganos. Estos treinta e seis reyes, los veinte e dos murieron en el campo; vencílos sobre Valencia desque yo muerto encima de mi caballo. Con esta son setenta e dos batallas que yo vencí en el campo. Gané a Colada e a Tizona: por ende Dios sea loado. Amén.
El Cid Ruy Díaz soy, que yago aquí encerrado y vencí al rey Bucar con treinta y seis reyes paganos. De estos treinta y seis reyes, veintidós murieron en el campo; los vencí en Valencia después de muerto encima de mi caballo. Con esta son setenta y dos batallas que vencí en el campo. Gané a Colada y a Tizona: por ello Dios sea loado. Amén.