EL ORIGEN DEL MAÍZ Hace mucho tiempo vivió una anciana llamada K’olénib que, como los Nahuales, podía convertirse a voluntad en un animal salvaje. Como entonces la tierra era muy értil, la mujer cultivaba calaba!as "pipianes# todo el a$o. %le&ado el tiempo de su cosecha, la mujer paradentro sacarles semillas. Halló uno muy comen!ó &rande, yaalquebrar partirlo los viom's con maduros sorpresa que dellas mismo se encontraba una criatura. %a anciana, que era estéril, reco&ió con mucho cari$o a la ni$a, y la llamó (h')pen K’ach "*# o la Ni$a de +ipi'n. sta ue creciendo bajo el cuidado amoroso de la anciana, quien la llevaba a ba$ar al río. n una ocasión en que se encontraba ba$'ndose en su ribera, bajo la sombra que proyectaba un &ran 'rbol, un cuervo se paró en sus ramas. %a ni$a volteó hacia arriba con curiosidad y entonces el cuervo deecó, cayendo el e-crementó en la boca de la ni$a, que se lo tra&o i&norante de lo que era. +asó el tiempo y la ni$a se&uía creciendo, convirtiéndose en mujer pero al mismo tiempo ue maniest'ndose que se hallaba embara!ada, aunque la anciana no se percataba de ello. +asaron los meses y la muchacha se puso muy enerma K’olénib se preocupó mucho y se pre&untaba qué le sucedería. %le&ó el día del parto y la muchacha dio a lu! un ni$o, aunque la anciana i&noraba cómo lo había concebido. l ni$o vino a ser como nieto de K’olénib, pero ésta, por tratarse de un ni$o ile&ítimo e i&norar la identidad del padre lo recha!aba así que lo llamó +e’no’ que si&ni/ca en huasteco 0al&o que es levantado de la calle o del camino y no se sabe qué es1 aunque en realidad este ni$o era (hípa) "*# o dios del maí!. %a anciana K’olénib tenía en su casa animales domésticos, tales como &uajolotes, conchas, etc., y el ni$o, que era sumamente travieso, pasaba el tiempo molest'ndolos. %e &ustaba ju&ar con 2echas y ensartarlos, por lo que su abuela se enojaba constantemente. 3l /n decidió meterlo dentro de un hormi&uero para que las arrieras lo devorasen. 4in embar&o, las hormi&as no se lo comieron y al cabo de quince días el ni$o (hípa) se transormó en un enorme mai!al. %a anciana comprendió que en realidad era el ni$o que ahora resur&ía en maí!, por lo que decidió talarlo. 3l terminar el trabajo se marchó a su casa, pero después re&resó a la milpa y vio que ésta había reto$ando. (ecidió entonces esperar a que brotar'n los elotes para así acabar con ellos y cuando por /n las matas tuvieron ma!orcas, las arrancó, des&ranó y arrojó al río. %os &ranos de maí! ueron arrastrados por la corriente hasta las ve&as del río y ahí brotaron de nuevo. l renacido (hípa) ya no re&resó a casa de su abuela, sino que se marchó a andar por los caminos. 5n día se encontró con el 6ali&no "Kidhab íni)# "*# o dios del ojite "ruta silvestre que en tiempo de escase! se come como el
maí!#, y empe!aron a discutir porque los dos deseaban quedarse en la tierra como alimento para la humanidad. (ecidieron tener una competencia sobre quién caería entero al suelo si se arrojaban desde un 'rbol. l que &anar' quedaría como alimento para los hombres, y el perdedor se iría a vivir a los montes. l primero en subir al 'rbol ue el 6ali&no u ojite, porque tenía un &ran deseo de lle&ar a ser el principal alimento de los hombres, pero al caer se partió en dos peda!os "la ruta de ojite tiene dos &ranos# entonces se ue a vivir al monte, como alimento del 6ali&no. %ue&o se encaramó el maí!, quien cayó entero al suelo sin quebrarse. 3sí quedó triunante (hipa) como alimento principal de la humanidad, y por eso a través de la historia no ha dejado de &ustarnos el maí!. "*# n huasteco, el onema 0dh1 equivale a la 0!1 espa$ola, y se pronuncia como tal. 7ni) si&ni/ca 0hombre en huasteco1.
8uente9 rasmo, +edro.,Leyendas y cuentos huastecos : 8rancisco 6artíne! de ;esobierno stado de ?amaulipas, Consejo para la Cultura y las 3rtes de 6é-ico, ?amaulipas, @AAB,del p'&s.ADE@.
l !anate y el dios (hipaa). 6ito huasteco l dios 6u-i y su pareja 6aam enviaron un ave a la ?ierra que llevaba en su piquito un &rano de maí!. ra un !anate ne&ro, una urraca, que se llamaba ?s’o), una bella divinidad celeste. sa semilla se sembró o m's bien, el p'jaro dejó caer la semilla en la boca de una muchacha, llamada (ha)peen)’aach, representación carnal de la ?ierra, que se estaba ba$ando en un arroy o. %a muchacha nunca salía de su casa, abuela, llamada K’oleenib, nahual, vieja y desalmada que la dejabaporque salir asu nin&
a cortar el maí! para desaparecerlo hi!o masa en el metate y con ella elaboró atole y tamalitos. 4e los comió, aunque no pudo terminar porque le hicieron da$o. Como la abuela vio que no podía acabar con las ma!orcas, juntó todo el atole que había salido del maí! cortado por ella y lo llevó al mar a tirarlo. Cuando lo estaba haciendo se juntaron muchos pececitos que querían beberse el atole, pero el atole, que era el dios (hipaa), les dijo que no se lo comieran, sino que juntaran los pedacitos. Con los trocitos se ormó una masita y el dios ni$o encarnó otra ve!. 8ue su voluntad quedarse en el mar por mucho tiempo hasta que creció. l 3buelo 6u-í no quería que vivi era ahí en el mar, porque lo había mandado para que viviera en la ?ierra pero, el (ios del 6aí! le dijo que no se iría porque su abuela lo había llevado al mar y que si 6u-i quería que re&resara tendría que llevarlo él mismo. +rimero se pensó que lo llevara el camarón, pero como no podía salir del a&ua sin morir, no pudo. (espués, se le encomendó a un pe! &rande la tarea de conducirlo a la tierra, pero tampoco pudo porque no tenía pies para trasladarse. +or /n, se eli&ió a la tortu&a. l (ios del maí! se subió sobre su caparachón y durante el camino se entretuvo en raspar la concha de la tortu&a, por eso la tiene cuadriculada. %a tortu&a lle&ó a la ?ierra y así el (ios del 6aí! re&resó a donde debía estar.
4onia 7&lesias y Cabrera 8uente9 l !anate y el dios (hipaa). 6ito huasteco F 6itos Cortos
%a creación del mundo. 6ito huasteco. Cuentan los viejos sabios teene) que hubo un tiempo en que no e-istía nada. No había ?ierra ni Cielo, tan solo había un mar in/nito y una terrible oscuridad. 5n buen día, los dioses decidieron crear el universo y lo concibieron como un todo or&'nico estructurado en tres planos. n el plano superior se encuentra el Cielo, sostenido por un pilar llamado ?’ithach. ste plano constituye la morada paradisíaca de los dioses, y su naturale!a es caliente. n el se&undo plano est' situada la ?ierra, ?sabaal, el lu&ar en que transcurre la vida de los seres humanos. %a ?ierra se apoya en cuatro hombres situados en los cuatro rumbos cardinales. stos hombres murieron aho&ados, son muy r'&iles y est'n a&rietados, por lo que cada a$o se rompen y se van hacia el Griente, donde vive 6u-i, el 3buelo ?rueno, dios omnipotente de la lluvia. Cuando enecen los pilares humanos en se&uida son rempla!ados por otros hombres que perdieron la vida de la misma manera. ?sabaal es muy bella, siempre verde y resca, ella es la due$a de todos los animales que habitan sobre su super/cie. s la (iosa 6adre con poder absoluto sobre los humanos se viste como una +uuli) 6iin, >ran 6adre 3buela. %a ?ierra cuida de que
nunca alte el a&ua y el viento, que también le pertenecen. %os dioses quisieron que la ?ierra se moviese en el ?iempo, K’ih, y por el ?iempo. K’ih es su compa$ero, tiene movimiento pero carece de orma. l plano inerior estaba ormado por el 7nramundo, de naturale!a ría y habitada por los muertos. %os dioses quisieron que los tres planos del universo se comunicasen por medio de 2uidos m'&icos, simboli!ados por dos serpientes entrela!adas, las cuales se mueven continuamente, de acuerdo a un movimiento helicoidal. l universo alber&a siete planetas emeninos. Cada planeta posee un compa$ero9 el 6ovimiento, el cual es de se-o masculino. %os nueve planetas se mueven de acuerdo a los acontecimientos que suceden en la ?ierra así pues, se encuentran re&idos por las &uerras, el conocimiento, la peste, el clima %a patrona de los planetas y de las estrellas es una &ran estrella que recibe el nombre de +uuli) Got, quien a su ve! obedece y es re&ida por el astro 4ol, el rey de reyes. ?anto los planetas como las estrellas pueden ser utili!ados por los seres humanos para su bene/cio. 3 los indios teene) los creó una pareja divina9 6aam y 6u-i, quienes también crearon a la maravillosa planta del maí!. 3 las dem's plantas y a las rutas las cuida 6usi, el ?rueno, que vive en el mar &racias a él crecen y maduran. 3ntes de los actuales hombres, los dioses creadores hicieron varios inructuosos intentos pero los hombres que produjeron no sirvieron porque eran débiles ya que solamente se alimentaban de la rutita del al&odón. 5n día, la 3buela 6adre abricó masa de maí! y dio vida a dos hombres y a dos mujeres. Con el olote hi!o sus huesos. (esde entonces, los indios no pueden vivir sin el maí!. l dios 6u-i envía el maí! a la ?ierra, sin el cual los hombres perecerían inevitablemente, porque orma parte de su carne. %os teene) son hombres de maí!. 4onia 7&lesias y Cabrera 8uente9 %a creación del mundo. 6ito huasteco. F 6itos Cortos
%os +a)Ian y los %intsIiI. %eyenda huasteca Cuentan los indios teene) de 4an %uis +otosí que hace muchos muchos a$os, cuando (ios creó a los hombres, el universo, y la naturale!a, le dio vida también a los pa)’an, criaturas &i&antescas cuya morada ueron las sierras. %os pa)’an tuvieron una &ran descendencia, al&unos descendientes muy inteli&entes y otros no tanto todos conormaron las dierentes ra!as que hay en el mundo. 5nos de los descendientes ueron los lints’i’, &i&antes casi tan &randes como los pa)’an. %os lints’i’ poseían dos bra!os y tres pies, y su cuerpo estaba cubierto de pelo. ran robustos, carecían de dientes pues no los necesitaban, ya que se nutrían de la esencia de los alimentos crudos9 satisacían su apetito con el olor de los rescos &ranos de maí! y del aroma de las 2ores. +or esta ra!ón, contaban con un olato muy desarrollado. 4u característica
principal era la pasividad , pues no les &ustaba entablar peleas ni &uerr ear con sus vecinos. Nadie se metía con ellos ni intentaba darles ca!a. %a vida transcurría tranquila para los lints’i’, hasta el día en que apareció una nueva ra!a que decidió sentar sus lares en la Huasteca +otosina. 4e trataba de seres humanos, de menor estatura que los lints’i, que se alimentaban de carne cruda y de los rutos silvestres que reco&ían en sus cacerías. Cuando los humanos descubrieron a los &i&antes, sintieron mucho miedo, pero poco a poco el miedo ue desapareciendo al darse cuenta de que eran pací/cos e inoensivos. %os seres humanos entablaron una &uerra contra ellos con el /n de correrlos y quedarse con las tierras que les pertenecían a los tranquilos lints’i’. %os &i&antes no opusieron nin&una resistencia al ataque de los humanos. %levaron a cabo una reunión y decidieron ir a establecerse a otras tierras, para continuar como hasta ahora habían vivido9 en pa! y en armonía, sin tener que soportar a los invasores. +ero los humanos no cejaron en su crueldad y los perse&uían y provocaban a todo momento, hasta que lo&raron e-tin&uirlos con sus san&uinarias matan!as. 4e&
8uente9 %os +a)Ian y los %intsIiI. %eyenda huasteca F %eyendas Cortas
?lamana reminiscencias del pueblo del mai! (urante miles de a$os los anti&uos me-icanos lo&raron que la planta del maí! pasara a ser una monstruosidad bioló&ica incompetente para reproducirse por medios propios, provocando su dependencia del hombre mediante una simbiosis hombreDmaí!, el cual lo elevó a nivel divino mostrando la estima que se le tenía y que a
que lo domesticaron y cultivaron llam'ndolo toDnacayo, que si&ni/ca 0nuestra carne1, porque su leyenda decía que el hombre ue hecho por los dioses
papel para elaborar los tlate)tli o recortes que representan el elote, el chile y el rijol, sustento tradicional indí&ena. 8rente al altar doméstico el ueuetl')atl re!a y sacri/ca el &allo y la &allina las mujeres cocinan las aves mientras los hombres elaboran collares de 2ores e implementan dos arcos con las ramas del limonario, uno en el interior de la casa y otro en el e-terior al&unos invitados traen costales con elotes y cuatro matas de maí! el especialista le da los
orenda el &uisado de &allina, rerescos, cerve!a, etcétera se colocan collares de 2ores y otros adornos a las matas de elote y a los instrumentos musicales. %iteralmente se les da de comer y beber a Chi)ome-óchitl y a las matas de elote. l due$o de la casa recibe del ueuetl')atl la cosecha, para lue&o pasar todos al interior de la casa y colocar en el altar a ?enansintli Chi)ome-óchitl "maí!# y Chi)ome-óchitl "elote# e iniciar la labor de estibar al rente del altar y sobre hojas de pl'tano la cosecha de elote ormando un círculo. 3 un lado de los elotes estibados se colocan las herramientas de trabajo9 a!adones, machetes y hachas. %a orenda permanece cuatro días y el sobrante de los adornos son &uardados junto con Chi)ome-óchitl, que se encar&ar', ya como hombreDmujer maí!, de recibir al ni$oD ni$a maí! del pró-imo ciclo, que se&
8uente9 ?lamana reminiscencias del pueblo del mai! F =eracru!