EL PODER DEL INCONSCIENTE
Accede Accede a la inspiración, ins piración, la creatividad creatividad y las ideas geniales
José Luis Luis Belmonte Belmonte Flor de lis Ediciones Edicion es Barcelona Barcelona - Miami
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ÍNDICE I NTRODUCCIÓN CAPÍTULO 1 - SOLUCIONES GENIALES Límites de la creatividad CAPÍTULO 2 - EL INCONSCIENTE COLECTIVO Imaginación activa CAPÍTULO 3 - EL AGUA DE LA VIDA CAPÍTULO 4 - LOS ARQUETIPOS CAPÍTULO 5 - LOS COMPLEJOS CAPÍTULO 6 - EL VIAJE DEL HÉROE CAPÍTULO 7 - LA CAÍDA DE LOS GIGANTES Gigantes y titanes Lucha de titanes CAPÍTULO 8 - EL ALMA El genio CAPÍTULO 9 - CÓM O ACTÚA EL INCONSCIENTE El poder del inconsciente CAPÍTULO 10 - P REPARACIÓN Qué acumulamos en nuestra mente ¿Cómo sabemos que ha concluido el proceso de preparación? CAPÍTULO 11 - I NCUBACIÓN Vencer la ansiedad Setenta mil pensamientos al día CAPÍTULO 12 - ILUMINACIÓN Beethoven El verdadero entusiasmo La iluminación de Gautama CAPÍTULO 13 - VERIFICACIÓN CAPÍTULO 14 - CULTIVAR VIRTUDES CAPÍTULO 15 - EL ARCÁNGEL MIGUEL: CAPÍTULO 16 - LA LLAMA VIOLETA Y EL KARMA CONCLUSIÓN BIBLIOGRAFÍA NOTAS
Dedicado a mi esposa Judith y a mi hija Aida
INTRODUCCIÓN A veces el destino irrumpe en nuestra vida y altera nuestra monotonía, produciendo un cambio que a simple vista parece negativo: un trabajo que se acaba, una crisis que nos lleva a otro país, o nos ocurre un accidente, una enfermedad, o simplemente una pérdida inesperada. ¿Te resulta familiar? Sin embargo, en tu vida también puede haber cambios muy positivos, como por ejemplo un ardiente y súbito deseo de hacer algo, iniciar una nueva empresa, arriesgarte a seguir un nuevo sendero o llevar a cabo un sueño. Éste es precisamente el objetivo que persigo con este libro. El filósofo griego Platón usaba los ‘mitos’ cuando la mente racional no podía explicar esos «accidentes» del destino. De hecho, los cambios los motivan figuras que parecen sacadas de un mito, como podrían ser un gobierno gigante insaciable, un dictador corrupto, un famoso que cual sirena nos hipnotiza, una corporación abusadora cual pez grande que se come al chico, o un líder carismático que nos aleja de nuestro propósito. ¿No será que esa mano del destino nos disciplina para devolvernos a nuestro verdadero rumbo de tal modo que no nos desviemos más? La respuesta es sí . Nuestros sueños son un recuerdo diario de vidas pasadas, de deseos no cumplidos, de luchas con monstruos que llevan vidas esclavizándonos. Pero por encima de todo está nuestro sueño original, la visión que traeremos al mundo un día, de manera que seremos el héroe capaz de vencer al más grande de los mitos para traer una bendición que será la llave que nos abrirá las puertas del cielo. Todos hemos venido con un plan, una visión que estamos destinados a hacer realidad. Sin embargo, la olvidamos cuando nacemos. Y aunque nuestros sueños intentan recordarnos a diario esa visión, al aparecer mezclada con nuestros deseos y nuestra lucha diaria, ha quedado tan diluida, que al final ni la recordamos. No obstante, esa misión y ese plan son aquello por lo que realmente hemos venido a este mundo. Las imágenes cobran fuerza en nuestra mente; tanto que incluso podemos llegar a convertirnos en ellas. A veces el inconsciente nos trae vislumbres de nuestro propósito original; y también nos trae imágenes cargadas de emociones fuertes, fruto de nuestras acumulaciones de miedos, preocupaciones o nerviosismo; otras son el producto de nuestras pasiones; y otras son debidas a nuestras falsas creencias y a patrones antiguos que nos encasillan, nos compartimentan, lo cual nos produce ansiedad y no nos deja ser libres. Mientras dormimos nuestra alma viaja a lugares lejanos donde el tiempo no existe. Pasado y futuro están a nuestra disposición. Podemos ver nuestras vidas pasadas, y podemos ver en qué nos convertiremos, es decir, nuestro propósito en la vida. Podemos ver todos los inventos, los del pasado y los del futuro, y todas las creaciones que alguna vez ha habido y las que habrá. ¡Todo! Hay diferentes estratos donde nuestra alma puede haber estado mientras dormimos. En algunos hay maestros que cuidan de nosotros como hermanos mayores responsables, sabios que nos instruyen y
ángeles que nos protegen, guían, y nos mostrarían el cosmos entero si hiciera falta. Sin embargo, hay otros estratos donde podemos encontrar a los falsos dioses de la mitología: ángeles caídos o gigantes, que intentan esclavizarnos; y demonios que nos arrastran si nos dejamos llevar por su tentador anzuelo. Lamentablemente, el primer estrato que atravesará el alma durante el sueño es ese plano de los ‘falsos dioses’. Allí se han formado acumulaciones de pasiones y de deseos descontrolados, procedentes de la humanidad entera. Es el famoso ‘inconsciente colectivo’ y allí hay amalgamas de emociones de todo tipo: miedo, frustración, ira, egoísmo, etcétera. ¿Se tratará de los monstruos de que nos habla la mitología? A ese estrato lo conocemos como el plano astral. Para emprender ese viaje del alma hacia lo más alto debemos contar con ayuda, pues primero hemos de atravesar el reino donde hay acumulaciones monstruosas y tentaciones de todo tipo que, como pozos sin fondo, nos invitan a pasar allí el resto del viaje, en un dulce pero inútil pasatiempo que no conduce a nada. Necesitamos protección, y para mí —igual que para muchas personas— la mejor es sin duda la del Arcángel Miguel. Justo antes de dormirnos haremos una corta oración en la que pediremos ayuda y que por favor nos acompañe y nos guíe hasta llegar más allá del estrato de los falsos dioses. Con su ayuda evitaremos dejarnos arrastrar a la zona astral de modo que con él nuestra alma llegará al reino de los maestros, los sabios y los ángeles. Cualquiera de nosotros puede traer algo de allí al mundo de aquí abajo. Libres de emociones negativas y de egos, en esa zona recibiremos instrucción y revelación acerca de aquello que nos hace falta y que nuestra alma silenciosamente nos pide desde hace tiempo. ¿No será que los viajes de los héroes eran también viajes del alma? Cuando regresamos del sueño nuestra alma aún está impregnada de los lugares donde ha viajado por la noche. Quizás no recordemos adonde hemos ido, pero al despertarnos nos llegan ideas, intuiciones, incluso imágenes de lo que nos han explicado o revelado durante el sueño. Visto de ese modo diríase que somos como los héroes de la antigüedad. Por tanto, como héroes en potencia que somos, tenemos que recordar el sueño. Si tras despertarnos nos saturamos de noticias, revivimos discusiones, luchas, preocupaciones y nerviosismo, probablemente no recordemos nada. Por tanto no deberíamos contaminar la mente después de despertarnos, para que podamos intuir o recibir inspiración de lo que hayamos visto en nuestra travesía onírica. Por esa razón, muchas culturas aprovechan esa hora mágica tras regresar del sueño, ya sea haciendo yoga o tai chi al alba, adorando la salida del sol, sumergiéndose al amanecer en un río sagrado para que Shiva u otra deidad limpie y purifique sus pecados, o simplemente haciendo oraciones y mantras a primera hora de la mañana. Como héroes en potencia que somos, tenemos que llevar a término el sueño y luchar por cumplirlo. Los ángeles y los maestros de esas altas esferas han invertido mucho en nosotros al mostrarnos y explicarnos con detalle una visión, un invento, algo que pueda cambiar el mundo, nuestro mundo. Ellos esperan pacientemente nuestra victoria sobre los monstruos del pasado y los
egos del presente; y que no nos amedrentemos ante miedos, creencias falsas y patrones de pensamiento anticuados o desfasados. ¿Quién dijo que este iba a ser un viaje fácil? Como héroes en potencia que somos, vamos a traer algo nuevo y un cambio: las cosas no van a continuar como estaban porque hoy nuestro sueño ha creado una nueva imagen, una visión que tenemos que llevar a cabo. Nuestra labor como héroes es luchar por conseguir que nuestra visión llegue al mundo. Para lograrlo tenemos que vencer y superar las críticas y menosprecios de las personas de nuestro entorno, basados en prejuicios culturales y falsas creencias, que llegan a moldear muestra personalidad y nos limitan. El enemigo suele estar dentro de nosotros mismos. Digamos que cuando el ego ha acumulado poder, las cosas ya le están bien tal como están, así que probablemente no quiera cambiar. Las falsas creencias moldean nuestra personalidad e inflan nuestro ego. El éxito nos ciega y nuestro ego llega a creer que es un «dios», que el mérito es todo suyo. Si además nos hacemos ricos, nuestro ego puede hincharse por el poder que, desde el punto de vista mundano, da el dinero. Para acabar con la ignorancia y las falsas creencias hacen falta dos cosas. Primero, reconocer que el invento o el éxito no lo he causado yo, sino que me ha venido dado. Segundo, que el invento o el éxito es algo temporal que durará hasta que se acabe. Un poco de humildad siempre viene bien para poner las cosas en su sitio y «compensar» un ego borracho de éxito. Los gigantes y los falsos dioses están destinados a caer. Debemos borrar, transmutar y, en cuanto podamos, compensar sus creencias falsas. Hay entidades* que generan emociones esclavizadoras que deberíamos eliminar, pues «las emociones descontroladas son la causa principal de enfermedades, vejez y pobreza. El hombre que no puede gobernar el uso de sus energías no puede gobernar su vida»1. A una persona así no se le puede confiar que vigile el banco de reservas que se ha dejado a su cuidado o custodia. Aquel que dedique un rato a su sueño, venciendo las tentaciones modernas, los miedos a lo que otros piensen, y sea capaz de separar un poco de tiempo para llevar a cabo lo que ha recibido, está sembrando una semilla para que la noche siguiente pueda acceder una vez más al reino de los ángeles, donde encontrará maestros esperando para ayudar a completar ese sueño. Una visión a la espera de ser realizada y cumplida. En resumidas cuentas, cada noche tenemos la oportunidad de acceder a inventos y a nuevas genialidades. Y para que empecemos a aplicarlo en nuestra vida lo antes posible, estudiaremos cómo podemos recibir la genialidad y las soluciones creativas mediante un modelo usado por muchas personas y que está compuesto por cuatro pasos: 1 . Preparación. Estudiar
o recabar información y experiencias de otros haciendo un esfuerzo consciente por buscar una solución al asunto que te tenga preocupado. 2 . Incubación. Entregar al inconsciente todos los datos y experiencias hasta que llegue la iluminación. Este proceso se puede hacer cada noche al ir a dormir, y esperar la iluminación cada día justo después de levantarnos. 3 . Iluminación. Nos llega del inconsciente, y tiene forma de idea, intuición, sueño, visión,
imaginación o una vocecita que nos susurra. 4 . Verificación. Probar y poner en práctica la idea recibida, y si no funciona del todo como queríamos, empezar de nuevo el proceso: tenemos toda la vida por delante. Podemos atraer ideas geniales a diario, es un proceso sencillo que cada vez hacemos con mayor maestría, pues se va adquiriendo sabiduría con la experiencia y con el nuevo conocimiento que vamos trayendo del inconsciente, gracias a lo que vamos acumulando en nuestra mente consciente. Para eliminar falsas creencias, personalidades retrógradas y todo tipo de entidades y vicios tentadores, la llama violeta nos será de mucha ayuda. Tal como aparece en mi libro Afirmaciones liberadoras a la llama violeta , ésta «es algo así como un borrador espiritual que elimina de las células —parte física de tu ser— y del aura —parte no física de tu ser— lo que nos queda adherido de enojos, palabras feas, críticas, chismes, malos pensamientos, acciones negativas y todo aquello que cause dolor, que hunda a otro ser humano o a uno mismo y le genere emociones negativas». 2 Pronto se cumplirá un siglo desde que esta llama espiritual se encuentra disponible para todo el mundo, y humildemente doy testimonio de mi experiencia personal tras veinte años de su uso diario ininterrumpido. Gracias a ella he podido borrar personalidades antiguas, capas y capas de miedos, y he aprendido a no atormentarme por las críticas, a no dejarme llevar por los egos de otros, y me he convertido varias veces en otra persona, una nueva, reinventándome a mí mismo como hizo el maestro alquimista, que en busca de la libertad transmutaba aquello que no servía y erradicaba de raíz aquello que le esclavizaba. Grábate estas palabras en tu mente: tú puedes hacer lo mismo y con la ayuda de la llama violeta, del Arcángel Miguel y usando este modelo de cuatro pasos, puedes traer del cielo inventos, genialidades y soluciones creativas. El objetivo es que puedas llevar a cabo tu misión y mejorar tanto tu vida como la de los que te rodean. Tú puedes marcar la diferencia y hacer de éste un mundo mejor para tus hijos, tus nietos, y los que vengan, por los siglos de los siglos.
Capítulo 1
SOLUCIONES GENIALES Según algunas estimaciones, en nuestro cuerpo hay mucho más de cincuenta billones de células. ¡Somos casi un universo! Por suerte, de él se encarga nuestra mente inconsciente. Imagínate tener que hacer latir el corazón u orquestar la digestión y la respiración con nuestra mente consciente. Estaríamos tan ocupados que no tendríamos mucho tiempo para otras cosas, ni tan solo para dormir. En cuanto a nuestro sistema inmunológico, estaríamos como generales militares, en guardia todo el día enviando ejércitos de glóbulos blancos para eliminar infecciones, toxinas, bacterias y virus que nos invaden procedentes de todas partes. Para que el cuerpo esté sano tiene que haber equilibrio entre la mente consciente y la inconsciente. Si ignoramos el inconsciente, que es quien se encarga de mantener el cuerpo vivo y funcionando correctamente, podemos ponernos enfermos, y si a la mente consciente no se le ponen límites sanos, al final acaba destruyendo nuestro cuerpo, sobre todo por las acumulaciones que produce. Pero el inconsciente no solo se ocupa del cuerpo, hace mucho más: se ocupa de lo nuevo que aparece en nuestro mundo e influye mucho en nuestro destino. Hoy en día nos referimos a la creatividad y la inspiración cuando el saber inconsciente se hace accesible a la mente consciente. Hay una parte del inconsciente capaz de encontrar la solución a cualquier problema, responder cualquier pregunta o crear un nuevo producto. No se puede prever la creatividad de los seres humanos. El éxito en ventas The Black Swan (El cisne negro)1 critica la inutilidad de la estadística para predecir eventos revolucionarios, cambios sustanciales y nuevas formas de pensar. Los seres humanos heredamos el derecho divino de ser cocreadores con Dios, para lo cual disponemos de una mente capaz de imaginar cosas que nos hagan libres, viendo el futuro con ilusión, y de hacer que las emociones de nuestro corazón se mantengan en armonía. El inconsciente nos mueve, quiere que ocurran cosas pero, a menudo, sentimos miedo y nos preocupa el cambio. Precisamente hay que liberarse de la ansiedad y del nerviosismo, así el amor se expandirá en nuestra vida para gozar de mejores relaciones y disfrutar de las personas que tenemos a nuestro alrededor y que llegan a nuestra vida. 2 Y si el inconsciente supera con creces en genialidad a la mente consciente, ¿por qué no acudir entonces al inconsciente siempre? Buena pregunta. Puesto que la genialidad viene del inconsciente y a nuestro ego le cuesta ceder el protagonismo,
éste no suele soltar para que otro se lleve el mérito. Sin embargo, el inconsciente está totalmente activo mientras dormimos. Estamos accediendo a la sabiduría del inconsciente casi a diario, cuando consultamos algo ‘con la almohada’, o dejamos pasar uno o varios días —una noche de hecho— para meditar sobre una idea, un proyecto o un problema. Así pues, el sueño es clave para acceder sin trabas a la creatividad y a las soluciones geniales. Mas la creatividad no solo viene de noche: durante el día también actúa. Hay ejemplos de creatividad donde libros enteros han sido dictados directamente del inconsciente sin intervención de la mente consciente. Por ejemplo, Rudhyar Kipling, o Nietszche, que escribió «Así habló Zaratustra» como si se lo hubiera dictado una musa. Algunos matemáticos describen haber solucionado problemas complejos tanto durante el sueño como en momentos de inspiración durante el día, mientras la mente consciente estaba pensando en otra cosa, libre del problema en cuestión. Cuando buscamos libertad y felicidad necesitamos inspiración y soluciones creativas que nos liberen de las cargas de nuestro entorno. De hecho, se puede hablar de una locura sana cuando procede no del deseo sino de la inspiración, porque igual que el amor, que cuando solo es deseo y ha sido satisfecho nada queda de amor, tan solo deseo, con la locura sucede que un entusiasmo sano suele ser indicio de una buena inspiración. Es fácil pensar que los locos son los demás. Sin embargo, todos tenemos un loco dentro, como el hombre del chiste famoso que veía que todos los autos se le acercaban peligrosamente en dirección contraria mientras circulaba por la autopista. Tras sintonizar la radio y escuchar la última información acerca del tráfico, oyó al locutor pedir que extremaran la prudencia pues había un loco conduciendo en sentido contrario por la autopista. Él, al ver a todo el mundo circulando en dirección contraria, exclamó: —Uno no… ¡muchos! —Ni por un momento se le ocurrió pensar que era él quien lo estaba haciendo. Solemos creernos muy listos y cuerdos mientras que los locos o los fanáticos suelen ser los demás. A mí me ocurre cuando veo gente que asiste a procesiones de Semana Santa de muchos lugares del sur de España donde hay mucha fe y devoción a la Virgen, como a la del Rocío. La verdad es que debería ‘contemplar’ con más respeto a esas personas pues la palabra «teoría» en la antigua Grecia significaba contemplar a los dioses durante sus respectivos festivales, y cambió siglos después su significado por el de contemplar ese cosmos tan bien ordenado de Pitágoras o el mundo ideal de Platón.3 Mucha literatura de autoayuda subraya que hay que inundar nuestro inconsciente personal con imágenes de éxito y disolver las imágenes falsas que llenan nuestro inconsciente de limitaciones. El objetivo es crear imágenes positivas que tengan el resultado que deseamos, como si fueran semillas que tarde o temprano brotarán en nuestra mente consciente en forma de intuición o genialidad. Aunque ese tipo de programación del inconsciente en principio está bien, puede ocurrir que cuando venga la idea genial o la intuición le digamos que no porque nuestros miedos e inseguridades
están todavía muy arraigados en nuestro mundo. Por ello la técnica consistente en hacer afirmaciones a la llama violeta y al Arcángel Miguel funciona tan bien para estos asuntos. En mi caso, tras veinte años seguidos de utilizarlas, puedo dar testimonio de ello. Veremos más acerca de ellas al final del libro.
LÍMITES DE LA CREATIVIDAD La creatividad se puede aplicar a cualquier cosa, hasta a la receta de la mayonesa, que has comido tantas veces pero que hoy te sorprende cuando pruebas una variante genial. Algo así me sucedió en Asheville, Carolina del Norte, en un restaurante de comida española donde casi todo lo que probamos era espectacular. Pero la mayonesa que servían allí era increíble. ¿Qué tenía aquel sitio? El dueño nos explicó que la chef era su esposa, una estadounidense cuyo currículum incluía un año de aprendiz en el restaurante del afamado cocinero catalán Ferran Adrià. En un artículo del New York Times ella explica que la receta de su mayonesa proviene precisamente de El Bulli —el restaurante de Adrià—, donde habían conseguido una nueva textura sirviéndola a través de un sifón de óxido nitroso.4 Tras muchas horas de cocina tradicional, Ferran Adrià se cuestionó y puso en tela de juicio tanto ingredientes como métodos, para crear un nuevo ‘caos’ que recreara la cocina de forma tan original y diferente que consiguió seguidores por todo el mundo, como le ocurrió tras el experimento con los sifones de óxido nitroso, cuyo resultado es que hoy en día se usan en cocinas de restaurantes y cafeterías en todas partes del planeta para conseguir texturas cremosas suaves y ligeras con mucho volumen, que se sirven incluso encima de líquidos. Es un método sorprendente y debería usarse de manera responsable, pues el óxido nitroso es un gas anestésico que empezaron a utilizar los dentistas para adormecernos a nosotros, los pacientes. Durante períodos cortos, sin sobrepasar un minuto, produce un estado alterado de gran intensidad, por ello se le denomina el gas de la risa. El punto creativo sale solo, uno solo tiene que dejarse llevar y observar, sin juzgar ni ponerse nervioso. Hay que ceder un tiempo el timón a la mente inconsciente para que componga algo nuevo, sorprendente y sencillo, pero genial y nuevo al mismo tiempo. El propio Adrià recomienda a los jóvenes aprendices que no se preocupen por el éxito sino que se diviertan y disfruten haciendo lo que les gusta. Según Amit Goswami, destacado físico cuántico y pionero en el campo de la ciencia y la espiritualidad, existen dos tipos de creatividad: una sería descubrir algo nuevo como internet o las tabletas, a la cual llama creatividad fundamental. Otra sería descubrir un nuevo significado, procedimiento, método, producto o receta de algo que ya existe, a la cual llama creatividad situacional, como por ejemplo el sifón de óxido nitroso de Adrià, el teléfono celular inteligente o las aplicaciones —esos pequeños programas— de los nuevos teléfonos y tabletas.5 La zona de pioneros tecnológicos ubicada en los alrededores de San Francisco (California, EE.UU.)
está viviendo una nueva fiebre del oro donde los nuevos gigantes libran una batalla por dominar esa lucrativa mina de pequeños programas que, cuando son descargados en nuestro teléfono o tableta, van engrosando las arcas de dichas compañías titánicas. ¿Sabías que la palabra McIntosh en inglés se refiere a una variedad de manzana? Pues bien, la marca que tiene como logo dicha fruta abrió dentro del mundo digital una nueva puerta cuando desarrolló el teléfono y la tableta inteligentes que permiten utilizar esas aplicaciones que cualquiera puede crear y cuyo mercado es prácticamente todo el mundo, pues cualquiera puede descargarlas desde su teléfono o su tableta. Steve Jobs (1955-2011) parece ser que tenía la facilidad de hacer suyas las ideas de otras personas que trabajaban para él, o en las que él había colaborado, o ayudado a madurar. En la magnífica biografía escrita por Walter Isaacson, Steve aparece como un tipo obsesionado por el diseño y amante de la creatividad, y como si tuviera, por decirlo de manera suave, un ego de varios kilómetros. Bueno, el biógrafo no da las medidas exactas del ego de Jobs, el carismático fundador de Apple, pero en repetidísimas ocasiones menciona que las cosas tenían que hacerse como él creía, que se atribuía méritos que si bien en parte podían ser suyos, en otros casos eran de otras personas o fruto de trabajo en equipo. Sin embargo, las cosas no le fueron siempre viento en popa y ocurrió que el presidente que Steve propuso acabó echándole de Apple, empresa que él había fundado junto con otro socio. La verdad es que al principio lo tomó muy mal y eso le ayudó a desinflar su ego pues pasó una época deprimente en la que casi abandona Silicon Valley. Pero el tiempo todo lo pone en su sitio. Jobs se convirtió en multimillonario tras su acierto al elegir la fecha de salida a bolsa de Pixar el día después del estreno de Toy Story , película que resultó un gran éxito de taquilla. Poco más tarde, le llamaron de Apple pidiéndole que asumiera de nuevo el cargo de presidente. De todos modos, en esta ocasión algo había cambiado en Steve, la vida le había enseñado a ser un poco más humilde y escuchar y tener en cuenta las ideas y la creatividad de otras personas. En caso de que no lo hagamos por nuestra cuenta, las circunstancias de la vida se encargan de recordar a nuestro ego quién es el que de verdad está al mando. Me encanta la palabra ‘circunstancias’, pues es un sinónimo de karma. En Pixar trabajó con gente muy creativa y de mucho talento y aprendió a no participar mucho en las decisiones de los grupos creativos; digamos que les dejaba hacer sin interferir, volcando sus preocupaciones en su otra nueva empresa de computadoras. El éxito lo cosechó en Pixar. ¿Curioso, no? Allí donde se preocupó tanto y creyó que podía aportar algo, allí es donde no le funcionó tanto; en cambio, donde tenía al equipo creativo desplegando su talento y funcionando con libertad, eso le convirtió en multimillonario. ¿Fue así como Steve aprendió a dar crédito a otros? Que las ideas vienen de equipos creativos y que la creatividad fluye cuando un grupo de personas están funcionando juntas, es mucho mejor que un genio funcionando solo.
En todo caso fue un buen varapalo para su ego, y su nueva manera de actuar le llevó a que Apple fuera una de las empresas más innovadoras y en 2012 la número uno del mundo por cotización en bolsa. Lástima que ya fuera demasiado tarde para que disfrutase del éxito en este plano… Un divertido chiste acerca de la expulsión de Adán y Eva del paraíso, después de que la serpiente los tienta a comer la manzana, dice así: si Adán y Eva hubieran sido chinos, todavía estaríamos en el paraíso, porque en lugar de la manzana se habrían comido la serpiente. La risa puede acabar siendo un buen remedio contra un ego que se tome muy en serio sus «conquistas» y todo tenga que hacerse a su manera. Al ego le parecerá cómico, por no decir ridículo, ceder el control al inconsciente. La siguiente anécdota ilustra cómo suavizar al ego sin importar su tamaño. Le ocurrió al autor y místico con mayúsculas al que admiro de verdad: Mark Prophet (1919-1973). Se le apareció el mismísimo diablo, no con cuernos ni tridente sino muy bien parecido y vestido impecablemente. Mark empezó a reírse delante de él y pidió a algunos de sus colaboradores que, aunque no pudieran verlo, vinieran y rieran sin parar. Al poco, el diablo desapareció pues el ego no soporta que se rían de él. Aquí descubrimos otra interesante definición del diablo: Mark Prophet lo comparó con puro ego, y si tuviera que definirlo más, sería con un ego desmesurado. La terapia de la risa es una valiosa terapia para combatir el estrés y la rigidez, quizás porque por un rato aleja al ego del control de nuestra mente. Como todos tenemos ego, podemos decir que la semilla del diablo está dentro de cada uno de nosotros. La imagen moderna del diablo con el tridente proviene de la antigua figura mitológica de Neptuno (Poseidón), y simboliza un triple señorío: amo de la tierra, el mar y el agua. A principios de nuestra era, en tiempos de Jesús, los judíos y los rabinos dejaron de creer en el diablo: creían que estaba dentro de cada uno y la figura de Satán había dejado de tener sentido; en cambio los cristianos le dieron mucha fuerza y así empezó esta cultura de demonizar aquello que no nos parece bien y, al final, echarlo fuera de nosotros. Recuerdo una de las muchas apariciones polémicas de Hugo Chávez (1954-2013) por televisión, en esta ocasión después de haber estado Bush en el lugar desde donde el presidente venezolano emitía la entrevista, quien en tono irónico decía que todavía olía a azufre porque hacía poco allí había estado el diablo. La verdad es el que ego solo ve lo que le conviene, y todo lo demás no vale la pena, pues incluso a veces puede ser destructivo con aquellos a los que tiene en contra. Creo que equiparar al ego con el diablo no es descabellado, más bien todo lo contrario, el ego puede ser destructivo y fanático, hasta el punto de convertirse en alguien malvado y perverso, alguien a quien fácilmente demonizamos. Debido en parte a Steve Jobs, otros titanes se están achicando o se encuentran en proceso de reconversión, y sus egos se desinflan, pues están perdiendo la posición de privilegio que tenían. Me refiero a los fabricantes de computadoras cuyos clientes prefieren usar las nuevas tabletas. Para Willis Harman (1918-1997), quien fue presidente del Instituto de las Ciencias Noéticas en California, el proceso creativo es como una función teatral. La trama empieza con el protagonista, la
mente consciente, que quiere cosas pero no puede obtenerlas; luego aparece el genio que lo sabe todo y todo lo puede crear; sin embargo hay otro personaje, el acomplejado, que es el inconsciente personal cuyas creencias bloquean la relación del protagonista con el maestro. Para acceder a la creatividad inconsciente tenemos que evitar los bloqueos, las dudas y las falsas creencias que haya en nuestro inconsciente personal. Podríamos entender una creación como una precipitación, lo que antes era simplemente espíritu y ahora se ha manifestado en la materia. Cuando el espíritu desciende a la materia se convierte en algo. Ese descenso ha sido interpretado muchas veces como una caída, aunque una vez manifestado, el intelecto —la mente consciente— toma posesión y se sienta en el trono como si fuera un dios, cuando en realidad el mérito es del espíritu.
Capítulo 2
EL INCONSCIENTE COLECTIVO El inconsciente colectivo es un depósito de todos los pensamientos y emociones acumulados por la humanidad a lo largo del tiempo, una despensa donde se acopian las experiencias de la humanidad. Desde hace miles de años, las acumulaciones de vicio, deseo desmesurado y egoísmo contaminan y bajan la vibración del inconsciente dándole un cariz negativo. Al inconsciente colectivo también se le llama plano astral 1. Esas acumulaciones astrales negativas se atraen entre ellas, sobre todo cuando se asemejan. Si nos damos por vencidos y nos deprimimos, esas entidades toman parte del control sobre nuestra vida y somos menos libres. El famoso psicólogo, psiquiatra y ensayista suizo Carl Gustav Jung (1875-1961) ha quedado en los anales de la historia como un visionario y genio del siglo XX, sobre todo a raíz de haber definido el inconsciente colectivo.
CARL GUSTAV JUNG El propio Jung puede servirnos como ejemplo de alguien que se vio expuesto al plano astral desde muy joven, y nunca ha sido considerado un lunático, pese a que tuvo visiones de espíritus y fantasmas. Tanto él como su madre y una prima suya médium habían practicado espiritismo en repetidas ocasiones. Parece ser que dicha prima heredó las artes de médium del abuelo materno de Jung, el cual supuestamente hablaba con los muertos. Quizás por la experiencia con su prima, y por muchos otros indicios, Jung empieza a distinguir entre dos maneras de pensar: 1. Directa, racional, pensamiento enfocado cuyo vehículo son las palabras. 2. Simbólico, irracional, fantasía e imaginación expresadas a través de imágenes.
Jung solía moverse en función de lo que interpretaba que sus sueños indicaban. Durante un viaje a los Estados Unidos en 1909 tuvo un sueño revelador cuyo contenido le condujo al concepto del inconsciente colectivo. En el sueño él se hallaba en la planta superior de una casa, en un salón amueblado con piezas de estilo rococó. La planta de abajo la encontró bastante oscura, con un aspecto propio del siglo XV o XVI y con mobiliario medieval. Después descendió al sótano y allí encontró una sala de la época de los romanos. Por el suelo vio una escalera de piedra que conducía a una cueva donde había restos de una cultura primitiva. Tras descubrir allí dos cráneos humanos muy antiguos y con indicios de haber sido golpeados con violencia, se despertó. El sueño indicaba que podemos acceder a capas y más capas enterradas en lo más hondo de nuestra alma —psique— hasta llegar a nuestros más remotos antepasados. Los pensamientos y las emociones van formando estratos en nuestra psique, y forman la capa más accesible de ella. No obstante, cuando acumulamos capas y capas, al final no sabemos distinguir quienes somos, pues muchas de estas parece que tuvieran vida propia porque contienen imágenes cargadas de emoción, de preocupaciones y conflictos. Esas capas se acumulan en el inconsciente.
IMAGINACIÓN ACTIVA Jung promovió una técnica denominada «imaginación activa» en la que uno puede hablar con el inconsciente sin limitaciones de tiempo y espacio, y provocar experiencias visionarias que él consideraba tan reales como la vida misma. La verdad es que creo que estas cosas es mejor tomarlas con mucho cuidado y siempre con la compañía del Arcángel Miguel, pues Jung concibió esa técnica para contactar con el reino trascendental de los dioses y las almas de los fallecidos. En sus incursiones al inconsciente colectivo encontró figuras mitológicas como Elías y Salomé, o un viejo sabio llamado Filemón que se convertiría en su gurú espiritual, parecido a los Mahatmas y a los Maestros Ascendidos de Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891), que aparecieron más tarde a gran escala en occidente a través de Guy Warren Ballard (1878-1939) y su esposa Edna Ballard (1886-1971), ambos fundadores del movimiento Yo Soy, o más tarde a través de Mark y Elizabeth Clare Prophet. Diciembre de 1913, justo cien años antes de escribir estas líneas, es según Jung la fecha de su primer descenso al inconsciente colectivo mediante imaginación activa. Allí encuentra al sabio profeta en forma de un hombre viejo, al ‘ánima’ como una bella joven, y a una serpiente negra asociada a los mitos del héroe. En un segundo descenso al reino del inconsciente, Jung vivió un verdadero misterio de deificación: se transformó en un dios Leontocéfalo de los misterios de Mitra, el cual se muestra en la figura, y que identificó como Aión o el ser eterno, que derivaba de una deidad iraní cuyo nombre
significaba «larga duración infinita». Para él esa experiencia era la certeza de su inmortalidad.
En 1925 Jung animaba abiertamente a estudiantes a iniciarse en la imaginación activa, técnica que, en su opinión, les conferiría la certeza de la inmortalidad. Según Richard Noll, Jung fundó una secta de psicólogos en busca del «dios interno». De hecho, hacía años que Jung llevaba promoviendo la imaginación activa entre sus discípulos más cercanos. 2 Para Noll, la genialidad de Jung provenía de su capacidad de conciliar doctrinas distintas y principios aparentemente irreconciliables, lo cual tiene nombre: sincretismo. 3 Alejandría fue caldo de cultivo del sincretismo. Ciudad donde confluían oriente y occidente, allí hubo no solo avances científicos sino que se dio forma tanto a la astrología que usamos hoy día, como al hermetismo, a la alquimia y al gnosticismo, piedras angulares de la mayoría de movimientos esotéricos y espirituales de hoy. Alejandría fascinó a Jung. Cuando escribió El libro rojo , usó como seudónimo a Basílides de Alejandría, un gnóstico de la Alejandría del siglo II d.C. La obra de los místicos, filósofos y científicos que allí vivieron, fue para Jung una inmensa fuente de inspiración, para que naciera uno de los conceptos más notables que el siglo XX dio a la humanidad: el inconsciente colectivo..
Capítulo 3
EL AGUA DE LA VIDA La capacidad de hacer crecer está muy vinculada al agua, pues es la fuente de la vida. Según Jung, el agua es el símbolo más común del inconsciente; de hecho él cree que simboliza todo aquello que se ha convertido en inconsciente. Cuando en los sueños aparece un valle con agua, o piscinas, pozos, lagos, etcétera, ello representa el inconsciente. Hoy día a lo que yace justo debajo de lo consciente se le llama el subconsciente; sin embargo, Jung prefería llamarlo ‘inconsciente personal’. En realidad, el inconsciente, por ser un medio acuoso, es creativo y generador, y se halla a la espera de nuestra orden consciente para crear novedades que aparecerán tras un tiempo de gestación. Como su nombre indica, esa nueva gestación tardará un tiempo, pero al final verá la luz y acabará manifestándose. Sobre todo mediante sueños y momentos de inspiración, el inconsciente es la parte de nuestra psique capaz de hacer llegar a la lucidez de nuestra mente lo que haga falta, para que ésta tome posesión y haga lo que crea conveniente con ello. 1 El elemento agua implica energía en movimiento. El agua nos mueve y para que ello ocurra tiene que haber una emoción. Freud (1856-1939) definió a esa capacidad de movimiento como libido, pero la limitó exclusivamente al área de la sexualidad. Jung en cambio descubrió que muchas otras cosas afectan a nuestra libido: los deseos, de todo tipo, nos mueven. Una vez liberados de bloqueos y represiones que nos traumatizan, podemos enfocar nuestra libido en aquello que realmente nos llame la atención. La libido evidentemente puede ser sexual, como las ganas de poseer a una persona; también puede estar dirigida a cosas, dándonos ganas de poseerlas, y también puede ser creativa, es decir, aquello que no poseemos porque no existe podemos crearlo, engendrarlo. El elemento agua se asocia a emociones y sentimientos tanto positivos como negativos, cual serían el miedo y otras emociones paralizantes. Para enseñar a caminar a un niño está comprobado que lo más difícil es hacerle perder el miedo a andar solo, pues la técnica de dar un paso tras otro la aprende rápido. Si tenemos tendencia a preocuparnos y a pensar que las cosas pueden fallar, estamos generando ansiedad y nervios que se acumulan y nos atan, impidiéndonos a su vez actuar. Hace unos años un famoso profesor de universidad en la ciudad de Miami, por el cual desarrollé cierto afecto tras haberme invitado más de cien veces a su programa de radio, me ayudó a acabar con algunas dudas y miedos justo antes de iniciar uno de esos programas. Le comenté que quería empezar
un máster de astrología, y parece que no era la primera vez que se lo decía, pues tras detectar mis dudas y aprovechando la amistad que nos unía, me dijo con toda confianza: —¡No soporto a las personas que dicen que hacen las cosas y al final no hacen nada! —así de escueto y tajante. —¡Caramba! —pensé—, así que soy de los que dice pero no hace—. Eso me llegó al alma y enseguida me recriminé a mí mismo: —¡Yo, que imparto conferencias sobre el poder de la oración, la alquimia y cómo los ángeles nos pueden ayudar en cualquier cosa, cómo puede ser que dude tanto! Después de casi dos años de dudas paralizantes y tras ese corto reproche, me matriculé, iniciando así un período de cuatro años en los que estudié religiones comparadas, historia, astrología médica, psicología de Jung, estadística, filosofía, astrología hindú (védica), astrología eleccional y horaria, con algunos de los mejores especialistas del mundo en su disciplina. Sin embargo, lo más importante de ese período es que perdí el miedo a hacer investigación. El elemento agua implica capacidad de mezclarse y de apoyar a otros. La mente inconsciente no funciona separada del resto del mundo; para ella todo está conectado y todos somos uno. Por ello le resulta fácil saber lo que otros sienten o intuyen, y lo imita, como el mimetismo de los niños. De hecho decimos de estos que parecen esponjas, es decir que absorben agua cargada de emociones y patrones de funcionamiento, copiados del entorno. Nuestras emociones son reacciones que funcionan de manera inconsciente y automática. Muchas son hereditarias, aprendidas de nuestra familia o de las personas alrededor de nosotros cuando éramos pequeños, pero no porque se transmitan por los genes, sino por haberlo visto en alguien o vivido en el ambiente desde nuestra tierna infancia. ¿Qué pasa con nuestro cuerpo cuando lo sometemos constantemente a preocupaciones, miedos y ansiedad? ¿Cómo le afectan al cuerpo nuestras emociones? El agua es el principal componente del cuerpo humano, que posee un 75% de este elemento al nacer y alrededor del 65% en la edad adulta. Mediante fotos tomadas tras pronunciar determinadas palabras, Masaru Emoto mostró hace unos años cómo la forma de las moléculas de agua cambiaba según la emoción asociada a cada palabra. Basta con ver la belleza que genera la palabra «amor» o la forma disonante tras pronunciar la palabra «odio». Entonces nos preguntamos: ¿qué forma adoptan nuestras moléculas de agua? ¿Son cortantes y agresivas, produciéndonos heridas; o son suaves y armoniosas, generándonos armonía? Candace Pert y otros científicos han demostrado que muchas emociones producen sustancias en nuestro cuerpo, como la adrenalina —la hormona del miedo, emoción muy común y paralizante. El agua es el fluido de nuestros instintos que almacena y transporta las emociones que hemos generado, ya que se adhiere a otras sustancias, lo cual permite a nuestro cuerpo transportar los nutrientes por nuestra sangre y los materiales de desecho fuera del cuerpo. Así que nuestra sangre y lo que ella lleva son en realidad nuestros temores y miedos que han creado esas montañas que algunos mitos comparan con bestias y demonios, y que la Biblia relaciona con montañas. El agua es portadora de todo ello. Cuando nuestra mente empiece a generar preocupaciones y nerviosismo,
hemos de tener la disciplina de hacerla callar para que no contamine con miedos nuestra agua. Veamos cómo se ha contemplado el tema del agua en la Historia. Uno de los pioneros en detectar la influencia de la Luna en las mareas fue Posidonio de Apamea (135-51 a.C.) tras observar el fenómeno en el Atlántico durante un viaje a Cádiz. Siglos más tarde Franz Anton Mesmer (1734-1815), de quien deriva la palabra «mesmerismo», publicó una tesis doctoral donde afirmaba que dentro del cuerpo humano había mareas afectadas tanto por el Sol como por la Luna. Más tarde asoció esas mareas a una energía presente no solo en los seres vivos sino en todo el cosmos, un fluido vital y curativo al que llamó «magnetismo animal». Para curar a las personas probó primero con imanes y más tarde con sus manos haciendo pases magnéticos. Aunque, tras unas décadas, la práctica de mesmerismo cayó en desuso, ello inspiró a médicos a desarrollar la hipnosis como terapia, utilizada más tarde por psiquiatras y psicólogos para penetrar en el inconsciente donde hay traumas y complejos acumulados, de los cuales no somos conscientes. Lo sorprendente era que, cuando el paciente revivía esas memorias, aunque sufriera de nuevo dolor, los síntomas de la dolencia desaparecían. La gran aportación que en el siglo XX hizo Freud es que no hacía falta la hipnosis para sanar al paciente. El psicoanálisis, en el cual el paciente tiene una actitud no crítica y deja a sus pensamientos y emociones fluir, también conduce a revivir aquello que nos traumatiza, con la consiguiente liberación y catarsis que se produce al enfrentarlo de nuevo con la ayuda de un psicólogo. Tiene que haber un equilibrio entre consciente e inconsciente. Cuando nuestro mundo consciente se incrementa, como sucede si dedicamos una serie de horas a cualquier cosa —por ejemplo al estudio — nuestro inconsciente va acumulando todas las creencias que tengamos durante esas horas, y, si somos capaces de aprovechar la faceta creativa del inconsciente, le podemos ordenar que nos traiga maravillas y genialidades con todas esas horas que hemos acumulado. Sin embargo, si tenemos el hábito de juzgar, condenar o chismorrear, y una tendencia a verlo todo negativo o imposible, estamos atando de pies y manos a nuestro inconsciente, al no creer en su poder creador. Nuestras emociones forman alrededor de nuestro cuerpo físico un delicado envoltorio que nos protege. Las emociones negativas son como un imán hacia el plano astral. Si se manifiesta discordia en nuestro mundo, automáticamente ese envoltorio se desgarra y nuestra energía queda a merced de las entidades astrales 2, esos saqueadores invisibles que nos roban energía y vitalidad 3. Debemos evitarlas si queremos acceder a la creatividad que se halla por encima de las acumulaciones del astral. Muchas veces esas acumulaciones forman fantasmas y entidades que nos embotan, enturbian, y se hacen pasar por ángeles de luz o maestros usurpadores de los verdaderos Maestros de Sabiduría que se encuentran en el reino etérico. El espíritu, que suele asociarse al padre, parece que venga siempre de arriba, mientras que lo que viene de abajo, la madre, a veces nos puede parece sórdido y sin valor. A menudo creemos que lo de aquí abajo no vale la pena, que todo está lleno de monstruos horrendos. Una tierra que se ha convertido en un refugio de desterrados sin aspiración alguna.
Eso va en contra de nuestra abundancia y de nuestra felicidad. Si algo no nos gusta y no nos parece bien, a través de la libido, nuestro inconsciente nos va a incitar a crear aquello que haga nuestro mundo más habitable, libre y mejor para todos.
Capítulo 4
LOS ARQUETI ARQUETIPOS POS El concepto del que voy a hablarte en este capítulo no es sencillo, y a la mayoría nos lleva un tiempo aprender cuestiones nuevas. Ocurre que a veces nos confundimos e interpretamos mal las cosas. Sirva de ejemplo el chiste de gallegos (así nos llaman muchos latinoamericanos a los españoles) que cuent cuentaa acerca ace rca de una una madre que escribe escri be en respu resp uesta a la carta de su hijo, hijo, alegrándose porque ya tiene novia. La madre deduce que la novia debe de ser griega, pues en la carta el hijo mencionaba que «estaba en la cama con ‘hepatitis’». Bromas aparte, quizás debería pedir disculpas si este libro parece en algunos párrafos una clase de griego, pero es que parte de nuestra sabiduría moderna procede, como la palabra ‘arquetipo’, de la antigua Grecia y yo me hago eco de este hecho. «Arque» significa origen, principio o causa principal, y «tipo» significa significa algo que que ha sido imprimido, imprimido, moldeado moldeado o formado formado por un golpe brusco. brusco. Según creía Platón, los arquetipos pertenecían al mundo ideal, eran una creatividad en potencia, ideas todavía no manif manifestadas. estadas. En la alquim al quimia ia eso e so se conoce como como «precipitación», «prec ipitación», es decir, de cir, aparece algo que antes no existía. La física cuántica lo define como ‘posibilidad’, como la capacidad de «convertirse» en una realidad en cualquier momento. Autores como Michio Kaku definen universos paralelos paral elos no visibles visibl es pero con el potencial potencial de d e aparecer en cualquier cualquier mom moment entoo en el espectro visible. visibl e. Los investigadores de mitología denominan al arquetipo «motivos». Lo que se da en las mitologías, los cuentos de hadas, las tradiciones religiosas y los misterios de nuestra vida son repeticion repeticio nes y variaciones varia ciones de unos unos pocos arquetipos. Según Jung, en el inconsciente colectivo hay unos dominantes que se han formado con el transcurso del tiempo. Se trata de los arquetipos, los dioses de antaño que con sus leyes dirigían nuestra alma. Se trata de los poderes que regulan la energía y la experiencia que nuestra alma recibe, formando parte de lo qu quee definim definimos os como como irracional: irra cional: los sueños, las l as intuiciones, intuiciones, la inspiración, inspiraci ón, las profecías, las visiones, visi ones, la voz interior interior,, la fantasía fantasía y el amor. amor. En definitiva, una explicación en clave psicológica sería que el inconsciente nos mueve valiéndose de lo irracional. A través de la imaginación, los sueños o la intuición, crea imágenes que son elaboradas a nivel inconsciente por alguno de los arquetipos, y aparecen en nuestra mente cargadas de emoción que puede: bloquearnos por completo, conmovernos, o movernos a actuar. Los grandes de la literatura son aquellos capaces de crear imágenes evocadoras para mostrar los arquetipos que nos mueven. Lejos del típico dragón, la malvada bruja o el sagaz lobo, Herman
Melville (1819-1891) en su novela Moby Dick, usó una ballena para ilustrar el arquetipo de ser devorado física o psíquicamente, mostrando así la capacidad de salir victorioso del inconsciente como un héroe; o ser devorado por traumas y complejos —inconscientes— los cuales literalmente nos «comen vivos».1 Veamos un ejemplo más actual y al alcance. Un arquetipo muy popular en el mundo latino es el del ladrón listo, engañoso y con éxito, como Prometeo, Prometeo, que robó el fuego fuego sagrado de los l os dioses di oses y, como castigo, castigo, éstos enviaron a la bella b ella Pandora con una caja llena de demonios que acabaron esparcidos por todo el mundo y fastidiando a los humanos a causa de ese hurto. Tal vez hayas visto a menudo u oído acerca de alguien que, tras andar burlando la ley y haciendo triquiñuelas por aquí y por allá, ha acabado saliéndose con la suya. Esa manera de actuar a la larga conlleva pérdidas. No sé por qué, pero la verdad siempre termina saliendo a la luz. Es cuestión de tiempo. ¿Será porque la verdad es luz y la mentira, tinieblas? Para que la abundancia fluya, hace falta paz, honestidad y también libertad. Paz para que nadie nos encierre ni nos limite. La honestidad y la verdad son vitales para mantener la abundancia; de hecho, en la cu c ultura ltura ang anglosaj losajona, ona, a diferencia de la l a latina, l atina, equiparan equiparan a la mentira entira con el mismísimo mismísimo diablo, diabl o, y si alguien miente una vez, dejan de confiar en esa persona. En nuestra cultura hispana, cuando alguien forma parte de la memoria colectiva, como Julio Iglesias, Shakira, Pelé o Lionel Messi, decimos que es un mito, un héroe que nosotros creamos. La humanidad está siempre creando mitos, y en cada uno de nosotros hay un héroe en potencia. Necesitamos Necesitamos un maestro o alguien alguien que nos patrocine, como como hizo hizo la diosa Hera con Hércules guiándole siempre en su camino. Cuando vemos las cosas no como son, sino como creemos que son, probablemente las estamos imagin imaginando ando bajo la influen influencia cia de algún al gún arquetipo. Por ejem e jemplo, plo, al a l principio p rincipio de nuestra nuestra vida, vi da, vemos a nuestra madre casi como una diosa, ella es nuestro mundo; no vemos a la mujer que sufre, que está agotada y que muchas veces está insatisfecha. Así vamos elaborando imágenes que pueden ser buenas o malas, pero que además están cargadas de emociones que nos conmueven, y que nos pueden o bien paralizar o bien movernos a actuar, ya sea de manera manera construct constructiva iva o destructiva. Mi objetivo, obj etivo, claro cla ro está, es motivarte para par a que actúes de manera manera constructiva. Pongamos por caso el anterior de la madre a la que vemos como una diosa. La madre divina es una de las versiones de Dios como madre. Por ejemplo Kuan Yin, o la diosa Kali de los hindues, que puede aparecer apar ecer como como madre monstru monstruosa osa que no te deja dej a crecer, o como como madre divina que te concede tus tus deseos. des eos. La humanidad de épocas anteriores a la nuestra de una forma u otra ha creído en dioses, y el mero hecho de creer ha sido el factor creador de esas divinidades. Hoy en día vivimos un fortalecimiento de la mente pero un empobrecimiento espiritual. Mucha gente no cree en Dios ni en los símbolos divinos; sin embargo estamos redescubriendo a los dioses dentro de nuestra psique. Por ejemplo, el
autor Raymond Murphy (1898-1981) trata al inconsciente como a un dios creador y todopoderoso; cuando la gente hace control o programación mental, está activando a ese dios que hemos reprimido de nuestra conciencia y que hemos trasladado a nuestro inconsciente. Nos cuesta cuesta imagin imaginar ar a Dios como como energía energía qu quee nos mueve; de hecho, hecho, cuando cuando creamos dioses y daémones solemos personificarlos representando en forma humana una cualidad divina o irracional. Muchas veces, en lugar de héroes o dioses solemos crear gigantes, ángeles caídos o estrellas fugaces que nos engañan, nos roban y nos hacen daño, y a los que nosotros hemos dado poder. Como les ocurre a algunos artistas: un éxito arrollador en el escenario, y un desastre total en el terreno personal. La idolatría idola tría que puede producir el éxito de ventas, ventas, la devoción de los fans fans y el endiosamiento en los escenarios, puede hacer a cualquiera perder de vista la realidad. Y, a decir verdad, el dinero no te hace más íntegro. Los arquetipos funcionan a nivel inconsciente. Aunque no podamos verlos, ellos intentan motivarnos. Cuando reaccionamos emocionalmente ante ellos, nos resistimos y nos paralizamos, es entonces entonces cuando cuando desarrol des arrollam lamos os miedos y emociones emociones que acaban creando complejos. Si por otro lado dejamos que su creatividad y sus ideas geniales fluyan, nos convertimos en héroes. Vamos a analizar un poco más a fondo el tema de los complejos en el capítulo siguiente.
Capítulo 5
LOS COMPLEJOS El concepto de «complejo» es clave para entender el inconsciente. Jung definió los complejos como los bloques que formaban nuestro inconsciente personal 1. Su tesis doctoral, publicada allá por el año 1902, giraba en torno a los trances de una prima suya médium y los espíritus que la poseían. A esos espíritus los llamó «complejos», y los definió como personalidades inconscientes, como entidades independientes a la conciencia que la persona parecía no poder controlar.
CARL GUSTAV JUNG Cuando definió los complejos desde la perspectiva psicológica, Jung estaba hablando de los espíritus del plano astral. Según Richard Noll, Jung disfrazó a los espíritus como complejos, vistiéndolos de cara al mundo como una personalidad separada con «conciencia propia», como agrupaciones de imágenes, emociones e ideas en torno a un núcleo temático. Nuestras creencias falsas también nos acomplejan. De hecho, el complejo más conocido es el de inferioridad. Cuando nos sentimos derrotados o que no damos la talla, y cuando nos escondemos o dejamos de luchar, puede que estemos desarrollando ese complejo. ¿Por qué aparecen los complejos? Casi siempre es por sentirse inferior, y detrás suele haber un conflicto o una crisis. Sin embargo, tras los complejos se esconden grandes bendiciones y talentos que tenemos que desarrollar. Solemos emplear gran parte de nuestra vida acumulando miedos y dudas, que al final toman voz propia y nos repiten que no podemos o no somos lo suficiente inteligentes o dignos. ¡Eso es mentira! Somos tan dignos como cualquier otro ser humano exitoso, y para acceder al poder del inconsciente
no hace falta pagar ninguna tarifa de conexión, ser miembro de una buena familia o pertenecer a una asociación elitista. El acceso es libre para todos los seres humanos. Las creencias se graban en el inconsciente y limitan nuestra creatividad. Si creemos que no podemos, o que ello es irrealizable, por la razón que sea, efectivamente eso es un bloqueo. Limitar a nuestro inconsciente diciéndole que no podrá realizar tal cosa, es como limitar a Dios, así que nosotros mismos estamos cerrando la puerta al poder creativo del inconsciente. Desde la antigua Grecia hemos heredado la creencia en que la materia estaba formada por átomos, como si fueran las piezas más pequeñas de un rompecabezas llamado mundo físico o material. Pues bien, esa creencia es falsa. En realidad, según la física moderna las partículas subatómicas como el protón, el fotón o el electrón se comportan no solo como si fueran sólidas sino también como ondas. Bueno, ¿y eso cómo nos afecta? Pues muy sencillo, las ondas tienen la capacidad de cancelarse y sumarse unas con otras. Es decir, si tengo un pensamiento positivo y otro negativo, cuando el inconsciente haga balance y los sume al final del día, lo más probable es que se cancelen uno con otro. Es decir, la suma del día no es ni positiva ni negativa, sino cero. Para que haya creatividad tiene que haber más pensamientos positivos durante el día que negativos. Según Harman, el uso de afirmaciones y la imaginación son técnicas muy usadas para compensar esos bloqueos dentro de nuestro inconsciente personal y acceder libremente a la genialidad creativa. 2 Hay que borrar nuestras creencias limitadoras provenientes de nuestra familia, ciudad y nación, los miedos, las inseguridades y las limitaciones que nos hacen creer que no podemos. De hecho, las creencias pueden variar dependiendo de la zona donde nos encontremos, y además, suelen limitarnos. Por ejemplo, cuando los japoneses comen espaguetis, a los que ellos llaman soba o udón, los absorben haciendo ruido, de manera que si hay varios comensales juntos suena como un concierto que a los occidentales nos parece un espectáculo de mal gusto. Otros ejemplos: en la región de España de donde provengo, la creencia de que dinero llama a dinero es imperante, y si no lo tienes nunca lo tendrás. Eso es falso, pero si te lo crees, desde luego que así será. En algunas regiones de África se practica la ablación como algo normal. Miles de niñas son mutiladas, negándoles mediante esta violenta práctica el placer sexual. En la India y otros lugares, mucha gente usa la mano derecha para comer y la izquierda para lavarse el trasero después de hacer sus necesidades. No usan papel higiénico, lo encuentran raro, por ello utilizan la derecha cuando se dan la mano. La verdad que los zurdos lo deben de pasar bastante mal allí... Como ves hay creencias para todos los gustos, y si las adoptas, ¡así es como lo creas! Cuando se descubrió la hipnosis, hubo un caso espectacular de curación de una enfermedad de la piel que se consideraba incurable. El terapeuta se confundió y creyó que el paciente tenía otra cosa en lugar de algo incurable, así que lo trató como si nada y lo curó. Más tarde se enteró de que había sanado algo incurable y cuando intentó repetirlo con pacientes que hacían cola tras enterarse de su proeza, no consiguió curar a ninguno más. Una vez las dudas entran es complicado tener la fe y convicción inquebrantables de que sí se puede.
Algún médico define la historia de la medicina como paralela a la historia del efecto placebo, el cual es una prueba del poder que la mente ejerce sobre el cuerpo. En el libro La biología de la creencia Bruce Lipton lo denomina «el efecto de la creencia» para enfatizar que nuestras percepciones, sean correctas o no, tienen efecto igualmente en nuestro cuerpo y en nuestro comportamiento. 3 Prophet explicaba que una duda, por pequeña que sea, llama a otras dudas y al final uno se enfrenta a un mar de dudas difícil de contrarrestar. A eso hay que añadir la mente de otras personas que están enteradas del asunto y cuyas dudas también interfieren en el resultado final. A consecuencia de ello, el tren del éxito puede descarrilar por dudas provenientes de nuestra mente o la de aquellos enterados de nuestros asuntos. Debemos recordar que los momentos de debilidad empiezan cuando estamos cansados, especialmente al anochecer, a medida que la falta de vitalidad nos hace bajar la guardia. Cualquier persona, por mucha maestría que tenga, tiene momentos de debilidad, y esto lo he visto en místicos de primera línea a los cuales he tenido la fortuna de tratar personalmente. Todos nos enojamos y tenemos momentos discordantes capaces de desbaratar cualquier idea, por buena y honesta que nos parezca, así que aquí no vale aquello de que «tal persona no sería capaz de dudar o juzgar, incluso condenar». ¡Sí lo es! Cualquiera con un cuerpo humano lo es. Es de todos conocida la frase de que la fe mueve montañas. Pues bien, esas dudas, miedos y emociones paralizantes que crean nuestras falsas creencias bloquean la creatividad, la abundancia y afectan a nuestra salud; se trata de las montañas que podemos mover con la fe, aprendiendo a rodearlas para crear un nuevo destino donde nuestros objetivos se cumplan. La cita siguiente de Mahatma Gandhi ilustra muy bien el poder de las creencias: Tus creencias se convierten en tus pensamientos, tus pensamientos se convierten en tus palabras, tus palabras se convierten en tus actos, tus actos se convierten en tus hábitos, tus hábitos se convierten en tus valores, tus valores se convierten en tu destino. Según Freud, todos tenemos represión en alguna área de nuestra psique, y la represión es motivo de complejos. Eso nos lleva a otro complejo muy popular: el de Edipo, que trata acerca de unirse con el progenitor del sexo opuesto y acabar con el del mismo sexo. De hecho nuestra primera fuente de conflictos suele provenir de nuestros progenitores, y ese complejo, según Freud, es un indicador de algún trauma sexual, de sentimientos tanto amorosos como hostiles vinculados a nuestros padres. En mi caso yo acepté la derrota y dejé de ‘luchar’ con mi padre. No sabía cómo manejarlo pues siempre gritaba y me castigaba si le llevaba la contraria. Tenía dos opciones: obedecer sus órdenes o esconderme. Estuve años escondiéndome, pero no se puede ganar siempre, así que algún castigo me cayó. Sin embargo, reconozco que me enseñó a trabajar duro y nunca me puso las cosas fáciles, pues
para él tampoco lo habían sido. Nunca supe cómo hablarle y todavía hoy detesto los gritos. De todos modos, detrás de un complejo se esconde un potencial: siempre me ha gustado poner en tela de juicio las cosas y buscar el por qué si no veo algo claro. Hace tiempo que eso no me da miedo, así que ahora veo cosas que otros no entienden o no sienten ganas de ponerse a pensar en ello. A veces cumplir con nuestro destino implica vencer la oposición de nuestra familia. El padre suele ser la figura que nos disciplina y orienta, aunque la madre puede también asumir ese rol. Suele ser común sufrir desacuerdos y deseos de ruptura con la profesión o las creencias del padre, del entorno familiar o de la cultura donde uno ha crecido. Jung intentó dar forma al mundo inconsciente, incluyendo la sexualidad y los sueños. Su conflicto con Freud era que éste creía que las fantasías, y sobre todo la libido, tenían su origen en la sexualidad inconsciente. Sin embargo, para Jung la libido era nuestra energía psíquica, esos dioses que nos mueven, y consideraba que hay todo un gran depósito de fantasías al que todos tenemos acceso: el inconsciente colectivo.
SIGMUND FREUD Freud se desmayó delante de Jung en dos ocasiones, cuando el que ejercía de discípulo —es decir, hijo — albergó deseos de ruptura con el que hacía las funciones de maestro —o padre —. Cuanto más grande la misión, más grande suele ser la ruptura. Veamos. El primer desmayo ocurrió en relación a unos cuerpos momificados que se estaban exhibiendo en Bremen (Alemania) en 1909, coincidiendo con la fecha en que ambos partían juntos en barco rumbo a Estados Unidos. Durante el viaje Jung mostraba tanta fascinación por esos cadáveres que consiguió poner nervioso e intranquilo a Freud, quien repetidas veces exclamó: —No entiendo a qué viene tanta obsesión por esos cuerpos muertos. Así, durante una de las cenas, Freud llegó a estar tan nervioso y afectado, que cuando el tema de las momias salió a relucir, se desmayó. El segundo desmayo se produjo en Múnich en 1912 durante un congreso. El tema de conversación giraba en torno a Akenatón y su nueva religión monoteísta asociada al Sol, la cual le llevó a romper con la antigua creencia de que su padre y el resto de faraones eran dioses, y destruir todos los vestigios que los trataran como dioses, tanto los de su padre como los de otros faraones. Comoquiera que Jung defendió a Akenatón, Freud entendió que estaba de acuerdo con los deseos de eliminar todo lo que tuviera que ver con su padre, situación que le produjo el segundo desmayo. La conclusión de Jung era que la atmósfera tensa y la muerte del padre estaban presentes en un
Freud que soñaba con verlo como su sucesor. Pero Jung tenía otro destino: iba a fundar su propia escuela que bautizaría el plano astral como ‘inconsciente colectivo’, las entidades que habitan en ese plano serían ‘complejos psicológicos’, la terapia daría lugar a seres humanos íntegros como los héroes inmortales de antaño 4, y la libido, pese a tener un componente sexual muy importante, era energía emocional: los deseos que nos mueven. Esto me lleva a pensar que a veces somos un poco ingenuos cuando vemos monumentos megalíticos prehistóricos. Mircea Eliade (1907-1986) nos recuerda por ejemplo que el menhir * tiene un fuerte significado sexual. De hecho, la creencia en la fertilidad asociada al menhir la practicaron muchos campesinos europeos hasta principios del siglo XX, aunque no se haga mucha publicidad de ello. Uno de los símbolos antiguos de Shiva era el falo, «linga» en sánscrito. Una manera de simbolizar el linga hindú es simplemente con un pilar, símbolo tan común y universal que lo encontramos en casi todo el mundo. Por ejemplo en Knossos, en Tebas o en Malta, la manera de adorar a Dios era delante de un pilar.5 En realidad, se considera que muchos monumentos tienen cierto simbolismo fálico, como la Torre Agbar en Barcelona, el Empire States en Nueva York, los obeliscos de Washington, París o el de la plaza San Pedro enfrente del Vaticano. De hecho, los monumentos fálicos como los obeliscos y las columnas, al igual que los miembros masculinos, se levantan o se erigen. El pene es el misterioso órgano a través del cual el principio creativo se manifiesta dando vida a una nueva criatura. El semen es lo que contiene toda la herencia racial y ancestral, así como las características genéticas del futuro ser humano. El pene es por tanto el vínculo entre el hombre y la fuerza creativa cuya naturaleza es divina. Según cita el tratadista Danielou, en el Shiva Purana, el Vidyeshvara Samhita, capítulo 9, versos 43-44, afirma que el mismo Shiva dijo: «no soy distinto del falo. El falo es idéntico a mí. Atrae a mí al fiel, por lo tanto, debe ser venerado. ¡Mis bien amados! Donde haya un órgano masculino erecto, allí estoy yo mismo presente, aunque no haya otra representación de mí». 6 La sexualidad tiene una fuerte presencia en nuestra vida, pero llega un momento en que no solo es la sexualidad aquello que nos mueve: la libido se expresa mediante la creatividad, la originalidad y la gestación de nuevas cosas. Por ello, tenemos que aprender a manejar nuestros deseos y nuestras emociones. Tras una crisis, ya sea personal, en el trabajo o a nivel mundial que nos afecte, solemos generar emociones negativas casi a diario. Esas emociones de derrota y pesimismo se depositan en nuestro inconsciente y se acumulan en forma de imágenes cargadas de emoción, recuerdos, deseos y percepciones. Llega un momento en que la acumulación es tan grande que origina un torrente de deseos y emociones sin control. Cuando eso ocurre decimos que el «complejo» se activa. Y cuando los complejos se activan, funcionan como una entidad independiente a nosotros y adquieren autonomía y conciencia propia. Constantemente estamos creando y disolviendo complejos, y aunque algunos se activan
rápidamente ante amenazas o situaciones que nos afectan profundamente, la mayoría se forman durante largos períodos de tiempo. Se pueden hacer grandes como planetas, impidiéndonos acceder a la creatividad y a la inspiración. Cuando un complejo se activaba Jung usaba el término ‘constelarse’. Y cuando un complejo opera de forma autónoma, afecta tanto a nuestra voluntad como a nuestro libre albedrío, limitándonos mucho. Aunque hoy día vemos al inconsciente como un genio capaz de otorgarnos deseos, nuestro inconsciente se asemeja a una constelación de complejos. Con ayuda, los complejos se pueden volver conscientes y podemos reducir en gran medida su impacto, pues se trata de entidades con conciencia propia que usurpan nuestra conciencia y nos quitan vitalidad. Un modo útil para que no nos dominen consiste en usar afirmaciones al Arcángel Miguel. Puede que hayamos usado la energía de forma destructiva y ahora tengamos que hacerlo de forma constructiva para que se produzca un equilibrio. Esos complejos son parte de nuestro karma negativo y necesitan ser transmutados. Necesitamos disolver esas emociones y creencias, esas dudas, condenaciones y juicios negativos, así como miedos de toda gama, desde pequeños temores hasta fobias. Para disolverlos, una técnica muy útil es usar la llama violeta (véase el capítulo «La llama violeta y el karma»).
Capítulo 6
EL VIAJE DEL HÉROE Cuando Jung trabajó en el psiquiátrico de la universidad de Zúrich pidió a sus asistentes que leyeran todo lo que encontraran acerca de mitos paganos, y buscaran en los sueños y alucinaciones de sus pacientes a esos dioses paganos. El resultado fue sorprendente pues los dioses más populares en el inconsciente de los pacientes eran paganos y estaban asociados al Sol. Jung obtuvo serios indicios de la existencia de un posible inconsciente colectivo a través del registro de un paciente que movía la cabeza de un lado a otro mirando al Sol desde la ventana de la habitación del hospital psiquiátrico donde estaba internado. El paciente explicó que hacía ese gesto con la cabeza para que el pene del Sol se moviera de un lado a otro provocando así la formación del viento. Ese caso hubiera pasado desapercibido a no ser por una traducción de Albrecht Dieterich (18661908) sobre el «Papiro mágico de París» que revelaría años más tarde un ritual pagano cuyo objetivo era producir viento a través un tubo colgado del Sol. La misma imagen que la del paciente. ¿Cómo podía ser tanta similitud? ¿Cuándo fue escrito ese libro? ¿Pudo el paciente haberlo leído? Jung descartó esa posibilidad ya que se trataba de una fuente que databa de principios del siglo XX, a la que el paciente no pudo acceder, y se preguntó: ¿Será que todos tenemos una raíz común, como si estuviéramos conectados? Jung estudió todo tipo de mitos, pero hubo uno al cual dedicó especial atención. Se trata del héroe, aquel que viaja a lugares lejanos y regresa victorioso con un trofeo si supera ciertas pruebas. El héroe es una figura que tenemos más cerca de lo que pensamos, pues no se refiere a una figura mitológica o histórica, sino que es una versión de nosotros mismos, aquella en la que nos convertiremos una vez que hayamos aprendido a vencer todas esas pruebas que nuestro destino nos depara, cuando estemos listos. Franz Cumont (1868-1947), arqueólogo e historiador nacido en Bélgica, escribió acerca del paganismo de Roma, y el objetivo de su religión astral: la inmortalidad del alma y la ascensión a los cielos para convertirse en una estrella. Según la mitología griega ese era el destino reservado a los héroes: transformarse en estrellas del firmamento como recompensa por su labor heroica. El vocablo «catasterismo» significa dar nombre de estrella a un héroe. Esa creencia de que los hombres llegarán a ser estrellas está muy grabada en nuestro inconsciente, no solo cuando vemos estrellas con nombres como Hércules o Andrómeda 1, también cuando convertimos a un famoso en
estrella; o cuando hacemos algo muy mal y caemos de nuestro pedestal: nos estrellamos. Según el misticismo judío, las estrellas del cielo y los ángeles eran la misma cosa. El Libro de noc (1 Enoc 71) 2 cuenta la transformación de un adepto en estrella, tal como profetizaba Daniel: Los justos ascienden para brillar como estrellas en el cielo (Daniel 12:3). 3 Cuando un ángel acompaña durante un sueño al alma de alguien al reino celestial o al inframundo, la mitología y las religiones lo llaman «psicopompo», palabra extraña formada por dos vocablos griegos: psique significa alma, y pompos, el que guía o conduce. Acompañado por arcángeles que le muestran el mundo desde el cielo, Enoc —relata el Libro de noc — realiza un viaje con el alma, la cual tiene el privilegio de ver pasado, presente y futuro. De hecho todos nosotros tenemos a diario la oportunidad de hacerlo durante el sueño. Asociamos la palabra «apoteosis» a un final espectacular, pero para los griegos antiguos era colocar a un mortal entre los dioses. Si un hombre había sido virtuoso, después de morir sería divinizado e inmortalizado. Tanto la Ilíada como la Odisea —poemas épicos de Homero— giran en torno a un héroe que con sufrimiento acaba consiguiendo la inmortalidad. En el Libro de los secretos de Enoc 4, éste es inmortalizado y despojado de su condición terrenal por el Arcángel Miguel. Además contiene una visión de Enoc, un sueño donde asciende al reino celestial acompañado por arcángeles, para convertirse en un héroe inmortal: es la apoteosis de Enoc. Cumont demostró que la mitología se mezcló con la astrología, dando lugar a la religión astral, y cita el ejemplo de Hécate, la diosa de la Luna para los antiguos, la que reunía a los espíritus y reinaba sobre el mundo infernal (el plano astral) 5. Precisamente Jung comparaba al inconsciente (al plano astral) con el agua; y la Luna, cuya influencia sobre las mareas está constatada, al influir sobre el agua hace que también afecte a nuestro inconsciente. Uno de los biógrafos6 de Jung descubrió algo interesante: en una carta dirigida a Freud confesó estar buscando en la astrología claves para entender adecuadamente la mitología, y reconoce haber usado la carta astral de algunos pacientes para entender su psicología. De hecho, quería descubrir en la astrología gran cantidad de sabiduría que según él había sido proyectada a los cielos. ¿Estaría Jung buscando el plano astral? El plano que está ubicado por encima del astral es nuestro objetivo. Se le llama etérico, y allí residen los archivos de toda la humanidad. Es adonde el alma necesita acceder para ver inventos y creaciones tanto del pasado como del futuro 7. Al no estar contaminado por emociones ni pensamientos negativos, está libre del mar de dudas y miedos que forman los ángeles «que no son de la luz», y a salvo de falsos egos: los gigantes y los monstruos de la mitología. Muchos místicos, durante estados de meditación o sueño, han accedido al plano etérico. Pero como todos nosotros, antes de llegar a él han pasado por el astral, al cual algunos han descrito como un mar o como una madre, que puede ser devoradora o benefactora. Como Kali, la madre divina de los hindúes, que tanto puede ser la madre que no te deja crecer —reflejo del plano astral—, como la madre divina que te concede todo lo que le pidas —reflejo del plano etérico. Según Joseph Campbell, la aventura del héroe consiste en ofrecer de nuevo al mundo comida para
el cuerpo y para el alma. El milagro del regreso del héroe se manifiesta en forma de energía —flujo de alimento— o, a nivel espiritual, como el flujo de la vida, la gracia de Dios hecha física. 8 Las historias mitológicas acerca del héroe no siempre son victoriosas. Cuando el viajero no llega más allá del plano astral, las creaciones que trae son grotescas y nos llevan al caos. Como el mito de Prometeo, que tras robar el fuego de los dioses, éstos se vengaron creando a la bella Pandora junto con una caja que contenía todos los demonios. Cuando su hermano Epimeteo hizo caso omiso de las advertencias y abrió la caja, los demonios se esparcieron por todo el mundo. Al acceder el héroe al plano astral en lugar de al etérico, lo que trae proviene de deseos egoístas que no tienen en cuenta a los demás. ¿Cómo puedo yo, por ejemplo, traer un nuevo invento o receta que pueda dañar a otras personas? Eso solo ocurre en el astral. Llega un momento en el camino de superación de toda persona en el que la integridad es necesaria. Hay que ganarse la vida de forma correcta. Sin esclavizar a los demás ni dañarles ni física ni psicológicamente. Antiguamente los héroes se consideraban los más fuertes o los mejores entre los hombres. Hoy día se trataría de aquellos que, como tú, como yo, tenemos la osadía de ir a buscar soluciones y cosas nuevas a la parte más elevada del inconsciente, allí donde el futuro está a disposición de todos. El verdadero viaje del héroe, que tanto se ha tratado en la mitología y la religión a lo largo y ancho del mundo, no es más que un viaje a esos reinos. Pero para poder viajar tan alto tenemos que vencer complejos y entidades que nos tienen atados, así como las falsas creencias que nos esclavizan al pasado. A mí me pasó con mi primer libro, Karma con el dinero 9. No me atrevía a escribirlo, pese a contar con el material y haber dado varias conferencias sobre el tema. Estaba acomplejado, no me sentía digno de ser autor. En mi cabeza resonaban pensamientos del tipo «no soy lo suficientemente bueno» o «no sé escribir bien», entre muchas otras razones. Si podemos volar alto y dejar de ir al plano astral, accederemos a los inventos, la genialidad y las creaciones divinas y maravillosas que se encuentran a nuestra disposición en el etérico donde residen, como hemos visto, los ángeles, los maestros y toda la sabiduría de la humanidad: ¡pasado, presente y futuro! Todo a tu disposición. Heracles es quizás el héroe más emblemático de la mitología: significa aquel que tenía el patrocinio de la diosa Hera. El ‘héroe’ es aquel al que le ha llegado su «hora», palabra que deriva de la diosa griega Hera. Nosotros lo conocemos por su nombre romanizado: Hércules. Cuenta la mitología que Hera retrasó la hora de nacimiento de Hércules impidiéndole con ello ser rey, y permitiendo a la postre que otro descendiente de Zeus ocupara el trono. De hecho, cada uno de los doce trabajos de Hércules fueron órdenes de ese otro rey que usurpó su puesto. Pero todo ello tenía un propósito: esas victorias sobre el ego le permitieron alcanzar el rango de héroe para formar parte del elenco de dioses inmortales. 10 A todos nos llega nuestra hora, a mí me llegó cuando hice la maestría en astrología, sobre todo porque perdí el miedo a investigar y aprendí a hacerlo. Pero hubo otra prueba que me tocó pasar. Hacía meses que mi inconsciente me susurraba que tenía
que estudiar historia, a lo cual yo respondía constantemente que no. Fue cuando empecé a estudiarla que me llegó ‘la hora’ y se me abrieron las puertas de la creatividad. El libro Karma con el dinero llegó poco después. Tenía los componentes que yo quería: experiencia personal, conocimientos espirituales, investigación y datos históricos, para intentar demostrar la ley del karma. Si retornamos victoriosos del inconsciente traemos un nuevo premio: un invento, una idea, una fórmula, una receta, etcétera. Pero cuidado, porque cuando creemos que lo hemos hecho solos, nos estamos endiosando falsamente convirtiéndonos en un ego que se cree Dios, como el héroe que es devorado por el monstruo, o el ángel caído engullido por el inconsciente. Hoy día se equipara a Dios con el inconsciente, y la mayoría de logros, que nos vienen en forma de intuición, imágenes o sueños, vienen precisamente del inconsciente, pero no del personal, sino de aquel al que todos tenemos acceso. Sin embargo, si todavía no nos hemos descubierto a nosotros mismos nos creemos que somos un dios y que nosotros y el inconsciente somos la misma cosa. Todavía somos inconscientes y el ego no ha salido victorioso de su viaje al inconsciente, creyendo que lo ha hecho él solo. 11 Jung presentó en 1912 el libro Transformaciones y símbolos de la libido , que giraba en torno al héroe12 y las «imágenes primordiales». Dichas imágenes se presentaban tanto en la mitología como en la imaginación de los pacientes psicóticos. A su juicio, la mitología 13 y la astrología fueron la piedra angular para dar forma a lo que serían los arquetipos, donde dioses, héroes, espíritus y magia desempeñarían un papel fundamental. Jung creyó haber hallado en la mitología la clave para abrir las puertas del inconsciente. De hecho, Richard Noll destaca cómo, tras la publicación de ese libro, peregrinos espirituales del ambiente bohemio de todo el mundo acudieron a Jung para que les ayudara a encontrar las capas mitológicas acumuladas en su inconsciente. 14 Al fundirlo con mitología y religiones, Jung transformó el psicoanálisis en una arqueología en busca de capas del alma —psique— donde hay encerradas la manera de pensar y las pasiones de nuestros antepasados; y además buscaba algo muy preciso: los dioses de la antigua Grecia que aun siguen vivos en el alma de cada uno de nosotros, especialmente los asociados al Sol. Según Jung, el Sol simbolizaba el viaje del héroe, su paso por el plano astral, lleno de penurias y tristezas, hasta que consigue llegar al etérico, donde encuentra alegría, abundancia y sentido a la vida. El héroe es según Jung la libido personalizada, es decir, la libido toma forma o bien de conquistador, de demonio o de héroe. 15 Cuando la persona no busca conquistar a nadie, ni hacer daño a nadie, su libido más bien va en busca de algo superior, algo que no está fuera, sino dentro. Va a buscar a la divinidad, y para ello accederá al reino etérico a fin de conocer su futuro y en qué se va a convertir.
Capítulo 7
LA CAÍDA DE LOS GIGANTES A fecha 4 de noviembre de 2013, un artículo del periódico Wall Street Journal se hacía eco de la arrogancia de Silicon Valley, al manifestar que un pionero proclamó en una conferencia de San Francisco que quien realmente está impulsando la economía y creando valor son las compañías tecnológicas, especialmente las ubicadas en esa zona de California. Las compañías y corporaciones que trabajan en tecnología están pagando sueldos muy altos y compiten por tener a los mejores ingenieros, programadores, diseñadores y expertos en tecnología y negocios1. En San Francisco y sus alrededores hay empresas tecnológicas gigantes cuyo mercado es todo el planeta. Pero como los dinosaurios y los falsos dioses, los gigantes caerán, aunque entretanto, están generando mucha desigualdad y un falso endiosamiento para aquellos que viven de ellas. El ego puede identificarse con el héroe, creyéndose el único responsable del éxito. No se da cuenta de que desde el cielo han movido muchos hilos para que se dé el escenario del éxito, el cual es temporal como una obra de teatro. De lo que se trata es de integrar en nuestra alma un nuevo éxito sin creernos dioses ni agrandar nuestro ego, todo lo contrario: evitar que este sea el centro de atención y dar gracias a Dios y al universo a cada momento.
GIGANTES Y TITANES Actualmente uno de los hombres más ricos del mundo es un mexicano que posee en su país un 70 por ciento del mercado de telecomunicaciones. México está produciendo un gigante. ¿Es un orgullo para un país tener al hombre más rico, creado entre todos? ¿Está distribuida la riqueza de forma justa y equitativa? Los gigantes y los titanes están destinados a caer, así que no debemos perder el tiempo en idolatrarlos ni en tratar de convertirnos en uno de ellos. En la historia antigua las guerras entre los dioses no podían distinguirse de las guerras entre los hombres. En la mitología abundan los conflictos entre dioses, los cuales aparecen como gigantes o titanes que bien pueden ser la personificación de un ego desmesurado o la proyección de lo que nosotros mismos producimos. Puesto que no nos gusta lo que producimos y nos parece moralmente incorrecto, lo dejamos en el inconsciente, a la espera de que alguien nos haga de espejo.
LUCHA DE TITANES Durante años trabajé como programador en una época en que las computadoras con el sistema operativo Windows triunfaban y la empresa que lo desarrollaba parecía tener la gallina de los huevos de oro. De hecho, Bill Gates y Steve Jobs libraban una lucha de titanes. La empresa de Bill Gates parecía un gigante incapaz de sucumbir, se imponía sobre la competencia con una facilidad increíble, compraba empresas, regalaba productos para eliminar la competencia…, todo ello para mantenerse como líder. La verdad es que el tiempo lo pone todo en su sitio, y un gigante, cuanto más grande se haga, más grande será su caída. Si el gigante no se hace humilde, y no deja que otros crezcan para que él mengüe, posiblemente esté forjando su propia desaparición. Hoy en día la tecnología avanza tan rápido que los gigantes caen deprisa. Por ejemplo, la computadora personal está menguando y se están vendiendo más tabletas que computadoras personales y portátiles juntos. La computadora personal ya no es el único vehículo para navegar por internet. Hoy en día desde cualquier teléfono celular o tableta se puede hacer. Es decir, el ordenador personal ha perdido el monopolio que le daba vida para seguir siendo un gigante. Hasta mi madre se ha comprado una tableta, porque solo para conectarse a internet, una computadora es complicada, en cambio las sencillas aplicaciones hacen todo ello mucho más fácil. Y parte de ello se lo debemos a Steve Jobs que, al redefinir los teléfonos celulares inteligentes, que son como ordenadores en pequeño, abrió de par en par las puertas a las famosas y sencillas aplicaciones (apps) y acabó con varios gigantes. Si miramos la tradición de los primeros tiempos en la India, según Shiva, todos los seres estamos interconectados y relacionados, por esa razón los conflictos entre los hombres también son conflictos entre los dioses. El propio Shiva cooperó en la destrucción de los titanes, conocidos allí como Asuras, obligándoles a ceder todos sus poderes a los nuevos dioses, los Devas. 2 En la Teogonía, que literalmente significa el origen de los dioses, el poeta Hesíodo explica que primero surgió Caos, el cual engendró al dios Urano, «el cielo», y la diosa Gea, «la tierra». El famoso caos que conocemos hoy día, el desorden inicial, o cuando algo está caótico y desorganizado, debe su nombre al personaje de esta obra griega. El caos se acabó cuando un titán llamado Saturno decidió castrar a su padre, Urano. Más tarde Saturno recibiría el mismo trato por parte de un hijo suyo: Júpiter. Será que los seres humanos, cuando nos dejamos llevar por el ego humano, tenemos la tendencia a convertirnos en gigantes, titanes que están condenados a desaparecer. Tenemos que aprender a dejar de hacer eso y para ello el Arcángel Miguel es la clave. Pero ¡cuidado!, porque si nos falta integridad corremos el riesgo de ser devorados por ese gran abismo maternal llamado inconsciente colectivo. Cuando el héroe regresa victorioso del inconsciente, trae un nuevo premio, un invento, una idea. Pero el que se ha dejado devorar por el monstruo es aquel que se cree que lo ha hecho solo y se está
endiosando falsamente. Se está convirtiendo en un ángel caído devorado por el inconsciente, un ego que se cree Dios. Uno se endiosa a sí mismo cuando se equipara con el inconsciente y no tiene la integridad de aceptar que no ha hecho nada, sino simplemente ha traído algo que no es suyo pero que le ha sido prestado por un tiempo.
Capítulo 8
EL ALMA El alma viene de un lugar donde el tiempo no existe. Por tanto el factor tiempo no le preocupa. En realidad, ha venido a resolver asuntos que inició en el pasado y que están pendientes, y también a cumplir con un propósito, a dar forma a una imagen en la que todavía no ha conseguido convertirse. Jung tuvo una intensa relación con una paciente suya que más tarde sería una de las primeras mujeres en la corriente del psicoanálisis: la brillante Sabina Spielrein. Muy probablemente ella le ayudó a ver el poder creativo del sexo, lo relacionado que está con la muerte, y sobre todo la capacidad de fusión con el amado que ello representa. Así Jung entendió la figura del alma, la fusión y la unión que esta busca. Y finalmente Jung cedió ante la atracción sexual, aun sabiendo que su relación con Sabina pondría en peligro su carrera como psiquiatra. El tema de la represión sexual es una fuente de conflictos, y en el caso de Jung su esposa aguantó estoicamente sus flirteos o aventuras amorosas. La libido ha sido considerada a lo largo de la historia como una energía demoníaca, sin embargo es la fuente de energía para el alma, y es símbolo de creación y de procreación. El alma busca la inmortalidad y la libido es lo que nos mueve en pos de ese objetivo: unión con nuestro espíritu. La unión sexual representa esa fusión a pequeña escala, un morir paulatino, para que otra cosa nueva surja. Vivir nos da el tiempo y la oportunidad de encontrarnos de nuevo con gente, personas que nos ayudarán a crecer y a ser libres, porque probablemente una deuda del pasado nos ata, como un pesado saco de tierra hace que un globo aerostático no pueda subir al cielo. En esos sacos pesados hay acumulado de todo: lucha, engaños, decepciones, abusos, incluso muerte. Pero también oportunidad, ayuda, compasión, amor, creatividad, inspiración, genialidad y, sobre todo, perdón. Cuando dos personas no congenian, decimos que ‘saltan chispas’ entre ellas. Cuánta sabiduría encierra este dicho y cómo se parece a la creación de la luz visible. Según la física moderna, cuando dos electrones chocan, se repelen y producen luz visible: el famoso fotón, que aparece porque entre ellos se intercambian un paquetito de energía. 1 Por si acaso dudábamos, hasta la luz está afectada por la ley de la gravedad. Una medición efectuada durante un eclipse demostró la predicción de Einstein de que un rayo de luz proveniente de una estrella lejana se curvaría si pasara cerca del Sol debido a la gravedad de éste. Aunque a veces nos creamos que nuestro mundo es plano, tenemos que recordar que es esférico. Las emociones curvan nuestro mundo retrasando la llegada a nuestro destino, generan obstáculos,
cual precipicios que debemos rodear, o montañas que tenemos que subir y luego bajar. ¿Y cómo reaccionamos ante ‘la cuarta dimensión’? Pues si nos cuesta hacernos a la idea de que vivimos en un mundo esférico, de tres dimensiones, todavía nos cuesta más entender esa cuarta dimensión, la cual no somos capaces de ver sino tan solo un instante, como si fuera un punto o una instantánea. Podemos ver cómo transcurre, podemos ver su efecto, podemos ver instante tras instante, pero no podemos verla en su totalidad: se trata del tiempo. Durante el sueño el tiempo cambia, nuestra mente consciente nos permite ver solo un instante, otro instante y así sucesivamente, pero no nos permite ver la suma del tiempo, cosa que sí ocurre mientras dormimos. Nuestra alma procede de un reino donde podemos ver todos los instantes al mismo tiempo. Podemos ver allí el pasado y el futuro, en qué nos convertiremos y qué ha sido de nosotros en esta vida y también durante vidas pasadas. Pero no solo podemos ver nuestro futuro, también el de la humanidad, los inventos que vendrán, cómo vivirá la gente y las nuevas cosas que aparecerán. Una manera de describir al alma en ese estado es como una luz fruto de haberse movido mucho de un lado para otro y que habría estado en muchos lugares y con estados de ánimo muy variados. Ese es el trabajo del inconsciente: sumar el tiempo; no solo un instante sino lo que ha existido y lo que existirá, lo que se ha inventado y lo que se inventará, lo que éramos y en lo que nos convertiremos. Es el reino del alma, el lugar donde reside el karma de lo que permanentemente hemos hecho mientras hemos vivido, en esta vida y en las anteriores, desde el instante de nuestra creación, donde está disponible el origen de nuestra alma y su destino. Eso es lo que almacena el inconsciente —el tiempo— y lo puede ver todo, y va creando de acuerdo a lo que nos vamos convirtiendo. Durante el sueño también el espacio se transforma y el alma viaja libremente allí donde le convenga. De hecho, el alma viaja a diario mientras dormimos, cuando dejamos la mente consciente para entrar en el mundo del inconsciente, acción que podemos explicar de dos maneras. La primera sería que el alma sale del cuerpo y viaja a lugares donde hay otras almas que tienen acceso a todo lo que ha existido y todo lo que existirá, las cuales le explican cosas que nos conviene saber y que podemos traer al mundo pero que al despertarnos no recordamos conscientemente. La segunda sería que el alma no viaja sino que conecta con esa sabiduría infinita, es decir, accede al inconsciente como si se tratara de una especie de red o campo cósmico, a modo del internet inalámbrico actual. Tanto en un caso como en el otro, lo importante es que tenemos acceso diario a esa sabiduría infinita a través de nuestra mente inconsciente. Y debemos aprovecharnos de ello. Cada noche hay que traer algo del inconsciente para mejorar el mundo, o al menos nuestro mundo. Nuestra alma existía antes que nuestro cuerpo, y esta serie de encarnaciones por las que está pasando acumulan en nuestro inconsciente muchos pensamientos y sentimientos, junto con gran cantidad de acciones y palabras —algunas acertadas, otras, desacertadas— pronunciadas durante todas esas vidas. El objetivo final del alma es la ‘apoteosis’, la inmortalidad, la ascensión, convertirse en el héroe
que se ha liberado del ciclo de encarnaciones. Cada vida es una nueva oportunidad, un descenso más del alma a un cuerpo para hacer realidad sus anhelos y sueños, además de tener la oportunidad de encontrar de nuevo a personas con las cuales tiene asuntos pendientes de resolver. El debate entre cuerpo y alma ha provocado controversias y separación. Si no creo en el alma, entonces cuando muero se acaba todo, no hay vidas pasadas, y lo que me pasa ahora es pura casualidad. Pues bien, yo creo que la casualidad no existe, lo que sí existe es ¡la causalidad! No creer en el alma es la separación entre religión y ciencia, materialismo y espiritualidad, una confrontación que se remonta a tiempos remotos y que no tiene visos de terminar. Pitágoras separaba el cuerpo del alma, puesto que son distintos: nuestra alma es un «daemon» que ha caído a consecuencia de antiguos pecados, y ahora tiene que pasar por una serie de encarnaciones. Es lo más divino dentro de nosotros, como una chispa divina encerrada en un calabozo llamado cuerpo físico, y está pasando por un largo ciclo de transformación que necesita varias vidas. 2 Sin la presencia de esos intermediarios —daémones— los dioses estarían despreocupados y les serían indiferentes los problemas de los humanos, como ocurre en la filosofía de Epicuro, popularizada por el manuscrito de Lucrecio La naturaleza de las cosas , donde no somos más que átomos que al morir se descomponen, sin alma ni espíritu que viaje a ningún sitio ni retorne a ningún lugar.3 Ese daemon es nuestro guía personal, sobrenatural por supuesto, es la voz del ángel de la guarda. Platón explica en El Simposio que «todo lo concerniente a los daémones se halla entre lo mortal y lo inmortal. Sus funciones son interpretar para el hombre las comunicaciones de los dioses y transmitir oraciones y ofrendas de los hombres a los dioses» 4. En sus últimos diálogos hablaba acerca de la inmortalidad del alma. Curiosamente los escribió tras efectuar un segundo viaje al sur de Italia donde había seguidores de Orfeo y la escuela de misterios de Pitágoras, predicadores ambos de la reencarnación y la inmortalidad del alma. El mito de Orfeo no es un viaje a un lugar físico, sino al reino de los muertos en busca de su amada, la fallecida Eurídice. De hecho, ese viaje de Orfeo es un viaje del alma al lugar donde se encuentran las almas que ya no están encarnadas, en este caso en busca del alma de su amada. Precisamente cuando interpretaba el aria de la lamentación de Orfeo durante un recital a los pies de la Acrópolis, la cantante Risë Stevens «perdió todo contacto con la realidad» y sintió que se hallaba en la antigua Grecia, «mental y físicamente», viviendo una vida anterior en la que había actuado en ese mismo escenario, y concluyendo en un éxtasis que la llevó a caer postrada sobre el cuerpo de Eurídice. Ella misma describió que fueron necesarios cinco minutos de aplausos atronadores para traerla de regreso al presente. 5 Según Plotino (205-270 d.C.), antes de nacer nosotros elegíamos el cuerpo, los padres, el lugar y las circunstancias que más convenían a nuestra alma, y tal como dicen los mitos, lo que más necesitaba.6
EL GENIO Apolonio de Tiana tradujo al latín el vocablo griego ‘daemon’ como ‘genio’. Fue contemporáneo de Jesús y en aquella época daemon y genio eran la misma cosa. Además, a Apolonio también se le atribuyó la capacidad de resucitar a los muertos, propiciando que algunos lo confundieran con el propio Jesús. La palabra original latina era «genius» y significaba una divinidad romana, que acompañaba no solo a cada individuo, sino también a cada lugar, sociedad, ciudad, etcétera, simbolizando su protección desde el nacimiento. Hasta los dioses tenían «genio» y recibían sacrificios. El genio de cada uno era la fuerza generadora de optimismo, y poco a poco llegó a considerarse un elemento inmortal en cada persona. A juicio de los árabes, los genios son criaturas que, a diferencia de los ángeles, comparten el mundo físico con los seres humanos y son tangibles, aunque sean invisibles o adopten formas diversas. Según ellos, los genios y los humanos pueden casarse y procrear, lo cual llevó a que muchos pensadores y filósofos dudaran de su existencia. Al mundo árabe debemos el mito de un genio —como Aladino— saliendo de una lámpara dispuesto a concedernos tres deseos. Hoy en día un genio es una persona con un don o talento especial. En realidad genio significa generar. Los humanos somos las únicas criaturas con ese don creativo que ocurre de manera natural, universal y permanente en «todos» nosotros, en individuos de todas las razas, culturas y épocas, ya sean primitivos o civilizados, normales o genios, neuróticos o psicóticos. El proceso creativo es tan amplio como la vida misma, y no está restringido únicamente a especialistas y personas que trabajan en el mundo artístico e intelectual. Según el psicólogo Rollo May (1909-1994), la creatividad puede definirse como la capacidad de usar constructivamente al daemon o lo daemónico, de conducir nuestra libido hacia la creatividad. A tenor de Jung, la individualización del individuo es un proceso totalmente creativo, el cual tarde o temprano todos tendremos que afrontar conscientemente.7 ¿A qué estamos esperando? En lugar de crear complejos, debemos usar la vida y la energía que tenemos en ser creativos. Sería algo así como plantar cara a nuestros demonios inconscientes, nuestros traumas y creaciones negativas —karma negativo— y convertirlos en creaciones bellas y en ángeles divinos.
Capítulo 9
CÓMO ACTÚA EL INCONSCIENTE La vida es un proceso de hacernos únicos al ir trayendo cosas que están ‘inconscientes’. Tanto Freud como Jung se dieron cuenta de que las represiones se podían sanar mediante análisis a base de ir trayendo del inconsciente lo reprimido. Hasta la época de Freud analizaban el inconsciente con palabras, y, de hecho, la mayor innovación de Jung fue que él lo hizo con los sueños e imágenes cargadas de emoción y capaces de conmovernos. Si dejáramos de reprimirnos, Jung se cuestionó si llegaría un momento en que el inconsciente se vaciaría, acabándose así nuestros problemas. Sin embargo, el flujo del alma es incesante y por ello Jung vislumbró el inconsciente colectivo como un almacén de donde extraemos a diario «energía» que vamos incorporando a nuestra personalidad —a nuestra alma— de forma que nos vamos haciendo únicos e íntegros. A este fenómeno lo llamó «individuación» y lo consideró un proceso que no podemos parar. Es decir, el proceso de acudir al inconsciente va a ocurrir nos guste o no, y está relacionado con aquello de que «Dios aprieta pero no ahoga»; así la energía fluye a diario a nuestro mundo en forma de imágenes, sueños, intuiciones o karma, tanto positivo como negativo; y cuando nos negamos o nos rebelamos, se producen accidentes y aparecen enfermedades. 1 El poder de mover el mundo reside en el inconsciente. Eso cree William James (1842-1910), uno de los padres de la psicología estadounidense. Una frase del escritor Ralph Waldo Emerson (1803-1882) describe muy bien una de las facetas del inconsciente: «El hombre es lo que piensa durante todo el día». O sea, no lo que pensamos este minuto, o la idea genial que tuvimos hace dos horas: somos el resultado de la suma de lo pensado durante todo el día, más todo lo pensado en los días pasados. ¿No te parece una afirmación llena de sentido? Mark Prophet en el libro Atrae abundancia2 compara al subconsciente con una grabadora que registra lo bueno y lo malo tanto de esta vida como de las pasadas. Las diferentes circunstancias por las que pasamos resuenan una y otra vez en nuestra mente hasta el punto de encasillarnos y anular la sensación de abundancia de nuestra alma que no conoce límites y desea verse liberada de la tiranía de la programación negativa del subconsciente. Según Mark Prophet, una clave para la prosperidad es limpiar el subconsciente y para ello sugiere ‘reprogramarlo’ con mensajes positivos y borrar esos registros mediante terapia psicológica y con la ayuda espiritual de la llama violeta (véase el capítulo «La llama violeta y el karma»).
El inconsciente va registrando nuestras conclusiones, nuestros juicios, condenaciones y todo lo que pasa por nuestra mente consciente, igual que si fuera un ángel que, sin juzgar ni criticar, escribe día y noche en nuestro inconsciente como si se tratara de un libro que en terminología bíblica sería nuestro «libro de la vida». 3 ¿Y quién se encarga de traernos de nuevo lo que hemos acumulado en nuestro inconsciente, y de decidir sobre qué cantidad recibiremos cada día? Pues bien, los ángeles son nuestros gestores, obedeciendo por supuesto los designios de Dios. Las buenas ideas, la creatividad y aquello que nos resolvería la vida divinamente, y que se nos puede llevar también la vida en este mismo instante, está gestionado por los ángeles que no hacen más que obedecer el designio divino. Tal como dice el libro Mensajes desde el retiro de Saint Germain , «tenemos un ángel encargado de grabarlo todo. No se omite nada. A Dios no se le puede engañar o burlar. Con nuestros actos, sólo engañamos a nuestro yo humano, cuando, en realidad, en lo más profundo, nuestra alma sabe perfectamente lo que es acertado y lo que es erróneo, aunque algunos intenten hacer oídos sordos a esa voz».4 Cada uno de nosotros tiene asignado un ángel registrador, y según la autora y mística Elizabeth Clare Prophet (1939-2009), la tarea del ángel sería registrar todos los acontecimientos de la vida — actos, pensamientos, palabras, obras, sentimientos, deseos y anhelos— de cada alma sobre la Tierra. Al final de la jornada, cada ángel presenta el registro de ese día al Guardián de los Pergaminos, que sería, según afirma la autora, el custodio del libro de la vida de cada alma. 5 A ojos de la psicología moderna, la tarea de los ángeles registradores de escribir en nuestro libro de la vida, es equivalente a acumular en nuestro inconsciente lo que percibimos, lo que pensamos, ya sean juicios, críticas, ocurrencias, etcétera, y los sentimientos provocados por todo ello. Según Jung, el lenguaje del inconsciente funciona a través de imágenes. Por ello la visualización y la imaginación son tan importantes. Una frase extraída de un libro de alquimia del maestro alquimista Saint Germain ilustra estupendamente acerca de cómo actúa el inconsciente: «ver es ser». Para que algo se manifieste en nuestra vida, lo más sencillo es grabarlo en el inconsciente. Para ello basta mantener en nuestra mente la imagen de lo que queremos, ¡con fe! Ese sería un posible lema del inconsciente: imaginación al poder. El inconsciente está la mayor parte del tiempo registrando imágenes, y activa su poder generador en cuanto detecta fe o creencia en ellas; entonces se pone en marcha para que se hagan realidad. Es decir que la famosa frase «la fe mueve montañas» implica poner en movimiento al inconsciente, dando la orden de empezar a gestar. Si en la gente solo vemos tropiezos y somos incapaces de ver el entrenamiento necesario encaminado a la victoria que se esconde detrás de un fracaso, nuestro inconsciente no está almacenando más que fracasos y tropiezos. La incapacidad de cambiar nuestra manera de pensar, y de transformar ese fracaso —nuestro o de otros— en éxito, obliga a nuestro inconsciente a llevarnos de nuevo tropiezo tras tropiezo. ¿Para qué perder el tiempo en cosas irrealizables tanto nuestras como de otros? Nuestra mente
tiene que enfocarse en algo creíble que veamos realizable, verdadero, para que nuestro inconsciente registre que eso es de verdad y empiece un nuevo proceso de gestación bajo las aguas del inconsciente. A decir verdad, juzgar a otros parece inocuo; en realidad no ocurre nada si nuestro juicio es positivo para mejorar la situación de otra persona. Sin embargo, si juzgamos a otra persona condenándola al fracaso, entonces nuestro inconsciente está grabando «condenación al fracaso, fracaso, fracaso…». Ir en contra de eso es ir en contra del funcionamiento normal de las cosas. La gestación de cualquier cosa es un proceso que requiere correr un «tupido velo»; es decir, otras mentes conscientes no deben inmiscuirse ni alumbrarlo antes de tiempo. La oscuridad a veces nos da miedo o nos impone respeto. En realidad lo que pide es paciencia y no inmiscuirse antes de tiempo. Pero ocurre que nuestra mente consciente suele ser caprichosa y volátil. Así, por culpa de un capricho o un temor, muchas veces abortamos la gestación al dar la orden al inconsciente de que eso era imposible, que ya no lo quiero, o simplemente me he cansado de esperar. O estoy ansioso y quiero mirar qué tal están yendo las cosas. A veces también tenemos miedo al inconsciente, y tratamos de vivir rodeados de ruido para no escuchar esa voz interna de nuestra alma (el daemon que advertía a Sócrates) que a veces nos cuesta obedecer, y a la que muchas veces no le encontramos ninguna lógica pero sabemos que tiene razón. Puede ser que nuestra mente consciente todavía no haya superado ese patrón de niño consentido incapaz de esperar a que el inconsciente termine; necesita tener paciencia y sabiduría para entender que la demora es necesaria por alguna razón que la mente consciente no puede entender pues no tiene acceso al futuro. Lo mismo ocurre con la crítica: estamos viendo cosas feas o que están mal en otros, pero en realidad se trata solo de un efecto espejo, lo que nuestro inconsciente está grabando es «malo, feo, falso…». Ciertamente no conviene perder el tiempo grabando esas cosas. Lo que podemos hacer para contrarrestar esta situación es decir muchas veces algo como un mantra, una afirmación o una oración; pero si no somos capaces de verla, es decir, de imaginarla con fe, es decir como verdadera, creíble y factible, entonces lo único que hace es entretener a nuestra mente consciente para que no piense cosas negativas. Pero en cuanto dejemos de hacer las afirmaciones, nuestra mente nos tentará de nuevo a criticar y ver falsedades. Otras veces decimos una cosa pero en el fondo no nos lo creemos, y nuestro inconsciente registra no lo que decimos sino lo que creemos, en este caso: «imposible, falso, mentira, no hay quien lo haga».
EL PODER DEL INCONSCIENTE Básicamente el inconsciente suma las creencias y pensamientos que hayamos tenido durante el día, la semana y los meses; y, en un momento u otro hace que se manifiesten fuera, en nuestro mundo
consciente. Por tanto la vida tiene dos fases: una, lo que percibimos y pensamos ahora, que el inconsciente va acumulando y sumando, y otra lo que nos regresa de nuevo del inconsciente, empaquetado y sumado. Un misterio acerca del inconsciente que inquieta a muchos psicólogos, científicos e incluso a filósofos, es el criterio del inconsciente para elegir una solución. ¿Por qué esa y no otra entre las más de una docena posibles? Al examinar la experiencia personal que hay tras las grandes creaciones de los genios, muchos investigadores han descubierto ciertos elementos que no solo están siempre presentes sino que además forman un patrón que cualquiera puede aplicar para conseguir sus creaciones e invenciones personales. 6 En todo proceso creativo hay cuatro fases. Considerado durante años el modelo válido, Graham Wallas (1858–1932) analizó muchos procesos creativos y llegó a identificar un patrón común en todos ellos. En 1926 publicó sus conclusiones en el libro The Art of Thought (El arte del pensamiento) donde definía las cuatro fases en el siguiente orden: 1. 2. 3. 4.
Preparación Incubación Iluminación Verificación
A continuación veremos un estudio detallado de cada una de las cuatro fases de Wallas, pero antes debo recalcar que para el buen funcionamiento de este modelo es recomendable un entorno psicológicamente estable donde la creatividad pueda fluir sin que otras mentes hostiles impidan el flujo creativo o condenen ese proceso. Los pensamientos tienen alas y vuelan a la persona en la que estamos pensando para alojarse en su inconsciente y, por fortuna o desgracia, también en el nuestro. De modo que otras mentes pueden estar interfiriendo y sobrecargando también nuestro inconsciente.
Capítulo 10
PREPARACIÓN En esta primera fase uno investiga, piensa, lee y dedica horas al tema, ya sea una obra o simplemente un hobby. Al empezar a estudiar un asunto del cual conozco poco, me dedico pacientemente a absorber datos, leer la información disponible, anécdotas, vocabulario, ver imágenes y videos sobre el tema en cuestión, recordando que la solución genial y creativa estará a cargo del inconsciente. Es necesario un trabajo consciente previo para que el inconsciente genere la solución genial. Tras haber vivido varias inspiraciones del inconsciente en el ámbito matemático, Jules Henry Poincaré (1854–1912) menciona que esa creatividad repentina ocurre tras días de prolongado esfuerzo consciente por un camino que aparentemente no conduce a ningún sitio. Sin embargo, el esfuerzo no ha sido estéril, pues ha ido preparando la maquinaria inconsciente sin la cual no se hubiera producido ninguna solución. Es decir, no obtenemos algo a cambio de nada, todo es a cambio de algo y cuanta más pasión le pongamos, mejor: la solución será genial, creativa y además elegante. De la misma manera que para una cocina de primera hacen falta buenos ingredientes, y para un buen libro, historias buenas y auténticas, el inconsciente produce soluciones basadas en el material que le damos: si lo que hemos acumulado es de buena fuente, el resultado será óptimo. La preparación consiste en conseguir el mejor material posible para el inconsciente, recopilar mucha información, o la máxima cantidad posible; tratar de agotar todos los recursos de la mente consciente intentando resolver el asunto con la mente concreta. Otra forma consiste en observar durante horas el problema, la obra o el asunto en cuestión. Es muy recomendable aprender de los mejores, por ejemplo leyendo su obra. A veces un maestro nos enseña simplemente a perder el miedo y a ver las cosas desde otro ángulo. Nuevos estudios estarían cuestionando que los experimentos dependen en gran proporción de las personas que realizan y observan el experimento, pues ellas deciden los componentes, las condiciones y sobre todo el entorno y, claro está, todo ello afecta. Respecto a las personas necias y negativas, mucho amor pero mucho cuidado, cuanto más tiempo estemos cerca de ellas mayor cantidad de material negativo estamos registrando. Sin embargo, en la vida todo se equilibra y toda negatividad esconde una contraparte positiva, así que detrás de cualquier persona negativa hay un problema que resolver y una solución creativa esperando a ser traída del inconsciente por alguno de nosotros.
QUÉ ACUMULAMOS EN NUESTRA MENTE A veces las discusiones y los enfados se quedan en nuestra mente sin que seamos capaces de liberarnos de ellos. Cuando dos personas discutimos, la discusión en sí dura poco, dos o tres minutos o quizás un poco más; no obstante, en nuestra cabeza solemos generar centenares de pensamientos en torno a esa discusión, como los que leerás a continuación: —Me va a oír, esto a mí no se me dice, qué se ha creído —a veces la repetición puede durar varias horas. —La próxima vez que lo vea le voy a dejar bien claro todos sus errores, ahora sí que no me lo callo —a veces incluso editamos la discusión y hacemos varias versiones de ella en nuestra cabeza. —Si siempre me hace lo mismo, yo aguanto y aguanto, para qué, si es un engreído y un inepto y alguien tiene que decírselo a la cara —la verdad es que la discusión puede durar días, semanas incluso. En lugar de rebosante de problemas, nuestra mente debería estar libre con espacio suficiente para recibir ideas e instrucciones provenientes del inconsciente que aparecerán tan pronto como los soltemos o los dejemos de lado por un rato. Quizás este sea un buen momento para reírnos un poco de nosotros mismos, empezando así a desconectar y aquietar la mente. Una mente llena de miedos y ocupada en discusiones o conflictos raramente cede espacio a nuevas ideas y creatividad ya que no dejamos espacio a nuestros sueños, y perdemos la conexión con el internet divino que tanta falta nos hace para ser libres. Mi padre solía discutir todo el día, para él era la forma habitual de hablar, con tono subido y a la menor oportunidad, ¡un grito! Además tenía la habilidad de no escuchar lo que le decías, y por supuesto, yo nunca tenía razón. Cuando Bill Clinton estaba en boca de todo el mundo debido a un asunto de faldas con una becaria, mi padre me preguntó: —Luis —así era como él me llamaba— ¿sabes si Clinton es demócrata o republicano? —Vaya, mi padre se interesa por la política de los Estados Unidos—, pensé. —Pues demócrata, por supuesto —respondí. Enseguida se puso a gritar. —¡Pero qué dices, Clinton es republicano, si es que no te enteras! —Vaya —pensé, no me lo podía creer, no estamos hablando ni de mecánica cuántica ni de nada complicado, todo el mundo sabe que Clinton es demócrata. Enseguida le respondí: —Si ya lo sabes, para qué me preguntas, a ti lo que te interesa es llevar la contraria. ¡Clinton es demócrata, por favor! Ese día marcó profundamente mi vida, decidí que no quería discutir más con él, no valía la pena, de hecho no vale la pena discutir con nadie, para qué, cada uno cree que tiene razón y ya está. Además mi padre no escucha, concluí.
Durante un almuerzo mientras veíamos televisión, tuve la oportunidad de demostrar a mi madre y a mi hermana que mi padre no escuchaba, al preguntarme algo relacionado con una noticia que acababa de oír. —Luis, ¿sabes dónde está ese país? Entonces me dirigí primero a ellas y les dije: —No sé para qué pregunta, si total no escucha, y os lo voy a demostrar. Luego me dirigí a mi padre y le respondí: —Mira papá, este país está en Venus. Mi padre no dijo nada y continuó mirando televisión, mi hermana y mi madre estaban sorprendidas y conteniendo la risa. —¡Lo veis como no escucha! —les dije delante de él. Conversaciones como ésta y otras tantas de esta índole están acumuladas en nuestro inconsciente en forma de capas y más capas a la espera de ser transmutadas y borradas de la historia de nuestra alma.
¿CÓMO SABEMOS QUE HA CONCLUIDO EL PROCESO DE PREPARACIÓN? Suele venir indicado porque uno está harto del problema y no vemos ninguna salida aceptable, no creemos que estemos tomando el camino correcto, o somos incapaces de encontrar una solución con los recursos que tenemos hasta ese instante. Cuando la mente cree que el asunto no tiene solución es el momento de soltar, dejar de pensar y de preocuparse de ello. De nada sirve continuar dándole vueltas si no hemos sido capaces de encontrar una solución creativa satisfactoria con nuestros recursos mentales conscientes. Por supuesto, la solución a cualquier problema existe y de hecho hay más de una. Para encontrarla basta simplemente con dejar paso al inconsciente y así acceder a ese poder superior llamado Dios, mente superior, inconsciente colectivo, ángel, daemon, mensajero de los dioses, etcétera. Otra manera sencilla de concluir el proceso de preparación es soltar el problema o el asunto antes de ir a dormir, y permitir que el inconsciente haga el proceso de crear. De hecho, cuanto más tengamos acumulado, más creativa y espectacular será la solución.
Capítulo 11
INCUBACIÓN El siguiente paso después de la preparación es soltar el problema y dárselo al inconsciente. Uno de los momentos más fáciles para proceder a la incubación es antes de irnos a dormir, pidiendo conscientemente a nuestro inconsciente que se haga cargo del asunto mientras dormimos y afirmando claramente que se lo entregamos para que lo mejore con su genialidad. Para que durante el día la mente consciente ceda el control al inconsciente y así consigamos liberarnos del problema por hoy, debemos ponernos a hacer otra cosa como darnos una ducha, bañarnos en la playa, una piscina o algún lugar donde haya agua y que no corramos peligro; aunque a algunos eso les ayuda a desconectar, no es necesario nadar entre tiburones ni saltar al río desde un puente, ni sumergirse cinco metros para sentir la presión del agua. Tan solo hace falta que el agua toque nuestra cabeza. El agua simboliza el inconsciente, y sumergirse en ella es como dejar al inconsciente inundar nuestra mente para traer la solución divina tan añorada. Otra manera de liberarnos momentáneamente de un problema es irnos a otro lugar (aunque sea un parque cercano a nuestra casa) o hacer un viaje largo. Durante varios años mi vida y por tanto mi casa estuvo dividida entre Barcelona y Miami, y recuerdo el impacto de llegar al aeropuerto de Barcelona y sentir cómo el estado de ánimo cuando había tomado el avión de salida varias semanas antes regresaba a mí como si solo hubieran transcurrido unos segundos. Cuando salimos de nuestro entorno habitual, nuestro estado de ánimo y mucho de lo que tenemos activado en ese entorno se queda como en ‘pausa’ esperando nuestro regreso para activarse de nuevo. Otro método: Hacer meditación, hacer oraciones, mantras o afirmaciones, irnos a dormir, preparar una buena comida, hacer una actividad ociosa que libere la mente. En la antigua Grecia dormir en un lugar sagrado era muy habitual y se practicaba tanto en los sepulcros de héroes —humanos fallecidos— como demonios ctónicos —que vivían bajo tierra. A esa práctica le denominaban incubación y el objetivo era recibir sueños reveladores e inspiradores. Según afirma la tradición, el oráculo de Delfos habría sido inspirado seguramente por Apolo, a través de uno de esos sueños.1 Entre otras cosas, Apolo era considerado el dios de la verdad y la curación, y su hijo Asclepio, el dios de la medicina, llegó a ser más invocado para la curación incluso que el propio Apolo. Tras el éxito de la técnica de incubación, ésta empezó a expandirse a otros reinos. En Egipto, Serapis se aparecía a los enfermos mediante sueños terapéuticos y sanadores. Fue poco
después de proclamarse faraón de Egipto cuando Ptolomeo I (367-283 a.C.) recibió durante un sueño la visita del dios Serapis, con la promesa de beneficios si transportaba a Alejandría la estatua del dios ubicada en ese momento en la costa del mar Negro. Tras la desobediencia del faraón, Serapis se apareció otra vez en un sueño con una nueva exigencia: además de traer la estatua debía erigirle un templo. Tras la construcción del Serapeo de Alejandría y fiel a su palabra, el dios empezó a curar a su pueblo mediante apariciones durante sueños. 2 En eso consistía la incubación. De hecho, se usaba también para curarse: la persona iba a un lugar sagrado, que usualmente podía ser una cueva y allí se dedicaba a esperar sin comer durante unos días, a la espera de que el dios ejerciera su poder curativo y la enfermedad remitiera. Para abrir la puerta a la genialidad hay que manejar las emociones, pues todo proceso creativo pasa por un período caótico, de desorden, donde no se ve nada claro ni se vislumbra el final. En realidad, lo más usual es que el proceso creativo no se lleve a término, pues un estado caótico suele generar mucha ansiedad. Si durante ese estado empezamos a juzgar y a pensar en el futuro es muy probable que abortemos el proceso creativo, procedente del inconsciente. Pensemos que el caos es temporal y la estabilidad vendrá pronto aunque por el momento no la veamos ni sepamos cuál es.
VENCER LA ANSIEDAD Todos hemos tenido alguna vez ‘ansiedad sana’. La ilusión de ver de nuevo a una persona querida, ganas de que llegue el día del viaje o anhelo por empezar un proyecto prometedor. Sin embargo, la ansiedad se torna un trastorno muy común que aparece cuando nos preocupamos repetidamente y sin medida acerca de nuestro futuro. Lo queremos todo planificado eficientemente, y tendemos a prepararnos mentalmente para lo que pueda fallar o ir mal. Si tenemos tendencia a preocuparnos por el futuro, nos resultará complicado vencer la ansiedad. Si estamos pensando en cuándo se resolverá o por qué no se ha resuelto ya, sería mejor investigar un poco más y volver a incubar de nuevo para esperar una solución creativa más completa por parte del inconsciente. Algunos intentan mitigarla haciendo callar los nervios alojados alrededor del estómago, entreteniéndolo con algo placentero como un dulce, un chocolate o una tapita para que el riego sanguíneo no se acumule en la cabeza y se concentre en el estómago. El hábito de liberarnos y olvidar mediante el consumo de bebidas alcohólicas lo ha venido practicando la humanidad desde que se inventaron el vino o la cerveza. Pero no nos damos cuenta de que bebemos alcohol porque no aguantamos a la pesada de nuestra mente y nos alivia que se calle un rato. Podríamos caricaturizarlo diciendo que, mientras que un budista hace mantras para acallar la mente, un occidental se toma una cervecita. El objetivo es el mismo, acallar la mente, aunque el efecto sobre el cuerpo (el hígado en concreto) no es el mismo.
SETENTA MIL PENSAMIENTOS AL DÍA Según estudios recientes, nuestra mente produce setenta mil pensamientos por día. Es una cifra asombrosa que implica ¡casi cincuenta pensamientos por minuto! No sé si los estudios incluyen los pensamientos que nuestra mente inconsciente genera no solo mientras dormimos, sino lo que hace durante el día para controlar nuestro cuerpo y la cantidad de cosas que hacemos inconscientemente. Los pensamientos se comportan como energía, son como ondas que chocan unas con otras, y cuando las hay negativas, esas cancelan a las positivas. Si tenemos más pensamientos positivos que negativos la suma es positiva, y si tenemos más negativos la suma es negativa. Pongamos por caso que generamos 35.000 positivos y 35.000 negativos. Pese a tener tantos pensamientos positivos no estamos generando ninguna positividad pues los negativos cancelan los positivos, arrojando un balance final de cero. De hecho, cuanto más pensamos ¡peor! No me extraña que el peor enemigo para los budistas sea nuestra mente. Hay que ir con cuidado con los negativos porque van a detener nuestro inconsciente, que todo lo almacena. ¡Cuánta cantidad de pensamientos y emociones basura generamos por minuto!, y lo peor: ¡qué realidades, qué hechos, qué circunstancias y qué enfermedades esos pensamientos van a producir en el futuro en nuestra vida! Toma nota: es algo que no podemos ignorar. En cambio, los positivos, ¿qué cosas buenas, inspiraciones, genialidades y grandes inventos nos pueden traer? De mis miles de pensamientos al día, ¿cuántos dedico a pensar en lo que voy a hacer mañana, dentro de una semana, dentro de un año, o dentro de veinte? ¿Es que no soy capaz de empezar ahora mismo a hacer —aunque sean cinco minutos— aquello que me hace tanta ilusión? Todos tenemos algún talento escondido, sin embargo, muy pocos decidimos dedicar aunque sea cinco minutos a crear o poner en práctica nuestro talento. ¡Estoy hablando de tan solo cinco minutos! Deberíamos cuanto antes ahorrarnos la mayor cantidad posible de pensamientos ansiosos pues generan emociones que se acumulan en nuestro inconsciente. Si cada día generamos decenas de pensamientos ansiosos acerca de lo que nos va a ocurrir o de lo que haremos o dejaremos de hacer en el futuro, imaginemos la carga acumulada después de varios años. No es extraño que tarde o temprano nos aparezcan ataques de pánico. Es muy probable que si no cambiamos los hábitos de pensamiento, los primeros ataques aparezcan antes de los cuarenta, o mucho antes. Recuerdo cuando a una conocida mía le rondaba por la mente que su hijo hiciera separación de bienes pues según ella la mayoría de mujeres son unas interesadas. La escuché sin decir nada viendo que era un pensamiento acerca del futuro, respecto al cual ni yo ni nadie podía hacer nada. Después continuó previniendo a su hijo para que fuera con cuidado con algunas mujeres. Entonces le dije: —¿No crees que es un poco pronto para preocuparse de eso? Enseguida me respondió que no, y poco después continuó subrayando la importancia de la
separación de bienes para su hijo. Cuando la muchacha empezó a exaltarse le respondí: —¡Tu hijo solo tiene cuatro años!; no sé, espera a que tenga novia primero, pero en todo caso, todavía falta mucho. Hoy en día los niños crecen fisiológicamente antes, ya que a través de la carne y los productos lácteos ingieren las hormonas administradas a la mayoría del ganado y las aves para que crezcan más deprisa. Pero por rápido que crezcan físicamente, al hijo de mi amiga todavía le faltaban más de diez años para tener pareja y probablemente más de quince como mínimo para casarse. Pensamientos como los de mi amiga generan emociones que interfieren en el funcionamiento normal del cuerpo. El estrés cierra y cancela temporalmente nuestro sistema de defensas y afecta a la presión sanguínea. Los miedos aceleran el corazón y la respiración. Los nervios afectan a nuestra digestión. La ansiedad no nos deja respirar ni tragar bien, y afecta a nuestra piel, se nos pone roja, sobre todo en la cara. Poner en tela de juicio la genialidad puede matar el proceso creativo inconsciente, pues la mente quiere hacer las cosas de la manera que sabe, es decir, como lo ha hecho siempre, y es evidente que al ego no le parece nada bien esto de soltar el control y cedérselo al inconsciente, o a Dios, o ¿cómo era que lo llamaban los griegos? ¿un daemon? ¡Peor todavía! Dejar de pensar en el problema a veces parece un insulto, aceptar que soy incapaz de resolverlo. Pues sí, la mente consciente a menudo no es capaz de resolverlo, ¿y qué? La mente consciente es limitada, no hay nada de malo en ello. ¿Es que acaso te creías que era muy lista? Pues ya ves, necesita ayuda como el resto de mortales. Pero es verdad que cuesta dejar de lado al ego que siempre quiere ser protagonista y resolver los problemas enseguida, si puede ser antes que otras personas o delante de ellas para mostrar lo bueno o lo poderoso que es. Muchos de los grandes inventores y genios saben que la creatividad les viene de Dios, que no es más que otra manera de denominar al inconsciente. La humildad es necesaria para dejar de lado al ego y admitir que «yo solo sé que no sé nada». La necesidad de poder y el egoísmo son un bloqueo más al poder del inconsciente. Atención a nuestros bloqueos por ese lado. No es fácil soltar, pero debemos hacerlo para que tenga lugar la siguiente fase, la más esperada: la iluminación.
Capítulo 12
ILUMINACIÓN La iluminación es simplemente cuando se produce la revelación, el ¡eureka! o el ¡ajá!, ya sea a través de un sueño, una intuición, una visión, un flash o una vocecita susurrándonos que hagamos tal cosa o que dejemos de hacerla. Cuando el inconsciente desvela una solución creativa tras su período de incubación, en ese momento aparece la idea genial que se precipita como un salto cuántico en nuestra mente. La iluminación permite que penetre en nuestra mente la parte buena del inconsciente colectivo: el almacén donde se halla todo lo que ha existido y todo lo que alguna vez existirá. Hoy en día, en la era de internet, esto no se hace difícil de entender; es como si nuestra alma se conectara con un campo divino donde está almacenado todo lo que ha ocurrido desde la creación y, ¡todo lo que existirá! ¿Suena bien, verdad? ¿De dónde crees que vienen los mejores inventos, las ideas, las creaciones, las composiciones, la genialidad, la inspiración y la creatividad? Cuando uno inventa algo, no lo hace con la mente consciente y dice: voy a inventar algo. No funciona así. Las ideas, la inspiración y la genialidad aparecen de repente y provienen de algún lugar donde hay mucho, muchísimo almacenado y de lo cual no somos conscientes. La iluminación se produce cuando nuestro ego está distraído o relajado. La creatividad y la genialidad del inconsciente aparecen cuando nos sentimos libres o liberados por un tiempo de nuestras cargas que ocupan y preocupan a nuestra mente. La sabiduría universal del inconsciente está disponible para todos nosotros, pero perdemos ese acceso cuando nuestro ego está controlando el timón de la mente.1 El propio Albert Einstein (1879-1955) comentó a un psicólogo de Princeton que las mejores ideas le venían mientras se afeitaba. La mayoría de hombres solemos afeitarnos —mis respetos a las señoras que también se afeiten— poco después de despertarnos, período en el que todavía podemos recordar lo que ha ocurrido en nuestro inconsciente durante la noche. Las ideas no son nuestras, nos vienen. ¿Sería Einstein consciente de ello? Probablemente sí. Muchas veces la iluminación se produce durante el sueño, al cual dedicamos muchas horas, de seis a ocho al día. A veces dormimos menos, y otras preferimos hibernar diez o doce horas para recuperar sueño perdido. Recuerdo una famosa actriz cuyo secreto para mantenerse bella era dormir muchas horas. A veces los nervios y las preocupaciones no nos dejan dormir y nos despiertan antes de hora. Pero lo peor es cuando las personas perdemos ¡el sueño de vivir! La verdad es que dormimos muchas
horas durante las cuales la mente no se detiene. Entender lo que ocurre en ella mientras dormimos es difícil. Así que ¡bienvenidos al reino del inconsciente! Desde muy antiguo muchas culturas han promovido técnicas para provocar y potenciar los tan deseados sueños divinos. El aislamiento era una de ellas. De hecho, según algunas leyendas, personajes tan influyentes como Pitágoras o Parménides solían retirarse a una cueva en busca de visión, sabiduría y revelación. La oración y el ayuno era otra técnica para propiciar los sueños; y tenía sus matices, como dormir envuelto en la piel de un animal sacrificado o en contacto con un objeto sagrado o santo, o como sucedía en Roma, donde hay constancia de judíos que por unas monedas vendían cualquier sueño que uno pudiera desear. No deberíamos cuestionarnos el mundo de los sueños ya que es tan real como el mundo que percibimos cuando estamos despiertos. Ciertamente a veces soñamos fantasías. Sin embargo, otros son premonitorios o revelaciones de vidas pasadas. Uno de los sueños más reveladores que recuerdo me ayudó a entender por qué cierta persona apareció en mi vida. Me vi vestido con uniforme gris durante una batalla que probablemente era una escena de la guerra civil de los Estados Unidos . Tras verme apuntar con mi rifle a un soldado con uniforme azul del norte y dispararle en pleno estómago, cayó al suelo sin vida y entonces reconocí su alma: vi que se trataba de la misma persona que en aquella época me estaba causando algunos problemas. ¡Me desperté enseguida, no tuve valor para continuar soñando! Esa revelación era demasiado para mí. Gracias al sueño me di cuenta de que estaba en deuda con esa persona, pues la paciencia que había tenido con ella ni mucho menos compensaba haberla matado de un disparo en el estómago. Aunque hubiera sido en plena batalla. Hay otros casos, como el de Otto Loewi (1873-1961) que soñó un experimento gracias al cual le dieron un premio Nobel; o como el compositor Richard Wagner (1813-1883) que soñó la música de la que sería su mejor obra. Veamos este interesante caso. A los cuarenta años y en plena falta de inspiración y satisfacción en su carrera, acompañada de problemas financieros y matrimoniales, Wagner emprendió desesperadamente un viaje por recuperar la creatividad. En La Spezia, al norte de Italia, durante una noche de insomnio y fiebre, decidió obligarse a hacer una caminata de la que regresó cansado y aun más triste y desolado. Tras echarse en un incómodo sofá, le sobrevino una especie de somnolencia que acabó convirtiéndose en una revelación en la cual se sintió hundiéndose en una corriente de agua cuyo rápido fluir hacía un ruido que pronto se transformaría en música. Se despertó aterrorizado después de reconocer esa música como lo que sería el preludio de la primera de las cuatro óperas de su obra más famosa: El anillo del nibelungo. La pieza estaba latente en él y le acababa de ser revelada. Decidió poner rumbo a Zurich de inmediato para componer la que iba a ser una de sus grandes obras. 2
R ICHARD WAGNER
BEETHOVEN Un ejemplo de genialidad y locura controlada fue la tumultuosa vida de Beethoven (1770-1827) por su capacidad de transformar una profunda rabia e ira en creatividad y genialidad. Declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, se ha escrito mucho acerca de la novena sinfonía y de la reacción del público en el teatro de Viena cuando se estrenó por primera vez el 7 de mayo de 1824. Probablemente durante el estreno no dirigió la pieza debido a que estaba sordo. Según reza la leyenda, estaría cerca del director que, tras los ensordecedores aplausos del público y ante la imposibilidad de Beethoven de oírlos, pidió al compositor que se acercara a él para que pudiera ver al público de cara y contemplar lo que estaba ocurriendo: Viena brindando un apoteósico aplauso a su genial conciudadano. Cuando el tema de la alegría iba ganando en intensidad, aparecía por primera vez en una sinfonía la voz humana cantando versos de Friedrich von Schiller, cuya elección además de exquisita era sumamente apropiada: Alegría, hermosa chispa divina, hija del Eliseo, ebrios de entusiasmo entramos, ¡oh diosa! a tu santuario...
LUDWIG VAN BEETHOVEN
EL VERDADERO ENTUSIASMO Para los antiguos griegos el vocablo ‘entusiasmo’ significaba tener dentro a Dios. La palabra «enthusiasmos» describía el trance de un profeta cuando dictaba sus profecías poseído por un dios. Incluyendo al oráculo de Delfos, el entusiasmo era como una locura divina, fuente de inspiración, profecía y sueños reveladores que provenían de las musas, de dioses como Apolo, o de un daemon, término que en ese tiempo equivalía a un dios. Rudyard Kipling (1865-1936) reconoce que su daemon personal estaba presente cuando escribió l libro de la selva , Kim y los dos libros de Puck . Aun a fecha de hoy, el novelista más joven en recibir el premio Nobel de literatura, no solo se fiaba y dejaba guiar por su daemon, sino que cuando notaba que se aproximaba, tomaba la precaución de caminar con sumo cuidado por miedo a que éste se retirara. En palabras del propio autor: «Cuando tu daemon esté sujetando el timón, no intentes pensar conscientemente. Déjate llevar, fluye, espera y obedece». 3
R UDYARD K IPLING Apolo era el dios de la luz: la del sol y la que penetra en nuestra mente confiriéndonos revelación, intuición y perspicacia. Hijo de Zeus y de Leto y conocido también como Helios —sol en griego—, Apolo era el patrón del oráculo de Delfos, ubicado a 150 km (94 millas) de Atenas. Tal como explica Platón en el penúltimo de sus diálogos, Apolo dictaba sus profecías a través de una
sacerdotisa conocida como pitia o pitonisa, cuya pasión profética confirió a Grecia grandes beneficios. En torno a Apolo quedó un mito parecido al efecto inspirador de las musas, ambos —él y las musas— muy marcados en el inconsciente de nuestra civilización. 4
LA ILUMINACIÓN DE GAUTAMA Aconteció en las afueras de Benarés bajo un árbol conocido como Bodhi cuando Gautama entró en meditación profunda y, tras resistir las tentaciones de Mara, logró finalmente la iluminación y se convirtió en un Buda, que significa «el que está despierto». Para bien de la civilización, no se quedó en ese estado de bienaventuranza sino que fue a Benarés al encuentro de sus antiguos compañeros de búsqueda espiritual y les dictó un primer sermón cuya enseñanza sigue siendo una de las piedras angulares del budismo: las Cuatro Verdades Nobles y el Camino Medio. Según las Cuatro Verdades nobles: 1. 2. 3. 4.
la vida es sufrimiento. la causa de este sufrimiento es el deseo o ansia desmesurados. el sufrimiento cesa cuando abandonamos y superamos el deseo que lo causa. la práctica del Camino Medio es la vía que conduce a esta liberación.
Al Camino Medio se le conoce también como el Sendero Óctuple y Gautama lo recomendaba porque su experiencia le había enseñado que los extremos, la indulgencia sensual por un lado y el ascetismo severo por otro, no conducen a la liberación.5 Según el Buda, los deseos y las ansias desmesurados son nuestra causa de sufrimiento. Esa es la verdadera libido, que nos mueve. Si verdaderamente seguimos estos pasos y dejamos que el inconsciente nos traiga, mediante la iluminación, soluciones geniales e ideas veradaderamente creativas, nuestra vida va a cambiar, y nos damos cuenta de que aquello que nos preocupaba no era más que una minucia, comparado con la capacidad divina ilimitada del inconsciente.
Capítulo 13
VERIFICACIÓN A veces recibimos intuiciones, ideas, vislumbres de cosas que queremos hacer y, debido al entusiasmo que nos produce recibirlas, nos ponemos en movimiento enseguida con la absoluta certeza de que esa es la verdad definitiva y que acabamos de hallar la solución a un asunto importante. El inconsciente funciona a base de acumulación: cuanto más le damos mejor es la solución, cuanta más paciencia tengamos más duradera será la solución. No podemos saltarnos ninguna de las partes del proceso creativo que hemos visto. Tampoco pretendamos acortar o acelerar alguno de los procesos. Por ejemplo, la preparación es importante: a veces una idea genial requiere semanas, meses o incluso años de preparación. Muchos estudian a Einstein pensado que la idea genial le vino como si nada, y pasan por alto los años de preparación en los que hubo teorías incubándose en su mente a la espera de una solución creativa, y probablemente le llegaron intuiciones que no contenían la solución completa o la más apropiada. Me ocurrió con mi segundo libro, del cual la idea me vino por la mañana mientras estaba en la ducha. Ese libro estaba bien pero la idea tuvo que ser refinada durante varios días e incluso tuve prisa por terminar el libro tal como estaba para no distorsionar la idea recibida. Muchos científicos reciben intuiciones y vislumbres sobre teorías y, una vez verificadas y comprobadas, se dan cuenta de que les faltan elementos o que las cosas no eran como se creía inicialmente, pero que iban por la senda correcta. Siempre hay que efectuar un proceso de validación de las intuiciones, con paciencia. A lo mejor al revisarlo vemos o sentimos que falta algo, y podemos iniciar de nuevo un proceso de preparación e incubación para recibir una nueva iluminación que complete aún más lo que acabamos de recibir. Lo que intento transmitir es que la revelación no tiene que ser de una sola vez, sino que el proceso puede repetirse incluso cada noche, en la que podemos pedir una nueva genialidad que incluya todo lo que hayamos acumulado durante el último día. Por ello sería conveniente adoptar lo antes posible cuantas veces haga falta este modelo de cuatro pasos: 1 . Preparación. Estudiar
o recabar información y experiencias de otros haciendo un esfuerzo consciente por buscar una solución. 2 . Incubación. Entregar al inconsciente todos los datos y experiencias hasta que llegue la
iluminación. Este proceso se puede hacer cada noche al ir a dormir, y esperar la iluminación cada día justo después de levantarnos. 3 . Iluminación. Proveniente del inconsciente en forma de idea, intuición, sueño, visión o una vocecita que nos susurra. 4 . Verificación. Probar y poner en práctica la idea recibida, y si no funciona del todo como queríamos, empezar de nuevo el proceso: tenemos toda la vida por delante. Cada vez empezamos de nuevo el proceso con mayor maestría pues se va adquiriendo sabiduría con la experiencia y con el nuevo conocimiento que vamos trayendo tanto del inconsciente como de nuestra mente consciente. Jung tardó años en definir el inconsciente colectivo, tuvo que revisar la teoría muchas veces. Primero trabajó los complejos, y luego se dió cuenta de que detrás había unos dominantes, unos motivos que son del reino del alma, a los que llamó arquetipos. Los arquetipos nos envían sueños, intuiciones e inspiraciones, los cuales influencian nuestra libido, la energía paranormal, las emociones que nos mueven. Es ese proceso diario de revisión y verificación, mediante el cual lo que hacemos es cada vez mejor, más íntegro. Al final limpiamos todos nuestros complejos y nuestro karma, y las creaciones que nos vienen son cada vez más completas y con más matices.
Capítulo 14
CULTIVAR VIRTUDES ¿Por qué será que con frecuencia preferimos la esclavitud de estar creando constantemente gigantes? ¡Ser libre no es fácil! Los seres humanos, desde tiempos remotos, continuamos creando con nuestra mente gigantes que nos esclavizan. Lo hacemos constantemente, cuanto más grande es alguien, con nuestra atención lo agigantamos más. Nuestros pensamientos y emociones le dan energía. Tenemos que dejar de pensar en las personas, al menos en sentido negativo. Sin darnos cuenta estamos ‘constelando’ a otros y ayudando a reforzar sus complejos. El ego humano, cuando está totalmente desconectado del alma, si se hace muy grande, tarde o temprano tendrá que caer. Es un proceso natural que se ha repetido y se repetirá a lo largo de la historia. Ahora bien, una de las funciones del inconsciente es compensar nuestra psique, velando para que el alma encuentre en la vida lo que necesite para crecer o para comprender lo que nos pasa y por qué sufrimos. Nada hay de malo en cultivar virtudes: todo lo contrario, es tan interesante conocer a alguien con verdadera maestría en algo, como los beneficios que ello reporta tanto a uno como a otros. Me ha pasado que a veces he tenido a personas únicas y excepcionales a mi disposición, y ni tan solo he hecho ademán de acercarme a hablar con ellas. En un restaurante macrobiótico de Barcelona al cual soy asiduo siempre que visito la ciudad, un amigo me dijo el nombre de alguien que almorzaba solo en una mesa al lado nuestro. Yo ni le presté atención porque nunca había oído ese nombre ni sabía quién era ni qué hacía. Al cabo de poco más de un año, en Miami, vi un monográfico de una hora en la principal cadena de televisión española sobre un director de orquesta que estaba preparando un concierto con piezas medievales y del Renacimiento como homenaje a la familia Borja —también conocida como Borgia— para conmemorar el quinto centenario del nacimiento de Francisco de Borja —nacido el 28 de octubre de 1501 en Gandía (Valencia)—, concierto que se iba a interpretar en la colegiata de Santa María de Gandía, iglesia de estilo gótico a la que poco le falta para ser catedral. Con instrumentos de época que por supuesto ya no existen y con músicos únicos capaces de tocarlos, provenientes de varios países, el director había formado una orquesta donde se hablaba italiano, francés, inglés, español y catalán. Del concierto habían hecho no solo un documental y un disco, sino también un libro sobre los Borgia, a uno de los miembros de cuya familia Maquiavelo dedicó su obra «El príncipe». El
documental mostraba no solo los preparativos del concierto durante diez meses: la mayor parte de los ensayos se efectuaron, a criterio del director, por motivos acústicos, en el castillo medieval de Cardona (Barcelona). En el documental aparecen múltiples complejidades como la dificultad de buscar los instrumentos, coordinar a los músicos, e investigar sobre las piezas musicales de la época de los Borja, en archivos tan remotos como los del Vaticano en Roma. Pues bien, el director y coordinador de ese proyecto era el tipo que tenía sentado al lado en el restaurante de Barcelona. El mal, para algunos filósofos de la antigua Grecia, era una condición humana causada por falta de conocimiento, de comprensión de nuestra naturaleza divina, la cual incluye un plan que con ayuda divina hemos elaborado y escrito nosotros mismos, una especie de misión que los ángeles se encargan de recordarnos, un destino del cual no somos conscientes y que sin embargo nosotros hemos elegido. Si ignoramos que todo se acumula en el inconsciente, sin darnos cuenta estamos ignorando el karma, y de paso la reencarnación. En definitiva, nosotros somos los responsables de nuestros excesos; el problema es que la falta de equilibrio nos hace presas de los demonios de nuestra mente. Cuando algo está mal, ya sea vicio o falta de control, hay que cortarlo de raíz. Bueno, eso está muy bien, pero ¿cómo hacemos para cortar rápido con algo? Pues bien, aquí tenemos tres vías: 1 . Si cometemos un error, no nos condenamos ni criticamos, y si es otro el que lo comete, tampoco. Saca de tu mente inmediatamente ese error, porque tu atención le da fuerza y se puede convertir fácilmente en un demonio, en una entidad con vida propia, un pensamiento al cual hemos dado vida. 2 . Después de cometer un error, intentemos compensarlo enseguida, actuando rápido y sin demora. Si comes en exceso, camina para quemarlo, haz ejercicio en cuanto puedas o sáltate la siguiente comida. Cuando critiques a alguien, pídele perdón enseguida. Si te pasas de la raya busca compensarlo deprisa. Si el ego humano te puede, haz que la humildad ponga en su sitio al ego. 3. Cuando tengamos tentaciones, llamemos al Arcángel Miguel y pidámosle ayuda.
Capítulo 15
EL ARCÁNGEL MIGUEL: TU MAYOR ALIADO En todas las facetas de nuestra vida tenemos que acostumbrarnos a invitar al Arcángel Miguel para que nos ayude y sobre todo nos proteja tanto de influencias negativas de personas a nuestro alrededor, como de energías, vibraciones, entidades, desencarnados y espíritus malévolos que circulan cerca de nosotros. El rol del Arcángel Miguel es hacer que se cumplan el plan y la voluntad de Dios, y para aguantar lo que venga nos da fe y fuerza. Para acometer nuestro destino nos da coraje, y nos puede ayudar a que no se nos infle el ego cuando recibimos karma bueno. De hecho los ángeles actúan muy rápidamente, podríamos decir que a la velocidad de la luz, y el Arcángel Miguel es precisamente uno de los ángeles más rápidos. Ese hábito de actuar rápidamente deberíamos incorporarlo hasta convertirlo en una virtud, para compensar los excesos y la falta de equilibrio que nuestro ego humano y nuestra mente carnal nos obliguen a cometer. Haz las siguientes afirmaciones cada vez que cometas un error o te falte equilibrio: Arcángel Miguel, ayúdame a compensar este error. Arcángel Miguel, libérame de todo exceso. Arcángel Miguel, ayúdame a resistir la tentación. Arcángel Miguel, ayúdame a levantarme de mi tropiezo. Arcángel Miguel, ayúdame a actuar deprisa. Arcángel Miguel, ayúdame a no demorar las cosas. Arcángel Miguel, ata mi ego humano. Arcángel Miguel, ata mi mente carnal. Arcángel Miguel, ayúdame a vencer mis complejos. Arcángel Miguel, ayúdame a aumentar mi autoestima.
Por tanto, si las buenas ideas y la creatividad vienen del mundo inconsciente y las traen los ángeles, ¿cuál sería el momento idóneo para pedirles que nos traigan esas ideas geniales? Justo antes de ir a dormir, y lo podemos hacer mediante una oración corta al Arcángel Miguel, como la que aparece a continuación: Arcángel Miguel, acompaña a mi alma a los planos etéricos mientras duermo y ayúdame a evitar los planos astrales. Haz que reciba instrucción y enseñanza acerca de las cosas nuevas que tengo que traer al mundo. Acompáñame de nuevo a mi cuerpo físico y ayúdame a llevar al nivel consciente eso que he aprendido. Por ello te doy las gracias. A veces el ego henchido no duda en usar el método que más le conviene para conseguir poder. De hecho, todo aquello que confiera poder, como el dinero o la fama, tiene a veces el efecto de inflar al ego. La frase «el fin justifica los medios» es perfecta para describir a aquellos que desean a cualquier precio acceder o mantenerse en el poder. La historia está repleta de individuos, como presidentes, que tras acceder a puestos de poder, lo usan para beneficio propio. Por ejemplo, muchos jefes de Estado o, mejor dicho, dictadores, acaban enriqueciéndose muchísimo mientras que las arcas de su gobierno suelen estar cada vez más empobrecidas. El origen de la famosa máxima se atribuye a Nicolás Maquiavelo (1469-1527), el conocido filósofo y político renacentista autor de «El príncipe». Es verdad que el poder corrompe, y que el dinero es una tentación. Creo que en mayor o menor medida eso nos puede afectar a todos, así que sería muy conveniente primero no juzgar a nadie, y segundo, ante la tentación del poder y del dinero, mantenerse humilde y disciplinado, y pedir protección al Arcángel Miguel y guía al Arcángel Gabriel. Arcángel Gabriel, ayúdame a tomar las decisiones correctas. Arcángel Gabriel, ayúdame a no dejarme manipular. Arcángel Gabriel, ayúdame a evitar la corrupción. Arcángel Gabriel, ayúdame a dominar mi ego humano. Arcángel Gabriel, ayúdame a hacer buen uso del poder. Arcángel Gabriel, protégeme de egos abusadores.
Capítulo 16
LA LLAMA VIOLETA Y EL KARMA El concepto de que todo se acumula en el inconsciente es lo que los hindúes llaman karma. Según enseñaba el jainismo—antes incluso de la época del Buda— había dos tipos de partículas: unas más gruesas que componen la materia, y otras muchísimo más finas que buscan al alma y se quedan pegadas a ella, las partículas kármicas. Retroceder a la antigüedad de la India entraña dificultades sobre todo para precisar fechas con exactitud. Según el especialista Daniélou, que vivió durante más de veinte años en ese país, cuando el jainismo dio forma al concepto de partículas kármicas, dos de sus profetas fueron Parshvadeva (nacido en 817 a.C.) y Mahavira (559-487 a.C.), el cual fue contemporáneo del Buda Gautama (562483 a.C.). Ambos afirman que el karma es una materia sucia y viscosa, extremadamente fina, que se pega al alma. Esas partículas tan pequeñas son imperceptibles a los sentidos y, a través de nuestras palabras, acciones y pensamientos, trazan su camino hacia nuestra alma para adherirse a ella. Esta doctrina fue tan diseminada por los monjes jainistas que influenció al budismo y llegó incluso a Grecia; y es muy parecido al concepto actual de que todo se va acumulando en el inconsciente. En realidad, el karma es inconsciente. Las pasiones son lo que da intensidad y dirección a esa suciedad viscosa y pegajosa. Cuanto más fuertes sean, más duradero va a ser el karma. La salvación consistía por un lado en dejar de crear más polvo kármico, y por otro en borrar, eliminar y liberarse de la materia viscosa y sucia que ya se había pegado al alma. Toda esa acumulación alrededor del alma la hacía pesada y le creaba un velo que le impedía ver la realidad. ¿Verdad que cuando te equivocas intentas borrar o compensar lo ocurrido? ¿No te gustaría quitarte de encima esos sentimientos de crítica o inferioridad, todo ese lastre del pasado que te ha aprisionado durante tanto tiempo impidiéndote llevar a cabo tu misión en la vida, lo que has venido a realizar? En tal caso, creo que lo que voy a presentarte te puede interesar pues tiene la propiedad de borrar y eliminar de nuestro inconsciente registros negativos, incluyendo recuerdos dolorosos, complejos y traumas que nos atan a otras personas. Se trata de la llama violeta, una llama espiritual a la que se conoce como la llama del perdón y de
los milagros; por eso para ser libre a veces nos hace falta un milagro: ser capaces de soltar. El perdón es un verdadero milagro que cuando se produce es como si soltáramos uno de esos sacos pesados que mantienen a nuestra alma en la tierra sin poder volar. Sacos pesados tenemos muchos, pero, ¿de dónde salen? Esa sustancia kármica es una acumulación de capas y capas de miles, millones de pensamientos y acciones negativas. Necesitamos limpiar nuestro inconsciente personal, que está lleno de traumas, complejos y falsas creencias, para dejar que entre lo constructivo, la creatividad y el amor. Las acumulaciones en el alma no solo provienen de esta vida, sino que tenemos mucho acumulado de nuestras vidas pasadas. Eso explica muchas de las cosas que nos pasan. El alma está buscando su identidad, pero ese polvo kármico alquitranoso crea un velo que la mantiene vagando por el mundo. 1 Para atraer la llama violeta recitamos en voz alta mantras y oraciones * que la invocan, de modo que los ángeles nos la traen a nuestro alrededor y saturan nuestro cuerpo físico y toda nuestra aura de un tono violeta. Literalmente nos llenamos de una llama similar a un fogón encendido, que tiene la propiedad de borrar poco a poco lo negativo que se ha acumulado en nuestro inconsciente. la llama violeta disolviendo mis acumulaciones de emociones negativas.
YO SOY
la llama violeta borrando todos mis errores.
YO SOY
la llama violeta transmutando todo mi karma.
YO SOY
la llama violeta eliminando todos mis complejos.
YO SOY
la llama violeta disolviendo mi complejo de inferioridad.
YO SOY
la llama violeta disolviendo todos mis miedos.
YO SOY
la llama violeta transmutando mi egoísmo.
YO SOY
la llama violeta perdonando todos mis juicios.
YO SOY
la llama violeta disolviendo mis adicciones.
YO SOY
la llama violeta liberándome de egos abusadores.
YO SOY
la llama violeta limpiando mi subconsciente.
YO SOY
Para que la llama violeta surta efecto, místicos expertos en su uso como Mark y Elizabeth Clare Prophet recomiendan que se utilice al menos durante veinte minutos, cada día. Por tanto no hay que tener reparos en repetir las afirmaciones tantas veces como haga falta, a diario. Si el objetivo es disolver un complejo de inferioridad, posiblemente haya miles de emociones acumuladas en torno a ese complejo, y para eliminarlas, la llama violeta tendrá que emplear varios días, a veces incluso semanas. Más el resultado no se hará tardar.
CONCLUSIÓN Es innegable que todos tenemos sueños, intuiciones y en una medida u otra hemos oído alguna vez la voz de nuestra conciencia —nuestro ángel de la guarda, daemon o genio— avisándonos de que hagamos tal cosa o que dejemos de hacer tal otra. Parece como si hubiera una fuerza superior a nosotros que se encarga de que cumplamos con nuestro destino y que día a día nos entrega una serie de imágenes e intuiciones, visiones y sueños para irnos guiando, de manera que cuando nos desviamos de ese plan entonces nos ocurren accidentes y tenemos enfermedades. Yo de ese destino no me acuerdo, pero sí sé que en cuanto hago caso a mi voz de la conciencia todo cobra sentido y me siento en paz conmigo mismo. Sin embargo, puedo estar años sin hacer caso a esa voz interior, a los anhelos más profundos de mi alma, ignorándola y viviendo con el más absoluto dolor o con la mayor indiferencia. Lo cierto es que nuestra alma está presente a diario. Es a través de la libido, de nuestros deseos, que nos mueve. Quiere que venzamos complejos, que dejemos de acumular miedos y que nos convirtamos en el héroe que todos estamos destinados a ser. El alma nunca cesará hasta cumplir su misión. Cada día es una nueva oportunidad de escuchar esa voz, de entusiasmarse al hacer aquello que solo nosotros estamos destinados a hacer, donde la pasión hace que el tiempo se detenga y, cada noche, gracias a mi pasión del día, puedo acceder al inconsciente donde el tiempo no existe y yo puedo elegir, como un héroe en un supermercado divino donde existe todo el pasado y el futuro y ambos están a mi disposición si me mantengo humilde, de manera que puedo traer algo bueno para compartir con mis hermanos y hacerles la vida más fácil y llevadera. La historia la escribimos personas que como tú y como yo hemos tenido la osadía de ir al cielo, bien arriba, a ese reino inconsciente vedado al ego, y hemos traido maravillas, sabiendo que no somos nosotros quienes lo hemos realizado, sino nuestro Dios.
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NOTAS I NTRODUCCIÓN
* Entidades: Energías astrales con conciencia propia que se adhieren a las personas y le hacen actuar en contra de su voluntad. 1. Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet. Parapsicología. Porcia Ediciones, Miami, 2012, pág. 24. 2. José Luis Belmonte. Afirmaciones liberadoras a la llama violeta. Flor de lis Ediciones, Miami, 2011, págs. 17-18. Encontrarás más libros sobre llama violeta en porciaediciones.com CAPÍTULO 1 1. Nassim Nicholas Taleb. The Black Swan (El cisne negro). Penguin Books, Nueva York, 2007. 2. José Luis Belmonte. Libre de ansiedad . Flor de lis Ediciones, M iami, 2012, p ág. 59. 3. Algis Uzdavinys. Orpheus and the Roots of Platonism (Orfeo y las raíces del platonismo). The Matheson Trust, Londres, 2011, pág. 21. 4. http://dinersjournal.blogs.nytimes.com/2011/06/14/chefs-assess-el-bullis-legacy/?ref= dining. 5. Amit Goswami. The Visionary Window. A Quantum Physicist´s Guide to Enlightenment (Ventana del visionario. Manual de física cuántica para la iluminación espiritual). Quest Books, Wheaton, 2000, pág. 165. CAPÍTULO 2 1. Annice Booth. Secretos de prosperidad. Abundancia para el siglo XXI . Porcia Ediciones, M iami, 7ª edición, 2013, p ágs. 272-273. 2. Richard Noll. The Jung Cult. Origins of a Charismatic Movement (La secta de Jung. Orígenes de un movimiento carismático). Princeton University Press, Princeton, 1997, págs. 212-15. 3. Richard Noll. The Aryan Christ. The Secret Life of Carl Jung (El Cristo ariano. La vida secreta de Carl Jung). Random House, Nueva York, 1997, pág. 48. La edición en español es de 2003 y se titula Jung: el Cristo Ario. A fecha de la publicación de este libro se pueden encontrar ejemplares de segunda mano en amazon.com. CAPÍTULO 3 1. Carl G. Jung. The Archetypes of the Collective Unconscious (Arquetipos del inconsciente colectivo). Princeton University Press, Princeton, vol. 9, primera parte, 10ª edición, 1990, p ágs. 16-19. 2. Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet. Parapsicología, pág. 23. 3. Ibíd., pág. 19. CAPÍTULO 4 1. Polly Young-Eisendrath and Terence Dawson. The Cambridge Companion to Jung (El compañero de Jung en Cambridge). Cambridge University Press, Cambrige, 1997, pág. 102. CAPÍTULO 5 1. Polly Young-Eisendrath y Terence Dawson. The Cambridge Companion to Jung, p ág. 320. 2. Willis Harman. Global Mind Change (Transformación del pensamiento global). Berret-Koehler Publishers, San Francisco, 2ª edición, 1998, pág. 68. 3. Bruce H. Lipton. La biología de la creencia. Gaia Ediciones, Buenos Aires, 2012, pág. 185. 4. Carl G. Jung. Memories, Dreams and Reflections (Recuerdos, sueños y pensamientos). Vintage books. Nueva York, 1989, págs. 156-157. * M enhir: Monumento magalítico p rehistórico. 5. Alain Daniélou. Shiva and Dionysus (Shiva y Dionisos). East-West Publications, Southampton, 1982, p ág. 58. 6. Ibíd., pág. 56. CAPÍTULO 6 1. Franz Cumont. After life in Roman Paganism (El más allá en el paganismo de Roma). Yale University Press, New Haven, 2ª edición, 1923, págs. 92, 104. 2. Enoc. El libro de Enoc. Flor de lis Ediciones, Miami, 2012, pág. 93-97. 3. Algis Uzdavinys. Ascent to Heaven in Islamic and Jewish Mysticism (El ascenso a los cielos en el misticismo islámico y judío). The M atheson Trust, Londres, 2001, pág. 145. 4. Enoc. El libro de los secretos de Enoc. Flor de lis Ediciones, Miami, 2012. 5. Franz Cumont. After life in Roman Paganism, pág. 93. 6. Ronald Haymand. A Life of Jung (Vida de Jung). W.W. Norton, Nueva York, 1991, p ágs. 143-144. 7. Annice Booth. Secretos de prosperidad. Abundancia para el siglo XXI , págs. 272-273. 8. Joseph Campbell. A Hero with a Thousand Faces (El héroe de las mil caras) . M JF Books, Nueva York, 1949, pág. 46. 9. José Luis Belmonte. Karma con el dinero. Flor de lis Ediciones, Miami, 2009. 10. Gregory Nagy. The Ancient Greek Hero in 24 hours (El antiguo héroe griego en veinticuatro horas). Harvard College, Boston, 2013. 11. Carl G. Jung. Two Essays on Analytical Psychology. The Collected Works of C.G. Jung Volume 7 (Dos ensayos sobre p sicología analítica. Obras completas de C.G. Jung, vol. 7) , Bollingen Series, Nueva York, 2ª edición, 1966, pág. 287. 12. Richard Noll. The Jung Cult. Origins of a Charismatic Movement , pág. 112.
13. Ronald Haymand. A Life of Jung , 1991, p ág. 226. 14. Richard Noll. The Aryan Christ. The Secret Life of Carl Jung , pág. 103, 105, 117. 15. Carl G. Jung. Psychology of the unconscious (Psicología del inconsciente). Dover Publications, M ineola, 2002, p ág. 191. CAPÍTULO 7 1. http://online.wsj.com/news/articles/SB1000142405270230 3661404579175712015473766?mod=WSJ_hps_sections_tech. 2. Alain Daniélou. Shiva and Dionysus, págs. 104-105. CAPÍTULO 8 1. Michio Kaku. Hyperspace. A Scientific Odyssey Through Parallel Universes, Time Warps and the 10th Dimension (Hiperespacio: una odisea científica a través de universos p aralelos, distorsiones del tiempo y la décima dimensión). Anchor Books, Nueva York, 1995, p ág. 113. 2. Algis Uzdavinys. Orpheus and the Roots of Platonism, pág. 49. 3. Michael J.B. Allen. The Platonism of Marsilio Ficino (El platonismo de M arsilio Ficino). University of California Press, Berkeley, 1984, p ág. 16. 4. José Luis Belmonte. Libre de ansiedad , 2012, págs. 74. 5. Elizabeth Clare Prophet y Patricia R. Spadaro. Conexiones con otras vidas. Porcia Ediciones, Miami, 2013, pág. 60. 6. James Hillman. The Soul’s Code. In Search of Character and Calling (El código del alma. En busca de personalidad y vocación). Random House,Nueva York, 1996, pág. 8. 7. Stephen A. Diamond. Anger, Madness and the Daimonic (Rabia, locura y lo daemónico). New York State University, Albany, 1996, p ág. 256. CAPÍTULO 9 1. Carl G. Jung. Two Essays on Analytical Psychology. The Collected Works of C.G. Jung Volume 7 , págs. 279, 284-285. 2. Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet. Atrae abundancia. Técnicas espirituales para aumentar tu prosperidad . Porcia Ediciones, M iami, 3ª reimpresión, 2013, págs. 32-33. 3. Joseph M urphy. The Power of your Subconscious Mind (El poder de tu mente subconsciente). Bantam Books, Nueva York, 2001, p ágs. 38-399. 4. Patricia Kirmond. Mensajes desde el retiro de Saint Germain. Porcia Ediciones, Miami, 4ª edición, 2013, pág. 35. 5. Elizabeth Clare Prophet. El Ángel de la escucha. Porcia Ediciones, Miami, 3ª reimpresión, 2013, pág. 43. 6. Willis Harman y Howard Rheingold. Higher Creativity. Liberating the Unconscious for Breakthrough Insights (Mayor creatividad. Liberar el inconsciente para t ener ideas reveladoras). Jeremy P. Tarcher Inc., Los Angeles, 1984, pág. 20. CAPÍTULO 11 1. E.R. Doods. The Greeks and the Irrational (Los griegos y lo irracional). Beacon Press, Bost on, 1957, p ágs. 110-111. 2. J.H. Brennan. Whisperers. The Secret History of the Spirit World (Susurradores. Historia secreta del mundo del Espíritu). Overlook D uckworth, Nueva York, 2013, pág. 77. CAPÍTULO 12 1. Amit Goswami. The Visionary Window. A Quantum Physicist´s Guide to Enlightenment , pág. 169. 2. Willis Harman y Howard Rheingol. Higher Creativity. Liberating the Unconscious for Breakthrough Insights, pág. 32. 3. Stephen A. Diamond. Anger, Madness and the Daimonic, pág. 144. 4. Rollo M ay. The Courage to Create (El valor de crear). W.W. Norton, Nueva York, 1994, p ágs. 103-106. 5. Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet. La respuesta que buscas está dentro de ti. Porcia Ediciones, Miami, 5ª reimpresión, 2012, págs. 95-96. CAPÍTULO 16 1. Thomas McEviley. The Shape on Ancient Thought (La forma en el pensamiento de la Antigüedad). Allworth Press, Nueva York, 2002, p ágs. 198-199. * Para obtener más información sobre la llama violeta y oraciones que la atraen, véase Elizabeth Clare Prophet. Disuelve tus problemas, Porcia Ediciones, Miami, 3ª edición, 2011: «La llama violeta transmuta todo aspecto negativo alojado en cualquier parte de tu ser espiritual o físico. Ello abarca desde partículas de odio hacia ti mismo hasta virus. Cuando la llama violeta se p one en funcionamiento, p asa a través de los esp acios obstruidos que hay entre los electrones y el núcleo. Expulsa de tu cuerpo esas p artículas de sust ancia densa y las disuelve.»