EL REALISMO METÓDICO Etienne Gilson
ÍNDICE E L R EALISMO M ETÓDICO Etienne Gilson ____ ________ ________ ______1 __1 I. EL REALISMO METÓDICO_______ METÓDICO________________ ___________________ ____________________ _______________2 _____2 II. REALISMO REALISMO Y MÉTODO___ MÉTODO_________ _____________ _____________ _____________ _____________ _____________ _________9 __9 El realismo mediato y el principio de causalidad_________________________9 La reducción al inmediatismo__________ inmediatismo_____________________ ______________________ ___________________15 ________15 El realismo inmediato______________________________________________18 El método tomista_________________________________________________21
III. LA ESPECIFICID ESPECIFICIDAD AD DEL ORDEN FILOSÓFICO______ FILOSÓFICO____________ ___________ ________2 ___2 I!.. EL I! EL MÉTODO MÉTODO REALISTA___ REALISTA__________ ______________ _______________ _______________ ______________ __________" ___" !. !ADEMÉC#M DEL REALISTA PRINCIPIANTE_______________________1
Etienne Gilson
El Realismo Metódico
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I. EL REALISMO METÓDICO La imp import ortanc ancia ia pre prepon ponder derant antee del pro proble blema ma del con conoc ocimi imient entoo en las fil filoso osofía fíass modernas es bastante evidente. Lo qe acaso no se perciba con tanta claridad es qe dic!o dic !o pro proble blema ma afe afecta cta en cie cierta rta me medid didaa a la fil filoso osofía fía neo neoesc escol" ol"sti stica ca mis misma. ma. #in embar$o% el !ec!o es cierto. Los adversarios de la tradición escol"stica% cando se di$nan prestarle atención% le reproc!an o bien qe no es na filosofía pra% a casa de las contaminaciones teoló$icas de qe adolece% o bien qe es n do$matismo & n realismo in$enos qe% sin !aber lle$ado a vislmbrar siqiera lo qe podía ser el idealismo crítico% se !an detenido en el mbral de la verdadera filosofía. El resltado de esta oposición !a sido provocar a los sostenedores de la philosophia perennis a criticar la crítica misma & a demostrar qe en el fondo sólo esta filosofía es capa' de dar a los problemas sscitados sscitados por el idealismo idealismo las solciones solciones qe reqieren. ()* () * ti tien enen en de co com+ m+nn la lass do doct ctri rina nass q qee se de dedi dica cann a re ref fta tarr lo loss fi filó lóso sofo foss neoescol"sticos, La idea de qe la refle-ión filosófica debe ir necesariamente del pensamiento a las cosas. El idealismo crítico nació el día en qe Descartes decidió qe el m*todo matem"tico sería en adelante el m*todo metafísico% porqe el matem"tico procede siempre del pensamiento al ser. Invirtiendo el m*todo aristot*lico & de la tradi tra dici ción ón me medie dieva val. l. De Desc scar arte tess de deci cide de q qe% e% en ad adel elan ante te%% a nosse ad esse valet consequentia, a lo cal aade qe *ste es inclso el +nico tipo de conclsión v"lida% de serte qe% en s filosofía% todo lo qe pede atribirse clara & distintamente a la cosa es verdadero con relación a la cosa/ cum quid dicimus in alicuius rei natura, sive conceptu, contineri, idem est ac si diceremus id de ea re verum esse, sive de ipsa posse affirmari.
0qí fe% en efecto% donde se prod1o por primera ve' en filosofía la revolción copernicana. )e% an siendo idealista en el m*todo% Descartes fe realista en s intención% pr*banlo las Meditaciones metafísicas. 0adamos a esto qe pre$ntarse en q* condiciones es posible na matem"tica niversal a priori era de1ar la perta abierta a la me metaf tafísi ísica ca co como mo cie cienc ncia. ia. 2or el con contra trario rio%% c cand andoo 3an 3ant% t% lle llevan vando do el m* m*tod todoo cart ca rtes esia iano no a ot otro ro te terre rreno no%% se pr pre$ e$n ntó tó en q q** co cond ndic icio ione ness es po posi sibl blee la fís físic icaa ne4toniana% cerraba la perta a la metafísica como ciencia% porqe toda física spone na intición sensible qe falta evidentemente a las ideas metafísicas de la ra'ón. En efecto% todo idealismo tiene s ori$en en Descartes o en 3ant% o en ambos a la ve'% & calesqiera qe sean ss notas individantes% na doctrina es idealista en la medida en qe% ora con relación a nosotros% ora en sí% convierte el conocer en condición del ser. 2or eso constit&e na preocpación absoltamente natral para los neoescol"sticos restarar la le$itimidad de s pnto de vista tradicional. No peden menos de sentir la necesidad de esta restaración% porqe la impresión de enve1ecimiento s+bito qe el lector e-perimenta al pasar de n sistema moderno calqiera a n sistema escol"stico calqiera% se debe precisamente a qe tres si$los de especlación filosófica nos !an !ec!o perder el !"bito & olvidar inclso la posibilidad de pensar desde el pnto de vista del ob1eto. #in embar$o% el esfer'o necesario para remontarse !asta Descartes & Cogito, o, ergo sum, da por emprende empr enderr n nev nevoo cami camino no es considerable considerable.. # principio% principio% Cogit resltado en *l este otro/ Cogito, ergo res sunt. Nosotros% advertidos por la especlación especlación de Malebranc!e & de 5er6ele&% notamos% me1or qe Descartes% la dificltad de salir del s1eto co$noscente para lle$ar a la cosa conocida7 por eso% desde el primer momento% el filósofo qe intenta 1stificar el pnto de vista tradicional% e-perimenta la necesidad de demostrar qe el pensamiento no *sta encerrado en sí mismo% sino qe toca o inclso implica el ob1eto. Esto es lo qe ciertos neoescol"sticos neoescol"sticos llaman reftar el idealismo% & en la medida en qe lo consi$en% o creen conse$irlo% se consideran a sí mismos como realistas. De aqí a interesarse en todas las manifestaciones del neorrealismo en el
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I. EL REALISMO METÓDICO La imp import ortanc ancia ia pre prepon ponder derant antee del pro proble blema ma del con conoc ocimi imient entoo en las fil filoso osofía fíass modernas es bastante evidente. Lo qe acaso no se perciba con tanta claridad es qe dic!o dic !o pro proble blema ma afe afecta cta en cie cierta rta me medid didaa a la fil filoso osofía fía neo neoesc escol" ol"sti stica ca mis misma. ma. #in embar$o% el !ec!o es cierto. Los adversarios de la tradición escol"stica% cando se di$nan prestarle atención% le reproc!an o bien qe no es na filosofía pra% a casa de las contaminaciones teoló$icas de qe adolece% o bien qe es n do$matismo & n realismo in$enos qe% sin !aber lle$ado a vislmbrar siqiera lo qe podía ser el idealismo crítico% se !an detenido en el mbral de la verdadera filosofía. El resltado de esta oposición !a sido provocar a los sostenedores de la philosophia perennis a criticar la crítica misma & a demostrar qe en el fondo sólo esta filosofía es capa' de dar a los problemas sscitados sscitados por el idealismo idealismo las solciones solciones qe reqieren. ()* () * ti tien enen en de co com+ m+nn la lass do doct ctri rina nass q qee se de dedi dica cann a re ref fta tarr lo loss fi filó lóso sofo foss neoescol"sticos, La idea de qe la refle-ión filosófica debe ir necesariamente del pensamiento a las cosas. El idealismo crítico nació el día en qe Descartes decidió qe el m*todo matem"tico sería en adelante el m*todo metafísico% porqe el matem"tico procede siempre del pensamiento al ser. Invirtiendo el m*todo aristot*lico & de la tradi tra dici ción ón me medie dieva val. l. De Desc scar arte tess de deci cide de q qe% e% en ad adel elan ante te%% a nosse ad esse valet consequentia, a lo cal aade qe *ste es inclso el +nico tipo de conclsión v"lida% de serte qe% en s filosofía% todo lo qe pede atribirse clara & distintamente a la cosa es verdadero con relación a la cosa/ cum quid dicimus in alicuius rei natura, sive conceptu, contineri, idem est ac si diceremus id de ea re verum esse, sive de ipsa posse affirmari.
0qí fe% en efecto% donde se prod1o por primera ve' en filosofía la revolción copernicana. )e% an siendo idealista en el m*todo% Descartes fe realista en s intención% pr*banlo las Meditaciones metafísicas. 0adamos a esto qe pre$ntarse en q* condiciones es posible na matem"tica niversal a priori era de1ar la perta abierta a la me metaf tafísi ísica ca co como mo cie cienc ncia. ia. 2or el con contra trario rio%% c cand andoo 3an 3ant% t% lle llevan vando do el m* m*tod todoo cart ca rtes esia iano no a ot otro ro te terre rreno no%% se pr pre$ e$n ntó tó en q q** co cond ndic icio ione ness es po posi sibl blee la fís físic icaa ne4toniana% cerraba la perta a la metafísica como ciencia% porqe toda física spone na intición sensible qe falta evidentemente a las ideas metafísicas de la ra'ón. En efecto% todo idealismo tiene s ori$en en Descartes o en 3ant% o en ambos a la ve'% & calesqiera qe sean ss notas individantes% na doctrina es idealista en la medida en qe% ora con relación a nosotros% ora en sí% convierte el conocer en condición del ser. 2or eso constit&e na preocpación absoltamente natral para los neoescol"sticos restarar la le$itimidad de s pnto de vista tradicional. No peden menos de sentir la necesidad de esta restaración% porqe la impresión de enve1ecimiento s+bito qe el lector e-perimenta al pasar de n sistema moderno calqiera a n sistema escol"stico calqiera% se debe precisamente a qe tres si$los de especlación filosófica nos !an !ec!o perder el !"bito & olvidar inclso la posibilidad de pensar desde el pnto de vista del ob1eto. #in embar$o% el esfer'o necesario para remontarse !asta Descartes & Cogito, o, ergo sum, da por emprende empr enderr n nev nevoo cami camino no es considerable considerable.. # principio% principio% Cogit resltado en *l este otro/ Cogito, ergo res sunt. Nosotros% advertidos por la especlación especlación de Malebranc!e & de 5er6ele&% notamos% me1or qe Descartes% la dificltad de salir del s1eto co$noscente para lle$ar a la cosa conocida7 por eso% desde el primer momento% el filósofo qe intenta 1stificar el pnto de vista tradicional% e-perimenta la necesidad de demostrar qe el pensamiento no *sta encerrado en sí mismo% sino qe toca o inclso implica el ob1eto. Esto es lo qe ciertos neoescol"sticos neoescol"sticos llaman reftar el idealismo% & en la medida en qe lo consi$en% o creen conse$irlo% se consideran a sí mismos como realistas. De aqí a interesarse en todas las manifestaciones del neorrealismo en el
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pensamiento contempor"neo% la transición es natral/ el neorrealismo% en la medida en qe es n arma efica' contra el idealismo% es aliado de la neoescol"stica. 2or eso actalmente se da por descontado qe toda filosofía escol"stica es realista & qe toda filosofía neoescol"stica es neorrealista7 lo son como por definición7 pero (en q* sentido lo son, En realidad% el problema tiene ss dificltades% &% a 1'$ar por la diversidad de las solciones propestas% bastante $randes. 9ormlada en los t*rminos m"s sencillos% la cestión se redce a lo qe se !a llamado :el problema del pente;. 0!ora bien/ como !a demostrado demostrado L. No>?% el problema así concebido reslta todo *l de na ima$inación espacial7 se pone de n lado el ob1eto% del otro el conocimiento% & se pre$nta cómo pede el ob1eto estar donde est" &% al mi mism smoo ti tiem empo po%% es esta tarr f fer eraa de do dond ndee es est" t"%% o se sea% a% co como mo s sel elee de deci cirs rse% e% en la conciencia7 o cómo pede la conciencia% sin de1ar de ser ella misma% salir de sí para trasladarse al ob1eto. 0dem"s% como L. No?. Dic!o en otras palabras/ el qe comien'a como idealista% acabar" necesariamente como idealista7 al idealismo no se le ponen límites. Lo prdente !biera sido desconfiar de *l% pes así nos lo advertía la Aistoria. Cogito, ergo res sunt, es el cartesianismo% es decir% la antítesis e-acta de lo qe se considera como el realismo escol"stico% & la casa de s rina. Nadie se !a esfor'ado m"s qe Descartes en tender n pente desde el pensamiento !asta las cosas cosas apo&"ndose apo&"ndose en el principio de casalidad7 *l fe% inclso% el primero qe intentó !acerlo% porqe porqe se !abía obli$ado a ello al sitar el pnto de partida partida del conocimiento en la intición del pensamiento7 por consi$iente% pede afirmarse con absolto ri$or qe todo escol"stico qe se cree realista porqe acepta dic!a posición del problema es en realidad cartesiano. cartesiano. Con mc!a m"s ra'ón lo es% si acep acepta ta como prime primerr mom momento ento de s dedcción dedcción la percepción inmediata del ser% dada por el s1eto pensante% & sabido es qe tambi*n esta posición !a sido adoptada. 0l estdiar Le problème critique fondamental % G. 2icard asme constantemente na actitd m& pró-ima a la de Descartes/ :Lo qe me permite afirmar BdiceB BdiceB qe capto en mí de na na manera manera absolta absolta la natrale'a absolta del ser es *l !ec!o de captarme a mí mismo como ente/ #o&. En este sencillo :so&;% ten$o el dato absolto del ser/ el car"cter absolto del ser% lo qe el ser es; =p"$. ?. 2ede decirse mc!o en favor del Cogito% qe% anterior a Descartes% se remonta a #an 0$stín% & es desde entonces no de los pilares necesarios% o% por lo menos% posibles de la metafísica. La cestión es +nicamente saber si es posible lle$ar al realismo partiendo de allí. 9"cil sería demostrar% creemos nosotros% qe% ló$icamente o no% #an 0$stín 1am"s pidió al pensamiento qe $aranti'ara la e-istencia de la materia% & si qeremos saber qi*n fe el primero qe se lo pidió% tendremos qe acdir na ve' m"s a Descartes. 0!ora bien/ es m& cierto qe el Cogito me permite lle$ar al ser% e inclso% en cierto sentido% a n ser absolto% porqe el qe &o piense no es la casa de qe &o sea% sino qe pienso porqe so&7 sin embar$o% si$e intacto el problema de saber si% no siendo ser el ser qe &o capto m"s qe por & en mi pensamiento% podr* lle$ar por este camino a captar n ser qe no sea el del pensamiento.
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0sí lo cre&ó Descartes7 pero% a falta de na crítica directa de la demostración qe intentó !acer de ello% a!í est" la Aistoria para convencernos de qe s tentativa acabó en fracaso. #e pede comen'ar con Descartes% pero no se pede terminar sino con 5er6ele& o con 3ant. Las esencias metafísicas tienen na necesidad interna% & el pro$reso de la filosofía filoso fía cons consiste iste precisamen precisamente te en adq adqirir irir na conc concienc iencia ia cad cadaa ve' m"s clara de los contenidos de estas esencias. al fe el resltado de los esfer'os de Descartes & de los cartesianos. La distinción real entre el alma & el cerpo% afirmada por la Meditacin se!ta, de1ó planteado el insolble problema de la :comnicación de las sstancias;% & otra ve' nos meteremos en este calle1ón sin salida% si volvemos a s entrada. 2or consi$iente% para volver al realismo no basta con pararse en aqel qe dio el primer paso por el camino del idealismo% porqe sería preciso desandar desandar a continación% con ss se$idores% el camino entero. El e-perimento cartesiano fe na empresa metafísica admirable & marcada con el sello del $enio m"s pro7 le debemos mc!o% anqe no fera m"s qe por !aber probado qe todo e-perimento de esta índole est" condenado de antemano al fracaso7 pero es el colmo de la in$enidad comen'arlo de nevo con la esperan'a de obtener resltados contrarios a los qe !a dado siempre% porqe es de s esencia darlos. #i el neoescol"stico renncia al fala' m*todo del pente% (en q* vendr" a parar s realismo, Con s penetración de costmbre & la continidad de pensamiento de n verdadero filósofo% L. No
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Lo menos qe pede decirse% si se admite la e-actitd de esta observación% es qe n escol"stico realista no pdo ser realista m"s qe sin saberlo% lo cal acaso no sea imposible% pero ciertamente plantea el problema en t*rminos qe reqieren n esfer'o splementario de atención% porqe entonces se trata de desi$nar con na palabra na doctrina en todo diferente de la qe tal palabra desi$naba antes. Realismo qería decir% en s sentido primitivo% doctrina qe se opone al idealismo% en canto qe pretende qe el paso del s1eto al ob1eto es posible7 aplicado a la metafísica medieval% este epíteto qiere decir/ doctrina en qe se admite como evidente la e-istencia real del ob1eto% porqe se nie$a qe !a&a en esto% o porqe todavía no se tiene conciencia de qe !a&a en esto% n problema qe resolver. 2arece% pes% qe el realismo neoescol"stico se !alla en na sitación m& ambi$a% pesto qe le es preciso encontrar en na doctrina la solción de n problema c&a e-istencia no lle$ó siqiera a sospec!ar tal doctrina. eniendo esto en centa se comprenden% a la ve'% la ló$ico absolta de la posición de L. NoF?. No% no es posible% &% si la serte del realismo depende de esta cestión% s serte est" decidida7 1am"s se obtendr"% partiendo de n Co$ito% la 1stificación del realismo de #anto om"s de 0qino.
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(2ede sorprendernos qe estos senderos tortosos nos lleven a seme1antes dificltades, No% si% como creemos% el problema de encontrar n realismo crítico es en sí contradictorio como la noción del círclo cadrado. La escol"stica creía% nadie lo dda% en la e-istencia de n ob1eto distinto del s1eto7 pero% siempre qe !ace esta afirmación% la sienta como n postlado% no como na conclsión. Kino le$o el idealismo% qe% reselto a definir la realidad en t*rminos de pensamiento% acometió primero la empresa de lle$ar por este m*todo a na realidad no pensada% rennciando desp*s a ella. #ólo entonces interviene el realismo% qe% dedicado por completo a des!acer la obra del idealismo% no comprende qe sólo e-iste $racias a s adversario qe% por consi$iente% es solidario s&o & qe% tomando de *l el planteamiento mismo del problema% se obli$a de antemano a otor$arle% tarde o temprano% la victoria. La ilsión qe sfren las tentativas de este $*nero% inclso cando m"s vi$orosamente lc!an contra ella% es qe de na epistemolo$ía se peda sacar na ontolo$ía &% por n m*todo calqiera% encontrar en el pensamiento al$o qe no sea pensamiento. n m"s all" del pensamiento ni siqiera pede pensarse7 esto no constit&e sólo la fórmla perfecta del idealismo% sino tambi*n s sentencia de merte7 porqe% para la filosofía% tan indispensable es lo no pensado como el pensamiento% &% si el entendimiento no pede salir de sí para ir a las cosas cando parte del pensamiento% esto preba qe no es de allí de donde se tiene qe partir. 2arece como si esto nos llevara a na sitación imposible. Es de todo pnto evidente qe la escol"stica no es n idealismo7 pes bien/ si tampoco es n realismo mediato ni inmediato% (q* es entonces, Aenos aqí condenados a recaer en el realismo in$eno qe tantas veces se le !a reproc!ado. 0caso esta sitación no sea desesperada7 pero !a& qe bscar la salida donde en realidad se encentra. )e la escol"stica moderna sea na filosofía realista es absoltamente inddable% porqe no !a& t*rmino medio entre idealismo & realismo. )e sea n realismo in$eno% no lo creemos% porqe tiene conciencia clara de la e-istencia del idealismo% de la natrale'a del problema qe *ste plantea & de la fer'a real o aparente de ss ar$mentos. La escol"stica es n realismo consciente% meditado & qerido% pero qe no se basa en la solción del problema planteado por el idealismo% porqe los datos de este problema implican necesariamente el idealismo como solción. En otros t*rminos% por sorprendente qe seme1ante tesis peda parecer a primera vista/ el realismo escol"stico no es fnción del problema del conocimiento Bm"s bien podría afirmarse con verdad lo contrarioB% sino qe lo real se pone aqí como distinto del pensamiento% el esse se pone aqí como distinto del percipi% en ra'ón de na idea determinada de lo qe es la filosofía & como na condición de s posibilidad misma. Es n realismo metódico. 2ara dar al realismo escol"stico s sentido verdadero es% pes% necesario volver a la actitd filosófica de los pensadores medievales & rec!a'ar la de los idealistas. En el fondo% es lo qe 3ant mismo !i'o. Del mismo modo qe #anto om"s de 0qino% 3ant no cre&ó qe debiera disctir la e-istencia real de n nómeno% distinto% en sí% de s apariencia en nosotros7 el idealismo crítico se distin$e del idealismo de 5er6ele& por n realismo sb&acente% qe escapa en absolto a la crítica% pero qe depende% tambi*n *l% de na idea determinada de lo qe es la filosofía & de las condiciones necesarias de s posibilidad. Cando na escol"stica se presenta como filosofía% emplea este nombre% con todas las reservas qe implica s sbordinación a la teolo$ía% en s sentido cl"sico. na escol"stica es na filosofía% es decir% n estdio de la sabidría% qe es la ciencia de los primeros principios & de las casas primeras. La verdad de ss conclsiones% calesqiera qe *stas sean% ir" contrastada principalmente por la evidencia de estos principios% por s sencille' & fecndidad. # misión es% por consi$iente% encontrar n con1nto de principios evidentes% acordes todos entre sí & con la e-periencia. #i el
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idealismo !biera lo$rado constrir n con1nto seme1ante & demostrar s fecndidad e-plicativa% nada tendría qe ob1etarle la escol"stica7 por des$racia% lo qe !a scedido es e-actamente lo contrario% & *sta es la ra'ón de qe el realismo tomista% anqe no se base en na crítica del conocimiento% no !a&a qedado redcido a la condición de realismo in$eno/ se basa en la evidencia de ss principios & se 1stifica por na crítica de idealismo qe demestra la incapacidad de esta doctrina para constrir na filosofía viable. No es *ste el l$ar de desarrollar dic!a crítica7 pero s*anos permitido% por lo menos% definir los dos principios en qe se inspiraría. En primer t*rmino% todo idealismo de tipo cartesiano% por canto identifica a priori el m*todo filosófico con el de na ciencia determinada% acaba necesariamente vaciando la filosofía de todo contenido propio & se condena al ciencismo. No es n a'ar qe% m"s all" de Comte & Littr*% el idealismo !a&a acabado en esto% porqe% desde el pnto en qe se toma n m*todo científico como m*todo filosófico% o bien los resltados qe se obtienen son verdaderos% & ser"n científicos% o bien no son científicos% & no ser"n verdaderos. #i el m*todo ele$ido es el de las matem"ticas% como scedió en Descartes% la metafísica si$e siendo provisionalmente posible% porqe en ambos casos se trata de n conocimiento a priori7 si el m*todo ele$ido como re$lador es el de la física% como ocrre en 3ant% toda metafísica como conocimiento distinto se torna imposible% porqe la ra'ón qeda aislada del entendimiento & se esterili'a por falta de las inticiones sensibles qe se reqieren para fecndarla. Descartes% 3ant% Comte% son otros tantos testi$os de la impotencia del idealismo para pasar de la crítica a la constrcción positiva7 s intención de salvar la filosofía como ciencia distinta no es ddosa% &% sin embar$o% cada no de ellos fe se$ido por na escela qe reftó s pars construens en nombre de s misma pars destruens. 2ara los cartesianos del si$lo KIII% la metafísica de Descartes est" condenada por s propio m*todo7 para m"s de n scesor de 3ant% la Crítica de la ra'ón pra preba de antemano la ftilidad de la Crítica de la ra&n prctica7 los scesores de Comte% como Littr*% condenan el sb1etivismo positivo en nombre del positivismo absolto% & no reconocen a la filosofía m"s contenido qe el de la ciencia7 a seme1an'a del catoblepo% toda filosofía idealista se devora los pies sin darse centa . na se$nda consideración de los resltados obtenidos por la Aistoria demostraría% creemos nosotros% qe si el m*todo idealista es el sicidio de la filosofía como conocimiento distinto% es porqe envelve a la filosofía en na serie ine-tricable de contradicciones internas qe la condcen finalmente a n escepticismo% es decir% a n sicidio liberador. (2or q* la metafísica !a de persistir en afirmarse a sí misma si no lle$a a nin$na conclsión positiva, (O cómo podr" lle$ar a tales conclsiones si$iendo el m*todo idealista, Descartes cre&ó al principio qe s m*todo salvaría todos los resltados conse$idos por la escol"stica% sin ver qe estos resltados estaban vinclados al m*todo qe los !abía obtenido. 2or casa s&a% & m"s all" de las conclsiones por *l establecidas% lo real no !a cesado de dividirse en entidades ima$inarias qe sólo tienen apariencia de realidad. oda cosa% al devenir en sí lo qe es para el pensamiento abstracto% se disocia en na pare1a de t*rminos antinómicos qe 1am"s podr" volver a nir toda la in$eniosidad de los metafísicos. Esta es la ra'ón de qe la filosofía moderna% en la medida en qe no abdica en favor de la ciencia% pare'ca n campo de batalla donde lc!an indefinidamente sombras irreconciliables/ el pensamiento contra la e-tensión% el s1eto contra el ob1eto% el individo contra la
0 lo lar$o del presente libro Gilson sele emplear la palabra ciencia en el sentido positivista del t*rmino% como contrapesta a filosofía. Este so est" &a m& e-tendido% pero no debemos olvidar la dificltad de mantener esa contraposición cando no se nie$a qe la filosofía es ciencia. Gilson se refiere% sin dda% a lo qe !o& se llaman ciencias positivas% sin pre1'$ar del car"cter científico de la filosofía. Nota del editor.(
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sociedad% todos ellos fra$mentos desinte$rados de lo real por el an"lisis disolvente del pensamiento% qe en vano se esfer'a por reinte$rarlos. 2or consi$iente% lo qe !a& qe !acer es liberarse primero de la obsesión de la epistemolo$ía como condición previa para la filosofía. El filósofo% en canto tal% no tiene m"s deberes qe ponerse de acerdo consi$o & con las cosas7 a!ora bien/ no tiene ra'ón nin$na para sponer a priori qe s pensamiento es condición del ser% &% por consi$iente% tampoco tiene nin$na obli$ación a priori de !acer depender lo qe !a de decir acerca del ser de lo qe sabe acerca de s propio pensamiento. #in dda pede sostenerse qe lo contrario es i$almente verdadero% & qien lo sosten$a lo !ar" con todo derec!o. El filósofo% en canto tal% no tiene ra'ón nin$na para sponer qe s pensamiento no es condición del ser% & pede% si qiere% asmir la obli$ación de reconstrir el niverso partiendo de s pensamiento. Esto es% a priori% tan le$ítimo qe Descartes lo intentó & nadie !a encontrado !asta a!ora nada qe ob1etar v"lidamente contra el Co$ito considerado en sí mismo. )ienso, luego e!isto, es na verdad% pero no n pnto de partida7 lo qe 1stifica el m*todo contrario es precisamente qe el Cogito se manifiesta como n fndamento rinoso para la filosofía% si se atiende a los resltados qe prodce. Con n se$ro instinto de ben camino% los $rie$os entraron reseltamente por la vía del realismo% & los escol"sticos perseveraron en ella porqe condcía a al$na parte. Descartes ensa&ó el otro camino% & cando lo emprendió no !abía nin$na ra'ón evidente para no !acerlo7 pero nosotros sabemos actalmente qe este camino no condce a nin$na parte% & por eso tenemos el deber de abandonarlo. 0sí% pes% el realismo de la escol"stica no era en modo al$no in$eno/ era el realismo del caminante qe se diri$e a n l$ar determinado &% viendo qe se va acercando% cree qe s camino es beno. El realismo qe nosotros proponemos es a+n mc!o menos in$eno% pesto qe se basa en la misma evidencia qe el anti$o &% adem"s% se 1stifica por el e-amen de tres si$los de idealismo & el balance de ss resltados. 0ctalmente no vemos m"s alternativa qe la de rennciar a toda metafísica o volver a n realismo precrítico. No se trata% sin embar$o% de rennciar a toda teoría del conocimiento. Lo qe !ace falta es qe la epistemolo$ía% en ve' de ser na condición de la ontolo$ía% se desenvelva en ella & con ella% siendo al mismo tiempo e-plicadora & e-plicada% sosteni*ndola & siendo sostenida por ella% como se sostienen mtamente las partes de na filosofía verdadera. Recordamos !aber oído al profesor 0. N. P!ite!ead decir a ss estdiantes de la niversidad de Aarvard esta sentencia% qe nos parece m& profnda/ :Cando !a&a en vestra teoría del conocimiento al$o qe no fnciona% es qe !a& al$o qe no fnciona en vestra metafísica;. O lo qe nosotros% por centa propia% aadimos a este principio es qe en el idealismo no !a& nada qe fncione. 2or consi$iente% el remedio para el idealismo no pede bscarse por la vía del idealismo7 el +nico remedio posible es cambiar la metafísica. No se pede sperar al idealismo oponi*ndose a *l desde s interior% porqe no es posible oponerse a *l de este modo sin !aberlo acatado previamente7 lo qe !a& qe !acer es dispensarle de e-istir.
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II. REALISMO Y MÉTODO no tenía m"s ob1eto qe plantear el problema del realismo tomista & s$erir na interpretación levemente diversa de las qe a veces se admiten. 2ero este planteamiento de la cestión sscita espont"neamente otras cestiones. #pone% en primer l$ar% qe las solciones desec!adas !an sido sficientemente e-aminadas% rectamente comprendidas & 1stamente criticadas. Es% pes% necesario volver a considerar no por no los pntos esenciales% procrando 1stificarlos. Ko& a intentarlo aqí% eliminando primeramente por completo las ob1eciones diri$idas contra la solción qe propon$o% & reservando para m"s tarde el cidado de confirmarla. Los dos aspectos de este e-amen tienen% en efecto% independencia mta. Claro est" qe% si na de las teorías qe discto fese verdadera% sería perfectamente in+til bscar otra7 pero de aqí no se si$e necesariamente la conclsión inversa% porqe% an cando todas las teorías precedentes sean falsas% esto no preba qe la mía sea verdadera7 pdiera ser na m"s entre las falsas% de las qe &a tenemos bastantes. 2or consi$iente% el orden qe m"s ra'onablemente podemos se$ir parece ser el si$iente/ definir el sentido e-acto de las posiciones &a ocpadas% lo cal intentar* !acer disctiendo dos formas de realismo neoescol"stico/ el realismo mediato & el realismo inmediato7 disctir a continación el valor de estas posiciones &% finalmente% si no parecen enteramente satisfactorias% ensa&ar la definición de otra & s 1stificación. El problema smamente preciso qe me propon$o disctir es el del realismo metafísico propiamente tal% & no el de la crítica. El criticismo% en efecto% no es m"s qe na de las formas del idealismo% e inclso na forma qe% en ciertos casos% pede distin$irse de *l !asta el pnto de ne$arlo. El problema e-acto de qe vamos a tratar es% pes% ante todo% el de saber por q* ciertos neoescol"sticos afirman qe el mndo e-terior e-iste7 son las ra'ones & las modalidades de esta sola afirmación lo qe vo& a e-plicar% primero% en la doctrina del cardenal Mercier% &% le$o% en la del m"s atori'ado de ss int*rpretes. *l realismo metdico
EL REALISMO MEDIATO Y EL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD
El problema de la e-istencia del mndo e-terior no se presenta en el sistema del cardenal Mercier m"s qe como no de los elementos necesarios para la preba de la realidad ob1etiva de los conceptos abstractos. 2ara establecer qe el contenido de nestro concepto es al$o m"s qe na realidad pramente mental% na simple presentación o representación sin alcance real% es preciso establecer previamente qe :el ob1eto de nestras formas inteli$ibles est" materialmente contenido en las formas sensibles a las cales es referido por el 1icio;% & !a& qe probar a continación qe :el ob1eto de las formas sensibles es real; . De estos dos pntos concedemos el primero sin discsión. #i !a& n mndo e-terior% & si este mndo e-terior es co$noscible por medio de conceptos% 1am"s podremos formar estos conceptos% a menos qe nestro pensamiento se comniqe con este mndo e-terior por medio de na sensibilidad. 2ede ne$arse qe calqier comnicación de esta índole sea posible% como lo !i'o Malebranc!e7 pero entonces ser" preciso conclir con *l qe el mndo e-terior% sponiendo qe e-ista% no es ob1eto de nestro pensamiento conceptal. 0!ora bien/ es na realidad e!tramental lo qe la criteriolo$ía de qe aqí se trata qiere apre!ender7
odas las citas contenidas en este capítlo !an sido tomadas de D. M ERCIER / Crit*riolo$ie $*n*rale o t!*orie $*n*rale de la certitde =@Q ed.% Lovaina2arís?. K*anse particlarmente p"$. >8 & >F>.
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va% pes% bien encaminada cando bsca la materia de nestros conceptos B non causa, sed materia causae+ en los datos de la sensibilidad. Concíbese tambi*n f"cilmente por q* es necesario el se$ndo pnto. odo lo qe concedemos por el primero es la e-istencia de n dato sensible en el pensamiento% sin saber a+n si este dato corresponde a n ob1eto real fera del pensamiento. La se$nda afirmación dista tanto de estar necesariamente vinclada a la primera% qe 5er6ele& re!sar" siempre !acer esta dedcción. El problema% tal como se plantea aqí% es% pes% el si$iente/ (e-iste n medio calqiera de establecer con certe'a qe e-iste na realidad e-tramental, #i no e-iste% estamos condenados a ne$ar a nestros conceptos toda realidad verdaderamente ob1etiva% en el sentido qe na filosofía realista da a esta palabra. #i e-iste% nada nos impide admitir qe la realidad c&a e-istencia qeda así probada es precisamente aqella con la cal nestro entendimiento se comnica por medio de la sensibilidad. Aabría qe admitirlo% inclso necesariamente% si la e-istencia de esta realidad !biera de ser considerada como la +nica casa posible del contenido de nestros conceptos% & tal es precisamente el camino qe esta criteriolo$ía nos invita a emprender. (Cómo pede demostrarse qe :a las formas sensibles corresponde al$o real% na cosa en sí;, 2ara establecer esta preba% el realismo neoescol"stico dispone de dos datos/ n !ec!o de e-periencia% qe !a de ser interpretado% & n principio qe va a aplicarse a este !ec!o para apo&arse en *l & sperarlo. El principio no sscita dificltad al$na% al menos para qien lo considera en el pnto de desarrollo en qe se !a sitado esta criteriolo$ía/ es el principio de casalidad% c&o valor ob1etivo !a sido previamente establecido por el an"lisis filosófico. En canto al !ec!o de e-periencia% s natrale'a es m"s difícil de captar & conviene detenerse en *l. r"tase% en efecto% de n íntimo sentimiento de e-periencia% & esta e-periencia% considerada en sí misma% es esencialmente interna. Nadie% ni siqiera los fenomenistas m"s decididos como #tart Mill% por e1emplo% pede ne$ar ni nie$a qe% en toda percepción e-terior% la conciencia nos da como n !ec!o doble la e-istencia del s1eto perceptor & la del ob1etó percibido. No se trata aqí de saber si esta conciencia est" bien fndamentada o si es pra ilsión7 lo qe importa es el !ec!o mismo% c&a e-istencia no pede ne$arse/ con ra'ón o sin ella% tenemos el sentimiento interno & directo de qe el mndo e-terior e-iste. Ae aqí el pnto de partida para la preba7 pero sólo el pnto de partida% porqe falta por probar B& aqí est" precisamente toda la cestiónB qe% en efecto% el mndo e-terior e-iste. 2ara probar esto% analicemos en primer l$ar el sentido de e-periencia íntima qe acaba de ser meramente definido. Este sentimiento lleva esencialmente implícita na impresión de pasividad/ :La conciencia nos dice qe somos pasivos en nestras sensaciones. Cando% pase"ndome por el campo% contemplo el cielo a'l% oi$o el canto de las aves% respiro el perfme del aire & piso el selo% siento qe pasan en mí cosas qe no vienen de mí7 sufro impresiones de l'% de sonido% de olores% de contacto% de resistencia;. Ae aqí el primer pnto. El se$ndo es la comprobación de la contin$encia de estas impresiones pasivas. 2esto qe nacen% dran & desaparecen para nacer de nevo% s e-istencia no es de s&o necesaria7 por consi$iente% dependen en s e-istencia de al$o distinto de ellas% de al$o qe las !ace nacer% & e-isten7 de1a de prodcirlas% & desaparecen7 las prodce de nevo% & reaparecen. En na palabra/ s contin$encia manifiesta nos obli$a a bscarles na casa% & por eso !a& qe aplicar el principio de casalidad al contenido de nestras sensaciones% para sealar s ra'ón sficiente. En este pnto del an"lisis% dos !ipótesis% & sólo dos% son todavía posibles/ o bien so& &o la casa de mis sensaciones% o bien es al$na cosa distinta de mí. #abemos% en efecto% pesto qe !emos comprobado s contin$encia% qe las sensaciones no son la casa de sí mismas7 por consi$iente% s casa ten$o qe ser &o% o al$na cosa distinta
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de mí & de ellas. 0!ora bien% &o no pedo ser% porqe :&o no creo por mí mismo las impresiones% &a qe% por el contrario% las sfro;. 2or consi$iente% tiene qe !aber fera de mí na realidad% na sstancia independiente de mi pensamiento% distinta de mí en s ser% qe e1ecte a títlo de casa activa las acciones qe prodcen en mí% como pasiones% las impresiones sensibles. De lo cal lle$amos a la conclsión si$iente/ :Las sensaciones sponen al$o independiente de mis representaciones% no o m"s seres capaces de !acernos sfrir impresiones sensibles;% lo cal era preciso demostrar . Nadie dda qe la conclsión de seme1ante criteriolo$ía sea realista7 pero (de q* realismo se trata, 0 primera vista% parece evidente qe es n realismo mediato. Comen'ar por n sentimiento de e-periencia interna% indcir desp*s la realidad e-terna de s ob1eto con la a&da del principio de casalidad% es% manifiestamente% introdcir entre la e-periencia psicoló$ica & s ob1eto n intermediario% qe es la demostración misma. #in embar$o% dic!a conclsión !a sido ne$ada% & esta ne$ación procede de n filósofo tan familiari'ado con el pensamiento íntimo del cardenal Mercier% qe no se pede pasar de lar$o sin e-aminar s valor 8. #e$+n monseor No. Claro est" qe dic!a e-periencia implica este fenómeno7 pero (es esto sficiente para !acer de seme1ante realismo n realismo inmediato, 5asta consltar al propio cardenal Mercier para darse centa de qe no es así. #i s preba tiene al$+n sentido% si es siqiera & simplemente preba% esto se debe precisamente al !ec!o de qe nestro sentimiento íntimo de la realidad del mndo e-terior no constit&e por sí mismo na preba de s e-istencia. Este sentimiento es el primer momento de la preba% pero no pasa de ser s primer momento. O (q* es lo qe se nos da en este primer momento, :2ercibimos inmediatamente en nestros actos la e-istencia de na realidad interna; =es el propio cardenal Mercier qien sbra&a?7 en otros t*rminos/ partimos de la percepción inmediata de la afirmación de na e-istencia real por la conciencia7 pero este dato de la e-periencia interna no atori'a al
El cardenal Mercier remite% en nota% a dos estdios qe considera notables/ G. 2AE#/ as -eusstsein der /rans&enden& =Leip'i$% . R. Reisland?% & 0eber die *!isten& der 1ussenelt, pblicado como separata de la :Nee 2"da$o$isc!e Seitn$;% n+m. > =FHJ?. Lamento no conocer ni no ni otro% porqe acaso se encontraría en ellos manera de resolver al$na de las dificltades qe parecen in!erentes a s propia posición. 8 La cestión fe &a planteada por L E R AELLEC en :Reve !omiste;% H> =8 e ann*e?% p"$s. JHH% nota. K*ase la respesta de monseor N TL en la misma revista% HJ =88 e ann*e?% p"$s. 888. > L. NTL/ Notes d'epistémologie thomiste =Lovaina2arís% H8?% p"$s. 88888. en$o qe a$radecer a mi ami$o el presbítero G. 5. 2 AEL0N% director del 2nstitute of mediaeval studies, de oronto% aclaraciones m& valiosas sobre el sentido e-acto de la doctrina contenida en este libro. )e me permita e-presarle mi a$radecimiento% al mismo tiempo qe !a$o la advertencia de qe no pede ser *l considerado responsable de los errores qe mi interpretación pdiera contener a+n% & menos todavía de las reservas qe &o peda verme obli$ado a formlar sobre el m*todo de monseor No
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entendimiento para afirmar ipso facto la e-istencia de la realidad qe le corresponde. :enemos la intición sensible directa de cosas e-teriores &% sin intermediarios% nos formamos la noción abstracta de lo qe son;. En efecto% pesto qe nestra intición sensible implica la afirmación espont"nea de n niverso e-tramental% se trata evidentemente de na intición sensible de cosas e-teriores% en el sentido de qe las cosas qe apre!ende le son inmediatamente dadas como e-teriores. 2ero na intición sensible inmediata de cosas e-teriores no eqivale en modo al$no a la certe'a intelectal de la realidad de la e-istencia de las cosas así intidas. Lo qe la sensibilidad nos presenta es el fenómeno mismo del conocimiento% en el cal% efectivamente% lo sensible en acto & el qe siente en acto son id*nticos. Lo qe la noción abstracta del ob1eto nos presenta es asimismo el fenómeno del conocimiento% en el cal lo inteli$ible en acto & el entendimiento en acto son id*nticos. #i este realismo ontoló$ico inmediato no fera dado% el sentimiento interno qe lo e-presa no e-istiría & la criteriolo$ía no tendría nada en q* apo&arse para demostrar la e-istencia del mndo e-terior. 2ero% a la inversa% si este realismo ontoló$ico fera al mismo tiempo criterioló$ico% & en este caso sería efectivamente n realismo criterioló$ico inmediato% no se ve nin$na ra'ón por la cal estviera obli$ado a demostrar a+n la e-istencia del mndo e-terior% pesto qe esta e-istencia sería inmediatamente evidente% no sólo en sí% sino tambi*n para el entendimiento. Lo qe caracteri'a% por el contrario% la posición del cardenal Mercier es qe en ella se reqiere la demostración de la e-istencia del mndo e-terior =realismo criterioló$ico mediato? para qe el entendimiento% sperando el mero dato de la e-periencia interna% peda afirmar con certe'a qe el mndo e-terior e-iste & qe es directamente apre!endido por la sensibilidad =realismo ontoló$ico inmediato?. El ra'onamiento mediante el cal el entendimiento establece la realidad e-tramental de s ob1eto pede no ser percibido/ :No nos daremos centa% en la vida ordinaria% de este recrso a n principio distinto del de la intición directa% tan familiar nos es s empleo7 el !"bito dismin&e el esfer'o de la atención &% por consi$iente% la conciencia de nestra actividad;. Con todo% esta actividad sbsiste% & pesto qe no basta la :intición directa;% es preciso qe n ra'onamiento le preste a&da. Es preciso% &a qe% si la intición no basta% no es porqe no sea directa% sino porqe es meramente sensible% es decir% v"lida% pero incapa' de $aranti'ar por sí sola s propia valide'. Es% pes% necesario ele$ir. :Ni*$anse mc!os a admitir qe sea preciso recrrir al principio de casalidad para ase$rarse de la e-istencia del mndo e-terior. 9"cilmente se persaden de qe tenemos na intición directa de esta e-istencia. Nosotros% por nestra parte% estamos convencidos de qe se eqivocan;. 0qí tenemos% e-presada con toda la firme'a posible% la posición del cardenal Mercier% & es *l mismo qien la e-presa/ :Ae dic!o qe% a mi parecer% el principio de casalidad no debe entrar en 1e$o para establecer la e-istencia de n ser real;. Ae aqí% definida por *l mismo% la posición de monseor No
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mediatos% particlarmente con el de Descartes% & ver !asta q* pnto permanece fiel esta neoescol"stica a la tradición c&a se$idora se proclama% o% por el contrario% !asta q* pnto se aparta de ella. 2ara demostrar la e-istencia del mndo e-terior% (q* pide Descartes, 2rimero & ante todo% sensaciones . Las ideas no peden ofrecer n pnto de apo&o bastante resistente para soportar la indcción qe se prepara. Inteli$ibles por sí mismas% nestras ideas no reqieren m"s casa eficiente qe el entendimiento qe las forma% & la idea distinta & clara de la e-tensión% tomada en s inteli$ibilidad pra% podría ser concebida por n entendimiento an cando no e-istiera nin$na e-tensión real. O lo mismo pede decirse de la ima$en de la e-tensión. #in dda% el caso es m"s delicado% porqe parece claro qe% en el esfer'o mismo por el cal la ima$inamos% nestro entendimiento se velve !acia el cerpo al qe est" nido &% por decirlo así% se aplica a *l. La probabilidad de la e-istencia de dic!o cerpo & de los qe act+an sobre *l se !ace desde este momento m& $rande. #in embar$o% no pasa todavía de ser na probabilidad% porqe% desp*s de todo% esta ima$en de la e-tensión si$e siendo clara & distinta% sale del orden inteli$ible% & es mi espírit el qe la forma7 la forma% inclso% cando le place% & la actividad qe desarrolla en s formación parece indicar qe laima$en depende de *l & no de otra cosa. M& diferente es el caso de la sensación. Difiere de la idea & de la ima$en% ante todo% en el !ec!o de llevar siempre implícito el sentimiento íntimo% irresistible% de qe lo qe ella presenta es al$o qe e-iste realmente% no sólo en nosotros% sino tambi*n en sí e independientemente de nosotros. Este sentimiento es tan ferte% qe en *l est" el ori$en de la filosofía de 0ristóteles & de la escol"stica. Las calidades se$ndas no se presentarían como reales en estas doctrinas si no fera movimiento espont"neo en el espírit !mano afirmar qe lo son. Nada falta aqí al sentimiento interno reclamado por el cardenal Mercier/ :O% ciertamente% considerando las ideas de todas estas calidades qe se presentaban a mi pensamiento% +nicas qe &o sentía propia e inmediatamente% con ra'ón creía sentir cosas enteramente diferentes de mi pensamiento% a saber/ cerpos de donde procedían aqellas ideas; 8. Ae aqí el primer movimiento de la preba/ na intición sensible qe establece la realidad de s ob1eto. O !e aqí el se$ndo. Lo qe descbre el an"lisis del cardenal Mercier es el car"cter pasivo% involntario &% por consi$iente% recibido de la sensación. Continemos
2ara n an"lisis detallado de esta cestión% v*ase *tudes sur le rle de la pensée médiévale dans la 3ormation du s4stéme cartésien =2arís% U. Krin% H>?% 8>J8JJ. Debo aadir qe mi interpretación de la preba de Descartes ni es cl"sica ni est" al abri$o de toda crítica. La interpretación com+nmente admitida afirma qe Descartes preba el mndo e-terior% esencialmente% recrriendo a la veracidad divina% la cal $aranti'a nestra creencia natral en la e-istencia del mndo. O monseor No
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simplemente le&endo lo qe Descartes dice de estas ideas sensibles/ :2orqe &o e-perimentaba qe =estas ideas? se presentaban a *l =mi pensamiento?% sin qe mi consentimiento fera necesario% de serte qe &o no podía sentir nin$+n ob1eto% por mc!a volntad qe tviera de ello% si el ob1eto no se encontraba presente al ór$ano de no de mis sentidos7 & no estaba en modo al$no en mi poder de1ar de sentirlo cando se encontraba presente;. El problema es% en adelante% saber cómo% partiendo de este sentimiento interno de e-istencia & de estas sensaciones pasivas% se podr" establecer la realidad de s ob1eto. En ambos casos% ni qe decir tiene% se recrrir" al principio de casalidad. Aemos visto &a qe tal fe el camino se$ido por el cardenal Mercier% & *ste es tambi*n el qe Descartes !abía emprendido antes qe *l. Las declaraciones del filósofo son formales% & las !i'o precisamente a propósito del problema qe nos ocpa/ :Es asimismo na primera noción qe toda la realidad o toda la perfección% qe no est" m"s qe ob1etivamente en las ideas% debe estar formal o eminentemente en ss casas7 & toda la opinión qe en calqier momento liemos tenido de la e-istencia de las cosas qe est"n fera de nestro espírit se basa +nicamente en aq*lla. 2es% (de dónde nos pdo venir la sospec!a de qe las cosas e-istían si no es de la creencia de qe ss ideas venían por los sentidos a impresionar nestro espírit,; . 2erdóneseme la insistencia7 pero el pnto de vista de Descartes !a sido tan frecentemente falseado% qe es necesario aclararlo todo lo posible% & el modo m"s sencillo de !acerlo es referir ss propias palabras 8. r"tase aqí% para Descartes% de a-iomas evidentes & fndamentales/ :I. No !a& cosa e-istente de la qe no se peda pre$ntar c"l es la casa por qe e-iste... IK. oda la realidad o perfección qe !a& en na cosa se encentra formal o eminentemente en s casa primera & total. K. De donde se si$e qe la realidad ob1etiva de nestras ideas reqiere na casa... O es preciso observar qe este a-ioma debe ser admitido tan necesariamente% qe de *l solo depende el conocimiento de todas las cosas% tanto sensibles como insensibles. 2orqe% (cómo sabemos% por e1emplo% qe el cielo e-iste, (0caso porqe lo vemos, 2ero esta visión no afecta para nada al espírit% a no ser en canto qe es na idea/ na idea% di$o% in!erente al espírit mismo% & no na ima$en copiada en la fantasía7 &% bas"ndonos en esta idea% no podemos 1'$ar qe el cielo e-iste% a no ser qe spon$amos qe toda idea debe tener na casa de s realidad ob1etiva qe sea realmente e-istente% la cal casa 1'$amos qe es el cielo mismo% & así pede decirse de las dem"s ideas;. 5asta con leer la 6i!ième méditation a la l' de estos te-tos para comprobar qe% en efecto% toda la demostración de la e-istencia real de la e-tensión reposa sobre el principio de casalidad. Reandemos el !ilo de nestro discrso. Aa& en mí sensaciones pasivas7 por consi$iente% estas sensaciones tienen na casa. Esta casa no pedo ser &o mismo% pes en canto qe so& &o el qe las sfro% no pedo prodcirlas. 0dem"s% se encentra en mí cierta facltad de sentir% es decir% de recibir & conocer las ideas de las cosas sensibles7 pero esta facltad me sería in+til & no podría &o tili'arla en modo al$no si no !biera en mí% o en otro% otra facltad activa% capa' de formar & prodcir estas ideas. 0!ora bien% esta facltad activa no pede darse en mí en canto qe no so& m"s qe na cosa qe piensa% pesto qe dic!a facltad no prespone mi pensamiento &% adem"s% aqellas ideas me son frecentemente representadas% sin qe &o contrib&a a ello en nada &% a veces% inclso contra mi volntad7 es% pes% necesario qe tal facltad est* en al$na sstancia diferente de míV O esta sstancia es o bien n cerpo% es decir% na natrale'a corporalV% o bien Dios mismoV 0!ora bien% no pdiendo Dios en$aar% es evidente qe no me envía estas ideas por mí mismoV 2orqe% no !abi*ndome dado
R. DE#C0RE#/ 6econdes réponses, t. I% p"$. @. El te-to qe si$e est" sacado de los 1!iomes ou no. tions. communes de las 5aisons qui prouvent
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d'e!istence de ieu et la distinetion qui est entre l'esprit et le corps humain, dispo ées d#une 7a8on géométrique, ed. cit.% t. I% p"$inas 8@8F.
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nin$na facltad para conocer qe Wl me las envía% antes al contrario% na m& $rande inclinación a creer qe tales ideas me son enviadas por las cosas corporales o qe parten de *stas% no veo cómo podría e-cs"rsele de en$ao si% en efecto% dic!as ideas partieran & feran prodcto de otras casas & no de las cosas corporales. O% por tanto% preciso es confesar qe !a& cosas corporales qe e-isten . ()* m"s se qiere, Me1or se podría pensar qe lo dic!o es e-cesivo% & acaso sea esto lo qe !a indcido a error al interpretar la doctrina de Descartes. Es opinión bastante $enerali'ada qe Descartes preba la e-istencia del mndo e-terior por la veracidad divina. Esto no es del todo e-acto. Descartes establece la e-istencia de los cerpos probando qe *stos son la sola casa posible de nestras sensaciones pasivas. #i me'cla a Dios en el problema% es porqe% na ve' eliminado nestro propio pensamiento% qedan todavía dos posibles casas e-teriores de la sensación/ Dios o los cerpos. La veracidad divina no interviene m"s qe para permitirnos eliminar a Dios & conservar los cerpos. 2or consi$iente% Descartes no preba la e-istencia del mndo e-terior pidiendo a la veracidad divina qe $arantice nestra creencia espont"nea en la realidad de s e-istencia% sino estableciendo esta e-istencia por na indcción casal & !aciendo ver qe no pede concebirse nin$na casa de la sensación% salvo las cosas corporales. No pretendemos afirmar aqí qe el cardenal Mercier fera discíplo de Descartes% ni siqiera inconscientemente7 por el contrario% s criteriolo$ía est" llena de críticas vivísimas contra el cartesianismo & s m*todo. 2ero no se pede ne$ar qe los caminos por donde s pensamiento lle$a al mndo e-terior presentan cierta analo$ía con la demostración cartesiana de la e-istencia de los cerpos. En ambos casos es na misma e-periencia interna la qe permite afirmar la realidad de s ob1eto% en nombre de n mismo principio del conocimiento% qe es el de la casalidad. )e !a&a inmediatismo en Descartes% ridíclo sería sostenerlo% pesto qe todo s m*todo consiste en conclir de n pensamiento realmente distinto de la e-tensión a na e-tensión realmente distinta del pensamiento. El problema de la transición es tan real en Descartes% qe ss scesores lo declararon insolble% lo cal nos valió el ocasionalismo de Malebranc!e% el paralelismo de Espinosa% la armonía preestablecida de Leibni' & el idealismo pro de 5er6ele&. 2ero% entonces% (por q* se !a podido sostener & se sostiene todavía qe lo qe no pede decirse de Descartes pede decirse del cardenal Mercier, #i la preba de Descartes e-cl&e todo realismo inmediato% (por q* se !a de poder sostener qe la del cardenal Mercier lo implica, Esta es la cestión qe vamos a abordar a!ora. LA REDUCCIÓN AL INMEDIATISMO
La redcción de la preba al inmediatismo% &a lo !emos visto% !a sido intentada por monseor No
R. DE#C0RE#/ Méditations métaph4siques, KIe m*ditation% t. I% p"$ >.
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se inspiran en los mismos principios% viven de estos principios & los conocen por dentro7 tienen% pes% atoridad para determinar s sentido. 2or consi$iente% no pedo mostrarme en desacerdo con monseor No. #e$ro qe no. Es la sensación misma la qe afirma la e-istencia del no&o7 pera la sensación no basta para darnos la se$ridad de qe este no&o% qe% no lo olvidemos% e-iste como :realidad interna9, e-ista tambi*n como realidad e!tramental. Continemos con el mismo te-to/ :Esto me parece poco probable. 0 mi 1icio% por el contrario% es se$ro qe el cardenal Mercier considera el :no&o; como n dato primero;. Natralmente% pero se trata de n dato primero de na determinada e-periencia :interna;% & qe no nos presenta :inmediatamente; m"s qe :la e-istencia
L. NTL/ Notes d'épistérnologie trtomiste, p"$. 888. Encentro la misma indeterminación en la p"$ina si$iente =p"$. 88>?. :Es bastante claro qe% para *l% captamos inmediatamente al$o m"s qe meros estados psíqicos.; #í% esto es claro7 pero &a no lo es en q* consiste esto qe captamos. (Es simplemente la captación de n no&o por el pensamiento% o es la certe'a de qe lo qe &o pienso como n no&o es n ensí, Lo qe me es dado no es na sensación =n estado psíqico considerado como ob1eto?% sino n "rbol7 sólo qe% para el cardenal Mercier% no se si$e de aqí qe el "rbol e-ista. > L. NTL/ Notes d'épistémologie thomiste, p"$. 88>. 8
de na realidad interna;. La cestión es% pes% siempre la misma/ cando monseor No< !abla de realidad% (entiende por tal la misma cosa qe el cardenal Mercier denomina e-istencia% o pone todo el peso de s propio pensamiento% &% por tanto% de s interpretación% e-clsivamente sobre el primer pnto de la preba% para darnos a entender qe todo lo dem"s se encentra allí &a virtalmente implícito, #i fera así% el resto% es decir% la preba misma del cardenal Mercier% resltaría in+til7 pero% en tal caso% comprenderíamos qe monseor No. 2reciso es conceder qe% en tal caso% la ar$mentación del cardenal Mercier no sería% en efecto% na inferencia% o% a lo smo% qe esta inferencia sería de la e-istencia de la cosa conocida ba1o n aspecto determinado% a la e-istencia de la misma cosa conocida ba1o otro aspecto determinado. Esto es lo qe e-plica% a mi modo de ver% por q* los discíplos del cardenal Mercier re!+san ver na ilación calqiera en s preba &% si la interpretación qe dan es e-acta% tienen toda la ra'ón. La e-istencia a la cal vo& a lle$ar me !a sido dada &a desde el primer momento de mi conocimiento% & el principio de casalidad no tendr" m"s fnción qe la de !acerme lle$ar a dic!a e-istencia de otro modo & me1or. El caso es saber si la doctrina del cardenal Mercier da pie para esta interpretación% o% al menos% la tolera. 2ermítaseme afirmar na ve' m"s qe no discto actalmente el valor intrínseco de na posición de este $*nero7 deseo simplemente saber si es realmente esto lo qe si$nifica la doctrina del cardenal Mercier% porqe no se pede disctir s valor antes de conocer s sentido. Oo veo en esta interpretación% por lo menos% na dificltad% & es qe olvida% o me parece qe olvida% la distinción formalmente recordada por el propio cardenal Mercier entre la relación de lo real con lo intelectal en el fenómeno del conocimiento & esta misma relación entre el &o co$noscente & el no&o conocido. #i :el principio de
D. MERCIER / Critérologie, p"$. >. L. NTL/ Notes d#épistémologie thomiste, p"$. 88. > L. NTL/ Notes d#épistémologie thomiste, p"$. 88J. Confróntese p"$inas >@J. 8
identidad no es sficiente para establecer la e-istencia del no&o % (no se debe precisamente a qe la e-istencia del no&o es distinta de la del &o, an pronto como se piensa en ello reslta claro qe la ra'ón es inddablemente *sta. Es inddable qe% en el acto del conocimiento% la actalidad del s1eto & la del ob1eto se identifican7 pero la e-istencia qe establece el entendimiento cando afirma la e-istencia del mndo e-terior es distinta de la s&a propia & de la de s representación. Cando percibimos & concebimos n ob1eto% entran en 1e$o e-clsivamente el ser del ob1eto & el ser del s1eto inteli$ente% qe incl&e el de s representación. La actalidad com+n al s1eto & al ob1eto de1a intacto el car"cter pramente analó$ico de ss e-istencias sb1etivas. No se trata de dos seres distintos qe se conviertan en n idem numero% sino +nicamente de n ser% el del s1eto% qe% $racias a s sensibilidad% participa de la actalidad de otro ser% sin qe la e-istencia del s1eto pase a ser la del ob1eto% ni la del ob1eto pase a ser la del s1eto. La preba es qe la forma del ob1eto si$e siendo s forma% & qe% si el conocimiento del no por el otro es s acto com+n% es porqe entre la forma del no & del otro !a& &a identidad% no nm*rica% sino formal% convenientia in forma. #i esto es así% la posibilidad de redcir la preba de la e-istencia del mndo e-terior al realismo inmediato parece ddosa. 9"cilmente se comprende% en efecto% qe sea el ser mismo de la cosa en sí lo qe nos es conocido en el fenómeno7 con m"s facilidad a+n se concibe qe entre la cosa & el fenómeno no !a&a oposición radical7 por el contrario% !a& conveniencia sprema entre na & otro7 en cambio% se concibe mc!o m"s difícilmente qe el ser del fenómeno% qe no es m"s qe el del s1eto co$noscente% sea al mismo tiempo el ser del ob1eto conocido% qe no es m"s qe el de la cosa. n acto com+n en el orden de la intencionalidad no pede transformarse en n acto com+n en el orden de la e-istencia7 prespone% por el contrario% dos e-istencias distintas. 2or consi$iente% si el ob1eto propio de la preba del cardenal Mercier es% como &o creo% inferir de na e-istencia en el pensamiento otra e-istencia fera del pensamiento B:si% en el fenmeno del conocimiento% el inteli$ible en acto & la inteli$encia en acto se identifican% no scede lo mismo con el &o co$noscente & el no&o conocido;B% (cómo podremos pasar de la e-istencia del &o co$noscente & de s representación a la del no&o conocido% c&a e-istencia no se identifica con la nestra% sin recrrir a na inferencia, O en este caso% o bien dic!a inferencia se !ace de la e-istencia de la cosa en sí% conocida como fenómeno% a la e-istencia de la cosa en sí% como cosa en sí% con lo cal tendremos n realismo inmediato7 pero% si verdaderamente se trata de la misma e-istencia% no se !abr" probado nada en canto a s e-istencia% pesto qe se !abr" otor$ado simplemente8. bien esta inferencia se !ace de n ser fenom*nico a otro ser c&a e-istencia es distinta de la s&a% & entonces la preba del cardenal Mercier es na preba verdadera% pero s realismo &a no es n realismo inmediato7 es% con n espírit diferente & n sentido pecliar% n realismo c&o proceso es an"lo$o al de Descartes% la preba de la e-istencia de cosas e-tramentales qe casan formalmente las percepciones pasivas qe de ellas tenemos. EL REALISMO INMEDIATO
2asemos a!ora a la posición misma del realismo inmediato% considerada en s propio contenido e independientemente de ss vinclaciones reales o posibles con el realismo del cardenal Mercier. No !a& entre ambos problemas nin$na relación necesaria% & bien
D. MERCIER / Critérologie, p"$. >. Con esto no qiero decir qe tal inferencia fese filosóficamente est*ril% porqe cambiaría el modo del conocimiento qe tenemos del ob1eto7 pero sería est*ril en lo qe atae a la e-istencia misma del ob1eto% pesto qe la e-istencia qe primero se presentaría como fenómeno & le$o como ensí sería la misma. En realidad% la e-istencia del fenómeno es mi e-istencia% pesto qe es la actalidad del ser pensante la qe la soporta7 por consi$iente% si$e siendo distinta de la del ob1eto. 8
pdiera ser qe monseor No
L. NTL/ Notes d#épistémologie thomiste, p"$. 88F. L. NTL/ Notes d'épistémologie thomiste, p"$s. 88F88H.
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mismo% & en el caso qe nos ocpa se trata de n 1icio de e-istencia% independientemente de lo real mismo c&a e-istencia afirma. De esta manera no se !ace m"s qe mostrar lo apre!endido como apre!endido antes de mostrarlo como real% & esta ve' el paso ser" le$ítimo% pesto qe lo apre!endido no es m"s qe lo real en canto qe penetra en la conciencia por la vía del conocimiento. Esta es% por lo dem"s% como pede verse aqí m& bien% la ra'ón de qe monseor No
!a planteado/ (por q* #anto om"s parte siempre de lo real & no de lo apre!endido, (2or q* no parte de Dios, EL MÉTODO
TOMISTA
:Los escol"sticos Bdice EspinosaB parten de las cosas7 Descartes parte del pensamiento7 &o% de Dios;. Es la pra verdad% & el solo nombre de Espinosa basta para recordarnos por q*% en efecto% los escol"sticos no parten de Dios. Entre el Dios cristiano & las cosas se abre la sima metafísica qe separa lo necesario de lo contin$ente. El mndo no e-iste m"s qe por n decreto libre de Dios7 por consi$iente% es imposible dedcirlo del concepto de Dios. Aasta tal pnto es esto imposible% qe la verdad se encentra precisamente en lo contrario. No sólo no se pede dedcir el mndo de Dios% sino qe inclso% precisamente porqe nosotros mismos formamos parte del mndo% nestro conocimiento tropie'a con el mismo obst"clo metafísico qe nestro ser. El entendimiento !mano no pede tener a Dios como ob1eto natral & propio7 !abiendo sido creado% sólo est" directamente proporcionado al ser creado% !asta tal pnto qe% en l$ar de poder dedcir de Dios la e-istencia de las cosas% se ve% por el contrario% necesariamente obli$ado a apo&arse en las cosas para sbir !asta Dios. De esta manera% la menor !ella de espinosismo bastaría para arrinar la epistemolo$ía tomista. No pede afirmarse qe na separación tan radical la opon$a al cartesianismo% porqe ambas metafísicas tienen m"s de n pnto de contacto7 pero ss m*todos% por lo menos% se oponen irredciblemente. 2ara #anto om"s% & en esto consiste la esencia misma del realismo% ab esse ad nosse valet consequentia; 2ara Descartes% & aqí est" el fndamento del idealismo% a nosse ad esse valet consequentia. Esta oposición de m*todos reposa% por lo dem"s% sobre los de ambas teorías del conocimiento. Mientras qe Descartes encentra el ser en el pensamiento% #anto om"s encentra el pensamiento en el ser. No se trata aqí de na parado1a% sino de lo qe constit&e para *l na verdad inqebrantable. El pensamiento de qe se trata es% en efecto% nestro pensamiento. 0!ora bien% nestro pensamiento% abandonado a ss propios recrsos% es absoltamente incapa' de pasar del conocimiento virtal qe tiene de sí mismo a n conocimiento actal. 2or sí mismo tiene la facltad de conocer% pero no la de conocerse% porqe no se toma co$noscible !asta el momento en qe conoce en acto. 2ara conocer en acto necesita al$o sensible% es decir% las cosas . La sitación de !ec!o en qe #anto om"s encentra al entendimiento es qe% si no e-istieran las cosas% no !abría conocimiento% & esto es% por lo dem"s% lo qe permite comprender por q* la descripción qe !ace de nestras percepciones se sit+a de n salto en el se$ndo estadio. 2ara *l% en verdad% el primero no e-iste. Cando #anto om"s dice qe el entendimiento percibe ob1etos% cosas% nadie pede llamarse a en$ao sobre lo qe esto qiere decir/ :La res de qe !abla #anto om"s & a la cal es preciso qe el 1icio verdadero se conforme% (no es m"s qe esta ob1etividad% independiente sin dda% pero qe podría ser simplemente mental, Mc!o se eqivocaría qien tal pensara. #i #anto om"s no e-perimenta la necesidad de !acernos sobre este pnto declaraciones e-plícitas% es qe% probablemente% 1am"s !a pensado qe pede interpretarse de otro modo. La cosa es para *l% evidentemente% la cosa real% sitada fera de toda conciencia% en s propia entidad; 8. Nada m"s verdadero% & difícil sería e-presarlo me1or7 pero% si es así% (cómo sostener qe en el tomismo se pede partir de lo apre!endido% con omisión de lo real, 2orqe% calqiera qe sea el ob1eto qe &o apre!endo% la primera cosa qe capto de *l es s ser/ ens est quod primum. cadit in intellectu. 0!ora bien% este ser% qe es el primer ob1eto del entendimiento B ens est
#0N MX# DE 0)IN/ 6um. /heol .% I% F@% % 5esp. L. NTL/ Notes d#épistémologie thomiste, p"$. >>.
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proprium obiectum intellectus, et sic est proprium intelligibile + %
en virtd de lo qe acaba de decirse% est" m& le1os de ser al$o apre!endido sin lo real7 es% por el contrario% lo real mismo% dado en na apre!ensión% sin dda% pero no en canto apre!endido. Di$amos% para abreviar% qe% si el bloqe ofrecido por la e-periencia a nestro an"lisis debe ser descompesto si$iendo ss articlaciones natrales% es inddablemente n :real apre!endido; lo qe dic!a e-periencia nos ofrece% & nin$+n m*todo nos atori'a% a menos qe cambiemos s estrctra% a presentarlo como n :apre!endido real;. 5asta% por lo dem"s% releer el te-to de #anto om"s para darse centa de qe el orden qe el 0qinate si$e no es accidental ni pede modificarse por simples conveniencias ocasionales. El orden est" vinclado aqí al fondo de la doctrina. 2ara n entendimiento como el nestro% qe no es s propia esencia% como scede en Dios% o c&o ob1eto natral no es s propia esencia% como scede en el "n$el% es absoltamente necesario qe este ob1eto sea al$na cosa e-trínseca. 2or esta ra'ón% lo qe el entendimiento apre!ende inmediatamente tiene qe ser% en efecto% al$o e-trínseco en canto tal. La primera cosa qe el entendimiento capta es na natrale'a sitada en na e-istencia% qe no es la del entendimiento% es el ens de na natrale'a material. Ese es s ob1eto propio/ et ideo id quod primo eognoscitur ab intellectu humano est huiusmodi obiectum; sólo secndariamente es% a s ve'% conocido el acto por el cal se conoce el ob1eto/ et secundario cognoscitur ipse actus quo cognoscitur obiectum; &% finalmente% a trav*s del acto es conocido el entendimiento mismo/ et per actum cognoscitur ipse intellctus 8. Esto& m& le1os de creer qe monseor No. De este modo% la +nica solción qe qeda es admitir% como la e-periencia lo s$iere% qe el s1eto% en ve' de encontrar s ob1eto en el an"lisis
#0N MX# DE 0)IN/ 6um. /heol, I% % 8% 5esp. #0N MX# DE 0)IN/ 6um. /heol., I% F@% >% 5esp. > Es evidente qe la imposibilidad de probar la e-istencia del mndo e-terior partiendo de n pensamiento de tipo cartesiano no afecta para nada a las prebas de la e-istencia de Dios. 2orqe% anqe no se peden dedcir de Dios las cosas% necesariamente se lle$a a Dios partiendo de las cosas% en ra'ón% precisamente% de la contin$encia de *stas7 & aqí entra &a en 1e$o el principio de casalidad% precisamente porqe lo real sobre qe se apo&a le !a sido &a dado7 se procede de na e-istencia percibida a otra e-istencia dedcida% en ve' de tratar% como el idealismo% de inferir na e-istencia partiendo de na representación. 8
del conocimiento% encentra s conocimiento% & se encentra a sí mismo% en el an"lisis de s ob1eto. Esto nos lleva a convertir la e-istencia del mndo e-terior en na evidencia% pero en la evidencia concreta & directa de na intición sensible% qe se tradce abstracta & directamente en n 1icio. 2ara qe el ser material peda ser conocido como n ensí% es preciso qe sea inmediatamente dado como n ensí% & esto sólo lo !ace posible na sensibilidad. odo esfer'o para transformar esta evidencia sensible en na dedcción o indcción racional no pede tener otro resltado% inmediato o mediato% qe el de destrirla% porqe dic!a evidencia es de otro orden. #i #anto om"s no consideró aparte el problema de la e-istencia del mndo e-terior% fe porqe toda e-istencia actal era para *l individal & sin$lar7 nnca se cansó de repetir qe la apre!ensión de lo sin$lar en canto tal es en nosotros obra de la sensibilidad/ id quod cognoscit sensus materialiter et concrete, quod est cognoscere singulare directe; similitudo quae est in sensu abstrahitur a re ut ab obiecto cognoscibilii, et ideo res ipsa per illam similitudo directe cognoscitur. #in dda el entendimiento !ace m"s & me1or% pesto qe apre!ende abstractamente lo inteli$ible% pero !ace otra cosa/ universale est dum intelligitur, singulare dum sentitur. 0!ora bien% lo sin$lar es lo real concreto7 por consi$iente% !a& qe de1ar el cidado de resolver el problema a las viribus sensitivis, quae circa particularia versantur .
2or s propio matematismo% qe le pro!ibía confiar en el dato sensible% Descartes estaba condenado a confiarse a la ra'ón% & a fracasar. O no es qe na filosofía idealista sea necesariamente inco!erente7 por el contrario% canto m"s idealista% tanto m"s co!erente. Las dificltades m"s $raves con qe tropie'an los idealismos proceden de qe% desp*s de !aber declarado qe todo lo van a definir en t*rminos de pensamiento% no cesan de volverse a las cosas para bscar en ellas esa sstancia% ese :c!oqe;% esa ocasión al menos% sin los cales el pensamiento moriría de inanición & ni siqiera lle$aría a nacer. En canto a las filosofías idealistas m"s ri$rosamente consecentes consi$o mismas% son edificios admirables% ma$níficas constrcciones intelectales c&o artificio nnca podríamos admirar bastante% pero c&o verdadero defecto es no aplicarse a lo real. El realismo pede aprender estdi"ndolas7 pero sólo pede !acerlo a condición de se$ir siendo *l mismo% es decir% de contar con la evidencia primitiva qe es s ra'ón de ser/ la captación directa de la e-istencia de las cosas en na sensibilidad.
#0N MX# DE 0 )IN/ 6um. /heol, Y pars% q. F% a. % ad. J7 e $er., q. 8% a. % 5esp., & q. %
a. % 6ed contra 4 5esp.
III. LA ESPECIFICIDAD DEL ORDEN FILOSÓFICO Entre las casas del descr*dito qe pesa !o& sobre la filosofía escol"stica% nin$na m"s profnda ni con m"s contenido de verdad qe la esterilidad científica del pensamiento medieval & la dificltad sbsistente en nestros días para acomodarlo a las conclsiones de la ciencia positiva. Esta esterilidad es n !ec!o. No fe absolta% como se fi$ran a veces espírits mal informados/ !bo en el si$lo III% en las niversidades de 2arís & -ford% !ombres qe concibieron la posibilidad de na ciencia de la natrale'a% ora de tipo pramente matem"tico% an"lo$a a la ciencia cartesiana% ora de tipo empirista% an"lo$a a la de 0ristóteles% & qe no ddaron n solo momento de qe seme1ante ciencia pdiera conciliarse con la teoría. 2or ra'ones sin dda comple1as% fracasó aqella tentativa. Lo cierto es qe% !ablando ri$rosamente% ni no solo de los $randes descbrimientos científicos pede atribirse como propio a la Edad Media% & qe% an cando nos decidi*ramos a atribirle al$nos% *stos se deberían a la iniciativa de !ombres aislados% c&a pensamiento no $iraba sobre el e1e del pensamiento de s tiempo. La consecencia m"s importante de este !ec!o fe qe la p1an'a científica del si$lo KII% no !abiendo sido provocada por la filosofía medieval% se prod1o contra ella. 2rescindiendo del caso% tal ve' +nico% de Leibni'% a qien profndas afinidades acercaban a 0ristóteles% no !abía por los alrededores de > espírits destacados qe no cre&eran en la alternativa de ele$ir entre la ciencia con ss evidencias% por na parte% & la escol"stica con ss incertidmbres% por otra. Lo qe desde entonces se reproc!a a la Edad Media no es sólo la esterilidad pr"ctica de ss conclsiones% sino tambi*n% & sobre todo% la esterilidad teórica de las mismas. b1eción tanto m"s $rave canto qe esta filosofía peripat*tica no sólo no spo prodcir la ciencia moderna% sino qe lc!ó contra ella desde los días de s nacimiento% la combatió en el terreno de la astronomía% de la física% de la biolo$ía% de la medicina% & sfrió na serie de merecidas derrotas% de las cales no se !a recobrado todavía. ales !ec!os% c&os testimonios !istóricos podrían mltiplicarse sin el menor esfer'o% son al$o m"s qe !ec!os7 son los si$nos de ciertas ideas. #i la escol"stica no !a sido la madre de la ciencia moderna & la !a tratado inclso como madrastra% esto no se debe probablemente a na especie de accidente !istórico% sino a ra'ones c&a natrale'a debemos poner en claro. oda la cestión se redce a saber si s esencia filosófica en canto tal es incompatible con el espírit de la ciencia positiva% como piensa la ma&oría% en c&o caso nosotros% por nestra parte% no ddaríamos n solo instante en sacrificarla% o si% por el contrario% como nosotros pensamos% le basta simplemente con $ardar na fidelidad m"s completa de la qe tvo a s propia esencia para acomodarse a la ciencia & fomentar inclso s desarrollo. 2ara comprender el sentido del problema planteado% lo m"s sencillo es qi'" volver a ss datos iniciales & averi$ar cómo se prod1o la rptra entre la Edad Media & el pensamiento moderno. 2esto qe nestra investi$ación se desarrolla en n terreno filosófico% a n filósofo !emos de acdir for'osamente para qe nos $íe% & nadie me1or qe Renato Descartes podr" mostrarnos el camino. Cando aparece el iscours de la Méthode es &a demasiado tarde para matar a la escol"stica7 !ace &a mc!o tiempo qe todas las fer'as creadoras del pensamiento se !an apartado de ella para emprender nevos rmbos7 pero se pede decir con verdad qe fe Descartes qien levantó el acta de defnción. 0nali'ar las casas% mostrar aqello qe% impidiendo a la escol"stica pensar% le impedía vivir% definir las re$las de n m*todo prodctor de verdades nevas porqe se oponía en todos los aspectos al anti$o% era mc!o m"s qe apartarse de la
escol"stica/ era sprimirla% reempla'"ndola. 2ero la manera como Descartes reempla'ó la escol"stica es sficientemente notable para qe deten$amos en ella nestra atención. odo el cartesianismo &% en cierto sentido% todo el pensamiento moderno se remonta a la noc!e invernal de H% en qe Descartes% 1nto a na estfa% en 0lemania% concibió la idea de na matem"tica niversal. Desde el pnto de vista en qe nos encontramos sitados aqí% los detalles del m*todo qe m"s tarde sacó de aqella idea importan bastante poco. Lo qe tenía & si$e teniendo capital importancia es el espírit descbridor% & m"s concretamente a+n% por el momento% no de los aspectos de ese espírit. n 1oven matem"tico% enardecido por ss primeros *-itos científicos% concibe la posibilidad% m"s a+n% la necesidad de aplicar a todos los problemas en $eneral el m*todo qe acaba de ensa&ar con *-ito brillante. Uam"s la !istoria del pensamiento !mano !abía conocido e-trapolación m"s vasta ni m"s osada qe *sta% de c&a sstancia vivimos todavía !o&. #eme1ante concepción embarcaba a la filosofía en na empresa temible% qe% se$+n el pnto de vista qe se adopte% pede ser considerada como s pro$reso decisivo o como la m"s seria de ss crisis. La primera consecencia del materialismo cartesiano% de la cal se derivan todas las dem"s% era la obli$ación qe imponía al filósofo de proceder siempre del pensamiento al ser% e inclso de definir siempre el ser en t*rminos de pensamientos. 2ara el matem"tico% el problema de la esencia prevalece siempre sobre el de la e-istencia7 el verdadero círclo & el tri"n$lo verdadero son la definición del círclo & del tri"n$lo% no siendo las fi$ras empíricamente dadas en la e-periencia sensible m"s qe apro-imaciones a ss definiciones. No es de e-traar qe la $eometría sea% para Descartes como para 2latón% la ciencia de las ciencias. De todos modos% na aplicación sistem"tica del m*todo matem"tico a lo real no podía tener otro resltado inmediato qe sstitir la comple1idad concreta de las cosas por n n+mero determinado de ideas claras & distintas% concebidas ellas mismas como la verdadera realidad. #e$+n la e-periencia de Descartes% lo real se redce desde este pnto de vista a dos ideas &% por consi$iente% a dos sstancias/ el pensamiento & la e-tensión. O como qiera qe pertenece a la natrale'a de las ideas el e-clirse% pesto qe cada na comprende todo aqello & nada m"s qe aqello qe entra en s definición% el e-clirse pertenece tambi*n necesariamente a la natrale'a de las sstancias% pesto qe cada na comprende asimismo todo aqello & nada m"s qe aqello qe entra en s definición. Difícil es e-a$erar la importancia filosófica de seme1ante reforma. Aasta Descartes% & particlarmente drante la Edad Media% siempre se !abía admitido qe la filosofía consistía en na transposición conceptal de la realidad. En este sentido% se la pede caracteri'ar con toda 1sticia como n conceptalismo abstracto7 pero no se la pede acsar de !aber reificado ss conceptos/ por el contrario% el m*todo constante del escol"stico consiste en ir de las cosas a los conceptos% de serte qe necesita varios conceptos para e-presar la esencia de na sola cosa% se$+n la mltiplicidad de pntos de vista qe adopte sobre ella% & nadie est" menos e-pesto qe *l a tomar por realidad lo qe abstrae de lo real. 2ara convencerse de esto% basta considerar el caso de na sstancia calqiera. 2ara el escol"stico% dic!a sstancia es siempre materia & forma% es decir% dos conceptos% anqe ni la materia es na cosa aparte de la forma% ni la forma aparte de la materia. )ien reific los conceptos no fe #anto om"s% sino Descartes% qe no podía evitarlo desde el momento en qe !abía elevado nestros conceptos a la cate$oría de Ideas. De abstracciones de lo real !i'o modelos% de los cales no se conformó con decir qe lo real debe a1starse a ellos% sino qe ellos mismos son lo real. La barrera qe separa en este pnto ambas filosofías salta a la vista cando se piensa qe% para Descartes% toda sstancia es conocida porqe se redce al contenido de s idea% mientras qe% para n escol"stico% toda sstancia en canto tal es desconocida% porqe es na cosa distinta de la sma de conceptos qe nosotros sacamos de ella.
Aaciendo de lo concreto n mosaico de ideas claras% el materialismo cartesiano sscitaba dificltades qe todo el si$lo KII & el KIII intentaron resolver% & de c&a solción el si$lo I acabó por desesperar% así como de la filosofía misma. n niverso de la e-tensión & del pensamiento no pede e-presarse m"s qe en na filosofía determinada% a la cal corresponde na ciencia i$almente determinada. De na parte% n espiritalismo pro7 de otra% n mecanicismo pro. Nada m"s satisfactorio% de momento% para la ciencia% & es m& natral% pesto qe% !abiendo impesto el m*todo% debe reconocerse a sí misma en ss resltados. 2ero no ocrre lo mismo con la filosofía% qe% !abiendo abdicado s derec!o a tener n m*todo propio% debe esfor'arse por recperar resltados filosóficos con la a&da de n m*todo qe no es el s&o. Cómo pede el reino del pensamiento pro entrar en relaciones con el reino de la e-tensión pra% siendo propio de las sstancias e-clirse% es lo qe Descartes no nos dice. De1"ndonos n pensamiento =no n alma? & na e-tensión =no n cerpo?% no sabe cómo e-plicar la nión del alma & del cerpo. 0l ofrecernos como solción na tercera idea% la de la nión del alma & del cerpo% c&a verdad pede sentirse% pero no conocerse% se pone en contradicción con todo s m*todo de ideas claras & distintas. #i$e siendo verdad el dic!o de Leibni'/ Descartes abandonó la empresa a medio camino. Cando otros velven a plantearse desp*s de *l el temible problema de la :comnicación de las sstancias;% como qiera qe se lo plantean e-actamente sobre las bases pestas por Descartes% emb"rcanse en na serie de ardas !ipótesis% cada na de las cales% por diferente qe sea de las otras% viene a tender n pente sobre fra$mentos de lo real% entre los cales el m*todo cartesiano abrió na sima infranqeable. Como es imposible% por definición% ir directamente de na a otra% nada tiene de e-trao qe este pente !a&a de pasar por Dios. El ocasionalismo de Malebranc!e% la armonía preestablecida de Leibni'% el paralelismo de Espinosa% son otros tantos :epiciclos; metafísicos para resolver n problema mal planteado% salvando por medio de artificios complementarios el principio mismo qe lo !ace insolble. Los $randes sistemas metafísicos del si$lo KII son verdaderas obras maestras% acaso los sistemas de ideas me1or a1stados qe 1am"s se !a&an prodcido% precisamente porqe% traba1ando sobre ideas pras% como las matem"ticas% la comple1idad de lo real no representa para ellos obst"clo nin$no. El obst"clo est" para tales sistemas en la dificltad de establecer contacto con lo real mismo. No saben cómo e-plicar la calidad% qe !an e-plsado de la e-tensión% cando reaparece en el pensamiento. Aabiendo partido trinfalmente de la idea% no lo$ran% al fin% e-plicar la sensación% ese acto inferior% sospec!oso e inclso despreciable% si se qiere% pero en el cal se ve aparecer al$o qe no es pensamiento pro% pesto qe no forma parte de lo inteli$ible% & qe% sin embar$o% tampoco es e-tensión% pesto qe es &a pensamiento. La mltiplicidad de !ipótesis contradictorias qe reqiere la aplicación de n principio no es preba de la falsedad de este principio% pero es s si$no. En estos casos conviene volver a la re$la de :economía del pensamiento; de qe tanto $staba Ernst Mac!/ las complicaciones crecientes en qe las teorías smer$en la investi$ación convidan a bscar teorías m"s sencillas & a darles preferencia. El problema de la comnicación de las sstancias sscitaba dificltades insperables cando e trataba de pasar de n orden de sstancias a otro7 la dificltad de pasar de na sstancia a otra dentro de n mismo orden no era menor% sino e-actamente la misma. Malebranc!e lo vio m& bien% &% si nie$a radicalmente toda eficacia% es decir% toda casalidad transitiva en el orden de las casas se$ndas% es precisamente porqe% siendo toda sstancia realmente distinta de otra% esta especie de participación mta de las sstancias% qe es la casalidad% se torna en s sistema cosa imposible. La mónada de Leibni'% enteleqia simple% indivisible% qe no pede comen'ar m"s qe por creación ni acabar m"s qe por aniqilación% carece de :ventanas por donde al$na
cosa pdiera entrar en ella o salir de ella;. Nada m"s ló$ico7 pero la continación de la !istoria de la filosofía no lo es menos. La lección de Malebranc!e no se perdió% & qien la reco$ió fe David Ame/ si no comprendemos cómo pede n cerpo obrar sobre otro cerpo% ni n pensamiento sobre otro pensamiento% ni n cerpo sobre n pensamiento% ni n pensamiento sobre n cerpo% tampoco comprenderemos cómo pede n pensamiento% inclso spremo% obrar sobre los cerpos% porqe toda la idea qe tenemos de Dios la !emos sacado de nestra e-periencia% & no podemos tener nin$na idea de la casalidad de Dios allí donde no la tenernos de la nestra . El escepticismo de Ame desciende% pes% del materialismo cartesiano por línea directa7 no e-presa m"s qe la imposibilidad de restablecer relaciones reales entre las sstancias na ve' qe *stas !an sido radicalmente separadas. Desp*s de Ame% para salvar na casalidad qe no se lo$raba encontrar en las cosas% 3ant no !alló m"s solción qe !acer qe el entendimiento se la prescribiera a las cosas. De esta manera% el ciclo cartesiano se cerraba con la pre'a de na crva perfecta% & se$+n las e-i$encias de s principio/ !abiendo partido del espírit% desp*s de varias tentativas in+tiles para salir de *l% la filosofía declaraba s intención definitiva de permanecer allí. 2ero esta resi$nación no debe ser considerada como n trinfo7 recerda la de Descartes% cando% rennciando a prolon$ar la vida de los !ombres% se dio por satisfec!o con ensearles a no temer la merte. #ería error notable creer qe los efectos del matematismo no se !icieron sentir m"s qe en el orden metafísico7 afectaron tambi*n a la moral &% a trav*s de ella% a la sociolo$ía. 0qí no fe Descartes el iniciador% sino om"s Aobbes% c&a filosofía política estimaba Descartes mc!o m"s qe la metafísica 8. Lo qe se nos da en la realidad es na comple1idad concreta c&os elementos se sostienen mtamente. El !ombre no es sólo animal racional% sino tambi*n animal político% porqe el Estado es condición necesaria para el desarrollo perfecto de s racionalidad. 2or eso el individo no se da nnca m"s qe en n Estado% fera del cal no podría reali'ar plenamente s esencia% ni siqiera vivir% an cando el Estado% a s ve'% no sbsista 1am"s sin los individos% qe son s sstancia misma. 2or consi$iente% con el mismo derec!o pede decirse qe en el individo no se encentra nada qe no le ven$a de la sociedad% & qe en la sociedad no !a& nada qe no proven$a de los individos% pesto qe la sociedad forma los individos% &% a s ve'% se compone de ellos. #pon$amos% por el contrario% esta realidad comple1a descompesta en ideas qe definieran cada na na sstancia7 el individo se tornaría na cosa en sí7 el Estado% otra% & se plantearía n nevo problema de la comnicación de las sstancias% tan insolble como el primero. 0 esto condce Aobbes el pensamiento moderno al definir a los !ombres como individos aislables & sensiblemente i$ales% tanto corporal como espiritalmente>. Este cartesianismo político eri$ía al individo en n ser por sí &% por consi$iente% en n fin en sí% c&a sbordinación al Estado como fin m"s alto se !acía difícil% si no imposible. Desde este momento% el problema político se convierte en aqello qe ser" todavía para Rossea/ encontrar en el individo% en canto tal% na ra'ón de sbordinación a otra cosa distinta de *l% lo cal es m"s difícil a+n qe !allar la cadratra del círclo por la re$la & el comp"s. Es claro qe% para n "tomo social como el individo de Aobbes% el derec!o de natrale'a no es otra cosa qe la libertad de emplear todos los medios qe le pare'can benos para ase$rar s propio bien J. Cada
D. AME/ 1n inquir4 concerning human understanding, KII% =edic. L. 0. #elb&5i$$e?% @8. oda la ar$mentación de Ame en este te-to% capital para la !istoria de la filosofía% se diri$e directa & conscientemente contra el ocasionalismo de Malebranc!e. Ame acepta s crítica de la casalidad transitiva% pero la e-tiende del !ombre a Dios. 8 DE#C0RE#/ Letre de <=>? =*dit. 0damanner&?% tomo IK% p"$ina @% % 8. > A55E#/ Leviathan, I% cap. >. odo el comien'o de este capítlo es na transposición al !ombre político de lo qe el comien'o del iscours de la méthode dice del !ombre intelectal. Inclso se encentran allí al$nas e-presiones de Descartes. El Leviathan f e pblicado en . J Leviathan% I% cap. J.
!ombre% dice el Leviathan, tiene por natrale'a derec!o a toda cosa. (Cómo recomponer% entonces% n cerpo social con seme1antes libertades, (Cómo !acer qe% en nombre de mi propio derec!o% de1e de pertenecerme lo qe me pertenece, De aqí todas las teorías de :contrato social; qe% por artificios diferentes% se esfer'an en adqirir derec!os% afirmados primero como absoltos% a los qe se renncia le$o espont"neamente% lo cal se redce a !acer salir la servidmbre de na sma de libertades. 2lanteado en estos t*rminos% el problema era tan difícil% qe los ensa&os de solción for'osamente tenían qe abndar7 pero debían llevar ló$icamente a reconocer el car"cter contradictorio del problema & a poner frente a frente estas dos realidades antinómicas% imposibles de conciliar. De na parte% el individo pro7 &% como la definición del individo en canto tal es e-istir por sí% se vendr" a parar en el individalismo an"rqico de Ma- #tirner o en el individalismo est*tico de Niet'sc!e. El Znico & s propiedad. Nada m"s ló$ico% & #tirner demostró ser filósofo en canto qe spo condcir na idea !asta la pre'a de s esencia% #i el individo no es m"s qe individo% lo iló$ico es qerer qe lo colectivo sal$a de lo individal7 lo ló$ico es la eliminación radical del Estado como fer'a constrictiva. #i% por el contrario% se toma lo colectivo en canto tal% como s esencia misma es la ne$ación de lo individal% tórnase contradictorio fabricarlo con individos% &% en tal caso% son Comte & Dr6!eim los qe deben ser considerados como verdaderos filósofos. :El !ombre no es nada7 la Amanidad lo es todo;. ambi*n esto es completamente ló$ico% porqe en n ser colectivo en canto tal% el individo en canto tal no pede tener cabida7 enc*ntrase% pes% eliminado% redcido% ne$ado de antemano & como por definición. Mientras se esferce en reformarse sobre el modelo de ss doctrinas% la sociedad moderna est" condenada a oscilar perpetamente entre% el anarqismo & el colectivismo% o a vivir empíricamente de n compromiso ver$on'oso% qe no tiene nada qe la 1stifiqe. El clto de las antinomias en la filosofía moderna no es fenómeno sorprendente. 3ant tropie'a con ellas7 Ae$el vive de ellas & piensa qe el esfer'o por sperarlas constit&e la filosofía misma7 por el contrario% todo el esfer'o de la filosofía medieval se ordenaba a evitarlas. 2ara #anto om"s & para Dns Escoto% el !ec!o de qe se !allen conciliadas en lo real preba qe no son insperables & qe% acertando a representar lo real tal como es% no !a& por q* encontrarse con ellas. Esto qiere decir qe somos nosotros qienes las introdcimos allí con nestro matematismo. #i !a& error inicial en el ori$en de todas las dificltades con qe tropie'a !o& la filosofía% no pede ser otro qe el qe cometió Descartes decretando% a priori% qe el método de una de las ciencias de lo real vale para la totalidad de lo real. Decisión qe fatalmente !abía de provocar% tarde o temprano% al$o m"s qe dificltades filosóficas/ la desaparición de la filosofía misma. En efecto% sea cal fere la ciencia c&os procedimientos se eri$en en m*todo niversal% el resltado es condenarse de antemano a no obtener de este m*todo m"s qe lo qe pede dar% es decir% ciencia% pero no filosofía. 2ocos matem"ticos concederían !o& a Descartes qe sus Méditations sean% como *l ase$raba con 1actancia% tan ciertas o inclso m"s ciertas qe las matem"ticas. Con todo% considerada en sí e independientemente de las dificltades en qe se metes na metafísica de tipo matem"tico se$ía siendo posible% porqe% en ambos casos% el pensamiento procede por constrcción de nociones & se mantiene en el orden de las ideas pras. La metafísica cartesiana tal ve' no encentre sino a costa de mc!os esfer'os las conclsiones de la metafísica escol"stica/ espiritalidad del alma% e-istencia de Dios% e-istencia de la materia7 mas% pesto qe al fin & al cabo las encentra% pede conservar la conciencia de e-istir. Cosa totalmente diversa scede con 3ant% para qien la ciencia qe proporciona el m*todo tipo es la
K*ase a este propósito el notable traba1o de M. K. 5 0#CA/ L#individualisme anarchiste% Ma- #tirner =8Y ed.% 2arís% 0lcan% H8F?.
física ne4toniana. odo conocimiento físico prespone na intición sensible7 a!ora bien/ si los otros conocimientos se 1'$an en atención a *ste% donde falte la intición sensible faltar" tambi*n el conocimiento. En tal caso% es evidente qe la serte de la metafísica est" ec!ada de antemano. 2rivada de conceptos% sólo dispone de Ideas% en c&as antinomias se encentra definitivamente encerrada. 0 partir de este momento% desesperando de la filosofía como ciencia% se comien'a a bscarle 1stificaciones en n orden a1eno al del conocimiento racional. 3ant% qe no qiere ni pede de1ar de !acerlo% intenta fndamentar las conclsiones de la metafísica como postlados de la moral. Comte% qe red1o definitivamente el saber ob1etivo al de la ciencia% pero qe compreba al mismo tiempo la inevitable anarqía de n pensamiento pramente ob1etivo% trata de le$itimar la filosofía como síntesis sb1etiva desde el pnto de vista de la Amanidad. E. 5er$son% en fin% sintiendo la necesidad de sperar el orden científico para lle$ar al orden filosófico% !ace n esfer'a admirable para alcan'ar la intición por encima del concepto7 pero esta intición misma% e!periencia mc!o m"s qe conocimiento de lo real% m*todo eternamente fecndo de investi$ación mc!o m"s qe fórmla de descbrimientos% nos da pie para criticar na ciencia qe se tiene por filosofía sin darnos elementos para constrir na filosofía . 2orqe pede ser necesario ponerse na & otra ve' en contacto con lo ine-presado para pro$resar en filosofía% pero la filosofía no consiste sino en aqello qe es capa' de decir% a pesar de las deficiencias de e-presión qe es preciso corre$ir incesantemente. 2or eso nadie pede sorprenderse al ver !o& a la filosofía resi$nada al sicidio & considerando s resi$nación como n trinfo. Del m*todo de na ciencia no se pede sacar m"s qe esta ciencia & aqellos elementos de otras qe se redcen a *sta. De todos los m*todos de las ciencias tomadas en con1nto no se pede sacar m"s qe el con1nto de las ciencias% lo cal es ma$nífico% pero no pede dar l$ar a na filosofía atónoma. #i$iendo este camino se viene a caer necesariamente% ora en el positivismo absolto de Littr*% qe redce pra & simplemente el contenido de la filosofía al de la ciencia% ora en el idealismo de L. 5rnsc!vic$% qe redce la filosofía a na refle-ión crítica sobre las etapas recorridas por el pensamiento en la constitción de la ciencia% la !istoria del Espírit. Ae aqí% pes% a la filosofía en na sitación tal qe parece difícil peda ir m"s le1os en el proceso de s propia disolción. 2ero como el +ltimo paso de la ida es el primero de la velta% !e aqí tal ve' el pnto en qe se impone na refle-ión preparatoria para emprender n camino nevo. Desde le$o% toda idea de n re$reso a la filosofía medieval parece eminentemente absrda. Me refiero a aqella filosofía qe sobrevivía a dras penas en las metafísicas do$m"ticas del si$lo KII7 eliminando toda metafísica% lo qe la ciencia acaba por eliminar es la escol"stica misma. Desp*s de tres si$los de ininterrmpido pro$reso científico% qe !a encerrado al mndo de 0ristóteles en el desv"n de los trastos% (cómo se pede pensar en volver a aqella filosofía, No se trata de esto en modo al$no. No sólo por ra'ones de oportnidad% qe% por imperiosas qe feran% no tendrían nada de filosófico% sino tambi*n porqe debemos condenar la esterilidad científica de la Edad Media por las mismas ra'ones qe nos !acen condenar !o& la esterilidad filosófica del ciencismo. 0ristóteles mismo !abía e-a$erado la importancia de na ciencia & el valor de s m*todo con detrimento de los dem"s7 menos e-csable% en cierto sentido% qe Descartes% porqe así caía en abierta contradicción con las e-i$encias de s propio m*todo% mientras qe Descartes no !acía en esto m"s qe se$ir el s&o. Error% sin embar$o% menos peli$roso filosóficamente% porqe era sólo de !ec!o & de1aba intacto el derec!o7 biolo$i'ar lo inor$"nico% como !icieron 0ristóteles & los filósofos medievales% era condenarse a la i$norancia de las
El pra$matismo de Uames% empresa m"s complicada% pero menos filosófica% trataba de a!o$ar a la ve' la ciencia & la filosofía en la cate$oría com+n de la eficacia. 2ara salvar la filosofía !acía dos víctimas en ve' de na.
ciencias del mndo inor$"nico% c&a poplaridad presente se debe sobre todo a la ina$otable fecndidad pr"ctica de qe dan preba% mientras qe matemati'ar totalmente el saber% & matemati'arlo en principio% era limitar enormemente la física & la qímica% !acer imposibles la biolo$ía% la metafísica &% por consi$iente% la moral. Este es el pnto qe a+n nos qeda por e-plicar. 2ara n filósofo realista% el pensamiento no tiene m"s contenido qe aqel qe ss facltades le permiten abstraer de las cosas & qe el pensamiento elabora $racias a ss principios. Nada anormal !a& para dic!o filósofo en proceder de esta serte% sobre todo teniendo en centa qe% viviendo en la Edad Media% es cristiano & qe% siendo el mndo cristiano creación de Dios% no del !ombre% la filosofía cristiana enfoca espont"neamente los problemas desde el pnto de vista del ob1eto. #in dda calqier filósofo medieval concedería $stoso a Descartes qe las ciencias% en s con1nto% no son m"s qe el espírit !mano% siempre no & el mismo calqiera qe sea la mltiplicidad de los problemas a qe se aplica7 pero% si el espírit !mano considerado en sí mismo es siempre no% las cosas a qe se aplican no lo son% & *sta es la ra'ón de qe ss maneras de acercarse a lo real deban diversificarse como lo real mismo. Reslta% pes% imposible n discrso aristot*lico del m*todo% & sólo sería posible n discrso sobre los m*todos. 0l orden de la cantidad abstracta corresponde el m*todo de las matem"ticas% & an *ste debe diversificarse se$+n qe se trate de cantidad contina o discontina% de $eometría o de aritm*tica. 0l orden de la física le conviene el s&o% &a qe es preciso estdiar el movimiento & las propiedades de los cerpos inor$"nicos. 0 orden de la biolo$ía corresponde n m*todo a s ve' diferente% pesto qe esta ciencia se ocpa del estdio de los seres inor$"nicos% & otro tanto cabe decir de la psicolo$ía% la moral & la sociolo$ía. Nada sería m"s ine-acto qe considerar estos diversos m*todos como aislados% porqe el m*todo de ciencia m"s abstracta condiciona al de las ciencias m"s concretas & penetra en ss dominios7 pero se trata de m*todos específicos & qe si$en siendo distintos% por canto n orden calqiera de lo real% en ra'ón de s distinción misma% reqiere n modo de investi$ación apropiado. 0sí% la #abidría% o filosofía primera% o metafísica% pone los principios re$ladores de todas las dem"s ciencias & no depende !manamente de nin$na7 así como las otras estdian diversos modos de ser% ella estdia al ser en sí mismo% en s esencia & en ss propiedades/ es la ciencia del ser en canto ser7 la matem"tica es la ciencia de la cantidad7 la física es la ciencia del ser móvil7 la biolo$ía es la del ser vivo7 la psicolo$ía% la del ser co$noscente% & la sociolo$ía% la del ser !mano viviendo en sociedad. Nada m"s comprensivo ni m"s fle-ible qe seme1ante actitd% & no se ve a priori por q* na filosofía qe la adoptaba !abía de fallar en la interpretación de no de los órdenes de lo real. Nada% en efecto% la obli$aba a ello. El error de 0ristóteles fe no $ardar fidelidad a s principio/ tina ciencia de lo real para cada orden de lo real, & el error de la filosofía medieval estvo aqí en se$irle. #friendo en esto na eqivocación inversa a la de Descartes% 0ristóteles eri$ió el m*todo bioló$ico en m*todo físico. Generalmente se est" de acerdo en qe los +nicos conocimientos positivos a los cales el aristotelismo !i'o pro$resar al$o feron los relacionados con la morfolo$ía & las fnciones de los vivientes. O es qe 0ristóteles era ante todo n natralista% como Descartes era ante todo n matem"tico7 & !asta tal pnto era 0ristóteles natralista% qe% en ve' de redcir% como Descartes% lo or$"nico a lo inor$"nico% pretendió comprender lo inor$"nico en lo or$"nico. Impresionado por el papel dominador de la forma en el ser vivo% no se limitó a convertirla en n principio de e-plicación de los fenómenos de la vida% sino qe e-tendió este principio desde el ser vivo al ser móvil en $eneral. De aqí la famosa teoría de las formas sstanciales% c&a eliminación ser" el primer cidado de Descartes. 2ara n escol"stico% en efecto% los cerpos físicos est"n dotados de formas% de las cales reciben a la ve' s movimiento & ss propiedades% &% así como el alma es na especie de
forma% la de n viviente% la forma es n $*nero de alma% qe contiene a la ve' las formas de los seres inor$"nicos & las formas o almas de los seres or$ani'ados. Esto es lo qe e-plica la esterilidad relativa de la filosofía escol"stica en el orden de la física e inclso de la qímica% así como la insficiencia del cartesianismo en el orden de las ciencias natrales. #i en el viviente !a& al$o m"s qe mecanismo pro% Descartes est" condenado de antemano a no dar con ello7 pero si en lo físico no se encentra aqello qe define el viviente como tal% la escol"stica no sólo no lo$rar" encontrarlo allí% sino qe% adem"s% tampoco lle$ar" nnca a descbrir lo qe allí se encentra. #in embar$o% perdió el tiempo bsc"ndolo% &% como estaba se$ro de qe todas las operaciones de los cerpos inor$"nicos se e-plicaban por formas% lc!ó con todas ss fer'as contra los qe pretendían ver el problema da distinto modo% se obstinó en aqella empresa imposible &% al perderla% se perdió ella misma. res si$los dedicados a clasificar lo qe se mide% con la misma obstinación qe a veces se pone !o& día en medir lo qe se clasifica % no prod1eron m"s qe na sedofísica% tan peli$rosa para el ftro de la ciencia como para el de la filosofía qe se creía vinclada a aqel sistema7 la escol"stica no spo dedcir de ss principios la física qe podía & debía derivarse de ellos. El primer deber qe se impone !o& es% por consi$iente% $ardar a las e-i$encias del realismo m"s fidelidad qe la Edad Media% & dar a cada orden de lo real aqello qe se le debe. En cada orden se pede mantener la realidad de la forma% sin la cal% no peden e-plicarse las estrctras & qe si$e siendo el principio de la inteli$ibilidad de lo real7 siendo ella la qe establece el fin de las ener$ías & las condiciones de s e1ercicio% es ella tambi*n la qe ri$e siempre lo mec"nico% imponiendo a las fer'as% inclso a las físicas o qímicas% le&es estrctrales qe diversifican a los cerpos & mantienen na distinción real entre las mencionadas ener$ías. Con m"s ra'ón a+n debe la forma desempear este papel en bot"nica & 'oolo$ía% donde los tipos son !ec!os & le&es todavía m"s evidentes. 2ero la tipolo$ía es n problema científico absoltamente niversal7 se plantea para lo inor$"nico lo mismo qe para lo or$"nico% &% por m"s qe la orientación de las ciencias se diri1a a!ora por otros caminos% el !ec!o sbsiste% la necesidad de tenerlo en centa se impondr" siempre% & la forma es el +nico principio qe permite e-plicarlo. No se trata% pes% de ne$ar el !ilemorfismo de los seres inor$"nicos7 antes bien% lo qe parece imponerse es na distinción precisa entre la noción de forma or$"nica & la de forma inor$"nica. @ormae naturales sunt actuasae et quasi vivae, decían los escol"sticos7 entre el artificialismo cartesiano% qe convierte a los animales en m"qinas% & el vitalismo aristot*lico% qe !ace de los cerpos físicos otros tantos animales% debe !aber l$ar para n mecanicismo de lo físico & n vitalismo de lo bioló$ico. oda :natrale'a; reqiere n principio formal% apero no toda forma es viva 8.
Es evidente qe el error de 0ristóteles% an siendo menos $rave qe el de Descartes desde el pnto de vista filosófico% era m"s $rave desde el pnto de vista científico. 2orqe el !ec!o de e-tender na ciencia m"s $eneral a las menos $enerales% como !i'o Descartes% no impide alcan'ar en estas +ltimas aqello qe tienen de com+n con las primeras7 de aqí na mecani'ación siempre posible% anqe siempre parcial% de la biolo$ía7 mientras qe el !ec!o de aplicar el m*todo de na ciencia m"s particlar a otra m"s $eneral de1a a esta +ltima sin ob1eto. 2es bien% al fracasar 0ristóteles en canto al ob1eto propio de la física & de la qímica% fracasó tambi*n en todo aqello qe la bioqímica nos permite saber acerca de lo bioló$ico & qe% sin ser el todo% ni siqiera lo m"s importante% es qi'" lo m"s +til. Esto constit&e% adem"s de na $rave la$na teórica% n error pr"ctico% cosa qe 1am"s le perdonar" el tilitarismo !mano. 8 Es cierto% efectivamente% qe% a pesar del error de ima$inación qe movió a ciertos escol"sticos a concebir las formas de los seres inor$"nicos a la manera de las formas de los seres vivos% el !ilemorfismo conserva todo s valor. 5asta recordar qe toda noción metafísica nace% al contacto con los !ec!os m"s $enerales de nestro niverso material% de n 1icio formlado a la l' del ser% es decir% a la l' del principio de contradicción% & qe% por consi$iente% seme1ante noción es an"lo$a% como la noción misma del ser. al el concepto de forma% qe se reali'a de manera diferente en los seres inor$"nicos & en los seres vivos. 2ero% como el espírit !mano nnca piensa sin recrrir a la ima$inación & a la e-periencia
2rincipio de estrctra & ordenación de las ener$ías% pero no fente de ener$ía calclable o e-perimentalmente demostrable% la forma inor$"nica no es na espontaneidad interna c&os efectos serían determinadas variaciones cantitativas observables. 2ero% al mismo tiempo% se ve qe el fracaso de la física medieval de1a intacto el valor de la filosofía de aqel tiempo% &% en cierto sentido% inclso lo confirma% pesta qe dic!a filosofía fracasó +nicamente por falta de fidelidad a ss propios principios. Nada la condena a la astronomía de 2tolomeo% al $eocentrismo% a la e-plicación de los movimientos de los cerpos celestes por Inteli$encias motrices7 no est" obli$ada a creer con #anto om"s qe los cerpos reciban de ss formas sstanciales na inclinación determinada !acia n l$ar concreto% ni qe la refle-ión & la refracción de los ra&os lminosos sean met"foras de orden corporal para e-presar realidades inmateriales. )e lo falso es falso% no !a& nadie tan obstinado qe no lo recono'ca. O no sólo debe desaparecer% !a desaparecido &a% todo este menoscabo científico% sino qe% a la ve'% desaparece necesariamente todo lo qe se basaba en *l% en el orden metafísico & psicoló$ico. 2or consi$iente% la reevalación de la tradición medieval debe comen'ar por los principios% no pre1'$ando lo qe peden o no peden dar% sino poni*ndolos libremente a preba para ver !asta dónde se e-tiende s valor e-plicativo de lo real. El problema no es encadrarlos en nevos sistemas% a c&os elementos cadcos perecerían vinclados na ve' m"s% sino restitirlos a s pre'a & fecndidad permanente% para impedir% al menos% qe se pierdan bienes espiritales qe debieran ser para nosotros posesión definitiva. El primero & m"s necesario de estos bienes es la e-istencia de na filosofía como disciplina atónoma del pensamiento & de na metafísica qe la corone. La anti$a definición de la filosofía si$e siendo bena% & 0$sto Comte en persona acabó reconoci*ndolo/ es el estdio de la sabidría. Incl&e% pes% en sí el con1nto de las ciencias% cada na de las cales se esfer'a en for1ar el instrmento adecado al orden de lo real qe se propone e-plicar7 mas% por encima de los problemas qe sscitan los diferentes modos de ser% est" el qe sscita el ser. No se trata &a de e-plicar cómo e-isten estas cosas o las de m"s all"% sino en q* consiste el e-istir. ()* es la e-istencia, (2or q* !a& e-istencia% siendo así qe la qe tenemos no% parece contener en sí s propia ra'ón sficiente, (Es necesaria o contin$ente, O% si es contin$ente% (no postla na e-istencia necesaria como casa & e-plicación, al es el ob1eto de la ciencia +ltima a qe el espírit !mano se eleva en el orden del conocimiento pramente natral/ la ciencia de la e-istencia por encima de las ciencias de las maneras de e-istir. D"sele el nombre de :metafísica;. Ciencia qe fndaron los $rie$os & c&a necesidad conocieron claramente% & qe la filosofía cristiana 1am"s de1ar" perecer% porqe *sta es la primera & la +nica ante la qe la e-istencia de los seres !a aparecido & aparece a+n como contin$ente% es decir% como reqiriendo n principio propio de e-plicación c&a natrale'a sea estdiada por na ciencia distinta de las otras% ciencia qe condicionar" a todas las dem"s% porqe s ob1eto es el problema sin el cal no podría plantearse nin$+n otro. Mientras e-ista el cristianismo e-istir" na metafísica para relacionar las diversas modalidades de la e-istencia con 0qel qui non aliquo modo est, sed est. Cada ciencia sensible% la ra'ón se inclina natralmente a vinclar conceptos metafísicos% &% por consi$iente% analó$icos% a tal ima$en & a tal reali'ación nívoca. na tendencia seme1ante fe la qe implsó a 0ristóteles% qien% por s edcación m*dica% se sentía inclinado a :biolo$i'ar; la forma en toda s e-tensión. Di$amos% con todo% en s descar$o% qe% al evocar el libro KI de los 9ísicos & ciertos pasa1es de los libros II & KII de la misma obra% se ve bien qe s ator !abía entrevisto la importancia de la cantidad & de la medida en el conocimiento científico. #i no avan'ó m"s por este camino% debióse tal ve' +nicamente a s i$norancia de las matem"ticas% de las cales parece no !aber conocido m"s qe la proporción simple. M& bien pede ser qe esto e1erciera na inflencia considerable sobre la orientación $eneral de ss traba1os.
tiene s pesto7 mas% por encima de las otras% la qe tiene por ob1eto aqello sin lo cal no !abría ciencia nin$na% porqe no !abría realidad co$noscible ni inteli$encia qe pdiera apre!enderla.
Etienne Gilson
El Realismo Metódico
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IV. EL MÉTODO REALISTA Ae procrado mostrar primeramente por q* & en q* sentido se pede !ablar de n realismo metódico% para definir na actitd qe me parece conforme con la tradición aristot*lica & filosóficamente sana. No se trata aqí de saber si debemos aceptar% con el detalle de s estrctra t*cnica% la psicolo$ía de 0ristóteles% sino de na cosa en absolto diferente. El problema qe se discte es el de nestra actitd filosófica inicial. 2es bien/ me parece qe% sobre este pnto concreto% estamos actalmente en na indeterminación qe pede ser cómoda% pero de la cal es preciso salir% si se qiere entrar verdaderamente en la filosofía. Inddablemente% el realismo es mal mirado. Aa& m& pocos entre nestros contempor"neos qe no consideren qe ser filósofo & adoptar n m*todo idealista se identifican en el fondo. Cando el idealismo tiene conciencia de s espírit & de los principios qe lo !acen posible% seme1ante actitd es co!erente. Lo inco!erente &% al mismo tiempo% peli$roso% es el idealismo mal definido & aceptado como cosa natral% del cal estamos !o& enteramente rodeados. Cando al$ien se proclama idealista% (q* qiere decir, 2esto qe aqí se trata del problema elemental de la e-istencia del mndo e-terior% n idealismo pro sería en primer l$ar aqel qe red1era lo real al percipere & al percipi. Desde tal pnto de vista% qe estaría bastante pró-imo al de 5er6ele&% lo real se redciría a lo apre!endido & a nestra apre!ensión de lo apre!endido. Compesto de pensamientos & de ss representaciones% el niverso no contendría ni materia ni sstancias dotadas de e-istencia propia e independiente del acto qe las conoce. En este sentido% el mndo no sólo sería contempor"neo del pensamiento% sino qe se confndiría con *l & no tendría m"s e-istencia qe la s&a. No sería difícil encontrar en filósofos actales% e inclso en ciertos sabios% fórmlas qe sponen la aceptación de seme1ante doctrina. :El pensamiento no es m"s qe n rel"mpa$o en na lar$a noc!e% pero este rel"mpa$o lo es todo;7 :el pensamiento del sabio crea el !ec!o científico;7 & tantas otras fórmlas brillantes & de efecto se$ro. 2ero (q* qieren decir, 2ara qe el pensamiento sea talo% es preciso realmente admitir qe fera de *l no !a& nada & qe% por consi$iente% tampoco !abía nada antes de *l ni !abr" nada desp*s% si al$+n día lle$a a desaparecer. En na palabra% & de acerdo con los datos del problema/ es preciso reconocer qe el ser es en sí inseparable del ser del conocimiento% porqe se redce a *ste. #i se lle$a !asta aqí% se pede estar eqivocado7 pero% al menos% no se pede ser acsado de inco!erencia. La des$racia es qe qienes emplean estas fórmlas no aceptan s si$nificado. Difícilmente conceder"n qe la tierra qe !abitamos no e-istía antes de qe apareciera el m"s !milde de los or$anismos capaces de e-perimentar na sensación7 ensean% inclso% e-presamente lo contrario como n !ec!o científico establecido. Difícilmente se les !ar" decir qe la física% en l$ar de ser na ciencia de la natrale'a% es la natrale'a misma7 qe el sabio no estdia las cosas% sino qe les confiere la e-istencia $racias al poder creador de s espírit7 qe observar n !ec!o es sacarlo de la nada. 2or el contrario% casi todos est"n de acerdo en reconocer% de na parte% qe lo inor$"nico precedió con mc!o en el tiempo a lo or$"nico & a lo sensitivo% c&a e-istencia condiciona% & de otra% qe la ciencia est" constantemente en lc!a con lo dado% qe la obli$a a revisar sin cesar las sistemati'aciones &a establecidas. #iempre !a& 'onas opacas para el pensamiento% siempre qedan otras detr"s de aqella qe se !ace trasl+cida% & el obst"clo contra el cal c!oca el pensamiento con n c!oqe tan dic!oso & fecndo se le presenta como todo lo contrario de n decreto libre o de na le& del espírit. odo scede como si% por la ciencia% el pensamiento fera asimilando pro$resivamente lo inteli$ible de n mndo qe le es dado% no como si *l creara a la ve'
Etienne Gilson
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la inteli$ibilidad & la e-istencia de ese mndo. Nos encontramos% pes% aqí frente a na opción al mismo tiempo libre & necesaria. enemos libertad para ele$ir lo qe qeramos7 pero% si somos filósofos% nos vemos for'ados a ele$ir. 0l decir qe se es idealista% (se entiende% o no% qe el ser del niverso se redce al del pensamiento, #i se entiende así% volvamos a 5er6ele& & red'camos con *l el mndo al len$a1e qe !abla a los espírits el 0tor de la natrale'a7 s posición tiene siqiera el m*rito de la franqe'a7 si no se entiende así% (q* se qiere decir al afirmar qe se es idealista, #e pede qerer decir na se$nda cosa% a saber/ qe se es criticista% partidario del idealismo critico de 3ant. 2ero tambi*n !a& dos maneras de ser esto/ na qe es co!erente & otra qe no lo es. El criticismo en canto tal no es na metafísica7 es n m*todo7 es% inclso% n m*todo qe e-cl&e de antemano la posibilidad de todo do$matismo metafísico. 2re$ntarse con 3ant en q* condiciones es posible na física pra a priori & plantear el problema desde el pnto de vista trascendental eqivale a desterrar del orden del conocimiento real toda disciplina c&as condiciones iniciales difieran de las de la física de Ne4ton. La metafísica & la moral entran en este n+mero. 0 primera vista% seme1ante decisión pede parecer arbitraria & con ra'ón se pede pre$ntar si esta crítica no anda bastante escasa de crítica7 sea de esto lo qe qiera% lo cierto es qe en nada se contradice a sí misma ni reslta imposible7 pero !a& qe aceptar ss consecencias. La primera & m"s importante% en mi opinión% es qe la crítica misma tiene el imperioso deber de no transformarse en metafísica% so pena de traicionar a s propia esencia. En el problema qe nos ocpa & qe es esencialmente metafísico% pesto qe se redce al ser% la crítica no tiene% por consi$iente% nada qe decir. 3ant mismo parece !aberlo comprendido. El problema qe todos los estdiantes plantean a s profesor/ (cómo pede saber 3ant qe e-isten cosas en sí% si es n verdadero criticista,7 (con q* derec!o recrre a la cate$oría de casalidad para establecer la e-istencia de las cosas,% mestra bien la independencia persistente% en 3ant% de los pntos de vista metafísico & crítico. Como metafísico% no qiere nada con el idealismo de 5er6ele&% sino qe establece n mndo de sstancias independientes del pensamiento7 esta decisión inicial no debe nada a s crítica7 ni la confirma ni la debilita en modo al$no% porqe es anterior a ella. En este sentido% d"ndose plenamente centa de lo qe implica la esencia del criticismo tomada en s pre'a absolta% pdo M. L. 5rnsc!vic$ decir con ra'ón qe no es se$ro o% por lo menos% no se pede demostrar qe aqello qe la natrale'a misma del m*todo descida peda% en efecto% ser descidado;. Nada m"s verdadero7 pero es preciso atenerse a ello. na ve' qe se !a decretado definitivamente qe% para nosotros% la natrale'a es por definición id*ntica a la obra del espírit% no se debe olvidar a continación qe se !a rennciado al derec!o de investi$ar si !a& o no na natrale'a fera del espírit% &% si la !a&% c"les peden ser ss relaciones con el espírit. Oa no se tiene derec!o a !ablar del :c!oqe; qe la natrale'a da al espírit% pesto qe ni siqiera se !a planteado el problema de saber si !a& na natrale'a & el problema permanece por definición fera del dominio de la crítica. Con m"s motivo a+n se carece del derec!o de !ablar de la conciencia como si *sta entrara en contacto con al$o dado dotado de realidad propia% & c&o secreto se propsiera desentraar. 2es bien/ esto es lo qe no cesan de !acer nestros criticistas. Aabi*ndose sitado desde el primer momento fera de la metafísica% dictan sentencia contra el idealismo & el realismo metafísicos% como si estas dos actitdes estvieran sometidas a s 1risdicción. 2eor todavía/ ec!an mano% sin pararse en barras% del realismo metafísico para splementar & rellenar n poco s idealismo crítico% porqe *ste% en efecto% lo necesita. 0 !acerlo así% obran con prdencia. 3ant tiene toda la ra'ón cando afirma la e-istencia de rosas en sí. L. 5rnsc!vic$ no se eqivoca al !ablar de na natrale'a & del :c!oqe; qe% al encontrarse con ella% recibe el espírit7 mas% para !acer esto% tienen qe confesar qe admiten la e-istencia de n mndo e-terior% de lo
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cal les felicito% ne$"ndose al mismo tiempo a confesar francamente s realismo metafísico% de lo cal no pedo felicitarles. Esto viene a decir qe detr"s de toco criticista !a& n metafísico% & non frecencia n metafísico realista% qe se i$nora% cierra los o1os frente a s propia e-istencia e inclso re!sa a los dem"s el derec!o a darse centa de la s&a. #in embar$o% el realista no pretende !acer otra cosa. El realista es simplemente n !ombre qe se da centa de s propia posición & la confiesa p+blicamente% para *l & para al$nos m"s. (En q* consiste% pes% esta posición, Consiste esencialmente en na ponderada elección entre dos m*todos posibles/ el de 0ristóteles & el de Descartes. bien se toma como pnto de partida el ser% incl&endo en *l al pensamiento/ ab esse ad nosse valet conseguentia, o bien se toma como base el pensamiento% incl&endo en *l al ser/ a nosse ad esse valet corcseguentia. 2reldiando la obra de 3ant% Descartes eli$ió na ciencia como tipo del conocimiento7 la diferencia qe los separa es qe Descartes% en ve' de ele$ir la física% esco$ió la matem"tica% a la cal red1o la física misma7 la seme1an'a qe los ne es qe% antes de 3ant% Descartes transforma n m*todo en na metafísica. La metafísica si$e siendo para *l na ciencia% lo cal no scede &a en 3ant% porqe% si la ciencia tipo es matem"tica% si$e siendo posible na ciencia metafísica% mientras qe% si la ciencia tipo es física% la metafísica carece de la intición sensible necesaria para s constitción como ciencia. Descartes% qe procedía como matem"tico% pdo creer% por consi$iente% qe n m*todo idealista no sólo no sprimiría la metafísica% sino qe% por el contrario% le ase$raría na base inqebrantable. El resltado es conocido. #i se considera el cartesianismo como metafísico% desemboca en el idealismo de 5er6ele&7 cando se le considera como n idealismo pramente metódico% acaba en el idealismo crítico de 3ant. 2or consi$iente% sólo se pede comen'ar con Descartes a condición de aceptar de antemano aqello en qe el cartesianismo acaba7 se permanecer" en la claridad de las esencias &% por tanto% en la filosofía. 2ero% si se qiere comen'ar con Descartes & acabar con 0ristóteles% manifestar ad!esión a n m*todo idealista sirvi*ndose al mismo tiempo sin el menor reparo de n elemento real al qe no se tiene nin$+n derec!o% lo qe se consi$e es instalar la confsión en el seno mismo de la filosofía & !acer imposible s e1ercicio. )e este e1ercicio velva a ser posible es lo qe pretenden los realistas7 por eso son & se proclaman realistas. ambi*n ellos si$en n m*todo7 pero no lo decretan antes de s filosofía% como si aq*l !biera de condicionar a *sta% sino qe lo encentran en s filosofía7 por eso 1am"s tendr"n qe pre$ntarse si es le$ítimo transformarla en metafísica% pesto qe no es m"s qe esta misma metafísica% plenamente consciente de ss pasos% de ss posiciones iniciales & de las implicaciones de *stas & de aq*llos. El principio fndamental del realismo% cando se define en relación con el idealismo% &a sea *ste metafísico% &a crítico% es qe el !ec!o de qe toda e-istencia nos sea dada en n conocimiento no implica en modo al$no qe nestro conocimiento sea la casa de esta e-istencia. Aa& en todo idealismo n postlado inicial% tolerable mientras se presenta como postlado% pero qe se convierte con e-cesiva facilidad en n sofisma cando qiere !acerse pasar por na evidencia. El !ec!o de qe todo me sea dado en el pensamiento no permite en modo al$no afirmar qe todo se redce al pensamiento. Reslta n tanto eno1oso tener qe recordar cosas tan sencillas7 sin embar$o% es preciso !acerlo% &a qe tantas personas consideran !o& como n primer principio evidente e indisctible qe el realismo es na posición contradictoria en sí e imposible. La verdad es% por el contrario% qe el idealismo es pra & simplemente n postlado qe en nada encentra 1stificación% & c&as consecencias son tales% qe pocos de los qe se ad!ieren a *l al principio le permanecen fieles desp*s. No discto aqí las dificltades qe se encentran a continación7 lo +nico qe di$o es qe el pnto de partida del idealismo no tiene ni la evidencia de n a-ioma ni el valor de n principio. 0l comien'o% nada nos impide sbsmir el conocimiento en el orden del ser% en ve' de sbsmir el ser en el orden del conocimiento. Di$o% pes% qe% así como en el
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cartesianismo !a& n idealismo metódico% qe toma como pnto de partida el nosse, pede !aber tambi*n n realismo metódico% qe tome como pnto de partida el esse. Mientras se antepon$a a lo real n estado calqiera de conciencia% va sea na :sensación pasiva;% &a n :apre!endido;% se ser" m"s o menos tribtario del m*todo idealista. El m*todo realista si$e na dirección e-actamente inversa/ todo lo real dado implica el pensamiento qe lo apre!ende7 por consi$iente% es el ser la condición del conocer% & no el conocer la condición del ser. Dic!o esto% &a podemos dar n paso m"s en el sentido de la metafísica. na ve' admitida la posibilidad de la posición realista% & desp*s de !aber levantado esa especie de entredic!o en qe el idealismo qiere ponerla% compr*base al pnto qe la relación del m*todo con la filosofía es aqí en absolto diferente de lo qe scede en el idealismo. No es tan f"cil prescindir de lo real% & tvieron qe pasar si$los antes de qe al pensamiento se le ocrriera cometer tal sicidio. La cínica manera de lle$ar a esto era decretar previamente el m*todo% e-tender la realidad sobre *l como sobre n lec!o de 2rocsto & cortar todo lo qe sobrase. 2or eso todo idealismo prespone la atonomía & sficiencia de al$+n m*todo% considerado como n ensí anterior a a filosofía% re$la% condición & casa de esta filosofía. 2or eso tambi*n% cando n idealista trata de definir lo real% se ve obli$ado a !ipostasiar el m*todo & ponerlo en l$ar de lo real. No basta qe el m*todo e-pliqe lo real/ para tener derec!o a ne$ar en lo dado lo qe s propia esencia le impide alcan'ar% es preciso qe lo constit&a. En el realismo scede todo lo contrario. 0qí% lo qe decide & define es lo real% no el m*todo. La primera cosa conocida nos presenta a la ve' s propia natrale'a & elementos para saber q* es el conocimiento. Claro est" qe nada nos impide ima$inarnos n niverso en qe las cosas ocrran de otro modo7 pero el !ec!o es simplemente qe% en el niverso donde estamos% ocrren de esta manera. En n niverso cartesiano los pensamientos deberían pensarse en primer l$ar a sí mismos% & le$o% descendiendo de ss esencias a ss conceptos% de ss conceptos a ss sensaciones & de ss sensaciones a ss ob1etos% lle$ar al mndo e-terior por este camino centríf$o. #i así fera% el idealismo sería la filosofía natral del espírit !mano. #abido es qe no scede tal cosa. No !a& :idealismo in$eno;% ni siqiera idealismo natral. Desde 2latón a Descartes% todo m*todo idealista se ve obli$ado a e-plicar la e-istencia del realismo por na especie de pecado ori$inal7 como el realismo es manifiestamente natral% si no se qiere aceptarlo% no qeda m"s recrso qe probar qe la natrale'a est" corrompida7 qe lo qe parece ser no es7 qe el testimonio c&a evidencia inmediata parece la m"s natral e irresistible% el de la intición sensible% es en realidad fente ina$otable de ilsiones & de errores. El realismo% por s parte% no re!&e la crítica de los conocimientos7 la acepta% la invita7 pero rec!a'a toda crítica a priori del conocimiento. En ve' de prescribir a priori límites a la ra'ón% qe m& pronto se convierten en límites de lo real% el realismo acepta la ra'ón entera & a1sta nestros conocimientos a la norma de la realidad. Nin$+n conocimiento sería v"lido si no e-istiera con anterioridad a *l s ob1eto. Di$amos todavía qe nada nos impide tratar de definir las relaciones del s1eto pensante & de la cosa pensada en el seno de este orden real. Lo qe primero se nos ofrece es el concepto de n ser pensado por el entendimiento & dado en na intición sensible. #i el ser es el primer ob1eto del entendimiento en canto qe es concebido% lo es por ser inmediatamente percibido/ res sunt, ergo cogito. 0l principio est" la percepción de na e-istencia qe nos es dada en sí misma & no primariamente en orden a nosotros. Desp*s% inqiriendo las condiciones de posibilidad de seme1ante !ec!o% comprendemos qe el nacimiento del concepto prespone la fecndación del entendimiento por o real qe es apre!endido. 0ntes de la verdad e-iste lo verdadero7 antes de la adecación del 1icio & de lo real% se da la adecación vivida del entendimiento mismo con lo real7 esta adecación del entendimiento con lo real es
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lo qe le capacita para concebir s esencia. O esta misma metafísica realista tampoco es m"s qe na interpretación posterior de la evidencia sensible inicial% de esa penetración de la cosa en nosotros a la cal damos el nombre de sensación. En primer l$ar% pes% se da la e-periencia inmediata de n ensí% en la cal% por n esfer'o de refle-ión% el &o velve a encontrarse lteriormente. El m*todo refle-ivo del realista parte del todo para discernir ss partes% pero se pro!íbe a sí mismo poner na de las partes% la +ltima de las qe descbre% como condición de todas las dem"s. Esto no qiere decir qe el realista no peda se$ir con inter*s los esfer'os del idealista para comen'ar con na parte & redcir desp*s a ella el todo% a falta de no poder !acerlo salir de ella7 la +nica cosa qe le e-i$e es n 1e$o limpio & noble !asta el fin% & lo mismo e-i$e a los realistas. No es precisamente esto lo qe scede. Constantemente encontramos realistas qe comien'an como idealistas e idealistas qe acaban como realistas. (Cómo se pondrían de acerdo, Cada no de ellos ve claramente la inconsecencia del otro% pero no lle$a a darse centa de la s&a. 0 mi 1icio% sería preferible n franco desacerdo. Esto vale m"s qe la confsión en qe nos encontramos% & los maestros del pensamiento medieval% por la claridad de s posición% peden a&darnos a salir de ella. Comen'ando como realistas% como tales acaban. (2or q* no volver al planteamiento cl"sico del problema, (2orqe sería volver a la Edad Media, No7 sería volver mc!o m"s atr"s a+n% & acaso fera volver a la verdad. No podría pensarse n m"s all" del pensamiento si ciertos pensamientos no feran conocimientos & si no implicara todo conocimiento n m"s all" del pensamiento. [)* liberación constitiría para nosotros el adqirir conciencia de esta verdad elemental/ qe el ob1eto de la epistemolo$ía no es el pensamiento% el cal no es m"s qe la conciencia de n conocimiento% sino el conocimiento% qe es la captación de n ob1eto\ odo realismo implica n an"lisis del conocimiento7 todo idealismo deriva del an"lisis de n pensamiento7 & por eso el primer deber qe nos impone el m*todo realista es na decisión de no admitir los falsos problemas ni las falsas ciencias7 no de los ma&ores m*ritos de tal determinación es el de1arnos el camino libre. Ae dic!o qe na crítica realista del conocimiento es n círclo cadrado% & peor todavía. Me creo en el deber de mantener lo dic!o. na crítica del conocimiento es na empresa de natrale'a definida% qe no se pede acometer sino en condiciones m& precisas. 0parece !istóricamente en el momento en qe el idealismo% !abi*ndose pro!ibido a sí mismo definitivamente el tomar como pnto de partida el ser% se pre$nta q* va a !acer con los trascendentales. Desde el momento en qe lo verdadero &a no es el ser conocido% (q* es la verdad, Desde el momento en qe el bien &a no es el ser qerido% (q* es el bien, O% por consi$iente% (q* es la ciencia, ()* es la moral, 9e entonces cando el bien% lo verdadero & lo bello comen'aron a fncionar como valores% porqe los valores no son m"s qe trascendentales qe tratan de sbsistir desp*s de !aber roto los vínclos qe los nían al ser. Desde el momento en qe &a no son% es natral & necesario qe se los fndamente. De aqí toda esa est*ril efervescencia de especlaciones pramente verbales qe se acmlan en la filosofía moderna en torno a los valores & ss fndamentos. % me1or dic!o% en torno a los fndamentos de los valores% porqe% al no encontrar 1am"s estos fndamentos% no se tiene tiempo de lle$ar a los valores mismos. no de los ma&ores obst"clos qe retrasan el florecer de n realismo re1venecido es precisamente la ilsión de qe s primer deber sea elaborar% a s ve'% na crítica del conocimiento & na a-iolo$ía epistemoló$ica% est*tica o moral. Nestro deber es% por el contrario% comprender qe esto sería perse$ir la sombra de na sombra% pesto qe sería preciso bscar el fndamento de n valor qe no sería tan necesario fndamentar si no fera porqe los valores nacen en el preciso momento en qe estos aspectos de lo real pretenden sstitir a lo real mismo. El realismo es n conocimiento qe no adqiere el conocimiento de sí m"s qe en el ser7 anali'a & se esfer'a en reconocer la estrctra
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de lo real% de la cal forma parte & en c&o seno se descbre a sí mismo. No sólo encentra a s disposición desde el primer momento las cosas & el conocimiento qe tiene de ellas% sino qe encentra tambi*n% en el conocimiento pro$resivo qe adqiere de estas cosas & del entendimiento qe las conoce% la norma de lo qe es el conocimiento mismo. 2ara *l la cínica forma de lo qe deben ser las cosas es la esencia qe las !ace ser lo qe son. Completamente diferente es el idealismo. No se dar" por satisfec!o con qe se le conceda qe se impone n estdio de nestras facltades co$noscitivas & qe es necesario discernir entre el conocimiento & el error. na :crítica del conocimiento; no es ni n an"lisis refle-ivo del acto del conocimiento% en qe se asi$nase eqitativamente al s1eto & al ob1eto lo qe a cada no corresponde7 ni na :crítica de los conocimientos;% en qe se intentase decir c"les son los si$nos qe distin$en a lo verdadero de lo falso. Es otra cosa% & esta cosa difiere esencialmente de todo aqello qe pede intentar el realismo. Es na empresa para fndamentar a priori nestro conocimiento% limit"ndolo. 0!ora bien7 el problema de fndamentar el conocimiento% o de fndamentar la moral% es na necesidad qe se impone tan pronto como se abandona el terreno del realismo% pero qe carece de todo sentido mientras se tiene cidado de permanecer en *l. na crítica de nestra facltad de conocer es n esfer'o para encontrar% en esta facltad misma% las condiciones necesarias & sficientes para el conocimiento% es decir% n esfer'o para limitar el alcance de nestro conocimiento a lo qe *ste da% e-cl&endo de antemano la !ipótesis de qe peda recibir al$o. 0sí% pes% el idealista intenta realmente fundamentar, precisamente porqe% !abiendo comen'ado por vaciar el conocimiento del ob1eto qe lo re$la% le es necesario todavía encontrar n sentido a la palabra verdad. 2or consi$iente% n realismo crítico tampoco ser" aceptable% a no ser con la condición de pr$ar seme1ante noción =si noción pede llamarse? de todo lo qe pdiera s$erir al$na ambición de na crítica realista del conocimiento. Esto apenas es posible. #i el t*rmino de realismo crítico tiene sentido% no pede ser m"s qe el de :realismo crítico en canto realismo;% es decir% na filosofía qe va del ser al conocer% bscando a la ve' en el conocer las condiciones a priori del ser. #i no es esto lo qe tal e-presión qiere decir% no si$nificar" tampoco qe es el realismo lo qe es crítico% & entonces% (c"l ser" s sentido, #abido es qe idealismo crítico qiere decir/ n idealismo c&a esencia se redce a ser crítica% por !aber rennciado a ser% al menos de primera intención% n idealismo empírico. Di$amos todavía% con n representante contempor"neo de esta doctrina% qe :el idealismo sostiene qe toda la metafísica se redce a la teoría del conocimiento7 & *sta es la ra'ón de qe sea crítico. (En q* sentido podría serlo n realismo c&a esencia misma es ne$ar seme1ante posición, Confieso qe no lo entiendo. )e n filósofo realista% na ve' sentado s realismo% no se crea atori'ado a aceptar sin crítica los conceptos & los 1icios qe forma al contacto con la e-periencia% es natral7 pero *sta es na cestión totalmente diversa. #anto om"s tenía n sentido crítico de los m"s a$dos% & era realista7 era% pes% n realista dotado en smo $rado de sentido crítico% pero nnca fe n :realista crítico;% porqe% si !biera intentado !acerse crítico% s realismo !biera de1ado de e-istir. )e con s realismo !abría de1ado de e-istir la metafísica% & qe !o& no podremos recperar la metafísica si no es volviendo al realismo pro & simple% me parece cosa evidente7 pero no lle$aremos a este realismo si no es con la condición de ne$arnos a todo compromiso con el idealismo% & en primer l$ar con s m*todo% pesto qe este m*todo se identifica con el idealismo% &% tan pronto como el realismo cede ante *l% se condena de antemano a ir perdiendo na por na todas ss posiciones. Kolvamos% pes% a la sencille'. )ienso, es na evidencia7 pero no la evidencia primera% & por eso no lle$aremos a nada bas"ndonos en ella. Las cosas son, es otra evidencia7 & *sta es la primera de todas & la qe condce% por na parte% a la
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ciencia% &% por otra% a la metafísica7 por consi$iente% es n m*todo sano tomarla como pnto de partida.
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V. VADEMÉCUM DEL REALISTA PRINCIPIANTE . El primer paso en el camino del realismo es darse centa de qe siempre se !a sido realista7 el se$ndo% comprender qe% por m"s qe se !a$a para pensar de otro modo% 1am"s se conse$ir"7 el tercero% comprobar qe los qe pretenden pensar de otra manera piensan como realistas tan pronto como se olvidan de qe est*n desempeando n papel. #i entonces se pre$ntan por q*% la conversión est" casi terminada. 8. La ma&oría de los qe se dicen & se creen idealistas preferirían de1ar de serlo% pero no se reconocen este derec!o. #e les !ace observar qe nnca saldr"n de s pensamiento & qe n m"s all" del pensamiento ni siqiera pede pensarse. #i acceden a bscar na respesta a esta ob1eción% est"n perdidos de antemano% porqe todas las ob1eciones del idealista al realista est"n formladas en t*rminos idealistas. ()* tiene% pes% de e-trao qe el idealista qede siempre victorioso, La solción idealista de los problemas va siempre implícita en s planteamiento. 2or consi$iente% lo primero qe !a de !acer el realista es acostmbrarse a no entrar en discsión en n terreno qe no es el s&o & a no considerarse fracasado porqe no sepa responder a cestiones verdaderamente insolbles% pero qe a *l no se le plantean. >. Es preciso comen'ar por desconfiar de este t*rmino/ el pensamiento7 porqe la diferencia ma&or entre el realista & el idealista est" en qe *ste piensa% mientras qe el realista conoce. 2ara el realista% pensar es sólo ordenar conocimientos o refle-ionar sobre s contenido7 1am"s se le ocrriría tomar el pensamiento como pnto de partida de s refle-ión% porqe para *l no es posible el pensamiento si no !a& antes conocimientos. El idealista% por el !ec!o mismo de proceder del pensamiento a las cosas% no pede saber si lo qe toma como pnto de partida corresponde o no a n ob1eto7 cando pre$nta al realista cómo lle$ar al ob1eto partiendo del pensamiento% el realista debe contestar inmediatamente qe eso es imposible% & qe precisamente aqí est" la ra'ón principal para no ser idealista% porqe el realismo parte del conocimiento% es decir% de n acto del entendimiento qe consiste esencialmente en captar n ob1eto. 0sí% para el realista% seme1ante pre$nta no plantea n problema insolble% sino n sedoproblema% qe es m& diferente. J. #iempre qe n idealista nos e-i1a responder a cestiones qe plantea el pensamiento% podemos estar se$ros de qe !abla en nombre del Espírit. 2ara *l% el Espírit es lo qe piensa% como para nosotros el entendimiento es lo qe conoce. Debemos% pes% evitar en lo posible comprometernos con este t*rmino. Esto no siempre es f"cil% porqe dic!o t*rmino tiene n sentido le$ítimo7 pero vivimos tiempos en qe se impone la necesidad de volver% antes de nada% a tradcir al len$a1e realista todos los t*rminos qe el idealismo nos !a robado & corrompido. n t*rmino idealista es $eneralmente n t*rmino realista qe desi$na na de las condiciones espiritales del conocimiento% considerada en adelante como $eneratri' de s contenido. . El conocimiento% en len$a1e realista% es la nidad vivida & e-perimentada de n entendimiento & de al$o real apre!endido. 2or eso% el filósofo realista atiende siempre a esto mismo qe es apre!endido & sin lo cal no !abría conocimiento. Los filósofos idealistas% al contrario% por el !ec!o de partir del pensamiento% lle$an m& pronto a ele$ir como ob1eto la ciencia o la filosofía. El idealista% cando piensa verdaderamente como idealista% reali'a en s forma perfecta la esencia del :profesor de filosofía;% mientras qe el realista% cando piensa verdaderamente como realista% se a1sta a la
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esencia at*ntica del filósofo7 porqe el filósofo !abla de las cosas% mientras qe el profesor de filosofía !abla de filosofía. . 0sí como no debemos tratar de ir del pensamiento a las cosas =sabiendo imposible la empresa?% tampoco debemos pre$ntarnos si pede pensarse n m"s all" del pensamiento. En efecto% qi'" no peda pensarse n m"s all" del pensamiento7 pera es se$ro qe todo conocimiento implica n m"s all" del pensamiento. El !ec!o de qe este m"s all" del pensamiento nos sea dado por el conocimiento sólo en el pensamiento% no le impide ser n m"s all"7 pero el idealista confnde siempre el :ser dado en el pensamiento; & el :ser dado por el pensamiento;. 2ara qien parte del conocimiento no sólo pede pensarse n m"s all" del pensamiento% sino qe este $*nero de pensamiento es el +nico para el cal pede !aber n m"s all". @. Es n error del mismo $*nero lo qe meve al realista a pre$ntarse cómo% partiendo del &o% pede probarse la e-istencia de n no&o. 2ara el idealista% qe parte del &o% es *ste el planteamiento normal% e inclso el +nico planteamiento posible de la cestión. El realista debe desconfiar aqí por dos motivos/ primero% porqe *l no parte del &o% & se$ndo% porqe el mndo no es para *l n no&o =lo cal no es nada?% sino n ensí. n ensí pede ser dado en n conocimiento7 n no&o es a lo qe se redce lo real para el idealista% & esto no pede ser ni captado por n conocimiento ni probado por n pensamiento. F. ampoco !a& por q* impacientarse ante la cl"sica ob1eción del idealista contra la posibilidad de lle$ar a n ensí &% sobre todo% de tener de *l n conocimiento verdadero. Kosotros% dice el idealista% definís el conocimiento verdadero como na copia adecada de la realidad7 pero (cómo pod*is saber qe la copia reprodce la cosa tal cal es% siendo así qe la cosa no es dada m"s qe en el pensamiento, La ob1eción no tiene sentido m"s qe para el idealismo% qe pone el pensamiento antes qe el ser% &% no pdiendo establecer comparación entre ellos% se pre$nta cómo pede !acerlo otro. El realista% por el contrario% no necesita pre$ntarse si las cosas corresponden o no al conocimiento qe de ellas tiene% pesto qe el conocimiento consiste para *l en asimilarse a las cosas. En n orden en qe la adecación del entendimiento a la cosa% qe el 1icio formla% spone la adecación concreta & vivida del entendimiento a ss ob1etos% sería absrdo e-i$ir al conocimiento qe $aranti'ase na conformidad sin la cal el mismo conocimiento no podría e-istir siqiera. H. Es preciso tener siempre presente qe las dificltades con qe el idealismo qiere cerrar el paso al realismo son obra e-clsiva del idealismo. Cando nos desafía a qe comparemos la cosa conocida con la cosa en sí misma% no !ace m"s qe descbrir el mal interno qe le roe. 2ara el realista no e-iste el :no+meno;% en el sentido en qe lo entiende el idealista. oda ve' qe el conocimiento prespone la presencia de la cosa misma ante el entendimiento% no !a& por q* sponer% detr"s de la cosa qe est" en el pensamiento% n doble misterioso e inco$noscible% qe sería la cosa de la cosa qe est" en el pensamiento. Conocer no es apre!ender na cosa tal como *sta es en el pensamiento% sino% en el pensamiento% apre!ender la cosa tal como ella es. . 2or consi$iente% no basta comprobar qe todo nos es dado en el pensamiento para tener derec!o a establecer la conclsión de qe necesariamente !emos de ir del pensamiento a las cosas & qe es imposible proceder de otro modo. De !ec!o% procedemos de otro modo. El despertar de la inteli$encia coincide con la apre!ensión de cosas% qe% tan pronto como las percibimos% son clasificadas se$+n ss analo$ías m"s patentes. De este !ec!o% qe nada tiene qe ver con nin$na teoría% debe tomar nota la
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teoría. 0sí lo !ace el realismo% si$iendo en esto el sentido com+n. 2or eso todo realismo es na filosofía del sentido com+n. . De aqí no se si$e qe el sentido com+n sea na filosofía% pero toda filosofía sana lo prespone & se apo&a en *l% reserv"ndose el derec!o de apelar% siempre qe sea preciso% del sentido com+n mal informado al sentido com+n me1or informado. 0sí procede la ciencia% qe no es na crítica del sentido com+n% sino de ss apro-imaciones scesivas a lo real. La ciencia & la filosofía atesti$an por s !istoria qe el sentido com+n es capa' de invención $racias al so metódico qe !ace de ss recrsos7 por consi$iente% se le debe invitar a criticar incesantemente las conclsiones qe !a obtenido% lo cal eqivale a invitarle a se$ir siendo *l% no a rennciar a sí mismo. 8. La palabra :invención; se !a de1ado contaminar por el idealismo% como otras mc!as. Inventar qiere decir encontrar, no crear. El inventor no se aseme1a al creador m"s qe en el orden de la pr"ctica% & especialmente en el de la fabricación% tanto tilitaria como artística. Lo mismo qe el sabio% el filósofo no inventa m"s qe encontrando% descubriendo lo qe !asta entonces !abía permanecido oclto. oda la actividad de la inteli$encia consiste% pes% en s fnción especulativa de lo real/ si la inteli$encia crea% lo creado por ella nnca es n ob1eto% sino n modo de e-plicación del ob1eto en el interior de este ob1eto. >. 2or eso el realista no pide 1am"s a s conocimiento qe en$endre n ob1eto sin el cal no e-istiría el conocimiento mismo. El realista% como el idealista% sa de s refle-ión% pero manteni*ndola dentro de los límites de lo real dado. 2or consi$iente% el pnto de partida de s refle-ión debe ser lo qe efectivamente es para nosotros el comien'o del conocimiento/ res sunt. #i profndi'amos en la natrale'a del ob1eto qe nos es dado% nos orientamos !acia na ciencia% coronada por na metafísica de la natrale'a7 si a!ondamos en las condiciones en qe nos es dado el ob1eto% nos orientaremos !acia na psicolo$ía% qe ser" coronada por na metafísica del conocimiento. Estos dos m*todos son no sólo compatibles% sino complementarios% porqe reposan sobre la nidad primitiva del s1eto & del ob1eto en el acto del conocimiento% & toda filosofía completa implica la conciencia de s nidad. J. 2or consi$iente% nada impide al realista proceder% por vía de an"lisis refle-ivo% del ob1eto dado en el conocimiento al intelecto & al s1eto qe conoce. M& al contrario% no dispone de otro m*todo para ase$rarse de la e-istencia & de la natrale'a del s1eto co$noscente. 5es sunt, ergo cognosco, ergo sum res cognoscens. Lo qe distin$e al realista del idealista no es qe no se nie$e a entre$arse a este an"lisis mientras qe el otro lo acepta% sino el !ec!o de qe el realista re!+se considerar el t*rmino +ltimo de s an"lisis como n principio $enerador de lo anali'ado. De qe el an"lisis del conocimiento nos lleve a n cogito no se dedce qe el cogito sea el primer principio del conocimiento. De qe toda representación sea% en efecto% n pensamiento no se dedce ni qe dic!a representación no sea m"s qe n pensamiento% ni siqiera qe el co$ito condicione todas mis representaciones. . oda la fer'a del idealismo nace de la co!erencia con qe desarrolla las consecencias de s error inicial. #e eqivocan% pes% los qe para reftarlo le reproc!an s falta de ló$ica7 es% por el contrario% na doctrina qe sólo pede vivir de la ló$ica% pesto qe% en ella% el orden & la cone-ión de las ideas reempla'an al orden & a la cone-ión de las cosas. El saltus mortalis qe precipita a la doctrina en el abismo de ss consecencias es anterior a la doctrina misma% & el idealismo pede 1stificarlo todo con
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s m*todo% e-cepto a sí mismo% porqe la casa del idealismo no es idealista% ni est" siqiera en la teoría del conocimiento/ est" en la moral. . 0ntes qe toda e-plicación filosófica del conocimiento se encentra el !ec!o no sólo del conocimiento mismo% sino tambi*n del ardiente deseo de comprender qe tienen los !ombres. #i la ra'ón se contenta demasiadas veces con e-plicaciones someras e incompletas7 si en ocasiones !ace violencia a los !ec!os% deform"ndolos o pas"ndolos por alto cando le molestan% es precisamente porqe la pasión de comprender domina en ella sobre el deseo de conocer% o porqe los medios co$noscitivos de qe dispone son incapaces de satisfacerla. El realista no est" menos e-pesto qe el idealista a estas tentaciones% ni cede ante ellas con menor frecencia. La diferencia est" en qe el realista cede en contra de ss principios% mientras qe el idealista sienta como principio qe es le$ítimo ceder a ellas. En el ori$en del realismo se encentra la resi$nación del entendimiento a depender de lo real qe casa s conocimiento7 en el ori$en del idealismo se encentra la impaciencia de la ra'ón qe qiere redcir lo real al conocimiento% para estar se$ro de qe s conocimiento no de1ar" escapar nada. @. #i el idealismo se !a aliado mc!as veces con las matem"ticas% d*bese precisamente a qe esta ciencia% c&o ob1eto es la cantidad% e-tiende s 1risdicción sobre toda la natrale'a material en canto qe *sta se apo&a en la cantidad. 2ero si el idealismo !a creído encontrar s 1stificación en los trinfos de la matem"tica% *stos no deben nada al idealismo. No son% en modo al$no% solidarios s&os% & lo 1stifican tanto menos canto qe la física m"s completamente matemati'ada mantiene todas ss constrcciones en el interior de !ec!os e-perimentales qe ellas interpretan. n !ec!o nevo% &% desp*s de vanos esfer'os para asimil"rselo% toda la física matem"tica tendr" qe reformarse para conse$irlo. El idealista rara ve' es n sabio% & menos a+n n !ombre de laboratorio% &% sin embar$o% el laboratorio es el qe proporciona a la física matem"tica de maana la materia de ss e-plicaciones. F. 0sí% pes% el realista no tiene por q* temer qe el idealista le pon$a en contradicción con el pensamiento científico% porqe todo sabio% an cando se crea idealista en filosofía% en canto sabio piensa como realista. n sabio no comien'a nnca por definir el m*todo de la ciencia qe va a fndar7 inclso *ste es el ras$o por el qe con m"s se$ridad se reconocen las falsas ciencias/ qe se !acen preceder por ss m*todos7 porqe el m*todo se dedce de la ciencia% no la ciencia del m*todo. 2or eso nin$+n realista !a escrito 1am"s n iscours de la Méthode; el realista no pede saber de q* manera se conocen las cosas antes de !aberlas conocido% ni cómo se conoce cada orden de cosas sino desp*s de conocerlo. H. Entre todos los m*todos% el m"s peli$roso es el :m*todo refle-ivo;7 el realista se contenta can la :refle-ión;. Cando la refle-ión se convierte en m*todo% &a no se limita a ser na refle-ión inteli$entemente diri$ida% qe es lo qe debe ser% sino qe pasa a ser na refle-ión qe sstit&e a lo real% en canto qe s orden se convierte en el orden de lo real. E m*todo refle-ivo% cando se mantiene fiel a s propia esencia% spone siempre qe el +ltimo t*rmino de la refle-ión es tambi*n el primer principio de nestro conocimiento7 de donde reslta% natralmente% qe el +ltimo t*rmino del an"lisis debe contener virtalmente la totalidad de lo anali'ado% &% en fin% qe lo qe no pede volver a encontrarse partiendo del +ltimo t*rmino de la refle-ión% o no e-iste o pede ser le$ítimamente tratado como no e-istente. 0sí es como el idealista se ve obli$ado a e-clir del conocimiento% e inclso de la realidad% aqello sin lo cal el conocimiento no e-istiría.
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El Realismo Metódico
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8. La se$nda nota por la cal peden reconocerse las falsas ciencias en$endradas por el idealismo es qe% partiendo de lo qe ellas denominan el pensamiento% se obli$an a definir la verdad como n caso particlar del error. aine prestó n $ran servicio al ben sentido definiendo la sensación como na alcinación verdadera% porqe así mostró a dónde es condcido necesariamente el idealismo por la ló$ica. La sensación se convierte aqí en lo qe es na alcinación cando *sta no es tal alcinación. 2or consi$iente% no !a& qe de1arse impresionar por los famosos :errores de los sentidos; ni asombrarse del enorme consmo qe de ellos !acen los idealistas. Estos son $ente para qien lo normal no pede ser m"s qe n caso particlar de lo patoló$ico. Cando Descartes afirma trinfalmente qe ni siqiera n insensato pede ne$ar este primer principio/ :2ienso% le$o e-isto;% nos a&da mc!o a ver en q* se convierte la ra'ón cando qeda redcida a este primer principio. 8. 2or consi$iente% !a& qe considerar como errores del mismo orden los ar$mentos qe los idealistas toman prestados de los esc*pticos sobre los seos% las ilsiones de los sentidos & la locra. Aa&% efectivamente% ilsiones visales7 pero esto preba% ante todo% qe no todas nestras percepciones visales son ilsiones. Cando no sea no se siente diferente de cando vela% pero cando vela se sabe totalmente diferente de cando sea7 sabe% inclso% qe no se pede tener eso qe llaman alcinaciones sin !aber tenido antes sensaciones% como sabe qe 1am"s soaría nada sin !aber estado antes despierto. )e al$nos insensatos nie$en la e-istencia del mndo e-terior% e inclso% pese a Descartes% la s&a propia% no es ra'ón para considerar la certe'a de nestra e-istencia como n caso particlar de :delirio verdadero;. El motivo de qe estas ilsiones sean tan inqietantes para el idealista es qe no sabe cómo probar qe son ilsiones7 pero no tienen por q* inqietar al realista% para qien sólo ellas son verdaderamente ilsiones. 88. No debemos tomar en serio el reproc!e qe nos diri$en ciertos idealistas% se$+n los cales nos creeríamos infalibles por nestra teoría del conocimiento. #omos% sencillamente% filósofos para qienes la verdad es normal & el error anormal% lo cal no qiere decir qe la verdad no sea para nosotros tan difícil de conse$ir & conservar como na sald perfecta. El realista no difiere del idealista en qe no peda eqivocarse% sino% primeramente% en qe% cando se eqivoca% no es n pensamiento infiel a sí mismo el qe &erra% sino n conocimiento infiel a s ob1eto. 2ero% sobre todo% el realista no se eqivoca m"s qe cando es infiel a ss principios% mientras qe el idealista sólo tiene ra'ón cando es infiel a los s&os. 8>. Decir qe todo conocimiento es la captación de la cosa tal como *sta es% no si$nifica% en absolto% qe el entendimiento capte infaliblemente la cosa tal como *sta es% sino qe +nicamente cando así lo !ace e-iste el conocimiento. Esto si$nifica todavía menos qe el entendimiento a$ote en n solo acto el contenido de s ob1eto. Lo qe el conocimiento capta en el ob1eto es real% pero lo real es ina$otable &% an cando el entendimiento lle$ara a discernir todos ss detalles% todavía le saldría al paso el misterio de s e-istencia misma. El qe cree captar infaliblemente & de na sola ve' todo lo real es el idealista Descartes7 el realista 2ascal sabe m& bien c"n in$ena es esta pretensión de los filósofos/ :comprender los principios de las cosas &% partiendo de ellos% lle$ar a conocerlo todo% con na presnción tan infinita como el ob1eto qe se propone;. La virtd propia del realista es la modestia en el conocimiento% &% si no siempre la practica% por lo menos est" obli$ado a practicarla por la doctrina qe profesa. 8J. La tercera seal por la cal se reconocen las falsas ciencias en$endradas por el idealismo es la necesidad qe *stas e-perimentan de :fndamentar; ss ob1etos. Es
Etienne Gilson
El Realismo Metódico
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qe% en efecto% no tienen la se$ridad de qe ss ob1etos e-istan. 2ara el realista% c&o pensamiento se ordena al ser% el 5ien% lo Kerdadero & lo 5ello son con todo derec!os reales% pesto qe no son m"s qe el ser mismo qerido% conocido & admirado. 2ero tan pronto como el pensamiento pasa a ocpar el l$ar del conocimiento% estos trascendentales comien'an a flotar en el vacío sin saber sobre q* posarse. 2or eso el idealismo emplea s tiempo en :fndamentar; la moral% el conocimiento & el arte% como si lo qe el !ombre debe !acer no estviese inscrito en la natrale'a !mana% la manera de conocer% en la estrctra misma de nestro entendimiento% & el arte% en la actividad pr"ctica del artista. El realista nnca tiene qe fndamentar nada7 lo qe tiene qe !acer siempre es descbrir los fndamentos de ss operaciones% & *stos los encentra en la natrale'a de las cosas/ operatio sequitur esse. 8. 2or consi$iente% tambi*n !a& qe apartarse cidadosamente de toda especlación acerca de los :valores;% porqe los valores no son otra cosa sino trascendentales qe se !an separado del ser e intentan sstitirlos. :9ndamentar valores;/ la obsesión del idealista7 para el realista% na e-presión vacía. 8. Lo m"s dro para n !ombre de nestro tiempo es admitir qe no es n :espírit crítico;7 sin embar$o% el realista debe resi$narse a ello% porqe el Espírit crítico es el lado ferte del idealismo% & es aqí donde se le encentra a cada paso% no como principio o doctrina% sino como volntad de servicio a na casa. El espírit crítico e-presa% en efecto% la resolción de someter los !ec!os al tratamiento conveniente para qe nada en ellos peda resistir &a al espírit. La política qe !a de se$irse para lle$ar a esto es sstitir siempre el pnto de vista de lo observado por el del observador. La descalificación de lo real ser" prose$ida% si es preciso% !asta ss +ltimas consecencias% &% canto m"s viva sea la resistencia qe ofre'ca% m"s se esfor'ar" el idealista en desacreditarlo. El realista% por el contrario% debe reconocer siempre qe es el ob1eto el qe casa el conocimiento% & tratarlo con el ma&or respeto. 8@. Respetar el ob1eto del conocimiento es% ante todo% no qerer redcirlo a lo qe debería ser para a1starse a las re$las de n tipo de conocimiento arbitrariamente ele$ido por nosotros. La introspección no permite redcir la psicolo$ía a la condición de ciencia e-acta7 esto no es ra'ón para condenar la introspección% porqe m& bien pede ser qe el ob1eto de la psicolo$ía sea de tal natrale'a qe la psicolo$ía no deba convertirse en na ciencia e-acta% al menos si qiere permanecer fiel a s ob1eto. La psicolo$ía !mana% tal como la conoce el perro% debe ser por lo menos tan se$ra como nestra ciencia de la natrale'a7 & nestra ciencia de la natrale'a es% poco m"s o menos% tan penetrante como la psicolo$ía !mana tal como la conoce el perro. 0sí% pes% la :psicolo$ía de la condcta;% obra m& sabiamente adoptando el pnto de vista del perro sobre el !ombre% porqe% tan pronto como la conciencia entra en escena% son tantas las cosas qe nos revela% qe la distancia infinita entre na ciencia de la conciencia & la conciencia misma salta a la vista. #i nestro or$anismo tviera conciencia de sí% (qi*n sabe si la biolo$ía & la física se$irían si*ndonos posibles, 8F. 2or consi$iente% el realista deber" mantener siempre contra el idealista qe a todo orden de lo real debe corresponder determinada manera de abordar & e-plicar lo leal inclido en dic!o orden. De este modo% !abiendo re!sado entre$arse a na crítica previa del conocimiento% se encontrar" libre% mc!o m"s libre qe el idealista% para entre$arse a na crítica de los conocimientos% midi*ndolos por el ob1eto de *stos7 porqe el :Espírit crítico; lo critica todo% e-cepto a sí mismo% mientras qe el realista% porqe no es n espírit crítico7 no cesa de criticarse. El realista 1am"s creer" qe na psicolo$ía qe desde el primer momento se sit+a fera de la conciencia para conocerla