EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZASJ en a1earez
ANDREW SOLTIS
EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZASJ en
C
a1earez
laves prácticas sobre la explotación de las piezas para el jugador de competición
Editor: Jesús Domingo Coordinación editorial: Paloma González Traducción: Antonio Gude
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro. ni tampoco su lratamiento infonrultico, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio. ya sea electrónico. medlnico. por fotocopia, por registro u otros métodos. sin el permiso previo y por escrito de los titulares del
Copyright
Título original: Rethinking the chess pieces Publicado por primera vez en U.K. en 2004 por B. T. Batsford Limited. un sello de Anova Books Company Limited, London.
© 2004 by Anova Books © 2004 del texto by Andrew Soltis © 2008 by Ediciones Thtor, S. A.
Marqués de Urquijo, 34. 28008 Madrid Tel.: 91 559 98 32. Fax: 91 541 02 35 E-mail:
[email protected] www.edicionestutor.com
•
Socio fundador de la World Sports Publishers' Association (WSPA)
Maquetación: Juan Moraño ISBN: 978-84-7902-727-8 Depósito legal: M-27368-2008 Impreso en Femández Ciudad, S.A. Impreso en España Printed in Spain -
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Sumario
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Prólogo a la edición española
PRIMERA PARTE: VALORES DE LAS PIEZAS
11
Capítulo 1: "Peón= l. caballo= 3 ...
13
"
Capítulo 2: Movilidad y objetivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 .
Capítulo 3: La extensión del tablero
45
Capítulo 4: Cooperación y redundancia
57
Capítulo 5: La personalidad de las piezas
76
1 03
SEGUNDA PARTE: DESEQUILIBRIOS MATERIALES Capítulo 6: Transacciones Capítulo 7: La calidad
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Capítulo 8: Dama contra piezas
130 157
Capítulo 9: Alfiles contra caballos y contra peones Capítulo 1 0: Torre contra piezas menores
105
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1 94 228
Signos convencionales + ++ 0-0 0-0-0
? !? ?! !! ?? � :¡: ± :¡: +-+ = oo
�
ECO
Jaque Jaque mate Enroque corto Enroque largo Buena j ugada Mala jugada Jugada interesante Jugada dudosa Jugada extraordinaria Grave error Ligera ventaja de las blancas Ligera ventaja de las negras Ventaja de las blancas Ventaja de las negras Ventaja decisiva de las blancas Ventaja decisiva de las negras Posición igualada Posición complicada, difícil de evaluar Posición complicada tendente a la igualdad Enciclopedia de Aperturas de lnformator
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Prólogo a la edición española
Todas las unidades del ajedrez tienen, en el lenguaje de la Bolsa. dos precios: el valor paritario y el valor de cotización. El valor paritario representa el absoluto. y el precio día a día el valor relativo. RUDOLF SPIELMANN
Para hablar de un libro no es imprescindible hablar de su autor, e incluso parece superfluo si éste es famoso. Pero en el caso que nos ocupa resulta necesario. porque Andrew Soltis es prácticamente un desconocido para el público hispanoparlante, pues su presencia en el mercado editorial en castellano se salda con apenas un par de títulos recientes. Nacido unos años después, Soltis ( 1 947) pertenece a la generación de Bobby Fischer ( 1 943), de la que también formaron parte John Grefe ( 1 947) y los nuevos estadounidenses Walter Browne (de origen australiano, 1 949). Lev Alburt (Ucrania, 1945) y Roman Dzind zihashvili (Georgia. 1944). La generación anterior estaba integrada por nombres impresionantes: Arthur Bisguier ( 1929), Larry Evans ( 1 932). William Lombardy ( 1 937). Anthony Saidy ( 1937) y los herma nos Byrne (Robert y Donald. 1 928 y 1930). bajo la sombra nada paternal del gran vetera no, Samuel Reshevsky. Para visualizar el contexto, no está de más recordar que. entre 1957 y 1966. Fischer ga nó, con gran autoridad. todos los Campeonatos de Estados Unidos (salvo el de 1 961-1%2. en el que no participó). Por otro lado, habían llegado al país Pal Benko ( 1 928). una autén tica figura, y Edmar Mednis ( 1937). A fines de los setenta se iniciaría la diáspora soviética, con América como destino principal. Los primeros en desertar fueron los grandes maes tros Anatoli Lein y Leonid Shamkovich. Siguieron Sergei Kudrin e Igor Ivanov. Entretan to, iba surgiendo una nueva generación: los J im Tarjan. Ken Rogoff. Bernard Zuckerman. Kim Commons. Mark Diesen. John Peters. Michael Rohde. Ron Henley. Norman Weins tein, Michael Valvo, Nick de Fi rmian ... Campeón juvenil de Nueva York en 1 964 y universitario de EEUU ( 1 969), entre 1967 y 1972. Soltis participó. en cinco ocasiones. en el Campeonato Mundial de estudiantes con la selección norteamericana. con buenos resultados. En 197 1- 1 972 ganó el torneo interna cional de Reggio Emilia. Entre 1967 y 1974 ganó cinco veces el Campeonato del Marshall
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Chess Club, un resultado muy meritorio teniendo en cuenta que en esas ediciones partici paron numerosas figuras, y en ese último año fue también el vencedor del torneo del futu ro de la Federación de EEUU. En los años setenta y ochenta hay contadísimas apariciones f uera de su país, donde prácticamente se circunscribe su participación en torneos. Pero entonces se produjo una convulsión en el mundo del ajedrez. que llenó de esperanzas a muchos jugadores: la creación de la GMA (Asociación de Grandes Maestros) , que parece haber hecho re surgir el interés de Sol tis. quien intentó el asalto a la Copa del Mundo. Pero sus tenta tivas de 1988 (los abiertos masivos de Belgrado y Moscú) y 1 989 ( Palma de Mallorca) no fructif icaron y los malos resul tados deben haberle disuadido de seguir esforzándo se en el tablero internacional . En los noventa no despl iega ya una actividad propia de un jugador profesional : sus participaciones escasean y su Elo decae. Así, tras los abier tos de Chicago ( 1 992). Reno (1994) y N ueva York ( 1 994, 1995), Soltis deja el ajedrez de competición, con sól o algunas apariciones esporádicas posteriores en torneos exó ticos. Su trayectoria competitiva no es, por tanto. extraordinaria, pero sí lo suficientemente buena como para hacerle acreedor al título de gran maestro. que le fue otorgado en 1980. Jugador de ataque, elegante, con buenos conocimientos teóricos, tiene en su haber signifi cativas victorias sobre Gligoric. Larsen. Quinteros, lgor Ivanov. Murey y Romanishin. en tre otros. Pero si su carrera ante el tablero no es tan impresionante como la de algunos grandes maestros de elite, Soltis emprendió, desde muy joven, una segunda carrera (que. en reali dad, es la más importante en su caso): la de periodista y autor. Para empezar. hay que te ner presente que Soltis es periodista profesional. Trabaja en el'New York Post' (en cuyo diario tiene a su cargo, además, la columna de ajedrez). Pero sus dotes para el periodismo técnico se pusieron de manifiesto, sobre todo, en su magníf ica columna de 'Chess Life '. la revista de la USCF. La columna tiene un nombre sugestivo, Chess to Enjoy (Ajedrez para disfrutar) y puede decirse que. junto con la de Benko, es la más prestigiosa de la re vista. Ha publicado numerosos libros, algunos de ellos excelentes, como The Best Games of Boris Spassky (1973), Morphy Chess Masterpieces (1973). American Chess Masters from Morphy to Fischer (1974), The Great Chess Tournaments and Their Stories ( 1 975), Frank Marsha/1, United StatesChessChampion ( 1 993), The lnner Game ofChess: How to Calcu lare and Win (1994), SovietChess 1917-1991 o Bobby Fisclzer Rediscovered (2003) y. en co laboración con G. H. McCormick. The United States Chess Championship 1845-1996 ( 1 997). Erudición histórica y técnica y capacidad de comunicación han quedado patentes en es tos libros, que muestran a un autor riguroso. sagaz, cultivado y ameno. Esta segunda carre ra de Soltis (que. como he dicho, es, en realidad,la primera) no puede ser más brill a nte. Sin embargo, no toda su producción es encomiable. Como suele suceder a tantos autores. por imperativos alimenticios u otros de la vida cotidiana. escribió una serie de libros sobre aperturas que no pueden recomendarse. por su superficialidad y oportunismo. El ser hu mano tiene debil idades y necesidades, a las que ni los más grandes artistas e intelectuales
PRÓLOGO
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han podido sustraerse. No hay más que recordar las concesiones de tantos famosos cineas tas (entre ellos. nuestro Luis Buñuel). que debieron alternar sus obras maestras con pro ducciones deplorables: ¡la dialéctica de la supervivencia! Por otro lado, si hay un rasgo que caracteriza a los ciudadanos estadounidenses es la indiferencia a justificar sus actividades para ganarse la vida. Seguramente les preocupa menos que a un tigre de Bengala el des hielo del Artico. Bien. Lo cierto es que Soltis ha escrito este libro maravilloso. Me gustaría tener un sombrero para quitármelo, pero como no es así, me limitaré a justificar mi opinión sobre el mismo. El verdadero valor de las piezas propone una auténtica revisión del papel. capacidad y radio de acción de las piezas en ajedrez. Los autores clásicos (desde Tarrasch a Bronstein, pasando por Euwe, Keres. Pachman y otros) nos han enseñado muchas cosas acerca de la actividad de las piezas. de su valor relativo y de la necesidad de desvincular su valor teóri co o nominal del valor real en una posición dada. Pero ni siquiera los autores más presti giosos de la actualidad, como John Nunn. Drazen Marovic o Mark Dvoretsky. han penetrado con mayor lucidez en la capacidad operativa de las piezas. por sí solas o en equi po, ni han llevado a cabo una disección tan implacable de la ductilidad de las piezas y las complejas relaciones que entre ellas y el tablero se establecen. La forma en que Soltis afronta el papel y función de las unidades ajedrecísticas de com bate es muy original y tiene un enorme valor práctico para el jugador. Para empezar. pasa revista a las tablas de valores numéricos que han barajado las más diversas fuentes. El aje drez no es aritmética, pero el jugador necesita valores a que aferrarse. una referencia orien tadora. Contradicciones: si dos piezas menores valen 6 (3+3), ¿por qué no es bueno entregar alfil y caballo por torre y peón (5+1=6). de idéntico valor teórico. en la apertura? Las piezas tienen muchos valores y valores que son mudables: valor nominal, valor estáti co, valor de cambio, valor relativo, valor transitorio. A este último ya había aludido Capa blanca y significa. por ejemplo. que. a medida que se cambian piezas. un caballo se vuelve más débil. mientras que una torre aumenta de valor. La fase de la partida también tiene mucho que ver: ¿qué significan un centro de peones. o peones colgantes. cuando la lucha se acerca al final? La movilidad de las piezas no es la misma en todas las fases del juego. A medida que progresa la partida. la movilidad aumenta. La razón es clara: la desaparición de piezas y peones. deja más casillas libres en el tablero. Siempre ha existido la tentación simplifica dora de valorar una pieza en función de su movilidad. Sin embargo, nos dice Soltis. sin ob jetivos, la movilidad no cuenta gran cosa. El autor incluye estudios de otros autores y expertos. y aporta ejemplos valiosos y actualizados. El lector se encontrará con muchas sor presas. Cosas que le parecían evidentes, dejarán de serlo. Las reglas son resbaladizas, cosa que a estas alturas todo el mundo sabe ya. Pero las de cisiones prácticas deben tomarse en base a numerosos factores, no siempre fácilmente cuantificables. El libro trata de responder a muchas preguntas del jugador práctico: ¿Vale la pena ceder la pareja de alfiles para ganar un peón?, ¿es conveniente cambiar torres. cuando se tiene la pareja de alfiles?, ¿cuándo tiene sentido entregar la dama por las dos to rres? En este último caso, por ejemplo, sorprenderá saber que, en las situaciones que se le
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
presentaron, Fischer siempre entregó. con éxito, las dos torres por la dama (Fischer-Bilek, La Habana 1965; Portisch-Fischer, Santa Mónica 1966). Hay mucho más. El tercer capítulo. por ejemplo, es una revelación. Trata de la exten sión o amplitud del tablero. Un tablero de ajedrez nunca será mayor de 8x8=64 casillas. Pe ro puede ser más reducido. Todo depende del área en que se juegue. Un final de llJ+8 vs llJ puede estar jugándose en un sector de 6x5 ó 4x4 casillas. Cuando sólo hay peones en un flanco. lo normal es que sólo se utilice la mitad del tablero. o incluso menos. La apreciación del valor de las piezas cambia sustancialmente en tales casos. Hay un ejemplo que arroja mucha luz sobre esas relaciones geométricas entre piezas y tablero: al aplazarse la partida Korchnoi-Germán (lnterzonal de Estocolmo 1962),1as blancas tenían dama por torre y ca ballo,pero el balance exacto de material era 'if+'if+.:t vs ..,+ l:t + l:t +llJ. con 4 peones por bando. Comenta Korchnoi: "Durante el análisis descubrí algo notable: el tablero es. senci llamente, demasiado pequeño para las dos damas. que se entorpecen mutuamente ... " La partida finalizó en tablas. Esto da lugar a una figura inédita. vislumbrada por otros. pero prácticamente descubierta por Soltis: la redundancia. que se opone a la coordinación (ca pítulo 4). Cambios, problemas de cálculo. relaciones heterogéneas de material (pieza contra peones. torre contra pieza(s) menor(es), dama contra piezas). desequilibrios técnicos. .. To do eso es tratado con mucha seriedad y sentido didáctico. con un trasfondo histórico de opiniones. que aportan perspectiva. En cada apartado. el autor menciona datos estadísticos. acotaciones de estudiosos de las bases de datos. Estas referencias estadísticas se han puesto de moda en los libros de aje drez. y han pasado a ser una especie de nueva puntuación. una sintaxis complementaria. Decía el gran estadista Disraeli que había tres clases de mentiras: "las mentiras. las maldi tas mentiras y la estadística." Cierto que la estadística es una forma de mentira. porque puede alejamos de la esencia de las cosas. Pero también es una forma de verdad, porque nos impide ignorar la cruda realidad de los números. Las cuestiones técnicas que el autor aborda (y a menudo resuelve) son numerosas y es timulantes. muy bien respaldadas por la correspondiente introducción teórica. El jugador competitivo encontrará en estas páginas (con cerca de 400 ejemplos) abundantes claves prácticas y asideros técnicos. que le ayudarán a encauzar sus decisiones ante el tablero. De bemos agradecer al GM Andrew Soltis esta lección verdaderamente magistral.
ANTONIO GUDE
PRIMERA PARTE
VALORES DE LAS PIEZAS
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Capítulo 1
"Peón
=
1, caballo
Lo primero que ha aprendido usted sobre ajedrez es el movimiento de las piezas. Sospe cho que la segunda lección fue no entregar una pieza más valiosa por otra más débil. Para explicar lo que significaba se le mostró una tabla de valores relativos en la que se indicaba que un alfil equivale a tres peo nes o "unidades", una torre vale cinco, etc. Esa lección suele ser también la última que la mayoría de los jugadores reciben acerca del material. Como consecuencia, les asombra lo que sucede cuando se en cuentran con una posición como la del dia grama siguiente:
Juegan blancas
=
3..."
A esta posición se llegó con una aper tura típica de principiante, 1 e4 e5 2 lDf3 lDc6 3 �c4 �eS 4 lDc3 tDf6. Ahora, S lDgS es el primer ejemplo de doble ataque a una casilla que muchos jugadores descu bren ante el tablero. Pero después de la natural S - 0-0 6 d3 b6, suelen jugar 7 tDxf7, y luego se les dice que es un error. O un grave error, o inclu so "la jugada perdedora", a pesar de que la partida no ha hecho más que comenzar. ¿Cómo es posible?, se pregunta el prin cipiante. Después de todo, según la tabla de los manuales. una torre y un peón equi valen a dos piezas menores. Algunas tablas dicen que un alfil vale algo más que un caballo y, por tanto, las blancas necesitan un peón y medio para justificar la jugada 7 tDxf7. Pero esa expli cación no sirve de gran ayuda. Aunque el principiante pudiese apreciar qué significa medio peón -<:osa que ni siquiera algunos maestros pueden- ¿por qué entregar una cantidad tan pequeña de material puede ser un error? Entregar una pieza es un error, por supuesto. ¿Pero es posible que perder medio peón cueste la partida? La confusión continúa cuando el prin cipiante empieza a familiarizarse con
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
trampas de apertura y se encuentra con es ta línea de la Variante del Dragón. en la Defensa Siciliana: 1 e4 eS 2 lL!B lLlc6 3 d4 cxd4 4 lLl xd4 g6 S lL! c3 i.g7 6 i.e3 lL! f6 7 i.c4 o-o 8 i.b3 lOaS? 9 eS!. Tres grandes maestros (e incontables mortales) han caído en esta celada. Las víctimas más fuertes normalmente eligen 10 ... lOeS, para encontrarse con la sorpre sa 1 1 i.xf7+! y 12 lLle6, ganando la dama. Pero ¿por qué, se pregunta el princi piante, no pueden jugar las negras 9 lL!xb3 ? Después de todo, 10 exf6 permite 10 - lLlxa1 11 fxg7 lL! xc2+ 12 'ifxcl rJ:;xg7, y las negras tienen dos peones, no uno, y además son peones centrales.
Juegan blancas La razón, dicen los maestros, es que las negras están peor. A las blancas se les con cede normalmente un "±" para indicar que tienen clara ventaja. Si le pregunta a los maestros por qué las jugadas como lL! xf7 (en el diagrama 1 ) y la posición de las negras (en el diagrama 2) son malas, obtendrá diferentes respues tas. Por ejemplo: Dos piezas son mucho más fuertes que una torre, dicen. Uno de los primeros pro,
gramas para computadora, diseñado en la Unión Soviética, empleaba siete variables para evaluar posiciones, comenzando por la evaluación material que sigue: 1 Peón= Caballo = 3.5 3.5 Alfil= Torre = 5 Dama= 9,5
Según esta receta, 7 lL! xf7 entrega siete unidades (3,5+3,5) a cambio de seis unida des (5+1 ). Otra tabla popular concede a las piezas menores un valor de tres unidades a cada una, y a la torre 4,5 de modo que la dife rencia entre i. +lO y : +8 es de medio peón. Una tercera tabla, la más popular de Occidente, concede tres unidades a cada pieza menor, cinco a la torre y nueve a la dama, de modo que 7 lL! xf7 significaría un cambio de material equivalente. En el segundo diagrama, las negras es tarían igualadas (según la primera tabla) o con medio peón de ventaja (conforme a la segunda tabla), o con un peón de ventaja (según la tercera tabla). Así pues, ¿cómo pueden estar peor? El p roblema es que las tablas entran en confl icto con la experiencia. Sabemos que la torre y un peón a menudo son un exce lente contrapeso a dos piezas menores en el final. Reuben Fme, en sus Finales bási cos de ajedrez. dijo que, en general, un peón y una torre bastaban para hacer tablas contra dos piezas menores. Añada un se gundo peón. y la torre tendrá una impor tante ventaja. Esto a menudo afecta a las decisiones del medio juego acerca de un cambio de damas.
"PEÓN
Müller - Acs Campeonato de Europa de clubes 2003
=
1, CABALLO
=
3...
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Pero las blancas están mejor: 6 g4! �dS? No 6 ... l!J xg4 7 � xe8 l!J xf2 8 �xb5 ! , sino 6 . . . l:l ec8 7 g5 l!Je4 8 l:l fe2 l!Jd6, igua lando. 7 � xe8 l:l xe8 8 gS l!Jd7 9 l:l f4 q¡gs 10 l:l xd4 l!Jb6 11 .:leS �f7 12 l:l d8!
Juegan blancas
En una posición de libro, en la que 1 �c3 es una jugada rutinaria, las blancas jugaron: 11Ul!? exd4 De no ser así, las blancas siguen con l:l afl y l:l xf7. 2 'ile7 'ilxe7 O bien 2 ... Wg4 3 h3 Wh5 4 Wxd7, con ventaja. 3 dxe7 l:l fe8 Las negras depositan sus esperanzas en las piezas. antes que en la arriesgada 3 l:l fb8 4 l:l xf7. 4 �xl7+ q¡bs S l:l e1 l!Jf6 Una continuación natural es 6 l:l d2 �e4? (6 l:l ec8! es favorable a las ne gras) 7 �xe8 l:l xe8 8 l:l xd4 l:l xe7, dejan do a las blancas con l:l +8 vs 2 piezas menores. Los ordenadores tienden a con siderar la posición favorable a las negras. pero las blancas no tendrían problemas después de 9 l:l d8+ l!Jg8 10 l:l d4. Por ejemplo: 10 ... �xc2 1 1 l:l xe7 l!Jxe7 12 l:ld8+ l!Jg8 1 3 l:l a8, confirmando la opinión de Fine.
Cambiar torres agranda la ventaja blanca, pues se trata de uno de los muchos casos en que un cambio "igual" dista de ser equivalente. Las negras pronto quedaron virtualmente en Zugzwang, y perdieron tras 12 liJeS 13 e3 g6 14 ..tf2 � g7 15 : e2 l!Ja7 16 : e6!. Hay otras explicaciones por las que, en el p rimer diagrama, 7 l!Jxf7 es una mala jugada. Entregar piezas asegura a las negras ventaja en el desarrollo. Cierto que las blan cas se desprenden de dos piezas que ape nas han realizado sus primeras jugadas, pero está claro que, con 7 l!Jxf7, van con tra su propio desarrollo. Pero el desarrollo de las negras tam bién se altera con 7 l!J xf7. Los entrenado res soviéticos consideraban que una torre enrocada es una torre desarrollada, y des pués de ... l:l xf7 desaparece del tablero. Además. costará a las negras al menos una ••.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
jugada que podrían invertir en desarrollo asegurar cierta seguridad a su rey, después de ... �xf7. En una apertura más conocida (1 e4 eS 2 lüfJ lüc6 3 �bS a6 4 �a4 lüf6 S 0.0 �e7 6 J:e1 bS 7 �b3 d6 8 c3 0.0 9 h3 �b7 10 d4 l: e8), a menudo se ven las jugadas 11 lüg5 y 1 1 ... : f8, como una forma de re petir posiciones. Pero nadie juega lü xf7. Por ejemplo: U �e3 h6 13 lü xr7? J: xr7 14 �xr7+ �xn.
Juegan blancas
La razón no tiene nada que ver con "asegurar a las negras una ventaja en de sarrollo". Después de 15 lüd2, el desarrollo no es un término importante de la ecua ción. Algunos programas de ordenador, por cierto, dicen que la posición tras 14 ... �xf7 es favorable a las negras, valorándo la en "0,50", es decir, medio peón. Si pregunta a otros maestros por qué era mala 7 lüxf7 en el primer diagrama, le responderán con jugadas, no con pala bras. "No puedes jugar eso, debido a 7 : xf7 8 � xf7+ �xf7, y si 9 f4, entonces 9 ... d5 10 fxe5 �g4", etc. Pero algo que se condena de forma tan radical como 7 lüxf7 debe ser malo por razones más bá-
sicas que un largo análisis. No hay análisis que explique por qué las negras pierden, en el diagram a 2. Otros maestros puede que traten de hallar una explicación para conceder a lü x f7 un signo "?" -si no un "??"- en el hecho de que las blancas están cambian do su alfi l "bueno". Pero entregar el otro alfil y un caballo -o incluso dos caba ll os- por torre y peón seguramente merecerían el mismo signo de interroga ción. Después de todo, las blancas tienen dos caballos contra torre y dos peones en el diagrama 2. ¿Por qué existe tanta incertidumbre acerca de una posición que se produce ya en plena apertura? Sospecho que hay va rias razones: (a) Muchos jugadores de hoy no se to man en serio lo descubierto hace varias décadas: dos piezas menores son más va liosas en el medio juego que una torre y un peón o peones. Una torre hace algunas cosas excepcio nalmente bien. Puede atacar peones en ambos flancos, confinar al rey enemigo en una fila o una columna. coronar un peón pasado o detener a un peón contrario. Pe ro donde tienen más peso estos factores es en el fmal, cuando la torre adquiere mayor potencia de juego.
Jenkin - Adams Bundesliga 2002 (Ver diagrama 6.) Las negras tienen calidad de ventaja, pero el rey de las blancas está mejor situa do, y además cuentan con un peón pasado que les permiten ofrecer 20 jugadas de re sistencia, después de 1 ... �f7 2 lüc5 �e7 3 �c3.
"PEÓN
=
1 CABALLO = 3 ." ,
..
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Akopian - Kasparov Ljubljana 1995
Juegan negras
Sin embargo, si la torre actúa como tal, con 1 - l:t c4!, 1as blancas pueden rendirse en el acto, pues la torre negra paraliza a rey, caballo y peón b contrarios. El problema es que una torre no puede actuar como una torre en la primera fase de la partida, mientras que las p iezas me nores sí pueden actuar en todo su poten cial. El medio juego es el teatro del ataque y, como dijo Rudolf Spielmann, "caballo y alfil están mucho mejor equipados para el ataque que torre y peón". Las piezas pue den no estar bien coordinadas en el fmal, pero encajan de forma soberbia con una dama en el medio juego. En el diagrama siguiente vemos que las negras han sacrificado pieza por dos peo nes. Eso no es suficiente, pero su caballo centralizado y las amenazas de que dispo nen (empezando por 1 lLJ xt3+ 2 W'xt3 ..i xb2) les conceden posibilidades de su pervivencia.
Juega11 blancas
1 �g2 lLlc2? Esto gana material, pero era mejor preservar su fuerte ca bailo, con 1 llJ f5 2 'it'e2 ..i xb2 3 W'xb2 tLl d4. 2 l:t xc2 W'xc2 3 ..i xg7 �xg7 4tLlg5! Las tablas dicen que las negras están ahora, como mínimo. igual. Pero las dos piezas menores blancas operan de forma espléndida con su dama, lo mismo que en caso de 4 ... e6 5 'it'e5+ �g8 6 lLJe4. La partida siguió así: 4 - b6 S 'ti'eS+ � g8, y ahora, en lugar de 6 lLJ e6? fxe6 7 'it'xe6+ �g7 8 'it'e5+ �g8 9 ..id5+ l:t xd5, con tablas, las blancas hubieran podido ga nar con 6 lLJ xt7! �xt7 7 ..ig4!. Por ejem p lo: 7 l:t c6 8 l:t e 1 c;la>g8 9 ..i e6+ � h7 1 0 ..id5 ! l:t cd6 1 1 'ti' xe7+
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
de objetivos de que disponen las piezas li geras. Sólo en fases posteriores (como cuando una torre se desplaza de el a e3 y luego a g3 para atacar g7, en el medio jue go, o cuando alcanza la séptima fila en el final) puede la torre realizar plenamente su potencial. Por último: (e) Dos piezas a menudo vencen a una. Esto es evidente para principiantes, pero se les dice pronto que es ingenuo. Después de todo, una dama es mucho mejor que dos caballos. Pero si observa el final de 'W vs ltJ ltJ , descubrirá que las dos piezas casi siem pre hacen tablas, si pueden cooperar en tre sí.
Juegan blancas
Las blancas tienen una considerable ventaja material ( +2 ó +3. según la típica tabla de ordenador). Normalmente, una ventaja de +2 es suficiente para ganar, y aquí las blancas tienen una ventaja que es varias veces mayor de la que las negras disfrutan tras 7 l0 xf7 en el primer diagra ma. Además, las piezas blancas están bien situadas y los caballos negros distan de ser activos.
Con todo, desde que, hacia 1760, Giam battista Lolli analizó estas posiciones, se sabe que las mismas son de tablas muenas. Ya puede usted buscar explicaciones sofis ticadas por las que esto es posible, pero hay una que es evidente: el valor de las piezas negras se incrementa con respecto a las blancas, por la sencilla razón de que las negras cuentan con dos piezas y las blan cas sólo con una. (Si añade un tercer caballo negro, el material estaría aproximadamente iguala do y, sin embargo, es relativamente fácil comprobar que la dama no tiene virtualmen te posibilidades de ganar. Los caballos, en cambio, tendrían excelentes perspecti vas de vencer -tres piezas contra una-, a menos que las blancas puedan sacrificar la dama y hacer tablas, a causa de material insuficiente.) Dicho de otra forma, dos piezas tien den a vencer a una, porque la suma de las partes, en situaciones de desequili brio material, es mucho mayor si ope ran conjuntamente. Este principio de cooperación. que Enmanuel Lasker mencionó en su Manual de ajedrez , es lo que Steinitz no entendió bien cuando trató de desarrollar un enfoque científi co del j uego. Lasker no aportó ilus tración alguna de ese principio, pero se nos viene a la mente la posición que si gue:
Steinitz - Lasker Nuremberg 1896 (Ver diagrama 9.) Las blancas tienen una posición muy bien centralizada, pero las negras dispo nen de cinco piezas que pueden atacar el enroque enemigo, en contraste con el úni-
"PEÓN = 1, CABALLO
=
3...
19
Peón de torre = 1 Peón de caballo o de alfil = 1 ,5 Peón central = 2 Alfil= 2 Dama = 3 Caballo = 5.5 Torre = 8
Juegan blancas
co caballo blanco que lo defiende. Lo que siguió fue un error de cálculo, pero tam bién una mala comprensión de la fuer.ta de las piezas coordinadas. 1 11rbS! ..bS! Las negras amenazan 2 ... g4. l .. xb7? .i.xbl+! 3 lü xbl?! l:l b4 Y las negras ganaron después de 3 f3 (3 'flc7 lüg4) 3 ... l:l xh2 4 'flc7 l:l h1 + 5 wf2 �4+ 6 ..g3 ..xg3+ 7 wxg3 l:l xfl 8 l:l xfl l:l xe3.
UN POCO DE mSTORIA, UN POCO DE MATEMÁTICAS Nuestro enfoque del cómputo de puntos tiene su origen en el predecesor medie val del ajedrez, el Shatranj , como H. J. Murray observa en su Historia del aje drez , en la que cita tablas de manuscri tos árabes que empleaban un formato que es el reverso de nuestras tablas: en lugar de un peón, como denominador común, los árabes basaban sus valora ciones en la torre, la pieza más podero sa. Pero si traducimos su formato a las nuestras. una típica tabla de Shatranj se ría ésta:
Tenga presente que, según las reglas medievales, la dama sólo podía mover una casilla, y el alfil sólo dos casillas en diagonal. No obstante, los sabios del Shatranj reconocían que estos valores de la tabla eran cambiantes durante el cur so de una partida. Lo típico era que una torre aumentase de valor, decían, lo mis mo que sucede en el juego emparentado del Shogi. La primera tabla con las reglas moder nas del ajedrez parece datarse de Studies of Chess, una edición inglesa del libro de André Philidor, Analyse du Jeu des Échecs. El historiador Robert John McCrary seña ló que el editor de la edición de 1817 del li bro, Peter Pratt, creó una tabla basada en 15 criterios: "radio de acción con el tablero despejado", "compromiso de obstruc ción", "puntos adicionales de apoyo", "ra dio de acción local", "facilidad general de tránsito", "fuerza de ataque transitivo", "facultad de desalojo", "facultad de cir cinscripción". etc. A pesar de esta jerga un tanto críptica, el análisis del libro se traduce en un siste ma notablemente moderno de valores. Pratt elaboró sus cifras hasta dos decima les, y luego las redondeó: = 1 Peón Caballo = 3 = 3.5 Alfil Torre = 5,5 = 10 Dama
20
EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
El libro alemán Handbuch des Scha chspiels. de 1 843. incluye una tabla muy di ferente. Sus principales diferencias eran que los alfiles y los caballos se considera ban de un valor 3.3 y la torre 5.7. Observe que la tabla de los Studies significa que la liquidación 7 liJxf7 del primer diagrama sería equivalente. mientras que según la del Handbuch sería ligeramente favorable a las blancas. Se han realizado varias tentativas por establecer una base matemática para los valores relativos. como determinar la mo vilidad media de cada pieza (el promedio de todas las posibles jugadas de una pieza puede obtenerse al situarla en cada una de las 64 casillas de un tablero vacío). Por ejemplo: un rey dispone de tres j u gadas cuando está situado en uno de los cuatro rincones. Puede efectuar cinco ju gadas en cada una de las demás casillas de una banda, y 8 jugadas en las 36 casi Has restantes. El resultado de 4 casillas x 3 j ugadas + 24x5 y 36x8 da 420 jugadas posibles. Dividida esta cantidad entre 64 nos da un promedio de 6,5625 jugadas de rey. El matemático ruso Evgeni Gik repi tió el proceso para las demás piezas y lue go dividió los totales entre 2 , 1 875, la movilidad media del peón. El resultado fue: Peón Caballo Rey Alfil Torre Dama
= = = = = =
1 2,4 3 4 6,4 10.4
De esta tabla resulta que el alfil vale 1 .5 peones más que el caba1lo, de modo que hay algo que no está claro. Hace veinte años, cuando escribí acerca de las
diversas tablas para la revista Chess Life, recibí varios comentarios de matemáti cos. Uno expresó su confianza en que ha bía una base numérica para los valores de las piezas. "¡El ajedrez es un problema de álgebra ! " . explicaba. Otro, David F. Mea dor. dijo que debía considerarse un factor que él 11amaba "retirada". es decir. el nú mero de casillas que una pieza debía ale jarse para estar segura, al ser atacada por una pieza contraria. Y añadió otro factor, "eficiencia". por lo que llegaba a esta conclusión: Caballo Alfil Torre Dama
= = = =
3,65 3,92 6,44 1 0.23
Pero esta tabla plantea problemas evi dentes, lo mismo que otras tablas basadas en las matemáticas, como el valor descon tado de la dama en relación con la torre. Quizá Howard Staunton tuviese razón al decir que tratar de determinar los valores de las piezas "con exactitud matemática ... parece ser un gasto de ingenio y de inves tigación sobre un objeto inalcanzable". Lasker, en su Encyclopedia of Games (tomo 1), dijo que su método "especulati vo" de deducir los valores de las piezas ha bía sido propuesto por Leonhard Euler, conocido por los jugadores de ajedrez por sus rours de caballo, pero por todos los de más como uno de los más grandes mate máticos de todos los tiempos. Lasker, matemático él mismo (que incluso tiene un teorema con su nombre), trató de ela borar un sistema de cómputo. al menos pa ra cada fase de la partida. y explicó su objetivo en su Manual de ajedrez: "Para fijar el valor de cambio de peo nes y piezas y la jugada a fin de decidir si
"PEÓN
podemos sacrificar un peón por tantas ju gadas ganadas en desarrollo y cuestiones similares. .. . Algunas de las conclusiones de Lasker parecen pintorescas. Por ejemplo: afi rma ba que el alfil de rey valía media unidad más que el alfil de dama y que la torre de rey valía una unidad más que la torre de dama. Según la tabla de Lasker. el Gambi to Cochrane... 1 e4 eS 2 lLJB 1Llf6 3 tLlxeS d6 4 1Llxf7 wxf7 5 d4 ... podría evaluarse de esta forma: la blan cas han cedido su caballo rey ( 4,5 unida des) por el peón e (2) y el peón f ( 1 ,5) y algunas jugadas de desarrollo. "
Si decimos que hemos ganado dos tiempos, la tabla de Lasker cuenta eso como 1 unidad para la primera j ugada y 4/5 para la segunda. Eso hace, en conjun to, casi 5,5 unidades de compensación por el caballo, es decir, más que suficien te. Si decimos que sólo se ha ganado un tiempo, entonces 4 1Llxf7 es una transac ción equivalente según la fórmula Lasker (en cuyo caso, las negras tienen +2 en el diagrama 5). Lasker sigue diciendo que quería in cluir valores de puntuación para "casillas
=
1, CABALLO = 3...
21
dominantes", pero llegó a l a conclusión de que el resultado podría ser un caos numé rico. Es difícil no estar de acuerdo: el aje drez no es la aritmética.
VALOR ESTÁTICO, ABSOLUTO Y PROMEDIO Las diversas tablas pintan el valor "absolu to" de las piezas o su valor "estático", su valor "de cambio" y ese viejo concepto del valor "relativo". Los términos cambian pe ro el denominador común a todas ellas es trazar una línea entre el valor teórico de una pieza y su valor real en el tablero. Spielmann escribió: "Todas las unidades de ajedrez tienen, en el lenguaje de la bolsa, dos precios: el valor paritario y el valor de cotización. El valor paritario representa el absoluto, el precio día a día, su valor relativo." Spielmann reconocía que el valor re lativo de las piezas es fluctuante duran te el curso de una partida, lo mismo que es cambiante el valor de una estructura de peones. A medida que van cambián dose las piezas, un fuerte centro de peo nes significa cada vez menos, como observó Bobby Fischer, y en el final los peones colgantes "resultan, por lo gene ral. ser débiles". como precisó Boris Spassky. Lasker creó su tabla para tratar de la parte inicial de la partida, pero habló del "valor en el final". Este término puede ser el más acertado, porque es en el final donde las piezas están más cerca de su "verdadero" valor. El valor en el final es lo que cuenta en ajedrez (a menos que la partida esté liquidada en el medio j ue go). En la apertura, un peón de torre puede valer sólo la cuarta parte de un peón central. como afirmó Lasker, o me-
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
dio peón, como sugirió Spielmann. Pero en el final un peón es un peón es un peón•. Cuando hay menos piezas y peones en el tablero, su valor depende menos de su emplazamiento. "Cuanto más sencilla sea la posición, mayor peso adquiere el valor absoluto". dijo Spielmann.
más piezas y sólo un par de peones. Eso deja a las dos piezas sin oposición (caballo blanco y alfil negro). con los demás peones y los reyes.
Nimzovich Rubinstein Semmering 1 926 -
El caballo se ha devaluado. Sigue dis poniendo del mismo radio de acción y mo vilidad. Pero su emplazamiento ya no es tan significativo como lo fue antes. Des pués de . .f6, las negras tendrían buenos motivos para esperar ganar este final. Pensando en términos de "valor en el final" de las piezas nos permite evaluar adecuadamente a un rey. El rey no tiene valor de cambio, por supuesto, y por esa razón los ordenadores le asignan un valor astronómico (200 peones o unidades). Pe ro el valor ofensivo o defensivo del rey puede ser considerable. James Mason y Leopold Hoffer citan a "autoridades ale manas" para afirmar que el rey equivale a cuatro peones (Von der Lasa consideraba que su valor era superior al del caballo y el alfil). Por otra parte, un matemático so viético, A. G uliaev, lo situó en 2,8, el mis mo valor que asignó al caballo. Lev Alburt considera que el valor ofensivo del rey es de 2,5, mientras que Alexei Suetin consideraba más apropiado el va lor 5. .
Juegan negras
Esta posición podría haber sido citada por Tarrasch cuando declaró que "un ca ballo en el centro, apoyado por un peón propio, y no sometido a ataque por parte de los peones contrarios, no es menos va lioso que una torre" (Se cubrió un poco en La partida de ajedrez. diciendo que un caballo así "es casi tan fuerte como una to rre".) Pero avancemos unas 20 jugadas y su pongamos que se hayan cambiado las de' Alude al famoso verso de Genrude Stein, a
is
a rose
is
a rose
(una rosa es una rosa
es
rose
una ro
sa), para desmitificar la excesiva adoración poéti ca de la rosa. N.d.T.
"PEÓN
Aunque sólo puede moverse a la dis tancia de una casilla en cada j ugada, en un final el rey puede ser una pieza te mible.
=
1, CABALLO = 3...
23
10 /l:ld6 b6 11 � c7 gS 12 � b8! gxh4 13 gxh4 aS 14 bS!
Naiditsh - Biaubert Budapest 1 998
El peón b está amenazado ( c¡f¡l b7 x b6), y 14 /l:ld7+ 15 9;c7 no sirve de mucho, pues si 15 ... l:l e7?, 16/l:lcS. La partida fi nal izó con 14 l:l eS 1S c¡f¡lb7 /l:ldS 16 ll:le4 l:tc7+ ( 1 6 ... l:t xb5 17 9;c6!) 17 c¡\lb8 l:tc4 ( 1 7 ... l:td7 18 l:t xd5) 18 l:t xdS l:l xe4 19 c¡\lc7 a4 20 c¡\lxb6 l:te3 21 c¡f¡la7 : xa3 22 b6, y las negras se rindie ron. •••
Juegan blancas
1 c¡f¡lb3 ll:lc4 2/l:lfS ll:ld2+ 3 c¡f¡lc3 /l:le4+ 4 Citd4! l:l xc2? La torre penetra después de 4 . . . ll:l f6 5 l:l c3. Pero es la posición del rey la que concede ventaja a las blancas. tras 4 ... g6! 5 ll:le7+ c¡f¡lf7 6/l:l xd5 ll:l xg3 7 c¡\le5 l:l e2+ 8 l:l e3. S CitxdS ll:lf6+ 6 c¡f¡leS l:l e2+ 7 c¡f¡ld6! Amenazando barrer el flanco de dama, con wc7 ... 7 l:l c28 c¡f¡le7! ... y ahora amenazando mate. La diferencia de juego entre los dos reyes es sorpren dente y, en última instancia, decisiva. 8 - l:l e2+ 9 c¡f¡ld8 l:l eS Si las negras tratan de explotar la inca pacidad del rey de proteger a sus piezas. con 9 l:l e8+ 1 0 w c7 g6 1 1/l:l d6 l:l e7+ 12 �eS l:l d7, las blancas vuelven las tor nas con 13 g4! , y ganan. Ahora: -·
VALORES DE DESPLAZAMIENTO Debido a situaciones como esa, en la que un rey resulta superior a una torre, los ju gadores de ajedrez necesitan un buen sen tido de los valores de las distintas piezas. El ajedrez no es la aritmética, pero tampo co es el juego de damas. Con todo, el respeto a las tablas impide que muchos jugadores alcancen el nivel de la maestría. Los debutantes aprecian rápi damente que un caballo es mejor que un alfil al empezar la partida. "Bueno, sf', di ce el jugador experto, "pero eso se debe sólo a que en la primera jugada puedes mover un caballo y no puedes mover un alfil, basta que no juegues algún peón".
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Pero los jugadores experimentados no están dispuestos a admitir -quizá porque están tan habituados a la tabla- que un ca ballo es, a veces, más activo, más amenaza dor. es decir. más importante que un alfil en las diez primeras jugadas de la partida. Esto puede parecer trivial. pero resulta que es una cuarta parte de una partida ti po de 40 jugadas. Los caballos suelen ser protagonis tas en muchas posiciones tí picas de apertura, como en ésta de la Apertura Inglesa.
( Esta posición se produce después de 1 c4 eS 2lt:lc3lt:lf6 3 g3 dS 4 cxdSlt:l xdS S �g2 tt:lb6 6 li:lf3 tt:lc6 7 0-0 �e7 8 a3 0-0 9 b4 �e6 10 rlb1 f611 d3 li:ld4 u lt:\d2 c6 13 lt:\de4.) O bien, en esta otra de la Defensa Be noni Moderna: (Ver diagrama 16.) (Posición tras 1 d4 li:lf6 2 c4 e6 3 li:lf3 eS 4 dS exdS S cxdS d6 6lt:lc3 g6 7 e4 �g7 8 �e2 0.0 9 0.0 rle8 10 lt:\d2 tt:la6ll f3 tt:lc7 U a4 lt:\d7 13 tt:lc4lt:leS 14 lt:\e3.) El G M Gennadi Timoshchenko estu dió una base de 1 50.000 partidas y llegó a la conclusión de que la captura � xtt:l a
menudo tiene sentido en la apertura. porque en la fase inicial el caballo, senci llamente, es más útil. "Un programa de ajedrez bien diseñado debería ser cons ciente del hecho de que, al comienzo de la partida, el caballo se encuentra en la plenitud de su fuerza, en relación con el alfil. y su fuerza relativa disminuye, a partir de entonces". escribió el citado gran maestro en /CCA Journal (diciem bre de 1993 ) . En comparación, las torres esperan en los márgenes. Su tabla de valores suele ser potencial hasta la jugada 15 y. con fre cuencia, incluso más allá. Regularmente podemos ver piezas menores que juegan un papel más significativo que las torres en posiciones con el centro cerrado, pero también en aperturas como la Ruy López o el Gambito de Dama Aceptado: 1 d4 dS 2 c4 dxc4 3 tt:lf3 lt:\ f6 4 e3 e6 � S xc4 eS 6 0·0 a6 7 a4 tt:lc6 8 'ife2 cxd4 9 l:l d1 � e7 10 exd4 0·0 l llt:lc3 tt:ldS 12 �d3lt:lcb4 13 �bl b6 14 tt:leS �b7. (Ver diagrama 17.) Sólo ahora podemos ver a una torre que actúa como tal. si las blancas juegan 1S l:l a3. Las aperturas en que una torre reali za una aportación importante en las 15
"PEÓN = 1, CABALLO
primeras jugadas, como el Gambito Ben ko, o las líneas con l:l b1 de la Defensa Grünfeld (Variante del Cambio) son rela tivamente raras. Hay aquí una paradoja: la temprana in ferioridad de algunas piezas radica en su superior valor potencial. No desarrolla mos pronto una dama porque no podemos permitirnos perderla. o perder tiempo al ser atacada por piezas de valor inferior. Sólo un principiante desarrollaría torres en una posición de apertura, como l:l a3 ó l:l h3. O un renegado.
Bronstein - Deep Blue Jr. Bruselas 1996 1 e4 eS 2 b4 cxb4 3 a3 d5 4 exd5 'it'xd5 S llJB eS 6 axb4 � xb4 7 l:l a3!? (Ver diagrama 18.) David Bronstein emplea su estrategia favorita, al enfrentarse a computadoras. ofreciendo un sacrificio de calidad a cam bio de la iniciativa, con el rey enemigo re tenido en el centro. El sacrificio no debe aceptarse, pero Bronstein sabía que la má quina no podría resistir la tentación de ha cerlo. Dijo que 7 l:la3 era un mensaje a su oponente:
=
3...
25
"He aquí su problema. Resuélvalo. Piense. si puede, por qué una torre puede situarse en una casilla atacada por un alfil. ¿Su contrario no lo ha visto o se olvidó de que era más fuerte que el alfil?" 7 .. � xa3 8 � xa3 e4 Cuatro años antes, Bronstein había empleado esta apertura contra el gran pre decesor de Deep Blue, Deep Thought /l, y la máquina se defendió con 8 ... 'it'a5. 8 ... �d7 y 8 ... �g4. 9 lLlc3 'it'aS 10 lLlbS! Para explotar d6, las blancas deben su bir la apuesta a una torre ( 10 ... exf3 1 1 1!txf3 llJf6 12 1!fd3 ! �e6 13 1!fd6). Deep Blue Jr. invirtió 10 de los 30 minutos del tiempo de reflexión, asignados para toda la partida. en 1 O ... lLlc6. y acabó haciendo tablas tras una lucha feroz. Incluso una mínima ventaja material, como � vs lO. hace que seamos prudentes en perderla por un desarrollo prematuro. Por ejemplo: en la N irnzoindia, las blancas a menudo se hacen con la pareja de alfiles. tras ... � xc3. Pero tienen su alfil de casillas negras en el, fuera de juego. lo que nor malmente hace que sea la última pieza en desarrollarse. .
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
TRANSITORIEDAD Cuando el juego pasa de la apertura al me dio juego, percibimos otros cambios en el empleo de las piezas. Uno de mis lectores de Chess Life, Greg Beil, examinó la movi lidad (número de casillas atacadas) en una muestra de partidas elegidas al azar. Descubrió que el promedio de movilidad cambiaba de forma acusada para las pie zas más fuertes, a medida que la partida avan1. a : Jugadas n.o 6-25
Dama Torre Alfil Caballo
6,6 2.6 3.1 3,3
26-45
46-65
7.0 4,3 3,5 3,3
9,6 5.1 3,8 3,3
Esto ofrece otra explicación a los dia gramas 2 y 5. Algo que ya se había en tendido hace 200 años. Como escribió J. H. Sarratt, en 1 808, "las torres y los peo nes ( . . ) incrementan su valor a medida que la partida se acerca a su conclusión". Por esto es por lo que debe evitarse cam biar una pieza por tres peones en la pri mera fase de la partida, mientras que una pieza por dos peones a menudo es una buena transacción en el final, añadió Sarratt. José R. Capablanca era consciente de la naturaleza transitoria de los valores de las piezas, cuando escribió en A Primer of Chess, que un caballo se vuelve más débil a medida que se van cambiando piezas, mientras que una torre se hace más fuerte. Tun oshchenko cuantificó este hecho. afrr mando que los programas de ordenador deberían ajustarse de forma que un caba llo aumentase su valor entre un 3 y un 5%, tras un cambio de torres, y lo disminuyese,
entre un 5 y un 10%, tras un cambio de da mas. El MI norteamericano Larry Kaufman, en su propia base de datos de 300.000 par tidas, concluyó que la observación de Ca pablanca acerca de torres y caballos era igualmente cierta en el caso de cambios de peón, no sólo con los cambios de piezas. Los entrenadores de la era soviética inter pretaron el tema de forma diferente: los alfiles incrementan en valor, en relación con otras piezas, a medida que la partida avanza. decían. Hasta un simple vistazo al tablero puede confirmarlo. La siguiente posición procede de la partida Prieboda-Asrian. Batumi 2002.
.
Juegan blancas
Las blancas tienen el juego más libre que normalmente obtienen en esta línea de la Variante Cambridge Springs, en el Gambito de Dama Rehusado (1 cl4 d5 2c4 e6 3 ltlf3 ltlf6 4 ltlc3 c6 S i.gS ltlbd7 6 e3 1!t'aS 7 ltldl dxc4 8 i.xf6 ltlxf6 9 ll)xc4 'ilc7 10 : ct i.e7 11 i.e2 0-0 U 0-0 : ds 13 a3 i.d7 14 b4 �e8 1S 1Wb3 : acS). Las negras tienen la pareja de alfiles, pero con 14 peones en el tablero los alfiles no pue den hacer gran cosa. Tampoco, por supues-
"PEÓN
=
1, CABALLO
=
3...
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to, el alfil blanco. La posición está más o menos igualada. Pero diez jugadas des pués. ..
Juegan negras
.. .la superioridad de las negras se está ha ciendo clara. El período de superioridad de los caballos ha finalizado, y ahora los al files negros disponen de diagonales abier tas y de, al menos, un objetivo en a4. El juego siguió con 16 :rdt b6 17 ...t D 'irb8 18 g3 /üdS 19 /üe4 b6 20 ...t g2 a6 21 lOeS 'ifa7 22 : c2 aS! 23 bxaS 'ifxaS 24 /üc4 'fla7 25 a4 eS! 26/üb2. Finalmente, si avanzamos otras diez ju gadas (26 - lüb4 27 :cd cxd4 28 :xc8 : x c8 29 : x d 4 /ü c6 30 /ü d6 : d8 31 ...t x c6 ...t xc6 32/übS 'it'a8 33 'ifdl :xd4 34 exd4 11fd8 35 f3 ...t f6 ) (Ver diagrama 2 1 . ) vemos que las blancas han quedado e n po sición perdida. Hay mejoras, por supuesto, como 30 : d2 y 32/übc4, pero lo cierto es que las blancas no han cometido ningún error grave. Los alfiles negros dominan y el segun do jugador convirtió rutinariamente en victoria su ventaja: 36 /üc4 ...t xbS 37 axbS
'it'dS 38 'it'b3 ...t xd4+ 39 Wgl .teS! 40 'it'cl 'it'd4 41 f4? 'it'gl+ 42 �D? 'it'O+. Las blancas se rindieron. Tarrasch tenía sus propias ideas acerca de los cambios en el valor de las piezas du rante el curso de una partida. Dijo, por ejemplo, que un caballo vale generalmen te más de tres peones en la apertura o el medio juego, pero no necesariamente en el final. Añadió que el valor de la calidad au menta a medida que el juego avan7.a. Cecil Purdy convirtió esto en un consejo didác tico: si pierdes material en la primera fase del juego, es mejor perder calidad que un peón. Tarrasch dijo que toda relación de ma terial que implicase a una torre, como, por ejemplo, dama contra dos torres, cambiaría a medida que el medio juego se encamina se hacia el final. Realizó otras observacio nes en La partida de ajedrez, basándose en lo que llamaba "valor relativo". Pero lue go informaba a sus lectores -pasadas 200 páginas de su libro- de que una vez que hubiesen mejorado su capacidad ajedre cística, podían olvidarse de todo lo que ha bían leído: "Debemos ser absolutamente claros en este punto. Las estimaciones que he co mentado a este respecto, en la sección con-
28
EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
sagrada a los elementos, son completa mente falsas para jugadores de más alto nivel."
Spassky Portisch Match Leningrado-Budapest 1961 -
EL JUGADOR PRÁcnCO Si Tarrasch, el más didáctico de los didac tas (y el más pedantesco de los pedantes) sabía que nadie puede ceñirse a reglas fé rreas, eso debería decimos algo. Quien se toma en serio el ajedrez -y en particular, sus resultados en torneo-, debería tirar a la papelera la tabla de valores. Al tomar decisiones prácticas, debe confiar en otra información, y responder a preguntas como: ¿Debo sacrificar la calidad por un peón y la iniciativa? ¿Vale la pena entregar el par de alfiles para ganar un peón. o a la inversa? ¿Sirve de ayuda cambiar torres cuando mi oponente tiene los dos alfiles? ¿Cuándo tiene sentido cambiar la da ma por las dos torres? Etc. Estas decisiones no se relacionan bien con la tabla de valores peón=l , ca ballo=3, etc. Forman parte de las relacio nes especiales de material que cambian el curso de una partida. De eso trata es te libro. Los grandes maestros han aprendido algunas cosas acerca del material que ra ra vez comparten con otros. Saben, por ejemplo. que la diferencia entre un alfil y un caballo depende no sólo de la estruc tura de peones, sino también de la pre sencia de piezas pesadas. Capablanca, en Fundamentos del ajedrez, señaló que un alfil es superior a un caballo cuando ca da bando tiene una torre. pero el alfil puede ser inferior. si la torre se sustituye por una dama.
Juegan negras
Una aplicación práctica es que con l:t + � vs l:t +ltJ. los maestros no cambian la torre sin una buena razón. 1 -. l:t f7 2 l:t e8+! La ventaja blanca se desvanece tras 2 l:t xf7 � xf7 3 � d3 l1Jf2+ 4 c;P e3 ltJ d l +, ó 4 �e2 lL!e4. 2 -- �h7 Las posibilidades prácticas de las ne gras son escasas, con tantos peones en ca sillas de ese color. pero podrían haber intentado 2 l:U8!? 3 l:t xf8+ �xf8. Por ejemplo: 4 �d3 �f7 5 c;Pe4 l1Jf6+, y ahora 6 �xf6 c;Pxf6 7 �d5 �f5 8 �xc5 �g4 puede ser sólo tablas. Pero 6 c;Pe5 ! debería ganar. 3 � b3 l1J f6 4 : es l1J d7 S l:[ dS l:t e7 6 a4 c;Pg6 7 hS+! c;Pf7 8 g4! Las bien coordinadas piezas blancas pudieron anotarse el punto con: 8 �eS 9 aS a6 lO gS! bxgS 11 l:[ xgS c;Pts 12 �c2 : f7 13 �d3 l:tf3+ 14 �e4 l:[f7 1S l:[g6 ttJb8 16 �dS ttJd7 17 �e6 ttJb8 18 �d6. -
"PEÓN
Las negras se rindieron. Se gana claramente después de, diga mos, 18 ... lüd7 19 l:l xg7. Los grandes maestros saben también que muchos desequilibrios (2 piezas me nores vs l:l + � ; 'ii' vs 3 piezas menores,
etc.) están estrechamente relacionados
con la cantidad total de material que exis te en el tablero. Un sacrificio de calidad puede ser correcto cuando le quedan tres piezas menores, pero totalmente incorrec to cuando sólo le queda una. Cambiar to rres es un error corriente en casos de otros desequilibrios.
Kamsky Salov Match Candidatos FIDE 1995 e partida -
(Ver diagrama 24.) Para aliviar la presión sobre su rey, las negras jugaron 1 - l:l ab7? Anatoli Karpov explicó por qué esto es un error: "En el 99% de las posiciones con 'ii'+ l:l vs l:l l:l +pieza, el segundo jugador debería evitar cambiar torres." La razón, explicaba en su libro sobre el Campeona-
=
1 , CABALLO = 3 " ...
29
Juegan negras
to Mundial FIDE de 1996, es que dos to rres y una pieza pueden coordinarse muy bien contra dama y torre. Eso significa que 1 l:l ad7! habría ofrecido mucha mayor resistencia. 2 l:l xb7 l:l xb7 3 dS
Al tratar de frenar al peón pasado (lo que hubiese sido mucho más fácil con una segunda torre). las negras pronto se equi vocaron y perdieron.
TOMA DE DECISIONES Los desequilibrios significativos en aje drez son conocidos. Entre los capítulos 7 y 10 los consideraremos en detalle. En tre ellos se encuentran la calidad, dama por piezas y las diversas situaciones que pueden producirse de alfil contra caba llo, que son tan frecuentes y que en cada caso tienen sus propias reglas y caracte rísticas. Por ejemplo: los desequilibrios de da ma enfatizan en la estructura de peones. La iniciativa es una preocupación menor. a diferencia de otros desequilibrios, como torre contra dos piezas menores. Confiar en las tablas al decidir si entrar o no en
30
EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
uno de estos desequilibrios acarrea mucho peligro.
Stocek - Kristjansson Plovdiv 2003
Observe que la decisión de las negras. 1 . l:l cd7?, conduce directamente a un final "puro" de ... vs l:l l:l . sin otras piezas que lo compliquen. Como las tablas se basan en el "valor en el final". aquí es donde de berían ser más precisas. La experiencia demuestra que si añadi mos piezas menores a cada bando, la dama es superior a las torres. Como directriz práctica, esto significa que normalmente al jugador con las torres le conviene cambiar piezas menores tan pronto como pueda. ..
Krasenkow - Speelman Baturni 1999
Juegan negras
A pesar de un prematuro avance ... d5d4, las negras deberían resistir con 1 q¡,h7, de forma que 2 e3 dxe3 3 l:l xd8?? no sea jaque. Pero no evaluaron correctamen te la situación: 1 l:l cd7? 2 e3! dxe3 3 l:l xd7 exd2 4 l:t xd8+ q¡,b7 S l:t 8xd2 1i'c3 Las negras han entregado sus dos to rres por la dama. Esto se considera nor malmente una transacción desigual que concede aquí una pequeña ventaja mate rial a las blancas. Pero la estructura de peones es lo que decide. Las blancas tienen una importante mayoría en el flanco de dama. Siguió: 6 l:l d3 •c2 7 l:t 1d2 ... b1+ 8 q¡, b2 eS 9 aS ! bxaS 10 l:l c3! El peón pasado es decisivo. Las negras siguieron luchando con 10 - a4 1 1 bxa4 � 12 l:l cc2 'ii xa4, pero quedaron clara mente perdidas después de 13 eS 1i'c6 14 bS fS 1S l:l d6 1W e4 16 l:l b2 ... f3 1 7 c6 'it'xbS+ 1 8 �g1. •••
Juegan negras
Según las tablas de valores, el material está igualado. Pero los maestros saben que la dama aumentará, en general, la fuerza de sus pie7.as menores, en detrimento de las piezas menores contrarias. Así pues: 1 �f6! 2 b5 �eS! Sin el alfi l , los peones blancos del flan co de rey serán vulnerables al ataque de las torres, y el nuevo peón e negro se vuel ve peligroso. 3 �xeS dxeS 4 1We3 Después de 4 - l:l eS? S b6 e4 6 g4 l:l f1 -
"PEÓN
7 gS : f3 8 'iVel las blancas ganaron la ca rrera de peones. Sin embargo, con la más precisa 4 l: e7! 5 h6 e4 6 g4 l: f3 7 'iVg5 l: ff7 (ame nazando 8 ... e3). las negras deberían hacer tablas como mínimo, e incluso ganarían en caso de 8 'it' h4? e3 9 g5 e2 10 g6 : f6 ! 1 1 'iVg3+ c¡i;lb7 1 2 g7 l: g6. ,
Cuanto más lejos esté el final -donde reina el "valor en el final"- tanto menos fiables son las tablas, y eso plantea un pro blema al jugador de competición. La mayoría de las decisiones materia les a que se enfrenta -ya sea cambiar un alftl por un caballo o sacrificar o cambiar torres- normalmente tienen lugar mucho antes del final. Por último, una tabla resulta casi inútil cuando se trata de otros desequilibrios menos frecuentes. Sirve de poco saber, por ejemplo, que una torre equivale a cinco peones. O que una dama equivale a un al fil y seis peones. Al entrar en un desequili brio inhabitual. basarse en la tabla de valores es encaminarse hacia el desastre.
=
1, CABALLO
=
3...
31
La tabla nos dice que las blancas tienen ventaja. lo que puede ponerse de manifies to con 1 l: gl ! g6 2 'it'd8+, puesto que las piezas pesadas, operando conjuntamente, crean posibilidades de mate. Por ejemplo: 2 ... c¡i;lf7 3 'it'g5 'iVd4+ 4 c¡i;lc1 'it'f6 5 Wh6!, y 6 'iVh7+ ó l: d 1 -d7. t Wd2?? He aquí un caso en que cambiar da mas. con ventaja material, constituye un craso error. 1 'it'xd2+! 2 c¡i;l xd2 gS La única esperanza de las blancas es ganar un peón en el flanco de dama, antes de que los peones negros se vuelvan peli grosos pero, como es fácil de ver, eso será imposible. 3 � e2 Si las blancas impiden ... g4 con l: h 1 , la torre deja de actuar como una torre, y no debe sorprender que las negras ganen con 3 ... eS 4 c¡i;le3 �e6. 3 g4 4 l: cl h3 S �f2 f4 6 l: c7 g3+ 7 �B h2 8 l: h7 eS -·
••.
Grischuk Shirov Moscú 2002 -
Juegan blancas
Las blancas han sacado el máximo par tido a sus piezas y, teóricamente, siguen con ventaja material. El problema es que están perdidas, debido a la amenaza 9 ... e4+ y 10 ... g2, en caso de 10 c¡i;lxe4 ó 10 �xf4.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
La partida finalizó así: 9 .: h6+ � g5 10 l:t h8 e4+ 1 1 � g2 � f5 12 l:t f8+ � eS 13 l:t h8 � d4 14 l:t h4 � e3 (Zugz wang) 15 b4 b5 16 a3 a6 17 l:t h8 f3+ 18 � xg3 f2 19 � g2 � e2, y las blancas se rindie ron . Si no podemos confiar en l a tabla, ¿en qué podemos confiar? Los maestros de hoy tratan de responder a esta cuestión de dos formas. Algunos argumentan que la tabla está sesgada y que las cifras deben retocarse. Kaufman. por ejemplo, dijo que una dama debería valorarse como 9,75. Un caballo vale 3,25 pero que debería incrementarse en 1/16, dijo también, por cada uno de los
peones que se cambian, cuando hay más de cinco. Aunque esto fuese matemáticamente correcto, es virtualmente inútil cuando us ted j uega una partida de ajedrez. El otro enfoque. tomado de algunos grandes maestros de elite, es que las tablas, las reglas y los principios no sirven. Sólo sirve el cálculo. Pero el cálculo debe basar se en algún elemento de evaluación. El ajedrez es algo más que visualizar una po sición cuatro jugadas antes. Sospecho que podemos obtener mejores respuestas sopesando y evaluando el mate rial, y para empezar necesitarnos examinar qué interviene en el valor de las piezas.
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Capítulo 2
Movilidad y objetivos
El valor de las piezas comienza con su mo vilidad. Cuanto mayor sea el número de jugadas posibles de una pieza, tanto más valiosa será. El jugador comprende, ya en la primera fase de su carrera, que para ob tener la mayor movilidad de sus piezas de berá tener en cuenta otros factores. como la integridad de los peones.
Las blancas han realizado la rutinaria captura de peón hacia el centro. hxg3. Es to puede perjudicarle en el final, porque no podrá crear un peón pasado sin ayuda. Por ejemplo, a 1 g4 las negras pueden res ponder 1 gS!. Si las blancas siguen con g2-g3 y f2-f4, su rival responde .. .f6, y la -
mayoría de peones está neutralizada. Si los peones no hubiesen estado doblados. las blancas podrían crear un peón pasado con 1 h4. De todos modos. cuando dispone usted de elección entre retomar en g3 de pieza o de peón h, normalmente suele ser preferi ble hxg3. porque de esta forma mejora su movilidad por dos razones. La primera es que su torre obtiene varias casillas a lo lar go de la columna h. Además, el antes peón h dispone ahora de dos posibles capturas. a derecha e izquierda, en comparación con la antes única. Las estadísticas de la base de datos de Kaufman indican que un peón de torre normal vale 0,15 menos que los demás peones y, por tanto, mejora, senci llamente, su valor al trasladarse una co lumna hacia el centro. Pero aunque el valor de las piezas co mienza con su movilidad, esa movilidad queda seriamente restringida durante gran parte del juego. Una de las primeras reglas que usted aprendió era que el caballo es la única pieza que "puede saltar" por encima de sus propias piezas o de las piezas ene migas. Cuantos más obstáculos haya en el tablero, tanto peores serán sus otras piezas.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
El mejor ejemplo que conocemos es el del alfil malo. Ningún jugador quiere tener un alfil malo. La condición de malo suele dársele cuando se tienen otras cosas in mente.
Kovalev - Arizmendi Olomouc 2003
Juegan negras
El peón b blanco no es peligroso, por que a b2-b4 puede seguir ... �c4. Gracias a la excelente diagonal del alfil, las negras no tienen que preocuparse por �d2, por que podrían mantener a raya al rey enemi go con ... � d4. En otras palabras, su posición es perfectamente segura después de 1 ... g5 (2 lüh5 �g6). Pero las negras te nían ambiciones. 1 - g6?? Quieren impedir lüh5 y jugar .. .f5. 2 lLle4! �e6 De otro modo, 3 lüf6 caza al alfil. 3 gS! No hay defensa contra lüf6. Después de 3 fS 4 lüf6 hxgS S lü xh7 g4 6 fxg4, las negras se rindieron. Normalmente. no nos preocupa la mo vilidad de una pieza hasta que se vuelve ·-
realmente mala. Como dijo Hans Kmoch en Pawn Power in Chess (La fuerza de los peones en ajedrez). "el alfil malo tiene ma yor significación que el bueno", porque un alfil con un radio de acción adecuado no merece especial atención. y no suele alte rar el equilibrio. Cualquier pieza puede volverse mala. incluso una torre, la única pieza cuya acti vidad básica no depende de la casilla que ocupe. pues en cualquier casilla de un ta blero vacío controla 14 casillas. (El alfil, en cambio, puede controlar hasta 13. pero só lo 7, según la casilla en que esté situado.) Pero con la presencia de algunos peo nes. una torre puede ser muy mala. Grigo ri Loevenfish, coautor de un famoso libro sobre finales de torres. se concedió a sí mismo una torre lamentable a comienzos de su carrera:
Loevenfish - Rubinstein Vilnius 1912
Juegan negras
Aunque tienen a su rey cortado del flanco de dama, las blancas podrían ofre cer cierta resistencia tras 1 . .. q;,c4 2 l:l d1 y l:l d2.
MOVILIDAD Y OBJETIVOS
1 : ds! 2 wtJ : d2 Después de 3 l:l b 1 , las negras ganan con 3 ... wc4 y ... wb3. 3 l:l a2!? Esta trampa es transparente (3 ... �c4 4 b3+) y tiene una laguna (4 ... � xc3), pe ro las negras prefrrieron: 3 - l:l dl! La torre blanca no tiene jugada, y las negras amenazan capturarla con ... �c4b3. Loevenfish se rindió después de 4 �e2 l:l hl S �d3 l:l g1 6 c4 l:l g3+. _
PIEZAS BUENAS Y PIEZAS MALAS La movilidad es tan importante que reali zamos increíbles esfuerzos. sarificios in cluidos, para hacer que una pieza sea excepcionalmente buena. En el medio jue go. los sacrificios de calidad son habituales como una forma de hacer muy buena a una pie1.a menor.
Anand - Shirov Dos Hermanas 1 996
mucho peor después de 2 lL!xf5 �xf5 y 3 lL!d7. debido a que las piezas menores negras estarían magníficamente situadas. en particular el alfil de f5. 2 - a4 3 �a2 l:l f4! Las negras ofrecen la torre en otra ca silla y a cambio de una pieza düerente: 4 �xf4? exf4 serviría a dos propósitos, uno es abrir la gran diagonal para el alfil de g7. y eliminar de paso al mejor defensor blan co de las casillas negras. 4 c3! Las blancas se disponen a dar seguri dad a su rey con 5 �e3 y 6 0-0-0. Ahora se inició un difícil medio juego. con 4 - l:l h4 S h3 �fS! 6 lL! xfS gxfS 7 'irg6. Hasta en el final, donde las piezas suelen tener mayor radio de acción y los valores materiales son más claros, se producen sacrificios para mejorar la mo vilidad. Fine dijo que situar una torre en la séptima fila equivale a un peón de ventaja. A veces. es igual de importante la octava fila.
Plachetka - Bareev Tmava 1989
Juegan negras
1 - l:l xfS! 2 '1Vg2! Anand dijo que las blancas quedarían
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Juegan negras
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Las negras no deberían estar perdidas, pero tienen el problema de defender la to rre y el peón atacado ( 1 l:l a8 2 l:l b3 y l:l b7). 1 - l:l c8! Ahora la torre es lo bastante buena co mo para hacer tablas (2 lt:\d4 �f7 3 l:l b3 a4). 2 lt:\ xa5 b6 Las negras no pueden dominar mucho tiempo la segunda fila, porque las blancas disponen de l:l f2. Pero disponen de con trajuego suficiente, a base de ... l:lcl+ o ... g5. Por ejemplo: 3 l:l f2 l:l c3 4 l:l a2 g5. 3 b4 : ct+ 4 wa ttJc3 Y las negras hicieron tablas cómoda mente, tras S lt:\b3 lt:\e4+ 6 w e2 l:l c2+ 7 q¡, e 1 l:l al. Otra forma habitual de búsqueda de la movilidad en el final se produce con alfiles de diferente color. Activar a un alfil a me nudo equivale a un peón.
Ruggeri Ladercbi - Kosten Correspondencia 2001
Juegan negras
Las blancas no tienen problemas des pués de la natural 1 . . . � g5 2 W f3 W d6 3 �e4 wc5 4 �c2.
1 - f3! 2 q¡,xf3 �gS A costa d e u n p e ó n , l a s n e g r a s h a n abierto una diagonal para j ugar ...�el !. J wg4 En caso de 3 �c6 �el 4 �xa4 �xb2 5 c4 �xa3, el alfil negro habría ganado dos peones en el flanco de dama, impi diendo que un tercero fuese peligroso. 3 - �el 4 whS �f6 Aquí las blancas jugaron 5 �c6, y se acordaron tablas, en vista de 5 . . . � g7 6 �xa4 �xb2. Una continuación crucial habría sido: S c4! �x b2 Es demasiado lento 5 ... �g7?, debido a 6 c5 �xb2 7 c6� 6 � xb6 �xa3 7 �e4 weS 8 �b1 �d4 9 g4 wc3! Para las negras es útil mantener en el tablero el peón e, a fin de bloquear la dia gonal a2-g8 para el alfil blanco, algo que resulta significativo después de: 10 gS �b2
11 eS! Ahora son las blancas quienes sacrifi can material. 11 - �xcS No 1 1 ... w xbl ?, debido a 1 2 c6 �d6
MOVILIDAD Y OBJETIVOS
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13 g6 a3 14 g7 a2 15 g8W a l _. 16 _.g6+ y Wxd6, ganando. 12 ..trs a3 13 ..te6 Las blancas pueden hacer tablas sacri ficando su alfil en a2 ( 1 3 .. a2 14 ..txa2 �xa2 15 g6). .
LA IMPORTANCIA DE LA SEGURIDAD Hay un segundo límite a la movilidad, de rivado de otra regla para principiantes: No debe mover una pieza valiosa a una casilla atacada por una pieza contraria de menor \'alor. Tigran Petrosian dijo que esta regla crea en todo jugador un importante hándi cap intelectual: "Es precisamente por esta razón por lo que un jugador no piensa en situar su da ma en una casilla atacada por un peón, o una torre en una casilla atacada por un al fil. Ésta es la mayor dificultad psicológica que atenaza a un jugador en el proceso de i.a lucha." Nuestro sentido de la belleza en aje drez se ve fuertemente lastrado por esa necesidad psicológica de seguridad. Lo cierto es que nos asombra contemplar ju gadas que vulneran esa regla y que, pese a dlo. son ganadoras. Los románticos (tanto �dores como compositores) nos delei uron con jugadas asombrosas que situa t'
Anderssen ( 1846) 1 Ver
:i
diagrama 36.)
La solución es 1 .-el!, impidiendo que peón e corone con jaque y logrando así
Juegan blancas y dan mate en 5
dos jugadas para ejecutar la maniobra de mate. Por ejemplo: 1 -. dxe1W 2 l:r. d4 y 3 l:r. a4++. Pero el jugador práctico se "progra ma" a sí mismo para descartar o descon fiar de las jugadas bonitas. Así que utiliza con mucho cuidado su dama. porque hay demasiadas formas de perderla. y podría verse obligado a entregarla, en un mo mento dado, por una torre o un alfil. En consecuencia. da por cierto que las piezas deben desarrollarse conforme a su valor: primero los peones, después los caballos. los alfiles. las torres y sólo entonces la dama. La preocupación por la seguridad de la dama puede hacer que hasta un jugador muy fuerte la convierta en una pieza muy deficiente.
Makarychev - Andrei Sokolov Moscú 1981 1 e4 c5 2 liJO e6 3 c3 d5 4 eS d4 S cxd4 cxd4 6 ..tbS+ ..td7 7 lü xd4 'it'gS 8 liJO _. x g2 9 J:[ g1 'it'h3 10 lüc3 h6 11 d4 lüe7 12 ..t n 'it'hS 13 ..t e2 lü bc6 14 lü e4 lü fS 15 a3 ..t e7 16 lü g3 lü xg3 17 hxg3 .-rs
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
18 �d3 1!t'g4 19 �e3 l:td8 20 b4 a6 21 �e2 1!t'e4 22 lüd2 Wh7 23 lüb3 lüb8 24 �d3
siones en que la hipoteca es una buena in versión.
Porreca - Bronstein Belgrado 1 954 1 e4 c6 2 d4 d5 3 lüc3 dxe4 4 lü xe4 �rs S lüg3 �g6 6 h4 h6 7 lüh3 �h7 8 �e4 lüf6 9 lüf4 lübd7 10 0-0 We7 11 l:t e1 �g8!
24 "' 1!t'g8?
Para evitar una importante pérdida de material, las negras hacen una concesión de movilidad, esperando que sólo sea temporal. Pero lo cierto es que estarán j ugando sin dama durante un futuro pre visible. Esto significa que las blancas po dían tomarse su tiempo, antes de abrir el centro. 2S liJ aS b6 26 lü e4 bS 27 liJ aS lü e6 28 lü b3 hS 29 1!t' f3 h4 30 � e4 lü b8 3 1 lü eS hxg3 32 fxg3 1:[ eS 33 dS e x dS 34 �xdS �c6 3S 0-0-0 Sólo cuando las negras empezaban a activar sus piezas mayores, su posición se fue desmoronando. 3S "' l:t h2 36 l:t gfi �xdS 37 WxdS l:t e6 38 l:t h 1 W' h7 ? 39 l:t x h2 1!t' x h2 40 l:t h1 Las negras se rindieron. Jugadas como 24 .. Wg8 son una forma de sacrificio temporal. En lugar de entre gar material para mejorar la movilidad, co mo en los diagramas 33 y 34. las negras hipotecaron la movilidad a corto plazo de la dama a cambio de seguridad. Hay oca.
Bronstein explicó que cuando las ne gras juegan ... e6. se enfrentan a la perspec tiva de un sacrificio de pieza en e6 por dos peones y un peligroso ataque. Su 1 1 .• juga da lo evita, a costa de retirar momentá neamente el alfil de la que quizá sea mejor diagonal del tablero. 12 lüd3 e6 13 �r4 �d6 14 �xd6 1!t'xd6 1S lürs 1!t'f8 La dama también decide hipotecarse. Pero ahora las negras enrocarán y llevarán sus piezas a casillas activas. 16 '5'0 0-0-0 17 lüg3 �h7! 18 a4? �xd3! Las negras no conceden a su rival una segunda oportunidad de jugar liJeS ! , y ga naron virtualmente el final después de 19 �xd3 W'd6 20 a5 a6 21 l:t a3 gS 22 h5 W'f4 23 W'e2 rj; e7 24 e3 l:t he8 2S lü e4 lü xe4 26 -.xe4 Wxe4 27 �xe4 lüf6 28 �O g4.
MOVILIDAD Y OBJETIVOS
La conclusión es que las piezas tienen
ej e m p l o :
1
'i!V f6
2
39
eS 'W f4 3 g3 ! 'ir' g4
un valor inherente, basado en su movili
4 .:. b1 �g8 5 e6! fxe6 6 tLle5, o bien 3 ... 'i!Vf3
dad, pero esa movilidad a menudo es redu
4 .:. bl 'it'c3 5 f4! y 6 .:. d3.
cida por buenas razones.
1
•••
'Wa2! 2 f4 �xa4!
Las negras.. con j usta desesperación,
BUENOS SAC�CIOS CONTRA PIEZAS MALAS
permiten que su dama sea atrapada. Spiel mann dij o que los sacrificios tienen "el objetivo común de incrementar la efectivi
Siempre que un oponente reduce la movi
dad de otras piezas ( . . . ) si es posible, de
lidad de una pieza -en particular, de una
repente" , y esta jugada cumple con la defi
pieza pesada- modifica. aunque sea de for
nición. Las negras necesitan que sea re
ma ínfima el valor de sus fuerzas en rela
pentino, porque la hipotecada movilidad
ción con las de su oponente. Eso significa
de la dama blanca no durará mucho.
que pueden surgir oportunidades en algún
3 �bl
otro sector del tablero, para explotar la au
No 3 bxa4? 'ti'xc4 4 d6 b3 (o bien 4 e5
sencia de una mala dama, o una mala torre. Explotar esas oportunidades puede signi
ñcar tener que realizar un sacrificio real.
�xf4).
3 'Wxb3 4 lt d3 'iVxbl! Las negras están completamente •••
didas después de 4
Lipnitsky - Tolush Campeonato de la URSS 1950
per
'i!Vxd3 5 �xd3. Al
cambiar un par de alfiles, liberan sus peo nes del flanco de dama.
5 l:t xbl �c2 6 l:t bdl �xd3 7 l:t xd3 l:t xe4 Normalmente, torre y tres peones no pueden luchar contra una dama. Pero la pieza de h2 no está actuando como una dama. Después de 8 d6 �xf4 9 'i!Vh3 : xc4 ! 10 1Wc8 l:t d4 ! . las negras no debe rían perder.
8 tLld2 � xf4 9 �h3 l:t e2
Juegan negras Las blancas acaban de j ugar tLlc4. Am
t>as damas parecen mal situadas, pero lo :ierto es que la dama blanca ocupa una t>uena posición para apoyar el avance e4-
e5. un avance ganador, tanto en caso de la ::tatural 1
..
. ¡vf6 como de 1 . . . 'i!Vc3 . Por
40
EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
10 d6! l:l xd2 11 d7 Por fin. la dama actúa como una dama ( 1 1 . . . l:l a8? 12 l:l xd2 .i. xd2 1 3 ... h4 ! gS 14 We4+. ganando). 11 ... l:l xd3 12 ... xd3 .i. gS 13 WdS! � h6 14 ... xgS+ � xgS 15 d8'it'+ � h6 Finalmente, las negras han logrado compensación materia l. Las blancas pueden ganar los peones del flanco de dama ( 1 6 Wh8+ �gS 17 ... f8 ! ) , pero su carencia de un peón pasado aseguró las tablas. Situaciones como esa son raras. Pero no dejan de confirmar nuestra tesis: pues to que el valor de las piezas se basa sobre todo en su movilidad. siempre que su opo nente cuenta con una o más piezas mala(s). está concediéndole opciones de forzar acontecimientos. gracias a medidas extraordinarias. a fin de alcanzar una posi ción más favorable. He aquí un ejemplo más dramático.
Korchnoi - Luther Essen 2002 1 d4 e6 2 c4 dS 3 ll:Jc3 c6 4 ll:Jf3 ll:Jf6 S g3 dxc4 6 .i. g2 ll:J bd7 7 0-0 bS 8 .i. gS .i. b7 9 a4 'ii'b6 La dama se necesita para defender los peones y, en algunos casos, para impedir el avance a5-a6. Por ejemplo: 1 0 liJ eS l:l d8 1 1 a5 ... a6. 10 liJeS lLlxeS 1 1 aS 'it'a6 Las negras evitan 1 1 'it'c7 12 .i.f4 ll:J fd7 1 3 a6! , a costa de una temporal, aun que considerable, pérdida de movilidad. Su dama no tendrá ahora ni una sola juga da segura. 12 dxeS lLldS 13 ll:Je4 h6 14 .i.e3 Las blancas actúan con energía para impedir 1 4 . .. c5 y preparar 15 .i.c5, así co-
mo un notable sacrificio, basado en la au sencia de la dama enemiga. 14 _ ll:Jxe3 15 fxe3 .:t d8 16 Wxd8+!? � xd8 17 .:t xr7
Es comprensible que ninguno de los j ugadores apreciase lo que estaba pasan do. Las negras continuaron con 17 b4? 18 .:t d1+ �e8? 19 .:t dd7 c3? (dejando es capar mejores j ugadas, como 1 7 .i.b4, 18 ... �c8 y 19 ... .i.c8. que hubiesen gana do). Pero las blancas jugaron 20 ll:Jd6+! y propusieron tablas. Un grave error, puesto que las negras estaban en ese momento perdidas (20 .i.xd6 21 exd6 cxb2? 22 .:t fe7+ �f8 23 .:t d8++, o bien 22 ... 'it'xaS 23 .:t de7+ �d8 24 l:l xb7), gracias a la si tuación de la dama. •••
OBJETIVOS La mala situación de las piezas pesadas puede ser temporal , a condición de que la estructura de peones y la disposición de piezas cambien. como la dama blanca en el diagrama 39. o el caos de la posi ción anterior en el flanco de dama. Tam bién puede hacer que una pieza menor enemiga sea mala modificando la es-
MOVILIDAD Y OBJETIVOS
tructura de peones. Un sofisticado ej em plo de esto podemos verlo en la siguien te partida:
Bronstein - Winiwarter Krems 1967 1 e4 eS 2 lü f3 lü c6 3 � bS a6 4 � a4 lü f6 5 0..0 �e7 6 We2 b5 7 �b3 d6 8 c3 �g4 9 b3 .ihS 10 d3 0-0 11 lü bd2 tü aS 12 �c2 eS U l:t d lü� W � �� B lüO ffi M lüd .if1 17 d4 : es 18 dS! c4 19 b4! Las blancas pasan de confinar al alfil enemigo (con 9 h3, 10 d3 y 14 g4) a res tringir a los caballos negros. Ahora, 19 ... cxb3 20 axb3 es peor, pues las blancas tienen una fuerte iniciativa con 21 �d2 y 22 c4. 19 lüb7 20 a4 'ilc7 21 aS! g6 22 h4 rt;g7 23 �g2 h6 24 : h1 : h8 25 hS! gS -
Las seis últimas j ugadas blancas de peón han tenido como fin privar de casi llas a los caballos negros. Su j ugada 1 8 impidió . . . lü c6 (o . . . lü e6), l a 1 9 vedó la casilla a5, y las 20 y 21 impidieron . tü b6. Los últimos pasos, 22 h4 y 25 h5. aseguraron que no fuese posible ... lü g6, y cuando las negras mantuvieron cerra da la columna h, con 25 . . . g5, ellas mis.
41
mas completaron el cuadro, al privarse de la maniobra . . . lü f8-h7-g5 . De esta for ma. los caballos negros han sido virtual mente eliminados del j uego. Pero la movilidad (o inmovilidad) de un j ugador no decide una partida. Las blancas necesitan tener un objetivo. Bronstein tenía uno, c4, una casilla que puede atacar con cuatro piezas (dama, alfil y dos caballos), para sacrificar una de ellas por dos peones. Eso abrirá la po sición lo suficiente y, gracias a los torpes caballos contrarios, las blancas dispon drán, de hecho. de superioridad material decisiva. 26 lü f5+ �f8 27 �e3 l:t h7 28 lü d2 �g8 29 f3 �d8 30 �f2 �e7 31 : hcl �d8 Aunque las negras hubiesen visto el plan de su rival ('ilfl , �d l -e2, lüe3 y lü2xc4), no podían hacer nada por impe dirlo, debido a la fuerte restricción de sus piezas menores. pues sólo contaban prácti camente con jugadas de alfil. 32 WD! �f1 33 �d1! �eS 34 �e2 J:t c8 35 lüd lüb8 36 lü2xc4! bxc4 37 lüxc4
.
Los peones protagonizarían una mar cha triunfal, en caso de 37 Wd7 38 lüb6 ( ó 38 lüe3) y �xa6. De modo similar, 37 ...
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
�e7 38 llJb6 l:t d8 39 �xa6 llJxa6 40 Wxa6, y la amenaza 41 'iW j uega y 42 a6 es decisiva. La partida finalizó así: 37 - �bS 38 llJb6 �xe2 39 ... xe2 �e7 40 llJ xc8 'ili'xc8 41 �a7! llJd7 42 Wxa6 Las negras se rindieron. Max Euwe, y dos coautores realizaron una arrolladora generalización en The Lo gical Approach ro Chess (El enfoque lógi co del ajedrez): "El valor de una pieza radica en su ca pacidad de movimiento, y sólo en ella. No hay excepciones a esta regla." Pero. como antes se ha observado. la movilidad por sí sola no gana la partida. La movilidad + objetivos, sí. Por ej em plo, la gran movilidad de una dama sig nifica mucho en un fi nal. sobre todo si hay peones y piezas atacables o un rey expuesto que jaquear. En el medio j ue go, u n a l fi l p u e d e d i s fr u t a r de un h e rmosa y limpia diagonal. Pero si no tiene nada que atacar. puede que inclu so sea inferior a un caballo. É ste es un tema común en posiciones como la que sigue : 1 d4 dS 2 c4 e6 3 llJc3 llJf6 4 llJf3 �b4 S cxdS exdS 6 �gS llJbd7 7 e3 eS 8 �d3 •as 9 'ili'c2 c4 10 � fS 0-0 1 1 0-0 : es 12 llJd2 g6 13 �h3
13 �xc3! Esto no parece guardar sintonía con la jugada 12 de las negras. Pero si 14 Wxc3 'ili'xc3 15 bxc3 llJe4 1 6 llJ xe4 dxe4, las ne gras están bien. a pesar del buen alfil blan co de g5. que domina seis casillas. Después de ... llJb6. las blancas pueden tener que cambiar su alfil de casillas blancas, y el ca ballo negro será mucho más valioso en d5 que el único alfil superviviente. 14 bxc3 llJe4 1S llJ xe4 dxe4 Ahora. 16 �f4 llJb6! es favorable a las negras, pese al radio de acción del alfil y a las casillas oscuras debilitadas del flanco de rey. La teoría reciente considera lo mejor 16 �xd7! �xd7 1 7 �f4. Luego, ninguno de los alfiles tiene objetivos, pero se ha ju gado 17 ... �c6 1 8 d5 ! ? Wxd5 1 9 l:t fd 1 pa ra incrementar la actividad de las piezas pesadas blancas. Hasta en una posición relativamente abierta, dos caballos pueden superar a dos alfiles cuando éstos carecen de obje tivos. -·
Petrosian - Borisenko Campeonato de la URSS 1950
Juegan negras
MOVILIDAD Y OBJETIVOS
Las negras perderán el peón d, pero tienen buenas posibilidades de supervi vencia, con 1 'iWxd2+ 2 l:t xd2 d5 ! . Por ejemplo: 3 liJc7 dxc4 4 liJ xa8 cxb3 ! 5 axb3 l:t xa8, y el objetivo de b3 concede a las ne gras, al menos. la igualdad. O bien 3 cxd5 �d7 4 liJa3 ( 4 liJbc3 c4! 5 bxc4 l:t fc8, pe ro puede que sea mejor 4 liJd6 y liJe4) 4 ... a5 ! S liJc4 l:t fb8 y ... a4. 1 - ...b6? 2 'iWxd6 %Ud8 3 ... xb6 l:t xd1+ 4 � xd1 axb6 S liJecJ Las negras parecen haber mejorado sus posibilidades de conectar los peones del flanco de dama y apoderarse de la semiabierta columna a. En realidad, sin embargo, sus posibilidades se han dete riorado, desde la posición del diagrama. porque sus piezas no tienen nada que atacar en el flanco de dama. " Los caba llos blancos no son. en modo alguno, peores que los a l files negros " , escri bió Boleslavsky en el libro del torneo. La única cuestión es si las negras pue den hacer daño en el flanco de rey. No pudieron. S - �eS 6 g3 gS 7 l:t el l:t d8+ 8 �e2! bS 9 �f2 f6 10 l:t d1 l:t a8 11 a4 h4 U liJdS hx g3+ 13 hxg3 �xdS (ó 13 l:t b8 14 �e7+ y liJc6) 14 l:t xdS �n 15 l:t d7+ �e6 16 l:t b7, y ganan. Movilidad más objetivos: ésa es la fór mula resumida para el valor de las piezas. Hay otros factores que influyen en las transacciones materiales, como cambios de piezas y sacrificios, como veremos en los tres capítulos siguientes. Pero las deci siones básicas deberían sopesar tanto la movilidad como la disponibilidad de obje tivos. Dar un paso irrevocable, como cambiar peones, puede incrementar la mo vilidad de sus piezas. Pero si no reúne la otra condición. puede constituir un grave error posicional.
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Popov - Nikolaievsky Match Ucrania-Bielorrusia 1 962 1 d4 liJf6 2 c4 e6 3 liJfJ b6 4 liJcJ �b4 S 'it'b3 eS 6 a3 �aS 7 �gS 'iWc7 8 e3 �xc3+! 9 bxc3 liJc6 10 �f4 d6
Una política estándar aquí es 1 1 l:t d 1 eS 1 2 dxeS dxeS 13 �g3. 11 dxcS?? Con este cambio se activa la movili dad de las torres blancas, pero conduce a un desastre posicional. La razón es que el principal objetivo de las blancas. d6, queda fácilmente defendido por las pie zas pesadas contrarias. Pero después de 1 1 dxcS. el principal objetivo de las ne gras, c4, puede ser asediado con sus pie zas menores. La movilidad de las blancas se ha mejorado, pero el impacto que ejerce sobre los objetivos mutuos es de sastroso. 11 bxcS U � e2 0-0 13 0-0 liJ d7! 14 e4 liJb6 1S l:t fd1 eS Las negras deben ganar eJ peón de c4. porque pueden atacarlo con cuatro pie zas. mientras que las blancas sólo pueden defenderlo con tres. La partida se decan tó claramente a favor de las negras des pués de: •••
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
16 .i.e3 .i.a6 17 �dl �aS 18 'it'a2 l:t ab8 19 l:t db1 'it'd7 20 a4 'it'e6 Según la regla de Purdy, las blancas prefirieron entregar calidad, antes que un peón. 2 1 l:t b5! .i. xb5 22 axb5 � b7 23
'it'b3 � c8 24 l:t a6 'it'd7 25 'it'a2 � d8 26 � 0 Pero nunca tuvieron la oportunidad de seguir con .i.f2 y �e3-d5, y perdieron des l:t b6 27 l:t aS 'irb7 28 .i.g4 pués de 26 �e6 29 f3 a6! 30 'it'a4 �a7. -
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Capítulo 3
La extensión del tablero
Hemos visto que las piezas pueden perder temporalmente valor, debido a la presen cia restrictiva de piezas y peones. Pero hay una limitación más esencial a la movilidad de las piezas, y que dura toda la partida, in cluso cuando han desaparecido todos los peones. Se trata, por supuesto, de la exten sión del tablero. La movilidad de tres piezas está estre chamente vinculada al tamaño del tablero. En un tablero más pequeño, dama, alfil y torre serían piezas más débiles. En un ta blero más grande incrementarían su radio de acción. Éste fue uno de los inesperados resul tados de las primeras investigaciones so bre ajedrez y computadoras. En 1 956 se diseñó un programa de ajedrez para com putadoras en el Laboratorio Nacional de Los AJamos, utilizando un tablero de 6 x 6. Este ajedrez reducido se jugaba sin alfiles. Las piezas blancas de la primera fila, de a 1 a fl , eran torre, caballo, dama, rey, caballo y torre, con la misma disposición de las piezas negras en la banda opuesta, de a6 a f6. Los peones, situados delante de sus pie zas. sólo podían avanzar una casilla en su primer movimiento y no era posible el en roque. Maniac. programado por Stan
Ulam, operando en una computadora Univac Maniac, derrotó a su oponente hu mano en esta mala, pero histórica partida. Maniac - Humano
Los AJamos 1 956
1 d3 b4 2 ltlf3 d4 3 b3 e4 4 ltle1 a4 S bxa4? ltlxa4 6 r.td2? ltlc3 7 ltl xc3 bxc3+ 8 �d1 f4 9 a3 l:l b6? Las negras tienen una sustancial venta ja de espacio, que podrían explotar con 9 ... 'ifa4 ! . 1 0 a 4 : a 6 1 1 a S � dS 12 'if a 3 'ifbS 13 'it'a2+ r.teS 14 l:l b1? l:l xaS lS l:l xbS l:l xa2 16 l:l b1 :l aS 17 f3 l:l a4? Las negras podían haber asfixiado el flanco de rey contrario con 17 ... e3 ! , y lue go dominar por completo en el flanco de dama, por ejemplo con ... l:l f5, ... �f6 y ... : d5-d6-a6. 18 fxe4 c4?? 19 ltlf3+ �d6 20 eS+ �dS 21 exf6'it' liJeS 22 'it'xd4+ r.tc6 23 liJeS++ Si experimenta usted con este tipo de miniajedrez. puede sorprenderle descubrir que el caballo es mucho mejor que una to rre, y casi tan fuerte como una dama. El ra dio de acción del caballo, por supuesto, no
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
ha cambiado. Pero el de las demás piezas ha menguado abruptamente. a causa de las dimensiones reducidas del tablero. En menor grado, sucede lo contrario en tableros mayores de 8 x 8. En el Shogi, que se juega en un tablero de 9 x 9, sólo la torre y el alfil son idénticos a nuestras pie zas. Pero son, con mucho, las más fuertes en ese tablero de 81 casillas. Una tabla tí pica de valores relativos para el Shogi, co mienza a partir de peón = l . como en el ajedrez, hasta la torre = 15 y el alfil = 13, piezas éstas que dominan a las de corto al cance. El ajedrez no se juega sobre un tablero de 9 x 9, pero existe alguna experiencia con tableros más amplios. incluida la conocida propuesta de Capablanca, de ampliar el ta blero de ajedrez a 10 x lO, lo que llevó a ex perimentar con tableros incluso mayores. Así, en 1 929, Capablanca y Geza Ma rócry jugaron cuatro partidas de exhibi ción en otra variante de ajedrez, en un tablero de 16 x 12. Cada bando tenía dos ejércitos completos en sus primeras fll as (dos reyes, dos damas, cuatro torres. cuatro caballos y cuatro alfiles), detrás de 16 peo nes cada uno. En otras palabras. se partía del doble de material que en una partida normal de ajedrez, ocupando un tablero que era tres veces mayor. Por lo demás. las reglas eran las mismas. El vencedor sería el primero en dar mate a un rey contrario. Capablanca y Marócry jugaron de for ma conservadora en la primera partida. Mantuvieron damas y torres en sus dos primeras filas y dispusieron sus alfiles no más allá de la tercera ftla. en la mayor par te del juego. Las piezas de largo alcance eran, por definición, muy de largo alcan ce, pues disfrutaban del control de colum nas (y, en algunos casos. de diagonales) de diez casillas de largo. La primera captura
de pieza, un cambio de alftles. se produjo en la jugada 25 y Capablanca no consiguió la primera ventaja material, un peón. has ta la jugada 58. La partida se volvió un de sastre diez jugadas después. y Capa asestó mate a su rival en la jugada 93. ¿Qué nos dice este experimento acerca del material? Lo mismo que en el caso del miniajedrez Maniac, la extensión del ta blero ha alterado los valores de las piezas. Los alfiles son, por ejemplo, bastante más fuertes que los caballos. Los peones sólo resultaron significativos en la forma en que sellaban algunos sectores del tablero y carecían virtualmente de poder ofensivo. Quizá a causa de su incertidumbre acerca de los valores. los dos maestros pa recían evitar los desequilibrios. Sólo hubo un "sacrificio": el cambio de un alfll por un caballo. El resultado global fue que Capa blanca se impuso en dos partidas, con ta blas en las otras dos. Vale la pena una nueva comparación con el Xiangqi, o ajedrez chino, cuyas pie zas se sitúan en las intersecciones, no en las casillas. Tiene nueve columnas y diez filas, según el sentido que nosotros les damos y, en consecuencia, hay 90 puntos que pue den ser ocupados, casi el 50% más que nuestras 64 casillas. Esto favorece al carro, que se mueve y captura como una torre. No sólo es la pie za más fuerte del tablero, sino que es al menos el doble de fuerte que cualquier otra pieza, incluido el caballo, que se mue ve como el nuestro. El caballo no gana na da con un tablero de mayor tamaño, pero el carro sí.
OCHO X OCHO ¿Conclusión? Nosotros actuamos en un tablero de ocho x ocho, ¿no es así? Cier-
LA EXTENSIÓN DEL TABLERO
to, pero la extensión del tablero debería condicionar nuestras decisiones. en parti cular desde fines del medio juego en ade lante. Por ejemplo: si se liquidasen todos los peones de un flanco. las piezas de corto al cance resultarían favorecidas. en perjuicio de las de largo alcance, porque la acción se reduciría a un campo de batalla menor. Ésta es la lección que podemos aprender de la primera partida entre Petrosian y Botvinnik.
Petrosian - Botvinnik Campeonato de la URSS 1 95 1
Juegan blancas
En una difícil posición, la mejor jugada de las blancas parece ser 1 We5. pues la presión de las negras se reduciría con un cambio de damas. o bien, después de 1 Wc5 2 l:[ g7, con un cambio de torres. l 't!VxdS! Esto parece menos arriesgado que 1 1t'e5. Las blancas fuerzan el cambio de da mas. a costa de la calidad. 1 't!VxdS 2 : xdS .i.c6 3 : lbS .i.xdS 4 : xdS : e7 S : eS .i. h6 6 : e4 : c6 7 : xa4 : exe6 •••
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Como sólo hay peones en un flanco, los principios técnicos básicos se ven altera dos. El cambio de torres normalmente es muy favorable para el jugador que tiene calidad de ventaja. Pero aquí ese cambio facilitaría la defensa blanca. Con todos los objetivos situados en un mismo flanco, las piezas de largo alcance son menos signifi cativas. 8 l:[ e4 l:[ f6 Las negras evitaron e l cambio d e to rres. pero. tras 21 jugadas intrascendentes. lo propusieron, cosa que no les ayudó y, 26 movimientos después. ambos rivales acor daron tablas. Para apreciar lo que sucede cuando se acorta el tablero. vale la pena comparar la movilidad con el alcance. No son lo mismo. En un medio juego típico, un caballo pue de disponer de tantas jugadas reglamenta rias como un alfil. Pero como no puede influir sobre los acontecimientos a cuatro o cinco casillas de distancia. solemos con siderar superior al alfil. Cuando el juego se reduce a un solo flanco. el alcance ya no es una prioridad. Caballos y reyes pueden ser verdaderos triunfadores cuando el tablero se ha acor tado. Las torres y los alfiles. como los de Botvinnik en el ejemplo anterior, pueden tener mayor alcance (porque tienen me nos obstrucciones). pero menos impacto sobre el juego. "¿Cuándo es más fuerte un alfil que un caballo?", preguntaba Larsen en el libro del torneo Piatigorsky de 1 966. "En una posición abierta, dicen los libros. pero de berían añadir que si hay juego en ambos sectores del tablero." Sabemos que ceder un alfil por un ca ballo puede constituir un serio error, en una partida con acción en ambos flancos. Cambiar un caballo por un alfil puede ser
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
un error equivalente, cuando el juego transcurre en un solo flanco.
Piket - Kasparov KasparovChess Grand Prix 2000
Juegan blancas
El informe de Tunoshchenko sobre ba ses de datos indicaba que el alfil medio es igual al caballo medio, cuando hay cuatro peones por bando. Si hay más peones, el caballo es mejor. Si hay menos. el alftl es mejor. (El informe de Kaufman decía que el punto de inflexión era cinco peones, no cuatro.) Sin embargo, en esta posición lo que cuenta es la disposición. no el número de peones. 1 l:l xd3? El caballo blanco es superior al alfll. porque los únicos objetivos se encuentran en el flanco de rey. Los peones blancos son una pantalla que impide al alfil negro de sempeñar un papel más importante. Las blancas tendrían excelentes perspectivas de ganar con 1 l:l a7 ! . Por ejemplo: 1 We6 2 l:l b2 (con idea de 3 l:l b6) 2 ... l:l 4d7 3 l:l xd7 : xd7 4 l:l b6 We8 5 lü g4 W'd8 6 l:l c6, seguido de l:l c8 ó lüe5.
1 - l:l xd3 2 lü xd3 'it'xd3 3 l:l a2 ....,3 ! 4 Wc2 Wxc2+ 5 : xc2 b5! Gracias al deficiente cambio de las blancas, las negras deben poder resistir. El final es de tablas teóricas con el mejor jue go. y la razón es. .. la extensión del tablero. Más concretamente, es el campo defen sivo de las negras lo que cuenta. Sus piezas tienen suficiente alcance para defenderse de un peón pasado blanco y también para proteger a los propios peones. En circunstancias normales, un final de torres de cuatro peones contra tres en el flanco de rey no se gana. como han demos trado numerosos ejemplos. En la siguiente posición, las blancas tie nen una de las mejores versiones que pueden obtenerse de este final, debido a la estruc tura de peones (un temprano ... h5! habría impedido la expansión de peones blancos). Korcbnoi - Antosbin Campeonato de la URSS 1 955
Juegan negras
Sin embargo, las blancas no pueden crear un peón pasado peligroso. La acción se limita a un teatro de operaciones tan re ducido. que el rey negro no tiene que ha-
LA EXTENSIÓN DEL TABLERO
cer otra cosa que situarse en el camino del peón pasado, caso de que se cree alguno. 1 - l:ta2+! 2 �e3 l:t a3+! 3 �d4 Las negras pueden hacer tablas con 3 ... l:t f3 ! . Por ejemplo: 4 �eS f6+ S �fS l:t fl . seguido de . . . l:t f2-fl-f2, etc., como indica ron Loevenfish y Smyslov. Las blancas ni siquiera pueden crear un peón pasado. (En la partida, las negras lo permitieron. con un error decisivo: 3 - l:t g3?? 4 l: f8! f6 S eS! l:t x g4 6 e6 l:t xf4+ 7 � dS l:t fS+ 8 �d6 l:t xhS 9 e7.) Pero veamos lo que pasa si se amplía el teatro de operaciones. Desplace, en el dia grama 49, uno de los peones blancos al otro flanco y las defensas negras se verán sometidas a una prueba límite. Su rey no puede bloquear el peón pasado y, al mis mo tiempo, defender su flanco. Esto es vá lido incluso en el caso de que tengan una buena formación de peones.
Spassky Antoshin Sochi 1 96S -
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en una casilla óptima. No obstante, las blancas puede progresar gradualmente porque pueden permitirse llevar su rey al flanco de dama, mientras que las negras no pueden hacer lo propio con el suyo. 1 � g2 l:t d2 2 � f3 l:t c2 3 l:t b6 l:t d2 4 �e3 l:r.c2 S b4 l:t b2 6 bS �f8 7 l:b7 �gl 8 �d4! l:t xf2 9 l:t e7! l:t b2 10 �c4 �f6 11 l:t e3! La torre defenderá el peón g y podrá interponerse en b3. El test crucial para la estrategia blanca surge en el final des pués de 11 � fS 12 l:t b3 l:t xb3 1 3 � xb3 �e6 14 � b4 � d6, pero s e gana con 1S �aS �c7 16 �a6 � b8 17 � b6 ! f6 1 8 �c6. En la partida las negras ensayaron 11 �fS U l:t b3 l:t c2+ 13 ,.PdS � g4. Pero una vez que su torre fue condenada a la pasividad, acabaron perdiendo en el flanco de rey: 14 b6 ll c8 1S b7 l:t b8 16 � eS! fS 17 � f6 f4 18 gxf4 � x h4 19 � xg6 �g4 20 fS h4 21 f6 h3 22 f7 h2 23 l:t b1, y ganan. ••.
El campo de juego a menudo es un fac tor más significativo al finalizar el medio juego y en el final que en otras fases de la partida. Quienes odien el final deberán perdonarme por el énfasis mostrado en los dos últimos diagramas, así como en los que siguen.
REYES Y FLANCOS
Juegan blancas
Las negras tienen una excelente confi guración de peones y su torre está situada
El rey es un defensor soberbio cuando la acción se limita a un campo de juego míni mo. Pero puede fracasar ostensiblemente cuando debe cubrir casillas que se encuen tran a dos o más columnas de distancia. Cario Salvioli aplicó este hecho a finales de alfiles de diferente color, en un par es tudios compuestos en 1 887.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Juegan blancas. Negras hacen tablas
Juegan negras. Blancas ganan
Las negras hacen tablas por su rey, que puede alcanzar una casilla de su color. d8, cercana a ambos peones, para impedir el avance de éstos. 1 we6 .tb4 2 .te4 wds Las negras hacen tablas, mientras su al fil permanezca en la diagonal a3-f8. Por ejemplo: 3 wf7 .ta3 4 e6 .tb4. etc. Vladimir Simagin, el teórico soviético. trató en una ocasión de establecer una re gla infalible para tales posiciones. Dijo que si no puede usted tocar ambos peo nes con los dedos extendidos de una ma no, la posición está ganada. Quería decir que el final está ganado si hay, al menos, tres columnas de separación entre ambos peones. Por otra parte, una separación de dos columnas a veces es tablas y a veces se gana. Si, en el diagrama anterior, desplaza mos el peón e una columna a la derecha, el resultado del fmal cambia. (Ver diagrama 52.)
Si el alfil se sitúa en la otra diagonal, 1 .. i.h4 2 we6 wd8 3 f6 .tg5. las blancas explotan el corto alcance del rey negro con 4 f7 i.e7 5 c7+ ! �xc7 6 � xe7, o bien 4 ... i.h6 5 �f6 i.f8 6 �g6 y �h7-g8. El rey nunca puede defender a su alftl en f8, debido a c6-c7. 2 �e6 .tb4 3 f6 .taS Todas las jugadas de alfil son equiva lentes. 4 r7 .tb4 El alfil está mejor situado ahora que en e7, como en la nota a 1 �d8. Pero no consigue impedir la maniobra ganadora de las blancas. S Wf6! .tc3+ 6 �g6 Ahora, 6 ... �e7 permite 7 c7. y si 6 ... i.b4, entonces 7 rl;g7 y 8 f8'it'+.
Aquí ganan las blancas. porque el rey defensor no está lo bastante cerca para frenar a ambos peones. l - �d8
.
ESPACIO Y TÉCNICA El campo de juego ejerce un gran impacto sobre los principios básicos del final. sobre todo en los finales de torres. Mientras que las piezas de corto alcance sufren. a medi da que el medio juego se encamina hacia el final, la torre prospera. Richard Réti ex plicó la regla de Tarrasch acerca de que las
LA EXTENSIÓN DEL TABLERO
torres deben situarse detrás de los peones pasados, con estas palabras: "la razón principal es que, al situarse detrás del peón, cada jugada que éste rea liza, aumenta el radio de acción de la torre y. por el contrario, cuando se sitúa delante, cada avance del peón disminuirá la efecti vidad de la torre." Por ejemplo:
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de una técnica defensiva vital, cuando una torre trata de luchar, por sí sola, contra un rey y un peón pasado. Una pie7.a menor no puede impedir el avance del peón, pero una torre puede hacerlo, si cuenta con la distancia suficiente.
Juegan blancas y ganan. Juegan negras y hacen tablas Juegan blancas
Si correspondiese jugar a las negras, obtendrían ventaja con 1 l h4 ! , y si 2 : d l , 2 ... d4. 1 a4! La torre de a 1 protege el peón y apoya su avance. Cada nueva jugada del peón concederá mayor actividad a su torre. 1 - D. c4 2 a5 D. c7 Las negras deben bloquear el peón, ya que si 1 . .. d4 2 a6 d3 3 a7 d2 4 aS'iV. con Jaque.
Si juegan negras, impiden que su rival progrese, con 1 ... D. eS+ ! , seguido del ata que al rey o al peón en cada jugada si guiente. La clave es que después de 2 wd5 D. b8 3 wc5 D. c8+ 4 wb6 D. bS+. las blan cas deben bien entregar el peón, bien reti rarse a a5 ó cS. permitiendo nuevos jaques. Pero si juegan blancas, pueden forzar el avance del peón a séptima, con 1 b5 ! . En tonces, la lucha entre torre y rey+peón se limita a cuatro filas, no cinco, lo que marca la diferencia. La defensa a base de jaques falla: 1 . D. eS+ 2 wd5 D. b8 3 wc6 D. eS+. y ahora 4 Wb7 ! , seguido de 5 b6, una vez que la torre juegue. Según lo que suceda en otros sectores del tablero, lo que pasa en éste permitiría ganar a las blancas. En el primer caso, las negras disponen de la distancia de jaqueo eficiente, es decir, otra forma de decir un amplio radio de ac..
3 a6 D. c7 4 wr.z wm s weJ we7 6 wd4 .;d6 7 D. aS La torre amenaza tomar e n d5 con ja que. Si 7 . rl;c6, entonces 8 g4 comienza a exprimir a las negras. El radio de acción de la torre también explica la "distancia de jaqueo". Se trata .
.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
ción. Pero en el segundo, no la tienen. La lucha entre la torre y rey+peón se ha acor tado a cuatro fllas, en lugar de cinco. y esa diferencia hace que la defensa fracase.
CUANDO EL TABLERO ES DEMASIADO PEQUE Ñ O Si hay acción en ambos flancos, podemos extraer alguna conclusión acerca del cam po de operaciones y la total cantidad de material. Reducir el número de piezas y peones puede incrementar el valor de las piezas de largo alcance, porque se ven me nos afectadas por el tráfico del tablero. El corolario es: incrementar la cantidad de material puede reducir su valor. Pero ¿cómo puede lograrse el incre mento de material? Mediante promo ciones: pues el tablero puede resultar demasiado pequeño para una segunda dama.
Reshko - Faibisovicb Spartakiada, Leningrado 1969 1 c4 g6 2 lü c3 c5 3 g3 �g7 4 �g2 lüc6 S e4 d6 6 d3 lüf6 7 lügel 0-0 8 0-0 a6 9 h3 : b8 10 f4 lüe8 11 �e3 lü d4 En este momento es dificil imaginar que las negras contarán con una segunda dama, en tan sólo cinco jugadas. 12 'ifdl bS 13 : ae1 b4 14 lü d 1 b3 1S �xd4 bxal 16 � x g7 aUi' 17 �cJ! (Ver diagrama 55.) "Lo único que las blancas tienen por la dama es dos piezas menores". escribió Reshko. "Pero lo principal es que el alfil de casillas negras no tiene oposición en la gran diagonal." Por esta razón, prefirió 17 �c3 a 17 � xf8 � xf8. Pero exageró el valor del alfil.
El factor más importante aquí no es la pie za de c3, sino la inutilidad de la dama ex tra en un tablero tan poblado. Las blancas creían que era preciso 17 f5. Pero en tal caso, 1 8 lüe3 'ira4 19 l:t a1 'ifad7 20 �a5 ! , es difícil para las negras, porque sus damas se estorban (20 ... lüc7 2 1 lüd5 l:t b7 22 e5 l:t a7? 23 e6! ). 17 - 'ifa4 Es mejor 17 ... f6, con idea de 18 f5 g5. después de lo cual 1 9 h4 h6 20 lüe3 'ifa4 2 1 lL!g4, con posición confusa. 18 f5 f6 19 'ifh6 Aquí sería arriesgado 19 ... g5, por 20 e5 y �d5+. 19 ·- eS Las negras quieren defender su enro que con piezas pesadas, desde la séptima fila, ... l:t b7, o incluso ... 'fld7-g7. Pero era mejor 19 ... gxf5 20 exf5 �b7, porque las negras pueden responder a lüf4-e6 con ... lüg7. 20 fxe6 �xe6 21 lüf4 �rT Un desequilibrio más fácil de entender es 21 ... lüg7? 22 'flxg7+ �xg7 23 lüxe6+ y lü xd8, con tres piezas por dama y proba ble victoria. Las negras deberían haber de fendido el alfil con una dama, pero en tal caso 22 lüxe6 'ifxe6 23 e5, con la amenaza �d5.
LA EXTENSIÓN DEL TABLERO
2l t0e3 Wad7? Las negras deberían eliminar el alfil
con 23 ... : b3 y 24 ... : xc3, creando otro desequilibrio, 'ir contra : +.t, similar al que se hubiese producido con 17 .txf8. Aunque las negras seguirían llevando ven taja de material, su segunda dama les es torba y el desenlace no estaría claro. 23 t0g4 : b3 24 lObS! .te6 O bien 24 gxh5 25 t0 x f6+ t0 x f6 26 .txf6, y después de que las negras en treguen una dama, quedarán. como míni mo, con el déficit de un peón. 25 : xf6! 'if8e7 Las negras se rindieron, antes de 26 : xg6+ ! . Acabamos d e ver u n caso extremo, pe ro se trata de un útil ejemplo para mostrar la relación entre la cantidad de material y un tablero de 8 x 8. La presencia de tantas piezas y peones atentó contra las posibili dades de las negras. Pero una segunda dama también puede tener excesiva com pañía en un tablero algo más abierto y me nos congestionado.
Karpov - Korchnoi Dortmund 1 994
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1 - .th6! 2 f7 .txf4! Aquí hay dos tipos de sacrificios de dama. Las negras ofrecen su dama pero, al mismo tiempo, permiten que las blancas coronen un peón. En el primer caso, las negras darían mate después de 3 f8i0 + � h6 4 t0 xe6 .t xe3+ 5 � h 1 : bl. Las blancas deben rehusar la oferta con 4 gxf4, que podría salvarlas, debido a 4 . 'ifc8 5 'Wc5 ! 'ifxc5 6 t0f5+ �h5 7 t0g7+, o bien 4 ... 'flf7 5 t0 xg4+ �g7 6 a6. 3 f8'if? .txe3+ 4 �hl .th6 S 'iffl .tg7 El segundo sacrificio (permitir la pro moción de las blancas) deja a las negras con torre, alfil y peón. Un material sufi ciente, o casi suficiente, por la dama, se gún la tabla o el maestro que usted consulte. Pero hay un factor adicional: la presencia de un nuevo par de damas. La segunda dama blanca no realizó su valor teórico y la posición de su bando pronto se vino abajo: 6 a6 : f3 7 'fiel .t xa6 8 .t e2 : f7 9 'flcS c3! 10 'ifcxc3 .t xe2 1 1 'if xe2 'iff6 12 'ifcl .t h6 13 'irbl 'iffS 14 � gl : c7 Las blancas se rindieron. ..
Korchnoi recordó después cómo había llegado a una posición similar, en su pri mer Torneo Interzonal.
Korchnoi Gennán Interzonal de Estocolmo 1 962 -
(Ver diagrama 57.)
Juegan negras
La partida se aplazó aquí en lo que pa recía una posición claramente favorable a las blancas. Pero antes de que la partida se reanudase, Korchnoi propuso tablas, que fueron aceptadas.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
se consideraría compensación suficiente. Éste es un tema en aquellas lineas extra ñas de apertura en que ambos jugadores coronan.
Sadler - Kaidanol' Andorra 1991
Juegan blancas
"Durante el análisis descubrí algo no table: el tablero. sencillamente, era dema siado pequeño para dos damas. .. que se obstaculizan la una a la otra". escribió. "Comprendo que puede parecer estúpido, pero estoy convencido de lo que digo. La ventaja es mucho menor de lo que podría esperarse con un mero cómputo del mate rial." Su decisión de ofrecer tablas no sólo fue cuestión de movilidad, sino también de objetivos. Normalmente. a una dama le en canta disponer de mucho material en el ta blero, porque eso permite incrementar el número de objetivos de cara a posibles ataques dobles. Pero en posiciones como ésta, no hay suficiente material desprotegi do para que una segunda dama valga tan to como la primera. Si pudiese retirar un par de damas del tablero, las blancas tendrían posibilidades de ganar. Un buen plan sería, en tal caso, cambiar un par de torres y Uevar el rey a una casilla próxima a d6. Puede que no se produzca con frecuen cia, pero esto tiene una aplicacion práctica: si tiene usted dos damas. vale la pena sacri ficar una de ellas por lo que normalmente
1 d4 dS 2 c4 e6 3 ltJcJ c6 4 e3 ltJf6 5 ltJD ltJbd7 6 .i.d3 dxc4 7 .i.xc4 b5 8 .i.e2 .i.b7 9 e4 b4 10 eS bxc3 11 exf6 cxbl! 12 fxg7! bxa1W' 13 gxh8W' W'aS+ Ahora, 14 .i.d2 'it'xd 1 + 15 .i.xd1 'it'f5 es perfectamente normal, con posición igualada. 14 li)dl W'fS 15 0-0 0-0-0 16 ...b3 li)cS 17 'it'b4 W'cl? También es malo 17 ... .i.d6? 18 ltJc4!, pero 17 ... .i.e7 1 8 W'g7 .i.f6 puede igualar. 18 W'f6!!
La clave de esta jugada es que 1 8 ltJd7 (que ataca ambas damas) permite 19 'it'xb7+ ! ,.Pxb7 20 'it'xd8 'it'xd4 21 li)b3 ! . con iniciativa ganadora ( 2 1 . . . W'd6?? 22 ltJa5++, o bien 2 1 ... 'it'd5 22 .i.f3 W'dd3 23 .i_xc6+! ,.P xc6 24 ltJd4+ W'xd4 25 W'c8+ y 26 W'xc2). Las blancas tendrían una gran ventaja posicional en caso de jugadas tranquilas.
LA EXTENSIÓN DEL TABLERO
como 1 8 ... ll d7 1 9 ltJb3. Por consiguiente, las negras cambiaron un par de damas, con 18 *cc3 19 *xc3 *xc3. pero quedaron con peón menos y perdieron tras 20 ltJD ltJe4 21 'ii xr7. Quizá la demostración más dramática de ineptitud por parte de dos damas se en cuentre en la partida clásica •••
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1 - c¡f¡¡ d4 2 ...dS ll c3 Ahora, 3 '*'d7+ c¡f¡¡ c5 4 ... xh7 e s ligera mente favorable a las blancas. J W'3e4+ wcS 4 •f8+ : d6 s •a+ ll d4 Las posibilidades se han inclinado a fa vor de las negras. Por ejemplo: 6 *ee3 b4 y ... b3. 6 ...f8+? .id6 7 ...f2 d2!
Franz - Mayet Berlín 1858
Juegan blancas Las blancas acaban de coronar en f8. Según una popular tabla alemana de la época ('ii' =9; ll =4,5; .i=3, itJ=3), tienen ya una ventaja de dos unidades. Sin embargo. la \'erdadera clave de la partida es el peón d. Si las blancas pueden capturarlo en bue nas condiciones, ganarán. 1 ...13+? Savielly Tartakower escribió que "era difícil de creer que las dos damas no pu diesen, entre ambas, conseguir un j aque perpetuo". En realidad, las dos damas pueden hacer más que eso. Pueden ga n : u con 1 ... cf5 + ! c¡f¡¡ d4 2 W f2+ w d5 'tr' 8f7+ W d6 4 * xh7, o bien 3 ... ll e6 .! 'tr' 2 f3+.
Para frenar al peón d, las blancas ten drán que sacrificar su dama. La posición resultante es más o menos igualada en tér minos de material, pero el peón d decidirá la lucha. 8 'ii x c6+ c¡f¡¡ x c6 9 *x d4 ll cS+ 10 d7 12 '*'b7+ we6 13 ...c8+ wes 14 ...h8+ wf4 1S Wf6+ c¡f¡¡ e4 16 ...13+ wd4 17 wxh7 c;t>c4 18 We4+ l:l d4 19 Wcl+ c¡f¡¡ dS 20 WfS+ .ieS 21 Wt3+ wc4 22 ...d1 .J:r. d3 23 h4 (Ver diagrama 6 1 . )
23 .i c3 24 hS ll e3. Las negras ganan con ... ll e 1 , y las blan cas sólo tienen dos jaques más. -·
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Lo que condenó a las blancas fue su incapacidad para apreciar un principio fundamental: las piezas resultan más va liosas cuando trabajan conjuntamente (1 ... cf5 + ! ) , pero menos valiosas cuando duplican el trabaj o una de la otra. Ese principio merece su propio capítulo.
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Capítulo 4
Cooperación y redundancia
El factor final que influye sobre los valores de las piezas es la mezcla de material que se encuentra en el tablero. Agregar algu nas piezas incrementará el valor de cada pieza, porque cooperan bien. Otras mez clas depreciarán sus valores, porque unas piezas duplican el valor de otras, de modo que resultan redundantes. Una pieza solitaria, aunque sea la da ma, sufre de falta de cooperación. Esto. a menudo sorprende al principiante, quien rápidamente aprecia la tremenda fuerza de la dama. Situada en el centro de un ta blero vacío, la dama controla 27 casillas. Pero una torre y un alfil pueden con trolar también hasta 27 casillas. ¿Por qué se considera normalmente una dama mu cho más fuerte que una torre y un alfil? La respuesta radica en posiciones como ésta: (Ver diagrama 62.) Si juegan blancas, ganan con 1 'ild8+, 2 'ild3+ y 3 'ilxb5. La dama actúa como dos piezas. Incluso podríamos decir que ejecu ta el trabajo de tres. En su primera jugada es un alfil de casillas negras. En la segunda, se convierte en una torre. y en la tercera en un alfil de casillas blancas. En este caso, es-
tá justificado el alto valor que le conceden las tablas. Pero si juegan negras, la ventaja es de este bando: 1 - : gS!. Por ejemplo: l W'b4 i.xgl+ 3 Whl i.dS. La primera situación demuestra el po der concentrado de una sola pieza. Cuan do la dama puede ejecutar un ataque doble, una pieza vence a dos. La segunda situación demuestra las ventajas de la coo peración. Cuando las piezas cooperan pa ra atacar un solo objetivo, entonces las dos piezas vencen a la dama. Los jugadores a menudo piensan que una vez que capturan la dama enemiga por compensación insuficiente, la victoria será
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
muy fácil. Normalmente no lo es porque, en ausencia de ataques dobles, la dama ne cesita la ayuda de una segunda pieza. Hasta un peón, apoyado por su rey en un fmal, puede ser garantía suficiente con tra una dama. La dama puede detener el avance del peón ocupando una casilla frente al mismo, o mediante clavadas y ja ques. Pero no puede ganar el peón sin ayu da. Ni tampoco puede dar mate por sí sola, en circunstancias normales.
Moiseenko - Hector Plovdiv 2003
en tal caso sigue 8 ¡ff7! , amenazando W'f8++, obligando a las negras a situar su torre en una casilla vulnerable (8 ... l:l c8 9 W'f6+ y 10 'ii'e6+ ). 2 ¡fd4 l:l a2 3 'ii'b4 Para poder jaquear, las blancas se ase guran la cuarta fila. antes de avanzar con su rey. 3 - l:l c2 4 �f4 l:l e2 S ¡fcJ wg8? Si las negras no van a mantener la torre en su segunda fiJa, deberían protegerla en una casilla como a2. 6 ¡fd3 l:l el 7 'ii'd2 l:l al?? Las torres a menudo se sitúan en casi llas lejanas, como ésta, para poder jaquear por filas y columnas. Era preciso jugar 7 l:l g1 ó 7 ... l:l hl .
Juegan blancas
Las blancas tienen el equivalente a una torre de ventaja, pero parece que necesi tan un grave error de su oponente o la co laboración de su propio rey para que la dama pueda ganar. Resulta que necesitan ambas cosas. 1 fS! gxfS Después de 1 exfS? 2 e6 fxe6, las blancas ganan con 3 ¡ff6+ litg8 4 'irxe6+ litg7 5 'ird7+ �g8 6 'irdS+ litg7 7 'irb7+, y si 7 lit g8 ? , 8 'irb3+, o bien 7 � f8 8 'ifxh7. La defensa más tenaz es 7 ... lit h8, pero
8 g6 ! hxg6 9 litgS litg7 10 ¡fh2 Las negras se rindieron. La amenaza 1 1 ¡fh6+, 1 2 �f6 y 13 'ii'g7++ gana. Sólo en variantes del ajedrez y en pro blemas hay superdamas que puedan dar mate por sí solas. En el siglo XVII , Pietro Carrera (el siciliano cuyo análisis de 1 e4 c5 dio nombre a esta defensa) sugirió que el ajedrez adoptase una nueva pieza, que sería una combinación de alfll y caballo, y
COOPERACIÓN Y REDUNDANCIA
a la que llamó centauro. Otras versiones de esta pieza han sido propuestas a lo largo del tiempo, bajo los nombres de Primer Ministro, princesa, cardenal, visir y barón. Comoquiera que se la llame, la pieza .i. +liJ podría dar mate por sí sola a un rey situado en un rincón (por ejemplo: desde f6, con el rey contrario en h8). Nuestra da ma tiene más movilidad y mayor radio de acción. Pero la posibilidad de que la pieza .i.+ltJ dé mate por sí sola le da un valor ca si equiparable. Centauro al margen, el alto valor que asignamos a nuestra dama se justifica sólo cuando hay posibilidades de ataque doble. Entre las aplicaciones prácticas se cuentan las siguientes: Cuando un jugador tiene una dama y el contrario no la tiene, la dama puede sufrir como consecuencia de cambios "equiva lentes" (pieza menor por pieza menor, o peón por peón), porque quedan menos objetivos atacables. Por otra parte, puede sacar un gran provecho de transacciones materiales que creen nuevos objetivos.
Nisipeanu Bruzón Moscú 2001 -
Juegan blancas
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Las blancas acaban de liquidar peones, ganando uno en el trueque, lo que les ha dejado con ventaja material de, aproxima damente, dos unidades, lo que normal mente se considera ventaja decisiva. 1 l:r. xa6? Pero dejan escapar la oportunidad de rematar la lucha. Con 1 J:[ xe6! fxe6 2 Wxe6+ ri;g7 3 'iVd7+ ganarían otro peón, pues 3 ri;g8?? permitiría a la dama ac tuar como tal, con 4 'iVd6!. Después de 3 ... ri; f8 4 Wxh7 J:[ xb2 5 Wxg6, o de 4 ... gS 5 'iVfS ri;g7 6 'iVd7+ 'itf8 7 We6! ri;g7 8 b3, la posición seguramente está ganada. Este tipo de liquidación (torre por pieza y peo nes, que difícilmente puede considerarse un sacrificio) es un tema corriente en fina les de W vs piezas. 1 l:r. xb2 2 'iVe8+? Las blancas omiten una segunda y aún más clara oportunidad: 2 J:r. a7 ! . Después de 2 ... ltJd8 3 J:r. a8 y 4 l:r. xd8+. surge un fi nal de 'if+ /':, /':, vs J:[ + /':, /':, /':, , relativamen te inexplorado en la práctica, pero una partida como Korchnoi-Sajarov (Campeo nato de la URSS 1964-65) indica que las blancas deberían ganar sin grandes dificul tades. Observe que 2 l:r. b1 + 3 ri;h2 .t eS+ 4 g3 J:[ f1 es desesperado. a causa de 5 We8+ ri;h7 6 Wxe6. 2 ... ri;g7 3 J:r. a7 l:r. b+ 4 rj;b2 .t eS+ S g3 l:r. b2+ 6 ri;h1 l:r. b1+ 7 ri;g2 l:r. b2+ Está claro que las negras no tienen más alternativa que seguir jaqueando. s '1ft>h1 l:r. b1+ 9 rj;g2 J:r. b2+ 10 ..tn (Ver diagrama 66.) •••
10 - l:r. fl+! Esto no serviría, por supuesto, si la to rre blanca estuviese protegida (2 J:r. a7 ! ). Pero ahora, si 1 1 rj;el?. 1 1 ... .i.xg3, y las negras incluso pueden empezar a pensar en ganar.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
11 �xl'l �d4+ 12 �f3 �xa7 Después de otras 25 jugadas. se acorda ron tablas. El rey blanco consiguió Uegar a e8, pero como las negras jugaron ... �f6 y ... ll:)e5, no pudo Uegar más lejos. Si no hay posibilidades de un ataque doble (por ejemplo: porque el rey enemi go está a cubierto de los j aques). una da ma sin ayuda es inferior a dos torres. Esto confunde a los principiantes, por que pueden ver que dos torres situadas en casillas centrales (digamos en d4 y e5, por ejemplo) en un tablero vacío contro larán 28 casillas, lo que sólo es una casilla más que l:t +� . ¿Por qué sería la dama inferior a las torres pero mejor que torre y alfil? La mejor explicación es que dos piezas vencen a una, si las dos piezas cooperan. La fuerza de las torres es devastadora cuando pueden doblarse contra un mismo objetivo. Shirov Anand Linares 1998 -
(Ver diagrama 67.) El material está prácticamente iguala do, pero las blancas están perdidas porque
Juegan negras
una dama es penosa en la defensa de peo nes aislados ante torres dobladas. 1 l:t ccS! 2 a4 : as 3 1r c7 l:t dc8 4 ..,, l:t e8! Las negras ganarán uno de los peo nes si sus torres consiguen defenderse mutuamente (5 1rb5 l:t e6 y ... l:t ea6 ó ... l:t ae8). S ¡vc6! l:t ac8 6 1rd7 l:t cd8! Ahora. 7 1rb5 ! concede posibilidades a las blancas. pero sólo si las negras alteran la cooperación de sus torres, capturando dos peones (7 ... l:t e6 8 a5 l:t d e8 9 a6 l:t xe5 10 1rb7 l:t xh5+ 1 1 �g1 y a6-a7). Ganarían con 8 ... l:t a8!. 7 ¡vc7 l:t dS 8 aS No importa realmente qué peón pier den antes las blancas. S l:t dxeS 9 a6 l:t 5e7! De nuevo, es mejor mantener las torres coordindas que confinadas en la octava fi la, como sería el caso después de 9 l:t xh5+ 10 �g1 l:t d5 1 1 a7 l:t dd8. 10 11fc6 l:t f8! (Ver diagrama 68.) •••
...
Con la torre segura en esta casilla, no puede impedirse que las negras doblen to-
COOPERACIÓN Y REDUNDANCIA
rres en la columna a ( 1 1 'ii b6 l:t a8 y ... l:t ea7). La partida se prolongó otras 1 1 jugadas y podía haberse estirado mucho más. Pero el desenlace quedó claro tras 1 1 �h3 l:t a7 1 2 g4 l:t fa8 1 3 �h4 l:t xa6, se guido de ... l:t g5 y la ruptura .. .f5 ! .
61
Juegan negras
que las negras tienen buenas perspectivas de hacer tablas. 1 fS! �f"/ 2 l:t g3 'iib 1 3 h3 'iie4 4 l:t g4 'iih1
Sin embargo, una vez que las blancas
TRABAJO E N EQUIPO La cooperación siempre incrementa el va lor conjunto de las piezas, aunque sólo sea marginalmente. El valor total es mayor que la suma de las partes, como ya ha bía dicho Lasker. Podríamos pensar que los ordenadores están programados pa ra apreciar esto, pero lo cierto es que no es así.
han dado algunos pasos para poner su ca
sa en orden, logran ventaja decisiva. Su progreso es inexorable. S h4 Wh2 6 lL! fi ! WeS+ 7 �f3 WdS+ 8 l:t e4 Los ordenadores tienden a considerar la ventaja blanca por debajo de un peón, hasta la jugada 14 cuando, en realidad, las negras llevan ya algún tiempo perdidas. El juego continuó así: 8 Wd1+ 9 � g2 'ii d S 10 lL! g3 Wc6 11 * h3 'ii c2 12 f3 Wd1 13 � g4 'ii g 1 14 l:te6 'iid4+? La única forma de prolongar la lucha era 14 ... 'iif2 , de modo que si 15 lL!e4, 15 ... 'iig2+. 15 lL!e4 (Ver diagrama 70.) •••
lvanchuk - Sbort Riga 1 995 (Ver diagrama 69.) Las blancas tienen una mínima ventaja material. Además, hay factores posiciona les que ayudan a las negras. Los peones blancos están desligados y su rey debe ayudar a las piezas a avanzarlos. Pero acti \Clf el rey supone aumentar el riesgo de un ataque doble o el jaque perpetuo. Parece
Ahora, si 15 ... Wg1 +. las blancas alcan posiciones como las de la partida, con 16 *h5 y 17 lL!g5+/18 �g6. La lucha fina lizó así: zan
EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
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't!t'd7 16 ttJgS+ wgS 11 wbs Wds 18 Wg6 'it'd7 19 bS 'it'bS 20 ltJe4 Las negras se rindieron. No había respuesta a 21 l0d6 y 22 l:t e8+. ts
-·
El principio el conjunto es mayor que la suma de las partes explica también por qué algunos finales son mucho más difíciles de ganar de lo que cabría esperar a primera vista. Aun con sólo segundos en su reloj, la tarea de Kasparov parecía realmente fácil en la siguiente posición. Pero no lo era. No utilizó bien sus piezas, como tampoco lo hizo Kramnik. El resultado fue una come dia de errores.
Kasparov Kramnik París Grand Prix 1 994
Juegan blancas
Con 3 ... ltJg5, las negras podían seguir planteando problemas (pero 4 'it'c7+ Wg4 5 �e5 ltJf3+ 6 Wh5 debería bastar). 4 'iVg3 f4 Se requieren sutilezas (5 'it'g7 ! ) para ganar rápido. Pero las blancas pierden el hilo. S 1i'b3? �e2 Ahora, si 6 �e4??, 6 ... ltJg5+, pero 6 'it'f5 ! habría ganado el peón. 6 Wg4? weJ 7 'it'g6 l0b4?? Las blancas seguirían teniendo trabajo después de 7 ... ltJd2. 8 't!t'e4+ Wf2 9 'it'xf4+ Y las blancas dan mate en seis.
-
(Ver diagrama 7 1 .) Tras haber coronado en b8, la dama blanca debía haber restringido a su rival con 1 Wg8!. 1 'it'f8? Una dama no puede dominar fácil mente a un caballo (1 ... 1i>g5 2 1i>d5 ltJh4 ó 2 rl;e7 �g4 3 �f6 Wf4 ). 1 �g4? 2 'it'g7+ �f4 3 wdS �e3? -
La cooperación alcanza su culminación en combinaciones con ataque de mate. "Los verdaderos ataques se ejecutan con muchas piezas coordinadas y rara vez sólo con una o dos", escribió Philidor. O bien, como diría Piotr Romanovsky en Combi naciones en el medio juego, "la combina ción, en el arte del ajedrez, representa la más alta expresión de la armonía en las fuerzas ajedrecísticas". A menudo una combinación muestra las fuerzas de ataque y defensa luchando
COOPERACIÓN Y REDUNDANCIA
por una sola casilla. Cuando las piezas ata cantes superan en número a las defensoras (2-1 , 3-2, 4-3 o más). acaban ganando la lu cha por la casilla en cuestión. El principiante aprende esto con la ce lada más simple de apertura (1 e4 eS 2 �c4 y 3 11t'hS, seguido de 'tlt'xf7++ ). No se trata de superioridad en radio de acción ni en "valor" lo que da mate a las negras. si no a que hay dos piezas que atacan la casi lla n, y ésta sólo está defendida por una. És te es el tema de numerosas combinacio nes básicas como los mates en la última fi la. y casos como el que sigue:
VaUejo Pons - Spassov Plovdiv 2003
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bertad de acción la resumía en su tajante declaración: "Una posición restringida es una mala posición." El tercer criterio lo explicaba así: "Una posición abierta, con libertad pa ra las piezas. pero con éstas situadas de tal modo que su acción no pueda coordinarse durante algún tiempo, es una mala posi ción." Hasta las posiciones que parecen per fectamente seguras. pueden resultar vul nerables cuando adolecen de falta de coordinación. En el siguiente diagrama, las piezas negras parecen más activas. pero no conectan unas con otras. Su dama serviría mejor, por ejemplo, en b6. desde donde protegería a las demás piezas y el peón a, preparando, además. ... : d8.
J. Polgár - 'limman Wijk aan Zee 2003
Juegan blancas 1 'tlt'h7+ l:r. xh7 l l:r. xh7++
El corolario del principio el conjunto es mayor que la suma de las piezas declina en valor relativo, cuando las piezas no coope ran . Capablanca aludía a esto al describir cómo evaluar una posición. Hay tres ingre dientes básicos: fuerza, lilbertad de acción y coordinación, escribió el campeón cuba no. Por fuerza quería decir material. La Ji-
Juegan negras 1 - g6?? Las blancas obtendrían una buena ven taja después de 1 'it'e5 2 l:r. c 1 , y un final ganado. en caso de 1 'tlt'b4 2 1Wxb4 y 3 l:r. c l . Pero la jugada natural elegida por las negras conduce al inmediato desastre,
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
aunque fuese precisamente concebida pa ra evitar problemas tácticos. 2 : ct 1feS O bien 2 ... 1ff5 3 1!fd4 ! , en cuyo caso la mala coordinación se pone en evidencia con 3 ... ttlb7 4 .i.xa6, o con 3 ttle4 4 .i.d3 1fg5 5 f4, ganando. 3 f4! 1ffS También perdía 3 ... ttle4 4 fxe5 ttl xd2 5 'itt2 ttle4+ 6 'ite3 y .i.xa6. 4 'ifd6! Las negras se rindieron después de 4 D. c8 S b4 'ife4 6 'ifdl. -
Juegan blancas
FORTALEZAS La cooperación ayuda a explicar por qué tiene éxito una fortaleza. Se trata de un motivo corriente en los fmales: un jugador que se encuentra en inferioridad material establece un perímetro inexpugnable en tomo a su rey. Si retrocedemos a un tablero vacío, po demos ver que un caballo y un alfil, situa dos en casillas centrales. controlan hasta 21 casillas. muchas menos que una dama. Sin embargo, en un final sin peones. de 'if vs .i.+ttl, los ordenadores y teóricos de fi nales nos dejan sin una conclusión defini tiva: hay muchas posiciones ganadoras para la dama. Pero hay una posición de ta blas a prueba de bombas, similar a lo que sucedía en la posición del diagrama 66. (Ver diagrama 74.) No importa cuál sea la situación exacta de las piezas blancas. Mientras el rey negro se encuentre en el rincón (g8, h8 ó h7), las blancas no pueden ganar, porque su rey no puede atravesar la muralla que crean las piezas negras, como demostró el composi tor Max Karstedt en 1903. Las piezas me nores negras cubren la penetración clave
(casillas f8, fl, f6, g6 y h6), y el rey negro protege al alfil, que a su vez protege al ca ballo. Tampoco puede crearse una posi ción de Zugzwang, porque las negras siempre pueden jugar con su rey o su alfil. Las piezas negras operan conjuntamente; las blancas no. Otras fortalezas con las mismas piezas tienden a ser menos inexpugnables. Pero se requiere mucho tiempo para abrir el portón, si las piezas menores cooperan en la defensa. Por ejemplo:
Juegan blancas
COOPERACIÓN V REDUNDANCIA
Las blancas ganan por fuerza, pero ne cesitan 42 jugadas para capturar una de las piezas contrarias. Incluso después de salir del jaque ( 1 � b8 llJ d6+ 2 � b7 lL! b4+ 3 tj; a7 llJ c6+ 4 tj; a6 .ic4+ 5 W b7 llJ d8 6 wa7 llJc6+ 7 �a8! ). Ias blancas progre san lentamente y el método más rápido re quiere algunas jugadas extrañas (7 ... .id3 8 •b7+ W d6 9 W'b2 ! .i e4 1 0 •b6 .i d5 1 1 wb7 .if3 12 'ii'a6!. etc.) Si se trata de dos alfiles, en lugar de al fil y caballo, en lucha contra la dama (sin peones), el resultado es sorprendente. Este final se pensaba en una época que era de fáciles tablas. Pero los análisis de ordena dor demuestran ahora que. incluso con la mejor defensa. normalmente se gana. Po demos ilustrarlo con la partida siguiente:
Tboren Faibisovicll Norrkoping 1999 -
Juegan negras 1 - •eS+ 2 wr.z tj;d4! Las negras buscan el Zugzwang de su rival. Por ejemplo: 3 .ifl •f5+ 4 �e2 'ifd3+ 5 �el 'it'f3! 6 .ie2 ...g3+ 7 wfl ? We4 8 .ic4 •c7 ! 9 .ie2 'ii' h2 !. y el rey lle ga a e3 y gana.
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3 .i el ...fS+ 4 wel ...el S .if4 o bien 5 .ifl 'ii'b l+ 6 wf2 'it'f5+, pro gresando como en el comentario anterior. Siguió: S � e4 6 .i dl ... bl+ 7 w f2 'it'b6+ 8 �n 'it'd4 9 .i e l 'ii' a l 10 tj;f2 •f6+ 11 Wgl w eJ! 12 .iD ...g6+ A pesar de las apariencias, esta posi ción está fácilmente ganada. El rey negro participa en el ataque de mate y los alfiles acaban en Zugzwang. Una jugada de rey gana un alfil, por 13 ... •b l . 13 .ig2 'ii'b l Las blancas se rindieron. en vista de 14 wn 'it'd1 ! . •••
¿Por qué dos alfiles ofrecen peor resis tencia a una dama que .i +llJ? La respues ta radica en la diferencia entre dos tipos de cooperación. En una forma de coopera ción, las piezas atacan la misma casilla ("dos piezas vencen a una"). En la otra, pueden compartir sus recursos y controlar diversas casillas. Alfil y caballo hacen un poco de ambas cosas, porque ambos pue den atacar las mismas casillas, y porque también pueden defenderse entre sí. Dos alfiles no pueden defenderse mutuamente. Dos caballos pueden defenderse entre sí. pero en el final sin peones no deberían hacerlo, porque eso destruye su movilidad. El final de 'it' vs llJllJ normalmente es ta blas con el mejor juego (otro descubri miento de los ordenadores). Con todo, el final puede perderse, si los caballos se pro tegen uno al otro. (Ver diagrama 77.) Una forma de ganar, entre otras, es 1 tj;d4 tj;b2 2 'ii'b7+ Wcl, y ahora la jugada intuitiva es 3 •b5, para cercar al rey. Pero 3 'ife4+ tj;b2! 4 •h7! �b3 S 'ii'b 1+ ahorra tiempo.
66
EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
detectado lagunas en esa teoría. El rey ne gro debería proteger a los caballos y no per mitir que sean atacados por el rey blanco.
SUPERIORIDAD ZONAL La cooperación explica también por qué muchos fmales se deciden por lo que la técnica llama superioridad zonal. Un juga dor gana creando una superioridad numé rica en algún sector del tablero.
Flohr
Juegan blancas
-
Bemstein
Zurich 1 934
Sin embargo, si los caballos cooperan de otra forma, situándose juntos para ata car cierto número de casillas, pueden crear un muro. Las tablas, en tal caso, son bas tante simples. La siguiente posición (similar a la del diagrama 8) se sabía que era tablas desde 1 763, gracias a Giambattista Lolli.
Juegan blancas Las negras amenazan hacer tablas, eliminando los peones con 1 .i.xb3. Por ejemplo: 1 liJeS .i.xb3 2 �xb3 �f4.
1 b4?
Juegan blancas Los jugadores modernos pensaban en tiempo que a las negras les resultaría más fácil si su rey se ocultase detrás de los caballos, pero el análisis de ordenador ha un
Como los peones son más valiosos que el caballo, la forma de ganar es 1 ltlel ! . Las negras deben utilizar su rey para ganar el caballo ( 1 ... �f2 2 b4 �xel), de modo que sólo queda su alfil para luchar con los peones. Un desequilibrio clásico y, como de costumbre, dos piezas (peones) vencen a una: 3 b5 �e2 4 b6 .i.d5 5 f4! . Las negras deberían intentar contener
COOPERACIÓN Y REDUNDANCIA
el avance del peón b con 1 ... .i.e8, pero las blancas crean un desequilibrio de 3-1 , in corporando su rey al combate: 2 b4! e2 3 �c5 c¡f¡lxe1 4 b4 �e2 5 f4 �e3 6 f5 e4 7 f6 e5 8 b5 ! , y ganan (8 ... .i. xb5 9 f7, o bien 8 ... �xf6 9 b6). 1 - .i.e8! 2 tt:lel .i. b5! Las negras pueden hacer tablas porque su rey sigue en posición de impedir que el rey blanco empuje al peón b. No hay de sequilibrio posible. 3 tt:lcl+ �f4 El único truco de las blancas era 3 �xf3 4 tt:ld4+. 4 �dl .i.c4 5 tt:lel .i.a6 Tablas. Por supuesto, ambos jugadores tienen derecho a utilizar el desequilibrio en el fi nal. A menudo la mejor posibilidad del bando inferior de crear un desequilibrio en un sector del tablero es cuando su opo nente está explotando otro en otro sector. En la posición que sigue, las blancas tienen un peón de ventaja y están a punto de conseguir un segundo con �a6xa7. Pe ro las negras pueden explotar el aleja miento del rey contrario.
A. Sokolov - Krasenkow Campeonato de Rusia 1 995 (Ver diagrama 80.)
· - <;teS?? Éste es el camino erróneo. Las negras debían liquidar antes el flanco de rey, con 1 h5 ! 2 gxh5 tt:l xh5. Luego, si las blancas ganan el peón a con 3 �a6 (mejor 3 c4! ) 3 ... �e5 4 �xa7 , las negras plantean una su perioridad zonal que enfrenta a rey y ca ballo contra el solitario caballo blanco: 4 ... ...
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Juegan negras
�d4 5 tt:ld1 �c5 ! 6 �a6 �b4 7 �b6 tt:lf6 y ... tt:le4-d2, con tablas. 2 c4 �d4 Pero ahora las blancas crean una supe rioridad zonal. 3 tt:lfS+ <;t>c3 4 eS! Después de 4 �xb3, el propio rey negro quedará fuera de juego, dejando a su caballo en una lucha perdida contra rey, cabaUo y peón e blancos. 4 - �xb3 5 c6 tt:ldS 6 tt:ld4+ �c3 7 �eS tt:le7 El avance del peón no podría conte nerse mucho tiempo (7 ... tt:lc7 8 tt:lb5+ ). 8 c7
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El VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
8 - �d3 9 �fS �c8 10 �c6 El caballo muere en c8. La única posi bilidad de las negras era la carrera e peo nes: 10 ... a5 1 1 �b7 a4 12 'it>xc8 a3. Pero se rindieron porque tras 13 �d4! �xd4, ambos jugadores coronan, y las blancas ga nan la dama con 16 'it'h8+. En finales con material igualado, el bando con ventaja posicional a menudo encuentra que la única idea ganadora es crear una superioridad zonal. Para tener éxito, deberían contar con peones en am bos flancos y un fuerte potencial para ge nerar un peón pasado.
2 - gxbS 3 gxbS wc7 4 a4 El siguiente paso es desviar al rey ne gro de c7. 4 - 'it>b8 5 b5 axb5+ 6 axb5 �c7 7 b6+ �c8 8 i.. dS ! Si las blancas hubiesen propuesto antes este cambio, las negras habrían ganado la oposición � contra W para hacer tablas. Aquí, sin embargo. 8 ... �xd5 9 �xd5 'it>d7 10 f3 las dej a en Zugz wang ( 1 0 ci> c8 1 1 'it>e6; 10 ... �e7 1 1 c6). 8 � b8 9 i.. e 6! � a8 10 i.. d 7 'it> b8 1 1 i.. e6 aS •••
Hecht Gerusel Campeonato de Alemania Occidental 1 965 -
Juegan blancas
Las blancas pueden ganar, amenazan do con emplear dos planes: bien penetrar en el flanco de dama, o en el flanco de rey. Pero antes necesitan crear un objetivo en el flanco de dama. 1 b4 g6 2 bS! Si las blancas pudiesen capturar el peón de h6, su peón h decidiría la lucha.
U c6! � xc6 O bien 12 ... bxc6 13 �eS 'it>b7 14 i.. d7 ! f5 15 �d6 y ganan. 13 �dS �d4 14 �d6 La incapacidad de comunicarse de las dos piezas negras se pone de manifiesto en líneas como 14 �c6 15 i.. d5 �b4 16 i.. e4! �a6 17 f3 y �e6. La partida finalizó como sigue: 14 � el 15 � e7 � f4 16 W xf6 e4 17 i.. r7 �h3 18 'it>gT �xf2 19 'it> xh6 �g4+ 20 Wg5 �eS 21 i.. dS e3 22 h6 Las negras se rindieron. •••
COOPERACIÓN Y REDUNDANCIA
REDUNDANCIA Pregunta: ¿Cuáles son las dos mejores piezas menores? Respuesta: En general, los dos alfiles. Pregunta: ¿Cuáles son las dos peores piezas menores? Respuesta: Los dos alfiles.
En el segundo caso, estamos hablando de alfiles que recorran casillas del mismo color. La razón por la que son tan malos es que son redundantes. Ésta es otra cuestión material que los ordenadores no captan. Consideremos una posición típica de la Ruy López.
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según algunas evaluaciones de ordenador, mejora. Otra posibilidad es probar con las pie zas negras. Situemos el alfil de e7 en g6, y la posición negra sólo sufre ligeramente. Un resultado similar es si movemos el alfil de b7 a a7. Un ser humano con experiencia pen saría que la máquina ha sufrido algún cortocircuito. Sólo en raras composicio nes -como cuando un j ugador evita el ahogado coronando un segundo alfil del mismo color- es útil un alfi l redun dante.
Smyslov ( 1 976)
Juegan blancas Juegan blancas y ganan
El material está igualado y la posición más o menos equilibrada. Pero veamos qué sucede si diésemos a uno de los juga dores un par de alfiles que recorren casi llas del mismo color. Traslademos el alfil de el y situémoslo en ft . Si sometemos es ta nueva posición a un ordenador, la eva luará sólo ligeramente inferior a la del diagrama 84. O bien pasemos el alfil de a2 a g3, con lo que las blancas tienen ahora dos alfiles de casillas negras. Su posición,
Las posibilidades de las negras quedan ilustradas por la línea 1 �b4 �d3 ( 1 � x b4 2 f7 ) 2 � e l f3 ! 3 gxf3 e 2 4 f7 �f4 y ... �g3++, o bien 1 �e 1 Wd3 2 �xh4 Wd2 3 �e l + �d1 4 f7 �a3 S �c3 �eS! y 6 ... e2++. 1 n �aJ 2 �rJ f3! 3 gxf3 No 3 f8'ir �xf8 4 �xf8 e2+ S �t2 fxg2! y coronan. 3 - �d3 4 f8�!!
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Promover una dama permitiría 4 ... e2+ 5 'itt2 .i.c5+! 6 'it'xc5 e l 'it'+ 7 �xe l , aho gado. 4 e2+ El alfil extra juega su papel en caso de 4 ... .i.cl 5 .i.h6 .i.d2 6 �g2 .i.e l 7 .i.c5 e2 8 .i.t2, y ganan. S �fl e1'it'+! 6 �x e1 �e3 7 f4! � xf4 8 c;tf2 .i.d 9 .i. h6+ y las blancas ganan.
Seirawan Van Wely Olimpiada 1 998 -
...
,
La redundancia está reconocida como un elemento clave en las formas orientales de ajedrez. En el Xiangqi hay una pieza llamada caballo, que es el equivalente al nuestro. Hay otra llamada cañón. que se mueve como nuestra torre pero captura de forma diferente. Las dos piezas están con sideradas más o menos equivalentes. Los jugadores inexpertos pueden preferir los caballos a los cañones o viceversa, de la misma forma que un ajedrecista princi piante prefiere los caballos a los alfiles porque "engañan" más. Pero el jugador de Xiangqi experto sabe que el mejor par de piezas que pue de tener es un cañón y un caballo. De ese modo, ninguna de las piezas duplica el trabajo de la otra. En realidad, en el Xiangqi hasta el doblaje de carros (tipo torres) a menudo puede ser una pérdida de tiempo. En nuestro ajedrez hay varias aplica ciones prácticas de redundancia. Por ejem plo: cuando un jugador tiene dos torres y su oponente una (como en posiciones con calidad de ventaja, o cuando dos piezas menores se han cambiado por una torre y peón/es/), normalmente el cambio de to rres interesa al primer jugador.
Juegan negras Las negras deberían jugar 1 . J:r. e5 ! . Si pueden incorporar su rey a la acción en el flanco de dama, o por f6, entonces tendrán buenas posibilidades de ganar. Sin em bargo: 1 -tLle4? 2 J:[ el! Las negras deben cambiar torres o per der el peón c. 2 - l: xcl 3 l: xcl eS 4 l: b2 tLld6 S f6! Seirawan aprecia correctamente que el cambio de torres ha modificado la relación de fuerzas. y ahora es él quien tiene posibi lidades de ganar, porque su torre puede moverse por ambos flancos. Por esta ra zón, debería evitar la fortaleza de tablas que se produce tras 5 J:r. xb6 tü xf5 6 J:r. c6 g6. 5 bS 6 J:[ d2 tLle4 7 J:[ d8+ 'ith7 8 fxrJ �xrJ 9 J:r. e8! fS 10 J:r. b8 b4 11 Wh4 Las blancas lograron capturar el peón h y ganaron con el suyo de la misma co lumna. Los caballos pueden ser redundantes cuando ambos sólo tienen una buena casi lla que ocupar. Mark Dvoretsky mencionó ..
•••
COOPERACIÓN Y REDUNDANCIA
este fenómeno en su teoría de la pieza su perflua. En la Apertura Inglesa, por ejem plo, las blancas pueden situar un excelente caballo en d5. Pero si está apoyado por el segundo caballo, digamos, en c3, este últi mo puede desempeñar un papel puramen te contemplativo. Por otra parte, puede jugar un papel vital si existe la posibilidad de un cambio del primer caballo, como su cede regularmente en la Siciliana Sveshni kov: 1 e4 c5 2 lLlf3 lLlc6 3 d4 cxd4 4 ltl xd4 lLlf6 S lLlc3 eS 6 lLldbS d6 7 .igS a6 8 lLla3 bS 9 lLl dS .ie7 1 0 .i xf6 .i xf6 1 1 c3 0·0 12 lLlc2.
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el mejor modo de cambiar damas, cuando tiene la torre. Dos caballos contra una torre, con los mismos peones por bando, debería ser fa vorable al bando de los caballos. Pero en la siguiente posición los caballos aún no es tán coordinados y eso significa que las blancas tienen su oportunidad.
Mikhalevski - Markowski Biel 2001
Juegan blancas
Sólo uno de los caballos blancos pue de ocupar d5, por lo que el de c2 es un tanto redundante. Pero, sin embargo, puede desempeñar un papel vital cuan do las negras traten de cambiar el caba llo del puesto avanzado (con ... ltl e7). pues podrá reforzar a su compañero des de e3 ó b4. Además de la redundancia de piezas idénticas, también existe la redundancia de función con piezas similares. Damas y to rres tienden a ser redundantes cuando su función básica es atacar sobre las mismas filas o columnas. El jugador experto busca
1 'iihS+! Las blancas ganan un peón después de 1 ... Wxh5 2 l:l x h5 y 3 l:U5+ (ó 3 l:l h3). 1 wf6! 2 WhS+ n Con 2 W xf5+ q¡, x f5 3 l:l h3 ! , la torre tie ne suficiente actividad para hacer tablas (3 ... Wf4 4 l:l h6, o bien 4 l:l h4+). 2
. .o
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Dado que no pueden dar mate ni for zar un cambio de damas, las blancas nece sitarían un peón extra para poder tener posibilidades. La forma correcta de conse guirlo es 4 'irg3 ! . 4 - lilbd7 5 l:t xd6 fileS
1 - �d4 2 �b2 �e3 3 �el No hay Zugzwang (3 �e4 4 �a5 �ds s �b2 wcS 6 �a3). Por otra parte, si alteramos la estructu ra de peones, en beneficio del alfil.. .
Lo s caballos están trabajando bien con la dama, y el ataque negro prevalece des pués de 6 b3 'ird3+ 7 �b2 'ird2+ 8 �bl 'ire 1 + 9 �c2 'iVxfl+. o bien, tal y como si guió la partida, después de 6 � b3 'ird3+ 7 �al 'irxc4+ 8 �al lilt7!. Peones y alfiles también pueden caer en redundancia de funciones. Laker enten dió bien esto al decir, anticipándose a Ca pablanca, que los peones deberían situarse en casillas de color opuesto al alfil propio. en finales de alfiles de diferente color. Pu so como ejemplo dos de estas posiciones, en su Manual de ajedrez. (Ver diagrama 90.) Las negras sólo pueden hacer tablas, porque su alfil no juega papel alguno. "Los peones lo han privado de toda tarea útil", escribió Lasker. En otras palabras: los peones han hecho a su alftl un tanto re dundante. Las blancas pueden bloquear fácilmente ambos peones. Por ejemplo:
Juegan blancas
.. .los peones y el alfil "operan en armonía", dijo Lasker, y las blancas quedarán en Zugzwang después de ... d3. La redundancia entre peón y alfil tam bién desempeña un papel importante en los finales técnicos. Consideremos el ejem plo que sigue. Si ambos bandos tuviesen peones en el flanco de dama. el radio de acción sería un factor capital, y el papel de
COOPERACIÓN Y REDUNDANCIA
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la torre cobraría mayor protagonismo. El objetivo de las blancas sería crear un peón pasado en el flanco de dama y utilizar su torre para forzar el avance de ese peón, impidiendo que el rey negro pudiese blo quearlo.
Juegan blancas
Juegan blancas
Pero cuando todos los peones se en cuentran en un mismo flanco, en finales con calidad de ventaja, el defensor puede tratar de hacer tablas creando una fortale za. En este caso, las negras parecen haber lo conseguido sobre casillas blancas. Sin embargo. existe un caso de redundancia fatal, pues aunque el alftl protege la base n. no desempeña ningún papel -carece de armonía, diría Lasker- sobre las casillas negras. El plan ganador de las blancas consiste bien en ganar un peón (siendo el peón f el mejor candidato), bien sacrificar la torre por alfil y peón. Para hacer esto deben si tuar su rey en una casilla negra, como e7 ó f6. El alfil negro no puede impedir ese plan y sólo es cuestión de tiempo que el rey negro deba ceder terreno. Eventual mente, puede llegarse a una posición como la del diagrama 93.
1 l:U6! �dS 2 g4 hxg4 3 hxg4 �c4 4 f4 � dS S fS gxfS 6 gxfS � b3 7 l:l. b6 � dS 8 f6+ Las blancas ganan con l:l. g l -g7xfl! . Las negras perderían también (aunque de dis tinta forma) si su pieza menor fuese un ca ballo. situado, por ejemplo, en f6, en el diagrama 92. Pero mucho más difícil sería el caso de que las negras contasen con un alfil de ca sillas oscuras. Aunque no defendiese n. serviría a un propósito más elevado, a sa ber, impedir que el rey blanco alcanzase e7 ó f6. Si el rey negro impide que su colega contrario llegue a eS. la fortaleza resiste. Con todo. aquí es donde la redundan cia se hace una cuestión más compleja. Si añadimos un par de torres, las posibilida des de ganar se incrementan, a pesar de la aparente duplicación de esfuerzos por par te de la segunda torre. Esto desafía una de las reglas más contundentes formuladas por Fine en Finales básicos de ajerez: En todos los finales de dos torres contra torre y pieza menor, es esencial que el bando su perior cambie un par de torres." En las décadas transcurridas desde la publicación de Finales básicos de ajedrez, ..
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PI EZAS EN AJEDREZ
dicha regla fue puesta a prueba en parti das como Filip-Gligoric, Moscú 1 967. Las negras ganaron aquel final, en el que te nían dos torres y dos peones en el flanco de rey. contra torre, alfil de casillas blancas y dos peones en casillas negras. Este final podía haber sido tablas, de haberse cam biado un par de torres. Un ejemplo más claro fue el que sigue:
vertidos) a lo que sucedía en el ejemplo anterior. 12 - wgS 13 ..ic6 f4!
Gulko - Vasiukov Erevan 1976
Si se hubiesen cambiado un par de to rres, las blancas podrían impedir ... f3+, manteniendo su rey en g2 y el alfil en la gran diagonal. 14 ..ie8 f3+ 15 whl l:t dl 16 :n wf4 17 ..ihS l:t bS 18 ..ig4
Juegan negras
Las blancas cuentan con el "armonio so" alfil y pueden defender t2 con su torre. La regla de Fine estipula que las negras deben cambiar torres, por ejemplo, me diante ... l:t d3-a3 y ... l:t a l . Pero las negras exhibieron un plan más convincente, crean do otro objetivo en h3. 1 g5! 2 b3 �g6 3 ..ic6 hS 4 ..ie8+ wh6 S ..irT l:t abl 6 ..ie8 h4! Las blancas no podrán defender su peón h, si permiten 7 ... h x g3 8 �xg3 l:t d3+. 7 gxh4 gxh4 8 ..i c6 � gS 9 ..i f3 W f4 10 ..ic6 l:t d3 11 ..ia8 l:t bb3 12 l:t h1 Ahora, las negras ganan avanzando su peón a f3. de forma similar (con colores in-·
18 - l:t bdS! Ahora ha llegado el momento de aca bar con la redundancia. Una vez desapare cido un par de torres, el rey negro llega a e 1 y gana el peón f y la partida. 19 ..ie6 l:t d1 20 l:t xd1 l:t xd1
COOPERACIÓN
Las blancas se rindieron, después de 21 � c4 l:t el 22 � a6 ::t eZ 23 'it¡l gl ::t e7 24 c.thl : g7! zs �n c.teS 26 'it¡lhZ c.td4 27 cit>hl c,tc3 28 �bS c.tdZ.
Y
REDUNDANCIA
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tenga el mismo significado negativo que el positivo de la cooperación, pero debería tenerse en cuenta a la hora de tomar deci siones acerca de qué pieza cambiar y cuán do. Pero antes de pasar a esas decisiones,
La redundancia desempeña un papel subestimado en ajedrez. Puede que no
vale la pena examinar los distintos papeles que cada pieza puede j ugar.
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Capítulo 5
La personalidad de las piezas
El valor de las piezas va más allá de la movilidad y objetivos, porque una pieza hace algo más que moverse y atacar. También puede defender, apoyar el ata que a otra pieza, bloquear, restringir, cla var, interponerse, etc. Algunas piezas llevan a cabo mejor que otras determina dos papeles y esto sucede de forma que a menudo tiene poco que ver con su valor teórico. Una torre, por ejemplo, es un po deroso atacante pero, como dijo Edgar Mednis, también es "muy torpe defensor, al que, hasta el rey puede atacar impune mente". Algunas funciones (bloqueo, pantalla) las llevan a cabo las piezas menos valiosas. y cuanto menos valiosas, mejor. Así, por ejemplo, si se encuentra en un fmal en el que necesita bloquear un peón, cambiar caballos en lugar de torres puede resultar desastroso. Un jugador fuerte entiende los muchos papeles que pueden desempeñar sus pie zas, pero un jugador débil "sólo es cons ciente de su valor teórico", escribió Gerald Abrahams. Así pues, revisemos los papeles y cómo van tomando forma la personali dad de las piezas. Una pieza puede:
ATACAR A OTRAS PIEZAS Las piezas capturan de la misma forma que mueven. Esto es evidente para noso tros, pero en algunas formas de ajedrez (orientales), no lo es para todas las piezas. Damos por supuesto otras formas de ata que, como: Piezas distintas pueden atacarse sin riesgo de captura por parte del objetivo. Por ejemplo: una torre puede amenazar tranquilamente a un alfil, o viceversa, sin estar atacada por la otra pieza. Pero las piezas del mismo tipo no pueden hacerlo.
Juegan blancas y ganan el caballo
LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS
Esto podría ser un test de visualiza ción. ¿Cómo pueden capturar el caballo las blancas? En la partida Kasparov Kramnik vimos que una dama luchaba contra un caballo, pero en aquel caso am bos bandos contaban con la ayuda de su rey. Aquí, sólo con una pieza contra otra, la lucha no duraría mucho. Hasta los jugado res medios podrían divisar la captura for zosa del caballo. El método es el ataque directo. Al amenazar el caballo -siendo al mismo tiempo inmune- la dama rápidamente lo desvía a una banda. 1 ...e4 li:Jf7 O bien 1 li:Jd7 2 •f5 ! li:Jb6 3 •b5 li:Jc8 4 'it'c5 ! . 2 'iff5 li:Jh6 Aquí, 2 . . . li:Jd6 pierde, por 3 ...d5. 3 'iVe6! Y el caballo es capturado a la jugada si guiente. Consideremos ahora dos piezas de lar go alcance: la torre y el alfil. Estas piezas pueden atacarse una a la otra por todo el tablero, lo que hace que la lucha entre ellas sea más difícil. En la posición siguien te, hay otro test de visualización, sólo que se permite jugar a las blancas. Su tarea consiste en capturar los siete alfiles. sin perder la torre. (Ver diagrama 98.) A muchos j ugadores les resultará im posible hacer esto mentalmente. Otros necesitarán una docena o más de jugadas. (Un segundo test: añade un octavo alfil, en d2, y compruebe cuántos alfiles pue den capturarse en las condiciones anun ciadas.) La relación entre pares de piezas dis tintas fascinaban en otros tiempos a los
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Juegan blancas
pensadores de ajedrez. Howard Staunton, por ejemplo, indicó en su llandbook que un rey separado por una casilla diagonal de un caballo enemigo está a salvo de ja ques durante tres jugadas. La Bourdonnais se dio cuenta de que si un caballo ataca a un alfil, "el alfil puede avanzarse o retirar se una casilla para restringir la actividad del caballo". En otras palabras. un caballo en f3 que ataque a un alfil en e5 ó g5. pero si el alfil se retira a f6 impide que el caba llo pueda avanzar. Cuando Vassili Smyslov estaba apren diendo el juego, desarrolló lo que llamó "intuición" para cada pieza. en este tipo de confrontaciones. "qué les gustaba y qué no les gustaba y cómo se comportaban en los diferentes conflictos de su destino ajedre cístico". Esto ayuda a explicar su tempra na maestría en finales sencillos, con torres y caballos. Otra clave acerca de la función de ata que que damos por supuesta es que: Las piezas más fuertes atacan más fá cilmente a las piezas más débiles que al revés. Por supuesto, dice usted. ¿No lo sabe eso cualquiera? Sí, pero a menudo lo da-
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EL VERDADERO VALOR DE LAS P I EZAS EN AJEDREZ
mos tan por descontado que ignoramos su papel en fmales técnicos. Kasparov contó una historia reveladora acerca de una par tida que aplazó contra un oscuro oponen te, Leonid Zaid, en un torneo soviético de 1 977. Kasparov, que tenía entonces 1 4 años, había perdido una torre por alfil y peón, pero esperaba sostener el final, y lla mó a Mijail Botvinnik para pedirle conse jo. Comenzó a describir la posición, pero Botvinnik le inte rrumpió, según Kasparov contra el Mundo. "Dime una cosa, Gari: ¿está tu alfil protegido por un peón?", preguntó Bot vinnik. "No," dijo Kasparov. "Entonces, estás perdido." dijo el ex campeón mundial. Cuando el juego se reanudó, el alfil no podía atacar a las torres, pero las torres si guieron amenazando al alfil, que nunca encontró puerto seguro. Zaid acabó ga nando, gracias a los ataques dobles de sus torres. La lección no se le olvidaría jamás a Kasparov.
1 - .i.g3! La jugada que hace tablas. Con el alfil en g3, no hay forma de que la torre realice un ataque doble decisivo, como amenazar mate y l:t x.i.. Pinter siguió tratando de confinar al rey enemigo ( 2 : g4 �n 3 : gS � f2 4 l:t fS+ �e3 5 �g2 �e4 6 l:tf7 �dS 7 l:t e7 �d6 s : e2 �dS 9 �o �d6 10 �g4 �d7 u � rs c;t d6 12 : es � d7 13 : es � d7 14 l:t e6 �c7 15 � e4 � d7 16 � dS � c7 17 l:t e7+ �b6 1s l:t f7 .i.h2 19 : a .i.g3 20 l:t c2 �b7 21 �e6 �b6 22 �d7 �bS). pero acabó aceptando las tablas. Un caballo se comporta peor contra una torre que un alfil, no porque sea "más débil" que un alfil. sino porque su alcance es más corto. En finales de l:t +.i. vs l:t +tl:J , el primer j ugador a menudo dis fruta de dos ventajas. Primera, que su al fil puede atacar a la torre más fácilmente que el caballo. Segunda, que su torre pue de atacar al caballo mucho más fácilmen te que la torre enemiga puede atacar a su alfil.
Pinter - Kasparov Campeonato de Francia por equipos 1 993
Anand - Malakahov Campeonato Mundial FIDE 2002
Juegan negras
Juegan blancas
LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS
Las blancas sacrificaron un peón hace seis jugadas y ahora proceden a molestar a ambas piezas contrarias. 1 .i. e2 ! : b4 2 : a8 l0 c3 3 .i. f3 b6 4 l:t b8 Esto recupera el peón ( 4 : b4 5 .: b7 + ) , pero las negras tendrían buen jue go si coordinan sus piezas con 5 � f6 6 : xh7 l0 e4 ! . Por ejemplo: 7 : b7 l0 d6 y ... gS-g4. Las blancas harían mejor en atacar pie zas distintas cuando tienen ocasión: 6 : c7. pues si 6 ... l0e4??. 7 c3 (aunque 6 ... l0d5 7 : xh7 l0e7 8 � (2 eS sigue siendo difícil). 4 - eS? S l:t xb6 e4? 6 g3! l:t b6 O bien 6 ... l:t h3 7 �g2. 7 .i.g4! �1'8 La torre negra es inmovilizada por el alfil, mientras que la torre blanca, que no es amenazada por el caballo, campa a sus anchas. Las blancas deberían mantener fuera de juego al caballo. atacándolo con 8 l:te6 ! , 9 :t eS y 10 l:t c5 ! , seguido de 1 1 l:t xa5. 8 l:t a6 lOdS 9 l:t xaS l0e3 Las blancas pueden coronar con 10 l:t gS! �g7 11 a5 �f6 12 a6. Pero jugaron 10 .i.c8 y ganaron 1 7 jugadas después.
ATACAR PEONES Además de atacar piezas enemigas. eva luamos la dama, la torre, el alfil y el ca ballo en términos de su capacidad para atacar y capturar peones. En el final, la fuerza vertical de la torre le permite amenazar y ganar un peón que avanza, algo imposible para alfiles y caballos. La torre también puede barrer peones -su presa natural- a lo ancho de las filas. U n ejemplo, citado por Viktor Belchikov e n l a revista 64, ilustra l o que acabamos de decir.
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Juegan blancas y ganan todos los peones
En esta partida imaginaria, la tarea de las blancas es capturar todos los peones, antes de que coronen. El ataque vertical ( 1 :t a l a6 2 l: b l b6 3 :t a l a5 4 l:t c l c6) es demasiado lento. Pero gracias a la fuerza lateral de la to rre, las blancas ganan con 1 : b7 aS 2 l:t xf7 bS 3 l:t xe7 a4 4 l:t xd7 b4 S l:t xc7 a3 6 l:t a7!. Las piezas menores normalmente no pueden forzar la ganancia de nada, en la apertura, medio juego o final, hasta que sus objetivos estén inmovilizados en una casilla determinada. La capacidad del al fil de atacar peones distantes a comien zos de la partida sirve de ayuda, en palabras de Y. Rojlin, como un "boy es cout de reconocimiento" que puede po ner a prueba las intenciones de los peones contrarios. Al atacar los peones a distancia, como desde un fianchetto, los alfiles ayudan a definir el terreno del medio j uego. REALIZAR ATAQUES DOBLES
Una última puntualización acerca de la función de ataque: el valor de una pieza
80
EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
ofensiva se incrementa considerablemente si puede ejecutar ataques dobles. Smyslov exageró un poco al decir "el ajedrez es un j uego de ataques dobles". Pero, desde luego, una función que las pie zas pueden llevar a cabo es un doble de moledor.
Karjakin - Kosteniuk Brissago 2003
Las negras se rindieron. Éste era el verdadero broche de la combinación, un doble ganador (5 ... l:l xa8 6 �xd5+ y 7 �xa8). Pero los alfiles, como los reyes y los peones, no ejecutan dobles con demasiada frecuencia. El caballo, por otro lado, com pensa su corto radio de acción con nume rosos dobles. Incluso puede realizar ataques triples, como el "jaque a toda la fa milia", que ataca a rey, dama y torre simul táneamente. He aquí una versión similar, citado por Anatoli Mazukevich en 64.
Pajomov - Fiedoseev Rostov sobre el Don 198 1
Juegan blancas
1 'it'xa6! Las primeras claves de la combinación son 1 ... l:l xa6 2 l:l xc8+ y 1 ... �xb3 2 l:l xc8+. 1 .- l:l xcl+? Las negras creen que la combinación durará cuatro jugadas. Era mejor 1 l:l cb8! , y si 2 'ii'd3 , 2 ... �xb3 3 l:l xb3 e4, con contrajuego. 2 l:l xcl l:l xa6 3 l:l c8+ 'ife8 Ahora, 4 � xd5+?? �f8 5 l:l xe8+ �xe8 6 �b7 l:l a7 7 a6 parece impresio nante, pero 7 ... �d7, seguido de ... �c7 y ... l:l xb7, gana el final de peones. 4 l:l xe8+ �rl Puede que las negras contasen con 5 �a4 e4. S l:l a8!!
Juegan blancas
El rey blanco parece correr mucho más peligro que el negro. Pero, como dijo en una ocasión Bronstein, el arma más pode rosa del ajedrez es el turno de juego. 1 l:l d6+ �e6 Si 1 �f5, las blancas se olvidan del doble y asestan mate con 2 l:l b5+ � g4 3 l:l xg5, o bien 2 ... �e4 3 l:l eS. Como antes se ha dicho, la capacidad de la dama para realizar ataques dobles es
LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS
una buena razón para el alto valor que le concedemos. La oportunidad de que tales ataques se produzcan a menudo surge con el progreso de la partida, pues más y más piezas y peones enemigos pierden su mu tua protección. Pero hay algunas notables trampas de apertura, basadas en el poder atacante de la dama. Un ejemplo: 1 e4 eS 2 ll:JD ll:Jc6 3 d4 cxd4 4 lb xd4 lbf6 S ll:Jc3 g6?! 6 lb xc6 bxc6 7 eS ll:J dS? 8 lb x d5 cxdS 9 'iWxdS l:t b8
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Mazukevich - Evdokimov Correspondencia 1 983
Juegan blancas
10 e6! Las blancas amenazan 1 1 'ii' e 5. 10 - �g7 11 e xf7+ ,.Pf8 12 �h6! Otros dos ataques dobles. Si 12 �xh6 ó 12 l:t xb2, 13 'iWe5. Las negras pueden sostener la posición con 12 ... 'ii'c7 13 �xg7+ ,.P xg7, pero quedan claramente peor. La dama también puede ejecutar ata ques triples y hasta cuádruples, al capturar en una casilla que abre tres o más líneas. Por ejemplo:
Las blancas ganan con 1 l:t e7 ! , porque si 1 ... �xe7, 2 'iWxe7, la dama atacaría el alfil y las dos torres. El poder de ataque múltiple de la da ma es tao vital para su valor que algunos entrenadores de la era soviética solían enfrentar a los jugadores jóvenes en una partida imaginaria como la siguiente po sición del diagrama 106. El enunciado es: las blancas ganan si capturan un alfil en 20 jugadas o menos. Las negras ganan, si ambos alfiles sobreviven durante 20 juga das. (Ver diagrama 106.) El ejercicio es bueno, pero las negras tienen peores cartas. Por ejemplo: 1 ... �g7 2 'ii'd8. y ahora 2 ... �e6? 3 'iWe7, o bien 2 ... �f5? 3 Wg5, y pierden en el acto. Es mejor 2 �h3, pero entonces 3 'iWg5 �h8 4 'iWh5; 3 �c3 4 Wg3; 3 �d4 4 'iWh4, o bien 3 ... �b2 4 'iWd5 �f6? 5 'iWf3.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Juegan negras
Juegan negras
EFECTUAR CLAVADAS
(tratando de cambiar la pieza que clava) falla, porque deja la torre negra vulnerable a un ataque doble. l l:t dl! La pieza que clava normalmente tiene más libertad que la pieza clavada y que la pieza detrás de ésta. Esta torre puede mo verse a Jo largo de la columna d y sigue conservando la clavada, y esta jugada gana el alfil o la dama. Por ejemplo: 2 . . . 1Wc8 3 ¡fd4. l . l:t e8 3 1WdS l:t e7 4 .ib3 Las negras se rindieron.
Una clavada es una forma combinada de ataque y restricción, y sólo pueden ejecu tarla las piezas de largo alcance. Nimzo vich señaló que en una clavada había tres actores: La pieza que clava, la pieza clava da y la pieza más valiosa, situada detrás de la pieza clavada. La pieza clavada queda prácticamente inmovilizada. Pero puede ser protegida, a menudo por la pieza situa da detrás de ella, y la pieza que clava nor malmente requiere alguna ayuda para poder capturar a la pieza clavada.
Gelfand Bruzón Olimpiada de 2002 -
(Ver diagrama 107.) Los tres actores aquí son la torre blan ca, el alfil clavado y la dama negra. El ter cer actor tiene relativa libertad y podría salir de la clavada protegiendo al alfil, por ejemplo, 1 . 1Wc8! , después de lo cual el al fil sale de la clavada con ... .ie6 ó ... .if5. 1 - l:t b6? Esta forma de ocuparse de la clavada ..
..
La clavada no sólo es un método de ga nar una pieza o un peón clavados. Como el objetivo situado detrás de la pieza clavada es más valioso. la clavada a menudo ofrece oportunidades para realizar combinacio nes, como la siguiente.
Maksimenko - P. Nielsen Alemania 2003 (Ver diagrama 108.)
l lL!xc6!! lL!xc6 ¿Y ahora qué? El peón f clavado se ha
LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS
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Azmajparashvili - Lesiege Olimpiada 2002
Juegan blancas
debilitado por la desviación del caballo de e5, pero sigue protegido por la torre. 2 'ii' xh7+! c;txh7 O bien 2 . .. �f8 3 'ifxg7+, y mate. 3 l:l h3+ �g8 4 lüg6 Las negras se rindieron.
DEFENDER U na pieza puede defender a otra pieza desde la casilla que ocupa o desde aquella a la que juegue. La primera pieza puede perder la capacidad de moverse al cumplir esta función. Pero no tiene por qué ser así. Las situaciones ideales son aquellas en las que la primera pieza puede hacerlo to do: defender, apoyar un avance y jugar, co mo en el caso de una torre situada detrás de un peón pasado. El alfil es un excelente defensor, por que puede mover y, sin embargo, conser var la protección de lo que defiende. Esto es imposible para un caball o y, a menudo. difícil para un rey. Réti dijo que esta dife rencia fundamental entre las piezas de lar go alcance y las de corto alcance a menudo se ve en los finales.
Juegan blancas
El alfil blanco parece estar seriamente restringido por los peones enemigos, pero no pasa de ser una apariencia. 1 e4! dxe4 Las negras estarían perdidas en finales como 1 . . . lü d6 2 exd5 � b6 3 dxe6 fxe6 4 �g2 lü xb7 5 axb7. 2 �xe4 La principal amenaza, 3 a7, gana un peón. 2 ... �b6 3 �xh7 eS Otro final de peones perdido es 3 �xa6 4 �d3 ! �b5 5 f4! . 4 d5 lüd6 S �d3 e4 6 �e2 En vista de �g2-g3 y h2-h4, o bien �fl-el-d2, las negras deben tratar de ga nar uno de los peones pasados. Pero la ap titud del alfil para defenderlos y jugar es crucial. 6 ttJc8 ' �g2 wcS (Ver diagrama 1 10.) _
8 �c4! Esta forma de defender ambos peones (8 ... �xc4 9 d6 lü xd6 10 a7) decide la lu cha.
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EL VERDADERO VALOR DE
LAS PIEZAS
8 - tl:Jb6 9 a7 tiJaS 10 �a6 Las negras se rindieron, en vista de 1 O ... �xd5 1 1 �b7+, o bien 10 ... �b6 1 1 d6! . La observación d e Réti puede ampliarse para explicar por qué los fmales de alfll e s suelen estar dominados por maniobras, antes que por jugadas forzosas, mientras que los finales de caballos (y todos los fi nales puros de peones) dependen más del cálculo.
EN AJEDREZ
Las negras pierden más rápidamente tras 1 ... �c7 2 aS! y pronto quedan en Zugz wang, en caso de 1 ... g6 2 �h4 �c7 3 �gS. l �el aS O bien 2 ... �c7 3 �c3! �d8 4 �eS, con juego similar al de la partida. 3 �d2 h6 4 �cl Es más directo 4 �c3 �c7 S �g7 hS 6 �c3. En estas líneas, las negras deben ju gar con el alfll . porque una jugada de rey permitiría �d5 ó wfS. 4 - �� S �d2 �g3 6 �c3 �e7 7 �el h5 8 �dl �d8 9 f4 Sólo ahora están listas las blancas para esta ruptura. Ganan después de 9 ... g4 1 0 hxg4 hxg4 1 1 fS+ y fltf4. 9 - gxf4 10 �xf4 wf6 Las negras se han quedado sin j uga das neutras ( 1 0 ... � f6 1 1 �c7 ó 10 ... h4 1 1 �eS). Ahora, las blancas pueden ga nar con 1 1 �dS � fS 12 �g3, pero prefi rieron: 11 �hl �e6 12 �eS!
Savanovic - Popchev Bar 2003
Juegan blancas
1 �fl! g5
Las blancas no han movido su rey des de el último diagrama, mientras que el rey negro ha permanecido más o menos en su lugar. Los alfiles asumieron todo el traba jo. Las negras deben permitir el avance del
LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS
�d7 13 alfil o del rey contrarios ( 1 2 �f5: 12 ... �f7 13 �d5). 12 � g5 13 � c7 �dl 14 � xb6 � b4 Una vez ganado el peón que sostenía el flanco de dama. las blancas sólo necesitan una última maniobra para situar al alfil ne gro en Zugzwang. 15 �a7 �d6 16 �b8+ �e6 17 �f4 �el l8 �e3 �b4 19 �12! Las negras se rindieron. El alfil negro no puede jugar ( 1 9 � a3 20 �e l ) y ceder l a oposición también es fatal ( 19 ... �f6 20 �d5).
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•••
El papel del alfil como defensor ayuda a explicar por qué los alfiles malos son tan malos. Un alfil malo carece de movilidad, lo que es otra forma de decir que carece de poder ofensivo. Pero los alfiles malos cum plen una buena labor protegiendo peones, como señaló Philidor, hace ya más de dos siglos.
Juegan negras
posible internada del rey negro que podría culminar con ... �xa4. Las blancas ensayaron 3 : g4 �e7 4 l:l g7 e4+ 5 �e3 �eS+ 6 �el, pero acaba ron aceptando las tablas, a raíz de 6 �d4 7 l:l g5+ ..t c4 8 l:l f5 ..t c3! (no 8 . . . ..t b4 9 l:l f4) 9 l:l h4 �c4. ·-
APOYAR En la siguiente posición, las priorida des de las negras serían cambiar los peo nes blancos y colocar más peones suyos en casillas blancas.
Karpov - Kasparov Campeonato Mundial, Sevilla 1 987 (7.• partida) (Ver diagrama 1 1 3.) l - aS! Tratar de cambiar peones de inmedia to, con 1 ... b5?, falla. por 2 aS, y el flanco de dama está maduro para la torre. 2 l:l c4 e5! Los peones negros son más vulnera bles al estar avanzados, pero de esta forma han creado contrajuego (con ... e4+) y una
Una pieza puede apoyar el ataque de una o más piezas a un objetivo. En la práctica, la pieza más fuerte normalmente asume el apoyo, y la pieza de menor valor la captu ra: "La pieza más fuerte detrás", como di jo Tal. Es decir, que si quiere usted utilizar su dama y un alfil para atacar un peón dis tante, la dama normalmente debería si tuarse detrás del alfil (por ejemplo: �e3 blanco, apoyado por 'it'f2 para atacar un peón en a7). De modo similar, si las torres están do bladas en una columna para atacar un peón, la dama debe situarse detrás de ellas, no enfrente ni en medio de ambas.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Ftacnik - Narciso Doblan Lisboa 2001
blanco en d3 se retira a c2 a fin de habi litar la casilla anterior para la dama y amenazar 'irxh7. Si la posición de dama y alfil se invirtiese, entonces .i. xh7+ só lo es un jaque. Este empleo de dama y alfil es un tema corriente (Turton) en los problemas. pero también en la competi ción.
Veresov - Bronstein Moscú 1 960
Juegan blancas
1 l:t e2! Esto amenaza 2 l:td2 y 3 l:t xd5. La me jor defensa de las negras es la imitación. 1 - l:t e7 2 l:t d2 l:t d7 Ahora, 3 e4 d4 no consigue el resultado apetecido ( 4 : c4 'irf6; 4 .i. e3 a5 ó 4 'ireS). Pero las blancas pueden explotar su ventaja de espacio y continuar con: 3 l:t c3! l:t c8 4 l:t cd3 Las blancas ganaron e l peón d ( 4 li:Je7 5 e4). Alekhine ayudó a consolidar el con cepto de "la pieza más fuerte detrás", en partidas famosas como su victoria sobre Nimzovich en San Remo 1930. Pero cuan do el objetivo es el rey, la norma debe mo dificarse. Alekhine venció a Rubinstein (en Dresde 1 926) con "la pieza más fuerte en medio", pues desplazó a su dama de es tar en frente de torres dobladas, dirigidas sobre el peón g blanco. para situarla entre ambas. Réti citó otro caso relacionado con el rey: el motivo de mate en que un alfil
Juegan negras
El alfil negro se transforma en apoyo de su dama. 1 - .i.e4 2 : hdl h6! 3 .i.b3 .i.h7! Las blancas no tienen una defensa ade cuada contra ... 'irg6-b1++. Liberaron d2 para escapar con 4 l:t d7, pero eso permitió a las negras apretar las clavijas con 4 l:t fe8 5 �d2 .i.f5 ! , ya que 6 .i.xf5 'irxf5 gana. ( Las blancas j ugaron 6 'irc3 .i. xh3 7 'irxf6 gxf6 y se rindieron.)
RESTRINGIR Todas las piezas restringen los movimien tos de piezas enemigas protegiendo aque llas casillas vacantes que tienen en común.
LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS
Lasker dijo en una ocasión que la ma yor hazaña de un alfil era que pudiese eje cutar una restricción "de largo alcance". Puede limitar la libertad de las piezas ene migas, desde una distancia relativamente segura.
Kourkounakis Istratescu Chania 2000 -
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Pero la restricción es, normalmente, una lucha de doble filo. Una pieza que efectúa la restricción es, a su vez, restringi da por la otra pieza, sencillamente porque ambas tienen casillas comunes. A menudo asumimos que la pieza con mayor radio de acción se llevará la palma en esa confron tación. Por ejemplo: un alfil blanco en d5 puede restringir, de modo absoluto, a un caballo negro en d8. Pero el caballo tam bién restringe al alfil, al privarlo de la po sibilidad de jugar a b7, c6, e6 ó f7. Sin embargo, nadie consideraría que el alfil es la pieza inferior. Compare esto con el conocido tema del medio juego en que las negras tienen un peón aislado en d5 y un caballo blanco en d4 restringe a un alfil contrario en d7. Entonces, el caballo, una pieza de corto alcance, parece superior a la de largo al cance.
Juegan blancas El alfil blanco controla la diagonal de casillas claras más larga del tablero. Pero las negras amenazan con cambiarlo ( 1 i.c4) y alcanzar así un final de peones ga nado. 1 q;,d2? Las blancas pueden hacer tablas con 1 .id5 ! , porque 1 .ic4 2 .ic6 q;, b3 permite 3 .id5 ! , cuando 3 .i xd5?? pierde. 1 .ic4 2 .ib1 q;,b3 3 �el .ifi! Ambas piezas blancas están restringidas por sus piezas homónimas. 4 .ic2+ q;,c4 5 q¡,c12 c.td4 6 .idl Esperando 6 ... q;, xe4? 7 .ic2+ y .ixh7. 6 .id3! Las negras ganan después de 7 .if3 .ixe4.
En el primer caso. el caballo de d8 está más restringido porque no tiene jugada, mientras que el alfil de d5 puede retirarse. En el segundo caso, ambas piezas pueden retirarse, pero el alfil "se siente" más res tringido, como diría Smyslov. Puesto que ambas piezas ej ercen cierta restricción, es vital para la pieza dominada buscar la oportunidad de inter cambiar papeles y pasar a ser la pieza do minadora.
Kasimdzhanov - Bologan Pamplona 2002
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·-
(Ver diagrama 1 1 7.) El caballo inhibe al alfu lo bastante co mo para hacer que esta posición pueda dictaminarse como "±". Las negras buscan refugio en el final, aunque eso signifique condenar a su peón a.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
KeUer - Petrosian Zurich 1 961
Juegan negras
1 ... Wc7 2 Wxc7 %l xc7 3 l:l al �18? Las negras dejan escapar su oportuni dad de cambiar las tornas. Con 3 ... l:l b7 4 l:l a3 l:l b4 5 lDc6 (5 lDxb3 d4! 6 lDxd4 l:l xb2 7 lDc6 .i.d7) 5 l:l b6 6 lDxa5, y ahora 6 ... d4! 7 exd4 .i.d5 ! , el alfil domina de pronto al caballo. Cierto que las blancas conservarían ventaj a con 8 � fl : b4 9 � e2 : xd4 1 0 �e3. Pero eso no significa que tengan que ganar. Después de 3 ... �f8?. la tarea de las blancas es fácil. 4 lDxb3 l:l b7 S lD xaS l:l xb2 6 lDc6 .i.d7 7 lDd4 El caballo domina. una vez más, al alfal y las negras pronto se rindieron. Una de las razones por las que un rey es una pieza tan fuerte en el final es que puede restringir y capturar. Por ejemplo: un rey en c6 impide que un caballo en aS pueda moverse y lo capturará con �b7. Pero un alfal en b5 sólo restringe a un ca ball o en b8. No puede ganarlo, excepto por el medio de restricción definitiva, Zugz wang. Los alfiles son maravillosos en con seguir dejar a los caballos sin jugada posible.
Juegan negras
l ... �f6 2 lDdl Los caballos son lamentables después de 2 b4 .i.d2 3 lDbl .i.d3 4 lDba3 e2 5 �t2 �f5, ya que 6 lDd4+ �e4 7 tDxe2 .i.xb4 atrapa a uno de ellos. 2 ... e2 3 lDfl .i.dS+ 4 �gl .i.e3! S b4 hS
Las blancas sólo pueden jugar un caba llo y los peones, y pronto ni siquiera dis pondrán de estas opciones. 6 lD e l w es 7 lDc2 .i.c6 8 lD e l .i.e4! 9 bS Las blancas se rindieron, a causa de 9 .. .i.b6, que les deja sin jugada alguna. Un ejemplo más elaborado del tema es un final en el que pueden verse a dos alfi les enfrentados a alfil y caballo. El defen sor parece estar mejor que el poseedor de los dos alfiles.
LA PERSONAUDAD DE LAS PIEZAS
Karpov - lvkov Bugojno 1980
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distancia de una casilla en diagonal, está a cubierto de los jaques de caballo, como si estuviese a seis o siete filas. 13 - �dS 14 �xg7 �f4
Juegan blancos
1 �d5! Las negras se equivocaron, con 1 �c6+?, permitiendo un final de alfiles de distinto color, en el que los peones negros del flanco de rey caen: 2 � xc6+ ! w xc6 3 �c5 �c4 4 we4!, y las negras se rindie ron (debido a �f8xg7). Era mejor: 1 - �xdS z wxdS �xg4 3 �gl! Todas las casillas del caballo (salvo una) están controladas por el alfil, y las blancas amenazan ganar con wc5xb5. 3 - �eS 4 �c:S �D S �fl �dZ 6 wxbS �e4 7 �el! Ahora, si las negras tratan de bloquear el peón b con 7 ... wc7, su rey es expulsa do con 8 wa6, seguido de b4-b5-b6, y cuando el caballo mueva, �g3+. 1 �d6+ s wa6 wc6 El alfil gana de nuevo en el flanco de rey, tras 8 ... � x f5 9 b5 � d6 10 b6 wc6 1 1 �b4 y �f8xg7. 9 �fl �bS 10 �b6 �d6 11 �c:S �bS u �f8 � c7+ 13 waS Una ilustración de la observación de Staunton: cuando el rey se encuentra a la _
1S �xf6 �xbS 16 bS+ wb7 17 �eS! Y las blancas ganan. Las piezas pesadas son, naturalmente, las que más pueden restringir a las piezas contrarias. Una torre resulta impresionan te en la séptima fila absoluta de Nimzo vich, o en los finales básicos W+ J:( contra w. En cuanto a la dama, pensamos en ella más en términos de pieza de ataque, pero puede asumir un notable trabajo de res tricción, como en el siguiente problema de Josef Kling. (Ver diagrama 1 2 1 . ) La tarea parece imposible, pero e s muy sencill a , una vez que se comprende la téc nica adecuada. El mate se fuerza en 23 ju gadas. El truco consiste en restringir al rey, "jaqueándolo" como un caballo (pero no, desde luego, con 1 'Wg3??, ahogado). Las blancas comienzan con 1 "W h6+ w gZ Z 'Wh4! Wgl 3 'Wh3! �fl 4 'Wg4!. Even tualmente, el rey es obligado a situarse en
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Juegan blancas y dan mate sin mover el rey
a4, después de lo cual 'it'b2! fuerza -aS, y entonces 'ifa3 es mate. Uno de los temas de restricción más sofisticados tiene como víctima al caballo. El Maestro FIDE Gordon Taylor utilizó un término del Go, Tesuji para describirlo, en lnside Chess, en 1 989: Las piezas ejecutan un Tesuji cuando ocupan ciertas casillas cerca del caballo. Por ejemplo: un rey a una casilla en diago nal quita al caballo dos casillas. La dama derrotaba al caballo en el diagrama 97 qui tándole seis de sus ocho jugadas tras 1 'ii'c4, y luego sus cuatro jugadas, con 3 'ife6!. Una torre situada a dos casillas en dia gonal del caballo, priva a éste de cuatro ju gadas. como en este ejemplo citado por Taylor, que apareció por primera vez en un antiguo manuscrito de Shatranj: (Ver diagrama 1 22.) La torre también formaría un Tesuji diagonal si se encontrase en d l , h5 ó h l . Pero ocupar cualquiera d e estas casillas no basta para ganar. La torre debe restringir
Juegan blancas y ganan
aún más al caballo, antes de poder atacar lo con éxito. 1 l:t fS! Ahora, a 1 ... lüh2? las blancas tienen un Tesuji ejecutor, 2 l:t f4!. El caballo no tiene jugada y las blancas lo ganan llevan do el rey a g2 (o a f5, seguido de l:t f2). De modo similar, 1 ... lüh4 2 l:t f6! cor ta la mayoría de las jugadas de caballo, de jándolo con 2 ... lüg2 3 �d4 lüe1 4 l:t f2 ! . Las negras pueden tratar d e desalojar la torre de f6 con 2 . . . rt; c7 3 rt; d4 rt;d7 4 ci>e4
LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS
�a6 3 Wb4! �b6 4 �c3 lübl+ 5 �b2 lüd2 6 �c2, y ganan, como se indica en la Enciclopedia de finales de ajedrez. Pero más exigente es: 2 - lüb3+! 3 �b4 lücl 4 �c4!
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Karpov Ftamik Olimpiada 1 988 -
Juegan negras
Taylor llamó a esta disposición de pie zas Tesuji lateral del rey. Al privar al caba llo de acceso a b3 y d3, las blancas amenazan con encerrarlo por completo con 5 l:U2 y 6 l:[ c2. 4 - lüe2 5 l:[ g4! A 5 ... lüc1 , las blancas ganan el caballo con 6 l:[ g2 y 7 : c2. � c7 6 � d3 lü cl+ 7 � c2 lü a2 5 8 :a4 Observe que después de 1 : f5, la torre nunca volvió a atacar al caballo hasta que éste quedó sentenciado. •••
Ejemplos prácticos de Tesuji abundan. La siguiente partida es instructiva, porque el rey negro está tan mal situado que es vulnerable a clavadas y jaques que permi ten ganar el caballo.
En finales de cuatro piezas, el defensor trata, instintivamente, de mantener sus fuer zas lo más juntas posible. Esto da resultado en muchas posiciones, pero fue refutado, en los ochenta, por análisis de ordenador, que demostraron que, en el final �+'it' vs �+ : , la mejor defensa a menudo requería que la torre se separase varias casillas del rey, a fin de conseguir distancia de jaqueo. Sin embargo. en los finales de �+ : vs �+lü, la distancia entre el rey defensor y su caballo debe procurarse que sea mínima. 1 - lüc4 El caballo puede tratar de alcanzar una relativa seguridad en t2 por otra ruta. Pero no llegará allí, después de 1 ... lüa4 2 l:[ a7! lüb2 3 : a2 lüc4 4 : c2 lüb6 (4 ... lüe3 5 l:[ c3) 5 : b2 lüc4 (5 .. lüc8 6 �d7) y aho ra 6 : b3+! . seguido de 7 �d5 lü a5 8 l:l b5. No es mejor 2 ... lüc3 3 : a3. ni 2 ... lüc5+ 3 �d5 lüd3 4 l:[ a3. 2 l:[ f3+ �g4 3 l:[ d3! Limitar al caballo tiene éxito, mientras que atacarlo (3 l:[ c3 lüb2) no conduce a ninguna parte. .
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EL VERDADERO VALOR DE LAS P I EZAS EN AJEDREZ
3 � gS Aquí, 3 ... l!J b2 falla. por 4 .J:l d2 l!J a4 5 .J:l d4+. 4 wd5 l!Jb6+ El caballo sucumbe de inmediato en aS, con 5 .J:l a3 l!Jb7 6 .J:l a7 l!Jd8 7 .J:l d7. S WeS! l!Jc4+ Aquí, 5 ... l!Ja4 pierde. por 6 : b3 (ame nazando 7 � d4) 6 . . . l!J c5 7 : b5 l!J a6 8 Wd6 -con jaque- y : b6. 6 we4 ttJb6 6 ... Wf6 7 .J:l d4 es similar a la continua ción de la partida. 7 .J:l d8! l!Jc4 8 .J:l d4 l!Jb6 La torre ha formado un Tesuji, dejando que el rey blanco complete la ejecución. 9 weS ttJcS De otro modo, sigue 1 0 Wd6 y 1 1 wc7. 10 W e6 l!J a7 O bien 10 ... l!Jb6 1 1 .J:l b4. 11 �d7 Las negras se rindieron, debido a 1 1 ... l!Jb5 12 .J:l d5+. -
RESTRINGIR PIEZAS DEL MISMO TIPO Otro tipo de restricción sofisticada se pro duce cuando una pieza restringe a otra de su mismo tipo. Sabemos. por la oposición, que un rey puede realizar un trabajo so berbio restringiendo al rey contrario, y hemos visto (en el diagrama 1 16) la res tricción entre alfiles. Lo mismo es aplica ble a otras piezas. Las damas, por ejemplo, se restringen bien mutuamente, pero no lo apreciamos hasta el final. Botvinnik reescribió la teo ría del final en su partida con Nikolai Mi nev (Moscú 1956). cuando demostró que la mejor política, en el final de 'it'+ � de caballo vs 'it', era centralizar la dama, y permitir que el rey se ocupase de apoyar al
peón pasado, en lugar de asignar esta fun ción a la dama. Algo similar sucedió en la siguiente partida:
Baburin Borgo Linares 1996 -
Juegan blancas
Las blancas tienen un peón de ventaja en d6, pero cambiar damas ( 1 'lt'a8+) no sirve, mientras su rey no esté lo bastante cerca del peón para protegerlo. 1 wg2! 'it'd8 Gracias a la fuerte posición central de su dama, el rey blanco puede protagoni zar una marcha triunfal, en variantes co mo 1 'lt'a7 2 •eS+ W d8 3 W f3 'it'a3+ 4 � f4 'it'cl + 5 'it'e3 'it'c4+ 6 W g5 'it'd5+ 7 Wf6 'it'xd6+ 8 � xf7, y los peones ne gros caen. 2 'it'bS+ 'lt'd7 3 'it'e5+ Wd8 4 wf3! Era precipitado 4 'it'h8+ 'it'e8 5 'it'xe8+ wxe8 6 Wf3 Wd7. 4 - wc8 S ...eS+ Wb7 O bien 5 ... Wd8 6 'it'a5+, y las blancas ganan. debido a que su rey se encuentra ahora lo bastante cerca, pues si 6 . . . We8, 7 'it'a8+.
LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS
6 11fd5+ 11fc6? Esto facilita las cosas, pero el progreso ganador de las blancas sería evidente des pués de �e3, t2-f3 y �f4-g5, seguido de �f6/'flxf7 ó g3-g4. 7 �e4! f6 8 d7 Las negras se rindieron. Un aspecto que no se ha apreciado del juego en el final es la forma en que un ca ballo puede derrotar a otro caballo, me diante la restricción. En la posición que sigue, las blancas se equivocaron al pensar que el cambio de torres facilitaría su de fensa.
Feokitistov - Voitsejovsky Moscú 1996
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en h8. las negras lo ganan con ... �f6, ...g5 y ... �g7. 3 lll d8 lll aS ! 4 lll f7 De otro modo, 4 ... �f6 y 5 ... �e7, ga nando. 4 - lll b7! Ahora. si 5 h4 �f6 6 lll h8 g6 y 7 �g7, el caballo blanco está perdido. 5 f4 La única forma de salvar al caballo. 5 - �xf4 6 g4 Wg3 Ganar un segundo peón es decisivo (7 g5 hxg5 8 lll xg5 lll c5 9 wn wh4 10 lll f7 � xh3, y ganan). Este tema constituyó otro ejercicio so viético para entrenar a principiantes. Ca da jugador comienza con un caballo, en un tablero sin ninguna otra pieza. Las blancas j uegan primero y tratan de dar "jaque" al caballo enemigo. Si pueden ha cerlo en 15 j ugadas, ganan. Si no, ganan las negras.
Juegan blancas
Las blancas pueden hacer tablas fácil mente, con 1 lll x f7! l bb7 2 lll d 6+. 1 l:t xb6? Pero por qué esa fantasía, se dicen las blancas, si pueden forzar el cambio de to rres y tomar limpiamente el peón. 1 ._ fll x b6 l lll xf7 tll c4! Esta jugada es ganadora, al cerrar la casilla de escape d6. Si el caballo se refugia
Juegan blancas
Puede que parezca fácil defenderse pa ra las negras. Pero en una posición como ésta, pierden por fuerza en pocas jugadas. 1 lll g3 lll b6
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
O bien 1 ... li:x7 2 liJe4 llJb5 3 li:x3 "jaque". 2 llJe4 liJaS 3 llJd6! Las blancas ganan gracias al Zugzwang. Uno de los ejemplos más famosos de la restricción llJ/llJ fue compuesto por En manuel Lasker, y publicado en Novoie Vremia (en 1 894). Alexei Troitzky publicó un estudio similar un año después y el te ma pasó a formar parte del patrimonio problemista.
uno de los caballos para impedir la coro nación del peón. Pero la posición estaba perdida, porque el bando superior puede promover un tercer caballo. En este caso, tres piezas vencen a una por restricción. Lasker no aportó más ju gadas sobre su estudio, pero en una parti da real el juego podría continuar con Tesujis periódicos: S - �el 6 �d7 wd3 7 �c6 llJc3 8 �c5 llJe4+ 9 �dS llJc3+ 10 �eS! llJb1 11 llJf7 llJd2 12 llJe6 llJc4+ 13 'iti>f4 'iti>c3 14 llJe7 �d3 1S llJc6 llJd2 16 llJceS+ �c3 17 llJd6 llJb3 18 �e3 llJd2 19 llJd8! liJO+ 20 'iti>fl llJd2 21 llJdc6 'iti>c2 22 'iti>e2 llJb1 23 �e3 �b3 24 �d4 �c2 25 llJe4 llJd2 26 llJf6 llJ b3+ 27 'iti> c4 llJ d2+ 28 � b4 � b 1 2 9 llJd4+ �c1 30 llJd3+ �d1 31 llJc5 llJb1 32 'iti>b3 llJd2+ 33 'iti>c3 llJb1+ 34 'iti>b2 llJd2 3S llJg4 liJO 36 'iti>c3 llJd2 37 llJ e3+ �el 38 llJe2+ 'iti>b1 39 wxd2 'iti>b2 40 llJc4+ 'iti>a1 41 �c2 �al 42 llJc3+ y 43 llJb3++. Éste es un raro caso de 'iti>+llJllJ vs 'iti>+llJ, y sin embargo se produjo breve mente en la práctica magistral.
Juegan blancas y ganan
1 c4 llJd2! Si este caballo trata de controlar al peón dirigiéndose a b6 (por c3 y d5), las blancas avanzan el peón hasta c7. eliminan el caba llo con llJd7 y coronan. 2 c5 llJb3 3 c6 llJd4 4 c7 llJbS Ahora, 5 c8'iV llJd6+ hace tablas. debi do a que las blancas no disponen de mate rial suficiente para dar mate. S c8llJ!! Esta jugada gana, porque las blancas pueden utilizar su caballería para restrin gir al solitario corcel negro. Portisch y Sarkozy. en 600 finales, indicaron errónea mente como tablas un final de llJllJ+ 8 vs llJllJ, porque el defensor podía entregar
Benko - Bronstein Budapest 1 949
Juegan negras
LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS
También aquí se producirían tablas en el acto, si el peón corona dama ( ... t'Lle3+ ). Siguió: 104 fit'Ll+ 105 �c3 �CJ Las blancas aún pueden perder, si su rey es desviado al rincón, donde recibiría mate. Por supuesto, esto requeriría una ex traordinaria colaboración por parte de las blancas, pero Benko liquidó abruptamente la lucha: 106 t'Llh2+! t'Llxh2 Tablas. NO
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buen bloqueador es que, en el caso de que sea forzado a permitir el avance del peón, puede normalmente encontrar la forma de impedir la promoción. Como los caballos son "baratos", pueden hacer tablas. Ésta es una razón por la que el final de t'Ll+ 8 vs lLl es normalmente tablas. mientras que el final de 'it'+ 8 vs 'it' a menudo se gana. La agilidad del caballo para disponerse a bloquear o a sacrificarse es algo que los compositores de estudio saben bien (y debe rían saberlo mejor los jugadores de com petición).
BLOQUEAR Grigoriev (fragmento, 1938) La posibilidad de bloquear peones enemi gos es más importante en la última fase del medio juego y en el final, y revela otra de bilidad básica de las piezas fuertes. a saber, que son demasiado fuertes para bloquear. Un bloqueador se sitúa en una deter minada casilla hasta que es atacado por una pieza de valor inferior. Las torres. aun estando protegidas. son malos bloqueado res, porque pueden ser amenazas por pie zas menores. La dama es todavía peor (como hemos visto, por ejemplo, en el dia grama 25). Por otro lado, un rey es un excelente bloqueador en el final, sobre todo porque goza del derecho (como las piezas pesa das) de atacar el peón que bloquea. Un al fil es un gran bloqueador en finales de alftles de distinto color, pero no en los fi nales de alfiles del mismo color. Nimzo vich alabó la capacidad bloqueadora de un peón, al escribir: "¿Quién cuestiona mejor a un ambicio so peón? Otro peón. ¿Quién protege me jor a sus propias piezas? Un peón. ¿Qué pieza del ajedrez trabaja por menor sala rio? De nuevo, el peón." Una razón por la que el caballo es tan
Juegan blancas y hacen tablas
Las negras amenazan ganar con 1 c;Pc5 y 2 ... b3. Con todo, las blancas pue den hacer tablas -aunque el peón llegue a b2-, siempre y cuando el caballo alcance una de las casillas de acceso a b1, como a3, c3 ó d2. 1 t'Llc7+ �c4! Si 1 . . �d4, las blancas pueden esperar a 2 b3, y entonces hacer tablas con 3 t'Llb5+ y 4 t'Lla3 ! . 2 t'Lle8!! Esta imprevisible jugada hace tablas. .
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
El caballo tiene tres fonnas de alcanzar la casilla de acceso. Existen las rutas 'Llf6-e4d2 y lLl d6-e4-d2. Por ej emplo: 2 b3 3 'Lld6+ �b4 4 lLle4 b3 5 lLld2, o bien 3 ... �d3 4 'Llb5 b2 5 'Lla3. También hay una tercera ruta (ltJc7b5-a3), que da resultado si el rey negro sa le de su posición. 2 <;teS! 3 'Llf6 c;Pd4! Tesuji o Staunton. 4 'Lle8! c;PeS O bien 4 b3 5 'Lld6 c;Pc3 6 lLle4+ � c2 , y ahora 7 lLl d6 ! b2 8 'Ll c4 b 1 "it' 9 lLla3+. S lLlc7 �d6 Ésta parece la casilla mágica para el rey, pues 6 'Llb5+ c;Pc5 es la posición gana dora antes mencionada (7 'Llc7 b3 8 'Lle6 �c4!). 6 lLle8+!! Las blancas hacen tablas, como hemos visto, después de 6 � eS 7 lLl f6 � d4 8 lLl e8 b3 9 'Ll d6 � c3 10 'Ll e4+ c;P c2 1 1 lLld6! y 12 'Llc4. OH
•••
La otra cara de la moneda es la ruptu ra del bloqueo. A ese fin son buenas las piezas de distinto tipo. porque pueden ata car al bloqueador sin estar expuestas a captura. A las piezas similares puede cos tarles mucho romper el bloqueo, con una excepción: la dama.
Kasparov l. Sokolov Sarajevo 1999 -
(Ver diagrama 1 3 1 . )
1 ." Wxe5? Las negras deben detener al peón b. De esta fonna, asumen que podrán crear un férreo bloqueo en b7, pero la idea falla. Debían haber intentado 1 ... Wb4 ! .
Juegan negras
2 Wbl! "it'dS 3 b6 "it'b7 4 ....,.. No hay defensa contra la maniobra Wc5-c7. Las negras se rindieron después de 4 . . e5 5 Wc5 �g6 6 Wc7. Reemplace las damas por torres, o alfi les, o caballos, o reyes, y es fácil ver que el bloqueo no puede ser roto fácilmente. .
CREAR UNA PANTALLA Yuri Averbaj, en un artículo de 1 980 (en Shajmaty URSS). Sobre la interacción de las piezas, señalaba que, al comienzo de una partida, vemos tres relaciones diferen tes entre piezas: Está la defensa, porque virtualmente todas las piezas (en la primera fila) y peo nes (en la segunda fila) están defendidos por otras piezas. Está el bloqueo. porque los peones se encuentran en el camino de todas sus piezas de la primera fila, a excep ción de los caballos. Y hay una tercera for ma de relación: los peones sirven de pantalla a los ataques enemigos. La pantalla, ya sea de peones o piezas, es muy valiosa en el medio juego y es tema corriente en combinaciones, como cuando una pieza o un peón se sacrifica para impe-
LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS
dir que una pieza enemiga tome parte en la defensa.
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Botvinnik - Tal Match por el Campeonato Mundial 1 961 1 7.• partida
Papaioannou Kveinis Plovdiv 2003 -
Juegan blancas Juegan blancas
1 l:l g7 h6 2 l:l lg5! Las negras se rindieron. Sigue mate: 2 � xg5 3 h xg5 � xg7 4 'iV x h6+ � g8 5 gxf6. En el Xiangqi, el soldado de infantería (peón) no puede retirarse, de modo que su poder atacante sufre mucho cuando es avanzado "demasiado lejos". No obstante, un infante avanzado está compensado por el hecho de que puede jugar lateralmente, lo que le concede una buena capacidad pa ra servir de pantalla. Nuestros peones, lamentablemente, no pueden dar un paso a izquierda o derecha, como los peones del ajedrez chino. Pero cuando están fijados en el centro, constitu yen una importante baza en el medio jue go, ya que sirven de pantallas contra el ataque de las piezas de largo alcance. Esto quedó ilustrado por un poderoso centro, en una partida del Campeonato Mundial.
Las blancas no pueden mantener mu cho tiempo un puesto avanzado en d6 ( 1 l:l d6 l:l fd8 y ... lOeS) y una retirada sería admitir que el centro está hiperexpansio nado. Por ejemplo: 1 l:l d2 'iVe6 (y ... 1Wc6 ó ... f6). l l0c3! l0 xd5 2 cxd5 l:l ad8 3 �e4 El sacrificio de calidad asegura una ventaja posicional considerable. El con traste en piezas menores, gracias a la pan talla de peones es sorprendente. 3 �a8 4 1irg3 bS? Las negras están ansiosas por empren der contrajuego, pero este avance es muy debilitador. S Wfl! Wd7 6 �xcS .Z:. fe8 7 'lrg3 l:l c8 8 b4 �h8 Las blancas pueden hacer lo que quie ran con su dama y sus piezas, porque están resguardadas por sus peones centrales. Ahora era un buen momento para abrir lí neas, con 9 e6! fxe6 10 1Wxg6 ! . Por ejem plo: 10 ... �xc3 1 1 �h1 Wg7 12 Wxh5+ y l:l g l . ganando. -
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
9 1Wf3? a6 10 �b1
Juegan blancas
1 l:l c4+!
10 _ fS! El centro debe desintegrarse ( 1 1 �c2 permite 1 1 ... �f8! 12 �xf8 : xc3! ) . Sin el escudo protector de peones, las piezas y el rey blancos se convierten en objetivos. 11 exf6 �xf6 U �xg6 1Wg4 Las negras han igualado y acabaron ga nando, después de que las blancas jugasen 13 1Wd3?, en lugar de 13 �xe8.
Las negras se rindieron, pues 2 : b4 asegura de inmediato la promoción del peón b.
Hegde
Palatnik Calicut 1988 -
Es inevitable que todas las pantallas de peones se rompan, debido a cambios o capturas. Su ausencia normalmente no se echa de menos en el final, porque para en tonces no hay demasiadas piezas de largo alcance que puedan atacar objetivos dis tantes. Pero las piezas, en lugar de los peo nes, cumplen un valioso servicio como pantaUas en el final. Pueden, por ejemplo, interponerse en el camino de una pieza enemiga que impide la promoción.
Kulaots
-
Franssila
Rilton Cup 2003-2004 (Ver diagrama 135.) Parece que a las blancas les espera una difícil tarea técnica ...
Juegan blancas Aun cuando esté desprotegida, la pie za-pantalla puede protagonizar grandes hazañas en el final. Obviamente, las blancas ganan si pue den dar jaque en la última fila, y en vista
LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS
de las amenazas l:t d7, l:t c7 ó l:t e7, etc., las negras se rindieron. Sin embargo. se trata de una ilusión óp tica. El alfil negro puede actuar de panta Ua, con 1 - �g7!. y hace tablas gracias al ahogado. Por ejemplo: 2 l:t h4 �d4, etc. La pantalla también es importante cuando necesitamos responder a una fuer te amenaza, como un jaque al rey. En lugar de retirar la pieza atacada, interponemos una pieza más débil. protegida. Cuanto más débil, normalmente es mejor. La interposición es una autoclavada. La pieza interpuesta queda clavada y no puede moverse. salvo a lo largo de la lí nea de clavada. Nimzovich dijo que la pieza clavada carecía de poder defensivo. Sin embargo. interponer incluso piezas indefensas puede dar resultado, si eso permite transformar la defensa en con traataque.
Maze - Murey París 2003
Juegan blancas
Las negras liberaron sus piezas con ... d5, pero parece que se han equivocado. . ...d3+ e4!
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Ésta es la clave de las negras. Las blan cas no pueden explotar el ataque doble y jugar lü xd5. Si responden 2 lü xe4, las ne gras pueden jugar 2 ... f5 ! , ganando mate rial (3 lüc3 lü xc3, o bien 3 lüd2 �b4). 2 l:t xe4? Las blancas tenían que jugar 2 -.xe4+ f5 3 -.c2 y defender su debilidad después de 3 ... lüxe3 4 fxe3. 2 - lüxc3 3 l:t d4+ Una jugada de pantalla que parece sal var a las blancas. 3 _, ltJe4! Las negras ganan: 4 'ii' x e4+ 'ii' x e4 5 l:t xe4 l:t xd l +; 4 f3 l:t xd4 5 �xd4 l:t d8 ! , y 4 l:t e l l:t xd4 5 �xd4 f5 6 f3 �h4, o sólo 4 ... f5.
DAR JAQUE Jaquear es una forma de ataque limitado a un solo objetivo: el rey. Pero puesto que el jaque es la jugada apremiante por excelen cia. resulta ser muy efectiva en las combi naciones, en el caso de finales merece una apreciación distinta. Uno de los puntos débiles de un rey es que no puede dar jaque. (Si pudiese, el rey sería más fuerte que la torre, y la inmensa mayoría de la teoría de fmales tendría que modificarse, pasando del dictamen ''ta blas" a "posición ganada" y viceversa.) Por otra parte, una de las ventajas de la dama es su potencial para forzar por sí sola el ja que perpetuo. La posibilidad de jaquear de una torre a menudo depende del radio de acción, tal y como vimos en la página 40. En muchos finales. la torre debe situarse de forma fle xible. a fin de poder dar jaque tanto en fi las como en columnas. Éste es un principio clave en finales de l:t + IJ, torre+ IJ, alfil vs l:t . Por ejemplo, en las dos posiciones que
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E L VERDADERO VALOR D E LAS PIEZAS E N AJEDREZ
siguen -uno de los raros casos de l:. vs 3 piezas-, los jaques constituyen la técnica básica para hacer tablas.
Treer - Farbni Correspondencia 1927-1 929
l .t f3! La torre es cazada, en un tablero casi vacío. Por ejemplo: 2 ... l:. a2 3 .t d5+; 2 ... l:. c2 3 .t d5+ rj¡l h7 4 .t e4+; 2 l:. g6 3 .t d5+ �h7 4 ltJf8+. La partida finalizó así: 2 l:. hl+ 3 rj¡l g3 ! l:. dl 4 .t dS+! rj¡lh7 S ltJf8+ �h6 6 .te3+ Las negras se rindieron. -
Si cambiamos el conjunto de piezas por dos caballos y un alfil, el defensor dispone de otro recurso de tablas. a saber, sacrificar la torre por el alfLI a fm de conseguir una posición con insuficiente material para dar mate. El alfil puede eludir el sacrificio, pe ro entonces la torre saca a su bando del apuro, a base de jaques.
Karpov - Kasparov Juegan negras
Cuando se analizaban tales finales, en el siglo XIX, Staunton concluía que los dos alfLies y el caballo normalmente ganaban "sin mayores dificultades". · - l:. g2?? Pero es mucho más difícil que todo eso. Las negras pueden hacer tablas si mantie nen la torre en una posición tal que pueda dar jaques en fLias y columnas. como. por ejemplo, 1 ... l:. b l . Es tentador comenzar por 1 ... l:. h 1 + 2 �g5 l:. e l . Por ejemplo: 3 rj¡lg6 l:. d1 ! (no 3 l:. b1 4 .t g4! y mate, porque las ne gras no pueden dar jaque en g1 ni b6). Entonces. 4 .txd1 es ahogado, y 4 ltJ f6+ �h8 5 .t eS permite 5 l:. g1 + 6 rj¡lh6 l:. g6+ ! . Pero 6 .t g4 gana, debido a que 6 l:. e 1 permite 7 ltJd7+ rj¡lg8 8 .t e6++. y si 6 l:. g2. 7 rj¡lh6. y las negras no tienen ja ques.
1ilburg 1991
Juegan negras
Las negras deben mantener una posi ción flexible de su torre para jaquear en fi las o columnas. 1 - l:. al! l .t g6 1:. 0+ 3 rJ;e7 Por supuesto, 3 .t f5 l:. xf5+ es tablas instantáneas.
LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS
3 l:l al! 4 lil f7+ ci> g8 S lil b6+ ci>b8 6 lilfS l:l a7+ Las blancas realizaron otras nueve ju gadas, antes de permitir ... l:l f6+! , en una posición en la que ci>xf6 habría sido aho gado. •••
REALIZAR JUGADAS DE ESPERAifRIANGULACI ÓN Las piezas no pueden realmente "pasar".
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y una jugada segura de alfil, a b1 ó f5, se contestaría con 4 h7+ .ixh7 5 ci>h6, ganan do (5 ... .if5 6 11fd8+ l:l f8 7 11fg5+). Los peones no pueden pasar. Tampoco pueden hacerlo los caballos, porque siem pre se mueven a una casilla de diferente color. Uno de los contados inconvenientes de un caballo es su incapacidad para reali zar jugadas de espera, lo que tiene una aplicación en finales prácticos como el que sigue:
Pero sí pueden temporizar y mantener más o menos la misma posición, aun des pués de jugar. Esto es importante en posi ciones próximas al Zugzwang, tanto para el ataque como para la defensa. Reyes, alfiles, torres y damas pueden temporizar. Incluso pueden perder un tiempo. Las damas son especialmente ági les, porque pueden triangular con jugadas forzadas, algo que rara vez es significativo antes del final.
Pytel - Bauer Francia 1 996 Juegan negras
La jugada instintiva 1 r-J;f7?? crea una especie de Tesuji. Pero las blancas ga nan con 2 lilg6 ó 2 lile6, porque entonces las negras no pueden optar por una jugada de espera, con 2 ... r-J;f8, y deben permitir 3 c;Pg8 y la consiguiente coronación. Las negras hacen tablas con 1 r-J; t8! (2 lile6+ c;f;lf7). Mientras el rey negro se encuentre en una casilla del mismo color que el caballo, cuando corresponda jugar a las blancas, no hay Zugzwang. El caballo blanco no puede realizar jugadas de es pera. Una situación más típica de fmal, indi cada por Belchikov como un test para ju veniles, es: -·
Juegan blancas
1 'iia8+! : m 2 'iial+ : n 3 'iidS ! Zugzwang. 1 .. . ci>f8 permite 2 11fd8++,
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Juegan blancas
Las negras pueden evitar capt urar si jue gan el peón a una casilla del mismo color que el caballo. Por ejemplo: 1 tüd3 a5?? pierde, por 2 tüc5, que fuerza 2 ... a4 3 tüxa4. Pero 1 . . a6! sf da resultado. Por ejemplo: 2 tüc5 a5 3 tüb3 a4 4 tücl a3, y lo mejor que pueden hacer las blancas es impedir la coro nación del peón, bl oqueándolo en a2. .
Los diferentes papeles que las piezas interpretan conforman su personalidad
y las decisiones materiales que toma mos. Por ejemplo, los alfiles de diferen te color no pueden atacarse uno al otro. Eso significa que son muy bue nos para ejecutar un bloqueo en el final. Pero en el medio j uego, cam biar piezas menores para llegar a una relación de alfiles de disti n to color puede ser el mejor cami n o para ser víctima de un a taque de m a te. porque un alfil no puede defen der las casillas atacadas por su homó nimo. Una torre también tiene una gran ca pacidad de restricción, de clavar y jaquear. Pero esas funciones pueden no ser signifi cativas hasta avanzado el medio juego, de modo que sacrificar antes calidad puede ser una buena idea. Las decisiones de que estamos hablan do -cambiar o sacrificar y qué cam biar o sacrificar- son fundamentales en ajedrez. Son, para empezar. la razón por la que se han creado las tablas de valores relativos. Cómo ha cambiado la toma de decisiones en el último siglo es el tema del capítulo si guiente.
SEGUNDA PARTE
DESEQUILIBRIOS MATERIALES
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Capítulo 6
'fiansacdones
Pensamos en el material sobre todo cuando importa, es decir, cuando debe mos decidir si forzar o permitir transac ciones entre peones y piezas. Hay tres tipos básicos de transacción, y los califi caremos con los términos inexactos de ·•cambio" , "com binación" y "sacrificio". Nuestra comprensión de cada uno de es tos términos ha cam biado -en algunos casos, de forma considerable - en los últi mos 50 años. Un cambio es la captura de piezas idénticas (torre por torre, peón por peón) o de piezas de valor aproximado (alfil por caballo). A los principiantes se les dice que estos cambios son de valor neutro: ni pier des ni ganas nada significativo. Realice cambios suficientes y las tablas serán casi inevitables.
Cámpora Oniscbuk Buenos Aires 2003 -
1 e4 eS 2 �B �c6 3 �el �1'6 4 �b5 �d4 5 � xd4 exd4 6 e5 dxcl 7 ext'6 1Wxt'6 8 dxcl �eS 9 1We2+ 1We6 10 �f4 c6 11 �d3 d5 U 0-0 1Wxe2 13 �xel �fS 14 �d3 �xd3 15 cxd3
Tras algunos cambios más, se acorda ron tablas. Una com binación es la entrega volun taria y temporal de material en una se cuencia forzada de j ugadas. Una vez que la combinación ha fmalizado, el jugador que la ha emprendido ha mejorado su po sición ( ¡si la com binación ha dado resul tado! ) . Normalmente, ha recuperado el material entregado con intereses, o ha da do mate. La combinación existía en los antece dentes del ajedrez (Chaturanga y Sha tranj) y recibió un nuevo ímpetu con los textos de Gioacchino Greco, hacia 1620.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS P I EZAS EN AJEDREZ
Greco demostró la belleza y efectividad de las combinaciones. Uno de sus ejemplos era éste: 1 e4 e6 2 d4 lüf6 3 .id3 lLlc6 4 llJB .ie7 S h4 0-0 6 eS lLldS
7 .ixh7+ wxh7 8 lLlgS+ Neishtadt dijo que una combinación "pone de manifiesto los valores falsos y . confirma los auténticos . . El material pue de ser una forma falsa de evaluar la posi ción. La preponderancia de las piezas blancas cerca del rey negro es un valor verdadero. 8 .i xgS 9 hxgS+ w g8 10 'iVhS fS 11 g6 l:le8 12 'ifh8++ Greco analizó también el sacrificio no forzado. cuya aceptación depende del opo nente. Por ejemplo. indicó 1 e4 eS 2 llJB lLlc6 3 .ic4 .icS 4 c3 lüf6 S lügS 0-0 6 d3 h6, y ahora 7 h4. demostrando que 7 bxgS 8 hxgS lLlb7 9 'iVhS gana. ooo
000
Un sacrificio también es voluntario. pe ro el material perdido no se recupera y puede no haber una clara compensación (como sucede en las combinaciones y los cambios) cuando el desenlace puede eva luarse definitivamente. Una vez termina dos los fuegos artificiales, lo mejor que
normalmente puede decirse es "las blan cas tienen suficiente compensación por el sacrificio", o bien "las blancas no tienen .. suficiente compensación . no "las blancas ganan". Otra diferencia es que el típico error que se comete en una combinación es un cálculo erróneo, como omitir una jugada fuerte del oponente. antes de que la com binación llegue a su punto fmal. El princi pal error en un sacrificio es una mala evaluación. es decir, visualizar las jugadas adecuadas pero juzgar equivocadamente la posición. una vez que fmalice la secuen cia de jugadas forzadas. Hay una tercera diferencia: un sacri ficio se basa en esa vaga e indefinida entidad llamada "compensación". Esto significa que hay un elemento de incerti dumbre. "Un sacrificio siempre es arries gado'', escribió Bronstein en El aprendiz de brnjo. Si una oferta de material "no contiene un elemento de riesgo, no es un sacrificio, sino un simple cambio. Quizá in cluso muy complicado, pero sigue siendo un cambio". dijo. Bronstein reconoció el factor riesgo cuando preparó el sacrificio de un caballo por dos peones para una partida de la Olimpiada: en vista del pe ligro que suponía para su equipo, llegó a pedir permiso a sus compañeros para plantearlo. Bronstein - Rojahn Olimpiada 1956 1 e4 eS 2 llJB lLlc6 3 .ic4 lüf6 4 llJ gS dS S exdS liJaS 6 d3 h6 7 llJB e4 8 dxe4?! lüxc4 9 'iVd4 (Ver diagrama 145.) La compensación de las blancas radica en su pantalla central de peones. Las ne-
TRANSACCIONES
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Krasenkow - Karpov Polanica Zdroj 1 998
gras deberían desestabilizarla, por ejem plo con 9 ... l0d6 10 eS lüf5, o bien 10 l0c3 c6 (o aun 10 ... l0fxe4 1 1 l0 xe4 1We7). 9 - l0b6 10 c4 eS? Las negras sobreestiman sus posibili dades. Debían haber intentado 10 c6, aunque eso significase devolver material, con 1 1 c5 l0bxd5 12 exd5 1Wxd5. 11 1Wd3 �g4 U lübdl �e7 13 0-0 0-0 14 l0e5 �hS 15 b3 l0bd7 16 �b2! tüxe5 Normalmente, los cambios favorecen al jugador con ventaja material y reducen el valor de un centro de peones. pero aquí los cambios permiten a los peones avanzar con gran efecto. 17 �xe5 l0d7 18 �c3 �f6 19 Aae1 �xc3 20 1Wxc3 1Wt6 21 eS wrs 22 f4 Bronstein ganó, sin demasiado esfuer zo, 1 6 jugadas más tarde. De modo que tenemos tres términos claramente diferenciados: cambio, combi nación y sacrificio. El jugador en progreso aprende que ninguno de ellos es tan sim ple como parece. Los cambios pueden pa recer neutros cuando el material está igualado. Pero cuando existe un desequili brio material, los cambios pueden trans formar una posición más o menos igualada en más favorable. u otra favorable en ga nada.
Juegan blancas
A falta de un peón pasado, las tablas parecen el resultado más probable. Pero el desenlace de la partida dependerá de qué pie1.as se cambien, en su caso. Por ejemplo: 1 Acl busca un cambio de alfiles que ga naría. Pero también permite un cambio di ferente, de torres: 1 � a5 2 � xb7 : xf4+ ! 3 wxf4 �d2+. con tablas asegura das. 1 Adl! El cambio de peones 1 � xb7 A xf4+ 2 wh3 no da resultado, porque las blancas no tendrían peones suficientes para ganar, después de 2 .. �d8. 1 - Ac4 En caso de cambio de alftles. ganarían las blancas. debido a su fuerte torre ( 1 Axe4 2 Ad7+ �f6 3 Axc7). 2 Ad7+ wm Es la presencia de ambas torres y alfi les lo que condena a las negras. en caso de la natural 1 W f6. Seguiría 2 b6! �xb6 3 �d5. amenazando mate, además de �xc4 y Ad6+. Las negras pierden también, si permi.
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El VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
t e n un c a m b i o de a l fi l e s ( 2 : xe4 3 : xc7), o de alfiles y torres, con 2 ... .i.b8 3 l:t d8 l:t xe4 4 l:t f8+ ! �g7 5 l:t xb8 l:t e7 6 l:t c8! y 7 l:t c7. 3 .i.xg6 l:t xf4+ O bien 3 . .i.xf4 4 l:t xb7, ganando. 4 Citg5 l:t c4 S hS Gracias a la posición mejorada de torre y rey, las blancas ganan, después de S .i.f4+ 6 Wf6 : c8 7 b6!, debido a 7 - .i.xb6 8 l:t b7, y las negras se rindieron tras 7 wg8 8 .i.fS l:te8 9 .i.e6+ wh8 10 .i.c4, en vista de Wg6 y l:t h7++. Observe que no se cambió ninguna pieza. Pero la habilidad de las blancas al proponer cambios, tras 1 l:t dl y en las lí neas de 2 ... Wf8, les permitieron transfor mar una posición tablista en un mate en diez jugadas. No debe sorprender, por tan to, que Botvinnik haya dicho "los cambios son el fundamento del ajedrez". Tenemos ya una idea clara de lo que es un cambio. Definir un sacrificio es más confuso, porque conduce a zonas grises que rozan el cambio y la combinación. Por ejemplo: si entrega usted una dama por dos caballos y un alftl, ¿es un sacrificio? Quizá, aunque el resultado podría ser más equivalente que el cambio de un alfil por un caballo. Spielmann objetó que se llama se sacrificio a una entrega de calidad por dos peones, porque difícilmente puede considerársela una pérdida material. (Pre fería la expresión: "Las blancas ganan dos peones por la calidad".) Aún más delgada es la línea que sepa ra el sacrificio de la combinación. Botvin nik ayudó a oscurecer esa frontera, al decir: "Una combinación es una variante forzada con sacrificio", enfatizando en la última palabra. En esencia, una combina ción debería ser lo opuesto a un sacrificio. Su objetivo es ganar material (o dar mate) ..
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a corto plazo, no entregarlo, por una com pensación imprevisible a largo plazo. Una combinación es, según la famosa frase de Spielmann, un seudosacrificio. Pero la distinción entre combinación y sacrificio real se confunde fácilmente. Por ejemplo: un sacrificio en el final suele ser una combinación, normalmente destina do a coronar un peón en media docena de jugadas. Rara vez supone un verdadero riesgo. Vasiliev McMahon Plovdiv 2003 -
Juegan blancas
Las blancas pueden defender el peón atacado de c5 y tratar de penetrar por g5 con su rey. Pero mucho mejor que 1 l:t cl lüb8 es: 1 l:t b6+! lüxb6 No había esperanzas en 1 wn 2 l:t xa6 iüxc5 3 l:t f6+. 2 axb6 Puede que las blancas no hayan calcu lado la oferta de la calidad hasta la victoria matemática o, al menos, no con absoluta certeza. Pero pueden guiarse por la regla de oro de que dos peones pasados en sex-
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ta vencen a una torre (2 .. l:l c6 3 b7: 2 ... l:l b7 3 c6). 2 l:l e7 3 c6 l:l e8 Una mejor posibilidad práctica permi tía 3 �d6, porque las blancas podrían dejarse llevar por 4 c7? l:l e8 5 �e5+ q¡,c6!, o bien 5 �f6 q¡,c6 6 �d8 q¡,b7. Aunque 4 �c5+! gana. 4 b7 �d6 S �eS+! Las negras se rindieron. .
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Los sacrificios reales son relativamente raros en el final, porque hay menos facto res posicionales que sirvan como compen sación que en el medio juego. Keres, en Chess Life, explicó que hay una división tradicional entre una combi nación basada en variantes forzadas y un sacrificio intuitivo basado en compen sación. Pero dijo que había un tercer tipo de oferta de material, que encaja entre ambos. Keres Westerinen Tallinn 1971 -
Juegan blancas
1 �xdS! Keres explicó que este sacrificio "no
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era puramente intuitivo, pero tampoco se basaba del todo en variantes calculadas". Dijo que tenía "la intuición de que algo debía estar pasando en torno a la casilla d5''. Tras examinar algunas variantes, en contró una secuencia que le parecía justifi car el sacrificio. 1 e x dS 2 lüeS! No 2 : xd5 ti'c8 ! , y las negras escapan con su pieza. 2 -. lü xeS Keres calculó una variante muy corta: 2 ... d4 3 lüxc6 �xc6 4 l:l xd4 �d7 5 �c7! y ganan, y otra línea de ocho j ugadas, que cond uce a v e n t aj a después de 2 . . . f6 3 lüxc6 �xc6 4 ti'e6!. "¡Espero que todo sea correcto!", añadió, indicando que no estaba seguro, ni siquiera después del post -·
mortem.
3 ti'xeS0-0 Las negras evitan 3 ... f6 4 'it'xd5, ame nazando 5 l:l xe7+! . pero esta jugada asu me un final con peón de menos que está perdido, a pesar de los alfiles de diferente color. La frontera entre sacrificio y combina ción se determina mejor por la inmediatez de las amenazas. La jugada de Greco 7 �xh7+ conduce a amenazas instantáneas de mate, y en el diagrama 147, las blancas amenazan coronar en pocas jugadas, des pués de 1 : b6+ y 2 axb6. Pero Bronstein nunca realizó una ame naza importante hasta mucho después de 8 dxe4 y 9 'it'd4 (partida con Rojahn. dia grama 145), de modo que el suyo era un auténtico sacrificio. Kasparov alabó uno de sus sacrificios de calidad, diciendo: "La definitiva belleza de la captura en b7 radi ca en la ausencia de amenazas concretas." La jugada 1 �xd5 de Keres está mu cho más cercana de la combinación que del sacrificio, porque después de 2 lüe5 co-
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mienzan a surgir amenazas. La falta de certeza acerca del resultado de 1 �xd5 no sitúa automáticamente la jugada en la ca tegoría de sacrificio. Los grandes maestros a menudo inician "combinaciones. sin cla ra idea de las amenazas o consecuencias de las mismas", escribió Yuri Averbaj en su colección de partidas. "La calidad de una combinación no se invalida por lo que el jugador ha visto o no ante el tablero. Más bien, todo lo contrario." A pesar de las zonas grises, hay algunas verdades que podemos reconocer y princi pios que podemos seguir, acerca de los dis tintos tipos de transacciones, comenzando por los cambios. CAMBIOS Los hombres sabios del ajedrez nos han ofrecido muy pocos consejos al respecto. Un autor, James Mason, dedicó dos párra fos al tema en The Principies of Chess. y su consejo no fue especialmente práctico. Di jo, por ejemplo, que cuando se trata de pie zas iguales y no hay otras consideraciones, "es mejor tomar primero, que permitir que lo haga el oponente, pues la certeza es me jor que la contingencia". Nimzovich consagró un pequeño capí tulo a los cambios en Mi sistema, diciendo que eran beneficiosos cuando permitían obtener una columna abierta, "eliminar un defensor", o eran útiles para evitar una pérdida de tiempo. "La cuestión del tiem po juega un papel esencial en cada cam bio", escribió con típica exageración. Nimzovich al margen, hay poco con senso en cuanto a qué debe decírseles a los principiantes acerca de los cambios. Puede resumirse así: ( 1 ) Si tiene usted ventaja material, cambie piezas, no peones. A la inversa, si
se encuentra en inferioridad material, cambie peones, no piezas. Esta directriz es antigua. su autor es desconocido. pero lo cierto es que ha pasa do a formar parte del canon universal del ajedrez. Kramnik explicó que había juga do 23 'it'xb6, contra Topalov (en Roque brune 2003), ''porque se me dijo en la infancia que si tenía material de ventaja, no podía estorbarme cambiar algunas pie zas, sobre todo, las damas". (2) Si tiene ventaja posicional, "las pie zas sólo deberían cambiarse cuando repor tan ventajas concretas" (Botvinnik). O bien, como dijo Tarrasch. cambie "sólo aquellas piezas que no contribuyen" a la ventaja. (3) No cambie piezas bien situadas, por piezas contrarias que no lo están tanto. Nimzovich dijo que esto tiene sentido. porque el emplazamiento de una pieza es, en sí mismo, una ventaja posicional. Al ex plicar por qué un caballo en e5 no debería cambiarse por otro en d7, escribió: "Cuan do un granjero pierde un lechoncillo en fermo, no sólo lamenta su pérdida. sino también la del forraje que el lechón ha consumido". Bezgodov - A. G. Panchenko Voronezh 2002 1 d4 fS 2 lt.J h3 lt.J f6 3 � gS e6 4 e3 � e7 S lt.Jf4 0-0 6 lt.Jd2 Las negras cambian ahora sus únicas piezas menores desarrolladas, con pérdida de tiempo. 6 - lt.Je4? 7 �xe7 ... xe7 8 �d3 lt.Jxd2 9 ... xd2 c6 10 g4! Las blancas explotan su ventaj a en desarrollo al estilo tradicional de los gam bitos.
TRANSACCIONES
10-fxg4 1 1 h3! g3 Si 1 1 ... gxh3, 1 2 : xh3 g6 13 0-0-0 y 14 : dh 1 , con tremendo ataque. Las negras se esfuerzan ahora por eliminar damas del tablero. u 0-0-0! gS!? 13/0hS g2 t4 : hg1 W17 15 ...e2 •xrz 16 : xg2 'ifxe2 17 : xgS+ �17 18 .i.xe2 Pero el cambio de damas sólo magnifi ca la diferencia entre las demás piezas. 18 - �e7 19 :n : xn+ 20 .i.xn
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miento de Karpov en la siguiente partida, aunque haya costado a las blancas un cer do en sazón. Karpov - Yusupov lilburg 1993 1 d4/0f6 2 d4 e6 3/0B b6 4 g3 .i.b7 S .i.g2 .i.e7 6/0c3/0e4 7 .i.d2 .i.f6 8 ...c2 /Oxd2 Puesto que las negras deben cambiar o retirar el caballo, obtienen compensa ción. al menos teórica. de la pequeña ca lidad.
9 ... xd2 d6 10 dS 0-0 11/0d4 eS
Los cambios han dejado a tres piezas activas contra un rey solitario. 20 - dS 21 : g7+ �d8 n : xb7/0d7 23/0f4/0f6 24 :n. Las negras se rindieron. Pero estas directrices plantean proble mas habituales. es decir, que a menudo se contradicen una a otra. Por ejemplo: un ju gador con material de ventaja a menudo tiene piezas mejor situadas que su opo nente, de modo que cambiarlas puede sa tisfacer al punto ( 1). pero vulnerar. al mismo tiempo, a los puntos (2) y (3). Cualquier regla acerca de los cambios conlleva la advertencia general "a menos que haya una buena razón". Nimzovich habría entendido la corrección del pensa-
u /Oc6! El caballo debe cambiarse, pero hay una buena razón para esta jugada. Las blancas quieren quedarse con el único ca ballo restante. u . . ...d7 Las negras no pueden ganar con seguridad un peón, con 12 .i_xc6 13 dxc6 'ife8 14 0-0 /O xc6 15 'ird5. 13/0xb8 : rxb8 14 b4! Las blancas encuentran el modo de hacer malo al alfil n egro de f6 ( 1 4 a6 1 5 .i.h3 y /Oe4). 14 -· aS Abrir líneas con ... c6 ayudaría a las .
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blancas. después de dxc6. pues cambiarían alfiles y situarían un caballo en d5. 15 a4! : f8 16 e4 h5 17 0-0-0 Y las blancas. con la amenaza lüb5, dis frutaron de una apreciable ventaja posi cional. CAMBIOS "IGUALES" Dejando por el momento a un lado las consideraciones posicionales. el análisis es tadístico de 300.000 partidas, por parte de Kaufman, llegó a esta conclusión: Todo cambio "igual" suele favorecer a uno u otro bando, a veces, de modo sus tancial. Esto parece paradójico, pero es cohe rente con lo que sabemos acerca de los valores mudables de las piezas en el trans curso de la partida. Varían precisamente a causa de cambios de piezas y peones que mejoran o empeoran el valor del mate rial restante. Podemos ver ese hecho en ciertos finales, como con torres y alfiles de distinto color. La presencia de torres concede al bando superior más ideas ga nadoras. como el mate o el sacrificio de ca lidad. Nikolic Hübner lilburg 1987 -
(Ver diagrama 1 5 1 . ) Las piezas blancas están bien situadas, pero ... : b5 cubrirá el objetivo más evi dente de las negras. b7. Como en el diagra ma 146, las blancas carecen de un peón pasado, pero tienen otros métodos gana dores. 1 �eS �al2 �f6 l:t b5 3 l:t xa4 Cambiar torres. con 3 : xb5??, acaba ría con las posibilidades de las blancas.
Juegan blancas
3 - l:[ xb2 4 �eS! Ahora, 4 : xg2 5 �e7 amenaza 6 l:t a8++. 4 : b5 5 : a8+ � d7 6 � d4 � d5 7 l:l f8 Las blancas tienen dos formas d e crear un peón pasado ganador: con f3-f4, g2-g4 y f4-f5, y con un sacrificio de calidad en f7. 7 l:[ b3 8 l:[ b8 l:t xa3 De otro modo. la torre negra estaría atada a b7 y las blancas prosiguen con 9 f4 y 10 g4. 9 l:[ xb7+ �eS 10 �eS l:[alll l:t e7+ �d8 Hay una tercera forma de ganar para las blancas: el mate. Surge en líneas como 1 1 ... �f8 12 g4 l:t g2 13 �d6 �g8 14 l:[ e8+ �h7 15 �e5 ! , con idea de �e7 y l:t h8++. 12 l:[ xf7! �xf7 13 �xf7 Las blancas acabaron ganando, des pués de 13 l:t xg2 14 (4 �d7 15 �xg6 �e6 16 �d4 �d5 17 �g7, aunque 1 7 f5 ! hubiera sido más rápido. •••
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La observación de Kaufman también es aplicable a muchas situaciones del tem prano y tardío medio juego. Por ejemplo: un j ugador con los dos alfiles. normalmen-
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te se beneficia de los cambios de torres. Esto puede explicarse diciendo que el cambio corta el contrajuego de las torres, aclara el camino para el rey y permite do minar a los alfiles. Tarrascb Rubinstein San Sebastián 1912 -
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Era más rápido 11 ... �xd3 12 �xd5 �fl.
12 we2 �a6 13 �c2 �bS Los cambios de torres han permitido al rey. con ayuda de los alfiles, amenazar los peones d y a. Las blancas casi no tienen j u gadas (13 a3 a4 y ... �c1xa3). 14 a4 �d7 15 wD Wc3! 16 Wxe3 d4+! Ahora, 17 we4 �c6+ pierde. La parti da finalizó poco después con un Tesuji, 17 We2 W xc2 18 lL!f4 � xa4 19 lL!e6 �b3! 20 lL! xd4+ Wb2. El impacto de los cambios de torres también hace sentir los desequilibrios en la siguiente posición. Aseev - Mikhalevski San Petersburgo - Beersheva 1 999
Juegan negras
1 - l:l. b2! Esto parece ilógico. Las negras cam bian una torre activa por otra pasiva. Pero hay una diferente lógica: puesto que los dos alfiles cosntituyen ventaja material, los cambios de material idéntico favorecen al jugador con la pareja de alfiles. 2 l:l. xb2 �xb2 3 l:l. d2 �d4 Las blancas tendrían la mejor torre después de 4 l:l. c2. Por ejemplo: 4 ... �xf2? 5 w xf2 �xd3 6 l:l. c5. Pero con 4 ... l:l. d7 5 l:l. c6 �b5 6 l:l. c8 a4, su actividad queda controlada. Las blancas deciden, en cam bio, llevar su caballo a f4. 4 lL!b3 we6 s : c2 wd6 6 rs : ca! Los alfiles dominarían el tablero des pués de 7 l:l. xc8 �xc8 8 g4 �e3! 7 �d1 : xc2+ 8 �xc2 wes 9 g4 �e3! 10 wD Wd4 11 �b3 �b7 .
Juegan negras
Las negras tienen torre y dos peones por dos piezas menores, lo que suele ser más que suficiente. Pero las blancas cuen tan con los dos alfiles. Algunos maestros preferirían su posición, antes de ver... 1 .- �fS! Pero después de esto, la ventaja negra se hace tangible.
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2 l:l xe8 � xe8 3 �xfS l:l xfS No es una gran ventaja. pero sí la sufi ciente para tratar de explotarla. Al cam biar su torre (redundante) de e8 y eliminar la ventaj a blanca del par de alfiles. las negras han mejorado su posición en, diga mos, medio peón. y tienen buenas perspec tivas de victoria. Por ejemplo: 4 b4 ! d4! 5 cxd4 c¡tle7 6 ltJ e4 � e6 7 liJeS+ W d5 8 ltJxa6 l:t t7!. En el último ejemplo quedó claro qué piezas deseaban cambiar las negras. Pero el tema es más sutil. cuando hay damas en el tablero. En el diagrama siguiente, pare ce que va a producirse en las próximas ju gadas un cambio de damas o de torres (o de ambas). Pero ¿qué cambio favorece a las blan cas y cuál a las negras? Kasparov Kramnik Moscú 2001 -
del tablero. lo que reduce el valor de una torre. Las negras quieren cambiar piezas pe sadas, pero a las blancas les interesa limi tar ese cambio a las damas. Por ejemplo: 1 ltJe4! ... b 1 2 h4 'ii' x c1 3 l:l xc l , y ahora 3 ... l:l ec8 4 l:l el! es favorable a las blancas, co mo señaló Kasparov. 1 'ii'e 1? .:leeS! Ahora 2 l:l a4 'ii'b l ! 3 ... xb1 ?? l:l xb l pierde. Las blancas creían, erróneamente, que su posición mejoraría con un cambio de torres, antes que de damas. 2 l:l xc8 l:l xc8 3 ltJ g4 l:l e8! Las negras tienen una posición equiva lente, porque pueden emplear su torre pa ra avanzar el peón e (sin temer a 4 ltJxe5?, por 4 ,..d 4). Las blancas no apreciaron las dificultades que les esperaban. 4 �d3 ...d4 5 �e4? fS! 6 �xfS l:l a8 La amenaza ... l:l a l debe ganar mate rial. Las blancas se salvaron, alcanzando un final con calidad menos, después de 7 �b1 'ii'b2 8 h4 l:l a1 9 q¡,hl 'ii' x bl 10 ,.. xeS, en el que las negras tenían muy po cos peones para poder ganar. PARADOJA
Juegan blancas
Las blancas tienen motivos para creer que tienen ventaja. debido a la coopera ción de sus piezas menores y porque to dos los peones se encuentran en un sector
Otra ilustración de cómo los cambios "iguales" no lo son necesariamente la te nemos en algunos cambios de caballo por alfil. Un cambio que es favorable, en posi ción materialmente igualada, puede ser nocivo en una posición con peón de ven taja. La paradoja puede ilustrarse con posi ciones como ésta.
TRANSACCIONES
Karpov - Anand Match de Candidatos 1991
Juegan negras
1 - ll:lc4+? Anand calificó a esta jugada de .. verda dero error" y lo explicó así: " En finales con alfil y caballo por bando, cambiar piezas distintas tiene el efecto de mejorar las po sibilidades de tablas del defensor." 2 �xc4 J:l xc4 3 J:ld4 J:lcS 4 a4! eS Las blancas deberían continuar ahora con 5 fxe5 J:l xe5+ 6 �f2 y axb5. Las ne gras tendrían que tratar de ganar creando un peón pasado en el flanco de rey, si per der el peón b o cambiar demasiados peo nes. Pero es una tarea mucho más difícil de la que tenían en el diagrama. Anand no siguió con su comentario, pero su razonamiento era éste: Como, en la posición del diagrama, las negras tienen un peón de ventaja, les re sultaría beneficioso cambiar piezas idénti cas, caballo por caballo o alfll por alfll. Pero una vez que se cambien piezas distin tas (2 �xc4 ), cambiar las dos piezas meno res restantes es más difícil. El alfil negro no puede atacar al caballo blanco en c3 ó d4. El peón extra es difícil de coronar y las
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posibilidades blancas de tablas han au mentado. La situación sería diferente si el mate rial estuviese igualado. Si, digamos, se afia de un peón e blanco en la posición del diagrama. En tal caso, 1 ... ll:lc4+ 2 �xc4 sería una forma válida de mantener vivas las posibilidades de ganar de las negras. aunque tendrían una ventaja mucho me nor, y puramente posicional. Pero las blan cas tratarían de cambiar el último par de piezas menores y eso sería difícil porque son distintas. Karpov entendió las sutilezas cuando se encontraba en el otro lado del tablero. Almási
Karpov Groninga 1995 -
Juegan blancas
A las negras, con peón de ventaja, les gustaría cambiar piezas. ¿Pero cuáles? En general, los finales de piezas menores más fáciles son los de lLI vs ll:l. Luego, los de � vs � (del mismo color), seguidos de � vs ll:l. y luego lLI vs �. Por último, los de alfi les de diferente color. Por consiguiente, el objetivo de las ne gras sería cambiar alfiles. Pero las blancas
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han evitado ese cambio tres jugadas antes y cabe suponer que seguirán evitándolo. Cambiar caballos es la segunda prioridad. aunque con diferencia, en la lista de las ne gras. y cualquier otro cambio es inferior a estos dos. 1 �d3! A las blancas no les importa perder un segundo peón para conseguir un final de lLl vs �- Si 1 ... gxf4. no seguirían con 2 gxf4 lLlh4!, que concede a las negras exce lentes posibilidades. debido a ... lLlg2 y . . . ll::l f3 . Sino que j ugarían 2 � xf5 ! fxg3 3 hxg3 exf5 4 lLld3, con un buen bloqueo en marcha, a base de �d4/lLlf4. 1 ll::ld6! 2 lLlg4 gxf4 3 gxf4 bS 4 lLle3 �e4 S �e2! A los ordenadores les gusta 5 �xe4?, pero cambiar alfiles es fatal cuando hay tantos peones en el tablero. s h4 6 �d4 �m 7 �d3 �a 8 �n �d7 9 �c4 lLlc8! La defensa blanca es sólida en caso de 9 ... ll::l xc4? 10 ll::l xc4 �c6 1 1 b4. Karpov di jo que había tenido que recurrir a algunos trucos para ganar. 10 �bS+ f/;c7 11 �a4 lLle7 12 �b3 �d7 Aunque sea desviado de d4 y las negras consigan el cambio "correcto" de piezas. no pueden ganar, si las blancas mantienen el bloqueo. Por ej emplo: 1 2 . . . lLl c6+ 13 �d3 �d6 14 lLlc4+ �c5 15 lLld2 �d5 16 �xd5 exd5 17 ll::lf3 . Siguió: 13 lLlc4 lLlc8 14 ll::le3 ll::la7 15 �a4+ �m 16 �dl! lLlbS+ 17 �d3 �d6 18 lLlg4 �e7 19 �a4 ll::la7 (Ver diagrama 1 57.) -
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20 �xm? " ¡ Las blancas pierden los nervios!". es cribió Karpov en New in Chess. El final de caballos estaría ganado aunque las negras
perdiesen su peón h o el b. Por ejemplo: 20 ... ll::l x c6 21 �c4 f5 22 ll::le 3 �d6 23 �b5 wc7 24 lLlc4 lLld4+ 25 �a6 ll::l f3 ! . 20 - lLlxm 21 lLle3 �d6 22 lLlc4+ � eS 23 lLl dl � dS 24 ll::lf3 eS! Los peones negros ganaron poco des pués de 25 ll::l xh4 (25 fxe5 ll::l x e5+) 25 exf4 26 lLlfS lLleS+ 27 �el wc4!. En esta y otras transacciones existe una prueba de fuego. Parafraseando a Ta rrasch: Lo que desaparece del tablero no es importante. Lo importante es lo que queda. Esto significa que los cambios deben juzgarse por las piezas que siguen en juego y no por las que desaparecen como conse cuencia de un cambio, un sacrificio o una combinación. Puede que esto contradiga las directrices acerca de no cambiar piezas bien situadas. Por ejemplo: un caballo ne gro atrincherado en c4 puede parecer im presionante en un medio juego o un final. Pero si la columna e está abierta y el caba llo obstaculiza a una torre negra en c8, só lo puede ser pernicioso para la causa. "Lo que desaparece..." tiene muchas aplicaciones. El consejo de Capablanca acerca de los finales con calidad de venta ja es una de ellas. Entregar torre por pieza y peón a lo Capa no es una transacción -
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equivalente. Pero lo que queda en el table ro �1 peón extra que puede coronar- es lo que importa. "Lo que desaparece..." puede justificar algunas transacciones desiguales.
Shirov
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Grischuk
Nueva Delhi 2000
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cesivas sutilezas. Por ejemplo: si las negras buscan contrajuego con 3 ... l:lc2+ 4 we3 l:lxa2 5 l:lxb7 wf8?, perderían de inme diato, con 6 l:lb8+ y 7 d7. Tampoco es bue no 5 ... l:la3+ 6 c;td4 l:ld3+ 7 wcS a3 8 l:la7 y b5-b6. 3 - b6 4 l:lb7 l:lel+ S we3 l:lc3+ 6 wd4 l:ld3+ 7 <;teS Con el rey acompañando al peón, las blancas incluso pueden permitir que las negras avancen su peón pasado. 7-e3
Juegan blancas La ventaja material de las blancas es evidente, pero deben tener en cuenta el contrajuego de su rival (... l:l8c2 y el peón pasado e). Hay una forma de calcular el camino hacia la victoria: 1 1i'h5, y tras 1 ... l:l8c2+ 2 wg3. amenazan 3 l:le8+!. Pero, en lugar de entrar en un final muy favorable con escasas posibilidades de sorpresa, las blancas prefirieron una asombrosa alternativa. 1 l:le7!? l:l1cl 2 l:lxd7 l:lxel+ 3 q¡,xel ¿Fue ésta una transacción equivalente? Por supuesto que no. Las blancas entrega ron toda su ventaja material. Pero la trans formaron en ventaja posicional, basada en su peón pasado, un mejor rey y torre en séptima. En virtud de la experiencia, las blancas creían que eso bastaría para ganar sin ex-
8 c;te6! Ahora las blancas pueden calcular con certeza, y pueden hacerlo hasta el mate (que amenazarán de inmediato). 8 - h6 9 l:le7 l:ld4 o bien 9 ... e2 10 wd7 l:l d2 11 wc7 y 12 d7. 10 wd7 l:le4 11 l:lxe4 fxe4 12 we7! (Ver diagrama 160.) Las negras se rindieron. Ambos juga dores coronarían a la vez: 12 ... e2 13 d7 e11i' 14 d81i'+ Wh7, pero las blancas da rían mate con 15 Wfl y 1i'g8. Como los cambios influyen de modo significativo sobre cada desequilibrio ma-
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terial, prestaremos especial atención a los mismos en los capítulos que siguen. EL SACRIFICIO Nuestra noción de lo que puede ser sacri ficado y cuándo, y qué es lo que constituye compensación, ha cambiado drásticamen te en el último medio siglo. Sencillamente, pensamos de forma distinta acerca de los sacrificios a cómo lo hacían los jugadores antes de la Segunda Guerra Mundial. Consideremos, por ejemplo, las distintas explicaciones que se han dado a la extraña partida que sigue. Euwe - Alekhine Match por el Campeonato Mundial 1 935 1 2.• partida 1 d4 /ü f6 l c4 g6 3 /ü c3 dS 4 "trb3 dxc4 S 'Wxc4 �g16 e4 ()..() 7 ll:lf3 a6 8 �f4 (Ver diagrama 161.) 8 - bS 9 "trxc7 "treS Las blancas ganaron en 41 j ugadas. El deficiente sacrificio de las negras se consi deró extravagante en su momento, y ha habido muchas interpretaciones desde en tonces. Entre ellas:
(a) Que Alekhine estaba borracho. Esa fue la explicación de Alexander Kotov, en su novela acerca del primer campeón mundial ruso. En otras palabras, 8 ... b5 ha bía sido, simplemente, una omisión, al no haber visto que era posible la captura 9 "irxc7. (b) Que Alekhine había calculado mal. Según un biógrafo de Euwe, Alexan der Munninghoff. Alekhine había prepa rado minuciosamente 8 b5 9 'Wxc7. Pero que al reproducir su análisis, situó indebidamente el peón a, colocándolo en a7, en lugar de a6. Este lapsus manus sig nificaba que 9 ... b4 10 /üa4 /ü xe4, como pensaba seguir. perdería por 1 1 /üb6 ! . En otras palabras, 8 . . . b5 es una combinación falsa. (e) Que Alekhine evaluó mal la posi ción. Esa fue la explicación de Kasparov. Las negras podían haberse redimido con 9 ... "trxc7 ! 10 �xc7 �b7. En otras palabras, Alekhine no supo hallar la compensación. En realidad, esta variante resurgió como una apertura real, 35 años después, con excelentes posibilidades para las ne gras después de 11 e5 ll:l d5 12 ll:l xd5 � xd5. La posición no había cambiado. Lo que había cambiado era la idea de cuánto contraj uego necesitaban las ne-
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gras para contrarrestar la pérdida de su peón. En los tiempos de Alekhine. los sacri ficios se consideraban más o menos ex clusivos del j ugador que tuviese ventaja. "Los sacrificios sólo demuestran que al guien se ha equivocado", dijo Tartako wer. Spielmann dijo que, en la mayoría de los casos, los sacrificios "sirven para incrementar las ventajas ya existentes" Además, la compensación debe ser visi ble. no vaga. Lasker, por ejemplo, dijo que tres o cuatro j ugadas de desarrollo compensan el sacrificio, en la apertura, "de un peón importante". Sacrificar un peón por algo menos claro se considera ba juego de azar. Pero en los años cincuenta, los maes tros soviéticos sacrificaban rutinariamente peones en posiciones de doble filo. en las que no existía ni rastro de ventaja, y por una compensación que sólo podría descri birse como "presión en el flanco de dama" o "buenas perspectivas de ataque" Esto fue influenciado por su elección de apertura. Una vez que los maestros ru sos y ucranianos comenzaron a confiar en defensas agudas como la Siciliana y la In dia de Rey, comprendieron que las negras debían sacrificar en algunas posiciones. si no querían ser posicionalmente aplasta dos. En las líneas de la Najdorf con ... eS, por ejemplo, las negras aprendieron a ju gar ... d5 para liberar su juego, aunque no recuperasen de inmediato el peón. Sberbakov - Spassky Campeonato de la URSS 1955 1 e4 eS 2 l0 f3 d6 3 d4 cxd4 4 l0 xd4 l0 f6 S l0 c3 a6 6 .i.e2 eS 7 l0 b3 .i.e7 8 0-0 0-0 9 .i.e3 l0bd7 10 a4 b6 11 f3 .i.b7 12 'ifd2 'it'c7 13 J:Ud1 l:. ac8 14 .i.fi
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14 - dS!? Una idea estándar por entonces. La sa biduría convencional de los años cincuen ta asumía que si las blancas ejecutaban una maniobra como l0c1-a2-b4, las ne gras quedarían estratégicamente perdidas. Otra versión era 13 ... l:l fd8 14 'it'e l dS ! , y luego 15 exd5 .i.b4 16 l:td3 e4. 1S lO xdS Un poco mejor era 15 exd5 i.b4 16 d6 ._.c6. 1S - lO xdS 16 exdS 'it'xc2 17 'it'xc2 l:l xc2 Las blancas siguen teniendo una ligera ventaja después de 18 l:t ab1 l:t d8 19 d6 y 20 aS. pero las piezas negras son activas y. tras algunas imprecisiones, Spassky se im puso. Más sacrificios se requerían en la De fensa India de Rey. por la naturaleza del fardo que las negras asumen en esta aper tura. Tal - Boleslavsky Campeonato de la URSS 1957 1 d4 l0 f6 2 c4 g6 3 l0c3 .i.g7 4 e4 d6 S f3 0-0 6 .i.e3 eS 7 dS En el anuario de ajedrez soviético de
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195 1 -1 952, Boleslavsky decía que esta ju gada era la más precisa, ya que 7 ltlge2 permitía 7 ... exd4 8ltlxd4 c6 9ltlc2 l:t e8. Esto condenaría el peón d negro, pero Bo leslavsky estaba convencido de que podía ser sacrificado en líneas como 10 11t'd2 d5 ! 1 1 0-0-0 11t'a5 12 cxd5 cxd5 13 exd5ltlbd7. 1 - cS Después de 7 ...ltlbd7 8 11t'd2ltlh5, las negras ofrecen, implícitamente, otro sacri ficio, 9 g4ltlf4 (no 8 ...ltlhf6?). 8 g4ltle8 9 b4 fS Si las negras no j uegan ahora así, quedarán limitadas a j uego en el flanco de dama, después de ltlge2-g3, y esa se consideraba la receta infalible para el sui cidio. 10 gxfS gxfS 11 exfS .i.xfS U .i.d3
U - e4! Para bien o para mal. esto es lo mejor. La ventaja posicional de las blancas es cla ra después de 1 2 ... .i. xd3 1 3 1i'xd3ltld7 1 4ltle4. Como Kasparov diría más tarde a estudiantes de la Escuela Botvinnik . si te encuentras incómodo con un peón de me nos, no juegues la India de Rey. 13 fxe4 11t'e7 14 exfS! La compensación de las negras es evi dente después de 14ltlge2 .i.g4!. Después
de la textual, sin embargo. las blancas tie nen ventaja ( 1 4 ... 1i'xe3+ 15 'ile2 11t'g3+ 16 wd2). Los sacrificios de comienzos de la dé cada de los cincuenta consistía normal mente en un peón o la calidad. Alexander Kotov se hizo eco de este hecho al escribir "lo más difícil en ajedrez es el correcto y oportuno sacrificio de peón". Añadió que sacrificar algo mayor debe formar parte de una combinación. Pero pronto se creó un consenso entre grandes maestros en el sentido de ampliar las condiciones para entrega de material: podías sacrificar una pieza menor. bajo di versas circunstancias: "en posiciones mejo res o peores", como diría Tal. Al principio, cuando esto sucedía, algunos jugadores parecían confundidos. En 1958 Alexander Tolush salió de una mala posición, me diante un sacrificio de pieza que resultaría ser incorrecto en el post-mortem. Después de ganar la partida, escribió que su opo nente: " .. .invirtió gran cantidad de tiempo en analizar y no encontró la defensa co rrecta. De esto podemos concluir que el sacrificio del caballo estaba plenamente j ustificado, en el plano psicológico. Un método de j uego así se ha puesto de mo da recientemente y a menudo reporta éxito." Hacia los años setenta, Tal anunció que no sólo era imposible analizar correcta mente los sacrificios, sino que ni siquiera era necesario: "Muchos sacrificios no re quieren un análisis concreto. Un vistazo a la posición basta para convencerse de que el sacrificio es correcto." Cómo se produjo este notable cambio -que seguiría produciéndose en los ochen ta y los noventa- queda ilustrado por el sa-
TRANSACCIONES
crificio de calidad más conocido: ... : xc3 en la Defensa Siciliana.
TORRE X CABALLO El sacrificio en c3 era virtualmente desco nocido antes de la Segunda Guerra Mun dial. pero, en los años cincuenta, se convirtió casi en un arma nacional para los jugadores soviéticos. Su reputación era tan grande que cuando Sergei Movsesian le permitió realizarlo a Kasparov en 2000 ...
Movsesian - Kasparov Sarajevo 2000
sistemática ... : xc3 en un artículo de abril de 1959. en Shajmaty URSS, titulado Torre toma caballo. Simagin se concentró en ejemplos en que la eliminación del caballo costaba a las blancas el peón e. Debido a la naturaleza aguda, asimétrica de la Sici liana, una pieza menor más un peón y la iniciativa constituyen compensación sufi ciente por la torre, concluía Simagin. Los jugadores que defienden el lado blanco del tablero aprendieron rápida mente que era demasiada compensación. Suetin recordaba, en una colección de par tidas suyas de 1969, cómo jugó ... : xc3 y ... ltlxe4 por primera vez, en 1948. "Hoy día. por supuesto, un sacrificio 'similar' no me parece otra cosa que un cambio favo rable que, lamentablemente, no se produ ce a menudo", escribió. En otras palabras, el sacrificio pasó a formar parte de la cul tura ajedrecística. Ese pensamiento evolucionó, llegándo se a la conclusión de que las negras no ne cesitaban ganar el peón -ni siquiera peón alguno- para sacrificar en c3.
Ravinsky Simagin Moscú 1957 -
Juegan blancas
1 i.d3? l:l xc3! ... Kasparov ridiculizó la falta de criterio de su oponente. Sencillamente, no puedes permitir un sacrificio así. dijo: "Desde mi punto de vista, es cuestión de cultura aje drecística." Las negras se hicieron con la iniciativa después de 2 bxc3 ¡jc7 3 ltle2 i.e7 4 g5 0-0 y . . . ltl a4, y acabaron ga nando. Vladimir Simagin. que practicó el fa moso "sacrificio soviético de calidad" tan to como el que más, analizó de forma
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EL VERDADERO VALOR DE LA S PIEZAS EN AJEDREZ
Las blancas j ugaron 1 �d4?, que con cedió a las negras lo que consideraban requerimientos mínimos -peón y la inicia tiva- para justificar 1 l:l xc3 ! 2 bxc3 lüxe4 3 lüd2 lü xd2 4 'W'xd2 �c6. En el artículo de Shajmary. Simagin es cribió que las blancas debían jugar 1 lüd2 para defender e4 y disuadir así a su rival del sacrificio. Pero hoy día eso díficilmen te impediría a un siciliano convencido ju gar 1 ... l:l xc3 ! ? 2 bxc3 �c6 3 �f3 d5, con lo que parece obtener buenas posibilida des, a ojos de comienzos del siglo XXI. Llegados a este punto, y puesto que los requerimientos mínimos para ... l:l xc3 han cambiado, casi con cada generación. En la línea principal de la Siciliana Dra gón, el sacrificio tiene la reputación de ser un medio para anular el ataque blan co. Pero sólo consiguió una atención ge neral en los sesenta, en posiciones en que las negras ya habían aceptado un sacrifi cio de peón (h2-h4-h5 con ... lü xh5). En tonces, con lü+ � vs l:l , las negras sólo están ligeramente peor. era la opinión de los grandes maestros. Pero en los años setenta . ... l:l xc3 se ju gó en la línea principal del Dragón. en la que las negras impidieron el avance h4-h5 con ... h5. Aunque no siempre obtenían un peón como compensación, las negras se guían considerando válido el sacrificio en c3, teniendo en cuenta la debilidad del flanco de rey blanco en el fmal. Hoy día, ni siquiera se necesita que el flanco de rey esté debilitado para que los adeptos del Dragón jueguen ... l:l xc3, con confianza. La partida Lalic-Hodgson, East Kilbride 1 998. tuvo este desarrollo: 1 e4 eS 2 lüf3 d6 3 d4 cxd4 4 lüxd4 lüf6 S lüc3 g6 6 �e3 �g7 7 f3 lüc6 8 'W'd2 �d7 9 �c4 l::t c8 10 �b3 liJ eS 11 0-0-0 'W'aS U �b1
A Spielmann, que había escrito: "Todo sacrificio, del tipo que sea, sólo es posible tras algún error del adversario", le hubiese resultado difícil explicar el de esta partida. U - l:l xc3!? En lugar del tema estándar. 12 ... lüc4 13 �xc4 l:l xc4, las negras entregan cali dad sin compensación evidente. 13 'it'xc3 'it'xc3 14 bxc3 0-0 Las negras no tienen ningún peón por la calidad. ni tampoco ataque al rey blanco. Lo que ayuda a j ustificar ... l:l xc3 es la presencia de varias piezas meno res, que permiten a las negras presionar en el flanco de dama ( ... l:l c8 . ... � e8 y ... lü fd7). Aunque las blancas impidieron la idea con 1 5 � f4! l:l c8 1 6 � xe5 dxe5 17 tt:J e2, las negras quedaron con amplia compensación posicional tras 17 ... b5, y ganaron rápidamente, tras un error de su rival. LA TANGIBLE INTANGIBILIDAD Para los grandes maestros la compensa ción es como el arte: la identifican cuando la ven. La compensación es difícil de defi nir y más difícil aún de cuantificar. Hay di versas formas de tratar de medirla. pero los métodos no están necesariamente de
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acuerdo, como demuestra el muy discutido ejemplo que sigue. Liublinsky Botvinnik Campeonato de Moscú 1943 -
Juegan negras
Piezas menores "redundantes," antes que dos alflles, defenderían mejor el peón de cS. Si se cambian torres en la columna abierta, las negras no podrán defender ese peón del ataque a base de �a4, jVt2 y .txcS, y se enfrentan a la perspectiva de jugar. con peón menos, un final de alfil ma lo contra caballo bueno. Sin embargo: ·- l:t d4! Ahora, 2 .txd4 cxd4 convierte al alfil negro de casillas oscuras en una pieza te rrorífica que puede llegar a g5 y e3. Sin embargo, es la pieza menor blanca lo que cuenta. Las blancas tendrán que capturar en d4 con algo, lo que les dejará con un caballo que puede cumplir su misión en d3. l �el .tdl 3 �xd4?! cxd4 4 .trz Las blancas necesitan abrir la posición para sus torres y la única opción de que disponen es b3-b4. Por ejemplo: 4 .td2 eS 5 a3.
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4 - cS Hay al menos tres formas de evaluar esta posición: ( 1 ) Si confiamos en los valores de las tablas, las negras han sacrificado torre por pieza menor. una pérdida que equivale a uno o dos peones, según la tabla que con sultemos. (2) Si confiamos en los ordenadores, las blancas están mejor. con una ventaja cifra da en tomo a 1 ,5. es decir peón y medio. En realidad, varios programas de ordena dor consideran que las blancas siguen te niendo ventaja durante algunas jugadas más. (3) Si confiamos en la intuición huma na. sabemos que los sacrificios "como és te" son correctos. La experiencia, dijo Tarrasch, indica que una torre y dos alfiles son más fuertes que dos torres y un ca ballo. ( Los grandes maestros de hoy no estarían de acuerdo con Tarrasch. ) Si examinamos esta posición concreta, ve mos que las negras han reforzado su estructura de peones y disminuido nota blemente el radio de acción de las to rres blancas. Otro factor es práctico. Los maestros saben que, en esta posición , es mucho más fácil j ugar con las piezas negras.
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En cuanto a las consecuencias del sa crificio, podríamos decir que: De no haber sido por 1 ... l:t d4, las ne gras habrían perdido el peón de c5. Ade más, si después de � xcS. hubiese un cambio de alftles de casillas oscuras, las ne gras habrían quedado con un alfil malo contra el caballo. Las blancas habrían teni do en tal caso ventaja. que el ordenador ci fra en tomo a + 1 .3. Pero tal y como siguió la partida, des pués de 3 ... cxd4, los alfiles negros han pasado de ser un compromiso a un triun fo. Por otro lado, los peones centrales va len más que los peones de alfil en el medio j uego. (Spielmann sugirió que valían 1 14 más. ) En cualquier caso, se ha creado un peón pasado y protegido y eso sin duda vale más que un peón cual quiera. Todo esto sugiere que en el diagrama anterior las negras tienen una ventaja en tomo a dos peones más que si no hubiesen jugado 1 l:t d4. ( Esto confirma la regla de Purdy de que entregar la calidad es más "barato" que entregar un peón en la fase inicial de la partida.) La corrección del sacrificio se vio rati ficada por el curso ulterior del juego: s : n fS 6 �g3 �d7 7 l:t adl Las blancas siguen necesitando colum nas abiertas, pero Botvinnik escribió: "Por supuesto, era peligroso para las blancas cambiar peones, con exf5/ ... gxf5, porque las negras habrían creado, en última ins tancia, dos peones pasados en el centro." 7 f4! 8 �f2 gS 9 g4 fxg3 10 �xg3 Las blancas tienen graves problemas para defender f3, después de 10 hxg3 �h3 y ... l:t f8. 10 � h3 1 1 ll f2 hS! 12 ll fd2 h4 13 �f2 l:t f8 14 ll d3 l:t f4 Las torres blancas no juegan y no tie-
nen objetivos (después de ... �d8!). Sus posibilidades fueron cayendo. gradual mente, en picado: 15 c;Ph1 �h7 16 l:t g1 �d8 17 '1Ve2 '1Vf7 18 ... d1 'iniS 19 �e3!? Desesperación. en vista de 19 �e 1 g4. 19 ... xf3+ 20 ... xfJ l:t xfJ 21 �xgS l:t xd3 22 � xd8 ll e3 23 � b6 ll x e4 24 �xcS l:t e2 2S l:t d1 �g4 26 h3 �xh3 27 b4 �fS 28 �d6 d3 29 bxaS h3 Las blancas se rindieron. -·
¿CU ÁNTO ES DEMASIADO? Aunque el concepto de la compensación posicional se ha ampliado gradualmente desde los años treinta. hay límites natura les. El corte -es decir, cuánto es sacrificar demasiado de forma intuitiva- parece ser una torre. Cuando entrega una torre. nece sita amenazas que sean fuertes e inmedia tas. Spielmann dijo que sólo conocía una partida en la que esas amenazas no forma sen parte de lo que él llamaba "el nego cio". Maróczy - Tartakower Teplitz-Schonau 1922
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1 - .1: xbl!! l � xfl Wxfl+ 3 �hl liJfti! Réti observó que las blancas no están limitadas a realizar jugadas forzadas y que sus piezas parecen bien situadas. "Pero, co mo Tartakower comprendió perfectamen te, sólo mediante una táctica prolongada y difícil pueden reagruparse para proteger el flanco de rey", escribió. Lo notable del sacrificio de torre es que las negras no podían haber calculado que era correcto, porque sus amenazas son a largo plazo. Su iniciativa sólo puede ali mentarse a base de ... liJh5, ... �d7 y .. : f8. En otras palabras, la compensación de las negras radica en las debilidades a largo plazo de las blancas. (Los jueces del pre mio de belleza rehusaron premiar a esta partida porque, según los parámetros de 1 922, era irresponsable sacrificar una torre sobre bases tan inconsistentes.) Spielmann concluyó que los sacrificios de torre son esencialmente distintos de otros de piezas menores. porque el tamaño del déficit material y la posibilidad del contrasacrificio. Desde la gran victoria de Tartakower, ha habido pocos sacrificios de torre. Por ejemplo: en la partida Alekhine Book, Margate 1938. las blancas sacrifica ron una torre, luego invirtieron dos tiempos en jugadas de peón, antes de po der movilizar sus dos piezas no desarrolla das del flanco de dama, para ganar la partida. Entre otros ejemplos se cuentan Portisch-Tal, Amsterdam 1964, Bronstein Lj ubojevic, Petrópolis 1 973 y Polu gaievsky-Torre, Moscú 198 1 . Cada uno d e estos sacrificios s e basa ban en diversos grados de cálculo o intui ción. El de Polugaievsky fue puro cálculo: lo había analizado casi hasta el mate. Un caso similar se produjo cuando Jan Tun man ofreció una torre a Nigel Short en su match de Candidatos de 1 993. Tunman .
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confió en la intuición, pero Short rehusó la oferta sobre la base de que era una tram pa preparada. MATERIAL TOTAL Otra forma en que cambió nuestro sentido del sacrificio, desde los años treinta, fue la apreciación de que la corrección está rela cionada normalmente con la cantidad to tal de material que existe en el tablero. Como la mayoría de los sacrificios depen den de la coordinación de las piezas res tantes, debe haber piezas suficientes que coordinar. Supongamos que tenemos la capacidad mágica de retirar un par de torres de la po sición del diagrama 167. El cambio que se ha producido sería igual y no tendría por qué cambiar las cosas según la tabla de va lores. Algunos ordenadores creen que el cambio de torres favorecería a las negras. Pero Botvinnik fue concluyente: 1 l:t d4 "sólo es posible si las negras conser van la otra torre para el ataque''. Tenía ra zón. El principio del materia/ total se aplica a muchos sacrificios relacionados con pie zas mayores. Nikolai Minev ofreció la "condición casi obligatoria" para sacrificar una dama por dos piezas menores, a saber, que el sacrificador "debe contar con las cuatro. o al menos, tres piezas menores tras entregar la dama". Eso supera el caso en cuestión, pero es una buena directriz a tener presente cuan do esté considerando un sacrificio de dama. Se han producido sacrificios de da ma por dos piezas memorables, desde la so.• partida del match La Bourdonnais McDonnell. hasta la segunda partida Kas parov-Karpov de 1 990, que comenzaron con cuatro piezas menores cada bando.
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Aunque la compensación incluya otros beneficios posicionales. como peones pa sados, el sacrificio puede estar condenado por la escasez del material restante en el tablero. Bronstein Shamkovich Campeonato de la URSS 1960 -
Pero da resultado, porque las amenazas correrían a su cargo. En una línea clave, 5 i.d4 : e6! 6 fxe4 'it'xe4+ 7 �fl f4, obligan a las blancas a ofrecer su dama por dos piezas y dos peones. Después de 8 gxf4 l:t g6 9 'it'xg6 Wxg6, las piezas blancas es tán mal coordinadas y el cambio de un par de torres ha ayudado a las negras. Las blancas estarían perdidas. 4 fxe4! i.xf4 S lLl xf4 Wf7 6 exdS
Juegan blancas
1 f3 Wg6! Las negras amenazan con ganar la da ma (2 ... i.g5) y realizan una oferta de ma terial (2 fxe4 fxe4 3 'ii'd2 l:t f3 ó 3 ... i.g5). Las blancas encuentran una defensa inspi rada. 2 �gl!! i.gS Las blancas deben haber visto que 3 fxe4 i.xf4 4 lLlxf4 'it' juega 5 exd5 cxd5 les concede suficiente compensación después de 6 e6 ó 6 l:t cdl . 3 l:t xc6! 'it'h5? Las negras aceptan lo que llamaron "presente griego... sin apreciar la notable idea de su oponente". En lugar de capturar la dama, debían haber aceptado la calidad. con 3 . 'it'xc6 4 Wxg5 'it'c2. Es una ventaja material más pequeña de la que las negras obtienen en la partida. ..
Los peones sirven como pantallas y también como damas potenciales. 6 - 'it'b7? Las negras deberían cambiar torres, con 6 ... l:t c8 ! . En mutuos apuros de tiem po, debían haber razonado que retirar las cuatro torres del tablero dejaría a su dama luchando en una batalla perdida contra dos piezas y los fuertes peones. Sin embar go, y debido a que la dama puede invadir a lo largo de la columna e y las casillas blan cas. las negras tendrían. como mínimo, po sibilidades equivalentes. 7 i.a3? Con dos minutos para realizar ocho ju gadas, las blancas omitieron 7 l:t g6!, con buenas perspectivas de victoria. Por ejem plo: ? ... Wb4 8 l:t e2 Wh7 -que parece neu tralizar a las torres blancas- permite 9
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l: g5 'ifc5 10 e6 l: e7. y ahora 1 1 �xg7! l: xg7 1 2 l: xg7+ rj;xg7 13 e7 rj¡f7 14 exf8'if+ y 15 l: e5 es un caso en el que to rre, caballo y dos peones superan a una dama. 7 l: c8! Las negras no parecen dejar escapar una segunda oportunidad de cambiar to rres. Después de 8 �xf8 1:[ xc6 9 dxc6 'ifxc6+ y ... rj;xf8, tienen un peón más que en la última línea y, puesto que puede em plearse para desalojar al caballo con ... g5. tienen buenas posibilidades. 8 l: ecl l: fe8 9 e6? Después de esto, las piezas y peones blancos quedan diseminados. Era mejor 9 �d6 l: xc6 10 dxc6 y c6-c7! / l: c4. 9 l: xc6 10 l: xc6? Esto pierde, pero 10 dxc6 'ifa6, que las negras consideraban después de la partida como mejor para las blancas. concede a las negras todas las posibilidades de ganar. 10 gS! Puesto que una jugada de caballo per mite 1 1 ... : xe6!, las blancas intentaron U e7 gxf4 13 gxf4 WbS, y se rindieron seis ju gadas después.
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CASO DE PRUEBA Un buen test para la directriz de Minev es una variante de apertura que aparece re gularmente en el ajedrez magistral y que supone el sacrificio de una dama por dos piezas menores. 1 d4 lü f6 2 c4 g6 3 lü c3 �g7 4 e4 d6 5 f3 0-0 6 �e3 e5 7 d5 lühS 8 'ifd2 'ifh4+ 9 g3 lüxg3 10 Wfl lü xfi 11 'ifxh4 lüxe3 U �e2 (Ver diagrama 172.) Las negras tendrán dos alfiles y dos peones por la dama. Algo más o menos
equivalente, según que las tablas concedan mayor valor a los alfiles o a la pareja de al files. También cumple el estándar Minev, ya que las negras tendrán las cuatro piezas menores en el medio juego. Hay muchos factores posicionales, por supuesto. Las negras, por ejemplo, tienen mayores posi bilidades de cambiar la estructura de peo nes ( ...c6. .. .f5). La reciente experiencia es aleatoria. En una base de datos de 1 00 partidas, ju gadas entre 1 990 y 2004, las blancas ga naron 44 partidas y las negras 30, con 26 tablas. Las negras tuvieron su mayor éxito cuando sus piezas menores dominaron a las blancas en el medio juego, antes de producirse cambios significativos .. Una partida soviética de 1 990, Nenashev-Neve rov, continuó así: 12 lüxc4 13 l: cl lüa6 14 lüd1 lüb6 15 li:)h3 �d7 16 lüe3 f6! Las negras no deberían apresurarse con .. .f5. porque las torres blancas. que son ahora bastante inútiles. podrían ser las pri meras en beneficiarse de esa ruptura. 17 l: hg1 : n 18 lü f2 lü cS 19 lü fg4 � h8 20 lü h6 � x h6 2 1 'if x h 6 l: g8 22 : g3? � b5+ 23 � d2 lü d3 24 : cg1 lü f4 ·-
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Además de 25 ... tüe2, las negras amenazan atrapar la dama con 25 g5 ! y ... .J:l g6. 25 h4 tüe2 26 .J:l xg6?! tü xg1 27 .J:l xg8+ <;t x g8 28 tLl g4 tLl x f3+ 29 <;t c3 tLl d4 30 ttJ x f6+ <;ith8 31 tüxh7 l:t f3+ Las blancas se rindieron, en vista de 32 �b4 tüc2+! 33 -.f;> xb5 a6+ y mate, o bien 32 ..ti>d2 l:l. f2+ 33 �el .J:l fl+ 34 -.f;>d2 tüc4+. En casi todas las 44 partidas ganadas por las blancas, su ventaja sólo quedó clara después de una significativa re ducción del material del tablero. Pero cambiar piezas no es sencillo, porque ca recen de columnas abiertas. La partida Browne-Biyiasas, EEUU 1 98 1 . siguió así: U tL!g2?! 13 ¡fgS tüf4+ 14 �d2 tüd7 15 tüge2 tLlh3 16 ._,e3 a6 17 �c2 fS 18 b4! fxe4 19 fxe4 tüb6 20 eS! tüc4 21 �d3 tüa3+ 22 c;tb3 tüf2 23 ¡ve3 (Ver diagrama 174.) •••
A hora, si 23
después de 28 �b6, seguido de tüa4, "fic7 y tLlb6. 23 tLlg4 24 'it'g3 tLlbS 25 tLl xbS axbS 26 .J:l hfl tü f6 27 tü c3 .id7 28 1We3 tü g4 29 'We2 l:t f4 30 tLl xbS c6 31 tü c7 l:. af8 32 tüe6! Nuevos cambios ayudaron a ganar a las blancas. Otra política eficiente para las blancas consiste en un contrasacrifi cio de calidad o de una pieza, para obte ner la iniciativa. Las blancas devolvieron material en 31 de las 100 partidas y gana ron en 22 ocasiones. Por ejemplo: Wells Neverov, Homorod 1 993, que siguió el curso de la partida Nenashev-Neverov hasta 18 b3 ttJ eS 19 ttJ f2 aS 20 � d2 c6 21 bxc6 bxc6 22 tL! fg4! .ixg4 23 'ii' x g4 .J:l e8 24 h4 .i h6 2S hS .igS 26 'fi'h3 tLl bd7 Parece que las negras siguen estando bien. Por ejemplo: 27 hxg6 hxg6 28 �h1 l:l. g7. 27 .J:l xgS! fxgS 28 bxg6 hxg6 29 tlJc4 (Ver diagrama 175.) ••.
tü xh 1 24 � xa3 tü f2
25 cxd6 cxd6 26 l:t fl tLlg4 27 l:t xf8+ .ixf8, la posición se ha simplificado a ._+tütü vs : + �� +tiJ. Pero las piezas blancas son mucho más activas que las negras y ganan
Y las blancas comenzaron a recolectar peones. Ganaron después de 29 tü f6 30 'ir'b6 l:t g7 31 tLlxd6 l:ld8 32 l:r. xc5 l:l xd6+ 33 �e2. ••.
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Las decisiones acerca de si cambiar, sa crificar o iniciar una combinación son fun damentales en ajedrez. En los cuatro últimos capítulos examinaremos cómo se producen desequilibrios específicos, cuáles son sus puntos fuertes y débiles, y cómo se ven afectados por los cambios de otras piezas.
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Capítulo 7
La calidad
Algunos desequilibrios son bastante "equivalentes" pero raros. como 'iV vs 3 piezas menores. La calidad (torre vs pie za menor) no es una relación tan equita tiva, pero cada vez más frecuente hoy en día y eso nos parece un buen punto de partida. ¿Qué hace que una relación material sea "equivalente"? Tarrasch ofreció la ecuación más ampliamente aceptada, al establecer la diferencia entre torre y pieza menor en 1,5 peones. Dijo que esto "resis te más en el final. no en la apertura ni en la primera parte del medio juego". Esa es la fórmula más ampliamente di vulgada hoy. pero el debate se ha manteni do durante generaciones. Sarratt. Sta un ton y, más tarde, Capablanca. consideraban que dos peones era la diferencia justa. Pe trosian dijo que un peón. Steinitz pensaba que una torre era ligeramente superior a un caballo, pero algo peor que un alfil y dos peones. Purdy dijo que la compensa ción adecuada dependía del número total de peones del tablero. El informe de Kauf man concluye que la calidad equivalía a un peón y 3/4, y que se reducía a 111•, si el ju gador con la pieza menor contaba con la pareja de alftles.
Pero el ajedrez de torneo no se juega con fracciones. La mayoría de los jugado res trasladan la opinión de Tarrasch a una directriz pragmática: un peón puede ser compensación suficiente; dos peones casi siempre lo son. l. Sokolov
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Kramnik
Wijk aan Zee 2004
Juegan blancas
l l:l xc7! ... xc7 2 l:t xf6 l:t xf6 3 1Vxf6 ¿Cuándo es suficiente un peón? Cuan do su ganancia va acompañada de bazas posicionales, como peones pasados. o con
LA CALIDAD
ideas tácticas, como d5-d6 y .i..c4+ aquí. Las ideas no tienen por qué ser amenazas concretas. Aquí el sacrificio está justifica do en variantes como 3 'it'cl + 4 li)el 'it'c7 5 d6 J:l xd6 6 'it'e5 ! , y ganan. 3 J:lt8 4 'it'b2 J:lc8 S d6! Sin grandes cálculos, las blancas podrían concluir que sus dos peones pasados les daban ventaja en el final: S 'it'd+ 6 'it'xd J:l xd+ 7 �e2 J:l c8 8 li)gS a6 9 .i.. a4 Las negras se rindieron. La calidad se produce cuando un juga dor sacrifica torre por pieza menor, o cuando la entrega para evitar mayores pérdidas materiales. Esto es diferente de desequilibrios en los que el otro jugador inicia el desequilibrio (por ejemplo: cuan do persigue a la dama contraria y la gana a cambio de piezas). La calidad rara vez se consigue como resultado de "ganancia de calidad", de la forma en que hablamos, por ejemplo, al ganar un peón, pues las torres son demasiado esquivas. Una excepción que sobresale es ésta: -·
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l li)c6! Las blancas amenazan atrapar la torre de a8 con 2 J:l acl y li)e7+/li)c8 ! . 1 - 'it'c4? 2 J:l ad 'it'a4 Las negras pensaban responder a 3 li)e7+ �h8 4 li)c8 con 4 ... li)xh2 ! ? . 3 .i.. g3! Las blancas disponen de una segunda forma de cazar a la torre, que debe compe tir con su compañera por un puerto segu ro (3 ... J:l ae8 4 .i.. d 6). 3 _ l¿)f6 4 li)b8! Las blancas materializaron su ventaja de la calidad y ganaron tras 4 ... 'it'e4 5 J:lc6 J:l axb8 6 .i.. x b8. ERRORES TÍPICOS Aunque cazar la calidad es raro, los sacrifi cios de calidad a menudo son provocados o forzados. Los buenos sacrificios. como el que sigue, con frecuencia son subvalora dos por el oponente. Acs - Conquest Olimpiada 2002
Gligoric - D. Byme San Antonio 1972
Juegan negras Juegan blancas
Con 1 'it'c7, las negras tienen un ex celente contrajuego. Por ejemplo: 2 .i.. a3
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EL VERDADERO VALOR DE LAS P I EZAS EN AJEDREZ
f5 ! 3 exf5 'i1Vc6 y, después de que las blan cas paren la amenaza ... e4, . . l:l ae8. 1 fS? 2 exfS Las blancas deben capturar de torre, cuando las negras jueguen ... e4. Pero 2 ... e4 3 l:l xe4! .i.xe4 4 'i1Vxc4 les garantiza compensación más que suficiente ( 4 'i1Vd7 5 .i.b2 l:l ae8 6 'iVd5+ y 7 g4). 2 - .i.f6 3 l:l b1 e4? Las negras deberían evitar forzar el sa crificio y optar por 3 ... 'i1Vc8 (4 g4? 'i1Vc6, o bien 4 'i1Vxd6 'iVxf5). 4 l:l xe4 .i.xe4 5 'iWxe4 Las blancas tienen posibilidades de ga nar, debido a sus dos peones de compensa ción y porque las torres negras no juegan. Acs acabó ganando después de 5 'i1Ve7 6 'il d3 : res 7 .i. a3 : ad8 8 � n 'ilb7 9 l:l d1 l:l e4 10 'iWdS+ 'iVxdS ll l:l xd5 h5 U .i.xd6. .
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La parte más difícil de entregar torre por pieza es psicológica, como observó Pe trosian. "No caigan bajo la hipnosis de la fuerza de una torre en relación con una pieza menor", recomendó a estudiantes. Aportó este ejemplo en una conferencia de 1 982: Portisda - Petrosian San Antonio 1 972 (Ver diagrama 1 79.) Las blancas tienen ventaja posicional. debido a su caballo del puesto avanzado y al peón-objetivo de e7. 1 .i.g5 Tratando de inducir un error posicional (1 ... f6) o de alterar a las piezas menores negras. 1 -. eS! Portisch pensó diez minutos en su res-
Juegan blancas
puesta, todo el tiempo con los ojos en su oponente, no en el tablero. recordaba Petrosian. "No podía entender si había sacrificado calidad o si me había equivo cado." 2 .i.e7? fS 3 .i.xf8 l0 xf8 La clave de todo sacrificio de calidad es de qué modo afecta a las demás piezas ("lo que queda en el tablero"). Aquí. el peón e negro ha pasado de ser una debilidad a una baza. que ejerce mucho mayor con trol sobre el centro. ¿Cuáles eran las otras razones por las que las blancas estaban mejor en el diagrama? Las torres blancas ya no son un factor y su caballo parece fuera de juego. "La ventaja negra es indis cutible'', concluyó Petrosian. (Aunque una serie de j ugadas inexactas permitieron a las blancas hacer tablas. ) Es fácil entender la confusión de Por tisch sobre 1 ... e5. Pero incluso en el final, cuando los valores de las piezas deberían estar más claros. hay cierto debate -y algu nas malas evaluaciones- acerca de cómo manejar la ventaja de la calidad.
LA CALIDAD
Plaskett Leitao Bermudas 1 998 -
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l:[ bl 6 l:[ e4+ � 16 7 h4 h6 8 l:[ f4+ W g7 9 .i.e8 l:[ c7 10 .i.a4 l:[ cS 11 .i.d1? ( 1 1 .i.e8) 1 1 gS! 12 bxgS hxgS 13 : g4 : dS!, las blancas propusieron un cambio en circunstancias mucho menos satisfac torias, 14 l:[ d4 : xd4 1 5 exd4 l:[ d2 y 16 . . : xd4. Sin peón extra por la calidad, que daron perdidas y se rindieron 1 5 j ugadas después. •••
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COPIANDO A CAPABLANCA
Juegan blancas
1 l:[ b3! ¿Cambiar o no cambiar? Según lo que Fine llamaba "regla básica", el cambio fa vorece a las negras. 1 - l:[ al! Pero Fine ha sido muy cuestionado desde la aparición, en 1 94 1 , de Finales bá sicos de ajedrez. como ya hemos visto. Por tisch y Sarkozy dieron este consejo al defensor: "Normalmente, es más fácil de fenderse con calidad menos, cuando sólo queda una torre en el tablero." Se referían concretamente a desequilibrios de este ti po, : : vs l:[ +.i.+ A . Aquí las negras pre servan correctamente la segunda torre, redundante o no, con la esperanza de ata car f2. 2 l:t b7+ wd6 3 : d7+ we6 4 l:[ d4? Pero ahora son las blancas quienes elu den el trueque. No han apreciado que con 4 .i.b3+! �xd7 5 .i.xa2 y 6 h4 crearían una fortaleza inexpugnable. La textual permitió a las negras per seguir un ataque doble sobre f2. Después de otra imprecisión, 4 l:[ d+ S wgl •••
La diferencia material de la calidad puede parecer grande, pero, en esencia, se trata de una pieza contra otra. Por esa razón, la forma más efectiva de ganar un final con calidad de ventaja suele ser la conversión a una ventaja más tangible, como un peón extra. La técnica clásica, asociada con Ca pablanca, puede verse en ejemplos como éste: McShane Baburio Kilkenny 1998 -
Juegan blancas
Con un alfil de casillas blancas, las ne gras habrían podido ofrecer mayor resis tencia. Un alfil de casillas negras pronto
E L VERDADERO VALOR D E LAS PIEZAS E N AJEDREZ
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resulta redundante y el rey blanco consi gue penetrar. 1 : h6+ q;c7 2 q;dS �b7 3 : h7+ q;a6 O bien 3 �b8 4 �c6, seguido de l:t b7(+) y l:t xb6. 4 �c6 �d4 Las blancas pueden expulsar al rey enemigo hacia la banda, pero sin amena zas de mate. Sin embargo. pueden ganar con: 5 l:t d7 �eS 6 l:t d8 q;a7 7 q;bs Las negras se rindieron, al no poder impedir 8 l:t d7+, seguido de 9 �c6 y : b7( + )xb6 ! . Con el peón extra, las blan cas ganan. Cuando la torre no puede devolverse pronto por una pieza menor, de todos mo dos puede reportar la victoria, debido a su poder de restricción. La torre permite al rey del bando superior someter al rey con trario. Hay otros factores. como peones ex tra, que pueden esperar. Speelman Nataf Esbjerg 2001 -
A diferencia de la partida Plaskett-Lei tao. cambiar torres es aquí fatal, debido a la posición del rey negro. Nataf podía ha ber d i ficultado las cosas con 1 � h7 2 l:t dl �e5 3 l:t b8 �g6! 4 l:t xb6 �f5. 2 l:t xf8+ q;xf8 El cambio aumenta el número de for mas con que pueden ganar las blancas. Ahora pueden plantear amenazas de ma te, mantener el rey contrario a raya y otras técnicas relacionadas con la oposición. 3 f4!! La jugada ganadora, que impide a las negras oponer una posición de bloqueo (3 �h3 �e5 4 �g4 �f4 5 l:t b 1 wfl 6 l:t xb6 �e6). 3 - gxf4 4 �f3 �eS Observe que con el rey negro en f7 (una posición que podía haber ocurrido antes en la partida), las negras podrían de fenderse con 4 �e6! 5 �xf4 �d5 y ... �d4-c5. 5 �e4 � e7 6 l:t b1 w f6 7 l:t xb6 � e6 8 f3 Mientras las blancas conserven un peón, pueden ganar, debido a dos factores. Primero, porque pueden Uevar al rey ne gro a una red de mate, lo que crea Zugz wang. Segundo, con el rey enemigo fuera de la acción, las blancas pueden sacrificar calidad por un peón. En cualquier caso, es la torre lo que hace al rey blanco más fuer te que el negro. El juego prosiguió asf: 8 w f6 9 : c6 w e6 10 : a6 � f6 1 1 �dS rt;f7 12 l:t a7+ �f6 13 l:t d7 �g5 (Ver diagrama 183.) •••
Juegan negras
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l:t f8??
14 l:t d8 No 14 l:t xd6? �xd6 1 5 �xd6 �f6. Pe ro después de la textual, 14 ... q;f6 pierde, por 1 5 : f8+ � g6 16 � e6 ó 1 5 � e7 1 6 :t f5. 14 - �h4 15 l:t g8! �h5
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Sbort - Karpov Match de Candidatos 1 992 4.8 partida
Las blancas ejecutarían rápidamente el procedimiento Capablanca en caso de 15 ... �h3 16 l:l g4! �h2 17 l:l g5 ! , amenazan do l:l xe5. Después de 15 �h5, el juego conti nuó con: 16 l:l g4 �b6 17 �e6 �b5 18 �fS wb6 19 l:l g2 Citb7 20 l:l g6 �b8 21 'iVe6 Wb7 22 Citf7!. ganando un peón gracias al Zugzwang (22 . �h8?? 23 l:l h6++). Las negras se rindieron después de 22 �d4 23 : xd6 �e3 24 : g6 �fl 25 wf6 �e3 26 cJslgS �d2 27 l:l d6 �e3 28 l:l d7+ cJslg8 29 cJslf6 �b6 30 �g6. en vista de 30 ... Wf8 3 1 l:l f7+ y l:l xf4. Siempre que considere entrar en un fi nal con calidad, la situación de los peones suele ser. al menos, tan importante como su número total. Como la torre se benefi cia de un tablero más amplio, contar con la calidad es problemático si todos los peo nes se encuentran en un mismo flanco. Hasta campeones del mundo han pasado por alto este detalle. .
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Sin confiar en el final, las negras jugaron: 1 - 'iVbS?? 2 l:l d7! Pero ahora apreciaron que si 2 ... e5, con 3 �c4 quedarían totalmente perdidas. Así que entregaron un peón con 2 lüfS 3 'iVxe6 lüb6, y después de 4 �c4 'ifeS, las blancas ganaron el final derivado de S 'iVxeS (podían haber rematado más rápi do. devolviendo la calidad por un ataque ganador: 5 l:l xf7+! lü xf7 6 'ii' x f7+). Sin embargo, puesto que todos los peo nes se hallaban en el flanco de rey, la des confianza de las negras en un cambio de damas fue infundada. pues podían haber hecho tablas con 1 'ifc6!. Debido a los escasos objetivos de un tablero acortado, la torre carecería de mordiente en el final tras 2 'ii' xc6. -
APERTURA, MEDIO JUEGO O FINAL Los sacrificios de calidad rara vez ocurren después de la jugada 30. Cuando un juga-
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
dor entrega una torre por una pieza me nor. normalmente espera obtener com pensación antes de que se produzca un cambio de damas. Los sacrificios de calidad en el fmal es tán concebidos para crear y coronar un peón pasado. A menudo se juegan con un alto grado de confianza. "En realidad, no tenía tiempo para pensar en este sacrifi cio", dijo Shirov tras entregar una torre por un caballo para liberar sus peones del flanco de dama. contra Artur Yusupov, en Munich 1993. "Simplemente, lo hice." Había numerosos precedentes para de cisiones así. Alekhine Flohr Nottingham 1936 -
que crear un peón pasado y protegido, en posiciones como ésta, equivale a un segun do peón extra. 1 .- .ixe6 2 .ixe6 l:l tb7 3 .ib3 Una vez que las blancas creen un peón pasado. no hay defensa. Por ejemplo: 4 h6 gxh6 5 g6. Las negras se rindieron después de 3 l:[ h8 4 h6 gxh6 S g6 l:[ g8 6 fS l:[ f8 7 .ic2 hS 8 l: d6 l: e7 9 f6 l: el+ 10 q¡,d2 :n u n h4 12 l: d7. Alekhine, por supuesto, tenía una gran ventaja en el momento de jugar 1 .ixe6. Pero a medida que la naturaleza de la compensación se fue expandiendo, a fmes del siglo xx. los sacrificios en el fmal fue ron ejecutándose cada vez más en posicio nes de doble filo. antes que en posiciones favorables. •••
Kohlweyer l. Sokolov Leeuwarden 1 993 -
Juegan blancas
1 l: xe6 En el libro del torneo Alekhine no con cedió a esta captura un signo de admira ción, considerando que era "unas de las combinaciones que un jugador experto no necesita calcular hasta el final. Sabe que, dadas las circunstancias, los peones del flanco de rey resultarán abrumadores". ¿Cómo lo sabe? Una regla de oro es
Juegan blancas
La última jugada negra . ... q¡,f8, indica ba que el rey blanco. más centralizado. no sería un triunfo por mucho tiempo. No hay forma de que las blancas elaboren un ata que al peón a. de modo que optaron por un sacrificio de bajo riesgo.
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1 l:t xc3! bxc3+ 2 �xc3 �e7 Las blancas tienen compensación ade cuada en el peón pasado e y ésta es la ra zón por la que la continuación natural, 3 e4, permitiría a las negras igualar. elimi nándolo con 3 ... l:t xd6! 4 cxd6+ �xd6. 3 lüc4 fS! Era más importante impedir f2-f3, e3e4 y d4-d5 que el acceso de un caballo blanco a e5. 4 lüdeS lü xeS 5 lü xe5 a4 Ahora. 6 lüc4 y lüb6 ofrecían compen sación. según las negras. 6 l:t a3?! l:t b8 7 f3 l:t b3+! Fine no se equivocaba siempre. Para cambiar un par de torres vale la pena en tregar un peón. 8 l:t xb3 axb3 9 � xb3 l:t a1
La torre debe ganar un peón en el flan co de rey. Lo que las blancas necesitan pa ra hacer tablas es que el rey apoye a sus peones. Con 10 �c3 ! l:t a3+ 1 1 �d2 l:t a2+ 12 �d3 : xg2 1 3 e4 y d4-d5. tendrían po sibilidades razonables de conseguirlas ( 1 3 . . . fxe4+ 1 4 fxe4 l:t xh2 15 d 5 exd5 16 exd5 l:t h 1 1 7 �e4). 10 lüd3? l:t g1 La torre negra es más rápida que los peones y las blancas se rindieron poco des-
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pués: 11 e4 fxe4 12 fxe4 l:t xg2 13 d5 exd5 14 exd5 l:t xh2 15 lü e5 l:t d2! 16 �c4 h5 17 d6+ �e6. EL SACRIFICIO EVOLUCIONA En muchos aspectos. la calidad es el mate rial perfecto a sacrificar por la iniciativa. La torre que entrega puede no ser útil an tes del final. y la torre extra de su oponen te puede que no sea muy útil en defensa. Pero la pieza menor extra que obtiene co mo resultado del sacrificio, puede conver tirse en la estrella del medio juego. Si no hubiese finales en ajedrez. el sacrificio de calidad. en particular por el caballo de un puesto avanzado. podría ser tan corriente como. digamos. el ataque de las minorías o el cambio de alfil por caballo para doblar peones enemigos. Llevó un tiempo entender esto e inte grarlo en la sabiduría convencional. Los sacrificios de calidad eran relativamente raros hasta mediado el siglo xx. Antes eran un arma especializada. que a menudo se utilizaba para ilustrar la fórmula gana dora de determinado autor. Las partidas compuestas por Greco. por ejemplo, inclu yen sacrificios de calidad pero sólo como parte de una combinación de mate. Uno de sus ejemplos es éste: 1 e4 eS 2 lüf3 lüc6 3 �c4 �eS 4 c3 d6 5 d4 exd4 6 cxd4 �b4+ 7 lüc3 lüf6 8 0-0 �xc3 9 bxc3 lüxe4 10 l:te1 d5 (Ver diagrama 188.) 11 l:t xe4+ dxe4 12 lüg5 0-0?? Greco no menciona 12 lüeS! ( 1 3 �b3 h 6 14 lü xe4. o bien 14 'iVh5 g6 1 5 'iVh4 ). La textual pierde d e manera for zosa. 13 'iVh5 h6 14 lü xt7 'iVf6 O bien 14 ... l:t xf7 15 �xf7+ ! . y ganan.
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1 5 ... �h8 1 6 .i.xh6, ó 15 ... Wf8 1 6 .i.a3+ �e7 17 .i.c4 1We8 18 Wfd5 ! . 1 5 � xb6+ Wb8 1 6 �t7+ wgS 17 1Wb8++
Más de un siglo después. Pbilidor ana lizó sacrificios de calidad que perseguían fines meramente posicionales. Para Phili dor, eso significaba liberar una mayoría de peones. Examinó, por ejemplo: 1 e4 eS 2 .i.c:4 c6 3 d4 exd4 4 Wfxd4 d6 S f4 .i.e6 6 .i.d3 dS 7 eS eS 8 Wffl �c6 9 c3 g6 10 b3 bS 11 g3 �b6 U �f3 .i.e7 13 a4 �rs 14 �n b4 1S g4 �g3+ 16 �gl � xbl 17 � xb1 Y concluyó que las blancas tenían me jor juego, debido a su rey más seguro y a los peones móviles. En otro lugar de su Analyse du Jeu des Échecs, Philidor consideró esta posición: (Ver diagrama 189.) La última jugada negra pretendía im pedir el avance f4-f5. Philidor escribió que para implementar su plan, las blancas te nían que sacrificar. 1 : xe3 dxe3 2 Wfxe3 : xal 3 : el! Wlxb3 4 Wfe4 La compensación de las blancas serían más clara después de 4 e6 o, tal y como si gue la partida, 5 Wlxg6+.
Juegan blancas
4 Wfe6 s rs gxrs? Es mucho mejor 5 ... tfb3. amenazando 6 ... �eS ó 6 ... � xe5. 6 gxfS WfdS 7 tfxdS+ cxdS 8 .i.xbS �b6 _
9 f6 Aquí, Philidor citaba la regla que, se gún él. pocos jugadores conocían antes de él: Cuando tienes un alfil de casill as blan cas, debes situar tus peones en casillas ne gras. Por ejemplo: si el alfil blanco fuese de casillas negras, las negras podrían defen derse con ... �f7-e6. Nótese también que 9 e6 : b2 1 0 e7? : xb5 es favorable a las ne gras.
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9 : b2 10 �d3 wnn Omitiendo 10 ll b3 1 1 ll e3 llJc4, cuando las blancas podrían ganar con 1 1 llJh5 ! . Siguió: 11 �fS llJc4 12 llJhS ll g8+ 13 �g4 llJd2? 14 e6+ wg6 15 rT. y ganan. ·-
Los sacrificios posicionales de calidad lograron mayor reconocimiento cuando empezaron a jugarse en las fases críticas de dos de Jos más importantes matches del siglo siguiente. Staunton entregó una torre por un alfil para dominar las casillas blan cas. y ganar así la última partida de su match de 1843 con Pierre Saint-Amant. Medio siglo después: Steinitz Chigorin Match por el Campeonato Mundial 1 892 20.• partida -
Juegan negras
Steinitz -que había ganado el título mundial, materializando una calidad de ventaja, en la última partida de su match de 1866 con Anderssen- corre aquí el ries go de perder. El resultado en ese momen to era de 8-7 favorable a Chigorin, y sería vencedor del encuentro aquel que consi guiese diez victorias.
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1 - ll b8 2 ll b6! El maduro Steinitz corrió muchos ries gos. pero rara vez con el material. Esta ju gada, que hoy se consideraría rutinaria, en 1 892 se consideraba algo extraordinario. 2 ·- lLl xb6? Las negras deberían haber tratado de cerrar la puerta con 2 ... �b7. 3 cxb6 Éste es un sacrificio polivalente, por que (a) evita cambios de torres y damas en la columna b. (b) elimina la pieza más ver sátil de las negras. (e) permite al caballo blanco ocupar el puesto avanzado de e5, (d) crea un peón pasado b, y (e) abre la diagonal a3-f8. Añádase la debilidad de los peones negros del flanco de dama y tendrá usted la receta infalible para un desastre estratégico. Por ejemplo: 3 'We7 4 llJ e5+ 'it g8 5 'Wxe7! � xe7 6 lLl xc6 ll b7 7 �e2 ll d7 8 lLlb8 ll d8 9 lLl xa6 �xa6 1 0 �xa6 ll b8, y ahora la sugerencia de Steinitz, 1 1 �b5. permite a las negras ofrecer resistencia con 1 1 ... �d8!. Pero 1 1 �eS! ll xc8 12 b7 ll b8 13 a6 gana. como indicó Grigori Ra vinsky. 3 - 'Wb7 4 liJeS+ Wg8 Steinitz planeaba contestar a 4 'ite8 con una continuación de sacrificio más tra dicional: 5 �h5+ g6 6 lLlxg6! hxg6 7 �xg6+ 'itd7 8 'Wf8! . con ataque ganador. 5 �a4 'We7 Las negras impiden 'ifd6, pero permi ten a las blancas forzar un final ganado. Las blancas pueden jugar mejor: 6 �b4! 'iff6 7 'Wc3 h6 (Ver diagrama 192.) 8 �d6 ll xb6 9 axb6 �xb6 10 'ii' x c6 Las blancas ganaron siete jugadas más tarde y Steinitz conservó el título mundial tres partidas después.
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E L VERDADERO VALOR DE LA S PIEZAS E N AJEDREZ
Entre los ejemplos más sofisticados se cuentan la partida Anand-Shirov (diagra ma 32), y la siguiente. Yusupov - Kasparov Barcelona 1989 1 tbf3 tbf6 2 c4 g6 3 tbc3 �g7 4 e4 d6 S d4 0-0 6 �e2 eS 7 d5 aS 8 �gS h6 9 �h4 tba6 10 tbd2 We8 11 0-0 tbh7 U a3 �d7 13 b3 f5 14 exfS CUÁNDO DA RESULTADO Basta de historia antigua. El jugador prác tico quiere saber cuándo un sacrificio de calidad da resultado y cuándo ganar cali dad es un error. Las respuestas radican en ciertas condiciones óptimas para crear el correspondiente desequilibrio. No son re querimientos absolutos, sólo las circuns tancias ideales para el éxito. El sacrificio de calidad suele ser efectivo: (a) Cuando cambia sustancialmente el impacto de las piezas menores sobre el juego.
Al sacrificar calidad. lo que más impor ta son las piezas menores, tanto la enemi ga capturada, como su contraria, es decir la pieza menor suya que sigue en el tablero. Uno de los temas más corrientes es la eliminación de un alfil enemigo de casillas negras para beneficiar al suyo propio. Las blancas lo hacen. por ejemplo, en una línea estándar de la Variante del Cambio en la Defensa Grünfeld, y las negras han reali zado ofertas similares en la Siciliana Dra gón. Bronstein contribuyó a popularizar la India de Rey, cuando entregó su torre da ma por el alfil blanco de casillas negras, en dos partidas del match Moscú-Praga de 1946.
14 - gxfS! Posicionalmente deseable, porque pri va de la casilla e4 a los caballos blancos. y conserva la posibilidad de abrir la gran diagonal negra con ... e5-e4. 15 �hS 'it'c8 Si las negras hipotecan la movilidad de sus piezas pesadas, con 15 ... 1i'b8 16 �e7 l:l c8, las blancas atacarían el peón f, con 1 7 'it'c2 y �g6 . 16 �e7 l:l e8 "Mi alfil de g7 no es peor que su torre de a l ", dijo Kasparov después de la parti da. Sentía que el sacrificio de calidad debía haberse rehusado, con 17 �h4. y si 17 l:l f8, entonces 18 �e7. 17 �xe8 1i'xe8 18 �h4 e4 Aunque las blancas hayan entregado
LA CALIDAD
su alfil de casillas claras por la torre, es el alfil negro de casillas oscuras el que se ha beneficiado de la transacción. Las negras tienen excelente compensación. Por ejem plo: 19 l:l c l llJc5 20 f4 llJd3, o bien 20 l:l c2 llJf8 y ... llJg6. Las blancas no pueden de volver el material con 19 llJe2 .itxa1 20 Wxa 1 , porque 20 Wh5 ganaría pieza. (Las blancas jugaron 19 Wcl WbS 20 .itg3 l:l f8 21 .itf4? 'it'g4 22 g3 llJgS 23 q,b1 llJO, y acabaron ganando, debido a un error de su rival.) Los sacrificios para eliminar un caba llo, en lugar de un alfil, requieren normal mente alguna otra compensación, como dislocar la estructura de peones, para ser del todo efectivos. Pero si se trata de un ca ballo realmente bueno... Veresov - Suetin Campeonato de Bielorrusia 1961 1 d4 e6 2 c4 llJf6 3 llJc3 eS 4 dS exdS S cxdS g6 6 e4 d6 7 liJO .itg7 8 .itgS b6 9 .itb4 a6 10 llJd2 bS 11 a4 b4 12 llJcb1 0-0 13 .itd3 l:l e8 14 0-0 Wc7 1S Wcl llJbd7 16 llJc4 b3 17 'it'xb3 llJxe4 18 .itxe4 l:l xe4 19 .itg3
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ja en desarrollo y deben poder jugar mejor que 1 9 ... .itf8 20 llJc3 l:l e8 21 l:l fe l . 19 - l:l b8 20 Wcl l:l xc4! La clave para evaluar la posición del diagrama son los objetivos. Las blancas pa recen estar bien, debido a su magnífico ca ballo, que protegía el principal objetivo de las negras, b2, y atacaba d6. 21 Wxc4 l:l xb2 22 l:la3 llJb6 23 We4 .itfS 24 We8+ q,b7 25 l:l O llJ xdS "Las negras dominan todo el tablero", escribió Suetin, que acabó ganando tras 26 llJ a3 l:l b4 27 l:l d 1 l:l d4! 28 l:l el l:l e4 29 Wa8 llJc3 30 l:l xc3 (30 l:l fl l:l xa4) 30 .itxc3 31 Wxa6 .itb2. Además de eliminar una pieza peligro sa, un buen sacrificio también puede limi tar la actividad de otras piezas. En el aclamado sacrificio de Kasparov (torre por alfil) contra Shirov, en Horgen 1 994, restringió de forma considerable las dos piezas menores restantes de su oponente. "No encontrarán ningún ordenador que entienda este sacrificio", dijo Kasparov. Luego, sonriendo, añadió: "Ni tampoco en contrarán un ser humano que lo realice." Shirov dijo que su jugada perdedora había sido, simplemente, permitir el sacrificio. La condición ideal se produce cuando un sacrificio de calidad activa las piezas menores propias y restringe las de su opo nente. En el ejemplo que sigue, la compen sación de las blancas radica en la repentina fuerza de su alfil de g2 y en el desventura do caballo contrario. Nikolic - Van Wely Campeonato de Holanda 1 998 (Ver diagrama 1 95.)
Las negras tienen columnas abiertas para sus torres, la pareja de alfiles y venta-
En lo que parecía el fin de la combina ción blanca, no había opción para las negras.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
S l.Llc3 l.Llc6 6 �gS e6 7 1Wd2 �e7 8 0-0-0 0-0 9 f4 l.Ll xd4 10 'irxd4 1WaS 11 �c4 �d7 12 eS dxeS 13 fxeS � c6 14 � d2 l.Ll d7 1S /.LldS 1Wc5 16 /.Llxe7+ 'irxe7 17 l:t he1 l:t fd8 18 1Wg4 l.Llf8 19 �d3
Juegan negras
1 ... /.Ll xdS Pero la combinación no finalizó aquí. 2 l:t xdS!! exdS 3 �xb6 l:t f8 4 b4! Esta jugada impide, de forma efectiva, que el caballo de b8 llegue a c5, o incluso a a6, porque a 4 ... aS las blancas responde rían 5 b5 ! . 4 ... rs s �e3 /.Lld7 Si 5 �d8, preparando ... /.Lld7, las blancas disponen de la fuerte 6 /.Lld4, con la principal amenaza 7 �g2 ! . 6 l:t c7 l:t ad8 7 /.Lld4 Las negras deben devolver la calidad. Estarían perdidas en caso de 7 . . . � f6 8 l.Lle6 g6 9 �g2 d4 1 0 �h6. La disponibilidad de los objetivos ex plica la efectividad del sacrificio defensi vo de calidad. Los buenos defensores a menudo han reconocido que la mejor for ma de quitar hierro a un ataque es cam biar la pieza menor más peligrosa. Pero la idea de eliminarla mediante un sacrificio de calidad es relativamente nueva. No fue característica, desde luego, de grandes defensores como Steinitz, Lasker o Capa blanca. Pero hoy día es un motivo co rriente. 1 e4 eS 2 /.Llf3 d6 3 d4 cxd4 4 /.Llxd4 l.Llf6
Esta variante, con 17 ... : fd8, reempla zó a líneas en las que las negras seguían con ... : fc8 ó ... l.Llb6, y a menudo acababan recibiendo mate tras 1Wg4 y �h6. 19 ... l:t xd3!? Este sacrificio es. en realidad. conser vador. Las negras obtienen una especie de fortaleza en el medio juego, que podría conducir a tablas. en lugar de tomar sus opciones con 19 ... l:t d5. 20 cxd3 1Wd7 Con la eliminación del alfil, las negras han asegurado la situación de su rey, en particular la casilla h7, y crean un fuerte contrajuego sobre los objetivos d3, a2 y g2. La experiencia con 21 �b4 demuestra que las negras tienen buenas posibilidades tan to después de 21 1Wd5 22 � x f8 l:t xfB 23 �b 1 1Wxg2, como conservando piezas en el tablero, con 2 1 ... l.Llg6 22 �d6 f5 23 'ire2 �d5 y ... 1Wc6( + ) . La forma en que las piezas menores se vean afectadas por el sacrificio de calidad es el criterio más importante pero no el
LA CALIDAD
único. Una segunda condición que hace que el sacrificio de calidad sea correcto es: (b) Cuando las torres no pueden com portarse como torres.
Cuando más tráfico haya sobre el ta blero, tanto menos efectiva es una torre y tanto más fuerte resultará una pieza me nor en relación con la torre. Smyslov - Steiner Groninga 1946 1 d4 liJf6 2 c4 eS 3 dxeS liJe4 4 liJfJ �b4+ S �d2 liJ xd2 6 liJ bxd2 liJ c6 7 a3 � xd2+ 8 W xd2 W e7 9 W c3 0-0 10 l:t d 1 l:t e8 1 1 l:t dS! Las blancas anuncian su intención de defender el peón de eS, incluso a costa de la calidad. 11 - b6 12 e3 �b7 13 �e2 l:tad8 14 0-0 liJb8
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17 �bS l:t f8 18 e4 a6 19 �d3 dxeS Ligeramente mejor es 1 9 l:t fe8 20 exd6 cxd6 21 liJd4. 20 liJxeS l:t d6? 21 liJc4 l:t h6 22 liJe3! Las blancas recuperarán la calidad (23 liJfS) o el peón c. Las negras se rindieron poco después, 22 - Wh4 23 Wxc7 l:tf6 24 g3 WbS 2S eS l:t h6 26 h4 Wf3 27 l:t c4 bS 28 l:t f4 WhS 29 liJg4 l:t g6 30 �xg6 'it'xg6 31 e6. Al preservar el peón de eS, 15 l:tcl fue un sacrificio para dominar la columna e, como hemos visto ya en los diagramas 133, 167 y 1 9 1 . En cada caso, la nueva estructu ra de peones volvió a las torres inefectivas, sin dañar la actividad de las piezas meno res del jugador que sacrificó calidad. Los peones constituyen excelentes pantallas en ese sentido. Hay casos también en los que es una pieza menor, y no los peones, quien asume la restricción. Ubilava - TIDloshchenko Cheliabinsk 1974 1 e4 eS 2 liJ O liJc6 3 �bS e6 4 0-0 liJge7 S liJcJ a6 6 �xc6 liJxc6 7 d4 cxd4 8 liJ xd4 d6 9 liJ xc6 bxc6 10 WbS g6 11 Wb3 l:t b8? 12 l:t dl �g7
1S l:t cl! Mucho más fuerte que 15 l:td2 �xf3 16 �xf3 WxeS, con igualdad material. 1S - �xdS 16 cxdS d6 Esta jugada no ayuda a las torres ne gras, pero 16 . . c6 ó 16 ... c5 fallan, debido a 17 d6 y b2-b4, o �c4. .
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E L VERDADERO VALOR D E LA S PIEZAS E N AJEDREZ
13 1Wg3! .i.eS La posición negra sería muy fea en ca so de 13 ... e5 14 Wfd3, pero han subestima do la respuesta de su rival. 14 'ifxeS!! dxeS 15 l:l xd8+ citxd8 16 .i.gS+ citeS "La combinación se basa en el tema de excluir del juego a las piezas negras", escri bió el veterano entrenador Vladimir Zak. Las negras están perdidas, después de 16 ... rJiJc7 17 .i.f6 l:l g8 18 .i.xe5+. 17 .i.f6 l:l g8 18 l:l d1 .i.d7 19 lüa4 Contar las piezas fuera del tablero nos dice que las blancas tienen calidad menos. Pero contando las que quedan dentro del tablero, nos dice que, en esencia. tienen un caballo de ventaja, porque la torre rey ne gra no juega. Las negras pueden liberar su alfil con 19 ... c5 20 lüxc5 .i.c5, pero des pués de 21 a4, tienen una posición perdida. 19 l:l b4 20 lücS l:l d4! Las negras neutralizan la columna d y desdoblan sus peones. l1 l:l xd4 exd4 -·
n
_
eS l3 a .i.e6
Shajmaty URSS dijo que las negras ha
bían dejado escapar su oportunidad con 23 ... g5 24 hxg5 {24 h5 g4) 24 ... l:l g6 y 25 ... h6. Incluso en tal caso, 25 lü xa6 h6 26 lüc5 hxg5 27 .i.xe5 g4 28 citf2 deja las blancas al mando de la lucha. Si, en su lugar, 24 ... a5 25 wt2 l:l g6, las blancas pueden continuar con 26 .i.xe5 l:l xg5 27 .i.xd4, seguido de c2-c3 y b2-b4, mientras las negras siguen luchando con su torre por frenar al peón a. l4 b3 aS 25 g4! Ahora la oportunidad ha desaparecido (25 ... g5 26 h5 ! ), y las negras podrían ren dirse. La partida finalizó así: 25 - hS l6 gS .i.h3 l7 t:JiJfl l:l f8 l8 t:JiJel l:l g8 l9 a4 l:l f8 30 b4! axb4 31 aS .i.c8 3l �d3 l:l g8 33 �c4 Las negras se rindieron. El corolario de este criterio es: al ganar calidad, es vital mantener las torres acti vas. Aunque parezca contener el contra juego enemigo, mantener las columnas cerradas puede dificultar su labor. Petrosian - Korchnoi Campeonato de la URSS 1 955
ll h4! Las blancas comprenden donde radica su verdadera compensación. así que des cartan el peón a para impedir ... g5 y ... l:l g6.
Juegan negras
LA CALIDAD
1 li)f3! Una idea inversa a la de Capablanca: aquí es mucho más fácil materializar la ventaja de la calidad -a pesar de los pro blemas que puedan plantearse al rey- que la de un peón extra ( 1 ... f5 2 �xe5). 2 gxf6! lüxg1 3 l:t xg1 g6 4 b4 �f7 Ahora, 5 h5 'iff5 ! , y las piezas pesadas negras comienzan a dominar ( ... l:t c6 y ... l:t ec8). 5 a3 l:t g8? Pero esto es demasiado lento. El po roso flanco de rey no importará una vez que las torres entren en acción (5 l:t c6 ! 6 h5 'it'c8 7 hxg6+ hxg6 8 �b1 l:t h8 y ... 'iffS). 6 f3 : c6 7 b5 g5 8 b6! Las blancas han ganado tiempo para crear posibilidades en el flanco de rey. Después de algunas imprecisiones, 8 Wc8 9
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influye sobre la corrección del sacrificio de calidad. El sacrificio fallará si se cede la iniciativa, y la iniciativa a menudo se pier de cuando no hay suficiente material para respaldarla. Taimanov Suetin Campeonato de la URSS 1952 -
-·
Las torres no pueden comportarse co mo torres cuando hay piezas enemigas que las restringen y eso nos lleva a otro crite rio. Cuando mejor resultado da un sacrifi cio de calidad es: (e) Cuando hay varias piezas menores sobre el tablero.
Alexander Konstantinopolsky, en el anuario de ajedrez soviético de 1 953, dijo que había tres razones básicas para que un sacrificio de calidad no diese resultado. La primera se produce cuando el jugador que realiza el sacrificio pierde la iniciativa y debe afrontar un contraataque. Esto expli ca por qué Kasparov ha enfatizado en que la cantidad total de material en el tablero
Juegan blancas
Las blancas no tienen nada mejor que 1 'tlff6, después de lo cual las negras po drían forzar tablas con 1 'ifcl + 2 Wg2 lüe 1 + 3 �fl lüd3+. Pero las blancas dije ro que habían seguido jugando a ganar "por inercia". 1 l:t xd3? 'ifxd3 2 e4 l:t d8 3 li)d5 Las blancas tienen un excelente caba llo y, por tiempo indefinido, dos peones. Eso sería suficiente de haber más material, digamos una torre y una pieza menor aña didas por bando. 3 'tlfd1+ 4 �g2 'it'd4! Ahora que se impide 'it'e5/lüf6+, no hay suficiente energía táctica en la posi ción para las blancas. Podían haber hecho tablas y tratar de liquidar los peones del flanco de dama (5 a5). 5 h4?
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En circunstancias de material reducido sólo las piezas pesadas cuentan (8 Wg2 l:t c8). Las blancas buscaron refugio en el final, con 8 g4 'Wh1+ 9 wg3 •g1+ 10 Wh3 hxg4+ 11 'W xg4 • n+ 1l W g3 'W g1+ 13 w h3 .xg4+ 14 wxg4 .:. c8, pero ya es taban perdidas. Konstantinopolsky dio otras dos razo nes por las que un sacrificio de calidad puede fallar: cuando el sacrificador se ve obligado a entrar en un final desfavora ble -como lo que sucedió aquí-, o cuan do no puede mantener la fuerte posición de su pieza menor que no tiene rival. Las blancas conservaron aquí su caballo de d5, pero recibió escasa ayuda de otras piezas. Por el contrario, las blancas mantuvie ron la iniciativa en el ejemplo siguiente, sobre todo debido a su amplio conjunto de apoyo. Zajarevich - Guliev San Petersburgo 1997 (Ver diagrama 203.) Si las blancas pierden su peón extra ( 1 t0d4 •xd5) o permiten que entre e n jue-
Juegan blancas
go el alfil negro ( 1 g5 .i.f5 ó 1 lüel .i.d7 y ... .i.a4), quedarán peor. 1 l:t d4! .i.xd4 2 cxd4 El sacrificio de las blancas tiene un in mediato impacto sobre las piezas menores. Su alfil de casillas negras es fuerte y el ca ballo negro pierde su mejor casilla. Pero 1 .:. d4 fallaría si las blancas tuviesen menos piezas. Las blancas necesitan su alfil de ca sillas claras, por ejemplo, para atacar el flanco de rey después de 2 ... t0d7 3 .i.xh6 : es 4 .i.d3 ! t0f6 5 .i.xg6. El sacrificio fa llaría también si se retirasen la torre de rey blanca y la torre dama negra. 2 - t0a6 3 tOeS l:t d8 4 'Wdl 'WI8 O bien 4 . x d5 5 . x h 6 'W x d 4 6 t0 xg6! fxg6 7 .xg6+ wh8 8 .i.b2 ! , y ga nan. S .i. c4 t0 c7 6 d6 t0 e6 7 .i. a3 • g7 8 l:t e1 La presencia de la torre blanca es vital en líneas como 8 ... .i.d7 9 t0 xd7 .:. xd7 10 .i.xe6 fxe6 1 1 l:t xe6. Las negras jugaron 8 - gS 9 •d3 .f'6. y se rindieron después de 10 l:t e3! 'Wg7 11 :o f'6 U d7!. El cuarto criterio importante para la corrección de una entrega de calidad tiene
LA CALI DAD
que ver con la estructura de peones. Un buen sacrificio de calidad se produce: (d) Cuando inflige un considerable da ño a la formación de peones.
En el último capítulo hemos comenta do ya el destructivo sacrificio ... : xc3 en la Siciliana. Pero el enfoque de Simagin con centrándose en la vulnerabilidad de los peones blancos de c3 y e4 ignora otras de bilidades. Los tres peones blancos del flan co de dama (así como las casillas a3, a4, b2 y c4) son vulnerables después de la captu ra en c3. "Si tomas en c3 y el caballo pue de llegar a a4, las negras están bien", dijo Kasparov de su partida con Movsesian (diagrama 164). La indefensión de casillas como b2 y a3 a menudo puede ser explo tada tanto por alfiles como por caballos.
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3 ... .i.xc2 4 : xc2 'irxb3. Pero ... .teS no era la principal idea de las negras. 3 - .i.xa3 4 �h2 .i.b2! El alfil barre (5 .lübl l:t c4 6 l:t d3 'irxe3! 7 l:t xe3 d4). S 'fVg3 .i.xc3 6 l:t a4 .i.d4 7 :n l:t xc2 Las negras han ganado los tres peones del flanco de dama y el desenlace resultó transparente después de 8 l:t b l .i.b2. La debilidad de casillas, además de peones, es evidente en otro sacrificio es tándar, : xe6. Todas las casillas blancas del flanco de rey quedan vulnerables hasta cierto punto. En el siguiente ejemplo, g6 se convierte en objetivo cuando ya no tiene un peón f que lo sostenga. Krasenkow - Rozentalis Campeonato de Polonia por equipos 1 997
Vulfson - Gulko Moscú 1 974
Juegan negras Juegan blancas
La posición blanca es difícil, pero 1 .lüh4 ofrecía alguna esperanza. Por ejem plo: 1 ... e6 2 .lüxf5 gxf5 3 l:t xc4!. 1 .lüdl? : xc3! 2 bxc3 e6 3 h3 Si las blancas impiden ... .i.c5 con 3 .lüb3, quedan claramente peor, después de
· - .i.e6? La jugada perdedora. 2 'ird3 g6 O bien 2 ... .lübd7 3 .i.xf6 .lü xf6 4 .lüg5 . 3 .i.h6 : e8 4 : xe6! fxe6 S .lügS La ausencia de un peón f significa que las amenazas blancas no sólo comprenden ahora .lü xe6, sino también .lü xh7. Por
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E L VERDADERO VALOR D E LA S PIEZAS E N AJEDREZ
ejemplo: 5 ... �f8 6 li:l xh7! �xh7 7 ... xg6+ �h8 8 �g5 lll bd7 9 lll e4, ganando, o bien 6 . . . � xh6 7 ... xg6+ � g7 8 li:l x f6+ ... x f6 9 ... xe8+. S - 1i'aS Las negras pueden defenderse con 6 li:l xh7 Wf5 ó 6 ... ... h5. pero no después de 6 b4! 'it'fS 7 We3
Las negras se rindieron. Después de 7 1i'xc2, las blancas dan mate. La variante clave es 8 ... xe6+ � h8 9 ... f7 l:t g8 10 ... xh7+! . Aunque n o haya amenazas inmediatas sobre f7. h7 ó g6, el sacrificio en e6 puede ofrecer compensación, debido a la dificul tad de las negras para organizar una de fensa a largo plazo. Bologan - Rozentalis Belfort 1 998 1 e4 eS 2 li:lf3 li:lf6 3 li:l xeS d6 4 li:lf3 li:l xe4 S d4 dS 6 � d3 � e7 7 0-0 lll c6 8 c4 lll f6 9 lll c3 0-0 10 h3 li:lb4 11 �e2 dxc4 12 �xc4 c6 13 a3 li:l bdS 14 l:t e1 � e6 1S � d3 h6 16 �d2 Al conectar torres, las blancas se dispo nen a preparar el sacrificio, con ...e2 y
l:t e l . Las negras debían haberse anticipa do al mismo con 16 ... 1i'c8! . 16 - l:t e8 17 l:t xe6! fxe6 18 �g6! La torre debe expulsarse de e8. 18 l:t f8 19 1i'e2 lll c7 20 l:t e1 �d6 21 �b1 •••
La compensación de las blancas radica en la fuerza de su alfil de casillas claras y la debilidad de las casillas contrarias e6, f7, g6 y h7. Estaban convencidas de tener mu cho juego después de 21 l:t e8 22 liJeS li:lcd5 23 ...d3. 21 - ...e7? 22 liJeS �xeS Esta captura era inevitable, en vista de lll g6 ó ...d3/lll g4. Pero ahora no hay pieza menor que defienda h7. 23 dxeS li:lfdS 24 li:l xdS li:lxdS 25 ...e4! gS 26 ...g6+ Las blancas obtienen su primera pizca de compensación material. Su ventaja re sultó evidente después de 26 ... ... g7 27 ... xe6+ ciPh8 28 h4! li:lf4 29 1i'c4 l:t ad8 JO �cJ y las negras se vinieron abajo con JO llldS 31 hxgS hxgS 32 �d2 li:lf4 33 �b4 ... f7? (33 l:t fe8 34 e6) 34 e6 li:l xe6 3S �xf8. y se rindieron. -
Los sacrificios de calidad que dislocan los peones enemigos pueden dejar al sa-
LA CALIDAD
criticador en la envidiable situación de ser el único que puede modificar la es tructura de peones. Esto es, en sí, una forma de compensación. Aunque su opo nente pueda controlar una columna se miabierta con su torre sin oposición, puede encontrarse seriamente restringi do si no hay forma de cambiar peones y abrir del todo la columna. Nada es más frustrante que contar con una ventaja material que no puede imponerse por culpa de peones estáticos.
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5 W'cl W'xe3+ 6 �hl lL!e5 7 : n l:t e8 8 l:t f4 f6 El sacrificio de las negras da resultado porque cuentan con objetivos y las blancas no, debido a su estructura de peones. El control de las blancas de las columnas d y f no se convierte en presión, debido a que el caballo negro no puede ser expulsado de e5 por un peón f y porque f6 es una roca.
Benko Keres Los Angeles 1 963 -
Juegan blancas
Si dispusieran de algún tiempo para proteger su peón de b2 e impedir ... lL!d4, las blancas tendrían un juego excelente, pues podrían doblar torres en la columna d y, si las negras defienden d7 con ... lL!e5, expulsar al caballo con t2-f4. 1 .tcJ?! .txcJ l bxc3 l:le8 3 lL!e3? Pero esto es un feo error, que magnifi ca los riesgos posicionales de 1 .tc3. Era preciso 3 lL!f4. 3 - l:t xe3! 4 fxe3 W'e8 El peón de e3 debe caer (5 Wf2 W'e4).
Esto significa que, a diferencia del ha bitual sacrificio de calidad en el medio j uego, cuando los tiempos son preciosos. el tiempo está de parte del sacrificador, que puede permitirse mejorar gradualmen te la posición de sus piezas. Por ejemplo: 9 l:t e4 W't2 10 l:t d l . el tipo de posición que sólo le gustaría a un ordenador, y en la que las negras pueden demostrar su su perioridad con 10 . . . : e7 1 1 : f4 W'e3 12 l:t e4 W'g5 ó 10 ... W'f5. para explotar la clavada de e4. 9 W'e4 lL!g6! 10 W'xe3 l:t xe3 Las negras estarían cerca de una posi ción ganadora en caso de 1 1 : t2 lL!e5, se guido de ... � f7-e6, o bien 1 1 l:t f3 l:t xe2 12 l:t xd7 lL!e5. Las blancas trataron de sal varse en el final de torres, 11 : xd7 lL! xf4 U gxf4 l:t xel 13 l:t xa7, con idea de 14 f5 ! .
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Pero perdieron después de 13 l:t b7 l:t xf4 15 l:t xb6 l:t xe4.
-·
l:t f2! 14
La incapacidad de modificar la estruc tura de peones a menudo hace que las pie zas pesadas parezcan estúpidas, al tiempo que las piezas menores parecen brillantes. El resultado es que grandes desventajas de material pueden volverse favorables en términos de movilidad y objetivos. Razuvaev - 1iviakov Rostov sobre el Don 1993 1 d4 lüf6 2 e4 e6 3 lüf3 b6 4 g3 �e7 5 �g2 � b7 6 lü e3 0-0 7 d5 � b4 S � d2 lü a6 9 0-0 lü cS 10 lü e l l:t eS 11 lü e2 � x e3 12 �xc3 exdS 13 exdS lüce4 14 lüe3 lüxc3 15 bxc3
tanto. mejor. pues sólo este bando tienen posibilidades de ganar." 17 'ii'd4 lüd7 1S l:U4 'ii'e 7 19 : an lüe5 El resto de la partida podría dividirse en cuatro fases. Primera, las blancas tratan de crear objetivos en el flanco de rey. 20 �e4 : f8 21 �d3 �eS 22 'ife4 g6 23 : f6 wg7 24 e4 �d7 Pero permiten una liquidación favo rable. 25 h4? .. xf6! 26 l:t xf6 wxf6 27 ..d4 Las negras provocan a las blancas a crear un nuevo objetivo con e3-e4. 27 l:t eS 2S w f2 w g7 29 w e1 f6 30 Wd2 lüg4 31 e4 lüe5 32 'ii'c3 l:te7 33 'ii'a3 aS 34 'ii'b2 ttJn 35 �c2 : eS 36 'ii'a3 wm 37 �a4 �g4 38 'ii'd3 q;e7 Y las blancas se dejaron llevar por el pánico, ante la perspectiva de perder su peón e. tras ... wd8, ... l:t e7, ... lüe5-d7-c5. 39 eS? dxcS 40 �5 lüd6 41 'iVc6 wdS, y las negras ganaron. •••
Hay otro criterio más que puede in fluenciar en la evaluación del desequili brio creado por la calidad. Entregar una torre por una pieza menor puede estar jus tificado: (f) Cuando se logra la pareja de alfiles.
15 l:t xe3! 16 fxe3 d6 liviakov explicó sus dos últimas juga das en Shajmatny Vestnik: "La estructura de peones blancos es inflexible, sin ningu na posibilidad de abrir líneas para las to rres. Las negras, por su parte. obtienen e5 y c5 como 'puestos avanzados eternos' pa ra su caballo. Las blancas tendrán que de fender d5 con su peón e o e, haciendo peor a su alfil. La posición de las negras es, por
Steinitz creía que los dos alfiles confe rían una ventaja que era en parte material y en parte posicional. No trató de cuantifi car el valor material. pero hay evidencias de que la cifran entre medio peón y un peón. (Más detalles al respecto en el capí tulo 9.) Esto significa que un peón y los dos al files serían suficiente compensación por la calidad. Si. por otra parte. es el jugador con la calidad el que tiene el par de alfiles, dis-
LA CALIDAD
fruta de posibilidades ganadoras contra dos peones extra contrarios. Con frecuencia. el valor teórico de los alfiles puede convertirse en algo más con creto, porque los alfiles hallan oportunida des de conseguir un peón extra. GeUer - Keres Campeonato de la U RSS 1952
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alfiles blancos pueden conseguir un tercer peón ganador después de, digamos, 5 tt:Jd7 6 .i.c3. 6 �fi tt:Jc6 7 �e2 l:t d8 8 l:l xd8 tlJxd8 9 .i.c3 �e6 10 .i.g8+ �d6 11 f4! Gracias a los alfiles, las blancas pueden proteger a sus propios peones y ganar el peón g. después de lo cual sus peones pa sados deben ganar. Así sucedió, tras 11 exf4 12 exf4 tt:Je6 13 .i.eS+ 'il;>dS 14 il... x g7 l:l c8 15 .i.xe6+ � xe6 16 �f3 l:l. c4 17 .i.c3 wdS 18 h4. Es menos arriesgado forzar la ganancia de la calidad, cuando eso significa entregar a su oponente un peón además de la pare ja de alfiles. Con todo. los ordenadores -y. ocasionalmente, algunos jugadores fuer tes- subestiman las posibilidades del rival. Suetin - Spassky Campeonato de la URSS 1 960
Juegan negras
Las blancas amenazan el caballo y no deben temer a 1 ... fxe5, debido a 2 l:l xe4 .i.xe4 3 .i.xe4 tlJc6 4 b5 l:l d8 5 l:l c l . 1 - tlJd6? Lo correcto era 1 ... tt:Jg5. Las negras no evaluaron bien el sacrificio de calidad que provocaron. 2 .i.xh7! fxeS 3 l:l xd6 .i.dS 4 l:l 6xdS exdS S l:l xdS l:l cl Steinitz dijo que dos alfiles y dos peo nes "son considerablemente más fuertes que torre y caballo". Ésta es otra de esas generalizaciones del siglo XIX y principios del XX que hoy parecen pintorescas. Los grandes maestros modernos enfa tizan en las excepciones antes que en las reglas y dicen que la verdad depende del cálculo. Ésta no es una excepción. Los dos
1 e4 eS 2 tlJ f3 d6 3 d4 cxd4 4 tlJ xd4 tlJ f6 S tlJc3 a6 6 .i.gS e6 7 f4 h6 8 �h4 1Wb6 9 a3 �d7 10 'ii'd2 tt:Jc6 11 tt:Jb3 .i.e7 12 .i.fl 'ii'c7 13 .i.e2 bS 14 0-0 0-0 15 l:l ad1 l:l fc8 16 .i.g3 l:l ac8 Al comienzo de un típico medio juego siciliano, las blancas forzaron aconteci mientos con: 17 eS? dxeS 18 fxeS tlJxeS 19 'it'd4 tlJc6 20 .i.xc7 tlJxd4 21 .i.xd8 tlJxe2+ 22 tlJxe2 .i.xd8 23 tlJc3 .i.c6 (Ver diagrama 212.) Debido a que el juego ha sido forzoso. tras 17 e5. 1as blancas seguramente previe ron esta posición y la consideraron favora ble. Pero no tiene nada de recomendable. Sin cometer un grave error, las blancas acabaron encontrándose en posición per dedora, después de 24 l:l d6 �e7 25 l:l d2 �f8 26 tt:Ja2 .i.d8 27 tt:Jb4 .i.b7 28 tt:Jd3
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
�b6+ 29 �h1 lüe4 30 l:l e2 rjj e7 31 l:l fe1 f5 32 lübcl hS!. UNA EXPERIENCIA GR ÜNFELD Hace más de 50 años se puso de moda una variante de la Defensa Grünfeld. y que vuelve a jugarse una y otra vez, constituye un buen modelo, aunque no existe el dese quilibrio típico de la calidad. 1 d4 lüm 2 c4 g6 3 lüc3 dS 4 cxdS lüxdS S e4 lüxc3 6 bxd c5 7 �c4 �t' 8 lüe2 0.0 9 0.0 cxd4 10 cxd4 ltlc6 11 .hl � U B lOaS
Cuatro de las cinco principales opcio nes de las blancas crearán aquí desequili brios. Pueden:
• Entregar los dos alfiles para aliviar la presión de las negras. con 1 3 l:l c 1 lü xc4 14 l:l xc4. Esto ha resultado deslucido. • Ganar un peón, en la Variante Sevilla. 13 �xf7+ l:l xf7 14 fxg4. que se considera con posibilidades mutuas. • Sacrificar un peón, con 13 �d3 �e6 14 l:lc1 �xa2. Ú ltimamente esta línea tie ne la reputación de dudosa. • Juego tranquilo, con 13 �d3 �e6 14 'tl'a4. Esto evita un desequilibrio que permite a las negras igualar. con 14 ... a6 y 1 5 ... b5. La más prometedora de las cinco opciones parece también, a primera vista, la más arriesgada:
13 �d3 �e6 14 dS �xa1 1S ... xa1 f6 16 �h6 l:l e8 Este sacrificio de calidad se planteó, por primera vez, en los años cuarenta y se anotó algunas famosas victorias. Pero que dó oscurecido cuando se puso de moda 17 lüf4 �d7. Por ejemplo: 18 eS dxe5 19 'Wxe5 'ifb6+ y ... •r6. Desde entonces, se han producido cambios de estrategia, pa sando las blancas de un ataque al enroque. a juego en el flanco de dama ( l:l b 1 ) y vice versa. También los resultados han sido cambiantes. Así, en 2000-2004 las blancas han conseguido mayor número de victo rias, después de una larga serie de éxitos de las negras en la década de los noventa. (Ver diagrama 214.) Entre los factores favorables a las blan cas se cuentan: (a) Las negras han entrega do su mejor pieza ligera y su caballo se encuentra exiliado en aS: (b) quedan 12 peones en el tablero. lo que reduce un tan to la actividad de las torres, y (e) las blan cas tienen los alfiles buenos. Esto sugiere que el riesgo es realmente mínimo. Un balance de 100 partidas magistra-
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20 ... liJeS 2 1 exd7 'it'xd7, pero quedan li geramente peor tras 22 Wbl . Una partida, Jarlov-Mamedyarov, Batumi 2002, siguió ahora así: 20 dxe6 �xe6 21 exf6 �r7 22 l:. d1 l:. c6 23 �bS 'it'xf6 24 'it'xf6 l:. xf6 25 �xe8 �xe8. La igualdad material se ha restablecido y las negras hicieron tablas en 67 jugadas. CAMBIOS
les, disputadas en un período de 16 años ( 1 988-2004) muestra una sorprendente igualdad: las blancas ganaron 38, las ne gras otras 38 y 24 partidas fueron tablas. Menos de un tercio de las partidas llega ron al final. una estadística reveladora. Otro balance de la base de datos, de 1 1 3 partidas disputadas entre 1 978 y 2004, arroja 47 victorias blancas. 50 negras y 16 tablas. En la inmensa mayoría de las partidas ganadas por las blancas, lo fueron con un ataque al enroque. Hubo un alto número de contrasacrificios. Las blancas recupera ron la calidad en el medio juego, bien atra pando una torre o debido a la devolución de las negras, en casi un tercio de las parti das consideradas. El juego puede conti nuar así: 17 �h1 No puede impedirse que las negras reactiven su caballo (17 l:. b l a6 18 'it'd4 �f7 19 f4 l:. c8 y ... b5/ ... lüc4.) 17 - l:. c8 18 lüf4 �d7 O bien 18 ... �f7 19 e5 g5 20 e6. 19 eS e6 La inmediata 19 ... lüc4 invita a realizar un controvertido sacrificio en g6. Por ej e m p l o : 20 e6 � a4 2 1 lD x g6 h xg6 22 �xg6. Las negras pueden evitarlo con
El cambio de damas normalmente ayuda al jugador que tiene calidad de ventaja. Esto cumple la regla general de que los cambios favorecen al bando materialmen te superior y, además, la torre pierde parte de la redundancia que comparte con su dama. Las principales excepciones se producen cuando un cambio frena una considerable iniciativa o elimina serias posibilidades de mate. Tal Lengyel Miskolc 1 963 -
Juegan negras
· - 'it'c6?
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E L VERDADERO VALOR D E LAS PIEZAS E N AJEDREZ
El ataque de mate. 1 l:l b5 2 �g2 ¡fd5+ 3 �h3 'irt3, ó 1 l:l d 1 + 2 �g2 'ird5+ 3 f3 'irb5 habría ganado. 2 'ire4+! fS 3 'irf3 'irc4 4 �g2 l:l b5? Las negras ganan después de 4 . . . g5 5 h3 �g6. 5 h4 'ire4? 6 'irxe4 fxe4 7 g4 Las blancas hicieron tablas. con un jue go preciso. En finales, lo normal es que un cambio de torres favorezca al j ugador que tiene la ventaja de la calidad. Pero, como se obser vó en los diagramas 93 y 180, también hay excepciones. Kaufman dijo que el valor de la calidad pasa a valer más de dos peones cuando desaparecen del tablero la dama y un par de torres. El cambio de piezas menores parece ayudar al jugador que tiene la torre. Pero existe una excepción importante: cuando un cambio de alfil por caballo entrega al rival la pareja de alfiles. Si el jugador con calidad menos tiene ya los dos alfiles, el cambio de piezas me nores casi siempre interesa a su oponente. Bareev Azmajparashvili Plovdiv 2003 -
Aunque sólo tienen un peón por la ca lidad, las negras están mejor. debido a los dos alfiles y porque las torres blancas no disponen de columnas útiles. En realidad. incluso son las negras quienes abren una columna. 1 -. h5! 2 a4 Las blancas preparan 3 -'.a3, y si 3 -'.c7, entonces 4 l:l ge l y l:l e7+. 2 - .teS 3 l:l el b4 Las blancas no pueden discutir la co lumna abierta b, porque hl está cubierta por el alfil. Ahora. 4 g4 h3 debilita sus peones, y las negras tratarían de explotar este factor con ... l:l h4. 4 -'.aJ Si las negras cambian alfiles. 4 ... -'.xa3 5 l:l xa3, pueden hacer tablas fácilmente (5 ... hxg3 6 hxg3 l:l h3 7 l:l e3). 4 bxg3! La torre negra necesita objetivos. Aho ra, 5 hxg3 .tf2 6 l:l e7+ �c6, seguido de ... .txg3 y/o ... l:l h2 sería tan fuerte que las blancas deberían aceptar el sacrificio de pieza. 5 -'.xcS! gxb2 6 l:l e7+ �c6 7 -'.xa7 l:l b7! Las negras conservarán un peón extra después de ... h l ¡f, con buenas posibilida des de victoria. -·
Pero decir que los cambios ayudan al bando con ventaja material puede ser en gañoso, debido a la famosa línea divisoria de 1 peón/1 ,5 peones. ¿Acaso es usted el "bando superior", si tiene una torre y su oponente pieza menor y dos peones? La mejor respuesta es: "quizá."
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Ftacnik - Browne San Francisco 1991
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Esto es muy generoso. Sólo cuando hay 10 peones o menos tendrá el bando de la torre posibilidades reales contra una pieza y dos peones. J. Polgár - Bareev Linares 1994
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1 l:. d2! El factor decisivo aquí es el radio de acción. Mientras haya peones en ambos flancos, las blancas deberían proponer (y las negras rehusar) un cambio de torres. 1 - l:. xd2? A pesar de la clavada, era mejor 1 lüd5, y si 2 .i.f2. entonces 1 ... .i.xf2 2 q¡,xf2 l:. d7. 2 .i. xd2 w e6 3 .i. e3 w dS 4 l:. h4 h6 S .i.xcS bxcS Las blancas progresaron gradualmente con 6 we3 fS 7 wd3 lüe6 8 l:. a4 lüc7 9 g4. y acabaron ganando. Un último punto: sabemos que el radio de acción de la torre se ve reducido por el tráfico. ¿Pero cuánto tráfico afectará real mente a sus posibilidades de ganar? Purdy lo formuló así: la calidad apenas vale un peón y medio cuando hay 14 6 más peones en el tablero. Los cambios de peo nes incrementarán ese valor hasta más de dos peones.
Juegan blancas
1 .i.e4! Las blancas estarían ligeramente peor. si las negras logran coordinar sus efectivos ( 1 l:. de 1 lüd7 2 l:. e3 .i.c6). Ahora, 1 'it'xe4?? ó 1 ... .i.xe4 2 l:. g4 'iVxg4?? per miten el mate en d8. 1 ... .i. xe4 2 l:. g4 'ii' e 7 3 l:. xe4 lü c6 4 l:. g1 Con 1 2 peones en el tablero, las blan cas se beneficiarían, según Purdy, de un cambio de damas. Pero sus torres no dis pondrían de suficientes líneas abiertas. después de 4 W'd7 Wxd7 5 l:. xd7 l:. c8. En lugar de ello, las blancas quieren ata car por la columna g. con h2-h4-h5 y l:. eg4. 4 ... 'ii'd6 S 'ii'e2 l:. d8 6 h4 hS! Esto asegura el flanco de rey ( ... lüe7f5). Aunque las blancas cambien damas y un par de torres, sigue sin haber posibili-
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dad de ruptura en el flanco de dama. Por ejemplo: 7 l:[ d l ... xd1 + 8 'it'xdl l:t xd 1 + 9 xd1 e8 10 l:t a4 d7 1 1 b4 a5. Esto fue similar a lo que ocurrió en la partida: 7 ...e3 ,..dS 8 cl Ci:Je7 9 ...el Ci:JfS 10 l:[ dl 'it'xdl+. Las negras pueden cerrar la co lumna, en caso necesario, con ... Ci:Jd6. Nuestra comprensión acerca de cuánto vale la calidad y cómo se ve afectado su
valor por temas como el total de peones y el radio de acción de la torre, ha cambiado constantemente en los últimos 200 años. En cuanto a las últimas décadas. las virtu des del sacrificio de calidad han sido des menuzadas en detalle. El péndulo puede haber oscilado muy rápido -pues una to rre es una torre, después de todo-, y tal vez el siglo XXI volverá a modificar las evalua ciones.
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Capítulo 8
Dama contra piezas
Cuando un jugador entrega -o es obligado a entregar- su dama por piezas contrarias. plantea una batalla entre dos principios: cooperación contra ataque doble. En los términos más generales, las pie zas tienen la ventaja de que se coordinan bien y pueden atacar objetivos. La dama tiene la ventaja de que puede utilizar ja ques y ataques dobles, es decir, aquello que mejor hace. La dama debe poder actuar como una dama para poder tener opciones contra las piezas. He aquí un caso drástico en que no puede hacerlo. Selesniev - Von Bardeleben Match 1 920 (Ver diagrama 219.) La ventaja posicional de las blancas es importante. pero carecen de un punto de ruptura. Las casillas del flanco de rey parecen débiles, pero trasladar la dama a ese sector (1 •as. 2 'ii' e 1 y 3 'ii' h 4) es lento. 1 l:t xcl! lh8 Las negras no tienen alternativa. 2 l:t a3 l:t xa7 3 bxa7 •as
Juegan blancas
Es obligado bloquear al peón con la única pieza disponible. 4 .igS! Las negras se rindieron. Casi cualquier cosa gana, pero la última jugada blanca es convincente. porque .id8-c7-b8! senten ciará la dama a cadena perpetua. Este tipo de jaula es extraordinaria. Lo más normal es que la dama se vea limitada por un tráfico normal de peones. Sus pro pios peones pueden ser tan restrictivos co mo los enemigos. 1 e4 d6 2 d4 tt:lf6 3 tt:lcJ g6 4 .ic4 .ig7 S ... e2 tt:l c6 6 eS! tt:l xd4 7 e x f6 tt:l xe2
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8 fxg7 l:t g8 9 lt:Jgxe2 l:t xg7 10 .i.h6 l:t g8 1 1 0-0-0
Cuando l a dama tiene libertad d e mo vimientos para ejecutar ataques dobles y triples, la balanza se inclina a su favor. Karpov - Kamsky Campeonato Mundial FIDE 1996 9.8 partida
Con dos peones y dama por tres piezas menores, las negras tienen una clara ven taja, según las tablas de valores. Los or denadores también conceden apreciable ventaja a las negras. La experiencia, sin embargo, dice que la ventaja está del lado blanco. La razón es que los peones negros interfieren con sus piezas pesadas. Si dis ponen los peones en formación erizo, rá pidamente son arrolladas. como sucedió en la primera partida Short-Miles (Lon dres 1984): 1 1 ... e6? 12 h4 .i.d7 13 lt:Je4 f6 1 4 lt:Jf4 ci;fl ( 1 4 ... d5 1 5 lt:Jxd5 ó 1 5 .i.xd5) 15 l:t he 1 l:t e8 16 g4, y las blancas ganaron pronto. La mejor casilla para el alftl negro pa rece ser f5. pero 1 1 ... .i.f5 12 lt:Jd4 eS 13 lt:Jf3! crea problemas tácticos ( 1 3 ... W'f6?? 14 .i.g5; 13 ... 'ife7 14 lt:Jd5). El mejor jue go para las negras podría ser: 11 - .i.e6 12 .i.xe6 fxe6 Las blancas tienen buenas posibilida des, debido a que las piezas son mejores que la dama para explotar la congestión de peones, después de 13 f4 ó 13 h4 y 14 l:t he l .
Juegan negras
1 .- l:t a6? Naturalmente, las negras quieren coor dinar mejor sus piezas ( ... l:t ca8 y ... .i.d5). Pero conseguir que todas las unidades de tu ejército avancen juntas es imposible en ajedrez, porque sólo puedes realizar una jugada en cada tumo. Habrá un momento en que mover una pieza rompa la cohesión de las tropas y ese momento puede explo tarse. 2 'ifc4! Karpov dijo que parecía "increíble" que con una sola jugada la dama apuntase a seis objetivos (los dos peones, ambas to rres, el alfil de c6 y el rey). Sólo dos de ellos están atacados directamente, pero 3 'ifxe6+ crearía un segundo doble. La natu ral 2 ... .i. b7 invita a j ugar 3 'ifxe6+ ci; h8 4 Wd7 l:t b6 5 l:t c3 l:t g8 6 .i.e5, o bien 4 ... l:t g8 5 .i.e5.
DAMA CONTRA P I EZAS
Las negras jugaron 2 - .:t eaS 3 ... xe6+ �h8, pero quedaron perdidas después de 4 �eS (4 ... : e8? 5 "iff7! , otro doble). MALA EVALUACIÓN A pesar de las tablas -o quizá, debido a ellas-, la relación ti' contra piezas a menu do es peor evaluada que cualquier otro desequilibrio material. Esto sucede inclu so en aperturas extensamente analizadas. 1 d4 dS 2 c4 c6 3 lü f3 lü f6 4 lü c3 e6 S �gS dxc4 6 e4 bS 7 eS h6 8 � gS 9 lüxgS hxgS 10 �xgS lübd7 11 g3 b4(?) 12 lüe4 lü xe4 13 �xd8 � xd8 14 �g2 fS 1S exf6 lüdxf6 -
Las blancas han entregado tres piezas por dama y peón. En el aspecto material no deberían, por tanto, estar peor. Pero unos artículos de Shajmatny Biu/etin (de los años cincuenta) evaluaban la posición como favorable a las negras, citando 16 ...e2 lüd6 17 �xc6 l:t b8. El GM Vladimir Bagirov recordaba que había entrado en este línea. con ne gras, en Sarajevo 1980, porque "todos los manuales" la consideraban favorable a las negras y porque le gustaba la posición des pués de 18 W'e5 �e7 19 "ifa5+ l:t b6, que
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había preparado de antemano. ''Pero, ay, no pude alcanzarla", escribió, porque las blancas ganan de inmediato con 16 �xe4 lü xe4 17 ... f3! (17 ... lüd6 18 "iff6+). La incapacidad por coordinar sus pie zas de forma efectiva costó a las negras otras dos partidas en torneos internacio nales, durante 1979-1980. antes de que la variante quedase archivada entre las líneas "refutadas". Por otra parte, cuando la opción de ata que doble de la dama es muy remota, su oponente a menudo tiene las mejores po sibilidades, a pesar de la clara desventaja que le asignaría una tabla de valores. Elianov - Alexandrov Open Aeroflot 2003
Juegan blancas
Las blancas no tienen nada mejor que ganar la dama. 1 l:t d8+ "ifxd8 2 �xd8 l:t xd8 Las negras sólo tienen torre y caballo por la dama, y cualquier valoración de una tabla daría ventaja de más de un peón a las blancas. Pero pronto será evidente que só lo las negras tienen posibilidades de ganar. 3 W'gS l:t d3 4 "ifg4 l:t c3 S �h2 lüf4
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Las piezas y peones negros están bien coordinados y pueden progresar por las casillas negras. El rey blanco no puede ju gar un papel significativo, pero sí el negro. Lo más importante es que las blancas ca recen de objetivos de ataque, mientras que las negras sí los tienen en los peones de f2 y f3. e incluso el rey blanco como objetivo último de ataque. 6 'ifd7 f6 7 � g3 w b7 8 'it' f5+ � b6 9 'ifd7 l:r. cl La amenaza es ... l:r. h 1 -h3+. 1o �b2 : n Observe que l a iniciativa jugó aquí un papel importante. y que no es inusual cuando una dama se enfrenta a otras pie zas. La iniciativa puede influir decisiva mente en casos en que se ha capturado una dama y las piezas son tácticamente vulnerables en pocas jugadas (como en los diagramas 22 1 y 222). Pero una vez que las oportunidades de la dama son neutrali7.adas. las piezas pue den controlar la situación, incluso tomán dose su tiempo. (Ver diagrama 225.) 11 'ifdl? La jugada perdedora. La dama debía vigilar tanto f2 como g7. Por ejemplo: 1 1
'ifa7! Wg6 1 2 'ife3 �h5 1 3 'ifa7 ! , pues si 13 ... �h4 14 'ifxg7 l:r. xf2+ 15 �g1 l:r. g2+ 16 'ifxg2, el fmal de peones es tablas. De modo similar, si 1 1 ... �h5 12 'tlt'xg7 l:r. xf2+ 13 Wgl l:r. xf3, 1as blancas hacen ta blas con jaques. 11 wb5! U 'ifa2 Wb4 13 'tlt'a7 lüb3! 14 'ifxg7 l:r. xfl+ 15 �b1 l:r. xfJ 16 'tlt'g8 : n+ 11 wb2 : a+ 18 �b1 tüg5! Las blancas deben perder, si permiten ... wg3 ó ... lüf3. Se rindieron después de 19 'tlt'c4? lüf3 20 'ifa2!?, porque 20 ... l:r. h2+! conduce a un fmal de peones ganado. ""
Hay muchos otros casos como éste y han contribuido a generalizar el recelo en tre los maestros acerca de los desequili brios relacionados con la dama. Les encanta sacrificar (o ganar) una dama. Pe ro, al mismo tiempo, han desarrollado cier ta desconfianza por los valores de las tablas acerca de las posiciones resultantes. CALCULAR Y OTRAS CARGAS Antes de la Segunda Guerra Mundial, un sacrificio de dama normalmente formaba parte de una combinación que terminaba en mate. Uno de los informes más exhaus tivos sobre sacrificios de dama (un artícu-
DAMA CONTRA P I EZAS
lo de 20 páginas en el anuario soviético de 1955, por Alexander Konstantinopolsky) indicaba casi 50 ejemplos. De estos casos, sólo un tercio podían considerarse sacrifi cios posicionales, es decir, según el concep to de Spielmann. sacrificios reales. Otra fuente contemporánea, el volu men Weltgeschichte des Schachs consa grado al ajedrez soviético ( 1 953- 1 960). contenía la impresionante cifra de 45 sacri ficios de dama. Sólo 19 eran sacrificios po sicionales (y cuatro de ellos, perdidos). En décadas posteriores, han prolifera do los sacrificios de dama, en parte porque son divertidos. Cualquiera que haya movi do suficiente madera sabe que realizar un sacrificio de dama reporta bastante más placer que jugar con el otro bando. Pero las piezas llevan consigo una car ga más pesada, a saber. una fuerte dosis de cálculo. El jugador con la dama normal mente dispone de menos opciones ("juga das candidatas" ) que considerar. Las variantes pueden ser largas, sobre todo porque la dama puede jaquear repetida mente. Pero lo normal es que su oponente se enfrente a variantes más complejas y numerosas que evaluar. En el último ejemplo, el jugador con las piezas tenía relativamente pocas líneas ga nadoras. En el siguiente, disponía de va rias, y una combinación decisiva en cartera. Pero eso contribuyó a su propia sentencia. D. Gurevich Seirawan Campeonato de EEUU 2000 -
(Ver diagrama 226.) Al jugar con piezas contra una dama, a menudo existe un contraste entre la "me jor" jugada y la jugada práctica. Aquí, la
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Juegan blancas
jugada práctica, 1 �d4. conservaría un só lida ventaja, pero dejaría a las blancas con mucho trabajo por hacer. 1 l:l xdS! La decisión blanca es objetivamente correcta. pero las consecuencias son muy difíciles de calcular, sobre todo con el reloj en marcha. 1 exdS 2 e6 'i/a7 Las blancas pueden conseguir ahora tres piezas por la dama, después de 3 e7 liJ f6 (3 'it'xe7 4 /iJ fS+) 4 eBiiJ + liJ xe8 5 /iJ xe8+ Wg8 6 liJf6+ rj¡g7 7 �d4. Esto debería ganar, porque las piezas se coordi nan bien con el rey, y los caballos tendrían mayor impacto sobre el tablero acortado que se produciría tras la liquidación de peones en el flanco de dama. 3 �d4+! Con esto se añade un peón a la com pensación blanca de tres piezas y debería ganar más rápidamente. Pero las conse cuencias son más difíciles de calcular. 3 rj¡f8 4 �xg4 'i/a4! S /iJf3?? A las blancas se les escapa 5 liJh7+ �g8 6 e7! 'it'xd4+ 7 �h3, coronando, o bien 5 .. �e7 6 liJeS+ c¡t>xe6 7 liJg5+ �d7 8 /iJ xb6+. ...
...
.
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S - 'itb4! Las j ugadas de dama son relativamen te fáciles de encontrar. Si 6 lüf7. 6 . . . 'ifb l ! , con l o que las negras amenazarían mate en f5 y un jaque ganador en e4. 6 e7+ r/; xe7 7 lü c8+ �d8 8 lüa7 �eS!
nen bien antes de que pueda hacer daño. Luego debe asegurarse de que puede ex plotar su ocasión. Tarrasch - Spielmann Mannheim 1 914
Juegan negras
Las piezas pierden su coordinación, pues las blancas están en Zugzwang. 9 h3 pierde un caballo, por 9 t!fa3, lo mismo que 9 �f4, por 9 'iff8+ 10 �e3 'ife7+ . 9 lüc6 'iff8 10 �f6!? t!fxf6 ll lücd4 Las blancas han pasado de disponer sus piezas para el ataque a vincularlas en la defensa. Pero, como se ha obser v a d o a n tes, los c a b a l l os se v u e l v e n fa t a l m e n t e i n m ó v i l e s d e esa fo r m a . La fortaleza sucumbió después d e 10 t!fh8 11
El jugador con la dama asume una car ga mayor de cálculo que su oponente, bajo una condición capital: si es quien ha inicia do el desequilibrio material, debe haberse asegurado de que las piezas no se coordi-
Las negras tendrían excelente juego con 1 l:l fc8, y si 2 d5, entonces 2 ... lüa5 y ... �b5/... lüc4. 1 - lüb5 2 dS lüb4 3 t!fxb4! Esta partida se ha citado como ejemplo de cuándo no sacrificar la dama. En reali dad. esta captura es más o menos forzada, pues en caso de 3 lüdc3 lüa3 quedarían peor, y después de 3 lüd4 lü xd4 4 �xd4 t!fxa2, estarían perdidas. 3 - lüd4 No es mejor 3 ... lüc3 4 t!fxc3. 4 t!fxd4 �xd4 5 lü xd4 Ambos contendientes habían previsto esta posición, llegando a diferentes conclu siones. Comentaristas contemporáneos, así como Alexander Koblents, en Lehrbuch der Schachstrategie, concluyeron que las negras ganaban, debido a la precariedad de las piezas blancas. 5 - l:l fc8 6 l:l xc8 l:l xc8 7 l:lfl t!fa3
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e s difícil deshacer esa relación de material. El jugador que entrega su dama, sabe que ha entrado en un camino sin retomo en el que las posibilidades de tablas se han re ducido sustancialmente. Kramnik - Anand
Las Palmas 1996
Las blancas respondieron ahora a la amenaza ... �a4 con 8 : el?, pero perdie ron tras 8 l:[ d! 9 �xd 'irxd 10 l0f3 'irxdl+ (o bien 10 : e t 'irc5 !). Sin embargo, la natural S l:[ d2 es per fectamente segura, y muchos jugadores preferirían aquí las piezas blancas, después de 8 ... �a4 9 �f2 �xdl lO : xdl 'irxa2+ 1 1 l:[ d2 y 1 2 l0c6. -
J«�egan negras
LO IRREVERSmLE Los desequilibrios de dama, ya sean conse cuencia de un sacrificio o de ganancia for zada de la dama, suelen producirse en un trasfondo de factores psicológicos. El prin cipal es la convicción de que no hay vuelta atrás. Muchos otros desequilibrios materia les pueden invertirse. Por ejemplo: si gana usted calidad, existe el método de devol verla más adelante, a lo Capablanca. Des pués de todo, las torres pueden atacar piezas menores fácilmente en el final. De modo similar, si juega lOx� en el medio juego, existen buenas probabilidades de que se le presente la ocasión de jugar -'.xlO antes del final. Pero en la situación de WV contra piezas, como en la de pieza menor contra peones,
Tras una captura de las negras en d6 y una captura blanca en c6, las negras te mían al fuerte peón e, en caso de 1 ... 'irxd6 2 dxc6 'irxd1 + 3 l:[ xd l , y jugaron: · - �a4! Las blancas disponen de dos posibili dades prometedoras: 2 'irxa4 y 2 � x f8, que conducen más o menos a una mis ma dimensión de ventaja, ± , según el lenguaj e cod i ficado tipo lnformator. A m bas jugadas son buenas y, como es cribió Vladimir Kramnik en 64, " elegir entre dos jugadas buenas a menudo es más difícil que elegir entre dos j ugadas malas". Después de 2 'irxa4 'irxd6 3 'irxa7 l0xd5, las blancas no pueden jugar 4 l:[ d l ? l0xe3 ! , y deben evitar 4 l:[ d3 'ireS. Eso de ja 4 � xd5 'irxd5 5 'irxb6 que, según
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E L VERDADERO VALOR D E LAS P I EZAS E N AJEDREZ
Kramnik, ofrecía a las blancas buenas po sibilidades de ganar. Pero Larry Christian sen. en Jnside Chess, dijo que 5 l:. c2 crearía, "como mínimo", difíciles proble mas técnicos. 2 .i.xf8!? Kramnik dijo que había dejado de cal cular, antes de concluir que 2 .i.xf8 "si es más fuerte, al menos es más interesante" Obtienen torre y alfil por dama, pero tam bién la fuerte opción de avanzar el peón d. El inconveniente de las negras para en contrar jugadas de tablas, antes que las blancas de ganar, por lo que habría sido más seguro 2 'it'xa4. 2 - .i.xd1 3 .i.e7 Como a menudo sucede, inmediata mente después del sacrificio de dama, se producen escollos. Las negras atacan el peón a, pues otras opciones serían clara mente inferiores. Por ejemplo: 3 ... 'ii'd 7? 4 l:. xd l 'ii' a4 5 .i.f3 'ii' x a2 6 l:. a3 'it'b2 l:. xa7 y d6-d7. o bien 5 l:. ed3 'it'xa2 6 .i.xf6 gxf6 7 d6. 3 -. 'ii'c7 Existe la tentación de buscar un dese quilibrio material más reconocible. algo que sea fácil de entender. Pero 3 lLJ xd5? (con la esperanza de 4 l:. xdl 'it'xe7 ! ) perdía, por 4 .i. xd8 lLJ xe3 5 .i.g5 ! lLJ xg2 .:. xd l . Ha pasado el punto sin re tomo. 4 l:. xd1 lLJd7 S .i.h3 h6 (Ver diagrama 231 .) 6 .i.f5! Yakov Neishtadt observó en una oca sión que entregar la dama "requiere aten ción no sólo a las posibilidades atacantes de las piezas, sino también a su capacidad de defenderse unas a otras del ataque de la dama. Este alfil ya está pensando en la de fensa.
Al situarlo en la diagonal h3-c8, las blancas preparaban amenazas para ganar material (.i.b4, seguido de l:. e7). Pero en f5 el alfil también impide ... 'it'c2. la mejor forma de activar la dama. Por ejemplo: 6 .i.b4? 'it'c2 ! 7 l:. del l:. c4. y las negras vuelven a estar en la partida. 6 bS? La precariedad de la dama queda subrayada por la l ín e a 6 g6 7 d6 'it' c6 8 .i.xd7 'it'xd7 9 .i.f6!, y no puede moverse, por d6-d7. Las negras tenían mejores posi bilidades de supervivencia con 6 ... 'it'b7, li berando la torre a lo largo de la columna. Pero desplazar la dama al margen huele a derrotismo. 7 .i.b4 l:. d8 8 l:. e7 'it'c4 9 l:. xd7! Esto simplifica la lucha a una dama so litaria contra torre, alfil y peón d. 9 - l:. xd7 10 .i.xd7 'ii' x b4 11 d6 'it'a4 El peón está muy avanzado para cual quier otra defensa. Las negras deben ata car piezas desprotegidas y esperar un jaque perpetuo. Pero no fue suficiente: 12 l:. d3 'it'e4! 13 .i.xbS 'ii'e 1+ 14 Cit>g2 't!Ve4+ 15 �gl 'it'el+ 16 ..;.g2 'We4+ 17 �m 'ii'h 1+ 18 �e2 'it'e4+ 19 �n 'Wh1+ 20 �e2 't!Ve4+ 21 �d1 ...g4+ 22 f3 'Wh3 23 d7 Las negras se rindieron. ·-
DAMA CONTRA PIEZAS
Cuando se deshace el desequilibrio de dama, normalmente suele ser a causa de las dificultades técnicas con que el bando superior -es decir, el jugador con la dama se encuentra. Muchos grandes maestros se sentirían más cómodos en un final con las mismas piezas que en un final igualmente favorable de 1W contra piezas.
1 65
Las blancas conside raron 6 1W b3 : c6 7 1Wb8+ y 8 b4 como ±, en sus notas para lnformator.
Pero una vez que el rey negro está en rocado, sus piezas cobran vida. Por ejem plo: 7 ... .i.d8 8 b4 0-0 9 b5? :eS 9 1Wd6 �xbS, y pueden jugar a ganar.
Sutovsky - Madeja Olimpiada 2002
Juegan blancas
1 c4! 1Wxc4! No 1 . �xg2 2 : a6 1Wb7 3 : b6, ni 1 . .i.xc4 2 :ct ! . l : cl! bxcl 3 .i.xc4 �xc4 4 1Wxc3 .i.e7 Ordenadores y tablas están en desa cuerdo sobre cuánto mejor están las blan cas, pero una cosa es clara: el alfil de c4 es la clave de la defensa negra en su intento por crear una fortaleza. 5 : a4? Las blancas dejan escapar la oportuni dad de crear objetivos (5 f5 ! exfS 6 e6 fxe6 7 Wxg7). 5 - �a6 Ese mal paso dejó a las blancas con un segundo mejor plan: el avance del peón b. .
..
.
Las blancas se enfrentan a otro dilema práctico: puede que 6 'ilb3 sea teórica mente lo mejor. pero es difícil de jugar. Así que toman una decisión pragmática. 6 : xa6!? : xcl 7 : a8+ .i.d8 8 bxcl El contrasacrificio ha dado a las blan cas una ventaja más fácil de interpretar. Puede que no sea mayor que después de 6 'ilb3, pero se puede manejar con más fa cilidad, como en el caso de 8 - 1'6. 9 .i.b6 ! , etc. (Sin embargo, jugaron 9 exf6?! y sólo hicieron tablas tras 9 gxf6 10 g4 : g8 11 b3 Wf7, etc.) •••
FORMAS DE GANAR Antes de pasar a desequilibrios específi cos, vale la pena señalar otra diferencia bá sica entre tener la dama o las piezas. La dama normalmente dispone de más for mas de ganar que las piezas, pero éstas suelen tener más formas de hacer tablas.
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E L VERDADERO VALOR D E LAS PIEZAS E N AJEDREZ
Lo corriente es que ambos bandos tra ten de ganar explotando la promoción de un peón. Pero las piezas no suelen tener tantas oportunidades de ganar por medios más directos, como un sacrificio o un ata que de mate. Spassky - Sbort Londres 1982
Juegan negras
1 - lll ec6? Las negras necesitaban este caballo pa ra defender b6 ( 1 ... lll c8 !). 2 l:t ebl lll b8 3 l:t xb6+! Wxb6 4 l:t xb6 ci>xb6 S lll O lll bc6? Aquí subestiman el sacrificio que si gue. Había que reforzar c4 con 5 ... �b 5. 6 lll e3 lll e7 7 lll xc4+! Los ordenadores tienden a considerar esta j ugada un error, porque tira toda la ventaja blanca. Pero los ordenadores no aprecian los objetivos ni la iniciativa. Ésta es la única forma de crear puntos de ata que para la dama, antes de que las negras organicen una defensa ( ... �b5, ... lll bc6 . . . �a6 y ... l:t b8). 7 dxc4 8 'ii' x c4 lll b7 9 Wb3+ � c7 10 c4 .
•••
El jugador con la dama normalmente tiene más posibilidades de realizar un sa crificio eficiente que el bando de las pie zas. No está claro por qué es así. Puede ser que las piezas en general ne cesitan tiempo para ejecutar un ataque y no necesitan, o no pueden utilizar, la inme diatez propiciada por un sacrificio. Por otro lado, una dama y una pieza menor a menudo bastan para ejecutar un ataque decisivo al rey, una vez que los peones de fensores han sido eliminados mediante un sacrificio. Tal es el caso aquí. La dama blanca só lo podóa demostrar su valor si pudiese pa sar entre los peones y penetrar por las casillas negras. Las negras resistieron un rato, pero quedaron perdidas después de 10 - �c6 11 �e3 l:t b8 12 dS! lll d8 13 Wc3. El j ugador con las piezas tiene más formas de hacer tablas que su oponente, debido en gran parte a que cuenta, preci samente. con mayor número de piezas. Por ejemplo: si la dama se dispone a coronar al único peón que tiene en su flanco, su rival puede entregar una pieza para impedir que corone y seguir resistiendo en el fuer te del flanco de rey. Pero el jugador con la dama no puede permitirse el lujo de entre-
DAMA CONTRA PIEZAS
gar su dama por un peón pasado. exccepto en posiciones extraordinarias (como para forzar ahogado). Cuando el jugador con la dama busca formas de hacer tablas. a menudo se en cuentra limitado al jaque perpetuo. Pero el jugador con las piezas puede también: (a) bloquear un peón potencialmente gana dor; (b) crear contrajuego concentrando fuerzas contra un objetivo; o (e) construir una fortaleza. Yusupov - Hort Bundesliga 1 994
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8 �el a4 9 �b2 a3+ 10 �al lüe2 11 : b3 :n
Más apremiante es 1 1 l:[ f2 ! . porque si 12 i.xf2. las negras ganan con 1 2 lü c 1 +. Sin embargo. 1 2 �al ! deja a las ne gras sin nada mejor que 12 ... : f1 +. con ta blas por jaque perpetuo. 12 'ife6+ 'iP h8 13 : xa3 lü c3+ 14 � b3 l:[ bl+ lS � xc3 : xa3+ 16 'iP cl : ab3 17 'iff7! : 1b2+ 18 c¡¡, d l : b1+ 19 'iP e2 La presencia de alfiles favorece a las blancas ( 19 ... : b8 20 i.d2 y i.c3+ ). Pero las negras encontraron la forma de cons truir una fortaleza. 19 - l:[ xe3+! 20 � xe3 l:[b8 21 h4 Las blancas ganarían, si pudiesen llevar su rey a h6, pero las negras pueden opo nerse a eso con ... l:[ g8-g7. Las blancas ne cesitan otro objetivo. 21 : g8 22 g4 : g7 23 'it'e8+ : g8 24 'it'f7 l:[ g7 2S 'it'e6 l:[ g8! 26 hS gxhS 27 gxhS •••
Juegan blancas
1 lüe5 Esto parece ganar, porque dama y ca ballo están atacados. y porque tanto 1 i.xe5 2 l:[ g5, como 1 ... 'ifa6 2 l:[ xe7 pare cen desesperadas. 1 lü e2+! 2 'iPfl i. xeS! 3 l:[ gS lü f4! 4 l:[ xg6+ fxg6 Las negras obtienen torre, pieza y peón por la dama. Esto es suficiente, porque el pe ón es el pasado de la columna a. El me jor bloqueador de las blancas resulta ser su rey. S 'ife4 i. d6 6 � e l! : f7 7 'iP d 1 aS .•.
27 - : gS! 28 'it'f7 h6! La fortaleza está dispuesta. Las blancas emprendieron una elaborada tentativa de ganar. llevando su rey a f7, por c6-d7-e8. Pero no lograron romper las murallas de fensivas y se acordaron tablas.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Pasemos ahora a casos específicos. Consideraremos tres desequilibrios bási cos: dama contra dos o más piezas meno res, dama contra torre y una o dos piezas menores, y dama contra dos torres. DAMA CONTRA PIEZAS MENORES Un sacrificio de dama por dos piezas -a menos que conduzca a un ataque de mate o a un control absoluto de la posición- re quiere añadir peones y bazas posicionales a la transacción. Dos peones extra y bue nas líneas abiertas pueden ser suficientes, siempre y cuando uno de los peones sea, al menos potencialmente, un peón pasado. Filip Korchnoi Bucarest 1 954 -
Pero las negras arriesgan en realidad muy poco, porque su rey está a salvo y no hay peón pasado a la vista del rival. Con dos alfiles y dos peones extra, ambos en el flanco de dama, las negras son las únicas en disfrutar de posibilidades de ganar. 5 l% fe1 �f8 6 h4 l% ad8 7 bS? A falta de un peón pasado, las blancas deben establecer objetivos, en particular el rey (mate) o el jaque perpetuo. Esto debi lita el enroque negro. pero las blancas de berían bloquear antes con 7 l% d4. 7 d4 8 bxg6 bxg6 9 l:[ d3 �a6 10 l:[ ed1? Una mala evaluación de la fuerza de torre, alfil y dos peones pasados. Las blan cas debían haber cambiado torres, con 10 l% h3 �g7 1 1 Wc6 y l% e8+ ! , para hacer vulnerable al rey. Por ejemplo: 1 1 . . . d3 12 l% e8+! l% xe8 13 Wxd7 �b5! 14 ... xb5 l:t e l + 15 �h2 d2 16 l% d3. 10 - �xd3 11 l:[ xd3 l:[ c8?! 12 WB? Ambos jugadores subestiman las posi bilidades de ganar de las negras. Las blan cas tendrían ciertas perspectivas de resistir en el fmal, tras 12 l% xd4! �g7 13 Wxg7+ rj; xg7 14 l% xd7. 12 �g7 13 ... e4 l% cd8 14 f4 l% d5 15 g4 �16 16 rj;g2 rj;f8 17 WB b5 •••
•.•
Juegan negras
1 -. �xe5! Esta jugada parece una combinación deficiente que pierde pieza. Sin embargo, es un sacrificio de dama por dos piezas (y que vulnera la directriz de Minev, en cuan to a que las negras sólo tienen dos piezas menores para empezar). 2 �xt6 �4 3 "iftti .biJ6 4 �lfl l:txlfl
DAMA CONTRA PIEZAS
Las negras siempre pueden deshacer el bloqueo con ... l:t c3. La partida finalizó con las blancas tratando desesperadamen te de conseguir un perpetuo y. en última instancia, equivocándose: 18 'tWel � g8 19 'iVb4 l:t 8d7 lO 1i'b3 aS ll a3 : c5 ll 'tWbl : dc7 l3 �el a4 24 'tWbl l:[ 7c6 25 'iVbl l:t c8 26 'iVbl l:t cl+ 27 l:t dl l:t e8+ 28 Wdl l:t c3 l9 'iVdS l:t xa3 30 1Wxb5 l:tal+ 31 ci?cl l:tdl+? 3l �d3 l:tel 33 l:t cl l:t dl+ 34 �el? d3+! 3S wxdl dxcl+ 36 wct a3 37 1i'a6 .i.bl+, y las blan cas se rindieron. Añada alguna compensación más a las dos piezas y los dos peones, y la ventaja se inclinaría fuertemente a favor de las oiezas.
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tercera fónnula en Finales básicos de aje drez, al decir que tres piezas eran más o menos equivalentes a una dama. sin peón extra por ningún bando. Con todo, existe la sospecha difundida de que antes se creía que la dama necesi taba al menos un peón extra para poder luchar contra tres piezas. Esto puede verse en un sacrificio temático de la Defensa Siciliana, que se produce en líneas como ésta: 1 e4 eS l tLlf3 1Llc6 3 d4 cxd4 4 1Ll xd4 1Llf6 S 1Llc3 d6 6 .i.c4 e6 7 .i.e3 .i.e7 8 .i.b3 o-o 9 o-o a6 10 f4 lLJaS 11 'iVB bS La última jugada negra es natural, pero pennite: 12 eS .i.b7 13 exf6! .i.xf3 14 fxe7 'iVxe7 15 l:t xf3
Bagberi Murey Campeonato NAO 2003 -
1 d4 e6 l lLJ f3 eS 3 c3 1Ll f6 4 .i. gS 1i' b6 S tLlbdl 'iVxbl! 6 1Llc4 1Wxc3+!
Mucho mejor que 6 .. 1i'b5. 7 .i.dl 1Wxc4 8 e4 1Wxfi+ 9 ci?xfi 1Llxe4 Con dos piezas y tres peones por la dama, las negras deberían ganar, lo que re sultó evidente tras el indeciso j uego blanco: 10 'iV c2 lLl xdl+ 11 lLl xdl lLl a6 ll b4? .i.e7 13 l:t h3? 1Llb4 14 'iVb3 cxd4 15 l:t g3 o-o 16 bS dS 17 1Llf3 1Llc6 18 l:t d .i.d6 19 : g4 eS. .
Tres piezas casi siempre constituyen compensación suficiente por la dama, tan to en el medio juego como en el final. En Chess the Easy Way (Camino fácil del aje drez), Fine escribió que una dama equiva lía a tres piezas menores y un peón. Purdy creía que esto era una "aberración men tal", pues consideraba que debía haber di cho "menos" un peón. Fine eligió una
Las tablas de la era soviética sostenían que una dama equivalía a 9,5 unidades, un caballo 3 y un alfil 3,5. Esto significaba que la única combinación de piezas menores que equivaldría a la dama sería dos caba llos y un alfil (Spielmann estaba de acuer do con esto). Aquí, las blancas tienen dos alfiles y un caballo por dama y peón, un desequilibrio que se diría favorable a las negras. Con to do, 1 1 ... b5 ha desaparecido virtualmente.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PI EZAS EN AJEDREZ
debido a que la negras han dejado de con fiar en su posición después de, digamos, 15 l0c4 1 6 .tx c4 bxc4 1 7 U. el , seguido de lbdl y .td2-c3. A pesar de la tabla. la sabiduría con vencional se inclina contra la dama, cuan do ésta se enfrenta a tres piezas. Eso puede cambiar a medida que emerge una nueva generación de maestros. Tenemos una ilustración en una variante marginal de la Defensa Siciliana que comenzó a aparecer en la alta competición en tomo a 2000 : 1 e4 eS 2 l0 f3 l0 c6 3 d4 cxd4 4 l0 xd4 e6 S l0 c3 W' c7 6 lO dbS W' b8 7 .t e3 a6 8 .tb6!? Si esto es bueno para las blancas, en tonces la quinta jugada negra podría que dar refutada. 8 - axbS 9 lOxbS .tb4+ Ésta es la mejor forma de quitar hierro a 10 l0c7+ y 10 .tc7. Las blancas tienen ventaja después de 9 . . U. a4 10 l0c7+ we7 1 1 c4. 10 c3 .taS 11 l0c7+ W'xc7 12 .txc7 .txc7 ...
.
La idea básica de las blancas es utilizar su peón extra como parte de un avance ge neral de peones en el flanco de dama. con
a2-a4 y b2-b4, a fin de atar a las piezas ne gras. Después de que Rustan Ponomariov ganase una partida en 1 999, esta línea ad quirió cierto grado de respetabilidad, pero sigue siendo muy joven y. por tanto, difícil de confiar en ella. Un juego típico es: 13 W'g4 g6 14 .tc4 l0ge7 1S 'ife2 0-0 16 0-0, y ahora se han intentado 16 ... b6 17 a4 .tb7 18 b4, o bien 16 - dS 17 .tbS eS 18 exdS lOxdS 19 U. fd1 .te6 20 'iff3 l0de7 21 a4, con buenos resultados para las blancas. No obstante, el jugador práctico puede seguir una regla de oro, a saber: tres piezas menores, a menos que estén mal coordina das, constituyen compensación adecuada por una dama, incluso por una dama y peón. Dos piezas menores necesitan algún peón y factor adicional para compensar la dama. DAMA CONTRA TORRE Y PIEZA(S) El típico consejo ofrecido para la lucha 1W vs U. +pieza menor es: (a) Si se llega a un final con el mismo número de peones, "la dama ganará (aun que no sin dificultades)", escribió Fme. (b) Si el bando de las piezas cuenta con un peón extra. "normalmente se las consi dera equivalentes a una dama", escribie ron Portisch y Sarkozy. (e) Si las piezas tienen dos peones ex tra. entonces sus posibilidades de ganar son reales, sobre todo si hay muchos peo nes en el tablero. Quizá la conclusión más precisa es que torre y pieza necesitan un peón y medio para compensar a la dama. "Para trazar una fina línea entre beneficio y pérdida es preciso cortar en dos un peón", escribió Neishtadt.
DAMA CONTRA P I EZAS
Spielmann estaba de acuerdo con esto, siempre y cuando la pieza menor fuese un cabaUo. Si era un alfll, un peón bastaba, di jo. La base de datos de Kaufman indicó que la diferencia entre ambas piezas era marginal. No obstante, muchos maestros sencilla mente no confían en generalizaciones co mo éstas. cuando tienen que evaluar posiciones en el tablero. A menudo dudan, por ejemplo, que el equipo l:l +pieza+ !!, !!, tenga posibilidades reales de ganar.
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Las blancas pierden con 5 l:l xh8+?? �xh8 6 �xgS 'it'xc2, porque sólo tienen alfil y caballo por la dama. 5 �xh6 6 l:l xh8+ �g7 7 l:l h7+ �g8 8 l:l xf7 Las piezas blancas se protegen entre sí y pueden conservar al menos un peón en el flanco de dama para su potencial coro nación. Esto se traduce en considerables perspectivas de victoria. 8 - 1!fxc2 9 l:l xb7 1!fcl+ 10 �b2 'it'f4+ 11 �h3 'it'xfl -·
And. Tzenniadianos - Simeonidis
Campeonato de Grecia 2002
Juegan negras
Las negras pueden ganar desclavando el peón e con 1 ... l:l e6!. Por ejemplo: 2 l.Lld4 l:l eS 3 'it'f4 l:l hS. Pero prefirieron ga nar la dama. 1 - �e7? 2 l:l xe4! �xe4 3 l:l xe4 �xgS? Aquí, 3 ... 'it'xc2 4 l:l xe7 l:l xe7 5 1!fxe7 l:l xh6 6 'it'e8+ es tablas por jaque perpe tuo. Pero las negras. aparentemente, no creían que pudiesen estar peor con una dama contra torre, caballo y dos peones. 4 l:l xe8+ �h7 5 l.Llxg5+
u l:l b8+?! Sin embargo, las blancas también con cluyeron que no podían ganar. a pesar de 12 l:l f7 ! , con lo que tendrían todas las car tas a su favor ( 1 2 ... 'it'xb2 13 l:l xa7). u - �g7 13 l.Lle6+ �h7 No 13 ... �h6?? 14 l:l h8++, ni 1 3 �f7?? 14 l:l f8+. 14 l.Llg5+ Tablas ( ¡ ?) Las blancas seguirían estando mejor tras 14 ... �g7 1 5 l:l b7+ �g8 16 l:l f7. Hay un caso similar de los archivos, en el que un maestro soviético deja escapar la oportunidad de su vida de derrotar a Paul Keres. "Por extraño que pueda parecer", decía el libro del torneo. las negras propu-
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EL VERDADERO VALOR DE LAS P I EZAS EN AJEDREZ
sieron tablas cuando su ventaja era evi dente. Keres Kasparian Campeonato de la URSS 1 952 -
1 e4 c6 2 d4 dS 3 lLl c3 dxe4 4 lLl xe4 �fS S lLlg3 �g6 6 lLlb3 lLld7 7 �c4 lLlgf6 8 lLlf4 eS 9 dxeS? lWaS+ 10 �d2 1!fxeS+ 11 lLlge2 �eS u 0-0 0-0-0! 13 lLlg3 1!fd4 14 �d3 : heS 1S b4! �xb4 16 c3 �xc3 17 lLlge2 �xa1 18 lLlxd4 �xd4 19 1Wc2
peran bien en la defensa y en la creación de una fortaleza, al margen del número de peones existente. Esto fue subrayado por la variante de la Nimzoindia que dis curre así: 1 d4 lLlf6 2 c4 e6 3 lLlc3 �b4 4 e3 0-0 S � d3 dS 6 lLl f3 eS 7 0-0 lD c6 8 a3 � aS 9 cxdS exdS 10 dxcS � xc3 11 bxc3 �g4 12 �b2 lLl eS 13 c4 lD xf3+ 14 gxf3 �h3 1S cxdS 1!fxdS 16 �xf6 gxf6. En una partida Portisch-Tal, del match de Candidatos de 1 965 . las blancas vieron 17 �xh7+?? � xh7 18 1!fxd5 : g8+ Así que prepararon la combinación � xh7+ con 17 �h1 y eventualmente el juego fma lizó en tablas tras 17 ." : rd8 18 l:l. g1+ �b8 19 �e2. Taimanov, en una versión temprana de su libro sobre la N imzoindia, escribió: "No 19 �e4?, en vista de 19 � xg2+!." Sin embargo, eso fue precisamente lo que sucedió en la partida Beliavsky-Tal. Riga 1 975, que continuó con 20 � xg2 1!fgS+ 21 � h 1 l:l. xd 1 22 l:l. axd1 1W xcS 23 l:l. dS! .
•••
La posición del rey puede haber preo cupado a las negras, pero su posición es, obviamente. superior tras 19 ... lDc5 ó 1 9 .. �xd3. Con independencia de la verdad arit mética, trazar la línea divisoria de 1 ,5 peo nes tiene cierto sentido porque la dama tiende a tener ventaja cuando la diferencia es un peón, mientras que cuando es de dos peones, la ventaja suele inclinarse del lado de las piezas. Esto no significa que la dama gane cuando la düerencia es de un peón, o pierda cuando es de dos. En realidad, el resultado más probable cuando la dife rencia es de un peón, es tablas. Una de las razones es que torre y pieza menor coo.
Juegan negras
Las blancas quedarían perdidas en ca so de 20 l:l. xg2 1!fxd1+. Pero hay un mun-
DAMA CONTRA PIEZAS
do de diferencia entre tener calidad de me nos con sólo un peón de compensación. y contar con torre, pieza y peón contra dama. Aunque ese peón y medio sea la famosa lí nea divisoria. tanto en los desequilibrios de calidad como de 'IV+ vs : +pieza, en es te último caso hay un gran margen de error. Aquí, las blancas amenazan l:l h5xh7, además de : xc5, y eso les concede mejo res posibilidades. aunque sólo sea con un peón extra. El juego prosiguió así: 23 '1Vf8! 24 l:l d7 (24 �xh7 '1Vh6) 24 ... l:l e8, y las negras consiguieron hacer tablas des pués de 25 : xb7 l:l e7 26 : b4 l:l e5 27 �xh7 l:l g5 ! . Observe que las blancas tenían peones f doblados y sin embargo el efecto general de la estructura de peones les favorecía. Esto se debe a que su alfil estaba apunta lado en e4 y disponía de un considerable radio de acción. A falta de un peón pasa do, las posibilidades ganadoras en tales fi nales a menudo dependen de la actividad del alfil. De Farmian Dautov Essen 1999 -
1 e4 c6 2 d4 dS 3 � c3 dxe4 4 � xe4 �fS S �g3 �g6 6 b4 h6 7 �f3 �f6 8 �eS �h7 9 � c4 e6 10 '1V e2 � dS 1 1 � d2 � d7 12 0-0-0 �xeS 13 dxeS 'flc7 14 f4 0-0-0 1S l:lh3 �b4 16 �xdS �xdl+ 17 l:l xdl l:l xdS 18 l:l xdS cxdS Ahora, una jugada de caballo amena zará l:l c3. ¿Pero es una amenaza? Si 19 �e4 �xe4 20 l:l c3 '1Vxc3 21 bxc3 h5 ! , las negras tienen una posición muy sólida, co mo en la partida. 19 �fS �xfS! 20 l:lc3 'lfxc3 21 bxc3 hS!
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Las negras no tienen debilidades. Su al fil está sólidamente instalado en la mejor
diagonal del tablero. y su última jugada impide g2-g4 y h4-h5. Si las negras pueden bloquear del todo la estructura de peones contraria, con ... wb8 y ... l:l c8-c4, incluso podrían tener posibilidades de ganar, aun sin peón extra. Las blancas intentaron 22 c4! dxc4 23 'lfxc4+ wb8 24 'fld4, pero las negras lograron adecuado contrajuego con 24 l:l c8. La partida finalizó en tablas des pués de 2S c3 b6 26 a4 : eS 27 aS! : xaS 28 '1Vd8+ wb7 29 '1Vd7+ q¡,a6! (jugando a ganar) 30 '1Vc8+ WbS 31 Wb2 g6 32 g3 �g4. -·
LOS DOS ALFILES Un peón puede bastarle al conjunto : +pieza menor, pero no la carencia de peones. La confusión se debe en parte a lo que entendemos por "compensación ade cuada··. Si las piezas sólo tratan de hacer tablas. entonces pueden prescindir de peo nes. gracias a su propensión a construir una fortaleza. Pero si las piezas tratan de ganar, dos peones son más o menos el re querimiento mínimo. Con una sola excep ción.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PI EZAS EN AJEDREZ
Tal excepción es cuando entre las piezas se encuentra la pareja de alfiles. Kasparov dijo que l:. +pieza+ !:, es com pensación suficiente por la dama -es decir. para jugar a ganar-, cuando se incluyen en el lote los dos alfiles. Esto tiene sentido, si cuantificamos el par de alfiles con medio peón extra, pues el jugador con las piezas tiene. en efecto, peón y medio, no un peón, a modo compensatorio. Unzicker Keres Moscú 1 956 -
Juegan blancas
Las negras buscan una posición de ca ballo bueno contra alfil malo, pero se pa san de sutiles: 1 i.xe7 l:. c8? La idea de esta jugada es impedir que las blancas controlen la única columna abierta, tras 1 ... Wxe7 2 i.a2 y l:. c l . 2 i.xd6! l:. x c2 3 i.xc2 Las blancas tienen un peón extra. pero su ventaja es sustancial. por la fonna en que operan dos alfiles con el peón d. Esto se puso de manifiesto tras: 3 - f6 4 i.b3 lL!f4 S l:. dl! lL!d7 6 l:. d2 ltJb6 7 i.c7!
Este truco (7 ... 'flxc7 8 d6+) condujo al desmoronamiento de las negras. 7 - lL!c4 8 d6 ltJe6 9 i.aS lL!cS 10 i.b4 ltJd7 11 l:. c2 aS Las negras habrían perdido, en cual quier caso. ambos peones del flanco de da ma ( 1 1 'flxe4 12 lL!d2). Se rindieron después de 12 i.xaS 'iVxe4 13 ltJd2 'fldJ? 14 l:. xc4 �h7 1S i.c2. La fuerza de la pareja de alftles hace mucho que se ha apreciado en las apertu ras. sin existir desequilibrios materiales. como en la Nimzoindia, la Defensa Berli nesa, la Apertura Cuatro Caballos y otras. Pero la fuerza de los alfiles con el desequi librio de la dama ha cambiado la teoría en líneas como el Ataque Rauzer de la Sici liana: 1 e4 eS 2 lL!fJ lL!c6 3 d4 cxd4 4 lL! xd4 lL!f6 S lL!cJ d6 6 i. gS e6 7 'iWd2 a6 8 0.0.0 h6 9 i.f4 i.d7 10 ltJ xc6 i.xc6 11 f3 La sabiduría prevaleciente hacia 1 960 era que 1 1 ... 'iVb6 era lo mejor. pues 1 1 d5 habría provocado " 1 2 'iVe 1 i.b4? 1 3 a3 i.xc3 14 'flxc3 ó 13 i.a5? 14 exd5 lL! xd5 15 b4!", con gran ventaja, como se afinna en el libro Die Sizilianische Vertei digung ( 1 96 1 ). entre otras autoridades contemporáneas. Sin embargo: 11 - dS 12 'iVel i.b4 13 a3 i.aS 14 exdS?! ltJ xdS lS b4 lL!xf4! 16 l:. xd8+ i.xd8 (Ver diagrama 248.) Las negras tienen torre y alfil -sin nin gún peón extra- por la dama. Pero la fuer za de los dos alfiles. en particular el de casillas negras. y la penneabilidad del flan co de dama blanco indica que las negras disfrutarían de buenas posibilidades. Esa evaluación ha resistido la prueba del tiempo. Cuando las blancas se han lle-
DAMA CONTRA PIEZAS
vado la palma en las dos últimas décadas, normalmente no fue porque explotasen su ligera ventaja material. Más bien, ga naron de forma típica lanzando un ataque en el flanco de rey ( 17 h4. seguido de la expulsión del caballo de f4. y luego de g2g4-g5). Las negras respondán con su pro pio ataque y el desenlace a menudo depende de quién golpea antes. La parti da Ernst-Lerner, Gausdal 1992. por ejem plo, siguió así: 17 b4 0-0 18 'ilfe3 l!Jd5 Las negras harían mejor en preservar material. con 18 ... i.. c7. 19 l!JxdS i.. xdS 20 g4 aS! El blanco es el más seguro de los dos reyes, y su bando está ligeramente mejor después de 20 ... b5 21 g5 h5 22 �b2 i.. e 7 23 i.. d 3. como en una partida anterior Ernst-Lerner. 21 bS i.. e7 22 gS bS 23 c;tb2 l:t fc8 (Ver diagrama 249.) Ahora 24 c4 i.. xc4 25 i.. xc4 l:t xc4 26 l:tcl i..c5 ! es muy bueno para las negras. 24 'ilff4 i.. x a3+! 2S c;txa3 l:t xc2 26 l:t b2 : c3+ 27 wb2 l:t b3+ 28 wa1 l:t c8 Las negras sólo tienen torre y dos peo nes por la dama, pero su amenaza ... l:t xf3 les concede posibilidades de victoria (29
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i.. h 3?? l:t c4) y, eventualmente, el juego acabó en tablas. Observe que las negras no tenían la pa reja de alfiles en el sentido habitual, es de cir. que un jugador tiene ambos alfiles y su oponente un alfil y un caballo o dos caba llos. Cuando Kasparov dijo que una torre. peón y los dos alfiles eran compensación suficiente por la dama, tenía in mente ese sentido. Pero en los desequilibrios de dama. hay otro sentido: los "dos alfiles" pueden signi ficar sencillamente que un jugador tiene los dos alfiles y su contrario no. como en los dos últimos diagramas. En ese sentido, la pareja de alfiles sigue constituyendo una ventaja significativa. porque pueden atacar las casillas de ambos colores. El oponente no puede defenderse desplazan do objetivos potenciales a casillas de un solo color. La dama resulta ser un mal defensor cuando se enfrenta a un oponente que cuenta con ambos alfiles y la iniciativa. Veamos otra popular variante de aper tura: 1 e4 eS 2 lüf3 d6 3 d4 cxd4 4 lü xd4 lüf6 5 l!Jc3 g6 6 i.. e3 i..g7 7 f3 0-0 8 ..d2 l!Jc6 9 0-0-0 dS 10 Wb1 lüxd4 11 eS lüfS 12 exf6 i.. x f6
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Aquí se le ha prestado mucha atención a: 13 ltJxdS WxdS! 14 WxdS ltJ xe3 1S Wd2 ltJxd1 16 Wxd1 .i.e6
No hay peón extra, pero el alfil de casi llas oscuras es tan fuerte que las negras ob tuvieron mejores resultados, desde que apareció el sacrificio en 1997. Si las blancas pueden proteger sus casillas negras. sobre todo b2, tendrían una posición segura (aunque no necesariamente ganadora des pués de, digamos. 1 7 .i.b5 a6 18 .i.a4 y .i.b3). La partida Adams-Ivanchuk, Dort mund 1998, ilustra los obstáculos: 17 .i.d3 l:tfd8 18 'it'e1 l:t d6 19 WaS b6 También es prometedor 1 9 ... .i.d4 y 20 ... l:t ad8. 20 Wel l:t c8 21 a3 l:t cS 22 g4 l:t cdS 23 Wg3 hS Ivanchuk dijo que había estado pla neando sacrificar en d3, y las blancas le permitieron hacerlo "en circunstancias óp timas". 24 h3? h4 25 wr.z : xd3! 26 cxd3 : xd3 Esto deja a las negras con dos alfiles y peón por la dama, pero ejercen un control suficiente de la posición como para com pensar el déficit. Las blancas tienen pro blemas para defender b2 después de
... l:t b3, y quedan casi perdidas después de 27 'it'e2 l:t b3 28 l:t d1 gS! (las blancas que dan mejor en caso de 28 l:t xb2+ 29 Wxb2 .i.xb2 30 c¡pxb2 .i.c4 31 f4) 29 l:t d2 c¡pg7 30 We4 aS 3 1 �el bS 32 c¡pd1 a4. Hay una experiencia similar con una línea de la Grünfeld que también se pu so de moda en torno a la encrucijada de siglos: 1 d4 ltJf6 2 c4 g6 3 ltJc3 dS 4 cxdS ltJ xdS S e4 ltJ xc3 6 bxc3 .i. g7 7 ltJ f3 eS 8 .i. e3 WaS 9 Wd2 ltJ c6 10 : b1 0-0! ? 11 l:t bS Las negras deben sacrificar su dama o admitir que su última jugada fue un grave error que pierde un peón. 11 ... cxd4! 12 l:t xaS dxe3 13 Wxe3 ltJ xaS
U na vez más. la compensación es l:t +pieza junto con el par de alfiles. Las ne gras han obtenido buenos resultados con tra jugadas tranquilas. como 14 ltJd4. Por ejemplo: 1 4 ... .i.d7 15 .i.e2 l:t fc8 y ... ltJc4. Un test más duro podría ser 14 h4. que mando las naves. Por ejemplo: 14 ... .i.e6 1S ltJgS .i.xa2 16 hS. con grandes compli caciones. Hay lecciones que aprender de los tres
DAMA CONTRA PIEZAS
últimos ejemplos. En las líneas del Ataque Rauzer y la Defensa Grünfeld, la mejor política para las blancas era buscar el ma te, antes que simplificar, aun cuando fue sen "por delante" en el material. La razón es que el jugador con las piezas puede ser vulnerable al ataque. durante el período de la oportunidad. En segundo lugar, las piezas no deberían apresurarse a recupe rar material (28 ... gS ! , 32 ... a4, en el Dra gón) e incluso deberían estar dispuestas a sacrificar, antes que a presionar. TOTAL DE PEONES El otro factor clave en este desequilibrio es el número total de peones del tablero. En general, cuantos más peones haya. ma yor serán las posibilidades de ganar del bando superior. Esto tiende a ser cierto cuando la diferencia en peones es dos, uno o cero. Aunque el jugador con las piezas disfrute de dos peones saludables, la victo ria es difícil, si son los únicos peones que quedan en el tablero.
Karpov - nmman Bruselas 1988
Juegan negras
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Las negras jugaron 1 'ifd2?, después de lo cual. 2 �fl ! l:r. xb7 3 l:r. xa6+ � b8 4 l:r. f8+ q;c7 5 �g2. su rey dejó de estar se guro y acabaron rindiéndose tras 5 . . . 'ifd7 6 : h8 c4 7 �e4!. Detengámonos en la única jugada que habría mantenido la lu cha: l - c4! Karpov lo comentó en New in Chess. Las blancas acabarán capturando este peón y, en realidad, todos los peones negros. Pero tendrían que permitir un cambio de torres y la pérdida del peón b. El resultado sería dama y peón contra torre, alfil y peo nes r y g, una lucha "en la que las negras conservan posibilidades de tablas". No indicó variantes, pero limman sí lo hizo: 2 �dS 'Wb2 La idea de las negras es ... : h8, que se gún él sería tablas. 3 �xc4 l:r. h8! 4 l:r. xh8 'ifxh8+ S �gl q;xb7 6 l:r. xg4 Las blancas pueden detener al peón a con l:r. e4-e2, pero las negras deberían po der bloquear el flanco de rey. La situación es similar cuando es el ju gador con la dama quien lleva la voz can tante. Los cambios de peones, en tal caso, tienden a disipar sus posibilidades. Otros factores que pueden propiciar las tablas, según observaron Mtiller y Lamprecht en Fundamemal Chess Endings. son cuando "las piezas disfrutan de puestos avanzados seguros y no puede forzarse un Zugz wang". Esto queda ilustrado por una línea de la Apertura Catalana, que se puso fu gazmente de moda en los ochenta: 1 d4 llJ f6 2 c4 e6 3 g3 dS 4 �g2 dxc4 S liJO eS 6 0-0 llJc6 7 'ifa4 cxd4 8 llJxd4 'ii' xd4 9 � xc6+ � d7! 10 l:r. dl 'if xd1+ 1 1 'ifxd1 �xc6
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
ma en campo contrario. Las piezas negras pueden asegurarse puestos avanzados, pero eso no bastará para hacer tablas si su bando pierde un peón en el flanco de dama.
DAMA CONTRA TORRE Y DOS PIEZAS MENORES
Las negras tienen un peón extra, pero no pueden conservarlo. Por ejemplo: 12 �dl b5 13 a4 a6 14 axb5 ..ixb5 permite 15 'ii'c2 l:l c8 16 l:l xa6! ..ixa6 17 'ii'a4+ �d7 18 'ii' xa6 y � xc4. Eso deja a las blancas con un medio juego de 'ii'+ 1::, vs l:l l:l par ticularmente favorable. debido a las piezas menores y al peón b. Con todo. el sacrificio iniciado con 7 cxd4 disfrutó en la década de los ochenta del estatus de línea de tablas. Si las negras pueden liquidar el flanco de dama. harían tablas. porque el tablero ha sido reducido al flanco de rey, en el que sus peones ofre cen una pantalla contra los ataques dobles de la dama. Esta estrategia llamó la aten ción después de la partida Kasparov-An dersson , Niksic 1983, que finalizó en tablas después de 13 Ji. e7 14 axb5 Ji. xb5 15 � xc4 0-0 16 b3 l:l fd8 17 1W c2 l:l dc8 18 il.a3 il.xa3 19 l:l xa3 h6 20 'tWc3 il.xc4 21 bxc4 l:l c7, y ... l:l ac8/... � e4. Pero en años recientes. las blancas han obtenido resultados victoriosos en esta lí nea, gracias a un juego más cuidadoso. Tras cambiar alfiles de casillas negras. pueden crear una estructura de peones a base de e4-f3-g3-h2. Entonces. con su rey a cubier to en t2, pueden cambiar piezas menores en el flanco de dama y penetrar con su da•.•
Esto se considera un serio desequilibrio. cifrado en una diferencia de +2 a favor de las piezas. Con el mismo número de peo nes. en las últimas fases del juego. la dama "no podrá defenderlo todo". dijo Fine. Sabiendo esto. los jugadores experi mentados pueden tomar rápidas decisio nes en posiciones difíciles. Teschner - Spassky Riga 1 959
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Juegan blancas
Después de 1 /ü xd4, las blancas sólo tienen 'tW+ t:. vs .: l:l +il.. lo que represen ta un considerable déficit. Pero en dese quilibrios con dama la cantidad total de material sobre el tablero siempre tiene su importancia. Aquí, 1 � xd4 ofrece posibili dades de supervivencia, ya que la natural l
DAMA CONTRA PIEZAS
... tlJcS 2 f5+ .:. xf5? pierde una torre, por 3 tlJxf5 �f5 4 b4 tlJ juega 5 ._,h7+. l tlJd6? l:t xd6! Aun con su rey expuesto, las negras sa bían que su posición era ganadora. porque pueden quedar con torre. alfil y caballo por la dama. 2 fS+ �xfS 3 'iWxd6 tlJf6 4 exd4 .,te(; Las negras tienen una ventaja material de +2 y ganaron tras capturar el peón d blanco y avanzar el suyo propio. Sin peo nes en el tablero, no podrían haber gana do. Pero con tres peones por bando, el proceso ganador era puramente mecánico, aunque largo. Se necesitaron otras 44 j ugadas. lo que es típico de las luchas entre dama y tres piezas. que suelen prolongarse mucho más de lo que normalmente se cree. Un caso modelo fue la partida Smyslov-Filip, Mu nich 1958. Las blancas tenían torre, alfil, caballo y un peón contra dama y dos peo nes. Las negras opusieron resistencia du rante más de 60 j ugadas, hasta que tuvieron que rendirse en vista del mate. Para que la dama tenga alguna posibi lidad contra torre y dos piezas, debe haber peones que restrinjan a las piezas o ame nacen con coronar. En el ejemplo siguien te. las blancas encontraron el plan correcto hasta un momento dado. Fressinet - Radjabov Pamplona 2001 -2002
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Juegan blancas
pación relativamente menor, porque el rey blanco estará seguro en casillas negras. l - ..t c6 2 �b2 tlJdS 3 ...d2 tlJf6 4 f3 tlJdS S b4 l:t a8 6 c4! tlJf6 7 b4? Pero esto debilita fatalmente c4. Las blancas temían ... a3+. y quizá esperasen poder conseguir contrajuego con b3-b4b5. Pero 7 ._,d6 ofrecía mayor resistencia. 7 a3+! 8 �c3 Las blancas quedan fatalmente com prometidas en casillas blancas. aun en caso de 8 �bl ..t d7! 9 g4 ..te6 10 c5 tlJd5 y ... l:t a4. 8 l:tc8 9 .el ..t dS Ahora, 1 0 c5 l:t a8 1 1 'iWc2 ..t f7 y ... tlJd5+ gana justo a tiempo. 10 Wxa3 ..t xc4 11 �d2 l:t d8+ 12 �el .:. e8+ 13 �f2 .:. e2+ 14 �gl .:. xa2 15 'ii'e3 bS! (Ver diagrama 256.) ·-
-·
(Ver diagrama 255.)
l b3! Las blancas visualizan una estructura de peones óptima. con c2-c4 y f2-f3. a fin de reducir la actividad del alfil e impedir que el caballo llegue a d5 ó e4. Abandonar la segunda línea defensiva es una preocu-
Las negras ganaron un peón, pero lo más significativo es que han anclado su al fil en c4. Cuando las piezas menores están protegidas (por peones u otras piezas) , la dama se ve limitada a perseguir al rey. Las negras, como de costumbre, pueden to marse su tiempo:
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EL VERDADERO VALOR DE LAS P I EZAS EN AJEDREZ
16 g4 J:t el 17 'if c:S � n 18 'if fS g6 19 'iff4 we6 20 'flc:7 bS! 21 'ifd8 �f7 22 gS �dS 23 'ifh8 �e7! 24 'ifh7+ �e6 2S 'ifg7 �dS 26 'ifl'6 l:t e6 27 'ifg7 �fS 28 'ifa7 �eS! 29 �r.z l:t d6 30 'ifa1+ �e6 31 'ifh8 �f7 32 'ifeS l:t e6 33 'ifc:7+ J:t e7 34 1Wb6 �g7 Las blancas se rindieron. Cuando el jugador con la dama tiene dos peones extra pasados. la ventaja co mienza a inclinarse hacia su lado. En tal caso, el j uego puede convertirse en una ba talla entre tres unidades ofensivas por bando: dama y dos peones contra torre y dos piezas. Aunque las piezas estén coordi nadas. normalmente no tienen el peso su ficiente. El ejemplo que sigue muestra cómo gana la dama. Shneider - Chejov URSS 1 982 (Ver diagrama 257.) 1 -. 1'6! La estructura de peones desempeña un mayor papel en la lucha de dama contra piezas que en cualquier otro desequilibrio material, aparte de .i. vs � - Hemos visto
Juegan negras
la inutilidad para la dama de los peones doblados (diagrama 223) y de los peones estáticos (diagrama 246). U na fuerte estructura de peones. por otra parte, puede reducir fuertemente la actividad de las piezas y conceder ventaja a la dama. En el último ejemplo, las blan cas trataron de reducir el radio de acción de las piezas contrarias con 1 b3, 4 f3 y 6 c4. Las negras tratan de hacer lo mismo aquí, lo que les concede la oportunidad de cambiar peones con su dama (2 �el 'ife2). l .i.e3? Las blancas tenían que defender con el rey su flanco, a pesar de las potenciales trampas de ataque doble. Después de 2 �d2! 'ifxg2 3 we2, no deberían perder. ni aunque la dama negra se desplace al flan co abandonado, con 3 ... 'ifg6! y ... 'ifc2+. 2 'if xgl 3 � d4 'ifxhl 4 l:t f7 'ifeS S l:t xb7 bS! Las negras están cerca de la victoria y materializaron su ventaja con: 6 wdl?! h4 7 �f3 'ifbl+ 8 wd3 'ifb1+ 9 Wc:3 h3 10 � hl 'ifg1 11 .i. f4 'ifa1+! 12 �d3 a3! 13 J:t e7 'flxal 14 l:t e1 'ifxb3+ 1S �d4 'ifbl+ Las blancas se rindieron. •••
DAMA CONTRA PIEZAS
Cuando el desequilibrio 'it' vs 1:. +2 pie zas es de doble filo, pues las posibilidades de ganar de la dama normalmente depen den de su capacidad para apoyar a peones pasados. Si puede convertir a los peones en una amenaza ofensiva, peones extra del otro bando pueden no importar. Tal es el tema en dos esquemas de apertura. La me nos conocida es ésta: 1 e4 e6 2 d4 dS 3 li:Jd2 c5 4 exdS WxdS S li:Jgf3 li:Jf6 6 .i.c4 1!t'á» 7 a4 a6 Ahora, S 0-0 li:Jbd7 es ligeramente fa vorable a las blancas. 8 .i.bS?! axbS 9 axbS 'it'xf3! 10 1!t'xf3 Un distinto desequilibrio es 10 l:. xaS 'it'xg2 1 1 1!t'f3 1!t'xf3 12 li:Jxf3. Las negras tienen por el momento dos piezas por to rre, pero deben perder una de ellas ( 1 2 ... .i.d6 13 dxc5). Con todo, el resto de sus piezas están bien coordinadas para com pensar, según Chistiakov, quien citó una partida suya que siguió así: 12 ... li:Jfd7 13 liJeS cxd4 14 lb xd7 �xd7 15 l:. xbS .i.d6 16 : as l:. e8. Las negras se benefician por que sólo hay una columna abierta y los peones blancos no son muy consistentes. 10 - l:. xa1 1l li:Jb3 l:. a4 U dxcS No 12 llJxcS l:. xd4 13 li:J xb7 l:. e4+ ! . Otra partida d e Chistiakov siguió con 1 2 1!t'g3 li:J bd7 1 3 'it'c7 : as 14 dxc5 .i. e 7 1 5 c6 bxc6 16 bxc6 li:Jc5 17 li:Jd4 li:Jd5, y las negras ganaron. u - lbbd7 (Ver diagrama 258.) Es la fuerza de los peones, no su núme ro, lo que importa en posiciones como 13 'it'g3 li:JdS ! 14 c6 bxc6 15 bxc6 li:J7b6, ó 13 0-0 li:J xc5 14 li:J xc5 .i.xc5, que son favora bles a las negras. El segundo esquema es más conocido y más fácil de jugar para el bando de la da ma. El veredicto de la teoría, que en un
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tiempo se decantaba a favor de las piezas, ha cambiado en sentido contrario, porque el jugador con la dama ha aprendido una lección: debe avanzar sus peones. Esta lí nea se produce después de: 1 e4 eS 2 li:Jf3 li:Jdt 3 .i.bS a6 4 .i.a4 li:Jf6 S 0-0 li:Jxe4 6 d4 bS 7 .i.b3 dS 8 dxeS .i. e6 9 c3 .i. cS 10 li:J bd2 0-0 11 .i. c2 fS 12 llJb3 .i.b6 13 lbbd4 li:Jxd4 14 li:Jxd4 .i.xd4 1S cxd4 f4 16 f3 li:Jg3 17 hxg3 fxg3 18 'it'd3 .i.fS 19 'it'xfS 1:. xfS 20 .i.xfS 1!t'h4 21 .i.h3 'it'xd4+ 22 Whl 1!t'xeS
Las negras obtienen, al menos, tres peones extra para colaborar en la lucha de la dama contra la torre y los dos alfiles. Una lucha más o menos igualada. según la
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EL VERDADERO VALOR DE LAS P IEZAS EN AJEDREZ
mayoría de las tablas, pero los seres huma nos se inclinan a favor de las piezas. En una de las primeras partidas con esta línea, Boleslavsky-Ragozin, Moscú 1942, las blancas confesaron "haber segui do las consideraciones generales y se sen tían seguras" de que sus piezas eran más fuertes, según Suetin, amigo de Boles lavsky. Las blancas ganaron, pero sólo por que las negras no avanzaron sus peones con la debida rapidez (23 .id2 eS 24 l:. ael 'it'xb2 25 .if4 'it'f6? 26 .ixg3 d4 27 l:. e6 'it'g5 28 �b2 c4 29 f4!. y f4-f5-f6). La causa blanca ha sufrido mucho des de los setenta, porque las negras encontra ron el fuerte plan de avanzar rápidamente su peón d a d2. Por ejemplo: 23 .id2 'it'xb2 24 .i f4 d4! 25 .i xc7? d3 26 l:. a el d3 27 l:. e7 'it'f6? 28 l:. d7 l:. d8 29 .ie5! 'it'h4 30 l:. xg7+. Pero 27 - d2! habría enturbia do las aguas.
DAMA CONTRA DOS TORRES Consideremos lo que han dicho los sabios. Sarratt dijo que, en la apertura, una da ma equivalía a dos torres y un peón, pero que hacia el fmal sólo a dos torres. Sta un ton estuvo de acuerdo en que dos torres y un peón era compensación ade cuada por la dama "en situaciones genera les... pero hacia el final, difícilmente equivale a las dos torres". Mason dijo que si consideramos "la partida en su conjunto, la experiencia nos dice que la dama vale algo más que las dos torres". Pero la opinión hacia la dama cambió a comienzos del siglo XX. Fine, por ejemplo, dijo que en un final con el mismo número de peones y sin pie zas menores, las torres ganan. Si el bando con la dama tiene un peón de ventaja, la
partida debería ser tablas. Si la dama tiene más de un peón de ventaja, entonces debe ría ganar, siempre según Fine. Tanto Lasker como Tarrasch dijeron que entregar las dos torres por una dama era generalmente malo. Añadieron la ad vertencia de que si el jugador con las to rres no tiene a su rey seguro. entonces la capacidad de la dama de dar jaque y crear ataques dobles compensará las dos torres. Bronstein dijo que las dos torres eran superiores a la dama. "pero sólo si están activamente situadas y pueden coordinar sus acciones". Purdy dijo que las torres ganan a una dama en un final, pero que son más o me nos equivalentes en fases anteriores de la partida. También dijo que una dama vale generalmente un peón más, si el rey ene migo está expuesto. Físcher no dijo nada concreto, pero sus partidas hablaron por él. Lo cierto es que entregó repetidamente las torres. El ejem plo más conocido es su victoria sobre Por tisch, en Santa Monica 1966, cuando el número de peones era el mismo, pero la superior coordinación de sus fuerLas (da ma y caballo contra dos torres y alfil) hi cieron que su victoria pareciese fácil. En realidad, su juego parece indicar que, des pués de todo, los hombres sabios del siglo XIX tenían razón. Sin la complicación de las piezas meno res, el mejor ejemplo de las partidas de Fís cher fue éste: Fischer - Bilek La Habana 1965 (Ver diagrama 260.) Físcher (según se dice) invirtió un mi nuto en su jugada siguiente:
DAMA CONTRA PIEZAS
Juegan blancas
1 l:t xg7! W'xg7 2 : xg7 �xg7 3 W'f4 l:t ac8 4 h5! Las blancas tienen un peón extra y añadirán un segundo cuando su dama lle gue a g6. Pero sus peones f están doblados y parecen inútiles. No obstante. el desenla ce de esta partida nunca pareció dudoso. 4 - c5 5 Wg4+ rl;f7 6 Wg6+ r/;e7 7 dxc5 l:t xc5 8 W'xh6 l:t g5 9 b3 eS 10 r/; b2 l:t f7 1 1 a4 r/; e6? 12 W'h8! : e7 13 h6 f7 1 4 W'h7+ r/; f8 1 5 W'd3 rt; f7 16 h 7 l:t h5 17 Wd5+ l:t e6 18 f4! La amenaza 19 f5 gana. La hábil utili zación de la dama permitió a las blancas ejecutar un pequeño milagro. transfor mando los peones doblados en pasados y unidos, lo que forzó la rendición de su rival tras 18 f5 19 fxe5 l:t xh7 20 Wd7+ l:t e7 21 Wxf5+ r/;e8 22 f4 �d8 23 e6. Cuando se entra en un desequilibrio material de W vs : : . se está cruzando un punto sin retorno que acarrea mayor ries go de lo que muchos j ugadores creen. El jugador con las torres tendrá posibilidades de ganar si puede doblarlas contra objeti vos determinados (diagrama 67). o si pue de coordinarlas con otras piezas. como dijo Bronstein. El jugador con la dama puede
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ganar. s i consigue avanzar un peón con posibilidades de promoción, o bien organi zar algún ataque contra el rey con otras piezas. Si no existe ninguna de estas condicio nes, las torres, generalmente. deben poder hacer tablas, siempre y cuando se encuen tren coordinadas. Pero pueden perder, si se embarcan en una caza de peones. Una vez más, en el desequilibrio relacionado con la dama es fácil de sobreestimar o de subestimar las posibilidades propias. sobre todo evaluando de forma deficiente los peones.
Thipsay Miles -
Calcuta 1 994
Juegan negras
-·
Las negras están ligeramente peor, des pués de 1 . . lüxe4 2 l:t xe4 c6 3 l:t fe l . En lugar de intentar 1 ... c6!, que deja las cosas relativamente igualadas. prefirieron lan zarse. 1 - Wd2!? 2 l:t d2 /üxe4 3 l:t xd2 /ü xd2 4 W'xb7 ttJxO 5 c¡f¡>xO c5 Al sacrificar la dama. las negras evalua ron mal la coordinación de sus torres des pués de 5 ... : ab8. que sería excelente en .
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EL VERDADERO VALOR D E LAS PI EZAS E N AJEDREZ
caso de 6 Wxa7 l:t xb2, pero muy mala en caso de 6 'ii'c6! l:t e7 7 b3, amenazando Wc5. 6 g3 g6 7 Wa6 wg7 8 b3 h5 9 h4 :t eS! 10 WaS :rs 11 e4 l:t e8 12 f4! Mucho mejor que 1 2 Wxa7 l:t e3! 13 Wb8 : ef3 14 a4 : xf2+. y las torres negras operan conj untamente. Las blancas esta rían justificadas en jugar ahora a ganar. Pero dejan pasar las ocasiones de avanzar sus peones del flanco de dama, mostrando así sus deseos de hacer tablas. 12 l:t e7 13 Wd8 l:t e6 14 Wa5 a6 15 Wd8 l:t c6 16 'it'e7 l:t ff6 17 We5 rt; b7 18 We7 : cd6 19 rt;fl wg7 20 WeS :t d2+? Pero las negras buscan el punto entero, pues de otro modo se habrían inclinado por 20 ... l:t c6. 21 wo : xa2 22 WxcS aS 23 Wd4 l:t c2 24 'iVd3 l:t cl 2S 'iVd2 l:t b1 26 'ii'c3 ! l:t d1 27 cS •••
27 ... l:t d7 28 w e4 l:t b7 29 c6 l:t e7+ 30 �d4 �b7 31 rt;cS l:t fS+ 32 wb6 l:t e6 3 3 l:t a7 l:t ff6 34 rt; b7 l:t e7+ 3 5 e7 l:t d6 36 WcS l:t dd7 37 rt;b8 Las negras se rindieron. Hay varios mecanismos básicos que desembocan en una relación material de dama contra dos torres, como cuando las torres se doblan. atacando un peón pro tegido por la dama y lo capturan. Así su cede, por ejemplo, en la posición del diagrama 260. Pero naturalmente, hay otras rutas menos habituales y más tác ticas. Listengarten - Tal Jarkov 1 953
Juegan negras
AJ desconectar sus torres, las negras
concedieron a su oponente dos métodos ganadores: avanzar el peón e o capturar el peón a (después de lo cual. los peones pa sados y unidos ganan a placer). La super vivencia de las negras depende ahora de volver a conectar sus torres, antes de que las blancas lleven su rey al flanco de dama.
1 -. 'ii' x d2 2 l:t xc8+? Las blancas aspiran a más que la igual dad (que concedía 2 l!Jbxd2) y pensaron que podrían explotar la columna e y el al fil malo contrario, después de 2 ... l!J xc8 3 l!Jbxd2 y 4 l:t c l . 2 we7! Ahora ven que 3 : xh8 'ii' x a2 sería cla ramente favorable a las negras. -·
DAMA CONTRA PIEZAS
3 lübxd2 l:l xc8 De modo que son las negras quien dis frutan de la columna c. y además incre mentaron su ventaja después de 4 l:l al �bS 5 liJO lü d7 6 lü e3 lü b8! 7 h3 �e2 8 l:l el? �xf3 9 gxf3 l:l c3. y ganaron en 20 jugadas. Lo que contribuía a la ventaja negra en la línea 3 l:l xh8 'iVxa2 era la presencia de dos pares de piezas menores. Éste es un punto crucial sobre el que nunca podrá en fatizarse lo bastante. Las piezas extra nor malmente ayudan más a la dama que a las torres. El informe de Kaufman descubrió que la afirmación de las tablas numéricas, en el sentido de que 'it'+ 1:!, fuese equiva lente a l:l l:l "sólo es cierto cuando no hay piezas menores en el tablero. Con dos o más piezas menores por bando, la dama no necesita ningún peón extra para igualar a las torres".
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1 l:l xg7+! 'iVxg7 2 l:l g4 'iVxg4 3 'it'xg4+ �h8 4 h6! Las blancas acabarán perdiendo este peón. Pero la perspectiva a corto plazo de un mate en g7 o de un jaque sobre la dia gonal d4-h8 le permitirá crear otras ame nazas relacionadas con el caballo. 4 - l:l e7 S lüd4 lüf6 6 'iVgS �d7 7 b4 lüg8 8 �fS! El alfil negro es maJo porque, una vez más, se trata de "lo que desaparece ... ". Al cambiar alfiles, las blancas abren las casi llas de su color, como fS y e6, para su ca ballo. 8 l:l f6 9 �xd7 l:l xd7 10 lüfS La dama llega ahora a la gran diagonal. La amenaza inmediata es 1 1 'iVg7+. 10 ... l:lg6 11 'it'e3 l:l t7 12 'it'd4+ l:l fl'6 •••
Short - Gulko Hastings 1988-1989
Juegan blancas
Short, que había luchado antes contra dos torres (posición del diagrama 234), aprovechó la oportunidad de jugar
Aquí las blancas jugaron 13 'it'xdS? l:l g5 14 g4 l:l xg4 15 'it'd7? lü xh6 16 lüxh6 l:l gl+ 17 �b2 l:l xh6 18 'it'xb7, y ganaron, avanzando debidamente sus peones. Pero una dama y un caballo que ope ren conjuntamente deben ganar más rápi do que eso, y mantener su fuerte posición con 13 g4! lo habría conseguido (13 ... l:l gS 14 lüe7). El corolario para el jugador con las to rres es que debería buscar el modo de
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EL VERDADERO VALOR DE LAS P I EZAS EN AJEDREZ
cambiar piezas menores. Una ilustración de este tema la tenemos en una subvarian te de la Defensa Tarrasch: 1 d4 dS 2 c4 e6 3 lü f3 eS 4 cxdS exdS S lüc3 lüc6 6 g3 lüf6 7 ..ig2 ..ie7 8 0-0 0-0 9 ..igS c4 10 lüeS ..ie6 11 lüxc6 bxc6 12 b3 ...aS 13 lüa4 l:t fd8 14 e3 eS 1S lü xcS ..ixcS 16 dxcS 'irxcS
rres pueden doblarse contra los dos. La dama está indefensa contra esta simple es trategia y sólo puede intentar buscar con trajuego en otra parte. Aunque las negras ganen un peón en el flanco de rey. el fi nal está perdido, porque las blancas pue den apuntar a un nuevo objetivo: f6, y liquidar a un final de peones con uno de ventaja: 24 aS 2S l:t cS a4 26 l:t lxc4 w g7 27 l:t b4 ... a3 28 l:t Sc4 'iVa1+ 29 W g2 a3 30 :t eS 'iVd1 31 : as 'ird6 32 l:t c4 •d7 33 e4 ...d3 34 l:t ca4 ...el 3S l:t xa3 'irxe4+ 36 l:t f3 •••
En la partida Yusupov-Marjanovic, Subotica 1 987, las blancas ejecutaron un sacrificio de dama: 17 bxc4 dxc4 18 ..i xa8 l:t xd1 19 l:t fxd1, amenazando 20 l:t d8+. Pero después de 19 lüd7!. las piezas menores negras aportaron suficiente con trajuego para hacer tablas (20 ..if4 g5 21 ..id6 'irf5). Más tarde, en el mismo torneo. las blancas mejoraron el juego en la parti da Chemin-Marjanovic: 17 ..ixf6! gxf6 18 bxc4 dxc4 19 ..ixa8 l:t xd1 20 l:t fxd1 Al eliminar un par de piezas menores, las blancas se beneficiaron de dos formas. Ahora pueden cambiar más fácilmente el último par, y además disponen de debili dades que atacar en el enroque negro. 20 'iVa3 21 l:t acl hS 22 h4 'iV xa2 23 ..idS! ..ixdS 24 l:t xdS El cambio de alfiles condena ambos peones del flanco de dama. ya que las to-·
Una vez más, l a estructura de peones decide. Si sus peones pudiesen defenderse unos a otros, las negras podrían ofrecer al guna resistencia. Pero aquí las blancas pueden tomarse su tiempo para doblar to rres contra f6. 36 �g6 37 l:t a6 ...d4 38 l:t f4 ...dS+ 39 wh2 ... d8 40 l:t c6 ... e7 41 l:t a6 ... d8 42 l:t axf6+ 'irxf6 43 l:t xf6+ wxf6 44 wh3 �rs 45 o m 46 �Kl wg6 47 g4 Las negras se rindieron. -·
•••
Añadir otro material ayuda tanto a la dama que Kaufman aseguró que si co mienzas una partida con un jugador reti-
DAMA CONTRA P I EZAS
rando su dama y las otras dos torres, la dama tendría una gran ventaja. (Staun ton y Sarratt seguramente estarían de acuerdo. ) Esto es algo que el lector pue de comprobar por sí mismo. Uno de los escasos ejemplos de la teoría de apertu ras es éste: 1 e4 c5 2 lüf3 d6 3 d4 cxd4 4 lü xd4 lüf6 S lüc3 g6 6 -'.e3 -'.g7 7 f3 0-0 8 'ifd2 lüc6 9 0-0-0 dS 10 lü xc6 bxc6 11 exdS cxdS 12 lüxdS lü xdS 13 'ti'xdS 'ti'c7 Cuando se j ugó por primera vez 1 4 'ifc5 'ifb7, a comienzos de los cincuenta. las negras resistieron. De modo que las blancas comenzaron a experimentar con: 14 'ti'xa8 -'.f5 1S 'ti'xf8+ ..txf8 16 l:l d2
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ción en la base de datos arroja el balance de 10 partidas ganadas por las blancas, 27 por las negras y 8 tablas. Esto es algo de cepcionante, porque los jugadores más fuertes hace tiempo que abandonaron 14 'ti'xa8?. Por ejemplo: 16 - bS 17 -'.e2 'iWb8 O bien 17 �g8 18 h3? 'iWb8 19 c4 -'.c3. y las negras ganan. como en una par tida de 1956. 18 b3 -'.c3 19 l:l dS -'.e6 20 l:ld3 'ti'b4 Ahora, después de 2 1 �bl? .if5 22 l:l d8+ q;g7 23 l:l hd t .if6! y ... Wc3, gana ron las negras. como en la partida Stoliar Beilin. Leningrado 1955. Es mejor 21 q;d1 aS 22 a4 .ixb3! 23 l:l xc3! 'ti'xc3 24 .ih6+ �g8 25 cxb3 Wxb3+ 26 q;e1 Wxa4 27 ..tf2 'ti'b4 28 .ie3. y las blancas, con l:l +.i .i vs 'ti+ � � consiguieron hacer tablas en la partida Shkrovina-Estrin, Corresponden cia 1958. CAMBIOS
Esta posición se convirtió e n un centro de atención teórica hacia 1955, porque si las blancas están mejor -como indican las evaluaciones materiales-. entonces 9 ... d5 es dudoso y el Dragón quedaría muy afec tado. Las mayores autoridades teóricas de Occidente, Max Euwe y Ludek Pachman. concluyeron que las blancas tenían venta ja con 16 l:l d2. Pero cuando su evaluación fue puesta a prueba en el tablero. los resultados fueron favorables a las negras. Una comproba-
No hay mejor desequilibrio que el de da ma contra piezas para ilustrar la conclu sión de Kaufman acerca de los cambios, es decir. que .. cada cambio «igual» puede fa vorecer a uno u otro bando, a veces en un grado considerable". Los cambios perjudi can en general al bando de la dama, como hemos visto en el diagrama 266. Pero hay excepciones. basadas en la disponibilidad de objetivos y en el grado de cooperación de las piezas. La dama, por ejemplo, puede ganar peones tras los cambios. Los objetivos se vuelven más vulnerables al haber menos defensores en el tablero.
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E L VERDADERO VALOR D E LAS P I EZAS E N AJEDREZ
Bareev - lvanchuk Wijk aan Zee 2003
Los peones comienzan a caer. En sus notas, Bareev citaba 5 ... h6 6 ._.xa7 .i.g6 7 1Wc5 : e4 8 f3. como una línea ganadora tipo. La tentativa de las negras por liquidar todos los peones del flanco de dama, con 6 ... l:t e l + 7 �h2 l:t e2. falla por 8 'ti'c5 .i.g6 9 'ti'xb4 tLlxa2 10 'ti'xb5. 5 - &6 6 f4! Las piezas negras están descoordina das y no tienen buena defensa de f7 ni con tra g2-g4. 6 tLle2+ 7 ci>b2 Las negras se rindieron. -
Juegan blancas
Las negras acaban de capturar la dama en h5 y, teóricamente, disponen de amplia compensación. Con un alfil en g6, podrán defender a su rey. quizá creando una forta leza en su enroque. Parece improbable que las blancas puedan ganar en el flanco de dama, porque para ello tendrían que capturar los tres peones enemigos, conser vando el propio. Con todo: 1 l:t el Amenaza .i.b5. asegurando un cambio de torres. La inmediata 1 .i.b5 l:t ed8 2 'ti'g5 permite 2 l:t d5 3 'ti'xe7 l:t xb5 4 1Wxa7 l:t a5, que las blancas calificaron de "=" en lnfomtator. En lenguaje de símbo los, esto significa que las negras deberían hacer tablas, no que tengan posibilidades de ganar. y mucho menos que sus posibili dades sean equivalentes a las de las blancas. 1 - tLldS Las blancas tendrían mejores perspec tivas de victoria en caso de 1 ... .i.g6 2 .i.b5 tLlf5 3 l:t xe8+ l:t xe8 4 'ti'c7 y 'ti'xa7. 2 : xe8+ : xe8 3 .i.c4 tLlc3 4 1Wc7 b5 5 .i.b3
Otra excepción se produce cuando hay un conflicto con el principio de coopera ción: los cambios ayudan a la dama cuan do su oponente necesita material de apoyo para hacer que su ventaja funcione. Psajis - Sveshnikov Kislovodsk 1 982
Juegan negras
En esta posición, las negras tienen un tiempo o dos de ventaja. con relación a las posiciones normales con peón central ais lado en el medio juego. En lugar de permi tir que las blancas organicen sus fuerzas
DAMA CONTRA PIEZAS
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con �g5 ó tl:lc5, decidieron sacrificar su dama en el. 1 - tl:lxd4! Pero no 1 . tl:lcb4? 2 axb4 'tlfxcl, por que las blancas responden 3 tl:lc5 ! . 2 1i'xd4 1i'xd Las negras han ganado (momentánea mente) un peón, ya que 3 : xcl?? está fuera de cuestión. Las blancas pueden aceptar el sacrificio de dama con 3 tl:leg5, pero 3 ... �xg5 4 �xh7+ c;txh7 5 l:t axc1 �xc1 debe ser una línea ganadora para las negras ('tlf vs : +��). 3 tl:ld6! 'tlfxel+ 4 tl:l xel l:t xd6 S �el �f6 6 1i'd3 g6 7 l:t bl
1 1 �xc6 tl:l xbl 1 2 �xb7 haría tablas, gra cias a los alfiles de diferente color. Por consiguiente. las negras deberían responder a �e4 con una jugada lenta co mo 9 ... l:l. c4. 9 l:t cd6 10 g3 tl:lb6 11 1i'e3 c;tg7 El tiempo de nuevo vuelve a estar de lado de las negras. Aun cuando una da ma cuente con la ayuda de una o dos piezas menores, a menudo llega un mo mento en que han alcanzado buenas ca sillas y no pueden mejorar su posición ( 1 2 � e4 tl:l c4). Pero su oponente cuenta con un ejército y cada j ugada significa progreso. 12 b3 tLldS 13 1!t'd2 �c3 14 'tlfe2 tl:lf6! Esto amenaza ... � xe l . impidiendo �e4-g2, y preparando la invasión de una torre por d2. Las blancas lucharon duran te otras 15 jugadas, pero el resultado esta ba previsto. 15 � el l:t d2 16 1We3 tLl dS 17 1WgS f6 18 'tlfg4 �d4 19 tl:ld3 eS 20 l:td �c8 21 'tlfe4 tl:l c3 22 'tlf c6 � fS 23 tü xeS!? � xf2+ 24 c;th1 l:t xel 2S 'tlfc7+ l:t d7! 26 'tlfxd7+ �xd7 27 l:t xel fxeS 28 l:t xfl aS 29 l:t d2 �e6 Las blancas se rindieron.
Las negras tienen torre, alfil y peón por la dama, pero eso no cuenta toda la histo ria. "Las negras controlan todo el tablero", escribió Sveshnikov. Sin embargo. ese con trol requiere la presencia de mucho mate rial. Si. por ejemplo, cambian torres, el potencial para una invasión de la segunda fila desaparece. Un cambio de piezas me nores, en particular de alfiles, también per judicaría a las negras. 7 l:t dc6 8 'tlfd2 l:t d8 9 �d3? Esto previene la amenaza 9 ... tl:lc3, pe ro 9 �e4! serviría mejor a ese propósito. En tal caso 9 . . . tl:l c3? 10 1!t'xd8+ � xd8
Pero la premisa básica es que los cam bios tienden a oscurecer el valor de la da ma. disminuyendo su capacidad para trabajar con otras piezas. Esto es especial mente importante cuando ha ganado la dama por compensación insuficiente ( dia grama 269). Mantener otro material sobre el tablero le permitirá impedir que su opo nente coordine sus efectivos. He aquí un ejemplo típico.
..
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Kasparov - Karpov Linares 2001
Juegan blancas
Las blancas acaban de capturar la da ma en c7. Pero no parece que puedan pro gresar rápidamente, debido a que sus planes ganadores se limitan a avanzar su peón pasado y crear algún objetivo en el flanco de rey. Las negras siempre pueden disponer un nuevo bloqueador para el peón h. Por ejemplo: 1 : h5 'it'xh5 2 'it'xh5 .i.d6 3 c3 lüe6 y ... l: d7-d8. 1 l: fS! Las blancas razonan que, con el tiem po. podrán penetrar en el flanco de rey con sus piezas pesadas. Pero este plan tiene éxito sólo si los caballos negros se mantie nen fuera de juego. La torre se necesita en la quinta fila para impedir ... lüe5. pero ahora impide también ... lüe6 (debido a 'it'xe6). · -· ll d7 2 c3! Otra jugada restrictiva. que previene trucos en la primera fila (2 'it'e3 l: xh4! ) y reduce la efectividad de ... lüd8-e6 y ... ..tf6. 2 - f6? Las negras estaban desesperadas por organizar una defensa con ... lüdB-n. pero
esto es demasiado debilitador. Debían ha ber intentado 2 . . . ll h6. 3 l: gl! Las blancas penetran en el flanco de rey, ya que 3 : xh4 falla, por 4 : xc5 .i.xc5 5 'it'e6!. Entre sus amenazas se en cuentra 4 ll h5, y si 4 ..tn. entonces 5 l: xc5 y 'it'c4+. 3 - lüd8 4 'it'g4 Las negras se rindieron después de 4 �e8 S l:t hS 1: 1'8 6 l: xcS! .i.xcS 7 'ifhS+. Los maestros están de acuerdo en que un cambio de torres perjudica. en general, al bando de la dama. de modo particular en la lucha 'ff vs : +lü. Pero no están de acuerdo en la razón. Algunos dicen que el cambio ayuda al otro jugador al reducir la redundancia de las torres. Otros dicen que la dama ataca mejor con ayuda de una to rre. Otra explicación es que el jugador sin dama tiene mejores posibilidades de crear una fortaleza cuando su oponente tiene menos material. No hay consenso, sino más bien la impresión de que cada caso es único, como el que sigue . Kamsky - Karpov Match por el Campeonato Mundial 1 996 2.8 partida (Ver diagrama 273.) Las blancas jugaron 1 l: al(!) y gana ron, tras una elaborada construcción. con la torre en c5, la dama en c7. y el avance del peón f. a fin de crear debilidades deci sivas. Pero ¿por qué habría de ser un error 1 l: xe8+? Karpov escribió que preservar la torre sencillamente era la decisión correcta por principios. (Aunque esto contradice su co mentario al diagrama 24.) La revista 64 dio
DAMA CONTRA PIEZAS
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Juegan blancas
Juegan blancas
una razón diferente, diciendo que un cam bio permitiría a las negras buenas posibili dades de crear una fortaleza con torre y caballo en la sexta fila. Y Kamsky explicó 1 l:t a 1 diciendo que "las blanca pueden cambiar torres en cualquier momento", pero que quería infligir antes el máximo daño posible. En otros casos, la mejor regla a seguir puede ser la de Tarrasch: debería cambiar cuando tiene ventaja posicional, mientras no cambie las piezas que forman la base de esa ventaja. Éste es un buen consejo cuando el principal triunfo posicional es un peón pasado. Las blancas no aprecia ron esto en el ejemplo siguiente en el que, tras una mala captura de dama, permitie ron un mal cambio de torres.
-por no mencionar el espíritu de Shirov es 1 f4, con idea de 1 . . ..ixf4? 2 l:t xf4! exf4 3 l:t e l +. En tal caso, 3 ...e3 4 1:l xe3+ es un final muy diferente, de 'ih ..i vs J:[ J:[ + !:!, !:!, , que deberían ganar las blancas. Es mejor 1 . b3 ! , porque 2 cxb3 axb3 3 a3 J:[ xa3! sería un desastre. Pero 2 fxe5 da ría absoluta igualdad. 1 'ifxc4 2 ..i xc4 J:[ xc4 3 ... d3 l:t ac8 4 l:t e1 ..if4 5 l:t e4? Las negras tienen ventaja posicional. No es esencial una segunda torre para conservar esa ventaja y, por tanto, se bene ficiarían del cambio. Después de 5 J:[ xe4, las negras podrán avanzar su peón ganador o penetrar con la torre. Como consecuencia, 5 J:[ e4 cuesta la partida a las blancas, que debían haber intentado 5 b3. 5 J:[ xe4 6 fxe4 La torre domina tras 6 'it'xe4 J:[ h8! 7 a3 b3 8 'ife1 J:[ h2 9 cxb3 axb3 1 0 a4 l:t c2. (Ver diagrama 275.)
Shirov - Kasparov lilburg 1 997 (Ver diagrama 274.) 1 l:t c4? Las blancas seguramente no tendrían ventaja en el final resultante de ... vs l:t + ..i + !:!, . Más en el espíritu de la posición
.
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Ahora las blancas pueden responder a 6 ... J:[ h8 con 7 a3. 6 - g5! Pero el peón se ha vuelto muy fuerte y
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EL VERDADERO VALOR DE LAS P I EZAS EN AJEDREZ
el resto es un ejemplo clásico de una dama sin asistencia que trata. a base de trucos. prolongar la partida. 7 a3 bxa3 8 ...a6 O bien 8 'ii' x a3 g4 9 'ii' xa4 g3 10 'ii' a7+ citf6. La partida finalizó así: 8 l: d8 9 'ii' b6 g4 10 c4 g3 11 c5 g2 12 cxd6+ l: xd6 13 'it'c7+ citf6! 14 ... xd6+ citg7 Las blancas se rindieron. •••
Por último. cuando un jugador tiene ventaja material, pero pocos peones (o ninguno), el desenlace depende de la vul nerabilidad del rey. Si es el j ugador con la dama el que tiene ventaja. deberá pensar en buscar el mate y evitar las fortalezas del rival, y eso normalmente significa cambios. Bronstein - Panuo Petrópolis 1973 (Ver diagrama 276.) Un cambio de torres acabaría con las posibilidades de las blancas, porque las negras pueden crear una fortaleza. Las blancas deberían descartar también un sacrificio de calidad ( torre por alfil y
Juegan blancas
peón), porque eso no conseguiría más que tablas. Tras un considerable maniobreo, las blancas encontraron una idea ganadora: llevar la torre a h8, desde donde amenaza rá con desviar al rey a una red de mate, con l: h7+. Las negras pueden impedir esa idea con ... lt.Jf8, pero entonces las blancas atacan el caballo con dama y torre, mien tras que su rey llega a g5 y h6. 1 l: a8 l: c7 2 � fl cit e7 3 'ii' e S rJ; f7 4 : h 8 : c2+ S rJ; e3 lt.J f8 6 •dS+ lt.J e6 7 ...eS lt.Jf8 8 �f4 l: c8 Aquí, l a combinación basada e n e l ata que doble. 9 l: xh5 gxh5? 10 'ii' x f5+ y 1 1 'ii' x c8, se refuta con 9 ... lt.Je6+. 9 citg3 l: d8 La torre se necesita en la octava fila, para defender al caballo. A 9 l: c4, las blancas ganan con 10 'ii'd5 + �e6 1 1 •d8!. 10 -.c7+ l: d7 11 'ifc4+ �e6 12 'ifb4! l: e7 13 rJ;h4! l: e8 14 citgS �fS (Ver diagrama 277.) 15 rJJ h6! La amenaza 'it'b2-g7+ decide. Las ne gras se rindieron después de 15 ... l: e7 16 'ii'b3+ l: e6 17 'ii'b 2!.
DAMA CONTRA PIEZAS
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Pocos jugadores tienen buena expe riencia en estos desequilibrios, con cual quiera de los bandos. La lucha entre dama y piezas es demasiado rara. El siguiente capítulo se ocupa de desequilibrios que to do el mundo ha jugado en muchas ocasio nes, pero cuyo preciso manejo no es menos difícil.
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Capítulo 9
Alfiles contra caballos y contra peones
Se han escrito libros enteros sobre la lucha A vs �- Este capítulo se centrará en un grupo selecto de cuestiones prácticas, co mo cuándo debe cambiarse un alfil por un caballo y cómo evaluar los alfiles malos. los alfiles de diferente color y la pareja de alfiles, al realizar transacciones. Estos temas sólo se hicieron pertinen tes hace unos cinco siglos, cuando se adop taron las nuevas reglas del ajedrez. Entonces se realizó un notable descubri miento, a saber. que el alfil era más o me nos equivalente al caballo. Ha habido casos de piezas de igual valor en otras variantes del ajedrez, pero ninguna era co nocida en los precedentes del ajedrez "oc cidental". La idea de que el alfil era igual al caba llo parece haberse apreciado rápidamente. La partida más antigua que se conoce del ajedrez moderno (o con las reglas moder nas), data de 1485, y comenzó así: 1 e4 d5 l exd5 'Wxd5 3 �c3 'ifd8 4 �f3 �1"6 5 Ac4 Ag4 6 h3 (Ver diagrama 278.) Ambos j ugadores omitieron 6 A xf7+. el tipo de combinación que Gre co popularizaría más de un siglo des-
pués. Pero lo más significativo es que tanto blancas como negras parecían en tender la relativa igualdad de las piezas menores. Las blancas invitan a cambiar con su última j ugada. y las negras. así lo hicieron, 6 ... Axf3 7 'Wxf3. (Después de que las negras se equivocaran. con 7 e6? 8 'ifxb7, la técnica ganadora de las blancas pasó por cambiar un alfil por un caballo.) Desde entonces. hay tres puntos de vis ta que han pugnado por imponerse. Algu nos jugadores asumían que el alfil es la pieza más fuerte. debido a su mayor radio de acción. Otros preferían el caballo, por su capacidad de salto y porque el alftl se ve
ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES
limitado a moverse por casillas de un solo color. Staunton, por ejemplo, afirmaba que se había demostrado "matemáticamente" que el alfil era más valioso. Pero La Bour donnais escribió: ''Normalmente, un alfil, con peones en el tablero, no es tan bueno como un caballo. con el mismo número de peones, porque el alfil no tiene la cua lidad del caballo de atacar peones en casillas de cualquier color." Steinitz con sideraba que el alfil era tan superior que la diferencia entre ambos equivalía a la "pequeña calidad". Pero en 1897, uno de los más fuertes jugadores norteamerica nos. Emil Kemeny insistía en que "como regla. un caballo es más valioso en el final que un alfil". Según el tercer punto de vista. ambas piezas eran. más o menos, de igual valor. Esto se basaba en el sofisticado argumen to de que cualquier generalización acerca de alfiles y caballos tendría excepciones. Según este punto de vista, las excepciones se equilibraban. pues había tantas que afir maban que el alfil era superior al caballo, como las que afirmaban que éste era supe rior al alfil. Sarratt, en Treatise on the Game of Chess. identificó " 1 1 casos parti culares" de la clara superioridad del caba llo. comparados con 12 casos típicos de lo contrario. Hasta Mijail Chigorin. a quien a me nudo se identifica como el decano de los partidarios del caballo, sostenía esta posi ción intermedia. En su comentario sobre El semido común en ajedrez. Chigorin de cía: "Al citar a los dos alfiles. Lasker, por supuesto, dice que dos alfiles superan en fuerza a dos caballos( ... ) ( Pero) ni los al files ni los caballos tienen. estrictamente hablando, ventaja los unos sobre los otros.. .'' Para Chigorin. la mejor pieza era
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aquella que mejor le permitía atacar. A veces, esa pieza era un alfil y, a veces, un caballo. de Riviere Chigorin París 1 883 -
l liJD dS 2 d4 l(Jf6 3 e3 ..ig4 4 ..ie2 liJbd7 S c4 e6 6 liJc3 c6 7 a3 ..id6 8 eS? El ataque en el flanco de dama. con c4cS y b2-b4. había sido popularizado antes por Zukertort, y Chigorin contribuyó a desacreditarlo. Otra victoria del maestro ruso, contra Solovtsov (match 1893) discu rrió así: 1 d4 dS 2 l(Jf3 liJf6 3 e3 c6 4 c4 e6 S liJc3 ..id6 6 eS ..ic7 7 b4 liJbd7 8 ..ie2 eS 9 ..ib2 jje7 10 a4 0-0 1 1 bS l:l e8 12 0-0 ..ia5 13 l:l e 1 e4 14 liJd2 liJf8 1S liJ b3. Una idea temática entonces era 1S ..ixc3, que deja a las blancas con un alfil malo. Pero eso habría privado a Chigorin de las posibilidades de ataque que le brin daba 1S ... ..ic7 ! 1 6 a5 ..ib8 17 bxc6 bxc6 18 a6 'iic7, ganando en última instancia. Cuando podía atacar con los alfiles, Chigo rin prefería éstos a los caballos. 8 ..ic7 9 b4 0-0 10 0..0 ·-
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Aquí es bueno para una ligera ventaja ... eS 1 1 dxeS t;J xeS 1 2 liJ xeS ..i xeS !
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PI EZAS EN AJEDREZ
1 3 �b2 d4. pero Chigorin toma una deci sión típica. 10 - �xf3!? 11 �xf3 eS Ahora. 1 2 dxe5 lüxe5 1 3 �e2 'ii'e 7 se ría un buen esquema de ataque para las negras. 12 g3? e4 13 �g2 liJeS 14 a4 fS 1S f4 'ii'f6 !? Pocos contemporáneos suyos se ha brían abstenido de capturar al paso, segui do, tal vez. de ... g6 . ... lüdf6 y ... lüg7-e6-g5. Chigorin deposita sus esperanzas en la superioridad de los caballos en un centro cerrado, y en la apertura de las colum nas g o h. 16 �b2 'it'h6 17 'ifb3 lüef6 18 lüe2 'it'hS 19 : fe1 a6 20 aS?? Quizá de Riviere sólo vio la línea tácti ca 20 b5 axb5 21 axb5 l:t xa1 22 l:t xal?? 'ii' x e2. pero al cerrar el flanco de dama co mete un suicidio posicional. 20 - h6 21 lüc3 gS 22 'ii'd 1 'ii'g6 23 �el :n 24 :a2 ttJrs zs �h1 tüe6 26 �h3 .:t g7 21 : n g4 zs �n q¡,n 29 .:t g2 hS 30 � gl l: h8 31 lü e2 b4 32 gxh4 l: xb4 33 lüg3 l:gb7 34 l:t 1e2 lüh5 3S lüxh5 'ii'xhS 36 l: ef2 lüg5! 37 q;,ht lüf3 Las blancas se rindieron, en vista de 38 'it'e2 g3 ! . Ese tercer punto d e vista e s importan te, y no sólo porque evalúa como iguales alfiles y caballos, sino porque enfatiza en las excepciones. Los desequilibrios � vs llJ abundan en excepciones. Quizá esto se deba a que nuestro conocimiento del j uego ha evolucionado lo suficiente co mo para incorporar las excepciones a las reglas. Como dijo Petrosian, los buenos juga dores conocen todos los principios y reglas generales, pero sólo los jugadores más fuertes conocen las excepciones. Hay un tercer grupo "a los que llamamos genios".
añadió. Estos jugadores formulan nuevos principios que consolidan las excepciones en los viejos principios. Eso se ha vuelto el nuevo canon del ajedrez y el ciclo comien7.a de nuevo. Por esta razón. escribió Petro sian. es por lo que ·'el aj edrez es inago table".
LA CONCEPCIÓN MODERNA Hoy día. los grandes maestros tienden a estar de acuerdo en que las piezas meno res son aproximadamente iguales, pero al mismo tiempo creen que hay más ex cepciones en que el alftl es superior que al revés. Seguramente no van tan lejos como Fischer, quien dijo que la lucha entre � vs llJ concede al primero "medio punto de ventaja··. Pero maniobran de forma rutina ria un caballo para capturar un alfil, en la primera fase de una partida. Kasparov, por ejemplo. invirtió dos jugadas, 13 lü h4 y 14 lüg6. para capturar un alfil en f8, en la ter cera partida de su match con Short. Intuía que eso le daría ventaja, aunque no hubie se cambios de peones. La moraleja es. como dijo Tarrasch, que "el futuro es de aquel que tiene los alfiles". Los alfiles mejorarán su activi dad a medida que el tablero se va despe jando de tráfico. (Tarrasch añadió su propia excepción: la "única" vez en que un caballo es superior es cuando está si tuado en una casilla central, es decir, en tre la cuarta y la sexta filas. protegido por un peón. ) Réti, e n Los grandes maestros del table ro, dijo que los cambios de peones no sólo favorecen al alfil. sino que también dismi nuyen el valor del caballo. Esto es eviden te cuando el caballo necesita apoyo para instalarse en un puesto avanzado.
ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES
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Jalifman Sberbakov Campeonato de Rusia 1995 -
Juegan negras
Las negras acaban de cambiar su alfll de casillas oscuras por un caballo en e3. Es hora de que elijan su estrategia de medio juego. 1 �e6 La inmediata 1 ... f5 concede a las blan cas demasiado juego central, después de 2 exf5 .txf5 3 f4! . En su lugar, las negras tra tan de jugar 2 ... �ed4 y 3 ... f5. Entonces, el fuerte caballo blanco sería ignorado por las piezas negras, como escribió Jalifman. 2 �b6! :b8 3 �xc8! Las blancas siguen una regla no escrita, pero muy útil: una fuerte casilla (d4) rara vez compensa la diferencia entre alfiles y caballos. 3 : xcS 4 : act 'ifb4 Cambiar damas (4 ... 'ifg5) facilitaría a las negras sus problemas inmediatos. Pero en el final, un fuerte caballo centralizado se devalúa, como vimos en los diagramas 1 1 y 1 2, y las blancas tendrían una ventaja sustancial sin damas. Siguió: S g3 WbS 6 .tg2 : b6 7 b3 : f6 8 We2 'ifb6 9 .tcJ �ed4 10 'ife3 'ifbS 11 f4 ...
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Después de 1 1 ... : e6 12 'ift2, 1as blan cas proseguirían con su ataque a la bayo neta en el flanco de rey. Las negras acortaron la partida al privarse de su pun to fuerte: 11 exf4? U gxf4 'ifcS Las negras no tienen compensación por los alfiles, ni tampoco contrajuego. 13 �bl : b6 14 fS! El caballo de d4 resulta estar atrapado y eso cuesta inmediatamente la partida a las negras. 14 : e8 15 .tal f6 16 'ifd3 Las negras se rindieron. -
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Conseguir los dos alfiles a menudo cuesta tiempo. Pero ¿Vale la pena invertir material? Hay, por supuesto, ocasiones en que sí lo vale. Los maestros consideraban que és tas eran raras excepciones (como hacen normalmente los ordenadores). Pero los jugadores contemporáneos creen que las excepciones no son raras y este punto de vista ha pasado a formar parte de la intui ción del maestro.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Shirov - Kasparov Dortmund 1 992
Ambos pueden tener razón. Si un hu mano se siente tan seguro de su visión táctica como un ordenador, puede jugar, de forma instantánea, 1 .txf6. Si, por otro lado. una máquina puede rescatar de su memoria los pasados errores, en la forma en que los humanos los cometen. podría descartar una j ugada como esa, que en trega la pareja de alfiles "por una frus lería". ALF1L X CABALLO
Juegan blancas
Las blancas normalmente continúan con su plan del flanco de dama, 1 lL\b3. l .txf6 "Francamente hablando. esta decisión me asombró," escribió Kasparov. Confesó que aunque esta jugada gana un peón, ni siquiera la había considerado. 1 Wxf6 2 Wxd6 Wxd6 3 l:t xd6 liJeS Las blancas acabaron perdiendo, des pués de 4 f4 lü g4 S eS lL\f2 6 l:l gl .tfS+ 7 �el b4 8 lL\a4 f6!, y Kasparov criticó duramente 1 .txf6. "El valor del alfil de casillas negras en la India de Rey es dema siado grande (sobre todo, si las blancas han enrocado largo) para cambiarlo por una fruslería", explicó en New in Chess. Pero esto se basa en la creencia huma na de que los desequilibrios que se origi nan por la cesión del par de alfiles pueden ser demasiado arriesgados, cuando se abre el centro. Después de 4 cxbS axbS S lüd3 lL\xd3 6 .txd3 b4 7 lL\e2 .te6 8 lL\cl l:t ec8, un ordenador daría ventaja a las blancas, por mucho que Kasparov prefiera las negras. ·-
Sabemos que .txlL\ a menudo se juega por razones puramente posicionales, antes que materiales. También sabemos que a menudo ese cambio tiene éxito. De modo que en casi cada partida nos enfrentamos a esta cuestión: ¿en qué condiciones está justificado el cambio .txlü? El beneficio habitual más corriente del cambio .txlü es doblar los peones enemigos. Esto puede hacerse para crear una mayoría de peones en un flanco ( co mo, por ejemplo, 4 .txc6 en la Ruy Ló pez), para infligir al oponente objetivos atacables ( ... .t xc3+ en las Defensas Nim zoindia e India de Dama, y en la Variante Winawer de la Francesa) o para dejar a los peones contrarios estáticos e incapa ces de modificar la estructura en el centro (7 ... .txc3 en la Apertura Cuatro Caba llos, o 3 .txf6 en algunas líneas de la Trompowsky) . Poder modificar l a estructura d e peo nes es un elemento importante en la evaluación, como hemos visto en los dia gramas 208 y 2 1 0. A menudo, la captura alfil por caballo es un requerimiento de la posición que permite un cambio favo rable.
ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES
Gheorgescu - Stein Bucarest 1 961
Juegan negras
Los dos alfiles negros tienen futuro. pe ro no mucho presente. si deben defender su peón de d6 con 1 ... .i.. e B ó 1 ... .i.. f8 . 1 .i.. xc3! 2 'it'xc3 eS! Las negras quieren destruir el flanco de rey contrario, con ... exf4 y ... lüeS. Sin ... �xc3. el avance de peón ... eS habría convertido al alfil de casillas negras en una pieza lamentable y entregado la casilla d5 al caballo blanco. 3 fxeS lü xeS! 4 l:lxd6? Es más seguro 4 Wxc7+ rj;xc7 S lüd4. aunque las negras tienen mucho juego tras s ... �g4. 4 'ifxc3 S bxc3 hxgS Los peones blancos son un caos. y el primer j ugador acabó perdiendo tras 6 : ds : deS 7 hxgS : xhl+ 8 .i.. xh1 �e6 9 : d1 : h8 10 lüd4 : h3. El flanco de rey se desmoronó debido al avance ... eS, que sólo tuvo sentido tras la captura ... .i.. xc3. Pero. como antes se ha observado, nin gún desequilibrio desafía a las generaliza ciones de la forma en que lo hace la captura .i.. x lü. A veces. doblar los peones -
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enemigos es compensación suficiente, y a veces es. simplemente, un error. Hasta en la época de Morphy se apreciaba que la captura .i.. x lü era correcta. con indepen dencia de si se doblaban o no peones. pues aseguraba una fuerte casilla central para una dama o un caballo. Se ha sabido, por ejemplo. desde hace mucho que la mejor respuesta a 1 e4 eS 2 lüf3 lüc6 3 .i.. bS d6 4 d4 exd4 S 'ifxd4 �d7 es 6 �xc6, y que la mejor forma de tratar 1 e4 eS 2 lüD d6 3 d4 exd4 4 'it'xd4 lüf6 es S .i.. bS. Aun en una apertura mo derna como la Defensa Siciliana, hay una forma sólida de evitar las líneas principa les de 1 e4 eS 2 lüf3 d6 3 d4 cxd4 4 lü xd4, jugando 4 'ifxd4 lüc6 S .i.. bS .i.. d7 6 .i.. x c6, y mantener d4 como puesto avanzado. De modo que ¿adónde nos lleva esto? ¿Hay alguna nueva regla que dé sentido a las excepciones. según el criterio de Petrosian? Iosif Dorfman, en The Method in Chess, proponía ésta: "El cambio de un al fil por un caballo sólo puede justificarse cuando se fija la estructura de peones." In dicaba como ejemplo 1 d4 lü f6 2 lüf3 eS 3 dS bS 4 �gS �b7
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Aquí, S .i.. x f6 es lo mejor y se justifica por la debilidad del rey negro después de
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PI EZAS EN AJEDREZ
5 ... gxf6, y la inflexibilidad de sus peones, tras 5 ... exf6. Pero la regla de Dorfman es demasia do estricta. Necesita. como mínimo, am pliarse más allá de las estructuras "fijas" de peones, e incluir otras fluidas. pero fa vorables. Por ejemplo: una de las propias parti das de Dorfman se desarrolló así: 1 lüB d5 2 c4 c6 3 b3 �g4 4 e3, y ahora jugó 4 - eS S b3 �xB. Las negras debieron entregar el alfll una vez que se habían apoderado del centro con su peón e. Esto también su cede en el Ataque Torre con 1 d4 lü f6 2 lüB e6 3 �gS h6, y ahora 4 �xf6 Wfxf6 S e4. El centro no está precisamente fijado, pero es favorable a las blancas. Cuando una estructura de peones no es favorable ni desfavorable. el cambio �xlü puede seguir siendo beneficioso si crea presión sobre casillas del color opuesto al alfil. Por ejemplo, en los ochenta se hizo cada vez más popular para las blancas ase gurarse el control de las casillas de su co lor en el centro, e4 y d5. cambiando el alfil de casillas negras. �g5xf6, en las aperturas cerradas, como en la Catalana, la Tarrasch y la anti-Tartakower en el Gambito de Da ma Rehusado, la Inglesa. la India de Rey, el Gambito Blumenfled, etc. En algunos casos, como cuando ambos jugadores han fianchettado sus alfiles de casillas blancas (por ejemplo: 1 d4 lü f6 2 lüB e6 3 g3 bS 4 �gS). hay un objetivo de cambios a largo plazo para entrar en un fi nal favorable de 'it'+lü vs Wf+ �. como. di gamos, después de 4 - �b7 S lübdl �e7 6 �gl 0-0 7 0-0, seguido de �xf6 y lüe1. Pero hay otras excepciones que no en cajan en esta regla ampliada. Por ejemplo: en la Variante Bum de la Francesa, 1 e4 e6 2 d4 d5 3 lüc3 lüf6 4 �gS dxe4 S lüxe4 �e7, las blancas juegan rutinariamente 6
�xf6, para evitar mayores simplificacio nes de la posición (6 lüxf6+ �xf6 7 �xf6), o la retirada del caballo. La com pensación de las blancas radica en su supe rior centro y el caballo bien situado. Las excepciones tienen poco que ver con la estructura de peones que resulta en aperturas cerradas como 1 lüB dS 2 b3 lüf6 3 �b2 �g4 4 e3 e6 S b3 �xB 6 WfxB �e7 y 1 lüB d5 2 g3 lüf6 3 �gl c6 4 0-0 � g4 S d3 lü bd7 6 lü bd2 e6 7 h3 � xf3 8 lüxB �e7. Lo que ayuda a justificar el cambio �xlü es una cuestión de tiempo: las negras ganan una jugada evitando una retirada tras h3 (aunque los tiempos no importen demasiado en las aperturas ce rradas). Esto refuerza otra generali7.ación suge rida por Kaufman. Basándose en el infor me sobre su base de datos, descubrió que los dos alfiles valían, por igual. un tiempo. De modo que si tiene usted que decidir entre perder un tiempo retirando un alfil o cambiarlo, se enfrenta "a una difícil deci sión", escribió en Chess Ufe. También hay numerosos casos de lo contrario. cuando tiene sentido perder un tiempo en evitar �xlü por parte de su oponente (que se aseguraría así del con trol de una casilla clave). Después de 1 f4 d5 2 lüB eS 3 e3, Steinitz recomendaba 3 a6, porque entendía que la natural 3 lüc6 se castigaría con 4 �b5 ! , seguido de �xc6 y lüe5. Una versión moderna es 1 lüB lüf6 2 c4 b6 3 d3 eS 4 e4 d6, y en la partida Malajov-P. Nikolic (Selfoss 2003), las blancas invirtieron un tiempo en S b3, para evitar ... �g4xf3! y ... lüc6-d4. Pero aquí hay de nuevo numerosas ex cepciones, en las que a2-a3 ó h2-h3 para prevenir una clavada son sólo un error de principiante, una pérdida de tiempo. Tal y como son ahora las cosas, hay más excep-·
ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES
ciones que reglas. Quizá el siglo XXI nos ofrezca mejores directrices que asimilen todas las excepciones y las "tough calls". EL EQUILIBRIO DESEQUILIBRADO Algo que podemos afirmar con seguridad es que cuando cada bando tiene las mis mas piezas menores, la captura �xlü de sequilibra la posición con el menor costo material. Acentúa el antagonismo de las piezas restantes y dificulta nuevos cambios de piezas. lvkov - Tunman Bled/Portoroz 1 979
que se dejaron llevar por el pánico y juga ron 2 : xd8, perdiendo tras 2 . . . � xg2 3 l:ld7 �h3 4 l:lc6 ri;g7. Veamos qué tenían in mente las negras: 2 �xf3 l:l ac8 Las negras amenazan 3 ... lüd4 4 : xc8 lü xf3+, u otro cambio favorable de torres, como 3 e3 l:l xd1+ 4 l:l xd1 l:t c3, o bien 3 ... l:l xc1 4 l:l xcl l:l d2. 3 l:l xc8 l:l xdl+ 4 �g2 :t al S l:l c3 li:)d4 "El alfil es más fuerte, pero el caballo es más astuto", dice el aforismo ruso (6 3 lüb5). Las negras puede combatir la tácti ca (6 �d5, con idea de 6 ... lüb5 7 l:l f3+) con táctica, 6 ... l:lgl+! 7 �h3 e6 8 �c4 h5, y un posible ataque de mate ( ...g5-g4+ ). Retrospectivamente, puede decirse que 1 ... �xf3 era la única forma de llevar el caballo negro a d4, o de activar ambas torres. Pero lo que hizo que su estrategia funcionase se basó en prolongar la lucha sin permitir simplificaciones. Ése fue tam bién el pensamiento de las blancas en la si guiente partida. Azmajparashvili Yurtaev Pavlodar 1982 -
Juegan negras
Las blancas querían cambiar piezas, al parecer disponiéndose a proponer tablas. Unas tablas, por cierto, que parecen el de senlace más lógico, pues las negras no pue den oponer torres ( 1 l:l ac8?? 2 l:l xc8 : xc8 3 l:l xd5) y, por otro lado, no conse guirían gran cosa con 1 ... �e4 2 lüd2, ni con 1 ... �b3 2 l:l xd8 l:l xd8 3 �fl . 1 .- �xf3! Las blancas quedaron tan sorprendidas
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Juegan blancas
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EL VERDADERO VALOR DE LAS P I EZAS EN AJEDREZ
La respuesta natural a la última jugada negra . ... ll:\c6, sería l ll:ld5 �e6 2 l: c l . Pe ro eso permitiría 2 ll:\b4! (3 .: xc8? l: xc8 4 ll:\xb4 l: c l + y mate). Cuando nos encontramos con una sorpresa táctica de este tipo. hay una tentación muy fuerte a desconfiar de la posición y tratar de hacer tablas cambiando todas las piezas menores ( l ll:l xc6 �xc6 2 �xc6). 1 �xc6! "Una decisión así honra a cualquier ju gador de ajedrez'', escribió Shajmaty URSS. 1 - �xc6 2 l: cl �d7 Las negras efectúan sus j ugadas si guientes como si estuviesen dentro de un perímetro de tablas. Pero lo cierto es que se deslizan en un final en el que las blan cas contarán con el peón pasado distante, que puede considerarse una ventaja deci siva. En lugar de la textual. debían haber controlado la columna e con 2 � e4 3 l: xc8 l: xc8 4 f3 l: c l + 5 Cit¡¡ f2 �f5 y en contrar la forma de emplear su alfil. Por ejemplo, si 6 ll:ld5 �f8 7 a4, pueden seguir con 7 �e6! 8 axb5 l: c5. (Aunque las blancas pueden conservar ventaja con 6 e4 �e6 7 l: c2 l: h l 8 h4 h6 9 l: c7.) 3 l: dc2! e6 Las negras necesitan jugar en el flanco de rey y 3 ... g5 habría sido un buen co mienzo. 4 � n � f6 S � e l dS 6 l: xe8 l: xe8 7 l: xc8 �xc8 8 Cit¡¡ d2 (Ver diagrama 287.) El rey blanco llegará a b4, después de lo cual. como mínimo. puede crear un peón pasado. Las blancas ganaron tras 8 �d7 9 �c3 �eS 10 ll:\c2 Cit¡¡ d6 11 Cit¡¡ b4 �ro 12 ll:\d4+ wb6 13 f4 f6 14 a4. En los dos últimos ejemplos, cada juga dor tenía un alfil. Pero en años recientes
ha habido muchos casos en que un gran maestro se desprenda de uno de sus dos alfiles (aunque sea el mejor de ambos) con el único propósito de desequilibrar la po sición. Desde luego. Tarrasch se quedaría horrorizado al ver jugadas como 1 1 �xd4 en la siguiente partida. Psajis Chandler Hastings 1 988 -
1 e4 e6 2 d4 dS 3 ll:\c3 ll:\f6 4 eS ll:\fd7 S f4 eS 6 ll:lf3 ll:lc6 7 �e3 exd4 8 ll:\ xd4 �eS 9 W'd2 0-0 10 0-0-0 a6 11 Wbl
_
Aquí, 1 1 ... ll:\ xd4 1 2 �xd4 b5 13 'it'e3 asegura virtualmente otro cambio de pie-
ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES
zas menores, que favorecería ligeramente a las blancas. 11 - .i.xd4!? U .i.xd4 bS 13 .i.f2 Las negras pueden obtener mejor jue go, activando su alfil malo con 13 'ille 3 b4 14 lt:la4 lt:l xd4 y ... 'i!t'a5. seguido de ... .i.b7c6. 13 We7 14 g4 .i. b7 1S .i. g2 l:t ac8 16 .:. hel .:. fd8 Las negras tienen un buen plan. a ba se de ... lt:l c5 y ... b4. En la partida pudie ron sacrificar correctamente un peón con 17 lt:l e2 ltJ cS 18 lt:l g3 lt:l e4 19 'ill e2 ltJ aS!, a fin de llegar a una posición con caballo bueno contra alfil malo, después de 20 lt:l xe4 dxe4 21 .:. xd8+ 'ill x d8 22 l:t dl We7 23 .i. xe4 .i. xe4 24 Wxe4 lt:l c4.
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ALFILES MALOS Ejemplos como el anterior nos enseñan cómo es un alfil malo. Pero ¿cómo se cuan tifica la diferencia entre un alfil malo y uno bueno? Sabemos que podría (o no) ser sufi ciente para decidir el resultado en un final con material igualado. En el medio juego. el mejor alfil puede valer un peón, o inclu so más. Uno de los sacrificios estándar de peón. en el último medio siglo, surge en posiciones como ésta: Wade - Smyslov La Habana 1 965
... c6), habrán ganado la batalla de la aper tura. 10 - exd4 11 'ilfxd4 c6 Las negras tienen mucho juego y gana ron el duelo táctico. después de U dxc6 bxc6 13 0-0 lt:ldS 14 'illc4 lt:lf4! IS 'ilfxc6 .i. xc3! 16 .i.f3 .i. xb2 17 'ilf x a8 .i. xa1 18 l:t xa1 Wb6, amenazando 1 9 ... .i.b7. Sacrificios como 9 ... lt:ld4 son correctos cuando cumplen estas dos condiciones: (a) los peones contrarios están fijados en un color. y (b) cuando el rival debe entregar su alfil bueno por un caballo. El resultado es que el sacrificador obtiene la pareja de alfiles y su oponente queda con un alfil malo. Los dos factores j untos valen un peón. (Esto ha sido confirmado por el es tudio de Kaufman.) Pero incluso cuando no se cumple la condición (b) y la pareja de alfiles no for ma parte de la compensación. el sacrificio puede ser fundado, simplemente a causa de un alfil malo.
1 e4 lt:lf6 2 lt:lc3 d6 3 d4 g6 4 .i.e2 .i.g7 S h4 hS 6 lt:lh3 lt:lc6 7 ltJgS 0-0 8 .i.e3 eS 9 dS (Ver diagrama 289.)
Sadler - Bologan Enghien-les-Bains 1 999
9 lt:ld4! 10 .i.xd4 Si se permite a las negras fortificar el caballo con ... c5 (o atacar el centro con
1 d4 lt:lf6 2 c4 lt:lc6 3 lt:lf3 e6 4 a3 d6 S lt:lc3 g6 6 e4 .i.g7 7 h3 0-0 8 .i.e3 l:t e8 9 .i.d3 lt:ld7 10 .i.e2 eS 11 dS
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
11 -. ll:ld4! El sacrificio evita una mala posición ( 1 1 ... ll:le7 1 2 g4! ) y, al mismo tiempo, re porta un excelente juego por casillas ne gras. U ll:\ xd4 exd4 13 � xd4 �xd4 14 Wxd4 ll:lcS 15 : d1 WgS Las negras tienen compensación gra cias a su dominio de las casillas de su color y al mal alfil blanco ( 1 6 0-0? �xh3, 16 g3 ll:\b3 1 7 Wd3 f5, o bien 16 �t3 f5 17 0-0 f4! ). Pero los malos alfiles no son tan malos como su reputación. Steinitz y Tarrasch los denunciaron y, de forma implícita, vinie ron a decir que un alfil malo bastaba para perder una partida. Pero a fines del si glo xx, la imagen de los alfiles malos ha mejorado mucho, debido a su capacidad de defender peones (como en el diagra ma 1 12). Esto sirve de ilustración al epigrama de Mihai Suba, "los alfiles malos defienden peones buenos". Una percepción, en reali dad, muy antigua. La regla de Philidor, ci tada a propósito del diagrama 190, era que los peones debían situarse en casillas de color opuesto a su alfil, cuando tiene ata que o peones pasados. Pero Philidor aña dió (¿se imagina qué?) una excepción: "En
algunas situaciones es preciso, a efectos defensivos, situar los peones en casillas del mismo color que el alfil". Los alfiles malos son un hecho de la vi da. Por ejemplo: para las negras, en la Sici liana Sveshnikov (su alfil de casillas oscuras) y en la Defensa Francesa, tras e5xf6, su alfil de casillas blancas. En ambos casos, el alfil asume, sin embargo, la impor tante tarea de proteger los peones de d6 y e6, respectivamente, que son la piedra an gular de los puntos fuertes de las negras (eS y d5). Una implicación para el jugador de torneo debería grabarse a fuego: siempre que surge la posibilidad de cambiar un al fil contrario, recuerde que el valor de las piezas depende de los objetivos, no sólo de su movilidad. Un alfil malo puede ser la clave de las defensas enemigas y debe ría ser eliminado, como cuando Fischer jugó 22 ll:\ xd7+ ! ! contra Petrosian, en su match final de Candidatos ( 1971 ) . Esto tiene mucho sentido en posiciones simi lares. Short - Tunman Reykjavik 1 987
Juegan blancas
ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES
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1 - !Drl Las negras declaran su intención de cambiar el caballo de eS. Aunque queda rían con un peón de menos, tienen buenas razones para creer que sólo estarían un poco peor tras 2 !Dxfl l:t xfl 3 �x e6 l:t e7 4 l:t e2 l:t de8.
2 !Dxd7! Pero aunque el material está igualado, las blancas también tienen razones para creer que este cambio es mucho mejor. Porque con él sus dos alfiles serán más fuertes: el de casillas negras dispondrá de una excelente diagonal (h2-b8) y el otro disfrutará de dos objetivos reales a la vista.
2 - ...xd7 3 �f4! gS No, por supuesto, 3 . . . : xf4 4 �xe6. 4 l:t e2! l:t e8 5 �b2 gxh4? Los jugadores estuvieron de acuerdo después en que las negras debían haber apartado a su rey de la diagonal candente, con 5 ... b6 y 6 ... Wb7. 6 ... xh4 !DgS 7 �g4 ...g7 Ahora 8 : b5, amenazando : xd5, es fuerte, pero también lo es presionar sobre e6.
8 l:t be1 b6 9 'it'h5 Wd7 10 f4! !D e4 11 l:t xe4 dxe4 12 d5 Las negras se rindieron después de 12 !D d8 13 'it' e5 : f5 14 d x e 6 ! W d2 15 Wxe4 l:t d5 16 e7+ rj;c7 17 fS+.
..•
Petrosian apreció el valor defensivo de un alfil m alo, mucho antes de su partida con Fischer. Explicó su pensamiento, al co mentar uno de sus mejores finales.
Petrosian
-
Bannik URSS 1 958
Campeonato de la (Ver diagrama 292.)
Petrosian dijo que estuvo tentado de j ugar 1 �xb6+, porque las negras deben
Juegan blancas quedarse con un feo alftl, mientras que su caballo dispondría de casillas como e4, f5 y h6. "Pero un examen más minucioso", le permitió ver que las negras j ugarían, even tualmente, ... l:t xd 1 + y ... l:t d8, lo que obli garía a las blancas a elegir entre ceder la columna d, o permitir el cambio del segun do par de torres. "Si optan por esta última posibilidad, el rey negro se sitúa en e6 y ofrecerá una posición inexpugnable, en la que su alfil «malo» j ugaría un importante papel."
1 � eS ! l:t xd 1+ 2 l:t xd1 � xc5 3 !D xcS
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Gracias al cambio de alfiles, el caballo puede explotar los agujeros de eS y h6, y amenazar al peón f. Las negras resistieron durante casi 50 jugadas, pero la tendencia del juego resultó evidente después de 3 : es 4 lü e4 l:t e6 S g4! aS 6 l:t d3 lü d7 7 �el b6 (con idea de 8 lüc5 ) S l:t f3! �dS 9 a3 eS (de otro modo, 10 b4 y c4c5) 10 �c3 � e7 1 1 l:t d3 l:t c6 12 l:t dS lü f8 1 3 lüg3 lü e6 14 lüfS+. -
"Los malos alfiles defienden peones buenos" ayuda también a explicar por qué la receta posicional del diagrama 283 a menudo falla. Cuando un jugador opta por �xlü, y luego sitúa sus peones en las casi llas del alfil desaparecido, la nueva estruc tura de peones puede caer bajo una fuerte presión, porque carece de una protección crucial, a saber, la del alfil que acaban de ceder. Morozevich - Niko6c Wijk aan Zee 2000
�xd4? ! exd4, incluso algunas posibilida des de obtener ventaja). 2 - �xb4 Este alfil es algo malo, pero ejecuta "importantes funciones defensivas". como explicaron las blancas. Si las negras hubie sen respondido a la amenaza inicial lüa6 con 2 .: bd8, tendrían problemas para defender el peón e, después de 3 Wc4! (3 ... c5 4 lüd5; 3 ... l:t c8 4 �xb6). 3 cxb4 c5 Las negras asumen que los sólidos peones que protegen al caballo de d4 com pensarán de otros problemas en su sector del tablero. 4 l:t acl Wc6 Para evitar 4 ... l:t a8 5 Wb5. S Wa2 �hS 6 l:t dS Las negras no tienen la posibilidad de jugar 6 ... lüd4. porque perderían el peón c. Como su alfil de casillas negras ha desa parecido, su estructura de peones se de rrumbará tras el avance a4-a5. Las negras se rindieron 1 2 jugadas después de 6 : as 7 aS lüc7 S l:t ddl 'ii' xe4 9 'ii'f7 lüe6 10 axb6.
••.
ALFlLES DE DIFERENTE COLOR En finales, es notorio el poder tablista de los alfiles de distinto color. Un alfil de ca da bando disfruta de una soberbia capaci dad de restricción y bloqueo a distancia. Nunn Van der Sterren Salónica 1 988 -
(Ver diagrama 295.) Juegan blancas
1 b4 axb4 2 lb xb4! Después de 2 cxb4 lüd4, las negras tie nen menos problemas (y después de 3
Con 1 ... aS ! , las negras ganaban fácil mente. Por ejemplo: 2 �d5+ �e7 3 �e4 �e8 4 �c3 a4 5 �b4 �d6 6 �c2 �d5, 6 6 �c4 �c6.
ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES
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Svidler - Sakaev San Petersburgo 1 996
Juegan negras
1 - .ig4? 2 �eS .ixf3?? 3 .ixf3 .ixh4 Las negras tendrán, al menos tempo ralmente, tres peones de ventaja. Sin em bargo, no tienen posibilidades de ganar, debido a los alfiles de diferente color. La partida llegó a punto muerto tras 4 �b6 .ixgS 5 �xa6 �f6 6 �bS <;teS 7 c;Pc4 �f4 8 .ic6 .id8 9 .ie8! �fS 10 �d3. Tablas. Pero en el medio juego, los alfiles de di ferente color incrementan normalmente las posibilidades de éxito del atacante. en particular cuando se trata de un ataque al enroque. Las principales razones son dos: (a) el defensor no puede utilizar su alfil para proteger las casillas atacadas por el alfll opuesto, y (b) el defensor no puede aliviar la presión cambiando alfiles. La consecuencia de (a) es que el juga dor con la iniciativa tiene, a todos los efectos, una pieza de ventaja. Algo espe cialmente claro cuando hay damas y torres sobre el tablero para alimentar el ataque. pero no caballos que puedan colaborar en la defensa.
Juegan blancas
Las blancas controlan las casillas ne gras, y éstas las blancas. Pero las blancas tienen un objetivo, g7, y su ataque debería tener éxito, si ejecutan un plan metódico, como 'i!ie3. f2-f4 y l:r. f3-g3. 1 .id4! Primero. deben preocuparse por man tener al alfll enemigo fuera de juego, ya que, con 1 f4 d4! , este sacrificio de peón es taría justificado para hacer mejor al alfil negro y crear potenciales amenazas sobre g2. 1 -. 'i!ih4 2 f4 :n 3 We3 'i!ie7? Las negras no aprecian que este tipo de defensa es inoperante. Su alfil malo protege un buen peón, pero no j uega nin gún papel en los acontecimientos del flanco de rey. Eso significa que otras pie zas deberían compensar la deficiencia del alfil atacando casillas negras. Por ejem plo: 3 ... ..-h6 ! , para responder a l:r. f3-g3 con ... ..-xf4. 4 l:r.f3 h6 5 l:l g3 �h7 6 h3 .id7 7 �h2 .ie8 8 'i!ie2 La dama debe alcanzar g6, donde ame-
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
na7.ará 'lfxh6. tanto si el rey se halla en h8 como en g8. 8 - �g8 9 'ffg4 'lfd7 La única forma en que las negras pue den ofrecer resistencia es con ... eS. Por ejemplo: 10 'ifg6 eS! 1 1 i.xeS 'lfc6. 10 i.eS! l: e7
Juegan blancas
11 i.f6! : 17 u 'ifg6 Ahora las blancas pueden responder a 1 2 ... eS con 1 3 fxeS ( 1 3 ... �f8? 14 e6! . ga nando). El resto fue como sigue : 12 � f8 13 i.eS �g8 14 Wxb6 'lfe7 15 l: g4 i.bS 16 'ifg6 .i.e8 17 l: gS (amenaza l: hS) 17 : xf4 18 'lfxg7+ W xg7 19 : xg7+ � f8 20 l: xb7 l: a4, y las negras s e rindieron. •••
Una vez que el jugador aprecia la natu raleza inexorable de un ataque basado en alfiles de diferente color, puede tomar deci siones coherentes en posiciones como ésta: Speelman Hamedaroglu Plovdiv 2003 -
(Ver diagrama 298.) Las blancas disponen de planes razo nables, relacionados con i.b2 y g3-g4. Pe-
ro apreciaron la debilidad de las casillas blancas de su oponente y que la pieza que mejor las defiende es el caballo. 1 .i.xb6! i.xb6 2 : e6 Las blancas ejercen un férreo control de la columna e (2 : es 3 .i.e4 fS? 4 i.xfS. o bien 3 ... : xe6? 4 dxe6+ Wxe6 S .i.dS). Esto significa que tienen las manos libres para atacar g6, la casilla blanca más vulnerable. 2 - .i.g7 El alfil tiene una maravillosa diagonal en h6, pero ningún objetivo. El alfil blanco es ligeramente malo. pero tiene un objeti vo. Veredicto: las blancas son el único ban do con serias posibilidades de ganar. 3 g4 l: b8 Era mejor 3 ... h4, pero las blancas pro siguen la presión con 4 .i.e4 l: g8 S 'lfd3 .i.f8 6 'lff3 .i.g7? (6 ... .i.e7) 7 g5 f5 8 .i.xfS, o bien 7 'ffd8 8 Wg4. 4 .i.e4 fS S gxfS gS 6 f6! .i.xf6 7 : xf6+ Las negras se rindieron. LOS DOS ALHLES Steinitz dijo que dos alfiles eran "conside rablemente más fuertes que dos caballos".
ALFILES CONTRA CABALLOS V CONTRA PEONES
Capablanca dijo que dos alfiles eran "casi siempre" mejores que dos caballos. Pero esta información, que se cita una y otra vez. no es especialmente útil para el jugador de torneo, porque la relación .t.t vs lLilLI no se produce con mucha frecuen cia. En su base de datos, limoshchenko encontró que la lucha .t.t vs .t+lLI se producía doce veces más que el enfrenta miento .t.t vs lülü, con cuatro peones por bando, y ocho veces más con seis peo nes por bando. Los dos alfiles es el desequilibrio más controvertido relacionado con los alfiles. Steinitz consideraba que en la lucha .t.t vs .t+lLI, el bando de los alfiles sólo esta ba ligeramente superior que en la lucha .t vs tü . Gufeld y Kalinichenko. sin embargo. escribieron: "La fuerza del par de alfiles está cercana a la de alfil, caballo y peón." En otras palabras. los dos alfiles valen un peón extra. Algunas tablas respaldan esa afirmación, concediendo 2 puntos a cada pieza menor, pero 5 puntos a la pareja de alflles. El punto de vista más fiable es algo más conservador. Comienza a partir de la premisa de que un solo alfil no es mucho mejor que un solo caballo. "Una vez que un jugador ya no tiene sus dos alfiles, caballos y alfiles práctica mente se igualan", escribió Purdy. El estu dio de Kaufman sobre su base de datos llegó a la misma conclusión: "El equipo al fil y caballo, como en posiciones en que las piezas menores respectivas son .t +lLI vs lülü o .t vs lLI . son de valor equivalente." Pero, añadía Kaufman, un par de alfiles vale, en general, medio peón más. La ante rior base de datos de limoshchenko ofre cía evidencias de esto, pues descubrió que la pareja de alfiles conseguía, al menos, el 62% de la puntuación contra alfil y caba-
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llo, cuando cada bando tenía al menos dos peones. ¿Qué significa esto para el jugador práctico? Hemos visto en los diagramas 21 1 y 247 que conseguir la pareja de alfiles puede justificar sacrificios de calidad y de dama. ¿En qué circunstancias justifican los alflles un sacrificio de peón? La respuesta depende de diversas va riables, entre las que destacan tres. Al so pesar un sacrificio de peón para lograr la pareja de alfiles, usted o su oponente de berían preguntarse: (a) ¿Cuál de los alfiles, en su caso, será malo? (b) ¿Qué peones están fijados?, y (e) ¿Cuáles son los cambios previsibles? Es raro que las respuestas a estas preguntas favorezcan todas a un mismo ban do, y el jugador de torneo debe determinar si una anula a las otras o se neutrali1.an. To memos. por ejemplo, el punto de partida del Gambito Marshall en la Ruy López (1 e4 e5 2 lLID lüc6 3 .tbS a6 4 .ta4 tüfti 5 0.0 .te7 6 l:tel b5 7 .tb3 0.0 8 c3 d5 9 exd5 lü xd5 10 lü xe5 lüxe5 11 l:t xeS c6). Una de las continuaciones menos usuales. pero sólida es 12 .txd5 cxd5 13 d4 .td6.
Juegan blancas
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EL VERDADERO VALOR D E LA S PIEZAS E N AJEDREZ
Las blancas conservan su peón extra durante un futuro previsible, a cambio de entregar el par de alfiles a las negras. Pero hay otros factores clave. que se basan en las dos primeras preguntas: el alfil blanco es malo (ventaja para las negras) y la es tructura de peones está fijada (ventaja pa ra las blancas). Dorfman declaró que los dos alfiles no constituyen, en absoluto, una ventaja cuando la estructura de peones es tá fijada, y aquí los únicos cambios que van a producirse son a2-a4xb5, por parte de las blancas, y . . b4xc3. por parte de las negras. No obstante, la experiencia demuestra que los dos alfiles son una buena compen sación. El alfil malo de las blancas es más significativo que la fijación de los peones. (El alfil negro de casill as claras es técnica mente malo, pero puede resultar devasta dor si logra acceder a las casillas blancas del flanco de rey, donde el mal alfil enemi go no juega ningún papel. Las blancas se arriesgan a perder después de. digamos, 14 .J:[ el 'ifh4 15 g3 'it'h3 16 �e3 �g4 17 'ifd3 fS 18 f4 : ae8.) La tercera pregunta es pertinente por que las blancas tendrán ventaja posicional si pueden cambiar alfiles y conseguir un caballo bueno contra alfil malo. Una línea clave. por ejemplo, es ésta: 14 .J:[ e3 'it'h4 15 h3 'iff4 16 .J:[ eS 'it'f6 17 .J:[ el 'ifg6 18 'it'fJ �e6. y ahora 19 �f4!? �xf4 20 'ii' xf4 �xh3 devuelve el peón por un final favo rable tras 21 'ifg3. Supongamos ahora que las blancas si guen en cambio con otro esquema del Marshall, U d4 �d6 13 .J:[ el 'ifh4 14 g3 'it'h3 15 �e3 �g4 16 'it'd3. Las negras pueden jugar la idea de Geller. 16 ._ l!J xe3 17 l:t xe3 cS. Las negras de nuevo tienen la pareja de alfiles, y esta vez ninguno de los jugado res tiene un alfil malo. El alfil blanco pue.
de proteger su enroque por �g2-d5. Pero el alfil negro de casillas oscuras lo supera, porque cuenta con un objetivo, d4, des pués de ... �c7-b6, gracias al fluido centro. El jurado sigue deliberando acerca de la idea de Geller, pero hay evidencia de que las negras tienen compensación. ENTREGAR LA PAREJA DE ALFILES Una cuestión relacionada es: si no se sacri fica un peón. ¿qué sucede cuando usted o su oponente entrega la pareja de alfiles? Hay. de nuevo, numerosas consideracio nes. Pero una cuestión a tener presente es si puede forzar el cambio de uno de los al files enemigos. García Palenno - Knaak Camagiiey 1987
Juegan blancas
A esta posición se llegó poco después de que las negras situasen un caballo en e4. forzando el cambio �xe4. El resultado parece igualado. Las blancas tienen más espacio pero las negras cuentan con los dos alfiles. La posición negra es un poco
ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES
porosa, pero después de ... .i.d7, ... .:. e8, sus fuerzas quedarán bien coordinadas. Sin embargo, con jugadas rutinarias por ambas partes, las blancas pudieron ob tener una ligera pero clara ventaja: 1 : D! .i.d7 2 b3 Cith8 3 h3 : es 4 lüc2! Esto ilustra un tema recurrente: gracias a la estructura de peones, algunas diagona les son demasiado valiosas para que las domine un solo jugador. Por ejemplo, en la línea principal de la Caro-Kann, con ... .i.f5, hay consenso general en cuanto a que la única posibilidad de lograr ventaja para las blancas pasa por cambiar alfiles con .i.d3. La diagonal c2-h7 es demasiado valiosa para permitir que quede en manos de las negras. En esta posición. la gran diagonal de casillas negras sobresale, y las blancas pe learán por eUa con .i.d4. Aunque las ne gras no hubiesen jugado ... Cith8, estarían obligadas a cambiar alfiles, porque tampo co pueden permitir que el alfil contrario se apodere de la gran diagonal (respondien do, por ejemplo. a .i.d4 con ... .i.f8). 4 .i. c6 5 .:. g3 .:. e6 6 .i. d4 .:. g6 7 .:. xg6 hxg6 8 .:. el .i.e4 Las negras se han aferrado a la colum na e y han mejorado la posición de su rey. Sin embargo. su posición ha empeorado desde la del diagrama anterior. 9 .i.xg7+ Citxg7 10 lüd4 ...d7 Ahora son las negras quienes quieren cambiar piezas menores, y descartan 10 ... a6. por 1 1 lLlf3! y llJgS. Siguió: ll lLlb5 a6 12 lLlc3 .i.c6 13 W'd4+ �h7 14 .:. xe8 W'xe8 15 Citfl (Ver diagrama 301 .)
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Esto significa que los dos alfiles se han sobrevalorado en medios juegos en los que sólo hay una buena diagonal, porque el otro jugador puede convertir la desfavo rable posición de .i.+llJ vs .i..i. en otra equilibrada de lLl vs .i.. Skembris - Chuchelov Cappelle-la-Grande 1999
•••
El alfil negro tiene un buen radio de acción, pero las blancas tienen mejores perspectivas de victoria. baranjando ideas como g2-g4 y un oportuno lLldS.
Juegan blancas
1 .i.xf6! .i.xf6 2 lLld4 La primera jugada blanca sólo tiene sentido si es seguida por la segunda. Las negras no pueden entregar la gran diago nal, y eso significa que quedarán peor en
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EL VERDADERO VALOR DE LAS P I EZAS EN AJEDREZ
un medio j uego de � vs ltl. (Pero si las ne gras pudiesen evitar el cambio de alfiles -por ejemplo: si se hubiese j ugado antes ... a6 y ... : ac8, y aquí pudiesen responder 2 ... �e8-, entonces estarían mejor.) 2 �xg2 3 �xg2 a6 4 l:l d3 Las blancas disfrutarán d e una durade ra ventaja en el fmal de lLl vs �. con torres ( 4 ... 'ifb7+ 5 'ti'f3). o en el medio j uego con piezas pesadas ( 4 � xd4 ). a causa del peón débil. •••
TRÁ FICO Los cambios de peones, por supuesto, mo dificarán el valor de alfiles y caballos. Ti moshchenko llegó a la conclusión de que el valor de los caballos decrece entre un 3 y un 5 % , tras el cambio de cada par de peones. Kaufman incluso llegó más lejos y concluyó que los dos alfiles valían menos de medio peón, cuando se hubiese cambia do menos de la mitad de los 16 peones, pe ro más de medio peón, cuando la mayoría de los peones se hubiesen cambiado. Sin embargo, las conclusiones deriva das de bases de datos deben tomarse con cierto distanciamiento, cuando los alfiles tienen objetivos o cuando los peones son móviles. mescas
Juegan blancas
: xc8 y dejan al caballo sin juego en caso de 2 .. ltlb8 3 �h3 l:l al 4 b5! (no 4 l:l xb8 �c3). 3 � e2 � g1 4 � c3+ f6 S b4 � b6 6 l:l x b8 lLl xb8 7 � c8 b6 8 � d2+ rJ;; g7 9 �e3! .
Lékó León 1 993 -
(Ver diagrama 303.) A pesar de la presencia de 12 de los 16 peones, las blancas tienen una importante ventaja y esto se pondrá de manifiesto si se cambian torres. El futuro pertenece real mente al par de alfiles. 1 �d7! rJ;; gT 2 l:l c8! l:l b8 Las negras pierden e l peón b tras 2 ...
Una vez cambiados los alfiles, las ne gras deben perder el peón b. El resto fue como sigue: 9 �xe3 10 rJ;; xe3 �f7 11 g4 �e8 12 gxbS gxbS 13 �d4 bS (las negras no pueden defender a la vez el peón b y el b, en vista de �c4-b5 y �f5-g6+) 14 f4 �f7 15 �b7 rJ;; f8 16 fS! �f7 17 �c6 lLla6 18 �xbS!, y las negras se rindieron (por-
ALFI LES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES
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que si 1 8 ... liJ xb4, 1 9 �c3 atrapa el caba llo.) CAMBIOS En un desequilibrio de alfiles, hay dos di rectrices a tener presentes a la hora de de cidir si cambiar piezas: (a) La ventaja de .i.i vs .i+liJ es sig nificativa y si se magnifica al cambiar pie zas pesadas. (Esto quedó ilustrado por el ejemplo anterior, y antes ya en la posición del diagrama 1 52.) (b) La ventaja de .i vs ltJ es relativa mente pequeña. Esto significa que un cambio de torres, si tiene usted l:. + .i vs l:. +liJ, o de alfiles cuando tiene .i.i vs .i +lLI probablemente sea malo, y hasta puede ser muy malo. Un corolario es que si se ha producido un cambio de alfiles en la partida, puede que no importe mucho el cambio ltJx.i. Los aficionados a menudo tienen pro blemas con el punto (b). Puede parecerles que la ventaja de un alfil sobre un caballo es mayor cuando no hay piezas pesadas en el tablero. Cierto que hay ocasiones en las que la diferencia en piezas menores es crucial. En el final, "Un alfil con un peón pasado es bastante más fuerte que un caballo", escri bieron Portisch y Sarkozy. Pero, añadie ron, "esta superioridad aún es más acusada si cada jugador cuenta con una torre". Cambiar damas también es una deci sión capital. GeUer - Flobr Campeonato de la URSS 1954 (Ver diagrama 305.) 1 W'c3 En estas posiciones, el jugador con el
Juegan blancas
alfil está encantado de poder cambiar da mas y... 1 - "ifxc3?? ... su oponente debería evitarlos. Este cam bio constituye una decisión desastrosa, porque las negras no pueden avanzar sus peones del flanco de dama ni cambiar el peón a. Con 1 ... "ifb 1 +, las negras tendrían una posición igualada. 2 l:. xc3 liJe6 3 eS b6 4 l:.c6 l:. b8 5 .iD! Las blancas disponen de un plan gana dor, a base de f2-f4 y �f2-e3, pero antes deben impedir ... b5. 5 - �18 6 f4 g5 Las negras omiten la novena jugada blanca y acortan la partida en varias j u gadas. 7 .ic4! gxf4 8 gxf4 liJ xf4 9 l:. f6 (Ver diagrama 306.) 9 - liJg6 O bien 9 ... liJh3+ 10 �g2 liJg5 1 1 h4 l:. c8 12 l:. f4! y ganan. 10 l:. xf7+ �eS 11 e6 La principal amenaza es 12 .ib5+ �d8 13 l:. d7+ �c8 14 .ia6+. 11 - liJe7 U l:. xh7 �d8 13 .ia6! Las negras se rindieron, en vista de 13
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E L VERDADERO VALOR DE LA S PIEZAS EN AJEDREZ
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... l:la8 14 l:t h8+ y 13 ... /Oc6 14 l:t d7+ q¡,es 15 �b5 ! . Quizá el endoso más contundente a fa vor de los alfiles fuese la afirmación de Ta rrasch de que una torre y dos alfiles "no son inferiores" a dos torres y un caballo. Eso sugiere que dos alfiles valen más que un peón. Pero cuando los grandes maestros mo dernos tienen la posibilidad de obtener el desequilibrio citado por Tarrasch. tienden a preferir que la compensación por la cali dad sea más concreta. Svidler - Adams Elistá 1998 (Ver diagrama 307.) Las blancas podrían simplificar con 1 /Oxc8 l:t axc8 2 d4. y obtener la compensa ción "Tarrasch" más un peón. Spielmann consideraba que �� + l:t + 8 era equivalente a l:t l:t +/0 . La base de da tos de Kaufman lo confirmó, pero descu brió que si se cambiaba un par de torres. el segundo j ugador estaba ligeramente mejor. ( Pues su redundancia se ha redu cido.)
Pero las blancas intuían que 1 /Oxc8 y 2 d4 ofrecía "alguna compensación", pero prefirieron: 1 /0e4 /0g4 Evaluaron que 1 ... �f5 2 /Oxg5 �xd3 3 /0 f3 �c4 ! conducía a la igualdad, y ha bían planeado 2 f3 g4 3 �f4 gxf3 4 1Vxf3 /Og4 5 /0d6 �e6 6 l:t e l . 2 �x gS � fS 3 �f4 l:t ad8 4 1Ve2 l:t fe8 S l:t el Las blancas tienen dos peones por la calidad, una forma de compensación más sólida de la que tendrían en caso de 1 /O xc8. s wrJ 6 o tOeS 1 �el eS! Las negras propusieron tablas. Las blancas. por consejo de su capitán de equi po, las rehusaron, pero admitieron que la oferta estaba "absolutamente justificada". ...
EL DEBATE SOBRE LA DAMA Otro motivo de debate es la lucha WV+/0 vs W'+�. Capablanca dijo que dama y ca ballo "a menudo superan a dama y un buen alfil". Dorfman aún fue más contun dente: "Habitualmente, dama y caballo dominan a dama y alfil." Pero otros fuertes
ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES
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jugadores tienen dudas acerca de cuán a menudo es "a menudo" y de cuán habitual es "habitualmente".
dancia, ya que ambas piezas utilizan diago nales. Cuando el alfil es malo, la superiori dad del caballo va en aumento.
Anand - Kamsky Match de Candidatos FIDE 1994 s.• partida
Reshevsky - Unzicker Santa Monica 1 966
Juegan negras Juegan blancas
Las blancas jugaron 1 Wd3 y propusie ron tablas. Karpov manifestó su asombro por esta decisión. en vista de lo que califi có de "ventaja estratégica clásica" de las blancas. En operaciones de corto alcance, con peones en un solo flanco, W+tlJ se coordi nan. naturalmente, mejor que W+�. Aun que aquí haya peones en ambos flancos, la presencia de damas ayuda al caballo. Si el jugador con el alfil contase con un peón pasado distante, lo normal sería que gana se en posiciones con material equilibrado, pero sin damas, escribieron Portisch y Sar kozy. Pero con damas en el tablero, el ca ballo puede tratar de bloquear el peón en una casilla no controlada por el alfil. mien tras la dama busca contrajuego en otra parte. Además, dama y alfil sufren de redun-
Una jugada después del control, las blancas propusieron tablas. Las negras las aceptaron, pero después no podían expli car su decisión, pues lo cierto es que tienen excelentes posibilidades de ganar, después de 1 .J:t xa7 2 W xa7 'ii b3 3 Wa8+ � h7 4 'ifxe4 Wxc3, e incluso pueden proponer un cambio de damas con S 'ife2 We3+ (6 Wxe3 tlJ xe3 7 �f2 tlJg4+. o bien 6 �fl 'ii h 3+ 7 �e l b4). •••
No obstante, la superioridad del dúo W+tlJ se ha exagerado considerablemen te. Cuando los peones son flexibles y el al m no es malo, la ventaja es pequeña. Kaufman dijo que la diferencia era "tri vial". según el informe de su base de datos. Timoshchenko pensaba, en cambio, que la superioridad de 'if+tlJ era mayor, conce diéndole un 58% de posibilidades de vic toria (cuando hay siete peones por bando,
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EL VERDADERO VALOR DE LA S PIEZAS E N AJEDREZ
sin otras piezas). Este porcentaje descien de al 54% , con seis peones por bando, y se mantiene entre un 49 y un 5 1 ,5 % , con me nos de seis peones por bando. En otras pa labras: una diferencia trivial. Aun con numerosos peones, la mejor de fensa para un jugador con 1W+l'Ll contra 'ti'+� puede ser proponer un cambio de damas. Tal - Botvinnik Match por el Campeonato Mundial 1961 2.• partida
Las negras dejan escapar otra oportu nidad, con 5 ... 'ti'c3 ! . Por ejemplo: 6 1Wa6 1Wc7 7 'ti'b5 liJc3 8 1Wa6 liJd5 9 b5?? ttJb4. 6 aS 'ti'e1 7 1i'd4 Las blancas pueden crear un peón pa sado que gana, puesto que el caballo no puede bloquearlo. 7 a6 8 bS! axbS 9 a6 1WaS 10 a7! Un cambio de damas -o de piezas me nores- sería fatal. Observe que las negras nunca han tenido ocasión de bloquear. Las blancas evitaron, con buen criterio. 1 0 1Wa7 ttJc7 1 1 'ti'b8+ wh7 1 2 a7 b4 1 3 1Wxc7 1Wxc7 14 a81W b3. que debería hacer tablas. La partida fmalizó con 10 b4 11 �c4 16? U �bS b3? 13 1Wa4!, y las negras se rindieron. pero 1 1 'ti'a3 1 2 �xd5 exd5 13 1Wb6 y 1Wb8+ también perdía. -
-
El temor a fmalizar con dama y alfil contra dama y caballo no está muy justifi cado. Pero como muchos otros temores, no desaparecerá por las buenas. Los jugado res a menudo cometen un suicidio posicio nal, como entregar su alfil malo. para evitar esa confrontación. Juegan blancas
Las blancas tienen una mayoría en el flanco de dama. algo que debería benefi ciarles en caso de cambio de damas, por las razones que Portisch y Sarkozy menciona ron. Sin embargo, 1 a4 'ti'c3 ! permite a las negras defenderse (2 1Wxc3 t0 xc3 3 a5 We7 4 bS wd6!). 1 a3 'ti'c3 2 'ti'gS 'ti'f6 Ambos jugadores creían que el fmal de ttJ vs �. sin damas, sería más fácil para las negras. La textual, sin embargo, es mala. pero sólo porque 2 ... f6! podría haber he cho tablas más rápidamente, después de 3 1Wxg6 1Wxa3. 3 'ti'g3 'ti'f4 4 'ti'd3 'ti'el S a4 Wg8?
Suba - Smyslov Las Palmas 1982
Juegan negras
ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES
Las blancas no pueden penetrar con su dama ni forzar un cambio de damas. Las negras deberían buscar un cambio de alfi les y, de no lograrlo, tratar de restringir al otro alfil blanco. 1 -. eS! No J ... d5? 2 cxd5 ..txd5 3 c4 y �b2, y este alfil (y el rey negro) se convierten en un factor. 2 �el �1'8 3 ti'e2 ._,c6 4 ti'c2?! Las blancas no aprecian que han caído en una posición perdida. Deberían abrir lí neas con h2-h3 y g2-g4. 4 d5 5 �D 1i'd7 6 cxd5 �xd5 7 �e2 Durante el resto de la partida, las blancas están aterrorizadas por la reduc ción del j uego a una lucha ._,+� vs ._,+�. Están peor después de 7 � xd5 'ii' x d5 8 �gJ � e6, pero ni mucho menos perdidas. 7 �e6 8 �e3 �e7 9 W'd2 W'c6 10 �n c4! 11 d4? .•.
_
217
dualmente y, aunque ganaron debido a un grave error, su ventaja era evidente des pués de 16 ._,tl �f7 17 �d2 �d6 18 Wh4 h6 19 WhS+ �g8 20 'ii'g6 �d5 21 �el �f7 22 'ii'g3 'ii'e4! 23 ._,h4 �h7 24 �tl �d5. VALORES DEL PE ÓN El desequilibrio alfil contra caballo hasta aquí tratado normalmente se producía por medio de cambios. Hay un desequilibrio relacionado -pieza contra peones- que normalmente resulta de sacrificios. Antes de considerar la lucha pieza contra peones, vale la pena examinar cómo un peón cam bia de valor durante el curso de una partida. Sabemos que un peón disminuye su va lor en relación con una pieza menor, a me dida que avanza la partida. Y sabemos que una pieza es normalmente superior a tres peones en la apertura y el medio juego, pe ro a menudo peor en el fmal. Un peón también cambia su valor en relación con otros peones. En el final un peón es un peón es un peón. Pero cada peón inicia su vida en diferentes circuns tancias. Así, por ejemplo, su columna de termina gran parte de su futuro. Algunos son más valiosos que otros -al menos du rante las 20 primeras j ugadas-. porque están más cerca del centro. La tabla de va lores de Lasker para el cambio en la aper tura comienza situando el "valor de la primera jugada" -es decir, las blancas- en una unidad. Sigue así: Peón de torre 0,5 unidades Peón de caballo J 1/� J 1h Peón de alfil Peón central 2 =
Las blancas perdían, en cualquier caso, el control de e4, pero era el momento de replicar con 1 J dxc4 �xc4 12 �xc4 'ii' xc4 13 �gJ y �d4-e5. 11 a5 12 W' b2 � c7 13 �el � b5 14 W'c2 �f6 15 �g1 �e4 Las negras estaban progresando gra...
=
=
=
Esto sorprende a los jugadores moder nos, por pintoresco. ¿Es que un peón cen tral vale cuatro veces un peón de torre?
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E L VERDADERO VALOR D E LA S PI EZAS EN AJEDREZ
Un test indirecto de la tabla de Lasker pudimos ver en el match benéfico entre Kasparov y el aficionado británico Te rence Chapman. En todas las partidas Kasparov entregó dos peones, pero la iden tidad de los peones cambiaba en cada partida. y eso ayudó a influir sobre el re sultado. En la primera partida. Kasparov lleva ba negras (es decir, -1 según Lasker) y ju gó sin los dos peones de torre (otro -1 ). Eso hace un total de -2. Ganó. En la segunda partida, Kasparov jugó sin su peón a ( -0,5) y su peón d ( -2). Pero llevaba blancas ( + 1 ) de modo que asumía un total de - 1 ,5. Hizo tablas, gracias a la ca pacidad de las negras de ocultar su rey de trás de un muro de peones en el flanco de dama. En la tercera partida, Kasparov de nue vo llevaba negras y jugó sin sus peones a y b, lo que significaba un déficit general de 2,75 unidades, la mayor entrega del match, según el baremo Lasker. Perdió. En la cuarta partida. Kasparov jugó con blancas, sin sus peones a y c. otro défi cit relativamente pequeño ( 1 .5) y ganó. Kaufman puso a prueba la tabla Las ker de otra forma, según informaba en enero de 2003 en Chess Life. Utilizó 25 versiones de fuertes programas de ordena dor para jugar matches de 50 partidas y ver qué sucedería si una partida comenza se con peones faltan tes. Concluyó que Las ker había sobrevalorado excesivamente el valor de los peones centrales y subestima do "un tanto" el valor de los peones de torre. pero que. por lo general. su aprecia ción era correcta. En algún momento del medio juego. hacia la jugada 25, un peón resulta mucho más importante que su columna. Aquí aún tenemos menos elementos de guía que la .
tabla de Lasker. En general, peones pasa dos y/o protegidos deberían mejorar su va lor cada vez que juegan. Hemos visto ejemplos, como en los diagramas 230 y 259, en los que un peón pasado avanzado compensa de sobra un déficit material. Gufeld propuso una regla general. en el sentido de que un peón situado en la se gunda o tercera fila aumenta su valor en un 50% por cada fila adicional. Esto pare ce excesivo. porque el peón equivaldría entonces a una pieza menor en sexta y a una torre en séptima. Chistiakov, en Shaj maty URSS (diciembre 1988) citó un "afo rismo de Rubinstein": "Un peón que haya alcanzado su sexta casilla desempeña el papel de una pieza." Pero no hay ningún análisis sólido acerca de cómo cambian de valor los peones y tendremos que dejar lo así. PIEZA CONTRA PEONES Un alfil realmente malo ha sido descrito sarcásticamente como un "peón grande" Sin embargo, hay pocos casos en que un gran maestro entre un alfil malo por dos peones. y menos aún de que tal entrega tenga éxito. Las piezas menores son, senci llamente. mucho más fuertes que los peo nes hasta el final. ¿Hasta qué punto lo son? Escuchemos a los hombres sabios. La Bourdonnais dijo que un alfil "valía al menos tres peones" Steinitz dijo que un caballo "sólo es, en general. algo más fuerte que tres peones". pero un alfil es "mucho mejor que tres peones". Bronstein dijo que un caballo equivalía a tres peones, pero que un alfil equivalía cuatro. Sarratt aconsejó no sacrificar pie1.a por
ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES
tres peones antes del final, a menos que el sacrificio cumpliese una de estas dos con diciones: impedir el enroque o arruinar la estructura enemiga de peones. Spielmann dijo que sacrificar una pieza por tres peones en el medio juego sólo te nía sentido si existía alguna posibilidad de ataque. En posiciones defensivas, "suele suceder que ni siquiera cuatro peones constituyen compensación suficiente por la pieza". Puede que recordase la 22.• partida del match Alekhine-Capablanca, en la que, después de 54 jugadas, el único material que quedaba en el tablero era una torre blanca y cuatro peones aislados, contra to rre y caballo negros. Las negras consiguie ron evitar el cambio de torres, ganaron los cuatro peones e incluso jugaron a ganar durante 12 movimientos, antes de aceptar las tablas. Desde los tiempos de Spielmann, ha surgido un nuevo punto de vista que enfa tiza en la diferencia de dos tipos de sacrifi cio de pieza. Uno se basa, sobre todo, en la compensación material (tres peones, al menos). El otro tipo de sacrificio se basa, sobre todo, en amenazas, presión e iniciati va. Como este último trata más de cálculo que de valor de las piezas, nos concentra remos en la primera categoría, los sacrifi cios que apuntan hacia el final. En el fmal básico, un caballo normal mente hace tablas contra dos peones, y a menudo pierde contra tres peones aislados (sin otro material). Fme no parece tener razón cuando afirma que al caballo le cuesta más luchar contra tres peones uni dos que contra tres peones aislados. El rey y el caballo no puede coordinarse bien contra objetivos distantes y, como dijo Averbaj, las tablas sólo son posibles "si los peones no están muy separados".
21 9
Svidler Anand Dos Hermanas 1999 -
Juegan blancas
Fine escribió que cuando los peones es tán aislados, el rey defensor puede, nor malmente, ocuparse de uno de ellos, mientras que el caballo debe ocuparse de los otros dos. Aquí las blancas no pueden avanzar los peones del flanco de rey, sin ayuda del monarca y éste no puede alejar se del peón negro. Al ver que 1 �xd4 per mite 1 lübS+, las blancas propusieron tablas. Pero más tarde descubrieron que 2 �eS lüxa7 3 Qo>b6 lüc8+ 4 Qo> c7! ganaba, debido al truco 4 lüe7 S b7 rJ;g7 6 f6+!. Las negras pierden también después de 4 ... lüa7 5 �d7 lüb5, porque su caballo es tá en un Tesuji, 6 h7 rJ;g7 7 f6+ rJ;xh7 8 f7 r1;g7 9 rJ;e7. Un alfil puede defenderse mucho me jor de los peones, ya sean aislados o uni dos. Incluso puede protagonizar hazañas casi mágicas al parar una masa de pones contrarios, porque puede trazar una línea inexpugnable por todo el tablero. La siguiente posición se produjo en una variante muy candente del Gambito -
-·
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
de Dama Rehusado, que se consideraba favorable a las blancas. Si las negras deci den refugiarse en un final, los peones del flanco de rey parecen superar al alfil extra.
Azmajparasbvili
-
Sbirov
Madrid 1996
casa, si juegas la Variante Botvinnik ", es cribió Shirov. Las blancas ganarían des pués de 8 . . �e6? 9 �g5 .i.c6 10 f4! . Por ejemplo: 1 0 .i.e4 1 1 g4 .i.h7 (de otro .
modo, 12 f5+ encierra do de �h6.
al alfil) 12 hS, segui
9 cilgS .i.D! Esto impide f2-f4-f5 y establece una
Juegan negras
1
...
1Wb7!
Pero esta mejora se basa en la seguri dad de que los peones pueden ser conteni dos antes de que alcancen la línea de casillas blancas f5, g6 y h7.
barrera infranqueable en las casillas blan cas.
10 � rs � ds u g4 w d6 u bs w ds u wr4 .i.d1
2 lfxb7+ �xb7 3 : e7+ : d7 4 .i.xb8 � xb8 5 : xd7 Aunque 5 : e5 ganase un tercer peón, las blancas siguen un principio correcto: los peones se vuelven más peligrosos una
vez que se cambien las torres.
s ... .i.d7 6 wgl wc7 7 cilf3 Los peones no pueden llegar lejos sin el apoyo de su rey (7 h5 � d6 8 h6 .i. f5 9 g4 .i.h7 10 f4 �e6 1 1 g5 �f5).
7 ... wd6 8 cilf4 (Ver diagrama 3 1 5 . )
8
...
.i.c6!
"Una jugada así debe encontrarse en
Las blancas concedieron las tablas des pués de repetir j ugadas, 14 W g5 .i. f3 15 wr4 .i.dl, pues si 1 5 h6 .i.e4 1 6 f4 .i.h7 ! , su rey n o puede llegar a h6.
ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES
La teoría del final ha evolucionado en el último siglo y aunque no tanto como en siglos anteriores. de todos modos de forma considerable. Al comparar las piezas me nores, Spielmann escribió: "Un alfil está mucho mejor preparado para la lucha con tra peones pasados. tanto que a menudo puede luchar con éxito contra tres peones pasados. Recuerdo tres ejemplos moder nos de final en que. un alfil se impusiese a tres buenos peones." Pero desde los días de Spielmann, se han producido docenas de ejemplos así. Cuando el bando del alfu puede atacar peones con su rey. normal mente goza de buenas posibilidades de victoria. Krizsany Parkanyi Karkany 1998 -
221
Esto pierde, porque las blancas pueden atacar al peón d, mientras que el rey con trario se ocupa del alfil. Lo correcto era 4 ... g4 5 �g5 f5 6 .ig2 (6 �h4 �f4) 6 ... g3 7 b3 f4 8 �g4 rJi;d4 y ... �c3. que hace ta blas. S �g7 fS 6 �f6 g4 7 �e6 g3 8 .ih3 Y las blancas ganaron, porque una vez que ambos coronen, 8 rJi;gS 9 � xd6 f4 10 � rJ 11 d6 g2 12 .rT g11W 13 d81t'+ rJi;hS, pueden seguir con 14 'ii'h8+ �gS lS 'it'g7+. •••
SACRmCIOS Y CAMBIOS A pesar de los dos últimos ejemplos, los peones no pueden subestimarse. Pueden explotar su superioridad numérica con esa técnica del final: la superioridad zonal. Si el rey enemigo está comprometido en de tener peones en un flanco, su pieza menor a menudo pierde la batalla contra rey y peones en el otro. Geller - Kopylov Campeonato de la URSS 195 1
Juegan blancas
1 �f3 rJi;g7 La regla general es que el rey debe acompañar a los peones. Si las negras se apresuran, con 1 .. . f5?. acaban en Zugz wang. Por ejemplo: 2 .id3! f4 3 rJi;g4 �g7 4 rJi;f5. y ahora 4 . .. f3 5 .ie4 f2 6 .ig2 �f7 7 .tn . 2 rJi;g4 rJi;f6! 3 �hS rJi;eS 4 rJi;xh6 �f4??
Juegan negras
Quizá preocupadas por .id6 y l::t f8++, las negras jugaron:
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PI EZAS EN AJEDREZ
1 - �e7 2 l:t b8! l:t xb8? En principio, este cambio es muy bue no para el defensor, que se encuentra con peón de menos en un rmal de alfiles de di ferente color. Pero las blancas tienen otra idea ganadora. 3 .txb8 �d7 Las negras sencillamente pierden otro peón, en caso de 3 ... a6 4 .ta7. 4 .txa7! rl;c7 S f4 �b7 6 .txb6 �xb6 7 gS Con tres peones por el alfil -y peones pasados en potencia en ambos flancos-. las blancas tienen perspectivas mucho mejo res en el final de alfiles de distinto color. 7 .tfS A su debido tiempo, el alfil ganará un peón en el flanco de dama. 8 g6 Pero las negras no tienen tiempo, por que h5-h6-h7 gana, si el alfil abandona las diagonales clave, de modo que se rindie ron después de 8 �c6 9 �b4 .te6 10 b6 gxb6 11 �bS �d6 12 � xb6 �e7 13 g7. en vista de 1 3 ... .tg8 14 �g6 �e6 1 5 a4, etc. ·-
-·
Si se añaden varias piezas y peones, una pieza menor sin oposición puede re sultar decisiva, pero no en el mismo senti do. Un alfil extra puede ganar, pero un caballo extra puede perder. Kamsky - Gelfand Linares 1993 (Ver diagrama 3 19.) Esta posición se produjo una jugada des pués de que las negras hubiesen planteado una novedad. en una línea de apertura antes considerada ligeramente favorable a las blancas. Si la pieza menor de f6 fuese un caballo, sus peones darían una pequeña
Juegan blancas
ventaja a las blancas, que podrían progre sar lentamente, por ejemplo, con 1 l:t d l , seguido d e c2-c3, �c2. c3-c4 y � c3 . El cambio de las cuatro torres les daría una posición ganada. Sin embargo. con un alfil en lugar de un caballo, las negras pueden atacar en am bos flancos y eso les da ventaja. El juego continuó así: 1 c3 bS! 2 l:t d1 b4 3 b3 l:t be8 4 l:t d7+ �g6 S �d1 l:t ab8 6 l:t ddl l:t b6 7 l:t fe2 l:t eb8 8 l:t fl .tgS 9 l:t de2 l:t 8b7 10 a4!? Ambos bandos juegan a ganar y las blancas acaban de cruzar el Rubicón. Al avanzar los peones del flanco de dama. perderán o cambiarán uno de ellos. 10 - .tf6 1 1 �el l:t a6 12 l:t e4 l:t ba7 13 b3 No 13 l:t ff4? .tg5. El cambio de peo nes ayudaría al defensor. es decir. ahora las blancas. 13 - .txc3 14 l:t g4+ �bS 1S l:t fS+ �b6 16 l:t xb4+ �g6 17 l:t cS .tf6 18 l:t g4+ �b6 19 �el l:t e6 20 aS l:t e3 21 b4 (Ver diagrama 320. ) Las piezas negras se coordinan muy bien, y su ventaja sería indiscutible des-
ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES
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Tal - Ragozin Campeonato de la URSS 1956
pués de 2 1 l:. ae7! 22 a6 l:. a3 23 l:. a5 l:. e2+ 24 �d l l:. xa5. o bien 23 b5 l:. e2+ 24 ..ti>dl l:. b2. Tal y como siguió la partida, las blancas logaron contrajuego: 21 - l:. a3? 22 l:. e41 l:. d7 23 g4 .igS 24 l:. e6+ g6 25 �b2 l:. xb3 26 l:. c3 l:. b4 27 a6, y perdieron, porque las negras se las arreglaron para devolver el alfil por el peón a y ganar el final resultan te de l:. + � vs : . Cuando un jugador entrega pieza por tres peones, con idea de promover un peón, antes que de emprender un ataque. se guía por algunos principios. Eliminar del tablero las damas suele ser la prioridad número uno. Otros cambios tienden a ayudarle. aun que su oponente disponga de superioridad material según las tablas que conceden 3,5 (o más unidades) a una pieza. Un cambio de torres suele ser bueno para el bando de los peones, como 2 ... l:. xb8 en el diagrama 318. Al jugador con la pieza normalmente le interesa conservar torres, como en el úl timo diagrama. El cambio de torres a me nudo convierte una posición de tablas en posición ganada o viceversa.
Juegan negras
Las blancas sólo tienen una ligera ven taja tras 1 ... �d7, porque el caballo puede emplearse para ganar el peón a o para sa crificarse en el flanco de rey, de forma tal que cree un final tablas de torres. Pero: 1 - ..t;>e7?? 2 l:. b4! l:. xb4 3 axb4 La única defensa de las negras es utili zar su caballo para contener a los peones del flanco de rey, mientras que su rey cap tura el peón b y regresa rápidamente a su flanco. Están cerca de conseguirlo. pero las blancas ganan por un solo tiempo en di versas variantes. La partida siguió así: 3 �c6 4 bS �d4 S b6 ..ti>d7 6 b4 �c6 7 hS �e6 8 b6 �18 9 ..t;>g3! ..ti>xb6 10 ..ti>f4 ..t;>c7 11 �rs (Tesuji) 11 ..ti>d7 12 �f6 ..ti>e8 13 rl;g7, y ganan. Por ejemplo: 13 �e7 14 h7, o bien 13 ... �e6+ 1 4 ..ti>g8. ...
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Cuando se trata del sacrificio de una pieza por peones, otro principio que con viene tener presente es "lo que desapare ce ... ". A menudo un jugador es reticente a desprenderse de una pieza bien situada
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EL VERDADERO VALOR DE LAS P I EZAS EN AJEDREZ
por tres peones, sencillamente porque la pieza parece demasiado valiosa. Lo que no tiene en cuenta es que la pieza sacrificada no es tan importante como las piezas que quedan en el tablero. En el siguiente ejemplo. las blancas sa crifican el mejor de sus alfiles. Pero sigue una secuencia de jugadas scmiforzosas en las que también consiguen cambiar sus dos caballos por dos alfiles. El resultado es que quedan con un alfil en lucha con dos caba llos negros, y eso les favorece. Keres Olafsson Bled 1961 -
l::t
311
una pieza extra contra tres peones tendóa ventaja ganadora si conserva los dos alfi les. Sólo se encontraóa en ligera desventa ja si la diferencia fuese de cuatro peones, añadió. Aquí, las negras tienen los alfiles en el final de pieza contra tres peones que sigue. Pero no pueden conservar los alfiles. 3 ... .i.xfS 4 lü xg7+ �17 S lü xfS 'ii' xe2+ En principio, a las negras les gustaóa conservar damas, pero 5 'ii'f8 no tiene sentido. 6 �xe2 �e6 A las negras no les gustaba 6 ... .i.c7 7 lüxh6+ �g6 8 g4! . Pero la cuestión cóli ca es por qué no jugaron 6 ... .i.f8, privan do a las blancas de un tercer peón. Keres comentó que su oponente creía que podía hacer tablas con 6 ... �e6, y no exploró la posibilidad 6 ... .i.f8 7 h5 �e6. Por ejemplo: 8 lüe3 .i.d6, o bien 8 lüh4 l:l g8 9 lüg6 .i.d6! 10 .i.xh6 lüxh5 1 1 l:l xh5 l:t xg6. 7 lüxd6 No 7 lü xh6 .i.f8. Pero ahora el alfil blanco juega un importante papel. 7 - � xd6 8 .i.f4+ �e6 9 hS! Las blancas fijan un peón en casilla ne gra como objetivo. 9 eS 10 dxcS lü xcS 11 l:l ad1 lüdS U .i.cl l:l ae8 13 l:l h4 b6 14 O! La estructura de peones adecuada es f3. g4 y h5. De esta forma se limita el jue go de las piezas negras, obligando a éstas a mantener una en reserva para defender h6. 14 lüf6 15 �a �17 16 .i.e3 l:l eS 17 .i.d4 l:le6 18 l:t f4 l:l d8 19 g4 l:l dS 20 b4 lüd7 21 l:l e1 l:l xe1 22 wxe1 we6 23 we2 (Ver diagrama 323.) •••
Juegan blancas
1 .i.xe6! Éste es el tipo de sacrificio que las ne gras evitaron al jugar ... .i.g8 en la partida Porreca-Bronstein (diagrama 38). 1 - fxe6 2 lüxe6 'ii'e7 Otras jugadas de dama permiten !üc7+ y ti) xa8, después de lo cual torre y dos peones son mejores que las dos piezas me nores. 3 !i)fS! Kaufman descubrió que el jugador con
...
La amenaza 24 c4 es molesta, pero las negras pueden seguir luchando, con la en-
ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES
trega de un cuarto peón, 23 ... b5 24 �xa7 : d6. como señaló Keres. 23 - liJeS? 24 l:t xf6+! Consiguiendo así una posición ganada, en el desequilibrio de : vs � + fj /j /j . Las negras se rindieron después de 24 -�xf"6 25 f4 cRe6 (25 : xd4 26 fxe5+) 26 �xeS : d8 27 �d4 bS 28 c¡tf3 a6 29 �e4. ...
EL MODELO ESLAVO La lucha entre una pieza y tres peones qui zá quede bien ilustrado con una variante de la Defensa Eslava, que disfrutó de una breve popularidad en tomo a 1 950 y luego mucho mayor aún en los noventa. Co mienza con: 1 d4 d5 2 c4 c6 3 ttJB ltJ1"6 4 ltJc3 dxc4 S a4 �fS 6 liJeS e6 7 f3 �b4 8 e4 � xe4 9 fxe4 ltJ xe4 10 �dl 'ifxd4 11 ltJ xe4 WVxe4+ U 'ife2 � xdl+ 13 w xdl 'ild5+ 14 Citcl ttJa6 15 ltJxc4 (Ver diagrama 324.) Las negras tienen tres peones por su al fil de casillas blancas. Hay mucho poten cial en el tablero para dar mate. de modo que a las blancas les interesa llegar a un fi nal, y pueden virtualmente forzar el cam bio de damas con 'ife5, pero tal vez tengan
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que cambiar en d5, creando una masa de tres peones negros pasados y unidos. La posición ha sido repetidamente puesta a prueba. El lado blanco lo han de fendido. entre otros. Kramnik, Topalov, Bareev y Karpov, mientras que el lado ne gro lo han abanderado Jalifman, Be liavsky, Ivanchuk y Lautier. Shirov y Anand han jugado la posición con ambos colores. Una búsqueda en la base de datos de tecta 158 partidas. entre 1 999 y comienzos de 2004. Una vez descartadas las tablas de grandes maestros y las luchas decididas por errores graves. el balance es que las blancas ganaron en el 53% de los casos, las negras el 2 1 % y el resto fueron tablas. Re trocediendo en el tiempo, vemos que los resultados eran bastante equilibrados en los noventa, pero que luego acabaron in clinándose a favor de las blancas. Esto no debería ser sorprendente. El jugador con la pieza, en situaciones de pieza contra peones. a menudo tiene más formas de ga nar y puede necesitar muchas partidas ex perimentales hasta descubrir la estrategia correcta. Una de las estrategias más eficientes hasta ahora, después del cambio de damas, es cambiar un par de torres y debilitar la
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
estructura de peones negros en casillas blancas. a fin de favorecer al alfil (como a5-a6 en el flanco de dama y g2-g4. des pués de .. .f5, o h2-h4-h5, después de ... g6, en el flanco de rey). Por ejemplo: la partida Sakaev-Voka· rev, Linares 2001 , siguió así: 1S 0·0 16 WeS l:l ab8 17 aS l:l fd8 18 .ie2 f6 19 'ifxd5 cxd5 20 lüdl l:l dc8+ 21
Ya no se trata de pieza contra peones. sino de rey. torre y alfil activos contra rey y torre pasivos. 38 e4 39 l:l e6+ rj;d7 40 rj; cS rj;d8 41 rj;d4 l:l e7 42 l:[ f6 We8 43 l:l xg6 l:l h7 44 rj;e5 Las negras se rindieron. •••
•••
Cuando las negras ganan, normal mente se debe a la torpeza de las blan cas en el manejo de sus piezas o por permitir que los peones avancen de masiado. La partida Landa-Namgilov. Campeonato de Rusia 1 996, demostró que los peones negros ganan, cuando las blancas esgrimen una técnica defi ciente. 1S 0-0·0 16 'ifeS f6 17 'iV xdS cxdS 18 lü aS lü c7 19 b4 eS 20 g3 fS! 21 h4 hS 22 l:l hl lüe6 23 l:ld1 e4 24 lüb3 d4 25 .ic4 d3+ 26 rj;dl : heS 27 rj;e3 rj;b8 28 a5 lüc7! •••
Ahora, 26 a6 b6 27 : d 1 eS es favorable a los peones negros. Las blancas necesitan activar su alfil, incluso a costa de cambiar peones y piezas. 26 lüb3! lüxb3 27 rj;xb3 e5 28 c4 dxc4+ El alfil gana terreno de una u otra for ma (28 ... d4 29 .if3 y .id5+ ). El resto de la partida fue como sigue: 29 .ixc4+ rj;e7 30 l:ld1 l:l c7 En principio, a las negras les gustaría cambiar torres. pero 30 l:[ d8 31 l:l xd8 rj;xd8 permite al rey blanco dominar la lu cha después de 32 .id3 h6 33 rj;c4 y 34 rj;d5. 31 W b4 g6 32 h4! l:l c6 33 hS l:l c7 34 hxg6 hxg6 3S l:[ h1 fS 36 l:[ h7+ rj;d6 37 l:l h8 : g7 38 : es!
Los peones están bloqueados en casi llas blancas y eso indica que pueden ser capturados en algún momento. Si las blan cas consiguen jugar .ixe6, y luego trasla dar su caballo a e3 ó f4, tendrían buenas posibilidades. Pero siguió: 29 a6? bS 30 .ir7 : e7
ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES
El alfil es expulsado de su mejor diago nal y eso permite a las negras romper el bloqueo, con ... t'Lld5+. 31 .i.xhS t'LldS+ 32 Wdl t'Llxb4 33 �c3 t'Ll xa6 34 .i.g6 l:l eS 35 : n e3! 36 l:l al d2 37 .i.hS e3! 38 .i. xe2 l:l e3+ 39 � el t'Ll b4+ Las blancas se rindieron. Otro tema común para las blancas era dislocar los peones negros a cambio de la calidad. Se hizo en posiciones como la que se produce después de lS - bS 16 axbS t'Llb4+ 17 �c3 cxbS 18 l:l d1 1Wc:S 19 1WeS.
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Ahora. 19 - t'LldS+ 20 l:l xdS WxdS 21 t'Lld6+ �f8 22 1WxdS exdS 23 .i.xbS es lige ramente favorable a las negras en términos materiales, pero en términos de posición es favorable a las blancas. Era mejor 20 b4+ 21 �b3 1WxdS (22 1Wxd5 exd5 23 t'Lla5 �d7). Esto se puso a prueba, por ejemplo, en la partida Kramnik-Shirov, Linares 2000 . Las blancas consolidaron lentamen te su ventaja tras 22 .i.e2 0-0 23 1WxdS exdS 24 t'LlaS l:tfe8 25 .i.D l:l ac8 26 l:l d1. Esto nos devuelve al desequilibrio con que comenzamos en los dos primeros diagra mas del libro: torre contra piezas menores.
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Capítulo 1 0
Torre contra piezas menores
Este desequilibrio normalmente se produ ce cuando un bando entrega alfil y caballo por una torre y peón (o peones). Las liqui daciones en que dos alfiles o dos caballos se entregan son relativamente raras, como lo son los casos en que el jugador que ini cia el desequilibrio sea el que entrega la torre, antes que las piezas. La iniciativa j uega un mayor papel que en otros desequilibrios. En general, es el jugador con la iniciativa el que protagoni za la liquidación. y su ventaja a menudo se hace decisiva, si después de ejecutada di cha liquidación. conserva la iniciativa. Kramnik - Zhang Wijk aan Zee 2004
(Ver diagrama 329.) l lt:lbS! �xbS De otro modo, 2 l:l xd8+ y 3 �xe5 ga na un peón. 2 �xeS! WxeS 3 l:l xd8+ �e8 4 Wxb6 Las blancas han entregado alfil y caba llo por torre y dos peones. Están mejor, pe ro la dimensión de su ventaja no está clara, porque todos los peones (menos uno) del flanco de rey y el otro pronto serán blo-
Juegan blancas
qucados por los caballos conectados. Pero su superioridad de puso de manifiesto tras: 4 - 'iie7 S l:l c8 lt:lfd7 6 Wc7 �18 7 g3 Para ganar. las blancas deben crear su ficientes debilidades (por ejemplo, con �h3) para que sus piezas pesadas puedan explotarlas, o bien proponer un cambio de damas en condiciones óptimas, como cuando las piezas menores no pueden blo quear el peón c. 7 - lt:le6 8 'iic6 g6 9 �h3! Con idea de �xe6 y c4-c5. 9 fS 10 � g2 � g7 11 � dS lt:l ecS 12 'iia8 �rT ...
TORRE CONTRA P I EZAS M ENORES
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Aquí, 13 i.xf7 �xf7 1 4 Wd5+ ó 13 Wa1 Wf6 14 Wd4 habrían ganado rápida mente. Las blancas jugaron 13 Wa1+ Wf6 14 Wa7?. y ganaron sólo con grandes difi cultades. Una torre rara vez es suficiente com pensación por dos piezas. Necesita algo más en el canje, y es posible que, de nuevo, el punto de compensación esté fijado en un peón y medio. La opinión del siglo XIX, de que un ju gador debía contar con dos peones y torre como adecuada compensación por dos piezas, ha dado paso a esta fórmula mo derna, tal y como pensaban Tarrasch, Spielmann y otros. Lo que esto significa para el jugador práctico es: (a) Entregar las piezas por torre y un peón es generalmente malo en la apertura, pero más o menos equilibrado en el final. (Esto encaja en la teoría de Purdy de que las piezas menores pierden medio punto de valor, en el proceso de la apertura al fi nal.) (b) Dos peones ofrecen excelentes po sibilidades de victoria. si este bando puede cambiar damas. Esto puede ilustrarse con una línea de la Variante Vienesa del Gambito de Dama Rehusado, que tuvo un breve momento de popularidad en los aiios ochenta: 1 d4 dS 2 c4 e6 3 lüc3 lüf6 4 lüf3 dxc4 S e4 i.b4 6 i.gS eS 7 i.xc4 cxd4 8 lüxd4 lü bd7 9 0-0 i_ xc3 10 bxc3 WaS 11 i.h4 0-0 U .l:l e1 (Ver diagrama 330.) u 'WcS? Una tentativa por mejorar la jugada 12 ... lüe5. 13 i.xe6! fxe6 14 lü xe6 'iVbS? Las negras deberían jugar 14 ... Wxc3, ...
invitando a entrar en un final en el que las blancas sólo tienen un peón extra ( 1 5 .l:l cl We5 16 Wb3 .l:l f7 17 lüd8 Wh5). La tex tual permite a las blancas una versión del caso (b). 15 i.xf6 'it'xd1 16 .l:l axd1 gxf6 O bien 16 ... .l:l xf6 1 7 tüc7 .l:l b8 1 8 eS ! . 1 7 lü xt8 �xt8 Las blancas no sólo tienen un mayoría móvil en el flanco de rey, sino que pueden activar sus torres antes de que las negras coordinen sus piezas. La tendencia pronto quedó clara en la partida Yermolinsky-Ba burin, Sverdlovsk 1987: 18 .l:l e3! b6 19 .l:lb3 �g7 20 .l:l bd3 lücS n : � i.� n � �� D �a : � � � lüa4 25 .l:l x� i.x� 26 .l:l d6! �f7 27 .l:l c6
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EL VERDADERO VALOR DE LAS P I EZAS EN AJEDREZ
27 .i e6 28 l:l c7+ � g6 29 a3 bS 30 �e3 aS 31 h4 .if7 32 �d4 lLlb2 33 bS+ �g7 34 l:l b7 a4 3S l:l xbS lLlc4 36 l:l b4 lLleS 37 �e3 .ib3 38 l:l b7+ �g8 39 �f4 h6 40 �fS lLl xf3 41 �xf6 Las negras se rindieron. •••
Pero dos peones pueden no bastar si el juego se encuentra en un intenso medio juego. La lucha que sigue muestra cómo un gran jugador puede no evaluar bien el desequilibrio:
GUgoric - Psajis Sarajevo 1986
abierta y tendrán buenas posibilidades de ganar el peón a en el final. Pero antes hay que combatir en un medio juego y ahí es donde entra en acción la iniciativa. Las blancas podrían detentar la inicia tiva si sus torres tuviesen un punto impor tante de penetración. Pero después de 4 lLld7 S l:l Sc2 (5 l:l c6? lLle5) 4 - Wb3 6 .ig2 lLleS, se vieron obligadas a retroce der. y las negras ganaron en el flanco de rey. con 7 l:l c3 Wb6 8 We2 aS 9 h3 h4! 10 gxh4 .ih6 11 l:l d1 .if4. Entregar las piezas crea una aguda si tuación que a menudo ofrece mayores po sibilidades de ganar a ambos jugadores que otros desequilibrios. Puede tratarse de la opción pragmática de un jugador que, de no ser así, quedaría en posición ligera mente inferior.
Petrosian Tal Campeonato de la URSS por equipos 1964 -
Juegan blancas
1 lLl xcS? dxcS 2 .ixb8 'it'xb8 3 l:l xcS lLld6 El valor teórico es un mal consejero en los medios juegos con torre contra piezas. Algunos ordenadores incluso consideran que después de 4 'it'c2 lLl b5 5 .ie2 lLl d4 6 Wd 1 lLld7 7 l:l c l 'it'b4 y de 4 'it'b4 lLld7 5 'it'xb8 l:l xb8 6 l:lc7 lLle5, la posición es fa vorable a las blancas. lo que hace que uno se pregunte acerca de la inteligencia artificial. 4 l:l ed Las blancas controlan una columna
Juegan negras
Las blancas comienzan a disponer de pequeñas amenazas. como 1 e4 ó 1 lLlc7. 1 - lLlxeJ!
TORRE CONTRA P I EZAS MENORES
En Jugar de permitir ser presionadas durante otras 40 jugadas (después de 1 a6 2 t:i:Jc7 l:. ad8 3 t:i:J xd5), las negras crean circunstancias dinámicas en las que todo puede suceder. Si obtienen dos peones (2 fxe3? �xe3+ 3 c;Pfl �xcl 4 l:. xcl l:. ac8), lograrán ventaja. 2 �xb7! t:i:Jxd1 3 l:. xd1 l:. ad8 4 t:i:Jc3! Las negras también tienen buenas perspectivas de ganar, después de 4 l:. xd8 l:. xd8 5 �fl l:. d2. 4 - l:.xdl+ S t:iJxd1 l:.d8 6 ..tf3 l:.d2 7
DOS CONTRA UNA Si la diferencia es de un peón, la ventaja numérica de las piezas entra en juego. Cuando las dos piezas cooperan contra un objetivo defendido por la torre. pueden in vertir el desequilibrio.
Sutovsky - Zagorskis Olimpiada 2002 (Ver diagrama 334.) 1 �n! Después de esto, las negras no pueden evitar simplificaciones, a base de �g2 y t:i:J xb7. Sus posibilidades de supervivencia radican en que puedan limitar sus pérdi das a un peón. 1 - : oo 2 b4 rs 3 �g2 l:. b6 4 c;P b3 eS S t:i:J xb7! Las negras amenazaban cerrar la dia gonal con 5 ... e4.
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Juegan blancas
S - 'iff7+ 6 c4 l:. xb7 7 �dS! Las blancas preparan la decisiva 'it'b6. que las negras deben impedir. Por ejem plo: 7 ... h5 8 � 'ild l +, tablas. Pero 8 ...d2 y �xb7+ conduce a un final de peo nes favorable a las blancas. Por ejemplo: 8 ... e4 9 c5 ...h7 10 a4 r:i;a7 1 1 �xb7 ... xb7 12 ...d4. 7 ... ... d7? 8 'it'b6! r:i; b8 9 ... xa6 e4 10 ... xb7+ Las piezas tienen, generalmente, mu chas más oportunidades de invertir el de sequilibrio. Pero si no operan de forma eficaz. la torre puede forzar acontecimien tos. Por ejemplo, cuando dos caballos se ven reducidos a protegerse mutuamente, ambos son vulnerables a una liquidación, a base de la captura torre x pieza. Keres - Szabo Torneo de Candidatos 1 953 (Ver diagrama 335.) Antes, en el medio juego de una Sicilia na, las negras entregaron sus dos caballos por torre y dos peones. Las blancas deja ron escapar oportunidades de un ataque al
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Juegan blancas
enroque y su rival forzó, correctamente, un final, aunque eso significase doblar peones y ceder un segundo peón. La posición parece estar ganada para las negras, que amenazan ... we7 y ... l:t b4 para encerrar al caballo. 1 lüd2 we7 2 lüb3 l:t b4 3 lü3c5 Las blancas superan la primera crisis, pero se enfrentarán a una nueva crisis si las negras pueden llevar su rey a d5 y ame nazar ... l:t xc5. 3 - IS 4 Wg� :b5 5 wa Wlti 6 l0d'7+ We6 El análisis post-mortem reveló que era preferible 6 .. wg5. con idea de crear un peón f pasado. 7 lüb6! weS s CitgJ l:t bJ+ Las negras ganan, después de 8 ... f4+ 9 c¡f¡lg4 f5+ 10 � l:tb3 11 llx>4+? � 12 llJbd6, debido a que los inmóviles caballos no pue den defenderse contra 12 ... f3 13 gxf3 l:t xf3. Sin embargo, las blancas pueden coor dinar sus caballos con 1 1 lü d 7 + ! Cit d5 12 lüdc5, y resistir con lüxa6. 9 rj}b4 l:t c3 (Ver diagrama 336.) .
10 lüc5! l:t xc5 Las negras no tenían nada mejor. Las
blancas hicieron tablas en el final de da mas, tras 11 lü d7+ Citd6 12 lü xc5 w xc5 13 wg5 Citb5 14 wb6!. Este desequilibrio es una lucha entre la capacidad de cooperación de las piezas y la fuerza de la torre para avanzar sus propios peones y atacar los peones ene migos. Al decidirse entre si entrar o no en una lucha de torre contra piezas menores, deberá tener presente que la fuerza de la torre rara vez llega a materializarse antes del final. Entonces es cuando está en me jores condiciones de superar a las pie zas, aunque no haya compensación de peones.
Unzicker Najdoñ Santa Monica 1966 -
(Ver diagrama 337.) 1 - WxdS! 2 �xf8 lü xd3 La amenaza 3 ... llJf2+ gana material. 3 Wf3 Wxf3 4 l:t xf3 lüe5 Dado que 5 �xg7? llJxf3 está perdido, las blancas deben hacer daño en el flanco de dama. 5 l:ta3 �xf8 6 l:t xa7 b6 7 l:t b7 �eS De modo que la batalla será entre to-
TORRE CONTRA PIEZAS MENORES
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El juego finalizó así: 17 - t;J]e6 18 l:t a3 bS 19 l:t c3 h4 l0 g3 hxg3 l1 hxg3 t;J] d6 ll l:t c:8 .i.c:7 l3 g4 gS l4 l:t g8 f6 l5 l:t g7 wc:6 l6 J:t l7 Tablas.
¿QUÉ PIEZAS?
Juegan negras
rre, por un lado, y alfil y caballo por el otro, sin ningún peón extra. Si las blancas se to man su tiempo para incorporar al rey a la acción, las negras deberían ganar, asegu rando su flanco de rey y avanzando con su propio rey. Las blancas, sin embargo, juegan sin su rey, que nunca volverá a jugar. Salvaron la partida manteniendo activa su torre y avanzando sus peones, antes de que las piezas negras actuasen conjuntamente pa ra frenarlos. 8 b4! .i.e3 9 a4 l0 c:6 10 aS bxaS 11 bS! lO eS 12 b6 t;J] g7 13 : e7 cR f6 14 b7 .i. a7 1S l:t e8 l0d7 16 l:t a8 .i.b8 17 l:t xaS
Dos siglos atrás, Sarratt, el autotitulado "Profesor de Ajedrez", dijo que podían entregarse con seguridad dos piezas, si se obtenían como compensación torre y dos peones. En Finales básicos de ajedrez , Fine llegó más lejos. al decir que una torre y dos peones "siempre ganarán" a dos piezas menores en el final. Pero Steinitz expresó una opinión dife rente, al decir que el desenlace dependía de qué piezas eran las que seguían en jue go. Dos alfiles. según él, eran "más o me nos equivalentes" a torre y dos peones, mientras que un alfil y un caballo eran al go más débiles. Sabemos que, en general, los alfiles y las torres mejoran, a medida que se cam bian peones. Pero un par de alfiles pueden resultar torpes. porque no pueden defen der las mismas casillas. Esto resulta evi dente, cuando la torre puede crear un peón pasado distante.
Tunoshenko - Rogozenko Cappelle-la-Grande 1998 (Ver diagrama 339.)
1 - .i.c:6? Las negras responden agresivamente a la amenaza 2 .i.x f6 en comparación con 1 .. .i.cS. Pero subestiman la siguiente ju gada de su rival. l .i.xf6!.i.xf6 3 l:t d6 l:t e6 4 l:t xe6 fxe6 S fxg4 .i.cJ .
.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
Juegan negras
La ganancia de un peón es sólo tempo ral. Pero las blancas tienen fuertes posibi lidades de ganar, debido a que los alfiles están mal dispuestos para defenderse con tra un peón pasado. 6 l:t d1 �xe4 7 b4! Los peones ganarán más rápido (7 l:t d6? eS 8 l:t xa6 �f3 y ...e4). 7 - wr,7 8 bS axbS 9 axbS wf6 Las negras deberían restringir a la to rre. Por ejemplo: 9 . . . �dS 10 l:t d3 �aS 1 1 l:t a3 �b6 1 2 l:t a6 �gl . Siguió: 10 l:t d7 �eS 11 b4 b6 u b6 �c6 13 l:t h7 �f4 14 �bl �e4 El peón negro es mucho más lento (14 ... eS? 1S b7 e4 16 l:t xh6+ y ganan). Las blancas progresaron ahora gradualmente: 15 l:t d7 � c6 16 l:t a7 � f3 17 � b3 � e3 18 : a4! weS 19 : b4 �b7 (Ver diagrama 340.) El error final de las negras fue equivocar se en cuanto a dónde debía situarse su rey: lO : bS+ �d6? l1 gS! bxgS ll bxgS eS D p �� M � �r,7 � l:t � e4 � �cl d 1.7 wd3 �e4+ l8 �el! wc6 l9 l:t a7 �d4 30 l:t e7 �xp 31 l:t e6+ wb7 3l l:t xp, y las blancas ganan.
Las negras perdieron porque había peones en ambos flancos y porque su rey no podía cooperar con los alfiles. En un ta blero menor -sin un peón pasado distante del que preocuparse-, los alfiles podrían resistir.
Kasparov Kramnik Campeonato Mundial 2000 1 1 .• partida -
Juegan blancas
Kasparov había consumido 1S minutos y Kramoik sólo S para llegar a esta posi ción, tras realizar 21 jugadas. Obviamente, habían llegado a düerentes conclusiones
TORRE CONTRA PIEZAS MENORES
en sus respectivos análisis caseros. Kaspa rov creía que las blancas tenían una gran ventaja. en vista de sus dos peones extra y los debilitados peones negros. 1 h4 Pero Kramnik no pensaba que la ven taja blanca fuese significativa, e indicó 1 g3 fS ! 2 eS �eS+ 3 cl;>g2 rJ;; e 7 4 b4 �e3 y .. .f4, como posición igualada. El aspirante citó también 1 c¡i¡>f2 h4! y 1 l:. al �b7 2 l:. a5 �eS, como evidencia de las posibilidades negras. 1 - rJ;; e7 2 rJ;; f2 �b7 3 c4 �eS 4 l:. d2 Kramnik dijo que l a única posibilidad de las blancas de conseguir ventaja pasaba por 4 b4 �c3 5 bS. No mencionó qué suce dería después de S ... �b4. 4 - �c8 S l:. dS �e6 6 l:. aS eS! Las piezas negras son activas y no tu vieron dificultades en lograr tablas, des pués de 7 rJ;; e3 �d4+ 8 rJ;; d3 fS 9 b4 fxe4+ 10 rJ;; xe4 �f2 11 bxcS �xh4. La identidad de las piezas se hace críti ca cuando hay una diferencia de un peón. Spielmann pensaba que una torre y un peón rara vez podían oponerse en un final a dos alfiles (con otro material). Pero aña dió la contundente afirmación de que si las piezas menores eran un alfil y un caballo, o dos caballos, la transacción "casi siempre tendrá éxito".
CAMBIOS El cambio de damas influye en el desen lace de torre contra dos piezas más que en cualquier otro desequilibrio. Esto significa que el j ugador con las piezas menores -aunque no tenga la iniciati va- normalmente se aparta de su camino para mantener las damas sobre e l ta blero.
Kramnik
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Kasparov Moscú 2001 -
Juegan blancas
1 'it'dS 'it'b8! Purdy dijo que la lucha de una torre contra piezas menores es otra excepción a la regla general que establece que el juga dor con ventaja material debe buscar cam bios. 2 : as 'it'b2 3 : a2 'it'c3 4 'it'd2 'it'b3 Sí, las negras tienen una considerable ventaja después de 4 ... xd2 S .: xd2 �d4 y ... rJ;; f6, . tl:Jc5. Pero a falta de un po tencial peón pasado, se enfrentarían a con siderables problemas técnicos. ¿Por qué cambiar damas, cuando eres el único que puede dar mate? S 'it'dS 'it'b8 6 : as 'it'c7! 7 l:. a6 �d4 S 'it'c6 'it'e7 Las negras captan la idea: la dama de be situarse en el flanco de rey (9 'it'c2 'it'gS gana). 9 : as 'it'f6 10 'iVc2 tl:JgS ll l:. a3 'iVe6! La dama apunta a h3. Las blancas se rindieron después de 12 h4 ._,113+ 13 rJ;; g 1 tl:Je6 14 .: b3 'it'g4 15 'it'd3? tl:JcS 16 'iVf3 'iVxf3 17 l:. xf3 tl:J xe4. Cambiar damas no sólo perjudica a las ..
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EL VERDADERO VALOR DE LAS P I EZAS EN AJEDREZ
piezas. sino que ayuda a la torre. lo que ori gina un giro sustancial de las posibilidades. Si la torre cuenta con un peón extra que pueda convertirse en pasado. su ventaja podría resultar decisiva. Timman - Nogueiras
Rotterdam 1989
11 �xb4 tt:Jd3+ 12 �bS tt:Jxf2 13 l:la6+ �eS
14 l:l xg6 � rs 15 l:l c6! tt:J g4 16 a4 liJ eS 17 l:l c7 .i.d4 18 aS .i.g1 19 a6 liJO 20 l:lcS+ Las negras se rindieron.
Para el jugador con la torre, cambiar damas equivale a ganar un peón. Esto sig niflca que: (a) Al jugador que tiene la torre a me nudo le interesa alcanzar el final aun a cos ta de entregar un peón (como hizo Szabo en el diagrama 335). y (b) Es igualmente eficaz para su opo nente entregar un peón para evitar llegar al final. En algunas circunstancias, incluso puede valer dos peones.
Vasiukov - Tal Campeonato de la URSS 1 961
Juegan negras
Aquí la diferencia es de dos peones. y las negras están definitivamente peor tras 1 ... 'it'f6 pero distan de estar perdidas. 1 - 'it'e6? Malo, por principios. 2 'it'xe6 l:l xe6 3 l:l xe6 tt:Jxe6 4 �O �17 Esto permite a la torre penetrar en séptima, pero 4 liJeS 5 l:l d4 tt:Ja4 6 a3 ! también lleva a una posición perdida. co mo señaló Tunman. S : d7 liJ eS 6 : a7 � e6 7 � el � d6 8 �e3 Las negras no pueden impedir la crea ción de un peón pasado. La única cuestión es si pueden sacrificar pieza para eliminar los peones del flanco de rey. En la partida no lo consiguieron: 8 ... hS 9 � d4 .i. f6+ 10 � c4 .i. xbl ,
...
Juegan blancas
Las negras deben ganar una de las pie zas colgadas. Si quedan con dos caballos por la torre ( 1 .i.h3 'it'xg5), sin peón extra. ganarían fácilmente. debido a sus dos peo nes del flanco de dama. 1 .i.d7! La idea principal es eliminar damas en líneas como 1 . 'it'xg5 2 .i.xc6 'it'xcl ( ó 2 .
.
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... bxc6 3 ... xc6 �d8? 4 ...e8+ y 3 ... �d6? 4 %1 xd6) 3 l: xc1 bxc6 4 l: xc6. De modo similar, 1 llJ xd7 2 l: xd7 ... xg5 3 ... xg5 �xg5 4 l: xc7 llJxb4 5 a3 ! . 1 llJ d4! Las negras deciden. con buen criterio, entregar dos peones para mantener las da mas. 2 'i!t'xc7 �d8 3 'i!t'xb7 ... xg5 Las piezas negras son superiores des pués de 4 a4 'i!t'e7 5 �c6 ... xb4 4 �e8! ...f6 5 a4 �f8 Las negras deben estar alerta ante sa crificios adicionales, como 5 ... 'i!t'e6 6 �b5 ...h3 7 l: xd4! exd4 8 a5. 6 �b5 'i!t'd6 Las negras tienen ventaja, pero sólo se ría pequeña después de 7 �g2. pues 7 'irxb4 permite 8 'i!t'b8 'i!t'e7 9 a5. 7 l: cl? llJxa4! Gracias a 8 �xa4 llJe2+, las negras só lo tienen un peón menos y eso significa que su ventaja es decisiva. 8 c¡¡, g2 llJb6 Pero no 8 'i!t'xb4 9 l: c8 ... xbS? 1 0 l: xd8+ c¡¡, g7 1 1 ... xb5 llJ xbS 1 2 l: dS. 9 l: c5 Las negras asumen el mando de la lu cha, una vez controladas las piezas mayo res contrarias. Por ejemplo: 9 � g7 10 �e8 'i!t'f6 1 1 'i!t'b8 llJc6 12 l: c6 �f8. (Pero en la partida se equivocaron, con 9 'irf6?, y después de 10 ... b8! sólo hicieron tablas. ) Cuando ya no hay damas en el tablero, la gran pregunta es a quién beneficia un cambio de torres. Spielmann, entre otros, creía que un cambio generalmente favore cía al jugador con la torre. Esto tiene sen tido. porque reduce la redundancia y priva a su oponente de la mejor pieza para res tringir a Jos peones pasados. Además, cuando la torre superviviente
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puede cortar al rey enemigo por columnas y filas, un cambio puede alfombrar el ca mino para su rey sin oposición .
Dyachkov - Dreev Rusia 2000
•••
Juegan blancas
Las piezas llevan a cabo una buena la bor en la protección del flanco de dama, y las blancas podrían defender su posición con 1 f3 ! . 1 l: dl? l: xdl+ 2 �xdl e4! Las blancas pueden haber razonado que, tras un cambio de torres, su caballo se reactivaría, con b2-b3 y llJb2. Pero Jo que cuenta ahora es el rey negro, que tiene un claro camino hasta d4 y, sin torre, las blan cas no tienen modo alguno de detenerlo. 3 �e2 fS 4 �d2 �f6 5 b3 l: d7+ 6 �el l: d6 Las negras quieren responder a llJb2c4 con ... l: a6, y a llJcS con ... l: c6-c1-a l . 7 �e2 c¡¡, e5 8 llJb2 O bien 8 llJcS � d4 9 llJa6 �c3 y ... l: d2. 8 c;td4 9 c;td2 g5 10 llJdl f4 Las negras ganaron después de ll llJb2 l: c6 12 llJdl l: cS 13 llJ b2 e3+! 14 fxe3 -·
238
EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
fxe3+ 1S �dl l:t aS 16 lüa4 l:t fS! 17 lüb2 ( 1 7 �f3 g4! 18 hxg4 h3) 17 l:t f2 18 lüd3 l:t xg2. Pero los beneficios derivados de los cambios pueden volverse en contra, si existe la complicación de tráfico o falta de columnas. En tal caso, el desenlace a menudo depende de qué rey sea más activo. -·
Stocek - Movsesian Cesko 2001
Juegan negras
La ventaja material teórica de las blan cas se ve entorpecida por dos pares de peones doblados. Por otra parte, las negras no corren peligro inmediato, porque pue den impedir que la torre penetre en b7. con 1 ... wc7. · - l:t b8! No obstante, esto tiene sentido. Las negras no tienen nada mejor que hacer con la torre y con el cambio pueden activar a su rey. 2 : xb8 llJ x b8 3 f4 lüa6 4 : d4 Era ligeramente mejor cambiar peo nes, con 5 f5 lüc5 ! 5 fxe6+ �xe6. 4 .- �c6 s �n
La torre no puede hacer gran cosa ( 5 l:t a4? �b4; 5 l:t e4 lüc5 ó 5 f5 exf5 6 l:t h4 �e5). S - �e7 6 :t d2 �f6 Ahora, si 7 �e2 lüc5 y ... lüxb3, las ne gras ganarían a la larga. Las blancas se equivocaron, con 7 g4? y el rey negro do minó la situación: 7 h6 8 l:td3 liJeS 9 : g3 � x b2 10 � el �d4 11 gS hS 12 g6 rj;dS 13 : gS+ �e4. ganando. •••
CU ÁNDO ENTREGAR LAS PIEZAS Ya hemos identificado un criterio clave para entrar en este desequilibrio: general mente, es muy favorable para el jugador con la torre llegar a un final. Hay, al me nos, otros cuatro factores que subrayan sus posibilidades. El bando con la torre queda rá mejor (a) Cuando las piezas menores no es tán coordinadas. Si las piezas son torpes y no pueden operar conjuntamente, la torre tendrá las manos libres para ocuparse de sus objeti vos, que suelen ser los peones. Aunque las piezas parezcan cooperar bien en ataque, pueden ser lastimosas en defensa.
Movsesian - Shabalov Bermudas 2004 (Ver diagrama 347.) Las negras han ganado dos piezas por una torre en d4 y. con la amenaza sobre f2. parecen lo bastante activas como para ofrecer dura lucha. Pero la protección mu tua de las piezas es frágil. 1 l:t dl! � x f2+ 2 �n Ahora, 2 ... �c5 3 l:t d7 gana pieza (3 ... �a8 4 l:t d8+). 2 - �e3 3 : d8+ �,;7 4 : b8! lüd2+
TORRE CONTRA PI EZAS MENORES
Juegan blancas
De otro modo, las negras pierden pieza. 5 we2 �xg2 6 wxe3 lC!xb3 7 : xb6 Las piezas han perdido comunicación entre sí y los peones avanzan. 7 - �n 8 l:l b8 �xc4 9 b6 wf6 10 l:l a8 �d5 11 l:l a3 Las negras s e rindieron. La entrega de torre por piezas meno res puede producirse en la apertura ( co mo en los diagramas 2, 5 y 330) o a comienzos del final (diagrama 330), pero normalmente se produce en el medio jue go. Con independencia de dónde se pro duzca la transacción, la capacidad de las piezas para operar conjuntamente es de capital importancia. Al jugador con las piezas menores le corresponde la tarea de lograr este objetivo, así como al de la to rre de alterar la coordinación de las mis mas. Hay una rara línea de la Siciliana que ilustra esto: 1 e4 c5 2 lC!f3 e6 3 d3 lC!c6 4 g3 lC! ge7 5 � g2 g6 6 0-0 � g7 7 l:l e l 0-0 8 c3 d6 9 d4 cxd4 10 cxd4 .b6 11 d5! � xb2 12 �xb2 't!Vxb2 13 dxc6 .xa1 La línea principal es 14 'll b3 ! , amena zando 15 cxb7, además de 15 lC!c3. La con-
239
tinuación suele ser 14 lC!xc6 15 lC!c3 lC!d4 1 6 l:l xa1 lC! xb3 1 7 axb3 y si 1 7 �d7, 18 e5 ! . Esto ofrece posibilidades más o menos igualadas, porque aunque las negras ten gan dos peones y hayan alcanzado el final, ambos caballos blancos son activos (18 ... l:l fc8? 1 9 lC!e4, 18 ... d5 19 lC!d4) y los peo nes pueden ser bloqueados. 14 cxb7? �xb7 15 'llb3 l:l fc8 16 lC!a3 'lfc3 El contraste con el último comentario es significativo. Por un lado, las blancas tie nen alfil y caballo, antes que dos caballos, y se encuentran en el medio juego. Por otro, la estructura de peones negros está bien preparada para impedir que las pie zas menores actúen de forma concertada, y tienen buenas perspectivas de crear un fuerte peón pasado en la columna a. Las ventajas e inconvenientes a menu do se equilibran en la lucha de torres con tra dos piezas menores, pero no en este caso. Las negras están mejor. Seguimos la partida Vasiukov·Kalini· cbev, Campeonato de Moscú 1978. Lo ins tructivo es la forma en que las negras se extraviaron y permitieron a las piezas blancas cooperar entre sí. 17 't!Vxb7 't!Vxa3 18 'lfxe7 't!Vxa2
240
EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
El peón a debe ganar ahora la mayoría de los finales. Las negras no creen necesi tar la continuación segura 18 l:l c2 1 9 ltlg5 l:l f8. 19 /ügS l:l f8 20 .t h3! Las blancas han encontrado la forma de crear amenazas, con el sacrificio en e6 (21 ltl xe6). 20 - 'ird2? Era fuerte 20 ... 'iraS, ya que se amena zan tanto 20 ... 'Wxe 1 + como 20 ... 'ird8, y 2 1 ltlf3 'lrd8 22 'lrb7 '1Vf6 aseguraría e6 contra los trucos, dejando el mando a las negras. 21 : e3 J:tae8 Shajmaty URSS recomendaba 21 'ild4. con probables tablas tras 22 l:l f3 l:l aeB 23 'lrd7 l:l d8 24 'ire7. Pero esto ig nora 22 .t xe6!, que es decisivo. 22 'IV1'6 Las blancas evitan la trampa 22 'irxa7?? l:l a8 23 'ire7 l:l a 1 + 24 �g2 'ircl .
22 .- 'ircl+ Aquí la citada revista indicaba que lo mejor era 22 ... 'iraS. Por ejemplo: 23 e5 dxe5 24 l:l f3 'ird8 25 'Wxe5 'ird 1 + 26 Wg2 'ird5 27 '1Vf6 e5. Este análisis también se citaba en un raro libro dedicado a este de sequilibrio, Mastering Rook vs Mlnor Pie-
ces, por Maximenko, Srokovsky y Bras lawski. Pero nadie se apercibió de 23 ltlxe6 ! . 23 wg2 'ircS Ahora no sirve de mucho 24 ltlxe6 fxe6 25 .t xe6+ l:l xe6 26 'irxe6+ Wg7, y en cuanto a 24 l:l c3 '1Ve5 25 'ir xe5 dxe5 26 l:l c7 a5, sería ganador para las negras. 24 eS! 'WdS+ Shajmaty dijo que las negras debían impedir que las piezas blancas Uegasen a e4, con 24 d5 (25 .t g4 'We7 26 'Wf4 l:l c8). omitiendo, una vez más, 25 /ü xe6. 25 /üe4 dxeS 26 .t g4 l:l c8 Las negras resisten con 26 l:l b8 27 .t f3 l:l b6, a fin de poder responder a 28 b4 con 28 .. 'ird8 29 '1Vxe5 f6, según Shajmaty. También era bueno 26 ... 'lrd4. Pero las ne gras se vinieron abajo. 27 .t f3 l:l c2 28 b4 'Wd4 29 l:l el! b6 .
30 l:l d1
Todas las piezas blancas están operan do de forma conjunta. La partida finalizó así: W b6 31 bS gxbS 32 'ir x b6 fS 30 33 'ifg6+ Wb8 34 'WxbS+ Las negras se rindieron. Los otros criterios, que pueden ayudar a determinar a qué bando favorecen las •••
TORRE CONTRA PIEZAS MENORES
posiciones de torre contra dos piezas me nores. no son tan importantes como que la lucha se encuentre en el final o que las pie zas estén bien coordinadas. Pero tienen, de todos modos. su importancia. Entre ellos se encuentran: (b) Cuando el jugador con la torre tie ne la iniciativa. Uno de los errores más corrientes del aficionado que ataca es asumir que man tendrá la iniciativa después de un sacrifi cio. Ésta es una de las razones subyacentes en 7 l!Jxt7, en el primer diagrama del libro. Las blancas creían que el rey negro sería vulnerable en t7. Podría serlo, pero las blan cas ya no tienen más piezas para atacarlo. Si el jugador con la torre pierde la ini ciativa, probablemente perderá también la partida. Pero si la conserva ...
Forman - GeUer Erevan 1975
Juegan negras
Las negras acaban de cambiar alfiles en d6 y se disponen a luchar por la venta ja con .i.f5, l!Jf5 ó : es. 1 l!J xf3! 2 'ifxf3 .i.xg4 3 'iffi .i. xd1 4 l:[ xe8+ •••
24 1
Las blancas no quieren cambiar torres. pero 4 : xd l ? permite 4 l!Jg4 y 5 l!Je3( + ). 4 - l:[ xe8 Las negras tienen dos peones y una torre por sus piezas, pero es su iniciativa lo que cuenta. Por ejemplo, a 5 ... xd1 pueden responder 5 ... 'iVf4 y 6 ... l!Jg4, ó 6 ... l:[ e3. S l!J x d 1 ... b4 6 ... f4 'iVel 7 l!J fl ... e3! Como las blancas han construido una pequeña fortaleza en torno a su rey, las ne gras deciden que la única forma de mante ner la iniciativa es cambiar damas y atacar los peones del flanco de dama. 8 'iVxe3 l:[ xe3 9 .i.el De permitirse 9 ... lüg4, la torre se acti varía mucho, permitiéndose un cambio de caballos. 9 ... �f8 10 lüd1 l:[ e6 11 �12 lüe4+! Las negras se encaminaron hacia la vic toria, después de 12 lüxe4 : xe4 13 lüc3 l:[ xd4 14 �e3 l:[ b4 1S /üxdS l:[ xb2. Otra ilustración puede verse en una ra ra línea del Dragón, que ha sido jugada por Keres y Gulko. y que se produce des pués de 1 e4 eS 2 lüf3 d6 3 d4 cxd4 4 lü xd4 ttJ f6 S lü c3 g6 6 .i. el .i. g7 7 .i. e3 0-0 8 lüb3 l!Jc6. y ahora 9 g4. En lugar de las jugadas rutinarias 9 .i.e6 ó 9 ... a5, 1as negras disponen de la te mática: 9 ... dS 10 e xdS lü b4 Si las negras pueden retomar en d5, tendrán mejor juego. 11 .i.f3 .i.xg4! 12 .i.xg4 /üxg4 Ahora, a 13 .i.c5 sigue 13 ... .i.xc3+ 14 bxc3 'iVxd5, porque 1 5 'iVxg4 puede con testarse tanto con 15 ... l!Ja6 como con 15 ... l!Jxc2+ 16 �e2 'iVe5+ y 1 7 ... l!Jxa l . 13 ...x g4 l!Jxcl+ 14 q¡,e2 l!J xa1 15 l:[ x a 1 .i.xc3 16 bxc3 'iVxdS
242
EL VERDADERO VALOR DE LAS P I EZAS EN AJEDREZ
Las blancas encontrarán buenas casi llas para sus piezas menores. si disponen de tiempo. Su mayor problema no es el material, sino la activa dama contraria. Su iniciativa concede ventaja a las negras des pués de 17 l:l d 1 'irb5+ 18 �f3 l:l ad8, ó de 17 tüd2 l:l fd8 1 8 'We4 'Wh5+. En algunos casos. el bando con la to rre puede establecer tal control sobre co lumnas abiertas que disfrutan de algo más duradero que la iniciativa. Tienen un férreo control del juego. En el sorpren dente ejemplo que sigue, el control que las blancas ejercen sobre las columnas del flanco de dama convierte a las piezas me nores de su oponente en convidados de piedra:
Vasiukov - Sajarov Campeonato de Moscú 1961 1 e4 g6 2 d4 j_g7 3 tücJ eS 4 tüf3 'it'aS S dS d6 6 tüdl j_xcJ 7 bxc3 1Wxc3 8 l:l b1 'it'aS 9 j_dJ a6 10 0-0 bS 11 a4 c4 12 j_xc4 bxc4 13 tü xc4 'it'c7 14 tüb6 Puesto que 14 ... :Z. a7 pierde por el do ble a ambas torres. 15 tüxc8 1Wxc8 16 'it'd4, las negras optaron por: 14 - J_b7 1S 'it'd4 tüf6 16 J_h6 tübd7 17 tüxa8 j_xa8 18 l:l b4!
Las blancas tienen torre y un peón por los dos caballos. Para hacer sentir la pre sencia de sus torres. incurren en el aprecia ble riesgo de permitir que su alfil sea encerrado. 18 - l:l g8 19 l:l fb1?! g5 20 l:l c4 'it'd8 Las negras juegan el resto de la partida como si no creyesen en lo que pueden ha cer las piezas pesadas. Era mejor 20 ... tüc5 21 eS tüfd7. 21 'i/a7 eS 22 'i/xa6 �e7 23 'i/a7 Ahora, si 23 l:l g6, 24 l:l cb4, amenazando l:l b8. 23 - tüg4 24 l:l c7 tüxh6 2S %l b6! tüg4 26 c4 tüf6 27 eS tüxe4? Las negras podrían sobrevivir y mante ner su ventaja material después de 27 dxc5 28 l:l xf6 wxf6 29 l:l xd7. 28 c6 tüf6 29 h3! hS 30 l:l b3 g4 31 h4! Curiosamente, las negras se han visto reducidas a jugadas de espera. Las blancas pueden ganar avanzando su peón a a la sexta fila y doblando torres en séptima y, por cierto, se tomaron su tiempo para ello: 31 - l:l h8 32 aS l:l g8 33 a6 l:l f8 34 l:l bS l:l g8 35 wn l:l h8 36 g3 : m 37 we2 l:l g8 38 � d 1 : rs 39 w e 1 l:l g8 40 w d 1 l:l f8 4 1 � d l:l g8 42 cxd7 tü xd7 43 Wd2 fS 44 �e2 l:l fR 4S l:l bb7! j_xb7 46 'it'xb7 f4 47 a7 f3+ 48 We3 e4 49 a8'it'
TORRE CONTRA PIEZAS MENORES
Las negras se rindieron. Otra condición que realza las posibili dades de una torre contra dos piezas me nores es: (e) Cuando hay peones en ambos flancos. Una torre puede gozar de mayor radio de acción que las piezas menores, pero eso no tendrá mucha importancia si no dispo ne de objetivos. Su rendimiento es mejor cuando dispone de dos teatros de acción: peones que avanzar y/o ataque en ambos flancos.
243
piezas, la torre necesita una columna. Pero en el final necesita algo más, un punto de penetración. Aquí, las blancas están a un paso ( liJe3) de crear un muro defensivo que mantendría a raya la torre. y aunque segui rían estando peor tras 6 . . . eS 7 liJ e3, po drían ofrecer una seria resistencia. 6 - l:l. c2! Por supuesto, el peón a es más valioso para las negras que el peón f. 7 �xf6 l:l. a2 8 �e3 l:t xa3
Hübner Karpov lilburg 1977 -
Juegan negras
1 � xe3 ! Karpov prescinde del enfoque lento ( ... b5 y ... liJb6) en favor de lo que llamó "una combinación no complicada". 2 fxe3 liJ xe3+ 3 q¡,o liJ xe1 4 liJ xn Las negras consiguen cambiar también su torre redundante (puesto que 4 l:l. xfl pierde. por 4 ... l:l. c2 5 liJc4 b5. ó 5 �el l:l. ac8 6 liJb3 l:l. 8c3). 4 l:l. xcl S �xcl l:l. c8 6 �b2 En medios juegos de torre contra dos NO
•••
Los peones pasados deciden rápida mente la lucha. después de 9 liJ d2 bS 10 liJe4 aS. Karpov se precipitó con 10 - b4?, y tu vo que reagrupar después de 11 �d4! aS 12 �c4. Pero siguió estando en condicio nes de ganar, porque los peones enemigos del flanco de rey requerían protección. De modo que barajó un ataque al flanco de rey con la amenaza de invasión del rey por el centro y la perspectiva de avance ... a4: 12 l:l. a2 n M � � W � M l:l. � � � � l:l. e1 16 �f6 l:l. b1 17 �e7 eS 18 g4 l:l. cl+ 19 �b3 �dS!. Ahora 20 �d8 permite 20 ... �d4 21 � xa5 ..t xd3 22 liJ f6 l:l. b l + 23 �a2 q¡,c2 ! . ganando. Las blancas se rindieron -
244
EL VERDADERO VALOR DE LAS PI EZAS EN AJEDREZ
después de 20 .i.gS .J:r. b1+ 21 wc2 .J:r. h1 22 � b3 .J:r. h3! 23 lü f6+ q.,d4 24 lü xh7 .:. xd3+ 25 wc2 a4 26 .i.e7 .:. c3+ 27 wb1 .J:r. c7. Examinemos ahora el punto de vista de las piezas.
Taimanov - Sherbakov Campeonato de la URSS 1955
Juegan blancas
Las blancas pueden forzar aconteci mientos con 1 lü xf6 lüxf6 2 .i.e3, amena zando .i.b6 y .i.d4. Pero después de 2 .J:r. xe6 3 .i.b6 .J:r. e5 ! , no tienen nada mejor que tablas por repetición de jugadas (4 .i.d4 .J:r. e6 5 .i.b6 .J:r. e5). La posición blanca parece demasiado buena para eso, de modo que: 1 .:. xf6? lü xf6 2 .i.h6+ Wh8 3 lüxf6 .J:r. xe6 4 lüdS A primera vista, esto parecía favorable a las blancas. Por ejemplo: 4 .:. xe4 5 Wf2, pero las negras pueden atacar el flan co de dama con 5 ... .:. d4. Sin embargo, en contraron un mejor plan: crear un peón pasado en cada flanco. 4 - gS! s .i.f8 �g8 6 .i.e7 q.,n
Ahora. 7 .i.xg5 pierde por 7 ... .J:r. g6, lo mismo que dos jugadas antes. 7 .i.d8 .J:r. xe4 Puesto que 8 .i.xa5 pierde, por 8 .J:r. e5, el juego prosiguió así: s wrz .J:r. d4 9 lLle3 .J:r. d3 10 .i.xaS .J:r. xb3 u we2 �e6! u b3 hS 13 .i.ds dS 14 �d2 d4 1S lüc2 .J:r. xb3 16 .i.xgS �fS 17 .i.e7 b3 18 lüxd4+ we4
En este tipo de final, las piezas normal mente tienen posibilidades de tablas, sacri ficando una de las piezas por el peón más peligroso. Pero el final puede ser muy difí cil. Aquí, por ejemplo. las blancas dejaron escapar unas tablas de libro ( 1 9 lüxb3 ! .J:r. xb3 20 we2). Después de 19 lübS? h4 20 lüc3+ q.,d4 21 lüb5+ wc4 22 lüa3+ wdS 23 aS, las ne gras ganarían fácilmente con 23 ... .:. h2+ y 24 .. h3. Pero cometieron un grave error, al repetir el de la famosa partida entre los dos Lasker de Nueva York 1 924, al que darse con un solo peón: 23 b2?? 24 .i.xh4! .:. xh4 25 wc3. ( d) Cuando la torre tiene columnas abiertas. Ésta es otra preocupación prioritaria, al decidirse por el trueque piezas por to rre. La torre necesita tener acceso al me.
•••
TORRE CONTRA PIEZAS MENORES
nos a una columna, con una vía de pene tración, en la primera o segunda filas con trarias, a fm de poder alcanzar objetivos.
Hort Hübner Bundesliga 1 981 -
1 e4 c5 2 lLJB d6 3 .t bS+ .t d7 4 .t xd7+ 1Wxd7 S 0-0 ltlc6 6 d ltlf6 7 1We2 e6 8 d4 cxd4 9 cxd4 dS 10 eS ltle4 ll ltlbd2 ltlxd2 12 .txd2 .t e7 13 %l ad 0-0 14 %l c2 %l ac8 15 : rct a6 16 h4?
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%l c2 26 .tc3 g5 ! ). o avanzado el medio juego (24 1Wg5 1Wb1 + 25 �h2 1Wxb2). 22 ... �g8? 23 b4 %l c8! 24 .t e3 1Wd1+ 25 �b2 1WhS! 26 g3 %l d 27 a4 %l b3 La torre se impone, porque 28 .td2 pierde, por 28 ... g5 ! . Las negras ganaron después de 28 �g2 %l xb4 29 aS %l b1. Si, de todos modos, la torre dispone de numerosas columnas -pero ninguna forma de alcanzar objetivos-. la tendencia se inclina a favor de las piezas, que pueden realizar una notable labor quitando a la torre puntos de penetración. Como el rey a menudo se suma a la lucha contra la to rre, el resultado es que no son sólo dos pie zas las que combaten contra la torre, sino tres. ruescas
Speelman Linares 1992
16 - .t xb4! Aunque sus piezas menores son exce lentes, las negras las entregan. A cambio sólo pueden conseguir un peón y ni siquie ra forzar un final. Pero la única columna abierta marca toda la diferencia. 17 %l xc6 Las negras conservan un segundo peón, en caso de 1 7 ltlxb4 ltlxd4 18 1Wd3 ltl xc2 19 %l xc2 %l xc2 20 1Wxc2 %l c8. El factor decisivo entonces es que las blancas no consiguen seUar la columna e (21 .t c3? 1Wd8! 22 ltlf3 d4). 17 - %l xc6 18 ltlxh4 %l xd+ 19 .txd 1Wa4 20 1Wg4 �b8 21 a3 1Wc2 22 1Wf4 Ahora, 22 ... %l c8 ! 23 .t e3 1We4 habría ganado el fmal (24 1Wxe4 dxe4 25 .t d2
-
Juegan blancas
Las piezas pesadas negras parecen compensar la diferencia material, pero es sólo una ilusión. 1 ltld! 1Wd4+ Las piezas mayores quedan descoloca das tras 1 1Wf5 2 �g2 1Wd3 3 1Wd 1 ! %l e3 4 �f2.
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PI EZAS EN AJEDREZ
2 'iVxd4 exd4 La torre ocupa ya un punto de penetra ción en f3. y las blancas deben tener mu cho cuidado si no quieren que alcance otros. Por ejemplo: 3 IJJ d l l:l d3! 4 11Jf2 l:l d3 5 .Q.c l l:l a2 6 /1Jd3 rj;}f7 7 h3 rj;Je6. 3 11JbS! Las piezas pueden encerrar a la torre en caso de 3 ... l:l d3 4 wn l:l d2 5 .Q.xd4. ya que 5 ... a6 se replica con 6 rj;Je l . 3 - d3 4 .Q.d No 3 .Q.c3? a6 4 /1Jd4 d2 5 .Q.xd2 l:l d3. 4 - a6 S /1Jc3! La torre tiene cuatro columnas dispo nibles, pero el alfil cierra una de ellas, el caballo cierra una segunda y el rey blan co y las piezas se aseguran de que las co lumnas e y f permanezcan impenetrables. Son tres piezas contra una, puesto que el rey negro no puede ayudar a su torre a penetrar. Las blancas se tomaron su tiempo para ganar el peón d, S : f6 6 h4 WrT 7 .Q.f4 l:l c6 8 .Q.dl we6 9 rj;Jfl rj;JeS 10 rj;Je3 l:l g6 11 .Q.e1 rj;} fS U rj;}xd3, y completar e l pro ceso técnico. ...
EMPLEO DE LOS CRITERIOS Estos criterios -que se alcance un final. el grado de coordinación entre las piezas, qué bando ejerce la iniciativa y si hay co lumnas abiertas y peones en ambos flan cos- deberían emplearse para evaluar casi todas las transacciones de piezas por torre. Estos factores normalmente tienen más influencia sobre quién está mejor que el número de peones que entran en la opera ción. Un buen modelo es la Variante Dil worth de la Ruy López, después de 1 e4 eS 2 /1Jf3 /1Jc6 3 .Q.bS a6 4 .Q.a4 11Jf6 S 0-0 /1Jxe4 6 d4 bS 7 .Q.b3 dS 8 dxeS .Q.e6 9 c3
.Q.cS 10 IJJ bdl 0-0 11 .Q.cl /1Jxf2 U l:l x fl f6. Una de las viejas líneas principales si gue así: 13 exf6 .Q. xfl+ 14 rj;} xfl 1Wxf6 15 IJJ O IJJ eS 16 rj;}g1 /1J xf3+ 17 gxf3 'ifxf3 18 'iVxf3 l:l xf3
Las negras tienen torre y dos peones por las dos piezas menores, pero carecen de perspectivas inmediatas de crear un peón pasado. Lo que hace que la posición sea favorable a las negras es que cumple la mayoría de las condiciones ideales: Han llegado a un final. Hay columnas abiertas para sus torres y peones en ambos flancos. Su oponente tiene un alfil de casi llas negras muy bueno. pero sus piezas no están especialmente bien coordinadas. Y gracias a la debilidad de la segunda fila, las negras tienen buenas posibilidades de con servar la iniciativa. Cuando esta variante comenzó a apa recer en el ajedrez magistral, las blancas cambiaban torres y bloqueaban los peo nes. Pero desde entonces las negras han comenzado a obtener muy buenos resulta dos. ganando casi la mitad de las partidas y haciendo tablas el resto. La vulnerabilidad del rey blanco, ante ... .Q.e6 y ... l:l e8-e6, ayudó a inclinar los resultados del lado ne gro. Un ejemplo instructivo lo constituye
TORRE CONTRA PIEZAS MENORES
la partida García-Bartis, Mar del Plata 1 975, que siguió así: 19 .i.e3 .i.h3 20 .i.c5 1:. e8 21 lüg3 hS Era mejor 2 1 ... g6 y 22 .. h5, y la ven taja negra es clara. 22 lü xhS Invertir el desequilibrio (22 .i.g6! l:. e5 23 .i.xh5 1:. xg3+ 24 hxg3 1:. xh5) ofrece buenas posibilidades de tablas, gracias a los alfiles de diferente color. Lo cierto es que varias tablas (después de 18 ... l:. xf3) se han derivado de que las blancas devol viesen la pieza para alcanzar un final de torre y alfiles de distinto color. 22 - 1:. e2 23 .i.b3 c:6 Las torres deben ganar ahora peones (24 l:. bl l:. xb2!). 24 lüg3 1:. xb2 25 .i.d4 aS También era bueno 25 .. l:. d3. amena zando 26 . 1:. dd2. 26 : el a4 27 .i.d1 .
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El peón a ganó rápidamente (33 �g3 l:. d2 34 .i.e3 l:. d3 35 .i.c5 a3). Una segunda situación se produce in mediatamente al salir de una línea teórica de la Defensa Petrov, que comienza con 1 e4 eS 2 lüD lüf6 3 d4 lüxe4 4 .i.d3 d5 S lü xeS .i.d6 6 0-0 0-0 7 c4 .i.xeS 8 dxeS lüc:6. Desde los años ochenta, la mejor lí nea de juego para ambos bandos se consi dera 9 cxdS 'ii xdS 10 'it'c2 lüb4 11 .i.xe4 li:)xc2 12 .i.xdS .i.fS 13 g4! .i.xg4 14 .i.e4 lü xa1 15 .i.f4 f5 16 .i.dS+ �h8 17 l:. ct c:6 18 .i.g2 : fd8 19 lüd2
.
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27 - l:. b1! Si las blancas cambian torres (28 .i.xf3 l:. xe l +). no tienen con qué proteger su peón a, ni frenar al negro. Pero no dispo nen de jugadas útiles. 21 lüh1 : rs 28 lüg3 : o 29 lüh1 b4! 30 .i.xf3 l:. xel+ 31 �fl l:. a1 32 cxb4 l:. xa2+
Las blancas tienen calidad y peón me nos, pero el caballo negro está encerrado, de modo que es previsible que queden con alfil y caballo contra torre y uno o dos peones. Algunos de los mejores jugadores del mundo han buscado mejoras para am bos bandos. Anand entró una vez en el final de pie zas menores, con peón de ventaja, contra Kasparov ( 1 9 1:. xd2 20 .i. xd2 1:. d8 21 .i.c3 l:. d l + 22 l:. xd 1 .i.xd l ) y consiguió rescatar a su caballo y hacer tablas, con 23 f4 lüc2 24 �f2 �g8 25 a4 a5 26 .i.xa5 lüd4. 19 - h6 20 h4 l:. d3! Las blancas consolidan y mantienen
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EL VERDADERO VALOR DE LAS P I EZAS EN AJEDREZ
una significativa ventaja, después de 20 ... l:t d4 21 �e3 l:t b4 22 b3, o de 22 l:t xa1 f4 23 �c5 l:t xb2 24 lüb3. 21 �fi! La idea de las negras es contraatacar después de 21 .:t xa l , con 21 ... g5 ! 22 hxg5 hxg5 23 �xg5 l:t g8 24 �f6+ �h7, a lo que puede seguir 25 lüfl f4 26 �h2 l:t g6 ! . 2 1 l:t d4 22 �e3 l:t dS 23 l:t xal l:t xeS 24 lüc4 Las negras tienen torre y dos peones por las piezas, pero los alfiles blancos son fuertes. Por ejemplo: 24 l:t e4 25 �d3 .:t e6 26 f4 .:t d8 27 �c2 y lüe5, como indi có Tunman. Su victoria sobre Yusupov. en su match de Candidatos de 1 992, siguió así: 24 .:t dS 25 �gl l:t bS 26 .:t el. y cuando las negras entregaron un peón para eliminar torres del tablero, quedaron perdidas, 26 l:t d8 27 �xa7 l:t dl 28 l:t xdl �xdl 29 �d4 f4 30 �e4. La tentativa por mejorar las po sibilidades negras, con 24 .:t e6, falló, después de 25 f4! �f3 26 lüe5. Esto es típico de las posiciones de torre contra piezas. a saber, que las piezas tienen más recursos y el jugador que las posee de be pensar más que su oponente. Aunque la teórica línea divisoria esté fijada en un peón y medio. muchos jugadores preferi rían las blancas. -
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cado es tan importante que el desequili brio no suele durar mucho pues, o bien el ataque prevalece o su oponente devuelve una de las calidades u otro material. El ejemplo más conocido de sacrificio de la doble calidad a largo plazo se planteó en la partida Lilienthal-Ragozin, Moscú 1935, en la que las negras obtuvieron dos peones pasados y unidos a modo de com pensación. Las blancas devolvieron una calidad cuando los peones alcanzaron su sexta casilla, y se rindieron cuando llega ron a la séptima . Si la ventaja de una doble calidad se prolonga hasta el final, normalmente re sulta decisiva. La poca experiencia prácti ca que existe con este desequilibrio material sugiere que el jugador con las pie zas menores necesita, al menos, dos peo nes extra para poder resistir.
Kotov - Najdoñ Torneo de Candidatos 1 953
IRREGULARES Hay algunos otros desequilibrios relacio nados con torres y piezas que no son fácil mente encasillables y que, por esta razón. han sido en general ignorados por los teó ricos. El primero de ellos es la doble calidad. que normalmente se produce hacia el final del medio juego. mediante dos sacrificios separados. La cantidad de material sacrifi-
Juegan blancas
1 l:t xd6+! �xd6 2 lü xfS+ �c6 Najdorf. en su libro del torneo (de dos volúmenes), dijo que lo correcto era 2 �e6!, después de lo cual las negras tenían
TORRE CONTRA PIEZAS MENORES
"algunas posibilidades", como, por ejem plo, en caso de 3 ltJd4+ q;n 4 ltJxe4 %l xb2+ 5 �f3 h5. 3 ltJxe4 %l xb2+ 4 q;o %lb4 5 ltJfg3 %l aa4 6 b5 %l a3+ Pero Bronstein, e n s u libro El ajedrez de torneo, indica que el principal obstácu lo de las negras era decidir a qué debían jugar. "El principal problema de Najdoñ es que no sabe si jugar a ganar o pensar en cómo salvar la partida··. escribió. 7 �g4 �d7 8 g6 Las blancas evitaron 8 ltJf6+ y 9 ltJxh7, porque las torres pueden volverse peligro sas. Una línea es 8 ... �e6 9 ltJ xh7 %l aa4 10 ltJe2 : b2. Sin embargo. 10 ltJfB+ y 1 1 ltJg6 ofrecía posibilidades de ganar. Es mejor 8 ... �c6! 9 ltJ xh7 %l aa4 10 ltJe2 %l e4 1 1 q;o %l e7 ! 12 g6 %l a3+. 8 ... hxg6 9 hxg6 �e7 10 ltJfS+ �e6! No 10 �rs 1 1 g7+ q;n 12 ltJ4d6+ �g8 13 ltJe8!, y las blancas ganan. ll ltJrJ+ we7 12 ltJfS+ �e6
El juego siguió ahora con 13 g7 : a8 14 ltJegl %lg8 15 ltJh5 %l xf4+! 16 �xf4 %lxg1 17 ltJhxrJ+, y Kotov rechazó reiterada mente las propuestas de tablas de las ne gras, afirmando que análisis soviéticos (no publicados) demostraban que dos caballos
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podían dar mate a un rey solitario. Najdoñ no estaba muy contento. Otro raro desequilibrio es dos torres contra tres piezas menores. Como en el ca so de torre contra dos piezas menores, mu chos jugadores prefieren jugar con las piezas ligeras, porque sienten que tienen una ventaja natural. Pero no está claro que sea así, y desde luego no hay pruebas. En el torneo de Nottingham 1 936, Ale khine entró en una línea forzada contra Capablanca, que pensaba le dejaría con la ventaja de la doble calidad, a cambio de un peón. Pero no había calculado bien y Ca pablanca quedó con una tercera pieza me nor. Aunque Alekhine consiguió eliminar damas, sus torres no fueron rival suficiente para los dos alfiles, un caballo y peón de Capablanca. Esto llevó a pensar a algunos jugadores que tres piezas dominan, de forma natural, a dos torres, con independencia de los peo nes extra. Sin embargo, Steinitz había dicho que dos alfiles y un caballo sólo eran lige ramente superiores a dos torres. El informe de Kaufman sobre bases de datos reveló que había encontrado evidencias para apo yar esa opinión, pero dijo que la superiori dad de las piezas sólo era patente en el caso de que entre ellas se contasen los dos alfiles. Si las piezas eran dos caballos y alfil, entonces no había ventaja apreciable. Los peones extra pueden inclinar la balanza en uno u otro sentido, pero el ele mento crucial es qué bando puede organi zar mejor sus piezas. He aquí un ejemplo del medio juego.
Dvoiris Jalifman Simferopol 1988 -
1 e4 c5 2 ltJ f3 d6 3 d4 cxd4 4 ltJ xd4 ltJ f6 5 ltJc3 ltJc6 6 .i.g5 e6 7 lrdl a6 8 0-0-0 h6
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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ
9 ..ie3 lü xd4 10 ..ixd4 b5 11 f4 ..ie7 12 ..id3 b4 13 ltJa4 l:t b8 14 eS dxe5 15 ..i xe5 ..id7! 16 f5! ..i xa4 17 fxe6 0-0 18 exf7+ l:t xf7? Las negras descartaron 1 8 q¡, hs 1 9 ..i xb8 ... xb8, debido a 20 ..i g6, que favorecería a las blancas. de no ser por 20 ... ltJe4 ! , con la decisiva amenaza 21 ..i g5. 19 ..i xb8 'it'xb8 20 ..ic4 'it'e7 21 ..ixf7+ q¡,xn 22 l:l het ..if8 23 g3 a5 La posición no ha cambiado en esen cia: el mismo material y, virtualmente, la misma estructura de peones, desde el dia grama anterior. Pero gracias a la progre sión de sus piezas pesadas, las blancas tienen la posición ganada. Por ejemplo: 3 1 'it' xc7 3 2 ... x f8+ � h7 33 l:t e7 lü h5 34 'it'f7 b3 35 axb3 axb3 36 'it'xb3. 31 'it'd6 32 l:t a7 ..i c6 33 l:t d1 'it'c5 34 l:t c7 La amenaza 35 l:t xc6 condujo al Zugz wang: 34 lü h7 35 l:t c8! a3 36 �b1 b3 37 axb3 a2+ 38 q¡,xa2 ... xc2 39 l:t d7!, y las negras se rindieron. •••
•••
Como consecuencia del cálculo erró neo de las negras, sus tres piezas menores deben luchar contra las dos torres y un peón. La tabla indica que las blancas están mucho mejor, pero esto sólo es cierto cuando las negras no consiguen coordinar bien sus piezas. 24 'it'e2 ..id7 25 ...eS! ...a7? El cambio de damas mejoraría las pers pectivas de los peones blancos en el ala de dama, pero ahora las piezas mayores invaden. 26 l:t d4! a4 27 l:t c4 q¡,g9 28 l:t c7 ,..fl 29 ...e2 'it'b6? A pesar de la posición mejorada de la torre dama blanca, las negras deberían cambiar. 30 'it'c4+ �h8 31 ,..f7!
Otro equilibro, todavía más raro, se produjo en la siguiente partida:
Smyslov Bronstein Campeonato de la URSS 1 951 -
(Ver diagrama 367.)
1 ..ic3! Ahora pueden producirse tres distintos desequilibrios: (a) Con 1 ... ..ixc3 2 lüxc3 ..i c4, las ne gras conservan tres peones por pieza y tie nen "posibilidades prácticas de organizar una defensa", escribió Smyslov.
TORRE CONTRA P I EZAS MENORES
Juegan blancas
(b) Con 1 ... .ixa2 2 ll xb2 �xb2 3 .ixh8 f6, las negras quedan, momentáneamente, con cuatro peones por dos piezas menores. Pero aunque el alfil de h8 sobreviva, que dará fuera de juego, mientras que las ne gras pueden avanzar sus peones del flanco de dama. Esto convenció, por lo visto, a las ne gras para decidirse por: 1 - .ixa2? 2 ll xb2 � xb2 (Ver diagrama 368.)
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6 c;Pxe2 c;Pd7 7 ll d1!
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3 .ixb2! Pero evaluaron mal el tercer desequili brio posible, de tres piezas menores contra torre y cuatro peones. Las piezas blancas entran rápidamente en acción. Por ejem plo: 3 .. f6 4 eS fxe5 5 .ixb7. 3 : g8 4 �rz .ic4 5 �f3 .ixe2 Esto produce mala impresión, pero 5 ... b5 6 �d2 habría forzado el cambio en cualquier caso.
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7 - a5 8 �eS+ c;Pc7 También era malo 8 ... <;PeS 9 �c4 b5 10 eS, lo mismo que 8 ... c;P e6 9 f5+ gxf5 1 0 exf5+ c;Pxf5 1 1 g4+. 9 �xf7 Las piezas blancas tienen más peso que el ejército de peones enemigos, y ganaron después de 9 - a4 10 e5 a3 11 .ial ll ge8 12 � g5! l:ta5 13 �e6+ c;Pd7 14 .id5 a2 15 g4!.
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