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Empresa y derechos humanos
¿Por qué cada vez adquieren más importancia? Tras la aprobación de un nuevo marco rector por parte de Naciones Unidas, las empresas se enfrentan al reto de adaptar su gestión de los derechos humanos y exigir mayor control sobre ello. El desarrollo de modelos de negocio que integren capas de la sociedad excluidas es otro de los puntos en los que se quiere trabajar
Ángel Fraile Director de RSC de Endesa
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a aprobación unánime, el 16 de junio de 2011, por parte del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, de los Principios Rectores de Naciones Unidas para Empresas y Derechos Humanos ha supuesto un punto de inflexión inf lexión y un cambio de enfoque en el posicionamiento de las empresas en lo relativo a la gestión de los derechos humanos. A partir parti r de la aparición de este marco, ma rco, el binomio empresas-derechos humanos ha pasado al primer plano de la agenda pública, obteniendo una notoriedad global que no había tenido hasta el momento, y las empresas han empezado a ajustar sus políticas y procedimientos a estos nuevos Principios Rectores, que atribuyen con claridad la obligación del Estado de proteger los los derechos humanos humanos y la responsabilidad
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de las empresas de respetarlos, además de describir el este tema por parte de las empresas ha crecido de derecho de las víctimas a tener acceso a la reparación. forma ininterrumpida en los últimos años desde diSi bien una de las principales consecuencias de la versos frentes. aparición de este marco ha sido la creación de Planes Nacionales de Empresas y Derechos Humanos, lo cier- COMUNIDAD FINANCIERA to es que no hay una directriz común sobre el enfoque La inversión socialmente responsable está experimen y los contenidos que debe tener un plan de este tipo. tando un crecimiento exponencial. No solo por el in Así, su elaboración afronta numerosos desafíos, y es- cremento de los fondos gestionados por entidades to puede explicar por qué los planes hasta ahora apro- socialmente responsables (que guían sus decisiones bados son bastante limitados, y los que están en cur- de inversión según el desempeño en materia social, so encuentran tantas dificultades para aprobarse. ambiental y ética de las empresas), sino también porLo que resulta indudable es que hay algunos indi- que los inversores tradicionales empiezan a incorpocadores claros de que las empresas deberían adaptar rar criterios ESG (environmental, social and governansu gestión de los derechos humanos a este marco – ce). Índices tan prestigiosos como el Dow Jones de algo que las compañías líderes ya están haciendo–; Sostenibilidad (DJSI, por sus siglas en inglés) han dado que la exigencia de un mayor control sobre comenzado a incorporar principios específi- ➤➤➤
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cos sobre derechos humanos dentro del con- cuentas anuales si los requerimientos en estas mate junto de criterios cuyo desempeño por parte de las rias no son atendidos. Este activismo accionarial auempresas evalúan. El índice medioambiental y ético mentó en 2013 en un 9% a nivel mundial. Footsie4Good, por su parte, exige la existencia de una política formal en derechos humanos y de un análisis MARCOS INTERNACIONALES Y NACIONALES de impacto. Y, en general, los inversores instituciona- Si bien es cierto que los marcos existentes en esta les reclaman cada vez más una gestión de este tipo de materia son de carácter voluntario en todo a quello temas, especialmente a nivel internacional, aunque que vaya más allá de las legislaciones nacionales, es lo cierto es que, a nivel doméstico, las cifras son reve- innegable la tendencia que se está produciendo en ladoramente distintas, como demuestran los estudios el ámbito de los derechos humanos, y tiene cierto realizados. paralelismo con lo sucedido con otras materias, como las medioambientales: soft law, o marcos normativos voluntarios, que desembocan en marcos regulatorios obligatorios en lo que respecta al deber de informar sobre el grado de desempeño en la materia. Aunque en España está comenzando, otro fenómeno En el ámbito ambiental, por ejemplo, esto ha acabado desembocando en marcos regulatorios obligatorelacionado con la inversión socialmente responsable es rios, no ya sobre el reporting , sino sobre la propia actividad empresarial. Así, preparar a la empresa el del activismo accionarial, cuya gestión ya empieza a para estos entornos regulatorios proporciona una ventaja competitiva añadida a la propia ventaja comreclamarse en las Juntas Generales de Accionistas petitiva, que genera una gestión integrada de los ➤➤➤
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El SRI Study 2014 , elaborado por Eurosif, arroja un crecimiento significativo en todas las estrategias de inversión que toman variables de sostenibilidad en consideración en Europa, desde el 22% en inversiones temáticas hasta el 132% en las inversiones de impacto. Todas las estrategias de ISR (inversión socialmente responsable) han experimentado crecimientos de dos dígitos, doblando la performance de las bolsas de la UE, y aunque la estrategia dominante sigue siendo la exclusión (con siete millones de euros de activos bajo gestión), se consolidan las inversiones de impacto, las de diálogo accionarial y votación, las basadas en normas y las de integración de criterios ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno), que se cifran en un 12% de activos bajo gestión. Es cada vez más frecuente en los roadshows internacionales que, entre las preguntas que realizan los analistas que emitirán sus recomendaciones de com pra o venta de los valores, incluyan alguna sobre as pectos de gestión de derechos humanos en la cadena de suministro, en países en conflicto, etc. En este sentido, otro fenómeno relacionado con la inversión socialmente responsable es el del activismo accionarial. Aunque en España solo está comenzando a producirse, la reclamación de una mejor gestión en temas relacionados con derechos humanos en las Juntas Generales de Accionistas es una estrategia con bastante más experiencia a nivel internacional, llegando, en extremos, a bloquear la aprobación de las
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riesgos y oportunidades asociados a la responsabi- nen. Pero la tendencia general en todos los mercados lidad de la empresa de respetar los derechos huma- es creciente, e incluso las reacciones puntuales, por nos y promover su respeto. su intensidad, no pueden ser obviadas. Son clásicos, Así, aunque no está exclusivamente relacionado con por ejemplo, casos como los experimentados en el los derechos humanos, uno de los elementos que más dinamismo ha proporcionado es la reciente aprobación de la Directiva sobre información no financiera, que obliga a las empresas de más de quinientos traba jadores, y que superen una facturación de cuarenta La innovación social, es decir, el desarrollo de modelos millones de euros, a proporcionar información –o a explicar por qué no la proporcionan– sobre sus impac- de negocio que sean integradores de capas de la sociedad tos medioambientales, sociales y en materia anticorrupción. Unas seis mil empresas se verán afectadas excluidas, es uno de los puntos en los que la Unión por esta medida, que, finalmente, salió más descafeinada de lo que pretendían Francia, Dinamarca y Bél- Europea quiere trabajar con empresas y sociedad civil gica, por la oposición de Alemania, Polonia y el Reino Unido. A pesar de ello, la obligación de reportar esa información no financiera va a suponer, sin duda, otro sector petrolero: Shell decidió en el año 1995 hundir impulso para que las empresas más reacias se vean una plataforma en el mar del Norte, en lugar de desanimadas a incorporar en su gestión estos temas. mantelarla en tierra, porque era más barato, a pesar Por otra parte, el Consejo de Derechos Humanos de los posibles daños ambientales y en cuanto a la de Naciones Unidas votó a mediados de 2014 a favor, calidad de vida de las personas. Tras esta decisión se aunque no de forma unánime, de una resolución pa- originó una de las campañas de boicot más feroces, ra desarrollar un tratado internacional que imponga que derivó en que miles de consumidores y municiobligaciones extraterritoriales a las multinacionales, pios dejaron de comprar a Shell, en el incendio de en referencia a abusos respecto a los derechos huma- gasolineras y en el envío de car tas bomba en Hamnos. La Dirección General de Comercio de la Unión burgo y Bonn, cifrándose la caída de ventas en Austria Europea incluye ya en todos sus acuerdos comercia- entre un 10% y un 15%. Otro referente vino de la males un capítulo sobre desarrollo sostenible y respon- no de Nike cuando, en 1991, comenzaron a publicarsabilidad social corporativa, y la Dirección General se una serie de artículos sobre las condiciones de sus de Desarrollo ha manifestado que desea trabajar de trabajadores en Asia, que llevaron a la celebración de forma conjunta con las empresas en los países en de- “rallies anti-Nike” en cincuenta ciudades de EE. UU. y sarrollo, incluyendo el control del cumplimiento de otros once países. Las ventas de Nike bajaron de 9.600 la responsabilidad social corporativa, con foco en el MM de dólares en 1998 a 8.800 MM de dólares en 1999. cumplimiento de los derechos humanos. La innova- Recientemente, en Estados Unidos, compañías como ción social, es decir, el desarrollo y aplicación de nue- Coca-Cola o Ben & Jerry's han visto afectadas sus vas ideas para satisfacer las necesidades sociales y ventas por su oposición al etiquetado de alimentos crear nuevas relaciones sociales o colaboraciones, es que contienen organismos modificados genéticamenuno de los puntos en los que la Unión Europea qu iere te; aunque las campañas de boicot no siempre son trabajar con empresas y sociedad civil. exitosas ni duraderas.
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SOCIEDAD CIVIL
Los clientes han venido también ejerciendo una pre- De modo similar a los clientes, la sociedad civil en sión cada vez mayor sobre las empresas para que general, las personas potencialmente afectadas por consideren estos temas dentro de su agenda. Es cier- la actividad de las empresas y las organizaciones no to que, en la mayoría de los casos, son reacciones gubernamentales han incrementado su conciencia puntuales ante casos flagrantes de incumplimiento. ción y, cada vez más, reclaman el respeto de sus dereEs también cierto que depende mucho de las socie- chos y la reparación en caso de considerar que son dades, y, en concreto, en Europa, las sociedades del vulneradas por las empresas. La “licencia para operar” norte presentan un grado mucho mayor de concien- de las empresas está directamente relacionada con ciación y de respuesta en términos de premio a las su capacidad de demostrar a las sociedades en las que empresas excelentes en su gestión de los derechos operan que sus beneficios están ligados al desarrollo humanos y de castigo a las que peor desempeño tie- de esas sociedades, y no supone una vulnera- ➤➤➤
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ción de los derechos de sus miembros. Cuando la empresa no es capaz de mostrar esto con claridad, las consecuencias para ella pueden ser drásticas: paralización de proyectos extractivos o de infraestructuras hasta el desistimiento final, con las consecuencias económicas que implica perder el dinero invertido o que las instalaciones entren en funcionamiento y empiecen a generar dinero con meses de retraso. ➤➤➤
OPORTUNIDADES DE NEGOCIO
Hasta aquí, lo expuesto en el artículo intenta demostrar que la evolución del entorno ha hecho que la gestión estructurada de los derechos humanos sea cada vez más relevante, como parte de una gestión de riesgos avanzada. Sin embargo, lo que muchas veces se olvida es que una gestión adecuada de la relación empresa-derechos humanos puede suponer una oportunidad de negocio relevante. Y aquí es donde entra la innovación social. El papel de la empresa no solo como entidad que respeta los derechos humanos, sino incluso como promotora, puede abrir un abanico de productos y servicios. Los negocios de base de la pirámide Sin duda, este es un camino en el que queda mucho apuntan claramente en esa dirección, proporcionando por recorrer y donde es, si cabe, aún más necesario el de forma inclusiva el acceso a bienes y servicios a am- trabajo colaborativo entre las empresas y la sociedad
Queda mucho camino por recorrer en el ámbito de los derechos humanos, y es necesario el trabajo colaborativo entre las empresas y la sociedad civil para desarrollar productos y servicios que, generando beneficios para aquellas, mejoren el disfrute de los derechos fundamentales de sus clientes plias capas de la población hasta ahora excluidas de civil para desarrollar productos y servicios que, geneellos. Por ejemplo, algunas empresas energéticas per- rando beneficios para aquellas, mejoren el disfrute de miten a sus clientes el intercambio de residuos recicla- los derechos fundamentales de sus clientes. bles por descuentos equivalentes al valor de lo reciclaLo que sí parece claro, en todo caso, es que no resdo en su factura energética, lo que posibilita a la petar los derechos humanos por parte de las empresas, empresa obtener ingresos, y al cliente tener acceso a a pesar de las claras dificultades de aquellos que han la electricidad y mejorar su calidad de vida, además de visto sus derechos vulnerados para reclamar la repareducir el impacto ambiental y sanitario de los residuos ración, tiene consecuencias de toda índole para ella s. abandonados. Otro ejemplo son las soluciones de em- Por supuesto, pérdida de reputación, pero también, presas de telecomunicaciones para facilitar el uso de para quienes por desgracia solo se guíen por los fríos teléfonos móviles a personas con capacidades auditi- números, otro tipo de consecuencias más concretas. vas o visuales reducidas, o para permitir a los padres Es el caso del exdirector de Eternit, la empresa que controlar mejor a sus menores y proteger su privacidad durante años provocó enfermedades mortales a sus en el uso de Internet. Eso puede suponer una ventaja trabajadores y a los habitantes de las comunidades competitiva para la empresa que desarrolla el produc- italianas donde tenía sus fábricas por la inhalación to, y a su vez está garantizando mejor los derechos de de las partículas generadas, que fue condenado a dielos clientes de las empresas. ciocho años de cárcel, y la empresa fue condenada a
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pagar un total de 170 MM de euros. Shell, por su parte, tuvo que pagar 15,5 MM de dólares a la familia del activista de la etnia ogoni en Nigeria que fue asesinado por su oposición a las actividades de la petrolera en su comunidad, para así evitar el juicio. Es cierto que no siempre las puntuales vulneraciones de derechos humanos por parte de las empresas tienen consecuencias negativas para ellas. Y también es cierto que resulta poco alentador que, volviendo al ejemplo de Nike, comprobemos que los aprendizajes de errores pasados no son todo lo buenos que sería deseable, así como que las cadenas de suministro del textil siguen teniendo un claro recorrido de mejora. Lo que también parece cierto es que existe una tendencia de mayor exigencia por todos los grupos de interés y de mayor concienciación dentro de los gestores de las empresas.
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ALGUNOS RETOS RELEVANTES
Aunque tratar este tema con la profundidad necesaria daría para un libro entero, en este artículo hemos pretendido introducir cuál es el momento actual res pecto a los derechos humanos y las empresas. Hemos intentado explicar por qué cada vez tiene más importancia el asunto. Sabemos también que existe un marco global que proporciona claves sobre cómo estructurar esta gestión, y que ese marco está teniendo un desarrollo nacional a través de planes de empresas y derechos humanos. Para finalizar, recogemos algunos de los retos que presenta en la práctica el desarrollo de este tema:
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Apuesta real y coordinada de todos los Estados. Un
estudio de Daniel Kinderman, de la Universidad de Delaware, apuntaba cómo la Unión Europea ha ido dando bandazos en la responsabilidad social corporativa entre aproximaciones socioliberales inclinadas a fijar estándares exigibles y posiciones neoliberales en las que el Estado tiene un papel mucho más tímido de animador de la libertad empresarial. Pero un tema de fondo para sustentar una mayor o menor ambición en el empuje de la Unión Europea a estos temas es cómo esto puede afectar a la competitividad de las empresas europeas, cuando no existe un mismo terreno de juego para todos los jugadores, y en otros mercados no se exigen unos estándares tan elevados. En derechos humanos esto es especialmente dramático, porque la materia de la que se está tratando son los derechos fundamentales del ser humano. Pero una realidad tan incómoda como incontestable es que, nos guste o no, mientras no exi stan marcos internacionales comunes que no mermen la competitividad de unos mercados respecto a otros, la mayor exigencia de los Estados individuales a sus empresas, en relación con el aseguramiento del cumplimiento de los derechos humanos, se verá afectada. Necesidad de crear un verdadero clima de confianza y colaboración entre representantes de la sociedad civil y empresas. Más allá de las áreas de sostenibi-
lidad, en muchas empresas, la percepción ➤➤➤
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de las ONG está a años luz de aquella en la que pudieran ser verdaderamente integradas como agentes de mejora en determinados procesos de decisión o control de la gestión de dichas empresas. Manteniendo su independencia, las ONG deberían ser parte también de la solución que puedan aportar las empresas.
implica el deber de respetar los derechos humanos por parte de las empresas y los procedimientos para gestionarlo de forma ordenada.
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la solidez de las instituciones locales complican enormemente el deber de las empresas de respetar los derechos humanos. Un ejemplo muy sencillo y común es el derecho de reunión o de sindicación. Hay países donde está prohibido, lo que coloca en una situación delicada a las empresas que quieran operar en el país. La empresa puede ejercer cierta influencia en los gobiernos para mejorar ese marco legal, pero al final debe ajustarse a la regulación existente, y buscar soluciones imaginativas para no conculcar derechos fundamentales sin conculcar tampoco la legislación local.
Experiencia real en la aplicación del marco de los Principios Rectores. O dicho en términos anglosajones: expertise. Lo cierto es que, en varios
momentos de la metodología que propone dicho marco, se pide a las empresas que cuenten con expertos internos y externos en esta materia , pero lo cierto es que, precisamente por lo recien-
Argumentar la dificultad de controlar cadenas de suministro largas, complejas y voluminosas para que la empresa intente eximirse de su deber de respetar los derechos humanos no es aceptable. Sin embargo, el tamaño y el poder del proveedor respecto al comprador o el nivel de subcontratación hacen que, muchas veces, la empresa no pueda imponer sus condiciones te del tema, ese n ivel de experiencia todavía no existe. De hecho, muy pocos consultores han finalizado verdaderos procesos de due diligence en materia de derechos humanos, por lo que muchos de sus modelos son teóricos. Además, res pecto a la sociedad civil, presenta un problema de falta de medios. Si todas las empresas ahora deben conducir procesos de diligencia debida y construir políticas de derechos humanos con la participación de las ONG, las propias ONG pueden verse desbordadas por las peticiones de las empresas y no dar abasto. •
Solidez institucional. En ocasiones, el marco legal y
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Dificultad de gestionar la cadena de suministro.
Desde mi punto de vista, argumentar la dificultad de controlar cadenas de suministro largas, com plejas y voluminosas para que la empresa intente eximirse de su deber de respetar los derechos humanos no es aceptable. Sin embargo, las cadenas de suministro representan uno de los grandes retos en la aplicación práctica del deber de respeto de las empresas. El tamaño y el poder de negociación del proveedor respecto al comprador (por ejemplo, el que sea un proveedor crítico, único o de un tamaño mucho mayor), el nivel de subcontratación o la informalidad de determinadas economías hacen que, muchas veces, la empresa no pueda imponer sus condiciones al proveedor, e incluso, en ocasiones, no deba hacerlo, porque puede resulta r más perjudicial para los derechos humanos excluir al proveedor si no cumple determinados requisitos que identificar cuáles son esos incumplimientos y ayudarle a corregirlos progresivamente.
En todo caso, a pesar de que este es un cami no que apenas estamos empezando a recorrer, es seguro que todos los retos que presente serán superados. Lo que resulta innegable es que nuestra sociedad recla ma cada vez más a las empresas que, cuando presenten sus productos y servicios, estos no vengan manchados por violaciones de derechos humanos. ■
Falta de cultura y sensibilización sobre la materia.
Es necesario un conocimiento mucho mayor tanto en la sociedad en general como, sobre todo, en las empresas para comprender bien la relación de empresas y derechos humanos, los potenciales impactos de las primeras en los segundos, lo que
"Empresa y derechos humanos. ¿Por qué cada vez adquieren más importancia?". © Planeta DeAgostini Formación, S.L.