LA NUEVA LEY UNIVERSITARIA
La Nueva Ley Universitaria recoge no solo lo que requiere la Universidad Peruana en cuanto a la investigación y proyección social, sino la labor que tiene que hacer la comunidad y el país, indicando que esta es la relación que debe existir con el estado, la cual ha permanecido de espalda ante la problemática universitaria.
Una de las propuestas es plantear la creación de los vicerrectorados de investigación en todas las universidades como una alternativa para promover el desarrollo científico hasta convertirlo en la columna vertebral de la Universidad.
La Universidad peruana como parte de sus desafíos en el presente milenio, viene enfrentando la necesidad de elevar el nivel académico intelectual de los docentes como los niveles de formación universitaria. Estas acciones las estuvieron cumpliendo de diferentes formas, algunas universidades sometiéndose a procesos de calidad, otras emprendiendo la tarea de desarrollar un proceso de autoevaluación universitaria y la gran mayoría iniciándose esfuerzos aislados por elevar la calidad educativa universitaria, que esperamos en lo futuro, se convierta en un esfuerzo aislados más sistematizado de consenso de toda la comunidad universitaria y pueda impulsarse permanentemente en la búsqueda de esa calidad académica con el mejoramiento sostenido del servicio.
Se considera la autoevaluación y acreditación universitaria constituya herramientas indispensables de política, planificación y gestión universitaria que tendrá el carácter permanente debido al reconocimiento creciente de la necesidad de garantizar una efectiva calidad académica.
La nueva ley universitaria prioriza la promoción de la investigación, la producción científica y la creación de vicerrectorados de investigación en las diferentes universidades. El propósito es buscar los mecanismos de la calidad que desembocara en una acreditación nacional e internacional; permitiendo asegurar de la formación profesional para buscar la excelencia.
Los estudiantes seleccionaran la institución donde cursaran, además de certificar la calidad en función de sus objetivos declarados y de los criterios establecidos por la comunidad académica y profesional. Los estudiantes serán los primeros beneficiados porque ellos desarrollaran competencias genéricas y específicas que garantizaran su inserción en el campo laboral y estarán preparados para desempeñarse con las exigencias de competitividad que exige el contexto de nuestro siglo.
La Nueva Ley Universitaria impone la necesidad y la oportunidad histórica de actualizar la valoración de la diversidad cultural mejorando la calidad de vida y el desarrollo humano y profesional sostenible de nuestra sociedad; siendo la Universidad Peruana la que tiene un papel importante que cumplir, no sólo como productora de conocimiento, sino también como institución formadora de cuadros técnicos, profesionales, dirigentes y críticos.
La promulgación de una Nueva Ley Universitaria es una necesidad imperiosa pertinente al actual escenario que nos ofrece el presente siglo, garantizando la calidad, de tal manera que coadyuve en forma efectiva al desarrollo nacional. Los incidir en la innovación, generación de nuevas tecnologías, registro de patentes, movilidad docente y estudiantil, fortalecimiento de las redes de contactos, etc. Por lo que debe rediseñarse el sistema vigente y comprometerse a un colectivo institucional de más alto nivel que gestione la actividad, señalando y evaluando su visión y horizonte. La Nueva Ley Universitaria permitirá el fortalecimiento del sistema nacional de Ciencia Tecnología e Innovación, demandando de sus actores involucrados ampliar su agenda de trabajo; hará posible invertir en programas de capacitación e investigación universitaria, apoyando la movilización docente y estudiantil.
Esta Nueva Ley Universitaria demandará al gobierno central presupuesto para el desarrollo de la actividad de investigación, fortaleciendo las competencias del recurso humano, equipamiento de laboratorios con tecnología de punta; reiterando el compromiso de la docencia con el desarrollo de la investigación, en cumplimento de su responsabilidad social universitaria.
También democratizara la elección de autoridades universitarias con el "voto universal" para detener los actos de corrupción que campean en la mayoría de universidades del país.
La excelencia académica tiene que ver con democratización efectiva de la Universidad Peruana y por ende, con la producción y difusión que se ha perdido. Necesitamos una universidad productiva que responda a los desafíos actuales. Para ello, se requiere de universidades acreditadas que hagan investigación, ciencia, técnica, cultura y trabajos académicos que contribuyan efectivamente al desarrollo económico, nacional y social del Perú.
Esta Nueva Ley Universitaria pretende poner la Universidad al servicio del desarrollo social y nacional de nuestro país. La elección universal y directa para elegir a las autoridades, es la clave para mejorar el desempeño de las universidades y especialmente, para eliminar la corrupción que ha crecido exponencialmente.
La Universidad Peruana debe contar con sistemas administrativos sistematizados, automáticos con transparencia en tiempo real cuya innovación académica sea permanente, además se articule la Universidad con la sociedad, haciendo posible en los actores involucrados en un cambio de actitud que permita enrumbar al Perú hacia nuevos horizontes, en donde prime la concordancia, la armonía, el desarrollo económico, moral y ético; pilares para tener un desarrollo sostenido y que muy bien recoge la Nueva Ley Universitaria.
La Nueva Ley Universitaria debe respetar la autonomía universitaria que tiene varios componentes: el académico, que es el principal, comprende del currículo y el desarrollo de la libertad de catedra; la autonomía de gobierno vela por las atribuciones universitarias para organizar sus respectivos órganos de gobierno a través de procesos democráticos y el económico desenvolvimiento institucional de la universidad que pasa por el financiamiento de la formación profesional, la investigación y la proyección social, contando con los recursos económicos suficientes para alcanzar los fines dentro de los estándares de calidad en el desarrollo de la formación profesional.
Es fundamental que la Universidad Peruana se mantenga cerca de los problemas sociales. La autonomía es el clima adecuado de libertad que se requiere para el desarrollo de las ideas y del conocimiento. La autonomía tiene una primera manifestación en la libertad de pensamiento y la libertad de catedra. El hecho de que la Nueva Ley Universitaria hable de una superintendencia universitaria, demuestra un gran desconocimiento histórico y de la autonomía universitaria. Esto cercenaría por completo la libertad de ideas, junto a la autonomía académica, de gobierno, económica y administrativa.
Si bien es cierto que la Nueva Ley Universitaria se acerca a los nuevos paradigmas y retos a los que se enfrenta la universidad, la Nueva Ley Universitaria debe recoger las expectativas que todos tenemos de la universidad para el siglo XXI. La universidad es y será fuente permanente de racionalidad y la consolidación de una cultura nueva para el Perú en la era de la postmodernidad.
La Ley Universitaria que está por aprobarse debe modernizar la organización del gobierno de la Universidad pero manteniendo la democracia interna y asegurando que las libertades sean invulnerables en depura de la autonomía. Lo que necesitamos es que se incorporen aquellos elementos que faltan para el desarrollo universitario. Esta Nueva Ley Universitaria debe ser un debate con miras a mejorar el futuro de la Universidad Peruana. Debe ser una institución con criterios de calidad, de pertinencia y sostenibilidad en el tiempo, buscando convertirse en un ente rector universitario nacional.
Es indispensable en la Universidad Peruana promover la visibilidad de la producción científica que permita crear y gestionar una serie de herramientas como revistas científicas de calidad editorial y sus contenidos, incrementando la posibilidad de indización y el ascenso de la Universidad en el ranking internacional.
La calidad universitaria se alcanzara con una docencia capacitada, permanentemente actualizada con los últimos conocimientos universales adaptados a la realidad, además de contar con una buena infraestructura, equipamiento tecnológico y videotecas renovadas constantemente.
La misión fundamental de la universidad es el perfeccionamiento del ser humano. Contribuir a que los estudiantes y luego cuando egresen tengan un buen desempeño profesional, siendo una entidad que permite promover políticas de equidad, de igualdad de oportunidades y de articulación al interior de los sistemas universitarios heterogéneos y desiguales de la región.
La función reflexiva que asume la comunidad universitaria debe atender tanto al entorno actual de acelerado cambio, a fin de garantizar el posicionamiento permanente a ese entorno. La estructura institucional de la universidad, así como sus mecanismos de gestión deben ser eficientes productivos, además de elevar el nivel cultural, personal y social de los jóvenes.