Nombre de la Materia Problemas socioeconómicos y políticos que inciden en la educación
Nombre del Alumno César Augusto Gutiérrez Rodríguez
Nombre de la Tarea 1/4: Ensayo - La institución escolar y los problemas sociales actuales
Nombre de la Profesora Dra. Gloria Elvira Velasco Marzo 2018
INTRODUCCIÓN Pensar en la educación como un atributo que resignifica el ámbito social, es reconocer que las vías de transmisión de información y generación de conocimiento, ayudan a acercarse a la realidad. Sin embargo, esa realidad, desde la apropiación del conocimiento, también se ve constituida por la presencia de múltiples entes, entre ellos, el estado quien a través de las políticas públicas converge en una triada de mutua dependencia Estado – Sociedad – Educación.
La relación que hay entre la sociedad y el medio educativo es sinérgica, y permite que esta permanezca en constante evolución, teniendo en cuenta, no solo la realidad desde los aspectos sociales, políticos y económicos (especialmente en los procesos de globalización), sino también en aspectos culturales, donde se ven implícitos creencias, valores y heterogeneidad de pensamientos con el pasar del tiempo. Esto también es resultado del proceso de cambio de “la escuela tradicional”, enseñanza obligatoria, por la “escuela informal”, que empieza a implementar nuevas metodologías en los procesos de enseñanza-aprendizaje, influenciando en un gran porcentaje las costumbres de la sociedad, que finalmente se reflejan la conducta de los individuos, se habla entonces, de personalidades más autónomas y más complejas de manejar bajo normas establecidas.
El presente documento describe un ensayo sobre la compilación de tres importantes aportes a la influencia que tiene la sociedad en los procesos educativos y a su vez en el futuro de una sociedad.
DESARROLLO Iniciando con la educación como proceso e impacto social, existe un antes y un después de factores específicos como “unidad de la educación”, donde se hace referencia a la educación en la época de la ilustración (surgimiento de enciclopedias, creación de bibliotecas, hábitos de lectura), donde la familia era un núcleo y unidad de principios, mientras que la iglesia y los valores eran escenarios de una formación estricta y autoritaria, y pasando a otro prototipo del concepto de familia, donde pasan a tener protagonismo algunos componentes externos, los medios masivos de comunicación y la tecnología, donde la heterogeneidad moderna, es decir, pensamientos diferentes, se convierten de cierta manera en una nueva forma de desarrollo educativa. No se pueden afirmar que estas nuevas ideologías son de beneficio o problemáticas en la sociedad, simplemente, son características del constante cambio del mundo y sus transformaciones sociales.
Por otro lado, se empieza a tener una mayor confianza y creencia en el contexto pedagógico de las instituciones educativas, apoyando el ideal de que son el aporte al cambio de la sociedad y el crecimiento en el aprovechamiento de la información para generar conocimiento, ya que este es, el principal aliado del desarrollo. En términos de desarrollo, es importante citar la que el rol del estado y democracia, con imprescindibles, pues tratan de reconstruir políticas públicas basadas en un sistema de seguridad y de estado de derecho, su ausencia daría como resultado la falta de oportunidades y desigualdad social, factores que hacen imposible crear estrechas negociaciones a nivel internacional, viéndose directamente afectada la economía y dejando como consecuencias el desempleo, la violencia, corrupción, entre otras.
El estado debe ser un ente indispensable en la participación del diseño de políticas que apunten a un cumplimiento riguroso del derecho a la educación (prioridad del Gobierno), pues es la clave del rumbo al mejoramiento, es la base para la lucha contra la corrupción, respeto de todos los ciudadanos, docentes mejor preparados, estudiantes cada vez más motivados, logrando un mayor nivel de apropiación del conocimiento que aporten al beneficio social, a la investigación, proyectos científicos y emprendimiento.
En la actualidad, el conocimiento adquiere cada día mayor relevancia y de capital interés para el desarrollo de un país. Sin embargo, si el conocimiento es la base donde transitan las posibilidades desarrollistas sociales, económicas y científicas, estas deberían no solo responder a las necesidades actuales de los estados, sino a la concordancia de una calidad de vida de manera equitativa y justa para quienes lo habitan.
El Ministerio de Educación Nacional (2016), a través de sus políticas públicas, hace un esquema informativo del contexto educativo en Colombia, que indica una reducción de la tasa de pobreza y aumentó del empleo, tiene el sector público más pequeño (4% de la fuerza laboral), por debajo del porcentaje de la OCDE (11%), el nivel de ingresos se ubica en mediano alto, ampliación de la cobertura educativa y la baja tasa de asistencia educativa entre otros temas, mostrando desde una comparación estadística con otros referentes externos a la realidad colombiana, pero que poco tienen para aportarle al desarrollo de estrategias reales para enfrentar las condiciones educativas, sociales y económicas de la nación, de nada sirve decir que el nivel de ingresos se encuentra en mediano alto, cuando las desigualdades de ingreso son extremadamente distantes, siendo Colombia el segundo país con mayores desigualdades en américa y el caribe, sólo superado por Haití, según informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe-CEPAL (2016).
En ese sentido, estas desigualdades mantienen una alta tasa de pobreza, que aun con su reducción, no es suficiente. En Colombia, las desigualdades se pronuncian más en unos departamentos que en otros, Antioquia, Boyacá, Chocó, Huila y la Guajira presentan los índices más altos de desigualdad, mientras que departamentos como Atlántico, Córdoba, Cundinamarca, Meta, Risaralda y Sucre, presentan los índices más bajos (Sánchez, 2017). Según Arias (2017), de acuerdo con el informe “Panorama social de América Latina”, la pobreza y la pobreza extrema en Colombia aumentaron para el 2016, con respecto a años anteriores, 4,140.000, como pobres extremos.
Por otro lado, la educación como lo muestra el MEN (2016), sobre la idea de una ampliación de cobertura, se refiere a una inclusión de mayor cantidad de niños y niñas al sistema educativo, es decir referenciados en el número de matriculados. Sin embargo, esto no sugiere el mejoramiento de la calidad. Cobertura, no es sinónimo de calidad, pues esta última se encuentra ligada al ámbito social, pues debe estar fundamentada en un carácter socializador, vinculante a
los sistemas de producción para la calidad de vida de cada una de las personas que forman el estado y una distribución justa de ingresos.
Es importante, para Colombia, resaltar el progreso y responsabilidad que ha tenido en términos educativos, ha gestionado planes innovadores con fines de financiación y mejoramiento, por ejemplo, el programa todos a aprender para la educación básica, los programas de educación en tecnología y proceso de articulación con entidades como el SENA, quienes apoyan la formación laboral en el país. Sin embargo, esto no es suficiente, es importante trabajar en el mejoramiento de escuelas, colegios y universidades públicas, un mejoramiento en la calidad de vida de los educadores, pues con ellos se inicia a fortalecer un compromiso desde temprana edad (se busca cada vez, un mayor nivel de escolaridad), pero principalmente con agentes gubernamentales que ayuden en el progreso de la calidad de enseñanza y oportunidad para todos, donde estas intenciones prevalezcan en el tiempo y no se desmoronen como políticas de paso.
CONCLUSIONES
Alcanzar la calidad de vida esperada, es muy difícil de lograr si no se supera dificultades de desigualdad social, fomentando un sistema equitativo y justo, si la educación no es incluyente de las dinámicas sociales, que entre otras cosas debe asumir el carácter intercultural de la educación, como una condición que permita una mirada prospectiva del desarrollo social y desde diferentes concepciones culturales.
La educación debe ser el lugar donde exista una interacción y unidad entre el estado y la sociedad de una manera integradora de saberes, además de brindarle respuesta a necesidades reales, contextualizadas. La educación es la mejor forma de combatir la pobreza y disminuir la desigualdad. Por esto, se hace necesario replantear las políticas públicas en materia de educación, una donde la realidad social prime los intereses económicos.
Es en el marco de la educación donde se establecen las responsabilidades que determinan el destino de una nación, por eso, los modelos de financiación y asignación efectiva de los recursos para este, son las políticas que todo país debe ejercer, es indispensable promover programas de gestión de transportes escolares, alimentación y apoyo personal, buscando que ningún niño falte a su formación escolar, al igual que incentivar una política de educación superior gratuita, con el fin de tener un nivel de escolaridad más elevado, y con calidad.
Cuando los procesos de democracia sean transparentes y los dirigentes del país, correspondan al pueblo y entiendan que la corrupción es lo que más flagela nuestra sociedad, cada esfuerzo que se realice por mínimo que sea, dará los frutos esperados; mientras tanto, solo seguirán siendo sueños de una sociedad mejor.
“Sin sociedad no hay educación, y sin educación no hay sociedad”.
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Sánchez, R. (217). Desigualdad del ingreso en Colombia. Cuadernos de economía. 36 (72), 261 – 300. Tomado de http://fce.unal.edu.co/media/files/Sanchez_Junio_16.pdf