Estrés, Epidemia del siglo XXI http://www.sames.org.ar/index.php http://www.sames.org.ar/index.php?option=com_content ?option=com_content&view=article&id=90% &view=article&id=90%3A 3A
El Síndrome del Estrés fue descripto por el científico austrohúngaro Hans Selye en 1936, el nombre que él le dio fue Síndrome General de Adaptación. Él mismo buscó una palabra más simple que describiera lo que este cuadro clínico significa tomando la palabra STRESS de los físicos y los mecánicos que utilizaban este término para medir la resistencia de los materiales. Desde1992 la Real Academia Española (RAE) autoriza y con ello nos obliga a utilizar en nuestro idioma la palabra "estrés" que emplearemos de ahora en más.
DEFINAMOS EL ESTRES : Existen numerosas definiciones del estrés. Emplearemos una definición integradora para explicarla. Se entiende por estrés aquella situación en la cual las demandas externas (sociales) o las demandas internas (psicológicas) superan nuestra nuestra capacidad de respuesta. Se provoca así una alarma orgánica que actúa sobre los sistemas nervioso, cardiovascular, endocrino e inmunológico, produciendo un desequilibrio psicofísico y la consiguiente aparición de la enfermedad.
Esto significa que cualquier circunstancia que nos demande una respuesta psicofísica superior a nuestra capacidad de respuesta puede provocar estrés, en definitiva podríamos ejemplificarlo con una balanza: cuando las demandas psíquicas y sociales superan nuestra capacidad de respuesta, la balanza se inclina hacia el lado del estrés malo o distrés, por el contrario cuando nuestra capacidad de respuesta supera las demandas psíquicas psíquicas y sociales la balanza se inclina hacia el lado del estrés bueno o eustrés.
Es importante aclarar que el estrés es un proceso normal del organismo y de hecho no hay vida sin estrés. Lo que sucede es que es normal hasta un cierto punto (eustrés) más allá del cual se convierte en negativo y dañino al organismo y se denomina distrés.
Mecanismo de Producción del Estrés La vida cotidiana nos enfrenta a numerosas situaciones estresantes. Sin embargo cabe aclarar que una situación estresante no lo es por si misma, sino que depende de quien evalúe la situación. Es claro que una situación determinada puede resultar estresante para una persona y no para otra. ¿Qué es lo que determina 1
que una situación se estresante? En general la percepción de la persona que la evalúa. La percepción no es simplemente como se ven las cosas sino como se interpretan. Así, la percepción resulta ser desde el punto de vista psicológico, la evaluación de los hechos desde nuestros propios procesos emocionales y racionales. Esto explica por que un hecho determinado resulta estresante o amenazante para uno y no para otro.
Estrés agudo y estrés crónico ¿Por qué hace mal el estrés? Cuando enfrentamos un estresor o amenaza importante en forma repentina, se produce la reacción psicofísica de estrés activando nuestra mente y nuestro cuerpo para enfrentar la amenaza o estresor. Básicamente y en dos palabras, nuestra mente se activa ingresando en una condición de alarma o alerta aumentando sus capacidades psicométricas. Por otra parte, desde el punto de vista físico también se producen modificaciones para enfrentar la amenaza. Es así como entre otras activaciones aumenta la frecuencia cardiaca (taquicardia), aumenta la frecuencia respiratoria ( taquipnea), aumenta la presión arterial, etc. En el cuadro siguiente se enumeran algunas de las modificaciones psicofísicas como consecuencia de la activación de estrés agudo. Todas estas resultantes de la activación del sistema nervioso a través de la liberación de adrenalina y cortisol, hormonas estas que median el Síndrome del Estrés. Estas hormonas son libradas por las glándulas suprarrenales. ALGUNAS MODIFICACIONES DURANTE EL ESTRÉS AGUDO Incremento de la actividad mental. Aumento de la frecuencia cardiaca (taquicardia). Aumento de la presión arterial. Aumento de la frecuencia respiratoria (taquipnea). Dilatación de los bronquios. Aumento de glucosa en sangre. Disminución de los linfocitos en sanguíneos. Aumento de la tensión muscular. Aumento de la transpiración de la piel. Piloerección Aumento de grasas y colesterol en sangre. Tendencia al aumento de la coagulidad de la sangre. Disminución de la circulación sanguínea en piel y sistema digestivo. Dilatación de las pupilas (midriasis), etc.
Las modificaciones enunciadas son algunos de los cambios mencionados en el estrés agudo. Ahora bien, la naturaleza o tal vez la primera de las causas ha dotado al ser humano de esta reacción de estrés agudo resultando ser útil y eficiente en toda circunstancia de amenaza súbita. Sin embargo, la vida moderna nos expone a estresores más pequeños pero continuos, es decir, estables en el tiempo. Esta circunstancia también activa el sistema del estrés de manera intensa, pero como contrapartida sostenido en el tiempo. Esta circunstancia se denomina estrés crónico. Si bien estamos preparados para el estrés agudo no lo estamos en el estrés crónico. El estrés crónico condiciona alteraciones psicofísicas que llegan a desencadenar enfermedad.
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LO QUE CONVIENE RECORDAR El estrés es un mecanismo normal de nuestro organismo y tan antiguo como el hombre mismo. Cuando se habla genéricamente de estrés, se hace referencia al estrés malo, dañino o distrés. El estrés bueno se llama eustrés. Definición de estrés (distrés): se entiende por estrés aquella situación en la cual las demandas externas (sociales) o las demandas internas (psicológicas) superan nuestra capacidad de respuesta. Se provoca así una alarma orgánica que actúa sobre los sistemas nervioso, cardiovascular, endocrino e inmunológico, produciendo un desequilibrio psicofísico y la consiguiente aparición de la enfermedad. La activación del estrés provoca la condición llamada "lucha y huida", en la cual todos nuestros órganos y sistemas se disponen para enfrentar la amenaza. Se entiende como sistema del estrés todos los mecanismos y órganos que, interconectados, se activan para precipitar la respuesta del estrés. La ley del equilibrio racional- emocional hace referencia a la importancia de evaluar equilibradamente los hechos en estas dos dimensiones, a los efectos de manejar adecuadamente el estrés. Nuestro propio yo es quien, valorando correctamente los hechos desde lo racional – corteza cerebral- y desde lo emocional – cerebro o corteza límbica-, controla todas nuestras funciones y determina entonces cuándo debe o no activarse el sistema del estrés. Podría decirse, desde el punto de vista práctico, que la unión cuerpo-mente se produce en el hipotálamo que, como una bisagra, interactúan entre ambos. Si se produce la cascada del estrés, nuestra mente en definitiva actúa sobre nuestro cuerpo por medio del sistema nervioso autónomo (el simpático y el parasimpático) y del sistema de la glándula hipófisis (endocrino u hormonal). El estrés crónico produce, con el tiempo, alteraciones emocionales, modificando la forma de responder ante el entorno y, en definitiva, también desencadena todo el conjunto de síntomas y enfermedades atribuibles al estrés. La reacción aguda del estrés es provocada por la adrenalina y se denomina reacción de alarma. La reacción crónica es desencadenada por los corticoides, se llama "de vigilancia" y es la responsable de muchas de las consecuencias psicofísicas del estrés. Aumento de grasas y colesterol en sangre. El estrés es una condición de activación psicofísica que, cuando es prolongada en el tiempo (estrés crónico), es incompatible con el bienestar y, en consecuencia, con la salud y la felicidad. El estrés crónico condiciona alteraciones psicofísicas que llegan a desencadenar enfermedades.
Cadena del Estrés Describimos como cadena del estrés a la secuencia que lleva la activación del estrés, desde el registro mental de una percepción amenazante hasta el desarrollo de la enfermedad pasando por la alteración de conductas y hábitos y la aparición de síntomas físicos y psicológicos.
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Es así que el estrés comienza cuando una persona determinada percibe desde su propia valoración subjetiva (cognición) una circunstancia amenazante. Cuando esto resulta ser así se inicia una secuencia de alarma psicofísica que continua con un inmediato cambio de conductas personales y hábitos, si la circunstancia estresante no es controlada el paso siguiente es la aparición de síntomas físicos y psicológicos y si en esta condición no se controla el Síndrome del Estrés tarde o temprano aparecerá la enfermedad. En el gráfico siguiente podemos ver ejemplificada la Cadena del Estrés con su cuatro eslabones: percepción, conductas y hábitos, síntomas físicos y psicológicos y enfermedad, además algunos ejemplos de las alteraciones que se producen en cada eslabón o etapa del estrés. ESLABON Nº1: Percepciones
Percepciones y pensamientos.
ESLABON Nº2: Conductas y hábitos Apariencia preocupada - Hábitos nerviosos - Movimiento continuo de dedos o piernas al estar sentado Cambio en el nivel de responsabilidad - Muestra de desinterés - Cambio en los horarios - Sobrereacción ante hechos menores - Irritabilidad - Aumento en la proporción de accidentes menores - Disminución en la eficacia laboral - Cambio en la dieta - Aumento o disminución de peso - Aumento de consumo de tabaco o cafeína - Diferente manejo del dinero - Uso de drogas - Aumento de la susceptibilidad - Otros ESLABON Nº3: Síntomas Físicos y Psicológicos Síntomas Físicos Dolor de cabeza - Dolores musculares - Contracturas musculares - Dolores de cuello, hombros y columna - Dolores de pecho - Dificultad respiratoria - Dolores de estómago - Dolores abdominales - Sensación de opresión en el cuello y garganta - Cansancio y debilidad - Zumbido en los oídos - Boca seca - Diarrea y constipación - Aumento de resfríos y gripes - Urticaria - Problema en la piel - Naúseas - Intolerancia y digestión lenta - Aumento en la transpiración - Disminución en el deseo sexual - Alteraciones sexuales Otros Síntomas Psicológicos Nerviosismo - Preocupación - Frustraciones - Miedos - Culpa - Inseguridad - Disminución en la concentración - Aceleración del pensamiento - Cambios en el apetito - Dificultad en la toma de deciciones - Llanto mas frecuente - Aumento de la sensibilidad emocional - Pensamientos autodestructivos Aislamiento - rechazo por los lugares muy concurridos ESLABON Nº4: Enfermedad
Hipertensión arterial - Artereosclerosis - Angina de pecho - Infarto agudo - Arritmias cardíacas - Ulcera gástrica - Acidez gástrica - Colón irritable - Artritis - Accidentes cerebrovasculares - Infecciones por inmunosupresión - Asma - Cáncer - Enfermedades de la coagulación sanguínea - Enfermedades de la piel - Otros
Estrés, Ansiedad y Depresión Dos de los síntomas más frecuentes en el Síndrome del Estrés son la ansiedad y la depresión. Por un lado y se observa con frecuencia, los pacientes con estrés suelen tener manifestaciones de ansiedad o nerviosismo y otras veces fenómenos de orden depresivo. No pocas veces se observa un síndrome mixto de tipo ansioso-depresivo. El estrés puede condicionar la aparición del Síndrome de Ansiedad y sus variables, tales como: ataque de pánico, fobias, Síndrome de Ansiedad generalizado, etc. Pero también es cierto que, un paciente que presente ansiedad y/o depresión disminuye sus facultades psicológicas, físicas y emocionales para enfrentar las circunstancias y exigencias de la vida, pudiendo ser ellos de por si (la ansiedad y la depresión) el condicionante de la aparición del estrés. De este modo estrés, ansiedad y depresión pueden, en algunos casos, constituir un círculo vicioso. 4
Círculo vicioso vicioso de Estrés, Ansiedad y Depresión
Perfil Psicobiológico del Estrés Como resulta evidente, no todos somos igualmente sensibles al estrés, algunas personas tiene mayor predisposición a padecerlo. Así mismo, una misma persona presenta períodos en que es más vulnerable al estrés, de acuerdo a circunstancias de vida y características personales. De acuerdo a esto, las personas pueden ser más sensibles tanto en su área física o mental o psicoemocional. Desde el punto de vista físico, básicamente encontramos aquellas personas que resultan ser reactores tensos mientras que otras son reactores calmos. Un reactor tenso es aquella persona que presenta reacciones físicas por encima del promedio normal, frente a una circunstancia de estrés determinada. Esto significa básicamente que ante el mismo nivel de estrés un reactor tenso elevará más la frecuencia cardiaca, la presión arterial, la glucosa en sangre, el colesterol en sangre, etc. Que lo que se elevará en un reactor calmo. Estas dos variantes (en realidad hay más) no resultan ser anormalidades sino tendencias condicionadas genéticamente de respuesta física frente a estrés psicológico. Esta modalidad de reacción puede medirse y evaluarse en un estudio simple, no invasivo e indoloro, denominado Psicoscanner, donde se registran variables poligráficas que se modifican ante estrés agudo, tales como presión arterial, frecuencia cardiaca, temperatura dérmica superficial, electrodermoconductibilidad o taza de transpiración, electrocardiograma, etc. El conocer el tipo reactor de una persona permite un ajuste racional en el tratamiento del Síndrome del Estrés y lo hace más adecuado. En la fotografía siguiente podemos observar un médico estudiandoun paciente en el Psicoscanner. Así como la reacción física presenta un menor o mayor grado de reacción frente al estrés psicológico y con ello consecuencias físicas, también se observan variables psicológicas que condicionan personalidades proclives al estrés o personalidades proestresoras. Son muchas las variables psicológicas que intervienen en mensurar la predisposición psicológica al estrés. Entre ellos podemos comentar muy someramente la personalidad Tipo A, la tendencia a la hostilidad, a la agresión y a la ira; los estilos conductuales introvertidos, comportamientos neuróticos o estilos conductuales de afrontamiento de estresores. Comentemos aquí, a solo hecho informativo las características de la personalidad Tipo A. Personalidad Tipo A (Rosenman y Fridman [1957] Estados Unidos). Competitiva Dinámica Perfeccionista Activa Vive en virtud del tiempo Ve en el entorno una amenaza constante Alto nivel de actividades Dificultad para descansar Cree que hace las cosas mejor que los demás Conductas compulsivas, etc. 5
Evaluando adecuadamente al estilo reactor físico (reactor tenso o calmo y sus variantes) relacionándolo con la predisposición psicológica al estrés podemos determinar el perfil psicobiológico del estrés, esto es la predisposición mental, física e individual a la aparición de síntomas y enfermedad. El perfil psicobiológico del estrés permite un adecuado diagnóstico y ajustar un tratamiento individual.
Diagnóstico El adecuado diagnóstico del Síndrome del Estrés presupone la formulación de una historia clínica especializada que contemple las variables personales tanto de historia familiar y personal como aquellas predisposiciones físicas y mentales individuales. A esa historia clínica en la cual resulta ser de gran importancia una buena relación médico-paciente, se agregan estudios de acuerdo a cada cosa. Así, la formulación de un Psicoscanner y test psicológicos cognitivos brindarán información diagnóstica y terapéutica. Así mismo, la medición de ciertos parámetros en sangre particularmente relacionados con el Síndrome del Estrés tales como el nivel de cortisol, 17cetoesteroides, adrenalina, fracciones de colesterol, ACTH, etc, permiten ajustar aún más el diagnóstico y resultan ser soporte de una terapéutica racional.
Tratamiento El tratamiento del Síndrome del Estrés resulta emergente de un adecuado y prolijo diagnóstico, estudiados los condicionamientos tanto físicos como mentales que predisponen al Síndrome del Estrés como así también, las enfermedades intercurrentes que el paciente pudiera presentar (hipertensión arterial, enfermedades cardiacas, diabetes, colesterol elevado, trastornos digestivos, etc.) se establecerá un tratamiento personalizado que en general es multidisciplinario. Las áreas de abordaje terapéutico incluyen un tratamiento de orden médico, tratamiento conductual y en última instancia filosófico. El tratamiento médico incluye tanto aspectos farmacológicos o de medicación, tratamiento de las enfermedades intercurrentes y recomendaciones higiénico dietéticas. El tratamiento conductual por su parte, incluye el desarrollo de estrategias psicológicas concientes que permitan al paciente abordar las problemáticas que lo aquejan. Por último, el abordaje filosófico hace referencia a los pensamientos y planes que ayudan al paciente a esclarecer objetivos de orden vital, el manejo adecuado de una escala de valores y prioridades, y en definitiva establecer un adecuado Norte en el manejo personal de las circunstancias vitales. Texto tomado en forma no literal del libro "Estrés: epidemia del siglo XXI. Cómo entenderlo, entenderse y vencerlo". Dr. Daniel López Rosetti. Editorial Lumen. 3º Edición.
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