Historia Secreta de La Guerra Del Pacifico

Historia Secreta de la GUERRA DEL PACIFICO Edgar

Oblitas

Fernández

CAPITULO I ! EL "IRREI#ATO$ CHARCAS % SU LITORAL E# EL PACIFICO Sumario: Bolivia y su costa en el Pacifico.- Breve historia del Litoral Boliviano. – Pequeña historia de la invención de una mentira. – Análisis resumido de las rinciales rue!as que sustentan el derecho de Bolivia.- "uevos aortes a la rue!a !oliviana.Pinochetismo o infantilismo en la interretación de la historia.- !reve refutación de las tendencias afirmaciones del #eneral Au#usto Pinochet.- $na infamia des!aratada.- $na rue!a definitiva al descu!rimiento: %idal &ormá' desmiente a Pinochet. Puesta en e(ecución la usuración chilena del Litoral Boliviano) la canciller*a de aquel a*s) comen'ó) al mismo tiemo) a hundir una (ustificación de aquel acto ver#on'oso) ante el clamor americano que recha'a!a indi#nado la conquista armada. "aturalmente +hile era señalado entonces) con el esti#ma de +a*n or la forma alevosa y raa' con que ha!*a rocedido contra dos a*ses hermanos que no ansia!an sino vivir en a' tratando de salir de la miseria y del atraso. La cosa no era tan sencilla, sin em!ar#o) ues los historiadores) dilomáticos y u!licistas chilenos troe'a!an y si#uen troe'ando) con montañas de documentos) ordenan'as) t*tulos y la carto#raf*a de la oca que destru*an de entrada sus arteros roósitos. "o era cosa sencilla !orrar de una lumada la historia de cuatrocientos años y sostener con desfachate' que Bolivia nunca tuvo mar) que siemre estuvo encerr encerrada ada en sus montañ montañas, as, sin em!ar# em!ar#o) o) la avilan avilantes tes y temeri temeridad dad arauc araucana ana lo intentaron desde el momento mismo que usieron sus lantas en el anti#uo territorio que Bolivi Bolivia a ha!*a ha!*a hereda heredado do desde desde oca ocass recol recolom! om!ina inas. s. odos los ar#ume ar#umento ntoss saturados en sus inicios or los tratadistas y dilomáticos !olivianos con la sencilla e/osición de las rue!as e/humadas de los vie(os archivos coloniales y de los amarillentos cronicones. Los defensores de los derechos !olivianos no ten*an que hacer muchos esfuer'os ara demostrar la (usticia de sus reclamos) ues las rue!as aortadas eran tan firmes) tan convincentes) tan colosales como la cordillera de los  Andes. od odas as las e/trava#ancias y mistificaciones chilenas que retend*an o retenden desconocer esta verdad) chocaron y chocaran siemre contra esa muralla formida!le de rue!as que #ritan al mundo los derechos irrenuncia!les de Bolivia en la costa del acifico. La escuela chilena sostiene esta ueril tesis) sin em!ar#o) no es tan nueva ni tan anti#ua. 0ata) como tenemos indicado) de los años en que +hile con el aoyo del imerialismo !ritánico ha!*a resuelto aoderarse mediante la conquista armada de todo el litoral Boliviano. 1n uridad de verdad la ocurrencia sui#neris) ha!*a ido madurando al comás si#iloso de los avances territoriales de +hile) hasta que don 2i#uel Lu*s  Amunáte#ui) un historiador in#enioso de sin#ular facundia) decidió dar forma a la intrida interretación acomodada a los intereses de la conquista. 1n !ase a las lucu!raciones histórico-#eo#ráficas de este nota!le u!licista chileno del si#lo asado) a quien no citan de!idamente los nuevos tratadistas y acificolo#os maochinos) ese al echo echo de ser ser el verd verdad ader ero o fund fundad ador or de la corr corrie ient nte) e) se ha ido ido ela! ela!or oran ando do la e/trava#ante tesis que sostiene sin ru!or al#uno que Bolivia nunca tuvo mar y que siemre estuvo encerada en sus montañas hasta 3456) en que 7or un descuido8 se de(a de(aro ron n arre arre!a !ata tarr dich dichos os terri territo tori rios os y que que en 349 349 no han han hech hecho o otra otra cosa cosa que que 7reincororar8 a su so!eran*a lo que siemre fue de ellos, que la #uerra de conquista

contra Bolivia y el Per; no era tal sino) una simle acción de 7reivindicación8. La tesis adolec*a de una simle'a a!rumadora. <) la imostura fue tomando cuero hasta lle#ar  a nuestros d*as) al e/tremo que) hoy or hoy no hay t*tere en +hile que no reita esa versión. 0esde la escuela rimaria hasta la universidad se enseña tal a!erración histórica sin el menor escr;ulo. < como ello demuestra que los vecinos trasandinos hacen culto de la mentira) no es e/traño que el roio Presidente de la =unta 2ilitar  &eneral Au#usto Pinochet aare'ca cohonestando la fals*a nada menos que en un li!ro destinado a servir de te/to en los institutos mili ilitares de su a*s. 1n homena(e a tan alto ersona(e) que encarna estas ideas anti!olivianas) y con el fin de esta!lecer una diferencia clara con la historio#raf*a seria de +hile que se ocua del tema) vamos a !auti'ar esta corriente sui#neris con el nom!re de 7inochetista8) ya que hasta hasta ahora) ahora) e/tra e/trañam ñament ente e el imro imroio io no ten*a ten*a una denomi denominac nación ión correc correcta. ta. >!viamente) la ala!re(a nos su#erirá de inmediato la idea del infantilismo en la interretación de la historia. Por ra'ón de mtodo y de investi#ación ara lle#ar a las afirmaciones de Pinochet) necesariamente de!emos !uscar sus or*#enes y ara ello) o!viamente tendremos que remontarnos a sus antecesores. ?a!ida cuenta que el &eneral Pinochet no es el autor de la tesis que sustenta en su li!ro como retende hacer creer) es conveniente sa!er que ni siquiera aorta al#o a ella. 1s un simle coista de las versiones de @*os &allardo) 1sino'a 2ora#a y =aime 1y'a#uirre y en cierta medida de rancisco A. 1ncina, quienes a su ve' remo'an y hacen suya la de Amunáte#ui como tenemos indicado. Pero ero qui'á i'á la ie ie'a más más imor morta tant nte e que sirv irve de verdad rdader ero o suste ustent nto o a las las lucu!raciones de @*os &allardo y 1y'a#uirre en esecial) sea la famosa circular del 2inistro de @elaciones 1/teriores de +hile) @. 1rrá'uris $rmaneta de C de setiem!re de 3CC) nota circular que tomando or arma'ón la invención Amunate#uina lle#a a constituir la !ase del inochetismo contemoráneo. La canciller*a chilena cam!iando muy oco este arma'ón conce!ido or Amunáe#ui ara (ustificar los rimeros avances de +hile en el Litoral Boliviano) en 34D) trata de cort cortar ar de ra*' ra*' las las decl declar arac acio ione ness !oli !olivi vian anas as en mome moment ntos os en que que come comen' n'a! a!a a a resionar la firma del tratado que le#ali'ara la usuración.
contra Bolivia y el Per; no era tal sino) una simle acción de 7reivindicación8. La tesis adolec*a de una simle'a a!rumadora. <) la imostura fue tomando cuero hasta lle#ar  a nuestros d*as) al e/tremo que) hoy or hoy no hay t*tere en +hile que no reita esa versión. 0esde la escuela rimaria hasta la universidad se enseña tal a!erración histórica sin el menor escr;ulo. < como ello demuestra que los vecinos trasandinos hacen culto de la mentira) no es e/traño que el roio Presidente de la =unta 2ilitar  &eneral Au#usto Pinochet aare'ca cohonestando la fals*a nada menos que en un li!ro destinado a servir de te/to en los institutos mili ilitares de su a*s. 1n homena(e a tan alto ersona(e) que encarna estas ideas anti!olivianas) y con el fin de esta!lecer una diferencia clara con la historio#raf*a seria de +hile que se ocua del tema) vamos a !auti'ar esta corriente sui#neris con el nom!re de 7inochetista8) ya que hasta hasta ahora) ahora) e/tra e/trañam ñament ente e el imro imroio io no ten*a ten*a una denomi denominac nación ión correc correcta. ta. >!viamente) la ala!re(a nos su#erirá de inmediato la idea del infantilismo en la interretación de la historia. Por ra'ón de mtodo y de investi#ación ara lle#ar a las afirmaciones de Pinochet) necesariamente de!emos !uscar sus or*#enes y ara ello) o!viamente tendremos que remontarnos a sus antecesores. ?a!ida cuenta que el &eneral Pinochet no es el autor de la tesis que sustenta en su li!ro como retende hacer creer) es conveniente sa!er que ni siquiera aorta al#o a ella. 1s un simle coista de las versiones de @*os &allardo) 1sino'a 2ora#a y =aime 1y'a#uirre y en cierta medida de rancisco A. 1ncina, quienes a su ve' remo'an y hacen suya la de Amunáte#ui como tenemos indicado. Pero ero qui'á i'á la ie ie'a más más imor morta tant nte e que sirv irve de verdad rdader ero o suste ustent nto o a las las lucu!raciones de @*os &allardo y 1y'a#uirre en esecial) sea la famosa circular del 2inistro de @elaciones 1/teriores de +hile) @. 1rrá'uris $rmaneta de C de setiem!re de 3CC) nota circular que tomando or arma'ón la invención Amunate#uina lle#a a constituir la !ase del inochetismo contemoráneo. La canciller*a chilena cam!iando muy oco este arma'ón conce!ido or Amunáe#ui ara (ustificar los rimeros avances de +hile en el Litoral Boliviano) en 34D) trata de cort cortar ar de ra*' ra*' las las decl declar arac acio ione ness !oli !olivi vian anas as en mome moment ntos os en que que come comen' n'a! a!a a a resionar la firma del tratado que le#ali'ara la usuración.
tratado arrancado a 2el#are(oI. 2as adelante a#re#a!a: +on la #uerra H+hileI recuero lo que era suyo) lo que no ha!*a de(ado nunca de ertenecerleJ"o fue) ues) a titulo de conquista sino or derecho de reivindicación como +hile reco!ro su territorio hasta el aralelo 5) y no ale#o ara ello la ra'ón el vencedor) sino la roiedad del dueño le#*timo y tradicional. Bolivia no fue deso(ada de una ul#ada de suelo) sino que invalido or acto roio el contrato de cesión cele!rado con +hile) resondiendo as* las cosas al estado en que se halla!an antes de 34D6. < asado con ello al dominio de su rim rimititiv ivo o dueñ dueño) o) la ro roie ieda dad d cedi cedida da en virtu irtud d de un cont contra rato to anul anulad ado o or or el concesionario8. Ahora veamos como =aime 1y'a#uirre) el mas enconado enemi#o de los derechos de Bolivia en el Pacifico) rofundi'a esta tesis ara lue#o referirnos a la o!ra de Pinochet. 5. ALA+KAS 01 $" @>> LLA2A0> =AK21 1<A&$K@@1 0e!emos comen'ar or reconocer en =aime 1y'a#uirre una e/traordinaria ha!ilidad ara enmarañar y desenmarañar rue!as y documentos) hasta que en un momento) tanto citar e interretar a su #usto los testimonios de la colonia) se ierde en esa selva de infolios y er#aminos, y ara salir del enredo !usca un 'afe) una salida) una senda y or fin) cuando se a!ra aso dificultosamente a troe'ones y cree ha!er hallado el 7esla!ón erdido8) ni siquiera reara que a lle#ado al mismo unto de artida) a la evidencia contraria de su afanosa !;squeda) a la verdad irrefuta!le de que Bolivia) el iaManacu milenario) el Eollasuyo de los incas) la "uevo oledo) la Audiencia de +harcas o el Alto Per;) fue siemre la le#itima roietaria del desierto de Atacama y de su inmensa costa mar*tima. 1n sus disquisiciones fe!ricitantes 1y'a#uirre a travs de un análisis denso y mañoso lle#a a sostener que en el momento de la indeendencia H343CI 7+hile linda!a al norte con el r*o Loa que desem!oca en el mar en 53N 59O, al Poniente con el >cano Pac*fico, al >riente con los Andes hasta la altura aro/imada del volcán 2aio en GN 3CO en que la l*nea divisoria se interna!a or el maci'o cordillerano ara encontrar el otro e/tremo de l con los r*os 0iamante y uinto hasta cortar el #rado D6 de latitud >este de &renMich. 0e all* en dirección sur) corr*a una l*nea aralela a la costa del Pac*fico y) si#uiendo sus infle/iones a cien le#uas esañolas de ella) esto a trescientas millas) l*nea que se hund*a en el atlántico a la altura del rió +hu!ut hacia el GGN de(ando as* dentro de la (urisdicción de +hile el resto de la costa atlántica hasta trmino del continente8. Para resaldar su tesis en la frontera del norte es una e/huma el maa de Andrs Baleato de 39 i#norando deli!eradamente otros de la misma oca anteriores y osteriores) que demuestran lo contrario) tratando de convencer de esta manera que una sola #olondrina uede hacer verano. Knduda!lemente que 1'a#uirre ara hilvanar  su tesis tuvo que hacer esfuer'os oco comunes acudiendo or lo #eneral a los documentos más va#os e imrecisos ara resaldar sus aseveraciones) aludiendo a toda costa las rue!as contrarias o acomodándolas a sus fines. As* or e(emlo) cuando acude a la @ecoilación de Leyes de Kndias de 3D4C sólo toma aquellas artes que uedan interesarle) asando or alto todas aquellas otras que le contradicen) como tendremos oortunidad de ver mas adelante. an a!surdas fueron las interretaciones de 1y'a#uirre) que ya no sólo colmaron la aciencia de los tratadistas !olivianos sino) de tratadistas e historiadores y hasta eriodistas de renom!re contemoráneo) como el famoso columnista del Q "eM
2iravitlles) desde su columna Q 1l 2undo desde "ueva +onnor se acetó como tal la ensenada de +o!i(a situada al sur del r*o Loa) donde el ;ltimo no ha!*a encontrado sino un hom!re de rocedencia !oliviana) Qero como es el sitio resuelto inhósito se #estionó la cesión de Arica a cam!io de otros territorios del flamante estado) #estión que fue ne#ada or el #o!ernante interino del Per; 0on Andrs Santa +ru') que or  sin#ular coincidencia era !oliviano de nacimientoQ, que osteriormente) ya en 345) cuando Santa +ru' e(erc*a la residencia de Bolivia #estionó un can(e a fin de conse#uir Arica ara Bolivia) y como esta #estión tam!in fracasó Qse reocuó de dar  imulso a la +aleta de +o!i(a) ara hacer de ella el acceso de Bolivia al mar  declarándolo uerto francoQ. < a#re#a: QPor estar situada en 55N O) al sur del r*o Loa) l*mite tradicional entre +hile y el Per;) +o!i(a se encontra!a dentro de la (urisdicción de +hile. "o o!stante) este) distra*do en esos años or a#udos en ro!lemas de ol*tica interna) se desentendió or entero de este avance de Bolivia que quedó as* tácitamente consa#rado8. Pero como todo el ar#umento de 1y'a#uirre es for'ado) en otro momento de QdescuidoQ en su li!ro lle#a a decir que la conquista de la fran(a de terreno hasta el aralelo 5G fue a t*tulo reivindicatorio) el resto Qhasta los r*o LoaQ !ot*n de #uerra. Pero no sólo es esto) sino que) en su afán de demostrar lo indemostra!le) su comle(o de cula lo lleva a ar#Tir c*nicamente que si Bolivia erdido) cedió o vendió otros territorios al Brasil) la Ar#entina) Per; y el Para#uay) Qno od*a verse con e/trañe'a ni emocionarse mucho con los territorios reivindicados or +hileQ. @ealmente los ar#umentos de 1y'a#uirre no de(a!an de ser interesantes) y se difundieron en forma e/traordinaria, de esta manera Amunáti#ui aarec*a redivivo y fresco con el roa(e c*nico te(ido or un di#no mulo en el arte de hacer comul#ar ruedas de molino. . >@> @>> +>" SA"01+1S 01 1<A&$K@@1

0esaarecido 1y'a#uirre ha quedado como heredero el #eneral Pinochet) quien antes de asumir la residencia en 39 ha!*a u!licado los li!ros so!re el tema. Las o!ras que Pinochet destinadas a servir de te/to de consulta en los institutos militares de su a*s asaron desaerci!idos or su nin#una imortancia, ero su encum!ramiento a la Primera 2a#istratura de +hile ha servido tam!in ara desemolvar sus li!ros y onerlos de relieve a manera de rodear de un aura dio intelectual. Siendo este ca*tulo destinado al refutar las #rotescas afirmaciones Pinochetianas) tomamos la arte sustancial de ellas ara tres menos a las arte or arte a travs de un análisis resaldado or documentos. Por mtodo vamos a tomar aquellas artes donde se muestra más incisivo contra los derechos !olivianos en el acifico. 71n 349D -dice- se creó el %irreinato de La Plata el cual quedó conformado or la anti#ua #o!ernación de Buenos Aires) las rovincias de La Pa') Potos*) +ocha!am!a) y +huquisaca, el ucumán) el Para#uay y las rovincias de 2endo'a y San =uan. Lo que se ratifica en esa fecha) or mandato real) al searar el Alto Per; del %irreinato del Per;. Posteriormente no hay cam!ios en las 'onas (urisdiccionalesQ. Q0e lo e/uesto-contin;a-se deduce que al lle#ar el año de 343C) el Alto Per; o  Audiencia de +harcas no ose*a ni un metro de so!eran*a so!re el Litoral) ues este conceto de!*a alicarse al nuevo estado !oliviano que ha!*a acetado el 7$ti PossidetisQ. 0e!o además) recordar que el tráfico comercial de asa(eros desde el Pac*fico hacia Bolivia se reali'a!a or los uertos del Per; o de +hile) y si ven*a desde el Atlántico) or el uerto de Buenos Aires. res direcciones de carácter que en nin#;n momento lle#aron a si#nificar e(ercicios de so!eran*a so!re determinado lu#arQ. Q0e lo anterior concluimos: si la nueva re;!lica de Bolivia no tuvo Litoral al momento de nacer a su vida indeendiente) y tamoco en la oca hisana como residencia de +harcas) Ucómo udo aarecer más adelante e(erciendo (urisdicción en un tramo de la costa chilenaV8. +omo si esto no fuera ya suficiente) mas adelante Pinochet a#re#a: Q Pese a lo anterior) al nacer Bolivia como estado indeendiente desus de +hile y Per;) su frontera >este crece hacia el >cano y se introduce como una cuña entre am!os a*ses) ara lo cual es#rime como ;nica !ase le#al de su (urisdicción so!re Litoral un ima#inario decreto de Bol*var) mediante el cual el Li!ertador a!usó de un oder que no ten*a y le concedió so!eran*a en un tramo de la costa del Pac*fico. 1l demanda (usticia. 71l ro!lema no se hi'o resente-contin;a-hasta que aarece Santa +ru' como #o!ernante. +on anterioridad al 2ariscal) Bolivia tiene la uerta del Atlántico a travs del territorio ar#entino y hacia el >cano Pac*fico or el Per;) quien le facilita los uertos y las caleta de sus costas. Pero la (oven re;!lica está atenta ara a!rir un uerto ara su comercio que será el de +o!i(a) ero en nin#;n momento ella ha ensado en e(ercer tránsito desde y hacia Bolivia. 71l año de 34C el 2ariscal Santa +ru' #estionó ante el #o!ierno eruano) el can(e de una fran(a de terreno que le diera salida acifico or Arica) demanda que fracasó. 7La ca*da de Santa +ru' desus de la !atalla de
le#al) ni #eo#ráfica) mi ol*tica ni tica8. "o sa!emos que entiende Pinochet or tica ya que de estas !reves transcriciones desconcertantes en su cinismo) arece i#norar  el verdadero si#nificado de esta ala!ra tan manoseada y tan oco racticada. 1n su 7o!ra H&eool*ticaI) cree descu!rir la ólvora cuando afirma sin ru!or que en 394 se levantó la carta de la costa de +hile) fi(ando ese finalmente el l*mite entre Per; y +hile en dichas costas en los 55N esacio 64O L.S. QLa falta de claridad en la delimitación de los 1stados desus de la Kndeendencia de Amrica y osteriormente) una #ran omisión or arte de +hile) ermitió a Bolivia alcan'ar las costas del ac*fico en desmedro de litoral chileno. 1n 349 la &uerra del Pac*fico hi'o osi!le a +hile recuerar la 'ona que le ertenec*a. Bolivia) como a*s mediterráneo) ha reci!ido amlias facilidades or arte de los chilenos8. La o!ra de Pinochet está imre#nada de ar#ucias de este (ae' que no hacen honor a la historio#raf*a chilena. 1n otra arte de su o!ra) desus de diva#ar sin norte) confundido en el marasmo de sus roias equivocaciones lle#a a conclusiones tan curiosas como aquella que dice que +hile ha carecido de una conceción #eool*tica en su conducta internacional HsicI) or Qel sentido americanista de que hicieron #ala sus diri#entes y que or mio*a y de!ilidad de sus #o!ernantes que cometieron el error imerdona!le Qsin sa!er or queQ) de consi#nar en las constituciones de 3455 y 345) como l*mites de +hile en los desiertos de araacá) as* como a la cordillera de los Andes con la @e;!lica Ar#entinaQ. $na mera comaración entre los ar#umentos 1y'a#uirre y Pinochet nos llevar*a al convencimiento de que el se#undo ha coiado #ran arte de la o!ra del rimero. 1s más) se ha aroiado c*nicamente de otra !uena arte de los ar#umentos +onrado @*os &allardo) aquel famoso ersona(e de ori#en !oliviano que se constituyó en enemi#o acrrimo de la atria de sus anteasados) el mismo que en una oortunidad desde la canciller*a ha!*a e/resado Qque Bolivia nunca tuvo contacto con el mar. 1l Litoral de Bolivia so!re el Pac*fico es una leyenda creada or la mente afie!rada de los !olivianos de este si#lo8. Es digno de observarse como los dos autores -Pinochet y Eyzaguirre-, utilizan a cada  paso las frases "sin saber porque", "en un momento de descuido" y "gran omisión". Una historia sera no puede admitir ni por la va de curiosidad la sustentación de un criterio con este manido recurso. Una frase absurda no puede suplir a un documento. 1s infantil querer sostener una tesis so!re un edestal de mentiras. an sólo una arremetida contra ese asecto de la o!ra inochetiana odr*a de(ar un saldo favora!le a la causa !oliviana en el consenso americano) ero como nos interesa so!remanera des!aratar una ve' más seme(ante e/a!ruto) creemos o!li#atorio el e/amen de los documentos fundamentales que sostienen los derechos de Bolivia en el Pac*fico) confrontando con recientes descu!rimientos que refuer'an la verdad histórica. G. 1L %K@@1K"A> < S$ LK>@AL Bolivia no fue un a*s mediterráneo) como se retende hacer creer or la escuela inochetina a la que nos hemos referido anteriormente. La resencia de Bolivia en el >cano Pac*fico se remonta a tiemos inmemoriales) cuando los rimitivos ha!itantes del altilano marcaron la huella de su cultura en las costas de Atacama. 1l nom!re de iManacu) señoreó en el altilano desafiando a la naturale'a y a las leyes f*sicas y en su eoca de eslendor !a(o a las layas del Pacifico llevando su aliento civili'ador) cuando las tri!us nómadas de la araucan*a aenas od*an so!revivir en medio de la !ar!arie. Los restos arqueoló#icos e/cavados en Atacama donde se o!serva la huella de iManacu) son la rue!a más elocuente de la resencia del hom!re rimitivo de la visita !oliviana en el mar del sur.

1n la oca de los Kncas) lo que hoy es Bolivia se conoc*a con el nom!re de collasuyo.  Atama fue lu#ar esco#ido or el monarca del +u'co ara emrender la conquista de la salva(e araucania e incororarla a la civili'ación. &arcila'o de la %e#a si#uiendo al menor*alista ernando de Santillán afirma que el rey Knca r!i#ny y otras sa!ios que han dedicado sendos estudios al tema. 1stos ue!los señorearon esos territorios y más tarde) (unto a las huestes incas conquistaron la araucania. Los arucanos rimitivos que viv*an en estado salva(e no han odido asomar a estos territorios, ellos en lucha tena' or su suervivencia siemre se mantuvieron en Bio Bio ara a!a(o. 1l cronista +ie'a de León confirma este aserto cuando dice que araacá se e/tiende a travs de la costa y se detiene en una !ah*a #rande) Qen la cual hay un uerto que se llama +oayau... 0e aqu* comien'a la o!lación de las rovincias de +hile8. @icardo =amas reyre es nota!le o!ra so!re el descu!rimiento de ucumán) refirindose a la conquista incaica iniciada or el Knca @A>" S$0 A21@K+A">

El ! de agosto de #$% el <o Per' reclama su independencia tomando el nombre y  genial caraque(o. )aba sido el primero en lanzarse a la lucha con la liberación y era el  'ltimo en conseguir su libertad. Es que la metrópoli, conocedora profunda de sus colonias, se haba agazapado con todo su podero en las altas mesetas altoperuanas cuyo dominio significaba el dominio de &m*rica. &un no se ha escrito la verdadera historia de la epopeya altoperuana ni se ha se(alado debidamente lo que &m*rica debe a +olivia. uince a(os de guerrillas en la inmensa meseta altoperuana haban desgastado el podero del e*rcito espa(ol permitiendo que +uenos &ires, antiago y  /ima lograran su liberación temprana. 0uando +olvar llegó con el E*rcito del 1orte, ya el terreno estaba abonado para la siembra del 2rbol de la libertad.  Al nacer Bolivia a la vida indeendiente conta!a con una e/tensa y dilatada costa donde ya ten*a imortancia y ran#o el uerto de +o!i(a. +onta!a además) con las caletas: &atico) &uanillos) 2ichila) ames) &uala#uala) +o!re y Piquica. 1l 54 de diciem!re de 3456 Bol*var como Presidente de la flamante re;!lica romul#ó un decreto eri#iendo a +o!i(a como uerto mayor !auti'ándole con el nom!re de Puerto La 2ar en homena(e a uno de los vencedores de Ayacucho. A este acto de so!eran*a lena Pinochet califica de Qima#inario decretoQ) Qmediante el cual el Li!ertador a!usó de un oder que no ten*a y le concedió so!eran*a a un tramo de la costas del ac*ficoQ. Sostener seme(ante monstruosidad nos de(a erle(os. "o sa!emos si atri!uir a un desconocimiento suino del ensamiento de Bol*var o a un #afe del que se de!e estar  arreintiendo todav*a el #eneral Pinochet. Si hu!o un #enio convencido de sus roósitos #randiosos recisamente fue Bol*var. La o!ra en que esta!a emeñado de for(ar una atria #rande hi'o que sus asos como estadista sean cautelosos y de rofundo reseto del derecho. Bol*var fue un soldado de la ley y el $ti Possidetis de 343C fue el arca santa donde for(ó las nuevas re;!licas. < no es un Pinochet quien ha de oner en duda los actos del #enio de la li!ertad. 1s su o!sesión de resetar los derechos a(enos) Bol*var lle#ó incluso) rima facie) a oonerse a la creación de Bolivia or no malo#rar su sueño de una atria latinoamericana. Sólo su mirada 'ahor* fue caa' de vislum!rar los eli#ros de la !alcani'ación. +reemos ;til referirnos !revemente or lo menos a las artes más salientes del roceso de creación de Bolivia ara recha'ar definitivamente el e/a!ruto inochetino. 1n 3456 el searatismo alto eruano ha!*a calado muy hondo. 1l fracaso de los e(rcitos au/iliares ar#entinos) los a!usos desmedidos) la falta de tino con que actuaron ha!*a terminado de fracturar los la'os que un*an esta re#ión con Buenos Aires. 1l Alto Per;) or otra arte ya no ten*a el mismo inters ara Buenos Aires ya que sus minas de lata se ha!*an a#otado Buenos Aires florec*a al ritmo del comercio y del contra!ando entretanto el Alto Per; y las rovincias del "orte deca*an. QA travs de Buenos Aires in#resan art*culos de ori#en euroeo y se desarman or el Litoral. Las rovincias del norte comiten venta(osamente con las industrias de rovincias que se manten*an a!astecido el Litoral y el Alto Per;. 0e este modo) si Buenos Aires y el Litoral antes de la creación del %irreinato del @*o de La Plata eran mercados consumidores de los roductos industriales del ucumán) a artir de la aertura del comercio esañol euroeo or el @*o de La Plata) ucumán y las restantes rovincias del centro y el "orte se convertir*an en mercados consumidores de los roductos euroeos entrados or Buenos AiresQ. "o de!emos olvidar que el intercam!io entre Buenos Aires) Santa e y +orrientes) con las rovincias del "orte y el Alto Per; era intenso antes de 343C. 1l Alto Per; Qademás de la miner*a) conta!a con una imortante industria te/til en +ocha!am!a que a!astec*a con sus telas !aratas a la o!lación ind*#ena) vendiendo sus tocuyos y som!rerosQ. La desleal cometencia de roductos similares introducidos or el uerto de Buenos Aires terminó or liquidar stas

industrias en ciernes) creando naturalmente el tremendo odio de las rovincias del "orte y el Alto Per; contra Buenos Aires. ui'á acá radique otro de los factores rinciales del searatismo altoeruano ya que recisamente en los lu#ares donde mayormente fue acertada la industria) como +ocha!am!a y +huquisaca se #eneró tam!in en mayor #rado el searatismo volcando la mirada hacia el Pac*fico or donde se vislum!ran Qinduda!les venta(as ara conservar sin intrusiones eli#rosas de nin#;n oder central sus rivile#ios de comercio) de casta y de claseQ cuyo a!anderado será +asimiro >lañeta. 1l #eneral Arenales que se encontra!a en Salta) alarmado ide instrucciones a Buenos  Aires a fin de actuar contra los hom!res que romov*an el searatismo. Sucre en conocimiento de este hecho escri!ió a Bol*var hacindole conocer sus temores) remarcando que el Alto Per; Qque no es arte del Per; y no quiere ertenecer a l) sino arece querer ertenecerse a si mismoQ. odo esto ven*a ocurriendo ya desus de la !atalla de Ayacucho y cuando el e(rcito de Sucre avan'a!a hacia el Alto Per;) donde a;n el &ral. >lañeta se manten*a firme y leal a la corona. +uando 2ariscal Sucre decidió convocar a un +on#reso ara que las rovincias del Alto Per; decidieran de su suerte Bol*var lo desautori'ó ya que esta medida her*a los rinciios del $ti Possidetis de 343C. As* lo e/resa su 2inistro de &uerra &eneral omás ?eres en carta a Sucre: Q1sto ha!r*a sido dar un terri!le ataque a los derechos de la nación Ar#entina e inflin#ir  el de #entes) reconocido hasta hoy en la Amrica antes esañola, %. S. dando el derecho de que ha!la ara reunir una Asam!lea de las rovincias del Alto Per;) comete un acto de formal reconocimiento de su so!eran*a... Si se reuniese esta Asam!lea se dar*a a los ue!los) todo un funesto e(emlo) que vendr*a a de!ilitar la asociación y a fomentar la anarqu*a... S. 1. me manda decir a %. S. que el asunto de las cuatro rovincias del Alto Per; de!e quedar in statu quo) sin hacer innovación al#una que) directa o indirectamente ueda er(udicar los derechos de las Provincias unidas del @*o de La PlataQ. 3 el mismo +olvar en carta de $ de febrero de #$% que llegó tarde a manos de ucre, cuando *ste ya haba convocado a la &samblea, le e4presaba sus temores y sus  principios. "1i usted, ni yo, ni el 0ongreso mismo del Per', ni de 0olombia, podemos romper y  violar la base del derecho p'blico que tenemos reconocido en &m*rica. Esta base es, que los gobiernos republicanos se fundan entre los lmites de los antiguos virreinatos, capitanas generales, o presidencias como la de 0hile. El <o Per' es una dependencia del 5irreinato de +uenos &ires6 dependencia inmediata como la de uito de anta 7e. 0hile, aunque era dependencia del Per', ya estaba separada de *l algunos a(os antes de la revolución, como 8uatemala de la 1ueva Espa(a. &s es que ambas dos de estas presidencias han podido ser independientes de sus antiguos virreinatos6 pero ni  uito ni 0harcas pueden serlo usticia, a menos que por un convenio entre partes, por  resultado de una guerra o de un congreso se logre entablar y concluir un tratado. eg'n dice usted, piensa convocar a una asamblea de dichas provincias. 9esde luego la convocación misma es un acto de soberana. &dem2s, llamando usted estas  provincias a eercer su soberana, las separa de hecho de las dem2s provincias del :o de /a Plata. 9esde luego, usted lograr2 con dicha medida, la desaprobación del :o de /a Plata, del Per' y de 0olombia misma, que no puede ver ni con indiferencia siquiera, que usted rompa los derechos que tenemos a la presidencia de uito por los antiguos lmites del antiguo virreinato... 3o he dicho a usted de oficio lo que usted debe hacer, y  ahora lo repito. encillamente se reduce a ocultar el pas militarmente y esperar  órdenes del gobierno".

+uando Bol*var decide marchar al Alto Per; con este ensamiento) reci!e en el camino una carta de Sucre acomañada de documentos que lo de(an asmado: QLos documentos oficiales que hoy remito -dec*a Sucre- manifestaran a usted que mis asos) en lu#ar de ser falsos) como antes se creyó) han marchado so!re conocimiento del estado del a*s) y que el +on#reso y el &o!ierno Ar#entino) no sólo ha confirmado sino que han alaudido mi conducta. ?a!*a ocurrido lo incre*!le: que el +on#reso de las Provincias $nidas del @*o de La Plata ha!*an emitido una declaración en  de mayo y en 3456 de(ando las Provincias de Alto Per;. 1n lena li!ertad ara disoner de su suerte) Qse#;n crean convenir me(or  a sus intereses y a su felicidadQ. 1s más) el mismo +on#reso felicita!a a Sucre or el Q!uen (uicioQ con que ha!*a mane(ado el asunto. Bol*var ya en Potos* todav*a sorrendido or la noticia reci!e a la dele#ación ar#entina a cuya ca!e'a se encontra!a el #eneral Alvear y dice un !rindis que trasunta todo su estado de ánimo) ues ala!a la li!eralidad de rinciios del +on#reso de l as Provincias $nidas del @*o de La Plata y cuyo desrendimiento con resecto a las rovincias del Alto Per; es inauditosQ. Lo que viene desus es conocido or la historia americana. 1l nacimiento de Bolivia constituye el triunfo del localismo que des#a(a el tronco secular de una atria #rande formando el con#lomerado de las atrias chicas. 1l sueño de formar #randes estados ara confederarlos en una entidad caa' de desafiar el futuro se hace tri'as. +uando Bol*var administra la nueva re;!lica que lleva su nom!re dicta el decreto or  el que eri#e a +o!i(a como uerto mayor con el nom!re de La 2ar. El hombre genial que haba hecho norma de su vida el respeto al derecho aeno, el  hombre que haba demostrado este respeto en la creación de +olivia, ;podra haber  dictado esta medida administrativa si hubiera sido evidente que esos territorios y  costas pertenecan a 0hile< 1o. /o 'nico que hizo +olvar fue refrendar mediante una disposición legal lo que era una evidencia, lo que la fuerza de los hechos, de las costumbres y de las disposiciones legales de la colonia mostraban como una verdad  insoslayable, incontratable e incuestionable. Por tanto +olvar no abuso de su poder ni debió a *l su salida al Pacfico +olivia. +olvar obró sopesando =>> a(os de una evidencia legal. 9e lo contrario con seguridad  que no hubiera dado este pasó. ?an es as esto que el a(o #$!, el primer mapa elaborado en Europa donde aparecen los nuevos estados, muestra a +olivia con el  nombre de :ep'blica del <o Per' y donde aparece con caracteres ntidos toda su costa martima. El dos de marzo de #$! el @unicipio de ?acna y &rica pidió al libertador +olvar, la incorporación de *stos distritos a la naciente rep'blica a la que se hallaban ligadas m2s estrechamente que /ima. +olvar que entonces tena un poder decisorio que  am2s ning'n otro hombre llegó a tener en &m*rica pudo haber resuelto este asunto simplemente dando curso a esta solicitud encuadrada a la realidad que vivan estos  pueblos que se sentan m2s alto peruanos que bao peruanos, pero +olvar que era la encarnación misma del derecho en aquel momento prefirió entregar esta solicitud al  @ariscal ucre, quien a la vez remitió el acta al 0ongreso del Per'. Entonces, si tal era el celo del /ibertador por no crear suspicacias, ;cómo es que pudo haber atentado contra la urisdicción chilena en &tacama.< /a verdad es que +olvar no cometió ning'n abuso de su poder introduciendo una cu(a entre Per' y 0hile ni )ubo tal imaginario decreto. +olvar actuó dentro de la corrección m2s absoluta, en eercicio de la soberana que el Estado boliviano mantena en &tacama. /a petición del municipio de ?acna y &rica considerado por los gobiernos de +olivia y el 

Per' siguió su curso legal hasta el punto de inclusive se llegó a firmar a fines de #$!  el pacto de cane de ?acna, &rica y ?arapac2 por &polobanba, 0opacabana y una indemnización pecuniaria que luego quedó en suspenso. 3 ac2 viene otra falacia de Pinochet. :efiri*ndose al @ariscal anta 0ruz e4presa que "el a(o de #=> @ariscal anta 0ruz gestionó ante el gobierno peruano, el calle de una faa de terreno que le diera salida al Pacfico por &rica, demanda que fracasó". "/a cada de anta 0ruz-prosigue-significó en +olivia retrotraer la situación al momento que se encontraba antes de subir al poder el dictador. e anularon sus actos, pero nadie se acordó de devolver a su legtimo due(o, 0hile, la careta de 0obia, apropiada  por el @ariscal anta 0ruz ante su fracaso en el Per'". anta 0ruz no hizo ninguna gestión de esta naturaleza como asevera Pinochet. 0uando en #$! los vecinos de carga y &rica piden su incorporación a +olivia, se encontraba eerciendo la Presidencia del Per' precisamente anta 0ruz y en una actitud que pocos llegaron a comprender, *ste se opuso a la medida. "Es pues una locura proposición que no deberamos aceptar a un cuando pudi*ramos" de deca anta 0ruz a una carta a &ntonio 8uti*rrez /a 7uente. QLos !olivianos quieren Arica) y yo no quiero ratificar los tratados or no faltar al  (uramento que hecho de sostener a todo trance la inte#ridad de la @e;!licaQ. 1l nota!le historiador !oliviano ?um!erto %á'que' 2achicao) comentando este acto sostiene que Santa +ru' Qera eruano de sentimiento y de afectos... y no vaciló en dar  al Per;) la tierra de su verdadero cariño) suremac*a roorcionada con relación a su nativo a*sQ. >!viamente %á'que' 2achicao no cala las rofundidades del ensamiento de Santa +ru' que ya en 345D ten*a el royecto de reconstruir el &ran Per;. Proyecto que e(ecutará en 34D. 1l 3G de mar'o de 34D) Arica y Locum!a se vuelven a ronunciar idiendo su incororación a Bolivia. Santa +ru' no cree oortuno considerar esta etición) está ya en marcha la confederación Per;-Boliviana.

El &ariscal Santa Cr'z estaba con(encido de ser el )eredero leg*ti+o del ,ensa+iento - de la obra de .ol*(ar! Lo /'e "áz/'ez$ &ac)icao deno+ina s0lo 1'n i+,erialis+o ,ersonal1 era el ,ro-ecto de .ol*(ar redi(i(o! #o ,od*a (er  ,ersonalis+o en 'na obra gigantesca /'e no 2'e co+,rendida debida+ente! S' idea era estr'ct'rar 'n estado ,oderoso ca,az de codearse - resistir ,resiones )ege+0nicas /'e se (isl'+braban en el 2't'ro! Por algo .ol*(ar en 'na carta escrita ,or a/'ellos a3os$ ent'sias+ado ,or la ,ro-ecci0n continental /'e to+aba .oli(ia$ le dec*a 1Si ella dice /'e es +i )i4a$ -o digo /'e 'sted es +i ,ri+er nieto$ ,or/'e 'sted está lla+ado a nacer en s' ,ri+er ,arto de ,adres leg*ti+os1! Por llevar adelante este ensamiento Santa +ru' lo sacrifica todo hasta los intereses de su atria de ori#en. 1s que sa!*a que Bolivia inte#rada en el &ran Per; hu!iera disuesto i#ual o en me(ores condiciones de Arica y todos los uertos eruanos. La Patria &rande con que soñó y estuvo a unto de lasmarla definitivamente co!ro caro a Santa +ru'. La o!ra de Santa +ru' sin em!ar#o) fue comrendida or la visión de Bernardo >X?i##ins) quien se ouso tena'mente a la cru'ada de la oli#arqu*a chilena que lo#ró destruir la confederación Per;-Boliviana en
Santa +ru' como Presidente de Bolivia y con el ensamiento uesto siemre su royecto de asos cautelosos en los actos de #o!ierno. ?a!iendo sido resetuoso y fiel #uardián de la inte#ridad territorial del Per; cuando e(erc*a la residencia de aquel a*s, es i#ualmente cauto y celoso #uardián de la inte#ridad !oliviana cuando e(erce la Presidencia de la @e;!lica. As*) en leno acto de so!eran*a e/ide el decreto de 5 de  (unio de 345 creando el deartamento del Litoral en !ase a la anti#ua rovincia de  Atacama) searando la de Potos*. 1s más) dicta una serie de medidas administrativas y finalmente declara uerto franco a +o!i(a. 0hile, celoso guardi2n de su soberana al e4tremo que su propia constitución se(ala e4presamente toda su conformación territorial, en aquella oportunidad ni en otras hasta #A$, no dio nada, ni tena por qu* decir, ya que nada tena que hacer con esos territorios que siempre haba pertenecido a la &udiencia de 0harcas, patrimonio territorial que heredara la naciente +olivia. ;0ómo iba a presentar ninguna reclamación si sus constituciones polticas de #$$, #$=, #$! y #== deca te4tualmenteB "Los límites de Chile son desde el despoblado de Atacama hasta el Cabo de Hornos..."  o bien "desde el Cabo de Hornos hasta el desierto de Atacama" <

 Al inicio de este ca*tulo ya nos hemos referido a la mistificación que retenden hacer  los u!licistas chilenos al trastocar el verdadero sentido de las ala!ras QdesdeQ y QhastaQ interretando naturalmente de acuerdo a sus intereses. inalmente e/iste un hecho que no admite discusión osi!le ya que eso del QdescuidoQ no cua(a en la mente de nin#;n u!licista serio. +hile com!atió a la confederación Per;-Boliviana rete/tando que Santa +ru' ha!*a atentado contra la so!eran*a del Per; al ocuar este a*s y conformar el &ran Per;. 0estruida la +onfederación Per;Boliviana or la Santa Alian'a conformada or las oli#arqu*as de Lima) Santia#o y Buenos Aires) +hile tuvo la me(or oortunidad ara QreivindicarQ Atacama y toda la costa !oliviana que dice ha!erles ertenecido. "o lo hi'o. +hile que declaro la #uerra a Bolivia orque atenta!a contra la so!eran*a eruana) no dice a!solutamente nada de Qsus territoriosQ de Atacama. 1s que no ha!*a aflorado a;n las minas de lata de +aracoles) ni el salitre ni el #uano, y Amunáti#ui entonces aenas de!*a ser un niño sin que or su mente hayan asomado todav*a las e/trañas y arteras lucu!raciones histórico-#eo#ráficas que tanta imortancia tuvieron ara (ustificar l a conquista. La tesis inochetista) ya formulada or Amunáti#ui en 34D recin tomó cuero en 344C en lena #uerra del Pac*fico. D. +>2K1"> 01L SA$1> < LA P@>B>+A+KY"

A +a-or ab'nda+iento$ tene+os a la +ano dos doc'+entos ,reciosos de ,rocedencia c)ilena /'e de+'estran los derec)os de .oli(ia en el Pac*2ico! Se trata de la Historia de C)ile de C5sar Fa+*n$ ,'blicada en .arcelona en 678$ ,ri+era )istoria o2icial de a/'el ,a*s$ donde se leen9 1El reino de C)ile 2or+a 'na de las S'b di(isiones +ás nat'rales de la A+5rica del S'r! Con2ina al norte con la Re,:blica de .oli(ia$ de la c'al le se,aran del r*o Salado - el gran desierto de Ataca+a1! En la obra 1Lecciones de geogra2*a &oderna ,ara la Ense3anza de la ;'(ent'd A+ericana1 te= - ser dictada en 6>?$ se leen9 1Los l*+ites de .oli(ia son ,or el #orte el Per: - el i+,erio del .rasil$ al Este el +is+o i+,erio - las re,:blica Argentina$ al S'r está re,:blica$ la del Parag'a- - la de C)ile$ - al Oeste el Per: - el Oc5ano Pac*2ico1!

:efiri*ndose a los lmites de 0hile y particularmente de &tacama diceB "Esta provincia creada por ley de = de octubre de #A=, limita al 1orte con las rep'blica de +olivia y  al ur con el departamento de la erena, de la provincia de 0oquinbo. u capital es la ciudad de an 7rancisco de la elva o 0opiapo". En el captulo referente +olivia, al  ocuparse de la división administrativa e4presaB "e divide en los departamentos de /a Paz, 0ochabamba, anta 0ruz de la ierra, en donde se comprenden los vastos  pases de los @oos y 0hiquitos, 0huquisaca, Potos, Cruro y la provincia de ?aria y el  9istrito /itoral, en el que se haya el 'nico puerto de la rep'blica llamado 0obia o /a @ar, con $>> habitantes y m2s al sur la +aha de @eillones". En el Dnforme sobre +olivia de oseph +arclay Pentland, recientemente traducido al  espa(ol y publicado, e4isten datos preciosos que demuestran hasta el cansancio los derechos de +olivia en la costa del Pacfico. En el captulo DD de este informe elaborado en los mismos instantes de la fundación de +olivia se leenB "El territorio del <o Per', que ahora forman las rep'blica de +olivia, una ancha e4tensión de suelo, situado entre el +rasil y las rep'blicas &rgentina y Peruana, e4tendi*ndose entre los nueve y los $%  grados de /atitud ud y desde las playas del Cc*ano Pacfico hasta las fronteras occidentales del Dmperio del +rasil". 0urante los rimeros años de la re;!lica los hom!res de emresa de Kn#laterra se desla'an a los flamantes estados lle!ando iniciativas ara incentivar el comercio. $no de ellos fue Williams WheelMri#ht quien or#ani'ó una emresa de nave#ación) la rimera en su #nero en esta arte del mundo. Q%uelto a +hile -dice Al!erti- en 345) 2ister WheelMri#ht esta!leció un servicio de aquetes a !ela entre %alara*so y +o!i(a) uerto rincial de Bolivia) y el ersonalmente) tomó el mando) como caital mercante de una #oleta americana) -la %elo' 2anuela-) que #o'a!a de #ran reutación or su raide') e/actitud y !uen trato que los asa(eros reci!*an) el del más oular) ama!le y querido caital quien nave#ó (amás las costas del Pac*ficoQ. A este mismo ionero se de!ió la utili'ación de los rimeros !arcos a vaor que surcaron el Pac*fico comunicando a Amrica con el vie(o mundo. A tal fin solicitó a las diferentes re;!licas del Pac*fico ara llevar adelante su emresa. 1ntre los a*ses consultados) naturalmente estuvo Bolivia. QPara o!tener i#uales concesiones del #o!ierno de Bolivia que era el estado inmediato WheelMri#ht tuvo que cru'ar la cordillera de los Andes y !uscar al #o!ierno en Potos*) donde se encontra!a a la sa'ónQ. 1l Q2ornin# – PostQ de Londres de aquellos d*as tuvo el acierto de transcri!ir las ala!ras del emresario in#ls a tiemo de dar inicio a las actividades de su comañ*a naviera. QLos #o!iernos del Per;) +hile y Bolivia-dice- han demostrado un es*ritu de la lar#ue'a or el lo#ro de un o!(etivo tan desea!le como la nave#ación a vaor y sus costas) or la concesión que han hecho al emresario de un rivile#io e/clusivo or el trmino de die' añosQ. 1stos datos que or rimera ve' revelamos van demostrando cómo Bolivia desde que nació a la vida indeendiente siemre e(erció lena so!eran*a so!re su costa) so!eran*a que ha sido resetada or +hile y las #randes otencias de aquella oca. Por los años de 34GC-G5) son redescu!iertos los deósitos de #uano y salitre en el Litoral Boliviano. 1stos rimeros yacimientos que esta!an u!icados en la Punta  An#amos al norte de 2e(illones fueron ad(udicados a 0ie#o Sam y P*o $lloa. La noticia rodu(o #ran revuelo en +hile. Por su arte) Bolivia que no ha!*a descuidado el e(ercicio de su so!eran*a en esta 'ona) tomó tam!in al#unas medidas) siendo una de ellas la or#ani'ación de una flotilla al mando de !er#ant*n QSucreQ que durante muchos años cumlió con su de!er e(emlarmente.

Todo iba bien$ )asta /'e se ,rod'4o el ,ri+er escándalo9 Se llega a desc'brir /'e la 2ragata 1Laca@1 )ab*a estado e
El gobierno boli(iano ,resent0 de in+ediato 'n recla+o ,or el atentado a s' soberan*a - en(i0 a Don Casi+iro Ola3eta ,ara /'ien e<,'siera ante gobierno c)ileno! Los reclamos de >lañeta cayeron en saco vac*o. La estrate#ia dilomática chilena entonces consist*a en darle lar#as al ro!lema sin resonder sino en forma incon#ruente a los untos reclamados entretanto una comisión de eminentes hom!res ;!licos esta!an dedicada a ela!orar -con las dificultades de la falta de documentos y t*tulos suon*an- la ie'a que udiera servirles ara darle cierta seriedad le#al a sus retensiones, aunque siemre se de!e destacar el hecho de que los hom!res ;!licos chilenos de entonces no ha!*an ensado todav*a en aoderarse de todo el Litoral !oliviano) sino de los territorios más ró/imos) ricos en minerales y salitre. 1l resto del desierto de Atacama no od*a interesarles de nin#una manera orque entonces no

ofrec*a nada. 1s entonces que sur#e una tesis e/traña y e/ótica. 1s de ima#inarse las areturas en que se vio envuelta la canciller*a chilena ante los reclamos !ien fundamentados de >lañeta. 2ás de 5C años de vida reu!licana sin fi(arse en la frontera norte ara de ronto tener que avan'ar si#ilosamente or encima de las rue!as contundentes de Bolivia) requer*a no sólo audacia sino tam!in cinismo) ero como de todos modos ten*an que dar al#una resuesta a Bolivia) salen del aso con una teor*a salomónica: Q1l desierto de Atacama) or su indeterminación -dec*a el documento chileno-de!*a dividirse en dos artes i#uales or analo#*a de lo que suced*a cuando un r*o caudaloso seara!a dos estados) nin#uno de los cuales uede ale#ar convenciones e/tremasQ.
1l con#reso !oliviano instó al e(ecutivo ara que emle los medios necesarios 1a la re,araci0n del )onor - dignidad nacional1 . 1l #o!ierno !oliviano residido en este momento or el doctor =os 2ar*a Linares acreditó de inmediato una misión ante la 2oneda) esta ve' encar#ando al doctor 2anuel 2acedonio Salinas la defensa de los derechos hollados. Salinas se hace resente en Santia#o y lantea los reclamos !olivianos en una e/osición documental y doctrinal tan e/traordinaria que la canciller*a chilena no hace otra cosa que acudir a Amunáti#ui que entonces ya ven*a erfeccionando su tesis. 1l unto neurál#ico de la estrate#ia dilomática chilena consist*a en llevar el asunto a la firma de un tratado de l*mites que di!idiera Atacama salomónicamente en dos artes de acuerdo a la idea y ya lan'ada en !ase recisamente a la Q#enialidad Amunáte#uinaQ. 0e esta manera la canciller*a maochina !usca!a introducir el rimer unto de aoyo ara se#uir avan'ando cautelosamente en los territorios !olivianos. < a acá erm*tasenos un arntesis. +ien años atrás los u!licistas y dilomáticos chilenos actua!an de manera más sutil ara aoderarse de nuestro Litoral aso a aso) sin desconocer (amás los derechos de Bolivia or lo menos en una #ran arte de su Litoral mar*timo. ?oy en d*a) Pinochet coiando a 1y'a#uirre simlemente se deso(a de los rumores de sus anteasados y cre*a la teor*a Qdel descuidoQ y sostiene que Bolivia nunca tuvo acceso al Pac*fico. Pareciera que en +hile se a#otaron las ideas y se hiciera culto a la mentira institucionali'ada. La misión de 2acedonio Salinas) como era de eserar) volvió a fracasar ante la ne#ativa chilena de rearar los daños causados y la afrenta a la heredad !oliviana. Pese a todo) siemre tratando de encausar sus actos al derecho internacional) Bolivia vuelve a enviar otra misión dilomática) esta ve' encomendada a otro nota!le historiador y hom!re ;!lico que ha!*a dedicado su vida al estudio de los l*mites de Bolivia. La !uena fe) o in#enuidad !oliviana) no od*a ver el ro!lema desde otro án#ulo que no sea el le#al y se hac*an esfuer'os or enviar a Santia#o a los me(ores  (urisconsultos e internacionalistas car#ados de documentos y saiencia, or al#o +harcas ten*a fama de ser la cuna de los me(ores doctores de Amrica, ero +hile ante la retórica de los doctores Alto Peruanos que se e/laya!an en conocimientos históricos y de derecho internacional) saturados de latina(os y aote#mas) al vie(o modo esañol) con la malicia del roto artero y socarrón) elud*a la tra!a'ón de la litis en el terreno de los simles reclamos tratando de llevar el asunto al terreno de un leito de l*mites) lo que al final consi#uió. QPero esta ve' la dilomacia !oliviana se dio cuenta de su de!ilidad) e instruyó a su ministro ara que consintiera en a!rir una ne#ociación de l*mites. La e/ansión de hecho) el ultra(e de la so!er!ia) la desedida de las autoridades de Bolivia) la arehensión de sus ciudadanos) queda!an olvidados) y como or encanto resulta!a lanteado una ne#ocio de fronteras) que suon*a dudas so!re los derechos territoriales) y que) sin em!ar#o) carec*a de todo antecedenteQ. 1l reresentante !oliviano en aras de la fraternidad americana rouso la fi(ación del aralelo 56 como l*mite entre tanto +hile e/i#*a el aralelo 5. Las discusiones lle#an a l*mite de la tolerancia hasta que Santiváñe' roone llevar el asunto al terreno del ar!itra(e) su#iriendo a &ran Bretaña como (ue'. +hile reh;sa este camino sa!edor de la de!ilidad de sus rue!as. Q+hile no sólo ha dene#ado a hacernos (usticia que demandamos -dice Santi!áñe' amar#ado- sino que ha desechado todos los medios de lle#ar a un avenimientoQ. Por su arte Sánche' Bustamante oina: Q+hile rehusara el ar!itra(e y des!arata los tra!a(os amarados or Bolivia. 1s decir) lantea!a conflictos ositivos) ara resolverlos or s* mismo. 1n se#uida invita!a a la discusión) !a(o la som!ra rotectora del !eati !eati ossidetisQ. 1l año de 34D marca un hito imortante en la historia de esta cuestión. 1l !rasileño Lóe' &ama ha!*a o!tenido un contrato de arriendo ara e/lotar las #uaneras !olivianas de 2e(illones. +uando ste se encontra!a dedicado a sus la!ores en el área de ad(udicación aareció el chileno 2at*as orres y se osesionó de hecho de las

#uaneras. +omo no od*a ser de otra manera) Lóe' &ama resentó su que(a a las autoridades !olivianas de +o!i(a) y stas lo amararon. 1l #o!ierno chileno hecho el #rito al cielo. La rovocación esta!a encaminada a cumlir un o!(etivo si#ilosamente laneado. Q1sta situación -dice Bulnes- no od*a rolon#arse. +ada d*a se hac*a más a#uda or el mayor inters que deserta!a el #uano en vista del incremento que da!a el de +hinchas a las rique'as del Per;. La controversia hi'o crisis en 34D. 1l #o!ierno !oliviano faculto en secreto al e(ecutivo ara declarar la #uerra a +hileQ. La cuestión Lóe' &ama ha!*a dado lu#ar a un reclamo insolvente y c*nico de la canciller*a chilena. 1l canciller !olivianos @afael Bustillo) hom!re de e/traordinaria visión y cultura) dio una lección demoledora al e/a!ruto chileno) mediante un documento que constituye una ie'a maestra donde descansan los derechos de Bolivia en el >cano Pac*fico. 1l +on#reso !oliviano autori'ó al Poder 1(ecutivo a declarar la #uerra a +hile sin demora. @otas las relaciones y cuando todo hac*a resumir el desencadenamiento de una #uerra internacional entre +hile y Bolivia) ocurrió un acontecimiento insólito: 1saña decide recuerar sus anti#uas colonias y en actitud sin recedentes) arte de su armada ocua las islas de +hinchas. +asi al mismo tiemo) se roduce el ascenso del #eneral 2ariano 2el#are(o a la Presidencia de Bolivia. 1stos dos acontecimientos dan lu#ar a un cam!io total de actitud en las relaciones chileno-!olivianas. Ante la arremetida esañola que no sólo hac*a eli#rar la indeendencia del Per; sino de toda la Amrica) todos los a*ses del Pac*fico se unen olvidando sus anti#uas rencillas conformando la Q$nión AmericanaQ. Q1l concurso de Bolivia era recioso -dice Sánche' Bustamante- orqu) si hu!iera mantenido la neutralidad) sus costas ha!r*an sido rotección y a!ri#o ara las naves esañolas) y era indisensa!le ara tranquili'ar a +hile, or qu !ien od*a nuestro a*s arovechar las circunstancias ara volver or  2e(illones) cautivo de tres añosQ. 0e tal suerte que) en aras de la $nión Americana) Bolivia aarece sacrificando sus intereses en el Pac*fico) en momentos en qu !ien udo ha!er hecho resetar sus derechos ante la evidencia de quin) en esos momentos) el oder*o !lico de am!os estados mostra!a una li#era venta(a chilena) ya que todav*a no conta!a con los !arcos y !lindados que 349 definir*an la #uerra en su favor. 1n el interino de estos acontecimientos Bolivia ha!*a enviado a otra dele#ación a car#o de 0on omás r*as) misión que no lle#a a lantear los reclamos ante la e/i#encia revia de arte de +hile de la dero#atoria de la autori'ación de #uerra emanada del +on#reso !oliviano. 1l ascenso de 2el#are(o a la Presidencia de Bolivia rodu(o inmensa al#ara!*a en la 2oneda) ues considera!an el hecho como una !endición !a(ada del cielo. Z< nos se equivocaron[ 9. $" K&">@A"1 1" 1L P>01@

En 'n rasgo caracter*stico de irres,onsabilidad$ /'e ,'do tener en a/'el +o+ento s' tono de sinceridad$ &elgare4o /'eriendo gran4earse la si+,at*a a+ericana abraz0 con bo+bos - ,latillos la bandera de la Uni0n A+ericana$ to+0 tan en serio la cosa /'e ,ro+'lg0 i,so 2acto 'n decreto ,or el c'al borraba todas las 2ronteras boli(ianas ,ara los a+ericanos$ /'ienes ,or el s0lo )ec)o de ,isar tierra boli(iana deb*an sentirse co+o tales con todos los derec)os garant*as! Este acto de generosidad del 2a+oso Ca,itán del Siglo ,as0 desa,ercibido ,ero no ,ara la canciller*a del &a,oc)o! /os cerebros de la @oneda bao la batuta de &mun2tigui se sintieron de pl2cemes por  el giro de los acontecimientos y por la presencia de tan e4traordinario enviado de la fortuna. /os tratadistas y hombres de estado chilenos, ya diestros para interpretar los tratados y documentos a su antoo tomaron al pie de la letra aquello de la borradura de las fronteras e invocando cazurramente aquella e4travagancia de @elgareo comenzaron a borrar de verdad la frontera boliviana, consumando sus avances sin ning'n miramiento. imult2neamente en una campa(a desvergonzada nunca vista

hasta entonces comenzaron a adular al d*spota boliviano colmandolo de honores y  ditirambos. Fue nos dio de *l en alabanzaG 3 finalmente se lo nombró 8eneral de 9ivisión del E*rcito 0hileno. Preparar el terreno en esta forma, pronto acreditó una misión diplom2tica a cargo de los h2biles y genufle4os doctores 5ergara &lbano y  0arlos IalJer @artnez. 1l Brasil) que ha!*a lanteado tam!in sus asiraciones al 2ato &rosso !oliviano) tamoco erdió tiemo. 1s di#no de destacar que el Brasil y +hile en los momentos cruciales de desventura ara Bolivia siemre mueven (untos sus tentáculos como convocados or un con(unto que los atrae mutuamente ara asfi/iarla. Pero sta ve' la arremetida !rasileña ten*a una do!le finalidad. 2el#are(o) que no de(a!a de ser un es*ritu contradictorio y esecial) #uarda!a en la concavidad de su alma al#o del romanticismo de los ca!alleros medievales. +uando aflora!a en su ser ese asecto de su ersonalidad se transforma!a en un a!anderado de la (usticia. Por aquellos años ha!*a estallado una #uerra cruenta entre Brasil) la  Ar#entina y el $ru#uay contra el Para#uay de Solano Lóe'. Los entretelones de esta !rutal a#resión contra un ue!lo hermano ya han sido e/uestos or la historio#raf*a moderna ar#entina. 1l inters del Brasil y Ar#entina en aquella tierra resond*a a la !atuta del Londres que no ve*a con !uenos o(os el ro#reso acelerado de un ue!lo enclavado en el centro de Amrica meridional) que ha!*a sido caa' de for(ar sólo !a(o un sistema nacional roteccionista) un estado caa' de desarrollar industrias) fundir  metales ara la fa!ricación de armas y fá!ricar !arcos. 1l Para#uay en aquella oca aarec*a como un modelo eli#roso que de nin#una manera od*a se#uir adelante. 1l desaf*o era demasiado #rande. < como Kn#laterra no necesita!a oerar directamente) teniendo a su disosición a la Ar#entina y el Brasil) emu(ó a estos dos a*ses y al $ru#uay a una #uerra contra el Para#uay. ue en la ;ltima fase de esta #uerra cruel que duró cinco años que 2el#are(o) insirado or al#unos cola!oradores que ve*an el ro!lema en su verdadera dimensión) decidió intervenir ofreciendo su ayuda a Solano Lóe'. 2uestra de sta intención es la ayuda que restó 2el#are(o a las montoneras ar#entinas de elie %arela que oera!an en el "orte ar#entino y lucha!an contra el #o!ierno central de Buenos Aires) oonindose a la #urra con el Para#uay. 0ada la calidad del e(rcito !rasileño de aquella oca) y del mismo e(rcito orteño de 2itre) que ven*a sufriendo serios reveses ante la defensa heroica del ue!lo ara#uayo) es de suoner que la intervención decidida de 2el#are(o hu!iera hecho cam!iar el curso de la historia de aquella #uerra. Ante seme(ante situación imrevista la trile alian'a decide encomendar a Brasil una aro/imación con Bolivia a fin de evitar  que 2el#are(o cumliera sus roósitos) ya que las relaciones entre Ar#entina y Bolivia rácticamente esta!an rotas or la a!ierta cola!oración restada or 2el#are(o a elie %arela. Pronto se hi'o resente en La Pa' una misión !rasileña a car#o del más há!il dilomático de Ktamarat*) quien en conocimiento de los /itos o!tenidos or +hile) si#uió el mtodo de las ala!an'as y #enufle/iones al tirano) condecorándolo con el >rden de la @osa y entre#ándole la desi#nación de 0octor ?onores +ausa de la $niversidad de @*o. La misión Lóe' "eto cumlió a las maravillas su cometido evitando la ayuda ofrecida a Solano Lóe'. 1s más) se arovechó de la ma#nanimidad de tirano al arrancarle un tratado de sesión del 2ato &rosso. /a misión diplom2tica chilena encabezada por 5ergara &lbano tambi*n haba trado a @elgareo una propuesta secreta del gobierno chilenoB era una propuesta inmoral e

infame contra el Per'. Por ella +olivia deba desprenderse de todo su /itoral martimo desde el paralelo $% hasta el ese /oa, o cuando menos hasta @eillones, bao la formal   promesa de que 0hile apoyara a +olivia para ocupar el /itoral Peruano hasta el @orro de ama en compensación. /a propuesta, que vino a ser el primer intento serio de la felona chilena, pese a las ventaas que ofreca y pese al gobierno irresponsable que gobernaba +olivia, fue rechazada de plano. 3 *ste no era el primer eemplo del respeto que +olivia siempre guardó por lo aeno en el curso de toda su historia. 3a hemos visto cómo durante la 0onfederación Per'-+oliviana, cuando +olivia pudo muy bien ane4ada a su patrimonio territorial ?acna y &rica que clamaban por   pertenecer a +olivia prefirió en aras de la unidad. En la guerra de #A, cuando +olivia derrotó al Per' en los campos de Dngavi y quedó due(o de todo el ur peruano, no sólo que no ane4o ning'n territorio a su patrimonio en compensación de los gastos de guerra que le ocasionar2, sino que tampoco pidió un solo centavo por este concepto. 3  0hile conoce muy bien de la generosidad boliviana en Paucarpata. @elgareo, que tan respetuoso se mostraba por los derechos aenos como en el caso que se(alamos, sin embargo, era pródigo e irresponsable con el patrimonio boliviano. 9e resultas de la gestión chilena y bao la aparente faz de un simple arreglo de lmites, esta misión diplom2tica logra arrancar al tirano una verdadera cesión territorial, mediante el ?ratado del > de agosto de #!!, calamitoso y desastroso tratado de donde se origina toda la tragedia que vivir2 +olivia hasta culminar en la guerra de #HK. +onsumando el atentado deredatorio se señala el aralelo 5G de latitud meridional como l*mite. Q0esde Litoral del Pac*fico hasta los l*mites orientales de +hile or el surQ dec*a la cláusula ertinente. Sin em!ar#o) el conte/to de este ratado resulta un hecho: +hile reconoc*a el dominio de Bolivia so!re las tierras que se encontra!an al norte del aralelo 5G. Pero Pinochet y sus antecesores asan or alto estos hechos y dicen simlemente que Bolivia nunca tuvo acceso al Pac*fico y que detenta!a Qsin sa!er quQ esos territorios. 1s que los hom!res ;!licos de +hile en aquella oca eran serios y resonsa!les y (amás ne#aron los derechos !olivianos con artimañas falaces como aquello Qdel descuidoQ. El tratado arrancado a @elgareo no cabe duda, en estado inconsciente, realmente era oprobioso para +olivia, pues no sólo que estipulaba la sesión de una enorme frana territorial sino que dispona tambi*n de otras ventaas inauditas a favor de 0hile como aquella por la cual "los productos provenientes de la e4plotación de los depósitos de guano descubiertos en @eillones y otros que se descubrieron al norte del paralelo $A se partiran por la mitad". Es decir que mediante *sta graciosa concesión se llegaba a establecer el condominio de ambos pases en el resto del /itoral que quedaba a +olivia. 7unesto precedente que constituye la antesala del asalto de #HK. Pese a seme(ante concesión que era reudiada or toda la nación !oliviana) la voracidad chilena no se satisfac*a. Sus #arras eran lar#as y el aetito inconteni!le. Por  aquellos años se descu!rieron las famosas minas de +aracoles) dentro de la fran(a que queda!a a Bolivia. +hile) con la avide' del avaro inescruuloso) sin otro t*tulo que la fuer'a reclamó ara si estas rique'as. Los reclamos roducidos a ra*' de este hecho tuvieron la misma suerte que los anteriores. 0ecididamente +hile ha!*a resuelto rote#er a sus hom!res y emresas.

+a*do 2el#are(o) todos sus actos son anulados) con e/ceción del tratado firmado con +hile que Qcomromet*a la fe de la naciónQ. Las va#as e imrecisas estiulaciones que este tratado sonsacado al +aital del Si#lo ronto dieron lu#ar a nuevos conflictos y reclamos fundados en interretaciones caciosas de los hom!res de estado chilenos) maniulados or las #randes emresas) que comen'aron a or#ani'arse al incentivo de las utilidades que les roorciona!an estas rique'as. Bolivia) consecuente con la l*nea acifista que ha!*a adotado) volvió a enviar una nueva misión a Santia#o con la finalidad de 'an(ar definitivamente el ro!lema fronteri'o con aquel a*s. 1sta ve' volvió a la arena dilomática el más #rande +anciller !oliviano de todos los tiemos: 0on @afael Bustillo) aquel quien 34D ha!*a uesto en serias dificultades a toda la canciller*a del 2aocho) ha!indoles lan'ado a la ca!e'a no sólo su or#ullo y di#nidad si no la ie'a me(or fundada de los derechos !olivianos en el Pac*fico. 1ste atriota !oliviano lanteo la a!olición de la medianer*a que era lo que más le reocua!a or constituir una esecie de esada de 0amocles ermanente so!re el Litoral. Qener nuestro Litoral li!re -dec*a- sin más so!eran*a ni dominio que el de la atria) sin más dueños que los !olivianosQ. +on mucha ha!ilidad y #ran caacidad Bustillo llevó la discusión al terreno de la revisión del ratado de 34DD) Qy cuando esta!a or cele!rar un acuerdo revisor) so!re las !ases de su redilección) reci!ió orden de susender y ala'ar los arre#los, orque el 2inistro +orral se entender*a directamente en la a' con Lindsay) 1ncar#ado de "e#ocios de +hileQ. La cuestión era muy clara) el dilomático chileno en La Pa') or instrucciones de su canciller*a) ha!*a utili'ado todos los recursos ara convencer a +orral la estiulaciones de un acuerdo con el solaado fin de arali'ar las ne#ociaciones que ven*a haciendo Bustillo en Santia#o. 1l o!(etivo era #anar tiemo hasta que se rodu(eran el cam!io de #o!ierno que esta!a ausiciando al financiar la e/edición del &eneral uint*n uevedo) hom!re de la l*nea de 2el#are(o) que se ha!*a comrometido a acceder todas las retensiones chilenas. 1l residente A#ust*n 2orales) un celoso defensor de la inte#ridad territorial de Bolivia) no era el indicado naturalmente a restarse a los maniuleos de la canciller*a de Santia#o) rue!a de ello era que ha!*a enviado al temido @afael Bustillo) el más esfor'ado centinela de los derechos !olivianos en el Pac*fico. racasada la e/edición del QPaquete de los %ilosQ-tal el nom!re de la e/edición uevedo- or la resulta actitud del #o!ierno de 2orales y el reudio del ue!lo !oliviano) Bustillo romió con ener#*a y di#nidad con la canciller*a chilena) denunciando valientemente la in(erencia de este a*s en las cuestiones !olivianas. +omo rue!a de estos dramáticos force(eos dilomáticos) quedó sin em!ar#o firmado el convenio +orral-Lindsay) que no fue aro!ado or el +on#reso y que) no or eso) de(a de ser otro antecedente funesto de la entre#a del Litoral a +hile. 1l Per;) reocuado or el ses#o que ven*a tomando el ro!lema lim*trofe de +hile y Bolivia) desertó de su aletar#amiento y comen'ó a movili'arse tratando de recuerar  el tiemo erdido) cayendo en cuenta que el verdadero o!(etivo de +hile esta!a tam!in auntando a sus #uaneras y salitreras que quita!an el sueño a los hom!res de estado y a#iotistas de %alara*so y Santia#o. ruto de esta reocuación fue el acuerdo alcan'ado ara la firma de un tratado de alian'a defensiva entre Per; y Bolivia H349I. La culminación de este force(eo dilomático de más de C años fue ratado cele!rado en 349G. 1l nota!le orador y hom!re ;!lico 0on 2ariano Batista fue el encar#ado de ne#ociar este tratado. +hile desi#nó ara este fin al señor +arlos WalRer 2art*ne'. 1l

art*culo 3N del mismo señala!a el aralelo 5G como l*mite Qdesde el mar hasta la cordillera de los Andes en el divortia aquariumQ. 1n otra arte se esta!lec*a que Qlos deósitos de #uano que se descu!ran en el er*metro de dichos territorios de!*an artirse entre am!os a*sesQ.Z< al#o insólito[) se esta!lec*a que los roductos naturales de +hile que se imortaran or el Litoral Boliviano comrendido entre los aralelos 5 y 5G Qqueda!an e/entos del a#o de todo derechoQ. Sánche' Bustamante) con todo acierto) oina so!re este tratado: QBatista salvó la mitad del #uano y el total de los minerales, ero WalRer consi#uió que sos) como industria de chilenos) no a#ase nin#;n imuesto a Bolivia) fuera de los e/istentesQ. $n autor ar#entino comentando este mismo hecho e/resa: Qque Bolivia acetará esta leonina disosición que met*a a +hile dentro de su territorio y afecta!a su so!eran*a) fue un trá#ico error entre los muchos que cometió su titu!eante dilomacia... Bolivia sem!ró de esa manera la semilla de la #uerra y la rdida de su salida al Pac*ficoQ. 1l tratado cele!rado or Bolivia en 349G y cuyo art*fice fue 2ariano Batista) causó verdadera indi#nación en el ue!lo !oliviano) ese a sus venta(as) ues +hile reconoció los derechos de Bolivia en los territorios comrendidos entre los aralelos 5 y 5G. 1l art*culo DN del mismo declarara: QLa @e;!lica de Bolivia se o!li#a a la ha!ilitación ermanente de 2e(illones y Antofa#asta como uertos mayores de su LitoralQ. +uando +hile lo#ró dar este aso más en la conquista de Litoral Boliviano ya esta!an a unto de 'arar los astilleros de Kn#laterra los dos !lindados encar#ados ara consumar el atentado. 1n 349 los lanes ela!orados cuidadosamente or +hile ha!*an entrado en su etaa final y sólo esera!an el rete/to ara consumar el asalto. 1n realidad) la #uerra entre am!os a*ses esta!a ya laneada en 34) en el mismo camo de PK1S AL &A>

El Per: - .oli(ia )ab*an constit'ido desde tie+,os de la re,:blica 'na ,esadilla ,ara la oligar/'*a c)ilena$ -a /'e s0lo ,od*an concebir s' realizaci0n ,lena si la (ecindad de estados 2'ertes - el Gran Per: 2'e (isto ,or ello co+o 'na a+enaza ,ara s' s',er(i(encia! 1l más #rande intrrete de esa visión ol*tica fue el famoso 0ie#o Portales) rico comerciante de %alara*so que revino los eli#ros que se serv*an so!re +hile. QLa osición de +hile frente a la +onfederación Per;-Boliviana es insosteni!leQ dec*a en aqulla oortunidad. Q"o uede ser tolerada ni or el ue!lo ni or el #o!ierno) orque equivaldr*a a su suicidio. "o odemos mirar sin inquietud y la mayor alarma) la e/istencia de los ue!los confederados) y que) a la lar#a) or la comunidad de ori#en) len#ua) há!itos) reli#ión) ideas) costum!res) formarán como es natural) un solo n;cleo. $nidos esos dos estados a;n cuando no sea más que momentáneamente) serán siemre más que +hile en todo orden de cuestiones y circunstancias. La +onfederación de!e desaarecer ara siemre del escenario de AmricaQ revia. < la +onfederación fue destruida más que or +hile or la comlicidad de las oli#arqu*as feudales del Per; y Bolivia) que no lle#aron a comrender la visión de futuro del más #rande estadista que tuvieron a lo lar#o de su e/istencia. 1l nuevo Presidente de Bolivia) #eneral %elasco) y el doctor =os 2ar*a Serrano en su equeñe' de alma) lle#aron incluso a felicitar a +hile Qor el eslndido triunfo lo#rado contra Santa +ru'Q. 1sta!a visto que Bolivia i!a a transformarse de Primera Potencia en Amrica Latina en una nación equeña) nudo de am!iciones de todos sus vecinos.

Los eruanos) a!sortos en sus ro!lemas internos) tamoco suieron erci!ir el eli#ro que se cern*a so!re su nación. "o od*an convencerse que +hile aunta!a recisamente más allá de la frontera !oliviana. < en un momento hasta se arreintieron de ha!er !uscado la alian'a con Bolivia en 349 y cuando se desencadenó el conflicto trataron de sacar el acuerdo de las !rasas como tendremos oortunidad de ver en el curso de este li!ro. Sólo udieron convencerse que el verdadero o!(etivo de +hile era recisamente el Per;) cuando retum!aron las ala!ras de Balmaceda en el con#reso chileno: Q1n el Litoral del Pac*fico -ha!*a e/resado desafiante- no hay sino dos centros de acción y ro#reso: Lima y el +allao) y Santia#o y %alara*so. 1s reciso que uno de esos centros sucum!a ara que el otro se levante. Por nuestra arte necesitamos araacá como fuente de rique'a y a Arica como unto avan'ado de la +ostaQ. La cuestión de fondo) la cuestión roia de la #uerra esta!a lanteada, el imuesto de los 3C centavos no era si no el rete/to ara llevar adelante este lan de conquista. 1l tratado de 349G esta!lec*a que en la 'ona liti#ada las ersonas) industrias y caitales chilenos no quedar*an su(etos a más contri!uciones que las e/istentes. La asam!lea de 3494 dentro de sus atri!uciones royectó una ley de lavando con 3C centavos el quintal de salitre e/ortado. 0a'a romul#ó la ley y fue suficiente ara que +hile ocuara Antofa#asta. ?a!*a lle#ado el momento de hacer realidad sus sueños y ara ello se ha!*an rearado cuidadosamente contando con el aoyo financiero de los !arcos de Londres) cuyos accionistas y ha!*an soldado sus intereses con la oli#arqu*a chilena que e/lota!a el #uano y el salitre. Los dos acora'ados encar#ados a Kn#laterra ya esta!an en su oder. . 1SPK>"A=1 < +>"@A0K+K>" 01L @>>

La con/'ista de Litoral .oli(iano no 2'e 'na (ent'ra concebida de la noc)e a la +a3ana 2'e$ co+o t'(i+os o,ort'nidad de (er$ 'n ,lan bien est'diado - +e4or  e4ec'tado con todos los ele+entos log*sticos +ás a(anzados de a/'ella 5,oca! En cuanto la escuadra chilena se lanzó a la conquista, las fuerzas de tierra estaban ya listas para eecutar el plan. En ese momento se distribuyó entre los efes y oficiales chilenos un documento reservado. e trataba de un documento secreto cuya divulgación estaba en penada con la muerte. Ll constitua nada menos que un estudio logstico meticuloso de todo el /itoral +oliviano y Peruano. El mismo haba sido encomendado con muchos a(os de anticipación a una comisión secreta al mando del  capit2n de fragata :amón 5ital 8ormaz, que recorrió de punta a punta todo el territorio boliviano que sera escenario de la guerra. e trata de una publicación fresca, llevaba como fecha el mes de febrero de #HK, vale decir, en los das mismos de la ocupación de &ntofagasta. El documento contiene un mapa, posiblemente el m2s completo y  meticuloso que se haya hecho de toda *sa región6 el mismo que portaban en sus mochilas los oficiales m2s caracterizados, preparados especialmente para actuar en estas circunstancias. Por su importancia y porque se trata de una verdadera revelación, nos vamos a detener en el an2lisis e4haustivo de *ste e4traordinario documento que viene a constituir la prueba m2s contundente de nuestros derechos legtimos en el /itoral del  Pacfico y el ments m2s estupendo a toda la corriente pinochetista. La u!licación secreta lleva or t*tulo Q&eo#raf*a "áutica de BoliviaQ. >!viamente) desus de la #uerra ha de!ido ser reco#ida, de ah* se e/trema rare'a) ues su e/istencia fue i#norada or el Per; y Bolivia.

1l historiador !oliviano 2anuel rontaura Ar#andoña) en su o!ra 1l Litoral de Bolivia que se#uramente es el aorte más imortante a la causa !oliviana) en los ;ltimos tiemos) u!lica como ane/o "N 3 de su o!ra un lan lo#*stico de la ocuación chilena) el mismo que constituyó una verdadera revelación. 1n rinciio) ensamos que el folleto en nuestro oder y el ;!lico or rontaura Ar#andoña eran la misma cosa) ero de su confrontación resulta un hecho insólito que tiene su e/licación. 1n realidad) el autor de los dos documentos es el mismo %idal &ormá') ero el documento que tenemos a la mano lleva fecha 5C de fe!rero de 349 y la u!licación reroducida en la o!ra de rontaura Ar#andoña Q2ar'o de 349Q. La rimera lleva el nom!re de rancisco %idal &ormá' y la que tenemos en nuestro oder Q@amón %idal &ormá'Q) ero en la á#ina tercera a manera de resentación se e/hi!e una nota donde aarece nuevamente en forma disimulada el nom!re de rancisco %idal &ormá'. Aarentemente se tratar*a de un error de imrenta o de un descuido sin imortancia) ero la realidad es otra. 1l error tiene su e/licación. La u!licación que tenemos a la mano constituye la me(or defensa de los derechos de Bolivia en el Pac*fico ya que contiene una serie de datos que demuestran en forma irrefuta!le la resencia de Bolivia en su Litoral, en cam!io) en la se#unda u!licación) la misma que se roduce en el li!ro de rontaura Ar#andoña aarecen alterados todos estos datos y se ha!la de los uertos !olivianos con desrecio ol*mico como si nunca hu!ieran e/istido. La e/licación es o!via. La comisión encar#ada de reali'ar este estudio y de levantar el lano) consciente de su la!or) no tuvo nin#;n inconveniente de señalar  e/resamente a cada aso la condición !oliviana de esos territorios y su estado de ro#reso. 1l s;!ito cam!io en las versiones de un mismo documento en el laso de ocos d*as) tiene una e/licación: la canciller*a chilena ya ten*a en sus manos una circular or la cual la usuración ya no se llama!a as* sino) QreivindicaciónQ. A artir de aquel momento) o!viamente toda la documentación oficial de!*a referirse al ro!lema del ac*fico como un ro!lema de QreivindicaciónQ y el documento de %idal &ormá' ven*a a resultar en tales circunstancias un ment*s ineserado que echa!a or tierra la táctica dilomática) incluyendo ara colmo un maa con toda la costa !oliviana en donde aarec*a en letras de molde y #randes caracter*sticas la inscrición: Litoral de Bolivia. Este documento de tanta importancia, desconocido en el Per' y +olivia, fue e4humado  por 7rontaura &rgando(a en su obra6 y ahora la suerte nos depara la enorme satisfacción de revelar este otro documento m2s importante a'n que el otro, por las caractersticas anotadas y por el mapa que incluye. El folleto comienza por se(alar e4presamente los lmites de +olivia en aquel momentoB "/a rep'blica de boliviana, llamada anteriormente <o Per', limita al 1.C. y 1. con el  Per', al E. por el imperio del +rasil y la rep'blica del Paraguay, al .E. con la 0onfederación &rgentina, al . por 0hile y al C. por el Cc*ano Pacfico". Este detalle de los lmites de +olivia donde resalta nuestra soberana en el /itoral del Pacfico ha sido e4cluido en la otra publicación. &simismo, han sido e4cluidos todos aquellos datos que en forma implcita o e4plcita hablaban de los puertos y caletas como  pertenecientes a +olivia. &l referirse a los lmites ya e4presados, la publicación indica que ella se e4tiende entre el paralelo $AM . que es la frontera de 0hile y el $M $#N que es el abra por la cual corre el ro /oa, frontera del Per'. Por manera que la costa boliviana, tomada en lnea recta, sólo se e4tiende a !> millas, pero mide $>$  siguiendo su boeo". Cbs*rvese que al se(alar estos lmites el documento chileno se va ya ci(endo el ?ratado de #HA. 2ás adelante el documento hace una descrición minuciosa de toda la costa !oliviana: Q1l Litoral de la re;!lica Boliviana corre or trmino medio de ". N CO a S. N CO >.

sin sin toma tomarr en cuen cuenta ta la irre irre#u #ular larid idad ad que que intr introd oduc uce e so!r so!re e el de la en* en*ns nsul ula a de 2e(illonesQ. < a#re#a esa o!servación: Q La marina es muy limia) ermitiendo que ueda recorrrsela a corta distancia) !ara(ando sus infle/iones rudencialmente. 1l fondo del mar vecino es muy rofundo y aumenta ráidamente hacia afuera) sin ofrecer  eli#ros insidiosos de nin#una esecieQ. 1l documento relata con lu(o de detalles la climatolo#*a) asectos de relieve) fauna marina) los vientos que corren or la costa !oliviana) las oscilaciones de la columna !arom !aromtri trica. ca. Señala Señala con con recis recisión ión matemá matemátic tica a los valore valoress !arom !aromtri tricos cos ara ara las dife difere rent ntes es esta estaci cion ones es del del año) año) indi indica cand ndo o la tem temer erat atur ura. a. < term termin ina a estu estudi dian ando do minuciosamente la corriente de ?um!olt y la corriente Litoral que asan or el Litoral Boliviano. 1l estudio del desierto de Atacama están minucioso que no es osi!le admitir que el haya sido reali'ado en oco tiemo) sino en un laso de siquiera cuatro o cinco años. "o se desc descui uida da en l) l) el seña señala lami mien ento to de los los más más equ equeñ eños os o insi insi#n #nifific ican ante tess accidentes #eo#ráficos) la u!icación de los r*os y riachuelos) arroyos) vertientes) las licuaciones de las nieves) la fauna) la flora) etc. "o descuida ni los estudios #eoló#icos) ya que tam!in contiene datos sumamente interesantes so!re los yacimientos de oro) !ismuto) co!alto) co!re y otros minerales. 1l tra!a(o or otra arte) contiene noticias históricas oco conocidas) haciendo hincai a cada aso so!re la so!eran*a !oliviana en dicho desierto. QLa suerficie de la re;!lica se estima en 6C.CCC len#uas cuadradas. 1l suelo ese su mayor arte elevado y se le uede considerar dividido en tres re#iones de asectos diferentes. La costa comrende el árido desierto de Atacama) de que ya hemos ha!ladoQ. 0etermina este ca*tulo con referencias interesantes so!re las o!laciones de +alama) +hiu +hiu) +hacanse) 2istanti) etc. /a segunda parte del documento se refiere a la 8eografa 12utica de +olivia, y se destaca un subttulo que diceB "/mite /itoral 0hileno-+oliviano". 9onde indica en forma concreta que el lmite "es el paralelo $A, conociendo desde el mar hasta la parte m2s culminante de los &ndes". La relación de los accidentes #eo#ráficos de la costa es de suma imortancia y no descuida detalles como los si#uientes: Q1l morro de =ara -dice- es el más austral que ofrecen los accidentes del Litoral !olivianoQ. QSe creen -dice- que en el morro de =ara) llamado tam!in =or#ito) o en sus inmediaciones tuvo lu#ar el famoso descu!rimiento de oro que hi'o "aran(o) hoy erdido y que tanto ha dado que hacer a muchos mineros y cateadoresQ. Lue#o va descu!riendo las caletas Bolfin o el +oloso) Boca "e#ra) Playa Brava) nom!res que (amás serán olvidados or los !olivianos. 1l documento no od*a de(ar de lado el uerto más imortante de Bolivia: Antofa#asta. 1ste uerto fue el más floreciente del Litoral Boliviano y su creciente y ro#reso acelerado alarmo a la !olsa de %alara*so que ve*a el eli#ro de la cometencia. Q1ste uerto -dice- es el más austral del Litoral de Bolivia) a!ierto al comercio ocos años ha) ara la e/ortación de minerales de lata y nitrato de soda. Se halla situado or 5N G) de latitud Sud) 9CN 56O de lon#itud >. &renMich) coordenadas que corresonden a la arte ". 1. del muelle del norteQ. QLa ciudad de Antofa#asta -dice en otra arte- de!e su e/istencia) como se sa!e) al descu!rimiento de minerales de +aracoles) y uede decirse que comen'ó su vida del ue!lo en 349C. Su aarición fue casi instantánea y arece que ha lle#ado al resente al ao#eo de su desarrollo. Su o!lación se#;n el censo de 34 de (ulio de 3496) es de cerca de D.CCC almas) revaleciendo el elemento chileno) ues de esta suma) G4CC son chilenos) G6C !olivianos y el resto ertenece a diversas nacionalidades de 1uroa y

 AmricaQ. +omo en los anteriores casos) el estudio refiere detalles oco conocidos: instrucciones recisas ara los !uques que de!an desem!arcar en sus muelles) el calado de los !arcos que de!en o ueden oerar) etc. @efiere tam!in datos so!re otros lu#ares imortantes como:

.a)*aa &ore .a)* &oreno no$$ La Lo(e Lo(er* r*a$ a$ La Pore Poread ada$ a$ .a .a)* )*aa ;org ;orge$ e$ &ont &ontee &ore &oreno no$$ .a .a)* )*aa Constit'cional de &e4illones$ .anco Lagartos$ Roca Es+eralda$ P'nta - &orro ;org ;orgin ino$ o$ Ca Ca3e 3eta ta He Herr rrad ad'r 'raa de &e &e4i 4ill llon ones es o de C)or C)oros os$$ P'nt P'ntaa .a .a4a 4a$$ P'nt P'ntaa Anga+ Anga+os$ os$ &onte &onte de &e4 &e4ill illone ones$ s$ Pen*ns Pen*ns'la 'la de &e4 &e4ill illone ones$ s$ Cal Caleta eta G'ala G'ala G'ala$ G'ala$ P'nt P'ntaa Ta+es$ +es$ Ra Rada da de Cobi Cobi4a 4a o P'er P'erto to La &a &arr$ Ra Rada da de Ga Gati tico co$$ Ca Cale leta ta de G'anillo$ Toco,illa$ Toco,illa$ Caleta de Pa/'iza o San Francisco$ P'nta Arena$ etc! 1s di#no de destacar -las referencias que la so!re +o!i(a. Q+onoce acerca la rada de +o!i(a-dice- se nota so!re el e/tremo de la unta de este una roca !lanca !ien cara caract cter er*s *stitica ca or or cont contra rast star ar con las las ne#r ne#ras as de las las tier tierra rass que que la res resal alda dan. n. 1sta eña hace conocer a unta +o!i(a y de i#ual manera el a!ellón !oliviano que se i'a en un equeño fuerte situado en el centro de la en*nsula) cada ve' que sea avista un !uque a vaorQ. 2ás adelante indica los datos #eo#ráficos: Q1l uerto de +o!i(a) como el rincial del Litoral !oliviano) hace #randes ro#resos tanto en el desarrollo de su comercio como en construcciones) lo que hace que cada año sea más concurrido de !uques) cuenta con un muelle) aduana cuarteles y otras o!ras que demuestran su adelanto durante los ;ltimos años... La o!lación de +o!i(a asa de las 5.CCC almas) sin toma tomarr en cuent uenta a los los min mineros eros que tra tra!a( !a(an en los los min minerale raless vecin ecinos osQ. Q. So!re el tráfico comercial de +o!i(a e/resa: Qlas ciudades de Potos*) +huquisaca) ;i'a y otras del Sud de Bolivia) introducen or +o!i(a las mercader*as e/tran(eras de que han menester) y como es el rincial de entrada de la re;!lica) los !uques que quieran car#ar al "orte de l tienen que arri!ar rimero a su rada ara o!tener la licencia de la aduana. 2e(illones y Antofa#asta que tam!in tienen aduanas) sólo introducen v*veres y los demás art*culos indisensa!les ara las o!laciones mineras del salar del +armen) +aracoles y demás minerales en tra!a(oQ. Los datos estad*sticos que refiere no de(an de ser interesantes ara este estudio: QLa e/ortación de +o!i(a en 34D5 fue de 5.5C9.65C esos consistiendo rincialmente en estaño y co!re en !arra) r#ulos y varillas) #uano) lin#otes de lata y lanas. Las rentas de Bolivia se estiman en 5.565.965 esos) y los in#resos or +o!i(a) en 349C alcan'aron a 3G4.G9Q. Los datos del movimiento de !arcos son tan minuciosos que llaman la atención.  &l comenzar el estudio de este documento hicimos notar la marcada diferencia operada entre la primera y segunda publicación. /a primera publicación que damos a conocer, que fue distribuida en el da mismo de la ocupac ocupación ión de &ntof &ntofaga agasta sta,, es decir decir al comenz comenzar ar las operac operacion iones es b*lic b*licas" as" por un descui descuido" do" del del comand comando o chilen chileno, o, haca haca en sus descri descripci pcion ones es elogio elogio del del grado grado de adelanto de los pueblos y puertos bolivianos de la costa del Pacfico6 lo que no constan ya en la segu segund nda a publ public icac ació ión n sust sustititut utiv iva. a. /a e4pl e4plic icac ació ión n resa resaltlta a la vist vista. a. 0hil 0hile e comenzaba a tergiversar la historia para no darle el car2cter de una conquista a sus haza(as b*licas sino como una simple reivindicación. En esta tesitura un documento como el descrito resultaba perudicial a sus intereses. Ellos haban repetido hasta el  cansancio el no eercicio de soberana por parte de +olivia en estas costas, el total  abandono de ellas. 9e pronto toda esta campa(a de falsedades se vena abao por un docume documento nto emitid emitido o por su propio propio servic servicio io secret secreto. o. /a cosa cosa result resultaba aba sumam sumament ente e

 peligrosa. )aba que recoger el documento y suplirlo por otro. 3 es eso lo que hicieron de inmediato. 9e esta manera se distribuyó el documento que publica 7rontaura  &rgando(a, donde se dice todo lo contrario de los puertos bolivianos. 3a no eran florec florecien ientes tes,, progre progresis sistas tas,, sino sino descui descuidad dados, os, abando abandonad nados, os, misera miserable bles. s. Un solo solo eemp eemploB loB la descri descripci pción ón de &ntof &ntofaga agasta sta contr contrast asta a notabl notableme emente nte entre entre la primer primera a y  segunda versión. "Es el peor puerto del Pacfico -dice-6 sólo es disculpable haber  colo coloca cado do ah ah la flor florec ecie ient nte e pobl poblac ació ión, n, que que medi median ante te el car2 car2ct cter er labo labori rios oso o y  emprendedor de los chilenos se ha levantado r2pidamente, considerando el estado rudime rudimenta ntario rio de civ civiliz ilizaci ación ón de la socied sociedad ad bolivi boliviana ana". ". Cbviam Cbviament ente e el infund infundio io no merece siquiera comentario. 0reemos haber demostrado una vez m2s en forma irrefragable al se(or Pinochet y a toda toda la corr corrie ient nte e que que sost sostie iene ne seme semea ant nte e absu absurd rdo, o, la poca poca cons consis iste tenc ncia ia de sus sus argumentos. En todo caso e4iste una evidencia mayorB que 0hile tuvo que recurrir a una guerra para apoderarse de algo que nunca fue suyo. @11@1"+KAS BKBLK>&@\K+AS 3. 2. Luis Amunáti#ui: La cuestión de l*mites entre +hile y Bolivia. Santia#o) 34D. 5. =aime K'a#uirre: +hile y Bolivia. 1squema de un roceso dilomático. 1d.i# a#. Santia#o) 3D.-+onrado @*os &allardo: +hile y Bolivia definen sus fronteras. 34CC G53CG. 1d. Andrs Bello. Santia#o) 3D.->scar 1sinosa 2ora#a: Bolivia y el mar. 343C-3DG. 1d. "acimi "acimient ento. o. Santi Santia#o a#o)) 3D6. 3D6.ra ranci ncisco sco A. 1ncina 1ncina:: Las relaci relacione oness entre entre +hile +hile y Bolivia 343C-3D. 1d "acimiento. Santia#o) 3D. . =aime K'a#uirre: 0e!en historia de las fronteras de +hile.1d. $niversitaria S.A. Santia#o) 3D4.. 63. G. =aume 2iravitlles: 1l mundo desde "ueva ! +it) . 6. D. Au#usto Pinochet: &uerra del Pac*fico 349. +amaña de araacá Santia#o) 395. K!.: &eool*tica1d. Andrs Bello. Santia#o) 39G. 9. K!.: . G. 4. ray Antonio de la +alancha: +rónica morali'ada en orden de san A#ust*n en el Per;. Barcelona) 3D4, ) 6. 3C. @icardo =aimes reyre: ?istoria del descu!rimiento de ucumán. ucumán. Buenos Aires.Km. de +oni ?ermanos) 33D, . 5D. 33. 2anu 2anual al ron ronta taur ura a Ar#an r#ando doña ña:: 1l Lito Litora rall de Boli Bolivi via. a. 1d. 1d. 2uni 2unici cia alilida dad d de La Pa'. Km. Burillo. La Pa') 3D4, . G4. 35. A#ust*n de árate: ?istoria del descu!rimiento y conquista del Per;. +olección ?istoriadores Primitivos de Kndias, . 35. 2adrid) 34D6. 3. =uan Siles &uevara: 1nsayo cr*tico so!re +hile y Bolivia. 1squema de un roceso dilomático de =aime K'a#uirre. Pu!licado en +ultura Boliviana "N 34) mar'o de 3DD, . 4. 3G. 1sacio =aime K'a#uirre: Breve historia de las fronteras de +hile. 1d. $niversitaria. Santia#o) 3D9, . 5. 36. K!.: . C. 3D. Siles &uevara: 1nsayo..., . 4 y . 39. =uan Lóe' de %elasco: &eo#raf*a y descrición de las Kndias. 1dición Sociedad &eo#ráfica de 2adrid. 2adrid) 34G, . 63. 34. Antonio ?errera: ?istoria &eneral de los hechos castellanos. 2adrid) 3DC3, . 5G4) t. 5. 3. Amadde ra''ier: @elation de %oya#e 0e lO Amerique du sud au/ cotes du +hile et du Perou) fait edant les annes 3935 et 393G. Par*s) 395, . 354.

5C. =or#e) =uan y Antonio $lloa: @elación histórica del via(e al Amrica 2eridional. 2adrid) 39G4, . KKK) . 34. 53. 1stá a(ena ni Antonio de Alcedo: 0iccionario #eo#ráfico de las Kndias >ccidentales. 2adrid) 394D-394, tomo K%) . +ienta DG. 55. 1duardo Ar'e uiro#a: ?istoria de Bolivia. 1d. Los Ami#os del Li!ro La Pa'-+oncha !anda) 3D, . D5 y D. 5. La imortancia adquirida or la Audiencia de charcas es descrita ma#istralmente or +hárles Arnade: QPronto audiencia en-dice =ohn e(erció oder so!re lo que hoy son Bolivia) Para#uay) Ar#entina) $ru#uay y arte del Per;) Brasil y +hile. Sus dominios se e/tendieron de ocano a ocano, desde el desierto de acama en las costas del Pac*fico hasta el estuario de Plata en las a#uas del Atlántico. 1n Sud Amrica no hu!o otro or#anismo que oseyera tanto oder so!re tanta tierra. 1sta audiencia ale(ada de su más #rande rival) el virreinato de Lima) devino arro#ante. 1lla aroiase los oderes del so!erano y r*ose de las órdenes del virreyQ. La dramática insur#encia de Bolivia. 1d. =uventud. La Pa') 3DG, . 3G. 5G. 1duardo Ar'e uiro#a:>!.+it., . 5G. 56. K!.: . D4. 5D. K!.: .336. 59. K!.: . D. 54. =os 2ar*a @osa: ?istoria Ar#entina omo K. 1d. >riente SA Buenos Aires) 39G, . 6. 5. K!.: . 5. C. K!.: . G. 3. K!.: . D. 5. =uan Pino de 2anrique: 0escrición de la %illa de Potos* y Partidos su(etos a su Kndeendencia. Potos*) 3D de diciem!re de 3949. +olección Pedro de An#elis. 1d. Plus $ltra. Buenos Aires) 393, . G. 1ste mismo ersona(e su#irió un año más tarde la unificación de los dos virreinato HBuenos Aires y Per;I rooniendo como caital el +u'co. . Aliio %alencia %e#a: &eool*tica del Litoral Boliviano. 1d. =uventud. La Pa') 39G, . 5CG. G. %icente Bustos Pre': ?istoria de +hile. Km. $niverso. Santia#o) 3GG, . 359. 6. Archivo &eneral de la "ación Ar#entina) le#ado ]]%KK) %irreinato de Buenos Aires año 3945. D. =os 2ar*a %aldivia: a!la y Arica ara Bolivia. 1d. $niverso La Pa') 363. 9. Archivo de la "ación Ar#entina) le#ado ]]KK) colonia año 3949. 4. =or#e A!elardo @amos: ?istoria de la "ación Latinoamericana. 1d. Peña Lillo. Buenos Aires) 39, . 554. . +artas de Bol*var a Sucre. +olección>Oleary, . G. 1d. Amrica. 2adrid) 33. GC. @amos: >!.+it., . 5G. G3. La o!ra de 2anuel rontaura Ar#andoña ya citada) contiene una colección de maas) la más comleta que se conoce so!re ste tema donde se uede charlar  o!(etivamente la resencia de Bolivia en el Pac*fico. G5. ?um!erto %á'que' 2achicao: Kmerialismo ersonalista del 2ariscal Santa +ru'. Pu!licado en +ultura Boliviana"N 3C) 33 y 35 de 3D6. G. K!.: . 36. GG. K!.: . 3D y 39. G6. @o!erto uere(a'u: Bolivia y los in#leses.1d. Los Ami#os del Li!ro La Pa'+ocha!am!a) 39, . 3CC. G9. K!.: . 3C3. G4 =oseh Barclay Pentlan: Knforme so!re Bolivia. 1d. +asa de la 2oneda Potos*) 396, . 5. G. =. B. Al!erdi: La vida y los tra!a(os industriales de William WheelMri#ht en la  Amrica del Sud. 1d. &arniel ?ermanos. Par*s) 39D, . D.

6C. K!.: 4. 63. K!.: 3C. 65. 0aniel Sánche' Bustamante: Bolivia su estructura y sus derechos en el Pac*fico. 1d. Arno. La Pa') 33. 6. K!.: .356. 6G. K! .: .36. 66. K!.: . 3GG. 6D. An#el Scenna: La #uerra del salitre) en la revista odo es ?istoria "N 6) a!ril de 396, . 96. 69. @amón %idal &ormá': &eo#raf*a "áutica de Bolivia. Santia#o) 349. QAh*) está ues) descu!ierta la verdadera causa de la #uerra, una ra'ón de estóma#o) de eseculación) de cometencia industrial y de anta#onismo rofundo entre Per; y +hile. QLa ver#on'osa tesis del materialismo histórico uede citar en el caso del ac*fico una rue!a en su favor.Q 0aniel Sánche' Bustamante. QLo ha#o !a(o mi resonsa!ilidad, y además) Kn#laterra es lo suficientemente fuerte como ara a#arse en todas las consecuenciasQ. Lord Palmerston.

CAPITULO II ! EL CAR#A"AL Anto2agasta - Cala+a

SA#GRIE#TO

DE

6B8

S'+ario9  +hile ocua el litoral !oliviano sin revia declaración de #uerra.- 1l recio del litoral: La Pata#onia.- La Ar#entina dese(a a +hile el camino del norte.- 1l imuesto de los 3C centavos y la verdadera motivación de la #uerra.- La nacionali'ación del salitre !oliviano.-La masoner*a en acción.-La noticia de la ocuación y su resonancia en Bolivia.- U>cultó 0a'a la noticia or se#uir disfrutando del carnavalV- $na infancia centenaria al descu!ierto.- =ulio 2nde' el. QEutusov !olivianoQ en acción.- $n lan ma#istral ara detener la a#resión.-0asa hace suyo el lan.-La ce#uera eruana desecha el lan !oliviano.-+alama.-1l Per; elude en rinciio el cumlimiento de acto secreto de 349.-1l acto secreto de 349 como rete/to chileno.-+hile o!li#a al Per; a cumlir el tratado secreto.-unesta consecuencia de este incidente. 1n fe!rero de 349 el caitalismo an#lo-chileno ya nada ten*a que eserar, con nota!le ha!ilidad ha!*a lo#rado soldar sus intereses en todo el litoral !oliviano lo#rado enetrar  ac*ficamente en la e/lotación del salitre y el #uano) la socaire imudente de los #o!iernos de turno. Paralelamente el hecho en s*) el cuadro de la realidad ol*tico – económico de ese vasto territorio que hoy se conoce con el denominativo de +ono Sur  del continente) mostra!a un s*ndrome esectacular que e/lica la imunidad con que consume +hile la conquista de inmensos territorios y fa!ulosas rique'as que hasta hoy sustentan su econom*a. 1ra ya vie(o el leito que manten*a +hile con la Ar#entina so!re l*mites territoriales. 1l año 3495 el ro!lema volvió a actuali'arse esecialmente so!re la osesión del estrecho de 2a#allanes. Q1l señor r*as -dice un autor chilenose emeñó en circunscri!ir el de!ate e/clusivamente en las tierras que circunda!an el estrecho de 2a#allanes y rouso una l*nea que artir*a de la !ah*a de PecRett hasta encontrar con la cordillera. Por su arte) el señor K!añe' tuvo cuidado de recordar que los derechos históricos de +hile no se reduc*an a las costas del estrecho) sino que comrend*an en la vasta e/tensión de la Pata#onia) cortada al norte or el r*o 0iamante) que era su l*mite con la rovincia de +uyoQ.

0hile en los a(os posteriores se haba preparado cuidadosamente para reclamar sus derechos en aquellos territorios que litigaba con la &rgentina. Un e*rcito poderoso haba sido organizado y equipado convenientemente para respaldar estos reclamos. /a marina chilena ya contaba con los acorazados encargados a Dnglaterra, que le daban rango de verdadera potencia sudamericana. /as relaciones internacionales entre los dos pases cada vez m2s tensas, sufrieron una grave crisis a punto de inminente estallido b*lico cuando 0hile intentó ocupar el :o anta 0ruz, lo que no pasó de un amago, pues el retiro prudente de sus tropas ante la agudización de las fuerzas argentinas evito un choque fatal. 1l año de 3499 se reinicia las conversaciones entre am!as canciller*as ya que solamente se ha!*a acordado un statu quo ara rocurar la !;squeda de una fórmula de advenimiento. 1n enero de 3494 lle#aron a un acuerdo esta!leciendo como l*mite las altas cum!res cordilleranas) nom!rado como ár!itro al @ey de Bl#ica. 1sta solución que reconoc*a iml*citamente la so!eran*a ar#entina so!re ierra del ue#o y la Pata#onia ronto fue desautori'ada or la veleidosa y carente de moral se ir*a erfeccionando con el correr de tiemo hasta tiificar una verdadera escuela que no honra a la nación del 2aocho. 1l recha'o chileno a un rotocolo ya firmado entre los leniotenciarios Barros Arana y 1li'alde) dio lu#ar a que eclosionara nuevamente el *metu de #uerra. Las relaciones entre am!as naciones quedaron rotas y todo hacia vislum!rar la inminente iniciación de hostilidades revia declaración de #uerra. U< orque no se fueron a las manos cuando todo entendimiento arec*a imosi!le) quedando sólo dirimición or las armasV La resuesta es sencilla. 1l o!(etivo chileno en aquel momento ya no era la Pata#onia sino las rique'as del Litoral !oliviano que se#;n su canciller*a val*a la ena de una #uerra y no as* los territorios disutados con la Ar#entina Qque nada val*anQ) se#;n 0on 0ie#o Barros Arana 2inistro Pleniotenciario de +hile en Buenos Aires. La ersectiva de ensanchar sus fronteras or el norte hi'o que +hile !uscará fórmulas de hacerlo con la  Ar#entina a cualquier costo y sus dilomáticos fueron tan há!iles) que fueron dilatando la cuestión en momentos cruciales. 1n aquella oca) la actitud Ar#entina de tolerancia entre las !alandronadas chilenas no ten*a una e/licación ló#ica ya que se ensa!a que la oulenta nación del Plata ondr*a en su lu#ar a la insolente araucan*a. Posteriormente se ha demostrado que la  Ar#entina no od*a actuar sino con mesura) ues una #uerra en aquel momento le si#nifica!a una aventura de incalcula!les desastres. Q@ecin terminada la del Para#uay) que ha!*a desan#rado lo me(or de nuestra (uventud) está!amos sin flota de #uerra de alta mar) en medio de una ersistente crisis ol*tica y un estado económico delora!le. Uu si#nifica!a enfrentar a un a*s de firme esta!ilidad interna) de econom*a floreciente) dueño de una flota de mar ultramoderna que) ara colmo) esera!a dos nuevos acora'ados de refuer'o) de formida!le oder ofensivo ara la ocaV "aturalmente ose*amos un e(rcito que si no era un modelo de discilina) las lar#as #uerras internas y e/ternas ha!*an for(ado en un metal insuera!le. 1ran a#uerridos) sufridos y valientes) ero que od*an hacer contra los modernos equios con quien desde un ar de años antes se ven*a armando aceleradamente el e(rcito chilenoQ.  A rimera vista) sin em!ar#o) da!an imresión de que am!as naciones tuvieran mutuo temor de llevar la san#re al r*o) lo que en cierta manera era evidente.
frontera del "orte. Q+hile esta!a decidido a la e/ansión territorial) y ya conocemos los dos camos que ten*a en vista: la 'ona de Atacama Boliviana y la Pata#onia Ar#entina. La #uerra era inevita!le con uno u otro) y en 349 esó más la re#ión norteña donde los acontecimientos se reciitaronQ. 1s o!vio que en estas circunstancias +hile !uscarán afanosamente la neutralidad ar#entina. +hile odr*a enfrentarse con /ito contra Bolivia y Per;) or la suerioridad de su e(rcito y armada) ero in#resando Ar#entina más en el conflicto las cosas od*an variar) ya que el equili!rio de fuer'as od*a lle#ar a ser i#ual. 1l clamor ar#entino que e/i#*a una intervención armada al lado de Bolivia y Per; contra su insolente vecino cordillerano) sin em!ar#o) ronto se enfr*o ante la firme decisión del residente Avellaneda que ha!*a cedido a los cantos de Sirena del Pleniotenciario =os 2anuel Balmaceda que o!tuvo un verdadero triunfo dilomático en circunstancias comletamente adversas. QLa ;nica e/licación coherente de esta actitud es que la +asa @osada ensa!a arovechar el conflicto ara resionar so!re +hile y lo#rar una solución favora!le en el SurQ. < recisamente queriendo arovechar esas circunstancias el +anciller 2ontes de >ca rouso una transacción a los ro!lemas lim*trofes. Balmaceda há!il ne#ociador) fue eludiendo la definición del ro!lema) lo#rando oco a oco al#o que no esta!a dentro de sus cálculos: la firma de un acuerdo que se llamó Q2odus %ivendiQ que no era otra cosa que la reetición de acuerdos anteriores. 0e esta manera Ar#entina dese(a!a el camino ara que +hile consumara la conquista de los ricos territorios costeños de Bolivia y Per;. Q1n (unio en 349 -dice el mismo autor- en medio de un am!iente marcadamente antichileno #enerado or la &uerra del Pac*fico) fueron considerados or el +on#reso Ar#entino el Protocolo ierro-Sarratea y el 2odus %ivendi 2ontes de >ca-Balmaceda. Am!os fueron deseda'ados) desmenu'ados y finalmente recha'ados. 1stá!amos a fo(as unoQ. Pese a todo) ca*do en cuenta el #o!ierno ar#entino de la icard*a chilena) en momentos en que el e(rcito !ien ertrechado de este a*s inicia!a las hostilidades contra la ende!le alian'a Per;-Boliviana) suo sacar venta(a de la situación) enviando una e/edición militar al inmenso territorio de la Pata#onia) al mando del &eneral =ulio  Ar#entino @oca) la misma que sentó la'a de so!eran*a al ocuar aqullas tierras disutadas) hecho reconocido osteriormente or +hile mediante el tratado del 5 de  (ulio de 3443 en leno fra#or de la &uerra del Pac*fico. Q1l deseo de unos de ase#urar  a +hile la consolidación de su victoria so!re el Per; y Bolivia) sin resiones e/ternas que entorecieran la firma de los tratados de a') y la creencia en otros) de que la Pata#onia era un territorio falto de valor que od*a sacrificarse sin mayor detenimiento ara el inters nacional) inclinaron la !alan'a arlamentaria en favor del ratadoQ) dice =aime 1y'a#uirre en frases que trascienden una verdad consumada. +on las manos li!res +hile volcó todo su oder*o hacia la frontera del "orte. La oortunidad ara oner en ráctica sus vie(os sueños he#emónicos en el Pac*fico ha!*a lle#ado. Los territorios costeños de Bolivia donde ha!*an aflorado inmensos yacimientos de #uano y salitre de!*an asar a su dominio no ya or la fuer'a de su artera acción dilomática que no udo sino avan'ar un #rado en 6C años de force(eo) chocando siemre con la montaña de rue!as que demostra!an la verdad de la causa !oliviana. Ahora esta!a en condiciones de atroellar. Las inversiones reali'adas y las fortunas en crecimiento e/i#*an se#uridad a!soluta ara una e/lotación fruct*fera de los salitres y #uanos) sin el control ni la mirada acuciosa de los roietarios que en cualquier momento od*an ceder a las tentadoras

rouestas de otras otencias caitalistas ávidas de hincar los dientes en tan ricas resas.

! CO&IE#A LA CO.ARDIA DEL RO.O El A de febrero de #HK el e*rcito chileno con todo su podero ocupó &ntofagasta sin cumplir el requisito de la declaratoria de guerra ?odo era perfectamente coordinado,  pues el mismo da de la ocupación, en /a Paz el delegado chileno segua discutiendo los reclamos planteados a raz de la situación creada con el impuesto de los >  centavos. El mismo da de la ocupación fue distribuido con todo el secreto necesario, entre los oficiales del e*rcito chileno, un peque(o libro elaborado por la Cficina )idrogr2fica de 0hile. e trataba de un minucioso estudio topogr2fico, climat*rico e hidrogr2fico de un minucioso estudio topogr2fico, climat*rico e hidrogr2fico de toda la región. e acompa(aba al peque(o vademecum de la ocupación, un mapa que hoy mismo asombra por los detalles y la meticulosidad con que fue elaborado. 1aturalmente, era el 'ltimo mapa donde apareca la soberana boliviana en esos territorios. El libro llevaba por ttulo "8eografa 12utica de +olivia" y estaba firmado por el 0apital de 7ragata :amón 5idal 8orm2z.
efecto la convención del $H de noviembre de #H= acordada entre gobierno y la 0ompa(a de alitres de &ntofagasta6 en su m*rito, susp*ndese los efectos de la ley  de A de febrero de #HK. El @inistro del ramo dictar2 las órdenes convenientes para la reivindicación de las salitreras detentadas por la compa(a". /a historiografa oficial de +olivia se refiere muy de pasada a *ste hecho trascendental del gobierno de 9aza, que constitua una verdadera medidas de tipo popular y nacionalista que interpretaba las ansias del pueblo y de un sector de la burguesa boliviana progresista en plena formación que se cobiaba a la sombra de ese gobierno pretendiendo recuperar esas riquezas aunque a instancias de otros intereses for2neos que deseaban intervenir en el  "boom" del guano y del salitre6 actitud que no deo de preocupar al sector de la ultraderecha antinacional, cuya cabeza visible era nada menos que &nceto &rce, el  se(or de )uanchaca, que haba ligado ya sus intereses con los de la oligarqua chilena, que controlaba los barcos de antiago y 5alparaso, donde ya haban metido las manos los vaqueros de /ondres. Los historiadores li!erales de Bolivia) al referirse a ste hecho) iensan que se trata de una simle medida dema#ó#ica ara evitar tard*amente el conflicto) haciendo caer toda la resonsa!ilidad de la #uerra en ?ilarión 0a'a) cuando sa!emos que la ley ha!*a sido sancionada or un con#reso controlado recisamente or la feudalidad terrateniente y minera de la oca. >tra corriente de la escuela ortodo/a mar/ista sostiene que la medida era t*icamente entre#ista) ues su ;ltima finalidad era trasasar la alta suervi#ilancia y tuición de esos #randes intereses en forma definitiva al centro de %alara*so en cumlimiento de los lanes e/ansivos y monoolistas del caitalismo in#ls. QLa #uerra -sostiene >!ando Sáen'.- era ara las clases dominantes de Bolivia) la constitución de esa ol*tica de entera identificación con los o!(etivos a#resivos de los monoolistas e/tran(eros: a!andonar la administración del Litoral de(ando al caitán in#ls las uertas a!iertas ara esta!lecer la deendencia económica de los territorios de acuerdo a sus intereses coloni'adores y volver sus armas y su mirada hacia el interior del a*s ara ase#urar su orvenir de clase aun al recio de rivar a Bolivia de su territorio so!re el marQ. 1sta interretación no de(a de tener un fondo sólido) aunque eca de e/cesivo do#matismo interretativo) al cortar  con misma ti(era a los verdaderos entre#uitas y al Presidente 0a'a) que ese a su escasa rearación) tuvo la virtud de asesorarse de un #ruo de intelectuales identificados con los intereses del a*s. La medida tomada or 0a'a y su #a!inete y esta!a a(ustada a las realidad de aquel momento cr*tico y no era otra cosa que la defensa intransi#ente de los recursos naturales amena'ados or la voracidad an#lochilena. La nacionali'ación del salitre !oliviano no era una medida tomada reciitadamente sin ton ni son. en*a un antecedente reciente: la nacionali'ación del salitre eruano decretada or el Presidente Pardo que alarmó al imerialismo in#ls y francs) medida que tuvo un desenlace san#riento. 1n lo interno de la medida od*a aran#onarse con las soluciones t*icamente nacionalistas tomadas or el Presidente A#ust*n 2orales contra la firma Arteche) actitud atriótica que al i#ual que al residente eruano costó la vida a 2orales. 1s o!vio que 0a'a) ara tomar aquella medida) a un de!ido comulsar  con sus ministros los alcances del tratado de 349 con el Per;) aunque se sa!e las discreancias que hu!ieron en la interretación de sus cláusulas. 0e cualquier manera) 0a'a tomó la decisión heroica a sa!iendas que) de roducirse un conflicto) el a*s no estar*a solo. La nacionali'ación decretada or 0a'a si#nifica!a en los hechos que de!*an or#ani'arse estancos del salitre ara su comerciali'ación e/lotación mediante sociedades mi/tas de articiación^. ?a!*a en ese momento #randes intereses

financieros que se mov*an su!reticiamente en contacto con la inciiente !ur#ues*a !oliviana en formación. O"El presidente Pardo, con condiciones de singular clarividencia la divide *se, en claro el problema en sus m'ltiples aspectos, polticos, económicos e industriales. i la  producción misma era el privilegio de un suelo determinado no obvio tener a que ese  privilegio, se(alado e impuesto por la naturaleza, fueran un monopolio fiscal, antes de una regala de los particulares". "El inter*s predominante del gobierno del Per' sera el de llegar a un acuerdo con el  gobierno boliviano para uniformar su legislación en materia salitrera" vale decir para incitar a tomar la medida de la nacionalización". &lberto 8uti*rrez. /a guerra de #HK. 1uevos Esclarecimientos. Ed.0amarlinghi. /a Paz KH!, p. HA. 1l temor de que las medidas tomadas or 0a'a se consumaran atrayendo una inversión inmediata de otros intereses caitalistas a travs del Per; o!li#ó a +hile a reciitar la ocuación de Antofa#asta como resuesta al desaf*o !oliviano. Los #randes intereses in#leses emu(aron a +hile a que su oder*o !lico rearado ara dirimir sus ro!lemas lim*trofes con la Ar#entina) los diri#iera a la conquista de las costas salitreras y #uaneras del Per; y Bolivia ante el asom!ro de Amrica y el mundo.

! PECADO CAPITAL$ % HO#OR DEL ROTO ?an es as que el reclamo sobre el impuesto de los > centavos no era m2s que un mero prete4to que, cuando 0hile ocupó el litoral, el $ de septiembre de aquel mismo a(o, creo otro gravamen de A> centavos sobre quintal de salitre. Un a(o despu*s, el  impuesto subió a Q,!> plata sobre quintal y otro de !> centavos sobre Jilo de yodo. /a compa(a e4portadora del salitre que se haba prestado al uego, cnicamente presentó entonces una reclamación al gobierno chileno e4igiendo respeto al contrato suscrito en #H= con +olivia. Es interesante conocer algunos entretelones de aquel momento. Producido el reclamo chileno ante la canciller*a !oliviana) sus ar#umentos fueron re!atidos con toda facilidad dada la carencia de un aoyo sólido ara sostenerlo. La canciller*a !oliviana que desconoc*a los rearativos chilenos ara consumar el asalto al litoral) en esos momentos !uscó afanosamente una fórmula de avenimiento. 1l dele#ado chileno or contraartida) to'udamente insist*a en su reclamo sin un asidero le#al que le resalde. La cuestión era #anar tiemo. +uando todo hac*a rever que se allanar*a el camino ara arri!ar a un acuerdo en ese *nterin +hile) con el si#ilo delincuencial necesario) ha!*a concentrado ya sus troas en el uerto de +aldera. Sus acora'ados que ya avan'a!an cautelosamente) fueron divisados finalmente en a#uas de Antofa#asta) entretanto se se#u*a discutiendo en La Pa' la fórmula de un arre#lo. El A de febrero de #HK desembarcó el e*rcito chileno en aquel puerto y procedió a la ocupación sin previa declaración de guerra. El prefecto del litoral, 0oronel everino Rapata, completamente inerme, sin fuerzas para resistir la agresión, abrumado por el   peso de un atentado sin nombre, no pudo hacer otra cosa que protestar por el acto vand2lico abandonando el puerto en intern2ndose al interior del pas. El presidente 9aza, el manifiesto emitido pocos a(os despu*s de aquel  acontecimiento, e4plicó esos momentos vividos de la siguiente maneraB "i algo puede reprocharse a mi administración en este asunto, es el haber confiado en la palabra autorizada y solemne del embaador chileno, que hasta el 'ltimo momento y  empe(ando la fe nacional de su patria, sostuvo el principio de tratar la cuestión en el  terreno de la diplomacia".

/os > centavos eran el prete4to, pero el socaire de su p2lida resurgencia ocultaba la 2urea resplandesencia de la libra esterlina con el ruido seco de todo su podero. 0hile era solamente la punta de lanza de la penetración del capitalismo ingl*s en el Pacfico.

! "ERDADES DE LA CAUSA RAPAS DEL ROTO 0urante mucho tiemo sea discutido y a;n en nuestros d*as se discute entre eruanos y !olivianos y chilenos) la verdadera motivación de la #uerra. As* or e(emlo el eruano +arlos Wiese dice que la causa rincial fue la ne#ativa eruana de declararse neutral en el conflicto) ya Qque el Per; ten*a la o!li#ación del tratado secreto de 349Q. +omo otra causal al señalar tam!in la am!ición desmedida de la clase diri#ente y del ue!lo chileno or aoderarse de las salitreras de araacá y  Antofa#astaQ. Pa' Soldan) or su arte) manifiesta que +hile otó el camino de la #uerra orque atravesa!a una situación económica caótica) esecialmente orque los altos intereses de su deuda e/terna la amena'a!an y resiona!an. odos los demás autores eruanos coinciden en señalar la cuestión del tratado secreto de 349) avalando de esta manera o cohonestando la tesis chilena. La e/ceción fue +arlos 2ariáte#ui) quien en su nota!le ensayo so!re la realidad eruana) or rimera ve' toca fondo al referirse a este ro!lema) hacindolo derivar del fenómeno industrial euroeo en leno roceso de e/ansión que !usca!a materias rimas ara sus industrias en ascenso. En 0hile se ha impuesto como dogma la tesis de que el "casual descubrimiento" del  tratado secreto de #H=, fue la causa de la guerra. 5icu(a @acJena, +arros &rana, anta @ara, +ulnes, y otros sostienen esta tesis con argumentos casi id*nticos. @uy   posteriormente a esta generación de historiadores y pseudo historiadores aparece otra  promoción que actualiza y remoza esta viea tesis, acomod2ndola a sus lucubraciones eruditas o pseudoeruditas, pensando quiz2 que despu*s de transcurridos sin a(os se  puede nom2s seguir haciendo comulgar ruedas de molino a las nuevas generaciones. 9e esta suerte aparecen 0onrado :os 8allardo, aime Eyzaguirre, Encina, Espinoza 1oraga, Pinochet y otros, quienes desempolvando los trabaos de &mun2tigui, que en su *poca cayeron en el ridculo por sus e4travagancias y entripados interpretativos, "redescubren" que la que guerra nada tena que ver con las ambiciones ni el salitre, sino que, simplemente, fue una guerra de "reconquista" ya que esos territorios siempre haban pertenecido -dicen- a 0hile, y que por un "descuido" haban aparecido bao la soberana boliviana, que por tanto lo 'nico que se hizo fue recuperarlo. & esta tesis, como se sabe se adhirió el 8eneral &ugusto Pinochet, copiando al pie de la letra los trabaos de Eyzaguirre. Los historiadores !olivianos de la vie(a escuela sostienen unánimemente que fue la am!ición taimada y artera de +hile quien arovechándose de la situación cr*tica que atravesa!a el a*s consumó el vil atentado. Al!erto &utirre' y %icente >choa se salvan de esta #enerali'ación or al#unos aortes valiosos que hacen en su o!ra. 1n los ;ltimos tiemos) Au#usto +sedes) Aliio %alencia) Ser#io Alamara') rontaura  Ar#andoña) >!ando Sán') Al!arrac*n) Luis Ante'ana y otros) contri!uyen a la interretación de los factores intr*nsecos o e/tr*nsecos que dieron lu#ar a la #uerra que nos ocua. odos ellos relievan) como no od*a ser de otra manera) el factor  económico) unto de artida ara tratar los fenómenos históricos cient*ficamente. Pero) Userá cierto que sólo lo económico emu(ó a +hile a cometer tal inicuo acto deredatorioV "o. Ser*a un craso error admitir este ar#umento a secas. 1n la #uerra del ac*fico como en todas las #uerras hu!ieron otros factores que no se ueden soslayar) como el or#ullo nacional y la lucha or la lucha or la he#emon*a del Pac*fico.

Pero hubo tambi*n un factor desapercibido, nada desde(able para interpretar el  sndrome de aquellos acontecimientos. e trata de una especie de patologa racial  colectiva que hace de los chilenos aficionados alo aeno. Esto no es nuevo ni una invención reciente. 0onnotados etnólogos y antropólogos han puesto su atención en esta lacra. En el fondo del alma popular -dice &lberto 8uti*rrez- e4iste una inclinación innata al despoo por medio de la violencia. En la criminalidad chilena se advierte el   predominio de ciertos actos que demuestran esa tendencia popular, que no ha mostrado el progreso de la cultura general. El hurto, el robo tmido y silencioso, son vicios poco generalizados. El robo para hacerse atrayente, debe ser con efracción y  con violencia. &lgo queda a pesar de los refinamientos de la educación y de los adelantos de la cultura general, en las clases dirigentes, de eso que constituye una modalidad de la raza misma. 3 as se comprende -concluye el mismo autor- que dentro de las pr2cticas polticas y diplom2ticas, e4ista una tendencia visible al despoo. 1l reludio de la ocuación estuvo mati'ado or una serie de incidentes que no de(an de tener imortancia. %eamos al#unos de ellos. En cumplimiento a las órdenes emanadas del gobierno central, el Prefecto Rapata haba procedido el  de enero de aquel a(o al embargo de los bienes de la compa(a salitrera. El mandamiento de embargo que viene a resultar el 'ltimo acto administrativo de +olivia sobre el litoral, es elocuente y significativo. 9iceB "el ciudadano Reverino Rapata, Prefecto y uperintendente de )acienda del 9epartamento, ordena y mandaB que el 9iligenciero de )acienda, os* 7*li4 5alda, aprese y conduzca a la c2rcel   publica a os* )incJs, gerente representante de la 0ompa(a de alitre y 7errocarril  de &ntofagasta, deudor al fisco de la cantidad de K>.#A# bolivianos = centavos asimismo trabar2 embargo de los bienes de dicha compa(a, suficientes a cubrir la cantidad adeudada". En cumplimiento de este despacho las autoridades bolivianas  procedieron al embargo de los bienes de aquella firma, pero el gerente )icJs se haba dado a la fuga, constituy*ndose de inmediato en uno de los principales agitadores que induo a las turbas chilenas a cometer atropellos y a desobedecer a las autoridades bolivianas. Este fue el móvil que utilizó 0hile como prete4to para sacarse la m2scara y  lanzarse a la ocupación6 un móvil absolutamente particular que fue convertido en ofensa a la dignidad chilena porque as convena el plan ya trazado de antemano.

!7 LA &ASO#ERIA E# LA GUERRA "o uede de(arse de mencionarse un hecho de suma imortancia como es la articiación de la masoner*a en todos aquellos acontecimientos. 1l ensan!lamiento de los #randes intereses en (ue#o con las c;ulas de la masoner*a afloró en aquella oortunidad ya sin escr;ulo al#uno. 0esde años atrás se ha!*a ido roduciendo la sim!iosis entre las comañ*as e/ortadoras de #uano y salitre con las lo#ias que oera!an en Santia#o y %alara*so. al era el caso de la #ran lo#ia de +hile cuyos miem!ros en su mayor*a eran socios o accionistas de las salitreras. 1l Seren*simo y &ran 2aestro de esa lo#ia era nada menos que 0on 1varisto Sou!lete) de nacionalidad in#lesa ero al mismo tiemo era &erente &eneral de la +omañ*a de Salitre y errocarril de Antofa#asta) con residencia en %alara*so. =eor#e ?icRs) =eor#e Paddison) 0ie#o Adamson) =uan +lemensson y ?.@. Stevensson eran socios o forma!an arte de la lanta administrativa de la misma emresa. Las resistencias del #erente ?icRs o!viamente que fue arte del lan urdido entre las autoridades chilenas con la lo#ia &ran >riente de +hile. La intervención in#lesa en todos estos acontecimientos si !ien muy disimulada) se hi'o resente.

 & tiempo de producirse la ocupación de &ntofagasta el poderoso navo de la armada inglesa "Pelican" observó desde prudente distancia los operativos del desembarco chileno. /a 8ran /ogia de 0hile estimuló con fondos propios la ocupación chilena6 es m2s,  promovió colectas p'blicas con prete4to de socorrer a los heridos y hu*rfanos de guerra, desviando m2s tarde estos recursos con destino al equipamiento del e*rcito chileno. En todas las actividades y emergencias destinadas al *4ito del operativo b*lico chileno, estuvo presente la logia, ya organizando la "ociedad de ocorros @utuos de la Patria", que cumplió un papel de primer orden en la ocupación de &ntofagasta6 ya cooperando en la adquisición de alimentos y medicamentos6 ya agitando mediante sus componentes a las turbas ignaras a cometer toda clase de depredaciones contra autoridades y particulares de nacionalidad boliviana. El erensimo 8ran @aestro de la /ogia, en su entusiasmo b*lico. Perdió la serenidad y el decoro que la orden e4ige a todos los miembros de la hermandad y haciendo aspavientos se puso a hacer alarde de su odio anti-boliviano. "Evaristo oublete, que haba llegado a antiago unto con el  e*rcito invasor -dice un autor- aleccionaba a la muchedumbre formada por chilenos residentes en aquella ciudad, pronunciando virulentos discursos contra los bolivianos y  sus autoridades. /as palabras de oublete soliviantaron a la muchedumbre que se desbordó incontenible en actos de vandalismo. /os rotos se precipitaron sobre las tiendas y almacenes, rompiendo puertas y dando cuenta de todo lo que encontraban a su paso. Ebrios de licor y de sangre, saquearon, mataron y depredaron a mueres, ancianos y  ni(os cuyos gritos de angustia se ahogaban ante el desaforo e iracundia de los b2rbaros". En otro aparte agrega el mismo autorB ")ubo un momento en que, cuando la muchedumbre enardecida avanzaba hacia la Prefectura, un grupo aleccionado por  oublete, irrumpió hacia la puerta del edificio y levantando en brazos hasta la altura de la puerta a una muer llamada Drene @orales, arrancaron el escudo boliviano colocado en el frontispicio del edificio despedaz2ndolo en el instante en medio de gritos salvaes. oublete, concluyó una arenga virulenta con estas palabrasB "ed generosos, hermanos y compatriotas, ahora que est2is en vuestra patria, en esta sagrada tierra chilena". 0on este motivo la gran logia del oriente chileno intercambió notas con la similar uruguaya, donde trasciende en toda su magnitud la intervención de la masonera en aquellos acontecimientos. 1l momento esco#ido or +hile no od*a ser más roicio Bolivia viv*a una de las eores crisis económicas de su historia^. La sequ*a ha!*a destruido las cementeras de(ando a su aso ham!re y miseria y dolor. < como si esto no fuera suficiente) la este asola!a las o!laciones die'mándolas. A ello se de!e a#re#ar que el e(rcito !oliviano ya no era el mismo de los inicios de la re;!lica) que ha!*a dado tantas #lorias y satisfacciones al a*s. Las cuentas luchas intestinas ha!*an aca!ado or minarlo y deteriorarlo.
derrota or el li!recam!ismo y el feudalismo criollo) en un acuerdo con los li!recam!istas y colonialistas chilenosQ HLuis Ante'ana: La situación de Bolivia antes de la &uerra del Pac*fico. 1n QPresencia LiterariaQ de  de (ulio de 3494I.

7! DISTORSI# DE LA HISTORIA .OLI"IA#A POR EL ROTERIO La aureola de triunfos que el e(rcito !oliviano ha!*a conquistado durante los rimeros C años de vida reu!licana) el rol definitorio que le ha!*a corresondido (u#ar en el continente) la caacidad de lucha y resistencia de los soldados ind*#enas y mesti'os le da!an un resti#io le#endario que era tomado muy en cuenta) esecialmente or los a*ses vecinos. +hile en esecial tomo muy en cuenta esta situación) como veremos más adelante) rocurando desde un rinciio de la #uerra un acercamiento táctico hacia Bolivia ara aartarla de la alian'a que ten*a con el Per;. $na ve' ocuada Antofa#asta y toda la costa !oliviana) +hile ara Q#uardarQ las re#las de la #uerra) conforme al derecho internacional) rome relaciones con Bolivia y le declara la #uerra. oda una tra#icomedia urdida or los intereses foráneos que ha!*an erdido todo escr;ulo y ver#Ten'a. La noticia de la ocuación de Litoral se esarció ráidamente. 1n Bolivia se ha venido reitiendo como una martin#ala la esecie de que el Presidente 0a'a) una ve' imuesto de la noticia se #uardó en secreto durante varios d*as a fin de no interrumir  las farándulas y las fiestas de carnaval que eran cele!radas ruidosamente. 1n verdad que ste fue el comien'o de la laidación de 0a'a ante la historia. Sin em!ar#o) al cumlirse el centenario de aquellos hechos) nuevas investi#aciones históricas) han demostrado la falsedad de la canallesca imutación. %eamos cómo fue urdida la infamia. odos los historiadores !olivianos) sin e/ceción al#una) han venido reitiendo esta versión) la misma que fue inventada y difundida or el escritor chileno Ben(am*n %icuña 2acRena) quien en su ael de historiador oficial de aquel a*s durante la #uerra) con la 7#racia innata8 de su luma ha te(ido muchas leyendas contra Bolivia, y) una de ellas) recisamente) la que ha tenido mayor difusión ha sido la ocultación de la noticia de la ocuación de Antofa#asta or se#uir carnavaleando. Cbviamente, el obetivo buscado por el fantasioso 5icu(a @acJena no era otro que el  desprestigio de los hombres de estado bolivianos y peruanos, caricaturiz2ndolos como siniestros personaes, fantoches desposedos de sentimientos morales e irresponsables ante sus pueblos. 5icu(a @acJena le tena una oeriza tremenda a 9aza e inventó el asunto del carnaval para desacreditarlo moralmente. < cosa curiosa: los roios historiadores !olivianos hicieron eco de la versión y sirvieron de ca(a de resonancia ara dar á!ulo a la fantas*a urdida en el frente enemi#o) aunque !ueno será señalar que unos lo hicieron a sa!iendas y or cu!rir la ersona del &eneral 1liodoro +amacho) que consira!a contra 0a'a) y otros or ser  simles reetidores de la versión. +enamn 5icu(a @acJena a fines de abril de #HK lanza el infundio contra 9aza en la  prensa chilena. 9ice te4tualmenteB "/a noticia de la ocupación por las armas de 0hile de la plaza de &ntofagasta, que tuvo lugar el A de febrero, no llegó a /a Paz con la tardanza de la larga travesa del desierto y al lento paso de la ac*mila, sino en alas del  vapor y del alambre el*ctrico.

1n consecuencia) el Presidente 0a'a ten*a conocimiento de lo que asa!a) el (ueves 5C de fe!rero) d*a en que aquella ciudad) y en todo Bolivia llámase el Q(ueves de comadresQ) orque es el comien'o del reto'ón y en ocasiones desaforado carnavalQ. 1liodoro +amacho es el rimero en dar crdito al infundio chileno) claro que en inters roio) ues ya se encontra!a consirando contra 0a'a) ero recin cuando se roduce la deosición de 0a'a hace suya la versión y la da a u!licidad en su famoso manifiesto de 344C) donde trata de e/licar su conducta en el #ole de estado) ara dese(ar los rumores que ya i!an tomando cuero so!re su resonsa!ilidad en la retirada de +amarones. "unca un infundio de!ió ser me(or venido que en aquella oortunidad. +amacho estama entonces con inmensa ale#r*a: Q1s notorio que el ue!lo de La Pa' i#nora!a el aviso del funesto 3G de fe!rero) mientras que el #eneral 0a'a) aturdido en el !ullicio del carnaval) oculta!a el arte y solemni'a!a la ocuación de nuestro LitoralQ. 1l historiador !oliviano %icente >choa) encar#ado de llevar el diario de la camaña) ese a su nota!le ecuanimidad en (u'#ar al#unos hechos) esta ve' no uede ocultar su simat*a or +amacho) dedicando de un e/tenso ane#*rico) osi!lemente el desconocimiento de los verdaderos entretelones en que esta!a tra(inando este militar  !oliviano. Posteriormente) cuando es llamado a declarar en el roceso militar  instaurado contra 0a'a) refiere ser arco e insustancial. 1so ha!*a que !a(o la influencia inmediata de +amacho) sea or i#norancia o or temor) en su o!ra) QSem!lan'as de la ierra del Pac*ficoQ) dice: QLa noticia de la infame toma de  Antofa#asta) fue reci!ida or el &eneral 0a'a entre los rearativos de una mascarada) y a fin de que no se frustrase sta) tuvo or conveniente ocultar hasta tres d*as desus la fatal nueva del invasiónQ. La o!ra de >choa es de 3443 y toma la versión del manifiesto de +amacho. 1ra suficiente. 0esus todos los historiadores se coian unos a otros sin indicar (amás la fuente. 0on &a!riel @en 2oreno) otro historiador del si#lo asado) tam!in cae en l error) ero el ten*a un odio !astante fundado contra 0a'a or ha!er sido utili'ado or este en el famoso asunto de las QBases +hilenasQ) (ue#o en el que 2oreno entro de !uena fe y con ansias de servir al a*s. 0a'a en este asunto no hi'o otra cosa que resonder con las mismas armas a +hile: con fals*a y en#año, fue el ;nico que tuvo intuición ara no caer en la trama tendida or +hile. La versión de 2oreno dice: Q1n esta universal sorresa de entonces -la #uerra-) los ;nicos que en suma no se sorrendieron eran los hom!res del #o!ierno de +hile y los eseculadores chilenos del salitre !oliviano) autores del #ole. &uardando el Presidente de Bolivia en los !olsillos de su disfra' la noticia or tres d*as) reservó su sorresa ara desus de los carnavalesQ. A su turno otros historiadores) como Alcides Al#uedas) +reso) inot) %á'que' 2achicao) van reitiendo la cantinela sin mucha variación. Kncluso +arlos 2ontene#ro en su Q"acionalismo y +olonia(eQ) que lantea or rimera ve' el revisionismo histórico en Bolivia) cae en la tentación de reetir esta versión. Alcides Ar#uedas) el más difundido de los historiadores li!erales coia) casi al ie de la letra) a 0ámaso 1. $ri!uru) quien en su conocida o!ra so!re la #uerra del Pac*fico) dice: Q1ran los d*as de carnaval y entre#adose ha!*a el sátraa ind*#ena a sus vul#ares laceres) y a la sa'ón que reci!iera la noticia de la ocuación de Antofa#asta. 1l efecto que de!*a roducir a Bolivia tan ineserado acontecimiento) tur!ar od*a la fiesta) or lo que se rouso ocultarlo hasta de sus mismos favoritos y confidentesQ. Ar#uedas) que hace suya esta versión) es uno de los más #randes difamadores de 0a'a. "o uede disimular su odio en nin#una de las á#inas donde toca esta oca. ui'á !uceando las rofundidades de ese odio mor!oso se ueda encontrar una e/licación en el hecho de que su anteasado) #eneral +astro Ar#uedas) =efe de 1stado 2ayor de 0a'a) fuera señalado or este) como uno de los rinciales autores de la retirada de +amarones. Pero

veamos como Alcides Ar#uedas) or una traición del inconsciente) desus de tomar  or ciertas las afirmaciones de +amacho) ya directamente o or interósitas referencias como la de $ri!uru o del mismo %icuña 2acRena) incurre en una tremenda contradicción al afirmar a ren#lón se#uido que Qen aquel tiemo Bolivia no esta!a li#ada or tel#rafo a nin#;n a*s de la costa) y que todas las noticias del e/terior las reci!*a or medio de correo y 36 o 5C d*as o más de roducirse el hechoQ. 1ste simle caso nos demuestra como el historiador !oliviano !arrunta!a sus afirmaciones y (uicios) sin mucho aoyo documental) lo que da!a mar#en naturalmente a muchas contradicciones.

7! LA "ERDAD DE DAA % PU#TO &astón %elasco) estudioso que ha dedicando su vida a la defensa de la causa !oliviano en la cuestión del Pac*fico) es el rimero en hacer un aorte serio y documentado so!re este ca*tulo de la des#raciada #uerra del salitre. omando or !ase al#unas afirmaciones eriod*sticas del columnista %*ctor Santa +ru' que reite la centenaria infamia del ocultamiento de la noticia) or se#uir el carnaval 7en circunstancias en que se divert*an en una casona de la calle +omercioQ) y que la noticia ha!*a lle#ado mediante mensa(e tele#ráfico transmitido desde ui'a y que a su l ectura el Presidente ha!*a quedado erle(o) #uardando el tele#rama en su !olsillo ara lue#o salir al !alcón a resenciar la farándula carnavalera que en ese momento esta!a ya en la esquina de la actual calle =enaro Sanins) lo refuta !rillantemente demostrando que en aquella oca Bolivia no conta!a con servicio tele#ráfico. "9aza -dice 5elasco- no ocultó ni un solo instante la noticia del invasión, y m2s bien la dio a conocer por todos los medios posibles a toda la nación de inmediato". Para respaldar sus afirmaciones y hacer su categórico desmentido, realiza un estudio minucioso hasta alcanzar la verdad que haba sido ocultada durante >> a(os. 0omienza por indicar que el A de febrero se produce la ocupación de &ntofagasta con su secuela de asaltos y saqueos. El da domingo Sdice- a las cuatro de la tarde llegó al puerto el vapor "&mazonas"  enarbolando bandera boliviana, donde por la noche se embarcaron varios ciudadanos bolivianos, entre ellos el Prefecto Reverino Rapata. El relato es minucioso y lo copiamos en su parte m2s importanteB "el mi*rcoles > llegó el vapor a &rica6 en el  muelle se encontraba el cónsul boliviano residente en ?acna, @anuel 8ranier que haba viaado e4profesamente a ese puerto, para inquirir noticias que el tel*grafo desde Dquique le haba adelantado". 9icho se(or cónsul, al conocer detalles fidedignos del asalto de &ntofagasta, se  preocupó en redactar las noticias para el gobierno y mandar de inmediato el correo a /a Paz. "El ueves $> llamado de compadresT, sala de ?acna el correo e4traordinario enviado  por el cónsul @anuel 8ranier, con los partes y la correspondencia oficial urgente encomendada al estafeta 8regorio 0ollque, m2s com'nmente conocido como "el  8oyo". 7ue el h*roe sufrido de esta tit2nica ornada de vencer HA leguas en seis das, cruzando desiertos, precipicios, cumbres cordilleranas, la soledad matadora de la altiplanicie, sin un descanso, sino el preciso de acampar solitario. "+olivia no tena servicio de tel*grafos y el 'nico medio de comunicación que  podramos llamar directo, era el camino de ?acora a @achacas". /a relación sigue los pasos del )eraldo indio minuto a minuto, pelda(o a pelda(o hasta su arribo a la ciudad de /a Paz, el da $% de febrero martesT a las  de la noche. Esa

misma noche, sin descansar un solo minuto, dice el referido autor, el mensaero buscó afanosamente en diferentes domicilios a 9aza, hasta ubicado en la casa del 0oronel  os* @ara 5aldivia, que a la sazón ocupaba el cargo de Dntendente de Polica, casa situada en la calle Pichincha actualmente iglesia de esuitasT. "7ue la casa de los 5aldivia Sprosigue- donde se conoció la indignante noticia de la invasión chilena... Es de imaginar la zozobra causada, cuando el Presidente, acompa(ado de sus edecanes, recibió la noticia infausta6 tras la lectura de oficios y   partes, cruzó a prisa el salón principal encamin2ndose de inmediato a Palacio de 8obierno. "/os invitados, ante la e4tra(a conducta del presidente y edecanes que salan apresuradamente de la casa, rodearon a 0ollque, que haba quedado en la casa, interrogando de sobre lo ocurrido. /es comunico cuantos haba sobre el asalto del puerto de &ntofagasta". /a noticia que traa la mala nueva, fechada el K de febrero estaba suscrita por @anuel  8ranier y contena una relación completa y circunstanciada de lo ocurrido desde la ocupación hasta el da que se despachara la comunicación. 9aza que se haba retirado tan apresuradamente al e4tremo de no despedirse de los concurrentes a la invitación de los 5aldivia, trabao con algunos de sus ministros hasta la madrugada en la redacción de un mensae y los decretos de emergencia nacional.  &l da siguiente, seg'n el mismo autor, la noticia tambi*n fue difundida desde el p'lpito de la iglesia de an 7rancisco, hecho que dio lugar a una gran concentración que terminó con una multitudinaria manifestación patriótica que desembocó en la plaza de armas. El viernes $# de febrero, el diario "El 0omercio" daba cuenta de los sucesos y   publicada las primeras medidas que haba tomado el gobierno ciento una de ellas una ley de amnista amplia y generosa para todos los perseguidos y detenidos polticos, mediante otra disposición legal se declaraba la patria en peligro llamando a la unidad  nacional. 7inalmente tambi*n -cómo se estilaba en casos similares-, se ordenaba la confiscación de bienes de los s'bditos chilenos y la concesión de plazo para que abandonen el pas pena de ser e4pulsados violentamente. 5icu(a @acJena, que naturalmente estaba en su papel, seguramente se refocilaba al  enterarse que sus engendros de odio contra el Presidente de +olivia tenan un tremendo eco, pero resulta que tanto ir y venir, las mentiras se enmara(an y dan lugar  a resquicios por donde finalmente aflora la verdad. 5icu(a @acJena, al dar rienda suelta a su chauvinismo patrioteril acaba por contradecirse fatalmente. % minutos de la tarde, se recibió en el Palacio de 8obierno en 5alparaso el siguiente telegrama transmitido desde 0aldera por el gobernador de esa ciudad y por chasqui desde ?acna y /a Paz, de donde debió salir el seis, es decir, el da de la notificación de la reivindicación del salitre a nuestro representante en esa ciudad". ¿En que quedamos?  ¿La noticia fue transmitida por alambre eléctrico o por chasqui?  La calumnia resalta a la vista. 1l rimer infundio) la maquiavlica acusación urdida en +hile contra 0a'a quedó destruido y la historio#raf*a li!eral !oliviana desenmascarada. Knduda!lemente que %icuña 2acRena muy !ien asesorado y contando con una mente troical rivile#iada se adentro en el alma inocente casi in#enua del ue!lo !oliviano. La sencille' y ure'a de este ue!lo todo uede erdonar menos al traidor) o que lo

di#an >lañeta) @uerto ernánde') Seleme o &allardo. 1ntre estos nom!res malditos tam!in se encontra!a el de 0a'a car#ando del mayor de los odios) fruto del más #rande y temerario comlot ara destruirlo. La calumnia que ha ido rondando durante una centuria e/ecrando el nom!re de 0a'a cumlió como !uen !oliviano e hi'o lo que esta!a a su alcance y lo que ten*a que hacer en los momentos de eli#ro. Su ecado fue onerse al frente de los #randes consorcios económicos del momento maniulados desde %alara*so y Santia#o con v*nculos estrechos con la oli#arqu*a minera de Bolivia.

>! "UELE E;RCITO .OLI"IA#O +onsumada la ocuación y convocado el ue!lo a la defensa del territorio hollado) comien'an los rimeros rearativos ara or#ani'ar un e(rcito. La rimera re#unta que sur#e entonces en todos los la!ios !olivianos si el a*s se encuentra en condiciones materiales ara movili'ar un e(rcito caa' de recha'ar al invasor. ?a!*a corrido ya más de C años de la ;ltima camaña internacional que tuviera el a*s y esta #uerra ese a sus s*ntomas) no se la reve*a) or lo menos ara tan ronto. ?a!*a) ues) desorientación. 1(rcito or#ani'ado roiamente no ha!*a) si as* se entiende una fuer'a comuesta or diferentes armas. 1l !atallón +olorados era el ;nico que od*a resonder a las re#las castrenses) era induda!lemente el trasunto del valor y or#ani'ación) ero sus escuadrones no asa!an de .CCC hom!res. ?a!*a que or#ani'ar ues todo un e(rcito y esto no era dif*cil en un a*s de tradición #uerrera donde hasta las iedras eran soldados) ero las condiciones materiales eran dif*ciles si no enosas. Sin em!ar#o) al rimer llamado acudieron con delirio todos los hom!res há!iles y se aró un e(rcito de .CCC hom!res de la noche a la mañana) aunque mal armados ero disuestos a cualquier sacrificio. 1ntretanto se da!a los rimeros asos) el #a!inete sesiona!a ermanentemente anali'ando la situación) oniendo su mirada en una reacción eruana que no se erci!*a de inmediato. La historia) elocuente maestra de la vida) enseña que las #randes crisis crean a los #randes hom!res. 1sta re#la que se reet*a casi como una constante en muchas ocas) sin em!ar#o) arec*a no darse en !oliviano ni Per;. "o se ve*a de inmediato or nin#;n lado la aarición del hom!re rovidencial caa' de asumir tan #rande resonsa!ilidad ara acetar y recha'ar el desaf*o araucano. Pa*ses emequeñecidos material y moralmente) sólo od*an ofrecer median*as.
desesperadamente una salida que no la encuentra sino en la marcha inmediata del   peque(o e*rcito al encuentro del enemigo. Es en aquel momento crucial que suena la voz de ulio @*ndez, el hombre providencial de mirada zahor que en medio de la ceguera general propone soluciones e4traordinarias. @*ndez estaba en la plenitud de su vida fsica e intelectual cuando fue llamado por el Presidente 9aza para hacerse cargo de la cartera de Educación, función en la que estaba a punto de poner en marcha una verdadera reforma educacional que fue truncada por la guerra.

>! EL &ARISCAL SORO;CHE! "o se uede dudar de las !uenas intenciones de ?ilarión 0a'a ara reali'ar una !uena administración y ara encarar el ro!lema con +hile. 1n su afán de reali'ar o!ra fruct*fera no rearó ni siquiera en el asado antinacional-me#are(ista de al#unos hom!res de val*a) como =os >!litas) @osendo &utirre' y "arciso +amero) que fueron llamados a cola!orar en su #o!ierno. 1n su #a!inete no od*a faltar entonces un cere!ro de ideas evolucionadas que desde la rensa de Lima se ocua!a desde años atrás de los ro!lemas de Bolivia y esta fi#ura no era otra que la del doctor =ulio 2nde') que ya ha!*a u!licado en la caital eruana su li!ro fundamental) intitulado Q@ealidad del 1quili!rio ?isano Americano y "ecesidad de la "eutrali'ación eretua de BoliviaQ) donde toca!a con recisión los ro!lemas del a*s. 1l sereno y fecundo ensamiento de =ulio 2nde' sin em!ar#o) fue deli!eradamente olvidado or quienes recisamente esta!an llamados a relievar su re#ia ersonalidad de e/tracción li!eral ro#resista. La ;nica resuesta que se encuentra ara seme(ante olvido tuvo que ha!er sido el ecado de ha!er cola!orado con 0a'a) cuya laidación tam!in le alcan'ó en cierta forma al ha!er sido envuelto en la consiración del silencio que se decretó contra el Qodiado autor de la retirada de +amaronesQ. +reemos imortante hacer una !reve di#resión ara referirnos a al#unas ideas de =ulio 2nde') ara lue#o entrar a anali'ar el lan que ela!orara ara la defensa del a*s. an avan'ado era el ensamiento de =ulio 2nde' ara la oca que) 6C años desus) fue reco#ido) actuali'ado y remo'ado or otro nota!le estadista y ensador  !oliviano. "os referimos a =aime 2endo'a) quien lasmó sus inquietudes y estudios en dos o!ras ma#istrales de rofundo sentido Bolivianista: Q1l 2aci'o AndinoQ y Q1l actor  &eo#ráfico en la +reación de BoliviaQ) o!ras que constituyen verdaderos ilares donde descansa la ra'ón de ser de nuestra nacionalidad y que or mucho tiemo se#uirán siendo la fuente o!li#ada de consulta ara interretar el rol que (ue#a y que de!e (u#ar  nuestra nación en el continente or su e/traordinaria u!icación #eo#ráfica. 2nde' haciendo un aran#ón con las ideas del equili!rio euroeo) u!ica el ro!lema en Sudamrica y se refiere en ri#uroso análisis cr*tico al rol que le corresonde desemeñar a Bolivia. +ritica acer!amente la acción a!sor!ente de al#unos estados que han trastornado en equili!rio internacional. 1studia con detenimiento el rol de la +onfederación Ar#entina y de la &ran +olom!ia ara fi(ar lue#o su atención en el $ti Possidetis de 343C) Qque es la re#la del equili!rio internacional de medio continente) que demuestra la sa!idur*a de i#ualdad de la división territorial racticada or la metróoli en sus coloniasQ. +ondición de estadista relieva los alcances y trascendencias de tan revisora doctrina. Al resaltar el rinciio de equili!rio destaca su imortancia como factor de unidad hisanoamericana resecto del Brasil: Q1l $ti Possidetis -ronostica- es #eneral y #aranti'a todo el territorio que en 343C era esañol. 1s casi el alma de la +onfederación ?isanoamericana que más tarde de!e consumarseQ.

Para fiar el rol de +olivia en el escenario sudamericano hace un an2lisis magistral del  factor geogr2fico en la historia antigua. e(ala la importancia de los estados interiores como la @acedonia y la civilización griega, la de los Partos y 8ermanos, durante el  imperio romano. 5aticina que Ecuador, +olivia y Paraguay ugar2n en el futuro un papel  decisivo para consumar la unidad de todas las razas y civilizaciones, "en el colosal y  sublime encuentro que tiene que plasmarse en el centro del continente". QBolivia -e/resa- es un aralelo#ramo #eo#ráfico de 3 #rados y medio de lar#o de "orte a Sur) so!re 3 #rados y medio de ancho) de 1ste a >este, una l*nea a;n ima#inaria) del r*o este y el "orte con el Sur. QBolivia -dice- es el centro) es como el fiel de la !alan'a) el (usto medio de la circunferencia) y or consi#uiente la neutralidad or e/celenciaQ. 1l ensamiento de =ulio 2nde' es tan atrevido que se adelanta 3CC años ara ronosticar la actual ro!lemática #eool*tica del continente. 1s tan fresco tan actual su análisis que arece estar tocando los ro!lemas acuciantes que vivimos. UPodr*ase !orrar esa nacionalidad del maa sudamericano) sa!iendo que es factor de equili!rio y a'V se re#unta. Bolivia -resonde- tiene las condiciones de todo centro #eomtrico) de ser esencialmente re#ulador. QLa neutrali'ación de un estado seme(ante -roclamaes la más #rande venta(a que od*a roonerse al derecho de #entes americano, de tal manera que si Bolivia no e/istiera) convendr*a crearla. La osteridad admirará al #enio que con tanta recisión) concluyó el #nesis de la indeendencia americana) levantando la autonom*a de Bolivia de entre las manos de Lima y Buenos Aires) y dándole su roio nom!re como aquel que fundó la ciudad eterna. "o es muy le(ano orvenir) tienen que desertar los intereses del Ama'onas. Uuin servirá de !aluarte al >ccidente ?isanoamericano contra el riente lusitano americanoV La desmem!ración de Bolivia) mutilando la unidad de su or#anismo) conduce a la inevita!le necesidad de disolverla) orque si acceso al Pac*fico ni al Plata) su vida ser*a imosi!le. Pero quien ha de #anar más en esa distri!ución de territorio es el Brasil) que de lano entra en el sistema internacional del >ccidente. 1s un conse(o de ol*tica mioe que) como aquel de Luis "aoleón) se atrae la mi#a(a de Sa!oya ara echarse encima la reonderancia Alemania) que destierra la rancia de @hin) la desmem!ra y amena'a disolverla. al es la ol*tica de +hileQ. $n ca*tulo de la o!ra de 2nde' está dedicado a anali'ar el ael que de!*a (u#ar  Bolivia en los conflictos internacionales americanos) oniendo en evidencia los tur!ios mane(os de la dilomacia !rasileña y chilena tendientes a emaredar a Bolivia desde am!os flancos. 0enuncia!a ya en aquella oca H3495I la e/istencia de una

quintacolumna chilena incrustada en el seno mismo de Bolivia que tra!a(a!a en connivencia de intereses foráneos. "En +olivia Sdice- e4iste un crculo complicado en las desmembraciones territoriales que le han hecho sufrir los tratados celebrados por @elgareo con 0hile y con el +rasil".  A más de 3CC años de ha!erse lanteado con claridad meridiana el destino de Bolivia) las ideas de 2nde' si#uen latentes. Bolivia si#ue en la !;squeda de una doctrina internacional y la amena'a de una desinte#ración de su nacionalidad no es una uto*a. 1ste es el hom!re influyente que aarece cola!orando a 0a'a en los momentos cruciales del setenta y nueve.

>! DEL &ARISCAL LA &AGISTRAL ESTRATEGIA +uando cund*a sola la deseseran'a y no se encontra!a una resuesta inmediata al desaf*o chileno) se yer#ue la fi#ura de 2nde' en el #a!inete de 0a'a y sacudiendo la melena e/resa que no todo esta!a erdido) que se od*a resistir y recha'ar al enemi#o. Los e(emlos de la historia universal acuden a su mente ara alicarlos era aquella encruci(ada tendida a Bolivia or el avance del imerialismo an#lochileno. @ecomenda!a actuar sin reciitaciones) que el tiemo era el me(or aliado) que los tratados secretos con el Per; eran ael mo(ado que od*a cumlirlos o no) ero que estando se#uro de que +hile ha!*a rearado su e(rcito ara hacer la #uerra al Per; y Bolivia (untos, ten*a la a!soluta se#uridad de que el Per; aca!ar*a entrando en la #uerra o!li#ado or +hile antes que or la fuer'a del tratado de 349. Al onerse en esa situación y conociendo la caacidad !lica del aliado) dec*a que no ha!*a que confiar mucho en su armada) que era anticuada y muy inferior a la chilena) que tamoco el e(rcito eruano era tan fuerte que udiera salir con /ito en una camaña. ue era evidente que ha!*a mucho material) ero que se necesita!a tiemo ara or#ani'ar un oderoso e(rcito. ue da!a esta situación era necesario adotar un lan de #uerra defensivo. 1l lan era realmente ma#istral y adecuado a las circunstancias. 0a'a) entusiasmado) le ide a su ministro que lo formule or escrito ara enviarlo de inmediato al reresentante dilomático de Bolivia en Lima ara que lo ha#a conocer a Prado. 1l royecto esta!a listo ara el d*a si#uiente redactado en dos carillas y fue enviado a Lima. 1ra un lan sencillo sin asavientos) que de ha!er sido adotado otro hu!iera sido el resultado de la #uerra. /o e4tra(o es que am2s se ha hecho mención a este plan estrat*gico que de inmediato fuera acogido por 9aza. /a conspiración del silencio hizo que se lo desconociera e ignorara totalmente. Es m2s, han desaparecido los documentos referentes a este plan, salvo que en alguna gaveta polvorienta de ?orre ?agle est* durmiendo el sue(o de los ustos. Pero como no hay infamia que dure >> a(os ni  secreto que no se descubra, han quedado algunas huellas, algunos vestigios y un documento de primeras aguas, clave suficiente para reconstruir el plan pese al tiempo transcurrido. 7ue en el proceso instaurado en #K= contra el Presidente 9aza y sus colaboradores que aflora por primera vez el asunto, pero vayamos con cuidado. 1l &eneral ?ilarión 0a'a) una ve' deuesto de la residencia) lan'ó desde Par*s un documento de e/traordinaria imortancia H3443I. 1n dicho documento e/lica su conducta en los rimeros momentos y lue#o refiere los acontecimientos que le cuo vivir hasta su ca*da. Knduda!lemente que en este manifiesto 0a'a volcó todo su dolor y revela muchos hechos que la historio#raf*a !oliviana desconoce o asa or alto. 1s interesante tomar al#unos árrafos como aquel que descri!e la situación del a*s en el momento de la ocuación.

"1uestros parques -dice- se encontraban e4haustos, nuestras poblaciones diezmadas  por la peste y empobrecidas por cuatro a(os de escasez y alas cosechas, y sobre todo  porque no decirlo francamente, desmoralizadas por %> a(os de revoluciones constantes, de celos y partidismos y de esa especie de desorganización que trae consigo, de una manera inevitable, la falta de estabilidad" .  2ás adelante resalta la !ravura del soldado !oliviano aunque tantas circunstancias ne#ativas le hac*an temer or un /ito en la #uerra. < a esta altura revela: "3 por esto mientras se preparaba el pas para una acción de seguros resultados, es que yo deseaba dar a la guerra un car2cter puramente defensivo, protestando contra todo acto de fuerza mayor". 9aza no oculta nada en su manifiesto. &laba el patriotismo e4altado por los bolivianos que ante la afrenta pedan enrolarse en el e*rcito para marchar a la defensa del  territorio hollado, "pueblo viril -dice- que no se amilana ante el araucano pese a conocer su inferioridad en armamentos y equipo". 0ondena la desesperación de Prado que e4iga la presencia del e*rcito boliviano en la costa peruana. 0alifica de actitud   precipitada esta e4igencia peruana que cambió el curso de los acontecimientos "y les dieron una dirección distinta de las que al principio se haba propuesto". E4isten frases o sentencias que por s constituyen verdaderas claves para descifrar  acontecimientos y una de ellas seguramente es aquel "vuele E*rcito +oliviano" de Prado que hizo cambiar todo el curso de la guerra y echó por tierra un plan magistral  concedido para aquella emergencia que, sin duda, nos hubiera conducido sino a una victoria a una paz honrosa. U1n qu consist*a roiamente el lan concedido or =ulio 2nde' y entusiastamente resaldado or el Presidente 0a'aV 1l mismo autor se encar#a de hacernos conocer al#unos asectos de la estrate#ia que de!*a emlearse. +onocedor rofundo de la sicolo#*a del hom!re !oliviano) ha!*a fi(ádose en la nota!le caacidad de la resistencia del cholo y del indio hechos soldados) los que for(ados en medio de una naturale'a hostil hac*an de esa hostilidad un instrumento mort*fero que lo volca!an contra el enemi#o. +on nota!le intuición ha!*a lle#ado a enetrar en las rofundidades esirituales de ese ue!lo heroico y estoico !uscando afanosamente una resuesta satisfactoria a ese interro#ante que en los hechos era la invulnera!ilidad de estos hom!res en su medio) cuando eran llamados a com!atir. La resuesta que esta!a a la vista la encontró con oco tra!a(o. Sus lecturas de las #uerras naoleónicas y la derrota del &ran +orso or los cosacos y el invierno ruso) lo llevaron al convencimiento de que el #eneral QBlancoQ de los rusos) era el #eneral QPunaQ^ de los !olivianos. ?a!*a que utili'ar ues la estrate#ia de tan sin#ular elemento ara la defensa del a*s. 2nde') voceador de imosi!les) ha!*a dado con la resuesta) convirtindose de esta manera en el QEutusov !olivianoQ.

Daza le lla+a el &ariscal Soro4c)e! Las conclusiones de 2nde' son e/traordinarias ara la oca. oda táctica o estrate#ia conducente a la defensa de territorio !oliviano de!*a !asarse fundamentalmente en ese asecto de vital imortancia. 1l indio o el cholo) torvo y fiero ara la lucha era una t*ica manifestación de la reacción s*quica y an*mica ante la naturale'a adversa y huraña que lo circunda!a) lo que le ermit*a resistir 

admira!lemente en su medio dando lu#ar a renunciamientos y hero*smos su!limes. Pero cuando el mismo es sacado de su elemento) su conducta cam!ia a medida que el clima y la naturale'a no va a!sor!iendo) hasta convertirlo en desconfiado) melancólico aunque nunca en co!arde. 1l nuevo medio al que es trasladado lo desorienta) lo desu!ica y anula sus atitudes innatas ara la lucha y esto naturalmente hace que su rendimiento sea otro. 1stas o!servaciones son tan valederas ara los ha!itantes de la Sierra !oliviana como ara los de la eruana y este asecto no fue de!idamente rearado en las ;ltimas #uerras que mantuvo Bolivia con sus vecinos) siendo as* que la mayor arte de sus /itos !licos se de!*a recisamente a ese factor. La #uerra de la Kndeendencia) las camañas de la +onfederación Per;-Boliviana e Kn#avi están ru!ricadas or la esada invisi!le de ste i#norado #eneral.

>!7 CAUSAS DE LA DERROTA En el estudio que hace ulio @*ndez sobre las causas de la derrota de la alianza Per' -+oliviana ante 0hile se(ala tres errores fundamentalesB primero, el haber traducido en  pacto de alianza la neutralidad perpetua de +olivia6 segundo, haber instalado la defensa terrestre de la alianza en la costa dominada por la armada chilena, "en vez de imitar al 5irrey /a erna, que en #$, se retiró de /ima y de la costa al 0uzco ante la acometida del e*rcito patriota"6 y tercero, haber hecho de la desocupación del grado $= al $A, una cuestión previa al arbitrae propuesto por 0hile al mediador peruano. 1os referimos a punto segundo que es el que nos interesa para este captulo. @*ndez, en su famosa e4posición ante el Parlamento +oliviano de #K=, condena la ceguera de los estrategas peruanos que no prepararon en las ventaas del plan por *l   propuesto, el mismo que 9aza lo presentó como plan boliviano. /a observación fundamental de @*ndez consista en el hecho de haberse elegido la costa para hacer frente al enemigo en sabi*ndose la supremaca de la armada chilena, cuyo plan estrat*gico consista precisamente en atraer a los aliados a ella, donde se senta invencible. "/a tierra -dice-, se hace con la historia militar. )e dicho que en las finales de la independencia el partido patriota conquistó la supremaca del mar y que ante ella, el partido realista optó por la sierra. ;Por qu* se mantuvo la guerra terrestre al alcance de la artillera de las naves de Pisagua, en &rica, en 0horrillos y @iraflores< ;Por qu* se libraron combates a las pocas leguas de los puertos de desembarco en an 7rancisco, ?acna, an uan y @orro olar<". @2s adelante revela que en su plan contemplaba a Potos como cuartel general de operaciones para el e*rcito de +olivia, y a &requipa o Puno para el e*rcito peruano. Este plan era el m2s indicado para hacer  frente a la agresión y fue apoyado de inmediato por el 8eneral ufr*. 9aza entusiasmado con las perspectivas del plan, lo hizo suyo y lo propuso de inmediato al  gobierno aliado, sin recibir respuesta concreta. 0on estas miras dispuso la inmediata organización de la uinta división llamando al 8eneral 1arciso 0ampero para que se hiciera cargo de la efatura. 0ampero gozaba de enorme prestigio por el antecedente de haber realizado estudios en la &cademia aint 0yr. ;ui*n meor que *l para conducir *sta fuerza que deba ser equipada y organizada con enormes erogaciones< 9aza quera que la uinta 9ivisión fuera lo meor del e*rcito y no escatimó en los gastos para su equipamiento, pese a que saba que este militar era ambicioso y  desafecto a su persona y pese a que la participación de *ste en el asesinato alevoso del e4 Presidente +elzu no estaba lo suficientemente aclaradas. 1s o!vio que al acetar +amero sa resonsa!ilidad de!ió enterarse del lan) que fue de su a#rado) hecho que consta en el Q0iario de la uinta 0ivisiónQ redactado or Al!a.

La aquiescencia de +amero que equival*a a un aval) de!*a decidir a 0a'a a a!ra'ar  aquel esquema defensivo con entusiasmo, entusiasmo y convencimiento que lo e/ulsó ;!licamente en el rimer manifiesto y lo sostuvo hasta su ca*da. "o olvidemos que una de las imutaciones que se le hi'o fue recisamente el de querer  a!andonar la costa ara oerar desde +alama) vale decir desde la sierra. QLimitándose +hile a ocuar el litoral de Bolivia -dec*a en el rimer mensa(e- !usca for'arnos a la ofensiva. Bolivia aceta la #uerra sin rovocarla. /a ofensiva pertenece al desgarrador de tratados y al detentador del territorio. 1uestra fuerza es inminentemente defensiva e ine4pugnable6 no renunciamos a ella. ?ócales salvar el desierto, vencer el espacio y retarnos en el asiento de nuestro podero. /a mera ocupación de una provincia aleada por el mar y el e4tranero por un rumbo, y   p*rdida en desierto por otro, no es guerra porque no concluye en la victoria, si puede resolverse por tratados de paz consiguientes. Es una detentación vand2lica, la guerra  permanente, una violación contra el derecho mismo que la guerra, que las naciones no  pueden consentir, porque si bien es lcito apelar a las armas y el derecho de la fuerza, es tambi*n consiguiente limitar su duración de la guerra al hecho final del triunfo". 0e acuerdo a este lan) Bolivia de!*a a#a'aarse en sus montañas) sin salir de ellas) atraer al enemi#o y !atirlo con la decidida actuación del #eneral QPunaQ con #eneral QSoro(cheQ como refer*a decir 0a'a. 1l lan !oliviano no od*a ser sino la resuesta ló#ica y contundente contra la estrate#ia chilena lar#amente estudiada y ela!orada. "o ha!*a que entrar ues a su (ue#o) yendo a !uscarlo a la costa donde era oderoso con el aoyo lo#*stico de su amada. Q0eclarará la #uerra -dice Berm;de'-) la táctica chilena de!*a considerar toda la vasta e/tensión mar*tima y terrestre en que i!an a desarrollarse las actuaciones. La e(ecución de stas) en tierra si#nifica!a un lan que consultarse todas las necesidades caracter*sticas de una #uerra que ten*a or  escenario el desierto. Pero su conquista e/i#*a reviamente el dominio del mar. 1l Presidente Pinto dec*a que Qla rimera camaña con el Per; será mar*tima) y vencedores en el mar) el camo de !atalla será el Per;Q. Pero) Uqu ocurrió en el comando aliadoV U+ómo se encaró el ro!lema !licoV La resuesta es dolorosa. 1l Presidente 2ariano K#nacio Prado) comletamente desorientado y atolondrado) menosreciando o i#norando deli!eradamente el lan !oliviano) y confiando en su escuadra destartalada cayó en la trama tendida or +hile e hi'o recisamente lo que quer*a el enemi#o: redactando de inmediato aquel mensa(e fat*dico a 0a'a: Q%uele 1(rcito a acnaQ. 1l llamado era terminante y an#ustioso y 0a'a) tam!in atolondrado y qui'á ensando que el llamado o!edec*a a otro lan más ráctico y más venta(oso) emrendió marcha hacia la costa con su equeño e(rcito mal rearado y eor equiado ara una contienda internacional. Para tener una idea de aqul e(rcito acudimos al testimonio del norteamericano 2áson. Q1n Bolivia -dicese decretó un reclutamiento en masa) que (unto con una amnist*a #eneral ara los oositores al r#imen atra(o #ran n;mero de hom!res !a(o !anderas. Los reclutas eran e/celentes) ero no ha!*a oficiales ni (efes que udieran entrenarlos) diri#irlos y convertidos en un e(rcito eficiente. 1ran en su mayor*a indios que mostra!an resistencia y valor a toda rue!a) sumisos e incansa!les en las marchas.  Acostum!rados a lar#os via(es) llevando esadas car#as sólo mantenidos con ho(as de coca durante muchos d*as esta!an naturalmente tratados ara esta clase de tra!a(os) ero en la #uerra moderna el adiestramiento sólo uede ser diri#ido or instructores !ien rearados) y stos falta!an... < as* salieron con el &eneral 0a'a varios millares de indios !olivianos mal uniformados) si es que uniforme ten*an) con o(otas o descal'os) armados con armas de fue#o de todos los cali!res y todos los eriodos históricos) menos el resente) sin a!astecimientos) transortes ni servicios mdicos) a unirse a los eruanos en acnaQ.

Pero ocurr*a que en acna no asa!a nada) todo era imrovisación y anarqu*a) no e/ist*a nin#;n lan sustitutivo del lan !oliviano de defensa) todo era desorientación y aturdimiento. Prado y sus asesores arec*a que con una ótica totalmente mioe su!lima!an su roia caacidad !lica sin comararla con la del enemi#o. &rav*simo error que costó el descala!rado de los e(rcitos de la alian'a. 0a'a sufrió naturalmente una dececión tremenda) ya que la realidad mostra!a que el lan de Prado consist*a solamente en res#uardar Arica y evitar su ca*da en oder chileno. +on sa mentalidad me'quina se encaretó el royecto estrat#ico !oliviano. inalmente ocurrió lo inaudito) lo que no ten*a nom!re: el e(rcito !oliviano y eruano se dedicó a hol#ar en acna y Arica durante nueve meses) tiemo suficiente ara mirar  la moral de esos heroicos soldados que atravesaron el inmenso altilano y el desierto a marchas for'adas con la idea de !atirse de inmediato con el enemi#o. A ello hay que a#re#ar que el odio o!li#ado sirvió ara hacer renacer vie(os odios que terminaron or  crear un clima de mutuas recriminaciones) so!resaliendo en sus actitudes hostiles hacia los !olivianos los (efes eruanos. odo era una des#racia. +uánta ra'ón ten*a 2nde' cuando dec*a que Prado confundió la ocuación !lica y de simles oeraciones con la definitiva o de triunfo y conquista) que no se erfecciona sino con la a' e/resa o táctica que finali'a la #uerra. >!viamente) de sentarse el lan !oliviano se hu!iera evitado todo este estado de cosas que deterioró al e(rcito de la alian'a.

J KTRAICIO# En otro ac2pite de su defensa, @*ndez indica que gracias a este error inicial se ha renunciado para teatro de la guerra a la sierra de +olivia y del Per', deando sólo "al  conspirador 0ampero, militar sin intuición ni iniciativa", que se limitó a tomar 0alama >> veces, como e4presó sarc2sticamente 8onz2lez Prada. 0ampero no tomó 0alama ni una sola vez ni asumo la nariz a sus alrededores, pero si, con notable estrategia tomó Cruro para proclamarse Presidente de +olivia.T 0uando 9aza voló a ?acna y se encontró con este cuadro desalentador, rugió de indignación y quiso volver de inmediato a /a Paz. Pero ya era tarde, estaba impedido de moverse de ?acna para evitar malos entendidos y tuvo que concretarse a esperar la llegada del 9irector de la 8uerra, que postergaba y pospona fechas, sembrando desaliento y tensión. @*ndez fustiga acremente la estupidez peruana de buscar al  enemigo en los territorios de la costa, ya amagados y controlados por 0hile. "5ano fue que yo continuase reclamando con todos los efes militares que han dominado en el  cuartel general de ?acna, que la guerra se hiciese siquiera al pie de los 'ltimos contrafuertes de las cordilleras sobre la costa sur del teatro de la alianza. /a guerra aliada no ha defendido el territorio sino el guano y el salitre peruano" increpa amargamente condolido por los resultados. 9aza se cansó de pedir un cambio del plan de operaciones. Prado y todo el comando aliado eran sordos a toda iniciativa boliviana. & manera de reproche, 9aza en uno de sus 'ltimos mensaes al e*rcito boliviano quiso dear constancia de sus propósitosB "1o desmayar -deca-, mostrarnos los mismos que aquellos que por darnos patria lucharon % a(os, haciendo de cada etapa y de cada colina un campo de batalla6 de cada pe(asco una fortaleza, de cada hombre un soldado, de cada soldado un h*roe"O. 1ing'n historiador boliviano cayó en cuenta de la terrible denuncia que encierran estas frases, o si cayeron en cuenta, simplemente la ignorancia de su af2n de destruir para siempre la figura de aquel mandatario. ^0*as antes de roducirse el #ole de estado 0a'a le dec*a a 2ontero: Q?ay que quitar  al enemi#o de las fuentes de sus recursos de acuerdo al lan que conced*Q. QLa

conciencia me señala!a-dice en otra arte-el camino que de!*a tomar Hdesus de los desastres de San rancisco y +amaronesI. $n irme a la 6ta. 0ivisión del #eneral +amero, (untos marchar a la reconquista de nuestro litoral res#uardado con ocas fuer'as enemi#as y fortificaciones convenientes en +aracoles ara rivar al invasor de los recursos de esos #randes minerales) envidia de los chilenos y causa de la #uerra, y si el enemi#o mov*a sus fuer'as so!re nosotros) tendr*a que hacerlo en n;mero reseta!le y entonces el e(rcito aliado) or lo menos en n;mero de 4CCC hom!res desalo(ar*a fácilmente al que quedara en Pisa#ua e Kquique. 0ir*a si la atención el enemi#o) estuviera tenido que reconcentrarse en un solo unto) y un retroceso en sus oeraciones hu!iera sido una victoria ositiva ara nosotrosQ. +omo se sa!e) or ha!er  querido oner en ráctica este lan 0a'a fue acusado de tradición. H?ilarión 0a'a) 2anifiesto a sus conciudadanos. Par*s 3443) . 65I. 0a'a) soldado con oca instrucción ero con una intuición muy desarrollada) no necesitó de los conocimientos de Saint +yr ara darse cuenta de la situación y aco#er  con entusiasmo el lan de 2nde'. 1l suo ver los destellos de la salvación cuando la ce#uera ha!*a cundido en los cuadros de la alian'a. 1l lan de defensa rouesto or 2nde' esta!a ala!ado or la e/eriencia #uerrera !oliviana que ven*a de ocas le(anas. Los esañoles conoc*an erfectamente la imortancia estrat#ica de las Provincias Altas) como denomina!an al territorio actual de Bolivia. Por al#o de!e ser que se a#a'aado hasta lo ;ltimo en sus murallas naturales ara mantener el dominio de la corona esañola en Amrica. lañeta) ;ltimo virrey del Per;) quien murió en umusla) ;ltima !atalla que selló la indeendencia de Bolivia. La flamante @e;!lica de Bolivia (u#ó un ael de rimer orden en los rimeros años de su e/istencia. 1l 2ariscal Santa +ru' que creó la +onfederación Per;-Boliviana) o!tuvo resonantes triunfos en
destruyo moralmente y el perdono. El propio 5icu(a @acJena, en su obra :elaciones )istóricas. El &lmirante +lanco Encalada", nos ilustra sobre la pr2ctica empleada por  anta 0ruz en aquella oportunidad y hace hincapi* especial en la forma como el  caudillo de la 0onfederación Per'-+oliviana deó pasar al e*rcito chileno hasta las  pro4imidades de &requipa, lugar donde reci*n reparó +lanco Encalada que estaba  perdido pues al alearse de la costa ya no tena el apoyo logstico de su escuadra. "9esde ese momento -dice 5icu(a @acJena- el e*rcito chileno estaba perdido, porque anta 0ruz haciendo un movimiento de concentración general desde sus alas, rodeo aquel pu(ado de valientes con !.>>> hombres de sus meores tropas". /o que vino despu*s ya lo sabemos. Un tratado increble salvo intacto ese e*rcito invasor que tuvo que abandonar el Per' humillado o cabizbao, someti*ndose adem2s al deshonor de  presentar armas al vencedor antes de su retorno. 2ucho se ha eseculado so!re los misterios que rodearon la firma del tratado de Paucarata) incluyendo naturalmente) la in(erencia de la masoner*a en el asunto) toda ve' que se suo que Santa +ru' y Blanco 1ncalada eran hermanos en alto #rado. Lo que si es evidente) es que ste tratado fue maniulado desde Londres) ya que de otra manera no se sa!r*a e/licar or qu la +onfederación Per;-Boliviana reconoc*a en una cláusula e/resa la deuda que ten*a +hile con Kn#laterra. QSanta +ru' necesita!a la a' ara consolidar su oder y no vaciló en comrarla a ese recioQ) dice un autor  eruano. 1n este hecho oco conocido e/lica el inters de Kn#laterra ara e/i#ir el cumlimiento del tratado que or otra arte) ha!*a sido uesto !a(o la #arant*a de su 2a(estad Británica. Pero ya sabemos cu2l fue el eplogo de toda esta tragicomedia. 0hile, que se haba comprometido a dear vivir en paz a la 0onfederación Per'+oliviana, incumplió su palabra empe(ada y volvió a las andanzas y esta vez con el  concurso de un gran contingente de efes y tropas peruanas que culminó en la batalla de 3ungay. 1s interesante relevar el inters !ritánico en la #uerra de la +onfederación. 1n conocimiento del orei#n >ffice los rearativos ara una nueva #uerra contra Santa +ru') Su 2a(estad Británica utili'a todos los medios ersuasivos ara evitar una nueva #uerra entre los tres a*ses) ero siemre con resultados ne#ativos. +hile esta!a decidido a ven#ar la afrenta de Paucarata y en este afán sus odios eran sordos a las recomendaciones de Londres y a;n alas amena'as. +uando Kn#laterra decide intervenir directamente en el ro!lema) haciendo sentir el eso de su oder mar*timo en favor de Santa +ru') ya era tarde) ues ya se ha!*a roducido la !atalla de
La #uerra de la +onfederación Per;-Boliviana es el anticio de la &uerra del Pac*fico. Su relación es *ntima. 1/iste una im!ricación directa entre am!os acontecimientos) de ah* que nos hu!isemos detenido en su análisis estrat#ico. Para ilustrar mayormente este ca*tulo simlemente deseamos añadir una !reve cita de ótica chilena que nos ermitirá (ustificar nuestra tesis. Acudimos a &uillermo eli' +ru') quien en un en(undioso rólo#o a la o!ra Q0os Soldados en la &uerra del Pac*ficoQ) de A!raham uiro' e ?iólito &utirre' refirindose a Paucarata e/resa: Q1l chileno ha!*a sido derrotado or sus ca!ales siemre com!atiendo sin rendirse (amás. $n e(rcito entero) sin luchar) ha!*a caitulado. 1so era humillante) desdoroso ara una no!le tradición y contrario al honor nacional) a la di#nidad de los chilenosQ. < en otro árrafo indica: Q
? DEFE#SA DE CALA&A 1ntre la ocuación dentro de hasta y la marcha del imrovisado e(rcito !oliviano a la costa) se roduce un acontecimiento que sacude la conciencia americana. 1s el sacrificio de +alama que culmina con el escu*ta(o de A!aroa al rostro del invasor. +alama es una o!lación situada en una de las ;ltimas estri!aciones de los Antes hac*a el Pac*fico, concretamente) está incrustada entre las montañas y el desierto arenoso que se e/tiende hasta !esar las layas del mar. 1n aquellos tiemos) +alama se#u*a siendo un o!lado rodeado de equeños rados verdes que contrasta!an con el lomo a'ulino de los cerros minerali'ados) el amarillo del desierto y el nácar de las eminencias imolutas de la cordillera. ^al convencida esta!a tasa de que la ;nica salvación era oner en e(ecución el lan !oliviano que) en v*seras de su ca*da le escri!ió una carta amar#a a =ulio 2nde' que la revelamos or rimera ve': QAhora resulta que el erfumado de 2ontero i#nora el lan de defensa que hemos sostenido a consideración de Prado. Ayer le ha!l de ste

lan y le di(e que ha!*a lle#ado el momento que onernos a las órdenes del 2ariscal Soro(che. 2ontero se uso seis Per; cuando e/liqu en que consist*a el lan se uso serio y mostró mucho inters y me idió una coia del lan. +omo usted es el que ha redactado la nota a Prado) le re#ó enviarle una coia al +ontralmirante 2ontero) ya que yo he resuelto or mi cuenta for'ar la e(ecución de ste lan marchando a onerme a la ca!e'a de la 6ta. 0ivisión) or tanto su resuesta ya no me encontrará en estaQ. H1sta castellana lle#ó a manos de 2nde') ero or sas cosas que suceden de ve' en cuando) el autor de este li!ro la escri!ió (unto a una colección de documentos de ese oca) en una casa de li!ros vie(os de Buenos Aires el año 349DI. El ro /oa que atraviesa el pueblito, inunda los alrededores desembocando del Este, dando lugar a una tpica vegetación de chilcares y alfalfares. /a población era tranquila y los vecinos amantes de la paz, se dedicaban a la agricultura y los trabaos mineros en peque(a escala. 9e vez en cuando ese ambiente de tranquilidad y sosiego era interrumpido con la llegada de personas e4tra(as, tristes y silenciosas. Eran los desterrados polticos que iban a purgar a playas e4tra(as el delito de disentir. 0alama era un oasis forzoso para estas caravanas infamantes y su gente noble y hospitalaria que no entenda de los odios y pasiones de la poltica engendra, sala al encuentro de los r*probos y les ofreca pan para su hambre, agua para su sed6 y algo que no tiene  precioB solidaridad. 9e 0alama, los desterrados partan reconfortados, porque este noble pueblo les devolviera les devolva las esperanzas y la fe. Un da, de pronto, esa paz de aldea se interrumpe en forma e4tra(a con la llegada de varios bolivianos que venan del /itoral. Eran bolivianos que haban escapado a la barbarie araucana en &ntofagasta. /a peque(a y ronca campana de la iglesia del   pueblo comenzó a agitarse desesperadamente, hiriendo la monotona del ambiente. Era algo e4tra(o. &lgo muy grave debió ocurrir para semeante alarma. ?odos han debido mirarse tratando de adivinar de qu* se trataba. Primero alguien asomó la cabeza temerosa a la plaza6 y luego, por los cuatro costados, comenzaron a acudir, hombres, mueres, ni(os y ancianos. & los odos de algunos ya haba llegado la noticia de la invasión chilena, pero algunos esc*pticos desconfiaban de semeante noticia. /os rumores crecan y la fantasa haca su fiesta, difundiendo hechos de los m2s descabellados. Por fin la intempestiva llegada del Prefecto del /itoral, Reverino Rapata, sacó del sopor y la incertidumbre a todos y se supo la verdadB &ntofagasta haba cado y el e*rcito chileno avanzaba hacia 0alama. /a noticia, avalada por la presencia nada normal del Prefecto Rapata, avivó los comentarios. /a gente se movia de un lugar a otro corrigiendo o aumentando las versiones de acuerdo a su imaginación, aunque en medio de ellas, una noticia comenzó a preocupar, pues lo que en principio pareca ser  sólo una volada ya tena el signo tr2gico de una verdadB el pró4imo obetivo chileno era 0alama. Estrat*gico para sus planes. 0onvencidos de la tremenda verdad, sin embargo, no cayeron en el derrotismo que suele ser el lugar com'n de los pueblos d*biles. /os de 0alama recibieron la noticia como un desafo y la rechazaron de inmediato. us moradores, habitualmente pacficos y serenos, se transformaron en cosa de segundos, y con los pu(os en alto, indignados, lanzaron a los cuatro vientos su respuesta encarnada en una sola vozB F5iva +oliviaG F@uera 0hileG F1o pasar2nG  9isipado el momento emotivo, sin embargo, comenzaron a circular otro tipo de  preguntas que corrieron de boca en bocaB F1o tenemos armasG F1os e4terminar2nG FEs  preferible la muerte a entregarseG  /adislao 0abrera, un abogado de prestigio y sint2ctica figura, era la autoridad m24ima de la provincia. ?odos los vecinos dirigan la mirada para adivinar en su rostro cu2l  sera la decisión pues no faltaba alguien que opinaba por un *4odo hacia el interior.

0abrera se reunió por breves minutos con los principales vecinos y la respuesta no se deó esperar. F1o se abandonar2 el puebloG FEl pueblo ser2 defendidoG 0omo una chispa el*ctrica eclosionó el sentimiento patrio y la multitud se dispersó deando vaca la plaza. Era algo e4tra(o, pareca que ese pueblo obedeca a alg'n comandante invisible. Era cierto, los manes de la patria, ucre, anta 0ruz, +allivian estaban  presentes en espritu en 0alama, que en ese momento era +olivia toda. 1o duro sino  pocos minutos el silencio en la plaza del pueblo, pues por todas las calles la gente acuda nuevamente, pero esta vez portando sus armas. +ellsimo y sublime espect2culo fue aquel cuando los calame(os aparecieron con fusiles, escopetas, mosquetes, espadas, garrotes y la sonrisa en los labios.  Al#uien de!ió ensar que esa multitud volv*a del saqueo y desmantelamiento de al#;n museo de armas anti#uas) incluyendo el arns de al#;n vie(o descendiente de al#;n no!le esañol que de(ó sus huesos ara siemre en aqullas montañas. "o faltó una sola ersona en la cita de honor. 1l momento de hacer un recuento del armamento con que se i!a a enfrentar al e(rcito chileno) sur#ió la re#unta: Ucon  fusiles Winchester) 4 @emin#ton) C fusiles de chimenea) 35 escoetas de casa) 3G revólveres) 6 fusiles de chisa y 5 lan'as) tal el material !lico e/uesto) se od*a defender la la'aV La fuer'a e/edicionaria chilena que avan'a!a ya hac*a +alama esta!a conformada de 3.GCC hom!res) un !atallón de ca!aller*a y varias ie'as de artiller*a. La resuesta no se de(ó eserar. Aquellos atriotas no se amilanaron ante la suerioridad considera!le del enemi#o) ellos ten*an que cumlir un de!er de !olivianos. al era la euforia atriótica de que esta!an ose*dos que) esos instantes el rimero que hu!iera su#erido siquiera una insinuación de esimismo hu!iese sido asado or las armas inmediatamente. A tal #rado de delirio colectivo ha!*a lle#ado aquel !astión de la !olivianidad. /a presencia del enemigo pareca haber hecho perder la razón a esos valientes que todos esos das se dedicaban a limpiar sus armas, a acariciar sus escopetas, a afilar  sus lanzas y a pronosticar el n'mero de chilenos de que daran cuenta, tuve en medio de ocosos simulacros de combates personales y ocurrencias criollas a costa de los rotos. En medio de esa multitud delirante sobresala un hombre alto, del rostro enuto y  abundante y ondulada cabellera. 9os mostachos soberbios complementados por una  perita bien cuidada, nariz ligeramente aguile(a, oos peque(os y penetrantes, adornados por ceas arqueadas y espesas, formaban un conunto inequvoco de un car2cter. Era delgado, de unos A> a(os parco de palabras, pero de ademanes firmes. ?ena todas las caractersticas del boliviano, emprendedor y decidido. Estaba ocupado hasta esa fecha aciaga, en la administración de algunas empresas mineras peque(as. Los so!revivientes de aquella memora!le (ornada (amás olvidar*an a aquel ciudadano #entil que asea!a tranquilo en comañ*a de otros aisanos o asistiendo a los corrillos que se forma!an cerca de la su!refectura. $n d*a antes de la fecha ele#ida or el enemi#o) ha!*a reaccionado indi#nado ante la de!ilidad de uno de los rinciales) que cre*a un acto de locura lo que se retend*a hacer. 1ntonces le ha!*a esetado: QSoy !oliviano) refiero morir antes que huir  co!ardementeQ. 1sas ala!ras) fr*as y contundentes) acomañadas de un ademán #rave !astaron ara que no se volviera a reetir ese tio de insinuaciones. 1l rostro melancólico y serio delata!a en 1duardo Bal!oa) tal el nom!re de este ciudadano) que al#o #rave anda!a rondando en su ensamiento. La indumentaria que ha!*a adotado desde d*as atrás) or otra arte) calándose !otas de cuero que) se#uramente) usa!a en sus andan'as mineras) y e/hi!iendo or#ullosamente dos revólveres al cinto con la

correa colmada de cartuchos) tra*a a la memoria) la estuenda fi#ura de un so!er!io Sheriff del le(ano >este norteamericano. "adie sosecha!a) or cierto) que este modesto !oliviano) ha!*a sido ele#ido ara lan'ar la más estuenda !ofetada que a;n suena en el rostro del invasor. El coronel Emilio otomayor, que se encontraba en 0aracoles en conocimiento de que en 0alama se preparaba la defensa de la integridad boliviana, apresuró la e4pedición que deba culminar con la toma de aqu*lla plaza. El hombre elegido para recibir el  escupitao del h*roe era el coronel Eleuterio :amrez, quien partió a marchar forzadas y acampo en las inmediaciones de 0alama con un contingente numeroso y bien dotado de armas y equipos, al alborear del $= de marzo.El coronel :amrez, convencido de su superioridad, envió un emisario e4igiendo la rendición de la plaza con ofrecimiento de garantas, pero al mismo tiempo con amenaza de e4terminio en caso de rechazo. 7ue entonces que los chilenos conocieron el temple de 0abrera y de todos aquellos hombres que haban decidido morir por la patria. & partir de aquel momento 0alama comenzaba a escalar la historia para simbolizar a todo un pueblo. "9ecid a vuestro efe -contestó 0abrera al mensaero chileno- que un boliviano am2s se rinde. Estamos resueltos a sacrificar nuestra propia vida por la patria, pero a rendirnos, am2sV9efenderemos la integridad de +olivia hasta el 'ltimo trance". El emisario, no se sabe si avergonzado o anonadado por tanto valor, se aleó r2pidamente de aquel lugar que ya comenzaba a ser sagrado para los bolivianos.  &ceptado el duelo, 0abrera convocó de inmediato a los voluntarios de la patria dispuestos a reeditar en un paso de los &ndes, la haza(a de los hoplitas espartanos en las ?ermópilas. /a decisión estaba tomada y en los rostros de aquellos rudos y  broncneos monta(eses se dibuó una sonrisa mezclada de orgullo y satisfacción, quiz2  por la respuesta digna y temeraria de 0abrera o quiz2 por sentirse elegidos para cumplir un deber sagrado. Eran =% bravos legionarios del honor boliviano, armados de escopetas, carabinas, rifles y lanzas, dispuestos a morir. /adislao 0abrera se agigantó al impulso de tanta osada y aprovecho el momento y el frenes para instarlos a un uramento que no era necesario, pero que la circunstancia solemne as lo e4igaB ";ur2is defender la integridad de la patria con vuestra sangre y s es preciso hasta morir<" & una sola voz estentórea los h*roes contestaronB ", uramos". am2s boliviano alguno debió sentirse m2s digno que aquellos =% gigantes que pronunciaron esa frase que restalló en el rostro del enemigo6 la misma que a'n se escucha reproducida por el eco inmortal de las monta(as al comp2s de la m2s hermosa sinfona de alas rotas y el ronco bramido de olas inconclusas, que perturban la conciencia del  usurpador. 0umplir este rito, los defensores de 0alama se retiraron de la plaza con dirección a sus trincheras y puestos de combate en medio de un loco entusiasmo. "En homenae a la verdad -dice 0abrera en el informe elevado despu*s del sacrificio- declaro que en *sos solemnes momentos no vi palidecer a ninguno de los que se hallaban en el  campamento. @2s pareca que se preparaban a un festn que a un terrible combate en que iba a correr torrente de sangreW. 1l e(rcito e/edicionario chileno se movili'ó en cuanto volvió el emisario en son de com!ate. Las ocho ie'as de artiller*a vomitaron fue#o ara intimidar a los defensores. +a!rera instruye que no de!*a disararse hasta que los enemi#os estuviesen al

alcance de sus armas) ara no deserdiciar munición. 0ando or se#uro que el o!(etivo rincial del invasor ser*a el vado del oater ara desla'ar su ca!aller*a) esco#e un selecto contin#ente de valientes ara que cuiden el unto) =efe del #ruo fue desi#nado el +oronel idel Lara y se#undo comandante 1duardo A!aroa. Para la defensa del vado de ?uayta) otro lu#ar estrat#ico) fue ele#ido =efe el +oronel 1milio 0el#adillo. Eran las siete de la ma(ana y comienza el asedio chileno. El obetivo principal, como estaba previsto, era el Puente de ?opater. Un fuerte contingente arremete con furor,  pero choca con la heroica resistencia de los bolivianos, que les causa muchas baas. orprendidos los chilenos se retiran para volver con nuevos refuerzos. Entretanto una gruesa partida de la caballera chilena tambi*n era rechazada del vado de )uayta deando varios muertos y heridos. El combate se generaliza. El fuego es recio, aunque desigual, pero nadie abandonó su puesto de combate. &nte tanta temeridad del  enemigo se desorienta y vacila. :amrez y sus inmediatos cambian miradas en busca de alguna idea. 1ada se les ocurre y sin salir del pasmo ordenan un nuevo ataque con todos los efectivos. El combate se intensifica reciamente, la artillera suena atronadoramente, la caballera ataca repetidamente, pero los bolivianos se mantienen en sus puestos defendi*ndose como leones. 3alquincha, ?opater y )uayta son los  puntos m2s asediados pero la resistencia no cede. Pareciera que la superioridad del  enemigo los enfureciera m2s para hacer tanto derroche de valor. Pero todo tiene su lmite. El n'mero de defensores comienza a ralear y la munición a agotarse.  A las 33 de la mañana) desus de cuatro horas de com!ate incre*!le) las filas !olivianas esta!an ya casi die'madas. odo era ya in;til. Los arques se ha!*an a#otado y los disaros aislados eran la señal de que sacrificio ha!*ase consumado. 1se momento) +a!rera) aata y al#unos so!revivientes emrenden la retirada al interior de Bolivia. A tiemo de hacerlo han de!ido escuchar todav*a el insolente eco de un solitario rifle que se#u*a disarando en al#una trinchera. 1ra que A!aroa ru!rica!a en el uente la má/ima eoeya del Pac*fico. 1n efecto) cuando todo ya esta!a consumado y el e(rcito chileno era dueño de la situación) ha!*a todav*a un lu#ar al que no ten*an acceso. $n hom!re ensan#rentado y malherido) que aenas od*a onerse en ie no ermit*a acercarse al uente al enemi#o) disarando de rato en rato su rifle) entretanto un contin#ente del e(rcito invasor ha!*a vadeado ya el ?uayta. 1ra 1duardo A!aroa que rodeado de cadáveres se#u*a luchando solo) sin ceder un almo. A#itando en una mano sus rifle y en la otra su revólver se#u*a rovocando al enemi#o con ala!ras duras. us oos cargados de odio tambi*n disparaban destellos fulminantes contra los rotos m2s audaces que se apro4imaban con gran precaución. )aba llegado la hora del  sacrificio total. Un escuadrón de soldados chilenos avanza al lugar, decidido a acabar  con la solitaria resistencia. /e intimidan rendición, pero &baroa por toda respuesta dispara su arma. Una nueva descarga a quemarropa de los chilenos hace impacto y su cuerpo se tambalea. &poyada en una rodilla sigue agitando su rifle. /os chilenos avanzan y lo rodean. -Por 'ltima vez, rndase... Ssuena la palabra encolerizada del invasor. 3 &baroa, haciendo un supremo esfuerzo, se agita y logra ponerse de pie y a tiempo de disparar   por 'ltima vez su rifle al enemigo, le lanza aquel terrible apóstrofeB -¿RE!R#E $%? &'E (E R!A (' A)'ELA* CARA+%... /os chilenos que recibieron la terrible afrenta, el m24imo desafió, respondieron con una nueva carga cerrada de sus fusiles y lo ultimaron con sus bayonetas, porque &baroa  pareca tener siete vidas. 0uando los soldados comenzaron a festear el triunfo

alrededor del h*roe al grito de Fviva 0hileG, todava escucharon el 'ltimo aliento del  h*roeB-F@UE:&G... Q1sta ;ltima ala!ra de sus la!ios) tan indecente como la de +am!rone en Waterloo -dice un escritor !oliviano- vale más que en los la!ios de este) uesto que +am!rone la lan'ó con la cólera de morir defendiendo una corona de usuración) y A!aroa la escuió en el rostro del chileno) cuál esti#ma de sarcasmo ara los conquistadores y murió defendiendo el sa#rado suelo de la atria) !a(o la !andera de ella. uien #anó la !atalla de +alama no fue Sotomayor) fue A!aroaQ. +alama es) sin duda) el e(emlo vivo de lo que fue aquella #uerra: 3C contra 3. 1n todos los com!ates y !atallas el enemi#o llevó una venta(a aro/imada. 1se equeño contin#ente de !olivianos de +alama es el e(emlo má/imo del sacrificio que uede ofrecer un ue!lo or la (usticia.Los fo#ona'os del oater reercuten a;n en el cora'ón de los !olivianos reavivando la llama inmortal de la reivindicación y las ;ltimas ala!ras de A!aroa taladran la conciencia de +hile. La toma de +alama fue un tra#o amar#o ara los invasores que al hacer su in#reso al o!lado más arec*an vencidos que vencedores) as* relata aquellos momentos un oficial chileno que artició en aquel acontecimiento: QA los ocos instantes el e(rcito chileno ocua!a el ue!lo) y el coronel Sotomayor hac*a sa!er or medio de un manifiesto) a los asustados ha!itantes de +alama) que nada ten*an que tener hallándose rote#idos or la !andera chilena. QA esar de la victoria nuestros ánimos están mal imresionadosQ. QLa san#re de nuestros hermanos esa so!re nuestros echos y aho#a el (;!ilo y la ale#r*aQ. QLa heroica resistencia de nuestros enemi#os inf;ndenos cierta desa'ón) ues revemos la #ran cantidad de san#re americana que será necesario verter antes de o!tener el triunfo definitivoQ. QLa dirección del ataque tamoco nos satisface y ensamos con cierta triste'a en los rodi#ios de valor que necesitaron desle#ar nuestros soldados cunando lle#ue el d*a de sostener un #ran com!ate. i con %>> hombres armados tuvimos necesidad de batirnos cerca de tres horas con sólo ciento y tantos cholos p*simamente armados, ;qu* suceder2 cuando se trate de batir una fuerte y bien organizada división<"O  ?a!indose roducido la declaratoria de #uerra desus de ocuada Antofa#asta) +hile esero) como era natural) una reacción del Per;) toda ves que conoc*a el 7acto secreto8 de 349. Pero) contra todo calculo) el Per; trato de sacar el cuero del ro!lema) asumiendo más !ien el ael de ami#a!le comonedor. ue entonces que +hile de(ó los escr;ulos y mostró su verdadera fa' declarando tam!in la #uerra al Per;, rete/tando ha!er descu!ierto un acto secreto entram!as naciones ara a#redir. 0e esta manera se uso al descu!ierto que el verdadero o!(etivo chileno era el de cumlir con el vie(o sueño de alastar al Per; a fin de evitar y cortar su en#randecimiento) asumiendo la he#emon*a en el Pac*fico. +hile sa!*a muy !ien que una #uerra contra Bolivia de!*a ser diri#ida tam!in contra esero. Los estadistas chilenos conoc*an muy !ien la realidad #eo#ráfica de su a*s y su futuro económico nada alentador. 1llo incentivó sus ideas e/ansionistas hacia el "orte del Paoso) donde se encontra!a a su Qesacio vitalQ. oda su ol*tica internacional está si#nada en lo#rar este o!(etivo como cuestión de vida o muerte. Paso a aso con la cautela y astucia necesaria) la 2oneda ha ido avan'ando e(ecución de este lan atentando a Bolivia los territorios vecinos Qara colocar la en la indeclina!le necesidad de acondicionar el Pac*fico +entral) emeñándola y ayudándola en #uerras territoriales contra el Per;Q.

La rensa chilena de aquella oca) trasunta este ensamiento. 2uch*simos tra!a(os dictados or su canciller*a son u!licados en los diarios. QSi Bolivia am!iciona rectificar  sus fronteras -dice Q1l "acionalQ de Santia#o H5C de a#osto de 3495I-) de!e ser nuestro aliado y no nuestro enemi#o) en lu#ar de hacerse el aliado del Per; y el enemi#o de +hile) que nada #ana ni nada ierde con que Bolivia ten#a !uenos o malos uertos) est cerca o le(os del mar) ara sacar sus imortacionesQ. ^li/ "avarra. Q1isodios de la #uerra del ac*ficoQ reroducido en QPresidenciaQ de La Pa' de 5 de 2ar'o de 3DD.

B! HIPOCRECIA % CO#SPIRACIO# &APUCHE  A esta altura volvemos a los antecedentes inmediatos de la #uerra. La reocuación de Per; i!a en aumento a medida que aumenta!an tam!in las insinuaciones de +hile) y ello dio lu#ar a que !usca!a deseseradamente la alian'a con Bolivia a travs de un acto secreto que de!*a ser amliado desus invitando a la nación Ar#entina. La versión chilena de la motivación de este acto secreto no esta!a muy le(os de la verdad cuando dec*a que el Per; tendió Quna celada artera al d!il e incautó #o!ierno de BoliviaQ) aunque ensamos que la celada fue mutua) una esecie de mal necesario. Los u!licistas chilenos Barros Arana y %icuña 2acRena) aseveran que encontrándose  Adolfo Ballivian en Lima) de retorno de 1uroa) a rinciios de 349) este 7se ha!*a de(ado enredar en esa intri#a) como hom!re oco sa#a') t*mido) enfermo ya de dolencia) más del alma que del or#anismoQ. Barros Arana) oina que estas #estiones las hi'o Ballivian sin conocimiento del #a!inete de La Pa' y cuando Ballivian no ha!*a asumido a;n el mandato de la nación) y iensa que r*as no ha!r*a ermitido tal ve' ese acto) desconfiando de la sinceridad del aliado) que ha!*a sido siemre enemi#o tradicional de Bolivia. 1l mismo autor oina tam!in que el verdadero o!(eto de este acto era fra#uar la ruina de +hile or medio de una li#a temeraria. "o de!e asarse or alto el hecho de que la maquinaria montada ara hacer aarecer a +hile como una v*ctima ya funciona!a erfectamente. La historio#raf*a li!eral de Bolivia en su con(ura contra todo !rote de una l*nea anticolonialista ha ne#ado sistemáticamente a todo #o!ierno salido del ue!lo sus mritos. al ocurre con A#ust*n 2orales) que reresenta un nacionalismo intuitivo que fue lasmado en medidas de tio oular que lo llevó a la tum!a. A#ust*n 2orales) el vencedor de 2el#are(o entre#ador del Litoral) fue recisamente quien se reocuó de rofundi'ar las relaciones con el Per; reviendo la amena'a y no Adolfo Ballivian. Q2orales -dice Al!erto &utirre'-) comrendió que era menester cam!iar las orientaciones de la ol*tica e/terna de Bolivia y encar#o al 2inistro de la @e;!lica de Lima que e/lorara el am!iente ol*tico ara una nueva alian'a que renovará y revalidara) acaso ro!usteciera) la $nión Americana de 34D6...La alian'a con Bolivia imorta!a) or lo tanto) un movimiento ol*tico de elemental e instintiva defensa contra los eli#ros que eran comunes ara am!as re;!licas. "o odr*a) or tanto) firmarse) so!re una !ase histórica atendi!le) que el Per; in#resó a la alian'a con el roósito romántico de defender a BoliviaQ. 1n otro árrafo sostiene que) el roósito del #o!ierno !oliviano no era terminar un acto secreto) si no o!tener una entente ol*tica que modificar*a los rocedimientos de +hile y rodear*a a Bolivia de mayores consideraciones internacionales. Qoda esta vasta ne#ociación -dice- qu a ser  ulteriormente !ien mane(ada) ha!r*a cam!iado los destinos del continente) odo ha!erse iniciado y erfeccionado en el corto esacio de C d*as) los treinta d*as escasos del mes de noviem!re. >currió emero) a fines de ese mes la muerte trá#ica de 2orales) cuando retend*a asar el @u!icon) se#;n la e/resión intoresca del ministro BenaventeQ.

0uando Pardo ascendió al poder en el Per', +allivi2n se encontraba en Europa cumpliendo una misión delicada encomendada por el Presidente @orales. +allivi2n tena la misión de adquirir dos blindados con destino a la organización de una escuadra boliviana en el Pacfico. /os resultados de esta gestión son conocidos, pues el  0ongreso boliviano de aquel a(o rechazó el presupuesto por la diferencia de un voto6 lo que impidió que +olivia contara con una marina de guerra, factor decisivo en la contienda del Pacfico. El tratado "secreto", ya elaborado en el gobierno del Presidente @orales, no llegó a rubricarlo *ste por su repentina muerte. El mismo fue firmado el ! de 7ebrero de #H=.  &'n flotan muchas dudas sobre los verdaderos móviles del crimen perpetrado en la  persona de @orales por su sobrino 7ederico /a 7aye. 0omo se sabe, /a 7aye que fuera Edec2n de @orales huyo despu*s del magnicidio a 0hile y poco tiempo despu*s se desenmascaró como agente al servicio de 0hile, cumpliendo misiones de mucha confianza. &s lo afirman al menor el historiador peruano orge +asadre, cuando se refiere a un captulo de la 8uerra del PacficoB "9aza -dice- estaba en ?acna. /as gestiones para apartarlo de la alianza no haban conseguido resultados positivos. El  0oronel boliviano 7ederico /a 7aye, enviado desde 0hile a proseguirlas...". "o están muy le(os de la verdad quienes tratan de levantar la cortina de misterio que rodeó al asesinato de 2orales) su#iriendo que l mismo ha!r*a sido fra#uado or +hile ara evitar la firma del Pacto de Alian'a) en estrecha convivencia de la Sociedad 2inera Arteche conformada or caitales chilenos y esañoles) la misma que ha!*a sido afectada en sus intereses or la ol*tica nacionalista imrimida or el malo#rado residente. 1ntre la aro!ación del Pacto Secreto or el +on#reso y el ma#nicidio) transcurren muy ocos d*as y todo nos lleva a la evidencia de que el crimen fue o!ra de una #ran con(ura montada desde +hile) a*s que se#u*a aso a aso estas #estiones y reci!*a información inmediata de sus a#entes que oera!an en los más altos niveles de la ol*tica !oliviana. Pese a todo) ya no udo evitarse la firma del Pacto. La ol*tica desle#ada or 2orales ha!*a avan'ado tanto que ni su muerte udo detener la consolidación de la alian'a. 1l Presidente Knterino omás r*as no tuvo otra alternativa que estamar su firma en el documento. 1l !reve #o!ierno de Adolfo Ballivian tuvo que sostener la ol*tica internacional iniciada or 2orales reocuándose de hacer realidad el royecto de or#ani'ar una armada) ese a la ne#ativa del +on#reso) vano intento que muere con su romotor. La firma del acto secreto fue en realidad un triunfo de la ol*tica internacional del Per;) ues el verdadero interesado en lo#rar esta alian'a era este a*s. 1n Bolivia el Pacto tuvo efectos ne#ativos) ya que los #o!ernantes de turno) confiados en esta alian'a descuidaron el ro!lema con +hile. Al#o arecido ocurrió en el Per;. 1l Presidente Pardo ese a la amena'a Araucana ya a!ierta) cataultada or la resencia activa del caitalismo in#ls) tamoco se reocuó de renovar su armada ni aumentar o moderni'ar su e(rcito) dedicando la mayor arte de las enormes entradas que da!a el #uano y los emrstitos contratados a Qmal#astarlos en com!atir contra PierolaQ ersona(e funesto que consume las me(ores ener#*as eruanas en los momentos más cr*ticos. ?al era la confianza de Pardo en las bondades del Pacto que, cuando alg'n personae  preocupado por el armamentismo chileno le sugera la conveniencia de comprar  buques, *ste, seguro de s mismo, sola contestarB "@is dos blindados son +olivia y la  &rgentina". "o fue ues el suuesto descu!rimiento de este Pacto el verdadero motivo ara la declaración de #uerra or arte de +hile) como sostienen todos los historiadores

chilenos) sino un meditado y !ien calculado lan ela!orado con mucha anticiación. Los caitales in#leses que ten*an necesidad de ase#urar una lar#a e/lotación de las rique'as del #uano y salitre fueron los verdaderos interesados en consolidar ara +hile aquellos territorios) actitud que coincid*a lenamente con los intereses de la oli#arqu*a ro#resista de +hile que ten*a imortante articiación en esta actividad y so!retodo orque inclina!a la !alan'a he#emónica en el Pac*fico en favor de este a*s. Q$na #uerra con el Per; que aca!ase con la derrota de ste) fue siemre el sueño dorado de +hile) desde la Kndeendencia, sueño que ha ido rehaciendo en diversas ocas y ocasiones desde 3456 al 349Q. Dndudablemente que Pardo fue un previsor y @orales un zahor. &mbos percibieron los  peligros que se cernan en el horizonte, pero sucumbieron en medio camino, sin concluir la obra que deba traducirse en una vigorosa reorganización de sus fuerzas armadas. @orales lo intentó pero cayó acribillado a balazos. Pardo que sublimó demasiado los efectos del pacto, tambi*n cayó.  A esta altura creemos imortante hacer una aclaración definitiva so!re la firma del famoso Pacto Secreto que hi'o correr tanta tinta en +hile.
6! TRATADO SECRETO SI# SECRETO Se encontra!a de em!a(ador de +hile en la Ar#entina el señor Blest &ana) erteneciente a la familia que ten*a intereses recisamente en el Litoral !oliviano era el mes de Setiem!re y el +on#reso Ar#entino se aresta!a a tratar en forma reservada su incororación a una entente en la que articiar*a el Per; y Bolivia. +omo se trata de un asunto sumamente interesante que revela la eficacia de l os servicios secretos del #o!ierno del 2aocho) transcri!imos al#unos árrafos de una conferencia ronunciada or el diutado chileno Anselmo Blanlot ?olley en la Sociedad chilena de ?istoria y &eo#raf*a) donde hace revelaciones que usieron al desnudo muchos entretelones de tan imortante asunto) dice: Q0esemeña!a el car#o de 2inistro de +hile de la @e;!lica Ar#entina desde 349C) 0on &uillermo Blest &ana) reresentación que tuvo hasta 349D) durante el eriodo luminoso de la discusión de l*mites entre los a*ses andinos) !a(o la atriótica y enr#ica dirección de los ministros K!áñe' y r*as. Q+orr*a el mes de Setiem!re de 349. 1l +on#reso Ar#entino funciona!a en secreto) convocado e/traordinariamente or su #o!ierno. Aqulla actitud arlamentaria no deserta!a recelos en el centro dilomático. "in#uno de los a#entes de las naciones ami#as a!ri#a!a temores de que se ertur!aran las cordiales relaciones que ten*an a

su car#o cultivar. Q$n d*a en las rimeras horas de la mañana) reci!ió nuestro ministro anunció de visita de un de sus cole#as del cuero dilomático. 1/trañado or lo desacostum!rado del momento y or la s;lica ver!al del ocurrente de ser reci!idos sin dilación) dio el señor  Blest orden de introducirlo a su dormitorio. Penetró hasta all* el señor ]) ministro deJ Hel 2inistro del Brasil en Buenos Aires) Barón de +ote#ieI a*s vinculado tradicionalmente ha +hile or sentimientos de no interrumida simat*a. QPerdone usted -di(o a nuestro dilomático- he ensado en su ayuda ara salir de una situación #rave. S*rvame de e/cusa nuestra amistad ersonal y la que li#a a nuestros resectivos a*ses. Q1l señor Blest &ana hi'o demostraciones de asentimientoQ. Q-Sa!e usted -rosi#uió el señor ]- que en estos momentos cele!ra sesiones secretas el +on#reso ar#entino. Aca!an de comunicarme que en esa sesión se trata de una confa!ulación americana en contra de mi #o!ierno. Sólo +hile ser*a e/cluido de tal comlot) conocidos sus sentimientos de amistad hacia nosotros. As* tam!in) sólo su reresentante odr*a reemla'arme ara adquirir lo que en realidad ocurre) ya que los asos que yo diera ser*an esiados y cualquier movimiento m*o aarecer*a como sosechoso. 0iscurra usted) ami#o m*o) or m*, #estione el descu!rimiento de esa tene!rosa maquinación... "o necesito decirle que si usted se hallará en mi lu#ar) no vacilar*a un momento en servirlo y en servir a su atria) que amo y admiro. Q1l señor ]. 1sta!a rofundamente e/citado y conmovido. QBlest &ana acetó la misión de confian'a de su cole#a) !ien convencido de la sinceridad de sus e/resiones de recirocidad. QAntes de seararse ofreció el señor ]. Los fondos de su le#ación ara los #astos que demandará el descu!rimiento de la maquinaciónQ. 0e esta manera) el dilomático chileno de ori#en !rasileño) en conocimiento de la Qterri!le confa!ulaciónQ se uso a averi#uar los ormenores del asunto) recurriendo in#eniosamente a todas las artimañas utili'a!les) or inmorales que fueran. Su rodi#ioso olfato lo llevó rimero a averi#uar la situación económica de los con#resales y dio e/actamente en el clavo cuando se toó con uno de ellos que ten*a ro!lemas. +omo el dinero emleado ara ste fin no sal*an de sus !olsillos fue ródi#o. "o odemos de(ar de transcri!ir el diálo#o entre dilomático chileno y el suuesto infidente. QUSa!e usted) ami#o don &uillermo) lo que se discute en estas horas en el Senado  Ar#entinoV Q"o -contesta el señor Blest &ana-) asom!rado de aquella e/traordinaria coincidencia entre la re#unta que le hac*a y el roósito que ten*a entre manos. Q-Se discute una invasión de alian'a secreta hecha a la +onfederación Ar#entina or  las @e;!licas de Bolivia y el Per;. Q-Uu carácter tiene esa alian'aV Q1lla es defensiva, ero ste comrende) que lle#ado el momento de un conflicto entre

uno de los ue!los aliados y un tercero) la calificación del Q+asus oederisQ) esmera formula, el conflicto se ha rearado de antemanoQ. +omo era de eserarse) Blest &ana se trasladó inmediatamente a @*o de =aneiro con la misión de rooner una alian'a entre +hile y el Brasil) ero chocó con el ra#matismo !rasileño que Qinsti#a!a ero no entra!a en comonendas escritasQ l*nea de ol*tica internacional que le aconse(a!a la Qe/tremada e/tensión y vulnera!ilidad de sus fronteras internacionalesQ al decir de Al!erto &utirre'. inalmente) como si estas dos coias del tratado QsecretoQ no fueran suficientes) el a#ente dilomático de +hile en el Per;) o!tuvo una coia más y la envió a Santia#o. 1o es verdad entonces, que gobierno chileno hubiese descubierto el famoso "Pacto ecreto" reci*n en #HK cómo se ha demostrado con pruebas de primera mano. Ctra cosa es que 0hile se guardó el pacto prudentemente "mientras carezca del  conocimiento cabal de los propósitos, medios y fines de la alianza". Es que a'n no haban zarpado de Dnglaterra los blindados que haba encargado. Pero, ;fue realmente este pacto una amenaza contra 0hile< 1o tal. e trataba de un pacto defensivo. El artculo M del mismo e4presaba que las partes contratantes se unen y liga para garantizar mutuamente su independencia, su soberana y la integridad de sus territorios, "o neg2ndose a defenderse contra toda agresión e4terior, bien sea de otro u otros estados independientes o de fuerzas sin bandera que no obedezcan a ning'n poder reconocido". ?al el espritu del tratado. El  artculo #M es m2s claro cuando e4presa que se emplear2n preferentemente los medios conciliatorios para evitar los conflictos, refutando entre esos medios como el m2s aconseable el arbitrae de una tercera potencia. 0esde el unto de vista de los intereses !olivianos) anali'ado fr*amente este tratado) ese a las intenciones !uscadas con su aro!ación) ha sido er(udicial. 1l Per; !usco casi al mismo tiemo que Bolivia la firma de este tratado) ero ten*a un inters estrat#ico inmediato cuál era el neutrali'arla. =amás de!ió ocurr*rsele al Per; que lle#ar*a momento de cumlir el comromiso, y cuando lle#ó no reaccionó airadamente como era de eserarse, or el contrario) ofreciose más !ien como mediador. Por todos los medios trató de sacar el cuero del ro!lema y recin tomó el QPacto SecretoQ en serio cuando +hile) viendo que se le escaa!a la resa) le declaró la #uerra. ue entonces que for'ó la interretación del Qratado SecretoQ tomándolo como rete/to. 0e lo contrario) Bolivia queda!a más sola y !urlada que tal ve' hu!iese sido me(or or las ersectivas que se hu!ieran resentado ara !uscar una solución acorde a sus intereses. Sin em!ar#o) todos los historiadores eruanos incluyendo a Basadre) $#arte y +on#raims en coro reiten que la alian'a fue er(udicial al Per;. Knsistamos un oco so!re este tema. UPor qu !uscó el Per; afanosamente la alian'a con BoliviaV Los roios historiadores eruanos resonden a esta re#unta y dicen que fue ara salva#uardar las salitreras de araacá conti#uas a Bolivia, y) or el temor de que Bolivia ya sin su Litoral con el tiemo se lan'ar*a contra el Per;) contando ara ello con la cooeración de +hile. "o falta al#uien que afirma que la se#uridad del in#reso ar#entino a la alian'a fue el motivo rincial. _ste es un tema oco atendido or la historio#raf*a !oliviana de ah* que entramos a considerar al#unos asectos oco conocidos.

+uando las canciller*as de La Pa' y Lima vislum!ra!an la adhesión Ar#entina al acto cre*an estar isando tierra firme) dada la candente situación que atravesa!an las relaciones entre este a*s y +hile. 1ntretanto las relaciones dilomáticas entre Bolivia y Per; con la Ar#entina no od*an ser me(ores) ero ronto se udo ver que la Ar#entina sólo !usca!a la solución de sus intereses articulares utili'ando la invitación eruana!oliviana como arma de do!le filo ara conse#uir sus roósitos. As* el +anciller  e(edor condiciona!a a!iertamente como aso revio al in#reso de su a*s a la entente) la solución del ro!lema lim*trofe con Bolivia con la consi#uiente incororación de ari(a a su so!eran*a. La manio!ra ar#entina fue recha'ada de lano or Bolivia) lo que dio lu#ar a que la Ar#entina le solaran al o*do del Per; una contrarouesta insólita) ues le ed*a la incororación nada menos de que +hile a la entente o) en ;ltima instancia quedase ella limitada al Per; y la Ar#entina. 1stas contrarouestas cuya finalidad se od*a deducir fácilmente) fueron recha'adas or el Per;) no orque una l*nea de conducta no!le as* le o!li#ara) sino) orque en aquella oca al Per; le conven*a más la alian'a con Bolivia que con Ar#entina) or  una sencilla ra'ón: +hile y la Ar#entina esta!a en aquellos momentos H349I a unto de enfrentarse. Las relaciones entre am!os a*ses esta!a comletamente deterioradas y se tem*a que en cualquier momento od*an iniciarse las oeraciones !licas) situación que o!li#ar*a naturalmente a que el Per; terciara en el enfrentamiento enviando su e(rcito y esecialmente su destartalada marina a le(anos mares) sacrificio que no esta!a en condiciones de cumlir or la situación dif*cil que atravesa!a y) so!re todo) orque más le interesa!a res#uardar el #uano y el salitre que esta!an u!icados en la frontera costera con Bolivia. Además) e/ist*a otra ra'ón fundamental.

6! A#ALISIS DIPLO&ATICO /a firma de un pacto solamente entre Per' y la &rgentina, significaba el t2cito rompimiento del Pacto ecreto que tena con +olivia, lo que a la larga 0hile aprovechara atray*ndola ha una alianza, ofreci*ndole los territorios de ?acna y &rica, lo que no estaba leos de ocurrir ante la amenaza &rgentina de querer recuperar ?aria. El Per' tena en aquella *poca diplom2ticos muy sagaces y no cayeron en la maniobra diplom2tica argentina6 es m2s, cuando este pas le pidió al Per' en car2cter de venta uno de sus acorazados, el Per' le negó. Esta actitud peruana forzada por las circunstancias tuvo enorme repercusión en los hombres del estado argentinos que, buscaron afanosamente, mediante el uego diplom2tico, la solución del problema limtrofe con 0hile, ense(2ndoles a cada momento la espada de 9amocles de la triple entente. & tanto llegó la t2ctica para resolver la cuestión de la Patagonia que se supo que la legación chilena tena acceso a las deliberaciones secretas del senado argentino donde se trataba la cuestión. Cbviamente, las sesiones se prolongaron infinitamente hasta que se produera el  ablandamiento de 0hile, lo que finalmente ocurrió. 0onseguido su propósito la &rgentina, se desentendió definitivamente de la cuestión de su incorporación a la triple alianza, deando a 0hile libre el camino para su programa de conquista. Esta actitud &rgentina, hizo cambiar el curso de la historia de &m*rica del  ur, ya que de suscribirse el pacto, muy difcilmente 0hile hubiese tomado las armas contra el Per' y +olivia. & mayor abundamiento, consideramos 'til referirnos a otros aspectos concomitantes en esta situación, que se presentaron posteriormente. 1l criterio de una aro/imación entre +hile y Bolivia que udiera concretarse en una alian'a) quita!a el sueño a la canciller*a eruana. Sus osi!ilidades volvieron a aflorar  en 344 cuando los intereses caitalistas norteamericanos decidieron tomar arte

activa en la e/lotación de las rique'as naturales de la 'ona conflictuada. ue entonces que se volvió a ha!lar de una nueva +onfederación Per;-Boliviana tendiente a frenar  las am!iciones ya desmesuradas del caitalismo an#lo-chileno. 1l efecto !uscado tuvo sus frutos) ya que se lo#ró que la oli#arqu*a minera !oliviana en el oder) de(ara de escuchar or lo menos momentáneamente) los cantos de sirena de la canciller*a del 2aocho. Pero lo curioso era que simultáneamente en el Per;) comen'ara a tomar  cuero una corriente que roicia!a un entendimiento con +hile) corriente en la que esta!an comlicados muchos hom!res de estado eruanos há!ilmente #anados or  +hile. ue entonces que se escuchó el ver!o admonitorio de 2anuel &on'ále' Prada que fusti#ó con rosa de fue#o a los derrotistas. 1l encaretado royecto de la entente Per;-Bolivia-Ar#entina volvió a a#itarse en el am!iente internacional maniulado or  los nuevos intereses en (ue#o que ha!r*a las heridas a;n no cicatri'adas de la #uerra de 349. La situación emer#ente de la &uerra del Pac*fico aun era una !rasa candente ese a que e/ist*an tratados como el de Ancón y la tre#ua que ha!*an sentado las !ases ara la a') aunque !ases imuestas or el vencedor y or lo mismo dele'na!les. Las ersectivas del cumlimiento o incumlimiento de tales instrumentos eran imrevisi!les) realidad que en#endro en el Per; aquella corriente claudicante de aro/imación a +hile. 2anuel &on'ále' Prada que interreta!a al verdadero ue!lo eruano aa#ado y adormecido or la derrota) tuvo la virtud de desertarlo fusti#ando a los acomodaticios del momento: QLos ro!lemas internacionales ofrecen hoy-les di(ouna fa' nueva con la alian'a Qentente cordialeQ o convenio tácito de Bolivia y la  Ar#entina. Adhirindonos ara formar una trile alian'a) sur#en muchas ro!a!ilidades de vencer a +hile) anular el tratado de ancón y reivindicar los territorios erdidos, no adhirindonos) corremos eli#ro de que nuestra neutralidad sea mirada como una manifestación hostil y de que la unión ar#entino !oliviana redunde no sólo en daño de +hile) sino en er(uicio nuestro... Uu decir de BoliviaV $na sola consideración (ustifica hoy la alian'a del Per; con ella) el temor de que al no estar con nosotros) se ha!r*a unido a +hile ara com!atirnos y mutilarnos. La alian'a de eruanos y !olivianos en 349 recuerda la fraternidad de Sancho y 0on ui(ote) ues en las desventuradas aventuras de la #uerra) ellos salva!an el cuero y nosotros reci!*amos los alosQ.  Aunque duras las e/resiones de &on'ále' Prada) traduc*an una verdad a medias. "o se od*a ne#ar que la alian'a de eruanos y !olivianos de 349 ten*a !ase de arenas movedi'as. 1/ist*an mutuos recelos) más de la arte del Per; que de Bolivia) orque en la desventurada historia de los dos ue!los) las veces que se ha!*an enfrentado) los eruanos siemre ha!*an llevado los alos) desde
6! SA#CHOPA#CIS&O PERUA#O Por otra parte, estaba fresca la actitud del Per' cuando se produo la invasión del  /itoral +oliviano, oportunidad en la que salió a relucir su sanchopancismo6 primero, tratando de sacar el cuerpo del problema6 y, segundo, obligando al afirmar un tratado

complementario por la cual todos los gastos que demande la guerra deban correr por  cuenta de +olivia. El Per', en aquella emergencia en lugar de notificar a 0hile que tena firmado con +olivia un pacto de alianza defensiva que le obligaba a salir en defensa de ella, se limitó a ofrecerse para mediar en el conflicto, enviando la misión /avalle a antiago. "/a actitud del Per' durante ese lapso se limitó a los simples oficios de mediación, evitando el 0asus 7oederis" dice ulio @*ndez. ?uvo que producirse la declaración de guerra al Per', en abril de #HK, casi dos meses despu*s de la declaratoria a +olivia, para que el Per' se acordara que tena este compromiso con +olivia, cuando los sentimientos del pueblo boliviano ya haban sido heridos  profundamente. El diplom2tico boliviano enviado a /ima para e4igir el cumplimiento del   pacto relata crudamente la situación que le tocó vivir en la capital peruana, revelando que la molicie e inocencia de los gobernantes peruanos era tal que ni siquiera haban reparado en el uego artero en que estaba empe(ado el diplom2tico chileno 8odoy, quien "aprovechaba de las ntimas relaciones que tena con el 8eneral Prado, desde la residencia de *ste en 0hile durante su proscripción, y de tal manera lo tena cercado que haca uso del derecho de entrar hasta su dormitorio para conferenciar sobre los asuntos palpitantes que la guerra en sentido de obtener la declaratoria de neutralidad  del Per'6 la opulenta caza comercial 8uibbs, y tantas otras influencias, como es f2cil  comprender, obraban en el mismo sentido". >!viamente que sólo !usca!a adormecer aquel #o!ierno lo que consi#uió en cierta forma) ya que la #uerra) como se sa!e esta!a diri#ido contra Bolivia y Per;. El @inistro Plenipotenciario de +olivia :eyes Crtz tuvo que sortear la barrera de muchos intereses para lograr inclinar al Per' a cumplir su compromiso. ordo al clamor  de su pueblo que e4iga el rompimiento con 0hile, el gobierno peruano aceptó intervenir finalmente, pero no frontalmente como era de desear, sino en forma condicional "porque era e4presión insistente del Presidente, que el Per' no aceptara la guerra, sino despu*s de que su gobierno agotara los recursos para evitarla, obeto que tuvo la misión /avalle"6 procurando siempre sacar el cuerpo si hubiere lugar. 0omo es sabido, la misión /avalle fracasó estrepitosamente. 1l dilomático chileno en Lima) hac*a el mismo ael que el que oera!a en La Pa': distraer a los hom!res de estado eruano con el fin de #anar tiemo ara que su e(rcito rocediera a ocuar osiciones estrat#icas. +uando se suo en Bolivia que +hile ha!*a declarado finalmente la #uerra al Per; hu!o una esecie de desaho#o) un estallido de contento indescifra!le) al#o as* como un triunfo) que en s* lo era) ya que de no roducirse tal declaratoria de #uerra el Per; no entra!a en el conflicto. 1sta conducta eruana fue arovechada a las maravillas or la corriente ro chilena que ya oera!a en Bolivia) cuya má/ima fi#ura era Aniceto Arce a quien se de!e esta terri!le frase emaada de verdad, QPer; -dec*a- es una nación sin san#re) sin rovi!idad y sin inclinaciones sinceras hacia el aliado. Pacto de alian'a con el deli!erado y ;nico roósito de ase#urar so!re +hile su reonderancia en el Pac*fico.+reyó lle#ar el Qcasus !elliQ cuando +hile le rovocó la #uerra serrándole el camino de las mediaciones oficiosasQ. El presidente )ilarión 9aza se decepcionó del aliado cuando supo que el Per' haba e4igido la firma de un tratado complementario por el cual +olivia tena que soportar  todo el peso de los gastos que demandar2 la guerra. & su cada, desde Pars denunció la actitud peruana diciendo que aquel tratado iba hacer la ruina de +olivia "hipotecandole todas sus fuentes de entradas y tena que estar por muchos a(os sueta y dependiente del Per', de modo que, de nada nos servira vencer a 0hile,

 porque tras la victoria vendr2 el cumplimiento de este tratado y con *l, la miseria y la ruina". ales los momentos vividos en los inicios de la #uerra y tales al#unos acontecimientos que tuvieron enorme reercusión en los resultados finales. 1n estas condiciones) la alian'a Per;- Boliviana marchó a los camos de !atalla al encuentro de un enemi#o oderoso que conta!a con el resaldo de Kn#laterra.

REFERE#CIAS .I.LIOGRMFICAS ! 1y'a#uirre =aime. Breve historia de las fronteras de +hile. 1d. $niversidad S. A. Santia#o 3D9) . 43. 5. Scnna 2i#uel An#el. 1l secular diferendo +hile-Ar#entina. @ev. Qodo es ?istoriaQ "N G) . 5. Buenos Aires 39C. 7! K!.) . 5G. K!.) te. 5G. v. > J K!.) . 56. ?! >!ando San' =or#e Ale(andro. La tierra de 349. 1l camino +hilchilaya.@ev. Q+ultura BolivianaQ. "N 5. > duro 3DG. B!  Benavides =ulio. La masoner*a en la rdida del mar !oliviano. 1n el Q Bolet*n 2ensual de la @eseta!le Lo#ia ?isano BolivianaQ. "N 39 "ros. 64-6. 6. %icuña 2acRena Ben(am*n. ierra del Pac*fico. Santia#o 3443) . 345. 8! +amacho 1liodoro. 2anifiesto del +oronel 1liodoro +amacho so!re el acto del 59 de diciem!re de 349. Km. Q1l "acionalQ. acna 344C) ) 6. =! >choa %icente. Sem!lan'as de la #uerra del Pac*fico. Km. $nión  Americana. La Pa' 3CCC requisitos 43) . D. ! 2oreno &a!riel @en. 0a'a y las !ases chilenas de 349.i. 0onde el QPro#resoQ. Sucre 3443) . D. ! Ar#uedas Alcides. ?istoria #eneral de Bolivia. 1diciones Puerta del Sol. La Pa' 3D) .D. %icuña 2acRena Ben(am*n. >!. cit.) . 5G4. 7! >! 2nde' =ulio. @ealidad del equili!rio hisanoamericano y necesidad de la neutrali'ación eretua de Bolivia. 1d. 0on Bosco. La Pa' 395. K!.) . G. J! ?! K!.) . . K!.) . 3C. B! 6! 0a'a ?ilarión. Proclama del residente de Bolivia a sus conciudadanos =ules Le +lere Kmremeur. Par*s 3443) . 3C y 33. 1l &eneral 0a'a refer*a llamarlo Q&eneral Soro(cheQ. 8! =! 0a'a ?ilarión. Proclama del Presidente de Bolivia &eneral ?ilarión 0a'a. Pu!licado en Q1l +omercioQ de La Pa'. "N 395. 0el 54 de e!rero de 349. !  Berm;de' >scar. ?istoria del salitre. 0esde sus or*#enes hasta la #uerra del Pac*fico. 1d. $niversitaria. Santia#o 3D. . C. ! 2asón B. 2. heodorus. ierra del Pac*fico Sur. 1d. rancisco A#uirre. Buenos  Aires 393) . D9. 7! =ulio 2nde'. 1/osición en el +on#reso. Knserto en el Proceso ol*tico contra el eclise Presidente &eneral ?ilarión 0a'a y sus ministros y ersonas articulares. @ecoilado or Luis Amuero) Ksaac &. 1duardo y Bautista Saavedra. Kmrenta Q1l "acionalQ. La Pa' 34G) . 4G. >! %illanueva %*ctor. 1(rcito eruano del caudilla(e anárquico al militari smo reformista. 1d. 2e(*a Baca. Lima 39) . G3. J!  eliu +ru' &uillermo. 1l Prólo#o de la o!ra) 0os soldados en la #uerra del Pac*fico) orque A!raham uiro' e ?iólito &utirre'. 1d. rancisco A#uirre. Buenos  Aires 39D) . 55.