HOMBRE POBRE, HOMBRE RICO, GRAN HOMBRE, JEFE: TIPOS POLÍTICOS EN MELANESIA Y POLINESIA MARSHALL SAHLINS
Sahlins manifiesta que en las islas del Pacífico Sur se puede apreciar casi todas las fases de la evolución progresiva de la cultura primitiva así como estudiar la adaptación cultural. Melanesia y Polinesia comparten la característica de ser áreas agrícolas que han utilizado técnicas muy semejantes en el transcurso del tiempo, pero presentan marcadas diferencias en aspectos religiosos, económicos, políticos y de parentesco. Las sociedades polinesias han desarrollado formas complejas de jerarquía y de jefatura, mientras en Melanesia tal devenir no ha superado el subdesarrollo. En una investigación sobre las diferencias de escala en el ámbito político, H. Ian Hogdie y Camila Wedgwood han coincidido que en la parte occidental de Melanesia los grupos políticos tienen entre 70 a 300 integrantes; en las áreas altas de Nueva Guinea estos mismos grupos alcanzan hasta 1000 miembros. En contraste, las jefaturas polinesias, como en Tonga o Hawai, están compuestas por varias decenas de miles de personas. No obstante, Melanesia muestra avances en la estructura política pues existe un variado conjunto de formas sociopolíticas. La entidad étnico-cultural típica en esta región se compone de grupos autónomos de parentesco residencial los cuales muestran la misma forma de organización y poseen igual status político y cada tribu y grupo de aldeas auto administran su economía. El esquema tribal es segmental, es decir, los grupos locales son subdivisiones de un cuerpo político más amplio. El sistema político polinesio se rige como una pirámide de grupos, cuya cima es la familia, subordinados a un jefe. El linaje jerárquico es igual al del sistema obok, que se distingue por su jerarquía genealógica, es decir, la jerarquía de los linajes es determinada por la distancia genealógica al antepasado común. El desarrollo político en Polinesia también se ha manifestado en su actuación histórica pues Europa ejerció una fuerte presión cultural, mas sólo los habitantes de Hawái, Tongo, Haití y Fidji Fidji resistieron creando, en el siglo XIX, XIX, Estados bajo el control de jefes nativos, con leyes públicas, monarcas, ministros e impuestos. Entre ambos sistemas políticos existe también otra diferencia respecto al liderazgo ejercido por dos tipos sociológicos que son distintos en tanto poder, derechos, deberes y por el contexto social en que cada uno lidera. En los territorios subdesarrollados subdesarrollados de Melanesia aparece “el gran hombre” quien actúa tanto por el bienestar de su sociedad como por la obtención personal de beneficios económicos, sus actos públicos tienen por finalidad mostrar su superioridad o compararse con otros.
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Este personaje obtiene el poder a través de acciones o capacidades como la habilidad para el cultivo y la oratoria, poderes poderes mágicos, valentía para el enfrentamiento, acumulación acumulación de bienes (cerdos, vegetales y monedas conchas) que son distribuidos a fin de adquirir la reputación de hombre generoso, que elevan su status social y que le brindan reconocimiento en las relaciones interpersonales. También denominado “hombre centro” pues su influencia provoca la adhesión de un círculo de seguidores que conforma su esfera política, interna, el líder sólo puede puede ejercer autoridad dentro de este círculo que, aun ante la ausencia de la coacción física, acata las órdenes por voluntad o debido a la persuasión verbal pública mediante arengas. Paralelamente, existe un sector externo de mayor dimensión que sólo reconoce en el “hombre“hombre -grande” una influencia indirecta o fama, debido a esto, el líder no logra la realización de ningún mandato en este segundo sector . La división de la autoridad representa un obstáculo, especialmente, en relación a la organización masiva de personas para fines bélicos o rituales. Por ello, únicamente, a través del incremento de la fama o del establecimiento de relaciones de reciprocidad con otros “hombres-centro hombres-centro”” se puede incentivar la acción de las masas. Inicialmente, el “gran hombre” cuenta con un reducido grupo de seguidores (facción) formado por su propia familia y por parientes cercanos. Afianza la unidad de la facción a través de la reciprocidad con los familiares o del incremento de su núcleo familiar lo que significa que los nuevos integrantes aumentarán, por medio del trabajo, la producción y el acopio de bienes. Luego, este líder, a través de la creación de obligaciones y gratitudes al prestar ayuda, logra que otros hombres y sus familias se unan a su fac ción. Para Malinowski, el “gran “gran--hombre” amasa “un fondo de poder” al incrementar la producción y crear excedente que es distribuido entre la población. Estas reservas producidas que, al inicio, representan el interés particular del líder se tornan beneficiosas para los intereses sociales ya que el fondo de poder posibilita la participación de los demás grupos sociales y así crea la base para una organización supralocal. La estabilidad y conservación de esa organización depende indisolublemente de las relaciones entre la facción y el líder. Dos consecuencias en el nivel evolutivo de la organización política en Melanesia occidental resultaron de la potencial ruptura de las relaciones interpersonales en la facción: 1.- La inestabilidad de los órdenes políticos debido a la posible conducta ambiciosa de un “gran hombre” que puede devenir en deserción de miembros de una facción o en el enfrentamiento entre algunas facciones. 2.- La limitación del avance político como resultado del vínculo político personal. El líder no se
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1.- La reciprocidad ini inicial cial entre un “gran“gran -hombre” y sus seguidores, ya que estos últimos dan ayuda a cambio de la ayuda del líder quien al brindar bienes produce que otros bienes se dirijan a sus seguidores por el mismo camino. 2.- La acumulación de fama obliga al “hombre“hombre -centro” a extorsionar económicamente a su facción. La posición y status del líder así como la seguridad de la comunidad dependen de la capacidad en cuanto a la distribución pública del “gran “gran--hombre” hombre”,, ante esto fuerza a su círculo a la entrega de ar su bienes. Además, cuando el líder compite y vence a otros “hombres -centro” para increment incrementar reputación, significa dar más de lo que es posible lo cual afecta la reciprocidad en la facción.
Características de la organización política polinesia El sistema político en Polinesia implantó una jefatura general que evitó el debilitamiento de su organización al no aplicar la división melanesia de sectores internos y externos. La jefatura subordina jefes y grupos menores, de este modo integró en su estructura a grupos locales o séquitos personales y logró construir una pirámide de poder basada en un sistema de linajes jerárquicos cuyos lazos de parentesco permitieron la expansión política polinesia. polinesia. El jefe supremo central y los que lideraban parte de una jefatura tenían posiciones verdaderas de autoridad. El prestigio en la organización polinesia respondía al liderazgo del individuo sobre las divisiones políticas, y no a una ubicación en relaciones sociales. Así mismo, los séquitos séquitos y las estructuras de liderazgo trascendían en el tiempo pues no dependían de los jefes temporales. La propiedad de mando en Polinesia era inherente al cargo y al rango, no obedecía a una elección grupal a partir de las cualidades de un individuo. Sin embargo, existe una “rivalidad de status” entre las jefaturas que producía una rebelión popular contra la autoridad absoluta del jefe. Vale recalcar, que la jefatura no se desprende jamás del parentesco, así los mayores jefes polinesios se sentían padres de su pueblo, estos jefes también destinar un exceso de bienes a su élite, esta reunión desproporcionada de autoridad provocaba las r ebeliones.