Yo, el súbdito2 Yasumaro, os informo: «He aquí que al comienzo, cuando el universo se había empezado a condensar, no existía ni fuerza vital, ni forma; tampoco había nada que pudiera ser llamado por su nombre, ni movimiento alguno que pudiera ser percibido, ni nadie que pudiera conocer el aspecto de las cosas. Pero cuando el Cielo y la Tierra se separaron por primera vez, hubo tres deidades que se convirtieron en el origen de la creación3. Y, al dividirse el Principio Masculino y el Femenino4, los dos Espíritus5 llegaron a ser las primeras divinidades creadoras. Tras visitar el reino de los muertos, [el dios Izanagi] volvió al de los
1. Este Prólogo, escrito por el compilador, Oo no Yasumaro, Yasumaro, fue el documento de de presentación de la obra a la emperatriz Gemmei (707-715). Es un alarde de dominio de la prosa china como, sin duda, convenía a la solemnidad de la ocasión. Se puede dividir en cuatro partes: 1) Resumen de los mitos más destacados que se narran en la primera parte y de algunas hazañas de los emperadores de la Segunda. 2) Mención de los hechos que llevaron al poder al emperador Temmu, panegírico del mismo, palabras de ese emperador expresando su intención de compilar la obra y orden de compilación a Hieda no Are. 3) Razones del retraso del proyecto de compilación, panegírico de la emperatriz Gemmei y orden de compilación al prologuista. 4) Detalles sobre el estilo, sistema de redacción empleado y una especie de índice general de la obra. 2. En japonés, se puede puede leer com o shin o yatsuko. 3. Eran Am Ame-no-m e-no-m i-naka-n ushi, Taka-mi-mus ubi y Kami-musub i. El significado de estos nombres puede consultarse en el Anexo 2; y más información sobre ellos y sobre esta cosmogonía, en la nota 2 del capítulo 1. 4. Es decir, el yin y el yang. En estos párrafos Yasumaro sigue de cerca las ideas cosmogónicas chinas de origen taoísta. 5. Es decir, los dioses Izanagi e Izanami, Izana mi, según se describe des cribe en el el capítulo capítu lo 1 de la primera parte.
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vivos. Al lavarse con agua para purificarse6, de sus ojos se revelaron las deidades del Sol y de la Luna. Después, cuando se bañaba flotando en las aguas del mar, se manifestaron las demás deidades7. De esa manera, aunque la noche de los tiempos nos oculta lo que pasaba en los comienzos, gracias a las ancestrales enseñanzas de origen divino, podemos saber cuándo fueron concebidas las tierras y cuándo surgieron las islas. Igualmente, por remota que sea la época en que el Cielo y la Tierra se separaron, merced a los sabios de la Antigüedad8, podemos discernir los tiempos en que nacieron los dioses y se establecieron los hombres. Sabemos tan sólo que entre las ramas de sakaki9 sakaki9 fue colocado un espejo sagrado, que el dios Susano mordió una gema y luego la escupió, gracias a lo cual pudieron reinar generaciones y generaciones de soberanos. Sabemos igualmente que después de que la diosa Amatera su mordiera la espada y de que el dios Susano diera muerte a la gran serpiente, prosperaron los descendientes de miles de dioses10. Nos consta también que después de que los dioses se reunieran para deliberar en el cauce pedregoso del río celestial de Yasu, [el dios Take mikazuchi]11 descendió a una pequeña ribera para par a negociar con el dios Ookuninushi y así poder reinar pacíficamente en el País Central de Ashihara12. Sabemos además que [el dios Niniginomikoto] bajó de los cielos y se posó en la cumbre del monte Takachiho13; por su parte, [el empe em perad rador or Kam Ka m uyam uy amato ato114] asentó sus dom do m inios ini os en Akitsushim Akits ushim a15 a15. [Este emperador] fue perturbado por el violento dios oso que había 6. Según estaba prescrito en los los ritos ritos sintoístas de abluciones. 7. Este párrafo es un resumen sumarísimo sumarísimo de de los los relatos del del ciclo segundo (capítu los 2-7) de la primera parte. 8. Con esta expresión de «sabios «sabios de de la Antigüedad» Antigüedad» se suele suele designar designar en China a filósofos como Confucio y Mencio; sin, embargo, es difícil enmarcarla en el contexto de una antigüedad como la japonesa donde no había sabios conocidos. Tal vez se refiera a las personas anónimas que transmitieron los mitos y leyendas de las épocas más remotas. 9. Véase la nota 81 del capítulo 11 de la la primera parte, p. p. 75. 10. Los incidentes de este párrafo son descritos en los capítulos 8-1 4 de la primera parte. 11. Enmarcamos Enmar camos entre corche tes los sujetos correspon dientes de ésta y las frases si guientes, así como diversos nombres propios. En su identificación están de acuerdo todas las versiones consultadas. En el original no hay sujetos. 12. Tal Tal como com o se cuenta en el capítulo 25 de la la primera parte, «La «La rendición del Ookuni-nushi». 13. Véase capítulo 27 de la la primera primera parte, «El «El descendimie nto del del dios dios Ninigi». Ninigi». 14. El legendario emp erador Jimm u cuya expedició exp ediciónn a Yarnat Yarnatoo se relata relata en el el ciclo primero, segunda parte. 15. 15 . Es decir, Yamato, el el embrión territorial de Jap ón y que correspon de a la com arca que rodea la actual ciudad de Nara.
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venido del río, por lo cual obtuvo [de Takakuraji] la espada sagrada16. Se sabe también que [Kamuyamato] encontró en un camino a unos seres humanos que tenían rabo, pudiendo llegar hasta Yoshino guiado por un gran cuerv cu ervo; o; y que [en O sak sa k a17 a17] fue fue capaz capa z de someter som eter y matar a los bandidos a una señal en el baile18. Sabemos Sabem os que [el [el emperado empe radorr Süjin] Süjin] por revelación en un un sueño sue ño119 rindió adoración a los dioses, siendo por ello ensalzado como soberano sabio. También se sabe que [el emperador Nintokul fue considerado soberano santo por compadecerse del pueblo20 al ver el humo que salía de las casas21. Igualmente, es un hecho que [el emperador Seimu] fijó las fronteras y extendió sus dominios hasta Chikatsuafumi. Y que [el emperador Ingyó] legisló sabiamente para corregir los nombres y títulos en Tohotsuasuka22. En los reinados de los soberanos sucesivos pudieron producirse hechos con diferencias grandes y pequeñas; pudieron surgir gobiernos esplendorosos y modestos. Sin embargo, todos ayudaron a esclarecer los hechos de épocas remotas y a mejorar las tradiciones y las buenas costumbres del pasado que en sus tiempos se hallaban en vías de decadencia. Todos, por lo tanto, a la vista de la situación actual del mundo, pueden ser tomados como ejemplos de guardianes de unas leyes y de unos principios que, a pesar de hallarse en vías de extinción, todo ser humano debe conocer y observar23. Llegamos ya al reinado del emperador [Temmu]24 que gobernó Oo 16. Véase capítulo 3 de la la segunda parte, «La espada celestial». 17. Sobre la localización de este topónimo, topóni mo, que ciertamente ciertame nte no correspon de a la mo mo derna ciudad de Osaka, y de otros que aparecen en el prólogo, véanse las notas corres pondientes en los capítulos del texto. 18. Tal como com o se se describe en en los capítulos 4 y 5 de la segunda parte. 19. El sueño descrito en el capítulo capítu lo 17 de la segunda parte, «La «La maldición divina». divina». 20. 20 . Literalm Liter almente, ente, «la «la gente de de cabello cab ello negro», una expresión expr esión habitual en chino chin o para para referirse a la plebe. 21 . Véase capítulo capítulo 2 de de la la tercera parte, «La «La compasión del del emperador». emperador». 22 . Este topónim topónim o asegur aseguraa el el ritmo prosódico con el el topónimo que aparece al fina finall de la oración anterior. Son exigencias estilísticas del paralelismo de la prosa china, aquí seguido fielmente por Yasumaro. En una y otra oración se hace referencia a medidas des critas en los capítulos 36 de la segunda parte y 12 de la tercera parte. 23 . Concluy Con cluyee aquí la primera parte del Prólog o, el el resumen resumen esquemát ico de algunos mitos, leyendas y principios de buen gobierno; y se inicia la segunda que comienza con un encomio del emperador Temmu. 24 . Esta segunda parte del prólog o se se dedica al al emperad or Temmu (reinó en tre 672 y 686), mente rectora de las directrices políticas de la obra. Tras el panegírico de rigor moldeado según la retórica china, se narran las incidencias de su reinado. Lo que no se dice es la verdad histórica. Como príncipe Ooama, Temmu permaneció a la sombra de su predecesor, su hermano mayor, a cuya hija tomó por esposa. Salió a la palestra política en la derrota japonesa de Hakusukinoe, en Corea, en el año 663. Re sentido por la designación del hijo de Tenji como nuevo emperador, encabezó la Rebe-
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J yashima25 desde su gran palacio de Kiyomihara, en Asuka. Siendo todavía un dragón oculto26, poseía ya las virtudes imperiales; y los truenos retumbaron en el momento justo27. Al prestar atención a un sueño que tuvo, escuchó una canción y supo que se trataba de un augurio que le vaticinaba su advenimiento al trono; al distinguir a media noche un nubarrón sobre el río, adivinó que sería él quien habría de heredar el imperio. Pero antes de que la divina providencia cumpliera sus designios, [el príncipe Ooama]28 abandonó las pompas de la Corte, se retiró al monte Yoshino y abrazó una vida de renuncias29. Cuando las circunstancias y los hombres le fueron favorables, marchó [con sus tropas] [y valeroso] como un tigre en dirección al País del Este30. Montado en el palanquín imperial, [el príncipe] ordenó avanzar con rapidez y, atravesando montañas y ríos, sus seis regimientos cayeron al asalto como el trueno y sus tres ejércitos se precipitaron [sobre el enemigo] como el relámpago. Las alabardas apuntaban al cielo su poderío y los soldados subían como el humo por las cuatro direcciones. Los ro jos estandartes refulgían entre el brillo de las armas y los soldad os enemigos caían como las tejas de un edificio que se desploma. Así, antes de 12 días, los aires maléficos quedaron purificados y, soltando a los bueyes y caballos utilizados en las batallas, [el príncipe Ooama] se dispuso a volver triunfante a la capital de Asuka31. Allí, tras enrollar las banderas y guardar las alabardas, festejaron la victoria con bailes y canciones. Por fin, el segundo mes del año del Gallo32, [el príncipe heredero lión de Jinshin en 672, de la que salió victorioso seis meses después. Más información, en la Introducción. 25. Literalmente, «las ocho grandes islas», epíteto poético y mítico del antiguo Ja pón. «Ocho», como se verá repetidamente, es un número mítico con el valor semántico de «innumerables». 26 . «Dragón oculto» es una metáfor a de la prosa china para indicar «príncipe here dero». 27. «Retum bar el trueno» es otra metáfora para expresar el ascenso a la dignidad imperial. 28 . Futuro emperador Temmu. 29. En realidad, fue una retirada realizada poco antes de la muerte de su hermano, el emperador, y dictada por razones tácticas. «Una vida de renuncias» es la equivalencia que hemos dado a la expresión budista «despojarse de la piel como hace una cigarra». 30. Es decir, las provincias de Iga, Min o y Owari. 31. Asuka, en Yamato, hoy una aldea en la actual prefectura de Nara; per o de me diados del siglo VI a mediados del vn, la sede de varios palacios imperiales sucesivos y el centro cultural más importante del antiguo Japón. La cultura de Asuka (Asuka bunka) representó la asimilación de la civilización china de las dinastías Norte y Sur (386-589) transmitida a Japón por inmigrantes coreanos. 32 . Literalm ente, «cuando la estrella [Júpiter] se muestra en el Oeste junto a las Plé yades». La fecha exacta corresponde, según el Nihoti shoki (Nihongi. Chronicle s o fjap an from the Earliesí Times to A.D. 697, trad. de W. G. Aston, Tuttle, Tokyo, 1970, vol. II, p. 321), al 20 de marzo del año 673.
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Ooama] subió al trono [como emperador Temmu] en el gran palacio de Kiyomihara. Su gobierno destacaba más que el del Emperador Amarillo; su sagrada virtud superaba a la del rey de Chou33. Una vez en posesión de los Tres Tesoros Sagrados34, reinó sobre los seis puntos cardinales; una vez recibida la herencia imperial, fue señor de los ocho rincones de la Tierra35. Supo guardar el justo equilibrio entre las dos esencias y dispuso los cinco elementos en su orden exacto36. Promovió las buenas costumbres a través de doctrinas divinas y propagó nobles usos que engrandecieron a todo el país. Siendo su sabiduría vasta como el océano, se aplicó al estudio profundo de la antigüedad; siendo su mente brillante como el espejo, observó con fidelidad las eras de sus predecesores. Entonces, el soberano celestial [Temmu] anunció: “Han llegado a mis oídos noticias de que las crónicas y memorias imperiales37 se apartan de la verdad, habiéndose añadido muchas historias contrarias a lo real. Si esto es así, será necesario enmendar sus errores de inmediato para que no desaparezca en pocos años la verdad sobre el pasado. Las crónicas y memorias imperiales nos han mostrado los comienzos de nuestra nación y han formado los fundamentos del gobierno. Es nuestra voluntad escudriñar esas crónicas y memorias, expurgarlas de errores y desviaciones de la verdad y escribirlas de nuevo. Así, habiendo eliminado lo falso y conservado lo verdadero, las legaremos a la posteridad para que las generaciones futuras conozcan la realidad de los hechos”. Por esos años vivía en la Corte un toneri38 llamado Hieda de apellido y Are de nombre. Tenía 28 años y poseía tal inteligencia natural que era capaz de recitar de memoria lo que sus ojos habían leído o 33 . El emperador Amarillo es Huang Ti, un soberano legendario de la antigua Chi na; el rey de Chou es el emperador Wen Wang, de la dinastía Chou (1100-221 a.C.). 34 . La espada, el espejo y el joyel, símbolos de la autoridad imperial. 35 . «Arriba» y «abajo», son dos puntos cardinales además de los cuatro con ocidos. En cuanto al número «ocho», como ya hemos apuntado, es sinónimo de «incontables» 36 . Las dos esencias son los principios de yin y el yang, aludidos como masculino y femenino en el segundo párrafo de este Prólogo. En cuanto a los cinco elementos, son agua, fuego, tierra, metal y madera. 37 . Por «crónicas imperiales» se entiende comúnm ente la obra Teiki, un documento hoy perdido que se cree que contenía información sobre listas genealógicas, tumbas y pala cios imperiales de las épocas más remotas de Japón. Por «memorias» se entiende el Honji, una colección de documentos, igualmente perdida, que recogía los mitos, leyendas y canciones de la Antigüedad. 38 . Designa un empleado de bajo rango en la Corte o un funcionario al servicio del emperador o de algún príncipe de sangre real. Tsugita, el editor de la versión japonesa consultada que más crédito nos merece ( Kojiki, ed. de Tsugita Masaki, Kodansha, Tokyo, 1997, vol. I, pp. 28-29), se inclina por creer que se trataba de una mujer.
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sus oídos escuchado una sola vez. Por eso, fue a Hieda no Are a quien se le encomendó la memorización de las genealogías imperiales y los sucesos de la Antigüedad39. Ocurrió, sin embargo, que tras el fallecimiento del emperador [Temmu], los tiempos cambiaron y el proyecto imperial no llegó a realizarse. Con la debida reverencia considero que Su Majestad Imperial40, tras haber ascendido al trono como emperatriz41, ilumina con sus virtudes sagradas todo el imperio y, en comunión con la tríada42, nutre a todo ser vivo. Incluso desde el Palacio Imperial, su gracia alcanza los confines terrestres donde sólo llegan los cascos de un caballo y los confines marinos donde sólo entra la proa de un barco43. El sol brilla con fulgor redoblado y las nubes se dispersan sin formar neblinas44. Los historiadores del Imperio no dejan de registrar el número de señales auspiciosas, como dos ramas que se unen o espigas dobles que crecen de un solo tallo. No pasa un mes en que las arcas del tesoro imperial se queden sin los tributos llegados de países lejanos donde sólo pueden comunicarse con almenaras sucesivas o con innumerables traducciones^. En fama, esta soberana supera al emperador Yu; en virtud, al emperador Tang46. Pues bien, [Su Majestad Imperial], lamentando las falsedades y diferencias existentes en las diversas crónicas sobre la familia imperial y movida por el deseo de corregir los errores, el día 18 del noveno mes
39 . Las «genealogías imperiales» o «descendencias imperiales del Sol» (en el original, surtiera rnikoto no hi tsugi) corresponden, según Philippi ( Kojiki, ed. de D. L., Philippi, University of Tokyo Press, Tokyo, 1968, p. 42), a la obra mencionada de Teiki (véase nota 36). En cuanto a «los sucesos de la Antigüedad» ( sake no yo no furo goto), que tam bién se puede leer como Sendai-kuji, sería el igualmente mencionado Honji. 40 . Se inicia ahora, con el panegírico a la emperatriz reinante, la tercera parte del Prólogo. La soberana en cuestión es Gemmei (707-715). 41 . Literalmente, «alcanzar la unidad». 42 . Es decir, el Cielo, la Tierra y la Humanidad. 43 . Son expresiones para significar una gran distancia. Eran fórmulas ritualizadas que formaban parte de los norito o plegarias dirigidas a la divinidad sintoísta (ed. de Tsugita, cit., vol. I, pp. 32-33). 44 . Es decir, la virtud de la soberana es tal que se refleja en el brillo del sol y en la limpidez de un cielo sin nubes y de una tierra sin brumas. 45 . «Almenaras sucesivas» e «innumerables traducciones» son metáforas para signifi car los países extranjeros (por ejemplo, los diversos estados en la península coreana) cuyos barcos con tributo, cuando se acercaban a las islas japonesas, eran advertidos por medio de almenaras, y para comunicarse con los cuales eran necesarias traducciones. Véase al respecto el comentario de Chamberlain ( The Kojiki. Records o f Ancient Matters, ed. y trad. de B. H. Chamberlain, Turtle, Tokyo, 1981, pp. 2-13). 46. Yu es el nombre del emperad or legendario de la China que fundó la primera dinastía china hacia el año 2200 a.C. Tang fundó la dinastía Shang o Yin alrededor del 1500 a.C.
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del cuarto año de Wado47, me encomendó a mí, Oo no Yasumaro, que copiara las historias recogidas por Hieda no Are bajo las órdenes del emperador Temmu y que se las entregara debidamente escritas. Ahora, con la debida reverencia, presento a Su Majestad en detalle el fruto de mi obediencia a su augusto mandato. Sin embargo, tanto las palabras como las ideas relativas a los hechos antiguos eran tan simples que resultaba empresa difícil ponerlas por escrito48. Cuando se expresaban con transcripción enteramente ideogramática, las palabras no correspondían exactamente con el significado; y cuando se expresaban con transcripción fonética, ocurría que el texto se alargaba en exceso49. Teniendo esto en cuenta, se ha intentado en esta obra mezclar transcripciones fonéticas e ideogramá ticas en una misma frase; otras veces, se ha utilizado únicamente la transcripción ideogramática. Además, en los casos en que el concepto era difícil, se han añadido notas explicativas; en los casos en que el concepto era comprensible, no se ha estimado añadir ninguna nota. Igualmente, los apellidos escritos como 13 T y pronunciados como “ Kusaka” , o los nombres escritos como y pronunciados como “Ta rashi”, han sido copiados tal cual de la forma original50. Todo lo que aquí se ha podido recopilar abarca desde los tiempos de la creación del Cielo y la Tierra hasta los días de la emperatriz Oharida51. Con la debida reverencia entrego [a Su Majestad] el primer volumen, que comprende desde los tiempos del dios Amenominakanushinokami hasta la época del dios Hikonagisatakeukayafukiaezunomikoto; el segundo, que abarca desde los tiempos del emperador Kamuyamato iwarebikonomikoto hasta el emperador Homudawakenomikoto52; 47. Corresponde al 3 de noviem bre del año 71 1. «Wadó» es el nombre de una era que duró de 708 a 714. 48 . Es decir, usar la escritura importada de China para expresar términos y conceptos japoneses. Para entender la frase siguiente hay que tener presente que la escritura china está compuesta de signos ideogramáticos o kanji. 49 . El prologista plantea con sucinta claridad el dilema al que se enfrentaban los hom bres de aquellos tiempos cuando querían escribir japonés en una escritura extranjera como la china. Los ideogramas eran, naturalmente, aptos para transcribir la lengua china que es monosilábica. La japonesa, en cambio, es eminentemente polisilábica, por lo que una transcripción fonética —es decir, la utilización de un ideograma por cada fonema japo nés— alargaba excesivamente la frase escrita, además de no reproducir exactam ente su valor fonético. 50 . Es decir, se ha seguido la transcripción tradicional en cierta clase de homónimos japoneses que escritos fonética o ideogram áticam ente plantean dificultades de lectura. Esta práctica se ha atribuido al dominio imperfecto del chino que poseía Yasumaro (Kojiki, ed. de Chamberlain, cit., p. 15). 51 . Oharida es el nombre del palacio donde vivió la emperatriz Suiko, 593 -6 28 (véa se capítulo 38 de la tercera parte). 52 . Son los emperadores Jimmu y Ojin, respectivamente.
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y el tercero, que cubre desde el emperador Oosazakinomikoto hasta el gran palacio de Oharida53. En total, pues, han sido compuestos tres volúmenes que, humildemente y con la debida reverencia, presento [a Su Majestad]». Yo, Yasumaro, tembloroso y postrado, hago una y otra reverencia [ante Su Majestad Imperial]. El día 28 del primer mes del quinto año de Wadó54. Oo no Yasumaro, noble del rango quinto, nivel superior, y de la orden quinta de mérito.
53 . Correspond en a los nombres del emperado r Nintoku y de la emperatriz Suiko. 54 . El 10 de marzo del año 712 . 5 0
[Primera Parte LA ERA DE LOS DIOSES]
| C i c l o I. l .A C R E A C I Ó N D E L M U N D O |
(C ap itulo l
I O S P R IM E R O S t> IO S e$ |
C u a n d o p o r p r i m e r a v e z s e se p a r a r o n e l C i e l o y I j T i e r r a , l a s d e id a d e s q u e s u r g ie r o n e n e l A l t ip l a n o d e l G e l o 1 f u e r o n e s ta s : A m e n o - m i - n a k a mtshi no-k.imi, T.ika-mi-musubt-no kaini y Kjnii-nm subi-no k am i\ Es t a s tr e s d e i d a d e s n a c i e r o n i n d e p e n d i e n t e s 1 y s i n ja m á s m o s t r a r s u f o r m a . Lue go, cuan do la Tierra aún no se había solidificado por ser todavía ( o v e n y s e a s e m e j a b a a u n a s u p e r f i c i e d e a c e i t e f l ot a n t e y a l a d e r i v a c o m o u n a m e d u s a , s u r g i ó u n a f u e r z a v i t a l l a c u a l , c o m o s i s e tr a t a r a d e u n b r o t e d e ( u n c o s q u e c r e c e e n u n p a n t a n o , a c a b ó co n v i r t i é n d o s e e n [el dios) Umashi-ashi-kabidiikoji-no-kami y después en [el diosj Amcno-toko-tachi-no kami. Estas dos deidades nacieron independientes y sin jamas mostrar m i fornia
I l n ti «ingina!, rí^ lH qise lee M jrrus ito-Atns, Conviene entenderlo com o un lug jf de U geo grafía mfr.c.i, el escenario del acontece r de U mitolog ía. Encendiéndolo aM, n i ve/ no luya con tradicción coa la referencia a li abstracción -C ielo y Tierra-, de origen claramente chino. 2. Con k * signifkadov respectivamente, de dioses (kjmi) «señor del augusto erntro de kr» ocien *, *exceUu gcnrr.idoi de tnj;esMd* y «divino generador Je m ajestad- I j traducción del nom bre de dioses y hum ano* tpir tienen mas rehevr m !,i o arrició n se ofrece en el Anexo 2. El nombre del primero de esos tres dioses no aparece inü en los textos ni ae mención* santuario alguno dedicado a mi ¿duración. Sólo %e convirtió en obicro de la especulación teológica en el marco de las teorías «mcrenstas posteriores que lo identificaban con la E strella Polar. Desde la c'poca H¡m (.siglo i; a (1 ), l.i Estrella Polar era divinizada en ( hiña como »imhoh> *k! Oran lino (véase Naimunn, An!tgw/s miras W«rnescs, N ceder, Barcelona. 199 y, pp. 32 ss ) En camb io, la* «nr»% d«* divinidades se pueden intcrptetar com o la»; dos hierras generatrices del yin y el yang. Por otro lado, en el lu*rml fudoki. del año 733 , se denomina a cinco de \ a * divinidades ¿dotada» en esa región de Japó n, Izunto, Como hijos* o -hija»- de Kami m uuibí, el lencero dr eso> trrs prim erio dn wes mencionado» Re «oídenme, coino se ex plicó en la Introducción, que txnioo era una de las regí une* cuya mito logía »< pretende .un.slg.tnu r f subordinar con especia! empeño a la mitología de Yjnuto . Propiamente. la mirologU japonesa no empieza hm * el ciclo MgMtrtttr, Cují U p atria Ijuuugi e l/anami. To do lo anterio r — la cosmog onía demerita en c\tc capítulo con la aparición sucesivo de !o» kann o diw %— es un producto intelectual de loe letrados japonese s que ctm ocün b cultura china y que Habían recitado el encargo *k nacum ah/ar la mitología nativa japone sa 3; Es decir, a diferencia de la* p.uc»as de detebdr* niimn luu s y íeuuKtuias nacieron tino a uno un contraparte, aoltn > asexuado». M is tarde, sin embargo, veremos que los dos ólttmos engciultarirt híiiH.
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Estas cinco divinidades ocupan un lugar muy especial entre los dio ses celestiales. l.as siguientes deidades qu e nacieron fu eron Kuni-no-tokn-tachi-nokami y, después, Toyo-ku m o-no-k anii. También estas deidades nacieron independientes y sin jamás mostrar su forma. Las siguientes deidades que nacieron fueron Uhiji-ni-no-kami y, des pues, su hermana4, la diosa Suhiji-ni-no-kann. A continuació n, naciero n Tsuno-g uhi-no-k ami y, después, su licruiana, Ikii-gnhi-no-knnu. A continuació n, naciero n O o-to-no ji-no-kanu y, después, su herm a na, Oo-to-no-be-no-kami. A contin uación, nacie ron O m o-daru -no-kam i y, d esp ués, su herm a na, Aya-kashiko-nc-no-kami. A contin uació n, naciero n Izan agi-no-k am i y. desp ués, su herm an a, Izanami-no-knmi. Desde el dios Kun i-no-toko-tachi hasta la diosa Izanam i, todas estas deidades forman las generaciones conocidas como «Las Siete Genera ciones de la Kra de los Dioses»5. (l/>s prim eros do s dioses mencionados anteriormente equ ivalen, cada uno de ellos, a una generación. Después de ellos, cada pareja de dioses m encionados corresponde a una generación').
*1. En japonés. imo (•hermana m en or .) E « c términ o *c utilizaba de herman o u hermana y también ife mando .» mujer, F.n el acontecer mítico «tremo» que hay que entenderlo en su sentido originario de «hermana. 5 . Este capítulo esconde una muuerologia basada en d f n i impares Í.I. í , 7 ), cifra* uce ad as del principio cosmogónico Yjng. 6 . En d original aparec e —co m o si v tratara de una glosa o tecapitulación poste rio r— escrito en letra pequerta. En cmii versión w pondrá entre paréntesis
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| C i c lo II. L O S D IO S E S I Z A N A G I E 1Z A N A M H (C a p ít u lo / . HL DIOS IZANAGI Y 1 A DIOSA IZANAMI|
Entonces, todas las deidades celestiales pidieron al dios l/anagi y n la diosa fzanami7: — Poned en orden rodas estas tierras flotantes, y hacedlas sólidas y firmes. Y les entregaron una alabarda re camada de gemas. Los dos dioses, desde el Puente Flotante del Ciclo*, revolvieron las aguas con la alabarda. El agua produjo mulo al dar vueltas y cu la punta de la alabarda SC form ó una go ta que fue haciéndose más y más sólida y grande hasta convertirse en una isla1*. Fue la isla Onogoro10. Los dos dio ses descendieron a esta isla, donde dieron carácter sagrado a un pilar" 7 , En «I capitu lo anterior rvi.it do» deidades recibían rl apelativo de kami, pero a partir de ahora recibirán en el original el de mikoto, que es un apelativo honorífico para distinguir a divinidades y seres Inm unos co n atribu tos divinos (Ztnyaku Kógojitat, cu. «Ir K. Miyagoshi itf alt., Obunsha, Tokyo. 20 0 7 , p. 10 77 ). Aunque ambos (¿minios se pueden traducir co m o d ios*, c* significativo el cam bio. Los dos dioses — lzanugi c Irattami— lian bajado del pedestal del panteón elimo y actuarán a partir de ahora en la arena de U mitología nacional creando, nada menos, el archipiélago japones y la estirpe progenitura de la lamilla un pe tul. Para que el lector perciba esa diferencia en el r o to de los nombres de dioses y seres humanos, se ha dejado el nombre completo del origina! I.i primera vea que aparece en el texto N. En el origina!, jn w no uhi hj$ht. Esie puenre ha sido diversamente interpretado como U Vía Láctea, arco iris, una balsa, una r>calcra o un simple puente de escalera» luma-Mu-hathi-Jait). En cualquier caso, servia míticamente para que los seres celestiales pudieran desplazarse entre nn mundo y otro. V. El mido del agua al solidificarse se exp resa en el original con la ooonm topeya gwogoro que umbién expresa un movimiento de rotación. Se alude, lal ve i , con tu doble asociación al método tradicional de producir sal consistente en hervir agua marina, habitual e ntre la población del litoral de! m ar Interior de Japón. 10. Que significa «que cuuia sola . Este lug.tr ha sido identificado io nio uno de hit islotes en la costa próxima a la isla de Awaji, en el mar Interior de japón. 11 . La mención y ta gran imp ortancia de este píLir sagrado en la escena que sigue lia dado pie a diversas interpretaciones que resume Phthpi ( Kojiki , ed. de l>. L. Philippi, llnrvcrsity oí Tokyo Press, Tokyo. 19 68 . pp. 3 9 8 3 9 9 ). Puede ser símbolo fáUoó ) de la fecundidad en torno al cual se ejecutaba una procesión previa a la cópula texu.il qur aseguraba hi bendición divina de l.r unión, o bien mu procesión para asegurar luirán» cosecha» . Igualmente puede ser un mtihumim to para atraer los espíritus ancestrales <» d r m u divinidad superior. Ni viuda Nagao cunsidera e ste m ito ilc las vuelta* *lc lov •!>•* dioses en torno al pila» cuino una versión sintoísu del pecado original de la tradición jn dro cristiana. Según este estudioso, teniendo en cuenta que Dun.igi r Iranami, loa futuros
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y levantaron un am plio palacio 5*. Fue entonces cuando el dio s l/auagi preguntó a la diosa: — eCóm o está formado tu cuerpo? — M i cuerpo se ha formad o del todo, aunqu e hay una parte que me falta — respo ndió la diosa — . D ijo entonces el dios: — Pue.s el m ío se ha fo rm ado también del tod o, pero hay una parte que me sobra. Por eso. he pensado cubrir la parte que te falta con la parte q ue a m i me sobra y asi pod er crear la Tierra .
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Lo pusieron en un cesto y lo abandonaron a la deriva en las aguas del mar'*. Luego procrearon la isla de A w a’ * la cual, sin em bargo , no fue in cluida en el núm ero de sus descendientes.
[ C a p í t u l o 3 . E L N A C I M I E N T O D E LAS IS LASI
Los dos dioses, Izanagi c Izatmmi, tliscuricron sobre lo que les había su cedido: — Los lujos que hem os tenido han resultado funestos. Harem os bien en consultar a los dioses celestiales. De inmediato, se pusieron de viaje al Altiplano del Cielo para pedir consejo a las deidades celestiales. Se consultó un oráculo quemando la paletilla de un cie rv o '4; y la respuesta del orácu lo file ésta: " N o ha esta do bien que la m ujer hablara prim ero. Que vuelvan a la Tie rra y realicen el rito correctame nte». Asi pues, lo s dos dio ses re gre saro n a la Tie rra y re pitiero n el rito dando la vuelta al pilar sagrado. Cuando se encontraron, Izanagi habló primero exclam ando: — iAh, que mu|cr ran hermosa! Obiérvcsc que el tema del incesto e» omitido en la |hcnfura mitológica de este pueblo cuyas clases altas, señaladamente en la o u imperial Japonesa, practicaban con relativa írccitrmaa rl incesto incluso entre herm ana m os. FJ mitin» em perador Tcitimu tenia com o esposa principal a su sobrina (la (mura emperatriz Jito) y a las hermanas de ésta como Concubinos. I'ur m to lado, el temo del fracaso que antecede al éx ito es común a i m uchos notos. Mjtsumura identifica este incidente como una historia del «niño expósito* y llama la atención sobre mi semejanu con las historias de Saigón, Moisés, IVrseo y otros (Mutsu muro Takco, N'rfeon ibm wa n o kcniryu, U.uíVikan, Tokvn, 19541958, vol. II, p 246). 1‘ot otra pacte, el significado de sanguijuela* alude a un anélido especialmente temido por loecampesinos que cultivaban arroz en el antiguo Japón (véase Kojikt, ed. d e Isugita, eit., vol. I, p. 44). 14. El aband ono de ene niño puede relacionarse con un rito (unera no p racticado en la antigüedad ( Kojiki. ed. de Ts ugiu , cit, vol. I, p 4 4 ) o con la costumbre antigua de, al nacer im primog énito, formar m u figura humana > depositarla en mi cesto que se aba ndonaba en I.» aguas (lauda Sókiclii, Nikon koíen no kcnkyu, Iwanami shotcn. Tokyo, 1 98 9, vol. I, p. 556) 15 Awiljima o Isla de la Espuma*, supuestamente en la co sta próxim a a la isla de Awaji, en la antigua provincia de Sauuki. ai noite de la actual ida de Shikoku. 16. Se trataba di* la turma dr adivinación históricamente inAs antigua de Japón. Se ira fizaba calentando el omoplato de la osamenta de un ciervo c interpretando las fisuras que el calor producía en la superficie del hueso. Esta lonna de escapuLnimncia. documentada al nimios en la é|M>Ca Yayo» (3 0 0 n . t . 3 0 0 d,(.'.), fue poste riom iciite aband onada n favor de 1.1 lectura tic las lisuras en la superficie de un caparaz ón de tortu ga, que era el m étod o impor tad » de t illina Véase Isiimid.» H) u u k u ti al.,Sónrvtf nfJapatt tsc Jraihtian, Coltimbia llnJveriity l’rcss, New York, 1958, vol. I, p. 7; usf como Kojiki, ed. de Phiiippi, cit., p. 52.
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A lo que re spondió la diosa: — IAhi que hombre ran hermoso! Diciendo esro se unieron c hicieron nacer a la isla de Awaji-no-hono-sa-wake. Luego nació la isla lyo-no-futn-nn' , que con un solo cuer po poseía cuatro caras. Cada cara recibió un nombre. Así, la tierra de lyo se llamó Ehimc; la de Sauuki. Ihi-yori-hiko; la de Awa, Oo-ge-tsuhitne; la de Tosa, Táke-yori-wakc. Después nacieron trillizos que fueron la isla de Ok i también llam a da A m e-no-oshi-koro-wake. Después nació la isla de Tsukushi'" la cual, igualmente, con un solo cuerpo poseía cuatro caras. Cada cara recibió un nombre. Así, la tierra de Tsukushi se llamó Shira-hi wuke; la de To yo , Toy o-h i-wa kc; la de H i, Tikc-hi-nnikahf-toyo-kuji hi'ne-wakc; la de Kuma-so, Take-hi-wakc. Después nació la isla Iki, también llamad a Am e-bitotsu-bashira. Después nació la isla de Tsu. también llamada Ame-no-sndc-yori hime. Después nació la isla de Sado. Después nació la isla de Oo-yamato-toyo-aki-tsu, también llamada Am 3~tsu-nii-sora-royo-aki-tsu-ne-wakc!'\ Por hab er na cido p rim ero estas ocho islas~u, nuestro pa ís es llam ado d País de las O ch o Gran de s Islas-'1. Tras haber dado a luz a esas ocho islas, los dos dioses, cuando vol vían“ , hic ie ro n nacer a Ja isla de Kibi-tto-k o, también llam ada Take-h ikata-wakc. Después nació la isla Azuki, también llamada Oo-no-de*biine. Después nació la isla Oo, también llamada Oo-tamaru-wakc. Después nació la isla Hime, ratnbién llamada Amc-hitocsu-ne. Después nació la isla C hika , también llamada Ajnc-no-oslii-o. 1? . identificada com o l.i isla de Shikoku, una de luí cua tro grande* id as t|vtc co m ponen el archipiélago nipón 18, Identificada con la isla de Kiuvliu la cual, al icu.il que Shikoku, tenía cu at ro divisiones. 19, IVofeablcntciHe, la isU cen tral o Monxhu. Fl n omin e de •Yainato», que dató n om bre a la dinnsrtii gobernante que orden a la comp ilación A c *u u ln a , vendrá a significar « rodo el país. 20 , Teniendo en cuenta que el oc ho representaba la ((nulidad, Japón serla, entonce», el «país de las diez mil islas» o «del número incontab le de islas». 7.1 Oo-yd-sh¡iHd-£utii o A A f tf f i (País de ios O clio Grandes Islas o el «Gran País de YashiniJ ') pasar.» a ver uno de los epítetos poéticos ile Jap ón . IV acuer do con el mapa político de l.i época de nuestra obra (siglos viivm), a esa* Ocho Grandes Islas se las consideraba co m o el núcleo geográ fico del pod ci de tu dinastía gobern ante. F.n efecto, el relato de su creación, desde ia de Awaji pasando por Sliikokn, Kuishii. baso Tsushima (a medio cam ino enrte Kiushu y la península corea na), síkoc una especie sle ruta come rcial > •onilitar» en dirección oeste. 22 Probablemente a la isla pn m rram cn tc cread a, la de O nog oro.
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Después nació Ja isla Fura-go, también llamada Ame-fma-ya. (En total, de la isla Kihi-no-ko a la isla Ame-futa-ya, fueron seis islas.)
|C ap ítu lo ■» EL NACIMIENTO l)U I 0 5 DIOSES] Después de haber procreado las islas, Izanagi e Izanami pasaron a crear .1 los dioses2'. Los nombres tic las deidades que crearon fueron: Ookoto-osht-o-no-kami, Ivva-ESUchi-biko-no-kami, Iwa-su-hiine-no-kami*'4, Oo-io-hi-wake-no-knmi, A mc-no-fuki-o-no-kami, Oo-ya-biko no-kami. Kaza-mo tMi-w.ike-no-oshi-o-no-kaini.el dios del mar llamado O o-watatsu-mi-no-kami. el dios de las desem bocadu ras fluviales2’ llam ado Hayaaki*tsu-hiko-no-kami y su hermana, Haya-aki-tsu-hime-no kami. (Del dios O o-ko to-orfii-o a la diosa Haya-aki-tsu-himc, en roral, son diez d eidades.) Cuando el dios Hava-aki tsu-hiko y la diosa Haya aki-tsu dividie ron los mares y los ríos, dieron a luz a |los diosesj Awa-nagi-no-kami, a Awa-nami-no-kanu, .1 Tsura-nagi-no-kanu y n Tsunt-nami-no-kamr6. Después nacieron [los dioses| Ameno-mi-kurnari-no-kami. Kuni-m>-nim i-kuim ri-no-kam i, Am c-no-kuhiza-mochi-no-kami y K uni-uo-kuluzamoclii-no-kami. (Del dio s Awa-nagi al dios Kum-no-kuhizn-mochi, en rocal, son och o deidades.) A contin uació n, (Izanagi e Izannmi] crearon al dio s del vie nto, Shinatsn-hiko-no-kami; después al dios de los árboles, Kuku-no-ehi-no-kami: después al dios de las mon tañas, Oo-ynm a-tsu-nii-no-knnu; despu és, a la diosa de las praderas, Kaya-no-himc-no-kami, también llamada Nozuehi no-kami. (Del dios Shina-tsu-hiko a la diosa No-zuchi, en total, son cuatro deidades.) Cuando el dios Oo-yama-rsu-mi y la diosa No-zuchi dividieron las montañas y las praderas, dieron luz a [los dioscs| Amc-no-sa-zuchi-no2 2 . N o a lo» dioses .pie y.i habitaban el Altiplano Jc l C iclo , .tillo a los que van j uinrar en ’.U islas recién creadas y que veriln deidades idr orificadas co m o fenóm enos d e la naturaleza y lucíaos favorecedoras dr la agricultura 2 4. Divinidad femenina. 2 5. En el original, jnhidttf. que en japonés mo derno significa pu erco (le m ar. 16 . L
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kami, Kiini-no-sa-zuchi-no-kann, Ame-no-sa-giri-no-kami, Ku in-no-sa-girino-kami, Amc-no-kura-do-no-kami, Kuiii-no-knra--nt>-kami, Oo-toniato-liiko-no-kami y |a la diosa) Oo-to-mato-hime-no-kami. (Del dios Ain on o-s a-z uc hi a la dio sa Oo-to-m ato-him e, en toral, son ocho deidades.) Los dioses que nacieron después fueron Ton-no-iwa-kusu*fune*nokam i, también llamado Am e-no-tori-func-no-kam i |la dios a] Oo-gCrsu-himc-no-kaiui y (el dios) Hi-no-yagi-luya-o-no-kamr7, también lla m ado H i-nok ag a-biko -no -kam i o l ít-no-kagu tsuchi-no-kami. Al dar a lux a este último dios, Izanami se quemó sus órganos sexuales y cayó enferma5’. De su vómito nacieron entonces |cl dios] Kami-yama-biko* no-kami y |la Jiusa] Kana-yama-no-ltime-iio-kami. A contin uación, los dio ses que nacie ron de las heces [de izanami] fueron M am-yasu-biko-no-kann y H ani-yasu-bnne-no-kami; y de la o ri na, |los dioses] Mitsu-ba-no-mc-no-kanu y Waku-musubi-no-kami cuya bija fue llamada Toyo-ukc-bime-no-kami511. Finalmente, Iznnaini murió por hahei dado a luz al dios del fuego. (Del dios Amc-no-tori-func a la diosa Toyo-uke-hime, en toral, na cieron och o deidades.) l/anagi c Jzananú alum braron en total 14 islas y 35 deidades’". (To dos ellos nacieron antes de la muerte de Izanami. Sin embargo, la Isla Onogoro 110 se considera como hijo-deidad; tampoco Hiiuko ni la isla Awaji estAn en la lista de sus hijos.)
2 ? Literalmen te. cJ dio* velo? del fuego urdiente*. 28 . Mimnntuiii relaciona cuín quem adura de la diosa madre, ocú ioiu du ul dar a Un .1 la deidad del tuego. con el fenómeno de las erupciones voicJnic.» (.Nikon tlrinwa..., cir.. vol. II, pp. 35937(1), Otros estudiosos. según informa 1‘hílippi, asocian e>lc episodio milico con la antigua prá ctica p unficadora de quem ar la* caluña*. J e parro muí ve* que éste lul»la tenido lugar (Kojiki, ed. a i ., p. *100) De cualquier form a, sangre (dif) y fuego (bi), «el mintió col or, cuá n relacionados de nuevo en el capitulo óguirnre cuan do b smigtc de U deidad del fuego es transformada en nuevos deidades 29. Iu» variantes del Nikon shok:, en lugar de hablar de vómicos, excrementos y orina, son más discretas y hiibbu de '•nacimientos*. No 1 . fied hallar mu mitología en itonde los dirwcn nazcan de los excrementos. Matsurnurn (N ilion sbintia.... cii., vol. II, pp 3 6 8 ) fv’lackmá este he cho con mi Imp ortancia corno fertilizantes en b agricultura en mi period o de rápida expansión de Ir» cultivo* de! arroz . A Kondo recuerd a que a lince del siglo I d .C b agricultura an oee rn se había extendido en un movimiento expansivo de occidente a tiricntc .1 tojas las regiones del archipiélago japonés, excepto el norte v noreste (véase )apt>n. Lwltu tón histórica tic un pueblo, N crca , Mondarrihia, 19 9 9 , p. 29), l a asociación de casi todos los dioses con U agr iuiltiiia demu estra cJ lugar central d e c*.u en b actividad de un pue blo que, pre cisamente en los siglos d e In época Yayoi (3<)0 .«.(.. 30 0 J. C .), debía de c « a r gestando su mitología. 30 Miura, *111 embargo. *jtcub i|tte » « 4 0 dml,ulr* (Kojiki, cd. en,, p, 24)
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[C a p it u lo .1. TI DIOS IZAN AGl MATA Al. DIO S DHI FUF.GO|
huronees, cí d ios Izanagi se lam entó con estas palabras: — ¡Ay, ay! H e entregado a mi bella y am ada esposa a cam bio de un simple hijo. Y. desp lo m ándose boca abajo so bre la augusta cabecera y so bre los augustos pies de la diosa, se ech ó a llorar. De sus lágrimas nació ento n ces lia diosa] Naki-sawa-me-no-kanu, la que mora cu la colina cercana del monte Kago, en Konomoto. Los augustos restos de Izanami fueron enterrados en el monte Hiba situado cu la frontera entre el país de Izum o y el de H ok i1'. Después, el dios Izanagi desenvainó la espada de diez palmos que llevaba a su cintura y cortó la cabeza de su hijo, el dios del fuego Kag utsttchiJi. I-a sangre impregnada en la punta de la espada salpicó las nu merosas rocas sagradas que por allí había, naciendo de ella [los dioses] Iwa-saku-no-kami. Ne-saku-no-kami y después Iha-tsutsu-no-o-no-kaini. (Tres deidades.) l-ucgo, la sangre impregnad a en la parte supe rior de la espad a sa lpi có las num erosas rocas sagr adas que por allí bahía, naciendo | los dioses] Mika-haya-hi-no-kumi, Hi-hnya-hi-no-kami y después Takc-mika-zucliino-o-oo-kamí, llamado también Takc-futsu-no-katni o Toyo futsu-nokaini. erres deidades.) A contin uación, la sangre im pre gnada rn la em puñadura de la espa da escurrió po r sus dedos, naciendo |los dioses] Kura-okam i-no-kami y después Kura-mitsu-ha-no-kami. Así, desde el dio s Iha-saku al dio s Kura-m irsu-h a, en to tal och o d ei dades, nacieron de la augusta espada de Izanagi. Adem ás, la deid ad que nació de la ca beza decapitada de Kagu-tsn clu se llamó el dios Ma-saka-yama-tsu-mi-no-kami. La deidad que nació de su pecho se llamó Odo-yuma-tsu-mi-nokuim. La deidad que nació de m i vientre se llam ó Oku-y am a-isu -m í nokami. La deidad que nació de sus genitales se llamó Kura-yama-rsu-mi-nokami. 3 i. Bl lugar de la sepultura en el tex to de/ Kojiki y cu el del Nilxingt difieren. Según este último lexto, cst.i en la aldea de «Annú de Kuntano en el pat> de Ki (Nauiminr,, Antiguos mitos...^ cu ., p. 4 7 ). HfccHvamcnte. en dicha aldea se muestra una cueva cu que según cuentan los aldeanos «s il enterrad a la diosa. Son leyendas une, ñor «u misma pie (fiisiún de .monta» la veracidad do lo» sucesos medíame referencias i lugares concretos, pertenecen a «!po ca* racionalista* y postinlticiu 32. F’I tema del fuego tiene aú origen cii la ic h cíú n en tra U espada, rpm al cort ar hace broteu lit in x H , y id'.herfcrn. que al feriar la espada hace saltar chispas.
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la deidad que nació de su su m ano izquier izquierda da >c llam ó Shigi-ynma-tsu Shigi-ynma-tsu mi-no-kami. 1.a deidad que nació de su mano derecha se llamó Ha-yama-rsu-mino-kami. La deidad que nadó de m i pie izquierdo se llamó Haru-yuma-tsuttii-no-kami. La deidad que nació de su pie derecho se llamó To-yama-tsu-nu* no-karm. (Del d ios Ma-saka-yam .vtsu-mt al d io sTo-yama-r. sTo-yama-r.susu-un, un, en toral, son ocho deidades.) deidades.) En cuanto a la espada con que Izanagi Izanagi decapitó a la deidad del fueg o, A m C'VO C' VO -O 'ha'h a-ba bari ri,, también llamada I ts u - u o o - h a - b a ñ ' 1. su nombre es Am ( C a p ít u lo *
EN El. 1> 1>AÍS DE I AS TIN TINMf.R Mf.RII AS|
El dios Izanagi añoraba tamo a su fallecida esposa que decidió partir en su busca. busca. Se dirigió, por tam o, al País País de las Tin ieblas llamado Y om i'\ Cu an do llegó, al ver q ue su esposa le abría las pu ertas del p alac io de es esepaís, le dijo: — ¡Ali, mi bella y am ada esposa! El país país que construimos construimos juntos to davía no está del todo terminado. Vamos, regresa conmigo al mundo de los vivos. Su esposa, Izanami, le respondió: — ¡Que pena que que 110 hubieras hubieras podido venir antes antes...1 ...1 Pero ya he pro bado la comida de esta región tenebrosa". Aun así, me siento agradcci{Nikon ibwtva.... ibwtva.. .. cit,, vol. II, pp. 380 33. 33. 38 0- 3# I) relaciona l,i violenta exMatsumura {Nikon plíMitin ,'e ,'e 1j un ,1c leanagi cpn las erupciones volcánica; — fenómeno no ¡nsóliro en Japó Japón— n— Jcn Jcniii iiippaiV aiVitiu itiuvv del del des desm membr embram amie ien nto tic tic ro roca» ca». desb desbor orda dam mien iento lie lie lava lava y Uuviax iax de fuego. 54. I.0 » ideogramas, M fií, fií, que representan la p ion io n uu cu uó n dei japonés japonés Yomi o Yornu en c h in o — co m o no» indica indica Gabriel Gabriel GarcíaNobleja»— GarcíaNobleja»— signifi significan can "Fuente» amarillas*, amarillas*, una denominación del mundo de ulirarninba I1 .1 bim.il en China. Ar.iki Hakuvcki propone y.tm m.t que e» e l nombre sánscrito de que en reali realidad dad ve ve rrau de una derivación derivación cn ó n ca de y.t la divinidad budiiiia del Infirmo (K>‘ji¡n, . «l. de (iliamhcrlmn, en., p. 40), Más sobre este Yon» no kimi, en Diccñ/ttaria de las mriologiai, ed. de Y Ikmnoíov. Destino. Barcelona, vol. V, pp. 548552 3$ . Ixanam i, por IuiSht IuiSht emitido en el l'.m dr las ríntcblas. que es el inundo de los mu ertos, se se lia lia convertid o ya en habítame de ese inundo. inundo. La idea J e q ue quien quien lia lia p robado alimmtov de L*» muertos queda tnincamcmc 1mapacundo mapa cundo para volver al mundo de lo» vivos, también se documenta en el mito griego de Pcoéíonc, en el Jói/mr/r» uuuc los mnoríes Je China y en lew miren dv l.i\ lulas dr Okiuawa. En el pmxamiciuo primitivo, el hecho de compartir comida, o bebida sella una icl.icíón mágica (K')jiki, ed. de Philip pi. cit., pp. 401402). Tal ve* este miro, segiiu afirma M.itsunutr.i, eellcjc una ancestral creencia en la fu m a vocinl ocinlmc mcnta nta iiifcgradon del simple simple hecho de com er iimtos iimtos INilmu rhí'nrcu..i, cit., vol. II, pp. 425427).
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flnnkenkyu,Tok io, Iw irunu, 19 55 , pp. 2 1«.7. ses ses asociaban asociaban los ¡pítanos, tran sform ado * aquí en serpiente», n los los espíritu» espíritu» de los mue rtos. )7 . l/anagi, a) igua iguall que Orféo aldcscen drr a losiu he m i» para recuperar recuperar a Eurídicc. Eurídicc. viola viola el m ismo liibú: posar lit mirada sobro los muerto s; Í8. lin lin el or igin al. \di>nw, .m ujeres muy feas feas»» o •imiitics repugiunicv».
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que p ersiguieran ersiguieran a Izanagi. Éste, entonces, desenvainó la espada de die z palmus de larga que llevaba y siguió huyendo mientras la blandía con el brazo extendido hacia atrás. Pero como los seres tenebrosos no ce jab ja b a n e n su p e r s e c u c ió n , al lle ll e g a r a la c u e sta st a d e Y o m o - tsu ts u -h ira ir a , situ si tuaa d a en la frontera entre el m undo de los vivos y el Paí País de las Tinieb las'*, tomó tres melocotones*" que había por allí y, cuando se acercaron sus perseguidores, se los lanzó. El ejército del País de las Tinieblas se retiró y h u y ó . Izanagi Izanagi dijo entonces a los m elocotones: — Así com o vosotros me habéis salvado la vida, así yo os pido que cuando los mortales moradores del País Central de Ashihara 41 sufran adversidades y conozcan momentos de dolor, los ayudéis del mismo modo. Y c o n c e d i ó a lo s m e lo c o t o n e s e l n o m b r e d e O o -lc -l c a m u -z u - m i-n i- n o mikuto4*. Finalmente, la misma diosa tzanann en persona emprendió la per secución de Izanagi. lil dios, al ver cómo se le acercaba, colocó una enorm e roca , que sólo p odían m ove r mil mil hom bres, en m edio de la cue cuessla de Yoiuo-csu hiru, tapando así Li entrada al País de las Tinieblas. Los dos dioses se quedaron, por lo tanto, tanto, uno a cada lado de b roca. Ahí intercambiaron las palabras de disolución del vínculo matrimonial. La diosa dijo: — IMi ainado esposo! Si tú tú me haces esto, yo me encargare de de aca ba r cada d ía con m il personas4’ personas4’ del m undo de los vivos. — iM i amada esposa! Si ni me haces esto, yo m e encargaré encargaré de cons truir cada día mil quinientas cabañas de parto44, 19. FJ m und o, wgú n lo» lo» antiguo» antiguo» tapónese», oraba compuesto de tic* escalas en linca vertical: el ciclo (Altiplano dei Cielo), |j tierra (el País Central de Adobara) o d mundo mu ndo de los vivo» vivo» y el mundo mu ndo subte rráneo (País de la» la» I iinc iincbl bl.i .iv) v).. Así lo anegora M iara (Kojiki, ed. cit„ p. ¿X) y .Sakatnoto Matatil (Ku/iki 10 Nilronihoki, Scishun «fiuppamha, Tok yo, 2 0 0 5 . p . 2.1). 2.1). Por el con trario , Vaina Vainagu gutt In y Kon rahi sostienen sostienen que, má* que escala» superpuestas, eran plano» .mudo» al mismo nivel (Koiiki, ed. de Yamaguchi Y. y Konroln Konroln T., Shogakukan, Shogakukan, Tokyo. 1 99 7 , p. 46). Hl. El u m > de los melocotones para ahuyrnrar t Ira malo» espíritu» era una práctica habitual en lu antigua China. Se tratada, por tanto, de una prueba mis dr la fuerte in fluencia china en la redacción de los ñutos japoneses y, probablemente, de una «ntoderni ración» del primigenio mito pipones. 4 1. Véase la la nota 19 a cerca de la la posi posició ción n de este este País País Central de Ado bara (llanura de loe lunera*). El aditivo dr eeniral* se entiende por baílame entre el Altiplano del Cielo y el mundo subterráneo 4 2 . El augusto augusto y grou fruto divino divino. . 4 1 I itcralmcn te. •hie •hierb rbaa lunnana. 4 4 . ES parto , una de la» la» causa causa»» directas de contam inación m ire lo» lo» antiguo» antiguo» |apone se*, tenia lugar <n cabañas (en japonés, ub m j) apartmb» de la» vivienda». Hacia la época de Meij Meijii (1 86 X ), las muicre» em b ara za d» O con la m cn stm aa óli solían solían Mr Mr Mrttic tticK Kada adas tcm
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Fue asi como por cada mil personas que mueren a diario, nacen el misino día mil quinientas más4'. A l u n n i n i se la llllam am a tam ta m b ién ié n d io s a Y o m o -tsu -t su . E s , a d e m á s , c o n o c i da como |la diosa| Chi-shiki-no-o-lcami, poi haber perseguido ai dios l/.anag /.anagt. t. F.n F.n cua nto a la gran roc a qu e tapaba la entrada al País de las T i nieblas, recibió el nombre de (dios) Gii-gahesi-no-o-kami o también el de [dios) Yom i-do-no -o-ka m i4*. i4*. En cu an to a la cuesta de Yom o-isii-hira. es la actual cuesta Ifuya situada en el país de Iziuno47.
l’U R II'ICA t ION OK OKII D IO S IZAN AGI (Capítulo 7. |.A l’U y E L N A C I M I E N T O D E SU S U S T R E S A U G U S T O S H I JO JO S )
Entonces, dijo Izanagi: — iQué país tan tan imp uro y horrible horrible ese ese al que he he tenido que que ir1 ir 1 Voy Vo y i purificar todo mi cue rpo co n agua lim pia4* pia4*. Tras dec ir esto, m archó a la la prad era de Awa kí, en la desembocadura del del ríoTac hiban a, en Him uka, país de Tsukush Tsukush¡4 ¡4\\ donde realiz realizóó el baño de la purificación con agua limpia. Del bastón1" que tiró para bañarse nació (el diosj Tsuki-tatsu-fimalo-no-kami. Del cinturón del que se despojó nació Michi-no-naga-chi-iia-uo-kami. Del bo lso que so ltó ltó nació Toki-hakashi Toki-hakashi-no-kami. -no-kami. Del vestido de! que se desnudó nació Wazurabi-no-ushi-no-kami. De la h a k a w a 51 que se se quitó nació C hi-mata-no-kami. hi-mata-no-kami. ¡►or ¡►oral alm ment ente cu estos recin to*. Se pued en ver fotogra fía* de e stas ubiiya en Minzokugakn Kenkyuio. Nikon ntwzoku ttiroku, Ao!u Sliimhiimhn, Tnkyo, 1955. p;». 32, 1 14 115. La La viden videnci ciaa de esa esa costum bre en el siglo siglo xi te puede puede apreciar ctt el d u r o de Sxrashioa (Sueños v ensoAMmnet Je una Jama Je Untan, trad de A. Imoto y G. Rubio, A talanta, C'.i C'.iro rona, na, 2WS. cap. 2). 4.5. I ■>» lo m cn ta m ia * tapónese* lian vino en ctld Ir.ive mui explicación mitic a del increment incrementoo demográfico experimentado experimentado p or Japón g rao s* sobro sobro tod o al crecimiento de lit producción agrícola a pattir de los siglo* m y »v 4 6 . F» decir, D * puerta al País País de tas Tinieblai Tinieblaioo 4 7 Tsugit Tsugitaa Uro afirma afirma que esta cuesta de Huya Huya estaba en el cam ino principal principal entre liuuio v Tunan* v so mención mítica atestigua el rompimiento histórico de rotaciones rim e itx do* regiones regiones rivalet rivalet (Kojikt thtnko, Meiji Meiji Shmn, Tokyo, 1 99 6, p. 66 ). 4 8 . Los ritos de de purificaci purificación ón te practicaban en Japón desde la la antigüedad antigüedad en las las .fesembos .fesembosuJii uJiira* ra* u orillas pedrego sas de io s ríos. E l agua co m o ele m ento purificad™ sigue sigue ocupando nu lugar central en los los santua rio* íintofstas íintofstas de Japón 4 9 . Antiguo Antiguo nomb re «J «Je U actua l isl islaa de Kiushu, Kiushu, la mi» m cnd ituul y próxima al continente asiático asiático de las las cua tro grandes islas islas de Japón. 5 0 . Emc objeto y tod o* los los siguientes siguientes van precedidos en el el original del prefijo prefijo m i que ligní ligníti tica ca augusto», majest majestuoso uoso»» y que hem os suprimido para aligerar aligerar el «r ilo . .51. .51. Especie de íaldapamalón, prenda prenda que « loddv loddvfa fa hoy parte parte del atuendo atuendo tradicional nal ¡apones tam o m asculino asculino cuino femenino.
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De la corona de la que «e desprendió nació Aki-gitluiio-ushi-uo* kami. D e las pulseras que se quitó de su augusta m ano izquierda nacieron [los clioses| Oki-zakaru-rty-kanu, Oki-tsti-nagisa-hiko-no-karui y Oki-tsukahi-bera-no-kami. De las pulseras que se quitó de su augusta mano derecha nacieron Mc-zakaru-no-kami, He-tsu-nagisa-biko-no-kami y Hc-tsu-kahi-bera-uokarai. En total, desde el d ios Tsnki-tarsu-funa-to hasta el d ios Hc-tsu-kahibera. fueron doce las deidades nacidas de las augustas pertenencias de las que se había despojado el dios Izanagi. Dijo entonces |lzanagi): — Río arriba la corriente corre rápida. Río abajo corre tranquila. Decidió, por tanto, meterse en el curso medio del río. Al bañarse’1, nacieron de su augusto cuerpo [dos dioses llamados] Yaso-inaga-tsuhi-no-kanu y Oo-maga-rsu-hi-no-kami. Uno y otro surgieron de las su ciedades que Izanagi se había traído de aquel país impuro y tenebroso. Después, y con ob jeto de enmen dar esta desgracia, nacieron [otros dio ses llamados) Kam u-nahobi-no-kam i, Oo-n ahobi-no-kami y Jzu-no-mcno-kanu. (En total, tres deidades51.) C ua nd o {Izanagi | sum ergió su augu sto cuerp o en el lond o del río para purificarse aún más, nacieron [los diosesl Soko-rsu-wata-tsu-mi110-kami y, luego, Soko-tsutsu iio-o-mikoto’*. Cuando (Izanagi) sumergió su augusto cuerpo en el medio de la co rriente del río. nacieron líos dioses) Naka-rsu-wata-tsu-mi-no-kami y, luego, Naka-rsutsu*no-o*mikoto. Cuando se bañó en la superficie del agua, nacieron Uwa-tsu-wata tsu-mi-no-kami y, luego, Uwa-tsutsu-no-o-kami. Las tres deidades Wata-tsu-mi son veneradas como las divinidades ancestrales del clan Mtiraji de Azumi. Este clan desciende de Utsti-slu111-kana-saku-no-mikoto, hijo de esas deidades Wata-tsu-mi55. 5 2 . En el original. iutugu . que también significa aclarar co n ag u a 1> cuiu agar 5 3 . En el origina) s¡ipu nís , cuino «e ha indicado, ap arece disminuido el famafVo de letr* c:i o r n fiase* a mo do de glosa» que aquí enmarcarem os entre paréntesis. 5 4 . Esta última divinidad o referida com o mikoto (deidad terrenal y, también, ser humano con atributo* percibidos com o divinos), u diferencia de toda» las anteno te» qur son referidas como kami (divinidad o deidad celestial). En lo» siguientes pan» de dioses, el primero es kami y el segundo mikoto, que pueden interpretarse como una diferenciación jerárquica determinada por el orden de nacimiento 5 5 . Co n este párrafo y lo» que siguen los comp iladores del Ko/iki vat» a perseguir uno de lo» objetivos cuma indos en el Prólogo de Yasuninto: dotar de umi •genealogía divina i los clanes más p oderosos. I\>r medio de ciln iod os ellos quedarán jerárquicamen te vinculados al dominante clan de Yainato. Sobre los clanes de mur,tii. véase !» Introducción, pp . 2324 f>6
I*ii cuanto a las rres deidades Soko tsinMi no o-mv-mikoto, Nakai .■11 su-no- o-n o- m iko io y IJha-tsutMMiu-o-im -mtkoto, las tres son ven e radas en el santuario de Sinni. Después» cuando el dios lutnagi se lavó el augusto ojo izquierdo na ció |la diosaj Ama-tcrasu-o-mi-kanu". Cu and o se lavó el augu sto ojo derecho nació leí dios| Tsuku-yoimuo-mikoto57. Cuando se lavó la augusta nariz nació |el dios} Takc-haya-susa-noo tH » m i k o t o , “.
Las diez deidades mencionadas, desde el dios Ya-so-maga-isu-ht has ta I laya-susanO, nacieron, por tanto, cuando Izanagi se lavó y purificó su augusto cuerpo. Entonces el dios izanagi, movido p or una profunda dicha, dijo: —He procreado uno tras otro a mis descendientes y, al final, he lo grado tener a tres hijos augustos. Tomó el collar de cuentas que le colgaba del cuello y agitándolo suavemente hasta hace r sonar el delicado sonido de sus cuentas” , se lo entregó a Amatcra.su con estas palabras: 5f>. Será la diosa progenim r.1 de la estirpe imperta! pipones* y la divinidad central de !■ mitología indígena del clan de Yumato. Su nomine siguiflcu la gran divinidad que ilumina el cie lo, u decir. «I# Diosa del Sol». Simplificaremos su nombre com o Am ait raui lot palabra leram, aunque en la íotmn causativa de ¡O* verbos ¡aponesev aquí e* simplemente un término honorífico que significa «ImninosH o que ilumina* >7 Según 11. Cliambcrlanl, tuiku-yo o lsuki-yo ha sido la expresión habitual, desde los comicinas de la Imtona japonesa. para designar una noche de Juna. .Se purde traducir como «dios que cuenta las lunas. Si, por otro lado, se roma el grupo fónico wmi como m u palabra, habría que traducirlo co m o oscuridad lu nar o incluso región lunar de los límenos* (Ko/iki , ed . d t ., pp. 5 0 5 1 ). 58 . Ksca deidad, SusanO —com o n w reten temo s a ella en adelante— que también es "likoto y no kami, ncní el protagonista del siguiente ckio mirico. lis la divinidad mirlar del |talv de Uunm, cuya mitología queda así subordinada a la de Yamato, y ha sido identificada diversamente com o deidad de la tempestad, com o serpiente, com o embaucador, cuino revolu cion ario y uontO dios del minu to dr. ultratumba. M otó ri arguye que se trata de una divinidad perverso de sde m i nacimiento pues el hedor del país de Yomi. el mundo de Jox muertos, sigue activo en la nariz de la cuaJ nace, a diferencia de las impurezas de lov»|o>quc habían quodado limpios. Plnlippi observa, por su pa ite, que . siendo el dios de la tempestad, no es de extrañar que surja de U nariz (Kofiiu, ed. cu ., p. 59. Id ac to de agitar las cuentas y producir sonido csiíi relacionado en jap ón con antiguas cerem onias para np lacai espíritu» (chinhon cu Japonés). En el Heike inonttgatari. obra del siglo x j u sobre suceso» del xu, se menciona que el em perador Coshiralraw» instando la» cuen tas de c rina l del rosario budista consigue ahuyen tar a Jos espíritus malignos que pcrtmhaban el parto de la emperatriz (Meitr momgaían, trad. d r K. Tatú y C Ku bio, (iredox, Madrid. ¿005, p. ¿40), Es interésame constatar, además, que cucnrci» o «abalorio* en japonés se dice lama que también significa espíritu, •.iluta*. Cor encima de esas asociaciones, conviene tener píeseme que tl collar, como las Tres Insignia» Sagradas io T r o Tesoros Sagr ado s), era símbolo de la cesión del poder ( Koiiki. ed. de l’liilippi. o t .. p. 7 1 ).
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—T ú gobernarás el Altiplano del Cielo**. Por eso , el nom bre del c ollar es el dios M i*knra-tana61. Después, le ordenó a Tsuku-yomir — T ú gobernarás el m undo de la noche. Después, le orden ó a Susano: — Tú gobernarás el ancho m undo de los mares.
ftt). tioh crn nr . con el sentido de cono cer *, pues en japones antiguo l.i palabra <|iic significaba «gobernar» era sim . sirasit (tlihu, ibimsu),
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(Ciclo III. LOS DIOSES AM ATE RA Sll Y SUSANO)
[ C a p i t u l o X. I A fcXl'UL>ÍÓ N DE1 DIOS SUSAN O)
í .ida uno de c 6lo* dioses gobernó según el mandato recibido, excepto Susauo que, lejos de gobernar, se puso a llorar a gritos durante tanto tiempo que su larga barba de och o palmos acabó llegándole al pecho , bu descon solado llanto hizo que la frondo sa m ontaña >c conv irtiera en una montaña árida y que el agu a de m ares y ríos se secara po r comp leto. Por i >o, se llenó tod o de las voces a lborotad as de deid ades m alévolas que, como si fueran moscas de verano que acarrean desdichas, hicieron na cer todo gen ero de calamidades. Entonces, Izanagi preguntó a Susano: —¿Por qué lloras a gritos en lugar de gobernar el país que te he asig nado? Contestó Susano: — Lloro porque quier o ir al país de Ne-no-kata-su don de vive ni) difunta madre*-. — iEn tal caso no puedes vivir m ás en este país! — exclamó enojado Izanagi; c inmediatamente orde nó el d ivino destierro de Susano. Por cierto, que hoy en día el dios Izanagi tiene su m orada en Oo m i. («2 lite ralm en te, al Puf» de I n Raíces» o el mundo subterrán eo. Llama la mención 4
bl*
Susano dijo entonces: — En ral ral caso le contaré todo lo ocurrido a la diosa diosa Amaterasu y luego me m archaré al al país de Nc-no-kata-su. Nc-no-kata-su. C on estas palab ras sub ió al cielo. En tonces, las montañas y los ríos ríos empezaron a vibrar, y toda la tierra comenzó a temblar. Al escuchar la diosa Amaterasu tal estruendo, dijo asustada: — Seguramente mi querido hermano no viene con con buenas intenci intencio o nes. Estoy segura de que quiere arrebatarme mi país. Rápidamente la diosa, después de deshacerse el peinado, se rccogtO el cabello en dos moños, a un lado y a otro de la cabeza, que se sujetó con sarmientos. Despué s, en sus augustas m anos se anudó un largo co llar de muchas cuentas. A sus espaldas colgó una aljaba capaz de llevar mil Hechas y a su costado otra capaz de llevar quinientas flechas. Tam bién bién se puso un gran guardabrazos. D espués alzó y sacu sacu dió el ar co "1. "1. A continuación , pisó con tam a fuerza la sólida sólida tierra que sus piernas piernas pare cían hund irse irse en el suelo. Y así, da nd o patad as a la la tierra Como si fuera fuera nieve espumosa, aguardó con viril valentía, la llegada de su hermano. Al A l lle g a r, le p re g u n tó : — i Por qué has venido hasta hasta aquí? aquí? — N o ocu lto ningun ningunaa m ala ala intención. intención. Cua ndo el dios Izana Izanagi gi me preguntó la razón por la que lloraba a gritos, le conteste que era porque deseaba ir al país de mi difunta m adre. Pero entonces me dijo que yo no debía vivir en este país y decidió expulsarme. Por eso he venido con la simple intenci intención ón de exp licarte el el m otivo de mi viaje. viaje. N o tengo corazón corazón de un traidor. traidor. Así A sí r e s p o n d ió Su sa n o.
(C a p itu lo S
F.J. CO NJU RO Oh Oh' LOS DO S IMOSESJ MOSESJ
Entonces, preguntó Am aterasu: aterasu: —Si es com o dices, ¿cóm o pod re saber yo que tu corazón es lim lim pio y no e sc o n d e m alas al as inte in te n c ion io n e s? 6.1. Amaterasu, iradic ira dicion ion alm cmc cm c considerad a una deidad tVm tVmtrn trnmu, va 4 asumir ahora un atuendo masculino, guerrero. E s t o ha llevado a alguno* estudiosos a ver en eJlit una deidad masculina, un prototipo mitológico de la figura imperial que se enítctita a una divinidad divinidad com o Susano. for in ca para la mitología mitología de Yamato (Tsinl (Tsinla. a. frlihon knten..,, cit., vnl. vnl. I, pp. M 5 6 2 6 ). O tros ven en el el comportamien to de la diosa diosa Amatera Amaterasu su en este este capítulo el rcflcio de un rito nhamanístico realizado por una ucrrdMisa del Sol la cual, poseída po r el rspíritti de la deidad solar, p asaba a com portarse com o ideal idealmente mente lo harí haríaa tal deidad. Kn cualquier caso, como observa Philipp: (Kojikij «s «sL cit., cit., p. 74 ), «r am o s con con esta descripción de lew»p rep arativ o* guerre guerrer»» r»»** de lu d l o u nnre nnre mía i ntc taM ntc muestra de una arcan a dicción heroica de clara tradición oral.
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A lo q u e re sp o n d ió S u sa n ó : — Hagam os cada uno un conjuro *4 y luego rengamos hijos. Así A sí p u e s , J o s d o s d io s es se c o lo c a r o n c a d a u n o en u na o rill ri llaa d e l río rí o celestial de Yasu. Después de pronunciar el conjuro, Aunuerasu tomó la espada de diez palmos que llevaba Susano y la parrió en tres partes. Después las enju agó con agua celestial celestial del manantial M anai de tal mod o que las pulseras de la diosa tintineaban tintineaban suavemen te. A continua ción las masticó hasta hacerlas añicos y sopló*'. Del vap or del a liento de Atnaterasu Atnaterasu nació enton ces (la (la diosaj TakiriTakiribimc-no-mikoro, también llamada Oki-tsu-slumu-himc-no-milcoio. Después nació (la diosa) Ichi-ki-shima-himc-no-rnikolo, también lla mada Sa-yori-hime-no-mikoto. Después nació [la diosa) Takitsu-huuc-no-imkoto. (Tres diosas**.) Por su p arte, Susanó to m ó la larga cinta de cuentas de jade jade*' *' con que estaba arado el moño izquierdo de Atnaterasu. La enjuagó en las aguas del manantial Manai basta hacer tintinear las cuentas de sus pulseras.
6 4 . En el original, ukshi, una especie de iirrameino según según el cual. «una señal señal acotd a •I» se considera una respuesta positiva o negativa a la pregunta planteada. la» niño» que han de engendrar*.* bajo lac condiciones de ultehl deben dar esa respuesta, ti KofiMi deja claro claro a postmori lo que había de conside rarse la señal; las las diversa* diversa* van ant es del Nihongi diticrcíi respecto a »i son los niños o las niña* quienes han de acreditar la inocencia de Susano. Sea como fuete, el resultado siempre se interpreta a favor de ¿ste (Vitado en N. Nammiim, Antiguos m itos..., itos..., cit., p. 71). Por su parte. Tstida define ukchi como «In pronunciación de palabra* mágicas qur poseen la.capacidad de maldecir o de bendecir* (Nihon Moten..., cit.. vol. I, p. 4 37 ), 6 5 . Según M.irsutnur M.irsutnuraa {Nikon shiniva..., cit, vol. III, pp. 2829). el proceso mítico ik la generación de hiios se desarrollaba, efectivamente, efectivamente, en t r o etapas: el tintineo tintineo de objetos jetos para que la fuerza fuerza espir espiritua ituall dormida se « de spe na ra' y entrara en acción ; el aclarado o enjuague con agita sagrada para que esa fuerza fuera alimentada alimentada co n el pinlcr pinlcr g enerado ! de ilícita agua; y, en rcrcer lugar, ¡a exhalación del vahó fecundudor, lo cual reflejaba la creencia en el pod er cread or del nlirnto. nlirnto. 66 . En la mención de esta* diosas j de las siguientes deidades se puede pcrcíbiT la intencionalidad política de rata obra consistente en ia hábil fusión de las mitologías de los los diferentes dan rv del Japón de l.s l.s ¿p oc a para asegurar su su lealtad al clan liegrra ónic o de Vamato. Así, Así, estas tres deidade deidades; s; femeninas eran venerada s, co m o se indicará más adelante cu ene mismo capítulo, por el poderoso clan MuuaUaiu. una dinastía originalmente de navegantes del norte de kiuslm que controlaba los pasos marítimo» corre el nur
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Lu ego las las masticó hasta hasta h acerlas añicos y sop ló. Del vapor de su aliento nació (el dios] Masa-lcatsu-a-katsu-kachihaya-hi-;inic-no-osh¡-ho-miini-no*inikoto*\ Después, de la misma manera tom ó la cinta de cuentas cuentas de jade con con que estaba atado el moño derecho de Amaterasu y, después de masticar las cuentas hasta hacerlas añicos y soplar, de su aliento nació [el dios ll llamad amad o) Am e-no-ho-hi-no-mikoto. e-no-ho-hi-no-mikoto. Despu és, de la la misma misma manera tom ó la cinta cinta de cuentas de jade con qu e estaba estaba atada la la coron a de Am aterasu, y, y, despué s de de masticar masticar las las cue n tas hasta hacerlas añicos y soplar, de su aliento nació Ama-r.su-hikoneno-mikoto** Después, de la la m isma isma m anera tomó la pulsera de cuentas cuentas que lleva ba la diosa en su mano izquierda y. después de masticar las cuentas hasta hacerlas añicos y soplar, de su aliento nació Iku-tsu-hikone-no-mikoto. Después, de la misma manera tomó la pulsera de cuentas que llevaba la diosa en su ma no derecha y, después de m asticar las cuentas hasta hacer las añicos y soplar, de su aliento nació Kumano-kusubi*no-mikoto. (En total son cinco dioses '.) f>« I>r I>r o » p nm rr vaión, abreviada abreviadament mentee conocid o com o O sliih oin im i y rcívt rcívttidi tidi caito coinn hijo por Amateriuu, surgirá el «nielo JeJ Cielo* que tundarn c, poder imperial i k Japón. Se e u ¿ preparan do de e esa forma el árbol árbol ge nealógico nea lógico de la dinastía imperial que habrá de llevar llevar lusta el emperad or Temnni Temnni que orden ó com pilar la obra. «»9 Este terce r hijo hijo var ón , al igu igual al que el tvgun do, << << mencion men cion a co m o antepas ado de tas nu m em uu famil familia iass que aceptaro n la primacía primacía de la dinastí dinastíaa un pem l de Yamaco Yamaco 70. Es interesante observar la pan dad eres hemb rascinco varon es, dualidad mime rica Je notable miportunna cultural en Japón. N. Nntimanu opina que dos de lo» hijos varones sólo se inventaron inventaron p ara compl etar el núm ero cinc o que w en frenta al ne% ne% de las las niñas (Antigun? unten..., cit., p. r¿). Probablement Probablementee habría habría m o n e e políticas políticas para para h acerlo acerlo as?, y no tolamemc culturales, pues ctan muchos los clanes sometido' a Yamato rn el turbulento lin de siglo v,) japonés j tos cuales había que incorporar a una causa mitológica común. F.ii cualquier cato, dr las pertenencias de Amaterasu nacen cinco varones y, por j/i Aoten..,, n t ., vol. i, p. ** I), tan to, son considerados co m o tus hijos. Seg Según ún Tsuda Tsuda (N í Ih / en la toima original del mito, todo ocurrió nn poco al tevés: los niños varones le /nerón nacidos ,i Susano, mientra* que bu bus hembras eran d e Am aterasu. Y el nacim iento de los varones fue la prueba de la victoria tinal de Susano. Esta suposición puede estar confirmada m» sólo por el significado de los nombres de los hijos (véase Koiilrt. ed. de Phihppi, ni., shnki la diosa mastica su propia opada y engendra a tres p, 77 ), »íno »íno porque en el el Nikon shnki niñas, mientras que Susnnñ Susnnñ inasnca sus propias cuen tas y engen dra n varones qu e serian la « n a l de la* la* buenas buenas intencion intencion es del del dio* rebelde. rebelde. Este dios pro crea en esta esta vattanfe excluso sámente a los los niño* varones, Im cuales, cuales, sin embargo, serían serían co nvertidos por la historiograf historiografía ía mítica d o la casi! casi! gobernante gobernante de Yamato. en hijos de la Diosa del del Sol y en tol ir n ii ot del hiW hiW Central de Asluhara. Esta apatente a patente contradicción podría explicarse nuevamente por la necesidad política de incorporar a Itw dioses de leunio en c¡ árbol genealógico imperial. Como ♦cñnln Natmunn tAntiguos mitos.... cit., p. 72), en efecto, todo este episodio tiene tomo fin el de introslucit en el muy m uy a! p rim ero «k «k los hijos hijos varones reivindicado* pot Atuat Atuater er&s &su u com o descendiente, es decir, a Oshthomuni, el cual, lin embargo, surge de I.» Itoca de Susano. Yamato r Irmiio >c unen, de csj forma Jttilkiow, para fundar un mismo linaje imperial
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Entonces, Amatcrasu le dijo a Susano: —I*as cinco deidades masculinas nacidas en último lugar lian sido cicadas a |>artir de mis pertenencias. Por lo tamo, no cabe duda de que son mis hijos. hijos. Hn cam bio, las deid ade s femen inas nacidas en prim er lugar han sido creadas a partir de un objeto de tu pertenencia. Por lo tanto, no cabe du da de que son tus bijas bijas.. De ese m odo qu edaron repartidas repartidas todas todas esas divinidades divinidades.. Por eso, la diosa Tákiri-hime, que nació primero, es venerada en Oki-rsu-miya, un santuario de Mimakara. I j diosa Ichiki-shima-bimc es venerada en Naka-tsu-miya. un san tuario tuario de M unakata. 1.a diosa Takitsu-hime es venerada en Hc-tsu-miya, 1111 sautiiario de Munakata. Es ras tres deidades son las grandes diosas ven eradas p or los miem bros del clan Munakata71. Más tarde, de entre los cinco dioses varones, el hijo del dios Amenn-Ito nn-Ito-l -lú ú es Tak c-liira-tori-no-m ikoto (que es el antepa sado de los funda dores d d país de Izumo. Izumo. del país Mu sashi, del país de Kam i-tsu-unagaini, i-tsu-unagaini, de! pa ís de Shimo-tsU'Unagami, Shimo-tsU'Unagami, del país de Ijimu, Ijimu, de Tsu-sbima-no-agaTsu-sbima-no-agatu, y del país de Tó-tsu-Om Tó-tsu-Om i)” i)” . M ás tarde, tarde, el dios Am a-tsu-hi a-tsu-hikonc konc (es (es el antepasado antepasado Je los los fund ado res del país de Ooshi-kouchi, del clan Nukata-bc-no-yue, de los funda dores del país de Ubaragi, de Yamato Tanaka, del fundador del país de Ya Y a m a sh iro ir o , d e l p a ís d e l lm a k u d a , d e l p a ís d e M ic h i-n i- n o -s lú rc , d el p a ís de Surau, de Yamato-no-amuchi, de Takcchi-no-agatannsbi, de Kamóno-inaki v del clan clan de Sakikusa-be-no-m Sakikusa-be-no-m iyatsuko) ’
71 . Actualmente «ruitmtuy «ruitmtuycn cn nno de Ir» complejos suitoisu» m is im portantes del del ñor te de Kiushu. Está situado en la ciuJad costera de Genkai. a unos 30 km. al nortr de !a cuidad cuidad de Fukuoka, y en J o * nía» del m ar de (dental. (dental. 7 1 Entre paréntesis— paréntesis— com o ya indicamos— indicamos— se incluye incluyen n trace* trace* que en el lex to grigi grigi nal apar ecen en ca ta ctc tc* más pequeños, listas listas frase» frase» suelen ser aquí glosas geitr geitr alógica* alógica* j imitaci imitación ón de la am im bre seguida en texto » hi«oriogrAficos hi«oriogrAficos chinos chinos 7 J I j int intenci ención ón de relacionar relacionar a iodos esos fundadores de pnf*c»
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(C a p i t u l o 10. i.A I'UMITA l>l« I A C ASA H OC O S* Olil C llií.0|
Entonces, el dios Susano d ijo a su he rman a, lu diosa Amatcrasu: —Como prueba de que mi corazón es sincero y luminoso, los hijos que he engendrado han resultado ser niñas delicadas. ¿No es ésa la de m ostración m ás clara de que te he vencido? Con estas palabras y arrastrado por el orgullo del triunfo, Susano destruyó los linderos de los arrozales que cultivaba la «liosa y cegó las regueras con tierra. Adem ás, se puso a esparcir excrem ento po r toda la sala en donde estaba el altar sobre el cual se ofrendaban los primeros frutos de la cosecha74. A pesar de todo esto, Amaterasu, en lugar de reprocha rle su conducta, lo disculpaba diciendo: —Rso que parece excremento debe de ser lo que ha vomitado mi hermano cuando escaba ebrio. Y si lia destruido los linderos y cegado las regueras, debe d e ser porqu e no le gusta que se desperd icie nada de tierra. Asi se explica lo que ha hecho. Con estas palabras justificaba unas fechorías que no parecían tener fin. Antes bien, la violencia de su he rma no iba cu aum ento. Así, un día en que la diosa estaba cu la estancia sagrada donde una hilandera celestial se dispo nía a tejer una túnica de ofrenda a los dioses, Susan ó irrum pió des de el tejado rom piend o la cum brera y abriendo un agujero desde el cual lanzó al interior un caballo celestial moteado y desollado por él mis mo en dirección contraria” . La hilandera quedó aterrorizada al verlo y, cuando inte ntó salir corrie ndo, se cla vó accid entalm ente la lanzadera del telar en sus genitales y mu rió. Al pr esenciar esto, la diosa Am atcrasu se asustó terriblemente y, abriendo la puerta de la Casa Rocosa del C ie lo, se en cerr ó en ella 7'1. 74 . En una de lo* variante* «Id Nikon sfnM , este dios no sólo tlana linderos v zanjas, sino que h ace p astar al cabal lu celestial en los arrozales, inunda los camp os, clav a estacas en ellos, etc. En soma, causa todos los daños imaginables cu un secrot de la agricultura, el cultivo del arto*, que en lo» primen* años del milenio te nlcnríficaba con la vida, el progreso y 1.1 civilización, la» travesura» malignas de Susanó encajan perfectamente, según Naumann {Antiguos mi tas..., d r., p. 75 ), en el mitologcma propuesto por Ohayashi: 'Susano o el hermano que se comp orta mal 7 5 . Soh rc el significado del desuello en dirección cont raria com o acto latinizado que indirectamente ocasiona la muerte y sus asociaciones con las mitologías de otros pueblos, véase Naumann {Antiguos mitos...,
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Entonces, el mundo del Altiplano del Cielo se quedó j oscuras y el inundo del País Central de Ashiharn" se sumió en las tinieblas. Una oscuridad perpetua se adueñó de los dos mundos y todos sus rincones se licuaron de voces de diversos espíritus malignos que, como moscas di verano, se pusieron a revolotear trayendo a un tiempo todo género de calamidades.
( C a p í t u l o M . I.A RIÑ A 1>£ LOS DIOSES])
Entonces se congregaron las ocbo millones * de deidades en las orillas pedregosas de! río celestial de Yasu y pidieron a (el diosj Omohi-kancno-kami, hijo del dios Taka-mi-musubi, que tramara algún plan pa ra po ner fin al reino de las tinieblas. Ordenaron reunir a todos los gallos del inundo de la noche eterna para qu e cantaran sin cesar. I.uego, tom aron tudas las rocas que había rio arriba del cauce de Yasu, sacaron hierro del monte celestial de Kana e hicieron venir al he rrero Ainn-rsu-mara. Des pués, pidieron a la anciana (diosa| Ishi-kori-dom e-no-m ikoto que fabri cara un espejo y a (el dios| Tam a-no-oy a-no-m ikoto que hiciera un largo rosario de numerosas cuentas de |adc en forma de cucrnecillo. A con tinuación, llamaron a |los dioses) Aine-no-ko-yanc-no-mikoto y Futodama-no-mikoto para que quemaran la paletilla de un ciervo del monte celestial de Kagu con un tro zo de corteza de m adera de ab edul '1, y de esa lorma consultar el oraculoVJ. Luego, arrancaron de raíz el árbol sagra do M kaki que crecía en el monre celestial de K agu” . De las ramas m is •ItI Krrjtkl, la» palabra» «ocultan* na* una ptirnj r.icoso {iu.ay,akurt<) significa nutrir y otar oculto dentro
a
ti
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.titas de su copa los dioses m andaron colgar el largo rosa rio de cuentas de jade; de las ramas de! medio colgaron el gran espejo; y de las ramas más bajas ataron dos telas, una blanca de algodón y otra azul de lino. Después, el dios Futo-dama alzó estos objetos com o gesto de ofren da a las deidades; el dios Amc-no-ko-yanc los bendijo con palabras sa gradas; y [el dios| Amc-no-ta-jikara-o-no-kami se oadtó al lado de la puerta de la caverna. Entretanto, lia diosa] Amc-no-uzumé-nomikoto se arrem ang ó la túnica co n una liana tom ada de! monte celestial de Kagu, se sujetó la cabellera con otra liana de la h iedra de M asaki, y emp uñ ó un ramo de bambú tornado de! monte celestial de Kagu. A continuación, puso delante de la puerta de la caverna un cubo boca abajo, se subió encima de él y com enzó a bailar pataleando y pataleando hasta produ cir un ruido cada vez más ensordecedor. La dios;* bailaba con tal frenesí que entró en trance m ostrando sus pechos desnud os y dejando que se le soltara el tíngulo de la rúnica hasra que se le vieron sus partes íntimas. Al pre sencia r este espectáculo , lo.> ocho m illo nes de deid ades ro m pie ron a reír al unísono- Sus carcajadas produjeron tal csrruendo que el Altiplano del C ie lo retum bó co m o si fu era atravesa do por un trueno41. Dentro, en la caverna, la diosa Amaterasu se extrañó, y movida por la curiosidad entreabrió la puerta rocosa. Y di|o: —Yo pensaba que desde que me encerré en esta caverna, el Altipla no de! < telo se había quedado a oscuras y el mundo de los mortales en tinieblas. í P o t qué. entonces, Amc-no-uzume baila i a danza sagrada y los ocho m illones de deidades ríen codos a un tiempo? Aine-no-11/.ume re spondió : — Porque hay una diosa más digna que tú. Por eso, todos reimos alegremente y bailamos. Mientras decía esto, los dioses Amc-no-ko-yanc y Futo-dama co locaron el espejo sagrado delante de la diosa Amaterasu la cual, cada vez más intrigada, se asom ó aso m brándose de la im agen reflejada en el espejo. Y abrió más y más la puerta de la caverna. En esc instante, el dios Am e-no ra-jikara, que estaba oeulro iras la p uerta, la agarró po r la augusta inane» y tiró tic ella hasta sacarla de la caverna. Inmediatamen te. el dios Futo-dama extendió la cuerda sagrada de paja por detrás de Am aterasu dic iéndolc : X¿. Sobre el pode r m ítico co m o afirmación de Ia vida y superación de !a mncitc que poseen lo obsceno y Ia risa, véase Naumann ( Antiguos mitos..., cit., p. 84) que tom pa u este episodio con el «tito g 'ic go de D émefer y l'aubo. El Milum sbokt . siempre mis diverr to que el Ko/ikt en estos te m as evita mencionar las obscenidades que pro» «sa n la hilaridad divina y un sólo menciona Li pantomima•de Ame noomine. Motmi Nortnagn explicó b cominera dr evt.i diosa co m o la consecuencia de un trance de posesión divina, conducta propia de l « chamanes de la primitiva sociedad japonesa. Eli este caso, co m o apunta Naumann. ce tratarla, ademas, de proporcionar un contexto mítico n una practica real.
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—Ahora ya nunca jamls iras esta cuerda volverás. De esa forma, volvió a hacerse la lux cu el mundo del Cielo y en el ile los mortales.
(C a p itu lo U
E l N A C I M I E N T O D M A ACYKtC .lU .TUKAj
Mds tarde, los od io m illones de deidades se reunieron de nuev o y orde liaron a Susano que. com o desagravio purificador, entregara n umerosas ofrendas. Asimismo, le ordenaron que se cortara las uñas y la harha. Finalmente, lo expulsaron del Altiplano del Ciclo H. Después, Susano le pidió comida a (la diosa) Oho-gc-esu-no-katni. Esta sacó diversos alimentos sabrosos de su nariz, de su boca v de su recto; los preparo y se los ofreció. Pero Susano, que había presenciado de dónde había sacado los alimentos, pensó que era comida impura y mató a la diosa. Del cuerp o sin vida de la diosa nacieron entonces varios objetos: de la cabeza salieron gusanos d e seda; de los ojos, simientes de arroz; de las orejas, granos de mijo; de la nariz, alubias; de los genita les'*, cebad a; y del recto, soja. E nton ces, el |dios| progen itor K amu-musubi mi-oya no-m ikoto“ le orde nó a Susano que recogiera lav semillas tic esos cin co cereales.
(C a p ítu lo 1 i
t.A S E R P I E N T E D B O C H O CA B E ZA S )
Después de su expulsión , Susano bajó del Cáelo a un lugar llamad o Torikami, en el curso superior del rio Hi, provincia de Izumo. Vio unos palillos’1* Motando por la corriente del agua. Pensó entonces que ral vez vivie ra alg uien rio arrib a y se p uso a busc.it gente . Entonces, se encontró cou una pareja de ancianos que lloraban desconsoladamente con una joven en medio. Susano les preguntó: — «Quienes sois«vosotros? El anciano contestó:
#3. El Nihoit sbok i registra versiones según la» cuales, Susano, iras haber sido expulsado, x lúe n Corea. Sobre el significado de or.i expulsión divina «> hambe, víase Nauitanit {Antiguos mitos..., cit., pp. 9 1 « .). X4. De la orin a, en la versión de M im a (Kojikj, ed. vit., p. 4S) v un la inglesa de l'bilippi {Kojiki, ed cu., p. 87), 8 5 . I r tercera d e la» tres divinidades primigenia» mencionadas en el prim er capitulo bajo el nombre ahreviodn de K,.iiunnm*nhim>katni 8 6 Palillos de comer — importación también de China— Es decir. vio tcóa let de presencia humana
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—Yo soy un dios terrenal*7, hijo de [el dios| Ohoynnm-tsu-minokaini, y me llamo Ashi-na-zuchi. Mi mu|cr se llama Tc-na-zuchi y nues tra hija es Kushi-nada-himc. — íPo r que lloráis? — preguntó Susano. K1 anciano contestó: —Antes teníamos ocho hijas. Pero la gran serpiente de ocho cabe zas de Koshi** venía cad a añ o y, una a una, se fue com iend o a mis hijas. Ahora estamos de n uevo en vísperas de que vuelva la gran serpiente a dev orar esta última hija que nos queda. Por eso lloram os amargamente. — ¿Qu é aspecto tiene esa gran scrpienre? — preguntó Susano. El an cian o contestó: —Sus ojos son rojos como cerezas**, de su tronco salen ocho cabe zas y ocho colas y la piel está recubierta de musgo, cipreses y pinos, 1.a longitud de su cuerp o se extiende por och o valles y och o m ontana s*1. Y su vientre, cuando lo muestra, rezuma sangre y está hinchado. Susano dije» enronccs al anciano: — (M e currcgarías a esta hija tuya como esposa? — iClaro que sil Aunque no sé todavía vuestro augusto nombre... Susano le dijo: —Yo soy el herm ano de Ja gran diosa A matcrasu y acabo de descen der del Altiplano del Ciclo. Ash i-na-zuchi y Tc-n a-zuchi le dijeron: —Sien do asi, os la entregarnos con tod o nuestro respeto. Kntonccs. Susano transform ó a ta joven en una peineta que se c o lo có en su m oño . L uego o rden ó a Ashi-na-zuchi y a Tc-na-zuchi: —Ahora preparad un aguardiente que haya fermentado 91 ocho ve87. Kttm no Itatni o divinidad terrenal o del na¡», c» oposición a am a no kami o divinidad celestial o del Cielo o J rJ Altiplano del Cielo i Vakama no-harn), com o líeme» opeado por traducir aquí. Es posible, como sugiere í’hilippi ( Kojiki , ed. c it ., p. 8 8 ), que jo» dioses del Altiplano lucran los ancestrales de! eiau de Yattuio y que los dioses terrenales fueran divinidades locales o de otr os dim es sometidos 8 8 . Es el nombre de una región de 1/urno actualmen te localizada en HinokaW.ic:iiti; preíecr ura de Shirnam. 89. Es aki'kíigactn o, com o se dice acnulm ctitc, imhozukf, una especie de alque jertic (PhyMlu alkekengi)- Esta fr.tse explicativa entrecomillada aparece en letra más pequeña en el original y colocada ul final del pirrnto, detrás de la palabra •hinchado» en nuestra versión 90 . Podía llatn.it !
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ccs. Levantad tina valla en circulo y en ella abrid ocho puertas. En cada puerta haced ocho plataformas y sobre cada una de ellos poned un ba rril lleno del vino fermentado ocho veces. Luego, quedaos a la espera. Los dos ancianos hicieron lo que se les ordenó y codo quedó pre parado. Cu and o estaban a la espera, apareció la gran serpiente de ocho cabezas descrita po r el anciano. Dr inm ediato metió sus cabezas cti cada uno de lo s barriles y se puso a beber tod o el aguardiente92. De spués, to talmente ebria, cayó dorm ida. En tonces Susano d esenvainó la espada de diez pa lm os que llevaba 3 su cos tad o y se pu so a co rta r a la serpiente en pedazos de forma que el río Mi empezó a correr tinto de sangre. Cuan do intentó cortar el tronco de M serpiente por la mitad; se le rompió la hoja de la espada. Extrañado, apartó las entrañas del monstruo con la punta del arma y descubrió que en el interior había una maravillosa y la rg a espad a'*'. Se hizo con ella y, consid erando que se trababa de un ¡techo singular, decidió explicar lo suced ido a la diosa Am atcrasu y ob sequiarle esta espada como muestra de respeto. Ésta es la gran espada llamada Kttsatm^i'*.
nnr.guu japó n. En eunnto u fermen tar, b palabra japonesa empicad a eSiutntu que también lignítica masticar. E sto nos remite a una form a antiquísima de elaboración dr l aguardiente «cgun b cual las materias prunas que con trola n almidón (arroz , mijo, castañas) se sontc iíuii ul vapor y luego se masticaban, de manera que los fermentos contenidos en la saliva puntan ce marcha el proceso de fermentación. Parece Ser, según Kalus Antoni (Der wcisst liase iwi Inalw. Vum Mythoi zum Marchen, citado po r Naumann, Antiguos mitos..., cit., p. 10 8), q ue todavía hoy en d b se prepara de esa forma la bebida en determinadas celebra nones rituales celebradas en las Isla* Okimiwa. '*2 Según o c t í m versiones, en medio de los barriies ve habla moldeado una estatua m il forma femenina. Cu and o vino l.t serp iente, crey ó que la som bra de la estatua reflejada m el líquido era un ser humano. Deseosa de dev orarla, se bebió todo el aguardiente. 9 3. Según Matsunujra INiltcm shinw a..., cit voh lli. p. 237), humo en la antigüe •I ul tenia yacimientos de hierr o que loc(invertían er. el principal c en tro pro du ctor d e » padasdel antiguo Japón . Hay que re cord ar que la serpiente, com o también aparece en In mitología china, encarnaba el espitito del agua; y que por el río Hj corrían aguas ferrosas enrojecidas por esos yacimientos . De ahí, tal vez, el vientre e nsan grentado de lu serpiente mítica que mata el di03 poniendo ftn uví a las frecuento riadas que tanto atemorizaban a los ribereños del H). Esta última es la intcrprcrnción de Isngitn (Kojiki, ed. cit., voh I, p. 10 4 10 5), Es probable que sobre la base realista de una leyenda nativa de h u m o se haya retundido otra leyenda mí, moderna sobre esta espada que, entregada como ofrenda a Amatcrasu, la divinidad del E stado hegemó meo de Yamato en el jap ón de la épo ca, sim bolizaba el prop ósit o de legitimar el some timiento de 1ruino a Yamato. 94. lateralmente, «segadora de lucrba*. Esta espada será ma* tarde m u de bs t r o Insignias Imperiales de jap ón , ju mo c on el espejo y si joyel. Su adquisición c historia serán relatadas en el Hcike. rnonogatart (cit., pp. 747 «*.) donde se dice que quedó sepultada para siempre en las agua* del estrecho de Ditonoura, durante la batalla entre los Tairn y los Minarnntn en 118 5. lina versión actual en bronce de la mísnu puede contémplame hoy en el santuario de Auuta, Sobre I» espada como n'mbolo de legitimidad y las impli cncimics de nii entrega .1 Anmterasu. véase Naumann íAntñ¡uos mitos.... cit.. pp. 109 vs.h
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IG ip ín tlo il
tí MAT RIMONIO l)HI DIO!» SUSANO Y SU DK SCF.N 11F.NCI A |
Después, [el dios] Susan o buscó un lugar don de construir su n ueva mo rada en la provincia de Jzumo. Al llegar a las tierras de Suga, dúo con satisfacción: —M i corazón se siente pu ro’ * desde ¡que he llegado aquí. Y se constr uyó un palacio donde se quedó para vivir. Por eso . esa tierra es conocida rodavía Hoy con el nombre de -"-Suga»''. Cuando el dios edificó su palacio de Suga, se alzaron nubes por encuna del pala cio’7. Al verlas, Susano recitó los siguientes versos: (1)'**
Hay,peno nubes en palacio de Ixumo, el de ocho vallas, donde inora mi «posa, d e o c h o va ll as g u a rd a d a ” .
1.uego llamó a Ashi-na-/.uchi v le ord eno : — Se rás el jefe responsable de mi palacio. •95. Re fresca do, limpio. I:n Jupones ve exp resa con la ontmi.uopeya tuga fugan. La expulsión de la compañía de los dioses celestiales,su victoria sobre la serpiente y el halla rlo de lu espada piodigiosa habían ob rado cunto tpu nfie idofcc* J e la» viejas tramgie sioncs del dios. 9 6 . Debido ul sentimiento de -suya siigjsi- mencionado en lo anterior noto. Chato berlain, en cam bio, conjetura una asociación en tre el topón im o Saga y el nom hrc del «líos (Kojiki, cd, cit, p 7 6 , u. 2). 9 7 . Se trata de un juego de palabras basado en los ideogramas que com ponen la pa labra Iz un io, y que también pueden leerse com o -kuniog .1 tatsu* (nube» que se alzan»). Ha y que tener en cue nta , ade m ás, que la» nubes, preludio de lluvia, representaban la almiuLmm y riqueza de H energía terrenal. 9 8 . Siguiendo al original, incluimos el núm ero que orden a todo» los poema» de la ob ra y que podnS ser útil paia localizar su transcripción japonesa en el An exo I , 9 9 . Kste poema, que también figura en d Nihon sltoftt, a tradicionaintente consi deiado el primerode la literatura de Japón. Susatió pata por ello romo el creador de la ooeda tapone» (naha). Marcará el modelo de versificación del futuro it tika. L.» singular brevedad de su estructura formal. cinco versos de 57577 sílaba;., y que scgutauiuiti! reflejaba »! ritm o p oé tico d e cancion es tradición ule», será el san to y seña etc la pos terior poesía japonesa clásica. Una c oncisión demasiado primord ial la de esas 31 sílaba.» para no intentar respetarla en esta versión castellana, l'uede consultarse va transcripción japones» en el Anexo I lai diáfana regularidad de In medición »ie m is cinc o versos, por curo lado, hace al poema sospechoso de que piído tratarse de una adición tardía a! texto del Kojih. Fn cuanto al significado del poema, ha sido diversamente mrerptctodo como epitalamio, como plegaria propiciatoria en la ceremonia del inicio de la construcción ilc una casa, y co m o canción ritual para pedir In protección J e lo» dioso» ,h‘ iV.uiti» n una pareja de recién casados. Véase al respecto Yainaji Hcishiró, •'Yakünto ta tsu Iziima y
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Y le otorgó el nom bre tic Suga-no-yatsu-m im i-no-kami com o jefe del palacio d e Inadn. Así, SusanO tom ó co m o esposa a Kush t-nada-Jiim e. D esp ués de rea lizar con ella el rito de procreación, engendró a Ya-.sh¡nu-¡inuini-nokami. Después tom ó cóm o esposa a K am n-oho-ichi-himc, hija de |cl diosj Oo-yama-tsu-mi-no-kami, teniendo con ella a fdos deidades). Oo-toshino-kami,U0 y Uka-no-mi-tunia-no-kaini. El mayor de esos tres hijos. Ya-shima-jinnmi, y Kono-hana-ehirulunie, hija de Oo-yama-tsu-mi, tuvieron como hijo a Fuha-no-nioji-kuuusunu-no kamí. Esta deidad tomó como esposa a Hi-kawa-hime, hija de Oo-kumitiu-kami. teniendo con ella a Fiika fuchi-no-mizu-yarc-hann-no-kami. Esta deidad tomó como esposa a Amc-no*tsudohe-chine-no-kami, teniendo con ella a Omizu-nu-no-kami. Esta deidad tom ó com o esposa a Fute-nmni-no-knini, hija de [el dios] Ftinozuno-no-kami. y ñivo con ella a Amc-no-íuyu-kiiui-no kami. Esta deidad tomó como esposa a Sasi-kuni-waka-hinic, hija de Sasikum -oho-no-kami, y tuvo a Oo-kum -nushi-no-kami, cono cido también bajo el nombre de Oo-namuji-no-kami o Ashi-harn-shikoyo-no-kami o Ya-cht-hoko-no-kami o Utsushi-kuni-ramn-no-kanii. F.stc dios poseía, por tanto, cinco nombres10'.
IDO Ij genealogía de este dios «cid la nurenu del capiculo 21. KM En el te xto principal del Nthi»t shnki ce habla de este último dio*, el protag oniz a del tiguicntc ciclo mítico, como hijo directo de SnwnO. En tinento texto, sin embargo. Como «II olraa vanan tes, »c mwttim cinco gcm.r.teionv» que prab aMemrnte sdlu «i v ía n * interese» genealógico* de diversos chines de hu m o que pretendían rem ontar su aseen-
|uiu i.i .*1 inUnta dm*.
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[Ciclo IV. EL DIOS OO-KDNI-NUSHM {C a p itu lo 15. IA I.IEBRF. BLANCA DE 1NA»A|
liste {diosj Oo-luini-nushi*no-kami tenia ochen ta h erm ano s101, pe ro to dos ellos decidieron cederle el país, l-a causa de esta cesión se remon ta .1 la siguiente historia. Todos y o d a uno de esos hermanos tenían intención de pedir la m ano ilc [la princcsaj Ya-gami-hime de Inaba y, al partir en su busca, decidie1011 llevarse consigo a Oo-kuni-nuslu para que les sirviera y les llevara ••obre la espalda sus equipajes. C ua nd o llegaron al cabo Kcta, se encon traron con una liebre tendida y completamente d e s p e lle ja d a A l verla en tal estado, los ochenta dioses le dijeron: —Podras curarte bañándote con agua salada. Después, deja que el viento te seque nim bándote en lo alt o de la m on taña. La liebre se tend ió en la cim a de la mo ntaña después de hacer lo que le dijeron los dioses. Pero su cuerpo sin piel, a medida que se secaba el agua salada, empezó a agrietarse con el soplo del viento. El animal se puso a llorar de do lor y entró en agonfa. Pero Oo-nam uji-no-míkpto"*, que venia detrás de sus hermanos, Ir preguntó: —¿Por que lloras así? La libre respondió: —Yo estaba en la isla de Oki, pero deseaba atravesar el mar para lle gar hasta aquí. Como no sabía cómo hacerlo, decidí gastarles una treta .1 loe tiburones10*; ají que les dije: «.Me gustaría contar el número de 102. Propiamente, herm anastros, por ser hijo* de diferente* madre*. En cuan to a •ochenta*, nuevam ente se puede ampliar, en el lenguaje mítico, a la totalidad. EJ mundo rutero era Hermanastro, por consiguiente, del dios Oo kum mish i JO.l. Ciumberlain y Nau mniin, así com o en la ver sión fra ncesa, hablan de lie bre , u di icrrr.na de Phdtppi que lo ulcntificj com o c on cio . MAs interesante u ! vez que esta diferencia « el significado mítico de este animal. Según Na uniann , se na ta de un animal limur. (/WigKoi runos.... cu., p. 1 16) intimamente asociad o a la vida. Su imagen se veta va en las pinturas funeraria* china* de la épo ca Han
105 Este término «pairee escrito fonéticamente aquí y eu otros pasme* como wam que. t-n iiiponé* moderno. es ¿ocoditli*. También niel NihxwtJtnkio Nifwngi figura cwnto
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rodos los de vuesrrn esp ecie para saber si sois mas que los de mi especie. A si, reunid a todos los vuestros y formad una fila desde esta isla hasta el cabo de Reta. Yo iré saltando sobre todos vosotros para contaros uno a uno y poder saber qué especie es más numerosa.» Los tiburones así engañados, se pusieron en fila y yo me puse a saltar sobre ellos. Pero cuando estaba a punto de tocar honra y apenas había acabado de decir: ¡Ah! iCYuno os lie engañado!*, el ultimo tiburón abrió la boca y de un mordisco me arrancó roda la vestimenta. Después, mientras lloraba al verme desp ellejada, los dioses que llegaro n prim ero me dijeron: -B áñ a te con agua salada del mar y luego sécarc con el viento uimbándorc en lo alto de la montaña.- As i lo hice, pero altura, fíjaos cómo se me ha quedad o el cuerpo, lleno de llagas... Entonces, el dios Oo-nantuji dio el siguiente consejo a la liebre: —Ve ahora mismo a la desembocadura del rio y báñate con agua dul ce. Después, toma el polen de la flor k a m a ,<36 que hay allí mismo y espar ce sus partículas por tod o tu cuerpo . D e esa m anera, rec uperarás la piel. La liebre siguió su consejo y su cuerpo volvió a ser como antes. Ésta es la historia de la liebre blanca de Inaba a la cual todavía hoy se la conoce como la diosa Liebre10’. Después, la liebre le dijo ¡il dios Oo-namuji. — Aqu ellos ochenta dioses nun ca se casarán con la princesa Ya-gami. T ú , en cam bio, aunqu e ahora seas el que lleva sus equipajes a la espalda, serás quien se case con ella10*. con ideogramas que significan cocodrilo». Aston, en cambio, lo traduce como motísimo marinos iNíbongi. Chr, mieles trfJapOH ftt m thr caHiest nmes to A.D. 6 97 , ed . de W. C . Amo», 2 vol»,, Tuttlc, Tokyo, 1 9 7 0 . vol. 1. p. 1 04 ). Según la k cJ a Yokiclu, el editor del momo Nihmi útttki (Asalo fliimbunüha, fokv o, | 95 3» |9 57 , yol. I, p, IT I) , ieani era nn animal fabuloso métela fantástica de tiburón, tortuga y serpiente. I os estudiosos a quienes seguimos en co a interpretación (ftojikl , ed. de Kóaoilti, e n ., p " 6 ; ed . de Tsngita, o t ., vol, 1, p. 1 12; y rd. de Miu ra, cit. , p. 56 ) sostienen, en camb io, que se trataba en realidad de un tiburón basándose en que cu japonés moderno hay un tipo de tiburón llamado uniu-zonte (vease además ko)ikt, cd. de Philippt, c u ., pp 4116 107 ). La posibilidad de que se tratara de un cocodrilo, apuntaría a mi ancestral origen meridional de c*w mito, probablemente «leí sureste asiático, pues en Japón no existen ni existían cocodrilos en los siglos previos al Ko/iki. Una (tutoría similar se baila, efectivamente, ctt Malasia y en Indonesia, asi co m o en I j India y Ga lán Hit el ámbito de U interpre tación mítico, Kalut Antnm (l)«*r r«.itisse Hase t o » Inaba Vom Mythos eum Márchen, citado por Naumann. Antiguas mitos..., c iu p. 116 ) indica que el cocodrilo encarna el más allá y representa u n ser de U mue rte y un «Jemunio dr la oscuridad», anilleaa., p«jr ramo , de la liebre, «pie es encamación de la vida y de la lima. 10 6. U tu planta utilizada desde la antigüedad en Jap ón por sus propiedades curativas contra las hemorragias 107 . En el original, usaghgamt. Se traía del primer comí «le deificación «le un animal Esta oración es una glosa «leí texto. 108. ia liebre despellcja«la icwilr.i tet tuí él portas ttt mágico de un orácu lo cuyo cnig m j resuelve el h éroe tic este ciclo mítico, el ilu>\ beitiamin en tre sus ochen ta h erman os, CV
(Capítulo W». LA RESURRECCIÓN DEL OIOS» H e aquí la respuesta que la princesa Ya-gaim dio a los ochenta dioses: — N o qu iero saber nada de vosotros, Voy a casarme con el dios Oo uam uj¡!<". Lo s ochenta dioses se enfurecieron a l escuchar estas palabras y de cidieron confabularse para matar al dios Oo-namuji. Se dirigieron a las faldas del monte Tema, en la provincia de Hoki. Allí te dijeron; — Kn este monte vive un jabalí rojo. M ientra s tú nos esperas aqu í, nosotros vam os a espantarlo desde arriba para que, cuan do baje, lo cap tures. Si no logras apresarlo, te mataremos. Lo que hicieron, sin emb argo, fue prender luego a una roca que te ma forma de jabalí y lanzarla rodan do monte abajo. Cuan do el dios Oonamtiji aga rró la roca, m urió q u em ad o "0. Al enterarse de eso su m adre, se puso a llorar desconsoladamente y ascendió al Altiplano del Cielo para ped ir ayud a al dios K am u-m usu bi"1. Éste ordenó a (las princesas) Kisa-gahi-hime y Unnigi*hmicní que fueran a resucitarlo. La primera de estas raspó los pedazos del cuerpo de Oo-namuji pegados a la roc.i y, re cogie ndo estas raspaduras, se la s entregó a Um ugi que las untó de leche materna1" . De este producto se form ó de nuevo el cuerpo de Oouumuji vuelto a la vida en forma de un apuesto |ovcn que al punto se puso de pie y echó a lindar.
imtmiíi. Según N'aumann, la historia nu traía solamente de la maldad de ios lirmutiOLS y déla piedad compasiva del h éroe , vino del restablecimiento de! or den , de la ta cita 3 b vida iAtHtjtHOs tnitof..., cit., p. 11?). Pur mi parte. Mauumura (Nilx>u shittu« . . . , cit.. vo!. III, pp. 2 8 2 2 8 4 ) considera al dro* Oonamuji o Onktmimthi co m o U pcrsonifx'.uión minea de las actividades realizadas po r un gru po ancestral de gobernantesmagos de hu m o. IOS*, lista voluntad de casar se con el dio» es interp retad a por algu nos estudioso s com o mi relicto milico del proceso histórico por medio del cual la región de humo consolidó mi hegemonía en Inabil a través de matrimonios con muteres de ieícs de clanes lócales (Marvutniita. Nihon sbuiwj..., cit., vol. III, p. 270). 11 0. Según Philippi (Kofiki, cd. cit, p 9 6 ), historias sirm i.iro abundan entre los abo rígenes
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(Ca p ít u l o t ?. EN IÍL PAÍS DE LAS RAlC-f.SI
Sin embargo, los hermanos de Oo-namuji, los ochenta dioses, al verlo resucitado, v olvieron a tram ar un nuevo engaño . Esta vez se lo llevaron .1 una montaña. Allí talaron un árbol, clavaron una cuña en el tronco, hicieron entrar a Oo-naumujt en la hendidura y enseguida retiraron la cuña aplastándolo hasta darle muerte. Nuevamente su madre, la diosa, se puso a bus carlo llorando. C uan do lo cncon rro dentro del árbol, abrió d tron co pa ra sacarlo y lo revivió. Entonces le dijo: — H ijo mío, si sigues aquí, los ochenta dioses tarde o temprano aca barán matándote. Y rápidam ente lo despachó al país de K ¡!U donde vivía [el dios) O o ya-bik o-no-kam i. Pero las ochenta deid ades lo persiguieron hasta allí y en tono am enazante exigier on la entrega de O omatm iji al tiempo que lo apuntaban c on sus Aceitas. El dios O o-ya-biko, sin em bargo, lo ayu dó a escapa r haciéndo lo pasar por debajo del árbol. Y le dijo: — Dirígete a| País de las Ra icesm dond e habira el dios Susanó. Segu ro que esc gran dios no dejará de darte algún sabio consejo. Así pues, Oo-n amuji, tal com o le habían dic ho, se encam in ó al país donde vivía Susanó. Salió a recibirlo la princesa Suscri, bija del dios Susanó. Oo-nam uji y la princesa intercambiaron m iradas enam orad as’ 1' y se casaron. La princesa regresó al palacio y le dijo a su padre: — H a llegado un dios m uy apuesto. SusauO salió y al verlo dijo: — ¡Bah ! N o es más que un Ash ihara-shiko -o117. Después lo invitó a entrar en el palacio y 1c orden ó que se aposenta ra en el c uart o de las ser pien tes "*. Pero L» princesa Suseri entre gó ;t csI H . El Pal» de los Árboles. J t í . b f e w i a t o s u " el Pal* I'mnc de la» RaJees, Obsérvese tn asociación semántica cmrc el País de lo» Arbole» y éste de las Rafees. Al ijoul que un árbol que crece sobre la» ratee» duras, el país de Ki debía de <» ur cone ctad o co n el país de Nenokufa.su. Este Pai» de la» Raíces (m* no kuni) lia nulo com para do con ei niniikxuuu , mundo m ítico de donde los habitantes de Oleínawa esperan que llcjpien lo» héroe* civilizadores (pied on arío dr. las mitolof'ún..., cit., vol. V, p, $51), 116 . liter al mente, «ella pestañeó». 11 7. EJ matiz ligeramente peyo rativo dr. la fiase en español pretende tradu cir tanto la «usencia en el original de la palabra «dio»*, kami o nukoto, co n que SnuiiO ve refiere a »u yer no , com o el si/niñ ead o de c»te nom bre que le aplura: *el feo varón d e la Planicie de lo» juncos*, uno de los cinco apelativos del diosOon am iqi. Matsmnura (Nihon ík tttua..., cit., vol III, pp. 324.»28) opina que este nombre toado uhor.t por Susano rcprctena al nuevo Oonamu|i renacido tr.i» la cere monia de iniciación simbolizada po r la triple prueba que lia superado. Sobre los diversos nombre» de este dio*, vétuc el último párrafo del Capitulo 1S. 11SÍ. Plnlippi cita Ira palabras de MolO n Nonna ga sobre este episodio: «listas pru ebas, a diferen cia de las tramada s por la» och enta deidades, n o estaban tkatmnilus a Infligir 86
poso una p a fto lm 115’ capaz de ahu yentar a los reptiles. Al dársela, le dijo: —Cuando las serpientes intenten morderte, ahuyéntalas agitando tres ve ces esta pañole ta . Así lo hizo Oo-n antu ji y la s se rp ientes estuviero n en calm a. De esa torma, pudo dormir Tranquilamente y salir del cuarto. La noche siguiente tuvo que do rm ir en un cuarto lleno de ciempiés y avispas. Pero también esta vez su esp osa le e ntregó una pañoleta capaz de ahuyentar a esos insectos y le dio el mismo consejo. Por eso, nue va mente pudo salir ileso del cuarto. Después, el dios Susano disparó una flecha silbante120 hacia la pra dera y ordenó a Oo-nam uji que fuera a recogerla. Pero, tan pron to com o entró en Ja pradera, Susanó Jes prendió fuego a sus cuatro esquinas. Oonantuji no sabía por dónde escapar. En esc momento apareció un ratón que le d ijo estas m isteriosas palabras: — Dentro, hueco, hueco; fuera, estrecho, estrecho '21. Oo-na mu ji prestó atención a lo qu e le había dich o el ratón y. al asen tar el pie en un lugar de la prade ra, cayó d entro d e una fosa. L as llantas le pasaron por encinta hasra arrasar toda la pradera mientras él per manecía seguro bajo tierra. Luego apareció el mismo ratón llevando en su boca la flecha que entregó a Oo-namuji. Las plumas de la Hecha, sin emba rgo, habían sido roídas p or las crías del ra tón 122. M ientras canto, la esposa de O o-namujt, convencida de que éste ha bía muerto, lloraba desconsoladamente llevando los utensilios funerarios para el entierro123. Su padre, creyendo también que Oo-namuji había dnño real al héroe , sino a revelar m i valentía o c obard ía, hu inteligencia u m i estupidez» (fío fiki, ed . ¿ir., p. 99). M.UMimura. por m i parre [Nibon shinwa..., cit., vol. III, pp. 288*293), menciona que en rl folklore de muchos pueblos abundan la» historias cu las cuales el padre de la novia somete a examen el valor y el ingenio del pretendiente por medio de diversas pruebas que debe superar antes de concederle la mano d e su hija. 119. Hire, pañuelo o pañoleta que llevaban las mujeres en torno al cuello o sobre los hombro», y que pudiera tratarse de uiiu de las prendas características del chamán (véase Ma rsiimoto Nobwhim, Nikon nos.bw u\tno kenkytl. KamakuraShobó, Tokyo, 1996, p. 129). 120 . En japonés, kabuta. 1.a pun ía de estas (lechas estaba rem atada p or una cab era llueca de cuern o o madera perforada de ard id os que p or el impacto del aire producían un raido silbante. Se usaban para atemorizar a los enemigos al comienzo «le la» batallas. 121. En el original, hora hora subo subu. Según Orikuehi Shmobu Kojib ed de rhilippi, rir., p. 9 9 ), »c «arab a de m u fórmula empleada en los rito» de iniciación sexual p.ua dar información a los jóvenes sobre los órganos sexuales femeninos. 122 . Aunque sólo se trate de una etimología popular, hay que llamar li aten ción sobre el nombre japonés de ratón», nezunti, que significa el habitante de las ratees. El héroe »e encu entra , en ef ec to, en el País de N cnókar asu, el País de las Raíces. 125 N o sabemos qué utensilios fun erarios se iturf un para el entierro , p ero el término taponé* de entierro cj hafuru que significa tirar, abandonar, y que podría aludir a la antigua costumbre de dejar Iqs cadáveres un enterrar. Phiüppi relata que en Okinawa > entte lo» Orok y Giliitk de las Idas Sajalín, existe la co stum bre d e dejar los utniideval aire libre, sin cit tr ttá r (Kofífct, e d d i. , p . J 0 1).
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muerto, salió.»la pradera y allí se quedó de pie. En ese mom ento, apare ció Oo-namuji que entregó a su suegro la llccha silbante. Después, Susa no se lo llevó a una sala tan espaciosa com o och o cam pos de arroz y allí le pidió que le. despiojara la cabeza. Cuando Oo-namuji se fijó en la cabeza de Susanó, descubrió que estaba llena de ciempiés. Entonces, la princesa Suseri tomó los frutos Je l árbo l muktt y arcilla roja y s e lo dio a m i esposo, el cual masticó los frutos, se puso la arcillo en la boca y escupió rodo. Al hacer esto, Susano pensó que O o-namuji estaba m ordiendo y escupiendo los ciempiés y, en el fondo de su corazón, sintió afecto por Oo-namuji quedándose dormido plácidamente. Entonces, Oo-namuji aprovechó sn sueño para agarrar el cabello de Susanó y atar algunos de sus mechones al cabrio de la sala. Luego, tapó la entrada de la sala con una enorme piedra que sólo podrían mover quinientos hombres y cargó sobre sus espaldas a la augusta princesa lleván dose U Espada de b Vida, el Ar co y la Flecha de la Vida y el hoto Celes tial H ablante de Susa no 1*4. Sin em bargo, ai huir, el hoto golpeó co ntra un árbol dejando escapar de sus cuerda* uu sonido tan grande corno si b tierra se hubiera echado a temblar. El dios Susano se despertó asustado y derrumbó la sala. Pero, mientras' desenredaba su cab elló atado al cabrio, Oo-n amuji tuvo tiemp o de huir muy lejos. Susano lo pe rsiguió hasta la cuesta de Yoino-tsu-lura. Atisbamio d es de allí la ligura de Oo-namuji, le gritó: —Con la Espada de la Vida, el Arco y las Flechas de la Vida que te has llevado persigue a tus hermanastros hasta que yazcan abatido* en las faldas de esta colina y sean arrastrados a las corrientes de los ríos. De spués, conv iértete en O orku ni-nushi-n o-kam i y r.n Utsusi-kuni-rnmano-kami,j:, j toma a mi hija como esposa principal. En las faldas del monte Uka levanta un gran p alacio con robustos pilares que perfo ren h profundidad de b tierra y con vigas cruzadas que, airosas, se eleven al Altip la no del Ciclo. Y viv id allí. JA h, brib ón124!
124 lodos estos objeto* robados por Oonamuji eran , según M.imim nto Nobuhlro, (cu ch e, usad o, p or el cham án. Oonamu|i, según este estudioso, o el arquetipo mítico de lo* chamanes del antiguo I/unio el cual había adquirido poderes al casarse con U luj» del dio s del Mu ndo d< lo* M urrios (Vomr) y al llevarse cu » objeto» iras haber superado las diversas pruebas a que le había som etido Susano (\'¡bi>n no sbir.ua.... cit., p. 149). E» oíanlo >il hoto Celestial Habíanle (ame m> tiorig tslo). se trata de una especie de citara de unos 4<) cm de Lugo y.neis cuerdas. Más ititormació n sobre esto* objeto s, vn la edición de Philippi (Kojiki, ed. cir., pp. 408409',. 125 Son do* de lo* cin co nombres del lusca uliuru llamado Ou natnun , nom bres ya enunciado.* en el capitulóla. Lo* HgtnSc&dosdc evos dos nombre.* son Señor de! Gran País y Amo espiritual del País dr l o* M ortalrs». 12 6 Este term ino peyorativo alude al sentimiento di: umla gana con que el dios Su sanó imparte su bendición a tu yerno y a su hija, devpnó* de haber sido burlado por la asiu cu de Oon am uji; o bien, hay que entenderlo com o que obraba bajo el pod rí mágico de Oonamuji. 88
I)c esa manera, el dios Oo-namuji provisto de esa espada, arco y fle chas pudo perseguir a sus ochen ta h erm anos hasta l.i ladera J e 1.1 colina v hacer que fu era n arrastr ados hasta la dcscmbocaduu-j de los ríos. D es pués, se dedicó a crear el país**7. También la princesa Yagami, fiel a su promesa, se había casado con Oo-namuji el cual I j había traído de (zumo. Pero Yagami, por temor a Suscri, la esposa principal, dejó a su hijo en la horquilla de un árbol y regresó a biaba. Por esa razón, a este hijo se le llama el dio s Ki-m ata-nokami o ramhién Mi-i-no-kami.
(C a p ítu lo IS. CA NC IONE S t>K AM OR A DOS FürOSAÜJ
11 dios Ya*chi-hoko,M «e puso cu camino para ir a pedir la mano de (la princesa] Nun aka wa hime, del país de Ko shi. Al llegar a la m orada d e la princesa. le cantó esta canción de ainor,:v: (2)
Este dios Yj-chi-hoko, sin i i i i i i hacna esposa poder hallar, e n el País de las Ocho Grandes Islas noticias tuvo de que en Knshi, paí* lejano, una joven vive, discrrra y bella. En camino se pone para su amor lograr. Anda que anda,
ya ha llegado. Y, sin el lazo 127 . Recuerdes* que cua ntos en un o de lo» ciclo» mitológico» de lo* dimes Je (zumo. I a »t c ;u lón del pal» por parir de los diose» de Yaniiiio. Izan.mu c Izanagi, ya Fue relatad» rn capílalos anteriores. En el Kojiki, to m o se explicó en la Introducción, ve trenzan por claras rezan» políticas loe culos mitológico» de lo* di» pueblo*. 128 . fcs orr o de k«í nomb res del dio» Ootuiniiji o Ookunin ushi. lignítica «lírOS de la» O ch o Mil la iu a t. aludiendo a »u Uu t/ a militar, fin la versión de Isugna (Knjikt, ed. en., vol. I, p. I.UI) se menciona .p ie en realidad se trataba de o tro dio* y que, de nuevo en el contexto de querer soldar la mudad política del antiguo Japón, se realiza la fusión de la Identidad dr loe do* dioses 12‘>. la s siguientes caucion es eran recitaciones (katari) que en literatura japonesa se solloc en Imjo el géne ro de kiimu-ftitiin, «mídate*; en estilo v Forma a lo» mn.¡ cuyo mimbro »c deriva del hecho de que el grem io de los am a o man uero» eran los encargados lie «ii recitación. 89
de la espada desatar y, sin la capa de viajero dejar, con insistencia empujo1*" la puma, ay. la puerta de la casa donde la joven serena duerme. Tiro de la puerta, ay, de la puerta. En la montaña azul la alondra canta y faisanes de monte ¡cómo alborotan! mientras, el alba el gallo anuncia. lAy, detestables aves de fastidiosos cantos! ¡Que callen de una ves! lOh, aves mensajeras que voláis en el ciclo! Mi* palabras o* paso como se pasan las historias tic antaño' ' 1 Entonces, la princesa Ntmakawa, sin abrir la puerta. Je respondió desde el interior de su casa con esta otra canción: (3)
lOh, diosYa-chi-hokol soy desmayada hierba.
Si caprichosa te parezco, no cejes, pues pronto a ni* deseos 13 0. A partir de «¡te verso la voz dei narrad or cambia a primera persona. $ c trata de un recurso estilístico frecuente en las ca uc io n o de dioses Obsérvese, además, el estilo fácilmente draiunnzatde y la» referencias a movimientos corpora les de los siguientes po emas, favorable todo ello a la representación teatral. Se hj sugerido, cu efecto, que estas canciones, repletas de vividas descripciones, eran parte del acompañamiento de danzas teatrales ( Knjiki , ed, de Philippi, cit, p. 4 0 9 ). Además, la relativa abundancia de versiones de estas canciones indica lauto tu popularidad como la difusión de que debían de gozar en gran p aite de Japón 131 . Estos cin co últimos tres verso» forman una especie de estribillo al riunl de la canc ión . PoJr ia tratarse de una estrofa que ule mírica ha al grem io de rccitudoies de esta poesía cantada. Sobre esta interpretación, vc.tsc Kviiki, ed. de l’liiltppi. cit. p. 105. n. 8.
VÜ
voy a ceder. ¡Oh, aves mensajeras que voláis en el ciclo! Mis palabras os paso como se pasan las historias de amafio. Asi que el sol trasponga verdes montañas, la noche azabache’ ’ * hasta mí reptará. Pero tú, dios, luz sonriente, sol de Í3 aurora, mis brazos blancos como fibras de liana. vas a anudar; mis pechos trémulos como nieve ligera vas a acariciar; mis manos como joya» de almohada te servirán. Con tu> piernas extendidas plácidamente dormirás. Por eso, ¡oh dios Y 3-clú-hoko'. no cejes, nu cejes, mi dios. Mis palabra» os paso como se pasan las historias de antaño. Esa noch e no se encontraron el d ios y N una kaw a, pero sí la siguiente. Por otra p an e, la esposa principal del dios Ya-chi-hoko, la princesa Suse n, era, sin emb argo, una m ujer celosa. El dios, m olesto p or sus ce los, decidió dejar Uum o y pon erse en camino al país de Yamato. C u an do estaba listo para partir, con una mano en la silla de montar y con un pie rn rl estribo, se volvió a ella y le dedicó esta canción: (4 )
De un azabache traje vestido. mi pecho observo como hace el ave en la playa.
13 2. E» d original, nu balam a qué es el epíteto poético (ntakura koioba o palabra iilinohatlillii) de la baya» redonda* de un *rht>»to (bktfugt m taponé», con ei nombre científico de Ix ú cbincnsis) parecido al hlirto, el color de cuyo fruto se asemeja al azabache. 91
Cuando los brazos afeo y l».ijo, como hace el avt que sus alas despliega. Veo que este traje ya nu me engalana. Por detrás me lo quito como el mar a la playa le quita los olas De un azul traje ahora vestido, con mangas como alas de guardarrío, ini pecho observo como hace el ave en la playa. Cuantío lo* brazos alzo y bajo, como hace el ave que sus alas despliega. veo que este traje ya no me engalana. Por detrás me !«> qúiro como el mar a La playa le quita las olas. De un tr;i|c índigo teñido con zumo de hierbas y trituradas semillas criadas en la montaña, ahora vestido, mi pecho observo como hace el ave en la playa. JY que engalanado me veo! ¡Ainada esposa! Como ave que en bandada el vuelo alza, así yo volaré llevando a mis compañeros Com o ave que en bandada el vuelo alza, «m yo volaré llevado por mis compañeros. Aunque no llorar me prometas, coino junco de montaña que la soledad doblega, sola te quedarás v llorarás.
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Y tu.s Ligninas serán la niebla de la mañana. •Ah, mi anuda esposa, mi tierna hie rba!"’ Mis palabras os paso (Jomo se pasan Las historias de antaño. Ento nces la esposa tom ó la gran co pa y se acercó a su esposo para estar a su lado. Y levantando la copa, le dedicó esta canción: (5 )
¡Oh, dios Ya-chi'hoko! iMi Oo-kimi-nushif Como hombre que eres en cada isla, en cada playa, allí por donde vas, tendrás esposas, tiernas hierbas. Pero yo, como muiet ni otro hotnhre, ni otro esposo tengo que no seas n\. Detris de las cortinas de seda que ligeras cuelgan, debajo de las colchas de libra de morera que suaves rnc cubren. Debajo de las sábanas de libra de liana que blandas crujen, palpitan mi* pechos tiernos, mis pechos blancos como nieve ligera. Acaricíalos, y con los tuyos .unida mis braaos, blancos como fibras de liana. Como almohada usa mis manos.
111. Kt epíte to me tafórico de u u k j k u s j o «tierna hierba« aplicado u la joven esposa será un recurso estilístico muy frecuente, llamado mabita tetaba, y* aparecido en las canciones de ri te c apitulo, en la futura poesía clásica japonesa. Su aplicación aquí a ¡suma (esposa) marcará un ejemplo en Ion ponina» Je primavera (Kokimhu. trad. U cC . Rubio, Hipctíón, Madrid. 2005. p. 112. poema n.® 17). 93
bellas cual gemas. Y tus piernas extiende > al sueño plácido ríndete feliz. Ahora, tu copa, vamos, alza ya. Asi cantó la princesa Susc ri. Lueg o brindaron y piraron sus lazos c on yugales. Y, colo cando cada uno su man o en el cuello del o tro, así p erm a necen hasta el día de boy. Los cantos precedentes son conocidos como del género kamn ga fan**4.
(Capitulo 19. I O S DESCE N DIEN TES DF.l. DIOS OO KUNI-NUSHI| Los hijos que ñivo este dios, Oo-kuni-nushi. de (la diosa| Takiri-bime-nomikoio, la que tiene su morada en el santuario de Okt-tsu, en Munakata, fueron |los dioses] Azi-suki-taka-hikonc-no-kami y la hermana de éstc. Taka-himc-no niikoto, también llamada Shita-dcru-hime-no-mikoto. Hit cuanto al dios Az.i-suki-taka-liikone, es también conocido como la gran deidad de Kamo. Oo-kuni-m»sh¡ tomó también como esposa a |la diosa] Kamu-ya tatchim cn o-m iko to de la que tuvo a Koto-shiro-nuslw-no-kami. Tomó tam bién como esposa a To-tori-no-kami, hija de [el dios) Yasima-tmiji-nokami, de la que tuvo a (el dios] Tori-naru-mi-no-karni. Esta deidad tomó co m o esposa a H ina-ten-nukata-biclu-o-ikochinino-kami teniendo con ella a Kuni-oshi-tomi-no-kami. Esta deidad tomó com o esposa a Ashi-nadaka-no-katm, también lla mada Yagowa-e-hime, teniendo con ella a Haya-tnika-no-take-saliayazimimi-no-kami. Esta deidad tomó como esposa a Saki-tama-hime, hija de Ame-nomika-nushi-no-knmi, teniendo con ella a Mika-nusi-hiko-no-kami. Esta deidad tomó como esposa a Hi-narashi-bime, hija de Oknmino-katni, teniendo con ella a Tahinki-shimarumi-no-katni. Esta deidad tomó como esposa a Iku-tama-saki-tama-himc-no-kann, hija de Hihiragi-no-sono-hana-maznnii-no-kami, teniendo con ella a Mironami-no-kami. Esta deidad tomó como esposa a Ao-un-uma-oshi-lumc, hija de Shiki-yamainislii-iio-kami, teniendo ton ella a Nuno-oshi-tomi-tori-narumi-no-kami. 1 >4. E» decir, «palabras dívtiúk». VAasr lit nuu 129 del capítulo .interior, p, X‘>, 94
Esta deidad tomó c om o esposa a Waka-rsukushi-mc-no-kami tenien do con ella a Am c-no-hi-hara-oho-shina-dom i-no-kami. Esta deidad tomó como esposa a Toho*tsn*machi-nc-no-kaini, hija de Ame-no-sa-giri-no-kami, teniendo con ella a Toho-rsu-yama-zaki-tarjshi-no-kanii. Todas las deidades m encionada s ahora, desde el d ios Ya-shima-jinumi hasta el dios Toho-tsu-yama-saki-tarashi, sxm cono cidas com o las i li e vístete deidades>•, ‘,.
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KL O IO S S UK U N A-B IK O y E L M O N T E M I M O R O J
listaba el dios Oo-kuni-nushi en el cabo de Milio, «n el país de Izumo, cuando se le acercó una deidad montada sobre la cresta de una ola y a bordo de un bote hecho del fruto de kitganti1**. Iba vestida con la piel de nn ganso que había sido despellejado por completo. Al verla, el dios le preguntó su nom bre, pero no hubo respuesta. Preguntó a las otras de i dades que la acomp añaban, pero todo s contestaron: —No io sabemos. Después preguntó a un sa p o "" que respondió: — Segure* qu e Kuc -biko ,ÍK lo sahe. Enseguida llamó a Kue-biko que contestó: — Es el d ios Sukuna-biko, hijo de (el dios) Kam i-musubi-no-kamr w. Entonc es Oo-kuni-nushi le co ntó to do e sto al dio s Kami-musu bi, el cual respondió: — En efecto , es mi hijo. De tod os mis hijos, éste fue el que se me resbaló entre los dedos de la m ano. Este h ijo será tu herm ano, oh A sliihara-no'shiko-no-kami141’, y contigo construirá el país.
13 5. Ya ».li¡tiu|iimiji era el primogénito del «líos Susano (véai*« capítulo 14). En re.* lul.id. son quince diosos. De cualquier modo, este número de generaciones de ia familia divina de Susano, elevado en comparación con las cinco generaciones «pie componen la línea sucesoria de Ainatcrasu, se puede interpretar como la conveniencia de legitimar las aspiraciones divinas de ios distintos dañ es de l/uin o y así, unificadas en m u misma linca genealógica, asegurarse Mi lealtad a la dinastía imperial de Yamato. ti ó . Una planta relacionada con una variedad de la actual gaga-inio. mu especie tro pj.lorj identificada como Meluplexts japónica maktno. Sobre la determinación lumínica de ésra y las deruás especies mencionadas en el Koiibi, puede verse Klaii* Antoni, .Virusi tier btilige Trank. Z ar Ceschichle und rcligiósert Bcdeuiung des olkoholisbehen Ctlriínkcs (Sabe)
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Asi pues, am bos dioses. Oo-k um-n ush i y Suktina-h iko, construyeron pintos el p a ís "' Pero después el dios Sukunn-biko se march ó navegando al país de Toko-you l. En cuanto a Kue-hiko. el personaje aparecido antes y que reveló la identidad J e Sukuna biko, es lo que ah ora llamaríamos uu espantapája ros en un arroza l de la montaña, liste dios, pese j no pode r caminar con los do s pies, posee el saber de todo el m u n do "'. Entonces, Oo-kimi-mishi empezó a lamentarse: —«Cómo podré yo solo construir este país? «Qué dios se prestará para ayudarm e a construir conm igo el país? Apareció en ese m om ento una deid ad que se le acerc ó haciendo bri llar la superficie del mar. t.c dijo: —Si veneras mi alma con devoción, yo te ayudare y pimos acabare mos la construcción del país. De lo contrario, re resultará difícil hacerlo ni solo. Oo -kuni-nushi le p reguntó: — «Que tengo que hacer para venerar tu alma? — Venérala eu las ve rd « montañas orientales de la valla verde de Yam atolM. Esta es la divinidad que habita en la cumbre del monte M im o ro "5. (C ap ítulo ¿I
LA D E S C E N D E N C I A D E L DIOS OO TOSMI|
Entonces |el diosj Oo toshi no-kami"' tomó como esposa a Ino-hintc, hija de ¡el dios] Kanm-iku-subi-no-kami. naciendo de esta unión |los dioses] Oo-kimi-mi-tama-no-kanii, Kara-no kami, So-hori-no-kami, Shira hi-no-kami y Hijiri-no-kaml. (En total, cinco deidades.) 141 Estam os, pues, am e la pareja que c ji !a mitología de taim o crea el i» k . la versión «Danugilzanann» de la mitología de Yamato. 142 . I itendm ente, to¡to-yo no-knni, el paH de de roto y o. o «País de la Perpetuidad. Para un tratam iento exhau stivo de k i interpretaciones J e este «errmno, véan. la versión de Cha mh crbin (Ko/itv, ed. cit.. pp. 10 4 10 5 ) 14.1. Según algunos estudiosos, el espantapájaros tapones era en su« orfgc nr* una divinidad de los atrorale» o bien un especie de dios de 1.1 sabiduría. 144 . lina cadcnn de m ontañas rodean po r el este a Yamato com o si se tratara de una ralla. 14 V Identificado con el m onte Miwj de Yitimto. tal v e/ , tom o sugiere rhilipp i (A'n/i ki, ed. cit., p. 11 7), era un centro de culto religioso de lo* dan és pto icdcn tcs Je ¡rum o. O g u ir i k trataba >implrmcnte del topn mm n de la fusión mitológica entre i:l mundo de los dioses (el Altiplano del Cielo) y el numdo real (País Central de Adobara), de una ecografía desde la cual imponían m i hegemonía los clanes de Yaniaio, 14 6. liste dios había aparecido en el capítu lo 14 co m o uno «le los hi|os de Su unó . Según Tsugita. las deidades mencionadas en o t e capítulo son divinidades tutelares de diferentes actividades agrícola» y domesticas (Ko/ili, ed. cu ., vol. I. pp 1 4 o 147). 96
También lom ó com o esposa a Kaguyn-him e teniendo con ella a [los dioses.) Oo-k aRii-ya m a-to-m i-no-kjm i y M i-toshi-no-L am i (En total, dos deidades.) Después tomó como esposa a Ama-chikaro-mizu-hiiue teniendo con ella a [el dios) Oku-ts>u-hiko-no-kami y a |la diosa) Okii-tsu-himc-noniikoro. también llamada |l i diosa] O o-h e-lm nen u-k am i. Esta es la diosa de los lares'*7 adorada y venerada por todo el pueblo. A continuación nació Oo-yama-kui-no-kam i, también conocid o com o |el dios| Yama-sucno-O nushi-no-kami, el cual habita en el monte Hic del paí> de ChifcatsuM* Es el dios de la flecha sibilante que habita en M aisu -n ó, en el país de Kazu'tio. I-as deidades nacidas despu és fueron Niw a-tsu-lti-no-kam i, Ashuhann kaini, I (akihi-no-kaim, Kagu-yama-to-omi-no-kami, Ha*yama-to-nokami, Niwa-taka-tsu-hi-no-kami y O o-rsuchi-no-kam i, también llamado iMtch i-no-mi-oya-no -kam i. (En to tal, n ueve de id ad es1*1' .) Los hijos del dios Oo-toshi m encionados anteriormente, desde el dios Oo-kuni-mi-rama hasta el dios Oo-tsuchi, suman dieciseis deidades. [De sus hijos} el dios Ha-yama-to tomó como esposa a |ln diosa) Oo-kc-rsu-himc-no-kami teniendo con ella a Waka-yaina-kui-no-kami, .1 Waka-toshi-no-kanii. a su hermana. Waka-saiia-me-no-kami, a Mi/u maki-no kami, a Natsu-toka-tsu In-no-kami, tam bién llamado Natsu -nom r-no-kami, a Aki-hime-no-kam i, a Ku ku-toshi-no kami y a Kuku-ki vv uka-m uro-tsu na-nc-no-kam i. Las deidades mencionadas en el ú liimo p árrafo , desde del dios Waka yama-ku i hasta el dio s Kuku-k t-waka-m uro -t su na-n c. su man ocho.
14 7 FJ nomb re ele U dmui csKimiti no kam i, pro pu nirm r -l.i iliou J r l borní» • »dr U cocina* 148 I j actual prefectura de Shiga. J4 V Fu rr .ilid.u l. u>n dice Scg &a Uu gttii IKoftki, ed. cit,, mi, I, p 136 ) v M ima (fío liki, ed. d i. , p. 7V), %c iralii de un error del oriiiina!.
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(Ciclo V I.A PAC IFICA CIÓ N OKI. I’AÍSJ (C a p itu lo 22
E l FA ISA N M F N S A J FR O |
Ld diosa Am atcrasu orden ó: El País de las Espigas Fre sca s'" es la tierra que debe gobernar mi hijo, [el dios) Masa-karsu-a-lcatsu-lcachi-liava-hi ,iinc-uo-oslu-ho-minu-no-mikorolU. Encomendó, por tanto, esta misión a su augusto hijo al que ordeno que descendiera del Altiplano del Cic lo. C uand o el dio» Osh i*ho -m im i"; cruzaba el Puente Flotante del Cielo, se detuvo y dijo: —El País de las Espigas Frescas se encuentra envuelto en un gran tumulto"-1. Decidió volver al Altiplano del C ielo y contar lo sucedido a su m a dre, Amarcrasu. Entonces esta diosa y el d ios lak a- n u -im isu b i"4 ordenaron qu e los ocho millones de dioses se congregaran en el cauce pedregoso del rio celestial Yasu > qu e leí dios) O m ohi-kan c n o-kami ideara algún p la n " ’ . Los dioses dijeron: —El País Central de Ashíliara es una tierra para ser gobernada (»or un lujo, el dios Ohi-ho-nmm. Pero parece ser una tierra llena de deida des agresivas y coléricas. ¿Que dios podremos enviar para que un país a h í pronuncie el juramento de sumisión? Empezó un debate entre muchos dioses, entre ellos Omohi-kanc. Fi nalmente se llegó a una decisión. Dijeron:
I so t i nomb re com pleto en <1 original e» T o y i ln-utu-nagai-bt>ah « o «mcu-Ao cuy a traduc ción ap rox im ada seria -el País de la» Espigas Fresca* de lo s mil otoÓo* * Je Im largo s quiniento s arios que hay en. L fértil planicie de ¡Uticos». Es uno de lo* rpU rtos po éticos— dr ungen probablemente rdigioco— del antiguo |apon. l o liemos «unpliiicado com o «País de las E spigas Frescos». 15 1. En el capitulo •> n m encionado sum o el primen* de los vinco lujo* de la Diosa ild S<>l (véase nota 68, p. 71). A bre vi ad am en te , e s conocid o com o O sh Eho -f ltim i. I . Abreviatura —ral como aparece en el original— del uoutbrc alMrnor. I 5 i. Ist c estad o tumultuoso es descrito en el Nfhon %hoki c u l<« siguientes términos •* n e*e país había muchas deidades que refulgían como la lur de las luciérnagas y como ilon m Jn lts perversas que rumhahan como mofe**. H iliU laminen planta* y arboles todo» los iiiulcs eran capac es de hablar- (Koiikt, cd. de Piiilippi, cu., p. 121), 15 4 . t .'iu de las rrc» divinid ades primigenia* inct'.oumulas ,il com ienzo del capitulo I 15 5 1*1.» mom a divinidad que ru rl capítulo 1 1 fue consultada para poner im al reino de la* iniichla*. lia hüu de Taka-tni ruusuhi
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—Sería una buena idea enviar a |cl dios) Ame no-ho-hi-no kanu"'1. Así pues, el dios Anic-n o-h o-h i íu e desp achado, p ero esta deid ad aca bó por buscar el favo r del dios O o-kuni-nnslii a cu yo servicio se puso; > durante tres artos iw i dio cuenta de la misión que le habían encomen dado. Entonces. Taka-m»*musubi y Ám.uerasu volvieron a preguntar a to dos los dioses: — Este dios Am c-no-ho*h i al que hemos enviad o al País Central de Asliilt-iru no nos l u d ado cuern a dura nte m ucho tiem po de I j misión que le habíamos encomendado. «A qué dios podremos enviar ahora? El dios Om olti-kane respondió: —Seria nna hu m a idea enviar a |cl dios) Amc-no-waka-liiko-nt>-kam¡, el hijo de Am a-tsu-ktini-tama-no-kaini. Entregaron entonces el arco celestial ntükttkó y la Hecha celestial b u h a " ' ' al dios Ame-no-waka-hiko y lo despacharon para que ejecutara la misión de pacificar aquel país. Pero ocurrió que este dios, al llegar al País Central de Ashihara, tomó enseguida como esposa a Shita-denthime. luja de Oo-kuni-m whi. Adem ás, consp iró para hacerse con el país. Así transc urrieron ocho años sin dar cu enta de su m isión. Así pues, de nuevo Taka-nu-m usu bt y Amatcrasu preguntaron a los dem ás dioses: — Hace mucho tiempo que Am e-no-waka-hiko no nos da cuenta de nada. lo interpreta Pkilippi — al ijui.il que 'ÍMigtta y M itin — como «matador de ciervos» y M u
ponde a la especie cuyo nombre cicruflko es (¿nuU phyttnm ¡aponteuní. 100