La ciencia y la vibración sonora :
La ciencia está demostrando que la materia, en el fondo, es vacío, es silencio. Las partículas más pequeñas de la materia, m ateria, los átomos, están formados por un núcleo rodeado de electrones que lo orbitan. La distancia entre el núcleo y los electrones, en relación a su propio volumen, es enorme; resulta proporcional a la distancia entre la Tierra y el Sol. Esta referencia es para dejar patente que la materia, básicamente, es vacío. Y después del vacío, la vibración. No existe la materia estable. La materia está en continua vibración, en continuo movimiento, los electrones se mueven alrededor del átomo a unos 2000 kilómetros por segundo. Es sólo desde la percepción de nuestros sentidos que el mundo físico toma un carácter de estable. Pero esto es pura ilusión. Es sólo una forma parcial de percepción. Un simple microscopio electrónico nos da la evidencia. El sonido está formado por ondas. Las ondas son pulsaciones que se producen a nivel del átomo a determinada velocidad. Según sea la velocidad de onda, podemos percibir el sonido como tono. La unidad de medida es el hertz. Un hertz es una pulsación por segundo. El oído humano percibe e identifica como tono entre 16 y 25.000 Hz. Las frecuencias por encima o por debajo resultan inaudibles para el oído humano. Por debajo del umbral de los 16 Hz, el oído percibe ritmo, y no tono, se denomina infrasonidos. Por encima de los 25.000 Hz, las frecuencias no son audibles por el hombre, pero si por otros animales. Se llaman ultrasonidos. Los perros perciben hasta 60.000 Hz, y los delfines hasta 120.000 Hz. La vibración sonora hace oscilar una molécula de aire, que vibra, resuena, y transmite la vibración a la molécula contigua, y así se va propagando a una velocidad que depende del elemento en el que se encuentre. En el caso de propagarse por el aire, la velocidad es de 334 m / s, pero en el agua (nuestro cuerpo es agua en un 80%) la velocidad es de 1.510 m / s, con una intensidad que va decreciendo en la medida que avanza. Ya hace muchos años que estudios de cimática demuestran cómo la vibración sonora ordena y moviliza la materia. Pequeños
experimentos lo dejan bien patente, como por ejemplo poner granos de arena sobre una plancha metálica, que al vibrar por la acción de un arco de violín, se organizan en figuras geométricas, o bien el agua de dentro de un cuenco tibetano, que al vibrar por la acción de una madera en fricción a su alrededor, describe formas geométricas, incluso en tres dimensiones. Influencia de la vibración sonora en la persona :
La vibración sonora tiene un efecto sobre la persona. Este puede ser positivo, pero también negativo. Podemos percibir sonidos armoniosos, pero también ruidos perjudiciales. Los sonidos que utilizamos en el masaje sonoro, son sonidos beneficiosos para la persona. Son sonidos en los que podemos apreciar gran cantidad de armónicos, como en el monocordio, los cuencos tibetanos, la tampura, o el canto difónico o sonidos puros, neutros, como el caso de los diapasones. La influencia del sonido se produce a diferentes niveles. A nivel físico, el sonido tiene un efecto directo sobre la materia, como demuestra la cimàtica, pero también tiene un efecto sobre la energía vital, entendida como causa que motiva el funcionamiento más o menos fluido, armonioso, del organismo físico . La terapia sonora armoniza la energía vital, permitiendo que circule más fluidamente por todo el organismo y proporcionando, consecuentemente, un bienestar corporal. Este bienestar es una de las manifestaciones que se pueden apreciar más rápidamente durante el masaje sonoro. La persona queda invadida por una sensación de relax magnífica. Esta relajación es consecuencia, no sólo del efecto del sonido sobre el cuerpo físico, sino del efecto del sonido sobre el nivel emotivo-afectivo y mental. En el nivel afectivo, el masaje sonoro incide directamente sobre la energía afectiva. La despierta y la hace consciente. La persona tiene una percepción directa del amor y la felicidad que es. Partimos de la experimentación que en la persona hay un potencial fabuloso de energía, de amor-felicidad y de inteligencia. Estas son sus cualidades básicas. Los estímulos exteriores no hacen más que actualizar ese potencial, de manera que nada del exterior aporta
algo a la persona, sino que es la persona a través de su respuesta que actualiza el potencial que ya es, y lo transforma en experiencia. La persona a nivel físico se desarrolla, crece, gracias a los alimentos que come. Pero los alimentos en sí, no hacen crecer y desarrollar la persona en el plano físico-biológico, sino que es la capacidad que la propia persona tiene de digerir los alimentos, lo que posibilita que se desarrolle. A nivel mental ocurre lo mismo, la persona recibe unos estímulos exteriores en forma de información, pero es la capacidad de comprensión de la persona la que hace que se produzca un desarrollo a nivel mental. En el nivel afectivo se repite la fórmula, los estímulos exteriores sólo sirven de incentivos para que el fabuloso potencial de amor y felicidad que se es, se vaya actualizando, siempre a través de la respuesta, de la expresión de esta afectividad. Entendemos pues, que la persona forma una unidad indisoluble con el medio; continuamente se establece un circuito de intercambio de energías en los diferentes niveles, y que cualquier crecimiento, cualquier desarrollo, es consecuencia de la respuesta que da el individuo, de la respuesta en cuanto a actualización del potencial que es. Conciencia de plenitud con el masaje sonoro :
La persona de entrada tiene una percepción de la realidad a través de sus sentidos. Cuando la percepción se ve afectada por causas neurológicas, la estructuración de la mente se ve afectada también. La afectación no sólo se debe a las posibles causas neurológicas, sino que la propia percepción distorsionada impide una estructuración mental de características, digamos, normales. Pero no podemos olvidar que la percepción de la realidad que llamamos normal, no deja de ser una percepción de la realidad absolutamente parcial. Es útil para vivir en nuestro medio, pero es absolutamente parcial, porque habitualmente sólo tenemos acceso a percibir lo que nos permiten nuestros sentidos. La realidad
puede ir, y de hecho, mucho más allá. Estos apuntes son para explicitar que todas las personas con algún tipo de discapacidad mental, no dejan de ser un fabuloso potencial de energía, de amor-felicidad y de inteligencia. Su manifestación puede verse distorsionada por algún tipo de patología, pero no podemos mirar a la persona como patológica, sino como alguien con excelentes posibilidades de crecimiento y desarrollo. Las personas solemos experimentar la felicidad y el amor cuando nuestra mente, nuestras ideas, nos lo permiten. Ya somos todo el amor y la felicidad que podemos llegar a imaginar (sino, como me podríamos tener conciencia?) Pero exigimos vivirlo a través de unas circunstancias determinadas. Esta exigencia se produce en nuestra mente, son nuestras ideas. El masaje sonoro tiene la peculiaridad de que traspasa la mente. El sonido en el masaje sonoro traspasa con mucha más facilidad que otras formas de estimulación toda la barrera mental de ideas y exigencias. Y despierta, estimula directamente la energía afectiva que somos; la energía afectiva de nuestro potencial. En las personas con discapacidades mentales, esta peculiaridad del masaje sonoro es una ventaja aún más valioso. El sonido los despierta directamente el amor y la felicidad que son, sin someterá a la dictadura de la mente y las ideas, que en el caso de ellos, aunque los puede condicionar y coartar más. Así pues, podemos observar cómo la persona se abre fácilmente a una experiencia de plenitud y felicidad, sea cual sea su handicap. La utilidad del masaje sonoro no se detiene en conseguir este estado de bienestar y plenitud, sino que esta experiencia positiva, debe motivar a la persona, ya la persona con discapacidades en particular, a dar una respuesta igualmente positiva en otras áreas de su vida, donde posiblemente viva a menudo el desencanto. La experiencia positiva debe convertirse, poco a poco, en un referente en la vida cotidiana. La actitud positiva en cuanto a actualización del potencial que uno
es, no sólo es útil para la lógica fluidez de energías que conlleva, sino que además implica una conciencia subjetiva de plenitud. Plenitud que no depende de las condiciones externas, sino únicamente de esta actualización del potencial. La ciencia de los armónicos :
El masaje sonoro también tiene una incidencia directa en el nivel biológico de la persona. Las secuencias de armónicos que se producen con los diferentes instrumentos étnicos, y sobre todo, con la voz, están construidas en intervalos exactos en proporciones que se dan en la materia. Los intervalos que surgen con los armónicos, corresponden exactamente a proporciones que se dan en la naturaleza. Así pues, si la nota fundamental vibra a una frecuencia de 100 Hz, por ejemplo, el primer armónico vibrará a una frecuencia de 200 Hz, en una proporción exacta de 2:1, y un intervalo musical de una octava. El tercer armónico vibrará a una frecuencia de 300 Hz, en una relación de 3:1, y un intervalo musical de quinta justa. El cuarto armónico vibrará a una frecuencia de 400 Hz en una proporción exacta de 4:1, y un intervalo musical de dos octavas. Los armónicos se van sucediendo en esta progresión exacta de frecuencias hasta el infinito. Siempre se producen en estas relaciones exactas: 2:1. 3:1, 4:1. 5:1, etc., Y la secuencia musical que se produce en los primeros dieciséis armónicos son los siguientes intervalos: octava, quinta justa, octava, tercera mayor, quinta justa, séptima menor, octava, segunda mayor, tercera mayor, cuarta aumentada , quinta justa, sexta menor, séptima menor, séptima mayor y octava. En los años veinte del siglo pasado, el científico alemán Hans Kayser investigó la relación entre estas proporciones que se establecen entre los diferentes armónicos y las estructuras que se dan en las formas de la naturaleza, desarrollando toda una teoría relativa a los armónicos ya la su vinculación en el plano biológico. Aparte de estos estudios, se puede constatar por propia experiencia como el cuerpo responde coherentemente al estímulo de los armónicos; reconoce las proporciones y se armoniza.
Conciencia en el sonido :
Pero en el masaje sonoro, como en cualquier terapia del sonido, hay otro elemento fundamental a parte de la vibración sonora: la intención. Tal y como dice Jonathan Goldman en su libro Healing Sounds, FRECUENCIA + INTENCIÓN = SANACIÓN. La intención tanto de quien emite el sonido como de quien lo recibe, es determinante para que los efectos beneficiosos se hagan bien patentes. Podríamos decir que el sonido es una ola portadora de conciencia, lo que significa que, dependiendo de donde está situada la conciencia de la persona que emite el sonido, el sonido llevará información de este estado en la persona que lo reciba. El sonido y la intención tiene unos efectos, en nuestra vida, insospechados. El científico japonés Masaru Emoto ha demostrado fotografiando células de agua cristalizadas como estas son afectadas por diferentes sonidos y diferentes intenciones. En sus experimentos, fotografía primero una misma muestra de agua, y posteriormente en somete una parte a la influencia del sonido de cantos tibetanos e intención positiva, y otra parte a sonidos agresivos e intención negativa. Los resultados visuales hablan por sí mismos. De la misma fuente de agua, las muestras sometidas a sonidos beneficiosos presentan un aspecto de cristales preciosos, mientras que las otras muestras tienen tie nen un aspecto repugnante. Los experimentos de Masaru Emoto nos hacen reflexionar en cómo inciden en nuestro metabolismo estos sonidos, teniendo en cuenta que nuestro cuerpo es agua en un 80%. Efectos del masaje sonoro :
El sonido tiene unas extraordinarias propiedades terapéuticas ya que puede producir cambios energéticos y fisiológicos muy importantes; a nivel sensorial, produce una gran relajación, reduce la irritabilidad, el estrés y la ansiedad. A nivel biológico, regula la presión sanguínea y estimula el sistema inmunitario. También favorece la creación de endorfinas, sustancias químicas generadas
por el propio cuerpo y que son responsables de la experiencia subjetiva de felicidad. A nivel afectivo, aporta conciencia de felicidad, ya nivel mental, induce a un silencio de una calidad exquisita. Este silencio se evidencia sobre todo cuando el sonido va desapareciendo. Uno no sabe si es el sonido el que pierde intensidad, o es el silencio lo inunda y disuelve el sonido ... pero cuando uno vive ese silencio majestuoso, se siente en paz. La vibración sonora nos reconecta a nuestra realidad profunda, alinea y equilibra nuestras energías y nos da la oportunidad de revivir el silencio, silencio fecundo y creativo, íntimamente ligado a nuestra esencia. En definitiva, el masaje sonoro es un sistema para equilibrar y restaurar la armonía en nuestro ser. Instrumentos étnicos :
El didgeridoo es un instrumento de origen australiano. Se le atribuye una antigüedad de unos 40.000 años. Inicialmente, era simplemente una rama de eucalipto, el interior de la cual había sido devorado por las termitas. Actualmente, puede estar construido con diferentes materiales. Produce un sonido profundo, grave y potente, y al mismo tiempo, armónicos. Es un instrumento de viento, y se toca con una técnica especial que se llama de respiración continua, a través de la cual, el sonido aparece ininterrumpidamente. Su poderoso sonido, tiene la propiedad de romper barreras y resistencias psíquicas, al tiempo que conecta la persona con algo muy profundo de sí misma. Los cuencos tibetanos provienen del Tíbet y están construidos con la aleación de siete metales. Esta aleación y su forma generan un sonido particular que invade el espacio y crea la atmósfera sonora que los caracterizan. Se pueden percutir o friccionar con una maza de madera. Su efecto es expansor. Producen gran cantidad de armónicos, con una vibración sonora muy intensa, perceptible incluso táctilmente sólo de acercar la mano. Los diapasones son la antítesis de los cuencos tibetanos. No producen ningún armónico, Son tonos puros, y sólo perceptibles muy cerca del oído, o bien a través del contacto corporal, vibrante sobre alguna parte ósea. Pueden ser construidos con acero o
aluminio y al ser tonos puros, provocan un efecto de concentración y profundización. El monocordio es un instrumento de cuerda. Pitágoras a través de él creó su teoría musical y descubrir la secuencia natural de armónicos. En su tiempo constaba de una sola cuerda sobre una caja de resonancia rectangular, hecha de madera. Actualmente tiene veintitrés tres cuerdas, con la peculiaridad de que están afinadas exactamente con la misma nota, lo que ocasiona que desprenda unos nítidos y bellos armónicos. Es un instrumento sumamente equilibrador. La tampura es un instrumento hindú de cuerda. Puede tener cuatro o seis cuerdas, con una afinación variable. Es una calabaza con un mástil cilíndrico de madera. Unos pequeños filamentos entre las cuerdas y el puente, provocan un fimbreig que excitan la aparición de innumerables armónicos. Normalmente, se utiliza este instrumento como acompañamiento a otro instrumento solista o en la voz. Pero su utilización solitaria produce también un efecto equilibrador y armonizador. El canto de armónicos :
El canto de armónicos es una antigua técnica que posibilita la emisión de dos o más sonidos a la vez por parte de un cantante con su voz. Sus orígenes son inciertos, aunque su desarrollo principalmente se ha producido en Mongolia y Tíbet. La luz blanca está compuesta de un amplio espectro de colores, que se hacen visibles cuando ésta es refractada por un prisma. Del mismo modo, el sonido contiene un amplio abanico de colores, que son los armónicos que lo componen, es decir, las frecuencias adicionales que le rodean, gracias a los cuales percibimos los diferentes timbres. La voz humana es el instrumento más rico en cuanto a armónicos, y con una técnica adecuada, estos armónicos se pueden potenciar y hacer distinguir claramente de la nota fundamental que los
genera. El cantante convierte su cuerpo en una gran caja de resonancia. El abdomen, el cráneo, las fosas nasales, el pecho, el diafragma, la boca la faringe, todo interviene para canalizar el sonido de forma diferente a como se hace con las técnicas habituales de canto. Con esta técnica se consigue un sonido claro y aflautado que aparece por encima de la voz del cantante. La percepción de este sonido causa una impresión mágica y mística. Se pueden llegar a cantar incluso dieciséis armónicos diferentes. Aparecen con los intervalos exactos de la escala de armónicos, y no son susceptibles de estar desafinados respecto a la nota fundamental que los genera. Precisamente es esta distancia, la del armónico con la voz del cantante que emite la nota fundamental, la que tiene unas propiedades tan beneficiosas para la persona.
Armonización con los instrumentos étnicos y el canto de armónicos :
La vibración sonora de estos instrumentos étnicos tiene unas connotaciones mentales muy diferentes de otros tipos de instrumentos occidentales. Los instrumentos occidentales están concebidos para la melodía y el ritmo, ya sea como solistas o como acompañamiento. Su diseño y su sonido ayudan precisamente a que este ritmo y esta melodía sean nítidas y claras. La melodía, la armonía y el ritmo forman parte del lenguaje musical. El lenguaje musical, como cualquier lenguaje, precisa de una comprensión, de una decodificación por parte del oyente. De esta manera, la música occidental exige por parte de quien la escucha, de una comprensión mental bastante elevada, aunque también es cierto que en ausencia de esta decodificación o comprensión, sus efectos también son beneficiosos, ya que, indudablemente, la vibración sonora llega, se entienda o no el lenguaje al que está sometida. En los instrumentos étnicos que utilizamos, en el canto de armónicos y en buena parte de la música oriental, toma mucho más protagonismo el timbre que la armonía o la melodía. El timbre de estos instrumentos liberan y potencian de una manera intensa
los armónicos que lo constituyen. El resultado es que la vibración sonora, resuena en lo más profundo de la persona, sin que la mente intervenga en el proceso. Si fuera necesario la intervención de la mente, de la comprensión, en el proceso, el efecto del sonido probablemente no sería tan poderoso como es en este caso. Esto no pretende desvalorizar la música occidental. En absoluto. Tanto la música clásica, como la popular, cuando está compuesta e interpretada con sinceridad, cuando es la muestra auténtica de lo que vive el compositor ol'intérpret, es alimento para el alma y despierta aspectos sublimes de nosotros mismos. A pesar de ello la utilización deliberada de estos instrumentos étnicos y el canto de armónicos, presenta ventajas considerables para la armonización de la persona. Podríamos decir que entra en sintonía con la esencia de cada uno. Los dos hemisferios cerebrales no son ajenos a esta armonización. El hemisferio izquierdo corresponde a la parte analítica, calculadora, planificadora, mientras que el hemisferio derecho corresponde a la parte analógica, creativa y artística. La vibración sonora proporciona equilibrio y sintonía entre los dos hemisferios. De la misma manera que la oscilación de dos péndulos puestos uno al lado del otro tienden a sincronizar su movimiento, la armonía de la vibración sonora tiende a armonizar las vibraciones físicas y sutiles con las que se pone en contacto. Recordemos que la materia es, básicamente, vibración. Nosotros somos vibración. Y nuestros cuerpos resuenan con la vibración sonora.