" O m n e v er er u m , a q u o c u m q u e d icatur, icatur , a Spiritu San Sa n c to e st "
Toda verdad, dígala quien la diga, viene del Espíritu Santo
SANTÍSIMA TRINIDAD A Ti, Dios Padre ingénito; a Ti, Hijo unigénito; a Ti, Espíritu Santo paráclito, santa e individua Trinidad, de todo corazón te confesamos, alabamos y bendecimos. A Ti se dé gloria por los siglos de los siglos. Amén. Francisco Martínez A. Mayo 2012 Fuente: Nuevo Testamento, Testamento, catecismo, Catholic.net , la Pieta y otras fuentes en internet
El misterio de la Santísima Trinidad es la revelación más grande hecha por Jesucristo. El cristianismo cristianismo es la única religión que ha descubierto, en la revelación de Jesús, que Dios es uno en tres personas.
El Misterio de la Santísima Trinidad es el misterio más profundo de la fe, que el entendimiento por sí solo no puede comprender ni penetrar.
San Agustín Agustín nos narra en sus confesiones confesiones la siguiente historia : Ésta surge del mucho tiempo que dedicó este gran santo y teólogo a reflexionar sobre el misterio de la Santísima Trinidad, de cómo tres personas diferentes podían constituir un único Dios. Por supuesto que su cerebro mortal no concebía la idea, más bien, se enredaba cada vez más.
Cuenta la historia que mientras Agustín paseaba un día por la playa, pensando en el misterio de la Trinidad, se encontró a un niño que había hecho un hoyo en la arena y con una concha llenaba el agujero con agua de mar.
El niño corría hasta la orilla, llenaba la concha con agua de mar y depositaba el agua en el hoyo que había hecho en la arena. Viendo esto, San Agustín se detuvo y preguntó al niño por qué lo hacía, a lo que el pequeño le dijo que intentaba vaciar toda el agua del mar en el agujero en la arena.
Al escucharlo, San Agustín le dijo al niño que eso era imposible, a lo que el niño respondió que si aquello era imposible hacer, más imposible aún era el tratar de decifrar el misterio de la Santísima Trinidad.
En cambio, el mismo entendimiento, iluminado por la fe, puede en cierto modo, aferrar y explicar el significado del dogma, para acercar al hombre al misterio de la vida íntima del Dios Uno y Trino.
Toda la Sagrada Escritura revela esta verdad: "Dios es Amor en la vida interior de una única Divinidad, como una inefable comunión de personas". Son Tres Tre s Perso Pe rso nas dis tintas tinta s en un sólo só lo Dios .
Sabemos que hay UN SOLO DIOS, en tres personas distintas entre sí, no por su naturaleza, que es la divinidad misma, sí por su obrar en la historia de la salvación. Así decimos decimos que:
DIOS PADRE, PADRE, es el "Principio, sin principio";; es decir, principio" no fue creado ni engendrado; es por sí sólo el Principio de Vida; es la vida misma, que posee en absoluta comunión con el Hijo y con el Espíritu Santo.
DIOS HIJO, HIJO, es engendrado, no creado, por el Padre; Padre; Jesús es Hijo eterno y consubstancial (de la misma naturaleza o substancia); Dios es al mismo tiempo Padre, como el que engendra, e Hijo como el que es engendrado.
DIOS ESPÍRITU SANTO,, SANTO procede del Padre y del Hijo; es como una "espiración", soplo del Amor consubstancial consubstancial entre el Padre y el Hijo; se puede decir que Dios en su vida íntima es amor, que se personaliza en el Espíritu Santo.
La Santísima Trinidad es en sí, el dogma fundamental, del que todo fluye y al que todo, en el cristianismo viene a parar. parar.
De ahí que, después de haber recordado uno tras otro en el curso del Cielo a Dios Padre, Hijo, autor de la Redención, y a Dios Espíritu Santo, autor de nuestra santificación,
EL PADRE es el Principio de Vida, de quien todo procede y al que se le atribuye la Creación. EL HIJO procede eternamente del Padre, como engendrado por Él, y asumió en el tiempo una naturaleza humana por nuestra salvación y se le atribuye la Redención.
EL ESPÍRITU SANTO, es enviado por el Padre y el Hijo, como también procede de ellos, por vía de voluntad, a modo de amor; se manifestó primero en el Bautismo
El Bautismo de Jesús Mateo 3, 13-17 / Marcos 1, 9-11
3:21 Todo el pueblo se hacía bautizar, y también fue bautizado Jesús. Y mientras estaba orando, se abrió el cielo 3:22 y el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma corporal, como una paloma. Se oyó entonces una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección". Lucas, 3: 21-22
Segundo y en la Transfiguración de Jesús Misterio de luz por excelencia es la Transfiguración, que según la tradición tuvo lugar en el Monte Monte Tabor. abor. La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo, Cristo , mientras el Padre lo acredita ante los apóstoles extasiados para que lo « escuchen » Lucas, 9; 29, 35
La transfiguración de Jesús Mateo 17, 1-9 / 1-9 / Marcos 9, 2-10
29 Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se volvieron de una blancura deslumbrante. 35 Desde la nube se oyó entonces una voz que decía: "Este es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo". Lucas, 9:29,35
Y luego el día de Pentecostés sobre los discípulos; habita en los corazones de los fieles con el don de la caridad “30 No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención Efesios, 4:30 Se le atribuye la Santificación.
la Iglesia nos incita, a la consideración y rendida adoración del gran misterio que nos hace reconocer y adorar en Dios la unidad de naturaleza en la trinidad de personas.
Dios es amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios quiere comunicar libremente la gloria de su vida bienaventurada bienaventurada.. Tal Tal es el "designio benevolente" Efesios, 1:9 El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Sólo Dios puede dárnoslo a conocer revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Sinopsis El dogma de la Santísima Trinidad La Trinidad es una . No
confesamos tres dioses sino un solo Dios en tres personas: "la Trinidad consubstancial" (Cc. Constantinopla II, año 553: DS 421).
Es consolador saber que nuestro Dios es "uno sólo, pero no solitario" solitario" (Concilio VI de Toledo, año 638), amor puro que sólo busca darse de forma creadora y llevarnos a participar en su unidad vital eterna.
Las personas divinas no se reparten la única divinidad, sino que cada una de ellas es enteramente Dios: "El Padre es lo mismo que es el Hijo, el Hijo lo mismo que es el Padre,
el Padre y el Hijo lo mismo que el Espíritu Santo, es decir, un solo Dios por naturaleza”
(Cc. de Toledo XI, año 675: DS 530).
"Cada una de las tres personas es esta realidad, es decir, la substancia, la esencia o la naturaleza divina" (Cc. de Letrán IV, año 1215: DS 804).
Las personas divinas son realmente distintas entre sí .
"Dios es único pero no solitario" (Fides Damasi: DS 71).
“Padre", "Hijo", y “Espíritu Santo"
no son simplemente nombres que designan modalidades del ser divino, pues son realmente distintos entre sí. Afirmaciones del dogma de la Trinidad, se ven continuamente en la Liturgia.
“En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”, así empieza y termina la Santa Misa y el Oficio divino, y se confieren los Sacramentos.
La devoción a la Santísima Trinidad se inició en el siglo X, y a partir de esta época se fue también difundiendo su fiesta litúrgica, entrando en el calendario romano en 1331.
La verdad revelada de la Santísima Trinidad ha estado desde los orígenes en la raíz de la fe viva de la Iglesia, principalmente en el acto del bautismo.
Esto con base en lo que les dijo Jesús a sus discípulos cuando iba a ascender a los cielos: «19 Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo H ijo y del Espíritu Santo». Mateo, 28: 19
Honramos a la Santísima Trinidad siempre que tomamos conciencia de que Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo están presentes en nuestra alma. Le honramos asimismo cuando tratamos de entender con la ayuda de la fe que por el Bautismo estamos llamados a íntima unión de amor con las tres divinas Personas.
Oración De Santa Catalina Cata lina d e Siena
¡Oh Trinidad Trinidad eterna! Tú eres un mar sin fondo en el que, cuanto más me hundo, más te encuentro; y cuanto más te encuentro, más te busco todavía. De ti jamás se puede decir: ¡basta! El alma que se sacia en tus profundidades, te desea sin cesar, porque siempre está hambrienta de ti, Trinidad eterna;
siempre está deseosa deseosa de ver tu luz en tu luz. Como el ciervo suspira por el agua viva de las fuentes, así mi alma ansía salir de la prisión tenebrosa del cuerpo, para verte de verdad...
¿Podrás darme algo más que darte a ti mismo? Tú eres el fuego que siempre arde, sin consumirse jamás. Tú eres el el fuego que consume en sí todo amor propio del alma; tú eres la luz por encima de toda luz...
Tú eres el vestido que cubre toda desnudez, el alimento que alegra con su dulzura a todos los que tienen hambre. ¡Pues tú eres dulce, sin nada de amargor! ¡Revísteme, Trinidad eterna, revísteme de ti misma para que pase esta vida mortal en la verdadera obediencia y en la luz de la fe santísima, con la que tú has embriagado a mi alma!
ORACIÓN DE LOS ÁNGELES A LA SANTÍSIMA TRINIDAD Oh Santísima Trinidad, Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Te adoro profundamente y te ofrezco la Preciosísima Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo presente en todos los sagrarios del mundo en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias por los cuales Él está más ofendido y por medio de los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, te ruego por la conversión de los pobres pecadores. Amén
Aunque el Misterio de la Santísima Trinidad es e s un dogma difícil de entender, fue el primero que entendieron los Apóstoles. Después de la Resurrección, comprendieron que Jesús era el Salvador enviado por el Padre.
Y, cuando experimentaro Y, experimentaron n la acción del Espíritu Santo dentro de sus corazones en Pentecostés, comprendieron que el único Dios era “Padre, Hijo y Espíritu Santo”.
Padre, Hijo y Espíritu Santo tienen la misma naturaleza, la misma divinidad, la misma eternidad, el mismo poder, la misma perfección; son un sólo Dios. Además, sabemos que cada una de las Personas de la Santísima Trinidad está totalmente contenida en las otras dos, pues hay una comunión perfecta entre ellas.
“Porque tres son los que dan
testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno”. 1Juan, 5:7 Dios es un solo Ser, pero subsiste en tres Personas: El Padre, El Hijo y el Espíritu Santo. El Padre, El Hijo y el Espíritu Santo, cada uno es una diferente revelación de Dios y obra de diferente manera:
El Padre: Infinito en Santidad, Justicia, Gracia, Misericordia y Amor.. Amor Bendice, escoge y se vuelve Padre de todos los que han confiado en Cristo.
El Hijo: La revelación de Dios, La Palabra de Dios encarnada, encarnada, Hijo desde la eternidad, sujeto al Padre, Redentor y Salvador de todo hombre que deposita la fe en su Sangre y Resurrección.
El Espíritu Santo: Es el que da a conocer a Dios. Es Dios morando y obrando en el creyente. creyente . Persuade de Pecado, da la seguridad de la Salvación al creyente e Ilumina e inspira a los hijos de Dios a revelar su Voluntad Voluntad a través de las Sagradas Escrituras.
En las Sagradas Escrituras ya se les da el nombre de Dios, a las tres Divinas Personas de la Santísima Trinidad: Al Padre 3 “Bendito sea el Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”.
Efesios, 1:3
Al Hijo 5 “De quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén”. Romanos, 9:5
Al Espíritu Santo: 24 Dios es espíritu, y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Juan, 4:24
En las Sagradas Escrituras también se les da el nombre de Señor , a las tres Divinas Personas de la Santísima Trinidad: Al Padre: 2 “Y respondió Abram: Señor Jahavé,
¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?”
Génesis 15:2
Al Hijo 9 “que si confesares con
tu boca que Jesús es el Señor, Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”.
Romanos, 10:5 Al Espíritu Santo: 3 “Porque el Señor es el
Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor Señ or,, allí hay libertad”. 2 Corintios, 3:17
De todo lo expuesto hasta aquí se desprende: el secreto divino más importante de la fe, que Jesucristo nos reveló: “El misterio de la Santísima Trinidad”.
Jesús habló de su Padre, que es Dios; del Espíritu Santo, que también es Dios;
y afirmó que “30 Él y el Pad Pa d re so n u n a m ism a cosa”
Juan, 10:30 porque es el Hijo de Dios. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un único Dios, porque tienen la misma naturaleza divina, aunque son tres Personas realmente distintas.
Santísima Trinidad, misterio insondable de Divinidad. Santísima Trinidad, misterio insondable de grandeza. Santísima Trinidad, misterio insondable de tres Personas en Una Sola.
Santísima Trinidad, entrad en mi corazón y cohabitadme, uniendo mi naturaleza humana con vuestra naturaleza Divina, uniendo mi naturaleza finita con vuestra naturaleza infinita.
Santísima Trinidad, potestad infinita de amor, os adoro profundamente y os entrego mis tres potencias: cuerpo, alma y espíritu, a imitación de las tres Divinas Personas que cohabitan en Una Sola,
para que camine por las sendas de la Segunda Persona de vuestro impenetrable misterio y me conduzcáis a las fuentes de la santidad y reciba dones y carismas de la Tercera Persona de vuestro vuestro insondable insondable misterio. Unido espiritualmente espiritualmente al Hijo y al Espíritu Santo me uno directamente a Vos, Padre Celestial, creador del cielo y de la tierra.
Santísima Trinidad, cubridme con vuestro v uestro resplandor. Santísima Trinidad, unid mis tres potencias a las Vuestras.
Santísima Trinidad, haced que os adore profundamente. Santísima Trinidad, conducidme a beber de Vuestras Sagradas fuentes.
Santísima Trinidad, plenificad mi ser con Vuestro Ser. Santísima Trinidad, inundad mi corazón con Vuestra Magnificencia. Santísima Trinidad, trituradme con vuestro amor.
Santísima Trinidad, henchid mi corazón con Vuestro amor. amor. Santísima Trinidad, salvadme por Vuestro Gran Misterio. Santísima Trinidad, conducidme por caminos estrechos que me lleven al cielo. Amén. Amén.
Consagración a la Santísima Trinidad Divina Trinidad, Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, presente y operante en la Iglesia y en lo más profundo de mi ser; yo te adoro, te doy gracias y te amo. Por medio de María, mi madre Santísima, me ofrezco, entrego y consagro totalmente a ti para toda la vida y para la eternidad.
A ti, Padre del cielo, me ofrezco, entrego y consagro como hijo. A ti, Jesús Maestro, me ofrezco, entrego y consagro como hermano y discípulo. A ti Espíritu Santo, me ofrezco, entrego y consagro como “templo vivo” para ser consagrado y santificado.
María, madre de la Iglesia y madre mía, tu que estás en intimidad con la Trinidad Santísima, enséñame a vivir, por medio de la liturgia y los sacramentos, en comunión cada vez más íntima con las tres divinas personas, para que toda mi vida sea un “Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.”
ORACIÓN DE DIOS PADRE Que el amor de la Santísima Trinidad, cubra y proteja a todo lo visible e invisible, a todas las almas, a todo lo creado, contra todo lo que Satanás ha afectado y que ha llevado hacia el mal. Amén.
Cuando el alma está en gracia, se convierte en templo vivo de la Santísima Trinidad. “Si alguno me ama guardará mi palabra, y mi Padre le amará y vendremos a él y haremos morada en él".
Juan, 14:23
a
Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, el santísimo Sacramento del altar y la purísima Concepción de María santísima, Señora nuestra concebida sin mancha de pecado original desde el primer instante de su ser natural. Amén.
“Bendita sea ahora y siempre y por los siglos infinitos, la Santa e indivisible Trinidad que ha creado y rige todas las cosas”.
Himno Ya se aparta el sol ardiente: Y así, oh luz perenne unida, Infunde un amor constante A nuestras almas rendidas. En la aurora te alabamos, Y también al mediodía, Suspirando por gozar, En el cielo de tu vista. Al Padre, al Hijo y a Ti Espíritu, que das vida, Ahora y siempre sean dadas Alabanzas infinitas. Amén.
ORACIÓN Alabado es el Padre que es nuestro Creador . Alabado es el Hijo que es nuestro Salvador. Alabado es el Espíritu Santo que es nuestro continuo Consolador Consolador.. Alabadas sean las Tres Divinas Personas de la Santísima Trinidad que aman con dulce amor. amor.
Oración Amabilísimo Señor, Señor, Dios Uno y Trino, dadnos continuamente vuestra gracia, vuestra caridad y la comunicación de Vos Vos para que en tiempo y eternidad os amemos y glorifiquemos, Padre, Hijo y Espíritu Santo, una deidad, por infinitos siglos de los siglos. Amén.