38. Los ídolos y las nociones falsas que han invadido ya la humana inteligencia, echando en ella hondas raíces, ocupan la inteligencia de tal suerte, que la verdad sólo puede encontrar a ella difícil acceso; y no sólo esto: sino que, obtenido el acceso, esas falsas nociones, concurrirn a la restauración de las ciencias, y suscitarn a dicha obra obstculos mil, a menos que, prevenidos los hombres, se pongan en guardia contra ellos, en los límites de lo posible. cuatro ro esp especi ecies es de ído ídolos los qu 3!. "ay cuat quee ll llena enan n el es espí píri ritu tu hum human ano. o. #a #ara ra ha hace cern rnos os inteligibles, los designamos con los siguientes nombres: la primera especie de ídolos, es la de los de la tribu; la segunda, los ídolos de la caverna; la tercera, los ídolos del foro; la cuarta, los ídolos del teatro.
$%. La formación de nociones y principios mediante una legítima inducción, es ciertamente el ve verd rdade adero ro re reme medi dio o pa para ra de dest stru ruir ir y di disi sipa parr lo loss íd ídol olos os;; pe pero ro se serí ríaa con to todo do muy conveniente dar a conocer los ídolos mismos. &'iste la misma relación entre un tratado de los ídolos y la interpretación de la naturale(a, que entre el tratado de los sofismas y la dial)ctica vulgar. $*. Los ídolos de la tribu tienen su fundamento en la misma naturale(a del hombre, y en la tribu o el g)nero humano. +e afirma erróneamente que el sentido humano es la medida de las cosas; muy al contrario, todas las percepciones, tanto de los sentidos como del espíritu, tienen ms relación con nosotros que con la naturale(a. &l entendimiento humano es con respecto a las cosas, como un espeo infiel, que, recibiendo sus rayos, me(cla su propia naturale(a a la de ellos, y de esta suerte los desvía y corrompe. $-. Los ídolos de la caverna tienen su fundamento en la naturale(a individual de cada uno; pues todo hombre independientemente de los errores comunes a todo el g)nero humano, lleva en sí cierta caverna en que la lu( de la naturale(a se quiebra y es corrompida, sea a causa de disposiciones naturales particulares de cada uno, sea en virtud de la educación y del comercio con los otros hombres, sea a consecuencia de las lecturas y de la autoridad de aquellos a quienes cada uno reverencia y admira, ya sea en ra(ón de la diferencia de las impresiones, segn que hieran un espíritu prevenido y agitado, o un espíritu apacible y tranqui tra nquilo lo y en otr otras as cir circun cunsta stanci ncias; as; de sue suerte rte que el esp espíri íritu tu hum humano, ano, tal como es est t dispuesto dispue sto en cada uno de los hombre hombres, s, es cosa en e'trem e'tremo o variable, llena de agitac agitaciones iones y casi gobernada por el a(ar. /e ahí esta frase tan e'acta de "erclito: que los hombres buscan la ciencia en sus particulares y peque0as esferas, y no en la gran esfera universal, $3. &'isten tambi)n tambi)n ídolos que provie provienen nen de la reunión y de la socied sociedad ad de los hombres, hombres, a los que designam designamos os con el nombre nombre de ídolos del foro, para significar el comercio y la comunidad de los hombres de que tienen origen. Los hombres se comunican entre sí por el lenguae; pero el sentido de las palabras se regula por el concepto del vulgo. "e aquí por qu) la inteligencia, a la que deplorablemente se impone una lengua mal constituida, se siente importunada de e'tra0a manera. Las definiciones y e'plicaciones de que los sabios acostumbran acostu mbran proveerse proveerse y armar armarse se anticipadamente anticipadamente en muchos asuntos, asuntos, no les libertan por ello de esta tiranía. #ero las palabras hacen violencia al espíritu y lo turban todo, y los hombres se ven lan(ados por las palabras a controversias e imaginaciones innumerables y vanas.
$$. "ay, finalmente, ídolos introducidos en el espíritu por los diversos sistemas de los filósofos y los malos m)todos de demostración; llamrnosles ídolos del teatro, porque cuantas filosofías hay hasta la fecha inventadas y acreditadas, son, segn nosotros, otras tantas pie(as creadas y representadas cada una de las cuales contiene un mundo imaginario y teatral. 1o hablamos sólo de los sistemas actualmente e'tendidos, y de las antiguas sectas de filosofía; pues se puede imaginar y componer muchas otras pie(as de ese g)nero, y errores completamente diferentes tienen causas casi semeantes. 2ampoco queremos hablar aquí sólo de los sistemas de filosofía universal, sí que tambi)n de los principios y de los a'iomas de las diversas ciencias, a los que la tradición, una fe ciega y la irrefle'ión, han dado toda la autoridad. #ero es preciso hablar ms e'tensa y e'plícitamente de cada una de esas especies de ídolos, para que el espíritu humano pueda preservarse de ellos. $. &l espíritu humano se siente inclinado naturalmente a suponer en las cosas ms orden y semean(a del que en ellas encuentra; y mientras que la naturale(a est llena de e'cepciones y de diferencias, el espíritu ve por doquier armonía, acuerdo y similitud. /e ahí la ficción de que todos los cuerpos celestes describen al moverse círculos perfectos; de las líneas espirales y tortuosas, sólo se admite el nombre. /e ahí la introducción del elemento del fuego y de su órbita, para completar la simetría con los otros tres que descubre la e'periencia. /e ahí tambi)n la suposición de que son los elementos, siguiendo una escala de progresión ascendente, die( veces ms ligeros unos que otros; y de ahí, finalmente, tantos otros sue0os de este g)nero. 4 no son sólo los principios los que se puede encontrar quim)ricos, sí que tambi)n las mismas nociones. $5. &l espíritu humano, una ve( que lo han reducido ciertas ideas, ya sea por su encanto, ya por el imperio de la tradición y de la fe que se les presta, vese obligado a ceder a esas ideas poni)ndose de acuerdo con ellas; y aunque las pruebas que desmienten esas ideas sean muy numerosas y concluyentes, el espíritu o las olvida, o las desprecia, o por una distinción las aparta y recha(a, no sin grave da0o; pero preciso le es conservar incólume toda la autoridad de sus queridos preuicios. 6e agrada mucho la respuesta de aquel a quien ense0ndole colgados en la pared de un templo los cuadros votivos de los que habían escapado del peligro de naufragar, como se le apremiara a declarar en presencia de tales testimonios si reconocía la providencia de los dioses, contestó: 7#ero dónde se han pintado los que, a pesar de sus oraciones, perecieron9 sí es como procede toda superstición, astrología, interpretación de los ensue0os, adivinación, presagios; los hombres, maravillados de esas especies de quimeras, toman nota de las predicciones reali(adas; pero de las otras, ms numerosas, en que el hecho no se reali(a, prescinden por completo. &s )ste un a(ote que penetra ms sutilmente an la filosofía y las ciencias; desde el punto en que un dogma es recibido en ellos, desnaturali(a cuanto le es contrario, sean los que fuesen la fuer(a y la ra(ón que se les opongan, y las someten a su antoo. 4 aun cuando el espíritu no tuviere ni ligere(a, ni debilidad, conserva siempre una peligrosa propensión a ser ms vivamente impresionado por un hecho positivo, que por un e'perimento negativo, mientras que regularmente debería prestar tanto cr)dito a uno como a otro, y que por lo contrario, es principalmente en la e'periencia negativa donde se encuentra el fundamento de los verdaderos principios.
$<. 6aravíllase el espíritu humano sobre todo de los hechos que se le presentan untos e instantneamente, y de que de ordinario est llena la imaginación; una tendencia cierta, pero imperceptible, le inclina a suponer y a creer que todo lo dems se asemea a aquellos hechos que le asedian; por naturale(a es poco afecto a abordar aquellos e'perimentos desusados y que se apartan de las sendas tra(adas en que los principios vienen a probarse como al fuego; es adems poco hbil para tratarlos a menos que reglas de hierro, y una autoridad ine'orable no le obliguen a ello. $8. &l espíritu humano se escapa sin cesar y ams puede encontrar ni descanso ni límites; siempre busca ms all, pero en vano. #or eso es por lo que no puede comprenderse que el mundo termine en alguna parte, e imaginar límites sin concebir alguna cosa hacia el otro lado. #or eso es tambi)n por lo que no se puede comprender cómo haya transcurrido una eternidad hasta el día, pues la distinción que habitualmente se emplea de el infinito anterior y el infinito posterior =infinitum a parte ante y a parte post > es de todo punto insostenible, pues se deduciría de ello que hay un infinito mayor que otro infinito, que lo infinito tiene t)rmino y se convierte así en finito. La divisibilidad hasta lo infinito de la línea nos lleva a una confusión semeante que proviene del movimiento sin t)rmino del pensamiento. #ero donde esa impotencia para detenerse origina los mayores inconvenientes es en la investigación de las causas; pues mientras que las leyes ms generales de la naturale(a deban ser hechos primitivos =como lo son en efecto>, y cuya causa no e'iste, realmente el espíritu humano, que no puede detenerse en parte alguna, busca todavía algo ms claro que esos hechos. #ero sucede entonces que queriendo remontarse ms en la naturale(a, desciende hacia el hombre, al dirigirse a las causas finales, causas que e'isten ms en nuestra mente que en la realidad, y cuyo estudio ha corrompido de rara manera la filosofía. "ay tanta impericia y ligere(a en investigar la causa de los hechos ms generales, como en no investigar la de los hechos que tienen el carcter de secundarios y derivados. $!. &l espíritu humano no recibe con sinceridad la lu( de las cosas, sino que me(cla a ella su voluntad y sus pasiones; así es como se hace una ciencia a su gusto, pues la verdad que ms fcilmente admite el hombre, es la que desea. ?echa(a las verdades difíciles de alcan(ar, a causa de su impaciencia por llegar al resultado; los principios que le restringen porque ponen límites a su esperan(a; las ms altas leyes de la naturale(a, porque contrarían sus supersticiones; la lu( de la e'periencia, por soberbia, arrogancia, porque no apare(ca su inteligencia ocupndose en obetos despreciables y fugitivos; las ideas e'traordinarias, porque hieren las opiniones vulgares; en fin, innumerables y secretas pasiones llegan al espíritu por todas partes y corrompen el uicio. %. #ero la fuente ms grande de errores y dificultades para el espíritu humano se encuentra en la grosería, la imbecilidad y las aberraciones de los sentidos, que dan a las cosas que les llama la atención ms importancia que a aquellas que no se la llaman inmediatamente, aunque las ltimas la tengan en realidad mayor que las otras. 1o va ms all el espíritu que el oo; tambi)n la observación de lo que es invisible es completamente nula o poco menos. #or esto todas las operaciones de los espíritus en los cuerpos tangibles nos escapan y quedan ignoradas. 1o advertimos tampoco en las cosas visibles los cambios insensibles de estado, que de ordinario llamamos alteraciones, y que son en efecto un transporte de las partes ms tenues. 4 sin embargo, si no se conoce y saca a lu( esas operaciones y esos cambios, nada grande puede producirse en la naturale(a en materia de industria. #or otra
parte, la naturale(a del aire y de todos los cuerpos ms ligeros que el aire =y hay muchos> nos es casi por completo desconocida. Los sentidos por sí mismos son muy limitados y con frecuencia nos enga0an, y los instrumentos no pueden darles mucho alcance y finura; pero toda verdadera interpretación de la naturale(a descansa sobre el e'amen de los hechos y sobre las e'periencias preparadas y concluyentes; en este m)todo, los sentidos u(gan de la e'periencia solamente, y la e'periencia de la naturale(a y del obeto por conocer. *. &l espíritu humano por naturale(a, es inclinado a las abstracciones y considera como estable lo que est en continuo cambio. &s preferible fraccionar la naturale(a qu e abstraería; esto es lo que hace la escuela de /emócrito, que ha penetrado meor que cualquiera otra en la naturale(a. Lo que hay que considerar es la materia, sus estados y sus cambios de estado, sus operaciones fundamentales, y las leyes de la operación o del movimiento; en cuanto a las formas, son invenciones del espíritu humano, a menos que se quiera dar el nombre de formas a esas leyes de las operaciones corporales. -. "e ahí los ídolos que nosotros llamamos de la tribu, que tienen su origen o en la regularidad inherente a la esencia del humano espíritu, en sus preuicios, en su limitado alcance, en su continua inestabilidad, en su comercio con las pasiones, en la imbecilidad de los sentidos, o en el modo de impresión que recibimos de las cosas. 3. Los ídolos de la caverna provienen de la constitución de espíritu y de cuerpo particular a cada uno, y tambi)n de la educación de la costumbre, de las circunstancias. &sta especie de errores es muy numerosa y variada; indicaremos, sin embargo, aquellos contra los que es ms preciso precaverse, y que ms perniciosa influencia tienen sobre el espíritu, al cual corrompen. $. @ustan los hombres de las ciencias y los estudios especiales, bien porque se crean sus autores o inventores, o bien porque les hayan consagrado muchos esfuer(os y se hayan familiari(ado particularmente con ellos. Auando los hombres de esta clase se inclinan hacia la filosofía y las teorías generales, las corrompen y alteran a consecuencia de sus estudios favoritos; obs)rvase esto claramente en ristóteles, que esclavi(ó de tal suerte la filosofía natural a su lógica, que hi(o de la primera una ciencia poco menos que vana y un campo de discusiones. Los químicos, con algunos ensayos en el hornillo, han construido una filosofía imaginaria y de limitado alcance; an ms, @ilberto$, despu)s de haber observado las propiedades del imn con atención e'quisita, se hi(o in continenti una filosofía en armonía perfecta con el obeto de que su espíritu estaba poseído.
Los cuatro ídolos de Brancis Cacon Brancis Cacon =*5*D*5--> es considerado en la "istoria de la filosofía, el fundador de la EBilosofía de la 2)cnicaF. Bue un gran crítico del pensamiento aristot)lico y uno de los fundadores del empirismo ingl)s. &l m)todo que usó en sus investigaciones fue el EinductivoF, contrario al EdeductivoF de /escartes, poniendo como base de todo conocimiento la e'periencia, y, por ende, su interpretación racional. +us mayores preocupaciones consistían en crear una nueva ciencia que podría servir de instrumento para meorar las condiciones de la vida humana en la 1aturale(a. Aomparó el saber científico y filosófico de su )poca a la de las E"ormigasF y las Era0as.F Las hormigas estaban representadas por lo e'perimentalistas que EacumulanF e'periencias durante toda su vida y pasan sin aprender absolutamente nada; y la de las Eara0asF por aquellos que sólo viven hablando de todo sin saber nada. los primeros =las hormigas> les podríamos hoy llamar a los Ecodiciosos y corruptos por el poder y las rique(asF, y a los segundos =las ara0as>, a los Esbelo D todos y especialistas en nadaF que solo viven teiendo castillos en el aire sin hacer absolutamente nada. Cacon propone el modelo de la EbeaF como meta final del saber científico. &stos insectos toman de las flores el En)ctarG y el EpolenF transformndolas por medio de su sistema digestivo, en miel y cera. H6etafóricamente la abea produce la miel de la EsabiduríaG y la cera de las IobrasFJ Cacon llamó a esta manera de abordar el verdadero saber Ela e'periencia con interpretación racionalF. #ara lograr hacer un verdadero cambio de mentalidad, propuso una nueva lógica e'perimental que debe tener la tendencia Ea dominar la naturale(a mediante el obrar.F E&l fin de nuestra cienciaD decíaD es encontrar no argumentos, sino artesK, no ra(ones, probables, sino proyecto de obras.F hora bien, si queremos aplicar estos principios baconianos a nuestra realidad social, política y económica, nos encontraremos con una serie de obstculos que nos impedirn tanto el avance como el progreso de la ciencia. estos obstculos, que son el producto de estos atrasos, Cacon los llamó EídolosF, precisamente porque impiden el avance del progreso entre los pueblos. La metodología que )l propone para sembrar la semilla del saber es primeramente destruir esos ídolos para posteriormente comen(ar a sembrar el conocimiento. Brancis Cacon clasificó estos ídolos en cuatro: Edola 2ribuF, Edola +pecusF, Edola BoriF y por ltimo el Edola 2heatriF. Los ídolos de la tribu Ese fundamentan en la naturale(a del ser humano que sólo se guía por sus sentidos. 1o tiene ni criterio ni ideas personales. 2odo uicio que hace est en directa relación con los intereses de la familia, de la ra(a o la nación. &s una especia de Eegoísmo gregarioF que sólo protege sus intereses de grupo =&emplo: la familia, el partido, la empresa, etc.>. Los Eídolos de la caverna,F contrario a los anteriores, se basan en el individualismo y el egocentrismo de las personas. Aada individuo, dice Cacon, Ellena su propia caverna en
donde la lu( de la ciencia y el saber se corrompen por las disposiciones individuales, fruto de la educación y el comercio con los dems hombres.F Aada persona u(ga la realidad a como le parece que es y no como es. /ecía "erclito: Elos hombres buscan la ciencia en sus particulares y peque0as esferas, y no en la gran esfera universal. F.&l culto a la personalidad es un eemplo de este ídolo. Los ídolos del foro tampoco dean de ser un impedimento para el avance de la ciencia. &stos EídolosF se dan como resultado de la vida social que influye mucho en los criterios personales. &l ElenguaeF es el medio de comunicación por e'celencia en la sociedad. &l abuso del mismo crea no solo una distracción de sus verdaderos significados, las palabras, sino tambi)n producen controversias, guerras e imaginaciones banales. ELa carreta DDcomo dice el dicho popularDD cuando hace ruido es que va vacíaF. 4 finalmente, los Eídolos del teatroF que estn actualmente hoy representando por las EideologíasF de ayer y de todas las )pocas. Edeologi(arF significa interpretar la realidad desde la óptica de una sola EideaF vigente. Las ideologías de moda suelen ser un serio obstculo para la adquisición de la ciencia. 2al es el caso, por eemplo, del mar'ismo, que es una interpretación dogmtica y materialista de la realidad del ser humano y de la sociedad. &sta ideología no solo distorsiona y subvierte la realidad, sino que tambi)n le hace violencia. Los hechos históricos del pasado siglo MM confirmaron esta aserción. /estruyendo estos cuatro ídolos o preuicios que impiden el avance de la ciencia, Cacon propone su m)todo y su ciencia para promover el progreso entre los pueblos. "ay que recalcar que sólo la ciencia y el saber podrn sacar al ser humano de su estado deplorable. &ste saber se enfrenta a los preuicios y no puede producir su efecto liberador, al menos que recono(camos nuestra indisponibilidad a aceptar lo nuevo como promesa para un mundo meor. #ero e'iste un peligro: que reaccionamos ante lo nuevo pero, a la ve(, detestamos lo antiguo. &l ser humano que vive en este dilema sin superarlo, cae lamentablemente en el abismo insondable de la EmediocridadF. Nna psicología social EproD activaF es necesario inculcar a la gente, especialmente a aquellas que estn dotadas de mayor inteligencia y educación. #recisamente porque la narrativa que se lee y se oye por doquier es pesimista y fatalista, es porque esta cultura es EreactivaF y no EproDactivaF. Nna persona educada y con buenas intenciones no puede producir ms que bienestar y prosperidad a su vida y a todo lo que la rodea. &n lo personal, creo que la filosofía baconiana nos podría servir para refle'ionar sobre todo aquello que nos est impidiendo avan(ar hacia el desarrollo. ntes que nada es necesario llenarse de un pensamiento positivo y altamente optimista. Los ídolos no son obstculos invencibles. La naturale(a humana est hecha para el bien. Lo que hay que cambiar es nuestra mentalidad y conducta. Nna cabe(a carente de conocimientos y de una buena instrucción no puede producir ms que vida bulliciosa y desordenada; y una conducta sin sentido e'istencial y moral, no ofrece ms que un comportamiento Ereactivo,F queoso y prepotente. La conciencia del buen sembrador consistir en lo siguiente: primero hay que limpiar la male(a y las espinas para preparar el terreno. #osteriormente, sembrar la semilla y cuidarla
hasta que cre(ca y produ(ca el ciento por uno. &n nuestra situación actual, hemos querido limpiar la tierra de malas hierbas, pero nos hemos olvidado de lo que queremos sembrar, precisamente porque despreciamos lo que ignoramos.
ELos cuatro ídolos de Brancis CaconF, fuente, Ohttp:PPQQQ.elnuevodiario.com.niPopinionP<-5-DcuatroDidolosDfrancisDbaconPR =visto el -5 de septiembre de -%*5>