Mecanografía textos y consejos

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PROLOGO El título de este manual que tienes en tus manos –Pruebas de Velocidad Mecanográfica– nos indica claramente que en él se contienen una serie de ejercicios que te irán proporcionando progresivamente mayor velocidad mecanográfica. Ahora bien, lo primero que tienes que tener presente es que no se trata de una simple colección de pruebas recopiladas sin orden ni concierto, sino que ante todo consiste en una recopilación metodológica, en una serie de ejercicios totalmente programados, como tendrás ocasión de comprobar. Al ser, por tanto, un manual de velocidad mecanográfica, partiremos de la base de que el alumno conoce perfectamente el teclado de la máquina de escribir y que escribe con todos los dedos –condición imprescindible para que adquiera velocidad–, aunque en principio no tenga una velocidad apreciable. Por otra parte, la obra está orientada hacia aquellas personas que en su día van a presentarse a unas oposiciones oficiales o a unas pruebas de selección en empresas privadas. En este sentido, los ejercicios de velocidad mecanográfica, de carácter práctico, suelen desarrollarse de la forma siguiente: 1. Las pruebas suelen consistir en reproducir mecanográficamente un determinado ejercicio práctico, siguiendo con exactitud la estructura que el mismo presenta en el folio de examen, esto es, partiendo las líneas de cada párrafo en el mismo lugar que el original propuesto. Asimismo, si el ejercicio propuesto cambia de página, el alumno también deberá hacerlo, para lo cual empleará una nueva hoja y cuadrando ésta en sus correspondientes márgenes. 2. En las pruebas se valoran positivamente el número de pulsaciones y su ejecución correcta, penalizándose tanto los errores mecanográficos que pudieran cometerse como la omisión o incumplimiento de las normas de realización del ejercicio. 3. Por lo general, el número mínimo de pulsaciones exigidas es de 250 por minuto. A efectos de cómputo de pulsaciones, 280 pulsaciones en máquina eléctrica equivalen a 250 en máquina manual. 4. El tiempo máximo para la realización del ejercicio suele ser en la mayoría de los casos de diez minutos, calificándose por lo general de 0 a 100 puntos. 5. Para la práctica del ejercicio, los opositores deben presentarse en el lugar determinado para el examen con su propia máquina de escribir, no admitiéndose aquellas que tengan cualquier clase de memoria o cinta correctora. 6. Tampoco se autoriza el uso de ningún otro tipo de corrector. Ni que decir tiene que serán eliminados aquellos opositores que incumplan cualquiera de las disposiciones anteriores. En su momento, los Tribunales de examen suelen hacer públicos los criterios de valoración y penalización del ejercicio teniendo en cuenta el número y nivel de conocimiento de los opositores, así como el número de las plazas convocadas. Por tanto, teniendo en cuenta lo anterior, nuestras recomendaciones para la realización de las pruebas de examen se centran en los siguientes aspectos.

PRUEBAS DE VELOCIDAD

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Máquina de escribir Si en la convocatoria se establece que los opositores deberán presentarse con su máquina de escribir, sin que se admitan las que posean memoria o cinta correctora, lo que tienes que hacer es comparecer en el lugar de examen con la misma máquina de escribir que has venido realizando en tu casa los ejercicios, lo cual evitará los inconvenientes que pueden presentarse al escribir con una máquina totalmente desconocida. Bajo ningún concepto acudas al examen con una máquina portátil, puesto que este tipo de máquinas son mucho más lentas y por tanto totalmente inapropiadas para una prueba de velocidad como la que vas a ser sometido. Y ello simplemente porque, al ser más pequeñas, los tipos se encasquillan unos con otros con mayor facilidad y son bastante más lentas en sus engranajes y movimientos mecánicos. En definitiva, limitan muchísimo su velocidad comparándola con la que puedes obtener con una máquina de las llamadas normales. Respecto a las máquinas eléctricas, la recomendación no puede ser tan tajante. En principio podríamos decir que no son muy aconsejables, por el hecho de que hay que dar bastantes más pulsaciones que con la máquina normal y esto no siempre se consigue. Pero, claro, sucede que muchas personas están tan familiarizados con ellas –en la mayoría de los casos porque trabajan en algún sitio y emplean a diario este tipo de máquinas– que les resulta muy difícil volver a escribir en una máquina normal. Conclusión: Hace falta tener mucha práctica y estar muy seguro de sí mismo para acudir al examen con máquina eléctrica. Lo cierto es que en los exámenes apenas se ven opositores con este tipo de máquinas.

Normas esenciales para el mantenimiento de la máquina Respecto a la máquina no te olvides de: • Someter la máquina a revisión semanalmente, y sobre todo antes del examen, de forma que si tuviera algún defecto te diera tiempo a su reparación. • Limpiar los tipos y teclado, ya que la grasa y la suciedad restan velocidad. • El día del examen emplea una cinta que no sea demasiado nueva ni demasiado vieja. Evidentemente, mientras que las cintas nuevas «engordan los tipos de letra», o lo que es lo mismo, «embotan» la escritura, las cintas demasiado usadas la hacen ilegible por falta de tinta.

Modelos de texto Si el ejercicio de examen va a consistir en copiar un texto determinado, en las pruebas de entrenamiento que te propondremos practicarás con textos variados (jurídicos, literarios, de actualidad, etc). A este respecto queremos indicarte que en las algunas convocatorias los modelos de examen suelen consistir en un texto que se repite varias veces por párrafos determinados.

Cómputo de pulsaciones No hará falta que te indiquemos que en un examen se contabilizan como pulsaciones las letras, números, espacios en blanco, puntos, comas, acentos, punto y aparte, así como cualquier otro signo o tecla que pulsemos. En definitiva: • Cada vez que pulsamos una tecla y cada vez que damos en el espaciador, ello representa una pulsación. • Cada vez que damos retorno de carro se suelen contar tres pulsaciones, según el criterio del Tribunal. Esto se debe al tiempo empleado en la operación. • Cada letra mayúscula equivale a dos pulsaciones, ya que tenemos que oprimir la tecla de


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las Mayúsculas y pulsar la de la letra en cuestión. • Cuando pasamos de una página a otra, esto es, cuando cambiamos de hoja en un mismo ejercicio, se cuentan cien pulsaciones, ya que se realizan dos operaciones más que llevan su tiempo: paso de la página del texto original y cambio de la hoja empleada por el alumno para la realización del ejercicio, con la consiguiente igualación de márgenes.

Preparación Como quedamos en que lo que hay que hacer en el examen es copiar, precisamente eso es lo que debemos hacer todos los días: copiar, copiar y copiar. Sólo de ese modo lograremos estar a la altura de los mejores. Por tanto, siempre desecharás escribir al dictado o ayudado por una cinta magnetofónica, puesto que siempre se pierde velocidad cuanto se pasa al copiado directo. Y aunque parezca lo contrario, a veces se pierde mucha velocidad, por la sencilla razón de que no se está acostumbrado a fijar la vista en el texto que debemos transcribir. Lógicamente, para que vayas al examen bien preparado deberás superar la velocidad de 250 pulsaciones por minuto, pues has de tener en cuenta que el número de faltas cometidas penaliza con el correspondiente descuento de pulsaciones. De ti depende conseguirlo, solamente de ti, no debiendo olvidar que has de centrarte en dos cuestiones importantes: práctica y constancia. En efecto, superar la velocidad de 250 pulsaciones por minuto (280 en máquina eléctrica) requiere que realices constantemente un entrenamiento continuo. Para ello: • Al principio comenzarás a copiar despacio, controlando la posición de mano y dedos, corrigiendo defectos de técnica, cuidando la limpieza de la escritura y sobre todo procurando no cometer errores, puesto que si comienzas sin que te importe nada más que la velocidad cometerás muchas faltas que a la hora de la verdad penalizarán tu ejercicio. • Dependiendo del tiempo que dispongas para ello, irás aumentando el ritmo de entrenamiento a medida que se aproxima el día del examen. • Lo ideal es que el tiempo total lo dividas en dos sesiones diarias de mañana y tarde. • Deberás practicar todos los días, incluso los festivos, puesto que si abandonas los ejercicios durante tres o cuatro días corres el riesgo de perder parte de la velocidad que tanto te ha costado adquirir.

Errores En las convocatorias se penalizan tanto los errores mecanográficos como la omisión e incumplimiento de las normas de realización del ejercicio, lo cual plantea los siguientes interrogantes: • ¿Qué se entiende por errores mecanográficos? • ¿Cuántas pulsaciones descuenta cada error? • ¿Existe un máximo de errores permitidos? Respecto a la primera cuestión simplemente basta decir que toda imperfección mecanográfica, cualquiera que sea, constituye un error. Si escribimos una letra por otra, si no hemos escrito una letra en mayúsculas, si hacemos uso indebido del espaciador o si no lo pulsamos cuando debemos hacerlo, si repetimos u omitimos alguna letra o signo, etc., todas estas imperfecciones constituyen otros tantos errores. Ahora bien, con respecto a la penalización por errores cometidos o al número máximo de errores permitidos en el examen, no podemos contestar con precisión por la sencilla razón de que será el propio Tribunal quien marque tales reglas. Ya hemos dicho que los exámenes son puntuados de 0 a 100 puntos, lo que viene a decirnos que un ejercicio perfectamente correcto sería puntuado con 100 puntos. Ahora bien, es casi imposible que aparezca algún opositor que no haya cometido ninguna falta, sino que unos más y otros menos, todos van a cometer alguna falta. Y según sea la clase de falta y el número que se


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cometan, así será la puntuación de cada uno en el examen. A este respecto podemos decir que las faltas mecanográficas pueden ser de tres clases: leves, graves y muy graves. a) Son faltas leves: 1. Bailar letras, esto es, escribir letras en distinto orden, como por ejemplo, conocimiento en vez de conocimiento, interior en lugar de interior, etc. 2. Pulsar una letra en vez de otra. Tal ocurre con Sebdstián en vez de Sebastián; ejercucio en vez de ejercicio; etc. 3. Omitir o comerse letras sueltas. Ello sucede al escribir exatitud por exactitud, detrminación en vez de determinación, etc. 4. Escribir dos palabras juntas, esto es, omitiendo el espaciador: grangenerosidad en vez de gran generosidad; SanSebastián en lugar de San Sebastián, etc. 5. Letras sueltas enmendadas. Esto sucede cuando al darnos cuenta de un error, y para corregirlo, pulsamos la tecla del retroceso y lo corregimos. 6. Letras indebidamente pulsadas o añadidas, como cuando escribimos oposistores en lugar de opositores, o lugarterniente en vez de lugarteniente. Por regla general, cada falta leve es penalizada con tres pulsaciones. b) Se consideran faltas graves: 1. La irregularidad o desigualdad en el comienzo del margen izquierdo, lo cual viene a decirnos que no todos los renglones comienzan en el mismo sitio 2. Más de dos letras seguidas enmendadas. 3. Omitir dos o más letras seguidas o una palabra entera. Sería el caso de escribir concizudamente en lugar de concienzudamente, o bien esperamos respuesta en vez de esperamos vuestra respuesta. Cada falta grave se suele penalizar con 6 pulsaciones. c) Son faltas muy graves: 1. Todas y cada una de las faltas de ortografía. 2. La omisión reiterada de palabras. 3. La omisión de una línea o renglón completo del original a transcribir. 4. La omisión de un párrafo completo del original a transcribir. 5. El cambio reiterado de unas palabras por otras. Una falta muy grave supone generalmente una penalización de 10 pulsaciones.

Límite de faltas permitidas Hay que tener presente que en un examen de 10 minutos de duración: • Como máximo, suelen admitirse tres faltas muy graves. • En total, no se admiten más de veinte faltas, sean de la clase que fueren. • En una misma palabra, aunque haya más de una falta, se cuenta sólo una de ellas, la más grave.

Consejos prácticos para el día del examen El día del examen, si hace frío, procura que no se te enfríen las manos al esperar el momento de entrar al aula. No olvides que unas manos frías son unas manos agarrotadas y que cuando uno entra en calor puede suceder que ya haya comenzado el examen. Pero, haga frío o calor, antes de dar comienzo el examen mueve vigorosamente los dedos de las manos para ir entrando en calor y desentumecer los músculos No olvides tampoco que en el mismo momento de dar comienzo el examen los opositores suelen


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verse bruscamente sorprendidos por algo que no esperaban: el ruido de las máquinas, ya que en cuestión de décimas de segundo se produce un estruendo debido al gran número de máquinas que han entrado en funcionamiento en el aula, lo que suele impedir una rápida concentración. Para que el sobresalto no perjudique tu concentración: • Procura sentarte lo más adelante posible, puesto que el ruido es menor. • Comienza despacio y muy concentrado durante los primeros quince o veinte segundos, aumentando la velocidad a partir del primer retorno de carro, con lo cual evitarás cometer las faltas que suelen ser muy comunes en la primera línea. • No se te ocurra emplear tapones para los oídos, puesto que siempre vas a perder unos segundos, ya que si te los pones antes de comenzar la prueba no vas a oír la señal de salida y, además, te va a resultar un poco complicado oír la señal de finalizar. En cuanto a la realización del ejercicio, procura hacerlo con la mayor naturalidad, al igual que lo has venido haciendo en tu casa en los entrenamientos. Nunca rectifiques ningún error, ni en casa cuando practiques ni mucho menos en el examen, ya que: • Por una parte, ayudaría al examinador a su localización, mientras que si no lo hacemos hay errores que pueden pasar desapercibidos. • Por otra, supone una considerable pérdida de tiempo y, además, el error sigue penalizando.

Ejercicios a realizar Después de esta introducción, puedes comenzar a realizar las pruebas que vamos a proponerte siguiendo las instrucciones generales y las que se te marcan al comienzo de cada uno. Como instrucciones generales, las más importantes son las siguientes: • Deberás respetar los márgenes izquierdo y derecho del texto que se te facilite. • Como consecuencia de lo anterior, debes mantener los renglones con las mismas letras y con los mismos cortes de línea que figuran en el original. • Por tanto, escribirás línea a línea, con independencia del paso grande o pequeño que tengan los tipos de tu máquina de escribir. Al pasar de página, tú también lo harás, cambiando lo más rápidamente posible la hoja de papel por otra nueva. • No necesitas cuadrar o justificar el margen derecho, dado que la longitud de cada línea dependerá del tipo de letra utilizado. • Si la palabra del final de línea está cortada con un guión, termínala tú de igual forma. En el caso poco probable de que el guión de corte esté debajo de la última letra, córtala tú también de esa forma. • Debes transcribir el texto que se te ofrezca a un solo espacio entre líneas. Como te dijimos al principio, los ejercicios de este Manual, 150 en total, están programados para que progresivamente adquieras la velocidad que deseas. Dichos ejercicios son de tres clases: 1. Los terminados en 1 y en 6 son los llamados de entrenamiento o calentamiento. Constan de frases cortas fáciles de recordar y son muy prácticos para adquirir velocidad. Dichos ejercicios debes realizarlos al comienzo de todas tus sesiones de trabajo, sean de mañana o de tarde, y te servirán, además de para progresar en velocidad, para entrar en calor y desentumecer los músculos de las manos. Todos ellos se realizarán en el tiempo exacto de 10 minutos, parando inmediatamente al cumplirse dicho tiempo. 2. Los ejercicios terminados en 0 y en 5 son ejercicios de velocidad pura. Tienen un número exacto de pulsaciones y debes realizarlos completos, cronometrando el tiempo empleado. Por lo general, al tratarse de ejercicios cortos, se coge bastante velocidad. En ellos, las pulsaciones varían de 1.000 a 1.500, de la forma siguiente:


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• Ejercicios de 1.000 pulsaciones: los números 5, 35, 65, 95 y 125. • Ejercicios de 1.100 pulsaciones: los números 10, 40, 70, 100 y 130. • Ejercicios de 1.200 pulsaciones: los números 15, 45, 75, 105 y 135. • Ejercicios de 1.300 pulsaciones: los números 20, 50, 80, 110 y 140. • Ejercicios de 1.400 pulsaciones: los números 25, 55, 85, 115 y 145. • Ejercicios de 1.500 pulsaciones: los números 30, 60, 90, 120 y 150. Para facilitar tu trabajo, al final de este prólogo se te ofrecen las tablas de velocidad conseguida, en pulsaciones por minuto, en función del tiempo que has empleado en cada ejercicio. 3. Los demás ejercicios, esto es, los terminados en 2, 3, 4, 7, 8 y 9, son del tipo normal de examen. El tiempo de realización de estos ejercicios es también de 10 minutos. En cuanto a la metodología a seguir, y dada la variedad de ejercicios que se te ofrecen, lo ideal es que en cada sesión de trabajo realices, al menos, uno de cada clase, esto es: • Comenzarás siempre por un un ejercicio de calentamiento: los que terminan en 1 ó en 6. • Realizarás, como mínino, un ejercicio de velocidad pura –los terminados en 0 ó en 5– y otro de los llamados normales: los que terminan en 2, 3, 4, 7, 8 ó 9. • Cada uno de los ejercicios propuestos puedes realizarlo cuatro veces, según veas la velocidad que vas adquiriendo, pero teniendo en cuenta que ninguno de ellos lo será en el mismo día, sino que debes dejar pasar, al menos, 24 horas.

Autocorrección En la mayoría de los ejercicios que te proponemos, excepto en los terminados en 0 y en 5, observarás que al lado derecho de cada línea figura un número que representa el número total de las pulsaciones brutas que hasta el final de la misma se han escrito. Obviamente, este número no debes copiarlo ni preocuparte por él hasta que hayas finalizado los ejercicios de una sesión y pases a corregirlos. Una vez que hayas finalizado una sesión de trabajo, corrige tú mismo todos los ejercicios que hayas realizado. Para ello: • Comprueba el número de pulsaciones brutas escrito al margen. Este número representa las pulsaciones totales que has conseguido, incluidos los errores. • Lee tu ejercicio y subraya las faltas que has cometido con un lápiz o bolígrafo de color rojo, escribiendo una (L) si es leve, una (G) si es grave y (MG) si es falta muy grave. • Multiplica el número de faltas por 3, 6 ó 10, según sea leve, grave o muy grave, trasladando los datos a la Hoja de Control que proceda, no olvidándote de poner el número de ejercicio de que se trata y la fecha en que lo has realizado. • A las pulsaciones brutas deberás restarle el total de las penalizaciones. De esta forma obtendrás las pulsaciones netas. • Finalmente, divide las pulsaciones netas por el tiempo empleado en la prueba –10 minutos– y tendrás el número de pulsaciones por minuto, que es la puntuación final obtenida en el ejercicio. De esta forma obtendrás una Hoja de Control en la que deberás observar tu progresión. Si en el cuarto control no has llegado a las 250 pulsaciones, debes a repetirlo otras cuatro veces hasta lograr dicha meta. Es conveniente que emplees un cronómetro, a poder ser con una señal acústica que te avise cuando hayas consumido el tiempo concedido para cada ejercicio. Como ejemplo de Hoja de Control, hipotéticamente podríamos confeccionar una con los siguientes datos:


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Primer control Segundo control Tercer control Cuarto control

Fecha

Pulsac. brutas

Penalización faltas leves

Penalización faltas graves

Penalización faltas m. graves

Pulsac. netas

Pulsac. por minuto

16 enero

2.525

3 x 7 = 21

6 x 6 = 36

10 x 1 = 10

2.458

245,8

31 enero

2.714

3 x 5 = 15

6 x 3 = 12

10 x

=

2.687

268,7

9 febrero

2.978

3 x 4 = 12

6x1= 6

10 x

=

2.960

296

25 marzo

3.186

3x3=9

6x1= 6

10 x

=

3.171

317,1

Observamos que en el primer control se han cometido 7 faltas leves, 2 graves y 1 muy grave; en el segundo, 5 faltas leves y 3 graves; en el tercero, 4 leves y 1 grave; y en el cuarto y último, 3 leves y 1 grave. Las Hojas de Control de los ejercicios terminados en 0 y en 5 tienen diferente disposición, ya que en tales ejercicios el tiempo de ejecución es variable y la velocidad hay que calcularla precisamente en función de la misma. Para facilitar tu trabajo, al final de este prólogo se te ofrecen las tablas de velocidad conseguida, en pulsaciones por minuto, según sea el tiempo empleado en su realización. Un ejemplo de Hoja de Control de esta clase de ejercicios puede ser el siguiente:

Primer control Segundo control Tercer control Cuarto control

Fecha

Tiempo

Pulsac.


Penalización Penalización faltas graves faltas m. graves

Pulsac. netas

Pulsac. por minuto

21 marzo

5’ 25’’

1.200

3 x 6 = 18

6 x 4 = 24

10 x 2 = 20

1.138

210

29 marzo

5’ 05’’

1.200

3 x 5 = 15

6x1=6

10 x 1 = 10

1.169

230

7 abril

4’ 50’’

1.200

3x3=9

6x1=6

10 x

=

1.185

245

23 abril

4’ 25’’

1.200

3x3=9

6x1=6

10 x

=

1.185

268

Como se observa, este ejercicio contiene 1.200 pulsaciones, con el tiempo de realización y faltas que en cada caso se indica. El número de pulsaciones por minuto ha sido obtenido de la tabla de conversión que se ofrece después de este prólogo.

Márgenes y sangría Por regla general, cada línea de los ejercicios de examen suele contener de 55 a 75 espacios, lo cual quiere decir que debes poner los márgenes de tu máquina con suficientes espacios para que te quepan todos: el margen izquierdo lo colocas para comenzar a escribir a unos 20 ó 30 milímetros del borde del papel, y el margen derecho lo colocas al final del carro. No está tampoco de más que te digamos que en algunos exámenes te dan una hojas para que realices el ejercicio y en las cuales vienen impresas una líneas verticales en la parte izquierda del folio para que las hagas coincidir con el correspondiente margen. Pero lo primero que tienes que fijarte antes de comenzar cada ejercicio es en la sangría que tienen todos y cada uno de los párrafos de que consta. De empezar con sangría, cuenta los espacios que tiene la misma y coloca el tabulador coincidiendo ella. Como ejemplos de párrafo con sangría y sin ella tenemos los siguientes: a) Párrafos sin sangría Este es un párrafo sin sangría porque el primer párrafo comienza justo en el margen izquierdo, coincidiendo con los restantes. Este es un párrafo sin sangría porque el primer párrafo comienza justo en el margen izquierdo,


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coincidiendo con los restantes.Este es un párrafo sin sangría porque el primer párrafo comienza justo en el margen izquierdo, coincidiendo con los restantes. b) Párrafos con sangría de 3 espacios Este es un párrafo con sangría de 3 porque el primer párrafo comienza dejando tres espacios en blanco. Este es un párrafo con sangría de 3 porque el primer párrafo comienza dejando tres espacios en blanco. Este es un párrafo con sangría de 3 porque el primer párrafo comienza dejando tres espacios en blanco. c) Párrafos con sangría de 4 espacios Este es un párrafo con sangría de 4 porque el primer párrafo comienza dejando cuatro espacios en blanco. Este es un párrafo con sangría de 4 porque el primer párrafo comienza dejando cuatro espacios en blanco. Este es un párrafo con sangría de 4 porque el primer párrafo comienza dejando cuatro espacios en blanco. d) Párrafos con sangría de 5 espacios Este es un párrafo con sangría de 5 porque el primer párrafo comienza dejando cinco espacios en blanco. Este es un párrafo con sangría de 5 porque el primer párrafo comienza dejando cinco espacios en blanco. Este es un párrafo con sangría de 5 porque el primer párrafo comienza dejando cinco espacios en blanco. Después de esta introducción, puedes comenzar cuando quieras a realizar los ejercicios que se te proponen, siguiendo siempre las instrucciones indicadas y respetando el tiempo que se te concede en cada uno de ellos. Te deseo toda la suerte del mundo en tu empeño. Arantxa Ezcurra


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TABLA DE CONVERSION (De 1.500 a 1410 pulsaciones netas) (1)

3’ 30’’ 3’ 35’’ 3’ 40’’ 3’ 45’’ 3’ 50’’ 3’ 55’’ 4’ 00’’ 4’ 05’’ 4’ 10’’ 4’ 15’’ 4’ 20’’ 4’ 25’’ 4’ 30’’ 4’ 35’’ 4’ 40’’ 4’ 45’’ 4’ 50’’ 4’ 55’’ 5’ 00’’ 5’ 05’’ 5’ 10’’ 5’ 15’’ 5’ 20’’ 5’ 25’’ 5’ 30’’ 5’ 35’’ 5’ 40’’ 5’ 45’’ 5’ 50’’ 5’ 55’’ 6’ 00’’ 6’ 05’’ 6’ 10’’ 6’ 15’’ 6’ 20’’ 6’ 25’’ 6’ 30’’ 6’ 35’’ 6’ 40’’ 6’ 45’’ 6’ 50’’ 6’ 55’’ 7’ 00’’ 7’ 05’’ 7’ 10’’ 7’ 15’’ 7’ 20’’

1.500 429 419 409 400 391 383 375 367 360 353 346 340 333 327 321 316 310 305 300 295 290 286 281 277 273 269 265 261 257 254 250 247 243 240 237 234 231 228 225 222 220 217 214 212 209 207 205


1.490 426 416 406 397 389 380 372 365 358 351 344 337 331 325 319 314 308 303 298 293 288 284 279 275 271 267 263 259 255 252 248 245 242 238 235 232 229 226 223 221 218 215 213 210 208 206 203

1.480 423 413 404 395 386 378 370 362 355 348 342 335 329 323 317 312 306 301 296 291 286 282 277 273 269 265 261 257 254 250 247 243 240 237 234 231 228 225 222 219 217 214 211 209 207 204 202

1.470 420 410 401 392 383 375 367 360 353 346 339 333 327 321 315 309 304 299 294 289 285 280 276 271 267 263 259 256 252 248 245 242 238 235 232 229 226 223 220 218 215 213 210 208 205 203 200

1.460 417 407 398 389 381 373 365 358 350 344 337 331 324 319 313 307 302 297 292 287 283 278 274 270 265 261 258 254 250 247 243 240 237 234 231 228 225 222 219 216 214 211 209 206 204 201 199

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1.450 414 405 395 387 378 370 362 355 348 341 335 328 322 316 311 305 300 295 290 285 281 276 272 268 264 260 256 252 249 245 242 238 235 232 229 226 223 220 217 215 212 210 207 205 202 200 198

1.440 411 402 393 384 376 368 360 353 346 339 332 326 320 314 309 303 298 293 288 283 279 274 270 266 262 258 254 250 247 243 240 237 234 230 227 224 222 219 216 213 211 208 206 203 201 199 196

1.430 409 399 390 381 373 365 357 350 343 336 330 324 318 312 306 301 296 291 286 281 277 272 268 264 260 256 252 249 245 242 238 235 232 229 226 223 220 217 214 212 209 207 204 202 200 197 195

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TABLA DE CONVERSION (De 1.500 a 1.410 pulsaciones netas) (2)

7’ 25’’ 7’ 30’’ 7’ 35’’ 7’ 40’’ 7’ 45’’ 7’ 50’’ 7’ 55’’ 8’ 00’’ 8’ 05’’ 8’ 10’’ 8’ 15’’ 8’ 20’’ 8’ 25’’ 8’ 30’’ 8’ 35’’ 8’ 40’’ 8’ 45’’ 8’ 50’’ 8’ 55’’ 9’ 00’’ 9’ 05’ 9’ 10’’ 9’ 15’’ 9’ 20’’ 9’ 25’’ 9’ 30’’ 9’ 35’’ 9’ 40’’ 9’ 45’’ 9’ 50’’ 9’ 55’’ 10’ 00’’ 10’ 05’’ 10’ 10’’ 10’ 15’’ 10’ 20’’ 10’ 25’’ 10’ 30’’ 10’ 35’’ 10’ 40’’ 10’ 45’’ 10’ 50’’ 10’ 55’’ 11’ 00’’ 11’ 05’’ 11’ 10’’ 11’ 15’’

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EJERCICIO Nº 1 Este ejercicio, de entrenamiento, debe realizarse al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. Sangría de primera línea, 5 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 2. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 3. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 4. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 5. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 6. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 7. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 8. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 9. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 10. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 11. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 12. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 13. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 14. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 15. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 16. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 17. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 18. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 19. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 20. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 21. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 22. Todos los

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 23. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 24. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 25. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 26. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 27. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 28. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 29. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 30. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 31. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. 32. Todos los ejercicios de calentamiento deberé realizarlos al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde.

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FICHA DE CONTROL EJERCICIO Nº 1 Fecha Primer control Segundo control Tercer control Cuarto control


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EJERCICIO Nº 2 Sangría de primera línea, 3 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El 8 de diciembre, Meggie Cleary cumplió cuatro años. Su madre, cuando hubo retirado los platos del desayuno, puso en sus brazos un paquete envuelto en papel de embalar y le dijo que saliese fuera. Y Meggie se acurrucó detrás de una aulaga próxima a la puerta de entrada y empezó a tirar del papel con impaciencia. Sus dedos eran torpes, y el envoltorio, resistente. Olía un poco a los grandes almacenes de Wahine, y esto le reveló que fuera cual fuese el contenido del paquete, había sido milagrosamente comprado, no regalado o confeccionado en casa. Algo fino y de un color dorado opaco empezó a asomar por uno de los ángulos; arrancándolo en largas e irregulares tiras. Aquello era un verdadero milagro. Sólo una vez en su vida había estado Meggie en Wahine; la habían llevado allí en mayo, por haberse portado bien. Sentada en el calesín, al lado de su madre, muy modosita, estaba demasiado emocionada para ver o recordar gran cosa. Sólo la imagen de Agnes había quedado grabada en su mente; la hermosa muñeca sentada en el mostrador de la tienda, con su falda hueca de satén color rosa y toda llena de adornos de encaje claro. Allí mismo y en el acto, la había bautizado mentalmente: Agnes; el único nombre, entre los que conocía, lo bastante distinguido para aquella preciosa criatura. Sin embargo, en los meses que siguieron, su deseo de que Agnes le perteneciera había estado desprovisto de esperanza; Meggie no poseía ninguna muñeca y no tenía la menor idea de que las niñas y las muñecas van siempre juntas. Jugaba muy contenta con los silbatos, los tiradores de goma y los soldados rotos que tiraban sus hermanos, y se ensuciaba las manos y se llenaba las botas de barro. La casa estaba situada en la cima de una pequeña colina, unos treinta metros más alta que el henil y los establos. Como todas las casas de Nueva Zelanda, era de madera, ocupaba mucho espacio y tenía un solo piso, de acuerdo con la teoría de que, si se producía terremoto, algo quedaría en pie. A su alrededor, crecían aulagas en todas partes, adornadas ahora de bellas flores amarillas; la hierba era verde y lozana, como toda la de Nueva Zelanda. Ni siquiera en mitad del invierno, cuando la escarcha no se fundía en todo el día a la sombra, se agostaba la hierba, y el largo y suave verano sólo le daba un verde más y el largo y suave verano sólo le daba un verde más vivo. Las lluvias caían mansamente, sin dañar los tiernos re-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| toños de todas las cosas que crecían; no nevaba, y el sol tenía siempre bastante fuerza para acariciar, pero nunca suficiente para quemar. Más que descender del cielo, las plagas de Nueva Zelanda surgían de las entrañas de la tierra. Siempre reinaba una sofocante impresión de espera, un estremecimiento insensible que acababa transmitiéndose a los pies. Pues debajo del suelo yacía un poder terrible, un poder de tal magnitud que, treinta años antes, había hecho desaparecer una montaña imponente; salían vapores silbando de las grietas de las laderas de plácidas colinas, los volcanes vomitaban humo y manaba caliente el agua de los torrentes alpinos. Grandes lagos fangosos hervían como el aceite; el mar lamía vacilante unos riscos que tal vez no estarían ya allí en la próxima marea, y, en algunos lugares, la corteza terrestre tenía menos de trescientos metros de espesor. Sin embargo, era un país amable y grato. Más allá de la casa, se extendía una llanura ondulada tan verde como la esmeralda de la sortija de prometida de Fiona Cleary, salpicada de miles de bultitos cremosos que, vistos de cerca, resultan ser corderos. Allí donde los curvos montes festoneaban al borde de un claro cielo azul, el Egmont se elevaba a tres mil metros, adentrándose en las nubes, con

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Anoche soñé que había vuelto a Manderley. En mi sueño me encontraba ante la verja del parque, pero durante algunos momentos no pude entrar. Estaba cerrada la puerta con candado y cadena. Llamé en sueños al guarda, pero nadie me contestó, y cuando miré detenidamente a través de los barrotes mohosos de la verja, vi que la caseta estaba a abandonada. No humeaba la chimenea, y las ventanucas y sus celosías bostezaban en su abandono. Entonces, como todos los que sueñan, me sentí de repente dotada de una fuerza sobrenatural, y atravesé como un espíritu la barrera que me detenía. Serpenteaba el camino ante mí, retorcido y tortuoso como siempre, pero según avanzaba, noté que había cambiado; ahora era estrecho y estaba descuidado, no como yo lo había conocido. Al principio me extrañó y no comprendía lo que me había pasado, pero cuando tuve que bajar la cabeza, para no tropezar con una rama que cruzaba el camino, me di cuenta de lo ocurrido. La Naturaleza había reconquistado lo que fue suyo y, poco a poco, con sus métodos arteros e insidiosos, había ido invadiendo el camino. Las hayas, de tronco blanco y desnudo, se inclinaban las unas a las otras y entrelazaban sus ramas en un extraño abrazo, formando sobre mi cabeza una bóveda como nave de iglesia. Vi otros árboles mezclados con las hayas, que no reconocí: robles achaparrados y olmos retorcidos que habían nacido de la tierra silenciosa, junto a plantas y arbustos disformes de los que tampoco me acordaba. El camino había quedado reducido a sendero, ya sin grava, ahogado de hierbas y musgo. Abundaban en los árboles las ramas bajas que estorbaban el paso; las raíces retorcidas parecían dedos de esqueletos. Aislados, entre la maleza, pude reconocer algunos macizos, que en nuestros tiempos se destacaban graciosos y cuidados, como aquel de hortensias de tallos elegantes, cuyas flores azuladas llegaron a adquirir cierto renombre. Nadie las cultivaba ahora y se habían vuelto silvestres, creciendo desmesuradas, incapaces ya de florecer, negruzcas, feas, como los parásitos anónimos que crecían junto a ellas. Aquel pobre hilillo blanco que un día fue nuestro camino avanzaba más y más, torciendo ora a la derecha, ora a la izquierda. Algunas veces lo creí ahogado para siempre, pero aparecía de nuevo, acaso bajo un árbol caído o luchando con el barro de una ciénaga na-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| cida de las lluvias invernales. Me pareció el camino más largo que antes. Evidentemente, las millas se habían multiplicado, como lo hicieran los árboles, y éste camino únicamente conducía a un laberinto, a una espesura impenetrable, y no a la casa. Pero, de repente, apareció ésta ante mí. La avenida que conducía hasta la puerta estaba casi borrada por el desmesurado crecimiento de matojos exuberantes que se extendían por todas partes. Me detuve, con el corazón latiéndome en el pecho, mientras sentía en los ojos la extraña punzada de las lágrimas. ¡Allí estaba Manderley! ¡Nuestro Manderley!, reservado y silencioso, como siempre. Sus piedras grises brillaban en la luz de la luna de mis sueños, y las vidrieras reflejaban los verdes macizos del césped y la terraza. El tiempo no había logrado destruir la perfecta simetría de aquellos muros, ni el lugar sobre el que se alzaban como una joya mostrada en el hueco de la mano. La terraza se fundía en los macizos, y los macizos en el mar; volviendo la cabeza, pude ver la sábana de plata, tranquila a la luz de la luna, como lago no inquietado por brisa o por aquilón. Ni una ola rizaba aquellas aguas de ensueño, ninguna nube impedida por el poniente oscurecía la claridad del firmamento pálido. Volví a mirar la casa, y aunque se alzaba inviolada e intacta, como si la aca-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Los Jueces y Tribunales observarán en la tramitación del procedimiento abreviado las prevenciones siguientes: 1.ª El Juez o Tribunal que ordene la práctica de cualquier diligencia se entenderá directamente con el Juez, Tribunal, Autoridad o funcionario encargado de su realización, aunque el mismo no lo esté inmediatamente subordinado ni sea superior inmediato de aquéllos. 2.ª Para causar los despachos que se expidan se utilizará siempre el medio más rápido, acreditando por diligencia las peticiones de auxilio que no se hayan solicitado por escrito. 3.ª Si el que hubiere de ser citado no tuviere domicilio conocido o no fuere encontrado por la Policía Judicial en el plazo señalado a ésta, el Juez o Tribunal mandará publicar la correspondiente cédula por el medio que estime más idóneo para que pueda llegar a conocimiento del interesado y sólo cuando lo considere indispensable acordará su divulgación por los medios de comunicación social. 4.ª Las requisitorias que hayan de expedirse se insertarán en las Ordenes Generales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y, cuando lo consideren oportuno, en los medios de comunicación escrita. 5.ª Las fianzas que se exijan para asegurar las responsabilidades pecuniarias, incluso costas, podrán constituirse conforme a lo establecido en el art. 591 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y, además, por garantía bancaria o de la entidad en que tenga asegurada la responsabilidad civil la persona contra quien se dirija la medida, formalizada por escrito o por comparecencia ante el Juzgado o Tribunal, por los interesados o por persona que ostente la legítima representación de cualquiera de las entidades de crédito autorizadas para operar en el territorio nacional o de la Entidad aseguradora correspondiente. En los supuestos en que las responsabilidades civiles estén total o parcialmente cubiertas por el régimen de Seguro Obligatorio de Responsabilidad Civil, se requerirá a la Entidad aseguradora o al Consorcio de Compensación de Seguros, en su caso, para que, hasta el límite del seguro obligatorio afiance aquéllas. Si la fianza exigida fuera superior al expresado límite, el responsable directo o subsidiario vendrá obligado a prestar fianza o aval por la diferencia, procediéndose en otro caso al embargo de sus bienes.

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| La Entidad responsable del seguro obligatorio no podrá, en tal concepto, ser parte del proceso, sin perjuicio de su derecho, de defensa en relación con la obligación de afianzar, a cuyo efecto, se le admitirá el escrito que presentare, resolviéndose sobre su pretensión en la pieza correspondiente. 6.ª A todo escrito y a los documentos que se presenten en la causa se acompañarán tantas copias literales de los mismos, realizadas por cualquier medio de reproducción, cuantas sean las otras partes y el Fiscal, a quienes se entregarán al notificarles la resolución que haya recaído en el escrito respectivo. La omisión de las copias sólo dará lugar a su libramiento por el Secretario a costa del omitente si éste no las presenta en el plazo de una audiencia. 7.ª Para enjuiciar los delitos conexos comprendidos en este Título cuando existan elementos para hacerlo con independencia, y para juzgar a cada uno de los imputados, cuando sean varios, podrá acordar el Juez la formación de las piezas separadas que resulten convenientes para simplificar y activar el procedimiento. 8.ª En los Juzgados de Instrucción y de lo Penal y en las Audiencias se llevarán los libros de registro necesarios para las anotaciones que correspondan respecto de los procesos regulados en esta Ley, cuyo número y forma se determinará reglamentariamente.

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EJERCICIO Nº 5 Ejercicio de 1.000 pulsaciones, de realización completa cronometrando el tiempo. Sangría de primera línea, 5 espacios.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Los recursos pueden ser administrativos y judiciales. Como su nombre indica, los primeros se interponen ante órganos administrativos, como son, por ejemplo, los Ministros, Alcaldes, Concejales, etc., y los segundos ante órganos judiciales, esto es, ante los Jueces y Tribunales que componen el poder judicial. En el orden judicial, se da el nombre de recursos a todos los medios o expedientes que las leyes procesales conceden para impugnar una resolución judicial, bien se refiera al fondo, bien afecte a una cuestión incidental o bien sea simplemente ordinatoria. El recurso de apelación, históricamente llamado de alzada, consiste en someter el asunto a un Tribunal superior cuando la parte estime que la sentencia de primera instancia le produce perjuicio. En dicho recurso de apelación no se reproduce la instancia con sus alegaciones y medios de ataque y defensa, sino que el Tribunal superior, dados los hechos y pruebas de la instancia



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EJERCICIO Nº 6 Este ejercicio, de calentamiento, debe realizarse al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. Sangría de primera línea, 3 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 2. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 3. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 4. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 5. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 6. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 7. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 8. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 9. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 10. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 11. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 12. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 13. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 14. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 15. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 16. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 17. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 18. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 19. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 20. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 21. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| a la de la última pulsación. 22. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 23. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 24. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 25. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 26. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 27. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 28. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 29. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 30. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 31. La barra espaciadora hay que pulsarla siempre con el dedo pulgar de la mano contraria a la de la última pulsación. 32. La barra espaciadora hay que pul-

2785 2857 2927 2995 3067 3140 3208 3281 3351 3423 3495 3565 3633 3705 3778 3846 3919 3989 4061



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Los métodos para la enseñanza de la lectura suelen dividirse en sintéticos y analíticos o globales. Los primeros, que podríamos denominar clásicos, comenzaban la enseñanza de la lectura a partir del alfabeto, los sonidos o las sílabas. Los analíticos inician el aprendizaje a partir de palabras, oraciones e incluso de pequeños relatos, que son analizados en sus elementos, lo que permite reconocer y pronunciar después palabras nuevas. Dentro de estos métodos globales se señalan a continuación los más importantes. 1. Método de las palabras generadoras. En esencia, consiste en partir de un grupo de palabras seleccionadas, en las que se encierran todas las sílabas y sonidos del idioma. Se comienza aprendiendo el significado de una palabra generalmente asociada a una imagen, más tarde se descompone la palabra en sílabas y, por último, en letras. Se combinan de nuevo esos elementos ya analizados para formar nuevas palabras, cuyo significado también se aprende. Muy pronto esas palabras se emplean para construir oraciones, muy cortas al principio. Este método se empleó básicamente en la campaña de alfabetización española. El tiempo empleado para la alfabetización era de 150 horas, a lo largo de 75 días, con 2 horas diarias de clase. El desarrollo esquemático del curso era el siguiente: En una primera etapa de iniciación de 40 días, se hace que el alumno fije su atención, ya sea mediante un grabado o mediante una conversación breve, en un animal: el oso. Se hace hincapié ante los alumnos que la palabra “oso” se pronuncia en dos tiempos: o-so. Para aclarar la idea se buscan otras palabras que se pronuncien en dos o más tiempos. Se hace notar después que el primer tiempo de la palabra “oso” no puede descomponerse más y que el segundo tiempo contiene, además del sonido del primero, otro sonido que lleva delante el sonido s. Más adelante los alumnos investigan palabras del propio vocabulario, que contengan los sonidos estudiados y buscan en la cartilla los signos gráficos descubiertos, que contengan o, que contengan s, etc. Entonces el instructor explica que a cada sonido aislado corresponde un signo gráfico, de tal modo que la palabra hablada se corresponde con una palabra escrita, tal como ocurre en oso. De manera semejante, se presentan otras palabras clave que permiten: descubrir, asociadas a consonantes fricativas, las cinco

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| vocales; escribir y leer frases, y buscar e identificar en textos previstos aquellas mismas frases, palabras y letras. Con el estudio de 40 palabras generadoras se habrá dado a los alumnos la posibilidad de conocer todas las combinaciones. Cuando hayan descubierto, escrito e identificado todos los sonidos, vocales y consonantes, se darán a conocer en sus diferentes tipos (manuscritos e impresos, con mayúsculas y minúsculas) y se hará escribir repetidamente, con preocupación caligráfica, nuestro alfabeto. 2. Método oracional. En él se utilizan, desde el primer momento, oraciones que se consideran como una unidad de pensamiento, más que como una suma de palabras, y que tienen relación con el campo motivacional de los alumnos y con sus intereses peculiares. Cuando se ha asimilado una oración, ésta se descompone en palabras, sílabas y letras. Con estos elementos se forman nuevas palabras. Las sesiones se inician con una conversación motivadora, en la que participan los alumnos y que está relacionada con la frase que va a servir como punto de partida. El proceso metodológico en el aprendizaje de los sonidos, las combinaciones nuevas, etc., es, a partir de aquí, muy semejante al método anterior. 3. Método de la narración corta. Este método de alfabetización, que ha tenido singular aceptación en Hispanoamérica, centra

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EJERCICIO Nº 8 Sangría, 5 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El hambre de instrucción no es menos deprimente que el hambre de alimento: un analfabeto es un espíritu subalimentado. Saber leer y escribir, adquirir una formación profesional, es recobrar la confianza en sí mismo y descubrir que se puede progresar al mismo tiempo que los demás... La alfabetización es para el hombre un factor primordial de integración social no menos que el enriquecimiento personal: para la sociedad, un instrumento privilegiado de progreso económico y desarrollo. Estas palabras de la encíclica Populorum Progressio caracterizan la trascendencia de la alfabetización en el desarrollo del individuo, tanto como en el desarrollo de la sociedad. La alfabetización no es un fin en sí. No se puede pensar que la tarea queda concluida con enseñar a leer y escribir. Si esta alfabetización básica no va incluida en un proceso funcional, el sujeto alfabetizado recaería rápidamente en un analfabeto por desuso. No tendría sentido enseñar a leer y a escribir a una persona aislada de la cultura, sin libros, sin periódicos, sin posibilidades de aplicar y perfeccionar los saberes instrumentales a los que había accedido. Una persona está alfabetizada cuando lo está funcionalmente, cuando posee un dominio de la lectura, la escritura y la matemática suficiente como para seguir utilizando los conocimientos adquiridos al servicio de su propio desarrollo y del de la comunidad, y para participar activamente en la vida de su país. Las conferencias internacionales citadas al principio han prodigado sus recomendaciones acerca del carácter distintivo, objetivos, métodos y medios de la alfabetización de adultos, considerada como un elemento básico de la educación permanente. Las campañas de lucha contra el analfabetismo, que son una etapa de un proceso más amplio, no deben hacernos perder de vista el problema de la adaptación constante de cada individuo a un mundo en rápida transformación, por lo que es preciso subrayar en toda campaña de alfabetización la motivación como factor importante, ya sea de orden religioso, económico o cultural. España promovió, en la década de los 60, una campaña nacional de alfabetización y promoción de adultos, cuyos resultados, al menos en la alfabetización funcional, fueron positivos. Iniciada con dos Decretos de julio de 1963, formaba parte del I Plan de Desarro-

64 137 208 280 351 419 490 561 633 702 709 777 848 921 991 1063 1133 1202 1275 1347 1418 1487 1541 1608 1678 1749 1822 1892 1962 2032 2104 2176 2205 2273 2344 2415 2488



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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| llo Económico y Social y se fijó tres objetivos fundamentales: a) alfabetización de los iletrados absolutos; b) elevación de la cultura mínima de todos los españoles al nivel del certificado de estudios primarios: y c) educación continua y popular de adultos para actualizar la cultura formativa e informativa de todos, en función de las exigencias de un mundo en transformación y de las necesidades del país, atendiendo principalmente a la cultura general, a la formación cívico-social y a la apertura a la vocación profesional. La base humana de la campaña la constituyeron 5.000 maestros alfabetizadores que, juntamente con las entidades colaboradoras de alfabetización v los alfabetizadores voluntarios, cumplieron una tarea eficaz para terminar con lo que constituía una lacra social. Al mismo tiempo, se puso en marcha una red de medios técnicos de cooperación, ayuda y seguimiento, entre los que cabe destacar periódicos especiales para neolectores, emisiones radiofónicas, emisiones especiales de TVE y distribución de material diverso. El plan se estructuró en tres fases, que abarcaban progresivamente cuatro grandes niveles: 1) alfabetización; 2) promoción cultural (estudios básicos, bachillerato básico y orientación profesional); 3) formación profesional; y 4) enseñanzas no regladas. Los

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| De conformidad con lo establecido en le Ley de Enjuiciamiento Criminal: Cuando no conste el lugar en que se haya cometido una falta o delito serán Jueces y Tribunales competentes en su caso para conocer de la causa o juicio: 1.º El del término municipal, partido o circunscripción en que se hayan descubierto pruebas materiales del delito. 2.º El del término municipal, partido o circunscripción en que el presunto reo haya sido aprehendido. 3.º El de la residencia del reo presunto. 4.º Cualquiera que hubiese tenido noticia del delito. Si se suscitase competencia entre estos Jueces o Tribunales, se decidirá dando la preferencia por el orden con que están expresados en los números que preceden. Tan luego como conste el lugar en que se hubiese cometido el delito, se remitirán las diligencias al Juez o Tribunal a cuya demarcación corresponda, poniendo a su disposición a los detenidos y efectos ocupados. La jurisdicción ordinaria será la competente para juzgar a los reos de delitos conexos, siempre que alguno esté sujeto a ella, aun cuando los demás sean aforados. Lo dispuesto en el párrafo anterior se entiende sin perjuicio de las excepciones expresamente consignadas en este Código o en Leyes especiales, y singularmente en las Leyes penales de Guerra y Marina, respecto a determinados delitos. Considéranse delitos conexos: 1.º Los cometidos simultáneamente por dos o más personas reunidas, siempre que éstas vengan sujetas a diversos Jueces o Tribunales ordinarios o especiales, o que puedan estarlo por la índole del delito. 2.º Los cometidos por dos o más personas en distintos lugares o tiempos si hubiera precedido concierto para ello. 3.º Los cometidos como medio para perpetrar otros o facilitar su ejecución. 4.º Los cometidos para procurar la impunidad de otros delitos. 5.º Los diversos delitos que se imputen a una persona al incoarse contra la misma causa por cualquiera de ellos, si tuvieren

65 78 144 216 245 315 369 439 480 527 586 653 726 762 827 899 970 990 1059 1130 1165 1232 1305 1379 1420 1455 1526 1598 1669 1679 1747 1801 1868 1885 1953 2019 2087



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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| analogía o relación entre sí, a juicio del Tribunal, y no hubiesen sido hasta entonces sentenciados. Son Jueces y Tribunales competentes, por su orden, para conocer de las causas por delitos conexos: 1.º El del territorio en que se haya cometido el delito a que esté señalada pena mayor. 2.º El que primero comenzare la causa en el caso de que a los delitos esté señalada igual pena. 3.º El que la Audiencia Provincial o el Tribunal Supremo en sus casos respectivos designen, cuando las causas hubieren empezado al mismo tiempo, o no conste cuál comenzó primero. Podrán promover y sostener competencia: 1.º Los Jueces de Paz en cualquier estado del juicio, y las partes desde la citación hasta el acto de la comparecencia. 2.º Los Jueces de Instrucción durante el sumario. 3.º Las Audiencias Provinciales durante la sustanciación del juicio. 4.º El Ministerio Fiscal en cualquier estado de la causa. 5.º El acusador particular, antes de formular su primera petición después de personado en la causa. 6.º El procesado y la parte civil, ya figure como actora, ya aparezca como responsable, dentro de los tres días siguientes al en que se les comunique la causa para calificación. Son superiores jerárquicos para resolver sobre las cuestiones de competencia, en la forma que determinarán los arts. siguientes: 1.º De los Jueces de Paz del mismo partido, el de instrucción. 2.º De los Jueces de Instrucción de una misma circunscripción, la Audiencia Provincial. 3.º De las Audiencias Provinciales del mismo territorio, el Tribunal Superior de Justicia. 4.º De los Tribunales Superiores de Justicia, o cuando la competencia sea entre una Audiencia Provincial y la Sala de lo civil y

2257 2293 2361 2402 2469 2498 2565 2602 2670 2740 2795 2841 2907 2960 3027 3095 3105 3169 3236 3279 3344 3415 3467 3534 3605 3675 3746 3775 3841 3877 3947 4020



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| De conformidad con lo previsto en el artículo 1 de la Constitución de 1978, en el que se proclama la soberanía nacional y los valores superiores del Estado español: 1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. 2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. 3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria. Por su parte, la unidad y fundamento constitucional del sistema autonómico español se establece en el artículo 2 de nuestra ley de leyes, en el que textualmente se indica que la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas. Precisamente la organización territorial del Esta



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EJERCICIO Nº 11 Ejercicio de entrenamiento, a realizar al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. Sangría de primera línea, 3 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 2. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 3. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 4. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 5. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 6. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 7. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 8. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 9. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 10. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 11. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 12. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 13. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 14. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 15. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 16. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 17. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 18. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los factores más importantes es saber mantener el ritmo. 19. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, uno de los

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| factores más importantes es saber mantener el ritmo. 20. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, factores más importantes es saber mantener el ritmo. 21. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, factores más importantes es saber mantener el ritmo. 22. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, factores más importantes es saber mantener el ritmo. 23. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, factores más importantes es saber mantener el ritmo. 24. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, factores más importantes es saber mantener el ritmo. 25. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, factores más importantes es saber mantener el ritmo. 26. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, factores más importantes es saber mantener el ritmo. 27. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, factores más importantes es saber mantener el ritmo. 28. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, factores más importantes es saber mantener el ritmo. 29. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, factores más importantes es saber mantener el ritmo. 30. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, factores más importantes es saber mantener el ritmo. 31. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica, factores más importantes es saber mantener el ritmo. 32. Para conseguir una gran velocidad mecanográfica,

uno de los uno de los uno de los uno de los uno de los uno de los uno de los uno de los uno de los uno de los uno de los uno de los uno de los

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EJERCICIO Nº 12 Sangría, 5 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Educación social es la acción educativa ordenada a que el individuo logre su madurez social. Para entender la extensión y el contenido de este concepto se hace imprescindible recordar las notas fundamentales que caracterizan a la madurez social. Son cuatro: 1) conciencia del fin propio y del fin común, aceptando este último y haciéndolo compatible con el primero; 2) autodominio o poder de inhibir las inclinaciones personales que se contradicen con las exigencias sociales; 3) un desarrollo armónico de las facultades humanas, que compagine las que miran al interés individual con las que tienden al interés social, y 4) adaptación equilibrada, que proporcionará unas relaciones sociales adecuadas a cada caso, controladas y matizadas. La madurez social constituye, por tanto, el término del proceso de socialización del individuo y del desarrollo de sus facultades, orientadas al ejercicio de las mismas en la comunidad local, nacional e internacional, en orden a su fin individual y colectivo. Esta madurez social adquiere una expresión, un nivel, unas características determinadas y, por supuesto, unos límites, en consonancia con el momento evolutivo de la persona y con el mundo de los valores en que aquélla se desarrolla. Cabe, por consiguiente, establecer un concepto de edad social acorde con la Psicología socio-evolutiva, de la misma manera que se habla de edad cronológica, mental o escolar, con relación a otros presupuestos. Olvidar las exigencias provenientes de la edad social del individuo lleva consigo un profundo error pedagógico, que hace peligrar el desarrollo integral y armónico de la personalidad, objetivo fundamental de todo proceso educativo. El aspecto social de la educación está siempre presente en todo proceso educativo, puesto que el hombre no puede existir como tal al margen del grupo humano en el que crece. Basta recordar al respecto cómo el fenómeno educativo y la Pedagogía han estado ligados a la sociedad en que se han desarrollado. Ello permite decir que ambos han sido desde sus orígenes un hecho social, realizado por personas y orientado a educar física, intelectual y moralmente a los no formados, para lograr su integración en la sociedad. El anterior objetivo, junto con el descubrimiento y el desarrollo del sentido trascendente del hombre constituyen la meta final de toda

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| educación. En consecuencia, la educación encaminada a la formación de una personalidad plenamente humana no se reduce a la simple socialización, sino que ha de saber armonizar la profunda exigencia de sociabilidad que el hombre guarda dentro de sí con su aún más profunda y última vocación trascendente. En esta síntesis armónica radica la auténtica madurez social de la persona humana. El ideal cristiano del amor sintetiza esta armonización y ofrece el cauce ideal para vivir los vínculos sociales, de forma más profunda, rica y humana. Kriekemans define la educación social como la educación que tiene por meta el sentido social. Para ello propugna despertar el sentido de las relaciones entre los hombres, asignarles un lugar en el orden de los valores y promover unas relaciones sociales tan perfectas como sea posible. Este descubrir, desarrollar y orientar las tendencias sociales de la persona no debe entenderse como una simple instrucción que habilite para encajar en las estructuras, instituciones y dinámica de una sociedad. Esta última interpretación del proceso de educación social puede encerrar el sutil sofisma de considerar a la persona en función de la sociedad, en lugar de la sociedad en función de la persona. Las instituciones sociales e ideológicas, los grupos políticos, económicos, etc. deben estar al servicio del hombre, y no viceversa.

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Si durante el sumario o en cualquier fase de instrucción de un proceso penal el Ministerio Fiscal o cualquiera de las partes entendieran que el Juez instructor no tiene competencia para actuar en la causa, podrán reclamar ante el Tribunal superior a quien corresponda, el cual, previos los informes que estime necesarios, resolverá de plano y sin ulterior recurso. Terminado el sumario, toda cuestión de competencia que se promueva suspenderá los procedimientos hasta la decisión de ella. El Juez o Tribunal que se considere competente deberá promover la competencia. También acordará la inhibición a favor del Juez o Tribunal competente cuando considere que el conocimiento de la causa no le corresponde, aunque sobre ello no haya precedido reclamación de los interesados ni del Ministerio Fiscal. Los autos que los Jueces municipales o de instrucción dicten inhibiéndose a favor de otro Juez o jurisdicción, serán apelables. Contra los de las Audiencias podrá interponerse el recurso de casación. El Ministerio Fiscal y las partes promoverán las competencias por inhibitoria o por declinatoria. El uso de uno de estos medios excluye absolutamente el del otro, así durante la sustanciación de la competencia como una vez que ésta se halle terminada. La inhibitoria se propondrá ante el Juez o Tribunal que se repute competente. La declinatoria, ante el Juez o Tribunal que se repute incompetente. Los Magistrados, Jueces y Asesores, cualesquiera que sean su grado y jerarquía, sólo podrán ser recusados por causa legítima. Podrán únicamente recusar en los negocios criminales: El representante del Ministerio Fiscal. El acusador particular o los que legalmente representan sus acciones y derechos. Las personas que se encuentren en la situación de los arts. 118 y 520. Los responsables civilmente por delito o falta. Si durante el sumario o en cualquier fase de instrucción de un

65 138 207 279 350 389 457 524 594 612 685 754 823 865 932 1005 1078 1087 1156 1194 1257 1327 1359 1429 1448 1518 1527 1595 1666 1724 1770 1838 1859 1924 1937 1989 2057



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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| proceso penal el Ministerio Fiscal o cualquiera de las partes entendieran que el Juez instructor no tiene competencia para actuar en la causa, podrán reclamar ante el Tribunal superior a quien corresponda, el cual, previos los informes que estime necesarios, resolverá de plano y sin ulterior recurso. Terminado el sumario, toda cuestión de competencia que se promueva suspenderá los procedimientos hasta la decisión de ella. El Juez o Tribunal que se considere competente deberá promover la competencia. También acordará la inhibición a favor del Juez o Tribunal competente cuando considere que el conocimiento de la causa no le corresponde, aunque sobre ello no haya precedido reclamación de los interesados ni del Ministerio Fiscal. Los autos que los Jueces municipales o de instrucción dicten inhibiéndose a favor de otro Juez o jurisdicción, serán apelables. Contra los de las Audiencias podrá interponerse el recurso de casación. La inhibición se propondrá por escrito, con firma de letrado. En el mismo expresará el que la proponga que no ha empleado la declinatoria. Si resultase lo contrario, será condenado en costas, aunque se decida en su favor la competencia o aunque la abandone en lo sucesivo. El Tribunal ante quien se proponga la inhibición oirá al Miniserio Fiscal, cuando éste lo haya propuesto, así como a las demás partes que figuran en la causa, y en su vista mandará librar oficio inhibitorio o declarará no haber lugar a ello. Contra el auto en que se deniege el requerimiento de inhibición sólo habrá lugar al recurso de casación. Como ocurre con todos los autos judiciales, también el que estamos comentando debe ser motivado. Por otra parte, cuando el Juez o Tribunal pretenda tramitar la

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Podrán únicamente recusar en los negocios criminales: El representante del Ministerio Fiscal. El acusador particular o los que legalmente representan sus acciones y derechos. Las personas que se encuentren en la situación de los arts. 118 y 520. Los responsables civilmente por delito o falta. Son causas legítimas de recusación: 1.º El parentesco de consanguinidad o afinidad dentro del cuarto grado civil con cualquiera de los expresados en el art. anterior. 2.º El mismo parentesco dentro del segundo grado con el Letrado de alguna de las partes que intervengan en la causa. 3.º Estar o haber sido denunciado o acusado por alguna de éstas como autor, cómplice o encubridor de un delito o como autor de una falta. 4.º Haber sido defensor de alguna de las partes, emitido dictamen sobre el proceso o alguna de sus incidencias como Letrado, o intervenido en aquél o en éstas como Fiscal, perito o testigo. 5.º Ser o haber sido denunciador o acusador privado del que recusa. 6.º Ser o haber sido tutor o curador de alguno que sea parte en la causa. 7.º Haber estado en tutela o guardaduría de alguno de los expresados en el número anterior. 8.º Tener pleito pendiente con el recusante. 9.º Tener interés directo o indirecto en la causa. 10.º La amistad íntima. 11.º La enemistad manifiesta. 12.º Haber sido instructor de la causa. Los Magistrados y Jueces comprendidos en cualquiera de los casos anteriores se inhibirán del conocimiento del asunto sin esperar a que se les recuse. Contra esta inhibición no habrá recurso alguno. De igual manera se inhibirán, sin recurso alguno, cuando al ser recusados en cualquier forma estimasen procedente la causa alegada. En uno y otro caso mandarán pasar las diligencias a quien deba reemplazarles. La recusación podrá proponerse en cualquier estado de la cau-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| sa, pero nunca después de comenzado el juicio oral, a no ser que el motivo de la recusación sobreviniere con posterioridad. La recusación se hará en escrito firmado por Letrado, por Procurador y por el recusante si supiere firmar y estuviere en el lugar de la causa. El último deberá ratificarse ante el Juez o Tribunal. Cuando el recusante no estuviese presente, firmarán sólo el Letrado y el Procurador. En todo caso se expresará en el escrito concreta y claramente la causa de la recusación. No obstante lo dispuesto en el art. anterior, podrá el procesado, si estuviere en incomunicación, proponer verbalmente la recusación en el acto de recibírsele declaración o podrá llamar al Juez por conducto del Alcalde de la cárcel para recusarle. En este caso, deberá el Juez de instrucción presentarse acompañado del Secretario, que hará constar por diligencia la petición de recusación y la causa en que se funde. Cuando fuese denegada la recusación, se le advertirá que podrá reproducirla una vez alzada la incomunicación. El auto admitiendo o denegando la recusación será fundado y bastará notificarlo al Procurador del recusante, aunque éste se halle en el pueblo en que se siga la causa y haya firmado el escrito de recusación. Cuando el recusado no se inhibiere por no considerarse comprendido en la causa alegada para la recusación, se mandará formar pieza separada. Esta contendrá el escrito original de recusación y el auto denegatorio de la inhibición, quedando nota expresiva de uno y otro en el proceso. Durante la sustanciación de la pieza separada no podrá intervenir el recusado en la causa ni en el incidente de recusación y será sustituido por aquel a quien corresponda con arreglo a la Ley. Si el recusado fuese un Juez de instrucción, deberá éste no obstante, bajo su responsabilidad, practicar aquellas diligencias

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El ingreso en la Carrera Judicial por la categoría de Juez se producirá mediante la superación de oposición libre y de un curso teórico y práctico de selección realizado en el centro de selección y formación de Jueces y Magistrados dependiente del Consejo General del Poder Judicial. No podrán pertenecer a una misma Sala de Justicia o Audiencia Provincial, Magistrados que estuvieren unidos por vínculo matrimonial o situación de hecho equivalente, o tuvieren parentesco entre sí dentro del segundo grado de consanguinidad o afinidad, salvo que existieren varias Secciones, en cuyo caso podrán integrarse en Secciones diversas, pero no formar Sala juntos. Tampoco podrán pertenecer a una misma Sala de Gobierno Jueces o Magistrados unidos entre sí por cualquiera de los vínculos mencionados. También ingresarán en la Carrera Judicial por la categoría de Magistrado del Tribunal Supremo, o de Magistrado, juristas de reconocida competencia en la forma y proporción establecido en la ley. Para concurrir a la oposición libre de acceso al centro de formación y selección de Jueces y Magistra



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 2. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 3. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 4. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 5. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 6. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 7. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 8. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 9. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 10. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 11. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 12. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 13. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 14. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 15. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 16. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 17. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 18. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que realizarlo con una máquina desconocida. 19. Un ejercicio de velocidad mecanográfica nunca hay que reali-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| zarlo con una máquina desconocida. 20. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 21. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 22. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 23. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 24. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 25. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 26. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 27. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 28. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 29. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 30. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 31. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 32. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 33. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 34. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 35. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 36. Un ejercicio de velocidad mecanográfica zarlo con una máquina desconocida. 37. Un ejercicio de velocidad mecanográfica

2137 nunca hay que reali- 2207 2245 nunca hay que reali- 2315 2353 nunca hay que reali- 2423 2461 nunca hay que reali- 2531 2569 nunca hay que reali- 2639 2677 nunca hay que reali- 2747 2785 nunca hay que reali- 2855 2893 nunca hay que reali- 2963 3001 nunca hay que reali- 3071 3109 nunca hay que reali- 3179 3217 nunca hay que reali- 3287 3325 nunca hay que reali- 3395 3433 nunca hay que reali- 3503 3541 nunca hay que reali- 3611 3649 nunca hay que reali- 3719 3757 nunca hay que reali- 3827 3865 nunca hay que reali- 3935 3973 nunca hay que reali- 4043



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Cuando fuese denegada la recusación, se le advertirá que podrá reproducirla una vez alzada la incomunicación. El auto admitiendo o denegando la recusación será fundado y bastará notificarlo al Procurador del recusante, aunque éste se halle en el pueblo en que se siga la causa y haya firmado el escrito de recusación. Cuando el recusado no se inhibiere por no considerarse comprendido en la causa alegada para la recusación, se mandará formar pieza separada. Esta contendrá el escrito original de recusación y el auto denegatorio de la inhibición, quedando nota expresiva de uno y otro en el proceso. Durante la sustanciación de la pieza separada no podrá intervenir el recusado en la causa ni en el incidente de recusación y será sustituido por aquel a quien corresponda con arreglo a la Ley. Si el recusado fuese un Juez de instrucción, deberá éste no obstante, bajo su responsabilidad, practicar aquellas diligencias urgentes que no puedan dilatarse mientras su sucesor se encargue de continuar la instrucción. La recusación no detendrá el curso de la causa. Exceptúase el caso en que el incidente de recusación no se hubiese decidido cuando sean citadas las partes para la vista de alguna cuestión o incidente o para la celebración del juicio oral. Instruirán la pieza separada de recusación: Cuando el recusado sea el Presidente o un Presidente de Sala de Tribunal Superior de Justicia o del Tribunal Supremo, el Presidente de Sala más antiguo; y si el recusado fuere el más antiguo, el que le siga en antigüedad. Cuando el recusado fuere el Presidente de una Audiencia de lo criminal, el Magistrado más antiguo de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia. Cuando el recusado sea un Magistrado de la Audiencia de lo criminal o de Tribunal Superior de Justicia o del Tribunal Supremo, el Magistrado más antiguo de la respectiva Sala o Tribunal; y si aquél fuere el más antiguo, el que le siga en antigüedad. Si por consecuencia de la recusación de alguno o algunos Magistrados de Audiencias de lo criminal no quedase en estos Tribunales

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| número suficiente para formar Tribunal, corresponderá la instrucción de la pieza separada de recusación al Magistrado más moderno de la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia respectivo. Cuando fuese Juez de instrucción el recusado, instruirá la pieza de recusación el Magistrado más moderno de la respectiva Audiencia. Formada la pieza separada, se oirá a la otra u otras partes que hubiese en la causa, por término de tres días a cada una, que sólo podrá prorrogarse por otros dos cuando a juicio del Tribunal hubiese justa causa para ello. Transcurrido el término señalado, con la prórroga en su caso, y recogida la causa sin necesidad de petición por parte del recusante, se recibirá a prueba el incidente de recusación, cuando la cuestión fuese de hecho, por ocho días, durante los cuales se practicará la que hubiere sido solicitada por las partes y admitida como pertinente. Contra el auto en que las Audiencias o el Tribunal Supremo admitieran o denegaren la prueba, no se dará ulterior recurso. Cuando en la instrucción del sumario aparezca indicada la existencia de la responsabilidad civil de un tercero, el Juez, a instancia del actor civil, exigirá fianza a la persona contra quien resulte la responsabilidad, o en su defecto, decretará el embargo de los bienes que fueren necesarios. El Juez dará cuenta a la parte a quien le interese, evacuándolo en el término de tres días, proponiendo también las pruebas que deban practicarse en apoyo de su pretensión. En aquellos casos en que las partes así lo requirieran del Juez

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| De conformidad con lo establecido en el art. 17 de la Constitución: Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su libertad, sino con la observancia de lo establecido en el art. 17 de la Constitución y en los casos y en la forma prevista en la ley. La detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario para la realización de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos, y, en todo caso, en el plazo máximo de setenta y dos horas, el detenido deberá ser puesto en libertad o a disposición de la autoridad judicial. Toda persona detenida debe ser informada de forma inmediata, y de modo que le sea comprensible, de sus derechos y de las razones de su detención, no pudiendo ser obligada a declarar. Se garantiza la asistencia de abogado al detenido en las diligencias policiales y judiciales, en los términos que la ley establezca. La ley regulará un procedimiento de “habeas corpus” para producir la inmediata puesta a disposición judicial de toda persona detenida ilegalmente. Asimismo, por ley se determinará el plazo máximo de duración de la prisión provisional. Asimismo, la Constitución, en su art. 18, garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito. Se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y telefónicas, salvo resolución judicial. La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos. La libertad de residencia y circulación se consagra en el art. 19 de nuestra Carta Magna, al decir que: Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional. Asimismo, tienen derecho a entrar y salir libremente de España en los términos que la ley establezca. Este derecho no podrá ser li-

66 75 143 213 285 313 384 455 527 597 646 713 781 852 921 977 1048 1120 1191 1234 1303 1372 1442 1514 1551 1617 1690 1698 1768 1838 1867 1935 1980 2047 2090 2158 2231



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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| mitado por motivos políticos o ideológicos. Respecto al derecho a la libertad de expresión, en el art. 20 se reconocen y protegen los derechos: a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción. b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica. c) A la libertad de cátedra. d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa. Asimismo se dispone que la ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social dependientes del Estado o de cualquier ente público, y garantizará el acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España. Las libertades anteriores tienen su límite en el respeto de los derechos reconocidos en el Título I de la Constitución Española, en los preceptos de las leyes que los desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia. Por último se dispone que sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial. Vemos, por tanto, que desaparecida la censura previa que estuvo

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EJERCICIO Nº 19 Sangría de primera línea, 5 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| En el Boletín Oficial de Navarra número 34, de fecha 10 de febrero, se han publicado las bases que habrán de regir las convocatorias de pruebas selectivas para la provisión de las siguientes plazas de Funcionarios del Ayuntamiento de Pamplona: a) Veinte de Auxiliares Administrativos, por turno libre y sistema selectivo de oposición. b) Cuatro de Administrativos de Intervención e Informática, por turno libre y sistema selectivo de concurso-oposición. c) Dieciocho de Auxiliares de la Policía Local, por turno libre y sistema selectivo de oposición. d) Veinticuatro de Agentes de la Policía Local, por turno libre y sistema selectivo de oposición. e) Cuatro de Conductores del Servicio de Recogida de Basuras, por turno libre y sistema selectivo de concurso. f) Quince de Mantenedores de Parques y Jardines, por turno libre y sistema selectivo de oposición. g) Siete de Oficiales de Parques y Jardines, de las cuales dos se proveerán mediante promoción interna entre Mantenedores de Parques y Jardines y las cinco restantes por turno libre y sistema selectivo de oposición. Quienes reuniendo los requisitos exigidos en la convocatoria deseen participar en la misma, deberán presentar sus correspondientes instancias en el Registro General del Excelentísimo Ayuntamiento de Pamplona, o en la forma establecida en el artículo 38.4 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común. El plazo de presentación de instancias finaliza el 5 de abril próximo. Los sucesivos anuncios relacionados con esta convocatoria se publicarán únicamente en el Boletín Oficial de Navarra y o en el tablón de anuncios del Ayuntamiento. En el Boletín Oficial del Territorio Histórico de Guipúzcoa número 31, de fecha 15 de febrero, aparecen publicadas las bases que han de regir el concurso-oposición libre para la provisión, en propiedad, de siete plazas de Técnico de Organización e Informática, vacantes en la plantilla de personal de este Ayuntamiento. El plazo de presentación de instancias concluirá el próximo 7

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| de abril. Los sucesivos anuncios sobre esta convocatoria se publicarán en el Boletín Oficial del Territorio Histórico de Guipúzcoa. Publicadas en el Boletín Oficial de la Provincia de Málaga número 44, de fecha 6 de marzo, las bases de la convocatoria para cubrir, en propiedad, por el sistema de oposición libre, las siguientes plazas vacantes en la plantilla de funcionarios del Ayuntamiento de Marbella: a) Trece de Policías Locales. b) Ocho de Auxiliares de Administración General. c) Cinco de Administrativos de Administración General. d) Dos de Técnicos de Administración General. El plazo para tomar parte en la citada convocatoria finalizará el 7 de abril. Los sucesivos anuncios se publicarán en el Boletín Oficial de la Provincia y tablón de anuncios del Ayuntamiento de Marbella. Los títulos exigidos para tomar parte en las respectivas convocatorias son los que a continuación se detallan: a) Para Policías Locales: Graduado escolar o equivalente, junto a las tallas mínimas y pesos máximos que para hombres y mujeres se detallan por edades en la convocatoria. b) Para Auxiliares de Administración General: Graduado escolar o equivalente. c) Para Administrativos de Administración General: BUP o equivalente. d) Para Técnicos de Administración General: Licenciado en Derecho o en Ciencias Económicas o Empresariales. Los títulos anteriores deberán poseerse el día en que finaliza el plazo de presentación de solicitudes.

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Entre los diecisiete y los veinte años nuestro personaje pasará dos años en París, donde conoce y frecuenta el mundo del teatro y la bohemia. Allí conoce a Baudelaire en casa de Robert de Pontavice y a Wagner en casa de Baudelaire. Todos ellos quedan impresionados por el genio y la fuerza de Villiers. Finalmente toda la familia Villiers se traslada a vivir a la capital a costa de la fortuna de la señora Kérinou, tía abuela materna del escritor. Su primera relación amorosa, aunque se cree que hubo alguna anterior, en Bretaña, con un final desgraciado, fue con Louise Dyonnet. Esta juvenil y atormentada aventura alarma a la familia, que lo envía a pasar cortos períodos de reflexión y de reposo a la abadía de Solesmes, en la que, en las dos ocasiones en que estuvo, tomó contacto con una literatura de hechos ocultos, de vidas de santos, filosófica, que le influirá para toda su vida. Para entonces ya ha publicado, por cuenta del autor y gracias al dinero de su tía abuela, sus primeras poesías, la novela Isis y su primer drama en prosa titulado Ellën. En esa época, en casa de su amigo Catulle Mendés, conoce a Mallarmé, el primer encuentro de una larga y profunda amistad; es el año de



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EJERCICIO Nº 21 Ejercicio de entrenamiento, a realizar al comienzo de una sesión de mañana o tarde. Sangría de primera línea, 3 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Los codos del mecanógrafo deben estar siempre a la misma altura que el teclado de la máquina, de manera que los antebrazos queden en posición horizontal. 2. Los codos del mecanógrafo deben estar siempre a la misma altura que el teclado de la máquina, de manera que los antebrazos queden en posición horizontal. 3. Los codos del mecanógrafo deben estar siempre a la misma altura que el teclado de la máquina, de manera que los antebrazos queden en posición horizontal. 4. Los codos del mecanógrafo deben estar siempre a la misma altura que el teclado de la máquina, de manera que los antebrazos queden en posición horizontal. 5. Los codos del mecanógrafo deben estar siempre a la misma altura que el teclado de la máquina, de manera que los antebrazos queden en posición horizontal. 6. Los codos del mecanógrafo deben estar siempre a la misma altura que el teclado de la máquina, de manera que los antebrazos queden en posición horizontal. 7. Los codos del mecanógrafo deben estar siempre a la misma altura que el teclado de la máquina, de manera que los antebrazos queden en posición horizontal. 8. Los codos del mecanógrafo deben estar siempre a la misma altura que el teclado de la máquina, de manera que los antebrazos queden en posición horizontal. 9. Los codos del mecanógrafo deben estar siempre a la misma altura que el teclado de la máquina, de manera que los antebrazos queden en posición horizontal. 10. Los codos del mecanógrafo deben estar siempre a la misma altura que el teclado de la máquina, de manera que los antebrazos queden en posición horizontal. 11. Los codos del mecanógrafo deben estar siempre a la misma altura que el teclado de la máquina, de manera que los antebrazos queden en posición horizontal. 12. Los codos del mecanógrafo deben estar siempre a la misma altura que el teclado de la máquina, de manera que los antebrazos queden en posición horizontal. 13. Los codos del mecanógrafo deben estar siempre a la misma al-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| tura que el teclado de la máquina, de manera den en posición horizontal. 14. Los codos del mecanógrafo deben estar tura que el teclado de la máquina, de manera den en posición horizontal. 15. Los codos del mecanógrafo deben estar tura que el teclado de la máquina, de manera den en posición horizontal. 16. Los codos del mecanógrafo deben estar tura que el teclado de la máquina, de manera den en posición horizontal. 17. Los codos del mecanógrafo deben estar tura que el teclado de la máquina, de manera den en posición horizontal. 18. Los codos del mecanógrafo deben estar tura que el teclado de la máquina, de manera den en posición horizontal. 19. Los codos del mecanógrafo deben estar tura que el teclado de la máquina, de manera den en posición horizontal. 20. Los codos del mecanógrafo deben estar tura que el teclado de la máquina, de manera den en posición horizontal. 21. Los codos del mecanógrafo deben estar tura que el teclado de la máquina, de manera den en posición horizontal. 22. Los codos del mecanógrafo deben estar tura que el teclado de la máquina, de manera den en posición horizontal. 23. Los codos del mecanógrafo deben estar tura que el teclado de la máquina, de manera

que los antebrazos que- 2303 2334 siempre a la misma al- 2404 que los antebrazos que- 2476 2507 siempre a la misma al- 2577 que los antebrazos que- 2649 2680 siempre a la misma al- 2750 que los antebrazos que- 2822 2853 siempre a la misma al- 2923 que los antebrazos que- 2995 3026 siempre a la misma al- 3096 que los antebrazos que- 3168 3199 siempre a la misma al- 3269 que los antebrazos que- 3341 3372 siempre a la misma al- 3442 que los antebrazos que- 3514 3545 siempre a la misma al- 3615 que los antebrazos que- 3687 3718 siempre a la misma al- 3788 que los antebrazos que- 3860 3891 siempre a la misma al- 3961 que los antebrazos que 4033



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Si el hombre ha de mantener un tipo de relación con su Creador, consecuentemente deberá asegurar la enseñanza y la orientación que le faciliten estas relaciones. De la afirmación “el hombre es un ser religioso” se desprende la necesidad de una educación religiosa. La religión pertenece a la esencia del hombre de tal manera que nunca ha habido un pueblo arreligioso. Se entiende por religión la relación intelectual y moral que une al hombre con Dios. La vida del hombre tiene sentido gracias a una verdad que le llega de la experiencia: existe una realidad que trasciende al mundo sensible y da razón de ser a todo lo que existe. Por la historia de las religiones sabemos que esa realidad trascendente que da sentido a la existencia es Dios. Se trata de una realidad que está más allá de la caducidad de las cosas existentes y que, por otra parte, satisface la constante búsqueda del hombre racional que necesita un Ser, causa primera de las cosas visibles. La religión es, por una parte, ciencia, es decir, conocimiento de las verdades que es preciso creer y de los deberes que corresponde al hombre cumplir. Es además virtud, en el sentido de que constituye el conjunto de actos reverenciales y de culto que exige el reconocimiento de un Ser Superior, el único necesario. Tanto si se trata de una religión natural, como si partimos del hecho de una religión sobrenatural, es decir, fundada en la voluntad expresa de Dios, manifestada a través de la Revelación, en ambos casos el hombre necesita tener a su disposición los materiales oportunos para conocer y practicar esa religión. La educación religiosa tendrá que garantizar el acceso a la realidad trascendente por parte de la inteligencia y en relación con la conducta. No basta, por consiguiente, un estudio superficial, puesto que no hay un objeto de ninguna ciencia, de ninguna técnica, que supere en excelencia al de la religión. Los diversos modos de conocimiento no eliminan el conocimiento que proporciona la religión. El conocimiento científico no es incompatible con la fe, propia de una religión que se fundamenta en la verdad revelada y que es la religión católica. Tanto individualmente como en su dimensión social, el hombre debe ser educado de modo que pueda adherirse vitalmente a la verdad

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| de su dependencia de un Ser Superior. La educación religiosa debe ser coherente, ha de evitar el divorcio entre las verdades del entendimiento y la conducta. Una conducta religiosa se resume en el empeño de transformar a la Humanidad “desde dentro”, informando la conciencia individual y colectiva de valores religiosos. La religión como virtud exige regenerar la vida ordinaria y las culturas humanas. La actividad privada y la pública, de acuerdo con dos dimensiones: una temporal y otra trascendente. El hombre es por naturaleza un ser religioso y un ser moral, en cuanto que su fin y el fin de sus acciones están ordenados. En efecto, la moral es una parte de la metafísica. Que atiende al orden radical y último de las acciones libres del hombre; orden que tiene su causa y su regla en el bien. Comenzamos afirmando con Santo Tomás de Aquino que “las cosas son buenas en tanto que son”, que es como decir que la plenitud de ser es necesariamente bien ilimitado: el mismo Bien o Ser Subsistente; y que el ser creado es sólo bueno por participación porque, siendo bueno, no es el bien. Consiguientemente, los seres creados (el hombre) tienen un fin, que es su bien en sentido estricto. Al no ser su propio fin, el hombre necesita completarse, actualizarse más para adquirir una plenitud de ser, aunque las nuevas perfecciones sean accidentales. Como contraposición a lo que llevamos diciendo, algunas tenden-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| La Constitución Española de 1978 alumbra un nuevo concepto de Administración, sometida a la Ley y al derecho, acorde con la expresión democrática de la voluntad popular. La Constitución consagra el carácter instrumental de la Administración, puesta al servicio de los intereses de los ciudadanos y la responsabilidad política del Gobierno correspondiente, en cuanto que es responsable de dirigirla. El régimen jurídico de las Administraciones Públicas debe establecerse desde este concepto y trascender a las reglas de funcionamiento interno, para integrarse en la sociedad a la que sirve como el instrumento que promueve las condiciones para que los derechos constitucionales del individuo y los grupos que integran la sociedad sean reales y efectivos. Pero además, el régimen jurídico no es neutral en una dinámica de modernización del Estado. El procedimiento administrativo es un instrumento adecuado para dinamizar su avance y, por lo tanto, las reglas esenciales del procedimiento son una pieza fundamental en el proceso de modernización de nuestra sociedad y de su Administración. Pero junto a ello, resulta innegable la necesidad de introducir reformas profundas en esta materia que tengan en cuenta, tanto la multiplicidad de Administraciones Públicas a las que la Ley va dirigida, como la necesidad de ampliar y reforzar las garantías de los ciudadanos para la resolución justa y pronta de los asuntos. La múltiple y compleja realidad que supone la coexistencia de la Administración del Estado, las Administraciones de las Comunidades Autónomas y las de las Entidades Locales, proyectando su actividad sobre un mismo espacio subjetivo y geográfico, hace necesario propiciar un acercamiento eficaz de los servicios administrativos a los ciudadanos. Objetivo que demanda a su vez una fluida relación entre las Administraciones Públicas y un marco jurídico de actuación común a todas ellas que permita a los particulares dirigirse a cualquier instancia administrativa con la certeza de que todas actúan con criterios homogéneos. La eficacia en el resultado de la actuación de esa realidad plural y compleja que son las Administraciones Públicas, hace que la cooperación entre ellas resulte un principio activo, no sólo deseable, sino indispensable a su funcionamiento. La cooperación es

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| un deber general, la esencia del modelo de organización territorial del Estado autonómico, que se configura como un deber recíproco de apoyo y mutua lealtad que no es preciso que se justifique en preceptos concretos porque no puede imponerse, sino acordarse, conformarse o concertarse, siendo el principio que, como tal, debe presidir el ejercicio de competencias compartidas o de las que se ejercen sobre un mismo espacio físico. Esta necesaria cooperación institucional entre Administraciones Públicas permitirá, en el marco de la modernización de sus estructuras, la simplificación de todas ellas y, cuando sea posible, también la reducción de la organización territorial de la Administración General del Estado, en las Comunidades Autónomas que, por razón de su nivel competencial propio, hayan asumido la gestión de las materias en que se desarrollen las funciones de aquellos órganos territoriales. Por ello, y como antes se dijo, el régimen jurídico de las Administraciones Públicas debe trascender a las reglas de funcionamiento interno, para integrarse en la sociedad a la que sirve como el instrumento que promueve las condiciones para que los derechos constitucionales del individuo y los grupos que integran la sociedad sean reales y efectivos, para lo cual es imprescindible introducir reformas profundas que tengan en cuenta, tanto la multiplicidad

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Había dejado transcurrir la noche ofreciendo sacrificios a Catana, escogiendo en esta ocasión una gran tortuga terrestre, una de aquellas gigantescas galápagos que daban nombre a las islas, y cuyos inmensos caparazones le servían más tarde para recoger el agua de lluvia cuando sur burdos aljibes rebosaban. Una luna inmensa le había iluminado extrayendo reflejos plateados del mar y las húmedas rocas, y bajo su resplandor -casi diurnose entregó a cada vez más complicados ritos, martirizando a la pobre bestia, emborrachándose con aguardiente de cactus, y maldiciendo como un poseso al comprobar que la tortuga no parecía sufrir aunque le clavara el largo cuchillo una y otra vez y la cortara en trozos. Cuando al fin le cercenó de un tajo la cabeza y ésta cayó al suelo, comprobó, asombrado, que aún intentaba morderle, y lo intentaría durante casi media hora, al tiempo que, por su parte, el cuerpo continuaba viviendo, y palpitando el corazón, que seguiría palpitando, con casi absoluta normalidad, durante más de una semana. Era aquélla la razón por la que los balleneros acudían desde todos los puntos del globo a cargar galápagos gigantes al archipiélago de Las Encantadas, puesto que no podía encontrarse en parte alguna carne de mejor calidad, que fuera capaz de conservarse además, viva y fresca, durante toda una larguísima travesía. Una galápago adulta conseguía sobrevivir a bordo más de un año sin comida ni agua, merced a su lentísimo metabolismo, y se la podía ir cortando en pedazos, según las necesidades del cocinero, sin que muriera ni aparentase sufrir dolor alguno. En ocasiones, los más crueles grumetes se entretenían en arrancarles el cerebro -de tamaño apenas mayor que un guisante- permitiendo que anduvieran de un lado a otro por cubierta durante largos meses. Por todo ello, y conociéndolas como las conocía, pasada la medianoche “la iguana Oberlus”, tinto en sangre y con la mente más que nublada por el alcohol, arrojó a un lado el cuchillo y se dejó caer contra una roca, convencido de que la diosa Catana no debería haberse conmovido en absoluto por su fatigoso esfuerzo y el sacrificio de un animal al que podía considerarse en realidad casi una planta. Bebió hasta agotar las últimas gotas del explosivo brebaje que

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| él mismo se preparaba, cerró los ojos vencido por el sueño y el agotamiento, y cuando horas después los abrió de nuevo, lo vio allí, de pie ante él, alto, fuerte, semidesnudo y negro como el azabache; el más perfecto de los “muertos-vivientes” que imaginar cupiera; la dádiva que había venido suplicando a Catana durante casi cuatro largos años. En un principio, le costó admitir que no continuara siendo un sueño más, y agitó varias veces la cabeza tratando de alejar los efectos de la borrachera, pero, pese a que abrió y cerró los ojos varias veces, el “zombie” se mantuvo allí, fantasmagóricamente iluminado por una luna que casi se recostaba ya en el horizonte. Se puso en pie, giró lentamente en torno al negro, admirando su fuerza y su porte, y alargó al fin la mano para palpar sus músculos, y cerciorarse de que en verdad se encontraba allí, ante él, y pese a estar muerto continuaba siendo de carne y hueso. Había dejado transcurrir la noche ofreciendo sacrificios a Catana, escogiendo en esta ocasión una gran tortuga terrestre, una de aquellas gigantescas galápagos que daban nombre a las islas, y cuyos inmensos caparazones le servían más tarde para recoger el agua de lluvia cuando sur burdos aljibes rebosaban. Una luna inmensa le había iluminado extrayendo reflejos plateados del mar y las húmedas rocas, y bajo su resplandor -casi diurnose entregó a cada vez más complicados ritos, martirizando a la po-

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EJERCICIO Nº 25 Ejercicio de 1.400 pulsaciones, de realización completa cronometrando el tiempo empleado. Sangría de primera línea, 5 espacios.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492 desencadenó una inmediata y prologada rivalidad entre las potencias atlánticas de Europa, tanto para realizar cada una sus propios descubrimientos en los que fundamentar sus respectivas pretensiones territoriales en ese Nuevo Mundo como para favorecer el comercio, bien traficando con los productos y metales preciosos americanos o encontrando el soñado paso del Noroeste que permitiría agilizar al lucrativo comercio con Oriente. La primera expedición inglesa había descubierto en 1497 las costas nororientales del continente. Pero la falta de medios para financiar más empresas coloniales y la concentración de la atención pública en los graves asuntos internos de los reinados de Enrique VIII, Eduardo VI, María I e Isabel I, a lo largo del siglo XVI, privó de continuidad aquel impulso explorador. En efecto, tras el fracaso de las tentativas colonizadoras individuales de sir Humphrey Gilbert, sir Walter Raleigh y otros, reinando Isabel I, no se estableció hasta 1607 la primera colonia inglesa en Norteamérica. Es creencia común que los primeros colonos angloamericanos fueron los puritanos que llegaron al cabo Cod en 1620 a bordo del Mayflower. Pero se ha demostrado que se trata de un error alimentado por la influencia despro



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EJERCICIO Nº 26 Ejercicio de entrenamiento a realizar al comienzo de una sesión de trabajo. Sin sangría alguna. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 2. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 3. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 4. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 5. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 6. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 7. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 8. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 9. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 10. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 11. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 12. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 13. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 14. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 15. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 16. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 17. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte.

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Pulsa más suave. 18. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 19. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 20. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 21. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 22. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 23. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 24. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 25. Si al pulsar las teclas de tu máquina observas el relieve por el lado contrario del papel, es que estás pulsando muy fuerte. Pulsa más suave. 26. Si al

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| La Constitución recoge en su Título IV los principios que inspiran la actuación administrativa y garantizan el sometimiento pleno de su actividad a la Ley y al Derecho, y configura al Gobierno de la Nación como un órgano eminentemente político que dirige la Administración y ejerce la potestad reglamentaria. En el ordenamiento que tuvo su origen en el régimen autocrático precedente se venía reduciendo el Gobierno al órgano superior en el que culminaba la Administración del Estado y, en consecuencia, concibiéndolo como un mero apéndice o prolongación de la misma, con la que compartiría, en buena medida, su naturaleza administrativa. Pero el artículo 97 de la Constitución arrincona definitivamente esta concepción y recupera para el Gobierno el ámbito político de la función de gobernar, inspirada en el principio de legitimidad democrática. Se perfilan así con nitidez los rasgos propios que definen al Gobierno y a la Administración como instituciones públicas constitucionalmente diferenciadas y los que establecen la subordinación de la Administración a la acción política de dirección del Gobierno. Por otra parte, la Constitución garantiza el sometimiento de las Administraciones Públicas al principio de legalidad, tanto con respecto a las normas que rigen su propia organización, como al régimen jurídico, el procedimiento administrativo y el sistema de responsabilidad. Asimismo, el artículo 149.1.18ª de la Constitución distingue entre las bases del régimen jurídico de las Administraciones Públicas, que habrán de garantizar al administrado un tratamiento común ante ellas, el procedimiento administrativo común, sin perjuicio de las especialidades derivadas de la organización propia de las Comunidades Autónomas y el sistema de responsabilidad de todas las Administraciones Públicas. La delimitación del régimen jurídico de las Administraciones Públicas se engloba en el esquema “bases más desarrollo” que permite a las Comunidades Autónomas dictar sus propias normas siempre que se ajusten a las bases estatales. Sin embargo, respecto al procedimiento administrativo común y al sistema de responsabilidad de las Administraciones Públicas, aunque su formulación jurídica sea la manifestación expresa y la traducción práctica para los ciudada-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| nos de la aplicación regular del propio régimen jurídico, la Constitución las contempla como una competencia normativa plena y exclusiva del Estado. La Ley del Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas recoge esta concepción constitucional de distribución de competencias y regula el procedimiento administrativo común, de aplicación general a todas las Administraciones Públicas y fija las garantías mínimas de los ciudadanos respecto de la actividad administrativa. Esta regulación no agota las competencias estatales o autonómicas de establecer procedimientos específicos “ratione materiae” que deberán respetar, en todo caso, estas garantías. La Constitución establece la competencia de las Comunidades Autónomas para establecer las especialidades derivadas de su organización propia pero además, como ha señalado la jurisprudencia constitucional, no se puede disociar la norma sustantiva de la norma de procedimiento, por lo que también ha de ser posible que las Comunidades Autónomas dicten las normas de procedimiento necesarias para la aplicación de su derecho sustantivo, pues lo reservado al Estado no es todo procedimiento sino sólo aquel que deba ser común y haya sido establecido como tal. La regulación de los procedimientos propios de las Comunidades Autónomas habrán de respetar siempre las reglas del procedimiento

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El título IV de la Ley del Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas, bajo el epígrafe “De la actividad de las Administraciones Públicas”, contiene una trascendente formulación de los derechos de los ciudadanos en los procedimientos administrativos, además de los que les reconocen la Constitución y las Leyes. De esta enunciación cabe destacar como innovaciones significativas: a) La posibilidad de identificar a las autoridades y funcionarios bajo cuya responsabilidad se tramiten los procedimientos, rompiendo la tradicional opacidad de la Administración. b) El derecho de formular alegaciones y de aportar documentos en cualquier fase del procedimiento anterior al trámite de audiencia. c) El de no presentar los documentos ya aportados a la Administración actuante. d) El de obtener información y orientación sobre los condicionamientos jurídicos o técnicos que las disposiciones vigentes impongan a los proyectos que se propongan abordar. Incorpora, a continuación, las normas esenciales sobre el uso de las lenguas oficiales, regula el acceso a la información de los archivos y registros administrativos, conforme a lo establecido en el artículo 105 de la Constitución, y aborda de manera frontal y decidida -en contraposición a la timidez de las previsiones de la antigua Ley de Procedimiento Administrativo de 1958- la instalación en soporte informático de los registros generales, así como la integración informática de aquéllos con los restantes registros administrativos. En esta materia cobran especial relevancia los principios de cooperación, coordinación y colaboración, posibilitando el que los ciudadanos puedan presentar las solicitudes, escritos y comunicaciones que dirijan a las Administraciones Públicas en los registros de cualquier órgano administrativo que pertenezca a la Administración General del Estado o a la de cualquier Administración de las Comunidades Autónomas, al margen de las restantes posibilidades ya establecidas o que se establezcan. A tal efecto se prevé que, mediante convenio de colaboración entre Administraciones Públicas, se implanten sistemas de intercomunicación y coordinación de registros que garanticen la compatibilidad informática y la transmisión telemáti-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| ca de los asientos. El derecho a la identificación de las autoridades y funcionarios bajo cuya responsabilidad se tramiten los procedimientos, a que antes se hizo referencia, se complementa ahora con la posibilidad de solicitar la exigencia de responsabilidad por las anomalías en la tramitación. La Ley introduce un nuevo concepto sobre la relación de la Administración con el ciudadano, superando la doctrina del llamado silencio administrativo. Se podría decir que esta Ley establece el silencio administrativo positivo cambiando nuestra norma tradicional. Pero no sería del todo exacto. El objetivo de la Ley no es dar carácter positivo a la inactividad de la Administración cuando los particulares se dirijan a ella. El carácter positivo de la inactividad de la Administración es la garantía que se establece cuando no se cumple el verdadero objetivo de la Ley, que es que los ciudadanos obtengan respuesta expresa de la Administración y, sobre todo, que la obtengan en el plazo establecido. El silencio administrativo, positivo o negativo, no debe ser un instituto jurídico normal, sino la garantía que impida que los derechos de los particulares se vacíen de contenido cuando su Administración no atiende eficazmente y con la celeridad debida las funciones para las que se ha organizado. Esta garantía, exponente de una Administración en la que debe primar la eficacia sobre el forma-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Varios factores crean en el siglo XV un ambiente propicio para el descubrimiento y el desarrollo de la imprenta. El desarrollo de las Universidades y de la vida intelectual en general se traduce en un incremento de la necesidad de libros, de que fuesen baratos y de que los textos fuesen fidedignos. A tales efectos, existía ya un sistema de multiplicación de libros que había dado origen a los talleres de copistas, que se abastecían de originales a través del stationarius o librero de la Universidad, quien se hacía depositario del manuscrito básico, corregido por la Universidad, y lo distribuía completo o por cuadernos. Cada copia se sacaba siempre del mismo original, por lo que impedía que se sumasen errores. A la resolución del problema económico contribuye la generalización del empleo del papel. Por el alto precio que en la Edad Media alcanzaban los libros, la cultura del libro era exclusiva de las clases altas. El pergamino se había encarecido progresivamente, y el trabajo de la copia era fatigoso. No había esclavos, como en la Roma antigua, que proporcionaran mano de obra barata. Como ejemplos del alto precio de los libros pueden citarse: en el s. X una condesa de Anjou tuvo que entregar 200 ovejas, tres toneles de trigo y varias pieles de marta en pago de un solo sermonario; y a finales del s. XIV el príncipe de Orleáns adquirió un devocionario en dos volúmenes por 200 francos de oro. Aun después de usarse el papel, éste resultaba el componente más caro. En el período de los incunables, el 60-70 por 100 del costo total de un libro correspondía al papel. Entre las distintas teorías sobre la invención de la imprenta figura la holandesa, según la cual el invento debería atribuirse al holandés Lauren Janszoon Coster, de Haarlem. No hay apenas duda de que Coster pudo imprimir con tipos móviles, pero su procedimiento para la fundición de los tipos era muy trabajoso y poco práctico. Por tanto, aunque Gutenberg viera impresos de Coster expuestos en la fiesta de las reliquias de Aquisgrán en 1440, nada importante pudo aprender del holandés, por lo que igual puede suponerse que el motivo de inspiración para los tipos móviles se lo proporcionaran los hierros de los encuadernadores, que eran también unos tipos sueltos. Se conocen encuadernaciones que datan de las primeras décadas

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| del s. XV, con inscripciones impresas con tipos de metal sueltos. Un orfebre bohemio, Prokop Valdfoghel, empleaba en 1444, en Aviñón, tipos de metal para fines que tenían que ver con inscripciones, pero sin que se mencione la impresión de libros. De cualquier modo, Gutenberg debe seguir siendo considerado como padre de la imprenta, ya que él ideó la construcción de un instrumento de fundición práctico para la producción de los tipos. En cuanto a la difusión de la imprenta, los alemanes, que la habían descubierto, fueron los primeros y los mejores propagadores de ella. El saqueo en 1462 de la ciudad de Maguncia, donde habían trabajado Gutenberg y sus colaboradores, provocó una dispersión de impresores. Al principio, la imprenta se extendió a lo largo del Rin, siguiendo la vieja vía comercial, con Estrasburgo como uno de los centros (en Estrasburgo trabajaba Gutenberg en 1438, en su invento, antes de instalarse en Maguncia), pero también Colonia, Augsburgo, Ulm y Nuremberg tuvieron enseguida grandes imprentas. Los tipógrafos alemanes se instalaron también en las principales ciudades de los Países Bajos, de Italia, de Francia, de España. etc. A fines del s. xv se hallaban establecidos por toda Europa. En la mitad de las ciudades donde se introdujo la imprenta se trataba de facilitar el trabajo de los teólogos, de acudir a las necesida-

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EJERCICIO Nº 30 Ejercicio de 1.500 pulsaciones, de realización completa cronometrando el tiempo empleado. Sin sangría.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El término café deriva de la palabra turca “quahué”, y su conocimiento como substancia tóxica se debió a un pastor etíope que en 1440 apreció que su rebaño había estado muy activo durante la noche, luego de haber ingerido los frutos de unos arbustos silvestres. El café, 200 años después, era muy utilizado en Europa y de allí pasó a las colonias francesas hasta que, concluida la rebelión de los negros dominicanos, se extendió por América Latina. En la actualidad, la exportación mundial de café representa, según fluctuaciones del mercado, entre 3.000 y 20.000 millones de dólares y sólo en Estados Unidos de América se consumen cada año 200.000 millones de tazas. Si alguien dudaba a estas alturas de que el consumo de café, bebidas con cola, té o aquéllas con contenidos más o menos elevados de cafeína no crean adicción, ahora tienen la oportunidad de someterse a la prueba de autoridad con la lectura del informe aparecido en la revista The Journal of the American Medical Associatión, patrocinado por el Institución Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos, y realizado por los doctores Roland Griffiths y Eric Strain. En ese informe se recoge lo extendido que está el consumo de bebidas con contenidos de cafeína en todo el mundo y especialmente en Estados Unidos, lugar donde se realizaron los estudios de consumo. Se ha constatado también, que resulta muy difícil



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EJERCICIO Nº 31 Ejercicio de entrenamiento a realizar al comienzo de una sesión de trabajo. Sin sangría. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 2. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 3. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 4. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 5. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 6. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 7. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 8. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 9. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 10. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 11. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 12. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 13. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces se-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| guidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 14. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 15. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 16. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 17. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 18. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 19. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 20. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 21. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente una vez un párrafo de 3.000 pulsaciones. 22. Se adquiere bastante más velocidad repitiendo veinte veces seguidas este párrafo de 150 pulsaciones que escribiendo solamente

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Sin perjuicio de lo establecido para los demás procesos especiales, el procedimiento abreviado se aplicará al enjuiciamiento de los delitos castigados con pena privativa de libertad no superior a la de prisión mayor, o bien con cualesquiera otras penas de distinta naturaleza en sean únicas, conjuntas o alternativas, cualquiera que sea su cuantía duración. Iniciado un proceso, en cuanto aparezca que el hecho no se halla comprendido en alguno de los supuestos del párrafo anterior, se continuará conforme a las disposiciones generales de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, sin retroceder en el procedimiento más que en el aso de que resulte necesario practicar diligencias o realizar actuaciones con arreglo a dichos preceptos legales. Por el contrario, iniciado un proceso conforme a las normas comunes de la referida Ley, continuará su sustanciación a acuerdo con las del presente Título, en cuanto conste que el hecho enjuiciado se halla comprendido en alguno de los citados supuestos. En ambos casos, el cambio de procedimiento no implicará el de instructor. Acordado el procedimiento que deba seguirse, se le hará saber inmediatamente al Ministerio Fiscal, al imputado y a las partes personadas. El Fiscal se constituirá en las actuaciones para el ejercicio de las acciones penal y civil conforme a la Ley. Velará por el respeto de las garantías procesales del imputado y por la protección de los derechos de la victima y de los perjudicados por el delito. En este procedimiento corresponde al Ministerio Fiscal, de manera especial, impulsar y simplificar su tramitación sin merma del derecho de defensa de las partes y del carácter contradictorio del mismo, dando a la Policía Judicial instrucciones generales o particulares para el más eficaz cumplimiento de sus funciones, interviniendo en las actuaciones, aportando los medios de prueba de que pueda disponer o solicitando del Juez de Instrucción la práctica de los mismos, así como instar de este la adopción de medidas cautelares o su levantamiento y la conclusión de la investigación tan pronto como estime que se han practicado las actuaciones necesarias para resolver sobre el ejercicio de la acción penal. El Fiscal General del Estado impartirá cuantas órdenes e instrucciones estime convenientes respecto a la actuación del Fiscal

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| en este procedimiento, y en especial, respecto a la aplicación de lo dispuesto en el apartado 1 del art. 790. Sin perjuicio de lo establecido para los demás procesos especiales, el procedimiento abreviado se aplicará al enjuiciamiento de los delitos castigados con pena privativa de libertad no superior a la de prisión mayor, o bien con cualesquiera otras penas de distinta naturaleza en sean únicas, conjuntas o alternativas, cualquiera que sea su cuantía duración. Iniciado un proceso, en cuanto aparezca que el hecho no se halla comprendido en alguno de los supuestos del párrafo anterior, se continuará conforme a las disposiciones generales de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, sin retroceder en el procedimiento más que en el aso de que resulte necesario practicar diligencias o realizar actuaciones con arreglo a dichos preceptos legales. Por el contrario, iniciado un proceso conforme a las normas comunes de la referida Ley, continuará su sustanciación a acuerdo con las del presente Titulo, en cuanto conste que el hecho enjuiciado se halla comprendido en alguno de los citados supuestos. Acordado el procedimiento que deba seguirse, se le hará saber inmediatamente al Ministerio Fiscal, al imputado y a las partes personadas. El Fiscal se constituirá en las actuaciones para el ejercicio de las acciones penal y civil conforme a la Ley. Velará por el res-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Tiraba torpemente de un gran nudo, cuando ocurrió la tragedia. Toda la cabellera se desprendió de golpe y quedó colgando, como un estropajo, de los dientes de la peineta. Sobre la lisa y ancha frente de Agnes, no había nada; ni cabeza, ni cráneo. Sólo un horrible y enorme agujero. Temblando aterrorizada, Meggie se inclinó para atisbar dentro de la caja craneana de la muñeca. Allí se distinguía vagamente el perfil invertido de las mejillas y del mentón; la luz se filtraba entre los labios entreabiertos y la negra silueta animal de los dientes, y, más arriba, estaban los ojos de Agnes, dos horribles bolitas atravesadas por un alambre cruelmente clavado en su cabeza. Meggie lanzó un chillido agudo y fuerte, que no parecía infantil; tiró a Agnes a lo lejos y siguió gritando, tapándose la cara con las manos, estremecida y temblorosa. Entonces sintió que Frank le tiraba de los dedos y la tomaba en brazos y hacía que apoyase la cara en un lado de su cuello. Ella le abrazó y empezó a consolarse, y esta proximidad la calmó lo suficiente para advertir lo bien que olía él, a caballos, a sudor y a hierro. Cuando se hubo tranquilizado, Frank hizo que se lo explicase todo; cogió la muñeca y contempló intrigado la cabeza vacía,tratando de recordar si su universo infantil se había visto atacado por tan extraños terrores. Pero sus fantasmas sólo eran de personas y de murmullos y de miradas frías. De la cara de su madre, arrugada y desencajada, de su mano temblorosa asiendo la suya, de sus hombros caídos. ¿Qué había visto Meggie, para impresionarse tanto? Supuso que se habría asustado menos si la pobre Agnes hubiese sangrado al serle arrancados los cabellos. Sangrar era algo real; en la familia Cleary, alguien sangraba copiosamente, al menos una vez a la semana. Fiona Cleary estaba en la cocina, mondando patatas. Era guapa, muy rubia, de estatura ligeramente inferior a la mediana, pero de facciones más bien duras y severas; tenía una excelente figura y su cintura delgada, a pesar de los seis hijos que había tenido. Llevaba un vestido de tercal gris, con la falda rozando el inmaculado suelo y la parte delantera protegida por un gran delantal blanco almidonado, sujeto alrededor del cuello y atado atrás con un lazo rígido y perfecto. Desde que se levantaba hasta que se iba a dormir, vivía en la cocina y en huerto de detrás de la casa, y sus recias botas negras trazaban un sendero circular desde la cocina al lavade-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| ro y al huerto y al tendero, hasta volver a la cocina. Dejó el cuchillo sobre la mesa y miró fijamente a Frank y a Meggie, frunciendo las comisuras de su linda boca. Era una mujer callada, poco dada a la conversación espontánea. Nadie, ni siquiera su marido, sabía nunca lo que estaba pensando; dejaba en manos de éste la disciplina de sus hijos y hacía lo que él mandaba, sin quejas ni comentarios, a menos que las circunstancias fuesen muy extraordinarias. Meggie había oído murmurar a los chicos que le tenía tanto miedo a papá como ellos mismos; pero, si esto era verdad, sabía disimularlo bajo la capa de una tranquilidad impenetrable y ligeramente agria. Nunca reía, ni perdía los estribos jamás. Terminada su inspección, dejó a Agnes sobre la mesa de la cocina, cerca del horno, y miró a Meggie. Sus frases eran prácticas, más que consoladoras. Meggie asintió con la cabeza, sonriendo vagamente; a veces, tenía unas ganas enormes de oír reír a su madre, pero ésta nunca lo hacía. Tenía la impresión de que las dos compartían algo especial que no tenían papá y los chicos, pero no podía adivinar lo que había detrás de aquella espalda rígida y de aquellos pies que nunca estaban quietos. Mamá movió distraídamente la cabeza y trasladó con habilidad

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Más de medio siglo de la Academia Alfonso X el Sabio, que es algo así como una Real Academia de la Lengua en Murcia, es tiempo suficiente para realizar un balance histórico de su labor cultural, así como conocer datos de su creación y las figuras más relevantes que han pertenecido y pertenecen a ella como académicos. La propuesta de crear un Centro de Estudios Murcianos fue presentada al Gobierno por José Ibáñez Martín en 1930. Si en un principio esta propuesta quedó en el olvido, diez años más tarde, el 9 de noviembre de 1940, el entonces Presidente de la Diputación, Luis Carrasco Gómez, propone en una sesión de la misma que se le dé vida a la iniciativa de Ibáñez Martín, para lo que se asigna una cantidad de dinero en el presupuesto de la institución con el fin de que pueda comenzar, bajo la tutela de la Diputación, si bien como organismo autónomo creado para fomentar los estudios murcianistas. Posteriormente, el 4 de abril de 1941, se designan los diez académicos que van a constituir la Academia Alfonso X el Sabio, todos ellos relevantes figuras del momento, quienes designarían diez miembros más para completar la Academia. Los diez primeros académicos fueron éstos: José Alegría y Joaquín Espín Rael, para la Sección de Historia y Geografía; Nicolás Ortega Pagán y Alberto Sevilla, para la de Literatura; Mariano Palarea e Isidoro Martín para la de Economía y Sociología; Augusto Fernández Avilés y Daniel José Salas, para la de Bellas Artes, y Felipe González Marín y José Pérez Mateos, para la de Ciencias. El director honorario de la Academia sería José Ibáñez Martín, ministro de Educación Nacional, quien preside el 12 de abril de 1941 la constitución de la misma, en un acto celebrado en la Diputación y al que asisten las autoridades civiles y militares, así como las eclesiásticas además del rector de la Universidad, el delegado de Hacienda, académicos y representantes de los centros dependientes del Ministerio de Educación. Para su primera sede se destina un antiguo edificio de la Diputación, ubicado en la calle Riquelme. Es de señalar que, dos de los académicos, Sevilla y Palarea, no llegan a tomar posesión, el primero por motivos políticos y el segundo por otros de salud. Así, en la sesión celebrada el 9 de agosto de ese mismo año, toman posesión en su lugar Francisco Martínez Muñoz Palo y Joaquín Portero Séiquer. Asimismo, en dicha se-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| sión, el presidente de la Academia, que también lo es de la Diputación, Luis Carrasco Gómez, cede la Presidencia de la Academia de Alfonso X el Sabio a José Pérez Mateos, bajo cuya presidencia se eligen los académicos que cubrirían los restantes cargos: Vicepresidente, Isidoro Martín Martínez; Secretario, Víctor Sancho Sanz de Larrea; Vicesecretario, José Ballester Nicolás; Bibliotecario, Andrés Sobejano Alcayna; Archivo y Museos, José Alegría Nicolás; Tesorero, Felipe González Marín; Contador, Antonio Guillarmón Conesa. Nada más comenzar su andadura, la Academia conmemora, el 29 de noviembre de 1942, el III Centenario de la muerte del humanista Francisco Cascales, y entre los actos que se celebran destacan una lápida conmemorativa dedicada a exaltar su memoria en el Seminario de San Fulgencio, acto que preside el entonces director general de Bellas Artes, Juan de Contreras y López de Ayala, Marqués de Lozoya, quien también asiste a una solemne sesión de la Academia en el Salón de Actos de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, la cual se repitió durante varios años en el mismo día con parecido

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Es bien difícil describir en unas hojas los aspectos más importantes de la vida de Villiers, porque no existe ninguna parte de su propia obra que nos narre exactamente sus andanzas ni sus miserias. Solamente por testimonios de sus contemporáneos se pueden conocer algunos aspectos de su vida. Igual que varios prominentes escritores de su siglo como Chateaubriand, Barbey, Gobineau, Villiers nace en Bretaña en el seno de una familia noble, con un padre cuya ocupación es la de embarcarse en locos proyectos de búsqueda de tesoros ocultos o preparar expediciones para extraer oro en misteriosas concesiones en América del Sur. Cuando la mayor parte del patrimonio familiar se ha perdido en tales especulaciones paternas, la madre presenta una demanda de separación de bienes para poder salvaguardar lo poco que le quedaba. Su etapa escolar está dividida en sucesivas estancias en diferentes pensionados alternándose con algunos períodos



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EJERCICIO Nº 36 Ejercicio a realizar al comienzo de una sesión de mañana o tarde. Sin sangría de primera línea. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 2. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 3. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 4. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 5. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 6. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 7. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 8. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 9. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 10. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 11. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 12. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 13. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 14. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 15. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 16. Cualquiera que sea el tiempo

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 17. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 18. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 19. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 20. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 21. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 22. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de nuevo. 23. Cualquiera que sea el tiempo empleado o el número de errores que vaya cometiendo, siempre deberé terminar totalmente el ejercicio antes de repetirlo de

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EJERCICIO Nº 37 Sangría de primera línea de párrafo, 5 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Un edificio moderno de cemento armado está constituido por una serie de pilastras “armadas” por barras de hierro, unidas con arquitrabes soleras horizontales armados también con barras de hierro. Estas estructuras, o sea las pilastras, los arquitrabes, las soleras se vierten en cajones de madera o de hierro especiales, en los cuales primero se colocan las barras de hierro mantenidas juntas por estribos (hierros planos doblados) dispuestos perpendicularmente a dichas barras. Pilastras y arquitrabes forman una especie de jaula a la cual están unidas formando una sola pieza las soleras de los distintos pisos y del techo de manera que constituyan un bloque compacto. Completados los vertidos, que naturalmente se realizan piso por piso, se quitan los encofrados de madera, es decir, se desarma la estructura, y ya no queda más que proceder al cierre de los vanos, o sea de los espacios vacíos, se efectúa con mampostería (ladrillos agujereados, etc.), y con este mismo material se construyen los tabiques, o sea las divisiones secundarias interiores no portantes. El advenimiento del cemento armado ha eliminado la bóveda de las modernas construcciones, que no ha desaparecido debido a un capricho de los arquitectos, sino a necesidades técnicas. La bóveda que ejerce empujes horizontales, o sea dirigidas hacia el perímetro de la construcción, ha sido sustituida por un armazón de hierro o de cemento armado, que, por apoyarse en sus extremos, determinan una carga vertical, reduciendo a la mínima expresión el espesor de la obra de albañilería y de las pilastras de sostén. Las construcciones en cemento armado, que son, a un mismo tiempo, ligeras y resistentes, han permitido aumentar, precisamente por ello, el número de pisos de un edificio. Además, por ser la solera de cada piso una estructura resistente autónoma, apoyada a las pilastras fundamentales, ya no es necesario que exista correspondencia entre los tabiques de un piso y los de otro; estos tabiques pueden apoyarse, como suele decirse, “en falso”, o sea, estar desplazados uno con relación a otro. De tal manera, los distintos pisos pueden distribuirse de manera distinta y corresponder a las exigencias de cada inquilino. Recientemente, en el campo de la construcción (en cemento armado o con otros materiales) se ha desarrollado la técnica de la prefabricación, gracias a la cual es posible reducir

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| notablemente el tiempo necesario para levantar un edificio. Con los elementos “prefabricados” puede construirse totalmente el edificio, si éste es de pequeñas dimensiones, o revestir las estructuras portantes del mismo si es de grandes dimensiones. De los nuevos sistemas de construcción ha derivado una nueva arquitectura que ha sido llamada novedista o, como es más corriente hoy en día, racional, puesto que ha eliminado todos aquellos elementos decorativos que seguían, o por el contrario disimulaban, las verdaderas estructuras. El resultado estético de una construcción está confiado al fuego armónico de las masas y de los volúmenes, más que al juego de las líneas decorativas exteriores, tal como ocurría en la arquitectura tradicional. Hoy en día, ya no se aplica una fachada arquitectónica, florida o no -como por ejemplo se hacía en el pasado siglo- a la estructura portante de la casa; la estructura aparece a través de las líneas geométricas de la fachada de los edificios, recubierta sólo por los materiales más variados, desde el mármol al mosaico, etcétera. Naturalmente, “racional” no significa “bello”, por definición; ahora bien, no es bello todo lo que es racional y feo todo lo que no lo es. Tenemos numerosos ejemplos de arquitectura racional, tristes edificios de cemento armado, que sólo reflejan la exigencia de

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EJERCICIO Nº 38 Sangría de primera línea de párrafo, 5 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| En pocos años, se ha producido una revolución profunda en las empresas constructoras. Hasta hace poco, para construir un edificio, supongamos, de cinco pisos y de doscientas habitaciones, se empleaba aproximadamente un año, puesto que casi todo el trabajo era realizado a mano por los albañiles. Ahora, en la misma área, en pocos meses se levanta un edificio de diez pisos y de cuatrocientas habitaciones. Todo está mecanizado, desde la excavación hasta el transporte y la elevación de los materiales. Ahora hay pocos albañiles; por el contrario, son más numerosos los carpinteros que construyen los encofrados para el hormigón; además muy herreros para las armaduras del cemento y técnicos que se ocupan de las máquinas. Y el edificio crece al ritmo de un piso por semana, y algunas veces incluso más aprisa. En otros tiempos, cuando el albañil había terminado su trabajo, la casa ya estaba casi terminada; hoy en día, por el contrario, apenas se ha completado el esqueleto, empieza toda una serie de nuevos trabajos, desde el del revestimiento al de los fontaneros, electricistas, pintores, vidrieros y decoradores, porque hoy en día la casa se ha complicado enormemente. Ya antes de que se difundieran las construcciones de cemento armado, los edificios habían alcanzado alturas considerables. Pero sólo el empleo de las estructuras portantes con esqueleto de acero hizo posible alcanzar las alturas de los rascacielos. Rascacielo es una traducción literal del término inglés skyscraper (de sky, que significa “cielo”, y scrape, que significa “rascar”). En efecto, se empezó en Estados Unidos, donde en 1883-1884 en Chicago se levantó el primer rascacielos, mandado construir por una compañía de seguros, al que después siguieron muchísimos otros, cada vez más altos, en una continuada competición de altura. Los rascacielos surgieron de la necesidad de concentrar en breve espacio, en las grandes ciudades, donde los solares son escasos y costosos, extensos complejos comerciales o profesionales. En definitiva, debido a las dificultades de extenderse en superficie, las construcciones se desarrollaron en altura. Pero la conveniencia de tales edificios está limitada a pocas zonas de las más grandes ciudades, en las que el subsuelo, permite colosales fundamentos. Para los rascacielos, en Estados Unidos se emplea el hierro, un material estupendo que abunda en el lugar. En efecto, las estruc-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| turas de los skycrapers norteamericanos son de acero. Uno de los rascacielos más grande del mundo, y sin duda el más famoso, es el Empire State Building, de Nueva York, que tiene 102 pisos y una altura de 308 m desde el nivel del suelo. Hace poco tiempo, en su cumbre, se ha levantado una instalación de radio que sobrepasa los cuatrocientos metros. Cincuenta y seis ascensores sólo para personas (excluidos por los tanto los montacargas para mercancías) hacen continuamente de lanzadores entre el primero y el último piso de este coloso, que está dotado de todos los servicios, desde el postal hasta el de restaurante. Y en la clasificación mundial de los rascacielos también destacan otros dos edificios de Nueva York, que no son otros que el edificio de la Chrysler, con 77 pisos y 319 m, y el Wall Street Tower con 67 pisos y 289 m. Ambos edificios, si no tan magestuosos como el Empire State, son verdaderas ciudades en vertical donde trabajan a diario miles de personas. Desde hace tiempo, para la construcción de puentes, el cemento armado ha puesto al servicio de la línea curva sus dotes de ligereza y de resistencia en obras de excepcional valor técnico y estético. Estructuras aéreas el cemento cubre con un solo tramo espacios que las construcciones de albañilería o piedra jamás hubieran podi-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Si observamos la imagen de un hombre primitivo envuelto en una piel de leopardo o la de una señora con un abrigo de armiño, notaremos enseguida que estas dos personas, tan distantes entre sí bajo todos los aspectos, van cubiertas por pieles de animales. Fijémonos ahora en nuestro vestido; probablemente nos daremos cuenta de que también nosotros llevamos encima el producto de un animal, la oveja, ciertamente menos sugestivo que el leopardo, pero más apropiado para vestir al hombre. Las ovejas existentes en todo el mundo suman más de mil millones y del esquileo de estos preciosos animales el hombre obtiene la lana necesaria para hacer frente a sus necesidades. La operación del esquileo no es dolorosa para el animal, de la misma forma que para nosotros no es doloroso el corte de nuestros cabello. La lana vuelve a crecer rápidamente, y el esquileo se practica en verano cuando hace calor, con el fin de que en el invierno el animal esté protegido contra el frío por la lana que ha vuelto a crecer. Mediante cuidadas selecciones, se ha conseguido obtener ovejas provistas de un abundante vellón y actualmente contamos con algunas razas que proporcionan un promedio del doble de la lana que las ovejas producían hace cuarenta años. No todas las ovejas tienen la misma cantidad de lana, e incluso ovejas de la misma especie producen mejor lana en unos países que en otros. La diferencia es debida al clima y al suelo. Las ovejas criadas en Australia, en enormes rebaños que llegan a estar compuestos por 100.000 cabezas, proporcionan una lana mucho más fina que la producida por la misma especie de ovejas criadas en otra parte. La lana australiana es de las más finas del mundo, y es muy apreciada. Australia cuenta con un número de ovejas (cerca de 160 millones de cabezas) mayor que el de cualquier otro país y produce cerca de 7 millones y medio de quintales de lana al año. Tanto en cantidad como en calidad, Australia es, con mucha diferencia, el primer país del mundo productor de lana. La lana cortada a los animales vivos al empezar el tiempo caluroso se llama lana de vellón o viviente. Por el contrario, la lana obtenida de los animales sacrificados se llama lana de curtiduría o peladiza. El esquileo va acompañado por el lavado, que elimina la grasa que, una vez depurada se obtiene de la misma, se denomina lanolina, sustancia que se emplea en la industria farmacéutica y en

64 135 204 276 345 415 486 557 626 695 767 835 908 977 1049 1059 1126 1197 1268 1341 1410 1481 1553 1623 1691 1763 1833 1904 1974 2043 2112 2180 2251 2322 2391 2461 2530



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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| la cosmética. El vellón se seca y selecciona según la parte del cuerpo del que procede; la lana más apreciada es la de la espalda y de los costados, siéndolo menos la del dorso, del vientre y de la cola. La calidad de la lana depende de la longitud de la fibras (de 30 a 50 mm), de su extensibilidad, elasticidad, finura y brillo. La sustancia fundamental que constituye la lana es semejante a la queratina, que se halla especialmente en las partes de protección y de revestimiento de todos los animales: uñas, cuernos y pelos. Como el cáñamo, la lana se somete al hilado y las operaciones consisten en la limpieza de la fibra, en el cardado, que sirve para desenredar las fibras, que se obtiene la homogeneidad de las fibras, rechazando las cortas, en el estirado y en el hilado, que se practica en los bancos de husos; la operación definitiva consiste en la torsión, que se practica por medio de tornos de hilar que proporcionan el hilo acabado. Hoy en día, además, los procesos de fabricación del hilo se encuentran muy industrializados, sobre todo en países como Australia, Estados Unidos y Canadá. También en Europa se ha avanzado mucho en este terreno en los últimos lustros, e incluso en España (en Pamplona, para ser más exactos) se fabrican unas afamadas tejedoras sin lanzadera, la mayoría de ellas dedicadas a la exportación, que pro-

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EJERCICIO Nº 40 Ejercicio de 1.100 pulsaciones, de realización completa cronometrando el tiempo. Sangría de primera línea, 5 espacios

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Había dejado transcurrir la noche ofreciendo sacrificios, escogiendo en esta ocasión una gran tortuga terrestre, una de aquellos gigantescos galápagos que daban nombre a las islas y cuyos inmensos caparazones le servían más tarde para recoger el agua de lluvia cuando sus burdos aljibes rebosaban. Una luna inmensa le había iluminado extrayendo reflejos plateados del mar y las húmedas rocas, y bajo su resplandor se entregó cada vez a más complicados ritos, martirizando a la pobre bestia, emborrachándose con aguardiente de cactus, y maldiciendo al comprobar que la tortuga no parecía sufrir aunque le clavara el largo cuchillo una y otra vez y la cortara en trozos. Cuando al fin le cercenó de un tajo la cabeza y ésta cayó al suelo, comprobó, asombrado, que aún intentaba morderle y lo intentaría durante casi media hora, al tiempo que, por su parte, el cuerpo continuaba viviendo y palpitando el corazón, que seguiría palpitando con casi absoluta normalidad durante más de una semana. No exageramos, no, puesto que durante sie



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EJERCICIO Nº 41 Ejercicio de entrenamiento, a realizar al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. Sin sangría. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 2. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 3. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 4. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 5. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 6. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 7. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 8. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 9. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 10. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 11. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 12. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 13. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 14. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 15. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 16. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 17. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 18. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más importante es la perfección, esto es, escribir sin errores. 19. Si importante es la velocidad mecanográfica, tanto o más impor-

69 127 199 257 329 387 459 517 589 647 719 777 849 907 979 1037 1109 1167 1240 1298 1371 1429 1502 1560 1633 1691 1764 1822 1895 1953 2026 2084 2157 2215 2288 2346 2419

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| tante es la perfección, 20. Si importante es la tante es la perfección, 21. Si importante es la tante es la perfección, 22. Si importante es la tante es la perfección, 23. Si importante es la tante es la perfección, 24. Si importante es la tante es la perfección, 25. Si importante es la tante es la perfección, 26. Si importante es la tante es la perfección, 27. Si importante es la tante es la perfección, 28. Si importante es la tante es la perfección, 29. Si importante es la tante es la perfección, 30. Si importante es la tante es la perfección,

esto es, escribir sin errores. velocidad mecanográfica, tanto esto es, escribir sin errores. velocidad mecanográfica, tanto esto es, escribir sin errores. velocidad mecanográfica, tanto esto es, escribir sin errores. velocidad mecanográfica, tanto esto es, escribir sin errores. velocidad mecanográfica, tanto esto es, escribir sin errores. velocidad mecanográfica, tanto esto es, escribir sin errores. velocidad mecanográfica, tanto esto es, escribir sin errores. velocidad mecanográfica, tanto esto es, escribir sin errores. velocidad mecanográfica, tanto esto es, escribir sin errores. velocidad mecanográfica, tanto esto es, escribir sin errores. velocidad mecanográfica, tanto esto es, escribir sin errores.

o más imporo más imporo más imporo más imporo más imporo más imporo más imporo más imporo más imporo más imporo más impor-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El principio del torno de hilar es el mismo de la antigua rueca empleada por nuestras abuelas, constituida por una caña en uno de cuyos extremos se aseguraba una vedija o cono de fibras textiles. Sirviéndose de los dedos y ayudándose con un poco de saliva nuestras abuelas sabían reunir un grupo de fibras, formando una delgada mecha; fijando el extremo del hilo con una lazada provisional, imprimían al huso una veloz rotación para conseguir cierta torsión que proporcionaba una mayor resistencia; después la hilandera enrollaba el trozo de hilo torcido en el huso hasta llenarlo por completo. El ingenioso descubrimiento del torno de hilar convirtió en mecánicos todos los movimientos del huso y de los dedos de la hilandera, ofreciendo la ventaja de poder hacer funcionar gran número de husos a un mismo tiempo. Con la lana se fabrican dos clases de tejidos: el tejido de hilado peinado y el tejido de hilado cardado. La diferencia es debida a la manera con que se prepara el hilado. Cada una de estas dos clases tiene sus ventajas; pero el tejido de hilado peinado es más fino, más compacto y tiene mejor aspecto. Las operaciones necesarias para llegar a un buen tejido peinado son: el lavado, hecho con una máquina de cinco pilas llamada leviatán (nombre derivado del monstruo bíblico); el peinado, hecho con cardas, que disponen las fibras paralelamente, peinadoras, que quitan las impurezas y pasando puntas especiales que reducen la cinta de fibras de vedijas gruesas en finas y después en hebras delgadas. La otra operación es el hilado que continúa reduciendo el grosor de la hebra a través de varias operaciones, hasta conseguir la finura deseada. Después se hila en máquinas especiales llamadas tornos de hilar, que pueden ser continuos o intermitentes, en los cuales se les da a las fibras la debida consistencia por medio de la torsión, que las une entre sí. La otra operación es el tejido, que forma con el hilo de la urdimbre y el de la trama un trenzado compacto, dando lugar al tejido. Finalmente, se procede al apresto, que mejora el aspecto y el tacto del tejido, y al teñido. Para hacer el tejido cardado se practican operaciones análogas, pero el conjunto de procesos es, en su conjunto, mucho más sencillo. La seda es una fibra textil animal que se obtiene, a través de toda una serie de procesos, del capullo del gusano de seda. Los capullos constituidos por el líquido viscoso, segregado por el ani-

64 132 200 270 342 413 485 557 628 700 772 841 913 983 1052 1120 1191 1262 1333 1406 1476 1545 1616 1685 1755 1829 1899 1967 2040 2109 2177 2247 2315 2379 2447 2518 2587



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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| mal, se dividen, de acuerdo con su color, en cuatro clases fundamentales: amarilla (Europa), blanca (China y Japón), blancuzca (Adrianópolis, Cáucaso, Turquestán y Persia), verde (Japón), y se clasifican en varias categorías, según la procedencia y la calidad. La seda, bruta o cruda está constituida, en el 95-98 por ciento, por dos proteínas llamadas sericina y fibroína, y el resto por sustancias gomosas y cerosas, así como por cantidades mínimas de sales minerales. El ciclo de las operaciones necesarias para la producción de la hilatura de seda se inicia con la cría del gusano de seda. Vamos a suponer que acordamos hacer una pequeña cría de gusanos de seda. Lo primero que necesitaremos son los huevos. Sabemos que el gusano de seda hace lo mismo que todas las orugas; es decir, teje un bonito capullo, una especie de ovillo de seda hueco, en el que se acurruca para vivir su vida de crisálida y del que más tarde sale en forma de mariposa; y que es ésta la que pone los huevos. Ahora bien, ¿con cuántos huevos formaremos nuestra cría? Los huevos son tan ligeros que con treinta gramos tendríamos de 40 a 50 mil aproximadamente. Por lo tanto, nos contentaremos con muchos menos. Para criar bien a los gusanos, se requiere un local espacioso,

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Presintió, más que ver, en la distancia una manada de antílopes, y eso le hizo caer en la cuenta de la magnitud de su hambre. Los dos días anteriores los había pasado a base de unos puñados de harina de mijo y dátiles, preocupado por su enfrentamiento con Mubarrak, pero ahora, la sola idea de un buen pedazo de carne asándose lentamente sobre un fuego de brasas le arañó las tripas. Se aproximó despacio al borde de la grava llevando del ronzal a su camello, atento a que el viento no arrastrara su olor hasta las bestias que pastaban la vegetación corta y dispersa de la depresión que debió constituir en tiempos muy remotos una laguna o el ensanchamiento de un riachuelo, y que aún conservaba en sus entrañas restos de humedad. Tímidos tamariscos y media docena de acacias enanas se alzaban aquí y allá, y le agradó comprender que su instinto de cazador le había sido fiel una vez más, porque al fondo, ramoneando o durmiendo al sol de la media tarde, una familia de bellos animales de largos cuernos y piel rojiza parecían invitarle a disparar. Montó el rifle metiendo en la recámara una sola bala, pues de ese modo evitaba la tentación, si fallaba el primer disparo, de intentar un segundo a la desesperada cuando las ágiles bestias hubieran emprendido la huida a grandes saltos. Gacel sabía por experiencia que ese segundo tiro, casi al azar, raramente daba en el blanco y significaba un desperdicio, cuando las municiones, en el desierto, eran tan raras y necesarias como el agua misma. Dejó libre al mehari, que comenzó a pastar de inmediato desentendiéndose de cuanto no fuera su alimento, revitalizado y apetitoso ahora por la lluvia caída, y avanzó en silencio, casi arrastrándose, de una roca al retorcido tronco de un arbusto; de una pequeña duna a un matojo, hasta alcanzar al fin el lugar idóneo, un montículo de piedra desde el que dominaba, a menos de trescientos metros de distancia, la esbelta silueta del gran macho de la manada. “Cuando abates a un macho otro más joven viene pronto a ocupar su puesto y cubrir a las hembras”, le había dicho su padre. “Cuando matas a una hembra, estás matando también a sus hijos y a los hijos de sus hijos, que habrán de alimentar a tus hijos y a los hijos de tus hijos.” Aprestó su arma y apuntó con cuidado a la paletilla delantera,

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| a la altura del corazón. A aquella distancia, un tiro en la cabeza era sin duda más efectivo, pero Gacel, como buen musulmán, no podía comer carne que no hubiera sido degollada de cara a La Meca, pronunciando las oraciones que ordenaba el Profeta. Matar al antílope en el acto, hubiera significado tener que desaprovecharlo, y prefería correr el riesgo de que escapara herido porque sabía también que, con una bala en los pulmones, no llegaría muy lejos. El animal alzó de improviso el morro, aventó el viento y se inquietó levemente. Luego, tras lo que pareció una eternidad, pero no fueron probablemente más que un par de minutos, recorrió con la vista a su manada cerciorándose de que no corría peligro y se dispuso a reiniciar su tarea de mordisquear un tamarisco. Cuando estuvo por completo seguro de que no podía fallar y la pieza no iba a dar un salto de improviso o iniciar un movimiento extraño, Gacel apretó suavemente el gatillo, la bala partió con un chillido rasgando el viento, y el antílope cayó de rodillas como si le hubiera sesgado las cuatro patas, o el suelo hubiera ascendido bruscamente hacia él por arte de magia. Sus hembras le miraron sin interés ni miedo, porque aunque el estampido había atronado el ambiente no estaba ligado en ellas a la idea de peligro y muerte, y tan sólo cuando vieron venir corriendo al hombre con sus vestiduras al aire y esgrimiendo un cuchillo,

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Lo que para algunas gentes llegadas del noroeste de Europa fue un siglo pionero, para los hombres americanos del Norte fue el comienzo de una era catastrófica, poblada por el deshonor y una hecatombe difícilmente explicable. Pese a que hacía al menos medio siglo que Europa diferenciaba lo americano respecto de otros continentes, no sólo se les consideró indios, sino que para colmo también sufrieron los efectos de la duda acerca de su condición humana. Los europeos arribaron a tierras en las que coexistían dos mundos indígenas próximos entre sí, pero diferenciados, llegados en un poblamiento no muy lejano aún en el tiempo y, en consecuencia, con sus hábitats y fronteras sin asentar definitivamente en muchísimos casos. Los hombres de América encontrados por los colonos ingleses pertenecían en su mayoría al grupo dominante Algonquino-Wakashan, integrantes prácticamente de una sola familia lingüística; las tribus que interpretaron ese contacto con los ingleses fueron conocidas como Massachusett, Narraganset y Pequot, en lo que habría de ser Nueva Inglaterra, y Powhatan, Nanticoke y Conoy, en la tierra bautizada como Virginia. También pertenecían al grupo algonquino las gentes encontradas por los holandeses en el valle del Hudson y Long Island, identificadas como Mohicans en el Norte, Wappinger hacia la desembocadura del río y Montauk en la isla propiamente dicha; un poco más al sur, sobre la misma costa atlántica, los holandeses hallaron también a los Delaware, que igualmente eran integrantes del grupo algonquino. En el área americana colonizada por Francia, que puede identificarse con el valle del San Lorenzo y la región de los Grandes Lagos, se encontraron tribus pertenecientes a la familia lingüística Iroquesa, incluida en el grupo indígena Hokam-Sioux, uno de los más extensos del subcontinente y destinado ya en el arranque del XVII a poblar las praderas centrales de norte a sur. Si hubo una característica común entre los pueblos americanos del Norte hacia comienzos del siglo XVII -especialmente entre los encontrados por los europeos- fue la de hallarse todos ellos en el tránsito hacia el asentamiento de la agricultura como factor básico de subsistencia y desarrollo cultural.

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Sobre esa base, tanto algonquinos como iroqueses tuvieron un intenso conocimiento de su medio natural, producto de la necesidad de mantener vivos y saludables tanto al grupo tribal como a las fuentes de sustentación. Hoy en día sabemos que se trata de equilibrio ecológico. La incipiente agricultura estaba confiada a la mujer (faltaría más), en tanto el varón mantenía y perfeccionaba las técnicas más antiguas de caza, considerada por todos como una actividad mucho más noble. En realidad, la agricultura era apreciada como garantía de una alimentación mínima para la familia, y precisamente la ausencia todavía de animales domésticos representaba una estrecha dependencia respecto a los mamíferos salvajes y el bosque. Para la mayoría de las tribus algonquinas, la falta de carne seguía siendo el símbolo de la proximidad del hambre. La caza, por tanto, era una actividad básica del indígena; el respeto de hembras y ejemplares jóvenes, fuente de tabúes y rituales, y todo ello origen y esencia de la formación del hombre en la tribu. El caribú -una hermosa variedad del reno-, el gamo y el anta eran los tres grandes mamíferos que proporcionaban la carne para el sustento y las pieles para la vestimenta; más al sudoeste, el bisonte acabaría siendo la base de la vida indígena. La piel del gamo, bastante más fina, por una parte servía para fabricar mocasines y, por otra, las piezas más grandes y resisten-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| De conformidad con lo previsto en la vigente Constitución española, el castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección. La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas. Los Estatutos podrán reconocer banderas y enseñas propias de las Comunidades Autónomas. Estas se utilizarán junto a la bandera de España en sus edificios públicos y en sus actos oficiales. También se dispone en nuestra Carta Magna que la capital del Estado es la villa de Madrid, así como que los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ej



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 2. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 3. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 4. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 5. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 6. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 7. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 8. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 9. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 10. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 11. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 12. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 13. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 14. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 15. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 16. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 17. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 18. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 19. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 20. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 21. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 22. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 23. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 24. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 25. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 26. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los de-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| dos. 27. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 28. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 29. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 30. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 31. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 32. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 33. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 34. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 35. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 36. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 37. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 38. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es imprescindible escribir con todos los dedos. 39. Para alcanzar gran velocidad mecanográfica es im-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Era un día triste y gris. Román abrió el periódico, como era su costumbre, por la página de necrológicas. Recorrió lentamente con sus ojos la lista de nombres y guarismos que, fríamente, representaban a los fallecidos el día anterior en su ciudad: «Sebastián Gómez de Azcárate, 83»; «Teodoro Ruiz de la Calle»; «Juan José Allende Verdeja, 1». Román detiene la lectura y levanta la vista hasta el encabezamiento de la macabra serie: «Necrológicas». Etimológicamente, “discurso sobre la muerte”. ¡Triste discurso, que se reduce una mera enumeración! Pero ante la muerte, ¿cabe acaso hacer algo más que nombrarla? Y ni tan siquiera a ella, solamente a sus víctimas. Así, tras su fallecimiento, la persona se convierte (si es que no lo ha sido ya desde siempre) en un nombre y un dígito en la página de un periódico, en la inscripción de una lápida, en un certificado de defunción... Román vuelve a dirigir su mirada a Juan Jose Allende Verdeja, 1, que destaca ¿trágicamente? entre la mayoría septuagenaria por su corta edad. Porque eso es lo que el número 1 indica: la vida de un niño. Y si poca cosa es un 1 para representar una infancia truncada, cuánto menos no será cualquier número de dos cifras para simbolizar una vida entera. Fíjate, ayer, que en una esquela aparecía «Juana González Mariñas, 107», para que luego digan que las mujeres no sabemos vivir. Pero yo, desde luego, no creo que vaya a vivir tantos años. Tampoco Román, pues con la vida tan ajetreada que lleva, lo mucho que fuma y el poco deporte que hace, creo yo que va a durar bien poco. Pero vayamos con Román, que ahora aparta de nuevo sus ojos de la retahíla de nombres y se enfrasca en la contemplación de las esquelas. Ha de suponerse que los muertos que se esconden tras ellas, piensa Román, son muertos preeminentes, de prosapia, blasón y linaje, vamos, de renombre, aunque sea tan solo porque sus nombres aparecen dos veces en la página del periódico: una, en la lista general, en el gallinero; otra, ocupando un espacio propio, en el patio de butacas. E incluso, algunos, por el tamaño de sus esquelas, parecen poco menos que el Cid Campeador o el Conde de Toreno del Sil. Son las losas de estos difuntos ilustres las que, en los cementerios, destacan por sus letras doradas, sus bruñidas estatuas, sus

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| vistosos y constantemente renovados ramos de flores. Por el contrario, las tumbas de los «Fallecidos ayer en ...», cuando no se reducen a simples nichos, son anónimas lápidas a ras de suelo con inscripciones con rotulador y algunas veces hasta ilegibles. A propósito de cementerios, Román acostumbra a pasear por aquellos de las ciudades que visita. Conserva, en su memoria, una galería mental de los mausoleos que por diferentes razones más le han impresionado: el de Sarasate, en Pamplona, y el de Gayarre, en el Roncal. Recuerda hasta de memoria el macrocementerio de la Asunción, en Megápolis, con sus interminables hileras de cruces y sus paredes de cinco pisos, horadadas de nichos, algunos de los cuales esperan, vacíos, un inquilino cualquiera. Muchas veces ha pensado Román en cuál, cómo será y dónde estará su última morada. Siente especial predilección por los camposantos rurales, de tumbas centenarias y losas quebradas, entre las que crecen los líquenes y el musgo, donde muertos, de los que ya casi nadie se acuerda, ni siquiera sus más allegados, reposan desde hace siglos. En uno de ellos fue donde enterró a su madre, su querida madre, de la que tan solo recuerda con precisión los cuatro últimos años de su vida, durante los cuales él y su hermano Telesforo vivieron solos con ella, cuando, en los umbrales de su muerte, hubieron

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| La Fundación Universidad-Empresa, creada en 1973, tiene como propósito fundamental establecer las máximas relaciones posibles entre los sistemas productivo y educativo, representados en el ámbito de su actuación por la Empresa y por la Universidad, para un mejor funcionamiento de ambas, al servicio común de la sociedad, en la que se desarrollan y de la que reciben su razón de ser. Desde su fundación, una de las preocupaciones esenciales de la Fundación, para ser fiel a los objetivos que le dieron origen, es la de ampliar la información disponible, tanto de la Universidad como de la Empresa, de cara a la sociedad, con el fin de asegurar un mejor rendimiento de ambas y dotarles al mismo tiempo de los medios necesarios para el cumplimiento de los fines específicos de cada una de ellas. Dentro de esta política informativa, la Fundación UniversidadEmpresa ha concedido especial atención a los futuros estudiantes, abocados a entrar en los centros superiores de enseñanza, para integrarse finalmente en la sociedad, a través de una profesión, que satisfaga sus opciones vocacionales, desarrolle sus capacidades laborales y rinda los beneficios sociales obligatorios, como individuo perteneciente a la colectividad. Fruto de esta preocupación fue la publicación de una Colección de “Monografías Profesionales”, que ayudaran a los estudiantes a elegir bien su futuro profesional, teniendo en mente sus preferencias, sus aptitudes y sus expectativas, al concluir los estudios de la enseñanza secundaria. Pero después de la experiencia, muy positiva y alentadora, de las “Monografías Profesionales” dedicadas a la presentación de una profesión concreta, la Fundación Universidad-Empresa, deseando ampliar su oferta informativa a la sociedad en el campo de la enseñanza superior, emprendió la publicación de una nueva serie de libros que completarán las “Monografías”. Estas ofrecen una exhaustiva información sobre los estudios, condiciones, características, futuro y datos estadísticos de cada carrera, mientras que la nueva serie ofrece un testimonio directo, escrito por una prestigiosa figura de cada profesión, que proporciona la visión, vivida desde dentro, de cada quehacer profesional, con el fin de que el estudiante pueda ampliar sus conocimientos de cada salida profesional. La Fundación Universidad-Empresa desea proporcionar a los estu-

66 139 210 282 350 409 477 547 616 685 755 823 844 915 985 1056 1129 1199 1268 1339 1414 1484 1554 1609 1676 1751 1825 1896 1967 2043 2114 2183 2253 2324 2395 2449 2521



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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| diantes un testimonio de primera mano sobre la práctica de cada profesión, su realidad social y laboral, los contenidos propios de su trabajo y los problemas que conforman el ámbito de su actividad. En cada uno de estos libros se intenta pasar de la información pre-universitaria a la información post-universitaria, con todo lo que un titulado debe conocer sobre su profesión, para un mejor cumplimiento de sus obligaciones profesionales y un mayor aprovechamiento de sus posibilidades personales. Los autores, basándose en su propia experiencia, han descrito genéricamente el mundo de su trabajo, utilizando la información conseguida a lo largo de su vida profesional, sino de dar a conocer genéricamente el ejercicio de una profesión, con todas sus circunstancias específicas. Esta nueva serie de la colección de “Monografías Profesionales” está dividida en dos secciones tituladas, respectivamente, “Ser...” y “Trabajar en...”: la primera ofrece la presentación de una profesión, por dentro, y la segunda se fija más en el ambiente social en que la profesión se desarrolla y sus implicaciones laborales, económicas y hasta históricas. La Fundación Universidad-Empresa ha llevado a cabo esta nueva serie de libros con el convencimiento de seguir prestando una valiosa ayuda a la sociedad y pretendiendo canalizar debidamente las vo-

2690 2760 2832 2904 2974 3045 3114 3184 3256 3325 3396 3448 3518 3585 3660 3731 3803 3843 3913 3984 4054



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Gaspar Melchor de Jovellanos nació el 5 de enero de 1744. Fue ministro en dos ocasiones y estuvo encarcelado durante siete años. Escribió sobre enseñanza, diversiones y política agraria. Poco sabríamos de la historia de España de hace dos siglos si nuestro personaje no se hubiera empeñado en tomarle el pulso. El dijo que la cebada era cara en Castilla, que la falta de comunicaciones ahogaba la expansión económica de Asturias y que las heredades improductivas fomentaban la progresiva despoblación de zonas rurales con porvenir. Pero no se queda ahí el afán testimonial de nuestro comunicador, que también alude -aunque con menos complacencia que Montaignea su higiene y achaques, a los menudos sucesos de la jornada y a las características de los pueblos que recorre, sin olvidarse de la anatomía de las nativas. Hoy, es decir, determinado día de un año concreto del siglo XVIII, nuestro personaje anda por tierras de Castilla. Al amanecer se asoma a la ventana de la fonda y al comprobar que han huido las nubes que ayer descargaron reanuda su viaje. Ya a mediodía almuerza en una posada del camino sopa de pan francés, pecho de vaca con salsa de tomate, olla de verdura con tocino, dos pichones y un pollo asados al reloj, huevos revueltos, magras, guisado y peras. Todo por 105 reales. Peseta arriba, peseta abajo, como ahora... De haber almorzado en su casa asturiana sería más frugal. Echaría siesta luego y, avanzada la tarde -nuestro personaje es de costumbres regladas-, saldría a participar de la tertulia que se celebra en el hogar amigo, donde se juega a la lotería, se cuentan chismes y hoy, por ejemplo, se deplora la ausencia de uno de los asiduos, que sufre empacho de manzanas verdes. Otra tarde se va al teatro -Gertrudis, por sus flatos, se queda en casa- y el drama lo ejecutan bien, lo mismo que el baile, aunque algo atropellada la pantomima. Y otro día, la habitual tertulia acoge concurrencia superior que festeja un cumpleaños o un bautizo o, sencillamente, el término de la cosecha; con lo que se arriman los bancos alrededor de la sala principal, sube la música al estrado y se monta una contradanza de catorce a quince parejas. Observa nuestro personaje que las damas van vestidas de muselina, menos dos de luto. Y alaba que en el vestuario se sirva café, leche, bizco-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| chos, rosquillas, vino generoso y licores. Todo abundante y serenamente festejado. Hasta la una y media de la noche, según el feliz testigo. El hombre que nos cuenta tantas cosas ha sido llamado a altas misiones en la política de su Patria. Mientras mira danzar a sus contemporáneos desde el sillón de la sala -o saborea en la despensa guindas garrafales- el rumor de Palacio acude a través del Correo a sus retirados dominios. Un día escribe en su Diario -al lado de una nota sobre el clima- la nueva que le transmite su corresponsal en la Corte y es que el nuevo ministro de la Nación parece no tener el favor de los Reyes. El 28 de noviembre de 1811 falleció este notario de su siglo y aunque de su figura conservamos un retrato melancólico y hasta cierto punto socarrón -realizado por Francisco de Goya- y de sus afanes poseemos un balance más pródigo en desdenes que en venturas, todavía ese logra transmitirnos la lozanía de lo imperecedero. Por todo ello, aun cuando han transcurrido más de doscientos cincuenta años de su nacimiento, todavía su memoria se encuentra viva entre muchos de nosotros. En efecto, este gran político español nació en Gijón el 5 de enero de 1744 y, como lo reclamaba la fecha, los nombres de dos reyes magos de Oriente precedieron a un apellido -Jovellanos- que sus hechos y escritos tornarían universal. Porque, sin temor a equivocarnos, estamos en presencia de uno de

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EJERCICIO Nº 50 Ejercicio de 1.300 pulsaciones, de realización completa cronometrando el tiempo. Sangría, 5 espacios.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Bolivia es una República sudamericana creada en 1825 por el Mariscal Sucre, que la denominó así en honor del Caudillo de la Independencia, Simón Bolívar. Situada en la zona intertropical, en posición intermedia entre los países del Pacífico y los del Plata, tiene un carácter continental y una elevada altitud media. Limita con el Oeste con Perú y Chile; por el Sur, con Argentina; con el Este, con Paraguay y Brasil; y por el Norte, con Brasil. El relieve de Bolivia presenta una extraordinaria variedad: altas montañas, amplias mesetas, profundos valles y extensas llanuras. Los Andes, al penetrar en Bolivia, se ensanchan hasta 800 km y forman dos ramas que aprisionan una elevada meseta. En el Antiplano, cuenca cerrada, hay dos extensos lagos: el Titicaca, al norte, y el Poopó, en el centro. El río más importante es el Desaguadero, que une ambos lagos. La flora boliviana presenta una gama muy extensa que reúne desde las palmeras hasta los prados de tipo alpino. En el Antiplano, donde el agua escasea, le vegetación es pobre: arbustos y plantas xerofíticas, con ausencia casi total de árboles por la violencia de los vientos. Son muy frecuentes los cactus. En cuanto a la fauna



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EJERCICIO Nº 51 Este ejercicio, de entrenamiento, debe realizarse al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. Sangría de primera línea, 5 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. ¿Quién no ha oído hablar de las Cataratas del Niágara? ¿Y del Cañón del Colorado? ¿Y de los terremotos de San Francisco? ¿Y del Empire State de Nueva York? Todo ello está, como se sabe, en los Estados Unidos de América. 2. ¿Quién no ha oído hablar de las Cataratas del Niágara? ¿Y del Cañón del Colorado? ¿Y de los terremotos de San Francisco? ¿Y del Empire State de Nueva York? Todo ello está, como se sabe, en los Estados Unidos de América. 3. ¿Quién no ha oído hablar de las Cataratas del Niágara? ¿Y del Cañón del Colorado? ¿Y de los terremotos de San Francisco? ¿Y del Empire State de Nueva York? Todo ello está, como se sabe, en los Estados Unidos de América. 4. ¿Quién no ha oído hablar de las Cataratas del Niágara? ¿Y del Cañón del Colorado? ¿Y de los terremotos de San Francisco? ¿Y del Empire State de Nueva York? Todo ello está, como se sabe, en los Estados Unidos de América. 5. ¿Quién no ha oído hablar de las Cataratas del Niágara? ¿Y del Cañón del Colorado? ¿Y de los terremotos de San Francisco? ¿Y del Empire State de Nueva York? Todo ello está, como se sabe, en los Estados Unidos de América. 6. ¿Quién no ha oído hablar de las Cataratas del Niágara? ¿Y del Cañón del Colorado? ¿Y de los terremotos de San Francisco? ¿Y del Empire State de Nueva York? Todo ello está, como se sabe, en los Estados Unidos de América. 7. ¿Quién no ha oído hablar de las Cataratas del Niágara? ¿Y del Cañón del Colorado? ¿Y de los terremotos de San Francisco? ¿Y del Empire State de Nueva York? Todo ello está, como se sabe, en los Estados Unidos de América. 8. ¿Quién no ha oído hablar de las Cataratas del Niágara? ¿Y del Cañón del Colorado? ¿Y de los terremotos de San Francisco? ¿Y del Empire State de Nueva York? Todo ello está, como se sabe, en los Estados Unidos de América. 9. ¿Quién no ha oído hablar de las Cataratas del Niágara? ¿Y del Cañón del Colorado? ¿Y de los terremotos de San Francisco? ¿Y del Empire State de Nueva York? Todo ello está, como se sabe, en los Estados Unidos de América. 10. ¿Quién no ha oído hablar de las Cataratas del Niágara? ¿Y del Cañón del Colorado? ¿Y de los terremotos de San Francisco? ¿Y del Empire State de Nueva York? Todo ello está, como se sabe, en los Estados Unidos de América. 11. ¿Quién no ha oído hablar de las Cataratas del Niágara? ¿Y del Cañón del Colorado? ¿Y de los terremotos de San Francisco? ¿Y del Empire State de Nueva York? Todo ello está, como se sabe, en los Estados Unidos de América. 12. ¿Quién no

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| ha oído hablar de las Cataratas del Niágara? ¿Y del Cañón del Colorado? ¿Y de los terremotos de San Francisco? ¿Y del Empire State de Nueva York? Todo ello está, como se sabe, en los Estados Unidos de América. 13. ¿Quién no ha oído hablar de las Cataratas del Niágara? ¿Y del Cañón del Colorado? ¿Y de los terremotos de San Francisco? ¿Y del Empire State de Nueva York? Todo ello está, como se sabe, en los Estados Unidos de América. 14. ¿Quién no ha oído hablar de las Cataratas del Niágara? ¿Y del Cañón del Colorado? ¿Y de los terremotos de San Francisco? ¿Y del Empire State de Nueva York? Todo ello está, como se sabe, en los Estados Unidos de América. 15. ¿Quién no ha oído hablar de las Cataratas del Niágara? ¿Y del Cañón del Colorado? ¿Y de los terremotos de San Francisco? ¿Y del Empire State de Nueva York? Todo ello está, como se sabe, en los Estados Unidos de

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Se define la acuicultura como el conjunto de conocimientos técnicos aplicados al cultivo y crecimiento de animales y plantas acuáticas, con el fin inmediato de su comercialización, en base a su producción y con el fin último de contribuir a satisfacer las necesidades de alimento de la humanidad, siempre crecientes. Por tanto, la acuicultura puede considerarse como una forma de agricultura en la que el producto es manipulado y controlado, para llegar a obtener resultados previsibles en cierta medida. Igualmente la explotación de dicha fuente de recursos con finalidades deportivas, repoblación y ornamentación, son también contenido propio de la acuicultura, hasta el punto de que determinados organismos internacionales, como la FAO y la Unión Europea, han resaltado el carácter prioritario de la acuicultura tanto en su faceta de estudio e investigación como en la de producción, enfocada principalmente hacia una mayor rentabilidad. La acuicultura no es una actividad moderna, pues los primeros datos que se conocen nos remontan a su cultivo en la región indo-pacífica, concretamente en China, donde se comenzó a practicar hace aproximadamente unos cuatro mil años antes de Cristo. El primer tratado existente sobre acuicultura data del año 475 antes de Cristo. Fue escrito por Fan Lai y trata del cultivo de la carpa. Chow Mit, de la dinastía Sung, escribió un libro en el que se recogían datos de cómo las carpas eran transportadas en cestas de bambú. Heu, en 1639, escribió un libro sobre acuicultura, en el que también se describía la recogida de carpas desde los ríos y su posterior traslado y colocación en estanques. Durante cientos de años, los chinos transmitieron de generación en generación sus sistemas tradicionales de cultivo de peces. La influencia china se dejó sentir en otros países de la región indo-pacífica, como Tailandia, Indonesia, Malasia, Taiwan y otros, siguiendo, en sus primeros cultivos de peces, los sistemas utilizados en China. Posteriormente, desarrollaron el cultivo de otras especies acuícolas. En Canbodia, en el siglo XV, se cultivaron peces silúridos, que eran encerrados en cajas o jaulas de bambú, a través de las cuales circulaba el agua. En Java se inicia el cultivo de tilapia mossambica, en 1939, con técnicas especiales que fueron exportadas a otros países.

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Japón alborea en la acuicultura mucho después que los chinos; su historia comienza con los cultivos de moluscos durante el año 745; el cultivo del langostino japonés, penaeus japonicus, se inicia en 1934, cuando Motosaku Fujinaga consiguió con éxito realizar la puesta del langostino japonés. En 1959 se instala una planta piloto para la primera producción de langostino y es en la actualidad el país tecnológicamente más avanzado en acuicultura, en el que se desarrollan con éxito cultivos de seriola, mejillón, carpa, anguila, trucha y ostras, entre otras especies. En Australia, el cultivo de ostras se considera como una de las más antiguas prácticas en acuicultura, con la instalación en Nueva Gales del sur de una importante industria, destinada a la producción ostrícola. En el próximo y medio Oriente, es Israel el único país que destaca en acuicultura, con una tecnología avanzada, por lo que, actualmente, ocupa uno de los lugares más destacados del mundo en el desarrollo de esta actividad. En el resto de los países comprendidos en esa área, las carpas de la República “Árabe, el esturión iraní, las anguilas de Egipto, el pez gato de Siria y algunas especies de barbos en Irak, representan un mero exponente de la práctica de la acuicultura desarrollada en dichos países. En Europa, las primeras experiencias arrancan desde el Imperio

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El 8 de diciembre de 1915, Meggie Cleary cumplió cuatro años. Su madre, cuando hubo retirado los platos del desayuno, puso en sus brazos un paquete envuelto en papel de embalar y le dijo que saliese fuera. Y Meggie se acurrucó detrás de una aulaga próxima a la puerta de entrada y empezó a tirar del papel con impaciencia. Sus dedos eran torpes, y el envoltorio, resistente. Olía un poco a los grandes almacenes de Wahine, y esto le reveló que fuera cual fuese el contenido del paquete, había sido milagrosamente comprado, no regalado o confeccionado en casa. Algo fino y de un color dorado opaco empezó a asomar por uno de los ángulos; arrancándolo en largas e irregulares tiras. Aquello era un verdadero milagro. Sólo una vez en su vida había estado Meggie en Wahine; la habían llevado allí en mayo, por haberse portado bien. Sentada en el calesín, al lado de su madre, muy modosita, estaba demasiado emocionada para ver o recordar gran cosa. Sólo la imagen de Agnes había quedado grabada en su mente; la hermosa muñeca sentada en el mostrador de la tienda, con su falda hueca de satén color rosa y toda llena de adornos de encaje claro. Allí mismo y en el acto, la había bautizado mentalmente: Agnes; el único nombre, entre los que conocía, lo bastante distinguido para aquella preciosa criatura. Sin embargo, en los meses que siguieron, su deseo de que Agnes le perteneciera había estado desprovisto de esperanza; Meggie no poseía ninguna muñeca y no tenía la menor idea de que las niñas y las muñecas van siempre juntas. Jugaba muy contenta con los silbatos, los tiradores de goma y los soldados rotos que tiraban sus hermanos, y se ensuciaba las manos y se llenaba las botas de barro. La casa estaba situada en la cima de una pequeña colina, unos treinta metros más alta que el henil y los establos. Como todas las casas de Nueva Zelanda, era de madera, ocupaba mucho espacio y tenía un solo piso, de acuerdo con la teoría de que, si se producía terremoto, algo quedaría en pie. A su alrededor, crecían aulagas en todas partes, adornadas ahora de bellas flores amarillas; la hierba era verde y lozana, como toda la de Nueva Zelanda. Ni siquiera en mitad del invierno, cuando la escarcha no se fundía en todo el día a la sombra, se agostaba la hierba, y el largo y suave verano sólo le daba un verde más y el largo y suave verano sólo le daba un verde más vivo. Las lluvias caían mansamente, sin dañar los tiernos re-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| toños de todas las cosas que crecían; no nevaba, y el sol tenía siempre bastante fuerza para acariciar, pero nunca suficiente para quemar. Más que descender del cielo, las plagas de Nueva Zelanda surgían de las entrañas de la tierra. Siempre reinaba una sofocante impresión de espera, un estremecimiento insensible que acababa transmitiéndose a los pies. Pues debajo del suelo yacía un poder terrible, un poder de tal magnitud que, treinta años antes, había hecho desaparecer una montaña imponente; salían vapores silbando de las grietas de las laderas de plácidas colinas, los volcanes vomitaban humo y manaba caliente el agua de los torrentes alpinos. Grandes lagos fangosos hervían como el aceite; el mar lamía vacilante unos riscos que tal vez no estarían ya allí en la próxima marea, y, en algunos lugares, la corteza terrestre tenía menos de trescientos metros de espesor. Sin embargo, era un país amable y grato. Más allá de la casa, se extendía una llanura ondulada tan verde como la esmeralda de la sortija de prometida de Fiona Cleary, salpicada de miles de bultitos cremosos que, vistos de cerca, resultan ser corderos. Allí donde los curvos montes festoneaban al borde de un claro cielo azul, el Egmont se elevaba a tres mil metros, adentrándose en las nubes,

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Es una noche húmeda; la niebla, densa, reverbera a la luz de la farolas, esparciendo su espectral luminosidad a lo largo de la calle desierta. El suelo brilla, empapado; la ciudad duerme, cansada del ajetreo diurno. Sin embargo, no reina la calma en Megápolis; en la oscuridad resuenan carcajadas, ruidos de botellas al romperse, ulular de sirenas, el ronroneo lejano del tráfico... Al anochecer, una población por completo distinta a la del día sale a las calles: son los insomnes, alejados por completo del reino de Morfeo al que el resto de los habitantes de la ciudad viajan durante las noches, deseando permanecer en él para siempre, sin regresar jamás. Los insomnes están amargados y resentidos en su inmensa mayoría; borrachos y pendencieros, turban con su estrépito el sueño de sus probos conciudadanos. Durante el día, su único reposo es un estado de ensimismamiento, de ataraxia, una ligera duermevela de la que sólo se recuperan, cuando lo hacen, con el ocaso: sus sentidos se embotan, sus funciones vitales se atenúan mientras la luz baña la ciudad para reactivarse al atardecer al mismo ritmo del declinar del sol entre los edificios mastodónticos que ocupan las partes nobles y bellas de la ciudad. Comienzan entonces a abandonar sus viviendas y salen a las calles donde tal vez encuentren a los últimos de los habitantes diurnos que apresuradamente se dirigen a sus casas: son los únicos momentos en que, afortunadamente, sus vidas pueden cruzarse. El resto del tiempo se ignoran hasta tal punto que podría pensarse que desconocen su coexistencia en la misma ciudad ¡Quién lo iba a pensar hace sólo unos años! Los habitantes de la noche realizan las tareas más sucias y degradantes: recogen las basuras y barren las calles, amén de las más trabajosas: asfaltan las calzadas apresuradamente para no entorpecer el desarrollo de las actividades diurnas, reparten las mercancías que durante el día serán febrilmente consumidas... Pero una vez finalizada su labor, ingrata labor, se entregan a un desenfreno tal que, al despuntar el día, las calles aparecen sembradas de vidrios rotos, vómitos, profilácticos, sangre, jeringuillas... de tal modo que su trabajo se asemeja al de Sísifo: pese a

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| su meticulosa limpieza, la urbe presenta siempre un aspecto sucio y descuidado: la mugre ni crece ni merme: tan solo se transforma. Esta unidimensionalidad de la vida de los insomnes contrasta con la dualidad de la existencia de los habitantes de la luz. Estos, en efecto, por una parte desarrollan sus actividades cotidianas, es decir, desempeñan concienzudamente sus roles sociales, como trabajadores en la diversas instituciones comunitarias (comercios, bancos, hospitales, escuelas, empresas de toda índole) o como trabajadores ociosos en lo momentos de asueto, durante los cuales suelen vivir en el segundo de los ámbitos de su existencia constituido por los sueños, el cine y la televisión. En él viven grandes pasiones, peligrosas aventuras, viajes a lejanos y exóticos paises; es el reino del Amor, del Odio, la Pasión..., en fin, de todo aquellos de lo que la gris cotidianeidad está privada. Los sueños y el cine son, por excelencia, las puertas de entrada a esta realidad; la televisión es tan solo un medio espurio: en ella se entrecruzan ambos mundos, alternándose con tal brusquedad que los megapolitanos han perdido la conciencia de su disimilitud, no pudiendo discernir qué pertenece a uno y qué a otro. Pero no importa; la mayoría de la gente no tiene conciencia de la necesidad de los placeres que en el cine y en la televisión se nos ofrecen a diario. Es más, ambos medios sirven como de engaño, como de una especie de gozo en el que por nada del mundo se ven mez-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Método procede de dos palabras griegas, “meta”, a lo largo de, y “odos”, camino, por lo que tiene una significación y un sentido dinámicos: ir a lo largo del camino. En su acepción lógica, alcanzada ya desde muy antiguo, método adquirió la significación de “via et ratio docendi, dicendi et agendi”, esto es, camino y razón para enseñar, aprender y hacer. El método, por tanto, encierra una idea de orden: es la forma y manera de proceder en cualquier dominio, esto es, de ordenar la actividad y de ordenarla a un fin, o tal como escribió Balmes: “el orden que observamos para evitar el error y encontrar la verdad”. Expresado con una terminología más cercana al pensamiento contemporáneo, método sería la organización racional y bien calculada de los recursos disponibles y de los procedimientos más adecuados para alcanzar determinado objetivo de la manera más segura, económica y eficiente. El método es, en la cultura humana, mucho más importante de lo que aparece a primera vista. No sería excesivo afirmar que el cambio de rumbo de la historia de la humanidad ha tenido estrecha relación, en no pocas ocasiones, con el abandono de una actitud metódica empleada hasta entonces casi con exclusividad, y con la difusión de otros procedimientos de investigación, tenidos tiempo atrás en poca o ni



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista guatemalteco, obtuvo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído en un escritor hispanoamericano desde Gabriela Mistral. 2. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista guatemalteco, obtuvo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído en un escritor hispanoamericano desde Gabriela Mistral. 3. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista guatemalteco, obtuvo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído en un escritor hispanoamericano desde Gabriela Mistral. 4. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista guatemalteco, obtuvo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído en un escritor hispanoamericano desde Gabriela Mistral. 5. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista guatemalteco, obtuvo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído en un escritor hispanoamericano desde Gabriela Mistral. 6. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista guatemalteco, obtuvo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído en un escritor hispanoamericano desde Gabriela Mistral. 7. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista guatemalteco, obtuvo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído en un escritor hispanoamericano desde Gabriela Mistral. 8. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista guatemalteco, obtuvo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído en un escritor hispanoamericano desde Gabriela Mistral. 9. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista guatemalteco, obtuvo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído en un escritor hispanoamericano desde Gabriela Mistral. 10. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista guatemalteco, obtuvo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído en un escritor hispanoamericano desde Gabriela Mistral. 11. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista guatemalteco, obtuvo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído en un escritor hispanoamericano desde Gabriela Mistral. 12. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista guatemalteco, obtuvo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído en un escritor hispanoamericano desde Gabriela Mistral. 13. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista guatemalteco, obtu-

67 142 184 254 329 371 441 516 558 628 703 745 815 890 932 1002 1077 1119 1189 1264 1306 1376 1451 1493 1563 1638 1680 1751 1826 1868 1939 2014 2056 2127 2202 2244 2315



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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| en un escritor his- 2487 2529 guatemalteco, obtu- 2600 en un escritor his- 2675 2717 guatemalteco, obtu- 2788 en un escritor his- 2863 2905 guatemalteco, obtu- 2976 en un escritor his- 3051 3093 guatemalteco, obtu- 3164 en un escritor his- 3239 3291 guatemalteco, obtu- 3352 en un escritor his- 3427 3469 guatemalteco, obtu- 3540 en un escritor his- 3615 3657 guatemalteco, obtu- 3728 en un escritor his- 3803 3845 guatemalteco, obtu- 3916 en un escritor his- 3991 4033

vo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído panoamericano desde Gabriela Mistral. 14. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista vo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído panoamericano desde Gabriela Mistral. 15. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista vo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído panoamericano desde Gabriela Mistral. 16. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista vo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído panoamericano desde Gabriela Mistral. 17. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista vo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído panoamericano desde Gabriela Mistral. 18. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista vo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído panoamericano desde Gabriela Mistral. 19. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista vo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído panoamericano desde Gabriela Mistral. 20. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista vo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído panoamericano desde Gabriela Mistral. 21. Miguel Angel Asturias, poeta y novelista vo el Premio Nobel en 1967, que no había recaído panoamericano desde Gabriela Mistral.



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El principio físico en que se basan la mayor parte de los sistemas de refrigeración empleados en la práctica es muy sencillo. Cuando se comprime un fluido (el aire, un gas o un vapor cualquiera), una parte del trabajo mecánico de compresión se transforma en calor y el fluido comprimido se enfría hasta volver a la temperatura ordinaria y luego se da expansión al mismo fluido hasta dejarlo a su presión normal. Al expansionarse, el fluido se enfría. Una vez así enfriado, si se le pone en comunicación directa o indirecta con un ambiente más cálido, el calor del ambiente pasará al fluido, que volverá a la temperatura ordinaria, mientras que el ambiente, al perder calor, se enfriará. Son fenómenos que se pueden experimentar directamente con facilidad. Por ejemplo, cuando se hincha la rueda de una bicicleta, el aire comprimido se calienta hasta el extremo de que, a veces la bomba llega a quemar. Por otra parte, si observamos la descarga de un martillo neumático, apreciaremos que la maza se recubre de escarcha debido a que el vapor de agua del ambiente se congela en contacto con el aire que surge dilatándose de la descarga, después de haber trabajado en el interior del ingenio. Dos sistemas se conocen para la producción del frío. Uno es el llamado termodinámico, que consiste en comprimir el aire ambiente, enfriarlo a la salida de la máquina que lo ha comprimido compresory luego dar expansión al aire comprimido. la temperatura de este aire será muy inferior a la del ambiente, al que se podrá sustraer calor en la medida deseada bajando su temperatura. Este sistema suele emplearse en viviendas y locales de trabajo y en los medios de transporte terrestres, marítimos y aéreos. El otro sistema, mucho más extendido por ser más eficaz y prestarse a múltiples aplicaciones, se denomina termotécnico y en él la producción de frío tiene lugar por transmisión de calor. Esta afirmación parece un contrasentido, pero no lo es. En efecto, el calor puede transmitirse -siempre de un cuerpo más caliente a otro más frío, según el segundo principio de la termodinámica- de la máquina frigorífica, en el punto donde ésta más caliente, el ambiente, o del ambiente a la máquina frigorífica, donde ésta se encuentra más fría, fase esta última que generalmente es la que se suele emplear. Apresurémonos a decir, para ser más exactos, que estos intercambios

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| de calor se producen por medio de una fluido intermediario y no directamente. El esquema de la máquina frigorífica es entonces el siguiente: Un compresor comprime un fluido (que deberá poseer ciertas propiedades), el cual calienta y condensa, es decir se hace líquido, para luego enfriarse hasta una temperatura ordinaria. El líquido pasa a través de una válvula, pierde presión y vuelve al estado de vapor, enfriándose considerablemente. El vapor enfriado circula por el interior de tubos dispuestos en el ambiente que se deba refrigerar, ambiente que consecuentemente cede su calor al vapor, mientras su temperatura desciende al grado requerido. El fluido circula por un sistema de tubos cerrados herméticamente sin tener contacto con el ambiente circundante. Este ciclo se repite continuamente mientras la máquina está en acción. Una instalación frigorífica comprende, pues, un grupo motorcompresor, el serpentín de evaporación y un termostato que, por medio de un disco regulador convenientemente engranado a varos ejes, para o pone en movimiento la máquina cuando la temperatura del ambiente que hay que refrigerar desciende o se eleva más allá del valor previamente establecido. El termostato está constituido por una tira metálica a base de dos láminas soldadas de metales con distintos coeficientes de dila-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El belga le miró fijamente unos instantes. Durante las tres últimas horas había llegado a creer que el inglés era un cliente corriente, vulgar, que simplemente deseaba poder conducir en Inglaterra y disfrazarse de hombre de cierta edad en Francia, quién sabe con qué fin. Un contrabandista, tal vez, que llevaba drogas o diamantes desde cualquier solitario puerto de pescadores bretón a Inglaterra. En todo caso, un muchacho muy simpático. Ahora cambió de idea. Aquella misma mañana, el jefe del Servicio de Acción de SDECE se hallaba sentado a su mesa, y examinaba dos papeles que tenía ante sí. Cada uno de ellos era una copia de un informe corriente, rutinario, redactado por agentes de otros departamentos. En la cabecera de cada documento figuraba una lista de los jefes de departamento que debían recibir una copia del informe. El coronel Rolland dejó caer la tapa del archivador sobre su contenido y cogió el segundo de los dos informes llegados aquella mañana. Era un informe policíaco de la Policía Judicial de Metz. Explicaba que un hombre había sido interrogado durante una incursión rutinaria en un bar, y en la lucha subsiguiente casi había matado a dos policías. Rolland sopesó una vez más la relación que pudiera existir entre los dos hombres, como había estado haciéndolo durante la hora precedente. Al fin pulsó un zumbador que tenía ante sí y contestó al “Oui, mon colonel” . El tren en que viajaba el “Chacal” llegó a la Gare du Nord poco antes de la hora del almuerzo. El viajero tomó un taxi y se hizo conducir a un hotel pequeño, pero confortable, de la Rue de Suresne, a la salida de la Place de la Madeleine. No era un hotel de la misma categoría que el “Hotel de Inglaterra” de Copenhague, o el “Amigo” de Bruselas, pero “el Chacal” tenía sus buenas razones para buscar un establecimiento más modesto y menos conocido para residir durante los días que permaneciera en París. Y no era que su estancia en París pudiera llamar la atención de nadie. Vivía sin ostentación, y su desayuno de café con leche y “croissants” lo tomaba en su habitación. En la charcutería situada frente a su hotel había comprado un bote de mermelada inglesa para sustituir con ella la compota que servían en la bandeja del desayu-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| no y había rogado al personal del hotel que incluyeran el bote de mermelada en su bandeja cada mañana en lugar de la compota. Se comportaba cortésmente con el personal, hablaba tan sólo unas pocas palabras en francés, con la atroz pronunciación con que suelen hablarlo los ingleses, y sonreía amablemente cuando alguien le dirigía la palabra. A las solícitas averiguaciones de la dirección, contestaba que se encontraba muy a gusto y muchas gracias. Pasaba los días fuera de su hotel, en plan de turista. El primer día compró un plano de París, y señaló en él, tomándolos de su carnet de notas, los lugares de interés que más deseaba visitar. Visitó y estudió tales lugares con verdadero apasionamiento, aun teniendo en cuenta la belleza arquitectónica de algunos de ellos o el valor histórico de otros. Pasó otro día en el barrio de la catedral de Notre Dame. Allí, en el poblado conejar de la Ile de la Cité había escaleras de escape, pasajes y callejones en abundancia, pero la distancia desde la entrada de la catedral hasta los coches aparcados al pie de la escalinata era tan sólo de unos pocos metros, y los tejados de la Place du Parvis quedaban demasiado lejos, mientras que los de la minúscula y colindante Place de Charlemagne quedaban demasiado cerca y sin duda estarían infestados de agentes de seguridad. En aquella plaza, con la abrumadora masa de la Gare Montparnas-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El procedimiento más antiguo del estampado a mano es idéntico al del timbrado: el tejido se extiende sobre una larga mesa, y la operaria, con estampas de madera que impregna de las pastas previamente compuestas con mezclas de determinados colorantes e ingredientes, aplica sobre el tejido los timbres, yuxtaponiéndolos hasta formar los más complicados dibujos. El estampado denominado “al cuadro”, está basado en otro principio: sobre el tejido, extendido en las largas mesas, discurre por medio de guías adaptadas a tal fin un telar en el que hay un lienzo tenso de seda, previamente preparado con adecuados dibujos; a través de la seda, correspondiendo a aquellos dibujos, con una espátula de madera recubierta de goma, se extiende a mano el color del estampado. Haciendo desplazar el telar, se procede al estampado de la pieza. De todos modos, el sistema más difundido y de mayor rendimiento es el estampado a máquina, o con cilindros. El enorme consumo de tejidos que tuvo lugar durante el siglo pasado a causa del aumento general de la población mundial y de la mejora del nivel medio de vida, estimuló las investigaciones para la obtención, por medios artificiales, de fibras textiles que pudieran sustituir a las naturales y fuesen, al mismo tiempo, capaces de producirse más rápida y económicamente. Problema arduo, que exigía, por un lado, el profundo conocimiento de las fibras naturales que se deseaban imitar y, por otro, el progreso de la química, que ya desde la mitad del siglo XIX había comenzado a producir sus milagros. Por lo tanto, fue necesario proceder a numerosos intentos y experimentos que absorbieron la mente de muchos científicos, inventores e industriales. Los primeros éxitos no se obtuvieron hasta bien entrado nuestro siglo y, aunque lejos de la perfección, permitieron la aparición de industrias que inmediatamente tuvieron que mejorar mucho sus productos y que llegaron a desarrollarse a un ritmo extraordinario. La materia principal que se intentó utilizar fue la misma de que está formada una fibra natural básica, el algodón. Esta materia es la celulosa, que producen todas las plantas leñosas y, por lo tanto, puede disponerse de ella en todas partes y en grandes cantidades. Primeramente se obtuvieron las fibras brillantes que recibie-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| ron el nombre de sedas artificiales, mediante procesos de los que hablaremos a continuación. Este nombre fue pronto abandonado por impropio; en efecto, las fibras de seda artificial no tienen nada en común con la seda natural, ni en su composición química ni en sus caracteres físicos. Por lo tanto, ese nombre fue sustituido por el de rayón, que indica actualmente el grupo de productos llamado de las fibras artificiales celulósicas. El proceso de producción de una fibra textil celulósica o rayón es, en general, el siguiente: se transforma la celulosa en una solución más o menos densa y viscosa que se hace pasar a través de una hilera formada por una solución más o menos densa y viscosa que se hace pasar a través de una hilera formada por una cápsula en cuyo fondo se han practicado numerosos agujeros pequeñísimos; se obtienen así unos filamentos que inmediatamente se hacen coagular (endurecer) en un baño formado por una solución de sustancias adecuadas. En la práctica, los procesos de producción más importantes son tres: 1. A la viscosa, que es el más difundido. 2. Al cuproamonio. 3. Al acetato. En el proceso del rayón a la viscosa, la celulosa se trata con sosa cáustica y se hace madurar. Se convierte así en alcalicelulosa. Al alcalicelulosa se le añade después sulfuro de carbono, con lo cual se transforma en xantato de celulosa que, tratada también

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Los nuevos gobernantes musulmanes, que establecieron su capital en Córdoba, pactaron con los nobles godos que les habían ayudado a entrar en la Península, respetando sus posesiones y privilegios. Aunque el Islam pasó a ser la religión oficial del nuevo Estado, llamado al-Andalus, no se obligó a nadie a convertirse. Por el contrario, se permitió a cristianos y judíos practicar sus religiones, e incluso los musulmanes compartieron las iglesias con los cristianos, antes de edificar su propias mezquitas. Al-Andalus continuó siendo una provincia del Imperio islámico hasta que el joven Abderramán I, único superviviente de la dinastía derrocada de los Omeyas, llegó a Córdoba, se proclamó emir y declaró al país Reino musulmán independiente. Se iniciaba así el período del Emirato Omeya, durante el cual los sucesivos emires hicieron de al-Andalus el país más adelantado del Occidente, mejoraron su economía, su agricultura y su industria, y la convirtieron en un foco de cultura que iluminaría después a Europa. Casi dos siglos después, Abderramán III se proclamó califa o jefe espiritual de los hispanomusulmanes, dando comienzo al Califato de Córdoba. Bajo su reinado, la España musulmana llegó a su máxima expansión, cubriendo las tres cuartas partes de la Península y anexionándose Tánger y algunas zonas del Magreb. La espléndida corte de los califas, donde brillaron las ciencias



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EJERCICIO Nº 61 Ejercicio de calentamiento, a realizar al comienzo de una sesión de trabajo. Sangría de primera línea, 4 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 2. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 3. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 4. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 5. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 6. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 7. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 8. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 9. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 10. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 11. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 12. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 13. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es conside-

71 143 183 257 329 369 443 515 555 629 701 741 815 887 927 1001 1073 1113 1187 1259 1299 1373 1445 1485 1559 1631 1671 1744 1816 1858 1931 2003 2045 2118 2190 2232 2305



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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| rada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 14. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 15. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 16. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 17. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 18. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 19. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 20. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran. 21. La Universidad de Palo Alto, en Estados Unidos, es considerada por muchos como la cuna de los tests psicotécnicos, por la cantidad de pruebas que allí se elaboran.

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Las diferentes formas de acuicultura (intensiva, extensiva y de repoblación) no son independientes entre sí, sino más bien están integradas en estudios relacionados con la gestión y ordenación de las zonas costeras, marítimas y fluviales. Los cultivos de repoblación se ocupan principalmente de procesos relacionados con la fecundación artificial o con la incubación de huevos, con el fin de producir ejemplares que son sembrados en aguas generalmente del dominio público, para enriquecerlas y permitir la realización de actividades deportivas o de otro tipo. En general y en casi todos los países del mundo, la repoblación de las aguas suele ser acometida por parte de piscifactorias estatales. Respecto al cultivo con fines ornamentales, ha cobrado un gran impulso en los últimos años, viéndose esta actividad favorecida a causa del interés despertado en el mantenimiento de acuarios en el interior de las casas y que ha dado lugar a la realización de estudios encaminados a la obtención de cultivos de especies ornamentales, desarrollándose en consecuencia una industria floreciente en Brasil y en los Estados Unidos de América. Las actividades en acuicultura, encaminadas hacia la obtención de una producción comercializable, requieren un planteamiento previo en el que se consideren diversos aspectos. Por una parte, hay que considerar las características geográfico-climáticas de la zona donde se va a realizar el cultivo, las características biológicas de la especie o especies objeto del cultivo y la tecnología existente al respecto. Por otra parte, debe realizarse un estudio económico que incluya tanto el coste de la instalación, como la disponibilidad de mano de obra, mantenimiento de las instalaciones, transporte del producto y su comercialización. Sólo realizando un proyecto en el que se vean contemplados todos estos aspectos, puede abordarse la creación de un centro de cultivo y asegurar su rentabilidad. Hay que contemplar, en primer lugar, cómo se van a obtener los productos iniciales, bien mediante su captura, extracción del medio natural, o bien mediante la instalación de centros de reproducción de la especie a cultivar. En el primer caso, hay que partir de un conocimiento respecto al comportamiento y las características biológicas de la especie, relacionándolo con un conocimiento de las mareas, época del año, mé-

63 137 208 280 352 424 493 566 601 667 736 805 878 949 1020 1092 1163 1212 1280 1350 1419 1492 1562 1634 1706 1777 1848 1919 1989 2057 2129 2200 2271 2299 2365 2435 2509



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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| todos de captura, etc. Los sistemas que se utilizan para la captura no son muy diferentes de los clásicamente utilizados en las faenas de marisqueo y pesca; la diferencia esencial estriba en el tamaño y diámetro de las mallas utilizadas, en las artes de pesca, para la captura de ejemplares de talla comercial. En el segundo caso, hay que conocer la tecnología existente para la reproducción inducida, con el fin de construir instalaciones donde se realicen cada una de las fases que conlleva el proceso. Con este sistema, indudablemente, a pesar de ser más costoso, se obtienen mayores ventajas, puesto que, además de no tomar como punto de arranque la extracción continuada de especies en su medio natural, se puede prever la producción, disponer de ejemplares en un mayor número de épocas del año y realizar técnicas de mejora genética, con el fin de obtener una mejor producción tanto cualitativa como cuantitativamente. Son muy diversos los tipos de instalaciones utilizadas para este fin, que van desde unas sencillas, casi naturales, hasta las más sofisticadas. Todo está en función del tipo de cultivo que se desee realizar, intensivo, extensivo o semiintensivo; también en función de las fases y etapas que se deseen poner en marcha para cultivar, criar o sólo engordar, y que pueden estar encaminadas a efectuar todas la fases del ciclo de la especie, partiendo de los

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EJERCICIO Nº 63 Sangría de primera línez, 5 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| La industria de la seda floreció ya en la antigua China. Se atribuye al legendario emperador Hvang-ti y a su esposa Si-Liu-Ti la iniciación de la cría racional del insecto en los primeros años del siglo XXVI a. de C. Así como el emperador, según el ceremonial, cogía el arado para honrar a la agricultura, la emperatriz, asistida por las damas de la corte, criaba gusanos de seda. Pero los chinos no revelaron el secreto, prefiriendo, naturalmente, que quien necesitara seda se la comprase a ellos; uno de los principales clientes era Roma, ciudad donde el lujo era notable. Efectivamente, la seda era ya muy apreciada en los últimos años de la república, y cuando César hizo adornar con tapices de seda el Foro y parte de la Vía Sacra, los soldados se amotinaron, temiendo que este lujo inaudito agotara el erario. Este estado de cosas duraba todavía 550 años d. de C., cuando el emperador Justiniano tuvo la idea de implantar esta industria en el Imperio Romano. Dos monjes persas, al regresar de China, donde había vivido durante algún tiempo, le explicaron al emperador cómo se criaba y obtenía la seda. El emperador los envió secretamente a China con la misión de traer a Europa estos preciosos huevos. Los monjes volvieron con el minúsculo y delicado botín; de haber sido descubiertos, habrían pagado el robo de su vida. Pero actuaron con tanta astucia que salieron indemnes de la empresa. A nadie se le ocurrió pensar que en la pequeña caña de bambú que uno de los frailes llevaba a guisa de bastón, estuviera el cuerpo del delito. Llegados a Constantinopla, se presentaron al emperador, quien se alegró del buen éxito de la empresa. Poco después, los huevos se abrieron y por primera vez nacieron en Europa los gusanos de seda. Y, puesto que cada hembra del Bombyx mori pone unos 500 huevos, la mitad de los cuales son hembras que, a su vez, pondrían otros 500 cada una, y así sucesivamente, es fácil comprender la mina de oro que habían importado los dos monjes. El emperador hizo edificar una sedería en su propio palacio; pero no admitió en aquel trabajo más que a mujeres de mucha confianza, bajo la dirección de los monjes. Sin embargo, con el tiempo, la industria prosperó y se difundió ampliamente. El más importante centro europeo de producción y comercio de la seda es Italia, que cuenta con una antigua tradición. Los sici-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 2684 lianos fueron los primeros en dedicarse al tejido de la seda. En 2760 Roma, se inició en el año 1564 bajo la égida de Pío IV. Lucca fue, 2832 desde el siglo XIII, uno de los más importantes centros sederos. 2902 Florencia, que poseía el tan floreciente arte de la lana hacia el año 1247, agregó a las artes mayores la de la seda, exportando mag- 2973 3045 níficos brocados. En Bolonia se ideó en 1372 un telar especial que fue durante un siglo monopolio de los sederos de aquella ciudad. En 3116 Reggio, el arte de la seda se inició bajo los auspicios de Lucrecia 3189 Borgia, y en Lombardía tuvo el impulso de los Sforza. Ludovico Sfor- 3266 3335 za tenía grandes plantaciones de morera en sus posesiones, lo que le valió el sobrenombre de Moro. En Piamonte, este cultivo se remon- 3410 3480 ta al año en que la esposa de Amadeo V hizo traer de Ginebra los huevos del gusano de seda, para criarlos en su espacio. Venecianos 35550 3618 y genoveses imitaron los modelos orientales, con ricos adornos de 3689 oro, sobresaliendo en el arte de fabricar terciopelo. La región de 3761 Italia en la que está más extendida la cría del gusano de seda es 3832 Brianza. Los gusanos de Brianza son, sin duda alguna, de los más 3863 apreciados en todo el mundo. Pero, actualmente, la región véneta y especialmente las provin- 3933 4005 cias de Treviso y Udine están a la cabeza de la cría de gusanos de



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El titular de una marca protegida en un Estado miembro que puede ejercitar su derecho exclusivo para prohibir la importación de productos comercializados en otro Estado miembro, con una marca confundible adquirida por un titular distinto, siempre que entre las empresas titulares de las marcas no medie ningún acuerdo restrictivo de la competencia, ninguna relación de dependencia jurídica o económica y sus derechos de marca hayan nacido independientemente (sin origen común). Requisito esencial del agotamiento del derecho de marca es que los productos, cuya importación pretende prohibir el titular de la marca en el Estado en que está protegida, hayan sido comercializados en el Estado miembro de exportación por él mismo o con su consentimiento, expresado en una declaración unilateral o en un contrato, cualquiera que sea la forma que revista. El principal supuesto de consentimiento es que el titular hubiere otorgado una licencia contractual a una empresa establecida en el Estado de exportación. Por el contrato de licencia, el titular de la marca autoriza a otra empresa (licenciataria) a usar la marca para distinguir los productos de la licenciataria, a cambio del precio pactado. La licencia de marca va acompañada, a veces, de una licencia de patente que autoriza a la licenciataria a fabricar y comercializar el producto protegido por la patente. Es frecuente en el comercio internacional que una empresa tenga la misma invención y la misma marca protegidas por las correspondientes patentes y marcas paralelas en varios países. En cada país, para usar la marca y explotar la invención patentada, suele otorgar licencias de marca y patente a otra empresa, que puede ser filial de la empresa titular o no, es decir, ser una empresa independiente. Si las licenciatarias en los diversos países son filiales integradas en un grupo de empresas, se considera que forman una unidad económica, una sola empresa, si en su interior las filiales no disfrutan de una autonomía real en la determinación de su línea de actuación en el mercado, aunque jurídicamente esa empresa única adopte la apariencia de una pluralidad de sociedades. El Tribunal de Justicia ha reconocido que, en principio, la facultad de marcar los productos es una facultad exclusiva del titular de la marca, inherente al contenido y objeto específico del de-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| recho de la marca, por ser necesaria para que la marca pueda cumplir su función esencial de garantizar al consumidor la identidad del origen empresarial del producto portador de la marca. Dicha garantía de procedencia se pondría en peligro, de permitir a un tercero marcar el producto originario con la marca ajena. El licenciante sólo podrá ejercitar la acción de usurpación cuando el licenciatario viole los límites del derecho de uso de la marca, fuera de los cuales no ha sido autorizado a ejercer las facultades inherentes al derecho de marca. Si viola estos límites se convierte en usurpador. Por el contrario, si el licenciatario viola otros límites contractuales, no inherentes al derecho de marca, el licenciante sólo podrá ejercitar las acciones contractuales. Hay una diferencia esencial entre una acción contractual sólo ejercitable inter partes, y la acción de usurpación ejercitable contra cualquier tercero que viole el derecho de marca. Si el licenciatario viola un simple límite contractual, el licenciante sólo tiene contra él la acción de incumplimiento de contrato, pero los productos comercializados por el licenciatario podrán circular libremente por agotamiento del derecho de marca. El Reglamento de exención global de las licencias de patentes admite las restricciones territoriales de ventas directas de un li-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Llega la primavera. Dulce primavera, en la que el organismo tarda varias semanas en aclimatarse al calor desacostumbrado, por lo que al principio hay que tomarse las cosas con bastante calma. En principio conviene beber mucho líquido, tomar más sal de lo habitual y no caer en la tentación de beber demasiado alcohol. No adoptar estas sencillas medidas y exponer prolongadamente el cuerpo a los rayos del sol y a los ambientes caldeados puede producir insolaciones, térmicas o solares, cuyos síntomas suelen ser apatía, mereos, náuseas, vómitos, dolores de cabeza, pulso acelerado, piel seca y caliente, fiebre y en algunos casos hasta delirio. En todo caso, es aconsejable la asistencia médica, que resulta indispensable en el caso de que el paciente entre en estado de coma. En los casos de insolación hay que mantener al afectado en una habitación fresca, darle abundante líquido y procurarle sal adicional. Mientras, se



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 2. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 3. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 4. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 5. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 6. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 7. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 8. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 9. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 10. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 11. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 12. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 13. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 14. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 15. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 16. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 17. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 18. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los primeros tiempos de la conquista y colonización de la América latina. 19. Las Iglesias cristianas tuvieron gran importancia en los pri-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| meros tiempos de la 20. Las Iglesias meros tiempos de la 21. Las Iglesias meros tiempos de la 22. Las Iglesias meros tiempos de la 23. Las Iglesias meros tiempos de la 24. Las Iglesias meros tiempos de la 25. Las Iglesias meros tiempos de la 26. Las Iglesias meros tiempos de la 27. Las Iglesias meros tiempos de la 28. Las Iglesias

conquista y colonización cristianas tuvieron gran conquista y colonización cristianas tuvieron gran conquista y colonización cristianas tuvieron gran conquista y colonización cristianas tuvieron gran conquista y colonización cristianas tuvieron gran conquista y colonización cristianas tuvieron gran conquista y colonización cristianas tuvieron gran conquista y colonización cristianas tuvieron gran conquista y colonización cristianas tuvieron gran

de la América latina. importancia en los pride la América latina. importancia en los pride la América latina. importancia en los pride la América latina. importancia en los pride la América latina. importancia en los pride la América latina. importancia en los pride la América latina. importancia en los pride la América latina. importancia en los pride la América latina. importancia en los pri-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Una noche de las calurosas del verano volvían de recrearse del río en Toledo un anciano hidalgo con su mujer, un niño pequeño, una hija de edad de diez y seis años, y una criada. La noche era clara, la hora las once, el camino solo, y el paso tardo, por no pagar con cansancio la pensión que traen consigo las holguras que en el río o en la vega se toman en Toledo. Con la seguridad que promete la mucha justicia y bien inclinada gente de aquella ciudad, venían el buen hidalgo con su honrada familia, lejos de pensar en desastre que sucedierles pudiese. Pero como las más de las desdichas que vienen no se piensas, contra todo su pensamiento les sucedió una que les turbó la holgura y les dió que llorar muchos años. Hasta veinte y dos tendría un caballero de aquella ciudad, a quien la riqueza, la sangre ilustre, la inclinación torcida, la libertad demasiada y las compañías libres le hacían hacer cosas y tener atrevimientos que desdecían de su calidad y le daban renombre de atrevido. Este caballero, pues -que por ahora, por buenos respetos, encubriendo su nombre, le llamaremos con el de Rodolfo-, con otros cuatro amigos suyos, todos mozos, todos alegres y todos insolentes, bajaba por la misma cuesta que el hidalgo subía. Encontráronse los dos escuadrones, el de las ovejas con el de los lobos; y, con deshonesta desenvoltura, Rodolfo y sus camarada, cubiertos los rostros, miraron los de la madre y de la hija y de la criada. Alborotóse el viejo, y reprochóles y afeóles su atrevimiento; ellos le respondieron con muecas y burla, y, sin desmandarse más, pasaron adelante. Pero la mucha hermosura del rostro que había visto Rodolfo, que era el de Leocadia, que así quieren que se llamase la hija del hidalgo, comenzó de tal manera a imprimírsele en la memoria, que le llevó tras sí la voluntad y despertó en él un deseo de gozarla, a pesar de todos los incovenientes que sucederle pudiesen; y en un instante comunicó su pensamiento con sus camaradas, y en otro instante se resolvieron de volver y robarla, por dar gusto a Rodolfo; que siempre los ricos que dan en liberales hallan quien canonice sus desafueros y califique por buenos sus malos gustos. Y así, el nacer el mal propósito, el comunicarle, y el aprobarle y el determinarse a robar a Leocadia, y el robarla, casi todo fué en un punto. Pusiéronse los pañizuelos en los rostros, y, desenvainadas las

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| espadas, volvieron, y a pocos pasos alcanzaron a los que no habían acabado de dar gracias a Dios que de las manos de aquellos atrevidos les había librado. Arremetió Rodolfo con Leocadia, y, cogiéndola en brazos, dió en huir con ella, la cual no tuvo fuerzas para defenderse, y el sobresalto le quitó la voz para quejarse, y aun la luz de los ojos, pues, desmayada y sin sentido, ni vió quién la llevaba ni adónde la llevaban. Dió voces su padre, gritó su madre, lloró su hermanico, arañóse la criada; pero ni las voces fueron oídas, ni los gritos escuchados, ni movió a compasión el llanto, ni los araños fueron de provecho alguno, porque todo lo cubría la soledad del lugar, y el callado silencio de la noche, y las crueles entrañas de los malhechores. Finalmente, alegres se fueron los unos, y tristes se quedaron los otros. Rodolfo llegó a su casa sin impedimento alguno, y los padres de Leocadia llegaron a la suya lastimados, afligidos y desesperados, ciegos, sin los ojos de su hija, que eran la lumbre de los suyos; solos, porque Leocadia era su dulce y agradable compañía; confusos, sin saber si sería bien dar la noticia de su desgracia a la justicia, temerosos no fuesen ellos el principal instrumento de publicar su deshonra. Veíanse necesitados de favor, como hidalgos po-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Las marcas son registradas y las patentes son concedidas por la Administración del Estado; en España por el Registro de la Propiedad Industrial, en otros países por la Oficina Nacional de Patentes y Marcas. El registro de la marca confiere al titular el derecho exclusivo de usarla para distinguir en el mercado sus productos o servicios de los similares de otras empresas. En su virtud, el titular podrá prohibir a los terceros que comercialicen productos o servicios similares con una marca idéntica o similar que pueda inducir a confusión al público. El titular no puede prohibir que los terceros comercialicen productos idénticos o similares, sino únicamente que los comercialicen con una marca confundible. La concesión de una patente confiere a su titular un derecho exclusivo de explotación industrial y comercial de producto o procedimiento patentado (según la invención sea de producto o de procedimiento) por un tiempo limitado. En España y en gran número de países, la patente tiene una duración de veinte años, contados desde que fue solicitada. Por la exclusiva, el titular está facultado para prohibir a los terceros que sin su consentimiento fabriquen y comercialicen el producto patentado u obtenido directamente por el procedimiento patentado. De lo expuesto resulta que el titular de la patente ostenta un monopolio jurídico patentado o que se fabrique o comercialice el producto utilizando en su fabricación el procedimiento patentado. Por el contrario, el titular de la marca tiene un monopolio más limitado al no tener por objeto el producto en sí, sino la marca que lo distingue, de modo que no puede prohibir la fabricación ni la comercialización del producto en sí, sino sólo que se comercialice con una marca confundible con la suya. Como la patente constituye una restricción a la libre competencia de la industria y del comercio, tiene una duración limitada, para que la tecnología patentada pueda ser utilizada por la industria al expirar la patente. Por el contrario, el registro de la marca puede ser indefinidamente renovado, por no imponer restricciones a la industria, y sólo moderadas al comercio, al prohibir únicamente el comercio de productos identificados con una marca confundible. En todos los Estados rigen los principios de unidad del merca-

63 138 214 231 299 367 436 506 577 650 721 768 834 906 980 1054 1123 1191 1260 1329 1356 1423 1491 1560 1632 1702 1774 1844 1885 1954 2022 2092 2164 2234 2306 2377 2445



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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| do nacional y de libre circulación de mercancías, consagrados en nuestro ordenamiento por el artículo 139-2 de nuestra Constitución, que prohíbe cualquier medida que directa o indirectamente obstaculice la libre circulación de bienes en todo el territorio nacional. Como las patentes y las marcas están protegidas en todo el territorio nacional, existe una perfecta coincidencia entre su ámbito territorial y el mercado nacional, de modo que un producto protegido por una patente o distinguido por una marca registrada, podrá libremente circular en el mercado nacional. Para que ello sea así, el artículo 149.9 de nuestra Constitución atribuye al Estado la competencia exclusiva para legislar sobre propiedad industrial, en la que se incluyen las patentes y las marcas. Esta competencia exclusiva es necesaria para hacer plenamente efectiva la unidad de mercado y la libre circulación de productos de marca o protegidos por patentes. Si las Comunidades Autónomas pudieran legislar y otorgar patentes y marcas regionales, se quebraría la unidad del mercado nacional. Las patentes y marcas nacionales, siendo derechos de propiedad industrial de carácter exclusivo y ámbito limitado al territorio nacional y regidos por leyes nacionales dispares, pueden obstaculizar la libre circulación de mercancías en la Comunidad. En efecto, el titular de una patente o marca nacional puede cerrar las fronteras

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| La causa principal de pérdidas de buques se debe a inundaciones derivadas de diferentes situaciones. Estas pueden provocar la disminución de la estabilidad de un barco o someterlo a esfuerzos estructurales que produzcan su rotura. En este sentido, un estudio soviético ha confirmado que el 47 % de los cruceros y el 40% de los destructores perdidos en la Segunda Guerra Mundial zozobraron tras una reducción de su estabilidad motivada por distintas averías. Los oficiales de seguridad interior de los barcos han sido secularmente los encargados de realizar de forma manual los cálculos necesarios para hallar soluciones cuando se producen problemas graves que puedan ocasionar la pérdida del buque, tales como desplazamiento de carga, explosión interna, colisión con obstáculos, utilización excesiva de agua para apagar un incendio a bordo o por impacto de un misil ante una acción militar. Pero, debido a que las decisiones deben tomarse rápidamente (el tiempo es clave), los métodos que emplean estos profesionales son simplificados y con grandes márgenes de error. Una solución es el empleo de ordenadores. Stephen Drobouski, reservista de la Marina mercante estadounidense, concibió la idea de aplicar programas informáticos para el control de buques averiados. Y en el adiestramiento a bordo del portaaviones “Midway” se simuló la situación de emergencia resuelta en 10 minutos gracias a la informática. Mientras, con el método tradicional de cálculo manual se tardó ocho horas y media, tiempo suficiente para que hubiese zozobrado este buque de haber sido realmente impactado por dos misiles y sufrido inundaciones en 30 compartimentos. Conscientes de la situación, la Marina de guerra española se interesó por el tema y encargó a la Empresa Nacional Bazán la elaboración de un soporte informático para cubrir el área de estabilidad del portaaviones “Príncipe de Asturias”. Así nació el Sistema Informático Modular para Buques de la Armada (Simbad), cuyo nombre hace clara referencia al famoso relato “Simbad el marino”. Está especialmente diseñado para realizar una evaluación completa de las posibilidades de hundimiento en casos de inundación, calcular la pérdida de estabilidad del barco y aportar las soluciones más idóneas para corregirla. “Es un sistema informático modular, que efectúa cálculos de

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| forma rápida y fiable, eliminado los errores humanos”, explica Manuel Casal Pita, uno de los ingenieros navales responsables de Simbad. Puede ser instalado en buques mercantes -con pequeños cambios en los niveles de estabilidad- y utilizarse como simulador de averías para hacer ejercicios de adiestramiento. El programa informático, que también está instalado en el petrolero “Mar del Norte”, reside en un ordenador personal instalado en la cámara de control central del buque y puede ser utilizado por personas que no tengan conocimientos especiales de informática. Consta de un conjunto de programas concebidos para efectuar los cálculos de arquitectura naval más habituales a bordo, así como facilitar al máximo la entrada de datos de forma interactiva y evitar su repetición. “El sistema, manejado por un menú central, permite su uso con ordenadores de poca capacidad de memoria y orienta el mando sobre las decisiones más adecuadas a tomar en cada momento”, añade Casal. Su base de datos -nutrida previamente con la información básica del buque- se actualiza de manera constante y automática, guardando los cálculos válidos imprescindibles. La entrada de datos, así como su manejo, se centra en torno a menús y opciones, encadenando los procesos mediante líneas de instrucciones. Además, es del

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| En el siglo XIV el cultivo de la trucha cobra un gran impulso en Francia, al poder obtenerse huevos de trucha fecundados artificialmente y especializándose, posteriormente, en el siglo XV, en el cultivo de carpas. El cultivo de peces planos en Inglaterra se establece hacia la misma época, y en otros países, como en España, surge su desarrollo junto con el establecimiento de las abadías, siendo los monjes los que preferentemente se dedican a estas actividades. En el Monasterio de Piedra es donde ve la luz lo que puede considerarse como la primera piscifactoría de truchas, y es la anguila del Sureste de España la especie capturada que se transporta después a grandes estanques para su crecimiento y aprovechamiento. En cuanto a la trucha, tratándose de España, es en Navarra donde con mayor profusión se dedican a estos menesteres. Las famosas piscifactorías de Oronoz-Mugaire, Santesteban y Erasun, localidades próximas a la zona del salmón de Vera del Bidasoa, producen piezas cotizadísimas entre los aficionados,



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EJERCICIO Nº 71 Este ejercicio, de entrenamiento, se realizará al comienzo de una sesión de trabajo. Sin sangría. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 2. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 3. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 4. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 5. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 6. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 7. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 8. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 9. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 10. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 11. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 12. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 13. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 14. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 15. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 16. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 17. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 18. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el monte Igueldo, son las tres grandes perlas de San Sebastián. 19. Las inigualables playas de La Concha y Ondarreta, junto con el

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| monte Igueldo, son las tres 20. Las inigualables playas monte Igueldo, son las tres 21. Las inigualables playas monte Igueldo, son las tres 22. Las inigualables playas monte Igueldo, son las tres 23. Las inigualables playas monte Igueldo, son las tres 24. Las inigualables playas monte Igueldo, son las tres 25. Las inigualables playas monte Igueldo, son las tres 26. Las inigualables playas monte Igueldo, son las tres 27. Las inigualables playas monte Igueldo, son las tres 28. Las inigualables playas monte Igueldo, son las tres

grandes perlas de La Concha y grandes perlas de La Concha y grandes perlas de La Concha y grandes perlas de La Concha y grandes perlas de La Concha y grandes perlas de La Concha y grandes perlas de La Concha y grandes perlas de La Concha y grandes perlas de La Concha y grandes perlas

de San Sebastián. Ondarreta, junto con de San Sebastián. Ondarreta, junto con de San Sebastián. Ondarreta, junto con de San Sebastián. Ondarreta, junto con de San Sebastián. Ondarreta, junto con de San Sebastián. Ondarreta, junto con de San Sebastián. Ondarreta, junto con de San Sebastián. Ondarreta, junto con de San Sebastián. Ondarreta, junto con de San Sebastián.

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Una crueldad consagrada por el uso entre la mayor parte de las naciones es la tortura del reo mientras se forma el proceso, o para obligarlo a confesar un delito, o por las contradicciones en que incurre, o para el descubrimiento de los cómplices, o por no sé cuál metafísica e incomprensible purgación de la infamia o, finalmente, por otros delitos de que podría ser reo, pero de los cuales no es acusado. Un hombre no puede ser llamado “reo” antes de la sentencia del juez, ni la sociedad puede quitarle la pública protección sino cuando esté decidido que ha violado los pactos bajo los que le fue concedida ¿Qué derecho sino el de la fuerza será el que dé potestad al juez para imponer la pena a un ciudadano mientras se duda si es reo o inocente? No es nuevo este dilema: o el delito es cierto o incierto; si es cierto, no le conviene otra pena que la establecida por las leyes, y son inútiles los tormentos porque es inútil la confesión del reo; si es incierto, no se debe atormentar a un inocente, porque tal es, según las leyes, un hombre cuyos delitos no están probados. Pero yo añado que es querer confundir todas las relaciones pretender que un hombre sea al mismo tiempo acusador y acusado, que el dolor sea el crisol de la verdad, como si el juicio de ella residiese en los músculos y fibras de un miserable. ¿Cuál es el fin político de las penas? El terror de los otros hombres. ¿Pero qué juicio deberemos nosotros hacer de las privadas y secretas carnicerías que la tiranía del uso ejercita sobre los reos y sobre los inocentes? Es importante que todo delito público no quede sin castigo, pero es inútil que se acierte quien haya cometido un delito sepultado en las tinieblas. Un daño hecho, y que no tiene remedio, no puede ser castigado por la sociedad política sino cuando influye sobre los otros ciudadanos con la lisonja de la impunidad. Si es verdad que el número de los hombres respetadores de las leyes, o por temor o por virtud, es mayor que el de los infractores, el riesgo de atormentar un solo inocente debe valuarse en tanto más cuanta es mayor la probabilidad en circunstancias iguales de que un hombres las haya más bien respetado que despreciado. Este infame crisol de la verdad es un monumento aun de la antigua y bárbara legislación cuando se llamaban “juicios de Dios” las

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| pruebas del fuego y del agua hirviendo, y la incierta suerte de las armas. Como si los eslabones de la eterna cadena, que tiene su origen en el seno de la primera causa, debiesen a cada momento desordenarse y desenlazarse por frívolos establecimientos humanos. La diferencia que hay entre la tortura y el fuego y agua hirviendo es sólo que el éxito de la primera parece que depende de la voluntad del reo, y el de la segunda de lo extrínseco de un hecho puramente físico; pero esta diferencia es sólo aparente y no real. Tan poca libertad hay ahora entre los cordeles y dolores para decir la verdad como había entonces para impedir sin fraude los efectos del fuego y del agua hirviendo. Todo acto de nuestra voluntad es siempre proporcionado a la fuerza de la impresión sensible, que es su manantial, y la sensibilidad de todo hombre es limitada; y así la impresión del dolor puede crecer a tal extremo que, ocupándola toda, no deje otra libertad al atormentado que para escoger el camino más corto en el momento presente y sustraerse de la pena. Toda diferencia entre ellos desaparece por aquel medio mismo que se pretende empleado para encontrarla. Es superfluo duplicar la luz de esta verdad citando los innumerables ejemplos de inocentes que se confesaron reos por los dolores de la tortura; no hay nación, no hay edad que no presente los suyos; pero ni los hombres se

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| La sangre manó a borbotones salpicándole las sandalias y el borde del jaique, pero Gacel no reparó en ello, satisfecho al comprobar que su puntería había sido, una vez más, excelente, y había alcanzado a la pieza en el punto exacto. El anochecer le sorprendió aún comiendo, y no había hecho su aparición las primeras constelaciones cuando ya dormía, protegido del viento por un matojo y calentado por los rescoldos de la hoguera. Le despertó la risa de la hienas que acudían al reclamo del antílope muerto, y también rondaban los chacales, por lo que avivó el fuego que los alejó hasta el límite de las sombras, y permaneció luego tumbado cara al cielo, escuchando el viento que llegaba, y meditando en el hecho de que aquel mismo día había matado a un hombre: el primer ser humano que mataba en su vida, lo que quería decir que esa vida no podría ser ya la misma en adelante. No se sentía culpable, porque consideraba que su causa era justa, pero le preocupaba la posibilidad de convertirse en el desencadenante de una de aquellas guerras tribales de las que tanto había oído hablar a sus mayores, y en las que llegaba un momento en el que nadie sabía ya la causa de esas muertes, ni el nombre de quien las había iniciado. Y los tuareg, los pocos “imohag” que aún vagaban por los confines del desierto, fieles a sus tradiciones y sus leyes, no estaban en condiciones de aniquilarse los unos a los otros, pues bastante tenían con defenderse como podían de los avances de la civilización. Evocó la extraña sensación que recorrió su cuerpo cuando su espada penetró blandamente, casi sin esfuerzo, en el vientre de Mubarrak, y le pareció estar escuchando aún el ronco estertor que escapó de su garganta en ese instante. Al retirar el brazo fue como si se llevara prendida en la punta de su takuba la vida de su enemigo, y tuvo miedo ante la posibilidad de tener que emplear alguna otra vez la espada contra alguien. Pero recordó después el seco restallar del estampido que mató a su huésped dormido, y le consoló la idea de que no podía existir perdón para los culpables de semejante crimen. Acababa de descubrir que, si amarga resultaba la injusticia, igualmente amargo resultaba tratar de corregirla, porque matar a Mubarrak no le había proporcionado placer alguno, y sí una profunda y

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| desalentadora sensación de vacío. Como el viejo Suílem aseguraba, la venganza no devolvía los muertos a la vida. Se preguntó luego por qué había sido siempre tan importante para los tuareg aquella ley no escrita de la hospitalidad, que se anteponía a todas las otras leyes, incluso las coránicas, y trató de hacerse una idea de cómo sería el desierto si el viajero no tuviera la absoluta seguridad de que, allí adonde llegara sería bien recibido, ayudado y respetado. Contaban las leyendas que en cierta ocasión dos hombres se odiaban de tal modo, que uno de ellos, el más débil, se presentó de improviso en la “jaima” de su enemigo solicitando hospitablidad. Celoso de la tradición, el targuí aceptó a su huésped, le brindó su protección y al cabo de los meses, cansado de soportarlo y darle de comer, le aseguró que podía marcharse en paz porque jamás atentaría contra su vida. Desde entonces, y de eso hacía al parecer muchísimos años, aquélla se había convertido en una práctica habitual entre los tuareg que solventaban de ese modo sus diferencias y ponían así fin a sus rencillas. ¿Cómo hubiera reaccionado él mismo, si Mubarrak hubiera acudido a su campamento a pedir hospitalidad tratando de hacerse perdonar la falta cometida? No podía saberlo, pero, probablemente, hubiera reaccionado como el targuí de la leyenda, pues hubiera resultado

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Nos vamos a ocupar aquí de dos historias de la vida misma: la de Esteban Montejo, cimarrón cubano y la de Julián, yonqui madrileño. En común tienen que ambos decidieron un día hablar, reconstruir su identidad relatando sus vidas a dos antropólogos, Miguel Barnet y Juan Gamella, quienes, a su vez, les dieron la palabra. En efecto, en ambos textos son ellos los que hablan. El antropólogo, en principio, permanece en un segundo plano, apareciendo sólo al principio. En el caso de J.F.Gamella no sólo al principio, como veremos, de la historia para presentar a su personaje. Nos interesa ahora contemplar estos dos textos desde una perspectiva metodológica y así lo haremos. El primer problema que se nos aparece es evidente: ¿a quién seleccionar para hacer una historia de vida? En los casos que nos ocupan, ¿por qué Esteban o por qué Julián? Barnet toma contacto con Esteban de modo casual, a raíz de un noticia de prensa. Y de modo casual descubre el interés de la historia que Esteban puede relatar: su larga vida es, como puede apreciarse en el transcurrir de ésta en el relato, un filón etnográfico. Julián aparece también de un modo casual, pero forma parte de un trabajo más amplio que J.F.Gamella ha realizado, recogiendo innumerables historias de jóvenes drogadictos. Así, su historia, si bien especialmente expresiva, es un ejemplo de un modelo de vida de muchos jóvenes españoles. Ninguno de los dos casos nos dan una receta para elegir un informante. Y tal vez así sea siempre: es el azar, o el olfato antropológico, el que hace que se descubra una historia significativa. Pero no depende del azar que una historia sea relevante para ilustrar una época histórica, una cultura particular, la evolución de unas pautas de conducta culturalmente determinadas o lo que quiera que sea. Así, la historia de Julián pretende ser un ejemplo, un tipo ideal de lo que fue la trayectoria de muchos jóvenes en la España de la transición. La de Montejo, ilustra la historia de todo un país, dando una visión parcial pero valiosísima de ella. De este modo, en los dos casos, perspectivas parciales, pero fundamentales en tanto son las de los protagonistas, nos ayudan a comprender una realidad que nos es extraña. Si bien es el azar el que lleva al antropólogo al Informante, con mayúscula, éste es tal por derecho pro-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| pio: ya por su memoria, por su capacidad expresiva, por su reflexividad, por lo que quiera que sea. Una segunda cuestión, tal vez la fundamental desde la perspectiva que nos interesa, es cómo se construye un relato de estas características. En este sentido, cada una de las historias es representativa de lo que según la clasificación de los tipos de autobiografías de G.W.Allpor podríamos calificar de historia de vida total e historia de vida temática. Así, la historia de Esteban recorre toda su larga vida, desde el tiempo de la esclavitud hasta el de la Guerra de la Independencia y pasa por multitud de situaciones que nos pintan un vivo relato del último siglo de la historia cubana. Por el contrario, la historia de Julián abarca el período de la existencia de éste que tiene que ver con el mundo de la droga: desde su iniciación en éste en 1985 hasta su deshabituación en 1995. Pero una vez acotado el ámbito temporal que la historia ha de cubrir, ha de decidirse qué material será utilizado y cómo obtenerlo. En ambos relatos, la narración fluye en primera persona: es el mismo protagonista el que aparentemente nos cuenta su historia. Pero de ambos casos sabemos, por la breve aparición del auténtico narrador en la introducción, que son el resultado de un montaje del antropólogo sobre un material en bruto consistente en entrevistas

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| A finales del siglo XIX el número de europeos viviendo en estrecha cercanía con culturas exóticas fue incrementándose con la propagación del comercio europeo y la colonización. Los informes de exploradores y misioneros se hicieron ahora complementados con los de los colonos, comerciantes y particularmente los de los administradores, grupo este que a menudo incluía gente con una educación superior. El interés por la antropología se incrementó entre tales personas que con frecuencia llegaron a ser “correponsales oficiales” de instituciones antropológicas que publicaba sus informes. La revista Man fue fundada por el Royal Anthropological Institute en 1990 en parte para proporcionar una salida para los escritos de estas personas (Myres 1951). La edición de cuestionarios y el esfuerzo de aquellos que recogían los datos dieron como resultado que hacía 1900 había un abundante y creciente flujo de material etnográfico sobre otras culturas. Los artículos que aspiraban a cubrir todos los aspectos de las culturas dieron paso a breves informes sobre aspectos seleccionados de las culturas y eventualmente a detalla



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EJERCICIO Nº 76 Ejercicio de entrenamiento, a realizar al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. Sin Sangría. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 2. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 3. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 4. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 5. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 6. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 7. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 8. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 9. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 10. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 11. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 12. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 13. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 14. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 15. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 16. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 17. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 18. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 19. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional de

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 20. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 11. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 22. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 23. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 24. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 25. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 26. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 27. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 28. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional alfabetización de adultos con resultados altamente positivos. 29. En la década de los 60, España promovió una campaña nacional

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Las familias musulmanas españolas, ya fueran de origen árabe o hispanogodo, respetaron siempre sus deberes religiosos. La religión sirvió para unir a la variedad de razas de la sociedad hispanomusulmana. Los varones tenían obligación, siempre que no se lo impidieran sus ocupaciones, de acudir cuatro veces diarias a la mezquita. La mujer, en cambio, cuyo principal deber era cuidar del hogar, sólo iba a la mezquita los viernes, día festivo en el que era obligada la oración común, a mediodía, en la Mezquita Mayor. La concentración de un número cada vez mayor de musulmanes en la Gran Mezquita de Córdoba hizo necesarias sucesivas ampliaciones del templo, hasta acabar en sus colosales dimensiones actuales tras la última ampliación realizada por Almanzor en el siglo X. Pero la mezquita era mucho más que un simple lugar de culto. Era también un centro de reunión social para los hombres, donde se divulgaban los edictos del gobierno y las principales noticias, además de corte de justicia y universidad. Los entierros eran bastante sencillos en todas las clases sociales. Cuando moría un miembro de una familia pobre, las mujeres de la casa se untaban la cara con hollín y gritaban y se lamentaban exageradamente. En las familias ricas se pagaba a plañideras para hacer lo mismo. El cadáver, amortajado con una sencilla tela blanca, era conducido al cementerio en parihuelas. Hasta el siglo XI el color de luto fue el blanco, pero en época de Taifas pasaron a serlo el negro y el azul oscuro. Los cementerios eran austeros y estaban plantados de palmeras, cipreses y olivos. El cadáver era depositado, de costado y con el rostro mirando en dirección a La Meca, en una estrecha fosa sobre la que se ponía una sencilla lápida o una estela. Los ricos construían a veces, sobre las tumbas de sus muertos, una pequeña capilla a la que rodeaba un jardín acotado. Los hispanomusulmanes tenían un carácter alegre, hospitalario y amante de la diversión, seguramente por la mezcla de razas. Aunque los preceptos islámicos eran muy rígidos, el pueblo no siempre los respetaba. El sueño de teólogos y juristas era hacer de al-Andalus un ejemplo de ortodoxia islámica y de vida austera, pero rara vez lo consiguieron. Durante el mes de ayuno, “Ramadán”, las calles de las ciudades

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| permanecían silenciosas y casi vacías. Los hispanomusulmanes se encerraban en sus casas, dedicados a la oración y a la lectura del Corán. El mes de Ramadán concluía con una fiesta canónica de Ruptura del Ayuno. Esa noche se prendían todas las lámparas de mezquitas, palacios, ermitas y hasta las casas más humildes. La Mezquita Mayor se abarrotaba de fieles, se pronunciaba un rezo solemne y luego los poetas oficiales recitaban alabanzas al sultán. La segunda gran fiesta religiosa era la Fiesta de los Sacrificios, en la que cada familia debía degollar por lo menos un cordero. Esto ponía en aprietos económicos a muchas familias de condición humilde. Ese día se cocinaban platos especiales y el padre de familia regalaba vestidos nuevos a sus esposas e hijos. Por la noche había festejos con música y baile. Las calles se abarrotaban de gente alegre y algo bebida. Se arrojaban flores y se rociaban unos a otros con agua perfumada. Los religiosos protestaban por este desenfreno, que consideraban poco grato a los ojos de Alah. Había algunas otras fiestas menores a lo largo del año. Una tercera fiesta religiosa era la llamada “Asura”, que consistía en un día de ayuno. Por influencia mutua, los hispanomusulmanes celebraban algunas fiestas cristianas y viceversa. Así, los hispanomusulmanes celebraban la Navidad y el Año Nuevo cristiano. En estas .

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Antropológicamente las historias de vida pueden ser ampliamente utilizadas. Y diríamos más, tendenciosamente utilizadas. El etnógrafo está especialmente privilegiado a la hora de recoger discursos de primera mano que le permitan construir o reconstruir identidades relevantes para la cuestión que trate de explicar. Cómo deban obtenerse estos discurso (¿Entrevistas? ¿Grupos de discusión? ¿Observación -escucha- directa? ¿Relatos escritos por el interesado?...), cómo registrarlos (¿Por escrito? ¿En cintas magnetofónicas? ¿Mediante grabaciones de video?...), cómo montarse (¿Qué seleccionar? ¿Manteniendo la primera persona en un relato lineal o, por el contrario, reproduciendo conversaciones?...) es algo de que no nos vamos a ocupar aquí, pero que debería ser tratado de manera más científica. Lo que aquí nos ocupa en esta ocasión es el estatuto epistemológico de tales relatos de vida, esto es la cuestión de qué validez o que relevancia pueden tener tales composiciones para la antropología. Y dado que hemos hablado desde el principio de las historias de vida como composiciones textuales, permítasenos una cita tal vez demasiado amplia para dar un giro a la problemática epistemológica que ahora nos interesa: “La cuestión de la firma, el establecimiento de una presencia autorial dentro del texto, ha perseguido a la etnografía desde muy pronto, aunque generalmente lo ha hecho de una forma camuflada. Camuflada por que nunca ha sido considerada como una cuestión narratológica, algo que tenga que ver con la forma de contar sinceramente una historia sincera, sino como una cuestión epistemológica”. Así, la problemática planteada por C.Geertz acerca de la cuestión del autor en los textos etnográficos puede ser replanteada ahora para aplicarla al caso específico de las historias de vida. En efecto, hay que tener muy en cuenta que Geertz nos ha recordado que tal vez se haya prestado demasiado poca importancia a la cuestión de la escritura del texto etnográfico. Y en el caso de las historias de vida, nos parece claro que el momento central en que se gesta el relato es el de su composición (sin restarle importancia al proceso de obtención de los datos). De esta forma, componer una historia de vida, por alguien que de ninguna de las maneras, que ni directa ni indirectamente es el

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| protagonista de ella, consiste en tejer los discursos de aquel que cuenta su historia y todos aquellos otros que son dichos sobre él sobre la urdimbre formada por los que el que escucha tiende para que aquellos se sostengan. De esta manera, el “yo estuve allí” geertziano se transforma en un “yo estuve con él”, “yo lo oí”, “ellos me lo contaron...”, que marca esa presencia autorial que tan solo puede disimularse, aparentando salir de la historia, dejando la palabra al protagonista, cuando, en realidad, el narrador no es éste sino el etnógrafo. De este modo, las historias de vida toman un cariz muy lejano del de las autobiografías, los diarios o las memorias. Y si algo ha de distinguirlas de las simples biografía es su carácter declaradamente compositivo: frente a la pretendida vocación declarativa hagiográfica de éstas, aquellas han de ser composiciones corales que dibujen un modo de subjetividad enmarcado, configurado por un sistema cultural que a su vez se manifiesta discursivamente. No hemos pretendido, ni mucho menos, profundizar en un tema que en realidad aún no se conoce en profundidad. Sino que tan solo hemos pretendido dar algunas indicaciones acerca de un camino (que desde ahora decimos que ni es el único ni, tal vez, el mejor) por el que creemos pueden ser tratadas esas narraciones peculiares que

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| La familia media se componía de seis miembros. En las clases elevadas, las familias eran mucho mayores y crecían cada año, pues había más mujeres en la casa, entre esposas y concubinas. Al nacer un niño se le colgaban amuletos supuestamente benéficos y, al séptimo día, se le daba el nombre. El primer acto social importante del varón hispanomusulmán era la circuncisión. Se solía reunir a los niños del mismo nivel social para circuncidarlos en una fiesta común. Entre la aristocracia era también costumbre que el niño de la casa convidara a algunos niños pobres a una comida de circuncisión. La educación comenzaba en la escuela coránica, donde los niños aprendían a leer y escribir con el Corán y con ejemplos de cartas. Aprendían también unas nociones de cálculo y algo de gramática. El material escolar consistía en unas tablillas de madera pulimentada, sobre las cuales escribían con cañas afiladas mojadas en tinta, pudiendo borrar lo escrito con sólo pasar un paño húmedo sobre la madera. Los padres hacían un trato con el profesor por un año, pagándole parte en moneda y parte en especie (alimentos, fundamentalmente). En cuanto a la alimentación, variaba mucho según la posición social de cada familia. La base, desde luego, era el trigo. En cada familia, el ama de casa, o la criada de los ricos, confeccionaba su propio pan, según una receta heredada de generación en generación, que se llevaba a cocer al horno público más cercano. Entre las familias humildes la carne era un lujo reservado a las fiestas religiosas. En invierno tomaban sopas de sémola u otras féculas con carne picada. El plato más popular era una papilla de carne picada y trigo cocidos con grasa. Eran también corrientes los purés de lentejas, de habas y garbanzos, y las sopas de verduras con especias. Comían en escudillas de loza con simples cucharas de palo. En verano eran muy aficionados a las ensaladas y entremeses fríos, con salsas picantes, y a la fruta, que abundó siempre en al-Andalus. Tenían también mucha afición al pescado, sobre todo en escabeche, y lo tomaban en cualquier época del año. En la clase alta, la cocina era un signo de refinamiento, siempre en busca de novedades. Existían libros de cocina con recetas. A principios del siglo IX, reinando Abderramán II, la España de los Omeyas copió de la corte califal de Bagdad el arte de la ornamenta-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| ción de los platos y el orden en que debían tomarse, refinamientos desconocidos todavía en la tosca Europa del Medioevo. También se copió de Oriente la costumbre de beber en copas de vidrio, prefiriendo éstas a los antiguos cubiletes de oro y plata, y la decoración de la mesa con manteles de cuero fino, en lugar de lino burdo como se hacía en Europa. También llegaron por entonces muchas recetas de la cocina iraquí, como las albóndigas de carne y algunos postres que se han conservado entre nosotros como dulces típicos de Navidad. En invierno, la gente acomodada comía carne en abundancia: cordero lechal y cabrito. El alcuzcuz, plato típico a base de sémola y carne de cordero, no llegó a la Península hasta la época almohade, a principios del siglo XIII. Les gustaban los pinchos de carne a la parrilla y las salchichas picantes. Quizá lo mejor de su cocina eran los hojaldres rellenos de carne picada de pichón con pasta de almendra, así como los pasteles de queso perfumado con agua de rosas, pasteles fritos de almendra, azúcar y almizcle, tortas de mantequilla o de piñones y nueces, una especie de turrón, pasteles de avellana y miel. Algunos de estos platos permanecen en muchas regiones españolas. En todas las clases sociales se cocinaba con muchas especias

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| En los Estados Unidos la antropología se desarrolló con un interés particular en el origen, desarrollos e interrelaciones de las culturas indígenas de las Américas. Al contrario que sus contemporáneos europeos los antropólogos americanos tenían una amplia variedad de culturas indias para observar fácilmente accesibles a sus estudios, mientras que la expansión hacia el oeste y la construcción del ferrocarril facilitaron investigaciones adicionales. La recogida de material etnográfico, el uso de informante y locales y la síntesis del material fueron, por tanto, muy diferentes de los métodos usados por antropólogos europeos. Una de las diferencias más acusadas fue el énfasis en el material lingüístico, tanto en la forma de listas de palabras y daros gramaticales cuanto el de la recogida de textos nativos. La primera gran compilación de textos y material etnográfico de este tipo fue hecha Henry R. Schoolcraft quien publicó su material a partir de 1840 (Hallowell 1960) y esta tradición de informes etnográficos suplementados por textos tuvo continuidad en América a través del nacimiento de los antropólogas “profesionales” a finales del siglo diecinueve, alcanzando su cénit en el trabajo de



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EJERCICIO Nº 81 Este ejercicio, de entrenamiento, debe realizarse al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. Sangría de primera línea, 3 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 2. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 3. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 4. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 5. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 6. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 7. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 8. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 9. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 10. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 11. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 12. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 13. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 14. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 15. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 16. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 17. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 18. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 19. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 20. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 21. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 22. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 23. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 24. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 25. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 26. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 27. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 28. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 29. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 30. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 31. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 32. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 33. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 34. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 35. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 36. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 37. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 38. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 39. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 40. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 41. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 42. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 43. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 44. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 45. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 46. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 47. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 48. Sé que me

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| quieres, pero no quieres demostrarlo. 49. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 50. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 51. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 52. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 53. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 54. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 55. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 56. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 57. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 58. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 59. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 60. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 61. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 62. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 63. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 64. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 65. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 66. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 67. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 68. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 69. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 70. Sé que me quieres, pero no quieres demostrarlo. 71. Sé

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| En época de los Omeyas, en todos los niveles sociales se bebía vino. Lo vendían tabernas legales y clandestinas, y su monopolio lo tenía, en Córdoba una bodega situada en la barriada de Secunda, en la orilla opuesta a la medina, que daba buenos beneficios al Tesoro. Esta costumbre, estrictamente prohibida en la religión islámica, escandalizaba a los religiosos, quienes intentaban convencer a los sultanes de que debían reprimirla. Por consejo de ellos, el Califa Alhakem II, hombre muy religioso, decidió arrancar todas las viñas de la vega cordobesa, pero no pudo hacerlo por las protestas no sólo del pueblo llano sino también de la aristocracia. En septiembre se celebraba la fiesta de la vendimia o Pascua de Alerces. En los pueblos y en el campo se organizaban romerías con canto y baile, a las que iban las mujeres vestidas con trajes llamativos. Sin embargo, en época de los almorávides y los almohades, los religiosos convencieron al pueblo llano de llevar una vida más piadosa, y sólo bebía vino la gente de la alta sociedad. En los días corrientes, la gente del pueblo tenía diversiones más bien simples. Los hombres se sentaban en las tabernas a beber té de menta y a conversar, a veces amenizados por canto y música. A otros les gustaba ir a pasear, al caer de la tarde, a las afueras de las ciudades. En Córdoba había un lugar de paseo muy concurrido, la llamada calzada del Arrecife, que iba entre las murallas de la medina y la orilla del Guadalquivir. Aunque estaban también prohibidos por la ley islámica los juegos de azar, considerados inmorales porque tentaban a hacer apuestas de dinero, muchos los practicaban. Algunos perdían su escaso salario jugando a los dados o a una especie de juego de damas. Otra afición del pueblo llano eran los espectáculos militares, como la revista de las tropas que hacían los sultanes al empezar las campañas de verano, celebradas en las “almuzaras” (descampados situados a las afueras de las ciudades). La solemnidad y la brillantez de estos desfiles militares servía para exaltar el patriotismo del pueblo. La juventud se divertía en la calle. Los muchachos de los arrabales formaban bandas para ir a pelearse con grupos de muchachos de los barrios vecinos. O iban a los zocos para entretenerse viendo actuar a los astrólogos, a los encantadores de serpientes, a los juglares, o para sentarse junto a un narrador de cuentos y escuchar

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| historias antiguas. En época de Taifas, Sevilla tuvo fama de ser la ciudad más alegre de al-Andalus. En las noches de verano surcaban el Guadalquivir barcas con farolillos y gente que cantaba y reía. La nobleza tenía a su alcance otro tipo de entretenimientos, como el polo. Eran también muy aficionados a lo que llamaban juego de cañas: una batalla entre dos equipos de jinetes que iban armados con unas cañas largas y afiladas. La caza fue siempre una distracción predilecta de los caballeros hispanomusulmanes. Cazaban grullas en las vegas andaluzas, monteaban ciervos en las serranías y otras veces iban a lancear toros. Eran muy aficionados a la caza de altanería (es decir, de “vuelo alto”) y no faltaban nunca en sus palacios las aves de presa, muchos de cuyos nombres españoles proceden del árabe. A partir del siglo X se practicaron las carreras de caballos. Otro pasatiempo consistía en organizar luchas de animales en un terreno cercado con una valla. Las corridas de toros tienen su origen en aquellas luchas entre fieras y toros. Cuando el toro sobrevivía, entraban en el ruedo unos jinetes y lo mataban con lanzas. En Granada existía una gran afición a las justas a caballo. La tradición islámica prohibía también la música, considerando

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Trataremos en primer lugar de delimitar qué vamos a entender por ideología. El problema inicial es el condicionamiento social del conocimiento, esto es, la cuestión de si nuestro conocimiento está determinado por el sistema social en el seno de cual se genera y, si es así, de qué modo. La llamada sociología del conocimiento, desde su nacimiento oficial en la obra de Mannheim, ha dado una variada gama de respuestas a ambas preguntas, respuestas que si bien aceptan, por lo general, tal condicionamiento, difieren a la hora de establecer su modalidad. Tales diferencias oscilan entre las posturas que sostienen que, en tanto que determinación no es igual a deformación, ninguna o solo algunas determinaciones son deformantes y las que defienden que toda determinación es deformación. A la vez, desde cualquiera de estas posiciones se puede considerar que la deformación es superable, o que puede ser corregida en ciertos casos o bajo ciertas condiciones, o bien, por el contrario, aceptar la inevitabilidad de la deformación producida por la determinación social del conocimiento. La dificultad, si aceptamos la tesis general de que nuestro conocimiento está determinado socialmente, estriba, pues, en establecer criterios que permitan determinar cuándo y cómo éste se ve afectado en su corrección por tal determinación y cómo y cuándo puede escapar a la deformación que ésta pudiera producir sobre él. Hemos evitado intencionadamente utilizar hasta aquí el término “ideología” por ser precisamente aquel cuyo sentido vamos tratar de fijar. No es éste el lugar adecuado para trazar una historia de éste término, que debería remontarse hasta aquella ciencia de las ideas de los teóricos del siglo XVIII o hasta aquel primer uso despectivo de Napoleón contra los ideólogos (uso sobre el que no obstante volveremos) y llegar hasta formulaciones recientes, como lo que podríamos denominar teoría simbólica de la ideología de C. Geertz. No obstante, no podemos menos de observar que, como podrá observarse a lo largo de este trabajo, poco tiene en común lo que Geertz entiende por ideología con nuestra propia concepción de esta noción. Nos preocupa ahora dar a este término con tantas y diversas cargas semánticas un sentido unívoco, que nos permita utilizarlo con cierta precisión en el ámbito de la ciencia social, aunque nos apartemos en cierta medida de la concepción que habitual se tiene

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| sobre él. Partiremos, pues, de una primera definición orientativa: entenderemos por ideología, en principio, aquel conocimiento que se ve afectado de un modo peculiar en su validez o en su corrección por la determinación que su génesis socialmente determinada ejerce sobre él. Tras éste primer esbozo de definición, estableceremos dos a modo de presupuestos, que presidirán la subsiguiente discusión y serán retomados en la parte final de este ensayo: 1) En primer lugar, y por lo que atañe a la distinción general entre conocimiento verdadero y conocimiento falso, aceptamos la idea marxista expuesta en la Tesis II de las Tesis sobre Feuerbach: “Es en la praxis donde el hombre tiene que demostrar la verdad, esto es la realidad, el poder, la terrenalidad de su pensar”. (Marx, K., La ideología alemana, Ed. Grijalbo.) 2) En segundo lugar: si bien nos parece evidente que no es posible escapar a la determinación social del conocimiento, sí lo es tomar conciencia de tal determinación; cabe decir quizás, que ésta es la única manera de superar la falsa conciencia. Y tal toma de conciencia no puede en modo alguno permanecer neutral, en tanto desvela el carácter ideológico (en un sentido que en seguida precisaremos) de creencias, actitudes, valores y conocimientos comúnmente

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Nos ocupamos brevemente de las historias de vida. Pero si en un plano teórico la discusión sirve como marco para el comentario de dos relatos concretos, pretendemos que lo puesto por delante sea precisamente tal marco. Así, este escrito, más que una discusión sobre la técnica de la elaboración de historias de vida (aspecto que debería, no solo ser tratado, sino también, y principalmente, puesto en práctica, en el desarrollo de un seminario de técnicas de investigación) versará sobre las implicaciones epistemológicas de la producción de los discursos conocidos como tales. Parecería lógico situar las historias de vida junto con otros documentos personales como las biografías, las autobiografías, las memorias o los diarios. Pero este enfoque nos parece priva de especificidad a la historia de vida. Pues, si como por ejemplo hace B.Sarabia, hablamos de la historia de vida como “el relato de vida de una persona”, definición que no es sino una trivial circularidad, o como “relatos en tercera persona con fines de utilización científica», reduciendo así lo propio de la historia de vida a la ”intención científica", no vemos que utilidad puede tener añadir un género más a los que acabamos de mencionar y que cubren un amplio abanico de posibilidades de relatos de vida. Las historias de vida poseen una especificidad que les presta un interés peculiar que trataremos aquí de poner de manifiesto. Por tales nosotros entendemos composiciones textuales destinadas a configurar, a partir del entretejimiento de discursos diferentes, distintos modos de subjetividad, imbricados en subsistemas culturales diferentes. Nos apoyamos, en lo que a la concepción de la subjetividad se refiere, en la moderna teoría narrativa de la identidad, sostenida entre otros por Paul Ricoeur. Desde ella se sostiene el carácter narrativo de la subjetividad, en tanto ésta consiste en la narración de un relato, de la historia de una vida. Vivir se convierta así en narrar la propia vida, narración sin embargo de la que el propio narrador no es autor, pues éste, como ha señalado M.Foucalt, no es sino el punto de afluencia del discurso, allí donde este se espesa, aflorando a la superficie de lo discursivo. Es desde esta perspectiva desde la que Foucault compuso su

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| obra “Moi, Pierre Rivière eyant egorgé ma mére...” En ella, se reúnen un relato escrito por el matricida P.Rivière y los discursos médicos, jurídicos y periodísticos producidos por el terrible suceso. Es en el punto de cruce de esas prácticas discursivas donde surge la identidad del protagonista, un hombre apenas sin formación y que tras haber asesinado a su madre, su hermano y su hermana y ser detenido escribe su vida, toma la palabra y dice “Moi, Pierre Rivière”. Y es precisamente de la composición de ese “Moi” de la que da cuenta el tejido de la obra compuesta por M.Foucault. Y en tanto, no lo olvidemos nunca, el discurso no es sino el resultado de prácticas discursivas ejercidas por las diversas instancias de control, ya sean éstas médicas, jurídicas (las dos estudiadas fundamentalmente por Foucault) o de cualquier otro tipo, la subjetividad se torna el resultado de la resistencia o la cesión a esos mecanismos de dominio. Si citamos aquí esta obra compuesta por M.Foucault, y que tuvo su continuación en un proyecto de reunir en una serie de vidas paralelas (entre las que se encuentra “Herculine Barbier, dixe Alexina B.”, historia de un hermafrodita que está siendo traducida actualmente) es por lo que de representativo tiene de aquello que podría constituir lo específico de los “récits de vie”: ser composiciones textuales de discursos producidos por y sobre y, así, configurando

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El frío se ha convertido en amigo y precioso auxiliar de las amas de casa, y hoy en casi ningún hogar falta la nevera para conservar en excelentes condiciones la leche, la carne, la mantequilla, los huevos, la fruta, la verdura, las bebidas y otras provisiones. De este modo se facilita el aprovisionamiento de la familia con sensibles ventajas económicas. Al frigorífico doméstico hay que añadir los frigoríficos de las distintas tiendas y almacenes de comestibles que brindan notables ventajas para la higiene y una mejor calidad de los productos puestos a la venta. Pero el frío tiene, además, otra aplicación de gran importancia, la de acondicionamiento del aire, que permite mantener la temperatura de determinados ambientes dentro de límites establecidos, impidiendo que ésta se eleve excesivamente. Por otra parte, el acondicionamiento del aire no sólo es una comodidad que, en las épocas de calor excesivo, hace más agradable y tolerable la permanencia en los hogares o dependencias de trabajo, sino que también contribuye a mejorar el rendimiento laboral; es también una necesidad esencial en muchos laboratorios químicos y farmacéuticos, en los hospitales, en algunas fábricas y en aquellos lugares donde el clima tórrido hace imposible cualquier clase de actividad. La explotación de los pozos de petróleo en el



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EJERCICIO Nº 86 Ejercicio de calentamiento, a realizar al comienzo de una sesión de trabajo. Sangría de primera línea, 5 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 2. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 3. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 4. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 5. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 6. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 7. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 8. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 9. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 10. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 11. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 12. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 13. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 14. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 15. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 16. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 17. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 18. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasate de Pamplona y Gayarre de Roncal. 19. Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: Sarasa-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 20. Dos hombres tuvo Navarra que te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 21. Dos hombres tuvo Navarra que te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 22. Dos hombres tuvo Navarra que te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 23. Dos hombres tuvo Navarra que te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 24. Dos hombres tuvo Navarra que te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 25. Dos hombres tuvo Navarra que te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 26. Dos hombres tuvo Navarra que te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 27. Dos hombres tuvo Navarra que te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 28. Dos hombres tuvo Navarra que te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 29. Dos hombres tuvo Navarra que te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 30. Dos hombres tuvo Navarra que te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 31. Dos hombres tuvo Navarra que te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 32. Dos hombres tuvo Navarra que te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 33. Dos hombres tuvo Navarra que te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 34. Dos hombres tuvo Navarra que te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 35. Dos hombres tuvo Navarra que te de Pamplona y Gayarre de Roncal. 36. Dos hombres tuvo Navarra que

la hicieron inmortal: Sarasala hicieron inmortal: Sarasala hicieron inmortal: Sarasala hicieron inmortal: Sarasala hicieron inmortal: Sarasala hicieron inmortal: Sarasala hicieron inmortal: Sarasala hicieron inmortal: Sarasala hicieron inmortal: Sarasala hicieron inmortal: Sarasala hicieron inmortal: Sarasala hicieron inmortal: Sarasala hicieron inmortal: Sarasala hicieron inmortal: Sarasala hicieron inmortal: Sarasala hicieron inmortal: Sarasala hicieron inmortal: Sarasa-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Tiraba torpemente de un gran nudo, cuando ocurrió la tragedia. Toda la cabellera se desprendió de golpe y quedó colgando, como un estropajo, de los dientes de la peineta. Sobre la lisa y ancha frente de Agnes, no había nada; ni cabeza, ni cráneo. Sólo un horrible y enorme agujero. Temblando aterrorizada, Meggie se inclinó para atisbar dentro de la caja craneana de la muñeca. Allí se distinguía vagamente el perfil invertido de las mejillas y del mentón; la luz se filtraba entre los labios entreabiertos y la negra silueta animal de los dientes, y, más arriba, estaban los ojos de Agnes, dos horribles bolitas atravesadas por un alambre cruelmente clavado en su cabeza. Meggie lanzó un chillido agudo y fuerte, que no parecía infantil; tiró a Agnes a lo lejos y siguió gritando, tapándose la cara con las manos, estremecida y temblorosa. Entonces sintió que Frank le tiraba de los dedos y la tomaba en brazos y hacía que apoyase la cara en un lado de su cuello. Ella le abrazó y empezó a consolarse, y esta proximidad la calmó lo suficiente para advertir lo bien que olía él, a caballos, a sudor y a hierro. Cuando se hubo tranquilizado, Frank hizo que se lo explicase todo; cogió la muñeca y contempló intrigado la cabeza vacía, tratando de recordar si su universo infantil se había visto atacado por tan extraños terrores. Pero sus fantasmas sólo eran de personas y de murmullos y de miradas frías. De la cara de su madre, arrugada y desencajada, de su mano temblorosa asiendo la suya, de sus hombros caídos. ¿Qué había visto Meggie, para impresionarse tanto? Supuso que se habría asustado menos si la pobre Agnes hubiese sangrado al serle arrancados los cabellos. Sangrar era algo real; en la familia Cleary, alguien sangraba copiosamente, al menos una vez a la semana. Fiona Cleary estaba en la cocina, mondando patatas. Era guapa, muy rubia, de estatura ligeramente inferior a la mediana, pero de facciones más bien duras y severas; tenía una excelente figura y su cintura delgada, a pesar de los seis hijos que había tenido. Llevaba un vestido de tergal gris, con la falda rozando el inmaculado suelo y la parte delantera protegida por un gran delantal blanco almidonado, sujeto alrededor del cuello y atado atrás con un lazo rígido y perfecto. Desde que se levantaba hasta que se iba a dormir, vivía en la cocina y en huerto de detrás de la casa, y sus recias botas negras trazaban un sendero circular desde la cocina al lavade-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| ro y al huerto y al tendero, hasta volver a la cocina. Dejó el cuchillo sobre la mesa y miró fijamente a Frank y a Meggie, frunciendo las comisuras de su linda boca. Era una mujer callada, poco dada a la conversación espontánea. Nadie, ni siquiera su marido, sabía nunca lo que estaba pensando; dejaba en manos de éste la disciplina de sus hijos y hacía lo que él mandaba, sin quejas ni comentarios, a menos que las circunstancias fuesen muy extraordinarias. Meggie había oído murmurar a los chicos que le tenía tanto miedo a papá como ellos mismos; pero, si esto era verdad, sabía disimularlo bajo la capa de una tranquilidad impenetrable y ligeramente agria. Nunca reía, ni perdía los estribos jamás. Terminada su inspección, dejó a Agnes sobre la mesa de la cocina, cerca del horno, y miró a Meggie. Sus frases eran prácticas, más que consoladoras. Meggie asintió con la cabeza, sonriendo vagamente; a veces, tenía unas ganas enormes de oír reír a su madre, pero ésta nunca lo hacía. Tenía la impresión de que las dos compartían algo especial que no tenían papá y los chicos, pero no podía adivinar lo que había detrás de aquella espalda rígida y de aquellos pies que nunca estaban quietos. Mamá movió distraídamente la cabeza y trasladó con habilidad

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Sin temor a equivocarnos, podemos decir que los hombres abandonamos casi siempre las reglas más importantes a la prudencia de un momento o la discreción de aquellos cuyo interés consiste en oponerse a las leyes más próvidas; y así como del establecimiento de éstas resultarían universales ventajas, resistiendo al esfuerzo por donde pudieran convertirse en beneficio de pocos, así, de lo contrario, resulta en unos todo el poder y la felicidad y en otros toda la flaqueza y la miseria. Las verdades más palpables desaparecen fácilmente por su simplicidad sin llegar a ser comprendidas de los entendimientos comunes. No acostumbran éstos a discurrir sobre los objetos; por tradición, no por examen reciben de una vez todas las impresiones, de modo que sólo se mueven a reconocer y remediar el cúmulo de desórdenes que los oprime cuando han pasado por medio de mil errores en las cosas más esenciales a la vida y a la libertad, y cuando se han cansado de sufrir males sin número. Las historias nos enseñan que debiendo ser las leyes pactos considerados de hombres libres, han sido pactos casuales de una necesidad pasajera; que debiendo ser dictadas por un desapasionado examinador de la naturaleza humana, han sido instrumento de las pasiones de pocos. “La felicidad mayor dividida entre el mayor número” debiera ser el punto a cuyo centro se dirigiesen las acciones de la muchedumbre. Dichosas, pues, aquellas pocas naciones que, sin esperar el tardo y alternativo movimiento de las combinaciones humanas, aceleraron con buenas leyes los pasos intermedios de un camino que guiase al bien, evitando de este modo que la extremidad de los males les forzase a ejecutarlo; y tengamos por digno de nuestro reconocimiento al filósofo que, desde lo oscuro y despreciado de su aposento, tuvo valor para arrojar entre la muchedumbre las primeras simientes de las verdades útiles, por tanto tiempo infructuosas. Conocemos ya las verdaderas relaciones entre el soberano y los súbditos, y las que tienen entre sí recíprocamente las naciones.El comercio animado a la vista de las verdades filosóficas, comunicadas por medio de la imprenta, ha encendido entre las mismas naciones una tácita guerra de industria, la más humana y más digna de hombres racionales. El inmortal presidente de Montesquieu ha pasado rápidamente sobre esta materia. La verdad indivisible me fuerza a seguir las tra-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| zas luminosas de este grande hombre, pero los ingenios contemplativos para quienes escribo sabrán distinguir mis pasos de los suyos. Dichoso yo si pudiese, como él, obtener las gracias secretas de los retirados pacíficos secuaces de la razón, y si pudiese inspirar aquella dulce conmoción con que las almas sensibles responden a quien sostiene los intereses de la humanidad. Toda pena (dice el gran Montesquieu) que no se deriva de la absoluta necesidad, es tiránica; proposición que puede hacerse más general de esta manera: todo acto de autoridad de hombre a hombre, que no se derive de la absoluta necesidad, es tiránico. Veis aquí la basa sobre la que el soberano tiene fundado su derecho para castigar los delitos. Hay un teorema general muy útil para calcular la certidumbre de un hecho, por ejemplo, la fuerza de los indicios de un delito. Cuando las pruebas del hecho son dependientes la una de la otra, esto es, cuando los indicios no se prueban sino entre sí mismos, cuanto mayores pruebas se traen tanto menor es la probabilidad de él, porque los accidentes que harían faltar las pruebas antecedentes hacen faltar las consiguientes. Evidentes pero consagrados desórdenes son las acusaciones secretas, y en muchas ocasiones admitidos como necesarios por la flaqueza de la constitución. Semejante costumbre hace a los hombres

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El crecimiento de la población mundial requiere el aporte de nuevas fuentes de alimentos, que suministren las proteínas, calorías y nutrientes necesarios para que el organismo se desarrolle con toda normalidad. Los peces marinos, de agua dulce, los crustáceos y los moluscos representan fuentes de alimento que contribuyen a satisfacer los requerimientos nutricionales necesarios para la salud y para un crecimiento sano. Los peces y los mariscos tienen una elevada digestibilidad en comparación con los mamíferos. Por otra parte, los peces tienen un contenido de colesterol relativamente bajo, con un predominio de ácidos grasos poliinsaturados respecto a los saturados. Son ricos en vitaminas. Son también ricos en minerales y contienen fósforo, potasio, hierro, calcio y magnesio en cantidades elevadas. Las especies marinas son, además, ricas en iodina y la presencia de flúor representa también una ventaja con su consumo. Minerales traza como cobre, zinc, manganeso, cobalto, molibdeno y selenio están también presentes, particularmente en las ostras. Tales aspectos permiten entender la acuicultura como una ciencia dotada de carácter multidisciplinario y de gran interés, tanto desde un punto de vista biológico como económico. Si tenemos en consideración los datos mundiales sobre la progresiva explotación de los recursos naturales existentes y los temores de su potencial extinción, de los que la pesca representa uno de los causantes de la pérdida de disponibilidad de proteínas de origen animal, necesarias para el mantenimiento y crecimiento de la población existente en el mundo. Con ello no se quiere decir que el cultivo de las especies comerciales represente la solución a todos los problemas de la alimentación, pero es indudable que la potenciación de la acuicultura colaborará en cierta medida a mantener ese suministro tan necesario de proteínas de origen animal que la humanidad requiere. La acuicultura, considerada como el cultivo controlado de plantas y animales acuáticos, ofrece posibilidades para el desarrollo de industrias con fines económicos, y, los que es muy importante, compatible con la conservación de los recursos naturales existentes, siempre y cuando se lleve a cabo con un conocimiento científico y racional de la situación y características presentes. Es difícil hacer una clasificación razonada y lógica de los di-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| ferentes tipos y formas de acuicultura que se practican hoy en el mundo. Algunos de estos tipos se refieren al medio, distinguiendo entre acuicultura de agua dulce o continental y acuicultura marina. También podría clasificarse en función de la ubicación del sistema, o en función del tipo de especie a cultivas, y aún cabría otra clasificación en la que se podría contemplar la forma de la actividad desarrollada, que quizá sea la más universalmente admitida. En este sentido, podemos referirnos a la acuicultura intensiva, acuicultura extensiva y acuicultura de repoblación, según que el alimento se les suministre desde el exterior, se encuentre en el mismo medio, o bien que unas fases de cultivo se realicen en forma intensiva y otras fases en forma extensiva; a estas últimas correspondería la denominación de cultivos semi-intensivos. En cualquiera de ellos, el factor fundamental en el que se basa el sistema es el relacionado con la alimentación de las especies que se cultivan. En esta forma de cultivo, la intervención humana existe en todos los estados o fases del ciclo vital del animal, empezando con la captura de los ejemplares adultos en el medio natural, empezando con la captura de los ejemplares adultos en el medio natural y adaptándolos a las condiciones del cultivo, y prosiguiendo con el desarrollo

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Como en las ciudades, las calles y las casas eran tan estrechas, los ciudadanos sentían la necesidad de escapar de vez en cuando al aire libre. Para el pueblo llano había jardines públicos en las ciudades, como los llamados Jardines del al-Zayyalí en Córdoba. Allí paseaban o se sentaban a charlar a la sombra de palmeras, granados y limoneros. En los alrededores de las ciudades había también alamedas, a donde las familias iban de merienda, y alquerías donde podían comer y pasar una tarde de ocio al aire libre. Los príncipes poseían palacios y fincas cerca de las principales ciudades. Los emires Omeyas solían retirarse a pasar temporadas a un hermoso palacio con jardines edificado al norte de la capital por Abderramán I, llamado Arruzafa. Estaba situado en un lugar donde corría la fresca brisa de los montes. El califa Abderramán III construyó para una de sus favoritas una ciudadela entera en la Serranía cordobesa, conocida como Medina Azahara (ciudad de Zahra), a la que acabó por trasladarse la Corte por ser menos calurosa que el viejo Alcázar. También los ricos tenían almunias o casas de campo, a donde se retiraban en verano para huir del calor de la ciudades. Los hispanomusulmanes eran muy aficionados a la jardinería. Las gentes de clase humilde, que no tenían jardines propios, se contentaban con cultivar flores en tiestos en los pequeños patios de sus casas. Algunos



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EJERCICIO Nº 91 Ejercicio de entrenamiento, a realizar al comienzo de una sesión de mañana o tarde. Sin sangría. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 2. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 3. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 4. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 5. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 6. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 7. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 8. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 9. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 10. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 11. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 12. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 13. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 14. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 15. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 16. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 17. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 18. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 19. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 20. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 21. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 22. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 23. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 24. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| deportivo y turístico de la costa catalana. 25. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 26. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 27. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 28. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 29. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 30. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 31. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 32. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 33. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turístico de la costa catalana. 34. El Puerto Olímpico de Barcelona es un magnífico complejo deportivo y turísti-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Saludó con la cabeza a Fiona, atareada en la cocina; no la besó ni la abrazó, pues consideraba que las manifestaciones de afecto entre marido y mujer sólo eran buenas en el dormitorio. Mientras se quitaba el barro de las botas con el atizador, llegó Meggie deslizándose sobre sus zapatillas, y él le hizo un guiño a la niña, sintiendo aquella extraña impresión de asombro que siempre experimentaba al verla. Era tan bonita, tenía unos cabellos tan hermosos... Le alió un rizo, lo estiró y lo soltó, sólo para ver cómo se retorcía y saltaba al caer de nuevo en su sitio. Después, levantó a la pequeña y fue a sentarse en la única silla colocada cerca del fuego. Meggie se acurrucó en sus piernas y le rodeó el cuello con los brazos, levantando la fresca carita hacia la de su padre, para el juego nocturno de ver filtrarse la luz a través de los cortos pelos de la rubia barba. Hacía calor delante del horno, pero él no parecía advertirlo; gotas de sudor brillaron en su frente. Cruzó las manos detrás de la cabeza y se durmió. Los niños habían heredado de Padraic Cleary sus varios tonos de espesos y ondulados cabellos, aunque ninguno los tenía de un rojo tan agresivo como el suyo. Era bajo, pero con una complexión de acero, y tenía las piernas corbadas de tanto montar a caballo y los brazos excesivamente largos de tantos años de esquilar corderos; su pecho y sus brazos aparecían cubiertos de vello espeso y dorado, que habría resultado feo si hubiese sido negro. Sus ojos eran de un azul brillante; tenía siempre los párpados fruncidos, como los de los marineros acostumbrados a mirar a largas distancias, y su cara era agradable y propensa a sonreír, cosa que hacía que los hombres simpatizasen con él desde el primer momento. Su nariz era magnífica, una verdadera nariz romana que debió confundir a sus cofrades irlandeses, aunque la costa irlandesa había recibido a muchos náufragos. Todavía hablaba con el suave y rápido ceceo del irlandés de Galway, pronunciando la t como z, pero casi veinte años en las antípodas habían añadido otro matiz a su lenguaje, de modo que pronunciaba ei como ai y hablaba un poco más despacio, como un viejo reloj al que hubiese que dar cuerda. De carácter animoso, había conseguido llevar su dura existencia mejor que la mayoría, y, aunque era muy severo en su disciplina y pródigo en dar puntapiés, todos sus hijos, menos uno le adoraban. Si no había pan bastante

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| para todos, él se abstenía de comerlo; si tenía que elegir entre comprarse ropa nueva o comprarla para sus hijos, él se quedaba sin ella. Bien mirado, era ésta una prueba de amor más evidente que un millón de besos fáciles. Tenía el genio muy vivo y, en una ocasión, había matado a un hombre. La suerte le había acompañado; aquel hombre era inglés, y había un barco en el puerto de Dun Laoghaire que zarpaba para Nueva Zelanda al subir la marea. Fiona se asomó a la puerta de atrás y gritó. Los chicos fueron llegando uno tras otro; el último de ellos, Frank cargado con un montón de leña que dejó caer en la caja grande al lado del horno. Padraic bajó a Meggie se dirigió a la cabecera de la mesa colocada al fondo de la cocina, mientras los chicos se sentaban a los lados y Meggie se encaramaba en la caja que había puesto su padre sobre la silla más próxima a él. Fee sirvió la comida en los platos, sobre la mesa auxiliar, con más rapidez y eficacia que un camarero; después, los llevó de dos en dos a su familia; primero, Paddy; después, Frank, y así sucesivamente hasta Meggie, quedándose el último para ella. Los platos eran grandes y estaban literalmente llenos de comida: patatas hervidas, carne de cordero y

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Godelier lo ha descrito con precisión que el consentimiento de los dominados es una condición necesaria para el mantenimiento de la desigualdad. ¿Pero hace esto de ellos el “caldo de cultivo” idóneo para la superación de la ideología? ¿No es ésta más bien un sistema de representaciones compartidos por dominados y dominantes? Cierto es que unos pueden tener más interés que otros en la transformación de las estructuras, pero ¿no nos ha desvelado la escuela de Frankfurt los mecanismos del sistema económico capitalista para eludir el conflicto, mediante la satisfacción de necesidades previamente creadas, apareciendo así como “lo más conveniente para todos” el no cuestionamiento del sistema y de la ideología que lo sustenta? Y no sólo la escuela de Frankfurt: economistas liberales como Galbraith han puesto de relieve, tal vez inconscientemente, este desarrollo desde un capitalismo de producción a un capitalismo de consumo. ¿O quizás esté la solución en un “neutral” conocimiento científico, como quieren, no solo los positivistas sino, desde una perspectiva muy distinta, autores como Althusser? En efecto, éste último, desde su consideración de que la ideología actúa fundamentalmente mediante la «interpelación de los individuos concretos como sujetos concretos a través de la categoría de sujeto», frase un tanto críptica que no obstante tiene, en el contexto de su obra, un sentido claro, concluye que un conocimiento no ideológico, que el llama científico, ha de ser un conocimiento sin sujeto. Esto es insostenible por muchos motivos, de los que no es el menor el hecho de que el aparato científico-técnico es uno de los aparatos ideológicos centrales en las sociedades contemporáneas occidentales, como ya mostró hace tiempo el hoy desprestigiado H.Marcuse o como defiende Habermas y otros muchos. Foucault, en esta línea de disolución del sujeto, ha sostenido la tesis de que la ideología no puede ser entendida como el efecto deformante de las condiciones económico-políticas sobre un sujeto, previo e inmutable, de conocimiento, sino que son más bien estás condiciones las que establecen las modalidades de subjetividad, conformado los sujetos. La tesis aquí sostenida de que los aparatos ideológicos modelan la conciencia apunta en esta dirección. No es éste el lugar adecuado para entrar a terciar en la endia-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| blada polémica acerca de la defunción del sujeto. Tan sólo apuntar, a modo de “ex-cursus” filosófico, que las críticas contemporáneas a este concepto se apoyan indefectiblemente en la concepción cartesiana del sujeto autofundante, de la cual se nos supone herederos. Y, tal vez, éste sujeto no solo no ha muerto, sino que siquiera llego a nacer: deberíamos plantearnos si la subjetividad moderna no se configura más bien al modo de los individuos monádicos de Leibniz, desplazando así la atención de la “formación” de sujetos a la organización (impuesta desde el exterior o autorregulada, por los efectos de, por ejemplo, el mercado) de individuos aislados. Pero ahora nos ocupa la posibilidad de la superación de las determinaciones impuestas por la ideología a la subjetividad, sea ésta como sea. No tratamos de dar recetas sino de bosquejar los que nos parecen las líneas fundamentales de actuación. Para ello retomaremos los dos postulados expuestos al comienzo del presente trabajo: a) Recuperando la tan manida distinción hegeliana entre conciencia en sí y conciencia para sí, el tránsito de una conciencia ideológica a una conciencia no ideológica ha de pasar por la toma de conciencia de las determinaciones impuestas por la estructura social al sujeto de conocimiento. Así, la superación de la determina-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Antropólogos individuales con intereses particulares editaron cuestionarios en el siglo XIX, de entre los cuales el mas importante es la Circular de Morgan interesado en los términos de parentesco, que fue editado por la Smithsonian Institution en Washington (Morgan 1962; ver Spchr -1981- para las respuestas desde el Pacífico). Estos cuestionarios dieron como resultado no solo la compilación de Morgan System of Consanguinity and Affinity (1871) sino que también estimularon a varios de sus corresponsales a emprender investigaciones etnográficas. Otros cuestionarios individuales fueron editados por Sir James Frazer en varias ediciones entre 1887 y 1916. Estos cuestionarios dieron respuestas variadas (ver Stretton 1983 para algunos ejemplos de contestaciones de Frazer) y sus problemas y limitaciones fueron reconocidos tempranamente. Muchas de las preguntas ocasionaban dificultades para su traducción a lenguajes escasamente comprendidos mientras que aquellos que debía recoger la información a menudo temían dificultades en comprender la importancia de las preguntas al desconocer los intereses de los expertos. Pero algunos de los que los recibieron las preguntas y que estaban en condiciones ideales para recoger información adicional respondieron a las encuestas y produjeron importantes informes de otras culturas. Un buen ejemplo es el trabajo de A.W.Howitt en Australia desde 1872 hasta su muerte en 1908 (Mulvaney 1971; Walker 1971). Howitt, junto con su colaborador, el misionero Lorimer Fison, fue estimulado por la Circular de 1862 de Morgan. Fison y Howitt elaboraron detallados informes sobre los aborígenes para Morgan (Fison y Howitt 1880) y mantuvieron una intensa correspondencia con Morgan hasta su muerte en 1881 (Stern 1930). Howitt desarrollo entonces relaciones de trabajo con antropólogos británicos, primero con E.B. Tylor y después con Frazer. En Australia, Howitt editó sus propios cuestionarios para recoger información (ver, por ejemplo, la reimpresión en Walker 1971:323-329), tal y como hicieron otros de los encargados de recoger información interesados en los aborígenes (ver Taplin 1879; Curr 1886). Howitt tenía un conocimiento considerable de los aborígenes y dirigió sus propias investigaciones, que incluyeron convencer a los aborígenes para volver a representar rituales que ya ha-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| bían abandonado en presencia de la colonización europea (Mulvaney 1970). La información sobre los aborígenes australianos tuvo una gran demanda a finales del siglo diecinueve; en los esquemas evolucionistas los aborígenes suministraban una evidencia esencial de los primeros estadios de la sociedad y la religión (Mulvaney 1981). Como los colonizadores europeos creían que los aborígenes estaba próximos a la extinción, de aquí el sentimiento de urgencia en la recogida de “hechos” etnográficos, que motivo a muchos de los que recogían datos y llevó a algunos a competir entre ellos (cf., por ejemplo, el conflicto entre Howitt y R.H.Mathews -Elkin 1975,1976). Así se estableció una división del trabajo entre los que recogían los datos y los expertos tanto en Australia cuanto en otras partes del mundo. Su forma más sofisticada se dio en las relaciones entre W. Baldwin Spencer, ayudado por su colaborador F.J.Gille, y Frazer después de 1896. Spencer, profesor de biología en la Universidad de Melbourne, comenzó recogiendo información sobre los aborígenes en una expedición científica a Australia central en 1894. En expediciones posteriores, dedicadas exclusivamente a la investigación científica fue ayudado por Gillen, un magistrado residente en Australia

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El horario y la jornada de trabajo en las Secretarías y oficinas judiciales de los Juzgados y Tribunales será fijado por el Ministerio de Justicia, oído el Consejo General del Poder Judicial y las Comunidades Autónomas con competencias en la materia. El horario de trabajo respetará el de audiencia pública de Juzgados y Tribunales fijado por el Consejo General del Poder Judicial y no podrá ser inferior al establecido para la Administración Pública. El Ministerio de Justicia, previo informe del Consejo General del Poder Judicial determinará reglamentariamente los sistemas de control del horario y de justificación de incidencias en todas las Secretarías y oficinas judiciales de Juzgados y Tribunales, así como los horarios especiales y las modificaciones del establecido con carácter general cuando sí pueda exigirlo el servicio público. El control de las incidencias sobre el cumplimiento del horario dentro d



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 2. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 3. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 4. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 5. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 6. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 7. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 8. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 9. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 10. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 11. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 12. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 13. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 14. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 15. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 16. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 17. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 18. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 19. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 20. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 21. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 22. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 23. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 24. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 25. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 26. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 27. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 28. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 29. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 30. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 31. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 32. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 33. La sierra Madre del Sur y

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 34. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 35. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 36. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 37. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 38. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 39. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 40. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 41. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 42. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 43. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 44. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 45. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 46. La sierra Madre del Sur y la de Chiapas se encuentran al sur de Méjico. 47. La sierra Madre del Sur y

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Los aparatos ideológicos tienen un doble funcionamiento legitimador-reproductor. Sin embargo, éste, como veremos no es sino una doble manifestación en los ámbitos de lo ideal y lo material de una única función. Cuando mantenemos que la función fundamental de las ideologías es la reproducción de las relaciones de producción, tratamos con ello de afirmar: a) Que precisamente el encubrimiento-falseamiento de la sujeción del hombre al aparato productivo en las sociedades (esto es, de la determinación que éste ejerce tanto sobre su forma de pensar cuanto sobre sus actividades cotidianas) garantiza que aquel actúe positiva, voluntaria y “libremente” perpetuando su esclavitud y su explotación. Como ha señalado Godelier, en el mantenimiento de la explotación el elemento fundamental no es la violencia, sino el consentimiento de los explotados, consentimiento que se logra mediante la actuación de los aparatos ideológicos. b) Que en tanto una de las características fundamentales de la falsa conciencia es que en ellas las relaciones de producción quedan objetivadas y, por esto, mismo, naturalizadas, se aborta así de antemano todo posible intento de transformarlas esencialmente, mientras no se ponga de manifiesto su carácter accidental y su origen social. Es, decir, relaciones que son históricas devienen leyes naturales, susceptibles tan solo de conocimiento científico pero no de transformación práctica. c) Que, siendo como es todo conocimiento un proceso dialéctico, del mismo modo que la conciencia es mediada por la estructura social, ésta lo es por el conocimiento que mediante aquélla tenemos de ella. Para muestra, un botón: la sociología positivista-funcionalista americana a la vez que refleja un estado de cosas (en tanto “ingenuamente” desvela “secretos” sobre el “funcionamiento” de la sociedad de los que debería avergonzarse) ha sido y es un excelente ejemplo de práctica ideológica, en tanto que contribuye a perpetuar, justificándolo, aquello mismo que a través de la “neutralidad valorativa” pretende conocer. Pero una genuina antropología del conocimiento no debería quedarse en los efectos de los sistemas teóricos sobre la estructura de los sistemas sociales, sino que debería analizar principalmente los de las formas de pensamiento comparti-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| das en la realidad de la vida cotidiana. Este ha sido el empeño en el campo de la sociología de Berger y Luckmann: hacer de la sociología del conocimiento algo más amplio que una mera “sociología de la sociología” o una "sociología de las ideas”. No coincidimos con estos autores, sin embargo, en su consideración de que lo que podríamos llamar sociología de la ideología no es sino una sociología del error, mientras que una teoría general sobre el origen social del conocimiento debería ser una sociología de la verdad. Tal distinción nos parece, a la luz de la citada tesis de Marx o incorrectamente formulada o carente de sentido, porque ¿qué es entonces el estudio, por otra parte brillante, que estos dos autores hacen en esta misma obra de la legitimación? ¿"Sociología de la verdad" o “sociología del error”?). Pero este análisis queda fuera tanto de nuestras presentes intenciones como de nuestras posibilidades. Lo que nos parece claro es que tanto los sistemas teóricos con las formas de pensamiento ideológicas reflejan un estado de cosas deformadamente. En tanto ideologías: «representan relaciones imaginarias de los hombres con sus condiciones reales de existencia. Y esto no quiere decir, de ningún modo, para nosotros, lo que Godelier atribuye a Althusser, esto es, que tales relaciones imaginarias, sean inexistentes, que sean únicamente “idéelles”. De este modo se puede de-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El delito de Mubarrak no admitía disculpa y él, Gacel Sayah, se encargaría de hacer comprender a aquellos otros que no eran tuareg, que, en el Sáhara, las leyes y las costumbres de sus raza debían continuar respetándose, porque eran leyes y costumbres adaptadas al medio, sin las cuales no existía posibilidad alguna de supervivencia. Llegó el viento y con él llegó el día. Hienas y chacales comprendieron que perdían sus escasas posibilidades de hacerse con algún trozo de antílope y se alejaron gruñendo y lamentándose hacia sus oscuras madrigueras, a las que regresaban ya todos los habitantes de la noche: el fenec de largas orejas, la rata del desierto, la serpiente, la liebre y el zorro. Cuando el sol comenzara a calentar estarían durmiendo, conservando sus fuerzas hasta que las sombras de la noche hicieran nuevamente soportable la vida en la más desolada región del planeta, porque allí, al contrario del resto del mundo, la actividad tenía lugar de noche y el descanso de día. Unicamente el hombre, pese a los siglos, no había logrado adaptarse por completo a la noche, y fue por ello por lo que, con la primera claridad, Gacel buscó a su camello que ramoneaba a poco más de un kilómetro de distancia, lo tomó del ronzal, y reinició, sin prisas, su marcha hacia el Oeste. El puesto militar de Adoras ocupaba un oasis en forma de triángulo poco más de un centenar de palmeras y cuatro pozos, en el corazón mismo de un extensísimo río de dunas, por lo que podía considerarse un auténtico milagro de supervivencia amenazado constantemente por la arena que lo cercaba protegiéndolo del viento, pero convirtiéndolo, por ello mismo, en una especie de horno que en los mediodías alcanzaba a menudo los sesenta grados centígrados. Las tres docenas de soldados que componían la guarnición, pasaban la mitad de su vida maldiciendo su suerte a la sombra de las palmeras, y la otra mitad paleando arena en un desesperado esfuerzo por hacerla retroceder y mantener libre la estrecha pista de tierra que les permitía comunicarse con el mundo exterior, recibiendo provisiones y correspondencia una vez cada dos meses. Desde que treinta años atrás, a un coronel enloquecido se le ocurrió la absurda idea de que el Ejército debía controlar aquellos cuatro pozos, que eran, por otra parte, los únicos existentes en

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| casi cien kilómetros a la redonda, Adoras se había convertido en el “destino maldito”, tanto para las tropas coloniales primero, como para las nativas en la actualidad, y de las tumbas que se alzaban al extremo del palmeral, nueve se debían “a muerte natural” y seis al suicidio de quienes no habían soportado la idea de sobrevivir en semejante infierno. Cuando un Tribunal dudaba entre enviar a un reo al paredón, condenarlo a prisión perpetua, o conmutarle la pena por quince años de servicio obligatorio en Adoras, tenía plena conciencia de lo que hacía, por más que dicho reo considerase en un principio que con la conmutación habían querido favorecerle. Para el capitán Kaleb-el-Fasi, comandante en jefe de la Guarnición y autoridad suprema en una región tan extensa como media Italia, pero en la que no vivían más allá de ochocientas personas, los siete años que llevaba en Adoras constituían el castigo por haber asesinado a un joven teniente que amenazó con descubrir las irregularidades de las cuentas del Regimiento en su destino anterior. Condenado a muerte, su tío, el famoso general Obeid-el-Fasi, héroe de la Independencia , había conseguido, gracias a que había sido uno de sus ayudantes y hombres de confianza durante la guerra de Liberación, que se le permitiera rehabilitarse al frente de un destacamento al que no se podía enviar a ningún otro militar de carrera que

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Hay que considerar que, en general, los peces son buenos transformadores del alimento, y que su metabolismo de excreción es menos costoso en términos energéticos que el de los mamíferos. Es importante tener en cuenta también la composición de las dietas que se les suministra, pues cuanto mayor sea la fracción no digerible de la dieta, los desechos y restos orgánicos se acumularán y se requerirá la instalación suplementaria de sistemas de decantación adecuados para su eliminación. Por otra parte y, en general, la acuicultura intensiva alcanza niveles más altos de contaminación, producidos por la presencia de materias fecales y amoníaco, principalmente, como consecuencia de su metabolismo; por tanto, el agua ha de representar un elemento esencial que contenga los valores de oxígeno necesarios y que permita la eliminación de los productos de desecho; de aquí que la renovación del agua sea un elemento imprescindible para el buen desarrollo de un cultivo intensivo. La obtención de altas densidades de animales en estos tipos de cultivo lleva aparejado un aumento en el consumo de oxígeno. Por este motivo, y en líneas generales, estos sistemas requieren mayores inversiones para su instalación, mayores costes de mantenimiento y de mano de obra; en compensación, la producción por unidad de superficie será mayor y estará sujeta a un mayor control en todos los aspectos. Otro de los problemas que influye en el éxito de los cultivos intensivos es el referido a los procesos de eliminación de desechos de oxígeno, se transforma en nitritos que pasan a nitratos, no siendo estos nitratos tóxicos. Esta reacción se ve favorecida por la presencia de altas concentraciones de oxígeno disuelto. La eliminación de los productos finales del metabolismo puede resolverse mediante el transbase de los animales a otros tanques, lo que conlleva la utilización de una mayor mano de obra, además del perjuicio de las condiciones de extrés a las que se ven sometidos los animales. La calidad necesaria del agua puede mantenerse mediante la instalación de una pequeña depuradora, a través de la cual es reciclada el agua. Es conveniente, en ocasiones, la presencia de otros animales en el cultivo que sean detritívoros, con el fin de que se favorezca la limpieza de los estanques. La nutrición y los problemas relacionados con ella han de ser

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| considerados prioritariamente en los cultivos intensivos. Se pueden distinguir dos formas de alimentación: la alimentación natural y la alimentación compuesta o artificial. La primera, en la que se utilizan restos de carnes y de pescados, implica problemas de conservación y de manipulación no muy gratos: las harinas de pescado mejoran estos aspectos, aunque no resuelven los problemas totalmente; tampoco hay que olvidar la necesidad de alimento vivo que tienen algunas especies en ciertas etapas de su vida, lo que obliga al mantenimiento y control de las instalaciones, en las que sea preciso realizar cultivos de fotoplacton y zooplacton para su alimentación. La alimentación compuesta consiste en el suministro de alimento compuesto deshidratado, que contenga proteínas, lípidos, carbohidratos, vitaminas y sales minerales; todo ello adaptado a la edad del animal y a su estado fisiológico. Conviene saber, en cuanto a los animales, que los alevines, con una capacidad de absorción muy débil y una digestión muy rápida, han de ser alimentados continuamente, espaciándose el número de comidas a medida que el animal va creciendo. En líneas generales, la ración diaria está comprendida entre 1 y 5 por 100 del peso del animal, en función del tamaño y de la temperatura del agua. La sobrealimentación es mucho más perjudi-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Al iniciarse el siglo VIII, el Reino visigodo, cuya capital era Toledo, estaba sumido en una crisis política y social provocada por el empobrecimiento de las clases más desfavorecidas, el desprestigio creciente de sus monarcas y también por la rivalidad entre la nobleza. Puesto que el trono no era hereditario, sino electivo, las principales familias nobles luchaban entre sí para ocuparlo, hasta el punto de que los reyes eran a menudo asesinados por nobles que aspiraban a sucederlos. Esta competencia acabó por debilitar al Reino visigodo. En este estado de cosas, el penúltimo rey visigodo, Vitiza, pretendió hacer de nuevo hereditaria la Corona. Sucedió que, a su muerte, su joven hijo Agila fue proclamado Rey, pero un sector de la nobleza se negó a aceptarlo y sentó en el trono a un noble llamado Rodrigo, duque de la Bética. A pesar de sus esfuerzos, Rodrigo no pudo evitar que estallara una guerra civil en el país. Aunque el nuevo rey fue generoso con sus adversarios, los hijos de Vitiza se decidieron a re



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 2. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 3. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 4. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 5. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 6. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 7. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 8. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 9. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 10. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 11. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 12. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 13. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 14. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 15. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 16. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 17. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 18. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 19. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 20. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 11. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 22. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 23. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y, por último, el librero. 24. Desde que un libro se concibe hasta que llega al lector, en él intervienen el autor, el editor, el impresor, el distribuidor y,

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Cuando los Cleary iban a la iglesia los domingos, Meggie tenía que quedarse en casa con uno de los chicos mayores, esperando el día en que fuese lo bastante mayor para ir ella también. Paddy opinaba que los niños pequeños sólo debían estar en su casa, y esta norma se aplicaba incluso a la casa del Señor. Cuando Meggie fuese ya a la escuela y pudiera confiarse en que se estaría quieta, podría ir a la iglesia. Pero no antes. Por consiguiente, todas las mañanas de domingo permanecía junto a la aulaga de la entrada, desolada, mientras su familia se apretujaba en el viejo calesín y el hermano encargado de cuidar de ella fingía que era una suerte librarse de ir a misa. El único Cleary que se alegraba de no ir con los demás era Frank. La religión era parte integrante de la vida de Paddy. Cuando se había casado con Fee, la jerarquía católica lo había aprobado a regañadientes, porque Fee pertenecía a la Iglesia anglicana, y, aunque había abandonado su fe por Paddy, se había negado a adoptar la de él. Era difícil decir por qué, como no fuese porque los Armostrong eran viejos pioneros de antigua raigambre anglicana, mientras que Paddy era un pobre inmigrante del otro bando. Mucho antes de que llegasen los primeros colonos “oficiales”, los Armstrong estaban ya en Nueva Zelanda, y esto era una credencial en la aristocracia colonial. Desde el punto de vista de los Armstrong, sólo podía decirse que Fee había realizado una lamentable mésalliance. Roderick Armstrong había fundado el clan de Nueva Zelanda y una manera muy curiosa. Todo había empezado con un acontecimiento que tendría amplias repercusiones imprevistas en la Inglaterra del siglo XVIII: la guerra de la Independencia americana. Hasta 1776, más de mil pequeños delincuentes británicos eran enviados anualmente a Virginia y a las Carolinas, vendidos y sometidos a una servidumbre no mejor que la esclavitud. La justicia británica de aquella época era severa e inflexible; el homicidio, el incendio provocado, el misterioso delito de “personificar egipcios” y el hurto de un chelín, eran castigados con la horca. Los delitos menos graves significaban la deportación a las Américas por toda la vida del delincuente. Pero cuando, en 1776, se cerraron las Américas, Inglaterra se encontró con que no tenía dónde meter una población penal que aumentaba rápidamente. Las cárceles estaban llenas a rebosar, y el exceso se embutía en po-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| dridas carracas atracadas en los estuarios de los ríos. Algo había que hacer, y se hizo. Muy a regañadientes, porque significaba gastar unos miles de libras, se ordenó al capitán Arthur Phillip que zarpase con rumbo a la Gran Tierra del Sur. Corría el año 1787. Su flota de once barcos transportaba más de mil convictos, además de los marineros, los oficiales navales y contingente de infantes de marina. No fue ninguna odisea en busca de la libertad. A finales de enero de 1788, a los ocho meses de zarpar de inglaterra, la flota llegó a Botany Bay. Su Loca Majestad Jorge III había encontrado un nuevo vertedero para sus condenados: la colonia de Nueva Gales del sur. En 1801, cuando sólo tenía veinte años, Roderick Armstrong fue condenado a deportación perpetua. Ulteriores generaciones insistieron en que procedía de una familia noble de Somerset que había perdido su fortuna a causa de la Revolución americana, y en que no había cometido ningún delito, pero nadie se esforzó demasiado en averiguar los antecedentes del ilustre antepasado. Se limitaron a vivir a la sombra de su gloria y de su prestigio improvisado. Fueran cuales fueran sus orígenes y su posición en la sociedad inglesa, el

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Es el antropólogo quien decide en última instancia cuál será la estructura del relato, cuál su secuencia temporal, qué hechos y de qué forma aparecerán y cuáles serán suprimidos. El etnógrafo, una vez hecha su primera aparición cede la palabra a su informante y desaparece. Sucede así absolutamente en “Biografía de un cimarrón”. El autor solo aparece ocasionalmente a pie de página en forma de cita histórica, contextualizando la narración. En el caso de J.F.Gamella, en cambio, éste aparece no solo de esta forma contextual, sino como protagonista de la historia, cuando, como ya nos había anticipado en la introducción, Julián viaja a su casa en Avila a desengancharse y es allí donde comienza la recogida de datos para la elaboración de su historia de vida. Aparece entonces en boca de Julián, como otro. Y en varías ocasiones toma también la forma de una de las voces que componen la historia de Julián. Porque frente al relato de Esteban, en el que la primera persona es mantenida a lo largo de todo el texto, el de Julián adopta una forma coral: las voces de la madre, del padre, del hermano, de algunos amigos y sus madres, del mismo J.F.Gamella, son el contrapunto de la voz solista del propio Julián. En ambos casos lo que en la práctica etnográfica es un diálogo, en el resultado final, el informe etnográfico, adopta la forma del monólogo. El otro del discurso, el antropólogo, desaparece. Y esto no puede por menos de recordarnos la discusión geertziana sobre el Yo testifical y la forma dialógica de algunas monografías etnográficas recientes. Porque ¿dónde queda el “estar allí”, cuando el antropólogo realmente no estuvo allí? Porque en ambos casos, por lo que atañe a los hechos relatados por el informante, en un caso referidos en ocasiones a hechos tan lejanos en el tiempo que no cabe siquiera la contrastación con coetáneos del narrador, el etnógrafo no asistió a aquello de lo que se habla. Tan sólo sabe de ellos por lo que le cuentan; tan solo puede afirmar que el estuvo con quien sí que estuvo allí. En la composición de una historia de vida el antropólogo actúa, por decirlo con el término popularizado por Lévi-Strauss, como “bricoleur”, montando fragmentos de conversaciones y documentos escritos, ya sean cartas, relatos autobiográficos, etc. de modo que el protagonista tome la palabra. Vemos, pues, que este dar la pala-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| bra que recorre temáticamente este ensayo es algo mucho menos místico de lo que podría parecer a primera vista: requiere un conjunto de técnicas que pasa por la selección del informante, la acotación del dominio temporal del relato, la recogida de la historia propiamente dicha y su montaje definitivo. Y esto sin olvidar la contextualización y la verificación de lo relatado. Hemos visto como la selección del informante, en los casos que nos ocupan, se produce de forma más bien azarosos, aunque los motivos no lo sean en absoluto. La acotación del dominio temporal, en el caso de Esteban Montejo abarca todo aquello que su memoria puede recordar; en el de Julián, se limita temáticamente a lo relacionado con las drogas. Pero esa limitación es problemática en tanto que ¿cómo delimitar que acontecimientos de la vida de Julián son pertinentes para su relación con la droga. El relato comienza en verano del 77, cuando Julián cuenta con 15 años y prueba por primera vez el cannabis. Pero, ¿cómo dejar fuera su vida anterior, en tanto puede que en ella fuera constituyéndose una personalidad más proclive a la drogodependencia? Sólo una decisión, arbitraria pero inevitable, del antropólogo puede fijar los límites temporales de la historia. Aunque en este caso tal vez pueda justificarse por los intereses

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| La construcción de los diques es un factor de gran importancia en acuicultura. Su construcción se realiza con arcilla, y su altura debe ser la adecuada para que no sea rebasada por las mareas vivas, con una anchura que permita resistir la presión del agua. En el proceso de construcción del dique hay que tener presente la evolución anual que experimenta el hundimiento del dique, para lo cual deberán ser tomadas las debidas precauciones respecto a la naturaleza del terreno utilizado, pues cuanto más blanco sea su material el hundimiento del dique será más rápido. Otro factor que hay que considerar es el de la inclinación del fondo del estanque, que debe facilitar la circulación del agua, ayudándose mediante la construcción de canales que estén en comunicación con el mar, para permitir la entrada de los animales. La circulación del agua, ayudándose mediante la construcción de canales que estén en comunicación con el mar, para permitir la entrada de los animales. La circulación del agua con las mareas se realiza a través de compuertas, por lo que éstas han de ser grandes y numerosas, e incluso construidas con hormigón para que presenten una mayor resistencia. Los animales penetran del medio exterior a través de las compuertas en la época adecuada, aunque muchas veces es necesario realizar capturas dentro del mar, por no ser suficiente el número de individuos que penetra en los estanques. Cuando hay que recurrir a la captura de los ejemplares, debe ser realizada mediante procedimientos que eviten cualquier tipo de daño a los animales. Para la entrada natural de los ejemplares a través de las compuertas, éstas se abren cuando la altura de la marea sobrepasa el nivel del estanque y, con el flujo de agua, entran los animales. Los inconvenientes de esta forma de reclutamiento están relacionados con la entrada de otras especies no deseadas, que pueden perjudicar a la elegida para su cultivo. Cuando se consigue una nivelación entre las aguas del estanque y las del exterior, se coloca una malla en las compuertas que evite la fuga de los ejemplares capturados. Puede suceder que se construyan estanques donde exista poco intercambio de agua; en este caso, hay que recurrir a procedimientos de fertilización del medio para incrementar la producción de fitoplancton. Es muy conveniente realizar un vaciado anual del estanque para aumentar la productividad, o bien se puede suministrar una ali-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| mentación complementaría teniendo cuidado de que no suponga una sobrealimentación. En estas instalaciones se construyen varios estanques que se destinan a la cría, al engorde y a ejemplares que se mantienen durante la estación fría del año: han de estar comunicados a través de un sistema de canales y compuertas provistos de mallas necesarias con el fin de evitar fugas y traspases de ejemplares en distintos estados de crecimiento. En los países asiáticos, donde se realiza preferentemente este tipo de cultivos, se procede a efectuar un cultivo de varias especies o policultivos, que facilita un mejor aprovechamiento de las condiciones naturales, al permitir una diferente ocupación de nichos ecológicos. Incluso, en ciertos países, se aprovechan restos y desechos de origen agrícola o industrial para ser reciclados en el ecosistema acuático, bien como fertilizantes o incorporándolos a la cadena alimentaria. Estos sistemas, conocidos como acuicultura lagunar o de estanques, están considerados como una forma de producción de recursos renovables, que permiten un reciclaje de subproductos agrícolas y productos procedentes de las industrias agroalimentarias y que, por añadidura, protegen a los suelos de la erosión mediante la constitución de microniveles de base, sistema fundamenta-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| La importancia de Pío Baroja, gran narrador español nacido en San Sebastián, radicó sobre todo en haber dado a la prosa una eficacia integral para el relato mediante un estilo sencillo, directo y flexible, libre de los formalismos neoclasicistas que todavía estorbaban a los grandes novelistas del siglo XIX. Sin embargo, no puede ser considerado como un novelista propiamente dicho, sino más bien como une suerte de narrador poético, más interesado por la pintura de atmósferas y ambientes que por la acción argumental. Por otra parte, Baroja rehúye la descripción de una trama social y un mundo determinado de problemas. Sus ambientes predilectos son los arrabales de las ciudades y las guerras civiles del siglo XIX que, por su carácter de guerrillas campestres, le sirven de pretexto para el vagabundeo solitario de sus personajes. Aquí radica precisamente lo más característico de Baroja: en tomar siempre unos personajes aproximadamente análogos, caracterizados por su evasión al margen de la vida común y en seguirles en su inestable vagar de solitarios, como ocasión para dar, con admirable eficacia lacóni



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EJERCICIO Nº 106 Este ejercicio, de entrenamiento, debe realizarse al comienzo de una sesión de trabajo de mañana o tarde. Sin sangría. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 2. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 3. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 4. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 5. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 6. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 7. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 8. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 9. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 10. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 11. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 12. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 13. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 14. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 15. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 16. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 17. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 18. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 19. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 20. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 21. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 22. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 23. Por autopista has-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| ta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 24. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 25. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 26. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 27. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 28. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 29. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 30. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 31. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas. 32. Por autopista hasta Burgos y de ahí por autovía hasta Madrid, de Bilbao a Madrid se tardan sólo tres horas.

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El convento del Sagrado Corazón tenía dos pisos, pero, como estaba bastante alejado de la carretera y rodeado por una cerca, no se advertía fácilmente aquella circunstancia. Las tres monjas de la orden de la Merced que formaban el personal docente vivían en el piso superior, con una cuarta monja que hacía de gobernanta y que nunca se dejaba ver; en la planta baja, estaban las tres grandes aulas donde se impartía la enseñanza. Una ancha y sombreada galería discurría alrededor del edificio rectangular; los días de lluvia, los niños podían sentarse en ella durante el tiempo de recreo y el destinado a almorzar, pero, los días de sol, tenían absolutamente prohibido pones los pies en ella. Varias grandes higueras daban sombra a una parte del espacioso jardín, y, detrás del colegio, el terreno descendía suavemente hasta un círculo de hierba eufemísticamente llamado “campo de críquet”, porque no era ésta la principal actividad que se desarrollaba en aquella zona. Haciendo caso omiso de las disimuladas risas de los niños que formaban las filas, Bob y sus hermanos permanecieron completamente inmóviles, mientras los alumnos entraban en el edificio, al son de La Fe de Nuestros Padres, que la hermana Catherine tocaba en el diminuto piano de la escuela. Sólo cuando hubo desaparecido el último niño cesó la hermana Agatha en su rígida actitud; arrastrando majestuosamente su pesada falda de sarga sobre la arena, se acercó al lugar donde esperaban los Cleary. Meggie estaba boquiabierta, porque era la primera vez que veía una monja. La visión era realmente extraordinaria; tres trozos de humanidad, que eran la cara y las dos manos de la hermana Agatha, y una toca y un peto blancos y almidonados que resplandecían sobre los pliegues de una ropa negrísima, ceñida en su mitad por un ancho cinturón de cuero con una anilla de hierro de la que pendía un grueso rosario de cuentas de madera. La piel de la hermana Agatha estaba siempre colorada, debido al exceso de limpieza y a la presión del afilado borde de la toca sobre la cara, que, por descarnada, difícilmente podía considerarse como tal; además, tenía mechones de pelillos en el mentón, cruelmente apretado por la parte interior de la toca. Sus labios quedaban completamente invisibles, comprimidos en una sola línea de concentración impuesta por la dura tarea de ser esposa de Cristo en un rincón de la tierra colonial de turbulen-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| tas estaciones, después de haber hecho sus votos en una apacible abadía de Killarney hacía mas de cincuenta años. A ambos lados de la nariz, tenía dos pequeñas marcas carmesíes, producidas por el implacable pellizco de sus lentes con montura de acero, detrás de los cuales atisbaban unos ojos recelosos, pálidos, azules y severos. Los pálidos ojos azules de la monja se desviaron de Bob y parecieron penetrar hasta lo más profundo del alma de Meggie, que siguió mirando a la monja con absoluto candor, sin saber que había quebrantado la primera regla de conducta en el duelo a muerte que se desarrollaba ad infinitum entre maestras y discípulos; no dar nunca información. Bob le propinó una patada en la pierna, y Meggie le miró de reojo, asombrada. Pronunció su sentencia con monótona satisfacción. Meggie, aterrorizada, contempló las firmes manos de Bob, y vio caer la larga vara tan deprisa que casi no podía seguirla con los ojos, y chocar con la palma, donde la carne era blanda y delicada. Inmediatamente apareció una roncha rojiza. El golpe siguiente fue en la juntura de los dedos con la palma, región aún más sensible, y el último cayó en las puntas de los dedos, que es donde el cerebro concentra mayor sensibilidad cutánea que en cualquier

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Más difícil que conseguir el nacimiento de los gusanos es preparar cuanto necesitan para vivir. Ante todo, es preciso contar con una buena provisión de hojas frescas de morera. Si estos arbustos no fuesen frondosos, si el hielo o una enfermedad cualquiera los hubiese dañado, sería inútil pretender que vivieran los gusanillos de seda; podrían resignarse a comer durante algunos días -aunque trabajosamente- lechuga; pero la seda producida en estas condiciones no sirve para nada. Además, es necesario tener preparada una hoja de cartón agujereado, que colocaremos sobre la caja, baja y larga, donde previamente habremos depositado los huevos. Cuando éstos se abran, los gusanillos pasarán por los agujeros, en busca de luz, librándose así más fácilmente de su cáscara. Las orugas de otras mariposas se libran de cáscaras comiéndoselas como primer alimento; pero el gusano de seda, en este sentido, tiene que ser ayudado. Y aquí empieza la vida del gusano. Mientras son pequeños estos animales pueden estar todos juntos en una caja. Pero, como al crecer se amontonan demasiado, es preferible colocarlos desde un principio muy esparcidos en cajas abiertas, sin tapa, sin temor a que se escapen. Los gusanos de seda se encuentran muy bien en sus cajas mientras tengan hoja fresca de morera en abundancia; pensemos, para tener una idea de su apetito, que 40.000 gusanos devoran en las seis semanas de su existencia más de 100 kg de hoja, sin contar los troncos, las hojas estropeadas y los residuos inaprovechables. Hay que distribuir bien las hojas por todo el lecho de la caja, a fin de que los gusanos no tengan que pelear ni amontonarse para comer. Cuando éstos son pequeños, la hoja se corta cuidadosamente en pequeñas tiras, para que se aproveche más. El gusano de seda, como todas las orugas, tiene sus mudas; esto significa que ha de cambiar la piel porque se le ha quedado estrecha. Cuando los gusanos de seda tienen unos cincuenta días, dejan de comer y caen en su primer letargo. Yacen agotados, adormecidos, inmovilizados en una posición característica, con el tórax arqueado en alto y la cabeza curvada hacia abajo. A las veinticuatro horas, su piel se abre a lo largo de la región anterior de la espalda y el gusano sale poco a poco de la vieja envoltura. Pasada esta crisis, recuperan el apetito y comienza su rápido crecimiento. Siempre es imprescindible la limpieza del lecho, o sea de los cañizos en que los gusanos po-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| san, pero lo es particularmente después de la muda, porque los gusanos dejan, además de los excrementos, los restos de su piel. Esta limpieza se realiza colocando suavemente sobre los gusanos una hoja de cartón perforado con agujeros de un diámetro proporcionado a la creciente gordura de su cuerpo, y sobre la que se distribuyen tiras de hojas frescas, se introducen por los agujeros y devoran el alimento. Entonces, se toman las hojas sobre las que se han posado los gusanos y se ponen sobre unas tablas, mientras se limpian los excrementos que han quedado en el cañizo que constituía su antiguo lecho. A los pocos días de esta muda, se realiza otra. A cada nueva muda, los agujeros de los cartones han de ser mayores. Los gusanos de seda mudan la piel cuatro veces. Cada período de muda representa una crisis que les debilita momentáneamente, lo que puede predisponerles a enfermedad. Después de la última, que dura de 36 a 48 horas, el gusano, grueso, fuerte y muy hambriento, devora intensamente las hojas de morera, como si supiera que tiene los minutos contados. Y, como hemos dicho, siempre que son pequeños suelen estar todos juntos en una diminuta caja para, a medida que avanzan los días, ir colocándolos bastante esparcidos en cajas abiertas y sin

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Para una interpretación que parece acertada del sentido marxista de la dialéctica, entre estructura y superestructura, o por decirlo de nuevo con palabras de Godelier, que tal distinción no es (solo, añadiríamos nosotros) una cuestión de niveles, sino una distinción de funciones. Por este motivo la palabra “reflejo” no sea la más adecuada, por las connotaciones leninistas (recordemos la popular teoría del reflejo, que no compartimos en absoluto) que este término inevitablemente sugiere). Y es el funcionamiento de los aparatos ideológicos (los cuales, no lo olvidemos, modelan la falsa conciencia) aquello mediante lo que se asegura la reproducción efectiva, esto es, material, de las relaciones de producción. Introducimos así un factor que nos parece esencial: la crítica de las ideologías no podrá ser una crítica de carácter abstracto, sino que habrá de referirse a culturas y momentos históricos concretos, mediante un análisis de los mecanismos concretos a través de los cuales actúan efectivamente tales aparatos en una sociedad dada. Así, en el caso de la sociedad occidental contemporánea, la perpetuación de la división social del trabajo a manos del aparato educativo,el establecimiento de un marco que imposibilite toda transformación radical mediante el aparato jurídico-político, la eliminación de la pregunta por los fines y el abastecimiento de los medios necesarios para la “modernización” (otro concepto cuya función legitimadora debe ser analizada) a través del aparto técnico-científico, etc. han de ser centro de un detenido análisis tanto sincrónico cuanto diacrónico. La falsa conciencia generada por las relaciones de producción y modelada por los aparatos ideológicos, en tanto halla su máxima expresión en el famoso “núcleo central de valores” (concepto que tan en boga estuvo en parte de la sociología funcionalista americana) y se manifiesta en lo que comúnmente se denomina opinión pública ha de ser también el objeto de esta crítica. Habermas ha querido ver en este ámbito de la opinión pública un nuevo espacio para el conflicto y la disidencia, en tanto es en ella en donde debería ponerse de manifiesto las diferencias entre lo que el llama el progreso de la acción racional respecto a fines y las mutaciones emancipatorias en el marco institucional. Desde nuestro punto de vista, el sistema de opinión pública no

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| es sino expresión, en la jerga de Habermas, del predominio de los sistemas de acción racional respecto a fines sobre el marco institucional o los sistemas de interacción simbólicamente mediada. Es más: esta distinción nos parece hoy insostenible, desde que el sistema de la opinión pública, en el que debería desarrollarse la acción comunicativa, es quizá el máximo exponente de la falsa conciencia ideológica, en cuanto genera la ilusión de una discusión sobre los subsistemas de acción racional respecto a fines, moviéndose sin embargo dentro del marco permitido por ellos: el del cómo y nunca el del qué. Tras esta caracterización un tanto general de lo que queremos entender por ideología, trataremos de abordar ahora un problema que consideramos fundamental. La conciencia o el pensamiento ideológicos no son, a nuestro entender, exclusivos de una determinada posición de clase, sino que, antes bien, en tanto que son generados por la estructura de las relaciones de producción afectan a la sociedad en su conjunto y no solo a grupos o clases específicas. Esto conlleva que la ideología burguesa no es burguesa en tanto es propia de la clase burguesa sino en cuanto lo es del sistema económico burgués. Ahora bien ¿podemos afirmar entonces, como hace Althusser, que la ideología es

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Ningún hombre ha dado gratuitamente parte de su libertad propia con sólo la mira del bien público: esta quimera no existe sino en las novelas. Cada uno de nosotros querría, si fuese posible, que no le ligasen los pactos que ligan a los otros. Cualquier hombre se hace centro de todas las combinaciones del globo. La multiplicación del género humano, pequeña por sí misma, pero muy superior a los medios que la naturaleza estéril y abandonada ofrecía para satisfacer a las necesidades, que se aumentaban cada vez más entre ellos, reunió a los primeros salvajes. Estas primeras uniones formaron necesariamente otras para resistirlas, y así el estado de guerra se transfirió del individuo a las naciones. Fue, pues, la necesidad quien obligó a los hombres a ceder parte de su libertad propia: y es cierto que cada uno no quiere poner en el depósito público sino la porción más pequeña que sea posible, aquella sólo que baste a mover a los hombres para que le defiendan. El agregado de todas estas pequeñas prociones de libertad posible forma el derecho de castigar; todo lo demás es abuso, y no justicia: es hecho, no derecho. La primera consecuencia de estos principios es que sólo las leyes pu



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EJERCICIO Nº 111 Este ejercicio, de entrenamiento, se realizará al comenzar una sesión de trabajo de mañana o tarde. Sangría de primera línea, 5 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos.

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 2. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 3. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 4. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 5. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 6. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 7. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 8. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 9. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 10. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 11. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 12. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 13. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 14. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 15. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 16. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 17. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 18. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial entre Javier de Marichalar y la Infanta Elena de Borbón. 19. Sevilla se vistió de gala para celebrar el enlace nupcial

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| entre Javier de Marichalar 20. Sevilla se vistió entre Javier de Marichalar 21. Sevilla se vistió entre Javier de Marichalar 22. Sevilla se vistió entre Javier de Marichalar 23. Sevilla se vistió entre Javier de Marichalar 24. Sevilla se vistió entre Javier de Marichalar 25. Sevilla se vistió entre Javier de Marichalar 26. Sevilla se vistió entre Javier de Marichalar 27. Sevilla se vistió entre Javier de Marichalar 28. Sevilla se vistió entre Javier de Marichalar 29. Sevilla se vistió entre Javier de Marichalar 30. Sevilla se vistió entre Javier de Marichalar 31. Sevilla se vistió entre Javier de Marichalar 32. Sevilla se vistió entre Javier de Marichalar 33. Sevilla se vistió entre Javier de Marichalar 34. Sevilla se vistió tre Javier de Marichalar y 35. Sevilla se vistió tre Javier de Marichalar y

y la Infanta Elena de Borbón. de gala para celebrar el enlace y la Infanta Elena de Borbón. de gala para celebrar el enlace y la Infanta Elena de Borbón. de gala para celebrar el enlace y la Infanta Elena de Borbón. de gala para celebrar el enlace y la Infanta Elena de Borbón. de gala para celebrar el enlace y la Infanta Elena de Borbón. de gala para celebrar el enlace y la Infanta Elena de Borbón. de gala para celebrar el enlace y la Infanta Elena de Borbón. de gala para celebrar el enlace y la Infanta Elena de Borbón. de gala para celebrar el enlace y la Infanta Elena de Borbón. de gala para celebrar el enlace y la Infanta Elena de Borbón. de gala para celebrar el enlace y la Infanta Elena de Borbón. de gala para celebrar el enlace y la Infanta Elena de Borbón. de gala para celebrar el enlace y la Infanta Elena de Borbón. de gala para celebrar el enlace y la Infanta Elena de Borbón. de gala para celebrar el enlace la Infanta Elena de Borbón. de gala para celebrar el enlace la Infanta Elena de Borbón.

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| La expedición francesa de Baudin a Australia (1800-1803) siguió el modelo de los primeros expediciones científicas al Pacífico. Antes de dejar Francia, Baudin solicitó a la recientemente formada Societe des Observateurs de l’Homme, la primera sociedad “antropológica”, que le suministrara dirección e instrucciones para la expedición. George Cuvier aconsejo que se recogiera datos anatómicos y Joseph-Marie Degérando suministró instrucciones sobre el registro de costumbres de vida de otras culturas (Stocking 1969; Moore 1969). Las instrucciones de Degérando incluían una crítica de los trabajos anteriores, una consideración de las dificultades y de la habilidades esenciales necesarias para la recogida de información e instrucciones sobre las categorías informativas que debían ser registradas, a menudo en forma de cuestionarios (Degérando 1800-,1969). Aunque la expedición fracasó tanto en lo que se refiere al tipo como a la calidad de la información que Degérando había sugerido (Moore 1969), las instrucciones influyeron en la elaboración de posteriores cuestionarios los cuales iban a jugar un importante papel en las investigaciones etnográficas del siglo diecinueve. La antropología, o más correctamente la etnología, fue establecida como un campo de estudio reconocido en la década de 1940-50 tanto en América como en Europa La antropología tanto en América cuanto en Gran Bretaña había incluido más que lo es considerado propiamente antropología social o cultural: biología humana y arqueología había jugado un papel importante en el tema. Esto sucedió especialmente en el siglo diecinueve cuando la unidad del estudio del hombre era más visible que lo es hoy y cuando términos tales como etnología, etnografía y antropología poseían alguna connotaciones diferentes. Fue entonces cuando comenzó a establecerse como “ciencia”, como una actividad organizada y fueron establecidos unos intereses comunes, así como una preocupación por el avance de la investigación científica. Las viejas sociedades científicas fueron reformadas, se fundaron nuevas instituciones especializadas y se coordinaron conferencias para reunir a los principales eruditos de distintos campos. Aquellos interesados en etnología fueron activamente involucrados y fueron fundadas numerosas sociedades eruditas (Societe

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Ethnoloqique de París 1839-1848, Ethnological Society of London 1843-1871, American Ethnological Society 1842-1870). El tema fue incluido en las conferencias de la comunidad científica (a instancia de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia). Estas sociedades etnológicas no sólo animaron el debate sobre problemas etnológicos sino que también promovieron la recogida y publicación de nueva información sobre otras culturas. Como el principal interés de los primeros antropólogos fue compara las costumbres e instituciones de culturas dispares, así como rastrear su historia y difusión para establecer las leyes de la evolución cultural era esencial que se registrará información de tanta variedad de culturas como fuera posible. La necesidad de procurarse información fue vista como urgente en tanto se creía que muchas culturas y “razas” estaban al borde de la extinción. La visión de que la tarea de la antropología era salvar la información sobre otras culturas, una visión que aún pervive hoy, influyó no solamente en como los “hechos” eran recogidos sino también en los tipos de información registrados. La estrategia básica para conseguir la información era enviar listas comprensivas de preguntas en forma de cuestionarios. El uso de cuestionarios para conseguir información sobre otras

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Malik era la “muerte natural” más normal en Adoras, y dos de los suicidados se volaron los sesos por no seguir sufriéndolo. Ahora, sentado en la cumbre de la más alta duna que dominaba el oasis por el Este, una vieja “ghourds” de más de cien metros de altura, dorada por el tiempo y endurecida en su corazón, hasta convertir la arena casi en piedra, el sargento Malik observaba sin interés cómo sus hombres paleaban arena de las jóvenes dunas que amenazaban con anegar el más apartado de los pozos, hasta que enfocó los prismáticos hacia el solitario jinete que había hecho su aparición montando un blanco mehari, y que avanzaba sin prisas abriéndose camino en dirección al puesto. Se preguntó qué buscaría un targuí por aquellos andurriales, cuando hacía seis años que habían dejado de frecuentar los pozos de Adoras, evitando todo contacto con sus ocupantes. Las caravanas beduinas llegaban cada vez más espaciadamente, hacían aguada, descansaban un par de días en el extremo más apartado del oasis procurando ocultar a sus mujeres y no rozarse en absoluto con los soldados, y reemprendían la marcha suspirando aliviados si no habían surgido incidentes. Pero los tuareg no. Los tuareg, cuando frecuentaban los pozos, plantaban cara, altivos y desafiantes, y permitían que sus mujeres anduvieran de un lado a otro indiferentes al hecho de que aquellos hombres no hubieras disfrutado de una mujer en años, y echando mano de sus fusiles y sus afiladas gumías cuando alguno trataba de sobrepasarse. Por eso, cuando dos guerreros y tres soldados murieron en una riña, los “hijos del Viento” prefirieron apartar el puesto militar de su camino, pero ahora aquel jinete solitario avanzaba decidido, abordaba la última cresta, se recortaba contra el cielo del atardecer con su ropaje al viento, y se adentraba al fin entre las palmeras, deteniéndose junto al pozo norte, a un centenar de metros de los primeros barracones. Se dejó deslizar sin prisas por la duna, atravesó el campamento y llegó junto al targuí, que abrevaba su camello, capaz de beber cien litros de agua de una sola sentada. El sargento Malik-el-Haideri odiaba el velo targuí porque se preciaba de conocer a los hombres y saber, por la expresión de sus rostros, cuándo decían la verdad y cuándo mentían. Pero con los tuareg esa posibilidad nunca existiía, pues apenas dejaban a la vista

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| una rendija para los ojos, que entrecerraban y empequeñecían a propósito al hablar. La voz sonaba también distorsionada, y por lo tanto se vio en la obligación de aceptar por buena la respuesta, ya que, en efecto, la había visto llegar del Norte, y no tenía razón para sospechar que Gacel se hubiera preocupado por dar una gran vuelta y permitir que le viera avanzar desde aquella dirección, la opuesta a la que en realidad traía. Unicamente la vivienda del capitán contaba con contraventanas que impedían ver lo que ocurría en su interior, y anterior, y antes de que cerrara por completo la noche acudió un centinela que montó guardia, rígido y con el arma a punto, a menos de veinte metros de la puerta. Media hora después, esa puerta se abrió y en ella se recortó una figura alta y recia. Gacel no tuvo necesidad de distinguir las estrellas de su uniforme para reconocer al hombre que matara a su huésped. Lo vio permanecer quieto unos momentos, respirando a pleno pulmón el aire de la noche, y encender un cigarrillo. La luz de la cerilla trajo a su memoria cada uno de sus rasgos y el brillo acerado y despectivo de sus ojos cuando aseguró que él era la ley. Se sintió tentado de montar su arma y acabar con él de un solo tiro. A tan corta distancia, claramente recortado contra la luz interior,

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El trabajo de campo ocupa una posición de crucial importancia en la antropología moderna. A través de él la disciplina es abastecida de nueva información etnográfica; sobre la base de este material son desarrolladas las teoría y contrastadas las ideas; “haciendo” trabajo de campo los nuevo antropólogos experimentan viviendo y participando en culturas extrañas siendo admitidos de este modo en la disciplina. Pero el trabajo de campo no ha ocupado siempre tal posición. Hubo un tiempo en el que los antropólogos solo conocían otras culturas a través de los informes secundarios de viajeros, misioneros, administradores,etc. El proceso por el cual los antropólogos llegaron a estar ellos mismos involucrados en el estudio de otras culturas no ocurrió repentinamente; en contra de ciertas afirmaciones muy usuales, no fue la invención de una sola persona o de una tradición antropológica particular. El desarrollo del trabajo de campo y de las técnicas asociadas a tales investigaciones fue un proceso gradual y ocurrió paralelamente con otros desarrollos tanto dentro como fuera de la antropología: un más crítico acercamiento a las fuentes etnográficas, un incremento de la profesionalización de la antropología académica y un más fácil acceso a arrea lejanas del mundo gracias a la expansión del dominio colonial europeo y la mejora de las vías de comunicación. La finalidad de este capítulo es proporcionar una sucinta historia del desarrollo de las tradiciones de trabajo de campo en la antropología americana y británica. Al centrarme en estas dos tradiciones no implica que sólo ellas sean las responsables del desarrollo de la metodología del trabajo de campo sino que los antropólogos de Francia, Alemania, Suecia, Escandinavia o Rusia, por nombrar solo unos pocos de otras tradiciones importantes, no desarrollan métodos distintivos y contribuyen a la tradición etnográfica en América y Gran Bretaña. Limitaciones de espacio no me permiten hacer una discusión más amplia. Tampoco son examinadas detalladamente las distintas metodologías. En vez de ello, las amplias líneas de la tradición son discutidas en términos generales, dentro del contexto del desarrollo de la disciplina misma.Los cambios en los métodos en los últimos años han estado asociados particularmente con innovaciones tecnológicas. Esto tiene una larga historia aunque no es discutida aquí.

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Hasta hace muy poco la antropología ha sido fuertemente eurocéntrica, interesada en culturas exóticas y distantes. Este interés es antiguo en el pensamiento europeo, tan viejo y tan extenso como la existencia de una materia como la antropología. Rowe (1965) ha sostenido que el redescubrimiento renacentista de la antigüedad clásica europea preparó a los europeos para aceptar la diversidad de las culturas extrañas descubiertas desde el siglo dieciséis en adelante durante la era del descubrimiento y conquista de las Américas, Africa y Asia. El período inicial de la expansión europea y del desarrollo contemporáneo de la imprenta posibilitaron que fueran publicados muchos informes sobre otras culturas. Estos fueron utilizados de diversas maneras: para ampliar los temas literarios y para mejorar el discurso filosófico, pero raramente como fuente interesantes por sí mismas y necesitadas de informaciones y análisis adicionales. La mayor parte de la información sobre otras culturas recogida entre el siglo dieciséis y diecinueve fue obtenida de un modo asistemático; lo exótico y lo peculiar fue sobrevalorado mientras que abundante material era registrado tras un contacto precipitado con otras culturas. La recogida sistemática de especímenes, el cuidado-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| En la época faraónica, la ciudad de Abú (elefante) o Isla Elefantina era uno de los principales centros económicos de Egipto. Capital del primer nomo del Alto, pero también última ciudad de las dos Tierras; sus gobernadores o monarcas eran ricos: en efecto, cada expedición que cruzaba la primera catarata y que volvía de Nubia, el país del oro, debía pagarles tributos. Por el Nilo, o en caravana, atravesaban el desierto los mercaderes o enviados del faraón, que traían además de ébano, marfil, especies muy apreciadas, monos y jirafas. La ciudad era también la última fortaleza contra las incursiones de los nubios; de siempre fue la fortaleza. Los faraones mandaron allí a sus obreros para que extrajeran de sus canteras las rocas duras, el granito, el basalto..., indispensables para las construcciones eternas. Su importancia religiosa fue confirmada por todas las dinastías: se veneraba al dios Jnum, el alfarero divino, con cabeza de carnero, dando su forma en su torno a los dioses y a los reyes acompañados de su “ka”. Pero sobre todo, según la geografía religiosa, los sacerdotes colocaron allí las cavernas de Hapi o dios Nilo, provocando cada año la crecida, símbolo de la renovación de la vida. Genio bienhechor, garantizaba el equilibrio del mundo; el n



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 2. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 3. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 4. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 5. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 6. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 7. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 8. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 9. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 10. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 11. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 12. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 13. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 14. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 15. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 16. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 17. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 18. Todas las mujeres se quitan años

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 19. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 20. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 21. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 22. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 23. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 24. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 25. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóvenes; pero, sobre todo, para ponérselos a sus amigas. 26. Todas las mujeres se quitan años por dos motivos: por una parte, para parecer más jóve-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| En un segundo paso, diremos que ideologías son un cierto tipo de formas de pensamiento (entendemos por “formas de pensamiento” sistemas de valores, creencias, actitudes y conocimientos compartidos -aunque no necesariamente aceptados- por la mayoría de los miembros de un grupo) que encubren, legitimándolas, determinadas relaciones de los hombres con el mundo y de los hombres entre sí. La conciencia ideológica es así falsa conciencia en tanto no representa (o lo hace falseándola) la realidad. Queremos hacernos eco aquí de la crítica de Geertz a la falta de un sustento psicológico en lo que el denomina teoría del interés. Sin ser ésta en absoluto nuestra posición nos consideramos afectados por esta crítica. Tal conciencia es además necesaria en tanto es producida por el carácter objetivo del sistema económico de producción. Son, en efecto, las relaciones de producción las que la generan extendiéndola (o conformándola) a través de los aparatos ideológicos. Su efecto fundamental es la reproducción de las relaciones de producción. Aclararemos los términos utilizados hasta aquí para evitar malentendidos: 1) En primer lugar, cuando decimos que la falsa conciencia es necesaria no pretendemos afirmar en modo alguno que sea insuperable (nos ocuparemos de esto más tarde). Tan solo aludimos al hecho de que es producida necesariamente por el sistema económico en tanto éste ha de asegurar su continuidad. Tampoco creemos, como el concepto de falsa conciencia podría hacer esperar, que la ideología consista en las ilusiones que llegarían de modo retrospectivo para legitimar las relaciones sociales que existirían desde antes y al margen de ellas. 2) En segundo lugar: al afirmar que son las relaciones de producción mismas (y no, por tanto, una “clase engañadora”) las que generan la conciencia la conciencia ideológica aludimos a hechos tales como el descrito por Marx en “El capital”, en el capítulo dedicado al carácter fetichista de la mercancía. o por llamar la atención sobre un fenómeno propio del capitalismo de consumo avanzado, al hecho de que la necesidad de un incremento constante en la producción, lo cual conlleva un aumento paralelo y proporcional en el volumen de demanda, genera que en el sistema central de valores de la sociedad democrático-burguesa se identifique felicidad con alto nivel de consumo. Se trata en definitiva de que siendo como es el

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| factor económico el factor determinante en la sociedad capitalista, dicho en términos de Godelier, siendo las relaciones económicas las relaciones que en el modo de producción capitalista asumen la función de relaciones de producción, ya que en ella es el mercado el mecanismo que rige la vida (y con ella la conciencia) de sus miembros y la organización social toda. Pero esto se halla velado en las conciencias mediante la ideología democrática al uso (y esto por motivos que luego examinaremos): la explotación se convierte en libertad de mercado; la desigualdad social efectiva se esconde tras el principio formal de la igualdad de oportunidades; el adoctrinamiento ideológico adopta la forma de libertad de prensa; el imperio del mercado sobre la educación toma los nombres de libertad de enseñanza y enseñanza obligatoria...¡cuánta libertad para justificar tanta esclavitud! 3) En tercer lugar: cuando afirmamos que la conciencia ideológica se extiende mediante los aparatos ideológicos, tratamos con ello de decir dos cosas: a) que son éstos, en tanto conforman las prácticas ideológicas en que se expresa la materialidad de la ideología, los canales a través de los cuales tal conciencia se modela; b) que, a la vez, son precisamente tales instituciones los mecanis-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Los mayores establecimientos de sedería (hilatura) se encuentran en los alrededores de Como, Milán, hasta hace algún tiempo el primer mercado de seda del mundo. En la actualidad, y debido al desarrollo de la civilización en China y Japón, ha de compartir el imperio del comercio de la seda con Extremo Oriente. No hay nada más común que un carrete de hilo de algodón y el sencillo gesto con que una mujer enhebra la aguja después de haber cortado el hilo. Estudiemos brevemente la historia de este hilo tan delgado y, sin embargo, tan resistente. La planta del algodón no pasa del metro y medio de altura. Sembrada en marzo o abril, florece en junio, y cuando las flores han perdido sus pétalos, el fruto que queda (del tamaño de una nuez o de una manzanita) está completamente cubierto de pelos suaves y abundantes. Este vello es el algodón. Es necesario proceder rápidamente a la recolección, porque la acción del viento podría causar pérdidas lamentables. Hasta 1863, año en que Abraham Lincoln, presidente de los Estados Unidos, proclamó la liberación de los esclavos, miles y miles de éstos eran empleados en la recolección del algodón. Aunque en muchas plantaciones sigue utilizándose el sistema de recolección a mano, en algunos países se ha adoptado el método de recolección por medio de aspiradores, cuya aplicación se realiza aproximando a las plantas un tubo conectado con una bomba. La aspiración atrae a las semillas y al algodón, y los distribuye en recipientes apropiados. La separación de las fibras de algodón (en tiempos pasados también esta operación se realizaba a mano) se efectúa en las desgranadoras. Con estas máquinas se obtienen de cada cuatro kilogramos de fruto, tres de algodón crudo. Este, una vez prensado, empaquetado en tela y ligado con cinta metálica, forma las balas de algodón, que se expiden a los centros textiles. La misión de las fábricas de hilados es la de transformaren hilo los copos de algodón. La primera operación consiste en la mezcla, que se realiza cuando los algodones provienen de diferentes lugares o son de color y fibras diferentes. Esta operación puede realizarse mecánicamente para librar al algodón del polvo y otros cuerpos extraños por medio de unos aspiradores. Los copos de algodón pasan luego a los abridores, que tienen la misión de abrirlos y separar las fibras entre sí. Esta operación es continuado por los bati(Continúa en la página siguiente)


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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| dores. A pesar de haber sufrido todas estas operaciones preliminares, el copo de algodón está todavía muy lejos de estar dispuesto para la hilatura; pero por fortuna se ha encontrado una máquina, la cardadora, que realiza diversas operaciones: limpia definitivamente las fibras de las últimas impurezas, las divide y dispone paralelamente, separa las rotas o demasiado cortas y, por último, reúne las buenas, formando una cinta blanca y homogénea. Esta cinta se estira en los estiradores; después se acoplan nuevas cintas y se retuercen, para formar largas mechas. Estos, según el tipo de hilado que se desea obtener, son sometidos a estiramientos y otras operaciones que constituyen la llamada “preparación para la hilatura”, para lograr que otras, de forma que cuando sean sometidas a una fuerte tracción, se rompan sin deshilacharse. Esta operación se realiza en las máquinas hiladoras, de las que salen ya los hilos separados para pasar a los telares. Las telas fabricadas con algodón suelen teñirse, y en este campo se ha conseguido obtener colores muy resistentes y brillantes que en muchos casos duran más que el propio tejido sobre el que han sido aplicados. El tejido puede, por último, ser estampado, operación que permite a los dibujantes especialistas obtener estupendos y originales resultados.



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| La ironía, el sarcasmo y la sátira son las formas que se utilizan con más frecuencia en el llamado por María Moliner humor con malevolencia, y sugeríamos que la agresividad es uno de los motores que impulsa esa variedad del ser ontológico del humor que son los chistes, de los que nos vamos a ocupar con especial empeño por nuestra condición de chistógrafos. Esta palabra, “chistógrafos”, hiere la sensibilidad de muchos humoristas gráficos de prensa, porque ellos se alzan por encima de una profesión que les parece degradante. Estas almas sensibles se autodenominan grafistas, dibujantes de humor, críticos sociales, artistas, sociólogos del pincel, moralistas y un largo etcétera, en el que no incluyen otras denominaciones quizá más apropiadas, que dijimos en el capítulo anterior, y que van desde gentiles hombres de placer a mijarrilla, moharrache o moharracho, derivados de la raíz árabe “muharray”, que significa bufón, persona que hace cosas ridículas para divertir a la gente. La ironía, el sarcasmo y la sátira, también decíamos ayer, son las formas más usuales utilizadas por ese brazo del humor que María Moliner llama humor con malevolencia y don Segismundo Freud humor agresivo. El inconsciente es un niño ávido de placeres. Pero no penséis en un niño que ya hace sus caquitas, cuando sus papás le ordenan que se siente en el orinalito. Ese es un niño ya domado. Nos referimos al niño perverso polimorfo, que todos hemos sido en nuestra hermosa edad de perversos polimórficos y que conforman las nebulosas de nuestras soñadas Edades de oro. El inconsciente desea satisfacer urgentemente todos sus deseos y no admite el no. Pues bien, ese libérrimo inconsciente tiene que irse adaptando poco a poco a la doma y cría constante a que la sociedad le somete. Poco a poco los instintos serán reprimidos y desgraciadamente sólo podrán satisfacerse por medio de sueños y fantasías y, muy pocas veces, con las animaladas de algunos de nuestros prójimos. No hay nadie, aunque rechace sus actos con repugnancia, que no envidie a los violadores, a los incestuosos, a los parricidas. Y pedimos disculpas por la frase, pero recuerden que al que le pica ajos come. Cuando la represión no es absolutamente triunfante, el inconsciente organiza artimañas para engañar a sus carceleros, a sus ver-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| dugos, a sus sayones, a sus dioses, para poder manifestar su lozanía y su amoralidad. El humor sin malevolencia, puramente formal, es un humor domado, y el humor con malevolencia es un humor libre, nos atrevemos a afirmar sin temor a equivocarnos y lo decimos por última vez. Desgraciadamente este olvido de los grandes ingenios españoles a la hora de pagarles los emolumentos que se merecen viene de antiguo. Uno de los primeros ingenios de España, Marco Valerio Marcial, hace veinte siglos se quejaba amargamente en la Roma imperial de su pobreza. Nosotros los españoles tenemos la fortuna de haber vivido recientemente una hermosa guerra civil y una larga posguerra o convalecencia bajo una dictadura “heavy”, como se dice ahora, en sus años juveniles, y “light” en sus años de postración y arterioesclerosis. Hemos vivido también una pretransición, una transición media, otra moderna y estamos viviendo actualmente una contemporánea. La proximidad del nacimiento, desarrollo y defunción de esta Revista nos ayudará a confirmar lo que tantas veces hemos enunciado: la libertad, y sobre todo la falta de libertad, condiciona el humor de un pueblo, el humor de su prensa. La realidad era distinta. Ese tipo de humor era el elegido por muy pocos, por unos cuantos señoritos que vivían felices con la buena conciencia de los triunfadores. Había muchos humoristas que ha-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Damiens fue condenado, el 2 de marzo de 1757, a “pública retractación ante la puerta principal de la Iglesia de París”, adonde debía ser “llevado y conducido en una carreta, desnudo, en camisa, con un hacha de cera encendida de dos libras de peso en la mano”; después, “ en dicha carreta, a la plaza de Grève, y sobre un cadalso que allí habrá sido levantado atenaceadas las tetillas, brazos, muslos y pantorrillas, y su mano derecha, asido en ésta el cuchillo con que cometió dicho parricidio, quemada con fuego de azufre, y sobre las partes atenaceadas se le verterá plomo derretido, aceite hirviendo, pez resina ardiente, cera y azufre fundidos juntamente, y a continuación, su cuerpo estirado y desmembrado por cuatro caballos y sus miembros y tronco consumidos en el fuego, reducidos a cenizas y sus cenizas arrojadas al viento”. “Finalmente, se le descuartizó”, refiere la Gazette dé Amsterdam. Esta última operación fue muy larga, porque los caballos que se utilizaban no estaban acostumbrados a tirar; de suerte que en lugar de cuatro, hubo que poner seis, y no bastando aún esto, fue forzoso para desmembrar los muslos del desdichado, cortarle los nervios y romperle a hachazos las coyunturas... Aseguran que aunque siempre fue un gran maldiciente, no dejó escapar blasfemia alguna; tan sólo los extremados dolores le hacían proferir horribles grutos y a manudo repetía: “Dios mío, tened



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 2. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 3. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 4. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 5. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 6. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 7. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 8. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 9. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 10. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 11. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 12. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 13. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 14. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 15. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 16. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 17. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 18. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 19. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 20. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 21. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia.22. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 23. Diego Arman-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| do Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 24. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 25. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 26. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 27. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 28. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 29. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 30. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 31. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia. 32. Diego Armando Maradona fue un gran futbolista argentino que jugó, además de en su país, en España e Italia.

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| La familia hispanomusulmana se basaba en el patriarcado (el padre de familia tenía poder sobre la esposa, los hijos e incluso los servidores) y la poligamia (derecho a tener más de una esposa). Según la ley musulmana, todo varón podía tener hasta cuatro esposas legales, pero esto sólo sucedía, en realidad, entre las clases altas. Los pobres eran monógamos por necesidad, pues no tenían dinero para mantener a más de una esposa. Los nobles y los príncipes tenían, además, concubinas esclavas, muchas de las cuales eran de origen cristiano, convertidas al islamismo. El número de estas concubinas podía llegar a ser muy extenso, pero sólo las que daban un hijo varón al sultán alcanzaban el codiciado título de “princesas madre”, que les daba derecho a tener fortuna personal y a emanciparse al morir su señor. Las demás, cuando moría el sultán, pasaban a depender del nuevo monarca. También en las clases inferiores eran comunes los matrimonios mixtos con cristianas, teniendo ellas que convertirse antes al Islam. No obstante, los pobres no solían tener más de una o, a lo sumo, dos esposas. En todas las clases sociales, antes de la boda se discutía para fijar las condiciones del contrato matrimonial, por el que el novio se comprometía a pagar una dote a su futura esposa. Esta, a su vez, debía aportar el ajuar: ropa de casa y vestidos, más joyas y tapices entre los nobles. El contrato se firmaba ante dos testigos, y la fecha de la boda se fijaba tras consultar a un astrólogo, quien debía determinar un día propicio para el enlace. Los festejos duraban una semana entera. Empezaban en casa de la novia y proseguían en la del novio, tras ser ella conducida allí en medio de un cortejo de familiares y músicos. Una vez casada, la mujer no podría enseñar su rostro descubierto salvo al marido y a parientes cercanos. Sometida por completo a la autoridad del marido, llevaba a partir de entonces una vida de semirreclusión en el hogar. La mujer de posición humilde trabajaba en casa, hilando o tejiendo para la familia. La mujer de posición elevada también salía poco. Dedicaba gran parte de su tiempo a su aseo personal y recibía la visita de sus amigas o de algún vendedor. Al menos una tarde por semana iba a los baños públicos, donde se reunía con las amigas y merendaban juntas. Los viernes iba a la

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| mezquita y después, a veces, al cementerio. Sólo en los días de fiesta canónica salìa con la familia de excursión al campo. Cuando el marido celebraba un banquete en la casa, las mujeres no participaban en él; sólo se permitía la presencia de las esclavas cantoras y bailarinas. Pero al-Andalus estaba muy lejos del Oriente, cuna del Islam. Aquí, los árabes, que tanto dieron a la Península, recibieron mucho a su vez de España. Por influencia de la cultura cristiana (con fuertes raíces hispanorromanas) se fueron suavizando algunas normas sociales musulmanas. Así, la mujer gozaba en al-Andalus de mayor libertad que en el resto del mundo islámico, al menos entre las clases media y alta. En época de Taifas hubo mujeres cultas que se distinguieron como poetisas y llevaron una vida bastante independiente. También las mujeres con posición acudían a estudiar a las universidades. Algunas de estas mujeres ricas, solteras o viudas, se dejaban cortejar en los cementerios, donde los días de fiesta se organizaban verdaderas romerías. Incluso a partir del siglo XII ni siquiera se respetó escrupulosamente la costumbre del velo, siendo corriente ver mujeres por la calle con la cara descubierta. Parece que la influencia de las cortes de Taifas en el siglo XI, y luego de los almorávides, contribuyó también a esta gradual

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| No durmió, con los ojos fijos en el punto en el que los vehículos lanzaban al sol destellos metálicos, advirtiendo cómo, minuto a minuto, la calina se iba espesando y el calor aumentaba hasta amenazar con hacer hervir la sangre; un calor tan denso, agobiante y pesado, que obligó a protestar al mehari acostumbrado como estaba por su naturaleza a las más altas temperaturas. No podría sobrevivir mucho tiempo allí, en el corazón de la salina, y lo sabía. Le quedaba agua para un día. Luego harían su aparición el delirio y la muerte: la más espantosa de las muertes; aquella a la que los tuareg temían desde el mismo día que nacían: la muerte por sed. Tomó los prismáticos que descansaban sobre el asiento y los enfocó hacia el hombre que se iba convirtiendo en un punto cada vez más diminuto, seguido por su bamboleante cabalgadura. Por qué se adentraba de nuevo en aquel horno abominable, no podía saberlo, pero presentía, casi podía palpar, que algún truco se escondía tras ello. Si un targuí con poca agua se movía y movía a su montura, alguna poderosa razón existía. Saltaron a los vehículos y comenzaban ya a palmearse las manos y la cara cuando arrancaron, alejándose a toda la velocidad que permitía el accidentado terreno, apartándose todo lo posible de la zona pantanosa. Luego, se separaron tomando cada uno una dirección distinta. El teniente Razmán ordenó a los hombres que quedaban con él que montaran el campamento y prepararan la cena, y se puso en contacto con el sargento Mlik-el-haideri notificándole sus movimientos y los del fugitivo. Pero no ocurrió nada, y cuando el sol subió en el horizonte regresaron al borde de la salina, y pudieron distinguir allí, casi en el centro mismo, al mehari arrodillado y al hombre durmiendo tranquilamente a su sombra. La noche fue igualmente larga e igualmente tensa bajo una luna que áun alumbraba con fuerza la llanura, y el amanecer les sorprendió vencidos por el sueño y la fatiga, con los ojos enrojecidos de otear la oscuridad, y los nervios destrozados por la presión que habían soportado. Nadie tuvo respuesta. Incluso para ellos, fuera de la hoya y

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| con agua suficiente en los grandes bidones, la idea de un día más bajo aquel sol de fuego resultaba insoportable, y, sin embargo, el targuí parecía dispuesto a dejar transcurrir otra jornada sin moverse. La sal le lanzaba los destellos del sol, multiplicando su fuerza, convirtiendo casi en inútil su minúsculo refugio, anonadándole y anonadando al mehari al que había amarrado las cuatro patas una vez que lo tuvo arrodillado, aunque le dolía en el alma causarle un sufrimiento que no se merecía después de tantos años de conducirle a través de las arenas y los pedregales. Rezó sus oraciones como entre sueños, y entre sueños dejó pasar las horas, inmóvil, sin ni siquiera el gesto de espantar una mosca, que no existían allí porque ni las moscas soportaban semejante infierno. Luchaba por convertirse en piedra olvidando su cuerpo y sus necesidades, consciente de que no quedaba ni una gota de agua en las “gerbas” y sintiendo cómo su piel se iba secando, con la impresión extraña de que la sangre se espesaba en sus venas fluyendo por ellas cada vez más despacio. Pasado el mediodía perdió el conocimiento y permaneció apoyado en el cuerpo de la bestia, con la boca muy abierta, incapaz de aspirar un aire que se había vuelto casi denso y parecía negarse tercamente a bajar a sus pulmones. Deliró, pero su seca gargante y su lengua amoratada no pudieron emitir sonido alguno. Luego, un estremecimiento del mehari y un lamento que nacía de las entrañas mismas de la pobre bestia le devolvieron a la vida y abrió los ojos, pero tuvo que cerrarlos de

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Amaba aquella bestia y lamentaba su muerte inevitable. La había visto nacer y desde el primer momento supo que sería un animal brioso, resistente y noble. Lo cuidó con cariño y le enseñó a obedecer su voz y el contacto de su talón el cuello; un lenguaje propio que únicamente ellos dos entendían. Y el animal no intentó morderle o atacarle, ni aun en los peores días de celo, en primavera, cuando otros machos se volvían histéricos e intratables rebelándose contra sus amos y lanzando una y otra vez al suelo su carga y sus jinetes. Aguardó a que la Luna hiciera su aparición sobre el horizonte y sus rayos, devueltos por la sal, convirtieran casi la noche en día, y a su luz, extrajo la afilada gumía y cercenó de un solo tajo, cruel, fuerte y profundo, el blanco cuello. Rezó la oración ritual, y recogió la sangre que manaba a borbotones en una de las gerbas. Cuando estuvo llena, la bebió despacio aún tibia y casi palpitante, con lo que pronto se sintió reconfortado. Esperó unos minutos, recuperó su ánimo y tanteó con cuidado el estómago del camello que, atado como estaba, no se había movido con la llegada de la muerte, limitándose a humillar la cabeza. Cuando estuvo seguro del punto elegido, limpió la gumía en la raída manta de la montura, y la clavó con fuerza, profundamente, retorciéndola una y otra vez, buscando agrandar lo más posible la herida. Cuando retiró el arma, manó un poco de sangre, y después un chorro de agua verdosa y maloliente con la que llenó hasta rebosar la segunda “gerba”. Contuvo luego las arcadas esforzándose por pensar en otra cosa y olvidar el olor y el sabor de un agua que llevaba más de cinco días en el vientre del camello, y necesitó toda su voluntad de targuí dispuesto a sobrevivir, para lograrlo. Pero cuando se quedó a solas se preguntó si el mayor riesgo no sería aquel de mantenerse a la expectativa, haciéndole el juego al targuí, incapaz de adivinar sus intenciones porque no aceptaba la idea de que hubiera decidido dejarse morir de calor y sed sin plantear batalla. Por lo que sabía de Gacel Sayah, era uno de los últimos tuareg auténticamente libres, un noble “inmouchar”, casi un príncipe entre los de su raza, capaz de ir y volver a la “tierra vacía” y capaz igualmente de enfrentarse a un ejército por vengar una ofensa. No era lógico que un hombre así se limitara a dejarse morir

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| cuando se sentía atrapado. El suicidio no estaba en la mente de los tuareg, al igual que no solía estarlo en la mente de la mayoría de los mahometanos, que sabían que aquel que atentaba contra su vida nunca podría aspirar a alcanzar el Paraíso. Tal vez el fugitivo, como otros muchos de su pueblo, no fuera en realidad un devoto creyente y conservara gran parte de sus viejas tradiciones. Era un razonamiento lógico y tenía plena conciencia de ello, pero cuando más convencido estaba de que no podía equivocarse, recordaba el insufrible calor que había tenido que soportar cuando bajó a la salina, calculaba el agua que debía consumir un ser humano, por muy targuí que fuera, para mantenerse con vida en semejante lugar, y comprendía que todas sus tesis se venían abajo y no existía esperanza alguna de que el fugitivo continuase con vida. Inmóvil, tan inmóvil como había permanecido durante cuatro días y casi cuatro noches, observó cómo el sol se ocultaba en el horizonte anunciando que las sombras llegarían casi sin transición alguna, y comprendió que era aquélla la noche en que al fin tendría que actuar. Fue como si su mente resurgiera de un extraño sopor en el que conscientemente se había esforzado por sumergirla con la esperanza de convertirse en ser inanimado: una planta lechosa, una roca del

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| En el concepto de museo se ha realizado una notable evolución a partir de finales del siglo XIX, puesto que de la concepción de simple institución guardiana de los tesoros artísticos, científicos y culturales, destinados a la contemplación estática, se ha pasado a una concepción más dinámica de lo que debe ser un museo, cuya función se relaciona con el enriquecimiento cultural y científico de la sociedad, por lo que es una parte integrante de la organización educativa en el sentido más amplio de la palabra. En efecto, la utilización de los museos como una pieza más en el desarrollo de los programas de enseñanza ha tenido la virtud de modernizar las instalaciones museísticas, haciéndolas más próximas a la realidad a la que pertenecen las piezas que se exhiben. En este sentido han surgido determinadas corrientes que se oponen radicalmente al museo como único lugar de conservación de piezas artísticas e históricas, singu



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. La ciudad de Boston, con su Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es algo así como la capital educativa y cultural de los Estados Unidos, además de cuna y residencia de la aristocracia estadounidense. 2. La ciudad de Boston, con su Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es algo así como la capital educativa y cultural de los Estados Unidos, además de cuna y residencia de la aristocracia estadounidense. 3. La ciudad de Boston, con su Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es algo así como la capital educativa y cultural de los Estados Unidos, además de cuna y residencia de la aristocracia estadounidense. 4. La ciudad de Boston, con su Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es algo así como la capital educativa y cultural de los Estados Unidos, además de cuna y residencia de la aristocracia estadounidense. 5. La ciudad de Boston, con su Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es algo así como la capital educativa y cultural de los Estados Unidos, además de cuna y residencia de la aristocracia estadounidense. 6. La ciudad de Boston, con su Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es algo así como la capital educativa y cultural de los Estados Unidos, además de cuna y residencia de la aristocracia estadounidense. 7. La ciudad de Boston, con su Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es algo así como la capital educativa y cultural de los Estados Unidos, además de cuna y residencia de la aristocracia estadounidense. 8. La ciudad de Boston, con su Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es algo así como la capital educativa y cultural de los Estados Unidos, además de cuna y residencia de la aristocracia estadounidense. 9. La ciudad de Boston, con su Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es algo así como la capital educativa y cultural de los Estados Unidos, además de cuna y residencia de la aristocracia estadounidense. 10. La ciudad de Boston, con su Universidad de Harvard y el Ins-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| tituto Tecnológico de Massachusetts, es algo así como la capital educativa y cultural de los Estados Unidos, además de cuna y residencia de la aristocracia estadounidense. 11. La ciudad de Boston, con su Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es algo así como la capital educativa y cultural de los Estados Unidos, además de cuna y residencia de la aristocracia estadounidense. 12. La ciudad de Boston, con su Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es algo así como la capital educativa y cultural de los Estados Unidos, además de cuna y residencia de la aristocracia estadounidense. 13. La ciudad de Boston, con su Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es algo así como la capital educativa y cultural de los Estados Unidos, además de cuna y residencia de la aristocracia estadounidense. 14. La ciudad de Boston, con su Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es algo así como la capital educativa y cultural de los Estados Unidos, además de cuna y residencia de la aristocracia estadounidense. 15. La ciudad de Boston, con su Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es algo así como la capital educativa y cultural de los Estados Unidos, además de cuna y residencia de la aristocracia estadounidense. 16. La ciudad de Boston, con su Universidad de Harvard y el Ins

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EJERCICIO Nº 127 Sangría de primera línea, 5 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Algunos restos de leyes de un antiguo pueblo conquistador, recopiladas por orden de un príncipe que hace doce siglos reinaba en Constantinopla, mixturadas después con ritos longobardos, y envueltas en farrogosos volúmenes de privados y oscuros intérpretes, forman aquella tradición de opiniones que en gran parte de Europa tiene todavía el nombre de leyes; y es cosa tan común como funesta ver en nuestros días que una opinión de Carpzovio, un uso antiguo señalado por Claro, un tormento sugerido con iracunda complacencia por Farinaccio, sean las leyes obedecidas con seguridad y satisfacción de obrar llenos de temor y desconfianza. Estas leyes, heces de los siglos más bárbaros, se han examinado en este libro por la parte que corresponde al sistema criminal, y cuyos desórdenes se intenta exponer a los directores de la felicidad pública con un estilo que espanta al vulgo no iluminado e impaciente. La ingenua averiguación de la verdad, la independencia de las opiniones vulgares con que se ha escrito esta obra, es un efecto del suave e iluminado gobierno bajo el cual vive el autor. Los grandes monarcas, los bienhechores de la humanidad que nos rigen, aman las verdades expuestas por los oscuros filósofos con una sencillez vigorosa, opuesta al impulso fanático de aquellos que se prevalen de la fuerza o de la industria. Cualquiera que quisiere honrarme con su crítica, empiece, pues, por conocer bien el fin a que se dirige esta obra: fin que conseguido, bien lejos de disminuir la legítima autoridad, servirá para aumentarla, si puede en los hombres más la razón que la fuerza, y si la dulzura y la humanidad la justifican a los ojos de todos. Las críticas mal entendidas que se han publicado contra este libro se fundan sobre confusas nociones, y me obligan a interrumpir por un instante mis razonamientos a los sabios lectores, a fin de cerrar de una vez para siempre toda entrada a los errores de un tímido celo, o a las calumnias de la maligna envidia. Tres son los manantiales de donde se derivan los principios morales y políticos reguladores de los hombres. La “revelación, la ley natural y los pactos establecidos de la sociedad”. No hay comparación entre la primera y las otras con relación a su fin principal; pero son semejantes en que conducen las tres a la felicidad de esta vida mortal.

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Considerar las relaciones de la última no es excluir las relaciones de las dos primeras; antes bien, puesto que éstas, sin embargo de ser divinas e inmutables, fueron depravadas de mil modos en los entendimientos de los hombres, admitiendo éstos malamente religiones falsas y arbitrarias nociones de virtud y de vicio, así parece necesario examinar separadamente de toda otra consideración lo que nazca de las puras convenciones humanas, o expresas o supuestas por la necesidad y utilidad común. Estas tres clases no deben jamás tener contradicción entre sí, pero no todas las consecuencias y obligaciones que resultan de una resultante de las otras. No todo lo que pide la revelación lo pide la ley natural, ni todo lo que ésta pide la pida la pura ley social, siendo importantísimo separar lo que resulta de los pactos tácitos o expresos de los hombres; porque los límites de aquella fuerza son tales que pueden ejercitarse legítimamente entre hombre y hombre, sin una especial misión del Ser supremo. La justicia “divina” y la justicia “natural” son por su esencia inmutables y constantes, porque la relación entre dos mismos objetos es siempre la misma; pero la justicia “humana”, o bien “política”, no siendo más que una relación entre la acción y el vario estado de la sociedad, puede variar a proporción que se haga necesa-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Los hombres abandonan casi siempre las reglas más importantes a la prudencia de un momento o a la discreción de aquellos cuyo interés consiste en oponerse a las leyes más próvidas; y así como del establecimiento de éstas resultarían universales ventajas, resistiendo al esfuerzo por donde pudieran convertirse en beneficio de pocos, así, de lo contrario, resulta en unos todo el poder y la felicidad y en otros toda la flaqueza y la miseria. Las verdades más palpables desaparecen fácilmente por su simplicidad sin llegar a ser comprendidas de los entendimientos comunes. No acostumbran éstos a discurrir sobre los objetos; por tradición, no por examen reciben de una vez todas las impresiones, de modo que sólo se mueven a reconocer y remediar el cúmulo de desórdenes que los oprime cuando han pasado por medio de mil errores en las cosas más esenciales a la vida y a la libertad, y cuando se han cansado de sufrir males sin número. Las historias nos enseñan que debiendo ser las leyes pactos considerados de hombres libres, han sido pactos casuales de una necesidad pasajera; que debiendo ser dictadas por un desapasionado examinador de la naturaleza humana, han sido instrumento de las pasiones de pocos. “La felicidad mayor dividida entre el mayor número” debiera ser el punto a cuyo centro se dirigiesen las acciones de la muchedumbre. Conocemos ya las verdaderas relaciones entre el soberano y los súbditos, y las que tienen entre sí recíprocramente las naciones. El comercio animado a la vista de las verdades filosóficas, comunicadas por medio de la imprenta, ha encendido entre las mismas naciones una tácita guerra de industria, la más humana y más digna de hombres racionales. Estos son los frutos que se cogen a la luz de este siglo; pero muy pocos han examinado y combatido la crueldad de las penas y la irregularidad de los procedimientos criminales, parte de la legislación tan principal y tan descuidada en casi toda Europa. Poquísimos, subiendo a los principios generales, combatieron los errores acumulados de muchos siglos, sujetando a lo menos con aquella fuerza que tienen las verdades conocidas el demasiado libre ejercicio del poder mal dirigido, que tantos ejemplos de fría atrocidad nos presenta autorizados y repetidos.

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Y aun los gemidos de los infelices sacrificados a la cruel ignorancia y a la insensible indolencia, los bárbaros tormentos con pródiga e inútil severidad multiplicados por delitos o no probados o quiméricos, la suciedad y los horrores de una prisión, aumentados por el más cruel verdugo de los miserables que es la incertidumbre de su suerte, debieran mover a esa clase de magistrados que guía las opiniones de los entendimientos humanos. El inmortal presidente de Montesquieu ha pasado rápidamente sobre esta materia. la verdad indivisible me fuerza a seguir las trazas luminosas de este grande hombre, pero los ingenios contemplativos para quienes escribo sabrán distinguir mis pasos de los suyos. Dichoso yo si pudiese, como él, obtener las gracias secretas de los retirados pacíficos secuaces de la razón, y si pudiese inspirar aquella dulce conmoción con que las almas sensibles responden a quien sostiene los intereses de la humanidad. Las leyes son las condiciones con que los hombres aislados e independientes se unieron en sociedad, cansados de vivir en un continuo estado de guerra, y de gozar una libertad que les era inútil en la incertidumbre de conservarla. Sacrificaron por eso una parte de ella para gozar la restante en segura tranquilidad. La suma de todas estas porciones de libertad, sacrificadas al bien de cada uno, forma la soberanía de una nación, y el soberano es su administrador y legítimo depositario, Pero no usurpaciones privadas de

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EJERCICIO Nº 129 Sangría de primera línea de párrafo, 5 espacios. Tiempo de realización, 10 minutos

....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Al-Andalus es el nombre con que se conoce al Estado musulmán implantado por los árabes tras su invasión de la Península a principios del siglo VIII, y que perduró durante casi ochocientos años hasta la unificación de España por los Reyes Católicos en el siglo XV. Se llama hispanomusulmanes a los habitantes de la España musulmana, o al-Andalus, que profesaban la religión de Mahoma. Aunque había entre ellos quienes descendían de árabes y beréberes, venidos a la Península durante la conquista o posteriormente, muchos otros eran de origen hispanogodo, convertidos al Islam. Pero en al-Andalus vivían también cristianos -a quienes se llamaba mozárabes porque imitaban las costumbres de los musulmanes- y judíos. La España musulmana fue, así, un país donde tres religiones -musulmana, judía y cristiana- convivieron pacíficamente. En cierta medida, la civilización de al-Andalus fue el resultado de las influencias mutuas entre estos tres grupos. Gracias a los numerosos conocimientos recibidos de los árabes orientales (y que éstos habían recogido, a su vez, de bizantinos, persas, hindúes y chinos), al-Andalus fue, en su tiempo, el mayor foco de cultura de Europa. Los sabios hispanomusulmanes divulgaron la filosofía de la antigua Grecia, abrieron nuevos rumbos marítimos con la brújula, enseñaron la numeración indica con el sistema decimal, idearon nuevos métodos de irrigación para los campos, fabricaron papel para sus libros de ciencia. La huella de al-Andalus está todavía presente en muchas costumbres españolas, en la arquitectura y en la lengua castellana. Vamos a hacer un viaje al pasado, a internarnos en sus ciudades, pasear por sus calles, introducirnos en sus casas para ver cómo vivían, estudiaban, trabajaban y se divertían los hispanomusulmanes. Antes de exponer las costumbres más generales en la vida cotidiana de los hispanomusulmanes, examinemos las razones que impulsaron a los árabes a venir a la Península. Para entender esto debemos remontarnos a los tiempos inmediatamente anteriores a la conquista árabe. Al iniciarse el siglo octavo, el Reino visigodo, cuya capital era Toledo, estaba sumido en una crisis política y social provocada por el empobrecimiento de las clases más desfavorecidas, el despres(Continúa en la página siguiente)


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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| tigio creciente de sus monarcas y, por fin, la rivalidad entre la nobleza. Puesto que el trono no era hereditario, sino electivo, las principales familias nobles luchaban entre sí para ocuparlo. Los reyes eran a menudo asesinados por nobles que aspiraban a sucederlos. Esta competencia acabó por debilitar al Reino visigodo. En este estado de cosas, el penúltimo rey visigodo, Vitiza, pretendió hacer de nuevo hereditaria la Corona. Sucedió que, a su muerte, su joven hijo Agila fue proclamado Rey, pero un sector de la nobleza se negó a aceptarlo y sentó en el trono a un noble llamado Rodrigo, duque de la Bética. A pesar de sus esfuerzos, Rodrigo no pudo evitar que estallara una guerra civil en el país. Aunque el nuevo rey fue generoso con sus adversarios, los hijos de Vitiza se decidieron a recuperar el trono a toda costa. A partir de aquí, la historia es incierta y hay en ella elementos de leyenda. Parece ser que resolvieron pedir ayuda a los árabes para destronar a Rodrigo. El arzobispo de Sevilla, Oppas, tío del destronado Agila, pidió al gobernador de Ceuta, el conde don Julián, hábil político, que hiciera de intermediario en las negociaciones con el gobernador árabe de Túnez, Musa ben Nusayr. El gobernador Musa comprendió que no le resultaría difícil, bajo el pretexto de apoyarles, hacerse con un país dividido y cuya monarquía había caído en descrédito. Contaba, además, con el descontento de un amplio sector de la población, que no había acabado de mezclarse con los godos y vivía sometida a una condición de esclavitud y miseria. Y se supone que prometió su ayuda.



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| La influencia de las cortes de Taifas en el siglo XI, y luego de los almorávides, contribuyó también a la gradual liberalización de la condición de la mujer hispanomusulmana. La razón de ello podría ser que en la cultura de origen de estos pueblos la mujer tuvo desde antiguo un papel más destacado tanto en la vida familiar como social. Como en el resto del mundo árabe, la mujer casada tenía derecho, cuando el marido la trataba mal o le hacía poco caso, a solicitar el divorcio ante la justicia. En caso de serle concedido, la ley fijaba unos plazos legales para la separación y la mujer podía llevarse consigo su ajuar. La familia media se componía de seis miembros. En las clases elevadas, las familias eran mucho mayores y crecían cada año, pues había más mujeres en la casa, entre esposas y concubinas. Al nacer un niño se le colgaban amuletos supuestamente benéficos y, al séptimo día, se le daba el nombre. El primer acto social importante del varón hispanomusulmán era la circuncisión. Se solía reunir a los



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. Si desde 1945 la industria del automóvil se hubiera desarrollado al mismo ritmo que la de la informática, un Mercedes costaría en la actualidad alrededor de 250 pts. y consumiría un litro de gasolina cada millón de kilómetros. 2. Si desde 1945 la industria del automóvil se hubiera desarrollado al mismo ritmo que la de la informática, un Mercedes costaría en la actualidad alrededor de 250 pts. y consumiría un litro de gasolina cada millón de kilómetros. 3. Si desde 1945 la industria del automóvil se hubiera desarrollado al mismo ritmo que la de la informática, un Mercedes costaría en la actualidad alrededor de 250 pts. y consumiría un litro de gasolina cada millón de kilómetros. 4. Si desde 1945 la industria del automóvil se hubiera desarrollado al mismo ritmo que la de la informática, un Mercedes costaría en la actualidad alrededor de 250 pts. y consumiría un litro de gasolina cada millón de kilómetros. 5. Si desde 1945 la industria del automóvil se hubiera desarrollado al mismo ritmo que la de la informática, un Mercedes costaría en la actualidad alrededor de 250 pts. y consumiría un litro de gasolina cada millón de kilómetros. 6. Si desde 1945 la industria del automóvil se hubiera desarrollado al mismo ritmo que la de la informática, un Mercedes costaría en la actualidad alrededor de 250 pts. y consumiría un litro de gasolina cada millón de kilómetros. 7. Si desde 1945 la industria del automóvil se hubiera desarrollado al mismo ritmo que la de la informática, un Mercedes costaría en la actualidad alrededor de 250 pts. y consumiría un litro de gasolina cada millón de kilómetros. 8. Si desde 1945 la industria del automóvil se hubiera desarrollado al mismo ritmo que la de la informática, un Mercedes costaría en la actualidad alrededor de 250 pts. y consumiría un litro de gasolina cada millón de kilómetros. 9. Si desde 1945 la industria del automóvil se hubiera desarrollado al mismo ritmo que la de la informática, un Mercedes costaría en la actualidad alrededor de 250 pts. y consumiría un litro de gasolina cada millón de kilómetros. 10. Si desde 1945 la industria del automóvil se hubiera desarrolla-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| do al mismo ritmo que la de la la actualidad alrededor de 250 na cada millón de kilómetros. 11. Si desde 1945 la industria do al mismo ritmo que la de la la actualidad alrededor de 250 na cada millón de kilómetros. 12. Si desde 1945 la industria do al mismo ritmo que la de la la actualidad alrededor de 250 na cada millón de kilómetros. 13. Si desde 1945 la industria do al mismo ritmo que la de la la actualidad alrededor de 250 na cada millón de kilómetros. 14. Si desde 1945 la industria do al mismo ritmo que la de la la actualidad alrededor de 250 na cada millón de kilómetros. 15. Si desde 1945 la industria do al mismo ritmo que la de la la actualidad alrededor de 250 na cada millón de kilómetros. 16. Si desde 1945 la industria do al mismo ritmo que la de la la actualidad alrededor de 250 na cada millón de kilómetros.

informática, un Mercedes costaría en 2453 pts. y consumiría un litro de gasoli- 2525 2559 del automóvil se hubiera desarrolla- 2631 informática, un Mercedes costaría en 2704 pts. y consumiría un litro de gasoli- 2776 2810 del automóvil se hubiera desarrolla- 2882 informática, un Mercedes costaría en 2955 pts. y consumiría un litro de gasoli- 3027 3061 del automóvil se hubiera desarrolla- 3133 informática, un Mercedes costaría en 3206 pts. y consumiría un litro de gasoli- 3278 3312 del automóvil se hubiera desarrolla- 3384 informática, un Mercedes costaría en 3457 pts. y consumiría un litro de gasoli- 3529 3563 del automóvil se hubiera desarrolla- 3635 informática, un Mercedes costaría en 3708 pts. y consumiría un litro de gasoli- 3780 3814 del automóvil se hubiera desarrolla- 3886 informática, un Mercedes costaría en 3959 pts. y consumiría un litro de gasoli- 4031 4065



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Poco a poco se fue abriendo la mano, más que por nuestro propio esfuerzo, porque el mundo estaba cambiando, porque había terminado la guerra mundial, porque el nazismo alemán había dejado de existir y sustentarnos ideológicamente, porque España ingresó en las Naciones Unidas, donde perfectamente cabían otras dictaduras tan castradoras como la nuestra, pero que eran útiles a los intereses militares, económicos y estratégicos de Inglaterra y de los Estados Unidos. La zafiedad de este chiste y el lenguaje grosero que exige, y que vosotros, jóvenes pudibundos, sabréis perdonarnos, os demuestran que quizá no sean tan equivocadas nuestras teorías, inspiradas en la sabiduría analítica de don Segismundo Freud. Observad cómo los chistes políticos están llenos de palabras malsonantes, soeces y despectivas. Comparadlas con la dulce poesía que emanan los chistes inocentes, es decir, sin malevolencia; comparadlos y veréis que son pura basura, que degrada la idea de un hombre hecho a imagen y semejanza de Dios. Pero la realidad es así. Observad que cuando un grupo de amigos, y ahora también amigas, atiborrados de alcohol y de proteínas de origen animal, grandes desatadores de la agresividad humana, en una sobremesa cuentan chistes, estos chistes suelen comenzar por la gama de los inocentes y formales, y, poco a poco, con la confianza y las nuevas ingestiones de alcohol, se transforman en chistes marranos, obscenos, destructores. Las sonrisas de los primeros chistes se han ido transformando poco a poco en las depravadas carcajadas de los hombres, que tiene sus bajas pasiones en desenfrenada libertad. Lo primero que hizo Alvaro de Laiglesia fue discutir con Mihura sobre la función del humor y crear una sección que tuvo un éxito considerable en su tiempo. La sección se titulaba: “¡No¡ Crítica de la vida”. En aquellos años el poder nos concedió y sentenció a una nueva Ley de Prensa. Eso bastó para que la manera de hacer humor de los humoristas apuntase en otra dirección. Parece como si fuésemos pobres cornúpetas dirigidos con vallas, garrochas, silbidos y premios, por unos caminos y veredas señalados por los ostentadores del poder. ¡Bajad la testuz y los orgullos, jóvenes que estudiáis en

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| este libro escéptico, para llegar a ser unos buenos profesionales en esta disciplina, bajad la testuz y los orgullos, si queréis ser algo el día de mañana! LLegó un momento en que la vieja Ley de Prensa de la guerra civil hubo que cambiarla. Casi todos los españoles peligrosos estaban muertos o exiliados. Se podía, pues, conceder algunas pequeñas libertades y se legisló una nueva Ley de Prensa más acorde con lo que estaba pasando por el mundo, que, como siempre ocurre en casos parecidos a obligó a los españoles a aquellos españoles que definían España como “una unidad de destino en lo universal”, a seguir el nuevo rumbo de la Historia. Desapareció la censura previa y se estableció que esa patriótica misión la debía realizar el señor director del periódico o de la revista. En realidad con la nueva Ley de Prensa no se podía decir más, pero alguno, los más audaces, si contaban con la aprobación de los señores directores, podía decir más, pero algunos, los más audaces, si contaban con la aprobación de los señores directores, podían sugerir levemente alguna crítica. Esas tolerancias de los señores directores se daban con poca frecuencia. Los directores vivían con cien espadas de Damocles sobre sus cabezas. La elección del director la decidía la Dirección General de Prensa escogiendo uno, el que menos desconfianza les despertaba, si es que alguno de los propuestos le despertaba alguna, de los tres

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| De conformidad con lo previsto en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la jurisdicción criminal es siempre improrrogable. Los Jueces y Tribunales que tengan competencia para conocer de una causa determinada, la tendrán también para todas sus incidencias, para llevar a efecto las providencias de tramitación y para la ejecución de las sentencias. El conocimiento de las causas por delitos en que aparezcan a la vez culpables personas sujetas a la jurisdicción ordinaria y otras aforadas corresponderá a la ordinaria, salvo las excepciones consignadas expresamente en las Leyes respecto a la competencia de otra jurisdicción. (A tales efectos es preciso indicar que por personas aforadas se entienden aquellas que por razón de su cargo están sujetas, en su caso, a ciertas prerrogativas procesales especiales, como es el caso, entre otros, del Presidente del Gobierno, de los Ministros, Presidentes del Congreso y Senado, Presidente del Consejo General del Poder Judicial -que es el mismo que el del Supremo-, Presidente del Tribunal Constitucional, Diputados, Senadores, vocales del Consejo General del Poder Judicial, Fiscal General del Estado, Defensor del Pueblo, Presidente y Consejeros de una Comunidad Autónoma, etc.). No obstante, la jurisdicción ordinaria será siempre competente para prevenir las causas por delitos que cometan los aforados. Esta competencia se limitará a instruir las primeras diligencias, concluidas las cuales la jurisdicción ordinaria remitirá las actuaciones al Juez o Tribunal que deba conocer de la causa con arreglo a las leyes, y pondrá a su disposición a los detenidos y los efectos ocupados. La jurisdicción ordinaria cesará en las primeras diligencias tan luego como conste que la especial competente instruye causa sobre el mismo delito. Los autos de inhibición de esta clase que pronuncien los Jueces instructores de jurisdicción ordinaria son apelables ante la respectiva Audiencia. Considéranse como primeras diligencias: las de dar protección a los perjudicados, consignar las pruebas del delito que puedan desaparecer, recoger y poner en custodia cuanto conduzca a su comprobación y a la identificación del delincuente y detener en su caso a

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| los reos presuntos. Fuera de los casos que expresa y limitativamente atribuyen la Constitución y las leyes a Jueces y Tribunales determinados, serán competentes: Primero.- Para el conocimiento y fallo de los juicios de faltas, el Juez de Instrucción. Sin embargo, conocerá de los juicios por faltas comprendidas en los títulos I y II del libro III del Código Penal, con excepción de los arts. 572 y 576, y por las faltas de los arts. 585, 590, 594 y 596 del mismo Código, el Juez de Paz del lugar en que se hubieren cometido. Segundo.- Para la instrucción de las causas, el Juez de Instrucción del partido en que el delito se hubiere cometido y el Juez Central de Instrucción respecto de los delitos que la ley determine. Tercero.- Para el conocimiento y fallo de las causas por delitos castigados con pena privativa de libertad no superior a seis años o con pena de multa, cualquiera que sea su cuantía, o con la privación del permiso de conducir, cualquiera que sea su duración o cualesquiera otras penas de distinta naturaleza, bien sean únicas, conjuntas o alternativas, siempre que la duración de éstas no exceda de seis años, así como de las faltas, sean o no incidentales, imputables a los autores de esos delitos o a otras personas, cuando la comisión de la falta o su prueba estuviesen relacionadas con aquéllos, el Juez de lo Penal de la circunscripción donde el delito fue cometido o el Juez Central de lo Penal en el ámbito que le es

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Los humoristas empezaron a ser respetados y también a ser mejor pagados gracias a la prensa diaria, en la que sus trabajos cobraban un singular significado. Los lectores leían con agradecimiento nuestros chistes, que se publicaban generalmente en un lugar destacado, porque un chiste puede ser malo, pero jamás da la lata como puede darla un hermoso artículo de opinión. Los chistes se leen en una fracción de segundo, y eso, como hemos dicho anteriormente, siempre se agradece. En aquellos lejanos años llegó a decirse que los chistes eran los verdaderos editoriales de los periódicos. Y aún sigue diciéndose ese tópico. Esta frase que parece un elogio a los chistes es, desgraciadamente, un vituperio a los editoriales. El chiste expresa ideas excesivamente rudimentarias y sencillas para que se pueda considerar la manifestación de un pensamiento razonado, que es lo que se debe exigir a un editorial. El chiste sólo dice una idea muy simple y para ello utiliza un lenguaje ingenioso que no suele añadir nada a la simplicidad de la idea y que incluso llega a diluir la intencionalidad agresiva por la que ha nacido. Por ejemplo: si nosotros dibujamos muerto a un campesino en sus campos en estos días en que la gente muere alegremente en los retretes públicos con la jeringuilla clavada en la vena y dibujamos también a un paseante que se cruza con el cadáver y dice: “¡Qué vergüenza¡ ¡Otro insensato que ha muerto de sobredosis de paro!”, sólo habremos dicho algo de sobra conocido: que en el campo quizá se pueda morir del abatimiento que produce el paro, haciendo de paso una referencia al problema de la droga. Hemos dicho algo que se refiere a gravísimos problemas y que por el chiste sólo son tratados, como al parecer el gobierno trata esos temas, con superficialidad. Y esos temas no son temas para ser tratados con superficialidad. Don José Ortega dijo que un chiste es una metáfora ilustrada. Esa definición de don José es corta. El chiste debe ser una metáfora ilustrada graciosa. Y una metáfora generalmente no dice nada especialmente superior a lo, digámoslo pidiendo excusas, “metaforaseado”. Queremos decir con esto, volviendo al principio, que los chistes en la prensa diaria no deben jamás sustituir a la opinión analí-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| tica, a ser posible cargada de datos y razones, de los editoriales. Lamentamos decir a tales jóvenes impacientes que ese importantísimo tema lo vamos a tratar con mayor detenimiento más adelante. El dibujo de humor es capital en los chistes porque representa la estructrura en que se expresa la idea. La metáfora ilustrada que decía don José, a la que nosotros le hemos añadido el adjetivo de graciosa, no es la misma metáfora ilustrada por un boceto del escultor que decoró el Valle de los Caídos que otra ilustrada por don Antonio Mingote, porque el primer chiste tendrá de eso, de chiste, lo que tiene el Valle de los Caídos de Capilla Sixtina. Por eso, por la importancia del tema, hablaremos de él, jóvenes impacientes que sentís vuestra ávida muñeca excitada casi eróticamente, más adelante, aunque hayamos dejado demasiadas promesas para más adelante. Casi todos estábamos neuróticos, porque la pobreza trastorna la psique, ya suficientemente trastornada por culpa de la ambigüedad que rodeaba todo lo que se refería a nuestro trabajo. No sabíamos qué podíamos publicar, porque casi todo estaba prohibido, no sabíamos qué iba a pensar el director de nuestras anémicas audacias, no sabíamos qué iban a pensar los lectores y todo el tropel infinito de funcionarios pequeños, medios y altos, a cuyos caprichos o malas digestiones estábamos constantemente expuestos. Con gran modestia, porque no nos gusta hablar de nosotros mis-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Entre los diecisiete y los veinte años nuestro personaje pasará dos años en París, donde conoce y frecuenta el mundo del teatro y la bohemia. Allí conoce a Baudelaire en casa de Robert de Pontavice y a Wagner en casa de Baudelaire. Todos ellos quedan impresionados por el genio y la fuerza de Villiers. Finalmente toda la familia Villiers se traslada a vivir a la capital a costa de la fortuna de la señora Kérinou, tía abuela materna del escritor. Su primera relación amorosa, aunque se cree que hubo alguna anterior, en Bretaña, con un final desgraciado, fue con Louise Dyonnet. Esta juvenil y atormentada aventura alarma a la familia, que lo envía a pasar cortos períodos de reflexión y de reposo a la abadía de Solesmes, en la que, en las dos ocasiones en que estuvo, tomó contacto con una literatura de hechos ocultos, de vidas de santos, filosófica, que le influirá para toda su vida. Para entonces ya ha publicado, por cuenta del autor y gracias al dinero de su tía abuela, sus primeras poesías, la novela Isis y su primer drama en prosa titulado Ellën. En esa época, en casa de su amigo Catulle Mend



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 2. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 3. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 4. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 5. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 6. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 7. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 8. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 9. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 10. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 11. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 12. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 13. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 14. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 15. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 16. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 17. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 18. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 19. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 20. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 21. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 22. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 23. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 24. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 25. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 26. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 27. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 28. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmen-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| te el derecho. 29. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 30. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 31. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 32. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 33. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 34. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 35. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 36. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 37. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 38. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 39. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 40. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 41. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho. 42. La más ligera mutación de un determinado hecho puede cambiar totalmente el derecho.

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| En aquellos años la censura había llegado a una diabólica perfección. Nada que no hubiese sido analizado severamente por los censores y autorizado por su sabiduría podía publicarse. La represión era total. El silencio, embrutecedor. Los chistes o artículos condenados por los censores llevaban el sello aprobioso de “censurado”. Desgraciadamente pocas veces tenían que utilizar los censores ese sello, porque cada uno de los humoristas de entonces llevaban gustosamente su propio censor debajo del sombrero (en aquella época los españoles no eran todavía sinsombreristas) y daban poco trabajo a los censores. Pero el tiempo de la ingenuidad de todos nosotros iba cambiando lentamente. Era maravilloso oír a algunos colaboradores de La Codorniz relatar la heroicidad de haber engañado a la censura con una alusión, una osadía que había sabido sustraerse a su vigilancia. Y el engaño que no habían visto los censores tampoco lo había visto el director, ni nosotros, ni los lectores. Los censores eran malvados, pero no más tontos que la media de los ciudadanos españoles de aquel tiempo, entre los que eran escogidos los perros guardianes del dogma. Sin embargo (se supone que dirán algunos de los lectores viejos que ojean con cierta curiosidad este tratado de Mecanografía dirigido para jóvenes), ese humor que ustedes atribuyen a una situación desdichada existía también en los años de libertad que precedieron a la que ustedes llaman "gloriosa contienda". Declaramos que sí, que tiene usted razón, anciano lector, que es cierto que ese humor no malevolente había existido anteriormente. Pero no obligatoriamente, no como única manifestación del humor hablado y escrito. El humor inocente, admirable a veces, se codeaba con un humor crítico de una ferocidad que, ahora que ya han pasado más de medio siglo de estos eventos a que nos estamos refiriendo, hemos conquistado en nuestra España democrática de estos días. Han pasado, como decimos, más de cincuenta años. Algunos melancólicos decían en aquellos años de represión que el humor de La Codorniz (revista puntera en cuanto a crítica se refiere, junto con "Triunfo", dirigida por Ezcurra) era la única bocanada de aire fresco que corría por España y que con él se pretendía romper la formalidad oficial, tan llena de pompas, oropeles y conde-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| coraciones a flor de piel. Esos teóricos sentimentales también decían que con aquel humor se refrescaba el tufo infecto de los profesionales a sueldo de la dictadura, es decir, del Servicio de Inteligencia Controlada. Porque el humor es, como diría José Ortega, el humor y sus circunstancias. Por eso, el humor agresivo corre constante peligro de ser manipulado por los políticos para defender sus sagrados o bastardos intereses. Muchos humoristas no es que acepten complacidos las tentaciones de los políticos, que siempre suelen ser económicas, como casi todas las tentaciones, sino que son también sujetos activos e interesados en la manipulación del humor para defender los intereses citados. En este sentido, el humor y la política mantienen unas relaciones complejísimas que han sido objeto de análisis por los mejores tratadistas en la meteria. Ante ese humor se yergue desnudo y en toda su pureza el humor sin malevolencia del que estábamos hablando y que muchas veces es usado, desgraciadamente también por muchos, como escudo para ocultar tras su desnudez inocente otras desnudeces obscenas y a menudo prostituidas. Quizá no exista el humor sin malevolencia, como se ocupó de recalcar doña María Moliner. Quizá tengan razón quienes piensan que el humor de La Codorniz de los años de la posguerra era un humor demoledor que nosotros no sabemos comprender...

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Cuando no conste el lugar en que se haya cometido una falta o delito serán Jueces y Tribunales competentes en su caso para conocer de la causa o juicio: 1.º El del término municipal, partido o circunscripción en que se hayan descubierto pruebas materiales del delito. 2.º El del término municipal, partido o circunscripción en que el presunto reo haya sido aprehendido. 3.º El de la residencia del reo presunto. 4.º Cualquiera que hubiese tenido noticia del delito. Si se suscitase competencia entre estos Jueces o Tribunales, se decidirá dando la preferencia por el orden con que están expresados en los números que preceden. Tan luego como conste el lugar en que se hubiese cometido el delito, se remitirán las diligencias al Juez o Tribunal a cuya demarcación corresponda, poniendo a su disposición a los detenidos y efectos ocupados. La jurisdicción ordinaria será la competente para juzgar a los reos de delitos conexos, siempre que alguno esté sujeto a ella, aun cuando los demás sean aforados. Lo dispuesto en el párrafo anterior se entiende sin perjuicio de las excepciones expresamente consignadas en este Código o en Leyes especiales, y singularmente en las Leyes penales de Guerra y Marina, respecto a determinados delitos. Considéranse delitos conexos: 1.º Los cometidos simultáneamente por dos o más personas reunidas, siempre que éstas vengan sujetas a diversos Jueces o Tribunales ordinarios o especiales, o que puedan estarlo por la índole del delito. 2.º Los cometidos por dos o más personas en distintos lugares o tiempos si hubiera precedido concierto para ello. 3.º Los cometidos como medio para perpetrar otros o facilitar su ejecución. 4.º Los cometidos para procurar la impunidad de otros delitos. 5.º Los diversos delitos que se imputen a una persona al incoarse contra la misma causa por cualquiera de ellos, si tuvieren analogía o relación entre sí, a juicio del Tribunal, y no hubiesen sido hasta entonces sentenciados.

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Son Jueces y Tribunales competentes, por su orden, para conocer de las causas por delitos conexos: 1.º El del territorio en que se haya cometido el delito a que esté señalada pena mayor. 2.º El que primero comenzare la causa en el caso de que a los delitos esté señalada igual pena. 3.º El que la Audiencia de lo criminal o el Tribunal Supremo en sus casos respectivos designen, cuando las causas hubieren empezado al mismo tiempo, o no conste cuál comenzó primero. Podrán promover y sostener competencia: 1.º Los Jueces municipales en cualquier estado del juicio, y las partes desde la citación hasta el acto de la comparecencia. 2.º Los Jueces de instrucción durante el sumario. 3.º Las Audiencias de lo criminal durante la sustanciación del juicio. 4.º El Ministerio Fiscal en cualquier estado de la causa. 5.º El acusador particular, antes de formular su primera petición después de personado en la causa. 6.º El procesado y la parte civil, ya figure como actora, ya aparezca como responsable, dentro de los tres días siguientes al en que se les comunique la causa para calificación. Por otra parte, las cuestiones de competencia entre Juzgados y Tribunales de un mismo orden jurisdiccional se resolverán por el órgano inmediato superior común, conforme a las normas establecidas en las leyes procesales. En la resolución en que se declare falta de competencia se expresará el órgano que se considere competente. No podrán suscitarse cuestiones de competencia entre Jueces y Tribunales subordinados entre sí. En estos casos, el Juez o Tribunal superior fijará, en todo caso, y sin ulterior recurso, su propia competencia, oídas las partes y el Ministerio Fiscal por plazo

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El belga le miró fijamente unos instantes. Durante las tres últimas horas había llegado a creer que el inglés era un cliente corriente, vulgar, que simplemente deseaba poder conducir en Inglaterra y disfrazarse de hombre de cierta edad en Francia, quién sabe con qué fin. Un contrabandista, tal vez, que llevaba drogas o diamantes desde cualquier solitario puerto de pescadores bretón a Inglaterra. En todo caso, un muchacho muy simpático. Ahora cambió de idea. Aquella misma mañana, el jefe del Servicio de Acción de SDECE se hallaba sentado a su mesa, y examinaba dos papeles que tenía ante sí. Cada uno de ellos era una copia de un informe corriente, rutinario, redactado por agentes de otros departamentos. En la cabecera de cada documento figuraba una lista de los jefes de departamento que debían recibir una copia del informe. El coronel Rolland dejó caer la tapa del archivador sobre su contenido y cogió el segundo de los dos informes llegados aquella mañana. Era un informe policíaco de la Policía Judicial de Metz. Explicaba que un hombre había sido interrogado durante una incursión rutinaria en un bar, y en la lucha subsiguiente casi había matado a dos policías. Rolland sopesó una vez más la relación que pudiera existir entre los dos hombres, como había estado haciéndolo durante la hora precedente. Al fin pulsó un zumbador que tenía ante sí y contestó al “Oui, mon colonel” . El tren en que viajaba el “Chacal” llegó a la Gare du Nord poco antes de la hora del almuerzo. El viajero tomó un taxi y se hizo conducir a un hotel pequeño, pero confortable, de la Rue de Suresne, a la salida de la Place de la Madeleine. No era un hotel de la misma categoría que el “Hotel de Inglaterra” de Copenhague, o el “Amigo” de Bruselas, pero “el Chacal” tenía sus buenas razones para buscar un establecimiento más modesto y menos conocido para residir durante los días que permaneciera en París. Y no era que su estancia en París pudiera llamar la atención de nadie. Vivía sin ostentación, y su desayuno de café con leche y “croissants” lo tomaba en su habitación. En la charcutería situada frente a su hotel había comprado un bote de mermelada inglesa para sustituir con ella la compota que servían en la bandeja del desayu-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| no y había rogado al personal del hotel que incluyeran el bote de mermelada en su bandeja cada mañana en lugar de la compota. Se comportaba cortésmente con el personal, hablaba tan sólo unas pocas palabras en francés, con la atroz pronunciación con que suelen hablarlo los ingleses, y sonreía amablemente cuando alguien le dirigía la palabra. A las solícitas averiguaciones de la dirección, contestaba que se encontraba muy a gusto y muchas gracias. Pasaba los días fuera de su hotel, en plan de turista. El primer día compró un plano de París, y señaló en él, tomándolos de su carnet de notas, los lugares de interés que más deseaba visitar. Visitó y estudió tales lugares con verdadero apasionamiento, aun teniendo en cuenta la belleza arquitectónica de algunos de ellos o el valor histórico de otros. Pasó otro día en el barrio de la catedral de Notre Dame. Allí, en el poblado conejar de la Ile de la Cité había escaleras de escape, pasajes y callejones en abundancia, pero la distancia desde la entrada de la catedral hasta los coches aparcados al pie de la escalinata era tan sólo de unos pocos metros, y los tejados de la Place du Parvis quedaban demasiado lejos, mientras que los de la minúscula y colindante Place de Charlemagne quedaban demasiado cerca y sin duda estarían infestados de agentes de seguridad. En aquella plaza, con la abrumadora masa de la Gare Montparnas-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Las historias nos enseñan que debiendo ser las leyes pactos considerados de hombres libres, han sido pactos casuales de una necesidad pasajera; que debiendo ser dictadas por un desapasionado examinador de la naturaleza humana, han sido instrumento de las pasiones de pocos. “La felicidad mayor dividida entre el mayor número” debiera ser el punto a cuyo centro se dirigiesen las acciones de la muchedumbre. Dichosas, pues, aquellas pocas naciones que, sin esperar el tardo y alternativo movimiento de las combinaciones humanas, aceleraron con buenas leyes los pasos intermedios de un camino que guiase al bien, evitando de este modo que la extremidad de los males les forzase a ejecutarlo; y tengamos por digno de nuestro reconocimiento al filósofo que, desde lo oscuro y despreciado de su aposento, tuvo valor para arrojar entre la muchedumbre las primeras simientes de las verdades útiles, por tanto tiempo infructuosas. El inmortal Montesquieu ha pasado rápidamente sobre esta materia. La verdad indivisible me fuerza a seguir las trazas luminosas de este grande hombre, pero los ingenios contemplativos para quienes escribo sabrán distinguir mis pasos de los suyos. Dichoso yo si pudiese, como él, obtener las gracias secretas de



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 2. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 3. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 4. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 5. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 6. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 7. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 8. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 9. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 10. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 11. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 12. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 13. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 14. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 15. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 16. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 17. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 18. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 19. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones e incluso, en

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 20. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 21. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 22. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 23. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 24. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 25. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 26. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 27. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 28. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 29. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 30. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 31. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 32. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 33. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones ciertos casos, hasta del cumplimiento de la ley. 34. La fuerza mayor exime de muchas obligaciones

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Se produjo un fenómeno curioso. El humor, que ya se lanzaba con cierta prudencia a formas críticas, es decir, a formas con malevolencia, se vio obligado a realizar malabarismos para decir algo que no deberían teóricamente tolerar los censores, ahora “post partum”, pero que tampoco podrían prohibir por su oscuridad e inocuidad, y que al mismo tiempo fuese entendido por los lectores a pesar de la ambigüedad del “mensaje” que enviaban los humoristas. Era divertido oír las interpretaciones que solían hacer los lectores de nuestro simbolismo. Muchos lectores veían en nuestros trabajos imágenes fantásticas nacidas de la proyección de sus propios deseos, como solemos ver animales y hermosos traseros en las blancas nubes que se desvanecen lentamente en los cielos. Los humoristas empezaron a ser respetados y también a ser mejor pagados gracias a la prensa diaria, en la que sus trabajos cobraban un singular significado. Los lectores leían con agradecimiento nuestros chistes, que se publicaban generalmente en un lugar destacado, porque un chiste puede ser malo, pero jamás da la lata como puede darla un hermoso artículo de opinión. Los chistes se leen en una fracción de segundo, y eso, como hemos dicho anteriormente, siempre se agradece. En aquellos lejanos años llegó a decirse que los chistes eran los verdaderos editoriales de los periódicos. Y aún sigue diciéndose ese tópico. Esta frase que parece un elogio a los chistes es, desgraciadamente, un vituperio a los editoriales. El chiste expresa ideas excesivamente rudimentarias y sencillas para que se pueda considerar la manifestación de un pensamiento razonado, que es lo que se debe exigir a un editorial. El chiste sólo dice una idea muy simple y para ello utiliza un lenguaje ingenioso que no suele añadir nada a la simplicidad de la idea y que incluso llega a diluir la intencionalidad agresiva por la que ha nacido. Por ejemplo: si nosotros dibujamos muerto a un campesino en sus campos en estos días en que la gente muere alegremente en los retretes públicos con la jeringuilla clavada en la vena y dibujamos también a un paseante que se cruza con el cadáver y dice: “¡Qué vergüenza¡ ¡Otro insensato que ha muerto de sobredosis de paro!”, sólo habremos dicho algo de sobra conocido: que en el campo quizá se pueda morir del abatimiento que produce el paro,

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| haciendo de paso una referencia al problema de la droga. Hemos dicho algo que se refiere a gravísimos problemas y que por el chiste sólo son tratados, como al parecer el gobierno trata esos temas, con superficialidad. Y esos temas no son temas para ser tratados con superficialidad. Don José Ortega dijo que un chiste es una metáfora ilustrada. Esa definición de don José es corta. El chiste debe ser una metáfora ilustrada graciosa. Y una metáfora generalmente no dice nada especialmente superior a lo, digámoslo pidiendo excusas, “metaforaseado”. Queremos decir con esto, volviendo al principio, que los chistes en la prensa diaria no deben jamás sustituir a la opinión analítica, a ser posible cargada de datos y razones, de los editoriales. Lamentamos decir a tales jóvenes impacientes que ese importantísimo tema no es tan fácil de explicar como en un principio puede parecer. En primer lugar, el dibujo de humor es capital en los chistes porque representa la estructrura en que se expresa la idea. La metáfora ilustrada que decía don José, a la que nosotros le hemos añadido el adjetivo de graciosa, no es la misma metáfora ilustrada por un boceto del arquitecto Moneo que otra ilustrada por don Antonio Mingote, fundamentalmente porque los chistes de Mingote tienen un marcado carácter actual del que carecen las obras del gran arqui-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Son superiores jerárquicos para resolver sobre las cuestiones de competencia, en la forma que determinarán los arts. siguientes: 1.º De los Jueces municipales del mismo partido, el de instrucción. 2.º De los Jueces de instrucción de una misma circunscripción, la Audiencia Provincial. 3.º De las Audiencias Provinciales del mismo territorio, el Tribunal Superior de Justicia en pleno. 4.º De los Tribunales Superiores de Justicia, o cuando la competencia sea entre una Audiencia Provincial y la Sala de lo Civil y Penal de un Tribunal Superior de Justicia, el Tribunal Supremo. Cuando cualquiera de los Jueces o Tribunales mencionados en los números 1º, 2º y 3º no tengan superior inmediato común, decidirá la competencia el que lo sea en el orden jerárquico y, a falta de éste, el Tribunal Supremo. El Tribunal Supremo no podrá formar ni promover competencias, y ningún Juez, Tribunal o parte podrá promoverlas contra él. Cuando algún Juez o Tribunal viniere entendiendo en asunto cuyo conocimiento estuviere reservado al Tribunal Supremo, ordenará éste a aquél, de oficio, a excitación del Ministerio Fiscal o a solicitud de parte, que se abstenga de todo procedimiento y remita los antecedentes en el término de segundo día para, en su vista, resolver. El Tribunal Supremo podrá, sin embargo, autorizar, en la misma orden y entre tanto que resuelve la competencia, la continuación de aquellas diligencias cuya urgencia o necesidad fueren manifiestas. Contra la decisión del Tribunal Supremo no se da recurso alguno. Cuando dos o más Jueces de instrucción se reputen competentes para actuar en un asunto, si a la primera comunicación no se pusieren de acuerdo sobre la competencia, darán cuenta con remisión de testimonio al superior competente; y éste, en su vista, decidirá de plano y sin ulterior recurso cuál de los Jueces instructores debe actuar. Mientras no recaiga decisión, cada uno de los Jueces instructores seguirá practicando las diligencias necesarias para comprobar el delito y aquellas otras que considere de reconocida urgencia.

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Dirimido el conflicto por el superior a quien competa, el Juez de Instrucción que deje de actuar remitirá las diligencias practicadas y los objetos recogidos al declarado competente, dentro del segundo día, a contar desde el en que reciba la orden del superior para que deje de conocer. Si durante el sumario o en cualquier fase de instrucción de un proceso penal el Ministerio Fiscal o cualquiera de las partes entendieran que el Juez instructor no tiene competencia para actuar en la causa, podrán reclamar ante el Tribunal superior a quien corresponda, el cual, previos los informes que estime necesarios, resolverá de plano y sin ulterior recurso. Terminado el sumario, toda cuestión de competencia que se promueva suspenderá los procedimientos hasta la decisión de ella. El Juez o Tribunal que se considere competente deberá promover la competencia. También acordará la inhibición a favor del Juez o Tribunal competente cuando considere que el conocimiento de la causa no le corresponde, aunque sobre ello no haya precedido reclamación de los interesados ni del Ministerio Fiscal. Los autos que los Jueces municipales o de instrucción dicten inhibiéndose a favor de otro Juez o jurisdicción, serán apelables. Contra los de las Audiencias podrá interponerse el recurso de casación. El Ministerio Fiscal y las partes promoverán las competencias por inhibitoria o por declinatoria. El uso de uno de estos medios excluye absolutamente el del otro, así durante la sustanciación de la competencia como una vez que ésta se halle terminada.

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Según disponen las leyes procesales, los Magistrados, Jueces y Asesores, cualesquiera que sean su grado y jerarquía, sólo podrán ser recusados por causa legítima. Podrán únicamente recusar en los negocios criminales: 1. El representante del Ministerio Fiscal. 2. El acusador particular o los que legalmente representan sus acciones y derechos. 3. Las personas que se encuentren en la situación de los arts. 118 y 520. 4. Los responsables civilmente por delito o falta. Son causas legítimas de recusación: 1.º El parentesco de consanguinidad o afinidad dentro del cuarto grado civil con cualquiera de los expresados en el art. anterior. 2.º El mismo parentesco dentro del segundo grado con el Letrado de alguna de las partes que intervengan en la causa. 3.º Estar o haber sido denunciado o acusado por alguna de éstas como autor, cómplice o encubridor de un delito o como autor de una falta. 4.º Haber sido defensor de alguna de las partes, emitido dictamen sobre el proceso o alguna de sus incidencias como Letrado, o intervenido en aquél o en éstas como Fiscal, perito o testigo. 5.º Ser o haber sido denunciador o acusador privado del que recusa. 6.º Ser o haber sido tutor o curador de alguno que sea parte en la causa. 7.º Haber estado en tutela o guardaduría de alguno de los expresados en el número anterior. 8.º Tener pleito pendiente con el recusante. 9.º Tener interés directo o indirecto en la causa. 10.º La amistad íntima. 11.º La enemistad manifiesta. 12.º Haber sido instructor de la causa. Los Magistrados y Jueces comprendidos en cualquiera de los casos anteriores se inhibirán del conocimiento del asunto sin esperar a que se les recuse. Contra esta inhibición no habrá recurso alguno. De igual manera se inhibirán, sin recurso alguno, cuando al ser recusados en cualquier forma estimasen procedente la causa ale-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| gada. En uno y otro caso mandarán pasar las diligencias a quien deba reemplazarles. La recusación podrá proponerse en cualquier estado de la causa, pero nunca después de comenzado el juicio oral, a no ser que el motivo de la recusación sobreviniere con posterioridad. La recusación se hará en escrito firmado por Letrado, por Procurador y por el recusante si supiere firmar y estuviere en el lugar de la causa. El último deberá ratificarse ante el Juez o Tribunal. Cuando el recusante no estuviese presente, firmarán sólo el Letrado y el Procurador. En todo caso se expresará en el escrito concreta y claramente la causa de la recusación. No obstante lo dispuesto en el art. anterior, podrá el procesado, si estuviere en incomunicación, proponer verbalmente la recusación en el acto de recibírsele declaración o podrá llamar al Juez por conducto del Alcalde de la cárcel para recusarle. En este caso, deberá el Juez de instrucción presentarse acompañado del Secretario, que hará constar por diligencia la petición de recusación y la causa en que se funde. Cuando fuese denegada la recusación, se le advertirá que podrá reproducirla una vez alzada la incomunicación. El auto admitiendo o denegando la recusación será fundado y bastará notificarlo al Procurador del recusante, aunque éste se halle en el pueblo en que se siga la causa y haya firmado el escrito de recusación. Cuando el recusado no se inhibiere por no considerarse comprendido en la causa alegada para la recusación, se mandará formar pieza separada. En los juicios verbales, cualquiera que sea el orden jurisdiccional, y en los de faltas, si el Juez recusado no aceptare en el acto como cierta la causa de recusación, pasarán las actuaciones al que corresponda instruir el incidente, quedando entretando en sus-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Stephen Drobouski, reservista de la Marina mercante estadounidense, concibió en 1982 la idea de aplicar programas informáticos para el control de buques averiados. Y en el adiestramiento a bordo del portaaviones “Midway” se simuló la situación de emergencia resuelta en diez minutos gracias a la informática. Mientras, con el método tradicional de cálculo manual se tardó ocho horas y media, tiempo suficiente para que hubiese zozobrado este buque de haber sido realmente impactado por dos misiles y sufrido inundaciones en 30 compartimentos. Conscientes de la situación, la Marina de guerra española se interesó por el tema en 1985, y dos años más tarde encargó a la Empresa Nacional Bazán la elaboración de un soporte informático para cubrir el área de estabilidad del portaaviones “Príncipe de Asturias”. Así nació el Sistema Informático Modular para Buques de la Armada (Simbad), cuyo nombre hace clara referencia al famoso relato “Simbad el marino”. Está especialmente diseñado para realizar una evaluación completa de las posibilidades de hundimiento en casos de inundación, calcular la pérdida de estabilidad del barco y aportar las soluciones más idóneas para corregirla. Tal ahorro de tiempo (porque respecto a las averías de buques en alta mar es más verdad que nunca aquello d



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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| 1. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 2. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 3. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 4. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 5. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 6. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 7. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 8. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 9. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 10. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 11. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 12. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 13. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 14. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 15. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 16. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 17. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 18. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 19. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúme-

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| nes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 20. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 21. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 22. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 23. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 24. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 25. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 26. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 27. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana. 28. La Biblioteca Nacional de Madrid es, por el número de volúmenes que contiene, las más importante del mundo de habla hispana.

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| El trabajo de campo ocupa una posición de crucial importancia en la antropología moderna. A través de él la disciplina es abastecida de nueva información etnográfica; sobre la base de este material son desarrolladas las teoría y contrastadas las ideas; “haciendo” trabajo de campo los nuevo antropólogos experimentan viviendo y participando en culturas extrañas, siendo admitidos de este modo en la disciplina. Pero el trabajo de campo no ha ocupado siempre tal posición. Hubo un tiempo en el que los antropólogos solo conocían otras culturas a través de los informes secundarios de viajeros, misioneros, administradores, etc. El proceso por el cual los antropólogos llegaron a estar ellos mismos involucrados en el estudio de otras culturas no ocurrió repentinamente; en contra de ciertas afirmaciones muy usuales, no fue la invención de una sola persona o de una tradición antropológica particular. El desarrollo del trabajo de campo y de las técnicas asociadas a tales investigaciones fue un proceso gradual y ocurrió paralelamente con otros desarrollos tanto dentro como fuera de la antropología: un más crítico acercamiento a las fuentes etnográficas, un incremento de la profesionalización de la antropología académica y un más fácil acceso a arrea lejanas del mundo gracias a la expansión del dominio colonial europeo y la mejora de las vías de comunicación. La finalidad de esta actividad es proporcionar una sucinta historia del desarrollo de las tradiciones de trabajo de campo en la antropología americana y británica. Al centrarme en estas dos tradiciones no implica que sólo ellas sean las responsables del desarrollo de la metodología del trabajo de campo sino que los antropólogos de Francia, Alemania, Suecia, Escandinavia o Rusia, por nombrar solo unos pocos de otras tradiciones importantes, no desarrollan métodos distintivos y contribuyen a la tradición etnográfica en América y Gran Bretaña. Limitaciones de espacio no me permiten hacer una discusión más amplia. Tampoco son examinadas detalladamente las distintas metodologías. En vez de ello, las amplias líneas de la tradición son discutidas en términos generales, dentro del contexto del desarrollo de la disciplina misma.Los cambios en los métodos en los últimos años han estado asociados particularmente con innovaciones tecnológicas.

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Hasta hace muy poco la antropología ha sido fuertemente eurocéntrica, interesada en culturas exóticas y distantes. Este interés es antiguo en el pensamiento europeo, tan viejo y tan extenso como la existencia de una materia como la antropología. Rowe (1965) ha sostenido que el redescubrimiento renacentista de la antigüedad clásica europea preparó a los europeos para aceptar la diversidad de las culturas extrañas descubiertas desde el siglo dieciséis en adelante durante la era del descubrimiento y conquista de las Américas, Africa y Asia. El período inicial de la expansión europea y del desarrollo contemporáneo de la imprenta posibilitaron que fueran publicados muchos informes sobre otras culturas. Estos fueron utilizados de diversas maneras: para ampliar los temas literarios y para mejorar el discurso filosófico, pero raramente como fuente interesantes por sí mismas y necesitadas de informaciones y análisis adicionales. La mayor parte de la información sobre otras culturas recogida entre el siglo dieciséis y diecinueve fue obtenida de un modo asistemático; lo exótico y lo peculiar fue sobrevalorado mientras que abundante material era registrado tras un contacto precipitado con otras culturas. La recogida sistemática de especímenes, el cuidadoso registro de observaciones y la síntesis de las fuentes se produ-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| En aquellos años la censura había llegado a una diabólica perfección. Nada que no hubiese sido analizado severamente por los censores y autorizado por su sabiduría podía publicarse. La represión era total. El silencio, embrutecedor. Los chistes o artículos condenados por los censores llevaban el sello aprobioso de “censurado”. Desgraciadamente pocas veces tenían que utilizar los censores ese sello, porque cada uno de los humoristas de entonces llevaban gustosamente su propio censor debajo del sombrero (en aquella época los españoles no eran todavía sinsombreristas) y daban poco trabajo a los censores. Sin embargo (dirán algunos de los lectores viejos que ojean con curiosidad este tratado escrito para jóvenes), ese humor que ustedes atribuyen a una situación desdichada existía también en los años de libertad que precedieron a la que ustedes llaman gloriosa contienda. Declaramos que sí, que tiene usted razón, anciano lector, que es cierto que ese humor no malevolente había existido anteriormente. Pero no obligatoriamente, no como única manifestación del humor. El humor inocente, admirable a veces, se codeaba con un humor crítico de una ferocidad que todavía, ahora que ya han pasado casi cincuenta años de estos eventos a que nos estamos refiriendo, no hemos conquistado en nuestra España democrática de estos días. Pero todo se andará. Algunos melancólicos decían en aquellos años de represión que el humor de LC era la única bocanada de aire fresco que corría por España (“sic”) y que con él se pretendía romper la formalidad oficial, tan llena de pompas, oropeles y condecoraciones. Esos teóricos sentimentales también decían que con aquel humor se refrescaba el tufo infecto de los miasmas de la dictadura (también sic, es decir, Servicio de Inteligencia Controlada). Porque el humor es, como diría José Ortega, el humor y sus circunstancias. Por eso, el humor agresivo corre constante peligro de ser manipulado por los políticos para defender sus sagrados o bastardos intereses. Muchos humoristas no es que acepten complacidos las tentaciones de los políticos, que siempre suelen ser económicas, como casi todas las tentaciones, sino que son también sujetos activos e interesados en la manipulación del humor para defender

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| los intereses citados. El humor y la política mantienen unas relaciones complejísimas que analizaremos, por supuesto, con más detenimiento más tarde. Ante ese humor se yergue desnudo y en toda su pureza el humor sin malevolencia del que estábamos hablando y que muchas veces es usado, como hemos dicho en páginas anteriores, como escudo para ocultar tras su desnudez inocente otras desnudeces obscenas y prostituidas. Quizá no exista el humor sin malevolencia que decía doña María Moliner. Quizá tengan razón quienes piensan que el humor de LC de los años de la posguerra era un humor demoledor que nosotros no sabemos comprender... Vosotros, jóvenes estudiosos que nos estáis leyendo, tenéis que sacar las conclusiones acertadas a estos serios problemas del humor. Nosotros, que por la edad somos escépticos y no creemos en nada, porque ya no creemos en nosotros mismos, os ofrecemos el barro de nuestra experiencia. ¡Quiera Dios que vosotros encontréis en ese barro la piedra preciosa que con su brillo ilumine el camino que tantos años lleva España recorriendo a tientas¡ Pero el tiempo de la ingenuidad de todos nosotros iba cambiando lentamente. Era maravilloso oír a algunos colaboradores de LC relatar la heroicidad de haber engañado a la censura con una alusión, una osadía que había sabido sustraerse a su vigilancia. Y el engaño que no habían visto los censores tampoco lo había visto el direc-

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| Poco a poco se fue abriendo la mano, más que por nuestro propio esfuerzo, porque el mundo estaba cambiando, porque había terminado la guerra mundial, porque el nazismo alemán había dejado de existir y sustentarnos ideológicamente, porque España ingresó en las Naciones Unidas, donde perfectamente cabían otras dictaduras tan castradoras como la nuestra, pero que eran útiles a los intereses militares, económicos y estratégicos de Inglaterra y de los Estados Unidos. La zafiedad de este chiste y el lenguaje grosero que exige, y que vosotros, jóvenes pudibundos, sabréis perdonarnos, os demuestran que quizá no sean tan equivocadas nuestras teorías, inspiradas en la sabiduría analítica de don Segismundo Freud. Observad cómo los chistes políticos están llenos de palabras malsonantes, soeces y despectivas. Comparadlas con la dulce poesía que emanan los chistes inocentes, es decir, sin malevolencia; comparadlos y veréis que son pura basura, que degrada la idea de un hombre hecho a imagen y semejanza de Dios. Pero la realidad es así. Observad que cuando un grupo de amigos, y ahora también amigas, atiborrados de alcohol y de proteínas de origen animal, grandes desatadores de la agresividad humana, en una sobremesa cuentan chistes, estos chistes suelen comenzar por la gama de los inocentes y formales, y, poco a poco, con la confianza y las nuevas ingestiones de alcohol, se transforman en chistes marranos, obscenos, destructores. Las sonrisas de los primeros chistes se han ido transformando poco a poco en las depravadas carcajadas de los hombres, que tiene sus bajas pasiones en desenfrenada libertad. Lo primero que hizo Alvaro de Laiglesia fue discutir con Mihura sobre la función del humor y crear una sección que tuvo un éxito considerable en su tiempo. La sección se titulaba: “¡No¡ Crítica de la vida”. En aquellos años el poder nos concedió y sentenció a una nueva Ley de Prensa. Eso bastó para que la manera de hacer humor de los humoristas apuntase en otra dirección. Parece como si fuésemos pobres cornúpetas dirigidos con vallas, garrochas, silbidos y premios, por unos caminos y veredas señalados por los ostentadores del poder. ¡Bajad la testuz y los orgullos, jóvenes que estudiáis en

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(Viene de la página anterior) ....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| este libro escéptico, para llegar a ser unos buenos profesionales en esta disciplina, bajad la testuz y los orgullos, si queréis ser algo el día de mañana! LLegó un momento en que la vieja Ley de Prensa de la guerra civil hubo que cambiarla. Casi todos los españoles peligrosos estaban muertos o exiliados. Se podía, pues, conceder algunas pequeñas libertades y se legisló una nueva Ley de Prensa más acorde con lo que estaba pasando por el mundo, que, como siempre ocurre en casos parecidos a obligó a los españoles a aquellos españoles que definían España como “una unidad de destino en lo universal”, a seguir el nuevo rumbo de la Historia. Desapareció la censura previa y se estableció que esa patriótica misión la debía realizar el señor director del periódico o de la revista. En realidad con la nueva Ley de Prensa no se podía decir más, pero alguno, los más audaces, si contaban con la aprobación de los señores directores, podía decir más, pero algunos, los más audaces, si contaban con la aprobación de los señores directores, podían sugerir levemente alguna crítica. Esas tolerancias de los señores directores se daban con poca frecuencia. Los directores vivían con cien espadas de Damocles sobre sus cabezas. La elección del director la decidía la Dirección General de Prensa escogiendo uno, el que menos desconfianza les despertaba, si es que alguno de los propuestos le despertaba alguna, de los tres

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....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....|....| La radio es el medio de comunicación que transmite sonidos (cualquiera que sea su clase), a través de las ondas radioeléctricas, que son recibidos por el público en general (de este modo se excluyen los radioaficionados, las comunicaciones marítimas por radio, etc.). La diferencia técnica entre la radio y el teléfono, p. ej., que también transmite sonidos a distancia, es que este último utiliza un soporte material o guía para su transmisión y, por tanto, no emplea ondas radioeléctricas, sino señales eléctricas. No se considera aquí la diferencia entre ambos medios, en cuanto a la finalidad de su comunicación. Una característica importante del mensaje radiofónico, en relación con la recepción del mismo, es la posibilidad de trasmisión directa y simultánea de cualquier acontecimiento, incluso cuando éste se produce en lugares de difícil acceso, ya que el equipo técnico necesario es mínimo (incluso se puede transmitir desde un teléfono público). Este tipo de emisiones, fundamentalmente informativos (la radio permite la difusión rápida de noticias, aunque no permita su análisis profundo, más propio de la prensa, dado que la recepción es difícilmente repetible y se produce en un tiempo determinado), parecen poseer un mayor grado de veracidad, aunque no se debe olvidar la posibilidad de manipulación del sonido en el estudio, así como el uso de códigos verbales (abstractos que perm



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