BIBLIOTECA DE AUTORES Y TEMAS MIRANDINOS
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Miranda Gobernación de Miranda Henrique Capriles Radonski Gobernador del estado Miranda Adriana D’ Elia Secretaria General de Gobierno
Miriam Hermoso de Rivas Presidente FFESR / IABIM Libertad Scott Directora editorial Thiana Balza Mora Editora junior Gaetano Iannuzzi Diseño gráfico Diseño de portada: Ernesto Díaz Textos: Ovidio Aguilar Meza Correctora: Ileana Florez Arias ISBN: 978-980-7316-09-5 Depósito Legal: lf42320109002702 Colección: Ambrosio Plaza Serie Azul # 10 © 2010 Fundación Fundación Fondo Editorial Simón Rodríguez
Todos los derechos reservados. Prohibida Prohibida su reproducción parcial o total por cualquier otro medio sin permiso del editor.
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Miriam Hermoso de Rivas Presidenta Fabricio Briceño Graterol Director Editorial Gaetano Iannuzzi Diseño gráfico Osmariz Carolina Pérez Transcripción Transcripción de textos Publicación Digital 2016 Fundación Fondo Editorial “Simón Rodríguez” Av. Bolívar al lado del Boulevar Lamas, Casa de la Cultura “Cecilio Acosta”, piso 1. Los Teques. Edo. Miranda E-mail
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En búsqueda de la verdad ¿Miranda fue Masón? Ovidio Aguilar Meza
BIBLIOTECA DE AUTORES Y TEMAS MIRANDINOS
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Sección Azul
Colección Ambrosio Plaza
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Dedicatoria A mis hijas Katherine y Maríalejandra, razón de mi existir A la memoria de mis padres, Gladys, símbolo de abnegación, y Ovidio, la moral hecha hombre A mi hermano Leo y sus muchachos A Fanny, un ser especial A mis hermanos Mireya, Jorge y Miriam y mis sobrinos A toda mi familia Y a los buscadores de la verdad en todo el Orb e
Agradecimientos Al Lic. José Negrón Varela, por su valiosa ayuda. A la Lic. Miriam Hermoso de Rivas, Presidente de la Fundación Fondo Editorial “Simón Rodríguez” por la receptividad a nuestra propuesta Al Dr. Ildefonzo Leal, Cronista de Los Teques, por la valoración de este libro y, muy especialmente, a la Prof. Libertad Scott, Directora de la Fundación Fondo Editorial “Simón Rodríguez” por su incondicional y decidido apoyo para la publicación de esta obra
Ovidio Aguilar Meza
Capítulo I CONSIDERACIONES PRELIMINARES La presente investigación biográca nace de la necesidad de esclarecer uno de los misterios que rodean la vida del prócer venezo lano Sebastián Francisco de Miranda Rodríguez. Una vida enrique cida con experiencias únicas, estudios, circunstancias particulares y sucesos que difícilmente haya experimentado algún otro personaje de su época, y porqué no decirlo, de todas las épocas. Francisco de Miranda, como se dio a conocer, tiene el privile gio de que hoy en día, aún después de más de dos siglos y medio de haber visto la luz en su nativa Caracas, su pensamiento cobra vigencia cada vez que surgen en el mundo hechos y circunstancias que, de una u otra manera, sacuden los cimientos de la sociedad, sobretodo en el continente que anheló convertir en una sola nación para enfrentar el futuro como una potencia unida. Sin embargo, en esta obra no se ahondará en su vida, toda vez que existen importantes trabajos biográcos de reconocidos autores acerca del librepensador caraqueño, que abundan en detalles en relación a su interesante existencia, por lo que nuestra investigación se concentrará en el tema que nos ocupa, Miranda y la Masonería. Francisco de Miranda, hombre de mundo que quiso absorber la mayor cantidad de conocimientos que la vida ponía a su disposición, buscaba aún más en donde lo intangible estaba superpuesto a lo evidente. Ansias de conocimiento, curiosidad innata, investigador incan sable en la inacabada búsqueda de la verdad, Miranda no podía estar ajeno al mundo que la Masonería podría mostrarle. Viajaba Bicentenario del 19 de abril (1810-2010)
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desde occidente hacia oriente, de norte a sur, no perdía oportunidad de observar y saberlo todo, procuraba percibir como un verdadero aprendiz lo que los viajes le mostraban. Su sentido crítico le hacía evaluar con elevada agudeza y libertad desde lo más elemental has ta lo más complejo, manteniendo un espíritu analítico hasta el nal de sus días. Miranda, adelantado a su época en todos los sentidos, tuvo la particularidad de utilizar doce pseudónimos durante su vida para evadir las persecuciones de las que era víctima, así como para rela cionarse en diversos círculos, manteniendo en secreto su verdade ra identidad. Carlos Sáenz de la Calzada 1 hace referencia de tales pseudónimos: Los patriotas de América, que alcanzan nuevos triunfos en este año (1816), empiezan a hacer merecida justicia al Pre cursor, que mientras viajaba y conspiraba se llamó señor de Meran, en Hamburgo; señor de Meirat, en Suiza; Coronel de Maryland, en Roma; Coronel Mirandow, en Rusia; M. de Meroff, en la República Bávata; Monsieur de Meroud, en Francia; Mister Martín, en Inglaterra y Estados Unidos; Gabriel Eduardo Leroux d´Helander, en una fuga de París; “Don Pancho”; “Un peruano”; “Un Americano”; o “Eleuteriatikos”, en sus sa lidas a las columnas de la Prensa, y José Amindra – juego con las letras de su apellido. Cuando intentaba evadir de su prisión.
Asimismo, todos los biógrafos del precursor de la independen cia de Venezuela coinciden en lo maravillosa de su vida, llena de vicisitudes y aventuras irrepetibles, sin embargo, en cuanto al tema que nos ocupa, existen divergencias e imprecisiones acerca de su ingreso a la Masonería. 1. CARLOS SÁENZ DE LA CALZADA, Diccionario Biográco de Venezuela , Talleres de Blass S.A. Tipográca, Buenos Aires, 1953, p. 750
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No obstante, es importante destacar que mucho de los biógra fos del generalísimo no son masones, por lo que tal vez, de manera inconsciente, han obviado elementos, circunstancias y hechos que les resultan irrelevantes, pero que ante una investigación objetiva biográca-masónica es imposible que pasen desapercibidos por las connotaciones que los mismos representan, y éste es nuestro caso. Las circunstancias que vinculan a Miranda con los masones las podemos ver reejadas en ejemplos, como la del historiador vene zolano Tomás Polanco Alcántara 2: “En el equipaje venía un lote de libros adquiridos por Miranda en Jamaica. Una cuidadosa revisión de los mismos hace difícil pensar que en ellos hubiese alguno peli groso para la revisión inquisitorial”. Observaremos lo contradictorio que puede resultar esta arma ción ante un hecho signicativo en cuanto a esos libros de Miranda, que menciona el historiador Polanco Alcántara. En ese sentido, para los efectos de la presente obra, hemos considerado estos hechos y circunstancias singulares como elementos vinculantes, cuyo análisis están orientados hacia la aclaratoria del tema en cuestión. ¿Se inició Francisco de Miranda en los augustos misterios de la Masonería? Develemos pues, el velo de este misterio.
¿Qué es la Masonería? Aunque la presente obra no es masónica, la metodología de la investigación nos exige determinar las variables que conforman este trabajo, Francisco de Miranda como sujeto investigado, y la Masone ría como marco de la investigación. Basándonos en tantas imprecisiones conceptuales que acerca de esta orden se han presentado a través del tiempo, unas por des conocimiento exacto de sus principios y otras tal vez con el objeto 2. TOMAS POLANCO ALCANTARA, Miranda ¿Don Juan o Don Quijote? , Ediciones GE, Caracas, 1997, p. 82
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explícito de desinformar, consideramos menester ilustrar al lector en cuanto a la verdadera esencia de lo que es la Masonería o Francmasonería universal, toda vez que aún hoy en día, ella, y por ende los masones, encuentran detractores y enemigos en diversos ámbitos. Una de las últimas acciones en su contra la representa la Decla- ración sobre la Masonería , dictada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, rmada por el entonces prefecto de la congregación, Cardenal Joseph Ratzinger en 19833, en la que se expone entre otros cargos: “Los eles que pertenezcan a asociaciones masónicas se hallan en estado de pecado grave y no pueden acercarse a la santa comunión”. En otras palabras, los masones siguen hoy en día excomulga dos por la Iglesia Católica. No obstante, esta medida contrasta con la obra escrita mucho antes, por el p.j. Dr. Töhötöm Nagy 4, quien tuvo la singular experiencia de ser Sacerdote Jesuita y luego ini ciarse en la Masonería, alcanzando en ambas instituciones los más altos grados. En su libro, expone: Los católicos no prácticos, que no escuchan la misa por años, que no comulgan por décadas y que dicen ‘yo soy católico a mi manera’, se les puede tildar prácticamente de paganos. Pues, si juzgamos a la Iglesia a través de estos miembros, ella (la Iglesia), es tan irreligiosa como la Masonería.
Una reexión interesante, digna de ser analizada en todo su contexto. Pero los ataques provienen de muchos frentes. Una refe rencia a palabras atribuidas al Papa León XIII (P. 1878-1903), son plasmadas por el Pbro. Virgilio Filippo 5: 3. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Declaración sobre la Masone- ría , Roma, 26-11-1983 4. NAGY TÖHÖTÖM, Jesuitas y Masones , Buenos Aires, 1963, p. 483 5. VIRGILIO FILIPPO, Imperialismos y Masonería , Edit. Organización San José SRL. Buenos Aires, p. 62
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Los masones están imbuidos en el espíritu de Satán, son su instrumento como inspirador del odio contra Cristo, se aúnan contra la majestad de Dios, maquinan la ruina de la Iglesia. Su propósito es despojar a los pueblos de la Gracia de Dios.
Sin embargo, analizando lo que se estipula en cuanto al aspec to religioso de los masones, en la llamada carta magna de la Ma sonería, conocida como Las Constituciones de los Francmasones , compiladas y publicadas por James Anderson en 1723, se arma en el capítulo descrito como “Deberes de un Francmasón” ; Artículo I, DE DIOS Y LA RELIGIÓN 6: El masón está obligado por su carácter a obedecer la ley moral, y si debidamente comprende el Arte, no será jamás un estúpido ateo ni un libertino religioso. Pero aunque en tiempos antiguos los masones estaban obligados a pertenecer a la religión dominante en su país, cualquiera que fuere, se considera hoy mucho más conveniente obligarlos tan sólo a profesar aquella religión que todo hombre acepta, dejando a cada uno libre en sus individuales opiniones.
He aquí precisamente el sentido de libertad de culto que la Ma sonería otorga a cada uno de sus miembros, sin hacer proselitismo a favor o en contra de religión alguna. Este hecho puede desvirtuar las causas de las bulas antimasónicas de la Iglesia Católica, que según algunas opiniones de historiadores, tenían más carga política que religiosa. De manera contradictoria, en una obra editada por la Univer sidad Católica Andrés Bello, Los archivos secretos vaticanos y la Masonería , en el capítulo titulado “El clero francmasón”, en cuanto
6. GRAN LOGIA DE LA REPÚBLICA DE VENEZUELA, Constituciones de los Franc- masones, James Anderson, Edición Cuadernos Simbólicos, Caracas , Nº 4, 1996, p. 73
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a la presencia de muchos de sus miembros en dicha orden, señala José Antonio Ferrer Benimeli” 7: A lo largo del siglo XVIII una de las características más unifor mes en todos los países, sean o no católicos (es decir de mayoría católica), es precisamente la presencia de sacerdotes en casi todas las logias. Pertenecen a todas las categorías religiosas: Sacerdotes seculares, diáconos, archidiáconos, beneciados, chantres, deanes, canónigos, arcedianos…
Acota más adelante: Las órdenes religiosas están igualmente representadas casi todas en las las de la Masonería del siglo XVIII: Congregación del Oratorio, religiosos de San Juan de Dios, Capuchinos, Recoletos, Paulinos, Hospitalarios, Benedictinos, Teatinos, Bernardos, Premostratenses; Dominicos, Franciscanos, Barnabitas, Lazaristas, de la Caridad, exjesuitas, etc.
Cabe destacar que es durante el siglo XVIII, época de Francisco de Miranda precisamente, la Masonería y los masones fueron blan co de los mayores ataques de la Iglesia Católica. Asimismo, diversos monarcas y jefes de estado de Europa dictaron decretos y edictos en contra de ella y sus miembros, unos, bajo presión del Santo O cio, y otros, por decisión propia. Sin embargo, en cuanto a qué es la Masonería y sus principios, la propia institución a través de las gran des logias en todo el mundo ha desvirtuado los conceptos errados emitidos en su contra, basada en sus postulados. En ese sentido, tenemos que el Artículo I de La Constitución de la Gran Logia de la República de Venezuela8 reza: 7. JOSÉ ANTONIO, FERRER BENIMELI, Los archivos secretos vaticanos y la Maso nería, Universidad Católica “Andrés Bello”. Instituto de Investigaciones Históricas, Caracas,1976, pp. 708-709. 8. GRAN LOGIA DE LA REPUBLICA DE VENEZUELA, Constitución de la Gran Logia de la República de Venezuela, Caracas, 1982, p. 7 12
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La Francmasonería, Institución esencialmente lantrópica y progresiva, tiene por objeto la investigación de la Verdad, estudio y práctica de la moral y de la solidaridad. Trabaja por el mejoramiento espiritual y material de la humanidad y por su perfeccionamiento individual y social”… “Tiene por principios la tolerancia mutua, el respeto de los demás y de sí mismo, y la libertad absoluta de conciencia; no dando cabida en su seno a debates sobre política y religión”... “Es su divisa: Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Por su lado, la Gran Logia Unida de Inglaterra, la llamada “ma dre de las grandes logias”, establece en su página web 9: La Francmasonería es la mayor organización secular, fraterna y de caridad en el Reino Unido. Enseña el autoconocimiento mediante la participación en una progresión de ceremonias. Se espera que sus miembros mantengan una alta moral y estén motivados a hablar abiertamente acerca de la Francmasonería. (Traducido del inglés).
Con el propósito de aclarar acerca de su condición religiosa en la misma página Web10 agrega seguidamente “¿No es una religión? Enfáticamente no. La Francmasonería no intenta reemplazar a nin guna religión o sustituirla. Se trata de la relación entre el hombre con su prójimo, no en la relación del hombre con su Dios”. (Traducido del inglés). Igualmente, aparece una referencia al respecto, en el Diccionario Enciclopédico de la Masonería 11: Es lo mismo que Francmasonería y todos los autores la de nen distintamente, si bien en el fondo todos la declaran un sistema moral dentro del que caben los principios y creencias de todos los hombres amantes de la humanidad y del pro 9. UNITED GRAND LODGE OF ENGLAND, encontrado en www.ugle.org.uk 10. UNITED GRAND LODGE OF ENGLAND, encontrado en www.ugle.org.uk 11. LORENZO FRAU ABRINES, Diccionario Enciclopédico de la Masonería, Tomo 2, Editorial del Valle de México, México DF, p. 768 Bicentenario del 19 de abril (1810-2010)
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greso y dotados de rectitud de criterio y buena voluntad. La etimología inglesa de esta palabra signica albañilería o arte de edicar.
Ahora bien, aunado a estos conceptos, es importante destacar que la Masonería, aparte de ser una institución humanista, lantró pica, altruista y progresista, defensora de la libertad del individuo en todas sus acepciones, es una fraternidad universal a la cual se ingresa solamente mediante una iniciación. De hecho, las enseñan zas masónicas, desde sus inicios hasta hoy en día, están basadas en el simbolismo como herramienta universal que aborda la con ciencia del individuo, generando efectos directos en la concepción de las ideas. Siendo así, destaquemos que el simbolismo masónico posee un aspecto exotérico (externo) y otro esotérico (interno), que el masón comprende y asimila en toda su acepción sólo mediante la iniciación. Un ejemplo sencillo pero profundo de lo que aquí referimos podemos verlo en el símbolo uni versal de la Masonería, representado por una escuadra, un compás y la letra G. Para quien no es masón, dichos elementos podrían representar herramientas de la construcción y una letra en el Masonería Universal centro. Simplemente un logo. Ese es el mensaje exotérico precisamente, pero para el iniciado en la Masonería sim bolizan mucho más, son las herramientas que rigen los actos de su vida y de su conciencia, he aquí el aspecto esotérico , de allí que se arma que ser masón es un estado de conciencia. Pues bien, el simbolismo ha sido usado desde tiempos inme morables por quienes han sido considerados los antepasados de la Masonería, las antiguas Corporaciones de Constructores . En cuanto a las costumbres de aquellos canteros, acota Eduardo R. Callaey 12 12. EDUARDOR CALLAEY, El Otro Imperio Romano (De la Orden del Temple a la Francmasonería), Ediciones Nowtilus S.L. Madrid, 2005, p. 35
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Llevaban a cabo ritos fúnebres, enterrando a cada cual bajo el emblema de su ocio, generalmente la escuadra, el compás y el nivel: Muchos de estos símbolos funerarios han llegado hasta la francmasonería moderna, que los ha heredado de las corporaciones medievales.
También se reere a este hecho, Ferrer Benimeli 13 La escuadra, el nivel, el compás se convirtieron en sus atributos y símbolos característicos. Resueltos a formar un cuerpo independiente de la masa de los obreros, imaginaron entre ellos palabras de contraseña, y toques, para distinguirse.
Pero al transcurrir el tiempo, la Masonería fue evolucionando en cuanto a la amplitud de sus preceptos, entre los que destacaban los valores de libertad de pensamiento, de igualdad en la sociedad y fraternidad entre los hombres, llevados al interior del individuo me diante iniciación y simbolismo. Este hecho hizo que fueran ingre sando una nueva clase de miembros que no practicaban el ocio de la construcción, incorporándose lósofos, pensadores, líderes, artis tas, monarcas, militares, la nobleza y diversas profesiones. Cabría entonces preguntarse si Francisco de Miranda, un hombre con una formación losóca singular, pudo haber tenido algún interés en la Masonería y sus preceptos, y si llegó a iniciarse en ella. Miranda, desde muy joven, se dio a la tarea de estudiar pro fundamente diversos temas, sobretodo los relacionados a losofía, política, sociedad y militares. Una opinión acerca de las inquietudes del prócer venezolano, la ofrece Antonio Egea López 14: De losofía progresista, el pensamiento de Miranda se acoge a las ideas innovadoras que representan el reformismo del siglo de las luces. En materia de religión, el deísmo es la 13. JOSÉ ANTONIO FERRER BENIMELI, Ob. Cit., p. 22 14. ANTONIO EGEA LÓPEZ, Ob. Cit., p. 59
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concepción predominante en los ideólogos racionalistas. Las doctrinas pretenden ser reducidas a la sola creencia en un Ser Supremo.
Asimismo, es interesante analizar cómo lo describe Láutico García15: Miranda no era un ideólogo. No baja del sistema a la reali dad, sino de ésta al sistema. Como en política, también en religión, fueron las experiencias, los contactos personales y las lecturas, las que progresiva y lentamente fueron estructurando y remachando en su espíritu unos cuantos prejuicios y principios anticatólicos….Su dialéctica es vital, no racional ni metafísica. Su proceso está marcado por el ritmo vital de su metabolismo psíquico-espiritual. De ahí el gran peligro de falsear sus actitudes – religiosas o políticas- si uno se limita a espigar unos cuantos textos en su inmenso archivo sin aten der bien a sus conexiones con u tiempo determinado, un estado concreto de su alma versátil, su situación social y política.
Indudablemente, que el perl del librepensador caraqueño se adaptaba perfectamente a los preceptos que la Masonería promul gaba, representados por la libertad de pensamiento, la lucha contra la opresión y la tiranía, la igualdad de derechos entre los individuos y una sociedad más justa, por lo que no era de extrañar que Miranda pudiera haberse interesado en la orden. Por otra parte, siendo nues tro personaje un hombre de mundo, que mantuvo relaciones y amis tad con importantes personajes de la época en diversos ámbitos, cabría preguntarse si sus “amistades masónicas”, pudieron haber inuido en sus ideales. Al respecto cita Egea López 16
15. LAUTICO GARCÍA, S.J. Francisco de Miranda y el Antiguo Régimen Español, Academia Nacional de la Historia, Caracas, 1961, p. 192 16. ANTONIO EGEA LÓPEZ, Ob. Cit., p. 68
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Si, además, Voltaire, que inuencia en el caraqueño, y la Enciclopedia, que también dejó huella en nuestro ilustrado, tienen que ver con las ideas religiosas de la Masonería Masonería, no puede dudarse que Miranda también recibiera lecciones de la sociedad secreta.
¿Pudo Miranda haber formado alguna verdadera logia masónica? En ese orden ideas, para poseer un escenario mental y una concepción más el acerca de estas circunstancias, demos un vista zo fugaz por el origen y la evolución de esta orden milenaria.
Origen y evolución de la Masonería La Masonería, tal y como la conocemos hoy en día, surgió en Inglaterra en 1723, producto de una evolución paulatina y sostenida en el tiempo, que generó una transformación en sus nes, el desarro llo intelectual de su membresía y la evolución de la sociedad. Siendo así, para comprender en profundidad qué es la Masonería, y cómo evolucionó hasta la época que nos ocupa, debemos remontarnos a sus orígenes, toda vez que la connotación etimológica de su nombre está íntimamente relacionada con su razón de ser y la denición de sus principios. En ese sentido, todas las teorías y versiones acerca del origen de esta orden se remiten al antiguo ocio de la construc ción. Permítame unas líneas para abordar este punto. Masón proviene de la palabra, maçons , término anglosajón que signica constructor, albañil, que agrupados en gremios ( guildes ) durante la Edad Media, tenían diferentes niveles de conocimientos y autoridad en el ocio de la construcción, desde el aprendiz hasta el maestro masón. Poseían formas de reconocimiento para identicarse que sólo ellos manejaban. Sus conocimientos eran transmitidos verbalmente, de generación en generación, para preservar los secretos del ocio de la construcción, al que llamaron desde el punto de vista iniciático, arte real. Ingresaban a través de un riguroso proceso selectivo y ri -
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tuales de iniciación, y se reunían en locales ubicados al lado de sus obras que llamaron logias. En cuanto a sus orígenes, muchos historiadores se remontan a los Colegios Romanos , conocidos como collegia fabrorum . Así acota Frau Abrines17 Con esta palabra se han denominado las antiguas sociedades de constructores, de las cuales se asegura por muchos, se deriva el origen de las actualidades Logias Masónicas. Según Clavel, por los años 714 antes de J.C., Numa instituyó en Roma los colegios de arquitectos (collegia fabrorum).
Igualmente, en cuanto a la similitud entre ambas organizacio nes, reere Eduardo R. Callaey18 En verdad existen semejanzas entre la estructura de los co legios y la de las logias masónicas: Cada colegio debía estar presidido por un maestro y dos decuriones que ejercían la autoridad sobre los demás miembros, mientras que las autoridades que gobiernan una logia masónica, son el venerable maestro y los dos vigilantes.
No obstante, con el propósito de darle una connotación más profunda a su ocio, los constructores tuvieron que abordar temas y aspectos del simbolismo para poder comprender el verdadero arte recibieron inuencia de diferentes corrientes iniciáticas. Estudiaban Geometría, Numerología y Astrología, entre otras disciplinas de mu cha utilidad para erigir construcciones con características particula res, que para un constructor “no iniciado” eran difíciles de realizar. En aquella época un gran número de masones pudieron ser analfabetas funcionales, que aunque no supieran leer y escribir, eran iniciados, y precisamente, las enseñanzas iniciáticas se transmiten a 17. LORENZO FRAU ABRINES, Ob. Cit., Tomo 1, p. 299 18. EDUARDO R CALLAEY, Ob. Cit., p. 34
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través de condiciones innatas del individuo, que no requerían de la lectura ni la escritura; en tal sentido, el simbolismo se convirtió en el lenguaje por excelencia. A este respecto, exponen Christian Jacq y Francois Brunier19: En la Edad Media todo se considera a través de la criba del símbolo. Este signo de la presencia divina se utiliza en todos los niveles de la aventura humana se trae de la historia, de la sociedad o de la religión. Semejante actitud, que podría parecernos sistemática o arbitraria a la vez es, en realidad, la puesta en práctica de una asombrosa toma de conciencia. El mundo es una palabra de Dios, pues el mundo es sagrado.
Un ejemplo del dominio del lenguaje simbó lico de los constructores se puede observar en el Rosetón principal de la Catedral de Notre Dame. Para el hombre común, el Rosetón podía ser sim plemente un vitral ornamental, sin embargo, sus constructores tenían otra acepción. Una explica ción detallada del mismo la ofrece Udo Becker 20:
Rosetón principal de la Catedral de Notre Dame
Rosa de los alquimistas, su diseño se basa en el signicado simbólico del número 16 (símbolo de la perfección cristina); el círculo inferior representa a los profetas del Antiguo Testamento; el siguiente a los jueces y los reyes, y el círculo exterior a los reyes y los sumos sacerdotes, todo alrededor de la Virgen María y el niño.
Se incorporaron entonces monjes benedictinos a las logias, quienes eran los encargados de dirigir las obras, ellos transmitían a los masones muchas enseñanzas del simbolismo cristiano que 19. CHRISTIAN JAQ Y FRANCOIS BRUNIER, El Mensaje de los Constructores de Catedrales , Plaza & Janes Editores S.A., Barcelona, España, 1976, p. 131 20. UDO BECKER, Enciclopedia de los Símbolos, traducción de J. A. Bravo , Ediciones Robin Cook, Barcelona, España, 1996, p. 280
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fue alimentando el espíritu de aquellos albañiles dedicados en un principio a un trabajo tosco y rudo. A este respecto, opina Eduardo R. Callaey21 “Durante la Edad Media, el arte de la construcción fue desarrollado por los monjes, principalmente por la Orden Benedic tina, que asumió fundamental importancia en tiempos del Imperio Carolingio”. Pero los masones ya habían abordado el tema religioso en sus reuniones. En un poema que trata acerca de los deberes de los masones, considerado el más antiguo documento de la Masonería (1250), aparece una interesante reexión a este punto. Se trata del Manuscrito Reggio22: En esta Asamblea se ordenaron otros puntos, De grandes señores y también maestros; Que quien conozca este ocio y adquiera dignidad, Amará siempre bien a Dios y a la Santa Iglesia,
Esta armación reeja la avanzada orientación moral y religiosa que mantenían los constructores de la época. Sin embargo, en las logias había una diversidad de miembros provenientes de diferentes regiones, con creencias y fe muy particulares, y entre ellos, algunos iniciados en otras escuelas Iniciáticas que poseían aptitudes para el arte de la construcción. Los masones fueron adoptando la gura del Gran Arquitecto del Universo, para denir a la divinidad sin otorgarle el nombre de un Dios especíco, para así reconocer las religiones particulares de cada miembro. Era el inicio de una concepción primigenia de liber tad de culto. Muestra de esta amplitud religiosa lo representa una ilustración del año 1250 de una Bible Moralisée , en la que aparece el creador del universo con las herramientas de la construcción. Era 21. EDUARDO R. CALLAEY, Ob. Cit., p. 40 22. GRAN LOGIA DE LA REPÚBLICA DE VENEZUELA, Cuadernos Simbólicos Nº 1, Manuscrito Reggio , Caracas 1995, p. 13
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el Gran Arquitecto del Universo. Udo Becker 23 ofrece una interpretación de ella: La noción de Dios creador como Sumo Hacedor del mundo se convirtió en un tópico, en una imagen reiterada; lo pintan con el compás gigante de los canteros en una mano, abarcando el círculo del mundo cuyo verde representa el mar primordial que lo delimita.
Bible Moralisée
No obstante, es importante mencionar que tiempo atrás, pro ducto de desinformación en una época caracterizada por el poder omnímodo del Santo Ocio, se venían generando persecuciones a estas agrupaciones, representadas en las prohibiciones de sus reuniones y asambleas. Una referencia a este hecho hace Robert Ambelain24: La condena más antigua entre las pronunciadas por la Iglesia contra las corporaciones, es la del Concilio de Rouen en 1189, condenación fulminada contra las cofradías obreras de albañiles. El motivo fue (¡ya!) la existencia de secretos (de ocio), de ritos (tanto de recepción como de iniciación de una obra), de asambleas, cuyas deliberaciones se mantenían igualmente secretas.
Otro acto similar, cita Ferrer Benimeli 25: En 1425, un Acta del Parlamento, en el tercer reinado de Enrique VI, prohibió que los constructores se reunieran en asambleas, considerándolos culpables de felonía si desobedecían 23. UDO BECKER, Ob. Cit., p. 111 24. ROBERT AMBELAIN, El Secreto Masónico , Ediciones Martínez Roca, S.A. Bar celona, España, 1987, p. 89 25. JOSÉ A. FERRER BENIMELI, Ob. Cit., p. 61
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la disposición, castigando a los demás obreros que tomasen parte en aquéllas, con la pena de prisión o una multa, según la voluntad del rey.
Como podemos observar, los ataques a los constructores y asambleas de masones trascendían en el tiempo, y los más poderosos que la Masonería tuvo que soportar sin dere cho a la defensa fueron las bulas papales, las más contundentes estuvieron representadas por las de Clemente VII In Eminenti , y Providas de Benedicto XIV, de cuyas motivaciones da su impresión Ferrer Benimeli 26 Benedicto XIV
Es cierto que tanto Clemente XII, como Benedicto XIV, a los motivos de seguridad del Estado, añaden otro de tipo religio so, cual es la “sospecha de herejía” por el hecho de admitir en las logias a individuos de diversas religiones, motivo que en el siglo XVIII tenía una valoración muy distinta a la de nuestros días.
Indudablemente, para la Iglesia Católica y la Santa Inquisición era delito imperdonable que alguna organización mantuviera secretos, jura mentos, rituales, y para colmo, aceptara indivi duos de otras religiones. Pero hay una circunstancia particular en Clemente XII estas bulas, se trata de que se fundamentaban prácticamente en rumores, denuncias de pobladores, de funcionarios, de clérigos, pero verdaderamente no había la certeza de lo que los masones hacían en sus reuniones. Así lo señala Ferrer Benimeli 27 26. JOSE A. FERRER BENIMELI, Masonería e Inquisición en Latinoamérica durante el Siglo XVIII , Universidad Católica Andrés Bello, Instituto de Investigaciones His tóricas, Caracas, 1973, p. 6 27. Ibid ., p. 6
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Por otra parte, tanto en la bula In Eminenti de Clemente XII, como en la Providas de Benedicto XIV – por no citar otros edictos o normas emanados de altos eclesiásticos en sus respectivas jurisdicciones- se condena una asociación que de hecho no se sabía qué era, ni en qué consistía.
Asimismo, ya habían sido víctimas de ataques similares los Ca balleros del Temple o Templarios, hasta que Clemente VII ordenó en 1314 su abolición y encarcelación, los despojó de todas sus propie dades y riquezas, los acusó, entre otras causales, de herejes, y ter minó con la ejecución de Jacques de Molay, el último Gran Maestre de la Orden. Muchos autores otorgan a los Templa rios gran inuencia en la conformación de ritos masónicos que posteriormente se crea ron, y que hoy en día, aún se mantienen. La coincidencia de las causales atribui das a los templarios y por las que fueron acu sados igualmente los masones se pueden Templarios observar en la referencia al cuestionario en contra de los Caballeros del Temple, que hace Martin Walker28: 1.- Que renegaban de Cristo y escupían sobre la cruz en la ceremonia de admisión en la Orden. 2.- Que en esta ceremonia se intercambiaban besos obscenos. 3.- Que los Sacerdotes de la orden omitían las palabras de la consagración cuando decían misa. 4.- Que practicaban la sodomía. 5.- Que adoraban ídolos. 6.- Que se confesaban mutuamente y que el presidente del capítulo perdonaba los pecados.
28. MARTIN WALKER, La historia de los templarios , Edicomunicación S.A. Barcelo na, España, 1993, p. 168
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Con el tiempo la Masonería recibió inuencias de diferentes corrientes, reejadas en su simbolismo y rituales, como la cábala mística (kaballah ), las escuelas del Antiguo Egipto, la pitagórica, el hermetismo y otras, que conformaron todas un simbolismo ecléctico único. Igualmente debemos mencionar una es cuela iniciática que jugó un papel preponde rante en la Masonería, se trata de la Orden Rosacruz, que ciertamente tuvo gran ascen dencia en ella debido al ingreso de destaca dos miembros en las logias masónicas, así como la incorporación denitiva de elementos de su losofía en la Masonería. Prueba de ello Fraternidad Rosacruz es la conformación de grados masónicos en la creación de los Capítulos Rosacruces de la Masonería, así como los postulados de personajes como el lósofo inglés, Sir Francis Bacon, (1551-1626). A este respecto, cita Eduardo R. Callaey 29: La primera referencia indirecta de la relación entre rosacruces y masones aparece en un poema editado en Edimburgo en 1638, que en una de sus estrofas dice: Porque somos hermanos de la Rosa Cruz, tenemos la palabra del masón y una segunda vista, podemos predecir correctamente las cosas que vendrán. Gr. 18º Rosacrucismo Masónico
Por su lado, una referencia en cuanto a la relación Masonería y Rosacrucismo, resalta Aldo Lavagnini 30: En la segunda mitad del siglo XVII el rosicrucianismo (sic) y la masonería se van enlazando tan íntimamente, y se ejerce tal 29. EDUARDO R. CALLAEY, Ob. Cit., p. 118 30. ALDO LAVAGNINI, Manual del Caballero Rosacruz , Editorial Kier, S.A. Buenos Aires, p. 69
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intercambio entre el simbolismo de la una y de la otra, bajo la inuencia del espíritu losóco humanista dominante, que, a principios del siglo XVIII, los dos movimientos se han fundido prácticamente, y la masonería se prepara para ser heredera de las tradiciones rosacruces y de las corrientes humanistas de la época.
La base del gnosticismo en la fraternidad Rosacruz tuvo gran impacto en la Masonería, que lo abrazó de una manera inmedia ta, incorporándose como una de las corrientes con gran aceptación dentro de ella. Europa vivía cambios determinantes en lo político, intelectual y religioso, que generaron trasformaciones en la sociedad, y la Ma sonería no iba a ser la excepción. El pensamiento medieval estaba en decadencia después de siglos de dominio. Y fue precisamente la Iglesia Católica la primera institución que sufrió los rigores del cambio, afectando directamente a los masones, que de una u otra forma tenían su existencia íntimamente ligada a ella a través de las construcciones de catedrales. Por otro lado, comenzaba el humanismo, una corriente que in uyó en la vida y razón de ser de la orden, el cual tuvo gran signica ción en la formación intelectual y la percepción religiosa de muchos de aquellos constructores. Al mismo tiempo, daba sus primeros pasos la Ilustración para convertirse en un fenómeno cultural, intelectual y losóco que ge neraría cambios determinantes en el Viejo Mundo, y de cuyo seno, muchos destacados propulsores se iniciaron en la sociedad de la escuadra y el compás, incorporando sus postulados a ella, convir tiendo a las logias en centros de estudios del hombre, su entorno y su progreso, bajo una perspectiva iniciática. Toda aquella etapa de los constructores ha sido identicada como Masonería Operativa, porque los masones eran operarios, construc tores, lo cual progresivamente fue cambiando, hasta llegar a la encru cijada de 1723, cuando se transformó en lo que es hoy en día. Bicentenario del 19 de abril (1810-2010)
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A partir de entonces nace la llamada Masonería Especulativa, toda vez que los masones dejaron de construir obras y templos físi cos, para que sus trabajos estuvieran orientados a erigir templos a las virtudes, considerando al hombre como una piedra bruta, la cual podía tallarse y convertirla en un cubo perfecto para la construcción del propio templo interior, eran los libres y aceptados masones.
Libres y aceptados masones, agentes para cambios en la sociedad Las logias tuvieron que enfrentar una cruda realidad e inicia ron un proceso de cambio representado en la aceptación de nuevos miembros que no eran constructores, a quienes se denominaron en adelante free and accepted stone masons o libres y aceptados masones. Se les identicó como aceptados, porque se comenzaron a aceptar individuos de diversas actividades y profesiones distintas a la construcción, y se dedicarían a construir las bases de un nuevo hombre, como célula generatriz de una nueva sociedad, y libres, porque no pertenecían a ningún señor feudal ni tenían obediencia explícita a persona alguna, porque eran libres. Una referencia a este punto del historiador Findel, hace Ferrer Benimeli31: Es en Inglaterra, en 1350, donde aparece por vez primera la denominación de francmasón o de free-stone-mason, es decir, del albañil libre que trabaja la piedra de adorno, para distinguirlo del rough-mason, traba jador tosco, comúnmente aplicado a los canteros ingleses. 31. JOSÉ A FERRER BENIMELI, Ob. Cit., p, 27
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Iniciación Masónica
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La incorporación de estos nuevos miembros fue de tal magnitud que a mediados del siglo XVII los constructores de ocio eran mino ría en las logias, así ingresó la Masonería con éxito en la Ilustración. Igualmente, reyes, monarcas y la nobleza se motivaron a iniciarse en aquella institución que generaba comentarios de diversa índole. Un caso típico de este aspecto, reere Santiago Valentí Camp32: Los primeros gérmenes de la alianza universal masónica en Alemania se relacionan con el reinado de Enrique el Hechicero, y en Inglaterra, con el de Eduardo III (1327-1376). Este monarca comprendió que el arte de construir era el más necesitado de energía y reglamentación, pues existía entonces un excelente espíritu de fraternidad entre los obreros constructores de edicios, que por su conducta correcta eran eles y sumisos, y por este motivo el monarca favoreció a esta institución a título de favorecedor de las ciencias y las artes.
Por otra parte, el hecho de que lósofos se motivaran a ingre sar a la fraternidad masónica le dio una profundidad extraordinaria que la proyectó denitivamente hacia un nuevo pensamiento. Casos como los de Voltaire, Diderot, Rousseau, Montesquieu y otros tan tos, ofrecen una visión de la proyección de la orden. Circunstancias como éstas fueron decisivas para la transformación de la Masonería, que denitivamente abandonaba su antiguo ocio para prepararse a un nuevo postulado. Las logias se dieron a la tarea de reformular su propósito, sus principios y su objeto. Muchas de ellas se convirtieron en centros de pensamiento avanzado de la época, trascendiendo en el tiempo. El punto de quiebre de esta transformación se consolidó con la creación, en Londres, de la Gran Logia Unida de Inglaterra y la promulgación en 1723 de The Constitutions of free and accepted 32. SANTIAGO VALENTI CAMP, Sectas y sociedades secretas , Tomo II, Editorial del Valle de México, Mexico DF, 1989, p. 479
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free-masons , (Las constituciones de los libres y aceptados maso -
nes) compilada por el Reverendo Dr. James Anderson. Al respecto, expone Ferrer Benimeli33: El paso de la masonería medieval de los constructores de catedrales (masonería operativa), cuyos miembros se obligaban a ser buenos cristianos, a frecuentar a la Iglesia y a promover el amor de Dios y el prójimo, a la Masonería moderna (masonería especulativa), puede seguirse a través de una serie de documentos que permiten apreciar la transición. Estos se encuentran sobretodo, en la famosa Gran Logia de Edimburgo, que tenía sus reuniones en la St. Mary´s Chapel.
Fue así que paulatinamente se fue generando un sentimiento colectivo de transformación, representado por la incorporación de nitiva a la Masonería Especulativa. Un interesante comentario sobre esta transformación ofrece de nuevo Ferrer Benimeli:34 Así concebida, la Masonería desde sus orígenes, quiso ser una reunión, por encima de las divisiones políticas y religio sas del mundo, de hombre que creían en Dios, respetaban la moral natural y querían conocerse y trabajar juntos a pesar de la diversidad de sus opiniones religiosas y de su aliación a confesiones o partidos más o menos opuestos.
Una diversidad que se expresaba principalmente en la libertad de conciencia y de espíritu, libertad de pensamiento, libertad de ex presión, y desde luego, libertad de culto. Para los masones, la concepción de Dios era, y es, un aspecto exclusivo del fuero interno de cada uno de ellos. Y consideraban que la sociedad requería de individuos con este perl para generar los cambios que irreversiblemente se estaban produciendo. 33. JOSÉ ANTONIO FERRER BENIMELI, Ob. Cit., p. 32 34. Ibid . p. 37
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Pues bien, toda esta amplitud de hechos, criterios, iniciados y pensamientos de libertad estaba respaldada desde 1723, por algu nos de los postulados de las Constituciones de Anderson35: Aunque en tiempos antiguos los masones estaban obligados a pertenecer a la religión dominante en su país, cualquiera que fuere, se considera hoy mucho más conveniente obligarlos tan sólo a profesar aquella religión que todo hombre acepta, dejando a cada uno libre en sus individuales opiniones.
Esta circunstancia daba como resultado que para la época de Miranda, ya la fraternidad masónica había sido blanco de los ata ques del Santo Ocio a través de Bulas papales y edictos, que entre otros delitos, declaraban a los masones, o liberi muratori , como herejes y enemigos de la ley de Dios. En tal sentido, una transcripción de parte de la bula In Eminenti, presenta Robert Ambelain36: Hemos sabido, y el rumor público no nos ha permitido dudarlo, que se había formado cierta sociedad, asamblea o aso ciación, bajo el nombre de francmasones o Liberi Muratori, o bajo una apelación equivalente, según la diversidad de las lenguas, en la cual se admite indiferentemente a personas de toda religión y de toda secta, que bajo un exterior de probidad natural afectada, que se exige y con la que se contentan, se han dado ciertas leyes, ciertos estatutos que les unen unos a otros y que, en particular, les obligan bajo las penas más graves, en virtud de un juramento prestado sobre las Santas Escrituras, a mantener un secreto inviolable sobre lo que sucede en sus asambleas.
Como puede observarse, este documento se fundamenta en la prohibición expresa de admisión de personas de una religión distinta 35. GRAN LOGIA DE LA REPÚBLICA DE VENEZUELA, Ob. Cit ., p. 3 36. ROBERT AMBELAIN, Ob. Cit ., p. 90
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a la católica a determinada asociación. Además de lo capcioso que lucía el hecho de prestar juramentos secretos. Igualmente, nótese que se basa en comentarios y rumores, mas no en elementos pro batorios. Pero aún así, la bula concluía con una condena estricta en cuanto a todos los eles. Así lo transcribe Ferrer Benimeli 37: Prohibimos seriamente y en virtud de la santa obediencia, a todos y cada uno de los eles de Jesucristo, de cualquier estado, grado, condición, rango, dignidad y preeminencia que sean, laicos o clérigos, seculares o regulares, aun los que merezcan una mención particular, osar o presumir bajo cualquier pretexto, bajo cualquier color que éste sea, entrar en las dichas sociedades de Liberi Muratori o Francmassons o de cualquier forma que se denominen, propagarlas, sostenerlas o recibirlas en su casa o darles el poder y los medios de reunirse, suministrarles cualquiera cosa, darles consejo, socorro o favor, abierta o secretamente, directa o indirectamente por sí o por medio de otros, de cualquier manera que esto sea…
Extendiendo su alcance no sólo a los masones, sino a quienes de alguna manera cooperasen con ellos: Es más, les ordenamos en absoluto que se abstengan enteramente de estas clases de sociedades, asambleas, reuniones, agregaciones o conventículos, bajo pena de excomunión a incurrir ipso facto y sin ulterior declaración, de la que nadie puede recibir el benecio de la absolución por otro sino por Nos, o por el Pontíce romano que exista, a no ser en Artículo de muerte.
Pues bien, aparte de la de Clemente XII, para el año de 1771, cuando Miranda comienza su periplo por el mundo, ya se habían producido diversos decretos y bulas en contra de la Orden Masó nica, siendo la Bullarium Providas Romanorum; Sanctissimi Domini 37. JOSÉ A. FERRER BENIMELLI, Ob. Cit ., p. 131
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Nostri Benedecti Papae XIV, Romae, typis Sacrae Congregationis de Propaganda FIDE junto a In Eminenti, unas de las más rmes
condenas en contra de los francmasones. De esta manera, podríamos inferir que en esta posición asumi da por la institución, había mucha inuencia de las ideas del Libe ralismo, presente desde el siglo XV. El hecho de que importantes librepensadores como John Locke (1632-1704) propulsor del empirismo y el liberalismo, mostraran su rme interés en la Masonería, fue determinante. Incluso, en contra de la opinión de algunos autores que niegan la posibilidad de que Locke fuese masón, existen pruebas de que sí perte neció a esta Orden, como la transcripción de un importante documento relacionado con el lóso fo inglés, quien se rerió al Manuscrito Leiland , la cual es comentada por James Davis Carter 38: John Locke (1632-1704) El Manuscrito Leland cuya autenticidad ha sido cuestionada, pero rmemente defendida, contiene notas y comentarios escritos el 6 de mayo de 1696, por Locke a Thomas, Conde de Pembroke, en el cual, en una de sus partes se lee: “No sé cuál es el efecto de una revisión de este viejo documento puede producir a Su Majestad; pero por mi parte no puedo negar, que ha despertado mi curiosidad, que me ha inducido ingresar a la fraternidad, la cual es una decisión que he tomado (si puedo ser admitido), la próxima vez que vaya a Londres, y será pronto. (Traducido del inglés).
Estas palabras de Locke se convirtieron en un estímulo para los masones, traducida desde luego, en el ingreso de nuevos miembros con ideales completamente liberales a las logias. 38. DAVIS CARTER JAMES, Committée on Masonic education and service of the Grand Lodge of Texas. Masonry in the US history
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Con este postulado, la Masonería daba un paso adelante que estremecía a la sociedad, al poder instituido, y desde luego, al Santo Ocio. Claro está que en una época en la que el poder de la Iglesia era tan desproporcionado, no sólo en lo religioso sino en lo político, adoptar una posición de esta manera era un sacrilegio. Este fue el preámbulo de la Masonería que vivió Francisco de Miranda.
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Capítulo II FRANCISCO DE MIRANDA Y EL CONTEXTO HISTÓRICO DE LA MASONERÍA EN EL SIGLO XVIII Francisco de Miranda nace exactamente en la mitad de un siglo que convulsionó a la humanidad en lo político, en lo social, en lo eco nómico, así como en lo religioso, y en el que la Masonería fue, a la vez, actora y receptora de parte de esos cambios. Era el siglo de las Luces, de los Enciclopedistas, en la que una percepción nueva de la sociedad, del individuo y de la vida era presentada a la humanidad. Miranda, tal vez por esos dones innatos de algunas mentes es clarecidas, fue sintiendo el momento histórico que vivía, y con el tiempo percibió el papel protagónico que él podría jugar en la histo ria, dedicándose a escribirla, teniendo como actor principal su propia vida. Para ese efecto, se dedicó a escribir un diario, al que llamó Antonio Egea López 39: Colombeia , del cual acota, Antonio Miranda, con una mentalidad ilustrada, ha empezado a escribir un largísimo diario, que redactará y lo acompañará a todos sus viajes. Al diario agregará cuantos documentos va acumulando, terminando por formar un voluminoso archivo, que, junto a los libros que adquirirá, y que llegaron a sumar seis mil títulos, portaría, lo que de por sí es meritorio, de una nación a otra.
39. ANTONIO EGEA LÓPEZ, Ob. Cit.
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Es conocido el nivel intelectual y cultural de Miranda. Su biblio teca llegó a tener más de seis mil volúmenes. Miguel Castillo Di dier40 hace una descripción de parte de ella: “La colección mirandina muestra las obras completas de Voltaire en 70 tomos, de Rousseau en 35, de Condillac en 23, de Montesquieu, la Gran Enciclopedia de D’Alembert y Diderot en 39 volúmenes (3 de láminas), edición de Lausanne de 1781” Francisco de Miranda organizó sus archi vos y diario, clasicándolos en: Viajes (26 vo lúmenes), Revolución Francesa (18 volúme nes) y Negociaciones (19 volúmenes). En el año 2007 el Comité Consultivo Internacional de la Unesco aceptó formalmente la postula ción de los Archivos de Miranda como parte Francisco de Miranda (1750-1816) de los registros de la memoria del mundo. Miranda llega a Cádiz muy joven sin tener mayor experiencia de vida, allí comenzó a desarrollarse su espíritu investigador de manera vertiginosa en una sociedad un tanto puritana, lo que generó diferen tes reacciones en su ambiente. Una referencia a tales reacciones en Cádiz, reere J.G. Lavrets ki41: “Un joven ocial, que leía los autores griegos en el original, y ci taba a Rousseau y Voltaire, producía desconanza en los afectados e ignorantes generales españoles, que le consideraban librepensa dor y arribista”. Indudablemente, que esta inquietud y particularidad inédita en un desconocido sudamericano generaba reacciones en contra en un círculo que se resistía a los cambios Asimismo, la Corona Española y la Inquisición incoaron en su contra una causa que se convirtió en persecución durante toda su vida, el prócer venezolano estaba en pleno conocimiento de lo que 40. MIGUEL CASTILLO DIDIER, Miranda y la senda de Bello , Ediciones de la Presi dencia de la República, Caracas, 1991, p. 94 41. J.A. LAVRETSKI, Miranda , Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, Caracas, 1991, p. 28
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representaba poseer libros prohibidos y las consecuencias que le acarrearía tenerlos. Precisamente, en una oportunidad, es informado por Juan Ma nuel Cagigal, su superior y gobernador de La Habana, del decomiso de diversos libros y obras de su biblioteca personal, de la cual había sido víctima, enviándole una correspondencia secreta en la que le escribe42 “Parece que G…ha leído y quemado varios papeles perte necientes a V.E. y que no podrían hacerle una gravísimo perjuicio. Se ha quedado con los libros, porque quiso su voluntad absoluta”. Asumimos que “G”, podrían ser, José Gálvez, ministro de Indias o Bernardo de Gálvez. Recordemos que entre Cagigal y Miranda se desarrolló una relación muy estrecha que sobrepasaba la natural entre un superior y su subordinado. Realmente Miranda fue protegido por Cagigal permanentemente. Algunos autores lo atribuyen a la supuesta pertenencia de am bos a la Masonería, lo cierto es que Cagigal se encargó de apoyar y proteger al caraqueño de las intrigas y persecuciones que en su contra se habían creado. La amistad entre Cagigal y Miranda era tan estrecha, que por defender las instrucciones que le había dado a su Edecán mantuvieron a Cagigal en prisión por más de nueve años. En relación con este hecho, Miranda le escribió a Cagigal una carta fechada el 16 de abril de 1783, en la que le maniesta que deja ría La Habana para dirigirse a Estados Unidos, y así evitar caer preso por las falsas acusaciones en su contra. Pues bien, Cagigal le escri be nueve años después desde Madrid, en los siguientes términos43: Muy señor mío. En carta que me escribió Vm, desde la mar, me ofreció no tomar partido hasta la conclusión de mis asuntos, siendo a
42. MIRANDA, Colombeia , Ediciones de la Presidencia de la República, Caracas, 1983,Tomo I, p. 309 43. MIRANDA, Colombeia , Ediciones de la Presidencia de la República, Caracas, 1983, Tomo IX, p. 432
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mi cargo tratar de los de Vm, que estuvieron su origen en el desempeño de la Comisión del Real Servicio que puse a su cuidado y la que, evacuada ventajosamente, denió la emu - lación que franquearon nuestros adversarios, y produjo las consecuencias que Vm sabe hasta mi arribo a España. Nueve años de arresto y otros trabajos, sólo han producido en mi defensa de la indicada Toma de Providencia, el que S.M., vistos mis descargos, me haya dado por absuelto y buen ser- vidor de su Real Persona…
Esta circunstancia habla del nivel de lealtad mutua entre ambos militares. Por otro lado, en cuanto al perl del precursor, opina Láutico García44: ¿Puede considerarse a Miranda un producto típico de su tiempo? Ciertamente, Miranda fue uno de los hombres más simbióticos de la Historia. Las lecturas incesantes, los via jes, las conversaciones le tenían en contacto siempre con los hombres ilustrados, los más diversos y los más numerosos que se pueda imaginar.
Ciertamente, las ansias de conocimiento e investigación de Mi randa le llevaron a sostener los más disímiles contactos en todas las ciudades que visitaba, pero entre ellos predominaban aquellos que de una u otra manera pudieran ser importantes para su proyecto. Como dato anecdótico, dentro de los singulares contactos rea lizados por Miranda estan los que sostuvo con ex jesuitas en varias ciudades. Así lo reere Egea López45: La vida política de Francisco de Miranda coincide con la etapa de exilio de los jesuitas expulsados del territorio español por 44. LAUTICO GARCIA, S.J., Francisco de Miranda y el Antiguo Régimen Español , Academia Nacional de la Historia, Caracas, 1961, p. 143 45. ANTONIO EGEA LÓPEZ, Ob. Cit ., p. 57
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Carlos III, en 1767. El contacto, pues, del Precursor con los miembros de la Compañía de Jesús se congurará bajo unos parámetros distintos del clero regular o secular.
Igualmente acota Rumazo González 46: El arribo a Venecia trae signicación especial, conoce allí en la misión diplomática de España, al ex jesuita español Este ban de Arteaga quien llega a entregarle la primera lista de exjesuitas americanos españoles que residen en Boloña.
Por su parte, también hace mención a ellos, J.G. Lavretski 47: En Boloña los jesuitas expatriados reciben muy amistosamente al criollo español. Le explican en detalle los varios conocimientos de la situación económica y administrativas de las colonias, le dan la dirección de gente de conanza en diversas ciudades de Europa.
En este orden de ideas, hay un personaje que ha pasado desapercibido en cuanto a la importancia que tuvo para Miranda y su proyecto libertador, se trata del ex jesuita peruano Juan Pablo Vis cardo y Guzmán, quien, en las postrimerías de su vida, le entrega al Ministro de Estados Unidos en Londres, Rufus King, gran ami go del prócer venezolano, un valioso documento en el que estaban plasmados postulados de independencia que había desarrollado el peruano, a los que llamó “Carta a los Españoles Americanos”. Rufus King, al leerlos, consideró que podrían ser importantes para el precursor. Esta fue realmente una decisión acertada, ya que el librepensador caraqueño le dio tal connotación que los imprimió en francés en Filadela, posteriormente en Londres, otra versión en español original, para luego, remitírselo a Pedro Gual a las Antillas. 46. ALFONZO RUMAZO GONZÁLEZ, Ob. Cit ., p. 96 47. J.G. LAVRETSKI, Miranda , Ob. Cit . p., 62
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Igualmente, en la proclama que Miranda lleva en su fallido in tento de invasión a Venezuela en 1806, reza 48: Lean la epístola adjunta de D. Juan Viscardo de la Compañía de Jesús, dirigida a sus compatriotas y hallarán en ella irrefragables y sólidos argumentos a favor de nuestra causa, dictados por un Varón Santo, y a tiempo de dejar al mundo, para aparecer ante el Creador del Universo.
Lo cierto es que Miranda no escatimó esfuerzos para lograr sus objetivos, o al menos, intentarlo. Sin embargo, mientras nuestro per sonaje recorría el mundo ya se habían suscitados hechos que sacu dieron internamente la Masonería.
La Masonería especulativa avanza Ya hemos mencionado la transformación que esta institución había vivido en 1723 y su salto al futuro, del que se desprendió posteriormente una concepción distinta de la sociedad y el hombre. Aunque la formulación de sus nuevos principios representó una im portante proyección, sus actividades, sus jurisdicciones y las inuen cias que pensamientos de importantes personalidades dentro de la orden producía en las logias cambios acelerados en su razón de ser. Es así que comenta Ferrer Benimeli49: Pues, si bien hay en el siglo XVIII miles de hombres aliados a las logias masónicas, la Francmasonería apenas presenta una unidad. Lo que en algunas partes es una institución de benecencia, en otras se hace racionalista y alienta el movi miento losóco, y no faltan lugares donde el carácter predominante es el místico.
48. FRANCISCO DE MIRANDA, Palabras esenciales , Ministerio de comunicación e información, Caracas, 2006, p. 81 49. JOSÉ A FERRER BENIMELI, Ob. Cit ., p. 55
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Ciertamente muchos masones consideraban que debían man tener el legado de los Templarios, otros, se aferraban a las corrien tes esotéricas del oriente, un gran número de ellos abrazaron la corriente de los iluministas o iluminados, pero denitivamente, un segmento importante le dio una connotación social y hasta política a los postulados masónicos. Sin embargo, todas estas corrientes pudieron amalgamarse de alguna forma en que no chocaran entre su objetivo principal, el hombre. La Masonería se adaptaba al clima social y político que impe raba en cada región, pero en general, sus miembros estaban en el centro del acontecer europeo en diferentes ámbitos. En los tiempos de los viajes de Miranda la Masonería espe culativa tenía más de cincuenta años de maduración desde la pro mulgación de Las Constituciones de los Francmasones en 1723. Ya los enciclopedistas habían inyectado sus postulados en las logias, y dentro de sus senos se planteaban temas de una gran connotación losóca y social, que iba nutriendo a pasos acelerados la mentali dad de los masones de la época. Uno de los casos más resaltantes es el de Voltaire, iniciado en la logia parisina de Las Nueve Hermanas en 1778.Una referencia a su iniciación hace Frau Abrines50: Presentado por Franklin (Benjamín) y Court de Gibelim, la ceremonia tuvo lugar suprimiéndose las pruebas físicas, limitándose a las morales y al examen. La recepción fue un triunfo para Voltaire, que lo apreció como el más importante de su vida; su satisfacción no tenía límites, cuando descubrió que las doctrinas y principios que informan a la Francmaso nería, eran exactamente los mismos que él había profesado y difundido con tanto ardimiento durante toda su vida, y que Francmasones y lósofos eran, por tanto, en rigor, miembros de una misma escuela, que caminaban hacia un mismo n. 50. LORENZO FRAU ABRINES, Ob. Cit ., Tomo 3, p. 1942
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François Marie Arouet (Voltaire) 1694 - 1778
En esa iniciación podemos ver dos im portantes personajes de la sociedad del siglo XVIII: Benjamín Franklin y Court de Gibelim. Coincidencialmente en una oportunidad Miranda hace referencia a un acto en el que estuvieron presentes Voltaire y Franklin. Re seña el prócer venezolano51:
La Asamblea de Ciencias ha reanudado sus sesiones públicas el miércoles 29 de abril. El señor Voltaire asistía a esta asamblea en la que se en contraba también el señor Franklin, miembro extranjero de la Academia. El público ha contemplado con emoción, esos ilustres ancianos, gloriosos benefactores de dos hemisferios, abrazarse y dar muestras de una recíproca admiración y de una fervorosa amistad entre dos hombres que, a dos mil le guas el uno del otro, han consagrado su vida al mismo n: al triunfo de la Ilustración y de la Felicidad del género humano. (Traducido del francés).
El despertar de la conciencia hizo que el arte y la música tuvieran su repre sentación en la Masonería. Un ejemplo que ilustra este punto lo representa Wol fang Amadeus Mozart, iniciado en Viena, en el año de 1781 en la logia La Esperan za Coronada. La Masonería repercutió de tal manera en la bra creativa de Mozart que varias de sus obras tienen contenido iniciático. La más representativa de ellas Wolfang A. Mozart (1756-1791) es la Flauta Mágica , creada conjuntamente con el poeta Schikaneder. Asimismo, varias fueron sus obras creadas para la Masonería, entre ellas resalta El Elogio a la Amistad , 51. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia, Viajes, Tomo XXV, Folio 14
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la cual se asumió como el himno de la Masonería universal. Igual mente, la Música Fúnebre Masónica , hizo de Mozart un respetado masón entre las logias. Otros grandes músicos miembros de la Masonería fueron Bee thoven y Haydn, este último, por cierto, intercambió conversaciones e impartió conocimientos de música a Miranda en la interpretación de la auta. Ahora bien, hubo dos movimientos universales durante el siglo XVIII en los que los masones tuvieron un papel protagónico y sig nicativo, y en los cuales nuestro personaje igualmente participó, la Independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa, ha remos una breve reseña de ellos, con el propósito de no desviarnos del tema central de la obra.
Independencia de los Estados Unidos Si algún movimiento revolucionario e inde pendentista tuvo como actores importantes a los masones fue la Independencia de los Esta dos Unidos. Desde los más destacados milita res y defensores de ella, hasta un grupo de los rmantes del Acta de la Independencia y de la Benjamín Francklin Constitución de los Estados Unidos fueron miembros (1706-1790) de esta insti tución. Es así que Filadela, la llamada cuna de la libertad, además de ser gestora de los movimientos de independencia de esa nación, fue centro masónico de vital importancia en los Estados Unidos, que aunque no fue la primera ciudad en donde su fundó una logia, sí es considerada la de formación ideológica de los principios libertarios de Norteamérica. En el año de 1733, se funda La Gran Logia de San Juan en Bos ton, y al año siguiente, en 1734, se constituyó una logia en Filadela, cuyo venerable maestro fue Benjamín Franklin.
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A partir de ese momento el movimiento masónico mantuvo una proyección permanente antes, durante y después de haberse consolidado la independencia de esa nación. Una referencia a este punto hace Frau Abrines52: Las Grandes Logias de Inglaterra y Escocia ejercieron auto ridad suprema sobre las que respectivamente habían constituido en ese país, hasta el n de la revolución americana. Pero al conrmarse la independencia política de los Estados Unidos, los hermanos que ansiaban también verse libres de toda autoridad extranjera, empezaron a organizar Grandes Logias en los Estados que iban conformando.
En otras palabras, los masones interiorizaron el sentido de inde pendencia de su nación, al aspecto de jurisdicción territorial de sus logias, por lo que se dieron a la tarea de crear grandes logias en casi todos los Estados de la unión, con la nalidad de trasladar a la ju risdicción masónica la independencia que habían logrado en las ar mas. Por otra parte, tal y como acotamos anteriormente, el nivel de participación de los masones en el desarrollo de la independencia de dicha nación fue decidido. Cabe destacar que entre los rmantes de la Declaración de la Independencia se encuentran 8 persona jes que son reconocidos masones: Benjamin Franklin, John Han cock, Joseph Hewes, William Hooper, Robert Treat Payne, Richard Stockton, George Walton, William Whipple, así como también, en siete más de ellos, existen evidencias de haber sido iniciados o rela cionados con las logias, nos referimos a Elbridge Berry, Lyman Hall, Thomas Jefferson, Thomas Nelson Jr., John Penn, George Read y Roger Sherman. Asimismo, en cuanto a la Constitución Norteamericana, nueve de sus rmantes son igualmente reconocidos masones: Gunning Be 52. LORENZO FRAU ABRINES, Ob. Cit ., Tomo 1, p. 436
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dford, Jr., John Blair, David Brearly, Jacob Broom, Daniel Carrol, John Dickinson, Benjamin Franklin, Rufus King, George Washington. Mientras que otros 13 mantienen evidencias de haber pertene cido a la Masonería: Abraham Baldwin, William Blount, Elbridge Ge rry, Nicholas Gilman, Alexander Hamilton, Thomas Jefferson, John Lansing, Jr., James Madison, George Mason, George Read, Robert Morris, Roger Sherman, George Wythe. Es importante destacar que el término “reconocido” en la Maso nería es utlizado a la conrmación real, por al menos un masón, de que un determinado individuo pertenece a la orden. Las formas de reconocimiento, solamente ellos, los masones, la conocen y utilizan. Por otra parte, dentro de este selecto grupo de personajes men cionados anteriormente, hay varios con los que Francisco de Miran da sostuvo importantes conversaciones y amistad, a saber, Henry Knox, Rufus King, Alexander Hamilton y George Washington entre otros. Más adelante veremos el nivel de relación que tenía con cada uno de ellos.
La Masonería y la Revolución Francesa No se sabe a ciencia cierta cuándo penetró la Masonería en Francia, sin embargo, en 1721 masones ingleses fundaron dos lo gias, una en el puerto de Dunkerque y la otra en París, identicadas como “Amistad y Fraternidad” y “Luz de Plata y Santa Margarita” Posteriormente, en 1736, la Gran Logia Provincial de Inglaterra fue comisionada para la jurisdicción del Reino de Francia, hasta que en 1743 la Gran Logia de otorgó la dispensa para constituir el alto cuerpo simbólico de la Masonería Francesa. Sin embargo, los masones franceses se mantenían con un nivel conservador en sus actividades. Aunque destaquemos que Luis XVI había prohibido las reuniones masónicas, por lo que los masones se nombraron como gran maestro al conde de Clermont, pertene ciente a la familia real, con la nalidad de ganarse la conanza del Monarca.
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Pero con el mismo tenor que expresamos en cuanto a la partici pación de los masones en la independencia de los Estados Unidos, igualmente nos referiremos al caso de la Revolución Francesa Asumiendo que los postulados de los enciclopedistas tuvieron una gran repercusión en la sociedad y en los promotores de la Re volución Francesa, y que dentro de estos lósofos habría un se lecto grupo de importantes y destacados masones como Voltaire, Juan Jacobo Rousseau, Diderot, Montesquieau y otros más, cuyos ideales trascendieron las fronteras de Francia, para convertirse en postulados de la humanidad, estaríamos hablando pues, que la Re volución Francesa estuvo alimentada losócamente por hombres pertenecientes a la orden masónica. Dentro de lo que aquí referimos, debemos destacar a la con signa humanista “Libertad, Igualdad y Fraternidad“ que se convirtió más que en una consigna, en un estado de conciencia ciudadana, que cada vez se interiorizaba en la mente y el espíritu de aquellos luchadores franceses. Esta divisa fue creada por los masones pari sinos antes de la gestación de la Revolución Francesa. Una intere sante reexión presenta Santiago Valentí Camp 53: La trilogía: Libertad, Igualdad y Fraternidad, como conservación de una identidad redentora, hubo de encarnar de tal modo en el alma de las muchedumbres sedientas de justicia y que anhelaban vivir con la loca intensidad sus sueños de emancipación, que fue inscrita y esculpida en el fronstipicio de los edicios públicos.
Igualmente, lo que se puede clasicar como el clímax del pensa miento humanista masónico en este movimiento se consolida en lo que podría llamarse la carta fundamental de la humanidad, nos referi mos a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. 53. SANTIAGO VALENTÍ CAMP, Ob. Cit ., p. 662
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No podemos obviar que durante los años en que se desarrolló este movimiento muchos fueron los masones que por una u otra causa fueron ejecutados, acusados de conspiradores y otros deli tos, por lo que deja abierta una interesante expectativa acerca de la Masonería y la Revolución Francesa, sin embargo abordar este tema nos alejaría del objeto de la presente obra. El tema de la Revo lución Francesa y la Masonería es una materia que amerita muchas páginas, por lo que hemos realizado tan sólo una referencia histórica dentro del contexto masónico del siglo XVIII. Sirva pues, este breve periplo por el mundo con las referencias históricas de la Masonería, como preámbulo al hecho fundamental de la presente obra. ¿Perteneció realmente Francisco de Miranda a la Masonería? Una manera de abordar esta circunstancias la hemos identi cado como elementos vinculantes, los cuales de una u otra manera nos acercan a un hecho fundamental: la búsqueda de la verdad.
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Declaración de los Derechos Humanos y del Hombre
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Capítulo III ELEMENTOS VINCULANTES Mencionábamos al principio de la obra el hecho singular que se ha presentado con la biografía de Francisco de Miranda, referida al caso especíco de su pertenencia a la Masonería y en cuanto a la perspectiva histórico-biográca masónica, basada en circunstancias de particular importancia para la Masonería. Para ofrecer una explicación lo más acertada posible procura remos establecer la relación entre el hecho y la armación de una manera analítica, sin prejuicios y con la mayor objetividad posible, para abrir una puerta franca hacia la búsqueda de la verdad, estando concientes que a partir de nuestros análisis se generarán opiniones y estudios que llegarán cada vez más cerca de la realidad. Asimismo, los elementos vinculantes no se presentan en un or den cronológico, sino fundamentados en el valor documental para esta investigación. Queremos resaltar el hecho de que las investigaciones realiza das están basadas en las actuaciones o la probable iniciación de un ciudadano llamado Francisco de Miranda y no la de algún individuo o masón identicado como: Señor de Merán, Señor de Merat, Coronel de Maryland, Coronel Mirandow, M. de Meroff, Monsieur de Meroud, Míster Martin y Gabriel Eduardo Leroux d´Helander. ¿Quiénes son estas personas? Todas son una sola, Francisco de Miranda. Es importante de tomar en cuenta esta circunstancia, ya que no es descartable que si aún existiesen registros y libros de actas de la época de las logias lugareñas pueda aparecer alguno de esos nom -
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bres, omitiendo el de Francisco de Miranda. Ya denido este punto, procederemos a nuestro estudio detallado.
Elemento vinculante Nº 1 Kingston, Jamaica, 1781 Miranda adquiere libros masónicos
El primer elemento vinculante lo consideramos uno de los más sólidos en este trabajo investigativo. Es el año de 1781, Francisco de Miranda es edecán de Juan Manuel Cagigal en La Habana, quien lo comisiona en una misión secreta para negociar un Cartel de Canje de prisioneros con el gobernador de Jamaica, donde están deteni dos ociales y marineros de la escuadra española. Dicha misión la hace respaldado por una correspondencia titu lada Instrucción Reservada del Capitán General de la isla de Cuba , fechada 9 de agosto54. El militar venezolano viaja el 14 de agosto en la embarcación parlamentaria Nuestra Señora del Rosario, provisto de instrucciones secretas y amplias credenciales, dirigidas al gobernador y capitán general de Jamaica, mayor general Dalling, y para el vicealmirante Sir Pedro Parker, comandante general de las escuadras de Su Ma jestad en la isla, arribó el 5 de septiembre del mismo año. Una vez instalado en la isla, Francisco de Miranda se dedica a realizar reuniones secretas. Se ha mantenido allí tres meses, tiempo durante el cual entabla importantes contactos. Está siendo obser vado por las autoridades de la isla, y sin embargo, logra realizar reuniones con diferentes personajes. Producto de las instrucciones recibidas, ha adquirido dos ber gantines, El Three Friends y el Porcupines, en el cual regresa a La Habana el 13 de diciembre del mismo año. Asimismo, durante su permanencia en Jamaica, Miranda ha tenido tiempo de comprar la 54. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Ediciones de la Presidencia de la Repú blica, Caracas, 1983, Tomo II, p. 131
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cantidad de 93 libros de diferentes tópicos. Sin embargo, el prócer no ha hecho mayor referencia en su diario acerca de este hecho. Ahora bien, en el catálogo del equipaje de los libros que había adquirido aparecen dos obras de vital importancia en nuestra inves tigación, que tienen singular interés para los masones: Las Consti- tuciones de los Libres y Aceptados Masones , y las Ilustraciones de la Masonería . En dicha relación de viaje, se lee entre las obras, las siguientes: CATALOGUE OF BOOKS FOR DON FRANº DE MIRANDA. 55 Kingston; Nov. 15th, 1781 5 Constitutions of free & accepted Masons 4to. (sic). 60 Illustration of Masonry; 12mo (10). (sic).
Este elemento es determinante para nuestros objetivos, recor demos que en páginas anteriores nos referimos a la evolución de la Masonería operativa a la especulativa que culminaba con la pro mulgación precisamente de The Constitutions of free and accepted Masons , (Constituciones de los libres y aceptados masones ) compiladas por el reverendo Dr. James Anderson desde 1721 y publicadas en 1723, y que en adelante, se convirtieron en la Carta Magna de la Masonería Universal regular hasta nuestros días. Es importante resaltar que ese libro, incluso hoy en día, no es una obra literaria que se adquiera en librerías, menos aún en aquella época, ya que su contenido, como su nombre lo indica, es la Consti tución de la Masonería, la base de lo que podríamos decir, la Pirámi de de Kelsen* de la Masonería; la columna vertebral del estamento legal de la Institución, los deberes y derechos de los masones dentro de su organización. 55. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Viajes , Tomo IV, Folio 76 * Nombre dado al orden jurídico o pirámide jurídica establecida por J. Kelsen y A. Marka, formada por la Constitución, las leyes, reglamentos y disposiciones de las autoridades administrativas”
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Por lo tanto, al igual que otros temas exclusivos de la membre sía masónica, es un documento de interés particular interno de la orden, y es entregado en las logias, única y exclusivamente al masón, en el momento de su ini ciación o en el grado de aprendiz, con la nalidad de que conozca el ordenamiento jurídico en que se basa la institución. De tal manera resulta difícil pensar que Miranda lo haya ad quirido a través de algún librero en Jamaica, siendo que ya para Constitución de los Francmasones esa fecha la Masonería estaba proscrita, acusada de herejía y otros tantos delitos señalados en las bulas referidas en capítulos anteriores. Es así que luce incomprensible el hecho de que si la bula In Emi- nenti , por mencionar tan sólo una, extendía la condena a quienes de una u otra manera establecieran contacto, protegieran o apoyaran a los liberi muratori o Francmasones, pudiera haber algún individuo en la isla que libremente le ofreciera a un extranjero desconocido unas obras prohibidas de este tenor. Ubicándonos en el tiempo y en el espacio, resulta impensable la entrega a cualquier persona de una obra de este tipo en pleno siglo XVIII, salvo que fuese en su Tenida* de iniciación en la logia. Por otro lado, tenemos el otro libro referido en el Catálogo de Equipaje de Miranda. La obra intitulada, Illustrations of Masonry ; se trataba de uno de los libros de historia de la Masonería más impor *. Tenida: en la Masonería, nombre de las sesiones y reuniones de los masones. De iniciación: cuando se inicia un nuevo miembro.
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tantes de la época, que aún hoy, es marco de referencia para el estudio histórico-biográco de esta orden. Fue escrito por el historiador masón William Preston, célebre ti pógrafo y literato escocés, nacido en Edimburgo en 1742 y fallecido en 1818. Una descripción acerca de Preston, es presentada por Lorenzo Frau Abrines56: Masón entusiasta y distinguido, fue Venerable Maestro de la célebre logia La Antigüedad de Londres. Se ocupó muy especialmente de las investigaciones sobre la Ilustraciones de la Masonería Francmasonería, y escribió varias obras notables, que obtuvieron el más justo y brillante éxito, como son: las renombradas Ilustraciones sobre la Francmasonería (Londres 1772 en 12º) de las que se han hecho numerosas ediciones. Así como también, el Calendario del Francmasón y la Crónica de Londres. Preston atribuye el origen de la Francmasonería de Inglaterra a las Compañías de Constructores, traídas de Roma por William Preston (1742-1818) Albano y después por San Agustín.
Indudablemente, que para un masón de la época ésta era una obra de uso obligado para comprender con mayor claridad los oríge nes de la Masonería, la cual, obviamente, estaría incluida entre los libros prohibidos del momento. Una reexión en detalle a la obra de Preston, hace Frau Abrines57: 56. LORENZO FRAU ABRINES, Ob. Cit ., Tomo 2, p. 1162 57. Ibid . Tomo 4, p. 161
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La primera edición de Illustration of Masonry de Preston apareció en el año de 1775, y muy pronto fue seguida de una traducción alemana de J.M. Chr. Meyer… Las ediciones que se hicieron después, con mucha rapidez por cierto, fueron considerablemente aumentadas hasta el punto de formar un libro en el que se encuentra un manantial fecundo de enseñanza masónica.
Basado en este punto, podemos observar que para el momento en que Miranda la adquiere, la obra de Preston tiene seis años den tro de la vida de las logias, siendo ya conocida por los masones de la época y de lectura obligada dentro de la fraternidad. Ahora bien, resaltemos el estatus en el que la Masonería se encontraba en Jamaica para la época en que Miranda adquirió los libros en dicha isla. Jamaica se había convertido en la puerta de entrada de la Ma sonería a América y el Caribe, debido a su ubicación geográca pri vilegiada, sumado al hecho de ser Colonia Británica. A este respecto reere Américo Carnicelli 58: En las islas del mar Caribe, colonias que eran de Inglaterra, de Francia, de Holanda, no tardaron en prosperar las logias masónicas. La primera fundada en las Antillas, fue en la isla de Jamaica, colonia inglesa, en la ciudad de Kingston, el 134 de abril de 1739, distinguida con el número 182 por la Gran Logia de Inglaterra. La segunda se fundó en la misma isla, en Port Royal en 1742 con el nombre de Port Royal Lodge Nº 193, puerto naval, entonces de gran importancia para la Corona Inglesa en América y centro de operaciones contra las colonias españolas. La tercera logia se fundó en la misma isla, en Santiago de la Vega (hoy Spanish Town). S estableció otra en la ciudad de Kingston en octubre de 1771 titulada Unión Lodge Nº 257, y una segunda en Port Royal, llamada 58. AMÉRICO CARNICELLI, Ob. Cit ., Tomo I, p. 38
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Harmony Nº 281; además unas logias militares inglesas en los años siguientes en la misma isla.
Igualmente, hay una información interesante de reseñar, en cuanto al aspecto histórico de la Masonería en Jamaica, referida en la página web de la Gran Logia Distrital de Jamaica, (District Grand Lodge of Jamaica) 59: El 20 de noviembre de 1779, el Hermano William Smellie, maestro de la Logia San Andrés 102, que al parecer, se estaba reuniendo en Liguanea, recibió permiso del Gran Maestro Provincial Inglés, posteriormente Almirante Sir Peter Parker, para celebrar el Festival de San Andrés en Half-Way-Tree el martes, el 30 de noviembre. Esta fue la primera celebración registrada del Festival de San Andrés en Jamaica en 1780”. (Traducido del inglés).
En esta reseña histórica del web ocial masónico jamaiquino, se menciona a un personaje importante en la vida de la institución en la isla, se trata del Almirante Sir Peter Parker, quien en 1780, fue quien dirigió la primera celebración de San Andrés de la Masonería, en Jamaica. Asimismo, con la nalidad de tener una visión más exacta de los hechos, se realizó una consulta a la Gran Logia Distrital de Jamaica, en cuanto a información relacionada con el Almirante Sir Peter Par ker. En ese sentido, el Gran Secretario de la misma, Neville Black, nos remite la respuesta que Manley Bowen, Gran Secretario de la Gran Logia Distrital de Jamaica y las Islas Caimán, suministró. A continuación presentamos extracto del correo electrónico en viado desde el Despacho de la Gran Secretaría de la Gran Logia Distrital de Jamaica y las Islas Caimán. 59. JOHN A.C. SINCLAIR, Chronological History of the District Grand Lodge of Jamai- ca , disponible en www.dgljamaica.org
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From: Manley Bowen Sent: Thursday, May 13, 2010 12:55 PM To: ‘Neville Black’ Subject: RE: REQUEST FOR IMPORTANT INFORMATION Bro. Neville Admiral Sir. Peter Parker was Jamaica’s Provincial Grand Master, E.C. 1778 to 1784. He did, however, leave Jamaica in 1782, taking with him Admiral Comte de Grasse and other high ranking French Ofcers who had surrendered to Admiral Lord Rodney following the Battle of The Sainte in 1782. He became Deputy Grand Master to the Duke of Cumberland in 1787.”
Hermano Neville. El Almirante Sir Peter Parker fue el Gran Maestro Provin cial de Jamaica EC 1778 hasta 1884. Sin embargo, él dejó a Jamaica en 1782, llevando con él, al Almirante Comte de Grasse y otros ociales de alto rango francés que se habían rendido al Almirante Lord Rodney tras la batalla de la Sainte en 1782. Se convirtió en Gran Maestro Adjunto para el Duque de Cumberland en 1787.
Es a este ocial a quien precisamente Juan Manuel Cagigal rerió con correspondencia privada a Francisco de Miranda, y con quien el prócer venezolano sostuvo diversas reuniones privadas du rante su estadía. En esta correspondencia ocial podemos observar que el almi rante Sir Peter Parker, para el momento en que Francisco de Miran da visita y sostiene reuniones secretas con él, ejercía el cargo de Gran Maestro Provincial de la Gran Logia de Jamaica. Se podría inferir que producto de esas reuniones secretas ha bría podido surgir el tema de la Masonería entre ambos militares, por lo que si se hace un análisis de la secuencia de los hechos po dremos ver que fue en la salida de la isla, después de las reuniones secretas de Miranda, cuando aparecen por primera vez los libros masónicos en su equipaje. Por otro lado, es en Jamaica precisa mente por donde ingresa con mucha fuerza la Masonería a América y el Caribe. 54
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Existe un personaje de importancia en la historia de la Maso nería hispanoamericana que vale la pena mencionar, se trata de Etienne o Esteban Morín, destacado masón que trajo desde Europa los fundamentos masónicos, introduciéndolos a través de Jacquemel, fundando en primera instancia la Logia Perfecta Armonía. Al respec to, acota Frau Abrines60: En 1762 desembarcó en Jacmel, isla de Santo Domingo, Etienne Morín, delegado de los Orientes de París y Burdeos, de quienes obtuvo patentes el 27 de agosto de 1761, para propagar el Rito Escocés en América”. “Morín funda la Logia y se celebra en ella la primera Tenida del Rito Escocés Antiguo y Aceptado en el Nuevo Mundo.
En 1796 Morín viaja a Kingston e instala y nombra a Henry An drew Francken, Diputado Inspector General para el Rito de Perfec ción, uno de los ritos masónicos que se habían conformado en Eu ropa. En otras palabras, la Masonería estaba sucientemente fuerte y posicionada en la isla para la fecha del arribo y permanencia de nuestro personaje en Jamaica. Pero existen circunstancias que se deben tomar en cuenta, Mi randa ya había sido víctima de la Sumaria 210 de la Santa Inquisi ción, con la Real Orden de ponerle en prisión en noviembre de 1781 “por delito de proposiciones, retención de libros prohibidos y pinturas indecentes”61 Tomás Polanco Alcántara62 acota: El 11 de noviembre de 1778, el tribunal Inquisitorial de Sevilla remitió al Consejo de la Suprema Inquisición de Madrid, una Sumaria de 155 hojas acusando a Miranda por delitos de proposiciones, retención de libros prohibidos y pinturas obscenas. El Consejo devolvió la causa de Sevilla el 8 de noviembre de 1779 para que ejecutase lo que va sentado y ha resuelto el Consejo. 60. LORENZO FRAU ABRINES, Ob. Cit., Tomo 4, p. 467 61. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Ob. Cit., Tomo I 62. TOMÁS POLANCO ALCÁNTARA, Ob. Cit., p. 62 Bicentenario del 19 de abril (1810-2010)
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Podemos deducir lo altamente riesgoso y peligroso que resul taba para el caraqueño adquirir estos libros masónicos por mera curiosidad, toda vez que ya estaba siendo acusado de tenencia de libros prohibidos. Por el contrario, luce incongruente que alguna per sona o vendedor de libros en la isla se los ofreciese y él los aceptase libremente. Estas circunstancias indudablemente que complicaban mucho más las actuaciones de Miranda, a sabiendas de quienes estaban tras sus pasos, para que se aventurara por simple curiosidad a ad quirir tales obras. Asimismo, si Miranda se hubiese iniciado en la Masonería en otro lugar y en otra oportunidad, ya hubiese tenido estos libros den tro de su biblioteca, desde el momento en que ingresó a la orden.
Elemento vinculante Nº 2 La Habana, 1783 Miranda, dos años después, mantiene en su poder los libros masónicos adquiridos en Jamaica
Francisco de Miranda se ha mantenido activo en La Habana durante dos años desde que regresó de Jamaica a nales de 1781. Pero el 12 de febrero de 1783 debe partir de Cuba. Es sabido que el venezolano viajaba llevando consigo los volú menes de su extensa biblioteca, la cual estaba dando los primeros pasos para su formación. Ya el venezolano tiene 33 años de edad y han transcurrido 12 desde que salió de su Caracas natal. Al momento de salir de La Habana elabora una lista del equipa je del viajero. En esta nueva lista aún se mantienen los libros de la Masonería que había adquirido en Jamaica. Cabe entonces pregun tarse: ¿Tenía necesidad el librepensador venezolano de mantener obras que lo comprometieran y complicaran más aún ante el Santo Ocio y la Corona Española? ¿Qué sentido tenía mantener en su poder tales obras?
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El 12 de febrero de 1783 zarpa de la Habana y aparecen de nue vo relacionados los libros masónicos. Equipage de la Havana (sic)63 5 Constitutions of free & accepted massons – 4ª - 12 P (sic) 25 Illustrations of Masonry, 2-12º - 01 P (sic)
No podríamos asegurar si Miranda mantuvo actividad masónica en la isla durante esos dos años, sin embargo, se tiene conocimiento de que la Masonería estaba presente en Cuba desde años atrás, basado en un certicado del Grado de Maestro otorgado a un ciu dadano inglés llamado Alexander Cockburn, fechado 3 de mayo de 1763. Acota a este punto, Gustavo Pardo Valdés 64: La Masonería se establece en forma denitiva en Cuba, a partir de la llegada de miles de emigrantes franceses procedentes de Haití, que trajeron con ellos las logias “La Perseverance”, “La Concorde”, “La Amitié” y “La Bonéque, instalándose las dos primeras en Santiago de Cuba y las otras dos en La Habana, presumiéndose que ello ocurre entre 1798 y 1802.
En cuanto a la Masonería en las islas, también reere Ferrer Benimeli65: Respecto a Hispanoamérica, tampoco abundan las noticias. Una de las primeras, no obstante, corresponde a Cuba. Al igual que en Gibraltar y Menorca, la dominación inglesa de dicha isla, durante los años 1762-1763, sirvió para la implan tación de la Masonería en aquel territorio. El Regimiento No. 48 de tropas irlandesas que participó en el sitio de La Habana, y permaneció en Cuba hasta la evacuación inglesa, el 6 de Julio de 1763, constituyó una logia militar, la No. 218 del Registro de Irlanda, según consta de una patente de masón 63. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Viajes, Tomo IV, Folio 279 vto. 64. GUSTAVO PARDO VALDES, La Masonería en Cuba , disponible en www.visionmasonica.org
65. JOSÉ A. FERRER BENIMELI, Masonería e inquisición en Latinoamérica duran- teel siglo XVIII , Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, 1973, p. 10
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a favor de Alexander Cockburn, fechada en La Habana el 3 de Mayo de 1763, que reproduce Miranda de Álvarez en su Historia documentada de la Masonería en Cuba.
De acuerdo con lo antes expuesto, la Masonería se encuentra activa en Cuba, veinte años antes de que Miranda estuviese en la isla. Pero no es sino hasta 1804, cuando se funda regularmente la Logia El Templo de las Virtudes Teologales Nº 103 en la Habana, bajo la jurisdicción de la Gran Logia de Pensilvania. Por otra parte, ya hemos referido, que el librepensador vene zolano mantuvo una estrecha amistad con el general Cagigal, de quien se asegura pertenecía igualmente a la Masonería, por lo que cabría preguntarse si durante su permanencia en la Habana ambos personajes mantuvieron reuniones masónicas. Egea López 66 realiza una acotación en cuanto a esta amistad: Las relaciones entre Cagigal y Miranda continuaron epistolarmente, y no puede dudarse de que debió haber con seguridad una identicación ideológica entre ambos. No debe olvidarse que el Ejército español contaba con bastantes masones, partidarios de las ideas liberales en política, y librepensadores en materia de religión y de moral. La aproximación de Miranda a los principios losócos que denían a la Masonería, en cuanto que eran modos de pensamiento característicos del siglo de la Ilustración, es innegable.
Miranda, acosado a diario, logra evadir en diversas oportunida des a las comisiones que le buscan para su detención, alegando que se encontraba bajo la jurisdicción del Tribunal General de Indias, sin embargo, parte de sus obras, retratos y cuadros han sido incautados y destruidos. En la ocasión en que Cagigal le escribe a Miranda 67 “Parece que G… ha leído y quemado varios papeles pertenecientes a V.E., y que 66. ANTONIO EGEA LÓPEZ, Ob. Cit., p. 21 67. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia, Tomo I, doc. 349 58
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no podrían hacerle un gravísimo perjuicio. Se ha quedado con los libros porque quiso voluntad absoluta” Pudiérase deducir que entre las obras que han sido decomisa das y destruidas estarían las dos mencionadas en esta investiga ción, puesto que en las sucesivas listas de equipaje de Miranda no aparecieron mencionadas nunca más, o en caso tal, también cabría la hipótesis de que Cagigal las haya tomado para proteger a su ede cán. En esta oportunidad escribe a Miranda 68: Amigo: aunque por la forma ha sido menester apoderarse de los papeles de Miranda, como seré yo sólo quien lo verá, aseguro a Vmd. Que si por casualidad, hallase alguno que pudiera perjudicarse, lo quemaré o no aparecerá nunca. Como entre sus libros puede haber alguno que esté en el mismo cabo registro de ahí, se quedan aquí para reconocerlos; se hará después su inventario que se tendrían a su disposición. Exmo. Señor Don Manuel de Cagigal.
Esta armación de Cagigal supone el conocimiento y reconoci miento que tiene acerca de las inquietudes políticas de Miranda y la presunción sobre la tenencia de obras prohibidas, entre las cuales pudieron haber estado las obras masónicas. Lo cierto es que a partir de entonces no aparecen los libros de la Masonería en el equipaje del prócer venezolano, los cuales pudieron haber tenido dos destinos: el decomiso por parte de las autoridades o la desaparición y destrucción realizada por Juan Manuel Cagigal.
Elemento vinculante Nº 3 Cristianía, Noruega, 1787 Miranda visita una Logia Masónica
Corren los primeros meses del año 1787, han trascurrido cuatro años desde que nuestro personaje zarpó de La Habana. 68. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia, Tomo IV, Folio 96
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Miranda, bajo el seudónimo de Conde de Miranda, viaja a Rusia, donde estable ció muy buena amistad con la Emperatriz Catalina II. La reina le ha profesado gran admi ración y respeto, al punto de que en una ocasión, cuando el encargado de negocios de España, al reconocer a Miranda, le so licita su extradición a la reina, aduciendo que era solicitado por la Corona Española, Catalina II (1729-1796) Catalina II rechaza inmediatamente su pe tición, advirtiéndole que Miranda estaba bajo sus servicios. Ya habiendo permanecido varias semanas en Rusia, Miran da considera prudente partir debido a aquel incidente, lo cual se lo maniesta a la Emperatriz. Ella, a sabiendas del peligro que corría Miranda fuera de su jurisdicción, le otorga el grado de coronel para protegerlo, autorizándole a la vez a utilizar el uniforme ocial de los ejércitos de Su Majestad, le emite un pasaporte imperial, cartas de recomendación a todos sus representantes en diversas regiones y recursos económicos para sus viajes. Con fecha del 22 de abril, el Conde Bezborodko, le entrega al señor coronel Conde de Miranda una correspondencia que reza entre sus partes69: “Su Majestad Imperial, persuadida de vuestro celo por su servicio y dispuesta a recibirlo en él, en el momento que V. encuentre conveniente, le permite, Señor, utilizar el uniforme de sus Ejércitos”. Asimismo, en cuanto al pasaporte imperial, estaba encabezado de la siguiente manera 70:
69. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Viajes, Tomo XI, Folio 175 (traducido del francés) 70. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Viajes, Tomo XI. (traducido del ruso)
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Nos, Catalina II, por Gracia de Dios, Emperatriz y Autócrata de todas las Rusias… Se notica por medio del presente a todos y cada uno a quienes concierne saberlo, que el portador del presente, el Coronel Miranda, es enviado como Correo a Londres y vuelta a Petesburgo, vía Estocolmo y Copenhagen.
Con estas credenciales, el Precursor Francisco de Miranda ha realizado un buen recorrido hasta que llega a Noruega, llevando consigo cartas de recomendación del Conde Andrei Razumovsky, ministro plenipotenciario de Catalina II, quien posteriormente lo re mite a los hermanos Bernard y Peter Anker, convertidos luego en sus antriones. Ya instalado en Cristianía, el 11 de noviembre, sucede un hecho singular, Bernard Anker lo busca para invitarlo a comer y posterior mente le presenta al gobernador. Al respecto, relata Miranda71: Vino él mismo a la una y fuimos a visitar al Gobernador, señor Scheel, que me recibió con sumo agrado, y su mujer, persona juiciosa y amable. Caballero, dicho Gobernador, de la Orden que tiene una cinta blanca con lete rojo
A simple vista, la referencia so bre “la Orden que tiene una cinta blanca con lete rojo” puede lucir intrascendente, pero es importante destacar que la orden que siempre ha usado prendas con estas carac terísticas es la Masonería, se trata Mandil Masónico de la banda y el mandil de Maestro Masón del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, así como algunos co llarines de dignidades logiales, prendas que solamente se utilizan en 71. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Tomo VI, p. 49
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las Tenidas masónicas ¿Cómo pudo Miranda estar en conocimiento de esta condición del Gobernador? ¿Cómo supo que pertenecía a esa orden? Pero hay un elemento de mayor relevancia aún en la visita de Miranda a Cristianía. Al día siguiente, el 12 de noviembre, Bernard Anker lo va a buscar de nuevo y lo lleva a conocer importantes si tios de la ciudad, entre ellos, el propio Miranda menciona a uno de particular importancia para esta obra: una logia masónica. Cita el librepensador caraqueño72: á (sic) la casa de Frank-masones mui (sic) buena sala, que han comprado los frank-masones aquí pr. (sic) 5.000 Rix (sic) de (sic), cuia (sic) sociedad llega á (sic) 72. En el día –Mr. Khan vive allí” - “A la casa de Francmasones, muy buena sala, que han comprado los francmasones aquí por 5.000 Rix de cuya sociedad hay 72 en el día. Mr. Khan vive allí.
Indudablemente que al mencionar a “la casa de los Frank-ma sones” se está reriendo a un templo Masónico, que es en donde funcionan las logias. Se puede observar que le es permitida la entra da a la logia, lo cual no es posible si no se es un iniciado, más aún en la época que estamos reriéndonos, y sobretodo, a un forastero. Igualmente, tiene acceso a información considerada clasicada para la orden, como lo es el número de sus miembros. Pues bien, es importante destacar que para 1787 ya la Masone ría lleva más de cuarenta años funcionando activamente en Suecia, en la que diversos miembros de la nobleza y ciudadanos destacados se iniciaron en ella, incluso el Rey de Suecia también pertenecía a esta orden. En lo que respecta a la ciudad de Cristianía, en el portal Wikipe dia, Den Norske Frimurerorden (la Orden Noruega de los Francma 72. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia, Viajes, Tomo III, p. 60
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sones) hace una reseña histórica de la trayectoria de la Masonería en esa nación73: La logia San Olai el Leopardo Blanco, se constituyó el 24 de junio 1749 en la isla de Ladegaard , en la construcción de Bygdøy Kongsgaard en Christiana. El nombre original de la logia fue San Olai y fue nombrada después del rey noruego Olaf el Santo (Olai es un genitivo de forma latina de Olav).En 1780 la logia cambió su nombre a Saint Olaus al Leopardo Blanco. (Traducido del sueco).
Asimismo, se expone: “San Logia San Olai, fue la primera logia masónica en Noruega, y la madre logia de muchas logias de la Or den Noruega de la Masonería”. (Traducido del sueco). La Masonería estaba muy activa en Cristianía para el momento en que la ciudad es visitada por Miranda, de hecho, fue allí en donde se funda la que se considera madre de muchas logias en Noruega. Más adelante, se hace referencia a un hecho de vital interés en esta obra74. En 1785, el segundo Ayuntamiento de Christiania (construido 1733), fue comprado por la logia San Olai. La inauguración de la logia fue realizada por Bernt Anker, y tenía su residencia en la planta baja y la logia en el primer piso hasta 1811. (Traducido del sueco).
Notemos un dato interesante en esta reseña histórica de la Gran Logia de Suecia: se menciona a un reputado masón como artíce de la inauguración de la logia St. Olai en 1785, el señor Bernt Anker. ¿No es acaso el nombre del antrión que Miranda identica como Bernard Anker, quien le presenta al gobernador de la cinta blanca 73. Norwerian Order of Freemasons, disponible en www.wikipedia.org 74. Svenka Frimurare Orden, Gran Logia de Suecia, disponible en www.frimurarorden.se
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con lete rojo? ¿Este mismo personaje no es quien lo lleva a cono cer a una logia de la ciudad? A nuestro modo de ver se trata de la misma persona que Miranda identica como Bernard Anker. Cuando Miranda menciona que la persona que los atendió, Mr. Khan vivía en la logia, se estaba reriendo al Ecónomo* de la logia, un funcionario en la Masonería cuyas atribuciones son las de velar por la conservación del inmueble y sus instalaciones, y que general mente reside en áreas continuas de la logia.
Elemento vinculante Nº 4 Gotemburgo, Suecia, 1787 Miranda visita otra Logia Masónica
Miranda llega a Gotemburgo, ciudad ubicada a cuatrocientos kilómetros de Estocolmo. Ha estado en compañía de un matrimonio que se ha convertido en gentiles antriones, los señores Hall. Gotemburgo (Gotemborg) había sido una ciudad de un gran arraigo masónico. Para la fecha en que Francisco de Miranda se en cuentra allí ya habían diferentes logias establecidas, que trabajaban bajo varios ritos. De acuerdo al site ocial de la Gran Logia De Suecia 75 ya existía una Gran Logia Provincial, y se habían establecido varias logias en esa ciudad, entre ellas, las logias de San Juan: Adolfo Fredrik en 1753, Salomón en 1755, San Enrique en 1756 y San Andrés de las Tres Coronas Unidas en 1777. Pues bien, Miranda llega a la ciudad el 22 de noviembre, diez días después de haber visitado la logia en Cristianía. Tal y como ha sido su costumbre, ha tenido diversas actividades desde el primer día que llegó, presentándose a diferentes personas recomendadas y * ECÓNOMO: cargo de las Logias que tiene por objeto tomar cuenta, custodiar y renovar todos los útiles de las Logias. 75. Svenka Frimurare Orden, Gran Logia de Suecia , disponible en www.frimuraror den.se Svenka Frimurare Orden, Gran Logia de Suecia
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visitando instalaciones. Pero apenas cinco días después de su llega da, visita a otra logia de la ciudad. En ese sentido, Miranda escribe en su diario el 27 de ese mismo mes 76: Por la mañana temprano vestido. A las nueve a almorzar con la amabilísima señora Hall, en cuya compañía, después de tomar té… (Ilegible) fuimos a las diez en su coche a ver la sala de los francmasones; vino el señor J.P. Holterman, propietario de la casa, que nos vino a enseñar dicha sala con suma política. Esta pieza es sencilla, de buena proporción y en muy buen gusto; su arquitecto, el señor Carlberg, que ha visto lo mejor de Italia, Inglaterra, etc. La iluminación que es solamente en la cornisa y algunas lámparas colgadas del techo, debe producir un buen efecto.
Así como en el caso de Cristianía, la referencia de la “casa de los francmasones” mencionada por Miranda es una logia, y el hecho de que el propietario de la misma la haya mostrado interiormente ratica de nuevo lo que mencionábamos en páginas anteriores, es decir, decir, es un aspecto que no puede pasar desapercibido. Asimismo, es de hacer notar que el venezolano menciona deta lles sobre la iluminación de la sala en aspectos puntuales “La ilumi nación que es solamente en la cornisa y algunas lámparas colgadas en el techo, deben producir un buen efecto” ¿A cuál efecto se pudo haber referido? Esta apreciación especíca la hace una persona que conoce cómo puede ser la disposición de la iluminación utilizada dentro de una logia, la cual no mantiene el mismo sentido que en cualquier salón posible, por lo que el comentario de Miranda no estaría referi do al aspecto ornamental, sino al efecto que dicha iluminación debe producir en las sesiones masónicas, llamadas Tenidas. Tenidas.
76. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Ob. Cit., Tomo VI, p. 85
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Elemento vinculante Nº 5 Estocolmo, Suecia, 1787 Miranda visita a orfanato auspiciado por los masones
Tal y como referimos al principio de este capítulo, los elementos vinculantes no están señalados bajo un orden cronológico, por tal razón, señalamos como número 5 la visita de Miranda a un orfanato auspiciado por los masones, sucedido en fecha anterior a los prece dentes elementos. Asimismo, ya hemos referido el nivel de actividad que mantuvo la Masonería en Suecia, Suecia, al punto de que monarcas y nobles se ini ciaron en ella, logrando ocupar los más altos cargos, incluyendo la Gran Maestría. Sin embargo, la Masonería sueca presentó diversos conictos con la Gran Logia de Inglaterra y la de Alemania, conformándose a mediados del siglo XVII en una Gran Logia Provincial. Una mención al respecto hace Frau Abrines77: La Francmasonería adquirió en Suecia, hacia los años de 1735 y siguientes, el carácter de un arte espiritualista, mucho más aún que en Francia. El gobernador, conde Alejo Erikson, Wrede Sparre, que había sido recibido en la Sociedad, en París, el 4 de Mayo de 1731, y que después había visitado las l as logias de Italia, fundó en 1735, en Suecia, la primera logia.
La información que ofrece la Gran Logia de Suecia al respecto es importante destacar para tener una visión más exacta del esce nario masónico de la época. Dice en su página web 78: La Masonería llegó a Suecia por el conde Axel Wrede-Spa- rre , un ocial de Caballería Durante el servicio, que en París se inició como francmasón. De vuelta a Suecia se reunió con unos amigos que como él mismo, se habían iniciado masones 77. LORENZO FRAU ABRINES, Ob. Cit., Tomo 4, p. 137 78. Svenka Frimurare Orden, Gran Logia de Suecia, disponible en www.frimurarorden.se.
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en el extranjero. En 1735, él inició al Conde Carl Gustaf Tes- sin en en Estocolmo La mayor parte de los hermanos de la logia Sparre’s Lodge pertenecían a la alta nobleza Las reuniones parecen haber cesado a nales de la década de 1740. San Juan, fue llamada la “Madre Logia de Suecia” y se consideraba con derecho a dictar órdenes a otras Logias. Log ias. El Conde Carl Fredrik Scheffer que se había iniciado francmasón en París en 1737, fue elegido Gran Maestro Nacional en 1753. Durante la década de 1750, La logia abrió sus puertas a los miembros de distintas clases de la sociedad. En 1756, Char- les Frederick Eckleff junto junto con seis hermanos más, formaron la logia escocesa L’Innocente en Estocolmo, de acuerdo al rito llamado escocés de San Andrés. El siguiente paso en el desarrollo de la Masonería sueca fue tomado por Eckleff en en 1759, cuando estableció un Gran Capítulo en Estocolmo.” La Gran Logia de Suecia fue fundada en 1760, y fue reconocida como una Gran Logia Nacional en 1770 por La Gran Logia de Inglaterra. (Traducido del sueco).
Pues bien, Francisco de Miranda llega a Suecia el 21 de sep tiembre de 1787 utilizando el pseudónimo de Conde de Miranda, ha permanecido dos semanas en diversas actividades. Le ha entrega do al ya mencionado Conde Razumovsky, la carta circular de la Em peratriz y la correspondencia particular del Conde de Bezborodko, por lo que las atenciones hacia él son completas. El día 6 de octubre, muy temprano, está a la espera del Con de Razumovsky y un amigo de éste, el Dr. Gahn. El grupo decide recorrer hospitales y otras instituciones. La primera de ellas es un orfanato auspiciado por los francmasones. Reere el prócer en su Diario 79: “Fuimos á (sic) corrér (sic) ospitales, (sic) y otras instituciones- 1ª á la Casa de Expositos (sic) de los Frac-masones, de quien el Pe. Carlos, hermano del Rey es gran-maestre, y Directór, (sic) y el Rey mismo con-frer-”. 79. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Tomo V, V, p. 503
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Cabe destacar que la Masonería sueca estuvo caracterizada por una gran actividad lantrópica desde sus comienzos, incluso hasta nuestros días, teniendo períodos que la mantuvieron perma nentemente en actividad lantrópica y altruista, como sus principios estipulan. Una referencia a un evento realizado por esa Gran Logia, la hace Ferrer Benimeli80: El 3 de noviembre de 1797, la Gran Logia de Suecia celebró las bodas de su Soberano, con una esta masónica dedicada a la benecencia. La Gran Logia dio una comida a 150 pobres, a los que sirvieron los mismos hermanos. Estuvo presente no sólo el duque de Sudermanie, en su calidad de Gran Maestre, sino que el Rey mismo entró en la sala como un simple espectador, e hizo distribuir a cada convidado una corona en especies, y entregó un donativo de 2.000 coronas al hospicio fundado por los francmasones para la educación de los jóvenes huérfanos, a cuya suma añadió el duque 200 coronas más.
Una acotación a este personaje reere Frau Abrines 81: “Carlos XIII, Rey de Suecia era ya Gran Maestro, siendo aún duque de Sun dermania”. Incluso, en cuanto a la actividad masónica del Rey Carlos XIII, leemos en el site ocial de la Gran Logia de Suecia 82: “Cuando el Duque Carlos de Södermanland, más tarde rey Carlos XIII, en 1774 asumió la dirección de la Logia, se unió a San Juan, San An drés e instauró un nuevo título de la organización en un sistema que se conoció como el sistema sueco”. (Traducido del sueco). Asimismo, a principios del siglo XVIII la Masonería sueca tenía gran inuencia espiritualista, sin embargo, a raíz de la bula In Emi- nenti , fue suprimida, pero 14 años más tarde, durante 1752 se funda en Estocolmo, precisamente, la Logia Auxiliar de San Juan. 80. JOSÉ A. FERRER BENIMELI, Ob. Cit . 81. LORENZO FRAU ABRINES, Ob. Cit ., Tomo 1, p. 270 82. Svenka Frimurare Orden, Gran Logia de Suecia , disponible en www.frimurarorden.se
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A mediados del siglo XVIII se presentaron cambios estructura les y de prácticas de ritos masónicos diferentes al llamado Escocis- ta . Uno de ellos fue el llamado de la Estricta Observancia, con gran inuencia jesuítica, propulsado por el Rey Gustavo III, sin mayor éxito. Lo cierto es que a través de esta visita particular Francisco de Miranda continúa manteniendo relaciones con la Masonería de ma nera directa o indirecta.
Elemento vinculante Nº 6 Orden de Cincinnati
Históricamente la Masonería, a través de diferentes iniciativas de sus miembros, ha creado y fundado diversas organizaciones e instituciones a las que podríamos llamar “ paramasónicas ”, con el propósito de exaltar valores particulares de sus miembros y llevar a la sociedad sus fundamentos. En los Estados Unidos de Norteamérica, en mayo de 1783, un grupo de masones decidieron crear una orden militar con el n de hacer un reconocimiento a los militares que actuaron en la guerra de la independencia de ese país. Esta iniciativa fue llamada Orden o Socie dad de Cincinnati, fundada por los generales Henry Knox y George Washington, destacados masones, quienes fueron sus primeros directi vos, y a la cual ingresaron diversos miembros de la francmasonería norteamericana, aunque no era condición sine qua non para pertenecer a ella, el ser masón. Una referencia histórica ocial Orden de Cincinnati de dicha orden, aparece en su página web 83: La Sociedad de Cincinnati es una organización histórica con agencias en los Estados Unidos y Francia fundada en 1783 83. Sociedad de Cincinnati , disponible en www.societyofthecincinnati.org
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para preservar los ideales y fraternidad de los ociales de la Guerra de la Revolución y así preservar el honor de los ociales que pelearon por la independencia americana. (Traducido del inglés).
Asimismo, se destaca su primera junta directiva: “George Washington fue electo el Primer Presidente General de la Sociedad. Él sirvió desde diciembre de 1783 hasta su muerte en 1799. El se gundo Presidente General de la Sociedad fue Alexander Hamilton”. (Traducido del inglés). Sus principales propulsores, Henry Knox, George Washington y Alexander Hamilton eran masones activos para la época y coin cidencialmente mantuvieron amistad y contacto permanente con Francisco de Miranda. Es interesante destacar que el hecho de que fuesen Washing ton y Knox sus fundadores motivó a muchos masones que participa ron en la guerra de la independencia de Estados Unidos a ingresar a esta sociedad. No obstante, ena un nota del editor aparecida en un site especializado en temas masónicos de Estados Unidos, se hace una aclaratoria a esta sociedad 84: Frecuentemente se pregunta acerca de la conexión entre la francmasonería y la Sociedad de Cincinnati. Actualmente, no hay otra que no sea que prominentes militares francmasones (particularmente de la época) pertenecieron a ambas organizaciones. Probablemente una conexión es hecha porque George Washington inuenció en la membresía de ambos grupos. (Traducido del inglés).
Esta aclaratoria, lejos de desvirtuar el elemento vinculante que presentamos, ratica la cercanía de Miranda hacia las actividades 84. BRO. ALEXANDER A. BLEIMANN, PDDGM, Editor, Logia Americana de Investi- gació n, disponible en www.masonictrowel.com
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masónicas. Asimismo, acota el investigador masónico Alexander A. Bleinmann85: Del Directorio de New York (1786), se desprende que muchos miembros de la Sociedad de Cincinnati era conocido que habían sido francmasones. Estos mencionados eran George Washington, el Marqués de Lafayette, el General Friedrich Von Steuben, Robert Livingston (Gran Maestro), John Paul Jones y el General Henry Knox. (Traducido del inglés ).
Prosigue más adelante: “Aunque la Sociedad de Cincinnati no es un Cuerpo Masónico, ni lo fue jamás, la Sociedad puede bien ser considerada una organización quasi masónica, si todos sus funda dores fueron francmasones”. (Traducido del inglés ). Francisco de Miranda tuvo una relación muy particular con ma sones miembros de esta orden. La primera referencia a este punto proviene del año de 1783, cuando el prócer llega a Newberne en Carolina del Norte, con varias cartas de recomendación de Juan Manuel Cagigal para distinguidos personajes, entre ellos, George Washington, James Hamilton y otros masones, fechada el 26 de mayo de 178386. Miranda transcribe en su diario 87: “Varias cartas de recomendación (sic) con que me favorecio (sic) mi propartida me sirvieron de introduccion (sic), y concepto para con varios literatos y miembros del congreso de Pennsilvania (sic) y Jersey.” Entre los personajes con quienes entabla amistad y relación, se encuentran el Juez Adenaus Burke (1743-1802), presidente de la Corte Suprema de Justicia de Carolina del Sur, quien en una oportu nidad hizo un estudio de los principios de la Orden de Cincinnati. 85. BRO. ALEXANDER A. BLEIMANN, PDDGM, Editor, Logia Americana de Investi- gación , disponible en www.masonictrowel.com. 86. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Tomo III, p. 86 87. Ibid .
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Una referencia a él hace el propio militar venezolano 88: “Mr. Chief Justice Burck, autor del papel intitulado Consideraciones Cin cinatti que vaso (sic) el nombre de Casuis se publicó en Charleston el 10 de octubre, estando io (sic) allí, es persona de ingenio, habili dad y buen juicio”. Asimismo, en relación con esta orden, reere el mismo prócer 89: “El Conde de Mirabeau, exiliado en Londres lo ha traducido al fran cés por indicación de Benjamín Franklin y las publicó en 1788” Resulta un hecho particular que ambos personajes menciona dos por el venezolano, el Conde de Mirabeau y Benjamín Franklin, eran destacados masones de la época. Ahora bien, veamos de qué manera Miranda se relaciona con esta sociedad. En septiembre de 1785 el librepensador caraqueño se encuentra en Potsdam, Magderburgo. Ha iniciado un viaje por varios países en compañía del Coronel William Smith, quien fue Edecán de George Washington, yerno del Presidente Adams y secretario de la Legación de Estados Unidos en Londres, además de ser un miembro activo de la Masonería norte americana, de cuyas actuaciones acota Frau Abrines 90: El 20 de Junio de 1764 se constituyó por la Gran Logia de Inglaterra, una Gran Logia Provincial de Pennsylvania, siendo nombrado Gran Maestro, el hermano William Bell… Hasta la fecha de San Juan de Invierno en 1779, no se tienen noticias de nuevas reuniones, y se sabe que a esta ceremonia asistió el hermano General Washington, nombrándose al hermano William Smith, Gran Secretario y encargado de preparar un resumen de todas las leyes necesarias para la reorganización de la Logia.
88. Ibid ., p. 66 89. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia, Viajes, Tomo V, Folio 33 90. LORENZO FRAU ABRINES, ob. Cit ., Tomo 4, p.152
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El 19 de septiembre de 1785 ambos com pañeros se encuentran en Potsdam. Se han pre sentado con cartas de recomendación al príncipe Fernando de Brunswick-Wolfenbüttel. El Coronel Smith, quien sigue escribiendo el Diario , hace referencia a una reunión sostenida entre él, Mi randa y el príncipe91.
William Smith (1769-1839)
Partimos de Berlín el día 19 a las siete y llegamos a Potsdam a las doce. Nos alojamos en el hotel Alley. Respecto al actual Príncipe Fernando de Brunswick-Wolfenbüttel, a quien tuvimos el honor de visitar, debo decir que éste demostró más apego a los principios que no gobernaron durante la revolución y que le expusimos plenamente durante una conversación de casi dos horas, de lo que yo esperaba de un Príncipe criado y alimentado desde su más tierna infancia bajo la férula del despotismo.
Cabe mencionar que Fernando de Brunwsick tuvo una destaca da participación en la Masonería europea, la cual podemos verla en la siguiente referencia de Frau Abrines92. Príncipe alemán que intervino en los cismas y complicaciones de las varias sectas masónicas surgidas en Alemania. Los promotores del convento de Wilhemsbad pretendieron ponerle al frente de las Logias del sistema reforzado, exclu yendo de la Masonería los ritos templarios, pero la agitación cismática de nes del siglo XVIII le obligó a separarse de toda participación en tales desinteligencias.
Es así que mientras sostenían la interesante reunión con el Príncipe, el coronel Smith, menciona la llegada de un personaje interesante 93: 91. Ibid . pp. 100-101 92. LORENZO FRAU ABRINES, Ob. Cit ., Tomo I, p.455 93. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Tomo IV, pp. 100-101
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Llegó el Marqués de la Fayette acompañado del Coronel Gouvión, y el Marqués me visitó con gran afecto inmediata mente. Pasó tres horas conmigo, dándome detalles de su gira por Silesia y de su visita a la Corte Imperial –más adelante acota– me preguntó entonces por qué yo no llevaba la Orden de Cincinatti, y observó que tendría una singular importancia a los ojos del Rey y de los ociales de Europa, cuyos principales representantes, el General Duportail y el Coronel Gouvión, que habían ido a verle, aparecían con ella, y yo como ocial Americano, sin ella, y muy categóricamente me rogó la usase.
Ante esta petición personal, Smith le esgrimió las razones por las cuales no la usaba, detallando la reacción del Marqués 94 Me replicó que yo no necesitaba llevar el águila, pero que no podía tener reparo alguno en ponerme la cinta; que debíamos ponérnosla todos, o desecharla todos. Le dije que en cuanto a llevar la cinta, que era el emblema de la alianza, no podía más que considerarlo desde un punto de vista honorable, pero como aquella determinada cinta pertenecía a aquella determinada orden, no podía más que considerarlas como una sola y misma cosa.
El general norteamericano se extiende en justicativos ante el Marqués de La Fayette, concluyendo nalmente con estas palabras 95 Me lancé en una explicación completa de las razones que yo tenía para ello, y al mismo tiempo hice observar que yo opi naba que los ociales franceses debían llevarla, porque les fue otorgada por el ejército americano, en prenda de amistad, pero nosotros la habíamos concedido a nosotros mismos y limitado a nuestro país, etc., etc. Pareció quedar satisfecho, y abandonó el tema. 94. Ibid ., p. 101 95. Ibid ., Tomo IV, p. 102
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Hasta aquí, el episodio en Postdam. Siete años más tarde, es tando el coronel Smith y el mismo Francisco de Miranda en París, se presenta una confusión en cuanto a la autoría de una carta incorpo rada al Diario de Miranda, que de acuerdo a la versión manuscrita original en inglés luce escrita por Smith, debido que al pie de la mis mas aparecen sus iniciales. En correspondencia fechada el 1º de noviembre de 1792,96 se lee: My Dear friend. The variety of important objects which you know have enga- ged my attention for several years past, has interfered with my, expressing my wish to you and my other american friends, relative to my presenting myself as a Candidate as a member of the Society of The Cincinnati, the general pursuit of my life, if I know my own heart, have been for the liberty and happi- ness of manking (sic). I fouth successfully in the Cause of America when in the Spanish service, during your great stru- ggle for freedom & have been, so successfull in the present struggle of the freeman of France to cast off the calling yoke of oppression as to ll with the same degree of applause the station of Leut. General in the Armies of this great Republic, I much when I request your & their support in getting me elec- ted a member of your respectable society, it is a society the component parts of which I respect, & venerate the principles which gave it birth, do me the favour (sic) of presenting me as a Candidate & aid my wishes. Yours sincerely (W.S.S.) París, 1º de noviembre de 1792 Mi estimado amigo La cantidad de asuntos importantes que V. (sic) conoce y que han ocupado mi atención durante los años pasados, han im- pedido que exponga ante V. (sic) y demás amigos america- nos, mis deseos de presentarme como candidato a socio de
96. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Tomo XX, Folio 139
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la Sociedad de Cincinatti. El empeño general de mi vida, si conozco mi propio corazón, ha sido la libertad y la felicidad de la humanidad. Luché con éxito en la causa de América, cuando estuve al servicio español, durante su gran conicto por la libertad, y he tenido éxito en la presente contienda del hombre libre de Francia para deshacerse del yugo opresor, como para culminar con el mismo grado de aplauso, con el rango de Teniente General en los ejércitos de esta gran Re- pública. Por lo tanto, yo creo que mis amigos americanos no pensarán que ambiciono demasiado cuando ruego el apoyo de V. (sic) y el de ellos para obtener mi elección como socio de su respetable asociación. Es una asociación cuyas partes componentes respeto, vene- rando los principios que le vieron nacer. Hágame el favor de presentarme como candidato y ayude a mis deseos. Sinceramente. W.S.S.
No obstante, historiadores atribuyen la autoría de la misma a Miranda, como la historiadora Josena Rodríguez de Alonso97. Analizando las circunstancias que rodean el caso, independiente de que al pie de la carta aparezcan las iniciales del general norteamericano, podríamos coincidir con la historiadora en que la carta fue escrita por Miranda, debido a su contenido, toda vez que Smith nunca estuvo militando en las milicias españolas. Así mismo, ¿A quiénes se refería Miranda cuando acota?: “Yo creo que mis amigos americanos no pensarán que ambiciono dema siado cuando ambiciono el apoyo de usted y el de ellos para obtener mi elección como socio de su respetable asociación”. Indudable mente que se refería, entre otros, a George Washington, Hamilton y Henry Knox, con quienes mantenía estrecha amistad desde su estadía en Estados Unidos, y habiendo actuado en la guerra de la independencia de ese país, todos ellos, como acotamos anterior mente, pertenecientes a la Masonería. 97. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Ob. Cit ., Tomo X, p. 555, doc. 1859
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Washington tomaba en cuenta a otros miembros de la fraterni dad en sus actividades militares y políticas. Una referencia a este hecho particular la hace el historiador masón estadounidense James Davis Carter98: Washington escoge para su primer gabinete a los siguientes cuatro masones: Secretario de Estado, Thomas Jeffer son; Secretario del Tesoro, Alexander Hamilton, Secretario de Guerra, General Henry Knox y Procurador General, Edmund Randolph, Gran Maestro de la Gran Logia de Virginia en 1788. (Traducido del inglés).
Al analizar este elemento vinculante podemos observar el inte rés que Francisco de Miranda demostró por pertenecer a esta Or den Militar, cuyos miembros fundadores, aparte de ser sus amigos, pertenecían a la Masonería. Igualmente, podemos leer en la corres pondencia enviada al General Smith la referencia que hace de sus amigos americanos, ya mencionados, por lo que consideramos con razones fundadas como un elemento vinculante, a la Sociedad de Cincinnati.
Elemento vinculante Nº 7 Londres, Inglaterra. 1798-1800 La Gran Reunión Americana y las Logias Lautaro
A través del tiempo éste ha sido un punto que ha despertado muchas controversias, y las seguirá teniendo entre los biógrafos e historiadores pertenecientes o no a la Masonería, debido a las con notaciones que su consideración, para los efectos de la historia de esta orden milenaria en América, y en lo que respecta al tema que nos ocupa, representa para una denición exacta de los hechos. Diversas han sido las opiniones de destacados historiadores acerca de las Logias Lautaro y la Gran Reunión Americana, en cuan 98. JAMES DAVIS CARTER, Masonry in US History , Published by the Committee on Masonic education and service for the Grand Lodge of Texas.
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to a que hayan sido o no logias masónicas, y sobretodo, que Fran cisco de Miranda haya sido su fundador. Cabe destacar entre ellas, la de Augusto Mijares 99: “Es muy difícil determinar imparcialmente la inuencia de aquella sociedad, y si eran verdaderamente masóni cas, o ‘al estilo masónico’, como dicen algunos historiadores”. Existen diversos aspectos que dejan abiertas expectativas y planteamientos cada vez que se profundiza en las investigaciones. La primera de ellas está represen tada por el hecho de que no fue precisamente Francisco de Miranda quien da a conocer estas agrupaciones, sino el prócer chileno Bernardo O’Higgins Riquelme, 12 años después de la fecha en que él reere que se sucedieron los he chos con el general venezolano, en Bernardo O´Higgins (1778-1842) Londres. Asimismo, diversos autores han atribuido a esta Reunión de Caballeros Racionales, como se hicieron llamar, el ser una logia ma sónica fundada por Miranda, a la cual ingresaron distintos próceres de la independencia de América, y en la que hasta se otorgaban grados, así como también, el hecho de que Francisco de Miranda fuese erigido como Gran Maestro. En ese sentido se han levantado muchas discusiones al respecto, ya que, aunque es un hecho irre futable la creación de las Logias Lautaro, igualmente se presenta la interrogante si las mismas podrían ser pruebas fehacientes de que ciertamente Francisco de Miranda se inició en la Masonería. Pues bien, veamos algunas referencias biográcas que acerca de este punto exponen diversos autores. 99. AUGUSTO MIJARES, El Libertador , p. 166
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En primer lugar, cabe destacar que ciertamente en el año de 1797 se lleva a cabo en París el compromiso libertario de Amé rica conocido como “La Carta de París”, en la que varios líderes sudamericanos se comprometen a luchar por la independencia de sus naciones. En ella se nombran a Francisco de Miranda y Don Pablo de Olavide, como los máximos conductores del movimiento. De hecho, en el punto 15, se acuerda 100: Don Francisco de Miranda y Don Pablo de Olavide están autorizados para nombrar un cierto número de agentes civiles y militares que los ayuden en la Misión. Pero los empleos que estarían en el caso de conceder no serán sino provisionales y revocables a voluntad hasta el instante de la formación del Cuerpo representativo continental, que es el único que tendrá derecho para conrmar o anular estos grados según lo juzgue conveniente.
¿Podríamos armar que éste era el génesis de las Logias Lauta ro o de la Gran Reunión Americana de Londres? Lo cierto es que en dicho compromiso no estaban presentes O´Higgins ni San Martín. Por otro lado, en cuanto a la fundación de estas asociaciones, reere Mario Briceño Perozo101. El Gran Maestro Miranda y ante él han de jurar trabajar por la independencia de América y hacer profesión de fe democrática, Antonio Nariño, el otro precursor; Simón Bolívar, José de San Martín, Mariano Moreno; Carlos María de Alvear; Bernardo O´Higgins y Riquelme, Bernardo Monteagudo, Servando Teresa de Meier, José María Zapiola, José Caro y otros cuya actuación los lleva a gurar en el cuadro de los grandes aladides de Hispanoamérica. 100. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Tomo XVIII, p. 61 101. MARIO BRICEÑO PEROZO, Francisco de Miranda, Maestro de Libertadores , Imprenta Ocial del Edo. Trujillo, 1950, pp. 30-31
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José de San Martín (1178-1850)
Carlos María de Alvear (1789-1852)
Consideramos que estas armaciones tienen un importante grado de romanticismo e idealismo, toda vez que en bases a esos jura mentos, no existen registros que así lo conr men, salvo el caso de lo referido por O´Higgins. Incluso nuestras investigaciones no arrojaron resultados positivos en cuanto al hecho de que José de San Martín y Carlos de Alvear, para mencionar dos casos, hayan conocido perso nalmente a Francisco de Miranda alguna vez, o hayan tenido comunicación alguna. Sin embargo, la historia de las Logias Lau taro está escrita por la vida de un gran luchador sudamericano, Bernardo O´Higgins y Riquelme. Acota el historiador venezolano Mariano Picón Salas102:
Hay un joven –hijo natural de un Virrey de Perú y Ex Go bernador de Chile- que aún no se atreve a usar el paterno apellido de O’Higgins y se llama Bernardo Riquelme. Ha pedido a Miranda que le enseñe matemáticas. El gran Fésgoli, el sumo presdigitador que también es el venezolano, despliega ante el joven Riquelme, todo un prerromanticismo de logias y secretos. Se han fundado en Londres en 1798, las primeras sociedades secretas hispanoamericanas.
Al analizar esta opinión del historiador venezolano, que aunque menciona de manera subjetiva, “Todo un prerromanticismo de logias y secretos”, no se puede armar que en verdad Miranda haya teni do este tipo de temas con el prócer chileno, toda vez que el mismo O´Higgins no lo menciona. Asimismo, podemos observar que se re ere a Sociedades Secretas, y no a logias masónicas en sí. 102. MARIANO PICÓN SALAS, Biografías , Monte Ávila Editores, Caracas, 1995, p. 20
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Igualmente, William Spence Robertson 103 reere: Entre 1798 y 1800, Miranda fundó una sociedad secreta de revolucionarios hispanoamericanos, y se llamó Logia Lautaro… El examen de sus papeles inéditos nada revela que pudo probar, sea que perteneciera a la Orden Masónica, sea que fuese fundador de la Logia Lautaro.
En este punto cabe destacar que fue O’Higgins quien le sugirió a Miranda el nombre de Lautaro a estas asociaciones secretas, sin embargo, no se conoce algún registro en el que Francisco de Miran da, personalmente, haya fundado alguna Logia Lautaro. Es así que el prócer chileno reere las palabras que le dijo al General venezolano como demostración del sentimiento que sem bró en su espíritu, Miranda y su proyecto: “Mirad en mí, señor, tristes restos de mi compaisano Lautaro, arde en mi pecho ese mismo es píritu que libertó entonces a Arauco, mi patria, de sus opresores” Por otra parte, arma J.G. Lavtrerski 104: Miranda fundó en Londres un centro clandestino revolucionario con el nombre de “Gran Logia Americana”. Otro centro fue fundado por él en España, en Cádiz, bajo el nombre Lautaro, guerrero araucano que durante largo tiempo luchó en Chile contra los españoles.
Ahora bien, cuando se arma que “otro centro fue fundado por él en España, en Cádiz” se cae en una imprecisión, ya que no se precisa en qué año crearía dicha logia en Cádiz, por lo que se debía exponer la fundación de una Logia Lautaro a propósito de las ins trucciones que le dio a Bernardo O´Higgins, o en caso tal, a instan cias de los planes de Miranda, por lo que descartamos que él haya 103. WILLIAM SPENCE ROBERTSON, Ob. Cit. 104. J.F. LAVTRESTSKI, Ob. Cit ., p. 141
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fundado alguna Logia Lautaro. También hace mención a este punto Ángel Grisanti105: La logia Lautaro, que no podemos considerar centro masónico, sino club político clandestino, se localizaba en la ciudad gatidana, en casa del banquero y escritor Nicolás de la Cruz. Esta logia aglutinó a la mayoría de los hispanoamericanos disidentes: la casi totalidad de los diputados americanos de las Cortes de Cádiz pertenecían a este centro.
Esta aseveración de Grisanti en cuanto a que “no podemos con siderar centro masónico” coincide con la nuestra. Igualmente reere Antonio Egea López106: “Ese año de 1798, en su casa de la capital londinense, funda la Gran Reunión Americana, para organizar la in dependencia y donde se formarán caudillos de la emancipación”. Ahora bien, todas estas referencias parten de lo que O´Higgins relató en 1812, sin embargo, Miranda no hace mención alguna en su Diario al respecto. Indudablemente que el personaje clave en la creación de las Logias Lautaro es el joven militar chileno, quien quedó impactado por la personalidad de Miranda y por la profundidad de sus proyec tos libertarios, y es él quien se dedica de manera particular a promo ver logias, bajo las directrices del precursor venezolano, sumando voluntades de otros líderes sudamericanos, como el caso particular de José de San Martín, quien conjuntamente con el prócer chileno le dieron un impulso determinante a estas sociedades. Asimismo, la impresión que sintió O´Higgins fue de tal nivel que en momentos en que recibió toda la información de los planes Miran dinos, tuvo palabras cargadas de una gran emoción, que hablaban del sentimiento nacionalista que había implantado Miranda en su corazón. 105. ANGEL GRISANTI, Miranda, Precursor del Congreso de Panamá y del Paname- ricanismo , Caracas, 1954 106. ANTONIO EGEA LÓPEZ, Ob. Cit., p . 24
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Conesa O´Higgins, que se dirigió en los siguientes términos: Padre de los oprimidos, si roto el primer eslabón de la cadena que en el Norte ha hecho aparecer una nueva nación, ¿Con cuántos mayores motivos debe despedazarse la restante que ata las demás regiones del Nuevo Mundo a los centros del continente europeo?...Permitid, señor, que yo bese las manos del destinado por la Providencia bienhechora para romper esos hierros que nuestros compatriotas y hermanos cargan tan ominosamente, y de sus escombros nazcan pueblos y repúblicas que algún día sean el modelo y el ejemplo de mu- chos de otros del antiguo mundo.
Miranda le respondería: Sí, hijo mío, la Providencia Divina querrá que se cumplan vuestros votos por la libertad de nuestra patria común. Así está decretado en el libro de los destinos. Mucho secreto, valor y constancia son la égida que os escudará de los lazos de los tiranos.
Por otra parte, una trascripción de las palabras del propio chileno las hace Lorenzo Frau Abrines107: “Cuando yo oí aquellas revela ciones y me posesioné del cuadro de aquellas operaciones, me arro jé a los brazos de Miranda, bañado en lágrimas y besé sus manos”. Es comprensible la reacción de aquel joven que ha pasado ne cesidades, hijo natural de un Virrey, ante un intelectual de 48 años que había recorrido el mundo, con un sin n de experiencias en dos movimientos independentistas para el momento de sus encuentros. Miranda nalmente le entrega instrucciones precisas y reco mendaciones personales, entre las que le escribe: “Desconad de todo hombre que haya pasado de la edad de cuarenta años, a me nos que os conste el que sea amigo de la lectura y particularmente de aquellos libros que hayan sido prohibidos por la Inquisición…” 107. LORENZO FRAU ABRINES, Ob. Cit ., Tomo 2, pp. 935-936
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Esta conversación, que más parecía la profetización del futuro del continente americano, en el que ambos personajes tendrían un papel preponderante, fue sucientemente sólida como para que a partir del momento en que el chileno partió de Londres, jamás des cansaría para llevar a cabo tales proyectos. Se mantiene la interrogante acerca de la Gran Reunión Ameri cana. Todos los historiadores coinciden en que era una especie de club secreto revolucionario y no una logia masónica, sin embargo, existe una conexión de ideales y funcionamiento entre ella y las lla madas Logias Lautaro. Al respecto, acota el historiador masón chile no, Edgar Perramón Q.108: La Gran Reunión Americana, había sido creada en 1798 por Miranda, en cuyo seno se fragua la emancipación continental, que se fortalece y aanza en Londres y en sus liales, las Logias Lautarinas, ya extendidas con éxito, entre 1800 y 1823 en París, Madrid, Cádiz, Buenos Aires y Santiago de Chile.
Más adelante agrega: “Las logias Lautarinas, bajo la trilogía de Unión, Fe y Victoria, estaban dispuestas a concretar los ideales li bertarios que estimulaba la Masonería con los valores consecuentes que le dan justicia y dignidad al hombre”. Podemos observar que Perramón establece similitud de objeti vos y principios entre ambas asociaciones, pero mantiene el cuidado de no identicarlas como logias masónicas en sí, aunque sus pre ceptos están impregnados en alto grado, de principios masónicos. Igualmente acota el biógrafo masón venezolano, Pedro Alciro Barboza de la Torre109: 108. EDGAR PERRAMÓN Q., Pensamiento Masónico de Bolívar , Gran Logia de la República de Venezuela, Caracas, 2006, p. 6 109. PEDRO A. BARBOZA DE LA TORRE, Bolívar y la Francmasonería, Apuntacio- nes Históricas , Gran Logia de la República de Venezuela, Maracaibo, 1976, p. 4
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La de Miranda era, pues, una Gran Potencia Masónica irregular, revolucionaria y política. Nació sin solicitarle a ninguna Gran Logia una Carta Patente, como ya estaba establecido en la costumbre francmasónica. Las logias que la Gran Reunión Americana fundaría, serían, también, irregulares; pero servirían idóneamente a los nes de la conspiración y la independencia.
Barboza de la Torre conrma que ciertamente esta asociación secreta creada por Miranda nunca se conformó como logia masóni ca regular, como tampoco se realizó la solicitud por los canales re gulares de la Masonería para su creación ante ninguna Gran Logia, que en este caso, ha debido ser a través de la Gran Logia Unida de Inglaterra. Sin embargo, es cierto que posteriormente surgieron en diver sos países logias regulares identicadas como Lautaro que funcio naron como tales, sobre todo en Chile y Argentina, en la que fueron centro de decisiones trascendentales en la vida política y militar de ambos países. Igualmente, muchos líderes revolucionarios mantenían una dualidad en cuanto a que pertenecían a las logias revolucionarias Lautarinas, y a la vez se iniciaban en logias regulares masónicas. Ahora bien, consideramos que no se debe utilizar el término ini ciado en la Gran Reunión Americana, puesto que la iniciación es un ritual cuyas características y condiciones mencionamos en capítulos anteriores no estaban presentes en Grafton Street. Tampoco se pudo haber otorgado grados, puesto que allí no funcionaba ninguna logia regular como tal. También consideramos que llamar a Francisco de Miranda como Gran Maestro es improcedente por las connotaciones que dicho título conlleva en la Maso nería Universal. Un Gran Maestro es la máxima autoridad de la Masonería en un país, o en caso tal, de una Gran Logia Provincial, y es electo por los
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maestros masones activos de su jurisdicción, por lo que su investi dura va más allá de un mero título. El hecho de que nuestro personaje identicara a estas asocia ciones como Logias indica el carácter secreto, místico y consciente en Miranda, de lo que signicaba identicarlas de esa manera, así como los lazos y compromisos que ello conllevaba. También se sabe que entre los miembros de tales asociaciones se identicaban eventualmente como hermanos . Para concluir solamente un masón puede tener plena concien cia de lo que podría representar la creación de asociaciones identi cadas como logias, por tal razón, hemos calicado este hecho como un elemento vinculante.
Elemento vinculante Nº 8 Las relaciones y amigos masones de Miranda
Francisco de Miranda se destacó por mantener amistad y re laciones con inuyentes personajes en diversas ciudades y países. Entre ellos se encuentran importantes masones con quienes fra ternizó y estableció gran amistad, recibiendo ayuda y cooperación incondicional en sus viajes y proyectos, lo cual es muy representa tivo, toda vez que el venezolano era un reo de Estado perseguido hasta su muerte por la Corona Española y el Santo Ocio, pero si no hubiera sido por estos personajes que le extendieron apoyo, prote giéndolo y otorgándole cartas de recomendación, tal vez su destino hubiera sido otro. Hemos querido incluir entre los elementos vinculantes a los ami gos y contactos masones que tuvo Francisco de Miranda durante toda su vida, como un hecho de singular importancia en cuanto a los objetivos de la presente obra. Entre estos importantes personajes mencionaremos aquellos masones de mayor signicación para este trabajo investigativo, sin ningún orden preestablecido de importancia entre ellos, pero que representan de sumo interés para el desarrollo del contenido de la investigación.
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Veamos pues, quiénes son algunos de estos personajes y su relación con Francisco de Miranda George Washington
Destacado activista de la Masonería nor teamericana, ocupó diversos cargos en las lo gias masónicas a la vez de que mantuvo una permanente ascendencia en la orden. Se inició en la Logia Fredericksburg, en Virginia, el 4 de noviembre de 1752, hasta que en agosto de 1753, es exaltado al grado de George Washington (1732-1799) Maestro Masón. En cuanto a la actividad masónica de Washington podemos mencionar parte de ella, referida por Frau Abrines 110: “El 25 de abril de 1788 la Gran Logia de Virginia expidió una patente para la Cons titución de la Respetable Logia Alexandría Nº 22, siendo designado el hermano Washington para el cargo de Venerable Maestro”. En elementos vinculantes anteriores mencionábamos el caso de la Sociedad de Cincinnati, así como también es importante des tacar que muchos son los documentos y hechos que conrman la condición de masón de George Washington, por lo que este punto no está en cuestionamiento. Ahora bien, reseñemos cómo se conocen y relacionan Francis co de Miranda y el general norteamericano, así como las circunstan cias que prevalecieron para ello. El 10 de junio de 1783 Francisco de Miranda pisa suelo norte americano desembarcando en Newbern, Carolina del Norte. Luego, el 29 de septiembre del mismo año, arriba a la ciudad de Charleston, Carolina del Sur. Tres meses después Miranda llega a Filadela.
110. LORENZO FRAU ABRINES, Ob. Cit ., Tomo 3, p. 1957
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El historiador José Antonio Carbonell 111 acota: “Diciembre 8 de 1783. Miranda conoce a Jorge Washington que llega a Filadela en viaje a Annápolis; lo visita con el encargado de negocios Rendón, le da carta de Cajigal y es invitado a comer con el Héroe Americano.” Francisco de Miranda lleva en sus manos una correspondencia de presentación rmada por Juan Manuel Cagigal, con fecha 26 de mayo de 1783 dirigida a George Washington en los siguientes términos 112: Excmo. Señor. Muy señor mío: Ya que las presentes circunstancias no me lo han permiti- do, concluida la guerra y de regreso a España, visitar esos famoso países y tener el honor de conocer al Fabio de es- tos tiempos, como lo había premeditado, permítame V.E. lo haga por medio de esta carta, ofreciéndome a su disposición y recomendándole al mismo tiempo mi edecán, el teniente coronel Don Francisco de Miranda, que con el propio designio se acaba de embarcar para Filadela. Su carácter, instrucción y demás circunstancias, me han merecido siempre singular distinción y espero le hagan acreedor igualmente del aprecio y estimación de V.E. que celebraré innito. Soy constante admirador de las heroicas virtudes de V.E. y por lo tanto tendré siempre singular satisfacción en servirle y que me mande cuanto fuese de su mayor agrado. Nuestro Señor guarde su apreciable vida muchos años y con- serve sus gloriosos hechos a la inmortalidad. Excmo. Señor, B.L.M. de V.E. su más atento y seguro servidor. Juan Manuel Cagigal. Teniente Coronel.
Como se puede observar, Cagigal y Washington no se conocían personalmente, lo que desvirtúa la versión de algunos autores que 111. JOSÉ ANTONIO CARBONELL, Separata del Boletín de la Academia Nacional de la Historia . Tomo LII, abril-junio 1969.Nº 206. Cronología de Francisco de Miranda. p. 292 112. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Viajes , p. 547
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arman que Cagigal y Washington se reconocían como masones, y de allí la especial recomendación de Miranda que hacía el uno para el otro. Sin embargo, Miranda tuvo la oportunidad de compartir en di versas ocasiones con el líder norteamericano. Así reseña su expe riencia con Washington113: En consecuencia le debí bastante agasajo y tuve el gusto de cenar en su compañía todo el tiempo que estuvo en Filadela en esta ocasión. Su trato es sincuspecto, (sic) taciturno, y poco expresivo; bien que un modo suave y gran moderación le hacía suportable (sic)… nunca conseguí verle deponer estas cualidades sin embargo de que el vaso corría con umor (sic) y alegría por sobre mesa, y que al bebér (sic) ciertos tostes (sic) (o saludes) (sic), se ponían de pie y daba sus tres Cheers (sic) como todos nosotros.
Parte de estos comentarios pueden lucir irrelevantes. Sin em bargo, curiosamente, dentro de esas características particulares de los brindis de Washington y sus amigos, existen elementos de gran similitud a costumbres masónicas universales relacionadas con ce lebraciones de las logias. Nos referimos a los ágapes masónicos* y las ceremonias que los miembros de esta fraternidad efectúan al momento de iniciar di chos actos. Es uso y costumbre en la Masonería al momento de realizar brin dis, ponerse de pie, hacer una invocación, realizar unos toques y dar tres expresiones al unísono, para culminar con saludos masónicos. Al comparar la mención de Miranda de las celebraciones de George Washington y sus acompañantes, con estas costumbres de los masones, se establece una referencia obligada entre ambos 113. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Tomo III, p. 104 *ÁGAPE: Entre los masones, algunas comidas místicas y frugales que celebran los miembros de las logias en ocasiones especiales.
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hechos, a sabiendas de la condición de masón del líder estadouni dense, tal y como mencionábamos en líneas anteriores. En otras palabras, podríamos inferir, que Miranda hacía referencia a ágapes masónicos celebrados por Washington. Es importante señalar que George Washington tuvo una activi dad masónica permanente, y fue precisamente en Filadela en don de con más énfasis la desarrolló. Se pudiera decir que esa celebración particular que reseña nuestro personaje sin mayores detalles podría haber sido entre ma sones, por cuanto la Masonería en esa ciudad era representativa desde años antes de la independencia de los Estados Unidos. Ya mencionábamos en líneas anteriores que la primera logia fundada data de 1734, jurisdiccionada a la Gran Logia de Massachu setts, siendo su primer Gran Maestro, Benjamín Franklin. Asimismo, en 1764 se constituyó la Gran Logia Provincial de Pensilvania, la cual parece que tuvo un receso durante la guerra de la independencia, volviendo a reanudar sus trabajos años más tar de. De nuevo aparece Washington dentro del quehacer masónico. Menciona al respecto Frau Abrines114: Hasta la fecha de San Juan del Invierno de 1779 no se tienen noticias de nuevas reuniones, y se sabe que a esa ceremonia asistió el hermano General Washington, nombrándose al hermano William Smith Gran Secretario y encargado de preparar un resumen de todas las leyes necesarias para la reorganización de la Gran Logia. El hermano Smith presentó su trabajo el 27 de Noviembre de 1781, siendo aprobado.
Finalmente, cabe destacar que sus honras fúnebres fueron realizadas bajo el rito masónico, el 18 de diciembre 1799, en el Mount Vernon. 114. LORENZO FRAU ABRINES, Ob. Cit ., Tomo 4, p. 153
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Henry Knox
Es un personaje interesante de mencio nar en este trabajo biográco-masónico de Francisco de Miranda. Knox fue uno de los primeros militares norteamericanos, conjun tamente con Alexander Hamilton, a quienes, en junio de 1784, Francisco de Miranda pre sentó su plan emancipador. Menciona el historiador Carbonell 115:
Henry Knox (1750-1806)
Esboza un proyecto de liberación de su patria a Henry Knox, General de Nueva Inglaterra y que había organizado la artillería durante la guerra de Independencia y a Alexander Hamil ton, éste le da la lista de generales americanos con los cuales debía consultar sus planes, empieza con Washington y están Lafayette (sic) y otros varios.
Precisamente, en dicha lista hay varios militares masones, y entre ellos se encuentran Washington y Lafayette, dos importantes iniciados con quienes Miranda mantuvo estrecha relación. En una oportunidad Miranda hace una reexión acerca del mili tar norteamericano116: Este hombre, que de simple librero pasó a la milicia, y de aquí a los primeros rangos del generalato americano, es uno de los militares más instruidos en la teoría y práctica del arte de la guerra de cuantos caudillos he conocido en este conti nente, incluso el ídolo. Su trato es bastante agradable y su conversación interesante.
La amistad entre Miranda y Knox se reeja en diferentes inter cambios de correspondencias, una de ellas se reere cuando Mi 115. JOSÉ ANTONIO CARBONELL, Ob. Cit ., p. 293 116. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Tomo III, p. 306
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randa lo felicita por haber obtenido un nombramiento en el ejército norteamericano, fechada el 19 de octubre de 1798, desde Londres. Escribía el prócer venezolano117: ¡Qué placer he recibido, mi muy querido general, conociendo el nombramiento de V. en el Ejército Continental de los Estados Unidos de América! Parece que nuestros deseos van a cumplirse al n y que todas las circunstancias posibles se reúnen en este momento a nuestro favor. ….Culminaba Mi randa: En n, todo parece juntarse para que nuestros proyectos del año 1784 se cumplan… Espero que V. mantendrá sus promesas y que pronto tendré el honor de ir a buscar a V. a su casa. Adiós, mi digno y muy querido amigo, guarde esto y no olvide el Diccionario y la Gramática que envié a V con Callahan y de mis respetuosos saludos a la señora Knox.
Como podemos ver, las relaciones de Miranda y el general ma són eran de varios años, y el nivel de conanza elevado, por lo que no es de extrañar las palabras que le había escrito a Smith en cuanto a los amigos comunes que pertenecían a la Sociedad de Cincinnati, de la cual Henry Knox era fundador precisamente. En cuanto a su condición masónica, Knox y Washington man tuvieron mucha amistad y anidad durante muchos años y en diver sas actividades que realizaron conjuntamente, dentro y fuera de la Masonería. Alexander Hamilton
Alexander Hamilton (1755/57-1804)
En capítulos anteriores referimos el hecho de que Alexander Hamilton, conjuntamente con George Washington y Henry Knox habían funda do la Sociedad de Cincinnati, conformada por un gran número de masones, entre quienes se en contraban ellos mismos.
117. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Tomo XVIII, p. 168 92
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Igualmente, Alexander Hamilton es reconocido como uno de los masones signatarios de la Constitución de los Estados Unidos. Es a Hamilton y Henry Knox a quienes presenta Francisco de Miranda, en 1784 en la ciudad de Nueva York, el proyecto de libera ción de su patria. Aunque Hamilton mostró algunas reservas en cuanto al grado de participación directa de los Estados Unidos en los proyectos de Miranda, le recomendó que contactara a un grupo de militares y per sonalidades importantes a quienes el venezolano podría presentar sus planes. En dicho listado aparecen distinguidos masones: Washington, Knox, Barón de Steuben, St. Clair, Marqués La Fayette, Coronel Og den, entre otros. Durante muchos años, Miranda y Hamilton intercambiaron co rrespondencia fraternal. Rufus King
Dentro de los personajes que tuvieron una relevancia importante en los proyectos de Francisco de Miranda se encuentra Ru fus King. Hombre de conanza del presidente Alexander Hamilton, quien le nombró embaja dor de los Estados Unidos en el Reino Unido, desde 1796 hasta 1803, ambos pertenecien Rufus King (1750-1806) tes a la Masonería. Dentro del rol protagónico de primer orden de Rufus King en la vida de Miranda, está el hecho de que fue él quien le hizo entrega de un maniesto independentista, escrito por el ex jesuita peruano Don Juan Pablo Viscardo y Guzmán, que hemos mencionado en páginas anteriores. Referimos atrás que Viscardo y Guzmán le hizo entrega a Rufus King, en las postrimerías de su vida, su proyecto de libertad para América, con la nalidad de que le diese el mejor uso posible. En
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otras palabras, que cayera en manos de quien pudiera valorarlo y darle continuidad. Cuando King lo lee, inmediatamente relaciona esos postulados con los proyectos que Miranda la he presentado, por lo que decide entregárselos a sabiendas de que ambos sudamericanos coincidían perfectamente en sus ideales. Cabe destacar el hecho de que Miranda ya había recibido una lista de los exjesuitas proscritos que estaban en Italia, y en ella apa recía un tal Rossi, que para Miranda no representó nada en particu lar. Pues bien, ese Rossi era Juan Pablo Viscardo y Guzmán. Es 12 años más tarde, al recibir de las manos de Rufus King los documentos de Viscardo, cuando se encuentra ante los ideales que el peruano venía urdiendo años atrás, en pro de la independencia, coincidiendo con el proyecto del precursor. Indudablemente Rufus King, como ministro de los Estados Uni dos de América, ya conocía el proyecto mirandino, por lo que no dudó en entregarle dichos documentos al precursor ¿Cuáles eran tales es critos que pudieran tener tanta signicación entre estos hombres? La respuesta la tenemos en dos circunstancias cruciales en el ideario de Miranda. La primera de ellas, la publicación que ordenó en 1799 en Lon dres y Filadela, de un folleto de 41 páginas titulado: “Lettre aux espagnols américains par un de leurs compatriotas” , el cual fue pos teriormente traducido al español por el mismo Miranda en 1801 bajo el título: “Carta derijida (sic) a los españoles americanos por uno de sus compatriotas”, considerada una obra realmente revolucionaria que tuvo repercusiones en la sociedad del momento. La otra cir cunstancia se reere al momento en que Miranda en 1806 invade a Venezuela por la Vela de Coro y lanza su Proclamación a los pue blos habitantes del continente americano-colombiano. El artíce de que el prócer venezolano tuviera en sus manos esta proclama del jesuita peruano fue el destacado masón Rufus King, con quien Miranda sostuvo muchas reuniones en Londres para
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presentarle sus proyectos, recibiendo bastante acogida por parte de este diplomático norteamericano, quien se convirtió en el interme diario entre Miranda y el presidente Hamilton, perteneciente igual mente a la Masonería. Johann Kaspar Lavater
En páginas anteriores, habíamos he cho referencia acerca de los cambios es tructurales que sufrió la Masonería europea durante el siglo XVIII. Hubo diferentes in uencias de corrientes iniciáticas, así como Johann Kaspar Lavater (1741-1801) transformaciones en los diversos ritos que se practicaban. Unas de esas inuencias fueron las que se sucedieron a tra vés del llamado Rito de La Estricta Observancia de inuencia Templaria - jesuítica. Una acotación a este punto hace Lorenzo Frau Abrines118: Nombre de un rito que se ha dividido en muchísimos más, y que constituye las más completa expresión del sistema Templario en Masonería. Este rito fue la tercera innovación masónica de los jesuitas, alentando entre los adeptos, la peligrosa esperanza de entrar en posesión de las riquezas de los antiguos Templarios. La historia cronológica de sus Grandes Maestros no es otra que la historia de los Generales de la Compañía de Jesús.
Esta fue una de las principales pugnas históricas internas entre los masones, cuando determinaron que muchos jesuitas habían in gresado a la orden. Esta circunstancia ocasionó una grave incisión dentro de la fraternidad. Mientras estos hechos sucedían, Francisco de Miranda se en contraba en Suiza utilizando el pseudónimo de Señor de Meirat. 118. LORENZO FRAU ABRINES, Ob. Cit ., Tomo 1, p. 439 Bicentenario del 19 de abril (1810-2010)
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En una tarjeta dirigida a un señor Brumenthal, remitida por los hermanos Zorbeubuler119 se lee: Se ruega al señor Brumenthal, intérprete de Luneta, ayudar con sus buenos consejos al portador, señor Caballero de Meirat, anglo-americano. Su muy humilde y obediente servidor, Trogen, 11 de agosto de 1788 J. Zouberbuler – Mayor
En septiembre de 1788 Miranda conoce a Johann Kaspar Lava ter en la ciudad de Zurich. El precursor se encontraba en la casa del canónigo Gesner, pero debía ir a una cita con Lavater. Escribe el 5 de septiembre de 1788:120 “En n a las once me fue preciso dejarlo para ir a ver al señor J. G. Lavater que me aguardaba a esta hora, por la recomendación que traje del Sr. Spach… Fui a casa de J. G. Lavater que ya me aguardaba. Tuvimos larga conversación” Los dos personajes sostuvieron conversaciones acerca de di versos temas, quedando comprometidos a verse nuevamente en la noche, lo cual se llevó a cabo. De esa nueva reunión resultó otra cita a petición del sonomista, quien le pidió al prócer que posara para él, para realizar un retrato siognómico, un mé todo impulsado por Lavater que tuvo muchos seguidores. Transcribe Miranda el 6 de sep tiembre121 “Vino a las siete en punto el pintor de Lavater, y en menos de una hora y concluyó un retrato (en una ie de pastel) de un pie de grande y bastante Frascisco de Miranda (Pintura de Lavater) parecido” 119. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Tomo VII, p. 461 120. Ibid ., p. 464 121. FRANCISCO DE MIRANDA, Colombeia , Ob. Cit., Tomo VII, p. 464
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Asimismo, el artista suizo igualmente le escribió una serie de pensamientos dedicados al Señor de Meirat, tal vez ignorando el verdadero nombre del prócer venezolano. Tales pensamientos los tituló Recuerdos para viajeros queri- dos 122 en cuyo encabezamiento acota una condición personal: Tengo más de un motivo importante para desear, rogar y exigir que no exista copia de este manuscrito, ni sea tomada, dada o permitida sin mi consentimiento; menos aún, que este Recuerdo se publique sin mi expreso permiso, bajo cualquier pretexto que sea.
En cuanto al retrato que realizó de Miranda, Lavater le hizo una dedicación: Hombre todopoderoso, vives con el sentimiento de la fuerza! Los secretos del corazón, más que escucharlos los ves! Quién puede penetrar la realidad como tú, Tú, a quien escapan tan pocas cosas? Quién pues, comprende como tú las debilidades de los débiles? Quién comprende como tú el poderío de los fuertes? Qué resolución, qué energía, y qué habilidad, Qué orgullo despreciativo, y qué valor te ha dado la naturaleza!
Adjunto a esta prosa, Lavater le escribe al momento de dedicar le sus pensamientos 123: He aquí mi querido Mairat. He aquí una mezcla de pensa mientos para viajeros, que contiene más verdades que novedades. Quienquiera que viaje aprende que no hay nada absolutamente viejo ni nada nuevo bajo el sol, Buscad y en contraréis; tocad a la puerta y se os abrirá; dad y se os dará.
122. Ibid ., p. 517 123. Ibid ., p. 517
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Así como hemos referido en oportunidades anteriores, hay ele mentos en estas líneas que pudiesen pasar desapercibidos para cualquier lector, pero para los efectos de esta obra no resultan tan vagos. Nos referimos a las últimas palabras de Lavater, Buscad y encontraréis; tocad a la puerta y se os abrirá; dad y se os dará . Estas palabras tienen un gran signicado para la Masonería, sobretodo para el grado de aprendiz, por lo que suscribir unos pensamientos con una despedida de este tipo es muy singular. Al utilizar estos tér minos en la despedida a Miranda, Lavater deja un mensaje vedado al venezolano, que en el caso de haber sido iniciado en la Masone ría, indudablemente captaría el simbolismo iniciático del mismo. Pero ¿Qué representa para la Masonería Lavater? Una explicación de sus actuaciones, hace Lorenzo Frau Abrines124: El Dr. Lavater fue uno de los miembros más distinguidos de la Orden de la Estricta Observancia. Cuando las Logias suizas de este régimen se reunieron en Basilea en 1778 para constituir el Directorio Helvético Alemán, aclamaron unánimemente al doctor Lavater, para desempeñar el cargo de Gran-pior o Presidente. Gracias al celo y a los trabajos de este hermano, se puso término al desorden que reinaba en aquella época en Suiza.
Este hecho se suscitó diez años antes de la fecha en que se conocieron Miranda y Lavater, tiempo en la cual la Masonería suiza estaba consolidada. Por todo lo antes expuesto resulta interesante analizar estas conversaciones y reuniones privadas entre el suizo y el venezola no, en las que, como el propio Miranda conesa, fueron demasiado fructíferas.
124. LORENZO FRAU ABRINES, Ob. Cit ., Tomo 2, p. 706
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Capítulo IV FRANCISCO DE MIRANDA Y LOS MASONES VENEZOLANOS Dentro de este trabajo investigativo no podía faltar la relación de Francisco de Miranda con los masones de la época. Miranda regre sa a Venezuela a nales de 1810, hacemos hincapié en el hecho de que nos referimos a los masones y no a la Masonería en sí, puesto que la misma no funcionó como institución colegiada en Venezuela sino hasta 1824, año en que se fundó en Caracas la Gran Logia de la Gran Colombia. Es importante destacar la circunstancia de que la corta estadía de Francisco de Miranda en su patria fue acelerada y traumática. Muchas fueron las intrigas, críticas y desaires de las que fue víctima de los mismos venezolanos que pugnaban por la independencia de Venezuela. Realmente Francisco de Miranda fue un incomprendido en su patria, que culminó con su entrega a Monteverde por los propios compatriotas. El velo de desconanza que siempre estuvo presente entre algunos destacados venezolanos, que no terminaban de digerir a aquel general de 60 años, que usaba aretes, pelo largo, exquisito en sus gustos, con un sin n de historias y formación militar muy avanzada para sus compatriotas, pudo haber inuido en la conan za y anidad entre el Precursor y los masones de la época, ya que aunque dentro de aquellos líderes se encontraban varios iniciados en la francmasonería, con ninguno de ellos Miranda estableció lazos de fraternidad masónica comprobables. Bicentenario del 19 de abril (1810-2010)
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Sin embargo, al hablar de este tema, la primera idea que lle ga a la mente está relacionada a la Gran Reunión Americana y las actividades que Miranda llevaba a cabo a través de ella, así como el por qué no tuvo eco en Venezuela como entre otros países. La respuesta parece estar en que, en Venezuela, se desconocían en profundidad los planes del Generalísimo. Una referencia al respecto hace Cristóbal L. Mendoza 125 “Bolívar no estaba al tanto de los pro yectos del Precursor ni de sus contactos con personajes extranjeros e hispanoamericanos para promover la Independencia de las Colo nias españolas”. Podríamos inferir que si Bolívar desconocía los proyectos que Miranda había realizado con otros líderes sudamericanos tampo co podría estar enterado de una circunstancia mucho más privada, como sería el pertenecer a la Masonería. Sin embargo, para el momento en que los venezolanos llegan a Londres, aún el prócer chileno no ha hecho pública su experiencia con Miranda, acaecida entre 1798 y 1800. En otras palabras, ha transcurrido una década después de los encuentros que menciona O´Higgins. Igualmente, tampoco se conoce registro alguno, ni referencia histórica o personal, acerca de si Miranda sostuvo con sus compa triotas el mismo tenor de sus planes con las Logias Lautaro. Muchos biógrafos arman que dentro de la membresía de la Gran Reunión Americana, estaban incluidos Bolívar, Bello y el propio López Méndez, quien era sobrino político de Miranda. En este punto, hay un elemento importante que resaltar. Francisco de Miranda no pudo haber “iniciado” a Bolívar en la Gran Reunión Americana, porque cuando el futuro Libertador llega a Londres ya pertenecía a la Masonería, toda vez que de acuerdo al acta que en el año 1956 el historiador Ramón Díaz Sánchez adquirió 125. CRISTÓBAL L. MENDOZA, Las Relaciones entre Bolívar y Miranda , Italgráca, Caracas 1978, p. 42
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en Francia, Simón Bolívar recibió el grado de Compañero Masón en la Logia San Alejandro de Escocia, ubicada en París, el 11 de noviembre de 1805. Incluso, el propio Libertador le confesó a Peroux de la Croix en el Diario de Bucaramanga, que había recibido el grado de Maestro Masón en París, sin mencionar en cuál logia había sido, no obstante, podríamos inferir que haya sido en la misma logia San Alejandro de Escocia. A este respecto menciona Barboza de la Torre126: “Se conserva en la Biblioteca Nacional de París, un Cuadro de dicha Logia, de 1805, donde aparece Simón Bolívar, Ocial español, Simón Bolívar (1783-1830) en la Columna de los Maestros Masones de dicha Logia” En este sentido resulta interesante analizar el hecho de que es tando ya Bolívar iniciado años atrás en la Masonería, estaban dadas las circunstancias como para que existiese una comunicación direc ta entre ambos masones, y un reconocimiento mutuo de tal condi ción, de lo cual no se conoce referencia histórica al respecto. Este hecho refuta las versiones que aseguran que Bolívar se inició en la Gran Reunión Americana cuando llegó a Londres con An drés Bello y López Méndez, así como también deja abierta la duda de si Bolívar estuvo en conocimiento de la pertenencia o no de Mi randa a la orden masónica. En caso tal, resulta un tanto incomprensible que si ambos líde res se reconocían como masones, no agotase Bolívar esa instancia antes de comandar al grupo de compatriotas que hacen prisionero al Generalísimo y lo entregan a Monteverde, sin derecho a defensa. Por otra parte, aunque hay evidencias rmes y registros acerca de la creación de logias a principios del siglo XIX en Venezuela, así 126. PEDRO A. BARBOZA DE LA TORRE, Ob. Cit ., p. 6
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como también la presencia de individualidades masónicas, los histo riadores masones no coinciden en cuanto a cuál fue la primera logia fundada en el país.Se podría armar que las primeras señales de presencia de masones en Venezuela pudieron ser en 1797, a través de Juan Bautista Picornell, José Lax y Sebastián Andrés, masones españoles que fueron expatriados a raíz de la conspiración de San Blas en 1795, quienes, de acuerdo a la tradición masónica venezo lana habrían “iniciado” a José María España y Manuel Gual. Es prudente aclarar que de haber sucedido esta “iniciación” de los mártires venezolanos en los calabozos de La Guaira, la misma estaría signada por algún juramento secreto y no por los rituales masónicos regulares. Para el año en que llega Miranda a la tierra que lo vio nacer, posiblemente existiesen tan sólo tres logias, una fundada en Cara cas en 1805, la otra en Margarita en 1808 y la otra, como Triángulo Masónico en Barcelona, en junio de 1810, es decir, el mismo año en que el Generalísimo arriba al país, de las cuales no hay mayores registros de sus actividades y membresía. Veamos las opiniones que se presentan en cuanto a las prime ras logias en Venezuela. Arma el historiador masónico Hello Castellón 127: La primera logia regular que se fundó en Venezuela fue “San Juan de la Margarita”, en 1808, en Pampatar, según la documentación aportada por el historiador Jesús Manuel Subero. Entre los asistentes a “tenidas” posteriores entre 1810 y 1811, en la columna de los visitantes aparece el nombre de Diego Bautista Urbaneja.
Pero otros autores hacen mención a otra logia, como Francisco B. Storms128: “La primera logia en Venezuela, fue Protectora de las 127. HELLO CASTELLÓN, Diego Bautista Urbaneja, El Padre de la Masonería Vene- zolana , Impresión particular, Caracas 1997, p. 9 128. FRANCISCO B. STORM, Ob. Cit., p. 122
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Virtudes Nº 1, fundada como Triángulo Masónico el 24 de Junio de 1810 y como logia el 24 de Julio de 1812, con Carta Patente de la Gran Logia de Maryland”. Un Triángulo Masónico es una agrupación en la que hay, hay, al me nos, tres maestros masones. En cuanto a esta logia, aunque con una diferencia de días en la fecha de su fundación, hay una referencia interesante relacionada con las autoridades masónicas que la instalaron y algunos de sus asistentes, que hace Edgar Perramón 129: El 1º de julio de 1812 se funda la logia “Protectora de las Virtudes Nº 1 de Barcelona, su primer Venerable Maestro fue Diego Bautista Urbaneja Sturdy, a quien acompañaron, en la tenida de instalación, Manuel Carías, José María Otero Guerra, general José Tadeo Tadeo Monagas, Juan Maimó, Rafael Meneses, coronel A. Brito, general Juan Suárez, y como visitadores, el general Carlos Soublette, Fernando Peñalver, general Rafael Urdaneta y Pedro Gual.
Igualmente, en lo concerniente a las primeras logias fundadas en Venezuela, destaca el mismo autor 130: “Muchos destacados venezolanos vieron la luz masónica en la logia ‘Perfecta Armonía’ Nº 74 de Cumaná, fundada en 1811, que funcionó bajo la jurisdicción de la Gran Logia de Maryland hasta 1823.” En cuanto a la Logia Unión Nº 5, no existe registro conable que identique la fecha de su fundación. Sobre esto hace mención a un artículo del 12 de Junio de 1962, en los 150 años de la Logia Regeneradores, presentado por Pedro A. Barboza de la Torre, el historiador masón Francisco Storm 131: 129. EDGAR PERAMON Q., Breve Historia de la Masonería en Venezuela , Gran Logia de la República de Venezuela, Caracas 1997, pp. 6-7 130. Ibid .,., p. 5 131. FRANCISCO STORM, Ob. Cit .,., p. 81
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Que si la logia Unión que debió funcionar clandestinamente en local ubicado en las cercanías de El Silencio en el área actual del Liceo Fermín Toro Toro entre 1808 y 1809, siendo la primera Logia Masónica establecida en nuestra patria, pero sin contarse con elementos que avalen esta suposición.
Como podemos observar, las contradicciones en este tema son signicativas, no obstante, de una u otra manera, se asume que para la época en que Miranda está de vuelta a Venezuela, a nales de 1810 y hasta su entrega a Monteverde, hubo actividad masónica, bien sea por logias o por individualidades. Pero es de referencia obligada las Sociedades Patrióticas, so bretodo, la Sociedad Patriótica de Caracas, una organización de vi tal importancia en el génesis del movimiento civil y político indepen dentista de Venezuela. En cuanto a su funcionamiento una nota dirigida a Monteverde en 1812, remitida a Madrid por Morillo en 1815, hace referencia José Gil Fortoul132: Los individuos que componían esta Sociedad Patriótica, al principio sólo eran aquellos que se titulaban establecedores del Gobierno y protectores de la libertad venezolana, que eran muy pocos y los principales motores de la revolución del 19 de abril de 1810; después comenzaron a admitirse todos los que se nominaban patriotas y que en el concepto de los vocales lo eran, procediendo antes de su recibimiento votación secreta.
Se deduce que las Sociedades Patrióticas actuaban a semejan za de los clubes de la Revolución Francesa. Sobre este punto cabe una reexión acerca de por qué Miranda no transmitió o mencionó a sus compatriotas el proyecto de las Logias Lautaro, o por qué él personalmente no lo llevó a cabo en su propia tierra. 132. JOSÉ GIL FORTOUL, Historia Constitucional de Venezuela , Tomo I, Ediciones Sales, Caracas 1964, p. 231
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En cuanto a estas asociaciones, opina Américo Carnicelli 133: Bajo el nombre de “Sociedad Patriótica” de Caracas se ocultaba la Logia patriótica revolucionaria, lial de la “Gran Reunión Americana”, del General Francisco de Miranda en Londres. Se desconoce cuándo y cómo se efectuaron las primeras di ligencias para su fundación, la cual agrupó en su seno a los patriotas venezolanos más entusiastas y fervorosos.
Consideramos que en estas armaciones de Carnicelli hay im precisiones que destacar, como el hecho de que él mismo arma que “se desconoce cuándo y cómo se efectuaron las primeras dili gencias para su fundación” ya que es bien conocida la fecha de la creación de la Sociedad Patriótica de Caracas. No obstante, el mismo autor reere una carta que había sido en viada en un paquete de correo de Luis López Méndez, la cual estaba rmada por Carlos Alvear dirigida a Rafael Mérida 134: Mi estimadísimo Hermano: al n he salido del poder de los tiranos y me hallo aquí acompañado de los hermanos que en el ocio indico, me ha sido muy sensible no haber tenido aquí noticias de Ud. Y de sus progresos. Pienso salir el mes que entra con los Hermanos arriba expresados para Buenos Aires, y desde allí comunicaré a Ud. Lo que ocurra, esperando haga Ud. Lo mismo con lo que le haya ocurrido después de nuestra separación.
Más adelante continúa: Aquí ha establecido una logia para servir de comunicación con Cádiz, Filadela y esa, como también para que encuentren abrigo los Hermanos que escapen de Cádiz. Nuestro Román de la Cruz ha salido del Castillo y tiene la ciudad por 133. AMÉRICO CARNICELLI, Ob. Cit ., p. 92 134. Ibid ., p. 92
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cárcel, y lo estoy esperando de un momento a otro… …Si Ud. no puede desde esa comunicarme lo que ocurre directamente a Buenos Aires, puede hacerlo por la vía de Londres, remitiéndoselo al Hermano López Méndez, diputado de esa capital, que creo probablemente quedará de Presidente de esta Sociedad.
Estas palabras escritas en la correspondencia que reere el autor, que fue interceptada por el corsario realista llamado “El valiente Rovira”, al bergantín inglés en las inmediaciones de Cabo Codera el 3 de enero de 1812, hablan de una red de logias y “hermanos” en di ferentes ciudades del continente, incluso arroja un dato interesante sin conrmar, la creación de una Logia en Filadela, la cual nuestras investigaciones no han arrojado ningún resultado. Sin embargo, algunos autores arman que las Sociedades Pa trióticas eran precisamente una especie de versión criolla de las Lo gias Lautaro, en la que varios de sus miembros eran masones. Esta circunstancia la conrma Edgar Perramón135: El 3 de julio de 1811 se había reunido la Sociedad Patriótica con la presencia del General Francisco de Miranda, el Coronel Simón Bolívar, Peña Iznardi, Espejo, Roscio, Yáñez, Peñalver y otras importantes guras patrióticas, a todos los cuales se les acusaba del delito de Masonería.
En 1824 el comisionado francés Joseph Cernau llegó a Ve nezuela con la autorización de la Gran Logia de Pensilvania para otorgar altos grados masónicos a diferentes personalidades, entre quienes, para los efectos de la presente obra, podríamos mencionar a: Diego Bautista Urbaneja, Carlos Soublette, Francisco Bermúdez, Santiago Mariño, José Antonio Páez, Juan Bautista Arismendi, Pe dro Gual, Simón Bolívar, Pedro Briceño Méndez, José María Pelgrón y otros más. 135. EDGAR PERRAMON Q., Ob. Cit ., p. 14
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Dicha información aparece en los archivos de un ilustre masón de la época, José Félix Ribas, identicados como Papeles de José Félix Ribas 136
Al leer estos nombres podemos ver que algunos de ellos eran miembros de la Sociedad Patriótica y otros compañeros de armas de Miranda, aunque desconocemos a ciencia cierta cuáles de ellos pertenecían a la Masonería para la fecha de la llegada del Precursor a Venezuela, así como tampoco, en cuál, dónde y cuándo se inicia ron, salvo el caso especíco ya mencionado, de Bolívar. Observemos que la autorización de estos altos grados ma sónicos se realiza 14 años más tarde de la llegada de Miranda a Venezuela. Tampoco hemos encontrado un registro que mencione el conocimiento entre ellos, de una posible pertenencia de Miranda a esta orden, o igualmente, si el Generalísimo conocía la condición de sus compatriotas. En conclusión, aunque como mencionamos anteriormente, exis tían algunas individualidades masónicas en Venezuela entre 1810 y 1812, no existe la comprobación rme de alguno de los actores de estos movimientos, de que, al igual que sucedió con las Logias Lautaro y la Gran Reunión Americana, nuestro personaje, de mane ra personal y predominante, haya utilizado bajo esos preceptos la Sociedad Patriótica.
136. EDGAR PERRAMON Q., Ob. Cit ., p. 14
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Capítulo V DÍA MASÓNICO NACIONAL DE VENEZUELA En un justo acto de reconocimiento a Francisco de Miranda, el Gran Maestro de la Gran Logia de la República de Venezuela, José Tomás Uzcátegui, el día 1º de enero de 1950, en conmemoración del centenario del nacimiento del prócer venezolano, decreta celebrar el Día Masónico Nacional el 28 de marzo de cada año, el cual se ha mantenido en el tiempo desde la promulgación de dicho decreto. Ya mencionábamos anteriormente que la Gran Logia de la Re pública de Venezuela tuvo sus comienzos orgánicos desde el 24 de Junio de 1824, bajo la denominación de Gran Logia de Colombia, por lo que el celebrar el Día Masónico Nacional de Venezuela el 28 de marzo demuestra la importancia que para la Masonería venezo lana representa Francisco de Miranda. Con la celebración anual de esta fecha la Masonería y los ma sones venezolanos reconocen como tal a Francisco de Miranda, manteniendo vivos los ideales y postulados Mirandinos.
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Capítulo VI VERSIONES ENCONTRADAS Con el objeto de ilustrar más acerca de este controversial tema hemos querido presentar diferentes versiones de historiadores, bió grafos y autores acerca de esta circunstancia, de las cuales hacemos un breve análisis. Señalaremos algunos de los más reputados his toriadores y biógrafos de Francisco de Miranda y sus apreciaciones. William Spence Robertson 137 arma: Aunque libros que tratan de la masonería guraban ya en su catálogo desde 1783, y aunque manifestó interés por los establecimientos masónicos en el curso de sus viajes por Europa, el examen de sus papeles inéditos nada revela que pueda probar, sea que perteneciera a la Orden Masónica, sea que fuese el fundador de la Logia Lautaro. Tampoco se ha encontrado, pruebas palpables indican que haya Iniciado jamás a revolucionarios como San Martín y Bolívar en una asociación de “carbonaris” sudamericanos.
Como se puede observar, este autor no establece ningún ele mento que apunte hacia el hecho de que Miranda se haya iniciado en la fraternidad masónica. Spence Robertson crea una expectativa al respecto, aduciendo que la Logia Lautaro era una especie de so ciedad secreta a la que ingresaban líderes sudamericanos ganados a la independencia de sus países, que no tenía nada que ver con la Masonería regular. 137. WILLIAM SPENCE ROBERTSON, Francisco de Miranda y la Revolución de la América Española , Bogotá, Imprenta Nacional, 1918, pp. 157-158
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Es importante señalar que la Gran Logia Unida de Inglaterra no tiene entre sus registros la existencia de esta organización, ni tam poco una petición emitida por un grupo de masones para la creación de una logia regular de la época con esta denominación. Reriéndose acerca de la relación a las Logias Lautaro, el mis mo historiador acota138: “Existe la posibilidad de que algún historia dor del porvenir, con la ayuda de archivos secretos sudamericanos, pueda vincular en forma indiscutible a esos conspiradores con la telaraña gigantesca que Miranda estaba tejiendo en Londres”. Por otra parte, Egea López considera que el librepensador vene zolano mantuvo contactos con masones radicados en Cádiz. Reere Egea López139: “Cuando Miranda arriba a la Península la sociedad secreta cuenta con raíces”; precisamente, la ciudad de Cádiz, donde el caraqueño residiría y contara con amigos ya en 1748 disponía de al menos una logia, con ochocientos aliados. Más adelante continúa: Teniendo presente que Miranda obtiene el grado de Capitán en la Metrópoli, y que entre los militares encuentra la masonería su mejor mercado, las probabilidades de un Miranda masón se multiplican, máxime con el carácter notoriamente contestatario, reformador y progresista del venezolano, que aparecía ante los ocultos masones como un socio interesante.
En esta opinión se puede observar cierto carácter subjetivo, cuando se apela a la especulación en cuanto al carácter del Pre cursor, cuando el autor menciona “las probabilidades de un Miranda masón se multiplican, máxime con el carácter notoriamente contes tatario, reformador y progresista del venezolano, que aparecía ante los ocultos masones”. Para algunos historiadores fue allí en donde se inició el venezo lano, basados en el hecho consabido de la existencia de logias des 138. WILLIAM SPENCE ROBERTSON, La vida de Miranda , p. 158 139. ANTONIO EGEA LÓPEZ, Ob. Cit., p. 68 110
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de principios del siglo XVIII, pero sin ninguna base fundamentada que así lo compruebe. Recordemos que el rey Fernando VII fue uno de los monarcas que se hizo eco de manera total de las condenas del Vaticano, al punto de reaccionar casi inmediatamente después de ser dictada la bula Providas emanada por Benedicto XIV. A continuación, fragmentos del Decreto que emanó el 2 de Julio de 1751140: Hallándome informado de que la invención de los que se llaman Franc-Masones, es sospechosa a la Religión y al estado, y que como tal está prohibida por la Santa Sede debajo de Excomunión, y también por las Leyes de estos Reinos, que impiden las Congregaciones de muchedumbre, no constando sus nes; e institutos a su Soberano: He resuelto atajar tan graves inconvenientes con toda mi autoridad, y en su consecuencia prohíbo en todos mis Reinos las Congregaciones de los Franc-Masones, debajo de la pena de mi Real indignación, y de las demás que tuviere por conveniente imponer a los que incurrieren en esta culpa.
Las consideraciones del monarca no tenían ningún tipo de vaci lación, pertenecer a la fraternidad durante su reinado, y en el tiempo que nos ocupa, era una verdadera temeridad, por lo que aún con siderando a Miranda un individuo audaz y hasta irreverente, para la fecha en que se presentan estos actos, el caraqueño apenas tiene veintiún años y es un perfecto desconocido en Cádiz. En cuanto al punto especíco de este capítulo, más adelante acota el propio Egea López141: “En conclusión, la pertenencia de Mi randa a la Masonería no queda ni armada ni refutada, sí es evidente, en todo caso, que Miranda supo de la Masonería y contactó con 140. JOSÉ ANTONIO FERRER BENIMELLI, Masonería e Inquisición en Latinoamé- rica durante el siglo XVIII , p. 15 141. ANTONIO EGEA LÓPEZ, Ob. Cit ., p. 70
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ella, y que, por tanto, con sus ideas se sentiría identicado, al menos en algunas concepciones, que ya vimos anes”. No obstante, una opinión de Pedro de Leturia, quien los toma de Mancini, reere el mismo autor 142: “El P. Leturia cuenta que Miranda se habría iniciado en los misterios y juramentos de la Masonería en 1773”. Nótese que en esta cita no se hace referencia a ningún lugar en especial, aunque en ese año Miranda ya se encuentra en Cádiz. Otro historiador que hace mención a la Masonería y Miranda, es Alfonso Rumazo González143: Lo invitan a Gibraltar y acepta alborozado esta ruptura de la monotonía taladrante de la vida de cuartel. Gibraltar es un baluarte inglés desde 70 años atrás. Se queda dos meses y ofrece retornar. Probablemente esta segunda vez fue invitado a ingresar a la francmasonería, la asociación más importante del siglo XVIII y de buena parte del XIX.
Al observar la expresión “probablemente esta segunda vez fue invitado a ingresar a la francmasonería” nos reeja el carácter espe culativo de esta cita. Asimismo, en otra obra de su autoría el propio Rumazo Gonzá lez144 arma: “En Cádiz, el capitán caraqueño ingresa a la logia de la ciudad dependiente de Londres. En el año 1776 había ya una logia en Cádiz según informe de la Inquisición en Madrid” Nuevamente observamos en esta opinión aspectos subjetivos y contradicción del mismo autor, en cuanto al tiempo y lugar identica dos como de posible iniciación del prócer. Para Frau Abrines el prócer se inicia en la Masonería, pero no indica lugar ni fecha que así lo conrme. 142. Ibid ., p.69 143. ALFONSO RUMAZO GONZÁLEZ, Miranda Protolíder de la Independencia Ame- ricana , Colección Ambrosio Plaza Nº 4, Los Teques, Venezuela, 1985 144. ALFONSO RUMAZO GONZÁLEZ, 8 Grandes Biografías , Tomo II, Ediciones de la Presidencia de la República, Caracas, 1993
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Reexiona al respecto145: “El General Miranda era un verdadero aladid de las ideas de la libertad e independencia: había sido inicia do en los secretos de las Logias Masónicas por el gran Lafayette” Analizando esta opinión hecha sin fundamentos aparentes de bemos agregar que, aunque Miranda y Lafayette tuvieron contacto y amistad, no hubo una relación sucientemente sólida como para que el ocial francés iniciara a Miranda en logia alguna, más aún el armar que el propio Lafayette habría iniciado a Miranda, signica que ocupaba el cargo de Venerable Maestro en alguna logia que en dicha cita no se menciona cuál es, como tampoco el año y lugar de su funcionamiento. Asimismo, expone el historiador chileno masón, Edgar Perramón146: “No hay duda que Miranda, que partió de Caracas a los 21 años e ingresó a la Masonería, seguramente en Madrid, a los 23 años, en 1773, vio, en el sistema de la Masonería, en su labor humanista, en el secreto o privacidad de sus reuniones, en las palabras y signos de reconocimiento, una forma ecaz para trabajar por la emancipación de América, por la libertad y la justicia”
Con estas consideraciones Perramón rearma lo que Egea Ló pez había referido en cuanto al interés que pudo despertar la Ma sonería en Miranda, lo cual es una constante entre sus biógrafos, no obstante, no se arrojan mayores datos para deducir que Miranda haya podido iniciarse en Madrid. Una apreciación de la cual no hemos encontrado comprobación presenta Mario Briceño Perozo147: “Recuerda el Precursor que en Francia, las principales guras de la Revolución, estuvieron aliadas a la francmasonería, en cuyos centros exponían sus ideas progre sistas los más ilustrados señores del siglo XVIII francés”. 145. LORENZO FRAU ABRINES, Ob. Cit ., Tomo 3, p. 787 146. EDGAR PERRAMÓN Q., Ob. Cit ., p. 11 147. MARIO BRICEÑO PEROZO, Don Francisco de Miranda, Maestro de Libertado- res , Imprenta Ocial del Edo. Trujillo, 1950, p. 30 Bicentenario del 19 de abril (1810-2010)
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Aunque ciertamente la Revolución Francesa se nutrió del pen samiento de lósofos pertenecientes a la Masonería, no hemos en contrado un registro en el cual Miranda haga referencia a que tales personajes eran masones. Incluso, es de observar que el historiador Briceño Perozo no presenta la respectiva fuente. Asimismo, en un trabajo biográco acerca del prócer venezo lano, arma Eumenes Fuguet Borregales 148: “Algunos historiadores mencionan el ingreso de Miranda en la Orden Masónica en Madrid el año 1773 a los 23 años, en algunas Respetables Logias de No ruega, Suecia y Bélgica, tiene registrada la asistencia de nuestro Precursor a tenidas (reuniones masónicas)”. Es de hacer resaltar que cuando Francisco de Miranda recorre estas naciones poseía un Pasaporte Imperial emitido por la Empe ratriz Catalina II, en el que se identicaba con el pseudónimo Señor Conde de Miranda, Coronel de los Ejércitos de Su Majestad Imperial Catalina II de Rusia. Por lo tanto, se hace un tanto inviable que en dichas logias apa rezca registrada la visita de un caballero llamado Francisco de Mi randa. Otra versión presenta el investigador masón venezolano, González Pachano149: “Es posible que Miranda se iniciara en la franc masonería, durante su estadía en Gibraltar, donde la Gran Logia Inglesa había fundado una lial en 1726”. En la misma obra, más adelante reexiona150: “Si nuestro compatriota fue iniciado en Lon dres como suponemos, con el interés y la minuciosidad que siempre demostró por todo lo que fuera cultura, estudia los principios masó nicos”. Asumimos que en estas dos opiniones del mismo autor, pudo haber tenido una confusión entre la creación de la llamada Legión Americana en Londres, con la iniciación de Miranda. 148. EUMENES FUGUET BORREGALES, Francisco “Libertad” Miranda , Gran Logia de la República de Venezuela, Caracas, s/f. 149. B.G. GONZÁLEZ PACHANO, El Precursor Generalísimo Francisco de Miranda, Primer Masón Venezolano , Edición Fungecamil, Maracay, Venezuela, 1999, p. 6 150. Ibid ., p. 44
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Versiones encontradas
Ovidio Aguilar Meza
Prosiguiendo con las versiones acerca del planteamiento histórico que nos ocupa, se arma en una página web venezolana que trata temas masónicos151: Varios historiadores masónicos norteamericanos y franceses, aportan valiosa información sobre la actividad masónica del caraqueño Francisco de Miranda, de quien aseguran que se inició en 1783, en una logia de Filadela, muy frecuentada por el famoso general francés Mario José Lafayette. No hay datos sobre el día y el mes. Por las contingencias derivadas de la guerra, al parecer se perdieron los archivos de la Logia donde Miranda recibió la luz masónica. De lo que se sabe es que Lafayette fue su padrino de iniciación. Existen muchas referencias sobre la asistencia de Miranda a logias de Nueva York y de sus tertulias con George Washington en locales masónicos. Sin embargo, investigaciones posteriores a la publicación de los dos volúmenes de Américo Carniccelli, arrojan bastantes evidencias sobre los contactos de Miranda con Lafayette, que culminaron en su iniciación en una logia de Filadela, en 1783. Otros investigadores aseguran que Miranda se inició en la Masonería en París, Francia, en 1797, meses antes de su regreso a Londres. Pero esas teorías se desmoronan solas con las referencias publicadas por diarios ingleses en 1785, donde hablan de las reuniones masónicas de Miranda con intelectuales y personajes de la nobleza. Al citar esas evidencias, un historiador británico, llegó a la conclusión de que Miranda se inició en Filadela, Estados Unidos, en 1783; recibió el grado de compañero en Londres, en 1785; y el grado de Maestro, en París, en 1797. Esa cro nología parece la más ajustada a la verdad, ya que guarda relación con el periplo del Precursor por esos países.
151. Generalísimo Francisco de Miranda, El Precursor de la Independencia y padre de la Masonería Latinoamericana , disponible en www.glrbv.org.ve
Bicentenario del 19 de abril (1810-2010)
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En búsqueda de la verdad ¿Miranda fue Masón?
Hemos querido presentar completa esta reseña ya que entre las versiones que hemos estudiado, ésta, en la que hasta se describe en dónde recibió los diferentes grados, nos parece la más inexacta y especulativa, toda vez que ningún historiador o biógrafo, siquiera ha mencionado qué grado podría haber obtenido Miranda, y mucho menos, la logia y el año en que los recibió. Asimismo, en nuestras investigaciones no se han presentado ningún tipo de documentación que esté relacionada con la asisten cia de Miranda a logias en Nueva York, por lo que descartamos es tas apreciaciones. Tal y como se puede observar en las diferentes referencias bio grácas y opiniones de estos destacados autores, se aprecian en algunas de ellas, inconsistencias y vacíos documentales en cuanto a fechas, lugares y personajes que conrmen de manera fehaciente la pertenencia o no de Miranda a la Masonería.
Francisco de Miranda (1750-1816)
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Versiones encontradas
Ovidio Aguilar Meza
Capítulo VII CONCLUSIONES ¿Francisco de Miranda se inició fnalmente en la Masonería?
Llegamos al nal del camino con una convicción en mente. Las probabilidades de que ciertamente Francisco de Miranda se haya iniciado en la Masonería son elevadas y rmes. Para llegar a estas conclusiones nos hemos basado fundamen talmente en los elementos vinculantes que hemos presentado de manera objetiva, los cuales consideramos que arrojan fuertes indi cios de que ciertamente el Generalísimo ingresó a esta fraternidad universal. Es importante señalar que los hechos y circunstancias en las que referimos la relación de Miranda con la Masonería los hemos identicamos como elementos vinculantes, es debido a que, basa dos en la objetividad que hemos querido demostrar, no pueden lla marse elementos determinantes, de allí el título de nuestra obra. Aunado a ello están las diferentes versiones de destacados his toriadores y biógrafos, con las que en algunos casos no coincidimos en cuanto a imprecisiones de los datos que en ellas aparecen. Con base en todo lo planteado, nuestra conclusión va dirigida a que fue en Kingston, en 1783, durante su estadía de tres meses en la misión secreta ordenada por Juan Manuel Cagigal, cuando se inició Miranda en la Masonería. La razón de mayor fundamento que poseemos para armarlo es la tenencia de los libros masónicos, Las Constituciones de los Francmasones y La Historia de la Masonería.
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Estas dos obras, como lo armamos en su momento, no po dían ser de venta libre en ningún local, ya que como hemos hecho referencia, aún hoy en día es un material bibliográco que recibe el masón al ser iniciado, y más aún, en una época en que la Masone ría estaba proscrita de las leyes de muchos Estados, y sobretodo, del Santo Ocio. En tal sentido, consideramos que cuando aparecen en el inventario de obras del Generalísimo, es porque durante sus reuniones secretas mantuvo contactos con masones de la isla, y a raíz de las mismas, se inició en una logia jamaiquina para poder haber recibido tales libros. Igualmente, es una circunstancia de relevancia para esta obra el hecho de que Francisco de Miranda llevó correspondencia priva da dirigida a Sir Peter Parker, quien para el momento era el Gran Maestro Provincial de la Gran Logia de Jamaica, y es posterior a esas reuniones secretas cuando aparecen los libros masónicos en el equipaje de Miranda. Asimismo, el hecho de que dos años después, cuando sale de La Habana, aún mantenga estas obras nos apuntan a que ciertamente Francisco de Miranda se habría iniciado en Ja maica, en 1783. De allí se deriva su rme interés en la orden masónica a través de sus viajes, así como los contactos especícos con importantes personajes pertenecientes a la Masonería. Igualmente, consideramos que esta fue la razón por la cual le sugirió a Bernardo O´Higgins que las asociaciones secretas creadas para la gesta emancipadora de los países del continente sudameri cano fuesen llamadas logias. Finalmente, consideramos que hemos sentado bases interesantes para continuar los caminos en la búsqueda de la verdad a todos los investigadores de este interesante tema, con el propósito de que cada vez nos acerquemos a la certicación de que Francisco de Mi randa, ciertamente, se Inició en la Masonería.
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Conclusiones
Ovidio Aguilar Meza
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Bibliografía
Contenido Capítulo I CONSIDERACIONES PRELIMINARES ¿Qué es la Masonería? Origen y evolución de la Masonería Libres y aceptados Masones Capítulo II MIRANDA Y EL CONTEXTO HISTÓRICO DE LA MASONERÍA EN EL SIGLO XVIII La Independencia de los Estados Unidos La mazonería especulativa avanza La Revolución Francesa Capítulo III ELEMENTOS VINCULANTES ENTRE MIRANDA Y LA MASONERÍA Elemento vinculante Nº 1: Miranda adquiere libros masónicos en Kingston, Jamaica Elemento vinculante Nº 2: Miranda conserva en La Habana, los libros masónicosnadquiridos en Jamaica Elemento vinculante Nº 3: Miranda visita una Logia en Cristianía, Noruega Elemento vinculante Nº 4: Miranda visita una Logia en Gotemburgo, Suecia Elemento vinculante Nº 5: Miranda visita un orfanato auspiciado por los masones en Estocolmo, Suecia Elemento vinculante Nº 6: Orden de Cincinnati Elemento vinculante Nº 7: La Gran Reunión Americana y las Logias Lautaro Elemento vinculante Nº 8: Las relaciones y amigos masones de Miranda Capítulo IV FRANCISCO DE MIRANDA Y LOS MASONES VENEZOLANOS
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Capítulo V DÍA MASÓNICO NACIONAL DE VENEZUELA
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Capítulo VI VERSIONES ENCONTRADAS
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Capítulo VII CONCLUSIONES
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Bibliografía
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