MONICION DE OFRENDAS Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos, y purifica nuestros corazones, para que podamos participar dignamente en este sacramento de tu amor y generosidad. 1. SACRAMENTOS DE INICIACIÓN CRISTIANA El Bautismo: representado en el agua, ésta sacia la sed, limpia y purifica. Se ha convertido en el signo de la pureza interior del hombre. El Bautismo es un regalo de Dios al hombre, pero también un compromiso para toda la vida. En el Bautismo Dios nos hace hijos suyos y nos exige que vivamos una vida digna de hijos de Dios. La primera comunión: La hostia y el vino bajo la efusión del Espíritu Santo son comida y bebida auténtica. El que la coma y la beba eucarísticamente, permanece en Cristo y Cristo en él. Tomó el pan, y dando gracias lo partió y se lo dio, diciendo: “Este es mi cuerpo el que es entregado por ustedes. Hagan esto en memoria mía La Confirmación:perfecciona la gracia bautismal, y nos da la fortaleza de Dios para ser fuertes y confirmar nuestra fe, el amor a Dios y al prójimo. Representado por el Fuego: Simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu. Santo Crisma, es el sello indeleble distintivo del cristiano, que le recuerda que es testigo de Cristo, y que debe estar preparado para dar su vida por El, si es necesario. La paloma, es un símbolo de la inocencia, la dulzura y el afecto, también, en el arte y en las Escrituras, el símbolo típico del Espíritu Santo. God sent his spirit in the form of a dove to gather mankind into his church. Dios envió a su Espíritu en la forma de una paloma para reunir a la humanidad en su Iglesia. Recíbelos Señor. 2. FLORES: simbolizan la paz, inocencia, el amor, alegría, dolor; en fin una gran gama de significados y mezcla de sentimientos que se dejan ver en la hermosura de las flores; dejándonos claro que la majestuosidad de la creación es obra de nuestro padre Dios, y a través de cada una de ellas se hace presente y protagonista en cualquier lugar. 3. ALIMENTOS: La salud y buen funcionamiento de nuestro organismo depende de la nutrición y alimentación que tengamos durante la vida. Los alimentos nos permiten cubrir las necesidades fisiológicas como el hambre. Que tengamos sed y hambre también de la palabra, de la oración y la Santa Eucaristía para alimentar también el alma y nuestra vida espiritual. Hoy los hacemos presente ante tu altar. Recíbelos Señor 4. LA FAMILIA PARROQUIAL: ante tu altar presentamos una gran familia fuente fundadora de la educación, de los hijos e hijas que nos regala Dios. A lo largo de la formación catequética los catequistas también formaron parte de la de la educación de cada confirmando y con amor, abnegación, respeto y cumpliendo con la misión de evangelizadores, formamos una gran familia a lo largo de estos años. Donde cada joven se convirtió en hijos de todos. con amor sembramos en ellos esas semillas, que rogamos a Dios se cosechen y den buenos frutos. Recíbelos Señor
otras
) BIBLIA, cuya lectura ha de ser, para la quinceañera, “espíritu y vida.” b) CRUCIFIJO O MEDALLA DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA, es el hermoso recuerdo de su evangelización y de su primer compromiso con Cristo Nuestro Señor. Le recuerda la fidelidad que siempre le debe guardar hasta el fin de su vida. c) ANILLO, siempre le habrá de recordar su compromiso, no solo con Cristo, sino también con la Comunidad Eclesial, con sus padres y con sus deberes patrios. d) CORONA, representa la pureza de cuerpo y de alma que hoy y siempre deberá llevar a pesar de las graves tentaciones de la vida moderna. Significa el triunfo de su voluntad y de su fe, sobre las solicitaciones del demonio. e) FLORES, significa la ofrenda alegre y decidida de su pureza, de su consagración a la Santísima Virgen María.
Oración de la quinceañera Padre Celestial, Te doy gracias por el regalo de la vida, de mis papás, mis profesores y amigos. Por todos los beneficios, ¡Gracias Señor! Mantén en mí un alma generosa para siempre reconocer estos beneficios de tu Paterno Amor. Señor Jesucristo, gracias por el regalo de la fe, que recibí en el bautismo. Ayúdame a acrecentar y robustecer esa fe mediante la recepción de los sacramentos y un estilo de vida centrado en la ley de tus mandamientos. Espíritu Santo, haz de mi cuerpo tu templo, donde Tú habites mediante tus siete sagrados dones. Y así pueda lograr los frutos de la Paz, la justicia y la Caridad. Virgen María, ayúdame a saber imitarte, especialmente como modelo de virtud; dame la sabiduría para conocer y vivir de acuerdo a la voluntad de tu Hijo Jesucristo. AMÉN. Santa María de los quince años Santa María de los 15 años, Tú fuiste joven como yo. En este día tan especial para mí, quiero entregarte mi vida, y pedirte que me enseñes a vivir según lo que Dios quiere para mí. Que sepa mirar con ojos solidarios las necesidades de los demás; Que aprenda a amar con generosidad y ternura a todos los que me rodean; que viva atenta a la Palabra de Dios para que esta sea una luz en mi camino. Santa María de los 15 años te confío mi juventud y la de tantas jóvenes como yo que luchan por la vida. Te pido por mis padres, por mis hermanos, hermanas, padrinos, amigos y amigas que me acompañan hoy. A todos dales tu bendición y tu cariño. Santa María de los 15 años acompáñame en mi vida para que Tú me enseñes el camino a Jesús. Amén. Gracias Señor
Tiene hoy mi Corazón una oración para el Señor, siente mi alma una canción para dar gracias a Dios. Quinceañera, tierna flor que se abre en la primavera bello himno de gratitud que se escucha por vez primera. Quinceañera, que consagras este instante y la vida entera a la presencia de Dios Gracias Señor. Quinceañera, tierna flor que se abre en primavera bello himno de gratitud que se escucha por vez primera Quinceañera, que consagras este instante y la vida entera a la presencia de Dios Gracias Señor, Gracias Señor.
Liturgia de la Palabra En la Liturgia de la Palabra, de conformidad con las rúbricas, pueden tomarse las lecturas, o bien del Leccionario para ese día sobre todo si es domingo, o bien de la Misa para Dar Gracias a Dios, según el Leccionario de las Misas por diversas necesidades. Lecturas sugeridas: Primera lectura: Eclesiastés 11:7-9, y 12:1-2. Juventud y Temor a Dios. Judit 13: 18-20 : Judit, mujer valiente. Isaías 7:10-14: La virgen dará a luz. Jeremías 1: 4-10: Jeremías llamado por Dios. 1 Reyes 8, 55–61 (n. 54) ¡Bendito sea el Señor, que ha concedido la paz a su pueblo! Eclesiástico (Sirácide) 50, 24-26 (n. 105) El Señor ha hecho maravillas en toda la tierra. Isaías 63, 7-9 (n. 141) Voy a recordar los muchos beneficios que ha concedido el Señor a su pueblo de Israel. Sofonías 3, 14-15 (n. 180) Israel, el Señor será tu rey. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor. Salmo (o canto): Crónicas 29 (n. 920) R. Te alabamos, Señor y Dios nuestro. Salmo 144 Qué es el hijo del hombre para que fijes en él? Salmo 123 Salmo de esperanza. Salmo 121 Dios no te faltará. Salmo 116 Dios nuestro refugio.
Salmo 112 (n. 867) R. Bendito sea el Señor ahora y para siempre. Salmo 137 (n. 904) R. Te daré, Señor, las gracias por tu fidelidad y por tu amor. Salmo 144 (n. 911) R. Bendeciré al Señor eternamente. Segunda lectura: Gálatas 4: 4-7. Somos los hijos e hijas del mismo Padre. Gálatas 3: 27-29. NO hay diferencia entre griego y judío, hombre y mujer. Efesios 1: 3-6. En Cristo, Dios nos eligió desde antes de la creación. 1 Juan 4: 7-11. Dios nos amó primero. 1 Corintios 1, 3-9 (n. 517) No dejo de agradecer a mi Dios la gracia divina que les ha concedido. 2 Efesios 1, 3-14 (n. 579) Para que alabemos y glorifiquemos la gracia con que nos ha favorecido. 3 Colosenses 3, 12-17. (n. 611) D Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor. Evangelio: Aclamación antes del Evangelio (Judit 13:18): R. Aleluya, aleluya.- Hija mía, que Dios altísimo te bendiga más que a todas las mujeres de la tierra. R. Aleluya, Aleluya. † Lectura del santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san… Lucas 1:26-38. La anunciación. Lucas 1: 46-55. El magníficat. Mateo 25:1-13. Parábola de las diez jóvenes. Lucas 10: 38-42. María y Marta. Mateo 7, 7-11 (n. 203) Todo el que pide, recibe. Mateo 11, 25-30 (n. 221) Has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Marcos 5, 18-20 (n. 268) Cuéntales lo misericordioso que ha sido Dios contigo. Lucas 1, 39-56 (n. 297) Mi alma glorifica al Señor. Lucas 10, 17-24 (n. 327) Alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo. Lucas 17, 11-19 (n. 342) Se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias. Juan 15, 9-17 (n. 409) Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros. Juan 16, 20-22 (n. 417) Nadie podrá quitarles su alegría.
Misa 15 años
MONICIÓN DE ENTRADA La Iglesia te da la bienvenida y se junta con tus padres y amigos para celebrar contigo tus quince años. Esta celebración debe ser una acción de gracias por haber recibido la vida, así como una aceptación de los deberes que la vida lleva consigo, cuando la vives según el amor y los mandamientos de Dios. Vivir quiere decir crecer, y crecer quiere decir madurar. Una persona madura es la que es capaz de tomar decisiones y hacer compromisos y ser fiel a ellos, aunque llegue a ser difícil cumplirlos. En este espíritu de fe, entonces, vamos a ponernos en la presencia de Dios, para reflexionar en la necesidad que tenemos de la misericordia divina y pedir perdón a Dios por nuestros pecados. ORACIÓN COLECTA Padre santo, te pedimos que mires con bondad a tu hija (N), aquí presente al pie de tu altar. Ella ha venido a celebrar la vida que tú le has dado por medio de la unión santa de sus padres.
Confírmala en aquella fe que la trae aquí. Por medio de los dones de tu Espíritu Santo, guía sus pasos por la vida, como guiaste a tu hija favorita, la Virgen María; así también que esta joven siempre te agrade y anime a otros a conocerte, amarte y servirte por la vida cristiana que ella vive plenamente. Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. AMEN
Monición de Primera Lectura En la primera lectura del libro de Eclesiastés, el escritor sagrado recuerda al joven la importancia de mantenerse en los caminos del Señor, pues sólo viviendo en la presencia del Señor se puede tener una vida alegre. Escuchemos. Primera Lectura (Ecl. 11,7-9 y 12, 1-2) Dulce es la luz y bueno para los ojos ver el sol. Si uno vive muchos años, que se alegren en todos ellos, y ten en cuenta que los días de tinieblas serán muchos, todo el porvenir es vanidad. Alégrate, mozo, en tu juventud. Ten buen humor en tu juventud. Vete donde te lleve tu corazón y a gusto de tus ojos; pero a sabiendas de que por todo te juzgará el Señor. Acuérdate del Señor en tu juventud, mientras no vengan los días malos y se echan encima los años. Palabra del Señor.
Salmo Responsorial R/ Dios no te faltará Alzo mis ojos a los montes: ¿De dónde vendrá mi auxilio? MI auxilio viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. R/ Dios no te faltará No permitirá que tu pie tropiece, ¡No duerme tu guardián! No duerme, ni reposa, el guardián de Israel. Dios es tu guardián, es tu sombra, Él está a tu derecha. R/ Dios no te faltará De día el sol no te hará daño, Ni la luna de noche. Te cuida Dios de todo mal, Él guarda tu alma; Yahvé guarda las entradas y salidas, desde ahora y por siempre. R/ Dios no te faltará Monición de primera Evangelio En el evangelio que escucharemos nos invita Jesús a no desaprovechar el tiempo para entrar en contacto con el Señor, para ello debemos estar preparados. En la juventud tenemos la oportunidad de ser prudentes o necios como las vírgenes de la parábola. Escuchemos.
Lectura del Evangelio según san Mateo (Mt. 25,1-13) El Reino de los Cielos es semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en mano, salieron al encuentro del novio. Cinco eran necias y cinco eran prudentes. Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; las prudentes en cambio llevaron aceite. Como el novio se retardó, se adormilaron y se durmieron. Pero a media noche se oyó un grito: “¡Ya llegó el novio salgan a recibirlo!”. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: “Danos de su aceite, que nuestras lámparas se apagan”. Pero las prudentes replicaron: “¡No! No sea que no alcance para nosotras y para ustedes, es mejor que vallan donde los vendedores y lo compren”. Mientras iban a comprarlo llegó el novio y las que estaban preparadas entraron con él en el banquete de la boda, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras vírgenes dijeron: “¡Señor, Señor, ábrenos!”Pero él respondió: “En verdad les digo, no las conozco”. Velen, pues, porque no saben ni el día ni la hora.Palabra del Señor. Renovación de las promesas bautismales (N) Cuando eras una niña, tus padres y padrinos te trajeron a las aguas bautismales para ser iniciada en la vida nueva de nuestro Salvador, Jesucristo. En aquel momento hicieron una profesión de fe en tu favor y en tu nombre, la misma fe que ahora te trae ante este
altar. Por lo tanto, la Iglesia ahora te pide renovar y confirmar este mismo compromiso de fe voluntariamente y con convicción. Sacerdote: ¿Renuncias al pecado, para que puedas vivir en la libertad de una hija de Dios? Quinceañera: Sí, renuncio Sacerdote: ¿Renuncias a las seducciones del mal, para que el pecado no te esclavice? Quinceañera: Sí, renuncio. Sacerdote: Renuncias a Satanás, padre y autor del pecado? Quinceañera: Sí, renuncio. Sacerdote: ¿Crees en Dios Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra? Quinceañera: Sí, creo. Sacerdote: ¿Crees en Jesucristo, su único hijo, Señor nuestro, que nació de la virgen María, padeció, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha de Dios? Quinceañera: Sí, creo. Sacerdote: ¿Crees en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la Comunión de los Santos el perdón de los pecados y la resurrección de los muertos y la vida perdurable? Quinceañera: Sí, creo. CONSAGRACION DE LA JOVEN Te ofrezco, Señor, mi juventud; guía mis pasos, mis acciones, mis pensamientos. Concédeme la gracia de comprender tu mandamiento nuevo, el mandamiento
de amarnos unos a otros. Que tu gracia en mi no resulte vana, te lo pido por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Salvador y Redentor. Amén. Madre mía, presenta mi ofrenda y mi vida al Señor. Sé siempre mi modelo de mujer valiente, mi fortaleza y mi guía. Tú tienes el poder de cambiar los corazones; toma pues, mi corazón y hazme digna hija tuya. Amén. ORACIÓN DE LOS FIELES Sacerdote: Encomendando nuestros cuidados y preocupaciones a Dios, por medio de la persona de Cristo, al decir: Te rogamos, Señor.
Por nuestro Santo Padre, por nuestro arzobispo, y todos los que han dedicado su vida al servicio del pueblo de Dios, para que sigan fielmente su vocación, roguemos al Señor: R. Te rogamos, Señor. Por las autoridades civiles para que cumplan con sus deberes con justicia y compasión para el bien de todos, roguemos al Señor: R. Te rogamos, Señor. Por Kelimar que celebra su cumpleaños hoy, para que siga el camino de Jesús con alegría y generosidad, roguemos al Señor: R. Te rogamos, Señor. Por los padres, los abuelitos y los padrinos de la quinceañera, para que continúen gozando el fruto de su amor en sus hijos, roguemos al Señor: R. Te rogamos, Señor.
Por los jóvenes, particularmente por los “compañeros de fe” de N. (las quinceañeras), para que tengan la fuerza necesaria de vivir según sus principios cristianos, roguemos al Señor: R. Te rogamos, Señor. Por los enfermos y los pobres de nuestra comunidad, para que sientan el amor de Dios por ellos a través de los que alivian sus necesidades, roguemos al Señor: R. Te rogamos, Señor. Ofrendas Hoy, Señor, con estas ofrendas queremos poner en tus manos nuestro corazón y decirte que te queremos y que deseamos estar siempre contigo. Con la Luz y las flores te mandamos nuestro deseo de iluminar y llenar de alegría nuestras casas, colegios y parroquia, y pedimos prosperidad para ésta quinceañera. Con el catecismo y Rosario pretendemos que sea signo de que Keli tenga intención de continuar aprendiendo cosas de Ti y profundizando en nuestras oraciones cristianas. Te ofrecemos, el pan, que quiere significar nuestro esfuerzo diario para construir un mundo más humano, más según Tú lo quieres; y este vino, queriendo mostrar con él, cómo se puede seguirte y quererte en medio de nuestros momentos de alegrías y juegos. Y finalmente, ofrecemos a la quinceañera quien viene al altar del Señor para dar gracias por el nuevo día que
comienza. Que ella pueda sentir siempre que su vida puede estar al servicio del otro. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Padre Santo, colocamos en el altar los dones de pan y vino; son las ofrendas que tú nos pides para el sacrificio eucarístico. Te las ofrecemos con la segura esperanza de que tu Espíritu Santo las va a cambiar en el cuerpo y sangre de Jesucristo, tu hijo amado. También junto con ellas te presentamos a esta joven, criatura tuya. Que el ofrecimiento que ella te ha hecho de su juventud sea agradable y merezca un crecimiento continuo de fe y caridad, Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. ORACION DESPUES DE LA COMUNION Señor, fieles a tu mandato, acabamos de compartir alegremente este banquete eucarístico. Es la señal de nuestra unidad contigo y con nuestros hermanos y hermanas. Ahora, cuando nos despedimos de tu templo para celebrar otro banquete, te pedimos que tú y tu Madre santa nos acompañen en nuestra fiesta, como lo hiciste en las bodas de Canaa. Que nos preserves firmes en la fe, siempre llenos de esperanza y unidos en el amor verdadero, tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo. AMEN