Mujeres, Arte y Sociedad Whitney Chadwick

MUJERES, ARTE Y SOCIEDAD Whitney Chadwick En el s. XIX hay que buscar el origen de las categorías “mujer artista” y “escuela emenina”. !a "o# de $uskin ue dominante en el %eríodo& %ero ue 'nna (ameson la %rimera escritora que se autode)ni* como es%ecialista en historia del arte& creía en la e+istencia de un arte emenino es%ecí)co y se%arado& de categoría igual que el de los hombres& %ero dierente de ,l. El libro Sacred and Legendary Art  '.   '. (ameson delimitaba el lugar ocu%ado %or la mujer en la tradici*n cristiana y en su arte. -u asociaci*n de la caridad y %ure#a con un enoque emenino y su insistencia en resaltar el carcter y el )n moral como "irtudes emeninas ueron ado%tadas %or su %/blico "ictoriano. !e siguieron ciertos libros sobre las mujeres& muchos de los autores se decantaron a a"or de lo que la mujer ha hecho& e+%resando a "eces una creencia en la ine"itabilidad de la igualdad como certe#a hist*rica y su dis%osici*n a asumir una una eser esera a biol biol*g *gic icam amen ente te dete determ rmin inad ada a de ac acti ti"id "idad ad de la mujer mujer.. -us -us argumentos argumentos sir"en %ara %re"enirn %re"enirnos os de que hemos de contem%lar las críticas sobre artes reali#adas %or mujeres y re"elan %or qu, gran %arte del arte contem%orneo eminista ha elegido el lenguaje como cam%o de batalla sobre el contenido y la signi)caci*n del arte. Edad Media

!a %rctica de nuestros días de distinguir entre las bellas artes y los o)cios artí artíst stic icos os tu"o tu"o su orig origen en en la recl reclas asi) i)ca caci ci*n *n de la %int %intur ura& a& escu escult ltur ura a y arquit arquitect ectura ura como como artes artes liberal liberales es durant durante e el $enacim enacimient iento. o. !a e+clu e+clusi* si*n n generali#ada de las mujeres de la %intura y escultura y el hecho de que muc muchas has se ded dedicar icara an a la %rod %roduc uccci*n i*n de art artes esan anía ía des esde de la ,%oc ,%oca a renacentista& han ido %etri)cando un orden jerrquico en las artes "isuales. El sector eminista en las artes ha %rotestado contra la distinci*n entre “artes” y “o)ci o)cio o artí artíst stic ico o” basa basada da en la dier dieren enci cia a de ma mate teria riales les&& de t,cn t,cnic icas as de a%rendi#aje y de ense0an#a y ha recha#ado los cali)cati"os de sensibilidad “emenina” en los %rocesos y materiales de la artesanía1 %ero ha %re"enido contra los %eligros de santi)car una tradici*n artesana rebauti#ada. 2uestro conocimiento de la "ida y costumbres de cada día de las mujeres en la Edad 3edia le debe mucho a las re%resentaciones que recogieron y resaltaron su labor& como una iluminaci*n iluminaci*n en un c*dice del s. XIII en la que "emos a una mujer orde0ando a una "aca. !a Iglesia cristiana& como uer#a dominante en la "ida medie"al occidental& gobernaba la comunicaci*n y la cultura& la religi*n y la ense0an#a. !a iglesia ejercía el %oder religioso y moral que daba orma a la e+%resi*n humana. !a organi#aci*n jerrquica de la Iglesia reor#aba las distinciones de clase en la sociedad1 su dogma %atriarcal incluía teorías sobre la inerioridad natural de la mujer. 3ientras que los escritores y %ensadores medie"ales discurrían acerca de la condici*n de la mujer y su debido lugar& la re%resentaci*n cristiana se centraba en la o%osici*n entre E"a y 3aría& la seductora santa. !a reciente labor reali#ada %or historiadores sociales ha arrojado lu# sobre la ambig am bigua ua situ situac aci* i*n n de la muje mujerr entre entre los los s. I4 y XI4 XI4. !a co conu nusi si*n *n de la soberanía con la %ro%iedad %ersonal 5el eudo6 contribuy* al surgimiento de cierto n/mero de mujeres %oderosas de la clase su%erior& en una ,%oca en que la ma mayo yorí ría a de las las muje mujerres es esta taba ban n releg elega adas das al hogar ogar y de% de%end endían ían econ*micamente de %adre& maridos& hermanos o soberanos. !as mujeres de 1

clase su%erior tenían ms en com/n con los hombres de su clase que con las mujeres cam%esinas. !as ronteras mal de)nidas entre la "ida dom,stica y la acti"idad %/blica y econ*mica& los rigores de la "ida medie"al& animaron a las mujeres a %artici%ar en el gobierno de la %ro%iedad amiliar y en la "ida econ*mica en general. 7artici%aron desde la alba0ilería y la construcci*n hasta la iluminaci*n de manuscritos y los bordados. 3ucho del arte durante ese %eríodo ue %roducido en los monasterios. El acceso a la ense0an#a y al con"ento& centro de la "ida intelectual y artística de la mujer del s. X4I al X4I& solía "enir determinado %or la noble cuna. !os historiadores de la Iglesia medie"al di"iden esa historia en dos %eríodos se%arados %or las reormas reali#adas a )nales del s. XI %or el %a%a 8regorio 4II. !a reorma gregoriana9 trajo una drstica reducci*n del cometido de la mujer en la Iglesia y el surgimiento de una nue"a tradici*n en el misticismo emenino y hacía hinca%i, en una ideología de eminidad di"ina que alcan#* su a%ogeo en el culto a la 4irgen 3aría en el s. XII. !os orígenes del monasterio emenino en la Euro%a :ccidental %uede rastrearse hasta su undaci*n cuando inici* una tradici*n de mujeres ilustradas que se hacían monjas& en el con"ento recibían ense0an#a& se les %rohibía el %racticarla. !as mujeres %artici%aban en igualdad con los hombres en la con"ersi*n a la e y la introducci*n que la acom%a0aba& tenían el acceso "etado a las ormas de %oder con las que la Iglesia y el sacerdocio se regían. !a regla de -an ;enito& que %redomin* en el monasticismo de la alta Edad 3edia& autori#aba la undaci*n de monasterios dobles& monjes y monjas "i"ían en comunidad. 'ntes de su abolici*n en el segundo concilio de 2i#a en <=<& muchos de esos monasterios ueron regidos %or abadesas amosas& entre ellas 'ustrudis de !aon> ?e la e+istencia de monasterios dobles los railes y las monjas se dedicaron a com%oner& co%iar e iluminar manuscrito. ' %esar de la certe#a de mujeres acti"as en los escritorios ingleses y carolingios& el %rimer ejem%lo documentado de un am%lio ciclo de miniaturas elaborado %or manos emeninas %rocede de Es%a0a. ' lo largo de los s. X y XI& el incremento del eudalismo y los eectos de la reorma de la Iglesia comen#aron a %ri"ar a las mujeres de los %oderes ejercidos durante la alta Edad 3edia. -olo en 'lemania& %uede seguirse la huella de la labor indi"idual de las mujeres. ' %esar de los la#os eudales e+tendidos& las mujeres no %erdieron todos sus derechos legales& su %osici*n& ni su %oder econ*mico. En el s. XIII& la r%ida e+%ansi*n del comercio y la "ida en las ciudades %ro"oc* el surgimiento de una clase de “trabajadora urbanas”& que se ocu%aron del gobierno de las haciendas. !a reorma del s. X en Inglaterra coloc* al rey como guardin de la regla en los cenobios masculinos& y a la reina como guardiana y %rotectora de los monasterios emeninos. @a no se crearon abadías de mujeres. !a conquista normanda de AB introdujo el sistema eudal en Inglaterra. !os sucesos que acarrearon la in"asi*n normanda y culminaron con la derrota de Daroldo en la ;atalla de Dastings estn recogidos en el a%i# de ;ayeu+& es una %ie#a de lien#o bordada en seda de = colores&
identi)cadas %or un te+to seguido en un sencillo latín. 7redominan tres )guras9 Eduardo el Conesor& su sucesor Daroldo y 8uillermo& duque de 2ormandía. Jnico ejem%lo su%er"i"iente de los bordados %olíticos del romntico del s. XI& el a%i# de ;ayeu+ ha sido denominado “el monumento ms im%ortante del arte seglar de la Edad 3edia”. 7uede rastrearse hasta %or lo menos el s. X4III una tradici*n que identi)caba a la reina 3atilde como bordadora %rinci%al de la obra& aunque no hay %rueba que la identi)que con el ta%i#. En el s. XIX& como ha demostrado $oski#a 7arker& la leyenda de la labor de la reina 3atilde %as* a ser la %iedra angular de los intentos %or %arte de los escritores de conerir un a"al de aristocracia al arte de la aguja %racticado %or millares de mujeres de la clase media. 'l incluir el bordado entre las ocu%aciones aristocrticas& %resentaban a 3atilde como uente de ins%iraci*n de mujeres aisladas en el hogar %or las ideologías de la eminidad burguesa. ' mediados del s. X& el reino germnico de :t*n I era el %oder ms )rme en Euro%a. El matrimonio de :t*n I con 'delaida de ;orgo0a estrech* los "ínculos de 'lemania con Italia1 la a%arici*n de la reina en las monedas y su )rme#a en ciertos di%lomas atestiguan su %oder %olítico y %restigio. Dubo otras %oderosas mujeres en la 8ermania de :t*n& entre ellas 3atilde& hermana del rey& que rein* en su nombre durante las ausencias de :t*n. !a %resencia de con"entos bien dotados anim* a muchas mujeres en el s. XII a ado%tar "ida de religi*n. El rendimiento de los escritorios otonianos ue co%ioso y la mayoría de las iluminadoras de la Edad 3edia contribuyeron acti"amente a ese Korecimiento cultural. Entre ellas estaba ?iemuda& del monasterio de Wessobrun& un te+to del s. X4I enumera H libros de su mano. :tra monja& 8uda& nos relata que escribi* y %int* un Homiliario de San Bartolomé . !a enciclo%edia ilustrada de Derrada& Hortus Deliciarium& o  Jardín de las Delicias& escrita entre AAB y AA
-a%ientia y Caritas& las "isionarias ormas emeninas de la -agrada -abiduría y el 'mor ?i"ino. El %a%el de Dildegarda en el arte y en la "ida es%iritual del s. XII se clari)ca gradualmente. ;rbara 2ewman la ha situado en la escuela de %ensamiento cristiano que se centra en el descubrimiento y la adoraci*n de la sabiduría di"ina en las obras de creaci*n y redenci*n que se e+%resan mediante imgenes del as%ecto emenino de ?ios& la Iglesia y el Cosmos. -u llamamiento a librar a la Iglesia de la corru%ci*n y la mundanidad tu"o gran im%acto en el mo"imiento religioso emenino del s. XIII conocido %or las ;eguinas. Como "o# %ro,tica elegida %or ?ios& estaba ca%acitada %ara asumir muchas de las unciones sacerdotales que la Iglesia contem%laba como %rerrogati"a del "ar*n. Este as%ecto del misticismo emenino ha lle"ado a algunos te*ricos contem%orneos como la se0ora Irigaray& miembro de un gru%o de mujeres rancesas que rom%ieron con el lacanismo& a contem%lar el misticismo como la /nica ru%tura im%ortante de las %olaridades medie"ales que colocaron a la mujer en %osici*n subordinada. El crecimiento de las ciudades en el s. XIII cre* una nue"a clase de mujeres& las “trabajadoras urbanas”& sus a%titudes de gobierno de casa y estaban muy solicitadas %or las %rolongadas ausencias de los hombres. !os cambios en la %osici*n social de las mujeres& las integraron ms )rmemente en la estructura econ*mica a )nales de la ,%oca medie"al. Denry Mraus ha relacionado de modo con"incente la nue"a imagen humani#ada de la 4irgen 3aría que culmina en el estilo g*tico con los cambios que reKejaron el nue"o status de la mujer acti"a en los negocios& en es%ecial las femmes soles& es decir& las solteras y "iudas. !a im%ortancia de la mujer en la economía medie"al las lle"* a ormar %arte de gremios con ciertas restricciones y a lograr el derecho a regir los negocios de la amilia tras la muerte del marido o el %adre. En la serie escult*rica “!a "ida acti"a”& en el atrio se%tentrional de la catedral de Chartres muestra a mujeres trabajando en di"ersas ocu%aciones y el Libro de los Ocios  5Ntioenne ;oileau6& escrito en el s. XIII& orece una relaci*n de un centenar de ocu%aciones en 7arís&  de las cuales gobernadas %or gremios emeninos. :tras =B ocu%aciones& desde la %roducci*n de ro%a hasta lechería& tenían miembros emeninos en sus gremios. En los mrgenes de los c*dices g*ticos suele haber imgenes de mujeres manejando ruecas y huesos y %artici%aban en las industrias te+tiles de Olandes& del norte de Orancia& de Cham%a0a y de 2ormandía. 7ocos negocios eran lle"ados e+clusi"amente ni %or mujeres ni %or hombres. ?urante la Edad 3edia las mujeres nobles bordaban en sus mansiones& y las dems cardaban& %einaban& hilaban y tejían la tela %ara la ro%a de sus amilias& mujeres y hombres trabajaban codo con codo en los talleres de los gremios y en los "inculados a las casas nobles& los monasterios y los con"entos. En Inglaterra una creciente demanda internacional %or la "ariedad de bordados eclesisticos 5o%us anglicanum6 e"olucion* desde la %roducci*n dom,stica& reali#ada %or lo general %or mujeres muy diseminadas %or el %aís& hasta la ormaci*n de un taller gremial en !ondres& organi#ado y controlado %or hombre. !a Ca%a 7lu"ial de -i*n es un ejem%lo de ese arte medie"al que alcan#* un ni"el alto& igualndose en categoría a la %intura y escultura. El opus anglicanum se hacía con hebras de sede y metal& %erlas& %iedras %reciosas y oro batido sobre una base de lino o tercio%elo& dis%oniendo los materiales en res%landecientes escenas de la "ida cotidiana y de hechos bíblicos. -u demanda se diundi* %or Euro%a& el %a%a Inocencio I4 mand* cartas a los abades de Inglaterra solicitndoles el en"ío de grandes 4

cantidades. En la segunda mitad del s. XIII las mujeres desa%arecieron de la %roducci*n %roesional y los libros de cuentas ms recientes& al identi)car esa "ariedad de labor de aguja con la %roducci*n emenina indi"idual& han oscurecido nuestro conocimiento de los medios de elaboraci*n del opus anglicanum. En el s. XIII tambi,n ue testigo del auge de los escritorios seglares& la %roducci*n e ilustraci*n de libros se des%la#* uera de los monasterios. !a conecci*n de libros& que %as* a ser una industria de lujo& se traslad* a las cercanías de las sedes urbanas del dinero y el %oder. El t,rmino imagier  que a%arece en los censos de contribuyentes de 7arís %uede reerirse a un %intor& un iluminador& un escultor o a un arquitecto& tornando diícil la determinaci*n de las acti"idades es%ecí)cas de las mujeres. $obert ;ranner& in"estigando sobre los artí)ces de c*dices de mediados del s. XIII en 7arís& descubri* el nombre de una %ergaminera& 3arta. rabajaba con su marido& OranPois ;aron& anali#ando los censos de "arias %arroquias %arisinas de )nales del s. XIII y %rinci%ios del XI4& hall* reerencias de ocho iluminadoras& aunque no hay muestra de su labor. El maestro Donor,& undador de la escuela de iluminadores de 7arís& a )nales del s. XIII le ayudaba su hija y su yerno& %ero su obra la ejecutaba an*nimamente& no ha sobre"i"ido nada que %ueda identi)carse como mano suya. 3illard 3eiss ha atribuido cierto n/mero de las ms bellas miniaturas de la colecci*n del duque de ;erry a ;ourgot& la ms amosa de las mujeres iluminadoras del s. XI4 y a su %adre& (ean le 2oir. ?es%u,s de la boda de @olanda de Olandes& %adre e hija hicieron un delicado !ibro de Doras combinando el elegante estilo del iluminador 7ucelle con el atre"ido e+%resionismo& las %artici%aciones indi"iduales tam%oco han %odido identi)carse. Estos ejem%los indican la im%osibilidad de situar las %roducciones "isuales medie"ales de di"ersos ti%os dentro de las categorías artísticas hist*ricas que dan im%ortancia a la creaci*n indi"idual y dan %or sentado que el artista es un "ar*n. Estudios recientes hechos %or historiadores de lo social han a%ortado "aliosos materiales que %ermiten hacer anlisis ms detallados a los historiadores del arte interesados en rastrear las cambiantes circunstancias de la %artici%aci*n del hombre y de la mujer en la "ida cultural de la Edad 3edia.

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