NB - Luces Del Corazón

Nat Burns – Burns – Luces Luces del corazón

Traducción – Traducción – Martha Martha Lo 2017

LUCES DEL CORAZON (LIGHTS OF THE HEART) POR NAT BURNS

TRADUCIDO POR: MARTHA LO 2017

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Sinopsis La doctora Corinthia Madsen Salas — Dra. Dra. Maddie — tiene un próspero consultorio en la pequeña ciudad sureña de Maypearl, Alabama. Aunque está de guardia para sus pacientes eclécticos las 24 horas del día, 7 días a la semana, mantiene su vida personal privada — privada — sobre sobre todo el hecho de que está enamorada de su nueva recepcionista, Ella Lewis. Revelar la verdad podría ser un desastre ético para su carrera y su impecable posición como líder cívica en la pequeña ciudad. Aún así, se pregunta a menudo si las miradas pícaras, tímidas de Ella indican un regreso de afecto o simplemente una cortesía en el lugar de trabajo. Entonces sucede lo increíble, las dos son forzadas a revelar sus sentimientos y Ella ofrece cambiar de trabajo para que puedan tener una relación. Maddie está de acuerdo. Después de una noche dichosa, la Dra. Maddie es llamada a una emergencia nocturna y pronto los mundos de ambas mujeres se vuelven completamente al revés. Ahora Ella se enfrenta con opciones que cambian la vida. ¿Debería apartarse de los retos que traería una vida con Corinthia? O permitir que el poder de la devoción, el tiempo y la persistencia lleven a su amada Maddie de regreso regreso a sus brazos ...

Notas de traducción:  

El nombre de Ella se puso en negritas para diferenciar el nombre propio del pronombre personal. Las frases o palabras en cursiva están en español en el texto original.

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Traducción – Traducción – Martha Martha Lo 2017 Eres la luz de mi corazón, mi alegría.

Corinthia Madsen Salas

PRIMERA PARTE Capítulo Uno Maddie

Me gusta verla. v erla. A veces dejó la puerta de mi oficina entreabierta un poco para poder observarla mientras sonríe a mis pacientes, o frunce el ceño ante el mal comportamiento de un programa informático. Ella Lewis era hermosa. Oh, no en un sentido clásico — era un poco baja a sólo poco más de cinco pies, y un poco llenita en el medio. Sin embargo, saboreé esas ligeras imperfecciones. Cuando miró dentro den tro de sus oscuros ojos azul verdoso, nos conectamos de alguna manera. Nunca había experimentado eso antes. Con nadie. Todo esto es nuevo, y deseo desesperadamente poder explorarlo al máximo. Me levanto y salgo de detrás de mi pesado escritorio de madera. Estaba inquieta, clamando ante un universo injusto que me mostraría a mi compañera perfecta y luego trabajaría para mí. No era justo colgar una zanahoria delante de un burro y luego atar sus pies para que no pudiera avanzar. Suspiré y estudié los certificados que tapaban las paredes de la l a oficina. Los marcos de madera brillaban en la luz de la mañana desde la ventana de la calle. Los títulos se burlaban de mí. Corinthia Madsen Salas, Doctora en Medicina. Corinthia Madsen Salas, Doctora en Ideas Humanitarias lanzados solo por diversión. Mis ojos viajaron a través de una docena de otros certificados enmarcados — residencia, residencia, residencias adjuntas, menciones de gratitud y de éxito. Era toda una pared de papel enmarcando que decía que yo era una persona buena y honorable. Me volví y miré a través de la abertura que ponía de relieve el escritorio de recepción junto a la zona de espera cerrada. Ella estaba hablando con mi enfermera, Sandy Webber, y estaba frente a la puerta de mi

oficina. Me escondí, en caso de que sus ojos se alzaran. Sacudiéndome y enderezando mi corto traje de laboratorio blanco, me reí sin ruido, avergonzada por mis acciones infantiles. Eché un vistazo una vez más a la pared de éxitos y luego salí al pasillo. Teníamos sólo dos salas de examen ya que estaba en un consultorio solo, y me confundí al ver que ninguna habitación tenía una indicación elevada para indicar que había un paciente esperando dentro. Miré a lo largo del pasillo en una niebla, perpleja durante varios segundos, y luego cambié de dirección y me dirigí a la recepción. Ambas mujeres se volvieron hacia mí cuando me acerqué.

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"Hola, Doc Maddie," Sandy me saludó en su habitual manera bulliciosa. Ella se quedó un poco atrás tímidamente e hice un esfuerzo concertado para para no mirarla. "Supongo que te estás preguntando dónde están todos tus pacientes hoy, ¿verdad?" Sandy continuó. "Bueno, ha habido un incendio en la Hamburger House. Nadie se lastimó, gracias a Dios, pero los camiones de bomberos han bloqueado todo Central." Asentí con la cabeza, entendiendo. "Así que ahora todo el mundo va a McDonald's fuera de la ciudad por su desayuno." Sandy se echó a reír. "Ya lo sabes. Excepto por el viejo Travis. Está viniendo por la glucosa así que estará bien." Me froté las manos para calentarlas. "Y eso significa que tengo tiempo para más café." "¿Quieres que te traiga un poco, Doctora?" Ella preguntó. Moví mis ojos hacia ella y respiré hondo para calmarme. ¿Qué había sobre mi nueva asistente médica que me convertía en una torpe adolescente cada vez que volteaba esos seductores ojos en mi camino? "Asegúrate de que son dos azúcares y dos cremas," Sandy dijo, empujando a Ella hacia el área de la cocina. Abrí la boca para decir algo, cualquier cosa, pero se había ido. El teléfono sonó, y Sandy lo alcanzó. Volví a la seguridad de mi oficina. Momentos después, Ella tocó la puerta que había dejado entreabierta. "Aquí está tu café, Doctora Maddie. Está recién hecho, hace quince minutos." Sonrió y se acercó a mi escritorio. Me aclaré la garganta y empuje mis lentes de lectura en la nariz. Esto hizo de algún modo su imagen borrosa por lo que fui capaz de sonreírle, agarre el café y cuidadosamente lo coloqué en el escritorio. "Gracias, Ella. Lo aprecio." "No hay problema. Por cierto, ¿tuviste la oportunidad de terminar la evaluación que dejé en tu escritorio? Ella inclinó la cabeza adorablemente hacia un lado. Me quité los lentes. Quería verla, pasara lo que pasara. "Evaluación?" Me aclaré la garganta de nuevo, molestándome y seguramente molestándola. Ella sonrió indulgentemente, y yo quería lamer el hoyuelo en su mejilla derecha. "Ya sabes. ¿La evaluación de noventa días? Sandy también tiene que comentarlo y me lo ha preguntado esta mañana."

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Miré hacia abajo. La había puesto a un lado. Ella había estado con nosotros noventa días. Era tan eficiente que parecía como si hubiera estado aquí desde de sde siempre. Lo deje a un lado porque aún me agonizaba por malograr una mala crítica, sólo para que se fuera a trabajar a otra parte y le diera paz a mi libido. Sin embargo me di cuenta en ese momento que no había forma de que pudiera actuar de manera tan convenenciera y falsa. "Lo — "Lo — lo lo siento, Ella. Se me olvidó. Lo terminaré hoy y se lo entregaré a Sandy." "Está bien, Doctora. Me imagine que eso era lo que había sucedido." Se volvió hacia la puerta, y mis ojos cayeron sobre su dulce trasero redondeado, envuelto en mezclilla oscura. "Bebe tu café antes de que se enfríe," dijo suavemente mientras cerraba la puerta. Dejé escapar una respiración temblorosa y me eché hacía atrás en mi silla de oficina de cuero de respaldo alto. ¡Vaya! Levanté mi café y bebí un sorbo. Perfecto. Trabajé en la revisión de Ella hasta que oí una conmoción en el pasillo fuera de mi puerta. Sandy estaba mostrando a mi primer paciente del día la sala de examen. Miré sobre la revisión y me aseguré de no haber hablado efusivamente demasiado sobre Ella. Estuvo bien. Lo firmé con una floritura. Esto significaba que se quedaría con nosotros. Estaba bien — estaba estaba condenada de cualquier manera. Agarré la revisión y se la pasé a Sandy mientras pasaba. "El Sr. Travis está en la uno," dijo innecesariamente mientras se apresuraba pasando. Le di las gracias y levanté la carpeta de bolsillo justo afuera de la sala de examen. examen. Clark Travis, de setenta y cuatro años de edad, era un paciente establecido. El año pasado, se había presentado con alto nivel de glucosa y, después de una alta A1C (Prueba de hemoglobina), le había comenzado con metformina y cambios en la dieta. Este era su tercer seguimiento desde entonces. Sandy le había hecho un pinchazo en el dedo en ayuno que era ciento tres, por lo que parecía que los medicamentos y los cambios habían hab ían hecho el trabajo. Abrí la puerta y entré.

Capítulo Dos Ella

La mayoría de mis relaciones pasadas habían sido con rubias, así que fue extraño para mí estar tan profundamente atraída por la Dra. Corinthia Salas, una tímida, solitaria latina de origen puertorriqueño. Por supuesto, había averiguado la mayor parte de lo que sabía de los exagerados chismes de la oficina por Sandy, y realmente, tuve que preguntarme cuánto de lo que dijo era cierto. Sin embargo, podía ver el Caribe en la Doctora Maddie, como co mo la llamamos. Su pelo era el ébano de la semilla de papaya, y sus ojos eran el cálido marrón del

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tamarindo. Su piel, aunque trabajaba casi incesantemente día y noche, siempre parecía bronceada, y a menudo deseaba deslizar una palma de la mano a lo largo de esa superficie suavemente teñida. Salí en la sesgada luz solar de una tarde del sur de Alabama y miré hacia atrás una vez, con la esperanza de verla detrás de mí. Sólo para poder tenerla unos minutos más. Suspiré cuando ella no estaba allí. Caminé lentamente por el pequeño estacionamiento hacia mi pequeño Toyota y me dirigí a casa. No estaba segura si la doctora Maddie siquiera me veía. O, si lo hacía, era como una empleada solamente. Después de reflexionar esto durante horas, tarde en la noche en mi cama sola, finalmente había decidido que ella era lo máximo en profesionalidad. Ciertamente, no sería ético que un médico se llevara con los empleados de su oficina. Por otra parte, había la cuestión lesbica. No estaba segura de si la doctora Maddie estaba fuera del armario con sus pacientes, aunque mi gaydar había detonado en nuestra primera reunión hace tres meses. El resto del país podría estar haciendo que las lesbianas sean sus amores en los medios de comunicación, pero en Maypearl de algún modo conservador, podría querer estar segura en vez de lamentarlo. Sabía que ella era soltera, sin embargo. Había interrogado subrepticiamente a varias personas en el curso de una conversación general, y en su oficina no había evidencia de una pareja, ni de hijos o incluso de una mascota. Mientras conducía por las tranquilas calles de Maypearl, me preguntaba una vez más sobre su historia, un proceso con el que estaba familiarizada. Parecía que pensamientos de ella llenaban mis horas de vigilia. Sabía que qu e había crecido en San Juan, Puerto Rico y Manhattan, Nueva York, siguiendo a sus nómadas padres especialistas de ciudad en ciudad. Se había graduado de la Universidad de Fordham, Sandy dijo, y yo había vislumbrado su MD (Doctor en medicina) un día de una escuela de medicina en Texas. Pero aparte de eso, ninguna de nosotras sabía nada de su vida privada. Sabía que le encantaba el café y tenía una debilidad por el buen aguacate en crujientes tostadas de trigo. Era su comida favorita. Giré para entrar en el estacionamiento de mi complejo de apartamentos y me metí en mi espacio asignado. Tropical Towers era un buen lugar para vivir. Si pagas tu renta a tiempo y no te metes con los otros inquilinos, estás solo. Justo como me gusta. Sí, estaba un poco sola, pero tenía a Julio, mi enorme gato Maine Coon (Raza de gato) gris y negro. El gato me estaba esperando mientras me acercaba a la puerta. Encaramado en el alféizar de la ventana, me observó con sus enormes ojos dorados. Lo saludé con la mano, y él saltó y, como de costumbre, me saludó en la puerta con fuertes vocalizaciones, reportando las indignidades de su día. Escuché atentamente mientras me dirigía a la encimera de la cocina, soltando mi lonchera y bolso. "Lo sé," simpatice tan fuertemente. "Es tan difícil ser tú y estar atrapado aquí todas esas horas hora s solo. ¡Ojalá pudiera estar contigo, maldita sea!" 7



Él hizo figuras de ochos alrededor de mis piernas, mostrando nuestra solidaridad. "Entonces, ¿qué hay para cenar, pequeño?" Abrí la puerta de la despensa. "Tenemos pescado blanco." Esperé pero no obtuve respuesta. "Tenemos atún y salmón." De De nuevo, esperé. Él se acercó y me miró. Miré hacia abajo. "¿Hmm, hay pollo?" Maulló fuerte y luego ronroneó, frotando sus mejillas contra mi pierna. Abrí la lata de comida para gatos de pollo y llené su tazón. Después de mirarlo un momento, agarre una cerveza del refrigerador y me dirigí a la sala de estar. Aquí tenía libros. Montones de ellos, apilados vertical y horizontalmente en cada superficie disponible. Estudié sus encantadores y bien usados lomos como si escogiera la mejor repostería de un lujoso buffet. Pasé tiempo en cada uno, recordando silenciosamente las historias escondidas dentro. Este era de un misterio de asesinatos ambientado en el centro de Los Ángeles. El policía lo había hecho. Éste era sobre una familia disfuncional que encuentra el amor y la aceptación en un yate en el Océano Pacífico Sur. Oh, y aquí estaba el trabajo de Michael Crichton sobre la nanotecnología. Pasé a una segunda hilera de estanterías y toqué un libro sobre los orígenes de cosas interesantes, y luego otro acerca de los orígenes de la palabra. Estaba tentada a sacar uno, pero me di cuenta de repente que qu e había leído casi c asi todos mis libros en numerosas ocasiones, estas curiosidades en particular. Entonces cual leer? Me pregunte qué le gusta leer a la doctora Maddie. Seguramente no revistas médicas todo el tiempo. ¿Le gusta la ficción? El calor me inundó de nuevo al pensar en ella, acurrucada en un sofá leyendo ... ¿Qué? ¿Un tórrido romance lésbico, tal vez? Caminé hacia el otro lado de la habitación y dejé que mis dedos se deslizaran por los lomos de los muchos libros de bolsillo comercial dispuestos como pequeños soldados coloridos metidos en cuarteles ordenados. ordenados. Estos increíbles libros, cientos de ellos, compartieron las vidas y los amores de las lesbianas. Algunos no eran tan buenos, demasiado predecibles, pero otros eran increíbles y me emocionaban repetidamente. Todos estaban muy manoseados mientras releía incluso los malos obsesivamente. Necesitaba un programa de desintoxicación para romper mi adicción. Suspiré y saqué uno de mis favoritos — en en él, una ama de casa infeliz encuentra el amor con una nueva vecina. Perfecto. Miré alrededor de la habitación mientras me acomodaba en mi sillón favorito. Yo no era una ama de casa y no conocía a mis vecinas, pero tal vez, sólo tal vez, podría sustituir a la hermosa Corinthia por el ama de casa y yo podría ser su amorosa vecina. Julio saltó a mi regazo, su lengua alisando sus peludos labios negros. "Ugh! Aliento de comida para gatos," le dije mientras lo acomodaba en mi regazo. Luego, consolada por su calidez y por mis cálidas imaginaciones románticas, leí.

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Capítulo Tres Maddie

"Creo que tengo bichos," Mary Elwis dijo, tranquilamente con respecto a mí. "¿Bichos? Hmm." Jalé de mi taburete rodado para poder estudiarla. "¿Qué clase de bichos?" "Pequeñas molestias. No puedo verlos," susurró con urgencia. "Mm-hm. ¿Te muerden?," Pregunté. "Oh, no," ella insistió. "Sólo se arrastran todo alrededor de mi piel." "¿Te pica?" Le cogí cog í el brazo y levanté la manga. No vi una cosa, ni siquiera ninguna evidencia de inflamación. "A veces," ella contestó mientras estudiaba el brazo, junto conmigo. Miré más de cerca. "Tienes muchas pecas — pecas — " Dejé escapar un grito y me puse de pie. Una de las pecas se había movido. "¿Doc? ¿Estás bien?" Mary preguntó, retrocediendo de mí. Respiré profundamente y cogí una lupa de mi estante. Levanté la manga con cuidado y cerniendo la poderosa lupa sobre su brazo. Ahí estaba de nuevo — el movimiento. Oh, diablos, pensé. "Sí, Mary, parece que tienes bichos. Garrapatas. Estos diminutos. ¿Has estado en el bosque últimamente?" Levanté mis ojos hacia los de ella. Ella abrió los ojos. "Por qué, no, soy demasiado vieja para caminar a través trav és de los bosques. Tuve que traer a mi nieto, Ernest, para salir salir detrás de Sheba el otro día." "Sheba?" Me senté y la miré. "Recuerdas. Sheba, mi border collie (Raza de perro). Una bombilla se prendió sobre mi cabeza. "Tienes varios perros, si mal no recuerdo, ¿verdad?" Ella sonrió con orgullo. "Los tengo. Cuatro salvamentos conmigo ahora mismo. Estoy pensando en quedarme al pequeño terrier al que llamo Jezabel, sin embargo. No hay mucho por ahí más lindo que ella."

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Asentí. "Bueno, eso está muy bien, Mary, pero tenemos que hacer algo con los perros que traen garrapatas — chinches — a tu casa. Cuando están allí, a tu lado, las garrapatas se arrastran hacia ti." Ella me miró con asombro. "Pero pensé que las cosas sólo iban detrás de perros y gatos y cosas así." Me levanté y me quité los guantes. "No eres su comida favorita, sino que van a pasar el rato en cualquier cuerpo caliente. El problema es cuando se unen y comienzan ... bueno ... comiendo tu sangre, pueden dejar enfermedad en tu piel porque las minúsculas bacterias viven en sus partes bucales." "Bueno, lo seré." Suspiró. Me puse a la puerta de la sala de examen y la abrí. Miré alrededor del marco y vi que el pasillo estaba desierto. "Volveré enseguida," enseguida," le dije a Mary. Sandy estaba en el mostrador de recepción, archivando historiales. Ella no estaba allí. "Oye, Sandy, tenemos bichos en la sala de examen dos. ¿Puedes conseguir algunos panfletos de garrapatas y luego venir a ayudarme a hacer el examen?" Le pregunté. "¿Dónde está Ella ?" "En el correo, pero regresará directamente. Estaré allí," dijo, arreglando la pila de historiales sin archivar. Me giré y regresé a la sala de examen dos. La paciente estaba sentada exactamente donde la había dejado. "De acuerdo, Mary. Esto es lo que vamos a hacer. Mi asistente médica, Sandy, viene a ayudarte a ponerte una bata. La razón de esto es que tengo que ver si alguna de las garrapatas se te ha pegado. También vamos a frotar algo de crema. Se llama crema de permetrina, y ayudará a matar a los bichos que están en tu piel. También voy a darte dos recetas. Una es para la crema, que quiero que frotes sobre tu piel cada noche antes de acostarte. La otra es para un antibiótico, sólo en caso de que alguna te haya mordido." Jalé del taburete y me acerqué a ella. "Aquí está la parte mala. Tendrás que renunciar a los perros o cercarlos en tu patio." Ella frunció el ceño hacia mí, los ojos cautelosos. "¿Por qué? Tener perros nunca ha lastimado a nadie." Sandy entró en la habitación y se inclinó para sacar una bata del gabinete inferior.

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"Normalmente, estoy de acuerdo, pero hay algunas cosas bastante desagradables por ahí ahora mismo. ¿Has oído hablar de la enfermedad de Lyme, L yme, verdad?" Ella asintió sin entusiasmo y continué. "Bueno, hay un puñado de enfermedades causadas por bacterias que pueden ponerte bastante enferma. Dejar que los perros corran por los campos y bosques es simplemente traer todo a tu casa. Tienes que cercar a los perros para que se queden en el patio, donde el pasto es más corto, además de que tienes que darles un baño de garrapatas, con un champú medicado especial, una vez por semana en verano." "¿Bañar a todos los perros?" su boca estaba abierta, horrorizada. Me paré y agarré su historial mientras me movía hacia la puerta. "Tendrás que conseguir a alguien que te ayude. ¿Tu nieto, tal vez?" "Él te ayudará," Sandy dijo calmadamente mientras me sacaba por la puerta. "Y conseguirás para esos perros también collares para garrapatas." garrapatas." Me paré en el escritorio de la enfermera al final del pasillo e introduje toda la información pertinente en el historial de Mary, incluyendo mis instrucciones detalladas, en caso de que ella llamara con preguntas. "Hola, Doc Maddie." Ella me saludó mientras pasaba junto a mi siguiente paciente, Austin Miller, de ocho años, con el brazo en un yeso azul brillante. "La habitación uno es mejor para él," le dije, tratando de no mirarla demasiado directamente. "Pero necesito una placa. ¿Puedes manejar los rayos X?" "Claro que puedo. Vamos, Austin. Vamos a sacar tú placa." Se movieron por el pasillo y respiré hondo. Momentos después, Sandy entró en el vestíbulo con la ropa de Mary, la sostuvo a un brazo de distancia, y entró en la pequeña lavandería. Ella prendió la secadora y luego me llamó. Pasamos los siguientes quince minutos repasando cada centímetro del cuerpo de Mary. Encontré dos garrapatas, una en la base de su columna vertebral y otra en la zona de la ingle. Ambas fueron quitadas cor nitrógeno líquido, y las que se arrastraban las sacamos con cinta adhesiva. "Ahora, Mary. En serio, esto es importante," comencé mientras Sandy aplicó la crema. "Tendrás que lavar y secar toda la ropa que uses cuando estés alrededor de los perros, así como toda la ropa de cama del perro. Quiero que las pases a través de la secadora primero mientras toda está seca, para matar todas las garrapatas vivas. Entonces lavar y secar de nuevo. Todo en el ciclo caliente. Además, ¿se acuestan contigo?" Ante su asentimiento, continué. "Bueno, necesitas quitar la ropa de cama y hacer lo mismo. La secadora primero, luego un montón de agua caliente. Hay un spray que quiero que compres también. Consíguelo en la sección de plantas. Te lo escribiré. Es un tipo de jabón inofensivo 11



que las matará, así que quiero que lo rocíes alrededor de tu cama y tu casa. Y otra vez, utiliza la crema en la noche, toma las pastillas una vez al día y haz un montón de lavado de ropa y baño de los perros. ¿Lo tienes?" Ella asintió a regañadientes. "Es importante, Mary. Tienes que revisarte todos los días cuando te duches también. Para ver si tienes alguna. Los primeros días, es posible que desees ducharte dos veces al día hasta que estén bajo control." "¿Dos veces al día?," Dijo. Me di cuenta que estaba abrumada y sabía que este sería un problema revisado varias veces antes de que estuviera resuelto. resuelto. "Sé que parece mucho, querida, pero la Doc Maddie está tratando de mantenerte sana," Sandy dijo mientras se movía hacia el fregadero y se quitaba los guantes. "No quieres tener fiebre o artritis, ¿verdad?" Di palmaditas a la mano de Mary. "Vístete, y te haremos las recetas en la recepción." Llevé su carpeta al escritorio de recepción e hice algunas anotaciones más. Cogí mi apunte y escribí las recetas de Mary. "Este es jabón en spray, OTC (*) para el área del jardín. Es para rociar plantas, pero puede usarlo en su casa," le dije a Ella mientras se las daba a ella. "¿Podrías explicarle eso a ella?" "¿Por qué? ¿Qué pasa?" Ella susurró, acercándose. Hoy olía a pachulí. Hombre, me encanta el pachulí. "Tiene garrapatas de todos los perros que tiene," me las arreglé para responder. "Ah," dijo, asintiendo su entendimiento. Enderecé mi espalda. "¿Austin está listo para mí?" Ella sonrió, y juro que la habitación se iluminó. "Sí, Doctora. Las placas están en la pared." "Gracias." murmuré mientras me alejaba apresuradamente.

(*) Jabones antibacterianos de venta sin receta.

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Capítulo Cuatro Ella

"¡Maldita sea! No puedo creer que lo haya olvidado," Sandy murmuró, mirando fijamente el calendario que sostenía. Estaba sentada en su silla de costumbre c ostumbre junto a mí en el mostrador de recepción. Miré hacia arriba. "¿Qué sucede?" Un niño irritado gritó en la sala de espera, y Sandy miró al niño antes de hablar. "La Doc tiene un discurso la próxima semana." "Así que supongo que despejaremos su calendario," murmuré, acercando el enorme libro de citas. "Parece que ya lo has hecho," dije, señalando las dos páginas p áginas en blanco del libro. "Oh, lo sé," ella respondió, agitando una mano. "Y Jason, en Theodore, tomará sus llamadas. Es sólo que siempre voy con ella, ya sabes, para interferir, tomar notas en sus sesiones, ese tipo de cosas." Esperé expectantemente. Nada más vino, así que suspiré. "Creo que puedo manejar todo aquí. He estado aquí casi seis meses. ¿A menos que quieras que me tome ese tiempo libre?" Ella sacudió su cabeza. "Oh, no, lo siento, chica, no me estoy explicando correctamente. ¿Puedes ir en cambio? La dulce Lisbet cumple dieciséis ese fin de semana, y realmente no quiero perderlo. Sólo necesito que vayas por mí." Fruncí el ceño. "¿Cuándo es?" Me incliné para mirar el calendario. "La próxima semana. Todos tendrían que salir el Domingo, y ella hablaría el Lunes por la mañana. Estarías de regreso aquí para el Martes en la tarde. ¿Crees que puedes hacerlo?" El calor se extendió a través de mí. Tres días a solas con la Doc Maddie. Diablos, sí, podría hacerlo. "Por supuesto," dije. "Y sólo necesito ser como su secretaria, ¿verdad?" Ella asintió. "Correcto. Sólo tienes que seguirla y hacer lo que necesite. Es fácil. Ya sabes lo fácil que ella es para llevarse bien. Por lo general sólo asegúrate de que tenga café y revisa que tenga sus notas antes de que se presente. La mayoría de los doctores a los que va a hablar todos la conocen, por lo que normalmente no se pone demasiado nerviosa, ni nada." Ella me miró expectantemente, como esperando por un remoto compromiso. Yo cedí. "Está bien, Sandy. No te preocupes." Pensé un minuto. "Oye, ¿sabes dónde está Tropical Towers?" Towers?" "Claro que lo sé. ¿Por qué?" Ella alzó una ceja.

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"¿Irías y darías de comer a mi gato por mí? ¿Los días que me haya ido?" "¿Tienes un gato? Nunca mencionaste tener un gato." Me miró con dudas. ¿Creía que me estaba molestando en tener uno? "Sí, sí, lo tengo. Su nombre es Julio, y se alimenta todos los días después del trabajo. ¿Estaría demasiado lejos de tu camino?" "¡Ay, no! Voy justo por allí. Vivo por Fairlane. Justo pasando." Ella sonrió con indulgencia. Respiré un suspiro de alivio. No conocía a mucha gente como yo que era algo como una recién llegada a Maypearl, y no quería pagar por un cuidado de mascota caro de un extraño si no tuviera que hacerlo. "Oh, eso sería genial. Voy a poner una bandeja adicional de arena para que no tengas que preocuparte por eso, pero si pudieras darle su comida húmeda cada tarde de Lunes y Martes, eso seguro me tranquilizaría." "¿Qué podría?" la doctora Maddie dijo mientras se acercaba y me entregó una carpeta. Tiffany Bledsoe se despidió de detrás de la doctora mientras caminaba hacia el escritorio de recepción. El asentir de la doctora Maddie a Sandy indicó que Tiffany sólo tenía un molesto resfriado, así que Sandy sólo le indicó la puerta. "Te enviaré una factura," le dijo a Tiffany. "Simplemente ve a casa y pon ese resfriado en la cama. Líquidos y descanso, eso es todo lo que funciona." Tiffany sonrió agradecida mientras daba un codazo a la puerta de la sala de espera. Me di cuenta de repente que la doctora Maddie todavía estaba esperando. "Oh, Sandy va a alimentar a mi gato," le expliqué rápidamente. "Ah, ¿tienes un gato?" Observé como la cara de la doctora Maddie se iluminaba considerablemente. ¿También era amante de los animales? "Sí, él es un Maine Coon. ¿Estás familiarizada con esa raza?" La miré, fascinada por esta transformación. "Lo estoy. Mi amiga, Carla, que vivía en la 64 y 1ª, tenía uno. Un gran, gris rayado." Es curioso cómo sus ojos marrones podrían brillar tan intensamente. "Bueno, el mío es más negro con un poco de rayas grises. Lo llamé Julio, ya sabes, porque lo recibí en Julio. Era el gatito más lindo — lindo — "

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"Ella va contigo a Dothan la próxima semana," Sandy Sand y interrumpió. "Espero que no te importe, pero Lisbet, la chica de mi Cynthia, cumple sus dulces dieciséis el Domingo y le prometí que estaría allí. Vamos a tener un gran trabajo en la iglesia y todo." Vi cómo la cara de la doctora Maddie cayó, y sus ojos se atenuaron de nuevo en un aspecto profesional. Esperaba que no fuera porque yo sería la que la acompañaría a la conferencia. ¿Y si pensaba que yo era una acosadora y no quería estar a solas conmigo? "No, está bien, Sandy. Estoy segura de que Ella será una buena compañía." Me dirigió una breve sonrisa antes de desaparecer por el pasillo. "¿Ves? Te dije que estaría bien con eso," Sandy dijo. Se volvió cuando la puerta exterior se abrió y un paciente entró. Me preguntaba a quién estaba tratando de convencer, a mí o a ella misma. Sentí una risa burbujear dentro de mí mientras revisaba la carpeta de Tiffany para asegurarme de que todo se había introducido correctamente. Deslice una punta del dedo a través de las notas apresuradamente garabateadas de la doctora Maddie. Sus trazos eran era n tan poderosos. Me estremecí un poco mientras reconocía la fuerza de sus manos. Tres días con la doctora Maddie. Cerré la carpeta, abrazándola brevemente antes de dirigirme al archivador.

Capítulo Cinco Maddie

La ciudad de Maypearl era dueña de la casa del Dr. Richard Pembroke desde su abuelo, Tyler Pembroke, que había sido el primer médico oficial de la familia en establecer un consultorio en Maypearl. La compra de la casa, por la ciudad, había hab ía sido un regalo a ese primer Pembroke para darle la bienvenida a Maypearl. Siempre sentí como si hubiera un poco de soborno involucrado, también. Maypearl, Alabama era un municipio subdesarrollado, rural de menos de mil personas. En un buen año de censo. No es un gran punto de venta para un médico prometedor. No significa que la gente no es genial, lo son. Sal de la tierra, como dicen aquí en el Sur, y podría haber sido por eso que el primer Pembroke había decidido quedarse. La casa había pasado por los hijos y nietos médicos de Tyler durante casi dos siglos, pero entonces Clayton Pembroke — el hermano de Richard y único pariente sobreviviente, un contratista de la construcción en Dallas — había decidido que no quería ninguna parte del doctorado, o de Maypearl. Se había alejado, y eso sólo dejó a Richard para continuar. Afortunadamente, conocí a Richard en una conferencia en Dallas cuando era una residente en medicina familiar en UT Southwestern. La conferencia se trataba de casos inusuales que sólo se encuentran en las trayectorias de medicina familiar — una una empresa de reclutamiento, para

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estar seguro. Me enamoré de ello, completamente, mientras había ya escogido una especialidad de medicina familiar. No sabía dónde todavía. Richard y yo nos reunimos con un grupo en una mesa de residentes y médicos, y después de un copioso vino, fettucine marinara y pan de ajo, habíamos decidido que iba a ser su aprendiz al terminar mi residencia. Él nunca se había tomado el tiempo para casarse o tener hijos, prefiriendo sus estudios y pacientes más que una familia propia, por lo que su consultorio moriría con él a menos que pudiera entregarlo a alguien merecedor. Había pasado seis años compartiendo el consultorio con Richard, viviendo en un pequeño apartamento en Cottonwood, pero cuando él murió conectando una licuadora con los pies mojados durante una fiesta en la piscina, la ciudad me había ofrecido amablemente el uso de la casa mientras me quedaba como el médico de Maypearl. No era un mal trabajo. Había descubierto que mi amor de la universidad, Amanda Sarious, sólo quería un MD ocupado para poder equilibrar numerosos romances, por lo que dejar Texas había sido una buena cosa en ese momento. La casa que habían proporcionado era espaciosa, casi demasiado para una persona viviendo sola. Un montón de noches, me dormí en la acogedora sala de estar, en un sofá cama colocado en un rincón cerca de la chimenea de gas, a pesar de que tenía un precioso dormitorio arriba. Ahora, cuando conduzco mi Honda SUV en el camino de entrada, admiro de nuevo el impecablemente paisaje del patio. Afortunadamente, George Niles, un jardinero retirado, había ofrecido sus servicios a la ciudad por un pequeño estipendio. Incluso hizo un huerto detrás, y yo estaba eternamente agradecida por eso. Podía tener verduras frescas y bayas todo el año sin tener que levantar un dedo. También estaba agradecida por Lilly Marsh, que cocinaba y limpiaba para mí. Había dejado luces encendidas en la planta baja, y la casa parecía acogedora en el crepúsculo. Cogí mi bolsa y entré en una cacofonía de llamados de ranas de la corriente boscosa justo al oeste de la estructura principal. Sonreí. Qué gran manera de terminar una ocupada jornada de trabajo. Una de mis favoritas, sopa de lentejas con un montón de zanahorias y apio, se hallaba en la parte trasera en la estufa, y bollos todavía calientes en el horno. Sacudí la cabeza mientras sacaba la ensalada y el aderezo del refrigerador, junto con una pequeña jarra de té fresco. ¡Dios, cómo amaba a esa mujer! Incluso había puesto un lugar en la mesa, así que me senté rápidamente y me puse a comer. Cuando mi estómago se llenó y se calentó con la deliciosa comida, mis pensamientos se desviaron, como de costumbre, hacia Ella. Había evitado pensar en el próximo viaje, pero ahora, sola y con seguridad instalada en mi casa, podía dejar que mi miedo corriera desenfrenadamente. Podía predecir fácilmente cómo estaría desgarrada estando sola con Ella en un coche durante dos días. ¿Qué tan distraída estaría mientras intentó presentar sesenta minutos sobre reducir el temor a las vacunas para los bebés, los jóvenes y los ancianos? 16



Me pregunto si le importaría estar conmigo. No soy la conversadora más participante, un hecho señalado muchas veces por mi ex. Me levanté y llevé mi tazón y vaso vacíos al fregadero. Me apoyé en la encimera y miré hacia la cortina lisa blanca y café que cubría la ventana detrás del fregadero. Blanco. Me volví y miré alrededor de la cocina. No había nada personal allí. Al menos, no personal para mí. Lilly había añadido muchos detalles agradables, pero no significaban nada para mí. Girándome de nuevo al fregadero, fruncí el ceño mientras rápidamente lavaba los platos y guardaba el resto de la comida. Me paré en el pasillo. Paredes blancas, en blanco, sin fotos más allá de lo que ya había sido instalado en la casa amueblada — y eran paisajes, en su mayoría, con unos pocos retratos genéricos. Entré en la sala de estar y me sentí reconfortada. Mis libros estaban en una mesa baja. La manta de ganchillo de mi madre estaba doblada cuidadosamente en el respaldo del sillón en el que normalmente me sentaba. Mi viejo maletín estaba colocado al lado de la silla. Pensé en mi dormitorio de arriba, sobre la ropa aburrida en mi armario, los simples artículos de tocador en el baño junto al lavabo. Y me encogí de hombros. No podía cambiar quién era yo. Había estado en la escuela por mucho tiempo y nunca había tomado el tiempo para construir una vida aparte de la medicina y estudios avanzados. ¿Cómo podría cualquier persona normal encontrar eso interesante? ¿Cómo podría cualquier persona normal encontrarme interesante? Suspiré y tomé el control remoto del televisor. Después de quitarme los zapatos, me acurruqué en mi sillón y me consolé con la manta de ganchillo de mi madre. Prendí el televisor y vi las noticias locales mientras mi mente vagaba. Pensé con nostalgia sobre mi madre, Esperida, a quién había mudado aquí desde Brooklyn cuando decidí quedarme en Maypearl. Suelo ir todos los Sábados por la mañana para visitarla, y me alegré de que no estábamos saliendo hasta el Domingo temprano. A pesar de que estaba sólo a cinco horas en coche para llegar a Dothan, quería estar allí a tiempo para asentarme para la temprana presentación presentación del Lunes. Me gustaría ir ir a verla el Sábado antes de irme, a pesar de que ella no me reconocerá. A menudo piensa que soy su prima, Paola. Esta noche es una de esas noches cuando realmente extraño a mi mami. La mami que había sido antes, fragante y hermosa, llena de vida y diversión. Recordar a mi madre, cómo había sido antes de que la enfermedad del Alzheimer la hubiera robado, era doloroso. En realidad me alegro de que mi padre no hubiera vivido para verla así. Y que no se hubiera quedado solo, como yo estaba.

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Capítulo Seis Ella

Me encantó el sur de Alabama, y me gustó especialmente la ciudad de Maypearl. Reclamada desde la costa del Golfo en 1882, la industria pesquera rápidamente había llevado a un asentamiento establecido. Ahora era sólo una pequeña ciudad, la industria pesquera siguió el camino de los grandes arrastreros (embarcación) comerciales oceánicos. Sin embargo la ciudad avanzaba con dificultad, las empresas sobrevivieron proporcionando las necesidades y deseos humanos. Los residentes salieron de la ciudad para trabajar en fábricas, en la Refinería Kleune, a treinta millas al norte en la frontera de Mississippi, o se resignaron a trabajos de salarios mínimos en los establecimientos locales. Conduciendo al trabajo, pasé un gran supermercado y un centro comercial ofreciendo ropa, una tienda de tatuajes y una tienda de cigarros. También había un gran almacén de muebles y un centro comercial Walmart con una tienda de donas y un barra de jugos. Luego estaba el Four Winds Mall, con sus lujosas tiendas de marca. Oh, y había dos farmacias en competencia que siempre parecían residir en esquinas opuestas entre sí. Vivir en Maypearl era muy diferente de mi vida en la base de la Fuerza Aérea de Kirtland, en New México, donde había pasado mis años de escuela secundaria. Mi padre había estado destinado en Alemania cuando era muy joven, y yo había crecido amando a Europa con su sentido de época y de misterio. Soñé con volver allí algún día. Luego habíamos terminado en New México. No es un mal lugar, pero aunque la gente había sido cálida y acogedora, era muy diferente de Europa, siendo un tanto abierto y nuevo. La historia allí era todo acerca de los nativos americanos, los feroces pueblos indios que arrebataron algún tipo de civilización de un desierto implacable. En Alemania, la historia era muy diferente, centrándose en la música de las catedrales, las bellas artes y siglos de arquitectura antigua. Además, las porciones de comida y bebida habían sido pequeñas allí, disfrutaba con otros en un entorno tranquilo. Las comidas en New México habían sido enormes asuntos, plagada con chile picoso o leve, y comer rodeada de grupos de personas. Personas únicas, cada una conformada de un carácter diferente por la frontera azotada por el viento. Entré en mi espacio en The Chase Building donde se encontraba el consultorio de la doctora Maddie. Miré hacia el tranquilo edificio de ladrillo de una sola planta. Ahora, Maypearl era diferente por completo. Inmersos en la tradición sureña, la gente de la ciudad, aunque ecléctica y con frecuencia inusual, conocían los límites de la diplomacia. Y lo que encaja apropiadamente en lo correcto e incorrecto. Supuse que mudarme aquí había sido un golpe sutil a mis padres. Ellos creían fervientemente que no había ningún lugar en el mundo para el pecado del lesbianismo, y mudarme a Maypearl fue una oportunidad para demostrar que podía ser aceptada en cualquier lugar. Suspiré y salí de mi coche. Era un plan que pudo haber resultado contraproducente. Había estado aquí la mayor parte del año y aún tenía que conocer a alguien lo suficientemente

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abierta como para compartir una vida conmigo. Eso dolió un poco, pero era aún peor porque ahora sabía exactamente a quién quería. El objeto de mi deseo estaba saliendo de su propio coche, un gran, oscuro SUV. Miré mi reloj, sorprendida por su comienzo tardío. Por lo general, ella estaba camino a la oficina por delante de cualquiera de nosotros. Me gano hasta la puerta y sonrió por encima del hombro mientras me acerqué. “Buenos días, Ella. ¿Cómo estás hoy?" Me di cuenta de los círculos bajo sus ojos de inmediato. ¿Estaba preocupada? O simplemente inquieta? “Estoy bien, doctora. ¿Cómo estás?" Se detuvo con la puerta principal entreabierta, y casi tropecé con ella, pensando que estábamos moviéndonos hacia adelante. “Ella, creo que, puesto que ha terminado tu período de prueba ...” ...” Se detuvo y se aclaró la garganta. “Creo que deberíamos ser, ah, un poco menos formal. Creo que, es decir, cuando estemos solas, sin pacientes, creo que deberías llamarme ... llamarme Maddie, por favor.“ favor. “ Inhalé una respiración tranquila, profunda mientras mi corazón se emocionaba. Me las arreglé para mantener mi voz calmada. “Por supuesto ... Maddie. Gracias." Ella asintió y me precedió en la sala de espera. Cerré la puerta mientras ella se abría paso rápidamente a través de la puerta de recepción. Encendí las luces de la sala de espera y cambié el letrero en la puerta, dejando que Maypearl supiera que estábamos abiertos para los negocios. Tarareé una melodía tonta mientras trabajaba, mi bolso y la lonchera todavía colgaban sobre mi brazo. Pasé por la puerta de recepción y fui a mi puesto en el escritorio. En ese momento, Sandy entró, y supe que mi tranquilo tiempo de brillante placer había llegado a su fin. “¿Has “¿Has sacado a los pacientes para el día?,” día?, ” Sandy preguntó mientras entraba en la oficina de recepción y abrió parcialmente la alta ventana corrediza de vidrio que conducía a la sala de espera. “Todavía no,” no,” le respondí, dejando caer mis bolsas y dirigirme a la zona de archivado. “Acabo de llegar.” llegar.” Revisé la lista principal colocada en un portapapeles junto a la entrada y empecé a sacar los archivos de los pacientes. Finalmente pude ponerle nombres a las caras y me emocionó ver que Abby Hamilton llegaba a las diez. Abby era una paciente con cáncer terminal que había sido liberada al hospital para enfermos terminales, y la doctora Maddie estaba siguiendo sus cuidados paliativos. Abby, aunque de sólo doce años de edad, había tomado su trágico diagnóstico con una calma Zen, e irradiaba esa calma y paz a todos quienes se encontraban con ella. Su madre, Caroline, ciertamente 19



destrozada por la pérdida de su única hija, se había convertido en el ancla estoica de Abby, y todos nos habíamos enamorado de ambas casi inmediatamente. “Abby está llegando,” llegando,” Le dije a Sandy, aunque ella había sido la única que componía la lista. “Lo sé, no puedo esperar a verla,” verla, ” dijo en voz baja. “Ya han pasado dos semanas. Caroline sonaba frenética. No estoy segura de lo que eso significa." Fruncí el ceño ante los archivos que sostenía mientras mi alegría disminuía. No sabía si estaba preparada para hacer frente a Abby en problemas. Saqué otros seis archivos, preguntándome en la carga ligera. Por lo general, tenemos ocho o diez alineados tan temprano en el día. Oí la campana de la puerta de entrada sonar, y lleve las carpetas a la recepción y las apile correctamente en el soporte vertical. “Hola, Danny. No te ves tan bien,” bien, ” dije, frunciendo el ceño con preocupación mientras contemplaba el demacrado aspecto de Danny Matthews. “Hola, Ella, no valgo mucho, eso es seguro. No puedo trabajar ni nada. Me alegro de que no es temporada de caza o estaría realmente encabronado,“ encabronado, “ dijo. “Disculpe, señora,” señora,” se disculpó por su lenguaje mientras asentía hacía Sandy. Sandy agitó la mano desestimando la disculpa, y agarró su archivo del soporte vertical. “Vamos atrás, Danny. Vamos a acomodarte.“ acomodarte. “ Miré hacia su esposa, Anna. “¿Vas “¿Vas a esperar aquí, cariño?” cariño? ” Ella asintió y levantó un libro de la biblioteca. Sonreí y asentí mi reconocimiento. Anna era una ávida lectora, con seguridad, y me pregunté de nuevo cómo Danny, quien obviamente no tenía tiempo para los libros, había enganchado a la alta lectora, parecida a una Amazona.

Capítulo Siete Maddie

Revisé el historial fuera de la puerta, y las campanas de alarma sonaron a lo largo de mis nervios. Danny Matthews era un fornido de treinta tres años de edad. No había ninguna razón para que sufriera de diarrea aguda que según él había persistido durante más de un mes. También había perdido demasiado peso. Tantas posibilidades pasaban por mi mente, no menos importante de las cuales fue el cáncer o que alguien lo envenenó. “Contrólate,” Contrólate,” me dije a mí misma. “Probablemente es IBS (Síndrome de colon irritable).” irritable). ”

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Abrí la puerta. Danny, un hombre alto y corpulento que por lo general pesa más de doscientas ochenta libras, se sentó en la mesa de examen. Lo miré mientras le estrechaba la mano. Sus ojos estaban hundidos, prueba de que no estaba descansando y que estaba evidentemente deshidratado. Tomando una respiración profunda por la nariz, determiné que no había olor a alcohol en él, por lo que probablemente no era debido al alcoholismo crónico, lo que podría conducir a la diarrea. No es que él hubiera sufrido esa enfermedad en el pasado. Me senté en la pequeña mesa de trabajo y volví a abrir el historial. “Bueno, Danny. Veo que has perdido más de veinte libras este mes. Eso no es bueno” bueno ” Me volví hacia él. Él sonrió trémulamente y extendió las manos. “Bueno, Anna dijo que necesitaba perder algunos,” algunos,” bromeó. bro meó. Podía ver su miedo subyacente y deseé tener los medios para tranquilizarlo. “ No es e s la forma más sana,” sana,” dije mientras sacaba una plantilla de historial de la diarrea de la pila de formularios en el portapapeles del gancho junto a mi área de trabajo. “Vamos a ver si podemos llegar al fondo de esto. Estas preguntas pueden parecer un poco personales, pero son importantes si vamos a ayudarte a mejorarte. ¿De acuerdo?" Esperé por su asentir de cabeza. “Entonces, dices que esto ha estado sucediendo desde hace alrededor de un mes? ¿Hay algo en lo que puedes pensar que podría haber contribuido a esto? Iniciarlo?” Iniciarlo? ” Pude ver que realmente estaba pensando en ello. Por último, negó con la cabeza. “Lo siento, Doc. No tengo idea." Me apresuré a tranquilizarlo. “Está bien, Danny. No es inusual que este tipo de cosas sea un misterio.“ misterio.“ Me devolvió mi sonrisa, incluso mientras sus manos frotaban sus muslos nerviosamente. “Así que, dime esto. ¿Ha cambiado algo en tu dieta recientemente?” recientemente? ” Se encogió de hombros. “ No, como más o menos lo mismo. Estoy comiendo un poco menos porque no quiero estar corriendo al baño todo el tiempo, sin embargo. Tal vez por eso estoy perdiendo peso.“ peso.“ “Hmm, podría ser. Así que estás comiendo ...?” ...? ” “Bueno, hamburguesas, carne asada. Mi esposa me tiene pollo tres veces a la semana. Dice que es más saludable.“ saludable. “ “Y verduras?” verduras?” Fruncí el ceño ligeramente. “Oh, claro, claro. Papas y guisantes y cosas. Zanahorias. Z anahorias.”” Él se movió incómodo.

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Sonreí de nuevo mientras revisaba para asegurarme de que el blanco de sus ojos estaban claros. “Entonces, nunca has tenido una reacción a cualquiera de estos alimentos antes, ¿verdad?” ¿verdad?” Él jugueteó con los lazos delanteros de su bata. "No, no. He estado comiendo de esta manera toda mi vida.“ vida.“ Suspiré, mentalmente descartando intestino irritable. Hice una nota en la plantilla. El siguiente en la lista. Edulcorantes artificiales. “Dices que has estado tratando de bajar de peso. ¿Has estado comiendo algún alimento dietético? Refrescos de dieta?” dieta? ” “Dios, no.” no.” Él se rió entre dientes, seriamente divertido por la pregunta. “Le dije a Anna que de ninguna manera en esos. Odio los refrescos de dieta. Saben cómo a medicina para mí.“ mí. “ “ Ninguna dieta o dulces sin azúcar?” azúcar?” Lo observé de cerca. Sacudió la cabeza. “ No soy mucho de dulces de cualquier tipo, Doc. Me como una barra de nuez de vez en cuando, pero no mucho dulce en absoluto.“ absoluto.“ Hice una anotación descartando una reacción al azúcar y alcohol. Estas preguntas eran para determinar si la diarrea estaba en la categoría de acuosa, grasa o inflamatoria, ya que cada una tenía su propio plan de tratamiento. Hasta aquí todo bien. Siguiente, relaciones sexuales. “ No te enojes por esto, pero tengo que preguntar. Tú y Anna tienen una vida sexual normal, ¿verdad? Quiero decir, no hay juego anal, ni nada como co mo eso?” eso?” Ambos nos sonrojamos mientras esperaba su respuesta. “Dios, no, Doc. Soy bastante anticuado cuando se trata de, ya sabe, sexo.“ sexo. “ “Por lo tanto, no hay contacto con otros hombres tampoco?” tampoco? ” Él me miró horrorizado. Marque el recuadro con ‘no’ y continué continu é rápidamente. “¿El “¿El pan te molesta? O cereal?,” cereal?,” Pregunté, cruzando las piernas y poniendo el portapapeles en la rodilla. Lo estudié mientras él respondía. “ No lo creo,” creo,” respondió pensativo. “Aunque parece que todo lo que como hace esto, Doc. Incluso probé con algunos de esos medicamentos como Pepto y esa en el mostrador imodium. Ni siquiera lo toqué,“ toqué, “ agregó. Hice otra nota. “Duele, también, ¿no? Los gases y la inflamación?” inflamación? ”

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"Bueno sí. Y mi trasero está en carne viva, además. Es simplemente horrible,“ horrible, “ admitió. "Horrible." Lo estudié de nuevo. Estos síntomas eran demasiado pronto para ser algo así como amiloidosis, y él no estaba presentando ninguno de los otros síntomas. Era un paciente regular y sus puntos de referencia todos habían sido normales antes de esto, por lo que probablemente no había nada congénito. Siempre había estado limpio de enfermedades de transmisión sexual y el VIH, y no había estado fuera del país. Verifiqué. “ No ha estado en ningún crucero, ¿verdad? O fuera del estado?” estado?” “ No.” No.” Él extendió las manos otra vez, mostrando su impotencia. Asentí y continué estudiándolo con mis ojos. Se retorció bajo mi escrutinio, pero me di cuenta que era malestar. Sin evasión. Miré de nuevo a la lista. Los parásitos eran los siguientes. Traté de retroceder mentalmente, una herramienta de diagnóstico que Richard me había enseñado. ‘Mira el panorama general,’ general, ’ me lo había dicho a menudo. ‘Es crucial para la medicina familiar.’ familiar. ’ Se hizo el silencio mientras dejaba que mi mente vagara a través de la vida de Danny. “Anna me dijo hace un par de meses que habías estado fuera. En un viaje de caza.“ caza. “ El asintió. "Oh, si. Los chicos y yo subimos al pequeño Tombigbee cada otoño. Hay un rancho que nos gusta allí. Siempre venimos a casa con un ciervo o dos.“ dos.“ “Algún castor?” castor?” Me incliné hacia delante y apoyé la barbilla en la palma de la mano. “Randy Coltraine consiguió uno allí un año, pero no he atrapado ninguno. No puedo verme yendo detrás para matar castores. Sólo sigo los ciervos, a veces ardillas,“ ardillas,“ respondió indignado. “Y cocinas la carne hasta el final antes de comer algo de eso, ¿verdad?” ¿verdad? ” “Sí, señora, Doc. Mi papá me advirtió acerca de eso. Él dice que algunos animales salvajes tienen enfermedades en la sangre. Es por eso que drenamos a los ciervos hasta lo último también.” también.” Su tono era orgulloso. “¿Qué “¿Qué hay del pescado? Lo cocinas bien hecho?” hecho? ” "Sí, señora. No me interesa mucho ese sushi.” sushi. ” Él me sonrió, y yo le devolví la sonrisa mientras algo me molestaba en el fondo de mi mente. Miré hacia abajo en la hoja. Me puse de pie lentamente y puse a un lado el portapapeles.

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“Bueno, Danny, vamos a echarte una rápida revisada,” revisada, ” le dije mientras me ponía los guantes. Lentamente palpé su abdomen para asegurarme de que no había masas. Revisé su sistema linfático. Todo su sistema estaba definitivamente irritado, pero todavía parecía estar en buena forma. Decidí no someterlo a la vergüenza de un examen rectal o muestra de heces. “Muy bien, mi amigo.” amigo.” Lo ayudé a sentarse, notando la temblorosa debilidad de sus brazos. Me quité los guantes y volví a sentarme. Hice una entrada sobre la hoja de diagnóstico de diarrea y luego saqué esa hoja superior del portapapeles. Coloqué la hoja en su carpeta antes de echarme hacia atrás y me dirigí a él. “Tienes que prometerme una cosa.” cosa. ” Sus cejas se alzaron. “Sí, Doc?” Doc?” “Que siempre, en serio siempre, empaques suficiente agua embotellada para todo el viaje. No habrá absolutamente ninguna bebida de agua de río o arroyo y no lavar ningún alimento allí tampoco. Y tienes que decirle a todos tus amigos de caza y pesca sobre eso.“ eso. “ “Sí, sí, lo haré. ¿Pero por qué? ¿Qué hay de malo en el agua del río? r ío?”” Abrí un cajón en mi mesa de trabajo y hurgué. Saqué un folleto y lo abrí. Me puse de pie y se lo mostré. “Ves este pequeño desgraciado aquí? Creo que este es tu nuevo mejor amigo, Giardia lamblia. Vive por todas partes y especialmente en el agua alrededor del castor. A veces esta inactiva, en pequeños huevos, quistes. Cuando éstos entran en un cuerpo cálido y agradable como el tuyo, eclosionan y causan todo tipo de estragos. O puedes haber ingerido a uno de los pequeños nadadores en el agua y procedió a reproducirse dentro de ti.“ ti. “ Alzó los ojos y me miró con una expresión de asombroso disgusto en su rostro. “Estas ... estas cosas están viviendo en mí?” mí? ” Asentí tristemente. “Un gran grupo de ellos, por ahora. Si se tratara de una infección leve, tu cuerpo lo habría rechazado para este momento. El tuyo es bastante, bueno, bue no, persistente.“ persistente.“ Un terror desdichado cruzó su rostro. “Tienes que sacarlos, Doc. ¿Puedes hacerlo, verdad?" Le di unas palmaditas en el hombro. “Relájate, Danny. No hay necesidad de ponerse molesto por eso. Eso — Eso — " " Un suave golpe sonó en la puerta. Ella asomó la cabeza. “Doctora Maddie, lamento molestar, pero Connie Wells está esperando afuera por estos estos escritos. Puede firmarlos por mí?” mí?” “Ya regreso, Danny,” Danny,” dije mientras sacaba suavemente el folleto de sus manos crispadas. Entré en el pasillo.

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“Está bien Danny?,” Danny?,” Ella preguntó, sus ojos buscando mi cara mientras firmé los medicamentos regulares para la presión arterial de Connie. “Recuérdale que es sólo por un mes y hazle una cita para venir para la renovación. Danny está bien. Es infección por Giardia. Detectada algo a tiempo, por lo que será capaz de lidiarlo con éxito. Puedes imprimir algunas cosas genéricas de la web para él? Asegúrate de que no sea nada demasiado desagradable. Está un poco asustado. Pero su esposa necesita saber cómo evitar ser infectada, si no está ya.“ ya. “ Le di la impresión de la receta distraídamente mientras me daba la vuelta, y mi mano rozó su suave y firme pecho. Una inesperada sacudida pasó a través de mi cuerpo y electrificó la tierna carne entre mis piernas. Sé que me sonrojé cuatro tonos de color carmesí. Estaba a punto de murmurar una disculpa, pero me dio las gracias despreocupadamente y se dirigió por el pasillo. Me quedé con la mano en el pomo de la puerta durante unos segundos calmándome antes de volver a entrar en la sala de examen. Respiré hondo y una sonreí tranquilizadoramente. “Entonces, Danny, lo que vamos a hacer es darte una receta. Este medicamento debe sacar y matar a todos los parásitos. Tendrás que tomarlo cada doce horas durante unos diez días.” días. ” Saqué mi viejo bloc de recetas y empecé a escribir. “Lo peor de todo esto es que no puedes beber absolutamente nada de alcohol durante diez días, ni siquiera una cerveza.” cerveza. ” Lo miré de reojo. "¿Puedes hacer eso?" Él parecía ansioso. “Claro, claro, puedo, Doc. Si va a matar a esas cosas. Oh, sí, seguro que puedo.“ puedo.“ “De acuerdo, bien. Tengo a Ella imprimiendo algunas cosas para ti y Anna.” Anna. ” Me di vuelta y lo miré directamente. “Ella puede tener esto, ya sabes, por lo que tienes que tener mucho cuidado por un tiempo, especialmente porque vas a expulsar los quistes. La mayoría estarán muertos pero, bueno, sólo tenemos que ser muy cuidadosos. Lavarte las manos mucho, y usa lejía para limpiar el inodoro todos los días. Nos vemos aquí dentro de dos semanas, y veremos dónde estamos entonces, ¿de acuerdo?” acuerdo? ” Me levanté y estreché su mano de nuevo. “Vístete ahora y dirígete al frente. Tendré tu historial ahí.“ ahí. “ Cerré la puerta en sus profusas gracias y corrí a mi oficina. Puse su carpeta en mi escritorio y entré en mi cuarto de baño. Me lavé las manos lentamente, disfrutando de la pulcra sensación del jabón en mis manos. Imaginé que era el suave pecho de Ella que estaba tocando, y mi respiración se profundizó cuando mi cuerpo se volvió totalmente excitado. Cerré el agua y enterré mi cara en un montón de toallas de papel.

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Capítulo Ocho Ella

“Dios, voy a extrañarla,” extrañarla, ” Sandy dijo. La miré con sorpresa, pero tuve que estar de acuerdo. Acabábamos de ayudar a subir a Abby en el coche de su madre, y ambas sentíamos la tristeza por su evidente declive. Era un contorno frágil de lo que había sido antes. Su incapacidad para comer la habían llevado a ella y a su madre a ver a la doctora Maddie, y su delgadez le había dado un tono translúcido. La triste salida de Abby y Caroline nos dijo demasiado. La doctora Maddie se quedó en el mostrador de recepción, tomando notas en un archivo. Ella me miró brevemente, y vi que tenía los ojos enrojecidos. La compasión se inflamó dentro de mí, puse mi mano en su espalda por un puñado de segundos mientras seguía a Sandy a nuestros puestos en el mostrador de recepción. Sentí que su espalda se ponía rígida y rápidamente quité mi mano, preocupada de que mi toque había sido demasiado familiar. Había disfrutado de la breve conexión, deseando que pudiera haber durado más tiempo. Tomé asiento entre Sandy y la doctora Maddie, pero justo cuando me senté, hubo una conmoción en la puerta exterior. “Oh, Dios, Doc, tienes que ayudarlo,” ayudarlo, ” Blazeon Hughes gritó mientras jalaba de su hijo, Chris, a través de la puerta. Incluso detrás del cristal, pude ver la sangre oscureciendo la camiseta alrededor de su abdomen. La doctora Maddie saltó a la acción y corrió hacia la sala de espera. “Levanta sus piernas,” piernas,” ella gritó, haciendo que Blazeon retrocediera y obedeciera. Mientras un trío de pacientes horrorizados observaba, la doctora Maddie levantó a Chris debajo de los brazos y se movieron los tres por el pasillo interior hasta la sala de examen más cercana. Sandy y yo los seguimos, y Sandy se puso a trabajar, utilizando tijeras quirúrgicas para cortar la camiseta de Chris. Tomé a Blazeon por los hombros y la llevé a un rincón fuera del camino de la habitación. Ella respiraba con dificultad, sollozando, su respiración un fuerte gruñido de sonido. “Oh, Cristo!” Cristo!” La doctora Maddie murmuró al ver la herida. “¿Qué “¿Qué diablos pasó, Blazeon?” Blazeon?” “Fue apuñalado,” apuñalado,” ella gritó, llorando. “Puedo ver eso,” eso,” la doctora Maddie dijo con sarcasmo poco característico. “Ella, llama a un transporte. Él tiene que ser ingresado.“ ingresado. “ Asentí con la cabeza y saqué mi celular de mi bolsillo.

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Chris estaba agitando los brazos, flotando en el borde de la conciencia. La doctora Maddie eludió su alcance, alcanzó un gabinete superior y sacó un kit quirúrgico. Sandy limpió el abdomen con grandes cuadrados de gasa quirúrgica para limpiar parte de la sangre y luego empapó el área con una solución de yodo de color marrón oscuro. La doctora Maddie abrió el kit, se puso los guantes de nitrilo y abrió un pequeño kit de sutura. Blazeon gimió, y traté de tener mis brazos a su alrededor. Era una mujer alta, grande, formidable para intentar sostenerla. “Shh, vamos a ayudarlo,” ayudarlo,” dije. La doctora Maddie observó en la herida y luego extendió el hilo quirúrgico con una pinza hemostática dentro de la aguja curva. “Pásame la benzocaína,” benzocaína,” le dijo a Sandy. Sandy cogió la jeringa ya preparada de un gabinete superior y se la pasó a la doctora Maddie. La Doc miró a la cara de Chris y luego insertó el agente anestésico en varios puntos alrededor de las tres heridas de aspecto desagradable. Me estremecí, sorprendida de nuevo por las cosas que Maddie podía hacer en el curso de su trabajo. Mientras la veíamos, examinó las heridas de cerca de nuevo y luego lentamente las suturó cada una. En la más baja, la más cercana a la cintura, cosió dos capas de tejido antes de insertar un pedazo de tubo rosado de goma del kit y flojamente coserlo como un desagüe. Con un último corte de las tijeras, se echó hacia atrás y enderezó la espalda. “Bueno,” Bueno,” dijo. “Creo que esto bastará, si le dan una ronda de antibióticos por vía intravenosa y un montón de tiempo para sanar. Sandy, haz que se sienta cómodo hasta que llegue la ambulancia.“ ambulancia. “ Giró esos ojos marrones sobre Blazeon mientras se quitaba los guantes. "¡Tú! Ven conmigo." Chris se quejó fuerte. "No, no. No puedo dejarlo,“ dejarlo,“ Blazeon dijo, luchando de nuevo hacia la mesa de examen. Sandy, que estaba cubriendo a Chris con una manta, lo calmó. Traté de agarrar a Blazeon y sacarla de la sala. La doctora Maddie tomó el brazo de Blazeon, y juntas batallamos para llevarla a la oficina de la doctora. Me apoyé contra la pared junto a la puerta, jadeando, mientras la doctora Maddie empujó suavemente a Blazeon en una silla. Se sentó detrás de su escritorio y suspiró. “Muy bien, Blazeon, dime lo que pasó.” pasó. ” Blazeon levantó su camisa de poliéster floreada y la presionó contra sus ojos. La doctora Maddie le entregó un pañuelo, y ella lo usó para sonarse la nariz. “Los oí pelear en el dormitorio. Fue sobre esa chica Lynette. Ambos muchachos han estado detrás de esa chica, y yo les dije que no era buena. Pero ellos escucharon? Hum!” Hum!” Un pesado ceño fruncido se posó en sus marcados rasgos. Un breve silencio. 27



“¿Cree “¿Cree que estará bien, doctora?” doctora? ” Ella ahora había cambiado de táctica y estaba suplicando y temerosa. “Sí, creo que sí. Así que alguien lo apuñaló mientras peleaban? ¿Quién fue?" Para mi sorpresa, Blazeon comenzó a llorar, balanceándose adelante y atrás, como lamentándose en un funeral. Miré a la doctora Maddie, y nuestros ojos se encontraron. Por un momento, el dolor de la madre cayó en un fondo muy débil mientras me sentí atrapada por completo en la mirada de Maddie. En ese breve momento de conexión, no existía nada más excepto la una a la otra y la energía entre nosotras. Vi sus ojos ensanchándose con la misma comprensión, y tenía tantas ganas de ir hacia ella. Como si escuchara la misma señal silenciosa, bajamos nuestros ojos. “¿Quién “¿Quién fue, Blazeon?,” Blazeon?,” ella dijo con firmeza. “Por favor, doctora, no lo arresten. Es el hijo de mi hermana Fiercey. Él es un buen chico. Un buen chico. Sé que no pretendía lastimar a Chris, sólo ...” ...” Ella cerró los párpados, y las lágrimas cayeron en cascada a lo largo de sus mejillas. “El apuñaló a Chris con la propia navaja de mi hijo que su papá le dio por Navidad.” Navidad. ” La doctora Maddie juntó cuidadosamente sus dedos debajo de la barbilla. Ella observó a la mujer con tristeza. “Sabes que estoy obligada a informar de cualquier puñalada o disparo, Blazeon. Es la ley aquí en Alabama. Lo siento." Blazeon se secó la cara otra vez, pero se enderezó en la silla. “Lo sé,” sé,” dijo. “Dios, lo sé.” sé.” Oí voces en el pasillo y salí por la puerta, confiando en que Blazeon se mantendría tranquila. La ambulancia de transporte había llegado, por lo que los lleve a la sala de examen. Pronto tuvieron a Chris en una camilla, y di un golpecito en la puerta de la oficina de la doctora. “Blazeon? Están listos. Supongo que quieres seguirlos al hospital?” hospital? ” Blazeon se levantó de un salto. "¡Sí! Oh, Dios mío. Me acabo de acordar. Dejé mi coche en marcha enfrente!” enfrente!” Se apresuró a salir de la habitación, y la doctora Maddie levantó las cejas en cuestión. Me encogí de hombros. “¿Estás “¿Estás bien, Maddie?,” Maddie?,” Le pregunté en voz baja. Me acerqué a su escritorio. “Ha sido un día duro.” duro.” "Sí. Vaya manera de terminar la semana, “ dijo, sus dedos volteando en el borde de su calendario de escritorio. Ella me miró. “¿Estás “¿Estás bien?” bien?”

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Sonreí para ponerla a gusto. "Oh si. Me alegro de que Chris estará bien.“ bien. “ Ella me estudió un momento, sus ojos castaños ilegibles. "Yo también. Odio que tenga que informar de ello, sin embargo. Estúpidos niños.“ niños. “ Asentí con la cabeza y respiré hondo. “Supongo que iré a limpiar la sala de examen uno. Llama si me necesitas.“ necesitas. “ Maddie dijo mi nombre y, de espaldas a ella, cerré los ojos para saborear el sonido. “¿Sí?, “¿Sí?,”” Le dije mientras me giraba. “¿Está “¿Está bien si te recojo en tu casa el Domingo? Sobre las once? Podemos parar para un bocado en el camino. Es Tropical Towers, ¿cierto?” ¿cierto?” Parpadeé. Oh Dios mío. “S — sí. sí. Eso sería perfecto. Apartamento 110.“ 110. “ Se hizo el silencio, pero no sentí la necesidad de llenarlo. En cambio, le sonreí y salí de la habitación.

Capítulo Nueve Maddie

El Instituto de Cuidado de Ancianos del condado de Baldwin estaba ubicado en el lado este de la ciudad, situado de tal manera que los residentes podían ver la cala del océano cuando se relajaban en el patio protegido. Mi madre se sentaba en este patio el Sábado por la mañana, pero no estaba segura de d e si disfrutaba o no de la vista. Me quedé en la puerta unos minutos estudiándola. Nunca supe de una semana a la siguiente, donde su estado de ánimo o la memoria nos llevaría, así que me estaba preparando mentalmente. No era una tarea fácil siempre esperar lo inesperado cuando se trata de tu madre. Otros dos residentes estaban disfrutando del patio, y me miraron con curiosidad. Asentí y les sonreí mientras me acercaba a mi madre. Hola, Mami, como estas?” Dije

en mi español un poco oxidado. No me incliné para besarla o tocarla, aunque quería hacerlo. En cambio, me senté frente a ella y me froté las manos contra mis rodillas vestidas de mezclilla. La miré de cerca y vi sus ojos apagados, a menudo en blanco alegrarse un poco. Ella empezó a hablar, y la tristeza me llenó. Su español se había deteriorado a medida que su Alzheimer progresaba, y muchas veces no podía entenderla. Le canturreé en Inglés, esperando que respondiera de la misma manera.

“

“ Mami, ¿estás bien? ¿Te sientes bien?” bien? ”

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“La comida es mala, malo,” escupió en un acento muy marcado. “Por qué no pueden mover las persianas para dejar entrar el sol para calentarlo?” calentarlo? ” Calentar la comida? Lo dudaba. “¿Estás “¿Estás segura, Mami? O es la luz del sol para ti? ” Esperé mucho tiempo, pero no hubo respuesta. Empecé a hablar, contándole de mi semana. Nuestras visitas por lo general eran de esta e sta manera. La mayor parte de sus divagaciones en estos días no tenía mucho sentido, y en vez de tratar de interpretar, lo cual era frustrante en el mejor de los casos, me desahogaba tanto como lo hice cuando era niña. niñ a. En aquel entonces, me metería en su regazo por las tardes cuando mi tarea estuviera terminada y le hablaría de los problemas de mi día. Había sido comprensiva entonces, incluso empática, y siempre me había sentido completa de nuevo al salir de su lado. Esos días se habían ido, lo sabía, pero aún así ... ella era mi Mami. Mientras hablaba, me acerqué más y, finalmente tomé su mano en la mía, acariciándola con el pulgar. Ella lo permitió, lo cual me gustó mucho. Yo era cautelosa, sabiendo que una de las consecuencia de su enfermedad era que sus estados de ánimo podrían cambiar de repente. Ella podría retirarse internamente por completo, o con frecuencia se enojaba y se ponía paranoica, y esos días me dejaban dolorosamente agotada. Hoy era agradable, sosteniendo su mano y compartiendo mi vida con ella. “Ella no está realmente mejor,” mejor,” le dije a mi tía Florida sólo dos do s horas más tarde. “Pero no está peor, por lo cual supongo que podemos estar agradecidos.” agradecidos.” La casa de la tía Florida se encuentra a veinte millas al oeste de Maypearl en un pequeño rincón del pantano de Alabama. Me había quedado con ella un par de semanas durante el verano, mientras todavía estaba en la escuela. Y aunque no había estado allí demasiadas veces o por un período largo, la pequeña casa de vigas y pilares que ella y el tío Thomas había compartido durante cuarenta años se sentía como en casa. Especialmente ahora que el tío Thomas y mi padre, su hermano, habían fallecido y mi madre había sido trasladada de nuestro hogar original en Nueva York. La tía Florida, que había ganado en cintura durante los años posteriores a la muerte del tío Thomas, se sentó en una chirriante silla de cocina y colocó un vaso de té helado delante de ella sobre la mesa esmaltada. “Y sabes que no se pondrá mejor, Corinthia.” Corinthia. ” Sonreí por la ventana de la cocina. No importa cuántas veces le había pedido que me llamara por mi apodo, seguía utilizando ut ilizando mi nombre de pila, diciendo que era demasiado bonito para no usarlo. Recordé de pronto cómo mi madre había dicho ese nombre, con su inflexión particular, y mis entrañas se retorcieron retorcieron con la pérdida. “Lo sé, Tía,” dije con un suspiro mientras me sentaba en la mesa. Levanté mi té y tomé un sorbo. A ella le gustaba dulce, y fue un cambio agradable del té helado sin azúcar que usualmente bebía.

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“¿Te “¿Te dije que Esme de la iglesia fue a visitarla? Le contó a tu mamá un chiste e incluso consiguió una sonrisa de ella.“ ella. “ “¿De “¿De verdad?” verdad?” Estaba impresionada. “Debe haber sido un buen chiste.” chiste. ” “Sí, algo acerca de un pavo cruzando un camino para demostrar que no era gallina.” gallina. ” Yo sonreí. “Oh, Dios.” Dios.” Nos quedamos en silencio, perdidas en nuestros propios pensamientos. El pantano nos envolvió en un cálido capullo de sonido y movimiento. Las ranas de verano practicaban en varios cuartetos vocales afuera de las ventanas abiertas. Siempre comprendí por qué Florida se quedó en esta casa, a pesar de que ahora estaba sola y podía ir a cualquier lugar. Yo tenía primos casados en Mississippi. Ella podría haber ido allí para estar más cerca de sus nietos. Creo que las misteriosas calas del pantano la mantuvieron, y a muchos otros, cautiva. “Sabes,” Sabes,” dije finalmente. “Esa es la peor parte. Pensando que ella podría estar allí. Simplemente atrapada de alguna manera. Sin poder responder. Eso es desgarrador para mí.“ mí.“ Florida me miró con curiosidad. “Y yo que pensaba que tenías un título de médico,” médico,” se burló. “Oye, no me des esa basura. Ninguno de nosotros sabe lo que hace ha ce el plegamiento de proteínas en el cerebro. Todo tipo de cosas podrían estar pasando en su su cerebro.“ cerebro.“ “Hum!” Hum!” Florida alzó una ceja y levantó su vaso. “Así que dime, cómo esa chica nueva está funcionando para ti?” ti? ” Me atraganté con mi propia saliva y tosí hasta que las lágrimas brotaron. “Ella? Ella está... es buena.“ buena.“ Florida se echó a reír, una risa profunda, ondulante que se hinchó desde el interior y salió para resonar en la habitación. “Aw, demonios, lo tienes taaan mal. Qué diablos vas a hacer contigo misma?” misma? ” Probé con la indignación. “¿Qué “¿Qué quieres decir?” decir? ” Ella sólo me miró, sus ojos azules brillando con diversión. La cabeza inclinada hacia un lado, y los dedos de su mano derecha escogiendo las cutículas de la izquierda. “Sí,” Sí,” concedí. “Pero nada puede salir de ahí. Te lo dije, ella trabaja para mí.“ mí. “ “Bueno, eso es fácil,” fácil,” ella aconsejó, inclinándose hacia mí. “Despídela y luego sal con ella.” ella. ” “Haces que parezca fácil,” fácil, ” dije con melancolía.

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“Puede ser.” ser.” Se echó hacia atrás de nuevo. “Tengo que hablar en una conferencia en Dothan el Lunes,” Lunes,” dije. La tía Florida, solía rodar con mis cambios dispares en la conversación, asintió con estímulo. Solté la información. “Sandy suele ir conmigo, pero no puede. Así que Ella va.” va.” Alcé los ojos hacia ella. Estaba segura de que podía ver lo desgarrada de sgarrada que estaba. “Bueno, bueno,” bueno,” murmuró. “¿Vas “¿Vas a estar bien?” bien? ” “Sí.” Sí.” Suspiré y practiqué armarme de valor. “Soy una profesional y pienso actuar como tal.” tal. ” “Sí.” Sí.” Ella suspiró fuerte. “Ese viejo camino al infierno está simplemente pavimentado con buenas intenciones.” intenciones.”

Capítulo Diez Ella

Por suerte, había asistido a muchas conferencias durante varios cursos de formación, y que significaba que sabía cómo vestirme — vestirme — un un montón de capas para poder pelarlas mientras las temperaturas variaban. A veces los hoteles eran brutalmente fríos, y algunas veces otros eran más como un sauna. Sabía exactamente qué esperar afuera del hotel. Eso fue fácil: vapor y más vapor. También sabía que una chaqueta elegante sobre cualquier cosa podría vestir para los negocios — negocios — bueno, bueno, casual de negocios, por lo menos — menos — y y podría ser quitada afuera o si las salas de conferencias eran calurosas. Me paré frente a mi armario y examiné el contenido. Era aburrido, pero tenía algunas buenas piezas, estándares que serían aceptables. La mayoría de ellas no había sido usadas mucho, porque eran en su mayoría trajes comprados para una ocasión específica. Había pasado los últimos tres años usando alguna variación en cosas de ropa de hospital o jeans y blusas casuales. No me había arreglado mucho. Con un suspiro, levanté mi smartphone y llamé a mi hermana. Ella era una fashionista y sin duda sería capaz de ayudar. “Soy yo,” yo,” dije cuando contestó. “¿Cómo “¿Cómo te trata la vida, El?” Su tono siempre era agradable y acogedor. Ella había sido mi ancla y partidaria cuando mis padres me habían causado dolor por mis decisiones de vida. “Bien, aunque la doctora todavía se resiste a mis avances,” avances, ” dije en tono de broma.

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"¡Avances! Me meo. Te dije que tienes que decirle cómo te sientes. No todo el mundo es tan lista como tú, sabes. Tal vez ella es simplemente obtusa y no está captando ninguno de tus astutos movimientos.“ movimientos. “ Me reí. Lista — Lista — oh, oh, sí. “Así que, adivina que voy a hacer mañana.” mañana. ” Masticó fuertemente un momento. Apio y mantequilla de maní — era era su debilidad. “Ummm, remar en el pantano de nuevo?” nuevo? ” "Oh diablos, no. Los mosquitos casi me llevaron ese día. d ía. El DEET (Repelente de insectos) les impidió picar, pero oh hombre, ellos me querían.“ querían. “ Jess rió en voz alta. “Supongo que aprendiste una valiosa lección.” lección. ” "Supongo que sí. Entre los insectos y los caimanes, simplemente no debemos suponer estar allí en el remanso. Es un mundo diferente.“ diferente. “ “Sabes, Brian estuvo allá en Alabama en un trabajo una vez. Estaba tan contento de volver a casa a Virginia.“ Virginia. “ “Como Virginia tiene mucho que ofrecer,” ofrecer, ” Me burlé. Había estado en Virginia. Era verde, boscoso y bonito, pero el suroeste de Virginia, simplemente simplemente no me encajo de alguna manera. “Sí, bueno, tiene a mi esposo y mis dos hijos. Suficientemente bueno para mi." “¿Cómo “¿Cómo están los niños?” niños? ” Shane tenía catorce años ahora, un joven atleta fortachón, y su hermana menor, Westie, era de un tipo tímida, estudiosa. "Ellos están bien. Las calificaciones de Shane finalmente subieron de nuevo. Ahora, dime que estás haciendo mañana.“ mañana.“ “Voy a Dothan, Alabama con la doctora Maddie. Sólo nosotras dos." Un prolongado silencio creció entre nosotras. “Jess?,” Jess?,” pregunté. "Ustedes dos. Juntas?” Juntas? ” Su tono era de incredulidad. “Sí, imagínate.” imagínate.” Había mucho que decir, así que dije muy poco. “Ella, que ... que crees — crees — ? Quiero decir — decir — " " Negué con la cabeza, aunque sabía que no podía verme. "No. Esto no cambia el hecho de que trabajo para ella. Conozco su carácter, Jess. Ella nunca rompería la ética. Ni siquiera por amor. Es sólo mi suposición.“ suposición. “

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“Tienes que dejar ese trabajo, Ella. Tienes tu certificado de MA y puedes conseguir un trabajo en cualquier lugar.“ lugar.“ Me clavé los dedos en el cuero cabelludo. "Lo sé. ¡Lo sé! Es que ... no quiero estar lejos de ella ahora,” ahora,” admití. La oí suspirar. “Lo siento por ti, El. Ojalá hubiera respuestas más fáciles para ti.“ ti. “ Cambié de tema. “Escucha, la razón por la que te llamé es que estoy empacando y necesito tu consejo.” consejo.” “Ahh, Quieres verte toda arreglada para la doctora,” doctora, ” bromeó. "Buena idea. Hacerla sufrir por sus elevados principios.“ principios. “ Me reí. “Sólo quiero verme bien, Jess. Quiero sentirme orgullosa.“ orgullosa. “ “Bueno, empieza con lo básico. Es verano, así que necesitas algún pantalón de lino —” lino —” “Whoa! Ve más despacio. Vamos a hacer esto un elemento a la vez.” vez. ” Me giré de nuevo al armario. Pasamos los siguientes cuarenta minutos discutiendo detalles de vestimenta, todo desde mi mejor color, hasta emparejar, hasta combinaciones alternativas. Mi hermana era increíble. Tenía una afinidad natural, a través de un gran interés, en las últimas tendencias de la moda. Incluso ayudó a nuestra madre y nuestra hermana menor, Barbie, a elegir sus vestuarios anuales. Miré hacia la cama, en la ropa muy bien organizada. Fue una selección tranquila, más clásica que moderna, pero eso era de lo que se trataba. “Hermana, eres demasiado buena para mí,” mí, ” dije. “Esto se ve muy bien.” bien. ” "Genial. Mira, Westie me está mirando con mala cara, así que me voy. Puedes llamarme más tarde si piensas en cualquier otra pregunta.“ pregunta. “ "Oh, no. Todo esto está bien. Es sólo por unos días, pero voy a parecer como de un millón de dólares.“ dólares.“ “Bueno, asegúrate de que tu doctora Maddie te note y de lo bien que te ves.” ves. ” Me despedí y levante una camisa de noche con incrustaciones de plata mientras me admiraba en el espejo. El azul oscuro hizo juego con mi pelo rubio y profundizó el azul verdoso de mis ojos. Sonreí. Mi doctora Maddie. Tal vez un día ella realmente sea mía.

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Capítulo Once Maddie

El complejo de apartamentos donde vivía Ella era atractivo. El complejo de apartamentos donde yo había vivido en Cottonwood Street había sido austero en comparación, y había pensado que era más que suficiente. Tropical Towers era exuberante con plantas que pueden crecer sólo en el templado sur. Fragantes buganvilias en tonos brillantes de rosa, borgoña y color pastel teñido, sus pistilos de estrellas blancas sobresaliendo imprudentemente, se desbocaban por todas partes aquí. Un trío de enormes árboles de magnolia ofreció algunas descoloridas flores para saludar el verano, pero su olor era rico y embriagador. Inhalé y contuve la respiración, volviéndome mareada, embriagada por la hermosa fragancia. Estudiando la yuca bien colocada, el pasto gramíneo y las plantas perennes me hicieron preguntarme por el personal de jardines que este negocio debe emplear. Me alegré de que Ella viviera aquí. Esto le convenía. Se merecía tal belleza diaria. Me acerqué a su apartamento de planta baja y abrí la contrapuerta. Me encontré mirando un pequeño conejo de peluche, atado alrededor de la barriga con una cinta de color verde brillante y unido a la aldaba. Sonreí. La expresión en la cara del conejito era cómica. Parecía mirarme con astucia con su mirar de lado de sus ojos verdes y una boca abierta, risueña. Había un sorprendente mechón de pelo blanco entre las orejas erguidas. Toqué la nariz triangular rosada justo cuando la puerta se abrió. “Estás aquí!” aquí!” Dijo en voz baja. Sonreí. “Bonito conejito. Si, estoy aquí." “Yo ... no estaba segura. Julio a veces me dice que la gente está aquí cuando no lo está. Creo que se lo imagina,“ imagina, “ dijo. Luego añadió una ocurrencia tardía. “El conejito es un regalo de mi sobrina, Westie. Su nombre, el nombre del conejito, es O'Malley.“ O'Malley. “ “O'Malley?” O'Malley?” Alcé una ceja. "Sí. Ella es irlandesa. O eso dijo Westie.“ Westie. “ Sus mejillas se habían sonrojado, y pensé que era adorable. “¿Dónde “¿Dónde están mis modales? Entra, por favor,“ favor, “ dijo, haciéndome gestos y haciéndose a un lado. La sala delantera era un cómodo cuadro de piezas de muebles de segunda mano rescatados y amorosamente posicionados. Pesadas cortinas sestaban cerradas la mayor parte del camino a través de la gran ventana delantera, pero la iluminación cálida, empotrada hacía resplandecer la habitación.

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“Sólo será un minuto,” minuto,” Ella dijo. "Lo prometo. Sé que tenemos prisa.“ prisa. “ “ No tanto,” tanto,” le dije retrocediendo. Un cuerpo caliente, pesado pe sado golpeó contra mi pantorrilla. Miré hacia abajo y vi una enorme masa de pelaje negro y gris moviéndose. Un instante después, estaba mirando dos grandes ojos dorados, llenos de indiferente curiosidad. "Bueno, hola. Debes ser Julio,” Julio, ” dije. Él apoyó la cabeza contra mis piernas, y me senté en el sofá que estaba más cerca de mí. Palmeé el cojín y él obedientemente saltó. De niña, me encantaban los gatos — todos los animales — y siempre había tenido al menos una mascota. Había dejado a mi gata, Sprite, con mi mamá y papá cuando me fui a la universidad, y ella había muerto de cáncer durante mi tercer año en la escuela de medicina. Esa había sido mi última mascota, porque realmente creía que trabajar las horas que trabajaba no sería justo para un chico peludo. Prodigué amor en Julio. Él disfrutó de ello como si fuera su deber como un gato del templo, su fuerte ronroneo llenando la pequeña habitación. “Entonces, ustedes dos se ven cómodos,” cómodos,” Ella dijo mientras entraba en la habitación. Ella se echó a reír, con los brazos en jarras. Me tuve que reír también. “Claro está que va a ser difícil dejar a este hermoso bebé. ” “Dímelo a mí.” mí.” Se acercó y se sentó en el sofá al lado de Julio. Le rascó debajo de la barbilla, y él se incrustaba en su pecho con la cabeza. Envidié el hecho. “Te voy a echar de menos, nene,” nene,” ella canturreó mientras tiraba de él con fuerza. Él permitió el abrazo, y me di cuenta de que sabía que su madre lo estaba dejando. Ella se levantó y lo llevó a la pequeña cocina a la derecha. “Tu comida está aquí, y le he dejado una nota a Sandy con toda la información que necesitará. Ella cuidará bien de ti.“ ti. “ Julio maulló fuerte y se escapó de sus brazos para volver a mí. Me puse de pie y me encogí de hombros. “ No me culpes, Julio. El trabajo es el trabajo, trabajo,““ le dije. Él maulló en respuesta y se alejó con altivez, por un largo pasillo que asumí llevaba al dormitorio. “Entonces, lista para irnos?,” irnos?, ” Ella preguntó, estudiándome. Le sonreí. "Por supuesto. Siempre que lo estés.“ estés. “ Levanté su maleta y la llevé afuera mientras ella revisaba el apartamento por última vez y luego cerró de forma segura la puerta. Miró hacia atrás una vez que se metió a la SUV. “Él “Él estará bien,” bien,” le dije tranquilizadoramente. “¿Alguna “¿Alguna vez lo has dejado antes?” antes? ”

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Pareció sorprendida mientras se abrochaba el cinturón de seguridad. “En realidad, no lo he hecho. Lo tengo desde Virginia cuando estaba quedándome con mi hermana y su familia. Hemos estado juntos desde entonces.“ entonces. “ Asentí. “Él “Él tiene una gran personalidad. Sé que es un montón de compañía para ti.” ti. ” Encendí el coche y salí a Crimson Road. Me dirigí al oeste hacía Central para poder tomar la autopista 10 en dirección este hacia Mobile. “Él “Él realmente lo es,” es,” respondió, mirando por la ventana mientras jugueteaba con el bolso en el regazo. “Pero a veces me pregunto quién es el gato y quién es el humano.” humano. ” Me reí. “Creo que todos los dueños de gatos se han sentido así, en un momento u otro.” otro. ” "¿Tienes un gato? Mascotas?,” Mascotas?,” ella preguntó, cambiando de posición en su asiento para poder mirarme. “Tuve en el pasado, muchos, pero no en este momento. Creo que estoy demasiado... inestable para tener una mascota en este momento.“ momento.“ Ella frunció el ceño y la miré mientras giraba hacia Central. "¿Qué?" “Creo que Sandy me dijo que has sido doctora aquí en Maypearl durante diez años o algo así,” así,” dijo, una pregunta evidente en su tono. “Bueno,” Bueno,” dije. Hice una pausa larga. “Supongo que lo he hecho. Creo que tener una mascota simplemente nunca se sintió importante. Trabajo muchas horas a veces, y siempre estoy de guardia, como ya sabes.” sabes.” Ella me sonrió, una sonrisa contagiosa que me sentí obligada a regresar. “Excusas, excusas,” excusas,” dijo. “Simplemente no quieres vaciar una caja de arena.” arena. ” Me reí. “Sí, eso es probablemente,” probablemente, ” estuve de acuerdo.

Capítulo Doce Ella

Nos quedamos en silencio durante algún tiempo, y realmente no nos importó. Estar con Maddie era fácil. Sabía que podía acostumbrarme a ello muy fácilmente. Tal vez con demasiada facilidad. Dejaría que su indiferencia rompiera mi corazón? Me mordí el labio. El amor no correspondido nunca era una buena idea. almuerzo?” Maddie dijo. “Entonces, el almuerzo?”

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“Hmm?” Hmm?” Tenía la mente en blanco. Ella se rió y me miró. "¿El almuerzo? ¿Comida? ¿Qué te parece italiano? ” “Oh.” Oh.” Sonreí disculpándome. "Sí. Si, eso suena bien." Noté que sus nudillos estaban blancos por la tensa forma en que estaba agarrando el volante. ¿Estaba nerviosa? ¿Incómoda? ¿No le gustaba estar conmigo? Salió de la carretera cerca de Mobile. Después de tomar algunas vías de acceso, terminamos en frente de una popular cadena de restaurantes. Suspiré, desabroché el cinturón y abrí la puerta del pasajero. Ella se quedó qued ó inmóvil por un momento, como si estuviera sumida en sus pensamientos, y luego respiró hondo y abrió su propia puerta. Abrió la pesada puerta de cristal para mí, y la precedí dentro. Los apetitosos olores de ajo y queso me atravesaron, y mi estómago gruñó en anticipación. “Hombre, eso huele bien,” bien, ” Maddie murmuró, presionando la palma derecha a su abdomen. Me reí alto. "Me lees la mente." Después de que la anfitriona nos acomodó, levanté el menú y pasé la mirada a través de el, a pesar de que sabía lo que quería. Yo era adicta a los espaguetis y los comía siempre que se presentaba la oportunidad. Miré a Maddie mientras estudiaba el menú, y luego baje mi mirada. Ella era una mujer tan linda, hermosa. ¿Cómo podría incluso atreverme a esperar que ella estuviera interesada en mí? “Así que, es bueno tener finalmente este tiempo para llegar a conocernos un poco mejor, ” dijo, dejando su menú a un lado y apoyando los antebrazos en la mesa. Me aclaré la garganta. "Sí lo es. Nos mantenemos muy ocupadas, por lo general.” general. ” Dudé. “Tengo que confesar que tenía una imagen preconcebida de cómo era el ser doctor de una pequeña ciudad. Supuse que había un montón de estar sentado por ahí, esperando que algo suceda.“ suceda.“ Maddie se rió. Estaba feliz de ver que ella no se sintió ofendida por mi estereotipo. “Sí, creo que podría haber pensado eso una vez, también,” también, ” dijo, pasando una palma por su frente. Ella usó ambas manos para alisar el pelo oscuro, y me di cuenta de repente que había un poco de rizado. Lo usaba hacia arriba, por lo general, por lo que no me había dado cuenta antes. Ella me miró con curiosidad. Debo haber estado mirándola fijamente. Bajé los ojos y estaba a punto de hablar de nuevo, pero la camarera llegó. “Buenas tardes, señoras,” señoras, ” dijo alegremente. “¿Qué “¿Qué puedo traerles de beber hoy?” hoy? ”

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Era joven y segura de sí misma, como lo demuestra la brillante raya naranja teñida en su pelo oscuro. Tenía una banda de pecas en la nariz y las mejillas y una encantadora sonrisa, los dientes cubiertos de frenos naranja neón. Ella esperó, sonriente, libreta y bolígrafo posado en sus dedos. “Té,” Té,” dije. “Té helado, sin azúcar.” azúcar.” “De Limón?,” Limón?,” Preguntó. “Claro, eso está bien.” bien.” “Y usted, señora?” señora?” Ella volvió su atención a Maddie, que estaba mirándome. Ella se agitó y pidió té helado sin azúcar, también. “Muy bien, miren su menú, y volveré enseguida.” enseguida. ” Ella se escabulló, su paso animado. Miré a Maddie, y ella me miró. “¿Todo “¿Todo bien?,” bien?,” Le preguntó nerviosamente. Ella agitó una mano y soltó una suave trompetilla a través de sus labios carnosos. Sus ojos estaban divertidos. “Es fácil olvidar lo que es la vida real, eso es todo,” todo, ” dijo, encogiéndose de hombros. “¿Sabías “¿Sabías que he estado en la escuela desde hace más de una década? Diablos, casi quince años, si cuentas el aprendizaje.“ aprendizaje. “ “Trabajaste para el doctor anterior, Sandy dijo.” dijo. ” Ella asintió. "Lo hice. Su nombre era Richard. El doctor Richard Pembroke. “ “¿Cómo “¿Cómo era él?” él? ” Apoyé mi barbilla en la palma de una mano alzada, el codo sobre la mesa. Disfrutaba verla hablar. Me gustaba la forma en que movía su delgada, cuadrada mandíbula. Ansiaba tocar su cara. “Oh, un buen tipo. Gran fiestero. Creo que es eso por lo que realmente nunca se casó. Se estaba divirtiendo mucho jugando con las viudas locales.” locales. ” Ella sonrió tímidamente. Me reí. “Así que un mujeriego, ¿eh? ¿Y tu? Es decir ...” ...” Me sonrojé y esperaba que ella no se diera cuenta. “ No un mujeriego, lo sé, pero no estás casado, entiendes? e ntiendes?”” La miré y vi que sus ojos estaban justamente bailando con alegría. “ Me gusta la forma sonrojar ,” ella dijo, su lengua sin esfuerzo desplegando las palabras.

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Jadeé. No tenía ni idea de lo que había dicho, pero podía sentir las palabras empujar contra mi ingle y subir a través de mi mi vientre. La forma en que sus labios y lengua se habían movido — movido — “Oh, lo siento,” siento,” dijo, obviamente sintiendo alguna reacción de mí. “Sólo he dicho que me gusta cuando te sonrojas. No suelo ya hablar español. Eso fue grosero." Me apresuré a tranquilizarla. "No, esta bien. Hablas muy bien español.“ español. “ Ella sonrió. “Es por mi lengua materna.” materna. ” “Oh, cierto.” cierto.” Obvio, me dije. “ No tienes mucho del acento y lo olvido.” olvido.” Desdobló la servilleta y la puso en su regazo. “He olvidado mucho de eso. He pasado casi tanto tiempo en los Estados Unidos como en el Caribe, cuando estaba creciendo. Texas también. Y no, no estoy.“ estoy.“ “ No?” No?” Ella me perdió. "Casada." La camarera trajo nuestras bebidas y tomó to mó nuestros pedidos. Estaba extrañamente sorprendida cuando ambas pedimos ensaladas con aceite y vinagre en el lado y espaguetis con salsa marinara. “ No estás casada tampoco,” tampoco,” ella dijo, enderezando su cuchillo y tenedor. "No. Y probablemente nunca lo estaré.“ estaré. “ "¿Por qué dices eso?" La estudié, preguntándome cuánto confiar en ella. Ella era, después de todo, mi empleadora, y nunca había hablado de nada como esto antes. “Digamos que no soy admiradora de los papeles tradicionales del matrimonio. matrimonio.”” Ella me observó en silencio durante un largo momento. La vi abrir la boca para hablar, pero la camarera trajo nuestras ensaladas. Se quedó en silencio y pensativa mientras aderezaba su ensalada. Hice lo mismo, también en silencio. “Hay matrimonios no tradicionales,” tradicionales, ” dijo finalmente. “Ah, entonces, eres ... eres partidaria del matrimonio homosexual?” homosexual? ” Ella arqueó las cejas. "¡Por supuesto! De cualquier matrimonio LGBTQ. “

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Sólo escuchar esto hizo que una cálida alegría fluyera a través de mí. “Oh, me alegro,” alegro,” le dije. "Me siento de la misma manera." “Así que te casarías, entonces?” entonces? ” Estaba revelando mi homosexualidad? No podía mentirle, así que traté de ser evasiva. "Sí. Sí, lo haría,“ haría,“ dije, y luego incliné mi cabeza diligentemente sobre mi ensalada. Podía sentir que ella también, y el silencio reinó por unos momentos. “Volviendo a lo que dijiste antes, es increíble la cantidad de pacientes que vemos. ” Se inclinó para tomar el té. “Y eso no tomando en cuenta una población envejecida, porque somos una consulta familiar y vemos todas las edades.” edades.” Asentí con la cabeza de acuerdo. “Supongo que ser el único verdadero médico en toda la ciudad de más de mil personas te implica exigencias.” exigencias. ” “Pero la gente no permanece enferma, ¿sabes? Uno pensaría que la mayoría estaría bien la mayor parte del tiempo,” tiempo, ” dijo, pinchando un cuadro de pepino con el tenedor. Puse mi tenedor al lado de mi plato y me limpié la boca con la servilleta. “Creo que tiene que ser frustrante para ti.” ti. ” “¿Cómo? “¿Cómo?”” Ella me miró expectante. “La mayor parte de lo que vemos es un descuido crónico.” crónico.” Agité una mano con desdén antes de que pudiera objetar con corrección política. “ No lo digo en un sentido crítico. Es sólo Estados Unidos. Es lo que hacemos. Comemos los alimentos equivocados, demasiado de los alimentos equivocados. La comida rápida, pizza, refrescos. Se ha convertido en nuestra dieta común, y eso conduce a la hipertensión arterial, hígado graso, diabetes uno y dos y enfermedades del corazón. Estas condiciones tienen que ser manejadas y recaen sobre ti. “ Ella asintió pensativamente mientras masticaba. "Eso es verdad. Y no puedo decirles 'coman esto, coman aquello.’ Ellos aquello.’ Ellos no me escuchan, e incluso si lo hicieran, ¿qué opciones hay ahí afuera?” afuera?” “Y luego hay plásticos en todas partes, en la tierra, en nuestra agua, nuestra comida. Cada producto que compramos podría causar cáncer o problemas de inmunidad o de concepción.” concepción. ” Sabía que Blazeon Hughes había estado intentando durante un puñado de años quedar embarazada, pero los asuntos de confidencialidad fuera de la oficina me impedían mencionarla ahora, incluso con su doctora. “A veces, ya sabes, pienso en el futuro y lo que será. No es una buena imagen i magen en mi mente. Quiero arreglarlo, pero está ... más allá de lo que puedo hacer. Esa es la razón por la que viajo y hago estas pláticas. Se trata de los problemas que pueden estar por ahí y tal vez abordados. Es lo poco que puedo hacer.” hacer. ” 41



La estudié mientras hablaba. Su acento se hizo más pronunciada cuanto más hablaba, y yo estaba encantada por ello y por ella. “Aquí tienen, señoras. Agradables espaguetis calientes. Hay parmesano rallado fresco en ese agitador junto a la sal y pimienta,“ pimienta,“ dijo nuestra camarera mientras colocaba un tazón grande y plano en frente de cada una de nosotras y luego una cesta fragante de pan en la mesa entre nosotras. "¡Disfruten! Díganme si necesitan algo más." “Pan recién hecho, caliente,” caliente,” Exhale en un susurro bajo cuando la camarera nos había dejado. Maddie llamó mi atención, y las dos nos reímos cuando alcanzamos por el pan al mismo tiempo. Terminamos partiendo una pequeña peque ña hogaza de pan blanco con romero horneado en él. Unté el mío con mantequilla mientras Maddie dio un mordisco considerable de su mitad con mantequilla y gimió con placer. Sentí el gemido visceralmente, y estaba segura de que mi cara se sonrojaba mientras mordía el mío. “Oh hombre, esto es bueno,” bueno, ” dije. Maddie asintió. “Ah, Estados Unidos,” Unidos,” dijo.

Capítulo Trece Maddie

Pasar este tiempo de viaje con Ella finalmente me había puesto a gusto de estar con ella. ¿Cómo no podría? Era una alegría para hablar, y me encontré lanzando mi propia reticencia al viento. Me sentía como si pudiera confiar en ella con el yo que por lo general mantenía escondido. No sentí ningún juicio de ella, sólo aceptación de mí como mujer. Como médico, encontramos desde el principio que tenemos que mantener nuestras emociones y nuestro verdadero ser controlado. Los pacientes pueden ser increíbles manipuladores, y yo había encontrado mi cuota mientras hacía prácticas en Texas. Tuvimos que permanecer al margen y tal vez incluso ser un poco intimidantes. Los drogadictos y los adictos emocionales eran los que cortábamos de nuestra práctica médica en adelante, y aprendías a detectar a estas personas de inmediato. Y nunca animarles en estas prácticas. Éramos los salvadores de la salud, no los facilitadores. Ella parecía entender esto y no así intimidada de mí como médico. Ella vio a la persona debajo, y estaba agradecida por ello. Mi única preocupación era que podría sin querer dirigirla, animando una relación que en realidad nunca podría ser. Esta era mi única reserva de pasar tiempo con ella. Fruncí el ceño mientras conducía. Eso y el hecho de que estar tan cerca de ella hizo que mi sangre golpeteara bajo mi piel.

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Después del almuerzo, condujimos las siguientes tres horas en un intercambio de charla sin parar. Aprendí acerca de sus dos hermanas y sus sobrinos, incluso hasta sus colores preferidos. Sus padres, sin embargo, eran de hecho un asunto diferente. diferente. “Pero nunca los ves?,” ves?,” Le pregunté, pensando en que daría cualquier cosa por tener a mis padres cerca de nuevo. La miré para encontrar sus labios establecidos establecidos en una línea sombría. "No. Ellos han dejado claro que no quieren ser parte de mi vida. Ellos viven en New México, así que estoy tan lejos de ellos como puedo estar. A ambos nos gusta que sea así.“ así. “ “Así que te fuiste de allí, cuando? Después de la secundaria? ” Hice una señal y me moví al carril de la derecha por lo que podría reducir mi velocidad. “ No, después de la universidad. Me abrí paso a través de CNM (Certified Nurse Midwife) para mis conceptos básicos, después mis estudios de asistente médico a través de la UNM (Universidad de New Mexico). Me alejé justo después y fui a casa de mi hermana her mana en Virginia.” Virginia.” Ella cayó en un silencio reflexivo. “Me gustaba allí, y la familia de mi hermana era estupenda, muy acogedora. Pero ... bueno, no había nada para mí allí.“ allí.“ “Entonces, ¿cómo llegaste a Alabama?” Alabama? ” Tenía curiosidad acerca de su vida y el problema con sus padres. “Fue el anuncio que listaste en el Diario APPA. Lo vi en Virginia y pensé que Maypearl, Alabama parecía como una bonita pequeña ciudad.“ ciudad. “ “Oh, es cierto!” cierto!” Mentalmente agradecí a Sandy por el anuncio y luego gruñí y llamé a Ella sobre esto. “Estabas huyendo, ¿verdad? Tratando de actuar por tu cuenta.“ cuenta. “ Ella se encogió de hombros. "Supongo." “¿Qué “¿Qué hay con tus padres?” padres? ” Pregunté finalmente. Ella no dijo nada durante un largo instante, y pensé que tal vez no respondería. “Digamos que tenemos una diferencia fundamental en los valores y el estilo de vida, ” dijo sombríamente. “Ahh, Conservadores!” Conservadores!” Ofrecí. “ No les gusta el hecho de que eres ... vegetariana! Si, eso es. Carnívoros! ¿Cómo se atreven?" Afortunadamente, captó mi humor y se rió conmigo, disipando efectivamente la melancolía de antes. “Entonces, ¿por qué estás en Alabama?,” Alabama?, ” ella preguntó. Le conté sobre la reunión con Richard cuando yo todavía estaba en la escuela y sobre como me había invitado a su consultorio. 43



“Wow, hablando de estar en el lugar correcto en el momento correcto,” correcto, ” exclamó. “Supongo que sí.” sí.” Me encogí de hombros. “Mi padre falleció en el noventa y nueve y mi madre comenzó a desarrollar demencia justo casi al mismo tiempo. Ella ha estado en medicamentos preventivos desde entonces, y aunque hemos logrado frenar la progresión, tuvo que mudarse a un centro de cuidado completo. Cuando acepté la oferta de Richard, La trasladé aquí unos meses después. Ella está en el Cuidado de Ancianos del condado de Baldwin.“ Baldwin.“ “Ese es un hermoso lugar.” lugar. ” “Sí, y parece feliz allí. Voy a verla todos los Sábados, a menos que tenga una emergencia de guardia.“ guardia.“ No entré en detalles sobre sus ojos ahora vacíos y de lo mucho que echaba de menos a la persona que había sido. “Eso es bueno que la trajiste aquí. Cualquier cosa podría haberle pasado en Nueva York sin nadie que cuidara de ella,“ ella,“ Ella dijo, inclinándose para apagar el aire acondicionado de su lado. Asentí. “Tengo una tía aquí en Alabama también. La esposa del hermano de mi padre. El tío Thomas falleció también, así que somos todo lo que queda, aunque tiene tres hijos y un montón de nietos dispersos en Mississippi. Ella va a ver a mi madre también. ta mbién.““ Ella me estudió. "¿Son cercanas?"

Suspiré. “Tan cerca cómo puedo estar con cualquiera, supongo. Oh, espera, eso sonó lamentable. Me refiero a mi trabajo. Es exigente.” exigente. ” Di marcha atrás desesperadamente mientras Ella se reía. “Supongo que eso es cierto,” cierto,” Ella dijo con nostalgia. Me pregunté que estaba pensando. “Debe ser difícil tener alguna vida cuando eres el único médico en toda una ciudad.” ciudad.” Asentí pensativamente. "Cierto. Aunque para ser honesta ...” ... ” Se volvió hacia mí. “Aunque para ser honesta, ¿qué?” ¿qué? ” Sé que mi cara estaba enrojecida. “Um, bueno. Creo que tal vez no sea la única que huye de algo.“ algo.“ Ella se quedó en silencio. Después de un largo momento, miré y vi que estaba sonriendo para sí misma. Yo estaba seriamente confundida.

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Vi la salida del hotel y pronto entramos en un amplio camino bordeado por enormes montículos de follaje verde, tropical a cada lado. El gran hotel de la cadena había sido contratado por el Centro de Entrenamiento Furth College Médical Assistant para la conferencia anual de la The Southeastern Society Family Physicians. Un grupo de mis contemporáneos nos recibieron estridentemente tan pronto como entramos en el vestíbulo. La SSFP, compuesta por más de doscientos sesenta médicos de familia que trabajan en los estados del sureste, eran responsables de establecer las políticas y proporcionar apoyo a los practicantes en mi campo. Yo había sido miembro desde que Richard me los había presentado hace nueve años. Proporcionaron un buen boletín, informativo, lleno de fascinantes estudios de casos y avances innovadores en la disciplina de la medicina familiar. Supuse que la razón por la que me ha gustado la medicina familiar tanto era la gran cantidad de variedad que encontré. La mayoría de las otras especialidades veían el mismo problema día tras día. Los médicos de familia eran capaces de lidiar con todo la gama de la medicina, desde bebés hasta pacientes geriátricos. No es que el trabajo que hacemos no era repetitivo y predecible. Lo era. Una infección respiratoria superior era una infección respiratoria superior. Excepto cuando era neumonía, bronquitis o incluso un aspecto de hipertensión pulmonar. Teníamos que descubrir esa información. Había trabajado con algunos médicos de familia terriblemente cansados, es cierto, pero cuando conocí a uno que todavía estaba emocionado por un reto, era especial y gratificante. “Mucha gente todavía te están mirando,” mirando, ” Ella dijo junto a mí. Simplemente nos registramos y había cedido las maletas al botones. Le sonreí. “ No, mirándote. Están acostumbrados a Sandy, así que sé que todos se preguntan quién eres.“ eres.“ “Oh, genial,” genial,” murmuró. “ No te preocupes. Te presentaré a todo el mundo. Puedes eludir todas las preguntas interrogativas si quieres. No me importa.“ importa. “ “Entonces, si soy una completa patana grosera, no se refleja negativamente en ti? ” Respondió burlonamente. Yo estaba encantada con sus ojos brillantes, sonrientes. ¿Cómo podía una persona ser tan ... linda? Sólo podía sacudir la cabeza, abrumada por mi atracción hacia ella. “Maddie! ¿Cómo estás?” estás?” Oscar me saludó mientras se acercaba. “¿Cómo “¿Cómo estuvo el viaje en coche?” coche?”

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Le estreché la mano extendida. “Fue bueno, se fue rápidamente. Ella, permíteme que te presente al Dr. Oscar Quillen. Él tiene un consultorio fuera de Jackson, Mississippi. Oscar, Ella Lewis, mi nueva asistente médica.” médica. ” “Ahh, está Sandy bien?,” bien?,” él preguntó, una suave alarma grabada en sus rasgos. Ella dio un paso adelante y le ofreció la mano. “Oh, sí, ella está bien. Es sólo un compromiso

familiar que no quería perderse. Espero ser capaz de ocupar su lugar, al menos temporalmente.“ temporalmente.“ Quillen estaba tan encantado por Ella como yo. Después de estudiarla con ojos de admiración, le sonrió y amablemente le tomó la mano, inclinándose para presionar sus labios en el dorso de la misma. “Srita. Lewis. Es un placer conocerla,” conocerla, ” dijo. Vi a la Sra. Quillen acercándose así que salté rápidamente. “Ella, esta es Priscilla, la encantadora esposa del Dr. Quillen.” Quillen. ” Priscilla, una muy atractiva mujer de mediana edad, presionó una palma en la espalda de Oscar mientras extendía su mano hacia Ella. “Gusto en conocerte, Ella. ¿De donde conoces a nuestra querida Maddie?” Maddie?” Ella sonrió hacia Ella, y podía ver los engranajes en su mente zumbando, preguntándose si había un nuevo escándalo elaborándose. “Ella es nuestra nueva asistente médico en la oficina. Ha estado con nosotros hace unos seis meses, creo.” creo.” Miré a Ella para su confirmación. "Sí. Yo, por suerte, respondí a un anuncio, y estoy muy contenta de ser parte del equipo de la doctora Maddie,“ Maddie,“ Ella ofreció. “Hemos oído grandes cosas acerca del consultorio de Maddie. ¿No es así, Oscar? ” Miró a su marido. Oscar asintió. “Sí, ese artículo que publicaste sobre la gestión de medicamentos geriátricos fue una auténtica revelación.” revelación.” Oscar y Priscila estaban ambos sonriéndome como padres orgullosos, poniéndome decididamente incómoda. “Hmm, no he leído eso todavía,” todavía, ” Ella interrumpió. “¿Puedes “¿Puedes decirme de qué se trataba?” trataba? ” Efectivamente, afortunadamente, desviándolos de mí, ella rodeó un brazo en cada uno de sus codos y los dirigió tranquilamente a un lado.

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Admiré su técnica con una amplia sonrisa mientras me sentaba en el vestíbulo y revisaba mi teléfono por mensajes.

Capítulo Catorce Ella

El hotel era espectacular. Ubicado en un pequeño lago artificial hecho de Cypress Creek, que daba a un gran paisaje parecido a un complejo turístico. En realidad era mucho más grande que cualquier cosa que había visto en mis treinta y dos años. a ños. Bueno, el gran Estados E stados Unidos. Europa ciertamente ofreció más, pero en un paquete más compacto. Los Quillens me habían dejado finalmente. Mientras Maddie estaba hablando con un grupo de sus compañeros, me había escabullido para vagar por el hotel sola. Mi primera parada había sido a través de grandes puertas de cristal y en lo que se llamaba — de acuerdo a una placa montada — la la Gran Terraza. El calor era palpable, a pesar de que la terraza estaba totalmente techada y el techo salpicado con ventiladores de techo girando lentamente. Hicieron sorprendentemente poco para disipar el calor. Aun así, la terraza estaba bien poblada de turistas y al parecer un número de los que asistían a esta conferencia médica. El programa que había sustraído del mostrador de recepción decía que la presentación de Maddie sería a las diez de la mañana siguiente. Esto nos daría tiempo para un desayuno tranquilo. Esperaba, de todos modos. No estaba segura de cuáles eran sus procedimientos de preparación e hice una nota mental para preguntarle preguntarle en la cena. "Hola." Me di vuelta y vi a una mujer de belleza clásica. Era de mi estatura, pero más delgada, con el pelo rubio largo, esponjoso. Sus ojos eran de un azul cristalino, y me miraron con una expresión divertida mezclada con atracción. Miré sus labios rosados llenos y sentí que mi boca se secaba. “Hola,” Hola,” logré decir con dificultad. “¿Estás “¿Estás aquí por negocios o por placer?” placer? ” La forma en que arrastró la palabra placer me intrigó. Mi gaydar sonó, y me pregunté si realmente estaba ligando conmigo. “Umm, negocios, supongo. Estoy aquí con mi jefa. Para la conferencia médica de medicina familiar. ¿Qué hay de tí?"

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Ella suspiró y puso los ojos en blanco. "Mi papa. Es un administrador en Furth. Trabajo para él a tiempo parcial, e insistió en que estuviera aquí. Ya sabes ... para conocer gente.“ gente. “ Ahí estaba la inflexión de nuevo. Mi corazón empezó a acelerarse un poco y me pregunté si era de miedo o de atracción a esta hermosa y sin duda complaciente mujer. “Un alguacilazgo de administrador,” administrador,” respondí en voz baja. "Exactamente. ¿Qué tal si tú y yo tomamos un poco de té helado y me puedes contar todo sobre ti?” ti?” Ella inclinó la cabeza, expectante. Estaba desgarrada. Podía sentir a Maddie, a quien tanto quería enamorar, en el hotel, oh-tan cerca, pero aquí estaba esta belleza cálida y dispuesta. La miré fijamente a los ojos y vi una vulnerabilidad social al acecho detrás de su bravuconería. Era una emoción que comprendía por completo. Yo había estado allí. “Claro,” Claro,” dije, asintiendo. “Me encantaría un vaso de té. ¿Cuál es tu nombre?" Ella se echó a reír y sacudió la cabeza mientras extendía su mano. “Dixie Odelia.” Odelia.” Sonreí mientras tomaba su mano. “Ella Lewis.” Lewis.” Nos trasladamos a una mesa cercana que estaba llena de copas apiladas y varios dispensadores grandes de cristal de té y limonada. Charlamos sobre el hermoso hotel mientras preparábamos nuestras bebidas y luego nos trasladamos trasladamos a una pequeña mesa y nos sentamos. “Entonces, Dixie, siempre has vivido en Alabama?,” Alabama?, ” Le pregunté mientras nos acomodábamos en las redondas sillas de metal. “Oh, Dios no. Nací y me crié en Saint Mary Parish en Luisiana, en la bahía de Atchafalaya. Me dicen que mi papá trabajó en un supermercado allí hasta que decidió ir a la universidad. Y míralo hoy,“ hoy, “ dijo con una sonrisa con hoyuelos. “¿Es “¿Es difícil ser su hija y también trabajar para él? ” Ella asintió. "Lo es. Él es un tipo exigente, en todos los sentidos. Creo, porque empezó con muy poco, siempre está preocupado de que vaya a derribar ese pedestal en el que ha logrado subir.” subir.” Ella se inclinó hacia delante. “Tener una hija como yo ... ya sabes ... no ha ayudado mucho.” mucho.” “Sí, mis padres simplemente no lo entienden tampoco.” tampoco. ” “Y escucha esto, mi hermano es gay. A lo grande.” grande. ” Ella se echó hacia atrás y sonrió como el gato que tiene el canario. Me reí fuerte. “Oh, no, pobre padre.” padre.” 48



Ella asintió grandiosamente. “Sí, y él está como, siempre en problemas. Drama gay esto, drama gay lo otro. Por lo menos yo soy un poco más gentil sobre eso.“ eso. “ La estudié. “Entonces, estás en una relación en este momento?” momento? ” Su mirada se alzó hacia la mía, y me hizo un guiño. “Todavía no, corazón. Podemos darle una oportunidad?” oportunidad?” Whoa. Mi palpitante corazón era definitivamente de miedo esta vez. “Bueno, estoy medio ... involucrada.” involucrada.” Pensé en los suaves ojos castaños de Maddie y en lo mucho que quería que me mirara con amor. ¿Estaba soñando con lo que ella y yo podríamos llegar a ser? Miré la dulce cara de Dixie y vacilé. Supongamos que Maddie nunca se enamora de mí? Iba a estar sola para siempre, esperando? “Bueno, tal vez —” vez —” Empecé Empecé a hablar, pero fui interrumpida. “Ahí estás!,” estás!,” Maddie dijo mientras se acercaba. Sus ojos se posaron en Dixie. “Bueno, no tenía idea de que conocías a la Sra. Odelia,” Odelia, ” agregó en voz baja. Noté su repentina tensión y me pregunté por ello. “Oh no, nos acabamos de conocer,” conocer,” dije, sonriendo hacia Dixie. “Pensamos que intentaríamos refrescarnos. Este calor es brutal.“ brutal. “ “Sí, lo es,” es,” Maddie murmuró. “Dra. Salas, es muy bueno verte de nuevo,” nuevo, ” Dixie dijo, su voz como un ronroneo. “ No quieres unirte a nosotras para tomar un poco de té helado?” helado? ” Maddie se aclaró la garganta y parecía decididamente incómoda. “Gracias por el ofrecimiento, pero tu padre nos envió a nuestras habitaciones para descansar un poco antes de la cena. Fue un largo viaje desde Maypearl y pensé que deberíamos aprovechar ese poco tiempo de inactividad.“ inactividad. “ “Bueno, bah,” bah,” ella respondió. Su rostro se iluminó. “Creo que subiré también.” también.” Se puso de pie y tiró de mí levantándome, uniendo un brazo al mío mientras abría el camino hacia el hotel. Maddie pasó detrás de nosotras, y pude sentir su ceño fruncido. No necesite verlo. Entramos en uno de los lujosos ascensores con espejos, y Maddie apretó un botón. “Oh Dios mío! Veo que todos están en el sexto. Yo también,“ también,“ Dixie dijo alegremente. “Debemos reunirnos y pasar una noche de chicas.” chicas. ” Vi el malestar de Maddie y salté rápidamente. “Esa es una gran idea, pero no esta noche. La doctora tiene una presentación en la mañana, así que será una noche temprana. “ De hecho ella hizo un puchero, empujando hacia fuera el labio inferior. “Pero qué hay de ti, corazón? Sin duda puedes divertirte un poco.“ poco. “ 49



Abrí la boca para hablar, pero no tuve la oportunidad. “Ella tiene que ayudar a prepararme,” prepararme, ” Maddie dijo escuetamente. “Esto es un viaje de trabajo, no unas vacaciones.” vacaciones.” Dixie hizo una mueca y puso los ojos en blanco detrás de la espalda de Maddie. “Tal vez en otro momento,” momento, ” dije educadamente. El ascensor se abrió, y seguí a Maddie rápidamente a lo largo del pasillo. Dixie se desvió con una pequeña agitación de mano.

Capítulo Quince Maddie

“La cena es a las siete, pero la fiesta es a las seis y media. ¿Nos encontramos aquí y bajamos juntas?” juntas?” No me atreví a mirarla — mirarla — por por muchas razones. “Eso suena bien,” bien,” Ella contestó. “Creo que voy a ir a estirarme por un minuto. ” Se dio la vuelta, pero se volvió rápidamente. “Deberías hacer lo mismo, Maddie. La cena puede durar mucho.“ mucho.“ Asentí y entré en mi habitación. Mantuve la puerta parcialmente entreabierta hasta que la oí entrar en su habitación y cerrar la puerta. Cansadamente, me desplomé sobre la cama. Estaba llegando rápidamente a aborrecer estas reuniones. Pretenciosas personas actuando especialmente pretenciosas. Me pregunté una vez más por qué me molestó siquiera en asistir. Probablemente era una carga de publicar o perecer, persistente de mi tiempo en la escuela. Eso y la mentalidad de equipo de mi formación médica. Me reprendí. No necesitaba más esa basura. Me quité los zapatos, me saqué mi chaqueta y la doble sobre una silla cercana. Durante los últimos meses, había sido una mirona, viendo mi descontento crecer exponencialmente. Me había angustiado al respecto, preguntándome si la trayectoria de la carrera que había elegido ya no era sostenible y me desafiaba. Finalmente había descartado esa idea. Todavía estaba obsesionada por la medicina. De hecho, si tuviera que nombrar un punto favorable que salve mi descontento, sería la medicina. A pesar de que no tenía respuestas preparadas para explicar mi angustia, sabía que ver a Ella con otra mujer había encendido un extraño fuego debajo de mí que era agotador y exasperante. No me gustó. Ni un poco. Reconocer este hecho hizo que me diera cuenta de que, así como la letra B seguía a la letra A, mis sentimientos por Ella estaban en la raíz de mi descontento. Deseándola pasivamente

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simplemente no iba a ser suficiente. En cualquier momento, podía caer en los brazos de otra. Y eso podría muy bien ser mi perdición. Me levanté y caminé hacia las ventanas del piso al techo que daban a un pequeño lago, el centro de la fuente rociando agua que se evaporaba en un arco iris en la luz del sol del atardecer. Los hombres y mujeres, en diversos grados de desnudez, se mezclaban en el concreto brillante debajo, y la zona de negocios de la ciudad de Dothan se extendía hasta el horizonte. Aunque traté de decirme que no importaba, que estaba demasiado ocupada, demasiado centrada en la carrera, demasiado preocupada por los chismes locales, en el fondo de mi corazón sabía que no podía dejarla ir. No podía permitir que otra la tuviera. Juntando las manos, me estremecí. Durante años, había estado desinteresada, en la vida y en el amor. El trabajo era todo para mí. Después de todo, tenía pocas distracciones familiares, una inexistente vida social y mi ocupada mente ansiaba estímulo educativo. Había utilizado todo eso como una muleta para negarme a mí misma lo que realmente quería. A quién realmente quería. Hacerlo era mucho más fácil que tratar de comprometerme y tal vez ser lastimada de nuevo. No, engañada. Eso era lo que Amanda me había hecho cuando había sido una ocupada residente. Ella me había engañado en la creencia de que le importaba cuando en realidad no lo había hecho. Me moví inquieta de regreso a la cama y me tendí de espaldas. Estaba llegando a mis cuarenta años. Podría arriesgarme a eso de nuevo? Podría arriesgarme a tirarme de lleno en una relación? Había pasado tanto tiempo. ¿Sería capaz de ser una buena pareja? Estaba muy apegada en mis formas para ser complaciente con otra persona? Luego estaba la cuestión de salir del armario en una pequeña ciudad. Oh, sabía que los residentes hablaban de la extraña, soltera doctora Maddie. Sólo Dios sabía lo que supusieron sobre mi condición de soltera. Apostaría que no había muchos que pensaban que era porque estaba atraída por las mujeres en lugar de hombres. Había muchos hombres lugareños, viudos o veinteañeros, a quienes les gustaría un poco de tiempo médico privado, pero las lesbianas en Maypearl eran pocas y distantes entre sí. Y, de hecho, estaba agradecida por ello. Era una buena excusa. Rodé sobre mi estómago, ahuecando mi barbilla en las manos dobladas en lugar de una almohada. Dios, quería a Ella. Quería abrazar su cuerpo cerca, meter mi cara en su cuello, besar el hoyuelo que a menudo aparece en su mejilla izquierda. Quería pasar más tiempo para conocerla, para aprender todas sus peculiaridades, sus hábitos cotidianos. Entonces supe, con horrible, hermosa claridad, que tenía que tenerla en mi vida. Incluso si eso significaba cambiar todos los cómodos panales que había construido en mi vida. Estaba lista? No lo sabía. Pero estaba dispuesta a intentarlo. Ella estaba impresionante cuando la encontré afuera de nuestra habitación esa noche. Llevaba un traje negro sin mangas de una sola pieza con un precioso escote bajo. Era sobre todo ajustado con un poco de elasticidad, y sobre esto, llevaba una chaqueta ligera de tipo túnica blanca y negra con un dobladillo de pañuelo. Sus zapatos eran sandalias negras, planas de 51



tiras. Pensé que se había duchado también, como yo, porque olía a jabón y fresca debajo de su perfume habitual. Me sonrió tímidamente, y mi mal humor anterior desapareció al mirar sus hermosos ojos esmeralda. Me acerqué y le ofrecí mi brazo. Ella asintió con la cabeza y lo tomó. “Te ves hermosa,” hermosa,” dije en voz baja. "Porque, gracias. Te ves muy bonita,” bonita, ” ella respondió con una risa suave. Miré mi chaqueta azul marino, pantalones oscuros y camisa blanca abotonada. “Bueno, todo está limpio, al menos,” menos, ” dije, lo que la puso en una serie de risitas. “¿Debo “¿Debo estar nerviosa?,” nerviosa?, ” Preguntó mientras entrabamos en el ascensor. La estudié, preguntándome por su miedo mientras seleccionaba el botón de la planta del vestíbulo. Ella siempre era tan buena con la gente. "No. Los médicos son personas como cualquier otra persona. Pueden ser más hartos, pero no dejes que eso te afecte. Simplemente sé tú habitual yo encantador.” encantador.” Aparté la vista para que no pudiera ver la emoción que estaba segura se reflejaba en mi cara. Sorprendiéndome, Ella tomó mi mano y entrelazó sus dedos con los míos. “Gracias, Doc,” Doc,” susurró. Recorrimos el resto del camino en silencio. Soltó mi mano cuando las puertas se abrieron, y entramos en una masa de asistentes a la conferencia que estaban abarrotados en el bar del vestíbulo teniendo bebidas de precena. Mi mano hormigueó con placer por mucho tiempo.

Capítulo Dieciséis Ella

La cena era en uno de los grandes salones de baile del extremo norte de la planta principal, y me alegré de verlo. Varias bebidas con el estómago vacío no le estaban haciendo ningún favor a la vieja Ella. Habíamos pasado la última hora ocupadas con la multitud de más de doscientos médicos y sus esposas o esposos que llenaban el bar justo al lado del vestíbulo. Me hablaron, y sabía sin lugar a dudas que no me acordaría de ninguno de sus nombres. Eran una masa de rostros exhaustos y sonrientes bocas llenas de dientes perfectos. “Suspiraste,” Suspiraste,” Maddie dijo, acercándose. "¿Hay algún problema?" "No. Sólo parece ... tarde.“ tarde. “

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"Dispara. La fiesta acaba de empezar, dulce niña, ” Maddie respondió, el humor aligerando su voz. Me giré sorprendida. No se parecía a Maddie ... divertida. Le sonreí, feliz de verla soltarse y relajarse. “¿Cuánto “¿Cuánto has bebido?,” bebido?,” Le pregunté. Ella me miró, sus ojos marrones bailando alegremente. “Me empareje contigo en cada trago, querida.” querida.” "Uh oh. Estamos en problemas, entonces,” entonces, ” bromeé. "Sí. Y me gustaría añadir que puedo ganarte bebiendo cualquier día,“ día, “ respondió. Asentí. No iba a discutir ese punto. “Bueno, ahí están ustedes dos,” dos, ” Dixie exclamó mientras se acercó a nosotros. “Las extrañé totalmente en la fiesta.” fiesta. ” Eso no había sido un accidente de mi parte, pero la cortesía suscitó una respuesta. “ No puedo comenzar a decirte con cuantas personas hablamos. Simplemente no hay suficientes horas en el día,“ día,“ le dije, agitando la mano desvalidamente. Podía sentir a Maddie tensándose junto a mí, y me pregunté de nuevo por la animosidad que albergaba hacia Dixie. “En realidad, mi papá me envió. Él quiere que se sienten en nuestra mesa. Vengan conmigo, y te acomodaremos.” acomodaremos. ” Se dio la vuelta y miró hacia atrás por encima del hombro expectantemente. No pude evitar notar cómo su vestido floral abrazaba sus caderas y se extendía a lo largo de sus muslos exteriores. Mientras la seguimos, Maddie me sorprendió una vez más, tomando mi brazo en su cálida mano y tirando de nuestros cuerpos muy juntos mientras nos dirigíamos hacia la mesa. Una vez allí, Dixie señaló una silla a mi izquierda. “Puedes sentarte aquí junto a mi, Ella . Podemos ponernos al día en nuestra charla de chicas.“ chicas.“ Maddie tomó la silla a mi derecha, y nos sentamos mientras todas las mesas se llenaban a nuestro alrededor. Había conocido a Wilson Odelia, Director Principal de Operaciones de la Educación de Furth College, en la fiesta. Era un hombre alto, desgarbado, que me recordaba mucho al actor Jimmy Stewart. Su voz era suave y pesadamente cargada con un acento sureño. Había disfrutado escuchándolo. Se sentó al otro lado de Dixie, y me sentí aliviada. Tal vez su presencia atenuaría sus evidentes avances hacia mí. Me hicieron sentir incómoda y completamente confundida. Si nunca hubiera conocido a Maddie, podría haberlo disfrutado. Ahora, mi trato con Dixie me hacía sentir como si pisara en un terreno irregular. 53



La madre de Dixie estaba sentada en la mesa, también. Su nombre era Annagrace Price Odelia, y así era exactamente cómo se había presentado. Era una belleza sureña asegurada, que se erizada con falso buen ánimo y cortesía. El resto del puñado de comensales en nuestra mesa los había conocido de pasada, y sonreí y asentí a modo de saludo. Maddie parecía conocer al joven a su derecha muy bien, y de inmediato se pusieron a hablar seriamente sobre los medicamentos cardíacos. “¿Tuviste un buen descanso?,” Dixie preguntó. pregunt ó. El mesero se acercó con una jarra de té. En nuestros asentimientos, llenó nuestros vasos. "Lo tuve. Tomé una buena, larga, ducha caliente y miré la información de la ciudad. Dothan es una bonita ciudad, más grande de lo que esperaba. Hay mucho que hacer aquí.“ aquí. “ Ella asintió y se movió para que estuviera frente a mí. “Tal vez en algún momento cuando no estés trabajando, te gustaría volver. Puedes quedarte en mi casa. Tengo un pequeño bungalow en Mimosa. Puedo mostrarte todo alrededor. Tenemos un buen bar, si sabes a lo que me refiero, y bailan country. Es divertido." Estudié mis manos. Era algo que quería hacer? En un momento de mi vida, lo habría dicho absolutamente. Porque deseaba esos días otra vez pero no cambiaría mis nuevos sentimientos hacia Maddie por ellos. Ahora, necesitaba esquivar la invitación cortésmente. "Eso estaría bien. Ciertamente lo pensaré un poco. Gracias Gracias por la oferta." Ella frunció los labios y se encogió de hombros. “Una chica tiene que intentarlo,” intentarlo, ” dijo. “La oferta sigue en pie, sin embargo,” embargo, ” agregó con un profundo suspiro. Un mesero trajo ensalada y pan, distrayéndola brevemente. “Sabes, estoy pasando por un momento extraño, ahora mismo,” mismo, ” dije, en un esfuerzo por explicar. Ella se encogió de hombros. "Está bien. Un montón de tiempo.” tiempo.” Tomó un bocado de ensalada. Sentí que alguien me miraba y me volví para encontrar que era Maddie. “Tom me estaba diciendo que las enfermedades cardíacas son causadas tanto por no comer las grasas vegetales adecuadas como por comer las equivocadas.” equivocadas. ” Ella me estaba estudiando para ver cómo iba a responder. Estaba probando mi inteligencia? Un concepto extraño, pero sentía que estaba a la altura del desafío. Asentí. “Leí un estudio que decía que los ácidos grasos esenciales que necesitamos se adquieren mejor de los frutos secos y aceites vegetales. La gente piensa que una dieta baja en grasa, o una dieta sin grasa, para el caso, les ayudará ayudar á a prevenir enfermedades del corazón —” corazón —” “Cuando en realidad están dañando su salud,” salud, ” ella terminó por mí. 54



"Exactamente." Nos quedamos en silencio mientras disfrutamos de nuestro primer platillo. Las personas conversaban a nuestro alrededor, pero no podía, o tal vez no quería, seguir sus conversaciones. Estaba sintiendo la energía de Maddie. En el trabajo, tenemos muy poco contacto y mucho menos la cercanía durante períodos prolongados de tiempo. Me encontré percibiéndola con cada parte de mi ser y disfrutándolo completamente. Jugué con mi ensalada, sin ganas de comer y pasando a una sensación de nuevo sentido. “Ella.” Me volví hacia Maddie. "¿Sí?" “¿Estás “¿Estás feliz trabajando con nosotros?” nosotros? ” ¿Por qué me estaba preguntando eso? “ No me vas a despedir, ¿verdad?” ¿verdad?” Suspiró y cruzó las manos sobre la mesa. "No. No tengo ninguna razón para hacerlo. Eres un buen ajuste. Sandy canta tus elogios todo el tiempo. tiempo.““ “Y sientes lo mismo?” mismo? ” Sus ojos castaños se elevaron hacia mí, y vi cosas maravillosas allí. Cosas que hicieron encresparse mis dedos de los pies y una nueva esperanza se encendió en mi corazón. Tal vez ella me vio. Tal vez tenía sentimientos por mí. “Me alegro mucho de que estés allí, Ella. Muy contenta."

Capítulo Diecisiete Maddie

La cena había terminado por fin. Había estado distraída y ciertamente una conversadora peor que de costumbre. Sentir a Ella a mi lado seguía atrayéndome en fantasías eróticas. Era muy difícil hablar de trabajo con mis contemporáneos, cuando todo lo que podía pensar era en la deslumbrante, hermosa, encantadora mujer junto a mí. Era como co mo si alguna puerta de confinamiento se hubiera abierto antes, cuando estaba en mi habitación. Me había dado cuenta de que ya no podía pod ía negar la química entre nosotras. Ahora, esa química estaba arrastrándome. La cena tenía una ventaja, sin embargo, porque Dixie había sido incapaz de pasar mucho tiempo de calidad con mi Ella, a pesar de que estaban sentadas una junto a la otra. El padre de Dixie había exigido el tiempo de Dixie. Tom Weathers, a mi lado, había monopolizado

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gran parte de mi tiempo hablando de nuevas investigaciones mientras Ella se sentó en silencio, como perdida en sus propios pensamientos. “Entonces, ¿qué te gustaría hacer ahora?,” ahora?, ” Le pregunté a Ella mientras nos levantamos para salir del comedor. “Hmm. Necesitas estar en alguna parte?” parte? ” "No en realidad no. Veo a estas personas cada año, a ño, y no cambia mucho.” mucho. ” Ella me observó con una intensa mirada azul-verde. “Ellos te aburren, ¿verdad?,” ¿verdad?, ” Susurró. Wilson Odelia se acercó, Dixie en sus talones. Su esposa se puso de pie detrás de ellos a un lado, hablando desganadamente con otra matrona sureña. “Entonces, Maddie, estás instalada? Te tenemos programada para las diez, luego Quillen irá a continuación y Anderson después del almuerzo. Está puesto para ser un gran programa. Estamos E stamos emocionados." Pude ver lo emocionado que realmente estaba por el tono apagado en sus ojos. “Eso suena bien, Wilson. Está la habitación en el programa?” programa?” "Lo está. Hablarás en la suite ciento dos. Esperamos una participación de buen tamaño.“ tamaño.“ Sonreí. “Espero que no demasiados, o mi timidez podría notarse.” notarse. ” Wilson hizo un gesto con la mano, dejando de lado mis palabras. “ Nunca supe que te ahogaran todavía,” todavía,” dijo. “Una vez que empiezas a hablar de algo que te apasiona, creo que el resto de nosotros simplemente desaparece.” desaparece. ” Me reí y le guiñe un ojo a Ella. "Es verdad. La medicina parece ser una pasión que me consume.“ consume.“ Wilson meneó la cabeza mientras Dixie me observaba con los ojos entrecerrados. “Desearía haber disfrutado mi pasión tanto como tú. Tratar con los problemas de los estudiantes ha perdido absolutamente todo su encanto,“ encanto,“ admitió. Puse una mano sobre su hombro por un momento, en camaradería. “A veces se me hace muy difícil ver el trigo más allá de la paja,” paja, ” le dije. Yo sabía un poco de su historia de las pláticas anteriores, y me sentí mal que su carrera no estaba a la altura de sus sueños. Especialmente cuando había trabajado muy duro para llegar a donde estaba. “Ahora, papá,” papá,” Dixie dijo nerviosamente, agarrando su brazo. “Sabes que no lo dices en serio. Por eso, la semana pasada estuviste entusiasmado acerca de la Camellia Society y el dinero que recaudaron para el autobús de donación de sangre.” sangre. ”

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Wilson le dio una palmadita en la mano. “Sí, Dixie, Son buenos chicos, lo sé. Es sólo que me canso a veces, y mañana será un día muy agitado y ocupado.” ocupado. ” Se volvió y extendió su mano. “Ella, ha sido un verdadero placer conocerla, querida. Estoy seguro de que Maddie te tratara bien.“ bien.“ Ella tomó la mano y la encerró entre las suyas. “Creo seguirá haciéndolo bien, señor. Y me

aseguraré y lo saludaré al pasar mañana mientras se apresura.“ apresura. “ Ambos se rieron, y Dixie sonrió ampliamente, formándose hoyuelos en sus mejillas. “Te dije que era la cosa más dulce, ¿verdad, papá?” papá? ” “Palabras más verdaderas nunca fueron habladas, querida Dixie. Ahora, vamos a ver lo que tu mamá está haciendo.“ haciendo. “ Se alejaron hacia Annagrace, y pude ver el alivio en su contraída cara. Miré hacia Ella. No podía imaginar que estuviera tan molesta conmigo, pero entonces, ¿qué tan bien lo conocía, en realidad? Necesitaba remediar eso. “Oye, Ella. ¿Quieres ir a tomar otra copa y dar una vuelta un rato?” rato? ” Ella sonrió e inclinó la cabeza hacia un lado. "Por supuesto. Se siente bien para romper la rutina, no es cierto?” cierto? ” Asentí. “Sí, es un gran paso para mí, pero este año, siento que tengo una muy buena razón para hacerlo todo de manera diferente.” diferente.” Podía verla reflexionando esto y rece para que entendiera mi significado y llegara a la conclusión correcta. Quería que supiera lo que sentía por ella, pero ¿cómo podía decir las palabras cuando no estaba segura de que las sabía? “Creo que hay un salón en el cuarto piso. Que dices si lo comprobamos?,” comprobamos?, ” Sugerí. “Esa es una idea encantadora, Maddie. Vamos." Nos metimos en el ascensor con conocidos y desconocidos, haciendo una conversación amable con ellos hasta que nos bajamos en el cuarto piso. El salón era pequeño, muy acogedor, con una iluminación tenue y música suave tocando. Varias mesas estaban llenas de personas que conversan en voz alta, pero me di cuenta atrás en una esquina que estaba casi vacía. “Vamos allí atrás,” atrás, ” le dije, señalando a la mesa. Una vez que nos sentamos y pedimos nuestras bebidas, me quedé sentada un momento disfrutando de su belleza. Una luz oblicua cayó c ayó sobre su rostro, haciendo que sus ojos brillaran cuando se movían. “Ella, yo ... quiero llegar a conocer sobre ti. Todo sobre ti."

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Ella sonrió. "¿Todo? Esa es una tarea difícil.“ difícil. “ "Tal vez. Tal vez, pero no son ...” ... ” Hice una pausa y me incliné hacia delante, mis antebrazos sobre la mesa. “Tal vez estamos destinadas a conectarnos unos con otros.” otros. ” Ella arqueó las cejas. “Quieres decir nosotras, o la gente en general?” general? ” Me retorcí de frustración. No era buena en este baile de seducción. “Bueno, todas las personas, obviamente, pero me refería a nosotras, tú y yo, en este momento.” momento.” Esperé ansiosamente su respuesta. "Me gustaría eso. Para que conozcas todo sobre mí. Y quiero conocerte de la misma manera,“ manera, “ dijo, con la mejilla formando un hoyuelo en una profunda sonrisa. Llegaron nuestras bebidas, y di un buen trago de whisky para fortalecerme. “De acuerdo, empezaré. No soy muy buena en compartir. Sabes, yo ... bueno, parece p arece que estoy más cómoda con los libros que con la gente, supongo.” supongo. ” Bajé los ojos, avergonzada por la confesión. “Me va bien con la gente, ya que creo que mi vida ha sido muy diferente a la tuya, pero tengo que admitir que tengo una verdadera manía por la lectura. Leo cada noche. En realidad, cualquier oportunidad que tenga.“ tenga.“ Eso fue interesante. “Ficción o no ficción?,” ficción?,” Pregunté. Ella se rió entre dientes. "Ambas. Tengo debilidad por la palabra escrita. Mi hermana Jess dice que leeré las cajas de cereales.“ cereales. “ Me reí. ¿Cuántas veces mi padre me había dicho eso? “Soy de la misma manera. He leído un montón de revistas médicas, pero me encanta un novela de suspenso médico. ¿Has oído hablar de Robin Cook? Es un médico retirado de Harvard que escribe —” escribe —” “Oh Dios, sí!,” sí!,” Exclamó. "¿Cuál es tu favorito? Me encantó ... bueno, ¿leíste Fiebre? Es uno de sus más antiguos, pero pensé que hizo un gran trabajo con ese. Pensé que la chica con leucemia parecía muy poco realista, pero la tensión en las familias está muy bien hecho. “ Me tuve que reír. ¿Cuáles eran las probabilidades de que Ella fuera una admiradora de Cook? “Sí, me encantó ese. Creo que los he leído todos. Acabo de recibir Beneficio de muerte, pero no lo he leído todavía. He oído que es bueno. Quiero leer ese antes de leer Nano. Es como una serie. Los has leído?” leído? ” Ella me estaba estudiando, sus ojos muy tiernos. El miedo me hizo estremecer. Ella sería la

única? ¿Sería la que entendería mi rareza y aceptarla? Incluso amarla? Podría amar y apreciar a la verdadero yo? Podría entender que un buen libro era cómodo para mí, mucho más que viajar por el campo minado de las relaciones personales? 58



“ No he leído esos dos todavía aunque los tengo en casa,” casa,” susurró, con la mirada llena de asombro. “Tendrás que leerlos primero y decirme cómo te parecieron.” parecieron. ” Deje caer mi mirada, avergonzada. “Lo haré.” haré.” Sus palabras hablaban de un futuro, y me deleité en eso.

Capítulo Dieciocho Ella

“¿Tienes “¿Tienes hermanos y hermanas, Maddie? Acabo de darme cuenta de que no te he preguntado eso.“ eso.“ Era tarde, casi medianoche, pero no podía romper la sólida conexión que habíamos forjado durante la noche. Teníamos tanto en común; era como si hubiéramos sido hechas la una para la otra. Éramos una pareja perfecta, y yo estaba muy triste que no nos hubiéramos conocido antes. Tantos años habían sido desperdiciados con otras y sola. Giró el vaso con cubitos de hielo frente a ella. Estaba cuidando el último dedo de whisky ámbar, y me pregunté si estaba tan reacia a romper nuestra conexión como yo. ¿Cómo podríamos decir buenas noches ahora? Estaba tan llena de ella, como esperaba que ella estuviera conmigo. "No. Soy hija única. Mi madre era RH negativa.“ negativa. “ Asentí. “Me alegro de que estés aquí, entonces.” entonces. ” Sus brillantes ojos se clavaron en los míos. "Yo también." Sentí una erótica emoción correr a través de mí. Quería llevarla arriba, a mi cama, para que pudiera conocer su cuerpo, así como ahora conocía su mente. Suspiré temblorosa. No, eso tendría que esperar. El tiempo no era el adecuado. Pero será alguna vez el adecuado cuando vuelvas a casa, susurró el diablo en mi hombro izquierdo. Sabía que este lugar y esta ocasión eran extrañas, no la norma para cualquiera de nosotras. “Tenemos que ir a la cama,” cama, ” dije sin pensar. En la ceja alzada de Maddie, me sonrojé carmesí y retrocedí. “Tienes una presentación en la mañana, quiero decir. Necesitas descansar. Se supone que debo estar pendiente de ti, dijo Sandy.“ Sandy. “ Ella suspiró y se tomó su bebida. "Tienes razón. He ... realmente he disfrutado mucho conocerte, Ella.“ Le sonreí. “Ha sido una noche perfecta, Maddie, pero estoy segura de que tenías trabajo que hacer esta noche y te lo he impedido.” impedido. ”

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Ella sacudió la cabeza, una cascada de rizos liberados de detrás de su hombro y corriendo hacia el frente. Impacientemente los metió atrás. “Estoy lista, y en serio, fue bueno, este tiempo juntas. No lo cambiaría por nada. Tienes razón, sin embargo. Tenemos que conseguir un poco de descanso antes de mañana.“ mañana. “ Ella se rió y se levantó. La refleje y caminamos por el salón casi desierto y afuera hacia los pasillos muy iluminados. Maddie se protegió los ojos con una mano mientras la miraba con ojos entrecerrados. “Whoa! Eso te despertará inmediatamente,” inmediatamente,” murmuré. Maddie sacudió la cabeza, sonriendo mientras pulsaba los botones del ascensor. “¿ Nos vemos a las ocho y media? Podemos desayunar antes.“ antes. “ "Sí. Tu tema suena interesante. Para mañana, quiero decir.” decir. ” Ahí estaba yo, andando con cuidado de nuevo después de pasar tan encantador tiempo de calidad con ella. Pude ver su cambio en el modo profesional, un cambio pequeño, sutil. “Muchas madres se niegan a vacunar a sus hijos porque dicen que causa autismo.” autismo.” “Pero no es así, ¿verdad?,” ¿verdad?,” Pregunté, tratando de recordar si esto había sido tratado en mis libros de texto. Lo habíamos tocado en clase, pero no en e n gran medida. “ No sabemos qué causa cau sa el autismo ...” ... ” Se detuvo cuando entramos en la cabina del ascensor vacío. “Pero, créeme, no queremos retroceder y crear un mundo sin vacunas. Sería horrible. Hubo un brote de paperas en California no hace mucho tiempo. Esto es lo que está ocurriendo sin la vacuna MMR (Vacuna triple viral) para los bebés. beb és. Las paperas pueden p ueden causar esterilidad en los hombres.” hombres. ” Ella sacudió la cabeza. “Pero no piensan en eso, sin embargo, ¿verdad? Nos hemos convertido en una sociedad que no puede ver más allá de la satisfacción inmediata.“ inmediata. “ “Exactamente,” Exactamente,” ella respondió con un profundo suspiro. “Esto es de lo que hablaré mañana. Además, acerca de los ancianos que no se dan cuenta de que hay muchas vacunas por ahí que puede prevenir dolencias específicas para su su edad.“ edad. “ Las puertas del ascensor se abrieron con un timbre silenciado. Avanzamos por el pasillo alfombrado, y sentí como si estuviera sosteniendo mi cuerpo contra el suyo. Como si una burbuja de privacidad, de intimidad, nos rodeara. Una idea fantasiosa, pero llenó mis sentidos por completo. Hicimos una pausa delante de nuestras nuestras habitaciones. “Eres tan inteligente,” inteligente, ” dije, sin propósito de nada. Estaba impresionada por esta mujer, esta doctora. “Como estás,” estás,” dijo, su acento denso y melodioso.

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“Voy a abrazarte,” abrazarte,” dije suavemente. Ella se movió muy cerca. “Me gustaría eso,” eso,” respondió. Estaba en sus brazos entonces, y sentí como si nuestros corazones latieran como uno solo. Inhalé la sutil esencia de ella. Olía como almidón y limón. Presioné mi mejilla contra la de ella, deseando poder besarla, pero no atreviéndome. Su cuerpo era delgado y firme, y pude sentir la presión de sus pechos contra los míos, a pesar de que ella es más alta. Cuando nos separamos, pude ver el rubor tiñendo sus rasgos. “Buenas noches Maddie,” Maddie,” dije, mirando a otro lado. “ Buenas noches, Ella,” respondió, tocando mi mano brevemente.

Capítulo Diecinueve Maddie

Mi presentación fue bien. Tenía un buen número de gráficos para ayudar a la sala llena de asistentes a comprender cuán serio mi tema se había convertido en el último puñado de años. Mi gráfico de tendencias futuras había resultado menos que estelar, pero pensé que era una bola de cristal satisfactoria para cualquiera que se preocupara por creer. También tuve a Ella, que me observaba y al público con ojos brillantes, contemplativos. Pude ver, en mi propia imaginación, los engranajes de inspiración trabajando en su mente. Tenía ganas de hablar con ella sobre el tema más tarde en el día. Terminé en una sala llena de aplausos, y Tom vino para felicitarme mientras empacaba mi computadora. “Buen trabajo, como de costumbre, Maddie,” Maddie, ” dijo, estrechando mi mano. Luego continuó exhaustivamente sobre una madre con la que había tratado y que se había negado absolutamente a cualquier tratamiento preventivo para su trío de niños muy pequeños. Estaba justamente preocupado, pero no tenía ninguna respuesta fácil. Finalmente le sugerí que armara un paquete de medidas que diera una visión general — una una fotográfica visión general — de de las enfermedades prevenibles que las vacunas podrían prevenir. Su rostro se iluminó, y se apresuró a alejarse. “Por lo tanto, eso debe haber sido esclarecedor para él,” él, ” Ella dijo mientras se acercaba. "¿Qué le dijiste?" “Sólo una posible manera de conseguir vacunar a algunos de sus pacientes. ” Me encogí de hombros. “Espero que funcione para él.” él.”

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Ella estaba viendo a los últimos asistentes que se encontraban en la sala. “Esa es nuestra

doctora Maddie. Brillante como siempre.“ siempre. “ “Mmm,” Mmm,” ofrecí dudosamente mientras levanté mi estuche. La estaba recordando en el desayuno. Ella y yo habíamos estado vertiginosas de emoción, tal vez emoción prolongada de la noche anterior. Parecía como si hubiéramos roto algún tipo de barrera a nuestras mentes y, poder finalmente estar a gusto con la otra. Habíamos reído sobre los panqueques con la forma del estado de Alabama, discutimos los méritos de la gelatina de uva y el jarabe en cuanto a cuál era el mejor complemento para los panqueques y acordamos que los lattes de soya de vainilla eran la mejor manera de tomar nuestro café. “Entonces, vamos a escuchar a Quillen?,” Quillen?, ” Preguntó mientras caminábamos hacia las enormes puertas dobles. Arrugué mi nariz hacía ella. “¿Qué? “¿Qué?”” ella preguntó, riendo. “Dormí lo suficiente anoche,” anoche, ” le dije. “Una cosa sobre el Dr. Quillen, su presentación es casi la misma cada año.” año.” Ella sacó el programa de su bolso y lo abrió a la página de los ponentes. “ Nuevas técnicas para un eficaz registro diario para ampliar ampliar la atención de los pacientes',” pacientes', ” leyó en voz alta. Suspiré mientras nos movíamos por el pasillo. “Sí, ese es. Vamos a ver, hmm. Nuevas técnicas para el registro diario. Tal vez eso valga la pena, “ murmuré, el dedo índice tocando mi barbilla. Ella se rió entre dientes. “Aquí dice que alentar a tu personal de enfermería para añadir entradas es la clave.” clave.” Nos miramos la una a la otra y nos reímos. reímos. “Entonces, ¿qué debemos hacer en vez de eso?,” eso?, ” Preguntó. No tenía ni idea. “¿Qué “¿Qué quieres hacer?” hacer? ” Pregunté finalmente. Sus ojos se iluminaron “Subamos y cambiémonos en jeans y tenis. Tengo una idea." Al cabo de media hora, Ella y yo nos cambiamos y salimos por una puerta lateral del hotel. Corrimos a mi coche y nos metimos. Tomé una respiración profunda y miré a Ella . Ella sonreía, su mirada recorriendo el estacionamiento detrás de nosotras.

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“Creo que hicimos una escapada limpia, jefa,” jefa, ” dijo en un tono de gángster de los años cuarenta. Me reí en voz alta. Se sentía como si estuviéramos escapando del hotel. En realidad, sabía que estábamos escapando de nuestros papeles tradicionales y los deberes que nos unían un ían a esos papeles. También sabía que estábamos en una aventura. Estaba emocionada, e mocionada, más emocionada de lo que había estado en mucho tiempo. Esto era lo que la vida era, la vida con una pareja con la que te sentías a gusto? Podría ser siempre tan bueno? Tenía miedo de pensar en ello demasiado fuerte por temor a fastidiarlo de alguna manera. “Entonces hacia dónde?” dónde?” Pregunté mientras llegaba al borde del estacionamiento. “Ve a la derecha aquí,” aquí,” dijo, consultando un mapa garabateado que tenía en la mano. Me había dado cuenta de eso en el ascensor, pero ella lo había quitado de mi vista. Supuse que nuestro destino era un secreto. Giré a la derecha y seguí el camino por unas cuantas millas, en ese momento me indicó girar a la izquierda. Dirigiéndonos más cerca al centro de Dothan. “Gira a la derecha,” derecha, ” ella gritó, y rápidamente realice un giro de noventa grados. Mi boca se abrió y luego una amplia a mplia sonrisa la cerró. “De ninguna manera!” manera!” Respiré. Ella se rió. "¡Si hay manera! Sabía que te encantaría. Sólo lo sabía!” sabía!” Estacioné rápidamente, y nos precipitamos a través de una estructura arqueada que parecía a una enorme boca abierta de payaso. Las puertas de cristal en el interior proclamaban: Bienvenido! Es hora de patinar. Sin duda lo era. Nos quedamos en el interior, ambas hipnotizadas mientras nos absorbió el ambiente de la enorme pista de patinaje. Los olores familiares de palomitas de maíz y dulces azucarados me asaltaron y miré a mi izquierda. Efectivamente, había un área de concesión con varias mesas pequeñas y una pared de estrechos puestos. A nuestra derecha estaba el alquiler de patines, una cabaña con un tema ultramoderno de nave espacial. Eché un vistazo hacia la pista. Las paredes iluminadas de neón fueron pintadas con enormes murales de personajes de superhéroes, sobre todo de The Incredibles, una película de Pixar sobre toda una familia de superhéroes. No la había ha bía visto, por supuesto, pero había visto la l a publicidad de ella, incluyendo carteles en mi supermercado local allá en casa. “Oh, Dios mío, es Jack-Jack!” Jack-Jack! ” Ella exclamó. Me giré hacia ella. "¿Quién?" “ No es lindo? Me encanta esa película.“ película.“

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Seguí su mirada y vi a un bebé con un solo diente con una cabeza redonda y un único mechón puntiagudo por cabello. Ella estaba estudiándome. “ No la has visto, ¿verdad?” ¿verdad?” Hice una mueca en disculpa. “Bueno, remediaremos eso tan pronto como lleguemos a casa. La tengo y sin duda tendremos una noche de cine. Ves allí?” allí? ” Señaló hacia un mural trasero y nos acercamos al muro de la pista que daba a la altura de la cintura para tener una mejor vista. “Ese es el padre, el hombre grande de la máscara negra. Igual que allí, en su traje de negocios — su su alter ego.” ego.” Ella me sonrió, y yo estaba aturdida por el resplandor de su sonrisa. Ella continuó en mi silencio. “Su nombre es Bob Parr. Su nombre de superhéroe es Mr. Incredible. Esa es su esposa Helen junto a él. Elastigirl cuando está con la máscara. Los dos hijos mayores son Violet y Dash. Ella puede ser invisible, y él puede moverse como un rayo.“ rayo. “ Me aclaré la garganta. “Y qué es lo que hacen, en esos lujosos leotardos rojos?” rojos?” Ella parpadeó lentamente. "Bien. Bueno, salvan al mundo, tonta. Ese tipo allí con la mata de pelo de fuego se llama Syndrom y tiene algún tipo de viejo rencor contra los increíbles y quiere acabar con ellos para poder apoderarse del mundo.” mundo. ” “Ahh.” Ahh.” Asentí con comprensión. Ella sonrió tímidamente. “Mi personaje favorito es Edna, pero no la veo aquí. Ya la verás. Ella diseña los trajes indestructibles que los superhéroes llevan y tiene más dinero que Croesus.“ Croesus.“ “Croesus?” Croesus?” Yo estaba en blanco. Ella frunció el ceño. “Ya sabes, el chico griego, rey. Mucho dinero." Mentalmente corrí a través de mis estudios griegos y vagamente lo recordé. "Oh si. Lo siento.” siento.” Sabía que me estaba sonrojando. “ No hay problema, Doc. Vamos, vamos a patinar!” patinar!” Me agarró la mano y me llevó hacia la nave espacial. e spacial.

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Capítulo Veinte Ella

Patinaje sobre ruedas siempre había sido mi actividad favorita. Cuando era niña, mi madre me había llevado a menudo a mi hermana y a mí a una pequeña pequeñ a pista de patinaje en un parque deportivo en las afueras de Wiesbaden, Alemania. El patinaje sobre hielo era más popular en esa zona, pero por alguna razón — probablemente probablemente su propia nostalgia — mi mi madre había elegido el patinaje como una actividad divertida que ella, Jess y yo podíamos hacer juntas mientras mi padre trabajaba. Ni siquiera estaba segura de que Maddie pudiera patinar, pero por alguna extraña razón, sabía que disfrutaría haciendo esto, si podía o no patinar. Así que había tomado la oportunidad después de admirar la pista en el folleto el día anterior. “¿Tienes “¿Tienes alguna idea de cuánto tiempo ha pasado desde que me he puesto unos patines?,” patines?, ” Maddie dijo mientras apretaba los cordones de sus alquilados, tamaño nueve. Los míos eran de tamaño ocho y medio, y ya había terminado de amarrarlos ajustadamente. “Ha pasado un tiempo para mí también,” también, ” respondí. “Creo que podremos sostenernos, si es necesario.” necesario.” Ella me miró con aire de superioridad. “Todo lo que tengo que decir es que, si me caigo, vendrás conmigo.” conmigo.” Ella se rió y se levantó, tambaleándose, se puso de pie. Me levanté también y la agarré del brazo mientras un suelo inclinado parecía jalar de nosotros hacia la pista. Ambas chocamos contra la pared al lado lado de la apertura de la pista, y comencé a reír. Maddie me observó, como si tratara de mantener una cara severa. Estaba frotándose un codo que se había golpeado en la pared. Verla fingir austeridad me hizo reír mucho más, así que me reí hasta que estuve sin aliento. En cuestión de segundos, se había unido, y nos quedamos allí haciendo un espectáculo de nosotras mismas. La gente había estado mirándonos ya, simplemente porque no éramos lugareñas, ahora tenían aún más que ver. Eventualmente, la risa disminuyó en pequeña tos y esnifidos. “¿Terminaste?, “¿Terminaste?,”” Maddie preguntó, todavía riéndose sin poder contenerse pero tratando de controlarlo. “Sí,” Sí,” logré jadear. "Creo que si." Ella se rió y respiró hondo. “Entonces ... entonces podemos patinar ahora?” ahora? ” Asentí, sin siquiera mirarla por miedo a perder la compostura de nuevo. Me concentré en mis pies cuando entré en la pista, sin soltar la pared y tirando de mí. Podía sentirla justo detrás de

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mí. Rodeamos así durante unos minutos mientras veía a los patinadores locales zumbando junto a nosotros. “Ellos van muy rápido,” rápido, ” Maddie dijo con los dientes apretados. Sentí la risa surgir de nuevo. "Sí. Ellos están." “Ella?” “Sí Maddie?” Maddie?” “¿Hay “¿Hay alguna pista para niños en algún lugar en la que deberíamos estar? ” Eso hizo — hizo — que que cediera. Cuando me incliné, riendo, mis pies volaron debajo de mí, y aterrice en mi trasero, inclinada doble con alegría. “¿Estás “¿Estás bien?,” bien?,” Maddie preguntó cuándo pudo sacar las palabras de entre sus propios gorjeos de risa. Ella flotaba por encima de mí mientras trataba de recuperar el aliento. “Están bien chicas?,” chicas?,” Preguntó una anciana mientras patinó hacia nosotras. “ Nosotros ... ah ...” ...” Maddie rompió en sofocada risa de nuevo. La mujer nos sonrió, revelando dos dientes de oro a la izquierda de sus incisivos frontales. Su cabello casi canoso era muy corto, y sus amplios rasgos caoba eran curiosos pero aceptables. “Ustedes simplemente no tiene ningún sentido, eso es lo que es, ” dijo en un tono maternal. “¿Alguna “¿Alguna de ustedes, chicas, incluso han patinado antes?” antes? ” “En realidad, lo hemos hecho,” hecho, ” Maddie dijo. “Pero parece que no podemos dejar de reír el tiempo suficiente como para permanecer en pie.” pie. ” Levanté un brazo y la desconocida agarró mi antebrazo mientras Maddie me agarró del brazo superior. Me levantaron y rodé lentamente hacia la pared mientras me limpiaba las lágrimas de los ojos con los dedos. “Lo siento, señora,” señora,” le dije. “Simplemente me hace gracia a veces.” veces. ” “Soy Ethel, jovencita. He estado trabajando aquí durante casi treinta años, y me agradaría ayudarlas a que vayan al centro, donde hay un poco menos de tráfico, si lo desean.” desean. ” “Creo que necesitamos eso, Ethel,” Ethel, ” Maddie dijo. La risa finalmente había desaparecido de su voz, aunque todavía había un pequeño tinte de diversión.

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Asentí en acuerdo, y Ethel tomó a cada una de nosotras por el pliegue del codo y, haciéndolo en el momento justo, jaló de nosotras a través de los patinadores dando vueltas en el perímetro exterior. Ella patinó, todavía agarrada con nosotras, durante unos minutos, rodeando el perímetro interior, alrededor de donde los pocos patinadores realmente buenos estaban practicando sus movimientos. Pronto sentí el ritmo familiar de patinaje de regreso, y cuando una canción de los Bee Gees sonó a nuestro alrededor, pude patinar a su ritmo discotequero. Miré a Maddie y la encontré sonriendo al viento, los ojos cerrados mientras se movía junto con el familiar estilo también. “Eso es, chicas,” chicas,” Ethel gritó. Me dio la mano de Maddie y luego se alejó, entre la multitud. Maddie me sonrió y me apretó la mano. Continuamos patinando juntas sin problema. Me deleité con los bien recordados patrones de movimiento mientras dejé que la música fluyera dentro y me llenara completamente. Se sentía tan condenadamente bien para moverse contra el viento, las luces de neón y los brillantes, energizantes colores que nos rodean. La música era buena, también, no tan cursi como en algunas pistas en las que había estado. La música de órgano de tubos era un vago recuerdo cuando los 40 grandes éxitos se mezclaron con la música disco y algunos éxitos de los noventa llenaron la pista. Los patinadores que nos pasaban nos sonreían, algunos mostrando movimientos practicados que me recordaban al ballet. Una pareja mayor se deslizó como como en un baile de salón. Miré a Maddie y me enamoré de ella de nuevo. Sus rizos oscuros fluían hacia atrás, revoloteando contra sus vidas tranquilas, cuidadosas. Todavía me sostenía la mano, a pesar de que hizo el zigzaguear más difícil para las dos. No pensé que le importara, y sabía que no. Sinceramente, nos hubiera gustado quedarnos aquí para siempre.

Capítulo Veintiuno Maddie

Había olvidado lo mucho que me gustaba el patinaje sobre ruedas. Había sido una de mis actividades favoritas cuando, de niña y adolescente, había ido con mi madre al Empire, una hermosa pista vieja en el centro de Brooklyn. Había sido especialmente divertido cuando el hermano de mi madre, Umberto, había visitado desde Puerto Rico. A pesar de que hablaba muy poco inglés, había estado fascinado con todo lo americano y había bailado a la música de los setenta con increíble aplomo. Había amado aquellos tiempos. Ahora, mientras me deslizaba junto a la mujer que estaba rápidamente aprendiendo a adorar, me di cuenta plenamente de que algunas cosas están tan arraigadas en ti cuando eres joven que nunca olvidas cómo hacerlas. Una sensación de alivio me llenó, y finalmente me di cuenta de que sí, podría amar de nuevo. El miedo me había paralizado durante tanto tiempo mientras me esforcé por seguir adelante en mi carrera que había sido fácil ignorar las

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necesidades básicas humanas. Estaba patinando ese miedo lejos, y se cayó de mí en grandes trozos. Los vacíos que quedaban se llenaron de luminosidad, y estaba llena de alegría. Miré a Ella y me deleité con su evidente alegría. Liberar parte de la tensión acumulada que había estado construyéndose entre nosotras era algo bueno para las dos. La multitud se había calmado un poco y miré el reloj. Eran más de las cinco. Sacudí la cabeza con asombro mientras jalaba de Ella más cerca. “Son las cinco y cuarto,, le dije mientras me inclinaba hacia su oído. o ído. Sus ojos se abrieron. “Hemos estado aquí casi cinco horas?” horas? ” Le sonreí y di palmaditas en su mano, que había metido en mi codo. “Es difícil de creer, ¿verdad? Supongo que el tiempo vuela cuando te diviertes.“ diviertes. “ Ella me sonrió y cubrí mi mano con la suya. “Y me estoy divirtiendo,” divirtiendo, ” le aseguré. “Yo también,” también,” dijo, y luego suspiró. “Supongo que será mejor que regresemos.” regresemos. ” Ella me empujó suavemente hacia un lado, y fue entonces cuando me di cuenta de lo adoloridas que estaban mis rodillas y tobillos. Tanto para revivir mi juventud. “¡Ay! “¡Ay!”” Ella dijo mientras cojeábamos hacia la abertura. “Creo que todos los músculos de mi cuerpo me duelen. Gracias a Dios que hicimos esa pausa por la rebanada de pizza o incluso podría ser peor!” peor!” Gemí, expresando mi propio dolor. “Seguramente no podría ser peor. Que estábamos pensando, patinando así a nuestras edad?” edad?” “ No sé si es tanto una cuestión de edad. Más como algo fuera de forma.” forma.” Continuando para mantener la pared, Ella giró su cuerpo hacia el exterior de la pista y dio pasitos hacia los bancos acolchados. Yo hice lo mismo. Nos sentamos en silencio, una junto a la otra, por un largo momento, ambas sonriendo como tontas. “Fue divertido, ¿no es así?” así? ” Ella preguntó finalmente. Alzó una u na ceja y me miró interrogativamente. Sentí como si su nerviosismo regresara, eclipsando la alegría de la tarde. Quería que se sintiera a gusto. “El mejor tiempo que he tenido en diez años,” años, ” le dije, tomando su mano en la mía. Dejé que mi pulgar acariciara la suave piel en el dorso de su mano. Nuestros ojos se encontraron, y me sentí jalada hacía sus labios. Estudié su color rosado, sabiendo que iba a besarla. Entonces recuperé mis sentidos y retrocedí. Lo quería, desesperadamente, pero no pude mirarla a los ojos de nuevo. Sabía que si lo hacía, la besaría, y era demasiado pronto. Ni siquiera habíamos 68



hablado seriamente sobre nuestras preferencias sexuales. ¿Cómo podía asumir simplemente que era lesbiana? ¿Cómo podía saber con certeza que se sentía atraída por mí? Solté su mano y me incliné para desatar mis patines. “Tal vez podríamos hacer esto otra vez? Me pregunto si hay una pista cerca de casa que podríamos visitar.“ visitar. “ Ella se quedó en silencio un largo momento. Oré no haberla ofendido por mi

presunción. Tenía que moverme más despacio, para ver si sus sentimientos por mí podrían desarrollarse. La miré y la encontré estudiándome cuidadosamente. “Ella?” Ella sacudió la cabeza como para despejarla. “Sinceramente, no lo sé, pero sin duda estaré revisando eso tan pronto como lleguemos a casa.” casa. ” Ella sonrió. “Especialmente ahora que tengo una pareja en mi locura.” locura. ” Estaba cautiva en el rayo tractor de su sonrisa, y mis dedos buscaron a tientas los cordones. "Sí. Suena como un montón de diversión,” diversión, ” dije, mirando a otro lado y centrada en sacar el patín. Moví mis dedos de los pies, disfrutando de la libertad y el aire fresco. “Se siente bien, ¿no es así?” así? ” Ella preguntó con una risita. Asentí y me quité el otro patín. Me levanté y le tendí la mano. “¿Puedes “¿Puedes ponerte de pie?” pie?” Ella hizo una mueca como si yo fuera tonta. “Por supuesto, tonta.” tonta.” Se levantó, pero un gemido escapó de sus labios. “Mmhm,” Mmhm,” murmuré. La dejé dirigir el camino mientras recorríamos la corta distancia hasta el quiosco de alquiler. Momentos más tarde, estábamos en el coche camino de regreso por el centro de Dothan en dirección del hotel. “Espero que nadie nos haya echado de menos,” menos,” dije. Ella suspiró. “Fue bastante irresponsable sacarte de la conferencia. Pero parecías querer

alejarte.“ alejarte.“ “Lo quería, sí. Hoy fue absolutamente perfecto. Si fuimos echadas de menos, fuimos echadas de menos. Realmente no me importa.“ importa. “ Ella se rió. “Bueno, somos adultas, supongo, y no siempre tenemos que hacer lo que nos dicen.” dicen.” Me reí con ella. “Ella, no estoy muy segura de que dos adultos maduros pasarían un puñado de horas patinando tan feliz y delirantemente como lo hicimos.” hicimos. ”

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Ella me miró, su expresión sorprendida. “¿Por “¿Por qué, por supuesto que lo haríamos,” haríamos,” dijo lentamente. “¿Por “¿Por qué no lo haríamos?” haríamos? ” Miré el pesado tráfico mientras reflexioné esto. En efecto. ¿Por qué no lo haríamos? Sabía con una nueva certeza que Ella traería cosas positivas a mi vida.

Capítulo Veintidós Ella

Me di un último vistazo en el espejo del baño bien iluminado. Yo lo haría. Había tomado una larga ducha caliente cuando regresamos al hotel, que me había refrescado y aliviado algunos de los músculos adoloridos. Ni siquiera quería pensar en la rigidez que mañana traería. Esta noche, para cenar, había elegido usar los suaves pantalones de lino que mi hermana había recomendado. Eran de color marrón oscuro, y los rematé con una blusa de color café y una chaqueta de punto larga, negra transparente que era mayormente de encaje. Mis joyas eran sencillas: pequeños pendientes y un collar largo, ambos con círculos dorados de ámbar. Podría haber estado sufriendo, pero nadie lo sabría. Me sonreí a mí misma y, después de agarrar mi bolso, salí de la habitación. La puerta de Maddie se abrió justo después de mi llamada. Se veía refrescada, vestida con su habitual camisa blanca abotonada, con una chaqueta de lino de color azul oscuro y pantalones sueltos. Su cabello estaba suelto, y se rizaba suavemente sobre sus hombros. ho mbros. Ella era hermosa. "Hola. ¿Cómo te sientes?,” sientes?, ” le pregunté. “Mejor que antes,” antes,” dijo. “¿Estás “¿Estás lista para tomar una copa?” copa? ” “Claro que sí.” sí.” Sonreí. Salió al pasillo y cerró la puerta. Me miró de reojo. “Te ves muy hermosa esta noche. Tendrás T endrás que llevar un gran palo para golpear a los pretendientes.“ pretendientes. “ “Pretendientes? Qué palabra encantadora, pasada de moda,“ moda, “ le dije. “ No, no tengo ningún interés en otros pretendientes.” pretendientes. ” Esperaba que entendiera mi significado. Ella no hizo ningún comentario sobre ello, y caminamos en silencio hasta el ascensor. El vestíbulo estaba tan concurrido como la noche anterior. La conferencia realmente no terminaría hasta el mediodía del Martes, así que muy probablemente todos los asistentes estaban todavía en el hotel. Nos metimos en la refriega, Maddie siguiéndome de cerca

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detrás. Nos conduje hacia la barra, sintiendo que necesitaríamos fortaleza para lidiar con otra aglomeración de los compañeros de Maddie. “Creo que ustedes dos están evitándome deliberadamente,” deliberadamente, ” Dixie dijo mientras se acercó a nosotras, un alto cóctel rosado en una mano. “Fui a tu habitación para preguntarte si querías nadar por la tarde, pero no hubo respuesta.” respuesta. ” “Estábamos viendo el centro de la ciudad,” ciudad, ” Maddie dijo antes de alejarse y pedir nuestras bebidas. “Ahh, el centro es precioso,” precioso, ” dijo. Se balanceó ligeramente, y me pregunté cuántas bebidas había tomado. Me incliné cerca. “¿Estás “¿Estás bien, Dixie?,” Dixie?,” Le pregunté en voz baja. “Mejor que nunca,” nunca,” dijo, sonriendo de una manera torcida. Maddie volvió y me dio mi vodka y toronja. “Vayámonos para cenar, ustedes dos,” dos, ” sugirió. Ella me tomó del brazo e inesperadamente extendió un codo hacia Dixie, que, a pesar de que parecía sorprendida, aceptó el gesto. Nos movimos en el comedor desordenadamente poblado. “Disculpen,” Disculpen,” Dixie murmuró mientras se alejaba y se dirigió con paso inseguro hacia dos mujeres jóvenes paradas a un lado. Maddie suspiró como en alivio y me llevó hacia una mesa cerca de la parte trasera casi vacía de la habitación. “Está bien si nos sentamos aquí?,” aquí?, ” Preguntó. “¿Estás “¿Estás escondiéndote de alguien?,” alguien?, ” Pregunté, divertida, mientras me deslizaba sobre una silla. Puse mi copa frente a mí y luego tomé un largo sorbo de ella. Estaba fría, refrescante y la cantidad justa de amarga. “Creo que de todos,” todos, ” Maddie respondió mientras se sentó y se restregó la frente con ambas manos. Toqué su antebrazo, de repente preocupada. “¿Estás “¿Estás bien, cariño? ¿Te sientes mal?” mal? ” "No. No, estoy bien.” bien.” Giró su cabeza y me sonrió, la cabeza todavía en sus manos. Se echó hacia atrás de repente y tomó un sorbo de su whisky. “Ella?”

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“Sí Maddie?” Maddie?” “Me encuentro preguntándome por ti,” ti,” dijo en voz baja. “Hmm. ¿Qué quieres decir?” decir? ” Tenía curiosidad acerca de su línea de pensamiento. Ella se retorció incómodamente. “Yo... supongo que quiero saber que ... bueno, lo que quieres.” quieres.” “Lo que quiero?” quiero?” Levanté mi copa y bebí un trago lento, calmante. "Eso es fácil." “¿Por “¿Por qué están ustedes dos sentadas aquí?,” aquí?, ” Dixie preguntó mientras se colaba en nuestra mesa y luego se sentó. “Todo es sombrío y melancólico, y no hay nadie con quien hablar.” hablar.” “En cierto modo ese es el punto,” punto, ” Maddie dijo con algo de mal humor. “Hmm?” Hmm?” Dixie no comprendió en su condición algo ebria. “Estamos cansadas de hoy,” hoy,” dije, tratando de suavizar las cosas. Dixie jugueteó con su vaso vacío y suspiró. “Bueno, tengo que sentarme allí. Mama dijo.“ dijo. “ Dejó caer una mano hacia la parte delantera de la sala. “Ven a sentarte con nosotros, si quieres.” quieres.” “Parece que su mesa se está llenando rápidamente,” rápidamente, ” Maddie dijo con un movimiento de cabeza señalando. Dixie miró con indiferencia en la dirección que Maddie había indicado. Se levantó y gruñó. “Es una pena que no se llenará por completo. Sólo estoy muerta de aburrimiento, escuchando a todas esas viejas ciruelas hablar de la medicina esto, la medicina lo otro. “ Hice una mueca hacia Maddie y empujé el vaso vacío de Dixie a un lado mientras Maddie se inclinó hacia delante. "¿Es fácil? ¿Por qué fácil?” fácil? ” Me sonrojé y respiré hondo, preparándome. Una vez que las palabras salieran, estarían est arían afuera. No sería capaz de regresarlas. “¿Le “¿Le gustaría té helado, señora?” señora? ” La joven camarera preguntó mientras ofreció la jarra de acero con ambas manos. Maddie se echó hacia atrás, expulsando el aliento. “Sí, por favor,” favor,” le respondí. Miré alrededor y noté que los camareros ya estaban sirviendo la cena.

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“Maddie? Té para ti?,” ti?,” Pregunté. Ella miró a la camarera y asintió. Otro de los camareros se acercó detrás de ella, llevando platos de comida. Mientras la primera chica nos dejó, el segundo camarero un joven con el pelo rubio recortado, colocó la comida en la mesa. Nos sentamos en silencio mirando los platos durante casi un minuto. “Aquí está el pan para ustedes,” ustedes, ” dijo una tercera camarera. "Háganos saber si necesitan algo." Ella colocó la cesta de pan envuelta con una servitoalla entre nuestros platos, hacia el centro de la mesa. Todavía no nos movimos. Finalmente, Maddie se movió en su silla. “Ella? Yo — Yo — " " Levanté la copa y tomé un trago más profundo. pro fundo. “Eres tú, Maddie. Eres tú lo que quiero.“ quiero. “

Capítulo Veintitrés Maddie

Mi corazón latía rápidamente en mi pecho. De hecho, me preguntaba si podría estar teniendo un paro cardiaco. Lo había dicho. Había dejado claras sus intenciones. Mi psique se disparó, y sentí que una felicidad me llenaba, haciéndome completa en lugares en lo más profundo que no me había dado cuenta que estaban vacíos. Quería tomar su mano, pero las suyas estaban sobre la mesa, y no quería ser demasiado obvia. “Ella, piensa en lo que estás diciendo,” diciendo, ” dije en voz baja. “¿Me “¿Me estás diciendo que no tienes sentimientos por mí?” mí? ” Su pregunta estaba llena de dudas, por lo que me apresuré a tranquilizarla. "Por supuesto que sí. He tenido sentimientos por ti desde el día que viniste a trabajar para mí.“ mí.“ Se giró para estar cara a cara. “¿Por “¿Por qué no dijiste nada? Nunca estaba segura de cómo te sentías.“ sentías.“ Baje los ojos y me incliné para tocar su rodilla con la yema de mis dedos. “Tenía mucho miedo.” miedo.” "¿De mí?" “ No ... bueno, tal vez. Pero tenía más miedo de permitirme sentir, creo. creo. Es fácil ignorar lo que falta en tu vida si finges que no puedes sentir nada. “ Ella sonrió pícaramente. “Entonces vengo y demuestro ser absolutamente irresistible.” irresistible. ” Estudié sus bellas, amadas facciones. "Sí, sí. Exactamente así."

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Sonrió de nuevo, sus ojos suaves y cariñosos. “Supuse que era algo ético, que evitaras todos mis avances.” avances.” “Quieres decir no fraternizar con mis empleados?” empleados? ” “Sí.” Sí.” Ella asintió. "¿Es eso cierto?" "Sí, muy cierto. Eso me dio mucho tiempo. Pero te necesito tanto.” Me miró inquisitivamente, así que le expliqué en un susurro. “Te necesito, Ella. Te necesito tanto.” tanto. ” Esperé nerviosamente. "Y te necesito. No dudaré en buscar otro trabajo, Maddie. Quiero ... si eso significa que podemos estar juntas.“ juntas.“ Aliviada, me incliné cerca, finalmente tomando sus dos manos en las mías. “Estaremos juntas, Ella. Nunca dudes de eso. Por favor. Pase lo que pase. Nunca lo dudes.“ dudes. “ Ella me sonrió, las lágrimas brotando en sus ojos. “He esperado tanto tiempo para escuchar esas palabras de ti.” ti.” "Quédate aquí. Regreso enseguida.“ enseguida. “ Se me había ocurrido una idea maravillosa, y me apresuré a salir al bar del vestíbulo. Hice un pedido con el sonriente barman y luego me apure a regresar con mi amor. “¿Quieres “¿Quieres venir conmigo?,” conmigo?,” Le dije, cayendo de nuevo en mi silla. La miré a la cara. Confiaría en mí? “Pero tu cena —” cena —” dijo dijo con cierta sorpresa. "No tengo hambre. De comida." Ella sonrió. "De acuerdo. Te encontraremos algo más tarde.“ tarde. “ Se levantó y salimos del comedor y nos dirigimos hacia el ascensor. Nos quedamos en silencio, pero había una energía embriagadora zumbando entre nosotras mientras subíamos. En las puertas de nuestras habitaciones, tomé su mano y la llevé hacia la mía. Cuando la puerta se cerró detrás de nosotras, me giré para encararla en la tenue luz de la habitación, colocando una palma en cada una de sus mejillas rosadas. “Ella, tu haces que mi corazón se eleva y se llena con luz,” le susurré. “ Ven sé conmigo ahora.” Se acercó más a mí, solamente un soplo de distancia. “Sí, a lo que sea que dijiste, sí.” sí.” “Dije que haces que mi corazón se eleve y se llene de luz. Ven, para estar conmigo ahora. ” La envolví en mis brazos, permitiendo al fin sostener su suave piel junto a la mía. Me 74



deleitaba en ella, respirando su esencia, nuestras narices tocándose. Ella era deliciosa, mejor de lo que esperaba. Lentamente, saboreando cada movimiento, cerré la distancia d istancia hasta que me permití, por fin, presionar mis mis labios contra los suyos. En mi mente, me moví a otra dimensión. Sus labios eran rollizos y cálidos, y yo estaba fascinada, mi lengua saqueando las dulces profundidades de su boca. Esta misma boca que me había vuelto loca mientras la veía hablarme en el pasado. Esta nueva dimensión me movió más allá de ser hablada. Ahora yo estaba hablado. Este nuevo lenguaje no verbal llenó mi cerebro con increíble paz y emoción a partes iguales. Tiré de su cuerpo cada vez más cerca, aplastándola contra mí, deseando que ella experimentara plenamente esta misma dimensión. Éramos viajeras del tiempo, creando mundos audaces y utópicos mientras viajamos a través de ellos. El calor me inundó mientras permitía que mis manos físicas para alcanzar abajo y se llenaran de su carne para que pudiéramos permanecer ancladas juntas de alguna manera. No estaba segura de cuánto tiempo viajamos en este estado fusionado, pero un golpe insistente en la puerta me estrelló de nuevo en esta realidad. Nos separamos demasiado abruptamente, casi dolorosamente. “Es para nosotras,” nosotras,” dije débilmente, mi pecho agitado. Encendí una pequeña lámpara de escritorio y alisé mi ropa, sabiendo que no podía hacer nada para cambiar la ensoñación de mi expresión facial. Después de abrir la puerta, conduje a la joven que empujaba un carrito de servicio de habitaciones. Saqué mi billetera de mi bolsillo y le di la propina, y ella nos deseó una buena tarde al salir. Me volví hacia Ella y encontré sus mejillas de color rosa brillante y su boca curvada en una secreta sonrisa de Mona Lisa. "¿Vino?" “Sí,” Sí,” ella dijo, asintiendo. “Después de ese beso, lo necesito.” necesito. ” Me reí. “ Nuestra química es fuerte, ¿verdad?” ¿verdad?” Le entregue su copa llena. “Este es un uva Muscat, muy agradable, por lo general.” general. ” Tomó un sorbo y alzó los ojos sorprendidos por encima de su copa. “Esto es como el néctar,” néctar,” susurró. Asentí y saboreé mi propio vino. “Sí, es mi favorito. Tenemos estas uvas en Puerto Rico, en la región suroeste. Están en un vino popular de la zona allí, incluso mejor que esto, y siempre trato de visitar el pueblo para una buena comida y un poco de vino allí cuando regreso. ” Ella caminó los pocos pasos que nos separaban y tomó mi mano, luego me jaló hacia la

cama. Nos sentamos una junto a la otra en el borde. bo rde. “¿Piensas “¿Piensas que podría ir contigo alguna vez? A Puerto Rico?,” Rico?,” Preguntó suavemente.

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“Por supuesto que lo harás,” harás, ” le respondí, alzando mi copa hacia la suya en un brindis. “Por nuestro futuro eterno, lleno de la una con la otra. ” Sonrió a mi brindis y tomó un largo trago de Moscatel de grano menudo. “Maddie, ¿has estado en muchas relaciones?,” relaciones?, ” ella preguntó, con lo que parecía ser renuencia. “ No muchas,” muchas,” admití. “Sé que debería haber tenido más a mi edad, pero mi trabajo era mi amante. Mi última fue con una mujer cuando estaba en la escuela de medicina. Ella me trató mal. Antes tuve unas cuantas novias, por breve tiempo, cuando era muy joven.” joven. ” Me moví para volver a llenar nuestras copas. "¿Y tu? Háblame de tus amores.“ amores. “ “ No tantas,” tantas,” respondió. “Mi primera novia de verdad fue en la secundaria, Katrina Merkel. Tuvimos que mantenerlo en secreto, por supuesto, y finalmente me dejó por uno de mis compañeros nerd de clase. Salí del armario a todos cuando estaba en la universidad, cuando me enamoré de una chica llamada Gina. Pensé que era todo lo que quería, pero ella se enamoró de otra. Tenía el corazón roto, en esa manera atormentada de juventud, así que me rebelé contra todo, finalmente salí con una mujer llamada Bailey, a quien mis padres realmente odiaban. Ella y yo tuvimos un montón de problemas hasta que se fue.“ fue. “ Pude ver el dolor de Ella, pero no era todo incontenible. Eso era bueno. Me paré y tomé su copa, regresando nuestras dos copas al carrito. Me quité la chaqueta. “Ven,” Ven,” le dije, poniéndola de pie. Ella sonrió seductoramente mientras le quitaba su chaqueta ligera. “Ahora, eres mía,” mía,” le dije, mis labios encontrando su cuello fragante, cálido. “Y yo soy tuya.” tuya.”

Capítulo Veinticuatro Ella

Sentí como si mi corazón dejara de latir mientras Maddie comenzó a hacerme el amor. Su toque era tan suave, tan etéreo, que todo se sentía como un sueño. Mi ropa cayó de mí, y no sentí ninguna inhibición estar desnuda y honesta ante ella. Sus grandes manos barrieron mi piel, sus palmas de las manos suaves y cálidas mientras exploró — no, se deleitó en mi cuerpo. Los dedos, fuertes pero suaves, acariciaban mi cuello hacia arriba en el nacimiento del pelo, y descubrí que era una nueva zona erógena para mí. Y siempre estaba su boca, consumiendo mis labios, su poderosa lengua siguiendo sus manos en adoración de mi nuca mientras yo rodaba para darle cabida.

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Una mano bajó y encontró mis pechos, erguidos y firmes, y toda una nueva oleada de sensaciones me envolvió en delirio. El fluido aumentó dentro de mí, el ápice de mis piernas temblando en anticipación de la penetración, de la liberación. Una mano todavía ahuecó mi cabeza y el cuello mientras la besaba. Y la besaba una vez más. La otra mano abandonó mis pechos y se deslizó a lo largo de mi torso, presionando firmemente contra mis costillas, mi cintura, luego moviéndose a lo largo de toda la nalga de mi trasero, presionando mi centro contra su cuerpo firme. Una nueva fuente de humedad me llenó, y jadeé ante la extrema sensación de excitación. Me aparté y la miré a los ojos. Encontré amor allí y una profunda, oscura pasión. Lo que vi fue casi más sentimiento de lo que podía soportar, y temblé. “Dime que esto es real, Maddie,” Maddie, ” susurré con voz temblorosa. Exhaló y mordisqueó mis labios antes de susurrar una respuesta. “Esto es real, mi canto. Más real que cualquier otra cosa antes. Estamos creando una nueva realidad. Generamos nueva vida y luz entre nosotras.“ nosotras. “ Rodé sobre mi espalda, tirando de ella conmigo. Alcancé para desabotonar su camisa, mis dedos a tientas con la labor. Maddie se puso de rodillas y se quitó la camisa por encima de su cabeza. Le siguió su camiseta, y vi su delgadez sin restricciones por primera vez. Su piel bronceada parecía brillar con una luz interior. Sus pechos eran pequeños e inclinados hacia arriba, los pezones pe zones pequeños y oscuros. Sus rizos sueltos cayeron en cascada desordenadamente a través de sus hombros como burlándose de esos pechos. Era una vista que sabía que recordaría el resto de mi vida. Alcé hacia arriba y presioné ambas palmas en el espacio justo debajo de sus pechos, extendiendo mis dedos hacia afuera a través de sus pronunciadas costillas. Se desabrochó los pantalones y luego bajó su cuerpo encima del mío. Estaban esos besos cautivadores otra vez, sacándome de este mundo, fácilmente empujándome en otro reino sensual donde el tiempo y el lugar dejaron de existir. Me estremecí, más cerca del orgasmo de lo que jamás había estado sin el beneficio del toque. “Oh, Maddie. Oh, Maddie,” Maddie,” murmuré, tirando de uno de sus muslos entre mis piernas. Ella entendió y presionó hacia arriba, aun cuando su mano agarró mi cadera para un mayor control. Su boca dejó la mía mientras echó la cabeza hacia atrás y gimió. Su cabello con olor a sándalo rozó mi mejilla mientras giraba la cabeza, sus ojos cerrados. Apreté los labios a su cuello, mordisqueando la piel allí. Su mano dejó mi cadera y se deslizó entre nosotras, los dedos fácilmente encontrando y penetrando mi centro palpitante. Ella se movió ligeramente hacia un lado, y cuando su boca encontró mis labios de nuevo, la palma de su mano presionó contra mi clítoris duro, sobresaliente. Unas cuantas caricias dentro y fuera y yo había acabado. Mi cuerpo se arqueó fuera de la cama mientras gemía en la boca de Maddie y mi mundo explotó. Mis dedos se curvaron y mis muslos se estremecieron y temblaron. Murmuré palabras sin sentido mientras 77



trataba de encontrar el camino de regreso a la realidad. La mano de Maddie se había aquietado por suerte, pero permaneció, sin duda sintiendo mis intensas contracciones de placer. Traté de estar avergonzada, pero no tenía los medios para ser nada más que una masa temblorosa de reverberación sensual. Maddie besó suavemente a lo largo de mi pecho, sobre mis pechos. Cerré los ojos, sintiéndola contra mí, oliendo su hermoso aroma. Me las arreglé para levantar el brazo extendido detrás de ella, y la acerque más. Se acurrucó en mí, con pequeños ronroneos de comodidad. Su mano se deslizó de mí, y se acomodó en la cama junto a mi lado mientras me abrazaba totalmente, uno de los muslos a través del mío. Nos quedamos de esa manera durante mucho tiempo, conectando, hasta que el aire acondicionado se encendió y el aire frío avanzó a través de nosotras. Maddie se levantó y se deslizó de sus pantalones y bragas. Aflojó las sábanas y las mantas, metiéndome en ellas. Se deslizó a mi lado y me abrazó, cara a cara. “Por fin,” fin,” suspiró. “Por fin,” fin,” le contesté. “ No más dudas?” dudas?” “ No más dudas. No más miedo." Ella me besó profundamente, y sentí un nuevo fuego encenderse. Ahuequé uno de sus pechos en mi mano. “Eres tan hermosa,” hermosa,” susurré, inclinándome para presionar los labios a la suave carne allí. Ella suspiró y rodó para yacer sobre su espalda. “Ámame, “Á mame, Ella,” ordenó en voz baja mientras extendía sus brazos a modo de invitación. “Oh, lo haré,” haré,” le aseguré. Tomé su pezón entre los labios y lo lengüeteé, disfrutando de cómo se ponía increíblemente duro bajo mi atención. Maddie gimió, y capturé el otro, provocándolo de manera similar. Tenía los ojos cerrados, pero podía ver su piel coloreándose en anticipación. Me moví adelante y atrás entre sus pechos por un tiempo lento, no medido, hasta que gimoteó su necesidad. Sólo entonces me moví hacia abajo, besando esa hermosa extensión de piel hasta llegar a un bosque de rizado vello oscuro. Lo rocé con los dedos, suavemente, lentamente. No tenía ningún deseo de que este interludio terminara. Incluso temporalmente. ¿Por qué no podían los amantes amarse unos a otros todo el tiempo? ¿Por qué los empleos y otras personas tenían que interferir? Moví una rodilla entre los muslos de Maddie y me deslice por debajo de las mantas. Mientras me aplanaba en mi estómago y presionaba mis labios en su muslo tembloroso, lo entendí. Hacerlo, hacer esto todo el tiempo, sería un tipo de locura. Una locura generada por el placer. Uno que la psique humana no podía soportar.

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Capítulo Veinticinco Maddie

El desayuno había sido una tempestad de placer. A pesar de que teníamos que mantener nuestra recién descubierta relación en secreto, por motivos de trabajo, todavía todo era muy diferente. Me preguntaba si mis compañeros se darían cuenta, así que hice un gran esfuerzo para no encontrarme con los ojos de Ella cuando anduviera alrededor de ellos. Pero la energía, la penetrante química que emitimos ... no estaba segura de cómo alguien podría haber omitido eso. Ni las atontadas, felices sonrisas. Ahora, de vuelta a casa, me aclaré la garganta y apreté la mano que había estado agarrando mientras conducía. “Entonces, Sandy lo sabrá, ¿no es así?” así? ” Ella suspiró y se encogió de hombros. “ No estoy segura de cómo no lo haría. ¿Has visto vi sto lo

extrañamente que Dixie nos estaba mirando en el desayuno? Estoy segura de que lo ha adivinado.“ adivinado.“ “Tú ... um, realmente no querías salir con ella, ¿verdad?” ¿verdad? ” “Por supuesto que no, hermosa mujer. Solo tengo ojos para ti. Aunque ...” ...” Hizo una pausa, y mi corazón dio un vuelco. “Lo consideré, por un breve segundo, cuando parecías estar ignorando mis persistentemente avances.” avances. ” “ No había forma de que pudiera haberlo ignorado por más tiempo. Me estaba volviendo un poco loca.” loca.” Le acaricié la mano con el pulgar. “ Nunca volveré a cometer ese error. Puedo prometerte eso." Ella me sonrió tiernamente y luego se giró para estudiar el paisaje que pasaba. “Entonces, ¿qué hay de Sandy?” Sandy?” “He estado pensando mucho en esto y, ya sabes, todos lo sabrán, tarde o temprano. Quiero decir, planeó quedarme en Maypearl y el consultorio. Y — Y — " " Se giró y me miró con curiosidad. "¿Y?" Respiré hondo. “Y por supuesto te quiero en mi vida. Estar conmigo." Sentí el resplandor procedente de ella su vez de verlo. “¿Qué significa eso?,” eso?, ” Preguntó sin aliento. Comprobé el tráfico a mí alrededor y logré meterme a un lado de la interestatal. Puse el SUV estacionado y me volví hacia ella. “Ella, no te conozco tan bien como planeo conocerte, pero estoy segura de como me siento cuando estoy contigo. Tú ... sí, llenas mi corazón de

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luz. Nunca he tenido eso antes, así que no soy muy experimentada en esta cosa de relación comprometida. Pero quiero, no, pienso tratar de ser una pareja. Quiero ir a casa para ti, o contigo, todos los días y hablar de nuestros días. La forma en que nos sentimos acerca de nuestros días. Quiero abrazarte por la noche mientras dormimos y despertar contigo como lo hice esta mañana.” mañana.” Hice una pausa y respiré hondo. “Espero que sientas lo mismo, y creo que lo haces. Si no es así, vamos a hablar de ello.“ ello.“ Ella asintió. “Y podríamos, ya sabes. Discutirlo. No creo que haya algo de lo que no podamos hablar. Por lo menos ahora.” ahora. ” Ella me sonrió. “Entonces, ¿vamos? Jugar a la casita juntas?” juntas? ” El alivio me llenó. "¡Sí! Sí, por favor." Se desabrochó el cinturón de seguridad y presionó sus labios contra los míos. El calor se apoderó de mí, y sentí el deseo por ella comenzar al final de mi columna vertebral y abrirse camino hacia arriba. El tiempo pasó sin contar mientras nos perdimos la una en la otra. Cuando me encontré luchando contra el cinturón de seguridad, tratando de poseerla, me aparté y reí temblorosamente. “Ah, mujer. Lo que me haces es ... bueno, simplemente es.“ es.“ Ella no estaba inmutable. Vi su pecho subir y bajar mientras se enderezaba su blusa. Se rió entre dientes. “Vamos a casa, mi amor.” amor. ” “Juntas,” Juntas,” añadí mientras cuidadosamente entraba de nuevo en la carretera. Durante las siguientes dos horas, discutimos la logística. Ella todavía quería dejar el consultorio, y yo le estaba rogando que se quedara. Por alguna razón, trabajar juntas no sería un conflicto para mí por más tiempo. No estaba segura de por qué mi punto de vista había cambiado, pero ahora me imaginaba trabajando juntas como un equipo médico aún más aerodinámico. Sus dudas eran sólidas, pero en la euforia de nuestro nuevo amor, no podía vernos trabajando separadas. Pospusimos esa decisión para hablarlo después. Otro debate se centró en donde viviríamos. No me importaba en absoluto, confiando en que ella haría de cualquier lugar donde viviéramos una morada acogedora, personalizada para las dos. Permaneció indecisa, sin embargo, y supuse que renunciar a su independencia, a través de su apartamento, le estaba resultando difícil. Me sentí triste por eso, pero sin duda lo entendí. Le hice saber de inmediato que Julio sería una adición bienvenida a nuestra nueva familia. En realidad estaba entusiasmada con la idea de tener una mascota de nuevo. Suprimí una repentina re pentina preocupación innecesaria en cierto momento. Mis tardes, aunque solitarias, eran cuando podía pensar y pasar tiempo escribiendo y estudiando. Estaba preocupada de lo que me imaginaba que sería una cierta cantidad de caos en mi futuro. Yo sabía que Ella era una ávida lectora. Haríamos que funcione. Viendo el gran cartel azul que nos daba la bienvenida de regreso a Maypearl puso en movimiento toda una nueva rueda de aprehensión. ¿Cómo reaccionaran mis pacientes a Ella siendo mi pareja, tal vez un día mi esposa? ¿Qué cambiaría en mi carrera? Un resplandor de 80



paz me llenó cuando me di cuenta de que simplemente no me importaba. No podría importarme. Ser tan infeliz e insatisfecha como lo había sido desde que conocí a Ella y no tenerla como mi amor me había revelado que una mujer feliz hacía a un médico más feliz. Sería una mejor doctora con Ella en mi vida. Esto era un hecho, en lo que a mí respecta. Los pacientes y Sandy sólo tendrían que entrar en razón. Podría ser incómodo al principio, pero, en realidad, no se me permitía tener una vida amorosa, plena? Entré en una plaza de estacionamiento cerca de la puerta del apartamento de Ella. Llevé nuestras maletas adentro. Julio nos recibió con fuertes quejas con unas pocas lanzadas de bienvenidas a casa, sólo para ser políticamente correcto. Ella parecía estar escuchándolo, descifrando su lenguaje, y pensé que era adorable la forma en que inclinaba su oído hacia él, escuchando con intensa concentración. "Sí, sí. Sé que Sandy estuvo aquí. ¿No crees que te dejaría solo, ¿verdad? Ella te dio de comer lo que querías?” querías?” Caí bajo el hechizo yo misma, jurando que podía distinguir palabras en el revoltijo de ronroneos y maullidos. “Bueno, le diré que no tanto salmón la próxima vez,” vez,” Ella dijo mientras caminaban por el pasillo hasta el dormitorio. La seguí como co mo un sonriente botones, una pequeña maleta en cada mano. “Puedes ponerlas en la cama,” cama,” dijo, y me tomó un minuto darme cuenta de que me estaba hablando. “Ah, entonces está bien si me quedo aquí esta noche?” noche?” Ella se acercó estrechamente e insinuó su cuerpo contra el mío. Incliné la cabeza hacia adelante. Ella capturó mis labios y respondió a mi pregunta.

Capítulo Veintiséis Ella

Tan pronto como Maddie se fue a revisar las cosas en la oficina, volví a la sala de estar y marqué a mi hermana. "¡Jess! ¡Jess! Jess!” Jess! ” Grité mientras respondía.

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“Whoa! Espera, tía El, soy Westie. ¿Estás bien?” bien? ” Podía escuchar la preocupación en su voz, así que me calmé. "Por supuesto cariño. ¿Cómo estás?" “Superfragigenial. Mamá hizo que papá soltara el dinero para un nuevo microscopio para que pueda arrasar mis exámenes finales finales así que, sí, todo es genial!” genial! ” Me reí de su entusiasmo juvenil por un microscopio, de todas las cosas. "Suena asombroso. ¿En que estas trabajando?" Hablamos del trabajo hasta que mi hermana sonó en el fondo y Westie le dijo que yo estaba en el teléfono. Westie se despidió, y escuché a Jess. “Ella? ¿Cómo fue tu viaje?,” viaje?, ” Preguntó. “Quiero todos los detalles. Confiesa.“ Confiesa. “ Estaba embelesada, haciendo ruidos de besos de peces en el teléfono. “Ella? Ella?” Parecía asustada. “Sucedió,” Sucedió,” dije con dificultad. “Ella ... me ama.” ama. ” “Oh, Ella,” suspiró. “Y quiere vivir conmigo. ¡Para siempre!" Jess gritó en el teléfono y, por supuesto, empareje su grito con mi grito mientras Julio me miró con disgusto. “Oh, hermana. Estoy tan increíblemente feliz por ti. Es maravillosa? ¿Tú ...? ” Sonreí y empujé a Julio imprudentemente. "Sí. Anoche, y digamos que ... bueno, no pude mantener mis manos lejos de ella. Es tan atractiva.“ atractiva. “ “Atrac-tiva,” Atrac-tiva,” Jess repitió, sacando la palabra. “Eso suena tan maravilloso para ti. Oh Dios mío. Entonces, ¿cuándo puedo conocerla? Ah, y qué pasa con el trabajo? ¿Seguirás trabajando allí?” allí? ” Me acurruqué en el sofá junto a Julio, moviéndolo a un lado. Él se quejó pero se movió con bastante facilidad. “Todavía estamos hablando de eso. Ella me quiere, pero ...” ... ”

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“¿Pero? “¿Pero?”” Oí la puerta corrediza de cristal a través del teléfono y pude imaginarla saliendo para sentarse en la amplia terraza que Brian había construido para ella. Los cojines del sillón soltaron aire mientras se sentaba. “ No sé por qué tengo reservas. Supongo que se remonta a mi primera impresión sobre pedirle que rompa, ¿qué? ¿el protocolo? Es sólo que no quiero ser responsable si ... piensa en eso algún día.“ día.“ "Lo entiendo. Tal vez no sea una mala idea.“ idea. “ “Pero entonces pienso en las dos trabajando juntas, ya sabes, como co mo un equipo. Eso me emociona. Seríamos como Batman y Robin. El Llanero Solitario y Toro.“ Toro. “ Jess se rió con tanta fuerza que se atragantó y cayó en un ataque de tos. Esto me puso en marcha, y nos reímos juntas como dos gallinas viejas. “Oh, Ella,” suspiró finalmente. “Sé feliz, cielo. Ciertamente lo mereces, y yo estoy muy feliz por ti. Estoy segura de que las dos tomaran todas las decisiones correctas. La vida es demasiado corta como para no hacerlo, ¿sabes?” ¿sabes? ” “Sí,” Sí,” respondí pensativamente. “Y ella es tan maravillosamente, bueno, unida. Sé que puedo confiar en ella para tomar las decisiones correctas para nosotras. Oye, te dije que su familia es de Puerto Rico? Eso es un poco raro, ¿verdad? Nunca he salido con alguien como ella. Ah, y Jess, deberías oírla hablar español, se me hace como, um, Gómez con Morticia en la película de La Familia Adams.“ Adams.“ Jess se rió. “Oh, quieres decir que quieres besarle todo el brazo y decirle palabras dulces cada vez que lo habla?” habla?” “Sí,” Sí,” Me sonrojé, esperando que Julio no se diera cuenta. "Algo así." “Oh, El, lo tienes tan mal, y me gusta este revivir por ti. Sólo espera, dos años a partir de ahora, estarás quejándote de algo que ella hace que te saca de quicio. “ "Si, probablemente. Todo es así, lo sé. Pero en este momento me tiene en la palma de su mano. No puedo esperar a que la conozcas.“ conozcas. “ “Tal vez puedan venir el próximo mes para nuestra nu estra fiesta de aniversario. Veinticinco años.“ años. “ "¡Maldita sea! Ha pasado tanto tiempo?” tiempo?” “Lo sé.” sé.” Ella suspiró. "Difícil de creer. Hemos tenido suerte, supongo. No hay razones para separarnos. Ni siquiera peleamos. Supongo que seremos como mamá y papá y simplemente envejeceremos juntos.“ juntos.“

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“Pero estás bien con eso, ¿verdad?,” ¿verdad?, ” Pregunté. "Absolutamente. No puedo imaginar a nadie con quien prefiero envejecer. Tal vez tú y tu Maddie serán de la misma manera. Estoy cruzando los dedos.“ dedos. “ Pensé en eso un largo momento. Sí, Maddie y yo seríamos perfectas como dos ancianas viviendo y amándose juntas. “El?” “Lo siento, soñando despierta. Entonces, cuando debo decirle a mamá y papá? Y Barbie?” Barbie? ” Podía sentir el encogimiento de hombros de Jessica. "¿A quien le importa? No me apresuraría. No tienes que verlos hasta la próxima Navidad, si acaso. Es tu vida, y no tienen nada que decir sobre ella.“ ella. “ “Me gustaría decirles que puedo ser lesbiana y seguir siendo siendo feliz,” feliz,” murmuré. “ No, sólo quieres demostrar que están equivocados. ¿Qué conseguirás con eso, Ella?” Maldición Jess. Ella siempre era tan razonable. “Satisfacción,” Satisfacción,” dije con sarcasmo. "No, lo sé. No es el mejor motivo. Te escucho." “Mmhm,” Mmhm,” ella respondió dubitativamente. Me reí. “Mira, tengo que irme. Quiero desempacar antes de que vuelva.“ vuelva. “ “¿Adónde “¿Adónde se fue?” fue?” “Sólo a la oficina para asegurarse de que todo está bien. Y para cambiar el relevo del doctor para mañana.“ mañana.“ “Entonces, que vas a hacer con el trabajo?” trabajo? ” “Iré y probablemente le comunicaré mañana. Ya veremos. Ella va a venir aquí esta noche, y tal vez hablaremos de eso un poco más entonces.” entonces. ” “Está bien, hermanita, te amo a montones,” montones, ” dijo, despidiéndose. “Te quiero,” quiero,” le contesté antes de terminar la conexión. Julio se estiró contra mi pierna, atrayendo mi atención. “Entonces, ¿qué te parece, pequeño? Debó buscar otro trabajo? Seguro que no puedo decidirme.“ decidirme.“ Me miró y parpadeó un ojo lentamente. 84



“Eso no ayuda,” ayuda,” le dije. “Deja que mamá suba para que pueda hacer todo perfecto para cuando mi mujer enamorada llegue a casa.” casa. ” Él giró la cabeza, y me sacudí de debajo de su peso sustancial. “Sí, lo sé, cursi. Simplemente no puedo evitarlo, ” le dije, riéndome mientras recorría el pasillo hasta el dormitorio.

Capítulo Veintisiete Maddie

“Entonces, cómo estuvo la oficina?,” oficina?,” Me preguntó cuando me senté en la mesa. No pude responder de inmediato. Todavía estaba cosquilleando y aturdida por los cálidos besos con los que me había recibido hace unos momentos. Estar en una relación con Ella sin duda iba a cambiar mi vida de las formas más agradables. Finalmente encontré mi voz, le contesté. "Estuvo bien. Jason tiene todo bajo control. “ Se giró de la encimera. “Cuando se va el Dr. Mikas?” Mikas? ” Observé el banquete delante de mí. Había hecho un enorme plato de ensalada, lo cubrió con una capa de nueces tostadas y luego preparó un plato de pan crujiente, mantecoso para acompañarla. “Después de que se cierre la oficina hoy. Esto se ve muy bien. Gracias por hacer esto." “De nada, mi amor. Pensé que una ensalada era una buena idea, ya que tenía verduras que necesitaban ser utilizadas. Y el pan, por supuesto.” supuesto. ” Se sentó y me sonrió. "Disfruta." Me serví con entusiasmo, dándome cuenta de lo hambrienta que estaba desde nuestro desayuno tardío. Me di cuenta después de varios minutos de silencio que Ella me estaba viendo comer. Me reí y me tapé la boca con una mano. “Deja de hacer eso,” eso, ” le dije. “Me estás poniendo tímida.” tímida.” Sus ojos tenían la adoración en sus profundidades, y me preguntaba que nunca había visto a nadie mirarme con ese tipo de afecto antes. ¿Cómo pude haber vivido todos estos años sin eso en mi vida? “Ah, Dios mío,” susurré. “¿Qué?, “¿Qué?,”” Dijo, inclinando la cabeza hacia un lado. Sostuvo una rebanada de pan levantada en una mano.

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“Cuando me miras así, me doy cuenta de que hay mucho más en la vida que la comida. co mida.”” “¿Por “¿Por ejemplo?” ejemplo?” Su tono era ligero y coqueto, pero había una seriedad en el trasfondo de su pregunta. "Amor. El amor como el que tenemos entre nosotras. No puedo creer que me haya tomado tanto tiempo en encontrarlo.“ encontrarlo. “ “Y por eso, me alegro,” alegro, ” dijo, encogiéndose de hombros. “De lo contrario, me lo perdería.” perdería. ” Asentí y reanudamos nuestra comida en silencio. Julio maulló en voz alta, y Ella se estiró para acariciar el pesado pelaje de su lomo. lomo. “¿Has “¿Has comido muchas ensaladas creciendo?,” creciendo?, ” me preguntó cuidadosamente algún tiempo después. Negué con la cabeza. "Lamentablemente no. Mi madre era una cocinera tradicional. Comimos plátanos, aguacate, arroz, frijoles, carne de cerdo. Para el desayuno, a menudo tenía pan de leche con un poco de aceite de oliva y sal.“ sal.“ Ella me miraba fascinada. “Así que, muy poca carne, entonces?” entonces? ” Mastiqué una delgada rebanada de pimiento rojo. “Muy poca carne. Carne de cerdo a fuego lento con ajo y pimientos. Servido con frijoles con arroz. Delicioso. Te lo haré un día.“ día. “ “Me gustaría eso.” eso.” Ella tomó mi mano y la sostuvo. “Tengo muchas ganas de conocerte, todo sobre ti.” ti.” Me reí y empecé a cantar en voz v oz baja ‘Getting to Know You’ de El de El rey y yo. Ella se rió y juguetonamente me empujó la mano como si estuviera molesta. molesta. "Lo hago." Me levanté y fui hacia ella. La puse de pie y acerqué nuestros cuerpos muy juntos. Nos quedamos así, cara a cara, respirando el aire de la otra. Olía a frutos secos y lechuga, y ajo del aderezo. Sus ojos eran de un verde tranquilo, vivo mientras los miraba. Parecían pensativos, y me preguntaba lo que estaba pensando. “¿Podemos “¿Podemos realmente conocernos la una a la otra? ” Susurré. “Sin embargo quiero compartir todo de mí contigo. Quiero conocerte, también.“ también. “ Ella tomó mi cara entre sus manos. “Sólo podemos saber lo que confiamos en compartir. Y tendremos toda la vida. No hay prisa. La confianza se construirá con el tiempo.“ tiempo.“

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“Ahí está mi sensible amor.” amor. ” Retrocedí y tomé sus manos entre las mías. “ No puedo prometer que siempre será fácil. La medicina siempre ha sido mi vida. A veces puede que tengas que ser paciente conmigo.” conmigo.” Ella sonrió ampliamente y comenzó a desabrocharse la camisa. “Tal vez debería practicar en conseguir tu atención. Todo trabajo y nada de juego hace de Maddie una doctora aburrida, aburrida.“ aburrida.“ Le permití que me llevara por el pasillo. “Veo que has aprendido muy bien tus lecciones de asistente médica.” médica.” Se detuvo bruscamente, y me estrelle contra ella. “Oh, tenemos que hablar de eso. Sobre mi yendo a trabajar mañana,“ mañana,“ dijo. Ahuequé su nuca con una palma de la mano y la acerque para besarla. “Más tarde, mi amor, más tarde. Ahora, tenemos asuntos más importantes que discutir. ”Apreté mis labios contra los de ella y la sentí relajarse contra mí. Su boca se abrió, y probé lo que había probado, tratando de discernir qué dulzura era ella y cual la ensalada aderezada. Finalmente llegué a la conclusión que era toda ella mientras saqueaba su boca. Sus rodillas se debilitaron y apreté mi agarre. Mis labios se curvaron en una pequeña sonrisa de logro. Quería que confiara en mí para abrazarla, para amarla. Más tarde, en la cama, la animé a confiar en mí mientras expandía nuestro hacer el amor en una maratón de placer inolvidable. La desnudé lentamente, por etapas, poniendo mis labios y manos sobre cada parte nueva de piel revelada. Me sentí glotona y casi culpable por poder una vez más saborear el sabor, el olor y tacto de este hermoso her moso deleite. Me encontré murmurando sin pensar gratitud en mi lengua materna. Ella tembló bajo mis dedos mientras los frotaba sobre su suave carne. “Me encanta como me amas,” amas, ” susurró mientras deslizaba el pelo hacia un lado para poder presionar mis labios a un lado de su cuello. cuello. Salí de mi ropa y entre en sus brazos. La acerqué, insertando mi muslo entre los suyos y encontrando allí el más delicioso calor húmedo. Suspiré con satisfacción justo cuando un gran peso sumergió el colchón detrás de mí. Me quedé inmóvil, intentando reorientarme para saber qué había ocurrido. Las suaves patas contra mi cadera me hicieron saber que Julio había llegado. Él levantó su considerable peso encima de mí y se acomodó en mi cadera y el muslo exterior, envolviendo su cola alrededor de sus patas como cualquier privilegiado gato del templo. “¿Qué “¿Qué pasa?,” pasa?,” Ella preguntó con voz jadeante. Abrió los ojos y levantó la cabeza. “Oh,” Oh,” dijo. "Oh, Dios." Él extendió sus garras, amasando ligeramente mi carne. Jadeé de dolor. “¿Puedes “¿Puedes ... puedes quitarlo?,” quitarlo?,” Le preguntó en voz baja. “ No sin ... lastimarte, no creo,” creo,” susurró con preocupación. 87



“Ah, mierda.” mierda.” Gruñí y me estremecí. Eso sí que mata la inspiración! “Tenemos que intentar,” intentar,” dije. Ella se deslizó fuera de la cama y corrió hacia mi lado. “Vamos, muchacho grande,” grande,” dijo, inclinándose para levantar al gato en un movimiento suave. Respiré aliviada y me volví para verla sacarlo por la puerta y cerrarla firmemente detrás de él. Él maulló una vez en protesta. Me volteé y me apoyé en un codo para admirar la la desnudez exquisita de Ella. “Eres tan hermosa,” hermosa,” le dije. Su cara estaba coloreada como si estuviera avergonzada, y se dio la vuelta para meterse debajo de las mantas en su lado. Las jalo con tanta fuerza que casi me dejó en el suelo. su elo. Riendo, me levanté y me uní a ella entre las sábanas. “Ahora, ¿dónde estábamos?,” estábamos?, ” Pregunté. Ella se acercó y presionó sus labios contra los míos. "Aquí. Justo aquí, ”murmuró.

Capítulo Veintiocho Ella

Me había quedado dormida en los brazos de Maddie. Estaba llegando rápidamente a amar la sensación de su forma delgada contra mi cuerpo desnudo, incluso cuando sólo estaba durmiendo. Estaba tan bien esculpida por la genética, y una parte de mí envidiaba eso. Sin embargo era lo suficientemente feliz para disfrutarlo indirectamente mientras nos abrazamos en el resplandor de hacer el amor. Ella me despertó justo después de la medianoche. Debido a que todavía estaba desnuda, tuve un repentino escalofrío mientras se levantaba y luego metió las mantas perfectamente alrededor de mi cuerpo. “¿Qué “¿Qué pasa?” pasa?” Murmuré, más dormida que despierta. “Tengo que irme, cariño. Ha habido un accidente de coche fuera de la ciudad, y Lizzie Horten entró en labor de parto. Ella es una de mis pacientes. “ “Pero ... pero el Dr. Mikas —” Mikas —” “ No, nena, él se ha ido a casa. Sólo vuelve vu elve a dormir. Regresaré tan pronto como pueda.” pueda. ” Ella presionó sus labios en mi frente, y sonreí. sonreí.

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Rodé sobre mi otro lado, fácilmente reclamada por el sueño una vez más. La siguiente vez que desperté, Julio me estaba besando en la nariz y en la frente y la luz del sol brillaba a través de las persianas de la ventana. “Pensé que te sacamos de aquí,” aquí,” gruñí mientras rodaba y comprobaba el reloj — y me di cuenta de que se me hacía tarde para el trabajo. Si estuviera, de hecho, entrando. El hábito era difícil de romper. Además, Maddie y yo no había hablado lo suficiente como para llegar a una decisión firme la noche pasada. Revisé la casa mientras preparé una simple taza de café, pero no había ninguna señal de que Maddie hubiera regresado. Su bolsa estaba movida un poco, pero probablemente fue de vestirse durante la noche. Di de comer a Julio su croqueta de la mañana y luego se metí en la ducha. Me apresuré, aunque revivir el éxtasis de la noche anterior me puso muy distraída. Cuando me sequé, dibujé un enorme corazón en el espejo humeante usando un viejo lápiz labial de color rosa con la esperanza de que Maddie lo viera esa noche y ser tocada por el romántico gesto. Después de vestirme, me colgué el bolso sobre el hombro, agarré mi teléfono y le di un besó a Julio de despedida. Revisé mi teléfono en el camino a mi coche, sólo para ver si Maddie había llamado. Me sorprendió ver tres llamadas de Sandy, llamadas que sin duda me perdí mientras me duchaba. Marqué y lo puse en altavoz mientras salía de mi plaza de estacionamiento. “Hola!” Hola!” Sandy ladró en el teléfono. “Sandy, soy yo, Ella. ¿Todo bien? Sé S é que estoy llegando tarde, y lo siento —” siento —” "Oh, cariño. Tienes que venir aquí de inmediato.” inmediato. ” Ella comenzó a sollozar, y una banda de acero se oprimió alrededor de mi corazón. “S — Sandy? Sandy? ¿Qué ha pasado?" “Es la doctora, la doctora Maddie. Estalló y casi la mató. “ Algo había estallado? La impresión me llevó a la deriva en el carril contrario, y apenas evite chocar con un Mercury Cougar de suspensión baja lleno de adolescentes fumadores. Apretaron el claxon y gritaron comentarios despectivos mientras enderecé mi coche y lo metía en un arcén. “Ella? ¿Que fue ese ruido? ¿Dónde estás?" “E — Estoy Estoy en camino. ¿Estás en la oficina? o ficina?”” Apenas podía susurrar la pregunta. Las lágrimas brotaron y se derramaron calientes y brutales en mis mejillas.

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"En el hospital. Todavía estamos en emergencia.” emergencia. ” Sollozó fuerte, y dolía tanto que pulsé el botón de desconexión. Me senté muy quieta durante un largo momento. Tenía miedo de ir hacia mi Maddie. Tenía miedo de lo que podría encontrar, de la manera en que temes ir al médico cuando encuentras un bulto extraño residiendo en tu seno. Ve al doctor. Tienes que ir al doctor. Me sentí enloquecer. Podía sentir la locura pura subiendo sobre mí, preparándose para darme una palmadita en el hombro. Y la ira era una gran parte de esa locura. “Podrías hacer eso, Dios?” Dios? ” Susurré. “Podría ser tan cruel, tan injusto?” injusto? ” Sacudí la cabeza y me sequé las lágrimas con las dos manos. Maddie me necesitaba. Tenía que ir con ella. Tenía que saberlo. Después de comprobar el tráfico, pisé el pedal del acelerador, dejando una corriente de bocinazos y gravilla volando detrás de mí.

SEGUNDA PARTE Capítulo Veintinueve Maddie

El accidente fue malo. Parecía como si un tracto remolque se hubiera estrellado contra el pequeño Honda Accord de Lizzie y Darwin Horten. Ralentice en mi aproximación, preguntándome cómo podría haber ocurrido tal accidente. No tenía sentido logísticamente, a menos que un conductor se hubiera pasado una señal de alto. El cielo nocturno era vívido con las luces intermitentes de color azul, blanco y rojo de los muchos vehículos policiales y de rescate por lo cual era difícil ver detalles. Estacioné mi camioneta a un lado y agarré el maltratado maletín médico del área de carga trasera. “¿Qué “¿Qué pasó?” pasó?” pregunté mientras me acercaba a Vance Blackwell, Sheriff del Condado de Estes. Era un hombre pequeño, inusual para un sheriff, supuse, pero era rudimentario y muy inteligente. Sus agudos ojos no perdieron nada. Había trabajado con él en más de una docena de ocasiones y siempre dejaba nuestros encuentros sorprendidos por su agudeza. “Ahh, demonios, Maddie. Un camionero de larga distancia se durmió. Hay una parada de camiones justo al este de nosotros en Baldwin, y todavía empujan en tratar de entrar en Mississippi antes de que descansen. ¡Estúpido! Estúpido!” Estúpido! ” Escupió en el asfalto y sacudió la cabeza. “Está el conductor bien?,” bien?,” Pregunté, cubriéndome los ojos y tratando de ver en el centro del accidente.

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“Sí, como nuevo. Lizzie ha entrado en labor de parto, sin embargo, es por eso que te llamamos. No llegará al hospital. Está atrapada de alguna manera, así que probablemente tendrás que asistirla aquí.“ aquí. “ Él había empezado a caminar, y traté de mantener al paso. ¿Quién pensaría que esas piernas delgadas, cortas podrían moverse tan rápidamente? “Aquí está ella, Doc. El rescate acaba de llegar, pero no han sido capaces de sacarla, y ella dice que el bebé viene.” viene.” Me guió a través de la masa de personal de rescate hasta el torcido, apachurrado Accord. Escuché a Lizzie gemir, y me agaché para mirar por el lado accidentado del conductor. “Bueno, demonios, Lizzie. Sabes que todavía te voy a cobrar por una visita al consultorio. No puedes dejar de pagar por tener a ese bebé de esta manera. manera. “ La broma tuvo el efecto deseado. Sus ojos perdieron su resplandor de miedo y se enfocaron finalmente en mi cara. “Me alegro mucho de verte, Doc,” Doc, ” jadeó. “Este chico dice que viene ahora mismo, y simplemente no puedo hacer mucho al respecto.” respecto. ” Me arrodillé y me di cuenta con consternación que ella llevaba jeans. Suspiré. “¿Qué “¿Qué tan cerca estás, cariño?” cariño? ” Le di unas palmaditas en la rodilla. Ella gimió y esperé, con la cabeza inclinada. Tan cerca del suelo, yo estaba casi asfixiada por el pesado, aceitoso olor de gasolina. La alarma resonó en mis nervios. Este no era el lugar que querríamos dar a luz a un bebé. "¿Lizzie? Que te está reteniendo en el coche? Puedes ver?” ver? ” Estudié el asiento y el volante, tratando de averiguar cómo sacarla. No vi nada que la sujetara, aunque ella tendría que atravesar por el estrecho espacio entre el asiento roto y el volante. “Las tenazas hidráulicas están en camino. El idiota de Charles consiguió el camión equivocado. Él y Allen han ido a buscarlo.” buscarlo. ” Vance dijo detrás de mí. “ No lo sé, doctora Maddie. Cortaron el cinturón de seguridad pero no ... oh!” oh!” Ella hizo una mueca mientras otra contracción la sacudió. “Aguanta ahí, Lizzie. No pujes, si puedes evitarlo.“ evitarlo. “ Me puse de pie, sacudiendo mis rodillas y aparté a Vance a un lado. “¿Hueles “¿Hueles eso?,” eso?,” Le susurré con urgencia. “Es una fuga de gasolina en alguna parte?” parte? ”

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Parecía preocupado. “Sí, lo huelo. El conductor del camión se encuentra debajo de la plataforma, revisando el tanque de combustible. No sé sobre el sedán, aunque parece igual de fuerte allí.” allí.” Él se pasó la palma de la mano por la frente, desordenando su espeso cabello. “Tenemos que sacarla de allí. Puedes conseguir que uno de los bomberos vaya por el lado del pasajero y vea lo que la está sujetando?” sujetando?” Vance se alejó, y le oí ladrar órdenes. “Hola, Darwin,” Darwin, ” dije. El esposo de Lizzie estaba arrodillado al lado del coche, consolando a su esposa. “Le dije que no debe estar manejando, doctora. Me ofrecí, realmente lo hice.” hice. ” Él estaba en estado de pánico. Le di unas palmaditas en el brazo. “Estoy segura de que lo hiciste, Darwin. Ahora, vamos a concentrarnos en traer a tu nuevo bebé aquí.” aquí.” Le hice señas hacia un lado, y suavemente palpe las piernas de Lizzie, que todavía estaban en la caja delantera, cerca de los pedales del coche. “¿Puedes “¿Puedes girarlas?,” girarlas?,” Pregunté, jalando suavemente las piernas hacia mí. “ No las tuerzas, sin embargo, sólo deslízalas.” deslízalas. ” Lizzie gritó, y la solté de inmediato, levantando las manos. Ella se quedó en silencio y jadeó fuertemente en cada respiración inhalada. “Algo ... algo se jaló, Doc. No sé ... algo en mi pecho.“ pecho.“ Costillas rotas, pensé. Me volví a sentar en cuclillas, sin saber qué hacer a continuación. No había manera de que pudiera sacar al bebé de forma natural ahora. Tendría que ser una cesárea. Por desgracia, no había manera de que pudiera conseguir un buen punto de vista para realizar la cirugía de emergencia. Simplemente no había espacio. Me puse de pie y me trasladé al lado del pasajero. Un joven en un traje de bombero estaba examinando la duela. Me vio y retrocedió. “ No puedo ver nada sujetándola,” sujetándola, ” dijo. “El asiento está atascado, sin embargo, retorcido hasta muy cerca de la rueda. Creo que ese puede ser el problema.“ problema.“ Le di las gracias y luego ocupé su lugar en el asiento del pasajero. Lizzie giró sus asustados ojos hacia mí. “Doc, ¿qué vamos a hacer?,” hacer?, ” Preguntó. Saqué mi estetoscopio del bolsillo y escuché su pecho. Sí, disminuyendo los sonidos respiratorios. Puse una palma de la mano contra su mejilla oscura mientras escuchaba, con la esperanza de proporcionar un cierto alivio.

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"Lizzie. Lizzie, mira aquí, cielo.” cielo. ” Chasqueé los dedos, mientras ella parecía estar entrando en shock. “Esta es la situación. Las tenazas hidráulicas están est án llegando, y necesito que no, absolutamente no tengas a este bebé. Creo que tienes algunas costillas rotas, y vamos a tener que hacer una cirugía para sacar a este nuevo pequeño Horten de ti. “ Ella ahuecó ambas manos delante de su ingle. “ No lo sé, Doc. Lo intentaré. Duele algo feroz, sin embargo.” embargo.” Tosió y pareció casi desmayarse por el dolor. Salí del coche, me paré y examiné la escena. La mayoría del personal de rescate estaban parados alrededor inquietos pero impotentes. Me miraron con esperanza en sus ojos, expectantemente. “Consigan una camilla lista,” lista, ” dije en voz alta. “Póngala de este lado. Hay más espacio para maniobrar, y creo que es nuestra mejor apuesta cuando las tenazas la liberen. Darwin, dame mi bolsa!” bolsa!” Sabía cuánto dolor sacarla del coche iba a causarle, pero no quise poner una intravenosa por varias razones, no menos importante de las cuales era una tarea adicional maniobrar una intravenosa fuera del auto junto con ella. Sólo sacar a Lizzie sería una tarea suficiente. Enredé mis dedos en mi pelo atado en frustración. ¡Mierda! ¡Mierda! Mierda, gritaba por dentro. Sólo esperaba que la extracción fuera rápida, sin más demoras. Nuevas luces barrieron el coche, y vi la unidad de rescate entrar. Esta probablemente tenía las tenazas en el. Me ocupé con la preparación de la intravenosa y una inyección mínima de morfina para ayudar a aliviar su dolor después de que fuera liberada. Después de que todo estaba preparado, me incliné en el coche de nuevo y sentí el pulso rápido de Lizzie. Le alisé el pelo, rascando ra scando suavemente el cuero cabelludo entre sus breves temores. Ella estaba gimiendo y meciendo la cabeza hacia atrás y adelante. Dos bomberos corrieron con lo que parecía un par de pinzas channellock (Marca de pinzas) con esteroides. “¿Cuál “¿Cuál es la situación, Doc?,” Doc?, ” uno preguntó. “Ella necesita salir de allí ayer,” ayer, ” dije. El segundo hombre estaba examinando los destrozos, y luego él y Darwin comenzaron a discutir las posibilidades. El tercer hombre se les unió, y rechine los dientes en frustración. “Mira, sólo quita el techo, ¿quieres? Haz algo. ¡Aprisa!" El primer bombero se volvió hacia mí. “Vamos a cortar la columna de dirección, junto con este apoyo aquí. Puede sacarla de esa manera cuando esté libre?” libre? ” Asentí con la cabeza y le hice señas a Darwin a mi lado. “Vamos a jalar de ella de esta manera cuando el volante este liberado, pero tenemos que tener cuidado. Sus costillas están rotas, así que trata de mantener sus brazos a los lados. Tenemos que levantarla a esa camilla

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allí, para poder evaluar su situación. Prepárate sin embargo, Darwin. Tienes que ser fuerte, porque va a gritar como si la estuviéramos estuviéramos destrozando, ¿de acuerdo?” acuerdo? ” Vi su cara sudorosa y cubierta de lágrimas y noté el terror allí. Él trató de ser fuerte, sin embargo, y vi esa batalla con satisfacción, incluso cuando un rugido de metal desgarrado me hizo estremecer. Vi el fuego antes de sentirlo. Estaba simplemente agachándome para ver si había sido liberada. Entonces no hubo nada.

Capítulo Treinta Ella

El Hospital Estes Baptist podría haber sido pequeño, pero las entradas estaban todavía tan confusas mientras todos salían. Había estacionado en el estacionamiento de emergencia pero terminé teniendo que correr alrededor hacia la puerta lateral de emergencia. Varias personas se agolpaban alrededor del escritorio de entrada, y pisoteé impacientemente de un pie al otro mientras fruncía el ceño a sus espaldas. Después de que se fueron, empecé a preguntar por Maddie, pero tuve un momento de claridad. “¿Está “¿Está Sandy Webber cerca? Ella me pidió que viniera aquí.“ aquí.“ La recepcionista me miró con desdén. "¿Sandy? ¿De dónde la conoces?” conoces? ” Apreté los dientes y luego los obligué a relajarse. “Trabajamos juntas — en en la oficina de la doctora Salas.” Salas.” Su cara cayó y un nuevo terror se apoderó de mí. “Alex, llévala hasta donde Sandy está. En la sala de espera dos,“ dos, “ le dijo el joven a su lado. Él salió inmediatamente de la zona de triaje y presionó el botón que abrió las pesadas puertas dobles que conducían a emergencia. “Así que trabajas con la doctora Maddie?,” Maddie?, ” él preguntó mientras jadeando traté de poder seguirlo. “Lo hago,” hago,” dije. “Por casi todo el año.” año.” Él negó con la cabeza y un mechón de pelo oscuro se balanceaba sobre su frente. “Es horrible, lo que pasó. Ella es un héroe, sin embargo, no hay duda de eso.“ eso. “

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Estaba a punto de presionar para obtener más detalles, pero una Sandy llorando copiosamente, quien se arrojó en mis brazos, me intercepto. Asentí mis gracias a Alex y guíe a Sandy a una silla en la atestada sala de espera. Vi al Sheriff Blackwell, que estaba manchado de hollín y parecía que había tenido una terrible noche. Varios bomberos también estaban allí, uno con un brazo herido, vendado posado en su pecho. Volví mi atención de nuevo a Sandy y la sujete de los brazos para par a que ella me mirara. “Sandy, ¿dónde está Maddie? ¿Qué le ocurrió?" Ella sacudió la cabeza y balbuceó sucesivamente. La solté y me enderece. Estaba entumecida y no podía reunir mis pensamientos juntos para saber cómo proceder. “Se la llevaron para una resonancia magnética,” magnética, ” Vance dijo mientras se acercaba a nosotras. "¿Mamá?" Una mujer de treinta y tantos, con el pelo rubio en una coleta baja, entró en la habitación y se dirigió directo a Sandy. Llevaba dos tazas de café, las colocó en una mesa lateral y se sentó para tirar de Sandy en un estrecho abrazo. “Shh, mamá. Todo va a estar bien. Sabes que es así. Las cosas malas nunca suceden a la gente verdaderamente buena. Dios cuida de ellos. La Doc Maddie va a estar bien, sólo espera y veras.” veras.” Ella empujó suavemente a Sandy. “Ahora, mamá, vamos. No te pongas así.“ así. “ Ella me notó de repente y me extendió la mano. “Debes ser Ella. Soy Cynthia, la chica de Sandy. Es bueno conocerte, sólo que en la l a peor de las circunstancias, sin embargo.” embargo. ” Tomé su mano y murmuré un comentario amable. “Entonces, ¿qué pasó exactamente?” exactamente? ” Le pregunté a la habitación en general. Sandy se enderezó y se secó el rostro con un pañuelo. “Ella estaba en Gulfstream, allí mismo en la I-10 —” I-10 —” “Un camionero se quedó dormido al volante,” volante, ” Vance interrumpió. “El chocó el coche de Darwin Horten mientras estaba girando en la I-10 en Gulfstream. Lizzie, ya sabes Lizzie, bueno, ella conducía y quedó atrapada detrás del volante de alguna alguna manera.“ manera.“ “Está embarazada ... estaba embarazada,” embarazada, ” Sandy dijo mientras se echaba a llorar de nuevo. “La Doc Maddie y los muchachos de rescate estaban tratando de sacarla cuando de repente las emanaciones de gasolina se incendiaron. Debió de haberse estado acumulando los vapores debajo del coche de Horten. Estábamos revisando el tanque del camión, pero la explosión salió de debajo del coche.“ coche. “

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"Tú. ¿Quieres decir que explotó? Pero ¿dónde estaba ... la doctora Maddie? ” Estudié su rostro, con ojos que sabía que tenían que estar ensanchados y aterrados. Estaba tratando muy fuerte de mantener mi entereza. Vance no dijo nada de inmediato, sólo jugueteó con la hebilla del cinturón con las dos manos. Por último, dejó caer las manos en tono de disculpa. “Ella estaba ... ah ... justo al lado del coche. Fue arrojada libremente, pero aterrizó con fuerza contra la pared de bloques de cemento de Lou’s Stop and Shop, luego cayó cayó sobre el asfalto. Ella ... bueno, se golpeó bastante mal pero están en su mayoría preocupados por su cerebro. Él lo llamó una lesión cerebral traumática y ...” ... ” “Dicen que puede haber hinchazón,” hinchazón,” Sandy añadió débilmente, hablando en el pañuelo mientras se balanceaba adelante y atrás, como para calmarse. “La están escaneando ahora para ver si tienen que operar para aliviar la presión. No están seguros de qué tan grave es el daño por lo demás.“ demás. “ Mis rodillas se doblaron, y caí al suelo, suavizado por el agarre de Vance. Estaba segura de que perdí el conocimiento; eventualmente recuperé el sentido, escuchando a Sandy decir mi nombre. Ella y su hija, Cynthia, estaban cernidas sobre mí, pareciendo estar realmente preocupadas. Agonizaba que no podía decirle a nadie lo que mi Maddie significaba para mí. Todo lo que podía hacer era llorar, enroscada en posición fetal sobre la dura, manchada alfombra de ese piso de la sala de espera.

Capítulo Treinta y Uno Maddie

Imaginé que estaba de vuelta en el útero, y quedé perpleja preguntándome cómo podía tener tal conocimiento mientras estaba envuelta en el líquido suave, caliente del cuerpo de mi madre. Seguramente los bebés no eran autoconscientes antes del nacimiento. Las literaturas líderes dicen que viene mucho después, si recuerdo correctamente, alrededor de quince a veinte meses. Moví una mano, para tocar las paredes del útero, pero el dolor rebotó a través de todo mi cuerpo, finalmente parando para establecer una residencia en mi cabeza. Que latía y mis manos formaron garras. Quería arrancarme la cabeza, pero el esfuerzo parecía ser demasiado. Derive, rodando en cada latido cuando sucedió, tomándolos sólo así podría soportar el dolor. Pensé que estaban otra vez. El latido se había detenido, finalmente, y tomé una respiración profunda. “ No te muevas, cariño,” cariño,” una amable, femenina voz dijo a mi lado. “Esto no tomará mucho tiempo. Sólo queremos ver lo que está pasando en esa bonita cabeza tuya.“ tuya. “ Me sacudí hacia delante en una especie de cama dura, y el movimiento envió lo que se sentía como fragmentos de vidrio en todo mi cuerpo. cuer po. Gemí y me arrastré hacia la completa

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conciencia, pero encontré una puerta de acero cerrada bloqueándome. No estaba segura de si estaba en mi mente o era real. Fuertes golpes me rodeaba y grité fuerte. El esfuerzo hizo que todo mi cuerpo convulsionara, y se oscureció de nuevo. La próxima vez que abrí los ojos, vi sólo la oscuridad. Por un momento, pensé que había perdido la visión, pero entonces sombras pálidas surgieron de la oscuridad. Una borrosidad persistió delante de mis ojos y parpadeé para para despejarla. No funcionó. Recordé visitar a Mama (abuela) con mi mami. Ella me estaba hablando, pero no podía entenderla. Los movimientos sutiles de su boca eran familiares, y cuando papá habló con ella, me di cuenta de que era español. Por supuesto, pensé con cierta diversión. El aire pesado y húmedo significaba que estaba en Puerto Rico. Podía escuchar los croar sorprendentemente fuertes del coquí, las pequeñas ranas verdes acomodadas en sus nidos en los árboles mientras llamaban por sus amantes para que vinieran a las visitas conyugales. Mi primo, Paco, me lanzó la pelota, y era tan pesada que me tiró a la calle de tierra y grava frente a la casa de mi abuela. Una piedra me cortó el muslo, y el dolor se disparó a través de los nervios como un hierro abrasador. “ Mama!,” !,” Grité. Mi abuela salió del porche y me levantó, todo el tiempo regañando a Paco. Ella le dijo que él era demasiado grande, más grande que yo, y que tenía que tener cuidado — cuidado — Cuidado, cuidado. Mi cuello palpitaba, más fuerte que el peor dolor de cabeza que jamás había tenido. Gemí, y yo estaba en clase. Estaba en Foster’s Prep, en Manhattan. Había atraído mi atención Darla Wright Johns, una de las chicas más bonitas de nuestra escuela. Ella era inteligente también y — Dios, Dios, yo nunca sería inteligente de nuevo. Lloré, e hizo que mi cabeza palpitara tan fuerte como mi cuello. Me dolía la espalda. “ No hagas eso, Paco. Cuidado. Mama dijo cuidado,” murmuré. “¿Qué “¿Qué dijiste?,” dijiste?,” alguien preguntó. La voz era familiar, pero no. “ Mami? ¿Estás ahí, Mami? Paco me lastimó, y Mama dijo —” dijo —” “Maddie?” Maddie?” “Corinthia Salas! Vuelve allá arriba, ahora mismo, y discúlpate con tu padre. No voy a tener a una hija mía hablando con un adulto de tal t al manera. ¡Dios mío! Ahora, dile lo sientes.“ “Papi. Lo siento, Papi.” Lloré y enterré la cara en su hombro. Me dio una palmaditas en la espalda y fríos dedos me sujetaron la mano. No eran sus dedos cortos y rechonchos, sino largos y delgados. “Una mujer,” mujer,” murmuré. "¿Quién es esa mujer?" 97



El olor a alcohol me inundó, y me acordé de estar en la escuela de medicina. Las mujeres de Texas eran una raza diferente, no como las mujeres en cualquier otro lugar en los Estados Unidos. Al menos ninguno de los estados en los que había estado. Había estado un poco asustada de ellas, intimidada por su manifiesta asertividad. El frío tocó mi brazo, y el dolor me dejó. Cerré el puño y no sentí ningún latido resultante del movimiento. Mi puño golpeó duro a un lado y conectó fuertemente contra algo. Era suave y afortunadamente no causó más dolor. Besé a Darla un día, después de lo que pasó como nuestra hora de gimnasio. Sus labios estaban agrietados por los vientos de Diciembre, y se sentían ásperos por debajo de los míos. Ella había pedido el beso, pero yo había dudado. Supongo que era una broma destinada a avergonzarme? Podía confiar en ella? Oí pasos detrás de mí, y ambas nos giramos para encontrar a la muy formidable Sra. Anthony, de la clase de clásicos griegos, acercándose a nosotras. Nos separamos y nos dispersamos en dos direcciones diferentes. “Me mojé los pantalones,” pantalones,” le susurré. "Lo siento mucho." “Está bien, Dra. Salas. Está cateterizada,” cateterizada, ” alguien dijo y dio unas palmaditas en mi mano. Olí el perfume de Heavensent. Mi mami no usaba ese. Usaba Chanel. Era yo doctora? “Doctora, doctora, doctora,” doctora,” dije, probando la palabra. Sonaba bien, pero no encajaba. Escuché a la gente hablando en voz baja, pero había pesadas cuerdas yaciendo a través de mis labios, varias gruesas, y levanté una mano para quitarlas. Golpeé bordes afilados en cambio, y algo se estrelló fuertemente. Esto hizo que mi cabeza palpitara una vez más, y gemí y me quejé. “Haz que se detenga, no puedes hacer que se detenga, Mami? No seré grosera con Papi. El arroz no estaba muy quemado, sin embargo, sólo para que lo sepas. s epas.““ Una calidez bienvenida y reconfortante me invadió. Entonces estaba de vuelta en el vientre de mi madre, y el dolor se desvaneció en el fondo. Empecé a cantar. Mi abuela me cantó esta canción cuando era un bebé. “Pero espera,” espera,” le dije. “ No he nacido todavía. Espera hasta que nazca. Entonces puedes cantarme, y puedo cantar contigo. Aquí nadie me puede escuchar.“ escuchar. “ Lloré, deseando ser escuchada.

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Capítulo Treinta y Dos Ella

Mi primera vista de Maddie después del accidente hizo que mi corazón se apretara en mi pecho y mis ojos, los cuales había pensado que qu e lloraron bastante, se llenaron de lágrimas de nuevo. Sandy y yo nos agarramos a garramos como dos náufragos en un océano desprovisto de tierra. “Oh, Dios, ella se ve horrible,” horrible, ” Sandy dijo en voz baja. “¿Crees “¿Crees que alguna vez estará bien?” bien? ” Suspiré profundamente. “Tiene que estarlo, Sandy. Es como dijo Cynthia, ella es una buena persona.“ persona.“ Mi locura se había apartado por un tiempo, permitiéndome concentrarme en el aquí y ahora. Evalué a Maddie con un ojo médico. Estaba golpeada, sin lugar a dudas. Su ojo derecho era de color rojo brillante e hinchado cerrado, su labio inferior partido. Su brazo derecho estaba entablillado, y había una jaula bajo las mantas; sin duda sus piernas estaban magulladas, tal vez incluso laceradas del asfalto. El dedo meñique de la mano izquierda estaba entablillado, por lo que probablemente estaba roto también. Ni siquiera podía imaginar el nivel de dolor que estaba experimentando. Una enfermera entró rápidamente en la habitación y colgó una nueva bolsa de intravenosa. Ella sonrió y nos asintió. “Pueden acercarse, pero creo pasará un tiempo antes de que vuelva en sí. Creemos que su cabeza se golpeó muy duro.” duro. ” Hizo una pausa y miró a Maddie. “Pobrecita,” Pobrecita,” añadió. “Saben, mi abuelo va a verla, desde que ella se hizo cargo por el Dr. Pembroke. Odio que esto le haya pasado.“ pasado. “ Solté a Sandy y me acerqué a la cama. Me moría de ganas de tocarla que mis manos temblaron. “Yo también,” también,” acordé suavemente. “Sé que se ve horrible, toda hinchada y todo, pero se sorprendería como el cuerpo puede curarse a sí mismo. Si necesitan algo sólo háganmelo saber. ” Se giró para irse, pero se volvió. “ No traten de moverla ni siquiera despertarla. Necesita descansar ahora, más que nada.“ nada.“ “Sandy, que pasó ahí afuera?,” afuera?,” Le pregunté un poco más tarde. Estaba conteniendo las lágrimas, pero logré mantener mi rostro inmóvil como piedra. No podía dejar que Sandy se diera cuenta de lo que sentía por Maddie. Venirme abajo en la sala de espera había sido más que suficiente exposición.

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Sandy estaba estudiando las máquinas de monitoreo. “Las emanaciones de gasolina pueden encenderse realmente fácil. No se necesita mucho.“ mucho. “ “¿Por “¿Por qué no los chicos de rescate despejaron la zona? Quiero decir, no es ese el procedimiento estándar?” estándar?” No pude evitar el tono agudo que invadió mi voz. Ella me miró. “Escuchaste a Vance. Ella estaba tratando de asistir a Lizzie, pero no pudieron sacarla del coche.“ coche. “ Miré hacia abajo a las manos vendadas, perforadas por tubos de Maddie y de repente recordé esas manos moviéndose sobre y dentro de mi cuerpo. Cerré los ojos, queriendo sentir eso de nuevo. Juré entonces y allí que lo haría de nuevo. Lo que fuera necesario, traería a Maddie de nuevo a mí. Me estremecí internamente, el miedo apoderándose de mí. Y si …? No, no podía pensar de esa manera. Maddie era mi amor. Me había tomado tomado mucho tiempo encontrarla ... “Oh, no,” no,” Sandy dijo y giré la cabeza para mirarla. "¿Qué?" “Su tía vive justo al oeste de la ciudad. Tenemos que avisarle, pero no estoy segura de cómo ponerme en contacto con ella. Ni siquiera recuerdo su nombre.” nombre. ” La cara de Sandy se llenó de pánico. Tenía que poner su mente relajada. “¿Qué “¿Qué hay con aquellos formularios de contacto que guardamos en la oficina? o ficina? Los que llenamos para nuestros archivos de recursos humanos. Ella hizo uno? ” Miré de nuevo a Maddie, y mis manos se crisparon, queriendo tocarla. En realidad, quería despertarla y tener su sonrisa, esa adorable sonrisa hacia mí. “Ella, eres un salvavidas. Voy a correr allá y ver si puedo encontrarlo. Si lo hago, voy a llamar a su tía. Estarás bien aquí? Nos van a correr de aquí pronto para que puedan hacer la siguiente comida, aunque no creo que a ella le den. La cafetería está en el segundo piso, si quieres escabullirte entonces venir y quedarte aquí en el hospital un poco más de tiempo. “ Me volví hacia ella. “Gracias, Sandy. Yo ... siento lo de antes. Fue sólo la conmoción.“ conmoción.“ Ella tomó una de mis manos entre las suyas y le dio unas palmaditas repetidamente. “Eso está perfectamente bien, cariño. Nos ha golpeado a todos duro. Uno nunca piensa que algo como esto va a ocurrir a alguien que tu ... conoces.“ conoces. “ Un sollozo la sacudió, y la atraje en mis brazos. “Concentrémonos en las cosas más importantes y vamos a superarlo,” superarlo, ” dije en mi voz más calmada. “Mientras estás en la oficina, ¿por qué no recoges la hoja de la lista del día para hoy? Tenemos que llamar y cancelar con todos.“ todos.“

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Ella agarró su bolso de cuero de la silla, de repente llena de propósito. “Oh, diablos, sí. También tengo que qu e ver si puedo encontrar otro médico cercano que pueda reemplazarla. Ya sabes, hasta que se recupere.” recupere. ” Miró nerviosamente hacia la cama. “Bueno, me voy. Si se despierta ... bueno, le dices que Sandy le manda saludos, harás eso?” eso? ” “Por supuesto que lo haré, Sandy. Ahora, vete. Apuesto a que tienes una fila de pacientes temprano que te esperan ya.” ya. ” Hice un movimiento espantándola hacia la puerta. A solas con Maddie, finalmente pude relajar los hombros. Me sentía como un tulipán después de la primera helada de otoño. Mi cuerpo — mi tallo — se había debilitado, y no estaba segura de poder mantenerme erguida por más tiempo. Arrastré la silla más cerca de la cama y me senté, mi mano acariciando el brazo sin entablillar de Maddie. Me preguntaba si podía sentirme, si sabía que estaba cerca. “Maddie? Maddie, cariño. Estoy aquí. Vuelve conmigo, querida. ¿Recuerdas la conferencia?” conferencia? ” Sonreí y presioné mí frente a su antebrazo, aquietando mis manos. “Lo divertido que habíamos patinado? Mis piernas todavía me duelen.“ duelen. “ Qué estupidez fue esa? Pensé, hablar de mi dolor de menor importancia cuando la agonía que ella debe estar ... sacudí la cabeza. Necesitaba comida y más café si iba a estar con ella. “Maddie? cariño, tengo que bajar por un minuto. Pero regresaré, lo prometo. ” Sollocé de repente y de forma inesperada, y mis mejillas se calentaron con nuevas lágrimas. “Maldita sea,” sea,” murmuré. Me sequé los ojos con la manga. "Bueno. Me voy vo y pero no por mucho tiempo. Sólo por café. Les diré en la estación de enfermeras para que no estés sola, ¿de acuerdo?” acuerdo?” Me acerqué a la puerta, caminando hacia atrás, observándola, deseando que ella sonriera y respondiera. No hubo ningún movimiento. Era como si mi Maddie se hubiera hu biera ido.

Capítulo Treinta y Tres Maddie

La gente me rodeaba. Estaban hablando, pero no podía entenderlos. Las palabras golpeando contra mis tímpanos me dolían mucho, sin embargo, y quería decirles que hablaran más calladamente. Para mi horror, me di cuenta que no podía decirles. Las palabras no salían de mí. Podía pensarlas, pero sólo brevemente antes de que se alejaran. Además, las cuerdas todavía yacían a través y en mi boca, cosida cerrada, y mi lengua estaba floja e inútil dentro de mi boca. “¿Crees “¿Crees que nos escucha?,” escucha?, ” Preguntó una voz.

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Estaba emocionada de que entendía. Pero, ¿quién era? Conocía esa voz. Me entristeció que no fuera mi madre, y solloce impotentemente. No era propensa a las lágrimas, así que mi reacción me confundió y me horroricé. Pero sólo momentáneamente. Mis pensamientos siguieron la idea de mi madre, y la vi alejarse. Mientras caminaba, ella visiblemente envejeció hasta que se deshizo en polvo justo delante de mis ojos. “ Mami !” Grité, pero me pareció que estaba sólo en mi mente. Corrí tras ella. Mis manos se extendieron, pero sólo le rozaron su camisa antes de que se desintegrara por completo. Mi corazón se sentía como si se hubiera partido en dos. Había perdido todo lo que significaba algo para mí. “Es hora de volver, mi corazón. No es tu tiempo aún,” aún, ” mi madre susurró. Su cara apareció ante mí. Caí en sus profundos ojos castaños, sosteniendo mi mente en los pliegues que rodeaban esos ojos. Líneas de expresión, ex presión, pensé. Una mujer me consoló acariciando mi mano. No la conozco, pero admiré sus profundos ojos verdes y su espeso cabello rubio. Ella estaba llorando, también. “¿Era “¿Era tu madre también?,” también?, ” Pregunté en mi mente. “¿Eres “¿Eres mi hermana? Nunca tuve una hermana." Una mujer mayor me atrajo en sus brazos. Ella olía familiar, pero sus palabras estaban en inglés, y no podía entender lo que estaba diciendo. Me aparté y la miré con un ojo. El otro ojo no funcionaba, por alguna extraña razón. Ella no era mi madre tampoco, y lloré de nuevo. Yo tenía dos años, sola en un mundo frío, oscilante y quería la seguridad de mi madre, o por lo menos, mi abuela. Caí en un agujero profundo y serenamente lo tiré detrás de mí. Me desperté por la noche. Mi brazo palpitaba, y traté de levantarlo. Era demasiado pesado, así que levanté la cabeza para ver lo que estaba mal. Todo el brazo apareció completamente blanco en la penumbra. Me di cuenta de que estaba en una cama de hospital. Una cánula nasal estaba forzando el oxígeno frío en mi nariz, y mi garganta se sentía cruda de ello. O había estado gritando? Realmente no lo sabía. Traté de pensar acerca de por qué estaría en un hospital, pero nada me vino. Había pasado muchos años durmiendo en los hospitales, pero esto era diferente. Residencia. Sí, yo era un médico. Me moví tentativamente y luego tuve que apretar los dientes cuando el dolor se disparó por todo mi cuerpo. Me había lastimado de alguna manera. Unas náuseas abruptas, agudas me invadieron. A pesar del dolor causado por el movimiento, me incline hacia un lado y vomité repetidamente. De repente las alarmas chirriaron a mi alrededor, y grité mientras los sonidos atacaron mis oídos. Mi mano menos impedida se levantó para cubrir mis oídos. La luz brillante me cegó cuando alguien la encendió, y sentí que mi cuerpo empezaba a paralizarse, me doble hacia atrás en contra de mi voluntad, mis músculos contrayéndose fuertemente. 102



La gente me rodeaba. Mi cuerpo se relajó de nuevo, pero todavía había algunas náuseas y me sentí como si la habitación estuviera girando. Abrí el parpado de mi ojo bueno y vi figuras borrosas paradas junto a mi cama. Algunos estaban corriendo muy ocupados; ocup ados; otros montaban guardia. Había algo en mi boca y mi garganta. Me di cuenta con cierta alarma que estaba intubada. Esto significaba que necesitaba ayuda para respirar. Las lágrimas brotaron de nuevo y se deslizaron por mis mejillas. Mi nariz se sentía como una enorme manzana colocada en medio de la cara, y ese maldito dolor de cabeza estaba de vuelta. Mi oído era hipersensible, y cada chirrido de los zapatos de una enfermera me hizo temblar por dentro. Afortunadamente, las personas que me cuidaban sabían hablar en voz baja. Me tranquilicé y traté de hacer un balance de mi situación, intentando desesperadamente de recordar lo que me había pasado. Qué incidente me había traído a este lugar? Tal vez había tenido un accidente de coche. Si es así, no lo recordaba en absoluto. Era como si estuviera en una caja. Mi memoria podía ir tan lejos en una dirección, tan lejos en otra. Más allá de esos muros, no había nada. Me preparé para tomar un momento a la vez. Me sentí como si hubiera estudiado el budismo Zen en algún momento, y parecía encajar. Parecía ser lo que más necesitaba en este momento. Me sentía drogada repentinamente, atontada. Miré los rostros a mi alrededor y vi que todos ellos eran desconocidos. Eso me puso triste, muy triste. Necesitaba estar con personas que se preocupaban por mí, no todos estos extraños. “Vete!” Vete!” Grité, sacudiendo un brazo para apartarlos a todos ellos. Hice una pausa a medio sacudir. “Vete,” Vete,” dije de nuevo, mucho más suave. El terror me llenó. No podía entender las palabras que estaba diciendo. Sonaban todas mal.

Capítulo Treinta y Cuatro Ella

El Dr. Stephen Dorsey entró en la habitación de Maddie llevando una silla plegable de plástico ligero y el historial de Maddie. Desplegó la silla con cierto aplomo y la colocó junto a las dos sillas que ya estaban al pie de la cama de Maddie. Hizo un gesto para que nos sentáramos mientras él se sentó en la silla de plástico y cruzó las piernas. Después de que la tía Florida de Maddie y yo estuvimos sentadas, abrió el historial de Maddie y respiró hondo. "Bueno. La Dra. Salas sufrió un terrible accidente. Tuvo suerte de muchas maneras. Muchas explosiones de gasolina conducen a incendios y horribles quemaduras cuando la gasolina se

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prende. Ella no experimentó nada de eso. Fue, sin embargo, arrojada lejos del coche con cierta fuerza y sufrió algunos huesos rotos.“ rotos. “ Volteó una página y la estudió. Observé su inteligente cara de treinta y algo. Era guapo pero parecía estudioso. “Los huesos rotos se curan, por supuesto. Lo que nos preocupa más es un área de edema o hinchazón, en el lado derecho del cerebro de la Dra. Salas. Aunque es significativo, optamos por no realizar una cirugía. En lugar de ello, hemos aumentado su oxígeno y bajado su temperatura corporal para permitir que su cuerpo procese este líquido. Su neuróloga, Amelia Penn, parece pensar que este es el mejor curso de tratamiento en este caso en particular. Bueno, eso y ciertos medicamentos medicamentos que ella ha recetado.“ recetado. “ Se detuvo para estudiar a cada una de nosotras mientras se ajustaba los lentes. “Así que, ahora hablemos sobre el futuro.” futuro. ” Me miró directamente. "La Sra. Salas aquí ha dicho que puedo hablar libremente delante de usted. usted. ¿Eso está bien con usted?” usted? ” Asentí, y él continuó. “Siempre que se tiene este tipo de lesión, que es una lesión cerebral cerrada, también se ve una lesión de contragolpe. Esto significa que el cerebro rebotó en su cabeza, lo que lo lesionó en una forma específica, por la contusión en ambos lados de su cerebro. No creemos que haya una gran cantidad de torceduras axonales, que a menudo ocurren en este tipo de accidentes, pero sin duda hay conmoción cerebral, y esto puede llevarnos a algo llamado trastorno posconmoción.“ posconmoción.“ Descruzó las piernas y se inclinó más cerca de nosotras. “Este trastorno puede manifestarse en una miríada de maneras diferentes. Podría haber cambios menores, pero en esta situación, creo que pueden ser significativos y continuar durante algún tiempo —” tiempo —” Un pequeño jadeo se me escapó, y sentí un sollozo brotar en mi garganta. “¿Se “¿Se recuperará, Dr. Dorsey?” Dorsey?” Él suspiró. “Sí, hasta cierto punto, pero no, no completamente.” completamente. ” Me tapé la boca con una mano. Tuve T uve que meter ese sollozo, ese grito que quería soltarse. “Ella es relativamente joven, y su alto nivel natural de inteligencia ayudará a su cerebro a crear nuevos senderos neuronales, permitiéndole hacer casi todo lo que hacía antes, sólo un poco diferente. Bueno, casi todo. Pero también existe el problema de su tolerancia y su nivel de energía. Este tipo de lesión puede manifestarse en ira e intolerancia hasta incluso la menor irritación, por lo que no se sorprendan por su rabia y frustración. Es un hecho que habrá algo de eso. El cerebro es un órgano complejo, y las lesiones a él pueden causar todo tipo de fallas emocionales e intelectuales.“ intelectuales. “

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Hizo una pausa y acarició su barbilla bien afeitada. “La vida será muy diferente para ella, y necesitará cuidado y terapia continua a largo plazo. En lesiones como esta, el movimiento dentro del cráneo puede causar microlesiones de la materia cerebral. Esto, sin duda, causará cicatrices en el cerebro que podría conducir a una ataxia, o andar como ebria, o incluso afasia, que son problemas con el habla, dependiendo de donde está la cicatriz. Eso es algo que la medicina no puede arreglar.“ arreglar. “ Se hizo el silencio en la habitación, el único sonido el pitido suave y silbante de las diversas máquinas conectadas a Maddie. “Entonces, alguna pregunta?,” pregunta?,” él preguntó. “¿Por “¿Por qué está conectada a la máquina de respiración?,” respiración?, ” Florida preguntó. “¿ No es capaz de respirar por sí misma?” misma? ” “Tuvo un mal rato hace un tiempo, y decidimos que tener la mayor cantidad de oxígeno posible en ella podría ayudarla,” ayudarla,” explicó. “Ella siguió jalando de la cánula, ese tubo que le estaba dando oxígeno adicional. Dejará la máquina pronto, esperamos. La hemos sedado hasta que eso suceda.“ suceda.“ Florida asintió y se movió inquieta en su silla. Estaba pensando en lo importante que era ser médico para Maddie. “Ya no podrá ejercer la medicina, verdad?,” verdad?,” Pregunté con tristeza. “Ella odiará eso.” eso. ” Él suspiró y pensativamente palmeó el historial de Maddie contra su rodilla. “ No adelantemos acontecimientos. No quiero que ninguno de nosotros sea demasiado negativo. Aunque el escáner muestra que la hinchazón y los moretones son bastante graves, puede recuperarse mejor de lo que cualquiera de nosotros cree después de la terapia. Estamos en un modo de esperar y ver. La Dra. Penn dice que q ue ha visto eventuales recuperaciones completas después de una lesión como esta. A veces la gente sólo tiene balbuceos leves o problemas de andar, pero toda su cognición vuelve. Algunos están físicamente muy bien, pero pierden toda memoria a corto plazo. Así que, como se puede ver, realmente no puedo responder a esa pregunta por el momento. ¿Algo más?" Las dos sacudimos la cabeza y él se puso de pie y dobló su silla. “Pueden preguntar por mí en la estación de enfermeras si se les ocurre algo más. Mi consejo es que estén aquí por ella y estar muy, muy agradecidas que está viva.“ viva. “ Nos sentamos, perdidas en nuestros pensamientos, después de que el Dr. Dorsey salió de la habitación. Vi el lento ascenso y caída del pecho de Maddie mientras la máquina siseaba. Me sentí extrañamente vacía por dentro. Era como si no quedara ninguna emoción — emoción — por por nada. Florida me dio unas palmaditas en la mano mientras se levantaba. Realmente me había llegado a gustar la tía de Maddie. Era una mujer agradable, realista y había sido inusualmente 105



un consuelo para mí. Me encontré preguntándome si ella sabía de Maddie y yo. ¿Cómo podría ser, sin embargo, a menos que Maddie la hubiera llamado? llamado? “Creo que será mejor que vayamos a la iglesia. Sólo tenemos unos veinte minutos para llegar allí,“ allí,“ dijo. Se acercó a la cama y le dio un beso en la frente a Maddie. “Lucha por volver, pequeña Corinthia,” Corinthia,” susurró. “Te espero en el pasillo,” pasillo, ” me dijo mientras pasaba hacia la puerta. Yo estaba agradecida por el tiempo a solas con Maddie. Tomé su mano y la acaricié mientras me inclinaba para presionar mi mejilla hacia el lado menos lastimado de su rostro. “Te amo, Maddie, cariño. Te prometo que volveré pronto.“ pronto. “ No hubo, por supuesto, ninguna respuesta. El funeral fue hermoso, si tal evento podría llamarse así. La parte más triste fue el pequeño ataúd blanco para el bebé que nunca había nacido oficialmente antes de morir. Las familias Horten y Collins habían decidido combinar el funeral de Lizzie, Darwin y del bebé en un solo servicio. Me pareció que era una buena idea. Sandy, por supuesto, estaba devastada, sollozando incontrolablemente y apenas capaz de sostenerse en pie. Había conocido a Lizzie más tiempo que yo y había seguido de cerca su embarazo. También conocía al esposo de Lizzie, Darwin, a quien nunca había conocido antes. El funeral del bombero había sido hace dos días. Florida, Sandy y yo habíamos asistido a ese también. Me sentí como si asistiera a todos estos por Maddie. Ella habría estado allí si hubiera podido, y querría saber todo acerca de ellos tan pronto como se mejorara.

Capítulo Treinta y Cinco Maddie

Me desperté deprimida. Un terror repentino me llenó. No podía tragar o mover la cabeza. Una especie de claustrofobia se apoderó de mí, pero trabajé duro para calmarme, dándome cuenta de que una máquina estaba respirando por mí. Contuve la respiración hasta que la máquina alcanzó las respiraciones que sentí que debía tomar. Exhalé con la máquina y conté cada absorción que la máquina hizo por mí: dieciséis, luego dieciséis de nuevo. Estaba recibiendo suficiente aire. Luego tuve un nuevo temor — temor — supongamos supongamos que la máquina falla y me asfixió. Sólo un acto de acero me impidió revolcarme, y obligué al pensamiento fallido salir de mi mente. Irrazonable, me dije, muy inusual que las máquinas fallen. “Dra. Salas! Está despierta!” despierta! ” Exclamó una joven enfermera, de baja estatura al entrar en la habitación. “Me preguntaba que significaba esa extraña lectura.” lectura. ”

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Estudió mi cara, y supuse que leyó la calma allí. “Sólo asiente o sacuda la cabeza, ¿de acuerdo? ¿Tiene algún dolor?” dolor? ” Sacudí la cabeza hacia un lado en sentido negativo. “Bien.” Bien.” Hizo una larga pausa, todavía observándome. “¿Desea “¿Desea que el tubo de respiración salga?” salga?” ¡Oh Dios mío! Estaba muy emocionada al descubrir que no tenía qué ser permanente. Asentí con la cabeza tan bien como pude. Ella sonrió. "De acuerdo. Iré a ver al Dr. Dorsey y ver lo que dice al respecto. Vuelvo enseguida." Cuando salió de la habitación, estudié mi entorno. Era una típica habitación de hospital. Reconocí el verde oscuro del océano utilizado por el ... curioso, no podía recordar el nombre del hospital. Tenía que estar todavía en ... Maypearl. Sí, Maypearl, Alabama. Trabajo allí, como médico. “Bueno, bueno, Dra. Salas. ¿Cómo se siente?,” siente?, ” Preguntó el médico, mientras él y la enfermera entraron en mi habitación. Estúpido, pensé, incluso mientras lo estudiaba. De mediana estatura, complexión atlética, pero nerd con lentes y un sorprendente despeinado pelo negro. ¿Cómo esperaba que respondiera? Su sonrisa de disculpa, llena de dientes perfectamente rectos, era genuina. "Bien. Esa fue una pregunta tonta, ¿eh? Vamos a sacar este tubo tubo y hablaremos entonces,” entonces,” dijo. Le di un débil pulgar hacia arriba con la mano menos lesionada, y él se movió hacia la cabecera de la cama. El proceso del tubo saliendo de mi cuerpo, si bien recibido, sin duda fue clasifico como uno de los muchos instrumentos de tortura de la Inquisición española. Dolía, pero se terminó rápidamente. Me atraganté con el agua que proporcionó la pequeña enfermera, y fragmentos de dolor resurgieron. Gemí y traté a enroscarme en un lado, pero el dolor en las piernas y los muchos tubos de goma transparente insertados en mi cuerpo lo impidió. El médico acercó una silla a la cama y se sentó en ella. “Dra. Salas, soy el Dr. Dorsey. Dudo que recuerde lo que le pasó, pero estaba en un coche que explotó hace varias semanas. La explosión la arrojó al aire y contra un edificio. Tiene una conmoción cerebral. Tenía un poco de hinchazón, pero ha ido disminuyendo ahora. No operamos pero dejamos que el tiempo trabaje a su favor.“ favor.“ El hospital estaba despertando a nuestro alrededor. Podía oír un aumento de la actividad y voces afuera en los pasillos. 107



Cambié ligeramente mi posición, con cuidado, tratando de evitar más dolor. “¿Cuánto “¿Cuánto tiempo?,” tiempo?,” Pregunté. Me detuve en estado de shock, perpleja. Estaba oyendo mal? No, mi audiencia era muy consciente. Miré su cara, que tenía el ceño fruncido, y sus ojos estaban preocupados. De acuerdo, algo estaba mal. Lo intenté de nuevo. “¿Cuánto “¿Cuánto tiempo hace?,” hace?,” Pregunté, entonces apreté los labios. Estaba afásica. “ No, no, no!” no!” Grité, y mis palabras sonaron como un cuervo graznando. “Dra. Salas,” Salas,” el Dr. Dorsey dijo mientras agarraba mis hombros. No era consciente de ello, pero me había sentado en posición vertical en la cama, y mi brazo derecho atado fue violentamente lanzado. Mi brazo izquierdo estaba jalando dolorosamente contra el tubo intravenoso. “Dale sólo uno de halo,” halo, ” Dorsey le dio instrucciones a la enfermera. Sí, cálmame, pensé. Era como si estuviera fuera de mi cuerpo, chasqueando mi lengua a mí misma por mis indebidas payasadas. En cuestión de segundos, el medicamento había tomado el control, y fui capaz de detener los espasmos. “Dra. Salas,” Salas,” el Dr. Dorsey dijo con calma, mirándome directamente a los ojos. “Tiene que mantener la calma. Vamos a determinar lo qué está causando la afasia. Mientras tanto, responda a estas preguntas moviendo la cabeza. No trate de hablar.“ hablar. “ Él me soltó y se sentó. “Ahora, en su opinión, ¿cómo está su cognición? ¿Entiende todo lo que estoy diciendo?” diciendo?” Asentí. "Bien. Esa es una señal positiva.” positiva. ” Ahí estaba esa agradable sonrisa de nuevo. “¿Recuerda “¿Recuerda el accidente?” accidente?” Negué con la cabeza. “Eso no es poco común. En realidad no esperaba que lo hiciera. Esta incapacidad para hablar puede despejarse después de que haya pasado algo más de tiempo. La hemos mantenido sedada durante las últimas cuatro semanas para que su cerebro pueda comenzar a sanar. “ Me volví a agitar de nuevo, y él puso una mano tranquilizadora en mi antebrazo. “Sus pacientes están siendo atendidos. No se preocupe por eso. Sus únicos pensamientos deben centrarse en su recuperación continua. Va a tomar algún tiempo, pero prometo que la llevaremos de vuelta a casa tan pronto como sea posible, ¿de acuerdo?” acuerdo?”

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Asentí, pero no pude evitar la lágrima que se derramó sobre mi mejilla. ¡Cuatro semanas! ¡Eso fue una locura! El médico se levantó y empujó la silla hacia atrás. “Por cierto, tenías un tallo verde (*) en ese brazo derecho, pero está soldando muy bien. Creo que el yeso puede liberarse en algún momento de esta semana, y la sacaremos de la cama y haremos h aremos algo de terapia.” terapia.” Agarró mí historial, historial, me estudió brevemente y luego se se apresuró a salir de la habitación. La enfermera se acercó y ajustó mi tubo. Reacomodo mis brazos en la parte superior de la sábana. “¿Estás “¿Estás lo suficientemente caliente, c aliente, cariño? Hemos estado manteniendo la temperatura bastante baja aquí.” aquí. ” Ajustó el oxígeno en la cabecera de la cama y colocó una cánula nasal. “Vamos a mantener un poco de oxígeno ox ígeno por otro día o dos, ¿de acuerdo?” acuerdo? ” Me di cuenta de repente que tenía frío. “Tengo frío,” frío,” le dije y la vi observarme sin comprender. “ No hablemos ahora, Dra. Salas. Sólo indícame lo que necesitas. necesitas. El oxígeno está bien?” bien?” Asentí. “Pero tienes frío?,” frío?, ” Preguntó. Asentí. "Bien, entonces. Voy a ir directo a la estación de enfermeras y te traeré una manta acogedora de las más cálidas. Regreso enseguida.“ enseguida. “ Cuando se fue, giré la cabeza y miré más allá de las máquinas de monitoreo y por la ventana a la creciente luz del día afuera. “Bonito,” Bonito,” dije. La palabra sonaba como una enfermedad exótica.

Capítulo Treinta y Seis Ella

Abby Hamilton murió, finalmente sucumbiendo al cáncer que se había apoderado de su pequeño cuerpo. Cuando Sandy me dio la noticia, sentí como si no pudiera respirar. respirar. “¿Cómo “¿Cómo podemos ir a otro funeral?” funeral? ” Sandy declaró, con los ojos enrojecidos y llenos de lágrimas. La atraje hacia mí y la abracé mientras ella se permitía llorar. (*) Se denomina a una fractura incompleta de un hueso largo.

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Nos habíamos vuelto cercanas durante las semanas que Maddie había hab ía estado en el hospital. A menudo nos fuimos juntas a verla después del trabajo, aunque me encantaban las noches tardías cuando me colaba sola y sostenía la mano de mi querido amor hasta que tenía suficiente sueño como para irme a casa y acostarme. Florida estuvo allí algunas noches, y creo que venía cada mañana también. “Lo haremos bien,” bien,” le dije a Sandy. “La amamos, y tenemos que despedirnos adecuadamente.” adecuadamente.” Sandy asintió mientras el Dr. McLean venía por el final del pasillo de la oficina de Maddie. Randy McLean era un hombre muy agradable, amable y un médico competente. No era su culpa que él no fuera Maddie. Sin embargo, cada vez que lo veía venir desde su oficina, me enojaba. Le dio unas palmaditas en el hombro a Sandy. “Aquí está el certificado de defunción. Llamé a la funeraria antes de salir de la casa, pero no los espere. ¿Crees que puedas llevar esta copia para ellos?” ellos?” Sandy se restregó los ojos y se sonó la nariz ruidosamente. “Absolutamente, Dr. McLean. Inmediatamente." Él entró de nuevo en la oficina, y levanté la siguiente carpeta de la pila y entré en la sala de espera. “DunDun?” DunDun?” llamé. DunDun Morris era un dulce, tímido pelirrojo que estaba siendo tratado por recurrentes eczemas. Él asintió con timidez mientras me pasaba y entró en el pasillo trasero. “Ven por aquí, y vamos a situarte,” situarte, ” le dije mientras lo llevaba por el pasillo. “Así que la crema de hidrocortisona no te funcionó?” funcionó? ” "No, señora. Creo que se quita cuando hago el secado después del lavado, aunque trato de ser cuidadoso. He intentado casi todo ahora.” ahora.” Hablaba suavemente, y tuve que escuchar atentamente para oírlo. Sabía que él trabajaba en el lavado de autos de Wheelie la mayoría de los días después de la escuela. “Bueno, estoy segura de que el Dr. McLean, presentara un nuevo plan de tratamiento que funcionará mejor.” mejor.” “Volverá pronto la doctora Maddie?,” Maddie?,” preguntó mientras tomaba sus signos vitales. “Realmente la extraño. Nos divertimos mucho sólo hablando.“ hablando. “ Mis manos temblaban cuando coloqué el termómetro de oído en su soporte. sop orte. Suspiré. “Realmente no lo sé, DunDun. Los médicos del hospital están tratando de despertarla, pero no parece querer salir de ello. Créeme, la echamos de menos también. ” 110



La puerta se abrió, y el Dr. McLean entró seguido de Sandy. Ella se quedó detrás en la puerta y me hizo una seña para que saliera. “Ellos piensan que se está despertando!,” despertando!, ” Ella cantó en un susurro. Parpadeé lentamente. "¿De verdad?" Ella asintió. “Eso es lo que dijo Cassie. Acabo de hablar por teléfono con ella. Vamos a llamar a Florida, y nos reuniremos con ella allí después del trabajo. Esto tengo que verlo por mí misma.” misma.” Se alejó rápidamente. La seguí en un aturdimiento. Podría Maddie realmente volver a nosotros después de todas estas semanas? El hospital estaba disminuyendo si bien los pasillos todavía estaban llenos de visitantes. La mayor parte del personal de enfermería cambió turnos a las tres, y para las cinco y media, el nuevo personal de noche estaba en su lugar y sin problemas ocupándose de clasificar los medicamentos del final del día y los historiales. Las tres nos reunimos afuera y avanzamos a la habitación de Maddie juntas. Ahora, afuera de su puerta, nos detuvimos y nos miramos. Esto sería un gran día si lo que Cassie nos había dicho era cierto. Habíamos estado deprimidas por la condición de Maddie durante el tiempo suficiente. Necesitábamos algunas buenas noticias. Ella estaba sentada cuando entramos en la habitación. Mi corazón se emocionó al ver esto. Corrí a su lado. Ella levantó los ojos y me miró. La mayoría de las contusiones y cortes habían sanado, aunque todavía había una cierta decoloración alrededor de su ojo derecho. Se veía tan hermosa, pero tan frágil. El marrón oscuro de sus ojos parecía nublado, y me preguntaba si me veía claramente. “Dios, chica, eres un regalo para la vista,” vista, ” Sandy dijo mientras se acercaba al lado opuesto de la cama. “Te ves muy bien teniendo en cuenta lo que has pasado. ¿Te sientes bien?" Maddie asintió pero apartó la mirada de nosotros, hacia la ventana. Ella parecía desinteresada. “Maddie?,” Maddie?,” Le dije. Ella se giró de nuevo. No vi ningún reconocimiento en sus ojos. “Soy Ella . Y esta es Sandy. Trabajamos para ti. ¿Te acuerdas de nosotras?" Miró de mi hacia Sandy luego de vuelta otra vez. Nada. “Corinthia?” Corinthia?” Su cabeza se giró al oír este nombre, y miraba con recelo a Florida. Los labios de Maddie se movieron, pero no salió ningún sonido.

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Mi corazón comenzó un frenético dos latidos en mi pecho. Todavía era pronto, me dije. El cerebro todavía se está curando. Se acordará de nosotras cuando lo haga. Por qué no estaba convencida? Florida se acercó y puso su mano en el yeso de Maddie. “Soy la Tía Florida, cariño. Te llevaremos a casa pronto. Sólo debería ser unos días más y luego puedes volver a casa a mi casa y te tendremos como nueva en poco tiempo. ¿Cómo suena eso?" Maddie estaba escuchando atentamente, pero no habló. Después de algún tiempo, levantó la otra mano y la puso encima de la de su tía. Esperaba desesperadamente que esta fuera una buena señal. Sandy me llevó a un lado y me susurró al oído. “Voy a ver si puedo encontrar a los matasanos y averiguar lo que está pasando aquí.” aquí. ” “Sandy —” Sandy —” Quería Quería reiterarle lo que el médico había h abía explicado a Florida y a mí hace un par de semanas, pero se había ido. Volví a Maddie, decidida a sacarla de este estado de fuga. “Maddie, quiero que sepas que todo en la oficina está muy bien. Sandy encontró un nuevo médico joven llamado Randolph McLean para hacer tus horas de oficina. Parece bastante agradable. Él no eres tú, por supuesto, pero no creo que nadie esté teniendo un tratamiento inapropiado.” inapropiado.” Maddie asintió, así que sabía que me había oído, pero todavía parecía desinteresada. Ella estaba observando a Florida, la cabeza inclinada hacia un lado. Recordé de pronto cómo me había mirado de una manera similar, y mi corazón realmente dolía. No podía recuperar el aliento por un momento. Luché para reprimir el pánico que sentía. Sandy irrumpió de nuevo en la habitación, atrayendo la atención de Maddie. “Maddie, cariño, ya volvemos,” volvemos,” Sandy dijo, sonriéndole mientras indicaba a Florida y a mí para salir de la habitación. “El médico quiere vernos en el escritorio de la enfermera, sólo para hablar acerca de lo que está pasando con Maddie,” Maddie,” nos dijo una vez que estábamos en el pasillo. Dirigió el camino a través del intrincado laberinto donde estaban las enfermeras de la sala de neurología. Monitores planos estaban montados en una pared central, visible desde todos los ángulos, y me sentí contenta de que Maddie estuviera tan bien cuidada. El Dr. Dorsey estaba junto a una alcoba, leyendo papeles que estaban en una carpeta. Él nos oyó, cerró la carpeta y nos recibió con una sonrisa. Nos acompañó a través de la alcoba y hacia una pequeña sala de conferencias, cerrando la puerta detrás de nosotros.

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“Señoras, si todas toman asiento, podemos hablar del curso del tratamiento de la Dra. Salas. ” Tomó la cuarta silla restante y se reclinó en ella. “Ahora, permítame aclarar esto.” esto. ” Él señaló a Florida. “Usted es su única familia?” familia? ” “Sí.” Sí.” Florida asintió. “Soy su tía. Su madre todavía vive pero sufre de Alzheimer severo.“ severo. “ “Ahh,” Ahh,” dijo, asintiendo sabiamente. “Y ustedes dos trabajan con ella, en su consultorio médico?” médico?” Asentimos. “He estado con la doctora Maddie desde que asumió el cargo de nuestro médico anterior en Maypearl, Richard Pembroke,” Pembroke,” Sandy dijo. El Dr. Dorsey asintió de nuevo y pasó la carpeta a Florida. “Antes de seguir adelante con nuestra plática, necesito que firme esta autorización, diciendo que esta bien que el personal aquí hable con los empleados de la Dra. Salas. No quiero ser irrespetuoso, señoras, señoras,”” nos dijo a Sandy y a mí. “Es toda la jerigonza legal de la que tenemos que ocuparnos.“ ocuparnos. “ Florida firmó los formularios sin vacilación, y el Dr. Dorsey comenzó a hablar.

Capítulo Treinta y Siete Maddie

Algunos días me siento en mi habitación y me quedo mirando por la ventana, siendo lo único que podía hacer. No me importó mucho esos días. Estaba segura de que en un momento de mi vida, había sido una persona enérgica, incluso productiva. Era sin duda muy querida, como lo demuestra el constante flujo de visitantes que tenía cada semana. Ahora, sentada al lado de mi cama en mi pequeña habitación, suspiré. Me giré y estudié el tablero. Era Martes, primero de Noviembre, y el reloj digital me decía que eran las ocho y cuarto de la mañana. No vi ninguna cita para hoy. No tenía donde estar. Eso fue un gran alivio. Podría sentarme, sola, y permitir que mi mente se relajara. Me paré y alcancé mi bastón. Había escogido negro liso, por supuesto, pero Ella lo había decorado con pegatinas de colores de caras de gato todo hacia abajo. No me parecían gatos, pero eso fue lo que dijo que eran. Era bonito. Entré en mi cuarto de baño. Estudiando mi lista de baño, comencé a seguirla religiosamente. Tía la había hecho en un tablero magnético, y debía colocar un círculo cada vez que completaba una tarea. Lo moví del inodoro a la ducha. Me encantó la ducha. A menudo dejaba correr toda el agua caliente del tanque, pero Tía dijo que estaba bien. Me desvestí y después revisé la lista pegada a la cortina.

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En un principio, justo después de que regresé a casa, me había lavado la cara y el cuerpo tantas veces cada mañana, olvidando que ya lo había hecho, que había hecho que mi piel estuviera en carne viva e infectada. Ahora, podía usar la crayola y marcar todo lo que me lavaba, así podría recordar y no hacerlo de nuevo. Otro mecanismo de hacer frente que Wendy Wagner, mi terapeuta, me había enseñado era asegurar que todo tuviera un hogar. Después de lavar y secar mi cabello y cuerpo, fui al lavabo y saque la loción de su casa. La dejé ahí después de usarla, e hice lo mismo todo hasta el final de la lista hasta que alcance mi cepillo. Lo pase a través de mi pelo corto y rizado, que todavía estaba húmedo. Fue rápido ya que había renunciado a tratar de domar los rizos hace mucho tiempo. Puse todo de nuevo en su casa y, envuelta en una toalla suave, entré en el dormitorio para vestirme. Por suerte, vestirse fue rápido también. Tía había colocado todo en su propia casa. Me puse una camiseta debajo, una camisa de jersey y pantalones de chándal. Completamente vestida, me senté en la cama y respiré por un rato. Estaba cansada. “Corinthia? Estás despierta? ¿Escuché la ducha?” ducha? ” Tía tocó brevemente en la puerta. Yo sabía que iba a entrar, y lo hizo. Era agradable que siempre tocara, sin embargo. Agarré mi tableta y apreté un botón. “Buenos días,” días,” dijo en su pequeña voz metálica. "Buenos días, cariño. ¿Cómo dormiste? dor miste?”” Ella abrió las cortinas un poco más. Presioné el icono de 'bien' y la máquina respondió por mí. "Bien. Algún dolor de cabeza?” cabeza? ” Ella me observó. Negué con la cabeza. Las migrañas de la lesión de la cabeza habían demostrado ser un verdadero impedimento con Dios. Hombre, dolían. Tenía varios medicamentos que podía tomar, pero todos me hacían sentir como un ... zombi, así que por lo general estaba en la cama durante dos días, primero por la migraña y después por la medicina. Ugh. Me entregó mis zuecos. “¿Quieres “¿Quieres calcetines?” calcetines? ” Ella esperó expectante hasta que negué con la cabeza. “He empezado el desayuno, así que ¿por qué no vas y compruebas la tostadora por mí?” mí? ” Asentí y me dirigí por el pasillo hacia la cocina. Me gustó mucho esta casita. No podía recordar exactamente donde había vivido antes, pero sabía que la casa de Tía estaba más lejos fuera de la ciudad. Tía había encontrado está en el centro de la ciudad y la había pagado con parte del dinero del

accidente de camión que me había dado el TBI. Traumatismo craneoencefálico. Dijo que eran más de dos millones de dólares, y que era bueno porque lo necesitaría para cuidarme, para comida y ropa y electricidad. 114



La tostada apareció mientras me acerqué, así que la puse en un plato y coloque las dos piezas de pan que estaban esperando. Dos platos cubiertos estaban sobre la mesa, y levanté las tapas. Uno era tocino y huevos revueltos, el otro un montón de papas fritas goteando mantequilla. Mi boca se hizo agua. “Siéntate, cariño, come co me mientras está caliente. Voy ponerle mantequilla a esas, ” Tía dijo cuando entró en la cocina. Le obedecí y presioné iconos en mi tableta. “Gracias ... cocinar ... esto,” esto, ” dijo. “De nada, Corinthia. Empieza a comer. Pero toma tus pastillas primero.“ primero. “ La comida estaba deliciosa, y comí hasta quedar satisfecho. Tía me observaba con indulgencia mientras masticaba su propia comida. “Vas a tener que caminar un poco más hoy si sigues así,” así,” me dijo, riendo. Pulsé mi tableta. “Tu culpa,” culpa,” respondí. “Entonces, no hay terapia hoy, no hay visitas. ¿Qué vas a hacer contigo todo el día? ” “Rompecabezas,” Rompecabezas,” le dije. Ella asintió. "Está bien. Tienes tres para terminar antes de mañana. “ Me levanté y empecé a cargar el lavavajillas. Eran sólo los cubiertos y la sartén. Desde la lesión, Tía y yo usamos vasos de papel, platos y cuencos. Yo era como un elefante en una cacharrería y con frecuencia rompía las cosas con mis movimientos erráticos. Después que el desayuno fue limpiado, fui a la computadora de escritorio que estaba colocada en un escritorio en una antesala justo al a l lado de la sala de estar. Deje mi bastón en el suelo y encendí la máquina. Usando el ratón con la mano derecha fuerte, hice clic en el icono y abrí el portal que mi terapeuta había creado para mí. Cada semana me dio cinco rompecabezas de estrategia para ayudar a construir mis habilidades cognitivas. Ella también me animó a jugar al solitario y otros juegos de cartas cada vez que me apetecía. Hoy el rompecabezas era acerca de encontrar objetos ocultos. Lo hice bien, localizando rápidamente una llave, una manzana, tres botellas y un bolígrafo en la escena oscura, sombría en la que estos elementos estaban ocultos. La segunda tarea era mucho más difícil y me tomó casi una hora para estar cerca de terminarlo. Tuve que poner una lista de tareas en el orden en que se llevaban a cabo normalmente. Eso estaba a mano izquierda. A la derecha había una lista de elementos utilizados en estas tareas, y tenían que ser emparejados y enumerados en orden. Poner las cosas en orden siempre fue tan difícil para mí. Podía escuchar a Tía en la otra habitación hablando por teléfono, y sentí una rabia irracional brotar en mí. Lo empujé hacia abajo, pero sabía que necesitaba medicamentos. Las emociones todavía a menudo se excedían y me llevaban con ellas. 115



Estampé las manos sobre el escritorio y me levanté. El rompecabezas era demasiado. Volvería más tarde. Recuperé mi bastón y fui a la cocina al gabinete que contenía mis medicamentos. Abrí el gabinete y los miré. Cómo los odiaba. Los odiaba porque cambiaban mi química cerebral y, cuando los usaba mucho, ni siquiera sabía quién era yo. “¿Qué “¿Qué necesitas, cariño?” cariño? ” Tía preguntó mientras entraba en la cocina. Tenía su teléfono celular en una mano. Lo miré, luego a ella. Me di cuenta de que mi tableta todavía estaba en el escritorio, así que q ue busqué mi propio celular de mi bolsillo. Lo abrí y pulsé un icono. “Enojado,” Enojado,” dijo. “Está bien, cariño, está bien. Aquí tienes.” tienes. ” Se puso delante de mí y fue a buscar la botella de Prozac. Abrió la botella y partió una tableta a la mitad. “Ten, Corinthia, cinco miligramos. ¿Vas a dar un paseo también?” también? ” Asentí y tomé la pastilla con un vaso de agua. Pulsé mi teléfono. "¿Café?" "No, cariño. Sigue adelante. Ten cuidado, sin embargo. Y necesitas calcetines y una chaqueta. No ha entrado en calor todavía.“ todavía. “ Asentí y fui por el pasillo a buscar estos elementos. Jalar de los calcetines resultado difícil, y sentí la ira crecer en mí de nuevo. Persistí y finalmente, con mucho resoplido y jadeo logré ponerlos derechos. Me deslicé en mis zuecos y me levante, equilibrando por sujetarme del respaldo de la silla. Miré hacia arriba y encontré a Tía parada en el marco de la puerta mirando. “Esa es mi chica,” chica,” dijo. Entró y me besó en la frente. “Disfruta tu café, mi querida, dulce sobrina.” sobrina.”

Capítulo Treinta y Ocho Ella

“¿Segura “¿Segura que no quieres venir sola?,” sola?, ” Jessica preguntó. Oí la nota preocupada en su voz y me sentí irrazonablemente culpable. Odiaba cuando se preocupaba por mí. “Simplemente no me siento bien dejándola tanto tiempo,” tiempo, ” le expliqué. “Es porque tienes miedo de que se olvide de ti, si te vas demasiado tiempo, ¿verdad?” ¿verdad? ” Asentí hacia Julio. "Sí, supongo que sí. Ahora, cuéntame todo sobre la fiesta de aniversario. Brian quemó la carne a la parrilla? ¿Bailaron?” ¿Bailaron? ”

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Ella se echó a reír y comenzó a contarme la sorprendente cantidad de bourbon que se podía consumir en tan sólo unas pocas horas. Escuché, haciendo todos los sonidos correctos, pero estaba en una depresión muy profunda de la que no estaba segura que alguna vez pudiera salir. Después de saber del Dr. Dorsey que el habla de Maddie había sido dañado, sentí como la tierra se derrumbara bajo mis pies. ¿Cómo podía estar silenciada esta mujer vivaz, inteligente que amaba? Ella tenía mucho que ofrecer al mundo, y ahora no tendría forma de expresarlo. expresarlo. En estos días, dudaba entre la autocompasión porque nunca la oiría hablar de nuevo y recordar las notables maneras de desafiar de la gente como Stephen Hawking que había permitido que sus voces sean escuchadas. El emocional rebote de ida y vuelta me estaba haciendo sentir errática y fuera de control la mayor parte del tiempo. Maddie había hecho grandes progresos desde aquel día en que había despertado, pero todavía luchaba con las tareas cotidianas. La visitaba a menudo, pero estaba absolutamente claro que había olvidado nuestros idílicos días — días — y y noches — noches — robados robados en Dothan. No veía amor en sus ojos cuando me miraba, y cada vez que me miraba, era sólo como su amiga y antigua compañera de trabajo, sentía el dolor brotar y agobiar mi corazón. “¿Segura “¿Segura que no quieres venir para Acción de Gracias? Prometo que mamá y papá no van a estar aquí, en caso de que estés preocupada por eso.“ eso. “ ¿Cómo podría decirle a mi hermana que sería una horrible compañía? Que no había ninguna acción de gracias en mí en ninguna parte debido a la forma brutal en que Dios había tratado a Maddie y a mí? No, no la visitaría para Acción de Gracias. “La oficina está tan escasa de personal también. No creo que haya manera de que pudiera escapar durante tanto tiempo. También prometí a Florida que me quedaría con Maddie mientras ella se dirige a Mississippi para visitar a sus hijos antes de Acción de Gracias. No ha ido por un tiempo, así que —” que —” “ No puede Maddie ir con ella?” ella?” “ No creo que esté preparada para mucho viajar por el momento. Ella sigue yendo a terapia dos días a la semana, y no quiere perder eso.” eso. ” Jess suspiró. “Está bien, hermana, pero quiero que conste que estoy seriamente preocupada por ti. Suenas muy triste. Por supuesto, es justificado, pero quiero tomar tu mano y decirte que todo va a estar bien.“ bien. “ “Pero no lo está,” está, ” susurré. "¿Qué?"

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“ No va a estar bien. La he perdido, y no sé cómo recuperarla. Y la quiero de regreso.“ regreso.“ le contesté. “Ella —” “Te dicen que una lesión en la cabeza a menudo crea una nueva persona. Dicen que podría ser capaz de hacer lo que hacía antes, ser lo que era antes, pero habrá diferencias porque su cerebro tiene que crear todos los nuevos caminos para hacer lo que hacía antes. Eso está muy bien, y yo podría lidiar con eso. Con lo que no puedo lidiar es cómo có mo se ha olvidado de quién era yo para ella. Lo que ella era para mí. No hay chispa de amor, ni reconocimiento, incluso cuando me mira, y cada vez que me mira ... sólo muero un poco.“ poco.“ “Ella, cariño, esto también pasará. Ella tiene que mejorar, y cuando lo haga, se acordará de ti y recordará lo que ustedes dos son la una para la otra. Quiero decir, piensa en lo que su pobre cerebro ha pasado, rebotando de esa manera. Se necesita tiempo para curarse de eso.“ eso. “ Rasqué a Julio debajo de la barbilla. “Si ella está curada. Su mente podría no recuperarse. ¿Entonces qué? Sin el consultorio médico, médico, sin vida para ella ... o para para mí! Ella y yo estamos vinculadas de muchas maneras. Ni siquiera puedo imaginar la vida sin ella. Incluso ahora." “Lo entiendo, cariño, la amabas hace mucho tiempo. Sólo tienes que darle tiempo, un poco más de tiempo. Estar allí para ella y tratar de no ponerte deprimida por eso. ¿De acuerdo?" Asentí y presioné mi cara contra las suaves orejas de Julio. "De acuerdo." “¿Qué “¿Qué dijiste?” dijiste? ” Parecía desconcertada. Me senté derecha. “Dije que de acuerdo. No es como si tuviera algo más que hacer. Sólo trabajar y visitar a Maddie y volver a casa. No es exactamente lo que había planeado para mi vida, incluso hace algunos meses.“ meses. “ “Ella, por favor, no te pongas amargada por esto. Tal vez deberías buscar una iglesia, hablar con un sacerdote.“ sacerdote.“ La ira me llenó. “Como si eso fuera a cambiar algo, Jess. Me di por vencida con eso hace mucho tiempo. Además, estoy bastante enojada con Dios en este momento. No estoy tan segura de que él quiera saber de mí.“ mí. “ La oí jadear. “Ella! Sabes, tal vez es Él con el único que deberías estar hablando en este momento. Hablar sobre lo enojada que estás. Podría ayudar." Deje que el silencio reinara mientras meditaba sus palabras. Había una iglesia católica justo al final de la calle. “Quizá lo haga,” haga,” susurré finalmente.

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“Lo siento, hermanita. Es sólo que odio esto y me siento tan impotente.“ impotente. “ “Oh, lo sé, Jess.” Jess.” Aparté el teléfono de mi oído y busqué mis iconos. Presioné el que me dejaba ver su querido rostro. En cuestión de segundos, la estaba mirando. Parecía cansada, pero tan familiar y tan reconfortante. reconfortante. “Oh, Jess,” Jess,” dije. Sus oscuros ojos azules eran tan simpáticos. Se inclinó hacia delante. “Haz lo que necesites hacer para sentirte mejor. Conoces este ejercicio. Lo hemos usado tantas veces en nuestras vidas. Tengo completa fe en ti.“ ti. “ Sonreí, y me sentí mejor. “Tus conversaciones de ánimo siempre me han hecho mucho bien, hermana mayor.” mayor.” Ella me devolvió la sonrisa. "Bien." Respiré profundamente y me desenrede de Julio. "Bueno. Iré a caminar. Hay una iglesia por la calle.“ calle.“ Ella asintió. “¿Conoces “¿Conoces al cura?” cura?” Me encogí de hombros. "Aún no." Ella me sonrió. "Me despido. Te quieeeero.“ quieeeero. “ “Te quiero.” quiero.” Terminé la conexión y agarré la chaqueta del perchero. “Vuelvo pronto, Julio. Sé un buen chico." Mi teléfono sonó justo cuando alcanzaba la puerta. No reconocí el número, n úmero, y el miedo repentino me llenó. Supuse que algo le había pasado a Maddie. “Hola!” Hola!” Ladré en el teléfono, agarrándolo con fuerza, nerviosamente. “Bueno, hola, querida.” querida.” "¿Quién es?" “Soy Dixie, de la conferencia. ¿No te acuerdas de mí?” mí?” Desde luego la recordaba. Pensé en su suave pelo rubio y brillante, claros ojos azul. Una figura curvilínea. “Sí Dixie. ¿Cómo estás?"

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Capítulo Treinta y Nueve Maddie

Me encantó el paseo de mi nueva casa a la cafetería. Especialmente en un día como hoy, cuando el sol era una cosa brillante llamándome, y el aire tenía un poco de la frescura de la mañana. El otoño en el sur de Alabama era agradable, y noté que algunas grandes plantas espinosas como flores de papel — pensé pensé que eran llamadas buganvilias — estaban estaban todavía hermosamente exuberantes a lo largo de la pasarela. Uno de mis vecinos tenía un montón de lo que Tía llamada áster azul en su patio. Eran flores muy bonitas. Mi terapeuta, Wendy, dijo que debía caminar todos los días para ayudar a que mis músculos centrales permanezcan fuertes, así que lo hice. Mi caminata había mejorado mucho durante el mes pasado. Aunque mi brazo izquierdo y la pierna eran todavía débiles, se sentían fuertes hoy. Me detuve y deje que el sol calentara mi cara. Se sentía tan bien. Sólo estuve allí un minuto antes de seguir adelante, mi bastón haciendo un sonido de repiqueteo cada vez que golpeaba la acera. Olí el café cuando todavía estaba a una cuadra de distancia y sonreí. La cafetería se llamaba Java Stokes, y eso estaba escrito en las puertas de cristal en grandes letras amarillas. Había una humeante taza de café beige pintada allí también. Cambié mi peso sobre mi bastón y abrí la puerta. Stevie levantó la vista de detrás del mostrador. Había una máquina grande de café allí, y en ocasiones ella desapareció detrás de eso. Stevie hacía el mejor café. “Hola Maddie! ¡Que bueno verte! Un fuerte vainilla latte viniendo inmediatamente. in mediatamente.““ No había nadie en la cafetería después de la prisa de la mañana, así que tuve mi elección de mesas. Fui a una en la esquina donde siempre me sentaba. Había más espacio para mi bastón allí contra la pared por lo que no sobresaldría y alguien pudiera tropezar. “Entonces, ¿cómo va tu día?,” día?, ” Stevie preguntó mientras se deslizaba en la silla frente a mí y colocaba el café sobre la mesa. Saqué mi teléfono de mi bolsillo. “Bien.” Bien.” Levanté el café y presioné dos iconos. "Mejor ahora." Ella siempre me dio un vaso de café de cartón y puso una tapa de plástico en él a pesar de que los otros clientes usualmente usaban regulares tazas de cerámica. Agradecí eso, que estuviera cuidándome.

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"Bueno. La terapia debe ir bien. Te mueves bien hoy.” hoy. ” Ella me estudió con sus oscuros ojos marrones. Era un poco mayor que yo, y su rostro tenía arrugas finas en los ojos, boca y el cuello. Era muy guapa, con el pelo canoso corto y labios carnosos. Me moví a modo de hablar y escribí en mi teléfono. “Wendy es una bestia. Me hace trabajar duro.“ duro.“ “¿ No es ese el punto?” punto?” Ella levantó su propia taza y tomó un sorbo. La espuma permaneció en el labio superior hasta h asta que su lengua serpenteó para lamerlo. Mire, hipnotizada por esto. Mi propia lengua reflejó el movimiento. Parecía no tener ningún control sobre ello. “Finalmente conseguí pintar mi cocina. Parece increíble. Ahora, debería ser capaz de tenerte para que vengas a cenar pronto,“ pronto,“ dijo. “Realmente me gusta mucho vivir en esta ciudad. Houston estaba e staba bien, pero tan ajetreada. Prefiero el ritmo más lento le nto aquí en Maypearl.“ Maypearl.“ Sonreí y asentí. “Estoy deseando cenar,” cenar,” dijo el teléfono después de que escribí. Sabía que ella tenía un pequeño apartamento en Cottonwood Street. No podía recordar dónde estaba, pero me dijo que me dibujaría un mapa para que Tía pudiera encontrarlo, o que vendría a recogerme a mi casa si quería. La campana de la puerta sonó, y dos ancianas entraron en la cafetería. Las había visto allí muchas veces, así que las saludé cando Stevie se levantó para tomar sus pedidos. “Ya regreso,” regreso,” me dijo por encima del hombro mientras se alejaba. La miré, preguntándome por mi atracción hacia ella. Me estaba dando cuenta de que yo era lesbiana, pero no sabía muy bien qué hacer con ese conocimiento. No es que importara. Cualquier vida amorosa que pudiera haber tenido era un punto discutible ahora. Sonreí con tristeza. Ah, bueno, había aprendido a dejarlo ir. Tomé un profundo sorbo de mi café y vi como Stevie hablaba y reía con las dos mujeres. Era una mujer dulce, y parecía que yo le gustaba, g ustaba, aunque estaba segura que sólo como una amiga. Hice una pausa a medio sorbo. Tal vez ella era lesbiana también. Sería bueno tener a alguien con quien hablar de eso. Una vez más, que me importaba? Terminé mi trago y fruncí el ceño en mi vaso. Como si yo pudiera hablar. Tomé una respiración profunda y soplé el aroma del café. Podría hablar. No como todos los demás, pero eso estaba bien. La Dra. Penn, mi neuróloga, me dijo que nunca debería mirar lo que no podía hacer, sino lo que podía. Las dos mujeres mayores se sentaron, y Stevie se agachó detrás de la gran máquina de café. Siempre olía muy bien cuando hizo los sonidos de silbido allí atrás. Después de servirles sus cafés, me trajo un pequeño plato con algo de la gran vitrina de cristal. Era una galleta de mantequilla de maní, una de mis favoritas.

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“Aquí tienes, cariño. A ver si podemos conseguir algo de carne en esos brazos y piernas delgados.” delgados.” Se sentó y observó mientras agarraba la galleta. “Hey, ha vuelto algún recuerdo?,” recuerdo?, ” Preguntó finalmente. Negué con la cabeza. Cogí mi teléfono. “Son cerca de dos meses que se han ido, pero el resto va y viene. No, se llama aleatorio.“ aleatorio. “ “Me alegra que no recuerdes el accidente. Me han dicho que fue horrible.” horrible. ” Sus ojos se pusieron tristes. “ No estoy segura de por qué estaba allí,” allí,” Escribí y esperé a que el teléfono hablara. “Pero dicen que estaba asistiendo a un bebé.” bebé. ” “Sí, de Lizzie Horten. Pobre pequeño bebé, ni siquiera tomó el primer aliento, ” murmuró tristemente. Ella se echó hacia atrás y levantó su taza. “Murieron?” Murieron?” Estaba horrorizada. Otros habían muerto mientras que yo había vivido. Ella me miró con cierta sorpresa. “Sí, los tres. Y un bombero.“ bombero. “ Me levanté bruscamente, insegura de cómo manejar las desenfrenadas emociones intensas dentro de mí. Ella parecía alarmada. “¿ No lo sabías?” sabías?” Sacudí la cabeza y me incliné para recuperar mi bastón. Me enderece y empuje una mano hacia abajo en un gesto calmante. Quería que supiera que decirme estaba bien. Extendí mi mano derecha y le toqué suavemente en la barbilla. Le sonreí y luego agarré mi café y me dirigí a casa.

Capítulo Cuarenta Ella

Dixie se veía tan bien, ahí sentada esperándome, y sólo me quedé en la puerta del restaurante bebiéndola por un momento. Como si me percibiera, levantó la vista, me vio y vino a abrazarme. “Me alegro tanto de que hayas podido venir,” venir, ” ella dijo, sus ojos alegres. “Odio tener una comida sola. No es divertido en absoluto.“ absoluto. “ Sonreí. “Yo también,” también,” le dije.

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Una parte de mí sentía que debería haber ido a la iglesia en cambio, pero me sentía impotente, como si estuviera actuando en piloto automático. Estar aquí con ella se sintió casi como hacer trampa, aunque sabía que no pasaría nada entre nosotras. Yo todavía amaba a Maddie, y eso nunca cambiaría. Después de que nos sentamos y pedimos nuestras bebidas, Dixie se inclinó hacia delante. “¿Cómo “¿Cómo está tu doctora Salas?,” Salas?, ” Preguntó. “Estábamos devastados cuando oímos la noticia. Pensé que mi padre iba a llorar. ¿Le está yendo bien?” bien? ” “Bueno, define bien.” bien.” Me aclaré la garganta. “ No es capaz de hablar aún, pero utiliza aplicaciones que hablan, por lo que ayuda. Físicamente, se está moviendo bien, pero parece que no tiene ninguna ... oh, no sé. Energía, supongo. O tal vez ve z interés. Simplemente no parece preocuparle nada como antes.“ antes.“ “Y su mente? ¿Cómo está su mente?” mente? ” Sus ojos eran curiosos. Me froté la frente, sintiendo como si un dolor de cabeza estuviera floreciendo allí. “Ella tiene una recuerdo irregular, y sus habilidades lingüísticas todavía están regresando lentamente. No recuerda nada del accidente. Sabe que es un médico, pero no recuerda mucho acerca de su consultorio. Ni siquiera parece pensar en ello, no informarse in formarse acerca de cómo están sus pacientes o cómo la oficina está funcionando funcionando sin ella.“ ella. “ “ No va a ser un médico más, ¿verdad? Esto es tan jodidamente horrible. Ni siquiera puedo imaginar cómo debe ser eso, perderlo todo en tan sólo unas una s pocas horas,” horas, ” dijo en voz baja. “Es bastante horrible,” horrible,” susurré. Después de unos momentos, estaba decidida a cambiar de tema. “Entonces, ¿has comido aquí antes? Que es bueno?” bueno?” Recorrí el menú. Recordé compartir una comida con Maddie. Recordé cómo nuestras órdenes habían sido idénticas y como nos habíamos reído de ello. Alce la vista, mi universo cambiante mientras la palidez de Dixie se sentaba frente frente a mí en lugar del exótico moreno de Maddie. “Creo que voy a pedir un grueso y jugoso filete,” filete, ” ella dijo, sus ojos escaneando el menú. “Me han dicho que lo hacen bien aquí.” aquí. ” Asentí. "Suena bien." No estaba interesada en carne, pedí el salmón cuando el camarero, un hombre joven, con barba, se acercó trayendo dos ensaladas de la casa. “Entonces, ¿has pensado algo acerca de venir a Dothan por un rato? Me gustaría mostrarte mi ... ciudad.” ciudad.” Ella estaba disfrutando de su ensalada, sumergiendo trozos individuales de lechuga iceberg en el aderezo ranchero. 123



La pausa fue sutil, pero lo oí. Necesitaba cortar esto de raíz enseguida, pero había algo en mí que se contuvo. “Dime otra vez por qué estás en Maypearl? La madre de un estudiante? ” Traté de emanar curiosidad. Ella asintió y masticó hasta que su boca estaba vacía. “Hay una madre de uno de nuestros miembros del personal. Vive aquí en Maypearl. Normalmente una madre visitando simplemente es subirla a un avión en Dothan y estaría aquí en cuarenta minutos, pero oh no, la Sra. Branley tiene miedo de volar, así que tuvo que ser llevado de vuelta a casa.” casa. ” Estaba confundida. "Pero espera. ¿Cómo llegó a Dothan?” Dothan? ” Dixie se rió, y sonreí en respuesta. “Supongo que debería haberlo explicado. Ella tomó un autobús a Dothan hace dos días, pero la tonta mujer perdió el último autobús que viene para acá hoy. Entonces qué hace mi papá? En lugar de traerla a casa conduciendo él mismo, me envía a hacerlo.” hacerlo.” Hizo una pausa. “En realidad me alegro.” alegro.” "¿Lo estás? ¿Por qué?” qué?” ¿Estaba realmente flirteando con ella? “Bueno, llegué a verte, ¿verdad?” ¿verdad?” Me sonrió dulcemente, sus ojos cálidos y acogedores. Nuestra comida llegó, poniendo fin a lo que podría haber sido un momento incómodo para mí. Yo estaba desgarrada, queriendo tanto a Maddie pero sabiendo, con cierta decepción, que se había ido de mí. Una gran parte de mí quería desaparecer con ella, pero otra parte quería estar presente, para amar, para vivir la vida al máximo. “Mmm, esto es bueno,” bueno,” Dixie dijo, probando su carne. Miré a mi salmón, colocado sobre un vaporoso lecho de arroz y rodeado por un verde brócoli al vapor. No era spaghetti Marinara. El dolor me inundó, y lo sofoqué rápidamente, tomando un gran sorbo de té helado. “¿Cómo “¿Cómo está tu salmón?,” salmón?,” Preguntó, mirando mi plato intacto. “Oye, ¿estás bien?” bien?” Sonreí y asentí, conteniendo las lágrimas. "Seguro, seguro. No sabía que servían macarrones con queso aquí.” aquí.” Señalé su plato con mi tenedor. Ella levantó un tenedor y lo saboreó seductoramente. “Y es tan bueno!” bueno! ” Ella clavó unos macarrones y sostuvo el tenedor hacia mí. Vi un u n desafío en su mirada y, Dios me ayude, tomé el bocado. E inmediatamente me arrepentí. Casi me fui. No necesitaba este tipo de conflicto en mi vida. No en este momento. El resto de la comida fue agradable y sin incidentes. Sabía que Dixie quería más de mí, pero yo no tenía que dar. Desvié cualquier propuesta más y no coqueteé o la animé. En lugar de 124



ello, hablamos de su vida diaria como auxiliar administrativo de su padre, de las payasadas de su hermano navegando en las escenas de citas gay en Montgomery y del susto de su madre con el cáncer de mama. “Oh, Dios mío, sin ofender, pero supongo que no n o le cayó nada bien a ella,” ella, ” dije. “Tú lo sabes,” sabes,” ella estuvo de acuerdo. “La idea de desagradable cosas médicas siendo hechas a mi seno es tan alarmante, tanto para mí como para ella. Gracias a Dios que fue benigno. Pensé que se iba a desmayar simplemente de descubrir que tendría que hacerse una biopsia. Todos le atendimos, sin embargo, mientras ella pretendía ser valiente y fuerte. “ Ella suspiró y puso los ojos en blanco. Entonces E ntonces me observó. “Algo te está pasando,” pasando,” dijo. Empecé a negarlo, pero levantó una mano para detenerlo. Ella levantó su tenedor y aplasto el pedazo restante de pastel de chocolate que ninguna de nosotras nosotras había comido. “ No tienes que decirme lo que es, pero sé que tiene algo que ver con la Dra. Salas. Quiero decir que lamento mucho que estás pasando por un momento difícil, bueno, las dos están. Realmente espero que lo resuelvan pronto y que funcione bien. Si puedo ayudar de alguna manera, sólo dímelo.“ dímelo. “ Me puse a llorar, escuchar tales sentimientos sinceros de ella. Tomé su mano libre entre las dos mías. “Realmente aprecio eso, Dixie. Creo que las dos podemos ser grandes amigas, si eso está est á bien contigo.“ contigo.“ Ella asintió y apartó la mirada por un momento. "¡Por supuesto! Las chicas como nosotras tienen que estar juntas,” juntas, ” dijo alegremente mientras se volvía de nuevo hacia mí. “Sobre todo en el extremo sur.” sur.” Me reí, llena de alivio. “Una verdad más cierta nunca se ha hablado.” hablado. ”

Capítulo Cuarenta y Uno Maddie

“¿Por “¿Por qué no me hablaste de las personas que murieron?,” murieron?, ” Le pregunté escribiendo en mi teléfono. Tía Florida

se revolvió incómoda en su sillón. “Corinthia, no estabas en condiciones de oír tan malas noticias. Teníamos otras cosas con las que estábamos tratando en ese momento. “

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Me senté en el sillón reclinable junto a ella. “Me siento mal. Supongo que debería haber muerto, también,” también,” escribí. Tía dejó

caer el libro que había estado leyendo ante mi interrupción en el suelo. “Corinthia Salas! No te atrevas a decir tal cosa. ¡Nunca! La gente muere cuando es su hora de morir. Me avergüenzas, y a ti misma, pretendiendo que eres el Creador y que tomas las decisiones de quien debe y no debe morir. Tu T u madre y tu padre te criaron mejor que eso.“ eso. “

“Lo siento,” siento,” escribí. Había olvidado lo fatalista, incluso devota que mi familia había sido. Estaba empezando a tener una idea completamente nueva al respecto. “Vamos a ver a mamá,” mamá, ” escribí. “¿Te sientes lo suficientemente bien como para eso? Ya sabes que no te va a Tía se enderezó. “¿Te reconocer. Te he dicho cuál es su condición.“ condición. “ Asentí y escribí. “Quiero recordar.” recordar.” chaqueta. “ Tía suspiró y se levantó. "De acuerdo. Ve por tu chaqueta.“ Me puse la chaqueta, y salimos. Me quedé mirando con nostalgia a mi azul oscuro Sequoia SUV mientras nos metíamos en la pequeña la pequeña camioneta Toyota de Tía. No conducía aún, pero habíamos procedido y reparado mi SUV después de haber sido dañado por la explosión. Sólo necesitaba recuperar mi auto-confianza y lo intentaría. Estaba deseando tener esa libertad de nuevo. Nos tomó unos veinte minutos en llegar a la casa donde vivía mi madre. Por mucho que lo intente, no me acordaba de este lugar. Los agujeros en mi memoria me sorprendían a diario. De acuerdo con lo que Tía me había dicho, yo solía venir aquí cada semana. Estaba deseando ver a mi mami. No la había visto desde el accidente, y los recuerdos que tengo de ella eran los viejos de cuando era niña. El centro de ancianos olía raro adentro, como linimento mentolado y comida vieja. Tía me llevó más allá de la recepción y por un pasillo. Entramos en una pequeña habitación. Una pequeña señora arrugada, de pelo corto, ondulado negro y canoso, estaba sentada en una silla junto a la ventana. Se giró para mirarnos. Lo vi entonces. Vi a la mami de mi juventud, una mujer que había sido más alta y delgada pero con los mismos ojos marrón oscuro. La emoción me ahogó, y jadeé. Tía se giró para mirarme. “Corinthia? ¿Qué pasa?” pasa? ” Señalé a mi madre y luego limpié mis llorosos ojos. 126



Tía me

dio unas palmaditas en la espalda. “Está bien, Corinthia. Sólo déjate recordar. Todo esto es parte de la curación.“ curación. “ Asentí y me acerqué a mi madre. Deje abajo mi bastón, me arrodillé hacia sus piernas y la miré. Ella miró expectante a Tía.

“Esperida,” Esperida,” Tía dijo, asintiendo respetuosamente. “Recuerdas a Corinthia. La he traído para verte.” verte.” Mami me miró, y vi muchas cosas girando en las profundidades de sus ojos color chocolate. Finalmente, el reconocimiento se estableció allí. Me maravillé de eso. Y en la mano que se acercó y acarició mi mejilla. Una lágrima escapó de mis ojos y recorrió un sendero lento, caliente a lo largo de mi mejilla. La otra mano de mi madre la apartó con impaciencia. “ No llores,” dijo. La entendí, y mi corazón se emocionó. Creo que ella había dicho esas palabras, sin lágrimas, para mí antes. Tal vez ve z esta pesadilla terminaría y mi memoria se nivelaría. Tal vez los bordes de mi pasado y mi pasado reciente eventualmente colisionarían y estaría completa de nuevo. “Pobre bebe, tan triste,” dijo, todavía estudiándome. Miré su cara querida, familiar, y algo cálido se asentó dentro de mí. Yo estaba muy triste, y ella lo percibió. “ Mami,” susurré. Tía se

quedó sin aliento, y fue entonces cuando me di cuenta de que había hablado. Hablado con mi propia voz y no una máquina. Lo dije otra vez. “ Mami.” Entonces, porque pude, lo dije un poco más fuerte. “ Mami.” “Qué? Qué?” ella preguntó, frunciendo el ceño. La atraje hacia sí y la abracé, mi mejilla contra su centro. “Te amo, mami,” dije en voz baja. “ Amor , amor ,” ella dijo, acariciando mi espalda con impaciencia. Me eché hacia atrás y alcé la vista hacia ella, dándome cuenta de que se había ido. Estaba mirando por la ventana, su rostro iluminado con infantil interés. El giro de su cabeza siguió un coche que pasaba, y supe que había olvidado que yo estaba allí. Me deslicé hacia atrás y cogí el bastón para poder levantarme. Miré a Tía. Ella me miraba con una enorme sonrisa sorprendida en su rostro. "Hablaste. Estoy muy feliz por ti, cariño. Muy feliz.“ feliz. “ “Yo también,” también,” dije, y una vez más, las palabras eran ininteligibles. Una repentina furia se encendió a través de mí, y mi cabeza empezó a palpitar. Gemí y me sostuve la cabeza.

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"Oh cariño. Te has presionado demasiado,“ demasiado, “ Tía dijo corriendo a mi lado. “Tenemos que llevarte a casa y acostarte para una siesta.” siesta. ” Asentí y le permití que me llevara hacia la puerta. La cabeza me dolía tanto que me sentí ciega. “Adiós, Esperida, nos veremos pronto,” pronto, ” ella le dijo a mi madre mientras salíamos al pasillo.

Capítulo Cuarenta y Dos Ella

“Ella habló hoy,” hoy,” Florida dijo mientras me sirvió un vaso de té helado. “Y tan claro.” claro.” “¿En “¿En serio?” serio?” Mi corazón se disparó. "¿Qué dijo?" Florida se sentó en la silla al otro lado de la mesa frente a mí. “Estaba hablando con su madre, y fue en español. Solo unas palabras. Más tarde, cuando intentó hablar de nuevo, en Inglés, volvió a equivocarse.“ equivocarse.“ Ella abrió una bolsa de galletas y me las pasó. Tomé una. Avena con pasas. Rico. “Leí un artículo sobre eso una vez. Que los pacientes con afasia a menudo pueden hablar otro idioma. Una mujer salió de una lesión cerebral hablando con un acento británico, y ella era una canadiense francesa.“ francesa.“ “Wow.” Wow.” Florida se impresionó adecuadamente. “¿Crees “¿Crees que eso es lo que le está pasando?” pasando? ” Negué con la cabeza. “ No sé, pero podríamos decirle a la Dra. Penn sobre eso, o por lo menos a Wendy. ¿Puedo agarrar otra?,” otra?, ” Le señalé las galletas. “Por supuesto,” supuesto,” respondió, empujando la bolsa hacia mí. “¿Cómo “¿Cómo está su estado de ánimo?” ánimo? ” Florida suspiró y se frotó la cara con las dos manos. “Dios, Ella, se enoja, se pone llorosa, luego decide que la vida no vale la pena vivir. Cada día es algo nuevo. “ “Bueno, al menos nunca hay un momento aburrido,” aburrido, ” dije, encogiéndome de hombros. “Que risa,” risa,” ella respondió. “¿Vas “¿Vas a venir a quedarte la próxima semana? Sólo S ólo estaré fuera dos noches.“ noches.“

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"Por supuesto. Me alegro de que tomes unos días de descanso. Vamos a pasar el rato juntas. Estaremos bien." "Lo sé, lo sé. Sólo soy una preocupona.“ preocupona.“ “Te hará muchísimo bien escapar por unos días. Y ver a ese nuevo nieto.” nieto. ” Sonreí. “Por cierto, espero un montón de fotos, espero que lo sepas.” sepas.” Escuchamos el bastón de Maddie en el pasillo. “Bueno, hola, dormilona,” dormilona,” dije cuando apareció. Tenía el cabello desordenado, y decidí que me gustaba este nuevo look más corto en ella. Todavía estaba un poco delgada, sin embargo. Me sonrió ampliamente y abrió su tableta mientras se sentaba en una silla. “Hola Ella ,” escribió en la aplicación de texto a voz. “Tu tía me estaba diciendo el buen día que tuviste. Felicidades,” Felicidades,” dije. Ella me dio las 'gracias' en lenguaje de señas americano. “Oh, Dios, aquí van ustedes dos otra vez,” vez, ” Florida dijo, rodando los ojos. Me reí. ¿Quién sabía que mis clases de ASL (Lenguaje de señas americano) en Virginia en la iglesia de mi hermana serían tan útiles? Maddie no recordaba todo lo que le había enseñado, pero lo básico rudimentario, junto con su tableta había eran suficientes para comunicarnos bien. “¿Cómo “¿Cómo fue tu día?” día?” Maddie escribió. "Estuvo bien. Sólo vimos unos seis pacientes durante todo el día, sin embargo. Se podría pensar que habría mucha gripa en esta época del año, pero eso no parece ser el caso.” caso.” Me encogí de hombros y extendí las manos. Me miró pensativamente, con la cabeza inclinada hacia un lado. Luego se inclinó sobre su tableta. “A veces la gripa golpea en oleadas. Puede ocurrir más tarde en Noviembre. “ Estaba sorprendida. Vaya, la chica sabía sus cosas. “Sí, sí, eso es cierto.” cierto. ” “Entonces, vamos a tener la cena de Acción de Gracias en nuestra casa este año. ¿Puedes venir?,” venir?,” Florida preguntó. “Oh, sí, claro. Me encantaría,” encantaría, ” dije, sorprendida de ser invitada. Me di cuenta por la creciente alegría llenándome, que estar con Maddie en el día de fiesta, o cualquier día, era exactamente donde quería estar. "¡Gracias por invitarme!"

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“Eres de la familia, Ella,” Florida dijo. “Me alegro de que puedas venir, porque vamos a tener un montón. Me gusta cocinar. Ahora, si ustedes dos me disculpan, tengo un programa de televisión con el que ponerme al día.” día. ” Se levantó y salió de la cocina. “Pavo,” Pavo,” Maddie escribió. “La Tía dice que me encanta. Supongo que lo l o voy a averiguar.“ averiguar.“ Me reí. “Supongo que lo harás.” harás.” “Mi madre no me conoce todo el tiempo,” tiempo, ” escribió. “Lo sé, y lo siento por eso. El Alzheimer es una enfermedad horrible. Se lleva a tantos lejos de sus seres queridos.“ queridos. “ “Al igual que una lesión cerebral?” cerebral? ” Preguntó en su tableta. La miré de cerca. ¿Se acuerda de mí? Ella me devolvió la mirada, sus ojos y rostro inexpresivos. No vi ningún reconocimiento. “Sí, como una lesión cerebral,” cerebral, ” le contesté. “Era como si mi madre supiera que estaba herida, ” tecleó. “Pero me reconoció, por un minuto.” minuto.” Asentí. “Sé que significa mucho para ti.” ti. ” “¿Conoces “¿Conoces mi vida?” vida?” Tecleó. Me recliné en la silla y pensé en eso. “Bueno, sé que viviste en Puerto Rico y Nueva York. Y que una amiga tenía un gato como el mío, un Maine Coon —” Coon —” “Carla,” Carla,” tecleó. Mis ojos se abrieron. "¿Recuerdas eso?" Ella hizo una mueca y se encogió de hombros. "Supongo que sí. ¿Qué hay del amor?" Me estremecí en esta nueva dirección. Tomé una respiración profunda para fortalecerme. “Tenías una novia en la escuela de medicina, pero no recuerdo su nombre.” nombre. ” Ella se acarició la barbilla, como si estuviera pensando profundamente. Por último, negó con la cabeza. “Pensé que podría ser lesbiana,” lesbiana,” tecleó. Asentí. “Sí, las dos somos. Es por eso — eso — es es por eso que nos n os hicimos cercanas.“ cercanas.“ “Trabajabas para mí también.” también. ” Ella me miró expectante. 130



“Sí, sí, lo hice. Nunca le conté a nadie sobre nuestras preferencias sexuales, sin embargo. Lo reservamos para nosotras.“ nosotras. “ “Eso es algo bueno?” bueno?” Ella frunció el ceño. “Bueno, no sé sobre eso.” eso. ” Me reí un poco. “Pero es mejor por el momento, supongo.” supongo. ” Me puse de pie bruscamente, con la esperanza de cambiar el tema. “Voy a tomar más té, ¿quieres un poco?” poco?” La observé hasta que ella asintió. Me miraba con una extraña mirada especulativa. "¿Qué? ¿Tengo migajas de galleta en la cara?” cara? ” Ella sacudió su cabeza. Preparé nuestros vasos de té y volví a ocupar mi asiento. “Entonces, ¿qué estás pensando para el próximo fin de semana? Pensé que tal vez una lista de películas y un montón de palomitas de maíz.“ maíz.“ Succionó en la pajita de su vaso entrenador para adultos. “ No puedo esperar,” esperar,” tecleó. “¿Podemos “¿Podemos tener de terror?” terror? ” “Sólo si me dejas poner levadura nutricional en las palomitas de maíz en lugar de mantequilla.” mantequilla.” La miré desafiante. “Debe gustarte mucho. De acuerdo,“ acuerdo, “ tecleó. Si sólo eso fuera así. Mientras que estaba eternamente e ternamente agradecida por la amistad que habíamos desarrollado, deseé que pudiera ser más. Pero eso estaba bien. Estar con Maddie, incluso esta nueva y diferente Maddie, estaba bien.

Capítulo Cuarenta y Tres Maddie

El viento barría el pelo largo de mi cara. Cerré los ojos para disfrutar de la sensación. También disfruté de la sensación de mis músculos del muslo contraerse regularmente mientras ... patinaba. Me estaba riendo, hablando y sosteniendo la mano de alguien a quien quería mucho. Bailamos alrededor de la otra, girando y agachándonos bajo los brazos de la otra. Nunca había sido más feliz y sabía que tenía que hacerlo durar. El rostro de una mujer anciana apareció — apareció — Ester, Ester, Ethel.

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Tenía una sonrisa en mi cara mientras casi me desperté a plena conciencia. Seguía viendo risueños ojos verdes, brillantes de alegría. Parecían de alguna manera familiares, pero simplemente no podía recordar. De repente me sentí como si estuviera sumergida en el agua, flotando en mi espalda. Unas manos me sostenían mientras voces me susurraban. Estaban susurrando una línea de tiempo, comenzando con mi nacimiento en 1977 y hasta el momento de mi accidente. Lo curioso fue que se detuvo en ese momento. Aunque la línea de tiempo se detuvo, todavía fue más lejos de lo que había ido antes, llevándome justo hasta la explosión. Me vi como una doctora, con mi propio consultorio. Vi las caras de mis pacientes, algunos de los cuales todavía me visitaban hoy, después de haber sido herida. Hasta este momento, realmente no había sido capaz de situarlos por mi cuenta, sin ayuda. Ahora vi nuestras interacciones pasadas y me di cuenta de cómo habían sido mis amigos así como mis pacientes. Una de las ventajas de una pequeña ciudad. Y todavía lo eran, al menos por su parte. Resolví tratarlos mejor en el futuro. Vi a Sandy y Ella, cómo éramos las tres un equipo bien integrado trabajando juntas, viendo docenas de pacientes al día. Me vi en un coche, mi coche, con Ella. Pero, ¿a dónde íbamos? Me removí inquieta, frustrada al golpear una pared de ladrillo recién colocada. No estaba en el coche con Ella cuando explotó. Esto tenía que ser en otra ocasión. Me estrelle en la vigilia, jadeando como si hubiera corrido una carrera larga. Golpeé mi débil puño izquierdo sobre la cama y luego extendí los dedos, flexionándolos. Agarré la manta en frustración, sabiendo que mi rabia y frustración eran una emoción desperdiciada. Finalmente estaba aprendiendo a tener un cierto control de la ira, y esperé, viendo si tenía uno de mis dolores de cabeza palpitante. No lo tuve. De hecho, me sentí bien, pensando muy claramente por una vez. Me senté y estiré los brazos y la espalda. Me levanté e hice la cama, y luego, después de buscar mi bastón, empecé mi rutina matutina. Tía se sorprendió cuando aparecí en la cocina. “Mírate, Señorita Madrugadora. Debes haber dormido bien.“ bien. “ Asentí y le di un pulgar hacia arriba mientras me sentaba. “Bueno, pensé que tendríamos avena esta mañana, ya que es casi invierno y todo,” todo, ” dijo, ocupada en la estufa. Me reí y tomé mis medicamentos con jugo de naranja. Extendí la mano por mi tableta. “Ya empacaste?,” empacaste?,” Le pregunté. “Empacado y desempacado dos veces. Y finalmente he tomado una decisión.” decisión.” Se paró delante de la estufa, las manos trabajando en un paño de cocina. “Sólo estoy llevando suficiente ropa para dos días. El resto de la maleta será para los regalos. Eso es. Una maleta." Fruncí el ceño. Pulsé un icono. "Manejas." Ella hizo una mueca. “Lo sé, pero no quiero que esto empeore.” empeore. ”

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Me reí y señalé la estufa donde la harina de avena estaba haciendo extraños sonidos de peligro y produciendo un montón de vapor. Se dio la vuelta y movió la sartén a un quemador apagado. “Joder! No creo que se haya quemado, así que estamos bien.” bien. ” Ella comenzó a repartir la harina de avena para cada una de nosotras. “Soñé,” Soñé,” tecleé. “Había un gran viento y yo estaba enamorada.” enamorada. ” Tía se

detuvo y colocó el recipiente medio lleno con cuidado sobre la encimera. “Un gran viento? ¿Qué tipo de gran viento?” viento? ” Su espalda estaba todavía hacia mí, así que no podía ver su rostro. Golpeé a la mesa para que ella me mirara. Se dio la vuelta, y la observé. ¿Estaba ocultando algo más, algo así como las muertes de la familia Horten y del bombero? Entrecerré los ojos para hacerle saber que estaba sospechando. “Oh, deja de mirarme así. No me puedo imaginar del viento que estás hablando, es todo. ¿Qué importa? Un sueño es un sueño,“ sueño, “ dijo, volviéndose de nuevo hacia la estufa. Añadí mantequilla y azúcar morena a mi avena cuando puso el cuenco delante de mí. “El viento estaba patinando, creo,” creo,” tecleé. “ No sé de quién estaba enamorada.” enamorada.” Se sentó y añadió mantequilla y leche a su cuenco. “El patinaje suena divertido. ¿Sabías que hay una pista de patinaje en Mobile, justo al lado de Central? Es ahí donde estabas en tu sueño?” sueño?” Sacudí la cabeza negativamente. “Este tenía dibujos animados.” animados.” Se detuvo, la cuchara a medio camino de los labios. “Dibujos animados? Nunca he oído hablar de una pista de patinaje con dibujos animados.“ animados. “ Me encogí de hombros y comencé a comer. Estábamos en su mayoría en silencio durante el resto de la comida, cada una perdida en nuestros propios pensamientos. Sabía que Tía estaba pensando en su próximo viaje, y yo estaba tratando de decidir qué películas de terror para reservar en mi lista de Netflix. La ayudé a cargar el lavavajillas, y luego me fui a mi habitación para prepararme para la terapia. a menudo iba a comprar comida cuando me dejaba para la terapia. A veces iba a la biblioteca para devolver o conseguir libros. Era una gran lectora. No me había acordado de eso, así que era casi como si estuviera conociendo todo de Tía de nuevo. Tía

Wendy estaba de buen humor. Pasamos un buen rato hablando hoy. Le hablé de la visita con mi madre, sobre la conversación.

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“Wow, eso es maravilloso!,” maravilloso!, ” Dijo, enderezando el cuello de la camisa. “Se habla español?” “Sí, hablo español. Es lo que yo he nacido para — ” Me detuve, dándome cuenta de que estaba hablando de nuevo. Sin mi máquina. “Ta bueno!,” !,” Exclamó, aplaudiendo. Sonreí, pero me di cuenta de que tenía un pequeño problema. Había olvidado la mayor parte de mi español. Ya sea por la falta de uso o por el traumatismo craneoencefálico, no estaba segura, pero la mayor parte se había ido.

Capítulo Cuarenta y Cuatro Ella

“Volveré mañana para darte de comer. Tal vez traiga a Maddie para verte. ¿Te gustaría eso? Apuesto a que la has estado extrañando,” extrañando, ” le dije a Julio mientras cerraba mi bolsa. Miré hacia la cama y recordé como Julio se había instalado en la cadera de Maddie esa última noche que estuvimos juntas. “ No tienes a nadie a quién agarrar en estos días,” días,” añadí. Mis ojos se dirigieron hacia el espejo del baño. El corazón de lápiz labial que había dibujado para Maddie seguía allí. No podía soportar borrarlo. borrarlo. Me senté en la cama y envolví mis brazos a mi alrededor. “Tenía tantos planes para nosotras, Julio. Es decir, iba a tratar de hacer la cena para nosotras cada noche. Iba a llevarla con Jess para la fiesta de aniversario. Realmente quería que conociera a Jess y ... y a Barbie. Y a Westie, oh, ella hubiera querido a Westie y Westie a ella. ” Julio saltó sobre la cama y me embistió con la cabeza. Las lágrimas brotaron y cayeron en mis manos dobladas. Estaban calientes, y masajeé la humedad en mi piel con mis pulgares hasta que desapareció. Tenía que ser fuerte. Tenía que ser amiga de Maddie y ayudarla a superar este tiempo de curación. Ella tenía un montón de amigos que la estaban ayudando, pero yo era la que mejor la conocía. Me levanté y alisé mi camisa. “Está bien, voy a dejar el temporizador para que puedas tener tres horas de televisión cada noche. No más que eso. Esos programas te pudrirán el cerebro, ” le dije mientras me inclinaba sobre la cama para besarle la cabeza. "Sé un buen chico." Llevé mi bolsa de viaje al frente y agarré mi billetera. Eché un último vistazo alrededor y salí a la brillante luz del sol de otoño. Florida abrió la puerta cuando llegué a su casa. "Hola chica. ¿Qué haces aquí tan temprano?” temprano? ”

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“Ah, el Dr. McLean tenía una cita con el dentista. Pensé en dejarte salir más temprano.“ temprano. “ “Hija, eres tan dulce.” dulce. ” Ella me atrajo en un abrazo grande, cómodo, y me relajé en él, disfrutándolo completamente. “Vamos a entrar y voy a agarrar mis cosas.” cosas. ” “¿Dónde “¿Dónde está Maddie?,” Maddie?,” Pregunté, mirando alrededor de la sala de estar. “Abajo en la cafetería. Tomando su terapia diaria de caminar y aumentar la cafeína. “ “Ah sí, me olvide de eso. Tal vez caminé y acompañarla a casa. ¿Necesitas ayuda para cargar el coche?” coche?” “Oh no, sólo tengo una maleta. Si puedes ir a buscarla, me prepararé, y me despediré de ella cuando regresen.” regresen.” Ella comenzó a alejarse y luego regresó, sacando las llaves de su bolsillo. “Maddie tiene su propio juego, pero me sentiría mejor si tomas las llaves de la casa de repuesto. Sólo para que no me preocupe.“ preocupe. “ Tomé las llaves y luego la abracé por los hombros y la miré a los ojos. "Por favor. Tengo esto. Ve a divertirte con tu otra familia. Estaremos bien, ¿de acuerdo? ” Ella asintió y bajo los ojos. “Debo decirte ... que ha estado soñando.” soñando. ” "¿Sobre?" “Creo cosas de recuerdos, como el patinaje y el amor. No sé si estaba soñando o recordando. No sé cómo éstas la afectarán. Supongo que por eso estoy preocupada.“ preocupada.“ Caí en el pensamiento. Podría estar recordando nuestro viaje a Dothan? “Yo ... creo que es probablemente algo bueno, pero estaré en alerta adicional, adicional, por si acaso, ¿de acuerdo?” acuerdo?” Florida asintió y me palmeó las manos. "Ve. Tráela a casa, e iré a prepararme.“ prepararme. “ Mientras caminaba la media docena de cuadras hacia el Java Stokes, respiré el perfumado ramo de olores que me rodeaban. Una cosa sobre el sur de Alabama, cuando casi todo el resto del país al norte de nosotros estaba en una fría inmovilidad, nosotros estábamos recibiendo nuestra segunda ola de crecimiento de la floración. Una temperatura de mediados de setenta parecía ser perfecta para un empujón para sacar una nueva ronda de floreciente color. Una brisa del océano se coló a través de mí, e inhalé el aire saturado de oxígeno. Tarareé mientras caminaba, pensando en lo genial que sería si realmente estaba recordando algo. Tal vez podríamos hablar este fin de semana, y poder tener una idea idea de lo que pasaba en sus sueños. Doblé la esquina, y el aroma del café recién tostado me asaltó. Oh sí, definitivamente iba a tomar un café para el camino a casa. Alcancé la manija de la puerta, y fue entonces cuando las vi. Estaban sentadas en una mesa en la esquina, en una cafetería casi desierta. No estaba

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segura de quién era la mujer, pero llevaba un delantal verde sobre su ropa, así que supuse que trabajaba allí. Y ella estaba tocando a mi Maddie. Estaban sentadas una junto a la otra, y tenía un perfecto punto de vista desde mi posición afuera de las puertas delanteras. La mujer tenía una mano en la mejilla de Maddie, acariciándola. Estaban sonriéndose con ternura la una a la otra, y el dolor me invadió. Maddie había encontrado un nuevo amor? Era con quién estaba soñando? Me mordí el labio inferior para no llorar — llorar — o o gritar. Me quedé allí mucho tiempo, demasiado tiempo, tratando de lidiar con lo que estaba viendo. Finalmente, la mujer se levantó y regresó al mostrador para hablar con la joven pareja sentada al otro lado de la habitación. Observé mientras Maddie la vio alejarse. ¿Qué estaba pensando acerca de esta mujer? Respiré hondo y apreté los dientes. Una vez dentro, caminé directamente hacia Maddie con una gran sonrisa. “Ella!” Hizo señas y se levantó para abrazarme. Jaló la silla de la mujer hacia atrás y me empujó en ella. “¿Por “¿Por qué aquí?” aquí?” hizo señas. “Vine a buscarte,” buscarte,” dije, tratando de ser alegre. “Salí temprano, y la Tía Florida me dijo que estabas aquí. Vine a acompañarte a casa.“ casa. “ “Genial!” Genial!” señaló y luego me dio un gesto ge sto de pulgar hacia arriba. Miré a su taza de café. “ Necesitas rellenarlo? Pensé en tomarme tomarme uno también.“ también.“ Ella asintió, y lleve su taza hasta el mostrador. La mujer estaba detrás del mostrador. Era muy atractiva, y me dolía el corazón. Estaba muy cerca de llorar, pero me tragué las lágrimas. Ella me sonrió, y le extendí la mano. "Hola. Soy Ella, amiga de Maddie.“ Maddie.“ "Oh. ¡Hola! Gusto en conocerte. Soy Stevie Phelps, dueña de este café.“ café. “ Su personalidad optimista era contagiosa, y no pude evitar sentir algún tipo de alivio que si tuviera que perder el amor de Maddie, sería por alguien bueno y positivo.

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Capítulo Cuarenta y Cinco Maddie

“Creo que son caníbales,” caníbales, ” tecleé cuando Ella regresó del baño. "¿De verdad? ¿Por qué piensas eso?" “ Niños,” Niños,” escribí. “¿Qué “¿Qué pasa con los niños?” niños? ” Miró la televisión y entrecerró los ojos como si pudiera deducir algo de la película en pausa. “Extraño,” Extraño,” escribí. “Sobre el padre.” padre.” “Ahh, así que crees que les obligaba a comer gente?” gente? ” Asentí. “Ritual familiar,” familiar, ” tecleé. Se acurrucó junto a mí en el sofá. Las dos nos habíamos metido en nuestros pijamas cómodamente, y teníamos una manta sobre las piernas mientras veíamos películas de terror en la TV grande en la sala de estar. Era divertido, y me encantó estar tan cerca de ella. Tenía este olor realmente maravilloso, del tipo terroso y madera. Me gusta mucho el modo en que olía. “Muy bien, adelante,” adelante,” instó. Presioné el botón de pausa y se reanudó la acción. Efectivamente, en menos de media hora, la familia estaba sirviendo guisado humano, con una oreja flotando en la superficie. La madre la estaba sirviendo a sus dos hijas vacilantemente, como si fuera en contra de su voluntad. “Ewww,” Ewww,” Ella dijo. “Eso es tan asqueroso.” asqueroso.” Miró la rebanada de pizza en el plato que sostenía en su mano. Colocó el plato sobre la mesa de café. caf é. Asentí e hice una mueca en acuerdo. “Como Texas Chainsaw,” Chainsaw,” tecleé. “ No, Chainsaw había sido peor,” peor,” argumentó. “Es decir, que hicieron pantallas de lámparas con la piel y otras cosas en esas películas, además de comerse co merse a la gente.” gente. ” “Es cierto,” cierto,” escribí. Vimos hasta el final, cuando los niños cocinaron a su querido viejo papá. Silencié la música que tocaba en los créditos finales y luego miré a Ella. “Genial,” Genial,” tecleé.

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“Enfermo,” Enfermo,” dijo, empujándome con una mano. Se levantó. “Voy a tomar otra cerveza. ¿Segura que estás bien si tienes otra?” otra? ” “ No dije nada acerca de la bebida,” bebida,” escribí. “Sólo no te caigas.” caigas.” Ella asintió y se metió en la cocina en calcetines. Me encontré con la esperanza de que no se cayera. Nunca he caminado en calcetines. Estaba en pies descalzos o zuecos amplios para mí en estos días ya que todavía tenía problemas de equilibrio. Tiré de la manta más cerca, mi mente vagando sin rumbo. Estaba pensando en Tía conduciendo hacia el sur de Mississippi. Me preguntaba cómo se veían sus hijos estos días. La última vez que los había visto, todavía estaban en la escuela secundaria. Me di cuenta de que a pesar de que esperaba traer sus rostros a la luz en mi mente, no estaba sucediendo. Maldita memoria bloqueada. Ella me dio una cerveza fría y se metió de nuevo en la bolsa de calor que habíamos creado en

las mantas. Leí la etiqueta de la botella de cerveza. Era una cerveza ligera, baja en calorías. Algo bueno, supongo. Tomé un sorbo y sostuve la burbujeante generosidad en la boca durante un u n largo rato. Disfruté de las l as estallantes sensaciones. Tragué cuando la mayoría de la efervescencia se había ido. “Me alegro de que todavía puedo leer,” leer, ” tecleé. “Hmm? Oh, sí, yo también. Realmente estás haciendo algunos progresos notables en estos días. Tal vez para cuando recuperes tus palabras, tu memoria estará toda llena. ” Ella me estudió de cerca, y vi esa mirada especulativa en sus ojos, una expresión que usaba a menudo cuando me observaba. Asentí y sonreí, gesticulando mi acuerdo por la posibilidad. Una idea se me ocurrió. “¿Todavía “¿Todavía saldrás cuando esté bien?” bien? ” tecleé. "¿Salir contigo? Por supuesto, eres mi mejor amiga.” amiga.” Ella me sonrió pero apartó la mirada. No sabía lo que eso significaba. Todavía era mala en lo que Tía llamaba matices. “De acuerdo, mi turno para escoger.” escoger. ” Tomó el control remoto y comenzó a desplazarse a través de las películas. "Veamos. Checaré las nuevas. Tal vez hay algunas nuevas de terror que no hemos visto ... Oh, Dios mío. Mira lo que acaban de añadir.“ añadir. “ Miré la pantalla, pero era sólo un montón de colores. “Esta es mi favorita de todos los tiempos. Tú, querida, vas a adoooorarla. Se llama The Incredibles.“ Incredibles.“ Asentí y me eché hacia atrás cuando comenzó la película. Me tapé los ojos mientras las luces estroboscópicas púrpuras y azules llenaban la enorme pantalla, de modo que Ella avanzó rápidamente con el control remoto. Las luces intermitentes siempre hacían que mi cabeza se sintiera rara. Una vez un cambio de semáforo me había dado una mala migraña. Cuando 138



finalmente miré la pantalla de nuevo, nue vo, había una persecución de coches. Un superhéroe rescató a un gato y detuvo un asalto a un banco. Hubo una gran pelea. Un molesto chico. Una superhéroe femenina. Entonces el superhéroe con ropa normal — un un hombre de historieta de una forma rara — estaba teniendo problemas para entrar en su coche. Fue interesante, y la animación era increíblemente real. Me enderece de repente. Conocía a estas personas. Dónde los había visto antes? Ese mechón brillante de pelo naranja. Debería saberlo, saberlo, debería recordarlo. “Creo que he visto esto,” esto, ” escribí. “¿En “¿En serio?” serio?” Ella parecía sorprendida. “Pensé ... bueno, antes, dijiste que no la habías visto.” visto.” Seguí estando hipnotizada por la pantalla, así que no pude responderle de inmediato. En cambio, jalé de la manta más arriba para que sólo mis ojos estuvieran fuera, absortamente siguiendo la acción en la pantalla. Era una buena historia, y estaba disfrutando de los colores brillantes y la acción bien formada. Me encontré riendo junto con Ella durante las escenas cómicas. Me gustó Edna la mejor. Miré hacia ella una vez y me di cuenta de lo bien que se sentía. Estaba teniendo el mejor momento que había tenido desde el accidente. Ella era alguien con quien podía relajarme. Sabía que no pediría demasiado de mí, haciendo que me sintiera inadecuada, ni me hacía de lado a mi y a mis pensamientos lentos, a veces incomprensibles. Realmente era una buena amiga. Me devolvió d evolvió la mirada y me guiñó gui ñó un ojo. Extendió la botella de cerveza y la chocó contra la mía en un brindis celebrando la vida y nuestro tiempo juntas.

Capítulo Cuarenta y Seis Ella

“¿Me “¿Me llevarás al cementerio?” cementerio? ” Maddie escribió a la mañana siguiente mientras terminábamos el desayuno. Ambas habíamos tomado una gran cantidad de cerveza y pizza la noche anterior, así que estábamos despertando muy lentamente. Ya era cerca del mediodía. Fruncí el ceño, levantando una ceja. "¿Sí? A que cementerio quieres ir?” ir?” Ella se encogió de hombros en respuesta. “Supongo que te refieres al de aquí en la ciudad?” ciudad? ” La estudié, tratando de entender por qué el cementerio era importante.

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“Horten,” Horten,” deletreó el nombre a señas, usando sus dedos dedo s con cierta dificultad. “Buenas señas, Maddie!” Maddie!” Me quedé en silencio por un breve momento. “Sí, Maddie, sin duda te llevaré al cementerio. Vamos a recoger algunas flores en el camino? ” Ella asintió y se levantó para limpiar la mesa. El Sábado en Maypearl siempre era mi día favorito allí. El mercado del agricultor se instalaba en el pastoso centro de la ciudad, aunque esta era la corta temporada más lenta antes de que las verduras consiguieran su renovado crecimiento invernal, por lo que las cosechas eran escasas. Estacionamos y luego entramos, tomando nuestro tiempo. Nos detuvimos en el puesto de flores de Stacy Evan y compramos un ramo de tamaño considerable. Hoy la plaza estaba repleta de gente del pueblo vagando, tomando el sol y disfrutando de este hermoso día. Fuimos más despacio a medida que los pasábamos, por lo que Maddie podía devolver los muchos saludos que le enviaban. De hecho tuve que sentarme y esperar una vez que un grupo de sus antiguos pacientes vinieron y estuvieron un rato para una larga charla. Finalmente me di cuenta que la estaban agotando, así que pronto los ahuyenté, argumentando una cita como excusa. “Quieres ir a ver a Julio después?,” después?, ” le pregunté a Maddie mientras salíamos del estacionamiento y entramos en un tramo de carretera abierta. “Tengo que darle de comer su alimento húmedo o no me hablará durante una semana.” semana. ” Ella se rió mientras escribía. “Sí, realmente quiero verlo.” verlo. ” Vi el campanario de la Iglesia Metodista God Gold justo por delante. Reduje la velocidad y me aparté y entré en la primera curva hacia el laberíntico cementerio. Empuje mi memoria, tratando de recordar exactamente donde había sido enterrada la familia Horten. Conduje lentamente, haciendo giros que me llevaran más cerca de la parte trasera de la Iglesia. Reconocí un árbol finalmente y me detuve y estacioné en el lado del camino. “Creo que es aquí, Maddie. ¿Estás lista?” lista? ” Estudié su rostro, tratando de determinar su estado emocional. Como ocurría con frecuencia desde su lesión, su cara era una pizarra en blanco. Ella asintió y levantó su bastón. Fue una corta caminata de las tumbas recientes que ahora estaban cubiertas de exuberante, trepadora hierba. La lápida había sido colocada ya, y nos quedamos paradas al pie de las tumbas, leyéndola. “Y le pusieron un nombre?” nombre? ” tecleó en su teléfono. “La hermana de Lizzie lo hizo. Dijo que Lizzie había elegido Carter Darwin para él.“ él. “ “Es un bonito nombre,” nombre,” tecleó. "Sólido."

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Me volví hacia ella para estar de acuerdo y vi que las lágrimas corrían a lo largo de sus delgadas mejillas. “Ah Maddie. No llores, cariño.“ cariño. “ “Debería haber muerto,” muerto,” tecleó. “Deberían vivir. El bebé debería vivir.“ vivir. “ No sabía cómo responder a eso. ¿Qué podía decir? Lentamente, empecé a hablar, simplemente compartiendo lo que había en mi corazón. “Sabes, Maddie. Las cosas malas en la vida no es nuestra elección que nos corresponde tomar. Simplemente pasan. Personalmente, creo que todo sucedió por una razón. Recuerdo lo enojada que estaba después de tu lesión. Incluso culpé a Lizzie por estar embarazada. “ Ella jadeó y alzó los ojos muy abiertos hacia mí. Aparté su indignación lejos. “Créeme, ahora me doy cuenta de lo equivocado y ... estúpido que fue eso. He aprendido durante los últimos treinta años que la vida no es tanto acerca de lo que nos pasa sino que es la forma en que reaccionamos lo que importa. Es como si hubiera una cuenta, una especie de carta celestial que marca cómo reaccionamos a lo que sea que se cruce en nuestro camino. ” Sacudí la cabeza. “ No es que yo sea religiosa o incluso que creo en Dios. Él sólo puede ser una construcción social hecha por el hombre para satisfacer alguna necesidad profundamente arraigada. El punto es que no podemos saber con certeza acerca de Dios, de modo que actuamos sobre la fe. Con esto en mente, y la regla de oro de ayudar al prójimo firmemente instalada en nuestra psique, ¿por qué no actuar como si la cuenta, la puntuación, está siendo mantenida? ¿Qué daño puede hacer? El resultado sigue siendo reaccionar de una manera buena, sabia y honorable. No hay ningún inconveniente en eso.“ eso.“ “¿Por “¿Por qué?” qué?” Escribió. “¿Por “¿Por qué estoy diciendo esto? Bueno, me duele oírte decir que deberías haber muerto. No, no deberías haberlo hecho, y creo que hay una razón para eso. Piensa en cómo nosotros, todos nosotros aquí en Maypearl, estaríamos devastados por tu muerte. La gente ve lo duro que estás trabajando para recuperarte, y tal vez les das un poco de fe en sí mismos y en un universo que recompensa la persistencia y la supervivencia. Tal vez inspiras a otras personas heridas a esforzarse por remontar tan lejos como puedan. No siempre podemos saber detalles, pero al vivir nuestras vidas de tal manera, podemos esperar que lo que somos y quienes somos irradien un poco más allá de nosotros mismos.“ mismos. “ El silencio se estableció alrededor hasta que un zanate (ave) negro raspó en un árbol cercano. Un grillo cantó en un montón de maleza, y pude oír el tráfico distante en la carretera. Miré a todas las lápidas que nos rodeaban. Estar aquí era algo surrealista. Habíamos unido a los muertos?

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“El funeral fue hermoso,” hermoso,” le dije. “Sandy y yo fuimos a ambos funerales ya que sabíamos que no podías estar allí.” allí.” “Gracias,” Gracias,” ella tecleó. Maddie tomó el ramo de flores de mis manos y dio un paso adelante para ponerlas en el centro de la ancha lápida de tres personas. Inclinó la cabeza un breve momento antes de retroceder para pararse a mi lado. Su mano encontró la mía y la estrechó. Entrelacé mis dedos con los suyos, y nos quedamos allí mucho tiempo, el sol inclinado caliente y pesado en nuestra espalda.

Capítulo Cuarenta y Siete Maddie

"Sí. Sueños extraños también,” también,” escribí en mi tableta. Está bamos en Dave’s Diner comiendo los espaguetis de Dave y crujiente pan italiano. Después de salir del cementerio, habíamos ido al pequeño, lindo apartamento de Ella, donde llegué a jugar con Julio. Me encanta ese gato. En cierto modo me acordaba de él desde antes. Ella dijo que Julio y yo sólo nos no s habíamos encontrado un par de veces, sin embargo. “¿Sobre “¿Sobre que tratan?,” tratan?,” Ella preguntó. Me miraba con curiosidad. Me limpié las manos y respondí con mi tableta. “Soñé que estaba patinando. Supongo patinaje sobre ruedas.“ ruedas.“ Inclinó la cabeza hacia un lado mientras masticaba pensativamente. “¿Cuándo “¿Cuándo fue la última vez que patinaste?” patinaste?” Me encogí de hombros. “ Nunca,” Nunca,” tecleé. Ella miró a su plato. “Entonces, ¿de dónde crees que viene esto?,” esto?, ” preguntó en voz baja. Tomé un sorbo a través de mi pajita mientras me preguntaba eso mismo. El sueño parecía tan real, como un recuerdo. Sabía, por lo que tía me había dicho que no había estado en Mobile últimamente, y sabía que Maypearl no tenía pista de patinaje. Definitivamente había estado dentro, con seguridad, de los dibujos animados ... “The Incredibles,” Incredibles,” tecleé. Ella saltó como si la hubieran picado. "¿Qué?" “El patinaje. The Incredibles en la pared,” pared, ” escribí, mis dedos tropezando sobre si en mi prisa. “Donde los vi.” vi.”

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Ella me sonreía y mientras yo miraba, las lágrimas brotaron en ambos ojos. Las parpadeó, pero yo estaba hipnotizada. “Estás triste?” triste?” escribí. Ella sacudió la cabeza y tomó un profundo trago de su refresco antes de que respondiera. “Estoy feliz, Maddie. Feliz de que estás recordando cosas, cosas que pueden ser importantes para ti.“ ti. “ “Yo amaba a alguien,” alguien, ” tecleé. “¿Qué? “¿Qué?”” Ella parecía alarmada. “En mi sueño,” sueño,” escribí. “Sabía lo que era el amor, aunque supongo que no puedo sentirlo ahora. Pero en mi sueño, amar a alguien era todo para mí. He amado a alguien que conozcas, Ella ? ¿Fue tal vez cuando era muy joven?” joven? ” Parecía incómoda, por lo que supuse que hablar de este tipo de cosas personales era demasiado para ella. Se encogió de hombros. “¿Podemos “¿Podemos saber realmente lo que otra persona está sintiendo?,” sintiendo?,” Dijo. “Creo que no,” no,” escribí y luego seguí comiendo, mi mente dando vueltas. Tuve una repentina visión de amplios ojos negros en una cara oscura, aterrada, mirándome. Mirándome por ayuda. Me ahogué y me sentí caer. El olor a gasolina me inundó, haciéndome sentir náuseas. Estaba preocupada, y pude sentir mi rostro frunciendo el ceño, incluso frunciendo el ceño con impaciencia. Estaba revisando obsesivamente los suministros médicos, mi mano flotando sobre una jeringa que sabía que se necesitaba rápidamente. Todavía no, todavía no. Tiene que ser ahora. Ahora mismo. “Maddie! Maddie? Mírame, cariño. ¡Mírame!" La orden ladrada me sacó de la fuga en la que había descendido. Las personas estaban paradas a mi alrededor, y yo estaba tumbada tu mbada en un frío suelo de baldosas. Ella estaba sobre mí. “Ella?” hice señas. “Sí, Maddie, estoy aquí.” aquí. ” Ella me estaba sujetando, y me relajé. Mientras ella estuviera aquí, sabía con seguridad que estaría bien. “¿Segura “¿Segura de que está bien?,” bien?,” Una mujer preguntó en voz baja. Creo que fue nuestra camarera. “Podemos llamar a una ambulancia.” ambulancia. ” Negué con la cabeza, y Ella respondió por mí. “ No, sólo tiene estos desmayos a veces. Su mente todavía se está recuperando del accidente. Va a estar bien. Gracias de cualquier forma." 143



Ella me ayudó a volver a mi silla, y el círculo de rostros preocupados se alejó, de vuelta a sus asientos. Ella se ocupó de enderezar mi plato y mi volcado vaso para llevar.

“¿Tenemos “¿Tenemos que volver a casa?,” casa?,” Me preguntó, estudiando mi cara de cerca. Estiró la mano y enderezó un mechón de mi cabello. “Algún dolor de cabeza?” cabeza?” Negué con la cabeza e hice señas de que estaba bien. “Bien,” Bien,” dijo, sonriendo y suspirando mientras se acomodaba. “Dame un susto, por qué no?” no? ” “Lizzie,” Lizzie,” tecleé. “¿Qué “¿Qué pasa con Lizzie?” Lizzie?” “En el coche, me necesitan. Duele no poder ayudarla.“ ayudarla. “ “Ahh, ¿recuerdas eso justo ahora?” ahora? ” Asentí y tomé un sorbo de refresco. Inesperadamente, las lágrimas no deseadas cayeron por mi rostro. Las ignoré y traté de terminar mis espaguetis tibios. Ella me miraba, pero no trató de decir o hacer nada, y terminamos de comer en

silencio. Estaba recordando, y sí, era muy doloroso, pero ambas reconocíamos en realidad que era una parte integral del proceso de curación. “Me pareció ver tu coche estacionado en el frente,” frente, ” Sandy dijo mientras se acercaba a nuestra mesa. Ella era todo sonrisas hasta que vio mi cara, y entonces cogió una servilleta de un arreglo en la mesa de junto y empezó a limpiarme como si tuviera dos años. a ños. “Oh, Ella Lewis, que está pasando aquí? Seguramente no estás siendo mala con esta pobre niña ...” ...” Agarré su mano, deteniéndola, y sonreí para que supiera que todo estaba bien. La atraje hacia abajo en la tercera silla y presioné su mano en mi mejilla. Ella se rió. “Creo que sólo está teniendo algunos malos recuerdos que están resurgiendo,” resurgiendo, ”

dijo, mirándome con afecto. “Ella los está manejando.” manejando. ” “Mmm!,” Mmm!,” Sandy dijo antes de agitar la mano hacia la camarera. Se acercó y saludó a Sandy con un cálido abrazo. “Vas a querer tu café regular y pan dulce, supongo,” supongo,” dijo, escribiendo en su libreta. “Eso sería encantador, Annamarie. A ustedes chicas no les importa si me uno, ¿verdad?” ¿verdad? ”

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“Por supuesto que no,” no,” Ella dijo. “¿Podemos “¿Podemos tener unos bollos dulces y café para todas?,” todas?, ” le preguntó a Annamarie. “Claro que sí,” sí,” dijo, apresurándose. Sandy tomó mi mano y le dio palmaditas. "¿Cómo te va, cariño? No pude venir la semana pasada porque Michael tenía gripa y él y su madre se quedaron con Bob y conmigo para que Bob pudiera cuidar de él durante el día. No quería llevarlo a tu casa. “ “Tía me dijo que llamaste,” llamaste,” escribí. "Por supuesto. Quería ver cómo estás y que supieran por qué no iba a venir.“ venir. “ “¿Está “¿Está Michael mejor?,” mejor?, ” Ella preguntó. “Él “Él tiene ese antivirus del Dr. McLean, ¿verdad?” ¿verdad? ” Sandy asintió en agradecimiento mientras Annamarie colocó una humeante taza de café frente a ella. “Sí, y lo tumbó por casi tres días. Las cosas increíbles que pueden hacer con los medicamentos en estos días.“ días. “ Ella volvió su atención hacia mí. “Entonces, qué están haciendo de un lado para otro? Florida todavía está en Meridian?” Meridian? ” Asentí. “Estará en casa mañana por la noche,” noche, ” tecleé. “Apuesto a que se está divirtiendo con todos esos hijos y nietos.” nietos. ” “Puedes apostar,” apostar,” Ella respondió. “Se supone que me enviará fotografías, pero supongo que ha estado demasiado ocupada. Le enviaré un mensaje esta noche y veré cómo va todo.“ todo.“ Annamarie trajo un plato con tres calientes, esponjosos rollos de pacana a la mesa. Los alcanzamos como si fuéramos una y luego nos reímos mientras los llevamos a nuestros labios. “Ohh, la vida es buena,” buena, ” Sandy dijo, con la boca llena. Tuve que estar de acuerdo.

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Capítulo Cuarenta y Ocho Ella

Sola en la cama de la habitación de huéspedes el sábado por la noche, me quedé muy quieta, llena de miedo. Maddie estaba recordando mucho, y me buscaba, como su mejor amiga, para llenar los huecos por ella. Apreté las manos y enfrenté mi miedo de frente. ¿Quería que se acordara de nosotras? ¿El saber lo que habíamos sido la una a la otra le agradaría o la confundiría? Pensaría que le había mentido por no decirle sobre nosotras enseguida? Creo que si todos hubieran sabido que éramos una pareja ... si hubiéramos tenido tiempo para hacer que nuestra relación fuera conocida a familiares y amigos ... bueno, habría sido muy diferente. Yo habría tenido una posición en su vida, y la gente lo habría entendido. Me habrían permitido — permitido — se se esperaría — que que coordinara su cuidado. Nuestra relación había sido tan reciente cuando el accidente ocurrido — ocurrido — Arrojé las mantas inquietamente. Pensé en Maddie en la habitación contigua e imaginé que estaba completa y me amaba de la forma en que yo la amaba. Recordé los pocos días que habíamos tenido como amantes, como nos habíamos convertido en una tan fácilmente. Todavía sentía esa conexión con ella a pesar de que no se daba cuenta de eso. O sentir lo mismo hacia mí. Pero si recordaba ... me acurruqué de lado en posición fetal. Tal vez ir de la forma en que estábamos era mejor para ella. Si lo que el Dr. Dorsey decía era cierto, sus emociones habían sido dañadas por la lesión en la cabeza. Tal vez no era capaz de más, y no debería desear eso en ella. Podría hacerlo, pensé. Podría pasar el resto de mi vida a su lado como su amiga, si eso era lo que necesitaba, si era lo mejor para ella. La cara de Dixie apareció en mi mente, y me pregunté por eso antes de apartarlo. Dixie nunca podría proporcionar lo que realmente necesitaba, que era a Maddie. Maddie, incluso este dañado cascarón de quien mi Maddie había sido, era lo que quería y necesitaba. Pero qué decirle cuando me pregunta por la forma en que había sido? ¿Seguir evadiendo y mentir, o debería abrirme, ser veraz y dejar que las fichas caigan donde querrían? Pero supongamos que le digo la verdad y luego se sienta obligada a estar conmigo. Recordé verla con Stevie. Quería ella a Stevie como una pareja romántica? Podría dar un paso en el camino de eso? Enterré la cara en la almohada. “Diablos, sí, podría. Maddie es mía y siempre lo será, ” susurré.

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“Tal vez tenerme alrededor es un buen talismán,” talismán, ” le dije a Maddie a la l a mañana siguiente en el desayuno. “ No has tenido un solo dolor de cabeza desde que estoy aquí.” aquí.” “Gracias,” Gracias,” hizo señas, con la boca llena de panqueque. panq ueque. Esta Maddie era un poco más infantil que la otra Maddie. La Maddie original había sido más cuidadosa, más circunspecta. Esta nueva Maddie era más franca, más inmediata en algunos aspectos. Y aunque estaba más relajada acerca de la vida, había visto destellos del agudo intelecto que había tenido antes. Estaba rápidamente acostumbrándome a esta nueva normalidad. Ahora, me preguntaba si Maddie alguna vez se sentiría cómoda con ello. Parecía tranquila y más tolerante lo que había estado justo después de la lesión. “Deja de mirar,” mirar, ” escribió en su tableta. “Vaya, lo siento,” siento,” dije, haciendo una mueca. “Me perdí en los pensamientos.” pensamientos.” “Acerca de mí?” mí?” Me miró expectante. “Sí, más o menos.” menos.” “Buenos pensamientos?” pensamientos?” escribió. Levanté una ceja. “Pidiendo detalles? Por supuesto, buenos pensamientos.“ pensamientos. “ Comimos en silencio. “Maddie?” Maddie?” Ella alzó la vista. “Si pudieras cambiar algo en tu vida, ¿qué sería?” sería? ” Ella meditó eso un largo momento. “Hoy, estaría conduciendo,” conduciendo, ” tecleó. Estaba desconcertada. Nada acerca de no tener el TBI, o ser un médico de nuevo. Pero conduciendo. "¿Conducir? ¿Eso es?" “Sí,” Sí,” tecleó. "Tengo un carro." “Sé que lo tienes, cariño. ¿Quieres que te enseñe cómo manejar de nuevo?” nuevo?” “Sí,” Sí,” ella hizo señas con impaciencia. "Sí."

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Me reí. "Bueno. ¿Sabes dónde están tus llaves?” llaves? ” Ella asintió y se levantó de un salto, se apresuró a recoger la mesa. Desapareció por el pasillo, con su bastón golpeando un tamborileo intermitente en el piso de madera. Momentos más tarde, estábamos sentadas en su SUV conmigo en el asiento del conductor. “Vamos a ir al centro comercial y conducir por allí. Debe estar bastante desierto en un Domingo por la mañana.” mañana. ” Revisé los espejos y luego retrocedí hacia Central. Miré a Maddie. Me di cuenta de que estaba tan nerviosa como emocionada. Condujimos a través del tranquilo centro de la ciudad y más lejos a lo largo de Central hasta que llegamos a Four Winds Mall, que era el alma de nuestra pequeña ciudad. Todo pasaba allí: nuestra sala de cine, zona de restaurantes, lugares de reunión y casi todas las tiendas. Bueno, además de las tiendas de comestibles. Todo ocurría en éste enorme complejo. Conduje a un lado y puse el coche en neutral. Miré a Maddie, y pude sentir mi propia emoción brotando. “Esto es genial,” genial,” dije. "¿Estás lista?" Ella me miró con los ojos brillantes e hizo la seña de ‘sí ‘sí’ mientras trepaba desde el asiento del pasajero. Moví su bastón y tomé to mé su lugar, y luego miré como ella se metió en el asiento del conductor y se abrochó el cinturón. Saboreó el momento unos breves segundos antes de comprobar los espejos y sacarlo del neutral. El coche rodó hacia delante y pisó el freno con demasiada fuerza, haciendo que las dos estalláramos en carcajadas. Condujo de nuevo hacia delante y luego condujo lentamente alrededor del perímetro de la zona de estacionamiento. “Lo estás haciendo muy bien, Maddie. Supongo que es como caerse de un caballo. Sólo tienes que subir a la silla de montar de nuevo.“ nuevo. “ Se rió pero mantuvo los ojos frente a ella y siguió conduciendo. Hacia el final de casi una hora de conducir, estaba agotada, podía ver. Había pasado los lo s últimos quince minutos zigzagueando dentro y fuera de los coches estacionados y pude ver sus manos temblorosas. “Maddie? Sé que estás amando esto, pero tenemos que parar. Tu tía Florida pronto estará en casa, y si ve todas esas tazas sucias y platos que dejamos en el fregadero, tendrá mi pellejo, ” dije, manteniendo mi tono ligero. Maddie asintió y se hizo a un lado y puso la SUV en neutral. Toqué su antebrazo. “Hiciste un trabajo fantástico,” fantástico, ” le dije. Cubrió mi mano con la de ella y me sonrió, emocionando mi corazón. Cambié de lugar con ella y me dirigí de nuevo a su casa. Ella se durmió antes de que estuviéramos a mitad de camino.

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Capítulo Cuarenta y Nueve Maddie

Caí dentro de mi pecho y me recosté en el músculo rojo, latiendo de mi corazón. Creo que estaba soñando ... o tal vez recordando, aunque una parte de mí sabía que estaría muerta si en realidad me hubiera abierto el pecho. Podía sentir el ritmo del pulso debajo de mí. Mientras estaba allí, perdida en el rítmico golpeteo, las luces del corazón se elevaron y me rodearon. Su brillante calidez me encerraba y me estimulaba hacia una nueva calidez de la carne. c arne. Me llevaron a un nuevo tipo de calor, en realidad más caliente que mi piel. Las L as luces me cegaron, pero disminuyeron lo suficiente para permitir que viera el querido rostro debajo de mí. Tenía mis dedos enredados en un espeso cabello rubio, y mi cuerpo dolía con el placer que me saturaba. Presioné mis labios contra los de ella otra vez, y nuestras lenguas bailaron un minuet (Antiguo baile) mientras tomaba y daba y ella tomaba y daba. Levanté mi rodilla y mi muslo encontró placeres cálidos y húmedos. Presioné, mi centro, en el muslo de la mujer debajo de mí. Mis labios finalmente encontraron la suave y fragante piel de su cuello. Mientras viajaba más abajo, a través del suave ascenso de su pecho, el calor de las luces aumentó hasta que me llenaron, menguando entonces me llené de nuevo con este calor. Sentí que iba a explotar pronto si las luces del corazón continuaban. Estaba saboreando el calor, sin embargo, sintiendo el regalo energizante de ese intenso poder. Podría lograr cualquier cosa con estos hermosos y brillantes ojos azul verdosos mirándome. Me desperté bruscamente, con los ojos abiertos y viendo sólo la oscuridad. El resplandor de las farolas penetró mi visión, y me di cuenta que estaba en mi dormitorio. Miré el reloj digital y vi que eran las dos y cuarto de la mañana. Me relajé en la cama, abrazando la almohada cerca. Pasé el sueño en mi mente. Había algo que faltaba, pero no pude decir exactamente qué. La mujer en el sueño ... la reconocí. Ese olor familiar, esos hermosos ojos verdes. De repente supe lo que había estado pasando por alto. Era Ella. Amaba a Ella, la amaba con cada parte de mi ser. Una vida sin ella no valdría valdría la pena vivirla. ¿Qué debería hacer con este conocimiento? No importaba que ella hubiera sido mi amiga a través de la locura de mi lesión cerebral; c erebral; estar en una un a relación con una persona con discapacidad era una cosa totalmente diferente. Qué curioso — curioso — me me di cuenta de que nunca le había preguntado si estaba en una relación. No había visto ninguna evidencia de eso en su apartamento, pero eso no significaba que no estuviera viendo a alguien. Mi corazón dio un vuelco dolorosamente. Di media vuelta y agarré el teléfono de su soporte de carga en mi mesita de noche. Encontré el icono de Ella y lo presioné.

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La aplicación de mensajes se abrió y tecleé un mensaje. “¿Estás “¿Estás saliendo con alguien?,” alguien?, ” Escribí. "¿Estas en una relación?" Pulsé enviar y luego coloqué el teléfono. Sabía que no respondería esta noche. Tenía que estar durmiendo. Estaba dando vueltas para tratar de volver a dormirme cuando sonó un timbre suave. Era ella. Mi Ella. “Estás despierta!” despierta!” tecleé. “¿ No tienes trabajo?” trabajo?” “Sí, sólo que no podía dormir. Estás despierta?” despierta? ” “Soñando, me despertó,” despertó,” respondí. "¿Estás bien? ¿Dolor de cabeza?" "No. Sólo me preguntó si estás en una relación,“ relación, “ le contesté. Después de una larga pausa, ella respondió. "Lo estaba. Terminó, más o menos.“ menos.“ “Todavía la ves?” ves?” Me acurruqué en mi lado, y me recosté, y al teléfono, en las mantas. “A veces, pero no es como era antes,” antes, ” respondió. “Deseas que lo fuera?” fuera? ” Otra larga pausa. “Realmente no lo sé. Es buena la forma en que es ahora. Mejor en todo, supongo. ¿Por qué piensas esto?” esto?” “ No sé,” sé,” respondí finalmente. “Tuve este sueño y ...” ...” Mantuve mi dedo. Había tanto que quería decir y esto ... escribiendo ... era tan frustrante. “Mira, duérmete. Necesitamos dormir las dos.” dos. ” “Te veré mañana?,” mañana?,” Pregunté. “Claro, iré después del trabajo. Julio dice buenas noches.“ noches. “ Sonreí en el teléfono, a pesar de que ella no podía po día verme. “Buenas noches Julio.” Julio.” Después de despedirme, me quedé allí en la oscuridad, escuchando los sonidos de la noche a mi alrededor. Me imaginé seguir siendo amiga de Ella y no revelar mi amor hasta que ella estuviera lista. O tal vez hasta que yo estuviera lista.

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Y entonces me imaginé mucho más. Finalmente me quedé dormida.

Capítulo Cincuenta Ella

"¡Oh hombre! Eso estuvo bueno, Florida, pero que no tienes para alimentarme cada vez que vengo.” vengo.” "¡Bah! Eres de la familia, Ella. Pensé que lo sabías.” sabías.” Ella agitó mis protestas a un lado. La ayudé a limpiar la mesa y poner el asado y verduras sobrantes en el refrigerador. Mientras limpiaba la mesa, eché un vistazo a Maddie, que estaba arrodillada junto a la mesa de café. “Todavía está en eso, ¿eh?” ¿eh? ” Florida se rió. "Sí. No estoy segura de cómo alguna vez la alejaremos de eso. Tenemos suerte de que la atraigamos para comer.“ comer. “ Los primos habían enviado a Maddie un juego de construcción magnético, y se había embelesado con ello desde que Florida lo había desempaquetado temprano esa mañana. Me lo había mostrado tan pronto como había llegado, después de darme un no característico beso en la mejilla junto con mi abrazo de costumbre. Durante la cena, había estado distraída, mirando a menudo en la mesa de café y los bloques de construcción brillantes, coloridos encima de ella. Me senté en el sofá y la vi construir. Aunque no había mucho construyendo algo. Parecía fascinada con los aspectos repelentes de los bloques magnetizados, poniéndolos juntos y luego dejándolos separados. La observé, y aunque se podría decir que estaba jugando como lo haría un niño, se mantenía regiamente y su cara era muy seria. Podía verla tratando de averiguar la física del magnetismo. “Si los dos extremos son iguales, se repelen,” repelen, ” dije. “Si son diferentes, positivos y negativos, se atraen,” atraen,” le expliqué. Florida entró y besó a Maddie en la parte superior de la cabeza. “Muy bien, chicas, voy a mi habitación a leer. Se comportan y no peleen por los juguetes.” juguetes. ” Ella se rió de su broma. Me paré. “Supongo que será mejor que vaya a casa para que ustedes puedan dormir.” dormir. ” Florida me indicó de nuevo hacia el sofá. “Quédate, juega. A ella le encanta tenerte aquí.“ aquí. “ Volví a sentarme en el sofá. Me quité los zapatos y me eché hacia atrás, las piernas dobladas debajo de mí, todavía observándola. Era una mujer tan hermosa. Lo había pensado desde el

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día que nos habíamos conocido. Eso parecía como si fuera hace mucho tiempo, cuando en realidad había sido sólo un poco más de dos do s años. Ella debió haberme sentido observándola, porque levantó la vista y me lanzó esa adorable sonrisa con la que me había familiarizado antes de su accidente. Me alegré de ver que había regresado. Acercó su tableta. “Estás viéndome de nuevo,” nuevo, ” escribió. “Se ha convertido en uno de mis pasatiempos favoritos,” favoritos, ” bromeé. “Es como ver secarse la pintura.” pintura.” Tardó casi medio minuto, pero lo consiguió y se echó a reír, asintiendo en acuerdo. Cuando se puso seria, me miró. Realmente me miró, y mi viejo deseo por ella estalló. Traté de silenciarlo, pero estaba segura de que escuchó mi rápida respiración y vio mis mejillas ruborizadas con el deseo. Empecé a decir algo inteligente — inteligente — algo algo para reírse de la atracción, — pero mi teléfono vibró en mi bolsillo. Aparté la mirada, contenta de tener una distracción. El identificador de llamadas dijo que era Dixie. Lo dejé ir al buzón de voz. “¿Quién “¿Quién era?” era?” Maddie tecleó. “Sólo Dixie,” Dixie,” respondí. Maddie se giró hacia sus bloques magnéticos mientras yo trataba de sacudir lo que estaba sintiendo por ella. “ No. Usted ha dicho que no la quería que ella,” Maddie dijo en voz baja, con su propia voz. “ Usted Usted dice que los dos son solo amigos. Me di cuenta te amo y ahora se rompe mi corazón.“ “Maddie? Lo siento, cariño. No entiendo español. Puedes escribirlo o hacer señas? ” Maddie solo sacudió la cabeza, los ojos bajos. Finalmente, justo cuando estaba empezando a preocuparme, se levantó del suelo y se sentó a mi lado en el sofá. Me miró, y vi muchas cosas en su cara. Estaba confundida, estaba asustada, estaba decidida. “Maddie, cariño. ¿Qué es? ¿Necesitas que vaya a buscar a tía?” tía? ” “ No,” No,” hizo señas repetidamente. “Está bien, dime lo que necesitas.” necesitas. ” “Te necesito,” necesito,” señaló.

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Me senté en estado de shock por un momento. Había soñado su respuesta? Mis sueños habían invadido mi vida despierta? La miré a los ojos y supe supe la verdad. Si me recordaba de antes o no, me amaba. Nuestros besos estaban llenos de dulces deseos mientras nos abrazamos, y yo estaba llorando de mi abrumadora alegría. Me liberé de la armadura que había hab ía estado usando desde el accidente y sentí una nueva libertad expandiéndome. Dejé que mis sentidos la inhalaran y me acordé de nuestra noche de pasión juntas. ¿Ella lo recordaba? ¿Realmente había olvidado lo que éramos la una para la otra? Me di cuenta de nuevo que no me importaba. Cada beso que compartimos era novedoso y único. Tenía a mi Maddie de regreso. Quizás no sea la Maddie exacta de antes, pero ella seguía siendo mi único y verdadero amor. “Pensé que nunca me amarías de nuevo,” nuevo, ” susurré contra sus labios. “Te amo, te amo,” susurró. “ Eres la luz de mi corazón, mi alegría.” “Oh Dios mío, necesito aprender español,” español, ” Me atraganté mientras besaba mi cuello. Ella retrocedió. “Déjame enseñarte,” enseñarte,” hizo señas, y luego se inclinó para besarme una vez más.

FIN

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NB - Luces Del Corazón

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