Omega 3

Omega 3 Los secretos curativos del eslabón perdido de la nutrición

Dr. Juan Antonio Solé Rubén Reynaga Ramsés Ancira

Omega 3 Los secretos curativos del eslabón perdido de la nutrición

Dr. Juan Antonio Solé Rubén Reynaga Ramsés Ancira

Omega 3

Principio y Fin de un Camino de Salud

Primera edición Marzo 2008 Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo, ni en parte, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia, o cualquier otro, sin premiso previo por escrito de Venta Universal S.A. de C.V. Impreso en México. © 2008 DR Venta Universal S.A. de C.V C.V..

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Omega 3 Los secretos curativos del eslabón perdido de la nutrición Prólogo

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Introducción ¿Una forma de evitar el acarcachamiento humano?

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El Omega 3 en la naturaleza pintada de azul ¡Abrete sésamo!

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Omega VS Omega Omegas: Lucha de gigantes La cuestión del equilibrio, las grasas, los ácidos grasos y su particularidad química Comprendamos Comprend amos mejor lo que son las grasas En los triglicéridos Cardiovascular Artritis reumatoide Transplantes de órganos Otras enfermedades

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El Omega 3 y el síndrome metabólico Obesidad abdominal Analisis

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1982: el año en que aprendimos a vivir sin dolor El Alzheimer ¿cuestión de limpieza neuronal?

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La guerra de las grasas Grasas mortales Perder grasa comiendo grasa

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Interacciones de la vitaminas con el aceite de pescado ¿Dónde los conseguimos conseguimos?? ¿Cómo funciona la vitamina E? ¿Cuál es la dosis adecuada de vitamina E? Antagonistas de la vitamina Lo mismo ocurre con el aceite de olivo.

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El aceite de hígado de bacalao y otros intentos del siglo XIX La terapia en el Gen La grasa para el corazón ¿De que está hecha la materia de los sueños?

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Proezas de los pueblos consumidores de Omegas Primeras civilizaciones Omega 3 como evidencia de inteligencia vikinga Época arcaica de la antigua Grecia

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Prólogo

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Introducción ¿Una forma de evitar el acarcachamiento humano? El paso del tiempo, un reloj de arena, los relojes de sol, son íconos viajeros de nuestra mente. ¿Quién no ha querido detener la caída de sus granos de arena, la sombra congelada, las manecillas estáticas o frenar el control numérico de los relojes digitalizados? En realidad a todos nos gustaría detener el tiempo en determinada época de nuestras vidas, incluso lo sentimos recurrentemente, más si rondamos los 50 años de vida. En la literatura lo ha logrado Dorian Grey, en la pintura La Geoconda, en la música Mozart; al menos hasta ahora. Pero Cronos seguramente les tiene planeado un fin. A través de los medios de comunicación y últimamente en anuncios se ha popularizado el icono de los relojes Omega: en tres o cuatro películas de James Bond lo luce Pierce Brosnan. Esta letra griega símbolo del tiempo, fue adoptada para nombrar una sustancia que quizá no sea precisamente la utopía de la Fuente de la Eterna Juventud, pero sí es muy efectiva para hacer más lento el proceso de enve jecimiento y propiciar el aumento sustancial de la calidad de vida. Mejora y mantiene nuestra salud en óptimas condiciones, al evitar que, como fierros viejos abandonados a la intemperie, nos oxidemos y nos desgaste la corrosión. Hablamos del maravilloso Omega 3. La letra Omega, última del alfabeto griego, es también una palabra y se puede traducir al español como “grande”. El Omega 3, un ácido graso contenido particularmente en el pescado; tiene propiedades tan particulares que se llegó a considerar la posibilidad de darle nombre de Vitamina F. La letra se consideró debido a que en el idioma inglés la palabra Fat es utilizada como sinónimo de sustancias grasosas. Debido a esta consistencia aceitosa se determinó que la sustancia no es exactamente una vitamina, pero igual a estas, sí es esencial para nuestro organismo. Esencial es sinónimo de imprescindible. La complejidad es: nuestro cuerpo no sintetiza el Omega 3. Carecer de este puede resultar el fin de nuestra salud, incorporarlo a nuestro organismo, el principio.

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Así se cumple con la máxima griega. El Omega es el principio y el fin. Su consumo se asocia a la longevidad de los japoneses, al alto rendimiento escolar de los niños británicos y a la ausencia de enfermedades cardiovasculares entre los esquimales. Hay evidencias indicadoras de que en altas cantidades, el Omega 3 disminuye los efectos de la depresión y en experimentos, niños de bajo rendimiento escolar, al suministrarles cápsulas con este aceite, mejoraron sus calificaciones. Los ácidos grasos u Omegas, están contenidos en muchos alimentos, pero la proporción de su consumo puede marcar la diferencia entre la salud y la muerte. Los ácidos grasos Omega-6 también son esenciales, pero tienden a consumirse en exceso en las dietas modernas.

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Un ejemplo muy fácil de entender es el siguiente: en la carne del ganado alimentado con granos existe menos Omega- 3, comparado con el ganado cuya alimentación principal es el pasto. Por esta razón, muchas empresas productoras de alimentos están contratando expertos en química biológica quienes modifican los nutrientes, por ejemplo del alimento de las gallinas, a manera de que pongan huevos con mayor contenido de Omega 3. A diferencia de otras sustancias, el Omega 3 no es sintetizado por el organismo humano por eso es necesario consumirlo en alimentos o en suplementos vitamínicos. Cuando una persona requiere modificar drásticamente sus niveles de ácidos en sangre es necesario que consuma Omega 3 con calidad farmacológica, por lo cual se recomienda ingerirlo en cápsulas u otras presentaciones, ya refinadas en laboratorio.

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El Omega 3 en la naturaleza pintada de azul Las fuentes naturales más importantes del Omega 3 se encuentran en el mar, sobretodo en los pescados azules: El más rico y económico en esta grasa poliinsaturada es la Sardina; pero también la puede encontrar en las siguientes especies, las cuales enlistamos en orden alfabético: Atún, Anguila, Anchoa, Arenque, Bacalao (sólo cuando está salado porque de otra manera pierde la concentración de grasa) Cazón, Congrio, Róbalo, Pez Espada y Trucha, pero esta última sólo cuando es de mar. La contaminación de los mares en algunas áreas del planeta, pueden modificar la calidad de los Omegas. Si nuestra dieta fuera únicamente con este tipo de pescados sin duda elevaríamos los niveles de Omega 3, pero también estaríamos en riesgo de consumir demasiado metilmercurio generado por desechos industriales, impregnado en la grasa natural de los peces. Un consumo excesivo de estos peces contaminados afectaría nuestra salud y retendría en sangre metales difíciles de eliminar. Para nuestra buena suerte, el mar no es la única fuente de productos con Omega 3, este aceite también se encuentra en amplia variedad de vegetales, algunos de estos caracterizados por colores azulados o violáceos, como el lino, productor de flores con esos tonos. El lino es popularmente conocido por fibras que sirven para elaborar telas, pero también por el aceite de linaza que es precisamente el nombre de las semillas del lino. Sin llegar al azul, las semillas de calabaza presentan un color verde oscuro delator de la presencia de Omega 3. En México el uso más común de esta fuente nutricional (popularmente conocida como pepita) es en la elaboración del mole verde, aunque cada vez es más frecuente encontrar esta semilla, ya descascarada, tostada y salada en tiendas naturistas.

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¡Ábrete sésamo! ¿Se acuerda de Abelardo, el pájaro gigante del programa llamado en México Plaza Sésamo? Desde luego, no olvidamos su alimento favorito: las semillas de calabaza o pepitas. En realidad no importa si lo conoció, lo curioso es: el Sésamo es una planta cuyas semillas, llamadas ajonjolí, también son fuente de Omega 3. No es nuestra intención hacerlo experto en bioquímica, pero es importante compartirle que el ajonjolí contiene DHA o ácido docosahexaenoico,, mientras que el Omega- 3, de los pescados mencionados anteriormente, es llamado por los científicos EPA o ácido eicosapentaenoico. Más adelante encontrará usted algunos detalles de la forma como funciona cada uno 1. En la antigüedad se atribuía a las nueces ayudar a la inteligencia. Esto radicaba en la similitud de las formas de la nuez con las formas del cerebro humano. Y nuestros antepasados no estaban nada lejos de la verdad. Los científicos actuales atribuyen al Omega 3, también contenido en las nueces, propiedades facilitadoras de los procesos mentales. 10

Las nueces pertenecen a la familia botánica de las Drupas. Estas son frutas en cuya parte media existe una porción fibrosa, como: el durazno, el mango, la ciruela y la aceituna. Esta última, es también una fuente muy destacada del Omega- 3 y de otros nutrientes. Israel y Palestina son dos de los países con mayor proporción de personas con estudios de doctorado en el mundo. El Olivo es uno de los cultivos milenarios en estas naciones y prueba de ello es el candelabro de siete brazos, llamado Menorá pues las lámparas tenían como combustible el aceite de olivo. Después de la destrucción del Templo de Jerusalén, en el año 587 antes de Cristo, sólo había aceite para alimentar la llama durante un día. Milagrosamente, el aceite ardió durante ocho días, suficiente para producir más y también para terminar de reconstruir el templo. 1 Ambos aceites son importantes para la salud aunque el EPA tiene una presencia más destacada en las membranas cerebrales.

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Este rendimiento insólito del aceite de oliva como combustible, fue inicio de una de las fiestas más importantes del calendario religioso hebreo, la Janucá. Si llamamos a nuestra memoria a uno de los cuentos más hermosos de Las Mil y Una Noches, el de Aladino, aparecen las palabras mágicas “Ábrete Sésamo”. Tenemos entonces que el Sésamo se abre y surge la semilla de ajonjolí, como una de las principales fuentes de Omega- 3. El ajonjolí, el Olivo y el pescado son productos alimenticios básicos en la dieta mediterránea, tan recomendada por los nutriólogos por ser una de las más alimenticias y por estar ligada a las naciones donde se padece menor obesidad. ¿Será pues, el Omega- 3 el “ábrete sésamo” de la salud y la inteligencia? Más adelante daremos a conocer las más interesantes historias y los datos científicos más extraordinarios que lo convertirán en una de los cientos de millones de personas con éxito en la lucha contra el envejecimiento y a favor de la mejor calidad de vida. 11

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Omega contra Omega Puede parecer una verdad evidente el hecho que muchas personas se resisten a comprender: la grasa es indispensable para el buen funcionamiento del cuerpo humano, y no sólo eso, también resulta una excelente fuente de energía de reserva. La grasa es, para el funcionamiento del ser humano, como una cuenta de depósito en un banco de energía, de la que podemos disponer cuando se requiere de un gasto extraordinario. Seis mil años antes de Cristo la mayoría de los grupos humanos en el planeta estaban integradas por nómadas en busca de alimentos. Cuando cazaban un animal, sus cuerpos almacenaban energía en forma de grasa, previniendo el tiempo que podría pasar antes de conseguir una nueva fuente alimenticia. 12

Genéticamente somos casi idénticos a estas tribus nómadas, pero ahora tenemos al alcance comida rápida, en particular bebidas azucaradas y pastelitos o frituras industrializadas absorbidas por nuestro organismo con velocidad mucho mayor a la necesaria para mantener funcionando nuestro corazón y realizar el proceso de combustión del oxígeno que respiramos. La actividad predominantemente sedentaria de los hombres del Siglo XXI, combinada con los alimentos industrializados, es una de las razones para mantenernos haciendo depósitos constantes en nuestras reservas de energía. En el caso de las grasas presentes en los alimentos trataremos sólo el Omega- 3 y el Omega-6, iniciaremos diciendo que ambos son necesarios, pero en términos de Lucha Libre uno es técnico y otro rudo en nuestro organismo. Nuestra misión como árbitros de nuestra propia alimentación es mantener el equilibrio en esta lucha entre ambos Omegas y juntos trabajen en beneficio de nuestro bienestar.

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Omegas: Lucha de gigantes Anteriormente dijimos que la palabra Omega se traduce del griego como “grande” y en términos de nutrición los Omegas son gigantes, presentes en gran cantidad de alimentos. Ambos son, en términos orgánicos, lípidos, pero si se prefiere podemos llamarlos por alguno de sus sinónimos: aceites, oleos o grasas. El reto del árbitro - usted mismo- es mantener la proporción adecuada de ambas grasas en su organismo. De acuerdo a este ejemplo, si consumimos el equivalente a cuatro cucharadas de Omega 6, deberíamos tomar una cucharada de Omega 3. O en otra forma de decirlo, una buena proporción de acuerdo a las teorías en boga, serían cuatro quintas partes de Omega 6 por una quinta parte de Omega 3.

La cuestión del equilibrio, las grasas, los ácidos grasos y su particularidad química ¿Qué sucede en la práctica? Una persona cuya dieta está integrada por donas, papas fritas, hamburguesas procedentes de carne de animales alimentados con forrajes y frituras de maíz, podría estar ingiriendo el equivalente a 30 cucharadas de Omega-6 y sólo una de Omega- 3. Esta proporción se traducirá a no muy largo plazo en sobrepeso y obesidad mórbida o causante de enfermedades. ¿Qué se puede hacer al respecto? Si existe una mayor presencia de Omega- 3 en nuestras células forzosamente estaremos reduciendo la existencia de Omega-6 por ese mismo principio de que no pueden estar dos sustancias en el mismo lugar. ¿Recuerda el principio físico de dos cuerpos no pueden ocupar el mismo lugar al mismo tiempo en el mismo espacio?

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¿Cómo lo logramos? Precisamente consumiendo alimentos que sabemos tienen más Omega3; pero si deseamos cambiar esta proporción más rápidamente en nuestro organismo deberemos recurrir a dosis farmacológicas. Una forma común de presentación del Omega- 3 es en cápsulas transparentes. Si las mordemos, encontraremos sabor parecido al aceite del atún en lata. Si no nos gusta el sabor o no podemos pasar por nuestro paladar la cantidad necesaria para equilibrar los Omegas en nuestro organismo, es momento de probar los suplementos alimenticios con este producto.

Comprendamos mejor lo que son las grasas Las grasas son conocidas también bajo el nombre de lípidos, y forman parte del grupo de nuestros alimentos; los otros dos son, las proteínas y los carbohidratos (ó azucares).

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Las grasas o lípidos están formados por los ácidos grasos, que pueden ser de cadenas cortas (menos de 8 carbonos) o de cadenas largas (más de 12). Y existen dos tipos, las saturadas y las no saturadas; y ésta última se divide en: mono-insaturadas y poli-insaturadas. Como característica general podemos decir que las grasas saturadas son sólidas, o semisólidas a la temperatura ambiente, a diferencia de las no saturadas, que tienden a ser liquidas (aceites). Como ejemplo de alimentos con grasas saturadas tenemos: la manteca, la crema, leche entera, mantequilla, etcéteraétera. Es importante mencionar que el consumo aumentado de este tipo de grasas, propicia la elevación del colesterol y del riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares (aterosclerosis, infartos, entre otras.) Como ejemplo de alimentos con grasas mono-insaturadas, tenemos el aguacate, aceituna, cacahuate, aceite de canola y de olivo. Los cuales en un consumo adecuado, sumado a la disminución de las grasas saturadas y de los azucares refinados, favorecen a la disminución de los niveles en sangre del colesterol LDL, conocido como el colesterol “malo”. Y por consecuencia disminuyen el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

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Las grasas poli-insaturadas se caracterizan por tener una estructura química con varios enlaces dobles (de ahí su nombre de poli-insaturado). Como ejemplos de alimentos de este grupo, están los aceites vegetales: maíz, girasol, soja y otros. Ya entrados en materia, los Omega 3 (n-3) y Omega 6 (n-6), son ácidos grasos poli-insaturados esenciales para el ser humano, ya que el cuerpo no puede producirlos, y por ende, se requiere de su consumo balanceado para procurar un estado de salud deseable. Es importante mencionar que estos dos ácidos grasos compiten dentro de las rutas enzimáticas en el organismo. Por tal motivo la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) ha establecido que la relación n-6 / n-3, en nuestra ingesta diaria, debe ser menor a 9/1 respectivamente. Algunos investigadores plantean una relación de hasta 4/1 de n-6 / n-3. Para esclarecer un poco acerca de la razón del balance necesario entre estos Omegas, diremos que: el ácido linoléico, n-6, se transforma en precursor de eicosanoides que favorecen los procesos inflamatorios y coagulantes. Mientras que los n-3 son metabolizados en precursores de eicosanoides (prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos) los cuales precisamente desinflaman y evitan los coágulos. En consecuencia: la combinación de ambos Omegas, en las proporciones adecuadas nos da el equilibrio de la desinflamación y fluidez de la sangre considerada saludable. Los Omega 3 (n-3) se encuentran en pescados como el salmón, atún y sardina. Y en especial el eicosapentanoico (EPA) y el docosahexanoico (DHA). Además lo encontramos como ácido alfa linolénico (ALA), -no confundir con linoléico que es un n-6 -, en productos vegetales como la nuez, espinaca, aceites de linaza, canola y de soja. Cabe mencionar que el n-3, ALA, es un precursor de EPA y DHA. Reiteramos: Entre los n-6 y los n-3, existe un comportamiento opuesto dentro del organismo. El primero tiene un comportamiento inflamatorio y trombótico, mientras el segundo se comporta de manera anti-inflamatoria, antiarrítmica y antitrombótica.

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Los estudios científicos aún no concluyen los mecanismos exactos por medio de los cuales actúan los n-3, dentro de los procesos bioquímicos del organismo. Buscamos tener una amplia comprensión de todos sus beneficios, con la finalidad de determinar su efectividad precisa, así como sus posibles reacciones indeseables o secundarias, que pudieran (si es que fuera el caso) llegar a presentarse por un consumo excesivo del mismo. También, determinar las dosis precisas para cada caso (su posólogía) ya que su aplicación es diferente para la población sana, con relación con aquella con alguna enfermedad, en la que es útil su indicación y por otra parte, para los diferentes grupos de edades. Afortunadamente existen bien documentados artículos de carácter científico en donde se ha demostrado, y observado los grades beneficios clínicos en diferentes enfermedades.

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Por la década del 70, en el Siglo XX, investigadores observaron el “fenómeno” de que algunas poblaciones con ingesta elevada de alimentos ricos en n-3 no padecían ciertas enfermedades, como la cardiovascular, con respecto a otros grupos de población. Así dio origen la tesis de que un excesivo consumo de n-6 sin n-3, sería el responsable de enfermedades tales como: asma, obesidad, enfermedad coronaria, artritis, desordenes de la inmunidad, etcétera. En los últimos años se ha invertido mucho en la investigación sobre el tema. A la fecha, tras todas las investigaciones realizadas, sabemos que el beneficio del consumo de los n-3 es totalmente indiscutible y su consumo, esencial. Mencionaremos a riesgo de redundar, con todos los artículos médicos relacionados con los Omega 3, más sólo mencionaremos lo considerado relevante.

En los trigliceridos Se ha encontrado que los n-3 tienen un efecto reductor de los niveles en sangre de estos elementos para personas con niveles por arriba de las cifras normales ya que inhiben la síntesis, a nivel hepático, de los triglicéridos y del colesterol VLDL. El consumo de 2-4 g diarios pueden reducir entre un 25-35% los niveles de triglicéridos sin alterar el colesterol total en sangre.

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Cardiovascular Tras muchos estudios científicos se han demostrado beneficios importantes, tanto en la prevención primaria como en la secundaria de este tipo de enfermedades. Los estudios epidemiológicos demostraron una disminución considerable en la morbilidad, tanto de hombre como en mujeres, y una disminución notoria en la mortalidad por dichos trastornos. Encontramos una disminución en la incidencia (morbilidad) de padecimientos tales como: aterosclerosis, angina de pecho, infartos al miocardio, hipertensión arterial y otras. Así mismo hay beneficios, con la ingesta de n3, en pacientes con algún padecimiento ya existente. Sobre estos puntos encontramos una disminución de la progresión en pacientes con aterosclerosis; explicada, por un lado, en la disminución de los niveles de lípidos (grasas) en sangre, y por otra parte en la disminución de placas de ateroma. También en la hipertensión arterial sistémica se reflejó mejoría significativa entre los consumidores de Omega- 3, en la disminución de las cifras indicadoras de tensión. Esto se atribuye al efecto de este lípido por favorecer la relajación de las células internas de los vasos sanguíneos sin afectar a los pacientes con mediciones de cifras normales. Pacientes con antecedente de infarto al corazón que ingirieron n-3, de manera regular, presentaron una disminución importante de mortalidad (aprox. 30%) ante los nuevos eventos ya que los n-3 favorecen una mejor función a nivel de los canales de ión calcio, con lo que los trastornos del ritmo cardiaco (disritmias) mejoran ó se evitan. Pues una de las complicaciones ante el infarto, es la muerte súbita secundaria a trastornos del ritmo cardiaco (disritmias). Así también hubo una disminución en el riesgo ante nue vos eventos de infarto no letales.

Artritis reumatoide Los beneficios obtenidos ante este cuadro son de mejoría en cuanto a la rigidez matinal de las articulaciones y la inflamación articular en estos pacientes. Tras la ingesta de 3-4 g diarios después de 12 semanas de su consumo.

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Transplantes de órganos Concretamente en los transplantes de riñón y de corazón, se encontró que en el primer caso, hubo una mejor función renal, y, en el segundo caso, la presencia de menos hipertensión arterial. Cabe mencionar que los resultados obtenidos fueron comparati vos. Esto quiere decir: pacientes sin la ingesta de los n-3 contra pacientes que recibieron n-3.

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Otras enfermedades Existen referencias de estudios científicos realizados acerca del beneficio de los n-3 en enfermedades como son: Colitis ulcerosa, Eczema, Asma, prevención y mejoría en el Cáncer, Obesidad, Lupus Eritematoso, Psoriasis, Pre-eclampsia, Síndrome nefrótico, Nefropatía autoinmune por IgA, Esquizofrenia, Depresión, Desorden bipolar, Dismenorrea y otras. En donde los hallazgos han sido prometedores, más hace falta ampliar tales estudios para confirmar y detallar sus beneficios.

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El Omega 3 y el síndrome metabólico Con todos los estudios reportados, podemos agregar que los beneficios del n-3 sobre el Síndrome Metabólico son excelentes; promueven la disminución de los triglicéridos en sangre y tienen efecto en disminuir la presión arteria. Recordemos brevemente en que consiste el Síndrome metabólico: Es un cuadro clínico que se establece por la detección de al menos tres de los siguientes hallazgos, y es la “plataforma” para detonar enfermedades definidas, algunas graves y hasta letales, como son la Diabetes Mellitus, arteriosclerosis, angina de pecho, infartos, hipertensión arterial sistémica, Infarto Cerebral, etcétera. Obesidad abdominal Circunferencia abdominal Hombres > 100 cm. Mujeres > 88 cm. Triglicéridos

> 150 mg.

Colesterol HDL Hombres Mujeres

< 40 mg. < 50 mg.

Presión arterial

= ó > 130 / = ó > 85 mmHg.

Glucosa en ayuno> 110 mg.

El sobrepeso y la obesidad se relacionan con resistencia a la insulina y Síndrome Metabólico. No obstante, la obesidad abdominal se relaciona con una mayor elevación de los factores de riesgo, que con el aumento del índice de masa corporal. Empiezan ha haber normas que establecen que una elevación de mas de 100 mg de glucosa en sangre, ya es indicativo para hablar de resistencia a la insulina.

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Analisis Después de todo lo expuesto anteriormente se afirma, por definición los Omega- 3 (ácidos grasos esenciales), son imprescindibles en nuestra alimentación por intervenir en muchos procesos bioquímicos del organismo, algunos ya establecidos y otros por definir. Además de que las grasas son parte constituyente de nuestras celular. Sabemos que por hábitos nutricionales, culturales, geográficos y sociales el consumo de los Omega- 3 es reducido, por no decir hasta precario en muchísimos casos. Y q estará determinando un estado de salud deficiente en alguna, ó varias esferas de la economía de nuestro organismo. Con base a lo anterior ha surgido la necesidad de informar a la población de las recomendaciones necesarias en el consumo de estos nutrientes, n-3. Como es el caso de la OMS, la American Hearth Association y otras, que han establecidos criterios para su consumo. Estos criterios varían de acuerdo a la fuente de origen. Más podemos mencionar los siguientes considerados, al momento, como los más recomendables: 20

En adultos sanos la recomendación es de alrededor de 1 gramo diario de Omega- 3, bien puede ser suministrado en 1-2 raciones de pescado (de los recomendados) a la semana, ó bien, en suplementos. En adultos con alguna enfermedad, en la que los beneficios se pueden obtener con su consumo: va de 2 a 4 gramos por día. Y pueden consumirse con la ingesta de pescado en 2 raciones por semana, más los suplementos de n-3, o, únicamente por el consumo de propios suplementos. Cabe subrayar que las dosis mayores a 3 gramos por día, deben ser supervisadas bajo directriz médica por existir factores a valorar. Por último, es importante resaltar: para cualquier enfermedad, el mane jo de los suplementos con Omega- 3, debe ser en combinación con los tratamientos convencionales de orden médico. Nunca de manera separada. De hecho el uso de Omega- 3, combinado con los medicamentos para enfermedades relacionadas con el Síndrome Metabólico como los de reducción de lípidos, mejora notablemente los resultados.

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1982 el año en que aprendimos a vivir sin dolor El de 1982 fue un año en el que los Premios Nóbel fueron indicadores de lecciones importantes de vida para la humanidad entera. Fue entonces cuando México recibió su primer Nóbel de la Paz, en la persona de Alfonso García Robles, por sus esfuerzos para liberar a la América Latina de las armas nucleares; en tanto, el colombiano Gabriel García Márquez, radicado en México, resultó reconocido por su obra literaria, donde ya destacaba la zaga de los Aurelianos Buendías y las Mercedes a lo largo de 100 Años de Soledad. En los reconocimientos a García Márquez y a García Robles, subyacía una declaración en torno al arte de la literatura y de la diplomacia como medios de evitar el dolor, la muerte y la guerra; en tanto el Nóbel de Medicina era consecuencia de varias décadas de investigación sobre el origen del dolor fisiológico. En 1982 compartieron el Nóbel de Medicina Sir John R. Vane, Sune K Bergström, y Bengt I Samuelson por los trabajos para desentrañar de que manera intervienen los ácidos grasos en los procesos bioquímicos para determinar la homeostasis, o dicho en términos más sencillos: el equilibrio de la inflamación. Este fue el inicio de los estudios en las grasas que llevan a comprobar el valor del aceite de pescado, del cual sólo se tenían conocimientos más empíricos que científicos como lo demostraban las abuelas y las madres torturadoras de menores a quienes les daban repugnantes cucharadas de aceite de hígado de Bacalao. Fue también a partir de 1982, cuando se encontró respaldo científico a exitosos productos populares, anunciados a mañana tarde y noche en las principales estaciones radiodifusoras, como es el caso de las Perlas Khanin, las cuales fueron base de importantes emporios farmacéuticos.

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Los trabajos de Vane, Bergström, y Samuelson; sin embargo, tuvieron como base otra sustancia curativa que llevab varias décadas en el mercado y cuya principal característica era precisamente aliviar el dolor: el Ácido Acetil Salicílico. ¿Le suena más por el nombre de Aspirina? Vane fue el farmacólogo británico que en 1971, a la edad de 44 años concluyó los trabajos que condujeron al premio Nóbel de 1982 y que explicamos en palabras de su autobiografía: …Y he aquí que había desarrollado junto con mi grupo la técnica de una prueba para medir en cascada, dinámica e instantáneamente el lanzamiento y el destino de las hormonas con función vasoactiva {dilatadora o constrictora de los vasos sanguíneos} o en la difusión de fluidos en órganos aislados. A mediados de los 60s nuestra atención estaba enfocada en las prostaglandinas, lo que nos condujo, en 1971 a conocer la relación entre la aspirina y las prostaglandinas. (FUENTE: http://nobelprize.org/nobel_prizes/medicine/laureates/1982/vane-autobio.html)

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Antes de profundizar en el detalle de este descubrimiento de vital importancia en la comprensión del dolor y su tratamiento, permítanos un ejemplo de lo más cotidiano. El jabón utilizado todos los días para nuestro aseo personal o de los utensilios con los que comemos, tiene una base grasa disolvente de la mugre. En el mismo sentido, el Omega 3 es una grasa actuante sobre la grasa pro vocadora de inflamación, limpiadora de impurezas.

El Alzheimer ¿cuestión de limpieza neuronal? Antes de regresar a 1982, año del despegue del descubrimiento de la función de las grasas en la sangre, vale la pena detenerse en el 2006, cuando el Instituto Sueco Karolinska inició el patrocinio de una investigación realizada en Japón para buscar causas probables del Alzheimer. Una de las causas físicas por las cuales las personas podrían perder la memoria, es la acumulación en el cerebro de una sustancia que propicia la formación de una proteína llamada Amiloide.

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¿Qué pasaría si se inventara una especie de jabón capaz de limpiar nuestras neuronas? Sería como una vacuna preventiva del Alzheimer. Ya en el 2007 científicos canadienses identificaron uno de los genes que da (valga el pleonasmo a favor de ser más explícitos) origen a los Amiloides. Incluso le pusieron nombre SORL- 1. A la fecha no se cuenta con estudios suficientemente amplios para documentar científicamente y sin lugar a dudas que el Aceite de Pescado, u Omega 3, cure el Alzheimer; pero científicos mundialmente reconocidos como Barry Sears asegura haber tratado a enfermos incapaces de reconocer a sus familiares, quienes pasaban la mayor parte del tiempo acostados y en posición fetal. Por su parte Garry Gordon afirma resultados impactantes en el tratamiento de personas con problemas depresivos. Sobre esto último daremos adelante más detalles. El dorado es el color destacado en el Omega 3 obtenido de fuentes marinas, por esta condición, es también el tono predominante en las cápsulas con que se administra. La gravedad de los pacientes de Alzheimer les dificulta deglutir las cápsulas, y el sabor, aunque ya no es tan desagradable como en los tiempos del Aceite de Hígado de Bacalao, tampoco es precisamente un platillo de gourmet. Sin embargo, superadas las dificultades y tras mezclar el líquido graso con sustancias más sabrosas, Sears asegura que varios internos de casas de retiro recuperaron la memoria y fueron capaces de entablar conversaciones e incluso de jugar cartas. Por su parte Garry Gordon explica que los glóbulos rojos tienen que irrigar vasos capilares que miden la mitad de los propios glóbulos. Valga la obviedad y recordar que capilar precisamente se relaciona con la palabra cabello para darnos cuenta de la estrechez de la medida. Pues bien Gordon atribuye al Omega 3 la capacidad de lubricar los glóbulos rojos de manera que puedan pasar por espacios de la mitad de su tamaño.

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Por otra parte el doctor Gordon asegura excelentes resultados en el tratamiento de personas que sufren depresión por diversas causas, la post-parto, la post-operatoria, por mencionar algunas de las más comunes. Los médicos, fisiatras y siquiatras ya coinciden en que esa sensación de insatisfacción generalizada puede tener una manifestación en nuestra química orgánica. ¿Será que la adecuada irrigación de cada una de los 250 mil vasos capilares del cuerpo humano es uno de los factores de nuestro bienestar físico y por lo tanto de nuestra salud emocional?

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La guerra de las grasas ¿Qué fue lo que trajo el Premio Nóbel de 1982 para permitirnos entender los efectos benéficos de la dieta de los esquimales? Primordialmente el descubrimiento del papel de las prostaglandinas, componentes bioquímicos que influyen en el equilibrio entre los procesos de la coagulación y de la presión sanguínea, la temperatura corporal, las reacciones alérgicas y otros fenómenos fisiológicos en los mamíferos. ¿Por qué se llaman Prostaglandinas? Por ser halladas por primera vez en el líquido seminal masculino producido por la próstata. Lo que viene sigue sorprendiendo a los investigadores. En 1930 se sabe que el semen relajaba (descongestionaba) los tejidos del útero de las mujeres, pero curiosamente producía el efecto contrario en las pruebas con mujeres estériles. Con el paso de los años se sabe que las prostaglandinas no sólo se encuentran presentes en el semen, también en otras células del cuerpo humano de los mamíferos, con excepción de las que forman los glóbulos rojos de la sangre. Pero ¿cómo se forman? Este trabajo le valió el Nóbel a Bengt Samuelsson y John Robert Vane por descubrir que las prostaglandinas se forman con la transformación de ácidos grasos no saturados, lo que normalmente se expresa con la palabra insaturados. ¿Saturados de qué o con que? Para explicarlo con la mayor sencillez posible: de hidrógeno. En términos generales los ácidos grasos saturados prácticamente no tienen transformaciones químicas, pero los insaturados sí tienen más reacciones. ¡Esta es precisamente la razón de que las grasas no saturadas permitan la reacción que conduce a la producción de prostaglandinas! Y lo siguiente es muy importante. El consumo de aspirinas impide la reacción de prostaglandinas. ¿A dónde nos lleva todo esto? La desinflamación reduce el dolor. Si

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requerimos hacerlo rápidamente puede ayudarnos el consumo de aspirinas, pero si queremos que nuestro cuerpo produzca su propio analgésico es necesaria la formación de las prostaglandinas y para que esto suceda requerimos de grasas esenciales. Insistimos, la palabra “esenciales” significa que las necesitamos forzosamente para el buen funcionamiento de nuestro organismo; pues estas grasas, precursores de las prostaglandinas, no las sintetiza nuestro cuerpo y debemos introducirlas en nuestro organismo a través de nuestra alimentación y si la urgencia es extrema o deseamos resultados rápidos es recomendable utilizar los suplementos con omegas.

Grasas mortales ¿Pero qué sucede cuando saturamos las grasas artificialmente? Las grasas no saturadas se dividen en dos tipos, a unas las llaman CIS y las otras TRANS. 26

Para acordarnos más fácilmente digamos que las TRANS, son las Transformadas por el hombre. ¿Cómo lo hace? Introduciéndoles hidrógeno. ¿Será esto lo que produce esos pastelitos esponjaditos, esponjaditos y esos helados que se deshacen en la boca o ese sabor aceitosito de las “barras nutritivas”? Lo difícil es cuando las membranas de nuestras células se vuelvan así, “esponjositas, esponjositas” y nuestras células suavecitas y más permeables porque entonces le estaremos dando “permiso” de entrada a esas sustancias provocadoras de alergias y debilitantes de nuestra salud; quizá hasta precursores de anomalías genéticas como el cáncer Esas galletas con relleno cremosito o esas paletas heladas cubiertas de chocolate llevan etiquetas que los consumidores no sabemos interpretar: “Grasa vegetal hidrogenada”, “Grasa Vegetal parcialmente hidrogenada” “Manteca vegetal”. Edwin Moller, bioquímico y autor del libro Grasas Mágicas advierte que esos aceites TRANS alteran las células y son como tabiques defectuosos en las membranas, restándoles flexibilidad.

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Los glóbulos rojos superan el tamaño de los capilares y necesitan pasar a través de estos para oxigenar todos los tejidos. Las grasas TRANS le quitan estas facultades, por el contrario, aceites como los Omegas hacen una propiedad flexibilizante. La consecuencia es que una máquina humana, bien “aceitada”, como los motores, no se “acarchacha”. Falta determinar: para que los Omegas cumplan cabalmente su función en el organismo necesitan complementarse con vitaminas como la E, que evitan la oxidación de las grasas. De esto y de la interacción con otras vitaminas, nos ocuparemos más adelante.

Perder grasa comiendo grasa ¿Recuerda aquellas clases donde le decían que una de las leyes de la física es que dos cuerpos no pueden ocupar el mismo lugar en el mismo espacio, al mismo tiempo? Pues esto es precisamente lo que explica el porque el consumo de ciertos aceites nos puede ayudar a sentirnos más delgados. Incluso mucho antes de que las personas que se hayan propuesto a bajar de peso logren su meta, resolver los problemas nutricionales empezará a producirles una sensación de bienestar físico y emocional, precisamente como se define Salud, pues esta no sólo es la ausencia de enfermedad. De cualquier manera también hay razones químicas que conducen a ese bienestar. Cuando una persona decide resolver sus problemas de sobrepeso u obesidad, lo primero que puede venir a la mente es dejar de comer. En efecto, un gramo de grasa equivale a nueve calorías. Así pues al disminuir, restringir o dejar de comer obligará a nuestro organismo a consumirse las reservas y en consecuencia a quemar la grasa sobrante. Pues sí…pero no. Simplemente dejar de comer no resuelve nuestros problemas. Para empezar, para que se quemen esas grasas se requiere un proceso llamado Cetosis.

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Y esta vez acudiremos a una fuente de información distinta a las tradicionales para entender este problema médico: La Secretaría de Economía, encargada de publicar la Norma Oficial Mexicana para la Prevención, Tratamiento y Control de la Diabetes Mellitus en la Atención Primaria. Aquí se define la Cetósis como un estado de salud en el que hay acumulación de cuerpos cetónicos en los tejidos y líquidos corporales. “Esta alteración puede ocurrir por ayuno”, según nos precisa la Norma. Y atención a lo que sigue: 2. 9 Cetiacidósis Diabética. Es la diabetes grave incontrolable (nivel ele vado de azúcar en sangre que requiere tratamiento de urgencia. Se observa cuando la sangre carece de la insulina necesaria ó bien por la persona enferma, que no aplica una dosis suficiente de insulina. El organismo utiliza como energía la grasa de reserva y se forman en la sangre cuerpos cetónicos que al acumularse conducen a acidosis.

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No es necesario padecer diabetes para saber que cuando dejamos de comer por un tiempo prolongado la primera consecuencia notable es nuestro mal aliento. Precisamente uno de los conocimientos más populares es que la grasa y el aceite no se mezclan. Algunas grasas, como la de la lecitina, contienen una sustancia llamada glicerol y una de sus “gracias” es encapsulaR el agua, es decir el hidrógeno y el oxígeno. En consecuencia esta “grasa” nos ayuda a mantenernos mejor hidratados. No se trata más que de un ejemplo, de lo que sucede cuando la desesperación nos conduce a suprimir alimentos para bajar de peso: también nos privamos de elementos esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Dependiendo del tipo de grasa, alguna la utiliza el cuerpo para mandarla como reserva de energía y otra se consume con mayor rapidez. Eentre estas últimas se encuentra la Lecitina y este tiene un glicerol. Como usted ya sabe es un excelente hidratante.

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Aprovechemos para mencionar: Los fosfolípidos, son ácidos grasos fosfóricos y sin entrar en detalles de composición química lo importante es su capacidad de quemarse rápidamente. No sólo eso, los fosfolípidos “son grasas que se comen a las grasas”. O si prefiere un ejemplo más clásico: Los emulgentes impiden que los líquidos se mezclen entre sí. Cada uno conserva su naturaleza como ocurre por ejemplo en una ensalada, donde el agua y el aceite de oliva se mantienen separados. La emulsión está asociada a una de las formas más antiguas de comercializar el aceite de hígado de Bacalao, un producto formulado originalmente en 1876 por Alfred Browne Scott en Inglaterra. Desde un siglo antes de esa fecha, cuando los pescadores llegaban a puerto y limpiaban los bacalaos, arrojaban las vísceras en los muelles. Los hígados y el aceite que desprendían llenaban de hedores el puerto. A pesar de todo pronto se extendió el rumor: al untarlo sobre la piel muchas personas con problemas de artritis sentían mejoras en el movimiento y reducción del dolor. Esto ocurre en 1775, pero incluso para mediados del siglo XX la emulsión inventada por Alfred B. Scott representaba una tortura para los niños, por mucho que sus madres o abuelas trataran de convencerlos de lo bueno que resultaba el repugnante brebaje para evitar enfermarse de los bronquios. Incluso, mucho antes de los estudios sobre el Omega 3 en México se había encontrado otra forma de aprovechar las propiedades de emulsión del aceite de pescado y a mañana, tarde y noche en XEQK, la estación de la hora exacta se anunciaban las bondades de ciertas cápsulas en forma de perla elaboradas con hígado, aunque este no de bacalao, sino de tiburón. No se habla en este caso de Omega 3, pero se atribuía a estas perlas contenido en vitamina A y D. Estas vitaminas, sin embargo, resultan parte importante para la correcta asimilación de los aceites contenidos en otras especies marinas. ¿Será por eso que los tiburones lucen tan sanos? Más allá de la broma vale la pena recordar a estos animales como integrantes de la especie de los escualos.

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El escualeno es un compuesto orgánico natural, presente en el hígado de los tiburones, aunque también existe en fuentes botánicas como el salvado de arroz, el germen del trigo, y…. ¡las aceitunas! Nuevamente nos encontramos con una fuente de grasas emparentada con los Omega y siguen acumulándose evidencias de que los aceites son nuestros mejores aliados para emulsificar otras grasas, es decir, para separarlas aunque ambas se encuentren en nuestro organismo. Una fuente importante de esta grasa buena, es la lecitina de soya. Hay otras fuentes orgánicas importantes de lecitina y la más conocida es la que forma parte de la yema del huevo.

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Interacciones de las vitaminas con aceite de pescado Punto muy importante de considerar con el Omega 3, cuya presencia es predominante en el aceite de pescado, es evitar su oxidación. Por esta razón prácticamente en todas sus presentaciones está combinado con la vitamina E, además de distribuirlo en cápsulas herméticamente selladas. Sólo permítanos informarle antes, para reforzar el concepto de que las grasas pueden ayudar a bajar de peso, los hallazgos sobre el ÁCIDO LINOLEICO CONJUGADO, mejor conocido como CLA. Este ácido graso se encuentra presente, en muy pequeñas cantidades, en la carne de res y la leche. El CLA funciona “reprogramando” la grasa de su dieta, de manera que es rechazada por las células adiposas y es recanalizada hacia los músculos. Ayuda a reducir el tamaño de los tejidos grasos, así como facilita al cuerpo la creación de masa muscular magra. Mantiene un equilibrio ideal entre grasa y músculo. Es ideal si quiere perder peso o si desea construir un cuerpo más firme y musculoso. El inconveniente es su alto costo al producir e CLA en laboratorio. Además los resultados son a muy largo plazo cuando no se combinan con una reducción de carbohidratos o ejercicio moderado. En pruebas de laboratorio con personas sin dieta restrictiva, se les administró CLA y redujeron poco más de tres kilos de grasa en seis meses. La doctora Densie Webb autora de numerosos libros, columnista del New York Times y consultora de asociaciones de consumidores en Estados Unidos publicó estas investigaciones en la Revista Prevention, en febrero de 2001Densie Webb. Por su parte Erwin Moller señala en el libro Aceites Omega, Superalimentos para tu Salud que los triglicéridos de cadena media (TCM) pueden tener efectos similares a los del CLA.

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¿Dónde los conseguimos? Una fuente de estos TCM es la Lecitina de Soya, quizá la más común. Recordemos: la Lecitina es el nombre común para un determinado tipo de fosfolípidos, los fosfolípidos son grasas con una presencia importante de fósforo, la palabra fósforo es sinónimo de cerillo, los cerillos sirven para encender fuego, el fuego quema y por lo tanto… los fosfolípidos son grasas que nos ayudan a “quemar” la grasa. Ya comprendido este concepto, nos apoyamos en la enciclopedia de la Web, Wikipedia para revelarle, sólo por curiosidad la gráfica de los fosfolípidos y demostrar que la química no es tan complicada como a algunos les parece. Este ácido graso, puntualizamos, es un emulsificante natural, es decir: nos ayuda a separar las grasas y se encuentra presente en forma importante en la soya, ya lo dijimos, pero también en los calamare2 o en la yema de huevo, por mencionar algunas fuentes más. 32

Para que el aceite de pescado (Omega 3) o de soya (Omega 6) no se arrancie dentro de nuestro cuerpo, necesitamos un antioxidante: la Vitamina E. Precisamente uno de los suplementos de alta calidad del Método de Alimentación Multidimensional, recomendado en este libro, es el Living Oil, con el balance adecuado de los Omegas de fuentes marinas y vegetales y la vitamina E, todos indispensables para potenciar los efectos más positivos de estos nutrientes.

¿Cómo funciona la vitamina E? El agua y el aceite no se mezclan, lo sabemos todos como un conocimiento muy generalizado; cada uno -volvemos a la ley física usada repetidamente como ejemplo- emplea una espacio diferente en el mismo tiempo.

2 Dato de la Revista de Biología Tropical como parte de un estudio de la Unidad del Departamento de Acuicultura del Centro de Investigación y Educación Superior de Ensenada.

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Pues bien, la vitamina E sí se mezcla en el aceite o, utilizando el término químico, es liposoluble. La vitamina E, también llamada Tocoferol, evita la destrucción de los glóbulos rojos ocasionada por agentes tóxicos respirados o tragados. Otros dos efectos malignos de la contaminación ambiental y del tabaco son precisamente la afectación de la capacidad respiratoria y el entorpecimiento en la absorción de vitamina E por nuestro organismo. Sin embargo los fumadores también son beneficiados por la vitamina E, pues aun cuando en su organismo los efectos sean menores que en el de los no fumadores, de cualquier manera les ayuda a eliminar sustancias tóxicas. No existen mediciones precisas para saber si alguien tiene carencias de vitamina E, pero quienes la consumen tienen menos riesgos de problemas oculares, anemias y ataques cardiacos como se ha comprobado desde hace mucho tiempo.

¿Cuál es la dosis adecuada de vitamina E? También hay consenso sobre su dosis recomendada: 10 Unidades Internacionales (UI) para niños y 25 UI para adultos. La Norma Oficial Mexicana, elaborada con el aporte del Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán, establece estas cantidades en miligramos, con dosis de seis para los niños y 10 para los adultos. El aceite de germen de trigo fue la primer fuente de vitamina E. El envejecimiento de las células se debe inicialmente a la oxidación, la vitamina E es muy útil para retardar ese proceso porque involucra un compuesto denominado oxidante que ataca a otro compuesto quitándole un electrón. Un ejemplo de uso cotidiano del efecto de estos cambios de electrones nos lo dan las cremas cosméticas ofrecidas para evitar el deterioro del cutis femenino pues precisamente contienen Vitamina E.

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Así pues, cuando se combina el Omega 3 con los tocoferoles (vitamina E), además de evitar el arranciamiento u oxidación de este aceite también detenemos el proceso de oxidación de nuestras células y en consecuencia su envejecimiento prematuro. Por cierto los efectos pueden sentirse en tiempo muy corto. Las consecuencias positivas irán desde evitar algunas manchas nada bonitas en nuestra piel, hasta prevenir abortos, mejorar la fertilidad en ambos sexos, restituir la capacidad sexual masculina, fortalecer los vasos capilares y por lo tanto mejorar las condiciones cardiovasculares.

Antagonistas de la vitamina E No es de temer el exceso de esta vitamina en el organismo puesto que se excreta fácilmente en la orina. En cambio sí son fáciles de anular sus efectos positivos a consecuencia del cloro, sobre todo cuando lo empleamos como purificador del agua que bebemos.

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El hierro es otro antagonista fulminante de la vitamina E. Si en nuestro régimen dietético nos han recomendado ambas se debe separar su ingestión. El Dr. Wilfred Shute, en “Vitamin E for Ailing and Healthy Hearts” (Vitamina E para corazones débiles y saludables” sugiere tomar la vitamina E por las mañanas y ocho horas después el hierro para repetir la vitamina E antes de irse a dormir.

Lo mismo ocurre con el aceite de olivo. ¿Para qué hidrogena la industria los aceites vegetales utilizados en la elaboración de galletas rellenas, crema pastelera y aceites para freír? ¿Para qué los satura artificialmente “matando” con esto su actividad La magia de los “Omegas” química y por lo tanto anulando La diferencia entre el aceite de los efectos benéficos en nuestro pescado y los aceites vegetales organismo? La respuesta es simple: para que duren más sin oxidarse.

hidrogenados por la industria es que el primero ya contiene su propia sustancia antioxidante.

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Genéticamente los hombres somos exactamente los mismos que nuestros ancestros de ocho mil años antes de Cristo. La evolución ha consistido en nuestra capacidad de organización social y de intercambiar conocimientos, productos y servicios; pero físicamente somos los mismos que construimos las pirámides de Palenque y Teotihuacan, descubrimos el uso del cero, aprendimos a calcular la fecha de los eclipses e instituimos la primera uni versidad del continente, por órdenes de Fray Juan de Zumárraga emitidas en 1540. Y sí vamos más atrás en el tiempo y en el espacio, tenemos en promedio estatura y capacidades físicas iguales a las de quienes construyeron la Gran Muralla China, la Biblioteca de Alejandría, el Templo de Salomón, o en tiempos más recientes los barcos trasatlánticos. ¿Pero por qué en esos tiempos ancestrales los problemas de anorexia, sobrepeso o franca obesidad no eran generalizados o se presentaban raramente o sólo inducidos por razones culturales, como en el caso de los japoneses luchadores de Sumo? En términos generales: por la industrialización de los alimentos. Incluso algunos históricamente consumidos como la mantequilla, la leche o los quesos maduros, elaborados con grasas saturadas, tienen su propio antídoto, ya nos referimos a ello, el CLA o Acido Linoleico Conjugado. En efecto: la carne vacuna y los productos lácteos naturales contienen una propiedad no compartida con otras grasas saturadas y que impide la formación de placas en las arterias. Lo mismo sucede con el aceite de pescados en climas fríos, contiene su propia Vitamina E. A estas alturas usted ya estará convencido de las bondades del Omega 3 y esté diseñando una dieta que incluya tres mojarras, dos guachinangos y cinco campechanas de ostión, camarón y pulpo a la semana. Sin duda comerá delicioso pero tal vez ni aún así obtenga el Omega 3 necesario. Peor aún si le desagrada el sabor o el olor del pescado ¿Cómo hacerse de esta grasa esencial para el correcto desempeño orgánico?

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El caso es: son los peces grasosos los poseedores de dosis concentradas de Omega 3 y no los peces tropicales como las mojarras, el guachinango o la rubia. Los peces grasosos tienen esta naturaleza para aislarse del frío. Tal vez esta sea también una de las causas por las que el Omega 3 tiene en común su presencia en los peces de piel azul. Bueno hasta es coloquial la frase “ponerse morado de frío” ¿No? Nada impide que en México cultivemos peces de algunas de estas especies, aunque habríamos de ingeniarnos para alimentarlos con las algas que les permiten producir esas grasas ricas en Omegas 3 y vitamina E. Mientras nos ingeniamos y nos ponemos de acuerdo para ello, la solución más rápida es importar las cápsulas de aceite de pescado, de la mayor calidad posible y desde uno de los países más fríos del planeta, tanto que en su propio nombre en inglés lleva la fama. De Iceland la tierra del hielo.

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En la parte final de este libro le presentaremos información sobre la relación entre el desarrollo económico y social de algunas naciones con el consumo de pescado, así como algunas proezas humanas y deportivas relacionadas al Omega 3.

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El aceite de hígado de bacalao y otros intentos del siglo XIX Pudimos ver antes como desde los muelles de Londres hasta la invención del señor Scott, elaborada con aceite de hígado de bacalao, ya se atribuían a este pez propiedades casi mágicas, pero tal vez ningún homenaje tan espontáneo como cuando le preguntaron a la señora Luisa Santiago Márquez Inguarán, madre de Gabriel García Márquez, a que atribuía el talento del famoso autor de 100 años de Soledad. Doña Luisa Santiago, según reporta la revista de consulta médica colombiana Tensiómetro, simplemente respondió: A la Emulsión de Scott. Esta publicidad involuntaria provenía de una larga tradición, tan antigua o más que la dinastía de las Mercedes y los Aurelianos Buendías, puesto que desde el Siglo XVIII el aceite del pescado, particularmente el del hígado de bacalao (Gadus morrhua) era de uso popular en la medicina folclórica. Hacia 1789, el mismo año de la Revolución Francesa, el aceite de pescado se empezó a experimentar en un hospital de Manchester para el tratamiento de reumas y en 1825 se le empezó a recomendar para el tratamiento del raquitismo, afección frecuente entre más del 30 por ciento de los niños de esa parte de Europa. En el mismo número 70 de la revista Tensiómetro se reporta: Varios de los empresarios que fueron pioneros en la industria farmacéutica contaron con algún aceite de hígado de bacalao entre sus primeros productos. En 1876, dos químicos que incursionaron en la industria, llamados Alfred B. Scott y Samuel W. Bowne, empezaron a comerciar en Nueva York la nueva Emulsión de Scott. La formula original incluía el aceite de hígado de bacalao, traído de Noruega en grandes cantidades A los buenos efectos comprobados por las madres en el aceite de hígado de Bacalao, habría de sumarse una de las mejores campañas publicitarias. Louis Weiss, prominente editor de origen judío-francés, era el responsable de imprimir etiquetas, almanaques, folletos informativos y hojas de propaganda, mismas que ya en el Siglo XXI se consideran clásicas de la historia de la publicidad.

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Como dato curioso, en las imprenta de Weiss, también se imprimían los periódicos en los que José Martí impulsaba la independencia de Cuba. La publicidad de la Emulsión de Scott, como la de todas las medicinas y suplementos alimenticios de la época no estaba regulada, por lo que se le atribuían propiedades similares a las de una pócima mágica, capaz de resol ver todas las enfermedades. Como fuera, sin saberlo, nuestros ancestros de los siglos XVIII y XIX podrían haber estado aplicando, al nutrirse de tal manera que modificaran hasta la estructura misma de las células, un tipo de medicina que no se conocería hasta iniciado el Siglo XXI, la Terapia Genómica

La terapia en el Gen Terminamos esta extraordinaria fuente de consulta, la revista colombiana Tensiómetro, con una cita que viene perfectamente a relación: 38

En los últimos años se ha investigado el uso de suplementos de aceite de hígado de bacalao en latinos de barriadas pobres en los Estados Unidos, encontrando que reducen las infecciones respiratorias y el número de visitas al pediatra. En Noruega se ha visto que niños inmigrantes del medio oriente desarrollan más frecuentemente raquitismo que los oriundos, por no tener la costumbre de consumir bacalao. Como habíamos mencionado, los investigadores de Cardiff (Reino Unido) observaron un efecto benéfico regenerador del cartílago con el aceite de hígado de bacalao –tal como se observa por ejemplo con el sulfato de glucosamina, procedente de las aletas de tiburón- pensándose que se debe a los ácidos grasos Omega tres, que además tienen un efecto inhibidor de la Cox-2. Más interesante aún, en Oslo encontraron que cuando se suplementa a la madre embarazada o al lactante en el primer año de vida con aceite de hígado de bacalao, se reduce el riesgo de presentar posteriormente la diabetes mellitus tipo 1. En lactantes de raza negra residentes en barriadas pobres alimentados exclusivamente con leche materna (pobre en vitamina D), la incidencia de raquitismo es mayor, por lo que deben recibir adicionalmente esta vitamina, procedente por ejemplo del aceite de hígado de bacalao.

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La información que antecede nos permite una mejor comprensión del Proyecto del Genoma Humano pues nos ha permitido encontrar el orden preciso de 3 mil 200 millones de estructuras llamadas nucleótidos, cuya combinación depende de la forma en que interactúen alrededor de 40 mil genes. El Mapa del Genoma Humano todavía requiere desentrañar como interactúan 20 proteínas y cuales son las consecuencias de alteraciones en la dieta, la temperatura ambiental o algunos fármacos en diversas enfermedades con causas múltiples como pueden ser el cáncer, la diabetes mellitus, hipertensión arterial, asma y cáncer. El doctor Gerardo Jiménez Sánchez, Director del Consorcio Promotor de la Medicina Genómica y catedrático de la Universidad Autónoma de Guadalajara asegura que estamos en el inicio de una nueva era de la práctica médica, pues se podrá diagnosticar a cada individuo aún antes de presentar los síntomas de la enfermedad. El ejemplo de los niños expulsados por la guerra en medio oriente y recibidos en Noruega es extraordinario pues algo hay en sus genes que los hace más propensos al raquitismo. Sin embargo cuando estos niños recibieron desde edad temprana el Omega 3, reducen el riesgo de desarrollar diabetes mellitus y lo más extraordinario es que no fueron sólo ellos, sino también las madres que los amamantaron. El punto más destacable es que sin importar cual es nuestro origen o destino geográfico, nuestros hábitos alimenticios o la agresividad de nuestro ambiente, podemos modificar algunos elementos agresores de nuestros genes y cambiarlos por otros que los beneficien. Grandes proezas físicas e intelectuales, el desarrollo de los pueblos así como marcas atléticas están relacionadas con el consumo de alimentos ricos en Omega 3, como observaremos en el capitulo siguiente l de este trabajo,

La grasa para el corazón Los dolores menstruales, la artritis, sobrepeso, obesidad, fatiga mental y otros padecimientos, como hemos visto ya, pueden ser aliviados si en la dieta incluimos cantidades importantes de Omega 3, si preferimos llamar así al de

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calidad farmacéutica, o por aceite de pescado, que es una de las principales materias primas para su elaboración. Pero si se trata de problemas cardiovasculares o de hipertensión, existen suficientes evidencias de que el Omega 3 será un extraordinario auxiliar de los medicamentos y su cardiólogo ya se lo debe haber recomendado, si no es así pregúntele al respecto o de plano cambie de médico porque seguramente no se encuentra actualizado. Ya le mencionamos el estudio del instituto de Hamburgo, Alemania, donde con tres latas de macarela al día, todos los voluntarios redujeron sus niveles de hipertensión, colesterol y triglicéridos; pero hay muchos más que refuerzan la prueba científica.

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El Periódico Americano de Nutrición Clínica de Julio de 1992, reporta un estudio realizado en Dinamarca, en los cuerpos de personas fallecidas por diversos accidentes. El descubrimiento relevante fue que quienes tenían abundante tejido adiposo en el vientre y arterias cardiacas angostas, coincidentemente tenían bajos los niveles de los ácidos grasos denominados eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA) que como usted ya sabe, son los nombres químicos de las grasas presentes en el Omega 3. Le hemos referido también acerca de cómo las prostaglandinas tienen efectos relajantes. Bien, aunque no es el caso de todos los tipos de prostaglandinas, el consumo de Omega 3 favorece el equilibrio entre estas, impidiendo los procesos inflamatorios y mejorando la elasticidad de las arterias, favoreciendo en consecuencia la adecuada función de los glóbulos rojos. En el Congreso de la Asociación Americana del Corazón, celebrado en Houston en el año 2000, y según reporta Erwin Môller en su libro Grasas Mágicas, establecieron en un estudio con 2 mil sobrevivientes de ataques cardiacos que estos ocurrieron una o dos horas después de una comida con exceso de calorías. Si recordamos la costumbre texana de los parrilladas, sabemos que estas se acompañan con cantidades importantes de cerveza enlatada. Ocupado en procesar el alcohol, el hígado podría “desentenderse” de la producción de bilis para disolver las grasas, o al revés las grasas interfieren en la asimilación del alcohol.

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En cualquier caso hay evidencias suficientes de que una comilona con demasiado alcohol provoca daños mucho mayores que los de una simple “cruda” y si la persona no goza de salud está multiplicando los riesgos de un infarto. Estos riesgos se reducen notablemente si sus células tienen suficiente concentración de grasas saludables. Incluso personas con antecedentes de infarto pueden beneficiarse con el consumo de Omega 3, tanto por su probado efecto en la formación de placa como por su probada acción reductora de la tensión, el colesterol y los triglicéridos.

¿De que está hecha la materia de los sueños? “Somos de la misma materia que los sueños y nuestra breve vida culmina con un sueño” La frase inscrita por William Shakespeare en su obra La Tempestad, da pie a un enorme número de reflexiones filosóficas, pero también químicas, fisiológicas, médicas y biológicas porque ¿De qué está hecha la materia de los sueños? Amor, miedo, hambre, sentimientos (emocionales) y sensaciones (físicas) iluminan distintas partes de nuestro cerebro y pueden ser visibles. En los estudios sobre el sueño se colocan sensores sobre nuestras cabezas para permitir detectar actividad cerebral. Entre los miembros de la comunidad científica dedicada al estudio del cerebro, cada vez son menos los que se atreven a descartar que las emociones formen parte de la conciencia. Y si la conciencia empieza a ser entendida a partir de mecanismos biológicos, el amor, la pasión, la angustia o el odio también se podrían explicar a partir de claves bioquímicas e impulsos eléctricos. El neurobiólogo francés Jean-Pierre Changeux (Domont, 1936), profesor en el Institute Pasteur y en el College de France, asegura que las emociones se pueden descifrar desde una base neuronal. Antonio Damasio, profesor de neurología, neurociencia y sicología, es un prestigiado estudioso del tema. A él se debe el libro El Error de Descartes:

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Emoción, Razón y Cerebro Humano, donde fundamenta la relación entre mente y materia. Quizá nadie se haya acercado tanto a la cuestión filosófica de Shakespeare: ¿De que está hecha la materia de los sueños? En China existen institutos médicos en los que se demuestra el control de robots sin más herramientas que los pensamientos. Evidentemente existen materializaciones físicas de los pensamientos pero ¿Cómo se produce la sinapsis? La interacción de las neuronas. Sabemos de la existencia de conexiones eléctricas y estas no se producen en el vacío, se requiere materia entre ellas. El material conductor pueden ser los ácidos grasos. ¿Serán el EPA y el DHA, ácidos grasos del Omega 3, los conductores por excelencia? Dudamos que la ciencia tenga a la fecha una respuesta contundente; pero la pregunta es pertinente si se consideran los efectos del aceite de pescado en la salud mental y el rendimiento escolar. 42

El Bioquímico Barry Sears, Investigador del Instituto Tecnológico de Massachussets considera al Omega 3 como la fuente alimenticia mejor ligada a la evolución de los seres humanos.

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Proezas de los pueblos consumidores de Omegas El hombre pensante u Homo Sapiens habita el planeta desde hace aproximadamente 160 mil años, era histórica identificada como Pleistoceno tardío. Los restos más antiguos de Homo Sapiens fueron ubicados en Etiopía. ¿Qué comían estos talentosos ancestros nuestros capaces de emplear ya herramientas rudimentarias? En opinión de Sears, fue la dieta de moluscos, ricos en sustancias grasas proporcionadas por las algas de los lagos africanos, lo que hizo la diferencia. Cincuenta mil años después, poco más o menos 100 mil años antes de nuestro Siglo XXI, los hombres empezaron a dispersarse por el Planeta. Los neandertales, fase superior de los Homo Sapiens se diseminaron por zonas frías de Europa y Asia. Existen evidencias de que tenían culto por el Oso Cavernario. Hay otra evidencia de que en sus periodos de hambruna los neandertales machacaban las muelas de los muertos para extraerles el tuétano y alimentarse de este. Cuando había caza abundante disponían de animales grasosos, similares a los que representaban la principal fuente de alimentación de los esquimales, pueblo que resultó ejemplar para los científicos pues a pesar de su amplio tejido adiposo no padecían colesterol alto, ni las enfermedades derivadas de este, como los infartos. Los neandertales fueron sustituidos por el Hombre de Cro- Magnon, habitante de la península ibérica unos 20 mil años antes de la Era Cristiana y cuya dieta alimenticia también debió ser rica en Omega 3. Los hombres de Cro-Magnon cazaban en grupo y sus mujeres recolectaban frutos. A diferencia de los neandertales ya construían sus chozas y no dependían de las cuevas. Prácticamente todos los grupos humanos habitaban cerca de lagos y

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mares. Prueba de ello es que los vestigios más antiguos se han encontrado en lugares como Gibraltar, y en sitios aledaños a las costas de Alemania y la Península Ibérica.

Primeras civilizaciones Se cree que la primera civilización en el planeta tierra fue la de Ur, muy cerca de los Ríos Tigres y Eufrates. Su existencia data del año 5000 antes de Cristo. Habría sido también la primera gobernada por una mujer Puaba, aproximadamente 2300 años antes de Cristo. La civilización de Ur, en lo que hoy queda de Irak, se habría prolongado por más de mil tres mil años y su principal fuente de alimentación estaría en los ríos mencionados. También entre los ríos y precisamente de ahí viene su nombre, se estableció Mesopotamia, llamada en arameo Beth- Nahrin (dos ríos) y en antiguo persa Miyanrudan, (La Tierra entre los Ríos). 44

En la Baja Mesopotamia, y siguen las referencias hidrológicas, se estableció Babilonia, sede de una de las maravillas del mundo antiguo, Los Jardines Colgantes. De todas las zonas áridas en el mundo, en ninguna existen ríos más caudalosos que el Tigris y el Eufrates Los anzuelos de bronce más antiguos descubiertos por el hombre datan del año 1800 antes de Cristo y fueron encontrados en las riveras del Eufrates. Luego entonces no cabe duda de que una de las fuentes de alimentación más ricas era el pescado, con su dosis consecuente de Omega 3. Sigamos sorprendiéndonos: Fue la cultura Mesopotamia la primera en crear los Viveros de Peces, es decir la piscicultura. A Egipto se le llamaba también “Un Don del Nilo”. Existen evidencias de que la pesca se practicaba en ese país, no sólo para sobrevivir sino como deporte mil 400 años antes de Cristo.

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Omega 3 como evidencia de Inteligencia Vikinga Una de las definiciones que se ha dado del hombre, para distinguirlo de otras especies animales, es su habilidad para trabajar con herramientas. Habrá quien argumente y no le faltará razón que hay otros primates que emplean herramientas. Así por ejemplo para abrir un coco o un crustáceo se auxiliarán de una piedra. Aún así, la modernización de las herramientas es una muestra del talento humano. En el suroeste de Noruega se descubrieron 43 anzuelos y otros utensilios de caza elaborados con huesos tallados con tal ingenio que revela el talento de estos ancestros de los vikingos. También existen evidencias prehistóricas de pueblos asentados en lo que hoy es Dinamarca o Suecia, quienes elaboraban los garfios con huesos tallados de alce o empleaban olorosas maderas para que atrajeran a los peces. Si los arpones y anzuelos, son herramientas indicativas del ingenio humano, lo lamentable es que los primeros hayan sido de hueso, pues seguramente la mayoría de estos se desintegró y no nos permite conocerlos en detalle. Los que si se preservan son los de bronce.

Época arcaica de la antigua Grecia La edad del hierro nos remite al 1200 antes de Cristo con la migración de las tribus indoeuropeas. La siguiente gran cultura en la historia de la humanidad también está ligada al consumo de productos del mar y por ende al aceite de pescado. Se sitúa entre los años 776 y 500 antes de Cristo. Existen dos grandes acontecimientos que permiten fijar su tiempo en la historia, el primero son las guerras contra los pueblos persas, procedentes de tierras cercanas al Eufrates. El segundo el establecimiento de los Juegos Olímpicos, precisamente hacia el año 776 AC.

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La Hélade, como se le llamaba en sus tiempos más remotos o Grecia, que es el nombre de ese estado moderno no sólo fue cuna de la civilización occidental, el origen de la palabra democracia o de las ciudades-estado, llamadas polis. También se destaca por el culto a la perfección física, manifestada en sus esculturas y en sus competencias deportivas. De hecho las esculturas griegas son muestra de una estética idealizada que el físico humano en realidad no puede alcanzar. Es de esta obsesión por la perfección de donde nace la leyenda de Pigmalión, rey de Chipre que además de sacerdote era un magnífico escultor. Como las estatuas creadas por Pigmalión eran tan hermosas, ninguna mujer podía igualarlas. Su obra maestra se llamó Galatea y era tan perfecta que se enamoró de ella. La leyenda es tan significativa de los ideales humanos, que vamos a permitirnos reproducir un fragmento de la obra de Ovidio, Las Metamorfosis, para un mensaje previo al final de este trabajo.

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«Pigmalión se dirigió a la estatua y, al tocarla, le pareció que estaba caliente, que el marfil se ablandaba y que, deponiendo su dureza, cedía a los dedos suavemente, como la cera del monte Himeto se ablanda a los rayos del sol y se deja manejar con los dedos, tomando varias figuras y haciéndose más dócil y blanda con el manejo. Al verlo, Pigmalión se llena de un gran gozo mezclado de temor, creyendo que se engañaba. Volvió a tocar la estatua otra vez, y se cercioró de que era un cuerpo flexible y que las venas daban sus pulsaciones al explorarlas con los dedos.» Cuando Pigmalión despertó, en lugar de la estatua se hallaba Afrodita, que le dijo “Mereces la felicidad, una felicidad que tú mismo has plasmado. Aquí tienes a la reina que has buscado. Ámala y defiéndela del mal”. De esa forma Galatea se transformó en una mujer de carne y hueso. Mármol, Plomo, Oro y Marfil fueron los materiales que tomaron los antiguos griegos de la naturaleza para la realización de las esculturas idealizadas que formaban parte de los relieves de sus templos o adornaban sus columnas y pedestales, pero fueron sus sueños de eternidad las inmortalizadoras de su obra.

Omega 3


De la misma manera, la naturaleza nos ha regalado en ciertos aceites, como el Omega 3, un maravilloso cincel que nos permite desprender las acumulaciones de placas malignas, destrabar la producción desequilibrada de progresteronas causantes de inflamaciones malignas y combatir los radicales libres oxidantes de nuestras células, gracias a la vitamina E que siempre acompaña a este Omega.

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Omega 3


Epílogo Sabemos pues, por todo lo dicho en mi libro, sobre los grandes beneficios para la salud en muy diversos sentidos, para quienes consumen el Omega 3: es un antioxidante por excelencia y cubre a la perfección la tarea de hacer más lento el proceso de envejecimiento de todas las partes de nuestro organismo. Incluso es un luchador efectivo en la prevención y alivio de algunos de los síntomas del Alzheimer. Y falta por descubrirse más sobre de los beneficios del Omega 3. Ahí está, al alcance de nuestros bolsillos, le evitará gastos futuros de medicamentos caros para tantos achaques, y si tienen que llegar, lo harán mucho más tarde menos dañinos y menos dolorosos. Empiece hoy mismo y haga la inversión de su vida en su salud. Invierta, si es joven, en gozar plenamente su edad con energía y dinamismo. Si no lo es, sus cambios de adulto a adulto mayor, se retardarán y cuando lleguen tendrá posibilidades enormes de vivirlos con la salud de una persona sana, con edad biológica de 5, 10 ó 15 años menos. 48

El Omega 3 logrará esto por usted, no como un producto milagroso, sí como algo natural que en otras partes del planeta se consume desde hace siglos y hace razas más longevas y con mayor y mejor salud. El Omega 3 siempre ha existido, ya vimos dónde se encuentra y la forma concentrada y efectiva de tomarlo en cápsulas. Si vamos a vivir 80 años o más, lo importante es llegar con salud excelente convertida en la mejor calidad de vida. Si logramos seducir a un porcentaje de lectores para mejorar sus hábitos alimenticios, hacer un poco de ejercicio diariamente y adoptar la costumbre de consumir cada día su dosis de Omega 3, haremos gente feliz, ¡porque la salud es felicidad! Sin duda alguna y, entonces los objetivos de escribir este libro… estarán cumplidos.

Omega 3

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