Presas Beneficios y desventajas Introducción La construcción de las represas es un fenómeno que ocurre a nivel global por las dimensiones sociales, ambientales y económicas que se tienen en materia de desarrollo, en donde el debate gira en torno a cómo los proyectos tienen éxito o fracasan para alcanzar los objetivos de desarrollo, en diferentes regiones. La importancia de establecer un vínculo entre las represas y el desarrollo se debe a que estas construcciones han sido a lo largo de la historia, instrumento de desarrollo para las comunidades en el abastecimiento abastecimiento de recursos energéticos. La función de una represa es almacenar agua. Los objetivos objetivos incluyen el control de inundaciones, la generación de energía, la regulación de la corriente del río, el abastecimiento municipal municipal e industrial y la irrigación. Según la Comisión Internacional de Grandes Represas (ICOLD), (ICOLD), “una gran represa tiene una altura mínima de 15 metros (desde los cimientos hasta el coronamiento) o bien las represas de 10 a 15 metros de altura que cumpla con alguna de las condiciones siguientes: Largo de coronamiento no menor que 500 m, con un embalse de más de 3 millones de metros cúbicos de almacenamiento, capacidad de descarga no menor que 2000 m3/s, cimientos especialmente complicados y con un diseño inusual. Así, la construcción de una presa no es un tema sencillo, el debate de la construcción de las represas gira en torno a la necesidad de implementar mecanismos o instrumentos que regulen la escasez de recursos en términos globales (llámense agua para consumo, irrigación o como fuente de energía eléctrica, etc.), y que estos tengan un menor impacto negativo tanto en el ambiente como en la sociedad.
Beneficios De manera globalizada, las represas son vistas como un instrumento esencial para el desarrollo económico nacional de los países; los beneficios macroeconómicos son los que suelen ser más considerados por lo que los efectos locales en el sector económico y social no han sido evaluados correctamente. Así pues, es entendible conocer por qué es tan importante la construcción de una presa, y que en ella se involucre la generación empleos, además de aportaciones económicas a la zona en concepto de justiprecio y otras indemnizaciones expropiatorias; en la utilización de los servicios de las empresas o de profesionales de la zona o en inversiones “compensatorias” por los impactos negativos producidos. También suele conllevar la mejora de las vías de comunicación, también supone una atracción para personas interesadas en visitar las obras por diversas razones. O también porque se desarrollan acciones de restauración hidrológica-forestal, que suelen incluir las repoblaciones de taludes y laderas inestables, y en general el tratamiento forestal de toda o buena parte de la cuenca vertiente al embalse. Uno de los usos principales o efectos principales de los embalses, es sin duda la aportación de agua potable como suministro para el abastecimiento a poblaciones, ganadería e industria (que comprende por tanto el suministro de agua para todos los usos, consuntivos o no consuntivos). El país cuenta con una infraestructura infraestructura hidráulica que que reúne“4 reúne “4 000 presas, presas, de las l as cuales cua les 667 están clasificadas como como grandes presas (mega (mega presas), por lo l o que la capacidad de almacenamiento almacenamiento de las presas del país es de 150 m3de m3de agua.” Así mismo debe considerarse la producción hidroeléctrica ya que a nivel mundial el 20% de la
energía producida proviene de las centrales hidroeléctricas (que entre sus múltiples ventajas de esta energía se encuentra su no aporte de contaminación y su carácter de renovable). Un lugar preeminente en cuanto a consumo, lo ocupa el agua destinada a regadíos, en México el 77% del agua extraída para consumo se utiliza en la agricultura, de esto la importancia de almacenar agua en presas para poder abastecer este sector de la economía primaria. Igualmente proporcionan nuevos estímulos a la biodiversidad, ya que la aparición de un nuevo ecosistema acuático ofrece nuevas oportunidades a diversas especies de flora y fauna, de hecho, múltiples embalses son utilizados especialmente en su cola, como zonas húmedas por las aves para anidar alimentarse, por lo que han sido protegidos mediante algunas zonas consideradas “refugios de fauna”. También puede producir la riqueza piscícol a, pues la regulación de los caudales puede beneficiar la cría y reproducción de especies agua debajo de la presa (e incluso aguas arriba con un adecuado sistema de escalas para peces). Otro efecto beneficioso es el de la prevención y regulación de avenidas ya que el mantenimiento de un resguardo suficiente permite retener y regular en el embalse una parte del caudal de la avenida.
Desventajas e impactos La ubicación geográfica de la República Mexicana influye en la distribución de las precipitaciones que se presentan en el país. El norte del territorio nacional, se localiza en la zona de los grandes desiertos, que es atravesado por el Trópico de Cáncer y por lo tanto, los climas seco estepario (BS) y seco desértico (BW) se caracterizan por la escasa lluvia. Sin embargo se construyeron importantes presas, las cuales cada año, se encuentran en riesgo los embalses al no poder contar con la suficiente agua. En cambio el sur que se localiza en la parte intertropical, por lo regular no llega a presentar carencia del recurso hídrico. El Territorio Nacional cuenta con importantes cuencas hidrográficas entre la heterogénea geografía, las cuales vierten sus aguas en dos cuencas marinas. Por el oriente, desembocan ríos caudalosos como el Bravo, Pánuco, Tuxpan, Coatazacoalcos, Usumacinta, Grijalva y en el Pacífico drenan el Mayo, Fuerte, Yaqui, LermaSantiago, Balsas, entre otros. Estudios realizados por la Comisión Nacional del Agua en 228 cuencas que cubren el 80% del territorio, donde se asienta el 95% de la población y se ubica el 75% de la producción industrial, así como el 98% de la superficie bajo riego, permiten establecer una primera clasificación de las cuencas del país, en la función del grado de alteración de su calidad natural, causando con ello el arrastre de contaminantes que al llegar a las represas tienden a sedimentarse, y por ende, el sistema se empieza a eutrofizar. Las aguas estancadas de las represas generan enfermedades como la esquistosomiasis que por medio de los caracoles se producen en las aguas estancadas o de movimiento lento, como sucedió en las represas de Kariba, Aswan y Akosombo. Entre otras enfermedades que se asocian con la construcción de las represas están: disentería, diarreas, desnutrición, proliferación inusual de mosquitos, viruela, erupciones en la piel, infecciones vaginales, cáncer, tuberculosis, sífilis, fiebre amarilla, dengue y leishmaniasis. Además, el almacenamiento de las aguas también llega a causar problemas, como es el cambio de microclimas por el reflexión de la radiación solar y evaporación, desprendimiento de gases de efecto invernadero por la putrefacción de la vegetación cubierta por el agua embalsada, zonas de desecación, aparición de vegetación arvense, fauna nociva, cambios en las características en la calidad del vital líquido, contaminación, afectación del agua subterránea, como las más comunes. También la actividad minera cerca de los embalses eleva los niveles de mercurio en los peces que se convierte en metilmercurio que afecta al sistema nervioso central. Además, por lo general, los
residuos humanos, las aguas negras de los poblados vecinos van a dar a los embalses que tienen poco movimiento de sus aguas. Las represas y los trasvases son la principal razón del por qué el 33% de las especies de peces de agua dulce del mundo se han extinguido, están en peligro de extinción o son vulnerables. El porcentaje aumenta en países cuyos ríos han sido altamente represados (casi un 75% en Alemania). Además un significativo pero desconocido porcentaje de mariscos, anfibios y especies de plantas y aves que dependen del hábitat de agua dulce también están extintos o en peligro de extinción. Las descargas de agua fría de la presa mata algunas especies de peces y toda la biodiversidad que depende de las inundaciones naturales. Con la apertura de caminos para el paso de maquinarias y otras infraestructuras obliga a tumbar más bosques y abre la puerta a los traficantes de madera. Algunas represas provocan que muchos animales se queden acorralados en pequeñas islas y mueran de hambre. En cuanto al impacto global que tiene la construcción de las represas hidroeléctricas, se pueden mencionar los ambientales, donde se producen emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, contaminación acústica, aumento del material particulado en el aire, movimientos de suelo, contaminación visual, desequilibrio de los ecosistemas. La construcción de la represas también causa disturbios en las características del río por lo la flora y fauna que pueden sufrir repercusiones; pueden causar la desviación o interferencia de los cauces; en el suelo que se inunda puede existir tierra apta para la agricultura, bosques, hábitats naturales entre otras consecuencias negativas. En la cuestión social la problemática es heterogénea con relación al establecimiento de la mayoría de represas, las cuales se encuentran por lo general en territorios indígenas y campesinos, cuyas comunidades (que por lo general mantienen actividades primarias de autoconsumo y autosubsistencia) han sido histórica y estructuralmente excluidas en lo económico, en lo social y en lo político, y por consecuencia han sido muy perjudicados, dejándolos en condiciones precarias y en suelos infértiles o no aptos para el tipo de cultivo que tenían.
Conclusión La construcción y operación de las presas ha brindado muchos beneficios a la población humana, y estas han servido como detonadores de desarrollo y bienestar, pero el alcance de su impacto ha afectado a las plantas, al suelo y a los animales, es decir, al ecosistema en su conjunto, y, en ocasiones, el mal manejo de la represa ha ocasionado acciones perjudiciales hasta para la salud humana. Considero que es indispensable establecer medidas estricticas y críticas sobre el área en el que se vaya a construir la presa; es necesario que se procure una visión muy amplia e interdisciplinaria en la que se contemple verdaderamente condiciones como el tipo de suelo apropiado, la cobertura vegetal que se estaría perdiendo (considerando que también se estaría perdiendo un reservorio de carbono) y que esto permitiría que hubiera grandes emisiones de gases de efecto invernadero a la atmosfera, la profundidad del embalse y sobre todo el tamaño de la presa (enfocándose específicamente en la necesidad que se quiera satisfacer, ya sea de consumo de agua o producción de energía) con el fin de evitar la construcción de megapresas que indudablemente afectan en mayor grado al ecosistema. Además, es indispensable considerar a las especies que se verían amenazadas y serían susceptibles a esta inundación, tomando en cuenta que se podría perder una parte de la biodiversidad y crear un desequilibrio en el sistema. En otras situaciones, es necesario asegurarse que la población que pudiera resultar afectada y por ende desplazada, sea ubicada en lugares donde las condiciones del ambiente fuesen “igual o mejores” que de donde fueron
desplazados, a fin de asegurar la calidad de vida y bienestar de esta población. Dentro de las consideraciones pertinentes para elegir el sitio de construcción de la represa se encuentran: evitar sitios que generen grandes áreas de embalse de poca profundidad porque se produce una excesiva evaporación y beneficia el posible crecimiento de plantas acuáticas que son perjudiciales para la calidad de las aguas. No es conveniente ubicar la represa en lugares donde existan viviendas permanentes o instalaciones de importancia junto al cauce dentro del área afectada ante una eventual falla de la estructura. El diseño de la presa debe optimizar el uso de los materiales disponibles en la cercanía del sitio elegido. Además, es recomendable que los suelos en la zona a inundar por el embalse tengan un horizonte impermeable de espesor suficiente para prevenir una excesiva infiltración. Esto debe tenerse presente también a la hora de planificar excavaciones para las áreas de préstamo o yacimientos de materiales para la construcción de la presa. En otras palabras considero que la construcción de presas es beneficiosa y por ende necesaria; pero no es apropiado continuar construyendo presas de manera indiscriminada y sin considerar los grandes impactos que conlleva su construcción y operación, y más aún cuando no se han agotado otras opciones.
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