PROCESOS DE INDUSTRIALIZACIÓN EN VENEZUELA La Industria, es un un conjunto de de operaciones materiales materiales ejecutadas para la obtención, transformación o transporte de uno o varios productos naturales. Por extensión, el conjunto de las actividades en un territorio o país. El proceso de industrialización describe el periodo transitorio de una sociedad agrícola a una industrial. Por el contrario, la desindustrialización puede definirse como la etapa de crecimiento económico caracterizada por una disminución del peso relativo del sector industrial en términos tér minos de producción y empleo. El proceso de industrialización comprende la transición desde una sociedad agrícola a una industrial, acompañada de un crecimiento de la renta per cápita y de la productividad. Para que esto pueda ocurrir, la oferta de productos agrícolas tiene que satisfacer la demanda. Se ha demostrado que, en los primeros estadios de desarrollo de una economía, la demanda de productos agrícolas es elástica (cuando aumentan los ingresos aumenta la demanda de los mismos). Para que el proceso de industrialización sea sostenido y viable es necesario que la creciente petición de productos agrícolas se satisfaga, bien mediante importaciones, bien mediante aumentos en la productividad agrícola nacional. En las primeras etapas del proceso de industrialización, la capacidad para satisfacer la demanda de productos agrícolas mediante un aumento de las importaciones es limitada debido a los efectos que tendría sobre los precios internacionales relativos. Si la demanda de alimentos de importación es elevada, la relación real de intercambio podría cambiar y afectaría de modo negativo al país que está iniciando su proceso de industrialización, hasta el punto que se podría llegar a lo que se conoce como 'crecimiento empobrecedor', una situación en la que la renta real per cápita disminuye porque todos los aumentos de productividad se utilizan en financiar la demanda de productos importados. Por ello, un proceso de industrialización efectivo requiere que aumente la productividad agrícola nacional siendo una condición necesaria para que el crecimiento de la industria moderna sea viable. Aunque se suele admitir que la revolución industrial suele estar precedida por un periodo de protoindustrialización, se considera que los modernos procesos de industrialización se iniciaron durante la experiencia británica del siglo XVIII. En la evolución del proceso industrial en el siglo XIX se pone de manifiesto la vocación industrial de varios venezolanos cuando se crean varias empresas fundamentadas en la contratación en Europa o Estados Unidos, de maquinarias, de tecnología avanzada y de personal especializado. El señor Juan José Vial funda en 1843 ³la Fabrica Nacional de Papel´. En 1858 se instala, cercano a Macarao, el primer telar mecanizado en el cual se manufacturaban 200 lbs diarias de pabilo. Los señores Diego Campbell y H.L. Boulton fundan la empresa MOLINOS DE LA GUAIRA (1861) y una empresa manufacturera de clavos de hierro (1870). En 1870 se crea también la C.A.
ELARES DE VALENCIA que manufactura 400 libras de pabilo además de licencillo. En la primera década del siglo XX, Venezuela presentaba una situación muy pobre, respecto a los demás países de America Latina, su economía se fundamentaba en la agricultura y ganadería. Existían importantes firmas comerciales con el doble propósito de importar y exportar. El plantel industrial, estaba constituido por empresas de la industria textil, de cerveza, de cigarrillos, de energía eléctrica, vidrios, fósforos, calzado, licores, de azúcar, de aceite, de semillas de algodón, etc., etc. En la década del 30 los efectos de la explotación del petróleo empiezan a sentirse en nuestra economía y se revalúa el Bolívar. Esa medida, lógicamente, hacía más costosa la producción y abarataba la importación de bienes de consumo y pasamos a ser de un país exportador de productos agrícolas a uno exportador exclusivamente de petróleo. En consecuencia las firmas comerciales concetraron sus actividades únicamente en al importación. La industria y la agricultura entran en crisis. En 1939 se produce la Segunda Guerra Mundial. Y, en consecuencia, ocurren restricciones obvias a la importación. T
En el año 1939 se había firmado un Tratado de Reciprocidad Comercial con Estados Unidos. En este tratado, a cambio de la venta de petróleo se otorgaba a los Estados Unidos un tratamiento Preferencial que reducía a niveles prácticamente nulos los aranceles de una serie de bienes de consumo. La existencia de ese Tratado, el cual estuvo vigente hasta 1972, le da un signo muy especial al proceso de industrialización venezolana, pues motivo que nuestro proceso comenzara con algunas décadas de retardo a la de varios países de América Latina y que cuando lo hiciese en forma limitada y condicionada. En marzo de 1959 los Estados Unidos disminuyeron las compras de petróleo a Venezuela. Este acto unilateral rompió con las cláusulas establecidas en el Tratado. Venezuela decidió entonces, comenzar en forma acelerada y sostenida, su proceso de industrialización, pero el tratamiento Preferencial arancelario continúa existiendo hasta 1972. Aquel hecho fue determinante para que se recurriera al expediente de la licencia de importación a fin de poder desarrollar la industria nacional. En la evolución del proceso industrial en el siglo XIX se pone de manifiesto la vocación industrial de varios venezolanos cuando se crean varias empresas fundamentadas en la contratación en Europa o Estados Unidos, de maquinarias, de tecnología avanzada y de personal especializado. El señor Juan José Vial funda en 1843 ³la Fabrica Nacional de Papel´. En 1858 se instala, cercano a Macarao, el primer telar mecanizado en el cual se manufacturaban 200 lbs diarias de pabilo. Los señores Diego Campbell y H.L. Boulton fundan la empresa MOLINOS DE LA GUAIRA (1861) y una empresa manufacturera de clavos de hierro (1870). En 1870 se crea también la C.A. TELARES DE VALENCIA que manufactura 400 libras de pabilo además de licencillo. En la primera década del siglo XX, Venezuela presentaba una situación muy pobre, respecto a los demás países de America Latina, su economía se fundamentaba en la agricultura y ganadería. Existían importantes firmas comerciales con el doble propósito de importar y exportar. El plantel industrial, estaba constituido por empresas de la industria textil, de cerveza, de cigarrillos, de energía eléctrica, vidrios, fósforos, calzado, licores, de azúcar, de aceite, de semillas de algodón, etc., etc. En la década del 30 los
efectos de la explotación del petróleo empiezan a sentirse en nuestra economía y se revalúa el Bolívar. Esa medida, lógicamente, hacía más costosa la producción y abarataba la importación de bienes de consumo y pasamos a ser de un país exportador de productos agrícolas a uno exportador exclusivamente de petróleo. En consecuencia las firmas comerciales concetraron sus actividades únicamente en al importación. La industria y la agricultura entran en crisis. En 1939 se produce la Segunda Guerra Mundial. Y, en consecuencia, ocurren restricciones obvias a la importación. En la evolución del proceso industrial en el siglo XIX se pone de manifiesto la vocación industrial de varios venezolanos cuando se crean varias empresas fundamentadas en la contratación en Europa o Estados Unidos, de maquinarias, de tecnología avanzada y de personal especializado. El señor Juan José Vial funda en 1843 ³la Fabrica Nacional de Papel´. En 1858 se instala, cercano a Macarao, el primer telar mecanizado en el cual se manufacturaban 200 lbs diarias de pabilo. Los señores Diego Campbell y H.L. Boulton fundan la empresa MOLINOS DE LA GUAIRA (1861) y una empresa manufacturera de clavos de hierro (1870). En 1870 se crea también la C.A. TELARES DE VALENCIA que manufactura 400 libras de pabilo además de licencillo. En la primera década del siglo XX, Venezuela presentaba una situación muy pobre, respecto a los demás países de America Latina, su economía se fundamentaba en la agricultura y ganadería. Existían importantes firmas comerciales con el doble propósito de importar y exportar. El plantel industrial, estaba constituido por empresas de la industria textil, de cerveza, de cigarrillos, de energía eléctrica, vidrios, fósforos, calzado, licores, de azúcar, de aceite, de semillas de algodón, etc., etc. En la década del 30 los efectos de la explotación del petróleo empiezan a sentirse en nuestra economía y se revalúa el Bolívar. Esa medida, lógicamente, hacía más costosa la producción y abarataba la importación de bienes de consumo y pasamos a ser de un país exportador de productos agrícolas a uno exportador exclusivamente de petróleo. En consecuencia las firmas comerciales concetraron sus actividades únicamente en al importación. La industria y la agricultura entran en crisis. En 1939 se produce la Segunda Guerra Mundial. Y, en consecuencia, ocurren restricciones obvias a la importación. En la evolución del proceso industrial en el siglo XIX se pone de manifiesto la vocación industrial de varios venezolanos cuando se crean varias empresas fundamentadas en la contratación en Europa o Estados Unidos, de maquinarias, de tecnología avanzada y de personal especializado. El señor Juan José Vial funda en 1843 ³la Fabrica Nacional de Papel´. En 1858 se instala, cercano a Macarao, el primer telar mecanizado en el cual se manufacturaban 200 lbs diarias de pabilo. Los señores Diego Campbell y H.L. Boulton fundan la empresa MOLINOS DE LA GUAIRA (1861) y una empresa manufacturera de clavos de hierro (1870). En 1870 se crea también la C.A. TELARES DE VALENCIA que manufactura 400 libras de pabilo además de licencillo. En la primera década del siglo XX, Venezuela presentaba una situación muy pobre, respecto a los demás países de America Latina, su economía se fundamentaba en la agricultura y ganadería. Existían importantes firmas comerciales con el doble propósito de importar y exportar. El plantel industrial, estaba constituido por empresas de la industria textil, de cerveza, de cigarrillos, de energía eléctrica, vidrios, fósforos, calzado, licores, de azúcar, de aceite, de semillas de algodón, etc., etc. En la década del 30 los efectos de la explotación del petróleo empiezan a sentirse en nuestra economía y se revalúa el Bolívar. Esa medida, lógicamente, hacía más costosa la producción y abarataba la importación de bienes de consumo y pasamos a ser de un país exportador de productos
agrícolas a uno exportador exclusivamente de petróleo. En consecuencia las firmas comerciales concetraron sus actividades únicamente en al importación. La industria y la agricultura entran en crisis. En 1939 se produce la Segunda Guerra Mundial. Y, en consecuencia, ocurren restricciones obvias a la importación. El concepto de subdesarrollo, y sobre todo el de país subdesarrollado, es un muy moderno. Aparece durante la descolonización, en los años 50. Existe la tendencia a enfocar el problema del subdesarrollo como un dato estadístico y comparativo, entre los países ricos y los pobres, por su renta per cápita o su producto interior bruto. Sin embargo, no es lo mismo una sociedad no desarrollada que una sociedad subdesarrollada. Aquella es una sociedad no capitalista, sin los avances tecnológicos propios de la sociedad occidental, pero perfectamente estructurada y que responde a las necesidades de sus individuos y del medio. La sociedad subdesarrollada tiene otros problemas, derivados de ser una sociedad capitalista con un bajo de nivel tecnológico y una renta mal repartida. Pero, además, es una comunidad que no responde a las necesidades de sus individuos, que sufren altos índices de paro, subempleo, delincuencia y marginalidad, y que tampoco responde a las necesidades del medio, ni está en sintonía con él.
El concepto de subdesarrollo : se divulga durante los años 60 gracias a los medios de comunicación de masas, que lanzan como problema el hambre en el Tercer Mundo, las guerras, las dictaduras, etc. Durante los años 60 el subdesarrollo se entiende como una consecuencia del bajo consumo. Por un lado está subdesarrollado, o es pobre, el que no puede consumir; y por otro, la doctrina keynesiana vincula el desarrollo y el crecimiento económico al consumo. Los niveles de consumo de los países capitalistas desarrollados son un estadio de civilización al que todo el mundo está abocado. La crisis económica de 1973 puso en duda que el desarrollo económico por el consumo fuese ilimitado, ya que los niveles de consumo tenían un límite. Se hizo patente que las posibilidades de supervivencia del sistema económico dependían de la buena distribución de la renta. Las desigualdades aparecen cuando existe gran diferencia entre el número de consumidores y la capacidad del aparato productivo. Esto se traduce, a escala local, en las diferentes formas de posesión y uso de los recursos, y de los medios de producción. Los países subdesarrollados dependen industrial y económicamente de los desarrollados. Son estos los únicos capaces de acumular capital a costa de los recursos ajenos. La inversión en un país subdesarrollado tiene como objeto obtener unos beneficios, y por lo tanto detraer capital de la zona. Los canales de comercialización de los productos están en manos de los países desarrollados.
La industrialización de los países subdesarrollados La industrialización del Tercer Mundo es un hecho reciente, que se debe a la política de desconcentración productiva de las multinacionales, y que buscan en los países pobres mejores condiciones de contratación de la mano de obra, incluso llegan a emplear fuerza de trabajo infantil en condiciones de semiesclavitud; y otras ventajas fiscales. La producción de estas industrias no va dirigida al aumento del consumo interno, sino a la exportación, con lo cual los beneficios de la fabricación también se exportan. La OMC es la institución internacional que vela por la libertad de comercio, con lo que permite a las grandes multinacionales esta búsqueda de fuerza de trabajo barata y esas mejoras fiscales en los países del Tercer Mundo. Las condiciones en las que trabaja un obrero del Tercer Mundo son mucho peores que las de cualquier trabajador en el mundo desarrollado. Peor seguridad e higiene en el trabajo, poco respeto al medio natural, menos controles de calidad, etc., son las constantes en este tipo de producción. La llegada de las grandes multinacionales hace desaparecer la industria autóctona en escasa medida, ya que esta no era capaz de introducirse en los circuitos internacionales y continúa dedicándose al mercado nacional. Además, fabrica productos de consumo interno, mientras que las multinacionales obtienen mercancías que nada tienen que ver con la industria autóctona. Sin embargo, algunas empresas comienzan a fabricar componentes para las multinacionales y terminan dependiendo de ellas, en exclusiva. Son empresas subsidiarias autóctonas. Estos procesos han tenido lugar en todos los países del Tercer Mundo, pero ha sido más espectacular en los países asiáticos, por el empuje de la economía japonesa, en México y en Brasil, por su buena posición en las rutas del comercio internacional. Los beneficios de esta industrialización terminan en manos extranjeras o en la oligarquía autóctona, lo que explica porqué los países siguen subdesarrollados, a pesar de sus altos índices del crecimiento. Faltan los canales de distribución de la riqueza, lo que implica que existan grandes diferencias sociales. La crisis de 1973 fue el detonante de esta industrialización del Tercer Mundo, ya que en los países desarrollados la energía era muy cara y el proletariado había conseguido unas condiciones de alquiler de la fuerza de trabajo más favorables. Además, la tecnología permitía aumentar la productividad empleando poca mano de obra, aunque muy especializada. Al Tercer Mundo se fueron aquellos procesos productivos que necesitaban mucha mano de obra.
La Marginalidad: principal problema social de Venezuela en la actualidad El más complejo problema social en la Venezuela de hoy, lo constituye la realidad de la marginalidad, problema éste que posee naturaleza social. Hoy día, según cifras suministradas por el Instituto Nacional de Estadística, más del 50% de la población venezolana vive en condiciones de pobreza, estando en constante aumento ésta cifra día a día. La imposibilidad de amplios sectores de la sociedad venezolana de acceder a los más elementales servicios básicos, tales como agua potable, alimentos, educación, representa una realidad cada vez más común. El perfil Nacional de la pobreza, 2002 El origen de la marginalidad se encuentra profundamente asociado a la naturaleza y características de la estructura económica del país, pues ella se halla, como la mayoría de las economías subdesarrolladas de América Latina, deformada y desarticulada, en especial por su poca competitividad y por la gran dependencia de las economías del Primer Mundo. Ésta situación económica produce fuertes desajustes sociales como consecuencia de la ausencia de empleos bien remunerados, así como por las dificultades para acceder a los más elementales servicios de salud o educación en la que se encuentran las personas que viven en condiciones de marginalidad. En general, las políticas del Estado venezolano para combatir la pobreza han fracasado, ya que no han sido capaces de lograr un fortalecimiento de la economía que se traduzca en la creación de empleos. La inmensa mayoría del denominado gasto social de los gobiernos que desde 1958 y hasta la actualidad han gobernado a Venezuela, ha sido ineficiente, pues se ha dirigido a aplicar políticas inmediatistas es decir Paños Calientes- que muy poco han logrado mejorar la realidad socioeconómica venezolana. En el caso venezolano, a diferencia de las grandes aglomeraciones urbanas de los llamados países desarrollados, la población que se agrupa en ciudades no es consecuencia de la industrialización sino de la aglomeración en búsqueda de oportunidades diversas. En la época en que se concentraron las obras públicas en Caracas (1948-1958) mucha gente se desplazó a la capital. Más tarde la urbanización fue consecuencia del relativo fracaso de las diferentes políticas agrarias emprendidas y de los bajos niveles de producción y de productividad en el campo. Sin embargo, en los últimos años esta tendencia se ha frenado algo, debido a diversas causas, entre las cuales se cuenta la presencia de los centros poblados surgidos de la reforma agraria, así como el aumento de la producción agropecuaria en volumen y remuneración. A pesar de esto, el proceso de aglomeración urbana ha sido, en gran parte, ruralización de las ciudades porque el campesino que emigra del interior transporta con él sus hábitos sin cambiarlos por los de la cultura urbana. Al desubicarse se desarraiga de su
Ecología, de su sistema de vida y de su ambiente afectivo. Esto produce un trauma muy común en las grandes áreas urbanas del país, en algunas de las cuales se producen fenómenos de contradicción y de violencia social, de criminalidad e inseguridad, cada vez más notorios. La presencia de la marginalidad afecta todos los órdenes de la vida social, económica, política y cultural de la sociedad venezolana, entorpeciendo además, todos los esfuerzos planificadores del Estado venezolano. Esta dura realidad ha sido catalogada como Bomba de Tiempo por distintos especialistas, ya que la frustración de las expectativas de la mayoría de la población puede originar, como ya ocurrió el 27 de febrero de 1989, fuertes explosiones sociales, que además repercuten en la estabilidad del sistema democrático venezolano. Además el problema de la marginalidad genera una especie de círculo vicioso en el que, muchos hijos reciben de sus padres la pesada herencia de tener que vivir en condiciones de exclusión y pobreza extrema. La superación de la marginalidad, como ya se señaló, constituye el mayor reto que enfrenta la sociedad venezolana en la actualidad, pues su superación implica un esfuerzo que desborda la sola actuación del Estado, para convertirse en responsabilidad de toda la sociedad. Superar la pobreza requerirá de distintos planes, políticas y sobre todo, mucha voluntad y conciencia política y ciudadana. Entre las directrices que han de seguirse se destacan: y
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La superación de la Pobreza debe ser un objetivo prioritario no sólo para el Estado, sino para todo el conjunto de la sociedad. Esto implica la adopción de políticas estructurales y de carácter global para lograr ese objetivo. Es absolutamente necesario construir un sistema educativo de calidad, que garantice a la mayoría de la población y sin exclusiones, una capacitación adecuada, además de dotarle de una sólida formación en valores. El Estado debe ejercer la planificación y control de los movimientos migratorios, planes de urbanismo y en general, todos aquellos aspectos que incidan el crecimiento de los sectores marginales en las ciudades; para ello, es necesario el fortalecimiento y diversificación del aparato productivo nacional, para garantizar el pleno empleo en todo el territorio. Es necesario invertir mayores recursos en Educación, salud y en general en la seguridad social. Sin embargo, ese gasto debe ser racionalizado para que sea eficiente y tenga en realidad impacto en el mejoramiento de la calidad de vida de la mayoría de la población.
Debe evitarse la aplicación de políticas que aborden la pobreza exclusivamente desde su dimensión económica; los famosos paquetes económicos aplicados en América Latina en los años Noventa, lejos de ser la solución prometida al problema de la pobreza, paso más bien a ser parte del problema.
El desarrollo : industrial venezolano se expresa en 8.974 establecimientos que ocupan a 46/.653 personas. Diversos tipos de industria se concentran en las ciudades de la región capital y de la región central. En las últimas décadas se va afianzando la localización de industrias en las regiones centro-occidental, Zulia, Guayana y Andes. Desde comienzos de 1960, el gobierno de Venezuela ha dado más prioridad al desarrollo del sector industrial de la economía. Fundado en 1961 en una área rica en recursos naturales, Ciudad Guayana es ahora el mayor centro de desarrollo industrial. Los principales productos de Venezuela incluyen petróleo refinado y sus productos derivados, acero, aluminio, fertilizante, cemento, neumáticos, vehículos de motor, comida procesada, bebidas, vestuario y artículos de madera El desenvolvimiento del desarrollo industrial se ha acelerado desde comienzos de la década en 1960, conformándose polígono s y barrios industriales con el establecimiento de usinas que manufacturan acero, aluminio, derivados del petróleo, fertilizantes, cemento, neumáticos, vehículos, alimentos, bebidas, textiles, ropa, calzado, productos químicos y plásticos. Actualmente se registran 8.974 industrias que ocupan a 461.653 personas. Entre ellas dominan 868 establecimientos de la gran industria que ocupan a 286.379 personas. La mediana industria se expresa en 2.263 fábricas que ocupan a 100.836 personas. La pequeña industria corresponde a 5.843 establecimientos que emplean a 74.436 personas. La mayor relevancia de paisajes industriares se evidencia en el área metropolitana de Caracas y en sus ciudades satélites, donde se reconocen 4.319 industrias de bienes de consumo con 163.612 trabajadores. Igualmente destacan en los corredores industriales de los Valles de Aragua y del Tuy, especialmente en las ciudades de Valencia, Maracay, La Victoria, Cagua, Turmero, Tejerías y en sus ciudades inmediatas, lo que explica que en esta región central se ubiquen 1.713 industrias que ocupan a 151.381 personas. En estos núcleos industriales se concentra una importante fuerza de trabajo y calificada gestión gerencial, sumándose enormes mercados de consumo. Además, estas industrias se benefician por el fácil acceso de materias primas importadas por los puertos de La Guaira y de Puerto Cabello y el aeropuerto de Maiquetía, y son servidas por la red de autopistas y carreteras que las unen con los principales centros consumidores de la nación. En la región centro occidental el dinamismo industrial de Barquisimeto, Carora, El Tocuyo, Sarare, La Miel y otros núcleos urbanos explica que se reconozcan 798 establecimientos industriales que ocupan a 44.600 trabajadores. En el estado Zulia la pujanza industrial de Maracaibo y sus ciudades satélites ha consolidado a 694 industrias que ocupan a 31.100 trabajadores. En la región de los Andes el dinamismo de San Cristóbal, El Vigía, Barinas y otras ciudades tachirenses y trujillanas, explica el establecimiento de 632 industrias con 19.809 trabajadores.
Notable es la expansión industrial que se registra en el estado Bolívar, en especial con los complejos de industrias pesada y de transformación de Ciudad Guayana, que explican el emplazamiento de 264 industrias que ocupan a 28.828 trabajadores. En cambio, es lento el dinamismo industrial en la región nororiental, aunque se reconocen industrias de importancia instaladas en Cumaná, Maturín, Guanta, Puerto La Cruz, El Tigre, Guanipa, con 411 industrias que ocupan a 18.584 personas. Escaso es el desenvolvimiento industrial en los llanos, salvo en la expansión de agroindustrias e industrias de procesamiento de carne en Calabozo, San Fernando de Apure, Valle de La Pascua y otras ciudades, lo que explica la instalación de 112 industrias con 3.013 trabajadores. Menores son las actividades industriales en la Isla de Margarita con sólo 30 establecimientos industriales con 725 trabajadores.
Sensibilidad (del latín sensibilem, µsensible¶), facultad de un ser vivo de percibir estímulos externos e internos a través de los sentidos. En fisiología, es la función del sistema nervioso que permite detectar a través de los órganos sensoriales las variaciones físicas o químicas que provienen del interior del individuo o de su medio externo. Los sentidos nos informan del estado de las cosas que nos rodean y cada uno es selectivo respecto a la clase de información que proporciona: el ojo, la piel y el oído ofrecen información temporal y espacial en sus tres dimensiones; el olfato y el gusto, en cambio, son sentidos químicos que proporcionan información sobre la composición de la materia volátil o soluble. El tacto es el más generalizado y comprende: la sensibilidad cutánea (sensibilidad al dolor, la presión o la temperatura), la cinestesia (sensibilidad originada en músculos, articulaciones o tendones, informa sobre el movimiento del cuerpo), orgánica (sensibilidad en los órganos internos) y laberíntica (la relacionada con el equilibrio). Las numerosas modalidades de la sensibilidad se dividen en: y
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Extereoceptiva o superficial (recoge las sensaciones externas) Interoceptiva (recoge las de los órganos internos) Propioceptiva (informa sobre los miembros, actitudes y movimientos corporales)
Las impresiones y estímulos percibidos pueden tener varias dimensiones: de cualidad, intensidad, extensión y duración. Durante los tres primeros meses de vida prevalece en el bebé la sensibilidad interoceptiva, al sentir hambre y sed. A partir del cuarto mes comienza a distinguir las sensaciones corporales de las que provienen del exterior, iniciándose así la toma de conciencia de su propia individualidad.
El sistema límbico es un sistema formado por varias estructuras cerebrales que gestiona respuestas fisiológicas ante estímulos emocionales. Está relacionado con la memoria, atención, instintos sexuales, emociones (por ejemplo placer, miedo, agresión), personalidad y la conducta. Está formado por partes del tálamo, hipotálamo, hipocampo, amígdala cerebral, cuerpo calloso, séptum y mesencéfalo. El sistema límbico interacciona muy velozmente (y al parecer sin que necesiten mediar estructuras cerebrales superiores) con el sistema endócrino y el sistema nervioso autónomo.
Partes 1. Lóbulo límbico: circunvolución del cuerpo calloso, la circunvolución subcallosa y el giro parahipocampal. 2. Formaciones hipocámpicas: hipocampo dorsal (corresponde al indusium griseum) e hipocampo ventral (formado por asta de Amón, cuerpo franjeado, giro dentado y el subículo).
3. Complejo amigdalino: Corteza periamigdalina, núcleo amigdalino y estría terminal. 4. Área septal. 5. Formaciones olfatorias: bulbo, pedúnculo olfatorio, estría olfatoria y lóbulo piriforme. 6. Núcleo dorso mediano y núcleo anterior del tálamo óptico. 7. Corteza cerebral órbitofrontal. 8. Núcleo accumbens