Proteínas musculares

Proteínas musculares. Las miofibrillas se componen de 3 tipos de proteínas.

1.- Proteínas contráctiles.

2.- Proteínas reguladoras, contribuyen a activar y desactivar el proceso contráctil.

3.- Proteínas estructurales, que mantienen a los filamentos gruesos y finos en la alineación adecuada.

Proteínas contráctiles del músculo:

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Miosina. Componentes principales de los filamentos gruesos y finos respectivamente.

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Actina.

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Miosina: actúa como proteína motora en los tres tipos de tejido muscular.

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Proteínas motoras: encargadas de ejercer presión o traccionar diversas estructuras celulares para llevar a cabo el movimiento.

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En el músculo esquelético, cada filamento grueso está formado por alrededor de 300 moléculas de miosina.

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Las dos proyecciones de cada molécula, en cambio, se denominan cabezas de miosina.

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En el músculo relajado, la unión de la miosina a la actina se encuentra bloqueada porque hebras de tropomiosina cubren los sitios de unión.

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El músculo posee también una docena de proteínas estructurales que contribuyen a la estabilidad, elasticidad, y extensibilidad de las miofibrillas.

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La titina es la tercera proteína más abundante en el tejido muscular esqueletico ( después de la actina y miosina).

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Ayuda al sarcómero a su longitud inicial tras su contracción o estiramiento, impide su sobreextensión.

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Distrofina: proteína del citoesqueleto , une los filamentos finos del sarcómero a las proteínas integrales del membrana del sarcolema, las cuales se adhieren a proteínas del tejido conectivo de la matriz extracelular que rodea las fibras musculares.

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Función de la distrofina y proteínas asociadas a ella es reforzar el sarcolema y contribuir a la transmición de la tensión generada por sarcómeros hacia los tendones.