Resumen Cap. 4: Desarrollar y mantener el comportamiento mediante refuerzo condicionado Cuando se pretende desarrollar una conducta utilizando algún tipo de refuerzo, se recurre a todos los medios útiles para lograr dicho cometido, pero en el trayecto, surge la problemática: ¿cómo mantener dicho comportamiento? Dentro de la gama de reforzadores, se encuentran aquellos estímulos que refuerzan una conducta sin necesidad de un aprendizaje y por lo general, son necesarios para la supervivencia; estos son denominados reforzadores incondicionados, por ser estímulos que refuerzan una conducta sin haber recibido un condicionamiento previo (también llamados reforzadores primarios o no aprendidos). Existen otros estímulos que no poseen una naturaleza como reforzador pero que al ser relacionados o asociados con otros reforzadores, se convierten en lo que se denomina reforzadores condicionados, debido al proceso de condicionamiento o aprendizaje que se utiliza para su establecimiento (por ello también son denominados reforzadores secundarios o aprendidos). A su vez, estos estímulos se vuelven condicionados debido a su asociación con otros reforzadores , siendo estos últimos llamados reforzadores de apoyo, los cuales pueden ser condicionados condicionados o incondicionados. incondicionados. Dentro de las técnicas específicas que incluyen estos tipos de reforzadores, reforzadores, suelen encontrarse las fichas, las cuales son reforzadores condicionados que tras acumulares, son intercambiados por reforzadores de apoyo. Dichos instrumentos suelen incluirse en el programa denominado economía de fichas, el cual, es un utilizado para la modificación conductual y requiere que los participantes realicen comportamientos determinados y tras la ejecución correcta, obtienen fichas que pueden cambiar por reforzadores de apoyo. Cabe destacar que dentro de este programa, programa, cualquier objeto que pueda ser intercambiado, puede ser utilizado; algunas veces se recurre a fichas de plástico, otras a dinero de papel previamente marcado para no ser falsificado por el participante, entre otros elementos; todo dependerá del cometido u objetivo a alcanzar, los gustos de cada persona a la que se le aplicará el programa, entre otros aspectos. Sin embargo, existen estímulos que pese a no ser acumulativos, son utilizados como reforzadores condicionados; dichos reforzadores son los llamados elogios, los cuales suelen ser muy efectivos debido a que tras ser establecidos durante la infancia, tienden a mantenerse en la edad adulta. Al utilizar reforzadores condicionados dentro de un programa de modificación conductual se obtiene varios beneficios, siendo el principal, la facilidad para presentarlo inmediatamente después de la conducta conducta esperada, esperada, lo cual no siempre sucede con los reforzadores de apoyo, por lo que al utilizar los primeros, se logra resultados más efectivos que propicien una asociación eficaz entre el comportamiento deseado y la recompensa por realizar lo correcto.
Con todo lo expuesto anteriormente, se debe tomar en cuenta que existen ciertos factores que incluyen en el éxito del refuerzo condicionado; entre ellos cabe destacar:
La potencia de los reforzadores de apoyo: este punto destaca que todo reforzador condicionado depende en parte del reforzador de apoyo con el que se asocia, ya que algunos reforzadores suelen ser eficaces para algunas personas lo cual incentiva a que la conducta esperada se repita, mientras que otros individuos, no surte los mismos efectos. La variedad de los reforzadores de apoyo: existen casos en los que un estímulo pasa a ser un reforzador condicionado con la ayuda de un único reforzador de apoyo por lo que se denomina reforzador condicionado simple; por otra parte, existen los reforzadores condicionados generalizados, debido a que un estímulo es asociado con distintos tipos de reforzadores de apoyo. Por todo ello, la fuerza de un reforzador condicionado dependerá en parte, de la cantidad de reforzadores de apoyo a los que se encuentra unido y por ende al poseer más variedad de reforzadores de apoyo, siempre se encontrará alguno pueda propiciar la fuerza necesaria para que el estímulo utilizado refuerce constantemente la conducta de la persona a la que se le aplica el programa. El programa de emparejamiento con el reforzador de apoyo: la efectividad del reforzador condicionado radica en que no aparezca inmediatamente el reforzador de apoyo tras la aparición del primero. La extinción del reforzador condicionado: toda conducta que no es reforzada tiende a extinguirse, por lo que si se desea que un reforzador condicionado sea eficaz durante un largo tiempo, tiene que mantenerse asociado de vez en cuando, a un reforzador de apoyo útil. Por ello, si un reforzador condicionado no es seguido de un reforzador de apoyo, la situación es denominada extinción del reforzador condicionado.
Errores en la aplicación del refuerzo condicionado Estos errores suelen aparecer cuando las personas que aplican dicho refuerzo dentro de un programa de modificación conductual, no están lo suficientemente capacitadas para hacerlo o no manejan de forma correcta cada elemento, lo cual suele incurrir en errores. Por ejemplo, estímulos que suelen ser catalogados como reprimendas pueden transformarse para algunos individuos en reforzadores condicionados, debido a su asociación con reforzadores primarios como la comida; en otras ocasiones, el simple hecho de prestar atención a la conducta que la persona efectuó tras emitir estímulos verbales negativos, suele reforzar a los niños que no reciben atención por parte de los adultos. Otro factor negativo en la aplicación del refuerzo condicionado es la utilización inadecuada de reforzadores de apoyo, ya que puede provocar falta de motivación ante el programa que se esté utilizando para evocar una conducta esperada.
Dentro de los parámetros a seguir para conseguir resultados positivos al utilizar el refuerzo condicionado, se destacan: 1. El reforzador condicionado debe ser un estímulo fácil de manejar y utilizar en el contexto en el que se trabaje 2. Utilizar reforzadores condicionados que se encuentren el en ambiente en el que se desenvuelve la persona 3. Al inicio del programa, se debe presentar el reforzador de apoyo de forma inmediata tras la presentación del reforzador condicionado. Con el paso del tiempo, el tiempo de espera por el reforzador de apoyo puede ir aumentando 4. Utilizar una variedad de reforzadores condicionados ya que dentro de dicha gama, existirá alguno con la fuerza necesaria para mantener la eficacia del reforzador condicionado 5. Se debe evitar la competencia destructiva por la obtención de reforzadores de apoyo y condicionados cuando se trabaja con grupos de personas. Se debe tener cuidado para no poner énfasis en que una persona recolecte más reforzadores que sus semejantes, por lo que se debe tomar en cuenta el diseño de programas que se adapten a las capacidades de cada individuo, y que cada uno pueda obtener su refuerzo de acuerdo a su nivel de competencia. 6. El refuerzo condicionado debe seguir los lineamientos que se aplican en cualquier refuerzo positivo.
