Alumno: Arturo Sulca Muñoz Curso: Teorías Teorías Culturales Contemporáneas Profesor: Roque Espinosa 10 e enero e !00" Resumen e Los Anormales Anormales e M# $oucault %Clase 1& e enero e 1'(&)
En el texto, el autor intenta reconstruir la genealogía de la representación discursiva del sujeto ‘anormal’ y del conjunto de prácticas sociales que implica. Históricamente, ubica su origen desde el interior de las reormas de la justicia penal durante el siglo !"! en #rancia y el resto de Europa. Este conjunto de prácticas discursivas, expresadas en la pericia m$dico%penal, signiican la ormación del discurso de la criminalidad moderna y patológica. &simismo, esta práctica conlleva una in$dita concepción positiva del poder, que, lejos de ser solo opresora, es más bien productiva. #inalmente, este tipo de poder asume una nueva orma de saber ligado al 'ec'o de conocer, por oposición al desconocimiento. desconocimiento. (e este modo, el autor comien)a se*alando que 'asta inicios del siglo !"!, existía una división entre la criminalidad y lo patológico, en cuanto a la organi)ación de la justicia penal. En el imaginario, el sujeto criminal no se podía comparar con el loco o la institución m$dica con la cárcel. En el sistema de instituciones, a pesar de que la medicina pugnaba por trabajar en el campo penal, los jueces protestaban y esgrimían acusaciones de intromisiones, etc. +in embargo, durante el siglo !"! ocurre un giro y el empla)amiento de reormas en la justicia penal modelaría un espacio in$d in$dit ito o de inte intera racc cció ión n entr entree la medi medici cina na y el dere derec' c'o o pena penal. l. Empi Empie) e)aa a obse observ rvar arse se una una contig-idad, una equivalencia entre la locura y el crimen, entre 'ospital y cárcel, al punto de que empie)an a ser intercambiables los t$rminos usados y los procedimientos, antes segregados. /a operación clave que da lugar a la contig-idad es la pericia m$dico%legal contemporánea. En la pericia, el discurso toma relevancia al conllevar la ormación de un lenguaje ad 'oc, un conjunto de t$rminos eectivos tanto para los m$dicos como para los jueces. +e trata de la gestación de t$rminos intercambiadores entre categorías m$dicas y jurídicas 0. En eecto, la pericia garanti)a, a partir del discurso, el espacio comunicativo para que t$rminos m$dicos uncionen en el campo penal y a la inversa, que t$rminos jurídicos operen en el campo m$dico. /os t$rminos equivalentes creados a partir de la pericia m$dico%penal m$dico%penal dan lugar a un espacio de interpenetración entre entre ambos campos. +in embargo, el espacio com1n creado entre el derec'o penal y la medicina es extra*a a estas mismas disciplinas. En la pericia, los supuestos básicos tanto de la medicina como del derec'o penal son removidos, contrariados, subvertidos. +e trata de la emergencia de un campo discursivo nuevo que conlleva otras prácticas sociales, es el campo discursivo de la penalidad moderna. Esta se deine por desarrollar el campo de la criminalidad patológica 2. #rente a los crímenes, la justicia penal moderna responde con dos criterios, el del m$dico y el del jue), uno terape1tico y otro penal. En palabras del autor, el proceso de contig-idad entre lo m$dico y lo jurídico signiica la institucionali)ación de lo opresivo y punitivo, que es alimentada discursivamente por la psiquiatría penal y, en particular, por la práctica undamental de la pericia. 3odo este sistema de penalidad moderna está dirigido a enrentar no solo al individuo que comete el delito, como antes, sino que abarca a todo aquel que pueda ser peligroso4 el sujeto peligroso, el cual no es exactamente un enermo, ni un criminal, sino la me)cla oscura de ambos. 5or tanto, la medicina y lo jurídico juegan ormando un espacio de continuun protector, donde se eectivi)a una cadena ininterrumpida de instituciones m$dico%judiciales, la cual debe reprimir el peligro. +imultáneamente, el discurso de la penalidad moderna es un discurso de la morali)ación. En los t$rminos usados por la pericia, las autoridades m$dico%judiciales reactivan la igura moral 1
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/os t$rminos son4 pere)a, orgullo, empecinamiento, maldad.
/a pericia da lugar a su ve) a la ormación del campo discursivo de la perversidad.
del padre, del discurso parento%pueril, parento%inantil. +e trata de un discurso que condensa las categorías elementales de la moralidad como n1cleo de la criminalidad moderna. 6tro elemento que acompa*a a la morali)ación paternal es el discurso del miedo. &'ora bien, se puede se*alar que a partir de este nuevo sistema de poder m$dico%judicial se orma un nuevo tipo de poder4 el poder de normali)ación, de disciplinamiento. 3odos los dispositivos del sistema m$dico%judicial terminan siendo dirigidos a controlar la anormalidad, al sujeto anormal. (e este modo, este es deinido por los t$rminos delincuencia, reincidencia, enermedad. El poder de normali)ación se expresa en los modelos de control de individuos que 'istóricamente 'an existido en Europa4 el modelo de exclusión del leproso y el de la inclusión del apestado. El primer modelo se dio entre ines de la edad media y ines del siglo !7"", y giró alrededor de la lepra. El conjunto de prácticas y discursos encaminadas a controlar la lepra está deinido por la exclusión. El modelo suponía una partición rigurosa, una puesta a distancia, una regla de no contacto entre un individuo 8o grupo de individuos9 y otro. El individuo apestado, inectado era alejado o expulsado de la comunidad, entraba a la muerte. :n segundo modelo es el expresado en la peste. (urante el siglo !7""", este modelo reempla)a al anterior al suponer un poder continuo en su ejercicio porque se practicaba una vigilancia estricta sin interrupciones. /a igura relevante viene a ser la cuarentena, grupos de personas en cuarentena. ;o se trataba de una exclusión, se trata de una cuarentena. ;o se trata de expulsar sino, al contrario, de establecer, ijar, dar lugar, asignar sitios, deinir presencias, y presencias en una cuadrícula. ;o rec'a)o, sino inclusión 8p. <=9. Este modelo es el opuesto del modelo de la lepra4 esta caracteri)aba por el acercamiento al sujeto inectado para observarlo meticulosamente, examinarlo en lugar de alejarlo. Esta nueva estructura de poder m$dico%legal, cuyo objeto de control es la anormalidad orma parte de las nuevas tecnologías de poder positivas que operan en la modernidad. +e trata del poder de normali)ación y disciplinamiento. "nluenciadas por la ciencia, las tecnologías positivas de poder no tienden a excluir a segmentos de la población anormal, sino a incluirlas dentro de un proceso de individuali)ación, donde cada elemento es examinado y controlado cientíicamente de cerca. En este sentido, se real)a la individualidad, al considerar cada caso de orma especíica y rigurosa. +e trata tambi$n de un tipo de poder productivo y no represivo, que acumula, crea y abrica. Este poder asume tambi$n un saber que se ocupa del conocimiento ex'austivo del individuo que controla. 5or el contrario, el modelo de la peste asumía a los inectados como una masa indierenciada, desconoci$ndola y ejerciendo represión. Esta orma de poder es característicamente negativa. En conclusión, la pericia m$dico%legal contemporánea da lugar a un conjunto de prácticas y discursos modernos de criminalidad patológica que suponen un control de los individuos por medio de su representación como sujetos peligrosos, anormales. (entro del discurso y de las prácticas se construye un tipo de poder punitivo de normali)ación, de disciplinamiento, que es positivo y que supone el conocimiento del individuo que es objeto de control.