LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL 1750 – 1830 1830 Las condiciones que la hicieron posible Jorge Fuentes Dancourt 1
“Sin ser ni héroes ni semidioses, pero sí ingeniosos, empeñosos descendientes del homo sapiens, quienes tuvieron la suerte de plantar sus almácigos en propicia época, ni en la helada o en la tormenta, pero cuando el lento madurar del tiempo, la feliz oportunidad al paso, presenta increíbles oportunidades, las cuales aprovecharon...” Godfrey Armitage. Maestro tejedor del algodón
Introducción En los inici os del siglo XX, durante “La Republica Aristocrática”, se planteó en el Perú apostar por el Capitalismo en su forma industrial, también llamada la “Industrialización” , que no es otra cosa que hacer la Revolución Industrial, aquí cabe mencionar un ajuste en el uso idiomático que indica Giovanni Fontana,2 en el sentido que debe usarse la expresión de Revolución Revolución Industrial solo solo con referencia a la experiencia inglesa, prefiriendo en cambio el término industrialización para las demás regiones de Europa y el mundo. En el Perú se intentó hacer la industrialización, pero un balance un siglo después da como respuesta un rotundo, no. Carlo Cipolla 3 indica al respecto, que la revolución industrial tiene que ver no solo con la introducción de máquinas y nuevas técnicas productivas, estás son sólo una pequeña parte de la renovación necesaria sino también que pueden tener significado y funcionar, únicamente en el contexto de un nuevo ambiente socio – cultural. cultural. Este es el ‘quid’ del asunto, allí radica la diferencia; funcionó en Inglaterra debido a que durante los siglos XVI y XVII se desarrollaron en este país toda una serie de transformaciones en sus estructuras políticas y sociales, actitudes mentales y escala de valores, que resultaron favorables a la industrialización. El que tengamos algunas industrias, no significa que ya seamos un país industrializado, pues entre otras cosas, somos dependientes tecnológicos. Se podrá argumentar que una una serie de elementos no nos permitieron industrializarnos, o será que los latinoamericanos en general y los peruanos en particular, no entendimos como se logró y bajo qué condiciones se dio la susodicha industrialización; por ello la importancia del tema y su objetivo: entender y comprender el proceso de formación y consolidación del Sistema Capitalista, que es lo que nos rige en la actualidad, que nosotros le conocemos con el nombre moderno de Globalización, que Hobsbawm llama, la última etapa del Capitalismo. Aquí lo que trataremos de identificar es la discontinuidad del proceso histórico, es decir el origen de la revolución industrial, las condiciones para que ocurriera y sus consecuencias, que surgen en el cambio que se produce en la Historia de Europa Occidental a partir del siglo XIII, por el cual se desencadena el tránsito de una economía agraria y artesanal, a otra denominada capitalismo mercantil, dominada por el comercio, el papel que juega el Estado y el proteccionismo que apoya a esta burguesía comercial, para el siglo XVIII a lo que denominamos denominamos capitalismo capitalismo industrial dominada, valga la la redundancia, por por la
1
Licenciado en Historia y Educación, por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Estudiante de Maestría en Historia. 2 FONTANA, Giovanni Luigi. “El “El desarrollo económico de Europa en el siglo XIX”, XIX”, En: Historia económica de Europa. Siglos XV – XX . Editorial Crítica, Crítica, Barcelona 2007, pp.231 3 CIPOLLA, Carlo Ed. Historia Económica de Europa Occidental , Tomo 3, Introducción.
industria y la mecanización que hoy la denominamos Revolución Industrial que significó una de las transformaciones más importantes en las sociedades humanas desde el Neolítico 4. Este proceso llamado Revolución Industrial fue engendrado por el Capitalismo Mercantil desde el siglo XIII, en la llamada Expansión Europea y se consolidó como producto en el último tercio del siglo XVIII 5, específicamente, producida entre 1760 y 1830 supuso la mayor transformación en todos los ámbitos de la vida social, solo comparable a la Revolución neolítica ocurrida en la prehistoria. Aquí Cipolla 6 menciona “que los historiadores, para expresar la idea de un cambio drástico, han hecho uso abusivo del término revolución; sin embargo, exceptuando quizá la del Neolítico, no ha habido ninguna revolución tan auténticamente revolucionaria como la Revolución Industrial. La revolución Neolítica y la Industrial, introdujeron un elemento de discontinuidad en el proceso histórico”.
Esta Revolución fue el triunfo del capitalismo, más no el triunfo de la libertad y la igualdad en general. La burguesía fue la clase social más beneficiada, mientras que los obreros, llamados proletarios, y los campesinos, fueron las clases menos favorecidas en lo que ha distribución de la riqueza, se refiere. Además, la Revolución Industrial ocurrió solo en Gran Bretaña 7 que fue el inicio de este proceso, en donde nosotros trataremos de analizar las condiciones por las cuales se dio y produjo. De repente el presente trabajo no sea más que una mera descripción de las condiciones que originaron la Revolución Industrial, pero nuestra intención y tendencia de investigación historiográfica va más allá; esta investigación se inició al plantearnos los problemas o interrogantes actuales sobre el por qué América Latina en general y el Perú en particular, no lograron consolidar el proceso de industrialización que empezó en los albores del siglo XX; consideramos que una posible respuesta estaba en el pasado, en los inicios, en lo que se considera la primera fase: la Revolución Industrial Inglesa, al final entendimos que si bien las condiciones materiales que la hacen posible son importantes, hay que considerar “que se apoy ó en bases económicas y sociales, creadas por la civilización occiden tal durante la Edad Media” 8, en donde la sociedad británica fue favorecida por varios elementos que aparecen en la Expansión Europea del siglo XIII, con el surgimiento o renacimiento de lo urbano, al generarse una nueva clase social: la “burguesía”, y que se dedica no solo a la vida en las ciudades sino que retoma el comercio como forma de vida, y de esta simbiosis surge el Capitalismo, pero en su primera fase: Mercantil; a este proceso histórico se le deben aumentar otros varios como la emergencia de una institución que jugaría un papel importante para su desarrollo, el Estado, a estos cambios de estructuras políticas y sociales se deben sumar actitudes mentales y escalas de valores que resultaron favorables a la industrialización, y como bien lo explica Ci polla “Cuando se trata de llevar a cabo una Revolución industrial fuera de Europa o Norteamérica, resulta evidente que la introducción de nuevas máquinas y nuevas técnicas productivas es tan sólo una pequeña parte de la renovación necesaria y que las nuevas máquinas y técnicas pueden tener significado y funcionar, únicamente en el contexto de un nuevo ambiente socio – cultural”9, otros elementos serían algunos instrumentos teóricos como los conceptos crisis y revolución, el primero bastante bien explicado 4
CIPOLLA, Carlo Ed. Historia Económica de Europa Occidental , Tomo 3, Introducción. MORI, Giorgio. La Revolución Industrial . Barcelona 1983. Crítica. Presentación 6 Ibíd. 7 MORI, Giorgio. La Revolución Industrial . Barcelona 1983. Crítica. Presentación. 8 FLÓREZ DÁVILA, Cristina, “Sociedades y Mentalidades en la Primera Fase de la Revolución Industrial. Revista Facultad de Ingeniería Industrial de la Universidad de Lima, Año II, N°6, junio 1993. Pp.70 - 74 9 CIPOLLA, Carlo Ed. Historia Económica de Europa Occidental , Tomo 3, Introducción. 5
por Fernando Rosas 10, en sus trabajos sobre las Crisis de los siglos XIV y XVII, publicados en la década de los ochenta y el segundo sería el concepto Revolución, que no es otra cosa que una herramienta utilizada por los investigadores sociales, por la cual se explica un cambio abrupto que modifica todas las estructuras anteriores sin una vuelta atrás, que en líneas posteriores analizaremos. Marco teórico El concepto de Revolución no es otra cosa que un instrumento teórico que usa el historiador para denominar una época de cambios intensos, transformaciones o un elemento de discontinuidad en el proceso histórico, en una sociedad en un momento determinado, entre un período anterior a uno totalmente diferente, es decir marca un antes y un después, de manera radical que cambia la vida de la sociedad en todo tipo de ámbitos, así por ejemplo, la revolución neolítica, es la primera gran revolución realizada por el ser humano y que lo cambió estructuralmente, pasamos de ser nómades, cazadores y recolectores a ser sedentarios; agricultores y ganaderos, según Cipolla también hay un gran cambio en la esperanza de vida de los seres humanos que pasaron de 20 ó 25 años a la época sedentaria en que se vive en promedio 35 a 45 años, que es el promedio de vida desde el sedentarismo hasta el siglo XIX. Los estudios que existen sobre la revolución industrial, son apenas de inicio del siglo y son muy escasos. Los que la estudian convenientemente son Ashton, Fontana, Hobsbawm, Mori, Toynbee, Hammond, J. A. Hobson y Paul Mantoux, cuya Revolución industrial en el siglo XVIII, (Industrial Revolution in the Eighteenth Century) sigue siendo la instancia más próxima a una obra ejemplar. Durante el período de entre guerras, en el siglo XX estuvo de “moda negar la existencia misma de la revolución industrial”.11 Esto se debe, a una desconfianza del término o categoría “Revolución” , a inicios del siglo XX el argumento fue que el “capitalismo tuvo su origen mucho antes de 1760 y alcanzó su desarrollo mucho después de 1830” 12. Hoy esa limitación para el estudio serio de la revolución industrial ya no existe. Pues el debate en torno a ella ya ha sido ampliamente superado; sabemos que el Capitalismo tiene sus orígenes en la expansión europea del siglo XIII, tal como lo indica la Dra. Cristina Flórez. 13 Durante el siglo XX, de una manera consciente, en las décadas de los sesenta y setenta muchos países quisieron explicar por qué se producen y como pueden ser provocadas las revoluciones industriales, tal como uno puede apreciar por ejemplo en lo propuesto por las ideas de la CEPAL, que sería el ejemplo más sugestivo, pues la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, propone en estas décadas la famosa receta Industrialización por Sustitución de Importaciones, que fue muy comentada y criticada, que no es otra cosa que la industrialización fomentada desde arriba, desde el Estado. 10
ROSAS, Fernando. “Crisis e historia: algunas consideraciones sobre la economía de Europa Occidental en los siglos XIV y XVII” En: Sociedad y cambio en Occidente . Lima, Universidad de Lima. 2002 11 HOBSBAWM, Eric, En torno a los orígenes de la revolución industrial , Editorial siglo XXI, México, pp. 90 12 ASHTON, T. S., La revolución industrial , 1948, pp. 2. El argumento se encuentra ya presente en J.H. Claphan, Economic History of Modern Britain, Volumen I, 1926. 13 FLÓREZ DÁVILA, Cristina, “Sociedades y Mentalidades en la Primera Fase de la Revolución Industrial. Revista de la Facultad de Ingeniería Industrial de la Universidad de Lima , Año II, N°6, junio 1993. Pp.70 - 74
Rostow, es uno de los primeros que vuelve a usar el término “revolución” 14, aunque lo menciona sólo con el nombre menos peligroso de “despegue hacia el desarrollo autosostenido” (take -off into self-sustained growth). Fontana, menciona que” la revolución industrial, marco la apertura de una nueva era en la historia del hombre” 15, a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, en Inglaterra, que se detecta una transformación profunda en los sistemas de trabajo y de la estructura de la sociedad. Es el resultado de un crecimiento y de unos cambios que se han venido produciendo durante los últimos cien años; no es una revolución repentina, sino lenta e imparable. Se pasa del viejo mundo rural al de las ciudades, del trabajo manual al de la máquina. Los campesinos abandonan los campos y se trasladan a las ciudades. Esta revolución viene a ser un proceso de cambio constante y crecimiento continuo donde intervienen varios factores: aumento demográfico, las invenciones técnicas (tecnología) y descubrimientos teóricos, capitales y transformaciones sociales (economía), revolución de la agricultura, actitudes mentales y escalas de valores. Estos factores se combinan y potencian entre sí, no se puede decir que exista uno que sea desencadenante. Jordi Maluquer, en la presentación del libro, La Revolución Industrial (1983) de Giorgio Mori menciona que la revolución industrial ha contribuido a modificar profundamente las formas de vida de los hombres y, por ello, ha forjado nuevos modos de contemplar las relaciones de los mismos entre sí y con el mundo exterior. La revolución industrial al tratarse de un fenómeno de cronología e intensidad distintas según regiones, países y áreas del globo, ha provocado situaciones lacerantes y ha agravado disparidades y desequilibrios. Condiciones que hicieron posible la revolución industrial La denominada Revolución Industrial tuvo su origen en Gran Bretaña desde mediados del siglo XVIII, que se vio favorecida por varios motivos. Uno de los aspectos más discutidos del estudio de este proceso radica en la explicación de por qué tuvo lugar primero en Gran Bretaña y no en otros países. Se trata por tanto de pasar revista de una forma sucinta a los principales rasgos de este país en los momentos del "despegue" del proceso industrializador. Condiciones geográficas Su ubicación geopolítica le dio grandes ventajas como estar menos contaminada de los movimientos sociales y políticos que ocurren al interior del continente europeo, su condición "insular", la abundancia de puertos que facilitan el comercio nacional e internacional. Este factor unido a la existencia de muchos ríos navegables (y canales que se construirán), favoreció la creación muy temprana de un mercado nacional con las ventajas que supone contar con un mercado de gran tamaño a la hora de acometer inversiones. Además se debe agregar la abundancia de hierro y, sobre todo, de carbón. El hierro se encontraba en los Montes Peninos, mientras que el carbón abundaba tanto en Inglaterra como en Gales y Escocia. De hecho, 14
ROSTOW, W. W., The Stages of Economic Growth , Cambridge, 1960, pp. 18 FONTANA, Giovanni Luigi. El desarrollo económico de Europa en el siglo XIX , En Historia económica de Europa. Siglos XV – XX. Editorial Crítica, Barcelona 2007, pp.232 15
después de tres siglos de explotación, Gran Bretaña sigue teniendo enormes reservas de carbón. En las proximidades de las minas de carbón se concentraría gran parte del potencial industrial británico en especial con el nacimiento de una fuerte industria siderúrgica básica para proporcionar metales baratos para la construcción de máquinas, ferrocarriles, infraestructuras. Otro elemento importante es el fácil y constante suministro de agua como fuente de energía, pues el clima lluvioso, superando el promedio de los 1.000 mm anuales y sin estación seca, proporciona corrientes de aguas numerosas y constantes. La energía hidráulica desempeñará un importante papel en los años previos a la difusión de la máquina de vapor. Condiciones políticas Inglaterra desde la guerra civil de 1640, entre los llamados monárquicos y parlamentaristas, fundó una república que había abierto el camino de profundas transformaciones económicas, sociales y de un notable desarrollo de la producción, del tráfico interior y exterior, cuya consolidación, en gran medida, se debió también a una segunda revolución, la de 1688. Con el destronamiento de Jacobo, empezó la democracia parlamentaria moderna inglesa y, en la que el rey nunca volvería a tener el poder absoluto. Para Mori16, a partir de estos acontecimientos se podría considerarse una gran potencia, la mayor de Europa y del mundo por lo cual Inglaterra posee un régimen político estable, una monarquía liberal, que desde el siglo XVII es el sistema político imperante (mientras en otros países de Europa se refuerza la monarquía absoluta), y que la mantiene libre de las revoluciones que aquejan a otros países europeos. Las numerosas guerras en las que se vio envuelto el Reino Unido durante los siglos XVIII y XIX no provocaron daños en territorio británico. La insularidad actuó en este sentido como una barrera de protección a la que se unía el desarrollo de una poderosa flota de guerra que mantendrá su hegemonía mundial durante los siglos XVIII y XIX. A esto se debe agregar que las clases dirigentes reflejan una imagen de fuerza eficaz y serena, de firme dureza y su desprendido y victorioso espíritu de aventura y ganancia. La sociedad inglesa tenia rentable confianza en sus propias fuerzas que se estaban enriqueciendo con el comercio internacional. Consolidación de un sistema capitalista de las relaciones sociales y producción tanto en los burgos como en las ciudades, pero (menciona Mori) de modo más evidente que en otros lugares en el campo17. Condiciones económicas La existencia de una moneda estable y un sistema bancario organizado: el Banco de Inglaterra fue creado ya en 1694. Estas condiciones no se darán en otros países europeos hasta finales del siglo XVIII. Por otra parte, la abundancia de capitales, procedentes en parte, del dominio comercial, pues desde el siglo XVII la marina mercante británica en dura competencia con los holandeses se ha hecho con el control de buena parte de los intercambios comerciales de otros continentes con Europa. El comercio de productos como el té o el tabaco, y el tráfico de esclavos, había permitido la creación de enormes fortunas, en manos de comerciantes y banqueros. Este comercio colonial proporcionaba a Gran Bretaña materias primas y mercados donde vender sus productos manufacturados. 16
MORI, Giorgio. La Revolución Industrial . Barcelona 1983. Crítica. Pp. 8 MORI, Giorgio. La Revolución Industrial . Barcelona 1983. Crítica. Pp. 10
17
También se debe considerar el incremento sostenido de la capacidad para producir alimentos mediante la agricultura que llegó a tener un importante desarrollo, la denominada revolución agraria, desde la aprobación de leyes que permitieron el cercamiento de las propiedades. La revolución agraria británica, que para Mori es más importante que en otros campos 18, describe un periodo de desarrollo agrícola en Gran Bretaña que abarca desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX, periodo durante el cual existió un incremento muy alto de la productividad agrícola y del rendimiento. Estos hechos provocaron un aumento de población sin precedentes, liberando del campo a un significante porcentaje de la población, que constituyó la mano de obra de la Revolución Industrial. TASAS DE CRECIMIENTO ANUAL DEL PBI per cápita (1820 -1913)
PAISES
1820 -1870
1870 - 1913
Austria Bélgica
0,7 1,4 0,8 1,1 0,6 1,2
1,5 1,0 1,5 1,6 1,3 1,0
0,5
1,2
0,6 1,6 0,1
0,9 1,8 1,4
Francia Alemania Italia Gran Bretaña España Rusia Estados Unidos Japón
FUENTE: MADDISON, 1995 CUADRO 3.2.
Para algunos no parece muy claro el proceso a través del cual se desarrolló la revolución agrícola. En las últimas décadas los historiadores han citado cuatro factores básicos: el cercado, la mecanización, la rotación cuatrienal y la selección ganadera. Asimismo, estos historiadores también dieron importancia a las actuaciones y decisiones de algunos individuos. Sin embargo, los estudios actuales apuntan a que los cambios en la organización de la fuerza de trabajo y los métodos agrícolas fueron los principales causantes del proceso. Por esta misma razón algunos historiadores argumentan que de hecho no hubo ninguna "revolución", sino simplemente una evolución rápida en los métodos que conllevó el gran incremento de la productividad agrícola. También es el periodo en que se asientan y popularizan nuevas forrajeras y otros cultivos procedentes de América (maíz y papa entre ellos), que influyen en este proceso. Antes del siglo XVIII, la agricultura se había desarrollado siguiendo las mismas técnicas que se utilizaban desde la época medieval. El sistema de open field (campos abiertos), fue esencialmente post-feudal, con 18
Ibíd.
cada granjero ocupándose de uno de los tres campos (que comprendían los bienes comunales), los cuales cultivaban para su subsistencia, eso fue sustituido por “enclosures” (cercamientos) . Ya a principios del siglo XVII se produjeron los primeros cercados de terrenos comunales en Gran Bretaña. Este proceso se aceleraría durante los siglos XV y XVI, aprovechando los mayores beneficios que proporcionaba la ganadería. Esto condujo al desempleo a muchos campesinos, quienes ya no podían acceder a los terrenos comunales que ahora pertenecían a un propietario. Durante los siglos XVI y XVII la práctica del cercado fue denunciada por la Iglesia, e incluso se legisló contra esta práctica. De todas formas el proceso continuo, pues la mecanización agraria del siglo XVIII requería terrenos cercados. Por esta razón en 1801 se aprueba el Acta General de Cercado. Las compensaciones recibidas por los granjeros fueron mínimas, y la pérdida de derechos de la población rural creó una gran dependencia respecto a las Leyes de pobres. Los costes legales resultaban muy pesados para los granjeros pobres, los que a menudo incluso tenían que vender parte de su tierra para poder desprenderse de ella. Sólo unos cuantos encontraron trabajo en las granjas valladas. La mayoría se encontró obligada a recolocarse en las ciudades formando parte del creciente proletariado industrial. A finales del siglo XlX el proceso de vallado se había completado plenamente. 19 La puesta en práctica de innovaciones agrarias que posibilitaron el gradual abandono de la técnica del cultivo trienal del barbecho a raíz del “sistema Norfolk” (rotación cuatrienal) , la estabulación del ganado, la introducción de nuevos cultivos como el maíz, la papa, etc., y el empleo a partir de 1870 de los primeros modelos de maquinaria agrícola, como son las sembradoras, y trilladoras. Como resultado entre 1700 y 1800 los rendimientos agrícolas se incrementaron en casi un 90%. Según la Dra. Flórez “los mayores rendimientos agrícolas y ganaderos permitieron responder a las crecientes demandas de la población y a una apertura al mercado tanto nacional como internacional, originándose una serie de innovaciones a nivel de espacios e intercambios” 20
Condiciones sociales Existencia de una abundante mano de obra, a causa de que la población británica crece a gran ritmo debido fundamentalmente a los cambios en la agricultura: el suministro constante y creciente de alimentos va terminando con las crisis demográficas. Parte de esa población en crecimiento emigrará a las ciudades y formará la masa de los trabajadores industriales. Pero también una aristocracia que permite y premia las innovaciones y la creación de riqueza, en contraste con la nobleza de otros países, más tradicional, apegada a la tierra y que desprecia cualquier forma de trabajo productivo. Menor peso de los impuestos al comercio en el mercado interno: en Gran Bretaña el peso de los impuestos interiores era muy reducido comparado con otros países europeos donde era muy común encontrarse aduanas interiores cada pocos kilómetros, lo que convertía al comercio en una actividad poco productiva. Puede decirse que en Gran Bretaña existía ya un mercado nacional y no como en otros países donde existiría cuando se eliminaran las aduanas interiores y se cree una importante red de ferrocarriles.
19
http://es.wikipedia.org/wiki/Revolución_agrícola_británica FLÓREZ DÁVILA, Cristina. Sociedades y Mentalidades en la primera fase de la Revolución Industrial
20
Condiciones materiales la mecanización. En los albores de la mecanización, uno el 26 de mayo de 1733, en la oficina estatal competente se registró el documento relativo a una patente solicitada por un relojero llamado John Kay Bury, y que se refería al invento de una “nueva lanzadera para el mejor y más preciso tejido de los paños anchos”. Se trataba de la que luego sería la famosísima “lanzadera volante” (fly shuttle). Ello permitía tejer piezas de anchura superior a la apertura de los brazos humanos sin recurrir, como hasta entonces había sido obligado, al empleo de dos trabajadores y, en consecuencia, hacia más rápido el movimiento del telar y, por tanto aumentaba su rendimiento por unidad de tiempo. El otro, el 24 de junio de 1738, John Wyatt, un carpintero y Lewis Paul un emigrant e francés, ambos patentaron una “máquina para hilar la lana y el algodón”, este ingenioso mecanismo estaba en condiciones de producir, por primera vez, hilo de algodón “sin empleo de dedos humanos” . Se trataba entonces del proyecto de dos máquinas utilizables en
momentos determinantes del ciclo de la producción textil, en el tejido y en la hilatura, máquinas que más adelante, iban a tener un valor estratégico en esa novísima rama que era la elaboración del algodón: y ello ocurría en un país en el cual los tejidos de lana ocupaban desde tiempo inmemorial una posición y una consideración tan altas que convertían el fardo de lana en una especie de símbolo materializado de su potencia económica. La importancia histórica de esas dos patentes que Mori le atribuye a la invención y uso difundido de aparatos capaces de operar sobre materiales sometidos a su funcionamiento “sin el concurso de dedos humanos” 21. Existen pruebas irrefutables de que poco después de 1740 funcionaban
algunas máquinas dedicadas a la hilatura del algodón que utilizaban las máquinas de Paul y Wyatt 22. Mori utiliza la definición de máquina 23 de Paul Montoux “por máquina se entiende todo medio artificial para abreviar o facilitar el trabajo humano, sería muy difícil, cuando no imposible, fijar una fecha de iniciación a los hechos que pretendemos estudiar”, para concluir en su definición de máquina Mori indica: “es un mecanismo que bajo el impulso de una fuerza motriz simple realiza los movimientos compuestos de una operación técnica anteriormente realizada por una o más personas.” A esta producción con máquinas en las fábricas es lo que se denomina factory system, pero también equivale a trabajar con
obreros pagados mediante un salario. De allí su importancia. Es un hecho que antes de terminar el siglo XVIII el factory system estaba sólidamente instalado en la industria algodonera y en Gran Bretaña. Por tanto hay que entender la revolución industrial como continuidad del modo de producción capitalista (que surge aproximadamente en la expansión europea del siglo XIII) pero también, y al tiempo, como ruptura, (que empieza con la aparición de las máquinas). “En la manufactura y en el artesanado el obrero se sirve del instrumento mientras que en la fábrica es el obrero el que sirve a la máquina”. Por tan to en la gran industria “el tipo de beneficio obliga continuamente a revolucionar la técnica del proceso de trabajo y, con ello, también la estructura social” 24
Condiciones ideológicas o bases teóricas del Liberalismo Se sustentan en lo que se acostumbra llamar Capitalismo Liberal o Liberalismo Económico. 21
MORI, Giorgio. La Revolución Industrial. Barcelona 1983. Crítica. Pp. 14 Ibíd. p. 67 23 Ibíd. p. 66 24 Ibíd. Pp. 19 22
El liberalismo económico constituye el fundamento doctrinal del capitalismo liberal. Su principal teórico fue Adam Smith, al que lo siguieron David Ricardo y John Stuart Mill, todos ellos componentes de la Escuela Clásica; a continuación un pequeño resumen de las ideas ejes de dichos autores: POBLACIÓN EUROPEA EN EL SIGLO XIX (En millones)
PAISES
1800
1820
1830
1840
1850
1860
1870
AUSTRIA
0
13,5
15,5
16,6
17,5
18,2
20,2
FRANCIA
27,3
30,5
32,6
34,2
35,8
37,4
36,1
ALEMANIA
0
25,0
28,2
31,4
33,4
35,6
41,0
IRLANDA
4,8
6,8
7,8
8,2
6,6
5,8
5,4
ITALIA
17,2
19,7
20,1
22,9
24,3
25,0
26,8
NORUEGA
0,9
1,0
1,1
1,2
1,3
1,5
1,7
PORTUGAL
2,9
0
0
3,7
3,5
3,6
0
RUSIA
40,0
48,6
56,1
62,4
68,5
74,1
84,5
ESPAÑA
10,5
0
0
0
0
15,6
0
SUECIA GRAN BRETAÑA
2,3
2,6
2,9
3,1
3,5
3,9
4,2
14,1
16,3
18,5
20,8
23,1
26,1
26,1
TOTAL EUROPA
205,0
275,0
320,0
FUENTE. B. R. MITCHELL ADAM SMITH, 1732 – 1790, publicó en 1776 La riqueza de las naciones: 1. Plantea que “el trabajo es el origen de la riqueza”, en oposición a las teorías fisiócratas. 2. El trabajo se realiza en función del interés particular, por lo que el enriquecimiento de los particulares es el único camino para conseguir la riqueza de las naciones. 3. Para desarrollar la riqueza, la iniciativa particular no ha de ser coartada por actuaciones exteriores, de donde se sigue necesariamente que el Estado no debe intervenir en la economía (laissez – faire), la cual debe regirse por el libre juego de la oferta y la demanda, tanto en la producción y en la venta como en la contratación laboral. 4. En consecuencia, el sistema capitalista preconizado por Adam Smith consagraba la defensa total de la iniciativa privada y el enriquecimiento sin límites, convirtiéndose ambos en pilares básicos de la sociedad burguesa.
CUATRO INDICADORES DEL DESARROLLO ECONÓMICO EUROPEO, 1820 -1913 PRODUCCIÓN DE HIERRO Y FUNDICIÓN (1,000 TM)
CONSUMO DE ALGODÓN (1,000 TM)
PRODUCCIÓN DE CARBÓN (1,000 TM)
RED FERROVIARIA
1820
-0.6
-0.04
-12.9
0
1830
1.5
0.17
29.3
175
1840
2.6
0.31
45.1
2,925
1850
3.9
0.47
67.2
23,500
6.5
0.73
114.6
51,850
1870
10.5
0.86
180.2
104,900
1880
13.9
1.14
216.7
169,900
1890
17.5
1.56
328.3
225,200
1900
25.5
1,99
437.8
292,200
1910
36.9
2.49
573.9
351,000
1913
45.9
2.79
646.8
362,200
AÑOS
1860
FUENTE: B. R. MITCHELL, “STATISTICAL APPENDIX” EN C. M. CIPOLLA, ED., THE FONTANA ECONOMIC HISTORY OF EUROPE.THE EMERGENCE OF, INDUSTRIAL SOCIETIES, PART 2, LONDRES, 1973, pp 747; MITCHELL, 1992, pp 1-5; POLLARD, 1981, pp 148
DAVID RICARDO, 1772 – 1823, en su obra “ Principios de economía política y de tributación” Plantea el papel del proletario en su “ley de bronce de los salarios”. Según dicha ley los salarios de los
trabajadores habrían de limitarse a garantizar su subsistencia, pues su aumento nunca llegaría a tener
efectos reales sobre el nivel de vida. Por tanto la elevación de los salarios hace aumentar la demanda la cual provoca inmediatamente el encarecimiento de los productos por lo que el poder adquisitivo real del proletario no se incrementa. JONH STUART MILL, 1806 – 1873, en su obra “ Principios de economía política” Contribuye a la solución del problema social al moderar las pretensiones de libertad y conceder al Estado un cierto papel intervencionista. En tanto en lo político surgen a su vez nuevas ideas políticas una de ellas el Liberalismo político, que es la ideología y el sistema político de la clase burguesa protagonista de la Revolución. La ideología liberal está fundada sobre los principios de libertad e igualdad. La libertad exige el respeto a la persona para lo cual se articularon las declaraciones de los Derechos Humanos. La defensa de la libertad económica, lo que suponía la consagración de la libertad privada sin límites. El principio de igualdad, exige que todas las personas sean iguales ante la ley, con la consiguiente aceptación de la soberanía de la nación reside en el pueblo representado por las instituciones parlamentarias. ¿Por qué el primer país de la revolución industrial es Inglaterra? Hagamos el descargo que no en toda Inglaterra sino en algunas regiones, “la revolución industrial, en el sentido técnico de la palabra, recién se produjo hacia la segunda mitad del siglo XIX” 25,
aproximadamente entre el periodo de 1760 y 1830-40, en el cual la economía crece y se observa por sus indicadores macroeconómicos, cuyas estadísticas se poseen, y el hecho de que tras este salto, el desarrollo incesante como un ritmo nuevo y sin precedentes. Para Hobsbawm “La revoluci ón industrial no es un problema general sino especí fico”, por tres motivos:
1. Es el problema de un país individual, en una situación particular, 2. No es solo el problema del “desarrollo económico” sino además del “despegue” imprevisto y revolucionario 3. No es ya el problema de una revolución industrial en condiciones sociales indefinidas, sino en las condiciones sociales del capitalismo. Es decir la revolución industrial consolida el proceso histórico del capitalismo. Tres son los baluartes de la revolución industrial: primero, la transformación de los sectores de la producción, segundo el proceso de urbanización acelerado y según los ingleses “completo”, y por último, la teoría del capitalismo, es
decir el liberalismo económico, que plantean los clásicos Adam Smith, J.S. Mill, Malthus, y otros 26 La banca y el Estado británico, no se vieron obligados a financiar a la industria y los ferrocarriles internos respectivos. La revolución industrial se dio en Inglaterra de abajo hacia arriba; en otros lugares, fue el Estado el que impulso la revolución industrial. La revolución industrial inglesa no se debe a: La tecnología, que no fue de avanzada o científica, pero si técnica.
25
HOBSBAWM, Eric, En torno a los orígenes de la revolución industrial . Editorial siglo XXI, México, p. 92 26 Ibíd. p. 93
El apogeo del espíritu capitalista, sobre todo por la debilidad del sistema educativo, si lo comparamos con Escocia o Francia, Al nacionalismo, o reacción nacionalista frente a los productos extranjeros, como lo sugiere Rostow27.
FASES DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL (Según Hobsbawm, la sistematización es personal) ETAPAS Foco de desarrollo Materia prima Energía Tendencia Principales industrias Agentes Tipo empresarial Mano de obra Principales innovaciones e inventos
1º Revolución Industrial (Aprox. 1760 – 1830) Inglaterra
2º Revolución Industrial (Aprox. 1870 – 1914) Inglaterra, Bélgica, Francia, Alemania, Estados Unidos.
Algodón y hierro
Petróleo
Carbón y vapor
Petróleo y electricidad
Innovación técnica y mecanización
Aplicación científica y automatización
Textil, metalúrgica, siderúrgica y transportes
Acero, automotriz, eléctrica y química.
Técnicos experimentados
Científicos
Sociedad por acciones
Trust, holdings y carteles
Trabajadores no organizados
Trabajadores organizados (sindicatos)
Tejedores e hiladoras mecánicas, máquinas a vapor, ferrocarril.
La dínamo, motor de explosión, teléfono, cinematógrafo, automóvil, avión, telegrafía sin hilos y radio.
Aun así se reconoce que tienen un Estado proteccionista de su sistema económico, “el estado británico
cumplió esta misión hasta lograr el triunfo completo del capitalismo en Gran Bretaña, con una combinación de proteccionismo rígido y guerras económicas de agresión” 28. Este proteccionismo británico fue agresivo ya que su propósito no era eliminar el atraso sino reforzar su propio progreso. La revolución industrial no es una consecuencia automática del desarrollo económico. “No es un fenómeno inevitable de “combustión espontánea”, que se produce cada vez que los elementos necesarios se combinan en cantidad suficiente o au mentan en un ritmo propicio”29, sino como lo manifiesta 27
ROSTOW, W. W. The Stages of Economic Growth, Cambridge , 1960. Pp. 34 – 35 HOBSBAWM, Eric, En torno a los orígenes de la revolución industrial . Editorial siglo XXI, México, p. 95 29 Ibíd. , pp. 96 28
Coleman, “las condiciones dadas hacia fines del siglo XVII harían esperar la aparición, en ese momento, de una revolución industrial” 30; y “la mayoría está de acuerdo en que el estimulo particular que impulsa a
una industria a cruzar el umbral de la revolución industrial sólo puede producirse en determinadas condiciones económica y sociales, en cuyo siglo XVII no falto ninguna”. 31
¿Por qué en Inglaterra? Porque tienen: Política sistemática de expansión bélica y colonial, Proteccionismo a los industriales, comerciantes y marina mercante. 32 Burguesía potente y dinámica. La industria del algodón, o industria textil: La exportación de productos manufacturados (40 a 50%) que domina la economía o británica de este periodo. La materia prima (el algodón), se convierte en un subproducto del comercio colonial, que o proviene básicamente de ultramar es decir sus colonias.
o
o
“La revolución industrial del algodón fue precedida por un periodo de expansión del mercado internacional” 33
La capacidad del algodón británico para monopolizar una parte considerable del mercado mundial, les abrió el camino del éxito.
La segunda gran parte que menciona Hobsbawm, refiriéndose a la segunda fase de la revolución industrial, es la producción de bienes de capital para continuar su industrialización, y para eso necesitó una industria pujante del hierro y del acero, ¿Cómo sucedió esto? La construcción de los ferrocarriles entre 1830 y 1850 34, es la respuesta. Estos ferrocarriles transformaron el mercado de capitales, creando una salida para los ahorros de las clases acomodadas y absorbiendo “la mayoría de los sesenta millones de libras esterlinas que cada año
constituían el excedente del capital británico en busca de oportunidades de inversión; como lo señala L.H. Jenk 35, Los ferrocarriles fueron creados por la presión del excedente que se acumulaba, ante la imposibilidad de encontrar una salida adecuada en las industrias ya existentes, que no estaban en condiciones de absorber nuevos capitales. Este desarrollo industrial tuvo que articularse con el cambio social y los movimientos obreros y con revolución agraria que surgieron en paralelo, a lo cual debe sumarse la mentalidad liberal tanto política como económica.
30
D. COLEMAN, en “ Past & Present ”, N° 17 (1960) pp. 71 – 72 Ibíd., p. 103 32 Ibíd., p. 105 33 Ibíd., p. 108 34 Ibíd., p. 111 35 JENK, Leland Hamilton. The Migration of British Capital to 1875 . Ed. A. A. Knopf, New York 1927. 31
Consecuencias Los progresos técnicos que introdujo la Revolución Industrial, en el siglo XIX transformaron todos los aspectos relacionados con la vida europea y del mundo; en realidad marcó la apertura de una nueva era en la historia del hombre. “Ha contribuido a modificar profundamente las formas de vida de los hombres y, por ello, ha fo rjado nuevos modos de contemplar las relaciones de los mismos entre sí y con el mundo exterior. También que la revolución industrial al tratarse de un fenómeno de cronología e intensidad distintas según regiones, y áreas del globo, ha provocado situaciones lacerantes y ha agravado disparidades y desequilibrios” 36 Fue la suma de una serie de innovaciones y convergencias, en agricultura, comercio, transportes, ciencia y sobretodo la industria, y el factor que permitió esa discontinuidad fue el rápido incremento de la capacidad productiva, gracias a la utilización de técnicas cada vez más perfeccionadas y a la explotación de nuevas fuentes de energía. Surge así, una gran transformación en la civilización occidental, que se podría resumir en los siguientes cambios: Económicos: Se imponen la industrialización, el capitalismo, y se explotan nuevas fuentes de energía, para muchos como para E. A. Wrigley37 es el elemento decisivo, Sociales: Predomina la burguesía y surge el proletariado, en donde Inglaterra aplica la ley laboral llamada "The Factory Act", 1833, que fija entre otras cosas lo siguiente: 1. Niños de 9 – 13 años, 9 horas diarias 2. De entre 13 – 18 años 12 horas (pero con hora y media reservada para las comidas. 3. Para 1891, se eleva la edad mínima, de trabajo de 10 a los 11 años En 1844, se determinó que las mujeres y los niños no podían trabajar jornadas mayores de 12 horas y se señalo medidas de protección para el uso de maquinaria peligrosa. Para 1847 se regula la norma estableciendo una jornada diaria de 10 horas Políticas: Se consolida el liberalismo político bajo la forma de monarquía constitucional. Ideológicas: Prevalecen el racionalismo y el sentido crítico, además del liberalismo económico y político. Demográficas: Se produce en los países industrializados una inesperada explosión demográfica que a su vez, es resultado de adelantos higiénicos y médicos. El crecimiento de la población benefició a la industria y favoreció la inmigración hacia otros países. Revolución Agrícola: Inglaterra realizó notables progresos; introdujo la siembra de plantas de origen americano (maíz, papa entre otros), estableció las faenas agrícolas, aplicó abonos y fertilizantes.
36
MORI, Giorgio. La Revolución Industrial . Barcelona 1983. Crítica. Presentación WRIGLEY, E. A. Cambio, continuidad y azar: carácter de la revolución industrial inglesa. Ed. Critica, Barcelona,1993 37
Desarrollo Comercial: el comercio se intensificó, los países industrializados tuvieron la necesidad de vender sus mercancías producidas y adquirir materias primas, y por ello se incrementó el comercio, las comunicaciones y los transportes , al punto de llegar a otro estadio, el llamado “Imperialismo”, pero eso es otra historia. Bibliografía ALVAR EZQUERRA, Alfredo. La economía europea en el siglo XVI . Madrid 1991. Editores síntesis. ASHTON, T. S., La revolución industrial , 1948, (1990). Santiago de Chile. Fondo de Cultura Económica. CARDOSO, Ciro F. S. y PÉREZ BRIGNOLI, H. Los métodos de la historia. Introducción a los problemas métodos y técnicas de la historia demográfica, económica y social . Barcelona 1976. Editorial Crítica CIPOLLA, Carlo Ed. Historia Económica de Europa Occidental , Tomo 3, Introducción. Barcelona 1979. Editorial Ariel. CIPOLLA, Carlo M. Ed. Historia económica de Europa (1) La Edad Media. Barcelona 1979. Editorial Ariel. Pp. 418 CIPOLLA, Carlo M. Entre la historia y la economía. Introducción a la historia económica. Barcelona 1991. Editorial Crítica. Pp. 279 COLEMAN, D., en “ Past & Present ”, N° 17 (1960) JENK, L.H. La migración del capital británico en 1875. DAVIS, Ralph. La Europa Atlántica. Desde los descubrimientos hasta la industrialización . Madrid 1980. Siglo XXI de España Editores S.A.; 7Ed. Pp. 381 FLÓREZ DÁVILA, Cristina, “Sociedades y Mentalidades en la Primera Fase de la Revolución Industrial. Publicada en la Revista Académica de la Facultad de Ingeniería Industrial de la Universidad de Lima, Año II, N°6, junio 1993. Pp.70 – 74 FONTANA, Giovanni Luigi. El desarrollo económico de Europa en el siglo XIX, En Historia económica de Europa. Siglos XV – XX . Editorial Crítica, Barcelona 2007. HEERS, Jacques. Occidente durante los siglos XIV y XV . Aspectos económicos y sociales. Barcelona 1976. Editorial Labor S.A. HOBSBAWM, Eric, En torno a los orígenes de la revolución industrial , 10 ° edición, Editorial siglo XXI, México. HOLMES, George. Europa: Jerarquía y revuelta 1320 – 1450. México 1978. Siglo XXI editores KAMEN, Henry. El siglo de hierro. Madrid 1977. Alianza editorial KULA, Witold. Problemas y métodos de la Historia económica . Barcelona 1977. Ediciones península. Pp. 314 LE GOFF, Jacques. Mercaderes y banqueros de la Edad Media . Buenos Aires 1966. Editorial universitaria de Buenos Aires. MISKIMIN, Harry A. La economía de Europa en el Alto Renacimiento (1300 – 1460) Madrid 1980. Ediciones Cátedra, S.A. Pp. 185 MORI, Giorgio. La Revolución Industrial . Economía y sociedad en Gran Bretaña en la segunda mitad del siglo XVIII. Barcelona 1983. Editorial Crítica. Pp. 241 POUNDS, Norman J. P. Historia económica de la Europa medieval . Barcelona 1981. Editorial Crítica. Pp. 611
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