Comentario de Texto: Rubén Darío. Venus. 1. Localización.
El poema Venus pertenece Venus pertenece a Prosas Profanas (1896) del poeta nicaragüense Rubén Darío. Rubén es considerado el padre del modernismo, nacido en icaragua en 186! bebi" de la literatura cl#sica espa$ola, campoamor, %ec&uer ' orrilla, así como de los parnasianistas ' simbolistas de la literatura rancesa, *íctor +ugo ' autier. Durante su -ida, entre mérica ' Europa, conoci" a personalidades como /artí en rgentina del &ue asumi" la direcci"n del modernismo0 o a orín, *alle *alle 2ncl#n, o 3namuno, entre otros, en Espa$a. *i-i" m#s de una década en 4arís 4arís ' muri" en su país por enermedad enermedad tras una -ida llena de é5itos ' amarguras &ue lo acompa$aron a lo largo de su -ida. *alle *alle 2ncl#n, su gran amigo, dio &ue 7Darío 7 Darío es un ni$o grande, completamente bueno0 ' lo bauti" con el sobrenombre de 7poeta maldito0 por el &ue siempre se recordar# a este espíritu, irrepetible en las letras castellanas. 2. Estilo.
El uni-erso poético de Darío se condensa a partir de unos -ersos llenos de colorido ' musi musica cali lida dad, d, &ue &ue e-oc e-ocan an gran grande des s sens sensac acio ione nes s ' erot erotis ismo mo.. El -ers -erso o pres presen enta ta una una re-oluci"n0 Darío recurre al aleandrino rancés moderno, a -ersos de nue-e sílabas, a una acentuaci"n original del endecasílabo, a combinaciones estr"icas inusitadas. 4ero no ue solo eso la re-oluci"n0 la sustancia poética describe un mundo ermoso, de rico colo colori rido do ' musi music calid alidad ad,, pero pero sobr sobre e todo todo,, de gran grande des s dime dimens nsio ione nes s espi espiri ritu tual ales es,, e&uilibradamente melanc"lico ' desilusionado. :on recuencia el esteticismo desemboca en una especie de decorati-ismo religioso, de origen simbolista ' decadente0 los símbolos religiosos pasan a digniicar la carne, el amor. amor. ;i bien es cierto es &ue en su decorati-ismo el autor no ace gala de religiosidad, la terminología de lo sagrado solo est# al ser-icio de la digniicaci"n de lo proano0 a esto se debe &ue recurra al mundo griego ' al mundo del siglo <*222 rancés0 en un clima dieciocesco donde se e5alta la musicalidad ' los colores, ' lo e5"tico se con-ierte en el poeta en elemento necesario. =a -ariedad de amores > isp#nico, negro, oriental, etc?responde a la necesidad de e5altar lo er"tico a tra-és de lo inédito, de lo e5"tico. 3. enus. !n"lisis.
En la prim primer era a estr estro oa a el poet poeta a ane anela la cont contag agia iars rse e de una una natu natura rale lea a calm calma a &ue &ue le proporcione pa interior ' se encuentra con la diosa *enus en el cielo a la &ue designa con los meores atributos celestes ' terrenales. El primer -erso es una antítesis entre una naturalea (lo e5terior) llena de calma0 ' su estado de #nimo (su propio interior), &ue se encuentra en desasosiego e intran&uilidad0 resalta el contraste con el &uiasmo @tran&uila noce, nostalgias amargas@0 ' colocando el -erb -erbo o en la part parte e de la rima rima,, la m#s m#s impo import rtan ante te00 un -erb -erbo o &ue &ue a la -e -e desc descri ribe be sem#nticamente su estado de #nimo. El segu segund ndo o -ers -erso o mues muestr tra a el ane anelo lo por por cont contag agia iars rse e de esa esa pa pa &ue &ue cont contie iene ne la naturalea a la &ue ele-a con la bibembraci"n @resco ' callado@, términos &ue muestran la sensorialidad del poeta e-ocando el tacto ' el oído0 pondera la idealiaci"n de la naturalea personiic#ndola @callado@ ' sobre todo, al inal del -erso donde coloca @ardín@0 el ardín del edén e-oca al paraíso mismo, dico -ocablo condensa la idealiaci"n de la
naturalea &ue él anela ' la coloca en la parte inal del -erso, de esta manera la antítesis se une sint#cticamente al -erso anterior a tra-és de la rima @suríaAardín@. *emos c"mo la an#ora une el poema ' adem#s, el tercer -erso se une al primero con el paralelismo sinct#ctico @4repBartBadBsust@0 ' a la -e sem#ntico, pues -uel-e a aludir a la naturalea en calma, a la noce @En el obscuro cielo *enus temblando =ucía@0 -emos el contraste del color entre el cielo oscuro ' *enus reluciente0 conecta con el primer -erso con la antítetis, la &uietud del cielo ' la diosa *enus temblorosa (&uietudA2n&uietud), ' dea de nue-o el -erbo al inal para ponderar el estado maestuoso de *enus &ue brilla en el cielo0 poco a poco nos trae la sensaci"n de leanía en la &ue se encuentra *enus "obscuro cielo, incrustado en ébano" "divino" 0 e5presiones &ue se reieren a lo celeste, &ue pro'ectan la sensaci"n de inmensidad0 de nue-o el contraste de color @ébano, dorado@, en consonancia con el -erso anterior0 la bimembraci"n "dorado y divino" 0 pone de relie-e lo umano ' lo di-ino ' conecta con el segundo -erso con el paralelismo sint#ctico ' depositando el ip"nimo de ardín "jazmín" al inal del -erbo en la parte de la rima. El poeta -a conectando el poema sint#ctica ' sem#nticamente a tra-és de los paralelismos, bimembraciones, an#oras0 antítesis ' palabras cla-e en la parte de la rima0 En la estroa siguiente, el poeta acerca a la diosa compar#ndola con una reina oriental, ' re-ela su amor nombrando la Cnica parte de sí mismo &ue es espiritual, el alma, para poner de relie-e lo umano ' lo di-ino, e5terior (la diosa) A interior (sus sentimientos). En esta estroa -amos a -er c"mo Darío e-oca las sensaciones er"ticas a'ud#ndose de su e5"tico -ocabulario "reina orienta, camarín, palanquín" 0 el poeta &uiere acercar un poco m#s a su amada a sí mismo, la reina espera a su amante para un encuentro amoroso, el -erbo esperar puede transmitir ese ansia de deseo por el amante &ue aCn no a llegado, de esa manera pondera el erotismo ' adem#s de una manera elegante con el -ocabulario descrito0 en el -erso siguiente -emos c"mo el poeta uega con las im#genes de su amada, reinaAdiosa0 en tanto &ue relaciona el -iae de la reina lle-ada por sus laca'os a ombros, ' el -iae celeste de *enus en el ininito cielo "profunda extensión recorría", "triunfante y luminosa, recostada sobre un palanquín" 0 el poeta pretende así acercarse a la diosa, describiéndola como un ser terrenal reina oriental llena de erotismo &ue al mismo tiempo pondera la pasi"n del poeta. en el primer terceto *enus 'a es reina, pasamos de la comparaci"n del primer -erso del segundo cuarteto a la met#ora del primer -erso de este primer terceto0 así conecta el poema sint#cticamente ' se acerca m#s toda-ía a su amada, con la &ue toda-ía mantiene cierta distancia por la dierencia social de ambos0 pero a la &ue 'a puede ablar, se dirige a ella en un ap"stroe "O reina rubia" , para e5presarle su amor ponderado con la e5clamaci"n0 si nos iamos, en este momento el 'o lírico aparece con m#s uera &ue nunca, abandona la tercera persona &ue daba sensaci"n de leanía con el lector con ese tono narrati-o, díele, el -erbo establece ese límite entre el poeta ' lo &ue nos cuenta (poetaAlector) ' su amada, a la &ue se dirigir# directamente en este primer terceto. Darío &uiere e5presarle su deseo de unirse con ella, para ello le abla directamente0 para la uni"n pone de nue-o en relaci"n lo real ' lo imaginario, lo espiritual ' lo terreno0 "mi alma quiere dejar su cris!lida y volar acia ti" por una parte, su alma es la Cnica parte de su ser capa de trascender de lo terrenal (al salir de su cuerpo) a lo espiritual0 ' al mismo tiempo "cris!lida" ace alusi"n a lo real ' e-oca el claro signiicado de la mariposa saliendo de su cascar"n, ella tiene alas, elementos ísicos reales para -olar ' establecer el contacto con la amada0 -emos de nue-o el contraste de colores blanco A negro ' el contraste de lo realA imaginario @lotar en el nimbo A tu rente p#lida0 predominan las -ocales abiertas o semiabiertas &ue, unto al uso del polisíndeton, le dan dinamismo '
agilidad a los -ersos ponderando la sensaci"n de emprender el -uelo0 también es signiicati-o el uso de las laterales apico al-eolares "alma, cris!lida, volar, labios, flotar, p!lida", &ue acentCan dica sensaci"n de ele-aci"n. =a estroa inal conecta con la anterior cuando el primer -erso es el &ue inalia esa con-ersaci"n a modo de recordatorio con la amada, a'ud#ndose con el -ocabulario típico de Darío, con el &ue -iste el poema ' al mismo tiempo lo conecta "cris!lida, nimbo" ' aora "siderales éxtasis" , la adeti-aci"n antepuesta, recurso &ue nunca pasa desapercibido0 este -erso condensa el deseo del poeta de uni"n con su diosa. =os dos Cltimos -ersos cierran el poema sobre sí mismo conect#ndolo en orma ' contenido con los dos primeros0 incide ' retorna al contraste entre la naturalea idílica, con el desasosiego &ue pro-oca la tristea, aora en *enus. /e resulta interesantísimo c"mo el poeta altera el símbolo mitol"gico (mu' propio en Darío), en este caso *enus. =a mitología nos dice &ue la ermosa diosa nunca se apiada de sus pretendientes, es demasiado linda ' se ríe de ellos0 pero Darío pondera el dolor tras-as#ndolo a la mismísima *enus, asta ella se pone triste0 es terrible el Cltimo -erso &ue de-uel-e la inmensa distancia entre el poeta ' su amada, la de-uel-e al abismo, a la inmensidad, aleada de él0 acentuando la tristea con la sensorialidad del -erbo mirar, en dos de sus ormas posibles aciendo uso de la deri-aci"n "miraba, mirar" 0 &ue son -erbo ' sustanti-o respecti-amente0 "triste mirar" , &ui# &uiera perpetuar la tristea inal d#ndole un sentido generaliador. =o cierto es &ue si nos iamos en los conceptos m#s b#sicos del poema encontramos algunos datos interesantes0 por una parte, la e-oluci"n &ue se produce en los sentimientos del poeta, para ello nos iaremos en el lé5icoF "#ostal$ias amar$as, alma enamorada, O reina rubia, volar acia ti, no dejarte un momento de amar" -emos como el poeta pasa de la tristea a la alegría, supeditado por la ilusi"n de unirse a su enamorada, pero no lo consigue ' regresa al estado de pesimismo inicial "abismo, triste mirar"% este eco contrasta con la naturalea &ue permanece siempre inalterable ' en estado de pa ' calma. Gambién resulta interesantísimo las palabras &ue coloca en la rima0 cuando no se sir-e de ellas para ponderar el contraste "tristeza del poeta naturaleza ideal" 0 lo ace para relacionar con su lenguae e5"tico lo real ' lo imaginario "camarín, palanquín cris!lida, p!lida"% en este Cltimo caso pondera con las esdrCulas la musicalidad, -emos c"mo recae el acento siempre en las abiertas@. 4odríamos ablar muco m#s sobre este bellísimo poema de Rubén Darío pero por no e5tenderme m#s, resaltaré los m#s b#sicoF Darío uega con las iguras mentales de la antítesis0 el contraste entre la pa e5terior ' su desasosiego interno, nos adelanta su deseo por abandonar la parte de sí mismo &ue lo mantiene en el mundo terrenal ' no le permite ser libre, para él, su cuerpo es una prisi"n &ue l e impide unirse al ser celestial &ue ama0 por eso trata de acercarla primero ' después, a tra-és de la Cnica parte de sí mismo &ue es espiritual, el alma, llegar asta ella. *emos c"mo re-iste el poema de lu ' color con ese contraste incesante, 7 Oscuro cielo, la Venus relucía, incrustado en ébano, dorado y divino, profunda extensión &evoca el oscuro cielo', triunfante y luminosa% "labios de fue$o flotar en el nimbo frente p!lida% de esa manera pone de relie-e lo real ' lo imaginario en un intento por llegar a la unidad suprema ' todo ello -estido con sensualidad, elegancia, imagénes ermosas ' un tono er"tico &ue contrasta con el triste inal del poema.